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Trabajo Final de Grado Modalidad: Monografía “Importancia de la construcción de vínculos significativos en el niño institucionalizadoLuciana Valeria Gómez C.I.:4.210.886-0 Docente tutor: Sandra Sena Docente revisor: Claudia Martínez Montevideo, octubre de 2017

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Page 1: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

Trabajo Final de Grado

Modalidad: Monografía

“Importancia de la construcción de

vínculos significativos en el niño

institucionalizado”

Luciana Valeria Gómez

C.I.:4.210.886-0

Docente tutor: Sandra Sena

Docente revisor: Claudia Martínez

Montevideo, octubre de 2017

Page 2: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

1

ÍNDICE

Resumen .................................................................................................................... 2

Introducción ............................................................................................................... 3

Capítulo I. El vínculo: noción, fallas y consecuencias ............................................ 5

1. Marco teórico ........................................................................................................ 5

2. La noción de vínculo según diferentes autores ..................................................... 5

3. Teoría del apego .................................................................................................. 7

4. Fallas y consecuencias en vínculos afectivos según Winnicott ............................. 9

Capítulo II. La institucionalización ......................................................................... 12

1. Institucionalización ............................................................................................. 12

2. La deprivación como modelo de vida ................................................................. 14

3. Lo “traumático” de la separación del entorno y la institucionalización .................. 16

Capítulo III. Construcción y permanencia de vínculos durante la

institucionalización................................................................................................... 18

1. La construcción de vínculos durante la institucionalización ................................ 18

2. El vínculo entre pares y adultos dentro de la institución ..................................... 19

3. El vínculo con el entorno familiar de niños institucionalizados ............................. 21

Consideraciones finales .......................................................................................... 23

Referencias bibliográficas ...................................................................................... 25

Page 3: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

2

RESUMEN

El presente trabajo pretende realizar una aproximación a la importancia de la

construcción de vínculos afectivos en el desarrollo integral del niño en un contexto

adverso como es la institucionalización.

Se plantean las posturas de diferentes autores sobre la noción de vínculo

afectivo y la trascendencia que tiene la existencia de un otro para la constitución del

psiquismo, los lazos afectivos que debieran establecerse desde el nacimiento serán

los pilares del desarrollo integral del individuo.

Partiendo de la teoría del apego como base al hablar de los vínculos afectivos

más primarios, se abordarán los factores que influyen en su desarrollo. Continuando

con la importancia de la existencia de una figura significativa que pudiera cumplir la

función maternal, la falta de cuidados como vivencia traumática en el niño, y la

posterior institucionalización, en donde no siempre se proporciona un ambiente

favorable para la construcción de nuevos vínculos y para la continuidad de los lazos

con algún referente saludable del contexto anterior.

La separación de figuras significativas provoca una variedad de sentimientos

en el niño que no posee la capacidad de simbolizar, y la institución no siempre brinda

el sostén para transitar esta experiencia. El acogimiento residencial es la última

alternativa ante la situación de vulneración de derechos de los niños, sus

características y debilidades van a incidir, entre otros aspectos, en la construcción de

nuevos vínculos así como en la preservación de los vínculos anteriores.

Palabras claves: Vínculo, Niño, Institucionalización.

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3

INTRODUCCION

El presente Trabajo Final de Grado ha sido elegido bajo la modalidad de

Monografía, cuyo interés por el tema surge a partir de la experiencia en un centro de

tiempo completo para jóvenes institucionalizadas, enmarcado en una Práctica de la

Licenciatura. A partir de ese contacto con niñas y adolescentes nacen interrogantes

sobre la construcción de los vínculos afectivos dentro del contexto de la

institucionalización, como influyen las experiencias de vida a la hora de construir

nuevos vínculos, así como también si es posible sostener vínculos significativos con el

entorno anterior a la institucionalización.

El ser humano es un ser social por necesidad, dado que necesita de un otro

cuando nace para poder sobrevivir, es en la satisfacción de esas necesidades donde

se irá desarrollando su psiquismo. Necesitará del vínculo con ese otro que brinde

cuidado, amor y protección, siendo fundamental desde el nacimiento y durante el

transcurso de sus primeros años de vida.

Desde la configuración del mundo interno y la intersubjetividad, en el niño se

van consolidando habilidades emocionales, cognitivas y sociales para desenvolverse

en el mundo, aspecto fundamental para el desarrollo. Así es, que todo ser humano

tiene la necesidad de establecer proximidad frente a un otro (Bowlby, 1986).

Con respecto a las figuras significativas, en la medida que sean

emocionalmente eficaces para satisfacer las necesidades del niño y lograr contenerlo,

tanto en su presencia como en su ausencia, este irá conformando imágenes positivas

de sí mismo bajo la idea de ser objeto de amor, configurándose la autoestima

(Winnicott, 1995).

Desde la perspectiva de la importancia de los vínculos desde el nacimiento del

individuo, se abordará su importancia poniéndose énfasis en la primera infancia como

base de la construcción de vínculos afectivos para el resto de la vida del individuo,

tomándose como contexto el dispositivo de acogimiento residencial.

El ingreso a una modalidad de acogimiento residencial tiene una connotación

de ruptura y pérdida, así también como la sensación de abandono, si bien se utiliza

como última alternativa, crea una infinidad de emociones que el psiquismo del niño no

está preparado para poder procesarlas. El psiquismo se encuentra en constitución, por

lo cual no posee herramientas para simbolizar la pérdida. No hay articulación del

afecto y la representación para poder simbolizar, en el caso de la infancia, de acuerdo

a la edad va a ser diferente la reacción.

Page 5: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

4

Cuando hablamos de niños, niñas y adolescentes institucionalizados nos

referimos a aquellos que reciben como medida de protección judicial, la internación en

instituciones de cuidado, debido a que existe una vulneración de sus derechos por

parte de sus cuidadores, ya sea su familia o las personas que estén a su cargo.

En la actualidad la institucionalización es motivo de preocupación, dadas las

consecuencias que representa en el desarrollo integral de la infancia y adolescencia,

la separación involuntaria de sus familias. Además de esta separación, no debe

pasarse por alto las experiencias de vida que han llevado a esta instancia, historia de

vulneración de derechos en todas sus formas.

Esta multiplicidad de factores va a influir en la construcción y preservación de

los vínculos, tema que pretende abordar esta monografía.

