integraciÓn de los contenidos matemÁticos en...

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1 LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS MAESTRÍA EN MATEMÁTICA, MENCIÓN DOCENCIA INTEGRACIÓN DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN LOS PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE AULA Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Matemática, Mención Docencia Presentado por: Andrés E. Rojas R. C.I. 4950161 Tutor: Dr. Hugo Parra S. C.I. 8427242 Maracaibo, julio de 2006

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LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS MAESTRÍA EN MATEMÁTICA, MENCIÓN DOCENCIA

INTEGRACIÓN DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN LOS PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE AULA

Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Matemática, Mención Docencia

Presentado por:

Andrés E. Rojas R. C.I. 4950161

Tutor:

Dr. Hugo Parra S.

C.I. 8427242

Maracaibo, julio de 2006

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LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS MAESTRÍA EN MATEMÁTICA, MENCIÓN DOCENCIA

INTEGRACIÓN DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN LOS PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE AULA

Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Matemática, Mención Docencia

Presentado por:

Andrés E. Rojas R. C.I. 4950161

Tutor:

Dr. Hugo Parra S.

C.I. 8427242

Maracaibo, julio de 2006

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6

A Mi Madre por la vida

A Mis hijas e hijos

por todas las enseñanzas

A los alumnos y docentes de las escuelas PDVSA Por veinte años de vivencias

A Novilunio, a pesar de todo…

7

AGRADECIMIENTOS:

Mi agradecimiento muy particular a los docentes Hugo Parra y María Escalona, que

espero se vuelvan a juntar a discutir enfoques metodológicos…

8

“….Hay que educar al educador”

Carlos Marx

(3ra. Tesis sobre Feurbach)

9

ÍNDICE GENERAL

Pag.

RESUMEN .......................................................................................................................... 12 INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 14 I.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: LA ACTIVIDAD DOCENTE Y EL CURRÍCULO BÁSICO NACIONAL.................................................... 17

I.1.- Las escuelas PDVSA como marco referencial: situación problemática detectada………………………………………………………………………………………..19 I.2.- Objetivos de la investigación ……………………………………………………………..26

II.- MARCO TEÓRICO

II.1.- Antecedentes de Investigación ………………………………………………………28 II.2.- Sustentación Epistemológica …………………......…………………………… .….30

II.2.1.- La fenomenología ………………………………………………… …… … …32 II.2.2.- El interaccionismo simbólico …………………… …………… …………. …33 II.2.3.- La etnometodología ……………………………………………………………34

II.3.- Constructivismo: algunas precisiones teóricas II.3.1.- La educación matemática desde la perspectiva constructivista ……………….37 II.3.2.- La matemática como objeto de enseñanza …………………………………….38 II.3.3.- La matemática como objeto de aprendizaje ………...…………………………40 II.3.4.- La construcción del conocimiento ……………………………………… …. 41

II.4.- Referentes teóricos de los Elementos Curriculares II.4.1.- Antecedentes de la planificación por proyectos ……………………………….43

II.4.1.1.- Desarrollo Histórico del Método de Proyectos ………………………….44 II.4.2.- Componentes del Método de Proyectos ……………………… ……… ……. 45 II.4.3.- Prescripciones del Currículo Básico Nacional para los Proyectos Pedagógicos de Aula …………………………………………………………………. 47 II.4.4.- Elementos Formales y No Formales de los Proyectos Pedagógicos de Aula y los obstáculos para su diseño y desarrollo ……………….… 48 II.4.5.- El Método de Proyectos y la Educación Matemática.........................................50

II.5.- Elementos de Matemática Crítica II.5.1.- Puntos centrales de la Educación Matemática Crítica …………..………..….. 55 II.5.2.- Educación Matemática Crítica y su relación con los Proyectos Pedagógicos de Aula ………………………………………………...……. 58

II.6.- Apuntes sobre Pensamiento del Docente II.6.1.- Principales Corrientes Teóricas sobre Pensamiento del Docente …...… …... 60

II.6.1.1.- Enfoque Cognitivo ……………………………………………………... 61 II.6.1.2.- Enfoque Alternativo: fundamentos, pensamiento práctico y socialización del profesor. ……………………………………………….....….. 63

II.7.- Consideraciones sobre los procesos de Formación Docente .......................................66 III.- MARCO METODOLÓGICO III.1.- Tipo de Investigación

III.1.1.- Enfoque, método y tipo de estudio …………………….………………. 70 III.2.- Escenario de la investigación

III.2.1.- Actores, espacio y contexto …………………………………… …… 70

10

III.2.2.- Población y Muestra …………………………………… ………….. . 71 III.3.- Plan de Recolección de Información

III.3.1.- Fases de Recolección ……………………………… ……….………… 71 III.3.2.- Metodología de los Encuentros con docentes ………………… ..…… 76

III.4. Cuadro de operacionalización de variables

III.4.1.- Operacionalización de variables Objetivo 1 …………… ..…..………. 78 III.4.2.- Operacionalización de variables Objetivo 2 ……………… …..……….79

IV.- ANÁLISIS DE RESULTADOS

IV.1.- Análisis Estadísticos de los Elementos Formales y No Formales ….…...……….. 81 IV.2.- Análisis Estadísticos de la relación de contenidos matemáticos con otros elementos curriculares …………………………………...…….… ..………… 84 IV.3.- Análisis de los Diarios de Docentes …………………………........ …..……….. 86 IV.4- Lineamientos Generales para una propuesta de formación para docentes de II etapa .......................................... ……….……................…….. . 89

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ..............................................................91 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................94 ANEXOS ........................................................................................................................... 99

11

INDICE DE FIGURAS, CUADROS Y TABLAS Pág.

• Cuadro 1.- Las escuelas PDVSA en diciembre 2002 ……………........………....….…….… 21

• Cuadro 2.- Las escuelas PDVSA la actualidad ……………………….……............…….…. .22

• Figura 1.- Causas de las dificultades para integrar contenidos

matemáticos en los PPA ………………………………………..……..…….….. .25

• Figura 2.- Desarrollo Histórico del Método de Proyectos …………………..…......…………. 45

• Figura 3.- Puntos de atención en la Teoría de Educación Matemática …….……….........…....54

• Cuadro 3.- Caracterización de los docentes participantes ……………..............…………....... 72

• Cuadro 4.- Cronograma de Encuentros …………………………………………..................... 74

• Cuadro 5.- Planificación de Encuentros ………………………………………….................... 75

• Cuadro 6.- Operacionalización de variables Obj. 1 …………………..............………….....… 78

• Cuadro 7.- Operacionalización de variables Obj. 2 …………………………...................…… 79

• Tabla 1.- Elementos Formales y No Formales en los PPA ………….............………….....….. 82

• Tabla 2.- Lista de OTROS Elementos No Formales ……………….............………………..... 83

• Tabla 3.- Relación de contenidos matemáticos con otros

elementos curriculares ……………………………...………….…………..... 85

• Tabla 4.- Matriz de aspectos detectados en diarios de docentes ................................................88

INDICE DE ANEXOS

ANEXO 1: GRÁFICOS

• Gráfico 1.- Elementos Formales en los PPA …………………………............…………........ 101

• Gráfico 2.- Elementos NO Formales en los PPA …………………………….....................… 102

• Gráfico 3.- Elementos NO Formales en los PPA ……………………………....................…. 103

• Gráfico 4.- Relación de contenidos matemáticos con otros elementos …….......................... 104

ANEXO 2: Diarios de los docentes…………………………..........................................................105

ANEXO 3: PPA Analizados ........................................................................................................... 142

12

Rojas Rivas, Andrés Enrique. “INTEGRACIÓN DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN LOS PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE AULA”. Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Matemática, Mención Docencia. La Universidad del Zulia, Facultad de Humanidades y Educación, División de Estudios para Graduados. Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, (2006). 140 p.

RESUMEN

El propósito de esta investigación fue establecer las dificultades que tienen los docentes de II Etapa de las escuelas PDVSA Occidente para integrar los contenidos matemáticos en el diseño de sus Proyectos Pedagógicos de Aula. El enfoque seleccionado para su desarrollo fue un estudio de casos etnográfico, inscrito dentro de las metodologías cualitativas. En este sentido, se analizaron los Proyectos Pedagógicos presentados por 18 docentes que laboran en II etapa de 3 escuelas PDVSA ubicadas en Lagunillas y Bachaquero, se diseñaron y desarrollaron una serie de sesiones de formación, denominadas Encuentros, de las cuales se analizaron las interacciones entre docentes y sus aportes para diseñar colectivamente una propuesta de Formación Docente, bajo el enfoque de Matemática Crítica, y que permitiera superar los obstáculos que presentan los docentes al diseñar su planificación. También se hizo un análisis de los diarios de docentes que participaron en dichos encuentros para enriquecer los lineamientos de la propuesta. La investigación concluye que los obstáculos que presentan los docentes son independientes de las condiciones socioestratégicas, administrativas u organizacionales donde desarrollen su actividad, y que recurrentemente se presentan las mismas dificultades de tipo curricular en cualquier grupo. Palabras clave: Currículo Básico Nacional, Proyectos Pedagógicos de Aula, Contenidos matemáticos, Matemática Crítica, Diarios de docentes, formación docente. [email protected] [email protected]

13

Rojas Rivas, Andrés Enrique. “INTEGRACIÓN DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN LOS PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE AULA”. Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Matemática, Mención Docencia. La Universidad del Zulia, Facultad de Humanidades y Educación, División de Estudios para Graduados. Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, (2006). 140 p.

ABSTRACT

The purpose of this investigation was establish the difficulties that all teachers of elementary school have in the west PDVSA schools, in order to integrate the mathematic contents in the design of the clasroom pedagogic project. The approach we have chosen for development was a study of ethnographic cases; it was registered inside of the qualitative methodologies. In this sense, we analyze the Pedagogic Project presented by 18 teachers who work in second level of elementary school of 3 PDVSA schools wich are located in Lagunillas and Bachaquero, we design and develop series of educated sessions, called Meetings, with this we could analyzed the interactions between teachers and their contributions to design a proposal of teachers formation, below the approach of critic mathematics and with them they can exceed all obstacles that they present when they are going to organize their school plan. Besides we did an analysis of the teachers´ diaries who participated in these meetings in order to enrich the strategies of the proposal. The investigation finishes like this obstacles that the teachers present are independent of the social strategics, administrative and organization conditions where the activity is developed, and it frequently presents the similar curriculum difficulties in any group. KeyWords: National Basic Curriculum, pedagogic projects, mathematics contains, critic mathematics, teacher´s formation. [email protected] [email protected]

INTRODUCCIÓN

14

La presente investigación constituye uno de los tantos esfuerzos que se han venido

desarrollando en Venezuela e Iberoamérica en los últimos años, par abordar uno de los

aspectos de la problemática de la Escuela Básica; específicamente lo concerniente a la

integración de la matemática en los Proyectos Pedagógicos de Aula de los docentes.

El propósito central que nos planteamos en el trabajo fue establecer las dificultades que tienen

los docentes, en el caso concreto de las escuelas PDVSA, para integrar los contenidos

matemáticos en sus Proyectos Pedagógicos, abordándolo desde la óptica de los Elementos

Formales prescritos en el Currículo Básico Nacional, y pretendiendo construir una propuesta a

la luz de los postulados teóricos de la Matemática Crítica.

Para ello dividimos el trabajo en cuatro grandes partes: la primera plantea la problemática que

decidimos abordar como objeto de estudio, describiendo y contextualizando el estudio en las

escuelas PDVSA como red de instituciones con una presencia y peso educativo relevante en la

subregión Costa Oriental del Lago, y culminando con la formulación de los Objetivos General

y Específicos de la investigación.

En la segunda parte se desarrolla el Marco Teórico, que a su vez se divide en siete apartados.

Se inicia revisando los antecedentes de investigación, luego se describe nuestra

fundamentación epistemológica, para luego revisar fundamentos del constructivismo, los

elementos curriculares que sustentan el Currículo Básico Nacional, Elementos de Matemática

Crítica, Pensamiento del Docente y procesos de Formación Docente.

La tercera parte comprende los lineamientos metodológicos y el análisis que se hace de los

resultados recopilados durante la investigación. Acá se resalta los principios que justifican el

enfoque metodológico seleccionado, además de los apuntes sobre ética del investigador en

educación. En la última parte se proponen algunas directrices que deben alimentar una

propuesta de formación docente que aborde la problemática del diseño armónico de los

Proyectos Pedagógicos.

Esperamos que este humilde aporte genere las discusiones necesarias para enriquecer las líneas

de trabajo que alimentan la referida problemática curricular, y contribuya a iluminar la

necesaria comprensión del pensamiento y praxis de nuestros docentes. Las sugerencias,

15

correciones y recomendaciones serán bienvenidas en nombre del crecimiento profesional y la

honestidad intelectual.

Andrés Rojas

Lagunillas, julio de 2006

16

PARTE I

PLANTEAMIENTO DE PROBLEMA

17

I. LA ACTIVIDAD DOCENTE Y EL CURRÍCULO BÁSICO NACIONAL

Es ya histórica, y hasta tiene un lugar común, la discusión sobre la problemática de la

enseñanza de la matemática en todos los niveles del Sistema Educativo Venezolano. Da la

impresión de que esta discusión sin fin se ubica al lado, o es contemporánea, de la idea de

considerar la educación venezolana en crisis.

Los docentes activos (que a su vez padecimos también, como alumnos, los avatares de nuestro

sistema, sus virtudes y vicios), pareciera que continuamos aportando mucho a esta tradición:

repetimos incansablemente los lugares comunes que hablan de las causas que nos impiden una

labor de enseñanza más fructífera; seguimos generalmente emitiendo juicios que endosan

nuestros fracasos cotidianos a elementos del currículo fuera de nosotros mismos. Usualmente

señalamos a los alumnos, los representantes, los supervisores, la escuela y sus ambientes, los

textos, la falta de recursos.

Es extremadamente difícil encontrar un docente que haga una consideración seria sobre si lo

que estamos haciendo es pertinente a una concepción clara de las formas de aprendizaje de los

niños; si nuestras estrategias y formas de interactuar con ellos se corresponden a los tiempos

actuales y su compleja dinámica; si las teorías que, supuestamente, sustentan nuestras formas

de abordar el hecho educativo tienen cabida en nuestras realidades. Lo paradójico es que ésto

nos ocurre desde hace mucho tiempo y nos sigue ocurriendo a las alturas de este siglo:

precisamente en el momento en que la UNESCO acaba de declarar al 2000 como Año de las

Matemáticas ya que de esta manera se está “apoyando la iniciativa de la Unión Matemática

Internacional (...) para difundir la educación matemática como papel decisivo en la formación

del ser humano, porque es el lenguaje de la ciencia y la principal portadora del pensamiento

racional.”1 Dicho de otra manera, la comunidad de las ciencias de la educación del primer

mundo se apresta a abordar esta vieja problemática con todas las nuevas tecnologías a su

servicio para su solución, y en Latinoamérica y Venezuela estamos dando vueltas en torno a

una discusión estéril, o estamos ocupados en temas más relevantes que la Educación.

1 Revista “Muy Interesante” Nº 178 – Abril 2000 (pág. 41)

18

En la región zuliana, tenemos mucho tiempo escuchando quejas, y sintiendo muy pocas

soluciones o avances. Un breve paseo por las aulas de las escuelas donde nos ha tocado

compartir, y en especial, un acercamiento a los docentes de segunda etapa y a su praxis diaria,

nos confirma que este panorama de carencias de bases ciertas para abordar el aprendizaje de

los niños es cada día más abrumador. Y hasta podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que

dicha carencia impregna todas las áreas curriculares, y por supuesto con ellas, la enseñanza de

matemáticas.

Al mismo tiempo, si nos paseamos brevemente por los cambios curriculares de los últimos 40

años, o por lo menos los descritos por Fernández Heres (1998) hasta 1996, nos percatamos que

el denominador común de cada diseño curricular es cierta indefinición en cuanto a la

fundamentación epistemológica de las estrategias de enseñanza que se sugieren en dichos

programas. La última solución fue definir nuestro currículo como de concepción ecléctica

(MED2, 1997), y tomar prestadas de varias corrientes (cognoscitivismo, constructivismo, entre

otras) los enfoques para abordar sus diferentes aspectos.

Este último Currículo Básico Nacional (mejor conocido por sus siglas CBN) ha introducido

nuevos elementos que hacen más compleja esta problemática. Por un lado, su propuesta se basa

en una compleja concepción epistemológica y pedagógica que aún no se ha explicado

suficientemente a los actores responsables de su operacionalización; esto es, los docentes y el

personal técnico-supervisorio de las escuelas. Esto es un clamor generalizado sobre el cual se

han levantado muchas voces en diferentes escenarios. Así, Quevedo (2000) nos afirma con

respecto a esta situación:

“...Duplá expresa que el cambio educativo, ha sido alabado por su buena concepción, orientación de respeto y confianza en las capacidades del educador, la libertad que permite, la creatividad y el trabajo en equipo. Sin embargo, ha sido criticado por el apresuramiento de su implantación, por no haber permitido disponer los ánimos y capacitar adecuadamente a los docentes para su comprensión y ejecución. La comunicación de su orientación, recepción y contenido ha sido muy desigual.” (p. 54).

19

En el ámbito de nuestro desempeño profesional3; específicamente en la realidad de las escuelas

PDVSA de la subregión Costa Oriental del Lago de Maracaibo, nos encontramos que en las

mismas están suficientemente atendidas algunas variables (por ejemplo: dotación, ambientes,

pago de los docentes, disciplina organizacional y laboral, supervisión, entre otras). Estas

condiciones, supuestamente, deberían permitir una mejor praxis educativa; no obstante,

apreciamos en nuestras vivencias diarias que el problema en el aula en cuanto a la enseñanza-

aprendizaje de la matemática –y muchas otras áreas- sigue tan vigente como en cualquier otra

institución pública (aunque matizado, por supuesto, por la propia idiosincrasia de estas

escuelas). Esta persistencia de la situación es la que nos llevó a plantearnos el siguiente

problema.

I.1.- Las escuelas PDVSA como marco referencial: situación problemática detectada

En la subregión Costa Oriental del Lago de Maracaibo (COL) funcionan, prácticamente

desde los inicios de la explotación petrolera4, un grupo de instituciones educativas que

dependen administrativamente de la empresa petrolera. A esta red de instituciones se le conoce

actualmente como escuelas PDVSA Occidente (PDVSA son las siglas de la principal industria

de hidrocarburos del país, Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima; que también administra

escuelas en la península de Paraguaná, y en los estados Monagas y Anzóategui). La fundación

de estas escuelas se debió a la intención de las primeras empresas petroleras de ofrecer

facilidades socioeconómicas que hicieran más viable el asentamiento de los trabajadores y sus

familias en los campamentos donde debían vivir. Con similar intención se crearon las casas de

abasto –comisariatos- y las clínicas.

En sus inicios, cada una de estas instituciones dependía de la empresa que monopolizaba sus

operaciones en cada poblado de la COL; así por ejemplo, en Tía Juana y Cabimas funcionaban

escuelas que dependían de la empresa SHELL, mientras que en Lagunillas, Bachaquero y

Mene Grande se fundaron escuelas administradas por la MeneGrande Oil Company, por

2 Por comodidad, en adelante utilizaremos la nomenclatura MED para referirnos a documentos emitidos por el Ministerio de Educación y Deporte. 3 El autor es Director de una Escuela PDVSA, y con más de 15 años en cargos técnico-docentes y de supervisión en diversas escuelas PDVSA de la COL. 4 Las primeras escuelas se fundaron en 1936

20

mencionar algunas concesionarias. Para el momento de la Nacionalización Petrolera (1976) las

escuelas pasan a ser patrimonio de las filiales venezolanas que heredaron de sus predecesoras

extranjeras las diferentes áreas de operación. A ello se debe que algunas escuelas pasaron a ser

administradas unas por LAGOVEN, otras por MARAVEN y algunas por CORPOVEN y

MENEVEN. Más recientemente, con la penúltima fusión de las empresas filiales, MARAVEN

pasó a administrar las escuelas ubicadas en Lagunillas y Bachaquero, mientras que LAGOVEN

administró hasta su desaparición las escuelas ubicadas en Cabimas y Tía Juana. Este dato es

singularmente relevante, porque las empresas filiales que surgen con la nacionalización

heredaron no sólo un área de operación y unas instalaciones, sino también una concepción de

organización, un tipo particular de relaciones de trabajo y una perspectiva de lo que debían ser

los beneficios socioeconómicos adquiridos por sus trabajadores.

