intervenciones en inteligencia emocional (ie) en
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Intervenciones en inteligencia emocional (IE) en adolescentes desde la terapia de
aceptación y compromiso (ACT) y otro tipo de intervenciones. Revisión sistemática y
una propuesta de intervención desde ACT1
Interventions in emotional intelligence (IE) in adolescents from acceptance and
commitment therapy (ACT) and other types of interventions. Systematic review and an
intervention proposal from ACT
Geraldine Giraldo Ramírez2
Valentina Fontecha Carvajal3
Diana Rocío Riaño Hernández4
Resumen
Los estudios de la IE han aumentado en los últimos años debido a que se ha identificado como
un factor relevante para la adaptación positiva al entorno, además, se ha enfatizado su
importancia en la adolescencia. Diversas perspectivas se han interesado en el estudio de las
competencias emocionales, entre las cuales se encuentra ACT, como alternativa ante las terapias
tradicionales. Se realizó una revisión sistemática con el objetivo de analizar el abordaje que se
ha realizado de la IE en adolescentes desde ACT y otros tipos de intervención y se presenta una
propuesta de intervención. Se incluyeron artículos aplicados encontrados en Scopus, Scielo,
Redalyc y Sage Journals. Los resultados ponen de manifiesto las características de los
participantes, intervenciones, modelos teóricos e impacto reportado. En conclusión, la evidencia
reciente del abordaje de la IE con adolescentes es limitada y heterogénea, se establecen
recomendaciones para futuras investigaciones en esta línea.
Palabras Clave: Terapias de Tercera Generación, Adolescentes, Competencias Emocionales,
Intervención ACT, Protocolo ACT, Inteligencia Emocional.
1 Trabajo de grado para optar por el título de psicología, en el cual se realiza una revisión sistemática que establece un contraste entre el abordaje realizado desde una terapia de tercera generación y otras intervenciones desde psicología en competencias socioemocionales de adolescentes, y se presenta el diseño de un protocolo breve de ACT. Junio del 2020. 2 Aspirante a grado por psicología de la Universidad Católica de Pereira; [email protected] 3 Aspirante a grado por psicología de la Universidad Católica de Pereira; [email protected] 4 Directora. Doctora en diseños y aplicaciones en psicología y salud, de la Universidad de Granada. Docente del programa de Psicología de la Universidad Católica de Pereira; diana.riañ[email protected]
Abstract
Studies of EI have increased in recent years because it has been identified as a relevant factor
for positive adaptation to the environment, in addition, its importance in adolescence has been
emphasized. Various perspectives have been interested in the study of emotional competences,
among which is ACT, as an alternative to traditional therapies. A systematic review was carried
out with the aim of analyzing the approach that has been taken to EI in adolescents from ACT
and other types of intervention, and a proposal for an intervention is presented. Applied articles
found in Scopus, Scielo, Redalyc and Sage Journals were included. The results show the
characteristics of the participants, interventions, theoretical models and reported impact. In
conclusion, the recent evidence of the EI approach with adolescents is limited and
heterogeneous; recommendations for future research in this line are established.
Key words: Third Generation Therapies, Adolescents, Emotional Competencies, ACT
intervention, ACT Protocol, Emotional Intelligence.
Nota de las Autoras
Inicialmente el presente trabajo de grado tenía como objetivo evaluar el efecto
de una intervención breve de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) sobre los niveles
de Inteligencia Emocional Rasgo (IER) en estudiantes adolescentes de dos colegios de
Risaralda. Específicamente se planteó 1.) Identificar adolescentes con dificultades en IE, 2.)
Formular un protocolo breve desde ACT de Inteligencia Emocional para adolescentes, y 3.)
Contrastar los cambios en la puntuación de Inteligencia Emocional Rasgo de los adolescentes
antes y después de la intervención desde ACT. Para lo cual se planteó un diseño cuasi
experimental con medidas repetidas, que se pretendía llevar a cabo con 70 estudiantes de 13 a
16 años.
Debido a la situación imprevista presentada desde el mes de marzo del 2020,
relacionada con la pandemia mundial del covid-19, no fue posible llevar a cabo la fase de
aplicación de dicho proyecto de investigación, por esta razón se planteó una reestructuración
del proyecto con el objetivo de continuar en una dirección similar e implementar parte del
trabajo realizado.
Así, se propone llevar a cabo una revisión sistemática de la literatura que identifique la
manera en cómo se abordan las intervenciones en la Inteligencia Emocional desde ACT en
comparación con otro tipo de intervenciones psicológicas, de tal forma que posibilite la
identificación de las características y aspectos de los procesos de intervención útiles para
contribuir al diseño de intervenciones futuras más efectivas, además se diseña y presenta un
protocolo breve desde ACT como propuesta de intervención para la IE.
2,54 El trabajo de la Inteligencia Emocional (IE) se ha venido proliferando en los últimos
años en la literatura científica, debido a que se ha identificado como un factor relevante para la
adaptación de las personas frente a las demandas y presiones del entorno, como a factores
estresantes; esto es debido a que dicho constructo ha sido relacionado con la capacidad para
identificar, comprender y regular de manera idónea los factores emocionales que influyen en
aspectos personales y de relacionamiento social, lo que ha llevado a que se posicione como un
factor protector ante los riesgos sociales (Mamani, Brousett, Ccori & Villasante, 2018).
Existen diferentes posturas frente a dicho concepto, desde la perspectiva de rasgo se define
la IE como las disposiciones relacionadas con la emoción y las autopercepciones, en cambio la
IE como capacidad cognitiva emocional, como su nombre lo indica está relacionada con las
capacidades cognitivas asociadas con la emoción (Petrides, Pita & Kokkinaki, 2007). La IE
rasgo está relacionada con una serie de reacciones individuales estables ante diversas
situaciones y en diferentes contextos (Neri & Juárez, 2016) que da cuenta de la capacidad de
las personas para comprender, procesar y usar el conocimiento sobre las emociones propias y
de otros, para gestionarlas (Thomas, 2017).
Para el presente estudio se tomaron en cuenta las facetas de la IE planteadas por Petrides,
quien realiza un desarrollo teórico acerca de la IE rasgo y sus dimensiones y crea un instrumento
de evaluación (TEIQue) adaptado a diferentes etapas del ciclo vital; tal como señala Inglés et
al. (2014), las facetas del mismo son: expresión de emociones, empatía, automotivación,
regulación emocional, felicidad, conciencia social, control de la impulsividad, percepción
emocional, autoestima, asertividad, gestión de la emoción, optimismo, relaciones sociales,
adaptabilidad y gestión del estrés.
