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El Ideario define nuestra visión general del mundo, nuestra identidad partidaria, la propuesta de sociedad a la que aspiramos, y establece los principios éticos y políticos que orientan la práctica y el comportamiento de nuestros integrantes

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  • i Congreso naCional orDinario

    2013

  • Documentos para debate en el Congreso Nacional: Ideario y Principios

    Lima, jueves 9 de mayo de 2013

    Compaeros libertarios y compaeras libertarias:

    Se aproxima nuestro Congreso Nacional Programtico del 28 al 30 de junio prximo.

    Es central debatir los documentos que nos dan identidad, que nos convocaron y nos siguen convo-cando a ser parte de nuestro proyecto poltico libertario y a compartir un conjunto de ideales y valo-res polticos comunes.

    Asegurar la participacin en el Congreso eligiendo previamente a nuestros delegados, los cuales de-bern llegar a participar activamente. Esto implica el estudio y debate de los documentos previos. En esta direccin es fundamental que nos tomemos la tarea de leer, analizar crtica y colectivamente los tres documentos que deben ayudarnos a aprobar una versin renovada y ampliada de nuestro Ideario:

    1. El documento base original, histrico, que se adjunta, que nos rige, fue aprobado en nuestro Con-greso Fundacional y dio origen a Tierra y Libertad.

    2. El documento de Ideario trabajado con nuevos aportes en la CPN, que busca actualizar, comple-mentar, ampliar y modificar algunos contenidos del ideario original.

    3. El documento trabajado por compaeros libertarios que se han agrupado en la denominada Co-rriente Verde Indgena, que busca ser un insumo de debate importante para la formulacin del nuevo Ideario.

    Pedimos a los coordinadores regionales, provinciales y a toda la militancia libertaria del Per y comi-ts internacionales no escatimar esfuerzo alguno para esta importante tarea y, por cierto, a plantear desde el debate de sus bases sus propios aportes y a informar sobre las actividades desplegadas en el estudio y debate de los mismos en sus congresos provinciales y regionales.

    No olviden que si tienen mociones para presentar, stas puedan ser remitidas al menos siete (7) das antes del inicio del Congreso, a la Comisin Nacional de Organizacin la que facilitar puedan ser te-nidas en cuenta en las carpetas con los materiales correspondientes. El envo de mociones o aportes de los comits deben hacerse a la cuenta: [email protected]

    Trabajando por la construccin de Tierra y Libertad y el Frente Amplio, quedamos de ustedes.

    Un abrazo!

    Marco Arana Zegarra, Coordinador Nacional

    Comisin Poltica Nacional

  • Ideario y principios de Tierra y Libertad

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    Somos una fuerza poltica de izquierda, ecologis-ta, democrtica, intercultural, libertaria, pacifista y tica, que asume y se identifica con los diver-sos pensamientos y prcticas transformadoras que se vienen sumando para que otro Per y otro mundo sean posibles. Hacemos nuestros los va-lores del socialismo en la lucha por la igualdad y la justicia social. Asumimos el ecologismo radical en la defensa de los derechos de la tierra, los eco-sistemas y todas las formas de vida del planeta. Tomamos la interculturalidad con la visin de los pueblos indgenas en la bsqueda de la armona y respeto con la madre tierra y sus derechos an-cestrales en el marco de la plurinacionalidad. Ha-cemos nuestro el pensamiento de la democracia participativa que respeta y profundiza los valores liberales de la democracia representativa y los extiende al ejercicio cotidiano de la capacidad de decisin sobre asuntos pblicos con un enfoque descentralista enfrentado al centralismo autorita-

    rio en la bsqueda de una democracia territorial. Nos sumamos al pensamiento tico y pacifista que tienen en la honestidad y la paz valores fun-damentales sobre los que se sustenta toda la ac-cin social y poltica.

    1.1. Somos radicalmente democrticos

    Nos declaramos enemigos del autoritarismo y la dictadura, y proponemos superar la idea de de-mocracia representativa mnima y formal, perma-nentemente capturada por los grandes intereses econmicos y los poderes fcticos. Recusamos un Estado como instrumento de dominacin, lucha-mos por transformarlo y ponerlo al servicio de la gente. Creemos en la pluralidad y la alternancia. Rechazamos toda idea de pensamiento nico y unidimensional, que es el que fundamente la raz de todo autoritarismo, los modelos nicos y la cri-sis ambiental.

    1. Nuestra identidad partidaria

    1 Documento oficial y de consenso de la Comisin Poltica Nacional preparado para la primera parte del I Congreso Ordinario (29 y 30 de junio de 2013). Con respecto al documento original presentado en la Conferencia de Identidad y Programa (octubre de 2012), la actual versin no ha sufrido modificaciones de fondo, partiendo de la premisa que nos indica que no se puede desviar el debate iniciado.

    El Ideario define nuestra visin general del mundo, nuestra identidad partidaria, la propuesta de socie-dad a la que aspiramos, y establece los principios ticos y polticos que orientan la prctica y el compor-tamiento de nuestros integrantes.

    Ideario y principios de Tierra y Libertad (Propuesta oficial de la Comisin Poltica Nacional)1

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    Asumimos valores como la libertad, la democra-cia, el debido proceso y el juicio crtico, incorpo-rando creativamente dichos aportes en la revalo-racin de las formas tradicionales de organizacin social originaria que son formas de democracia y buen gobierno. Afirmamos que la verdadera de-mocracia es aquella que se vive en todo lugar y circunstancia, en cada detalle de la vida y que requiere no solo de consensos sociales o legales para existir, sino que debe ser interiorizado por todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas. En tal sentido, asumimos como formas vlidas y legtimas las diferentes formas y expresiones que se desarrollan en el seno de la sociedad y sus or-ganizaciones naturales, como la democracia di-recta, participativa y comunitaria. Las reconoce-mos y alentamos como formas de desarrollar la democracia y hacerla autntica y verdadera.

    Reclamamos el espritu y la prctica de la libertad como un derecho indiscutible, asumiendo equi-tativamente los valores de las libertades indivi-duales, tanto como el de las libertades colectivas. Para Tierra y Libertad se trata del ejercicio de la libertad en igualdad, reconociendo las particula-ridades de las distintas naciones que componen el Per y el mundo.

