historia y sociedad - universidad veracruzana

510

Upload: others

Post on 21-Apr-2022

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana
Page 2: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Esta obra se encuentra disponible en Acceso Abierto para copiarse, distribuirse y transmitirse con propósitos no

comerciales. Todas las formas de reproducción, adaptación y/o traducción por medios mecánicos o electrónicos deberán indicar

como fuente de origen a la obra y su(s) autor(es). Se debe obtener autorización de la Universidad Veracruzana

para cualquier uso comercial. La persona o institución que distorsione, mutile o modifique

el contenido de la obra será responsable por las acciones legales que genere e indemnizará a la Universidad Veracruzana

por cualquier obligación que surja conforme a la legislación aplicable.

Page 3: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Historia y Sociedad

LOS DEBATES Y LAS BATALLAS POR EL AGUAEN XALAPA. 1838-1882

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 3

Page 4: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Raúl Arias LovilloRector

Porfirio Carrillo CastillaSecretario Académico

María Antonieta Salvatori BroncaSecretaria de Administración y Finanzas

Agustín del Moral TejedaDirector General Editorial

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 4

Page 5: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Nelly León Fuentes

LOS DEBATES Y LAS BATALLAS POREL AGUA EN XALAPA,

1838-1882

Historia y Sociedad

Universidad VeracruzanaXalapa, Veracruz, México

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 5

Page 6: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Diseño de portada: Queta

Primera edición, 13 de noviembre de 2009© Universidad Veracruzana

Dirección General EditorialHidalgo 9, Centro, Xalapa, VeracruzApartado postal 97, C. P. [email protected]/fax (228) 818 59 80, 818 13 88

ISBN: 978-607-7605-71-3Impreso en MéxicoPrinted in Mexico

Clasificación LC: F1391.X2 L46Clasif. Dewey: 972.62Autor personal: León Fuentes, Nelly

Título: Los debates y las batallas por el agua en Xalapa, 1838-1882 /Nelly León Fuentes.

Edición: 1a. ed.Pie de imprenta: Xalapa, Veracruz, México : Universidad Veracruzana, 2009.

Descripción física: 487, [18] p. : il. ; 21 cm.Serie: (Historia y sociedad)

Bibliografía: Bibliografía: p. [433]-487.ISBN: 9786077605713

Materias: Utilización del agua--Aspectos políticos--México--XalapaEnríquez--Historia.Xalapa Enríquez (México)--Política y gobierno--Siglo XIX.Xalapa Enríquez (México)--Condiciones sociales--Historia--Siglo XIX.Xalapa Enríquez (México)--Condiciones económicas--Historia--Siglo XIX.

DGBUV 2009/35

Las batallas.qxd 03/11/2009 02:03 p.m. PÆgina 6

Page 7: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

INTRODUCCIÓN

El tema

Actualmente han llovido críticas a la relación hombre-naturaleza que el progreso ha traído consigo, debido alfuerte desequilibrio que ha provocado en el ecosis-tema; desequilibrio manifestado en la contaminación,los cambios de clima y sobre todo en la falta de agua,incluso donde antes la había en abundancia. La ambi-ción de dominar a la naturaleza y la supremacía de latecnología han afectado el avance de la sociedad en suconjunto, hasta llevarla a enfrentar múltiples conflic-tos. Esa preocupación me llevó a buscar en la litera-tura cómo es que la historia de México ha estudiado elagua, toda vez que agua y tierra representan los recur-sos básicos del desarrollo social.

En este tenor la historiografía agraria mexicanaes abundante,1 pero los estudios realizados entre 1960

1 Por mencionar unos cuantos ejemplos: los estudios de Orozco, MolinaEnríquez y François Chevalier sobre la hacienda explican los orígenes de lagran propiedad, gracias a las expoliaciones y expropiaciones hechas desde losprimeros tiempos de la Colonia, hasta el siglo XIX. Orozco, 1895, 260 pp.;Molina, (1979), 523 pp.; François Chevalier, 1999, 643 pp.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 7

Page 8: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

y 1980 centraron su atención en la clase y la estruc-tura, por eso abordaban más aspectos relacionadoscon la propiedad de la tierra, la clase señorial o hacen-dada, sus espacios productivos e improductivos, laexplotación de los trabajadores y las relaciones demercado. Después, afloraron obras sobre la privatiza-ción de la tierra y de bienes comunales y municipales–como las de Margarita Menegus o las de AntonioEscobar–, sobre las disposiciones legislativas que bus-caban convertir en pequeños propietarios a los indíge-nas de la Huasteca;2 esto es, enfatizaron los estudiosdesde las etnias, pero escasamente tocaron los proble-mas relacionados con el agua.

La historiografía regional también estuvo cen-trada en las cuestiones de la tierra.3 Algunos reseñancómo los conflictos por despojo de tierras se ventila-ban en algunas instancias legales, o dan cuenta de losconvenios realizados entre naturales y hacendados;esporádicamente, también registran algunos litigiosque se resolvieron hasta después de la Reforma

8

El estudio que sintetiza todos los problemas rurales estuvo dirigido porCarlota Botey y Everardo Escárcega (1988), se llama: Historia de la cuestiónagraria mexicana y consta de nueve tomos. Por la temporalidad que abordan,los tomos I y II han sido útiles para desarrollar algunas ideas en este trabajo. Elprimero se subtitula El siglo de la Hacienda 1800-1900 (250 pp.), y el segundoLa Tierra y el poder 1800-1910 (352 pp.), ambos coordinados por el doctorEnrique Semo.

2 Margarita Menegus Bornemann, en Brian R. Hamnett E. Florescano,Romeo Flores C. et al., 1995, pp.144-189 ; Juan Felipe Leal y Mario Huacuja,1982, 101 pp., y Antonio Escobar Ohmstede y Luz Caregha, 2002, pp. 532. Elprimero es un estudio muy localizado en el Valle de Toluca, mientras que elsegundo aborda una región más amplia de las huastecas hidalguense, potosina yveracruzana.

3 Entre otros, los trabajos que abordan la región xalapeña son los dos deGilberto Bermúdez, 1985, 365 pp., y 1995, 428 pp.; así como las tesis de RosaCatalina Sánchez G., 1979, 84 pp.; Rosa María Acosta, 1982, 130 pp., y la deSocorro Benítez, 1984, 209 pp.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 8

Page 9: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Agraria de 1915.4 Todos estos problemas se debieron,principalmente, a cuestiones de tierras, ninguno deri-vaba de enfrentamientos por agua; de hecho, en losestudios se había puesto escasa atención a este recurso.

No obstante, los dos recursos naturales sonimportantes para la producción agrícola y el desarrollode los pueblos, porque sus usos son duales y hastamúltiples: lo mismo son indispensables para la agroin-dustria y las factorías urbanas que para fines domésti-cos. Sin embargo, en la última década del siglo XX,hubo un cambio en los estudios agrarios, entre otrascausas por la pervivencia de constantes controversiaspor el agua entre los diversos grupos sociales. En estetiempo se incrementó la preocupación por los aspec-tos ecológicos y ambientales en torno a los recursosnaturales. Así, uno de los trabajos que evidencian losvínculos entre los dos recursos es el de Eric vanYoung, quien describe las luchas de los pobladorescontra los caciques locales y los hacendados deToluca por la tierra y el agua,5 y otro de Brígida vonMentz,6 que habla sobre los litigios que los indios deTemixco y Alpuyeca enfrentaron contra los hacenda-dos cañeros que buscaban más tierras y el aprovecha-miento de los manantiales. Estos estudios destacanque las pugnas por el agua ocurrieron entre indios yhacendados.

9

4 Los hacendados de Tuzamapam realizaron convenios en los que seestipulaba que se les dejarían las tierras a los naturales siempre y cuando elhacendado pudiera aprovechar los rastrojos para el ganado y la leña para elingenio. ANX (Archivo de Notarías de Xalapa), 1806, p. 6 y León Fuentes,1989, pp. 145.

5 Van Young, 1992, 515 pp.6 Mentz, 1998, 264 pp.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 9

Page 10: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Una de las obras más importantes y sugerentessobre el agua es la de Michael Meyer,7 la cual ponderalos conflictos inter e intrarraciales propios de la regióny los sistemas judiciales fundamentados en la legisla-ción española. Al tratarse de una región árida (ubicadaen el suroeste hispánico de los Estados Unidos y algu-nos lugares que bordean la frontera norte de México),esa legislación carecía de elementos para solucionarlos problemas provocados por la escasez. Por ello, lainstitución local tuvo que encontrar soluciones alter-nativas; una de ellas fue legalizar los “tandeos” delrecurso. Estas medidas tomadas por el ayuntamientomoderaron los conflictos entre los grupos autóctonosy los religiosos, aunque de hecho muestra la autono-mía con que la institución local manejó los asuntos delagua.

Las investigaciones del Seminario del CIESASMéxico que contribuyeron al esclarecimiento de losobjetivos de esta obra, respecto de los usos socialesdel agua y la formación de oligarquías regionales, fue-ron publicadas en Historia de los usos del agua enMéxico. Oligarquías, empresas y ayuntamientos,coordinado por Blanca Estela Suárez, quien en su ar-tículo habla sobre los usos industriales y domésticos delagua en Querétaro y el poder que la oligarquía ejerciósobre este recurso.8 Fue de gran utilidad la aportaciónde dos investigaciones de Alejandro Tortolero, Tierra,agua y bosque: historia y medio ambiente en elMéxico Central,9 en la que, interesado en la historia

10

7 Meyer, Michael C., 1997, 227 pp.8 Suárez (coord.), 1998, 170 pp. El volumen incluye un artículo de

Diana Birrichaga, “El abasto de agua en León y San Luis Potosí (1935-1947)”. 9 Tortolero, 1996, pp. 9-68.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 10

Page 11: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ambiental, estudió el impacto que tuvo la industriali-zación en la desecación de los lagos de Texcoco y deChalco, y el acaparamiento de tierras; y El agua y suhistoria. México y sus desafíos hacia el siglo XXI10 esuna auténtica síntesis que habla de los diversos usoshistóricos del recurso, los procesos legales de apropia-ción del agua y las instituciones que se han involu-crado en su administración. Ambos libros reflejan laintención de discutir los riesgos que corre México sino cambia los hábitos de consumo procedentes detipos de desarrollo e industrialización basados en eldespilfarro. 11

Un texto significativo que insiste en la necesidadde emprender el análisis y estudio de tierra y agua, conel fin de indagar los procesos históricos y sus repercu-siones sociales y políticas, es el de Luis Aboites, quienparte de la relación hombre y naturaleza para funda-mentar su estudio: El agua de la nación. Una historiapolítica de México (1888-1946).12 Casi no hay estudios

11

10 Tortolero, 2000, 167 pp.11 Ibid., 1996 y 2000. 12 Aboites, 1998, 245 pp. También cabe hacer referencia a Pedro

Arrojo Agudo y Francisco Javier Martínez Gil (coords.), 1999, 885 pp. Estavoluminosa obra española discute sobre el agua como factor de producciónagraria e industrial, con sus usos urbanos y funciones de salud, como activoecosocial, de participación ciudadana y de conflictos sociales; la temporalidadde casi todos los ensayos corresponde al siglo XX, únicamente el estudio deTeresa Pérez Picato (pp. 649-656) abarca la segunda mitad del siglo XIX, con sutema sobre la conflictividad del agua en el suroeste de España. Ella destaca queen una sociedad de antiguo régimen, son los empresarios privados y el ayunta-miento los controladores del riego. Es más, los particulares establecieron orga-nizaciones colectivas que heredaban a su familia para que continuaran ejer-ciendo un control en la gestión del recurso. Esto fomentó pugnas entre laoligarquía local dirigente del ayuntamiento; sobre todo porque –como afirma enla segunda parte de su ensayo– cuando se desarrolla el liberalismo, es el Estadoel que busca eficientar y racionalizar el agua, apoyado en la concepción de estacomo dominio público–jurídico y económico.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 11

Page 12: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

locales sobre los conflictos por el agua, a excepcióndel artículo “El agua y la industrialización de Xalapay su región durante el siglo XIX”, de Sergio Flores-cano.13 En este destacan las pugnas por el recursoentre industriales y azucareros, sin detallar al respectoni considerar la relación hombre-naturaleza, comotampoco el análisis de los roles del gobierno localpara reconstruir la conformación de la sociedad regio-nal, y menos el proceso jurídico-político en la inter-vención de los grupos de poder y sus alcances. Por lotanto, es escasa la historiografía acerca de los aspectossociales del agua y la tierra en conjunto, aun cuandoambos son básicos para entender el desarrollo de lassociedades.

Como plantea Krader y retoma Aboites, “los usosdel agua constituyen una de las dimensiones del procesohistórico de transformación de la naturaleza por mediodel trabajo social”.14 Al ponderar los usos del agua en lareproducción social, se perciben los vínculos concretosde la sociedad y se generan pautas para que el estudiosoobserve la conformación de los grupos sociales.

Ámbito del libro

El objetivo fundamental de este libro es explicar elorigen y el alcance de las tensiones sociales derivadas

12

13 Sergio Florescano, 1989, “El agua y la industrialización de Xalapadurante el siglo XIX”, pp. 175-191. En otros dos de sus artículos nos remite a laproblemática del agua, estos son: 1987, “Orígenes empresariales, avances ini-ciales y primera dificultad de la industria textil de Xalapa y su región”, pp. 3-20, y 1992, “Xalapa y su región durante el siglo XIX, las principales vertientesde su desarrollo económico, social y político”, pp. 135-166.

14 Citado por Aboites, 1998, p. 16.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 12

Page 13: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

del control, del uso o manejo del agua entre los acto-res sociales y los grupos hegemónicos que componíanla estructura social del entorno rural-urbano deXalapa, entre 1838 y 1882, para comprender los ava-tares del proceso de transformación de una sociedadque recién comenzaba a reconstruirse tras su indepen-dencia. Se trata, entonces, de una sociedad que transi-taba de las conservadoras costumbres coloniales haciauna sociedad moderna y liberal. Lo importante esmostrar cómo los conflictos propiciados por el controlde los recursos primarios, básicamente el agua, pue-den constituir el eje central de una investigación queexplique la fragmentación o recomposición de lasociedad a partir de la introducción de nuevas tecnolo-gías agroindustriales.

El conjunto de hipótesis que ayudaron a definirel análisis y exposición del libro es múltiple: 1) Enmanos del hombre, el agua, un recurso natural, setransforma en un recurso social o más bien cultural,porque la población usa y consume el agua en lasdistintas actividades productivas, es decir, en prácti-cas sociales que generan una apropiación y revalora-ción de los recursos. 2) La manipulación y el uso delagua, como factor de producción y recurso indispen-sable para la vida doméstica, permeó la estructurasocial y dio origen a conflictos entre los distintossectores y estratos de la población, especialmenteentre los grupos hegemónicos que a toda costa pre-tendían el suministro en beneficio de su rama pro-ductiva. 3) Las tensiones entre los grupos locales dehacendados cañero-ganaderos, hacendados-comer-ciantes y empresarios textiles, vecinos de Xalapa ypequeños agricultores, produjeron escasez donde nodebiera haberla y, con ello, más conflictos, toda vez

13

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 13

Page 14: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que involucraban a todos los habitantes de la región.Al establecerse la industria textil en un espacio concaracterísticas más bien rurales que urbanas, se alte-raron sustancialmente las condiciones materialesentre los antiguos y diversos usuarios del agua. A lavez, se modificaron las normas, los usos y las cos-tumbres que mantenían la funcionalidad y las regula-ciones del agua en los ámbitos local y regional. 4) Eltrasfondo de los conflictos constituyó el dilemasobre el rumbo que debían tomar las políticas públi-cas para alcanzar la tan deseada modernidad, basadaen un desarrollo económico en consonancia con unamejor calidad de vida de los habitantes y en la quetodos salieran beneficiados. En el caso de Xalapa, lascontroversias ocurrían ante la negativa de los cañero-ganaderos que gozaron de privilegios en la obtencióny manejo del agua durante la Colonia, al realizaradecuaciones para un óptimo aprovechamiento delrecurso.

Este trabajo se centra en Xalapa y su entorno,una región que en el siglo XIX se hallaba constituidapor aproximadamente una docena de haciendas que sedesarrollaron gradualmente durante la Colonia,mediante la práctica del binomio caña-ganadería. Lavida cotidiana de los hacendados transcurría entre sucasa de campo y la que poseían en la zona urbana deXalapa, Puebla o México. En la población xalapeña,varios de los hacendados y demás grupos dominantes(como ciertos comerciantes del puerto de Veracruzque aquí poseían una residencia) tuvieron una cons-tante participación política, social y económica que,junto con otros factores, incidieron en el destino de laciudad como concentradora de instituciones de carác-ter local, regional y estatal, resultado de numerosas

14

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 14

Page 15: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

circunstancias históricas.15 De modo que Xalapa fuecabecera de partido en la etapa borbónica y, una vezinstaurada la República, capital “pendular” del estadode Veracruz, porque los poderes alternaban sus estan-cias primordialmente entre Xalapa y el puerto.16 Poreso, el análisis del aspecto político-institucional aportaelementos importantes en la investigación, dado queaborda relaciones de poder que se entretejían en lasdistintas instancias en las que participaban, según elmomento histórico, las alianzas o los intereses.

El espacio físico se seleccionó a partir del ejetemático del agua y los conflictos que dejan ver elcontrol ejercido por los actores sociales que fuerondando forma a la estructura socioeconómica xalapeña;por ello, se tomó una parte del territorio de Xalapa yCoatepec, donde se observó una representación másamplia de formas de apropiación y dominio por partede las élites que detentaban el poder económico ypolítico regional en el siglo XIX.

El periodo que abarca la investigación va de1838 a 1882. Esto puede parecer ajeno a los “grandes”cambios históricos, pero obedece a las particularida-des del estudio y se articula con los factores endóge-nos de la nueva nación independiente que contem-plaba el despegue o reacomodo de la estructura pro-

15

15 Desde el siglo XIX y por tener un clima benigno, este asentamientoatrajo a la población en tránsito y, por ende, en ese tiempo pasó a ser cabecerade pueblos sujetos, razón por la cual radicaba ahí el alcalde mayor. En el sigloXVIII, estuvo la jefatura de partido y se constituyó además en subintendencia;cuando por las reformas borbónicas se reorganizó a la Nueva España en inten-dencias, a Veracruz le correspondió la cabecera de intendencia de este territo-rio. Blázquez, 1992, pp. 14 y ss y Commons, 1993, p. 41.

16 Aunque esporádicamente también en Orizaba y otros lugares, comose observa en el cuadro que se presenta en el Apéndice.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 15

Page 16: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ductiva. De ahí que historiar grosso modo este pro-ceso reviste su propia trascendencia. Va a ser duranteel gobierno centralista (1837 y 1846), en tanto deposi-tario del proyecto económico modernizador promo-vido, en principio, por los conservadores medianteuna política proteccionista, cuando se ponga en mar-cha el plan iniciado en el tiempo de las reformas bor-bónicas y se empiece a sentar las bases del presente,en cuanto al suministro y control de los recursos básicos.

El estudio de los conflictos sociales es una vía deobservación de la forma en que operaron los ayunta-mientos a partir de la Constitución de Cádiz, en 1812,y cómo se adaptaron al proyecto federal bajo lainfluencia gaditana que les facultaba a ejercer su polí-tica con autonomía para seleccionar a sus autoridadesy hacer uso de sus recursos; por ende, es ineludibleanalizar a la institución local en el sentido propositivode Aboites: “no como una atribución de la sociedadabstracta, sino como la facultad de grupos socialesconcretos y autoridades igualmente concretas paraorganizar la forma de usar los recursos productivos deacuerdo con el juego de intereses presentes”.17

Los hacendados e industriales xalapeños, en pugnapor el agua, estuvieron presentes en el ayuntamientolocal. Es necesario señalar, entonces, los efectos quetuvo la legislación gaditana en los sectores sociales y lafragilidad propia del periodo de reacomodo o desarticu-lación de los poderes locales, así como las alianzas quelos grupos dominantes lograron con los funcionarios de los gobierno estatal y nacional. Lo que refleja el sen-

16

17 Aboites, 1998, p. 14.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 16

Page 17: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tido conflictivo entre la transición del antiguo régimen ylos intentos por llegar a la modernización.

Guerra y Pietschmann confirman la idea de quelos cambios ocurridos en Xalapa con el proceso indus-trializador responden al espíritu ilustrado de la épocay a la adopción del liberalismo como ideología domi-nante. Ambos autores indican que desde el refor-mismo borbónico se buscaba crear un concepto deEstado y sociedad de corte racional con una tendencialiberadora,18 orientada “a eliminar frenos tradicionalesque impiden al individuo buscar su adelanto, librarlodel patrimonialismo tradicional y enmarcarlo dentrode un sistema claro de normas legales”,19 de modo quecada persona tenga el libre derecho de desarrollar sushabilidades.

Tanto la Ilustración como el liberalismo se propo-nían acabar con el proteccionismo y los privilegios quelimitaban el desarrollo de los individuos y de las regio-nes, por lo que permitieron la libertad de comercio, decultivos e instalación de otras empresas. Este espírituno trasmutó con la Guerra Civil de 1810, ni con elcambio de régimen federal a central. La experienciaxalapeña es un claro ejemplo de las dificultades quelos inversionistas –parte de una sociedad tradicional–enfrentaron al aventurar su capital en las agroindustriasmodernas. La misma experiencia permite explicarcómo vivió y sufrió la sociedad xalapeña esta moderni-zación cuando tuvo que movilizarse ante la amenazade la limitación de un recurso tan vital para su supervi-vencia como lo era el agua. A pesar de los conflictos y

17

18 Guerra, 1993, p. 33.19 Piestchmann, 2000, p.195.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 17

Page 18: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

las diferencias de intereses, los actores sociales y polí-ticos debieron llegar a un acuerdo.

No se detallan en este trabajo las diferenciasentre los modelos económicos que enfrentaron a fede-ralistas contra centralistas y a liberales contra conser-vadores, porque resulta inoperante en este contexto: elproceso modernizador, como se señaló antes,comenzó en el siglo XVIII, con las reformas borbóni-cas que instrumentaron cambios en las políticas eco-nómicas cuyos resultados eran impredecibles para losactores sociales de ese momento. Por supuesto, semuestran aquí los efectos regionales de aquellas refor-mas.

Con la llegada de Guerrero a la presidencia, sepromovió una política industrializadora dirigida porLucas Alamán y Esteban de Antuñano en la que seaplicaron aranceles de tipo proteccionista: se redujo laentrada de importaciones, se promovió el apoyo legaly crediticio para fomentar las industrias del país yconservar su mercado y sus privilegios.20 El desarrolloindustrial constaba del empleo de maquinariamoderna y la habilitación de establecimientos conacueductos, represas o canales para la conducción deagua, elementos que requerían de fuertes inversionesde capital sólo asequibles a los grandes propietarios ycomerciantes. Para coadyuvar a su impulso el go-bierno y los promotores acordaron la fundación delBanco de Avío, el cual facilitaría la recaudación defondos a través de los aranceles de importación.21 Así,el Estado estimulaba y protegía el progreso industrial

18

20 Colón, 1982, p. 69.21 Ibid., 1982, pp. 77-79.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 18

Page 19: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

regional, como una alternativa para abatir la crisiseconómica de la postindependencia.

Un agente histórico exógeno que influyó en lasociedad decimonónica mexicana fue el florecimientoindustrial de los ingleses, avance que resultó atractivoen cuanto fórmula económica para asegurar el rápidocrecimiento del capital, y representó un ejemplo aseguir, máxime que México padecía una fuerte crisiseconómica debido al constante desgaste productivoque generaban las guerras y las diferencias políticasde un Estado en construcción. Por eso, la inversión enel ramo industrial era una forma de paliar la difícilsituación; de hecho, imprimió una nueva dinámica aldesarrollo social que determinó un reacomodo y/o laconsolidación de los grupos socioeconómicos domi-nantes. Sin embargo, para que el progreso industrialtuviera éxito se requería de una mayor flexibilizaciónpara el acceso a la tierra y el agua.

Un factor histórico que repercutió en la proble-mática regional del agua fue la Guerra de Reforma(1857-1860) entre liberales y conservadores. Aunqueel marco legal de las desamortizaciones fue configu-rado a finales del siglo XVIII y promovido en 1833,logró aplicarse luego de la expropiación de los bienesen manos de la Iglesia y las corporaciones civiles, loque trajo consigo una revisión de la normatividadsobre la tierra, e indirectamente sobre el agua. Doselementos más, de carácter externo, intervinieron enlos conflictos por el agua: la entrada de capitales alpaís y la influencia de la diversificación de productosagroindustriales –entre ellos el café–, ante la demandadel mercado internacional. Algunos hacendados de laregión decidieron ocupar sus tierras de reserva en esteproducto cuyo procesamiento requería de infraestruc-

19

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 19

Page 20: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tura. El café necesita de agua en abundancia para subeneficio húmedo, por eso quienes se dedicaron a estaagroindustria también entraron en competencia conlos industriales por el recurso hídrico.

La obra concluyó en 1882 con la solución al con-flicto entre los hacendados e industriales, justo cuandolos debates de la legislatura se inclinaban por la nacio-nalización o federalización22 del recurso acuífero. En1883 se definió al agua como un bien público, sujeto aimpuestos determinados por la federación. A la par ycomo parte del progreso porfiriano se inició una fasede apertura al desarrollo industrial.23 El porfirismoconsintió en el ingreso de capitales en zonas de mayorpotencialidad productiva, derivada de condicionesgeográficas favorables que permitieron el fortaleci-miento de las élites políticas y económicas de regio-nes como Orizaba y Córdoba.

La periodización se justifica ante el vacío deinformación en torno al estudio de los recursos agua ytierra, y sobre la conformación de la sociedad xala-peña. Por lo tanto ha sido fundamental reconstruir elproceso histórico acerca del desarrollo del poblado yde las condiciones legales, políticas y sociales queprevalecieron en la introducción de las fuentes deagua para entender e interpretar la temática centradaen el siglo XIX. La inicial falta de información con-dujo a la formulación de otras preguntas que fundaneste estudio: ¿qué pasaba en una región donde había

20

22 Subrayo la palabra federalización para enfatizar cómo ocurrió el con-trol del agua. Se trató de una centralización porfiriana, ya que el gabinete nece-sitaba allegarse recursos para desarrollar su proyecto de nación progresista; deahí que comenzara a concentrar los impuestos por el uso del agua.

23 Cardoso, 1980, p. 386.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 20

Page 21: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

habido una relativa abundancia de agua?, ¿por qué enXalapa se registró un temprano crecimiento industrial,textil, en la primera parte del siglo decimonónico?,¿cuál era la experiencia manufacturera de la zonaxalapeña en el ramo textil?

Si el eje fundamental del trabajo gira en torno delagua, entonces se hace necesario saber cuáles fueronlas modalidades que dieron valor a este bien común ybajo qué instrumentos legales o prácticas tradicionalesse ampararon las susodichas modalidades que oscila-ron entre lo público, lo privado y lo comunal en elsiglo XIX. ¿Cuál fue el papel de los funcionarios delayuntamiento en el abasto del agua y cuál el de ésterespecto del poder regional? ¿Quiénes fueron losempresarios que participaron en la protesta por laintroducción del agua en Xalapa? ¿Cómo y en quécondiciones se presentaron las pugnas por el aguaentre los grupos interelitistas y cómo las resolvieron?La necesidad de dar respuesta a estas y otras pregun-tas hizo posible la sistematización de la informaciónlocalizada.

El libro consta de cuatro capítulos: el primerorecrea la región xalapeña a partir de su ubicaciónestratégica y sus características geográficas, importan-tes para entender por qué una zona copada de manan-tiales –más que de ríos–, facilitó el asentamiento delas distintas etnias prehispánicas y, en la Colonia, eldesarrollo de los grupos sociales hispano, criollo ymestizo, los cuales competían por la apropiación delos recursos básicos, como el agua, para las principa-les actividades económicas del campo y la ciudad.Enseguida se habla del contexto político-económicoen el que participaron los comerciantes y militares enXalapa, quienes dejaron su impronta tanto en el poder

21

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 21

Page 22: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

local y regional, como en la edificación de la infraes-tructura para encauzar el agua hacia sus distintosfines.

El segundo capítulo revisa el proceso de forma-ción de la élite regional y la incorporación del ciuda-dano a las funciones de la institución municipal.También se comparan las ordenanzas municipales,legitimadas en la Constitución de Cádiz, con la regla-mentación establecida en la primera incursión delfederalismo y con las leyes decretadas a partir del cen-tralismo. Para terminar, se explica cómo el ayunta-miento se vale de estas ordenanzas, leyes y decretospara regular los recursos naturales, la movilidad socialy la pervivencia de los grupos hegemónicos en elpoder.

El tercer capítulo está dedicado a contextualizarel primer proceso de industrialización del país y sudesarrollo en la región xalapeña, con el interés desubrayar los cambios relacionados con el uso delagua. Por ejemplo, las modificaciones del espaciourbano frente al incipiente auge industrial y los efec-tos de los cambios provocados por la nueva tecnolo-gía. Luego, se subraya el papel rector del ayunta-miento y sus acciones en las demandas y reclamos, asícomo en los convenios que realizó para adecuar lasfuentes hídricas que sirvieron a las fábricas y los me-nesteres institucionales desempeñados por los empre-sarios para fortalecer o equilibrar su economía.

El último capítulo engloba la temporalidad queva del segundo federalismo a los albores del Por-firiato. Comienza con los cambios generados por laaplicación de las Leyes de Reforma, como la desa-mortización de los bienes corporativos, que incidió enel comportamiento de algunos miembros de la élite

22

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 22

Page 23: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

regional. También se rescatan el impacto de la desa-mortización en las comunidades indígenas y las reac-ciones de los pueblos comuneros ante las repercusio-nes del liberalismo en la privatización de la tierra, entanto se formalizaba el uso del agua en calidad de bienpúblico.

Los apartados restantes se concentran en las difi-cultades que tuvo la sociedad xalapeña a consecuenciade la modernización de la industria textil y la creación deotras pequeñas factorías, lo cual afectó no sólo elabasto del vital líquido, sino también las funciones delayuntamiento como institución responsable de la bús-queda de soluciones a las demandas sociales motiva-das por las continuas sequías. Además, la federaliza-ción del agua que estaba por llegar y que afectaría lasdecisiones municipales en cuanto al control de losrecursos básicos y de su propia autonomía como insti-tución local.

Las fuentes

Para llevar a cabo este estudio sobre la conformaciónsocial, vista a través de los conflictos por el agua –ysus conexiones con la tierra como recurso insepara-ble–, he acudido a la recopilación de datos globalessobre la problemática general del agua, pero también alas instituciones que están detrás de ésta; sobre todo, lasrelacionadas con las actividades productivas y con elayuntamiento. El asidero fundamental para la integra-ción de este trabajo ha sido el Archivo HistóricoMunicipal de Xalapa, del cual se revisaron dos fondosimportantes: las Actas de Cabildo y el de MéxicoIndependiente. En ellos se muestra una miscelánea de

23

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 23

Page 24: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

problemas locales que fueron dando indicadoresacerca de la composición de las instancias de autori-dad y la forma tan diversa en que éstas atendían a lapoblación y resolvían las situaciones. Precisamente eneste punto es donde se verifica una constante partici-pación de la élite en las funciones del gobierno, y paracomprobarlo cuantitativamente se diseñó una base dedatos con las categorías de miembros, funciones y car-gos o comisiones desempeñadas cada año.

Cabe reconocer que hoy se encuentra más orga-nizado el acervo, sin embargo hace veinte años,cuando lo exploré por primera vez, había documentosque en esta ocasión no se encontraron, quizá se fueronextraviando con los cambios de gobierno municipal yde domicilio del archivo. Por ello, en este trabajo seutilizan manuscritos que obedecen a dos nomenclatu-ras: 1) los que corresponden a la anotación anterior,cuando los escritos se hallaban sueltos y en paquetesfoliados por año, y a cuya información tuve accesohace dos décadas, antes de que, por desgracia, muchosde ellos se extraviaran, y 2) los que se localizaron enesta última revisión, los cuales aparecen con la nuevanomenclatura, organizada en protocolos para las Actasde cabildo y en cajas de ramos distintos.

Otras fuentes primarias, objeto de consulta, fueronel Archivo Notarial de Xalapa y el Archivo del RegistroPúblico de la Propiedad de Xalapa. Con ellos se cruzóla información sobre las actividades económicas, lasfamilias, sus alianzas y sus redes de parentesco. Estasfuentes fueron complementadas, a su vez, con la con-sulta del Archivo Notarial de Puebla y la del ArchivoGeneral de Notarías de la Ciudad de México, mismosque concentran información sobre los negocios de laclase pudiente, cuyos vínculos se hallan entre Veracruz,

24

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 24

Page 25: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Xalapa, Puebla y la Ciudad de México. El últimoarchivo brindó información sobre la primera mitad delsiglo XIX, misma que la doctora Josefina Vázquez, apo-yada por un equipo de El Colegio de México, revisó yconcentró en un disco compacto, de modo que el inves-tigador inquieto vaya al encuentro de una explicaciónmás completa y coherente al respecto.

Para redondear la información documental ysecundaria, fue útil observar directamente el PanteónAntiguo de Xalapa, porque una vez que se localizaronlas tumbas de algunas familias o personajes del sigloXIX, se corroboraron ciertos nexos, no muy claros enlos acervos, sobre las familias que formaron parte delgobierno estatal o municipal, o sobre aquellas relacio-nadas con la industria y las ventas de agua.24

En relación con las concesiones de agua, se con-sultó el Archivo Histórico del Agua en la Ciudad deMéxico, pero como la temporalidad del estudio esanterior a la formación de la Secretaría de Fomento,con Porfirio Díaz, sólo se localizaron expedientes queseñalan tangencialmente algunos aspectos del Caño deSayago, porque éste fue el despegue del modelo actualde distribución del agua en la localidad. A pesar deello, resultó valiosa su aportación por el acervo biblio-gráfico sobre el tema, aunado a la información carto-gráfica en torno a las concesiones de agua potable alas haciendas locales y a la ciudad. La introduccióndel agua potable en Xalapa comienza con la conexiónde la red a partir del Caño de Sayago; inclusive lainformación de este archivo sugiere que cuando las

25

24 Vale mencionar el deterioro observado durante las visitas realizadasal panteón, debido al abandono en que se encuentra, ya que el acceso a las tum-bas se ve obstaculizado por monte, fango y animales, a excepción de los días deTodos Santos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 25

Page 26: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

empresas introdujeron el agua a la ciudad tomaroncomo punto de partida este acueducto.

El Archivo General de la Nación aportó datossobre los “escurridizos” indios de la región, gracias alos expedientes localizados en el ramo de la ClaseMenesterosa, fundada por el emperador Maximilianopara “proteger” a este sector social de la iniquidad y laexplotación en que vivían, y aunque sólo permaneciódurante su gobierno, al menos dejó huellas de su que-hacer o de sus intenciones, datos suficientes para com-pararlos con los de las fuentes locales y probar la exis-tencia de estos grupos.

La información sobre la industria se localizó enlas Memorias de Fomento, en el ramo Matías Romerodel Archivo General del Estado de Veracruz. De estemismo acervo, se colectó la cartografía de Xalapa enel siglo XIX y, de su fototeca, algunas imágenes quemuestran las obras públicas y los edificios que dieronfe de los diversos establecimientos de la época, aun-que algunas se obtuvieron de colecciones particulares.Desde luego, casi todas estas fuentes tienen un carác-ter oficial, por tanto “ideologizado”, deformante25 ocomo sea, pero no por ello inutilizable, porque contri-buyen a la construcción social del conocimiento.Finalmente, existen algunos vacíos y limitaciones queesta investigación no pretende agotar y, por tanto,quedan vetas que otros investigadores abordarán en suoportunidad, pero todo el trabajo, los aciertos y loserrores, son responsabilidad de la autora.

26

25 Como dice Carlo Ginzburg (1997, pp. 13-23), la mayoría de los datosproceden de los “Archivos de la represión” o de los individuos vinculados, pre-cedentes de la cultura dominante.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 26

Page 27: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Agradecimientos

Antes de concluir, es necesario mencionar que estetrabajo se presentó como tesis en el doctorado deHistoria y Estudios Regionales del Instituto de In-vestigaciones Histórico-Sociales de la UniversidadVeracruzana. Mi más sincero reconocimiento alcuerpo académico y administrativo de este Institutopor darme cabida en la primera generación y por elapoyo y las facilidades que me brindaron para el desa-rrollo del trabajo. En especial, expreso mi gratitud aldoctor Juan Ortiz Escamilla por haber dirigido la tesisy haberme invitado a publicarla. A él, porque su expe-riencia y conocimientos me permitieron entendermejor la riqueza y la complejidad del periodo histó-rico que el trabajo abarca, sin olvidar que también meproporcionó una amplia bibliografía y cierto materialde su rastreo por los archivos europeos. Agradezcoasimismo al doctor Joaquín R. González Martínez, unlector puntilloso que me aportó valiosas sugerenciaspara coadyuvar a la comprensión temática y cronoló-gica, determinantes en la reestructuración del estudio.Quiero también dar las gracias a Odile Hoffmann porsu cuidadosa e inteligente lectura, que motivó variasideas.

A lo largo del tiempo transcurrido en la realiza-ción del trabajo, muchas personas me brindaron suapoyo, sus conocimientos y, sobre todo, su afecto; enespecial, mis colegas y amigas de la generación:Julieta Arcos Chigo y Juana Martínez Alarcón, quie-nes me impulsaron a terminar el trabajo. Esta última,colaboradora del Archivo General del Estado, meayudó a acceder con facilidad al material escrito ygráfico de este importante acervo, el cual se convirtió

27

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 27

Page 28: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

en la base para mostrar la localización de las corrien-tes acuíferas y los principales establecimientos econó-micos.

En este espacio, mi esposo, David Alan SkerrittGardner, merece un reconocimiento muy especial,pues no sólo ha compartido conmigo los desvelos ylas responsabilidades de una vida en común, sino queme ofreció su apoyo profesional, su tiempo y su expe-riencia para elevar la temática a tesis; además, contri-buyó a dar claridad a los materiales gráficos que apa-recen en el texto. Expreso también mi reconocimientoal inmenso apoyo y amor de mi familia. A mis hijos,Guillermo y Susana, les pido una disculpa por haber-les restado tiempo de convivencia, pero ellos sabenque estamos juntos de mil maneras. Por todo eso ymás, les dedico mi trabajo a ellos y a mi madre,Enriqueta Fuentes, quien de no haber tenido que par-tir, hubiera compartido conmigo la emoción y el entu-siasmo de haberlo concluido, y de ver en sus manoseste libro.

28

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 28

Page 29: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

I. XALAPA. UNA CONSTRUCCIÓN SOCIOECONÓMICA REGIONAL

El agua ha ocupado un primer lugar en la constitu-ción de las ciudades y la construcción de su espa-cio: requiere de mecanismos cada vez más comple-jos, así como de grandes desembolsos. Desde elinicio fue un asunto peleado por los poderes quecompartían el control de las ciudades. Su consumo,la modificación de sus roles y su empleo ha sido unpunto nodal de las políticas urbanas, aun cuando nosea posible separarlos de los campos morales o reli-giosos de la frontera entre lo público y lo privado.

ROCHÉ

Si la región se define de acuerdo con las relacionessociales y económicas que se ejercen en el tiempo y elespacio, entonces el espacio regional va modificán-dose según la influencia de las fuerzas sociales y elproceso histórico en el que evoluciona.1 De tal modo,la región es en sí misma un concepto dinámico conlímites variables;2 por ello, al estudiarla hay que poner

1 Moreno y Florescano, 1977, p. 64.2 Van Young, 1991, pp. 99-109.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 29

Page 30: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

atención en los matices espaciales y temporales. Eneste contexto, la región xalapeña se define como unespacio contiguo a Veracruz, reconocido como elpuerto que dio vida a la colonización española; alprincipio, como parte del hinterland de la “ciudadcentral de Veracruz”, pero después, poco a poco y deacuerdo con su evolución y la influencia que el centrourbano xalapeño fue atesorando con las comunidadesde su entorno, fue trocándose en “ciudad central”,3 sinperder sus vínculos con el puerto, gracias a su movi-miento mercantil y su ubicación estratégica. Así,durante el desarrollo histórico ulterior, el puerto coad-yuvó en los cambios sociales, políticos y económicosde Xalapa, por lo menos, hasta finales del siglo XIX.

En este sentido, se puede apreciar que la estruc-tura económico-social de la llamada Ciudad de lasFlores, expresada en sus relaciones de mercado, haestado ligada con el exterior porque el sector comer-cial mantenía en circulación sus mercancías; primero,constreñido al espacio de las ferias y, después, deforma más amplia, por su capacidad librecambista.Sus relaciones con el mercado interno se aprecian porla variedad de productos agrícolas o manufacturerosque se intercambiaban o distribuían en un hinterland,del cual se puede decir que era bastante limitado,debido, entre múltiples factores, a los malos caminos,al escaso desarrollo de los medios de comunicación ya la distribución dispersa de la población, propiciadapor las características de la geografía regional que cir-cunscribían su mercado (véase mapa del entornoregional).

30

3 Smith, 1991, p. 106.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:32 p.m. PÆgina 30

Page 31: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figu

ra 1

. Ent

orno

reg

iona

l Xal

apa-

Coa

tepe

c

FUE

NT

E: E

labo

rado

por

D. S

kerr

itt y

N. L

eón

a p

artir

de

Mar

chal

, 198

4, “

De

lo g

ener

al a

lo p

artic

ular

; las

tres

esc

alas

de

estu

dio”

, p. 1

2.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 31

Page 32: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Xalapa ha sido la “ciudad central” de una red depequeñas ciudades y pueblos/cabeceras municipales,que a su vez han administrado a la población de ran-cherías y congregaciones disgregadas en sus cerca-nías. Xalapa y los pueblos del entorno fueron defi-niendo su capacidad jurídica y política en el periodode estudio; es decir, fueron adquiriendo su forma ydestino, aunque las más de las veces en un ambientede dependencia del centro urbano. Como en el caso dela jurisdicción municipal de Coatepec a la que perte-necían grandes haciendas cañero-ganaderas, perocuyos dueños pagaban sus contribuciones en la ciudadde Xalapa; y no sólo eso, sino que en sus diversas ins-tituciones gestionaban la solución a los problemasrelacionados con los recursos naturales (tierra y agua).Además, como se verá más adelante, hubo gran movi-lidad de propietarios y era común verlos participar enun amplio abanico de actividades que incluían elcomercio, la milicia, la arriería, el agio, la explotaciónganadera y la producción cañero/azucarera. Es decir,la circulación y la diversificación económica les per-mitía establecer nexos para acceder a la vida política ysocial de la ciudad de Xalapa.

En la demarcación xalapeña se desarrollaronvarias haciendas dedicadas al desarrollo del binomiocañero/ganadero, pero en general más ligadas a la cir-culación mercantil, abastecida en parte por las hacien-das y poblaciones circunvecinas. Además de ser unnúcleo comercial y político, el espacio urbano xala-peño se inauguró como centro de la incipiente indus-tria textil durante la primera mitad del siglo XIX, conel establecimiento de cinco fábricas, lo que ocasionócierta competencia por el agua entre los hacendados,los nuevos empresarios textiles y los núcleos pobla-

32

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 32

Page 33: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cionales. Por ende, en este trabajo no se aborda suespecificidad económica, sino que se destaca la con-formación de la estructura socioeconómica regional,en busca de una explicación sobre el avance de suproceso de formación con la temática del agua, de ahíla importancia de presentar inicialmente sus caracte-rísticas geográficas historiando su proceso de cons-trucción.

1. Recursos naturales y desarrollo económico-social

Una característica que hizo atractiva esta zona a losojos de los españoles fue la altitud. Xalapa se localizaen la región montañosa central del actual estado deVeracruz, al pie del eje neovolcánico de la SierraMadre Oriental, justo en los 19º 31’ 10” de latitudnorte y 96º 54’ 20” de longitud oeste de Greenwich,enclavada al pie de las laderas del Cofre de Perote oNauhcampatepetl (como le decían en náhuatl). Alnorte, el Cerro de Macuiltepec la protege de los vien-tos de invierno. Al sur, la rodean montes o colinas deescasa elevación cubiertos de espesos y crecidos bos-ques, que provocan la disminución de la fuerza de losvientos que vienen del sur y que comparte conCoatepec, afectando a otras zonas en las temporadasde abril a junio. Con Coatepec comparte, además, suslímites orientales con El Chico y Apazapan; hacia elsur colinda con Teocelo y Xico, y al Poniente, conXico y San Andrés Tlalnehuayocan.4

33

4 Rivera Cambas, 1869, pp. 124 y 129.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 33

Page 34: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figu

ra 2

. Reg

ión

del C

ofre

de

Pero

te

FUE

NT

E:

Tom

ado

de L

uc C

ambr

ezy

y B

erna

l L

ascu

rain

, Cró

nica

de

un t

erri

tori

o fr

acci

onad

o. D

e la

hac

iend

a al

ejid

o, c

entr

o de

Ver

acru

z,L

arou

sse,

CE

MC

A y

OR

STO

M, M

éxic

o, 1

992,

p. 1

4.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 34

Page 35: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La topografía regional de Xalapa es variable, va de los800 metros sobre el nivel del mar (msnm) cerca de ElLencero,5 a la de mayor altitud que corresponde aBanderilla con 1 650 msnm, por lo que ofrece lugareselevados que no solamente permiten admirar el pano-rama, sino percibir la fuerza y la diversidad de loscambios climáticos, según el lugar, la hora del día ylas estaciones del año.6

Casi desde cualquier lugar de Xalapa, todos losdías se pueden ver el Pico de Orizaba y el Cofre dePerote; con frecuencia, el movimiento de las masas de aire, que van del océano hacia el continente, pasanmuy alto en la costa y se detienen al chocar en elCofre de Perote que alcanza los 4 245 msnm, pero engeneral se acumulan en la sierra de Misantla, donde sesometen a un enfriamiento, provocando nubes, nieblao lluvias propicias para el desarrollo de bosques depino, encino y oyamel.7 Ambas cumbres de referenciaprotegen a Xalapa de los nortes, a la vez que vuelvenel ambiente húmedo y fresco (véase figura 3).

La vecindad con la montaña atempera cualquierade las estaciones del año y permite que la naturalezase cubra de una rica vegetación donde se mezclanhayas, rosales y palmeras con árboles de naranjo,aguacate, duraznos y guayabas para darle ese verdorque, aunado a la gran cantidad de flores y arbustos, ledan el mote de Xalapa de las Flores.8

35

5 La población ha sido popularmente llamada El Lencero, mientras quela hacienda desde su fundación se llamó El Encero (véase nota 56).

6 Zolá, 1987, p. 7; Luis G. Rendón, 1942, p. 1; y Rivera Cambas, 1869,p. 116.

7 Zolá, 1987, p. 17.8 González de Cossío, 1957, p. 231.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 35

Page 36: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 3. Plano de la provincia de Xalapa, 1816

FUENTE: Archivo Histórico del Servicio Militar de Madrid, caja 97.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 36

Page 37: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Xalapa y Coatepec, asentadas al pie de la montaña delCofre de Perote, se vieron favorecidas en su desarrollopor las condiciones climáticas imperantes y por suubicación estratégica en la principal vía de comunica-ción, paso obligado en el itinerario de los españolespara adentrarse en la Nueva España. Desde el sigloXVI se convirtió en posada de la gente que transitabaentre el puerto veracruzano, el Altiplano y la metró-poli hispana, y viceversa. Del mismo modo, en suentorno surgieron diversas ventas a la vera delcamino,9 para satisfacer las necesidades de los viajerosy sus cargadores, por ende, debido a su ubicaciónestratégica, la región xalapeña se vio sometida a unproceso continuo de mestizaje y aculturación; así, supoblación indígena se fue reduciendo y modificandopaulatinamente.

Aparte de gozar de una ubicación inmejorable, losaludable del clima propició cierta movilidad, puesseguía atrayendo a la población que huía de las enfer-medades propias de la tierra caliente, como el vómitoprieto o la fiebre amarilla (en náhuatl matlazahuatl).Este problema era común en las tierras tropicales ybajas donde se ubica el puerto veracruzano, por elcalor, la cercanía de los pantanos y la afluencia de per-sonas no aclimatadas, lo que incidió en la búsqueda deun lugar cercano donde fuera posible permanecer sinperecer ante tanta insalubridad. Por lo tanto, los viajerosque no sucumbían continuaban o se quedaban enXalapa porque era un lugar salubre donde se sobrepo-

37

9 Las ventas más reconocidas según la información de Peter Gerhard(1986, pp. 382-386) fueron: Plan del Río, Cerro Gordo, El Encero, Xallateco(después Las Ánimas), La Joya, Las Vigas y otros. Villaseñor y Sánchez, 1746,pp. 26, 74 y 84 y Peter Rees, 1976, pp. 26 y 74.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 37

Page 38: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nían del viaje trasatlántico y de las inclemencias delpuerto, antes de ascender al Altiplano. De modo que,para atender a todos aquellos que en su tránsito dejaranganancias, se instalaron posadas y hospitales como elde San Hipólito y el de San Juan de Dios.10

Un cuarto factor que promovió a la región en elsiglo XVIII, fue la mayor frecuencia del tráfico mer-cantil, pues los comerciantes porteños, a fin de evitarlos ataques de corsarios y proteger sus mercancías,desde 1683 aprovecharon la cercanía y las bondadesdel clima xalapeño. Y para asegurar sus efectos com-praron terrenos en Xalapa donde construyeron susbodegas, almacenes y, de paso, sus habitaciones cam-pestres o temporales. De ahí que hacia 1720 promo-cionaran a Xalapa como el lugar más propicio para eldesarrollo de las ferias mercantiles y a pesar de lalucha de los comerciantes orizabeños por obtener la plaza, los xalapeños ganaron debido al interés delos porteños.11 Como prueba de lo anterior, en losinformes militares de 1816 se decía de Xalapa que por

…su clima era muy apacible, delicioso y templado siendolas menudas lluvias, las más frecuentes en el invierno,generalmente llamadas salud del pueblo. Éstas se formancuando en Veracruz sopla el viento del norte y sobre elcielo de Xalapa aglomeran grandes masas de nubes que, alcondensarse, producen la referida lluvia muy fina y [...] sifalta la humedad se aumenta las enfermedades, por lo quela sabia naturaleza ha dispuesto que no pasen 15 días sinque llueva, a no ser en casos raros, siendo bien espesos losrocíos de la noche.12

38

10 Trens, 1950, p. 149.11 Juárez Martínez, 1977, p. 23. También veáse figura 3.12 Según documento del AHSMM (Archivo Histórico del Servicio Militar

de Madrid), en 1816. Este escrito oficial rápidamente fue conocido

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 38

Page 39: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Aunque la humedad y temperatura disminuye cerca de0.7 por cada 100 metros de elevación, o sea que elgrado de humedad varía según la altitud y la localiza-ción de los lugares respecto a los vientos húmedos.13

Diversos autores han hecho referencia a que el Cofrede Perote determina las condiciones climáticas de laregión, porque está a 80 km y cerca del Golfo deMéxico. Esto afecta el grado de humedad que pro-viene del océano, a través de los vientos alisios quesoplan del Norte, incluyendo los nortes de invierno(masas de aire frío y húmedo). Es decir, la proximidadde la costa explica el aumento de las precipitaciones,más que la misma altitud. A medida que las masas deaire suben por las faldas orientales, hacia las costasdel Golfo, la mayoría de las lluvias se descargan aleste del Cofre, en las regiones de Xalapa y Coatepec,donde alcanzan entre 1 500 y 2 000 mm al año, lasprecipitaciones siguen su aumento hacia los 2 000 mde altitud y después disminuyen drásticamentedejando una zona seca al Oeste del volcán.14

La topografía y el clima suministrados por el ejeneovolcánico y la cercanía del Golfo de México favo-recen las precipitaciones en las faldas orientales delCofre de Perote y permiten la organización de una redhidrográfica que alimenta tres cuencas: la del ríoBobos, la del río Actopan y la de los Pescados. Entrelas dos últimas se localiza la región de estudio.

39

en México y considerado en el informe estadístico del gobernador SebastiánCamacho (Informes de sus gobernadores, 1986, tomo I, p. 124). Y posterior-mente fue retomado una y otra vez por casi todos los cronistas y algunos viaje-ros, desde Rivera Cambas, Trens y otros.

13 Hoffmann, 1992, p. 32.14 Cambrezy y Lascurain, 1992, p. 17. La observación de un planisferio

nos da la ubicación de esta cima dentro del trópico de Cáncer, razón por la queles llaman “cumbres de trópico”.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 39

Page 40: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Lo importante de reconocer el sistema hidroló-gico es detectar cuáles fueron las fuentes de abasteci-miento que tenía la población para sus distintos usos,si contaban con fuentes perennes o de corriente inter-mitente. De esta manera se pueden entender losmomentos de crisis por estiaje, el brote de tensionessociales entre la población y cómo lo resolvían las ins-tituciones públicas, en particular los funcionarios quetenían los roles políticos del momento.

El sistema hidrológico de Xalapa y Coatepecpresenta dos particularidades: la primera es un indica-dor de la existencia de corrientes temporales y peren-nes, provenientes del Cofre de Perote y que se locali-zan entre las cuencas de los ríos de Actopan y LaAntigua; la segunda es atribuible a las característicasgeológicas del terreno, por las vetas de arena blanque-cina y de basalto poroso donde circula una gran canti-dad de veneros de agua delgada, saludable y abun-dante,15 producto de la filtración del suelo, que haentrado en los mantos o estratos y sirven de depósitosacuíferos subterráneos, sostén de la población xala-peña por mucho tiempo.16

La cuenca del río Actopan comienza al noroestedel Cofre de Perote, en la barranca de La Loba dondenace la corriente perenne del río Sedeño, el cual des-

40

15 Villaseñor y Sánchez, 1746, tomo I, p. 281.16 Luis G. Rendón, 1942, pp. 7 y 17, y Roemer, 2000, pp. 26-27.

Existen diferentes formaciones dependiendo de la era en la que se produjeronlos suelos arenosos y arcillosos correspondientes al Jurásico Superior. Lasrocas más duras son propias de la era Cuaternaria. Por ello, dicen que Xalapaestá asentada en una formación basáltica desigual, las lomas más altas corres-ponden a una brecha de basalto con vetas de roca oscura con algunas fallas uoquedades, y las partes bajas están compuestas de marga o arcilla calcárea conuna proporción alta de arena que produce un terreno bastante permeable yvariado en su consistencia.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 40

Page 41: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ciende por terrenos montañosos, vadeando por elmanantial El Paisano, y a su paso captura las corrien-tes formadas en la porción noroeste del mismo Cofre.En su larga trayectoria, se alimenta de varios afluentesy cruza las tierras de las exhaciendas de Lucas Martín,La Concepción, Sosocola, Tenampa y Almolonga,perdiéndose bajo la lava seca o malpaís, en las tierrasde la hacienda de Paso del Toro, para seguir su cursosubterráneo hasta llegar al Descabezadero, dondebrota en forma de cascada.17 Desde esta caída de aguacambia su nombre por río de Actopan y, acompañadode otros afluentes, va a dar al mar. Hay que señalarque el río Naolinco es el tributario más grande de estacuenca; por cierto, recibe ese nombre a partir delcruce de los poblados de Tlacolulan y Miahuatlán.

Para entonces el río Sedeño circulaba por el terri-torio xalapeño, regando las tierras de las mencionadasexhaciendas que se ubicaban al norte de este munici-pio. De hecho, hoy este río es la frontera natural conel municipio de Banderilla. Es probable que el arroyonombrado Xallateco, que transita por las tierras de laex hacienda de Las Ánimas, provenga de la cuencadel río Actopan o de sus afluentes subterráneos.

La cuenca del río La Antigua se origina tambiénen el Cofre de Perote, pero ahora por el lado este, apartir de la Laguna de Tilapa y de la barranca dePedro Martín, donde emergen las aguas de abundantesmanantiales que al unirse dan vida a la corriente conti-nua del río Pixquiac y la del Sordo. Ambos atraviesande oriente a sur, fuera del núcleo urbano, pero lo cruza

41

17 García Cubas, 1992, p. 75, registra que la cascada tiene una caída de23 a 24 metros, lo que coincide con la observación de lugareños: Ángel Olme-do (13 de mayo, 2003, Actopan).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 41

Page 42: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

el río Santiago que es afluente del Pixquiac. De estascorrientes perennes se han beneficiado las tierras deEl Molino de Pedreguera y las de Pacho, en el entornode Xalapa, pero más aún las ex haciendas de LaOrduña, Zimpizahua y Tuzamapan, en el territorio deCoatepec.

Las tierras de Coatepec igualmente son bañadaspor los ríos Sordo y Pixquiac, Suchiapa, Cuitlapa,Aguacatla, Huehueyapan y Tlanhuayalapa. Estos últi-mos se forman en los numerosos manantiales que des-cienden de la Barranca de Paso del Tigre, y generanlas diversas corrientes ya señaladas que circundan lasfértiles tierras del territorio de Coatepec y van a dar alrío de Jalcomulco o de Los Pescados, cuyas aguasdescienden hasta confundirse con el río La Antigua.18

Durante la etapa colonial, los ríos satisfacían lasnecesidades de agua de las haciendas referidas peropasaban a más de una legua de distancia del núcleoxalapeño, al que sólo llegaba un tributario delPixquiac, conocido como río de Santiago (del Paso oCarneros, según su zona de tránsito). Éste abastecíalas necesidades de agua de la población de dosbarrios: el Tlalmecapan y Tecuanapan, y a los ranchosque estaban en sus márgenes. Además, este río pro-porcionaba agua a una parte de Xalapa, sobre todo enel verano, cuando por la abundancia de las lluvias sucaudal era copioso y formaba uno o más arroyos,mientras que durante el estiaje se reducía considera-blemente, pero abastecía a la gente de Jalitic19 que, afalta de agua, buscaba el preciado líquido donde sabía

42

18 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, pp.125, 129 y 148.19 Hispanizado con J, aunque su origen en náhuatl es referido con X

(véase nota 21).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 42

Page 43: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que podía encontrarlo. Por eso y por otras causas delas que se hablará más adelante, terminó por secarse yhoy sólo existen “huellas sedimentadas”.20

Respecto a la segunda particularidad, referente ala existencia de múltiples manantiales y caídas de agua,ésta es la expresión de un sistema atribuible a la ubica-ción de Xalapa al pie del Cofre de Perote, a las caracte-rísticas geológicas y a la topografía, lo que aunado a lascondiciones climáticas permite la existencia de bosquesque ayudan a retener el agua de lluvia, la cual des-ciende por los declives del suelo de la región y circulapor sus mantos freáticos, a la vez que se estaciona enlos arenales, permitiendo el desarrollo de vertientes deaguas subterráneas que emergen en los derrames ubica-dos en diferentes rumbos de la población.

En la etapa prehispánica, estas fuentes de aguaprocedentes del subsuelo eran abundantes por lascaracterísticas geológicas de Xalapa; no por nada lapalabra Xallapan proviene de vocablo náhuatl que sig-nifica “lugar de agua y arena”. Toponímicos semejan-tes tuvieron los nombres de Xallitic que se divide así:Xalli: arena, –ititl: vientre y –co: dentro, lo que se traduce como “vientre de la arena o dentro de laarena”; Techacapa: Texac o Tecalli: piedra arenisca, y–apan: arroyo, lo que significa “el arroyo de piedraarenisca”; Tlalmecapam es una yuxtaposición de laspalabras: Tlalli, tierra, mecatl, mecate o medida yapan, arroyo, que es “arroyo a la medida de la tierra”.21

Aquí valdría la pena mencionar cómo se crean apartir de la lluvia las vertientes subterráneas que formanparte del ciclo del agua. Con ellas se forman corrientes

43

20 Ginzburg, 1997, pp. 13-14.21 González, 1957, p. 230.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 43

Page 44: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que se unen en los ríos o se evaporan, y el resto se infil-tra al suelo por la permeabilidad de éste. La infiltraciónse da por las pendientes del terreno, incapaz de retenerel agua en la superficie, pero sobre todo por algunasfisuras de las rocas de basalto o de las rocas calcáreas ylos suelos arenosos. En estos el agua se cuela por su pro-pio peso, rellenando las grietas y cavidades que perma-nentemente se saturan, por eso descienden a los mantosfreáticos22 como ocurre en Xalapa, en la que inciden elclima, la humedad acumulada en el cerro deMacuiltepec, la vegetación y los deshielos del Cofre.

El agua de los mantos se alimenta de la filtracióndel agua de lluvia y transita en corrientes subterráneasque brotan en forma de manantiales, de chorros o caí-das. Esta agua cae en forma perenne y permanece enconstante movimiento, al igual que la de los ríos; se leconoce también como agua viva. Así, entre los muchosderrames de este tipo, en Xalapa se reconocen am-pliamente los manantiales de Tecajetes, Jalitic,Techacapa, Tecuanapan y Tlalmecapam, porque en suentorno se estableció la población originaria deXalapa. Unos manantiales eran copiosos, otros de cau-dal regular, pero de todos modos se reducían por eluso cotidiano o por las condiciones ambientales en latemporada de estiaje. No obstante, casi siempre satis-facían las diversas necesidades de la población resi-dente, excepto raras ocasiones cuando se presentabaun año anómalo de mucha sequía; justo entonces lasautoridades recibían quejas por la escasez.

Entre los manantiales de caudal regular que sehallaban en los terrenos donde se desarrolló el poblado,

44

22 Los mantos freáticos siguen las ondulaciones del terreno escarpado, varíande acuerdo al tipo de vegetación y las diferencias del clima. Furon, 1967, pp. 45-47.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 44

Page 45: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

se pueden nombrar El Pambazo, Los Berros, El OjoAzul, La Laguna, El Chorrito, El Nexcomel y El Ojo deAgua.23 Es claro que también había ciénegas y naci-mientos temporales que se formaban en tiempos delluvia abundante sobre terrenos accidentados. Unaparte de ellos se filtraba o evaporaba, pero otra escu-rría por la pendiente como un arroyo, luego desembo-caba en regueros temporales convertidos en receptá-culos aprovechables en diferentes zonas agrícolas o enel uso doméstico, donde escaseaba. De no ser emplea-da el agua de los regueros, éstos pasaban a ser arroyostributarios de los ríos y afluentes principales quedesembocaban en el mar. Por su escasa cantidad deagua, sólo se aprovechaban en tiempos de lluvias, sinembargo circunstancialmente contribuyeron al servi-cio de una población carente de agua potable.24

2. Proceso de construcción de la red urbano-rural

Las doctoras Hoffmann y Blázquez25 han manifestadoque, durante la época prehispánica, la región era unafrontera étnica y cultural en donde llegaron a conver-ger varios grupos, por lo que podría considerarse unavía de paso o de tránsito. Autores como RiveraCambas o González de Cossio26 han señalado que a lallegada de los españoles, Xalapa estaba compuesta por

45

23 AHMX (Archivo Histórico Municipal de Xalapa), Actas de Cabildo,núm. 48, 1837; núm. 49, 1838; núm. 53, 1841; núm. 69, 1857.

24 Furon, 1967, p. 41 y Wobeser, 1993, p. 429. 25 Hoffman para el caso de Xico (1992), y Blázquez (1992) en lo res-

pectivo a Xalapa.26 Rivera Cambas, tomo I, 1959, pp. 127-129; González, 1957, p. 35;

Blázquez, 1992, p. 9, entre otros.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 45

Page 46: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cuatro barrios indígenas en las márgenes territorialesde dos grupos étnicos dominantes: los totonacos y losnahuas, sujetos de tributo. Como Hoffmann plantea,era “un espacio intersticial entre dos zonas bien defi-nidas y controladas por poderes que se enfrentan”.27

Dicha característica facilitó la instalación de los espa-ñoles, quienes aprovecharon su ubicación a mediocamino entre la costa (aproximadamente 20 leguas o119 km) y el Altiplano donde se ubicó la capital delVirreinato (59 leguas, es decir, 350.5 km).

Así, en su calidad de tributarios del Imperioazteca, los conquistadores encontraron a las etnias,según se asienta en las Cartas de Relación de HernánCortés; vivían juntas “pero no revueltas”, porque losresidentes en esta población permanecieron con suscostumbres y modos de ser según la etnia a la que per-tenecían.28 Al Norte, en el barrio de Jalitic residían lostotonacos; al Oriente se desarrolló el barrio deTechacapan, donde vivían los nahuas; al Sur elTehuanapa o Tecuanapa, pueblos de la conquista tol-teca-chichimeca, y al Suroeste, los chichimecas crea-ron el de Tlalmecapan que se consideró el más nuevoy distante, localizado en la rivera del Ayomotl, des-pués río Santiago. Los cuatro barrios juntos formaronun solo asentamiento que se conoció como Xallapan.29

Cada sector de población se desarrolló junto a unmanantial que sus moradores aprovecharon paracubrir sus necesidades básicas y de trabajo, esto es,regar sus sembradíos de maíz, frijol, calabaza y otrassemillas.

46

27 Hoffmann, 199, p. 32; Moreno y Florescano, 1977, p. 13. 28 González de Cossío, 1957, p. 81.29 Trens, 1950, p. 125.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 46

Page 47: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

En el siglo XVI, cuando los españoles llegaron aXalapa, aprovecharon las características físicas dellugar y se establecieron en los tres barrios indígenasmás importantes que ya estaban dispuestos en tornoa los manantiales. Pero enseguida cristianizaron susnombres: el Tecuanapan pasó a llamarse Santa Maríade la Concepción; el Techacapan, San José de laLaguna, y Jalitic se convirtió en el de San Pedro.30

Pero los nombres hispanos casi no aparecen en losdocumentos de los archivos locales (notarial y muni-cipal), y sólo se mencionan ocasionalmente en lasreseñas o en los libros de los viajeros o principalescronistas e historiadores locales.31 Esto indica que nolograron ser populares y su impronta no persistió;quizá atribuible en parte a que era bastante conocidoel nombre indígena y más breve de nombrar. Aunquetambién puede ser producto de la resistencia de lapoblación étnica manifestada en la costumbre, aúnvigente, de no mencionar los nombres cristianosimpuestos.

Los españoles, al avecindarse en estos barrios,paulatinamente fueron empujando hacia afuera delpoblado a los indios para quedarse con los mejoresterrenos del centro y al alcance del agua de losmanantiales más importantes. Esto explica que, apesar de haber modificado la traza urbana, se realiza-ron escasas obras de conducción del agua, por lo quelas fuentes casi no fueron alteradas sino hacia 1779(como se aprecia en la figura 4).

47

30 González de Cossío, 1957, p. 120.31 De Ajofrín, 1992, tomo II, pp. 29-60; Trens, 1950; Rivera Cambas,

1959; González de Cossío, 1957, y Blázquez, 1992.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 47

Page 48: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

FUE

NT

E: E

labo

rado

por

D. S

kerr

itt y

N. L

eón,

a p

artir

de

map

a en

Car

roll

(199

1, p

. 13)

; esc

ala

de m

apa

orig

inal

ileg

ible

.

Figu

ra 4

. Xal

apa,

pue

blo

mix

to d

e es

paño

les

e in

dios

, 177

3

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 48

Page 49: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Con la presencia de los españoles, el agua además desatisfacer el servicio doméstico y la irrigación agrí-cola, comenzó a ser empleada por las órdenes religio-sas. Así, en el siglo XVI, en el área del manantial deTecuanapa, se establecieron los franciscanos, quienesentre las paredes del convento incluyeron el manantialcuyo nombre cambiaron por el de San Cristóbal. Losfrailes compartían el agua con la Casa Real de Justicia(que después sería la casa consistorial del ayunta-miento), el hospital de Xalapa o de San Juan de Dios(que estaba cerca de lo que hoy es el palacio deGobierno del Estado) y el principal tianguis, que teníael apelativo de Plaza Pública por ser el de mayormovimiento en el poblado. Este último estaba justodonde se edificó la iglesia de la Concepción (catedralactual) en el siglo XVII, por eso se le conoció comobarrio de la Santísima Concepción32 (véase figura 5).

El Tecuanapa era el barrio más numeroso en lossiglos XVII y XVIII, por lo que el agua del manantialno era suficiente para mantener los servicios del con-vento, de los espacios públicos y de las familias en sushogares. Los frailes desarrollaron una “buena huerta”que les daba abundantes hortalizas y frutos locales otraídos de España, entre ellos: duraznos, higos, mos-taza y “berros como los de Castilla”,33 por lo que cer-caron el manantial para facilitar las sacas de agua yasegurar el riego durante todo el año. De este modo,ellos tenían el control del recurso que compartían conun hospital, la casa consistorial y el tianguis. Demanera que cuando el tiempo de estiaje era intenso,

49

32 Bermúdez, 1995, p. 25.33 Escribió Antonio de Ciudad Real (1992, pp. 97-98), en su tratado

sobre su paso por Xalapa en 1592.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 49

Page 50: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 5. La plaza del palacio y la calle de Belén.

(Enrique Sosa, sin fecha. Colección Pinacoteca Veracruzana, AGEV).

Figura 6. Fuente de Gomila.

(Fotógrafo no identificado, sin fecha. Colección de Jesús Peralta).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 50

Page 51: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

los demás pobladores tenían que caminar hasta el ríoSantiago para cubrir sus necesidades básicas deagua.34

Próximo al manantial de Techacapan, se desarro-lló el segundo barrio más poblado, que también teníasu tianguis. Los abundantes veneros que bañaban aeste barrio provenían de la loma más alta de la mitadde la calle que seguía de la del teatro de La Constan-cia y conducía al cementerio (hoy Panteón Antiguo).Éste vino a completar la imagen hispana de barrio enel siglo XVII cuando se edificó la iglesia de San José.Techacapan se localizaba cerca de la calle Jalapeñosilustres esquina con Juan Soto, y el tianguis en lo queahora es el entorno de la Iglesia de San José y el mer-cado Alcalde y García.35 El manantial de Techacapantenía aguas de mejor calidad, por eso se recurría a élpara obtener el agua de consumo familiar.

Otra fuente adyacente a Techacapan era LaLaguna; se localizaba en el callejón de Moctezuma, ycomo quedaba cerca de la iglesia de San José la gentelo nombró como barrio de San José de La Laguna. Éstase usaba principalmente para las siembras de temporalde los solares, donde con regularidad se tenían cultivosmixtos de productos comestibles y medicinales, comolas combinaciones de maíz, frijol, calabaza, naranjas,higos y otros productos traídos por los españoles, y queel indígena introdujo paulatinamente.36

51

34 Bermúdez (1995, pp. 22 y 27) comenta que bien podría haber sidouna legua, pero resulta exagerada e imprecisa su referencia, porque al parecer ladistancia era menor y el núcleo urbano era pequeño y poseía manantiales endiversos rumbos.

35 Bermúdez, 1995, p. 17.36 De Ajofrín, 1992, tomo II, p. 48; O´Crouley O´Donnel, 1992, p. 67;

Antonio de Ulloa, 1992, tomo II, pp. 43-47.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 51

Page 52: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Ya lo expresaba Joseph Villaseñor: “La tierra esmuy fértil por cuanto frutos y plantas se le reconocen[pero] su naturaleza tan desigual [hace] la desdicha desus habitantes, pues no produce más que maíz para sugasto”.37 Otros viajeros comentaron que había muchosárboles frutales en el pueblo, gracias al suelo fértil yclima húmedo de Xalapa. Observando lo dicho por losviajeros, incluido Villaseñor, en esta población sólo sedesarrollaron huertos domésticos y familiares, comolos tipificados por Teresa Rojas en La agricultura entierras mexicanas desde sus orígenes hasta nuestrosdías,38 lo que significa que, en tierras xalapeñas, bienfuera por la naturaleza tan desigual del suelo o por losescasos hábitos agrícolas de los colonizadores39

–quienes más bien tenían una vocación mercantil–, nose desarrollaron huertas o plantíos de especies máscomerciales como en otras zonas.

Antes de continuar, es importante definir y dis-tinguir los conceptos que aquí se están discutiendo,porque parecieran lo mismo, pero no lo son. Huerto esel sitio cercado de pared (de piedra), de corto alcancedonde algunas veces se practica el monocultivo, y enotras se plantan hortalizas, legumbres, árboles, fruta-les y plantas medicinales; mientras que huerta es elterreno destinado también al cultivo de hortalizas,legumbres y árboles frutales, pero que se distingue portener una mayor extensión y estar dedicado a unaplantación cultivada con especies más comerciales

52

37 Villaseñor y Sánchez, 1749, p. 281.38 Rojas Rabiela, 1991, pp. 109-111. 39 Algunos provenían de Segura, provincia de Guipúzcoa al puerto de

San Sebastián y de las ciudades de Cádiz, León, Sevilla y Victoria en la provin-cia de Cantabria; García Morales, 1994, 137 pp.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 52

Page 53: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

como cacao, aguacate, frutas, nopales de grana ymagueyes,40 productos como los que se desarrollabanen las zonas españolas de Valencia, Alicante yMurcia, de donde procedían la mayor parte de losespañoles que se asentaron en zonas de Michoacán(Uruapan y Zamora);41 en cambio, en otros lugarescomo Chiapas (Soconusco), Morelos (Cuernavaca),Oaxaca, Yucatán, Puebla y Veracruz (Cotaxtla yHuatusco), se aprovechó la vocación agrícola dellugar o se adaptaron los cultivos a la diversidad climá-tica de éstos.42 Finalmente, es importante recalcar que,en México, el concepto de huerto se confunde con elde huerta comercial y el común de la gente llamaindistintamente “huerto” o “huerta” a cualquier super-ficie cultivada dentro de los pueblos.

Para el riego de los solares o huertos domésticos,los vecinos de Techacapan, aparte de abastecerse deestos torrentes, usaban el agua del nacimiento regis-trado como Nexcomel y de otros de nombre descono-cido, localizados en algunos solares de las casas, quehoy forman parte de las calles Insurgentes y Landeroy Coss.43 Ambas localizadas en una pendiente que, enépoca de lluvias, formaban nacimientos o lagunas en laparte baja, los cuales utilizaban sus pobladores paraevitar mayores esfuerzos en conseguir el recurso.44

53

40 Ya Beatriz Rojas (1998, p. 234), menciona que los pobladores deAguascalientes desarrollaron huertas de chilares, viñedos y otros frutales con loque construyeron una economía propia.

41 Sánchez Rodríguez, 2002, p. 81.42 Rojas Rabiela, 1991, pp. 109-111, y Rodríguez Lascano y Sharrer

Tamm, 1990, pp. 224 y 225.43 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 49 de 1837, ff. 54 y 79.44 Entrevista con el señor Pale, agosto de 1998.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 53

Page 54: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cabe mencionar que el manantial de Techacapanera reconocido por tener el agua más pura y cristalina.Por ello a este sitio acudían “los aguadores”, aquellosque vivían del acarreo de agua. Tal como ocurrió en laCiudad de México, este sector debía solicitar autoriza-ción al ayuntamiento para ejercer este trabajo y cobraruna determinada cantidad por brindar el servicio.45 Lacorporación les daba permiso a los aguadores paravender el agua a cambio de mantener limpia la fuenteque les suministraba el líquido que ellos explotaban.En general, el oficio de aguador era lucrativo, segúnDávalos, la gente pagaba un real por cántaro de aguatransportado en burro hasta las puertas de los meso-nes, que era en donde más la demandaban. 46

Con frecuencia, los visitantes de los mesoneseran viajeros que, para evitar brotes de enfermedades,optaban por pagar el acarreo de los aguadores. Para laCiudad de México, por ejemplo, en 1833 el goberna-dor José Joaquín de Herrera estableció un bando res-pecto al cual los aguadores debían de limpiar las fuen-tes públicas los días 1 y 15 de cada mes y si nocumplían con esta obligación les aplicaban una multade 12 reales. Este tipo multa se hizo extensiva a losdueños o inquilinos de casas si no atendían la mismadisposición.47

En la barranca de Jalitic o Chorro de San Pedrose localizaban numerosos manantiales que abastecíanal barrio del mismo nombre, así como al tianguis y alos temazcales o baños que usaban los indígenas.

54

45 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 53 de 1841, f. 35; Dávalos, 1998, p. 287.

46 Idem.47 Talavera, 1997, p. 75.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 54

Page 55: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Estas fuentes fueron utilizadas por los españoles quese fueron avecindando, de forma que, cuando llegaronlas ferias comerciales, el agua de Jalitic fue utilizadapara la Plaza del Rey y la iglesia del Calvario, asícomo por los vecinos de este templo.48 Incluso, comose verá más adelante, para el último tercio de la centu-ria decimonónica algunos españoles lograron ser pro-pietarios de mercedes de agua y, con apoyo del ayun-tamiento, estos nuevos habitantes fueron instalandoinfraestructura para retenerla y no padecer escasez.Las tomas de agua fueron útiles para el suministrodoméstico y de los solares o huertos familiares de lapoblación española e indígena. El abastecimiento delagua al servicio de los particulares, del tianguis y de lapoblación del mismo barrio planteaba cierta compe-tencia. Al principio, esta competencia no se percibíaporque el barrio en sí era uno de los menos poblados ycontaba con el mayor número de manantiales.

El cuarto barrio, correspondiente al de Santiagoo de Tlalmecapam, estaba ubicado al Sur, en la vegadel río del mismo nombre, que en algunas partes reci-bía el nombre de río Del Paso y en otro tramo lo lla-maban río Carneros. El barrio se pobló lentamentedurante la Colonia. Conforme los españoles empuja-ban a los indígenas a los terrenos más apartados delpoblado, la distancia obligó a tener estas tierras comoreserva agrícola, pues sus pobladores, y uno que otroaldeano, dispusieron de grandes propiedades junto alrío para asegurar el riego de sus siembras de maíz,verduras, frijol, chile y otros frutos, propios para su

55

48 Bermúdez, 1995, pp. 15-18.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 55

Page 56: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

reproducción social y también para comerciarlos en lalocalidad.

Por el oriente, a más de una legua rumbo aVeracruz, se asentó otro barrio: el Tlatlahuicapa, enlas márgenes del río Xallateco. Los barrios deTlatlahuicapa y Tlalmecapam se encontraban distan-tes de los tres barrios que conformaban el pobladoxalapeño, pero tenían la seguridad de las fuentes deagua perenne, indispensable para los sembradíos y lasocupaciones domésticas de los indígenas, quienes alser desplazados por los españoles se fueron avecin-dando en las márgenes del poblado.

Los indios quedaron fuera del pueblo, como ocu-rrió la mayoría de las veces después de la Conquista yla colonización. Por eso, las Leyes de Indias decreta-ban que se les diera la tierra suficiente para sus casas,pueblos y cultivos, pero fuera del casco de la pobla-ción donde vivían, a unas mil quinientas varas a partirdel campanario por los cuatro vientos.49 Regular-mente, los indios buscaron quedarse cerca de algunafuente para satisfacer sus necesidades domésticas yagrícolas; algún lugar habitable fuera del casco peropróximo a alguna corriente de agua. Aunque la ley losprotegía, las tierras donde habían quedado los indiossiguieron siendo apetecidas por los españoles y crio-llos. De suerte que, pasadas las ferias de 1777, yaexistía en la parroquia un registro de 1 291 indios, ynueve años más tarde sólo se reconocían 42 comojefes de familia en Jalitic. Tal vez muchos de ellossucumbieron por las epidemias, mientras que otroshuyeron o se registraron como mestizos para evitar el

56

49 Rodríguez de San Miguel, 1991, p. 99.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 56

Page 57: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

registro, porque les ocasionaba un gasto o el riesgo deser llevados por la leva.50

Por otro lado y como parte del espacio rural, lashaciendas se conformaron con la compra y/o donaciónde mercedes de tierras, las más de las veces siguiendola geografía de los ríos y afluentes. En el caso de lasmercedes, estas fueron primero donaciones de tierrasrealengas para premiar a algún vasallo; posterior-mente, consistían en cesiones o ventas de tierras bal-días y mercedes de agua que el virrey realizaba deacuerdo con “Las Ordenanzas del Rey Felipe II en1563”, a favor de las comunidades o de los particula-res.51 Las composiciones consistían en trámites buro-cráticos mediante los cuales una persona podía adqui-rir los títulos de una propiedad que había tomado y yatenía en uso. Estas fueron las formas de detentar lapropiedad de los recursos; es decir, se establecíanarreglos con los agentes de la Corona y, mediante unpago sobre el agua o la tierra, se corregían las irregu-laridades, en tanto que los recursos que percibía laCorona eran para incrementar los ingresos del erario.52

En un inicio, las mercedes de agua estaban implí-citas en las de tierra, mismas que se tipificaban como“tierras de pan llevar”, tierras de regadío o huertas,debido a que casi todo el año contaban con agua paracultivar trigo de temporal, aunque no en todos loscasos, porque la calidad de las tierras era diferente: lashabía de “pan sembrar” y de “pan coger”, donde sólose producía trigo aventurero por la escasez del agua, o

57

50 APX (Archivo Parroquial de Xalapa), 1786, caja 37. 51 Lanz, 1982, p. 122 y De Solano, 1991, p. 17.52 Tortolero, 2000, p. 42; Margadant, 1989, p. 502; Galván Rivera,

1998, pp. 104 y 107.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 57

Page 58: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

sea que implicaba el derecho de irrigación. A fines delsiglo XVI, como las tierras no siempre contaban conagua de temporal, los propietarios tuvieron que com-prar mercedes de agua de manera separada.53

En su origen, las mercedes de tierras y aguas seconsideraron cesiones absolutas, pero al modificarsela Recopilación de la Legislación de Indias, en 1647,éstas pasaron a ser dos recursos con derechos distin-tos. El agua no era considerada dentro de los derechosdefinitorios, pero la mayoría de los hacendados toma-ron el agua como parte integral de las tierras de sushaciendas, aunque debían dejarla transitar libremente,pues los permisos para conducirla tenían que enviarsehasta España y esperar la autorización del rey. 54

Al principio, la dimensión territorial de lashaciendas fue de una o dos mercedes que amparabandos caballerías de tierra (casi 86 hectáreas); mercedesque a menudo llevaban implícita o explícita la dota-ción correspondiente de agua y, si no, se conseguían apartir de la solicitud de compra que un individuo pre-sentaba al virrey en turno para obtener la aprobaciónreal. 55

En el caso de la región xalapeña, las haciendasde Almolonga, San Sebastián Maxtatlan y El Grandeiniciaron su constitución con mercedes autorizadaspor el virrey Martín Enríquez (1572-1575). De la

58

53 En dotaciones concretas de agua, si esta no les era suficiente, los inte-resados tenían que realizar otra solicitud al virrey en turno. Esta situación no sedio en Xalapa, pero sí en zonas de mayor escasez o donde había más competen-cia por el uso y empleo del agua (Margadant, 1989, pp. 502 y 505).

54 Lanz, 1982, pp. 204-205.55 Como lo señalan Wobeser, 1983, p. 497 y Camacho, 1998, p. 30,

entre otros, las haciendas en general comenzaron a partir de una o dos mercedesde caballerías de tierra, favorecidas con el agua.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 58

Page 59: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

misma manera, entre 1595, 1603 y 1606 se conforma-ron los territorios de las haciendas e ingenios de Nuestra Señora del Socorro (Las Ánimas), el deNuestra Señora de la Concepción (a) La Concha, yLucas Martín, cuyas solicitudes correspondió atenderal virrey Gaspar de Zúñiga, conocido como conde deMonterrey. En cambio, las tierras de El Encero se fun-daron a partir de una cesión donada a un soldado deCortés llamado El Lencero, cuyo nombre quedó parasiempre en el pueblo, compartiendo con el apelativode la hacienda.56 Otras tierras, en cambio, fueron com-pradas o concedidas en arrendamientos y censos enfi-téuticos a los nativos.57 Los diversos procedimientosse relacionan en el cuadro 1.

De esta manera los hacendados emprendieron laconcentración de tierras, dedicándolas desde un princi-pio a actividades agrícolas diferentes. Primero introdu-jeron productos europeos como el trigo y la caña deazúcar, ocupando para su cultivo grandes extensionesde tierras, además de desplazar paulatinamente diver-sos productos nativos. Así, en las tierras fértiles delcentro de Veracruz, enseguida se arraigó el cultivo dela caña de azúcar, porque la tierra resultó propicia.Posteriormente pasó a la zona del Bajío y el Altiplano,donde se aclimató y pronto se desarrolló. Por su cerca-

59

56 Sánchez Gómez señala que permaneció llamándose El Lencero a lapoblación que se concentraba en una sección de la hacienda, mientras que la hacienda está registrada en el Archivo Notarial de Xalapa, y mencionada unay otra vez con el nombre de El Encero, por lo que se respeta su nombre tal ycomo se encontró en los Archivos y en las tesis de Rosa C. Sánchez, 1979, p.12, León Fuentes y Socorro Benítez, 1989, 175 pp.

57 Que era una forma de traspasar el dominio útil de un bien, aunque lapropiedad siguiera permaneciendo en manos de sus dueños originales.Wobeser, 1989, pp. 1-24.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 59

Page 60: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

1. F

orm

as d

e ap

ropi

ació

n y

orig

en d

e la

s ha

cien

das

de X

alap

a y

Coa

tepe

c en

157

2-16

08

Vir

rey

Año

Nom

bre

Adq

uisi

ción

Fue

nte

de a

gua

Pro

piet

ario

Inst

alac

ione

sTr

abaj

ador

es

Gas

par

de Z

úñig

a 15

72X

alla

teco

Mer

ced

Tla

tlahu

icap

aE

spañ

ol,

Nin

guna

No

indi

ca(L

as Á

nim

as)

Para

ven

tay

Xal

late

coSi

n no

mbr

e

Mar

tín E

nríq

uez

1572

Alm

olon

gaM

erce

d A

lmol

onga

Gas

par

Her

nánd

ez

Un

trap

iche

Esc

lavo

s e

indi

osaf

luen

te d

el S

edeñ

o

Alo

nso

Gtz

. de

Cev

allo

s16

16T

enam

paM

erce

d Se

deño

Tra

pich

e de

agu

aE

scla

vos

e in

dios

Gas

par

de Z

úñig

a 15

95M

axta

tlán

Mer

ced

y un

siti

o

Agu

a de

un

pedr

egal

, T

rapi

che

Indi

os y

esc

lavo

s

1603

de g

anad

o m

ayor

aflu

ente

del

Sed

eño

Gas

par

de Z

úñig

a16

06L

impi

a C

once

pció

nM

erce

d y

sitio

Río

Nex

apa

Juan

Día

z M

atam

oros

Pren

sas,

tanq

ues,

E

scla

vos

negr

os(E

l Chi

co)

de g

anad

o m

ayor

aflu

ente

del

Sor

doy

Mag

dale

na D

íaz

atar

jeas

y c

alde

ras

com

prad

os e

n X

alap

a

(Com

prad

o a

los

1588

Nex

apa

Com

pra

de u

n si

tioR

ío N

exap

a,Ju

an C

alle

jas

Agr

icul

tura

más

Jo

rnal

eros

de

indí

gena

s)Pa

cho

de g

anad

o m

ayor

aflu

ente

del

Sor

do(e

x re

gido

r de

Xal

apa)

adel

ante

con

inge

nio

vari

os p

uebl

os

de r

epar

timie

nto

(Com

prad

o a

los

1578

La

Ord

uña

Com

pra

de u

na

Río

Sor

do y

Pix

quia

tlIn

geni

o de

agu

a57

4 in

dios

in

díge

nas)

1594

caba

llerí

ay

35 e

scla

vos

Mar

tín E

nríq

uez

1586

L

a Sa

ntís

ima

Una

mer

ced

y co

mpr

aPi

xqui

atl

De

Cas

tillo

a C

alle

jas

Inge

nio

de a

gua

Indi

os d

e so

corr

o15

89

Tri

nida

d de

6.5

cab

alle

rías

y

de é

ste

a Fc

o.

y al

guno

s (E

l Gra

nde)

y 2

sitio

s de

gan

ado

Her

nánd

ez d

e la

escl

avos

neg

ros

men

orH

igue

ra

FUE

NT

E: B

erm

údez

, 199

5, p

p. 1

34, 1

54, 1

58, 1

59, 1

63, 1

86, 2

04, 2

07, 2

26 y

227

; Sán

chez

Góm

ez, 1

979

y B

eníte

z, 1

984.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 60

Page 61: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nía y su producción abundante, los ingenios que se ins-talaron en ambas regiones se convirtieron en los prin-cipales abastecedores de azúcar de la capital de laNueva España y de las zonas mineras;58 en cambio, lashaciendas cañeras de otras partes, incluyendo las deVeracruz, por su menor producción y su separación de las zonas estratégicas para la economía, únicamenteabastecían a un mercado local y ocasionalmente alcan-zaban a surtir la demanda regional.

a) Las haciendas cañeras y las tierras de indios

En los albores de la Colonia para la zona de Morelos,plantea Wobeser,59 el poder de los hacendados no tuvomayores contratiempos, porque las reservas “territo-riales” cubrieron las necesidades de la mayoría de loshabitantes; además, las epidemias habían diezmado ala población indígena. Situación que se repitió enmuchas partes y, por ejemplo en la región xalapeña,fue aprovechada por los dueños de haciendas y trapi-ches de su entorno, pues, entre 1632 y 1645, dieronpoder cumplido a don Alonso de Neira para que acor-dara con Fernando López, juez comisario nombradopor el virrey, proceder al deslinde en esta demarca-ción, y en su “representación concedieran las tierras,aguas y otras cosas que sobraran en su entorno, paraque se admitieran como parte de la composición de suhacienda por la cantidad de pesos que consideraseprudente”.60 Este testimonio comprueba que los

61

58 Sharrer, 1997, p. 16.59 Wobeser, 1993, pp. 135-136.60 Bermúdez, 1995, pp. 143.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 61

Page 62: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

hacendados remediaban las usurpaciones de tierras yaguas contiguas a su propiedad, aprovechando losmomentos de crisis cuando las normas metropolitanasles favorecían.

Estos arreglos fueron frecuentes en los años críti-cos de la economía colonial, cuando, por una determi-nada suma –según De Solano–, los precaristas legitima-ban las irregularidades cometidas al amparo onegligencia de la administración. En otras palabras,valiéndose de “las composiciones” o multas concertadasde acuerdo con la gravedad de las anomalías, el usurpa-dor las pagaba al fisco, de modo que, al hacerlo, que-daba redimido y con un título de propiedad útil para pro-teger legalmente la extensión de su propiedad.61

Las circunstancias se modificaron un poco en elsiglo XVII, cuando al recuperarse la población indígenase desencadenó una lucha intensa por la tierra, lo queen algunas zonas limitó la capacidad de expansión delos hacendados. De acuerdo con las investigaciones de Wobeser, Camacho y Van Young,62 al repuntar lapoblación de los centros mineros en la centuria deci-moséptima se presentó una mayor demanda de los pro-ductos azucareros. Esto motivó a que los hacendados,en aras de incrementar su producción, acapararan tie-rras y fuentes hídricas en Izúcar, Cuautla y la zona delBajío; si no lo conseguían fácilmente, buscaban formasde apropiación con tal de extender sus cultivos.

Para conseguir sus propósitos, aplicaron dife-rentes estrategias que iban de la compra a particula-res, a la expropiación de terrenos de los pueblos

62

61 De Solano 1991, pp. 22 y 23.62 Wobeser, 1983, p. 427; Camacho, 1998, p. 13; Van Young, 1992,

p. 125.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 62

Page 63: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

indios. Cuando éstos se oponían para defender yconservar sus derechos ancestrales, los hacendadosrecurrían a mecanismos de compra a precios simbó-licos, pagaderos a censo redimible de tipo enfitéuticoy consignativo. Los enfitéuticos eran una especie decontratos de pago que se entregaban anualmente ypor largo tiempo, mediante los cuales quien realizabael censo adquiría enseguida el dominio de la propie-dad. Los censos consignativos eran contratos redimi-bles a plazos más cortos para reactivar la economía yaprovechar los intereses que generaba el capital.Estos últimos se practicaron con mayor frecuenciaen la zona del Altiplano a partir de las reformas bor-bónicas, mientras que en las demás regiones, inclu-yendo la región de estudio, generalmente persistie-ron los primeros.63

Otra de las tácticas implementadas por los hacen-dados fue aprovechar el momento en que las comunida-des necesitaban dinero para pagar sus tributos; entoncesarrendaban sus tierras a un propietario vecino. Pero losindios, al querer dar por terminado el contrato, encon-traban la rotunda negativa del arrendatario a desocupar,y los comuneros se veían obligados a vender o a ceder.Así lo muestran los reclamos que, entre 1675 y 1680,hicieron los indios en Coatepec sobre sus tierras, pueslas habían dado en arrendamiento a los hacendados deLa Orduña. Pese a tales reclamos, las tierras no fueronreconocidas como propiedad indígena. De manera simi-lar por la misma época, aumentó la extensión de lahacienda de Lucas Martín por despojos a los indios de

63

63 Tortolero, 2000, p. 44 y Wobeser, 1989, pp. 11. Aunque en especialen la literatura regional véase Bermúdez, 1995, p. 146 y Sánchez, 1979.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 63

Page 64: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Chiltoyac en las márgenes del río Sedeño.64 A veces, elhacendado compraba, dolosamente, las mercedes deganado que circundaban a las comunidades, encerrandolos terrenos de éstas para forzar la venta.65 El resultadode las afectaciones a las tierras de los indios provocóuna lucha intensa; con todo, sus mejores tierras y fuen-tes acuíferas fueron usurpadas por los hacendados. Así,el proceso de apropiación de ambos bienes causóenfrentamientos entre indios y hacendados, lo quedemuestra que tanto la tierra como el agua fueron ysiguen siendo dos recursos altamente significativospara el desarrollo de sociedades agrarias como lanovohispana.

La siembra de la caña de azúcar fue promovidausualmente por los propietarios de las haciendas; pre-parada y trabajada por los indios y, más adelante,cuando disminuyó esta población o hizo falta la manode obra, se ocuparon de ella esclavos negros que secompraban en la plaza xalapeña, o indígenas traídoscomo voluntarios o de socorro. Eran indios libres, desegunda y tercera generación, que habían perdido susvínculos económicos y sociales con las aldeas campe-sinas, razón por la que voluntariamente se incorpora-ban al trabajo permanente de la hacienda cañera,incluso se conocían como trabajadores de las semente-ras por su calidad de “alquilados de los pueblos comar-canos”.66 Posteriormente, en el último tercio del sigloXVIII, se registra la existencia de jornaleros temporales,procedentes de pueblos del entorno de Quimixtlán yTepeaca, quienes en tiempos de escasez tenían por

64

64 Acosta, 1982, pp. 21 y 22 y Benítez, 1984, pp. 20 y 25.65 Semo,1988, tomo I, pp. 108.66 Bermúdez, 1995, p. 208.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 64

Page 65: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

costumbre desplazarse para vender su fuerza de trabajoen la zona tabaquera de Orizaba o en los ingenios deCórdoba y Xalapa.67 Éstos, aparte de trabajar en loscañales, también lo hacían en el trapiche o ingenio quelos hacendados mandaban a instalar para la moliendade la caña y obtención de los productos del azúcar.

