intro del libro choque amaru

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PRESENTACIÓN Presento aquí versiones inéditas de los tres cuentos en quechua publicados en el libro Choque Amaru y otros cuentos (Editorial Commentarios, Lima 2009). El conjunto ha sido transcrito según los principios ortográficos de inicios del siglo XVII. Los textos quechuas y las traducciones castellanas han sido completamente revisados. Estos cuentos son la realización de una ambición antigua que orientó gran parte de mis investigaciones filológicas de los últimos cuarenta años. El deseo de restituir y «popularizar» la única variante del quechua que conoció una presencia literaria de al menos dos siglos: es decir, la lengua general colonial en sus diversas variantes desde Santo Tomás (1560) hasta los «neo-cuzqueños» de finales del siglo XVII, pasando por el III Concilio de Lima (iniciado en 1584). La riqueza del léxico de la lengua general puede constatarse en los grandes diccionarios del III Concilio (1586) y de González Holguín (publicado en 1608). Infelizmente, aparte de un único documento -el manuscrito quechua de Huarochirí- esta lengua nos ha transmitido sólo obras asociadas a la evangelización, cuya finalidad era la destrucción de las creencias y las tradiciones locales, y algunos breves textos administrativos. Para finalidades de la catequesis se estableció un estilo literario que seguía el modelo del barroco español: el lirismo de Oré, la retórica de Ávila y Avendaño y las convenciones de los autos sacramentales (atribuidos en parte a Espinoza Medrano, el Lunarejo) son testimonios de esos esfuerzos. Hasta un monumento basado en la recopilación de la tradición oral como el manuscrito quechua de Huarochirí fue redactado según el esquema de una obra literaria española con su división en capítulos y sus comentarios sobre la veracidad de los datos. Aunque se pueda reconocer en el manuscrito la influencia de sustratos de las lenguas maternas de los informantes, su vehículo lingüístico es la lengua general propagada por el III Concilio de Lima. Sin embargo, la lengua general no era sólo una lengua literaria. A partir de una variante meridional del quechua, seguramente difundida en gran parte del territorio andino mucho antes de la fundación del imperio de los incas, evolucionó una forma nueva del idioma que, durante la primera época colonial, permitió el contacto entre españoles e indígenas, entre indios de diversos orígenes reunidos por la mita o asociados en nuevas comunidades o «pueblos», y entre éstos y los criollos y mestizos de las nuevas generaciones nacidas en la colonia. En las diversas comunidades se seguía hablando los «idiomas particulares» pero la lengua general era comprendida, según parece, por casi todos al menos, por los hombres y fue la base de la propagación del quechua realizada por los misioneros. La comprensión de los sermones de Ávila por sus feligreses, el desarrollo de las visitas eclesiásticas y la redacción de obras como el manuscrito de Huarochirí no habrían sido posibles sin la amplia difusión de la lengua general. Son pocos los dialectos hoy que no muestran huellas de su influencia. Algunos, como las hablas quichuas del Napo, parecen ser sus directos descendientes. Si el abundante acervo de obras literarias en lengua general de los siglos XVI y XVII nos proporciona una rica colección de sermones, exempla (base en algunos casos de una futura tradición folklórica), poesía lírica y autos sacramentales, hay un campo donde no existe modelo alguno. Se trata precisamente de la tradición literaria del cuento. Cierto, algunos pasajes del manuscrito de Huarochirí narran la vida de don Cristóbal Choquecaxa (capítulos 20 y 21) y los exempla publicados por Jurado Palomino contienen elementos que pueden ser asimilados a cuentos. Sin embargo, no puede considerárseles

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Introducción del libro de cuentos 'Choque Amaru'. Gerald Taylor.

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Page 1: Intro del libro Choque Amaru

PRESENTACIÓN

Presento aquí versiones inéditas de los tres cuentos en quechua publicados en el libro Choque Amaru y otros cuentos (Editorial Commentarios, Lima 2009). El conjunto ha sido transcrito según los principios ortográficos de inicios del siglo XVII. Los textos quechuas y las traducciones castellanas han sido completamente revisados.

Estos cuentos son la realización de una ambición antigua que orientó gran parte de mis investigaciones filológicas de los últimos cuarenta años. El deseo de restituir y «popularizar» la única variante del quechua que conoció una presencia literaria de al menos dos siglos: es decir, la lengua general colonial en sus diversas variantes desde Santo Tomás (1560) hasta los «neo-cuzqueños» de finales del siglo XVII, pasando por el III Concilio de Lima (iniciado en 1584). La riqueza del léxico de la lengua general puede constatarse en los grandes diccionarios del III Concilio (1586) y de González Holguín (publicado en 1608). Infelizmente, aparte de un único documento -el manuscrito quechua de Huarochirí- esta lengua nos ha transmitido sólo obras asociadas a la evangelización, cuya finalidad era la destrucción de las creencias y las tradiciones locales, y algunos breves textos administrativos.

Para finalidades de la catequesis se estableció un estilo literario que seguía el modelo del barroco español: el lirismo de Oré, la retórica de Ávila y Avendaño y las convenciones de los autos sacramentales (atribuidos en parte a Espinoza Medrano, el Lunarejo) son testimonios de esos esfuerzos. Hasta un monumento basado en la recopilación de la tradición oral como el manuscrito quechua de Huarochirí fue redactado según el esquema de una obra literaria española con su división en capítulos y sus comentarios sobre la veracidad de los datos. Aunque se pueda reconocer en el manuscrito la influencia de sustratos de las lenguas maternas de los informantes, su vehículo lingüístico es la lengua general propagada por el III Concilio de Lima.