    1.2. Somos de izquierda

    La creciente desigualdad econmica y social es uno de los grandes problemas de nuestros tiem-pos. Aunque la produccin tiene un carcter so-cial y colectivo, al ser millones de trabajadores y la sociedad en su conjunto quienes hacen uso de los bienes de la naturaleza y generan un valor comer-cial, hay una creciente concentracin econmica en manos de pequeos grupos. El neoliberalismo en el mundo ha aumentado el poder econmico de las grandes transnacionales, reduciendo el rol redistribuidor del estado, quitando poder a los trabajadores y agravando las desigualdades so-ciales y econmicas.

    A la desigualdad entre el capital y el trabajo se suman otras grandes inequidades: la exclusin y negacin a millones de personas de sus de-rechos econmicos y sociales fundamentales, la concentracin del poder militar y de las de-cisiones polticas mundiales en los Estados Uni-dos compartida parcialmente con un puado de otros estados, la discriminacin de pueblos y culturas originarias por el occidentalismo ca-pitalista, la dominacin sobre las mujeres que tienen tradicionalmente a su cargo el cuidado de la familia y sus miembros ms vulnerables las cuales son actividades a las que se les niega

    valor econmico, la discriminacin y negacin de derechos a quienes tienen creencias u orien-taciones sexuales diversas, el aprovechamiento absolutamente desigual de los bienes de la na-turaleza, la concentracin de la contaminacin ambiental en los grupos ms ricos y el enorme riesgo que se genera para las generaciones veni-deras en cuanto al medio ambiente en el que se desenvolvern.

    Somos de izquierda porque, como dice Frei Betto, optamos por los pobres, nos indignamos ante la exclusin social, rechazamos toda forma de injus-ticia y consideramos una aberracin la desigual-dad social. Somos de izquierda porque queremos ser siempre capaces de sentir, en lo ms hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad ms linda del revolucionario (como dira Ernesto Guevara, el che).

    Creemos que los seres humanos somos iguales, sin distincin de condicin econmica, gnero, etnia, cultura, identidad sexual o religin, y que tenemos todos y todas los mismos derechos so-ciales y econmicos, civiles y polticos, culturales y ambientales. Propugnamos un pas y un mun-do de ciudadanas y ciudadanos libres de toda forma de explotacin, discriminacin y exclusin econmica, social y cultural. Buscamos instaurar una sociedad ms justa e igualitaria, en donde no sean el mercado ni el estado sino la sociedad la que est en el centro de las grandes decisiones que impactan sobre el bienestar de las personas. Trabajamos porque las prximas generaciones puedan vivir en un ambiente mejor que el actual, menos contaminado y degradado.

    Dicho propsito tendr en nuestra patria su pro-pia expresin original y creadora como nos ense-aron el Amauta Jos Carlos Maritegui y nues-tro amigo Alberto Flores Galindo (Flores Galindo 1980, 1989; Maritegui 1995 [1928]).

    Tras la bandera de la lucha por la justicia y la igual-dad se libraron grandes batallas sociales y polti-cas, se formaron partidos polticos, se generaron grandes e histricos movimientos, se crearon los sindicatos, se formaron organizaciones sociales, se construyeron solidaridades, se conquistaron derechos y libertades. Tierra y Libertad enarbo-la sin vacilacin alguna la tradicin de izquierda socialista y la agenda an vigente de lucha por justicia social con profunda conviccin. Por ello mismo, rendimos homenaje a los luchadores que pelearon por esos ideales, dejando muchos de ellos sus propias vidas, aprendemos de su expe-

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    riencia, y unimos esa agenda a la que brota de la hora presente.

    1.3. Somos ecologistas radicales

    Asumimos que la crisis ambiental es la crisis de nuestro tiempo, que no se trata solo de una crisis ecolgica sino que es social, que es el resultado de una visin mecanicista del mundo la cual, ig-norando los lmites biofsicos de la naturaleza y los estilos de vida de las diferentes culturas, est acelerando el calentamiento global del planeta. Es por lo tanto, un hecho antrpico y no natural.

    Ello supone que, desde el inters de nuestra es-pecie, la economa no es lo que determina los procesos sociales, sino la organizacin poltica compleja de los humanos que debemos hacer uso sustentable de los componentes de los eco-sistemas que habitamos.

    Afirmamos que la crisis ambiental es una crisis moral de instituciones polticas, de aparatos jur-dicos de dominacin, de relaciones sociales injus-tas y de una racionalidad instrumental en conflic-to con la trama de la vida.

    Postulamos como idea central y fundamental que no hay justicia ecolgica sin justicia social, ni justi-cia social sin justicia ecolgica. Si quisiramos sin-tetizar esto a nivel de slogan, podemos decir que Justicia social es justicia ambiental, justicia ambien-tal es justicia social.

    Buscamos otro desarrollo alternativo al que nos fuera impuesto. Buscamos caminos de identifica-cin entre los seres humanos, los animales y los vegetales de diferentes especies, reconocindo-nos diversos y partcipes en los ecosistemas que componen el territorio extenso en que vivimos.

    Rechazamos con fuerza y conviccin toda con-cepcin de la vida social que considere a los eco-sistemas diversos como simples fuentes de recur-sos o para los llamados servicios ambientales. Ello, ms an, en el contexto actual de calenta-miento global y cambio climtico.

    Afirmamos el reconocimiento de la finitud de las fuentes de vida como punto de partida para toda propuesta de organizacin social y poltica, y nos reafirmamos contra cualquier concepcin lineal en todo proceso de construccin social. Por ello, rechazamos a la actual versin hegemnica occi-dental del capitalismo como expresin extrema de destruccin y muerte y portador de cambios drsticos para la sostenibilidad de la vida en el planeta.

    Rechazamos la dicotoma entre cultura y natura-leza y nos situamos como un elemento ms del entorno, productor de sus propios mecanismos de respuesta y adecuacin al mismo. Afirmamos que el territorio define a la unin indisoluble en-tre la dinmica de los ecosistemas y de los seres humanos reunidos, disolviendo as toda distancia entre naturaleza y cultura.

    Desde esa perspectiva, como dicen nuestros hermanos indgenas, procesamos la necesaria reconciliacin con la Pachamama, cuyo proceso de destruccin comenz con la conquista, hace poco ms de quinientos aos, mediante la im-plantacin de lgicas ajenas en la organizacin de sus componentes, lo que trajo disociacin, destruccin y muerte, y nos someti a la tirana ajena en la organizacin y planificacin del uso de la tierra y de nuestros recursos.