Para lograr una producción constante y con sufi-ciente sacarosa, fue necesario contar con una corrienteabundante de agua y con un sistema de riego que se dis-tribuyera de manera eficaz entre los cañaverales. Deacuerdo con las Leyes de Indias, para distribuir el aguade riego se confirió a las autoridades de la Colonianombrar “jueces de aguas”, para que como funciona-rios municipales se encargaran de la distribución delvital líquido. Sus decisiones y ejecución de fallos pro-movieron querellas ante las Audiencias desde el año de1636. Esta ley de hecho era para apoyar a los indígenas,pero como estos no las aplicaron oportunamente, enton-ces quienes se sirvieron de ellas fueron los propietariosde haciendas para apropiarse de tierras junto a lascorrientes principales68 y construir su infraestructura,como sugieren Bermúdez y Benítez en el caso de algu-nas haciendas de la región xalapeña.69

El ingenio de agua fue una construcción reali-zada con canales de mampostería, llamado tarjea oatarjea, y un acueducto para llevar el agua hasta lacasa de molienda. La presión y fuerza de la corrientedaba movimiento a la rueda hidráulica que llevaba elagua al ingenio y a las siembras, ya que la cañarequiere de mucha humedad para tener buen rendi-

65

67 Grosso, 1983, p. 81.68 Margadant, 1989, p. 506; Roemer, 2000, p. 86. 69 Bermúdez, 1995, p. 174 y Benítez, 1984, pp. 20 y 25.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 65

Page 66: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

miento de sacarosa, es decir, el dueño de los cañavera-les debía evitar a toda costa que se resecara.70 En estesentido, la información que se posee para la regiónxalapeña indica que, para la edificación de los inge-nios, se construyeron instalaciones que llevaran elagua a las casas de molienda; por ejemplo; desde ini-cios del siglo XVII, al ingenio viejo de Las Ánimas sele dotó de una rueda hidráulica, una molienda propia,una presa con todos los pertrechos, chiflón y atarjea.En el ingenio de la Concepción, el propietario cons-truyó una caja de agua, una atarjea y un canal para lle-var, con la rueda hidráulica, el agua del río al tanque.71

Hacia finales del siglo XVIII y principios del XIX,con mejoras en la maquinaria, los ingenios aumentaronsu producción: por cada tonelada de azúcar que sefabricaba se consumía aproximadamente 100 m3 deagua,72 misma que no escaseaba porque había sufi-ciente caudal en los ríos y afluentes que atravesabanlas haciendas, las cuales mantuvieron un auge cre-ciente al principio, pero después la competencia de lasdemás zonas azucareras y los descensos de la pobla-ción, entre otros factores, incidieron sobre la incons-tancia y la irregularidad de la producción azucarera, ypor tanto en la posibilidad de mantener las unidadesproductivas libres de deudas. Ante esta situación, lashaciendas cambiaban frecuentemente de dueño, talcomo se señala en el cuadro 2, sobre la movilidad depropietarios. Esa vulnerabilidad hizo que algunoscomerciantes o arrieros se beneficiaran de sus condi-ciones precarias para comprarlas en subasta.73

66

70 Sharrer, 1997, pp. 76 y ss.71 Bermúdez, 1995, pp. 176, 186 y ss. 72 Furon, 1967, p. 115.73 Benítez, 1984, p. 46; Acosta, 1982, pp. 7 y ss; Sánchez, 1979, pp. 18-28.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 66

Page 67: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

b) Los nuevos hacendados: comerciantes y arrieros

Los propietarios de recuas se beneficiaron de la aper-tura mercantil para acrecentar su capital hasta conver-tirse en hacendados. Tal fue el caso de Diego Leño,quien en l791 solicitó en arrendamiento los terrenosde la hacienda Lucas Martín para dar mantenimiento yfluidez al trabajo que realizaba con sus recuas demulas. Esta hacienda se localizaba en la salida hacia laCiudad de México y, por tanto, en un lugar estratégicopara el movimiento mercantil y de personas que tran-sitaban entre esta y el puerto veracruzano. Tales con-diciones le franquearon oportunidades de participa-ción en el tráfico comercial, lo que le permitióacumular más ganancias para, en 1802, comprar lahacienda por la cantidad de 36 000 pesos.74

Al desarrollarse el libre tráfico mercantil y crear-se el Consulado de Veracruz, los comerciantes y arrie-ros se dieron cuenta de que sus capitales comenzarona circular de una manera distinta porque se sujetaban auna mayor competencia con los grupos de comercian-tes de otras regiones (Consulado de México), por loque algunas veces sufrían altibajos en sus actividades.75

Dado que la afluencia de productos era inconstante ypara no exponer su capital a mayores pérdidas empe-zaron a invertirlo en la compra de tierras. La inversiónde una hacienda aseguraba su capital y promovía unamejoría en su estatus social.76 También la adquisiciónde un bien privado significaba aprovechar las posibili-dades de obtener más censos redimibles a fin de recu-

67

74 Benítez, 1984, p. 49.75 Borchard de Moreno y Christiane Renate, 1984, pp. 156-170. 76 Serrano, 2001, p. 57.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 67

Page 68: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

perar pronto el capital invertido y disponer de dinerolíquido para dar continuidad a su desempeño mercan-til.77 Además, el libre comercio requería de la expan-sión de mercados con productos exportables como elazúcar, y qué mejor que fuera de la producción obte-nida de sus haciendas. Así, la acumulación de tierrassimbolizaba las ganancias comerciales y, a la vez, unamejoría en el prestigio social.

Esta práctica fue sistemática sobre todo en lospolos mercantiles más importantes del territorio colo-nial, como se observó entre los comerciantes delConsulado de México en una zona que iba de lametrópoli al Bajío.78 Donde antes de la Independenciahubo un gran movimiento de la tenencia de la tierra,que permitió a los mineros y comerciantes del Bajíoobtener sus títulos de nobleza, pues ganaron prestigioal comprobar su riqueza con la compra de haciendasproductivas.79 Siguiendo esta tónica, los comerciantesque frecuentaban mucho o vivían en la región xala-peña también compraron haciendas, como se muestraen el cuadro 2.

El cuadro presenta dos listas de propietarios,ejemplo de la especulación de determinados comer-ciantes de las ferias y algunos militares, quienes sepercataban de que las tierras tenían un precio bastanteaccesible, debido a la cantidad de deudas que se cer-nían sobre ellas. La tierra era una mercancía más de lacual sustraer una ganancia, ya sea solicitando présta-mos hipotecarios con los títulos de propiedad de la tierra o especulando con su venta. Las diferencias

68

77 Wobeser, 1983, pp. 14-15.78 Borchard, 1984, pp. 156 y 178.79 Brading, 1971, p. 57.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 68

Page 69: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

2. M

ovili

dad

de lo

s pr

opie

tari

os d

e la

s ha

cien

das

de X

alap

a y

Coa

tepe

c du

rant

e y

desp

ués

de la

s fe

rias

com

erci

ales

Hac

iend

aA

ñoP

ropi

etar

ioO

cupa

ción

Año

Pro

piet

ario

Ocu

paci

ón

La

Ord

uña

1689

Vel

ázqu

ez d

e la

1782

Pedr

o L

ópez

Góm

ezC

omer

cian

teC

aden

a

Las

Áni

mas

1795

Prim

o R

iver

aM

ilita

r18

02Pa

blo

Riv

otM

ilita

r(i

ngen

io v

iejo

)

Luc

as M

artín

1760

Váz

quez

Rui

zC

omer

cian

te18

02D

iego

Leñ

oA

rrie

ro

Inge

nio

de la

15

80Fr

anci

sco

Her

nánd

ezFu

ncio

nari

os r

eale

s y

1840

Igna

cio

y G

uada

lupe

Cer

vant

esH

acen

dado

sSa

ntís

ima

Tri

nida

d*de

la H

igue

ra y

Mar

íaha

cend

ados

loca

les

y de

lM

ahui

xtlá

nA

yest

aran

(11

a. g

ener

ació

n)(h

eren

cia

Gon

zále

z de

Am

arill

asva

lle d

e M

éxic

om

ilita

r)

Pach

o17

65Ju

an Z

aval

zaC

omer

cian

te17

80M

igue

l de

Iria

rte

Hac

enda

doy

mili

tar

El E

ncer

o17

94B

alta

zar

Rui

zC

omer

cian

te17

96Ig

naci

o U

riar

teC

omer

cian

te

Tuz

amap

am17

63Fa

mili

a G

oroz

peC

apitá

n de

mili

cias

1920

La

mis

ma

fam

ilia

Pres

bíte

ros,

(Man

uel G

oroz

pe)

Pres

bíte

ros*

*co

mer

cian

tes,

hace

ndad

os,

prof

esio

nist

as

FUE

NT

E: A

rchi

vo N

otar

ial d

e X

alap

a, P

roto

colo

s de

176

0 a

1808

.*

Ber

múd

ez, 1

987,

El m

ayor

azgo

de

la H

igue

ra, U

V, (

com

únm

ente

dad

a en

arr

enda

mie

nto)

.**

La

haci

enda

fue

don

ada

com

o un

may

oraz

go a

l cap

itán

Man

uel G

oroz

pe y

com

part

ida

con

su f

amili

a. A

lgun

os d

e su

s m

iem

bros

tuvi

eron

car

gos

ecla

siás

ticos

y c

ivile

s en

Pue

bla

y X

alap

a. C

on f

recu

enci

a es

taba

en

arre

ndam

ient

o.

C A M B I O

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 69

Page 70: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

registradas entre el valor de la propiedad y lo que sepagaba por ella se debían a los censos que impedíanque ésta alcanzara una renta proporcional. De modoque el fruto de las ventas o de los préstamos fue útilpara aumentar o mantener el capital, aunque estoconstituía en ocasiones un obstáculo para que loshacendados dejaran de rentar la tierra y se convirtieranen un grupo emergente.80

Algunas haciendas como Las Ánimas, El Enceroy Lucas Martín tuvieron una mayor movilidad de pro-pietarios, y fueron objeto de mayor especulación, yaporque se localizaban a la vera del camino real o porla cantidad de créditos hipotecarios que recaían sobreellas, lo que disminuyó su valor y facilitó su circula-ción. Para muestra, la hacienda de Lucas Martín, lacual fue comprada por Diego Leño, en ese entoncesun activo mayordomo, dueño de recuas, que reunió eldinero para comprarla y liberarla de deudas.81 Otroejemplo fue el traspaso de la endeudada hacienda deEl Encero, que Baltazar Ruiz cedió a favor de Uriarte,en l808, y luego se vendió a Manuel del Valle; uncaso más: Las Ánimas, que después de ser propiedadde Pablo Rivot, fue adquirida por los hermanosPensado en l806. Los cambios de propietarios de lahacienda de Pacho también fueron frecuentes haciafinales del siglo XVIII y principios del XIX.

En los casos de las haciendas a la orilla delcamino, los que participaban en las ventas regular-

70

80 Huerta, 1994, p. 104. Cabe señalar que no corresponde a este trabajorealizar una mayor descripción de las haciendas, por lo que se recomienda revi-sar las tesis sobre las haciendas locales: Benítez, 1984; Sánchez, 1979, Acosta,1983 y García Morales, 1994, entre otras.

81 Benítez, 1984, p. 46.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 70

Page 71: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mente eran comerciantes y militares, quienes adqui-rían la tierra con un afán más especulativo que de usu-fructo de la producción. Estas propiedades estabanhipotecadas por la Iglesia (El Encero por El Beaterio,la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y elConvento de las religiosas de la Purísima Concepciónde Puebla; mientras que Lucas Martín lo estaba por laCofradía de Pedro Martín de Verona de la Ciudad deMéxico y el Santo Oficio),82 y como los dueños nopudieron pagar los réditos vencidos, exigidos en 1804,cuando se aplicó la Real cédula de Consolidación oReal cédula sobre enajenación de bienes raíces ycobro de capitales de capellanías y obras pías para laconsolidación de vales,83 quienes sí tenían capitallograron comprarlas en remate o subasta; en este caso,las aprovecharon algunos militares que disponíantanto de privilegios como de un pago de la Corona.

En cambio, las haciendas de Coatepec, distantesdel camino real, tuvieron menos movilidad de propie-tarios, lo que puede atribuirse a la calidad de las tie-rras y la solvencia de sus dueños, pues las mantuvie-ron menos hipotecadas. La más libre de deudas fue laextensa hacienda de Tuzamapam (20 000 hectáreas),propiedad de Manuel Gorozpe. En 1763, éste recibiócomo donación y de manos del virrey Bucareli “lastierras de Tuzamapam” por sus servicios a la Iglesia yla Corona. Desde entonces, hasta la Reforma Agrariadel siglo XX, la hacienda se conservó integra, comopropiedad de una sola familia, la de los Gorozpe.Cabe aclarar, sin embargo, que por hallarse al servicio

71

82 Sánchez Gómez, 1979, pp. 20-22 y Benítez, 1984, p. 53.83 Florescano, 1992, pp. 147-150.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 71

Page 72: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de las instituciones ya mencionadas, ellos no vivían enla hacienda ni trabajaban sus tierras, las cuales perma-necieron en arrendamiento, principalmente al sectoreclesiástico, hasta la segunda mitad del siglo XIX,cuando por fin se hicieron cargo de la propiedad.

Por su parte, los Cervantes Ayestarán servían a laCorona en la capital, es decir, constituían una familiaimportante y reconocida por ser propietaria de hacien-das en Cuernavaca y Veracruz.84 En el caso de las tie-rras veracruzanas –ya lo comentó Bermúdez–, comola familia radicaba en la Ciudad de México, puso enmanos de administradores el mayorazgo de LaHiguera, y éstos lo dieron en alquiler desde el sigloXVI a distintas personas. Esta forma de control, queadmitía la ausencia de la familia propietaria, entreotras causas, provocó que paulatinamente fuera redu-ciéndose la propiedad, hasta que en el siglo XIX sóloquedaba la hacienda de Mahuixtlán. En los últimoscasos aludidos, llama la atención que si bien los pro-pietarios cumplían funciones en el ámbito político oreligioso, también trataban de obtener un usufructomediante el arrendamiento o la producción cañero-ganadera a la cual se dedicó el área de Coatepec.

El tráfico mercantil posibilitó el desarrollo de laarriería como actividad que coadyuvó a unir los cir-cuitos comerciales y las zonas mineras y agrícolasmás importantes del Virreinato, pues no había otraforma de trasladarse de un lugar a otro. Por ejemplo,Veracruz por ser el primer puerto y el más importantede la Nueva España promovió el desarrollo de doscaminos: uno que unía a Veracruz con la tierra aden-

72

84 Bermúdez, 1987, pp. 44 y ss; Benítez y León, 1990, mimeo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 72

Page 73: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tro, hacia la capital virreinal por la vía de Orizaba, y elde Xalapa. Ambas rutas cambiaron varias veces sutrayectoria para acortar distancias, evitar lo acciden-tado del terreno, evadir peligros e inclemencias deltiempo, pero principalmente para salvar las mercan-cías de los bandoleros; estas vías resultaban más acce-sibles para los comerciantes y arrieros, quienes trata-ban de que los costos de transporte resultaran menosonerosos y más seguros.85 Por ejemplo, en 1803, elviaje que partía desde Veracruz Puerto a México, víaXalapa, pasaba por La Antigua, Paso de Varas,Rinconada, Plan del Río, El Encero, Xalapa, LasVigas, Perote, Tepeyahualco y otros puntos hasta lle-gar a México. Por estas dos rutas transitaba la mayorparte de los bienes y riquezas que importaba y expor-taba la Nueva España.86 El camino de Xalapa era mássocorrido, por ser el menos accidentado y tal vez elmás seguro para los comerciantes.

Lo anterior es un indicativo de que la región seadecuó al cambio porque ya había una estructuraeconómica y social determinada por una fluida acti-vidad comercial entre la Ciudad de México y elpuerto veracruzano, donde Xalapa desempeñaba unpapel estratégico en el resguardo de mercancías queluego los comerciantes vendían en la región o la dis-tribuían tierra adentro, apoyándose en los arrieros ylitereros. Por ello, durante la Colonia la arrieríadesempeñó un papel importante en el tráfico mercan-til al ser el único medio de transporte. Es más,cuando Villaseñor visitó la jurisdicción de Xalapa se

73

85 Chávez y Florescano, 1965, p. 55; Rees, 1976, p. 85.86 Los dos caminos tenían desvíos y recovecos convenientes para evadir

los asaltos y los distintos riesgos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 73

Page 74: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

encontró con que Xico, Coatepec, Zoncuantla yChiconquiaco tenían como principal oficio la arrie-ría, sin abandonar los cultivos básicos para la repro-ducción social.87 Para unos, la arriería constituyó unmodo de vida del cual dependía su economía directa-mente, sobre todo, si realizaban varios viajes al año,pues obtenían buenas ganancias gracias a que ellosconocían casi todos los recovecos de los caminos ensu territorio y podían evadir los asaltos y otras con-tingencias. Los arrieros sabían de los lugares másaccesibles para descansar, alimentarse y pernoctar enventas y mesones donde el trato les era familiar y deseguro encontraban pastura y abrevaderos para losanimales. En cambio para otros la arriería significóuna actividad temporal y complementaria que lespermitía un ingreso extra,88 como sucedía con varioscampesinos del área de Perote.

Para trasladar sus mercancías de un lugar a otro,los comerciantes o productores contrataban a los arrie-ros más conocidos, junto con sus cargadores, saba-neros y atajadores. Destaca la existencia de la divisióndel trabajo entre éstos: el arriero mayordomo era elencargado de que el cargamento de la recua llegara asu destino, cubriendo todos los trámites, mientras queel cargador tenía que cuidar y proteger que no seechara a perder la mercancía por la lluvia o el exceso de sol; el sabanero, que a veces tenía la condición deesclavo, debía pastar y darle de comer a los animalesdurante su estancia en alguna posada, y el atajador

74

87 Villaseñor y Sánchez (1746, pp. 284-285) para el caso de Xico anotaque su actividad principal era el cultivo del maíz para elaborar el bizcocho delos arrieros, y para Coatepec menciona que se practicaba el cultivo del tabaco.

88 Suárez, 1998, pp. 161, 193 y 194.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 74

Page 75: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cuidaba que el hato se mantuviera unido durante eltrayecto. Así acomodaban sobre las acémilas las mer-cancías y, sin importar las inclemencias del tiempo,ascendían hasta las poblaciones del Altiplano, incluidala capital de la Nueva España.89 Según los sitios dedestino, era común que, para hacer aún más produc-tiva esta actividad, el viaje de regreso implicara unnuevo transporte de productos agrícolas, mineros uotros.

La arriería se desarrolló primordialmente duranteel tiempo de las ferias en Xalapa (1729-1777), comolo señaló Ulloa en su “Descripción geográfico física”,precisamente en 1777, refiriéndose a Xalapa:

Los indios habitan en muchas partes esparcidos por elcampo en aquellas inmediaciones tienen sus jacales, conalgunos pedazos de tierra contiguos que cultivan ensementeras de maíz o de legumbres [y] sus ganados vacu-nos que pacen en los valles y quebradas. Donde el oficiomás ordinario de estos indios es el de arrieros, proporcio-nándole a ello el tráfico continuo que hay con Veracruzpara las ciudades y poblados de todo el Reino.90

Esta actividad persistió en la etapa de libre comercio,un tanto disminuida o con frecuencias variables, mar-cadas por los ritmos del comercio. Y aunque no secuenta con suficientes referencias documentales paraseñalar con precisión la cantidad de gente que se dedi-caba a esta actividad en el espacio regional, por lomenos el Padrón de población realizado por VicenteNieto, en 1791, menciona la existencia de 48 arrieros,14 litereros, 3 carreteros, 5 cargadores y 2 enfardado-

75

89 Suárez, 1998, pp. 203.90 Souto, 2003, p. 24, apoyado en De Solano, 1979, pp. 35.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 75

Page 76: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

res, entre españoles, mestizos y castizos.91 AbelJuárez, en su trabajo sobre las ferias, localizó criade-ros mulares en las haciendas de Lucas Martín, LaOrduña, Tuzamapam y Mahuixtlán; también en losranchos de San Marcos, Zoncuantla y Chiconquiaco.Entre los hacendados y propietarios de recuas, desta-caban José y Joaquín Gorozpe que disponían de 51recuas; José Joaquín de la Pedreguera tenía 33, y JoséMiguel de Iriarte 12.92 En los tres estudios se muestraque la arriería fue una actividad económica de ciertaimportancia en la región.

En Xalapa se llevaron a cabo más de una decenade ferias comerciales entre l720 y l777; por ellocomerciantes con sus trabajadores y gente de otrossectores llegaron a residir a Xalapa, atraídos por elmovimiento comercial que se vivía cuando arribabanlas flotas.93 En estas ferias también participaban laspoblaciones aledañas con la venta de algún productoagrícola, ganadero o manufacturero: de Naolinco setraían artículos de cuero; de Coatepec venían los pro-ductores de ganado porcino o vacuno, en tanto que loshacendados podían vender en la plaza xalapeña elazúcar de sus ingenios.94 El factor comercial propicióen la región una dinámica más activa porque las feriasatrajeron gente de muchas partes en busca de empleoo de intercambio mercantil. A partir de este periodo,se manifiesta un sistema de distribución de productosde las zonas rurales al centro urbano, donde se con-

76

91 Censo de Vicente Nieto, 1791, 320 pp. Véase en los anexos el cuadrode las actividades y oficios de la población xalapeña.

92 Juárez Martínez, 1978, pp. 40-43.93 Juárez, 1977, p. 35.94 Bermúdez, 1995, p. 147.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 76

Page 77: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

centraban las mercancías para su circulación interna oexterna. El hinterland de la región xalapeña se man-tuvo con el arribo de las flotas que traían mercancíaseuropeas y de Nueva España que se vendían en laferia.95 En ésta participaban los pueblos sujetos apor-tando determinados artículos manufacturados y agrí-colas para el comercio.

La movilidad poblacional, ocasionada por la circu-lación comercial, y el crecimiento de la población origi-naron una serie de necesidades, entre las que se contaronla demanda de alimentos, posadas, tabernas y casas-habitación. Esto hizo que Xalapa tuviera un mayor desa-rrollo económico y que éste se reflejara en su trazaurbana; los signos de progreso se expresaban en la cons-trucción de la Plaza del Rey, el mercado, la iglesia deSan José, varias casas de descanso, almacenes y bode-gas de algunos comerciantes porteños. Una de las másreconocidas fue la del comerciante naviero MarianoPasquel y Melero, residente de Veracruz, quien hacia elaño 1799 adquirió una hermosa casa de campo enXalapa, en donde nacieron y crecieron sus hijos.96

Aparentemente, el progreso de la poblacióndecreció a finales de la Colonia. A decir de los histo-riadores locales, esto se debió a la suspensión de lasferias comerciales ante la aplicación de las reformasborbónicas que liberaban de algunas trabas al comer-cio.97 Con la medida se redujo la población de 8 400habitantes en 1769, a 7 264 en 1784, es decir, reporta-ban un descenso de 13.52%. Sin embargo, el comer-

77

95 Grosso, 1983, pp. 60 y Souto, 2003, p. 23.96 Agundis, 1956, p. 46.97 Rivera Cambas, 1957; Juárez, 1977 y Blázquez, 1992, por mencionar

algunos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 77

Page 78: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cio se mantuvo activo para cubrir las necesidadesregionales; por lo menos así lo manifiesta en un tra-bajo reciente Matilde Souto,98 quien explica la formaen que los productores locales se unieron alConsulado de Veracruz, ampliando con ello la circula-ción al interior del mismo grupo. De manera que, aunsin las ferias, la región xalapeña continuó siendo unade “las venas importantes del tráfico mercantil” entreel puerto veracruzano, tierra adentro y España.

La etapa librecambista se afianzó con la forma-ción del Consulado Veracruzano que poco a pocofue incursionando en otros puertos caribeños paraconsolidarse como grupo en el comercio exterior dela Nueva España, hasta ser el principal intermediariode otros negociantes, a cuya cuenta y riesgo corrie-ron las transacciones. Durante la etapa en que elConsulado funcionó ágilmente (1796-1824), varioscomerciantes fueron estableciéndose en Xalapa, lacual recuperó su estatus de región de paso comercial,como lo refleja la existencia de 35 comercianteslibrecambistas, 5 mercaderes, 24 tenderos, 14 caje-ros, 10 tratantes, 12 dependientes y 2 pulperos, entreespañoles, criollos y uno que otro mestizo en unapoblación de 7 300 habitantes, según el Padrón deNieto, de 179199 Esto quiere decir que Xalapa era unnúcleo urbano activo, con un comercio y una vidaproductiva, organizada, producto de la circulación delos sectores de élite comercial que se fueron inser-tando en la sociedad.

78

98 Souto, 2001, pp.135 y ss.99 Vicente Nieto, 1971.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 78

Page 79: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Lo anterior sirve de base para concluir que lascausas de la disminución poblacional no pueden atri-buirse exclusivamente a la desaparición de las ferias,porque el periodo decreciente fue breve, y se revirtióconforme se fue adecuando la libertad comercial. Esmás, comenzó a presenciarse un mayor cambio en latraza urbana, gracias a la instalación de un acantona-miento militar que atrajo a una numerosa poblaciónflotante.100

3. Defensa militar y obra pública

A raíz de la Guerra de Siete Años, en 1762, cuando LaHabana cayó en manos de los ingleses, y ante el peli-gro de que el imperio español perdiera sus otras pose-siones en América, el rey Carlos III fortaleció el apa-rato militar en la Nueva España, pues precisaba de lossubsidios del Virreinato, el más importante por larecepción de rentas reales tan necesarias en susempresas bélicas. Se establecieron batallones o unida-des de infantería en las regiones donde había unapoblación numerosa cercana a los centros productivosdel Altiplano y en los lugares estratégicos más próxi-mos al puerto de Veracruz, principal puerta deentrada. Por ello en Querétaro, Tlaxcala, Puebla yVeracruz se formaron batallones militares de impor-tancia. Con todo, los soldados que debían resguardarVeracruz se toparon con la limitante de no podersobrevivir en un clima malsano como el del puerto;por eso, el gobierno determinó concentrar a los milita-

79

100 Véase síntesis en el Anexo. El censo registra más de 23 soldados y11 hombres con diferentes cargos en la milicia.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 79

Page 80: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

res en Perote, Xalapa, Orizaba y Córdoba.101 Al princi-pio, la cantidad de soldados que se acantonaron enestas poblaciones era superior a 7 000 milicianos, en su mayoría procedentes de Guanajuato, Valladolid,San Luis Potosí y algunos de Oaxaca. Estas concen-traciones de población alteraron la vida cotidiana einfluyeron en el proceso de construcción de Xalapacomo núcleo urbano; de ahí la importancia de histo-riar el desempeño militar observado en la villa, remar-cando su incidencia en las obras públicas y el agua.

Hacia 1784, estos grupos sumaron 16 755 mili-cianos, para las tres poblaciones (Xalapa, Córdoba yOrizaba), una cantidad superior a la de la población deXalapa, que era de más de 7 500 habitantes.102 Losmilicianos procedían tanto del hinterland regionalcomo de las zonas ya señaladas y se componían deartesanos (curtidores, carniceros, sastres, carpinteros,herradores, herreros y aprendices diversos) y trabaja-dores del campo (labradores, jornaleros y peones delas haciendas). Cabe señalar que los puestos de oficia-les y jefes eran cubiertos por soldados expedicionariosprovenientes de España, como lo prueba, en 1778, el arribo del gaditano José de Arias para ocupar elpuesto de capitán de milicias de Xalapa; de Puebla,vino el capitán de milicias don Diego José Gorozpe,quien había llegado en la corte del virrey Bucareli

80

101 Además aumentaron las plazas del Batallón de Oaxaca de 465 a 758(esto es, 293 plazas), del Regimiento de Córdoba de 991 a 1 464 con la integra-ción del Regimiento de Xalapa (incrementó 473 plazas), creándose nuevas uni-dades como el Regimiento de Valladolid (Michoacán), la Legión de Infanteríadel Príncipe, en Guanajuato, y la Legión de Infantería de San Carlos en SanLuis Potosí. De modo que el número de reclutados pasó de 9 244 a 16 755 enlos años mencionados (Rivas, 1983, pp. 19-20).

102 Ortiz Escamilla, 1997, p. 53 y Rivas, 1983, pp. 19-20.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 80

Page 81: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

desde 1763.103 Esto provocó cierta oposición entre losgrupos dominantes de las regiones, pues argumentaOrtiz Escamilla que “servir a una milicia dirigida poroficiales europeos resultaba poco atractivo para el sec-tor dominante”.104

Sin embargo, los jefes continuaron arribandodesde España hasta 1798, a la llegada del virreyBranciforte, quien atendió la queja de las élites de lasdistintas villas, eliminó las diferencias e involucró alos grandes propietarios en la dirección de las miliciaslocales. Es más, Serrano dice que los patricios contro-laban el cabildo de su ciudad respectiva y tenían elprivilegio de nombrar a los oficiales de los regimien-tos que se organizaron en sus jurisdicciones. De ahíque en Córdoba nombraran capitán de milicias alhacendado José Manuel Ceballos, en Puebla a JoséMaría Camino y en Xalapa a Gaspar de Iriarte.105

El acantonamiento de tropas en Xalapa permane-ció por el recrudecimiento de las hostilidades entreInglaterra y España en la zona del Caribe con el cam-bio de gobierno a intendencias en 1787, pues al rey leinteresaba asegurar el apoyo financiero y garantizar eldominio en sus territorios, aunque “recelaba de la leal-tad de sus habitantes”, por eso no les proporcionóequipo militar ni recursos y tampoco la formación dis-ciplinaria que todo ejército debía tener, como acerta-

81

103 Rivas, 1983, Apéndice. 104 Ortiz Escamilla, 1997, p. 55.105 José Antonio Serrano (2001, pp. 54-59) nombra “patricios urbanos”

a la élite gobernante de Guanajuato, porque el desarrollo de la minería, la agri-cultura y el comercio en el Bajío promovió el auge de varias poblacionesimportantes, dirigidas por familias con mayor poder económico y político;Rivas, 1983, Apéndice.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 81

Page 82: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

damente señala Ortiz Escamilla.106 Tales factoresmotivaron bajas por deserción o retiro, al grado deque, hacia 1804, el virrey Iturrigaray volvió a concen-trar en Xalapa una tropa de 7 080 soldados (inferior asus 7 300 habitantes) y en 1808 aglutinó a 15 000, esdecir, a más del doble de la población local.

a) Defensa militar y vida cotidiana

Las invasiones en ningún momento se efectuaron enVeracruz, pero la concentración de milicianos en lavilla xalapeña generó consecuencias en la vida de lospobladores, porque el gobierno virreinal al principioalbergó a las milicias en la Casa del Rey, pero cuandolos regimientos se multiplicaron y no hubo lugaressuficientes para alojarlos, el ayuntamiento solicitó elapoyo voluntario u obligatorio de los habitantespudientes para proporcionar a las tropas habitación,alimentación y, también, hombres que llenaran lasplazas de los soldados desertores.107

Los soldados se acuartelaron en varias casas par-ticulares, con o sin el consentimiento de los propieta-rios y sin precisar los periodos de permanencia en losdomicilios. Por ejemplo, determinados dueños (Nico-lasa Domínguez, Juan Gómez de Estrada, FranciscoHidalgo y Bautista Echeagaray) ofrecieron voluntaria-mente sus casas para acuartelar soldados; otros encon-traron un sentido positivo a este préstamo voluntario,como Diego Leño, quien ofreció una de sus casas alos soldados del rey porque así aseguraba el resguardo

82

106 Ortiz Escamilla, 1998, p. 127.107 Ortiz Escamilla, 1997, p. 43.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 82

Page 83: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de sus caudales y, con suerte, una mayor aceptaciónentre la gente del grupo social dominante del estatusal que aspiraba.108 En cambio, unos más, como elteniente don Joaquín del Castillo, se negaron a prestarsu casa, por lo que el ayuntamiento se las incautó pororden del intendente militar109 e incluso llegaron asacar por la fuerza a familias que no querían ceder suvivienda para que algún oficial la ocupara. Además sehizo una relación de habitantes a quienes se lesimpuso como gravamen la obligación de admitir ofi-ciales en sus casas, darles la asistencia debida y hastaprestar sus criados y asistentes si fuera necesario.110

Los oficiales de la milicia, protegidos por sus superio-res, aprovechaban su feliz “estancia” y se apropiabande los edificios donde habían vivido; otros dejaron lascasas tan deterioradas que sus dueños se quejaron anteel cabildo porque no podían venderlas después de serdesocupadas. Todo esto incidió en la vida cotidiana dela población, sin que el cabildo pudiera hacer algoante la imposición y fuerza castrense.111

Paralelo al problema del albergue surgió otro: eldel abasto de alimentos, mismo que el ayuntamientotuvo que gestionar. A los distintos artesanos les soli-citó el abastecimiento de sus productos: a los panade-ros se les exigió que el pan para las tropas debía estarlisto a las cuatro de la madrugada, de lo contrario les

83

108 Diego Leño por esos años adquirió la hacienda de Lucas Martín, uti-lizando las ganancias de su trabajo de arriero (véase la tesis de Socorro Benítez,1984). Para Leño era más importante ser aceptado entre la élite gobernante queobtener un título de nobleza, dado que ingresar a este grupo le permitía accedera las redes del poder.

109 Aunque este caso se refiere a un militar de reciente arribo, y si senegó fue probablemente porque apenas se estaba instalando en su domicilio.

110 Cfr. Ortiz, 1998.111 Rivas, 1983, pp. 50-53.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 83

Page 84: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

imponían multas, en vez de rebajarles el gravamencomo el cabildo les había prometido. Esto debido aque las panaderías cotidianamente vivían pequeñosescándalos por las vueltas de inspección de los regido-res o veedores ante las quejas del público por la malacocción o la falta de peso en el pan, y aunque lospanaderos culpaban del descuido a los operarios, detodos modos eran sujetos de muchas presiones, poresto o por lo otro, el ayuntamiento les exigió una pun-tual dotación de pan para las tropas.112

Una tercera forma de intervención del ayunta-miento fue por la venta bajo palabra, pues los solda-dos, confiados en que todo lo conseguían fácil, pedíanfiado en las tiendas y no pagaban, por eso los tenderosse quejaron al ayuntamiento, obteniendo por respuestaun bando del capitán Cevallos, donde les prohibíavender fiado a los soldados.113 Por otra parte, los mili-cianos llegaban sin uniformes ni implementos para suestancia, esperando que el ayuntamiento cumplieracon la dotación correspondiente apoyado en los dona-tivos de los propietarios de la zona. Todas estas situa-ciones alteraron la vida de la localidad y de sus alrede-dores, pero lo que más afectó a la población durantelos acantonamientos militares fueron los altos preciosy la escasez de “especies y menesteres” que, por laalta demanda, se agotaban inmediatamente.114 Sortea-dos los peligros de invasión y aun cuando había que

84

112 De acuerdo con el análisis, desde el punto de vista cultural de GuyRozat en “Modelos para consumo del pan en Xalapa a fines de la Colonia”, esprobable que la mayoría de los milicianos fueran españoles, castizos o mesti-zos, e incluso indios que pretendían un ascenso social, pues él sostiene que “enuna sociedad estamentaria como la de la Villa de Xalapa, siempre se necesitabala reafirmación cotidiana de una diferenciación social” (1996, pp. 205-209).

113 Rivas, 1983, p. 55.114 Ibid., 1983, pp. 54 y 59.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 84

Page 85: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mantener el control del territorio de la Corona, losacantonamientos militares de las distintas poblacionesse redujeron hacia la primera década del siglo XIX,dada la precariedad en que vivían. Pero no todas lasconsecuencias de la estancia militar fueron negativas,también tuvo su aportación en la urbanización de lasciudades.

b) Obras públicas, beneficios privados

Las obras públicas forman parte del sistema de uso ydistribución del agua en las villas y ciudades que sedesarrollaron en la Nueva España. Dicho sistema, diceUrquiola,115 fue regulado por la autoridad localmediante el uso de ductos subterráneos de distintodiámetro, construidos a partir de cajas de agua para elcontrol de salida y su consecuente suministro. Al prin-cipio, esta forma de distribución del recurso beneficióa las instituciones religiosas, a algunos particulares yen menor medida al pueblo.

El abasto del agua, como uno de los serviciospúblicos atendidos por el ayuntamiento, obliga a defi-nir el concepto de “servicio público” como aquel quese realiza para un beneficio comunal, aunque lo másfrecuente es considerarlo a partir de las acciones queasume el gobierno municipal como parte de las res-ponsabilidades en su administración. Desde luego queesta concepción nace de las prácticas españolas que seejercieron durante la Colonia en México, a partir de laRecopilación de las Indias, cuya ordenanza dice que“las obras públicas debían costearse entre los lugares

85

115 Véase Sánchez, 2002, p. 84.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 85

Page 86: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

y las personas que gozaren de ellas, de acuerdo albeneficio o provecho que de ello tuvieren”.116 Esta leyprobablemente se legitimó a partir de las prácticas delos solicitantes, quienes con tal de ganarse la mercedde agua se comprometían a construir fuentes públicaspara el servicio del pueblo. Por lo menos así lo expre-san algunos documentos sobre uno que otro españolde las ciudades de México, Querétaro y Xalapa.117 Deese modo, los españoles demandantes pudieron insta-lar una caja de agua para llevar, mediante canales ytubos de barro, el agua del manantial hasta su domici-lio. La misma institución obligó a los mercedados adejar de usar el agua cuando las fuentes públicas sehubiesen agotado y quedaran exclusivamente dispues-tas para el uso de la población.118 Con esta reglamenta-ción se justificaba la expropiación de las principalesfuentes de agua a los grupos indígenas.

En el caso de Xalapa, como ya se ha dicho, partede las construcciones más antiguas se iniciaron desdefinales de las ferias comerciales y en especial en laetapa borbónica. En este tiempo se habilitaron otrosservicios a la comunidad, precisamente por el estable-cimiento de las milicias y sus dirigentes, porque susacantonamientos aumentaron la población flotante ylocal, y con ello los requerimientos de habitación y deservicios básicos.

86

116 De León Pinelo, 1992, pp. 2099.117 Aunque también se señala la apropiación de los manantiales por

parte de los religiosos, quienes desde su llegada se hicieron de mercedes deagua para sus servicios domésticos y productivos como en el caso del conventode San Francisco de la Ciudad de México en 1526, según las actas del ayunta-miento en la referencia de José Luis Cossío, 1937, p. 3.

118 Mussett, 1992, pp. 112-114.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 86

Page 87: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

En el último tercio del siglo XVIII, se construye-ron cinco fuentes (Jalitic, Techacapan, Gomila, Varasy Gorozpe) en las plazas y plazuelas públicas paraasegurar el suministro constante de agua, porque esca-seaba durante los meses de estío. El cabildo establecióun arreglo oficial con los nuevos dueños de las merce-des de agua, donde condicionaba la autorización delpermiso de recoger y controlar su agua en una toma yconducirla a su domicilio, siempre y cuando los parti-culares, con su dinero, edificaran las fuentes públicasconectadas a la caja o toma de referencia para que lapoblación no padeciera escasez.

Las construcciones eran una obligación estable-cida en la ordenanza ya mencionada para obras públi-cas. Así, el cabildo cumplía sus funciones de dar ser-vicio al público sin problemas de financiamiento,porque el costo de éstas significaba una forma de quelos particulares realizaran sus contribuciones en espe-cie. Además de servir para el abasto de los particula-res, con las fuentes públicas se proveían los serviciospiadosos de la iglesia y las necesidades domésticas delos milicianos, del vecindario y de las actividades pro-ductivas.

Desde 1775, el capitán de milicias don Diego deGorozpe solicitó al virrey, don Antonio de Bucareli,una merced de agua de los manantiales de la barrancade Jalitic, situados en el descanso de una loma arenosaque bajaba de la Plazuela del Carbón. Allí los concen-traría en una caja de agua para abastecer su domicilioy una fuente pública, cuyos costos serían cubiertos porel mismo Gorozpe. La solicitud se justificaba en lanecesidad de disponer de agua en su finca, pretex-tando enfermedad, desperdicio de las fuentes o esca-sez en algunos casos. Además, indicaba que la

87

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 87

Page 88: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

corriente pasaba cerca de su domicilio, al cual le eraindispensable conducirla, derivándola para su mejoraprovechamiento, tal como lo planteaba la ordenanzaII de las Leyes de Indias sobre la importancia de lacercanía de las aguas al terreno para conceder la mer-ced.119

Bajo esta legislación, los solicitantes de mercedestrataban de ganar una respuesta favorable a la demandade agua para uso particular. Gorozpe no obtuvo res-puesta; por ello, al año siguiente su apoderado, donMariano Pérez de Tagle, insistió mejorando la oferta alcomprometerse a abastecer también las necesidades dela república de indios del barrio de la Plazuela del Rey,con la construcción de una fuente que llevara toda elagua que necesitaran; además, en los nacimientos colo-caría otra caja para proveer a los lavaderos, y una fuentemás que él mandaría construir para el vecindario.120

En el invierno de 1777, Gorozpe recibió delalcalde mayor la concesión, pagando 25 reales por lamerced. El precio representa sólo 10% del costo queel agua tenía antes de las reformas.121 Esto en parte sedebía a que en otros núcleos urbanos había más com-petencia y demanda por el recurso; en cambio en laregión xalapeña éste abundaba, además no hay queperder de vista el hecho de que la misma reglamenta-ción se había modificado e imponía nuevas formas desostener el sistema hispano de distribución de agua.

88

119 Lanz, 1982, p. 125.120 Juan Ortiz Monasterio, 1880, pp. 10-13.121 Galván, 1998, pp. 253 y 265. Los precios por las porciones de agua

solían ser más altos que los de la tierra, por lo común una paja de agua (unamedida consistente en más de dos centímetros por segundo, definida a partir dela entrada de agua a los acueductos y también a las fuentes públicas y particula-res) en el siglo XVII valía entre 200 y 250 pesos en la Ciudad de México.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 88

Page 89: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Como se observa en los documentos de la época,el fiscal consultó a la república de indios y, en 1778,Gorozpe comenzó la construcción de las obras prome-tidas, apegándose a las condiciones de las Leyes deIndias, exigencia mediante la cual se comprometió ainstalar 20 lavaderos resguardados por un techo soste-nido con madera, teja y piedra, para los usos de lacomunidad indígena y del resto del vecindario, acuyas casas también condujo el agua.122 De esta forma,la toma de agua cubría una doble función: la de man-tenerla en los tanques construidos cerca de los lavade-ros para una utilidad comunitaria y la de asegurar que,a través de cañerías, se condujera a las casas que habíaadquirido Gorozpe en Xalapa. Con ello, este perso-naje de la vida colonial demostraba su participaciónen el exiguo grupo de “notables” proclamando quepodían beneficiarse del líquido y tenerlo en su hogar,pues una característica tradicional de las villas hispa-nas era que cada vivienda tenía un solar de resguardopara su equipamiento de casa y trabajo, lo que incluíalos corrales para animales domésticos, caballerizas y,desde luego, un huerto.123

De la misma manera, en 1800, el teniente demilicias Joaquín del Castillo y Bustamante adquirióuna merced de agua de los manantiales de Techacapanpara llevarla hasta su domicilio; al hacerlo contrajocon el ayuntamiento el compromiso de componer todala infraestructura, desde la toma de agua hasta loslavaderos que se habían construido antes de 1791,pero que diez años después estaban bastante deteriora-

89

122 ANX (Archivo de Notarías de Xalapa), Protocolo de 1778, f. 256.123 Sánchez, 2002, p. 84.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 89

Page 90: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

dos y el agua se desperdiciaba causando encharca-mientos en las calles y solares aledaños.124

Los mercedados cumplían con una doble fun-ción: por un lado, se responsabilizaban de construirlavaderos públicos en lugares estratégicos para loscomerciantes y la milicia –las plazas públicas, porejemplo–, máxime porque eran dirigentes directos deuna u otra actividad; por otro lado, satisfacían eficaz-mente la salud familiar y la de los posibles comprado-res de sus casas, al disponer de una toma de agua pro-pia para el abastecimiento de sus huertos, animalesdomésticos y de trabajo, así como para su serviciocotidiano. De este modo, gozaban de la comodidad detener en casa el agua necesaria para evitar el pago porel acarreo en tiempos de estiaje.

En tanto dueño de la merced de agua, Gorozpeconstruyó las fuentes Gorozpe y Gomila, justo enespacios de descenso de las corrientes, ambos lugarescontiguos a sus casas,125 cuando la excusa de su edifi-cación consistía en la utilidad para los vecinos delbarrio de El Calvario que se localizaban más al norteen lo alto de la loma, porque ellos padecían escasezdel recurso, pues el suelo que atravesaba sus casas erapedregoso y duro, lo que imposibilitaba la acumula-ción de agua de lluvia y dificultaba la construcción depozos. La elección que hizo Gorozpe del sitio que

90

124 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1859, caja 19,paq. 1, exp. 9, ff. 9 a 12.

125 La fuente de Gomila (véase figura 6) quedaba en lo que hoy corres-ponde al triángulo entre Hidalgo y Zaragoza; es decir, en un lugar en el que se apro-vechaba el descenso del agua. Este lugar se llamó así porque allí se asentó la panade-ría del privilegio del señor Gumilla (Rozat, 1996, p. 205). En tanto que la fuente deGorozpe se encontraba en la primera cuadra del Callejón del Diamante y el Callejónde Roa Bárcena (antes Callejón de Gorozpe, como su apellido).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 90

Page 91: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ocuparon las fuentes podría justificarse ante la falta de tecnología para ascender el recurso hasta la cuesta deEl Calvario, pero el aprovechamiento de la pendientedel terreno, para asegurar la constante caída del aguaen sus propiedades, excluyó en parte de beneficios ala población del mencionado barrio, la cual sí pudocontar con agua suficiente, pero a costa de acarrearla,pues les alejaron la fuente.

El doble compromiso contraído con el ayunta-miento se debió a que Gorozpe tenía la intención deque cada una de sus casas quedara con el suministroseguro de agua, lo cual sugiere que su interés no eraprecisamente aportar un servicio a la comunidad, sinoaprovechar su posición de jefe militar y su relacióncon las autoridades para entrar en el negocio de laespeculación de bienes raíces (casas con solares oterrenos con acceso de agua). En la venta de propieda-des que Gorozpe realizó, entre 1803 y 1807, se expre-saba la extensión de los solares y las características delas casas, entre las que se mencionaba la existencia de agua corriente en los patios, porque con regulari-dad las peculiaridades geológicas del suelo permitíanla existencia de veneros naturales de agua, especial-mente por su proximidad a los aguajes de Jalitic.

Los compradores de los terrenos, con o sin casa,pero ya con veneros de agua, fueron el comercianteporteño Ignacio Pavón y Muñoz; el alcalde ordinariode Xalapa, el comerciante y capitán de milicias JuanAntonio de Bárcena; el presbítero Vicente Espino; loscomerciantes Miguel del Valle y Francisco de la Peña,

91

126 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 18 de 1806, ff. 232-236; núm. 19 de1807, ff. 141-152; núm. 39, 1830, ff: 40 y 40 v., y núm. 47 de 1836, f. 29.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 91

Page 92: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Guevara y otros.126 Toda vez que ostentaba ser dueñodel agua, Gorozpe enajenó varias porciones delrecurso y de las tierras a otras personas, propietariastambién de casas con sus “costumbres, derechos yacciones”. Por consiguiente, todos se considerabanpropietarios de esta agua, así como de las obras que laconcentraban de los manantiales a la caja.127

Por otra parte y con la intención de construir unacueducto para apoyar los trabajos del ingenio, JoséIriarte, hijo del capitán de milicias Gaspar de Iriarte, ypropietario de la hacienda de Pacho en 1787, solicitóal cabildo la conducción de las aguas del río Santiagoque transitaba por un costado de la población xala-peña. Iriarte fundamentó su petición en que el aguasería utilizada en forma de energía para mover suingenio, pero como quedaba un poco lejano de lacorriente, se apoyó en Francisco Maniau Ortega, queestaba interesado en “llevar el agua a su molino” (deharina, en este caso) y vivía más cerca de la fuenteque el propio Iriarte. Así, ambos realizaron una peti-ción formal, pero esta no procedió. Posteriormente, en1795, volvieron a insistir, agregando a su súplica lanecesidad que tenían las lavanderas del agua para sutrabajo, por lo que además solicitaban que se unieranlas aguas del río Santiago con el Sordo para aumentarel caudal y obtener más fuerza para mover las máqui-nas del ingenio y del molino.128

La petición fue aprobada, por lo menos paraIriarte, porque se llevó el agua hasta una pendiente

92

127 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1879, exp. 3, caja39, ff. 1, 4, 6, 191 y 199.

128 AHMX, 1794, Actas de Cabildo, núm. 1, f. 111; 1795, 2, ff. 35 y 36; y1809, 16, f. 102.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 92

Page 93: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

para captarla con bastante presión. De inmediato, seinstaló la toma de agua que sirvió para el acueducto,pero tuvo que ajustarse a las condiciones de la ley,esto es, aportar un beneficio público por el agua querecibiría Iriarte, por lo cual mandó edificar un con-junto de lavaderos techados con un tanque que secanalizaba desde la caja que reunía las aguas de unmanantial ubicado en las cercanías del ingenio dePacho. Esta infraestructura permanece siendo de uti-lidad.129

Con estas condiciones –dar un beneficio públicopara devolver el aprovechamiento del recurso querecibían las familias del sector dominante–, se edifica-ron tres diferentes conjuntos de lavaderos cubiertos:Techacapan, Jalitic y Pacho. Generalmente, cada con-junto fue de 20 lavaderos, dispuestos diez de un lado ydiez del otro, con un canal en medio donde circulabael agua y un tanque con muros de piedra para sostener eltecho de tejas de barro. Se construyeron agrupadospara aprovechar los espacios por donde atravesaranlos canales de los cuales se servía la gente para dejarllenos los tanques de agua, pero también para que lainversión no resultara más onerosa. (Para apreciarestas obras, véase las figuras 7 y 8, imágenes de losLavaderos de Techacapa y las cajas de agua deJalitic.)

La fuente en la Plazuela de Varas se edificó justoa la orilla del camino interno que conducía a la ranche-ría de El Castillo. El agua que brotaba en la pila satis-facía las necesidades de los caminantes y bestias que

93

129 Visita de la toma y de los lavaderos en la hacienda de Pacho y entre-vista con Marissa Moolick Gutiérrez, actual propietaria de la fracción donde selocaliza el casco de la hacienda (8 de mayo, 1999).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 93

Page 94: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 7: Cajas de agua y lavaderos de Jalitic construidos en 1779.

Fotógrafo no identificado, 1910. Colección de Leonardo Pasquel, AGEV.

Figura 8: Lavaderos de Techacapa construidos en 1800.

Fotógrafo no identificado, hacia 1920. Colección de Jesús Peralta.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 94

Page 95: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

circulaban por esta vía interna. Al comenzar la vidaformal del ayuntamiento xalapeño, en 1794, ense-guida se observó que una de las preocupaciones de lagente era conseguir ayuda de la corporación para elmantenimiento y preservación de las fuentes, porque–se señala– estaban descuidadas.130

El administrador de los bienes públicos delvecindario en 1805, Mateo Badillo, argumentaba quelas obras bajo la responsabilidad de Gorozpe no sumi-nistraban el agua suficiente al barrio, debido a que noestaban concluidas, y la que sí se concluyó estaba enruinosas condiciones, pues tampoco se le daba mante-nimiento. El vecindario carecía de agua, mientras queel señor Gorozpe disfrutaba de ella. Entonces Badillo,“de su peculio, reparó y completó todas las obras”. Yen su papel de funcionario, encargó al alarife (maestroalbañil) su mantenimiento,131 haciéndoles reconocer alos herederos de don Diego José Gorozpe que, al nocumplir con todas las condiciones, la merced de aguadejaba de pertenecerles. Además, les hizo reconocerlos cambios en las disposiciones legales autorizadaspor el virrey Iturrigaray en 1803, que señalaban que

...las aguas se consideraban como bienes públicos y [...]ninguno pudiere alegar derechos de propiedad sobre ellas,siendo este derecho de las ciudades y pueblos, ‘inalienablee imprescindible’ cuyo carácter siempre se le ha recono-cido a pesar de que alguna vez haya sido alterado porabuso de autoridad.132

95

130 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 1, 1794, f. 6 y Ortiz Monasterio,1880, p. 1.

131 AHMX, Fondo Documental México Independiente, paq. 1, 1880.132 Ibid., título 28, partida 3ª.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 95

Page 96: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Aunque la frase final llevaba dedicatoria para los sec-tores económico y social, incrustrados en los ayunta-mientos, que gozaban del agua como propiedad pri-vada, de todas formas enfatiza el cambio legislativopromovido por la máxima autoridad del Virreinato,que a la letra dice:

...el vecindario de las ciudades es el único dueño de todaslas aguas que se conducen por las cañerías públicas y siem-pre que las necesite para su surtimiento, deben quedar pri-vados de ella los particulares en cuyo caso los particularesque por merced o concesión del ayuntamiento disfrutarenaguas, deberán quedar privados de ellas y reintegrársele lascantidades que hubieren satisfecho por dichas mercedes:en inteligencia de que, con esta fecha se prohíbe que ni porprecio ni sin él, pueda hacer nuevas concesiones ni merce-des [...] de agua.133

Esta importante cédula, rescatada en Las Pandectashispanomexicanas, destaca que el agua es un bienpúblico y pretende establecer claramente la diferenciacon lo privado. Sin embargo, el mismo Mateo Badilloera propietario de una merced de aquellas aguas en sucasa, y por tanto no se autoaplicó la consigna legal.134

Esto muestra que la corporación era consideradacomo suya, y que entre ellos había una cierta compe-tencia por el líquido, además de confirmar que, entanto dueños de la tierra y el agua, mantenían el con-trol sobre los recursos naturales y el poder de la locali-dad. También, evidencia que entre la clase notablehabía ciertos enfrentamiento de intereses por el con-trol de los recursos u otros factores.

96

133 Rodríguez de San Miguel, 1991, tomo II, p. 279.134 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 11, 1805, ff. 29, 330 y 351, y García

Morales, 1994, p. 108.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 96

Page 97: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Hay que reconocer, por un lado, que tantoGorozpe como Badillo eran españoles prominentes enla sociedad regional. Badillo era un actor fundamentalen el comercio de ultramar y en el ayuntamiento xala-peño (desde su fundación en 1794). Y Gorozpe unadestacada figura de ascendiente religioso y de fuerteinfluencia militar. Ambos mantenían relacionescomerciales y crediticias en alianza con la Iglesia, delo que se desprende una obvia competencia en dondeuno y otro medían sus fuerzas y ostentaban su poderpara seguir posicionándose en la comunidad.

En lo que se refiere a las fuentes públicas, elayuntamiento fue el encargado de recomendar a lasociedad el uso de las fuentes sólo para tomar agua envasijas limpias. Por eso cuando había escasez, losvecinos planteaban sus quejas a la institución para queésta propusiera una comisión que se encargara derevisar el estado que guardaban los canales, acequiasy cajas de agua. Si estaban tapadas con basura einmundicias amontonadas, la comisión buscaba a untrabajador que, con el respectivo salario, se dedicaba alimpiar todo lo que obstaculizara el paso del agua.

Con la infraestructura realizada a partir de losacuerdos entre la corporación municipal y la clasenotable se proveyó a la comunidad de lugares adecua-dos para cubrir sus necesidades, como el aseo perso-nal y el lavado de ropa. En este caso, por la demandade los sectores dominantes, el oficio de lavanderascobró auge con la presencia de las milicias provincia-les, porque de hecho la construcción de los lavaderosy las fuentes coincide con la llegada de este sector a laregión. Las lavanderas contaron con un lugar seguro ycubierto para lavar la ropa de la gente pudiente y, porconsiderarse un trabajo exclusivamente femenino,

97

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 97

Page 98: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

fueron las mujeres quienes monopolizaron este espa-cio y el trabajo mismo.

Con estas construcciones para desempeñar suquehacer, ya no tuvieron necesidad de acarrear agua ode mantenerse mojadas en el río, soportando las bajastemperaturas o el duro cierzo invernal, ambiente queluego las enfermaba y les impedía realizar su trabajo.Esto redundó de algún modo en beneficio de los sec-tores sociales que solicitaban sus servicios, porque nodebían esperar a que las lavanderas recuperaran lasalud. Es decir, en un clima húmedo como el xala-peño, el bienestar de la población dependía en partede este tipo de construcciones al servicio del pueblo.

Así como logró el aprovisionamiento de las fuen-tes y los lavaderos mediante la aplicación de la legis-lación a quienes solicitaran mercedes que canalizar asu domicilio, el cabildo municipal intentó conminar-los, bajo el mismo recurso, a buscar los medios para lareparación de los techos y el mantenimiento de lasalcantarillas. Sólo que éste no se cumplió, por lo quelas lavanderas hacían patente al cabildo el descuido enel que se encontraban las instalaciones, aprovechandola cercanía con algunos de sus miembros por los servi-cios que brindaban a su familia.

¿Por qué eran las lavanderas quienes se quejabany demandaban del ayuntamiento una respuesta?Porque ellas vivían únicamente del salario que perci-bían por su trabajo, el cual dependía de la existenciade agua y de que ésta fluyera limpia en las corrientesque usaban. Asimismo se ayudaban a realizarlo mejorsi el edificio que albergaba los lavaderos no teníagoteras que inundaran el espacio de trabajo, lo quebeneficiaba sus condiciones de salud; de lo contrariopresentaban sus quejas al cabildo. Los motivos de

98

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 98

Page 99: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

queja de este sector popular ante las autoridadesmunicipales fueron principalmente la contaminacióndel agua, las malas condiciones del albergue que res-guardaba los lavaderos, o los obstáculos al libre acce-so a los mismos.

En 1832 las lavanderas se quejaron por la conta-minación de la fuente donde trabajaban, producto deun uso más extensivo que hacían los curtidores ríoarriba, quienes eliminaban toda clase de desperdiciosde las pieles frescas en el mismo curso, por lo que elagua descendía sucia y hedionda, manchando y apes-tando la ropa que ellas lavaban.135 Situación que entor-pecía su trabajo, pues había que buscar otro lugar o delo contrario suspenderlo, dejar de ganar su salario orecibir los reclamos del cliente por el estado en quellevaran la ropa.

La frecuencia con que estas mujeres presentabansus quejas y demandas significa que ellas tuvieron unapresencia activa, y muchas veces en busca de su mejo-ría como sector trabajador rechazaban algunas de lasmedidas del ayuntamiento o de los sectores socialespara los que trabajaban.136 Era habitual que las lavan-deras se solidarizaran y formaran un frente comúnpara afrontar los problemas, lo mismo aquí en Xalapa

99

135 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 44, 1832, f. 42 v.136 Las lavanderas fueron uno de los primeros sectores laborales de la

comunidad que denotaron su presencia en el ayuntamiento por sus quejas recu-rrentes sobre el estado de la construcción de los lavaderos o por la contamina-ción del agua, pero también por su contribución a la limpieza de los hogarespudientes, lo que les permitía establecer un vínculo social entre su sector y elde su trabajo. Por eso, escritores visitantes como William Bullock, FrancésLyon, Guillermo Prieto y García Cubas, dedicaron varias líneas con un sentidode reconocimiento por su trabajo y por ser un punto de contacto y aprendizaje dela civilización, llámese ahora modernidad (González de Cossío, 1957, pp. 163 y164).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 99

Page 100: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que en otras partes,137 lo que demuestra que en losnúcleos urbanos, de acuerdo con la cantidad de pobla-ción y disponibilidad de los recursos, se presentabacierta competencia por el abasto que daban las fuentesde agua en el espacio urbano.

La existencia de un uso privado del agua, decinco fuentes públicas, tres conjuntos de lavaderos,tres iglesias y una capilla que servía de apoyo a laparroquia de la Virgen de la Concepción (véase figura9), delatan que la población no era muy numerosa138

respecto de la población de la Ciudad de México endonde había 76 fuentes públicas, o la de Querétaroque tenía 36.139 Por eso, el agua en Xalapa resultabasuficiente para satisfacer el abasto que brindaban lasfuentes particulares, las públicas y los pozos que algu-nos de los vecinos habían cavado para complementaro asegurar dicho abasto al servicio doméstico coti-diano. Sin embargo, ya se presentaba cierta competen-cia por los usos domésticos y productivos que desgas-taban el agua, principalmente en áreas de mayorconcentración de la población, o sea, en torno a losmanantiales de Jalitic y el río Santiago debido a lasactividades manufactureras.

Hacían uso del agua, y la ensuciaban, once fábri-cas de loza y las cinco tenerías que para el año de1831 reportaban 3 000 pieles curtidas ya listas paraventa.140 Estas manufacturas se localizaban en las

100

137 Por enunciar un caso del mismo sector: las lavanderas de SaintEtienne en Francia, grupo que elevaba sus quejas a las autoridades locales paraque fueran atendidas con prontitud, comenta Burdy, 1989, pp. 162-163.

138 Véase cuadro de población en el Apéndice.139 Suárez, 1998, p. 33.140 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, p. 128.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 100

Page 101: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

FUENTE: Plano de la ciudad de Xalapa, Comisión Geográfica Exploradora,1895-1907 (escalas 1:500 y 1:10000). Archivo General del Estado de Veracruz,Fondo Pinacoteca: Archivo Histórico Municipal, Xalapa, Libros de la Junta deCabildo, 1802, 1837, 1843, 1880.Elaborado por D. Skerritt y N. León.

Figura 9. Xalapa: fuentes de agua y lavaderos

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 101

Page 102: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

márgenes del río Santiago para hacer uso del agua enla limpieza de sus instrumentos y de las pieles en elcaso de las tenerías, lo que provocaba contaminacióny problemas en la calidad del agua que utilizaban losdemás. Los usos del agua en el espacio urbano xala-peño han sido múltiples, al compartir el abasto domés-tico, manufacturero y agrícola, sin que por esto se pre-sentara más que una débil competencia entre sí, pueshabía manantiales cuya agua servía al mercado, laiglesia, las posadas, los temazcales, los lavaderos y elservicio doméstico, y el único río abastecía a las tene-rías, las fábricas de loza y a la población. No obstante,como se recordará, el espacio urbano de Xalapa sehabía considerado con características productivas, porlo menos para el abasto familiar y el trabajo militar,por lo que el agua también servía para irrigar los sem-bradíos de maíz, frijol, frutas y verduras que tenían loshabitantes en sus solares y en los terrenos junto al río.

Ahora bien, aunque en Xalapa se desarrollaronvarios huertos familiares mixtos, no puede conside-rarse un pueblo “huertero” porque las unidades erande corto alcance y carecían de una producción mera-mente comercial: lo que se producía en los solaresjunto a las casas de los núcleos urbanos, sólo era parael abasto familiar y poco para el mercado local. En lavilla no hubo una tradición de cultivos con riego ytampoco una red de distribución sino hasta después delas reformas borbónicas, que fue cuando en función de las necesidades de la población miliciana se acon-dicionaron las caídas de agua con tomas, cañerías,fuentes y lavaderos, que más bien perseguían otro pro-pósito como ya se señaló.

En el espacio de las haciendas cañero-azucareras,hubo acondicionamiento de acueductos para el desa-

102

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 102

Page 103: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

rrollo de estas actividades productivas que llegaban aun mercado más amplio; sólo que a éstas se lesconoce en los estudios como de una agricultura de plantación y no como huertas de riego porque, dehecho, necesitaban una mayor cantidad de trabajado-res para el campo y para el ingenio.

Entre lo rural y lo urbano no hubo conflictos,aunque sí una cierta competencia en lugares donde seconcentraban los servicios que utilizaban agua de unamisma corriente. No por ello hubo escasez delrecurso, dada la existencia de diversos manantiales,sino debido al control privado que ejerció el gruposocioeconómico dominante, el cual, como se ha dicho,formaba parte en la vida comercial y militar, y exten-día su campo de acción hacia las instituciones deíndole política y social.

4. La organización político-administrativa de la región xalapeña

Al comenzar el periodo colonial, Xalapa fue un pue-blo encomendado a la Corona que pronto se convir-tió en un corregimiento encargado de cobrar los tri-butos y de impartir justicia a la población. El poderque tenía fue en ascenso gradual, al ir congregándoseun mayor número de españoles propietarios de tie-rras en el pueblo y su entorno.141 Como planteaBermúdez, Xalapa desde 1564 inició sus funcionesde Alcaldía Mayor, a cargo del primer alcalde mayor

103

141 Según Ochoa (1985, p. 148) la alcaldía era una especie de prefecturapolítica porque su gobierno abarcaba los distritos y gozaban de atribucionessobre muchos ramos de la administración municipal.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 103

Page 104: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Constantino Bravo de Lagunas.142 En 1609, deacuerdo con el registro de Mota y Escobar, era cabe-cera de alcaldía con cuatro pueblos sujetos: Xal-comulco, Coatepec, Xico y Chiltoyac.143 En esta con-dición de pueblo y alcaldía mayor estaba, cuando sellevaron a cabo las ferias mercantiles (1720 a 1777),con las cuales cobró mayor interés económico, peroevidentemente la connotación de Xalapa como cen-tro de poder adquirió más fuerza en la etapa borbó-nica, cuando pasó a ser acantonamiento militar ysubintendencia o cabecera de partido.

Hacia 1786, Xalapa formaba parte dirigente delas nueve alcaldías localizadas en el territorio veracru-zano, y eran las siguientes: la alcaldía mayor de Xalapa –que comprendía Xalacingo y el pueblo dePerote–; la de Veracruz; la de Acayucan, aliasCoatzacoalcos; la de Tuxtla y Cotaxtla; la de Papantla;la de Pánuco y Tampico; la de Cosamaloapan; la de Orizaba, y la de San Antonio Huatusco o Villa deCórdoba.144 Los gobernantes de esta categoría de pue-blos representaban a todas las poblaciones de su juris-dicción ante las autoridades reales y eran las encarga-das de administrar y controlar a los pueblos sujetos.

104

142 Bermúdez, 1985, pp. 237-239. En este trabajo, el autor presenta unalista de corregidores, alcaldes mayores, tenientes, alguaciles, jueces del caminoy escribanos de Xalapa en el siglo XVI. Posteriormente, en 1995 publica otrolibro referente al siglo XVII, en donde menciona a José de Ibelli como uno delos alcaldes mayores de Xalapa que imponía su autoridad a los pueblos sujetos.

143 Mota y Escobar, 1992, p. 146.144 O´Gorman, 1985, p. 83 y Commons, 1993, p. 41. Estos autores pre-

sentan la lista de alcaldías nombrando a Xalapa como la única alcaldía mayor,esto puede deberse bien a la forma de enumerarlas o al uso no diferenciado delos puestos de autoridad. En los documentos indistintamente aparece el nombrede alcaldes o alcaldes mayores.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 104

Page 105: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

En este caso, a Xalapa le correspondió gobernar a 23pueblos contenidos en su jurisdicción.145

Esta organización territorial se trasmutó al régi-men de intendencias impulsado por el rey Carlos III,ante la necesidad de uniformar la multiplicidad deregímenes y consolidar el Estado moderno en losterritorios que comprendía la monarquía española,146

aunque en la Nueva España se aplicó hasta 1787, cua-tro décadas después de que se consolidara en la metró-poli,147 luego de la visita de José de Gálvez quien pusode manifiesto las irregularidades existentes en laadministración de los territorios novohispanos. El pro-pósito de este nuevo tipo de gobierno fue reorganizarla estructura institucional de los reinos, sobre todo,establecer un sistema administrativo fiscal y territorialque posibilitara el control de los ingresos públicosprovenientes de los territorios de la Corona, puescomo expresan los doctores Pietschmann y Jáuregui,había que limitar los alcances de la corrupción, los

105

145 Tlapacoya, Xalacingo, Atzalan, Altotonga, Perote, Papalote,Chiconquiaco, Chapultepec, Acatlán, Tlacolulan, Tonayán, Tepetlán,Coacoatzintla, Naolinco, Xilotepec, Almologa, Chiltoyac, Maxtatlán, Coatepec,Atezca, Xicochimalco, Ixhuacán y Jalcomulco (Commons, 1993, p. 43).

146 Dado que los borbones renovaron la administración de la monarquía,pues cuando comenzaron a gobernar las arcas estaban vacías debido a las gue-rras desastrosas con los Habsburgo (De Gortari, 2003, p. 15).

147 El sistema de intendencias tardó cuatro décadas para imponerse en laNueva España por una serie de vicisitudes de corte legal, económico y político,entre las que se pueden señalar el interés del rey por conservar el subsidionovohispano para sostener la confrontación con otros países que pretendían susterritorios. También por la negativa de los virreyes, por ejemplo el conde deRevillagigedo (1746-1755) argumentaba: “lo nocivo que resultaría aquí”; asícomo por la oposición de los alcaldes mayores, quienes en 1774 se apoyaron enel virrey Bucareli para no someterse al cambio de sistema, pues disminuía elmargen de maniobra que ellos tenían en sus localidades (Piestchmann, 2000, p. 143 y Commons, 1993, p. 18).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 105

Page 106: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

fraudes fiscales y el contrabando,148 es decir, vigilarlas rentas reales que provenían de la recaudación delos tributos, perseguir y juzgar a los evasores fiscalesy autorizar los gastos públicos.149

Las intendencias se organizaron considerando lasciudades que tenían el rol de alcaldía mayor o corregi-miento, convirtiéndolas en intendencias y subdelega-ciones o cabeceras de partido.150 En su caso, las subde-legaciones permitieron aumentar la eficacia de laadministración local y distrital, y promover la interven-ción de los notables locales en las causas pú-blicas.151Así, entre 1786 y 1787, el ministro José deGálvez, enviado del rey y apoyado en la ordenanza de intendentes de 1785, reorganizó el territorio de laNueva España en doce intendencias: México, Puebla delos Ángeles, Nueva Veracruz, Mérida de Yucatán,Antequera de Oaxaca, Valladolid de Michoacán, SantaFe de Guanajuato, San Luis Potosí, Guadalajara,Zacatecas, Durango y Arizpe, que incluía a Sonora ySinaloa.152

En esta reorganización, Veracruz fue la terceraintendencia en importancia para la Corona, al “ser éstala precisa garganta y paso de la Nueva España” pordonde salían e ingresaban las mercancías y caudales a lapenínsula ibérica; por eso el intendente de Veracruz eratambién administrador de aduanas y, a diferencia deotras intendencias, el puerto era más vulnerable, por ellocontaba con un gobernador militar y de resguardo.153

106

148 Pietschmann, 2000, pp.143-163.149 Idem., 2000, pp. 143-163.150 De Gortari, 2003, p. 47.151 Pietschmann, 1996, pp. 187-189; Serrano, 2001, p. 44.152 De Gortari, 2003, p. 46.153 Jáuregui, 1999, p. 117.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 106

Page 107: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

El territorio de la intendencia de Veracruz seconstituyó por 14 subdelegaciones, siendo Xalapa unade ellas; las otras fueron Pánuco, Tampico, Papantla,Xalacingo, Perote, Huatusco, Córdoba, Cotaxtla,Orizaba, Veracruz, Cosamaloapan, Tuxtla y Aca-yucan.154 Así, las alcaldías mayores dejaron este rolpara desempeñarse como “cabecera de partido”, en laque cada una contó con un subdelegado responsablede presidir los ayuntamientos y con funciones de poli-cía e interventores en el ramo de hacienda y guerra.155

La subdelegación de Xalapa fue la encargada derecaudar el tributo de 27 pueblos, siete curatos, unavicaría, 15 haciendas, cinco ingenios y varios trapi-ches dispuestos entre los pueblos.156 Además, el grupogobernante representaba a todos los pueblos de sujurisdicción ante las autoridades reales, y como tal,aparte de recoger los tributos, debía impartir justiciaen algunos asuntos contenciosos y vigilar todos losorganismos de administración financiera en el área

107

154 Commons, 1993, p. 45.155 Ochoa, 1985, p. 200.156 Los 27 pueblos fueron: Coatepec, Xicochimalco, Teocelo,

Jalcomulco, Ixhuacán, Ayahualulco, San Andrés Tlalnelhuayocan, SanSalvador, El Soldado, Jilotepec, Tlacolulan, Las Vigas, Chapultepec, Pastepec,Tonayan, Coapan, Coacoatzintla, Chiltoyac, San Marcos, La MagadalenaNaolinco, San José Miahuatlán, San Juan Acatlán, Aguasuelos, Tepetlán,Chiconquiaco y Yecuatla. Las cabeceras de curatos fueron: Coatepec,Xalacingo, Atzala, Santa María Tlapacoya, Tlacolulan, Naolinco y Acula(González de Cossío, 1957, p, 126; Pasquel, 1978, p. 450). Mientras que entrelas haciendas e ingenios estaban: San Miguel Almolonga, San SebastiánMaxtatlán, Nuestra Señora del Rosario Tenampa, Nuestra Señora de laConcepción (La Concha), El Encero, Nuestra Señora del Socorro (Las Áni-mas), Lucas Martín, San Pedro Buenavista (La Orduña), San José Zoncuantla,San Antonio, Nuestra Señora de los Remedios (Pacho), Zimpizahua, LaSantísima Trinidad (El Grande), La Limpia Concepción de Nuestra Señora (ElChico) y Mahuixtlán (Bermúdez 1995, pp. 147-237). Cabe señalar que dentrode este entorno se localizaron 27 gobiernos indígenas.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 107

Page 108: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

territorial de su partido y conservar el orden público.157

De modo que el gobierno español consideraba a estetipo de núcleos como centros de control administra-tivo, con una relativa importancia económica, políticay militar que coadyuvarían al mantenimiento de laCorona.

El cambio del rol político administrativo deXalapa a subintendencia o cabecera de partidoinquietó y motivó a sus dirigentes a buscar un nuevacategoría para el núcleo urbano, aprovechando lanovel figura política dentro de las mutaciones institu-cionales de la etapa borbónica, así como el aumentode la población producto del acantonamiento militar.Es más, solicitaron la formalización y la legitimacióndel ayuntamiento para que se reconociera y se diferen-ciaran sus funciones administrativas, fiscales, políticasy jurisdiccionales de las que realizaba como alcaldía,respecto de la jerarquía territorial que estableció laintendencia, pues cada intendencia se dividió en parti-dos y municipalidades, con los cambios de las figurasde autoridad que legitimaban sus funciones públicascon la Real Ordenanza de Intendentes.158

Estas preocupaciones no fueron exclusivas de lossectores de élite xalapeña, sino también de los gruposdominantes de otras poblaciones importantes queseguían “sujetas” a las subdelegaciones o a sus anti-guas cabeceras municipales, como dice Serrano parala región de Guanajuato, que al pasar las localidades aser ayuntamientos, sus munícipes “asumían los privi-legios, fueros militares, fiscales, judiciales y de poli-

108

157 Serrano, 2001, pp. 20 y 45; Jáuregui, 1999, pp. 90 y 120.158 Ochoa, 1985, pp. 200-201.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 108

Page 109: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cía, otrora controlados por los cabildos de su antigua“capital”.159 De ahí que en aquella provincia se funda-ran nuevos cabildos. En lo que toca a Veracruz, sesabe al menos que el ayuntamiento de Xalapa se legi-timó luego de formalizarse su categoría de villa, puesCórdoba desde su fundación en 1618 fue villa ycabildo, y Orizaba se había reglamentado como villaen 1774 y ayuntamiento desde 1777, una década pos-terior a la concesión del estanco del tabaco en 1765,después de la concentración de los batallones militaresen esa villa.160

En el caso de Xalapa, la formalización tardía delayuntamiento y villa fue producto de la constantemovilidad de los comerciantes –entre Xalapa yVeracruz–, aunque también del rápido mestizaje debuena parte de los indígenas; su incorporación al tra-bajo disminuyó la posibilidad de conflictos, de lo quese desprende que hubo una irregular concentraciónurbana, que en ese momento interfirió en su legalidadcomo ayuntamiento y villa. Sin embargo, la propiaventura de los librecomerciantes y su interés por pro-teger y controlar sus negocios, para fomentar sus rela-ciones comerciales y los arbitrios en una instituciónlocal, posibilitaron su solicitud ante las autoridadesvirreinales para buscar, por principio, que Xalapatuviera la condición necesaria de villa, título conse-

109

159 Serrano, 2001, p. 70.160 Esta concesión permitió a la clase en el poder controlar tanto la pro-

ducción como la comercialización del tabaco. Córdoba desde su fundación en1618 se constituyó como villa y ayuntamiento ante la necesidad de autoridadesque en la zona ayudaran a controlar el levantamiento de los negros cimarrones,como indica Peter Gerhard (1986, pp. 86 y 213). Asimismo, ambas villas conta-ban con un amplio tráfico mercantil que iba del sotavento y Oaxaca hacia lametrópoli novohispana.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 109

Page 110: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

guido en 1791 y, tres años más tarde, con la venia delas autoridades, se logró la legitimación de las funcio-nes del cabildo municipal.

La primera administración fue inaugurada en1794 y estuvo integrada por personajes que se desem-peñaban como comerciantes, hacendados o militares:Francisco Sáenz de Santa María, regidor llano delcabildo; Gaspar de Iriarte, subdelegado; MateoBadillo, alcalde ordinario 1°; Pedro Garay, alcaldeordinario 2°; Carlos Díaz de la Serna y Herrero, algua-cil mayor y regidor.161 El sello político de la poblaciónse afianzó con la presencia de los comerciantes libre-cambistas y militares que fueron conformando elgrupo dominante del poder local, algunas veces más omenos vinculados a sus homólogos porteños. Así, de1797 a 1798 fue alcalde el comerciante y militar Juande Bárcena (relacionado por el comercio y sus alianzasfamiliares con su homólogo Martín Sánchez Serrano);a éste lo sucedió, en 1799, el comerciante FranciscoXavier Sáenz de Santa María. Posteriormente, en 1803y 1805, ejerció el puesto de alcalde y regidor el comer-ciante Miguel Cotarro, asociado con su influyentecolega el porteño Miguel Murphy.162

Pertenecer al grupo de funcionarios del cabildomunicipal en la Colonia significaba proceder del grupodominante en términos económicos y sociales, pues serequería de prestigio, “dignidad y honradez”, cualida-des que daban las buenas costumbres, buen linaje,

110

161 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 1 de 1794, ff. 1-4.162 AHMX, Actas de Cabildo, núm. 3 de 1797, ff. 1-2; núm. 5 de 1799, ff.

1-3; núm. 6 de 1800, ff. 103; núm. 9 de 1803, f. 1; núm. 11 de 1805, ff. 1-6 ynúm. 13 de 1807, ff. 1-4. Todos relacionados en el Apéndice de Souto, 2001,pp. 277-332.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 110

Page 111: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nobleza y méritos, la edad y discreción, pero funda-mentalmente se necesitaba capital para comprar y serfiadores de los puestos públicos. Los comerciantes queencabezaron el primer cabildo legitimado reunían estascualidades, aunque también los funcionarios anterioresse destacaban por ser hacendados, comerciantes y mili-tares, quienes habían realizado buenos matrimonios ycuyos hijos heredarían el puesto dentro de la burocra-cia colonial.163 Así pues, la interacción de los tres vec-tores: riqueza, prestigio y honor, promovía a los veci-nos de las localidades a puestos dentro de la jerarquíapolítico-social,164 pero estos parámetros variaban deacuerdo con el contexto espacial.

Los cuatro ayuntamientos165 de la intendencia deVeracruz, dice Ortiz Escamilla, “tenían jurisdicciónsobre numerosas poblaciones cercanas y a veces aleja-das de su territorio, de los ayuntamientos dependíanlos nombramientos de justicias de cada pueblo y losgobernadores indígenas también estaban sujetos a los subdelegados”.166 De modo que, como cabecera departido y ayuntamiento, en su demarcación territorial,Xalapa desempeñaba una función de control social,económico, político y militar, permitiendo que losgrupos mercantiles regionales se fueran consolidando,pues de acuerdo con David Brading, las reformas bor-bónicas alentaron la conformación y, en su caso, laconsolidación de élites regionales.167

111

163 Entre ellos destacan Gaspar de Iriarte y José de Arias. (GarcíaMorales, 1994, p. 53 y Kicza, 1986, pp. 53-54).

164 Serrano, 2001, p. 60.165 Nótese que buena parte de los territorios eran pueblos sujetos a las

subdelegaciones e intendencias, por lo que aún no alcanzaban el estatus demunicipios, y por tanto carecían de ayuntamientos.

166 Ortiz Escamilla, 2002 (1), p. 425.167 Véase Brading, 1975, p. 287 y Zuleta, 2003, p. 159.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 111

Page 112: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

a) Xalapa bajo el régimen liberal gaditano

Antes y después de la Independencia de México,Xalapa no perdió su calidad de centro político-militar,a pesar de las complicaciones generadas por los gru-pos rebeldes que asolaban su entorno. Pues si las insti-tuciones superiores no alcanzaban a gobernarlos, losayuntamientos sí ejercieron su autoridad. En este caso,Xalapa fue reconocida como uno de los cuatro ayunta-mientos veracruzanos legitimados oficial y popular-mente desde el antiguo régimen.

Posteriormente, cuando la Constitución de Cádizde 1812 decretó que las poblaciones que contaran conmil almas o más podrían instalar sus ayuntamientos, secrearon otros ayuntamientos. En Veracruz se constitu-yeron en poblaciones indias, como es el caso deMaltrata, Acultzingo, Necoxtla, Soledad, Santa MaríaIxtaczoquitlán, San Juan Bautista y Nogales, en la zonade Orizaba; Sanapa, Tecomihuacán y Mecatepec, enAcayucan; El Chico, en Xalapa, y el de Saltabarranca,en Veracruz.168 Estas nuevas municipalidades pasaron acontrolar de manera autónoma su jurisdicción econó-mica, fiscal y jurídica. Sin embargo, varios fueron redu-cidos por la resistencia de los hacendados y se disolvie-ron después de la Independencia.169 De modo similar aotras jefaturas de partido existentes, Xalapa como cabe-cera de partido y ayuntamiento con sede militar, conti-nuó ejerciendo su autoridad jerárquica civil y militar enla región, a pesar de la presencia de nuevos ayunta-mientos en las poblaciones cercanas.170

112

168 Ortiz Escamilla, 2000, p. 42.169 Ortiz Escamilla, 2002 (1), p. 425.170 Ortiz Escamilla, 2003, p. 509.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 112

Page 113: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

¿Cuáles fueron las atribuciones del ayuntamientoen el manejo de recursos naturales en el México inde-pendiente? Los ayuntamientos en general prosiguieroncon la oposición sobre la venta de mercedes de agua conel fin de cuidar el recurso público. Tal como se habíaregulado desde la etapa borbónica, la Constitución deCádiz refrenda al agua como un bien público, estable-ciendo claramente la diferencia con lo privado, cuandoen 1813 las cortes liberales decretaron que todos losterrenos baldíos, realengos y comunes, excepto los eji-dos de los pueblos, pasaran a ser propiedad privada, porlo tanto, se obligaba cercarlos para desarrollar la agricul-tura o la industria, dejando libres las cañadas, travesías yservidumbres.171

Aunque esto se debía a que el propio gobiernonecesitaba liquidez para el pago de sus deudas, y a laguerra que libraba España contra los franceses, de todosmodos expresa un pensamiento menos comunitario ymás liberal, apoyado en el derecho –según apuntaFrançois Xavier Guerra–, en el sentido de que el indivi-duo debe cuidar sus propiedades plena y totalmente,restringiendo el acceso con el objeto de aprovechar susfrutos y obtener para sí un beneficio más particular alhacerlas productivas.172 De esta forma, a los ayunta-mientos sólo les quedaba el control de la distribucióndel bien público –agua– entre la población, pero lestocó ser árbitros de las frecuentes ventas entre particula-res, y en caso de que el estiaje se recrudeciera en algúnmomento, la misma institución se veía en la necesidadde comprar agua, tal como lo señalan estudios de lazona de Querétaro, México, Orizaba y Xalapa.173

113

171 Rodríguez de San Miguel, 1991, tomo II, pp. 302-304.172 Guerra, 1988, p. 263.173 Rivera Carbó, 2002, pp. 27-29; Suárez, 1998, p. 41.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 113

Page 114: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Desde que se aplicó la Constitución de Cádiz, enoctubre de 1812, se impuso una reorganización terri-torial en diputaciones provinciales con jefaturas políti-cas, pero dada la situación beligerante de laIndependencia, la misma constitución se utilizó irre-gularmente. Por eso el cambio de instituciones polí-tico-administrativas se “popularizó” paulatinamenteen la Nueva España; primero, en 1814, se constituye-ron 7 diputaciones,174 y Veracruz quedó comprendidaen la de la Nueva España; luego, en 1821, por acuerdode los diputados novohispanos, las doce intendenciasy los dos territorios se transformaron en igual númerode diputaciones provinciales.175 Éstas se distribuyeronrespetando tanto la capital como el territorio que com-prendía cada jurisdicción, a fin de no afectar el controlde sus autoridades, Veracruz quedó en el número 11 delas 14 formalmente distribuidas.

En estas diputaciones se centralizaron las funcio-nes gubernativas, que consistían en la erección deayuntamientos, la atención de asuntos relacionadoscon las contribuciones y arbitrios, cuentas de ingresosy egresos, así como problemas de tierras, asistenciasocial, elecciones y censos de población. Además, eljefe político o gobernador se convirtió en la autoridadsuprema de su provincia, de modo que el ayunta-miento quedó como la figura institucional más anti-

114

174 Provincias internas de Occidente, Provincias internas de Oriente,Nueva Galicia, San Luis Potosí, Nueva España, Yucatán y Guatemala (Benson,1994, p. 51).

175 Nueva Vizcaya, Sonora y Sinaloa, Provincias internas de Oriente,San Luis Potosí, Zacatecas, Guadalajara, Guanajuato, Valladolid deMichoacán, México, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Yucatán, y Chiapas (Benson,1994, p. 70). Éstas llegaron a ser 23 dadas las condiciones de fragilidad políticaen la que se vivía.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 114

Page 115: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

gua, pero menor al estar bajo la supervisión de ladiputación provincial; su influencia, por tanto, fuecontrarrestada.176

El cambio de intendencias a diputaciones provin-ciales generó tensiones entre las jerarquías político-sociales de algunos partidos, en vista de que, según elreglamento de las Cortes, debería haber un diputadopor cada siete partidos. El partido de Yucatán marginóal de Campeche, debido a que el primero de por sí eramás poblado que el segundo, lo cual enfrentó a las éli-tes de Mérida y de Campeche,177 esencialmente porquehabía intereses comerciales en ambos partidos. Enotras regiones, según los doctores Serrano y OrtizEscamilla, la mayor parte de los ayuntamientos respe-taron la autoridad de la diputación y se dio la convi-vencia entre ambas instituciones en la misma ciudad,excepto en el partido de Veracruz, donde a pesar deser uno de los principales promotores de laConstitución Gaditana, más de algún grupo de éliterechazó la instalación de la diputación en el puerto,pues no quería que esta figura de carácter superior seinmiscuyera en los asuntos internos del partido,178

dado que podría afectar sus intereses en el control dela administración de capitales y el resguardo aduanal.

A pesar de los factores en contra, la DiputaciónProvincial se instaló en Veracruz al año siguiente, en1822, sin el apoyo del Gobernador del partido y en unambiente de beligerancia por las diferencias entre losgrupos independentistas, constitucionalistas y republi-canos. Esto, agregado al mortífero clima porteño,

115

176 Ortiz Escamilla, 2003, p. 511 y De Gortari, 2003, p. 55. 177 Zuleta, 2003, pp. 163-164.178 Serrano, 2003, pp. 195-197 y Ortiz Escamilla, 2003, p. 511.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 115

Page 116: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

determinó que Xalapa fuese la nueva residencia de laDiputación a partir de enero de 1823.179

Ya instalada en Xalapa, la Diputación Provincialreformó el sistema de aranceles y los derechos maríti-mos, continuó las negociaciones de un tratado comer-cial y solicitó censos de población a cada ayunta-miento. Sin embargo, mientras esto ocurría, losmuelles del puerto fueron bombardeados por los gru-pos beligerantes de Echavarri contra Santa Anna yGuadalupe Victoria. La reacción de los comerciantespara proteger sus mercancías fue enviarlas a las ciuda-des de Xalapa, Orizaba y Córdoba, adonde teníanbodegas y almacenes.180 Esto muestra que el tránsitode la Colonia a la Independencia fue complicado entodos sentidos, excepto porque, en lo político-militar,Xalapa se vio beneficiada con la instalación de laDiputación Provincial y la contingente movilidadcomercial.

La Ciudad de las Flores no sólo conservó elpoder local como ayuntamiento, sino que, dadas lascondiciones bélicas y de enfrentamiento por los cotosde poder y control de los recursos económicos delpuerto en la transición del sistema político, comenzó aparticipar en las nuevas figuras institucionales denivel superior. Así, las vicisitudes provocadas por laguerra sirvieron a los grupos de poder regional parabuscar su propio espacio comercial, económico y polí-tico, como apunta Zepeda Patterson.181

116

179 Ortiz Escamilla, 2003, p. 519 y Benson, 1994, p. 121.180 Ortiz Escamilla, 2003, p. 521 y Benson, 1994, p. 122.181 Zepeda Patterson, 1992, p. 501.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 116

Page 117: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

b) Xalapa bajo el régimen republicano federal

Cuando se inauguró el sistema republicano, en 1824,las diputaciones provinciales se convirtieron general-mente en estados independientes; por ende, Veracruzfue uno de los 19 estados que conformaron la nuevanación.182 Desde antes de que se promulgara la Cons-titución estatal, Veracruz ya anunciaba su divisiónterritorial en cuatro departamentos y doce cantones,que contenían en su demarcación 51 ayuntamientos yvarias secciones municipales, haciendas, congre-gaciones y rancherías.183

El primer gobernador provisional constitucional fueMiguel Barragán, y el coronel Manuel Rincón fue elteniente de gobernador; el primero, originario de SanLuis Potosí, y el segundo, de Perote. Ellos organizaronlos demás poderes bajo la anuencia del CongresoConstituyente, y el 3 de junio de 1825 se promulgó laprimera Constitución Federal del Estado de Veracruz. Enesta se designó a Xalapa cabecera del cantón, y aCoatepec uno de los ayuntamientos del cantón xalapeño.A partir de los acuerdos tomados con la federación, sereglamentó el gobierno interior, pero el Código Federalse estableció hasta 1829, porque, antes de determinar ladistribución de los ramos en la Legislatura, se tomótiempo para lograr acuerdos sobre el sistema fiscal.184

117

182 Los 18 restantes eran: Guanajuato, Sonora-Sinaloa, Coahuila-Texas,Nuevo León, Chihuahua, Durango, México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro,Tamaulipas, Tabasco, Tlaxcala, San Luis Potosí, Jalisco, Yucatán y Zacatecas.Siendo los diputados por Veracruz: Manuel Argüello, Antonio Juille Moreno y JoséMaría Becerra. Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, pp. 35-36.

183 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, pp. 280-281; OrtizEscamilla, 2003, p. 526 y Florescano Mayet, 1977, pp. 87-89.

184 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo 1, pp. 300-322.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 117

Page 118: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Se designaron cuatro capitales que desarrollabanestas funciones en los departamentos: Veracruz,Xalapa, Orizaba y Acayucan. Los departamentostenían rangos y autoridad análogos, aunque matizadospor sus características espaciales y regionales. Cadauno por su cuenta tenía la facultad de crear ayunta-mientos o delimitar las funciones de los jefes dedepartamento de los cantones y de los nuevos cabil-dos. Los ayuntamientos tenían a su cargo la policía deSalubridad y Comodidad; el registro de padronesanuales; las Juntas de Sanidad, Salubridad y Vacunas;el control de las milicias; el cuidado, conservación ymantenimiento de los caminos carreteros, los puentesy empalmados; todo financiado por la recaudación dePropios y Arbitrios.185

La regulación de la tierra y el control del aguacontinuaron la línea del liberalismo expresado en laConstitución de 1824 (Título III, Sección 2ª, Art. 20 ySección 3ª, Art. 28), el cual consideró la propiedadprivada de la tierra, de manera directa, cuando hacíareferencia a la necesidad de que los concursantes paradiputados y senadores tuvieran bienes raíces.También, en su Artículo 50, fracción II, cuando elEjecutivo dio facultades al Congreso para fomentar laapertura de caminos y canales para el mejoramientoeconómico y social.186 Pero de forma aún más expli-cita, la Constitución del Estado de Veracruz (Decreto39, de diciembre de 1826, Fracciones 1 a 17) confir-maba que la tierra es un bien privado, incluso las tie-rras baldías y las de los indios, porque de manera

118

185 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, pp. 281-283.186 Tena Ramírez, 1980, pp. 171 y 174; Gobierno del Estado de

Veracruz, 1997, tomo I, pp. 142, 146.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 118

Page 119: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

similar a la gaditana de 1813 buscaba la igualdadsocial, como se expresa a continuación:

Artículo 1°. Todos los terrenos de comunidad de indígenas[...] se reducirán a propiedad particular, repartiéndose conigualdad a cada persona de entre las poblaciones [...]Artículo 4°. Antes de dividir estos terrenos, se señalará conintervención de los ayuntamientos, los suficientes paraejido donde el Gobierno lo juzgue necesario, y con tal deque no exceda las 2,500 varas cuadradas. El monte que eracomún se repartirá sólo a los indígenas [...] como expresael artículo siguiente.Artículo 5°. La distribución será en plena propiedad y enclase de acotados para que los dueños puedan cercarlos(sin perjuicio de las cañadas, travesías, abrevaderos y ser-vidumbre), disfrutarlo libre y exclusivamente y destinarlosal uso o cultivo que más les acomode.187

En estos artículos, la constitución estatal decretaba laforma de convertir en propiedad privada las tierras delos indios, alterando la idea del trabajo comunal y elagua que transitaba en ellas, porque, por un ladopodrían cercar sus tierras, pero dejar libre sin altera-ción los manantiales o corrientes de agua y los cami-nos para llegar a ella; o sea que el agua no entrabacomo propiedad particular, sino que permanecía comoun bien de la comunidad, aunque cabe manifestar quela condición común convive sin problemas con la ideade bien privado, como lo expresa el Artículo 18:

El uso de las aguas pluviales será privativo del que ocupael terreno donde estén: éste podrá hacer bordos para estan-carlas y aprovecharse de ellas en tiempo oportuno.