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5

CAPITULO I: EL VINCULO: NOCION, FALLAS Y CONSECUENCIAS

1- Marco teórico

El desarrollo humano como proceso complejo, depende de múltiples variables,

relaciones y contextos, el curso que tome para cada individuo en particular va a

depender de la interacción de todas estas variables.

Los procesos que ocurren en los primeros años de vida van a influir de manera

significativa durante el proceso vital de cada individuo. Es así como los primeros lazos

afectivos que establece el niño con adultos construyen la constitución del psiquismo,

así como la base de su proceso de socialización.

Carrillo (2008) plantea que "el proceso del desarrollo humano se lleva a cabo

gracias a las relaciones bidireccionales que le niño establece con otros en su contexto

inmediato" (p 96), este planteo coincide con diversos autores en la importancia de la

presencia de un otro para el desarrollo integral del niño, ya sea de la familia u otra

figura significativa que cumpla esa función.

En base a lo anterior se desarrollarán las nociones de vínculo según diferentes

autores, pero con acentuación en la línea psicoanalítica.

2- La noción de vínculo según diferentes autores

El término vínculo no es común en el psicoanálisis de Freud, es un concepto

que ha ido evolucionando desde distintas perspectivas, se mencionará algunas de

ellas para comprender la evolución que ha tenido.

Bion (1966) fue el primer autor psicoanalista en utilizar el término vínculo.

Entiende al vínculo como la expresión del mecanismo de identificación proyectiva tanto

desde el niño a la madre como el retorno de la madre al niño.

El pensamiento de Bion (1966) sobre el tema, radica en una posición

interpersonal, pero desde una vivencia intrapsíquica, donde la investidura libidinal

entre la madre y el lactante serían la base de todo vínculo. Tomando el amor, el odio y

el conocimiento como emociones intrínsecas al vínculo que se afectan mutuamente.

Su concepción abarca los aspectos más fusionales, regresivos y narcisistas que se

ponen en juego, siendo fundamental para su teoría el papel de la mente materna en la

integración del aparato psíquico del bebé. Denomina función alfa a aquella que el bebé

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6

introyecta de la madre y que le posibilita la creación de nuevas modalidades de

conocimiento lógico, intuitivo y afectivo.

En nuestra región quien es más nombrado por su influencia en la psicología

social y su teoría de los vínculos es Pichon-Rivière, quien coincide con Bion en los

términos intra e intersubjetivos del vínculo. Sin embargo Pichon-Rivière (1985) amplía

el concepto de relación de objeto formulando el de vínculo, definiéndolo como una

estructura compleja que cuenta con un sujeto, un objeto y su mutua interrelación, en

compañía de procesos de comunicación y aprendizaje. Este proceso debe contar con

un emisor, un receptor, una codificación y una decodificación del mensaje.

Otro de los aportes al concepto de vínculo lo realiza Stern, quien plantea la

necesidad de una estructura que reflexione sobre como es y cómo se forma una

versión individual de la experiencia vivida real y el mundo representativo. El modelo

conceptualizado por Stern (1997) “esquema de una manera de ser estar”, refiere

acerca de la perspectiva subjetiva del bebé en interacción con el cuidador, que el

sentido de un sí mismo subjetivo se constituye desde un proceso de compartir estados

afectivos con otro, en el relacionamiento intersubjetivo.

Stern (1997) plantea que dentro de las representaciones del niño, existen las

representaciones de sucesos inanimados que se explican cómo sucesos mentales que

actúan a un nivel interno. Las representaciones del niño se construyen sobre la

experiencia interactiva de estar con otro, con elementos básicos tanto como

perceptuales, conceptuales, que sean capaces de contener y registrarse en la

experiencia vivida, siempre desde el mundo interno.

Otro autor que también ha contribuido al respecto estudiando acerca de la

sensibilidad del ambiente que rodea al bebé es Winnicott. Partiendo de que el grado

de desarrollo normal se obtiene por medio de un “ambiente suficientemente bueno”, en

el que exista una relación madre hijo y una relación triangular padre -madre -hijo. El

niño se desarrolla a partir de la unidad que desarrolla la madre con el bebé. Tres

funciones de la unidad facilitan el desarrollo sano: el sostén (holding) que facilita la

integración de los elementos sensorio motores, el buen manejo (handling) de la

situación que facilita la autonomía, y la relación de objeto que da lugar al

establecimiento de una relación (Winnicott, 1995).

Según este autor la debilidad o fuerza del yo del niño está en función de la

capacidad del cuidador de responder de manera apropiada a la absoluta dependencia

del bebé en las primeras fases de la vida. En esta época el yo del bebé solo es capaz

de percibir y ejecutar sus necesidades, por lo tanto la estabilidad emocional del niño

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7

está directamente determinada por la función del cuidador en las primeras etapas de la

vida.

Para Kaès (1977) el concepto de vínculo es un espacio psíquico construido, a

través de las alianzas inconscientes y los emparejamientos que los individuos

producen en el encuentro. Este aparejamiento psíquico que nace de la correlación de

subjetividades genera la estructura que llamamos vínculo. La función del vínculo

vendría a ser organizadora y representacional entre los sujetos del vínculo o de la

relación del sujeto con el objeto del vínculo.

Para Kaès (2006) los vínculos instituidos están establecidos en primer lugar por

la dimensión de la realidad psíquica, por el deseo de los sujetos de un vínculo

duradero y estable, esto lleva a formaciones intersubjetivas como alianzas entre

formaciones psíquicas, que cada uno encuentre una correspondencia en el otro. En

segundo lugar nos encontramos con la realidad externa, formas sociales que

reconocen y sostienen la institución del vínculo, nudo de órdenes de una realidad

social, cultural, política, religiosa, económica; todo ese conjunto exige obligaciones.

3- Teoría del apego

Es indispensable interiorizarse en la Teoría del Apego para conocer cómo van a

desarrollarse los vínculos en el ser humano, el apego va a ser determinante en la

estructuración del yo desde las primeras horas del nacimiento, los primeros años van a

ser determinantes en la construcción de vínculos afectivos a lo largo de la vida del

individuo.

La teoría del apego se entiende como una forma de conceptualizar los vínculos

afectivos íntimos y como modelo teórico clínico en donde se articulan conceptos

evolutivos, psicoanalíticos, etológicos y cognitivos.