    Sostenemos que el potencial tecnolgico se de-sarrolla atendiendo a las necesidades de adapta-cin, pero puede desplegarse al servicio de la pa-sin de dominar cuando desplaza, por exceso de individualismo, al potencial de sabidura para el buen vivir, y declaramos que es imperativo abolir esta circunstancia.

    1.4. Somos inter-culturalistas, recogemos y promovemos las culturas de los pueblos origi-narios y el dilogo intercultural.

    Siendo el nuestro un pas que ha sufrido el yugo colonial, hacemos nuestra la lucha de los pueblos y comunidades originarias, para defender y hacer

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    valer su derecho al territorio, a la libre determina-cin de sus modos de vida y de gobierno y forta-lecer sus manifestaciones culturales e identidades.

    Recuperamos la perspectiva holstica, y totaliza-dora, del pensamiento indgena al reconocer la complejidad del tramado de la vida, y equipara-mos el yo individual al yo colectivo como iguales en derechos y deberes.

    Damos prioridad absoluta a la recuperacin del territorio para procesos de vida en comn susten-tables entre todos los componentes de los diver-sos ecosistemas, y a una poltica de reconciliacin con la madre tierra, la Pachamama.

    Reconocemos la interculturalidad y la necesidad de promover procesos de dilogo entre culturas como elemento esencial para el fortalecimiento de nuestra identidad nacional, valorando y res-petando el aporte de la cultura de los pueblos originarios y diversas etnias al futuro del pas, a una mejor relacin con el ambiente, a la revalo-rizacin de la solidaridad y cooperacin entre los peruanos, y su resistencia frente a la imposicin de modos de vida y de consumo que atentan contra sus valores.

    Hacemos nuestro el anuncio del Amauta Jos Ma-ra Arguedas el cual seala que cualquier hombre no engrilletado y embrutecido por el egosmo puede vivir feliz todas las patrias. Por eso rechazamos con firmeza las pretensiones de imponer por la fuerza, desde los gobiernos o desde los grandes intereses privados, modelos de desarrollo autoritarios y me-didas que afecten, sin su libre consentimiento, a los pueblos originarios (Arguedas 1996).

    1.5. Somos libertarios

    Tierra y Libertad se inscribe en el movimiento li-bertario que a lo largo de la historia y en diversos lugares ha defendido y enarbolado la emancipa-cin del ser humano, entendida como el ejercicio pleno de la libertad en igualdad. Lo aceptamos como el movimiento anticapitalista que se en-frent abiertamente al militarismo y al autorita-rismo, defendiendo la autogestin y las formas democrticas asamblearias. Este espritu liberta-rio se refleja hoy en las luchas globales por De-mocracia real ya.

    Nos reconocemos en esos movimientos liberta-rios, y en nuestro pas recogemos la memoria de los fundadores del sindicalismo y los aportes al pensamiento poltico del maestro Manuel Gonza-les Prada (Gonzlez Prada 1966).

    1.6. Somos pacifistas

    Somos pacifistas porque aspiramos a un mundo en paz. Creemos firmemente que las acciones no violentas son bsicas para el logro de objetivos durables, estables y sostenibles.

    Afirmamos la importancia de las movilizaciones permanentes, creativas y pacficas para la promo-cin y defensa de lo justo que emana de la volun-tad y la necesidad de las mayoras, o de minoras marginadas.

    Afirmamos tajantemente que la desobediencia civil es legtima y hasta necesaria si persigue ob-jetivos de democracia, justicia social y ecolgica que es necesario rescatar o afirmar.

    Rechazamos la violencia como prctica que susti-tuye a la poltica. Afirmamos nuestro rechazo ab-soluto a todo tipo de agresin y uso de la fuerza contra el pueblo, sus organizaciones sociales, po-lticas y sus dirigentes. Afirmamos la legitimidad de la autodefensa y la autoproteccin, ante el uso ilegal de la fuerza.

    1.7. Somos ticos

    Los fundamentos de Tierra y Libertad son su Idea-rio y su Programa. No nos guiamos por visiones parciales o particulares, basadas exclusivamente en las necesidades de nuestro grupo o mezqui-nos intereses particulares e individualistas. Nos constituimos para luchar por la bsqueda del bien comn, nos orientamos por un sentido al-truista de lo que es bueno para toda la sociedad, aunque eso implique aceptar una postergacin de las demandas especficas de un grupo en par-ticular.

    La fujimorizacin de la poltica y la corrupcin de los gobiernos de Alan Garca y Castaeda (en Lima), junto a la parafernalia de sus grandes me-dios introdujeron el lema no importa que robe mientras haga obras. Nosotros combatimos esta manera corrupta de entender la poltica y gestio-nar el aparato pblico.

    Tierra y Libertad busca encontrar las formas de armonizar los intereses inmediatos, las expectati-vas de nuestro sector o distrito y, por cierto, de las individualidades mismas, cuando estas nos im-pidan mirar el bosque ms all del rbol, con los intereses de la nacin y la humanidad entera. No nacimos para el inters menudo, nos formamos para cambiar el Per de raz siendo ejemplo de consecuencia y entrega.

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    2.1. Tierra y Libertad orienta su accin poltica me-diante principios por los que rendiremos cuentas ante los ciudadanos y las ciudadanas.Somos una organizacin profundamente tica, pluralista, descentralista, integracionista, internacionalista, pacifista y de lucha por las libertades de todos y para todos. Somos militantes por los derechos de la naturaleza que incluyen a los derechos huma-nos individuales y colectivos en todas las etapas de su vida, luchamos por la equidad de gnero, somos anti-racistas y velamos por las reivindica-ciones de la diversidad afectiva, social, sexual y contra todo tipo de discriminacin. Aspiramos a construir una sociedad sin clases sociales.

    2.2. Afirmamos una tica para la sustentabi-lidad de la vida y que emana de una relacin armnica con el entorno

    La armona es la esencia del concepto del buen vivir y sustenta la calidad y la forma de nuestras relaciones con los dems seres humanos y todo lo que nos rodea. Buscamos la armona en la vida social, que es indesligable del paisaje donde transcurre y del que obtiene su posibilidad de ser.

    Asumimos como prioritario un replanteo de toda escala de valores, buscando que nazca de la inser-cin social armnica de los seres humanos en el lugar en que viven. Lo que convenga para la vida en equidad, desde el inters de todos los com-ponentes de los ecosistemas, define las normas de vida deseables. Y en tal sentido, cada proceso social define sus normas all donde se desarrolla, sobre las bases materiales que las sostienen y ha-cen deseable y posible.

