jornada lúdica del damyc

8
Jornada Lúdica del Dpto. De Accidentes Mágicos y Catástrofes (3º Planta Ministerial) ¡Fiesta! Parque de las Lamentaciones Ottery Sagitas E. Potter Blue El Departamento de Transportes había dispuesto un traslador que llevaba desde la Taberna "El Caldero Chorreante" hacia el Parque de Las Lamentaciones, un discreto parque con muchas especies de árboles que bordeaba un claro en el centro. A lo lejos, el azul de un lago en forma de ocho daba el agua suficiente para conseguir el verdor que caracterizaba aquel lugar, no muy conocido y por tanto algo solitario. Era el lugar idóneo para hacer la fiesta. En aquel claro habían dispuesto los diferentes espacios para el disfrute de las personalidades y ciudadanos que habían sido invitados. Diferentes stands de negocios surgían a lo largo del perímetro, comerciantes que habían abierto un lugar publicitario de sus locales del Callejón Diagon. Los stands eran todos iguales en el exterior, cuando estaban cerrados . El interior, sin embargo, había sido decorado por cada dueño a su gusto, siempre manteniendo las mesas y sillas en las que se podía descansar, tomar algo y ver el ambiente exterior. En ese ambiente se reunían los diferentes juegos que habían previsto los funcionarios de Accidentes mágicos y Catástrofes. El más visitado era la piscina , tal vez porque el día estaba siendo más caluroso de lo que Londres acostumbraba en estas fechas. También llamaban la atención los diferentes artefactos muggles que habían sido trasladados de parques temáticos de las afueras y situados en el centro mismo del espacio. Sólo los miembros del Departamento estaban autorizados para hacerlos funcionar. Muchos ciudadanos miraban con curiosidad aquellos autochoques preguntándose si sería peligroso montarse en alguno de ellos. ¡Iban a electricidad! ¡No se movían por magia! Otros se sentían atraído por la noria , aunque más de uno proclamara que era más útil usar la Aparición para subir a las alturas, pero todos acababan cayendo en la tentación de subir a uno de aquellos vagones y contemplar el paisaje de Ottery desde allá arriba.

Upload: kevin-hadintong

Post on 19-Mar-2016

212 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Recuerdo de lo acontecido en la Jornada Lúdica del DAMyC

TRANSCRIPT

Jornada Lúdica del Dpto. De Accidentes Mágicos y Catástrofes (3º Planta Ministerial)

¡Fiesta! Parque de las Lamentaciones – Ottery

Sagitas E. Potter Blue

El Departamento de Transportes había dispuesto un traslador que llevaba desde la Taberna "El

Caldero Chorreante" hacia el Parque de Las Lamentaciones, un discreto parque con muchas

especies de árboles que bordeaba un claro en el centro. A lo lejos, el azul de un lago en forma de

ocho daba el agua suficiente para conseguir el verdor que caracterizaba aquel lugar, no muy

conocido y por tanto algo solitario.

Era el lugar idóneo para hacer la fiesta. En aquel claro habían dispuesto los diferentes espacios

para el disfrute de las personalidades y ciudadanos que habían sido invitados. Diferentes stands de

negocios surgían a lo largo del perímetro, comerciantes que habían abierto un lugar publicitario de

sus locales del Callejón Diagon. Los stands eran todos iguales en el exterior, cuando estaban

cerrados. El interior, sin embargo, había sido decorado por cada dueño a su gusto, siempre

manteniendo las mesas y sillas en las que se podía descansar, tomar algo y ver el ambiente

exterior.

En ese ambiente se reunían los diferentes juegos que habían previsto los funcionarios de

Accidentes mágicos y Catástrofes. El más visitado era la piscina, tal vez porque el día estaba siendo

más caluroso de lo que Londres acostumbraba en estas fechas.

También llamaban la atención los diferentes artefactos muggles que habían sido trasladados de

parques temáticos de las afueras y situados en el centro mismo del espacio. Sólo los miembros del

Departamento estaban autorizados para hacerlos funcionar. Muchos ciudadanos miraban con

curiosidad aquellos autochoques preguntándose si sería peligroso montarse en alguno de ellos.

¡Iban a electricidad! ¡No se movían por magia!

Otros se sentían atraído por la noria, aunque más de uno proclamara que era más útil usar la

Aparición para subir a las alturas, pero todos acababan cayendo en la tentación de subir a uno de

aquellos vagones y contemplar el paisaje de Ottery desde allá arriba.