El precursor de esta teoría, sería Bowlby, trabajó y desarrolló el estudio de los

lazos emocionales que unen a la persona desde su más temprana edad y la

importancia que estos tienen para el desarrollo psíquico. Bowlby (1986) afirma que:

Un modo de concebir la propensión que muestran los seres humanos al

establecer sólidos vínculos afectivos con otras personas determinadas y

explicar las múltiples formas de trastorno emocional y de alteraciones de la

personalidad, incluyendo aquí la ansiedad, ira, la depresión y el apartamiento

emocional, que ocasionan la separación involuntaria y la pérdida de seres

queridos. (p.154)

Page 9: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

8

Según sus estudios de investigación, en el transcurso evolutivo, el sujeto

establecerá mediante la conducta de apego, vínculos afectivos o apegos; al principio

entre el niño y el adulto, y luego entre adultos. Esta conducta se mantiene durante

toda la vida y los vínculos derivados de ellos permanecerán activos y presentes

siempre. Por esto se puede afirmar que la conducta de apego es tanto estable como

flexible, ya que se van conformando nuevos vínculos a lo largo del ciclo vital, que

serían igual de significativos como aquellos primeros.

Mary Ainsworth (1978), citada por Rygaard (2008), contribuye al estudio de la

teoría del apego, mediante investigaciones en niños en donde pudo observar

diferentes tipos de apego, diferenciando por un lado en el apego seguro, y por otro

lado el apego inseguro.

EL niño con Apego Seguro, puede protestar al separarse de la madre, pero la

saluda con calidez cuando retorna, a menudo busca estar cerca o en contacto íntimo

con ella, al reunirse si está molesto se calma rápidamente y vuelve relativamente

rápido al juego o la exploración que estaba realizando.

Por otro lado, se encuentra el Apego Inseguro que a su vez se subdivide en

tres tipos.

El Evitante, en donde el niño no protesta frente a la salida de la madre, se

concentra en juguetes u otros objetos o personas que están en el lugar; no reconoce

inmediatamente el retorno de la madre, evita su mirada cuando entra y probablemente

se aleja si ella se aproxima.

El Ambivalente o Resistente, el cual está caracterizado por un malestar ante la

ausencia de la madre y búsqueda de contacto a su retorno, esta búsqueda es con

angustia y resistencia, hay un fracaso en ser confortado cabalmente.

El Apego desorganizado, el niño se puede involucrar en conductas evitantes y

ambivalentes, pero sin la consistencia y la organización de las conductas de estos

tipos de apego; muestra conductas que parecen carecer de un verdadero objetivo o

intención, por ejemplo, imagen congelada, inmóvil o con movimiento tipo cámara lenta.

Dentro de los Trastornos de Apego, Rygaard (2008) trabaja un tipo de trastorno

de apego posible en niños institucionalizados, el trastorno de apego reactivo, dadas

las características de alejamiento o falta de cuidados de figuras significativas en una

edad temprana en la mayoría de los casos.

Este autor plantea entre otras cosas, la importancia del contexto social en los

niños con trastorno de apego reactivo, menciona la ausencia de roles afectivos por

parte de las madres.

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Según Rygaard (2008),

La característica común de los niños con trastorno de apego reactivo grave es

una habilidad muy reducida para responder emocional y socialmente de una

manera adecuada (…) cubre una serie de problemas de comportamientos que

se observan frecuentemente en los niños que no han recibido suficiente

atención durante los primeros años de su vida. (p.30)

Este autor manifiesta dos criterios importantes dentro del trastorno de apego

reactivo. Uno es el comportamiento antisocial durante la infancia, el niño se comporta

agresivo, violento, intimidatorio, no respeta restricciones ni castigos, puede presentar

una intención destructiva para con sus pares o los animales, sin tener sentimiento de

culpa por sus acciones.

Por otro lado, está el comportamiento de apego no selectivo, su actitud hacia

personas allegadas y desconocidas será de confianza, sin poder distinguir

emocionalmente entre ambas. Asimismo, estos contactos no generarán en una

relación duradera.

Existen variaciones del apego reactivo, por un lado, puede estar el niño

introvertido, cerrado y autodestructivo, y en el otro extremo está el niño extrovertido,

impulsivo y agresivo. En cualquiera de las variaciones en el niño con este trastorno, se

ven afectadas sus capacidades de desarrollar relaciones mutuas de afecto.

De acuerdo a este autor, en algunas oportunidades el trastorno de apego esta

combinado con otros trastornos como son: el síndrome de estrés postraumático,

trastorno de la atención con hiperactividad, síndrome de autismo post institucional.

4- Fallas y consecuencias en vínculos afectivos según Winnicott

Se puede tomar el concepto de desvinculación para hablar de cualquier factor

que interfiera, altere o rompa el proceso de vinculación.

Según Winnicott (1991) la desvinculación del niño con su madre en la primera

infancia puede implicar mucho más allá de una tristeza manifiesta en él, puede

implicar lo que llama este autor un “apagón o blackout” emocional. Dicho “apagón”

puede dar origen a alteraciones en el desarrollo de la personalidad.

Desde la desvinculación de un niño con su ambiente y/o figura significativa, se

plantea que cuanto más pequeño es el niño, desde el funcionamiento intrapsíquico,

este requiere que otro tenga consistencia y persistencia en su vida, a menos que el

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10

niño vea a ese otro, o tenga una evidencia de su existencia en un lapso de minutos,

horas o días, dicha persona habrá dejado de existir para él.

En consecuencia, los sentimientos agresivos que pueden generar en el niño la

falla ambiental se podrían ocultar en el interior de este, no alcanzando la conciencia

hasta ser experimentado, sin embargo, el resultado favorable sobre la salud por medio

de la expresión del sentimiento solo sobreviene si todo es relativamente accesible para

el self del niño. Los sentimientos correspondientes a la falla ambiental en la infancia y

posterior desvinculación pueden no ser accesibles a la conciencia.

Los sentimientos agresivos se reprimen o se pierde la capacidad de amar.