119

187 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, p. 445.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 119

Page 120: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Una vez salidas naturalmente de sus términos tieneel mismo derecho el fundo más bajo por donde fluyan ensu declive natural.

Las de los arroyos y manantiales en su curso natural,serán de uso común con arreglo a las leyes de la materiasujetarán éste y el artículo precedente. 188

Si el agua de lluvia transitaba por determinada propie-dad, el dueño podía canalizarla para su provecho; perouna vez salida, era libre de utilizarla quien tuviera unapropiedad más abajo en su descenso natural. En cam-bio, el agua de las fuentes más estables o perennes secondicionó al uso común y se sujetó a leyes de lamateria; sin embargo, éstas no se legislaron para esteperiodo. Únicamente se fijó el Decreto 70, relacio-nado con la colonización y emitido por el gobernadorMiguel Barragán en abril de 1827, el cual cedía losterrenos baldíos a empresarios naturales o extranjeros,determinando las varas cuadradas como medidaválida.189 Con esto se observa una laguna legal que loscongresos legislativos del Estado o de la República noresolvieron al momento, por lo que varias normascoloniales siguieron vigentes.

Inclusive para la Ciudad de México, el bando depolicía de 1825, cuando ya estaba en vigor laConstitución Federal de 1824, retoma varios bandosexpedidos entre 1790 y 1802; entre ellos hubo algunosen materia de agua, como el que prohibía verter aguasucia o limpia por canales, balcones y puertas, o aquelque impedía lavar ropa, bañar caballos y lavar utensi-lios en caños y fuentes públicas.190 Así, en las pobla-

120

188 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, p. 447.189 Ibid., pp. 528-537.190 Ochoa, 1985, pp. 234.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 120

Page 121: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ciones de los estados, muchos de los bandos o regla-mentos emitidos en la etapa final de la Colonia conti-nuaron vigentes, y Xalapa no fue la excepción.

Por una parte, se iba formalizando la condición delagua como bien público en la construcción de las legis-laciones liberales de la República; por la otra, se obser-vaba la composición territorial. En el nuevo orden de loscantones, se respetó la antigua demarcación de los parti-dos, por eso quedaron como sigue: Misantla, Papantla yTampico, sujetos al de Veracruz; Xalacingo, al deXalapa; Córdoba y Cosamaloapam, al de Orizaba yTuxtla, y Huimanguillo al de Acayucan.

Xalapa conservó la sede de capital del Estado191 yse convirtió en la sede de uno de los cuatro departa-mentos; como tal, fue la encargada de controlar yadministrar la población de su cantón y el deXalacingo. En estas acciones de autoridad política, surango quedó más o menos a la par que las otras trescapitales de departamento. Esto porque la primeraconstitución estatal, jurada en 1825, respetó la organi-zación territorial propuesta por el Congreso. En suma,Xalapa mejoró su capacidad rectora regional, y a par-tir de este momento se comenzó a percibir un movi-miento pendular de los poderes regionales y estatales,mismos que perduraron hasta finales del siglo XIX.

121

191 Porque el puerto era flanco de los bombardeos de los españoles quese habían apoderado de la fortaleza de San Juan de Ulúa (Blázquez, 1992, p. 39).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 121

Page 122: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 122

Page 123: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

II. EL PODER LOCAL Y LOS GRUPOS SOCIALES

Puesto que las clases elegidas se alternan, laclase elegida de gobierno está en un estado decontinua y lenta transformación, corre como unrío y la de hoy es distinta a la de ayer. De vez encuando se observan repentinas y violentas per-turbaciones, igual que las inundaciones de un ríoy después la nueva clase elegida vuelve a modi-ficarse lentamente; el río vuelve a su lecho,corre de nuevo regularmente.

ALBERTONI

Los comerciantes, hacendados y militares incidieronen la institucionalización del ayuntamiento xalapeño,desde su formación y legitimación. Es más, estos sec-tores se mantuvieron en el poder ocupando los princi-pales puestos públicos que mantenían el control socialy al mismo tiempo la administración de los interesesdel municipio. A partir de este planteamiento, surge lapregunta: ¿cuál fue el papel de los funcionarios delayuntamiento en el abasto del agua y qué relacióntuvo éste con el poder regional? La respuesta noofrece contradicción si se recuerda que, desde laColonia, las ordenanzas municipales contemplaban

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 123

Page 124: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

entre sus funciones todo lo referente al ramo del agua(fuentes, atarjeas, cajas de agua, puentes, etcétera). Ycomo recurso vital en la vida cotidiana, en el siglo XIXse observó que su control era parte del ejercicio polí-tico de comunidades, pueblos, haciendas, ranchos,ayuntamientos, y que según la intensidad o compleji-dad de los problemas, estos se convertían en tarea dejueces, prefectos o jefes políticos1 y de gobernadores.

Los actores sociales referidos, en especial loshacendados y comerciantes, tenían vínculos relaciona-dos con la explotación cotidiana de los recursos natu-rales y en las instancias locales del poder público enlas que participaban varios de ellos. Quienes habitual-mente se apegaban a los preceptos reglamentariosbasados en la legislación hispana y las prácticas insti-tuidas durante la Colonia, pero había modalidades quevariaban según la zona, la diversidad y heterogenei-dad de la población, la abundancia o escasez de lasfuentes hídricas.

En el siglo XIX, Xalapa se consideraba una loca-lidad pequeña, de carácter rural, como la generalidadde las poblaciones de México, dedicadas preferente-mente a las actividades primarias en las que la irriga-ción era importante para su desarrollo.2 En el entornorural xalapeño, se formaron una docena de haciendasque desplegaban las actividades cañero-azucareras,ganaderas y coexistían con pequeños terrenos de parti-culares y con los montes y aguas de las comunidadesindias.

124

1 Meyer, 1997, p. 26 y Aboites, 1998, p. 26.2 Aboites, 1998, p. 26.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 124

Page 125: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La irrigación cubría principalmente los cultivoscañeros y la molienda de los ingenios, los trapiches,los cultivos básicos del resto de la población y, obvia-mente, de la ganadería. El uso público y doméstico delagua en el área rural no representó ninguna competen-cia, pero sí en el área urbana, por la apropiación quehizo la clase dominante de las fuentes hídricas de losindios, lo que ocasionó escasez en las zonas a dondefueron empujados. No obstante, las pugnas no pasaronde ser quejas que se solucionaron desde el interior delayuntamiento local.

El núcleo urbano xalapeño, tradicionalmenteanclado al comercio y la política regional colonial,carecía de industria pero no dejaba de existir algúntipo de manufactura. Su población fluctuaba entrelos 8 000 y los 13 000 habitantes en el periodo queva de la génesis del estado republicano federal alperiodo centralista, que incluye los primeros intentospor industrializar la región (1824-1837/45).3 De estaúltima etapa se localizó un censo de población eco-nómicamente activa, que registró, en 1837, la exis-tencia de 567 personas dedicadas a las labores delcampo, en número superior a todos los empleados enlas diversas actividades burocráticas, comerciales,artesanales o de servicios que animaban la vida coti-diana regional.4

125

3 Informes de sus gobernadores, 1986, tomo 1, p. 120; González deCossío, 1957, pp. 164, 177, 183, 192-193; AHMX (Archivo Histórico delMunicipio de Xalapa), Actas de Cabildo de 1832, f. 3, donde ya se consideró alos habitantes de las congregaciones de El Castillo y de Las Ánimas; AHMX,Censo Municipal, levantado por el ayuntamiento, y registro en Actas deCabildo de 1841, f. 11 bis; El Conciliador, 1840.

4 AHMX, Actas de Cabildo de 1837 y de 1839, f. 37.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 125

Page 126: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

1. La transición del ayuntamiento borbón al liberal gaditano

Desde fines del siglo XVIII, el ayuntamiento se des-tacó como la figura clave en el manejo del agua entodas las ciudades y villas importantes del Virreinato.Ello se manifestaba en Xalapa por ser cabecera delPartido, pues como lo proponían las ordenanzas5 eneste nivel de gobierno, los funcionarios debían encar-garse de garantizar la distribución del líquido a loshabitantes.

En la tradición hispánica, las municipalidadesformaban parte de las “comunidades políticas localesdel reino”; pero en la Nueva España de finales delsiglo XVIII, los ayuntamientos se distinguían por sersociedades colegiadas o corporativas que administra-ban a las poblaciones, tanto españolas como indias, yrepresentaban al pueblo ante las cortes.6 Estos cuerposse gobernaban de forma autónoma mediante constitu-ciones, estatutos, ordenanzas o reglamentos, es decir,producían sus propios derechos, mismos que lamonarquía legitimaba siempre y cuando no contravi-niera las regalías monárquicas o la ley divina, naturaly humana existente.7

En estas sociedades corporativas, los individuosno eran considerados ni valorados si no formabanparte de una colectividad, llámese familia, cofradía,hermandad, gremio, diputación o cabildo. Los que se

126

5 Palabra que proviene del lenguaje que usaba el rey al establecer unreglamento, por ende significa: “orden y concierto de las cosas que se ejecutanen las corporaciones civiles” (Lanz, 1982, p. 87).

6 Muro, 1989, p. 228.7 Lempérière, 1999, p. 40.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 126

Page 127: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

incorporaban como miembros activos a una corpora-ción perseguían elevar su condición social y adquirir“fueros”, “privilegios” y “libertades” que permitieransu desarrollo como grupo, pues sólo “se era alguien sise participaba de una condición privilegiada de anti-guo régimen”. Los cargos eran hereditarios y vitali-cios, lo que daba longevidad a la corporación, a la vezque confería prestigio a sus miembros, quienes losadquirían bien fuera mediante una suma de dinero, pordar servicios a la Corona o por pertenecer a una fami-lia de intendentes o subdelegados.8 De modo queposeer un cargo de funcionario en el cabildo bordeabala distribución de la riqueza, pues por la cuantía delcapital personal se lograba obtener algún cargo.

Los fueros y privilegios de comunidades políti-cas, como lo eran las poblaciones con ayuntamiento, setrasladaban automáticamente a sus integrantes. Así, lafundación de cabildos en las poblaciones confería a losencargados una condición especial, al elevar su rangorespecto a los demás vecinos de la intendencia: elpoder generaba privilegios y respeto, incluso de lasautoridades superiores, quienes solicitaban sus opinio-nes sobre aspectos comunes de la administración ydesempeño de la intendencia.9 En esto residía el interésde los “vecinos principales” por legalizar los cabildosexistentes o fundar otros en pueblos “sujetos” (comu-nidades indias sujetas a una cabecera municipal), por-que así aseguraban la continuidad de los cargos depadres a hijos o por lo menos les ponían precio,10 para

127

8 Lempérière, 1999, p. 41 y Serrano, 2001, p. 71.9 Guerra, 1993, p. 89.

10 Como analiza Piestchmann (2000, pp. 154-161), que desde el reinadode Felipe IV y “más aún con Carlos II empezó el llamado beneficio de

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 127

Page 128: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ser alcalde se tenía que ser vecino, “habitantes concasa abierta y permanencia por muchos años en lapoblación”, saber leer y escribir, no ser deudores dehacienda y llevar una vara como insignia de su autori-dad judicial.11

La situación cambió al establecerse el ayunta-miento de corte liberal, el cual se caracterizó porponer el acento en el individuo, el pueblo “moderno”estaba formado por los ciudadanos, donde lo esencialno era el grupo al que se pertenecía, sino el individuoque tenía la voluntad de asociarse. Al respecto, Guerraseñala que “el individuo es en sí mismo un ser per-fecto y solitario”, sin ningún vínculo heredado y,como tal, el “individuo moderno” busca establecer susrelaciones de manera voluntaria.12 Bajo esa nueva pre-misa, se eliminaron los cargos hereditarios, los fuerosy privilegios, para dar paso al establecimiento de una“política moderna” que partía del principio de esfuer-zos permanentes para transformar la heterogeneidadde los actores sociales en una unidad de opinión, inte-rés o voluntad general.13 Ahora los ayuntamientos seformaban por voluntad de la mayoría de los electores,quienes con su voto legitimaban el poder ejercido porlos sectores locales de élite, toda vez convertidos enautoridades municipales o en diputados provinciales.

128

empleos, o sea el sistema de conferir cargos, títulos y gracias a contra pago pre-vio en efectivo” en todas las esferas, a la vez que generó corrupción para resar-cir el costo y obtener una ganancia extra. Y si las reformas borbónicas se apli-caron para disminuir la corrupción, no puede decirse lo mismo de los virreyesde la Nueva España: Branciforte e Iturrigaray, a quienes señala como “notoriospor su rapacidad y afán de enriquecimiento”, lo cual valdría la pena preguntarpara los encargados de los niveles inferiores en la esfera de la autoridad y fun-ciones administrativas locales.

11 Muro, 1989, p. 228.12 Guerra, 1988, pp. 261 y 1993.13 Guerra, 1993 p. 97 y Tena Ramírez, 1997, pp. 33 y 34.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 128

Page 129: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Con la aplicación de la Constitución PolíticaEspañola de 1812, fundamentada en las ideas del libera-lismo europeo, una de las cuales reza “la soberanía resideen el pueblo”, los municipios fueron definidos nueva-mente, ya no como “cuerpos con derechos”, sino comodivisiones administrativas de una nación formada por“ciudadanos iguales”.14 Así, se concedió la ciudadanía a los españoles, criollos, mestizos e indígenas, excepto alos negros originarios de África, y con ello a todas lascastas según los artículos 13 a 17.15 Lo que en ciertomodo puso fin a la separación del mundo indígena e his-pano –comentan Annino y Ortiz Escamilla–,16 por lomenos, en cuanto a la construcción legal de una institu-ción de administración y control local.

Dentro del marco jurídico, el ayuntamiento comoinstitución “es el actor de la vida comunitaria querepresenta los espacios para atemperar o dirimir losconflictos sociales y políticos, incluidos los territoriosen disputa”.17 Pero, ¿de qué manera se disipan o por lomenos se mitigan los conflictos? Formalmente, se haprocedido a partir de normas diseñadas a propósitopara que esta institución tenga la fortaleza, el controlsocial y de servicio a la comunidad que representa.Por eso, en el siglo XIX se formalizaron leyes y decre-tos que regularon la vida interior de los municipios decada entidad.18 En estas atribuciones, los partícipes del

129

14 Guerra, 1988 p. 257.15 Tena Ramírez, 1997, p. 60; Annino, 1995, pp. 193-194 y Ortiz

Escamilla, 2000, p. 42.16 Ortiz Escamilla, 2000 p. 40.17 Carlos Illades, 1996, p. 16.18 En el caso de la legislación de cada Estado, en especial la de

Veracruz, los artículos correspondientes detallaban las funciones edilicias delos ayuntamientos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 129

Page 130: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cuerpo edilicio se organizaron por ramos, en las dis-tintas tareas que debían cubrir de acuerdo con losrequerimientos de la población urbana y rural quecompartía su territorio.

Según el artículo 312 de la Constitución gaditana,los cargos de regidores, procuradores y síndicos fueronotorgados a partir del resultado de una elección popu-lar, que modificaba su carácter de corporación para seruna institución de representación social.19 La ley abríael espacio de participación política, mediante el votopopular de los ciudadanos que habitaban un determi-nado territorio. Así, el ayuntamiento gaditano liberal“fue un retrato en pequeño de toda sociedad”, es decir,la célula básica de la “nación”. Los funcionarios decada pueblo tenían una municipalidad que coadyuvabacon la patria y, a la vez, representaba a la autoridadpública más cercana al ciudadano. Por eso, el gobiernodebía dictar leyes interiores considerando el biencomún y la igualdad social y cívica.20 Sin embargo, elayuntamiento liberal perdió las competencias judicialesy los fueros particulares, que antiguamente controlaba.

Otra de las características que vale la pena desta-car de la Constitución de Cádiz es la abolición de losderechos comunales; con ésta, todos los terrenos bal-díos, realengos, de propios y arbitrios –excepto los eji-dos necesarios a los pueblos– se reducían a propiedadparticular. De hecho, la concepción liberal de la época

130

19 Tena Ramírez, 1997, p. 96, La Constitución gaditana también habíadecretado que las elecciones debían realizarse cada mes de diciembre para cam-biar las autoridades del ayuntamiento, y cada pueblo podía elegir bajo una plu-ralidad de votos de manera proporcional al número de vecinos porque los car-gos se mudaban cada año en el mes de enero (artículos 13 y 14).

20 Annino, 1995, p. 193 y Ortiz Escamilla, 2000, p. 41.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 130

Page 131: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

promovía la propiedad privada, porque “la propiedadcomunal cualesquiera que fuera su forma era un obs-táculo para el progreso y la base de la perpetuación delas distinciones de castas”.21

2. Perfil de un ayuntamiento republicano

En la naciente república mexicana, “se estableciócomo principio básico la delimitación de funciones ycompetencias del gobierno federal en las provinciasahora convertidas en estados soberanos, libres e inde-pendientes”. Con esta premisa, se trataba de gobernarestados y no ciudadanos; en consecuencia, cadaEstado dictó para su gobierno interior leyes “análogasa sus costumbres locales y demás circunstancias”.22

Distintos municipios de la República tomaron comoantecedente la reglamentación de 1813, en vista deque no había ninguna otra que determinara las funcio-nes que debía realizar el ayuntamiento, en tanto cor-poración local, por lo menos, hasta 1824 cuando seformalizó la Constitución federal que incidió en elestablecimiento de las constituciones estatales emiti-das desde 1825.

En Veracruz, se dictó el acta constitutiva desde1823, retomando los lineamientos de la Constitucióngaditana. Ésta definía la organización territorial a par-tir de los ayuntamientos y las provincias, las cualesgozaban de una amplia autonomía en la toma de deci-siones; por ejemplo, para la definición de la ciudada-

131

21 Guerra, 1988, p. 264, apoyado en la Real Orden de Cádiz del 22 deenero de 1813 publicada por el virrey el 23 de agosto de 1813.

22 Ortiz Escamilla, 2000, p. 41.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 131

Page 132: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nía no se distinguía el voto activo del pasivo, ni setomaba en cuenta la fiscalidad ni la propiedad, sólo elsentido de vecindad que se reflejaba en el respeto dela comunidad hacia los elegidos. No obstante, dichoprincipio quedó en el nivel discursivo porque losdebates prosiguieron.

Uno de los cambios importantes, a consecuenciadel Congreso Constituyente del Estado de 1824, fue lafundación de ayuntamientos a partir de 2 000 habitantes,en contraste con la Constitución gaditana, que permitiósu establecimiento con la mitad de este número. De entrelas filas de los ciudadanos fueron excluidos los negros,las castas, los blancos pobres y los indígenas,23 es decir,se redujo la participación del pueblo en las elecciones.

Cabe aclarar que ser ciudadano no significabaque se podía tener libre acceso a los puestos de repre-sentación, pues el Artículo 18 de la Constitución vera-cruzana decretaba que para poder participar de loscargos de elección debían tener una propiedad territo-rial o ejercer alguna ciencia, arte o industria; tener 25años y haber vivido más de 5 años en el territorioveracruzano,24 máxime cuando se estableció una jerar-quía vertical de las ciudadanías: era un requisito quelos votantes y electores estuvieran en posesión de bie-nes, según el rango que iban ocupar en las juntas elec-torales. Por ejemplo, había ciudadanos activos quedebían tener una propiedad raíz de 1 000 pesos; luegoseguían los electores primarios o principales del ayun-tamiento, ciudadanos en ejercicio de sus derechos,quienes debían tener 25 años y ser vecinos del pueblo,

132

23 Ortiz Escamilla, 2000, p. 42.24 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I referente a la

Constitución del Estado de Veracruz, 1825, pp. 304-305.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 132

Page 133: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

acreditar la posesión de una propiedad raíz de 200pesos o, en su defecto, tener un empleo, profesión uoficio que les redituara 120 pesos anuales; profesaralguna ciencia o tener un grado científico (no podíanser electores quienes ejercieran jurisdicción civil,eclesiástica o militar); por último, estaban los electo-res secundarios, quienes, además de reunir todos losrequisitos de los electores primarios, debían tener unapropiedad raíz de 500 pesos o empleo, profesión oindustria que les produjese 300 pesos anuales.25

Los electores primarios se reunían para votar enlas cabeceras de los 12 cantones.26 Por cada diez elec-tores, la legislatura de 1825 decretó que se aumenta-ran cinco más. En este nivel, la votación era secreta,de la cual salían los electores secundarios que se reu-nían en Xalapa para la elección de diputados y delgobernador. De acuerdo con las características referi-das para los ciudadanos secundarios, llegaban aXalapa los principales representantes de los gruposdominantes de cada cantón. Ser ciudadano signifi-caba, de hecho, una base de poder, porque exigía lagarantía de propiedad y de ciertos derechos condicio-nales en los individuos, como si fueran una especie depropiedad privada. La permanencia en el cargo era deun año, después del cual no podían reelegirse sinesperar dos años “a la sombra”. Este espacio posibili-taba el acceso a otros, de modo que se presentaba unaparticipación política un poco más constante con elconsenso de la comunidad.27

133

25 Ortiz Escamilla, 2000, p. 43.26 Veracruz, Xalapa, Orizaba, Acayucan, Misantla, Papantla, Tampico,

Xalacingo, Córdoba, Cosamaloapan, Tuxtla y Huimanguillo.27 Hernández Chávez, 1993, p. 34.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 133

Page 134: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

3. Los ciudadanos de Xalapa

No toda la población xalapeña reunía los parámetrosanteriormente mencionados, porque pocos tenían elcapital y cumplían las condiciones solicitadas; algunosni siquiera tenían la vecindad requerida, por ser Xalapauna villa de tránsito en el camino México-Veracruz.No obstante, el estatus de ciudadano posibilitó ciertaparticipación política del pueblo en la elección de susdirigentes mediante el voto popular, cuando comenzó averse la presencia de uno que otro afroamericano en lacompetencia electoral por algún puesto en el cuerpomunicipal de Xalapa. Esto ocurrió porque la ley electo-ral no excluía a los afroamericanos, sino únicamente atoda persona que no poseyera una propiedad, una pro-fesión o un capital.

Según Patrick Carroll,28 entre 1824 y 1830, lapresencia de algunos ciudadanos afroxalapeños cons-tituyó un porcentaje bastante desigual, con un prome-dio de 8.5% de los ciudadanos de este grupo social. Elmismo autor puntualizó el concepto de afroxalapeños,para destacar a la población mezcla de negros conindígenas y, furtivamente, con algún español. Estacasta surgió de los hijos de los negros esclavos de lashaciendas cañeras locales, y que se mezclaron con losindios de la república de Xalapa, de otras comunida-des o con algún español. Su búsqueda de aceptacióncomo ciudadanos indica que habían modificado sucondición de sirvientes domésticos, con determinadaactividad productiva ligada al comercio artesanal o ala arriería, para proporcionarse un modo honesto de

134

28 Carroll, 1991, p. 138.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 134

Page 135: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

vivir. Por lo que, apoyados en la carta gaditana, recla-maron su derecho a ser ciudadanos y participar en lasvotaciones locales populares que se realizaban asidua-mente en cada parroquia.29

No todos podían ser alcaldes, regidores o síndi-cos del cabildo, salvo aquellos que reunieran las refe-ridas cualidades. ¿Y quiénes podían ser, sino loshacendados y comerciantes locales, y algún ministrode la Iglesia o militar que viviera del producto de sutrabajo? A pesar de que en la Constitución veracru-zana de 1824 se había decretado que estos últimos nopodían tener un cargo, eran los que disponían delcapital económico y sociocultural para ser ciudadanosy ostentar cargos de representación. Para el ejerciciode dichas funciones se requería además de cierta prác-tica en la gestión de los problemas sociales de lacomunidad, y como la ley lo permitía, los mismospodían volver a participar en las elecciones populares.Para subrayar este aspecto, se cita aquí a algunos per-sonajes que alternaron en las funciones del cabildo enla década de 1824-1834: Rafael Velad, José MaríaBecerra, José María Rebolledo Maldonado, José Ma-ría Rivera, José Mariano Domínguez, Narciso JoséEcheagaray, Francisco Fernández de Agudo, FélixLúcido, Dionisio y Vicente Camacho, entre otros.30

135

29 Mismas que se realizaban en el ayuntamiento y la parroquia por ladistribución determinada en la Constitución gaditana.

30 AHMX, Caja de Elecciones, de diciembre de 1824 a 15 de diciembrede 1834. Vale mencionar que estas personas, desde el comienzo del ayunta-miento gaditano, tuvieron una presencia como ciudadanos electores designados,todos ellos fueron comerciantes criollos, excepto José Mariano Domínguez,quien era comerciante y artesano y el carpintero Félix Lúcido (AHMX,Protocolos de las Actas de Cabildo, 1826 y 1830 y García Galán, 2000, p. 101).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 135

Page 136: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Paulatinamente, fueron ascendiendo a los cargosde representación miembros de otros sectores sociales,como algunos arrieros o pequeños comerciantes y unoque otro ranchero que, tras trabajar arduamente, con-seguía un capital físico y moral propio para reclamarsus derechos políticos en la comunidad, lo que sedemuestra con la significativa presencia de algunosafroxalapeños como Cayetano Jiménez (empleado delcomercio), José María Rivera (diácono), entre otros.Estos participaron en el cabildo local hacia 1824, perosólo como regidores 3° y 4°, o en comisiones secunda-rias,31 pues los alcaldes y primeros regidores seguíansiendo los hacendados, comerciantes o militares.

¿Qué otros factores propiciaron el acceso de estesector social al ayuntamiento xalapeño, aparte delreclamo de sus derechos promocionados por laConstitución gaditana? En primer lugar, este grupoestaba ligado al comercio de manera directa omediante algún arte u oficio, por lo que no resultabaextraño su ingreso dada la movilidad comercial ya tra-dicional que caracterizaba a Xalapa como villa detránsito mercantil que facilitaba la circulación tantode productos como de distintas clases de comercian-tes, y de las novedosas ideas liberales que la genteaprovechaba oportunamente para buscar un espacio deascenso o reconocimiento social. Así ocurrió tal vezcon la llegada de las dos logias masónicas que, comogrupos de opinión, influían en el nuevo país y, a decirde Warren, llegaron a funcionar como “proto-parti-dos” políticos, generando propaganda, reclutandoseguidores y atrayendo un número sin precedentes de

136

31 Carroll, 1991, pp. 139 y 141.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 136

Page 137: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

votantes en las elecciones de las autoridades del ayun-tamiento de la Ciudad de México.32

Dos de estos proto-partidos fueron el de los esco-ceses y el de los yorkinos; el primero, en apoyo a loscentralistas o tradicionalistas, promovido por la oligar-quía indiana defensora de la centralización del poderpolítico y económico; entre sus miembros estaban per-sonas de la alta jerarquía eclesiástica y militar, here-dera del sistema colonial. El grupo de los yorquinos,en cambio, era ampliamente apoyado por burócratas,profesionistas, liberales y comerciantes que avalabanuna autonomía política regional e impulsaban a em-pleados del comercio y pequeños propietarios de tie-rras, tiendas y talleres artesanales, a luchar contra losobstáculos que impedían su ascenso social, al tiempoque hacían un llamado al pueblo para destruir los privi-legios de las altas jerarquías sociales, promoviendouna participación “masiva”.33 Así, en las coyunturas dela lucha entre las facciones, se buscaron diversas alian-zas entre los poderes existentes, el ejército y el clero,pero más entre la numerosa clase popular.

En Veracruz, por impulso de los grupos regiona-les y federales, la logia yorkina incidió en los movi-mientos mercantiles de la plaza porteña, también en lacirculación de familias a las villas de Xalapa, Córdobay Orizaba, y en el paulatino ascenso de estratosmedios a los puestos del ayuntamiento.34 De estemodo, algunos lograron integrarse en el cuerpo delcabildo local, a pesar de la exclusión de negros y cas-tas que, como ya se indicó, promovía la legislación.

137

32 Warren, 1996, p. 119.33 Noriega, 1993, p. 19 y Warren, 1996, p. 120.34 Blázquez, 1988, pp. 62-64 y Carroll, 1991, pp. 38-42.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 137

Page 138: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Así, de entre las comunidades indígenas y rurales sur-gieron unos cuantos ciudadanos que encabezaron suspropios ayuntamientos, otros se reconocieron comociudadanos pasivos, con derecho a votar por lo menos.

Como el ayuntamiento era la institución querepresentaba a los sectores política y económicamentedominantes, estos trabajaron invariablemente paracontrolar los hilos más importantes de la política ver-sátil que prevaleció en el periodo, e hicieron patentesu poder al tratar de eliminar a sus adversarios decla-rándolos fuera de la ley. Así ocurrió cuando los dipu-tados Velad y Blanco se opusieron a la entrada deafroxalapeños en los procesos electorales; tan politiza-dos estaban los comicios, que en 1830 la Ley Electoraldel Estado de Veracruz reservó la ciudadanía a lospropietarios cuyo capital oscilara entre 200 y 800pesos, según si era de pueblo o de cabecera de cantón.Para el elector primario o de cantón los montos seaumentaban entre 600 y 2 000 pesos y para los secun-darios el monto se multiplicaba hasta 4 000: todo conel propósito de restringir el acceso de los sectorespopulares al poder.35 En otras palabras, el voto censita-rio disminuyó de número y facultades a los ciudada-nos y, como dice la doctora Josefina Vázquez,36 sólobajo esta negociación se estableció un puente entrefederalistas moderados y centralistas. Sin embargo,eso no impidió que se fueran incorporando otros sec-tores sociales.

Posteriormente, entre 1837 y 1842, cuando lafacción centralista proyectó y aprobó las BasesOrgánicas de la República Mexicana, se estableció

138

35 Ortiz Escamilla, 2000, p. 45. 36 Vázquez, 1993, p. 623.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 138

Page 139: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que para reconocer la condición económica del ciuda-dano, según el Artículo 14 de Los ciudadanos mexica-nos, derechos y obligaciones, éste debía contar por lomenos con 70 pesos de renta anual, procedentes decapital fijo inmobiliario, cantidad que se modificó en1840 por 150 pesos de renta anual, y luego por 200 derenta anual o capital fijo procedente del comercio, laindustria o cualquier trabajo honesto.37 Así, el rasgoque más perdura no es el de grupo étnico, sino el detener una renta anual y el de contar con capital, finca oindustria.

Otra condición fue la mayoría de edad: 21 añossi permanecían solteros, o 18 años si se habían con-vertido en jefes de familia.38 La primera obedecía alinterés de agrupar a los que tuvieran más capacidadeconómica, bien para controlar las contribuciones obien para detectar a quienes estaban en posibilidadesde dar apoyo numerario a un gobierno en crisis,debido a los constantes levantamientos en distintaspartes del país o a una posible invasión extranjera,dadas las condiciones de fragilidad política; lasegunda buscaba asegurar una buena base de electo-res, sobre todo porque era mayor la población ruralque antes de los 18 años ya tenía su propia familia;por eso esta fue la edad que se decidió en la ley poste-riormente. Sin embargo, por más que la ley exigía

139

37 Tena Ramírez, 1997, pp. 256. El primer referente legal aparece en lasección Proyectos de Reforma de 1840; en el segundo, la comisión legisló loscambios en 1842 bajo el título II, De los ciudadanos mexicanos y del poderelectoral (p. 351), y el tercero se dictaminó bajo los acuerdos de la JuntaLegislativa, la cual sienta las Bases Orgánicas en diciembre de 1842, cuando lacuestión concerniente a los ciudadanos se ubicó en el título III, De losMexicanos y Derechos y Obligaciones de uno y otros (Artículo 18, p. 409).

38 Tena Ramírez, 1980, pp. 409-410.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 139

Page 140: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

saber leer y escribir para ejercer el derecho al voto, loslíderes lo consideraban según sus intereses39.

El resto de las demás cualidades permanecieroncasi incólumes, pero respecto al voto, se introdujo unmecanismo eficaz para normar tensiones al interior delos municipios. Hacia 1850, los ciudadanos activos o losque podían ser representantes, debían tener 25 años enadelante y poseer un capital territorial, practicar unaciencia, un arte o una industria,40 además de ser cono-cidos de la población por su origen y/o vecindad, loque quiere decir que ya estuviesen establecidos en lalocalidad desde tres o cinco años atrás, respecto de la fecha de su registro en el padrón electoral. Todoello redundó en el reconocimiento del patrimonio, lahonorabilidad, el razonamiento y la experiencia en la forma de gobernar de los hombres de bien.41

La libertad de votar posibilitó la incorporaciónde otros sectores sociales a las actividades políticas;principalmente del pequeño comercio, o quienes con-taban con alguna profesión, arte u oficio (carpinteros,boticarios o maestros de oficio) que les diera seguri-dad económica y social. Esto propició una culturapolítica más participativa, pero no generó una trans-formación radical, pues los puestos que ocuparon lossectores pequeños y medianos no fueron de dirigen-cia, sino consejiles. Dicha práctica les permitió adqui-rir conocimiento, prestigio y experiencia en el manejode las funciones públicas y en las interacciones con la

140

39 “Por no saber leer y escribir desde 1846 en adelante” (Tena Ramírez,p. 410). Si ya sabían podían leer las papeletas donde votaban pero si no, alguienles daba indicaciones de cómo estampar su huella u otros firmaban en su lugar;esto según el padrón de 1843 del Archivo Municipal de Córdoba.

40 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo III, p. 248.41 Costeloe, 2000, 407 pp.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 140

Page 141: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

población y los grupos de élite, para ganarse un cam-bio de estatus que les ayudara a escalar los peldañospolíticos. Años más tarde y bajo el manto liberal algu-nos de ellos alternaron en cargos de primer orden.

Por mencionar un ejemplo de lo anterior,Cayetano Jiménez, ciudadano de esta vecindad, dueñode una tienda con pulpería y panadería, es decir,pequeño comerciante y artesano, fue ascendiendo enel ayuntamiento a través de comisiones hasta conver-tirse en regidor 2° en 1850.42 Otros funcionarios delayuntamiento fueron el vendedor de libros JuanCordera; el escribiente Joaquín Guevara; José Vela yJosé María González, dueños de tienda y pulpería; elzapatero José Zavaleta, y José Blanco, ranchero aco-modado. José María Rivera, hijo del regidor ManuelMaría Rivera y de una mulata, fue rechazado tresveces, así que emprendió la carrera del sacerdocio yse retiró a vivir a Naolinco para fortalecer su condi-ción social; tiempo después retornó a Xalapa, dondefinalmente se acomodó.43

Lo anterior permite corroborar la tesis de autorescomo Rodríguez Kuri, Luis Aboites y María delCarmen Salinas,44 entre otros, quienes han propuestoque los grupos de élite dominaban y controlaban laescena política en las diversas localidades, y estaban

141

42 ANX (Archivo de Notarías de Xalapa), Protocolo de 1836, f. 207 yAHMX, Actas de Cabildo de 1840, ff. 1-4. Fue encargado de las vacunas en1843, regidor cuarto y alcalde tercero en 1850.

43 Carroll, 1991, pp. 138-141, y AHMX, Caja de Elecciones, 1824-1834.En las listas de elecciones primero aparece como subdiácono y después comopresbítero. Por la trayectoria de este personaje se puede inferir que se había“blanqueado”. Para una observación más detallada, remítase al Apéndice, alcuadro de distribución de cargos y comisiones en el ayuntamiento entre perso-nas de diversos grupos sociales

44 Rodríguez, 1996, p. 19; Aboites, 1998, p. 13 y Salinas, 1996, p. 42.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 141

Page 142: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

compuestos por una clase de “notables” o de “hombresde bien” que incluía, principalmente, a los comercian-tes, hacendados, mineros, empresarios o industriales ymilitares, según las actividades productivas que predo-minaran en las regiones, es decir, a todos aquellos quecontaban con capital económico y una fuerte presencialocal y/o regional. A pesar de que las reformas liberalescedieron el paso a otros sectores sociales en la partici-pación política, esta clase permaneció fuerte, debido enparte a que la mismas constituciones (gaditana y repu-blicana) le dieron un reconocimiento legal que man-tuvo más o menos estables las relaciones sociales alinterior de las comunidades. De hecho, estas resultaronfortalecidas, gracias a que la Constitución Federal de laRepública Mexicana permitió que los Estados o depar-tamentos y los municipios las tomaran como eje paradiseñar sus leyes internas.

Algunos integrantes de las élites locales y regio-nales se manifestaban como puente de interlocuciónentre la sociedad y el gobierno; ellos tenían sus redesy contactos para apaciguar las revueltas y conseguir laestabilidad.45 En este caso, se hace referencia aAntonio López de Santa Anna, Manuel Rincón,Joaquín de Herrera y Manuel Escandón, entre otros.Desde luego, algunos de estos líderes se transforma-ron en caudillos nacionales. Es el caso de Joaquín deHerrera o del xalapeño Santa Anna, quienes procedíande familias de comerciantes, profesionistas o ciudada-

142

45 En este caso, vale la pena mencionar que en el occidente hubo líderesde la talla de Manuel Lozada o Manuel Doblado, entre otros. Jean Meyer, 1989,p. 243. Lozada servía a los intereses de la casa Barrón y participaba en la coali-ción de las fuerzas locales y nacionales, aunque esto ocurrió de 1857 a 1860(Payno, 1987, p. 44 y Escalante, 1998, pp. 113-117).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 142

Page 143: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nos con una brillante carrera militar, tanto porteñoscomo de Xalapa, capacitados en Puebla y residentesen la capital veracruzana.46 Esto denota que parte delos sectores de élite, comercial y/o militar, hacía valersu superioridad, con el fin de trascender su espaciopolítico de representación. Para ello, solía establecernexos y redes de poder con miembros de élites másfuertes que la xalapeña, y en ésas se apoyaba simbióti-camente para acceder al poder nacional.

De entre las élites locales o regionales, surgíanaquellos que se destacaban por realizar funciones den-tro del ayuntamiento y cumplir un papel de interme-diación, en forma más prudente y legal, apegando sudominio a las reglas del Estado, ya que éste les brin-daba recursos para mantener su autoridad. Dicho deotro modo: bajo atribuciones legítimas, la instituciónlocal y quienes la dirigían ejercían, sin contratiemposen los distintos ramos, labores de gestión apoyándoseen la comunicación de bandos, leyes, decretos y circu-lares que el gobierno de la república les enviaba.

4. El ayuntamiento: los fundamentos de sus funciones

Se ha considerado al ayuntamiento liberal como unainstitución donde se definen las reglas y se delimitanlos espacios de acción de los actores sociales. La orga-nización formal e informal de estos, se expresa en susejercicios de interlocución, cuyo resultado llega a con-vertirse en un espejo de la demanda social prioritaria.47

143

46 Felipe Teixidor (coord.), 1976, p. 333.47 Illades, 1996, pp.1 y 16.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 143

Page 144: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Sin embargo, como órgano político, la instituciónmunicipal debía mantener su legalidad y legitimidadsobre la ciudad y el territorio dominado pues, comodice Rodríguez Kuri, “no era tan sólo un órgano buro-crático o administrativo para lidiar con los asuntosmenudos [en el sentido doméstico] de la ciudad; confrecuencia parecía ser, más allá, un mecanismo deinterlocución política y representación social”.48 Asíque el ayuntamiento administraba, decidía o discernía,argumentaba o arbitraba.

La primera forma legal de las atribuciones muni-cipales que coadyuvaron a administrar y controlar elpleno del espacio urbano aparecen expresadas en lasordenanzas Gaditanas de 1813.49 La mayoría de éstasfueron retomadas en 1825 por la primera Constituciónestatal de corte liberal, en la sección del “gobiernointerior”, toda vez que no existía otra referencia jurí-dica; por eso se consideró importante esquematizartales atribuciones para evidenciar el marco institucio-nal que rigió la vida reglamentaria del ayuntamiento,antes de la Constitución centralista. Esta última ver-sión es más explícita y específica de las funciones delcuerpo edilicio de los ayuntamientos, y fue publicadaen 1840 en las leyes y decretos de cada entidad.Dichos reglamentos se localizan en el cuadro 3, dondese compara las ordenanzas en tres momentos: 1813,1825 y 1837-1840.

¿Por qué recuperar los tres periodos para el análi-sis en este trabajo? Primero, por la temporalidad que

144

48 Rodríguez, 1996, p. 18, el subrayado es mío.49 Que proceden de la reglamentación propuesta en ordenanzas o cartas-

pueblo y fueros municipales provenientes de la legislación castellana (Muro,1989, p. 228).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 144

Page 145: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

abarca esta investigación: inicia cuando las leyes gadi-tanas determinaban las acciones de las autoridadesmunicipales; cuando, ante cualquier actividad de cortegubernativo, los funcionarios se sujetaban a las orde-nanzas y, en el caso de espacios no cubiertos por laley, actuaban bajo su libre albedrío. Por ende, se lereconoció un corte liberal a la elección popular de losgobernantes, mismo que llegó a influir en las formasde administrar y controlar a la sociedad republicana–con mayor equidad y libertad ciudadanas– merced ala institucionalización estatal. En otras palabras, elfederalismo retomó la reglamentación gaditana y per-mitió a los ayuntamientos realizar sus propias orde-nanzas y presupuestos municipales (que incluían lasdemandas locales),50 tomando como fundamento laConstitución federal de 1824, en la que no se observauna normatividad concreta para organizar su cuentapública ni sus espacios de autoridad, debido a que conlos cambios políticos se modificaba el territorio admi-nistrativo y, aunque se respetaban los límites territo-riales, no siempre regían las mismas leyes fiscales.

El cuadro 3 explica los cambios en las funcionesadministrativas y políticas que los sectores de élite,encargados del ayuntamiento, ejercieron según la nor-matividad establecida en los decretos del “gobiernointerior”, o de acuerdo con la que se procuraron en lasordenanzas más específicas a su quehacer, las cualesrestringen su legitimidad a la toma de decisiones,públicas o secretas, durante las sesiones del cabildomunicipal.

145

50 Salinas, 1996, p. 51.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 145

Page 146: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

3. A

trib

ucio

nes

del a

yunt

amie

nto

en la

s or

dena

nzas

de

los

años

181

3, 1

825

y 18

37 (

1840

)

SEM

EJA

NZ

AS

Y D

IFE

RE

NC

IAS

DE

LA

S A

TR

IBU

CIO

NE

SR

amos

y e

ncar

gos

1813

1825

fede

ralis

ta18

37 (1

840)

Gad

itan

aG

obie

rno

inte

rior

Cen

tral

ista

La P

olic

ía d

e sa

lubr

idad

y c

omod

idad

La

poli

cía

de S

alub

rida

d, C

omod

idad

yor

nato

Ase

o y

limpi

eza;

orn

ato

Est

ará

a ca

rgo

de la

lim

piez

a de

las

calle

s,C

uida

r la

lim

piez

a de

cal

les,

C

uida

r qu

e no

se

form

en p

anta

nos,

m

erca

do y

cas

as d

e ca

rida

dm

erca

dos

y pl

azas

púb

licas

del a

seo

de la

s ca

lles

y de

la s

ituac

ión

Vig

ilar

la c

alid

ad d

e lo

s al

imen

tos,

la

Que

no

haya

agu

as e

stan

cada

s de

los

mer

cado

sde

seca

ción

de

agua

s es

tanc

adas

o in

salu

bres

in

salu

bres

que

se

debe

rán

Vig

ilar

la v

enta

de

alim

ento

sy

rem

over

todo

lo q

ue p

ueda

alte

rar

la s

alud

de

seca

r o

dar

curs

o p

ara

evita

rD

ifer

enci

as:

públ

ica

y de

sus

gan

ados

que

se a

ltere

la s

alud

púb

lica.

Prom

over

el a

dela

nto

de la

agr

icul

tura

,C

uida

rán

de la

cal

idad

de

alim

ento

s la

indu

stri

a y

el c

omer

cio,

con

abs

olut

ay

bebi

das

suje

ción

a la

s le

yes

y re

glam

ento

sD

ifer

enci

a: C

uida

r de

l sur

tido

de

los

reng

lone

s de

pri

mer

a ne

cesi

dad

para

cas

os d

e ca

rest

íaC

emen

teri

osL

as tr

es in

dica

n si

tuar

los

a ex

tram

uros

de

la p

obla

ción

.Pa

dron

esL

as p

arro

quia

s de

bían

rep

orta

r al

jefe

L

a di

fere

ncia

en

los

dos

post

erio

res

polít

ico

el n

úmer

o de

nac

idos

, cas

ados

y

es q

ue e

l mun

icip

io d

ebía

pre

sent

arlo

mue

rtos

cad

a 3

mes

es.

anua

lmen

te a

l gob

iern

o de

l Est

ado

Salu

brid

ad y

Vac

unas

En

caso

de

epid

emia

s se

dar

á cu

enta

al j

efe

En

caso

de

epid

emia

tom

ará

No

se e

nfat

iza

en la

legi

slac

ión

de

polít

ico

para

tom

ar p

rovi

denc

ias

y ev

adir

el

prov

iden

cias

pro

pias

par

a im

pedi

res

te a

ño, p

ero

se s

igue

n pr

omov

iend

oco

ntag

ioel

con

tagi

oJu

ntas

de

Sani

dad

En

las

cabe

cera

s de

can

tón

habr

á Ju

ntas

de

En

las

cabe

zas

de c

antó

n ha

brá

Junt

as

En

esta

legi

slac

ión

la J

unta

de

Sani

dad

Sani

dad

inte

grad

as p

or 2

mie

mbr

os d

el

de S

anid

ad q

ue c

uida

rán

la s

alud

de

es s

ustit

uida

por

la J

unta

de

Car

idad

,ay

unta

mie

nto:

alc

alde

y r

egid

or; u

n pá

rroc

o,

los

pueb

los

enca

rgad

a de

reu

nir

recu

rsos

par

aun

fac

ulta

tivo

y un

vec

ino

solu

cion

ar p

robl

emas

en

caso

de

epid

emia

. E

stuv

o in

tegr

ada

por

los

com

erci

ante

s,em

pres

ario

s y

hace

ndad

os

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 146

Page 147: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Con

tinúa

R

amos

y e

ncar

gos

1813

1825

fede

ralis

ta18

37 (1

840)

Gad

itan

aG

obie

rno

inte

rior

Cen

tral

ista

La P

olic

ía d

e Sa

lubr

idad

y C

omod

idad

La

poli

cía

de S

alub

rida

d, C

omod

idad

yO

rnat

oC

amin

os, p

uent

es,

Tod

a ne

cesi

dad

de o

bra

públ

ica

debe

ser

ate

ndid

aC

uida

rán

de lo

s ca

min

os c

arre

tero

s, lo

s pu

ente

s y

empa

lmad

os y

su

cons

erva

ción

.fu

ente

s, a

cued

ucto

s y

por

el je

fe p

olíti

co, o

suj

eta

a la

adm

inis

trac

ión

Su m

ante

nim

ient

o co

rre

por

cuen

ta d

e la

rec

auda

ción

de

prop

ios

y ar

bitr

ios,

con

alum

brad

oy

orga

niza

ción

del

cab

ildo

mun

icip

alno

tific

ació

n al

jef

e po

lític

o. E

l ay

unta

mie

nto

infr

acto

r se

rá c

astig

ado

con

una

mul

ta d

e20

0 pe

sos

Esc

uela

s, c

árce

les,

Se m

ante

ngan

de

los

fond

os d

el c

omún

, C

uida

rán:

esc

uela

s, c

árce

les,

hos

pita

les

yL

a di

fere

ncia

hac

ia 1

837

fue

la n

eces

idad

ho

spita

les,

cas

as d

e in

cluy

éndo

se lo

s su

eldo

s de

los

prec

epto

res

esta

blec

imie

ntos

de

bene

fice

ncia

de

dar

títu

los

a m

édic

os, a

lbéi

tare

s,be

nefic

enci

a y

corre

cció

nde

pri

mer

as le

tras

y co

rrec

ción

, dan

do c

uent

a de

sus

gas

tos.

botic

ario

s y

prec

epto

res

de p

rim

eras

let

ras,

adem

ás l

a de

nom

brar

fac

ulta

tivos

par

a la

sbo

ticas

Agr

icul

tura

, ind

ustr

ia y

Prom

ueve

el f

omen

to d

e es

tas

activ

idad

esE

xplic

ita q

ue p

rom

over

án e

stos

ram

os,

La

ley

cons

erva

dora

dic

e qu

e se

fom

enta

com

erci

oo

se r

espe

tará

n lo

s m

onte

s y

plan

tíos

del c

omún

pero

no

men

cion

a la

rem

oció

n de

co

n su

jeci

ón a

los

regl

amen

tos.

obst

ácul

os y

el r

espe

to d

e m

onte

s D

ifer

enci

a: q

ue to

do e

l com

erci

o us

e pe

sas

y pl

antío

s de

los

indi

osy

med

idas

.A

dmin

istr

ació

n de

los

Cad

a co

rpor

ació

n co

ntro

laba

su

adm

inis

trac

ión

Est

ar a

car

go d

e la

inve

rsió

n y

laPa

ra e

l des

empe

ño d

e es

tas

atri

buci

ones

ca

udal

es P

ropi

os y

e

inve

rsió

n co

nfor

me

a le

yes

y re

glam

ento

s ad

min

istr

ació

n de

los

fond

os p

ropi

os

segu

irá

en p

oses

ión

de p

ropi

os y

arb

itrio

s.A

rbitr

ios

exis

tent

es. S

i fal

tare

pre

sent

ará

la n

eces

idad

al j

efe

y ar

bitr

ios,

nom

bran

do a

un

enca

rgad

o D

ifer

enci

a: s

e le

galiz

ó la

ven

ta d

e lo

spo

lític

o y

a la

Dip

utac

ión

prov

inci

alqu

e en

viar

á al

gob

iern

o un

a di

vers

os r

amos

en

rem

ates

y s

ubas

tas

decl

arac

ión

anua

lco

n fi

ador

es,

bajo

sup

ervi

sión

del

alc

alde

,sí

ndic

o 1°

y p

refe

cto

o ju

ez d

e pa

zM

edid

as d

el b

uen

gobi

erno

Será

n ac

orda

das

en e

l cab

ildo

y ej

ecut

adas

Am

bas

indi

caba

n qu

e la

s or

dena

nzas

se

hará

n cu

mpl

ir c

on a

poyo

del

cab

ildo

por

el a

lcal

dey

los

alca

ldes

pub

licar

án la

s ór

dene

s y

leye

s pa

ra q

ue e

l pue

blo

las

cono

zca

Nom

bram

ient

o de

E

l alc

alde

no

podr

á no

mbr

ar s

ecre

tari

oN

o se

men

cion

a.D

ifer

enci

a: E

l alc

alde

tuvo

el d

erec

hofu

ncio

nari

os

de n

ombr

ar s

u se

cret

ario

y d

epen

dien

tes.

Ren

ovac

ión

de lo

s car

gos

Con

vot

os d

e lo

s es

crut

ador

es y

vec

inos

se

Los

alc

alde

s te

ndrá

n só

lo u

n vo

to c

omo

Se b

usca

n di

stri

buir

con

igua

ldad

las

eleg

irán

por

est

a ví

alo

s de

más

reg

idor

es.

carg

as c

once

jiles

Junt

as e

lect

oral

es

Se in

stal

aban

en

la p

arro

quia

pre

sidi

da p

or

Se d

ivid

ió la

pob

laci

ón e

n cu

arte

les

para

el a

yunt

amie

nto

cont

rola

r el

núm

ero

de e

lect

ores

FUE

NT

E: T

ena

Ram

írez

, 198

0 y

1997

y G

obie

rno

del E

stad

o de

Ver

acru

z, 1

997

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 147

Page 148: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Esto facilitó que, en cada región, las élites utilizaranmecanismos particulares para legitimar su autoridad;una autoridad que bien pudo manifestarse mediante launión de intereses propiciatorios de cierta cohesiónsocial, toda vez que se apoyaba en normas y conven-ciones culturales.51 Así, los grupos dominantes hacíanvaler un orden legal fundado en bases territorialesrelativamente sólidas y autónomas en el ámbito local.

En el cuadro 3, también se observan los diversosramos encomendados al ayuntamiento. La Constituciónde Cádiz contemplaba las funciones públicas municipa-les a partir del desarrollo de la policía urbana, llamadade “salubridad y comodidad”; esta debía cuidar de lasalubridad (limpieza e higiene) y seguridad de las per-sonas, la conservación del orden público, la administra-ción de propios y arbitrios, la recaudación de contribu-ciones, el cuidado de escuelas y hospitales, laconstrucción de caminos calzadas y puentes, y la pro-moción de la agricultura y el comercio.

Posteriormente, en las ordenanzas aprobadas porlos estados, en 1825 y 1837 por disposición de “lasBases Orgánicas”, se reconsideraron las atribuciones delayuntamiento con base en la policía de salubridad, decomodidad y ornato y de orden y seguridad.52 Con estose reconocía que los ayuntamientos vigilarían el controladministrativo de los gastos, la procuración de serviciosy el mejoramiento urbano, más que rural. Si bien ejer-cían un control bastante organizado de sus ingresos yegresos, algunos contribuyentes, vinculados con quienesformaban el cuerpo edilicio, trataban de deducir o evadir

148

51 Weber, 1996, pp. 6-21.52 Salinas, 1996, p. 51.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 148

Page 149: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

impuestos; por ello, la corporación carecía de suficienteliquidez para procurar los servicios.

El papel que desempeñó la policía urbana fuenecesario en un periodo de cambios en la traza dediversas ciudades. Por ejemplo, en Xalapa, los ramosque comprendían la administración pública no teníanleyes ni reglamentos expresos en el gobierno interior,aunque este sí contaba con una organización adminis-trativa, fiscal –apoyada básicamente en la legislacióncolonial–, que se distribuía en ingresos y egresos. Losingresos provenían de los ramos de propios y arbi-trios: rentas, censos, donativos e impuestos sobre elalquiler de las casas, y los egresos anuales constituíanel gasto en el ramo administrativo: sueldos de funcio-narios, profesores y albéitares; pago de impuestos,medicinas y policía: mantenimiento de inmuebles,servicio, limpieza para el mejoramiento urbano yfinalmente el pago de hospitales y gastos generales.53

A menudo, los caudales no alcanzaban a cubrirlos gastos. A pesar de que se intentaba manejar losingresos de modo independiente, en ocasiones los en-cargados los pasaban de un ramo a otro. En este sen-tido, el silencio de la legislación fue reforzado discre-cionalmente por “la policía de seguridad y ornato”, loque motivó una mayor capacidad de decisión y auto-

149

53 Propios y arbitrios: los impuestos a la plaza del mercado, arancelessobre tiendas y cuotas al fiel contraste, derechos sobre harina y aguardiente;rentas por el alquiler de inmuebles urbanos de la institución, censos obtenidosde los réditos de capitales dispuestos para sufragar los gastos de hospitales yobras pías. En cuanto a los egresos: el ramo administrativo comprendía lossueldos de funcionarios, dependientes facultativos, medicinas, profesores yalbéitares, pago de impresos, policía, reparación de inmuebles, servicio, lim-pieza para el mejoramiento urbano, rondas de vigilancia al interior de la villa ymantenimiento de la cárcel, pago de hospitales y gastos generales (Ciruelo,2003, pp. 62-79).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 149

Page 150: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nomía de los ayuntamientos ante los vacíos de lalegislación, vacíos que en su momento ayudaron adefinir el ámbito de poder de defensa de la instituciónmunicipal y su respectiva jurisdicción.54 De forma gra-dual, este organismo fue teniendo más claras lasnociones de utilidad o de interés público55 en el espa-cio urbano de cada región. Cuando las élites encontra-ban intersticios legales, ejercían la toma de decisionescomo un mandato particular y de dominio autónomo,inspirado por las demandas precisas de los individuos.Y si surgía alguna inconformidad esta se resolvía alinterior con un estilo particular, según los usos y cos-tumbres locales o regionales y considerando la legisla-ción interior vigente, pues de ello dependía el ejerci-cio de la autoridad en sus dominios.

El atributo de autonomía municipal se perdió enla época centralista, cuando los estados se transforma-ron en departamentos al cuidado de una unidad cen-tral; a partir de esta, los ayuntamientos se redujeron,tomando en cuenta las parroquias principales y laspoblaciones donde los había en 1808, así como lospueblos que tuvieran 8 000 habitantes o más.56 Conesta cantidad de habitantes, Veracruz sólo reconociócuatro ayuntamientos en 1838: Córdoba, Orizaba,Veracruz y Xalapa, tal como estaba a finales de laépoca colonial.

La reglamentación municipal se concluyó con lasBases Orgánicas, propuestas el 20 de marzo de 1837,las cuales fueron decretadas públicamente en 1840 porel Congreso Legislativo del Estado de Veracruz, aún

150

54 Salinas, 1996, p. 36.55 Talavera, 1997, p. 66.56 Ochoa, 1985, p. 237.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 150

Page 151: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

dentro del periodo centralista. Estas ordenanzas, másdirectas, determinaron que los ayuntamientos estaríana cargo de la policía de salubridad, comodidad yornato; del cuidado de las cárceles, los hospitales y las casas de beneficencia (no particulares); de lasescuelas de primera enseñanza (pagadas del fondo delcomún), de dar títulos a preceptores de primerasletras, albéitares y facultativos; de la construcción yreparación de puentes y caminos; de la recaudación einversión de los propios y arbitrios; de la promocióndel adelanto de la agricultura, la industria y el comer-cio (que debían usar pesas y medidas), y de auxiliar alos alcaldes en la tranquilidad y orden público delvecindario.

En general, la reglamentación municipal fue bas-tante similar a la gaditana, porque se refería a los mis-mos ramos, pero en lo particular sí hubo varios cam-bios, producto de las condiciones prevalecientes en laetapa centralista, como el hecho de que se promovierala industria y se vigilara y cuidara la administración,el uso de pesas y medidas, la revisión de cuentas y lavida cotidiana del vecindario, como puede apreciarseya en el cuadro de referencia. Sin embargo, se diolibertad al alcalde para que nombrara secretario ydependientes y legalizara la venta de ramos públicos.Así pues, si bien los ayuntamientos se habían reducidoa cuatro que, con una entrega de cuentas a los prefec-tos o subprefectos, aglutinaban el control administra-tivo de todos los pueblos de su entorno, no dejó deextrañar que de algún modo se fortaleciera la autono-mía de la institución local.

El ejercicio del Estado centralista estuvo limitadopor las condiciones de precariedad y fragilidad, deri-vadas del conflicto bélico ocasionado por la invasión

151

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 151

Page 152: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

americana, además de los movimientos emancipado-res internos, en especial las luchas de los gruposindios que reclamaban sus derechos y la reconstitu-ción de sus ayuntamientos. La solución a esto últimoocurrió en 1846, cuando se renovaron las repúblicasde indios, aunque restringidas en sus funciones y suje-tas a la corporación municipal. El hecho posibilitó elfortalecimiento de las élites, pues continuaron partici-pando en los cargos de elección popular, tales comolos nombramientos de alcaldes, donde para controlarde forma óptima la entrada de ingresos promovieronla subasta y el remate de algunos cargos propios derecaudación, en un momento de crisis por la guerracon Estados Unidos en 1846. De este modo, algunosmiembros de las élites apostaron una determinadafianza y se interesaron en la administración y el controlde los impuestos como negocio personal. Así, disfru-tando de cierta autonomía con el regreso del federa-lismo, la institución ponía a prueba los alcances de susingresos para cubrir el presupuesto dado el caos admi-nistrativo imperante.

La legislación de 1846 posibilitó la subasta decargos, pero la de 1855 los suspendió en su intentopor tener un mayor control del Estado en cuanto a lasfunciones administrativas de los ayuntamientos, dehecho ya no se vendieron los cargos fiscales públicos;por eso, el subprefecto, el prefecto o el gobernadorsupervisaban las comisiones que aún no perdíanvigencia, al igual que los cargos que recibían mayoresimpuestos, como lo indican los artículos 134, 141,153, 155 a 165 de las Leyes y Decretos del Gobiernodel Estado de Veracruz.57 Con esto se observa que las

152

57 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo III, pp. 395-396.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:33 p.m. PÆgina 152

Page 153: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

funciones municipales relativas a la administración depropios y arbitrios eran controladas por la autoridadinmediata superior, lo que restringía su autonomía.

Estos cambios permanecieron vigentes sólo seisaños, pues en 1861 fueron ratificadas totalmente lasordenanzas emitidas en 1840, es decir, la Legislaturadel Estado permitió que se volvieran a vender ensubasta pública los cargos y comisiones que coadyu-vaban –quizás de manera más eficiente–, al controleconómico de los diversos ramos, debido a que lasarcas padecían de constante falta de liquidez para sol-ventar los servicios a la comunidad; así, de las ganan-cias de los encargados de los ramos se aseguraba laconstrucción o mantenimiento de las obras públicas dela municipalidad, la institución quedaba más libre de lafiscalización del Estado58 en el ejercicio de su admi-nistración y recuperaba tal vez su autonomía.

En 1870, se pretendió establecer otra reglamenta-ción en el Estado de México, pero no prosperó ni allíni en otros estados, sino hasta el Porfiriato,59 concreta-mente en 1903, cuando se modificaron y aplicaron porigual en la Ciudad de México y el resto de los ayunta-mientos del país.60 En estas leyes es obvio que seentrelazaban las nuevas libertades garantizadas a tra-vés de las constituciones federales o estatales, con lasordenanzas municipales, pero en este entretejido losayuntamientos quedaron sujetos al Estado.

Entre otros cambios en el manejo de los ayunta-mientos veracruzanos, en 1855 se legisló una mayordistribución o dosificación de sus funciones, aten-

153

58 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo IV, pp. 122-124.59 Salinas, 1996, p. 60.60 Rodríguez, 1996, p. 34.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 153

Page 154: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

diendo al proyecto liberal modernizador. Algunas fun-ciones fueron diferentes; por vez primera, en las cabe-ceras municipales aparecieron nuevas figuras: defen-sores de la propiedad privada; inspectores de aguaspúblicas (que vigilaban su uso, ya que se pretendíageneralizarlo como bien público, o reportaban los pro-blemas de escasez), e inspectores de la comunidad deindios, presentes sólo entre 1855 y 1861.61

Se preguntarán ¿de dónde surge una comunidadde indios en Xalapa, si en los censos de 1791 o el de1838 éstos aparecen como una población minoritaria?Hay que decir, al respecto, que los indios seguían enel municipio, pero unos se habían encubierto entre losmestizos y las castas, otros habían emigrado a las ran-cherías o poblaciones aledañas entre Xalapa yJilotepec; allí quizá vivían en sosiego por lo que pasa-ban casi inadvertidos. Sin embargo –como se verá enel cuarto capítulo de este trabajo–, sus propiedadescomunales peligraban; de ahí que haciendo uso de los“derechos ciudadanos a su estilo” intentasen retener-las al amparo de la reforma juarista, por ello cobraron“visibilidad”, se reconstituyeron en comunidad, y tocóal ayuntamiento local buscar que se respetara la inte-gridad de sus espacios comunales.62

Todo este panorama permitió que los municipiosdesempeñaran un papel importante en el control de las

154

61 AHMX, Actas de Cabildo de 1855. De ello se disertará más adelante,cuando se aborden las Leyes de Reforma.

62 Véase capítulo tercero, alusivo al manejo de los derechos de la comu-nidad india. Como dice Michael T. Ducey (1999, p. 143), en un mundo dual losindios tomaron prestado los derechos del ciudadano pero mantuvieron sus iden-tidades indígenas independientes, por eso, aunque el Estado se pronunciaba poruna igualdad, los indios tomaron para sí el discurso ajustándolo a sus necesida-des, de forma similar a lo que hicieron las élites.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 154

Page 155: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

poblaciones, conjugando los nuevos derechos con losantiguos, que vinculaban las viejas y nuevas formasde política con la organización social de la comuni-dad, donde la pirámide jerárquica de autoridades, conhonores y privilegios distintos entre sí, permitió hacerextensivos ciertos derechos a quienes procedían de unperfil diferente, reforzando así las autonomías lo-cales.63

5. La participación política de los sectores de éliteen el ayuntamiento

Anualmente, los ayuntamientos reportaban al go-bierno los padrones de población. Este registro servíapara saber quiénes eran los electores y quiénespodrían ser elegibles como alcaldes, regidores y síndi-cos. De este modo, cada año con puntualidad, en lasegunda quincena de diciembre o la primera de enero,se llevaban a cabo las votaciones, excepto cuando lasituación política resultaba extraordinaria, pues enton-ces se llevaban a cabo en abril o junio, y ya no se rea-lizaba un nuevo censo.64

Tal como señalan los libros de las Juntas deCabildo Municipal, cada año, en la primera o segundasesión, se repartían los cargos o comisiones de los ra-mos (véase cuadro 3) que cubrían casi todos losrequerimientos y las demandas de la población. Los

155

63 Hernández Chávez, 1993, pp. 35 y 36.64 Sólo se localizaron dos censos completos en el Archivo Municipal: el

de 1837 y el de 1868, y los referentes a las personas elegidas se ubicaron en lascajas del Ramo de México Independiente. Las razones por las cuales los docu-mentos no se encuentran íntegros podrían ser variadas, pero sin duda una deestas ha sido la falta de cuidado de las instituciones que resguardan los acervos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 155

Page 156: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

habitantes solicitaban apoyo tanto para solventar susproblemas de salud, como para el arreglo o manteni-miento de las calles y los caminos, y la limpieza yaprovisionamiento de puentes, plazas y mercados,para lo cual había una instancia directamente encar-gada, pero según el ramo o lo conflictivo de los casos,con frecuencia se nombraba una comisión.65

Asimismo, había funcionarios que gestionaban laconstrucción de escuelas y hospitales, y la contrata-ción de preceptores, médicos y cirujanos. Las percep-ciones que recibían los profesionales seleccionadosemanaban, previo convenio con la Junta de Cabildo,de lo que el gobierno municipal recababa de los pro-pios y arbitrios; para ello, había un tesorero o unadministrador responsable de organizar la administra-ción y optimizar sus recursos económicos, general-mente insuficientes.

En el régimen gaditano, por cada mil almas, losciudadanos elegían con su voto a un elector, y si resta-ban más de 500, otro más, sin olvidar que no cual-quier ciudadano que ejercía en la jurisdicción eclesiás-tica o civil podía ser elector.66 De modo que lacantidad de población se calculaba de acuerdo con elnúmero de electores, quienes a su vez nombraban alos miembros del ayuntamiento. Los nominados en lasprimeras reuniones del cabildo seleccionaban a dos de

156

65 Por ejemplo, siempre que se tenía que formar un presupuesto para larecomposición de citarillas o de atarjeas, se nombraba una comisión que obser-vaba las condiciones del sitio, luego las presentaba al cabildo con las firmas delos maestros de obra, para de ahí solicitar el presupuesto detallado para cos-tearla. La comisión entregaba este presupuesto a la propia Junta para su aproba-ción para que de los propios y arbitrios se consiguieran los fondos destinados atal fin.

66 Ortiz Escamilla, 2000, p. 43.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 156

Page 157: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

los regidores como responsables de cada una de lascomisiones. Toda vez que los encargos eran de impor-tancia tan diversa, los regidores se hacían acompañarde un suplente.

Los síndicos tenían un papel clave: representa-ban una función de contrapeso para equilibrar los dic-támenes de las comisiones.67 ¿De dónde salían estosfuncionarios? Con regularidad de entre las filas de losciudadanos con experiencia en los ramos o de entreaquellos que podían ayudar a resolver la situación que se enfrentaba, es decir, surgían de entre la gente queusualmente participaba en los menesteres de la admi-nistración y contaba con el capital económico, social ycultural.

En la síntesis del cuadro 3, se exponen sólo unoscuantos años de la temporalidad analizada en este tra-bajo, pero es una muestra para ver cómo varios indivi-duos que intervinieron en calidad de autoridades apro-vecharon su participación en los múltiples serviciospara entretejer su poder y sus intereses. Incluso concu-rrieron en los mismos asuntos, dada la variedad y lacomplejidad de las funciones. Así se explica quevarios alcaldes, regidores y síndicos permanecieran enel ayuntamiento, circulando o duplicando atribucio-nes, en los más diversos cargos o comisiones. Conello lograban reafirmar y legitimar su poder en laetapa en la cual destacaron, lo que les permitió mante-nerse o ascender en la escala política conservandoabiertos sus espacios de interlocución con la comuni-dad, a pesar de los periodos de “sombra” o descansoen el ejercicio de un cargo u otro.

157

67 Rodríguez, 1996, p. 52.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 157

Page 158: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

4. C

urri

cula

de

Ber

nard

o Sa

yago

Dor

ante

s

Año

Car

go o

Com

isió

nO

bser

vaci

ones

o c

omen

tari

os

1829

Tes

orer

oPe

rman

eció

2 a

ños

cons

ecut

ivos

(E

ncar

gado

de

cobr

ar l

os r

édit

os d

el c

omer

cio

esta

blec

ido

por

su p

adre

, E

useb

io S

ayag

o, e

n el

hin

terl

and

Nao

linco

-Xal

apa.

)18

30A

lcal

de 4

°, r

egid

or 4

° y

teso

rero

Ele

cció

n en

dic

iem

bre

de 1

829

1833

sínd

ico

y pr

esid

ente

del

Tri

buna

l (D

ueño

de

una

tene

ría.

Con

los

rédi

tos

y el

pag

o de

las

deud

as d

e su

pad

re e

mpi

eza

a co

mpr

ar

Mer

cant

il di

vers

os s

olar

es y

cas

as e

n el

hoy

Cen

tro

His

tóri

co d

e X

alap

a)18

36Po

stul

ado

para

la p

refe

ctur

a de

Xal

apa

En

las

tern

as n

o ac

epta

das,

por

el g

ober

nado

r D

ioni

sio

Cam

acho

(C

ompr

a en

aso

ciac

ión

con

Sant

iago

Con

dón

la h

acie

nda

El M

olin

o 18

37A

lcal

de 1

°(S

e in

icia

la c

onst

rucc

ión

de la

fáb

rica

text

il "L

a L

iber

tad"

)18

38Pr

otec

tor

de h

ospi

tale

s, je

fe d

e la

Jun

ta

Reg

idor

sól

o po

r un

os d

ías

de C

arid

ad y

reg

idor

1842

Res

pons

able

de

las

rifa

s or

dina

rias

stas

par

a la

s ob

ras

de in

frae

stru

ctur

a m

unic

ipal

com

o la

con

stru

cció

n de

l Pas

eo N

uevo

y ex

trao

rdin

aria

(En

1841

hac

e el

pri

mer

env

ío a

l mer

cado

la p

rodu

cció

n de

la f

ábri

ca te

xtil

y es

pre

side

nte

de la

Jun

ta I

ndus

tria

l)18

43E

ncar

gado

de

los

dere

chos

de

cons

umo

Po

rque

gan

ó la

pos

tura

del

rem

ate

que

se

veri

ficó

el 1

8 de

nov

iem

bre

de 1

843,

y lo

s pr

oduc

tos

del

para

las

trop

asra

mo

debe

n qu

edar

por

ven

ta d

e di

cho

empr

esar

io, c

on u

na a

port

ació

n de

$ 9

00. 0

0 de

l rem

ate.

1845

Com

anda

nte

del B

atal

lón

de e

sta

ciud

ad

Def

enso

r de

las

leye

s du

rant

e lo

s pr

epar

ativ

os d

e la

gue

rra

de in

terv

enci

ón a

mer

ican

ay

coro

nel d

e la

s tr

opas

A

poyó

a la

s tr

opas

de

la b

atal

la d

e C

erro

Gor

do18

45

Ges

tor

de la

s ob

ras

del P

aseo

Nue

vo18

47A

lcal

de 1

°H

asta

julio

del

mis

mo

en q

ue e

xone

rado

del

car

go p

or p

artic

ipar

en

la g

uerr

a y

alim

enta

r a

los

sold

ados

.18

49A

lcal

de 1

°, e

ncar

gado

de

la C

omis

ión

La

Junt

a de

Ben

efic

enci

a la

com

part

e co

n Jo

sé J

uliá

n G

utié

rrez

, Fra

ncis

co F

erná

ndez

de

Agu

do, A

nton

io M

aría

Rev

isor

a de

la J

unta

de

Ben

efic

enci

a Pr

iann

i y M

anue

l Mar

ía Q

uiro

z. P

erm

anec

ió c

omo

enca

rgad

o 4

mes

esy

del c

obro

de

las

cont

ribu

cion

es a

tras

adas

18

67A

lcal

de 1

°18

71Pr

esid

ente

mun

icip

al y

reg

idor

Se m

odif

ica

la le

y, d

eja

de s

er a

lcal

de y

aho

ra e

s no

mbr

ado

pres

iden

te m

unic

ipal

. (18

72 c

ompr

a un

a fr

acci

ón d

e D

iput

ado

en la

Leg

isla

tura

Est

atal

San

Mar

cos)

1877

Jefe

de

la J

unta

de

Inst

rucc

ión

Públ

ica

Jefe

del

Cua

rtel

F UE

NT

E: A

HM

X, A

ctas

de

Cab

ildo

de 1

833,

49

de18

37; 5

0 de

183

8, f

f: 5

5 de

184

3, f

f: 1

81, 1

84, 1

86 y

187

; 57

de 1

845,

f: 1

30, f

f: 5

9 de

184

7, o

f. 9

5, f

f 10

1 a

109;

51

de18

49, f

f: 7

3; 7

8 de

186

7, f

f: 1

a 3

; 82

de 1

871,

ff:

1, y

154

; 61.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 158

Page 159: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Algunos de estos grupos, que llegaban del puerto o deotros sitios, tuvieron que aceptar puestos menos impor-tantes para irse habituando a la sociedad local. Sinembargo, muchos de esos personajes dieron movilidada los grupos de élite; de entre ellos, vale destacar a JoséMaría Córdoba, Cayetano Jiménez Rodríguez, JoséLuis Rodríguez, Vicente y Pablo Casas,68 José MaríaAparicio, Alonso Güido, Manuel de Faccio, FranciscoFernández de Agudo, Esteban de Elías, Carlos MaríaTerán, José María Grajales Escobar, José ManuelLandero y Coss, José María Rodríguez Roa, José MaríaDomínguez. De entre los funcionarios más distingui-dos, llaman la atención algunos que, por su capacidad yhabilidades, desempeñaron múltiples encargos en losdistintos ramos –véase, por ejemplo, el cuadro 4, con elcurrículo de Bernardo Sayago.

Antonio María Prianni, Bernardo Sayago,Francisco Fernández de Agudo69 y otros fueron de lospocos hombres que, en casi toda la primera parte delsiglo XIX, realizaron diversas funciones en el cabildo, ytambién vieron florecer sus proyectos de vida empresa-rial, comercial y de hacendados. En este caso, seexpone a Sayago como funcionario ejemplar, presente

159

68 Por ejemplo Vicente Casas, entre 1856 y 1890, destacó en las funcio-nes siguientes: alcalde primero, regidor cuarto y sexto, jefe de policía, encar-gado de vigilar el mercado y el rastro, fiel contraste, inspector de instrucciónprimaria y jefe de Sexto Cuartel. José Cayetano Jiménez Rodríguez no fuealcalde primero, pero tuvo varias funciones a su cargo entre 1840 y 1865; des-tacó como jefe político de 1850 a 1852, fue jefe del Tribunal Mercantil, presi-dente de la Junta de Sanidad, inspector de las Obras de Palacio, diputado deFiestas y presidente de la Comunidad Indígena (AHMX, Actas de Cabildo; por locomún en los cuatro primeros folios de cada año se presentan los cargos ycomisiones).

69 En el caso de Fernández de Agudo, este era hijo de un comerciantedel Consulado de Veracruz, y partícipe de cargos políticos en el puerto (Souto,2001, Apéndice).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 159

Page 160: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

en casi todos los cargos del cabildo, aunque no logrótraspasar esta escala, pues su posibilidad de ser prefectofue objetada. Probablemente esto se debió a su falta derelaciones productivas con los grupos de la élite por-teña, así como a la ausencia de redes familiares que lepermitieran la entrada al grupo en el poder estatal; aello se agrega el hecho de que su origen se relacionabamás con el comercio rural, propio de un arriero, y suascenso económico y social aún estaba por definirse,pese a su trayectoria (cuadro 4) como comerciante,especulador, empresario textil y a su habilidad en lasrelaciones públicas en la escala regional.

¿A qué se atribuyó la presencia casi constante deSayago en cargos del ayuntamiento durante buenaparte del siglo XIX? En primer lugar, valdría la penaseñalar que era dueño de un patrimonio estratégico:conocimientos básicos de lecto-escritura y cálculomatemático, además de los nexos sociales adquiridosen la convivencia cotidiana con el padre, quien tam-bién le heredó una pequeña fortuna en réditos y crédi-tos producto del comercio, lo que se reflejó en laexperiencia y sentido común que Sayago imprimió ala administración municipal.70 En este ramo resultóespecialmente diestro, como se desprende del hechode que fuera propuesto para diversas gestiones, comola Comisión Revisora para los gastos del Paseo Nuevoy de la organización de rifas para obtener recursos.Asimismo, cuando ganó la subasta del puesto enremate, el cabildo le encargó vigilar las posturas de lascontratas, en un intento por controlar el pago deimpuestos. De esta comisión de vigilancia, le tocó

160

70 AHMX, Actas de Cabildo de 1829, ff. 52-59.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 160

Page 161: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

administrar los remates de los derechos de consumo.El dinero obtenido de las colectas y rifas sirvió paralos arreglos del atrio de la iglesia principal y gastos dela institución, entre 1842 y 1843.71 A Sayago le con-vino formar parte del grupo de funcionarios, o por lomenos permanecer muy cerca de ellos, y aprovecharlos beneficios de determinados acuerdos o contratas,como la que ganó en 1843.

A principios del siglo XIX los servicios urbanoseran administrados por la corporación municipal, perocomo no se recaudaban suficientes impuestos fueronconcesionados en calidad de contratas a particulares,72

quienes hacían un negocio rentable de ese servicio,pues cobraban una cuota determinada al ayuntamientoo recibían una retribución por parte de los vecinos. Aesto obedecía la existencia de diversas contratas:Limpia Pública, Alumbrado, Aduanas y Rastro. Estaúltima fue de las más lucrativas, debido a que durantela dictadura santanista los productos del ganado sir-vieron para fines militares, en relación directa con losintereses de Santa Anna, quien aparte de ser unaimportante figura política en la intrincada escenanacional, también se había vuelto dueño de las másgrandes extensiones de tierras veracruzanas y –comoargumenta Will Fowler– no las dejó improductivas,las convirtió en explotaciones ganaderas que contribu-yeron a la reproducción de su capital.73

El establecimiento oficial de los rastros fue fun-damental para el sector productivo, ya que permitía

161

71 AHMX, Actas de Cabildo de 1837, f. 67; de 1842, ff. 53-55 y de 1843,ff. 52 y 57.

72 Rodríguez, 1996, p. 77.73 Fowler, 1998, p. 70.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 161

Page 162: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

garantizar el control en el número de las matanzaspara el consumo de la carne y el aprovechamiento delos restos de los animales, pues tenían usos diversosen la alimentación, vestido e industria.74 Además, lacontrata de rastros coadyuvaba en el control del mer-cado de consumo y las ganancias que podían obteneren el espacio local. No sólo Santa Anna se vio benefi-ciado, sino también Sayago y todos aquellos comer-ciantes o hacendados que recibieran en concesiónalguna contrata o estuvieran involucrados en estosmenesteres, como los dueños de las tenerías y talabar-terías. Pero las clases populares siguieron realizandoel sacrificio de reses, ovejas y cerdos en los corralesparticulares, tal y como acostumbraban, es decir, sinpreocuparse por la higiene o la salud pública.75

Como particular, Sayago hizo de la administra-ción del rastro un negocio lucrativo. Del estipendiogenerado por la gente que usaba este servicio, Sayago

162

74 Como en parte apuntaba Moreno Fraginals (1978, tomo III, pp. 240-242), el arado vivo era útil para arar la tierra, el acarreo de los animales, asícomo para dar leche para la familia y para la venta. Pero al ser sacrificado, sucarne servía de alimento, sus huesos para los caldos, su sangre para morcilla,los cebos para velas, frituras y usos fabriles, las cerdas para cepillos, las colaspara pegamento y los cueros para que las tenerías los prepararan para múltiplesusos de los que se hablará después. Cabe cerrar esta nota agregando que comono había refrigeración como medio de conservación, se exigía que los animalesentraran de pie y se vendieran enseguida de ser sacrificados para evitar proble-mas de salud, lo cual quiere decir que las tierras de las haciendas de Sayagoeran utilizadas para pastar el ganado de hacendados ganaderos como SantaAnna, y obviamente no de manera gratuita (ANX, Protocolo de 1843, ff. 224 y1854, ff. 231 v. Escribano Juan N. de Arriaga).

75 La contrata de referencia incluía en la cláusula cuarta que el citadoempresario la aprovecharía “...por 16 años, contados desde que comience ahacerse uso del establecimiento la percepción del impuesto [sería] de dos realespor cada cabeza de ganado mayor, uno y medio reales por cada cerdo, y un real porcada carnero que se maten” (ANX, Protocolo de 1843, ff. 120 v., 127. EscribanoJuan N. de Arriaga).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 162

Page 163: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tenía que rendir cuentas cada mes al cabildo, para queéste le asignara una cuota numeraria por su trabajo.En la contrata de febrero a mayo de 1858, por ejem-plo, Sayago recaudó 684 reales y 72 pesos, capital conel que participó en el empedrado de la calle de SantaÚrsula con 138 reales y 7 y ½ pesos; más tarde, recibió200 reales y 40 pesos como rédito del capital que se lepagó con el producto del portal de la plaza, esto es, losimpuestos por la venta de carnes antes mencionada.Con este dinero, Sayago compró inmuebles para el portal,76 sin acordar ni informar al cabildo sobre elgasto de los fondos. Su “olvido” tal vez se debió a quealgunos partícipes de los grupos regionales de éliteaprovecharon la confusión generada por la Guerra deReforma para robarle a Sayago su producción textil ytomarlo preso.77 Por ello se suspendieron las entregashabituales de los recursos a la corporación y, comoocurrió en 1859, el reclamo formal de la institución nose hizo esperar por la carencia de liquidez económica,y por el momento crítico que se vivía con la mismaguerra, en la que también se vio envuelta la sociedadxalapeña. La confusión sirvió a otro grupo de élitepara detener a quienes luchaban por un ascenso social.

De todo lo anterior se puede inferir que las con-tratas constituyeron una fuente de “enriquecimiento”para algunos de los funcionarios más prominentes delayuntamiento. Las aspiraciones socialmente legítimasno siempre llegaban a realizarse debido a escollos enel camino. Después de desempeñarse como funciona-

163

76 La compra fue hecha a los herederos de Franceschi (AHMX, Año1859, ff. 36 v., 25 y 77).

77 AGNP (Archivo General de Notarías de Puebla), Año de 1860, f. 112 yAHMX, Actas de Cabildo de 1859, f. 62 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 163

Page 164: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

rios del ayuntamiento, sólo algunos miembros de losgrupos de élite pasaban a ser prefectos, jefes políticoso, por su experiencia y sus nexos, ascendían a diputa-dos. Esto significaba que mejoraban su condiciónpolítica al convertirse en los agentes inmediatos delgobierno en sus respectivos cantones, distritos o terri-torios administrativos, donde se constituyeron en elpuente de representación social entre el gobierno esta-tal y el municipal.

Las posibilidades de ascender en las funciones decontrol político y social se produjeron porque estosgrupos conocían las formas de acción. Habían partici-pado en el gabinete de la corporación municipal,donde demostraban que habían aprendido a dirigir ycontrolar su poder y su espacio, por lo menos en sulocalidad y región. Fuera de ésta sufrían reajustes, enespecial cuando los grupos regionales se enfrentaban aotros más poderosos; por ejemplo –según la doctoraJosefina Vázquez–, cuando los productores de algo-dón de Veracruz se opusieron a los industriales dePuebla. En ocasiones, también los sectores dominan-tes de un mismo estado se dividían y entonces elasunto resultaba de mayor gravedad. Lo cierto es quelos intereses desiguales hacían ver lo difícil que resul-taba el desarrollo de los grupos de poder nacional,sobre todo en la encrucijada de las facciones federalis-tas y centralistas de las cuales ellos participabandirecta o indirectamente.78

Las habilidades obtenidas mediante la prácticacontinua y cotidiana al servicio de los intereses degrupo y de la sociedad local y regional, vinculadas a

164

78 Vázquez, 1993, pp. 31-32.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 164

Page 165: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

las redes de poder, fueron las que determinaron la par-ticipación de notables que llegaron a ser gobernadores,entre los cuales se puede nombrar a SebastiánCamacho, Antonio María Salonio, Juan Soto e Ignaciode la Llave, descendientes de comerciantes porteños–excepto De la Llave, hijo del hacendado más impor-tante de Orizaba–, la mayoría participantes, con SantaAnna, en la detención de algún alzamiento o invasiónextranjera, pero todos preparados profesionalmente enel reconocido Colegio Palafoxiano de Puebla79 y conalguna formación militar.

Como se observa, entre los hombres de bien quefueron gobernadores se cuentan militares, comerciantesy hacendados de tres puntos del Estado, fundamental-mente: el puerto de Veracruz, Orizaba y Xalapa. Ahíse conformaron grupos de élite, fuertes y competitivosque incidieron en el perfil político estatal, porquevarios de ellos circulaban entre estas poblaciones,pero en general residieron en Xalapa, y esto permitióque en el mismo espacio coexistieran la capital delEstado, la cabecera de cantón o de distrito y el ayunta-miento. Por eso, el ayuntamiento de Xalapa estuvobajo el panopticón de los jefes políticos (en el federa-lismo) o prefectos (en el centralismo), lo que limitabael espacio de ascenso y, en ocasiones, generaba con-flictos entre los distintos grupos de poder, a diferenciade otras ciudades en donde la institución municipal noestaba tan vigilada.

165

79 Según lo menciona Teixidor, 1976, p. 2771. Valdría la pena un análi-sis minucioso de la formación intelectual que el personal de este colegio brin-daba a sus egresados y que incidió en el ánimo de todos por tener grandes aspi-raciones y alcanzar importantes posiciones en el gobierno.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 165

Page 166: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

6. El gobierno republicano y sus figuras intermedias

Cuando los estados existentes dividieron sus territo-rios jurisdiccionales en departamentos, cantones yayuntamientos, en la nueva república federal sedesignó a los jefes de departamento y de cantón, comomandos intermedios: la Constitución de Cádiz, en1812, los llamó jefes políticos80 y los nombró paraestablecer enlaces entre el gobierno general y las pro-vincias. El naciente gobierno republicano federalretomó esta figura colonial para erigir autoridadesjerárquicas que le ayudasen al buen gobierno; el jefepolítico establecería un puente de comunicación,información y vigilancia entre el gobierno local y elestatal. Desempeñar tal función era como ser inspec-tor de la vida municipal, lo que se entiende dada la fragilidad de las instituciones en el despegue de lanueva nación.

Para el caso de Veracruz, el Decreto Núm. 46 delCongreso Constituyente Estatal de 1825 realizó lamencionada división territorial para cuya jurisdicción,nombró jefes departamento y de cantón a los alcaldesde los municipios. Los dos primeros rangos jerárqui-cos se consideraban equivalentes en la legislación, y sílas dos cabeceras estaban en un mismo lugar de resi-dencia, como fue el de Xalapa, bastaba con tener úni-

166

80 El jefe político era el conducto para relacionar a las autoridades supe-riores y el ayuntamiento. El virrey (en representación del rey) nombraba a unopor provincia, en la que debían encargarse de calificar las elecciones de losayuntamientos, realizar estadísticas del registro civil, promulgar y publicar lasleyes, así como asegurar bagajes y bastimentos para su provincia. AGN(Archivo General de la Nación), 1912, pp. 267-274 y Ochoa, 1985, p. 225.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 166

Page 167: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

camente al jefe de departamento, para que ejercieracomo jefe político, dado que en ambos puestos cum-plían similares encargos, en tanto autoridades mediasentre el ejercicio del poder local y superior.81

Estas autoridades intermedias, según los Artícu-los 6° al 23° de las Leyes y Decretos del Estado, teníanentre sus atribuciones procurar la salubridad y la segu-ridad de los pueblos y de sus bienes, con auxilio de lamilicia y de los tribunales; hacer circular órdenes ydecretos, presidir los cabildos en sus capitales y vigilarque los empleados y funcionarios municipales cum-plieran con sus obligaciones; velar la existencia de ins-trucción pública y de beneficencia; fiscalizar lahacienda municipal; realizar la estadística de su territo-rio; proponer al gobierno los arbitrios necesarios paraobras de utilidad común o mantenimiento de las anti-guas; conceder o negar licencia de matrimonio a losmenores; donde hayan familias dispersas formar pue-blos para darles educación civil y religiosa; en casonecesario, intervenir en las elecciones municipales;inspeccionar los bagajes y alojamiento de tropas, y nointervenir en juicios judiciales.82

Las atribuciones del jefe de departamento o decantón fueron asumidas por los jefes políticos; porejemplo, del departamento y cantón de Xalapa sólodos personajes fueron investidos como jefes de depar-tamento o de cantón. José María Prieto fue elegidopor el gobernador Miguel Barragán para que lo acom-pañase durante sus cuatro años de mandato; perodebido a los problemas del momento, Prieto declinó a

167

81 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, pp. 280-281.82 Ibid., pp. 281-285.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 167

Page 168: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

finales de 1826 y fue sucedido por el porteño JoséAntonio Martínez, y aun cuando gobernadores y auto-ridades subalternas iban y venían, dadas la vicisitudesde las facciones en disputa, este último no sólo semantuvo sino que fue el encargado interino del poderEjecutivo en 1830. Y cuando la figura de jefe dedepartamento o cantón se transformó en la de jefepolítico, este cargo recayó en la misma persona,83 loque refleja que el poder Ejecutivo tenía confianza enel proceder de Martínez.

El jefe político era designado por el gobernadorde entre los ciudadanos de su confianza, para que loapoyara los cuatro años de su mandato. Por regla-mento, debía ser natural o vecino del Estado, mayorde 30 años y con un capital físico y moral que le pro-dujera por lo menos 1 000 pesos de renta anual.84 Lasleyes republicanas le indicaban velar por el cumpli-miento de las obligaciones de los empleados y funcio-narios del ayuntamiento. Por eso, habitualmente presi-día las reuniones de cabildo. En el caso de Xalapa, lasactas evidencian su constante presencia, pues comocabecera de partido todos los funcionarios estaban amerced de su observación y control.

Cuando los vientos se movieron hacia el centra-lismo, el jefe político cambió su denominación a la deprefecto y la duración del servicio aumentó a ochoaños. En las reformas de 1837 (publicadas en 1840),se nombró una figura auxiliar: la de subprefecto, aquien se le exigió tener 25 años y un capital que le rin-diera anualmente 500 pesos.85 En el estado de

168

83 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, pp. 475, y tomo II, p. 219.84 Tena Ramírez, 1980, pp. 95 y 150.85 Ibid., 1980, pp. 282 y 283.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 168

Page 169: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Veracruz se instituyeron siete prefecturas e igualnúmero de subprefecturas de acuerdo a la ley de1837.86 Así, los distritos fueron puestos bajo la autori-dad de prefectos, mientras que los subprefectos sehicieron cargo de los partidos.87

Durante la república centralista, los gobernadoresde los departamentos dieron más espacio a los prefectos,dados los requerimientos de la organización y adminis-tración territorial en departamentos, cantones y ayunta-mientos, así, todos quedaban bajo la absoluta vigilanciadel gobierno central. Según la ley del 20 de marzo de1837, en la competencia de los prefectos estaba: vigilarel funcionamiento de los ayuntamientos; publicar leyesy hacerlas cumplir; servir de conducto para observar elcumplimiento de las órdenes del gobierno central einformar y acatar las disposiciones judiciales; cuidar delorden y la tranquilidad; por ello, debía motivar a los jue-ces para una pronta administración de justicia; nombrarjueces de paz; suplir el consentimiento de los padres enlos casos de matrimonios de hijos menores; hacer esta-dística de su respectivo partido; fomentar la instrucciónpública; perseguir la vagancia; atender la higienepública, imponer sanciones gubernativas, librar órdenesde cateo.88 En otras palabras, sus funciones eran bastantenumerosas, lo que generó una idea del poder que losprefectos disfrutaron en la esfera local, con perjuicio delos ayuntamientos, en los que siempre estaban presentespara supervisar, junto con los alcaldes, el ramo fiscal enlas tesorerías municipales.89

169

86 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, p. 414.87 Miño, 1994, p. 27.88 Ochoa, 1985, p. 254.89 Miño, 1994, p. 35.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 169

Page 170: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La designación de cada prefecto correspondía algobernador, quien regularmente escogía a ciudadanosde su confianza; aunque para mantener la armoníaentre las autoridades locales ponderaba las sugeren-cias del anterior jefe político, pues éste conocía lashabilidades de los funcionarios que habían estado alfrente del ayuntamiento local como gestores. Otrasveces, el gobernador prefería el voto de los funciona-rios del cabildo en turno, a quienes les proponía que leenviaran una terna para tomar una decisión, pero enocasiones esta no era bien aceptada por la sociedad opor los mismos individuos participantes.

