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Nº186 / marzo 2015 ISSN 1657-0987 www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá. Colombia Foto: Pilar Suescún medioambiente Tecnología limpia saca a flote oro y platino del Chocó Equipo de la un logró recupe- rar mayor cantidad de minera- les en pequeñas y medianas minas del Chocó, con reactivos químicos derivados de sustan- cias orgánicas. Página 15 ciencia & tecnología Fabricación de quesos como para récord Guiness Con un modelo de producción de bajo costo, ingenieros de alimentos hallan tecnología para elaborar quesos en tan solo media hora. Página 20 ciencia & tecnología Movimientos visuales inspiran modelo para alta cirugía Mediante una infraestructura digital que emula los movi- mientos del ojo humano, fue diseñada una tecnología que optimiza procedimientos mé- dicos de alta precisión. Página 18 análisis Páginas 6 a 9 Las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo (pnd) para alcanzar una efectiva equidad social y un modelo que garan- tice la sostenibilidad financiera de las insti- tuciones de educación superior suscitan mu- chas preguntas. Varias de ellas, relacionadas con seguridad social, salud y educación, son analizadas por tres aca- démicos de la un. pese a que entre las acciones prometidas por el pnd figura cerrar las brechas en acceso y calidad a la educación, para acercar al país a altos estándares internacionales y lograr igualdad de oportunidades para todos, las metas cuantitativas lucen limi- tadas. Una cuidadosa lectura del proyecto de ley del Plan también evidencia que la propuesta en salud para los próximos años no solo tiene poco que ver con la aplicación de la Ley Estatutaria en Salud, sino que in- cluso es contraria a su contenido. En seguridad social, las mayores preocupaciones se centran en la falta de estrategias para superar la inequidad del país. los técnicos de planeación proponen consolidar la clase media y disminuir la pobreza para reducir la inequidad en el país. Interrogantes que rondan al p nd

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  • Nº186 / marzo 2015ISSN 1657-0987

    www.unperiodico.unal.edu.co [email protected]á. Colombia

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    medioambiente

    Tecnología limpia saca a flote oro y platino del Chocó Equipo de la un logró recupe-rar mayor cantidad de minera-les en pequeñas y medianas minas del Chocó, con reactivos químicos derivados de sustan-cias orgánicas.

    Página 15

    ciencia & tecnología

    Fabricación de quesos como para récord Guiness Con un modelo de producción de bajo costo, ingenieros de alimentos hallan tecnología para elaborar quesos en tan solo media hora.

    Página 20

    ciencia & tecnología

    Movimientos visuales inspiran modelo para alta cirugía Mediante una infraestructura digital que emula los movi-mientos del ojo humano, fue diseñada una tecnología que optimiza procedimientos mé-dicos de alta precisión.

    Página 18

    análisis

    Páginas 6 a 9

    Las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo (pnd) para alcanzar una efectiva equidad social y un modelo que garan-tice la sostenibilidad financiera de las insti-tuciones de educación superior suscitan mu-chas preguntas. Varias de ellas, relacionadas con seguridad social, salud y educación, son analizadas por tres aca-démicos de la un.

    pese a que entre las acciones prometidas por el pnd figura cerrar las brechas en acceso y calidad a la educación, para acercar al país a altos estándares internacionales y lograr igualdad de oportunidades para todos, las metas cuantitativas lucen limi-tadas.Una cuidadosa lectura del proyecto de ley del Plan también evidencia que la propuesta en salud para los próximos años no solo tiene poco que ver con la aplicación de la Ley Estatutaria en Salud, sino que in-cluso es contraria a su contenido.En seguridad social, las mayores preocupaciones se centran en la falta de estrategias para superar la inequidad del país.

    los técnicos de planeación proponen consolidar la clase media y disminuir la pobreza para reducir la inequidad en el país.

    Interrogantes que rondan al pnd

  • MARZO 2015 | 2 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    Cartografía de las violencias en la globalizaciónMatthieu de nanteuil, Grupo de Investigación en Teoría Política Contemporánea (*)Universidad Nacional de Colombia

    La coexistencia de una violencia va-riopinta en Colombia con una carta política que pretende garantizar la mayor parte de derechos fundamen-tales es el punto de partida de la re-flexión global que hacen los editores del libro La vulnerabilidad del mundo. La obra propone una definición de la violencia como proceso de des-estructuración de los lazos sociales que afectan la vida y la integridad de las personas en nuestro país y en otras latitudes.

    detrás de su diversidad interna (en términos de grupos étnicos, historias regionales, eco-sistemas o estructuras socioeconómicas), Colombia es un país profundamente dividido. En el corazón de lo que, a primera vista, parece una violencia inevitable —para no decir natural—, se ubica un proceso de fragmentación que tiene larga historia y atraviesa la sociedad bajo múltiples for-mas: clases sociales, partidos políticos, ciudades y campos, actividades públicas y privadas, entre otras. Este proceso ha sido prolongado por marcos imaginarios que contribuyeron a polarizar la socie-dad, según un eje amigo-enemigo. Con tal dinámica, profundamente activa en la organización práctica y

    simbólica de la sociedad, la vio-lencia se volvió posible, porque con ella el victimario pretendía eliminar a las personas que, desde su perspectiva, estaban por fuera del sentido común compartido por los miembros de la sociedad.

    Al mismo tiempo, la violencia ha actuado como un mecanismo que le ha permitido a un grupo de interés afirmarse frente al otro y considerar que los medios utili-zados para tal definición no tie-

    nen que justificarse ante un mundo común, ante la sociedad en su conjunto.

    Paralelamente, el país experimentó la formación de un sistema político y económico autorreferencial, dentro del cual se produjeron sus reglas de funciona-miento y se reprodujeron y recrearon los contextos para la acción, sin importar el precio pagado por la sociedad, especialmente en términos de la vida y la dignidad humanas. Dicho sistema ha ordenado durante mucho tiempo a la sociedad sin superar el proceso de fragmentación que la organiza y la expone a violencias masivas, muy a menudo jugando un papel directo en la escisión del país. Ordenar la sociedad desde arriba, mientras esta se confronta a sí misma y se autodestruye parcialmente, ha sido una de las características fundamentales de la vida sistémica colombiana. No debemos olvidar que la

    Política & Sociedad

    gran mayoría de las víctimas del conflicto armado son civiles, no actores armados.

    desafíos del conflicto

    Este tipo de observaciones sobre una sociedad frag-mentada, ordenada por un sistema político y econó-mico autorreferencial, también han sido realizadas por pensadores críticos de la modernidad liberal en Europa: el francés Emile Durkheim, en el siglo XIX; el húngaro Karl Polanyi, en el siglo XX; el polonés-inglés Zygmunt Bauman, contemporáneamente.

    Durkheim subrayó la necesidad de instituir la solidaridad frente al proceso de valoración del individuo egoísta en virtud del mercado genera-lizado. Según él, la división del trabajo modifica radicalmente las formas de solidaridad y amenaza el cuerpo social, si no está complementada por la posibilidad de reforzar la solidaridad orgánica de los tejidos sociales

    Polanyi, por su lado, analizó la violencia generada por la utopía del mercado autorregulador, es-pecialmente en los años treinta en Europa. Este último se escapa totalmente del control democrá-tico y pierde sentido para las po-blaciones cuando da nacimiento a un capitalismo fundado sobre la mercantilización de la tierra y el trabajo, sin los mecanismos de reajuste propios del derecho y la negociación colectiva. Tal dinámica puede ser tan fuerte, según Polanyi, que genera una demanda para una reincorporación de la economía en lo político, bajo la forma violenta del autoritarismo o del totalitarismo. Bauman muestra cómo la administración de la población por la buro-cracia estatal a partir de un modelo costo-beneficio, que también funciona en el mercado, impide la construcción de una ética práctica, una ética de los lazos sociales.

    Se puede decir que estos autores ofrecen marcos de pensamiento que, junto con los análisis de los intelectuales colombianos, especialmente del soció-logo colombiano Orlando Fals Borda, presentado por Leopoldo Múnera en su texto, permiten describir lo que pasa en Colombia: la guerra concreta la ausencia de una ética en el tejido social. Funciona no solamente como un proceso de liberación de la economía de mercado, sino de regulación-incorporación de esta en un modelo político autoritario. Asimismo, deja la división del trabajo sin una solidaridad institu-cionalizada.

    ¿Pero tales marcos interpretativos solo servirían para comprender a Colombia? ¿No se puede con-siderar que la falta de ética social caracteriza a las sociedades occidentales, en general, y a las europeas en particular? ¿Acaso no vivimos una nueva etapa en la división del trabajo, frente a la cual las posibilida-des de instituir formas de solidaridad parecen muy frágiles? ¿No se ha impuesto en los últimos años la utopía del mercado autorregulador, especialmente en Europa, mediante una burocracia que despoja de sentido a la vida social? En otros términos, ¿los desafíos que devela el conflicto armado colombiano no evidencian también fracturas de sociedades que

    han olvidado reflexionar sobre las bases sustanciales de su convivencia?

    europa, fragmentada

    La historia de Europa no es la de Colombia. Después de dos guerras totales, con millones de víctimas, el nacimiento del Estado social —articulado a un movi-miento obrero y una clase media que construyeron mecanismos de justicia civil, social o simbólica— favoreció la construcción de una institución de lo común, que enfrenta hoy una crisis profunda.

    Europa empieza a ser fragmentada de nuevo por nacionalismos en competencia, al tiempo que la administración supranacional no suscita el reconoci-miento generalizado de la mayoría de la población. La ausencia de solidaridad se extiende por el continente y la exclusión de los extranjeros, de los otros que vienen de afuera (los migrantes ilegales o a veces legales), o de adentro (los roms, pero también las

    masas de jóvenes sin futuro), eleva los niveles de brutalidad, en los términos utilizados por Étienne Balibar en su artículo incluido en el libro. Si Europa “hizo la paz entre los enemigos de ayer”, como se dice en la prensa, en su seno emergen nuevas formas de vio-lencia y nuevas lógicas bélicas que amenazan su identidad política.

    Ese es el “espíritu” de este li-bro. Propone una definición de la violencia como proceso de deses-

    tructuración de los lazos sociales que afectan la vida y la integridad de las personas o los principios que le sirven de fundamento. A la vez, sus autores conocen los límites de tal definición: la violencia no solo deses-tructura, sino que reestructura a las sociedades, a los sujetos y a las formas de gobierno en función de los intereses de quienes la ejercen. Por eso, preferimos seguir los nexos entre democracias y violencias en el mundo, dibujar la cartografía menos conocida de la globalización contemporánea, insistiendo sobre violencias propias, locales y particulares, lo cual no significa que no haya otros factores comunes entre las distintas regiones del mundo.