    Buscamos una sociedad donde el deseo de vida estimule la imaginacin, la creatividad y la capa-cidad del ser humano para transgredir irraciona-lidades represivas, para indagar por lo descono-cido, para pensar lo impensado, para construir el porvenir de una sociedad de convivencia y sustentable, y para avanzar hacia estilos de vida inspirados en la bsqueda de la felicidad, el plura-lismo y la armona en la diversidad.

    2.3. Proponemos una tica centrada en el bien comn y la deliberacin entre iguales, antes que en el culto a los jefes y los privilegiados

    Una tica que no har abstraccin de la injusticia social y por ello ser igualitaria, solidaria y defen-sora de la libertad de los menos favorecidos. La transparencia, el altruismo, la coherencia entre el discurso y la prctica diaria, la igualdad de opor-tunidades en la gestin pblica y la rendicin oportuna de cuentas formarn parte de nuestro ejercicio poltico.

    Afirmamos que el fin no justifica los medios, los medios prefiguran el fin. La accin poltica y la vida cotidiana se guan y orientan sobre las mis-mas bases y orientaciones ticas y de respeto por los derechos de los dems, en la diversidad, con-vencidos que nuestros actos de hoy marcan la brecha a seguir de quienes vienen detrs.

    2.4. Luchamos por la emancipacin social, po-ltica y cultural

    Combatimos con vehemencia todas las discrimi-naciones que aquejan a la humanidad, sea por

    2. Nuestros principios ticos y polticos

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    distincin de clase, color de piel, diferencia de gnero, discapacidad, edad credo religioso o di-ferencias culturales o de orientacin sexual.

    Propugnamos un pas y un mundo de ciudadanas y ciudadanos libres de toda forma de explotacin econmica y de dominacin poltica o de gne-ro y en armona con el entorno natural del que somos parte y al que nos debemos. Hoy la eman-cipacin social, poltica y econmica tambin su-pone poner fin a la depredacin ambiental.

    Luchamos por una sociedad y un mundo sin ex-clusiones de ningn tipo, que garanticen la inclu-sin de todos los ciudadanos, en pie de igualdad, en el ejercicio de sus derechos polticos, econ-micos, sociales, culturales y ambientales.

    Luchamos por un ejercicio pleno de las libertades polticas. No hay libertad poltica si se mantienen las restricciones propias de la desigualdad social y los perjuicios sociales derivados de la concen-tracin y el descontrol del poder econmico. Del mismo modo, no hay igualdad social con liberta-des enajenadas por el poder poltico arbitrario e ilimitado.

    Apostamos por la solidaridad, la democracia y au-tonoma como forma de relacionarse cotidiana-mente. Propugnamos la construccin de sentidos comunes comprometidos con la descolonizacin y transformacin del pas, nuevos imaginarios y horizontes compartidos que rechacen el consu-mismo y el egosmo. Asimismo, reconocemos el valor del arte crtico, no instrumentalizado, para

    articular luchas y generar procesos de emancipa-cin.

    2.5. Rechazamos el uso de la poltica como medio de enriquecimiento, como instrumento para la concentracin arbitraria del poder o como herra-mienta para el abuso de autoridad y el desconoci-miento de los derechos legtimos de los pueblos. En ese sentido, tenemos un firme compromiso de lucha contra la corrupcin y la impunidad que envilecen la poltica, que corroen a la sociedad y a la institucionalidad democrtica, y que generan ms desigualdad.

    2.6. En un pas pluricultural y plurilinge como el nuestro, apostamos por que todas las manifesta-ciones culturales sean reconocidas con igual im-portancia y legitimadas al mismo nivel en actitud dialogante, valorando positivamente la diversi-dad que compone nuestra existencia social, y el aporte que significa para el avance del conoci-miento humano.

    Reconocemos el valor del arte creativo que se manifiesta en total libertad. Creemos en el acce-so pblico y gratuito a las diversas producciones culturales como derecho de las ciudadanas y los ciudadanos.

    2.7. Propugnamos la construccin de sentidos co-munes comprometidos con la descolonizacin y transformacin del pas, nuevos imaginarios y ho-rizontes compartidos que rechacen el consumis-mo, el egosmo y el individualismo feroz, apostan-do por la solidaridad, la democracia y autonoma como forma de relacionarse cotidianamente.

  • Ideario y principios de Tierra y Libertad

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    3.1. Vivimos una persistente, compleja y extendida crisis civilizatoria, cuyas repercusiones y soluciones sern fundamentales para el futuro de la humani-dad. El mundo vive una nueva fase de una aguda crisis que remece sus estructuras econmicas, fi-nancieras y polticas. Pero no es tan solo una cri-sis de coyuntura como lo quisieran las fuerzas del poder.

    Millones de trabajadores y trabajadoras, pobres, ciudadanas y ciudadanos del mundo son vcti-mas de la pobreza y una creciente desigualdad del ingreso, de increbles muestras de intolerancia, racismo, exclusin y violacin de los derechos hu-manos, de la degradacin y destruccin del medio ambiente y los ecosistemas, la desocupacin y el deterioro y precarizacin del empleo, del empeo-ramiento de las condiciones de vida y servicios, de guerras irracionales donde mueren miles de po-blaciones civiles, etc. entre otras graves manifesta-ciones de un mundo desigual, injusto y violento.

    3.2. Esta crisis de civilizacin tiene tres componen-tes que afectan a todo el sistema capitalista, a sus estructuras econmicas y polticas y los valores que lo sustentan. Se expresa como crisis econmi-ca y financiera, ambiental y poltico-cultural, y de representacin democrtica.

    Es una crisis econmica y productiva cuyo rostro ha venido siendo la avasallante modernidad, ex-presada en la trada extractivismo-productivismo-consumismo que la sustenta y cuya caracterstica principal consiste en que el proceso de acumula-cin capitalista ha sobrepasado sus propias capaci-dades de reproduccin, obligando a frenar la pro-duccin de mercancas en el mundo, deteriorando

    aceleradamente la economa, que como la vieja Europa vive un proceso de recesin en la cual caen los precios por debajo de sus costos de produc-cin. La crisis financiera cuya base fue la especu-lacin con los ttulos hipotecarios en los mercados norteamericanos, as como la elevacin incesante de los precios de las materias primas entre ellas el petrleo que elevaron los costos de produccin, fueron los detonantes de esta nueva y aguda fase de una crisis cada vez ms recurrente.

