hoja de enfermeria del hospital general de mexico

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www.medigraphic.org.mx PEKIN TOLOGÍ Y REPRODUCCIÓN H tDITORIAl. Enero-Marzo,  2011 • Volumen 25,  Número  1 • pp 7-9 Recibido:  17 de marzo de 2 11 Aceptado:  18 de ma rzo de 2 11 Maternidad segura ¿Por  qué  siguen  muriendo las mujeres? Samuel Karchmer  K Director  Médico,  Hospita  Ángeles  Lomas.  Director  d e  Centro  Especializado  para  la Atención  de la  Mujer,  Hospita  Ángeles  Lomas.  Profesor  Titular  de la  Especialidad  e n  Ginecología  y Obstetricia,  División  de Estudios  Superiores,  UNAM. Presidente  de la Federación  Latinoamericana  de Asociaciones de  Me dicina Perlnatal FLAMP) No  basta  co n  anunciar  metas  y  objetivos, si  a  final  de  cuentas  n o  ha y  voluntad para  que se  concreten. Dr Samuel  Karchmer E n  198 7. la salud internacional y la comunidad en desarrollo s e propusieron reducir  la  mortalidad materna a  la mitad en el a ño 2000. A finales de l siglo  pasado »<ijhjnio rnrai iPT  ? K  H P  que se trataba de un objetiv o lejano  y  q ue  e  progreso  sería  lento.  L a  reacción espontá- nea a esa  talla  fu e adjudicar responsabilidades.  Y  surgió la  pregunta:  ¿dónde  radica la  falla? Si  existe alguna. Cuando hablamos de maternidad segura  y  super- vivencia infantil  o cuando nos referimos a la salud en general, aludimos  al  desarrollo humano, a  la  capacidad incomparable de  las  soci eda des humanas para cambiar  y evolucionar; cuando  esto  se hace, se permite  a los indivi- duos  y  a las  familias  crecer  y  desarrollarse.  l  propósito de l  desarrollo es ampliar  el  rango de opciones en  la vida de  la s  personas: en oportunidades cotidi anas de e mpleo, salud,  educación forma de  vida. E l  desarrollo no tiene sentido  si  no se centra en las personas: el desarrollo de la  gente,  por la  gente  y para la  gente.  E l  desarrollo de la s  personas comprende  invertir  en sus capacidade s, en energía  y  en  la creatividad  humana,  al  igual  que debiera hacerse en recursos,  educación  y salud. Po r  desgracia,  la expresión  todos no siempre  inclu- ye  a las mujeres, descritas como la  mayoría  no  partici- pante  en  términos  de acceso a la salud,  alfabetización información habilidades y de rechos humanos .  A ú n  no ha y  una sociedad que  trate  a sus mujeres tan bien co mo a  los hombres.  A  m enudo , la salud y  e l  bienestar de las mujeres  están  afectados por una  combinación  de  negli- gencia  y  abuso.  C on  frecuencia,  la  deficiente  salud  de las mujeres  culmina  en altas tasas d e mortalida d materna. E n  la euforia por of recer buena sal ud  lo s  niños del  mundo, se ha ignorado a un grupo importante: las madres y los  recién  nacidos, que representan un tercio de la  población  mundial. L a neglig encia hacia  este importante grupo se  refleja  en  las estadísticas  de super- vivencia infantil  y  materna. Mientras  f  \ister:  Ternas impresionantes en las tasas de mortalidad  infantil no s e distingue dicha tendencia para l a mortalidad materna.  L a información  global  indica  q ue  Las  tasas de mortalidad materna han permanecid o \i rtualmente estáticas  desde  principios  del  decenio de 1980  A  como la  cantidad de nacimientos ha aumentado,  también  se h a  incrementado el  número  de muertes maternas No puede  permitirse que esta brecha  continúe. L a  maternidad segura se basa en los mismos  princi- pios que  guían a  lo s  derechos humanos, la responsabi- lidad  social la igualdad y la  participación. Las  madres tienen derecho a decidir  el número  y espaciamiento de sus hijos y a tener o n o un  parto  en un lugar seguro. Todo  recién  nacido tiene el de rech o de dar su primer paso en la  vida  en las mejores condiciones posibles L o s  derechos  implican  responsabilidades y conseguir que la maternidad sea segura es una responsabilidad del  Estado.  N o  puede  alcanzarse la maternidad segura s in  igualdad de acceso a los  servicios  de salud acepta- bles y de alta  calidad.  L a  maternidad segura  también implica  la  participación  de los  individuos,  las  familias y  las comunidades, co mo iguales en la  planificación  y la  implantación  de  políticas  y programas. D e  lo s  150  a  2 00  millones de embarazo s qu e ocurren cada año, al menos 23 millones result an co n compli- caciones graves: hemorragia puerperal, trastornos e  :  z eze  s e ; : r  vers  ón completa en http ://www.medigraphic.com/inper