En 1836, considerado un año de dificultades, eljefe político Dionisio Camacho propuso la primeraterna, integrada por Juan Francisco Bárcena, ManuelMaría Caraza y Vicente Camacho. Ésta fue rechazadapor los seleccionados: los dos primeros aduciendoenfermedad y el último por falta de experiencia. A lomejor no convenía a sus intereses, pues Bárcena habíasido diputado y Caraza casi no participaba en funcio-nes político-administrativas. El cabildo envió unasegunda propuesta que reunía a Bernardo Sayago,Francisco Javier Gorozpe y Elías Nogueira, pero tam-bién fue impugnada por los interesados. A pesar delrechazo, el gobernador insistía en su demanda; porello, el alcalde envió tres nombres más de ciudadanos:Manuel María Pérez, Bernardo Sayago y FranciscoPeña. A la vez, el cabildo aducía que ya no quedabanmás posibilidades debido a la falta de habilidades ydestrezas políticas entre la población. De este grupo,Pérez ya había tenido experiencia como diputado,mientras que Sayago y Peña eran dos personajes quehacía poco habían comenzado su carrera política den-tro del mismo ayuntamiento. Sin embargo, los tres

170

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 170

Page 171: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

fueron impugnados: Sayago y Peña porque quizácarecían de lazos o de aceptación de los grupos dondese tejían las redes necesarias para su promoción, entanto que Pérez limitó sus posibilidades por su condi-ción de párroco y sus diferencias ideológicas.

La decisión quedó en manos del gobernador,quien designó primero a Francisco Fernández yAgudo y luego a Miguel Valle, ambos importantescomerciantes ligados con sus homólogos porteños yorizabeños, conocedores del sistema político, pueshabían sido diputados entre 1820 y 1832. Carroll90

señala incluso que Miguel Valle vetaba obstinada-mente la presencia de funcionarios afroxalapeños enel ayuntamiento con tal de reservar los espacios a sugrupo de pertenencia.

La precariedad que se vivía incidió en el hechode que 1836 fuera uno de los pocos años en que lasactas de cabildo fueron firmadas por tres jefes políti-cos: Francisco Fernández de Agudo, Miguel Valle yel presbítero José María Ochoa, todos en calidad deinterinos.91 El último desempeñó el encargo por mástiempo que los dos primeros, posiblemente porque elhaber tenido cargos en la Legislatura le proveyó decierta experiencia operativa, o porque capitalizaba laconfianza del gobernador. Durante este lapso, en vezde ser una figura subalterna entre el Gobierno delEstado y el ayuntamiento, los jefes políticos tomaronun papel preponderante, dado que la administraciónpolítica territorial en partidos y distritos ameritó unaresponsabilidad mayor.

171

90 Carroll, 1991, p. 138.91 AHMX, Actas de Cabildo, 1836, oficio 9, f. 126.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 171

Page 172: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

5. J

efes

pol

itico

s y

pref

ecto

s de

Xal

apa

Año

Atr

ibuc

ión

Nom

bre

del f

unci

onar

ioO

bser

vaci

ones

Fac

ción

1826

Jefe

de

dpto

.Jo

sé M

aría

Pri

eto

Fede

ralis

mo

1827

Jefe

de

dpto

.Jo

sé A

nton

io M

artín

ezSu

stitu

ye a

Pri

eto

a pa

rtir

de

ener

o de

182

7, y

en

1830

ex

cepc

iona

lmen

te e

ncar

gado

inte

rino

del

Eje

cutiv

o18

32Je

fe d

e dp

to.

Nem

esio

Ibe

rri

28 d

e en

ero

de 1

832

com

ienz

a a

ejer

cer.

Cor

onel

ret

irad

o18

35Je

fe p

olíti

coD

ioni

sio

Cam

acho

In

teri

no d

el d

epar

tam

ento

en

1836

y h

erm

ano

de S

ebas

tián

Cam

acho

.18

36Je

fe p

olíti

coM

igue

l Val

le

Se o

puso

al i

ngre

so d

e ot

ros

sect

ores

de

clas

e en

los

pues

tos

elec

tivos

de

l ayu

ntam

ient

oJe

fe p

olíti

coFr

anci

sco

Fern

ánde

z Sí

ndic

o en

184

0, r

epre

sent

ante

de

la J

unta

de

Car

idad

. Alc

alde

en 1

841.

de

Agu

doFi

rmab

a co

mo

inte

rino

Jefe

pol

ítico

José

Mar

ía O

choa

In

spec

tor

de la

com

unid

ad in

dia

(185

5-59

). I

nter

ino

1837

Pref

ecto

Mig

uel V

alle

Inte

rino

en

1836

. En

1828

; dip

utad

o en

el C

ongr

eso

Leg

isla

tivo

Cen

tral

ism

o18

38Pr

efec

toJo

sé M

aría

Roa

A

lcal

de 2

° en

184

2, in

spec

tor

de la

com

unid

ad in

dia

en 1

855

Pref

ecto

José

Mar

ía R

odrí

guez

Su

pad

re f

ue a

lcal

de y

dip

utad

o en

los

años

20

1839

Pref

ecto

José

Juliá

n G

utié

rrez

Fde

z.R

epre

sent

ante

de

Sant

a A

nna

en n

egoc

ios

de X

alap

aPr

efec

toJu

an L

ezam

a In

teri

no s

ólo

en e

l mes

de

agos

toPr

efec

toJo

sé M

aría

Roa

1840

Pref

ecto

Ant

onio

Mar

ía P

rian

i A

lcal

de 1

° en

184

4.Pr

efec

toJo

sé M

aría

Gra

jale

s A

lcal

de 1

° en

184

2, in

teri

no e

n m

ayo

y ju

nio

1842

Pref

ecto

José

J. G

utié

rrez

Fde

z.

Solic

ita p

erm

iso

en m

arzo

y r

egre

sa e

n m

ayo

de 1

842

Pref

ecto

Fran

cisc

o Le

rdo

de T

ejad

aIn

teri

no d

uran

te ju

nio

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 172

Page 173: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Con

cluy

e

Año

Atr

ibuc

ión

Nom

bre

del f

unci

onar

ioO

bser

vaci

ones

Fac

ción

1843

Pref

ecto

José

Mar

ía D

omín

guez

R

egid

or 1

938.

1844

Pref

ecto

José

Mar

ía G

raja

les

Inte

rino

. Fue

insp

ecto

res

de la

Com

unid

ad d

e In

dios

(18

55-1

851)

1845

Pref

ecto

Pedr

o L

lera

1846

Pref

ecto

José

Mar

ía G

raja

les

Pref

ecto

Áng

el d

e O

choa

8

de e

nero

de

1846

. Pro

cede

nte

del a

yunt

amie

nto

port

eño

1847

Jefe

pol

ítico

Áng

el d

e O

choa

Fede

ralis

mo

1848

Jefe

pol

ítico

José

Mar

ía M

ata

Proc

eden

te d

el a

yunt

amie

nto

port

eño

1849

Jefe

pol

ítico

Dio

nisi

o G

onzá

lez

Tam

bién

inic

ió e

l año

de

1850

.18

50Je

fe p

olíti

coL

uis

Ech

eaga

ray

Proc

eden

te d

el a

yunt

amie

nto

port

eño

y di

puta

do e

n la

Leg

isla

tura

del

Est

ado

1852

Jefe

pol

ítico

Juan

Fra

ncis

co B

árce

naIn

teri

no. D

os v

eces

dip

utad

o en

la L

egis

latu

ra d

el E

stad

o18

54Je

fe p

olíti

coJo

sé Ju

lián

Gut

iérre

z F

dez.

Con

lice

ncia

par

a se

ptie

mbr

e y

regr

esa

en o

ctub

reJe

fe p

olíti

coÁ

ngel

Lóp

ez d

e Sa

nta

Ann

aIn

teri

no. H

erm

ano

del c

audi

llo18

55Pr

efec

to

Car

los

Oro

noz

Inte

rino

. Pos

teri

orm

ente

gob

erna

dor

cons

erva

dor

Cen

tral

ism

o18

56Je

fe p

olíti

coÁ

ngel

de

Och

oaFe

dera

lism

o18

57Je

fe p

olíti

coJo

sé M

anue

l Fer

rín

Del

ayu

ntam

ient

o po

rteñ

o. F

irm

ó la

s ac

tas

de la

des

amor

tizac

ión

1859

Jefe

pol

ítico

Fran

cisc

o de

Pau

la M

ora

Ocu

pó f

unci

ones

en

el a

yunt

amie

nto

loca

l y m

iem

bro

del C

onse

jo

y D

aza

de g

obie

rno

cons

erva

dor

FUE

NT

E: A

HM

X, A

ctas

de

Cab

ildo

de d

iver

sos

mes

es e

ntre

los

años

183

5 a

1859

. Ley

es y

Dec

reto

s, G

obie

rno

del

Est

ado

de V

erac

ruz,

Tom

os I

y I

I,19

97, p

p. 2

19, 4

75, 5

12.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 173

Page 174: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Esto sin olvidar la tesitura de las relaciones socialesentre los funcionarios del cabildo y Santa Anna, quienera presidente el mismo año y tomó las armas paracombatir contra los tejanos que pretendían independi-zarse, motivados esbozadamente por los federalistas–según Michael Costeloe–92 para contrarrestar la fuerzaque estaban tomando los centralistas.

Por supuesto, uno que otro jefe político o pre-fecto nombrado por el gobernador en turno no habíatenido participación en las comisiones del ayunta-miento xalapeño, pero tenía experiencia política porhaber ejercido otros puestos en el ayuntamiento por-teño o en la Legislatura Estatal, pero una vez queincursionaban en este cargo intermediario, extendíansus nexos políticos en las juntas de cabildo de Xalapapara afianzar sus redes con los grupos locales y asegu-rar su continuidad como funcionario.

En el cuadro destaca que la sucesión de jefe polí-tico a prefecto concuerda con la alternancia de las fac-ciones en el poder, tal como lo señalan otros estudios.Pero la inconstancia de quienes obtenían los cargosestaba relacionada con las pugnas de las facciones, losenfrentamientos bélicos y las diferencias de las élitesregionales y no meramente con los cambios de gabi-nete gubernamental.93

174

92 Costeloe, 2000. 93 Véase Cuadro de gobernadores en el Apéndice de este trabajo, como

referencia que se puede cruzar para detectar situaciones.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 174

Page 175: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

7. El ayuntamiento y el manejo del agua

El Artículo 59 de las leyes municipales de 1825, relativoa la salubridad e higiene, establecía entre sus obligacio-nes: “Cuidar de la limpieza de las calles, mercados yplazas públicas. Que no haya aguas estancadas e insalu-bres que se deberán desecar [...] para evitar se altere lasalud pública y de los ganados”.94 Éstas eran las atribu-ciones principales del ayuntamiento en el manejo delrecurso vital; en ellas, se enfatizaba que la preocupacióncentral en este aspecto era prevenir las epidemias, comoel cólera que desde esa data ya se explicaba que prove-nía de las bacterias de aguas estancadas. La insalubridadde las aguas había provocado desolación y muerte envarias ocasiones, especialmente en 1833 cuando laregión tuvo un descenso de población: en 1831 era de10 628 habitantes y para 1836 se redujo a 7 495,95 lo querepresenta una disminución de más de 3 000 personas,casi 30% murió por el Cholerae Morbus y sus efectos.

Elsa Malvido sugiere que la epidemia entró aMéxico vía Estados Unidos y se extendió a varioslugares: por ello, las quejas y problemas ocasionadospor la pandemia fueron repetidos y alarmantes para elcabildo local.96 Ante esta situación, las autoridadeslocales centraron su atención en la búsqueda de for-

175

94 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, p. 289.95 AHMX, Actas de Cabildo de 1832, f. 314 y de 1837, f. 4.96 Es importante aclarar que de acuerdo con el trabajo de Concepción

Lugo y Elsa Malvido (1998, p. 335), sobre las epidemias en la Ciudad deMéxico, el cólera salió de la boca del río Ganges en la India donde era un malendémico, pero se diseminó con las guerras del Imperialismo inglés y a travésde sus mercancías, traídas por los barcos que llegaban a Estados Unidos y des-pués a México. En las Actas de Cabildo se advierte la recepción de avisos deque el cólera había atacado a Campeche y Guatemala, de modo que cuandoentró a Xalapa el ayuntamiento se preocupó por sanear pronto la situación y

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 175

Page 176: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mas que evitaran o eliminaran las aguas estancadas enlas calles de la ciudad o donde fueran recurrentes. Loimportante era solucionar el problema de inundacio-nes y aguas estancadas con el propósito de mejorar lascondiciones de vida y salud pública.

Así surgió la Junta de Sanidad, dirigida por fun-cionarios civiles y eclesiásticos; entre ellos, habíafacultativos que se comprometieron a redactar uncódigo sanitario para buscar mejoras en la salubridaddel pueblo. Incluso, la pandemia fue aprovechada porlos facultativos para obtener del gobierno su certifi-cado profesional (véase cuadro 3). No obstante, suintervención no redujo la mortandad ocasionada por elcólera. Esta Junta desapareció en marzo de 1837 paraseparar las funciones médicas de las asistenciales, esdecir, de quienes podían reunir recursos económicospara apoyar a la población afectada por epidemias.Así, los médicos, veterinarios y boticarios se sumarona la Junta de Socorros, la cual auxilió a los enfermos ypermaneció hasta 1860, al término de la Guerra deReforma. Por su parte, los recaudadores de fondos seconstituyeron en Junta de Caridad, para concentrarrecursos mediante la cooperación voluntaria y/o obli-gatoria de todos aquellos que tuvieran propiedades yempresas que les produjeran liquidez.97

Otra de las ordenanzas relacionadas con el aguafue la construcción de puentes y empalmados98 en los

176

procuró poner remedios al alcance de su saber común, por eso se realizaronfumigaciones quemando leña verde dentro de las casas, para que con el humose sacara el mal (AHMX, Actas de Cabildo de 1833).

97 Lugo y Malvido, 1998, tomo II, p. 340 y Gobierno del Estado deVeracruz, 1997, tomo IV, p. 123.

98 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, p. 290. El empalmese refiere los puntos de unión o puentes que unen los caminos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 176

Page 177: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

“malos” pasos de los caminos, ya que durante los tem-porales estos desviaban o modificaban el curso de losríos, lo que implicaba un gasto económico y la res-ponsabilidad de la corporación, puesto que se presen-taban conflictos en la vida de los vecinos, y la auto-ridad tenía que intervenir. En la legislación dereferencia, tampoco se reglamentó algo sobre losbeneficios, derechos o problemas ocasionados por elagua. Esto sucedió tal vez porque no existían las espe-cificaciones jurídicas sobre las condiciones de propie-dad de la tierra y del agua, debido a que resultabainobjetable su condición de propiedad privada, prove-niente de las dotaciones y compras acordes con lareglamentación española, fundamentada en elDerecho romano. La Cámara de Diputados del Estadode Veracruz solucionó esta ausencia legal en eldecreto del 29 de diciembre de 1826, en el rubro refe-rente a “Terrenos Baldíos” y “División de Aguas” delque a continuación se citan dos artículos:

18°. El uso de aguas pluviales será privativo del que ocupael terreno donde estén: éste podrá hacer bordos para estan-carlas y aprovecharse de ellas en tiempo oportuno.19°. Los arroyos y manantiales en su curso natural, seránde uso común con arreglo a las leyes de la materia; a lasque se sujetarán éste y el artículo precedente.99

En éstos se reconocía la legalización del agua de laslluvias, los arroyos y los manantiales, considerándolapropiedad privada de los dueños de los terrenos pordonde corría. Lo que por una parte representaba, nimás ni menos, continuar reconociendo las prácticas y

177

99 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, p. 447.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 177

Page 178: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

costumbres heredadas de la Colonia. Pero el hecho deconstruir bordos representaba la privatización legal eindividual del recurso, lo que tiene que ver con prácti-cas liberales. Aunque parezca redundante, cabe pre-guntarse: ¿quiénes tenían derechos sobre el agua en laciudad y en el campo?, ¿qué relación guardaban conel ayuntamiento? Y por último, ¿cuáles fueron lasprácticas que respetaron? Las dos primeras preguntasse responden fácilmente, porque, como ya se apuntó,los propietarios del agua y de las tierras de la ciudad ydel campo fueron, sobre todo, comerciantes y hacen-dados, quienes en la mayoría de las ocasiones partici-paron en las distintas acciones de la corporación,incluyendo a sus herederos.

A continuación se describen ejemplos de lascaracterísticas de este proceso en la ciudad y en elcampo, donde los grupos de poder político y econó-mico controlaban los recursos básicos. Primero semuestran casos urbanos que señalan a grandes rasgosla trayectoria de los sectores de élite y su permanenciaen el ayuntamiento; luego, la forma en que estos mis-mos personajes eran dueños de la tierra y el agua y sepermitían especular con los costos de los predios y ladisposición del líquido, apoyándose en su conoci-miento jurídico y su participación municipal.

Mateo Badillo fue promotor y primer alcalde delayuntamiento xalapeño y donó sus bienes a sus hijosFrancisco y Manuel Badillo. El primero de ellos tam-bién participó como regidor quinto, electo por lacomunidad xalapeña en 1820.100 Este dato muestra que

178

100 AHMX, Fondo Documental México Independiente, paq. deElecciones y Electores, 1820-1835.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 178

Page 179: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

a pesar de que la elección ciudadana era libre, lospuestos de representación burocrática recaían entre los mismos hacendados, comerciantes o religiosos queya habían estado en funciones del ayuntamiento ocomo sucesores de estos grupos privilegiados. Deacuerdo con el marco legal electivo, ellos disponíande las condiciones económicas, sociales y moralesnecesarias para ser representantes de la ciudadanía.Por eso, entre ellos estuvo don Francisco Badillo,quien tal vez fue un ciudadano popular, según los 25votos que obtuvo en los comicios,101 de modo que, conel aval de la legislación, el mismo grupo continuabadirigiendo la corporación.

Los hermanos Badillo, para usufructuar su patri-monio, vendieron parte de sus propiedades a otrocomerciante que igualmente participó en diversosramos del ayuntamiento y en ese tiempo era tambiéndueño de las tierras de Agua Santa y de los cañavera-les de Las Ánimas.102 La herencia, entre otras propie-dades, constaba de dos casas cada una:

…disfruta de un porción de agua y es la mitad de la queconducen las tomas que existen en la alcantarilla del calle-jón del síndico y la otra mitad de esa agua pertenece a lacasa que fue del finado don Mateo Badillo y la vendieronal relacionante y a su hermano Don Manuel [...] segúncláusula] con dicha mitad del total de agua y bajo las con-diciones de que los gastos de recomposición de dicha

179

101 Elecciones en que los más “populares fueron: Pbro. José MaríaPérez (141 votos), seguido por los 126 votos del hacendado y militar JoséJoaquín de la Pedreguera, luego los comerciantes Faustino Capetillo (125) JoséGovantes (116), o el hacendado comerciante Joaquín Leño (108)” (AHMX,Fondo Documental México Independiente, paq. de Elecciones y Electores).

102 ANX, Protocolo de 1823, f. 438 y León Fuentes, 1989.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 179

Page 180: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

alcantarilla del callejón del síndico hasta la casa vendida aOryazabal que es en la que se hace el reparto para ella ypara la de la calle ancha por mitad se han de costear [...]entre los dos respectivos dueños de dichas casas […] sihubiere morosidad en el pago de los desembolsos que sehicieron con ese fin se haga retensión [sic] del curso delagua hasta que se verifique el pago […] Hallándose dueñolegítimo [de la casa] en la calle ancha y del agua que dis-fruta y le pertenece tiene celebrada promesa de venta dedicho fundo con don José María Becerra [diputado porJalapa en 1824, comerciante, propietario de una tienda enel centro de la villa y dueño de una parte de las tierras deLas Animas],103 dicha venta debe ser en precio de $5 000.00 [...] comprende el fundo que se ha deslindado yel agua que le pertenece íntegramente sin que pueda […]Badillo disponer de ninguna proporción de ella.104

De acuerdo con este testimonio, las mercedes de aguaeran propiedad privada sujetas a heredad. El textorefiere elocuentemente el sentido de dominio y controldel recurso que tenía este sector social, al exhibir lascondiciones que los nuevos propietarios tuvieroncuando se responsabilizaron de los gastos que gene-rara la recomposición de la alcantarilla para que nofaltara el agua, pues, en tanto no realizaran oportuna-mente los desembolsos, se les suspendía el recursocomo una forma de pago del impuesto sobre el agua.

El disfrute del agua por parte de los particulareslos obligó a construir, instalar y dar mantenimiento ala infraestructura que conducía el agua a su domicilio

180

103 León Fuentes, 1989.104 Para tener una idea de dónde se localizaban las calles: la Ancha

corresponde a la actual Leandro Valle, a un costado del Palacio de Gobiernodel Estado; el Callejón del Síndico correspondía a un callejón que estaba amedia cuadra de la misma calle y salía a lo que hoy es Zaragoza (ANX,Protocolo de 1834, ff. 154-161.) (Los subrayados son míos.).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 180

Page 181: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

para asegurar el consumo doméstico, de animales yel riego de sus huertos y hortalizas.105 Empero, estasobligaciones impuestas desde la Colonia en el sigloXIX resultaron fortalecidas por los usos y costumbresque generaron sus prácticas anteriores. Por ende, seinsistió en que los mismos particulares realizaran laconstrucción o la instalación de una infraestructuraque involucraba la ocupación del agua de la mismafuente, para servicio comunitario y particular, pero el mantenimiento se haría compartiendo gastos con elcabildo.

¿Por qué los particulares se veían en la necesidadde realizar tantos gastos para introducir el agua en suhogar? Se puede encontrar respuestas múltiples: a)para satisfacer, de manera segura y continua, necesi-dades personales de alimentación, salud, trabajo ycomercio; b) para evitar los derrames naturales delagua, pues se desperdiciaba incesantemente y nosiempre se podía captar limpia, lo que redundaba en el deterioro de la salud familiar; c) para concentrar elagua en fuentes públicas, según los intereses económi-cos de las élites, sobre todo en épocas de mayor movi-miento de mercancías y de gente que requería delabasto en las inmediaciones del centro comercial; d)para suplir la insuficiente capacidad económica de losayuntamientos.

La respuesta a estas necesidades fue una nego-ciación individual y conveniente,106 en la que los pro-pietarios, como grupo de poder, expresaban su domi-nio sobre los recursos acuíferos, manifestando el

181

105 Sánchez Rodríguez, 2002, pp. 81 y 84 y Rojas Rabiela, 1991, pp.187 y 188.

106 Elster, 1993, pp. 135 y 146.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 181

Page 182: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

hecho de haber llevado el agua a su domicilio y con-centrarla en las fuentes públicas. Por último, este tipode convenio, aunque parecía desventajoso, evitaba lamolestia de ser rechazados por el pueblo, ya que enotras partes de la Nueva España la concesión de tomasprivadas a los particulares fue una fuente perpetua deimpugnaciones,107 y ellos al parecer actuaban de unamanera “altruista”, así que esperaban que los poblado-res lo apreciaran y los respetaran como sector políticodominante.

De este modo, las obligaciones y responsabilida-des contraídas por los grupos de élite se derivaron deprácticas normativas y costumbres comunes al sigloXVIII, lo que significa que el mismo cuerpo legislativocontinuó teniendo validez durante parte del siglo XIX,al menos para el caso del agua en Xalapa, donde seaplicaron las mismas condiciones reglamentarias aquienes continuaran comprando el agua en medidasdeterminadas de pajas o naranjas. De la mismamanera, aquellos que tuvieran la concesión o permisode desviar el recurso contraían el compromiso deconstruir y dar mantenimiento al sistema de suminis-tro del agua comunitaria.

Un testimonio representativo al respecto es elreporte proporcionado al ayuntamiento sobre la exis-tencia de nacimientos de agua en algunos solares departiculares, como el Nexcomel, que estaba muy cercade la casa de Tavera, a espaldas del aguaje que servíaa los lavaderos de Techacapa. Por disposición de lamunicipalidad, esta fuente se dividió en tres porcio-nes: una proveía a los lavaderos y al cuartel del vecin-

182

107 Musset, 1992, p. 116.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 182

Page 183: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

dario mediante una cañería; otra servía al consumo dela casa de los Tavera, y una más fue vendida a ManuelPatiño, bajo la condición de que si había que realizarreparaciones en la cañería principal ambos usufructua-rios (pequeños propietarios sin cargos en el ayunta-miento) pagarían los gastos de mantenimiento porpartes iguales.108 En este caso se infiere que la institu-ción local captaba recursos por la venta de agua y porel compromiso de los particulares beneficiados, alobligarlos a dar mantenimiento a la fuente que cons-truyeron para servicio del pueblo.

En este sentido, si los particulares no cumplíancon sus compromisos eran sancionados con la suspen-sión del recurso, lo que afectaba su vida doméstica,acostumbrada a tener fácil acceso al agua que necesi-taren en su casa. Habitualmente, el uso privado delagua les permitía acceder al líquido, aunque “nodomesticado” o potable, por lo menos más limpio que el que se tomaba de las fuentes públicas, de las quetodos hacían uso indiscriminado y descuidado, puesincluso allí bebían las bestias de carga.

Un documento de la época resulta más elo-cuente:

No se hará otro uso de las fuentes públicas de donde se surteel vecindario, [sino para] tomar agua en vasijas aseadas, y seprohíbe en lo absoluto, que los pilancones sirvan para bañarbestias en sus inmediaciones, lo cual podrá hacerse en los deJalitic y en la Pila de la calle de San Cristóbal,109

justo en dos puntos de salida de Xalapa. De ahí quepara evitar el aprovechamiento de las aguas de las

183

108 ANX, Protocolo de 1839, ff. 19 y 20 v.109 AHMX, Actas de Cabildo de 1828, circular núm.18, f. 229.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 183

Page 184: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

fuentes públicas, después de una o dos llamadas deatención del cabildo municipal, los particulares opta-ron por pagar su parte en la recomposición de lasfuentes, previo acuerdo con el ayuntamiento.

Del contenido del documento precedente sededuce que los propietarios se apoyaban en la formali-dad del ayuntamiento para hacer efectiva la retencióndel líquido, pues si no se cumplía lo pactado podríanrecurrir a la policía municipal. De este modo, los propie-tarios daban legitimidad a las acciones del ayuntamientoy a la vez reforzaban su imagen de grupo dominante enla región. En ocasiones, el valor de la transacción de unbien inmueble aumentaba por su ubicación, su extensióny su construcción, pero también por contener una mer-ced de agua corriente, como se argumentó en 1838cuando el destacado presbítero y político110 AntonioMaría de Rivera compró, a los comerciantes ManuelArrizabal y hermanos, una casa “... situada en la primeracuadra de la calle que nombran de Belén haciendoesquina a ésta y la calle que nombran de Quiñónez conmerced de agua corriente. Habiéndose verificado dichaventa en cantidad de 3 950.00 pesos en plata y oro”.111

Si Rivera compró la casa con merced de aguacorriente en ese precio, fue porque el vendedor destacóla seguridad de que el abasto de agua era permanentetodo el año. Máxime que se localizaba en un terreno

184

110 Antonio María de Rivera sólo se ha localizado como uno de losespañoles que llegaron a fines del siglo XVIII, quizá a finales de las ferias; puedetratarse de una persona que vino en las flotas del comercio o de lo contrariocomo una persona al servicio religioso, desde donde comenzó a destacar(Pasquel, 1978, p. 544).

111 “…recibió un mil al siguiente día dieciséis y reconoció cien pesos sobrela misma finca a favor de una obra pía que debe imponerse y los 2 850.00 pesosplata cada año pagará [y] ofrece como fiador a Don Bernardo Sayago”, ANX,Protocolo del 29 de octubre de 1838, tomo 2, ff. 85 v.- 87. El subrayado es mío.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 184

Page 185: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

escarpado y pedregoso en el área nuclear del comercio;por estos factores aumentó su valía.112 El costo de esteterreno resultó bastante desigual frente a otros solaresque tenían una casa y una determinada cantidad deagua “propia”, cuyo valor resultaba bastante menor,como el de una casita con terreno de 13 y ¾ de varasde frente, 35 de fondo por el sur y media paja de aguaen la calle de Alfaro, la cual se vendió en 375 pesos.Otra casa con su patio y solar (11 y 3/4 de varas defrente y 37 y 3/4 de varas de fondo) en la convergenciade la calle de Santiago y el callejón de tío Machado,justo en terrenos de arenales, fue vendida en 600pesos, con la condición de que el pozo “quede en ladivisión y el agua sirviera a dos casas”.113 Los datosaquí expresados no dicen mucho sobre las condicionesde construcción, el tamaño de las casas y la cantidadde entrada de agua, por eso no es muy factible unacomparación entre los solares de la gente que vivía enlas márgenes del pueblo y los del núcleo principal; sinembargo, se puede considerar la ubicación, la condi-ción física de los terrenos y la disposición de agua.

En otras ocasiones el agua se compraba en calidadde devaluada o compartida, como en la testamentaría dedon Juan Figueiras, quien se destacó como comerciantede la última etapa de las ferias y del libre comercio.114 La

185

112 La calle de Belem es la primera calle de Lucio y la primera parte delcallejón de Roa Bárcena (Medina, 1923).

113 ANX, Protocolo de 1848, ff. 110-111; 1847, ff. 172 y 174 v.Escribano Ángel Benítez.

114 Quien tomó el mapa del plano realizado por Manuel Nicolás deUlloa en 1774, cuando el rey Carlos III permitió el libre comercio entre Españay sus colonias. Allí aparecen los nombres de los comerciantes o hacendadosque eran propietarios de casas, bodegas y almacenes. Estas familias perdurarony sus descendientes regularmente se dedicaron a las mismas actividades econó-micas, aunque en momentos distintos (González de Cossío, 1957, p. 100).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 185

Page 186: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

viuda de Figueiras se sirvió de la escritura de propiedadpara retener la mitad del agua que

...entraba a la casa del relacionante y la otra mitad de lacasa contigua, en cuyo remate entró […] por devaluadatoda el agua en 400 pesos, que [...] el comprador el pres-bítero Vicente Espino otorga confiesa y declara que lamitad del agua que entra a la referida casa [...] pertenece[...] a la casa contigua, se obliga a conservarles a los queen la actualidad la poseen y a los que en lo sucesivo fue-ren dueños de ella el predicho dominio propiedad y gocede la mitad del agua.115

En este acuerdo se percibe que quienes compraban laspropiedades debían conservar el usufructo del agua,aunque en condiciones diferentes, porque el sistema dedistribución se fraccionaba cuando se dividían los sola-res en dos o más titulares. Así se rescataba parte de lamerced que los ascendientes habían conseguido paracontinuar abasteciéndose del agua en el mismo domici-lio, además de obtener una ganancia por la venta de unafracción. Los poseedores del agua debían apegarse a unestatuto, no podían tomar decisiones unilaterales, puesse necesitaba del consenso de todos los involucrados.

Esto enfatiza cómo los propietarios al tener eldominio de la tierra y del agua, al donar o heredar demanera fraccionada, lo hacían como una negociaciónindividual en la que ellos continuaban beneficián-dose plenamente del agua, y cuando se trataba deuna compraventa entre iguales, las condicionessolían ser en términos de equidad. Y si se volvía aespecular con el inmueble, se establecían nuevos

186

115 ANX, Protocolo de 1830, ff. 40-40 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 186

Page 187: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

acuerdos sobre el usufructo del agua, como el quehiciera doña María Salomé Pérez, viuda, albacea yheredera del finado comerciante don Manuel Allen,quien dijo que

…entre los bienes que le quedaron […] se halla una casade altos y bajos ubicada […] en la calle Nueva haciendoesquina al callejón de San Vicente que baja al Diamante ydel otro lado con la casa que fue de doña Rita Morales quehoy posee don Bernardo Sayago. Por norte [... hace] frentecon casa del finado don Juan Antonio Figueiras y con laentrada del callejón del Síndico [...] la vendió a JoséCarrillo de Hermida [en 1816] y la compró al presbíterodon Francisco Rubio Rosso apoderado del Sr. CanónigoFrancisco Ángel del Camino albacea del licenciado donFrancisco Javier Gorozpe la mitad del agua corriente queentra en la alcantarilla de la casa baja chica del citadofinado Gorozpe situada en el callejón de Quiñones, cuyaagua compró a Allen para sus dos casas contiguas...116

En la relación de propietarios y ex propietarios delterreno de referencia, resulta interesante señalar queen este perímetro urbano se concentraban los grandesalmacenes y las casas de algunos comerciantes quevinieron con las ferias y que participaban del librecomercio, cuyos nombres se expresan en el docu-mento. Aquí la heredera de una casa, con su corres-pondiente porción de agua, consideró necesario acla-rar legalmente las condiciones en las que le quedó elvital recurso como parte del sistema de cañerías quese había construido en la villa. Asimismo, la descrip-ción en detalle del lugar por donde transitaba el aguale fue útil a la viuda de Allen para conocer las vías de

187

116 ANX, 1837, ff. 173 v.-176.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 187

Page 188: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

acceso del líquido y, en caso de que las alcantarillas setaparan, saber dónde y con quién acudir para su revi-sión y limpieza. Con esta práctica de saneamiento sesolucionaban frecuentemente los problemas de falta oescasez del recurso, pero se confirmaba que los due-ños del agua, para asegurar su control, debían conocerel tránsito de las tomas a sus propiedades.

Al sector comercial, poseedor del agua en la ciu-dad, se agrega el de los hacendados como Gorozpe,quien desde el último tercio del siglo XVIII tenía unamerced de agua, proveniente de una caja colocada enlos manantiales de Jalitic, misma que servía de controldel suministro del agua a las casas de su propiedad,117

las cuales vendió antes de la Independencia. Una deestas casas pertenecía a don Carlos Díaz de la Serna yHerrero, comerciante y dueño de la hacienda Molinode Pedreguera y funcionario del ayuntamiento. A sumuerte, su albacea testamentaria, doña María Josefade Herrero y Alba, vendió una Paja de Agua en 100pesos para una casa de Bernardo Sayago; éste rifó lapropiedad a beneficio del ayuntamiento. La suertebenefició a Felipe Carrión, a quien se le entregó lafinca, pero

...como le faltase el derecho de propiedad de una paja deagua, recurrió a [la sra. De la Serna, para que la escritu-rara] ella dijo, que vende, cede y traspasa realmente y conefecto desde ahora y para siempre la única paja de aguaque ella vendió al Sr. Sayago y éste tomó del frente delzaguán de su casa en la cañería que baja a la casa, situada

188

117 Según escritura pública, la concesión de la merced la obtuvo en1777, misma que exhibió en un conflicto que se le presentó con los derrames deJalitic (AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1879, exp. 3, caja 39;ff. 1, 4, 6, 191 y 199). Véase Capítulo I de este trabajo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 188

Page 189: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

en la calle principal […] que confiere y transfiere en favorde […] Felipe Carrión, […] ofreciéndole que siempre quela cañería se descomponga, desde la toma principal queestá arriba de Jalitic hasta el puente, […] le ayudará con supeculio para su recomposición.118

Esta evidencia permite detectar la falta de liquideznumeraria en la institución municipal, debido a que en1837 se puso en circulación la moneda de cobre susti-tuyendo la de plata, lo que motivó el alza de los pre-cios en las tiendas y, por consiguiente, los levanta-mientos y motines de una población descontenta. Otracausa fue la Guerra de los Pasteles, en la que los fran-ceses exigían una indemnización de 600 000 pesospor la afectación a los comerciantes en la Ciudad deMéxico. Por ello, los franceses habían invadido elpuerto de Veracruz impidiendo la circulación mercan-til de los comerciantes porteños, y Manuel Rincón,como encargado del Departamento, reunió varios ejér-citos del interior para repeler a los franceses. Mientrasno se restablecía la paz, los comerciantes porteñoshicieron un llamamiento a la “caridad mexicana”, enespecial a las economías locales para reunir fondosútiles en el sostenimiento y la ayuda de los defensoresde la patria.119 En Xalapa, para abreviar tiempo en jun-tar el numerario suficiente, Sayago propuso el sorteodel inmueble. Ahora bien, el afortunado y nuevodueño no quedaba comprometido en los gastos porconducción del agua y reparación de las cañerías, puesseguiría siendo la señora de Herrero la responsable de

189

118 ANX, Protocolo del 31 de octubre de 1838, tomo II, ff. 98 v.100. Elsubrayado es mío.

119 Blázquez, 1988, pp. 99-107.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 189

Page 190: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

pagar el mantenimiento, por ser ella la heredera delcompromiso municipal contraído por su finadoesposo. En este punto, la oferta de Sayago para conse-guir los fondos emergentes confirma la legitimidad delas acciones entre el ayuntamiento y algunos sectoresde élite.

El movimiento bélico francés justificó la rifa antesmencionada, pero vale la pena hacer un paréntesis parapreguntarse ¿por qué el ayuntamiento carecía de liqui-dez para cumplir con la cantidad de atribuciones y ser-vicios al pueblo?, pues no fue la única nota que seencontró sobre rifas y sorteos, incluso se asignaba a unapersona la comisión de rifas para todo el año.120 Cabeseñalar, sin embargo, que durante el centralismo, losayuntamientos carecían de liquidez porque el gobiernocentral controlaba la mayor parte de la recaudación fis-cal, dejando escasez en las arcas municipales.

Las fallas administrativas también estaban rela-cionadas con la exclusión de buena parte de los anti-guos servidores públicos, quienes por la nueva leyelectoral ya no podían repetir en el cargo. Ante lainsuficiencia de personas experimentadas en las prác-ticas públicas, varios funcionarios duplicaban funcio-nes, haciendo que éstas no se cumplieran debida-mente, como argumentaron Marcela Lugo y ElsaMalvido121 para el caso de la Ciudad de México. Algosimilar se observa en el cuadro 3 sobre Xalapa, que al

190

120 AHMX, Actas de Cabildo de 1836, f. 4. Por ejemplo en la segundasesión de cabildo se nombró como diputado de Fiestas y Rifas al regidor sextoMariano Castellanos, mientras que en 1838 correspondió el cargo a Juan JoséCubas, y en 1842 al alcalde primero interino Félix Lucido, sólo por mencionaralgunos. Y en caso de no haber funcionario electo y comisionado, era el teso-rero quien se encargaba de realizar los sorteos y de controlar el producto(AHMX, Actas de Cabildo de 1838, f. 3).

121 Lugo y Malvido, 1998, tomo II, p. 314.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 190

Page 191: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ser más pequeña que la metrópoli y tener menor canti-dad de ciudadanos elegibles padecía de duplicación,multiplicación e incluso competencia de atribucionespor parte de un mismo funcionario municipal. Pese aser esta una forma de circulación de los sectores deélite en la institución, con frecuencia había dificulta-des entre quienes llegaban a desempeñar las mismasfunciones, lo que repercutía a veces en la falta derecursos, debido a la incompetencia e irresponsabili-dad de algunos.

Otro sector social que mantuvo la propiedad pri-vada del agua fue el religioso; así lo señala MarcelaDávalos, refiriéndose a la Ciudad de México, donde:“los que tenían fuentes privadas aparte de los nobles yburgueses fueron los conventos”. Lo mismo ocurre enXalapa122. La orden religiosa de las Carmelitas Descal-zas solicitó y obtuvo en 1827 autorización y apoyo delayuntamiento para la introducción del agua del ríoSedeño a su convento.123 De igual modo, don José Ma-ría Rodríguez Roa, quien era mayordomo de la cofradía(asociación religiosa con “fines bancarios”) del Diviní-simo Jesús Sacramentado de esta parroquia, dijo quedesde 1829 vendió al comerciante don Juan Lezama:

...un solar con los nacimientos de agua que le pertenecenubicado en esta ciudad en la calle del Puente de los Lagosque conduce la que va a salir a los lavaderos de Techacapa,[…] por oriente colinda con sitio de don Manuel Caraza,[y] va a salir a la calle Principal, por poniente forma una

191

122 Tanto en la Ciudad de México como en la de Xalapa, las primerasmercedes de agua en el siglo XVI fueron para los servicios píos de carmelitas yfranciscanos, respectivamente. Inclusive Cossío (1937, tomo 45, p. 33) señalapara la Ciudad de México, la existencia de 52 mercedes de agua dotadas entreel siglo XVI y XVIII, distribuidas en casas de varios barrios y conventos.

123 AHMX, Actas de Cabildo de 1827, f. 43 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 191

Page 192: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

diagonal en la referida Plazoleta [...] en la esquina de loslinderos de Oriente y Norte hay una caja o toma de aguaperteneciente a la casa del finado don José Ignacio Esteva,cuya caja o toma es servidumbre que tiene el solar que eneste hay varias casitas pertenecientes a extraños dueñosquienes pagan cierta pensión por el piso [...] le vende a donJuan Bautista Lezama el solar mencionado con la agua [...]en precio de $150.00.124

Esta referencia permite ver que, cuando los dueñostenían menor capacidad económica, probablemente eranconsiderados como parte de un grupo social de nuevoingreso a la villa, o de una condición social distinta. Elprecio de venta fue asequible por el tamaño del solar, yquizá por ser atribuido al fácil acceso de agua y la abun-dancia del recurso de los nacimientos señalados, quecorrespondían a una zona donde confluían las corrientesque bajan del cerro de Macuiltepec.125

De nueva cuenta se nombra a otros dos propieta-rios de terrenos en la ciudad: don Manuel Caraza quevivía del producto de su hacienda de la Concepción ydon José Ignacio Esteva, de familia de comerciantesporteños, pero a quien se reconoce como un políticoque ocupó diversos cargos en la administraciónpública durante la primera parte del siglo XIX.126 Al

192

124 ANX, Protocolo del 16 de junio de 1837, f. 190 v -200 v. El subra-yado es mío.

125Además, la cita hizo alusión a una caja o toma para servidumbre quesegún la Recopilación de las Leyes de Indias o Derecho Indiano, en las leyesque destaca Lanz (1982, p. 205) indica que el concepto de servidumbre era elderecho a conducir las cañerías por determinados terrenos para surtir a la ciu-dad o para regar los campos; dichos pasos deberían quedar libres.

126 Como haber sido representante de la Junta de Gobierno en 1824,ministro de Hacienda en 1825 y también escritor de El Veracruzano (Teixidor,1978, p. 1737).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 192

Page 193: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mismo José María Roa Rodríguez se le encuentra másadelante como jefe político y parte del cabildo local,aunque su acceso a los grupos de élite se generó a tra-vés de su participación en la lista de electores en laetapa gaditana, y su cargo de mayordomo (entre 1825y 1835) de la cofradía de Nuestra Señora de laConcepción, práctica que le ayudó en su formaciónadministrativa y política.

Todo propietario tenía derecho de vender, ceder,heredar o usufructuar el inmueble mediante el arren-damiento, con todo y el agua de algún manantial en sufinca; así, no solamente se proveía del recurso necesa-rio para su consumo, sino que se servía de él paragenerar y reforzar su liquidez económica. El alquilerimplicaba el compromiso de que el gasto por recom-posición o mantenimiento de las cañerías corriera, encualquier circunstancia (inundaciones u otro desastrenatural) y de manera obligatoria, por cuenta de losarrendatarios.127 En este sentido va el ejemplo deMaría Josefa Herrasti y Alba, familiar del prominentepolítico José María Herrasti, quien dio en arrenda-miento una casa en la calle principal (junto al callejóndel Diamante) al señor Revellón y Compañía, bajo lascapitulaciones siguientes:

1ª.– [El] arrendamiento debe ser por el tiempo de 3 añosque comenzarán a correr y contarse desde el día en que laotorgante entregue la casa [...] que el arrendatario ha dispo-ner [de ella] exceptuándose las piezas que ocupa donManuel Ricaño y Valle y una más en los bajos que quedaráa disposición de la señora, quien deberá recibir anticipados50.00 pesos mensualmente de arrendamiento.

193

127 AHMX, Actas de Cabildo de 1834, ff. 911-911v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 193

Page 194: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

2ª.– Que será de cuenta de la referida [propietaria] la cañe-ría de la casa para el uso franco de su agua y si durante los3 años de este contrato necesitare alguna recomposiciónserá hecha por cuenta del arrendatario.128

Se ha argumentado que la propiedad del agua es parti-cular, que está a merced de los propietarios, quienes,por usos y costumbres, cada vez que hacían circular lapropiedad reconocían legalmente el usufructo delagua y establecían compromisos para su conducción,cuidado y mantenimiento. Además, para dar legalidada las acciones de la corporación, realizaban arreglosmediante los cuales también beneficiaban al resto dela población que no podía tener el recurso como suyo.Por eso, cuando se concedía el arrendamiento de unacasa y su toma de agua, eran los arrendatarios los quese comprometían a costear los servicios o las repara-ciones que fuesen necesarias.

En el campo, los hacendados disfrutaban de unmayor aprovechamiento del agua, dadas las necesidadesagrícolas e industriales de las haciendas y de la explota-ción ganadera que realizaban. El recurso ha sido necesa-rio para la irrigación de las parcelas de caña y el abaste-cimiento de los ingenios, como ya se describió. Pero,¿cómo le hicieron para preservar las fuentes de aguaseguras? Lo mismo que en las zonas urbanas, fueron lospropietarios o en su caso los arrendatarios o subarrenda-tarios, quienes se encargaron de construir, conservar ydar mantenimiento a la infraestructura del agua. En oca-siones, los primeros permitían la conducción de agua asus subarrendatarios, pero se reservaban el derecho deusar el agua que hubiere en tiempos de estiaje. Tal es el

194

128 ANX, Protocolo de 1834, ff. 19-29 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 194

Page 195: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

caso del contrato de subarrendamiento que don LuisGarcía Teruel estableció con el presbítero José MaríaRivera por una parte de la hacienda de Sosocola; en éstese expresa la siguiente condición respecto al uso delagua:

...el Ciudadano Rivera puede tomar parte del agua deldicho río Sedeño y conducirla para su trapiche [...] y suscañales de la Laguna [pasando] por las tierras subarrenda-das al ciudadano García Teruel sin tener por esto que hacerindemnización alguna [pero bajo la condición de que JoséM. Rivera] en tiempo de seca deje toda la que don LuisGarcía necesite para sus ganados y trabajos de la fábrica deaguardiente que tiene en el puente de Chiltoyac…129

Este argumento afirma que si no es el propietario el quese beneficia del arrendamiento directamente, toca alprincipal arrendatario determinar las condiciones conve-nientes para desarrollar sus actividades productivas deuna manera más segura, sin exponerse a que la escasezdel agua lesione sus propósitos de obtener una mayorrentabilidad en la actividad económica que desempeñe.

En este contexto, la legislación obligaba a losnuevos propietarios de haciendas a reglamentar elagua que serviría para su uso particular y evitaría con-flictos con los vecinos; por ejemplo, cuando se divi-dieron formalmente en dos partes las tierras que com-ponían la hacienda de La Orduña, una mantuvo elmismo nombre, mientras que se reconoció a la otracon el nombre de hacienda de Zimpizahua.130 En 1849,

195

129 ANX, Protocolo de 1837, ff. 61-61 v.130 Se habla de “reconocimiento” debido a que esta unidad ya se había

fraccionado desde finales del siglo XVIII, cuando fue adquirida por el militarJosé de Arias y Pedro López Gómez. Para mayores datos, véase la tesis de RosaMaría Acosta de 1982.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 195

Page 196: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

esta última fue adquirida por don José JoaquínBonilla, un participante activo del ayuntamiento xala-peño. Tras enterarse de que los dueños de La Orduñase reservaban los derechos del agua por retener lostítulos de propiedad desde la Colonia, Bonilla optópor solicitar al ayuntamiento de Coatepec la venta delrecurso para tener derecho a su libre uso, especial-mente porque los cañaverales la necesitan todo eltiempo, y sabía que si no la obtenía legalmente, ten-dría problemas por tomar el agua de fuentes ajenas; seexponía a padecer escasez y/o a que le negaran la edi-ficación de acueductos para conducir agua al ingenioen tiempos de estiaje. Por ello, formalizó un conveniocuyas cláusulas dicen:

1ª. La hacienda de Zimpizahua continuará usando de lasaguas que pasan por esta villa según lo ha hecho en otrasocasiones, limitándose su derecho al agua que sea necesa-ria como hasta ahora. 2ª. La misma hacienda pagará a este Ayuntamiento por víade indemnización mil pesos al contado libres de todos gas-tos y tendrá el mayor cuidado para que la cañería esté bienconstruida de modo que el vecindario no sufra ningún per-juicio. 3ª. El Ayuntamiento tiene derecho tomar de las mismasaguas y variantes el curso dentro de la población siempreque lo estime conveniente a sus intereses, sin que perjudi-que a la hacienda en lo más mínimo.131

En este testimonio se observa que el ayuntamientocoatepecano impuso dos condiciones para la venta deagua: 1) exigió a Bonilla el pago completo ipso factoy la obligación de acondicionar una cañería que

196

131 ANX, Protocolo de 1849, ff. 381 v-387. Escribano Ángel Benítez.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 196

Page 197: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tuviera una doble utilidad: la de conducir el agua a suscañaverales e ingenio; y 2) la de dar servicio al puebloy al ayuntamiento. Éste es uno de los escasos docu-mentos que se localizaron sobre el caso de Coatepec yque hace referencia al establecimiento de un sistemade riego con cañería y cajas de agua, bajo observaciónde la autoridad local, con responsabilidad y benefi-cio de un particular, propio del modelo de distribucióndel abasto de agua de las villas y ciudades de mayorpoblación desde la Colonia.132

El pago de la indemnización por el uso del agua,referido en la data, significó el desvío de entre 10 y 12pajas de agua aproximadamente, considerando elcoste de cada paja en la región. En el precio del aguano se contaban los gastos de la cañería, ni de la manode obra ocupada en su instalación, los cuales iban porcuenta del propio hacendado y de sus trabajadores. Elbeneficio fue para el ayuntamiento y la población queasí pudieron disponer de agua para el uso doméstico yel riego de los huertos familiares, aunque en la terceracláusula se insistía en que la población y la municipa-lidad podían tomar toda el agua, siempre y cuando nose perjudicara ninguna de las actividades productivasde la hacienda, lo que aseguraba el acopio del recursopara el propietario y la vecindad.

La determinación del cabildo, de exigir a Bonillael pago al contado, manifiesta la necesidad del abastopara la población y para la institución local. Lo que nodeja lugar a dudas de que son los propietarios los queadministran los recursos naturales en la región, no

197

132 Sánchez Rodríguez, 2002, p. 84, retomado de Urquiola en su estudiosobre la ciudad de Querétaro.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 197

Page 198: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

obstante que tenían que entrar en negociaciones conlas autoridades para mantener la regularidad delrecurso y evitarse problemas con la población. Porotro lado, significa que el cabildo local, como tantosotros, carecía de recursos económicos,133 de modo quela entrega inmediata del efectivo favorecía a la institu-ción para los gastos de instalación del sistema que lapoblación demandaba.

La cita precedente destaca que el ayuntamientode Coatepec recurrió a usos y costumbres, aunque elrecurso era ya calificado como un bien público, peroal no reconocerse esta característica en la legislaciónestatal de 1825, el agua continuó validando su condi-ción de bien privado ligado a la tierra. En dicha regla-mentación, sólo se había decretado sobre las aguasque atravesaban por los terrenos comunales indígenas,considerando de uso común sus arroyos y manantia-les.134 La cuestión tampoco se aclaró en los siguientesdecretos, previos a la Reforma, de manera que losayuntamientos aprovecharon estos intersticios legalespara considerar al agua bien dual: a veces privado, aveces público.

Los convenios establecidos con los particularesservían a la institución para aducir que su tarea funda-mental era brindar servicios a la comunidad, aunquede esa manera también mantenían el control social.Como se ha visto con los demás ejemplos, en el casode Xalapa fueron los particulares quienes siguieronespeculando con las concesiones de agua, bajo lavenia del propio cabildo. Así, en cuestiones de agua,

198

133 Lugo y Malvido, 1998, tomo II, pp. 313-314. 134 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo I, p. 447.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 198

Page 199: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

los grupos de élite se apoyaron en el marco jurídicocolonial, difícil de modificar por el arraigo que teníaentre los que se hallaban involucrados en la adminis-tración de justicia, incluyendo los jefes políticos135. Ycomo del derecho indiano y novohispano se derivaronuna serie de prácticas y costumbres que validaban ylegitimaban las acciones de la institución municipal, eltener el agua como parte de la propiedad también obli-gaba a los dueños a dar mantenimiento a la infraes-tructura correspondiente y a promover otras accionesen torno del agua, de manera que ambos, institución ypropietarios, resultasen beneficiados con los recursosy el control político y social.

199

135 María del Refugio González, 1998, p. 44 y Tena Ramírez, 1997.Entre las atribuciones de los jefes políticos estaba la de buscar las formas lega-les y económicas para la habilitación y mantenimiento de las obras públicas.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 199

Page 200: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 200

Page 201: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

III. LA INDUSTRIA TEXTIL XALAPEÑA Y LOS CONFLICTOS POR EL AGUA

Hablar de un proceso de industrialización en el periodode 1830-1845 en México, es muy arriesgado al noexistir cambios sustanciales en la producción y en elmercado, por ello, antes de abordar el tema es útil defi-nir el concepto de industrialización a partir de los aná-lisis de Adam Smith y Marx, como el planteado porWrigley,1 cuando hizo su estudio sobre la experienciainglesa y europea. A partir de ese contexto histórico-social, el concepto de industrialización implicó un cre-cimiento exponencial (constante e ilimitado enInglaterra lo que puede ser distinto para Europa) aso-ciado con grandes y continuos cambios en la tecnolo-gía material, el aprovechamiento de nuevas fuentes deenergía, una división del trabajo, precedida por unarevolución agraria que promovió la permanencia de unejército de reserva, a lo que se agregaron las importan-tes rentas reales per cápita y una amplia comercializa-ción que incluía la exportación.

1 Wringley, 1992, pp. 71-72.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 201

Page 202: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

El proceso de industrialización en Latinoaméricadenota una gran diferencia respecto a Inglaterra o aEuropa, al ser espacios con procesos históricos muydistintos. Pero, tratando de extrapolarlo al desarrollohistórico de México, se observa cómo la perspectivade rentas reales motivó a los comerciantes a invertiren la industria “moderna” que requería de tecnologíahidráulica, lo que implicó un cambio de energía(fuerza-agua). Asimismo, promovió un crecimientocomercial al interior, pero éste fue de menor alcance yde un crecimiento no sostenido, sino más bien limi-tado y condicionado por diversos factores.

En el periodo que nos ocupa no hubo enLatinoamérica una revolución entendida como agra-ria, pero la acumulación originaria de capital de losempresarios se generó a partir del comercio, de lashaciendas y del agio, lo que implicó un despojo de tie-rras comunales para el desarrollo del capitalismo,como explica Enrique Semo, porque los sectores deartesanos y campesinos se fueron desplazando hacia laindustria.2 Empero, la mano de obra no se concentrabaen la ciudad y ni cambió sus costumbres sustancial-mente, sino que compartió sus tiempos entre la labordel campo y el de la incipiente fábrica, no obstanteexistió una acotada división del trabajo.

De ahí que en el caso mexicano, el desarrollo dela naciente industria fuera distinto y bastante matizadopor condiciones específicas de un proceso histórico dedesarrollo sui generis. Por consiguiente, quizá se ubi-que en la frontera entre una protoindustrialización ylos inicios de un proceso industrial moderno. Incluso,

202

2 Semo, 1990, 249 pp.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 202

Page 203: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

autores como Olveda, Pérez Toledo, Thomson yCalcáneo llaman a esta etapa la de un naciente pro-ceso industrial en la que emergen los sectores fabrilespioneros, y aunque no logró integrar a los diversoscomponentes productivos de la sociedad, de todosmodos marcó una etapa de transición al capitalismoen México.3

La protoindustrialización se caracteriza por sugrado de interdependencia entre agricultura e industria,al haber desarrollado una manufactura textil en talleresy a domicilio, con trabajadores del campo, quienesusualmente dividían su tiempo de trabajo entre la agri-cultura y la manufactura para obtener un salario com-plementario. Su producción estaba destinada a un mer-cado de carácter mundial más que local, por ejemplolos ingleses desde antes de la Revolución Industrialexportaban sus manufacturas allende el mar y su vastared comercial se ligaba a una dispersa producción rural.

Cabe denotar que los autores citados sugierenque el concepto de protoindustrialización sea aplicadoconsiderando sus variantes en tiempo y espacio, por-que no en todos los lugares el proceso se dio de lamisma forma. Estas observaciones fueron retomadaspor Miño, al realizar los estudios de caso en México,Perú y Ecuador por la diversidad de matices que pre-senta cada lugar. Máxime cuando los estudiosos deltema en Latinoamérica subrayan más la manufacturaen obrajes o gremios y minimizan la produccióndoméstica, que quizá fue la más extensa y dinámica.4

203

3 Olveda, 1991, pp. 285-305; Pérez Toledo, 1996, p. 116; Cálcaneo,1979, pp. 123-149 y Thomson, 1999, p. 77.

4 El concepto según Miño Grijalva (1999, pp. 31-38) parte de la defini-ción y la aplicación que hicieron Schremmer, Clarkson, Kridte y Medick ensus estudios sobre la etapa previa a la Revolución Industrial europea.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 203

Page 204: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Bajo estas premisas, del estudio de Gómez-Galvarriato se retomaron las cuatro condiciones queprevalecieron en el naciente proceso industrial, dadasen México entre 1830 y 1845, antes que en AméricaLatina:5 1) Había una población relativamente grande;después de Estados Unidos, México era el país latino-americano más poblado con 6 650 000 habitantes–sólo 32% menos que los 9 600 000 de EstadosUnidos y los 4 000 000 de Brasil–,6 lo que significabaun gran mercado potencial de consumo seguro y nece-sario para su desarrollo (especialmente en la zona delAltiplano, mayor concentración poblacional). 2) Había regiones que tenían una gran tradición arte-sanal de manufacturas textiles que brindó apoyo a laspolíticas proteccionistas. 3) Una coyuntura históricaen la que el Estado, bajo el impulso de gobernantescomo Lucas Alamán e industriales como Esteban deAntuñano, promovió un proyecto de modernizaciónindustrial que implicaba tarifas de protección a losproductos internos y posibilidades de financiamiento através del Banco de Avío. 4) La existencia de gruposo familias de comerciantes con capitales necesarios ydispuestos a invertir en la instalación de fábricas texti-les modernas, sin respaldo financiero y sin inversiónde capital extranjero.7

La población consumidora era más abundantecerca de los centros urbanos y mineros, ya que fuerade estos núcleos estaba más dispersa, y tenía el hábito deproducir sus insumos, pero para ahorrar tiempo otener algo distinto comenzó a comprar hilos para tejer

204

5 Gómez-Galvarriato, 1999, p. 145.6 Ibid., pp. 148 y 174.7 Ibid., p. 146.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 204

Page 205: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

o coser manualmente su vestimenta. Por ello, desde laépoca colonial, había ciudades como Puebla, México,Guadalajara y Querétaro, donde se habían desarro-llado diversas manufacturas necesarias para cubrir lademanda de la población local y regional, pues a par-tir de los siglos XVII y XVIII florecieron talleres devidrio, mayólica, sedas y paños, al igual que la manu-factura y comercialización de algodón.

Estas ciudades habían tenido un desarrollo pro-toindustrial, lo que significaba que ya contaban conuna rica tradición en habilidades y destrezas artesana-les, además de prácticas mercantiles relacionadas conlas distintas manufacturas de extensión media dondeel crecimiento de las innovaciones técnicas era lento.Esta experiencia fue aprovechada por los nuevosinversionistas al ocupar en sus nacientes factorías alos trabajadores de las manufacturas y de los talleres a domicilio.8

La industria textil moderna se vio beneficiadapor una política de Estado a través de la Secretaría deRelaciones Exteriores e Interiores, pues durante elgobierno de Anastacio Bustamante en 1830, el grupoconservador dirigido por Lucas Alamán y Esteban deAntuñano recomendó al gobierno estrategias pararecuperar la deteriorada economía nacional bajo unapropuesta de modernización e industrialización delpaís, creando: “un mercado interno competitivo, bajola rectoría del Estado interventor, sólido y fuerte,

205

8 Thomson, 1999, p. 54; Grosso, 1984, p. 43 y Haber, 1993, pp. 656 y661. Desde luego, es lenta respecto a la forma en que se dio en Estados Unidosdurante el mismo tiempo debido al crecimiento del mercado, el cual en Méxicoestaba más atenuado por los altos costos del transporte y los bajos ingresos pro-ducidos por la organización agraria precapitalista que impidieron una rápidaexpansión del mercado.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 205

Page 206: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

capaz de controlar los recursos fiscales para apoyarfinancieramente dicho proyecto”.9

Así se fundó el Banco de Avío, con el propósitode concentrar capital y dar crédito a algunos empresa-rios deseosos de montar fábricas textiles modernaspara abastecer el mercado interno y así disminuir laabundante importación ilícita de paños. Esta tarea seconsiguió con la captación de los recursos provenien-tes de las aduanas, especialmente de los impuestosaplicados a las telas de algodón y otros productosmanufacturados de importación.10

Los primeros recursos del Banco de Avío provi-nieron de los impuestos de aduanas de los puertos deVeracruz y Tampico. Sin embargo, pronto escaseó elcrédito por la inestabilidad del país y la fragilidad insti-tucional así como por las divergencias políticas y losconflictos bélicos. De ahí que entre otras estrategiaspara reparar esta escasez crediticia, los agiotistas conce-dieron préstamos al gobierno, con el que acordaron serellos quienes recogieran los impuestos aduanales direc-tamente en los puertos para cobrarse el dinero del cré-dito y sus intereses. A esto se aunaba que las entidadesfederativas regularmente controlaban una limitadarecaudación, porque el aumento de impuestos a lasmercancías extranjeras fomentó el contrabando quepracticaban casi todos los comerciantes a manera deevadir su tributación. Por estas causas los dirigentes delbanco no pudieron concentrar todo el capital que sepropusieron: un millón de pesos, sino solamente unaparte de los impuestos que lograban captar.11 De ahí que

206

9 Olveda, 1991, p. 307.10 Potash, 1986, p. 85.11 Tannenbaum, 1985, pp. 68-69.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 206

Page 207: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Bernecker planteara que esta estrategia financieraresultó una decisión equivocada porque, bajo el sistemade prohibiciones, el gobierno asumía la responsabilidadde proteger la industria textil, otorgando exenciones yaplicando tarifas arancelarias elevadas con el fin de evi-tar la introducción de productos competitivos, para con-seguir capital con que desarrollar la industria,12 pero seconvirtió en un problema porque con los elevadosimpuestos a los productos extranjeros aumentó el con-trabando.

En la medida en que el Banco de Avío teníacapital, cumplía su cometido otorgando créditos ainversionistas del ramo textil que demostraran solven-cia económica y bienes raíces que les respaldasen.13

Los préstamos fueron conferidos a quienes edificarannuevos establecimientos textiles en zonas propicias orehabilitaran las manufacturas ya existentes con lasrecientes innovaciones tecnológicas, siempre ycuando pagaran un interés de 5% anual. Es decir, elBanco de Avío no era un centro agiotista, sino que los promotores tenían clara su misión de alentar a losposeedores del capital privado hacia la naciente indus-trialización.14

Así, entre 1835 y 1840, con recursos financiadospor el Banco de Avío y con capital propio, los nuevosinversionistas fundaron dos o tres fábricas textilesmodernas en cada una de las siguientes ciudades:

207

12 Bernecker, 1999, p. 128.13 Idem., p. 128.14 Potash, 1986, pp. 181 y 1992, p. 37. Aunque de hecho él mismo

señala que la inversión en la industria textil significaba una forma de aumentary diversificar las fortunas de los agiotistas con este instrumento estatal de finan-ciamiento.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 207

Page 208: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

México, Puebla,15 Querétaro y Guadalajara. Varios delos talleres artesanales antiguos, como los distintosmolinos poblanos, jaliscienses y queretanos16 fueronampliados, rehabilitados y modificados con nueva tec-nología; en cambio las ciudades de Tepic (Nayarit),Valladolid (Yucatán), Xalapa, Orizaba y San AndrésTuxtla (Veracruz)17 se convirtieron en centros de van-guardia atraídos por los vientos modernos de la tecno-logía fabril decimonónica.

Los factores que incidieron en la prematura indus-trialización de las ciudades del Altiplano fueron: laexperiencia que se tenía en la manufactura textil y la ágil circulación de sus productos en la población de laCiudad de México, de las minas y aquella de los espa-cios agrícolas de la misma zona y la del Bajío, zonas demayor densidad demográfica de clases populares segúnPotash,18 sin olvidar que fueron motivados por el pro-yecto modernizador de los conservadores. A diferenciade una de las dos factorías de Tepic (aun dentro delterritorio jalisciense), una de ellas fue establecida paraproteger el comercio de contrabando que EustaquioBarrón, el propietario, mantenía entre Guayaquil, Tepicy California. Como lo plantea Jean Meyer19 al decir que

208

15 Una de las fábricas nuevas de Puebla fue La Constancia Mexicana,establecida en 1835 por Esteban de Antuñano, uno de los ideólogos del procesoindustrial decimonónico.

16 Véase cuadro de fábricas en el Anexo. La mayoría de los tallerespoblanos habían sido molinos de trigo que conservaron su nombre, pero losestablecimientos de Jalisco y los de Querétaro fueron adquiridos por una nuevacompañía fabril (Olveda, 1991, p. 245 y Calcáneo, 1979, p. 141).

17 Chávez Orozco y Florescano, 1965, p. 281.18 Potash, 1992, pp. 37-53.19 Jean Meyer, 1981, pp. 27 y 33. Así como los puertos de Progreso y

Sisal en la península yucateca, lo que probablemente influyó en la apertura dela fábrica La Aurora, una de las que tuvieron una efímera existencia según afir-man los estudiosos del ramo textil.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 208

Page 209: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Barrón aprovechó la apertura portuaria de San Blas,uno de los puertos más importantes del occidente deMéxico después de Acapulco, por donde se desarrollóel contrabando de diversos productos, entre ellos, telas,hilos y algodón.20

En cambio, las fábricas que se fundaron en lasotras ciudades respondían a la propaganda política, alas posibilidades de un mercado seguro y a que habíacomerciantes deseosos de diversificar y acrecentar sucapital, vía la inversión en un tipo diferente de indus-tria. Además, casi todas las nuevas factorías se esta-blecieron en torno a la ruta que va al puerto deVeracruz, por las dos vías de acceso de Córdoba-Orizaba y Xalapa, a la Ciudad de México, es decir, enpuntos nodales del tráfico mercantil en el eje México,Puebla y Veracruz.

Así, en 1837, bajo los auspicios de El Banco deAvío, La Cocolapan fue la primera factoría textil quese asentó en el valle de Orizaba, junto al Río Blanco,como una obra de Lucas Alamán, promotor, ideólogoy miembro de El Banco de Avío. La ProsperidadTuxtleca fue instalada en las márgenes del río SanAndrés Tuxtla por el comerciante porteño MarianoPasquel y Balboa, cuando recibió el nombramiento dejefe político de aquel cantón.21

Esto sugiere que con los giros que la economíaimplementaba, algunos comerciantes que ya habíanacumulado capital decidieron experimentar en la ramatextil aprovechando su posición política, su circulante,

209

20 Olveda, 1991 y Keremitsis, 1973. Esto no sólo se dio en el occidentemexicano, sino también en puertos del Golfo como Progreso y Sisal en lapenínsula de Yucatán.

21 ANX (Archivo de Notarías de Xalapa), Protocolo de 1834, f. 120.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 209

Page 210: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

sus alianzas y relaciones comerciales para lograrincorporarse en una rama productiva que prometíadejarles ganancias crecientes.

1. Experiencias artesanales previas en la región xalapeña

¿Cuál era la experiencia manufacturera de la zona xala-peña en el ramo textil? Esta es la pregunta obligada paraentender la protoindustrialización en la región. La res-puesta que se obtuvo con la escasa información detec-tada en las fuentes sobre el tema es que al parecer éstafue casi existente, como se demuestra en los dos únicosdatos que se localizaron. Por ejemplo, hacia 1810 DiegoLeño introdujo la manufactura textil en su hacienda deLucas Martín, pero su “apasionamiento” por la guerrade libertad cortó de tajo este ensayo.22 El segundo datoindica que en 1834 en la hacienda El Molino dePedreguera, hubo una pequeña práctica artesanal antesdel despegue de la incipiente industria, porque se loca-lizó un telar para hilar y tejer lana y algodón, además delana curtida de color.23

Los dos testimonios resultan insuficientes pararealizar inferencias probables, sin embargo por la cer-canía de Xalapa con la plaza porteña en el corredormercantil México-Puebla-Veracruz es posible deducirque la participación de los xalapeños en la manufac-tura artesanal fue exigua, como lo muestra su voca-ción histórica, de permanencia en el tráfico mercantil

210

22 Benítez Guevara y ANX, Protocolo de 1810, f. 157.23 ANX, Protocolo de 1834, f. 120.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 210

Page 211: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mediante la cual accedía a los productos de la regiónpoblana.24 Aunque de hecho, los indígenas de losbarrios existentes en esta ciudad han de haber conti-nuado elaborando sus vestimentas a mano, como habitualmente se acostumbraba en las comunidades,donde producían sus propios insumos y ropajes.Como lo manifiestan los indígenas de Coatepec,Jalcomulco y los de los alrededores de Xalapa, quie-nes vestían con géneros que ellos fabricaban a mano oen telares de cintura, con algodón cosechado en lascañadas del valle,25 pese a lo cual compraban los hiloso la lana en el mercado local, adonde arribaban vende-dores provenientes de otras comunidades que alcanza-ban a producir más en su abasto familiar, excedenteque colocaban en el mercado de forma directa e indi-recta, lo importante era contar con algún efectivo paracubrir otras exigencias, entre ellas, el pago de sus con-tribuciones.26

Otra explicación vinculada con la pregunta ini-cial es que probablemente la demanda del mercadoregional estaba sujeta a la constante circulación mer-cantil de mantas, hilos de lana y de algodón, paños yotros productos manufacturados provenientes del mer-cado exterior, en el que algunos comerciantes localesparticipaban. Estas mercancías eran vendidas conregularidad en las pulperías o tiendas de la población,de las que con frecuencia se surtían los sectores deélite local y regional, dispuestos a pagar bien por tenerlos mejores paños europeos. Sin embargo, se carecen

211

24 Souto Mantecón, 2003, pp. 58-61. 25 Chávez y Florescano, 1965, p. 256 y Gobierno del Estado de

Veracruz, 1986, tomo I, pp. 274 y 433.26 ANX, Protocolo de 1834, f. 120.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 211

Page 212: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de datos acerca de las cantidades que entraban ysalían de sus establecimientos y sólo se puede afirmarque había varias tiendas, entre las que probablementehubo competencia.27 Pero queda la pregunta, ¿dedónde venían los obreros a trabajar a las fábricas? Oes que ¿existían otras actividades relacionadas con laproducción artesanal?

Las zonas del Bajío y la del Altiplano contabancon una gran tradición artesanal textil que, con susvaivenes, se desarrolló durante los tres siglos de laColonia. De modo que ciudades como Guadalajara,Querétaro, Puebla y México contaron con diversosobrajes y talleres en donde se producían varios bienesde consumo (hilos, paños, sedas, lozas, vidrios yotros) que surtían a la población comercial, minera y agrícola de aquellas zonas, las más densamentepobladas.28 Esto sugiere que la gente de estos lugaresya contaba con una rica tradición en habilidades ydestrezas artesanales al grado de formar gremios porramas productivas.

En comparación con otras ciudades, en donde losobrajes tenían grandes aglomeraciones de trabajado-res, en Xalapa sólo se encontraba un poco de mano de obra en las cinco tenerías, once talleres de loza y deladrillo y en otros oficios como la sastrería, carpinte-ría, herrería o panadería.

Los talleres o pequeños establecimientos manu-factureros se desplegaron para satisfacer las necesida-des de los particulares, de la milicia y del tráfico

212

27 Desde 1791 se destaca en el padrón la existencia de estas tiendas;entre los partícipes del ayuntamiento se vuelve a destacar que algunos de losfuncionarios eran también dueños de éstas (Pasquel, 1975 y 1972).

28 Thomson, 1989, p. 287 y Olveda, 1991. Véase los gremios en Illades,1996.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 212

Page 213: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

comercial. Los diversos productos de las tenerías, queal año surtían al mercado de 3 000 pieles para suelas,vaquetas y timbres, 5 000 zaleas de ganado cabríopara cordobanes, badanas y gamuzas de todoscolores,29 manifiesta que en estas actividades partici-paban, si no una multitud, sí muchos trabajadores endiversidad de oficios. Por ello, y por estar relacionadacon el uso del agua, es necesario historiar esta manu-factura y su importancia regional.

El desarrollo de la tenería en la región resultóprovechoso al estar Xalapa ubicada en uno de loscaminos hacia el puerto o la Ciudad de México, yaque los productos eran usados principalmente enimplementos propios de la arriería, como son las mon-turas, cinchas, vaquetas, etcétera; pero el uso de tintasy guarniciones indican que con las pieles también seproducían suelas, botas y otros objetos que se exhi-bían en las vidrieras o se enviaban al mercado segúnsu demanda.30

Esta actividad ganadero-artesanal desempeñóun papel importante en la economía regional en laprimera mitad del siglo XIX, derivado de sus antece-dentes comerciales y el desarrollo de la arriería que,como único medio de transporte, requería de uncontinuo avituallamiento para el cuidado de las mer-cancías que trasladaban. Las tenerías también pro-porcionaban sus artículos para algunos menesteresde la producción y comercialización de las hacien-

213

29 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, p. 128. Vaqueta: pielde ternera; badana: piel delgada de mala calidad, utilizada para forros de som-breros o zapatos; gamuzas: piel de cualquier rumiante, fina y suave; cordoba-nes: piel fina de cabra. Moliner, 1999.

30 ANX, Protocolo de 1834, ff. 365-365 v. Inventario del arrendamientode la hacienda El Molino de Pedreguera.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 213

Page 214: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

das cañero-ganaderas.31 Así como para los atuendosde los militares, especialmente de los grupos queparticiparon con Santa Anna, quien mantenía ciertosconvenios para asegurar la habilitación de sus sol-dados.

El conjunto de los trabajos derivados de la gana-dería mantenía en febril dinamismo a la región xala-peña, porque los comerciantes y hacendados surtían almercado regional, y partes del poblano y del oriza-beño, lo que propició entre las mencionadas regionesun intercambio más amplio y recíproco. Además estaactividad, aunada al comercio, hizo que el mercadoxalapeño ampliara su radio de acción proporcionandodurante la primera mitad del siglo decimonónicobeneficios considerables a sus participantes.

Estas manufacturas producían efectos o mercan-cías que tenían gran demanda en el consumo de lapoblación hispana, por ello se instalaron en varias par-tes pero fundamentalmente cerca de las vías de comu-nicación importantes para el desarrollo de la economíacomercial, agrícola y minera de la Nueva España en laépoca colonial. Las tenerías perduraron en el sigloXIX, pero se fueron reduciendo con la aparición del

214

31 Las actividades que se derivaban de la ganadería caballar y mularcoadyuvaban en el proceso cañero-azucarero, porque la maquinaría común-mente era de tracción animal. Los semovientes que jalaban las carretas traslada-ban la caña de los planteles al trapiche o ingenio, según se tratara. El ganadovacuno era útil en el arado de la tierra y la transportación del azúcar al mer-cado. Al ser sacrificado, su carne servía de alimento a los trabajadores y de suscueros, tras ser beneficiados en las tenerías, se obtenían cintas, baquetas, cordo-banes, badanas, suelas y cajas donde se colocaba el azúcar que se empaquetabaen literas de un lugar a otro. De tal modo que la ganadería se fomentaba para elconsumo familiar, así como para las actividades de las haciendas, los ranchos yel mercado (Moreno Fraginals, 1978, p. 240).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 214

Page 215: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ferrocarril.32 Por ejemplo, en 1831 en el cantón xala-peño había cinco tenerías registradas, aunque se diceque eran diez, de las cuales sólo quedaría una que otraal finalizar el siglo.

Las diez tenerías xalapeñas beneficiaban anual-mente más de 3 000 pieles de res para suelas.33 Lasmás grandes fueron propiedad de doña María JosefaHerrero de la Serna, Mariano Domínguez, DionisioMartínez (presbítero), María Josefa Camarillo e hijos,Alejo Castellanos34 y la de Vicente Gómez. La pri-mera se ubicaba en la hacienda Molino de Pedreguera,las tres posteriores se localizaban en el barrio deCantarranas, junto al terreno de La Alameda, mientrasque el resto estaban por el rumbo de Los Berros35

(para mayor precisión véase el mapa de tenerías yfábricas). De las demás poco se alcanzó a saber, por-que fueron talleres más pequeños, reconocidos comotalleres “a domicilio” que procesaban cueros, reali-zando una gran variedad de productos como suelas,tacones, forros y otros para el consumo interno. Paraapoyar la circulación de esta producción había talabar-

215

32 Es decir, la curtiduría desaparece como actividad central, pero conti-núa con uno de los trabajos que mantenía al sector de zapateros locales; de ahíque aún a principios del siglo XX hubiera cinco tenerías, pero con una produc-ción limitada. Más tarde, en cierta forma se recupera en Naolinco, uno de losmunicipios cercanos a Xalapa en donde hoy se hacen botas y otros artículos depiel. Su arraigo no es fortuito, obedece a que en los alrededores abundaba laganadería y los bosques de encino, cuya cáscara, remojada, servía para endure-cer los cueros, como ya hemos visto y de lo que nos informó un antiguo traba-jador (entrevista a trabajador anónimo de Naolinco, 1989).

33 González de Cossío, 1957, p. 177, apoyado en Informe de sus gober-nadores, de Sebastián Camacho, gobernador en 1831 (Gobierno del Estado deVeracruz, 1986).

34 AHMX (Archivo Histórico del Municipio de Xalapa), Actas deCabildo de 1836, ff. 13, 45 y 49; 1837, f. 111.

35 ANX, Protocolo de 1842, pp. 337-341. Escribano Juan N. de Arriaga.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 215

Page 216: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

terías donde se expendían los artículos que no iban adar a un mercado más amplio.

Desde las Leyes de Indias,36 los decretos ordena-ban “que se procure fundar cerca de los ríos navega-bles los oficios que causan inmundicias”, éste fue elmarco jurídico que consideró el ayuntamiento de laCiudad de México cuando dispuso que la instalaciónde las tenerías se hiciera en la zona oriente de la ciu-dad, donde la circulación y el movimiento del aguafueran continuos y el hedor producido por los desper-dicios y el trabajo de las pieles no molestara a losvecinos.37 Así, atendiendo el tránsito de su posiblefuente, los xalapeños instalaron las tenerías en el ladosur de poniente a oriente, en las márgenes del ríoSantiago, el único río perenne.

Desgraciadamente sólo se utilizaba una técnicapara el curtido de pieles: las recibían en fresco y lasmandaban a lavar al río, arrojando en él todos los dese-chos e inmundicias hasta dejarlas bien limpias; de ahíse remojaban de ocho a quince días en agua de cáscarade roble, por el tanino que contiene esta corteza queayuda al buen curtido; nuevamente el agua sucia setiraba al río; luego las pieles se ponían a secar estira-das, untadas de cal y ceniza para que quedaran fuertesy firmes, libres de la “maledicencia” de los insectos.38

Así los cueros resultaban de diversa calidad, según suexposición al sol y el tiempo de remojo, pues las pielesen bruto tenían un costo de entre 2, 4 y hasta 10 reales.Pero toda vez curtidas, las pieles aumentaban su preciode acuerdo a su preparación y a la calidad obtenida,

216

36 Lanz, 1982, p. 126.37 Musset, 1992, pp. 181-183.38 Entrevista a zapatero de Naolinco, 1989.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 216

Page 217: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

luego se llevaban al mercado o las manufacturaban endiversos objetos para su venta directa.

Este proceso de preparar las pieles causaba pro-blemas a la población de las cercanías, o a la quehacía uso del agua del río, pues los talleres desviabanel agua para lavar las pieles que recibían aún frescas,y para curtirlas utilizaban el agua que habían llevadohasta el taller mediante una cañería y una atarjea. Enla misma corriente dejaban caer desechos de pieles,pedazos de lejía, cebos, taninos e inclusive tintes. Deahí que el agua que se usaba río abajo y en las cerca-nías quedase turbia y nauseabunda por un empleo quesólo ofrecía ganancias a algunos particulares, mientrasque la población, incluidas las lavanderas, tenía quebuscar otra opción para cubrir sus necesidades domés-ticas y de trabajo, razón por la que asiduamente pre-sentaba sus quejas ante el ayuntamiento que no pudopor sí mismo solucionar el problema, sino hasta quellegó otro grupo de empresarios con el cual acordó laconstrucción de los lavaderos de El Dique, como severá más adelante en este capítulo.

La molestia sobre la polución del agua sedemuestra en un documento de 1832, cuando laslavanderas que acudían regularmente al río Santiago,se quejaron con el ayuntamiento argumentando que

...andaban errantes sin encontrar dónde lavar por el colortinto de las aguas y su hediondez, parece que se estáhaciendo uso excesivo del río en la curtiduría del Molinode Pedreguera [y] piden al ayuntamiento dicte medidasoportunas para evitar semejante abuso.39

217

39 ANX, Protocolo de 1830, f. 42 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 217

Page 218: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Frente a quejas como ésta, el cabildo solicitó al sín-dico que dialogara con la señora Herrero de la Sernaen términos “amistosos y convenientes”. Esta adver-tencia fue porque la susodicha era de los mayorescontribuyentes a las arcas municipales, y miembrode uno de los sectores elitistas con ascendiente oli-gárquico de las familias de notables del antiguo régi-men que le daban peso a los grupos locales, por loque debía de tratarse el asunto con cautela, directa-mente por el síndico y no por una comisión encar-gada para tal efecto como era la práctica común.

La tenería Molino de Pedreguera de la señoraHerrero de la Serna era una de las más grandes de laregión, por lo menos así lo sugiere un inventariolocalizado en el Archivo de Notarías, que aportadatos sobre la circulación del ganado, la venta decueros y objetos, así como de las transacciones conel mercado poblano. Este documento muestra la can-tidad de enseres que se ocupaban en el procesa-miento de las pieles y la comercialización directarealizada por los dueños. Por ejemplo, para la etapanavideña, la señora Herrero de la Serna entregó 330pieles de ganado vacuno a uno de sus acreedores,además de los encargos que hacía a los pequeñostalleres de suelas y otros productos, para su ventalocal. Asimismo describe los contratos de ventahasta por tres años por un capital de 5 000 pesos, eluso de 150 arrobas (un equivalente a 1 700 kilos) decáscara de encino para el curtido de las pieles y laexistencia de 200 cabezas de ganado que disponíapara la matanza.40 Lo anterior sugiere que esta fami-

218

40 ANX, Protocolo de 1834, ff. 67 y 68 v; 1843, ff. 211-214 y 365-365 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 218

Page 219: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

lia participaba globalmente del proceso productivo,desde la explotación ganadera hasta la comercializa-ción del producto, lo que tal vez le generaba mayoresganancias que a los demás.

Para mantener el ritmo de trabajo, los dueños delas tenerías tuvieron la necesidad de conseguir permi-sos para arreglar las atarjeas que condujeran el aguadel río hasta los terrenos donde se localizaban sustalleres. Baste como evidencia, el caso de JoséMariano Domínguez, quien acordó con FranciscoBárcena –otro de los propietarios de terrenos a orillasdel río Santiago en el camino que va a Coatepec,donde el ayuntamiento construiría un puente–, añadirotro puente corto al alcantarillado para instalar unaatarjea y, con el apoyo del vecindario, acomodar pie-dras para el servicio de las lavanderas, además deconstruir un tinglado para protegerlas. Este último lohabilitaría con apoyo de los hortelanos y demás curti-dores con quienes compartirían el agua. Cabe señalarque Bárcena como diputado tenía la experiencia de lasadministraciones municipales anteriores, pero valién-dose también del conocimiento de la legislación colo-nial y esperando una autorización rápida, propusobeneficios a la comunidad.

Obviamente el cabildo les respondió afirmativa-mente por el proyecto que acompañaba la solicitud,pues era habitual que la gente dedicada a alguna acti-vidad que requiriera del agua y de la desviación de lamisma por medio de cañerías colaborara económica-mente, como en este caso para la construcción de todoel puente de piedra que comunicaría a Xalapa conCoatepec. Así les indicó que la construcción delpuente fuera del mismo ancho que el camino carre-tero, dejando el curso del arroyo para beneficio

219

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 219

Page 220: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

público.41 Pero nueve años más tarde, cuando la gentede la zona reclamó la falta de agua, el cabildo envióuna comisión para ver lo que ocurría y se encontraronque la atarjea, construida por los dueños de teneríasque se concentraban en el Barrio de Cantarranas parasurtir de agua sus establecimientos, se la había apro-piado uno de ellos: el señor Domínguez, quien apro-vechando que la atarjea estaba en el terreno que élmismo había donado, construyó una muralla para des-viar todo el curso del río, dejando su cauce casi seco ylo poco que descendía, decían los demandantes, eranaguas putrefactas sin posibilidad de uso. Por su parte,Bárcena cercó el camino de su terreno El Potrero, queera el lugar donde el río tenía comunicación con elpúblico; es decir, cerró el paso de la gente que veníade Coatepec, y también de las lavanderas, por eso, elvecindario tenía que caminar hasta la Barranca de losZapateros para el lavado de ropa.42

Luego de las indagaciones de la comisión encar-gada, la resolución del cabildo fue que el señorDomínguez restituyera la atarjea (legalizando la dona-ción formal de las 40 varas de terreno), construyera untinglado de teja y demoliera la muralla que había colo-cado en el ojo del puente, dejando libre el curso nor-mal del agua.43 Es más, el ayuntamiento hizo firmar aDomínguez un convenio con las cláusulas siguientes:

1a. …formará lavaderos a semejanza de los de Techacapa,dejándole en disposición que solo le falte el techo, [que lohará] el ayuntamiento.

220

41 AHMX, Actas de Cabildo de 1827, ff. 150-150 v.42 AHMX, Actas de Cabildo de 1836, ff. 735-736 v.43 AHMX, Actas de Cabildo de 1836, f. 40.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 220

Page 221: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

2ª. …para poderlo fabricar levantará la pared que está en elsegundo ojo del puente, [al] filo del agua. 3ª. …para la mayor limpieza del agua y adorno del paseose echará una pared con pasamanos en el puente a la cercade don Juan Bárcena. 4ª. …cederá el terreno en que está la atarjea, cogiendo deél seis varas para hacer una entrada a su fábrica. A todo locual se compromete […] dando como fiador al Sr. Bernabéde Elías [según] convenio ante notario entre […] DonMiguel Palacio y Don José Mariano Domínguez […] elprimero como síndico del Ilustre Ayuntamiento de estaciudad [y el segundo] como particular dijeron que a fin dearreglar la atarjea que conduce del agua del río Santiago alos terrenos del Sr. Domínguez se celebró entre este y elayuntamiento un convenio queda designada la longitud detreinta varas en […] donde han construirse los lavaderosque proporcionalmente puedan colocarse de uno y otrolado de la atarjea.44

José Mariano Domínguez y José Lorenzo de Elías,hermano del fiador del primero, Bernabé de Elías, semencionaron en el cuadro 3 que contiene una síntesisde funcionarios municipales; es decir, aquellos ciuda-danos xalapeños que participaban en el ramo mercan-til desde que se promovió la libertad comercial.Incluso la familia De Elías formó parte del consuladoporteño, según las referencias presentadas por MatildeSouto.45 Esta familia en algún momento entre 1796 y1824 decidió avencidarse en Xalapa, para lo cualalquilaron la hacienda de Mahuixtlán de la familiaCervantes Ayestarán, y desde 1831 se acercaron mása Xalapa, tomando en arrendamiento la hacienda de La

221

44 ANX, Protocolo de 1837, ff. 254-255 v.45 Souto, 2001, Apéndice, Lista de los comerciantes librecambistas y su

procedencia.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 221

Page 222: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Orduña, para dedicarse al desarrollo de la ganadería46

y la producción cañero-azucarera. Los De Elías teníannegocios con los Domínguez, retroalimentando sucomercio con los productos de la hacienda. Ambasfamilias con su participación económica y socialvinieron a renovar los sectores dominantes que fun-cionaban en el ayuntamiento xalapeño.

Mariano Domínguez, dedicado al comercio y laproducción de pieles, para ampliar su negocio necesi-taba realizar adecuaciones a su taller, por eso desvió elagua del río Santiago, a fin de concentrarla y condu-cirla a su espacio de trabajo. Para conseguirla solicitóel permiso del cabildo, el cual lo aprobó, bajo la obli-gación de ceder el terreno y de construir los lavaderos.Sin embargo, como el área donde se haría la construc-ción ya comenzaba a tener nuevos habitantes con laincipiente actividad textil, él mandó a habilitar la atar-jea para desviar el río y llevar el agua a su manufac-tura, pero no se responsabilizó de la edificación de loslavaderos, en parte como una acción de reticencia alconvenio. Máxime cuando se enteró de que uno de losnuevos industriales, Manuel de Faccio, se había com-prometido a construirlos, a cambio de que el cabildole permitiera desviar el curso del río mediante otraatarjea, con el fin de realizar los preparativos para ins-talar una fábrica de hilados y tejidos.47

Domínguez es uno de los primeros que se opusoal cumplimiento de la normatividad aplicada desdefinales de la Colonia y respetadas por los propietarios,

222

46 ANX, Protocolo de 1831 ff. 21-22. De Elías, que tenía en arrenda-miento la hacienda de Mahuixtlán, la entrega para tomar en arrendamiento lahacienda de La Orduña, introduciendo ganado en ella.

47 AHMX, Actas de Cabildo de 1838, ff. 1122-1123.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 222

Page 223: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

pero como este sector se encontraba en movimientoconstante por los cambios políticos y económicos queocurrían en la forma de administrar el joven Estado ysu territorio, más los bandazos entre federalismo y centralismo en los que se movían los sectores deélite regional según sus intereses.

En resumen, lo que se desprende es que el desa-rrollo comercial regional posibilitó una mayor movili-dad de sectores dominantes y de los funcionarios degobierno, pero con los cambios de administracióntambién se observa una fragilidad que permitió quelos reglamentos del antiguo régimen continuasensiendo válidos para solucionar las primeras competen-cias por el uso del agua, o que por lo menos la institu-ción municipal actuase de manera más autónoma,considerando sus intereses y los de la población. Elánimo de legitimarse en el nuevo régimen, sea éstecentralista o federalista, conducía a que sus accionestuviesen un doble interés: el económico y el político,toda vez que nos encontramos ya ante procesos deelección popular en donde ganar la buena voluntad de los ciudadanos garantizaba posiciones de poder, enla institución municipal estaba la puerta de entrada a lamejoría del estatus político y social.

La movilidad que permeó este periodo, corrió enparalelo con la competencia por los usos del agua entrelos usuarios que se beneficiaban de una misma fuente.La actividad manufacturera relacionada con las teneríasse practicó, aunque en menor medida, hasta después dela llegada de formas incipientes de industrialización tex-til, lo que incidió en el desgaste y la competencia por elagua y en la disputa de intereses locales.

Después de este breve recuento sobre las tene-rías, se advierte que esta actividad fue la que observó

223

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 223

Page 224: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

una cierta reconversión ante los nuevos tiempos yfrente al proceso de incipiente industrialización, apor-tando capitales y el mayor número de trabajadores.Ejemplos de la reorientación laboral y productiva eneste sentido, fueron los casos de Bernabé de Elías yMariano Domínguez, quienes tenían establecimientossimilares y aprovecharon la experiencia de sus tala-barteros, peleteros y curtidores disponiendo de éstospara las nuevas factorías textiles; otro más fue el deBernardo Sayago, quien compró una hacienda con tra-dición de trabajo en la tenería. Los empleados de refe-rencia ya tenían algún arraigo como clase “obrera”,con jornadas y salarios establecidos, unos vivían den-tro de la unidad y otros en los entornos de la misma.Empero, la modificación principal fue la concentra-ción de mayor número de personas en un estableci-miento; además, el primer oficio les proporcionó unaprendizaje diferente, sin trocar drásticamente el perfilde un “obrero” de la tenería a uno textil, preparándo-los para el cambio que años más tarde se dio ante lareducción de las tenerías.

Instalar las factorías dentro de los terrenos de lahacienda o rancho significaba involucrar a los habi-tantes de la localidad, y a los de los pueblos adyacen-tes, a las labores de construcción e instalación de lamaquinaria y después a los operarios que permanece-rían trabajando en la factoría; al menos así lo muestraen 1837 Bernabé de Elías, quien reportó la existenciade cuatro mecánicos e “hidráulicos”, doce carpinteros,seis herreros y 35 albañiles. Para los trabajos de pro-ducción de la fábrica, había contratado a 100 operarios(50 para el trabajo diurno y 50 para el nocturno), lamayoría mujeres y niñas, porque tenían mayor des-treza en el hilado, pero básicamente porque las muje-

224

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 224

Page 225: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

res, sin que importara la edad, percibían un pagomenor a un real diario,48 facilitando al empresario másganancias en la venta de sus mercancías.

Los comerciantes-hacendados, al introducir ydesarrollar la industria textil en la región xalapeña,dieron empleo a algunos sectores de la poblaciónindígena y mestiza local, así como de otras regiones enlas labores de la naciente empresa. De este modo,comenzó a fomentarse el empleo que, a decir de los ideólogos impulsores de esta industria, evitaría los tu-multos y el bandolerismo que prevalecía en la época.49

Los nuevos empresarios convinieron en la nece-sidad de traer a personal especializado para capacitar alos futuros obreros, entonces contrataron a profesiona-les americanos o europeos. En 1838 se ubicaron por lomenos dos extranjeros en cada fábrica, además de losque procedían de Puebla o de otros núcleos fabriles demayor tradición. Para la década de los años cuarenta,Europa había producido exceso de técnicos califica-dos que, al llegar a México, ocasionaban un problemaal capitalista por los altos costos de su salario.50 Deesta inversión de capital el industrial tenía que obtenernuevos frutos, para lo cual debía retener a la poblaciónya capacitada dentro del espacio de la fábrica, y quémejor que fomentar una relación hasta cierto puntopaternalista: a los foráneos les ofreció un techo dentrode la unidad, con el argumento de que sus trabajadoresno viajaran en épocas de tumultos, aunque prevalecíael interés de fijar la permanencia de los trabajadores

225

48 Domínguez Rendón, 1971, p. 17. A partir de AHMX, paq. 1, exp. 1 de1841, ff. 1-10.

49 Colón, 1982, p. 89.50 AHMX, Actas de Cabildo de 1838, f. 284 y Thomson, 1999, p. 97.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 225

Page 226: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

para procurarse una mayor disciplina y rendimiento desu fuerza de trabajo.51

Como la fábrica necesitaba abundante mano deobra, involucraba a los campesinos y a sus familias. Deesta forma, la clase trabajadora transitaba de un mundode vida rural a uno urbano. Una familia de cuatro miem-bros que laboraban dentro de la factoría, podía obtenerun jornal de 9 reales para mantenerse mejor.52 El salariopromedio de un operario era de 1.50 a 3 pesos según sudestreza, aunque se observan diferencias en tiempo,mano de obra y salario entre un establecimiento y otro.53

En el entorno de la población xalapeña se funda-ron cinco establecimientos fabriles, empleadores deuna parte de la población. Los simples operarios per-cibían un salario de 1.50 a 2 pesos por día, comousualmente se pagaba en todas las factorías; pero sihabía mujeres y niños trabajando, ellos percibían entre50 centavos a 1.50 pesos diarios. Mientras que losobreros especializados de Lucas Martín recibían 150pesos semanales por un trabajo de 12 horas, querepresentaba un jornal diario de 25 pesos,54 a diferen-cia de los expertos de la Industrial Xalapeña, quienespercibían una raya semanal de 230 pesos por igualcantidad de horas trabajadas, es decir, recibían aproxi-madamente 38.33 pesos al día. Sin embargo, en lasfactorías de La Libertad y La Bella Unión, los salarios

226

51 Colón, 1982, pp. 90-91.52 Chávez y Florescano, 1965, p. 282.53 Por ejemplo en la fábrica Hércules, de Querétaro, se obligaba al tra-

bajador a permanecer 14 horas diarias por un salario de 75 centavos diarios, yademás se mantenía la tienda de raya para que allí se quedara lo poco que reci-bían (Calcáneo, 1979, p. 148).