Sin embargo, la lengua general no era sólo una lengua literaria. A partir de una variante meridional del quechua, seguramente difundida en gran parte del territorio andino mucho antes de la fundación del imperio de los incas, evolucionó una forma nueva del idioma que, durante la primera época colonial, permitió el contacto entre españoles e indígenas, entre indios de diversos orígenes reunidos por la mita o asociados en nuevas comunidades o «pueblos», y entre éstos y los criollos y mestizos de las nuevas generaciones nacidas en la colonia. En las diversas comunidades se seguía hablando los «idiomas particulares» pero la lengua general era comprendida, según parece, por casi todos – al menos, por los hombres – y fue la base de la propagación del quechua realizada por los misioneros. La comprensión de los sermones de Ávila por sus feligreses, el desarrollo de las visitas eclesiásticas y la redacción de obras como el manuscrito de Huarochirí no habrían sido posibles sin la amplia difusión de la lengua general. Son pocos los dialectos hoy que no muestran huellas de su influencia. Algunos, como las hablas quichuas del Napo, parecen ser sus directos descendientes.

Si el abundante acervo de obras literarias en lengua general de los siglos XVI y XVII nos proporciona una rica colección de sermones, exempla (base en algunos casos de una futura tradición folklórica), poesía lírica y autos sacramentales, hay un campo donde no existe modelo alguno. Se trata precisamente de la tradición literaria del cuento. Cierto, algunos pasajes del manuscrito de Huarochirí narran la vida de don Cristóbal Choquecaxa (capítulos 20 y 21) y los exempla publicados por Jurado Palomino contienen elementos que pueden ser asimilados a cuentos. Sin embargo, no puede considerárseles

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obras de ficción. El género autobiográfico, como en el primer cuento que prese nto aquí, no tiene ningún modelo en la literatura de esa época. Lo que es también el caso de los cuentos siguientes donde se abandona la estructura autobiográfica. Pero tampoco en éstos se trata de “testimonios”, lo que implica cierta gimnástica en el empleo de los

sufijos modales: -mi, -si /Òi/ et -chá. Se ha resuelto –parcialmente- este problema

mediante el empleo abundante de diálogos, forma literaria muy popular en el período barroco. Personalmente, creo que el hecho de que este tipo de documento no esté atestiguado entre los de que actualmente disponemos, no significa que no haya existido y espero que en alguna biblioteca conventual o en la de algún país europeo lejano de su

lugar de origen, textos de prosa en lengua general aparecerán un día.

Las fuentes temáticas, fuera de los textos en lengua general ya mencionados, son documentos de archivo1, crónicas de la conquista, las descripciones geográficas de Indias y los procesos de idolatrías. Los dos diálogos: el del cura con la pampa huarmi en el segundo cuento y el del çupay con la condenada en el tercero, enfrentan dos visiones del mundo y se refieren, sobre todo, a la confusión léxica introducida por los cambios religiosos. La incomprensión de la pampa huarmi de los eufemismos propuestos por el cura se basa en las enmiendas, debidas probablemente a Francisco de Ávila, que aparecen en los márgenes del manuscrito de Huarochirí y que modifican el léxico relacionado con la sexualidad. Así, pencay «vergüenza» reemplaza los términos más agresivos pero también más exactos de ullu y raca, respectivamente «pene» y «vagina», y puñu(chi)y reemplaza yocoy «penetrar». Las diferencias de interpretación de los términos çupay huaçi y çamay huaçi que oponen la condenada (cristiana) al çupay (creyente en la antigua religión) reflejan cosmovisiones distintas..

¿Por qué escribir una obra de ficción sobre la extirpación de las idolatrías ? Primero, la ficción permite expresar un punto de vista personal no consentido por el estudio científico de documentos auténticos. Como indiqué en la presentación de los cuentos publicados por la Editorial Commentarios, los temas abordados en los cuentos se basan en documentos de archivo aunque su desarrollo se debe a mi imaginación. Esencialmente, lo que más me inspiró fue la indignación provo cada por esa fuerza de destrucción cultural, segura de ‘su’ verdad y de ‘su’ derecho de actuar, simbolizada por el movimiento evangelizador cuya voracidad e intolerancia siguen vivas aún hoy.

¿Cuál es el motivo por el cual redacté estos cuentos en lengua general, variante

literaria del quechua ya no empleada? Siempre me ha parecido una lástima que esa lengua ‘literaria’, abandonada o, más bien, prohibida a partir del siglo XVIII, haya vehiculado esencialmente el punto de vista del extirpador. Por eso, el modelo lingüístico principal que sigo aquí es el manuscrito de Huarochirí. El narrador del primer cuento es un joven italiano de las provincias bajo dominio español de Italia del Sur. Deliberadamente, escogí a alguien que no era ni hispanohablante ni quechuahablante nativo – caso no insólito en esa época – para que fuese mi representante. De haber estudiado en el colegio de San Martín, su quechua reflejaría el modelo del III Concilio pero, al mismo tiempo, como es aventurero y frecuenta a los indios y mestizos del Cercado, se puede reconocer la influencia del habla llamada por los gramáticos de la

1 Por ejemplo, la idea de la tentación del cura viene de un documento conservado en los archivos de los jesuitas de Roma: el castigo de pan y de agua infligido a la pampa huarmi era, en realidad, la punición impuesta por sus superiores al joven jesuita tentado por las indias lascivas; el autocastigo de las penitencias (ver Léxico) fue sugerido por la Carta Annua de 1610.