Sin embargo, el artefacto que más llamaba la atención era el Tio Vivo Adaptado; cinco hipogrifos y

cinco dragones vivos, traídos desde el Circ dels Joglars, permitían ser montados por el público,

siempre vigilados por el Enano Gruñón, responsable de los animales.

Por último, había varios puestos pequeños de Venta de Palomitas de colores, atendido por Babila,

el Recepcionista de color del departamento, y un Stand de Besos, en los que se vendían souvenirs,

como tazas, esculturas, pins, sombreros, así como valesdescuentos para compras en el Callejón,

cedidos por los negocios patrocinadores.

Todo estaba listo para la entrada del público. La apertura de la fiesta era inminente.

Cye Lockhart

Había llegado el día y Cye estaba muy emocionada, hoy se daría comienzo al evento

organizado por el Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes y del cual cuatro

de sus negocios fungían como patrocinadores.

Pero la preparación para dicho evento había sido ardua por parte de los organizadores y

desde que se hizo el anuncio, aquella oficina había colmado de buena atención,

profesionalismo y detalles bonitos a los negocios participantes. Por eso la Lockhart no

acudiría con las manos vacías, claro que no.

-¿Me veo bien?- pregunto a Corroló al apersonarse en “Magic Tea” lugar donde había un

exclusivo traslador para llegar sin contratiempos al evento.

-Oh ama, claro que se ve bien, por cierto aquí esta lo que preparamos, creo que todos

querrán- dijo el elfo alagando a la propietaria por el vestido y sintiéndose orgulloso por

presentes que entregaba a la dueña, el elfo acudiria mas tarde para ayudarle.

-Ama no se olvide de llevarse el prendedor y coso de aprobado- decia mientras la rubia

blanqueaba los ojos por el olvido, si mal no recordaba, en todos los negocios habían

insistido en que llevaran la ficha aprobatoria, primero se colgó su bonito prendedor en la

tira derecha del vestido tipo romano que llevaba y luego metió el papel en la bolsa que

colgaba de su brazo con el logo de Magic Tea.

-Bien Corroló nos vemos luego- añadió y toco las estatuilla que fungía como traslador,

de inmediato se vio envuelta en un torbellino por lo que cerró los ojos y cuando por fin

sus pies tocaron suelo solido los abrió, ahora estaba en el Parque de las Lamentaciones,

bonita y fresca locación para la fiesta.

Camino despacito, no tenia afán, pues había decidido que todo el día lo pasaría allí, y se

enfilo hasta donde vio a Babila el recepcionista del departamento que vendía palomitas

y le pregunto por los stanes y le mostró su certificado aprobatorio, también se entero de

la fiesta con atracciones muggles.

-¿Ya se podre entrar?- pregunto y Babila contesto afirmativamente, por lo que se

despidió cargando su bolsita que estaba hechizada para meter dentro un gran, gran

numero de cosas y fue hasta donde estaban los lugares para los stanes, colgo el aviso en

uno de ellos y abrió las cortinas blancas cuando lo tubo organizado.

Al principio del están como en todos, estaban mesas y sillas vestidas de blanco y beige,

como la cortina externa que servían de marco a la exhibición, las dos mesas estaban

ubicadas a cada lado dejando el centro libre para que los visitantes pudieran pasar

hasta la improvisada barra vestida con la misma mantelería y donde se exhibían los

distintos mostrarios de Té en una,dos, tres, cuatro, cinco,y seis presentaciones, tras la

barra había una suerte de mesa larga sobre la que estaban de un lado varias teteras de

tamaño pequeño colocados sobre una hornilla con velas mágica que calentaba la bebida

hasta el punto requerida y listo para el consumo, del otro lado algunas teteras y tazas a

juego, también algunos bocadillos y vasos de cartón aunque Cye se había negado a

usarlos a menos que quisieran sacar la bebida fuera del stand, decía que eso disminuía

la calidad y el disfrute.

Con todo en su lugar y habiendo llegado su elfina Feixac para atender a los primeros

visitantes, Cye salio a dar una vuelta por los otros stanes.

Sagitas E. Potter Blue

Llegué en el traslador desde el "Caldero chorreante", algo preocupada por el comentario último de

Tom, en el que me decía que habían pasado dos chicos antes que yo, que por un momento le

habían parecido muy muggles hasta que mencionaron la fiesta.

