jornada lúdica del damyc
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Recuerdo de lo acontecido en la Jornada Lúdica del DAMyCTRANSCRIPT
Jornada Lúdica del Dpto. De Accidentes Mágicos y Catástrofes (3º Planta Ministerial)
¡Fiesta! Parque de las Lamentaciones – Ottery
Sagitas E. Potter Blue
El Departamento de Transportes había dispuesto un traslador que llevaba desde la Taberna "El
Caldero Chorreante" hacia el Parque de Las Lamentaciones, un discreto parque con muchas
especies de árboles que bordeaba un claro en el centro. A lo lejos, el azul de un lago en forma de
ocho daba el agua suficiente para conseguir el verdor que caracterizaba aquel lugar, no muy
conocido y por tanto algo solitario.
Era el lugar idóneo para hacer la fiesta. En aquel claro habían dispuesto los diferentes espacios
para el disfrute de las personalidades y ciudadanos que habían sido invitados. Diferentes stands de
negocios surgían a lo largo del perímetro, comerciantes que habían abierto un lugar publicitario de
sus locales del Callejón Diagon. Los stands eran todos iguales en el exterior, cuando estaban
cerrados. El interior, sin embargo, había sido decorado por cada dueño a su gusto, siempre
manteniendo las mesas y sillas en las que se podía descansar, tomar algo y ver el ambiente
exterior.
En ese ambiente se reunían los diferentes juegos que habían previsto los funcionarios de
Accidentes mágicos y Catástrofes. El más visitado era la piscina, tal vez porque el día estaba siendo
más caluroso de lo que Londres acostumbraba en estas fechas.
También llamaban la atención los diferentes artefactos muggles que habían sido trasladados de
parques temáticos de las afueras y situados en el centro mismo del espacio. Sólo los miembros del
Departamento estaban autorizados para hacerlos funcionar. Muchos ciudadanos miraban con
curiosidad aquellos autochoques preguntándose si sería peligroso montarse en alguno de ellos.
¡Iban a electricidad! ¡No se movían por magia!
Otros se sentían atraído por la noria, aunque más de uno proclamara que era más útil usar la
Aparición para subir a las alturas, pero todos acababan cayendo en la tentación de subir a uno de
aquellos vagones y contemplar el paisaje de Ottery desde allá arriba.
Sin embargo, el artefacto que más llamaba la atención era el Tio Vivo Adaptado; cinco hipogrifos y
cinco dragones vivos, traídos desde el Circ dels Joglars, permitían ser montados por el público,
siempre vigilados por el Enano Gruñón, responsable de los animales.
Por último, había varios puestos pequeños de Venta de Palomitas de colores, atendido por Babila,
el Recepcionista de color del departamento, y un Stand de Besos, en los que se vendían souvenirs,
como tazas, esculturas, pins, sombreros, así como valesdescuentos para compras en el Callejón,
cedidos por los negocios patrocinadores.
Todo estaba listo para la entrada del público. La apertura de la fiesta era inminente.
Cye Lockhart
Había llegado el día y Cye estaba muy emocionada, hoy se daría comienzo al evento
organizado por el Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes y del cual cuatro
de sus negocios fungían como patrocinadores.
Pero la preparación para dicho evento había sido ardua por parte de los organizadores y
desde que se hizo el anuncio, aquella oficina había colmado de buena atención,
profesionalismo y detalles bonitos a los negocios participantes. Por eso la Lockhart no
acudiría con las manos vacías, claro que no.
-¿Me veo bien?- pregunto a Corroló al apersonarse en “Magic Tea” lugar donde había un
exclusivo traslador para llegar sin contratiempos al evento.
-Oh ama, claro que se ve bien, por cierto aquí esta lo que preparamos, creo que todos
querrán- dijo el elfo alagando a la propietaria por el vestido y sintiéndose orgulloso por
presentes que entregaba a la dueña, el elfo acudiria mas tarde para ayudarle.
-Ama no se olvide de llevarse el prendedor y coso de aprobado- decia mientras la rubia
blanqueaba los ojos por el olvido, si mal no recordaba, en todos los negocios habían
insistido en que llevaran la ficha aprobatoria, primero se colgó su bonito prendedor en la
tira derecha del vestido tipo romano que llevaba y luego metió el papel en la bolsa que
colgaba de su brazo con el logo de Magic Tea.
-Bien Corroló nos vemos luego- añadió y toco las estatuilla que fungía como traslador,
de inmediato se vio envuelta en un torbellino por lo que cerró los ojos y cuando por fin
sus pies tocaron suelo solido los abrió, ahora estaba en el Parque de las Lamentaciones,
bonita y fresca locación para la fiesta.
Camino despacito, no tenia afán, pues había decidido que todo el día lo pasaría allí, y se
enfilo hasta donde vio a Babila el recepcionista del departamento que vendía palomitas
y le pregunto por los stanes y le mostró su certificado aprobatorio, también se entero de
la fiesta con atracciones muggles.
-¿Ya se podre entrar?- pregunto y Babila contesto afirmativamente, por lo que se
despidió cargando su bolsita que estaba hechizada para meter dentro un gran, gran
numero de cosas y fue hasta donde estaban los lugares para los stanes, colgo el aviso en
uno de ellos y abrió las cortinas blancas cuando lo tubo organizado.