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colonia «quechua Chinchaysuyo»: en su discurso: emplea llatan por «desnudo», camcha por «maíz tostado», tamya por «lluvia», yacunaya- por «tener sed», etc. Los seres sobrenaturales y los indígenas de Huarochirí que encuentra manejan las formas características del manuscrito, por ejemplo, canan «ahora» y no cunan. Evidentemente no puedo garantizar que el empleo de estas formas arcaicas sea cien por ciento auténtico, sin embargo, con pocas excepciones, todos los vocablos empleados corresponden a ejemplos sacados de los textos de evangelización o del manuscrito de Huarochirí. Los demás, necesarios para el desarrollo del texto, se basan en los diccionarios del III Concilio (1586) y de González Holguín. He tratado de eliminar de esta edición los calcos sobre el castellano de la anterior: por ejemplo, ñanta catij «seguir el camino» y llasac llamcay «trabajo pesado» han sido reemplazados. Sin embargo, los textos de Ávila y de Avendaño están llenos de calcos del español, lo que es también el caso de todas las ediciones de textos quechuas de hoy.

Agradezco a Juan Carlos Estenssoro que ha revisado y corregido las traducciones.

CHOQUE AMARU

I CHOQUE AMARU

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APUNTES GRAMATICALES

El modelo para estos cuentos es el quechua ‘literario’ tal como fue elaborado por el III Concilio y que se encuentra atestiguado en los documentos de dicho concilio (doctrina, sermonario, confesionario), el Manuscrito de Huarochirí y numerosos otros textos: Pablo del Prado, Oré, Pérez Bocanegra, etc.

Elementos morfológicos:

1) se emplea el pretérito -rca- /rqa/ con regularidad para indicar cualquier

evento en el pasado: chaymanta ripurcan «luego se fue»;

2) se emplea el perfectivo -sca /Òqa/2 esencialmente con un sentido pasivo:

huauquempa huañuchiscan carcan «fue muerto por su hermano»;

3) el habitual actualizado se expresa por el agentivo -c /q/ y el verbo ca- /ka/ sin marca temporal: taquic canquichic «suelen (ustedes) realizar bailes rituales

acompañados de cantos»;

4) el habitual acabado se expresa por el agentivo -c /q/ y el verbo ca- /ka/ con marca del pretérito: taquic carcancu «solían realizar bailes rituales acompañados de

cantos»;

5) el progresivo se expresa por -chca- /chka/: suyachcarcancu

/Òuyachkarqanku/ «estaban esperando»;

6) no se ha atestiguado en el manuscrito de Huarochirí ni en los sermones del III Concilio la transformación de -cu-mu- /ku-mu/ en -camu- /kamu/ o de -cu-pu- /ku-pu/ en -capu- /kapu/, como se encuentra en varios dialectos modernos; así tenemos

simicunaca vyaricumun /Òimikunaqa uyarikumun/ y no *simicunaca vyaricamun

/Òimikunaqa uyarikamun/ «(el sonido de) voces llegó a sus oídos»;

7) la adición de los sufijos modales -mi, -si /Òi/ y -chá al morfema interrogativo

-chu expresa matices específicos de 1) incredulidad, 2) incertidumbre acentuada y 3) duda reforzada : camchum canqui /qamchum(i) kanki/ «no puedo creer que hayas sido tú»3;

8) en la lengua general colonial existían dos formas del potencial -nca /nqa/, más común, y -na, que parece ser la única forma empleada en el quechua sureño de hoy: ripuncaymi /ripunqaymi/ «tengo que irme»;

9) en el manuscrito de Huarochirí la partícula perfectiva ña nunca es un sufijo como en los dialectos quechua I y en el quechua sureño actual; se sigue este modelo en los cuentos;

2 El signo /Ò/ indica el fonema que correspondía a las grafías <s, ss> de los textos de los siglos XVI y XVII,

oponiéndose a /s/ <ç, z>. 3 Según el contexto, estas combinaciones de morfemas pueden expresar matices diversas.

Page 5: Intro del libro Choque Amaru

10) como en el manuscrito de Huarochirí, los adjetivos numerales ordinales no se expresan por -ñequen /ñiqin/ sino por el sufijo posesivo de tercera persona; así tenemos

quimçan /kimsan/ y no quimçañequen /kimsañiqin/ para «tercero»;

11) el sufijo -ri funciona como ‘tematizador conectivo’ estableciendo la relación entre enunciados consecutivos: Choque Amarum cani, cay machayri ñocap huaçijmi /chuqi amarum kani || kay machayri ñuqap wasiymi/ «soy Choque Amaru y esta cueva es mi casa»;

12) en el Manuscrito quechua de Huarochirí el ‘agentivo’ empleado con el sentido de ‘finalidad’ generalmente no maneja los infijos personales ni los sufijos posesivos para indicar el objeto implicado por la acción. Para especificar el objeto utiliza las formas independientes de los pronombres personales: así, en vez de *hamurcan ricuhuaquey /hamurqan rikuwaqiy/ «vino a visitarme», se encontraría hamurcan ñocacta ricuypac /hamurqan ñuqakta rikuypaq/. Por este motivo pero también, posiblemente, como reflejo del estilo hablado de la lengua general, las formas personales independientes son mucho más frecuentes que en los dialectos meridionales actuales. Este es el modelo que sigo en estos cuentos;

13) asociado a un gerundio, pachalla significa una consecuencia inmediata o una acción simultánea: ripuspa pachallam cay huallcacta couarcan «al momento de irse me

obsequió esta cadena».