Puede haber una regresión a algunas fases tempranas del desarrollo emocional que

fueron más satisfactorias que otras o puede generarse un estado de introversión

patológica y con mucha mayor frecuencia, producirse una disociación de la

personalidad. Esto hace que el niño se vea exteriormente como sometido, mientras la

principal parte del self que contiene toda la espontaneidad se oculta y se relaciona con

objetos idealizados en la fantasía. Es por eso que el síntoma de la depresión puede

constituir para un niño desvinculado de su ambiente (bueno o malo) un signo

favorable, la depresión en este caso, indica que el niño ha conservado la unidad de su

personalidad y tiene sentimiento de preocupación (Winnicott, 1991).

Por otra parte, la desvinculación de un niño con su ambiente (bueno o malo),

puede producir en el niño sentimientos muy intensos, cuya exigencia radica en

adaptarse a un ambiente totalmente nuevo para él. La capacidad de experimentar y

expresar emociones, en este caso tristeza, marca una etapa en el desarrollo de la

personalidad y de su capacidad para las relaciones sociales.

Winnicott (1991) plantea que los problemas de ubicación y adaptación que

presentan los niños en el ambiente pronto decaen en casos de conducta antisocial.

En este sentido, los niños que presentan problemas de adaptación, son

aquellos que han experimentado una experiencia hogareña primaria insatisfactoria.

Entendiendo como está a la experiencia de un ambiente adaptado a las necesidades

especiales del bebé y del niño pequeño. Sin una persona orientada a sus necesidades

el bebé no puede encontrar una realidad eficaz con la realidad externa. Sin alguien

que le proporcione gratificaciones instintivas satisfactorias el bebé no puede encontrar

su cuerpo ni desarrollar una personalidad integrada.

Sin alguien a quien amar u odiar, no puede llegar a darse cuenta de que ama y

odia a una misma persona, y encontrar así su sentimiento de culpa y su deseo de

reparar y restaurar. Sin un ambiente humano limitado que pueda conocer, no puede

Page 12: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

11

descubrir en qué medida sus ideas agresivas no resultan dañinas, no puede

establecer la diferencia entre fantasías y realidad.

En relación con la pérdida de la vida con la familia de origen, siguiendo con las

ideas de Winnicott, el niño que es trasladado de un lugar a otro se ve perturbado en

sus fenómenos transicionales establecidos, traduciéndose en una disociación de su

personalidad, en que la mitad de su ser se relaciona con un mundo subjetivo, y la otra

mitad reacciona sobre una base de sometimiento frente al mundo. La ruptura o

inestabilidad entre lo subjetivo y lo objetivo no permite que el niño funcione en su

totalidad.

El desarrollo emocional de los primeros años es complejo y resulta imposible

en él saltar etapas; todo niño necesita de manera indispensable cierto grado de

ambiente favorable para superar las primeras etapas del desarrollo.

Partiendo de estos fundamentos es que se tendrían que organizar las

instituciones de protección a los niños vulnerados.

Los niños que han vivenciado la experiencia de una buena y satisfactoria

relación temprana con su figura significativa y son separados de esta, tendrán en un

nuevo ambiente la tendencia a recuperarla con algún miembro que le experimente

dicha relación.

Page 13: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

12

CAPITULO II: LA INSTITUCIONALIZACION

1- Institucionalización:

Este término es una variación de la palabra Institución, muchos autores han

incurrido en hacer su propia teoría sobre la misma, en esta oportunidad se hará

referencia a la institución como un organismo creado para un determinado fin que es la

labor social.

Desde la época post colonial, la existencia de desamparados, pobres y

desprotegidos, contribuyó a la creación de diversas instituciones que los asistieron y

ampararon.

Para el abordaje que se pretende dar a la temática de esta monografía, resulta

pertinente traer el pensamiento de Goffman acerca de las instituciones, ya que varios

autores traen implícito sus reflexiones sobre las mismas.

Goffman (1961) describe a las instituciones como lugares donde habitualmente

se desarrolla determinada actividad y que tienen una tendencia absorbente y

totalizadora, ya que ocupan tiempo e interés en la vida de sus integrantes, además de

darles un mundo propio diferente al que tenían antes de estar ahí, a esto le agrega

que lo edilicio también muestra ese aislamiento con el mundo exterior.

Califica como instituciones totales a dichos establecimientos y realiza una

clasificación en cinco grupos, el primero es el que incluye a los niños

institucionalizados entre otras personas que necesitan cuidados de terceros "hay

instituciones erigidas para cuidar de las personas que parecen ser a la vez incapaces

e inofensivas: son los hogares para ciegos, ancianos, huérfanos e indigentes"

(Goffman 2001, p.18).

En estas instituciones totales es común que todos los miembros desarrollen las

mismas actividades, bajo reglas comunes y en los mismos espacios, perdiéndose así

sentido de la individualidad, dado que la igualdad es un factor predominante en la

institución.

Giorgi (2010) manifiesta que la institucionalización es estar bajo la

responsabilidad de Institución, y que esta puede recurrir a diferentes estrategias de

cuidado de estos niños, desde su postura le preocupa que en ocasiones se confunda

el término de institucionalización con el de internación, dado que tienen características

diferentes.

Page 14: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

13

Siguiendo a este autor y de acuerdo a la definición de las Naciones Unidas,

cuidado residencial es aquel que no es llevado a cabo por una familia.

En nuestro país la Institución encargada de la protección de niños, niñas y

adolescentes que se encuentran en estado de vulneración de derechos es el Instituto

Nacional del Niño y Adolescente (INAU).

Giorgi (2010) plantea una serie de condiciones que deberían darse para que se

haga menos negativa la ausencia de las figuras significativas, y se optimice la calidad

de atención: un número pequeño de niños para que puedan darse así vínculos

personalizados, estabilidad de los vínculos en el centro, relaciones significativas entre

pares y adultos, compartir con los educadores aspectos de lo cotidiano, relaciones de

familiaridad, integración al entorno cercano, infraestructura y organización de espacios

como en un ambiente familiar, información, habilitación y escucha de los niños en los

temas cotidianos del centro.

También plantea este autor, que en oposición a este modelo positivo de

institucionalización tenemos lo que en la actualidad se da con frecuencia como

consecuencia de la falta de políticas públicas, entre otros problemas, que garanticen el

pleno desarrollo de estos niños. Gran parte de los centros de cuidado no cuentan con

los requisitos para una atención personalizada, podría deberse a factores que inciden

en el desempeño como por ejemplo la numerosidad, la atención no personificada,

inestabilidad y superficialidad de los vínculos, los adultos en el rol de funcionarios no

compartiendo aspectos de lo cotidiano del centro, se tiende al aislamiento de la

comunidad.