El desarrollo de la IE desde sus diferentes perspectivas se ha enfatizado como aspecto
relevante en la adolescencia, puesto que es una etapa clave para el desarrollo biopsicosocial, en
donde se hace necesario un afrontamiento adecuado ante las nuevas experiencias emocionales
subyacentes a las situaciones que se presentan de incomodidad, frustración, conflicto, y cambio
(Mamani, Brousett, Ccori & Villasante, 2018).
En la literatura científica se ha identificado que niveles más altos de IE están
relacionados con índices bajos de la conducta agresiva física y verbal y la hostilidad (Inglés et
al., 2014), con la disminución de los niveles de ideación suicida (Mamani, Brousett, Ccrori &
Villasante, 2018), con el aumento de la empatía (Castillo, Salguero, Fernández & Balluerka,
2013), con mayor confianza en sí mismo y las capacidades propias, mejores relaciones
familiares, sociales y un ajuste al entorno académico, además se ha identificado como aspecto
relevante para la resolución de conflictos, relaciones sociales saludables y la adaptación positiva
(Salguero et al., 2011; Castillo, Salguero, Fernández & Balluerka, 2013).
Consecuente a las consideraciones de la IE como factor protector ante el riesgo social
han sido diversas las perspectivas que han abordado este constructo como también sus
dimensiones que se han constituido como aspectos mediadores para el aumento o creación de
condiciones psicológicas de bienestar; por su parte, las terapias de tercera generación han venido
acumulando evidencia con respecto a su impacto sobre diferentes factores emocionales, no
obstante, la evidencia reportada continúa siendo limitada.
Las terapias de tercera generación se caracterizan por su sensibilidad al contexto y a las
funciones de los eventos psicológicos y por su tendencia a buscar la ampliación y flexibilidad
de los repertorios conductuales en lugar de tender a la eliminación de los problemas,
considerando este actuar como generador de malestar (Hayes, 2004). Una de las terapias de esta
ola con más auge es la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés)
fundamentada por la teoría de marcos relacionales (TMR), la cual plantea el aprendizaje
relacional como una habilidad aprendida que está de base en el lenguaje y la cognición (Coletti
& Teti, 2015), además posibilita la emergencia de nuevos comportamientos (Luciano &
Valdivia, 2006).
Dicha terapia identifica la tendencia a eliminar los problemas o emociones consideradas
negativas como una manera contraproducente de comportamiento, que se encuentra en el
trasfondo de varios problemas psicológicos y ante esto presenta una visión alternativa para
direccionar la terapia, en donde plantean que no se trata de reducir o cambiar los eventos
privados que generan malestar sino de alterar la función que cumplen en la vida de las personas
y generar una manera más flexible de actuar frente a ellos (Luciano & Valdivia, 2006).
Los componentes de ACT según Luciano & Valdivia (2006) son: 1.) defusion, como la
habilidad de discriminar y tomar consciencia de los eventos privados que surgen en el presente,
tomando en cuenta que es la persona (el yo como contexto) quien los vive y elige actuar hacia
la dirección elegida de manera responsable, 2.) flexibilidad psicológica, que se refiere a la
aceptación y el no-control de los eventos privados, orientando esto en dirección con lo que es
valioso para la persona, 3.) desesperanza creativa, la cual busca mostrar a las personas que la
estrategia de control y evitación es momentánea y contraproducente a largo plazo y 4.) valores,
como la identificación de los aspectos valiosos en la vida de las personas y hacia lo cual se
deben dirigir las acciones (Wilson & Luciano 2002).
La evidencia reportada de ACT en la población adolescente ha demostrado impacto en
la reducción de conductas impulsivas, aumentos en la flexibilidad psicológica (Luciano et al.,
2011), aumento en el rendimiento deportivo (Ruiz & Luciano, 2009), mejoría en los síntomas
depresivos, en los niveles de ansiedad, estrés, en la atención plena (Livhein et al., 2015),
aumentos en la aceptación, en la claridad y reparación emocional, reducciones en la fusión
cognitiva (Cobos, Flujas & Gómez, 2017), mejoras en las conductas antisociales, en las
interacciones familiares, sociales y en el logro académico (Luciano, Valdivia, Gutiérrez, Ruiz
& Páez, 2009), entre otros.
Así, se ha venido constituyendo como una alternativa de intervención psicológica que
busca flexibilizar la tendiente relación que se tiene con los eventos privados (entre ellos las
emociones), la cual se ha identificado como problemática y contraproducente a largo plazo, a
la vez que ha demostrado su método de intervención como efectivo ante diferentes
problemáticas.
En este orden de ideas y considerando la IE como un factor protector ante los conflictos
del ambiente, en especial en etapas tempranas, se considera pertinente realizar una revisión
sistemática que permita conocer la forma en cómo han abordado la IE en la adolescencia las
intervenciones desde ACT y desde otras perspectivas psicológicas, permitiendo establecer un
contraste entre las características de las intervenciones y establecer direcciones para futuras
intervenciones e investigaciones, además, considerando la evidencia reportada desde ACT
como una alternativa viable, se propone un protocolo breve de intervención para la IE en
adolescentes.
De esta manera, la presente investigación busca responder la pregunta: ¿Cómo se han
realizado las intervenciones en la Inteligencia Emocional desde ACT y otro tipo de
intervenciones psicológicas y cómo se podría intervenir?
Objetivo General
● Analizar el abordaje que se ha realizado de la Inteligencia Emocional en adolescentes.
Objetivos Específicos
● Identificar las características de las formas de intervención, participantes, evaluación y
resultados en el abordaje de la Inteligencia Emocional en adolescentes desde ACT y
otras intervenciones psicológicas.
● Comparar cómo se trabaja la IE desde ACT y otras intervenciones en adolescentes.
● Establecer cuáles son los retos para futuras investigaciones en inteligencia emocional en
adolescentes.
● Diseñar una forma de abordaje para trabajar la inteligencia emocional desde ACT.