Resulta que lo que podríamos llamar la idiosincrasia empresarial era muy diferente entre

empresas como LAGOVEN y MARAVEN, y esto de una u otra manera impregnó a las

escuelas como parte integrante de estas organizaciones. Este aspecto, aún después de la fusión

en 1998 de todas las filiales en una sola corporación llamada PDVSA, marca muchos procesos

y se evidencia, por ejemplo, en la estructura organizacional de las diferentes escuelas (algunas

cuentan con mayor personal técnico y directivo que otras; algunas cubren todos los niveles de

Educación Básica y otras sólo las dos primeras etapas). Esto lo podemos apreciar en el siguiente

cuadro que caracteriza cada una de las nueve escuelas propias y asociadas5 que existían hasta

el año escolar 2002-2003:

5 Entendemos por escuelas propias a aquellas donde el personal y todo el patrimonio escolar son directamente dependientes de PDVSA y su administración, y se diferencian de instituciones asociadas en las que estos aspectos son administrados por una asociación civil.

21

Cuadro 1: Las escuelas PDVSA Occidente en Diciembre de 2002

MATRÍCULA NIVELES

INSTITUCIÓN CONDICIÓN

FINALES 2002 DE ATENCIÓN UBICACIÓN

1 Escuela Básica "Andrés Eloy Blanco" PROPIA 1567 III ETAPA CABIMAS

2 Unida Educativa "Pedro Julio Maninat" PROPIA 2843 INICIAL, I y II etapa CABIMAS 3 Unidad Educativa "Las Cúpulas" PROPIA 461 INICIAL, I y II etapa CABIMAS 4 Unidad Educativa "Campo Verde" PROPIA 458 INICIAL, I y II etapa TIA JUANA

5 Unidad Educativa "Caracciolo Parra León" PROPIA 1031INICIAL, I, II y III etapa TIA JUANA

6 Instituto "Simón Bolívar" ASOCIADA 752 III ETAPA y CD TAMARE

7 Unidad Educativa "Fray Luis de León" ASOCIADA 656INICIAL, I, II y III etapa TAMARE

8 Unidad Educativa "Ayacucho" PROPIA 504INICIAL, I, II y III etapa LAGUNILLAS

9 Unidad Educativa "Antonia Esteller" PROPIA 898INICIAL, I, II y III etapa LAGUNILLAS

10 Unidad Educativa "Ramiro Antonio Parra" PROPIA 440INICIAL, I, II y III etapa LAGUNILLAS

11 Instituto Educacional "Bachaquero" ASOCIADA 325INICIAL, I, II y III etapa Y CD BACHAQUERO

12 Unidad Educativa "Rafael Urdaneta" PROPIA 628INICIAL, I, II y III etapa BACHAQUERO

Totales 10563 FUENTE: Estadísticas de la Supervisión de Escuelas PDVSA - Occidente (2002)6

En el cuadro N° 1.1 podemos apreciar, algunas variables demo-educativas que caracterizaban

a estas nueve instituciones y a la red de escuelas PDVSA Occidente hasta el año 2002. Lo

primero a destacar es que dichas instituciones tienen presencia en cuatro municipios diferentes

de la COL (Cabimas, Simón Bolívar, Lagunillas y Valmore Rodríguez) y que atendían una

población estudiantil (más de diez mil estudiantes) bastante apreciable en referencia a la

densidad poblacional de la subregión. Esto nos permite afirmar que su peso y presencia en la

realidad educativa de dicho espacio es relevante.

Cabe además destacar que el servicio educativo se ofrecía hasta el noveno grado de educación

Básica, y que sólo las escuelas asociadas ofrecían el algunos casos la finalización del Ciclo

Diversificado (Aquí subyacía cierta forma de discriminación, en estas escuelas sólo estudiaban

los hijos del personal Nómina Mayor de la empresa).

Aquí nos permitimos una pequeña acotación en atención al paro petrolero de diciembre de

2002, que ineluctablemente afectó a las escuelas como parte de la industria. Las escuelas

6 El Autor tiene acceso a esta información por ser parte del personal directivo de las escuelas.

22

sintieron los efectos del paro a partir de enero de 2003, cuando más de 300 docentes se suman

al mismo (de un total de 420). Quedamos al frente de la escuela una reducida cantidad (115

para ser exactos) que debió hacer un gran esfuerzo organizativo para no suspender las

actividades y se perdiese el año académico. Se hubo de reclutar en menos de 2 meses a más de

300 docentes que, hasta donde fue posible se trató que tuviesen un perfil mínimo requerido

para atender tal contingencia. El proceso de selección y contratación de este personal duró

hasta finales del año 2004. No está demás dejar sentado acá que en lo personal nuestra

permanencia en las escuelas, se debió más a una firme convicción del papel del docente y su

responsabilidad sociohistórica (que jamás debe abandonar el aula o permitir que cierren una

escuela) que a una postura política o filosófica determinada, sin que esto deje de ser importante

y decididamente vital. Se entiende que la labor de rescate y reorganización debió requerir de

grandes esfuerzos por todos los que teníamos funciones directivas y muchas iniciativas y

programas (incluyendo la presente investigación) debieron esperar un mejor momento para

retomarse. Sin embargo, la red de escuelas PDVSA ha seguido adelante y con una gran

presencia en los predios educativos de la COL:

Cuadro 2: Las escuelas PDVSA Occidente en la actualidad

MATRÍCULA NIVELES

INSTITUCIÓN CONDICIÓN

Jul-06 DE ATENCIÓN UBICACIÓN

1 Escuela Básica "Andrés Eloy Blanco" PROPIA 1234 III ETAPA Y CD CABIMAS

2 Unida Educativa "Pedro Julio Maninat" PROPIA 2956 INICIAL, I y II etapa CABIMAS

3 Unidad Educativa "Las Cúpulas" PROPIA 716 INICIAL, I y II etapa CABIMAS

4 Unidad Educativa "Campo Verde" PROPIA 512 INICIAL, I y II etapa TIA JUANA

5 Unidad Educativa "Caracciolo Parra León" PROPIA 664 III ETAPA Y CD TIA JUANA

6 Unidad Educativa "Fray Luis de León" ASOCIADA 620INICIAL, I, II y III etapa TAMARE

7 Unidad Educativa "Ayacucho" PROPIA 326INICIAL, I, II y III etapa LAGUNILLAS

8 Unidad Educativa "Antonia Esteller" PROPIA 569 III ETAPA Y CD LAGUNILLAS

9 Unidad Educativa "Ramiro Antonio Parra" PROPIA 412 INICIAL, I, II etapa LAGUNILLAS

10 Unidad Educativa "Rafael Urdaneta" PROPIA 514 INICIAL, Básica y CD BACHAQUERO

Totales 8523 FUENTE: Estadísticas de la Supervisión de Escuelas PDVSA - Occidente (2006)

Por otro lado, la larga tradición de las escuelas, algunas con más de 60 años de funcionamiento,

las más recientes con casi 40, y su consolidación dentro de la estructura organizativa de

PDVSA ha permitido que en las mismas se presenten ciertas condiciones importantes que nos

23

permiten ubicarnos más claramente en el contexto que nos estamos manejando. Brevemente

apuntamos que en dichas instituciones, además de la consolidación de todo su personal docente

y administrativo, siguen satisfactoriamente cubiertas variables como: equipos didácticos,

equipamiento de aulas, condiciones ambientales y mobiliario; presencia de docentes,

remuneración, niveles académicos y tiempo de permanencia de los mismos; sentido de

pertenencia a las instituciones, supervisión y controles sistemáticos; no existe deserción escolar

ni ausentismo del docente, por mencionar las que consideramos más importantes. No es

necesario destacar que la lista anterior contiene las condiciones que reclama con más

frecuencia el ámbito de la educación pública (y en muchos casos privada). Se presume que al

resolverse esas variables, todos los problemas educativos acabarían. Sin embargo, ¿cuál es la

realidad recurrente (antes y después del paro) en las escuelas PDVSA? Que a pesar de contar

con todas estas ventajas competitivas, los docentes, alumnos y representantes seguimos viendo

con preocupación que la calidad de los resultados de enseñanza en áreas medulares como

lenguaje y matemática sigue siendo insatisfactoria.

Aclaramos: no estamos afirmando que en las escuelas no existan problemas concomitantes que

pueden afectar tales resultados. Hemos detectado en nuestras observaciones una gran

influencia de factores socioculturales (de vieja data) que caracterizan las comunidades

alrededor de estas escuelas: debido a un ambiente socialmente deprimido, los alumnos

muestran en general bajos niveles de expectativas para aprovechar al máximo todas las

condiciones que ofrecen las escuelas; existen altos niveles de disgregación en las familias en

los campos petroleros y muy bajos niveles de estima de los representantes trabajadores, por

mencionar los factores más relevantes; pero, por ahora, vamos a considerarlos fuera del alcance

de esta investigación.

Con la implantación del CBN, ha aparecido una nueva situación: las escuelas siempre se

preocupan por estar a la vanguardia en la aplicación de los lineamientos del MED y se

aprestaron sin esperar mucho (desde 1997) a implementarlo en aquellas etapas donde fue

decretado. No obstante, ¿cuáles han sido los resultados obtenidos hasta ahora? En líneas

generales, observamos reiteradamente que los docentes, en su gran mayoría, siguen actuando

en las aulas de la manera como lo venían haciendo desde hace mucho tiempo y el Nuevo

Diseño Curricular está “decretado”, “implantado”, aparece en los papeles de los Proyectos

24

Pedagógicos de Aula (mejor conocidos como PPA) de los docentes, pero ellos siguen en sus

aulas haciendo lo que les parece es la mejor forma de desarrollar las clases (y lo hacen hasta

con buenas intenciones).

Es decir, los docentes de las escuelas PDVSA (nuevos y viejos) no han escapado de un

“síndrome” que caracteriza a la mayoría de los docentes del país y que como mencionamos

antes, se ha denunciado en muchos escenarios. Rivas (2001), nos aclara algunas características

de dicho “síndrome”. En los resultados parciales de su investigación, desarrollada con docentes

de Mérida, nos apunta:

“El estudio revela la presencia en el docente de deficiencias conceptuales que imposibilitan la integración teórica y metodológica de los contenidos disciplinares del currículo con la realidad biosicosocial del niño y el entorno geosociocultural de la escuela, debido al apego inmediatista que por lo general motiva el tema, problema o título escogido para el PPA. “En la práctica escolar la mayoría de los contenidos de las áreas disciplinarias del Plan de Estudios queda excluido de los PPA, al privilegiarse los contenidos propuestos por el alumno y las actividades de la vida cotidiana del niño “presuntamente” derivados del título, problema o tema motivador del PPA. Esta situación deviene de una concepción practicista muy arraigada en nuestro docente al considerar el PPA como un instrumento técnico despojado de toda fundamentación teórica y referencia curricular.” (p.51)

No es descabellado afirmar, con base en nuestras observaciones empíricas, que las

conclusiones de Rivas tienen mucho de reflejo en los docentes de las escuelas PDVSA. A

pesar de que su estudio tiene un enfoque amplio que considera el diseño en general de los PPA

y la problemática para todas las áreas curriculares, creemos que en particular una de las áreas

más afectada en nuestra realidad es la matemática.

Aparte de ello, queremos desmarcarnos un tanto de la investigación de Rivas, pues

consideramos que el docente no es el único responsable de esta evidente dificultad para

integrar eficientemente los contenidos matemáticos en los PPA. Nuestra hipótesis central es

que dicha dificultad (que subsiste a pesar de las idóneas condiciones que mantiene las escuelas

PDVSA) es más una consecuencia de muchos factores internos y externos a los docentes; y de

esta manera enfocamos nuestras inquietudes, profundizando mucho más en la problemática en

particular de los docentes y las escuelas PDVSA.

25

En este orden de ideas es que llegamos a plantearnos las siguientes interrogantes: ¿Están los

docentes de las escuelas PDVSA conscientes de su papel ante la nueva realidad

educativa?¿Cuáles son posturas ante las nuevas propuestas del CBN? ¿Cuánto saben de la

matemática que enseñan? ¿Cómo abordan el diseño de sus PPA? ¿Qué otros factores fuera del

docente pueden influir en una buena planificación y desarrollo de estrategias para la enseñanza

de la matemática, bajo la visión de los PPA? Esta investigación es un acercamiento a las

posibles respuestas a estas inquietudes.

En aras de organizar y puntualizar la orientación de nuestro estudio, hemos esquematizado en

forma de diagrama Causa-Efecto las causas que, a nuestro entender, inciden en la problemática

planteada. Este diagrama lo observamos en la siguiente figura:

P E N S A M I E N T O D E L D O C E N T E

E L E M E N T O S C U R R Í C U L A R E S

P R A X I S D E LD O C E N T E

E N T O R N O D E L A U L A

P R O C E S O D E P L A N IF IC A C I Ó N D E L D O C E N T E

D I F I C U L T A D E S P A R A I N T E G R A R

L O S C O N T E N I D O S M A T E M Á T I C O S

E N L O S P P A

Figura 1: Causas de las dificultades para integrar contenidos matemáticos en

los PPA (Idea original del autor, 2002)

En este esquema consideramos cuatro dimensiones para las posibles causas: En primer lugar,

las que tienen que ver con el pensamiento del docente. En esta dimensión podemos considerar

categorías tales como su concepción de los Proyectos dentro del marco del Currículo Básico

Nacional, sus creencias acerca de los contenidos matemático que enseña, entre otras. Por otro

lado, en el grupo de causas de praxis del docente se considera el desarrollo de estrategias y el

26

uso recursos y dispositivos didácticos, entre otras. Una tercera dimensión la hemos reservado

para analizar los elementos curriculares que se deben tomar en cuenta a la hora de planificar

cualquier actividad docente. Por último, pero no por ello menos importante, hemos considerado

estudiar aspectos del entorno del aula, tales como las exigencias administrativas y los

procesos o actividades de formación que influyen en su actuación docente.

Ahora bien, concretamente de los cuatro grupos, por obvias razones de alcance de esta

investigación, decidimos sólo abordar tres de ellos: lo curricular (referente al diseño de los

PPA y las prescripciones del CBN); los elementos de Pensamiento del Docente que influyen

en tales diseños y en sus expectativas de formación, y algunos factores del entorno,

específicamente a los procesos de formación docente continua.

En este orden de ideas, nos propusimos los siguientes objetivos de investigación:

I.2.- OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

OBJETIVO GENERAL: Establecer las dificultades que tienen los docentes de II etapa de las

escuelas PDVSA, para integrar los contenidos matemáticos en sus Proyectos Pedagógicos de

Aula.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Identificar los Elementos Formales del Currículo Básico Nacional presentes en los

Proyectos Pedagógicos de Aula de los docentes de II Etapa de las Escuelas PDVSA.

2. Precisar la articulación de los contenidos del área de matemática con los otros Elementos

Curriculares presentes en los PPA de los docentes de II Etapa de las Escuelas PDVSA.

3. Describir las limitaciones que expresan los docentes de Segunda Etapa de las escuelas

PDVSA para integrar armónicamente un PPA.

4. Recopilar las recomendaciones generales para una propuesta de formación, que coadyuve a

los docentes de II Etapa a diseñar sus PPA, con base en un enfoque de Matemática Crítica.

27

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

28

En esta parte del trabajo esbozaremos los aspectos teóricos que sustentan nuestra propuesta de

investigación, en atención a dónde apuntan los objetivos de la misma. En resumen

consideramos siete aspectos de sustentación y de necesaria revisión, a saber:

♦ Los antecedentes de la investigación.

♦ La sustentación epistemológica de la investigación

♦ Precisiones teóricas sobre el constructivismo

♦ Referentes teóricos de los elementos curriculares

♦ Elementos de la Matemática Crítica

♦ Pensamiento del docente

♦ Consideraciones sobre los procesos de Formación Docente

II.1.- ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN

El tema del nuevo diseño curricular ha sido, desde su misma implantación en 1997,

motivo de diversas y acaloradas discusiones en los más diversos escenarios de investigación

educativa a nivel nacional. De igual manera, y como ya lo apuntamos en nuestro planteamiento

del problema, la planificación por proyectos y más concretamente su concreción en los

Proyectos Pedagógicos de Aula (PPA), ha generado numerosos trabajos e investigaciones y ha

despertado grandes inquietudes entre docentes e investigadores.

Estamos conscientes que el tema que tratamos ha sido profusamente abordado, pero no por ello

deja de ser apasionante intentar una nueva perspectiva y profundizar aún más su discusión en el

ámbito de la educación matemática. Son muchos los trabajos publicados y por publicarse. En

esta sección, por razones de espacio, mencionaremos sólo aquellos que consideramos más

relevantes por su enfoque y pertinencia.

Mencionaremos en primer lugar los trabajos de Pedro Rivas (Rivas 2001, 2004), a los que ya

hicimos referencia en la primera parte. En dicha investigación Rivas considera que la reforma

curricular del nivel de Educación Básica venezolana, introdujo una innovadora forma de

planificar y evaluar, y por ende de conducir, el proceso enseñanza-aprendizaje a través de la

utilización de los Proyectos Pedagógicos de Aula. Rivas parte de un estudio cualitativo

29

realizado en el estado Mérida, para el cual se revisaron documentos normativos y PPA.

Asimismo se entrevistaron docentes en ejercicio y maestros que han realizado cursos en el

Programa de Perfeccionamiento y Actualización Docente de la Universidad de Los Andes. El

estudio concluye que buena parte del fracaso académico de los PPA proviene de diversas

causas en las que destacan las de naturaleza curricular, conceptual, metodológica, siendo la

más predominante una ausencia de bases teóricas conceptuales por parte de los docentes que dé

sustrato al currículo y al andamiaje metodológico con que se aborda el proceso de enseñanza

aprendizaje.

Este trabajo nos parece de singular importancia, ya que nos sugiere un procedimiento

metodológico que, en varios de sus aspectos, nos pareció viable seguir en la presente

investigación. Aunque no aborda específicamente el problema de los contenidos matemáticos,

sino que ofrece un tratamiento más amplio del panorama curricular, y sólo enfoca su análisis

en aspectos centrados en el docente.

Un trabajo que consideramos un antecedente inmediato de la presente investigación es el de

Maritza Hernández (Hernández, 2001). En esta investigación se analiza, creemos por primera

vez en el PostGrado de Matemática en LUZ, la problemática de la incorporación de los

contenidos matemáticos en los PPA de dos docentes del área de Maracaibo, a la luz de la

Teoría Explícita (planificación) y la Teoría en Uso (ejecución). Se aporta una visión de las

limitaciones y éxitos que tienen los docentes en dicha tentativa de incorporación. Sin embargo,

el trabajo de Hernández se limita a describir las prácticas de dichas docentes, sin profundizar

en los posibles obstáculos al momento de diseñar un PPA.

Otra investigadora que se ocupa en parte de la misma problemática es la Dra. Blanca Quevedo.

En su artículo (Quevedo, 2000) nos ofrece muy válidas reflexiones en torno a la problemática

pensamiento-praxis de los docentes que deben abordar en las aulas la reforma curricular.

Plantea y desarrolla detalladamente algunas dificultades e inquietudes sobre la implantación

del CBN y termina haciendo propuestas concretas para responder a las que, según su criterio,

son las más frecuentes interrogantes que se hacen los docentes al abordar la planificación por

proyectos, incluyendo recomendaciones sobre cómo se podrían aprovechar al máximo los PPA.

Es un trabajo muy ilustrador y puntualiza aún más en torno a la problemática que nos ocupa,

aunque sigue sin profundizar en lo ateniente al área matemática y sus contenidos en particular.