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8/15/2019 HOJA DE ENFERMERIA DEL HOSPITAL GENERAL DE MEXICO

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www.medigraphic.org.mx

PEKIN TOLOGÍ

Y

RE P RODUCCI Ó N

H

tDITORIAl.

Enero-Marzo,

 2011 • Volumen 25,  Número  1 • pp 7-9

Recibido:

  17 de marzo de 2 11

Aceptado:

  18 de marzo de 2 11

Maternidad segura

¿ P o r

  qué siguen muriendo las mujeres?

Samuel Karchmer K

Director M é d i c o , Hospita  Án g e l e s  Lomas.  Director de

 Centro

 Especializado

 para

 laA t e n c i ó n de la Mujer, Hospita  Á n g e l e s Lomas.

 Profesor

 Titular de la Especialidad en G i n e co l o g í a y

Obstetricia,

 D iv is ión

 de Estudios  Superiores,

 UNAM.

Presidente de la

Fede r a c i ó n

 Latinoamericana de Asociaciones de Medicina Perlnatal FLAMP)

No

 basta

  co n

 anunciar

 metas

 y

 objetivos,

si a final de cuentas no hay

 voluntad

para

 qu e se concreten.

Dr

Samuel

 Karchmer

E n  1987. la salud internacional y la comunidad en

desarrollo se propusieron reducir la mortalidad materna

a

  la mitad en el año 2000. A finales del siglo pasado

» < i j h j n i o r n r a i i P T   ? K

  H P

 que se trataba de un objetivo

lejano y que e l progreso ser ía lento. L a  reacción espontá-

nea a esa talla fue adjudicar responsabilidades.

  Y

  surgió

la pregunta:  ¿dónde radica la falla? Si existe alguna.

Cuando hablamos de maternidad segura

 y

 super-

vivencia infantil  o cuando nos referimos a la salud en

general, aludimos al desarrollo humano, a la capacidad

incomparable de las sociedades humanas para cambiar y

evolucionar; cuando

 esto

 se hace, se permite

 a los indivi-

duos y

 a las

 familias crecer y desarrollarse.  l

  propósito

del

 desarrollo es ampliar

 el

 rango de opciones en

 la vida

de

 las

 personas: en oportunidades cotidianas de empleo,

salud, educación

forma de

 v ida . E l

 desarrollo no tiene

sentido

  s i

 no se centra en las personas: el desarrollo de

la gente, por la

 gente

 y para la gente. E l desarrollo de

las personas comprende

 invertir

 en sus capacidades, en

energ ía y

 en

 la

 creatividad humana,

 al

 igual

 que debiera

hacerse en recursos,  educación y salud.

Po r desgracia, la expresión  todos no siempre  inclu-

ye a las mujeres, descritas como la m ay o r í a no partici-

pante

 en t é r m ino s de acceso a la salud,  alfabetización

información habilidades y derechos humanos. A ún no

hay una sociedad que

 trate

 a sus mujeres tan bien como

a los hombres.

  A

 menudo, la salud y

 el

 bienestar de las

mujeres

 es tán

 afectados por una

 combinación

 de negli-

gencia y abuso.

 C on

 frecuencia,

 la

 deficiente

 salud

 de las

mujeres culmina en altas tasas de mortalidad materna.

E n

  la euforia por ofrecer buena salud  los

  n iños

del mundo, se ha ignorado a un grupo importante: las

madres y los recién nacidos, que representan un tercio

de la  población  mundial. La negligencia hacia este

importante grupo se refleja  en las estadísticas de super-

vivencia infantil  y materna. Mientras  f \ister: Ternas

impresionantes en las tasas de mortalidad  infanti l

no se distingue dicha tendencia para la mortalidad

materna. L a in formación global indica que

 Las

 tasas de

mortalidad materna han permanecido \irtualmente

está t icas desde

 principios

 del decenio de 1980  Así como

la

 cantidad de nacimientos ha aumentado,

  t am b ién

 se

ha  incrementado el n ú m e r o de muertes maternas No

puede

 permitirse que esta brecha  con t inúe .