Método
Recopilación de Datos
La búsqueda de artículos fue realizada a través de las bases de datos Scopus, Scielo,
Redalyc y Sage Journals en la primera semana de mayo del 2020. En las bases de datos en
español (Scielo & Redalyc) se utilizaron los términos de búsqueda “intervención” AND “terapia
de aceptación y compromiso” AND “adolescentes”, “terapia de aceptación y compromiso”
AND “adolescentes”, “inteligencia emocional” AND “terapia de aceptación y compromiso”
AND “adolescentes”, “regulación emocional” AND “terapia de aceptación y compromiso”
AND “adolescentes” (para ACT), "inteligencia emocional" AND "adolescentes" & "regulación
emocional" AND "adolescentes" (para la búsqueda de otro tipo de intervenciones).
Los términos de búsqueda utilizados para las bases de datos en inglés (Redalyc, Scopus
y Sage Journals) fueron “intervention” AND “acceptance and commitment therapy” AND
“adolescents”, "acceptance and commitment therapy" AND "adolescents", “Emotional
intelligence” AND “acceptance and commitment therapy” AND “adolescents”, “Emotional
regulation” AND “acceptance and commitment therapy” AND “adolescents” (para ACT),
"Emotional Intelligence" AND "adolescents" y "Emotional regulation" AND "adolescents"
(para la búsqueda de otro tipo de intervenciones).
Posteriormente se aplicaron los filtros que ofrecían las bases de datos y que estuvieran
relacionados con los criterios de inclusión para especificar más la búsqueda, los resultados de
este procedimiento se especifican en la figura 1 (a la izquierda se grafica los resultados de las
recuperación de referencias de ACT, y a la derecha los resultados con otro tipo de
intervenciones).
Criterios de Inclusión y Exclusión
Las especificaciones para la inclusión de los artículos fueron: estudios aplicados
dirigidos a impactar en la inteligencia emocional o algunas de sus dimensiones, que
pertenecieran al área de la psicología, realizados con adolescentes en sesiones grupales o
individuales, y que hayan sido publicados desde el año 2011 hasta el 2020 y que estuvieran en
inglés o español.
Como criterios de exclusión se estableció que fueran artículos de desarrollo teórico
(revisiones, capítulos de libros, informes), realizados con niños, preadolescentes o adultos sin
realizar una distinción clara en los resultados, y que las personas que aplicaban la intervención
no tuvieran profesiones, formación o capacitación a fin con los temas tratados.
Variables de Codificación
Las variables extraídas a partir de los artículos a los que se le realizó lectura completa
fueron: título, autores, revista, país, idioma, objetivo del estudio, tipo de estudio
(diseño/metodología), tipo de intervención (grupal o de caso), descripción de la intervención,
profesional que la aplicó, otro tipo de intervención aplicada, número de intervenciones,
población, muestra, edad, característica de los participantes, reportar si evaluó IE o alguna de
sus dimensiones, instrumento (s) de evaluación, resultados, conclusiones y recomendaciones.
Procedimiento
El desarrollo de la presente investigación se realizó en dos fases correspondientes a la revisión
sistemática y el diseño del protocolo:
Fase 1: Revisión Sistemática
Inicialmente se construyó el protocolo de búsqueda determinando las bases de datos a usar,
los términos clave, los criterios de inclusión y exclusión y las variables de codificación, posterior
a esto se procedió a la recopilación de estudios; en la fase inicial se ingresaron los términos clave
y se aplicaron los filtros de búsqueda que ofrecían las bases de datos. Después se leyó los títulos y
resúmenes de las referencias recuperadas y se descargaron aquellos artículos que cumplieron con
los criterios de inclusión -los artículos que no ofrecían la información suficiente para ser
descartados o incluidos se descargaron.
Número Total de Referencias Recuperadas para
ACT n= 3.210
Número Total de Referencias Recuperadas de
Otras Intervenciones n= 4.914
Número Total de Referencias después de la
Aplicación de Filtros n= 920
Número Total de Referencias después de la
Aplicación de Filtros n=1.520
Número de Artículos Descargados después de la
Lectura Título/Resumen n= 31
Número de Artículos Descargados después de la
Lectura Título/Resumen n=46
Número de Artículos Duplicados Eliminados
n=7
Número de Artículos Restantes para Lectura
Completa n=14
Número de Artículos Duplicados Eliminados
n=7
Número de Artículos Restantes para Lectura
Completa n=39
Número de Artículos Descartados después de
Lectura Completa n=4
Número de Artículos Restantes para
Sistematización n=10
Número de Artículos Descartados después de
Lectura Completa n=18
Número de Artículos Restantes para
Sistematización n=21
Figura 1. Proceso de selección de documentos.
Posteriormente se unificó en una carpeta el total de artículos por cada categoría (aquellos
relacionados con intervenciones desde ACT y aquellos relacionados con otro tipo de
intervenciones), se eliminaron los duplicados y se procedió a realizar la lectura completa de los
restantes, los artículos fueron codificados en una tabla de excel con columnas correspondientes a
las variables de codificación; a partir de esto se filtraron aquellos artículos que cumplieron con
todos los requisitos planteados y se descartaron aquellos que incluían los criterios de exclusión.
Este proceso tuvo una duración aproximada de 1 semana, en total se sistematizaron en
la revisión 31 artículos (10 para ACT y 21 para otro tipo de intervenciones).
Fase 2: Diseño del Protocolo
Para la construcción del protocolo se llevaron a cabo lecturas de profundización en sus
componentes principales y bases epistemológicas, así como también se analizaron las
estructuras de protocolos publicados en la literatura científica; tomando en cuenta el objetivo
del proyecto inicialmente planteado se diseñó un protocolo breve de ACT enfatizando en la
regulación de emociones a partir de los componentes que señalan Luciano & Valdivia (2006):
defusion, flexibilidad cognitiva, desesperanza creativa y valores.
Se realizaron cuatro pilotajes con el objetivo de evaluar el impacto, el desarrollo y la
estructura del protocolo, a partir de lo cual se realizaban modificaciones para su mejora teniendo
en cuenta la teoría de ACT, el desarrollo adecuado de los ejercicios con metáforas y la
adecuación del material de manera que fuera atractivo para la población objetivo, como
resultado el protocolo se estableció para una duración de 3 sesiones, con un total de 8
actividades.
El primer pilotaje se llevó a cabo en un semillero de la línea de investigación en clínica
y salud mental de la Universidad Católica de Pereira, con 10 estudiantes con edades entre 17 y
20 años; el segundo pilotaje se realizó con ocho estudiantes universitarios voluntarios del
programa de psicología de la Universidad Católica de Pereira que estaban entre quinto y séptimo
semestre.