1), 2), 3), 4), 8) y 12) muestran tal vez la convergencia entre el quechua y el castellano que en ciertos aspectos caracterizaba la lengua general “literaria”. Por ejemplo, que yo sepa, ninguna variedad actual del quechua (salvo, tal vez, el “quichua’ de la Amazonía) utiliza el sufijo agentivo sin marca temporal para expresar un acto habitual en el presente sino siempre con el sentido de ‘pasado’. Tampoco, en las variedades del quechua habladas hoy, se encuentra el empleo constante del pretérito para expresar eventos del pasado. Hay que tomar en consideración, por otro lado, que no se ha desarrollado un estilo “literario” moderno y que los textos en prosa actuales son frecuentemente adaptaciones del estilo oral. No sabemos hasta qué punto estas normas reflejaban la ‘lengua general’ coloquial empleada como lengua de contacto entre españoles e indios o entre indios de diversos orígenes asociados por la empresa colonial. Existía un quechua ‘literario’ que era también la lengua empleada por algunos eruditos (entre otros, por Oré) y también, probablemente, por los estudiantes peninsulares y criollos de los colegios universitarios que utilizaban el idioma para escribir versos según

modelos métricos europeos.

… … …

LA GRAFÍA

La versión original de estos cuentos fue una composición espontánea influida por unos cuarenta años de estudio del manuscrito quechua de Huarochirí. Un texto «auténtico» de la época habría mezclado las grafías ç y s, u y o, etc. Pero, como se trata de documentos redactados en 2008 (Choque Amaru y otros cuentos) y 2010 (Cuentos de

Huchucmarca)4, trato de mantener una «normalización» del siglo XVII.

4 Un conjunto de cuatro cuentos que desarrollan los temas de Choque Amaru y otros cuentos.

Aún inédito.

Page 6: Intro del libro Choque Amaru

Sus características gráficas principales son:

/w/ se expresa por <v> en inicio de palabra ante <i> y <e> ; <hu> ante <a> ; por <u> en posición intervocálica (salvo cuando el <u> de una sílaba precedente es acentuada; en este caso se transcribe por <hu>, lo que sucede también después de algunas consonantes):

vira /wira/, veque /wiqi/, huarmi /warmi/, cauay /qaway/, machacuay

/machaqway/, ricuhuan [rikúwan] ;

/u/ en inicio de palabra se transcribe por <v>: vyarin /uyarin/;

/i/ en inicio de palabra se transcribe por /y/: yscay /iÒkay/;

/y/, después de /i/ en la misma sílaba, se transcribe por <j>: rijchic /riychik/;

<e> y <o> indican la presencia de la uvular /q/ en una raíz, en una palabra monosilábica o en un sufijo de empleo regular que puede ser considerado como una partícula: -ñec /ñiq/, -yoc /-yuq/); la uvular en contacto con <a> no se distingue de la velar: caca /qaqa/, camac /kamaq/; como no hay ningún caso de ambigüedad en el texto (por ejemplo no se emplea la forma caca /kaka/ «pariente

masculino por el lado materno»), no dificulta la lectura para un quechuahablante;

después de <i> , frecuentemente /y/ no se transcribe: churioc /churiyuq/;

para evitar ambigüedad, pacha «tierra, espacio, tiempo, etc.» se escribe con <p> mientras que ppacha indica «ropa» ; es una mera convención, ya que fuera de las zonas quechuahablantes clasificadas como ‘cuzco-collao’ (una denominación no muy feliz, pero menos absurda que ‘ayacucho-chanca’), ambos sentidos de pacha

se pronuncian de la misma manera.

El texto quechua de los tres cuentos de Choque Amaru y otros cuentos ha sido revisado totalmente añadiendo algunas frases para permitir una comprensión más inmediata y alterando otras para conseguir una coherencia más explícita. Esta nueva versión se basa exclusivamente en el quechua del III Concilio de Lima, el Manuscrito quechua de Huarochirí y documentos asimilados (Oré, Pablo del Prado, Pérez Bocanegra, etc.). Así se ha suprimido formas más específicas del quechua meridional (por ejemplo, el sufijo –huac /waq/ para expresar la segunda persona del optativo, poco presente en los documentos del III Concilio y totalmente ausente del manuscrito de Huarochirí).

Page 7: Intro del libro Choque Amaru

LEXEMAS TAL VEZ DESCONOCIDOS HOY POR LOS QUECHUAHABLANTES (algunos términos han sido conservados por unos dialectos pero no por otros)

A = forma no afectada por la influencia cristiana ;

B = forma afectada por la influencia colonial;

E = quechua literario “estándar”;

L = variante local de la lengua general;

CH = chinchaysuyismos;

CM = cuzqueño moderno;

1586 = el vocabulario anónimo del III Concilio limense;5

GH = el vocabulario de González Holguín;

PB = Juan Pérez Bocanegra : Ritual formulario… (1631);

ORE = Symbolo catholico indiano (1598);

W = el manuscrito quechua de Huarochirí, finales del primer decenio del siglo XVII (?);

S = Tercero cathecismo … (sermonario del III Concilio de Lima, 1585)

Las definiciones proporcionadas aquí se refieren al empleo de la entrada léxica en estos cuentos. Por ejemplo, çupay tiene una variedad de significaciones aparte de la definición de çupay (1)6.

achu, achus /achuÒ/, achuch “¿será posible que… ?”

açua /aswa/ “chicha” (CH)

acuylla “malvado”

anchini “sospirar” apuscachani “ser soberbio”

aquilla “vaso de plata” arpani “sacrificar animales (u otros seres que tienen sangre)”

athac, excl. que expresa dolor; no se sabe el valor exacto de <th> en este caso

ati “nefasto”

ati tapya “mal agüero”

5 La referencia exclusiva 1586 no significa que sólo se encuentra en esta fuente sino que, junto con el manuscrito quechua de Huarochirí, también se encuentra en esta fuente que es la base léxica de estos textos. 6 Se puede consultar el artículo “Supay” in Taylor 2000.