    En una entrevista reciente del diario Le Monde, el filósofo francés Regis Debray afirmaba: “Seguir el trabajo de la Ilustración, […] en eso consiste entender la razón de lo que parece irracional, no en esconderla bajo el tapete como una cosa impensable”. Hay que analizar las razones de la vulnerabilidad de nuestro mundo global para favorecer la emergencia de una vida no solo más justa, sino menos violenta. Qui-zás eso es lo que Colombia, en su particularidad, permite repensar hoy.

    Estos son algunos de los ejes que guiaron el análisis contenido en este trabajo colectivo, escrito por diver-sos autores de diferentes procedencias geográficas.

    (*) Profesor de la Universidad Católica de Lovaina y director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias: Democracia, Insti-tuciones, Subjetividad (Cridis) de la misma institución.

    mundo

    Capitalismo del desastre

    Europa parece atravesar por un proceso de desocialización, en el sentido de una ruptura de las solidaridades entre los grupos o poblaciones que la componen y, a la vez, de una disolución de los cuadros políticos que le permiten “negociar” los conflictos de intereses. Este proceso tiene afinidades con aquello que Naomi Klein ha llamado capitalismo del desastre, a propósito de la política de Thatcher de desmantelamiento de los servicios sociales y de destrucción del sindicalismo, o de la intervención esta-dounidense en Irak. Así lo advierte el investigador Etienne Balibar, en el libro La vulnerabilidad del mundo.

    palabras clave: violencia, vulnerabilidad del mundo, Colombia. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    Ordenar la sociedad des-de arriba, mientras esta se confronta a sí misma y se autodestruye parcial-mente, ha sido una de las características fundamen-tales de la vida sistémica colombiana.

    Si Europa “hizo la paz entre los enemigos de ayer”, como se dice en la prensa, en su seno emer-gen nuevas formas de violencia y nuevas lógicas bélicas que amenazan su identidad política.

  • MARZO 2015 | 3 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    investigación & creación

    30 días en la Universidad

    Más información en: www.agenciadenoticias.unal.edu.co

    director: Jaime Franky Rodríguez

    coordinación editorial: Blanca Nelly Mendivelso Rodríguez • coordinación periodística: María Luzdary Ayala Villamil

    comité editorial: Astrid Ulloa, Jorge Echavarría Carvajal, Horacio Torres, Luis Carlos Colón, André-Noël Roth, Juan Álvaro Echeverri, Álvaro Zerda

    corrección de estilo: Alexander Clavijo Berrío • diagramación: Ricardo González Angulo

    gestión administrativa: Jaime Lesmes Fonseca • impresión: ceet, Casa Editorial El Tiempo

    Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico

    Versión digital: www.unperiodico.unal.edu.co • Correo electrónico: [email protected] • Teléfonos: 3165348 y 3165000, extensión 18285 Fax: 3165232 • Edificio Uriel Gutiérrez, carrera 45 # 26-85, piso 5o • issn 1657-0987

    manizales. Estudiantes diseñan prototipo de planta desalinizado-ra para zonas costeras.

    bogotá. Una antena instalada en el Observatorio Astronómico de la un detecta explosiones solares.

    bogotá. Investigadores encontra-ron actividad diurética en la palma de sanagua (Manicaria saccifera).

    bogotá. Estrategia de movilidad planteada por la un recomienda un tranvía para San Andrés.

    bogotá. Ingenieros proponen técnicas de animación en 3D y efectos especiales en videojuegos.

    bogotá. Las mujeres resisten más a las alturas que los hombres, según un estudio de Medicina.

    bogotá. En la Costa Atlántica está el Scolopendra gigantea, un ciempiés de 24 centímetros de longitud, considerado el más grande del mundo.

    bogotá. aplicación creada por estudiantes de la un muestra los puntos contaminados de Bogotá.

    medellín. Prueban con éxito procesos con residuos de flores y hongos para adsorber colorantes disueltos en agua.

    medellín. A los colegios llegará Ticademia, una plataforma virtual creada para mejorar el nivel de matemáticas.

    manizales. Un sistema para atender incendios con agua lluvia en Chinchiná fue diseñado en Ingeniería Electrónica.

    bogotá. Estudio comprobó que en febrero se presentan los mayores picos de infección por piojos y que estos afectan más a las niñas.

    medellín. Novedosas técnicas aplicadas a hortalizas frescas les alargan su vida útil hasta 12 días.

    medellín. Agrónomos adaptan parcelas como aulas para imple-mentar sistemas de producción agrícola sostenible.

    bogotá. El mosquito transmi-sor del dengue y el chikunguña presenta resistencia genética a los pesticidas en Casanare.

    bogotá. Los techos resultan idóneos para el drenaje y la reutilización de agua lluvia, según investigación de Ingeniería.

    manizales. Estudiantes dise-ñaron un software, a través de Autocad y Matlab, que simula los riesgos por rayos en edificaciones.

    bogotá. Polifenoles que ayudan a reducir la obesidad fueron halla-dos en papas criollas por investi-gadores de la un y la Universidad de McGill (Canadá).

    bogotá. Terapistas adaptan par-qués para personas en condición de discapacidad.

    manizales. La biomasa de culti-vos de arroz, palma y caña mejora la calidad del concreto.

  • MARZO 2015 | 4 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    palabras clave: mujeres, conflic-to, excombatientes. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    La militancia escondida de las mujeres excombatientesObservatOriO de prOcesOs de desarMe, Desmovilización y Reintegración (oddr)Universidad Nacional de Colombia

    La representación social de la mujer en condición de víctima, a la hora de abordar la dinámica del conflicto ar-mado en Colombia, no facilita su reco-nocimiento como protagonista activa en el escenario bélico. Los procesos de paz en Colombia tienen el reto de propiciar una política diferencial que potencie sus fortalezas sin reproducir el imaginario de vulnerabilidad.

    la participación de las mujeres en el ámbito social, político, económico y cultural de occidente, así como su ejercicio de ciudadanía han sido el resultado de arduos procesos orienta-dos hacia la inclusión. Estos conllevan un tinte de rebeldía con relación a su época, más aún cuando se trata de su vinculación a escenarios de guerra como combatientes.

    La actuación institucional y social generada a propósito de esa vinculación requiere en Colombia una nueva mirada.

    Cuando los académicos, las instituciones, el ordenamiento jurídico y los medios de comuni-cación abordan la dinámica del conflicto armado, prima la caracterización de las mujeres en situación de vulnerabilidad y en condición de víctimas. Esa representación social no facilita reconocerlas vinculadas de manera activa al escenario bélico.

    En el caso colombiano, ellas han tenido una participación activa en las guerrillas y en las autodefensas, destacándose su actuación y com-promiso. Por el contrario, en los ejércitos regulares de las fuerzas armadas, tradicionalmente se ha asumido que solo a los hombres les corresponde participar en el campo bélico, mientras a ellas se les delegan actividades logísticas, administrativas y de sanidad. Apenas en años recientes, las fuerzas armadas de al-gunos países las han vinculado a respon-sabilidades militares.

    A partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1949), diversos ins-trumentos internacionales han promovido la igualdad de género y han hecho énfasis en la necesidad de eliminar la discriminación contra la mujer y empoderarla en espacios públicos y organizativos.

    En la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995, se incluyó por primera vez como temática la participación de las mujeres en la construcción de paz.

    Posteriormente, el Consejo de Seguri-dad de la onu (Resolución 1325 de 2000) introdujo el tema de la participación de las combatientes y solicitó adoptar la perspec-tiva de género en las diferentes etapas de negociación y aplicación de los acuerdos de paz. Asimismo, solicitó a los Estados

    política y sociedad

    En plan de desmovilización

    En el 2010, el Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado (gadh) reportó la salida individual de 609 mujeres mayores y menores de edad de organizaciones guerrilleras. El mayor número de ellas lo hizo en el departamento de Cundinamarca, seguido por Meta y Antioquia. Las salidas en estos tres departamentos comprenden el 44 % del total nacional. Al comparar las tendencias, se encuentra que estos son los lugares con el mayor número de mujeres que salieron de oai en el 2010, que representan el 46,1 % del total del país.

    Política & Sociedad

    Mujeres excombatientesen Colombia 1990-2014

    Observatorio de Procesos de Desarme, Desmovilización y Reintegración (ODDR)

    Estas cifras no incluyen a las mujeres que han salido de organizaciones armadas ilegales y,por diversos motivos, no han ingresado a rutas institucionales de desarme, desmovilización y reintegración.Fuentes: Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado (GAHD),Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP).

    Desde 1990 hasta 2014 se contabilizan

    mujeres desmovilizadas deorganizaciones armadas ilegales

    Hombres y mujeres mayoresy menores de edad que hansalido de organizacionesarmadas ilegales

    8.554

    Total 64.061

    (13 %)

    Participantes en el Programa de Reintegración

    1990

    2002

    2014

    6.747 (23 %) Total 29.334

    Procesos de paz de la década de los noventa (1990-1998)(Guerrillas)

    1.183 (24,7 %) Total 4.475Desmovilizaciones colectivas e individuales (2002-2014)

    (Autodefensas y Guerrillas)

    7.397 (12,3 %) Total 59.957Desmovilizaciones colectivas (2003-2006)

    (Autodefensas)1.911 (6 %) Total 31.664

    Desmovilizaciones individuales (2003-septiembre 2014)(Autodefensas y Guerrillas)5.460 (19 %) Total 27.992

    miembros fijar directrices, con fundamento en las buenas prácti-cas, “para atender las necesidades y contribuciones de las mujeres y las niñas en los programas de desarme, desmovilización y re-integración”.

    el rol tradicional

    La política nacional de rein-tegración social y económica para personas y grupos arma-dos ilegales, formulada en el documento Conpes 3554 de 2008, aborda el tema de la mujer excombatiente a partir de una representación social de su rol tradicional de madre y esposa, lo cual puede restringir la atención institucional y otros espacios de participación.

    En este contexto, se especifica su compromiso de construir y promover la familia y, cuando la pareja es un desmovilizado, de propiciar la permanencia de este en el proceso.