El tercer pilotaje fue llevado a cabo en una institución educativa del municipio La
Virginia con estudiantes miembros de un semillero de salud mental interno a la institución y
cuyas edades oscilan aproximadamente entre 12 y 17 años, finalmente el último pilotaje fue
llevado a cabo en el corregimiento de La Florida con adolescentes que fueron reportados por la
psicoorientadora de la institución como adolescentes con dificultades a nivel disciplinario
Resultados
A continuación, se presentará la primera parte de los resultados relacionada con la
revisión de artículos en donde se tendrá en cuenta los diferentes aspectos de las intervenciones
(participantes, evaluación, resultados y recomendaciones), dentro de las cuales se hará la
subdivisión entre los resultados encontrados desde ACT y de otras intervenciones.
Posteriormente se presentará una propuesta de intervención a partir de la construcción de un
protocolo breve desde ACT.
Participantes
Edades y tamaño de muestra
Intervenciones ACT. De los 10 artículos identificados los participantes presentaron
edades desde los 12 hasta los 21 años, siendo 12 la edad de inicio más prevalente y 17 la edad
límite, específicamente los rangos de edades por cada artículo fueron: 12-15, 12-18, 12-28, 13-
17, 13-21, 14-15, 14-17, 15-17, 15-18 y 17. El número de la muestra varió desde 1 (estudio de
caso) hasta 270 adolescentes, el rango que agrupó más estudios varió de 1 a 32 (1, 4, 5, 2
estudios de 15, 20,25) con 7 estudios, los 3 estudios restantes presentaron muestras de 43, 267
y 270 participantes.
Otras Intervenciones. Por otro lado, dentro de los 21 artículos se identificó que los
participantes presentaron edades entre 11 a 18 años, siendo la edad de 13 a 16 la más prevalente;
los rangos por cada estudio fue de 11-14 (2 estudios), 11-15 (1 estudio), 11-17 (1 estudio), 12-
15 (3 estudios), 12-16 (1 estudio), 12-17 (1 estudio), 13-14 (2 estudios), 13-15 (2 estudios), 13-
16 (4 estudios), 14-17 (1 estudio), 14-18 (1 estudio), 17 (1 estudio) y 17-18 (1 estudio).
El número de la muestra en todos los artículos osciló de 5 a 839 adolescentes, el rango
que agrupó más estudios varió de 120 a 150 participantes (120, 145, 147, 4 estudios de 148,
150) con 9 estudios que tenían menos de 30 participantes de diferencia entre ellos; el siguiente
fue el rango de 5 a 35 participantes (5,14,19,22,32,35) con 6 estudios, y el rango de 85 a 104
participantes (85,92,104) con 3 estudios; finalmente el número de muestras de los 4 estudios
restantes fueron 156, 293, 590 y 839.
Características
Intervenciones ACT. Se halló que 6 estudios trabajaron con población clínica
(trastorno de conducta e impulsividad, enfermedad mental grave y trastorno de personalidad,
trastorno del espectro autista, trastorno por tricotilomanía, diagnóstico de anorexia nerviosa y
TOC, y diagnóstico de deterioro funcional moderado a severo), 2 estudios abordaron población
subclínica (adolescentes con síntomas depresivos de leve a moderados, identificados con
comportamientos problemáticos) y 2 estudios trabajaron con población no clínica escolarizada.
Otras Intervenciones. En este caso se identificó que de los 21 estudios rescatados se
reportaron 4 con población clínica (discapacidad intelectual, sensorial y del desarrollo,
diagnóstico primario de bulimia nerviosa, trastorno del espectro autista y dislexia), 4 con
población subclínica (adolescentes con síntomas depresivos, con dificultades en la regulación
emocional, con conductas disruptivas, agresivas y pensamientos de autolesión) y 13 de ellos
fueron con población no clínica.
Evaluación
Desde ACT no se reportaron evaluaciones para la IE total, sin embargo, sí se identificó
su impacto en algunas de sus dimensiones, las más evaluadas fueron control de impulsividad y
relaciones sociales con un total de 4 artículos para cada una, en cambio desde otras
intervenciones la dimensión que más se evaluó fue regulación emocional, con un total de 9
artículos.
En la Tabla 1 se presenta el número de artículos que reportó haber evaluado la IE o
alguna de sus dimensiones como también los instrumentos de evaluación reportados desde ACT
y desde otras intervenciones.
Características de Intervención
A continuación, en la tabla 2 se expone el tipo de intervención, el modelo teórico y los
profesionales involucrados en las intervenciones desde ACT y otras perspectivas.
Número de Sesiones
Intervenciones ACT. Las intervenciones individuales tuvieron un promedio de 11
sesiones (variaron de 4 a 20 sesiones) y aquellas con formato grupal presentaron un promedio
de 9 sesiones (variaron de 3 a 16 sesiones).
Otras Intervenciones. En las intervenciones con formato grupal se identificó un
promedio de 13 sesiones que variaron de 4 a 24 sesiones, una de las intervenciones a nivel
individual se complementó con el formato grupal realizando en total 10 sesiones, y otra de ellas
fue realizada a nivel individual y familiar con una duración promedio de 77.18 días.
Modelos Teóricos de Intervención
Intervenciones ACT. Con respecto a los modelos de intervención se identificaron 4
estudios que se realizaron en conjunto con otras perspectivas psicológicas, uno de ellos se
realizó combinado con la Terapia Dialéctico Conductual (DBT) y Terapia de Desactivación
Modal, el segundo junto con principios de la Psicología Positiva, el tercero en combinación con
principios de la Terapia Analítico Funcional (FAP) y el cuarto relacionado con la terapia grupal
de regulación emocional, un protocolo unificado de tratamiento transdiagnóstico y la terapia
dialéctico conductual.
Tabla 1
Evaluación de la IE o sus facetas.
Facetas de la IE Artículos
ACT
Artículos
Otras
Intervenciones
Instrumentos utilizados
Empatía 0 5
IECA: Index of Empaty for Children and
Adolescents; EQ: Cociente de Empatía; IRI:
Índice de Reactividad Interpersonal.