Page 8: Intro del libro Choque Amaru

ayacrani “enflaquecer” < ayacra “macilento”

ayñicupuni “vengarse”

cachachacha(c), onomatopeya por lo que brilla

caçimantam /qasimantam/ jurani “jurar falso” (1586)

cahuata copa “turquesa piedra preciosa” (1586)

callpa (A) “fuerza vital acumulada, o capacidad de transmitir la fuerza vital”

callpa (B) “fuerza’

callpani “correr” (CH)

cama (E), caman (L) “hasta (que), mientras (que)”

camac (A) “que transmite la fuerza vital” (W)

camac (B) “creador” (S)

camapayani “amenazar”

camasca (A) “que beneficia de la fuerza vital de un camac (humanos, animales, plantas, objetos)”

camasca runa (B) “hechicero” (1586)

camani (A) “transmitir la fuerza vital”

camani (B) “crear”

camcha “maíz tostada”

cauchu según los diccionarios coloniales “hechicero, brujo”

caumi, caumihua “espía” (1586)

caumihuani “espiar” (1586)

cauñij “el ruído que hace el río” (GH; según 1586: cac ñin)

caya /qaya/ “mañana” cayantin /qayantin/ “al día siguiente cayani /qayani/ “llamar” (1586 = CH, W) cayca /qayqa/ “tonto animal” (1586, S) cayllamanta “detalladamente”

cochomaçi /quchumasi/ “amigo, compañero de jarana”

collco “garrote” (1586)

collconchani “castigar con el garrote”

corpa “huésped”

cumuycuni “humillarse, postrarse”

Page 9: Intro del libro Choque Amaru

cunan (E), canan (L) “ahora”

cunani “enviar un mensaje, aconsejar; predicar un sermón”

çaçini /sasini/ “ayunar, ayunar ritualmente”

çahua /sawa/ / hahua “sobre / afuera”

çamasca /samaÒqa/ (A) “inspirado (por la fuerza vital de un huaca)”

çamasca /samaÒqa/ (B) “hechicero” (1586)

çamani /samani/ “respirar, descansar, soplar la fuerza vital” (1586: zamaycuni “infundir el alma, darle vigor o insuflar”)

çamay /samay/ (A) “espíritu, soplo, anhelo” (1586: “el aliento”)

çayñata ~ çaynata /sayñata~saynata/ “máscara”

çiça /sisa/ “flor”

çichpa /sichpa/ “cercano” > çichpaycuni “acercarse” (variante de çizpa)

çipçicani /sipsikani/ “murmurar de otro en su ausencia”

çira çira /sira sira/ “escorpión” (1586)

çuni /suni/ “largo”

çupay /supay/ (A) la sombra de los muertos (manifestación de los muertos indígenas que no han sido sepultados según los ritos tradicionales)

çupay /supay/ (B) “demonio, el Diablo”

çurconi /surquni/ “sacar, retirar” chacruni “mezclar” chamcani “aplastar golpeando”

chapani “mirar a escondidas, espiar; tomar posesión de tierras baldías” > chapaquey “mi encomendero” (PB)

chatani “acusar a alguien”

chaqay ~ chaycan /chaqay ~ chayqan/ “aquel (malvado)” (1586, W)

checallantam juray “jurar verdad” (1586)

checoni “labrar” (piedra)

chiqui “peligro; mala suerte”

chirmani “fornicar”

chirmana huaçi = “casa de fornicación”, invención para “burdel”

chuncani (> B) “jugar la chunca” > “(jugar) cualquier juego de la fortuna”

Page 10: Intro del libro Choque Amaru

chunlla “silencio”(CH), se refiere frecuentemente a un pueblo o un caserío abandonado (CM:ch'inlla; GH: chhinñicuy “silencio común”)

chuqui “lanza” hamu “tipo, manera”

hanca “cojo”

hancuchani “faltar en alguna ceremonia del culto indígena”

hatallini “tener en la mano, enarbolar, asir”

haucha “cruel, salvaje”

hucha (A) “obligación, deuda > falta”

hucha (B) “pleito, falta, pecado”

llacayani “volverse flaco, esquelético” < llaca “flaco, esquelético”

llacta (A) el dios tutelar de una comunidad, el territorio que tutela y la comunidad que protege (los miembros de dicha comunidad siendo los llactayoc) (W)

llacta (B) “pueblo, país” > hatun llacta “ciudad” (1586)

llatanlla “desnudo”(1586, W, S) [CM = calalla /q’alalla/]. llautu variedad de tocado distintivo (1586: “es un cingulo largo, que dan muchas vueltas,

que se ponen los del Cuzco en la cabeza y cada nación se diferencia, por lo que traen en la cabeza”)

mamascachani “ponerse soberbia la mujer”

mana ñispa “o” (alternancia)

mana yuyascallapi “sorpresivamente” (1586)

manapunim caypac camanchu “esto no sería posible” (GH)

manya (CH) “borde, ribera”

mapachacuni “ensuciarse”

mayñimpi “algunas veces”

mitcani “tropezar”

miticani “huir”

mulla “sobrino, sobrina” (con relación a su tía)

mullu “chaquiras de concha marina” (1586: “concha de la mar, chaquira, coral, que sacrificaban los indios y hoy en día se hace”, W, S); se identifica hoy con el spondylus princeps, es probable que en la antigüedad su empleo haya sido más general

muya “huerta”

muzyani “adivinar, intuir, sospechar”

nina quespi “carbunclo, piedra preciosa” (1586)