    Si bien esa política propone constituir una mesa de trabajo interinstitucional para avanzar en la comprensión del impacto de la violencia armada sobre quienes se encuentran en pro-ceso de reintegración, teniendo en cuenta la variable género, no convoca la participación de las excombatientes.

    Desde el 2010, la Agencia Colombiana para la Reintegra-ción (acr) ha introducido una perspectiva de género en la ruta de los desmovilizados, que se

    fundamenta en las características y necesidades individuales, con el objetivo de transformar “[…] aspectos de la identidad masculina y femenina que impiden al participante y sus familias el desarro-llo de un proyecto de vida sin violencia, basado en el ejercicio de derechos y deberes”. Con ello se busca fortalecer las rutas de generación de ingre-sos, fomentar relaciones no violentas de género en núcleos familiares y fortalecer y promover el liderazgo y la participación política de mujeres en procesos de reintegración.

    En la normatividad nacional, el enfoque de género se introdujo por primera vez en el Decre-to 3011 de 2013, que reglamenta las leyes 975 de 2005, 1448 de 2011 y 1592 de 2012. Con ello, dicho enfoque quedó incluido en el Programa Especial de Resocialización de los Postulados al Proceso de Justicia y Paz, a cargo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en el marco de la justicia transicional.

    participación femenina

    En los procesos de paz de la década de los noventa, adelantados con organizaciones y estructuras guerrilleras, el 24 % (1.183) de quienes dejaron las armas fueron mujeres.

    En los procesos con las Autodefensas (2003–2006), ellas representaron el 6 % (1.911) de los des-movilizados. Entre el 2002 y septiembre del 2014, constituyeron el 19 % (5.460) de quienes desertaron de organizaciones guerrilleras y autodefensas en modalidad individual (gahd). Durante ese mismo periodo, representaron el 25 % de los que indivi-dualmente renunciaron a organizaciones guerri-lleras (863 casos).

    Según estas cifras, desde 1990 hasta el 2014, se han desmovilizado, a través de una ruta institu-cional, 8.554 mujeres de guerrillas y autodefen-sas. De los participantes atendidos en la ruta de reintegración de la acr, entre 2007 y 2014, el 23 % (6.747) eran del género femenino.

    En estas cifras no se incluyen quienes han

    salido sin la intermediación de rutas institucionales ni aquellas que han permanecido en las organizaciones armadas ilega-les (oai) o que han muerto en el conflicto armado, lo cual ha invisibilizado su vinculación.

    En el 2006, un informe de la Procuraduría General de la Na-ción advirtió que un porcentaje significativo de mujeres privadas de la libertad han sido procesadas por delitos cometidos cuando eran integrantes de diferentes oai. Algunas de ellas son pos-tuladas a la Ley 975 del 2005, otras no se han desmovilizado y están sindicadas o han sido condenadas.

    Algunas han ingresado sien-do menores de edad a una oai. Al respecto, un asunto que está por visibilizarse es el paso de niña a adolescente y, a su vez, de adolescente a mujer, durante la permanencia en una de estas organizaciones o posterior a su salida. Este es el caso del 46 % (3.077) de las participantes en el Programa de Reintegración.

    avance relevante

    La inclusión de mujeres comba-tientes en el proceso de diálogo en La Habana (Cuba), a través de la Subcomisión de Género, es un avance relevante en la creación de espacios como constructoras de paz y como fuerza transforma-dora social, económica, política y cultural.

    Los procesos de paz en Colom-bia son un referente internacio-nal y tienen el reto de propiciar una política diferencial que po-tencie las fortalezas de la mujer sin reproducir el imaginario de vulnerabilidad, reconociendo la diversidad dentro de la diferencia.

    Se tiene también el reto de reconstruir las experiencias fe-meninas en la guerra, las ruptu-ras y afecciones producidas, las capacidades adquiridas, así como las reconfiguraciones en nuevos tiempos de la vida desde sus pro-pias voces, con el fin de lograr su incidencia en la reorientación de las normas y la formulación e implementación de la política pública.

  • MARZO 2015 | 5 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    palabras clave: eln, mesas de conversación, paz. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    política

    Acciones armadas

    Hacia el 2010, los registros de hombres en armas del eln oscilaban entre 2.200 y 2.500. Entre 2008 y el primer semestre de 2010 hicieron presencia violenta documentada en 12 departamentos, de acuerdo con la base de datos del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos. Según esta organización, aunque las cifras evidencian que la mayoría de sus estructuras urbanas están debilitadas, en términos de capa-cidad de realizar acciones armadas, “el eln todavía no está extinto”.

    Política & Sociedad

    Dialogar con el eln, para no hacer una paz a pedazosalejO vargas velásquez, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de PazUniversidad Nacional de Colombia

    Según las proyecciones, es muy probable que antes de terminar este año se firme un acuerdo de paz con las Farc, pero queda el interrogante del proceso pendiente con el eln. Son varias las razones por las cuales la terminación del conflicto armado debe cerrarse también con este gru-po insurgente con el que, al parecer, ya se ha llegado a algunos acuerdos.

    el proceso de conversaciones entre el gobierno nacional y las farc está en su fase de consolidación. Aunque no es irreversible, muestra avances sustanciales que dependen de resolver cuatro puntos significa-tivos: justicia, dejación de armas, refrendación e implementación de los acuerdos. Ahora está la tarea de cerrar las salvedades que quedaron en los tres primeros puntos, con lo cual es altamente probable que a final del 2015 se firme un acuerdo definitivo.

    Por lo tanto, es totalmente pertinente preguntarse ¿qué pasa con el Ejército de Libera-ción Nacional (eln)?

    En primer lugar, es bien sabido que hay un proceso de acerca-miento reservado entre el Gobier-no y este grupo, en el exterior, desde hace cerca de un año. Allí están tratando de definir una agenda de temas.

    Hasta el momento, al parecer, ya hay acuerdo en lo concerniente a víctimas, participación política, democracia y reformas para la paz. Estarían pendientes los te-mas relativos a implementación de acuerdos y unos procedimien-tos de negociación dentro de los cuales los escenarios y el alcance de participación de la sociedad —especialmente la regional— son fundamentales. También es de primer orden el punto al que se quiere llegar, que no puede ser sino el fin del conflicto y la trans-formación de la insurgencia en un movimiento social y político.

    Para superar esta fase prelimi-nar es clave que el Gobierno na-cional reconozca la especificidad de cada una de las insurgencias, pues no se puede pretender re-

    petir mecánicamente lo que fue funcional en el caso de las Farc.

    Es importante reconocer que para el eln, el rol y el protagonis-mo de la sociedad son esenciales en todas las fases del proceso, lo cual debería verse reflejado en el diseño final que se acuerde.

    En segundo lugar, si el gran esfuerzo que están haciendo el Gobierno y las insurgencias, con el apoyo de la amplia mayoría de colombianos y de la comunidad internacional, es para terminar por completo el conflicto armado interno, es necesario adelantarlo con las Farc y el eln.

    De otra manera, estaríamos repitiendo la vieja historia colombiana de ‘paz a pedazos’. Un pedazo de paz con el M-19, otro con el EPL, otro con el Mo-vimiento Armado Quintín Lame, con el prt, con la Corriente de Renovación Socialista…

    Esa experiencia no la podemos repetir, menos ahora, cuando de-

    bemos apuntar a que la página del conflicto interno armado pase a ser parte de nuestra historia.

    En tercer lugar, es de anotar que estamos en una coyuntura excepcional: de una parte, hay un apoyo casi unánime de la comunidad internacional; y de otra, Estados Unidos, que para esta parte del mundo ha sido la figura hegemónica dominante, claramente ha mostrado su apo-yo al esfuerzo de construcción de una salida concertada al con-flicto armado, nombrando a un enviado especial del presidente

    Obama y de su secretario de Es-tado, John Kerry.

    El Gobierno norteamericano ha emitido un mensaje contun-dente sobre la prioridad que tie-ne este apoyo. Adicionalmente ha incluido en su estrategia de seguridad nacional, la solución del conflicto colombiano como un componente significativo. De esta manera, reconoce, como es claro para los estudiosos de la seguridad y la defensa, que no la lee de una manera ideologizada, lo que representa un avance fun-damental en seguridad regional y, en nuestro caso, una solución concertada a una violencia de medio siglo.

    Adicionalmente, con todas las divergencias en curso, avanza lentamente cierta coincidencia relevante entre actores de poder, en el sentido de encontrar una salida jurídica para todos los actores —guerrillas, militares, empresarios, políticos—. En esa

    dirección debe leerse la oportuna propuesta del expresidente Cesar Gaviria, así como la del procu-rador general, de un “pacto por la paz” que le dé sostenibilidad jurídica y política a los acuer-dos. El eln no se puede quedar al margen de este importante momento político, que busca cerrar el conflicto armado para siempre.

    En cuarto lugar, este grupo in-surgente cuenta en este periodo de su historia con un liderazgo encarnado en Nicolás Rodríguez Bautista (Gabino), quien tiene

    la máxima legitimidad, porque representa no solo la historia de esta organización insurgente, sino que es reconocido por to-dos sus miembros como el líder indiscutible. Eso es fundamen-tal para una etapa tan compleja como la que implica pasar de una dinámica del enfrentamiento po-lítico-militar a otra en la cual se dejan las armas y se prioriza lo político y lo social. Adicional-mente, esta organización salió fortalecida en su cohesión in-terna y en su dirigencia con la realización del V Congreso, a finales del año anterior.

    En quinto y último término, los dirigentes del eln, inspirados en el legado del sacerdote y aca-démico Camilo Torres Restrepo, están llamados a precisar cuáles son sus demandas políticas via-bles, que contribuyan a ampliar y mejorar la calidad de nuestra democracia.

    Persistir en una lucha armada sin futuro, así sea de resistencia como algunos tienden a deno-minarla, es ir en contravía de la historia, porque el contexto internacional dejó de ser favo-rable hace rato, política y mi-litarmente, a las revoluciones armadas que son vistas casi como un fantasma del pasado, que ya no es viable en el mundo de hoy. Los movimientos de cambio en Latinoamérica están andando a pasos agigantados, más allá de si se comparten o no, liderados por partidos y movimientos po-líticos y sociales que utilizan la democracia como vía electoral para acceder al Gobierno.

    Persistir en el uso de la vio-lencia por razones políticas no tiene ninguna justificación y la estrategia de ‘resistir’ es un sinsentido, cuando podrían su-marse a una actividad política dinamizadora de sus propuestas desde la civilidad.