    Es la evolucin del capitalismo hiper-tecnolgico que desmaterializa la produccin y arroja a la calle y al desempleo a miles de trabajadores y trabaja-doras. Es la imposicin de la dictadura del capital contra el trabajo, precarizando el empleo y anulan-do derechos. Es una crisis de carcter especulador y rentista del capitalismo monoplico, cuyos obje-tivos mximos son acumular y reproducirse como tal, en la cual el capital ya no sirve para satisfacer las necesidades humanas y el desarrollo de la eco-noma, sino por el contrario, el ser humano y la na-turaleza sirven a la reproduccin del capital.

    Es una crisis ambiental en la cual el capitalismo contemporneo, funcionando con sus propias le-yes, convertida en una maquinaria de produccin de mercancas que demanda un incesante consu-mo de agua, energa y bienes de la tierra, amenaza con destruir las propias bases materiales de su re-produccin. Esta lgica productivista irracional ya no solo pone en riesgo la reproduccin y la vida de los trabajadores y trabajadoras, sino la propia existencia del planeta, la madre tierra y todas las formas de vida que habitan en ella3. Este modelo de desarrollo no es sostenible porque no es posi-

    3. La crisis de la civilizacin y el capitalismo contemporneo

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    I Congreso Nacional Ordinario

    ble crecer infinitamente en un mundo donde hay recursos naturales finitos4. El desarrollo alcanzado por un grupo privilegiado de pases y sociedades no es replicable, porque se basa en una lgica depredadora y concentradora de los recursos de todo el planeta5. Mantener esta lgica fundamen-talista es una grave amenaza para la supervivencia humana y de toda forma de vida sobre el planeta.

    Es una crisis poltica y cultural que incluye una ma-siva crisis de representacin, con una democracia capturada por los grandes monopolios e intereses transnacionales, sistema que tiene como nico e incuestionable modelo a la democracia liberal-representativa, deteniendo as toda forma de mo-delo complementario o alternativo a esta forma la cual se encuentra en franco desgaste en diferentes partes del mundo. Incluye tambin bloques de po-der que articulan el llamado orden internacional y su contraparte de democracia mnima para los pueblos. Posee un nico modelo de sociedad que reduce el ser ciudadano a ser consumidor, como paradigma de calidad de vida y desarrollo. Tam-bin tenemos una crisis del pensamiento nico de raigambre euro-cntrica y positivista que pre-tende uniformizar valores, ante un mundo que se reclama multicultural y diverso.

    Es una crisis que tambin desata masivas y exten-didas oleadas de resistencia y movilizacin a esca-la planetaria, como los procesos de cambio que se viven en Amrica Latina, los movimientos sociales que los sustentan (tanto a nivel de soporte de go-biernos progresistas, como en sus facetas de movi-mientos anti-sistmicos cuando estos an no lle-gan al poder formal) y la resistencia de los pueblos indgenas. Como los Indignados en Espaa y sus pares en Grecia, Estados Unidos y en todo el mundo han salido a las calles en cientos de ciudades para exigir un cambio global, lanzar una crtica al poder poltico y protestar contra las consecuencias del funcionamiento de los mercados y la banca, contra los recortes o contra la precariedad en el empleo. Como el movimiento 15-M de Espaa extendindo-se a toda Europa contra los bancos, los polticos y los mercados financieros, en defensa de los derechos sociales, contra los recortes en sanidad y educacin, protesta que se dirige contra el poder omnmodo de las empresas y las progresistas, como en sus fa-cetas de movimientos anti-sistmicos cuando estos an no llegan al poder formal) y la resistencia de los pueblos indgenas. Como los Indignados en Espaa y sus pares en Grecia, Estados Unidos y en

    todo el mundo han salido a las calles en cientos de ciudades para exigir un cambio global, lanzar una crtica al poder poltico y protestar contra las conse-cuencias del funcionamiento de los mercados y la banca, contra los recortes o contra la precariedad en el empleo. Como el movimiento 15-M de Espaa extendindose a toda Europa contra los bancos, los polticos y los mercados financieros, en defensa de los derechos sociales, contra los recortes en sanidad y educacin, protesta que se dirige contra el poder omnmodo de las empresas y las progresistas, como en sus facetas de movimientos anti-sistmicos cuando estos an no llegan al poder formal) y la resistencia de los pueblos indgenas. Como los In-dignados en Espaa y sus pares en Grecia, Estados Unidos y en todo el mundo han salido a las calles en cientos de ciudades para exigir un cambio global, lanzar una crtica al poder poltico y protestar contra las consecuencias del funcionamiento de los merca-dos y la banca, contra los recortes o contra la pre-cariedad en el empleo. Como el movimiento 15-M de Espaa extendindose a toda Europa contra los bancos, los polticos y los mercados financieros, en defensa de los derechos sociales, contra los recortes en sanidad y educacin, protesta que se dirige con-tra el poder omnmodo de las empresas y las

    3.3. En nuestro pas, desde hace dcadas, las fuer-zas del poder fctico predican que el actual mo-delo de crecimiento econmico y paradigma de desarrollo est resolviendo nuestros problemas estructurales y que nos encontramos camino a un paraso global en el cual el mercado resuelve todo por inercia. Pero lo que vemos es que los ri-cos tienen cada vez ms, mientras que los sectores populares, los pequeos y medianos agricultores y miles de microempresarios que han trabajado toda su vida, ahora lo podran perder todo, debido a la perversidad del modelo neoliberal imperante (March 2013).

    3.4. Tierra y Libertad es una organizacin poltica que forma parte de la amplia y creciente corriente de fuerzas democrticas que a lo largo de nuestro pas, Amrica Latina y el mundo, levantamos nues-tra voz y nuestra accin poltica para enfrentar esta crisis y asumimos las premisas alter-mundialistas y anti-globalizacin, afirmando que es posible un mundo donde quepan muchos mundos, donde las relaciones con el planeta parten de la afirma-cin en lo local, para desde all redefinir los trmi-nos de una nueva globalizacin.