Page 11: Intro del libro Choque Amaru

ña ñispa “a veces” (generalmente en alternancias)

ñacaymanta “con gran dificultad”

ñauça “ciego”

ñauqui “delante de”

ñauray “diversidad de cosas”

ñucña “mentira, engaño”

ñucñani “engañar” (1586: “mentir, o burlar mintiendo”)

ocsa (CH) “paja”

pacta “igual, idéntico”

pactachani en el contexto “igualar” pactalla “como iguales” paçum cani “estoy sin suerte” (1586 : “no me cupo suerte”)

pampayruna (1586: “mujer pública”, GH); en los cuentos se emplea el término pampa huarmi, que se refiere más específicamente a una mujer

pani (CH) “hermana”

pantacani “andar errado”

penitencia algo semejante a un látigo que los confesores daban a los indios para que se mortificaran y se libraran de sus pecados

pintuni “amortajar”

puca quespi “rubí” (1586)

puchucani “acabar, terminar”

pucutay (CH) = puyu “nube, neblina”

pullcanca “escudo”

purumani “abandonar” < purum “abandonado”

queça “pobre, miserable”

queçachani “maltratar”

quehua “pasto, hierba”

quellca (A) “imagen o señal grabada, o tal vez pintada”

quellca (B) “escrito”

quellcacta ricuni (B) “leer” (1586)

quellcani (A) “grabar, dibujar”

quellcani (B) “escribir”

Page 12: Intro del libro Choque Amaru

quichqui “estrecho”

quimça mayu quiti las cuencas de los tres ríos, el Rimac (Mama), el Mala (Huarochirí) y el Lurín (Pachacamac), el núcleo territorial de los huarochiri y asimilados (W)

quirichani “herir”

quita “vagabundo, nómade”

quiti “territorio, región”

rapra “hoja”

rarca “acequia”

raycuni “provocar, causar”

ricuc hamuni “visitar” (1586)

rirpu “espejo”

sacapa “cascabeles” (GH)

sayhua “lindero, mojón de tierra”

sonco cani “sentir interés o aficción hacia, amar” (cayman sonco cani “esto me atrae,

provoca mi interés, o lo amo”)

soncoymi caçan (GH: <sonccoymi kaçan> “estar helado de espanto y pasmado”) sullull “verdad, verdadero”

tacurani “provocar confusión” (1586: “turbar, alterar, causar bullicio”)

tamyan “llueve”

teco variedad de cántaro (1586: “cántaro mediano, mayor que humihua”)

tincuchini “comparar” (1586, GH; atestiguado en el sermonario de Avila, empleado pero con otro sentido en el ms de Huarochirí y en los sermones del III Concilio)

tunquirayani “dudar, recelarse, estar perplejo”

tunquijcachani “confundirse” (1586: “andar en gran perplejidad”)

tuychicalla “en el instante mismo” (1586: “en un punto”)

<v> + C = /u/

vchcu /uchku/ (CH; 1586 : hutcu) “hueco, agujero”

vcu /uku/ “dentro, debajo de”, en los textos coloniales “cuerpo” (¿envoltura material del

alma?)

vllpuycuni /ullpuykuni/ “humillarse, prosternarse” (en los sermones generalmente aparece asociado a <cumuycuy>)

vmiña /umiña/ “esmeralda” (1586) pero parece significar piedra preciosa en general

Page 13: Intro del libro Choque Amaru

vmiña quespi /umiña qiÒpi/ = vmiña

vmu /umu/ (A) sacerdote de la religión indígena; (B) “hechicero”

vnancha /unancha/ “señal, signo, símbolo”, en algunos casos puede traducirse por “reliquia”

vnanchachini /unanchachini/ “explicar, aclarar”

vnanchacuni /unanchakuni/ (B) “hacer la señal de la cruz” (1586)

vnanchani /unanchani/ (A) “significar, entender, comprender, señalar, etc.”

vnyay /unyay/ “producir un murmullo como de abejas, o de gente”

vrpu /urpu/ “cántaro”

vryani /uryani/ (CH) “trabajar la tierra”; en algunos contextos corresponde a llamcay (/llank’ay/ del cuzqueño cuyo sentido de trabajo remunerado debe ser de origen colonial, tal vez una invención de los misioneros); la forma más empleada en los

dialectos actuales es un derivado de trabajar

vsachini /uÒachini/ “lograr” (W)

vsputani */usputani/ “sufrir un flujo de sangre” (1586 y GH)

vtca /utqa/ “rápido, inmediatamente”

vtcani /utqani/ “hacer prisa”

vtic /utiq/ “loco”

vtij /utiy/ “enloquecer, admirar, quedarse pasmado, atónito”

vyaca /*uyaka/ “palo con que sacan fuego” (1586, PB)

vyacacuni */uyakakuni/ “sacar el fuego con dicho palo” (GH)