    Por todas estas razones, es-peramos que muy pronto los colombianos conozcamos la formalización del proceso de conversaciones entre Gobierno y eln, dentro de la estrategia que el propio Gabino ha denominado “de dos mesas de conversación y un solo proceso”.

    el contexto internacional hace rato dejó de ser favorable a las revoluciones armadas.

    foto: El Tiempo

  • MARZO 2015 | 6 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    Salud

    El sistema de salud en el pnd va en contravía de la pazsaúl FrancO, docente investigador (*)Universidad Nacional de Colombia

    Los postulados en salud del Plan Na-cional de Desarrollo (pnd) no apun-tan a aplicar la Ley Estatutaria ni a construir una sociedad más justa, democrática y en paz, sino a mante-ner, e incluso profundizar, el actual modelo de salud y de sociedad.

    en una misma semana, el gobierno sancionó la nueva ley estatutaria en salud (les) —Ley 1751 del 16 de febrero de 2015— y presentó a consi-deración del Congreso de la República el proyecto de ley del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.

    Lo primero lo hizo por fuera de los tiempos le-galmente establecidos y más por la presión y las demandas de diferentes sectores sociales que por convicción. Lo segundo, en medio de intensos de-bates, dada la diversidad e importancia de temas incluidos y la opinión generalizada de que el pnd está atendiendo compromisos con la banca inter-nacional y con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (ocde).

    Ambos hechos se dan en un contexto político-social dominado por las negociaciones de paz y en un difícil momento económico, precipitado por la vertiginosa caída de los precios del petróleo.

    Sin duda, la les constituye un avance significativo en la concepción de la salud y en la orientación del Sistema General de Seguridad Social en Salud (sgsss). El simple hecho de generar conciencia colectiva de que la salud no solo es atención de enfermedades, sino un derecho ligado a la situación elemental de ser seres humanos, justifica los largos debates y las diversas movilizaciones por la aprobación de la Ley Estatutaria. Mucho más si esta trata de precisar las responsabilidades del Estado en la protección y garantía del derecho a la salud (artículo 5), poner ciertos límites al negocio de la prestación de ser-vicios (artículo 6), garantizar en todos los casos la oportuna y efectiva atención de urgencias (artículo 14), reafirmar la tutela como recurso ciudadano para reclamar los derechos (artículo 15), defender la autonomía en el ejercicio de las profesiones de la salud (artículo 17) y advertir al Gobierno sobre sus obligaciones en la regulación y el control del mercado de los medicamentos y demás insumos requeridos (artículo 23).

    paso firme, pero insuficiente

    En las 588 páginas de la Sentencia C-313 de 2014, la Corte Constitucional fijó su criterio de exequibilidad condicionada a la Ley Estatutaria y enriqueció la jurisprudencia y el marco conceptual sobre el con-tenido, los alcances y las implicaciones del derecho a la salud en un Estado de derecho.

    Si bien esta norma logró avances importantes, no tocó las bases estructurales del modelo de salud vigente y, por tanto, no resolvió su grave crisis ni planteó un nuevo modelo.

    La persistencia del aseguramiento individual, del esquema de compra-venta de servicios, de la reducción del derecho a paquetes de beneficios diferenciados y discriminadores en función de la capacidad de pago, de la intermediación financiera y de un modelo que ha permitido desviar billones de pesos aportados por la población al enriquecimiento desmedido de algunos o hacia actividades ajenas al sector son indicadores de que la ley se quedó muy

    palabras clave: Ley Estatutaria en Salud, Plan Nacional de Desarrollo, modelo. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    corta frente a lo que pudo haber logrado, y no por falta de propuestas alternativas.

    De hecho, hubo algunos proyectos de ley que, por ejemplo, presentaban las bases y los mecanismos de funcionamiento y financiación de un sistema viable y radicalmente diferente al actual. Se llegó hasta donde fue posible con la relación y la tensión de fuerzas políticas, económicas y sociales, dadas en el curso de la discusión y aprobación de los mismos.

    Por tanto, más que un punto de llegada, la Ley 1751 de 2015 debe ser la partida para exigir su pleno cumplimiento, evitar que abierta o soterradamente se desconozcan o tergiversen sus contenidos —como se evidencia en algunas propuestas del pnd— y ganar el respaldo social para impulsar el modelo de salud y seguridad social que propicie la construcción de una sociedad en paz.

    pnd, en contravía de la ley

    Una cuidadosa lectura de los 206 artículos del pro-yecto de ley del Plan Nacional de Desarrollo y del extenso documento que le sirve de base, permite concluir que lo que el Gobierno realmente quiere y propone en salud para los próximos años no solo tiene poco que ver con la aplicación de la les, sino que en muchos casos es abiertamente contrario al espíritu y a la letra de esta misma.

    Queda, además, la impresión de que el Gobierno está tratando de lograr por la vía del pnd la aproba-ción de lo que consideraba esencial de su fracasada propuesta de Ley Ordinaria en Salud.

    El tema hace parte de la segunda de las seis es-trategias incluidas en el pnd: movilidad social, y lo fundamental se incluye entre los artículos 61 y 72. Pues bien, al plantear los objetivos generales en el documento base (páginas 25 y 26), la salud es con-siderada como “un servicio para enfrentar riesgos”, no como un “derecho fundamental”. La médula de la les es justamente precisar el sentido y los alcances del derecho a la salud.

    Más aún, al sustentar otra de las estrategias del Plan, la de buen gobierno, el documento base explicita sin ambages uno de los pilares fundamentales de la filosofía general de la propuesta desarrollista: “Un Gobierno que garantice tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”. Más claro, imposible.

    De las orientaciones del documento base se pasa a su implementación en el articulado. Se advierte entonces por qué el primer artículo dedicado a salud (artículo 61) defiende un incierto y riesgoso modelo

    integral de atención, cuya formulación queda en manos del Ministerio de Salud y Protección Social. Adicionalmente, demanda tanto la derogatoria de todo lo que tiene que ver con redes integradas de servicios de salud (artículos 60 a 64, de la Ley 1438 de 2011) y de toda la estrategia de atención primaria en salud (artículos 12, 13, 15 y 16 de la misma Ley 1438), como el desconocimiento del artículo 13 de la les, que define que “el sistema de salud estará organizado en redes integrales de servicios de salud”.

    Se entiende también la importancia que se le da en el pnd a la creación de la unidad de gestión de los dineros del sgsss (artículos 62 y 63), que trata de revivir con ajustes la propuesta Salud Mía, hundida en el proyecto gubernamental de Ley Ordinaria en Salud y que revive los copagos, abre de par en par la puerta a una nueva intermediación financiera privada y prioriza la entrega de anticipos a las eps. A estas, además, se les amplía hasta tres años el período para hacer sus recobros y reclamaciones (artículo 70).

    El proyecto pone igualmente las bases para la conversión de Saludcoop en sociedad anónima (artículo 64), la tercerización de los trabajadores en el sector y la aceleración de la liquidación de los hospitales públicos que aún quedan (artículo 71). El listado podría extenderse, pero es suficiente para entender por qué la propuesta del pnd está en contravía de la les.

    Así, los postulados y las propuestas del proyec-to de pnd en el problema de la salud no apuntan a construir una sociedad más justa, equitativa y democrática, sino a mantener —e inclusive a pro-fundizar— el actual modelo de salud y de sociedad.

    Peor aún, muchos de ellos están en contravía tanto de la construcción de una sociedad en paz, como de los avances que con dificultad se venían logrando, tales como la Ley Estatutaria en Salud.

    La convocatoria del subtítulo de la propuesta de pnd, “Todos por un nuevo país”, en lugar de acercarse, parece estar cada vez más lejos. Claro que dicho plan todavía no está aprobado, ni solo las leyes conforman la realidad, ni la sociedad está paralizada.

    (*) Docente Universidad Santo Tomás.

    la oportuna atención en el servicio de salud es uno de los mayores reclamos de los usuarios.

    foto: El Tiempo

  • MARZO 2015 | 7 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    palabras clave: seguridad social, equidad, democracia. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    Economía& Organizaciones

    Al pnd le falta equidad en seguridad socialÓscar rOdríguez salazar, profesor Centro de Investigaciones para el DesarrolloUniversidad Nacional de Colombia

    Democratizar el crédito, destinar ingresos básicos para adultos ma-yores desprotegidos y extender las prestaciones económicas del régi-men contributivo al subsidiado son algunas de las medidas que le faltan al Plan Nacional de Desarrollo, para cerrar las brechas de inequidad en el país. El documento también deja dudas sobre si el Gobierno aceptará las recomendaciones de la ocde en cuanto a igualar la edad de pensión para hombres y mujeres.

    dos estrategias del plan nacional de desarro-llo (pnd) se involucran directamente con la pro-tección social: la movilidad social y la consolidación del Estado Social de Derecho. Al respecto, se esboza que “la estrategia de movilidad social centrada en la salud, la educación y el empleo resulta crucial”.

    Además, se afirma que las políticas para dis-minuir la inequidad y obtener mayores niveles de escolaridad y de calidad en la educación así como el diseño de programas para la generación de ingresos y la continuidad de programas exitosos de transferencias monetarias, como Familias en Acción, son centrales.

    En este contexto, se propone un sistema de protec-ción social (sps) que pretende reducir la inequidad, luchar contra la pobreza, disminuir la vulnerabilidad, fortalecer la clase media y garantizar la movilidad social. Esta última, no contemplada en planes ante-riores, es abordada por técnicos de planeación con base exclusiva en el nivel de ingresos.

    La clasificación, retomada de las propuestas del Banco Mundial y de la Organización para la Coope-ración y el Desarrollo Económicos (ocde), contiene cuatro grupos sociales: pobres extremos, pobres, clase media (ingresos equivalentes per capita diarios de entre 10 y 50 dólares) y clase rica.

    Según el diagnóstico presentado, el 17 % de la po-blación es vulnerable, por lo cual el nivel de ingresos que perciben los puede hacer caer en la pobreza, y su número ha pasado de 8,1 a 8,7 millones de personas, entre 2010 y 2013.

    Entre las tareas propuestas para alcanzar la equi-dad está la consolidación de la clase media y la disminución de la pobreza, así como el impulso de políticas para formalizar el mercado de trabajo y disminuir la desigualdad.