Regulación
Emocional 2 9
Entrevistas; Affect Dysregulation Scale;
DERS: Difficulties in Emotion Regulation
Scale; ESCQ-21: Emotional Skills and
Competences Questionnaire; CDE-SEC:
Cuestionario de Desarrollo Emocional para
Educación Secundaria; ERQ-CA:
Cuestionario de regulación emocional;
TMMS-24: Trait-Meta Mood Scale.
Conciencia Social 1 6 SDQ: Cuestionario de cualidades y
dificultades; BAS: Batería de Socialización
Control de
impulsividad 4 2
Entrevistas; AQQ-II: Acceptance and Action
Questionnaire-II; CECAS: Cuestionario de
evaluación de la capacidad de análisis de
sentimientos; EMIC: Escala Magallanes de
Impulsividad Computarizada; SCS: Self-
Control Schedule; AQ: Cuestionario de
agresión; MGH-HS: Hairpulling Scale;
STAXI-NA: Inventario de Expresión de Ira
Estado-Rasgo; IBI: nventario de
comportamiento impulsivo; EBI: Inventario
de comportamiento emocional; BASC:
Sistema de evaluación de comportamiento
para niños.
Autoestima 1 4 FS: escala floreciente
Felicidad 0 1 OHQ-SF: Cuestionario de Felicidad de
Oxford.
Optimismo 1 0 FS: escala floreciente
Relaciones Sociales 4 4
SDQ: Cuestionario de capacidades y
dificultades, FS: Escala floreciente; VABS:
Vineland Adaptive Behavior Scales; técnicas
cualitativas (observación, diario de campo,
cuestionarios); BASC: Sistema de Evaluación
de la Conducta de Niños y Adolescentes.
Gestión del Estrés 3 2
PSS: Escala de estrés percibido; DASS-21:
Escalas de Depresión Ansiedad y Estrés;
GHQ-12: General health questionnaire-12;
Encuestas del estrés.
IE Rasgo 0 6
TMMS-24: Rasgo Meta-Mood Scale;
TEIQue-ASF: Trait Emotional Intelligence
Questionnaire - Adolescent Short Form.
IE Mixta 0 3
(EQ-i:YV): Inventario de inteligencia
emocional para niños y adolescentes;
Inventario de inteligencia emocional (Bar-On
y Parker, 2000).
Tabla 2
Características de las intervenciones
Características Intervenciones
desde ACT Otras Intervenciones
Atención Individual 3 2
Formato de
Intervención Atención Grupal 7 19
Modelo Teórico de
Intervención
ACT 10
Modelo de Mayer y Salovey 9
Inteligencia Socio Emocional 3
Terapia Dialéctico Conductual 2
Modelo Mixto de Bar-On 3
Terapia Cognitivo Conductual 2
Atención Plena/Mindfulness 2
Profesionales que
llevaron a cabo la
intervención
Psicólogos 3 7
Psicólogos especialistas 6 5
Área de Orientación Escolar 2
Docentes capacitados 2
No especificado 1 5
Otras Intervenciones. En algunos estudios se identificó la combinación de modelos o
principios teóricos en el diseño de las intervenciones, por su parte el Modelo de Mayer y Salovey
se realizó en una ocasión junto con principios de la Teoría de Aprendizaje Dialógico, y en otra
ocasión relacionado con principios del Aprendizaje Socio Emocional (SEL); asimismo, se
identificó un estudio basado en la Terapia Dialéctico Conductual combinada con un Tratamiento
Basado en la Familia, el Modelo de Bar On fue presentado en una ocasión junto con la Terapia
Cognitivo Conductual, y finalmente la Terapia Cognitivo Conductual también se reportó en un
caso combinada con modelos de IE desde la perspectiva de habilidad.
Dentro de las perspectivas con principios socio emocionales se identificó una
intervención desde el modelo de CASE, un programa de Aprendizaje Socio Emocional (SEL)
y una intervención desde el modelo de inteligencia socio emocional.
Componentes de Intervención
Intervenciones ACT. En relación a los componentes tomados en cuenta en las
intervenciones se identificaron los siguientes: Valores (en 6 estudios), Aceptación (en 4
estudios), Defusion (en 4 estudios), el Yo como Contexto (en 2 estudios), Acción
Comprometida (en 3 estudios), y Desesperanza Creativa (en 2 estudios), también se reportaron
otros aspectos de intervención como la psicoeducación, confrontación, la clarificación,
extinción, el diálogo socrático y el modelado en cuanto fue combinada con otras perspectivas;
finalmente no se especificaron los componentes en dos de los estudios sistematizados.
Otras Intervenciones. Con respecto a los modelos de intervención más prevalentes se
identificaron las siguientes tendencias en cuanto a los componentes de intervención incluidos.
Las intervenciones basadas en la propuesta de Mayer y Salovey incluían actividades dirigidas a
desarrollar la percepción emocional, uso de emociones para facilitar el pensamiento,
comprensión y regulación emocional. Por su parte, las propuestas desde el modelo de IE mixto
de Bar On, reportaron trabajar en los componentes de autoconciencia, regulación emocional,
estado de ánimo, comunicación, empatía, inteligencia intrapersonal, adaptabilidad, manejo del
estrés y habilidades sociales.
En lo que respecta a las intervenciones desde la Terapia Dialéctico Conductual se
intervino a través del desarrollo de habilidades de atención plena, tolerancia a la angustia,
regulación emocional y habilidades interpersonales. Finalmente, en intervenciones relacionadas
con mindfulness se reportaron componentes como prestar atención, descubrimiento interior,
gratitud, conexión mente-cuerpo, IE, identificación de disparadores emocionales, mentalidad
abierta, manejo de conflictos, acción compasiva, comprensión y trabajo con pensamientos y
emociones, conciencia de los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales e integración
consciente en la vida diaria, entre otros.
Objetivos de Intervención
Intervenciones ACT. En general, de los estudios que reportaron la dirección del
tratamiento se planteó como objetivo el aumento de la regulación emocional y del
comportamiento, el afrontamiento de situaciones estresantes, la disminución de los patrones de
evitación, el aumento de la flexibilidad psicológica, la eliminación del control sobre el
pensamiento y la emoción, el desarrollo de relaciones interpersonales adecuadas, hábitos
alimenticios y logro de éxito académico.
Impacto Reportado
Número de Artículos y Características
Intervenciones ACT. En cuanto a los resultados, de los 10 artículos de ACT, 9
reportaron haber tenido un impacto significativo en las variables evaluadas relacionadas con la
IE. Las dimensiones en las que reportaron impacto fueron: relaciones sociales (2), gestión del
estrés (2) y control de impulsividad (2).