<hua> = /wa/; <vi, ve> = /wi/

*huacas un sacerdote indígena de la región de Huarochirí, nombrado para servir un año, huacsa, huacasa en el manuscrito de Huarochirí

huallparicuni “ornarse, ataviarse, con objetos de lujo o armas”

huaminca “jefe militar” (1586: “aventurero en la guerra ; fuerte y animoso, diestro”) ; (GH: “valeroso soldado viejo o capitán famoso”)

huamra “niño”

huaquilla “junto, juntos”

huatayhuaçi (B) “cárcel (tal vez un neologismo colonial)” (1586, GH)

huatecay /watiqay/ “tentación”

huatecani /watiqani/ “tentar”

Page 14: Intro del libro Choque Amaru

huatquini “caer tropezando”

huaycani “robar, asaltar”

huaytani “nadar”

villca /willka/ frecuentemente un ser humano a quien se atribuye un valor sagrado (W); el santuario o territorio asociado a dicho ser sobrenatural (W)

y ñini /i ñini/(A) expresar su acuerdo con lo que propone otra persona, relacionado con ichá (< /i-chi-ari/) “podría ser así”

yachacuni (1) “aprender”

yachacuni (2) “habituarse”

yachacupun impersonal “ser posible, autorizado” (con potencial : casarancancayquicta mana yachacupusunquichu “no podrás casarla”)

yachascan hina “como era su costumbre”

yallinacuni “competir”

yanuni “cocinar”

yarichus “cuanto más, aun más”

yauar apani = usputani (1586, GH) yaucuni = yaycuni “entrar” (en los textos coloniales, presente todavía en algunos

dialectos modernos)

yauyani “menguar”

ycma /ikma/ “viudo/ viuda”

yllay /illani/ “ausentarse” (CH)

yma haycayoc /ima haykayuq/ “la totalidad de” yñini (B) “creer”, > yñij /iñiy/ “fe” (1586, S), probablemente una creación léxica de los

misioneros católicos; el manuscrito de Huarochirí utiliza el hispanismo fe yoconi “penetrar” (generalmente considerado muy vulgar en los dialectos que todavía lo

emplean; se refiere a la penetración de una mujer por un hombre o de un animal hembra por un macho)

yuyacuni “reflexionar”

yuyani “pensar, ejercer una actividad mental”,

yuyaycuni “estar preocupado”

Page 15: Intro del libro Choque Amaru

INDICE DE LOS HUACAS Y DE LOS PERSONAJES HISTÓRICOS MENCIONADOS EN LOS CUENTOS

PERSONAJES HISTÓRICOS

AVILA: el padre Francisco de Ávila: abandonado a su nacimiento por padres que, según él, eran nobles, probablemente mestizo, debió en gran parte el rápido desarrollo de su carrera eclesiástica al apoyo de los jesuitas. Muy joven, fue nombrado cura de la doctrina de San Damián en Huarochirí. Fue protagonista de la campaña de extirpación de las idolatrías. Ayudado por indios delatores, logró capturar a Hernán Paucar. Especialista de puestas en escena espectaculares, en 1609 organizó un gran Auto de Fé en Lima en el que hizo quemar una cantidad impresionante de objetos de culto de la religión indígena en la presencia de las máximas autoridades eclesiásticas y civiles.

BRUNO, Giordano: famoso poeta y filósofo italiano, condenado como herético por la

Inquisición y quemado vivo en la plaza Campo dei Fiori, en Roma, en 1600.

CHOQUECASSA, Cristóbal: colaborador principal de Ávila en Huarochirí, su conversión en enemigo mortal de los huacas se puede leer en los capítulos 20 y 21 del manuscrito quechua de Huarochirí.

LLACSAHUARINCA, Cristóbal: según la versión publicada por Francisco de Ávila unos cuarenta años después de los hechos (Prefación…), éste fue el principal acusador en el pleito contra Ávila que los indios iniciaron en 1607. A punto de morir de un flujo de sangre, fue salvado por Ávila. Con este “milagro”, el extirpador de idolatrías logró impresionar a la población indígena.

LOS DOS JESUITAS (Pedro de Castillo, Gaspar de Montalvo): enviados por el Rector de la Compañía de Jesús en Lima para apoyar a Ávila en su campaña de investigación de las prácticas idolátricas de los indios de la provincia de Huarochirí; su misión

(1609) duró cincuenta días.

MACAHUISA (esposa de): hija tullida del sacerdote de Macahuisa. Era considerada esposa del huaca. Se lamentó mucho cuando Ávila confiscó la piedra que representaba a su marido. Se enfermó y, cuando Ávila la estaba confesando, murió de un flujo de sangre.

PAUCAR, Hernán: sumo sacerdote de la huaca, Chaupiñamoc, cuyo culto celebraba en su santuario en [San Pedro de] Mama. Denunciado por otros indios, su testimonio fue aprovechado en numerosas ocasiones durante las prédicas de Francisco de Ávila y, a pesar de que había expresado su deseo de ser un buen cristiano, en el Auto de Fe de Lima de 1609, después de varias otras humillaciones, fue amarrado a un palo, condenado a doscientos azotazos y desterrado a Santiago

de Chile.

Page 16: Intro del libro Choque Amaru

HUACAS Y HUILLCAS

(Las cifras entre paréntesis se refieren a los capítulos del manuscrito quechua de Huarochirí que mencionan dichos huacas y huillcas.)