    Aunque son avances importantes, una de las polí-ticas más eficaces para generar empleo formal sería la democratización del crédito, que implicaría, entre otras medidas, disminuir la tasa de intermediación financiera, reducir las tasas de interés al consumo (tarjetas de crédito) y bajar la tasa de interés de usura. Tales acciones beneficiarían a pequeños y medianos empresarios, componentes de la clase media.

    Al acoger los fundamentos de la Ley 789 del 2002, basados en la teoría del manejo social del riesgo (msr), y retomar la política social propuesta y fi-nanciada por el Banco Mundial, el pnd fija como ejes: la privatización, la identificación de la pobla-ción beneficiaria, los subsidios a la demanda y la descentralización.

    A partir de este marco, el Plan plantea buscar la inclusión social “a través de una oferta de protec-ción y promoción social articulada y focalizada”.

    La promoción social figura como sustituto de la asistencia social, descalificada por su relación con el clientelismo y la corrupción, y por la necesidad de legitimar la nueva política social encarnada en el msr. En contraste, En Europa se reivindica la asistencia social como un derecho. La pregunta es: ¿la política de la promoción social, tal como está diseñada, supera las prácticas clientelistas o, más bien, las profundiza?

    ¿igualdad para todos?

    Entre las acciones prometidas es-tán: cerrar las brechas en acceso y calidad a la educación, acercando al país a altos estándares interna-cionales y logrando la igualdad de oportunidades para todos, ampliar el programa de transferencias con-dicionadas, promover el uso de los beneficios económicos periódicos (beps), aumentar la cobertura y la atención al adulto mayor des-

    protegido e incentivar la genera-ción de ingresos para superar la pobreza.

    Sin embargo, las metas cuanti-tativas son realmente limitadas. Por ejemplo, se espera ampliar la cobertura de Familias en Acción con 268.448 nuevas vinculaciones, de modo que en 2018 se cubran 2.950.000 familias, es decir, se pretende un incremento anual de 67.112 familias. Así, parecería que las prioridades estuvieran aso-ciadas más con el pago de la deuda y el gasto militar que con el sps.

    Según el Plan, este programa de transferencias condicionadas ha sido un éxito en la lucha contra la pobreza. No dice que también lo ha sido para garantizar la goberna-

    bilidad, en términos de uso elec-toral, tal como ocurre en México con Progresa y en Colombia con la elección presidencial del 2010.

    Otro componente del sps es el aseguramiento social. En Salud, en el pnd se defiende el modelo de intermediación existente y el ajuste se justifica por la necesi-dad de recuperar la confianza y la legitimidad del sistema. Para los técnicos de planeación, no merece comentarios la sanción de la Superintendencia de Indus-tria y Comercio al gremio de los aseguradores en salud (acemi) y a 16 eps por el manejo de la infor-mación, los acuerdos para incre-mentar la prima de seguro (upc), los recobros al Fosyga en busca de enriquecimiento, las deudas con las ips, los llamados “paseos de la muerte” y las barreras de acceso.

    Aunque se subrayan los logros en equidad, es de anotar que al no extender las prestaciones económicas del régimen contri-

    butivo (pago de incapacidades y de licencias, en especial las de maternidad) al subsidiado, la in-equidad permanece e incrementa la vulnerabilidad.

    En riesgos laborales, se pro-pone aumentar la cobertura para los trabajadores informales, en 1.052.633 nuevos afiliados, es decir, una nueva afiliación anual de 263.165 trabajadores. ¿No se obtendrían mejores resultados estableciendo un sistema de so-lidaridad en riesgos laborales, como el que existe en salud y en pensiones?

    Si el Gobierno decide que las administradoras de riesgos labo-rales destinen una parte de sus ingresos a cubrir la afiliación de

    quienes no tienen contrato de trabajo, se avanzaría en equidad y en lucha contra la vulnerabi-lidad.

    Para el sector informal, la meta pensional es de corto alcance: afi-liar 226.333 personas en cuatro años, es decir 56.583 anuales y llegar, en el 2018, a 500.000 traba-jadores vinculados a beps, sistema de pensiones por debajo del sala-rio mínimo. En el pnd se sostiene que el logro de esas metas requiere promover el ahorro pensional de los más jóvenes y los más pobres, para favorecer la bancarización de estos últimos.

    Si bien los recursos de los fondos privados de pensiones representaron el 18,5 % del pib en el 2014, su impacto sobre la in-versión nacional se limita cuando estos invierten una buena parte (18,7 %) en el mercado externo de capitales. Más importante aún es el efecto del carácter oligopólico del sector, pues en el 2014 dos conglomerados administraban el 84,72 % del valor de los fon-dos moderados: Porvenir, con el 45,12 %, y Protección, con el 39,6 %.

    ingresos básicos

    Para lograr una sociedad más de-mocrática y un sps que proteja la vejez y fortalezca la lucha contra la pobreza, existe otra alternativa: brindar, como mínimo, un nivel básico de ingresos a las personas de edad avanzada. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal), en el trigésimo periodo de sesiones (2010), pro-puso una pensión universal para todas las personas mayores, inde-pendiente de su nivel de ingreso y de otras prestaciones sociales recibidas.

    La lectura del pnd deja algu-nas dudas sobre si el Gobierno aceptará las recomendaciones de la ocde para incorporarse como miembro pleno de este organismo. Hacia la meta de Buen Gobierno, se propone esta afiliación y tal vez aplicar los ajustes sugeridos en materia pensional: igualar la edad de pensión entre hombres y mujeres a 62 años, aumentar ese umbral y liquidar pensiones por debajo del salario mínimo.

    No se puede olvidar que las políticas de ajuste implementa-das en algunos países de la zona euro han tenido el aval de esta organización, que tiene entre sus objetivos centrales “favorecer la expansión del comercio mundial sobre una base multilateral y no discriminatoria conforme a las obligaciones internacionales”.

    según el diagnóstico del pnd, a 2013, el 26 % de la población colombiana estaba en condición de pobreza.

    foto: Ricardo González/Unimedios

  • MARZO 2015 | 8 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    educación

    A subir en el ranking internacional

    Dentro de las metas propuestas por el pnd, en el sector educativo, se destacan: aumentar la tasa de cobertura de la educa-ción superior a nivel nacional, de 45,5 % a 57 %; mejorar el desempeño en las pruebas Saber Pro, de 0 a 12 %; ampliar el nú-mero de becas a población vulnerable, de 23.067 a 125.000; incrementar de 37,4 % a 65 %, los créditos del Icetex destinados a instituciones de alta calidad; aumentar la cantidad de docentes de educación superior con formación doctoral, de 7.300 a 10.000. Asimismo, se busca mejorar la posición de las universidades colombianas en los rankings internacionales.

    Educación

    pnd: ¿oportunidad o riesgo para la Universidad?carlOs albertO garzÓn gaitán, director nacional de Planeación y Estadística Universidad Nacional de Colombia

    En el Plan Nacional de Desarrollo (pnd) no está clara la apuesta por lo público ni por lo estatal, aspectos ineludibles en una política pública para la educación superior. No pro-pone una estrategia de sostenibilidad financiera de largo plazo para las ins-tituciones de educación superior (ies) estatales y, al privilegiar las mejoras en competitividad, deja en segundo plano las ciencias sociales y humanas, sin tener en cuenta que estas, junto con la creación artística, jugarán un papel clave en el posconflicto.

    basado en los pilares de paz, equidad y edu-cación, el pnd asume este último “como el más poderoso instrumento de igualdad social y crecimiento económico en el largo plazo, con una visión orientada a cerrar brechas en acceso y cali-dad al sistema educativo, entre individuos, grupos poblacionales y entre regiones, acercando al país a altos estándares internacionales y logrando la igual-dad de oportunidades para todos los ciudadanos”.

    En lo que tiene que ver con educación superior, incluye apuestas interesantes cuya sostenibilidad de largo plazo debe asegurarse. Se destacan la edu-cación obligatoria hasta grado 11 y avanzar progresi-vamente hacia la jornada única, que en un mediano plazo incrementará el número de cupos requeridos y exigirá una reorganización del sistema.

    Propone también convertir a Colombia en líder latinoamericano en áreas prioritarias de ciencia y tecnología, relacionadas con salud, costos ambien-tales, mitigación del cambio climático y productivi-dad agropecuaria. En este mismo sentido, plantea formar investigadores e innovadores que lideren esta transformación, para lo cual, las instituciones universitarias en general no están preparadas. Por lo tanto, se requerirá determinar cuántas y cuáles dentro del sistema pueden soportar idóneamente ese cometido, es decir, definir realmente el sistema de universidades estatales (sue) con roles y presu-puestos diferenciados y así analizar cómo, operando en red, la Universidad se convierte se convierten en una nueva vía para la prosperidad.

    Cobertura con calidad y articulación de la inves-tigación al desarrollo, mediante la transferencia de conocimiento y tecnología para el emprendimien-to y el crecimiento empresarial, resultan quizás los retos más interesantes. Pero si se tiene como válida la idea de “construir sobre lo construido”, no se pueden trazar nuevas metas desatendiendo problemas de fondo aún sin resolver, en especial en la educación pública. El plan no profundiza sobre el modelo de financiación de la educación superior ni recoge evaluaciones previas en esa materia, como

    la política de desarrollo plantea cri-terios de foca-lización de los estímulos y subsidios, tanto para los jóvenes y sus familias como para las instituciones.

    la del Consejo para la Educación Superior (cesu), que vale la pena recordar, con el fin de propiciar la discusión sobre los modelos en juego.

    evaluación necesaria

    Varios asuntos se consideran problemáticos, de acuerdo con la experiencia en la aplicación de la Ley 30 de 1992. En primer lugar, se trata de un modelo inercial que no considera el crecimiento real de cada una de las instituciones ni su complejidad y que consoli-da la inequidad característica del sistema existente, al momento de implantarlo. No contempla cómo resolver las inequidades regio-nales ni incluye a las ies públicas diferentes a las universidades.

    Aunque ha generado un leve aumento de los recursos apropia-dos en estos 20 años de vigencia, no toma en consideración las nue-vas ofertas de cupos, la diversidad y complejidad tecnológica ni la consolidación de las funciones de investigación y extensión. Tampo-co estima los costos de una planta docente, cada vez más capacitada y productiva académicamente, para responder a la calidad exigida por el Estado y la sociedad.