54 Benítez, 1984, p. 80.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 226

Page 227: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

se diferían un poco más porque los obreros ganabanentre 60 centavos y 1 peso; en cambio los profesiona-les alcanzaban hasta 460 semanales por un horario deentre 13 y 16 horas.55 Las diferencias quizá se deban amuchas causas, entre ellas, a la tecnología, a los pro-ductos elaborados o a otros factores.

En la disparidad salarial de los obreros residía lamayor presencia de mujeres y niñas en casi todas lasfábricas,56 porque al género femenino y a los infantesles pagaban 50 centavos o un poco más, como en losotros establecimientos. Todo esto sugiere que yadesde 1842, había una división del trabajo dentro delas fábricas, de ahí el contraste de salarios para los tra-bajadores especializados y de los simples operarios,además de la diferencia por género y edad.

Con la introducción de la industria textil se inicióun cambio en las relaciones sociales de producciónregional: por un lado la mayoría de los trabajadorescontraían la obligación de respetar un horario de 12 a16 horas de trabajo,57 entrar y salir a determinadashoras para descansar y tomar sus alimentos, puesdebían de permanecer laborando dentro del estableci-miento el tiempo que hubiere luz natural. Para estarmás cerca, los obreros se pasaron a vivir dentro lahacienda o en el entorno de la fábrica y así no perdíantiempo en el traslado de su domicilio al centro laboral,básicamente por la imposición de un horario rígido.

La mayoría de los obreros recién incorporados ala industria textil eran personas acostumbradas a tra-

227

55 Domínguez Rendón, 1971, p. 45.56 Keremitsis, 1992, p. 76.57 Como también lo apunta Keremitsis (1992, p. 77), para las fábricas

del centro del país.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 227

Page 228: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

bajar de sol a sol en el campo, cuando la parcela lorequería, como solía ocurrir en temporada de siembrao cosecha. Sin embargo, como el campesino estabasupeditado a los cambios climatológicos: inundacio-nes, sequías, heladas y plagas de insectos u hongos, suproducción a veces menguaba y se veía precisado abuscar otra fuente de ingreso, por eso llegó a laborar a las factorías en ascenso en las zonas urbanas, comoun apoyo que le permitía un ingreso adicional o suple-mentario en tiempos de crisis. Pero a cambio de perci-bir un salario constante en las factorías, este trabaja-dor se vio obligado mantenerse en un empleo ab-sorbente, a tener un horario rígido y a permanecertodos los días manejando un trócil, malacate (huso) ocarda; es decir, un aparato mecánico que muy pocotenía que ver con su labor campesina anterior.

El mundo de vida58 del nuevo obrero no se trasto-caba drásticamente, porque en determinados periodoslos fabricantes enfrentaban obstáculos como la esca-sez de materia prima o la competencia en la venta desus artículos, lo que redundaba en el descenso de suproducción y por ende reducía la mano de obra,misma que encontraba la oportunidad para volver a suacostumbrada vida cotidiana en el campo. Entonceslas relaciones familiares, aunque se modificaron aldividir sus miembros entre trabajadores de una indus-tria y los del campo, no sufrieron un resquebraja-miento total, porque cuando alguna de las dos ramasproductivas tenía problemas, quedaba la otra opción,por lo tanto sus mundos de vida aumentaron.

228

58 Herbert Blumer, 1982, p. 9.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 228

Page 229: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

2. La incipiente industria textil en Xalapa

¿Qué motiva a determinados actores xalapeños ainvertir en la novel actividad empresarial? Para respon-der este cuestionamiento es necesario considerar variosaspectos: por un lado, los comerciantes que teníancapital se sintieron atraídos porque el proyecto moder-nizador promocionaba un acrecentamiento de suriqueza y, por otro, la política proteccionista afectaríasus negocios porque los productos extranjeros que tra-dicionalmente comercializaban pagarían más impues-tos aduanales. Ante las contingencias de especulacióny obtención de ganancias sustanciales, que limitaba susoportunidades de ascenso social, determinaron diversi-ficar su capital en una empresa distinta en la que quizála especulación sería menor y generaría más seguridada su capital. Otro factor que animó su interés en estaaventura, fue la localización estratégica de Xalapa enel mercado mundial y nacional y su contigüidad alpuerto de Veracruz que facilitaría el arribo de la tecno-logía para la habilitación de las fábricas, las ventas delos productos manufacturados y el fácil acceso delalgodón procedente del Papaloapan o del exterior.

En Xalapa, la primera factoría textil erigida fuela de José Mariano Domínguez y Bernabé de ElíasVallejo, el primero era comerciante y dueño de latenería de Los Marianos, y el segundo también comer-ciante, propietario urbano y arrendatario rural.Ambos, miembros importantes en la política local.Ellos disponían de capital o medios para respaldar suscréditos, y su participación en el ayuntamiento lesconfería facilidades y privilegios para un pronto finan-ciamiento, la condonación de los impuestos y el envíoexpedito de la moderna tecnología.

229

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 229

Page 230: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

En 1838, La Bella Unión Xalapeña fue la pri-mera factoría que se implantó en la población, su edi-ficación se llevó a cabo en dos fases: la primera se ini-ció en 1835, cuando José Mariano Domínguez obtuvodel Banco de Avío un préstamo de 8 000 pesos,59

siendo sus fiadores Antonio María Prianni y Bernabéde Elías Vallejo, los dos miembros del ayuntamientoxalapeño (alcaldes, síndicos y regidores). Con estecapital se inició la construcción del edificio en lamisma propiedad donde estaba la tenería de LosMarianos,60 en un terreno cercano al río Santiago, enlo que hoy es la Unidad de Artes de la UniversidadVeracruzana.

El capital financiado por el banco estaba condi-cionado al pago de intereses del 5% anual y a supronto reintegro, por eso Domínguez buscó el apoyode sus fiadores a fin de liquidar pronto la deuda. Lasegunda fase fue en 1838, cuando con Bernabé deElías, formalizó una compañía para finiquitar esemismo año la totalidad del crédito e invertir el capi-tal61 con la intención de concluir la compra e instala-ción de las máquinas y así promover la producción dehilaza y abastecer el mercado local.

La segunda factoría fue proyectada por el protes-tante irlandés José Welsh y el inglés Juan MauricioJones, procedentes del puerto de Veracruz, donde JoséWelsh sustituyó a su hermano Juan en el puesto de

230

59 El financiamiento que el Banco de Avío concedió a Domínguez endiciembre de 1835 se liquidó en su totalidad, según los informes de cuentasobtenidos por Robert Potash, 1986, p. 141, apoyado en manuscritos del AGN

(Archivo General de la Nación), Ramo Banco de Avío, I y III.60 ANX, Protocolo de 1835, f. 267.61 En parte fue por las utilidades que a De Elías le produjo el comercio

y el arrendamiento de la hacienda de La Orduña.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 230

Page 231: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

vicecónsul británico entre 1826 y 1832,62 quedándoseluego en Veracruz atendiendo su propio comerciojunto con Jones, quien le apoyaba en la administraciónde sus negocios en México y Veracruz. Los hermanosWelsh y Jones llegaron al país motivados, comomuchos otros, dadas las facilidades otorgadas por lascasas extranjeras que controlaban el comercio exteriore interior. Éstas contaban con capitales para dar crédi-tos a particulares y al Estado, por ello atrajeron anumerosos extranjeros que entraron por San Blas yotros puertos. Algunos de los cuales, tras amasar unafortuna, se transformaban en cónsules o vicecónsulesde su país o de otros, pues la función consular les ase-guraba la protección e inmunidad a sus negocios,incluido el contrabando.63

Las operaciones mercantiles permitieron a Welshconvertirse en vicecónsul y establecer nexos con losgrupos de poder en el puerto de Veracruz; entre ellosestaban la familia de Santa Anna y la de los Escandón.Sus vínculos con los sectores de élite se fortalecieronal contraer nupcias con Carmen Barón, hija de uncomerciante porteño. Así el cónsul irlandés logró másventajas: por la dote que su esposa aportó al matrimo-nio,64 al optimizar sus relaciones con los grupos deélite y con Santa Anna que le permitió el libre y fácilacceso en la industria textil en ciernes.

Toda vez que Welsh se estableció en Xalapa,compró una fracción de la hacienda de Pacho, llamada

231

62 Jean Meyer, 1981, p. 27. El español José María Castaños fue vice-cónsul de Estados Unidos en 1830, el irlandés Barrón fue cónsul de Inglaterra yel alemán Riecke lo fue de Francia.

63 Jean Meyer, 1981, p. 27.64 Fowler, 2004, pp. 29-56.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 231

Page 232: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

rancho Buenavista, y formalizó la Compañía Comer-cial y Agrícola con Jones65 con la intención de cumplirlas condiciones necesarias para el préstamo de 56 000 pesos que solicitaron y consiguieron sin obstá-culos del Banco de Avío. Con el capital compró lamaquinaria y los enseres propios de una fábrica queenseguida habilitó.

La fábrica Industrial Textil Xalapeña, gracias alpatrocinio financiero del Banco de Avío, fue unmagno proyecto de los británicos porque incluyó elcontrol de todo el proceso: desde la siembra del algo-dón, la fabricación y la comercialización de los texti-les. Pero las aspiraciones de los dueños eran mayoreso el crédito no les alcanzó para elevar y mejorar laproducción, por lo que en 1843, apoyados en la pro-tección que les brindaba el gobierno, solicitaron a cré-dito maquinaria e implementos a las compañíasManning y Mackintosh, Hargous Brothers y Riggs,ambas de Nueva York,66 pensando que la maquinariaamericana sería menos costosa en precio y tiempo detraslado que la europea.67 Lo mismo hicieron varios

232

65 Localizada por el poniente de Xalapa en el camino antiguo aCoatepec, en las márgenes del río Santiago. La esposa de Welsh, CarmenBarón, fue quien quedó como la propietaria del mencionado terreno (ANX,Protocolo de 1837, f. 2 v).

66 Platt (1992, p. 22) refiere que la casa americana Manning yMackintosh, era “el único socio activo en México que estaba ansioso dehacerse cargo de todos los negocios del gobierno”, pues era uno de los grandesespeculadores de la minería. El Archivo de Notarías de la Ciudad de México(AGNOT (Archivo General de Notarías de la Ciudad de México), Acta 27547, f.39443, de 1845, notario: Pablo Sánchez) refieren las relaciones comerciales quela compañía Hargous Brothers sostenía en Veracruz.

67 Como lo hizo su coterráneo Eustaquio Barrón para su fábrica LaJauja de Tepic, que según una bitácora que él escribió, le rendía mejor sumaquinaria que la instalada en la fábrica Bellavista de José Castaños, mismaque tardó mucho tiempo en llegar desde Bélgica (Jean Meyer, 1981, p. 32).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 232

Page 233: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

fabricantes, quienes compraban el equipo en losEstados Unidos por ser más barato y estar diseñadopara determinada variedad de algodón, a lo que seagregan los intereses que estas compañías estabangenerando en México.

Otra parte del proyecto de Welsh consistió enformar una colonia obrera con 50 casas dentro delmismo rancho donde estaba la fábrica, con el propó-sito de mantener lo más cerca posible a sus trabajado-res, evitar distancias y controlar su tiempo de trabajo.Las viviendas se construyeron hasta 1857, con la auto-rización del ayuntamiento,68 a pesar de que el permisose solicitó desde 1843; la tardanza se debió a la exiguaganancia de la fábrica, como consecuencia de la inter-vención norteamericana, además de que la factoría eracontrolada por el administrador de la compañíaManning y Mackinstosh, pues aún no se terminaba depagar la deuda.

En lo relativo a los empresarios de las compañíasnorteamericanas que concedieron la maquinaria aWelsh (reconocido como único propietario), elloscondicionaron la administración de la fábrica al con-trol directo de la corporación Manning y Mackintoshhasta recuperar la inversión. Es más, el estudio deRobert Potash deja entrever que, en parte por la admi-nistración de la sociedad norteamericana, sólo seliquidaron 17 037 pesos del préstamo que el Banco deAvío había concedido a Welsh, y el resto se olvidó,porque el mismo autor señala que no fue clara lanegociación con los fabricantes foráneos.69

233

68 AHMX, Actas de Cabildo de 1857, f. 56 v. 69 Potash, 1986, pp. 165 y 174.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 233

Page 234: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Los créditos que el Banco de Avío financiaba seagotaban, por eso los promotores industriales buscaronvínculos con los gobernadores de las entidades federa-tivas quienes invitaron directamente a los hacendados,comerciantes o inversionistas de diversas ramas ysocios de monopolios (de tabaco o de algodón). Loimportante era que tuvieran capital para hacerle frentea los gastos que implicaba la construcción y la comprade maquinaria y enseres de una fábrica,70 por lo menoshasta obtener dividendos de la producción. Incluso losmandatarios fomentaron la creación de compañíasentre aquellos que mostraran interés por la rama textil,pues con la modernidad europea se pretendía impulsarel desarrollo económico del país y estimular la produc-ción de telas baratas de lino, lana y algodón para acti-var el mercado de consumo regional.

En la región xalapeña, comerciantes como Manuelde Faccio y Francisco Fernández de Agudo, o comer-ciantes-hacendados como Manuel García Teruel yBernardo Sayago, se interesaron en el proyecto indus-trial por la novedad que representaba incursionar enuna empresa con tecnología moderna que parecía pro-ductiva, además contaban con recursos financieros yapoyos del gobierno local para acondicionar las fuentesde agua. Hacia 1842, ya estaban instaladas cinco fábri-cas textiles en Xalapa, según se aprecia en el cuadro 6.

Uno de los nuevos empresarios fue el licenciado ycomerciante porteño Manuel de Faccio71 quien sedesempeñaba como abogado y diputado en el Congresode la Unión pero, por ser un ciudadano con experiencia

234

70 Urías, 1978, p. 42.71 AGNOT, 1836, núm 1677. Notario José María Moya.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 234

Page 235: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

6. L

os p

ropi

etar

ios

de f

ábri

cas

text

iles

xala

peña

s

Año

Nom

bre(

s) d

e la

fábr

ica

Pro

piet

ario

Loca

lizac

ión

Fue

nte

1838

La

Bel

la U

nión

Xal

apeñ

a Jo

sé M

aria

no D

omín

guez

B

elis

ario

Dom

íngu

ez o

Cal

le d

el E

stad

oR

ío S

antia

go

(p)*

Pro

bida

dy

Ber

nabé

de

Elía

s

1840

La

Indu

stri

al X

alap

eña

José

Wel

sh y

Jua

n M

auri

cio

Jone

sR

anch

o B

uena

Vis

taR

ío S

antia

go

(p)

El D

ique

(hac

iend

a de

Pac

ho)

1841

L

a L

iber

tad

Ber

nard

o Sa

yago

Hac

iend

a M

olin

o de

Ped

regu

era

Río

San

tiago

(p)

San

Bru

no

1842

La

Vic

tori

aFr

anci

sco

Fern

ánde

z de

Agu

doC

alle

de

Sant

iago

413

Bar

rio

de C

anta

rran

asR

ío S

antia

go

1842

Luc

as M

artín

Lui

s G

arcí

a T

erue

lH

acie

nda

Luc

as M

artín

Río

Sed

eño

FUE

NT

E: L

eón

Fuen

tes

y B

eníte

z, 1

989.

Mim

eógr

afo.

(p)*

Pos

teri

orm

ente

cam

bió

a es

te n

ombr

e.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 235

Page 236: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

y conocimiento del quehacer político en las institucio-nes, en 1831 se incorporó como regidor undécimo,electo. Ulteriormente ejerció los cargos de alcalde, regi-dor y síndico en el ayuntamiento, y de prefecto en losaños de 1839 y 1840.72 Así el nivel de sus relacionespolíticas y su antecedente comercial en el puerto, dondehabía establecido alianzas en el gobierno en turno, lebrindó la oportunidad para ser un empresario fabril.

Para instalar la fábrica en un lugar cercano a laúnica corriente más fuerte y segura, De Faccio adqui-rió un sitio constituido por propiedades de diversosdueños en la calle de Santiago. Así edificó el estable-cimiento en

...veinte varas y una cuarta de frente que [...] al norte con lareferida calle cuya medida está tomada desde la esquina deoriente hasta la de poniente, y del resto del terreno […] alponiente llevando la línea que va a encontrar con laesquina del cementerio de la capilla de Santiago […]sesenta y cuatro varas comprendiéndose en esta dimensiónuna casita de material que se halla contigua a la fábrica ylo demás del solar por donde está fabricado el acueductosiendo los linderos que marcan todo el sitio, por oriente elarroyo que llaman del Chorro Poblano o de San Pedro ydel otro solar de Ignacio Carmona, por el norte la enun-ciada calle de Santiago, plazoleta de la Capilla y atrio de lamisma por poniente con terrenos del común de naturalesde esta ciudad y por el sur el Río llamado Santiago y delotro lado tierras del Sr. Juan Francisco de Bárcena...73

236

72 AHMX, Actas de Cabildo de 1831, f. 2; de 1834, f. 4; de 1839 ff. 1-2 yde 1840 ff. 2 y 4, respectivamente.

73 ANX, Protocolo de 1838, tomo II, ff. 320 y 320 v, y Protocolo de1841, ff. 159-162, notario Narciso de Echeagaray. Cabe señalar que los indíge-nas sentían peligrar sus tierras porque solicitaron al cabildo les autorizara laventa de siete caballerías y el resto debía quedar cercado para rescatar los pas-tos. Esto quiere decir que los indígenas sí existían en Xalapa, pero se mostrabansegún sus intereses como se verá más adelante.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 236

Page 237: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

De Faccio habilitó la fábrica con 600 malacates, peroal no formalizar una compañía con alguien que retroa-limentara su capital y carecer de una propiedad consi-derable con qué respaldar un préstamo bancario que,para cuestiones empresariales, era más importante quesus redes políticas, pronto se quedó endeudado y nologró poner en marcha su establecimiento, por lo quetuvo que venderla en 1841 a Francisco Fernández deAgudo, quien era hijo de Pío Fernández, un comer-ciante y funcionario porteño. Pronto Francisco se con-virtió también en un comerciante y un personaje pro-minente de los sectores de élite local por susimportantes cargos en el ayuntamiento y la prefecturaregional.74 Fernández compró en 16 mil pesos el fundoque comprendía el sitio: edificios, acueductos, maqui-narias, útiles y muebles de la fábrica La Victoria, másuna casa de madera.75 A finales de ese mismo año, elnuevo propietario de La Victoria buscó la manera deemprender la producción con los 600 malacates habi-litados.

En 1841 dio inicio la producción de la fábricaque el comerciante Bernardo Sayago había venidoconstruyendo desde 1836, cuando formó una compa-ñía con el vendedor de medicinas europeas, el españolSantiago Condón para

La compra de la mencionada finca [y] para su fomento ygiro [...] pusieron el Sr. Sayago el capital de 12 000 pesosy el Sr. Condón de 6 000 pesos quedando el segundoencargado de la dirección de la hacienda para igualar con

237

74 Véase el cuadro 4 del Capítulo III de este trabajo.75 ANX, Protocolo de 1838, tomo II, ff. 320 y 320 v y Protocolo de 1841,

ff. 159-162. Notario Narciso de Echeagaray.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 237

Page 238: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

este trabajo el capital del primero […] la Compañía duraránueve años contados desde el día primero de agosto de1836 en que se tomó posesión de la finca [donde cons-truyó] una fábrica de hilados de algodón.76

La compañía se formó para reforzar el capital de lossocios e incursionar en la industria textil que, como sehabía observado, le era fundamental contar con unapropiedad valiosa (hacienda o rancho) que respaldara elfinanciamiento que el gobierno brindaba. Subvenciónque, por cierto, no consideraron a fin de evitar los com-promisos que desgastaran el capital que ya era sufi-ciente para sus planes empresariales. De este modo, pri-mero compraron la hacienda y, gradualmente, fueronacondicionando el inmobiliario del edificio que alber-garía al principio 1 200 malacates, cardas, muebles ydemás enseres propios de la industria textil, mismosque se importaron de Estados Unidos, por el tipo dealgodón que se procesaba y también por los costos.

La compañía tuvo una duración muy corta (entre2 y 3 años) porque Santiago Condón regresó a su natalEspaña pero, antes de “emprender el viaje sinretorno”, exigió de su socio la devolución del capitaldepositado en la compañía de referencia. Lo anteriorse deduce porque al mismo tiempo que Condón emi-gró, Sayago tuvo que rifar la casa más grande ycómoda que tenía en la calle principal de Xalapa.Según el escrito notarial, esta casa tenía varios venta-nales de hierro, caballerizas, corriente natural y pozode agua particular. El producto del sorteo fue de 4 500pesos que, en su totalidad, sirvieron para saldar el

238

76 ANX, Protocolo de 1841, ff. 219-221. Escribano Juan N. de Arriaga oLuis Ulibarri.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 238

Page 239: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

adeudo con su socio, porque la entrega de la casa fueanunciada en 1838, y Sayago no volvió a rifar ningúnbien suyo de tal extensión y características, aunquetenía otras casas de dimensiones similares.77

Toda vez que Sayago se liberó de la deuda, seocupó de acumular su capital diversificando sus acti-vidades comerciales, incursionando en las contratas(de aduana, carne y otras) que la administración muni-cipal colocó en remate público. Porque entre otrascosas, Sayago, desde la fundación de su fábrica, pro-yectaba aumentar la productividad de su empresa tex-til, instalando 600 malacates más para tener 1 800,con los que reportó en 1842 una producción de 16 890piezas de hilaza más que el primer año (1841), cuandosólo produjo 30 380 piezas, mismas que vendió en elmercado regional.78

A diferencia de las anteriores compañías que losnuevos empresarios textiles formaron para validar suactividad, Luis García Teruel no se apoyó en nadie, searriesgó solo en la novel empresa y solicitó de la casaBrunded de Estados Unidos los implementos y tecno-logía indispensable para establecer su factoría.79 El

239

77 ANX, Protocolo de 1838, tomo II, ff. 71-82. Ante la contingencia quea Condón se le presentaba, Sayago tuvo que rifar su mejor casa (sita en la callede Principal, esquina con el hoy callejón del Diamante) y la realizó mediante unsorteo, ya que era una práctica común para conseguir recursos que ayudaran alayuntamiento y una forma más eficaz de vender su casa por el valor correspon-diente y no en remate por urgencia.

78 AGNP (Archivo General de Notarías de Puebla), Protocolo de 1868, f.356. Además tenía una tienda de mantas en Xalapa (ANX, Protocolo de 1880, f.154. Escribano Julio C. Rebolledo). Compra de un terreno con ganancias delexpendio de mantas.

79 Empresa propiedad de Benjamín Brundett, fabricante de maquinariay enseres, incluso fue una de las casas que se dedicó en concesión con otros aelaborar lámparas para alumbrar las ciudades (AGNOT, 1844, ff. 36754. NotarioMariano Orihuela de la Ciudad de México.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 239

Page 240: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

consorcio americano le remitía la maquinaria con-forme Teruel enviaba dinero, por eso tardó más tiempoen habilitar su establecimiento y en producir las prime-ras 13 680 piezas de hilaza en 1842, aunque su pro-yecto iniciara al igual que Sayago en 1836.

Es importante considerar que el desarrollo indus-trial fue promovido por los ayuntamientos de los esta-dos que eximieron por algunos años del pago deimpuestos a los productores de la industria textil de al-godón y los que tuvieran plantaciones de árboles demorera para cría del gusano de seda, a fin de promo-ver estas industrias. Por consiguiente Welsh sembróalgodón, al parecer sin mucho éxito en Xalapa y, másadelante, junto con Juan Francisco de Bárcena, JoséMariano Domínguez y la señora de Faccio, sembraronmoreras para el desarrollo de la industria de la seda ensus ranchos de Xalapa y Coatepec, gracias al impulsode un grupo de empresarios del estado de Michoacán,encabezados por Esteban Guenot.80

El Gobierno del Estado de Veracruz, en un intentopor impulsar este tipo de establecimientos, en 1852 através del Congreso del Estado, decretó la exención delos impuestos a las fábricas de hilados y tejidos de algo-dón, a las de ladrillo, teja y cal, por ser estos productoselaborados con materia prima local, mismas que debían

240

80 Este último no progresó en la zona por la humedad del ambiente y eldesconocimiento de un cultivo que provenía de un área geográfica tan distintaque exigía cuidados muy diferentes (Chávez y Florescano, 1965, p. 205).Esteban Guenot fue el líder de la inmigración francesa que llegó a Jicaltepecen 1833 (Skerritt, 1995, p. 86) quien introdujo la forma técnica artificial depolinizar la vainilla en la zona de Papantla. Así organizó asociaciones parapromover otros cultivos como el de las moreras, especialmente en Michoacán,México y Veracruz (AHMX, Actas de Cabildo de 1836, f. 45 y Thomson, 1999,p. 99).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 240

Page 241: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

pagar sólo el derecho de consumo.81 Por su parte, elayuntamiento xalapeño, siguiendo con esta política libe-ral, más enfocada a la protección del comercio interno,apoyó el mencionado reglamento y enseguida divulgóla misma circular que el Ministerio de Hacienda le giró,a fin de que a los empresarios textiles no se les exigieraotros impuestos más que el predial (3% de las utilida-des que rindieran las fincas)82 y el de consumo. Conestas medidas se pretendía abaratar los costos de losartículos manufacturados y promover el consumopopular que favoreciera el desarrollo industrial.

El decreto anterior se derogó cuando el presi-dente Ignacio Comonfort instaló su gobierno e impusoun gravamen común y uniforme a la industria fabril yminera en toda la república mexicana.83 De cualquierforma, ya se habían aprovechado por varios años(1836-1857) las prerrogativas que les concedió losgobiernos estatal y federal a fin de promover la indus-tria y el desarrollo económico y social, aunque a largoplazo resultó adverso por otros factores.

Pero volviendo a la industria textil cuya nueva tec-nología hidráulica obligó a los empresarios a edificar lasfábricas cerca de los ríos (como se aprecia en la figura 10y además se evidenció en el cuadro 6) para aprovecharlas corrientes como fuente de energía y accionar las gran-des ruedas hidráulicas y turbinas, que le diera a la maqui-naría una óptima capacidad productiva. En el siguienteapartado se explicará el proceso de acondicionamiento ylas modificaciones realizadas a las corrientes naturales.

241

81 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo II, p. 275.82 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo II, p. 383 y AMHX,

Actas de Cabildo de 1856, f. 113, Circular 254. 83 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo II, p. 601.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 241

Page 242: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

FUENTE: Plano de la ciudad de Xalapa, Comisión Geográfica Exploradora,1895-1907 (escalas 1:500 y 1:10000). Archivo General del Estado de Veracruz,Fondo Pinacoteca: Archivo Histórico Municipal, Xalapa, Libros de la Junta deCabildo, 1802, 1837, 1843 y 1880.Elaborado por D. Skerritt y N. León.

Figura 10. Xalapa: tenerías y fábricas

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 242

Page 243: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

3. El agua, las fábricas y las modificaciones al espacio urbano

Cuatro de las cinco factorías que se instalaron entre1838 y 1842 en el entorno de la villa o dentro de lashaciendas señaladas empleaban agua de la mismafuente del río Santiago. Este río de corriente perennecarecía de la presión indispensable para mantener enmovimiento las cuatro ruedas hidráulicas de las facto-rías y el agua suficiente para las distintas tareas delinterior, por eso cada fabricante realizó obras hidráuli-cas propias para almacenar el agua que diera la pre-sión que necesitaba su establecimiento. Para ello, con-sideró la existencia de los múltiples manantiales,chorros y nacimientos que descendían del cerro deMacuiltepec y que no estaban tan distantes del áreadonde se habían construido las factorías.

Desde los preparativos para la habilitación de lafábrica La Bella Industrial Xalapeña, el matrimonioWelsh compró a Martín Sánchez Serrano el ranchoBuenavista, que formaba parte de las tierras de suhacienda de Pacho, el cual se localizaba al ladoponiente de Xalapa por el camino antiguo a Coatepec,en las márgenes del río Santiago. La propietaria,Carmen Barón de Welsh, solicitó permiso al ayunta-miento xalapeño, con el propósito de hacer “unarepresa en la Barranca del río Santiago para dar movi-miento a una rueda de agua, que impulse la maquina-ria de una fábrica de hilados y tejidos de algodones,que piensa poner en las tierras contiguas de su propie-dad”.84

243

84 AHMX, Actas de Cabildo de 1837, oficio 1, f. 2 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 243

Page 244: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

El ayuntamiento aprobó la petición porque eldesarrollo industrial regional redundaría en beneficiode la población y en la modernización de la ciudad,pero no sin aclararle a la solicitante “que el recurso nopasaría a ser de su propiedad aunque pusiera un diqueo hiciera uso del agua, ésta debía volver a tomar sucurso natural”.85 Los funcionarios de la instituciónlocal no vendieron el agua a los nuevos empresariostextiles, porque la legislación así lo había decretado,además actuaban con cautela, tratando de prevenir losproblemas por carestía del recurso y ante los nuevoselementos que ingresaban a la estructura social y eco-nómica de la región.

Así, al desarrollarse una rama económica dis-tinta, al ayuntamiento le correspondió el control de losusos, el mantenimiento y las pertinentes modificacio-nes que hicieron los empresarios textiles a las corrien-tes acuíferas. Por ello, los Welsh sólo obtuvieron laconcesión para construir un dique y un acueducto paraconducir, retener y obtener una presión superior delagua, para dar constante movimiento a la ruedahidráulica de sus máquinas hiladoras.

Por realizar las obras de acondicionamiento delas acequias en un momento y en un lugar donde seconstruía el camino a Coatepec, el ayuntamiento soli-citó a Welsh su colaboración voluntaria con el mate-rial para la “glorieta inmediata al puente del camino”.El empresario financió parte de la obra pública, motuproprio para no verse limitado en la habilitación de sufábrica.86

244

85 AHMX, Actas de Cabildo de 1837, oficio 48, f. 4 v.86 AHMX, Actas de Cabildo de 1837, f. 56 v. Este puente fue objeto de

problemas porque Welsh en 1857, al considerarlo de su propiedad, optó por

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 244

Page 245: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Del mismo modo, los señores Domínguez y Elíashabían obtenido permiso de la autoridad para levantarun muro en el ojo del puente de Coatepec por dondecorría el río Santiago, muy cerca de la casa de Bárcena.Allí construyó un canal recubierto con una atarjea, y conla pared se represaría el agua del río para mantener enproducción a La Bella Unión Xalapeña. Para apoyaresta solicitud, el cabildo condicionó a Domínguez a quecooperara con la comunidad construyendo diez lavade-ros públicos en el área donde se edificaba la represa queconcentraría el agua empleada en su fábrica. Además,debía ceder el terreno de seis varas en que se hizo laatarjea para que quedara libre la entrada al edificio,87

para recompensar al público al dar libre tránsito alcamino antiguo a Coatepec, el cual parcialmente habíacerrado Bárcena al ocupar sus potreros, por no estar deacuerdo con el desvío del río que hizo el mismoDomínguez para su tenería porque “dejaba el cauce secoo el agua corrompida”.88 Lo que representaba en sí, másque una competencia por el uso del agua, una defensadel espacio de poder, ejercido por ciertos sectores deélite local y regional. Es decir, hubo una tibia confronta-ción entre propietarios de representación política de dis-tinto rango y este problema deja ver cuál era el alcancede cada uno en la toma acciones y decisiones delgobierno local.89 Pues mientras Bárcena era reconocido

245

derribar una parte para unir su fábrica a la colonia obrera que proyectaba cons-truir en ese entorno, pero el cabildo le obligó a reconstruirlo porque se tratabade una obra pública y si quería establecer un barrio obrero que lo hiciera sinafectar la glorieta y el puente de referencia (AHMX, Actas de Cabildo de 1837,ff. 857 y 867).

87 AHMX, Actas de Cabildo de 1837, ff. 862-865.88 AHMX, Actas de Cabildo de 1836, ff. 735-736 v.89 Véase cuadro 4 y el anexo correspondiente, para apreciar el tránsito

de los ciudadanos en el ayuntamiento.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 245

Page 246: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

como diputado presidente en el Estado, Domínguez sóloostentaba el cargo de regidor municipal y su dominioradicaba más en la competencia de la manufactura yventa de artículos de la tenería y, a partir de 1837, de losproductos textiles de su fábrica.

El sentido de la solicitud de Manuel de Faccio essimilar a la de Mariano Domínguez, pues cuando DeFaccio inició la edificación de la fábrica La Victoria,gestionó ante el ayuntamiento la concesión de lasaguas del río Santiago al

...costado de la iglesia de aquel nombre para [...] unafábrica de Hilados y Tejidos que en pequeño va a plan-tear que se le permita que la casa [...] inmediata al puentesituada al frente de dicha iglesia pueda sacarla al nivel deaquella acera ofreciendo [reponer] la calzada por sufrente y las glorietas del puente.90

Por grande o pequeña que fuera la empresa, de todasformas era imprescindible la aprobación del ayunta-miento para realizar obras hidráulicas en su habilita-ción y su correspondiente contribución por el servicioque recibía, por eso De Faccio se comprometió a repa-rar los perjuicios que se ocasionarían a la calzada y ala glorieta del puente. La corporación le concedió elpermiso a De Faccio para emplear en su fábrica dehilados y tejidos el agua que necesitare del arroyode Santiago y la corriente de San Pedro,

...dándole conducto por atarjeas que no perjudiquen a losvecinos inmediatos, en cuyo orden […] les dará el cursoque tenían, entendiéndose esta gracia con la taczativa[sic] de no poder alegar en ningún tiempo derecho de

246

90 AHMX, Actas de Cabildo de 1838, ff. 25 y 45.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 246

Page 247: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

propiedad sobre dichas aguas; asimismo deberán estable-cerse diez lavaderos para servicio público.91

La corporación le condicionó el permiso de desviar elcurso del agua, siempre y cuando no se la apropiase;también le permitió alinear la casa al trazo de la calle,pero le impuso la obligación de subvencionar la cons-trucción de diez lavaderos públicos utilizando lamisma atarjea por donde se llevara el agua que transi-taba de los referidos arroyos y manantiales a lafábrica. Ésta sería la cuota de cooperación para losvecinos, quienes se verían afectados por las obras quehiciera el empresario para obtener la suficiente pre-sión del agua y emplearla en los requerimientos de lasdistintas tareas fabriles. Esto evidencia la forma enque el ayuntamiento, como institución de carácterlocal, trataba de mantener su independencia y autono-mía.

Para que ambas partes quedaran satisfechas, elayuntamiento permitió al empresario ordenar la casaal nivel de las otras, De Faccio cumplió con la alinea-ción y la reposición de la glorieta del puente delcamino a Coatepec. Hacia 1840 terminó tanto lasobras de construcción de la fábrica como los lavade-ros, que se conocieron con el nombre de El Dique endonde se ubica actualmente el Centro Cultural LosLagos (véase figuras 11 y 12); no obstante, estos últi-mos tardaron más tiempo del programado para servira su objeto porque su fábrica aplazó su funciona-miento y el agua aún no entraba en los acueductos yatarjea construidos ex profeso. Aunque la población

247

91 AHMX, Actas de Cabildo de 1838, f. 25 y f. 45.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 247

Page 248: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 11. Canales de agua para las fábricas cercanas a El Dique. Fotógrafo no

identificado, hacia 1920, Colección Familia Pasquel Jiménez

(Blázquez, 1992, pp. 68).

Figura 12. Los lavaderos de El Dique. Fotógrafo Rafael Medina Mateos, sin

fecha, Colección Leonardo Pasquel, AGEV.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 248

Page 249: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

necesitaba hacer uso de este servicio, el ayuntamientono podía exigir al empresario que pusiera el agua encorriente en tanto su establecimiento no comenzara afuncionar.92

La compañía de Santiago Condón y BernardoSayago se integró para echar a andar todo un proyectoeconómico que empezaría a funcionar luego de com-prar la hacienda Molino de Pedreguera, donde se pro-movería el desarrollo agrícola e industrial que incluíala puesta en marcha de dos fábricas en un mismoespacio: una textil y la otra de botones. En la primerase instalarían unos 1 200 malacates que serían movi-dos por una rueda hidráulica y un tambor, para elloera indispensable construir dos represas y dos acue-ductos en los terrenos de la hacienda; de éstas, Sayagotomaría el agua indispensable del río Santiago, paradar movimiento a la rueda de su fábrica.93

Sayago y Condón no solicitaron el permiso delayuntamiento para realizar las obras, o bien los docu-mentos del Acervo Municipal desaparecieron porqueno se encontró la información respectiva en elArchivo Notarial, únicamente se localizó la escriturade formación de la compañía, misma que hace refe-rencia a las obras hidráulicas en cuestión. Entonces, silos documentos fueron sustraídos, ¿cómo aventuraralguna explicación? Quizá cabría suponer que losempresarios se sentían respaldados por el gobiernolocal en turno, pero resulta ilógico especular porqueellos mismos sabían que un trámite de solicitud dealteración de las corrientes de agua, aunque no se

249

92 AHMX, Actas de Cabildo de 1840, f. 118 v.93 ANX, Protocolo del 3 de agosto de 1841, ff. 219-221. Escribano Juan

N. de Arriaga o Luis Urribarri.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 249

Page 250: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

afectara a nadie, debía cubrir las formalidades ante lainstitución. A menos que siendo autoridad, comoSayago lo fue en 1837 como alcalde primero, mien-tras que Condón el año anterior había sido regidor,94

disfrutaran de todas las prerrogativas para evadir losgastos que implicaba la solicitud; en especial los tribu-tos pero aún más por las condiciones que la corpora-ción municipal imponía a los nuevos empresarios,como el dar un beneficio a la comunidad proporcionalal que recibían. Además, tal vez consideraron irrele-vante plantear una solicitud ante las autoridades si lacorriente de agua que alterarían atravesaba el interiorde su propiedad, dentro de la cual quedarían los acue-ductos y represas.

Con todo, el ayuntamiento como institución decarácter local expresaba su poder y control del recursoacuífero, por lo que había demandado de los señoresDe Elías y Domínguez y Manuel de Faccio la mismacantidad de lavaderos construidos, a cambio de autori-zarles los permisos sobre el uso del agua y la conse-cuente modificación de su libre tránsito natural. Eneste sentido, también impuso condiciones de participa-ción en obra pública a Welsh, que aunque provenía dela Gran Bretaña, había amasado su fortuna en el librecomercio porteño y en las redes construidas aprove-chando su calidad de vicecónsul. Esta cualidad le per-mitió gozar de algunas prerrogativas de parte delgobierno, como ocurrió con otros que tuvieron lamisma investidura en el propio puerto veracruzano yen el occidente de México, pero aun así debía acatarlos requisitos impuestos a los demás. Así, el ayunta-

250

94 AHMX, Actas de Cabildo de 1836, ff. 35; 1837, f. 124.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 250

Page 251: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

miento acordó con Welsh una aportación voluntaria yoportuna de materiales de construcción y mano de obrapara la glorieta del puente de Coatepec, que en esemomento (1837) se construía y que estaba muy cercade donde desviaría el agua para su fábrica (véase figu-ras 13 y 14). Si la obra pública fue distinta se debió aque en el lugar ya se había acordado que otros seencargaran de la edificación de los lavaderos y era másnecesario su apoyo económico para el puente.

Los nuevos empresarios que se incorporaron alramo textil conformaron un nuevo grupo de industria-les que se hacían merecedores de las condonacionespromovidas por el gobierno, por lo menos mientras laindustria diera frutos. Es más, se celebraron conveniosprecisos entre institución pública y empresario textil através de los cuales se acordaba que los segundoscanalizarían el agua para sus fábricas por medio deatarjeas, mismas que se aprovecharían para dar agua alos lavaderos que los fabricantes construyeron en reci-procidad a la concesión del servicio hecho por elayuntamiento. Además, se obligaban a dar manteni-miento a las cajas y atarjeas, como tradicionalmente lohacían los dueños de las mercedes de agua, quienescon reticencia o atraso pagaban las distintas reparacio-nes de las obras para que el líquido descendiera libre-mente de las cajas por las atarjeas y canales que lleva-ban el agua a las casas y las fuentes públicas.95

Las obligaciones simbolizaban una forma de“pago” de impuestos por parte de la clase empresarial, latextil en este caso. En efecto, sólo pagarían al municipio

251

95 Wobesser, 1983, p. 469 y 1993, p. 138 y AHMX, Actas de Cabildo de1837, f. 70.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 251

Page 252: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 13. Caída de agua en El Dique. Fotógrafo no identificado, Colección Jorge

Pérez Contreras (Blázquez, 1992, pp. 131).

Figura 14. Fábrica La Bella Unión Xalapeña, después El Dique.

Fotógrafo no identificado, hacia 1905, Colección Fototeca del INAH

(Blázquez, 1992, pp. 125).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 252

Page 253: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

impuestos por la tenencia de la tierra y los derechos deconsumo, pues la idea era que los cabildos no entorpe-cieran el impulso industrial y coadyuvaran a promoverla modernización de la ciudad. De ahí que varios ayun-tamientos en el siglo XIX, para efectuar cualquier obrapública, negociaban aportaciones en efectivo o en espe-cie con los empresarios y ricos de las ciudades a cambiode darles oportunidad de instalar la infraestructura nece-saria para el funcionamiento de sus empresas.

El ayuntamiento xalapeño autorizó a los nuevosindustriales textiles la ejecución de las distintas modi-ficaciones a las corrientes naturales como lo deman-daba la tecnología de sus fábricas, según “usos y cos-tumbres”, lo cual obligaba a los empresarios aparticipar en el mantenimiento de las obras hidráulicasde la ciudad. De modo que la institución local demos-traba, por lo menos en apariencia, su control y domi-nio de los recursos al servicio del pueblo.

En la Ciudad de México el control se llevaba acabo de diferente manera: primero, en 1840, se instalótoda la infraestructura hidráulica y la habilitación delas fábricas. Luego que comenzaron producir, provo-caron escasez de agua a los barrios del entorno. A ins-tancia de los vecinos el ayuntamiento logró que en ladécada de 1850, los fabricantes de La Fama Mon-tañesa les instalaran una fuente para los caballos, unoslavaderos y una fuente pública que no se construyó.De esta forma, la lucha por el poder, se evidencia enuna competencia enconada entre los grupos de élite, ylos usos y costumbres se consideraban de manera ale-atoria96 para solucionar los problemas generados por laescasez del recurso.

253

96 Trujillo, 1997, p. 51.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 253

Page 254: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Pero, ¿qué ocurrió en Xalapa con la generaciónde infraestructura para que la comunidad tuvieraagua? Ya se ha referido que De Faccio sí construyólos diez lavaderos (los de El Dique) junto al puentedel camino a Coatepec, como establecía el convenio,sin embargo no sirvieron de nada, pues no tenían utili-dad pública. Esto se debió a que la fábrica cambió de propietario y el nuevo dueño, el señor Fernández deAgudo, no respetó el acuerdo preestablecido, por elcontrario, obstaculizó la entrada de agua al colocar unmuro de contención,97 quizá como un intento de prote-ger su propiedad y resguardar el agua, por desconoci-miento o falta de voluntad por cumplir con los arre-glos realizados en su momento entre el propietariooriginal y la autoridad local.

El pleito entre el ayuntamiento y Fernández deAgudo por no permitir el uso del agua se prolongóhasta 1847, aunque desde 1841, el cabildo insistió enresolver el problema por medios conciliatorios,tomando en cuenta la trayectoria política deFernández; pero como éste tenazmente se negó aderrumbar el muro que impedía el curso normal delagua, entonces el cabildo entabló una demanda judi-cial para conseguir su propósito, y mientras duró elconflicto, Fernández fue vetado para cualquier cargopolítico. Justamente volvió a figurar como funcionariodel ayuntamiento en la Junta de Beneficencia hasta1849 y después en 1852 como tesorero municipal.98

La demanda interpuesta por el ayuntamiento aFernández de Agudo y las diferencias presentadas

254

97 AHMX, Actas de Cabildo de 1843, f. 86. 98 Por cierto, murió cuando aún era tesorero en 1852, según la leyenda

de su sepulcro en el Antiguo Panteón Xalapeño.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 254

Page 255: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

entre Domínguez y Bárcena son expresiones de unaconfrontación entre los miembros del ayuntamiento,la prefectura de distrito o del departamento y laCámara de Diputados. Como si fuera un conflictoentre las jerarquías sociales y políticas que convergíanen Xalapa, las cuales enmarcaron los límites de poderentre uno y otro sector: los locales por hacer respetarsu autonomía, los prefectos por legitimar un poder queles venía directo del gobierno estatal o como en elcaso de los diputados, por expresar su nivel de repre-sentación política el cual hacían valer para que acata-ran sus decisiones,99 de lo contrario tal vez perderíancredibilidad en sus acciones hacia la comunidad. Sinembargo, fue difícil ver con claridad esta confronta-ción, sus distintos niveles de jerarquización y límitesde poder, dadas las facciones políticas entre centra-lismo y federalismo que trataban de imponerse en lanación; es decir, al mismo tiempo que ocurrían losconflictos también había una lucha ideológica defondo por la construcción del Estado.

El caso de Sayago es especial porque manteníauna casi imperturbable presencia en el cuerpo munici-pal, por ejemplo, en 1837 fue alcalde y al añosiguiente jefe de la Junta de Caridad y regidor pri-mero, funciones que cubrió en tanto se construyeronsus obras hidráulicas, en las que únicamente ocupóterrenos de su propiedad, porque consideró que noalteraría la llegada del agua al núcleo urbano del queestaba lo suficientemente distante. Por otra parte se haexpresado que Sayago, como otros miembros de los

255

99 A pesar de ser difícil de percibir, el conflicto se ajusta en parte a loexpresado por Barnes, 1993, p. 36.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 255

Page 256: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

grupos dominantes de la región xalapeña, recibía elapoyo de Santa Anna, pero aquí se pone en tela de jui-cio esa red, dado que el poder de Santa Anna dependíade su habilidad política con las otras élites regionalescon quienes sutilmente interaccionaba políticamentedependiendo del momento, lo que en ocasiones pare-cía una relación simbiótica.100 Pero en el nivel local losnexos con el caudillo xalapeño, no resultan claros sinomás bien ambiguos y paradójicos, como se ha obser-vado a lo largo de este trabajo. Por consiguiente, sólose observa el poder de Sayago como autoridad local.

En su mayoría, las primeras modificaciones hechaspor los fabricantes regionales y extranjeros fueron el ori-gen de lo que hoy son las caídas de agua que desembo-can en los lagos artificiales de El Dique, el PuenteAtenas, la glorieta del puente del camino antiguo aCoatepec y la Represa del Carmen.101 Es decir, los indus-triales fueron los principales agentes de la modernizacióny el embellecimiento de la ciudad, pero también los quegeneraron las alteraciones del medio natural, por loscambios y readecuaciones de las corrientes naturales y laexplotación de los bosques de su entorno. Madera conla cual se armaron los galerones y telares, propios de lasfábricas y de las casas de la población que fue arribandoen busca de nuevas formas de inversión y/o de empleo.De ahí la alteración del medio y la consecuente genera-ción de conflictos entre los diversos grupos sociales. Sinolvidar que tanto o más importantes que estos actores,los militares y comerciantes a finales del siglo XVIII

256

100 Barnes, 1993, p. 31.101 Que se había remodelado y convertido en el Instituto Municipal de

Arte y Cultura durante la alcaldía de Pabello en la década de 1980. Tal vezignorando su ubicación geográfica, porque no tardó en sufrir los efectos de laslluvias y hoy sólo existe el edificio en desuso.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 256

Page 257: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

también intervinieron en la modificación del entorno ensu búsqueda y apropiación del recurso acuífero.

4. Las innovaciones tecnológicas y su impacto en la población

¿Cómo afectaron las innovaciones tecnológicashechas en el cauce del río Santiago en las cuatro facto-rías que se alimentaban de su caudal? Este río se loca-liza en la parte baja de la accidentada topografía deXalapa, y como su caudal no era muy abundante, losindustriales edificaron acueductos, represas, diques uotras obras que modificaron el tránsito natural de lascorrientes de agua, lo que no sólo provocó inundacio-nes o encharcamientos sino también daños en lasdiversas construcciones del entorno.

En 1840 hubo una inundación en el puente deCoatepec que afectó a los habitantes de sus cercaníasy a la gente que hacía uso de los lavaderos reciénconstruidos. Las causas del desbordamiento del ríoSantiago fueron las constantes lluvias, pero básica-mente porque Domínguez, en un intento por concen-trar más agua para su fábrica, cambió el cauce naturalal haber construido represas en cada ojo del puente.Razón suficiente para que el ayuntamiento conminaraa los Domínguez y De Elías para que “reformaran eldique dada la abundancia de agua [así que] tiene queproceder a modificar y a canalizar el agua que lleva alos lavaderos”.102 Pero como Domínguez era el dueñodel terreno de la factoría no estuvo de acuerdo porque

257

102 AHMX, Actas de Cabildo de 1840, f. 112 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 257

Page 258: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

implicaba más gastos y la consiguiente donación de la fracción de terreno donde estaba la atarjea. Ante lanegativa del industrial, el cabildo lo demandó judicial-mente a fin de que “pronto se llegara a un aveni-miento racional para realizar la obra y evitar más pro-blemas”.103 En este punto se observa que la fracción deélite que participaba en las principales funciones delgobierno local, mantenía su distancia de algunos inte-grantes de la novel industria textil, dado que más queposibilitar la correspondencia entre los beneficios que recibía, ponía trabas, por eso los industriales res-pondieron formulando una propuesta al ayuntamiento,la cual consistió en:

La formación del nuevo caño de desagüe que comience enla represa inmediata al puente de Coatepec y pase atrave-sando subterráneamente el camino hasta unirse con lasdemás aguas que van a la Fábrica de dichos señores [...] sinperjudicar la que tiene concedida el General Rincón paradesahogar la represa en casas de la avenida [...] El traganteque se debe construir de nuevo al costado izquierdo del ríoy tendrá una altura suficiente para que el agua pueda llenarel caño que la conduce a los lavaderos […] los señoresmencionados se comprometieron por medio de una escri-tura pública a reparar a su costa cualquier perjuicio que [...]pueda resultar al público hasta destruirla si fuera necesario,principalmente si por ella faltase o escasease el agua de loslavaderos.104

El testimonio se refería a la construcción de un nuevocaño que encauzara y dosificara el agua que llegaba alos lavaderos, y señalaba la concesión “de una nueva

258

103 AHMX, Actas de Cabildo de 1840, ff. 122-123. 104 AHMX, Actas de Cabildo de 1841, ff. 64-65.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 258

Page 259: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

toma de agua de la que conduce del arroyo deSantiago a la fábrica”, misma que el ayuntamientoautorizó a la Sociedad Elías e hijos y Domínguez, conel fin de evitar inundaciones. El documento subrayabaque la dirección de la corriente no debía modificarse,para evitar problemas y sólo desviaran el agua necesa-ria para su uso, devolviéndola enseguida a su cursonatural.105

La edificación de la represa para la fábrica deFernández provocó problemas, como se hizo notaren un testimonio de 1843, cuando el cabildo recibióinformación sobre el mal estado del coliseo, los pila-res y contrapilares del puente inmediato a la ermitade Santiago, daños que había ocasionado el desbor-damiento de las aguas, para lo cual el cabildo comi-sionó a los alarifes (maestros albañiles) para realizarun reconocimiento de las condiciones de las obras dereferencia.106 En esta ocasión, por acuerdo decabildo, Fernández debía costear el presupuesto de lareparación de las obras mencionadas, porque el era-rio local no contaba con suficientes recursos, o por-que era una costumbre proveniente de la Colonia quelos propietarios constructores de las distintas obrashidráulicas se encargaran de su mantenimiento.107

Pero también para hacerle ver a Fernández que elayuntamiento como institución, cuidaba su coto de

259

105 ANX, Protocolo de 1841, ff. 247-249. 106 AHMX, Actas de Cabildo de 1843, oficio 95, f. 241 y de 1844, f. 112. 107 Gestión que de acuerdo con las ordenanzas municipales correspon-

día al obrero mayor o alarife, el maestro albañil que se distinguía por sus distin-tos saberes relacionados con la construcción, como la albañilería, la fontaneríao la plomería, por eso les encargaban detectar y considerar los gastos de manode obra y materiales que se necesitaran según las necesidades de construcción,reparación o mantenimiento.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 259

Page 260: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

autonomía e independencia en el espacio de adminis-tración y control que le correspondía, a pesar delpoder y jerarquía de personalidades en otros nivelesde gobierno.

El ejemplo anterior evidencia una negociación yacuerdo, cara a cara, a diferencia del caso de Domín-guez y compañía, como lo subraya la cita textual ante-rior, que dadas las expresiones de la escritura notarialfue una imposición del cabildo, que bajo convenioobligaba a los empresarios a costear las obras de reha-bilitación o construcción si llegase a faltar el agua.Esta diferencia en el trato que dio el ayuntamiento alos sectores dominantes, obedecía al hecho de queFernández de Agudo había sido jefe político en 1836y alcalde en los años subsiguientes,108 lo que indicabaque su jerarquía política era más elevada y pretendíahacer respetar sus privilegios a la autoridad local. Estosin olvidar que Domínguez también fue funcionariomenor y sus nexos eran menores, no obstante sí habíarecibido algunos privilegios, pues contaba con otrosservicios de agua de la misma fuente de la cual sepensaba dueño, y siendo así realizó obras sin consenti-miento preciso de la autoridad, situación que aprove-chó Bárcenas para mantener sus fuentes sin contami-nación.

El exceso de agua provocaba el deterioro de lasobras realizadas por la institución local y la iniciativaprivada, sobre todo en las partes bajas y más acci-dentadas de la ciudad. Al cabildo le quedaba claroque las afectaciones eran provocadas por el mal

260

108 AHMX, Actas de Cabildo de 1829, f. 4; de 1832, ff. 3, 1; de 1834, f.2; de 1836, f. 120; de 1838, f. 3; de 1839, f. 6; de 1841, f. 2; de 1849, f. 2 v y de1851, f. 139.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 260

Page 261: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tiempo, los cambios en la traza urbana que incluía elempedrado, enlozado de algunas calles y esencial-mente porque los fabricantes, con sus obras, modifi-caron las corrientes naturales, ocasionando que encada estación de lluvias la población sufriera inunda-ciones, o por el contrario se padeciera de escasez deagua durante el estío. Como lo evidencia en docu-mento del verano de 1845: las mujeres que acudían alos lavaderos del Dique en el camino a Coatepec sequejaron porque:

Con seguridad todos los días a las 6 de la tarde y enteroslos días festivos, se les corta el agua que abastecen loslavaderos del camino a Coatepec con notabílisimo perjui-cio de la multitud de mujeres que acuden allí y con el pre-texto de que la constancia de agua por aquella vía causanciertos perjuicios a la rueda de la fábrica de los Elías[añadiendo dichas lavanderas] que ya otras veces hansufrido el propio mal, se han quejado y la enmienda hasido de corta duración.109

Las quejas provenían de un lugar donde había bastantecompetencia por el agua, misma que se acentuabadurante el estiaje, por eso al ayuntamiento le interesabaresolver o por lo menos mitigar. Y aprovechando que alos industriales también les hacía falta presión paramover sus máquinas, acordó con ellos la introduccióndel agua a la ciudad, ya que por las obras hidráulicasque se hicieron para acondicionar la fábrica de BernardoSayago, se dejó sin agua a la cuesta de El Calvario, unazona que reportaba reciente poblamiento,110 atraído por

261

109 AHMX, Actas de Cabildo de 1845, oficio 95, f. 241. El subrayado esmío.

110 Según el censo municipal en 1837 había 8 485 habitantes, un añodespués tenía 402 más (AHMX, Actas de Cabildo de 1837, f. 41).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 261

Page 262: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

el empleo que ofertaban los establecimientos fabriles,las milicias regionales y los servicios que éstos genera-ban. La gente instaló su vivienda en una zona pocopoblada, donde encontraron más barata la renta o el pre-cio del suelo, debido a la imposibilidad de retener elagua o de abrir pozos con facilidad por las condicionesgeológicas, lo que condujo a la persistente escasez dellíquido, queja de la población ante la institución local enlos años cuarenta del siglo XIX.

La alteración sufrida por las corrientes de aguaafectó las partes altas y bajas de la ciudad con sussecuelas extremas de sequía o inundación, lo cualrepresentó un acicate que incrementó la protesta popu-lar de los distintos barrios de la localidad, a partir dela entrada de las industrias y en las dos décadassiguientes (1840 y 1850); su solicitud principal era elapoyo sobre la regulación del vital recurso ante laautoridad competente.

La demanda de corrientes de agua con abun-dante presión fue una prueba de que el río Santiago,aunque su caudal fue acrecentado con otros, no dabael abasto requerido para las fábricas apenas estable-cidas. Razón suficiente para que en mayo de 1841los fabricantes de hilados y tejidos de algodón quecompartían y competían por el uso del agua de lamisma fuente: Bernabé de Elías e hijos, JoséMariano Domínguez, José Welsh, Mauricio Jones yBernardo Sayago formaran una asociación y contra-jeron la obligación de introducir en la ciudad

aguas que aumenten las que [...] corren por el río llamadode Santiago, y la necesaria para el abasto del Calvario,tomándolas de las vertientes y arroyos [...] sin que se

262

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 262

Page 263: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

exceda de una naranja [...] el gasto de la expresada obra[será] por cuenta de los fabricantes.111

En este documento se infiere que los industrialesindemnizarían a los dueños de ranchos y terrenos pordonde transitaría el agua. Así exentaban sus impues-tos a la vez que aseguraban el recurso para sus esta-blecimientos, y de paso apoyaban en el suministro deagua al suburbio citado.

Los empresarios textiles reunidos en 1841 legitima-ron la sociedad llamada Junta de Industriales, nom-brando como presidente a Bernabé de Elías y a MauricioJones como secretario. Estos representantes debían aten-der, entre otras cosas, los convenios y acuerdos que serealizaran entre el ayuntamiento y los fabricantes, relati-vos a la introducción del agua y al acondicionamiento derepresas para que enseguida se reactivara la producciónde sus establecimientos aprovechando la estación de llu-vias,112 que era de junio a octubre, cuando las corrientesaumentaban y daban más fuerza y presión al trabajofabril y la subsiguiente producción.

Entre 1844 y 1853 no se localizaron suficientesdatos sobre la producción de mantas o hilazas, peroFlorescano113 en su estudio indica que hubo bastanteirregularidad en la producción de textiles, debido entreotras causas a la baja presión del agua, la escasez de lamateria prima y el tiempo de guerra con los EstadosUnidos. Si los factores fueron tan diversos, hay quetomar con cuidado la muestra presentada en el cuadro7, al que se agregan la competencia de los mercados

263

111 AHMX, Actas de Cabildo de 1841, ff. 68-70.112 AHMX, Actas de Cabildo de 1841, oficio 78, ff. 80-81. 113 Chávez y Florescano, 1965, pp. 284-285. Porque sólo encontró datos

sobre este producto por mes.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 263

Page 264: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de consumo y el hecho de que la manta tenía menosdemanda que la hilaza, porque la población para aba-ratar los costos, o por costumbre, organizaba sus tiem-pos de acuerdo con los ciclos productivos del maíz ode otros cultivos básicos y en sus tiempos de ocioconfeccionaban su vestimenta cotidiana.

Para atenuar la escasez de agua, la Junta deIndustriales realizó un convenio de apoyo mutuo conel cabildo, como se marca en un escrito notarialmediante el cual se aclaró la determinación de

...que los reclamos que se hicieren por los pueblos o par-ticulares de cuyas posesiones proceda o por donde debapasar las aguas que introduzcan en esta ciudad, se allana-rán ante las autoridades [...] pero el Ayuntamiento no estáobligado a hacer algún reembolso pues todos los gastosque [...] serán por cuenta de los fabricantes.114

Lo anterior es un indicador de que el ayuntamiento, ensu calidad de autoridad política y administrativa, apo-yaba la introducción del agua a la ciudad, quitando todaclase de obstáculos o dificultades a los afectados, perosin desembolsar ningún dinero, actuando sólo como unsalvoconducto dispuesto a allanar cualquier reclamo delos pueblos, las rancherías y los particulares. Es más,fructificaban las necesidades que tenían los industrialesdel recurso para mostrar que cumplía con sus funcionesfrente al pueblo, al dotarlos del agua necesaria.

El proyecto de introducción del agua que preten-dían los miembros de la Junta no se consiguió ense-guida, por eso en 1844, Bernardo Sayago, en su calidadde presidente sustituto del recién fallecido Bernabé de

264

114 AHMX, Actas de Cabildo de 1841, oficio 78, ff. 80-81.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 264

Page 265: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Elías,115 continuó presionando a las autoridades paraconseguir su objetivo: satisfacer las necesidades de laindustria, de otras actividades productivas y de la vidacotidiana de la población. Es más, Sayago promovió unacuerdo con el ayuntamiento, apoyándose en las prácti-cas anteriores de exentar o sustituir los impuestos por laconstrucción de obras públicas. Con esta base propusoque él, como industrial, pagaría el empedrado de la callede Santa Úrsula y Santa María hasta la iglesia de ElCalvario, pero el costo de las calles restantes lo dejaba acargo de la institución municipal.

El cabildo revisó y discutió los planteamientosde Sayago, además de ratificar de qué partida de arbi-trios desembolsaría los costes que le correspondíansegún el acuerdo. Así se avisó a Sayago, para que seencargara de la introducción del agua a los terrenosdel Molino de Pedreguera que en ese momento le per-tenecían y de ahí se repararan varias calles inmediatashasta llegar a la cumbre de El Calvario.116

La obra no se ejecutó pronto, porque el ayunta-miento y la población se vieron envueltos en la guerrade invasión norteamericana, en la que todos participa-ron activamente y con recursos. Pero no se quedó enel olvido, sino que aguardó la recuperación de algunosarbitrios a fin de reunir los fondos necesarios para la

265

115 Posteriormente hacia 1849 se designaron a Francisco Fernández deAgudo y Manuel García Teruel para presidir la Junta de Industriales (AHMX,Actas de Cabildo de 1849, f. 73).

116 AHMX, Actas de Cabildo de 1844, ff. 129-129 v. y de 1845, Circular113, f. 122.

117 AHMX, Actas de Cabildo de 1859, ff. 129. Indica que de la contratase gastaron 690 pesos para el arreglo de las calles de Santa Úrsula, como sehabía acordado con Sayago. Construcción que confirma el Gobierno del Estadode Veracruz, 1986, tomo I, p. 424.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 265

Page 266: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

introducción del agua. Lo que se logró en 1859,117 apesar de la irregularidad con la que le llegaban lascontribuciones al ayuntamiento especialmente por lacontrata de carnes que el propio Sayago administraba,quien debido al conflicto por la Reforma había sidodetenido y encarcelado.118 Razón que menguó la pro-ducción de la principal fuente de ingresos del empre-sario: la industria textil, que de por sí atravesaba pormomentos difíciles por la baja presión hidráulica ypor la escasez del algodón.

5. Las materias primas, las élites y sus artilugios

El florecimiento de la naciente industria textil estuvoseriamente acotado por la escasez y el monopolio quetenían los plantadores de algodón en el Sotavento,119

principal zona productora de la materia prima. Luego,estuvo controlado por quienes formaban parte de ladestacada élite comercial e industrial, propietaria delas grandes fábricas de la joven nación mexicana.

En 1836 entre los representantes de los producto-res del algodón sotaventino estaban Pedro Berges deZúñiga, los hermanos Cházaro Tejeda y compañía,Dionisio Velasco, Ciriaco Marrón, Hortensia Legrand,Próspero Ferat y Luis Ruiz. Ellos impulsaron una ley

266

118 Asunto que se aclarará más adelante.119 Que comprendía Tlacotalpan, Cosamaloapan, Cotlaxtla,

Tlalixcoyan, Jamapa, Chacaltianguis y Playa Vicente. Dentro del cantón deCosamaloapan, al 30 de mayo de 1831 se encontraban los municipios de SanAndrés Otatitlán, San Miguel Tesechoacán, San Pedro Acula, SantiagoIxmatlahuacán, Sochiapa, Chacaltianguis y San Pedro Acula. En el cantón deAcayucan, Santa Ana Soconusco, San Andrés Tuxtla y Santiago Tuxtla(Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, pp. 88, 114, 115, 233 y 234).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 266

Page 267: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que prohibía la importación de algodón en rama, bajoel razonamiento de ser suficiente lo que ellos produ-cían para abastecer la incipiente industria nacional.Este argumento estuvo avalado por el gobierno, alfomentar el proteccionismo a la producción interna,de los principales centros de abastecimiento.

Los comisionistas de los cosecheros por lo gene-ral eran los comerciantes de las manufacturas quehabilitaban a éstos al inicio de la cosecha, para recibira cambio el algodón que trasladaban a Puebla princi-palmente. Donde había concentración de mano deobra barata que limpiaba el producto ayudándose conmaquinas despepitadoras. Es más, este negocio lespareció tan atractivo a los comerciantes que se convir-tieron en fabricantes textiles en Puebla.120

La relativa proximidad de los principales centros deaprovisionamiento de materia prima fue uno de los estí-mulos para que se establecieran varias factorías enXalapa entre 1837 y 1842, lo cual al principio fue de uti-lidad para los productores locales porque recibían la can-tidad solicitada, pero conforme aumentaba el número deestablecimientos, la demanda era mayor y ya los produc-tores sotaventinos no tuvieron la capacidad para satisfa-cerla. Por eso la productividad de las fábricas xalapeñasal principio fue más o menos regular, pero resultó un efí-mero boom, como se aprecia en el cuadro 7.

267

120 Pedro Berges de Zúñiga, originario de Francia establecido enVeracruz, ligado al comercio de ultramar y a la venta de algodón; Esteban deAntuñano, empresario, industrial, comerciante y hacendado poblano; la familiaLegrand, socia de Lucas Alamán en la fábrica de Cocolapam y especializada enel despepite del algodón, lo mismo que Ciriaco Marrón y Dionisio JoséVelasco, quienes también controlaban la compra del algodón en rama y se dedi-caban a su limpieza y venta (Chávez y Florescano, 1965, pp. 244, 251-254;Potash, 1986, p. 191; Thompson, 1988, pp. 254-255; Moreno Toscano, 1996,pp. 302 322, y Aguirre y Carabín, 1979, pp. 111-122).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 267

Page 268: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cua

dro

7. P

rodu

cció

n an

ual d

e la

s fa

ctor

ías

text

iles

de X

alap

a (1

838-

1853

)

(pie

zas

de m

anta

o h

ilaza

)co

ntin

úa

OB

EL

LA

UN

IÓN

IND

UST

RIA

LL

A V

ICT

OR

IAL

UC

AS

MA

RT

ÍNL

A L

IBE

RT

AD

XA

LA

PEÑ

AX

AL

APE

ÑA

Prop

ieta

rio:

Prop

ieta

rio:

Prop

ieta

rio:

Prop

ieta

rios

: J. M

aria

no D

omín

guez

Prop

ieta

rios

Fran

cisc

oL

uis

Gar

cía

Ter

uel

Ber

nard

o Sa

yago

y B

erna

bé d

e E

lías

e hi

jos.

José

Wel

sh y

Fern

ánde

z de

Ant

onio

Mar

ía P

rian

niM

auri

cio

Jone

sA

gudo

Hila

zaM

anta

Hila

zaH

ilaza

Hila

zaH

ilaza

Man

ta

1838

33 0

76

1839

30 0

8256

886

4 hu

sos

1840

37 0

3375

510

600

1841

58 6

2523

995

800

30 3

80

1842

215

520

1 83

1.25

154

083

13 9

6513

800

42 2

17

260

483

13 9

6513

680

163

217

1843

**47

840

1

043.

00

131

560

12 8

9668

016

47 8

4091

Prod

. sem

anal

2 60

05

500

.540

2 83

51

440

NO

TA

: La

cant

idad

de

usos

que

se

men

cion

an a

con

tinua

ción

son

aqu

ello

s qu

e lo

s fa

bric

ante

s re

port

aron

a la

Sec

reta

ría

de F

omen

to, a

ctiv

os y

en

pro-

yect

o pa

ra 1

843.

Obs

érve

se q

ue d

espu

és d

e 18

44 h

ubo

desc

enso

o im

prod

uctiv

idad

en

las

fábr

icas

.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 268

Page 269: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

conc

luye

1 50

0 hu

sos

3 00

0 hu

sos

600

huso

s2

100

huso

s in

stal

ados

,

1 20

0 hu

sos

inst

alad

os86

4 tr

abaj

ando

600

trab

ajan

do

1844

44 5

4359

3…

……

47…

….

779

1845

……

…60

5

……

…..

……

..…

……

……

..1

542

1853

……

…..

……

…..

19 9

92 m

anta

s27

0 00

0 M

anta

270

000

hila

za29

0 00

012

4 00

0 h

ilaza

hila

za

FUE

NT

E: C

háve

z O

rozc

o y

Flor

esca

no, 1

965:

65,

281

, 282

, 285

y M

emor

ia d

e la

Sec

reta

ría

de F

omen

to, 1

857,

doc

., 18

. p. 6

5.N

OT

A:

La

piez

a de

man

ta m

edía

ent

re 3

0 y

36 v

aras

de

larg

o; s

i la

var

a es

apr

oxim

adam

ente

de

84 c

m,

cada

pie

za s

ería

de

entr

e 25

y 3

0 m

etro

s(G

omez

-Gal

varr

iato

, 199

9, p

. 23)

. Sob

re la

hila

za n

o se

enc

ontr

ó ni

ngun

a pr

ecis

ión.

* Pr

iann

i adq

uiri

ó la

fáb

rica

ent

re 1

844

y 18

45.

** S

e ag

regó

la

prod

ucci

ón d

e hi

lado

s se

man

alm

ente

sól

o pa

ra 1

843,

por

pon

er u

n ej

empl

o se

gún

lo r

ecab

ado

por

Chá

vez

Oro

zco

y Fl

ores

cano

,19

65: 2

82, d

ebid

o a

que

es m

uy d

ifíc

il en

cont

rar

info

rmac

ión

cons

ecue

nte

de la

pro

ducc

ión.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 269

Page 270: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Estas inaugurales provisiones de algodón sotaventinopueden interpretarse como una forma en la cual SantaAnna a la vez que favorecía a la industria moderna,expresaba cierto apoyo a sus coterráneos o a los gru-pos empresariales que se introdujeron en Xalapa, aun-que es obvio que posteriormente se evidenció que suspreocupaciones e intereses eran otros, y por eso dejóque los comerciantes del algodón actuaran a su librealbedrío.

A partir de 1843 se presentó una producción másirregular, llegando a darse periodos de improductivi-dad por la escasez del algodón, empero el problemano solamente era de carácter local, sino de casi todaslas 47 factorías textiles que se habían instalado en dis-tintas partes de la nación, entre las cuales el mayornúmero se concentró en Puebla, México, Veracruz yJalisco principalmente.121 Esto se atribuye a la prohibi-ción de importar algodón, lo que suscitó una crisis queafectaba a las manufacturas textiles, pues cada vezhabía menos algodón en la costa del Sotavento.

En 1841 la cosecha fue de 36 000 quintales quese redujeron a 30 000 quintales al año siguiente, eldeclive de la producción algodonera se atribuía afenómenos naturales y a las plagas que afectaban a lasplantaciones, pero también a cuestiones económicascomo la oferta del algodón americano, lo que provocóaún más el descenso del cultivo en 1843 que sólo rindió al mercado 18 000 quintales en la zona deCosamaloapan; cuando las fábricas en promedio utili-zaban 120 000 quintales anuales de algodón limpio.

270

121 Véase la información detallada en el cuadro 7 y la gráfica 2 en elAnexo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 270

Page 271: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Se podría decir que la cosecha sotaventina sólo apor-taba 24 000 quintales de la demanda requerida en lasfactorías poblanas. Aunque hubo un ascenso conside-rable de 90 000 quintales en 1844, la producciónvariaba de año en año,122 pues como argumentóKeremitsis, para 1845 la producción de algodón jaro-cho cubría únicamente la cuarta parte de la materiaprima que requería la industria nacional.123

Frente a la escasez del algodón, los fabricantessolicitaron al gobierno que liberara la restricción ydejara libre la importación de algodón americano.Mariano Arista quitó parcialmente las restriccionespero sólo para 1841, esto ocasionó una entrada de 8 000 000 de libras de hilaza que puso en peligro laestabilidad de las fábricas existentes, situación que lehicieron ver al gobierno los industriales poblanos yveracruzanos.124 Al año siguiente se cerró nuevamentela libre importación dadas las diferencias de interesesentre los grupos de poder; así, frente a la reducidaoferta nacional se incrementó el precio del algodón, loque redundó en la subutilización de la maquinaria ins-talada o en el cierre de algunas fábricas de Puebla,Veracruz y Yucatán.125

¿A qué obedecían estos vaivenes en la producti-vidad de las factorías xalapeñas? Como se mencionóantes, a problemas por la veleidad de la presión acuí-

271

122 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, p. 433,123 Keremitsis, 1973, p. 67.124 AHMX, Actas de Cabildo de 1841, ff. 567-569 e Illades, 1989, p. 42. 125 Las estadísticas y las referencias de estudiosos como Keremitsis

(1973) y Potash (1986) aluden a una falta de información sobre producciónpara La Bella Aurora Yucateca de Valladolid, lo mismo para la factoría dePasquel en San Andrés Tuxtla, Veracruz, pero además dejan entrever que cerra-ron pronto.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 271

Page 272: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

fera para el movimiento de la maquinaria de los esta-blecimientos y a la escasez de la materia prima, puesla producción de algodón nacional ya no abastecíaregularmente al número de fábricas existentes en1843. Motivo por el cual Esteban de Antuñano pidió aSanta Anna que se desechara tal prohibición, susten-tando su solicitud en que para comprar algodón ameri-cano primero se consumieran todas las existenciasnacionales, pero si el precio fuese excesivo, se libera-ran las trabas a la libre entrada de la materia prima einsistía en que no proporcionara permisos selectivosde importación para evitar una competencia desigualentre los fabricantes. Era lógico considerar que en unmundo de diferencias ideológicas, las facciones políti-cas y las élites económicas regionales también plantea-ban sus discrepancias: unos impulsaban el proteccio-nismo, mientras que otros abogaban por la libertadcomercial.

La respuesta de Santa Anna fue una evasiva por-que estaba separado del cargo y su sustituto, NicolásBravo, tenía el interés de apoyar a “las clases menes-terosas”.126 Obvio, Santa Anna no respondió porqueera socio del grupo de cosecheros, como sugiereBazant. De ahí que tuviera interés en mantener elcomercio algodonero bajo protección para obtener undoble provecho: tributario para el gobierno, y numera-rio por su control y su comercialización.127 Por ello,quizá él mismo al principio afianzara las provisionesdel algodón solicitado para que las factorías xalapeñastuvieran un buen arranque.

272

126 Illades, 1989, p. 42.127 Bazant, 1964, pp. 473- 486 e Illades, 1989, p. 41.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 272

Page 273: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Santa Anna confirió privilegios a la empresa:Agüero González y Compañía, representada por elapoderado Manuel Escandón, a la que en 1843 auto-rizó la entrada de 60 000 quintales de la malvácea,entregando por ello a la tesorería federal 360 000pesos (6 pesos por quintales); es decir, el costo aproxi-mado por quintal se redondeaba a 34 pesos. En simila-res condiciones permitió a Cayetano Rubio la intro-ducción de 20 000 quintales de algodón en rama;Martínez del Río en 1846 importó legalmente 30 000quintales de fibra de Nueva Orleáns, Rubio además,controló esta materia prima en la nación especial-mente en el sotavento veracruzano,128 y para evadirgastos de aduanas y de fletes por traslado vendiócierta cantidad entre los empresarios textiles deVeracruz. Estas acciones tal vez fueron para asegurarsus ventas y ganancias ante las condiciones de inesta-bilidad social por la invasión americana.

A este grupo de empresarios beneficiados por elgobierno de Santa Anna les fue fácil obtener los arre-glos y privilegios del caudillo, al disponer de un capi-tal que circulaba de manera diversificada entre elcomercio, la industria y los préstamos a particulares yal gobierno. Se distinguían por ser ellos los principa-les comerciantes, agiotistas y empresarios fabriles dela nación que contaban con liquidez, y por tanto de lospermisos de importación, lo que aplaudió Alamán, alargumentar que sin los artilugios de quienes importa-

273

128 Aunque Manuel Escandón era porteño, sus redes comerciales lohicieron tener negocios en la Ciudad de México y en otras partes (Urías, 1978,pp. 41-42). Cayetano Rubio era dueño de la fábrica Hércules en Querétaro; JoséVelasco, del Patriotismo Mexicano, y Martínez del Río, de Miraflores, ambasen la Ciudad de México (Walker, 1991, pp. 212-213 y Gómez-Galvarriato,1999, pp. 166).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 273

Page 274: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ban la materia prima, la industria textil hubiera langui-decido drásticamente,129 lo que plantea las precarieda-des que caracterizaron el fomento de la nacienteindustria.

Quienes centralizaban el monopolio del algodónluego de surtir sus fábricas especulaban con el mismo.Al principio en 1843, lo hicieron con cierto recato, pre-viendo que el negocio no fuera redondo, los comer-ciantes, agiotistas y empresarios fabriles dieron a cré-ditos de largo plazo la materia prima a los fabricantestextiles seguros de que pagarían en tiempo y forma;pero pronto cambiaron su estrategia de ventas y circu-lación del producto, como se muestra en 1845, queaunque mantuvieron el precio de la arroba de algodóna 6 pesos, optaron por las ventas de contado, comoplantea Grosso.130 Aunque a fines del mismo año laarroba aumentó a 10 pesos, y se vislumbró que segui-rían subiendo los precios frente a la demanda y la com-petencia de las fábricas en producción y la fluctuaciónde los precios del algodón nacional e importado.

Las dificultades del mercado algodonero, aña-dido a los problemas por el agua, hicieron que en1845 la fábrica de La Bella Unión Xalapeña fueraadjudicada a Antonio María Prianni, a quien tambiénse traspasaron los efectos de la crisis industrial.Prianni a su vez la vendió en partes a otros empresa-rios; una porción de la maquinaria de esta fábrica fuea dar a la de García Teruel en Lucas Martín y el restopermaneció pero cambió de nombre por La Probidad.

274

129 Gómez-Galvarriato, 1999, p. 166.130 Grosso, 1979, p. 213, y Chávez Orozco y Florescano, 1965, p. 282.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 274

Page 275: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

A excepción de La Victoria de Prianni, losdemás empresarios xalapeños, para abastecerse de lamateria prima, en 1845 dieron un poder notarial alprestigiado comerciante Miguel del Mosso de laCiudad de México, con la intención de que a su nom-bre solicitara un permiso para introducir algodón ame-ricano en rama.131 Tal privilegio no se obtuvo por laguerra que se padecía con Estados Unidos, la que porcierto influyó en el decaimiento de la producción delas fábricas porque la ciudad de Xalapa fue tomadapor los invasores, y en su defensa participaron losindustriales.132

Luego de que los Estados Unidos se anexaravarias entidades norteñas en 1847, la nueva fronteraquedó más expuesta a las importaciones legales y alcontrabando; esta circunstancia promovió en los fabri-cantes la búsqueda de formas de recuperación de sucrítica economía. Por ello, en 1851 los fabricantesxalapeños compraron a Martínez del Río un lote delos 3 000 quintales que tenía almacenados en Vera-cruz,133 con lo que obtuvieron un poco de algodón parasu producción.

Después de 1853, la producción de las fábricaslocales continuaba languideciendo, por los factores yamencionados pero ahora profundizados por los cam-bios hechos por la administración liberal instaladadespués de la Revolución de Ayutla en 1854 y el retirode Santa Anna. El mercado interno se fragmentó aún

275

131 ANX, Protocolo de 1845, f. 216 v.132 Sayago participó como coronel de un grupo armado y los demás

también colaboraron (AHMX, Actas de Cabildo de 1847, f. 120).133 Incluso así ahorró el transporte de las 8 000 que ocupó en

Miraflores, con lo que los grandes fabricantes aumentaban sus ganancias en lasventas de las telas e hilos que vendían (Walker, 1991, p. 216).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 275

Page 276: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

más y cada región imponía sus propias tarifas, dadoque los liberales abogaban por la libertad de comercioy la promoción de los intereses de la clase capitalista,en concreto la comerciante y la agraria.134 Por ello, elgobierno levantó la prohibición sobre el intercambiodel algodón en rama, lo que se tradujo en la disminu-ción de su precio hasta 1.50 pesos por quintal.135

Frente a los cambios promovidos por el libera-lismo, José Welsh se dio cuenta que la solución noradicaba en la especulación, por eso se introdujo en laproducción de sus propios insumos, y para ello tomóen arrendamiento un lote de la hacienda de Pacho(colindante con su fábrica) donde plantó la malvácea,con la aspiración de autoabastecerse, abaratar los cos-tos de producción, comercializarlo y evadir los efectosdel monopolio algodonero.136 Así se sumaba alnúmero de productores que desde 1860 tenían peque-ños plantíos de algodón en varias haciendas cercanasa Xalapa: Mahuixtlán, La Orduña, Pacho, El Palmar,Ojuelos y en el rancho Atezca.

La producción local resultó bastante limitada encantidad y calidad, pues según las estadísticas de 1865sólo rindió una producción de 50 quintales de algodónde baja calidad, con un precio de 12 pesos el quintal deproducto natural, a pesar de que el precio nacionalascendía a 25 pesos ya limpio y trasladado a la facto-ría, en este precio ya se incluía el flete, la alcabala de

276

134 Thomson, 1999, p. 257 y Gómez-Galvarriato, 1999, p. 163.135 Esta circunstancia, aunada a la Guerra de Secesión estadounidense,

facilitó el desarrollo de la región de Monterrey.136 Chávez y Florescano, 1965, p. 260 y ANX, Protocolo de 1868, tomo

II, f. 431. Aunque Keremitsis (1992, p. 79) señala que en la década de los añossesenta los xalapeños lograron una ganancia neta de $421.75 sobre una ventade $600 de algodón a 25 pesos el quintal.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 276

Page 277: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

importación y la limpieza.137 La diferencia en el preciodel algodón beneficiado y en bruto era sustancial, poreso los industriales para evitar su escasez, optaban por comprarlo sin limpiar. De ahí que otros fabrican-tes se convirtieron en productores “circunstanciales”,como José Pablo Martínez del Río; pero desafortuna-damente la geografía y el clima conspiraron contra susplanes porque el experimento no duró muchotiempo.138

La política liberal que promovió una fragmenta-ción del mercado interno permitió que otros inversio-nistas regionales se incorporaran al mercado algodo-nero y alcanzaran a controlar la oferta y la demandamediante la introducción de pacas americanas. Ellosaprovecharon la libertad de importación decretada apartir de la República Restaurada, por esa razón xala-peños como García Teruel se incorporaron al grupo deintroductores, gracias al fortalecimiento de sus nexoseconómicos y sociales, vía el matrimonio de sus des-cendientes con personajes de los sectores de élitepoblana, donde aprovecharon su nueva posición eco-nómica para adquirir bienes desamortizados enPuebla,139 donde colocó sus empresas e inversiones.

Un indicador de los cambios contingentes en elmercado algodonero, producto de la Guerra de

277

137 Chávez y Florescano, 1965, pp. 249 y 260.138 Walker, 1991, p. 217.139 En 1855, Manuel García Teruel es apoderado de Carolina Manzo, su

cónyuge; en 1862 es apoderado de Félix Limón en la hacienda Torija; en 1864estableció la empresa mercantil García Teruel y Compañía con Antonio MaríaSoler, así también compró la hacienda Molino de la Candelaria, y en 1865adquirió diversas haciendas y ranchos en Tlaxcala y Puebla (ANGP, Protocolo de1864, ff. 167 y 170). Respecto de los matrimonios, consúltese la tesis deSocorro Benítez (1984). También véase el cuadro de los bienes desamortizadosde esta familia que aparece en el siguiente capítulo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 277

Page 278: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Secesión, es un testimonio de 1868 el cual presentauna transacción de la señora Furlong, dueña de lafábrica El Molino de Enmedio, a quien Manuel GarcíaTeruel vendió 500 quintales de algodón americano a38 pesos cada uno.140 Este precio confirma la idea deque los productores americanos carecían de la mismalibertad para hacer circular su mercancía, y tener capi-tal para avituallar a las tropas confederadas, por endevendían más algodón en el puerto de Matamoros y conlas ganancias adquirían armamento.141 Esta circunstan-cia generó cambios en el monopolio algodonero, puescomenzaron a aparecer introductores que manejaban, asu libre albedrío, el precio del producto que para esosaños fluctuaba entre 25 y 30 pesos el quintal de algo-dón limpio. Así, García Teruel obtuvo ganancias y ase-guró el insumo para sus factorías, además se incorporóal grupo de introductores que circulaban su producto,por lo menos en dos zonas fabriles: Veracruz y Puebla.

6. Algunos fabricantes en el ayuntamiento

Los empresarios textiles que habían acumulado su capi-tal originario en el comercio, enseguida incursionaronen diversas funciones del gobierno local continuandocon sus negocios de antaño, sumándole la industria tex-til. Es más, por las precarias condiciones de la nuevaempresa, optaron por afianzar su posición en el cabildo,como es el caso de Bernardo Sayago, que en 1842 par-ticipó y ganó en subasta el remate de los Derechos deConsumo que realizó el ayuntamiento.

278

140 AGNP, Protocolo de 1868, f. 231 y Colón, 1985, pp. 112-114.141 Schoonaver, 1992, pp. 86-135.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 278

Page 279: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Como una práctica frecuente desde las reformasborbónicas, legalizada después en las ordenanzasmunicipales de 1840, la Junta Municipal se encargabade controlar los propios (bienes de comunidad indí-gena cuyos productos eran para los gastos de comuni-dad) y arbitrios (las contribuciones que el ayunta-miento imponía al pueblo)142 que con toda la intenciónpromulgaba tener comisionados con capital y respon-sabilidad para recaudar y administrar los diversosarbitrios que regularían la existencia de los recursosnumerarios, siempre escasos en el ayuntamiento.

La Ley Municipal de 1842 impuso el gravamende la décima parte sobre el valor de los productos quecirculaban en el mercado, de lo cual se entregaría lamitad al Estado.143 A Sayago le correspondió aportar600 pesos (en tiempo normal y 100 pesos más porcada mil soldados, cuando se concentraron en la ciu-dad las tropas, como ocurrió en 1848 con la invasiónnorteamericana).144 Así, al tener el derecho de contro-lar los impuestos sobre la entrada de materias primas a

279

142 Según indica el Artículo 5° de la Real Instrucción de 1760, Ley 13,que los marca como arrendamientos del cobro de efectos de fincas de propios yarbitrios (Rodríguez de San Miguel, 1991, tomo II, p. 282) aunque en un artí-culo reciente de Ciruelo Torres (2003, p. 62), se indica que hacía 1824 los pro-pios son derechos municipales o impuestos aplicados sobre la plaza del mer-cado, aranceles sobre tiendas y del fiel contraste, pero también los arbitrios sonderechos sobre harinas y aguardiente caña. Esto quiere decir que en la vidaurbana se divide en dos los ingresos del municipio, y explica que también losgastos se reparten según lo que percibe el cabildo, que muchas veces se modifi-can según las demandas o necesidades de los servicios de la población.

143 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo III, p. 279. Elimpuesto que imponía el estado de Veracruz se diferenciaba en 12% del tributoen el Estado de México que sólo aplicaba en 3% (Miño, 1994, p. 37), lo que dehecho representaba una práctica real del federalismo.

144 AHMX, Actas de Cabildo de 1842, f. 52. Remate de los Derechos deConsumo a favor del postor Bernardo Sayago.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 279

Page 280: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

la ciudad, el dinero obtenido se repartiría entre el pagoy las ganancias del encargado, y la recaudación delayuntamiento, se destinaría al financiamiento de obraspúblicas para la comunidad.

Como el caso anterior, en 1843 Sayago ganó elsorteo del remate de la contrata del abasto de carne,bajo el acuerdo de que él se responsabilizaría de laconstrucción de la Casa del Rastro Municipal.Anteriormente los tablajeros o la gente que se dedi-caba a la matanza de animales para consumo,145 portradición la efectuaban en sus domicilios y no estabansujetos a ningún reglamento; pero desde que se ins-taura la República Federal, este arbitrio quedó bajo elcontrol del Estado, como sugiere Miño Grijalva, pero“dado el interés de los ayuntamientos y lo insignifi-cante que resultaba a hacienda del estado”,146 la fiscali-zación de este rubro pasó al municipio.

Una forma de agenciarse recursos oportunos enun momento en que había crecido la población por elarribo de los militares y de gente que se incorporó altrabajo de las factorías, el ayuntamiento formalizó laconstrucción de un rastro municipal donde debía con-centrarse la matanza de animales que se consumían ycomercializaban en Xalapa y su entorno. Por eso enesta primera ocasión comprometía a quien se encar-gara de la contrata de carne a construir la Casa delRastro Municipal. Esta acción del cabildo podría seruna medida de modernización porque quizá se tradu-cía en un mejoramiento social y de higiene según las

280

145 Este impuesto a la pensión de la carne había pasado de la federacióna los estados desde 1829, pero considerándola mínima, el Estado lo delegó a losmunicipios (Miño, 1994, p. 38).

146 Miño, 1994, p. 42.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 280

Page 281: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ordenanzas emitidas en 1840. Pero más bien represen-taba un aumento en la cantidad de arbitrios que con-trolaban los funcionarios municipales.147 Incluso parauna mejor administración y obtención de mayoresrecursos, el ayuntamiento le encomendó a Sayago laconcentración de la venta de carne en un único espa-cio: el del Portal del Mercado, pero esto provocó pro-blemas como se verá más adelante.

La construcción, el cuidado y el mantenimientodel rastro corrieron a cargo de Bernardo Sayago, aquien se le indicó que la casa debía edificarse en unterreno cercano a una corriente perenne que transitaracasi fuera de la ciudad, según el reglamento. Para ellose seleccionó un terreno frente a la iglesia de San-tiago, en un solar de la comunidad de indígenas deesta población, pero como estaba alquilado por 20 rea-les a otro particular y el inmueble debía quedar cons-truido y habilitado en un año, porque los contratos dearrendamiento tenían una duración de entre uno ycinco años normativamente, por ende debía agilizarsela búsqueda de otro terreno dispuesto. Pero algunosmiembros de los grupos en el poder reducían los espa-cios en los que la comunidad indígena pudiera ganarseunos pesos “seguros” con el arrendamiento: la razónque ha de haber posibilitado el cambio, está descritaen la tercera cláusula de la contrata que decía:

281

147 Toda vez que entró en funciones el rastro, el encargado debía entre-gar cuentas de ingresos y egresos semanales y mensuales, pues siempre hacíanfalta recursos para el pago de otros ramos municipales que requerían de dineropara solucionar otros servicios y obligaciones ya contraídos, como el pago delos gastos de las cárceles, hospitales y otros servicios (AHMX, Actas de Cabildode 1850, f. 123 y de 1856, f. 170).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 281

Page 282: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

El acopio de los derrames de sangre y demás inmundicias dedicha casa de matanza se conducirá por un cañal o atarjea,atravesando el río Santiago por medio de un puente [...] paraque no se mezclen esos derrames en las aguas del río conta-minando después, dicha atarjea o caño por todo el llano de lacasa de campo del Sr. Bárcena, hasta desembocar al arroyoque corre al pie de la loma inmediata a la indicada casa [las]corrientes de ese arroyo van a unirse con el río referido [...]pasado el dique de la fábrica de José Welsh.148

El mencionado terreno de la comunidad indígena, alquedar arriba de la casa de campo de Bárcena, afecta-ría con sus miasmas y desperdicios el ambiente coti-diano al construirse allí el rastro. Eso no lo podía per-mitir Bárcena, de quien ya se expresó, era miembro delos sectores de élite política regional al haber sido pre-sidente de la Cámara de Diputados en diversos años(1826, 1840 y 1846)149 y propietario de la haciendaQuimiapam. Por ello, resulta lógico considerar queBárcena influyó en la elección de Sayago ofreciéndoleun terreno suyo ubicado más abajo de la casa decampo. Él cobraría de renta los mismos 20 reales anua-les que se habían ofrecido al común de indígenas ypara favorecer su proyecto, Bárcena se comprometió aconstruir el puente de la entrada al terreno. Al tratarcon un arrendatario institucional como el ayunta-miento, Bárcena se aseguraba ventajosamente una can-tidad constante de 1843 a 1859, como decía la cláusulacuarta de la contrata:

...quedará a beneficio del empresario por el tiempo de die-ciséis años contados desde el día en que comience a

282

148 AHMX, Actas de Cabildo de 1843, ff. 82 y 181.149 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo III, pp. 56-57.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 282

Page 283: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

hacerse uso del establecimiento, la percepción del im-puesto que se establece a razón de dos reales por cadacabeza de ganado mayor y uno y medio reales por cadacerdo y un real por cada carnero que maten.150

Seguro de su estatus político, Bárcena promovió laprestación de garantías suficientes para la construc-ción del edificio de rastro en sus tierras, para que ahípermaneciera y del cobro de impuestos que recogierael responsable, Bárcena debía recibir el pago puntualpor el uso de su suelo durante los 16 años que plantea-ba la contrata, o si se prolongara el tiempo, se haríannuevos acuerdos con Bárcena o sus herederos. En1845, la Casa del Rastro ya construida, quedó amplia,bien situada y lista para el servicio de la población.151

En el convenio se insistió en que el agua emplea-da en el rastro no perjudicara las corrientes del río delas que se servían las fábricas de hilados y tejidos.152 Apesar de la formalización de compromisos con la cor-poración, resulta que de todos modos se intensificó eluso de una sola corriente perenne: el río Santiago, loque acentuó la competencia por la misma y obvio,alguien saldría más perjudicado. En este caso fue laindustria textil, la cual de por sí padecía escasez deagua durante el estiaje.