Los 4 artículos restantes que fueron realizados junto con otros modelos teóricos
reportaron el siguiente impacto: en conjunto con la psicología positiva reportó impacto en
autoestima, optimismo, gestión del estrés y relaciones sociales, en relación con la terapia
analítico funcional reportó impacto en las relaciones sociales, en conjunto con la terapia
dialéctico funcional, terapia de desactivación modal y la psicoterapia analítico funcional reportó
impacto en la regulación emocional e igualmente cuando se presentó con la terapia grupal de
regulación emocional, un protocolo unificado de tratamiento transdiagnóstico y la terapia
dialéctico conductual.
La mayoría de los artículos fueron en formato grupal (7) y con población clínica (5), con
población subclínica se reportaron 2 estudios, y con población no clínica 2 estudios.
Otras Intervenciones. Con respecto a los otros tipos de intervención, de los 21 artículos
identificados, 2 artículos no reportaron efectos significativos (sobre la variable IE y la
dimensión RE), por otra parte, de los 19 artículos que reportaron impactos significativos 8 se
realizaron tomando como base el modelo de Mayer y Salovey presentando impacto en las
variables IE percibida (3), regulación emocional (3), autoestima (2), control de impulsividad
(1), conciencia social (1); en un caso fue combinado con el programa de aprendizaje socio
emocional (SEL) reportando impacto en las variables control de impulsividad y empatía, y en
otro se reportó en comparación con un tratamiento de mindfulness presentando resultados
significativos en las variables IE percibida y empatía.
Asimismo, en el caso anterior el programa de mindfulness reportó impacto en la IE
percibida y la regulación emocional, por otro lado, también se presentó como modelo base en 2
de los estudios que reportaron impacto en las variables gestión del estrés (2), conciencia social
(1) y regulación emocional (1).
Desde el modelo de Bar On hubo 3 estudios que reportaron impacto en las variables IE
mixta (2), Conciencia social (1), felicidad (1) y empatía (1); por otro lado, se reportaron 2
estudios realizados con la TCC, uno de ellos impactó en la IE percibida y en la conciencia social,
y el otro, realizado junto con el modelo de Bar On, reportó impacto en la IE y la empatía.
Finalmente, de los 4 estudios restantes reportaron impacto en la regulación emocional
(2) (desde terapia dialéctico conductual y un modelo no especificado), la conciencia social
(modelo CASEL de habilidades socioemocionales), la autoestima y las relaciones sociales
(desde el programa de aprendizaje socioemocional, SEL).
La mayoría de los estudios se realizaron en formato grupal (18) y con población no
clínica (16); aquellos realizados con población subclínica, no clínica y mixta tuvieron 1 estudio
cada una.
Retos para Futuras Investigaciones
Algunas de las recomendaciones planteadas para tomar en cuenta en la realización de
futuros estudios se presentan en la tabla 3.
Protocolo de ACT
A continuación se presenta la segunda parte de los resultados correspondiente al diseño
de una propuesta de intervención basada en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), en
este caso se ha planteado la formulación de un protocolo breve dirigido a impactar en la IE de
adolescentes, para lo cual se tomaron en cuenta los diferentes componentes de la terapia que se
abordaron a través de actividades que fueran de interés e impacto para esta etapa vital que
incluían las herramientas utilizadas en ACT como metáforas, paradojas, analogías, juegos y
actividades a nivel grupal e individual realizadas en pro del logro de los objetivos de la sesión.
El protocolo está estructurado en tres sesiones de una duración promedio de 45 minutos
que se describen más específicamente en la tabla 4.
Discusión
La presente revisión sistemática pretendió ofrecer una vista general acerca de la
investigación aplicada realizada con respecto a la IE en la adolescencia, a partir de la
consideración de este constructo como fundamental en el desarrollo integral y la adaptación
positiva de las personas y en especial en esta etapa vital, en la medida en que es considerada
como fundamental en la constitución de la identidad y como predictora del desarrollo futuro.
Además, se llevó a cabo el contraste entre la evidencia reportada desde ACT y otras
intervenciones, debido al creciente interés por las propuestas de la tercera generación de terapias
psicológicas y la importancia de esclarecer su impacto en diferentes variables frente a otro tipo
de intervenciones investigadas.
Tabla 3
Recomendaciones para futuros estudios
Intervenciones ACT Otras Intervenciones
Participantes
y muestra
Realizar las investigaciones en estudios
con muestras de gran tamaño.
Realizar estudios con muestras de gran
tamaño.
Realizar más estudios con población
adolescente.
Realizar e implementar programas que
promuevan el desarrollo socioemocional
en la infancia y adolescencia como
estrategia de prevención.
Explorar intervenciones en grupos
subclínicos.
Evaluar el impacto de intervenciones en
estudiantes con necesidades educativas
diversas.
Realizar estudios que muestren los
beneficios y efectividad de la terapia en
relación con los distintos trastornos
psicológicos.
Desarrollar investigaciones en población
de habla hispana.
Implicar los centros educativos y a los
padres y madres de familia en los
programas de intervención.
Método
Incluir más medidas de seguimiento a
largo plazo.
Se requiere la realización de
seguimientos a largo plazo que permitan
dilucidar la validez y sostenibilidad de
los resultados inmediatos.
Analizar a fondo los protocolos
utilizados en las intervenciones.
Implementar técnicas objetivas que
permitan la generalización de los
resultados.
Evaluar la efectividad de la ACT en
conjunto con otras terapias psicológicas
esclareciendo la diferenciación de los
componentes y efectos de cada una.
Se sugiere la capacitación previa de los
educadores que participen en la
intervenciones en habilidades
socioemocionales.
Examinar la cantidad mínima de sesiones
de entrenamiento para producir un
cambio en el ajuste del adolescente.
Realizar más estudios que incluyan
procesos de intervención individual más
extensos.
Tener en cuenta medidas más allá de los
autoinformes.
Fortalecer los procesos de supervisión
realizados entre terapeutas.
Temática Idear programas para fomentar la
asistencia escolar.
Realizar programas sencillos que
transmitan valores a los alumnos.
Tabla 4
Características del protocolo de ACT
N°
Sesión Objetivos
Componentes a
Abordar Estructura y Actividades
1
Introducir a los chicos acerca de
lo que se abordará en el
protocolo.