    El modelo trazado en 1992 no toma en consideración los sub-sidios necesarios ni las acciones

    afirmativas derivadas de la política social, señaladas en la Constitu-ción Nacional y que tradicional-mente se enmarcan dentro del concepto de bienestar.

    No permite inversiones nuevas que no se constituyan en base presupuestal para ser indexadas a futuro ni contempla los recursos de funcionamiento que se gene-ran de las nuevas inversiones y que, por lo tanto, se vuelven re-currentes para las instituciones. No incluye la existencia de índices de costos de educación superior que superan la inflación, tanto en la oferta pública como en la privada, ni está ligado a fuentes fijas crecientes.

    Si bien se tiene un componente flexible, basado en el crecimiento del pib, asignado por indicadores, esta estrategia perdió rigurosidad técnica al modificarse el uso de los indicadores, con el propósi-to contradictorio de resolver las inequidades entre instituciones, eliminando en el cálculo las varia-bles que las diferencian; además, los recursos asignados por esta vía representan solo un pequeño por-centaje del presupuesto de las ies.

    A ello hay que agregarle que está ausente la evaluación del deterioro, la depreciación de la infraestructura física y tecnológica y las demandas de información contenida en bases de datos nacio-

    nales e internacionales, así como los costos de los nuevos servicios de valor agregado en tic. No tiene en cuenta los resultados de las IES en cobertura, calidad, pertinencia, gestión e investigación

    Revisado el modelo puesto en vigencia por la Ley 30 de 1992 frente a los pilares del plan, es claro que no incluye los costos de la calidad ni va a permitir una apuesta de aumento de cobertura de gran calado, como la que se requiere en un escenario de paz.

    puntos para repensar

    En el plan no se establecen metas específicas para cada nivel y mo-dalidad de la educación superior, ni entre lo estatal y lo privado, ni entre financiación a la demanda o de la oferta, ni entre créditos y donaciones. Si no existe una apuesta clara por lo estatal, para un Gobierno siempre será más efectivo, en el corto plazo, finan-ciar la demanda en instituciones privadas bajo la modalidad de cré-ditos condonables a las familias. En este caso, la eficiencia va en contravía de la eficacia y de la per-tinencia, en especial en términos de inclusión.

    La política de desarrollo con-solida la estrategia de financia-ción a la demanda, crea nuevas variedades y precisa los criterios

    foto: Andrés Almeida/Unimedios

  • MARZO 2015 | 9 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    economía

    La educación superior sí paga

    Las brechas en ingresos entre las personas con educación superior y aquellas con niveles educativos más bajos continuaron siendo sustanciales durante la recesión global, al punto que se incrementa-ron. En 2008, en promedio, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Eco-nómicos, una persona con educación superior podía esperar ganar un 58 % más que su contraparte con solo educación media-superior. Hacia 2010, el nivel de ganancia aumentó a 67 %.

    en el plan no se establecen metas específi-cas para cada ni-vel y modalidad de la educación superior.

    articular la investigación al desarrollo es uno de los retos más intere-santes del pnd.

    de focalización de los estímulos y subsidios, tanto de los jóvenes y sus familias como de las insti-tuciones. Los recursos públicos escasos seguirán subsidiando a las empresas, al asumir plenamente la financiación del sena, y a las universidades privadas, al pagar las matrículas, logrando un mejor uso de su capacidad instalada.

    La autonomía académica en la educación superior, que ha sido blanco de diversos intentos de limitación a través de leyes que reglamentan profesiones y estan-darizan contenidos, se pone en riesgo. La recomendación es tener especial cuidado al momento de definir la misión y las funciones de la llamada Superintendencia de Calidad y el contenido de los “contratos plan”, para no violar la autonomía.

    El programa “Ser pilo paga” debe complementarse con accio-nes hacia población vulnerable, tanto de las grandes ciudades como de los municipios de fron-tera, en cuyo caso los estudiantes no tienen los mejores resultados en las pruebas de Estado ni capa-cidad de pago para que, en caso de no graduarse o no hacerlo en el tiempo establecido —algo muy probable—, tengan cómo subsanar el crédito.

    El pnd privilegia los campos del conocimiento orientados di-rectamente a la competitividad e innovación, dejando en segundo plano las ciencias sociales y huma-nas junto con la creación artística. Esta falencia es grave por el papel que jugarán las universidades y la educación en general durante el posconflicto.

    Ahora bien, cada apuesta re-quiere una cantidad inmensa de recursos, el riesgo es que no se pueda disponer de ellos por las restricciones que impondrá la cri-sis de los precios del petróleo. En medio de estas dificultades, se confirmará si realmente el Go-bierno privilegiará a la educación y, en nuestro caso, a la educación universitaria, como una de las mejores maneras de garantizar la inclusión económica y social en el posconflicto.

    déficit de supervivencia

    El mecanismo de financiación para la oferta pública exige definir un nuevo punto de partida en la dis-tribución de recursos para todas las instituciones y aumentar la base presupuestal en el monto que se ha evaluado por el sue como de déficit de supervivencia –ni siquiera es un déficit técnicamente calculado.

    Una vez lograda esta estrategia, se puede proceder a disminuir progresivamente las brechas so-ciales y económicas en el contexto actual del sistema de educación superior colombiano, para lo cual se requieren recursos adicionales

    y una redistribución más equitati-va entre instituciones y regiones.

    Resulta fundamental reconocer y medir la heterogeneidad y com-plejidad del sistema, así como es-tablecer la existencia de diferentes énfasis misionales, identificando al menos tres grupos de universida-des en el sue: unas pocas, máximo cinco, intensivas en investigación; un segundo grupo, intermedio, que combine docencia y una in-vestigación emergente; y un tercer grupo orientado a atender fun-damentalmente la demanda por pregrados. El sistema se organizará regionalmente alrededor de las universidades de investigación,

    fomentando la cooperación y el trabajo en redes.

    La progresividad para el logro de la equidad puede diferenciarse en cada grupo. En una primera fase, por ejemplo, se pueden apropiar más recursos para las universida-des cuya inversión por estudiante al año esté por debajo del promedio y llevarlas a la nivelación; luego se calcula en cada grupo el nuevo promedio y se repite la operación. Cada ajuste en la inversión tiene que ir atado a compromisos de calidad y cobertura.

    Es importante conservar e in-crementar inversiones transversa-les a las instituciones (Colciencias,

    men), en factores directamente relacionados con la productividad académica: formación doctoral de profesores, adquisición de bases de datos, negociación nacional de licenciamiento del software que el Estado pondría a disposición de las ies estatales y montaje de Centros Compartidos para prestar servicios tecnológicos que requie-ran equipos robustos sofisticados, entre otras opciones.

    El Gobierno debe promover la eficiencia de las ies públicas y pri-vadas, relacionada con gestión fi-nanciera, sistemas de información y de costos, entre otros. Incentivar y reconocer la implementación

    de buenas prácticas en todos los procesos misionales de gestión y soporte es otra iniciativa pro-puesta.

    En fin, ideas y propuestas exis-ten, lo que se requiere es diálo-go constructivo, cooperación y disposición para avanzar en una política pública financiada con recursos frescos para soportarla sosteniblemente.

    palabras clave: educación su-perior, desarrollo nacional, plan de gobierno. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    Foto: Pilar Suescún

    foto: archivo Unimedios

  • MARZO 2015 | 10 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    Economía& Organizaciones

    economía

    Fábrica de billetes

    Según cifras del Banco de la República, al 31 de diciembre de 2012, la Imprenta de Billetes registró una cifra total acumulada de 21.900,11 millones de piezas producidas en quince diferentes denominaciones, que van desde uno hasta 50.000 pesos. Desde el año 2000 al 2012, fueron emitidos un total de 1.360,60 millones de billetes de 50.000. En contraste, en 1960, la producción de billetes de un peso fue de 82,6 millones.

    Razones de “peso” para emitir billetes de $100.000caMilO ignaciO cOrOnadO raMírez, profesor asociado del Departamento de Economía Universidad Nacional de Colombia

    La controversia generada ante el anuncio de la emisión del billete de 100.000 pesos, a finales del presente año, radica más en los costos que la medida podría representar para el sector financiero, que en los benefi-cios efectivos para los colombianos en general. Las condiciones para la entrada en circulación de la nueva denominación son incluso más fa-vorables que las que en su momento experimentó el billete de 50.000.

    alguna discusión ha despertado el anuncio, por parte del banco de la república, de poner en circulación, a finales del presente año, el billete de 100.000 pesos. Asobancaria aduce que “resulta ineficiente en la reducción de los costos de transac-ción y obstaculiza la inclusión financiera”. Asimismo considera que incrementará la ilegalidad, pues “fa-cilita el transporte de dineros ilegales y contribuye a dinamizar la evasión, en la medida en que termina fomentando el uso del efectivo en transacciones de muy alto valor y promueve la informalidad”, según lo señaló este gremio a la revista Dinero.

    Las razones que expone el Emisor para intro-ducir la nueva denominación se fundamentan en el desempeño y la evolución del volumen de tran-sacciones, en especial las de mayor magnitud, y la demanda de billetes de alta denominación por parte de las propias entidades financieras. Según el gerente general del Banco de la República, José Darío Uribe, “ellos son los que piden de manera creciente los billetes de 50.000 pesos”.

    La mayor liquidez del dinero frente a los demás activos implica que, al pagar en efectivo, los costos de transacción sean los más bajos. El dinero, en su función de medio de pago, compuesto por un conjunto de activos de alta liquidez, aunque no exactamente la misma, puede involucrar costos implícitos para una u otra parte de la transacción, dependiendo de la opción de pago.

    Pagar con una tarjeta débito de la cuenta corriente representa normalmente costos para el usuario, como el derivado del impuesto del cuatro por mil y el cobro del banco, denominado cuota de ma-nejo. Ello, sin contar el pago al vendedor por el funcionamiento de un datáfono, más la comisión por la cuenta a la que van los fondos. Claro, ese vendedor deberá gastar parte de los fondos de sus transacciones, de modo que las que están en su cuenta corriente tendrán que pagar cuatro por mil.

    El pago con dinero en efectivo no solo es legal, sino que es la función para la que están hechos los billetes y las monedas, e implica menores costos de transacción porque, aún para media-nas operaciones, el acompañamiento policial es un derecho gratuito. El vendedor, sin embargo, debe cuidar el manejo de su efectivo en caja,

    palabras clave: billetes, emisión, nueva denomina-ción. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    para protegerse o anticiparse a un hecho delictivo.