    3 El 18% de la poblacin mundial consume el 82% de la energa disponible del mundo. Si el 82% del mundo tuviese que consumir dicha cantidad de energa, no habra futuro para el mundo.4 Se predice que la humanidad utilizar cada ao alrededor de 140 mil millones de toneladas de combustibles fsiles, minerales y metales para el ao 2050.5 El promedio mundial de consumo anual per cpita en el ao 2000 fue de 8 a 10 toneladas, alrededor de dos veces ms que en 1900. La combinacin del crecimiento demogrfico, la

    persistencia de altos niveles de consumo en los pases industrializados, y el aumento de la demanda de bienes materiales especialmente en pases como China, India y Brasil produjo un crecimiento en el uso de los recursos de hasta ocho veces ms en el siglo XX. El mundo consumira tres veces ms recursos naturales para mediados de este siglo que en la actualidad.

  • Ideario y principios de Tierra y Libertad

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    4. Nuestra propuesta de sociedad

    palanca estratgica para construir un desarrollo sostenible, justo y democrtico.

    Afirmamos que el Buen Vivir valora al yo colecti-vo, a hombres y mujeres en el seno de su comu-nidad y valiosos en s mismos por esa inter-de-pendencia, y rechaza la visin masificadora de las personas y su des-personalizacin, propios de las concepciones occidentales hegemnicas e indivi-dualistas. El yo colectivo comunitario es contra-puesto a la masificacin y alienacin propias de la vida de las sociedades del progreso lineal incons-ciente de la finitud de las fuentes de vida. Reco-nocemos que el Buen Vivir es un medio, es un ob-jetivo y es tambin una actitud que presume una relacin de reciprocidad entre seres humanos y naturaleza, en la sntesis de territorio. Ello garan-tiza la supervivencia y la continuidad, facilitando los encadenamientos trficos y el equilibrio.

    El Buen Vivir va ms all de toda pretensin de sostenibilidad antropocntrica y utilitaria, por-que define a la vida misma en complementarie-dad e interdependencia de los componentes de la bisfera y se define en un ideal de armona. Y es la armona el eje central de toda posibilidad de convivencia en justicia, paz y equidad.

    4.2. Apostamos por una sociedad y una econo-ma para la equidad, el bien comn y la sobe-rana nacional

    Nos identificamos con las concepciones y mate-rializaciones de progreso acordes al Buen Vivir.

    4.1. Nuestra lucha es por el buen vivir

    Afirmamos claramente nuestra voluntad de cons-truir una sociedad del Buen Vivir (Gudynas 2011) afirmada en la voluntad social de relacin arm-nica con todos los componentes de la bisfera, y el cuidado de las fuentes de vida. Es decir que el Buen Vivir ms que un objetivo es un camino.

    Una de nuestras principales consignas es la de la naturaleza y la posibilidad de equilibrio y armona sostenible, que es posible en los componentes de los ecosistemas proveedores de vida

    Afirmamos que es necesario recuperar, hasta donde sea cientfica y materialmente posible, los aprendizajes de miles de aos de vida en partes de nuestro territorio de los pueblos originarios, para adaptarlos a la organizacin social sosteni-ble que queremos legar a las futuras generacio-nes.

    Priorizamos una organizacin social de economa basada en la inclusin, la solidaridad y donde el apoyo mutuo se reivindique como motor para la vida.

    Nos afirmamos en el principio de autonoma y de afirmacin endgena de desarrollo, con so-berana alimentaria, energtica y de todos los elementos indispensables para la vida plena. Re-conocemos y valoramos que la principal riqueza del pas y su caracterstica principal es la de ser mega-diverso. Que dicha condicin es la principal

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    Propugnamos una sociedad y una economa cuyas metas prioritarias son la equidad social, el bien comn y el acceso de las amplias mayo-ras al progreso material expresado en el disfru-te efectivo de sus derechos polticos, sociales, ecolgicos, econmicos y culturales, y en una vida plena de realizacin con educacin, salud, vivienda y alimentacin de calidad, seguridad y trabajo digno.

    Promovemos una economa que fomente el desa-rrollo equitativo de las regiones, la descentraliza-cin poltica del Estado y la desconcentracin de las actividades econmicas, una mayor producti-vidad de los pequeos y medianos emprendedo-res de las ciudades y del campo, que promueva la creacin de empleos de calidad y que impulsen la innovacin y el avance tecnolgico, siempre que sean compatibles con el aprovechamiento soste-nible del territorio y sus recursos.

    Apoyamos el desarrollo de una economa cuyo intercambio comercial con el mundo sea compa-tible con nuestra soberana e integridad nacional, y con nuestra integracin regional latinoamerica-nista.

    Rechazamos otras formas de comprender el pro-greso que reducen este a la acumulacin, produc-cin y consumo de bienes.

    4.3. Postulamos la planificacin democrtica con perspectiva ambiental del desarrollo

    El tipo de desarrollo que postulamos no es ga-rantizado por el mercado descontrolado ni por la propiedad privada. Tampoco por una econo-ma estatista ni centralista. Por ello promovere-mos una planificacin democrtica, descentra-lizada, participativa, con perspectiva ambiental, as como la articulacin de las formas privadas, pblicas, empresas familiares, comunales y coo-perativas de propiedad. Fomentaremos la colec-tivizacin de los medios de produccin y las coo-perativas de autogestin.

    Propugnamos la reconciliacin con el ambiente y el territorio, depredados durante siglos por ser concebidos como simple fuente de enriqueci-miento material para el Estado o los particulares. El vigente modelo de desarrollo es heredero en lnea directa de la Conquista. Opuestos a l, toma-mos como referentes para nuestra alternativa el conocimiento histrico de los pueblos originarios en cuanto a la relacin entre la vida comunitaria, el bienestar y el respeto a la naturaleza.

    4.4. Por la conservacin y el cuidado de la Ma-dre Tierra

    Sostenemos que el ambiente sano debe ser pro-tegido, controlado y supervisado. Donde haya sido daado debe ser restaurado y mejorado en todo lo posible, principalmente cuando el nues-tro es uno de los pases que mayores impactos sufrir por el deterioro ambiental en el mundo. Son vitales, prioritarias y urgentes las medidas de mitigacin del cambio climtico y el calentamien-to global.

    Le damos prioridad a aquel tipo de progreso en-tendido como eco-desarrollo, es decir que sea compatible y armnico con la justicia social y la naturaleza, con una tica que defienda la vida y el cuidado de la Madre Tierra, con la proteccin de nuestra biodiversidad y de nuestras aguas, aire, tierras y bosques, y que establezca el reconoci-miento de bienes naturales comunes que garan-ticen el acceso al agua como derecho humano y condicin central para la vida, tal como lo seala la Organizacin de las Naciones Unidas.