30

Quien sí se ha preocupado por el destino de los contenidos matemáticos dentro de los PPA es

el profesor Martín Andonegui. Este investigador de la Universidad Pedagógica Libertador

prácticamente ha diseñado una línea de investigación sobre esta problemática. En uno de sus

más recientes artículos (Andonegui, 2000) reflexiona sobre la relación entre los ejes

transversales y los contenidos matemáticos, a la luz de los criterios de la matemática crítica,

propuestos por Skovmose. En este sentido Andonegui apunta que el nuevo diseño curricular

propone principios y modelos de planificación que, en un momento dado, vienen a concretarse

en los PPA. Por otro lado, al considerar el principio de transversalidad como medio de

fortalecer el ser de los niños y transformar la cultura escolar, propone tender un puente entre la

educación (fundamentada en los contenidos disciplinares) y la cultura comunitaria. El autor

reflexiona sobre la necesidad de una coexistencia entre la enseñanza de las disciplinas, en

especial la matemática, y la planificación por proyectos y la transversalidad; pone énfasis en la

didáctica de la matemática como centro de perspectiva desde la cual pueden asimilarse e

interpretarse esos dos principios generales sin desmedro para la construcción del conocimiento

matemático en el aula.

Otro aporte importante de Andonegui es la introducción de la idea de contextualización y

descontextualización (Andonegui, 2004) de los contenidos matemáticos y su insistencia y

argumentación porque los contenidos matemáticos se conviertan en el eje articulador que

permita correlacionar todas las disciplinas académicas en un PPA.

II.2. SUSTENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA

Antes de entrar de lleno en las corrientes epistemológicas que sustentan el presente

trabajo, es importante hacer un breve resumen de lo que ha sido el devenir de las teorías del

conocimiento y así ubicarnos en contexto. No pretendemos ser muy exhaustivos sobre todas las

teorías conocidas, pero sí resaltar aquellos aspectos fundamentales de cada una de ellas, y que

tendrían vinculación directa con el enfoque asumido en esta investigación.

Las teorías del conocimiento, concepción más sencilla del término epistemología (Moulines,

1988), se diferencian por la postura que se tenga en cuanto a la naturaleza del origen del

conocimiento. La historia de la teoría del conocimiento no es más que la evolución de las

preguntas sobre la naturaleza y el origen de las estructuras que el sujeto requiere para describir

31

el objeto del conocimiento al cual está enfrentado. Waldegg (1999) propone una tipología

general que permite ubicarnos rápidamente en las diferentes corrientes epistemológicas a partir

de nuestra definición mínima de conocimiento:

Si la estructura se origina en: La teoría es:

El objeto Empirista

El sujeto Racionalista

El objeto y el sujeto Constructivista

La relación entre ellos Estructuralista

Ninguno de ellos Idealismo Platónico

Básicamente, las concepciones tradicionales en educación matemática se han visto muy

influidos por los dos primeros enfoques. El primer de ellos (empírico-inductivista) considera al

objeto, o la experiencia, como la fuente principal del conocimiento. A pesar de todas las

críticas que tuvo este enfoque sobretodo a partir de los años 60, sigue siendo una corriente muy

influyente para las investigaciones tradicionales en el área de educación matemática. También

conocido como enfoque lógico-positivista dada su proximidad con las propuestas del Círculo

de Viena (Padrón, 1992; Echeverría, 1989), sus teóricos consideran que las ideas que posee el

individuo son copias directa o indirecta de las impresiones sensibles captadas de los hechos

observados, y las experiencias se resuelven sólo en sus constituyentes últimos que son las

observaciones sensibles. Sus principales teóricos (Schlick, Carnap, Neirath, Hahn, Menger,

entre otros) coinciden en asumir un rechazo total de la metafísica y un serio intento de analizar

y unificar la terminología de las ciencias (Ruiz, 1998). El papel del investigador se reduce a

observar la realidad y experimentar con ella siendo, o intentando por todos los medios, ser un

observador objetivo. Aquí es muy importante la veracidad de la impresión que tenga el sujeto,

de manera que debe garantizarse la mejor manera de abordar la realidad y de allí la importancia

y la refinación a que ha llegado el método científico. Por otro lado, la validez del conocimiento

“científico” radica en la verificabilidad de las teorías producto del proceso inductivo. Este

concepto de verificabilidad y el problema de las generalizaciones fue causa de grandes

polémicas y debates entre los propios positivistas, y al final terminó prácticamente siendo el

gran talón de Aquiles de la misma teoría. Por último, la lógica juega un papel muy importante

en la formalización de las teorías, por lo que la matemática siempre fue una aliada fundamental

de dicha corriente.

32

El racionalismo o enfoque teórico deductivo es una propuesta desarrollada principalmente por

Popper, Bachelard, Lakatos, Kuhn y Bunge entre otros pensadores del Siglo XX. Sus tesis

ubican la génesis del conocimiento en el sujeto, lo que implica que el conocimiento tendrá

grados de relatividad estrechamente ligados a la persona que conoce. Los puntos de

coincidencia de sus teóricos son principalmente, por un lado, su oposición a cualquier postura

empírico-inductivista (prácticamente surgen como reacción frente al positivismo) y por el otro,

un desprendimiento de cualquier preocupación por proponer un método único para llegar al

conocimiento científico y por lograr una certeza objetiva como fin último de la ciencia que en

todo caso tan solo busca una verosimilitud entre las teorías y sus explicaciones (Parra, 2001;

Padrón, 1992).

Una tercera posición, presentada como alternativa entre las dos anteriores, es aquella que

introduce al contexto donde se desenvuelven sujeto y objeto como elemento importante en la

constitución del conocimiento. Esta posición, llamada por Parra (2001) alternativa

sociohistórica, se alimenta de cuatro grandes escuelas que, a pesar de presentarse con más

fuerza a finales del Siglo XX, tienen antecedentes desde la epoca griega. Estas corrientes, muy

ligadas a la educación matemática y congruentes con nuestra posición y aspectos de

investigación son: la fenomenología, el interaccionismo simbólico y la etnometodología.

II.2.1.-La Fenomenología

La concepción actual del término fenomenología se refiere a la desarrollada a partir de

las tesis de Husserl7. La fenomenología husserliana se entiende como un “método” y como un

“modo de ver” (Ferrater, 1982). El método se constituye tras la depuración del psicologismo,

donde es preciso mostrar que las leyes lógicas son leyes puras y no empíricas. También es

preciso mostrar que actos como la abstracción, el juicio, la inferencia, etc., no pueden ser actos

empíricos sino que son de una naturaleza intencional que tienen sus correlatos en puros

términos de la conciencia intencional. Esta conciencia no aprehende los objetos del mundo

natural como tales objetos, ni constituye lo dado en cuanto objeto de conocimiento, sino que

aprehende puras significaciones en cuanto son simplemente dadas y tal como son dadas. El

método fenomenológico consiste pues en examinar todos los contenidos de conciencia, pero en

7 Husserl Edmund (1859-1938). Filósofo alemán fundador de la escuela fenomenológica. En adelante, todas las notas biográficas al pie son tomadas de Ferrater (1982)

33

vez de dictaminar si tales contenidos son reales o irreales, se procede a examinarlos en cuanto

son puramente dados.

Un desarrollo ulterior del método fenomenológico es el aporte de Schutz8, quien adopta las

tesis de Husserl y considera que su método “debía dominar y analizar la vida interior del

individuo, esto es, sus experiencias de los fenómenos o apariencias tal y como

ocurren…”(Campbell, 1992). El interés de Schutz se enfoca sobre el estado de “reducción”

fenomenológica por medio de la cual el filósofo se libera de todas sus preconcepciones teóricas

y científicas sobre el mundo que existe “ahí fuera” y analiza el significado o “sentido” del

fenómeno tal y como se experimenta. Schutz se mantiene en el nivel de análisis psicológico,

proponiéndose la tarea de analizar la experiencia social (la experiencia que tenemos de otra

gente), siendo su objetivo descubrir los elementos de la vida social. Su propuesta como método

es reflexionar sobre la experiencia social, para lo cual debemos dejar de lado o “poner entre

paréntesis” la creencia que tenemos de la realidad del mundo fuera de nuestra experiencia,

abandonando todas nuestras presuposiciones sobre lo que es realmente la sociedad. Para no

caer en un individualismo metodológico Schutz acota que la conciencia humana presupone la

realidad de otra gente y las experiencias del individuo están mediatizadas por los modos de

pensar y sentir que se transmiten a través de sus relaciones sociales.

II.2.2.- El interaccionismo simbólico

Una de las principales implicaciones y desarrollos de las teorías fenomenológicas lo

constituye el conjunto de ideas conocido como Interaccionismo Simbólico, que deben tanto a

Schutz como a George Hebert Mead. Mead fue un psicólogo social americano y un filósofo de

fines del siglo XIX que recibió la influencia del concepto sobre el “espectador imparcial” que

creó Adam Smith. El nombre real de Interaccionismo Simbólico fue inventado por un discípulo

de Mead, Herbert Blumer, en 1937, e intenta aprehender la creencia que Mead tiene de que la

interacción social implica la comprensión mutua y la interpretación de los gestos y el habla es

la clave para entender las relaciones humanas. Mead sostiene que las estructuras sociales de los

roles e instituciones afectan la conducta individual solamente a través de los significados

8 Alfred Schutz (1899-1959). Abogado, economista y filósofo vienés, gran impulsor de la sociología fenomenológica.

34

comunes que se expresan en los símbolos del grupo y los modos en que éstos se interpretan en

los intercambios que se llevan a cabo entre individuos (Campbell, íbid).

Otros teóricos del Interaccionismo Simbólico (Anselm Strauss y Erving Goffman, por

mencionar algunos) afirman que los hombres ayudan a crear la propia interpretación que tienen

de la realidad social, que es ella misma resultados de las interacciones anteriores. Las

relaciones sociales las plantean como actividades interpersonales de las que surge un grado de

consenso que hace referencia a “lo que está sucediendo” y a la parte que cada persona juegue

en un drama humano particular. No siempre resulta que se está necesaria y completamente de

acuerdo con las perspectivas ya que cada “yo” consciente tiene “sus” propias ideas que se

refieren a lo que está sucediendo y cómo él o ella desean ser considerados. Igual que en Schutz

existe una orientación deliberada del individuo que se dirige hacia una situación social que es

de un cierto tipo, el cómo deba “definirse” exactamente la situación es algo que depende de los

actores individuales y de las partes que deseen aceptar y que entren en competición en ese

juego social particular.

Llegando un poco más allá, Goffman aporta un enfoque en el que, al igual que asume Schutz,

la realidad social es un logro humano que necesita el despliegue constante de ciertas técnicas

que requieren la captación de símbolos comunes y un cierto grado de autoconciencia. Pero

agrega que “La Sociedad” tienen realidad sólo en la conciencia humana: para cualquier

individuo dado la realidad social es un hecho objetivo ya que debe tener en cuenta las

actitudes y creencias de otra gente cuando tiene que decidir cómo actuar. Debe adoptar e

interiorizar tales actitudes para llevar a cabo las relaciones de rutina con otros (este es el

aspecto “pragmático” del interaccionismo). Los significados sociales son productos de grupo

que se comparten ampliamente y a los que se llega a través de la colaboración conjunta de

aquellos rasgos del mundo externo que han de considerarse significativos. Tal realidad tiene la

objetividad de ser intersubjetiva, pero no es una realidad que existe más allá de la conciencia

de sus creadores o que trasciende totalmente de su control.

II.2.3.-La etnometodología

Los teóricos de ésta corriente de pensamiento comparten muchas de las preocupaciones

de los interaccionistas simbólicos. Ambos grupos intentan cambiar el dicho de Durkheim en lo

35

referente a tratar los hechos sociales como cosas y convertirlo en la máxima de que los hechos

sociales deben tratarse como realizaciones. Pero los etnometodólogos van más allá, negando la

existencia de un conjunto determinado de creencias y valores comunes que subyacen a toda

cohesión social (Campbell, 1992).

El nombre real de “etnometodología” fue inventado por Garfinkel para describir el

compromiso con el estudio empírico del razonar práctico, de cómo la gente da sentido a lo que

le sucede en las interacciones sociales. Garfinkel sostiene que en los intercambios sociales

estamos continuamente intentando descubrir los patrones de pensamiento de aquellos con

quienes interactuamos. Este es el contexto en el que se construye nuestra noción de realidad

social. Esta realidad no puede generalizarse a otras situaciones históricamente diferentes

porque los significados de cada intercambio son peculiares de cada contexto específico. La

idea de Garfinkel es que el significado de lo que se nos dice depende de la comprensión que

tengamos de la situación en la que participemos con todos sus matices y peculiaridades, ya

que las mismas palabras que se han utilizado en situaciones diferentes tienen significados

diferentes.

El resultado de este enfoque es que el significado de la interacción social no debe considerarse

que es algo que se da simplemente desde fuera de una interacción particular. Se obtiene y

recrea de modos específicos en cada ocasión. Todo lo que puede asumirse es que en cada

ocasión la gente que está implicada intentará darle sentido a lo que está sucediendo la luz de

sus propias presuposiciones e intereses. Un método que se utiliza en tales estudios, y que

comparten los interaccionistas es el de la “observación participante”. Este requiere que el

experimentador absorba en si mismo la situación que está intentando estudiar para aprender

cómo utilizar en su propio contexto el lenguaje de aquellos con los que participa. Para efecto

de nuestra investigación esto adquiere singular importancia, ya que nuestra concepción del

proceso de formación contempla, en una parte muy significativa, que los docentes asuman

vivencialmente su proceso de formación, en el que ellos mismos, observadores y alumnos a la

vez, estarán constantemente interactuando e intercambiando presunciones e intereses.

36

II.3. CONSTRUCTIVISMO: ALGUNAS PRECISIONES TEÓRICAS

El constructivismo, considerada una de las corrientes epistemológicas de mayor influencia en

las teorizaciones educativas en la actualidad, encierra tres acepciones que, sin que carezcan de

relaciones, no coinciden exactamente (Astolfi, 2001):

• En psicología, el término se refiere al modelo que se adopta para aprehender la actividad

intelectual del sujeto emprendida con el fin de resolver un problema. Desde esta

perspectiva el punto de vista constructivista se opone, por ejemplo, al punto de vista

conductista, que predominó por mucho tiempo en la psicología. Puede referirse al modelo

piagetano de la psicología genética o a los modelos de procesamiento de la información

(que privilegia mecanismos locales, con ocasión de cada tipo de problema).

• En epistemología, el término se refiere a la concepción que se adopte acerca del objeto del

saber, de la relación entre los datos empíricos (los hechos) y la construcciones teóricas

(leyes o teorías). El punto de vista constructivista se opone aquí a los puntos de vista

empirista y positivista, que inducían a comprender la actividad científica como una forma

de “develar” las leyes naturales, hasta ahora escondidas. El constructivismo insiste, en

cambio, en el carácter muy elaborado (construido) de los “objetos” de la ciencia.

• En didáctica, el término se refiere más bien a los procedimientos de enseñanza que sitúan

al alumno como eje de los aprendizajes escolares. El punto de vista constructivista se

opone aquí al punto de vista transmisivo. Puede adscribirse a las orientaciones clásicas de

la educación nueva (que privilegia, por ejemplo, el interés y la motivación del alumno).

Quizá fuera suficiente una sola fórmula para definir el constructivismo en el plano

didáctico: los saberes no se transmiten ni se comunican limitándose a hablar; el alumno,

que aprende solo, tiene siempre que construirlos o reconstruirlos.

En este trabajo asumimos que son de interés las tres vertientes, ya que en Latinoamérica y

particularmente en Venezuela, con las discusiones que se han generado a partir del CBN, se

está en la búsqueda de todos los aportes teóricos que alimentan al constructivismo, desde el

más radical, hasta los últimos aportes del Constructivismo Social hechos por Ernest (1994), y

sus ideas de falibilidad de las matemáticas.

37

II.3.1.- La educación matemática desde la perspectiva constructivista

Cada vez son más los autores que reconocen explícitamente el hecho de que las posiciones

filosóficas y las teorías epistemológicas relativas al conocimiento matemático ejercen una

influencia determinante sobre la educación matemática.

Entendemos “Educación Matemática” en el mismo sentido que la concibe Waldegg (1999):

con un sentido amplio, es decir, no sólo la labor que realiza el maestro dentro del salón de

clase, sino que nos referimos, además, a aquellos otros factores que intervienen y hacen posible

que la matemática se enseñe y se aprenda; estos factores son por ejemplo, el diseño y el

desarrollo de planes y programas de estudio, los libros de texto, las metodologías de la

enseñanza, las teorías del aprendizaje, la construcción de marcos teóricos para la investigación

educativa.

Este cuerpo de ideas se hace más cercano a nuestra realidad al constatar sus coincidencias con

los principios propuestos en el CBN, y las investigaciones de docentes venezolanos como

Mora (2001).

El actor, o los actores, que intervienen para dar cuerpo a los factores mencionados arriba, lo

hacen, explícita o implícitamente, desde sus personales convicciones filosóficas y

epistemológicas respecto a la matemática. Es decir, las concepciones que ellos tienen -ya sea

individualmente o como grupo o corriente- sobre “lo que es la matemática” y “lo que es el

conocimiento matemático”, permean los elementos que conforman los procesos de enseñanza y

de aprendizaje de las matemáticas.

No quiere decir esto que todos los profesionales de la educación matemática están “inscritos”

en alguna escuela filosófica. Ni tampoco significa que los docentes no tengan una postura

epistemológica: lo que ocurre es que muchas veces es inconciente. Lamentablemente nuestra

percepción (por ahora muy empírica) es que la gran mayoría simplemente no posee referentes

teóricos para asumir alguna postura, y lo peor, esto no les incomoda en lo más mínimo para lo

que ellos entienden es su quehacer diario. Siendo aún más atrevidos: no nos cuesta nada

afirmar que en Venezuela ni el Sistema Educativo, ni las instituciones, ni la cultura escolar nos

hace la más mínima exigencia en este sentido. Algunos investigadores venezolanos han sido

38

enfáticos al respecto (ver, por ejemplo, Pérez Esclarín, 1999). En los pocos buenos casos se

trata, simplemente, de las opiniones “privadas” del profesor, del autor de textos, del profesional

que diseña los planes y programas o del investigador, acerca de la naturaleza de la matemática

y del conocimiento matemático, y a sus convicciones de cómo éstas se relacionan con la labor

de enseñanza y con el aprendizaje de los estudiantes (Mora, 2001). A menudo, estas opiniones

han sido indirectamente adquiridas o heredadas a través de su propia formación; pero

frecuentemente también, obedecen a tendencias o modas de corrientes internacionales que, en

ocasiones son incompatibles con las primeras.

II.3.2.-La matemática como objeto de enseñanza

En casi todo el siglo XX y hasta hace poco tiempo, la concepción filosófica dominante

sobre la matemática ha sido la formalista, que grosso modo, nos presenta a esta disciplina

como un cuerpo estructurado de conocimientos; dicho cuerpo está conformado por los objetos

matemáticos, las relaciones entre ellos y los criterios para validar resultados dentro de un

marco axiomático-deductivo (Moreno-Waldegg, 1992). El formalismo exige extirpar el

significado de los objetos a fin de trabajar exclusivamente con las “formas” y con las

relaciones entre dichos objetos que se derivan de la base axiomática de las teorías. La actividad

matemática producto de esta concepción ha sido sumamente fructífera, baste observar la gran

cantidad de resultados surgidos en el siglo pasado. Sin embargo, esto mismo no se puede decir

de la práctica educativa que se deriva de una concepción formalista de la matemática.

Respecto a la epistemología de la matemática que domina la “enseñanza tradicional”, ésta tiene

raíces históricas mucho más lejanas, que se remontan a la época de la antigua Grecia. Para

Platón, los objetos matemáticos, así como las relaciones entre ellos, tienen una realidad,

externa e independiente de quien conoce, en el mundo de las ideas. Conocer para Platón

significa re-conocer, trasladar este cuerpo de objetos y relaciones preexistentes en un mundo

exterior e implantarlos en el intelecto del individuo. La tesis fundamental de esta postura

epistemológica -que llamaremos realismo matemático- es la separación explícita entre el sujeto

cognoscente y el objeto de conocimiento.