En la actualidad se conoce que la institucionalización produce efectos nocivos

para el niño, ya que esto provoca un quiebre en el proceso de socialización,

produciendo sentimientos de desarraigo, desprotección, abandono, contribuye a la

desestructuración familiar, la desvinculación de su entorno cercano generando una

pérdida del sentimiento de pertenencia (Lecannelier y Hoffmann, 2007).

Más allá de estos efectos negativos, pensando en los niños que se encuentran

en situación de vulneración de sus derechos, la institucionalización podría verse como

un posibilitador, como una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de estos

niños.

Si bien la institucionalización como separación y ruptura del vínculo primario

influye en el desarrollo y la salud mental de los niños que ampara, no constituye una

realidad que siempre lleve a los niños a la desadaptación y a la vulnerabilidad,

igualmente, no deja de ser un factor de riesgo. Algunas características que varían de

Page 15: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

14

un centro a otro serían las determinantes fundamentales a la hora de ver los efectos

que ocasionan, ya sean positivos o negativos. Dentro de los efectos negativos, un

aspecto a destacar es la carencia de relaciones afectivas y estables. (Lecannelier y

Hoffmann, 2007)

Con respecto a las familias, en oportunidades también algún miembro tuvo la

experiencia de ser amparado en un centro de acogimiento residencial, podría

pensarse que también existió una historia de vulneración de derechos, que ha

afectado las capacidades de cuidado, por lo cual son incapaces de reaccionar frente a

las necesidades del otro indefenso, como resultado de que no llegaron a internalizar lo

que es dar afecto y protección como consecuencia de que no les fueron brindados

cuando los necesitaban.

Bowlby (1989) plantea que existen investigaciones en donde se observa que la

conducta de la madre hacia el bebé está influenciada por las anteriores experiencias

personales con sus figuras parentales. Como resultado de estas experiencias se

puede observar, que las madres que han tenido una infancia perturbada interactúan

menos con sus bebés, en una etapa donde la interacción con el niño es fundamental.

Continuando con esta idea Altmann (2007) plantea,

La teoría del apego también se refiere al impacto de esta transmisión

intergeneracional de modelos representativos que se instalan en la temprana

infancia. Ese modo estresante de vincularse y esa respuesta se repiten en la

siguiente generación, cuando la persona es madre, pero, en este caso, como

un patrón del apego. (p.26)

La creación de instituciones y programas para proteger los derechos de los

niños, nace a raíz de falencias en la sociedad que han llevado en algunas

oportunidades a la marginalización de determinados sectores de la población. Si bien

son diversas las causas que llevan a esta situación, en oportunidades esos niños

vulnerados son fruto de padres a los cuales en el pasado no fueron respetados sus

derechos y ningún organismo del Estado les ofreció ayuda.

2- La deprivación como modo de vida

Winnicott (1986) hace referencia al momento de la vida en que el niño transita

la deprivación, refiriéndose a su experiencia de necesidades insatisfechas.

Si hubo una experiencia satisfactoria en los primeros momentos del desarrollo

emocional del niño, este podrá sobrellevar favorablemente el estado de deprivación.

Page 16: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

15

Por otra parte, si la deprivación está presente desde el nacimiento del niño, va a tener

otro efecto en la forma de vivirla.

Continuando con el planteo de este autor, es necesario estudiar todo el

desarrollo emocional que ha vivido el niño, para entender cómo afecta en él, si existió

un primer entorno saludable y por razones ajenas se perdió, o cuando jamás existió.

Winnicott plantea varios fenómenos que se dan en estos niños, algunos más

habituales que otros, se pierde la capacidad de amar, se reprime el odio, regresión a

alguna etapa del desarrollo más satisfactoria que la actual, introversión patológica,

disociación de la personalidad.

Atribuye mucha importancia al conocimiento de la historia del niño, para así no

confundir signos del niño que puedan ser favorables, aunque parezca lo contrario,

podría ser el caso de una depresión en donde el niño ha podido conservar la unidad

de su personalidad y el sentimiento de preocupación. También contribuye a los actos

antisociales cierta esperanza del niño de reencontrarse con esa madre

suficientemente buena, un hogar y una relación suficientemente buena. La búsqueda

de una recuperación ambiental y la esperanza es lo que estaría enmascarando estos

actos antisociales.

Desde este punto de vista se podría plantear que el niño deprivado, es una

persona con experiencias traumáticas y con una forma singular de transitar la angustia

causada por estas, y con mayor o menor capacidad de recuperación según el amor u

odio que ha podido preservar.

Castrillon y Vanegas (2014) traen también el concepto de deprivación para

referirse a la pérdida del ambiente donde el niño es cuidado por un periodo prolongado

de tiempo, y no es capaz de elaborar esa pérdida. Toda esta situación lleva a que

surjan en el niño angustia, confusión y sentimiento de desamparo. El niño necesita del

sostén y ansía la restitución del vínculo que ha perdido. Cuando el entorno que tiene

como objetivo compensar la pérdida de estos vínculos fracasa, el niño busca llenar el

vacío expresándose por medio de conductas indebidas, como por el ejemplo la falta de

respeto a las normas de convivencia, falta de respecto a sus pares o adultos.

Existen diferentes modalidades de deprivación, así como también diferentes

capacidades de los niños para hacer frente a esta nueva realidad que es estar

institucionalizado y lo que acarrea la construcción de nuevos vínculos y la separación

de los lazos establecidos en el afuera.

Page 17: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

16

En las diferentes formas de deprivación, la singularidad de cada una de ellas

influye indefectiblemente en la capacidad de cada niño de construir o restablecer los

vínculos, el relacionamiento en la institución y en el desarrollo de sus fortalezas.

Los autores Catrillon y Venegas (2014) traen en sus estudios las tres

modalidades de deprivación:

La deprivación por pérdida prematura de los cuidadores, en donde los niños

experimentan la pérdida de los cuidadores aun cuando se encuentran en situación de

dependencia. Esto puede llevar a que el niño vuelque la agresión hacia el mismo dado

que se culpabiliza por la pérdida del cuidador si no existe un sustitutivo reparador.

Asimismo pueden ver los niños a la institución como protectora y encargada de

satisfacer sus necesidades lo que puede provocar una sobre adaptación, dado el

miedo a quedar desprotegido nuevamente, lo que podría causar angustia y ansiedad.