L a maternidad segura se basa en los mismos pr inci-

pios que g u í an a los derechos humanos, la responsabi-

lidad social la igualdad y la  par t ic ipac ión . Las madres

tienen derecho a decidir el nú m er o y espaciamiento de

sus hijos y a tener o no un

 parto

 en un lugar seguro.

Todo

  recién

 nacido tiene el derecho de dar su primer

paso en la

  v ida

  en las mejores condiciones posibles

L os derechos  implican responsabilidades y conseguir

que la maternidad sea segura es una responsabilidad

del

 Estado.

 No

 puede

 alcanzarse la maternidad segura

s in

 igualdad de acceso a los servicios de salud acepta-

bles y de alta calidad.  L a maternidad segura  t am b ién

implica  la par t ic ipac ión de los individuos, las

 familias

y

 las comunidades, como iguales en la planificación y

la   im p lan t ac ió n  de po l í t icas y programas.

De los 150  a 200 millones de embarazos que ocurren

cada año, al menos 23 millones resultan con compli-

caciones graves: hemorragia puerperal, trastornos

e

  :  z eze  se • ; : er  vers ón completa en http://www.medigraphic.com/inper

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8/15/2019 HOJA DE ENFERMERIA DEL HOSPITAL GENERAL DE MEXICO

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8

Perinatol  Reproel

  Hum 2 011; 25 1): 7-9

Karchmer  KS

hipertensivos

eclampsia

sepsis puerperal

aborto

 y más

de medio  millón de esas complicaciones tienen como

resultado la muerte de la madre.

S i

  bien la

  condic ión  social

  de las mujeres es un

factor subyacente

  c r í t ico

 en la mortalidad materna

no es el  determinante  final  para supervivir a una com

plicación  relacionada con el embarazo o no. No im

porta  cuán ta educac ión tenga una mujer pero sí una

buena  n u t r i c i ó n  para afrontar las complicaciones;

sólo el acceso al cuidado  ob s t é t r i co  puede prevenir

que muera o que sufra consecuencias graves. En su

momento de mayor necesidad durante el embarazo

o el parto las mujeres no pueden beneficiarse del

cuidado

 obs té t r ico

 que pueda

 salvarles

 l a

 vida

porque

no se han establecido

 servicios

 de salud para

 ellas.

L a mayor

 parte

 de las  muertes maternas

 puede evitar

se si se dispone de los

 servicios

 correctos si las mujeres

y

  sus

  familias

  supieran  cómo  hacer uso apropiado de

ellos

 y si estu\ieran motivadas para hacerlo.  Existen

muchas razones por las que el acceso a

 este

 cuidado se

niega a

 Las

 mujeres que lo necesitan. Un terreno

  difícil

y los

 deficientes sistemas de transporte pueden hacer

 e l

acceso

 imposible. L a

 mujer

 puede

 no tener

  la

 capacidad

:-: r.¿;ar

  :

 la atención o los

 medicamentos que necesita.

_ r . - ¡ í - c e s i t a r  el permiso de su esposo u otro familiar

nsable

 antes

 de buscar

  atención médica.

 Algunas

\s las mujeres y su s familias se retrasan simplemente

porque desconocen los signos y s ín tomas de gravedad.

L a  reducción  de los altos niveles de mortalidad

materna se ha vuelto la  p r eocupac ión  principal de

los paises las agencias internacionales y las organi

zaciones no gubernamentales alrededor del mundo

desde

 el  inicio de la  In ic ia t iva  por una Maternidad

Segura

  en 1987. Una  a c tua l i zac ión  reciente de las

cifras

  concluyó que poco ha cambiado

 desde

 aquellas

primeras estimaciones. A menos que haya

 pronto

 un

cambio apreciable para el año 2010  m o r i r á n  más

mujeres que antes. Debe hacerse algo más y  ráp ido .

Tomando en cuenta que las intervenciones nece

sarias

 para salvar las vidas de las madres y los

  recién

nacidos se han conocido y aplicado ampliamente en

el

  mundo desarrollado al menos  desde  1950 dicha

consciencia de la magnitud del problema en paises en

desarrollo ha  aumentado a partir de principios de la

década de 1980.  l llamado a la acción para eliminar l a

maternidad insegura se hizo en 1987; por esto es inacep

table que la s mujeres con t inúen muriendo. Desde 1950

22  millones han muerto;  ¿ cuán to más deben esperar

antes que la a tención que necesitan  es té disponible?