Como se ha visto, los empresarios diversificaronsus actividades durante el despegue industrial de laprimera mitad del siglo XIX, sin abandonar sus nego-cios de origen, incluido el desempeño político y admi-nistrativo en el cabildo local o en el Gobierno delEstado, posiciones sin las cuales los fabricantes texti-

283

150 AHMX, Actas de Cabildo de 1843, ff. 181-182 v y 185 v.151 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, p. 423.152 AHMX, Actas de Cabildo de 1843, f. 181 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 283

Page 284: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

les no hubieran podido desenvolverse. Sin embargo,esta forma de desarrollo profesional también fomentódiferencias entre los distintos sectores sociales inclui-dos los de élite, lo que se complicó con los efectos delmonopolio algodonero y los problemas de la industriatextil por el empleo de una misma fuente acuífera.

284

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 284

Page 285: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

IV. LOS RECURSOS Y LAS ACCIONES DE LOS ACTORES SOCIALES

EN LA RECOMPOSICIÓN SOCIAL

Durante el periodo que va del segundo federalismo alos albores del Porfiriato, se observa que la Guerra deReforma y la Intervención francesa dejaron en el paísun cúmulo de fuerzas en ebullición. Aunque la guerradesapareció, volvieron a presentarse discrepanciasentre los liberales, divididos a su vez en “radicales” y“moderados”. Los radicales reivindicaban los plantea-mientos de la Constitución de 1857, no obstante lageneración de conflictos, y los moderados se manifes-taban por conseguir los cambios evadiendo todo tipode problemas políticos. A pesar de estas diferencias,los presidentes Juárez y Lerdo de Tejada en sus perio-dos respectivos (1867 y 1876) lucharon por restaurarla vida económica del país.1

1 Salinas, 1996, pp. 32-33.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 285

Page 286: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

1. La desamortización de los bienes de las corporaciones

Las Leyes de Reforma liberal, promulgadas en laConstitución de 1857, promovieron la separación dela Iglesia y el Estado al generar el proceso de desa-mortización de las corporaciones civiles, nacionaliza-ción de los bienes del clero, la secularización delestado de las personas (matrimonio civil, registrocivil, cementerios públicos, hospitales y estableci-mientos de beneficencia) y la libertad de cultos.2 Estasleyes aplicadas después de la Guerra de Reforma,generaron cambios en la estructura económica, polí-tica y social de la segunda mitad del siglo XIX. Laregión xalapeña y sus 10 000 habitantes3 no quedó almargen de este proceso aunque casi no había propie-dades rurales en manos de la Iglesia. Además, al serun punto estratégico en el camino a Veracruz, fue cen-tro de operaciones de Juárez durante la Guerra deReforma. Veracruz fue importante para concretar elproyecto liberal, porque al ser el puerto crucial en laeconomía del país, facilitó la libertad comercial yhasta el contrabando de mercancías en periodos prohi-bicionistas, lo que garantizó que sus partidarios tuvie-ran ingresos seguros y se respaldaran entre sí. Al fac-tor geográfico se agrega el elemento humano, pues ahíse congregaban muchos comerciantes emprendedoresen los negocios y en la política nacional como: Lerdode Tejada, uno de los reformistas liberales, oriundodel puerto; Ignacio Esteva, Antonio Garay, los herma-

286

2 María del Refugio González, 1998, pp. 77-80.3 Bazant, 1977, pp. 75.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 286

Page 287: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nos Viya, entre otros más.4 Éstos desde muy tempranose distinguieron por sus aficiones liberales, por el con-tacto con grupos extranjeros de similares característi-cas, de modo que la circulación mercantil posibilitabala afluencia de literatura e ideología europea. Lo queaunado al distante control religioso de esta zona, en laArquidiócesis de Puebla, hizo que la intervención dela Iglesia fuese menor y trajo consigo la potencialidadde que Veracruz no fuese un bastión conservador,sino liberal como se mostró en 1833 durante la vice-presidencia de Gómez Farías, que la Legislatura delCongreso del Estado aprobó la secularización de losbienes del clero, que como se sabe fue un intentofallido.5

El hecho de que el puerto de Veracruz fuese elcentro de operaciones de Juárez no fue fortuito, sinopor el respaldo político y social que a su empresa brin-daron los comerciantes, agiotistas y empresarios libe-rales aglutinados en Veracruz,6 aunado al hecho de que para enfrentar el cambio en las estructuras dedominación, el gobierno federal requería de efectivo yqué más que los altos ingresos de las aduanas porte-ñas.7 Así, Veracruz representó un baluarte prometedorpara el grupo dirigente nacional, por ello, mientrasduró la Guerra de Reforma, la ciudad porteña se con-virtió en el centro de los poderes.

287

4 Bazant, 1977, pp. 75-80.5 Ibid., p. 79.6 Quienes además apoyaban la introducción del ferrocarril porque les

interesaba agilizar y ampliar el tráfico mercantil para extender su intervenciónen todas las ramas productivas, limitadas hasta entonces.

7 Herrera Canales (1976, p.146) señala que los otros puertos recibían uningreso menor.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 287

Page 288: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La efervescencia política porteña impactó a otrasregiones, especialmente a las que se ubicaban en elpaso de las dos rutas que conectaban a Veracruz conla metrópoli: Córdoba-Orizaba y Xalapa, donde variosde los comerciantes porteños residían parte del año,resguardaban sus mercancías y/o tenían negocios. Porla misma actividad de los grupos de comerciantes,empresarios, hacendados y propietarios de estas loca-lidades, en su mayoría compartieron la ideología libe-ral. Pero no se puede soslayar que hubo algunos quese inclinaron por la facción conservadora y participa-ron en el movimiento cuando llegaron los grupos con-tendientes buscando tomar las plazas, como ocurrió enXalapa.

Cuando comenzó la Guerra de Reforma,Bernardo Sayago se unió activamente al movimientoliberal, como partícipe de la Junta Constituyente delEstado de Veracruz en 1855. Pero en 1858 se unió algrupo conservador de Miguel Negrete, quien de prin-cipio fue un liberal que ocupó la plaza xalapeña, perolas diferencias con Ignacio de la Llave sobre la estan-cia de las fuerzas armadas en tierras insalubres y eltriunfo del Zuloaga en Huatusco, Naolinco, Ixhuacány Xalapa, hicieron que estas poblaciones quedaran enmanos conservadoras y Negrete desconfiara deltriunfo del constitucionalismo;8 por este cambio, susseguidores fueron perseguidos por los liberales y apre-sados en Perote, quitándoles la mercancía que lleva-ban. Por ejemplo, a Sayago lo tomaron como rehén enla Garita de Teziutlán, le quemaron 90 arrobas de

288

8 En esta Junta participaron Manuel María Pérez, Ángel Lascurain yGómez, Francisco Hernández Carrasco, Manuel Díaz Mirón y FranciscoTalavera (Blázquez, 1986, pp. 81, 94 y 235).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 288

Page 289: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tabaco para intimidarlo le confiscaron 120 piezas de manta y 5 caballos y le exigieron un “préstamo” de4 700 pesos y otros le incendiaron su fábrica enXalapa. Todo lo obtenido fue botín de algún grupoliberal, el cual para soltarlo en 1860, le requirió otropréstamo de 8 mil pesos, producto de la hipoteca dede dos casas en Xalapa, además de exhortar a Sayagodiciéndole que debía alejarse de todo proselitismopara no verse más afectado en sus negocios.9

Ante esta adversidad, los años resultaron difícilespara la administración y el control del ayuntamientoporque el propio Sayago no entregó el efectivo, ni elcontrol por el ejercicio fiscal del periodo 1858-1859 alhallarse preso en la cárcel de Perote. Situación queexplica su demora en la entrega de los fondos y elreporte de los gastos ejercidos, mismos que el gobiernomunicipal en repetidas ocasiones le reclamó porquenecesitaba realizar el pago de los servidores públicos ola ejecución de obras para el servicio de la población.10

El cabildo, quizá por su tendencia liberal, noparecía percatarse de la situación de Sayago al deman-darle las cuentas de su contrata, y al no recibir res-puesta (¿cómo se supone que contestaría este hombreque estuvo incomunicado durante 1858 y 1859?),emplazó el nombramiento de un representante paraque entregara cuentas, pidiendo que

...cuando regrese a esta ciudad presente documentos quejustifiquen sus dichas reclamaciones [que Sayago llegó a

289

9 AGNP, 1860, ff. 112-118. El responsable de hacer el trámite de la hipo-teca fue Leonardo Rugama, dueño de la hacienda de Tenextepec de Perote,integrado al grupo de los liberales.

10 AHMX (Archivo Histórico del Municipio de Xalapa), Actas deCabildo de 1858, ff. l y 120 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 289

Page 290: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

hacer por los arbitrios que no controlaba y el ayunta-miento ejercía con algunos obstáculos] que el sr. Síndicopropuso se determine esperar el envío de dicha liquida-ción para entonces determinar todo.11

Al desenlace del movimiento liberal en 1860 se solta-ron a los presos, y Sayago pudo aclarar su situacióneconómica con el ayuntamiento. Pero como la con-trata del rastro finalizaba en 1859, la institución apro-vechó para dejarla en manos de uno de los tres alcal-des: Bartolomé Molina, sin fianza, sólo como unservicio más del funcionario, debido a que la estruc-tura normativa reformista aducía que los cargos al noser propiedad de las personas no podían servendibles.12

Todas las exigencias hechas a Sayago también seexplican por las contradicciones políticas delmomento, porque durante el periodo de la Guerra deReforma en el Estado se tuvieron dos capitales: unaliberal: Veracruz, y otra conservadora: Xalapa. Estasdiferencias pusieron de manifiesto la presencia de porlo menos dos grupos en Xalapa: por una parte era sededel gobierno estatal de cuño conservador, a cargo delgeneral Carlos Oronoz, gobernador y comandante. Ypor la otra, el municipio gobernado por AntonioMaría de Rivera y Cayetano Jiménez en 1858 mani-festaba una postura liberal, es más, Jiménez pertenecíaal grupo de afroxalapeños. Lo que manifiesta una con-vivencia más abierta y participativa entre uno y otrosector social de los funcionarios que integraban alayuntamiento.

290

11 AHMX, Actas de Cabildo de 1859, ff. 62 y 87.12 Tena Ramírez, 1997, pp. 507 y 626, acerca de prevenciones generales

en las Leyes de Reforma.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 290

Page 291: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Por su parte, el gobernador conservador CarlosOronoz, para dar viabilidad a su gestión en unmomento crítico, nombró un consejo de gobiernocompuesto por los licenciados: José Julián Tornel,José Blanco, Ramón María Terán, José María Mora yDaza (que también era cura), y los comerciantes: JoséM. Rodríguez Roa, Vicente Camacho, Antonio MaríaPrianni y el hacendado Juan Francisco de Bárcena.13

Todos ellos eran miembros de los grupos de éliteregional, con experiencia en la conducción pública.De ahí que Oronoz esperaba que ellos pudieran “ilus-trarlo con sus sabios y juiciosos consejos”, además alrodearse de personas de su mismo grupo político ysocial aseguraba su administración. Sin embargo fue-ron escasos los decretos aprobados en su gestión,entre los que se reconocieron la derogación de lasobvenciones parroquiales, prohibición del tráfico y decomunicación con Veracruz y los rebeldes. Comoresultado, Oronoz declaró cerrados al comercio elpuerto de Veracruz y abrió el de Tuxpan.14

Otro de los proyectos que el gobierno conserva-dor pretendía desconocer fueron las divisiones estata-les y regresar a los departamentos. Pero la inestabili-dad y los golpes que recibía su grupo, que teníansitiada a Xalapa, promovieron un cambio de goberna-dor en 1859, el cual recayó en el comandante militarManuel Robles Pezuela, quien encontró disuelto el“antiguo consejo” y reconstituyó con algunos de los yanombrados: Camacho, Mora, Blanco y Terán, a losque se agregaron José María Gorozpe, José Ramón

291

13 Domínguez Pérez et al., 2003, p. 273.14 Ibid., pp. 272, 277.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 291

Page 292: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Seoane, Manuel M. Rivadeneyra, y los empresarios y comerciantes: J. Felipe Ituarte, Joaquín Guevara yFrancisco Goiri. Nuevamente se observa la presenciade los integrantes de los diversos grupos de poderregional, quienes en el Congreso Legislativo acorda-ron la reorganización del espacio jurisdiccional deldepartamento de Veracruz, incluyendo algunas por-ciones de estado de Hidalgo,15 en el ánimo de recabarun mayor número de contribuciones y, en una pros-pectiva, de especular con tierras de aquel Estado.Estos límites territoriales no se modificaron por la vic-toria de los liberales.

Al triunfar los liberales en la contienda, el gober-nador constitucional Manuel Gutiérrez Zamora con sugabinete, continuó ejerciendo su autoridad desde la ciudad de Veracruz, donde publicó los decretos de ladesamortización de bienes eclesiásticos, las leyes delmatrimonio civil, la reorganización fiscal, entre otros.

De la legislación de la Reforma, La ley Lerdopropuso en 1856 la desamortización de fincas rústicasy urbanas propiedad de las corporaciones civiles yreligiosas, ya que el proyecto de los liberales eramodernizar a la nación destruyendo la estructura colo-nial, que impedía la libre circulación de las tierraspara hacerlas productivas, pues lo que la ley buscabaera promover el régimen de propiedad privada, porello, debía acelerar el proceso de desamortización.

Muchos estados de la república desde junio de1856 comenzaron aplicar estas leyes desamortizado-ras, pero los casos más conocidos son los estudiados

292

15 Florescano Mayet, 1977, p. 91; Teixidor, 1976, tomos I, II y suple-mento, pp. 1780; Domínguez Pérez et al., 2003, pp. 290-292.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 292

Page 293: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

por Bazant y Knolton, que corresponden a Puebla,San Luis Potosí, Jalisco, el Estado de México yMichoacán. Sobre todo porque en parte de estos esta-dos la Iglesia tuvo una mayor injerencia, lo que noexcluye la posibilidad de que ocurriera algo semejanteen otros estados con escasa investigación al respecto,pero este estudio sólo destacará el caso de Xalapa, unade las cuatro ciudades más importantes del estado deVeracruz, sin hacer menoscabo de las otras.

Aunque la Iglesia no ostentaba grandes propieda-des en Veracruz, por lo menos Bazant señala que losbienes eclesiásticos del puerto, entre los que se conta-ron 283 fincas de todas las corporaciones,16 se recu-peró un capital de 6 000 pesos o más de cada una alser vendidas a distintos compradores, entre los que sedestacaban Antuñano y Cía., Fernando Pasquel,Alejandro Troncoso, Dionisio y José de Velasco,Manuel Díaz Mirón, Felipe Eizaguirre, SebastiánBárcena y Sebastián Esteva, José María Blanco y 60más, entre ellos algunos extranjeros.17 Aquí, el grupomás favorecido fue el comercial por tener capitallíquido y contar con vínculos en el poder, consi-guiendo beneficiarse de la desamortización de los bie-nes eclesiásticos, del carácter estratégico del puerto alobtener concesiones con los funcionarios públicos ysolicitar rebajas en los derechos de importación, acambio de préstamos bajo hipoteca de bienes raíces.18

En la ciudad de Orizaba los bienes desamortiza-dos ascendían a 228 715 pesos; los de Córdoba eranmenos de 50 000 pesos y los de Xalapa se calcularon

293

16 Bazant, 1977, p. 86.17 Ibid., pp. 327-328.18 Ibid., p. 109.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 293

Page 294: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

en 58 000 pesos19 (19 000 del Convento Franciscano yel resto era de varias cofradías, entre ellas la de laSantísima Virgen de la Concepción y la de Las Áni-mas). Lo que indica que el capital eclesiástico erapoco, debido a que la mayoría de las hipotecas de lashaciendas xalapeñas habían sido liberadas antes de1857, y sólo Pacho reconocía adeudos a varios con-ventos, obras pías y capellanías de la arquidiócesispoblana a la que pertenecía la región xalapeña.20

Los bienes de las corporaciones civiles deOrizaba, Córdoba y Xalapa presentan una situaciónbastante diferente entre una ciudad y otra, según loscálculos obtenidos de una información no muy claralocalizada por Bazant, por lo que se tomará con reser-vas, pues se carece de otra fuente: “las fincas del mu-nicipio orizabeño, incluyendo el inmueble delHospital de San Juan de Dios, sólo tenían un valor de50 000 pesos”, lo que representaba aproximadamente25% del valor de los bienes eclesiásticos; los bienesde Córdoba resultaron difícil de computar, porque sepresentó la lista de manera conjunta entre propiedadeseclesiásticas y corporativas, por una cantidad de 200000 pesos de los cuales, quizá 75% estuviera contabi-lizado como propiedad del ayuntamiento, aunque lainformación no fue clara de todos modos subraya loopuesto a Orizaba, esto es, que en Córdoba había másinmuebles de las corporaciones civiles. En cambio enXalapa, donde al parecer hubo menos bienes inmue-bles eclesiásticos, tampoco hubo muchos bienes cor-

294

19 Ibid., pp. 80-85.20 Bazant, 1977, p. 84 y ANX (Archivo de Notarías de Xalapa), 1868, ff.

341-348.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 294

Page 295: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

porativos civiles. Sólo se cuenta con las referenciassobre el valor de los inmuebles que albergaban a losdos hospitales de Xalapa: el de San Juan de Dios y elde Mujeres, con un costo de 35 000, más el valor deotras propiedades, las cuales servían parcialmentepara el sostén del ayuntamiento.21 De lo que se infiereque el valor entre bienes eclesiásticos podría ser sóloun poco mayor a los civiles.

Para los liberales, la aplicación de las leyes refor-mistas significaba crear un sector de clase media quepudiera trabajar las tierras para mejorar la economíaregional y dar pauta a la industrialización del país.22

Empero los resultados fueron otros. En vez de aumen-tarse el número de medianos propietarios, los beneficia-dos fueron los grupos de mayor poder socioeconómico,entre ellos los comerciantes, industriales, agiotistas,especuladores, algunos funcionarios públicos y uno queotro arrendatario con potencialidad económica.

La Reforma resultó atractiva para los propietariosy especuladores porque considerando como base la pro-piedad privada, se impulsaba la creación del mercadointerno y el incremento de la producción, las élites sedieron cuenta de estos objetivos, en donde su papelpodría ser crucial. Por eso, en algunos estados de larepública se observó la actividad de los empresarios enla recuperación de las propiedades del clero. Destaca elcaso del empresario, agiotista y comerciante, GregorioMier y Terán (prominente ex miembro del Consuladode México) quien había concentrado sus propiedadesen los estados de México, Guanajuato, Hidalgo,

295

21 Véanse tesis de Benítez, 1984 y Sánchez Gómez, 1979.22 Bazant, 1977, p. 67.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 295

Page 296: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Durango, San Luis Potosí y Michoacán. Mier y Teránreforzó su patrimonio durante la Reforma, pues se adju-dicó 9 de 14 haciendas (situadas en Apam, Hidalgo yZacatlán, Puebla) que en 1855 le hipotecó a la familiaCarrillo y Cano por 224 548 pesos, y para lucrar con elcambio, el agiotista antes de venderlas las arrendó aparticulares.23 Otro con análogas prácticas fue PabloVerástegui, hacendado de San Luis Potosí, quien seadjudicó otra hacienda desamortizada de la que eraarrendatario.24

Jan Bazant proporciona una lista de 70 compra-dores de los bienes desamortizados en Puebla en laque se localizan a varios de los comerciantes, funcio-narios e industriales relacionados con sus homólogosxalapeños, entre ellos a Ciríaco Marrón, GumersindoSaviñon, José María Rosas, Cosme Furlong, BernardoMier, entre otros. Pero es importante destacar el creci-miento del radio de acción que algunos, comoAntonio María Prianni, pudieron lograr en la zonapoblana ante los numerosos bienes raíces en venta.25

Antes de ver cómo ocurre el proceso de desa-mortización en la región xalapeña, es útil recordar elcontenido la Ley de Desamortización de Bienes deManos Muertas, promulgada por Ignacio Comonfortel 25 de junio de 1856.

Artículo 1. Todas las fincas rústicas y urbanas que hoy tie-nen o administran como propietarios las corporacionesciviles y eclesiásticas de la república, se adjudicarán enpropiedad a los que las tienen arrendadas por el valor

296

23 Oryazábal, 1978, pp. 153-156.24 Bazant, 1977, p. 109.25 Ibid., pp. 325-326.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 296

Page 297: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

correspondiente a la renta que en la actualidad pagan, cal-culada como rédito al 6% anual.Artículo 2. La misma adjudicación se hará a los que hoytienen a censo enfitéutico fincas rusticas o urbanas de cor-poración, capitalizando al 6 por ciento el canon que pagan,para determinar el valor de aquellas.Artículo 5. Tanto las fincas rústicas o urbanas que no esténarrendadas a la fecha de publicación de esta ley, se adjudi-carán al mejor postor [en remate al término de tres meses,según el artículo 10 de esta misma ley] .26

Así que la misma ley establecía el modo, el costo y laforma en cómo los arrendatarios podían pasar a serpropietarios de las fincas o casas que alquilaban consólo pagar la renta calculada como rédito al 6% anual,pero el ayuntamiento de Xalapa consideró el 5% delvalor de las propiedades.27

El encargado de las adjudicaciones personalesfue el jefe político y secretario de Hacienda, el por-teño José Manuel Ferrín quien autorizó una finca yuna casa antigua de la cofradía de la Virgen de losDolores de El Calvario, a Rafaela Viveros, quien pagó600 pesos, es decir, el 5% del valor del inmueble dereferencia.28 Del mismo modo, la inquilina PetronaGarcía obtuvo la adjudicación de una casa que perte-necía a la Cofradía de la Purísima Concepción deMaría y Antonio María Prianni se adjudicó un terrenocon casa de la misma Cofradía por 66 pesos pagados acenso redimible de 4 pesos cada año.29 En lo referentea las donaciones, se tiene el ejemplo del terreno de

297

26 Cámara de Diputados, 2000, pp. 300 y 301.27 Acosta, 1983, p. 59 y AHMX, Actas de Cabildo de 1857 y 1856, f. 89.28 ANX, Protocolo de 1876, ff. 71-73 v.29 ANX, Protocolo de 1856, ff. 44 v y 46 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 297

Page 298: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

San Juan de Dios, propiedad de la Cofradía de laPurísima Concepción, que lo arrendaba a varios indi-viduos, pero el ayuntamiento al destinar esta propie-dad para la construcción del mercado público, acudióa José Manuel Ferrín a fin de que éste tramitara laanuencia de los arrendatarios del mismo para la adju-dicación correspondiente conforme a la ley.30

La Reforma de 1857 en su Artículo 27 consagró lapropiedad privada individual de la siguiente manera:

Artículo 27. “La propiedad de las personas no puede serocupada sin su consentimiento, sino por causa de utilidadpública y previa indemnización. La ley determinará laautoridad que deba hacer la expropiación y los requisitoscon que ésta ha de verificarse.

Ninguna corporación civil o eclesiástica cualquieraque sea su carácter, denominación u objeto, tendrá capaci-dad legal para adquirir en propiedad o administrar por síbienes raíces, con la única excepción de los edificios desti-nados inmediata y directamente al servicio u objeto de lainstitución”.31

El Artículo 42 estableció lo que debía entenderse porterritorio nacional, conteniendo el uso y el aprovecha-miento de las aguas. En este sentido, las Leyes deDesamortización sirvieron para rescatar los terrenosde Jalitic que ocupaban las cajas, cañerías, lavaderos y

298

30 En esta adjudicación fue necesario aclarar dudas sobre la extensióncon García Teruel, quien desde 1849 había comprado una fracción de los terre-nos del ex convento de San Juan de Dios a la Cofradía, pero al parecer tomó enexceso, por ende el municipio tuvo que realizar otra medición de los linderos afin de pedirle cuentas a Teruel (AHMX, Actas de Cabildo de 1858, f. 133).

31 Tena Ramírez, 1997, p. 610, menciona que la parte referente a losedificios públicos fue reformada en 1901, reproducida en Gobierno del Estadode Veracruz, 1997, tomo III p. 542, firma el gobernador Manuel GutiérrezZamora.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 298

Page 299: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

una casita (que servía de protección a la infraestruc-tura del agua), pues se habían suscitado ciertas dife-rencias entre Francisco Javier Gorozpe y José MaríaRivera sobre la propiedad del terreno que albergabadicha obra pública: Gorozpe pretendía cercarlo, argu-mentando ser dueño desde la Colonia, y Rivera loreclamaba como suyo, por herencia. El ayuntamiento,apoyado en las leyes, logró la adjudicación de losterrenos y las fuentes de Jalitic, sin perjuicios de dere-chos a terceros, por causa de utilidad pública.32

Uno de los artículos transitorios de la legislacióncitada decía que si un inquilino no tenía la liquidezmínima para adjudicarse la propiedad, otra personapodía adquirirla pagando tres meses después, como lohizo Sebastián Cánovas, quien esperó el periodo mar-cado por la ley, y en remate compró una casa en lacalle principal, la cual vendió a finales de 1856 aManuel García Teruel en 5 mil pesos.33 Un ejemplomás es el de una casa propiedad de la Cofradía de LasÁnimas, misma que fue comprada en remate públicopor José Rodríguez Becerra y su esposa. Esta parejaadquirió bajo similares condiciones una casa en elChorro de San Pedro (hoy Tecajetes), pero al no poderpagar el impuesto predial que exigía el Estado anual-mente, la vendieron a Sayago en el año de 1870.

En los ejemplos anteriores se aprecia que elgobierno daba sólo tres meses para que los inquilinosreclamaran la adjudicación.34 Pero como éstos en su

299

32 AHMX, Actas de Cabildo de 1850, ff. 127 y 298; de 1856, of. 266, f.113 v; y de 1857, f. 16v. Un dato curioso, los hijos de los señores Gorozpe yRivera fueron los primeros en casarse en el registro civil de Xalapa (AHMX,Acta de Exhibición, 2004).

33 ANX, Protocolo de 1878, f. 4. 34 Bazant, 1977, p. 102.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 299

Page 300: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mayoría carecían de efectivo, las autoridades podíanvenderla después del tiempo señalado por la legisla-ción, así el gobierno conseguía recursos para retroali-mentar las arcas y sostener al movimiento liberal,favoreciendo a los que gozaban de liquidez. ComoSebastián Cánovas y José Luis Rodríguez, quienes sinser inquilinos se adjudicaron a bajo costo varias de laspropiedades que antes fueron de las cofradías paradespués ponerlas en circulación a mejor precio. Deesto se desprende que los hacendados y comerciantesactuaban con mucha cautela al no dejarse llevar por elmomento político, sino que esperaban a que la situa-ción tomara su curso normal para invertir en bienesraíces que otras personas, por insolvencia o descono-cimiento, tuvieran que deshacerse de la propiedad sinbeneficiarse de las prerrogativas de ley.

En los archivos de Puebla y Xalapa se indica queen 1856 algunos de los xalapeños ricos como Sayago yGarcía Teruel tenían sus casas más grandes y sushaciendas hipotecadas a la Iglesia, y/o al patrono de laEscuela Pía. El primero reconocía una deuda de 13 milpesos, mientras que el segundo de 17 501 pesos,35 estoscapitales representaban la aglomeración de las deudasque las propiedades habían contraído tiempo atrás y que los empresarios tuvieron que pagar para evadir unaconfiscación. Aunque cabe la posibilidad de que éstosfueran préstamos solicitados para invertirlos en la espe-culación de bienes inmuebles o de otras actividades.

Uno de los beneficios que estos grupos de éliteaprovecharon fue la ley de 12 de junio de 1859,

300

35 En 1856 se redimió un rédito de 300 pesos del capital que reconoce lahacienda de Lucas Martín, mismo que se entregó a la Escuela Pía (AHMX, Actasde Cabildo de 1856, f. 64). Véase cuadro 10 en el presente capítulo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 300

Page 301: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mediante la que se exigía la anulación de todos losintereses que se cernían sobre los bienes hipotecadosde las corporaciones eclesiásticas, con la finalidad deque el gobierno liberal pudiera contar con másfondos.36 Cuando apenas se empezaba a aplicar estaley, la Intervención francesa hizo que se acelerara esteproceso, pues motivó a los deudores hipotecarios exi-miéndolos del pago de los intereses.

Dos días después de la Batalla del 5 de mayo, elgobierno de Puebla, para sufragar los gastos militares,emitió un decreto destinado a todos los que aúndebían más de 8 mil pesos a las instituciones de cari-dad, ordenándoles a amortizar de inmediato sus hipo-tecas, pagando una cuarta fracción en efectivo y trescuartas partes en abonos. Dos meses más tarde, unaley similar exigió la liberación de las hipotecas supe-riores a los 4 mil pesos. De ese modo, varios propieta-rios liquidaron las redenciones de capital, pagando lasdeudas de haciendas, ranchos y fábricas para adjudi-cárselas, como el caso de la familia Gorozpe queaprovechó los bienes que el gobierno retiró a SantaAnna, y en subasta compró 3 685 hectáreas de lahacienda El Encero.37 Esta forma de lucro se reflejamás con las transacciones logradas por BernardoSayago y Manuel García Teruel, quienes al tenerliquidez utilizaron el movimiento para liberar algunashipotecas de sus haciendas y se adjudicaron delmismo modo otras tantas en las ciudades de Puebla,Tehuacán, Atlixco y Xalapa, con las que más tardeespecularon al realizar buenos matrimonios.

301

36 Bazant, 1977, p. 17.37 Sánchez, 1979, p. 37.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 301

Page 302: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Cuadro 8

Bienes adquiridos vía la reforma juarista por Bernardo Sayago DorantesVendedor Propiedad Lugar Precio

Juan Millar Huertas en los barrios Santiago Tehuacán 1 000.00y San Sebastián

Mariano Huerta Casa núm. 19 de la calle del Correo Tehuacán 6 000.00Mariano Huerta Casa núm. 17 de la calle de Zárate Tehuacán 17 000.00Juan Millar Molino de San Diego Puebla 2 235.00Juan E. Uriarte Casas 3 y 5 de la calle del Hospicio Puebla 8 367.00Dueño del Colegio Casas 5 y 7 del Portal de Hidalgo Puebla 1 223.00del Estado y una tiendaFondos municipales Casa 4 de la calle de Guevara Puebla 6 200.00Francisco Serrano Casas 5 y 7 de Mesones Puebla 21 000.00Sr. Velasco e hijos Casa 11 del alguacil mayor Puebla 20 000.00Sebastián Pérez Marín Casas 5 y 6 del Portal de Hidalgo Puebla 22 916.00Ignacio Amaro Casa Chorro poblano San Pedro Xalapa 5 000.00Hipotecas de diversas Hacienda Molino de San Roque 6 600.00a capellanías redimidas Casa 69 de la calle de Belem 3 500.00en 1860 Casa 70 del mesón de Las Ánimas Xalapa 3 000,00Hipoteca impuesta por los Terreno de la testamentaría de Xalapa 3 200.00Agustinos Guadalupe Victoria

TOTAL EN PUEBLA $105 951.00TOTAL EN XALAPA $21 300.00

Bienes adquiridos vía la reforma juarista por Manuel Garcia TeruelVendedor Propiedad Lugar Precio

Redención de 19 casas que componían una manzana Pueblacapitales diversos Edificio de San Pantaleón y parte Puebla

del SeminarioEdificio del Convento de Franciscanos Totemehuacan,

PueblaHacienda de San José Piedras Negras Atlixco, PueblaHacienda de Chapusco Atlixco, PueblaRancho San Antonio Huilulco Puebla 21 061.00

Narciso J. Echegaray 7 lotes del convento de San Francisco Xalapa 1 161.00y 2 casas

Sebastián Cánovas Casa 3 de la calle Principal Xalapa 5 000.00Fondos de hospitales Casas 4 y 5 de la calle Ancha Xalapa 7 255.00de Dios

TOTAL 13 416.00

FUENTE: AGNP (Archivo General de Notarías de Puebla, 1862, ff. 370 y 745;1865, f. 66; 1868, f. 34 v; 1870, f. 320; ANX, 1856, f. 302; 1862, f. 259; AHMX,1868, ff. 63 y 64 y ARPPX (Archivo del Registro Público de la Propiedad deXalapa), 1883, f. 324; 1890, f. 146. NOTA: Algunas de estas propiedades fueron vendidas después de que se erogó la Leyde redención de capitales piadosos (AGNP, 1873, ff. 381 y 1876, f. 131; AguirreAnaya, 1985, pp. 21-35).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 302

Page 303: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Sayago liquidó 105 941 pesos, mientras que Teruel 21 061 pesos de diferentes bienes en el estado dePuebla. De las redenciones de estos capitales sólopagaron en efectivo 15.5% que correspondió a 16 420 pesos que liquidó el primero y el segundo sólo3 264 pesos. Por los bienes adquiridos en la regiónxalapeña, García Teruel y Sayago amortizaron 2 079pesos y 3 301.50 pesos, respectivamente, así se adju-dicaron casas y lotes de los bienes desamortizados.Sayago invirtió un capital total de 19 722.35 pesos yGarcía Teruel sólo 5 343.93 pesos. Así pudieronampliar el número de sus propiedades dispuestas parasus negocios.

No obstante la escasa desamortización que huboen el estado de Veracruz, los dos ejemplos anterioresexpresan que los nuevos grupos de élites emergentes oen franco ascenso (entre comerciantes, hacendados,empresarios y agiotistas) se consolidaron aprove-chando estas reformas para ampliar y definir su pre-sencia en Puebla. No porque ellos prefirieran esta ciu-dad, sino que oportunamente lucraron con la ofertapromovida por las Leyes de Desamortización yNacionalización de los Bienes Eclesiásticos, pues la economía poblana estuvo más controlada por laIglesia, y tenía una condición vulnerable tanto por estasituación como por la Intervención francesa, lo queabrió espacios para que otros se insertaran al interiorde los grupos de élite poblana.38 Al concentrar más

303

38 Los empresarios textiles de Puebla surgieron de un amplio espectrosocial que incluía a tejedores manuales, manufactureros tradicionales, panade-ros, burócratas, clérigos, militares y comerciantes. Entre ellos el prominenteartesano e inventor José Manzo, quien por cierto emparentó con la familiaGarcía Teruel vía el matrimonio (Thomson, 1999, pp. 94 y 98).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 303

Page 304: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

bienes en Puebla, estos personajes imprimieron másfuerza al desarrollo de las actividades económicas que yahabían emprendido en la región xalapeña. Lo quecolocó a la antigua región de paso comercial como lazona de acumulación originaria de capital.

En la región xalapeña los más favorecidos fueronlos integrantes de los diversos grupos de élite forma-dos durante las etapas del primer federalismo y delcentralismo y que desempeñaban toda una gama deactividades. Por su capacidad económica estos secto-res se apropiaron de los bienes de otros que estaban enmanos de la Iglesia o de personas non gratas a la polí-tica liberal. Con esto y el impulso que le suministra-ron a las demás actividades, estos grupos consolidaronsu dominio. Así, el sector hegemónico empleó conve-nientemente los efectos de estas leyes para adjudicarsevarios bienes urbanos en las regiones xalapeña ypoblana, pues la propiedad rural casi no fue afectadapor las reformas liberales.

a) La desamortización y los bienes comunales indígenas

¿Qué ocurría respecto a las tierras comunales de losindios? Según los planteamientos liberales la desa-mortización trasgredía los bienes corporativos de lascomunidades; de acuerdo con la Ley Lerdo de 1856,estos debían ser parcelados, pues lo ideal era fomentarla pequeña propiedad, como Mora proyectaba “redu-cir a propiedad plena los terrenos comunales, favore-ciendo un mestizaje y creando una clase media”.39 Lo

304

39 Semo, 1988, tomo I, p. 109 y Chávez y Florescano, 1965, p. 39.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 304

Page 305: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que quiere decir, al menos en el nivel discursivo, queel liberalismo reformista prometía “liberar” a losindios, entregándoles títulos claros de propiedad.

El planteamiento de Mora se convirtió en un fun-damento ideológico que junto con los argumentoslegales fue beneficioso para una clase media en for-mación como la de los rancheros, y también la de loshacendados quienes se apropiaron de terrenos en algu-nas comunidades indígenas.40 La respuesta de losindios fue diversa: los de las comunidades más distan-tes de los centros de poder presentaron una “defensaretardada”, al ver que estaban perdiendo sus mejorestierras se dieron a la tarea de conseguir y presentar susdocumentos y títulos virreinales con el fin de evitar ladivisión de sus territorios; pero los indios de las zonasmás próximas a los centros de poder y de la vida eco-nómica más dinámica de la nación reaccionaron deforma distinta, como lo comentan Carbó, Thomson yDucey en sus estudios, porque se convirtieron en libe-rales para imponer su interpretación local.41 De modoque unos expresaron su inconformidad de forma pací-fica, otros al contrario se rebelaron violentamente,pero al fin al cabo, la propuesta fundamental era pro-teger sus espacios de reproducción social. Por ello sedieron movimientos de resistencia en varias comuni-dades indias del país entre los años 1856-1860.

Según Margarita Carbó, varias comunidades nohicieron caso de autodenunciar sus parcelas, porque

305

40 Sobre todo en aquellas donde a los indios les llegaba la orden de divi-sión de los terrenos o estos eran usurpados por rancheros y hacendados quesiempre alegaban derechos con “justo título y privilegios” derivados de unasupuesta superioridad racial, según González Navarro (1985, p. 43).

41 Ducey, 2002, p. 15.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 305

Page 306: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

carecían de dinero para pagar la fragmentación de lasparcelas o la alcabala, aunque lo que menos queríanlos comuneros era convertirse en pequeños propieta-rios de un terreno de entre media y tres hectáreasporque, además de que era insuficiente para su repro-ducción social, los distanciaba de su organización co-munera tradicional y los exponía a buscar su defensaindividual e independiente de “su monte, su agua ysus tierras ejidales”, contra los vecinos prósperos,quienes en poco tiempo se apropiarían de su tierra yellos se convertirían en peones mal pagados y peortratados.42

La propuesta de Carbó se inclina hacia la idea deque los indios tenían conciencia de su potencial comocomuneros. Por eso, los movimientos de resistenciatuvieron una expresión ideológica agraria, cuyo ele-mento central era exigir el respeto a la propiedad y ala autonomía comunal. Pero a decir de Powell, tam-bién reclamaban la revisión de linderos, la restituciónde tierras, la abolición de las leyes desamortizadoras yla defensa de la religión, denotando la identidad y lacohesión étnica de sus movimientos.43 Entonces fuesorprendente el paralelismo de su contenido ideoló-gico, el cual quedó englobado en el respeto a la auto-nomía e igualdad comunitaria.

Así se localizaron levantamientos en el Estado deMéxico con los indios de Axapusco, quienes se movi-lizaron para evitar que entregaran sus tierras a un par-ticular; mientras que los de Tetecala, en Morelos,invadieron una hacienda con tal de reclamar sus tie-

306

42 Carbó, 1988, pp. 107-108.43 Powell, 1974, p. 80.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 306

Page 307: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

rras; por el mismo estilo se dieron las luchas de losindios tarahumaras en Chihuahua o de los otomíes enHidalgo. Por la necesidad de reclamar la devoluciónde sus tierras, hicieron que el movimiento creciera yque adquiriera un carácter multirregional, como el quese dio en los estados de Jalisco, Michoacán y Colima,donde combatieron más de 2 000 campesinos armadoscon las mismas demandas.44

En Veracruz, los movimientos rebeldes se mani-festaron a partir de los intentos por aplicar la ley del22 de diciembre de 1826 “que buscaba que todos losterrenos comunales indígenas se redujeran a propie-dad privada repartiéndose con igualdad entre pueblosy congregaciones”,45 pero cobraron fuerza cuando losindios tomaron conciencia de que sus tierras estabanen disputa por los sectores dominantes. De modo queentre 1836 y 1853 se registraron conflictos en los alre-dedores de Papantla, y se extendieron hacia la zonanorte del Estado por las protestas de los indios totona-cos y nahuatlacos ante la lentitud del proceso de legi-timación de sus tierras, o el alzamiento de los indiosde Misantla contra las autoridades militares que inten-taban aplicarles la Ley del Sorteo para repartir losterrenos comunales.46

Blázquez dice que en 1849 en Acayucan se desa-rrolló algo similar a una guerra de castas; lo mismosucedió entre los popolucas de Minatitlán en 1853 alpronunciarse en contra de los “alcaldes de razón” –porblancos– impuestos por el gobierno.47 Al parecer,todos estos conflictos fueron neutralizados con bas-

307

44 Reina, 1980, p. 150.45 Velasco, 1993, p. 30.46 Blázquez, 1986, p. 29.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 307

Page 308: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tante rapidez, excepto el de Papantla y el de Tan-toyuca48 que tenía tintes fourieristas (por su insistenciaen la convivencia comunitaria, y en el respeto de susderechos e instituciones). En la huasteca y en la zonapoblana estudiosos como Thomson, Ducey, Escobar,Velázquez y Kouri, encontraron que los movimientosde resistencia estuvieron salpicados de elementos libe-rales porque los indios recurrieron a sus derechos deciudadanos para proteger sus intereses y eliminar loselementos más represivos del antiguo régimen.

Thomson dice que los indígenas de Zautla,Puebla, se apoyaron en sus derechos constitucionalespara rechazar las formas tradicionales de explotaciónque las élites locales acostumbraban a exigir. En estecaso, los indios adoptaron el liberalismo mientras que“la gente de razón” defendió las tradiciones locales.Por su parte, Ducey señaló que los totonacos de la tie-rra caliente manipularon las leyes liberales y sus alian-zas políticas para el beneficio de sus comunidades ytransformaron sus tierras comunales en “condueñaz-gos”, con lo que lograron conservar sus propiedadesíntegras hasta la última década del siglo XIX. Duceyademás argumenta que los indios mezclaron la identi-dad del ciudadano con la de hijo del pueblo, porque lagente indígena adoptó el lenguaje de los discursosmodernos de los ayuntamientos y constituciones paraamparar sus derechos tradicionales, defender su pro-pia identidad y su poder de sobrevivencia.49 Estomuestra que los grupos indígenas tenían cierta capaci-

308

47 Reina, 1980, pp. 348-349 y 355.48 Velasco, 1993, pp. 32.49 Ducey, 1998, pp. 150 y 151.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 308

Page 309: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

dad de adaptación, al mezclar sus usos y costumbrescon las leyes modernas, resultando así una posiciónheterogénea.

b) El liberalismo y la comunidad indígena xalapeña

¿Qué pasaba en la región xalapeña con las tierras delos indios? En 1850 el ayuntamiento les solicitó elreparto de los terrenos comunales en partes igualesentre todos los hombres y las mujeres de la comuni-dad, cuando estas “tomaran estado” o sea, que se casa-ran. A los indios no les pareció natural un fracciona-miento individualizado, por ello manifestaron suoposición a través de un oficio enviado al cabildo paraevitar el fraccionamiento de sus terrenos.50

Pero, ¿cuántos podían ser los que querían conser-var los terrenos de su comunidad, si los indios erancada vez menos, pues se habían venido mestizandodesde los tiempos coloniales? Como antes se men-cionó, los grupos dominantes habían empujado a losindios hacia las afueras del poblado, donde se crearono crecieron los barrios como El Calvario, Tlalme-capam, Tatahuicapan, Río Sordo y otros menos cono-cidos. En 1791, Vicente Nieto censó a los indioscomo mestizos o castizos integrados a la población encalidad de sirvientes, ayudantes, criados, cargadores,etcétera, pero también como labradores, jornaleros otrabajadores de las haciendas, o como labradores yhortelanos de la comunidad.51 Posteriormente en 1831,en el Informe del gobernador Sebastián Camacho, los

309

50 Núñez, 2001, pp. 3-12.51 Véase cuadro 1 del Anexo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 309

Page 310: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

indios eran quienes cultivaban la verdura y parte de lafruta que consumía la población regional, además,continuaron incorporándose a otras actividades pro-ductivas de la vida urbana en Xalapa, pero como laConstitución del Estado no los consideraba como ciu-dadanos por carecer de las condiciones económicasnecesarias, ellos se relegaban o permanecían silentes.

A mediados de 1835 se localizaron 97 familiasindígenas en la ranchería de El Castillo; 78 en elMolino de Pedreguera, que comprendía los parajes deXolostla y Cuapexpa, unos cuantos en Briones y 76familias en el paraje de Banderilla, estos últimos suje-tos al ayuntamiento de Jilotepec.52 Hacia 1836, partede estas comunidades indígenas se mencionaron en laescritura de compra-venta que especifica los límitesde la hacienda Molino de Pedreguera.

Para 1839 los rancheros, en un ánimo de “ayudara la clase menesterosa”, les solicitaron en arrenda-miento los solares baldíos de la comunidad deCuapexpa y del Molino de Pedreguera para cultivarmaíz, debido a la escasez que se presentó el año ante-rior porque las cosechas de temporal fueron escasas.53

Lo que de hecho deja ver quiénes estaban interesadosen incautar las tierras de estas comunidades, valién-dose de que algunos indígenas y/o mestizos se habíanincorporado a las fábricas textiles, según señala en1842 el viajero George Ruxton.54

310

52 AHMX, Actas de Cabildo de 1838, f. 303.53 AHMX, Actas de Cabildo de 1839, f. 882.54 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, pp. 125 y 127; ARPPX

(Archivo del Registro Público de la Propiedad de Xalapa), inscripción de títulos dela hacienda Molino de San Roque, 1881, ff. 5-10 y Ruxton, 1985, p. 189.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 310

Page 311: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Esto significaba que la comunidad indígena xala-peña estaba disminuida pero aún prevalecía, a pesardel mestizaje, de las epidemias y la migración.55

Entonces, ¿cómo entender que de repente aparecierala República de Indígenas de Xalapa como gobiernointegrado, si sólo eran algunas comunidades sueltas,dependientes de este ayuntamiento? Esta contradic-ción se explica parcialmente en el hecho de que lamayoría indígena, viviendo en la pobreza, tenía quealquilar sus terrenos a fin de recibir algo que le ayu-dara a subsistir, mientras que se iba a las haciendas atrabajar y/o a vivir. Tal es el caso del terreno de lacomunidad de indígenas que el ayuntamiento iba aarrendar para el rastro en 1843, mismo que no proce-dió porque el terreno estaba alquilado a GrajalesEspino.56

Cabe señalar que, para subsistir, no sólo arrenda-ban los terrenos comunales sino también los vendían aprecios irrisorios. Como el predio lindante al ríoSantiago, vendido a Manuel de Faccio en 1838, concuyo pago se ayudarían a introducir agua del ríoSedeño a otro potrero contiguo al Macuiltepec.57 Estoes un indicativo de la subsistencia de su personalidadjurídica, por lo menos así lo prueba el reconocimientodel ayuntamiento xalapeño a los representantes y losjueces de paz de las congregaciones de Soncuantla(sic), Cuapexpa y El Molino en 1847,58 o en 1850cuando José Cayetano Jiménez era presidente de la

311

55 Como en La Orduña se localizaron 85 trabajadores que adeudabandiferentes cantidades a la hacienda, de entre los que vivían en sus jacales (ANX,Protocolo de 1842, f. 49).

56 AHMX, Actas de Cabildo de 1843, f. 56.57 ANX, Protocolo de 1838, tomo I, ff. 320 a 320 v.58 AHMX, Actas de Cabildo de 1846, f. 38.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 311

Page 312: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Comunidad de Indígenas. Sin embargo, ¿quiénes eranlos que buscaban la defensa de las tierras comunales ypor qué en este momento de retorno del federalismo?Acaso como dice Fernanda Núñez, los “...falsos indí-genas, oportunistas invasores y especuladores deterrenos”,59 que en nombre de la comunidad utilizaronla situación para animar su desempeño en el agio y laespeculación, porque al retornar el federalismo se vol-vieron a considerar los ayuntamientos indios y estosse dedicaron a recuperar sus tierras. ¿Acaso los indiosestaban haciendo uso de una “doble máscara” del ciu-dadano y de gente común del pueblo?

La supuesta comunidad indígena logró integrarseen 1850 para presentar la solicitud de reparto oficialde sus tierras. Una respuesta de corto alcance llegócinco años más tarde, cuando el ayuntamiento dispusosolamente el rescate de las propiedades de manos deaquellos que las tenían en arrendamiento, empeño oincluso adquiridas a precios muy bajos, indemnizandoa las personas que las tenían enajenadas y dando opor-tunidades a los indios de arrendarlas a precios justos.60

Cuando se inició el proceso de desamortizaciónen 1856, el gobernador de Veracruz, Ignacio de laLlave, decretó vigente la ley del 22 de diciembre de1826, sólo que limitó los efectos del Artículo 4 queseñalaba los límites del ejido de la comunidad, y elArtículo 6 que impedía enajenar la tierra por cuatroaños,61 porque restringía la libre circulación de las pro-

312

59 Núñez, 2001, p. 12.60 Ibid., p. 11.61 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, Medida legislativa

agraria de 22 de diciembre de 1826, gobernador Sebastián Camacho, “Sobrerepartimientos de terrenos baldíos”.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 312

Page 313: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

piedades, limitaba el espíritu de progreso e impedíalos adelantos de la agricultura, propios de la ideologíaliberal.62

El ayuntamiento xalapeño, para atender los asun-tos de carácter administrativo y notarial de las comu-nidades indias, se proveyó desde 1855 hasta 1861 dela figura de inspector de la comunidad de indígenas,pues antes (1838 y 1850) sólo existía el presidente dela Comunidad de Indígenas, con una aparición ocasio-nal y cuyas funciones parecen limitarse a la presenta-ción del padrón de sus comunidades, solicitudes depertenencia a la comunidad de Xalapa y registro deelectores. En cambio, al inspector de la Comunidad de indígenas se le encomendaba vigilar las cuentas dela comunidad, las de la escuela de indígenas, peroesencialmente la promoción del sistema de reparto delas tierras comunales. Este cargo se ejerció de unamanera tripartita, nombrándose tres personas al año,cada una con diferente forma de relacionarse dentro yfuera de la comunidad. El primero de los tres, con másconocimiento y experiencia en los procesos formalesy políticos, guardaba una relación de respeto y autori-dad frente a los indios por su función anterior de jefepolítico o prefecto; un segundo inspector conservabaun trato más directo entre ayuntamiento y sociedadlocal, y el tercero sostenía una interacción cara a caracon los indígenas, al ser nativo de la misma comuni-dad, y haber sido funcionario del ayuntamiento. Eneste nivel no faltaba alguno procedente del mestizajeentre negros, indios e hispanos, como es el caso de Fran-cisco Antonio Domínguez, de acuerdo con la lista que

313

62 Velasco, 1993, p. 50.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 313

Page 314: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

presenta Carroll.63 En todo esto, destacaban las rela-ciones verticales y horizontales entre la comunidad yla institución local.64

El número de miembros de la Junta Inspectora deIndígenas aumentó entre 1860 y 1861, por la multipli-cación de litigios sobre terrenos de los naturales, entreellos los de Cascapula y los del pueblo de Coatepec,que esperaban el rescate de sus tierras, mismas quetenía la hacienda de La Orduña.65

El reparto de los terrenos de las comunidadesindias de los pueblos que componían el cantón deXalapa había sido un hecho, la mayor parte de las tie-rras habían pasado a manos de particulares, pero lasesperanzas no estaban perdidas, pues, el emperadorMaximiliano, de un pensamiento liberal, en un intentopor apoyar al indígena (que era la principal fuerza detrabajo) y mejorar las condiciones en que vivía, en1865 creó la “Junta de la Clase Menesterosa” pararesolver las demandas de los campesinos e indígenas.A esta Junta enviaron sus quejas los representantes dediversos grupos del Estado de México66 y de otrasregiones, como las comunidades de Jilotepec yCoatepec, quienes en este año exigieron que el man-datario declarase nulo el reparto de los terrenos de su

314

63 Carroll, 1991, p. 127.64 Jefes o prefectos políticos: José María Ochoa, 1855 y 1858; José

María Roa, 1856 y 1859; Joaquín Guevara, 1857; otros fueron VicenteCamacho, 1855; Francisco Antonio Domínguez, 1856; Alejo Castellanos,Joaquín Guevara, Francisco Antonio Domínguez, todos durante 1857;Florencio Aburto y Francisco Antonio Domínguez, 1858; Cayetano Jiménez yCarlos Camacho, 1859; Ramón Terán y Cayetano Jiménez, 1861 (AHMX, Actasde Cabildo de 1855, 1856, 1857, 1858, 1859, 1860 y 1861, ff. 1-4 de cada año).

65 Acosta, 1982, p. 48.66 Powell, 1974, p. 104 y Guerra, 1988, p. 275.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 314

Page 315: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

comunidad porque habían sido adjudicados a particu-lares y como se sentían engañados y despojados, soli-citaban que no procediera la desamortización ni parala casa rural ni para los terrenos de cada comunidad.Igualmente que los encargados se separaran de suspuestos porque estaban actuando de forma negativacontra su grupo.67

En 1866 los indios de Chiltoyac a la vez que losnaturales y vecinos de Actopan, San Salvador Acajete,La Hoya, San Miguel del Soldado, Teocelo, Tlaco-lulan, Tatatila, Atzalan, Jalacingo, Tepetlán, Jilotepec,San Andrés, Coatepec, Chiconquiaco, Aguasuelos,Acatlán, Ayahualulco y Xico, reclamaban la búsquedadel registro oficial de sus tierras. Por eso solicitaronque el emperador declarase nulo el reparto de tierras decomunidad y, según el proyecto de Mariano Reyes,68

preferían que estas pasaran a ser propiedad particularexclusiva de los indios, para lo cual debía instaurarseun fondo de comunidad que absorbiera los gastos de suadministración civil y religiosa.69

En la región xalapeña los efectos de la desamorti-zación y la nacionalización de los bienes eclesiásticosfueron mínimos, pero los bienes retenidos por las cor-poraciones civiles y las propiedades intervenidas deSanta Anna fueron aprovechados por el sector domi-

315

67 AGN (Archivo General de la Nación), Ramo de la Junta Protectorade la Clase Menesterosa de 1865, vol. I, exp. 6, ff. 105-118; vol. II, exp. 3, ff.20-27; vol. IV, exp. 11, ff. 77-81.

68 Mariano Reyes fue un militar e ingeniero que estuvo contra el Plan deAyutla, después se dedicó a la agricultura, y probablemente apoyó a los indiosen los tiempos del Segundo Imperio, pero también es posible que se refiera aalgún homónimo (Teixidor, 1978, p.1757).

69 AGN, Ramo de la Junta Protectora de la Clase Menesterosa de 1865,vol. I, exp. 5, ff. 65-104; exp.13, ff. 97-127; y de 1866, vol. V, exp. 6, ff. 48-50.Inclusive proponen que sea elevado a ley el repartimiento de tierras indias.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 315

Page 316: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nante. Así, de las tierras comunales y de los bienes reti-rados a Santa Anna surgió un grupo de arrendatarios yde pequeños y medianos propietarios que se quedaroncon casas, solares o fracciones rurales. Los arrendatariosde El Encero se acomodaron como dueños de la tierraque vivían, y algunos pequeños propietarios del entornoaprovecharon los lotes desamortizados del Cofre dePerote.70 Sin embargo, a consecuencia de los “falsosindios”, propietarios oportunistas y especuladores, losindígenas que aún subsistían en la llamada comunidadxalapeña terminaron por acomodarse en las tierras deotros poblados, congregaciones, ranchos y haciendas,porque ya para 1890, Xalapa carecía de tierras comuna-les, en cambio poblaciones como Miahuatlán, Tonayany Tatatila71 aún disponían de estos espacios.

Lo precedente reafirma en parte la tesis deKnolton, Cardosso y Bazant cuando expresan que losresultados de las leyes sólo beneficiaron a hacenda-dos, funcionarios públicos y comerciantes, pero sedisiente de estos investigadores cuando argumentanque no se dio el desarrollo de pequeños y medianospropietarios, porque en la región xalapeña, debido alescaso control de la Iglesia y la existencia de muchosliberales, sí proliferaron los ranchos de diversos tama-ños y también el aumento de la pequeña propiedad.

c) Las cercas, otro efecto de las leyes liberales

Una consecuencia más provocada por la aplicación dela desamortización de los bienes de las comunidades

316

70 AGN, Ramo de la Junta Protectora de la Clase Menesterosa de 1865,vol. I, exp. 5, ff. 65-104; exp.13, ff. 97-127; y de 1866, vol. V, exp. 6, ff. 48-50.

71 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo IV, p. 4284.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 316

Page 317: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

agrarias fue que la gente, en un ánimo de delimitar yproteger sus terrenos y casas, empezó a construir zan-jas y bardas que restringieran el acceso de los “nodeseados” en la propiedad, como plantea PachecoChávez,72 pues el derecho de aprovechar los frutos y laproducción era única y totalmente del dueño.

El hecho de delimitar la propiedad privada pormedio de cercas, bardas o zanjas, acarrearía proble-mas por el considerable número de “servidumbres”que existían en los terrenos comunales y en las pobla-ciones. Estas servidumbres eran una serie de derechoscomo los de paso, acceso al agua, explotación demagueyes, árboles frutales, maíz, o simplemente elrecargamiento de vigas, mismos que se reservaban losmiembros de la comunidad al poner en arrendamientocualquiera de sus propiedades. Es más, se convirtieronen álgidos conflictos colaterales que los distintoscabildos de la república mexicana tuvieron que resol-ver, ya que la desamortización, al cambiar de dominioarrendado a propiedad privada, trastocó los hábitos devida y el concepto de pertenencia, y ahora exigían quese respetaran. Los nuevos dueños ya no quisierondoblegarse a las antiguas servidumbres, ni a las cos-tumbres comunitarias anteriores y apoyados en elderecho de propiedad plena y total, provocaron con-flictos diversos.73

Los primeros brotes de descontento surgieroncuando los nuevos dueños empezaron a construir bar-das y zanjas, afectando las vías de comunicación contal de ganar más terreno. Como sucedió en Axapuxco,Estado de México, donde la comunidad alineó sus

317

72 Guerra, 1988, p. 262 y Pacheco, 1996, p. 365.73 Pacheco, 1996, p. 378 y Guerra, 1988, p. 263.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 317

Page 318: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

terrenos con nopales y magueyes sin consentimientode la autoridad, perjudicando el tránsito, desnivelandolas calles y provocando problemas con los vecinos.

En Xalapa, desde 1857 se generó este tipo deconflictos con la clausura de los callejones del rumbode la Garita de Veracruz, que se habían cercado por-que los comerciantes aseguraban que por ahí transi-taba el contrabando, pero esto dejó a varios vecinos dela Garita sin el agua de los manantiales El Pambazo yEl Paso, quienes sólo tuvieron acceso al agua de malacalidad de un pozo y “solicitaban les permitieran colo-car una puerta en los vericuetos que han clausurado, yellos cuidarán que de noche se cierre con llave”.74 Estoimpidió también que otros ya no pudieran accederlibremente a sus siembras.

El cabildo encargó el problema a una comisióndebido a que no contemplaba acceder a la apertura delpaso de servidumbre por considerar convenientes lasrazones que obraron a favor de la clausura del calle-jón, por eso, autorizó la revisión de la calidad del aguadel pozo, la remoción de los obstáculos de los callejo-nes y las providencias necesarias para evitar que lasdificultades continuaran.75 Una de las propietarias,Dolores Martínez, envió un ocurso al ayuntamiento,en el cual alegaba que su casa había quedado dentro deuno de los callejones clausurados frente a la Garita de Veracruz76 e insistía en que estos se reabrieran. Lomismo que otros propietarios, cuyo fundamento eraque les faltaba “el aguaje que quedó obstruido con lascercas levantadas el año anterior”.

318

74 AHMX, Actas de Cabildo de 1857, ff.139-139 v.75 Ibid., f. 143.76 AHMX, Actas de Cabildo de 1858, f. 6 v.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 318

Page 319: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Ante tantas quejas y demandas, el síndico Rafaeldel Valle y el regidor tercero y obrero mayor Fran-cisco Goiri, fueron a destruir los cercados para dejarexpedito el tránsito del vecindario que desde tiempoinmemorial usufructuaban, pero el administrador deaduanas insistió en que no se permitiera su apertura,porque estos contribuían a proteger el contrabando.77

Finalmente, del resultado del análisis que hizo lacomisión, se dictaminó que:

1. Es de un acto de rigurosa justicia restituir la posesiónantigua de los pozos de agua al vecindario de la garita deVeracruz.2. Que sus disposiciones no se han extendido hasta abrirtodo el camino a las distintas veredas, que en otros tiem-pos facultaban al paso para Tatahuicapan y los Berros,sino que se limita solo a la senda que termina en dondeexisten los manantiales de agua dejando lo demás cer-cado y cubierto. 3. Las medidas tomadas por el ayuntamiento son la aper-tura de dos conductos para las aguas y se edificarán inme-diatamente por cuenta de los fondos municipales los broca-les que necesita el nacimiento de agua de la cañadallamada el Pambazo y el Paso [...] construido frente a laGarita, a fin de proporcionar la comodidad en el uso deesas aguas y evitar los accidentes con criaturas pequeñas yanimales que por ahí transitan.78

En esta solución, el ayuntamiento consideró la cos-tumbre de los vecinos de usar las veredas y los mis-mos aguajes, sin quitar la cerca de los atajos que eranlugares más propicios para los contrabandistas, o para

319

77 Ibid., f. 80.78 Ibid., f. 97.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 319

Page 320: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

los ladrones, quienes buscaban la complicidad queotros sitios les negaban.79

La opción que dio el cabildo tampoco resolvió elproblema, porque la apertura y acomodo de las cercasde uno de los callejones del camino nacional de Ve-racruz, dejaba sin agua y a la deriva la cosecha de maízde Florencio Aburto.80 Pero esto incidía más en la con-cepción que los nuevos dueños tenían sobre el dere-cho absoluto de la propiedad, quienes estimaban queya no tenían por qué quedar sujetos a las antiguas ser-vidumbres, ni a las obligaciones impuestas por elmunicipio.81 Este tipo de problemas fue frecuente conmás o menos encono en los cabildos, extendiéndosequizá hasta el Porfiriato.

Con este panorama sobre la construcción debardas y cercas se confirma la idea del deslinde de lapropiedad individual como parte del pensamientoliberal. Sin embargo, esto vino a dificultar los usos ycostumbres en torno al uso de los manantiales o delagua que se había considerado pública o comunal,dado que algunas fuentes de abastecimiento queda-ron comprendidas en propiedad particular, o por lomenos sus cercas obstaculizaron las vías de acceso alos llamados “pasos de servidumbre”. En tal sentido,las leyes liberales refuerzan la propiedad privada sinconsiderar, en un primer momento, que el agua es unbien público y requiere de un camino para su trán-sito.

320

79 Pacheco, 1996, p. 374.80 AHMX, Actas de Cabildo de 1858, f. 129 v.81 Pacheco, 1996, p. 378.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 320

Page 321: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

2. La reforma liberal en la aventura textil

Los propósitos de Juárez y Lerdo fueron interrumpi-dos una y otra vez por diversos levantamientos, comolos dirigidos por Díaz en la Noria y Tuxtepec (1871 y1876), o la revuelta de José María Iglesias (1876).Problemas que, aunados a otros, hicieron que la indus-tria textil mexicana atravesara una etapa difícil. Comola Hacienda Pública no tenía fondos para solventarlos,permitió la libre importación de paños e hilos euro-peos, pero aplicó una serie de gravámenes por suimportación, lo que nuevamente fomentó el contra-bando. Además reformó y aumentó los impuestos a laindustria nativa,82 pues los liberales al subir al poderabogaron más por la promoción de la clase comer-ciante y agraria-capitalista, dejando a la industria sinprotección del gobierno y sujeta a una fuerte compe-tencia en precio o calidad de los artículos que seimportaban.83 Esta circunstancia impidió el auge textily sus efectos se hicieron sentir en algunas regionesmás que en otras.

Las empresas textiles más grandes estaban centra-lizadas en México, Querétaro, Puebla y Jalisco; en ladécada de los años sesenta la comercialización de susproductos se extendió al mercado internacional, enespecial con Estados Unidos, mientras que las demásregiones sólo cubrían un mercado local o a veces regio-nal, debido al aislamiento geográfico, a la carencia deríos navegables, la topografía accidentada y la falta de transportes. No obstante al ampliar la circulación de

321

82 Keremitsis, 1973, p. 50.83 Gómez-Galvarriato, 1999, p. 163.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 321

Page 322: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

sus productos se exponían al cobro de diversas contri-buciones como: los derechos de consumo entre unEstado y otro, la aplicación de las alcabalas por el pro-ducto y el pago de los fletes por el transporte de las car-gas de manta, café, tabaco o de otros productos.84

La libertad comercial, los gravámenes y la reduc-ción de la mano de obra, debido al reclutamiento deobreros y artesanos, reglamentado por el Estado, parafortalecer la Guardia Nacional, mermó las posibilida-des de una producción más estable de las fábricas tex-tiles.85 Algunas dejaron de trabajar por lo menosdurante las épocas de sequía. A pesar de esta situa-ción, en la región xalapeña continuaron trabajandocuatro de las cinco factorías: La Industrial Xalapeña o El Dique, La Libertad o El Molino de Pedreguera oMolino de San Roque, Lucas Martín y La Victoria(véanse las figuras 15 y 16) . Pero hubo cambios de pro-pietarios, unos interesados en la especulación con losedificios y maquinaria de las fábricas, y otros que sícontinuaron al frente de su empresa.

La factoría restante, La Bella Unión Xalapeña,también conocida como Probidad inauguró la venta defábricas en 1845, cuando Bernabé de Elías traspasó losedificios, la maquinaria y el terreno en 53 000 pesos aGarcía Teruel. La maquinaria le fue útil a Teruel paraoptimizar su empresa en Lucas Martín, al integrarle unaparte de esta para aumentar el número de husos. A suvez, él comercializó otra fracción, y una tercera parte latrasladó a Puebla para completar la maquinaria de LaCandelaria, que estaba por instalar.

322

84 Trens, 1950, tomo IV, p. 29; AGNP, Protocolo de 1868, f. 48 y ANX,Protocolo de 1872, f. 372.

85 Trens, 1950, tomo IV, p. 48.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 322

Page 323: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 15. Fábrica El Molino de San Roque o San Bruno.

Fotógrafo no identificado, 1920, Colección Jesús Peralta.

Figura 16. Estación del Ferrocarril Interoceánico. Fotógrafo no identificado,

hacia 1920, Colección de Jesús Peralta.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 323

Page 324: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Como se mencionó antes, la familia García Teruelaprovechó la desamortización para introducirse en elgrupo de empresarios poblanos, diversificando yampliando sus actividades textiles y manteniendoLucas Martín hasta 1903, cuando a los herederos deGarcía Teruel, al no poder pagar el crédito hipotecariosolicitado en 1893 para mejorar su infraestructura,86

vendieron la hacienda-fábrica a Guillermo Pasquel yPalma en 250 000 pesos. La venta comprendía lahacienda con sus ranchos, caída de agua en ElTronconal y más de 200 cabezas de ganado. Entre losmotivos por los que Pasquel compró una haciendahipotecada, además de su interés intrínseco, están laubicación de las tierras en el Camino Nacional dondetransitaba el Ferrocarril Interoceánico y su condiciónde suelos propios para el desarrollo de la ganadería yel café, un producto de amplia demanda en el mercadointernacional durante el Porfiriato.

En 1865 García Teruel vendió en 5 000 pesos eledificio de La Bella Unión, con una rueda turbina ylos malacates que aún quedaban. La compra la hizola Compañía Todd y Pasquel, constituida por loscomerciantes porteños Jorge Todd y Francisco dePaula Pasquel87 (hermano de Guillermo Pasquel).Así, se incorporó a la industria textil xalapeña elgrupo familiar de los Pasquel, que ya tenía nexos conla zona, a partir de sus relaciones comerciales en elcorredor Veracruz-Xalapa-México. En 1849 al com-prar las tierras de La Orduña, esta familia asentó sudomicilio en esta hacienda, lo que facilitó las rela-ciones tanto con los comerciantes como con la socie-

324

86 Benítez, 1984, pp. 111-114.87 ANX, Protocolo de 1845, f. 580 y 1865, f. 190.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 324

Page 325: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

dad regional. Es más, José María Pasquel, padre deFrancisco de Paula, fue llamado a ser gobernador,pero él rechazó la propuesta.88 Posteriormente en1862, Francisco se desempeñó como encargado de laJunta Inspectora del Palacio y como jefe del TercerCuartel. Más tarde, en 1865 fue regidor segundo yencargado de policía y obras públicas, mientras quesu padre, el mismo año fue representante de la Juntade Caridad,89 justamente cuando formalizó la compa-ñía con Jorge Todd para comprar La Bella Unión. Esdecir, tenía presencia entre la élite gobernante.

El establecimiento La Victoria siguió en manosde la familia Fernández de Agudo, aunque a la muertede don Francisco, su hija Isabel quedó como la here-dera, siendo su esposo Francisco Goiri quien se en-cargó de la fábrica desde 1853, como lo indica el cua-dro estadístico de la industria (véase en el Apéndicede este trabajo),90 en el que se le reconoce comoempresario. Así, vía el matrimonio, ascendió, facili-tando su ingreso a las funciones municipales, pues en1856 fue regidor séptimo, diputado de Fiestas y encar-gado del Fiel Contraste; en 1857 fue representante dela Comisión de Hacienda,91 más tarde en 1871, fue

325

88 AHMX, Actas de Cabildo de 1855, ff. 120 v-121 v. Por el momentopolítico que se vivía, el oficio decía que Pasquel vendría a unificar al departa-mento de Jalapa, sin que pueda aún calcularse lo que resultará en la capital deesa pugna contra el gobierno. Se declaró, por todas estas razones, dejarse enlibertad al repetido Pasquel, “para obrar según le dicte su buen juicio sin com-prometerlo a un paso que no necesita meditar ni abundarse tampoco”.

89 AHMX, Actas de Cabildo de 1862, ff. 4-5 y 1865, f. 4.90 En los registros de hacienda-fábrica de 1853 aparece Francisco de

Goiri como propietario, a pesar de que Isabel tuvo dos hermanas: Joaquina quemurió en 1848 y Dolores, que sobrevivió como viuda del teniente coronel JuanMorales, hasta 1898 (visita realizada en 2003 al Antiguo Panteón Xalapeño yMemoria de la Secretaría de Fomento, 1857).

91 AHMX, Actas de Cabildo de 1856, f. 5; 1857, f. 4.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 325

Page 326: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

alcalde primero de Xalapa. Es decir, había adquiridoun reconocimiento y respeto de la sociedad, gracias asu parentesco político con los Fernández de Agudo.

Por las sequías de 1868 y 1870, Goiri fue mer-mando la producción de su fábrica hasta que se para-lizó, y para sobrevivir él y su familia, solicitó un cré-dito hipotecario de 17 304 pesos a Francisco de PaulaPasquel, pero no pudo saldarlo, porque no se podíaelevar la producción; lo que aunado a problemas fami-liares, hizo que Goiri, a la muerte de su esposa en1874, cediera todos sus derechos a la Compañía Toddy Pasquel.92 Con todo, por su honorabilidad y su expe-riencia volvió a desempeñarse en el ayuntamientocomo presidente municipal en 1881.

La Compañía Todd y Pasquel conservó activa lafábrica La Bella Unión hasta 1871, no con las ganan-cias que esperaba obtener, dado que una parte era parapagar las contribuciones que el Estado les exigía,como los gravámenes, los gastos de policía y los dere-chos de consumo. Ambos impuestos se suspendieronporque el país entró en calma, pero se necesitaba derecursos para recuperar la estabilidad económica, poreso en 1873 el impuesto de derechos de consumo setrasladó a la maquinaria dispuesta en las fábricas y pordecreto se exigió 43 y ¾ de centavos por huso y 133pesos por molinete, de los cuales 80% era para lafederación y 20% para el municipio,93 lo que ocasionóque la salida de la crisis de las factorías fuera máslenta. De modo que Pasquel no veía en esto ningunautilidad y decidió vender su mitad al comerciante por-

326

92 ARPPX de 1879, inscripción 72, libro 2°, f. 119. 93 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo V, pp. 216 y 507.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 326

Page 327: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

teño Pedro Landero y Coss, quien continuó ocupán-dola en sociedad con Jorge Todd.

El mismo año de 1874, Jorge Todd optó porvender la otra mitad de las fábricas La Probidad y LaVictoria al propio Pedro Landero y Coss por la canti-dad de 17 000 pesos, quien de contado pagó 8 702pesos y el resto quedó sujeto a crédito. Así, Landeroy Coss se convirtió en el único propietario de ambasfactorías inyectándole un impulso distinto a esteramo en Xalapa. Éste se benefició de la presencia desu hermano Francisco en el ejercicio del PoderEjecutivo del estado de Veracruz (1874-1878), comose refleja en 1874, cuando la Legislatura del Estadolo dispensó del pago de traslación de dominio y de lacompra e instalación de maquinaria a los propieta-rios de las fábricas El Dique, La Victoria y LaProbidad.94 Además logró que se disminuyera la con-tribución por huso, que pasó de casi 44 centavos asólo 10 y de 133 pesos por molinete quedó en 33pesos. Desde luego aprovechando las diferencias quese suscitaban entre la federación, Estado y municipio,aunque un año después de dictada esta disposición,los impuestos los controlaría solamente el municipioal que pertenecieran las fábricas.95 También, empleósus nexos sociales, económicos y políticos regiona-les, en especial con la familia Pasquel, con la queamplió sus vínculos a partir de su matrimonio y el desu hermano,96 de modo que en un momento coyuntu-ral utilizó sus relaciones políticas y sociales paralevantar la fábrica y mejorar sus ganancias.

327

94 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo VI, p. 34.95 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo VI, p. 207, Decreto 115.96 Acosta, 1982, p. 43.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 327

Page 328: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Pedro Landero y Coss no siguió al frente de lasfactorías textiles sino hasta 1878, justo el año en quesu hermano Francisco dejó el poder estatal en manosde Luis Mier y Terán, así que se benefició del nexofamiliar para sustraer utilidades en la compra y elmanejo de estas factorías. En 1879, por una hipotecade 17 800 pesos, La Victoria fue traspasada a la com-pañía de Emilio Manuel y Federico Fortolis, ambosempresarios de la Ciudad de México y relacionadoscon la compañía inglesa Summer, y con RamónZangroniz, accionista del ferrocarril.97

Desde que José Welsh fundó La IndustrialXalapeña,98 recibió un préstamo del Banco de Avío,de cuyos réditos no se tuvo más referencias porque lainstitución desapareció; no obstante, sus miembrosintentaron recuperar sus capitales. En un documentoindica que el marqués del Apartado y el comercianteFelipe Neri del Barrio endosaron en 1843 el créditoque recaía sobre la fábrica al reconocido empresario ycomerciante Francisco Fagoaga, quien no recuperó nisiquiera los réditos. En este mismo año la CompañíaManning y Makinstosh, de acuerdo con Welsh, intro-dujo maquinaria y administró algunos años la factoría,como ya se comentó. Posteriormente el fabricante, alparecer, retomó el control de su establecimiento yenfrentó los problemas de escasez y encarecimientode la materia prima mediante dos formas: en 1863cultivó algodón en su propiedad; sin embargo, al noconseguir una buena producción, optó por incorpo-rarse al grupo que controlaba la oferta y demanda dela materia prima, pero el arribo de productos extranje-

328

97 ARPPX, libro 1 de 1891.98 Fue dueño de la factoría hasta 1870.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 328

Page 329: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ros, entre otras causas, ahogaron las posibilidades deganancias.

En 1872 a Welsh se le venció una hipoteca por104 581 pesos,99 por ende su factoría La IndustrialXalapeña pasó a pertenecer a la compañía de Joaquínde Rosas, Donato Manterola y Bernardo Mier, comer-ciantes provenientes de Puebla y de la Ciudad deMéxico, y dedicados a la especulación con diversosbienes, entre ellos las fábricas textiles.100 De Rosasliquidó a los demás socios para especular con la ventadel inmueble compuesto de tres plantas, albergando lodescrito en el cuadro 9.

Este inventario presenta la imagen de una factoría conmaquinaria moderna y diversa que permitió a De Rosasespecular con su venta el mismo año. La traspasó al

329

99 Aguirre, 1985, pp. 29-35; ANX, 1865, f. 190.100 Como se puede apreciar en los apéndices del texto de Bazant (1977,

326-327), De Rosas y Mier aprovecharon las leyes desamortizadoras para con-vertirse en propietarios de establecimientos en Puebla.

Cuadro 9. Materiales de la fábrica La Industrial Xalapeña en 1874

Piezas Artículos Piezas Artículos6 Cardas inglesas 1 Máquina hidráulica de 38 pies nueva1 Salón de engomado 1 Máquina de vapor de 50 caballos de

fuerza20 Tróciles Danfort 17 000 Carretes (50% para pabilo y 50% para

los trozos)50 Telares usados 1 Máquina inglesa para despedazar y

sacudir algodón 8 Telares de medio uso 1 Maquinaria para planchar

25 Telares de poder 30 000 Membretes para hilazas1 Máquina para atolar 72 Sellos para acarreo1 Máquina para secar 636 Malacates de medio uso

FUENTE: ANX, Protocolo de 1874.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 329

Page 330: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

político y abogado Rafael Martínez de la Torre101 y alcomerciante xalapeño Agustín Cerdán por 100 000pesos, dinero del cual únicamente 6 000 pesos le liqui-daron de contado y 6 000 le darían cada año hasta com-pletar el costo total. En estos traspasos se observa espe-culación y problemas económicos con el inmueble,quizá se negociaba con esta fábrica por prestigio, o por-que había ganancias no explícitas en los documentos.

A partir de esta permuta de dueños, La IndustrialXalapeña cambió de nombre por El Dique. De igualforma también, en 1872 La Bella Unión cambió a lla-marse La Probidad, es decir, ambas factorías recibie-ron un nombre más corto; quizá este cambio se debióa que el estado había aumentado los impuestos y unaforma de evadirlos fue usar una nueva razón social yqué mejor que llamarlas como eran conocidas popu-larmente.102

En 1875, por la muerte de Rafael Martínez de laTorre y una decisión familiar, la fábrica El Diquequedó en manos de Agustín Cerdán,103 quien seencargó de liquidar el crédito de 76 000 pesos que

330

101 Posiblemente Martínez de la Torre recibió la fábrica en pago por susservicios de abogado al haberla rescatado de las hipotecas, porque de hecho erareconocido como un gran abogado.

102 Cabe señalar que a La Bella Unión el pueblo la conocía tambiéncomo El Gallinero, porque hubo más mujeres y niñas que hombres trabajandoen su interior, además de que al lado también llegaban a concentrarse lavande-ras de ropa en los lavaderos de El Dique.

103 Su esposa, Concepción Cuevas, arregló las cuentas con AgustínCerdán y le cedió sus derechos en diciembre de 1876, pues durante los dos añosque fue administrado por Martínez y Cerdán no lograron mayores ganancias,debido a los efectos devastadores de un huracán que en julio de 1876 averió lostelares, la fábrica y parte de las existencias de materia prima y, por “si fuerapoco, sobrevino la carestía del algodón que paralizó lo poco que se podía traba-jar” (ARPPX, libro 1° de 1877, inscripción 106, título y propiedad de la fábricaEl Dique, ff. 156-166).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 330

Page 331: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

debían a los herederos de De Rosas. Dos años despuésCerdán la rehabilitó y modernizó, por eso en 1878logró producir una abundante cantidad de hilos ymantas que comercializó en el mercado regional.Cabe señalar que Agustín y su hermano PantaleónCerdán se dedicaban al comercio local, pero, toda vezque se les reconoció como empresarios textiles,comenzaron a figurar en las funciones del gobiernomunicipal. Pantaleón Cerdán fue jefe del OctavoCuartel en 1876 luego, regidor primero y encargadode Hacienda Municipal en 1877, jefe político en 1881y alcalde primero en 1882-1883.

Entre 1865 y 1875 hubo una fase de rotación de los propietarios, tal como ocurría en las ciudades deMéxico y Puebla, cuando los empresarios textiles queno habían diversificado su capital sucumbieron a lasdificultades y crisis por las que atravesó la nacienteindustria acabando empobrecidos, hipotecados y nece-sitados de venderlas.104 Pero los que trabajaban su capi-tal en un portafolio de actividades industriales, comer-ciales y especulativas como García Teruel y BernardoSayago y otros, acumulaban riquezas con facilidaddado que compraban bienes, aprovechando su liquidezy sus relaciones políticas y sociales para mejorar sucondición y su estatus en la localidad, porque a partirde su conversión a empresarios, ocuparon puestosclave en el ayuntamiento. Su participación en otrosnegocios les dio la oportunidad de valerse de sus recur-sos e incidir en la circulación de los productos textilesen el mercado o bien ampliar sus empresas en otrasregiones.

331

104 Gómez-Galvarriato, 1999, p. 153.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 331

Page 332: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

3. Las relaciones de trabajo en las fábricas

Al consolidarse los grupos en el poder nacionaldurante la etapa de restauración del país se fue deli-neando una política liberal que impulsó el desarrollodel capitalismo con la inversión de las distintas ramasde producción: comercial, agroindustrial y manufactu-rera. Se desarrolló el ferrocarril para promover la cir-culación de mercancías, los empresarios textiles de lasdistintas regiones productoras introdujeron maquinariapara elevar la producción y diversificarla. Contrataronmás mano de obra, se ocupó tanto a la población cita-dina que se encontraba sin empleo como a la que lle-gaba en busca de trabajo, como ocurría en otras regio-nes que se dedicaban a esta industria. Trujillo señalaque a las fábricas del Estado de México llegaron inmi-grantes de las regiones poblana y xalapeña.105

En las fábricas Tlalpan, Miraflores y otras de laCiudad de México las jornadas empezaban con el albay concluían a las 9:30 de la noche, con un receso deuna hora con quince minutos para tomar alimentos; esdecir, los obreros laboraban entre 14 y 17 horas. Elloscarecían de los más elementales servicios y los patro-nes empleaban medios represivos como la negaciónde permisos para salir, aun si se enfermaban; esta erauna práctica de explotación creciente a medida que laproductividad aumentaba. Los salarios eran muy bajosy oscilaban entre 30 centavos y 2 pesos; si eran niñoso mujeres percibían menos que los hombres,106 por esoalgunos empresarios contrataban a mayor número de

332

105 Trujillo, 1977, p. 70.106 Ibid., pp.182 y 275.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 332

Page 333: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

obreras, como era usual en algunas fábricas europeasde la época.107

En el caso de Xalapa, hacia 1875, de los 14 217habitantes se tiene que: 873 eran jornaleros, 364 obre-ros, 378 eran zapateros, 269 comerciantes, 148 do-mésticos, 147 albañiles, 143 estudiantes, 117 depen-dientes, 109 loceros, 104 carpinteros y 103 empleados.De los 364 obreros, más de la mitad eran mujeres yniñas que con su salario beneficiaban a 500 familias,es decir alrededor de 2 000 personas, que representabamás del 10% de la población total.108 Para 1877 lapoblación obrera aumentó a 859, y la mayoría operabaen las cuatro fábricas textiles y en otras pequeñasindustrias, como lo fueron las tres fábricas de jabón,las 32 de alfarería, tres cerilleras y 31 manufacturerasde zapatos,109 de manera que hubo mayor aglutinaciónde obreros varones que laboraban en las factorías porla diversidad de éstas.

Entre 1876 y 1881 en las fábricas xalapeñas, losobreros laboraban entre 14 y 16 horas, sus sueldososcilaban entre los 50 centavos y 1.50 pesos en ElDique y La Libertad, en contraste con los pocosobreros especializados que percibían 10 reales dia-rios, pero en La Probidad diferían escasamente por-que el salario estaba regulado entre 75 centavos y1.50 pesos.110 La mayoría de los trabajadores de ElDique, La Libertad y Lucas Martín habitaban enpequeñas viviendas (lo que se considera un cuarto

333

107 Keremitsis, 1973, p. 65.108 Domínguez, 1971, p. 45 y AHMX, Actas de Cabildo de 1875, exp. 11.109 Domínguez, 1971, pp. 46-47. Apoyado en AHMX, paq. 1 de 1875 y

paq. 1 de 1877. 110 Domínguez, 1971, p. 45.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 333

Page 334: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

redondo),111 aunque esto no quiere decir que gozarande todos los servicios.

Las percepciones inferiores correspondían regu-larmente a la fuerza de trabajo femenina e infantil enlas factorías locales, lo mismo en las de la Ciudad deMéxico, que en La Cocolapan de Orizaba.112 A diferen-cia de los salarios de los trabajadores calificados, por-que unos ganaban los mismos 10 reales diarios perootros alcanzaban hasta 37 reales,113 debido a que teníanuna maquinaria distinta con la que fabricaban unavariedad de productos para el mercado, como se apre-cia en el cuadro 10 que reporta la producción de 1878.

Al terminar el imperio de Maximiliano, las rela-ciones en las fábricas eran bastante desiguales, aun-que la ley postulaba la igualdad como principioinviolable, los salarios de los obreros en la Ciudad deMéxico eran bastante bajos, las jornadas agobiantesy el trato represivo y esclavizante. Estos factoresrepercutían en la organización laboral, máxime queallí se aglutinaban varias fábricas con una multitudde obreros de distinta mentalidad por su extracción

334

111 En el caso de La Industrial Xalapeña, desde que se fundó se proyec-taron las viviendas como se indicó anteriormente. Para Lucas Martín y LaLibertad, a través de la observación directa y de entrevistas se pudo detectarque casi desde su fundación estas fábricas contaron con viviendas para los tra-bajadores, debido a la distancia que había entre la ciudad y el centro de trabajo.Como había que cumplir un horario los obreros se concentraron en las casitasque les construyeron, de las cuales aún existen evidencias.

112 Trujillo, 1997, p. 70 y Moreno, 1996, p. 326. También Keremitsis(1973, p. 65) dice que en La Cocolapan de Orizaba hacia 1876 había 90 hom-bres y 240 mujeres, mientras que en El Coloso de Sinaloa había 100 hombres y300 mujeres. Y aunque los salarios eran más bajos para ellas, el autor anota queno se llenaron de mujeres las fábricas como en Europa porque se podía conse-guir hombres que trabajaran por bajos salarios.

113 Domínguez, 1971, pp. 46-47. Apoyado en AHMX, 1877, paq. 1.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 334

Page 335: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

335

social tan heterogénea, lo que condujo a formar organi-zaciones mutualistas. Pero en la década de los añossesenta se aplicó el recorte salarial, el despido de traba-jadores, el abuso de autoridad y la obligación de trabajosnocturnos, que hizo estallar huelgas en La Colmena, LaFama, San Fernando, San Ángel y La Hormiga.

Las factorías del resto del Valle de México, asícomo las de Querétaro, Orizaba, Xalapa, Puebla,Jalisco y Michoacán continuaron en actividad

Cuadro 10. Las fábricas xalapeñas y su producción anual en 1878

Fábrica y propietario Husos Producción Valor en pesos

EL DIQUE 1 000 000 de libras de hilaza 37 500.00Pantaleón Cerdán 20 000 piezas de manta 60 000.00

LA PROBIDAD 1 500 4 000 piezas de estampado 16 000.00Pedro Landero y Coss 1 500 piezas de listado 5 625.00

16 000 piezas de manta 48 000.00100 piezas de cordoncillo 1 200.00

LA LIBERTAD (alias) EL MOLINO 4 000 40 000 piezas manta 120 000.00Bernardo Sayago Dorantes 3 000 piezas de listado 1 200.00Heredó a su hermano 2 000 piezas de cordoncillo 18 000.00Antonio Sayago (1881) 400 piezas de colchas 1 200.00

10 000 libras de hilo 3 750.00

LA VICTORIA 2 000 piezas de listado 6 000.00Pedro Landero y Coss 500 sarapes de lana 2 000.00

1 500 400 cortes de lana para enaguas 1 000.00400 cortes de lana para pantalón 1 300.0020 docenas de rebozos 300.00200 piezas de cordoncillo 1 600.00400 piezas de toalla 100.00500 piezas de ceñidores 95.002 000 libras de pabilo 640.00

LUCAS MARTÍN 13 000 10 000 piezas de manta 25 000.00Carlos García Teruel

FUENTE: Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, Informe de sus gobernadores,1826-1986, tomo IV, Luis Mier y Terán, 1878, p. 118. HUSOS: AHMX Actas deCabildo, núm. 88 de 1878, f. 59.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 335

Page 336: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

normal.114 Desde 1874 los obreros de estas entidades,se fueron sumando paulatinamente al Gran Círculo deObreros de México (GCOM), surgido en la capital delpaís y apoyado por el presidente Sebastián Lerdo deTejada para proteger a los obreros, pero también parapromover su reelección.

Al principio, la asociación obrera gravitó en unaconcepción socialista de carácter mutualista, con pro-yectos comunitarios inspirados en los falansterios deFourier y Owen, o en las ideas saintsimonistas de pro-mover un gobierno de trabajadores con una sociedadque pudiera intercambiar con libertad los artículos quefabricaban. También aquilataron la noción de lariqueza distributiva del trabajo de los afiliados a losclubes, idea cercana a Proudhon.

Illades dice que por el apoyo del gobierno ler-dista se decretó la agrupación oficial en 1876, aunquesu discurso se modificó por un lenguaje más políticomoderno, que implicaba la liberación de la creatividaddel individuo, el cual se presenta como un sujeto convida propia al margen de las corporaciones. En elActa Constitutiva se reconocían los derechos del hom-bre, la libertad de conciencia, la armonía entre capitaly trabajo, además de marcar una distancia entre elpoder y los partidos políticos. Por eso, el general Díazle pasó la factura a la Dirección del Gran CírculoObrero, por el coqueteo con Lerdo de Tejada 115, disol-viéndolo a su estilo en 1883: convenciendo a sus diri-gentes con cargos de representación en la Ciudad deMéxico.

336

114 Trujillo, 1997, pp. 182 y 275-278.115 Illades, 1996, pp. 188-196.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 336

Page 337: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Durante este tiempo se organizaron los obrerosde las regiones. En Xalapa les habían impuesto “vela-das” o trabajo nocturno y trabajos forzados, por lo queinstituyeron una sociedad mutualista.116 Reconocidapor el Gobierno del Estado hasta 1881, cuando laLegislatura promovió la fundación de cajas de ahorro,buscando un sentido de bienestar social para las clasesproductoras.117 Éste fue el tibio despertar de la claseobrera regional que durante el Porfiriato fue gene-rando una conciencia de clase explotada; pero entrelos años sesenta y setenta del siglo XIX podría decirseque los obreros de la región xalapeña aún conservabanuna relación paternalista con los dueños de las fábri-cas al estar estrechamente comprometidos con estos, através de las prestaciones recibidas. Por ejemplo: laprovisión de vivienda y de préstamos, la oportunidadde alternar trabajos campesinos con sus labores obre-ras en épocas propicias y las facilidades en el caso degestiones con el ayuntamiento, toda vez que sus patro-nes si no eran funcionarios, estaban bien relacionadosen el ayuntamiento.

4. Las vías de comunicación y su influencia en la economía

Los primeros signos de modernidad en las vías decomunicación se dieron a partir del tendido del tramodel ferrocarril entre el puerto de Veracruz y Paso SanJuan o Tejería.118 En la década de 1860, los liberales

337

116 Trujillo, 1997, pp. 172-179.. 117 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo VII, pp. 217-218.118 Rees, 1976, p. 128.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 337

Page 338: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

para dar mayor agilidad e impulso al comercio y aldesarrollo del capitalismo, vieron la necesidad de ten-der las vías férreas que unieran el Golfo con la Ciudadde México. Por eso promovieron la puesta en marchadel ferrocarril, uno pasando por Córdoba-Orizaba y elotro por Xalapa.

El ramal de Orizaba fue el que se construyó pri-mero, pues desde 1857 la concesión la había ganadoel rico comerciante y empresario orizabeño ManuelEscandón,119 quien proporcionó un capital importantey se aseguró de informar a la Legislatura de que porlas ciudades de Córdoba y Orizaba circulaba la mayorcantidad de productos (azúcar y tabaco, entre otros) ala Ciudad de México, pues había poblaciones de lacosta del Sotavento y de Oaxaca que ascendían poraquella ruta a vender sus productos.120 En cambioXalapa tenía una producción bastante variada, peroésta se consumía localmente, como señala Poyet,121

poco salía fuera de las comunidades internas a otrasregiones. Es decir, su mercado era más rural queurbano, por lo tanto, se inició el tendido de las vías delFerrocarril Mexicano por Orizaba, el cual se inauguróen 1873 con 425 kilómetros de vía.122

338

119 Tenía propiedades en Orizaba, Veracruz, México y Guadalajara,pues desde tiempos de Santa Anna había hecho su fortuna en el monopolio detabaco, el algodón y otros productos. Así como de las diligencias, él no se casópero sí su hermano Antonio, mediante la cual extendió sus relaciones haciaMéxico y el Occidente, pues el matrimonio de Antonio Escandón fue con lahija del empresario, comerciante y agiotista de origen inglés Eustaquio Barrón,de Tepic, que por entonces pertenecía al estado de Guadalajara (Jean Meyer,1981, p. 12).

120 Rees, 1976, p. 127.121 Poyet, 1962, 34.122 Varias especulaciones sobre por qué se construyeron dos vías del

ferrocarril las encontramos en el texto de Peter Rees (1976), centrado en eltransporte y el comercio entre México y Veracruz.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 338

Page 339: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Una de las situaciones que permitieron la cons-trucción del ferrocarril por la vía de Xalapa, fue quelos grupos de élite local se apoyaron en sus homólo-gos poblanos para elevar sus quejas ante sus respecti-vas legislaturas, debido a “que por el paso del tren enla vía de Orizaba, estaban quedando en la ruina total”.Por tan deplorables condiciones ambos grupos solici-taron a la federación que avalara la concesión de la víaque “duplicara” el camino hacia los polos del comer-cio de la Ciudad de México y de Veracruz, tomandoen cuenta como puntos axiales Puebla y Xalapa.