La deprivación emocional, son niños que si bien cuentan con la presencia de

sus padres, se caracterizan por la ausencia afectiva y el abandono en diferentes

circunstancias. En este caso al contar con la presencia de sus familiares, la

institucionalización es vista como un castigo, dificultando la adaptación al lugar. La

esperanza de reparación del vínculo con su familia provoca un sentimiento disociado

hacia la institución que por un lado los separa de su familia y por otro lado los cuida.

La deprivación por agresión o maltrato, en donde los niños han pasado por

experiencias de agresión física o verbal por parte de su cuidador. En este caso esa

agresividad que recibieron es la forma que conocen para interactuar con los otros. A la

vez dificulta que confíen en sí mismos y en los otros lo que obstaculiza la reparación

del daño.

3- Lo “traumático" de la separación del entorno y la institucionalización

Benyakar y Lezica (2005) traen la concepción de “lo traumático” como una

modalidad de funcionamiento psíquico no transformador y por lo tanto no elaborativo,

lo plantea como una variedad de disfunción psíquica.

Utilizan el término “disruptivo” para designar el impacto desestabilizante de una

situación que irrumpe y desborda toda previsión y defensa. Lo cual le exige al

psiquismo que realice un trabajo más allá de lo que este tolera. A la vez el autor

relaciona la estabilidad narcisista con los otros significativos, necesitando otro

significativo que ayude a metabolizar la situación disruptiva.

Page 18: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

17

Trayendo las concepciones de estos autores se puede tomar como situación

disruptiva el quiebre en los vínculos que está viviendo el sujeto, en este caso el niño

institucionalizado.

Para estos autores lo que es realmente traumático es la vivencia, tomada esta

como un proceso psíquico de desarticulación entre el afecto y la representación.

Desde su mirada lo traumático no es lo que sucedió, sino como lo vivencia cada

persona. Así se estaría refiriendo al hablar de trauma a una modalidad de

procesamiento psíquico, que sería la falta de procesamiento, lo que llama “la vivencia

no vivida”. Esta vivencia traumática no es expulsada ni integrada al psiquismo, esta

encapsulada en el interior de él.

En ocasiones esta vivencia traumática de una niñez institucionalizada va a

quedar encapsulada durante la etapa adulta, no pudiendo articular afecto con

representación.

Benyakar y Lezica (2005) traen el concepto de vivenciar traumático el cual

puede nacer desde condiciones que produzcan un desajuste entre los hechos

externos, la actividad pulsional del niño, su yo indefenso y el medio en su función

mediadora.

Las características de los entornos disruptivos están relacionadas con los

recursos que cuenta cada niño, y al modo que el entorno funciona como mediador,

estando la falla entre el sujeto y el entorno significativo.

Continuando con la idea que plantea el autor, se puede observar lo

determinante que es el entorno familiar para el niño, para la constitución de su yo.

Page 19: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

18

CAPITULO III - CONSTRUCCION Y PERMANENCIA DE VINCULOS DURANTE LA

INSTITUCIONALIZACION

1- La construcción de vínculos durante la institucionalización

La experiencia de vida en un centro de acogimiento residencial sin duda

provoca un quiebre en todos los ámbitos del niño, en donde su entorno pasa a estar

compuesto por desconocidos, en este sentido Sena (2015) plantea:

El contexto cobra relevancia a través de las figuras de educadores, técnicos,

dirección y el Instituto en sí mismo, el grupo de pares con los que se convive

que no son resultado de una elección sino circunstancial, además de la

posibilidad de la presencia o ausencia de las figuras parentales y fraternas.

(p.22)

En este contexto nuevo que el niño tiene que enfrentarse, deberá construir

vínculos con estas nuevas figuras de su alrededor.

Aguerre y Bernardi (2012) han observado dos dificultades a la hora de

establecer vínculos los niños institucionalizados, la primera y fundamental es la

experiencia temprana traumatizante que han vivido estos niños, afectando en su

sistema de apego, no pudiendo constituir una apego seguro. La otra dificultad es

característica de las instituciones de tiempo completo es su funcionamiento, donde

existe la rotación de cuidadores, que a su vez son pocos para la cantidad de niños de

cada centro, lo que trae como consecuencia una atención poco personalizada para

cada niño.

Dichas autoras traen el concepto de entonamiento afectivo de Stern (1985)

para explicitar como es el vínculo entre los niños y sus cuidadores. Aguerre y Bernardi

(2012) afirman que:

El entonamiento afectivo es un proceso vincular análogo a la empatía adulta.

Tiene que ver con la sintonía afectiva que implica que el progenitor o -en

nuestro caso- cuidador pueda leer el estado afectivo del niño, poniendo en

ejecución alguna conducta que no sea una imitación exacta de la conducta de

este, pero que se corresponda de algún modo con ella. El niño debe poder leer

que esa respuesta alude a su propia experiencia emocional original. Se

constituye en un proceso en el cual este último comienza a estructurar sus

propios afectos a través de lo que su cuidador le devuelve desde su mundo

interno. (p. 271)

Page 20: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

19

Este concepto no llega a desarrollarse ampliamente en el contexto de la

Institución debido a que su funcionamiento y sus tiempos delimitan las posibilidades,

pese a eso los cuidadores son capaces de lograr respuestas que tienden a organizar

las emociones del niño.

Siguiendo con el pensamiento de estas autoras, existe una tendencia de los

niños a reiterar los modos de vincularse que han experimentado desde sus primeros

años de vida, lo traen internalizado, y con ellos las vivencias traumáticas que de una u

otra manera han llevado a encontrarse en esta situación de deprivación (abandono,

malos tratos, abusos), esto sumado al cotidiano de la institución, hace que continúen

con esa sensación de inestabilidad. Dicha inestabilidad hace difícil la posibilidad de

cambio, estarían en un contexto diferente al que han crecido, pero la vivencia actual

estaría marcada por aquello que esta internalizado del afuera y que tiene puntos en

común como es la inseguridad de los lazos en la institución también.

En reiteradas ocasiones se puede advertir que los niños tienden a ubicar al

adulto que ahora se encuentra como cuidador, en el rol de víctima o victimario, es

decir castigándolo o temiéndole, esto se puede tomar como consecuencia de sucesos

traumáticos que el niño no ha podido elaborar mediante la palabra (Aguerre y Bernardi

2012).