L a  comunidad

  m é d i c a

 ha sabido

desde

 la

  década

de 1930 qué intervenciones se requieren para pre

venir

  la mortalidad materna.  ¿Po r  qué ha sido tan

difícil  poner en  p r ác t i ca  con  éx i to ese conocimiento

en  pa íses en desarrollo? Una  r a z ó n para la falta  de

progreso es la tendencia de los programas a eludir la

eficacia de la i n m u n i z a c i ó n  o de las tecnologías de la

an t i concepc ión . Se han intentado diversas opciones

pero ninguna ha demostrado ser tan eficaz como se

esperaba.  L a capac i t ac ión de las parteras tradiciona

le s  es insuficiente en ausencia de un mecanismo de

referencia

  efectivo. La  educación  de los individuos

acerca

  de los riesgos del embarazo es de poca efec

tividad

 si no se dispone de servicios

 médicos

 o

  és tos

son insuficientes para cubrir la demanda El cuida

do prenatal no

  puede

  prevenir las complicaciones

mayores que amenazan la

 vida

 y que se desarrollan

durante las horas  c r í t icas del nacimiento o  después

de l parto. A d e m á s los

 servicios

 obs té t r icos ]

tienen poca utilidad a menos que las mujeres

 i

motivadas y puedan pagar por ellos.

L a

  tragedia de la mortalidad materna tiene  mú l

tiples causas y

 debe

 enfrentarse con una estrategia

múl t ip l e  que involucre la m ovi l ización  de la comu

nidad cuidado prenatal un  parto  limpio y seguro

con a tención

 bien capacitada y una

 r áp ida

 referencia

para la a t enc ión de las complicaciones. No es posible

alcanzar una maternidad segura a l concentrarse sola

mente en un componente: se deben implantar todas

la s intervenciones en forma  s imu l t ánea .

Reducir

 l a mortalidad materna requiere  la  implan

tac ión de un amplio frente de medidas interconecta-

das compromiso

 social

 e intervenciones de salud que

cubran el periodo previo al embarazo el prenatal el

intranatal y el puerperio.  L a mayor

 parte

 de las muer

tes maternas se deben a las mismas complicaciones:

hemorragia sepsis eclampsia obs trucción  del

 parto

y

 aborto.

 Estas

 complicaciones no pueden predecirse

o prevenirse con

 p rec is ión;

 la

 ún ica

 manera de salvar

esas vidas es tratar las complicaciones

 s in

 demora con

la

  u t i l ización

 de las habilidades y equipo adecuados.

E n

  muchas  á r e a s  ha  aumentado  la  po lar ización

entre las habilidades y los recursos disponibles en el

hospital del distrito o el primer n ivel de referencia y el

centro de salud que sirve a la comunidad  local. Como

resultado a los centros de salud y su personal se les ha

dado

 poca autoridad  o responsabilidad y los  hospitales

de distrito han tenido que atender gran cantidad de

partos normales en detrimento de las complicaciones

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8/15/2019 HOJA DE ENFERMERIA DEL HOSPITAL GENERAL DE MEXICO

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Maternidad

  segura.

¿ r

  q u é

 siguen  muriendo

  las

  mujeres?

Perinatol

  Reprod

  Hum 2011 ; 25 1): 7-9

que requieren esa  a t e n c i ó n  que  sólo  ellos pueden

proporcionar. Mientras algunas complicaciones del

embarazo  sólo puedan tratarse en un establecimiento

con

 servicio

 quirúrg ico , seguirá n dejando de atenderse

muchas de ellas en niveles de  a t enc ión más bajos.

E n

  los

  países donde

 el desarrollo e

  imp lan tac ión

de programas para una maternidad segura aún no

existen es t á

  claro que las actividades que

  deben

realizarse

  comprenden:

1

Definición  de  gu ía s y pol í t icas nacionales.

2 E v a l u a c i ó n  de necesidades en  t é r m i n o s  de

infraestructura habilidades c a p a c i t a c i ó n   y

equipamiento.

3 E s t imac ión  de los costos y financiamiento re-

queridos para su  imp lan tac ión .

4 Iden t i f i cac ión  de las potenciales fuentes de

apoyo.