Al principio del están como en todos, estaban mesas y sillas vestidas de blanco y beige,
como la cortina externa que servían de marco a la exhibición, las dos mesas estaban
ubicadas a cada lado dejando el centro libre para que los visitantes pudieran pasar
hasta la improvisada barra vestida con la misma mantelería y donde se exhibían los
distintos mostrarios de Té en una,dos, tres, cuatro, cinco,y seis presentaciones, tras la
barra había una suerte de mesa larga sobre la que estaban de un lado varias teteras de
tamaño pequeño colocados sobre una hornilla con velas mágica que calentaba la bebida
hasta el punto requerida y listo para el consumo, del otro lado algunas teteras y tazas a
juego, también algunos bocadillos y vasos de cartón aunque Cye se había negado a
usarlos a menos que quisieran sacar la bebida fuera del stand, decía que eso disminuía
la calidad y el disfrute.
Con todo en su lugar y habiendo llegado su elfina Feixac para atender a los primeros
visitantes, Cye salio a dar una vuelta por los otros stanes.
Sagitas E. Potter Blue
Llegué en el traslador desde el "Caldero chorreante", algo preocupada por el comentario último de
Tom, en el que me decía que habían pasado dos chicos antes que yo, que por un momento le
habían parecido muy muggles hasta que mencionaron la fiesta.
No sé por qué le daba vueltas a eso. En cierta manera, todos pasaríamos por muggles si
ocultáramos nuestra ropa. Yo, por ejemplo, con aquel traje chaqueta gris, para mantener el decoro
que se presupone en una Directora de Departamento, y con aquel chaleco salvavidas por si algún
gracioso me tiraba a la piscina, pasaría seguramente por un muggle. HAbía traído otro igual para
mi hermana Amya, ya que de todos era sabido la alergia que le daba sólo de ver tal masa acuosa
cerca de su cuerpecito.
Pronto me olvidé del tema, lo aparté de la cabeza para hablarlo con Cissy o alguno de sus agentes
de seguridad, los encargados de mantener la calma durante el evento.
Hice una seña a Babila, quien llegaba con su remolque de palomitas, muy feliz, con esa sonrisa de
oreja a oreja que le daba un cierto aire simplón.
-- Xell está a punto de llegar. ¿Está todo preparado?
Asintió con la cabeza sin deshacer su sonrisa y sacó un hermoso pastel de cumpleaños.
-- Avisa a todos los del departamento., que me han dicho que está merodeando por el stand de
Reversiones. Le he mandado llamar y estoy segura que aparecerá de un momento a otro.
Sentí pasos y me giré para recibirla. Se le veía tan inocente... Le dije:
--
Babila comenzó a aplaudir.
Eledhwen Hufflepuff
Al llegar al Parque, Eledhwen se había separado de Xell, con la excusa de que debía ir a supervisar
que todo estuviese correcto en el stand del Cuartel General de Desmemorizadores. Ciertamente,
cuando llegó allí, se cambió su ropa, por el disfraz de bruja muggle, que había comprado en una
tienda muggle de Londres. Salió muy confundida de aquella tienda, ya que el dependiente le dijo
que sólo le quedaba el modelo Maléfica, y la Hufflepuff pensó que se suponía que todas las brujas
eran maléficas para los muggles, ¿no?
Una vez se hubo colocado el disfraz, se miró en un espejo:
- Estos muggles extraños - dijo viendo su reflejo - ¿desde cuándo las brujas tenemos estos cuernos?
Pero como no tenía tiempo de ir a cambiarlo, se quedó así vestida. Hizo una última vuelta de
reconocimiento, y aplicó un encantamiento para que, cada vez que un visitante entrase en el local,
ella fuese avisada, y así poder estar presente, por si el visitante quería borrar algún recuerdo
desagradable.
Finalmente, tomó lo que tenía que tomar, y con ello, se dirigió a la zona de la Fiesta. Al llegar, vió
que su prima Sagitas había desplegado una bella pancarta para recibir a Xell, y Babila aplaudía
emocionado a su lado. Eled lanzó al aire el paquetito que llevaba, y con la varita, lo elevó por el
aire, para luego rasgarlo, y que su contenido cayese sobre la cumpleañera y los allí reunidos.
- ¡Feliz Cumpleaños Xell! - exclamó Eledhwen.
Xell Vladimir
Bobby y Becky (Muggles)
Los dos muchachos gritaron, abrazados el uno al otro, gritando sin parar hasta que cayeron al
suelo. No se soltaron, miraron a su alrededor y notaron que estaban sentados sobre hierba, en un
parque. Había un tramo de árboles a lo lejos, pero a su lado había stands cerrados con cortinillas
blancas y beiges.
- ¿Dónde estamos, Bob?
- Creo que... creo que es la fiesta.
- ¿Y cómo hemos llegado?
- Pues... ¡Es la leche! Seguro que es un truco de esos de cine. ¡Fíjate! Antes por allá, nos han metido
en una especie de tobogán o algo así y ahora estamos en este lugar.
- Yo quiero irme a casa.
- Vamos, Becky, que va a ser divertido. Fíjate que lugar más alucinante. Vamos, vamos, tengo algo
de hambre, entremos en ese stand, Magic Tea, a ver si además de té dan pastitas. Y después de
cabeza a la piscina, ¿qué te parece?
Pero la chica tiraba de él y le señalaba algo.
- ¿Qué pasa? Celebran un cumpleaños. Mejor, tal vez inviten a pastel. Venga, vamos, me muero de
hambre-. Y ambos muggles entraron en aquel stand.