Este realismo epistemológico es modificado por Aristóteles quien le da un matíz empírico, al

trasladar los objetos de la matemática del mundo de las ideas de Platón a la Naturaleza

39

material: conocer ahora significa re-conocer los objetos matemáticos -mediante procesos de

abstracción y generalización- en los objetos corpóreos de la Naturaleza.

Ambas concepciones -la idealista de Platón y la empirista de Aristóteles- parten de la premisa

fundamental de que los objetos de la matemática y sus relaciones están dados, su existencia no

depende del sujeto que conoce, ya que preexisten a él.

Bajo esta concepción, la matemática puede ser vista como un “objeto de enseñanza”: el

matemático la “des-cubre” en una realidad externa a él, una vez descubierto un resultado

matemático, es necesario “justificarlo” dentro de una estructura formal y queda listo para ser

enseñado. Esta concepción epistemológica, en una especie de simbiosis con el formalismo,

encaja dentro de la oposición formulada por el empirismo lógico del siglo veinte: el realismo

suministra el contexto de descubrimiento, mientras que el formalismo nos da el contexto de

justificación (Moreno-Waldegg, 1992).

Considerando que la matemática es un “objeto de enseñanza”, éste puede transmitirse. Quien

posee el conocimiento puede ofrecerlo a quien no lo posee, sin riesgo de que el conocimiento

se modifique en el proceso de transmisión.

La tarea del profesor consiste en “inyectar” el conocimiento en la mente del estudiante a través

de un discurso adecuado. El estudiante, por su parte, no puede modificar la estructura del

discurso, su tarea consiste en decodificarlo. La didáctica, bajo este punto de vista, busca

optimizar la tarea del profesor mediante una especie de combinatoria de contenidos,

generalmente apoyada en preceptos universales -como el paso de lo simple a lo complejo, de

lo particular a lo general, de lo concreto a lo abstracto, del análisis a la síntesis- y poniendo

especial énfasis en el contexto de la justificación, como estado superior del conocimiento.

La evaluación del aprendizaje, bajo esta concepción, queda definida de manera clara: los

mismos contenidos que el profesor transmite inequívocamente mediante su discurso, serán

demandados al estudiante quien deberá responder con un discurso análogo. Aunque se

reconocen diferencias entre los estudiantes (de inteligencia, de actitud, de motivación), éstas

diferencias se borran al solicitar respuestas únicas y universales, centradas, principalmente, en

el contexto de justificación.

40

Algunas otras teorías del aprendizaje, desarrolladas en épocas recientes, propiciaron la

introducción de innovaciones en la didáctica que ofrecían optimizar el proceso de “transmisión

y adquisición” del conocimiento. Por ejemplo, las didácticas basadas en las teorías

conductistas, que alcanzaron su auge en la década de los setentas, proponían una serie de

técnicas -máquinas de enseñanza, textos programados, programación por objetivos, etc- bajo el

supuesto de que el aprendizaje consiste en la modificación de ciertas conductas observables,

provocada por un programa de enseñanza basado en el binomio estímulo-reforzamiento. Estas

teorías conductistas tampoco lograron escapar de la concepción realista de la matemática;

detrás de la tecnología educativa derivada de ellas, está la idea de que el conocimiento es una

especie de “paquete” que se transmite y se adquiere tanto mejor cuanto mejores sean los

vehículos que lo transportan.

La conjunción realismo-formalismo ha dominado la educación matemática durante los últimos

años: subyace a la mayoría de los textos y de los planes de estudio de todos los niveles

escolares, a la actividad de muchísimos profesores, a los métodos de evaluación y clasificación

y a muchos de los trabajos de investigación educativa (González, 1995). No obstante, los

resultados no han sido del todo satisfactorios: el sentimiento de fracaso en profesores y

estudiantes parece ir en aumento. Parece necesario revisar las hipótesis (explícitas e implícitas)

sobre las que se apoyan nuestros esfuerzos.

II.3.3.- La matemática como objeto de aprendizaje

Waldegg (1999) nos señala que un cambio fundamental en las tesis del realismo

matemático se presenta con la Crítica de la razón pura de Immanuel Kant (1724-1804), en

donde de manera brillante entra en cuestionamiento la “objetividad” del conocimiento, sin caer

en la trampa de la autoconciencia que imponía el racionalismo cartesiano. La tesis Kantiana

postula que cuando el sujeto cognoscente se acerca al objeto de conocimiento (sea éste material

o ideal), lo hace a partir de ciertos supuestos teóricos, de tal manera que el conocimiento es el

resultado de un proceso dialéctico entre el sujeto y el objeto, en donde ambos se modifican

sucesivamente. Conocer para Kant, significa crear a partir de ciertos a prioris, que permiten al

sujeto determinar los objetos en términos del propio conocimiento y no, como suponían los

filósofos griegos, el conocimiento en términos de los objetos.

41

La concepción epistemológica de Kant sirve como punto de partida -aunque las teorías después

difieren sustancialmente- para las reformulaciones constructivistas del presente siglo.

Notablemente, Jean Piaget establece su Epistemología Genética sobre la base de que el

conocimiento se construye mediante la actividad del sujeto sobre los objetos. Los objetos

matemáticos ya no habitan en un mundo eterno y externo a quien conoce, sino que son

producidos, construídos, por él mismo en un proceso continuo de asimilaciones y

acomodaciones que ocurre en sus estructuras cognoscitivas (Piaget, 1979).

Para Piaget (y, en esencia, para todos los constructivistas), el sujeto se acerca al objeto de

conocimiento dotado de ciertas estructuras intelectuales que le permiten “ver” al objeto de

cierta manera y extraer de él cierta información, misma que es asimilada por dichas estructuras.

La nueva información produce modificaciones, -acomodaciones- en las estructuras

intelectuales, de tal manera que cuando el sujeto se acerca nuevamente al objeto lo “ve” de

manera distinta a como lo había visto originalmente y es otra la información que ahora le es

relevante. Sus observaciones se modifican sucesivamente conforme lo hacen sus estructuras

cognoscitivas, construyéndose así el conocimiento sobre el objeto (Piaget, 1968).

Como ya señalábamos más arriba, de una forma u otra, el propósito de todas las epistemologías

ha sido el análisis de las relaciones entre el sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento, y

la forma en que se genera el conocimiento mediante tal interacción. El modelo de enseñanza

tradicional -soportada por el realismo matemático- que hemos descrito anteriormente,

privilegia el objeto de conocimiento y concede un papel pasivo al sujeto. En la perspectiva

constructivista, es la actividad del sujeto lo que resulta primordial: no hay “objeto de

enseñanza” sino “objeto de aprendizaje”. Esta concepción subyace en los postulados teóricos

del CBN (MED, 1997).

II.3.4.- La construcción del conocimiento

En concordancia con las teorías interaccionistas que señalamos como parte de una

concepción sociohistórica, desde la perspectiva constructivista el conocimiento es siempre

contextual y nunca separado del sujeto; en el proceso de conocer, el sujeto va asignando al

objeto una serie de significados, cuya multiplicidad determina conceptualmente al objeto.

Conocer es actuar, pero conocer también implica comprender de tal forma, que permita

42

compartir con otros el conocimiento y formar así una comunidad. En esta interacción, de

naturaleza social, un rol fundamental lo juega la negociación de significados (lo que la

contextualiza dentro del marco de la etnometodología ya estudiado).

Una tesis fundamental de la teoria piagetiana es que todo acto intelectual se construye

progresivamente a partir de estructuras cognoscitivas anteriores y más primitivas (Piaget,

1968). La tarea del educador constructivista, mucho más compleja que la de su colega

tradicional, consistirá entonces en diseñar y presentar situaciones que, apelando a las

estructuras anteriores de que el estudiante dispone, le permitan asimilar y acomodar nuevos

significados del objeto de aprendizaje y nuevas operaciones asociadas a él (Moreno-Waldegg,

1992). El siguiente paso consistirá en socializar estos significados personales a través de una

negociación con otros estudiantes, con el profesor, con los textos; y especialmente la

resolución de problemas (Waldegg, 2000).

Al poner el énfasis en la actividad del estudiante, una didáctica basada en teorías

constructivistas exige también una actividad mayor de parte del educador. Esta ya no se limita

a tomar el conocimiento de un texto y exponerlo en el aula, o en una notas, o en otro texto, con

mayor o menor habilidad. La actividad demandada por esta concepción es menos rutinaria, en

ocasiones impredecible, y exige del educador una constante creatividad (MED, 1997; Mora,

2004).

La perspectiva constructivista reivindica el papel activo del estudiante y su responsabilidad en

su aprendizaje, pero no (como en algún momento se pensó) despojando al maestro de su papel

central en este proceso. Si bien el alumno construye su propio saber, el maestro tiene la misión

de guiarlo hacia el conocimiento socialmente aceptado (el conocimiento científico), poniéndolo

en contacto con situaciones y problemas interesantes que le permitan desarrollar distintos

medios para elaborara los conceptos científicos (Gouveia, 2000).

Si el aprendizaje es un proceso de construcción individual, que depende de los conocimientos

previos del estudiante (como lo dicen las tesis piagetianas descritas antes), entonces el maestro

debe estar atento a los procesos individuales de cada uno de sus alumnos; esto no implica que

el maestro deba realizar una labor agotadora dedicando todo el tiempo que demanda cada uno

de sus alumnos en sus procesos individuales, ni significa tampoco que cada alumno deba tener

43

un maestro exclusivo para él. Gracias a las tesis constructivistas, el maestro se puede auxiliar

de ciertas situaciones –que permitan poner en un contexto adecuado el conocimiento- (Ernest,

2000) y del trabajo en colaboración con los otros niños, para que el alumno alcance, de manera

casi autónoma, los contenidos conceptuales que establecen los planes y programas de estudio.

II.4. REFERENTES TEÓRICOS DE LOS ELEMENTOS CURRICULARES

II.4.1.- Antecedentes de la Planificación por Proyectos

El método de proyectos no es una idea nueva en comparación con otros métodos de

enseñanza. Tanto en Europa como en EEUU, se viene discutiendo el concepto, en el campo de

las ciencias de la educación, desde principios del siglo XX (Mora, 2004). A pesar de que el

término “proyecto” ha sido aplicado en casi todas las áreas del conocimiento, especialmente

desde el punto de vista tecnológico, el mismo no ha tenido suficiente repercusión en la práctica

educativa y aún menos en el tratamiento didáctico de disciplinas específicas como la

matemática y las ciencias naturales en los diferentes niveles del sistema educativo. Pueden

existir muchas razones que explican este fenómeno pedagógico; sin embargo, consideramos

que el motivo fundamental podría estar relacionado con la fuerza en la cual se ha afianzado la

enseñanza clásica, centrada en una estructuración lineal y formal del conocimiento científico.

En este sentido, siguiendo las propuestas de Mora, si deseamos una práctica educativa diferente

a la impartida en los últimos dos siglos, entonces necesitamos romper, en gran medida, con la

forma de presentar y trabajar el conocimiento científico, cambiándolo definitivamente por otras

ideas como la enseñanza por proyectos, las aplicaciones, la resolución de problemas, las

estaciones de trabajo, entre muchos otros métodos basados en el diálogo, la participación y la

cooperación entre los integrantes de la práctica educativa, donde el trabajo didáctico esté

centrado en los alumnos más que en los docentes y conocimientos. Este planteamiento ha sido

reforzado insistente y consecuentemente por pedagogos como Simón Rodríguez, Dewey,

Freinet, Makarenko, Schultz, Freire y Stenhouse; quienes, al igual que otros estudiosos de la

pedagogía, no dudaron en señalar que la educación tiene como propósito fundamental lograr

que todos los ciudadanos desarrollen competencias interdisciplinarias, sociales y políticas.

44

II.4.1.1.- Desarrollo Histórico del Método de Proyectos

Aún persisten muchas interrogantes sobre el método de proyectos que los historiadores

en el campo de la pedagogía no han podido responder. Según Mora (2004), todo parece indicar

que sus inicios, desde el punto de vista pedagógico y sistemático, realmente se encuentra en

algunos países occidentales, concretamente en Europa, propagándose por muchas otras partes

del mundo, lo cual no niega que puedan existir ideas en tiempos remotos y en diferentes

culturas como la precolombina, árabe o asiática.

La historia del método de proyectos empieza ciertamente en Francia al inicio de la mitad del

siglo XVII cuando se crea en París la Academia Real (Knoll, 1991). La tarea de esa academia

era fomentar la ciencia, la literatura y el arte. En el año 1671 se instaura la academia de

arquitectura, la cual sostiene en sus postulados que los arquitectos no sólo deberían construir

casas bonitas y estables, sino que además debería poseer una formación integral que incluyera

aspectos de carácter social. Es así como en esa recién fundada academia todo arquitecto

debería, junto con las pruebas finales teóricas, presentar un trabajo práctico como requisito

para la culminación de sus estudios. Según Knoll (1991), ese trabajo se denominó desde el

primer momento “proyecto”.

Knoll también explica que el método de proyectos fue transferido a EEUU desde Europa por

William Rogers, fundador del Instituto de Tecnología de Masschusetts. Rogers concebía este

método no como una idea pedagógica y didáctica, sino más bien como un proceso y un

procedimiento que permitía al estudiante conectar aspectos prácticos con las leyes de la

ciencia. El término proyecto no tenía en consecuencia, en esa época, el significado pedagógico

incorporado posteriormente por el pragmatismo educativo norteamericano. Es importante

resaltar, sin embargo, que en efecto, la concepción del método de proyectos tiene su origen en

las instituciones de educación superior, lo cual sirvió como punto de partida para su desarrollo

en el campo de las ciencias de la educación, tal como lo conocemos en la actualidad. Un

resumen del desarrollo histórico, con los aportes y vertientes más relevantes podemos

observarlo en la figura 2, propuesta por Ludwig (1998):

45

Figura 2: Desarrollo Histórico del Método de Proyectos. (Fuente: Mora , 2004)

II.4.2. – Componentes del método de proyectos

En la literatura sobre el tema se encuentra una variedad muy amplia de referencias de

toda naturaleza sobre los avances teóricos desarrollados para el método de proyectos, sobre

todo en los años comprendidos desde 1980 a 2001. David Mora recoge y sintetiza todos estos

aportes, tomando como referencia principalmente los trabajos de Frey (1995) y Ludwig (1998),

46

y nos ofrece una concepción de proyectos caracterizada por las siguientes componentes (Mora,

2004, p. 32) (hemos resaltado en negrillas los aspectos que consideramos esenciales):

1. Todos los participantes en el proceso educativo pueden orientarse de acuerdo a sus

propios intereses y determinar su propio aprendizaje.

2. Los participantes en el proceso de aprendizaje y enseñanza pueden salir hacia otros

lugares fuera de la disciplina escolar y así se vinculan directamente con el medio

social y natural de sus alrededores, especialmente de su comunidad.

3. Los alumnos pueden experimentar directamente el mundo social y material, lo cual

se contrapone con la “realidad ficticia” presentada y trabajada normalmente en la

escuela apartada del mundo.

4. El problema objeto de estudio ha de ser concebido en consonancia con la complejidad

de las experiencias y la vida de quienes participan en su proceso de solución.

5. Las características del proyecto hacen que participen en su solución y explicación tanto

conceptos como métodos de diferentes disciplinas científicas.

6. El objetivo de la enseñanza orientada en proyectos conduce básicamente hacia la

transformación de la realidad más que a la descripción de las cosas y los hechos que

caracterizan al proyecto propiamente dicho.

7. Los integrantes participan, de acuerdo con las posibilidades e intereses de cada uno,

activamente en todas las fases de desarrollo del proyecto.

8. Todos los participantes deben asumir seriamente el proyecto elegido, lo cual implica

que todo aquello que cada uno realiza tiene consecuencias directas para los demás

integrantes en el grupo comprometidos en el aprendizaje y la enseñanza.

9. El aprendizaje y la enseñanza orientada por proyectos permite poner en práctica la

creatividad, la fantasía, el juego y el trabajo corporal, elementos fundamentales de

un sano crecimiento de niños y jóvenes.

10. El papel tanto de los alumnos como de los profesores tiene que cambiar, de lo

contrario el método de proyectos puede perder su orientación original y centrarse

nuevamente la enseñanza en el profesor y los conocimientos más que en los alumnos y

en el contenido del proyecto.

11. La enseñanza basada en este método está orientada hacia la producción, lo cual hace

que el proceso educativo y el producto estén estrechamente relacionados entre sí.

47

II.4.3.- Prescripciones del Currículo Básico Nacional para los proyectos Pedagógicos de

Aula

En el caso venezolano, desde 1997 el Ministerio de Educación y Deportes ha impulsado

una reforma curricular para el nivel de Educación Básica, donde una de las principales

novedades y aspecto esencial, es proponer como forma fundamental de Planificación del

trabajo docente la concepción de proyectos. Los documentos emitidos por el MED (que son

muy profusos en la descripción de las bases Conceptuales, Filosóficas, Sociológicas,

Psicológicas y Pedagógicas del Currículo Básico Nacional) indican algunos aspectos que

resumiremos en este aparte y que nos permiten verificar las coincidencias teóricas con la

concepción del método de proyectos expuesta anteriormente.

Según estos documentos (MED, 1997), se define al Proyecto Pedagógico de Aula como un

instrumento de planificación de la enseñanza con un enfoque global que toma en cuenta los

componentes del currículo, se sustenta en las necesidades e intereses de la escuela y los

educandos a fin de proporcionarle una educación mejorada en cuanto a calidad y equidad. Los

Proyectos de Aula como instrumentos de planificación no sólo contribuyen a mejorar la calidad

de enseñanza, sino que “se convierten en una herramienta importante para la reflexión y el

análisis de la práctica educativa.” (p. 71, resaltado nuestro).

Los Proyectos de Aula en manos de los docentes explicitan las estrategias más adecuadas de

intervención pedagógica y determinan los objetivos, contenidos y medios a ser utilizados.

Además, permiten una evaluación comparativa de lo planificado en relación con el proceso y

los resultados obtenidos por los alumnos. Asimismo, posibilitan la adaptación y redefinición de

los proyectos a las nuevas necesidades detectadas.

El proyecto de Aula toma en cuenta los componentes del currículo referidos al qué, cuando y

cómo enseñar, y al qué, cuando y cómo evaluar; también considera a los actores que

intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y las relaciones que se establecen entre

ellos. Se entiende que en el momento de su diseño, estos componentes deben tener presencia y

manifestarse en los elementos con que el docente integra su diseño.

48

Los Proyectos Pedagógicos de Aula (PPA), deben presentar las siguientes características

(MED, 1997, p. 72, resaltados nuestros):

• Permiten la globalización e integración de los aprendizajes, favoreciendo el

aprendizaje significativo.

• Facilitan el establecimiento de relaciones entre contenidos pertenecientes a varias

áreas académicas o bien entre contenidos diferentes de una sola de ellas.

• Guardan estrecha relación con los Proyectos Pedagógicos de Plantel, porque incorporan

un conjunto de actividades relacionadas con los problemas de tipo pedagógico

detectadas en la institución escolar, a objeto de contribuir a mejorar la calidad de la

educación.

• Contextualizan y adaptan los objetivos de etapa y de área, así como los ejes

transversales y los contenidos de tipo conceptual, procedimental y actitudinal, en

atención a las características, necesidades e intereses de los educandos y a la realidad

del plantel escolar.

• Establecen métodos, técnicas de enseñanza y actividades que permiten una adecuada

intervención pedagógica en el aula.

• Ayudan a la toma de decisiones respecto al diseño de proyectos globales de enseñanza,

la organización y ambientación de las aulas; la distribución de espacios y tiempo; la

selección de materiales y recursos didácticos; la distribución de las tareas entre el

equipo docente y el establecimiento de un sistema compartido de evaluación.