Estos grupos recibieron el auxilio del ejércitofrancés que respaldó la construcción de las dos vías en1865, porque así se proporcionaban los medios parasalir más rápido de las tierras bajas, es decir del “cin-turón de la fiebre amarilla.”123 Pero sólo lograron quese uniera el Altiplano con Perote por medio de unalocomotora de vapor, pero de ahí a Xalapa y hastaVeracruz el camino debía ser de tracción animal, paraque su costo fuera menor.

La vía se instaló y funcionó por algunos años,pero no fue satisfactoria para los comerciantes quienessufrían por los altos costos de los fletes, pues por cadabulto pagaban 10 pesos,124 por tanto les salía más one-roso usar esta ruta que si contrataban a los arrieros.Por este motivo se quejaron al municipio, pero con laintención de insistir en que se continuara la instalaciónde los rieles del ferrocarril, similar al que tenía la víaorizabeña, de lo contrario las tarifas seguirían siendo“escandalosas”125 mientras no tuvieran competencia.

339

123 Rees, 1976, p. 115.124 ANX, Protocolo de 1873, f. 123.125 Grunstein (1999, p. 78) señala que ése fue el comentario de un via-

jero inglés.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 339

Page 340: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Ante la obstinación de los grupos dominantes, laLegislatura del Estado en 1868 tomó a su cargo elfomento del camino de hierro de Xalapa, que el em-presario ferrocarrilero de Puebla, Ramón Zangroniz,había comenzado a construir, invitando a los ciudada-nos a convertirse en accionistas de esta empresa paralograr su completa instalación. Pero no hubo res-puesta, porque no era una expectativa convincentepara propietarios, comerciantes e inversionistas, puesla demanda del transporte era débil y no era un reque-rimiento nacional; considerando variables como ladesconfianza en las perspectivas económicas o en lasreglas institucionales, así como la escasa propensiónal riesgo, la búsqueda de actividades protegidas ypotencialmente monopólicas representaron barreraspara la inversión en ferrocarriles.126

De ahí que no llegaran inversionistas “deseosos”de correr riesgos en este tipo de empresa, de ganan-cias inciertas. Entonces, el propio gobierno asumió laresponsabilidad de la construcción como una forma deemprender “cierta modernización” de obras públicasque mejoraran las condiciones económicas y socialesde su región. Por eso, el gobierno se suscribió con 500acciones en esta empresa y determinó que el costo decada una de las acciones fuese de 100 pesos y el pagose realizaría endosando los créditos por igual cantidadal gobierno federal. Con este auxilio, Zangroniz secomprometió a tener concluido el tramo hasta Paso deOvejas, con la condición de que los empleados públi-cos viajaran a mitad de precio.127 Este capital no era

340

126 Riguzzi, 1999, p. 42.127 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo IV, pp. 553 y 650-

651, Decreto 79.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 340

Page 341: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

suficiente para unir las vías del ferrocarril, que tuvoque esperar más tiempo.

La clase dominante del puerto veracruzano, enca-bezada por Francisco de Tejada, Francisco Pasquel yGuillermo Ricktler insistió en proseguir los trabajos dela vía orizabeña aportando un capital de 20 millones de pesos para pagar la deuda que tenía una empresainglesa por el Ferrocarril Mexicano.128 Esta aportaciónfue el móvil que hizo accionar al gobierno para queconsiguieran allanar el camino con los propietarios defincas rústicas y concedieran las facilidades de que lavía atravesara por sus terrenos sin obstáculo alguno, acambio el gobierno les consiguió rebajas en fletes ypasajes. En este sentido García Teruel, como empresa-rio y propietario de haciendas en Puebla y Xalapa,encabezó una compañía con 27 comerciantes pobla-nos, con el objeto de reunir dinero para tender la víaférrea. Pero el Estado no dio su aval, debido a las enor-mes erogaciones en la construcción de la vía orizabeñapor la accidentada topografía.129 De modo que sólo selogró concluir el ferrocarril de vapor y de tracción ani-mal en 1875; el cual, por sus características y su utili-dad económica resultó insignificante respecto de lasexpectativas de los comerciantes.130

La puesta en marcha de los dos caminos: elferrocarril por la vía Orizaba y la vía de tracción ani-mal de Xalapa a Perote y el Altiplano, produjo cierta

341

128 Rees, 1976, p. 128.129 Grunstein, 1999, p. 78 y Rees, 1976, p. 130.130 La ruta Veracruz-México contó por las dos vías con la demanda y el

apoyo de la élite comercial y empresarial desde antes de 1870, a diferencia dela tesis que plantea Kuntz (1999, pp. 21 y 25) para el resto del país, que el desa-rrollo de los ferrocarriles fueron una propuesta del exterior, antes de ser unanecesidad y una demanda de los grupos locales.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 341

Page 342: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mejoría en la circulación de mercancías en los pobla-dos de abundante riqueza agrícola y comercial quequedaron en las inmediaciones de las vías y no muydistantes del puerto veracruzano. Este movimientoimpulsó la realización de vías internas, como la queZangroniz promovió en 1875 con autorización de laLegislatura del Estado para la construcción de la víade tracción animal que uniría a Xalapa y Coatepec;esta empresa se realizaría con una inversión de 500pesos por cada kilómetro construido. El Estado, consi-derando su responsabilidad directa, otorgó los terrenosde su propiedad y gestionó con los propietarios parti-culares la expropiación de una parte de sus terrenospor causa de utilidad pública, conforme a las leyes.131

En especial los Pasquel y los Gutiérrez donaron loslotes de las haciendas de La Orduña y Pacho, pordonde se instalarían las vías.132 Con esto se facilitó ellibre tránsito de sus productos y probablemente lospropietarios previeron el aumento del valor de suspropiedades.133

En la empresa de Zangroniz participaron comoaccionistas o proveedores Bernardo Sayago yFrancisco de Paula Pasquel. Sayago tenía necesidadde eliminar las barreras que limitaban la expansión desus variados negocios en la tenencia de la tierra, elcomercio y la especulación con préstamos a otroscomerciantes. Pues patrocinando la construcción delas vías del ferrocarril, podría transportar eficiente-

342

131 Gobierno del Estado de Veracruz, 1997, tomo VI, p. 133, Decreto127 de 1875.

132 ARPPX, libro 1° de 1881, f. 121.133 Los propietarios de la endeudada hacienda de Pacho comenzaron a

pagar sus créditos con lotes de los terrenos de esta hacienda entre los años de1868 y 1875 (ANX, 1868).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 342

Page 343: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mente los productos de su fábrica textil y el tabacoque tenía sembrado en San Marcos, y lo que comer-cializaba de otras partes.

Sayago ingresó con un capital de 89 185 pesosque respondían a 445 acciones de las 990 que élpagó,134 que equivalían a la construcción de más de 17kilómetros de vía férrea; por su parte Pasquel aportó11 000 durmientes que tenían un precio de 10 815pesos con los que se hizo acreedor a 108 acciones, apesar de haber erogado una cantidad relativamentemenor a la que aportó Sayago. Los durmientes queaportó Pasquel salieron de los árboles de encino ypino cortados y preparados en su hacienda, por lotanto, sólo pagó la mano de obra y el transporte hastael lugar de su colocación, pero con esta pequeña ero-gación se incorporó a la Compañía Ferrocarrilera.

Los tres empresarios Sayago, Pasquel yZangroniz establecieron una sociedad legal con uncapital de 100 000 pesos. En ésta intervino otroempresario de ferrocarriles, el porteño Carlos Marañay Mazariegos como “testigo” para afianzar la aporta-ción de Pasquel.135 La legalización de la sociedad lessería de utilidad a Sayago y Pasquel para obtener lasconsecuentes condonaciones en el FerrocarrilInteroceánico que se construyó en 1880; Sayagoobtendría más utilidades, por haber contribuido con lamayor cantidad de dinero. Con este efectivo,Zangroniz liquidó la deuda contraída con la Compañía

343

134 Según acuerdo establecido entre Zangroniz y Sayago, ya que elsegundo aseguraba las condonaciones de las cargas transportadas de sus merca-derías.

135 Esposo de Elena, una de las hijas de Juana Palma y Pasquel (ANX,Protocolo de 1875, f. 233).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 343

Page 344: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

del Ferrocarril Interoceánico por la compra de rielespara la vía.136

La compañía de Zangroniz debía entregar el ten-dido de la vía completa de Xalapa a Coatepec en unaño a partir de agosto de 1875, pero quedó lista hasta1877, debido a las dificultades del camino por el hura-cán que afectó la zona en 1876. No obstante, para laclase económica dirigente resultaba apremiante la ins-talación y puesta en marcha del tren, cuya fuerza paramover los tranvías fue “de sangre” (recuérdese que setrataba de tracción animal) y se conoció como el“Tren de Mulitas” o “El Piojito”. Éste trasladaba almercado la producción textil y agrícola capitalista queempezaba a tener cierto auge, y aunque no de manerasostenida, sí logró cierto crecimiento productivo yapertura de mercados internos.

El tendido de vías del Ferrocarril Interoceánicose retomó en 1880 cuando la compañía inglesaSummer se interesó en el proyecto de larga distancia yrealizó contratos con Porfirio Díaz; finalmente, des-pués de salvar múltiples obstáculos se inauguró lalínea en 1891 (véase foto en la figura 16).137 Entre lascontingencias estaban los altos costos que fueronresueltos con créditos e inversión extranjera y la nece-sidad de espacios para la vía, misma que se resolviócon la expropiación de terrenos y de recursos acuífe-ros que se justificaron legalmente a causa de utilidadpública. Para edificar la estación ferroviaria enXalapa, el ayuntamiento cedió el terreno, pero lacorrespondiente dotación de agua sí atravesó por cier-tos problemas.

344

136 ANX, Protocolo 1881, ff. 211-227.137 Rees, 1976, p. 141.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 344

Page 345: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

El terreno donde se construyó la estación138 eraadyacente al Río del Paso, sección de la corriente delSantiago, el cual mantenían controlado los industria-les, dueños de tenerías y del rastro, quienes tambiéncontrolaban varios manantiales cercanos. Entonces,por la sobreutilización y la competencia que se dabaen las márgenes del río Santiago, con frecuencia sepadecía de escasez de agua. De ahí que el ayunta-miento, conociendo la situación de este torrente, optópor dotarles de agua de los manantiales de Jalitic queestaban más lejos, pero se conduciría a la estación. Sinembargo, las familias de hacendados y comerciantes aquienes Gorozpe vendió parte de la merced de aguaque sus ascendientes compraron desde 1777, valién-dose de sus derechos de propiedad sobre el recurso, seopusieron a que el ayuntamiento cediera parte de losmanantiales de Jalitic, porque hacia descender el nivelde agua que recibían en sus casas,139 pues todas pen-dían de los registros localizados en los manantiales deJalitic, como se aprecia en el plano de la figura 17,máxime que:

...El Jefe político sin consultarlos [...] mandó a poner a lapuerta una llave [...] y ha colocado un tubo para conduciragua a la estación del ferrocarril de Veracruz a esta ciudad

345

138 Hoy se localiza cerca del mercado de Los Sauces en la calle de RuizCortines, casi esquina con Ignacio de la Llave.

139 Ortiz Monasterio, 1880, pp. 1-10. Las familias de referencia son Jo-sé María Gorozpe (hacendado), Braulio Maraña, Francisco Javier Guevara,Refugio Molina, Asunción Cordera de Duffoo, Dolores Fernández y Virginiadel Valle (comerciantes), Ángel María Rivera, José Antonio de la Peña yAntonio Sánchez Esteva (profesionistas), José de Jesús y Gertrudis Herrera(herederos de propiedades de pequeño comercio y microindustrias). Tambiénexiste prueba de este asunto en AHMX, Fondo Documental MéxicoIndependiente, 1879, exp. 3, caja 39, ff. 13-14.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:34 p.m. PÆgina 345

Page 346: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figu

ra 1

7. P

lano

de

los

man

antia

les

de J

aliti

c, X

alap

a, m

arzo

de

1873

Lis

ta d

e ve

cino

s:Jo

sé M

aría

Gor

ozpe

Bra

ulio

Mar

aña

Fran

cisc

o Ja

vier

Gue

vara

Ref

ugio

Mol

ina

Asu

nció

n C

orde

ra d

e D

uffo

oD

olor

es F

erná

ndez

Vir

gini

a de

l Val

leJo

sé A

nton

io d

e la

Peñ

aA

nton

io S

ánch

ez E

stev

aJe

sús

y G

ertr

udis

Her

rera

Áng

el M

aría

Riv

era

FUE

NT

ES:

Arc

hivo

His

tóri

co M

unic

ipal

de

Xal

apa.

Fon

do M

éxic

o In

depe

ndie

nte,

1879

, exp

. 3; O

rtiz

Mon

aste

rio

1880

. Ela

bora

do p

or D

. Ske

rritt

y N

. Leó

n.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 346

Page 347: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

[...] considerando que el agua es propiedad del Ayun-tamiento [...] en la entrada de las cañerías ha puesto unaplancha con diez taladros para que no pueda pasar toda elagua de su propiedad sino dándole un nivel muy alto. Apesar de haber cambiado la cañería de barro por la de fie-rro, en virtud de cuya obra que confiesan conveniente, suagua debe haber aumentado [y] tienen noticia de que van ahacer obras nuevas y siéndoles perjudicial [...] protestancuantas veces fuera necesario y a derecho conforme, quetodos los gastos, daños y perjuicios que se les ha originadocon las obras practicadas [y] las que se les originen en losucesivo y sin su pleno y expreso consentimiento, [...] quebaje el nivel de la referida caja serán de cuenta y cargo dequien hubiere lugar [...] y protestan contra todo acto quedirecta o indirectamente [...] los prive de cualquier canti-dad de agua [pues] el Ayuntamiento solo tiene derecho adisponer [...] del agua que siempre ha surtido a los estan-ques y lavaderos de Jalitic.140

Este documento indica que las referidas familiasintentaron impedir al ayuntamiento ceder el agua parala estación comprobando que desde tiempo atrásgozaban del suministro del recurso que, para ello,habían construido las cajas distribuidoras como loseñalaban en el plano de los manantiales de Jalitic quepresentaron a las autoridades, las cuales, según suargumento, por “usos y costumbres” coloniales habíansido respetados por años. Más aún cuando varios deellos fueron funcionarios municipales y se considera-ban intocables.

347

140 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1879, caja 39,exp. 3, ff. 13-14. Los quejosos exhibieron comprobantes de la merced que reci-bió Diego José Gorozpe en 1777 y de la herencia de Ángel José Rivera en1843, pero también el ayuntamiento exhibió documentos que comprobaban queGorozpe no terminó ni dio mantenimiento a las obras, sino que fue MateoBadillo quien concluyó lo que Gorozpe había comprometido y que por lo tantono tenía el derecho sobre las aguas, como se mencionó en el Capítulo 1.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 347

Page 348: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Ahora el jefe político, fundándose en las leyes de1857 y los decretos de 1870, que afianzaba la condi-ción del agua como bien público a diferencia de losbienes privados,141 sin consentimiento de “los dueñosdel agua de Jalitic” realizó obras encaminadas a pro-porcionar un servicio público. De ahí que el ayunta-miento levantara un plano de reconocimiento de los ma-nantiales de Jalitic en los que se consignaron loslugares de las tomas de agua, los tanques colocados ylas conducciones hacia las casas particulares. Como seaprecia en el plano incluido, la descripción permite laobservación de un primer sistema de distribución delrecurso en la ciudad, el cual se desarrolló a partir de lallegada de las milicias.

Las acciones de Ortiz Monasterio incomodarona los Gorozpe y al resto de los “dueños del agua”porque no los consideraron, pero más por el hechode que el jefe político impusiera su autoridad a lagente pudiente de Xalapa que, hasta entonces, habíaconservado algunos de sus privilegios casi íntegros,como el hecho de haber mantenido bajo su controlparte de los manantiales de Jalitic. A pesar de lasprotestas que hicieron, hacia finales de 1880 se des-vió el agua a la estación porque el gobierno se sujetóal artículo que menciona que toda propiedad puedeser ocupada por causa de utilidad pública, sin indem-nización alguna.

348

141 Roemer, 2000, p. 87 y Lanz, 1982, pp. 324-325.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 348

Page 349: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

5. La modernización de la empresa textil y sus efectos

Durante la República Restaurada, los empresariosfabriles se entusiasmaron con la promoción que hacíael estado liberal de Juárez, aunque se topaban con pro-blemas y trabas arancelarias por la necesidad de obte-ner ingresos. De todos modos la producción textilnacional aumentó en la década de los setenta, pese aque seguían introduciéndose mantas, hilos, pañosingleses y americanos, éstos no competían entre síporque eran más finos y de textura distinta que losproducidos en México.142

La producción de las fábricas no era suficientepara la demanda del mercado nacional, por lo quedurante estos años se importaba de Inglaterra más de40 000 yardas de artículos de algodón como lo docu-menta Keremitsis. De ahí que varios fabricantes trata-ron de aumentar y mejorar su producción, introdu-ciendo desde 1871 diversos implementos, un cilindrofrancés y anilinas para producir “estampados azules”y de colores que sí podían competir con los extranje-ros.143 Además fundaron otras fábricas en el Altiplanoy algunas hicieron rotación de propietarios e imple-mentaron nuevas estrategias de producción.

Trujillo señala que en las fábricas de México (LaFama Montañesa, San Fernando y Peña Pobre) susdueños introdujeron máquinas de vapor para mante-nerlas en producción todo el año, aun en tiempos desequía. Lo que suscitó problemas a las comunidadesde su entorno, porque los propietarios además de con-

349

142 Keremitsis, 1973, pp. 55-57.143 Ibid., pp. 57-58.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 349

Page 350: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

trolar el agua también talaban de forma inmoderadasus bosques, en demanda de leña para alimentar las calderas. De modo que provocaron una pugna con lascomunidades indias de Tlalpan, San Ángel y Tizapánpor las tierras que los fabricantes les habían expro-piado, quienes se justificaban ante las autoridadesindicando que la deforestación era “solamente de susbosques”. Los conflictos se profundizaron más en1871 por la introducción de nueva tecnología, lo queocasionó la sobreutilización de las corrientes, y porconsiguiente el descenso del nivel de aguas del ríoMagdalena. En estos problemas intervino el ayunta-miento al proponer la realización de obras hidráulicas,el racionamiento del agua y de los bosques en benefi-cio de la comunidad.144

Conflictos como los que se daban en las zonasurbanas con cierto grado de avance industrial, eransimilares a los que ocurrían en las zonas rurales.Cuando regresó Juárez a la presidencia en 1867, losliberales insistieron en completar la privatización delas tierras de los pueblos para dar paso al desarrollodel capitalismo. Situación que desencadenó conflictosentre las élites regionales y los indios de las comuni-dades en diversos estados de la República, problemasque se profundizaban más en los años de sequías,intensas y generalizadas, como las ocurridas en losaños de 1868 y 1870, cuando los indios ya no tenían

350

144 Trujillo (1997, pp. 52-60) señala que los problemas continuaron por-que se seguían estableciendo factorías y realizando represas para contener ycontrolar el agua al servicio de la maquinaria. A veces impidiendo el paso delagua a las comunidades, otras el control del agua provocaban escasez o inunda-ciones, porque el sistema de riego de las huertas y hortalizas de las comunida-des se subordinó a la industria.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 350

Page 351: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

siquiera el agua suficiente para regar sus hortalizas,por lo tanto aumentaban las protestas agrarias.145

¿Qué pasó en la región xalapeña durante la épocade la República Restaurada y los albores delPorfiriato? Ya se indicó anteriormente que hubo rota-ción de propietarios y de actualizaciones de maquina-ria con el propósito de elevar la producción y eliminarproblemas por el recurso acuífero. Entonces, lo quehay que observar es que los nuevos propietarios de lasfábricas La Probidad y La Victoria proyectaronaumentar y diversificar la producción, por eso invirtie-ron en tróciles de Danfor, 836 husos, una turbinaDuplic, un gasómetro, una máquina de deshuesaralgodón y una máquina de vapor.146 Esta última seusaba en tiempos de sequía con la leña obtenida de losbosques del entorno, especialmente de La Orduña, a laque tenía fácil acceso Pedro Landero y Coss por susredes de parentesco familiar.

Las fábricas textiles al verse liberadas del mono-polio algodonero conseguían con menos dificultadesla materia prima, y aprovechando el desarrollo delferrocarril en la región aumentaron su fabricación ytambién sus artículos. Aunque no se presentan datoscomparativos de la producción, sino sólo en los dosreportes de la industria nacional, se observa un cam-bio en las mercancías que producían antes de este añoque eran solamente hilos y manta. En cambio para1878, los productos que se manufacturaron fueronmás abundantes y diversos, según se mostró en el cua-dro 10.

351

145 Tutino, 1990, pp. 225 y 229.146 Véase cuadro 12 en el presente capítulo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 351

Page 352: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Como se advierte, las factorías textiles de laregión xalapeña superaron en cierta forma la crisis enque se vieron inmersas entre la Reforma y el SegundoImperio. Seguramente el aumento de la producción sedebió al cambio de propietarios y a su esfuerzo pormodernizar sus fábricas para incrementar su produc-ción y satisfacer la demanda del mercado; asimismo,México había entrado en una nueva etapa de estabili-dad política porfiriana que impulsó la industria. Masno se puede hablar de un crecimiento sostenido por-que se carece de datos sobre la productividad de cadauna de ellas en los años de referencia, pero la inci-piente industria textil presentaba un pequeño boom enla producción y la diversidad de los artículos enviadosal mercado.

La producción de 1878 fue muy variada, mien-tras unas incrementaron su manufactura de mantas ehilaza, las otras manufacturaban estampados, listados,cordoncillos, colchas, rebozos, ceñidores, toallas,pabilo de algodón y cortes de lana para sarapes, panta-lones y enaguas. Esto significa que introdujeronmaquinaria distinta para establecer los cambios nece-sarios y ampliar la gama de sus productos. La Pro-bidad y La Victoria aportaron una variedad de textiles,pero cada una tenía su propia especialización, es más,ambas se complementaban: una de ellas tenía unamáquina de deshuesar algodón, en tanto que la otrarecibía los hilos o cordoncillos que la maquinaria deLa Probidad tejía para elaborar productos más aca-bados.

Del cuadro también se deduce que éstas conta-ban con telares manuales para hacer artículos de lana.Los niveles de especialización de las factorías referi-das se debieron en parte a la administración de

352

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 352

Page 353: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Landero y Coss, que como dueño de ambas y conoce-dor del mercado del algodón,147 compró una despepita-dora para evitar la escasez y el encarecimiento de lamateria prima, pues conseguía más pronto y barato elalgodón en rama para procesarlo en su máquina. Sufábrica también se dedicó a elaborar productos de lanaporque había más demanda y porque conseguía mate-ria prima barata en la zona de Perote. Esto indica quela mano de obra era diferente en cada fábrica, puesmientras una necesitaba personal para el manejo de lalana, la otra requería de empleados especializados enel conocimiento de la maquinaria industrial pues ela-boraba productos distintos, por ende tenían salariosdiferentes.

La estabilización social hizo que fuera creciendola población en el cantón de Xalapa, hacia 1868 había46 735 habitantes y para 1871 el censo reportó 48 536pobladores. En la cabecera del municipio, la pobla-ción permaneció para estos años casi con los mismos11 500 habitantes por la movilidad que hubo hacia ala Ciudad de México y Puebla, o por muertes de cau-sas naturales, aunque se fue recuperando, pues en1875 ya tenía 14 217 habitantes.

Gómez Galvarriato apunta que el mercado de lostextiles alcanzó cierto grado de integración en ladécada de los setenta de la centuria decimonónica conla construcción de la red ferroviaria y la restauraciónde la estabilidad política.148 Los empresarios textilesampliaron su red comercial, pues se localizaron docu-mentos de ventas de mantas y de otros productos quefabricantes como Sayago realizaron a crédito con

353

147 ARPPX, libro 1° de 1881, inscripción 39, ff. 70 v-75. 148 Gómez-Galvarriato, 1999, p. 165.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 353

Page 354: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

comerciantes de Naolinco, Coscomatepec y Paso deOvejas,149 como parte de una estrategia para aprove-char la eficacia de los medios de transporte. Es decir,su mercado consumidor iba más allá de los límitesregionales, o como el caso de industriales que seextendieron a la región poblana mediante sus nexossociales y especulativos. Por ejemplo, los GarcíaTeruel y el poblano Francisco Cabrera, en este mismoperiodo fundaron otras factorías textiles en Puebla.150

García Teruel introdujo un motor de agua y otrosaparatos ingleses, con los cuales se auxiliaba paraincrementar su producción en Lucas Martín. Sayago,en 1871, modernizó su fábrica al cambiar la ruedahidráulica por una turbina americana, aumentó elnúmero de malacates y construyó una acequia pararetener el agua. Posteriormente Agustín Cerdán, pro-pietario de El Dique, en 1877 rehabilitó los telares ycompró un motor de vapor de 50 caballos de fuerzapara solucionar la escasez de agua, pero optaba porusarlo sólo en la época de sequía, trayendo leña de losbosques de Pacho, para abastecer las calderas quemovilizaban la maquinaria de la fábrica.151

A diferencia de las numerosas fábricas mexi-quenses que desforestaban los bosques de su entornoafectando a las comunidades indias, en la región xala-peña no se aprecian conflictos con los pueblos indiospor la madera, porque en general se desgastaba leñade los bosques de las haciendas propiedad de la

354

149 ANX, Protocolo de 1878, f. 382.150 Estableció la fábrica El Molino de la Candelaria, y posteriormente

en la década de 1870 fundó La Concepción y La Carolina (Aguirre, 1985, p. 29).

151 León Fuentes y Benítez Guevara, 1989 y Domínguez, 1971, p. 45.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 354

Page 355: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

misma familia o comprando cargas de los vendedoresde las comunidades del entorno. Sin embargo, lo quemás se destaca son las dificultades con el agua,máxime que desde 1871 aumentó la producción detextiles y se fundaron otras pequeñas empresas pro-ductoras de artículos variados que necesitaban aguapara su elaboración, como fueron las fábricas dejabón, cerillos, zapatos y otros.152 De ahí que la esca-sez hizo crisis en los dos años de sequía generalizada.

6. El agua y el conflicto social

La falta de agua no sólo afectaba a las fábricas, sino alos más de 10 690 habitantes que tenía Xalapa en1868,153 año en que se creó una nueva comisión en elayuntamiento: la de Salubridad y Aguas Públicas,otorgada a Francisco Javier Guevara, en ese momentoregidor tercero del municipio, quien debía inspeccio-nar los problemas reportados por los vecinos, vigilarla condición de las cañerías y de las obras públicasrelacionadas con el agua e informar a la autoridad.Esto es, el mantenimiento de las obras acuíferas paraevitar el desperdicio o la escasez del recurso de por síinsuficiente en ese tiempo, tanto por la sequía genera-lizada como por la tecnología moderna para diversifi-car los productos textiles que los fabricantes ya habíanintroducido, lo que incrementó la competencia por elrecurso natural.

La escasez se resentía más en la zona norte de lapoblación, o sea la parte alta del río Santiago, donde

355

152 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo IV, pp. 2019 y 2020.153 Rendón, 1942, p. 13.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 355

Page 356: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

estaba la fábrica La Libertad de Bernardo Sayago,quien habiendo visto la presión irregular del agua enla región estableció un acuerdo verbal con su vecino,Manuel García Teruel, para utilizar libremente el aguadel manantial Cuacalachapa, ubicado en los terrenosde Teruel: la hacienda Lucas Martín, que lindaba conla hacienda Molino de Pedreguera, propiedad deSayago.154 Este convenio se legalizó en enero de 1866para evitar en el futuro problemas por la sucesiónhereditaria de los García Teruel, como indica elsiguiente documento:

Que este terreno donde está el nacimiento se halla a cortadistancia de los terrenos de la hacienda del Molino de lapropiedad del Sr. Sayago, que aprovecha el agua deldicho manantial, pero no con el orden que debería porvarios motivos que él comparente y el Sr. Sayago hanconvenido por los servicios que mutuamente se han pres-tado como colindantes en ceder del que va hablando alsupracitado Sayago, el agua que sale de dicho manantialen cuya virtud por la presente y en mejor modo [...]otorga al mencionado Sayago, por las razones explicadas[le hace] donación, pura perfecta e irrevocable entrevivos, del agua que sale del nacimiento que existe en eseterreno [...] desde ahora en adelante para siempre jamás,se abdica, desprende, desapodera y aparta como tambiéna sus herederos y sucesores de la posesión y dominio dela propiedad [...] que le corresponde y la cede renuncia ytraspasa plenamente...155

356

154 Véase mapa de la hacienda de Lucas Martín y sus linderos (Benítez,1984).

155 ANX, Protocolo de 1866, tomo I, inscripción 19, f. 280. EscribanoAntonio C. Hoyos. De todas formas los herederos de García Teruel intentaronmodificar el acuerdo en 1899, cuando les hizo falta presión en el agua paramover la fábrica (Benítez, 1984, p. 106).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 356

Page 357: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Como se puede leer en este documento, se aclara quela donación se hizo efectiva por los servicios que sehabían brindado como vecinos y por el parentescopolítico que tenían; Carlos y Manuel García Terueleran hermanos de Isabel, quien se había desposadocon Bernardo Sayago.156 Además la procedencia deSayago y García Teruel es bastante análoga, no eranxalapeños ni venían de ciudades europeas, sino depequeñas poblaciones, y también el origen de su capi-tal es similar. Ambos se iniciaron en la arriería y elcomercio en pequeño, deambulando de pueblo enpueblo y, por si fuera poco, los dos fueron migrantesdel campo. Estas características los expusieron a cier-tas rivalidades por el poder económico y político delas familias criollas de abolengo de las cuales descen-dían los hacendados y grandes comerciantes que esta-ban incrustados en los grupos de élite política regio-nal. No obstante estas desventajas se mantuvieron enel comercio y el agiotismo, la industria, la minería, yen el ayuntamiento. Y si en algo se ayudaron fue en lacondonación de impuestos exigidos por el cabildo, en la venta y la circulación de sus productos y quizá enalgún problema de tipo personal frente a la élite derasgos oligárquicos que se conservaba como grupomás cerrado, no dispuesto a la aceptación de cualquiermiembro.

La donación del manantial cubrió parcialmentelas necesidades de la fábrica de Sayago, la cual sólotrabajaba en los meses de mayor presión de lacorriente de agua, siempre y cuando tuviera la canti-

357

156 Este matrimonio procreó cinco hijos, que murieron junto con sumadre en 1846, a causa de una epidemia. AHMX, Actas de Cabildo de 1827, f.127; ANX, Protocolo de 1881, inscripción 77, f. 211.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 357

Page 358: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

dad de materia prima que procesar, por lo cual se que-jaba de que su industria y las de otros empresariostambién redujeron su producción o suspendieron lostrabajos, situación que se convertía en un excusa parano pagar los impuestos exigidos por el ayunta-miento.157 Esta situación es coincidente en varios casosy explica en parte el cambio de propietarios que casitodas las fábricas textiles presentaron.

Soluciones parciales a la escasez venían suce-diéndose, pero, ¿cómo remediaron los demás actoressociales el problema de la falta de agua, si ya existía laComisión de Salubridad y Obras Públicas para paliarlos problemas relacionados con el servicio público dela infraestructura del agua? Sobre todo por las quejasde la población ante la falta del recurso, si bien elmunicipio no debía adquirir agua como si fuera unbien privado, en esta ocasión tuvo que hacerlo y asífue. El alcalde primero, Pedro Landero y Coss, en1869, se vio en necesidad de comprar a PoncianoRivera 170 pajas de agua para dar servicio a los hospi-tales de la ciudad,158 donde era necesario regularizar elabasto del recurso hídrico para mantener la higiene yla salud de la población. Con esta compra, tal vez elalcalde pretendía controlar los manantiales para laproducción de las factorías La Probidad y La Victoriaque permanecían en manos de los Pasquel, su familiapolítica.

358

157 AHMX, Actas de Cabildo de 1871, f. 142; de 1848, f. 187. Las boletasque adeuda Bernardo Sayago, por la pensión impuesta a la fábrica de hilados ytejidos con la nota en que se asegura que ha estado paralizada por la descom-postura de la rueda, y “no cree justo se le exija la pensión cuando nada le haproducido”.

158 AHMX, Actas de Cabildo de 1871, f. 85.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 358

Page 359: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Por los cambios legislados a nivel nacional por elagua en 1870, la atribución de referencia pasó a lla-marse Comisión de Vigilancia del Agua que, coordi-nada con la Junta de Mejoras Materiales del ayunta-miento, en mayo del mismo año realizaron unconvenio con Carlos Maraña y Mazariegos, dueño dela casa de Las Ánimas, una propiedad que tenía unnacimiento: El Chorrito, que contenía dos pajas deagua, mismas que traspasó gratuitamente a la munici-palidad para uso público. La donación estuvo condi-cionada a que los gastos de compostura de la cañeríacorrieran por cuenta de los fondos municipales.159 Así,Maraña garantizaba la provisión del recurso sin apor-tar gastos ni siquiera por concepto de impuestos.

Frente a estas necesidades y la sequía de octubrede 1870, que hizo crítica la escasez del agua, el presi-dente municipal Manuel de Alba y la Junta deMejoras Materiales encabezada por Ildefonso Trigos yLino Caraza, compraron a Francisco Delgado 15 pajasde agua, 11 se usarían en la fuente que el mismo ven-dedor construyó en el Jardín del Palacio, que requeríade agua constante para el servicio del pueblo y de lacárcel, y las tres pajas restantes quedarían para uso delpúblico en la fuente de Gorozpe. Esto indica queDelgado rescató algunos de los muchos manantialesque provenían del área de Jalitic y para no afectarparte de lo que ya estaba construido aseguró el aguade la fuente de Gorozpe. El costo que pagó la institu-ción fue de 4 550 pesos, pero lo hizo en abonos men-suales como refiere el documento notarial siguiente:

359

159 ANX, Protocolo de 1871, tomo I, inscripción 95, f. 246. EscribanoIgnacio G. Aguilar.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 359

Page 360: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

...15 pajas dejará el C. Delgado en absoluta propiedad almunicipio así como sus derrames. [...] Delgado costeará ypondrá la cañería de plomo necesaria para conducir dichaagua a la plaza y patios del palacio, y la Plazuela deGorospe y el patio de la cárcel [y] construirá a bien lasfuentes de patio de palacio y plazuela de Gorospe [...] elporte de las 15 pajas de agua, incluye la cañería, materia-les, mano de obra y demás gastos hasta recibir el agua enlas fuentes [...] de la comisión que recibirá Delgado lasuma de $4 550, en abonos mensuales de $300 quecomenzó a percibir en diciembre pasado de $ 879 que se leseguirá abonando hasta cubrir la expresada cantidad [...]las reposiciones, desensolves u otras obras que en lo suce-sivo y por el término de tres años a contar desde enero delpresente, halla que hacer desde la toma hasta la caja repar-tidora situada en la esquina del callejón de Gorospe, seránpor cuenta de Delgado [...] Si por algún motivo la Junta deMejoras Materiales dejare de hacer efectivos los abonos de que habla el Artículo 4° Delgado podrá retirar la parte deagua equivalente al valor que halla dejado de percibir,regulándose al valor de cada paja en doscientos sesentapesos.160

Cada paja de agua trasladada hasta los lugares de con-sumo costaba más o menos 300 pesos, y contenía lainstalación de la cañería, los materiales y la mano deobra. El abasto, como se observa, fue de utilidad a lacárcel, al público, pero en especial para los jardines ylas fuentes del Palacio de Gobierno.

En la evidencia documental se aprecia queFrancisco Delgado, el vendedor, era un albañil conexperiencia en su ramo, por ello es menester resaltaruna frase de Foucault sobre el poder “que está en

360

160 AHMX, Fondo Documental México Independiente, caja 3, f. 573.Escribano público Antonio C. de Hernández, del Registro Corriente deInstrumentos Públicos, 22 de octubre de 1870.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 360

Page 361: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

todas partes” y en este caso, el saber es poder y generacapital. Es curioso detectar esta práctica de cómo unhijo de albañil y carpintero adquirió las habilidadesdel trabajo hasta ser un maestro con experiencia en losdistintos “saberes” del oficio, y se benefició de las cir-cunstancias: una, por la falta de agua, y otra, la de queun propietario en apuros le vendiera un terreno convarios manantiales en la Barranca de Jalitic, que en elmomento oportuno vendió fracciones de agua a la ins-titución municipal y a particulares, que como elmismo sujeto sabía, tenían necesidad del recurso y desus servicios. El convenio con el ayuntamiento indi-caba la forma del pago del agua, en la que el vendedorse encargaría de la construcción y de las mejoras delas cañerías; es decir, Delgado aseguraba para sí unrecurso y un empleo donde seguiría desempeñandosus habilidades como alarife. De ahí que sea impor-tante rescatar la idea de cómo alguna gente del pueblopuede aprovechar sus saberes y fructificar con ellos.161

Las tres pajas de agua para el abasto público seconcentrarían en la fuente de Gorozpe en el callejóndel Diamante, sin embargo, la fuente de Alcalde yGarcía permanecía casi seca, por eso en 1871 algunosvecinos del barrio de San José llegaron a la corpora-ción municipal demandando ayuda para rastrear laexistencia de algún manantial subterráneo, porquetenían conocimiento de que si escarbaban esos terre-

361

161 Se rastreó al sujeto y sólo se localizó nombrado como alarife y comocarpintero, luego como encargado de obras materiales en el ayuntamiento.AHMX, Actas de Cabildo de 1863, f. 4; ANX, Protocolo de 1871, tomo I, inscrip-ción 15, f. 52 v. Escribano Antonio C. de Hoyos. El 27 de enero de 1871, JoséPonciano Casas compró un derrame de agua a Mariano Caraza (ubicado en lacasa de Caraza en la calle principal) por 400 pesos. Los pagaría construyendouna fuente que concentraría el agua de la casa de Caraza.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 361

Page 362: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nos, en algún lugar debían encontrar agua. El cabildorespondió que apoyaba la búsqueda y autorizaba elpago siempre y cuando les cedieran una paja de aguapara la fuente. Pero al descuidar el pago de la mano deobra, tuvo que comprar un pozo y una paja en 100pesos a Francisco García,162 dueño del terreno dondese localizó el manantial, el cual fue útil para aumentarel agua de la fuente y remediar la escasez de esta áreacitadina.

Esto no quiere decir que no quedaran venerossuficientes, lo que sí es que algunos particulares lostenían controlados. Aunque las leyes constitucionalesya indicaban que este recurso era un bien común,todavía no se decretaba cómo se mantendría comobien público, por eso se observaba una dualidad deusuarios entre la población: mientras para unos era unbien público, para las familias pudientes seguía siendoun bien privado, en especial para las que tenían elcontrol de los manantiales porque podían especularcon ellos en tiempos de crisis, pues vendieron agua alayuntamiento y a otros particulares.

El mismo Francisco Delgado, beneficiándose delmomento crítico, comerció con diversas pajas de aguadel sitio en la Cruz Verde,163 recién comprado aCarmen Platas, en donde seguramente había manan-tiales en abundancia porque subastó 15 pajas al muni-cipio y después a algunas familias de hacendados yfabricantes que vivían en la ciudad y quienes también

362

162 AHMX, Actas de Cabildo de 1871, ff. 54 y 59.163 Hoy la cuesta que hace unión entre Madero y Alfaro, en el callejón

del Infiernillo (Medina, 1923). Este terreno, con sus manantiales de agua, fuecomprado por Delgado en 250 pesos el mes de abril de 1868 a Carmen Platas,justo cuando había comenzado la sequía (ANX, Protocolo de 1868, tomo I, ins-cripción 81, ff. 143-144).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 362

Page 363: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

se quedaron sin el recurso. Entre sus compradoresestaban Nicolás Pastoressa, a quien vendió una paja,dos a Lino Caraza y otra a Dolores Fernández deMorales. A los dos primeros, la paja les costó 300pesos y la última pagó 420 pesos, porque incluía eltrabajo y los materiales de instalación de la cañeríaque llevara el agua a su domicilio, según conveniocon el mismo Francisco Delgado.164

Los numerosos manantiales eran suficientes parasurtir del recurso a las instituciones públicas y a lapoblación, pero no a la industria. La cual, en cadatemporada de estiaje, suspendía sus trabajos a pesar dehaber realizado diversos acueductos y acequias paraconcentrar agua y dar la presión necesaria para elmovimiento de las ruedas hidráulicas. A partir de laetapa de restauración del país, como se ha mencio-nado, se fundaron establecimientos fabriles quedemandaban más cantidad de agua para sus procesosde producción y que, aunado a las dos sequías de1868 y 1870, alteraron la vida cotidiana de la pobla-ción en general. Como el ayuntamiento carecía defondos para construir toda la infraestructura querequería la introducción del agua potable a la ciudad,paliaba las crisis mediante la adquisición de variaspajas de agua, obtenidas a través de arreglos diversos,en especial los dirigidos al cuidado y al manteni-miento de la infraestructura del agua.

363

164 ANX, Protocolo de 1870, tomo II, inscripción 303-304, ff. 505 v y507. Escribano Ignacio G. Aguilar. Los Caraza eran dueños de la hacienda azu-carera de La Concepción; Nicolás Pastoreas, comerciante, y Dolores Fernándezde Morales, quien era una de las hijas de Francisco Fernández de Agudo,estuvo casada con el teniente Juan Morales pero él había muerto en 1848 (visitaal Cementerio Antiguo de Xalapa, 2003).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 363

Page 364: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

7. El proyecto de introducción del agua

Ésta era la situación que permeaba en la comunidadcuando Bernardo Sayago volvió a la vida municipal,de la cual se había apartado desde la Guerra deReforma. En esta ocasión se ocupó de la presidenciamunicipal sólo el primer semestre de 1871, puesrenunció en el mes de septiembre para participarcomo diputado en la Legislatura del Estado, para elbienio de octubre de 1871 a 1873.165 Durante los ochomeses de su alcaldía, Sayago intentó resolver el pro-blema de escasez de agua que padecía la ciudad y sufábrica.

Bernardo Sayago atravesaba por dificultadesserias para remediar la precariedad de agua, mal quese ocasionó al realizar un cambio de tecnología en sufábrica de El Molino de Pedreguera, pues reemplazóla rueda horizontal por una turbina americana, la cualexigía una mayor presión de agua para moverse, pero,¿cómo lograrlo si durante el tiempo de sequía se para-lizaba su establecimiento por falta del recurso hídrico?En febrero de 1871, Sayago solicitó y obtuvo del go-bierno el derecho de pagar la tercera parte delimpuesto sobre cada huso en producción, pero sólomientras resolvía el mal.166 Pensando que el problema

364

165 Los otros diputados que estaban en la legislatura a la vez fueron:Carlos A. Pasquel, Enrique Llorente, Juan Lotina, Próspero Herrera, Pablo F.de la Llave, Francisco Sánchez Guido, Rafael Estrada y Leandro M. Alcolea, yJoaquín Aguilar (Gidi y Blázquez, 1992, p. 138).

166 Como aquella de haber comprado 170 pajas de agua y haberlas lle-vado hasta los hospitales, o la de haberle dado mantenimiento a otras cañerías yhaber dedicado esfuerzos por arreglar los caminos que llevan a las poblacionesaledañas (AHMX, Actas de Cabildo de 1871, ff. 102), en el folio 85 de las mis-mas actas se suplica a la jefatura política del cantón se sirva darle curso a larecomendación de Sayago.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 364

Page 365: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de escasez continuaría, en marzo se unió con el indus-trial Jorge Todd para solicitar permiso al cabildo eintroducir agua del río de Otilpan al cauce del ríoSantiago, a fin de dar movimiento a sus fábricas (ElMolino y La Probidad) y el resto del agua podríaaprovecharlo la población local.167

Las dificultades aumentaban no obstante la exis-tencia de ríos que pasaban fuera de la población. Poreso Sayago se apoyó en ciertos grupos de interés quebuscaban mejorar sus condiciones de vida. Con eserequisito logró que más de 200 ciudadanos, a nombrede todos los vecinos de esta ciudad, enviaran unacarta al ayuntamiento en 1871. En ella, solicitaron alSupremo Gobierno el 25% de los impuestos recibidospor el cantón en cinco años consecutivos; con tal sub-sidio se pretendía construir una obra de introducciónde agua potable o “entubada”, indispensable porrazones de utilidad pública,168 pues la de los manan-tiales no les alcanzaba o estos estaban controladospor algunos propietarios. Entonces era necesario traerel agua de las corrientes más fuertes y perennes queatravesaba por el norte de la ciudad, aunque estuvie-ran un poco distantes. El argumento de los “vecinos”era la constante falta de agua en las fuentes públicasprovenientes de los manantiales y que de hecho secarecía del servicio. La petición fue discutida y apro-bada por el ayuntamiento, pero esta no prosperó por-que los ediles alegaban falta de fondos e imposibili-dad para proponer arbitrios, ya que éstos se habíangastado en otras mejoras también necesarias a lapoblación.

365

167 AHMX, Actas de Cabildo de 1871, f. 73.168 Ibid., f. 85.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 365

Page 366: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La corporación aprobó la introducción de aguapotable a la ciudad, tal como lo propusieron Sayago yTodd, porque lo demandaba la población. Pero reque-ría de mayores explicaciones, por lo que solicitó aSayago se sirviera ampliar su solicitud, con “antece-dentes y los obstáculos que tendrá que allanar estacorporación” para realizar el proyecto, era menestersaber quiénes eran las personas que se opondrían aello y con qué derecho, además de tener un presu-puesto económico y viable.169

Sayago, sin el aporte económico de Todd, seencargó de elaborar un presupuesto detallado de laobra contratando a Joaquín Lúcido,170 una personaexperimentada en el ramo de la construcción y convínculos en el ayuntamiento. “Él levantó el plomo”para calcular los costos, posteriormente Sayago pre-sentó el plano y el proyecto al cabildo para iniciar lainmediata realización de los trabajos. La mano de obrafue costeada, en un principio, con las contribucionesde la misma comunidad,171 aunque las bases del pro-yecto convenido con Sayago fueron las siguientes:

1ª. Sayago emprenderá la construcción en partes y de acue-ductos en otras por los terrenos que demarca el croquislevantado por Joaquín Lúcido […] para introducir aguapotable a esta ciudad.2ª. Con objeto de que el empresario tenga más facilidad ensus trabajos y haga menos gastos, se le facilitara dirigir laatarjea y acueducto al río Sedeño [...] para meter el agua enel mismo río y sacarla de él...

366

169 Ibid., f. 151.170 Ibid., f. 133.171 Ibid., f. 132.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 366

Page 367: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

3ª. De toda la cantidad que debía llegar a la poblacióntomarán los dueños de las fábricas la necesaria para moversus establecimientos [...] condición esencial que fija elempresario.4ª. El dueño o dueños de las fábricas [...] pagaran al hono-rable ayuntamiento, la cuarta parte de los gastos...5ª. El honorable ayuntamiento arbitrará los recursos parareembolsar a Sayago las cantidades invertidas en la obra yaplicará al pago [de] cantidades que se concedan o perci-ban [para] la introducción del agua.6ª. Al [...] ayuntamiento corresponde practicar las diligen-cias necesarias para que las municipalidades o particularesa quien pertenezcan los terrenos por donde debe pasar laatarjea y acueducto consientan o no pongan obstáculos...7ª. Si la obra se termina sin que Sayago haya sido reembol-sado por el ayuntamiento, este le cederá hasta en la canti-dad necesaria las pensiones que paguen a la referida cor-poración los propietarios de casas en que se introduzca elagua, o el valor de ella si es que la compran.8ª. El término que fija el empresario para que esté el aguaen la cuadra última calle del ganado será de 5 años.9ª. Cuando se hallen los trabajos próximos a media leguade la ciudad, el [...] ayuntamiento auxiliará esos trabajoscon los hombres sentenciados a las obras públicas...172

Si bien la concesión favorecía al empresario, porqueel dinero le sería reembolsado y tendría la libertad detomar toda el agua que deseara, también se trataba de la primera obra de entubado del agua que beneficia-ría a la comunidad, por lo que el ayuntamiento se res-ponsabilizaría de allanar todas las dificultades con lospropietarios que resultaran perjudicados en el tránsitode las corrientes y suministraría la mano de obra nece-saria aunque fuera con prisioneros.

367

172 AHMX, paq. 1, legajo 31 de 1871, proyecto de introducción de aguapotable presentado por Jorge Todd y Bernardo Sayago. El subrayado es mío.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 367

Page 368: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La evidencia es significativa de cómo la de-manda social es un elemento importante en la interlo-cución que se daba con la autoridad, y expresa cómolos ciudadanos, necesitados de un servicio públicoindispensable, luchan por sus derechos. Paralelamentese prefigura una especie de alianza estratégica entresectores sociales de la comunidad urbana como sonlos vecinos y la autoridad del gobierno local. Asícomo la búsqueda de subsidios estatales a falta derecursos propios, lo importante era reforzar el papelactivo del gobierno local en la administración de losservicios,173 ya que debía ser garante de un mínimo debienestar para los habitantes de la comunidad que letocaba representar.

Al hacer la concesión, el ayuntamiento reforzó elproyecto de Sayago y solicitó al Gobierno del Estadosu aprobación, debido a que su hacienda pública noalcanzaba a cubrir los costos de la parte que le corres-pondía. Sin olvidar que el gobierno local debía contarcon la anuencia del estatal como lo plantea laConstitución de 1857, que en su Artículo 33 indicabaque “pertenecen a la nación los puertos, radas, ensena-das, vados, ríos y lagunas”. Esta ley reconocía las atri-buciones exclusivas de los estados para otorgar lasconcesiones del agua a particulares, máxime si eseelemento se empleaba como medio de irrigación,fuerza motriz,174 y recurso público para los usosdomésticos de la población en general.

El proyecto de Sayago consistía en construir porsu cuenta un canal de casi cinco kilómetros donde se

368

173 Rodríguez Kuri, 1996, p. 167.174 Cámara de Diputados, 1985, tomo IV, p. 137-138 y Archivo

Histórico del Agua (AHA), sobre el agua, 1 y 16.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 368

Page 369: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

reunieran varios manantiales que llegaban a los ríosPixquiac175 y Sordo, ambos de vertientes perennes queatravesaban al oriente de la población xalapeña. Laforma en que se integrarían las corrientes, comenzaríadesde la Barranca de Morelia, apartando el agua de sucurso en el lugar llamado Ángulos, trayéndola por lafalda del Cofre para unirla con Tembladeras y elPosillo Colorado, de ahí pasarían a juntarse con LasMoras y la Cañada del Jarro (estas aguas pertenecían ala municipalidad de Xico y nadie las utilizaba). Desdeeste punto, había que integrarlas con las aguas de LaEscondida que nacían en la hacienda del Molino, deahí al nacimiento de El Laurel, que separa los terrenosde José María Rodríguez con los del pueblo de SanSalvador Acajete, hasta llegar al Apartadero yPixquiac y de ahí conducirlas al río Sedeño, de dondese desviaría la corriente por un terreno perteneciente aSan Andrés Tlalnehuayocan. Las porciones de aguaque se recogerían desde el Apartadero hasta el naci-miento del Pixquiac, se unirían al río Grande deCoatepec, acumulando alrededor de 62 litros porsegundo.176 El río Sedeño serviría de tránsito de estascorrientes, que al parecer no pertenecían a nadie. Valela pena señalar que la documentación habla de la exis-tencia de un plano de este recorrido desde el iniciohasta el reencauce de las aguas, pero sólo encontró

369

175 Este río ha de haber sido uno de los más caudalosos de la cuenca delos Pescados, debido a que hubo una petición de García Teruel en 1848 paradesviar parte de su corriente a la hacienda de Lucas Martín, pero no se concretópor desavenencias con Bonilla, el propietario de La Orduña, según consta en lasdiscusiones del juicio entre Pasquel y Sayago (AHMX, Fondo DocumentalMéxico Independiente, 1875, caja 35, paq. 1, exp. 3, f. 7; El Clamor Popular,1875).

176 Rendón, 1942, p. 17. Porque 32 litros por segundo sólo son de lamitad de los manantiales.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 369

Page 370: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

una evidencia empírica de la solicitud de 1841, que semuestra en la figura 18, donde se marcan varios pun-tos de la trayectoria que llevaría el agua.

Para conseguir la aquiescencia de las municipa-lidades de Xico y San Salvador era indispensablecontar con el apoyo del Gobierno del Estado, perocomo todos los materiales y mano de obra los finan-ciaría Sayago, él solicitaba ser el dueño absoluto delagua, “por si los demás dueños de las otras fábricas,no quisieran entrar conmigo, en un acuerdo justo parala indemnización, de la parte de gastos que debanreembolsarme”.177 De modo que si Antonio Sayago(hermano de Bernardo) patrocinaba toda la obracomo proveedor, estaba en su derecho de establecerlos márgenes de acción de obra pública que empren-dería el gobierno. Priscilla Connolly plantea que:

La concreción de las obras específicas y la toma de deci-siones al respecto se entienden a la luz de las acciones delos agentes sociales. Es determinante el juego de interesescolectivos o individuales de los actores, las contingenciaspolíticas, las emergencias de demandas sociales, compro-misos y otras circunstancias especiales, y todo aquello quesuele componer lo que se considere como “necesidadsocial”. La acción de los agentes da lugar a la instituciona-lización de nuevas formas de producción de obras públi-cas.178

Este cruce de intereses públicos y privados es un sín-toma de nuevas formas de interacción que legitimancambios institucionales y dan juego a las demandas

370

177 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3, f. 7.

178 Connolly, 1999, p. 151.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 370

Page 371: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figura 18. Croquis sin escalas, sólo se señalan con “cierta aproximación”

los manantiales que se reunirían para traer el agua a Xalapa en 1841

FUENTE: AHMX. Fondo docuumental México Independiente, 1841,paquete 1, exp. 2, ff. 13, 14, 15.

Elaborado por D. Skerritt y N. León.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 371

Page 372: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

sociales. Así las cosas, la sección de Guerra y Policíadel Gobierno del Estado respondió positivamente a lascondiciones del proveedor, considerando que se apo-yaría a los operarios existentes y se daría más empleoa otros, al estar en movimiento las fábricas, ademásporque se favorecía al vecindario con la cantidad sufi-ciente de agua. Por eso se solicitaba al jefe político deCoatepec allanara el camino con la municipalidad de Xico, de San Salvador Acajete y San AndrésTlalnehuayocan, insistiendo en que el proyecto encuestión no perjudicaría a sus localidades; y en lo querespecta a los terrenos particulares podría argüirse lautilidad pública179 para realizar la expropiación con-forme a la ley.

El 24 de noviembre de 1871 el gobernador, deacuerdo con los Artículos 788, 792 y 796 del CódigoCivil, dio la concesión a Antonio Sayago, recomen-dando que este ocurso se publicara por 30 días en laGaceta Oficial del Estado para el conocimiento delinteresado y la aquiescencia de las municipalidades.180

Este procedimiento es calificado como un metacon-trato,181 porque el gobierno está cuidando aspectoslegales para evitar fricciones con otras localidadestomando en cuenta a los particulares, sin olvidar elargumento de legitimar al agua como un “biencomún” contenidos en los artículos de referencia.

Los ríos señalados llegarían hasta las inmedia-ciones de San Andrés Tlalnehuayocan por la Barranca

372

179 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3, f. 7; El Clamor Popular, 7 de noviembre de 1871, Sección deGuerra y Policía, firma Ignacio Murillo.

180 Idem.181 Rodríguez Kuri, 1996, p. 167.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 372

Page 373: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de Otilpan, pero de ahí hasta la Garita de México, elayuntamiento introduciría el agua a la ciudad paraaumentar un pie cuadrado al arroyo de Santiago.182 Esdecir, este tramo sería pagado con los fondos munici-pales, según acuerdo entre autoridad y proveedor.

Sayago, por su parte, llevaría el agua hasta unaacequia que había construido en su hacienda ElMolino de Pedreguera, donde estaba su fábrica LaLibertad. El agua contenida en la presa serviría parapotencializar los tiempos de mayor presión acuífera,indispensable para la moderna tecnología hidráulicaque había introducido la mayoría de los empresa-rios.183 Las demás factorías textiles y la población reci-birían la cantidad adecuada de agua, con lo que se pre-figura una especie de alianza estratégica entrefabricante y gobierno local surgida de la “necesidadsocial”. Sayago, como agente, tendría la presión yfuerza necesaria del agua para sus actividades produc-tivas y el ayuntamiento cumpliría su cuota de apoyo albienestar del habitante común, con lo que se reforzaríasu papel de administrador activo de la sociedad querepresentaba e institucionalizaba una nueva forma deproducción de obras públicas.

El gobernador Francisco Hernández y Hernández(1869-1872), había respondido a Sayago corrobo-

373

182 Cabe destacar que la referencia sobre el aumento de un pie cuadradoresultó incomprensible, debido a que por regular el volumen de agua, segúnGalván Rivera (1998) se mide más frecuentemente por medidas circularescomo la naranja, limón, buey, paja, etcétera, según la cantidad que pase porsegundo. Mientras que María Moliner (1999) señala que el pie cuadrado equi-vale a 776 cm de agua que pasa por el acueducto en un segundo de tiempo.

183 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3, f. 7; El Clamor Popular, 7 de noviembre de 1871, Sección deGuerra y Policía, firma Ignacio Murillo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 373

Page 374: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

rando su proyecto como viable para satisfacer lasnecesidades de la población en general, debido a quehabía una constante escasez del recurso

...a consecuencia de los desmontes que han sufrido losterrenos inmediatos a esta ciudad, las lluvias han dismi-nuido considerablemente, de algunos años a esta parte y enla misma proporción disminuye el caudal de las pocas ver-tientes de agua potable que cuenta este vecindario. Lamisma disminución se observa en el arroyo que dabamovimiento a las fábricas de hilados del Molino de SanRoque, Victoria, Probidad y Dique, al grado de que sólopueden trabajar durante la estación de lluvias o algunashoras y eso con grandes dificultades...184

El funcionario señalaba que uno de los agentes que sus-citaba un cambio de clima y la reducción del agua eranlos desmontes hechos en los terrenos inmediatos a laciudad, para la quema de leña de las mismas fábricas yel aumento en el uso de leña y carbón que la crecientepoblación utilizaba para satisfacer sus necesidades bási-cas. Asociado al uso industrial y doméstico que se hacíade los bosques, había que agregar que los grupos de éliteempleaban maderas preciosas (cedro, roble, encino yotros) para el mobiliario de sus lujosas residencias,incrementando en consecuencia la tala de los bosques.

Los desmontes aumentaban la diferencia entre elestío y los tiempos de abundancia de agua, pues deacuerdo con las referencias sobre Xalapa que reportael Archivo Histórico del Agua: de junio a octubre lasaguas torrenciales favorecían el trabajo de las fabricase ingenios; mientras que de octubre a febrero las llo-

374

184 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3, f. 7.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 374

Page 375: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

viznas de invierno (el “chipi-chipi” o sea la caídaescasa de agua) hacían que la industria redujera odetuviera la producción porque los ríos bajaban sunivel y no generaban bastante presión hidráulica parael movimiento de su maquinaria.185

A los cambios climatológicos, que como se havisto fueron generalizados, se agregó otro factor impor-tante en la demanda de agua: la innovación tecnológicay la instalación de otros establecimientos manufacture-ros. Por eso, se aprecia que el gobierno estaba respon-diendo a la demanda social, como una acción entre loque es el sistema de valores y prácticas políticas queexpresan una economía moral en la demanda públicade servicios, pero esa toma de decisiones tambiénestaba respondiendo a los propietarios del capital.

El gobierno estatal en 1871 dio la concesión aSayago, por los beneficios que brindaría en unmomento de demanda del recurso para el desarrollo delas factorías, y para evitar las sequías que incidían en laescasez de agua en la población. Pero como se tratabadesviar el agua desde los manantiales que daban naci-miento a los ríos y ésta debía transitar por propiedadesprivadas y servidumbres de paso de los pueblos, sehabía informado y motivado a los habitantes para quedieran su autorización con el argumento de que el aguaque se desviaría nadie la utilizaba. Además, desde lasreformas del Congreso Constituyente de 1856, se discu-tió semejante situación en el Artículo 3° que dice:

Los propietarios de aguas, aunque la posean con títuloslegítimos, no podrán negar a los pueblos colindantes omuy inmediatos que carezcan de ellas la cantidad, que a

375

185 AHA, Fondo Aprovechamientos, caja 4261, exp. 57022, f. 16.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 375

Page 376: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

juicio de peritos, sea necesaria para el uso potable de laspoblaciones.186

En el caso de las propiedades particulares, quedaba elrecurso legal que amparaba el Código Civil de laFederación, que desde 1870 había decretado a lasaguas como propiedad de la nación. En este sentido elartículo 801 señala:

Son bienes de uso común aquellos que pueden aprovechartodos los habitantes, con las restricciones establecidas porla ley o por los reglamentos administrativos. Pero si atrave-saban por propiedades particulares, sólo podrían ocuparsepor causa de utilidad pública, previa indemnización.187

El gobierno seguramente negoció con los propietariosde las tierras por dónde transitaría el agua, pero tal vezel acuerdo fue verbal porque no se encontró evidenciaal respecto. Sin embargo, con esta respuesta elgobierno ponía de manifiesto la formalidad de exigircasi todos los requerimientos a Sayago, para allanarcualquier situación entre propietarios o afectados porla construcción de la obra hidráulica. Es más, como yalos pueblos estaban informados, el Supremo Gobiernoratificó la concesión a Sayago el 31 de enero de1872.188 Lo que viene a subrayar la tesis de PriscilaConnolly en el sentido de que durante el Porfiriato sehicieron patentes las concesiones otorgadas por elgobierno, como un arreglo entre entidad gubernamen-

376

186 Cámara de Diputados, 2000, t. IV p. 305. Este artículo forma partedel proyecto donde se discutió la Ley Orgánica sobre el derecho de propiedadpresentado por Isidoro Olvera al Congreso Constituyente el 7 de agosto de1856, el cual inclusive se valoró en los Códigos de 1870.

187 Lanz, 1982, pp. 323-325.188 Sayago, 1875, p. 21.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 376

Page 377: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tal y agentes privados, concesionarios o proveedoresdel capital, lo que ella califica como “una variante dela administración directa de servicios al público”.189

Aunque en esta ocasión la concesión se realizó en lavíspera del Porfiriato, la propuesta de Connolly esválida, porque representa una expresión del libera-lismo.

8. Las controversias por el agua, un conflicto entre las élites

La concesión de referencia abarcaba uno de los naci-mientos del agua que se pretendía desviar; se locali-zaba cerca de los límites del pueblo de San SalvadorAcajete, cuyos terrenos pertenecían a la hacienda deLa Orduña por donde transitaba el río que sostenía laagricultura y el ingenio de ésta. La cuestión se difi-cultó porque si se desviaba el agua de estas corrientes,disminuirían los aprovechamientos que de ella hacíanlos propietarios. Es más, los Pasquel, como dueños deesta hacienda, consideraron inexistente la concesión,por lo que solicitaron a Sayago los documentos com-probatorios, ante lo cual éste respondió que

...al mismo Superior Gobierno a quien ocurrí pidiéndole sesirviera hacer la aclaración correspondiente o ratificar laconcesión, tuvo a bien resolver el día 13 de mayo delmismo año [1872] y por los fundamentos de su acuerdo[...] el 31 de enero citado no revocó, sino al contrario, dejóen pié y [...] corroboró la concesión...190

377

189 Connolly, 1999, p. 157.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 377

Page 378: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Aun estando aprobado el proyecto de Sayago con todoslos derechos y la aportación efectiva que garantizabansu éxito, provocó un litigio que fue sometido alTribunal Superior de Justicia del Estado, debido a losreclamos de los hacendados y pobladores que, comopropietarios de los terrenos adyacentes por donde tran-sitaba la corriente del Pixquiac, se oponían por los “gra-vísimos perjuicios que les acarrearían esas obras”, puescon esta fuente irrigaban sus cultivos e ingenios.

El Tribunal Superior emitió un juicio desfavora-ble a Sayago, a pesar de que el Tribunal de PrimeraInstancia del cantón lo aprobó y apoyó, porque elcabildo estaba consciente de las necesidades delrecurso y de los beneficios que obtendría si se brin-daba agua a la población para eliminar el problemadel estiaje: se acallarían y reducirían las demandas yquejas de la gente, con lo que legitimaba sus accionescomo representante de la sociedad local.

Al ayuntamiento nuevamente se presentaron tra-bajadores de diversas manufacturas,

manifestando que son insuficientes los manantiales deTechacapan y Jalitic; que los pozos de las casas se encuen-tran enteramente secos, [en el concepto de los exponentes]se debe poner en juego todo lo que conduzca al remedio del mal.

Ellos ignoraban que Sayago ya estaba construyendo elacueducto de referencia, por eso se atrevieron a pro-poner que se tomaran las aguas de varios ríos cerca-nos, con su colaboración y la de muchos otros vecinos

378

190 Todo consta del expediente que obra en la Secretaría de ese SuperiorGobierno, Sección de Milicia y Policía (Sayago, 1875, p. 21).

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 378

Page 379: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

en la realización de las faenas y “en caso de resisten-cia por parte de los dueños de dichas aguas se recu-rriera al derecho legal de expropiación”.191 Los regido-res recibieron la solicitud, pero no contestaron porqueavistaban mejores horizontes con la propuesta deSayago, como se aprecia en el siguiente ocurso entre-gado al gobierno en mayo de 1872:

Este H. Cuerpo al hacer completa abstracción de las perso-nas que figuran [...] como opositores en la desagradable enla cuestión de que se ocupa, y confesando que todas lemerecen respeto, no obstante que las ve obcecadas al con-trariar un proyecto que en nada les perjudica, se permitirámanifestar a ud. que del resultado favorable o adverso parael Sr. Sayago del juicio ordinario que ha entablado, pendela conservación o la completa ruina de este municipio;[que] resiente más que ninguna otra población la falta deunas fábricas que dan subsistencia a 1 200 personas indus-triosas, las cuales tendrán que emigrar sobre las muchasque constantemente hacen lo mismo [...] siendo de notarque los pueblos que se empeñan por un capricho singular enperjudicar a esta ciudad no resienten ningún mal; […a pesarde que obtienen] todo su numerario de esta cabecera encuya prosperidad, por un cálculo mal entendido están inte-resados lo mismo que los hacendados oposicionistas, cuyosfrutos se consumen en esta población [...] El repetido H.Cuerpo contrayéndose al fallo desfavorable que perjudicanotablemente sus intereses no sospecha siquiera que labalanza de la justicia se inclinará a favor de los oposicio-nistas, solo por el deseo de perjudicar a esta población y alSr. Sayago [...] no existe, ni corporación ni particularalguno que se perjudique en la concesión solicitada por elSr. Sayago, antes se benefician [...] este H. Cuerpo deseaque sea atendida la súplica [...] en el deber que ha de preve-nir la ruina completa de este empobrecido municipio

379

191 AHMX, Actas de Cabildo de 1871, f. 76.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 379

Page 380: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

suplica al Gobernador del Estado se sirva acordar lo conve-niente o iniciar ante la H. Legislatura del Estado unamedida que ponga a cubierto a esta población...192

El ayuntamiento respaldaba y favorecía la ejecuciónde la obra propuesta por Sayago, e insistía en que serevisara el caso y que no se entorpeciera su construc-ción, ya que más de 1 200 vecinos mantenían una vidadependiente de la labor que desempeñaban en las fac-torías. Y en efecto, en varios momentos habían emi-grado a la Ciudad de México por falta de un trabajoseguro, algo que ratifica Trujillo, quien encontróregistros de obreros xalapeños en fábricas como LaFama Montañesa en la década de los años sesenta.193

La conducción del agua no perjudicaba ni a lospueblos ni a los hacendados opositores, más bien losbeneficiaba porque ellos vendían entre estos trabaja-dores sus productos, pues existe un registro en elmunicipio de que en esta plaza expendían sus frutos.Además el agua, aunque atravesara por sus propieda-des, no nacía en ellas, pero lo que les molestó quizáfue que no se dirigieran a ellos de manera particularpara solicitarles su permiso, pues ellos sentían quetenían derecho de saber cómo estaban dadas las condi-ciones de la concesión, cómo circularían las aguas ycómo afectaría sus intereses.

Según informes del Tribunal Superior de Justiciadel Estado, el juicio que habían emprendido losPasquel y otros hacendados fue porque Sayago teníaen sus manos la concesión del gobierno, pero no había

380

192 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 21 de mayo de1872, certificó Francisco J. Mateos. Los subrayados son míos.

193 Trujillo, 1997, p. 70.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 380

Page 381: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

llenado todos los requisitos, en especial los que mar-can los Artículos 788, 792 y 796 y 801 del CódigoCivil, respecto de las propiedades particulares,194 nohabía practicado las diligencias dispuestas en estanorma y, desde que el gobierno otorgó la concesión,se habían iniciado los trabajos sin dialogar con loshacendados que controlaban el uso del agua de los ríoscuyo tránsito se alteraría. Lo que propuso el Tribunalfue que ambos contendientes presentaran pruebas y seexpresasen con verdad: uno al asegurar que nadieresultaría perjudicado, y los otros presentando losargumentos que sustentasen los daños en la ejecuciónde semejante proyecto.195

Ante tal controversia, algunos hacendados yotros pueblos remitieron al ayuntamiento un escritopidiéndole “poner a cubierto este vecindario de laruina que lo amenaza si no se realiza el proyecto delC. Sayago”.196 Esto muestra que el concesionario y elpropio ayuntamiento estaban intentando fortalecer suposición frente al problema, motivando subrepticia-mente a participar a los hacendados y a los pueblosque habían resentido la escasez de agua en la ciudadpor la falta del servicio y por la oportunidad que brin-daba el proyecto de Sayago de asegurar la provisiónde agua en la población.

381

194 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 21 de mayo de1872, alcance 122, certificó Francisco J. Mateos.

195 AHMX, Fondo Documental México Independiente, alcance del 13 demayo de 1872.

196 AHMX, Actas de Cabildo de 1872, f. 45. No se especifica qué hacen-dados ni qué pueblos, pero probablemente eran de aquellos como Caraza, quehabían tenido escasez de agua en su casa o negocio de la ciudad. Los peticiona-rios enviaron su misiva el 10 de mayo del mismo año de referencia. También esprobable que el mismo Sayago los motivara para conseguir sus propósitos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 381

Page 382: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La prensa local desempeñó un papel importanteen el conflicto, pues aunque había medios controladospor el Estado, éstos obedecían a intereses conservado-res o liberales. De manera que los periódicos se con-vertían en un espacio privilegiado para que los grupose instituciones dirimieran sus controversias políticas,toda vez que existen documentos relativos a este pro-blema, gacetas, pasquines y opúsculos que dieroninformación de ambas partes. El ayuntamiento, parapromover esta obra, y quizá prevenir presiones,publicó el acuerdo que el gobernador tuvo a bienenviar el 28 de mayo de 1872 en El Clamor Popular,el cual informaba que

…en la solicitud relativa la introducción de agua potablea esta población, acordó expresar a Ud. el deseo de que elproyecto del C. Antonio Sayago, se lleve a efecto [por-que] a nadie se originan perjuicios aun cuando la cantidadde agua introducida, a este municipio, fuera mucho másconsiderable [...] las moratorias de juicios ordinarios,aplazarían indefinidamente la realización de una obra tanbenéfica [...] dando al fin por resuelto que la oposicióncarecía de fundamentos [...] el mismo H. Cuerpo entiendeque no habría inconveniente en que la obra se continuara,comprometiéndose [...] el c. [Sayago] a devolver el aguay dar por inútil la obra en caso de que los oposicionistasprobaren que les hace falta, cuya prueba jamás podrá ren-dir en terreno de la verdad [...] y solo reconoce por prin-cipio, un capricho originado de enemistades personales,sin advertir [que] este vecindario es la víctima [...] elacuerdo del C. Gobernador del Estado, no puede precisarla providencia que desearía ver adoptado en bien delmismo vecindario, desentendiéndose de la cuestión defórmula [para] convenir de la Superior autoridad del C.Gobernador del Estado ha de ponerse de parte de laJusticia y donde está el bien procomunal, para contrarres-tar las malas influencias...197

382

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 382

Page 383: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

La insistencia del ayuntamiento radicaba en sugerir algobierno que reconsiderara la concesión dada aSayago quien, confiado en que tenía la aprobación delmunicipio, había empezado la construcción del acue-ducto, aunque según el Tribunal había que darle opor-tunidad a los opositores, Pasquel, Gorozpe y Dondé,para reunir las pruebas suficientes que anularan laobra. Mientras tanto, el ayuntamiento, pese a su apoyopara la construcción del acueducto, como autoridadlocal quedaba en la obligación de exhortar a Sayago asuspender la obra y, de ser necesario, devolver el aguaa su curso natural en tanto no se aclarara el asunto;esta acción es un indicador de que el gobierno localhabía perdido su autonomía.

Los opositores eran de tendencia liberal, en espe-cial los Pasquel, quienes fueron participantes activosen la Guerra de Reforma, pese a esta ideología preten-dían la conservación de sus fueros y privilegios.Aunque el ayuntamiento describía que el reclamo deeste grupo provenía de un “capricho originado porenemistades personales”. La rivalidad surgió por lasdiferencias que tuvieron durante el mismo eventobélico, pues mientras los Pasquel eran liberales,Sayago estuvo en el grupo conservador dirigido porNegrete.198 Llegado el tiempo de paz, Sayago se rein-corporó a sus actividades y se convirtió en un liberalprogresista, lerdista, pues aprovechó las leyes desa-

383

197 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 28 de mayo de1872, C. Jefe de Sección de Municipalidades, certifica Francisco J. Mateos. Elalcance aparece en el periódico arriba citado. El apoyo que el municipio da aSayago es de manera conjunta con otros pueblos y hacendados. El oficio origi-nal se llevó al Gobierno del Estado con la intención de que éste dictara lasmedidas convenientes para evitar la ruina del vecindario de no realizarse el pro-yecto del C. Sayago. El subrayado es mío.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 383

Page 384: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mortizadoras para aumentar sus tierras, diversificar sucapital en el ramo minero y fortalecer su espacio enlas áreas comercial, industrial y especulativa.

Los contendientes eran Juana Palma de Pasquel,José María Gorozpe y Rafael Dondé, todos hacenda-dos de Coatepec y en apoyo de los anteriores estabanalgunos vecinos que mantenían sus actividades conagua del Río Grande, un afluente del Pixquiac. ¿Porqué ellos se opusieron al proyecto de Sayago si lahidrografía de Coatepec marca que por sus tierrastransitaban además de los ríos Pixquiac y Sordo, tam-bién el Aguacatla, Cuitlapa, Tlanhuayalapa, Suchiapa,Pintores y Huehueyapan? Todos estos son perennes ysus corrientes se caracterizan por ser abundantes, dadoque descienden de La Barranca del Tigre en el Cofrede Perote, la zona de mayor humedad.199

Estas fuentes han servido a las haciendas de LaOrduña, Zimpizahua, Mahuixtlán y Tuzamapam, y alas poblaciones de Coatepec, Xico, Teocelo, SanMarcos y otras aledañas (véase figura 20). Si la zona tenía agua en abundancia, ¿por qué hubooposición de parte de la propietaria de la hacienda deLa Orduña? Si estas tierras son atravesadas, principal-

384

198 Su padre José María Pasquel fue partícipe de la contienda electoral en1857, pero obtuvo 6 votos, en comparación con los 163 logrados por GutiérrezZamora. Al año siguiente participó en el batallón de rifleros, al lado de Franciscode P. Pasquel (su hijo), Ángel Lúcido, Joaquín Quiroz, Joaquín Martínez y JoséMaría Rodríguez, mismo que realizó en 1858 un pronunciamiento en Xalapa yquienes, por cierto, robaron los establecimientos y golpearon a sus dueños con elobjeto de tener refacción para su movimiento (Blázquez, 1986, pp. 96 y 241). Adiferencia de Sayago que, catalogado como un liberal progresista, participó acti-vamente en el grupo conservador de Miguel Negrete, como ya se señaló en elcapítulo IV. Inclusive fue apresado y llevado a la prisión de Perote, que era unaguarnición de los liberales (Blázquez, 1986, p. 56).

199 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo I, pp. 125, 129 y 148.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 384

Page 385: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figu

ra 1

9. V

ertie

nte

orie

ntal

del

Cof

re d

e Pe

rote

Fuen

te: I

NE

GI,

Car

ta to

pogr

áfic

a 1:

250,

000;

Loz

aliz

ació

n y

altu

ras

por

GPS

y C

. Blá

zque

z; G

obie

rno

del E

stad

o de

Ver

acru

z. I

nfor

mes

de

sus

gobe

rnad

ores

, tom

o I.

Ela

bora

do p

or D

. Ske

rrit.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 385

Page 386: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mente por el Sordo y el Pixquiac, pero además correnotros veneros en su interior y tiene por límites parte delos ríos mencionados anteriormente. Es más, el inge-nio se construyó en las márgenes del Pixquiac paraque el costo del acueducto fuese menor, y se hicieroncanales para conducir el agua a los distintos plantelesde caña. En primer término estaba como opositoraJuana Palma de Pasquel, dueña de La Orduña desde1849; secundada por José María Gorozpe, propietariode la hacienda de Tuzamapam por donde descendíantodas las corrientes citadas para unirse al río de losPescados, y Rafael Dondé, de la hacienda de Mahuix-tlán, en su calidad de “recién llegado” al grupo dehacendados coatepecanos, y los motivos de su oposi-ción residían en dar fuero a otros.

Si los cultivos de La Orduña serían los más afec-tados con el caño de Sayago, y la señora Pasquel ale-gaba que el Pixquiac le pertenecía desde su naci-miento, entonces habría que reconocer hasta dóndellegaban los límites de esta hacienda por la montañadel Cofre, sus terrenos limitaban con la barranca casidonde nacía el Río Pixquiac y el Sordo, en SanSalvador Acajete; entonces, las lagunas no pertene-cían a ningún particular, sino que eran propiedad de lanación, lo que evidencia que las aguas no nacían ensus tierras (tal y como se comprueba en el mapa de laspropiedades de La Orduña en 1876, figura 20).

No obstante, Juana Palma de Pasquel asegurabaque el agua de los dos ríos era de su propiedad porderechos virreinales, porque así estaba registrado enlos títulos de la hacienda desde que el rey Felipe IIconcedió las mercedes de tierra a Diego de Orduña, yaunque cambió de dueños varias veces, la haciendaconservó sus recursos sin la más mínima afectación,

386

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 386

Page 387: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figu

ra 2

0. P

lano

apr

oxim

ado

de L

a O

rduñ

a, c

erca

de

1876

FUE

NT

E: A

rchi

vo G

ener

al d

el E

stad

o (F

ondo

Pla

note

ca. S

ecci

ón L

a O

rduñ

a. M

unic

ipio

de

Coa

tepe

c, n

úm. 6

0).

NO

TA

: E

ste

plan

o, d

ibuj

ado

a es

cala

de

1:20

,000

, m

arca

el

año

1876

com

o fe

cha

de e

labo

raci

ón,

sin

emba

rgo,

inc

luye

det

alle

s po

ster

iore

sre

fere

ntes

a la

situ

ació

n ag

rari

a y

de c

omun

icac

ione

s. N

uest

ra f

igur

a es

una

apr

oxim

ació

n al

tem

a de

l agu

a. E

labo

rado

por

D. S

kerr

it.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 387

Page 388: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

sino al contrario, con aumento y reacomodo detierras.200 De modo que, según los documentos de lafamilia Pasquel, el agua les pertenecía y nadie debíatomarla, pues ellos la consideraban parte de sus privi-legios históricos de clase, cuyos títulos marcaba quelas tierras de su hacienda también incluían los ríosque la transitaban, y que hasta entonces habían perma-necido en calidad de intocables. Los demás hacenda-dos para evitar cualquier afectación en el futuro res-paldaron a Pasquel.

Reconsiderando el apoyo que Gorozpe dio aPasquel, vale recordar las diferencias que había tenidocon Sayago desde 1843 cuando era encargado delRastro Municipal y del abasto de carne a la ciudad, yle correspondía aplicar las ordenanzas municipalesque consistían en obligar a la gente a realizar lamatanza dentro del rastro, administrar y controlar elabasto y venta de carne, la cual debía realizarse única-mente en los portales de la plaza del mercado parasupervisar la higiene y la cobranza de los arbitriospertinentes por ventas al menudeo. Estas medidasmolestaron a Gorozpe, ya que él era un hacendadoganadero que mataba sus reses y trasladaba la carne ala ciudad para venderla entre la población xalapeña yla de su entorno sin pagar ningún impuesto. Por ello,previendo que sus ganancias menguarían, propuso alayuntamiento mejorar el precio de venta y expenderlaen un sitio distinto a la plaza, para evitar la competen-cia, la cual ganó condicionado. La demanda le fueconcedida a Gorozpe previa negociación con Sayago,así se obligó a introducir el ganado vivo a la ciudad y

388

200 Acosta, 1982, p. 4.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 388

Page 389: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

utilizar el rastro municipal para la matanza, con elobvio pago de los impuestos municipales.201 Gorozpecuando vio que no era fácil evadir el impuesto por eluso del rastro, dejó el espacio libre para que otrostablajeros plantearan una competencia a Sayago.

Entonces, es obvio pensar que Gorozpe apoyaríaa Pasquel en su intento de obstaculizar toda posibili-dad de ganancia a Sayago. Sin embargo, su presenciasólo fue incidental en el problema del agua, aduciendoque sus tierras no se afectaban por el proyecto. Pero,tal vez fue porque Tuzamapam en 1872 fue hipote-cada por el mismo Sayago, quien le otorgó un prés-tamo de 460 000 pesos a Gorozpe para rehabilitar suingenio y ampliar las parcelas de caña. 202

En cuanto a Rafael Dondé, él sólo acababa deincorporarse a los miembros de la élite de hacendadosregionales, recién llegado de México, donde habíaparticipado del grupo de liberales que, invitados porJuárez, se dieron a la tarea de estudiar la adecuaciónformal en que quedarían legalmente los recursos de latierra y el agua para evitar que los ayuntamientos losmanejaran a su libre albedrío.203 La hacienda cañeraque había comprado era Mahuixtlán, regada por otrasfuentes perennes, por ello casi no tuvo presencia en elconflicto sino sólo para apoyar a sus vecinos. Su res-paldo puede interpretarse como una intención porobtener el reconocimiento local en el juego de lasinteracciones de la élite con ascendiente comercial;sin embargo, Dondé tenía ya un lugar asegurado en la

389

201 En este sentido hay que recordar que Sayago comenzó a aplicar elreglamento y concentrar la venta de carnes en el portal del mercado en 1843(AHMX, Actas de Cabildo de 1851, ff. 98 y 99).

202 ANX, Protocolo de 1876, ff. 71-73 y ARPPX, libro 1 de 1888, f. 4.203 Lanz, 1982, p. 323.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 389

Page 390: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

élite metropolitana liberal. Y en lo que toca a lospobladores de Coatepec y su entorno, ellos aparecenuna sola vez apoyando a Pasquel, y en su mayoríaeran trabajadores de las haciendas, comprometidos abrindarles apoyo a sus patrones como parte de susobligaciones.

A Sayago lo apoyaba una parte del vecindario deXalapa porque trabajaban con él en su fábrica, enagradecimiento de algún préstamo, o por haber parti-cipado en alguno de sus negocios, y por qué no, paragarantizar el recurso en temporadas de duro estiaje. Ala par entre sus partidarios estaba el cabildo, porque alestablecer una interlocución con un agente capitalista,lograba mantener su legitimidad como institución deservicio a la comunidad. Mientras que la Sección de Po-licía del Gobierno Estatal respaldó a Bernardo Sayagoporque fue diputado en la Legislatura en el bienio deoctubre de 1871 a octubre de 1873.204 Porque Sayago[Antonio Sayago, a nombre de su hermano Bernardo]fue de los únicos particulares que en la región xala-peña invirtió capital en obra pública durante lasegunda etapa del federalismo.

Esta concesión municipal, otorgada por acuerdosuperior del Gobierno del Estado en 1871, se recuperaen un documento del ramo de Aprovechamientos delArchivo del Agua de la Ciudad de México, el cualdice que “le daba la propiedad sobre el uso de todoslos manantiales que nacen en el Cofre de Perote, pre-via fianza otorgada al gobernador”.205 Por ello, se ini-ciaron los trabajos de construcción del canal o acue-ducto que se conoció más tarde como Caño de

390

204 Gidi y Blázquez, 1992, p. 138.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 390

Page 391: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Sayago. Éste recogía las aguas de los manantiales delPixquiac en el Cofre de Perote para traerlas a lacuenca del río San Carlos y de ahí arrojarlas al RíoCarneros, también llamado del Paso o Santiago yantes de llegar a la Barranca de Otilpan (véase figura21)206 las juntó en otro manantial, a cuyas cercanías seedificó el embalse de la presa para precipitar las aguasque dieran potencialidad a la presión indispensable alos trabajos de la fábrica La Libertad o San Bruno.207

La decisión tomada por el gobernador FranciscoHernández y Hernández de darle la concesión aSayago, alteró los ánimos de los propietarios de treshaciendas de Coatepec porque se habían consideradodueños del agua. Con sus reclamos convirtieron elasunto en contencioso por una parte, y por la otraintentaron comprobar que requerían de una mayorcantidad de agua para los trabajos de sus haciendas eingenios, por eso “abrieron zanjas, levantaron atarjeasy desviaron el curso del Río Suchiapa”, desde el puntollamado Paso Ancho, así ya no correría íntegro al jun-tarse con el Pixquiac, en el puente cercano a la citadavilla, lo que menguaría su caudal. Luego construyeroncompuertas con el fin exclusivo de aumentar el volu-men de aguas que transitaban por sus acueductos. La intención de Pasquel era formar un gran caudal yconcentrarlo en dos tomas: una la del río Cuitlapa, y otra, la del mismo Suchiapa “para canalizarla al

391

205 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 35, exp.3, f. 7: publicados primero por la Gaceta Oficial del 24 de enerode 1872, como los ocursos de los opositores y se comunica a la jefatura políticade Xalapa para conocimiento de los interesados, rubrica el C. Gobernador.

206 El cual se anexó como se logró recortar, dado que fue difícil trabajarlo. 207 AHA, Fondo Aprovechamientos de 1911, caja 4261, exp. 57022, ff. 1-5.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 391

Page 392: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Figu

ra 2

1. P

lano

gen

eral

. Apr

ovec

ham

ient

o de

las

agua

s de

los

ríos

Pix

quia

c y

Car

nero

s. X

alap

a, V

er.,

abri

l de

1921

NO

TA

: El p

lano

de

1921

no

mue

stra

que

el r

ío P

ixqu

iac

se a

limen

ta d

e va

rios

de

los

naci

mie

ntos

trib

utar

ios

del r

ío S

ordo

(B

arra

nca

Mor

elia

,T

embl

ader

as, E

l Poc

illo

Col

orad

o, L

as M

oras

, El J

arro

, La

Esc

ondi

da, E

l Lau

rel y

El A

part

ader

o.FU

EN

TE

S: A

rchi

vo H

istó

rico

del

Agu

a. F

ondo

Apr

ovec

ham

ient

os,

caja

426

1, e

xp.

5702

2, p

lano

de

abri

l, 19

21.

Arc

hivo

Mun

icip

al X

alap

a.Fo

ndo

Méx

ico

Inde

pend

ient

e 18

75, c

aja

35, y

Lui

s G

. Ren

dón

(194

2). E

labo

rado

por

D. S

kerr

it y

N. L

eón.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 392

Page 393: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

riego de 115 hectáreas cultivadas de caña de azúcar enlos terrenos de su hacienda”,208 al menos así lo infor-maron más tarde los Pasquel a la Secretaría deFomento. De modo que “las posibilidades de aguapara el concesionario Sayago serían menores”.209

Frente a los hechos, el juez del Tribunal envió unacomisión para que vigilara que no se tocara el aguadel Pixquiac hasta que se le autorizara a Sayago.

Con esta concesión se observa que el gobiernomunicipal y el estatal, valiéndose de usos y costum-bres, aprovisionaban obras públicas en las ciudades.De acuerdo con las ordenanzas, era una responsabili-dad del gobierno mantener la estabilidad social que enocasiones parecía derrumbarse cuando se padecíaperiodos de duro estiaje, como ocurrió entre 1868 y1870, lo que generaba una limitante para la producciónfabril y artesanal y, con ello, perdían su empleo obre-ros y trabajadores de distintas actividades por tantohabía que buscar la forma de solucionar el problema.

El gobierno establecía concesiones, aprove-chando el interés que manifestaban algunos particula-res para remediar sus propios problemas e intentabatraducirlos también en un beneficio público, recono-ciendo la legislación colonial y las prácticas habitua-les entre los propietarios y el cabildo. El gobiernoliberal establecía acuerdos con interesados en estasobras, en un ánimo de buscar la estabilidad y el pro-greso de la nación, pues una de sus acciones era

393

208 AHA, Fondo Aprovechamientos de 1911, caja 4261, exp. 57022, ff.20-21; AHA, Fondo Aprovechamiento, caja 1233, exp. 1405, f. 9, confirmacióndel aprovechamiento del agua de los ríos Sordo, Pixquiac y Suchiapa prove-niente del exp. 2127, f. 85.

209 Sayago, 1875, p. 3.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 393

Page 394: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

modernizar las ciudades, introduciendo o transfor-mando la red de drenaje, de agua potable y demás ser-vicios relativos a las necesidades sociales.210

Al formalizarse las concesiones entre gobierno yparticulares, usualmente se desencadenaban disputascon otros sectores de la élite que se sentían relegadosy afectados en sus intereses, por eso insistían en llevarel asunto a las autoridades judiciales, para eliminar laconcesión de Sayago a través de acuerdo superior.211

Conflicto que enseguida se analizará, con ciertas limi-taciones, porque fue imposible tener acceso a losexpedientes relativos a todo el proceso judicial, perose cuenta con los autos reproducidos en el diario ElClamor Popular, varios datos localizados en lasmemorias del Gobierno del Estado, en el ArchivoMunicipal, en el Notarial y en el del Agua.

Los adversarios, como recurso a su favor, lleva-ron a diez testigos que aseguraban que “las aguasexistentes en el Cofre conocidas con el nombre deAgua Escondida, Apartadero y Pixquiaque, son lasprincipales aguas que forman los ríos que pasan porLa Orduña, Zimpizahua y Tuzamapa”;212 ademásdecían que los dueños de estas haciendas habíanhecho uso del agua desde tiempo inmemorial y que eldesvío de los ríos perturbaba la posesión. Ocho deellos fueron desechados por parcialidad en la declara-ción al ser habitantes de Coatepec que, impulsadospor el ayuntamiento, apoyaran a los denunciantes.

394

210 Como Connolly (1999, p. 147) manifiesta que ocurrió en elPorfiriato.

211 El Clamor Popular, domingo 2 de junio de 1872, “Interesante a losJalapeños...”.

212 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3, f. 7; El Clamor Popular, domingo 2 de junio de 1872.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 394

Page 395: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Pero de acuerdo con el Artículo 638 del Código deProcedimientos Civiles “es necesario que no tenganninguna prohibición, de lo contrario se invalida suaportación al juicio”. No obstante, su testimonio pusode manifiesto que en el Río Pixquiac confluyen otrosríos y arroyos que lo hacen rico y abundante, lo queposibilitaba el desvío de su cauce. Sin embargo, nodaban pruebas de lo alegado en contra de Sayago,conforme los principios del Artículo 624 del mismocódigo:

...el uso sólo es para el objeto al que están destinados losbienes públicos, pero sin estorbar el uso común de ellos,y por tanto los Señores Pasquel y Gorozpe no puedendecir que se perturba el uso, porque no son propietariosdel río y pueden hacer uso de él, ellos y otras personas [yno] se perturba la posesión que ellos alegan tener.

Como no se perturbaba la posesión del agua, porque“Tenencia es la posesión de un derecho en concepto dedueños y los señores Pasquel y Gorozpe no puedendecir que se perturba el río porque no son propietariosdel río”. Por eso, el Tribunal de Justicia concluyó que nohabía recurso legal que se interpusiera, y que podíancontinuar las obras suspendidas el 1 de mayo de 1872.213

Las controversias judiciales se extendieron por-que ambos adversarios tenían el respaldo de sus ayun-tamientos; los dos tenían recursos económicos, apoyode la gente y nexos con los grupos políticos estatalespara continuar la defensa de sus objetivos. Por ejem-

395

213 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3; AHMX, 29 de mayo de 1872, Sala de 2ª Instancia del Tribunal deJusticia del Estado, firma del juez de 1ª instancia del cantón, Joaquín Aguirre, yel secretario Gregorio Mateos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 395

Page 396: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

plo, el municipio de Coatepec, representado porManuel Rivadeneyra, envió un opúsculo (publicado el20 de junio 1872), en el cual se ocupaba de la defensade Juana Palma de Pasquel, su hijo Francisco de Paulay José María Gorozpe. La corporación decía que sudeber era defender los derechos que le habían sidoencomendados como institución de carácter público,tales como cuidar de los servicios indispensables parala población, mismos que eran ocupados por Sayagocon autorización municipal de Xalapa y del Gobiernodel Estado.

El pleito era entre dos grupos de poder, respalda-dos por sus respectivos ayuntamientos, con fundamen-tos similares pero divergentes. Mientras uno defendíasu función de cuidar los recursos que tenía, el otro los“afectaba” al promover obras para resolver el estiajeque padecía la comunidad xalapeña, desviando una delas corrientes que servían a la población de Coatepec.Además, la vocación de Xalapa y Coatepec era distinta,una industrial, comercial y política, y la otra más rural.