    Creemos, desde la ecologa poltica, en la trans-formacin de las relaciones de poder para la jus-ticia ambiental y social, en la perspectiva de esta-blecer un modo diferente de vincularnos con el ambiente, centrado en el Buen Vivir y amparado en el criterio de la eco-eficiencia, superando el modelo extractivista (Azpur y Baca 2012: 17; De Echave y Diez 2013) que depreda el entorno na-tural en aras de un consumismo desmedido de impacto nocivo para la vida y la salud.

    4.5. Construir un gobierno del pueblo y con el pueblo, democrtico y respetuoso de sus com-promisos asumidos

    Proponemos una ampliacin y profundizacin sustantivas del rgimen democrtico existen-te para hacer realidad el ideal del gobierno del pueblo. Gobernar obedeciendo es nuestro principio de buen gobierno. Hasta ahora, los po-deres de facto, vinculados al poder econmico, restringieron a los regmenes democrticos y los capturaron a favor de sus intereses estamentales o de clase. Promovemos una democracia para todos, no democracias de clase. Consideramos indispensable una reforma del Estado entendida como su transformacin global, mediante la de-mocratizacin profunda de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

    Promovemos una democracia radical en una cul-tura de paz, es decir, la socializacin del poder y

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    la creacin de poder (es) popular (es) para que la voz de todas y todos sea escuchada y reconocida. Apostamos por la democratizacin de todas las relaciones, no solo las del Estado con los ciudada-nos, sino en todos los mbitos de la vida, incluida nuestra relacin con el ambiente, concibiendo en igualdad a todas las luchas por la emancipacin que vienen librando peruanos y peruanas a lo lar-go de nuestra historia.

    Defendemos y practicamos la tolerancia, el plura-lismo, la libertad de agremiacin y asociacin, la irrestricta libertad de expresin y pensamiento y el respeto a los derechos fundamentales. En ese sentido, rechazamos cualquier acto de persecu-cin poltica y de criminalizacin de la protesta en el pas. Asimismo, promovemos la alternancia en el gobierno, la equidad y transparencia en la competencia electoral, la separacin de poderes, la ampliacin del sufragio con el llamamiento pe-ridico a su ejercicio y la descentralizacin.

    4.6. Propugnamos un Estado laico que implica la separacin de estado y confesiones o religiones institucionalizadas, con plena libertad e igualdad para el ejercicio de las creencias religiosas, pero sin compromisos del Estado que discriminen a unas confesiones y privilegien a otras. La autono-ma de los poderes polticos se expresar en pol-ticas pblicas aconfesionales.

    Propugnamos que se abran instancias de repre-sentacin y de formas de consulta accesibles a los pueblos originarios en todos los niveles de gobierno y decisin poltica en un Estado Plurina-cional, reconociendo el derecho de los pueblos a desarrollar la perspectiva del Buen Vivir en armo-na con la naturaleza, el territorio y la comunidad.

    4.7. Nuestra lucha por la equidad de gnero

    Postulamos un pas libre y un mundo libre de la opresin y de la desigualdad de gnero, que agra-vian a las mujeres, las nias, los nios y adolescen-tes e impiden el desarrollo de sus capacidades y su plena realizacin. Rechazamos la dominacin patriarcal sobre las mujeres y propugnamos la participacin paritaria de hombres y mujeres en los espacios de representacin, as como la aboli-cin de la doble explotacin de las mujeres en el trabajo y en el hogar.

    Hacemos nuestra la lucha por los derechos sexua-les y reproductivos, como parte de la agenda de derechos humanos y como condicin funda-mental para el desarrollo pleno de las personas. Reconocemos el derecho de la mujer a tomar de-

    cisiones sobre su propio cuerpo. Asimismo, en la perspectiva del reconocimiento de derechos fun-damentales, junto con la defensa del derecho hu-mano a la vida, reconocemos tambin el derecho humano a una muerte digna.

    4.8. Derechos humanos y recuperacin de la memoria

    Al interior del pas, la promocin de la paz y la reconciliacin no podr estar desligada del deci-dido impulso por la recuperacin y construccin de la memoria colectiva sobre nuestra historia re-ciente. Por ello nos reafirmamos en la importan-cia de impulsarla como razn sin la cual no con-cebimos la construccin de un futuro diferente basado en el respeto y defensa de los derechos humanos y la democracia.

    La lucha contra la impunidad, la sancin a los autores mediatos y directos de las violaciones a los derechos humanos, pasadas y presentes, y la justa reparacin para las vctimas de la violencia interna y las vctimas de la violencia poltica son prioritarias para nuestro movimiento. Hacemos nuestras las demandas del informe final de la Co-misin de la Verdad y la Reconciliacin, como eje fundamental para la creacin de conciencia sobre los cruentos aos de violencia poltica que asol al pas entre 1980 y 2000.

    4.9. Nuestra lucha por el reconocimiento y res-peto a la diversidad sexual

    Reivindicamos la ms plena libertad de orienta-cin sexual e identidad de gnero que permita que la diversidad de sensibilidades pueda ser reconocida y expresada. Cualquier forma de dis-criminacin por razones de orientacin sexual, o cualquier discurso sexista, sern combatidos por nosotros y apoyaremos sin reservas la lucha de cualquier individuo o grupo que sea agraviado por ello.

    Luchamos por garantizar los derechos humanos de las personas lesbianas, trans, gays y bisexua-les por medio de leyes afirmativas y especficas para combatir de manera efectiva los crmenes de odio y la discriminacin por orientacin sexual e identidad de gnero.

    4.10. Postulamos la promocin y defensa de los derechos de los nios, nias y adolescentes

    En todo lo que garantiza la convencin de la Or-ganizacin de las Naciones Unidas (ONU), y nues-tras leyes peruanas, lo cual significa respecto a sus derechos, garantizando sus demandas funda-

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    mentales, como la de ser escuchados/as y atendi-dos/as en todo lo que les concierne o afecte.

    4.11. Somos una organizacin integracionista e internacionalista

    Promovemos la integracin regional de nuestros pases latinoamericanos para potenciar nuestro desarrollo, nuestra opcin democrtica y nuestra posicin soberana en el mundo. Somos interna-cionalistas porque creemos en las luchas ms all de nuestras naciones, porque creemos que nos unen proyectos que superan las barreras artificia-les creadas por las fronteras.