II.4.4.- Elementos Formales y No Formales de los Proyectos Pedagógicos de Aula y los

Obstáculos para su diseño y desarrollo

En atención a lo descrito en el aparte anterior, se puede observar que las prescripciones

del Currículo Básico Nacional, nos llevan a determinar que un Proyecto Pedagógico de Aula

debe considerar los siguientes elementos y que denominaremos ELEMENTOS FORMALES:

• Los Objetivos del nivel, de la etapa y del grado respectivo.

• Los contenidos de las seis áreas del currículo presentados en sus dimensiones

conceptuales, procedimentales y actitudinales.

• Las dimensiones del saber, ser, hacer y convivir juntos.

49

• El perfil del educando y del grado respectivo.

• Los ejes transversales.

• Las competencias e indicadores de la evaluación.

• Las necesidades, intereses y experiencias previas del alumno.

• La realidad del entorno escolar.

Coincidimos con Rivas ( 2001) en que esta cantidad de elementos aunados a otros referentes

igualmente normativos, y otros, considerados complementarios (que denominaremos NO

FORMALES) propicia en el docente enormes confusiones conceptuales y prácticas para

articular un plan de trabajo en el que los aprendizajes estén permanentemente monitoreados por

la evaluación, ahora inspirada en una concepción cualitativa. En este trabajo, Rivas concluye

que los obstáculos conceptuales y metodológicos en el diseño y desarrollo de Proyectos

Pedagógicos de Aula, se pueden resumir en lo siguientes aspectos:

• Recargamiento de constructos conceptuales y metodológicos.

• Confusión entre las recomendaciones metodológicas para pasos

procedimentales y la fase de desarrollo de los PPA.

• Deficiencias conceptuales que dificultan la integración teórica y metodológica

de los contenidos de las disciplinas del currículo.

• Exclusión de contenidos de las áreas.

• Elementos accesorios o “Bisutería Didáctica”.

• Título o problema falso, defectuoso o superficial (Disneylización de los PPA).

• Uso de formatos lineales.

• Ausencia de Interdisciplinariedad.

• Debilidad para estructurar conceptualmente las áreas en los PPA.

• Una sencillez de concepción de proyectos que deriva en complejidad e

inviabilidad.

Por otro lado, según este mismo autor (Rivas, 2004), encontramos que las recomendaciones

metodológicas presentes en la literatura especializada sobre elaboración de PPA, “además de

abundantes, mecánicas y algorítmicas, confunden los pasos procedimentales propios del

diseño instruccional con la fase de instrumentación y de desarrollo que se da en el aula. Esta

50

situación, en consecuencia, entraba la comprensión procedimental que luego se trasladará al

diseño, y por ende, a la ejecución del proyecto.”(p. 209)

II.4.5.- El Método de Proyectos y la Educación Matemática

Buena parte de la matemática escolar puede ser trabajada mediante el método de

proyectos, siempre que se enfoque la educación matemática dentro de una perspectiva

educativa orientada en y hacia los sujetos que aprenden, así como en los problemas

fundamentales como temáticas generadoras, así lo proponen Heymann (1996) y Mora (2001).

Mora (2004) insiste en que no existe una relación biyectiva entre cada contenido matemático y

una aplicación directa en la vida cotidiana; por ello, propone dos tipos de situaciones, externas

e internas a la matemática como punto de partida y cuatro competencias (matemáticas,

interdisciplinarias, sociales y crítico políticas) como objetivos del proceso de enseñanza y

aprendizaje.

El quehacer primordial de la educación matemática ha estado vinculado, históricamente

hablando, con la actividad de los seres humanos en su relación con el mundo (Freire, 1996) y

ha tenido como objetivo básico la solución de problemas, especialmente presentes en el

contexto externo a la misma matemática (Morris, 2000). Dentro de este punto de vista sobre el

desarrollo histórico del conocimiento matemático, Mora (2004) sostiene que la matemática

solamente será entendida, aprendida y dominada por la mayoría de las personas, siempre que

su relación con ellas esté basada, en primer lugar, en el trabajo activo, participativo y

significativo de los sujetos actores en el proceso educativo; y en segundo lugar, como parte de

la estructura formativa general básica de todo ser humano. Aunque ambos constructos se

conectan dialécticamente, el primero está referido especialmente a los métodos, técnicas y

actividades de aprendizaje y enseñanza en la práctica concreta, mientras que el segundo

obedece más a los objetivos de la educación y, muy particularmente, a los objetivos de la

educación matemática. La teoría sobre el método de proyectos, para la educación matemática

por ejemplo, comprende ambos constructos; y desde nuestro punto de vista también coincide

plenamente con las prescripciones y fundamentos del Curriculo Básico Nacional para los

Proyectos Pedagógicos de Aula.

51

En cuanto al objetivo central de la matemática escolar; es decir, la educación matemática como

parte imprescindible de la formación integral de los seres humanos, Heymann (1996) desarrolla

un concepto pedagógico para la formación general básica de toda la población infantil y juvenil

que se centran en siete tesis junto con cinco centros de atención en la educación matemática

(ver Figura 3). Este planteamiento coincide con el punto de vista de Mora (2001) para la

educación matemática de los sujetos, la colectividad y los problemas fundamentales de la

sociedad. Una síntesis de las siete tesis son recogidas por Mora (2004, p. 51):

1. Orientación hacia el mundo: es bien conocido y ampliamente aceptado, que la

matemática constituye una parte fundamental de nuestro mundo. La matemática

escolar con mayor fuerza representa un subconjunto muy importante de toda la

matemática posible, conocida o aun en proceso de construcción, que puede

interesarle y ser útil a la población, en especial a la estudiantil. Ese pedazo de

matemática, a pesar de su significado social, no cumple con el principio básico

de contribuir para que los seres humanos se orienten en este mundo cada vez

más exigente y dependiente de la tecnología. Existe una amplia variedad de

problemas y situaciones extramatemáticas, tales como matemáticas financieras,

toma de decisiones, elaboración, transmisión y representación estadística de la

información, etc., que la matemática escolar ha descuidado a costa de una

enseñanza desprendida del mundo.

2. Preparación para la vida: es conocido que los contenidos matemáticos

impartidos durante los once años que visitan nuestros niños la Escuela Básica y

Media Diversificada, no preparan en absoluto a la población para la vida, aun en

el supuesto básico que los conceptos matemáticos escolares implícitamente

pudieran contribuir al logro de capacidades tales como la argumentación

racional, la abstracción reflexiva y el aumento en la capacidad para resolver

problemas. En tal sentido, podemos afirmar que la mayoría de los contenidos

matemáticos y los métodos de trabajo en la escuela, no son usados más nunca

por las personas en su trabajo profesional ni en su vida cotidiana. Por otra parte,

se apartan contenidos matemáticos y extramatemáticos que sí pueden contribuir

con la formación integral y general de la población, independientemente de su

edad y nivel de escolaridad. Existe una variedad importante de actividades

matemáticas cotidianas tales como estimaciones, aproximaciones,

52

interpretaciones y representaciones que necesariamente deben ser tratados en las

clases de matemática en los diferentes grados, de acuerdo con la edad de los

niños y jóvenes.

3. Fortalecimiento de la coherencia cultural: la mayoría de los docentes de

matemáticas y la población, estamos de acuerdo en cuanto a la herencia cultural

y el significado social que representa la matemática. La educación matemática

tiene como tarea primordial, rescatar la matemática escolar de su actual

aislamiento. La población estudiantil, mediante la ejemplificación y el contacto

con las ideas matemáticas, debe experimentar las formas de pensamiento

matemático y, sobre todo, el razonamiento en cuanto a la resolución de

problemas matemáticos o no matemáticos con la ayuda de las matemáticas.

Lamentablemente la opinión generalizada es que la matemática se ha convertido

en un trauma para los estudiantes de todas las edades y de todos los niveles de

nuestro sistema educativo.

4. Responsabilidad individual y colectiva: la escuela en su significado más

amplio tiene como tarea indispensable, tal como lo ha señalado Simón

Rodríguez, Dewey, Freinet, Freire, Stenhouse, entre muchos otros, contribuir

no solamente con el desarrollo armónico e integral de los alumnos, sino,

fundamentalmente, la exigente tarea de crear la capacidad en el sujeto que

aprende y enseña de asumir la responsabilidad ante las circunstancias y

situaciones que afectan a los pueblos en un momento dado. La matemática no

solamente ha servido para interpretar la realidad, sino también ha aportado

soluciones concretas a muchos de los problemas ambientales y sociales.

Entonces se debe aprovechar la fuerza de la educación matemática para crear las

bases de una responsabilidad compartida. La manera apropiada sería, impulsar

durante el trabajo matemático cotidiano en nuestras escuelas, una enseñanza

matemática que trate situaciones extramatemáticas relacionadas directamente

con el medio ambiente, la tecnología y la sociedad.

5. Independencia y autodeterminación del sujeto: paradójicamente nuestros

alumnos no están acostumbrados en su relación con la matemática, al trabajo

independiente y autónomo. Por el contrario, ellos copian lo que escriben los

docentes en el pizarrón, repiten mecánicamente los procedimientos que

aparecen en los libros e intentan memorizar algoritmos y fórmulas para

53

responder las preguntas que hacemos bajo el mismo patrón de enseñanza y

dentro de la misma concepción de la matemática escolar que reflejamos en

nuestro contacto con la matemática. La cultura escolar debe romper con ese

esquema y luchar para que los alumnos no sólo adquieran cierto grado de

independencia para hacer matemática, sino que ella pueda servir para el

aumento de la autodeterminación y la confianza en su contacto con la

matemática. Esto será posible sólo mediante la relación de los sujetos con

situaciones matemáticas y no matemáticas significativas, lo cual podría reforzar

su pensamiento crítico ante el conocimiento matemático propiamente dicho,

como ante variados problemas que necesitan la matemática para su comprensión

y solución.

6. Razonamiento crítico: estamos obligados a desarrollar una cultura de

enseñanza donde exista espacio para que los alumnos, de manera subjetiva e

intuitiva, ensayen caminos posibles de solución, aprovechen sus propios errores,

hagan sus propias interpretaciones, intercambien ideas, pregunten sobre el

sentido y el significado de las cosas matemáticas y participen en la elaboración

del conocimiento matemático, independientemente de su nivel.

7. Entendimiento y cooperación: hay quienes consideran, tal vez por su visión

formalista y estructuralista de la matemática, que ellas tiene que aportar poco en

cuanto a la cooperación, entendimiento y solidaridad entre los sujetos de una

determinada sociedad. Sin embargo el éxito en la resolución de problemas

matemáticos o de cualquier naturaleza, dependerá en gran medida del trabajo

cooperativo, sobre todo cuando se trate de matemáticas escolares. La teoría de la

actividad y el interaccionismo simbólico han podido mostrar teórica y

empíricamente que el trabajo cooperativo, especialmente en matemática, puede

representar realmente una solución importante para afrontar las dificultades

presentes actualmente con la educación matemática escolar.

54

Figura 3: Puntos de atención en la Teoría de Educación Matemática (Fuente: Mora , 2004)

II.5.- ELEMENTOS DE MATEMÁTICA CRÍTICA

55

II.5.1.- Puntos centrales de la educación de matemática crítica

En esta parte del trabajo pretendemos presentar una síntesis de los fundamentos más

relevantes de esta corriente teórica, propuesta por el profesor Ole Skovsmose en su conocido

trabajo “Hacia una Filosofía de la Matemática Crítica” (Skovsmose, 1999), y del que tomamos

gran parte de lo aquí expuesto.

Dentro de la tradición de la Teoría Crítica desarrollada a partir del trabajo de la Escuela de

Frankfurt hacia mediados del siglo XX, hubo una preocupación central por la educación. Era

claro que la educación no sólo podía verse como un mecanismo de reproducción de las

estructuras económicas y sociales capitalistas, sino que podía también concebirse como un

espacio de reacción y resistencia. Muchas de estas reflexiones se quedaron en formulaciones

teóricas generales y muy pocas especifican la relación entre la educación crítica y las materias

escolares, en especial la matemática. La intención central de la propuesta de Skovsmose es

considerar la relación de manera teórica, pero con una relación permanente de sus

posibilidades prácticas.

En su obra precitada, el profesor danés ofrece varias reflexiones (no propuestas, ni recetas)

sobre nociones como la educación crítica, la democracia, el poder formativo de las

matemáticas, el conocer reflexivo, el aprendizaje como acción y la intencionalidad en el

aprendizaje. Su discurso tiene un estilo de perenne autocuestionamiento, ya que su intención

primordial es generarnos un espíritu interrogante a los docentes que nos sintamos

comprometidos con la transformación de las prácticas educativas y de la sociedad en general.

A pesar de que él aclara más de una vez, que su visión de la educación matemática crítica es

para una sociedad altamente industrializada, y más concretamente en el marco y con las

características de la sociedad danesa, sus precisiones sobre algunos conceptos – v.gr. el de

democracia-, no dejan de ser atractivos para los que aspiramos o creemos que nos

desenvolvemos en dicho modo de vida y gobierno.

56

Skovsmose apunta que la Democracia se cristaliza si se concreten los siguientes aspectos: a)

Que existan los procedimientos formales para elegir un gobierno, b) Que se dé una distribución

justa de los servicios y bienes sociales (entre ellos, fundamental, la educación), c) Que exista

una igualdad de oportunidades y obligaciones para cada miembro de la sociedad y d) Que se

permita la posibilidad de que los ciudadanos participen en la discusión y evaluación de las

condiciones y consecuencias del gobierno de turno. ¿Cómo encaja aquí una visión crítica de la

educación matemática? Porque la escuela (en un sistema democrático) tiene que enseñar a los

estudiantes a apreciar los valores democráticos básicos como la igualdad, fraternidad y

tolerancia; pero además la democracia en educación puede referirse a la vida de la escuela y el

salón de clase, lo cual implicaría que en ellos se deben encarnar los valores que nos permitan

vivir en democracia. Ergo, el gran papel de los docentes y la escuela es desarrollar en los

alumnos sus competencias democráticas, entendida como la base de conocimiento y

comprensión necesarias para que haya algún tipo de control sobre la delegación de la soberanía

(Ole habla estrictamente de democracias representativas). Dicho de otra manera pues, es una

condición para la participación y la reacción ante los desbarajustes que se dan en el día a día.

En este orden de ideas, se afirma que la educación matemática actual no es crítica,

principalmente porque no propicia la participación ni la reflexión. Se acusa a la matemática

escolar de pretender excesivamente de una especie de neutralidad ante la realidad que rodea a

la escuela y envuelve a los alumnos. Sugiere nuevos significados e interrelaciones entre los

conceptos CONFLICTO, CRISIS, CRÍTICA Y EDUCACIÓN, a partir de la consideración de

un artículo de Adorno9, y en el que se aboga por una interpretación de la crítica como un

concepto educativo. Al final nos plantea que la escuela reproduce el conocimiento, las rutinas y

competencias, al igual que sustenta las creencias ideológicas; pero si la educación pretende ser

crítica, debe tener en cuenta el contexto crítico de la escolaridad y tratar de desarrollar

posibilidades para crear la consciencia (subrayado nuestro) acerca de los conflictos, al igual

que proporcionar las competencias que sean importantes para manejar tales situaciones críticas.

En cuanto al objeto de la crítica en la educación matemática, se postula que las matemáticas

pueden verse como un lenguaje poderoso (coincidiendo con los planteamientos de Mora,

indicados anteriormente en II.4.5) que permite producir nuevas invenciones de la realidad. Así,

9 Theodore W. Adorno (1903-1969), filósofo, crítico de arte, integrante de la denominada Escuela de Frankfurt, considerado por muchos como el pilar de la educación crítica.

57

las matemáticas ofrecen nuevas percepciones de ella y también las colonizan y reorganizan

(hasta le dan forma a nuestra sociedad). Si bien no las considera el único agente del cambio

social, sí cumplen una función central en la sociedad actual, dada su asociación con la

tecnología de la información. La tecnología, con la matemática como base, contribuye con la

creación de la Paradoja de Vico referida a la incapacidad de los hombres para comprender sus

mismas creaciones tecnológicas. Así las matemáticas ejercen un poder social avasallador pues

crean nuevas estructuras sociales. Tales estructuras emergen del proceso de transformación de

las abstracciones mentales propias de las matemáticas en abstracciones materializadas. Éstas

últimas, que se toman como un hecho concreto (sin serlo) y que se han cambiado de naturaleza

a través de un largo proceso histórico y social, han nacido como el resultado de la

formalización del lenguaje y de acciones que las matemáticas realizan en el modelaje

matemático. Este modelaje y sus resultados poseen un gran poder simbólico porque a pesar de

no ejercer un poder directo y visible, tienen una legitimidad que emana de la creencia de la

exactitud y confiabilidad de las aplicaciones de las matemáticas.

Un elemento muy importante tiene que ver con la idea de alfabetización matemática en el

cuerpo teórico de la educación matemática crítica. Para presentarnos éste concepto, Ole hace

un paralelismo con las nociones de la alfabetización en términos lingüísticos según los

planteamientos de la Teoría Crítica, y en concordancia con trabajos como los de Freire, Giroux

y Lempert. Al final del capítulo 1 se pregunta si en dichos trabajos “¿Se podrá sustituir el

término alfabetización por el de alfabetización matemática…?” (p. 29) que permita a los

ciudadanos ejercer una competencia democrática importante. Más adelante se pregunta ¿Cuál

es la competencia de la educación matemática crítica que puede hacer esto? De inmediato se

responde: el conocer reflexivo. Estimamos que este concepto es el nervio central de la

propuesta de Ole, y el que puede revestir mayor interés para nosotros en Latinoamérica o en

Venezuela. El término se refiere a la capacidad necesaria para tomar una posición justificada

en una discusión sobre asuntos tecnológicos. Esta competencia incluye al conocimiento

matemático que son las habilidades para reproducir pensamientos matemáticos, teoremas,

demostraciones y otras habilidades hasta llegar a descubrir nuevas matemáticas; al

conocimiento tecnológico que es la habilidad de aplicar las matemáticas y los métodos

formales para el logro de fines tecnológicos; y el conocimiento reflexivo en sí que tiene que ver

con la evaluación y la discusión general de lo que se puede identificar con un fin tecnológico y

con las consecuencias éticas y sociales de lograr tal fin con herramientas seleccionadas.

58

Estimamos que este enfoque coincide con las prescripciones del Currículo Básico Nacional, no

sólo para el área matemática, sino para el enfoque metodológico de todas lás áreas académicas

que integran dicho currículo.

II.5.2.- Educación Matemática Crítica y su relación con los Proyectos Pedagógicos de

Aula

Uno de los problemas más discutidos en los últimos años en Venezuela (Quevedo,

2000; Mora, 2001; Rivas, 2004; Andonegui, 2004) en el ámbito del Currículo Básico Nacional,

ha sido la problemática de la integración de las áreas curriculares en los PPA y de la necesaria

interdisciplinariedad para lograr la globalización de los conocimientos en las dos primeras

etapas de la Educación Básica. Andonegui (2004) se pregunta, ¿Puede hablarse con propiedad

de interdisciplinariedad en la tarea de construcción de conocimientos en el nivel de las dos

primeras etapas de Educación Básica? ¿Qué papel juegan en esta construcción tanto la

Matemática como su didáctica? , y de inmediato afirma (p. 306):

“…no parece que pueda hablarse con propiedad de interdisciplinariedad en la tarea de construcción de conocimientos en el nivel de las dos primeras etapas de EB. Y esto en razón de que los saberes que concurren no son con exactitud los disciplinares. En efecto, ya Chevallard nos previene de la transposición didáctica que se produce en el tránsito del saber disciplinar “sabio” al saber enseñado en la escuela. Las disciplinas – La Matemáticas, y otras- no concurren con su estructura teórica formalizada, ni con su metódica de construcción y validación de conocimientos, sino mediatizadas por ese proceso de transposición…”

Por otro lado, los supuestos “representantes” de esas disciplinas en el aula (maestras y

maestros) no son “expertos” en las mismas. Por esta razón, se considera que la integración e

interrelación que el documento del CBN propone para las disciplinas del saber o áreas

académicas en las dos primeras etapas, sugieren cierto “aroma” a interdisciplinariedad, pero

no en toda su propiedad.