CAHUILLACA, huaca de gran belleza que, a pesar de ser virgen, dio a luz un hijo de Cuniraya, que había introducido su semen en una lúcuma madura que la huaca se comió; al descubrir que el padre de su hijo era un hombre pobre y andrajoso (ya que Cuniraya se travestía así) huyó con su hijo hacia el mar donde se

convirtieron en las islas de Pachacámac (2, 13).

CAPYAMA, esposa de Collquiri, convertida en huillca después de su unión con el huaca.

CHAUPIÑAMOC, hermana de Pariacaca, mencionado en varios capítulos del manuscrito quechua pero, esencialmente, en 10 y 13; tuvo su santuario en el pueblo de [San

Pedro de] Mama, la actual Ricardo Palma; Hernán Paucar era su sacerdote.

CHUQUIHUAMPU, hijo cojo de Pariacaca, después de haber desterrado a Manañamoc, recibía ofrendas de los cultivadores de coca de los valles del Rímac (río de

Mama) y del Lurín (río de Pachacámac) (8).

CHUQUISUSU, seducida por Pariacaca, quedó como protectora de una acequia (6, 7).

COLLQUIRI, huaca que protegía la laguna de Yanascocha en las tierras de los concha; dio instrucciones a su sacerdote Llacsamisa para que organizara los ritos asociados con el riego (31).

CUNIRAYA, héroe cultural de la región de Huarochirí; como varios otros héroes culturales locales, fue asimilado (¿por los Incas?) al huaca sureño, Huiracocha, lo que, después de la llegada de los Españoles, provocó cierta confusión en su culto (1,

2, 14, 15, 31).

HUALLALLU CARHUINCHU (conocido también como HUALLULLU), rival de Pariacaca quien lo desterró de su santuario de Mullucocha y lo hizo huir hacia la frontera de la ceja

de selva; se describe su lucha con Pariacaca en el capítulo 8 del manuscrito.

MACAHUISA, huaca prestigioso, considerado hijo de Pariacaca, ayudó a los Incas a vencer a sus enemigos (18, 19, 20, 23); según Francisco de Ávila, los Incas se llevaron la estatua de oro que lo representaba y a la que se substituyó una piedra azul, a su

vez confiscada por Ávila (Prefación …).

MANAÑAMOC, compañera de Huallallo, fue vencida por el hijo de Pariacaca, Chuquihuampu, y alejada del santuario de Mama donde Pariacaca instaló a su hermana, Chaupiñamoc (8, 10).

PACHACAMAC, huaca principal de la costa, conocido también como PACHACUYUCHIC, el que hace temblar la tierra (20, 21, 22, 23).

PARIACACA, huaca principal de las provincias de Hanan y Hurin Yauyos (Yauyos y Huarochirí), según Dávila Briceño y el manuscrito quechua de Huarochirí;

aparece en casi todos los capítulos del manuscrito.

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URPAYHUACHAC, esposa de Pachacámac; tenía santuarios en [San Pedro de] Mama (Dávila Briceño) y en la cercanía del templo de Pachacámac en la costa; criaba peces en pequeño pozo; Cuniraya los echó al mar (origen de los peces en el mar) (2); incluida entre las hermanas de Chaupiñamoc (13); se observaba su culto también en la región costeña de Cajatambo (Duviols).

HÉROES ANTEPASADOS

LLACSAMISA, el principal de los cinco hermanos del grupo étnico de los concha que, como los quinti y los huarochiri, también eran originarios de las faldas de la serranía de Pariacaca (Yaurillancha); conquistó la comunidad yunca de lo que después se llamó Conchasica; sus descendientes se ocupaban de los ritos asociados con el riego (31).

TUTAYQUIRI, el más fuerte de los cinco hermanos míticos, antepasados de los huarochiri y de los quinti, originarios de las faldas de la serranía de Pariacaca (Huichicancha); seducido por una hermana de Chuquisuso, no logró llevar sus conquistas hasta la costa (principalmente en 11 y 12).

GRUPOS ÉTNICOS Y TOPÓNOMOS

CHECA, subgrupo de los Quinti (hermanos menores según el manuscrito quechua); originarios de las alturas de Pariacaca conquistaron las tierras de los yungas colli de Llaquistampu (Llacsatambo), donde los españoles establecieron el

pueblo de San Damián de los Checas.

CONCHA, grupo étnico, también originarios de de las alturas de Pariacaca, conquistaron las tierras de la comunidad yunga que explotaba las aguas de la laguna de

Yanascocha; reducidos como los checa en el pueblo colonial de San Damián.

LIMA(C) < RIMAC, nombre indígena de la capital colonial fundada por los españoles, la ciudad de Los Reyes.

QUINTI, grupo étnico que, junto con los huarochiri, invadieron el valle alto del río de Huarochirí (el Mala); “hermanos mayores” de los checa, eran poco apreciados

por estos últimos (17)

TUMNA (SANTIAGO DE), pueblo de los checas en el camino que, subiendo desde el río de Mama (el Rímac), va a Tupicocha y a San Damián; escenario del martirio del indio Martín (Arriaga) y de varios “milagros” de Francisco de Ávila (Prefación …).

YAUYOS, nombre dado por los españoles a las dos provincias de Hanan y Rurin Yauyos (Yauyos y Huarochirí, respectivamente); según Dávila Briceño, los yauyos era un grupo de poca importancia cuyo nombre, por ser “gente belicosa”, fue dado a

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toda la provincia por los incas; los yauyos de San Damián era un pequeño grupo asimilado al ayllu de los cacasica por ser “cuñados” de los checa (24).