No sé por qué le daba vueltas a eso. En cierta manera, todos pasaríamos por muggles si

ocultáramos nuestra ropa. Yo, por ejemplo, con aquel traje chaqueta gris, para mantener el decoro

que se presupone en una Directora de Departamento, y con aquel chaleco salvavidas por si algún

gracioso me tiraba a la piscina, pasaría seguramente por un muggle. HAbía traído otro igual para

mi hermana Amya, ya que de todos era sabido la alergia que le daba sólo de ver tal masa acuosa

cerca de su cuerpecito.

Pronto me olvidé del tema, lo aparté de la cabeza para hablarlo con Cissy o alguno de sus agentes

de seguridad, los encargados de mantener la calma durante el evento.

Hice una seña a Babila, quien llegaba con su remolque de palomitas, muy feliz, con esa sonrisa de

oreja a oreja que le daba un cierto aire simplón.

-- Xell está a punto de llegar. ¿Está todo preparado?

Asintió con la cabeza sin deshacer su sonrisa y sacó un hermoso pastel de cumpleaños.

-- Avisa a todos los del departamento., que me han dicho que está merodeando por el stand de

Reversiones. Le he mandado llamar y estoy segura que aparecerá de un momento a otro.

Sentí pasos y me giré para recibirla. Se le veía tan inocente... Le dije:

--

Babila comenzó a aplaudir.

Eledhwen Hufflepuff

Al llegar al Parque, Eledhwen se había separado de Xell, con la excusa de que debía ir a supervisar

que todo estuviese correcto en el stand del Cuartel General de Desmemorizadores. Ciertamente,

cuando llegó allí, se cambió su ropa, por el disfraz de bruja muggle, que había comprado en una

tienda muggle de Londres. Salió muy confundida de aquella tienda, ya que el dependiente le dijo

que sólo le quedaba el modelo Maléfica, y la Hufflepuff pensó que se suponía que todas las brujas

eran maléficas para los muggles, ¿no?

Una vez se hubo colocado el disfraz, se miró en un espejo:

- Estos muggles extraños - dijo viendo su reflejo - ¿desde cuándo las brujas tenemos estos cuernos?

Pero como no tenía tiempo de ir a cambiarlo, se quedó así vestida. Hizo una última vuelta de

reconocimiento, y aplicó un encantamiento para que, cada vez que un visitante entrase en el local,

ella fuese avisada, y así poder estar presente, por si el visitante quería borrar algún recuerdo

desagradable.

Finalmente, tomó lo que tenía que tomar, y con ello, se dirigió a la zona de la Fiesta. Al llegar, vió

que su prima Sagitas había desplegado una bella pancarta para recibir a Xell, y Babila aplaudía

emocionado a su lado. Eled lanzó al aire el paquetito que llevaba, y con la varita, lo elevó por el

aire, para luego rasgarlo, y que su contenido cayese sobre la cumpleañera y los allí reunidos.

- ¡Feliz Cumpleaños Xell! - exclamó Eledhwen.

Xell Vladimir

Bobby y Becky (Muggles)

Los dos muchachos gritaron, abrazados el uno al otro, gritando sin parar hasta que cayeron al

suelo. No se soltaron, miraron a su alrededor y notaron que estaban sentados sobre hierba, en un

parque. Había un tramo de árboles a lo lejos, pero a su lado había stands cerrados con cortinillas

blancas y beiges.

- ¿Dónde estamos, Bob?

- Creo que... creo que es la fiesta.

- ¿Y cómo hemos llegado?

- Pues... ¡Es la leche! Seguro que es un truco de esos de cine. ¡Fíjate! Antes por allá, nos han metido

en una especie de tobogán o algo así y ahora estamos en este lugar.

- Yo quiero irme a casa.

- Vamos, Becky, que va a ser divertido. Fíjate que lugar más alucinante. Vamos, vamos, tengo algo

de hambre, entremos en ese stand, Magic Tea, a ver si además de té dan pastitas. Y después de

cabeza a la piscina, ¿qué te parece?

Pero la chica tiraba de él y le señalaba algo.

- ¿Qué pasa? Celebran un cumpleaños. Mejor, tal vez inviten a pastel. Venga, vamos, me muero de

hambre-. Y ambos muggles entraron en aquel stand.