Lo que sí se produce en el aula es un encuentro de procesos de enseñanza y aprendizaje de esos

conocimientos disciplinares mediatizados por la transposición didáctica. Y estos procesos son

regulados desde las didácticas correspondientes (Andonegui, 2004). Si se acepta este

planteamiento, podemos formular los dos requisitos que implica la convocatoria a la práctica

59

interdisciplinar: centrarse desde el inicio en el objeto, la situación o el fenómeno cuyo estudio

convoca a las disciplinas, y garantizar que las disciplinas convocadas puedan presentarse en

toda su complejidad.

La presencia del primer requisito implica que nos centremos en las finalidades del nivel de

Educación Básica, expresada en los términos de “Formación integral del educando; formación

para la vida; para el ejercicio de la democracia; el fomento de un ciudadano capaz de

participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social (…)”

(MED, 1997, p. 4). Es decir, la educación impartida en el nivel que consideramos, debe tender

hacia la formación de persona como ciudadano. Esta finalidad debe ser compartida por todas

y cada una de las didácticas que concurren, y debe ser la fuente de la relación interdisciplinar.

En segundo lugar, si las disciplinas deben presentarse con toda su complejidad (y no de manera

superficial, banal y/o pasajera, como generalmente ocurre (Rivas, 2001)), en el caso de la

didáctica de la matemática o la educación matemática supone adoptar una visión compleja de

la matemática como objeto de enseñanza y aprendizaje. Pero supone además no limitar la

finalidad de la Educación Matemática al logro del dominio de los conocimientos matemáticos

por sí mismos, sino incorporar necesariamente la formación ciudadana de las personas como

finalidad intrínseca de la Educación Matemática.

Precisamente este es el aporte teórico de la Educación Matemática Crítica, propuesta por

Skovsmose, y que ya describimos en el aparte precedente. Para que sea congruente con los

postulados del CBN, y pueda contribuir a la viabilidad del mismo, la Educación Matemática

debe atribuirse el propósito de formar ciudadanos críticos, mediante un emponderamiento que

permita a los alumnos reorganizar y reconstruir sus interpretaciones relativas a las instituciones

sociales. Es decir, capacitarlos para discutir críticamente la utilización de la matemática en el

diseño tecnológico y, por esta vía, reflexionar acerca de las condiciones a que se ve sometida

su vida por la aplicación de esta tecnología.

En el nivel particular de las dos primeras etapas de Educación Básica esa formación crítica de

los alumnos puede adoptar diversas formas, sin necesidad de esperar a que sean totalmente

60

capaces de esa discusión crítica acerca de la utilización de la matemática en el diseño

tecnológico que conforman los sitemas que rigen sus vidas. La búsqueda de esta formación

puede estar presente en el hacer cotidiano de la construcción de conocimientos matemáticos en

la escuela. Los ejemplos abundan, sobre todo en este terreno particular del necesario

establecimiento de relaciones entre los conceptos y sus procedimientos derivados, en

contenidos matemáticos correspondientes a los programas del nivel que consideramos.

En resumen, la Educación Matemática Crítica puede y debe incorporarse al llamado

interdisciplinar y globalizador que se formula en las prescripciones del CBN para las dos

primeras etapas de Educación Básica, si se sabe presentar una visión compleja de la

matemática y si se sabe incorporar reflexivamente la formación ciudadana crítica de los

alumnos en el mismo proceso de construcción de los conocimientos matemáticos.

II.6.- APUNTES SOBRE PENSAMIENTO DEL DOCENTE

II.6.1.- Principales corrientes teóricas sobre Pensamiento del Docente

A finales de los sesenta, en pleno apogeo del paradigma proceso-producto, Jackson

publica su obra “La vida en las aulas”, que supone una crítica radical a los planteamientos

estrechos de la investigación sobre la eficiencia de la enseñanza. Jackson (1968) plantea la

necesidad de comprender el pensamiento del profesor para entender la naturaleza de los

procesos de enseñanza-aprendizaje. Enfatiza especialmente la exigencia de considerar un

conjunto de características que singularizan los procesos de enseñanza y aprendizaje; la

complejidad de la vida en el aula; la ambigüedad frecuente y la polisemia inevitable de las

manifestaciones externas del comportamiento, tanto del profesor como de los alumnos; la

incertidumbre en las reacciones de los alumnos a las estrategias didácticas y la imperiosa

necesidad de actuar en el aula de forma inmediata, sin espacio de tiempo para la reflexión

racional.

Se imponía empezar a considerar el pensamiento del profesor como variable relevante en la

vida del aula, tener en cuenta el carácter intencional de la actividad docente y comprender el

61

significado diverso e implícito de las manifestaciones externas del comportamiento. De igual

manera, era obvia la idea de que la actuación del profesor se encuentra en gran medida

condicionada por su pensamiento y que éste no es un reflejo objetivo y automático de la

complejidad real (Pérez-Gimeno, 1990). Por el contrario, es una construcción subjetiva e

idiosincrática elaborada a lo largo de la historia personal, en un proceso dialéctico de

acomodación y asimilación, en los sucesivos intercambios con el medio. El profesor, cuando se

enfrenta a una compleja situación real en la que debe intervenir, crea un modelo mental

simplificado y manejable de tal situación, y por lo general, se comporta racionalmente respecto

a dicho modelo simplificado. Para comprender pues, el comportameinto docente del profesor

será necesario indagar sus procesos mentales, los contenidos, métodos y procedimientos tanto

de su representación como de su proposición mental.

En este orden de ideas, se desarrolla un importante volumen de investigaciones que se pueden

agrupar en dos corrientes principales (Pérez-Gimeno, 1990): el enfoque cognitivo y el enfoque

alternativo. Resumiremos brevemente los elementos más importantes del primer enfoque, y

nos detendremos con cierta extensión en las propuestas del enfoque alternativo, ya que

consideramos a éste último de mayor congruencia teórica con la propuesta de la presente

investigación.

II.6.1.1.- Enfoque Cognitivo

Los principales representantes de esta corriente han estado vinculados de alguna manera, a lo

largo de la década de los ochenta, al Instituto de Investigación sobre enseñanza de la

Universidad de Michigan; entre ellos cabe destacar a Clark, Yinger, Peterson, Shavenson y

Cohen, entre otros (Pérez-Gimeno, 1990, p. 10). Sus primeros trabajos importantes se publican

en 1975 y aparecen ininterrumpidamente hasta nuestros días. Las primeras ideas se han ido

desarrollando, modificando y redefiniendo hasta la presentación actual, sufriendo su más

importante modificación, a partir del año 1983.

En sus orígenes, se afirma como un modelo mediacional centrado en el profesor, cuya

pretensión es develar las variables cognitivas del profesor que condicionan profundamente su

actuación docente y en consecuencia influye en los resultados de la enseñanza. El estudio de

62

las variables cognitivas se reduce fundamentalmente al análisis de los procesos formales de

índole cognitivo y se inscribe dentro del modelo de racionalidad técnica como modelo

explicativo de la actuación didáctica. Este modelo de racionalidad abraza la idea de que la

actuación racional del profesor, como la de cualquier otro profesional implicado en problemas

prácticos, se caracteriza por la utilización de técnicas, destrezas y procedimientos derivados

logica y unívocamente de las proposiciones del conocimiento científico aplicable. Así, la

aportación de la psicología cognitiva a la explicación de los procesos cognitivos del profesor

como variables mediadoras entre el comportamiento docente y los resultados de la enseñanza

se concibe, en principio, como el descubrimiento de las destrezas mentales “apropiadas” para

garantizar la actuación racional del profesor. De este modo, los futuros profesores podrían ser

educados, “entrenados”, a ser racionales en su actuación; es decir, a comportarse de acuerdo

con un modelo preestablecido de racionalidad, aplicando las destrezas, estrategias y técnicas

adecuadas, adquiridas durante la etapa de entrenamiento (Pérez Gómez, 1987).

No obstante, luego se comprueba que esta pretensión original es un objetivo vano. Las

capacidades y destrezas cognitivas requeridas para intervenir racionalmente en el mundo

complejo y cambiante del aula ni son unívocas ni mecánicas, ni pueden ser prestablecidas. La

situación práctica del aula se caracteriza por los rasgos de complejidad, incertidumbre,

inestabilidad, singularidad y conflictos de valores; los cuales en conjunto esterilizan la

aplicación sistemática de modelos predeterminados de racionalidad práctica o la aplicación de

técnicas estandarizadas. Más bien, ante esta compleja y cambiante realidad, el profesor ha de

actuar como un artista o como un investigador, creando y elaborando sus propios esquemas e

instrumentos de análisis y experimentando en cada situación estrategias concretas de

intervención.

En definitiva, la evolución del modelo cognitivo supone una importante transición desde la

preocupación obsesiva por la identificación de los procesos formales de procesamiento de

información y toma de decisiones (terreno netamente psicológico), a la consideración detenida

de los contenidos, teorías e ideas sobre los fenómenos de enseñanza-aprendizaje, escuela y

sociedad, cultura y concocimiento, que orientan el pensamiento y la actuación del profesor en

el aula (terreno verdaderamente pedagógico).

63

II.6.1.2.- Enfoque Alternativo: fundamentos, pensamiento práctico y socialización del

profesor

Los enfoques alternativos, que se alimentan de diversos modelos, parten de concepciones bien

distintas sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje, el papel del docente, la naturaleza de la

investigación y la relación teoría-práctica.

Las bases conceptuales sobre las que se apoyan las propuestas alternativas pertenecen a un

paradigma diferente que reinvindica la especificidad sustantiva y metodológica de las ciencias

sociales. Estas bases conceptuales, se pueden agrupar en siete apartados (Pérez-Gimeno, 1990,

p. 19):

1. Concepción del hombre. En lugar de considerar a las personas exclusivamente

como objetos que reaccionan, cuyas acciones son esencialmente determinadas

por condiciones y acontecimientos que en principio no pueden controlar; es

necesario considerar que el hombre tiene una actuación esencialmente

constructiva y creativa.

2. Concepción de la Enseñanza. La enseñanza no puede entenderse como una

actividad causal, lineal, desde la actuación del profesor al aprendizaje del

alumno. Al contrario, debe entenderse como una actividad intencional, cargada

de valores, en un medio psicosocial de intercambios simbólicos, donde los

diferentes actores interpretan y proyectan desde su particular mundo de

significados construidos. La intencionalidad, el significado-valor, la

complejidad y la historia son las características más determinantes de la vida en

el aula.

3. Caracterización epistemológica de los procesos de enseñanza. En contra de

la caracterización dominante de la enseñanza como tecnología o ciencia

aplicada, se propone la consideración de la enseñanza como un arte o actividad

artesanal teñida de componentes éticos, morales políticos y normativos. Enseñar

un ámbito del saber es siempre mostrar una forma de comprender la naturaleza

de ese ámbito del conocimiento, su posición y significado en el mundo de la

cultura y del conocimiento (Stenhouse, 1982). La enseñanza, además de ciencia,

necesita concebirse como arte, pues la complejidad, incertidumbre,

64

intencionalidad y carácter singular de la vida del aula requieren una intervención

siempre singular y creativa tanto de interpretación como de propuesta.

4. Concepción de los fenómenos de aprendizaje. Estos se conciben como

construcciones subjetivas, situacionales y provisionales que se integran en la

cambiante estructura semántica del alumno, ampliando el campo de

significación del saber individual y modificando progresivamente las

concepciones ancladas. El aprendizaje se proyecta en múltiples campos, refiere

tanto a contenidos sustantivos (lo conceptual en el CBN) como a procedimientos

algorítmicos o heurísticos (lo procedimental) como a la esfera afectiva (lo

actitudinal). Pero en todo caso, es siempre una construcción personal

contextualmente condicionada por el escenario exterior y por el contexto

psicológico propio. En este sentido, dentro de este enfoque, sólo pueden

considerarse educativas aquellas estrategias didácticas que provocan directa o

indirectamente en el alumno actividades o procesos de construcción personal.

5. Función y papel del profesor. Puesto que no se concibe un único modo de

comportarse en el aula, ni un modelo ejemplar de actuación, los profesores no

pueden aprender un modelo de actuación racional preespecificado de antemano.

Es una vana esperanza creer que la investigación sobre el pensamiento del

profesor evitará la ardua e importante tarea de deliberar sobre sí mismo y sobre

su actividad profesional. Tanto el profesor como los alumnos son personas en

construcción con diferentes esquemas de interpretación, más o menos

consolidados, que se sienten de diferente manera afectados en el intercambio

simbólico de significados y conductas. El profesor se concibe, pues, como un

artista que se desenvuelve en un medio social complejo, incierto y problemático,

de intercambios simbólicos, en los que inevitablemente se implica como actor y

receptor. Por ser un artista, debe ser un investigador que indaga y experimenta

tanto sobre el conocimiento que ofrece y la actuación que realiza, como sobre

las construcciones que desarrollan los alumnos sumidos en el intercambio de

mensajes dentro del ecosistema del aula.

6. Naturaleza y métodos de investigación. Cuando el objeto clave de la

investigación no son los hechos y manifestaciones observables de la conducta

individual o colectiva, sino los significados latentes, la interpretación subjetiva

que hacen los alumnos y el profesor de los acontecimientos del aula, se

65

requieren estrategias y procedimientos metodológicamente distintos. La

observación participante es la primera característica de este enfoque

metodológico, que pone énfasis en las observaciones prolongadas en el medio

natural para recoger los datos con la frescura, riqueza, complejidad y

ambigüedad propios de la vida del aula. La segunda característica es la

triangulación o contraste de interpretaciones entre los participantes, la realidad

y el observador como medio de identificar, no sólo los diferentes significados,

sino la misma forma de elaborar, transmitir y modificar la interpretación

subjetiva de la realidad por cada uno de sus receptores en el aula.

7. Relación teoría-práctica. Es bien conocida la distancia, insuperable hasta el

presente, que ha separado la investigación sobre enseñanza de la práctica

escolar. Se propone reorientar la investigación hacia el estudio de casos

singulares para poder estudiar el contexto específico y la peculiaridad de los

significados, abandonando la búsqueda de regularidades. Estas singularidades

deben tomarse en serio para caracterizar el pensamiento práctico u orientado a la

acción que se genera, depura y transforma en la reflexión sobre la misma

práctica. El método “investigación-acción” puede ser una de las

aproximaciones más rigurosas al pensamiento práctico del profesor con la

evidente pretensión de eliminar las barreras históricas entre la investigación

didáctica y la práctica escolar.

Por último, en cada concreción personal del pensamiento práctico del profesor puede

predominar algunos componentes, teorías, creencias, mitos o generalizaciones empíricas, ideas

explícitas o sustratos ideológicos inconscientes.

El conocimiento y comprensión de las peculiaridades específicas del propio pensamiento es la

primera condición del desarrollo autónomo profesional del profesor, la base del control

racional de su propia actuación. La comprensión del conocimiento práctico requiere el análisis

de la actuación concreta del profesor. El pensamiento práctico se genera y se expresa en la

acción y es, generalmente, mucho más rico y complejo que la verbalización del mismo.

La génesis del pensamiento práctico refiere a una historia personal de activos intercambios

experienciales entre el individuo y las múltiples dimensiones de la institución escolar, desde

66

que el profesor vivió la escuela como alumno hasta que experimenta la responsabilidad del

gobierno del aula. En esta historia de intercambios se genera gradualmente el pensamiento

práctico en un juego de influjos recíprocos que provienen tanto del medio físico y psicosocial

del aula y la escuela como de la estructura semántica del propio profesor que percibe,

interpreta y valora subjetivamente las presiones externas.

II.7.- CONSIDERACIONES SOBRE LOS PROCESOS DE FORMACIÓN DOCENTE

Continuando con la línea del discurso previa, proponemos centrar nuestra atención en

los aspectos de Pensamiento del Docente, entre las muchas otras variables que afectan su

praxis, ya que coincidimos con los autores precedentes en considerar que ésta es la primera

condición del desarrollo autónomo y profesional del docente y la base del control racional de

sus acciones.

Las teorías formales, los resultados de la investigación científica que se ofrecen en programas

de formación del profesorado, poco o nada inciden en la formación del pensamiento práctico, a

menos que provoquen y cuestionen vitalmente el sentido de algunos de sus componentes

básicos, como las teorías, creencias, ideologías o perspectivas de los propios docentes; o que

puedan ser incorporadas como instrumentos de análisis de los problemas prácticos o de

esquemas de proposición para la actuación concreta (Pérez-Gimeno, 1990). La teoría tiene

función irremplazable en la misma formación, pero sólo cuando puede ser utilizada por el

propio docente como instrumento de investigación, como herramienta de análisis y reflexión de

lo que se expresa en su actuación.

Sostenemos, siendo congruentes con los planteamiento téoricos hasta aquí expuestos, y

reflexionando sobre nuestras propias vivencias, que la formación permanente de los docentes

debe preocuparse de la génesis de su pensamiento práctico, incluyendo tanto los procesos

cognitivos como afectivos que de alguna manera se interimplican determinando la actuación

del docente.

67

También es importante considerar que ciertos esquemas de los profesores poseen un alto grado

de inmutabilidad (Porlan, 2000), de tal manera que se configuran como el sustrato más

profundo, oculto e influyente de su edificio cognitivo. De alguna manera configuran una

auténtica epistemología personal que suele tener su origen en el proceso de interiorización de

prototipos, prejuicios y normas sociales que todo profesor ha sufrido en su larga etapa de

alumno, respecto a cuestiones como la manera de enseñar, el papel de los profesores, el cómo

se aprende, la naturaleza del conocimiento, etc.

Por otro lado, la planificación de la enseñanza es una actividad mental que realizan de una

manera todos los profesores. El proceso deliberativo que implica, al margen de que quede o no

plasmado en sus diseños, genera a partir de los esquemas cognitivos previos una serie de

rutinas, guiones y planes mentales (Pérez-Gimeno, 1990), que se convierten en referente

fundamental de la práctica interactiva. Tan es así que es frecuente que los docentes se resistan,

en el curso de la acción, a cambiar los planes iniciales. La planificación, por tanto, es una

actividad mediadora entre el pensamiento y la acción.

Estos aspectos son ineludibles al considerar cualquier iniciativa orientada a mejorar las formas

en que los docentes abordan el diseño de su planificación; y más concretamente sus PPA y

diarios de clase.

Por último, se espera contar con un docente capaz de socializar en la diversidad, que favorezca

la dinámica social y democrática entre estudiantes, padres y compañeros, “evitando la

potenciación exclusiva de ciertos estereotipos sociales y la marginación de otros” (Porlan,

2000). Esta forma de ser y de actuar implica una dosis importante de autonomía profesional y

trabajo en equipo. Ser autónomo significa ser capaz de un desarrollo profesional consciente y

autodirigido; o lo que es lo mismo, ser capaz de reflexionar en y sobre la práctica para

descubrir, criticar y modificar los modelos, esquemas y creencias que subyacen a la misma;

promoviendo con ello, el cambio didáctico personal desde una perspectiva constructivista y

crítica. Ser autónomo significa también saber diseñar, experimentar y evaluar en equipo

proyectos pedagógicos que conviertan los nuevos enfoques teóricos en una praxis alternativa y

rigurosa (Stenhouse, 1982).

68

Desde este punto de vista, la formación permanente de los profesores en su grado más

evolucionado, ha de estar enmarcada en Programas de Investigación y crecimiento que, al

mismo tiempo, transformen al docente (sus esquemas de actuación, modelos, creencias, etc.),

al contexto escolar (aprendizaje de los alumnos, dinámica de las clases, etc.) y el contexto

científico (teorías de enseñanza, curriculares, legales, normativas, etc.). Estos procesos han de

ser abiertos, flexibles y cooperativos; han de favorecer el flujo de información en todas las

direcciones y han de integrar las aportaciones relevantes de los grupos de renovación

pedagógica (elementos ideológicos y empíricos) y de los equipos de investigación educativa

(elementos teórico-científicos).