La desconfianza es una característica común, en especial a los adultos, tal vez

porque no han tenido experiencias de un medio estable de confianza por un lapso de

tiempo prolongado. Esta dificultad para construir nuevos vínculos está relacionada con

las vivencias de abandono y el miedo a volver a enfrentarlas debido a lo inestable de

la institución.

2- El vínculo entre pares y adultos dentro de la institución

Refiriendo a los vínculos dentro de la institución, se tomaría en cuenta los

vínculos con los pares, aquellos niños que se encuentran en su misma situación en un

centro de protección y cuidado, y por otro lado, a los cuidadores del centro, como

presencia significativa en este periodo de difícil transición.

Al hablar de sus pares, se hablaría de los niños que conviven en el mismo

centro, el relacionamiento y construcción de lazos afectivos entre ellos, va a depender

de las características del centro. Igualmente las edades cronológicas van a ser

determinantes en el tipo de vínculos que se puedan construir, va a ser muy diferente el

trato en un hogar compuesto por niños de 0 a 3 años, que uno de adolescentes, y así

en las diferente franjas etarias.

Page 21: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

20

Cuando se habla de los nuevos vínculos que van a construirse luego de la

institucionalización, resulta muy significativo el que refiere a los cuidadores,

educadores, funcionarios, que van a ser el referente adulto que tendrán los niños en

este nuevo contexto.

Albernaz (1997) plantea que el vínculo que favorece una adaptación activa a la

realidad implica una relación bidireccional, afectándose mutuamente, entre los sujetos,

habilitando la comunicación y el aprendizaje. Dicho aprendizaje se entiende como la

transformación del sujeto y la realidad porque implica una desestructuración de lo

previo conocido y una nueva estructuración.

Los niños construyen el vínculo con el educador en base a las necesidades que

poseen, esperando de este vínculo la satisfacción de las mismas. La posibilidad de

satisfacción o frustración de estas necesidades por parte del educador, inciden en la

construcción del vínculo y por ende el desarrollo integral del niño (Albernaz, 1997).

Dicho autor toma a las condiciones subjetivas como fundamentales para el

desarrollo y la configuración del vínculo entre ambos. Considera como condiciones

subjetivas a los procesos de transferencia y contratransferencia, los cuales se

producen en cualquier relación interpersonal, en este contexto el objeto de relación

anterior del sujeto es remplazado por la persona actual. En dicho proceso se produce

un desplazamiento de afectos y fantasías propio de la construcción de vínculos.

El impacto que hayan tenido las experiencias emocionales con sus anteriores

cuidadores ya sean del ambiente familiar o de otro contexto, va a ser fundamental

debido a las tendencias de aislamiento y retracción que muchos niños manifiestan al

llegar a la institución y que en ocasiones continúan si no hay una intervención.

El grado de empatía que puedan construir los educadores con los niños va a

ser vital dado sus historias de vulneración de derechos y el quiebre que ha provocado

en ellos la desvinculación de entorno afectivo para ingresar al contexto de la

institucionalización totalmente desconocido para ellos.

Anteriormente se mencionaros las características que deberían tener estos

centros de atención y cuidado, las cuales no siempre se llevan a cabo, dado la

dinámica de la institución, la falta de recursos humanos y económicos. Otro factor

importante a tener en cuenta por los organismos encargados del bienestar de los

niños, es lo referente a la capacitación de los educadores

De Nicola y Michelena (2001) como educadores plantean que: “sustituir el

marco primario de socialización del niño –la familia- en aquellos casos en que sea

Page 22: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

21

necesario y, si es posible, con carácter temporal” (p.210), sería el objetivo de los

educadores.

De lo que exponen los autores en esta frase, podría desprenderse la idea de

que la labor del educador es sustituir las funciones de cuidado que debería llevar a

cabo la familia. Dentro de dichas funciones no se puede dejar por fuera los vínculos

afectivos, tarea difícil para el educador poder diferenciar los límites entre el trabajo y

los sentimientos.

En cuanto al carácter temporal pensando siempre en otra posibilidad de vivir

"en familia", la cual sea lo menos traumatizante para el niño, como lo es la experiencia

de estar en una centro residencial de acogimiento, con toda la connotación que esto

trae. A su vez también este “carácter temporal” tendría implícito la idea del reintegro a

su entorno familiar cuando las condiciones que ocasionaron el alejamiento de ese

contexto hayan mejorado.

Por otra parte con respecto a la organización institucional, Llobet (2010)

plantea el conflicto que puede darse entre cuidador y cuidado de acuerdo a una

violencia interpretativa, por un lado la inadecuación de cuidado por un lado, la

inadecuación del niño a las expectativas institucionales y las necesidades y aspiración

del educador o cuidador. Conflicto que a veces con la práctica y experiencia de los

cuidadores puede controlarse.

El rol del educador durante la permanencia de los niños en una institución de

protección va a ser fundamental, su función va a ir más allá de la de educador o

funcionario como se le pueda denominar, pasará a ser un referente significativo para el

niño, en algunas oportunidades lo más aproximado a una figura parental.

3- El vínculo con el entorno familiar de los niños institucionalizados

Diversas investigaciones han proporcionado datos relativos a la continuidad de

los lazos afectivos de los niños institucionalizados con sus familias o figuras

significativas al haber sido separados físicamente de ellas.

Según Palummo (2012) el contacto con la familia y la comunidad es un derecho

establecido por las organizaciones internacionales para el bienestar y la defensa de

los derechos de los niños. Así como es establecido por varios organismos expertos en

la materia, debe mantenerse y prolongarse el vínculo con la familia. El estimular el

vínculo con algún referente saludable de la familia de origen, debería ser prioridad, sin

embargo, no en todos los países existen programas para estimular esto.

Page 23: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

22

El preservar lazos afectivos con alguna figura significativa del contexto del cual

llega el niño es doblemente importante. Por un lado, para el niño no sentirse

abandonado por su familia, la sensación de que a pesar de la separación aún existe

un interés por él. Por otro lado la continuidad de los lazos afectivos con estos referente

contribuye a la posibilidad de un futuro egreso si se modificaran las condiciones que

determinaron la separación.