Defusion
Presentación
Actividad 1: Carrera de
cucharas
Explicar función y
funcionamiento de las emociones
en los seres humanos.
Desesperanza Creativa
& Flexibilidad
Psicológica
Explicación Esquema
Actividad 2: Metáfora del
caballo
Evidenciar que se puede elegir
actuar en direcciones valiosas a
pesar de los eventos privados.
Defusion & Valores Actividad 3: Metáfora del
autobús
2
Establecer la diferenciación del
Yo contexto como contenedor de
emociones fluctuantes y
pasajeras.
Defusion & Acción
Comprometida
Actividad 4: Metáfora del
Vaso
Actividad 5: Ruleta
Cotidiana
Actividad 6: El Payaso Loco
3
Esclarecer los valores personales
de los adolescentes e identificar
posibles acciones en su dirección.
Valores & Acción
Comprometida Actividad 7: Mi Árbol
Evidenciar que todos sentimos de
manera particular frente a los
mismos eventos.
Actividad 8: Sintiendo
Emociones
Recopilar aprendizajes obtenidos. Cierre: Actividad Tela de
Araña
Con relación a los participantes se evidenció que en ACT hay una gran heterogeneidad
en las características de edad y muestra, lo que podría estar relacionado con la cantidad limitada
de estudios reportados, en general las muestras fueron pequeñas estando la mayoría de los
estudios en un rango de 1 a 43 participantes, lo que deja en evidencia la importancia de proyectar
estudios con muestras más grandes que permitan la generalización de los resultados, aspecto
que se ha resaltado en algunos artículos incluidos (Livheim et al., 2014; Pahnke, Lundgren,
Hursti & Hirvikoski, 2014).
En cuanto a otro tipo de intervenciones hubo mayores posibilidades de agrupación en
cuanto a edad y muestra, siendo el rango de edad más prevalente de 13 a 16 años, además se
evidenció que casi la mitad de los estudios (42.85%) reportó muestras de 120 a 150
participantes, no obstante, cabe considerar que esto podría estar explicado debido a la cantidad
de artículos reportados en la medida en que se agrupan distintos modelos teóricos con más
evidencia científica en comparación con ACT.
Sin embargo, desde otras intervenciones también hubo un porcentaje considerable (del
28.57%) de estudios con muestras entre los 5 y 35 participantes, como también
recomendaciones de ampliar las muestras para futuros estudios (Bonet, Palma y Santos, 2020;
Cejudo, López y Losada, 2018; Sarrionandia y Garaigordobil, 2015; Hadley et al., 2018;
Rodríguez, Orejudo, Celma y Cardoso, 2018; Morales, Ruiz, Merchán y Guil, 2018; Cobos,
Flujas y Gómez, 2019).
El tipo de población más prevalente en ACT fue la clínica, abordando problemas como
el trastorno de conducta e impulsividad, enfermedad mental grave, trastorno de personalidad,
trastorno del espectro autista, trastorno por tricotilomanía, trastorno de anorexia nerviosa,
trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de deterioro funcional moderado a leve.
Considerando que el 90% de los estudios de ACT reportaron haber presentado un efecto
significativo en las variables de la IE incluidas, los resultados de la presente revisión están en
concordancia con una revisión realizada por Swain, Hancock, Dixon y Bowman (2015) que
pretendió examinar la evidencia de ACT en el tratamiento de niños y adolescentes con diversas
problemáticas, a partir de lo cual respaldan la utilidad de ACT como enfoque transdiagnóstico,
sin embargo cabe resaltar que también hay concordancia en cuanto se identifica que por cada
trastorno abordado generalmente hay evidencia en un número muy reducido de artículos.
Por otro lado, en los otros tipos de intervención prevaleció la población no clínica
escolarizada; este aspecto se puede esclarecer a la luz de que ACT principalmente se ha
constituido como una terapia psicológica con un enfoque principalmente terapéutico enfocado
en el abordaje de factores personales problemáticos, en cambio desde otro tipo de intervenciones
se evidencian modelos diversos que enfatizan más en los aspectos de relacionamiento
interpersonal, en especial en espacios de relación común para los adolescentes como las
instituciones educativas.
No obstante, resulta curioso que en ACT una de las dimensiones en las que se reportó
más impacto fue en las relaciones sociales (en el 44.4% de los estudios), lo que podría estar
relacionado con el hecho de que este factor sea de relevancia entre los adolescentes, más allá de
ser un factor clave en ACT. Aun así, se recomienda evaluar la efectividad de ACT en diversos
tipos de poblaciones y contextos, considerando su evidencia preliminar con otro tipo de
población.
No se identificó evidencia de la evaluación de la IE como constructo total en los estudios
de ACT, no obstante, se identificó la evaluación de 7 dimensiones en los 10 estudios, siendo las
más prevalentes el control de impulsos y las relaciones sociales las cuales estuvieron en 4
estudios cada una. A partir de esto, considerando la importancia del desarrollo de competencias
emocionales en la adolescencia y a la luz de la creciente evidencia de la capacidad de impacto
de ACT en esta etapa vital, se recomienda para futuros estudios diseñar y evaluar más programas
en torno a la IE y/o sus dimensiones.
En los otros tipos de intervención se reportó la evaluación de la IE en 9 estudios
(45.85%), 6 de ellos evaluaron la IE percibida y 3 la IE desde el modelo mixto, además se
identificó el abordaje de 10 dimensiones de la IE siendo la más prevalente la regulación
emocional, reportada en el 42.85% de los estudios.
Cabe resaltar que de los estudios que evaluaron la IE 5 fueron realizados desde el modelo
de Mayer y Salovey, lo que podría estar relacionado con el hecho de ser un modelo teórico
diseñado específicamente para el abordaje de la IE, sin embargo, se considera importante el
diseño y evaluación de intervenciones desde distintos modelos de intervención que evalúen su
impacto en la IE más allá de partir de postulados orientados específicamente a este constructo.
Además, se considera importante realizar investigaciones que estudien los procesos de
cambio para diferenciar aquellos que generan mayor impacto, como también es importante la
realización de comparaciones entre intervenciones para esclarecer diferencias y aspectos que
resulten ser más o menos óptimos, tal como lo recomiendan Burckhardt, Manicavasagar,
Batterhamb y Hadzi (2015) y Swain et al. (2015); esto, considerando que en ACT de los 4
estudios que incluían otro modelo teórico de intervención ninguno estableció diferencias en el
impacto, de manera similar en los otros tipos de intervención sólo un estudio, de los 5 reportados
con estas condiciones, esclareció diferencias a partir de un estudio comparativo.