Las estrategias de formación han de responder a la diversidad y heterogeneidad de niveles de

desarrollo profesional. Por ello deben concebirse como un proceso evolutivo que puede abarcar

desde actividades de animación pedagógica hasta la puesta en marcha de Programas estables de

Investigación. Estos planes, al mismo tiempo, han de someterse a un proceso permanente de

constatación que garantice su calidad. Para ello es imprescindible realizar seguimientos y

evaluaciones cualitativas de sus actividades que permitan reformular el mismo plan e incluso el

modelo teórico que lo impulsa.

Tampoco se puede perder de vista que a la escuela se le impone una demanda (los males de la

sociedad han empezado a ser conceptualizados como carencias formativas a las que hay que

abordar y que la escuela debe suplir con su esfuerzo exclusivo) que sólo es capaz de acometer

si se permite y se alienta una mayor oferta nacida de la cooperación institucional y de una

formación docente distinta, lo cual supondrá el inicio de una tenaz lucha contra el

conservadurismo que tiene su génesis desde las mismas las escuelas universitarias de

formación (Rivas, 2002), pero que se reafirma en una realidad y un sistema educativo que cada

día descalifica y obliga a la mediocridad de un gran contingente de nuestros docentes y en

especial de los que se desenvuelven en esta vital etapa.

69

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

70

III.1.- TIPO DE INVESTIGACIÓN

III.1. 1.- Enfoque, método y tipo de estudio

Nos hemos propuesto desarrollar una investigación de tipo cualitativa, aplicando

elementos del método etnográfico a un estudio de casos. Esto lo consideramos así, ya que

pretendemos analizar los documentos emitidos y caracterizar las perspectivas de un grupo de

docentes de la segunda etapa (21 en total), que laboran concretamente en las escuelas

PDVSA del área de Lagunillas y Bachaquero, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. Sin

embargo, también hemos considerado elementos de análisis de tipo cuantitativo, sin que esto

plantee una incongruencia epistemológica o metodológica, en particular para el tratamiento

estadístico de los indicadores planteados para los objetivos específicos 1 (Identificar Elementos

Formales y no Formales) y 2 (Precisar la articulación de los contenidos matemáticos con otros

elementos presentes en los PPA) de la investigación, y que podemos observar en los cuadros 6

y 7 presentados más adelante (ver páginas 78 y 79).

III. 2.- ESCENARIO DE LA INVESTIGACIÓN

III.2.1.- Actores, espacio y contexto

En el planteamiento del problema describimos sucintamente a las escuelas PDVSA

como marco referencial y contexto de esta investigación. Para concretar aún más el muestreo

de casos, decidimos delimitar nuestra investigación en tres escuelas PDVSA ubicadas dos en

en el área de Lagunillas y una en Bachaquero. Para ello seleccionamos a las Unidades

Educativas “Ayacucho” , “Ramiro Antonio Parra” (ubicadas en Campo Rojo y Campo

Grande respectivamente, en Lagunillas) y “Rafael Urdaneta” (ubicada en el Campo Progreso,

Bachaquero). Las razones para esta limitación obedecen fundamentalmente a dos razones: a)

Por limitaciones propias del investigador: en cuanto a sus posibilidades de desplazamiento

geográfico y para garantizar la viabilidad de encuentros semanales con los docentes, creímos

conveniente centrar nuestro estudio en el área de Lagunillas y Bachaquero; y b) Estas unidades

educativas, tienen varios denominadores comunes: todas atienden los niveles de Educación

Inicial, Primera y Segunda Etapa de Educación Básica, y poseen aproximadamente la misma

matrícula de alumnos en estos niveles, por lo que poseen una estructura organizativa similar en

cuanto a la distribución de su personal docente y técnico supervisorio. Los actores de la

investigación serán entonces los docentes integradores que laboran en 5to. y 6to. Grado de la II

71

Etapa de las precitadas escuelas (ya que en dicha etapa está completamente implantado el

nuevo diseño curricular, y todos deben trabajar con los Proyectos Pedagógicos de Aula);

también se incluyeron como participantes los evaluadores respectivos de las tres escuelas ya

mencionadas.

III.2.2.- Población y muestra

Las estadísticas del año 2005-2006 de las escuelas PDVSA Occidente, nos indican que en las 9

escuelas propias, laboran 423 docentes, de los cuales 122 son integradores y de éstos 68

laboran en la II Etapa (4to., 5to. y 6to. Grados). Por otro lado, existen 9 evaluadores, uno por

cada escuela. De esta población, incluimos 18 docentes (26,47% de la muestra) y 3 evaluadores

(33,3 %) lo cual es una muestra suficientemente representativa.

Por otro lado, aunque dicha muestra no participa íntegramente en las 3 fases de la

investigación, si tiene presencia mayoritaria y representativa en cada una de ellas. En el

Cuadro 3 (pág. 72) podemos apreciar con más detalle las formas de participación de la

población estudiada.

III.3 . PLAN DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN

III.3. 1.- Fases de recolección

En atención a los objetivos específicos propuestos en la investigación, y una vez diseñados los

instrumentos pertinentes, se concibió un plan de recolección que se desarrolló en tres fases:

FASE 1: REVISIÓN DOCUMENTAL: En esta fase se analizaron los documentos

que integraban 36 Proyectos Pedagógicos de Aula presentados por los docentes

integradores (2 por cada docente de la muestra). En este análisis documental se detectó

en primer lugar, la presencia de los Elementos Formales y No Formales en dichos

Proyectos (Objetivo 1 de investigación), y que recogemos en la Tabla 1 (ver pág. 82); y

en segundo lugar, se analizó la articulación de los contenidos del área de matemática

con los demás elementos curriculares incluidos en los dichos Proyectos (Objetivo 2),

cuyos resultados se pueden apreciar en la Tabla 2 (ver pág. 83).

72

73

FASE 2: DESARROLLO DE ENCUENTROS CON DOCENTES: A partir de las

consideraciones de observación participante, se planificó una serie de encuentros con

los docentes de la muestra. Se hizo un diseño para 6 Encuentros, considerando los

contenidos a discutir y estrategias de discusión. Atendiendo a razones geográficas, para

dichos Encuentros los docentes participantes se dividieron en dos grupos (uno en

Lagunillas y otro en Bachaquero), previéndose una reunión semanal con cada grupo.

(Ver Cuadro 4, pág. 74). Los encuentros se desarrollaron en atención a un Plan

diseñado para tal efecto, y donde se previó el contenido de las sesiones, las estrategias,

los recursos y los instrumentos de recolección de información (Ver Cuadro 5, pág.

75).

FASE 3: ANÁLISIS DE DIARIOS DE DOCENTES PARTICIPANTES EN LOS

ENCUENTROS: Dentro de las discusiones previstas en los Encuentros, se incluyeron

orientaciones para que los participantes llevaran un diario o historia de vida que

recogiera sus impresiones en dichas sesiones. La metodología no permitía hacer de esta

actividad una obligación, por lo que se compilaron 13 diarios que voluntariamente

quisieron aportar los docentes y evaluadores participantes. A estos se le sumó el propio

diario del facilitador-investigador. A estos diarios se aplicó un análisis de discurso, en

atención a la metodología adecuada a los Diarios de Vida, propuesta por Galindo

(1998), y que pasaremos a detallar a continuación. Con base en los elementos acá

detectados, se tomaron las premisas para los lineamientos generales de un programa de

Formación de Docentes, propuesto en la parte IV de esta investigación.

74

75

76

III. 3. 2.- Metodología de los Encuentros con Docentes

La opción metodológica de Encuentros entre Docentes y el posterior análisis de

Diarios de Vida propuesta en esta investigación tiene su fundamentación en la descrita en el

trabajo “Sabor a Ti” (Galindo, 1998). En esta propuesta el contacto es muy importante y el

conocimiento social se trama en el conocimiento de lo particular socializado, empezando por la

situación de conocimiento de sujetos (docentes) en interacción en un proceso de investigación

inducido, en principio, por un actor con intención de conocer a priori (en nuestro caso, el

propio investigador-facilitador de los Encuentros, que también se convierte en sujeto de

investigación, en concordancia con las premisas epistemológicas del Interaccionismo y la

Etnometodología).

Del marco situacional que se generan en los encuentros se derivan dos procesos de

conocimiento alternos y configurados al mismo tiempo: el que se deriva de la interacción hacia

los actores particulares y el que se deriva de la interacción con el discurso. Al investigar, la

metodología de encuentros exige al facilitador estar atento de ambas vertientes. Se asume que

lo que puede suceder, una vez en desarrollo los encuentros es altamente impredecible,

especialmente en el ámbito de las trayectorias vivenciales (biografías) de cada docente.

En esta metodología, se pueden diferenciar tres momentos: el primero es de exploración, el

segundo de descripción y el tercero de significación (Galindo, 1998). En el momento de

exploración, el sujeto investigador se pone en contacto con el mundo-objeto de los Encuentros

en un flujo de impresiones y expresiones. En un tiempo de interiorización del mundo exterior y

en un tiempo de exteriorización de las condiciones de percepción que este sujeto y los demás

tienen de ese mundo (Acá se apunta en los diarios). En la descripción, se trata de elaborar y

detallar mapas de lo vivido en todas las dimensiones posibles y que se distingan o detecten (Se

analizan los diarios). En el momento de significación es el más complejo y el más intenso

porque se intenta dilucidar el mundo interior desde el análisis de lo expresado y no expresado

en los diarios. Aquí lo cualitativo adquiere todo su peso, el lenguaje es lo más instrumental y

los límites son los bloques a la imaginación y la creatividad. Pero al mismo tiempo se hace

necesaria la síntesis, el acto configurador por excelencia, el lugar de la teorización y la

comunicación.

77

Un aspecto importante a considerar, y en atención a fundamentos éticos del investigador en

educación, es que no todos los participantes deben verse conminados a realizar, ni mucho

menos a entregar sus diarios de vida para ser analizados por el investigador. Esto debe ser una

acto estrictamente voluntario y consciente. El volumen de diarios colectados dependerá de los

flujos y lazos de confianza que pueda generar el facilitador en el devenir de los encuentros; y

esto al mismo tiempo es directamente proporcional (entre otros aspectos) a la cantidad de

información que sobre los objetivos de investigación manejen los participantes (Tojar y

Serrano, 2000). Esto exige al investigador en todo momento, mantener una alta honestidad

intelectual.

III.4. CUADRO DE OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES

A continuación presentamos los cuadros de operacionalización de las dimensiones, variables e

indicadores, que se consideraron como elementos de análisis en atención a los objetivos

especificos 1 y 2 de esta investigación. Se indican en los mismos, las técnicas e intrumentos

utilizados para la recolección de información (ver Cuadros 6 y 7, que presentamos a

continuación).

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CAPÍTULO IV

ANÁLISIS DE RESULTADOS

81

IV.1. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LOS ELEMENTOS FORMALES Y NO FORMALES DETECTADOS EN LOS PPA

Observando las Tablas 1 y 2 (a continuación) y sus correspondientes gráficos (Anexo 1,

gráficos 1 y 2), podemos acotar las siguientes apreciaciones en lo referente a los Elementos

Formales y No Formales detectados en los PPA:

• La mayoría (70%) de los PPA recopilados presentan datos de identificación

incompletos. Ninguno presenta los datos necesarios y suficientes que permitirían una

ubicación del mismo dentro del contexto de su escuela o de su articulación con los

PEIC de la misma. Esto en atención a las orientaciones estudiadas en el aparte II.4.3 de

nuestro marco teórico, donde se precisan las prescripciones del Currículo Básico

Nacional para los PPA, y que nos permitieron definir los indicadores para el objetivo 1

indicados en el Cuadro 6 (pág. 78).

• Por otro lado, en cuanto a sus títulos, es evidente que en la mayoría se comprueba el

fenómeno que Rivas (2001) llamó “Disneylización de los PPA”, ya que se aprecia una

banalización y poca trascendencia de los nombres dados a los PPA. Ejemplos de esta

situación abundan en los documentos estudiados y entre los más resaltantes de los

encontrados podemos citar: “El Maravilloso Mundo de los Animales”, “Juego y

aprendo”, “Los animales del circo”, “El cielo maravilloso”, etc.

• La mediana y la moda del número de elementos formales (EF) presentes en los PPA es

de 5 elementos (de un total de 9 posibles, según las prescripciones precitadas; esto

indica que apenas se toma un poco más del 50% de los indicados como necesarios). Los

EF que mayoritariamente aparecen en los PPA analizados son los contenidos

matemáticos, los contenidos de otras áreas, los ejes transversales y las competencias e

indicadores de evaluación. Podría pensarse que la sola presencia por sí sola de los

contenidos matemáticos augura una buena articulación y garantiza de entrada un buen

tratamiento de dichos contenidos, pero no es así, como lo comprobaremos al analizar

más adelante otros aspectos.

• Cuando se analiza en detalle cada PPA, no se aprecia ninguna vinculación o relación

entre los elementos que mayoritariamente aparecen. Esto podría relacionarse con el tipo

de formato lineal y matricial mayoritariamente utilizado (ver Anexo 3), que dificulta

una visión integral de estos elementos, o también estar causado a la poca importancia

que le dan los docentes a establecer estas relaciones.

82

83

84

En cuanto a los elementos no formales (ENF), la mediana y la moda del número de ENF que

aparecen en los PPA es de 3. Esto es un valor alto, comparado con la media de EF. Se observa

gran variedad de la categoría OTROS, donde se llegaron a detectar hasta 13 tipos diferentes.

• Dentro de la categoría OTROS destaca la preponderancia (hasta 23 veces) de las

MACROACTIVIDADES, mejor conocida como actividad de cierre de proyectos. Este

elemento, a pesar de no considerarse en las prescripciones curriculares, ni en la teoría

consultada, tiene un gran peso en la dinámica de las escuelas PDVSA, por la

importancia que desde la implantación del CBN se le otorgó dicha actividad.

Básicamente la Macroactividad consiste en una especie de cierre en donde los docentes

y alumnos de cada sección presentan los logros de sus proyectos y generalmente los

niños exponen los conocimientos (preponderantemente en el ámbito conceptual) que –

supuestamente- han aprendido durante el PPA. En algunas escuelas (por no decir todas)

esto se concibe como lo más relevante del desarrollo de un PPA, y en muchos casos, es

la única actividad de seguimiento y supervisión, de allí su importancia relativa en esta

población de docente y en la red de escuelas PDVSA.

IV.2. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LA RELACIÓN ENTRE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS CON OTROS ELEMENTOS CURRICULARES DETECTADOS EN

LOS PPA

Observando la tabla 3 y sus correspondiente gráfico (ver anexo 1, Gráfico 3), podemos

acotar las siguientes apreciaciones en lo referente a la relación entre los contenidos

matemáticos y su articulación con otros elementos curriculares detectados en los PPA:

• La gran mayoría de los docentes (86.11 %) indica o toma en cuenta para su diseño de

PPA, los contenidos matemáticos de su grado.

• Sin embargo, el porcentaje de PPA analizados donde se evidencia que los contenidos

matemáticos se vinculan con sus correspondientes competencias para efectos de la

evaluación, baja dramáticamente a menos de la mitad (44,44%). Esto nos habla de una

gran desvinculación entre dichos contenidos y su evaluación, lo cual podría estar

relacionado con la confusión teórica sobre los principios y fines de la evaluación en

esta etapa.

85

86

Por otro lado, la articulación de los contenidos matemáticos con otros elementos es muy baja

en todos los PPA: sólo en el 8,33% de los PPA se evidencia relación con las Estrategias; en el

22,22% con el Tema Generador; sólo en el 5,56% de los documentos estudiados se evidencia

relación con otras áreas; y por último, apenas el 22,22 % de los documentos evidencia la

relación entre los contenidos matemáticos y los ejes transversales.

• Los porcentajes detectados anteriormente nos confirman que no es una práctica

frecuente entre los docentes el tratar de relacionar, en el momento de diseñar sus PPA,

los contenidos matemáticos con los otros elementos que integran a sus Proyectos. Es

decir existe poca articulación entre los contenidos matemáticos con otros elementos

curriculares.

• Aquí cabrían algunas conjeturas que podemos considerar muy cercanas a la realidad:

Esta articulación no es una exigencia, y así lo hace ver el tipo de formato lineal con que

se presentan todos los documentos analizados que, prácticamente, la imposibilita. Otra

razón de esta desarticulación podría estar vinculada a la concepción que subyace en

nuestros docentes de desarrollar los contenidos matemáticos “aparte”, desde la

perspectiva o justificación de considerar al área, junto con lengua, como las “básicas” o

“instrumentales” (una herencia de la vieja concepción curricular, aún fuertemente

arraigada en nuestros docentes).

IV.3. ANÁLISIS DE LOS DIARIOS DE DOCENTES

Antes de observar la transcripción y comentarios de los diarios recopilados a partir de

los Encuentros, se hace necesario hacer algunas aclaratorias, que nos ayudarán a tener una

visión más precisa del trabajo realizado con los mismos:

• En primer lugar, los diarios se transcribieron textual y fielmente a partir de originales entregados voluntariamente por los participantes. Cuando se creyó necesario, se agregaron las mismas figuras hechas por sus autores en el momento de su redacción. Por consideración a un mínimo de discrecionalidad, los nombres citados se indicaron con iniciales, que no siempre correspondían a los nombres reales de los docentes señalados en el texto original. Esto no es un capricho, sino que obedece a criterios de ética del investigador, que pretendimos guardar en todo momento.

• Por otro lado, para agregar comentarios, se indica en subrayado aquellas partes que se

consideraron relevantes para el investigador y que se consideraron susceptibles de resaltar,

87

a la luz de los aspectos que consideramos de interés para tomarlos en cuenta para los

criterios de una propuesta de Formación de Docentes. El análisis lo abordamos en el marco

de las consideraciones teóricas precedentes, que ya nos daban un marco referencial con qué

buscar, pero no teníamos todos los indicadores ni criterios predeterminados a la hora de

este análisis, y en algunos casos el porqué un apunte llamó nuestra atención, obedeció a

razones de índole estrictamente personal. Quizás otros observadores o investigadores, a

partir de análisis de discurso encontrarán muchos más aspectos relevantes.

• Los comentarios se codificaron con la misma clave del docente participante y agregándole

una numeración correlativa secuencial dentro de cada diario analizado.

Ahora bien, el análisis de los 13 diarios estudiados y sus respectivos comentarios (ver la

transcripción íntegra de los diarios en el Anexo 2) nos permitieron establecer algunas

correlaciones y detectar algunas regularidades que consideramos categorías de consistente

aparición y dignas de tomar en cuenta. Estas categorías detectadas las podemos observar en la

matriz resumen que se recoge en la Tabla 4, que presentamos a continuación.

Observando la precitada Tabla 4, podemos apuntar:

• Existe un marcado interés de los docentes por la necesidad e importancia de la

actualización para su desempeño (el 73,9% de los participantes apuntó un comentario

referido a dicho aspecto en su diario).

• De la misma manera, se manifiesta (casi 40% de los participantes lo manifiesta) la

importancia que se le da a la socialización y al intercambio y se evidencia un espíritu de

autocrítica a su propias fallas de preparación.

• El peso del sistema organizacional y de las pautas de supervsión técnico docente,

también se manifiesta de forma consistente (casi 40% de los participantes).

88

89

Un aspecto que es consistente con nuestras creencias previas como investigador es la

importancia o postura ante el investigador (21,7 % lo manifiesta), que regularmente se presenta

como handicap o prejuicios negativos con respecto al mismo.

• Las confusiones conceptuales, que se esperaba se manifestaran más explicitamente, se

presentaron apenas en el diario de 1 participante; pero en nuestra percepción particular,

sobre la base de lo recogido en nuestras impresiones en los Encuentros, tienen un peso

más preponderante en el grupo de docentes.

• De igual manera, consideramos de acuerdo a nuestra percepción particular que es un

reclamo recurrente y es una necesidad apremiante que los docentes requieren de

mayores garantías para participar y exponer sus criterios en diferentes espacios de

discusión; mas esto no se hizo tan evidente en los diarios (sólo 3 docentes -13%- lo

manifestó en los mismos).