Es muy común que los niños desarrollen sentimientos de omnipotencia y

autonomía como mecanismos de defensa dada su experiencia de falta de afecto y

abandono, sin embargo, existe en su interior una necesidad de esos padres como

figuras presentes y cuidadoras, permaneciendo el deseo de ser querido y protegido

por esas figuras. De la necesidad de estos sentimientos de cuidado es que en

ocasiones huyen de las instituciones y vuelven a su casa, aun siendo conscientes de

la posibilidad de volver a sufrir el maltrato, negligencia o abandono por lo cual fueron

separados de ese entorno (Mota y Matos, 2008).

En una investigación hecha en Brasil hecha por Siqueira, de Lima Tubino,

Schwarz, y Dell'Aglio (2009) se obtuvieron datos de que aproximadamente más de la

mitad de los niños y adolescentes institucionalizados mantienen contacto con

familiares, que abarca desde el contacto habitual hasta un contacto esporádico en el

menor de los casos. El resto de esta población no conserva contacto con sus figuras

parentales. De los referentes familiares la que más está presente es la figura materna,

la figura paterna es considerada poco presente, en muchos casos también permanece

ausente en la vida fuera de la institución.

De esta investigación se desprende que el alejamiento del contexto familiar

puede comprometer los vínculos con la familia más cercana o algún referente de la

comunidad. Esto hace reflexionar sobre como el alejamiento de la convivencia familiar

y el compromiso de esos vínculos puede afectar en la construcción de la historia vida

de estos niños.

También es muy importante en este aspecto el rol de las instituciones al

estimular la permanencia de los vínculos con referentes saludables del entorno

significativo del niño.

Page 24: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

23

CONSIDERACIONES FINALES

La importancia de la constitución de vínculos afectivos desde los primeros

momentos de vida del individuo, determina la constitución del psiquismo del individuo.

La pérdida o separación involuntaria de los seres queridos podría explicar trastornos

emocionales, alteraciones en la personalidad, así como también el comportamiento

social.

La institucionalización trae consecuencias sobre estos niños que se

desprenden de la separación de su entorno, se limita la libertad del niño bajo el

dispositivo de amparo, se debilitan los vínculos entre los miembros del sistema

familiar, se promueve un proceso de abandono, se produce el desarraigo territorial de

la familia, se genera un proceso de dependencia institucional, se observa un retroceso

en el proceso de desarrollo; sin duda afectará en la construcción de vínculos.

Podría pensarse que existen dos dificultades en la construcción de vínculos del

niño institucionalizado, por un lado, tenemos las experiencias de vida traumáticas en

un contexto de vulneración de derechos y, por otro lado, las características propias de

la organización y el funcionamiento de la institución.

Las experiencias de vida traumáticas en los primeros años de vida del niño,

van a influir en el establecimiento de un apego seguro. Existe una confluencia entre las

causas que llevaron a la institucionalización y los factores que influyeron en el

desarrollo de un apego seguro, dentro de los que serían más relevantes en su relación

con el tema de la monografía están: la separación de la figura materna desde el

nacimiento, la insensibilidad parental, los múltiples cuidadores, el abuso o negligencia

severos en los primeros años de vida.

Como consecuencia de estos factores y siguiendo las ideas de Rygaard (2008)

se podría pensar en el trastorno de apego reactivo como característico de los niños

que no han recibido los cuidados necesarios por parte de una figura maternal o

significativa desde el nacimiento, que han estado bajo la atención de múltiples

cuidadores, que han sido víctimas de abusos o negligencias, características comunes

a los niños institucionalizados.

Por otro lado, si las primeras vivencias fueron satisfactorias con respecto a los

cuidados de una figura significativa, la institucionalización será vivenciada de manera

diferente, el niño contará con herramientas psíquicas que harán posible un

relacionamiento con el entorno más favorable, esto parte del “ambiente

Page 25: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

24

suficientemente bueno” planteado por Winnicott (1995), el cual determinará el

desarrollo del individuo.

Resulta común en los niños institucionalizados la desconfianza a la hora del

establecimiento de nuevos vínculos principalmente con los adultos, en este caso los

educadores, pudiéndose pensar que no han existido en el pasado vínculos afectivos a

largo plazo que pudieran internalizar, por lo cual ante la posibilidad de un nuevo

abandono reaccionan con desconfianza, retraimiento, agresividad, entre otros

mecanismos que utilizan como defensa para no volver a vivenciar lo traumático de la

separación. Por tales razones es importante que el educador este predispuesto a

trabajar en primera instancia, sobre todos los sentimientos que produce el desarraigo

de su ambiente pasado, sumado a las experiencias traumáticas que atravesó y que

está transitando en esta nueva etapa que es la institucionalización.

Resultan interesantes las ideas que Albernaz (1997) plantea sobre la

construcción del vínculo niño- educador a partir de la satisfacción de las necesidades

del niño, sugiere que es a partir de esta situación que se constituirá el vínculo entre

ambos. El como el educador satisfaga las necesidades del niño influirá en el desarrollo

integral del mismo.

La empatía con ese niño va a ser fundamental, ubicarse en el lugar de ese otro

que ha sido alejado de su entorno, que tal vez no ofrecía una calidad de vida

adecuada a sus necesidades, pero si lo vivía con una sensación de pertenencia.

Con respecto a la permanencia de los vínculos con el entorno familiar,

diferentes investigaciones mencionan que el vínculo que más se sostiene es con la

figura materna, la figura paterna es en un menor grado, en muchas oportunidades no

existía el contacto en el afuera o la misma estaba ausente.

Si bien la institucionalización es la última medida que se toma a la hora de

proteger a los niños en situación de vulneración de derechos, no deja de ser un hecho

que irrumpe en la vida del niño, que por peor que sea la situación que esa viviendo ha

creado vínculos de pertenencia a ese entorno. Esto va a variar dependiendo de la

edad del niño, no es lo mismo un recién nacido que un niño o un adolescente, la

estructuración psíquica y las experiencias vividas, van a actuar como fortalezas o

debilidades para enfrentar la nueva vida en la institución.

La institución en su rol protector debería ofrecer las garantías necesarias para

el desarrollo integral del niño, esto trae implícito lo relacionado con los vínculos

afectivos que puedan construirse a partir del amparo a los niños que han sido sujetos

de vulneración por su entorno significativo.

Page 26: “Importancia de la construcción de vínculos significativos

25

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