    Mientras más dinero en efectivo y transacciones se hagan por la vía de los billetes, menos depósitos captarán los bancos, que los saben colocar en el mercado de crédito a tasas de colocación elevadas. Ello, descontando los costos de operación y la asignación de costos fijos, brinda una idea del jugoso margen que obtienen las entidades financieras por facilitar su plata-forma electrónica o sus cheques para realizar transacciones.

    Si disponer de dinero de alta denominación implicara un efecto directo sobre la ilegalidad, habría que retirar de circulación los bille-tes de 50.000 pesos. La mayor de-manda de los bancos por billetes de mayor denominación es otro

    indicador de la necesidad de in-troducir una nueva. Vale recordar que en el año 2000, la controversia no impidió introducir el billete de 50.000 pesos, que hoy mantiene su funcionalidad.

    Sin duda, hay un efecto muy positivo en la productividad, en tanto será más fácil realizar un pago, las filas en los estableci-mientos de comercio pueden ser más fluidas y todo redundaría en un alivio tanto en costos como en bienestar. No hay que olvidar también que disponer de deno-minaciones más altas facilitará su porte discreto.

    Algo que sí debe quedar claro es que los ciudadanos son libres de definir la suma que asignarán a depósitos en sus cuentas a la vista, así como la que portarán o conser-

    varán en sus propias instalaciones, sin que por ello sean responsabilizados de evasión. Cuando más, podría llegar a ser elusión, de un modo bastante peculiar, pues es una asignación no observable y queda en la intimidad del individuo, al decidir cuánto constituiría normalmente la cantidad de dinero que demandaría por motivos transaccionales (porque planea gastarlo pronto) y por una razón especulativa (dado que las tasa de interés de captación del banco sea muy baja respecto al costo de oportunidad del individuo).

    Lo anterior obedece a lo conocido por los eco-nomistas desde Keynes, respecto a los motivos para demandar dinero, por lo cual resulta curiosa esa interpretación a modo de evasión o elusión.

    Más aún, en buena medida no habría lugar a pensar en ninguno de estos dos delitos, si no fuera por el impuesto del cuatro por mil, probadamente antitécnico, inequitativo, ineficiente y producto de la defraudación a la sociedad, que se anunció como temporal y parece cada vez más difícil de eliminar.

    bancos, a innovar

    Lo que deben entender las entidades financieras es que hay que competir por el efectivo, que también puede hallar buen recaudo en manos ciudadanas. Su competitividad se puede dar, de un lado, reco-nociendo una tasa de captación más a atractiva a los ahorradores y clientes en general, y de otro, disminuyendo a la mínima expresión sus cobros o “cuotas de manejo”, sin mencionar los de otros “servicios” como consulta de saldos, tarjeta débito, cobro por retiros o consignaciones nacionales.

    Parece que el enemigo de la bancarización y la rentabilidad del sector financiero está adentro. Los esfuerzos por extender la red de datáfonos y reducir su costo de funcionamiento y el de dichas transacciones bien podrían constituir un factor de gran interés para agregar valor en la relación con sus clientes.

    Se trata de innovar. Algunas entidades finan-cieras ya disponen de aplicativos y dispositivos en taxis para poder realizar pagos con tarjeta débito. Otras innovaciones más están en camino, mediante dispositivos que llevarán el “dinero electrónico” a un mayor nivel.

    No va a existir un efecto negativo, ni importante, ni duradero para los bancos, por la introducción de la nueva denominación. Por el contrario, el balance será cada vez más positivo, máxime la antelación con la que el Banco de la República ha difundido su decisión.

    Por otra parte, es lícito preguntar sobre las con-diciones relativas que enfrentaría la nueva deno-minación. De hecho, el salario mínimo como pro-porción de la mayor denominación en el año 2000 representaba alrededor de 5,2 billetes de 50.000. Esta relación alcanzaría un mayor valor al momento de entrar en circulación el de 100.000, pues llegaría a 6,5, aproximadamente.

    Lo anterior significa que, en términos relativos, las condiciones para la entrada en circulación de la nueva denominación son incluso más favorables que las que en su momento experimentó el billete de 50.000.

    una de las ventajas de los billetes de mayor denominación es que se pueden llevar consigo de manera más discreta.

    foto: Catalina Torres/Unimedios

  • MARZO 2015 | 11 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    palabras clave: Ley de la relatividad, 100 años, Albert Einstein. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    Ciencia& Tecnología

    La ecuación más famosa de todos los tiemposdiegO a. tOrres, profesor del Departamento de FísicaUniversidad Nacional de Colombia

    El descubrimiento de la íntima re-lación entre la materia y la energía por parte de Albert Einstein, a prin-cipios del siglo XX, le proporcionó a la humanidad el poder de contar con energía eléctrica, crear técnicas para diagnosticar y curar enfermedades, explorar el espacio e implementar aplicaciones técnicas, vitales para la marcha de nuestra sociedad. Al conmemorarse los 100 años de la revolucionaria teoría de la relatividad general, a partir de los hallazgos del famoso físico, se siguen produciendo aplicaciones que cambian al mundo.

    alguna vez se han preguntado ¿cómo se vería el mundo si pudieran montarse sobre un rayo de luz?, ¿será posible que el tiempo trans-curra de igual forma para todos? y, si tuvieran un microscopio lo suficientemente potente para ver los átomos y las moléculas, ¿qué verían si se hace incidir luz sobre una placa metálica?

    Estas fueron algunas de las ingeniosas preguntas que un joven físico de 26 años se dio a la tarea de responder. Ese ejercicio cambió no solo la forma como vemos el mundo, sino que nuestras sociedades y estilos de vida se modificaron a tal punto que su apellido es asociado a la máxima expresión de la genialidad. Su nombre, Albert Einstein.

    Para 1905, Einstein repartía su tiempo entre un monótono trabajo de seis días a la semana, en la oficina de patentes de Berna (Suiza), su esposa Mileva Marić, su pequeño hijo Hans y encuentros ocasionales con un grupo de amigos que se auto-denominaban “La academia olimpia”.

    La vida de Einstein no era fácil. Su trabajo en la oficina de patentes no correspondía con su titulación de profesor de matemáticas y física de la Escuela Politécnica Federal de Zurich. Este cargo lo obtuvo después de casi dos años de desempleo, gracias a la ayuda del padre de un amigo. En este ambiente, uno de los más adversos para la producción de nuevas ideas científicas, publicó una serie de artículos que harían de 1905, uno de los años maravillosos para la ciencia y la sociedad moderna.

    Uno de estos textos serviría de prueba adicional a la existencia y tamaño de átomos y moléculas; otro propondría la naturaleza cuántica de la luz; y dos más cambiarían de manera radical nuestra con-cepción del espacio y el tiempo, y darían origen a la ecuación más famosa de todos los tiempos: E = mc2.

    a la velocidad de la luz

    En esta, se relaciona la energía de un cuerpo (E) con su masa (m) y la velocidad de la luz en el vacío (c). Así, Albert Einstein se convirtió en uno de los iniciadores de la mecánica estadística, uno de los padres de la mecánica cuántica y el creador de la teoría de la relatividad, pilares de física moderna que cambiaron nuestro mundo para siempre.

    La ecuación mostró que la materia y la energía son la misma cosa en dos estados diferentes (piensen en el agua, que puede ser encontrada en estados sólido, líquido y gaseoso); y nuestro mundo se mueve gracias a la energía.

    El resultado planteó la posibilidad de extraer energía de la materia misma. Por ejemplo, un núcleo

    atómico, que posee más del 98 % de la masa de un átomo promedio, en una muy pequeña región del centro del mismo, presenta una densidad de aproximadamente 2,3 x 105 toneladas/mm3 (equi-valente a tener la masa de dos portaaviones gigantes concen-trada en un cubo de un milíme-tro). Esta enorme densidad es la clave inicial para entender el gran poder acumulado en el núcleo atómico, el cual origina la energía emitida en forma de luz y calor proveniente del Sol. También es responsable del incremento de la temperatura en el interior de la Tierra, debido al decaimiento radioactivo de núcleos como el torio. Ambos fenómenos forman parte de las condiciones nece-sarias para sostener la vida en nuestro planeta.

    El descubrimiento de la íntima relación entre materia y energía le daría a la humanidad el poder de suplir sus enormes necesidades energéticas (alrededor del 14 % de la electricidad producida en el mundo proviene de plantas de energía nuclear), crear técnicas para diagnosticar y curar enferme-dades como ciertos tipos de cán-cer, explorar el espacio exterior mediante satélites impulsados por baterías nucleares e implementar incontables aplicaciones técnicas, vitales para la marcha de nuestra sociedad.

    Pero también, por primera vez en nuestra historia, ese co-nocimiento dio la certeza de que la humanidad tiene el poder de destruirse, gracias al profundo entendimiento de la naturaleza y de conceptos como materia, energía, espacio y tiempo.

    Alguna vez se han preguntado ¿qué puede ser más básico que el espacio y el tiempo? y ¿qué puede ser más diferente entre sí que el espacio y el tiempo?

    El tiempo es movimiento, un devenir continuo e inmutable que fluye y puede ser distinguible por eventos como el avance de un reloj o el crecimiento de los hi-jos. Entretanto, los cambios en el espacio que nos rodea, a lo largo del tiempo, parecen ser algo que damos por cierto, así como cree-mos que el transcurrir del tiempo siempre es constante.

    Para nosotros, no hay duda de que la rapidez con la que giran las manecillas del reloj es igual a la de los relojes de los astronautas en el espacio. En contra del sentido común, si pudiéramos comparar de for-ma simultánea los relojes de los astronautas con los nues-tros, ¡veríamos que los de ellos avanzan más rápido! De hecho, los relojes de ciertos astronau-tas, ubicados en una órbita de 20.000 km sobre la superficie de la Tierra (el monte Everest solo tiene 8 km de altitud), se ade-

    lantan alrededor de 0.000038 segundos por día.

    Este pequeño efecto tiene repercusiones dramáticas en nuestro mundo, el cual depen-de de los navegadores satelitales (gps, Global Positioning System) que usamos a diario en nuestros carros, paseos de campo, teléfo-nos inteligentes, aterrizajes de aviones en medio del mal clima, exploración de petróleo y hasta películas del agente 007, entre otros.

    relojes sincronizados

    El sistema usa señales enviadas a la velocidad de la luz por 24 satéli-tes que viajan a 14.000 km/h, con relación a la superficie de nuestro planeta. Ahí es donde la sincro-nización entre los relojes de los satélites y los GPS es la clave para obtener una posición con un error de ubicación menor a 10 metros. Esta sincronización se logra gra-cias a los conceptos de espacio y tiempo creados por Einstein, que permiten comprender que la ma-nera como transcurre el tiempo en dos relojes es “relativa” a la forma como se mueven y a la intensidad de la gravedad en el sitio donde se encuentran.