IV.4.- LINEAMIENTOS GENERALES PARA UNA PROPUESTA DE FORMACIÓN PARA DOCENTES DE II ETAPA

Uno de los aspectos que consideramos corroborado en esta investigación es la

necesidad de diseñar un enfoque de formación docente en atención a las consideraciones y

criterios expuestos en el apartado II.7 de nuestro Marco Teórico y que atiendan las

consideraciones de Porlán (2000) y de muchos otros autores en la línea de los postulados del

Enfoque Alternativo (desarrollado en el marco teórico, parte II.6.1.2), coincidentes con los

postulados del Currículo Básico Nacional, en lo referente al Perfil necesario para los docentes

de esta etapa.

Esto lo podemos afirmar ya que lo desarrollado en la investigación con los Encuentros y el

análisis de los Diarios de Docentes (con toda su carga de polisemia y significados latentes), y

una síntesis de todos los aportes de sus participantes, nos permiten hacer una aproximación

mucho más cercana a lo que es la realidad de la II Etapa de las Escuelas PDVSA Occidente;

pero extrapolable, en muchos de sus aspectos y sin lugar a dudas, a cualquier otro grupo de

docentes de esta misma etapa en Venezuela.

Las LINEAMIENTOS GENERALES de este Programa de Formación deben considerar:

90

• EN CUANTO A LOS CONTENIDOS GENERALES DEL PROGRAMA: Cualquier

propuesta debe incluir armónicamente lo teórico-conceptual con el marco legal-normativo.

En este sentido, consideramos ineludible una revisión amplia de los siguientes aspectos:

Fundamentos de la teoría del Método de Proyectos, Fundamentos Teóricos del CBN,

Discusiones y aclaratorias prácticas sobre las prescripciones para Evaluación en el marco

del CBN, Relación armónica entre sus elementos y desarrollo de PPA, Discusión de casos

prácticos de diseño de PPA.

• EN CUANTO A LA ATENCIÓN A LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS:

Fundamentos de Matemática Crítica y su relación con los PPA, discusiones y

ejemplificaciones de Interdisciplinariedad en PPA tomando como eje articulador a los

contenidos matemáticos; Ejemplificación de estrategias de desarrollo de contenidos

matemáticos a partir de dificultades o limitaciones expuestas por los propios docentes o de

diagnosis de sus conocimientos matemáticos para el grado en que laboran.

• EN CUANTO A LA METODOLOGÍA: Debe partirse siempre del más amplio criterio y

enfatizarse la discusión, para que los grupos de docentes asuman que son copartícipes en la

construcción de la propuesta, y no la perciban como una imposición más. La perspectiva de

los evaluadores y su ascendencia y vinculación con los docentes, acá es determinante. Este

desarrollo necesariamente debe articularse con los cuadros técnico-supervisorios y los

directivos de las instituciones, para asegurar su continuidad y apoyo; al mismo tiempo,

impulsarse como una política al más alto nivel posible (en nuestro caso, a nivel de la Red

de Escuelas) que se asuma por consenso y llegue a caracterizar los procesos de

planificación y ejecución de actividades en esta etapa. Sin olvidar los criterios intrínsecos

de evaluación que conlleva la misma.

• CONSIDERACIONES A LOS RASGOS BIOGRÁFICOS DE LOS DOCENTES E

IDIOSINCRASIA INSTITUCIONAL: Un principio fundamental para garantizar la

viabilidad de cualquier iniciativa en un conglomerado de docentes, es la generación de un

clima de confianza en todos los niveles, desde los pequeños grupos de trabajo, la escuela y

lo corporativo (si consideramos nuestro caso de red de escuelas). Debe darse y mostrarse

fehacientemente pruebas de que las reglas del juego son suficientemente claras, equitativas

y justas para todos los actores que impulsan la dinámica de las escuelas.

91

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Los esfuerzos para arrojar luz sobre la problemática del Currículo Básico Nacional y la

Formación de Docentes en ejercicio en la I y II Etapas de Educación Básica, constituye a estas

alturas un gran cuerpo teórico si se recopilan todos los aportes que sobre ésta área de

investigación educativa se han cristalizado en los últimos años. Consideramos que en este

trabajo se ha logrado corroborar que muchos de dichos aportes teóricos tiene gran pertinencia

en el ámbito del grupo de docentes que participó en la investigación; además de ahondar en

detalles y sacar a la luz aportes concretos que son más pertinentes a nuestro contexto,

necesidades y realidades. Pero aun así consideramos que estamos en una gran deuda con esta

necesidad de nuestra realidad educativa.

Se pudo evidenciar al analizar los resultados de la revisión documental de los PPA presentados

por los docentes participantes en la investigación, que estos documentos no presentan en

cantidad suficiente el número de elementos curriculares de acuerdo a las prescripciones del

Currículo Básico Nacional. Por un lado, conseguimos que se presentan en un número

(promedio: 5) que apenas rebasa el 50% de los prescritos; y por otro lado se agrega una

cantidad considerable de elementos accesorios (entre ellos, resaltan las macroactividades, con

mucha presencia en la red de escuelas PDVSA) que dificultan la viabilidad del desarrollo de

dichos PPA, y por ende afectan considerablemente la posibilidad de integrar armónicamente

sus elementos constituyentes y entre ellos, los contenidos matemáticos.

Esta situación, y otras características de los documentos estudiados, corrobora que los

denominados Obstáculos Epistemológicos para el diseño de PPA que, como vimos en el marco

teórico, ya habían sido detectados por Pedro Rivas en su investigación con docentes de Mérida,

se hacen presentes también en nuestra población. Es decir, nuestros docentes en las Escuelas

PDVSA presentan una preocupante regularidad y paralelismos con los colegas de otros

estados, al manifestar los mismos obstáculos que impiden diseñar armónica y eficientemente

sus Proyectos Pedagógicos; y esto a pesar de la serie de condiciones que presentan las escuelas

que integra la red PDVSA; que presumíamos, podían ofrecer condiciones que permitiesen

superar dichos obstáculos. En otras palabras, los obstáculos de índole curricular, parecen ser

independientes de la condición socioestratégica, ambiental y laboral del docente que aborda el

hecho de la planificación en la Educación Básica en Venezuela.

92

También podemos afirmar que la articulación de los contenidos matemáticos con los otros

Elementos Curriculares presentes en los PPA de los docentes de II Etapa de las Escuelas

PDVSA, con base en el análisis de los documentos estudiados es muy débil. Estimamos que

esto se vincula directamente con la situación anterior referida a los obstáculos y al recargo de

elementos en el diseño de los PPA.

Se hizo evidente que la Matemática Crítica tiene mucho que decir, y se articula armónicamente

con los postulados teóricos que alientan el diseño de Proyectos Pedagógicos, aclarando aun

más sus postulados, a veces confusos e inviables en el día a día de la dinámica de las aulas. De

igual manera el Enfoque Alternativo para la Educación Matemática es, a la luz de los análisis

aquí expuestos, el enfoque más idóneo para dar respuesta a la misma problemática.

La metodología de Encuentros estimamos es la alternativa más idónea prara superar las

limitaciones de todo programa de formación, y, a pesar de su polisemia, el análisis de los

diarios de vida es fuente de gran información para ajustar en forma de investigación-acción

estas propuestas. Esta es un área de trabajo muy prometedora para las líneas de investigación

sobre formación docente. No sólo hemos demostrado su utilidad en nuestras particulares

realidades, sino que hemos corroborado que su flexibilidad y amplitud es la que mejor aborda

el hecho educativo propio de los países latinoamericanos. En el caso particular de la población

y el contexto estudiado resaltan: la importancia que dan nuestros docentes a los procesos de

actualización, la necesidad de intercambio y socialización para enriquecer estos procesos, el

peso evidente que tienen los departamentos y las dinámicas de supervisión técnico docente

propios de cada institución, las expectativas y creencias previas con los mismos facilitadores o

investigadores, las consfusiones conceptuales en fundamentos básicos del CBN, y la necesidad

de vivir un proceso de formación en un clima organizacional que ofrezca suficiente garantías

para su viabilidad y puesta en práctica.

Recomendamos se continúe trabajando bajo el enfoque aquí expuesto, que se consoliden bajo

sus postulados las iniciativas de formación continua de los docentes en ejercicio, sobre todo en

el contexto altamente estructurado de la red de escuelas PDVSA, donde se ofrecen garantías de

apoyo, supervisión y establecimiento como políticas consistentes.

93

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97

ANEXOS

98

ANEXO 1 : GRÁFICOS

99

0

5

10

15

20

25

30

35

40

ELEMF 0 0 2 31 36 13 27 26 26

OBJ NIV

OBJ ETAPA

OBJ GRD

CONT MAT

CONT OT

DIM EJ TR COMP IND

Gráfico 1: Elementos Formales presentes en los PPA

100

1 15

29 29

59

0

10

20

30

40

50

60

ELEM NF 1 1 5 29 29 59

VISION MISIÓN OBJ DID OBJ DOC OBJ AL OTROS

OTROS ELEM NF

23

8

6

3

3

3

2211 3

MACROA AE PROP ´P JUST PACT PPA ACT G DIM D DES DACT A PLAN E U D ACT GO

Gráfico 2 : Elementos NO Formales presentes en los PPA

101

1 1

5

29 29

23

36

0

5

10

15

20

25

30

35

40

ELEM NF 1 1 5 29 29 23 36

VISION MISIÓNOBJ DID

OBJ DOC

OBJ ALMACRO

ACTOTROS

OTROS ELEM NF

8

6 3

3

3

3

2112

AE PROP ´P JUST P ACT PPAACT G DIM D DES D ACT APLAN E U D ACT G O

Gráfico 3: Elementos NO Formales presentes en los PPA

Macroactiv. Aparte: 23

102

14

56

92

78

94

78

0

20

40

60

80

100

si 86 44 8 22 6 22

no 14 56 92 78 94 78

CONT MAT

RELAC CONT-COMP

ESTRAT TEM GEN OTRAS ARCON EJES

T

%

Gráfico 4: Relación de contenidos matemáticos con otros elementos de los PPA

103

ANEXO 2: DIARIOS DE DOCENTES

104DIARIO DE DOCENTES

Docente: P51 – 32 años

15-03-06 El PPA es una planificación a mediano plazo. Debe estar relacionadocon el PEIC. Por lo general los docentes no consideran esto, a menosque se les haga seguimiento. La anamnesis es la diagnosis personal delalumno, hasta como nació (esto no lo sabía, no había utilizado eltérmino).

Los PPA deben abarcar lo que se plantea la escuela, más las necesidadesdel niño. Deben llevar dimensiones, ejes transversales, necesidades delalumno, realidad/entorno. Las necesidades del alumno son muchas,algunos PPA tendrán un alarga lista.

Le pregunte al profesor A. sobre las pruebas, sobre utilizar tal término yavisarle al niño que tiene esa actividad. Él planteó algo muy interesante:“el problema no es hacer una prueba, es lo que se hace con losresultados”. Esto despeja algunas dudas. Todavía tenemos entrenosotros maestros que siembran terror con frases hechas como “serealizará un recuperativo porque salieron aplazados en el examen”. Enesta época se habla de un trabajo escolar continuo y que si no se logra loque se espera con cierta actividad, sencillamente se realizan otrasactividades para que sigan trabajando el contenido que aun no se hadominado. Muy particularmente pienso que las primeras preparacionespara docentes deben orientarse hacia cómo expresarse dentro y fuera delaula, pero sobretodo dentro de ella, a medir las palabras que les decimosa los niños. A suavizar el tono y los gestos. Quizás sea un poco difícil,pero sí se logra mejorar.

¿Que cómo me siento trabajando con los PPA?

En el pasado cuando empecé a estudiar educación (desde adolescente)pensé que iba a ser muy fácil. Me aprendía todo de memoria y despuésde unos años ya no tenía ni que mirar los libros porque todo estaba en miCPU. Estaba en la universidad en el sexto semestre cuando conocimosla reforma curricular. Fue un cambio brusco y toda esa concepciónquedó atrás. ¡Qué bueno porque era muy pobre! Los docentes deben seractivos, actuales, creativos, abiertos al cambio para barrer con elautomatismo de aquellos años.

El maestro de hoy puede demostrar que es todo un profesional si estárealmente conectado con lo actual, si es innovador y si sus alumnosmuestran esas actitudes.

Hace algunos años, a pesar de tener un buen trabajo, en una buenainstitución, me sentía una maestra más a la que le daba pena llevar eluniforme del chalequito. Ahora todo ha cambiado, no por trabajar enesta empresa, ahora se le está dando al maestro su real valor. De partede él queda limpiar su nombre y darle el brillo que todos los niños deeste país necesitan.

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P51(1): Importancia del seguimiento osupervisión para cumplir las cosas o quelos programas se mantengan consistentes.

de las pocas cosas que en estosdías sobrevivían al terribletedio y cruce de chismes queabruma a este país e

P51(2): Hay muchas expectativassobre el tema de la evaluación en estaetapa. artículos sobre didáctica,filosofía de la matemáticacrítica y otras menudencias queme habías dejado como tarearesumir. Le agregaba que,como es característico de losprofesionales venezolanos yestudiantes de postgradopreciados de tal, yo habíadejado las lecturas para últimahora y las carreteaba pa’arriba y pa’ bajo dentro de miequipaje de vacaciones. Leterminaba diciendo que, si bienpor un lado yo te agradecía elhecho de ponerme en las manostales materiales, no teperdonaba haberme hechopasar por la tortura deP51(3): valorización de laactualización.

tales materiales, no te perdonabahaberme hecho pasar por la torturade

P51(4): Autopercepción de su misióncomo docente.

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DIARIO DE DOCENTESDocente: P51 – 32 años

22-03-06 H oy hablam os de unos compromisos que debemos contraer com oparticipantes en estas pláticas:• Examinarem os nuestra evolución com o docentes• Socializar las lecturas.• Preparar un portafolio.• Hacer un diario sobre lo que leo.

En cuanto a los P PA:• Tener presente el perfil para evaluar.• No tengo que tom ar todos los indicadores y tampoco debe aparecer enel trabajo de proyecto.• Qué es eso de indicadores Vs. C om petencias.• Los niños deben hablar de los indicadores. Así están m anifestando lacompetencia.

Para hoy debim os traer PP A realizados en años anteriores y evaluarloscon una hojita en la que aparecían los elementos formales y no form alesdel PPA. Todos estam os m uy lejos de lo que legalmente debe contenerlos trabajos de PP A.

Se tocó el punto de la culm inación del proyecto, al que llam am os cierrede proyecto. Anteriormente se hacía aquella cosa apoteósica querepresentaba un esfuerzo económ ico y físico tam bién. Requería de granorganización, ensayos, y dem ás … Luego una representante delministerio nos asesoró, nos dijo que la presentación debía ser sencilla,sin invitados especiales, un mom ento donde los niños recuenten lo queaprendieron sin exposiciones m em orísticas que al final nadie escucha.En cuanto a la duración de los proyectos, éstos no deben ser tan largoscomo un lapso.

E l profesor A . nos preguntó: ¿C óm o eligen los proyectos?

Siem pre los elijo de la m ism a form a: en el día a día se presentansituaciones a las que decim os: ey, este sería una opción para unproyecto, y las vamos anotando. Llegado el m om ento de elección, lasrecordam os un poco.• Se le entrega a cada niño dos papelitos.• En un papelito escribe sobre lo que le gustaría trabajar en los próxim osdías.• Se recogen los diferentes tem as y se escriben en el pizarrón.• Los que tienen que ver se suman y los que tengan mayor puntuación sedejan como opciones.• Se realiza otra vuelta pero con las opciones que quedaron en elpizarrón, gana la de mayor puntuación.Leím os sobre las diferentes etapas que debería tener el método deproyectos según Frey (1996) y con este material podemos ver claram enteque nuestros proyectos (todos los docentes) llegan hasta la etapa V(culm inación). Om itim os la VI y la VII (Reflexión y M etainteracción).Como no buscam os actualizarnos y nadie nos lo enseñó, pues no lohacíam os.

H ace unas sem anas, en unanota por Internet, le com entabaa un lejano amigo que dentrode las pocas cosas que en estosdías sobrevivían al terribletedio y cruce de chism es queabruma a este país eP51(5): Confusiones en la concepción dela evaluación estéticas, sólosobrevivían una que otrapelícula y –sorpresa- losartículos sobre didáctica,filosofía de la m atemática

P51 (6): Preponderancia de los cierre deproyectos o M acroactividades

resumir. Le agregaba que,como es característico de losprofesionales venezolanos yestudiantes de postgradopreciados de tal, yo habíadejado las lecturas para últim ahora y las carreteaba pa’P51(7): Búsqueda em pírica dem etodologías para cubrir algunas fases delos PPA.

terminaba diciendo que, sibien por un lado yo teagradecía el hecho de ponermeen las manos tales materiales,no te perdonaba haberm ehecho pasar por la tortura de

P51(8): Valorización de la actualizaciónpara el docente

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CO M ENTARIOSCO M ENTARIOS

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DIARIO DE DOCENTESDocente: P51 – 32 años

29-03-06 A esta reunión la llamé contextualizar y descontextualizar.

Cuando tocamos este tema, recordé mis días en Juan Bosco. Todo lo quese da tiene que estar relacionado con el proyecto. Los horarios sólodecían proyecto, inglés, computación y educación física. Hasta nosolvidamos de los nombres de las asignaturas y los niños ni les cuento, lasmeriendas tenían forma de proyecto. Bueno! Con los años yo dudé de laeficacia de esta estrategia ya que pasamos más tiempo estudiando“temas de interés” que los contenidos del currículo básico nacional. Amatemática no le podía tener un cuadernito de contrabando. Aquello erauna ensalada multicolor. Si le preguntaba a los niños qué vimos enmatemática, ni siquiera sabían dónde buscar.

Actualmente tengo un horario que incluye el nombre de la asignatura y siel martes a las 10:15 tengo ciencias de la naturaleza y llegan asupervisarme; en ese instante debo estar en ciencias de la naturaleza.Este horario tampoco cumple mis expectativas.

Aunque este tema no se tocó en las reuniones, creo que era importanteaclararlo. El por qué del horario. No me siento cómoda saltando dematemática para ciencias porque se acabó la hora. Esto no era lo que setenía que atacar con los proyectos? Esos cortes y cambios bruscoscuando nos sentíamos tan bien con lo que estábamos haciendo.

La contextualización y descontextualización eran términos que nomanejaba. El primero sí, el segundo no. Es un punto importante. Aclaraun poco lo mencionado anteriormente. Si necesito ampliar un contenidopara completar el proceso de construcción del conocimiento, lo puedohacer y no tengo que esperar el martes a las 10:15 AM.

Todo esto, teniendo siempre presentes a los ejes transversales: Lenguaje,Desarrollo del Pensamiento, Valores, Trabajo y Ambiente. Yo pienso quehay tres ejes que trabajamos automáticamente. Los Valores y Ambientedebemos tenerlos presente y tratar de que formen parte de latransversalidad. Los ejes son intrínsecos.Por esto me parece absurdo queen algunas supervisiones te pregunten: y los ejes transversales??

P51(9): Los términos son de vitalimportancia para un desarrollo másfructífero de los PPA. Llamó la atenciónde todos los participantes de losencuentros.

amigo que dentro de las pocascosas que en estos díasP51(10): Intento de resolver la situaciónde las áreas, tomando criterios delcurrículo anterior. cuitasintelectuales y estéticas,P51(11): Presiones del sistema desupervisión y control.

filosofía de la matemáticacrítica y otras menudencias queme habías dejado como tarearesumir. Le agregaba que,como es característico de losprofesionales venezolanos yestudiantes de postgradopreciados de tal, yo habíadejado las lecturas para últimahora y las carreteaba pa’arriba y pa’ bajo dentro de miequipaje de vacaciones. Leterminaba diciendo que, si bienpor un lado yo te agradecía elhecho de ponerme en las manostales materiales, no teperdonaba haberme hechopasar por la tortura de

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