Con respecto al caso de las intervenciones desde ACT, todos los estudios que se
realizaron en conjunto con otros modelos de intervención reportaron impacto, es decir, son casi
la mitad (el 44.44%) de los que presentaron haber tenido efectos significativos sobre las
dimensiones de IE. Esto implica que dentro de la evidencia reportada desde esta terapia existe
otro factor de confusión que limita las conclusiones alrededor de su impacto en las dimensiones
de la IE, debido a la carencia de resultados diferenciales que esclarezcan hasta qué punto el
impacto fue o no consecuente de la intervención desde ACT.
En relación con los componentes de las intervenciones desde ACT se presentó el de
valores como el más utilizado, estando presente en el 60% de los estudios, aspecto que está
posiblemente asociado con el hecho de ser uno de los factores claves para el cambio conductual
debido a que está relacionado con las motivaciones personales. Por su parte, con respecto a otro
tipo de intervenciones la presentación de componentes fue más heterogénea, lo que está
claramente relacionado con la diversidad de enfoques incluidos, no obstante, cabe resaltar que
la regulación emocional fue el componente que más se reportó en los modelos de intervención
más prevalentes.
El formato grupal fue el más usado por ambas categorías de intervención, tanto en ACT,
utilizándose en el 70% de los estudios, como desde otras intervenciones con un porcentaje del
90.47%; estos resultados son contrarios a los identificados en la revisión realizada por Swain et
al. (2015), quienes encontraron que la mayoría de los estudios incluyeron el tratamiento
individual (el 66.67%).
Esta diferencia puede estar asociada al objetivo que tuvieron los artículos incluidos,
como se mencionó anteriormente, en la presente revisión se evidencia que el interés por el
desarrollo de las competencias sociales y emocionales en esta etapa vital suele estar más
supeditado a contextos de relacionamiento común y/o espacios de desarrollo fundamental tales
como las instituciones educativas, en donde suelen ser más prácticas las intervenciones
grupales.
En cuanto a los profesionales que llevaron a cabo las intervenciones desde ACT
prevalecieron los psicólogos que tenían formación de posgrado (desde especializaciones hasta
doctorados) con un 60%, en cambio en el otro tipo de intervenciones el profesional que presentó
más frecuencia fue el psicólogo -sin reporte de formación adicional- con un 33.33% (7 estudios),
seguido por psicólogos con formación de posgrado con un 23.81% (5 estudios).
No se encontró relación entre los estudios que reportaron impacto y los profesionales
que llevaron a cabo la intervención, en especial porque a pesar de la diversidad de profesionales
reportada (más que todo en otro tipo de intervenciones diferentes a ACT) la mayoría de los
estudios presentó efectos significativos en las variables evaluadas, sin embargo, cabe resaltar
que desde ambas categorías de intervención prevalecieron los profesionales con una formación
adecuada o con previa capacitación, siendo desde ACT el 90% (un estudio no explicitó el
profesional), y desde otras intervenciones el 90.47%.
Esta evidencia no se considera suficiente para realizar inferencias frente a la relación
entre el nivel o tipo de formación del profesional y el impacto reportado, ante ello se recomienda
realizar futuros estudios que profundicen en este aspecto. No obstante, la revisión realizada por
Swain et al. (2015), enfatizó en la importancia de tener habilidad y competencia en ACT en el
trabajo con adolescentes, debido a que es una población en la que se suelen presentar más agudas
las diferencias en el desarrollo cognitivo, lo que podría constituirse como un reto en la medida
en que los ejercicios y metáforas de ACT suelen ser de naturaleza abstracta.
Con respecto a las recomendaciones planteadas se identificaron algunas similitudes en
ambas categorías de intervención, tales como realizar más estudios con muestras amplias, con
niños y adolescentes, ampliar el tipo de problemáticas que se abordan y realizar seguimientos a
largo plazo.
Además, se identifica que en algunos estudios incluidos se plantearon recomendaciones
que se consideran pertinentes enfatizar a la luz de los objetivos y los resultados de la presente
revisión de manera tal que se refuercen las sugerencias consideradas importantes para las
direcciones futuras en la investigación, en especial aquellas enmarcadas en el trabajo de la IE o
factores asociados.
Entre estas recomendaciones ellas se resaltan: a) realizar más estudios con población
adolescente, considerando esta etapa como clave en el desarrollo (Leel et al., 2020; Sigüenza,
Carballido, Pérez y Fonseca, 2019; Smith, 2016), b.) ampliar la evaluación de la efectividad de
ACT en relación con distintos trastornos psicológicos (Martín, Cangas y Pardo, 2015; Pahnke
et al., 2014; Rodríguez et al., 2018).
C.) diseñar e implementar más programas que promuevan el desarrollo socioemocional
en la infancia y la adolescencia como estrategia de prevención, a partir de la consideración de
este tipo de competencias como fundamentales en el desarrollo integral (Garaigordobil y Peña,
2015; Sigüenza et al., 2019; Rodríguez et al., 2018; Muratoria et al., 2020; Postigo, Schoeps,
Montoya y Escartí, 2019; Ruiz, Salguero, Cabello, Palomera y Fernández, 2012), y d.) ampliar
las investigaciones en población de habla hispana (Castillo, Salguero, Fernández y Balluerka,
2013), en especial población latinoamericana.
En este orden de ideas, y en el marco de las recomendaciones establecidas, la propuesta
de intervención aquí planteada busca dar respuesta a diferentes demandas y sugerencias actuales
con respecto a la intervención en competencias emocionales como necesidad principalmente
identificada en la población adolescente a raíz de sus características y como etapa vital
predictora del desarrollo futuro, es decir, considerando la intervención en dichas competencias
como preventiva y necesaria.
Además, con base en la evidencia preliminar de ACT como una terapia eficaz en el
tratamiento de los adolescentes (Swain et al., 2015) que busca modificar la manera tradicional
y contraproducente de relacionamiento con los eventos privados, dicha propuesta busca brindar
una alternativa de intervención integral y breve, abarcando los distintos componentes de ACT
en un formato de 3 sesiones con 8 actividades que involucran metáforas, analogías y ejercicios
experienciales.
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