    Promovemos la paz mundial y una relacin de equidad y respeto en el trato entre todas las naciones y culturas del mundo, resguardando nuestra soberana ante cualquier clase de impe-rialismos y amenazas externas o internas, y defen-diendo a los peruanos y peruanas dentro y fuera del territorio nacional. Decimos alto a la fabrica-cin de armas de destruccin masiva y las guerras que ponen en riesgo a la humanidad.

    Formamos parte y animamos las redes y campa-as internacionales, ya sean polticas, sociales o culturales, que sean compatibles con nuestros principios. Ponemos especial atencin a las que tengan que ver con el ambiente, las minoras t-nicas, la igualdad de gnero, las campaas por el empleo decente, los derechos y demandas de los jvenes, adolescentes, nios y nias, reconocien-do el rol crtico y creativo que ellos y ellas desem-pean como protagonistas para la transforma-cin social que requiere el pas.

    5. Somos continuidad y ruptura. Afirmacin y renovacin de la poltica.

    5.1. Los orgenes de Tierra y Libertad se ubican en la accin y el creciente protagonismo de los movimientos sociales campesinos, ronderos e indgenas por justicia ambiental y justicia social. Somos continuidad y producto del incesante ba-tallar de nuestro pueblo por conquistar patria, democracia, igualdad, derechos y justicia, luchas sociales que tienen un largo derrotero histrico.

    Valoramos la contribucin de la izquierda a la construccin de la nacin, a su desarrollo y de-mocratizacin, en particular la lucha por la tierra, la defensa y proteccin de los recursos naturales, las grandes movilizaciones por empleo digno, servicios y derechos en las ciudades, las luchas por equidad de gnero, el combate contra la co-rrupcin, la defensa de los derechos humanos y contra la violencia terrorista que tiene como su

    smbolo imperecedero a nuestra madre coraje Mara Elena Moyano.

    Somos continuidad de este gran esfuerzo demo-cratizador y de cambio. Nos solidarizamos y com-partimos las luchas con todos los movimientos sociales, indgenas, sindicales, campesinos, des-centralistas, ecologistas, feministas, movimien-tos de diversidad sexual, juveniles, estudiantiles, salubristas, anti-racistas y a favor de los dere-chos humanos, entre otros. Rendimos homena-je a quienes dejaron su vida y su testimonio de lucha en ese esfuerzo comn, en particular a los defensores del agua, los bosques y los derechos de la tierra. Rendimos homenaje a la memoria de Godofredo Garca Baca y los mrtires de las lu-chas de Bagua, el valle del Tambo-Islay, Ayabaca, Huancabamba, Espinar y Cajamarca.

    Pero tambin reconocemos la enorme y valiosa contribucin de miles de peruanos y peruanas honestas, luchadoras y democrticas, que desde diferentes trincheras y opciones de identidad, construyen y contribuyen a lograr una patria dig-na y soberana. Desde las heroicas gestas de los movimientos anticolonialistas, independentistas y por la integridad de nuestro territorio, hasta la contribucin en el mundo de la educacin, la in-vestigacin, el trabajo, la poltica, la produccin y la cultura. Trabajamos y propiciamos la unidad de todas las fuerzas democrticas progresistas que quieran construir un nuevo pas dentro de un nuevo mundo.

    5.2. Pero la hora presente exige a la izquierda pe-ruana una profunda renovacin, en sus concep-ciones, postulados y prctica concreta, rompien-do con viejas ideas y prcticas que han estado a la base de sus manifestaciones de fracasos y duras derrotas.

    Nos ubicamos resueltamente a la izquierda del espectro poltico, entendiendo que se debe reno-var ese espacio, y que ms an se trata de generar otra izquierda. Otra izquierda que promueva una alternativa capaz de cuestionar la raz misma de la hegemona occidental sobre el planeta, y no solamente a sus expresiones recientes, contem-porneas.

    No aceptamos el pensamiento nico que es la fuente del dogmatismo. Alentamos la diversidad, buscando tanto el consenso como el disenso para desarrollar nuestra reflexin y accin poltica. Re-chazamos la tesis que seala a la violencia como la partera de la historia. Casi siempre esta es el fracaso de la poltica y el origen de prcticas mili-

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    taristas y violentas que recusamos. No comparti-mos la tesis de la vanguardia iluminada que acta sobre la gente y el pueblo y se autodefine como su direccin correcta, pues creemos que este es el sustento para el sectarismo y la divisin. Toda direccin para ser legtima y democrtica. No creemos en las prcticas sustitutivas y utilitarias que conciben a las organizaciones sociales como brazos auxiliares del partido, y proponemos una relacin poltica respetuosa y democrtica con ellas. Discrepamos la adjetivacin que considera a nuestros pueblos y ciudadanos como masas, y reconocemos en ellos la fuerza motriz de los cambios. Recusamos la visin mecanicista y uti-litaria de la naturaleza que concibe a esta como fuente inagotable de recursos. Hacemos nuestra la visin del Buen Vivir y la armona con la natu-raleza de nuestros pueblos indgenas. No com-partimos la visin occidentalista y dogmtica que ha atenazado a la izquierda y no le ha permitido valorar a profundidad los procesos de cambios nacionales, entre estos las particularidades de nuestra formacin social, la evolucin de nuestra historia, el papel de nuestras mltiples culturas, la complejidad del territorio y la plurinacionalidad. No nos satisface las propuestas que reducen el concepto de desarrollo a crecimiento econmico y redistribucin. Afirmamos la necesidad de re-pensar radicalmente la concepcin de desarrollo, los roles del mercado y Estado que la hagan no solo democrtico, sino sostenible.

    Fomentando los liderazgos mltiples y rechazan-do todo tipo de caudillismos, reconocemos que la vida interna de nuestra organizacin poltica es escuela para la accin poltica pblica. Por ello, la vida poltica interna se organiza eficientemente para educar en la prctica de los principios, los usos y las formas democrticas. Subrayamos la fraternidad y respeto entre las y los militantes, en el marco general de los grandes consensos que definen la prctica poltica de Tierra y Libertad.

    Reconocemos que Tierra y Libertad es parte de un conjunto de actores sociales y polticos que lu-chan por transformar este pas. Esto quiere decir que nos identificamos como un factor de trans-formacin, ms no como el factor nico. Aposta-mos por la ms amplia unidad como nica forma de conseguir nuestras aspiraciones de emancipa-cin.

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