5 Prepa rac ión  de un plan de  acción nacional de-

tallado y un calendario de tiempos.

6)

  Proporcionar

  in fo rmac ión

  y

  educac ión

  a la co-

munidad y

 mo vilización social .

Capaci tac ión

  y

  r ecapac i t ac ión

  en

  todos

 los ni-

veles

 del sistema de salud.

8

Dis t r ibución  de equipo e insumos.

9 Provis ión

 de

 a t e n c i ó n

 de urgencia.

10 Seguimiento y  evaluación .

Una reacción común de los gobiernos y los planeadores

de salud al problema de reducir la mortalidad materna

es que requiere de inversiones a gran escala en el desa-

rrollo

 de infraestructura y recursos humanos. Mientras

es cierto que la maternidad segura  implica ciertas in-

tervenciones y que ninguna  intervención única

 puede

alcanzar

 el éxito en reducir la mortalidad materna hay

dos  argumentos que contradicen dicho razonamiento.

Primero las intervenciones para la maternidad segura

requieren la introducc ión de tecnologías apropiadas que

no necesiten una gran

 imers ión

 en medicamentos

 o

 equi-

po costoso. Segundo la maternidad segura no

 implica

 la

creación de nuevos programas

 verticales

 con toda una

.  ;• . • :a>   v  ::  técnica  que

implican.

 Sin embargo los programas de maternidad

segura si requieren una

  re\i talización

 de la

 planeación

cts:ir.:e i-

la salud materna

infantil y familiar así

 como

los servicios

 para proporcionar

  la

 mejor

 combinación

 de

promoción

  para la

  atención

  preventiva curativa y de

rehabilitación,

  con el uso de la

  tecnología

 apropiada y

disponible para todas las mujeres.

E n

 otras palabras es más costoso para los  países

el   no desarrollar intervenciones de maternidad se-

gura que mejorar los servicios disponibles para las

mujeres embarazadas y sus

 r ec i én

  nacidos.

  Adem ás ,

el fortalecimiento de los

 servicios

 de

  a tención obs té-

trica

  disponibles para las mujeres hace que existan

centros de salud eficientes para toda la comunidad y

que

  s i rvan

  a

 otros p ropós i to s ,

 así como al cuidado de

la s

 madres y

 los recié n

 nacidos.

 L os

 centros operativos

y de laboratorio el transporte y comunicación pueden

servir a los n i ñ o s y hombres así como a las mujeres.

H a llegado el momento no de adjudicar culpas sino de

reconocer algunas de las limitaciones que han impedido

hasta ahora

 los

 esfuerzos internacionales.

 E n

 primera

si -

gue habiendo una escasez de inform ación y de conciencia

acerca de l a magnitud del problema y su repercusión en la

salud de las mujeres los niños, las

 familias

 y las  futuras

generaciones.  E n segunda el foco se ha centrado en los

componentes individuales m ás que en el compuesto de

cuidado que se  neces i tará  para reducir la mortalidad

materna y de los recién nacidos. E n tercera los recursos

han sido

 insuficientes tanto

 a nivel nacional

como global.

Finalmente

es necesario fortalecer la coordinación y la

colaboración entre las muchas agencias

 y

 organizaciones

involucradas

 en la maternidad

 segura.

 A hí se

 debe

 man-

tener

 e l

 foco de las actividades en el futuro.

L a

  pérd ida

 en la productividad de la mujer con una

pobre

 salud o que muere es

 m ás difícil

 de medir. En la

economía

 formal

 o informal

su

 contribució n al

 proceso

de desarrollo de la comunidad y del país es sustancial

y, en gran medida frecuentemente se subestima.

Por ú l t imo, es tá claro que las limitaciones econó-

micas exigen compensaciones  entre  las prioridades

sectoriales. Las intervenciones para la maternidad

segura se encuentran  entre las opciones disponibles

de mayor rentabilidad.  l reto es aprovechar  la

 volun-

tad  polít ica para actuar ahora con el fin de devolver

el  equilibrio al sector salud.

 Esto

 no  sólo

 aplica

 a las

mujeres y las

 familias

 del

 presente

sino

 t a m b i é n

 para

los niños del  m a ñ a n a .

Necesitamos polític s de

 salud

no polític en la

 salud.

Correspondencia:

Prof

Dr Samuel

  a r c hm e r

  K

Correo e l ec t rón ico :  [email protected]