    La forma como entendemos la relatividad con la que transcurre

    el tiempo es producto de dos efectos formulados en teorías de Einstein. La primera es la teoría especial de la relatividad, planteada en 1905; y la segunda, la de la relatividad general, originada a partir de la primera y formulada en 1915.

    La primera no describe a la fuerza de la gravedad mientras que la segunda sí lo hace, aunque es bueno aclarar que la segunda contiene a la primera.

    Según la relatividad especial, el tiempo en los relojes de los satélites transcurre más lento que en los nuestros, lo que genera un retraso de alrededor de 0.000007 segundos por día. Por su parte, la re-latividad general predice el efecto opuesto en los relojes de los satélites, que avanzan más rápido por encontrarse en una región en donde la gravedad es cuatro veces menor a la de la superficie de la Tierra. En este último caso, los relojes se adelantan alrede-dor de 0.000045 segundos por día. El efecto neto son los 0.00038 segundos que a diario deben corregirse para el bienestar de no pocos en nuestro planeta.

    El impacto generado por las teorías de Albert Einstein ha sido de tal magnitud, que después de 100 años de la formulación de la teoría general de la relatividad, y 110 años después de su año maravilloso, seguimos hallando aplicaciones que cambian a la sociedad, y buscando solución a las preguntas que sus trabajos dejaron planteadas. Nuestra humanidad hablará de Albert Einstein mientras exista.

    Por eso, la próxima vez que llegue a tiempo a una cita importante, gracias a la oportuna ayuda de un mapa satelital, dele las gracias al joven que trabajaba en contra de su destino, en una oficina de patentes, para cambiar el mundo.

    grupo de galaxias abell 1689 fotografiadas por el telescopio espacial hubble en el 2002, que actúan como lentes gravitacionales que curvan la luz. Los arcos concéntricos alrededor de la zona azulada son en realidad imágenes distorsionadas de las galaxias. Esta imagen es una de las mejores pruebas visuales del triunfo de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.

  • MARZO 2015 | 12 Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia

    Grandes vestigios de un bosque seco en La Guajira

    Ciencia& Tecnología

    herMann sáenz, Unimedios Bogotá

    Fósiles de chigüiros de más de tres millones de años, tapires y osos perezosos gigantes for-man parte de la varie-dad de restos hallados en la península de La Guajira, que dan cuen-ta del bosque que debió existir hace no me-nos de 20 millones de años, en lo que ahora es desierto. Un equipo de investigadores de la un trabaja con el Insti-tuto Smithsonian para rescatar los rastros de la naturaleza perdida.

    ciencia

    Rastros de la TitanoboaLa titanoboa es un reptil extinto hace 60 millones de años, que podría medir entre 14 y 17 metros de largo y pesar más de una tonelada. La réplica que en la actualidad se exhibe en el Jardín Botánico de Bogotá mide 14 metros y fue creada a partir de fósiles de vertebras encontradas La Guajira. “Es probablemente uno de los hallaz-gos más importantes en la historia de Colombia”, así lo define el geólogo de la un Carlos Jaramillo, del Instituto Smithsonian en Panamá.

    investigadores realizan labores de campo en el extenso desierto guajiro, en el sector conocido como Castilletes, cerca a la frontera con Venezuela.

    de las más de 9 millones de hectáreas de bosques secos que llegaron a cubrir el territorio nacional, hoy solo queda el 8 %, lo que ubica a este ecosistema entre los más amenazados del país. Precisamente, uno de estos bosques predominaba en la Alta Guajira, donde hoy el paisaje está dominado por el desierto.

    Es muy difícil imaginar que en ese extenso campo baldío de arena y mar existió, alguna vez, un lugar en el que prevalecieron fuentes de agua y habitaron va-rias especies de plantas y grupos de animales. Sin embargo, esto sucedió entre hace 20 y 2 millo-nes de años.

    Una de las especies que ha-bitó este lugar y que más llamó la atención dentro de los fósiles de mamíferos hallados, fue un chigüiro de aproximadamente 3,2 millones de años, que se convirtió en el primer registro de un fósil de esta edad en nuestro país y en el más cercano al istmo de Panamá.

    “Perteneció a un género ex-tinto caracterizado por su gran tamaño, mucho mayor al de los actuales. Las diferencias más grandes radican en la dentadura y en algunos rasgos del cráneo, que permiten establecer que estamos tratando con una nueva especie”, comenta María Camila Vallejo,

    foto: wilchesespecieurbana.blogspot.com

    bióloga de la un que hizo parte de la investigación.

    Es importante tener en cuenta que, en la actualidad, en el país existen dos especies de chigüi-ros: el Hydrochoerus hydrochaeris, con distribución en los Llanos Orientales y el Amazonas, y el Hydrochoerus isthmius, que habita al norte de Colombia, Panamá y Venezuela. No obstante, hoy en la Alta Guajira colombiana no se encuentra ninguna de estas dos.

    La privilegiada posición geo-gráfica de nuestro país, unido al istmo de Panamá, lo ha conver-tido en uno de los principales corredores de animales y plantas a través del tiempo geológico. Así, se puede pensar en Colombia como puerta de entrada y sali-da, un punto casi obligado para muchas especies que migraron de Norteamérica a Suramérica y viceversa. “Encontrar una nueva localidad fosilífera de esta edad en la Alta Guajira nos ayuda a entender dichos procesos de traslado”, señala la bióloga.

    La aparición de esta nueva es-pecie permite comprender cómo este grupo de roedores de gran

    tamaño se ha distribuido a través del tiempo, desde sus orígenes en Argentina, hace aproximadamente 11 millones de años.

    El chigüiro, considerado el roedor más grande, desde siempre ha estado relacionado con ríos o lagos. Por lo tanto, hallarlo en la Alta Guajira indica que hasta hace por lo menos 3,2 millones de años había amplios ambientes fluviales y que el proceso de desertificación fue más reciente.

    Esto también se ha corroborado con el hallazgo de bagres, que solo se encuentran en cuerpos de agua grandes y constantes (ver recuadro).

    sedimentos acumulados

    La Guajira alberga una secuencia muy espesa de sedimentos acumulados a lo largo de millones de años, lo cual abre la posibilidad de estudiar el cambio de esta zona, según los animales que vivían allí y las condiciones que debía tener este ambiente para soportar la vida de diferentes especies a lo largo del tiempo geológico. Así lo explica Gustavo Ballen, estudiante de la Maestría en Biología de la Universidad Nacional, quien realizó su tesis sobre los hallazgos ictiológicos en Castilletes y hoy hace parte del equipo que investiga los restos, junto con otros egresados de la Institución.

    Por ser una zona desértica, la roca se encuentra erosionada, debido al viento, al agua y a los cambios de temperatura. Allí, poco a poco, empezaron a aparecer restos de vertebrados muy grandes que llamaron la atención de los investigadores, por

    lo cual los han venido desente-rrando.

    Dentro de las especies halladas, se destacan los astrapoterios, ejem-plares parecidos a los tapires, pero con dientes exteriores. También se encontraron gliptodontes, enormes mamíferos similares al armadillo; purussaurus, caimanes que podían llegar a medir hasta 13 metros de longitud; y perezosos gigantes.

    La bióloga Camila Vallejo des-taca que fueron encontrados res-tos de un mapache extinto que pertenece al género Chapalmala-nia. Este es uno de los registros encontrados más al norte y su descubrimiento ha sido funda-mental para entender la migra-ción de este grupo de carnívoros de Suramérica a Norteamérica.

    En cuanto a otros mamíferos, se han localizado fósiles del or-den Artiodactyla (grupo al que pertenecen vacas, camellos y pe-carís); y pampaterios (litopternos y notoungulados), herbívoros de gran tamaño que hoy en día están extintos y que eran endémicos de Suramérica.

    También se hallaron restos de marsupiales —como las chuchas o

  • Periódico – Nº 186 – Universidad Nacional de Colombia MARZO 2015 | 13

    silueta de un fósil cubierto por arena y hallado por los investigadores en la Alta Guajira.

    los hallazgos de fósiles de peces en castilletes fueron el insumo principal para la tesis de maestría del biólogo de la un Gustavo Ballen.

    palabras clave: fósiles, bosque seco, La Guajira. Con-súltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

    río de bagres

    • Los peces de agua dulce encontrados en sedimentos del Plioceno temprano (hace aproximadamente cinco millones de años), entre la fauna fósil de la península de La Guajira, han sido estudiados con el fin de probar hipótesis paleogeográficas sobre el tiempo de origen de los drenajes, al oeste de Los Andes.

    • Para llevar a cabo dicha evaluación fueron necesarias dos herramientas: primero, la morfología de las espinas en silurifor-mes (peces gato o bagres), así como un método semiautomático de comparación entre ejemplares fósiles; y segundo, una matriz de referencia con el dialecto de programación R, que permitió realizar las comparaciones entre especímenes fósiles y recientes.

    • Se encontró que, como mínimo, 12 taxones siluriformes estuvieron presentes en la península, un área actualmente desértica que presentó ríos de tamaño mediano a grande durante el Plioceno temprano.

    • Este ensamble representa la fauna fósil más joven y genera dudas sobre el tiempo de diversificación aceptado actualmente para los drenajes en el norte de Suramé-rica.

    • Entre los grupos de peces notorios en-contrados figuran pirañas, grandes bagres de río, cachamas, bagres sierra, sardinas, payaras, peces pulmonados y curitos.

    • Los grandes bagres son migratorios y requieren de enormes ríos para realizar sus migraciones reproductivas, por lo que son la evidencia más fuerte de un drenaje asociado con el Orinoco.

    • Además, a nivel de género, todos los peces encontrados están actualmente presentes en el Orinoco, pero no en el Magdalena ni en Maracaibo.

    fotos: Christian Ziegler

    zarigüellas—, ratones, aves serpientes y organismos similares a los venados.

    río caudaloso guajiro

    Para que estos animales pudieran habitar allí, La Guajira ha tenido que cambiar mucho en esto