El ayuntamiento xalapeño en El Clamor Popularinformó a la opinión pública sobre el conflicto comomanera de responder al opúsculo firmado por Rivade-neyra y editado por la municipalidad coatepecana. Eneste periódico se refutaban los conceptos que Azcoy-tia emitía como abogado defensor de Sayago, quiende hecho criticó a Rivadeneyra por haber calificado de“obcecados a sus poderdantes” y argumentar que

...la corporación defendía los intereses que le fueron con-fiados [...] Los pueblos a que alude están en la íntima per-suasión de que no se perjudican [...] con la introduccióndel agua a Xalapa, según el proyecto del Sr. Sayago [...]saben muy bien los que se oponen a esa obra de tan vitalimportancia para esta ciudad, y cuando la luz de la justi-

396

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 396

Page 397: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cia y de la verdad brillen tras el intrincado laberinto delos procedimientos judiciales, esos mismos pueblos yesos mismos particulares se han de alegrar.214

Azcoytia concluye su escrito llamando la atención delos opositores hacia la propuesta de Sayago, quienhabía terminado en su totalidad el trayecto del acue-ducto desde los manantiales hasta la presa, y elcabildo se encargaría de costear el resto, segúnacuerdo con el alcalde Francisco Goiri.215 De esemodo, el pago de introducción de agua al barrio de ElCalvario sería menos oneroso.216 Por eso el alcaldeGoiri, a nombre del cabildo, envió un oficio al secre-tario del Gobierno del Estado el 3 de septiembre de1872, solicitando autorización del ejecutivo para apo-yar a Sayago en la defensa de “los derechos que se ledisputan ante los tribunales”.217

Ya con el agua almacenada en la presa, Sayagoreinició los trabajos de la fábrica de El Molino o SanBruno elaborando hilos y mantas con 500 operariospor espacio de un mes más o menos, dado que la pro-

397

214 “...si el Sr. Rivadeneyra se hubiese tomado la molestia de consultarel Diccionario [...] “Obsecación [sic], ofuscación, ceguedad, deslumbramiento,aberración de la mente, del entendimiento de la razón, del espíritu, que sefigura y cree con empeño lo que no debe creer o practicar”. Obsecarse, obsti-narse sin razón en alguna cosa, ofuscarse, empeñarse tenazmente en lo quedebe insistir en un error [...] El público verá que la calificación no puede sermás consecuente ni más lógica [...] y que el sr. Rivadeneyra, al constituirse enmentor oficioso de la corporación, procedió con ligereza [...] la oposiciónradica [en] las enemistades personales que existe desde tiempo atrás entre los‘oposicionistas’ y Sayago...”

215 Recuérdese que Francisco Goiri, en esta ocasión alcalde, era aúndueño de la fábrica La Victoria.

216 AHMX, Fondo Documental México Independiente, 1875, caja 35,paq. 1, exp. 3, f. 1.

217 Ibid., f. 6. El subrayado es mío.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 397

Page 398: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ducción se detuvo porque los opositores, con el apoyodel ayuntamiento de Coatepec, tomaron cartas en elasunto y demandaron por despojo a Bernardo Sayago,modificando la naturaleza administrativa del asunto,por contenciosa, exigiéndole al juez la intervenciónjudicial con la presencia de la policía armada para quevigilara que no se tocara el agua del Pixquiac.218

Los oponentes demandaron por despojo aBernardo Sayago, suponiendo que él era el dueño dela fábrica y de la hacienda; pero no se percataron quequien realizó el proyecto formal del acueducto habíasido su hermano Antonio. Tal vez Bernardo Sayago,avizorando problemas, dispuso una estrategia jurídicapara dar tiempo a que el proceso legal siguiera sucurso, desviando la atención para ganar tiempo yencontrar la forma de evadir la demolición del acue-ducto, ya que su costo había sido bastante alto. En unopúsculo, Sayago hizo público el conflicto por elagua, señalando que el destinatario de la demanda dedespojo debía ser su hermano Antonio y no él. Pero,en la documentación localizada en los archivosNotarial y Municipal, así como en las Leyes yDecretos del Estado de Veracruz, los datos se focali-zaron en el actor intelectual de este problema:Bernardo Sayago, pues el decreto de la Legislatura,referente a la contribución sobre el canje de la ruedapor una turbina de la fábrica de San Bruno, apunta queel pago lo hizo Bernardo Sayago, justo unos mesesantes del conflicto. Únicamente los Informes de losgobernadores indican que el Gobierno del Estadootorgó la concesión a Antonio Sayago.219 Así, la tác-

398

218 Sayago, 1875, p. 9.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 398

Page 399: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

tica utilizada por Bernardo Sayago no fue fortuita,sino pensando en su posición como diputado y en losefectos que pudiera tener un cambio de nombre en lasdiscusiones de carácter legal, o tal vez estaba prepa-rando a su hermano para la sucesión hereditaria deque sería objeto en corto tiempo,220 pues él carecía de herederos directos que llevasen a cuestas el pro-blema y su patrimonio.

Toda vez que los oponentes ni siquiera se habíandirigido personalmente a ninguno de los dos herma-nos Sayago, sino que hicieron uso de un añejo docu-mento sobre el conflicto por el agua para apoyar lasolución otorgada por el juez de primera instancia delcantón de Coatepec, mismo que intentaba detener lasobras. Pero el Juzgado del cantón de Xalapa deter-minó la revocación del auto pretendido por los anta-gonistas, porque las obras emprendidas por Sayagoserían para beneficio de toda la población en elaspecto del trabajo y del desarrollo de la vida coti-diana. Por ello, en la orden de despojo, los peticiona-rios intentaron poner en entredicho las Leyes deAdministración del Gobierno Interior y la Fracción 9ªdel Artículo 82 de la Constitución.221

En tanto, en 1875, el gobernador FranciscoLandero y Coss aguardaba en silencio sin intervenircomo autoridad. Pero, ¿por qué no participaba ni emi-tía ninguna opinión si el gobierno anterior había dado

399

219 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo V, pp. 2776- 2780.220 Esto se sugiere porque de hecho Bernardo Sayago realizó los trámi-

tes legales de sucesión testamentaria desde el 10 de mayo de 1875 (ANX,Protocolo de 1881, tomo I, inscripción 77, ff. 211-227. Escribano Julio C.Rebolledo).

221 Sayago, 1875, p. 11.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 399

Page 400: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

la concesión a Sayago? Quizá esperaba una soluciónconveniente a su familia política, siendo que la madrede su esposa Juana Pasquel y Palma222 era quienenfrentaba el dilema contra Sayago.223 En tal caso erade comprenderse lo difícil que al Ejecutivo le resul-taba intervenir a favor o en contra de su familia, másaún cuando los otros funcionarios intentaban aplicarlas leyes en un caso tan singular donde se reconocía lapopularidad del contrincante en la institución local yla población.

Los Pasquel no hicieron caso de los ocursos apo-yados en la revisión de la certificación judicial y enlos textos legales. Incluso solicitaron el auxilio de lafuerza armada para hacer cumplir las providenciasjudiciales, pero Antonio Sayago protestó y dijo queresultaba innecesaria, aunque debía regresar el agua asu curso normal. Ante tal escenario, la reacción deSayago y los fabricantes fue reunirse a dialogar con elgobernador sobre el modo de resolver el conflicto.Pero los funcionarios la consideraron “tumultuosa” yquisieron a toda costa impedir la asamblea, utilizandola fuerza armada frente a Palacio. Cabe preguntarse,¿quiénes fueron los empresarios que participaron en laprotesta?, porque Pedro Landero y Coss, hermano delgobernador, era ya dueño de dos fábricas: La Probidady La Victoria, por lo que se considera que no participópor respeto a sus nexos familiares, de modo que losúnicos participantes fueron García Teruel, el propioSayago y varios obreros de sus factorías. En síntesis,

400

222 Acosta, 1982, p. 43.223 Este vínculo no sólo era familiar, sino que era también empresarial y

databa de tiempo atrás, cuando las familias Pasquel y Landero y Coss comer-cializaban en el puerto de Veracruz.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 400

Page 401: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

no se trató de un mitin “tumultuoso”, sino que subrep-ticiamente se utilizó este concepto para reprimirlo yno contravenir los intereses de la familia Pasquel.

Los fabricantes y sus “acarreados” solicitaron unaaudiencia con el gobernador Landero y Coss, para bus-car una salida negociada, pero el silencio fue la únicarespuesta del gobernador, porque efectivamente éladvertía que Sayago era un líder popular y, viendo losánimos caldeados, el día 1 de marzo de 1875 convocóuna junta con Francisco de P. Pasquel y BernardoSayago, para tratar “asuntos de interés privado”, a tra-vés de la cual se pretendía resolver de forma amistosa“la cuestión de las aguas del Pixquiac”.224 Para talefecto, se comisionó a Ramón M. Núñez Jáuregui(juez del Tribunal Supremo de Justicia) y a José MaríaMena (cordobés y secretario del Gobierno en 1874)para formular las bases en el arreglo.

Los comisionados Mena y Núñez realizaron laspesquisas necesarias para fundamentar una proposi-ción imparcial. Pasquel, sopesando que no saldríafavorecido, se adelantó y les envió una propuesta paradar solución o buscar un avenimiento que conciliaralos intereses, enfatizando los beneficios comunalespara ir a tono con las leyes reformistas. Como siPasquel no conociera bien el marco legal o no estu-viera bien asesorado en lo relativo a la propiedad delagua, ya que dichas leyes mencionaban en su Artículo3° que aquellos que poseyeran “títulos legítimos nopodrían negar el agua a los pueblos colindantes o muyinmediatos que carezcan de ellas, la cantidad que ajuicio de los peritos sea necesaria para el uso potable

401

224 Acosta, 1982, p. 13.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 401

Page 402: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de las poblaciones”, por lo que debía sujetarse a lasleyes constitucionales de corte liberal entonces vigen-tes,225 por eso manifestó tener

...un noble desinterés de traer muy pronto hasta El Calvariouna parte de las aguas que es de suponer sea la suficientepara el abasto de los habitantes de ese barrio y de propor-cionar trabajo constante a los operarios de las fábricas dehilados existentes en esta población, tenerías, lavanderas[etc.] bajo las condiciones que creo serán garantizadas asatisfacción del Gobierno del Estado, estoy dispuesto [...] aque se dé una solución amistosa [...] en los términossiguientes: 1ª. El suscrito y su familia consienten en que el Sr.Bernardo Sayago introduzca [...] a su fábrica del Molinolas aguas que obtuvo su hermano D. Antonio por conce-sión del Gobierno, comprometiéndose a dejarlas correr[junto con] las del Santiago, sin exigir indemnización nigravamen de cualquier género.2ª. En cualquier tiempo [o] causa que la falta de las aguasmencionadas cauce perjuicio a las haciendas de La Orduñay Zimpizahua [...] el Sr. Sayago queda obligado a devolverlas aguas en virtud de esta concesión.3ª. En el caso de perjuicio justificado queda comprometido a[...] hacer la obra [y no] tomar las aguas [susodichas].4ª. Puesta por el Sr. Sayago o el Ayuntamiento en el barriodel Calvario [...] la parte de agua destinada para el uso desus habitantes, quedará ésta perpetuamente a beneficio de ellos, ni el Sr. Sayago ni el suscrito podrán disponer deesa parte de agua ni imponer gravamen alguno.

En su opúsculo, Sayago indicó que de acuerdo con losinformes del ayuntamiento, esta propuesta llegó conpresteza a los encargados el 5 de marzo de 1875, y porrecomendación del propio Pasquel, debía trasmitirse a

402

225 Cámara de Diputados, 1985, tomo IV, p 142.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 402

Page 403: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

403

Sayago, quienes así lo hicieron juzgaban que se tra-taba de un conflicto que debía ventilarse a través decomunicados y acuerdos negociados entre sí. En lasestipulaciones se manifiesta un interés de no destruirel acueducto, sino de que la población xalapeña loaprovechara. Pasquel planteó a Sayago desprendersedel oneroso costo que hizo en la construcción delacueducto y éste a su vez cedería la parte de agua quele correspondía a su hacienda; esto quiere decir quePasquel no realizaría ninguna erogación, pero sí seadjudicaría la dotación de infraestructura que Sayagohabía hecho.

Mientras Sayago recibía las “sugerentes propues-tas” de Pasquel, los delegados cumplieron su encargode establecer las bases que podrían fundamentar elarreglo definitivo, según lo consideraran los involu-crados en el problema del agua del Pixquiac que agi-taba la vida sencilla de los tribunales, y que a conti-nuación se sintetizan:

1ª. Dos ingenieros procederán a medir el volumen de aguaque actualmente entra a los acueductos de las haciendas deLa Orduña y Tuzamapam, y de cualquier otra que esté enposesión de dichas aguas. 2ª. Practicada la medición se dará corriente a las aguas quepueda recibir el acueducto recientemente construido por elSr. Sayago, midiéndose en la toma el volumen del aguaque entra a él.3ª. Examinarán el terreno inmediato al Pixquiac, paradeterminar, si hay algunas vertientes que puedan agregarsea la corriente establecida calculando el costo aproximativode la obra [...] para reunirlas a la misma corriente. 4ª. Después de haberse dado curso al agua que pueda con-tener el acueducto del Sr. Sayago, se repetirá la mediciónen las haciendas, para determinar el agua que falte, por laque forma la nueva corriente.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 403

Page 404: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

5ª. Harán un cálculo que tenga por objeto averiguar si elagua que recibe del Molino del Sr. Sayago, basta para elmovimiento de la maquinaria, o si hay excedente y en quécantidad.6ª. El agua correrá por el nuevo acueducto durante un mesy las observaciones sobre el nivel de las aguas en las fincasque tienen el uso de ellas, se repetirá.7ª. Los derechos de los litigantes no se perjudicarán poreste arreglo [...y] concluido el mes que se fija para lasobservaciones, las cosas volverán al estado en que hoy seencuentran.8ª. Con presencia de los datos que ministren los ingenierosy desempeñada la comisión [...] los que suscriben, propon-drán a los litigantes un arreglo definitivo que corte susdiferencias9ª. Los Sres. Sayago y Pasquel pagarán los honorarios.226

Como se lee, las bases que determinarían el arreglopacífico entre los oponentes consistían en cálculos ymediciones del agua que consumía cada fábrica y lasque correrían por el nuevo acueducto. Los fundamen-tos presentados por los delegados resultaban imparcia-les e incondicionales, pues sólo eran las bases paraque las partes determinaran una propuesta. Como semencionó, a los Pasquel les apremiaba concluir el pro-blema por la vía pacífica, por eso Francisco de PaulaPasquel envió una carta al presidente municipalFrancisco Goiri y al síndico Lino Caraza, preguntandosi su propuesta había llegado a manos de Sayago parafiniquitar pronto la cuestión judicial.

Al dirigirse a ellos, Pasquel les planteaba dehecho una acción de convencimiento expedito aBernardo Sayago, pero este último, al estar respaldadopor las instituciones local y estatal, observó los funda-

404

226 Sayago, 1875, pp. 13-14.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 404

Page 405: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

mentos expuestos por los comisionados, y con lamisma intención de solucionar tranquilamente el pro-blema respondió a los Pasquel por la vía institucionalbajo las cláusulas que aquí se resumen.

En la primera cláusula, Sayago incluyó aFrancisco de Paula Pasquel y Palma y a José MaríaGorozpe como los directamente implicados, conside-rando la propuesta de Pasquel de no exigir indemniza-ción a los afectados, porque tanto los Pasquel comolos Sayago sabían que legalmente no podían exigirindemnización alguna, por eso sólo retomó parte de lapropuesta de Pasquel (y de su propio discurso polí-tico-empresarial), consistente en brindar un beneficioal público xalapeño y proponer que las contribucionesde los industriales sirvieran para gastos de vigilancia delos acueductos, y para la construcción de otros si fuerenecesario para dar el suficiente abasto público a laciudad. De este modo, Sayago aseguraba su alianzacon la corporación municipal e intentaba involucrar enel conflicto a los demás fabricantes de una maneramás directa, pues antes habían manifestado un tibioapoyo a su propuesta.

En la segunda y tercera cláusulas consideró losfundamentos de los delegados basados en cálculosprecisos y legales, y los dueños de La Orduña nodebían alterar la cantidad de agua que cotidianamenteutilizaban el ingenio y los planteles, para que en todocaso se regresara la cantidad de agua indicada en lavaloración correspondiente. Lo anterior se comenta,porque Sayago estaba seguro de que Pasquel habíarealizado acciones para mostrar que ellos gastaban unvolumen mayor de agua, con el propósito de no dejaragua sobrante para él, sino al contrario, obligarlo adevolver al Pixquiac la que había tomado y, para

405

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 405

Page 406: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cubrir su falta, construir nuevas obras que le dejaran aLa Orduña una corriente más fuerte y abundante.

En el cuarto punto, se advierte que los Pasquelse dieron cuenta de que la solución no iba encami-nada a favorecerlos, incluso la concesión dada aSayago buscaba como fin primordial encontrar elapoyo entre particulares para introducir el agua en laciudad, patrocinando la legitimación de las institu-ciones públicas. De ahí que Pasquel y Gorozpeexpresaran “que ceden y traspasan a perpetuidad delPixquiac, agua que se introduzca al barrio de ElCalvario, cuyo caudal corre por el acueducto deSayago”. Esta frase indica que ellos, como dueñosancestrales del recurso hídrico, decidieron donar losderechos al vecindario de la ciudad de Xalapa, con elpropósito de que si no ganaban el juicio, por lomenos hacían patente su altruismo al ceder su aguaal pueblo y no entorpecer las acciones del ayunta-miento, tomando como suya la erogación de capitalhecha por Sayago. Finalmente mencionaron que cus-todiarían el nacimiento del río y el acueducto deSayago para cerciorarse de que no transiten los vene-ros hacia el Molino de Pedreguera.227 Entonces,¿cómo suponían que el recurso llegara a la pobla-ción? Si la fábrica de Sayago era el punto de partidapara reunir las aguas y entubarlas, como se hizo pos-teriormente para el servicio de la comunidad.

Toda vez que Pasquel recibió una respuesta nomuy convincente de Sayago, recurrió a los delegadosdel ayuntamiento explicándoles que él y Gorozpeestaban de acuerdo en llegar a un arreglo amistoso con

406

227 Sayago, 1875, p. 16.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 406

Page 407: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

las modificaciones hechas por Sayago, pero sólo enparte, porque éste en su documento (de marzo de1875) sólo consideró a Pasquel cuando afectaba tam-bién a terceros, esto es a los Gorozpe. Por ello, losPasquel, a finales del mismo mes, enviaron otra pro-puesta por conducto de los mediadores (Goiri yCaraza), quienes representaban a la autoridad local.Goiri como industrial defendía a Sayago, por haberseconvertido en concesionario para la realización de unaobra hidráulica de importancia para la población.Mientras que Caraza, como hacendado cañero, quizáapoyaba a Pasquel y a Gorozpe por su similitud declase. En esta ocasión Sayago recibió un ofrecimientodistinto que estipulaba:

1ª. Dos ingenieros nombrados y pagados por el Sr. Sayagoy el que suscribe procederán [...] a hacer una medición delvolumen de las aguas que actualmente entran a los acue-ductos de las haciendas La Orduña, Zimpizahua yTuzamapam [y]2ª. determinarán […] la cantidad de agua que necesitanpara su explotación.3ª. Con vista de estos datos el Sr. Sayago garantizará [...] alos dueños de las mencionadas haciendas, que no sustraerácantidad alguna de agua hasta dejar completas, la que losingenieros determinen que necesitan. 4ª. Cubierta la necesidad de las expresadas haciendas con-forme a las cláusulas anteriores, el Sr. Gorozpe y el sus-crito con su familia consienten en que el sobrante de lasaguas [que aprovecha] el Sr. Sayago para los usos de sufábrica, queden en beneficio de los habitantes de esta ciu-dad.5ª. Si llegare el caso de reclamarse por los dueños de lashaciendas el completo de las aguas, que según lo estable-cido en las cláusulas anteriores, necesitan [ponga] remedioa la falta de agua que experimenten, el Sr. Sayago, que porla cláusula 3ª se constituye garante del cumplimiento

407

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 407

Page 408: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

exacto de esta condición, indemnizara a los dueños de lasfincas de los daños y perjuicios que se les causen; y ade-más para el hecho mismo de la resistencia o [la] negativaa cumplir lo estipulado con la oportunidad debida, queda-rán nula la concesión hecha por el Gobierno del Estado alSr. Sayago y [considerando la] cláusula 4ª de este arreglo,volviendo las cosas al estado que tenían antes de aquellaconcesión.228

Si se leen atentamente las cláusulas de Pasquel, enesta ocasión se apreciarán elementos diferentes de laanterior. Las tres primeras remarcan que Pasquel con-sideró sólo parcialmente las bases de los comisiona-dos (Mena y Núñez), por ejemplo en lo referente aque los gastos que ocasionarían las mediciones y lostrabajos de los ingenieros serían absorbidos por laspartes contendientes. Pero Sayago respondía que seríaun tanto inútil, ya que favorecerían a los Pasquel,quienes de hecho no se limitaron a la discusión judi-cial, sino que realizaron obras materiales en la mon-taña con el propósito de reducir las posibilidades paraque él no disfrutara de esta agua en su acueducto.

La cláusula quinta señalaba que a los hacendadoscañeros les faltaba el recurso hídrico, mismo queSayago debía reponer e indemnizar a los dueños delas haciendas, afectados en sus menesteres. Aunque loque pretendían los Pasquel era la demolición del acue-ducto al proponer la nulidad de la concesión hecha porel Gobierno del Estado. De esto se infiere que lo másindignante para los Pasquel era sentir lesionados susprivilegios de clase, porque no querían comprenderque la reciente reglamentación sobre el agua la colo-

408

228 Sayago, 1875, pp. 20 y 21. Los subrayados son míos.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 408

Page 409: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

caba como un bien común al público por cuya condi-ción legal, el régimen municipal establecía contribu-ciones por su uso, con las que podría realizar accionespara combatir la escasez y levantar la infraestructuranecesaria para introducir el agua en varias poblacio-nes. Esto era parte de la modernización de las ciuda-des, promovida por el liberalismo, que determinabaque las instituciones del Estado, como eje rector deldesarrollo social, tomaran las determinaciones de loscasos según la ley, las demandas de la población y eldesarrollo del país.

Sayago explicó que la segunda propuesta eracontraria, porque observó que los Pasquel desistieronde la anterior. Frente a circunstancias tan engorrosas,Sayago consideró negativo el hecho de seguir con eljuego del “arreglo amistoso”, porque él y los encarga-dos no las pensaban ni reales ni formales, sino todo locontrario. Lo que parecía es que Pasquel vislumbrabaun fallo desfavorable en tribunales locales y estatales,y optaba por hacer tiempo. Por eso, Sayago contestó alos encargados de forma tajante:

Animado por mi parte [...] podía llegarse a un arreglo pací-fico y amistoso; después de algunas conferencias que tuvecon los señores comisionados, modifiqué las bases pro-puestas reduciéndolas a los términos que, en mi concepto,reclamaba la Justicia en el punto principal [...] Pero [...] elSr. Pasquel [...] contestó sencillamente que no las aceptabay a la vez presentó nuevas proposiciones [...] Me convencíde la imposibilidad absoluta de terminar el negocio amisto-samente y en este sentido dirigí una carta a los Sres.Caraza y Goiri, manifestándoles mi resolución de abando-nar la vía pacífica y dejar que el Sr. Pasquel obrara como[...] le pareciera, quedando mi hermano Antonio en el gocede los derechos adquiridos por la concesión del Gobiernodel Estado.229

409

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 409

Page 410: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Sayago terminaba así con las controversias por la con-cesión, porque desde que fueron convocados por elgobernador, Pasquel no quiso sino eludir todo mediode arreglo pacífico, incluso se adelantó a los funda-mentos de la comisión, y realizó dos o más proposi-ciones distintas, sin que ninguna fuera aceptada sin sermodificada.

A partir de ese momento, Bernardo Sayago optópor hacer pública en un opúsculo, toda la controversiasobre lo producido en el conflicto. Aunque cabe hacernotar que este documento no estaba dirigido hacia elpueblo llano, sino a las clases pudientes para que cono-cieran su versión de los hechos y tomaran partido. Losmediadores enseguida contestaron a Sayago, remi-tiendo una nota a Pasquel manifestándole que ellos,como amigos de ambos, lamentaban que la cuestión nofinalizara de forma plausible y por eso ante las estérilesnegociaciones, también se apartaban del asunto.

Pese a no resolver el conflicto con Sayago, o enun ánimo de mostrar a los tribunales que necesitaba elagua, Pasquel realizó otros trabajos de canalizaciónsin haber hecho solicitud alguna ni al ayuntamiento nial Gobierno del Estado. Tal vez porque las hizo en supropiedad o porque gozaba de las prerrogativas con elgobernador, como argumentó Sayago, “que no era deextrañarse que la disimulen por la influencia y elparentesco político que guardan con los funcionariosde referencia”.

Esos actos vulneran mis derechos pues me impedirán hacermás adelante uso [con] libertad [yo] no puedo reprimirlos,ni ocurrir a la autoridad judicial [...] por tratarse de otras

410

229 Sayago, 1875, p. 23.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 410

Page 411: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

aguas [...] Sólo me queda el recurso de dirigirme alSuperior Gobierno para denunciarle [los] actos ejecutadospor el Sr. Pasquel, y suplicándole como la autoridad queme otorgó la concesión, [que le] corresponde vigilar, paraque nadie sin su permiso desvíe el curso de las aguas deríos públicos y de uso común [...] Se sirva disponer lo con-veniente a fin de que siga su curso como lo seguía antes desu desviación por el Sr. Pasquel y dictar las medidas que[...] impidan la repetición de hechos como los que denun-cio y que constituyen una infracción, evidente de la ley yataque de derechos a terceros.230

Como posteriormente se comprobó en la documenta-ción de la Secretaría de Fomento, la desviación delSuchiapa atravesó el río de una margen a otra paratener agua suficiente para el riego en los meses deseca. Esta modificación hecha por los Pasquel pasódesapercibida por algún tiempo, pero la escasez de lapresión del agua en los ríos que contribuían al desa-rrollo agrícola e industrial de la hacienda-ingenio deTuzamapam y la de Mahuixtlán, marcaron el perjuicioque las obras de Pasquel acarreaban a las haciendas delos señores Gorozpe y Dondé, quienes se quejaronante la citada Secretaría de Fomento, la cual, luego delanálisis y revisión del caso, determinó que Pasqueldevolviera el río a su curso normal hasta 1906.231 ¿Quésignificaba esto? Como no obtuvo a satisfacción lademolición del acueducto de Sayago, realizó otrascanalizaciones de agua para mostrar que le hacia faltael preciado líquido, pero con sus obras perjudicó a ter-ceros, sin pensar que los afectados fueron aquellos

411

230 Sayago, 1875, pp. 26-27.231 AHA, Fondo Aprovechamientos de Agua, caja 1233, exp.

14054, f. 8.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 411

Page 412: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

que le habían dado su apoyo en el conflicto por elagua; esto es un indicativo de que con tal de conseguirsus propósitos, las lealtades de grupo se olvidaban,aunque pudo haber sido una represalia por el apoyoinconstante de aquéllos a su causa.232

¿Qué pasó en el conflicto por el agua con Sayago?Todavía en mayo de 1882, la Legislatura del Estado deVeracruz hizo público el proceso aún en su condiciónde juicio interdicto de obra nueva, en el cual el juezhabía fallado contra los que promovieron el juicio:Juana Palma de Pasquel, Francisco de Paula Pasquel,José María Gorozpe y Rafael Dondé, ya que el go-bierno permitió que Sayago continuara la edificación desu acueducto. Pero los promoventes inconformes ha-bían apelado a una segunda instancia en la que tampococonsiguieron un fallo favorable. Por ende, comenzarona realizar acciones que mortificaban los intereses deAntonio Sayago, aprovechando que el actor principal,Bernardo Sayago, había muerto en 1881, y conside-rando que Antonio no tuviera la capacidad de defenderla herencia que le había dejado su hermano, misma queincluía la hacienda el Molino de Pedreguera, la fábrica,los derechos del ferrocarril de Coatepec (del que ya sehizo referencia en el apartado correspondiente), asícomo una gran cantidad de bienes.233 Pasquel y sugrupo lo despojaron de todos los derechos de los fletesy pasajes que gratuitamente le correspondían a donAntonio al haberlos heredado del capital que don Ber-nardo había aportado a la compañía para la introduc-ción del ferrocarril de Coatepec.234 Por otro lado, y para

412

232 Escalante, 1998, p. 101.233 ANX, Protocolo de 1881, tomo I, inscripción 77, ff. 211-227.

Escribano Julio C. Rebolledo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 412

Page 413: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

protegerse de las arbitrariedades de que según losPasquel eran objeto, entablaron un juicio de amparoante el juez de distrito de Veracruz, apoyados por el“incondicional” ayuntamiento de Coatepec, represen-tado por Rivadeneyra, quien decía que Los Pasqueltenían

El dominio y propiedad exclusiva de todos los manantia-les que nacen en el cofre de Perote, que privó a los quejo-sos de su uso y aprovechamiento [...] interrumpiendo,injustificadamente, la quieta y pacífica posesión en quehabían estado los dueños de las haciendas [...] Al construirel acueducto, el agua del Pixquiac dejó de pasar por elmunicipio de Coatepec, y por consiguiente dejaron de serfertilizadas con su riego las tierras.235

Si esto realmente hubiera ocurrido, otros pueblosafectados se hubieran quejado de la falta de agua, peroera obvio que se debía a un conflicto entre sectores deélites de distintos municipios y con distintos intereseseconómicos. Incluso los trabajadores que según oficiodel mismo Pasquel se afectaron ante los cambios rea-lizados por Sayago no volvieron a mencionarse enningún otro momento, menos aún en esta petición deamparo.

En este juicio sumario los Pasquel argumentaronque ellos eran los dueños legítimos de las fuentesdesde tiempo inmemorial. Pero lo que estaba en dis-puta eran sus privilegios de clase, los cuales se veíanvulnerados ante el cambio de la política liberal. Almenos en las leyes, los ríos no podían ser monopolio

413

234 ANX, Protocolo de 1878, inscripción 52, f. 246 v; ANX, Protocolo de1882, tomo II, f. 229.

235 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo V, p. 2778.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 413

Page 414: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de particulares, sino pertenencia de la nación, aunqueel gobierno de cada entidad continuara administrandolos recursos hídricos. Podemos notar, entonces, queeste tipo de familias querían permanecer con la men-talidad de antiguo régimen y no aceptar los cambiosapoyados en la ideología liberal, de ahí que el con-flicto continuara. Incluso, replicaban que si Sayagocambió el curso del río, fue buscando sólo su propiobeneficio y el de su fábrica y no el de la población;por lo cual el Gobierno del Estado de Veracruz alotorgarle la concesión a Sayago, lo hizo sin contar conla competencia requerida, ya que como autoridadadministrativa

...carecía de facultades para convertir a esta fuente en laexclusiva propiedad de un particular aguas que conforme aderecho habían servido y seguían sirviendo a las poblacio-nes y a las haciendas [...] por lo que su ejecución entrañaun ataque a la propiedad y posesión de los quejosos porquele falta el fundamento legal que la Constitución exige en suArtículo 16 para que el procedimiento de la autoridadtenga el carácter legal y justificado y no el de atentatorio einjusto [...] dado que la obra de Sayago no puede decirsede utilidad pública.236

La argucia de que el Gobierno del Estado es sólo unaautoridad administrativa, es volver al hecho de preten-der obviar las leyes liberales. Sin embargo, sirvió derazón para solicitar un amparo ante la Suprema Cortede la Nación, mismo que fue concedido el 6 de junio de1887 para proteger los intereses de los Pasquel, perono para el ayuntamiento de Coatepec porque no tuvo

414

236 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo V, p. 2779.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 414

Page 415: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

las pruebas que acreditaran que su población hubieraquedado sin agua.

El amparo otorgado por la Suprema Corte de laNación en beneficio de los Pasquel llegó después de la resolución del problema por parte del Gobierno delEstado. Este último, apoyado en la nueva legislaciónemitida por el Congreso, que otorgó a los ayuntamien-tos facultades legales para expropiar aguas por causade utilidad pública para los pueblos y las ciudades,237

realizó el 14 de mayo 1883 un convenio con los seño-res Juana Palma de Pasquel, Francisco Pasquel, JoséMaría Gorozpe, Rafael Dondé y Juana Hernández deGonzález, mediante el cual el Estado subrogaría losgastos de construcción de un acueducto que utilizaríael descenso del caño construido por Sayago; atravesa-ría la ciudad donde se beneficiarían los vecinos y losindustriales, luego almacenarían sus aguas en la Presadel Carmen y de ahí volverían a reunirse en el ríoPixquiac mediante un acueducto que partiera del

...desagüe de la fábrica La Industrial Xalapeña y se con-ducirían dichas aguas de manera que llegaran a la tomaactual hasta la hacienda de La Orduña, para que vuelvana su antiguo cauce, y sean utilizadas en los riegos y de-más usos de las haciendas.238

Esta obra inacabada aún, se suspendió en abril de 1884,debido a la falta de recursos en el ramo de ObrasPúblicas del Gobierno del Estado. Para concluirla, eljefe político, Antonio Sánchez Esteva, en nombre del

415

237 Rodríguez Kuri, 1996, p. 41.238 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo V, p. 2377; AHA,

Fondo Aprovechamientos, caja, 4261, exp. 52022, enero de 1911, ff. 2-9;Periódico Oficial, Gobierno del Estado de Veracruz, 11 de marzo de 1914, f.108; Diario Oficial de la Federación, 25 de febrero de 1911, f. 690.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 415

Page 416: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

estado, solicitó un préstamo de 3 000 pesos reembol-sables (sin plazos ni réditos ni intereses) a los indus-triales Emilio Manuel, Federico Fortolis y AgustínCerdán, ya que iban a ser los más favorecidos con elreencauzamiento del Pixquiac, en donde Manuel yFortolis aportarían el 50% y Cerdán el resto. Como eldinero serviría para pagar la mano de obra y losdemás gastos que generaba la construcción, los mis-mos prestamistas lo controlarían bajo vigilancia deljefe político. Así, gracias a este convenio con losindustriales, se reinició la obra el 18 de junio de 1885y se concluyó el 31 de diciembre del mismo año.239 Deesa forma fue como el Gobierno del Estado deVeracruz con recursos de los industriales, y del erarioen su ramo correspondiente, construyó el Acueductodel Alcalde que devolvió las aguas al Pixquiac y a lavez cedió al ayuntamiento de Xalapa, para beneficiode la población240. La proyección de este acuerdopuede apreciarse en el mapa que se muestra en lafigura 21 sobre el aprovechamiento de las aguas de losríos Pixquiac y Carneros.

De noviembre de 1871 a mayo de 1883, la ciu-dad de Xalapa fue testigo de un apasionante debatejudicial sobre el control del agua a partir de queSayago, como industrial, recibiera la concesión delgobierno para introducir el agua potable a la ciudad.En este conflicto, los Pasquel, como un sector de élite–con ascendiente oligárquico– controlaban el agua enel campo, y considerando que Sayago se apropiaría desus fuentes, y ya con el salvoconducto del gobierno,imponer tarifas y otras condiciones a quienes quisie-

416

239 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo V, pp. 2378-2380.240 AHA, Fondo Aprovechamientos, caja 4261, exp. 52022.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 416

Page 417: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ran hacer uso del servicio, con lo que el gobiernomunicipal empezaría a cobrar el impuesto por losderechos en el uso del agua potable, y de esto Sayagoobtener una buena tajada, como ocurría en la Ciudadde México.241

En el resultado de este conflicto influyó el hechode que el actor principal había muerto y sus herederosya no gozaban de las lealtades ni de los privilegioscon el ayuntamiento, y menos aún con el Gobierno delEstado. A diferencia de Pasquel que al contrario habíaafianzado sus vínculos con las instituciones de refe-rencia, y apoyándose en las leyes sobre los recursoshídricos expedidas por los estados, que suponían lasoberanía y el dominio de éstos en sus aguas, y que porlo mismo habían ejecutado leyes y acuerdos que favo-recían a particulares, consiguió un arreglo que de-volvió las aguas a su cauce, sin mayores erogacionespara sí, pero acatando la propuesta del gobierno dedejar que en su tránsito las aguas fueran aprovechadaspor la comunidad en general.

Sobre la introducción del agua, dos fueron lassolicitudes de los industriales que se localizaron en elayuntamiento xalapeño: la primera en 1841, y lasegunda 30 años después, en 1871. Las dos reúnencaracterísticas comunes y disímbolas que vale la penacomentar: ambas se parecen porque son demandas delos industriales cuando las condiciones climatológicaseran adversas; una y otra buscaron el apoyo del ayun-tamiento para la realización de obras públicas con un

417

241 Rodríguez Kuri, 1996, p. 176, referente a México, y Blázquez, 1986,p. 134, en el caso de la ciudad de Veracruz el cobro de Derechos por el uso delagua se observó en la etapa liberal, como una forma en que el gobierno obtu-viera numerario para la introducción de agua del río Jamapa y para el conflictopor la Guerra de Reforma.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 417

Page 418: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

beneficio personal y colectivo; además, establecen un convenio con el ayuntamiento para compartir algu-nos gastos, pero en ambos momentos la corporacióncarecía de liquidez.

Sin embargo, tienen más elementos diferentes,porque el marco legal en el que se dio la de 1841 es eldel centralismo, cuando los municipios eran más autó-nomos en cuanto a la propiedad del agua, porque estebien aún conservaba una dualidad de usuarios, peroeran los propietarios particulares (rurales y urbanos)quienes controlaban el recurso. Mientras que en la de1871, la sociedad estaba dirigida por los lineamientosdel segundo federalismo, cuando el ayuntamiento per-dió su autonomía bajo una legislación liberal, quedecretó el agua como un bien común, ya no privado;pero aún seguía existiendo propiedad privada del agua,porque era el momento de plena transición. La de 1841se dio en un ambiente social de mayor crecimientodemográfico que de desarrollo tecnológico e industrial;en cambio la de 1871 surgió sustancialmente por unavocación industrial diversificada en la región.

En lo político se encuentran la invasión nortea-mericana de 1845-1848 que desvió la atención de losproblemas locales, y una inercia corporativa de laColonia, al ser una solicitud firmada por todos losmiembros de la Junta Industrial. Pero en esos años sólose negociaban acuerdos, y hubo un consentimiento sinconsecuencias porque su realización no afectó a terce-ros, sino que benefició a los vecinos, porque se empe-draron las calles por donde iba a circular el agua.

A diferencia de 1871, hubo un momento de pazrelativa que permitió a la corporación municipal darmayor atención a la demanda social. Además, hubouna promoción de la propiedad privada con mayor

418

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 418

Page 419: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

peso legal, por lo que la solicitud fue de carácter indi-vidual y en vez de establecer un simple acuerdo, enesta ocasión se legitimó una concesión a un particular,apoyada y protegida por el municipio y por el Estado,conforme los parámetros legales lo exigían, máximecuando se afectarían las corrientes “propiedad” de loshacendados azucareros de Coatepec. Finalmente, estodeja ver que los sectores de élite urbana habían alcan-zado su consolidación como grupos de poder regional,mientras que la élite rural, de ascendiente oligárquico,no quería perder sus espacios de poder.

Pero la historia continúa, y después de la federa-lización o centralización del agua que se dio en 1888,la Secretaría de Fomento reconoció el resultado de ladisputa Sayago-Pasquel, cuando hacendados y fabri-cantes apoyándose en la ley de 13 de diciembre de1910, solicitaron y adquirieron el derecho de utilizarlas aguas como fuerza motriz para usos agrícolas eindustriales, debido a que habían introducido una tec-nología más moderna en sus ingenios y sus fábricas.

¿Que significó la federalización o centralizacióndel agua? No otra cosa sino un proceso paulatino deestrategias que el gobierno federal dispuso para ir con-trolando los aprovechamientos hidráulicos, despla-zando a las autoridades locales y a los grupos socialesinvolucrados en la explotación de las aguas.242 Por elloresponsabilizó a la Secretaría de Fomento la atenciónde las solicitudes sobre concesiones de agua para losestablecimientos fabriles o agroindustriales que nece-sitaran de determinada proporción del recurso natural,el cual debía alcanzar para todos. Por ello, esta

419

242 Aboites, 1998, p. 53.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 419

Page 420: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Secretaría requirió información que comprobara la propiedad de la tierra y los usos del agua, así como laclase de tecnología y la cantidad del recurso hídricoen medidas aproximadas que se utilizarían, con el pro-pósito de que todos se aprovecharan de la mismacorriente sin afectarse entre sí.

Finalmente el trabajo de la Secretaría de Fo-mento era el de controlar las fuentes de la nación ydotar el recurso hídrico según necesidades, para alle-garse del dinero de los impuestos aplicables a losaprovechamientos del agua. Para concluir, cabe seña-lar que hacendados y fabricantes de la región Xalapa-Coatepec tuvieron determinada cantidad de agua delPixquiac para el trabajo de sus ingenios, fábricas obeneficios, comprobando su infraestructura y destinosdel recurso.

Para entonces los empresarios textiles eran otros,como alude la Secretaría de Fomento, refiriéndose alos Zaldo Hermanos y Cía, Emilio Manuel y FedericoFortolis, Severo Cerdán, Andrés Gutiérrez (del Moli-no o San Bruno), Eduardo Bouchez (Probidad) y JoséBarradas (Molinos), a los que se suman los empresa-rios del Ferrocarril Interoceánico. Lo que indica quepersistió la circulación de los sectores de élite regio-nal, pero que al igual que en otros lugares, estos nue-vos empresarios solicitaron la concesión para aprove-char 400 litros por segundo de las aguas del ríoPixquiac, mas no corrieron con la misma suerte por-que Gorozpe se opuso, debido a que no llegaba elagua suficiente hasta la presa que tenía construida enterrenos de su hacienda de Tuzamapam, para movi-miento de su ingenio.243

Otros, apoyándose en la política porfirista, gana-ron la concesión para la instauración de una planta

420

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 420

Page 421: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

eléctrica que iluminara la ciudad. Además, el caféhabía comenzado a tener auge en el mercado exterior,lo que motivó la inversión de nueva maquinaria ame-ricana para secar el café, pues este producto conllevados procesos: el de lavado, que invierte una buenacantidad de agua y se conoce como beneficio húmedo,y el de secado, que necesitaba de bastante leña paraconvertir el café en un producto exportable. Pero estoy el hecho de saber cómo y por qué la década revolu-cionaria incidió en el apogeo de los ingenios, fábricasy beneficios de la región de Xalapa, son temas intere-santes pero que rebasan los límites de esta investiga-ción.

421

243 Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, tomo V, p. 2379.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 421

Page 422: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 422

Page 423: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

CONCLUSIONES

El agua es un recurso natural que en manos del hom-bre se convierte en un recurso social o más bien cultu-ral, porque las prácticas sociales de los distintos gru-pos en el uso y el consumo del agua en las diversasactividades productivas que van desde los serviciosdomésticos hasta la explotación agrícola e industrial,generan una cultura sobre el agua. Es decir, que“cuando los elementos naturales son identificados,apropiados y revalorados por una sociedad, se con-vierten en recursos que pasan a formar parte delacervo cultural”.1 Así, el estudio de una dimensiónsocial exiguamente atendida como lo es la relaciónhombre-naturaleza, ayuda a comprender los procesoshistóricos que incidieron en la conformación de unaestructura social, como se manifiesta especialmente enuna sociedad regional del siglo XIX.

Como un medio de subsistencia vital, el aguatiene una doble cualidad: es un factor de producción yun bien indispensable para la reproducción del indivi-

1 “Constituido por repertorios materiales y simbólicos creados por unasociedad a través del tiempo”, Toledo, Barragán y Ortiz (coords.), 2004, p. 13.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 423

Page 424: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

duo. Por eso, al no abundar los manantiales de abaste-cimiento, se generan problemas de escasez con el cre-cimiento de la población y la utilización del aguacomo fuente de energía. Al considerarse un recursocultural, se observa la presión de las formas de controlsocial sobre el recurso hídrico, aunque este existieraen abundancia, suscitaba conflictos. En este sentido, laregión xalapeña que ha sido prolífica en manantiales,con abastecimientos de agua relativamente abundan-tes, la dualidad en la posesión rigió el carácter limi-tado y/o fluctuante del recurso que permeó la estruc-tura social en transición y originó dificultades entrelos distintos sectores de la población, las institucionesde diferente nivel y los grupos heterogéneos de élite,sobre todo cuando aumentó la competencia de losusos en la agricultura de plantación, la manufactura yla incipiente industria del siglo XIX.

Cuando la competencia aumentaba por el uso deuna misma fuente para las diversas actividades pro-ductivas y domésticas, se presentaban conflictos entrelos usuarios del agua; primero donde se concentrabala población de Xalapa, como lo fue el área de Jalitic,en tanto puntal de la transformación de la traza urbanay de los servicios públicos y, más tarde, con la moder-nización de la ciudad y la introducción de la tecnolo-gía industrial en las márgenes del río Santiago.

El desarrollo del núcleo urbano en Xalapa se dioen torno a los principales manantiales y no se presentóningún problema en tanto fue un bien comunal de lapoblación únicamente. Pero con la colonización espa-ñola, la Corona se convirtió en propietaria de losrecursos naturales, cediendo su uso a particularesmediante mercedes reales. Los interesados en gozardel usufructo lo compraron y lo distribuyeron en cajas

424

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 424

Page 425: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

de agua y tomas repartidoras, así se utilizó el agua,también, como bien privado. Pero las Leyes de Indiaspermitieron que los naturales preservaran sus tierras yaguas con el mismo sentido de bien comunitario. Estadualidad en el tipo de usuarios del agua generó con-flictos por el dominio, primero con los indios al qui-tarles el control del recurso y después con los vecinosque se dedicaban a una actividad productiva quedemandaba grandes cantidades de agua para su proce-samiento.

Las autoridades coloniales paliaron los conflictosrazonando que el uso del agua es una condición básicapara la construcción de obras necesarias al servicio dela población y una suerte de subsidio, pagado en espe-cie, en beneficio de la comunidad. Los particulares, alser los propietarios del bien hídrico, se obligaban a darmantenimiento a las obras construidas para que elpago de sus impuestos quedara liberada, porque dehecho no se localizó ningún documento que probarauna contribución del agua en efectivo, como ocurrióen otras partes.

La administración de los recursos acuáticos fueun proceso controlado por los ayuntamientos desde lalegislación de Indias, en ellas se había determinadoque los sistemas hidráulicos fueran manejados por dostipos de usuarios: uno público y comunal, y el otroprivado. Pero esta doble opción, como objeto directode poder en el control del agua, puso de manifiesto losdiversos intereses de los grupos en la sociedad xala-peña. En ellos fue posible observar contrariedades queexigían la intervención del ayuntamiento como insti-tución responsable y reguladora. Un árbitro de losconflictos expresados en el espacio público que vigilóel mantenimiento de las fuentes públicas, negoció la

425

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 425

Page 426: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

distribución del agua entre los distintos grupos queconformaban la sociedad regional y eventualmenteintervino en las ventas de agua.

El ayuntamiento, como autoridad colonial, seocupó de apoyar a la Corona en la transferencia deldominio de mercedes de agua a los particulares.Luego, al amanecer del siglo XIX, antes de laIndependencia, las políticas públicas comenzaron aaplicarse desde la Ciudad de México, cuando (1803)se determinó legalmente que el agua se reconocieracomo un bien común de los pueblos, y por tanto nodebía venderse. Pero a pesar de que este decreto seconociera en los pueblos, villas y ciudades, se conti-nuaron cediendo en diferentes precios medidas delrecurso (pajas, pie cuadrado, naranjas o limones) entreparticulares, pero también lo hicieron los ayuntamien-tos ocasional y selectivamente, en periodos coyuntura-les, cuando el estiaje recrudecía la vida de la pobla-ción.

En la vida independiente, el papel del ayunta-miento, en cuanto proveedor de los servicios públicos,fue el de cuidar, vigilar y controlar el uso del agua enla comunidad, de acuerdo con las distintas constitu-ciones. Porque la tierra se decretó como propiedadprivada, pero no hubo una ley que aclarara la posesióndel agua, por lo tanto el ayuntamiento siguió comoárbitro en las ventas de agua entre particulares, y res-ponsable de las obras públicas que buscaran el mejo-ramiento social de la comunidad.

En el siglo XIX, con el desarrollo del “incipientecapitalismo industrial”, se incorporó una nueva tecno-logía hidráulica que necesitó de una infraestructurapropia que recogiera las corrientes para dar presión ymovimiento continuo a la maquinaria, pasando con

426

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 426

Page 427: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ello la factura a los privilegios sobre el uso privadodel agua que se alteraron y cuestionaron su control.Esta situación acrecentó las pugnas entre los poseedo-res de esos derechos y los nuevos empresarios textiles,a quienes el ayuntamiento les dejó claro que nopodían convertirse en propietarios del agua, pero sí lesautorizó el desvío de las corrientes, para que Xalapano quedase al margen del progreso, a la vez que lainstitución aprovechó estas negociaciones como unaforma de allegarse recursos y modernizar la ciudad.

Autorizar ventas de agua entre particulares oconceder el acceso condicionado del recurso a losnuevos grupos industriales, permitió ver el manejoautónomo de los asuntos interiores en la vida de losayuntamientos. Pues a pesar de estar en un régimen derepresentación social, había acciones como estas queenfatizaban que manejar los asuntos relacionados conel agua era una forma de mantener la legitimidad desu quehacer político. Porque era manifiesto que elcontrol del agua corría al parejo con los demás recur-sos productivos del municipio, en los que las autorida-des locales incidían sobre los mecanismos de distribu-ción, construcción y conservación de tomas de agua,de presas, canales, etc., así como en la resolución deconflictos generados por la competencia, la escasez ola falta del recurso.

Las problemáticas eran más evidentes en regio-nes áridas, con fuentes de agua escasas o en aquellasdonde había una mayor concentración de población yde actividades productivas que competían por los usosdel recurso hídrico. Pero en Xalapa, donde únicamenteatravesaba un río perenne, pero regado por muchosmanantiales, más que constituir un problema de esca-sez, lo que pugnaba el sector dominante era que los

427

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 427

Page 428: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

grupos de élite industrial emergente disputaban elmonopolio del agua a la “envejecida élite criolla”, decapital originariamente comercial, agrario y militar,que al estar en constante movilidad con el puerto deVeracruz, se había mantenido a pesar de los cambiosinstitucionales y legales provocados por las faccionesfederalistas y centralistas, liberales o conservadoras.

Esto acontecía porque los mismos grupos de éliteestaban a cargo del ayuntamiento y protegían sus inte-reses, no obstante había una lenta movilidad socialdado el ascenso de nuevos ciudadanos, que apoyabana los que estaban a la cabeza de los grupos de poder,por lo menos hasta después de las Leyes de Reforma,cuando comenzaron a ocupar puestos electivos derepresentación social los nuevos ciudadanos, los nove-les empresarios y/o comerciantes. Es decir, a partir delgobierno liberal de Juárez, la circulación de las élitesfue más ágil porque se permitió una mayor participa-ción de la población en el gobierno y por el arribo denuevas familias interesadas en la empresa textil, y enotras ramas productivas atrayentes por su demanda enel mercado exterior, como fue el desarrollo de la cafe-ticultura. Bajo este tipo de gobierno, se pretendía con-firmar al recurso como un bien público cuando unaparte de la Cámara de Diputados lo aprobó, pero al noconseguir el consenso, no se elevó a leyes concretas yextensivas para los estados, por ello los ayuntamientoscontinuaron ejerciendo un manejo autónomo sobre elrecurso. Así, en 1870, el municipio xalapeño, en unafán de preservar la paz interior, optó por comprarvarias porciones de agua, para abatir el duro estiaje,pues aún no se concretaban los proyectos de introduc-ción del agua potable a la ciudad. Lo que quiere decir,aunque sea reiterativo, que todavía se imponían los

428

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 428

Page 429: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

usos y costumbres a pesar de que los grupos liberalestrataban de afianzar la propiedad privada de la tierra,dejaban el agua como un bien público para posibilitarel desarrollo económico, principalmente porque lamaquinaria industrial era más hidráulica.

La incapacidad económica del gobierno munici-pal para realizar la introducción del agua potable hizoque otorgara y apoyara la concesión a particulares,aprovechándose de las necesidades de los industrialesque habían incorporado nuevas tecnologías hidráuli-cas para que estos con su capital trajeran el agua a laciudad, delegando una responsabilidad del ramo deobras públicas del ayuntamiento. Sin embargo, estofue visto como una posibilidad de que alguien comoSayago, que había logrado la primera gran concesiónal poseer el agua, ya no tendría competencia alguna ysu margen de negociación sería amplio en la imposi-ción de tarifas y condiciones en que se daría el servi-cio. Esta situación no la podían permitir aquellos quie-nes habían gozado por tiempo inmemorial de laabundancia y del control del recurso, sin darse cuentade que el agua legalmente estaba adquiriendo condi-ciones más reguladas dentro de las políticas públicas,además la élite industrial se había consolidado comoun grupo emergente que competía por el dominio delos recursos, y en adelante tendría que efectuar otrasprácticas, porque los usos del agua se federalizaron.

Los enfrentamientos interélites son producto deldistinto origen de las familias y su patrimonio econó-mico, la disputa del poder que ejercen en la sociedadestá imbuida por las diferencias ideológicas querecaen en el dominio de los recursos. Esta pugna dehecho influyó en la inestabilidad y la falta de creci-miento de la actividad industrial de la región, porque

429

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 429

Page 430: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cuando se concretó el proyecto porfiriano, de inyec-ción de capital extranjero para el progreso de lanación en la década de 1880, el problema del agua enla región aún no se solucionaba. Entonces los empre-sarios vislumbraron mayores posibilidades de desarro-llo industrial en la zona de Orizaba. Y si bien la activi-dad industrial xalapeña continuó, no fue tan boyanteni tan diversa como en aquella zona.

El nuevo marco legal de las políticas públicas,que se estableció con la federalización o centraliza-ción de los usos del agua, debilitó la autoridad de losayuntamientos, porque eliminó una de las fuentes depoder y de recursos de estas corporaciones políticaslocales que han representado la base del Estado. En elayuntamiento, los grupos locales que participaban, apesar de su composición, movilidad, origen social ycirculación, mantuvieron una intervención en losasuntos hídricos durante el siglo XIX. Esta práctica fuelimitada por la federalización o la centralización comodice Aboites, porque durante las últimas dos décadasde la centuria decimonónica se inició un “proceso decentralización de las facultades políticas y legales enel gobierno federal con sede en la Ciudad de México,tal y como lo deseaban precisamente los partidariosdel gobierno centralista”.2 Sobre todo porque significóun control gradual sobre la vida política de las entidadesfederativas, lo que derivó en una creciente injerenciafederal que redujo la participación del ayuntamiento,y por lo tanto se produjo un resquebrajamiento en laautonomía local.

Este proceso repercutió en la vida cotidiana delos pueblos que no sólo tenían que pagar el agua, sino

430

2 Aboites, 1998, pp. 11-14, 17-18.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 430

Page 431: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

también en la necesidad de reportar a la Ciudad deMéxico las solicitudes para el aprovechamiento de lasfuentes, con el propósito de que se revisaran las pro-puestas sobre la irrigación o la dotación de agua paradeterminada actividad, así como en la solución de laspugnas que se presentaban por la escasez de agua opor la competencia en los recursos hídricos, lo quemarcó la diferencia entre la propiedad privada de latierra y los usos públicos del agua que fueron adminis-trados y controlados totalmente por el Estado. Aunquela nueva reglamentación fue aprobada después de laRevolución, y como se observa en el acervo delArchivo Histórico del Agua, a partir de la segundadécada del siglo XX las élites locales tuvieron quesujetarse a dichos lineamientos para disponer delrecurso en sus actividades productivas.

Por lo anteriormente expuesto, se plantean nue-vas preguntas sobre la forma en que se trataron laspolíticas públicas porfirianas, y sobre el desempeñode los miembros de los grupos de élite frente a lafederalización del agua: ¿Acaso su participación sedisfrazó o se modificó ante los cambios instituciona-les? ¿Qué cambios hubo en la participación de losgrupos de élite local en los ayuntamientos porfirianosy revolucionarios? ¿Recuperaron o no su autonomía?¿Cuáles fueron los proyectos de introducción del aguapotable a la ciudad y qué participación tuvo la institu-ción local o los grupos de inversionistas de recientearribo? Estos y otros cuestionamientos podrán ser res-pondidos en posteriores investigaciones. Pero esteestudio al ser una muestra del proceso de evolución yconformación social regional, con énfasis en el modoen el cual se acomodaron y circularon los sectores deélite en los momentos de transición social, política y

431

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 431

Page 432: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

económica del siglo XIX, puede ser un punto de refe-rencia para la comprensión del proceso revolucionarioo las etapas posteriores en la conformación de los gru-pos de poder regional, analizados a partir de su luchay sus estrategias por el dominio de un recurso natural.

432

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 432

Page 433: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

BIBLIOGRAFÍA

Archivos

AGN Archivo General de la Nación. (Ramos:Tierras, Clase Menesterosa y Banco deAvío)

AHA Archivo Histórico del Agua. (Fondo:Aprovechamientos)

AGNOT Archivo General de Notarías de la Ciudadde México (Colegio de México, A.C.)

AGNP Archivo General de Notarías de Puebla

AGEV Archivo General del Estado de Veracruz

AHMX Archivo Histórico del Municipio deXalapa. (Fondos: Actas de Cabildo y Cajasde Elecciones y de México Independiente)

ARPPX Archivo del Registro Público de la Pro-piedad de Xalapa

ANX Archivo de Notarías de Xalapa

APX Archivo Parroquial de Xalapa

AHMC Archivo Histórico Municipal de Córdoba

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 433

Page 434: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

434

AHSMM Archivo Histórico del Servicio Militar deMadrid

INEGI División territorial del estado de Veracruz-Llave, de 1810 a 1995, Dirección Nacionalde Geografía y Estadística, México, pp.212-214.

Opúsculos, periódicos, informes, leyes y decretos

Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.2000. México a través de sus constituciones.(Artículo 27). Tomo IV, pp. 3-42.

Cossío, José Luis. 1937. “Las aguas de la ciudad”,Boletín Biográfico de la Sociedad Mexicana deGeografía y Estadística. T. 45, núm. 13, pp. 33-52, México.

Galván Rivera, Mariano. 1998. Ordenanzas de tie-rras y aguas. Presentación de Teresa RojasRabiela (edición facsimilar de la 5a edición de1868). Archivo Histórico del Agua/RegistroNacional Agrario/CIESAS, México, 325 p.

Gobierno del Estado de Veracruz. 1986. Informe desus gobernadores, 1826-1986. Tomo I al V,Gobierno del Estado de Veracruz, Xalapa.

Gobierno del Estado de Veracruz. 1997. Colecciónde Leyes y Decretos de Veracruz. Tomos del Ial V, Gobierno del Estado de Veracruz/Universidad Veracruzana, col. 40 Aniversario,Xalapa.

González Obregón, Luis. 1912. La Constitución de1812 en la Nueva España. Tomo I, Publica-

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 434

Page 435: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ciones del AGN/Secretaría de RelacionesExteriores, México.

Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.1984. Real ordenanza para el establecimiento einstrucción de intendentes de ejército y provin-cia en el reino de la Nueva España, 1786. Núm.1 (introducción de Ricardo Rees Jones), SerieFacsímiles, México.

Junta General Directiva de la Industria Nacional.1843. Representación dirigida al Exmo. SeñorPresidente Provisional de la República por laJunta General Directiva de la IndustriaNacional sobre la importancia de ésta, necesi-dad de fomento y medios de dispensárselo.Imprenta J. M. de Lara, Mégico [sic], 32 pp.

León Pinelo, Antonio de. 1992. Recopilación de lasIndias. Tomo III, 3 vols., estudio preliminar deIsmael Sánchez Bella, Porrúa /Gobierno delEstado de Chiapas/Gobierno del Estado deMorelos/Universidad Cristóbal Colón/Univer-sidad de Navarra/UNAM, México.

Memoria de la Secretaría de Fomento. 1857 y 1877.Colonización, Industria y Comercio, BoletínMexicano de Estadística, Ministro ManuelSiliceo. Imprenta Vicente García Torres, México.

Ortiz Monasterio, Juan. 1880. Opúsculo. Sobre laruidosa cuestión de las aguas de Jalitic, cuyapropiedad disputan a la ciudad injustamentealgunos particulares. Imprenta de Antonio M.Rebolledo, Coatepec, 19 p.

Periódico El Conciliador. Julio 3 y agosto 28 de1840, Jalapa. (Localizado entre los folios de

435

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 435

Page 436: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

documentos del archivo Municipal de Xalapa,del año de 1840).

Periódico El Clamor Popular (localizado entre losfolios de documentos del Archivo Municipal deXalapa). Noviembre de 1871 y mayo de 1875,Jalapa.

Robelo, Cecilio Agustín. 1995. Diccionario de pesasy medidas mexicanas, antiguas y modernas, yde su conversión, para uso de los comerciantesy las familias (Original imprenta Cuaunahuac,1908). Pról. de Teresa Rojas Rabiela, 1ª reimp.,CIESAS, Ediciones de la Casa Chata, México, 33 p.

Rodríguez de San Miguel, Juan N. 1991. PandectasHispano-Mexicanas. T. I y II, 3ª ed, Intro-ducción de María del Refugio González/Instituto de Investigaciones Jurídicas de laUNAM, México.

Rodríguez de San Miguel, Juan N. 1992. Escritosjurídicos (1839-1863). Antología, compilacióny estudio preliminar de María del RefugioGonzález, Serie Estudios Históricos, núm. 31,Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,México, 220 p.

Sayago, Bernardo. 1875. Opúsculo. Cuestión deaguas. Reseña de los sucesos que con motivodel arreglo pacífico que se propuso, han tenidolugar entre las personas a quienes afecta.Tipografía Aburto, Jalapa, 27 p.

Salonio, Antonio María. 1846. Reglamento para laconservación y aumento de bosques. Imprentade Florencio Aburto, Jalapa, 23 p.

436

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 436

Page 437: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Solano, Francisco de. 1987. Antonio de Ulloa y laNueva España. Con dos apéndices: Descripcióngeográficos-física de una parte de la NuevaEspaña de Antonio de Ulloa y Correspondenciaprivada con el virrey Antonio de Bucareli,Instituto de Investigaciones Bibliográficas,UNAM, México, 426 p.

———. 1991. Cedulario de tierras 1497-1820.Compilación y legislación agraria colonial,UNAM, México, 587 p.

Tena Ramírez, Felipe. 1980. Leyes fundamentales deMéxico (1808-1979). 9ª ed., Porrúa Hermanos,México, 1032 p.

———. 1997. Leyes fundamentales de México (1812-1997). 20ª ed., Porrúa/Instituto de Investiga-ciones Históricas de la UNAM, México, 1079 p.

Villaseñor y Sánchez, José Antonio. 1746. Theatroamericano. Descripción general de los reinos yprovincias de la Nueva España y sus jurisdic-ciones dedicadas al D. Felipe Quinto, Monarcade las Españas. T. I, Imprenta de la viuda deJoseph Bernardo de Hogal, México, 382 p.

———. 1809. Festivas Aclamaciones de Jalapa en lainauguración al trono del rey Nuestro SeñorFernando VII, como oficial de la Dirección yContaduría generales de la Real Renta delTabaco, Colector interino de la Real Lotería dela ciudad de Puebla. Imprenta del EspírituSanto, México, 185 p.

437

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 437

Page 438: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Entrevistas y observación directa

Anónimo Naolinco, Veracruz, agosto 1985

James Moolick Pacho Nuevo, Veracruz, agosto 1985

Marissa Moolick Pacho Nuevo, Veracruz, mayo 1999

Ángel Olmedo Actopan, Veracruz, julio 1999

Antonio Pale Xalapa, Veracruz, marzo 1999

Juan González Xalapa, Veracruz, marzo 2002

Observación directa Panteón Antiguo de Xalapa, Veracruz,octubre y noviembre 2003

Fuentes secundarias

Aboites Aguilar, Luis. 1998. El agua de la nación:una historia política de México (1888-1946).SEP/CIESAS, México, 245 p.

Acosta Domínguez, Rosa María. 1982. La Orduña:Historia de una hacienda de los siglos XVII-XX.Tesis de licenciatura, Facultad de Historia-Universidad Veracruzana, Xalapa. 130 p.

Acosta Domínguez, Rosa María. Socorro Benítez G.y Nelly León Fuentes. 1989. “Algunas conside-raciones sobre la tenencia de la tierra en treshaciendas de la región Xalapa-Coatepec duranteel siglo XIX”, G. Quintanilla, Alejandra y AbelJuárez (coords.), Los lugares y los tiempos:ensayos sobre las estructuras regionales delsiglo XIX en México, col. Desarrollo,COMECSO/UANL/UV/Nuestro Tiempo, México,pp. 128-139.

438

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 438

Page 439: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Adams, Richard. 1983. Energía y estructura: unateoría del poder social. Trad. de EduardoSuárez, FCE, Serie Obras de Sociología, 385 p.

Aguilar Monteverde, Alonso. 1980. Dialéctica de laeconomía mexicana. Del colonialismo al impe-rialismo, 10ª ed., col. Desarrollo económico,Nuestro Tiempo, México, 239 p.

Aguirre Anaya, Rosa. 1985. “Personificaciones delcapital: siete propiedades en la sociedad eindustria textil de Puebla durante el siglo XIX”,Cuadernos de la Casa Fresno, CIHS-UAP, 60 p.

Agundis Teódulo, Manuel, 1956. El verdadero JorgePasquel. Ensayo Biográfico. Gráfica Líneas,México, 195 p.

Aguirre, Carmen y Alberto Carabarin. 1979. “Entorno a la formación de la burguesía textil dePuebla”, Beonit Joachim (coord.), La formaciónsocial de México a nivel regional en la épocacontemporánea. Problemas de la investigaciónhistórica, Centro de Investigaciones Históricasy Sociales, Universidad Autónoma de Puebla,Puebla, pp. 111-122.

Albertoni A, Ettore. 1992. Gaetano Mosca y la for-mación del elitismo político contemporáneo.Trad. del italiano por Alberto Pulido Silva, col.Breviarios, 509, FCE, México, 345 p.

Annino, Antonio. 1984. “El pacto y la norma. Losorígenes de la legalidad de la oligarquía”,Historias. Núm. 5 (ene-mar), pp. 3-29, México.

———. 1992. “Prácticas criollas y liberalismo en lacrisis del espacio urbano colonial. 29 denoviembre de 1812 en la Ciudad de México”,

439

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 439

Page 440: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Secuencia. Núm. 24 (sep-dic), pp. 121-158,Instituto de Investigaciones Dr. José María LuisMora, México.

———. 1995. “Cádiz y la revolución territorial de lospueblos mexicanos 1812-1821”, AntonioAnnino (coord.), Historia de las elecciones enIberoamérica, siglo XIX, FCE, Uruguay, pp.177-226.

Archer, Christon I. 1983. El ejército en el Méxicoborbónico, 1760-1810. Trad. Carlos Valdés,FCE, México, 413 p.

Aron, Raymond. 1989. Estudios sociológicos. Trad.Rosendo Ferrán, col. Austral, Espasa-Calpe,Madrid, 410 p.

Arrojo Agudo, Pedro y Francisco Javier MartínezGil (coords.). 1999. El agua a debate desde launiversidad. Hacia una nueva cultura del agua.1er. congreso Ibérico sobre gestión y planifica-ción de aguas, Institución Fernando el Católico(C.S.I.C.), Excma. Diputación de Zaragoza yMinisterio de Educación y Cultura, Zaragoza,España, 885 p.

Artis Espriu, Gloria. 1994. Familia, riqueza y poder.Un estudio genealógico de la oligarquíanovohispana. Col. Miguel Othón de Mendi-zábal, CIESAS. Ediciones de la Casa Chata,México, 158 p.

Sempat Assardourain, Carlos. 1989. “La despoblaciónindígena en Perú y Nueva España durante el sigloXVI y la formación de la economía colonial”,Historia Mexicana. Vol. XXXVIII: 151 (3) (sep-dic), p. 419-453, El Colegio de México, México.

440

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 440

Page 441: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Azcoitia, Francisco Xavier. 1943. Reseña de la ciu-dad de Xalapa, (periodo colonial). TipográficaAburto, Xalapa, pp. 15-23.

Balmori, Diana, Stuart F. Voss y Miles Wortsman.1990. Las alianzas de familia y la formación delpaís en América Latina. FCE, México, 335 p.

Barnes Barry, 1990 La naturaleza del poder. Trad.de José María Pomares, Ediciones Pomares-Corredor, S.A., Barcelona, 254 p.

Barrett, Ward. 1977. La hacienda azucarera de losMarqueses del Valle (1535-1910). Trad. deStella Mastrengello, col. América Nuestra,Siglo XXI Eds., México, 286 p.

Bassols Batalla, Ángel. 1974. Recursos naturales:climas, agua, suelos, vegetación y fauna. Teoríay uso. Col. Los grandes problemas nacionales,Nuestro Tiempo, México, 223 p.

Bataillon, Claude, 1973. “Papel y carácter de las ciuda-des pequeñas”, Piel Jean, Jeanine Brisseau,Claude Collin et al., Regiones y ciudades enAmérica Latina. (trabajos realizados en el InstitutHautes Etudes de l’Amerique Latine) trad. delfrancés por Enrique G. López y Guillermo GarcíaTalavera, pról. de Olivier Dollfus, SepSetentas;111, México, pp. 183-228.

Bazant, Jan. 1964. “Evolución de la industria textilpoblana (1554-1845)”, Historia Mexicana. Vol.XIII, núm. 52 (abr-jun), pp. 473-516, México.

———. 1977. Los bienes de la Iglesia en México,1857-1875: aspectos económicos y sociales de larevolución liberal. 2a ed., Centro de EstudiosHistóricos, El Colegio de México, México, 364 p.

441

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 441

Page 442: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

———. 1995. “La desamortización de los bienes cor-porativos en 1856”, Margarita MenegusBornemann, Brian R. Hamnett, E. Florescano,Romeo Flores C. et al. Problemas agrarios ypropiedad en México siglos XVIII y XIX,Lecturas de Historia Mexicana, Centro deEstudios Históricos, El Colegio de México,México, pp. 101-120.

Beato, Guillermo. 1978. “La casa Martínez del Río:del comercio colonial a la industria fabril, 1829-1864”, Ciro, F. S. Cardoso (coord.), Formacióny desarrollo de la burguesía en México sigloXIX. Serie Sociología y Política, Siglo XXI Eds.,México, pp. 57-107.

Bellingheri, Marco e Isabel Gil Sánchez. 1982. “Lasestructuras agrarias”, Ciro Cardoso (coord.),México en el siglo XIX (1821-1910), Historiaeconómica y de la estructura social, NuevaImagen, México, pp. 97-118.

Benecker, Walter L. 1999. “Industria versus comercio¿orientación hacia en interior o hacia el exterior?”,Aurora Gómez-Galvarriato (coord.), La Industriatextil en México, Instituto Mora/Colegio deMichoacán, El Colegio de México, Instituto deInvestigaciones Históricas-UNAM y CONACyT,México, pp. 114-141.

Benítez Guevara, Socorro. 1984. La hacienda LucasMartín a través de la historia. Tesis de licencia-tura, Facultad de Historia-UV, Xalapa, 209 p.

Benson Nettie, Lee. 1994. La Diputación provincialy el federalismo mexicano. Centro de EstudiosHistóricos de El Colegio de México/UniversidadAutónoma de México, México, 315 p.

442

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 442

Page 443: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

443

Bermúdez Gorrochotegui, Gilberto. 1985. Jalapa en elsiglo XVI. Gobierno del Estado de Veracruz/Ayuntamiento de Xalapa, Xalapa, 365 p.

———. 1987. El mayorazgo de La Higuera. Col.Biblioteca, UV, Xalapa, 159 p.

———. 1995, Jalapa en el siglo XVII, Gobierno delEstado de Veracruz/UV, Xalapa, 428 p.

Birrichaga Gardida, Diana y Blanca Estela Suárez.1997. Dos estudios sobre usos del agua enMéxico (siglos XIX y XX). IMTA/AHA, col.Biblioteca del Agua, México, 170 p.

Blázquez Domínguez, Carmen. 1983. “Guía decomerciantes del Archivo Notarial de Xalapa”.Xalapa, 20 p. (inédito)

———. 1984. “Veracruz-Perote: Contrata de postas1800-1840”, La Palabra y el Hombre. Núm. 52(oct-dic), pp. 55-68, UV, Xalapa.

———. 1986. Veracruz liberal, 1858-1860. ElColegio de México/Gobierno del Estado deVeracruz, México, 269 p.

———. 1988. Veracruz. Una historia compartida,Gobierno del Estado de Veracruz/InstitutoVeracruzano de la Cultura/Instituto deInvestigaciones Dr. José María Luis Mora,México, 369 p.

———. 1989. “Grupos empresariales y el proyectode nación 1867-1876”, El dominio de las mino-rías. República restaurada y Porfiriato. ElColegio de México, México, pp. 82-84.

———. 1985. “El Grupo Liberal Veracruzano en elperiodo juarista”, Secuencia. Núm. 1, pp. 36-42,

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 443

Page 444: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Instituto de Investigaciones Dr. José María LuisMora, México.

———. 1992. Xalapa. Col. Veracruz: imágenes de suhistoria, Gobierno del Estado de Veracruz,México, 223 p.

———. 1994. “Construcción de un espacio urbano:la villa de Xalapa”, La Palabra y el Hombre.Núm. 92 (sep-dic), pp. 31-46, UV, Xalapa.

———. 1994. “Comercio y política. Bernardo Sayago,1830-1850”, Beatriz Rojas (coord.), El poder y eldinero. Grupos y regiones. Mexicanos en el sigloXIX, Instituto de Investigaciones Dr. José MaríaLuis Mora, México, pp. 190-217.

———. “Comerciantes, empresarios y banquerosveracruzanos en las postrimerías decimonóni-cas”. Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, UV, Xalapa, 18 p. (inédito)

———. 2003. “Los comerciantes y el ayuntamiento deXalapa. 1790-1810”, Carlos Contreras Cruz yCarmen Blázquez (coords.), De costas y valles,ciudades de la provincia mexicana a finales de laColonia, Instituto de Investigaciones HistóricasJosé María Luis Mora/UV/CONACYT e Instituto deCiencias y Humanidades de la BUAP, Puebla, pp.261-286.

Bobbio, Norberto, Nicola Matteucci y GianfrancoPasquino, 1995. Diccionario de política. 2 vol.,trad. del italiano de Raúl Crisanto et al., SigloXXI Eds., México, 1698 p.

Boehm de Lameiras, Brigitte (coord.). 1987. Elmunicipio en México. El Colegio de Michoacán,Zamora, 654 p.

444

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 444

Page 445: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Botey, Carlota y Everardo Escárcega (coord. gene-ral). 1988. Historia de la cuestión agraria mexi-cana. IX tomos, Siglo XXI Eds., y CEHAM,México,

Borchard de Moreno, Christiane Renate. 1984. Losmercaderes y el capitalismo en la Ciudad deMéxico: 1759-1778. Trad. de Alejandro Zenker,FCE, México, 306 p.

Brading, David A. 1975. Mineros y comerciantes enel México borbónico (1760-1810). Trad. deRoberto Gómez Ciriza, FCE, México, 499 p.

Buitrón Hernández, Verónica J. 1995. “La disputapor el río Pixquiac en Xalapa”, BoletínHistórico del Agua. Año 2, núm. 5 (sep-dic),pp. 14-15, Xalapa.

Burdy, Jean-Paul. 1989. Le Soeil Noir, un quartierde Saint Etienne 1840-1940. PresseUniversitaires de Lyon, Centre Pierre León,Lyon, 270 p.

Burke, Peter. 1997. Historia y teoría social. Trad. deStella Mastrangelo, col. Itinerarios, Instituto deInvestigaciones Dr. José María Luis Mora,México, 225 p.

Calcáneo, Edith. 1979. “Relaciones de producciónen la industria textil (siglos XIX-XX)”, JoachimBenoit (coord.), La formación social a nivelregional en la época contemporánea.Problemas de investigación histórica, Centro deInvestigaciones Históricas y Sociales/UAP,Puebla, pp. 123-149.

Calvo, Thomas. 1992. Poder, religión y sociedad enGuadalajara del siglo XVII. Centre d´études

445

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 445

Page 446: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Mexicaines y Centroamericaines, Universidadde Guadalajara, Guadalajara, 423 p.

Camacho Pichardo, Gloria. 1998. Repartimientos yconflictos por el agua en los valles de Atlixco eIzúcar, 1500-1650. Tesis de maestría enAntropología Social, CIESAS, México, 262 p.

Cambrezy, Luc y Bernal Lascuráin. 1992. Crónicade un territorio fraccionado. De la hacienda alejido (centro de Veracruz). Prol. de Jean Meyer,LAROUSSE/CEMCA/ORSTOM, México, 168 p.

Carbó, Margarita. 1988. “La Reforma y la Intervención:el campo en llamas”, Enrique Semo (coord. deltomo II.), Historia de la cuestión agraria mexi-cana. La tierra y el poder 1810-1910. 9 t., SigloXXI Eds./CEHAM, México, pp. 82-174.

Cardoso, Ciro (coord.). 1980. México en el siglo XIX(1821-1910). Historia económica y de la estruc-tura social. Nueva Imagen, México, 525 p.

Carmagnani, Marcello. 1986. “La libertad, el poder yel estado en la segunda mitad del siglo XIX”.Historias. Núm. 15 (oct-dic), pp. 55-64, INAH,México.

———. 1989. “El liberalismo, los impuestos internosy el estado federal mexicano, 1857-1911”,Historia Mexicana. Vol. XXXVIII, núm. 3, pp.471-496, El Colegio de México, México.

———. 1996. “El federalismo liberal mexicano”,Marcello Carmagnani (coord.), Federalismoslatinoamericanos, México, Brasil, Argentina,col. Fideicomiso Historia de las Américas, SerieEstudios, FCE/Colegio de México, México, pp.135-179.

446

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 446

Page 447: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

———. 1996. “Conclusión: El federalismo, historia deuna forma de gobierno”, en Marcello Carmagnani(Coord.), Federalismos latinoamericanos, México,Brasil, Argentina, col. Fideicomiso Historia de lasAméricas, Serie Estudios, FCE/Colegio de México,México, pp. 397-416.

———. 1998. “Finanzas y estado en México, 1820-1880”, José Antonio Serrano y Luis Jáuregui,(coords.), Las finanzas públicas y los grupos depoder en la Primera República FederalMexicana. Col. Lecturas de Historia EconómicaMexicana, Colegio de Michoacán, InstitutoMora, Instituto de Investigaciones económicas/UNAM, México, pp. 131-176.

Carrión, Jorge y Alonso Aguilar Monterde. 1980. Laburguesía, oligarquía y el estado. Col. Losgrandes problemas nacionales, Nuestro Tiempo,México, 231 pp.

Carroll, Patrick. 1991. Blacks in colonial Veracruz;race, etnicity and regional development.University of Texas Press, Austin, EU, 241 p.

Casas Mendoza, Carlos Alberto. 1993. Familia ypoder. La identidad de una comunidad en elcentro de Veracruz. Tesis de licenciatura,Facultad de Antropología-UV, Xalapa, 251 p.

Castañeda González, Rocío. 1995. Irrigación yReforma agraria: Las comunidades de riego delvalle de Santa Rosalía, Chihuahua, 1920-1945.CNA/CIESAS, México, 165 p.

———. (coord.). 1998. Círculos de poder en laNueva España. CIESAS/Porrúa, México, 239 p.

447

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 447

Page 448: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Castells, Manuel y Peter Hall. 1994. Las tecnópolisdel mundo. La formación de los complejosindustriales del siglo XXI. Alianza Editorial,Madrid, 275 p.

Cerutti, Mario. 1983. “Burguesía regional, mercadosy capitalismo. Apuntes metodológicos y refe-rencias sobre un caso latinoamericano:Monterrey (1850-1910)”, Revista Mexicana deSociología. Vol. XLV, Año I, núm. 1 (ene-mar),México.

———. (coord.). 1985. El siglo XIX en México, cincoprocesos regionales: Morelos, Monterrey,Yucatán, Jalisco y Puebla. Claves Latinoa-mericanas, México, 239 p.

Ciruelo Torres, Gerardo. 2003. “Las finanzas muni-cipales de Xalapa (1798-1829)”, Ulúa. Año 1,núm. 2 (jul-dic), pp. 39-84, UV, Xalapa.

Ciudad Real, Antonio de. 1992. “Tratado curioso y doctode las grandezas de la Nueva España”, MarthaPoblett (coord.), Cien viajeros en Veracruz.Crónicas y relatos, tomo I: 1518-1697, prol. JoséEmilio Pacheco, col. Veracruz en la Cultura,Encuentros y Ritmos, Gobierno del Estado deVeracruz, (X tomos), México, pp. 81-132.

Coastworth, John. 1990. Los orígenes del atraso.Nueve ensayos de historia económica deMéxico en los siglos XVIII y XIX. Pról. deEnrique Semo, col. Raíces y razones, AlianzaEditorial Mexicana, México, 265 p.

Colón Reyes, Linda Ivette. 1982. Los orígenes de laburguesía y el Banco de Avío. Col. FraguaMexicana, Ediciones El Caballito, México, 216 p.

448

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 448

Page 449: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Commons de la Rosa, Áurea. 1993. Las intendenciasde la Nueva España. Col. Tiempo y Espacio,núm. 4, Instituto de Investigaciones His-tóricas/Instituto de Geografía, UNAM, México,253 p.

Connolly, Priscilla. 1991. El contratista de donPorfirio: obras públicas, deuda y desarrollodesigual. El Colegio de Michoacán/UAM-Azcapotzalco/FCE, Serie Obras de Historia,México, 423 p.

———. 1999. “Introducción”, (II parte, Obras Pú-blicas), Sandra Kuntz y Priscila Connolly(coords.), Ferrocarriles y obras públicas, SerieLecturas de Historia Económica Mexicana,Instituto Mora/El Colegio de Michoacán/ElColegio de México/Instituto de InvestigacionesHistóricas de la UNAM/CONACyT, México, pp.141-164.

Costeloe, Michael P. 1975. La primera república fede-ral de México, 1824-1835: un estudio de los par-tidos políticos en el México Independiente. Trad.de Manuel Fernández Gasalla, Sección deHistoria, FCE, Madrid, 492 p.

———. 2000. La república central en México, 1835-1846: “Hombres de bien” en la época de SantaAnna. Trad. de Eduardo L. Suárez, FCE,México, 407 p.

Chávez Orozco, Luis y Enrique Florescano. 1965.Agricultura e industria textil en Veracruz. T. I

(único), col. Fuentes para la HistoriaEconómica y Social de Veracruz, UV, Xalapa,315 p.

449

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 449

Page 450: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Chevalier, François. 1999. La formación de los lati-fundios en México; haciendas y sociedad en lossiglos XVI y XVIII. 3ª ed., Sección Obras deHistoria, FCE, México, 643 pp.

Chiaramonte, José Carlos. 1996. “El federalismoargentino en la primera mitad del siglo XIX”,Marcello Carmagnani (coord.), Federalismoslatinoamericanos, México, Brasil, Argentina,col. Fideicomiso Historia de las Américas, SerieEstudios, FCE/El Colegio de México, México,pp. 81-132.

Dávalos, Marcela. 1998. “La salud, el agua y loshabitantes de la Ciudad de México a fines delsiglo XVIII y principios del XIX”, ReginaHernández Franyuti (comp.), La Ciudad deMéxico en la primera mitad del siglo XIX.Gobierno y política/Sociedad y cultura, tomo II,Instituto de Investigaciones Históricas JoséMaría Luis Mora, México, pp. 279-302.

Domínguez Rendón, Francisco (edit.). 1977.Recopilación, introducción, anexos y estudio aNoticias Estadísticas de Jalapa en el Año de 1837formuladas por su muy Ylte. Ayuntamiento. Recop.,núm. 4, Ayuntamiento de Xalapa, Xalapa, 64 p.

Domínguez Pérez, Olivia, José L. Álvarez, RicardoCorzo et al. 2003. Dictamen sobre los goberna-dores constitucionales del Estado de Veracruz.Fundación Colosio, Xalapa, 360 p.

Ducey, Michael T. 1998. “Hijos del pueblo y ciuda-danos: identidades políticas entre los rebeldesindios del siglo XIX”, Brian Connaughton,Carlos Illades y Sonia Pérez Toledo (coords.),

450

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 450

Page 451: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Construcción de la legitimidad política enMéxico, El Colegio de Michoacán/UNAM/ElColegio de México/UAM-Iztapalapa, México,pp. 127-151.

———. 2002. “Indios liberales y liberales indigenis-tas: ideología y poder en los municipios ruralesde Veracruz, 1821-1890”, Antonio EscobarOhmstede y Luz Carregha Lamadrid (coords.),El siglo XIX en las Huastecas, CIESAS/ElColegio de San Luis Potosí, México, 379 p.

Duverger, Maurice. 1972. Sociología política. 3ª ed.,trad. de Jorge Esteban, col. Demos, Ariel,Barcelona, 426 p.

Elster, Jon. 1993. Tuercas y tornillos. Una introduc-ción a los conceptos básicos de las CienciasSociales. Trad. de Antonio Bonanno, Gedisa,Barcelona, 178 p.

Escalante Gonzalbo, Fernando. 1998. Ciudadanosimaginarios. Memorial de los afanes y desven-turas de la virtud y apología del vicio triunfanteen la república mexicana: Tratado de moralpública. El Colegio de México, México, 308 p.

Escobar Omsthede, Antonio y Luz CarreghaLamadrid (coords.). 2002. El Siglo XIX en lashuastecas. CIESAS/El Colegio de San LuisPotosí, México, 379 p.

Escriche, Joaquín. 1973. Diccionario razonado delegislación y jurisprudencia. Notas corregidas yaumentadas sobre el derecho americano por donJuan Guim, y estudio introductorio de María delRefugio González, t. II (dos tomos), Cárdenas,Madrid, 736 p.

451

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 451

Page 452: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Flores Galindo, Alberto. 1986. “Aristocracia en vilo:los mercaderes de Lima en el siglo XVIII”, NilsJacobsen and Hans Jürgen Phule (edits.), Theeconomies of México and Perú during the latecolonial periodo, 1760-1810. ColloquiumVerlang, Biblioteca Iberoamericana, Berlín, pp.252-280.

Florescano Mayet, Enrique. 1991. Origen y desarro-llo de los problemas agrarios de México [1500-1821]. Col. Problemas de México, 9ª reimp.,ERA, México, 158 p.

———. 1977. “Las divisiones políticas del estado deVeracruz, 1824-1917”, Dualismo. Núm. 11,vol. VI, pp. 39-110, Instituto de EstudiosEconómicos y Sociales, UV, Xalapa.

———. 1987. “Orígenes empresariales, avances ini-ciales y primera dificultad de la industria textilde Xalapa y su región”, La Palabra y elHombre. Núm. 61 (ene-mar), pp. 3-20, UV,Xalapa.

———. 1989. “El agua y la industrialización deXalapa y su región durante el siglo XIX”, LaPalabra y el Hombre. Núm. 70 (abr-jun), pp.175-191, UV, Xalapa.

———. 1992. “Xalapa y su región durante el siglo XIX.Las principales vertientes de su desarrollo econó-mico, social y político”, La Palabra y el Hombre.Núm. 83 (jul-sep), pp. 135-166, UV, Xalapa.

Fowler William. 1998. “Mexico in the Age ofProposals, 1821-1853”. Contributions in LatinAmerican Studies, number 12, GreenwoodPress, EUA, 328 p.

452

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 452

Page 453: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

———. 2000. “Las propiedades veracruzanas deSanta Anna”, Memorias de la AcademiaMexicana de la Historia. Compendio de la RealAcademia de la Historia de Madrid, tomo XLIII,México, pp. 63-91.

———. 2004. “Joseph Welsh: A British Santanista(México, 1832)”, Latin American Studies, núm.36, Cambridge University Press, UnitedKingdom, pp. 29-56.

Furon, Raimond. 1967. El agua en el mundo. Trad.de Elena Diez Felipe, col. Libro de Bolsillo,Alianza Editorial, Madrid, 255 p.

Gallino, Luciano. 1995. Diccionario de Sociología.Trad. de Stella Mastrangello y Lorenzo Alegría,Siglo XXI Eds., México, 1003 p.

Garavaglía, Juan Carlos, 1996. “Atlixco: el agua, loshombres y la tierra en un valle mexicano (siglosXIV-XVII)”, Alejandro Tortolero Villaseñor(coord.), Tierra, agua y bosques: historia ymedio ambiente en el México Central,CEMCA/Instituto de Investigaciones HistóricasJosé María Luis Mora/Potrerillos Editores,México, pp. 69-126.

García Cubas, Antonio. 1992. “Escritos diversos, de1870-1874”, Martha Poblett (comp.), Cien via-jeros en Veracruz, Crónicas y relatos, tomo X,1839-1875, prol. José Emilio Pacheco, col.Veracruz en la Cultura, Encuentros y Ritmos,Gobierno del Estado de Veracruz, (10 tomos),México, pp. 75-122.

García Galán, Raúl. 2000. Entre el antiguo régimeny la revolución liberal: El ayuntamiento de

453

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 453

Page 454: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Xalapa, 1794-1814. Tesis de licenciatura,Facultad de Historia, UV, Xalapa, 125 p.

García Morales, Soledad. 1994. Hacendados y capi-tales. Análisis de los propietarios de la regiónde Coatepec, Ver. 1790-1810. Col. Biblioteca,UV, Xalapa, 137 p.

Gerhard, Peter. 1986. Geografía Histórica de la NuevaEspaña 1519-1821. Serie Espacio y tiempo 1,Instituto de Investigaciones Históricas/Instituto deGeografía, UNAM, México, 493 p.

Gidi Villarreal, Emilio y Carmen Blázquez. 1992. ElPoder Legislativo en Veracruz. 1824-1917.Tomo I, Gobierno del Estado de Veracruz,Xalapa, 223 p.

Ginzburg, Carlo. 1997. El queso y los gusanos. Elcosmos según un molinero del siglo XVI. Trad.del italiano de francisco Martín, y del latín deFrancisco Cuartero, núm. 12, col. Atajos,Muchnik Editores S. A., Barcelona, 252 p.

Girod, James, Lepkowsky y Wimpffen. 1989.“Desarrollo agrario”, Johana von Grafenstein(comp.), Haití, col. Textos de la historia deCentroamérica y el Caribe, Instituto deInvestigaciones José María Luis Mora/Universidad de Guadalajara/Nueva Imagen,México, pp. 50-78.

Gómez-Galvarriato, Aurora. 1999. “Fragilidad insti-tucional y subdesarrollo: la industria textilmexicana en el siglo XIX”, Aurora Gómez-Galvarriato (coord.), La industria textil enMéxico, Col. Lecturas de Historia EconómicaMexicana, CONACULTA, México, pp. 142-182.

454

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 454

Page 455: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

González de Cossio, Francisco. 1957. Xalapa. Brevereseña histórica. Talleres Gráficos de laNación, México, 428 p.

González y González, Luis. 1991. “Terruño,microhistoria y ciencias sociales”, Pedro PérezHerrero (comp.), Región e historia en México(1750-1850), col. Antologías Universitarias,Instituto de Investigaciones José María LuisMora/UAM, México, pp. 23-36.

González, María del Refugio. 1992. “Gobernadores,corregidores, alcaldes mayores y sus tenientesalguaciles”, Recopilación de las Leyes de losReinos de Indias. Estudios HistóricoJurídicos/Escuela Libre de Derecho/Porrúa,México, 246 pp.

———. 1998. Panorama del derecho mexicano.Historia del derecho mexicano. Instituto deInvestigaciones Jurídicas, Serie Textos y estu-dios legislativos, McGraw Hill-UNAM, México,130 p.

González Navarro, Moisés. 1985. La pobreza enMéxico. Centro de Estudios Históricos, ElColegio de México, México, 494 p.

Gortari Rabiela, Hira de. 2003. “La organizaciónpolítica territorial de la Nueva España en la pri-mera República federal”, Josefina ZoraidaVázquez (coord.), El establecimiento del fede-ralismo en México: 1821-1827, El Colegio deMéxico, México, pp. 39-76.

Grosso, Juan Carlos. 1983. “El comercio interregio-nal entre Puebla y Veracruz: de la etapa borbó-nica al México independiente”, La Palabra y el

455

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 455

Page 456: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Hombre. Núm. 83 (jul-sep), pp. 59-92, UV,Xalapa.

———. 1984. “Estructura productiva y fuerza de tra-bajo. Puebla 1830-1890”. Cuadernos de la CasaFresno, El Colegio de México, México, 69 p.

———. 1996. “Indios campesinos y mercado, laregión de Puebla a finales del siglo XVIII”,Historia Mexicana. Vol. XLVI , núm. 2 (182),(oct-dic), pp. 245-278, El Colegio de México,México.

Grunstein Dickter, Arturo. 1999. “De la competenciaal monopolio: La formación de los ferrocarrilesnacionales de México”, Sandra Kuntz y PriscilaConnolly (coords.), Ferrocarriles y obraspúblicas, col. Lecturas de Historia EconómicaMexicana, Instituto Mora/El Colegio deMichoacán/El Colegio de México/Instituto deInvestigaciones Históricas de la UNAM/CONACyT, México, pp. 71-137.

Guerra, François Xavier. 1988. México, del antiguorégimen a la Revolución. Tomo I (dos tomos),trad. de Sergio Fernández Bravo, FCE, México,445 p.

———. 1993. Modernidad e independencias.Ensayos sobre las revoluciones hispánicas. Col.MAPFRE 1992, sección de Obras de Historia,FCE-MAPFRE, México, 406 p.

Haber, Stephen H. 1993. “La industrialización deMéxico: historiografía y análisis”, HistoriaMexicana. Vol. XLII, núm. 3 (ene-mar), pp. 649-688, El Colegio de México, México.

456

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 456

Page 457: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Hamnett, Brian R. 1990. Raíces de la insurgencia enMéxico. Historia regional de 1750-1824. Trad.de Agustín Bárcena, FCE, México, 263 p.

Hernández Chávez, Alicia y Manuel Miño (coords.).1992. La economía mexicana de los siglos XIX yXX. Introd. y selec. de Carlos Marichal Salinas,col. Lecturas de Historia Mexicana, núm. 4, ElColegio de México, 284 p.

Hernández Chávez, Alicia. 1993. La tradición repu-blicana del buen gobierno. Serie Ensayos,Sección Obras de Historia, El Colegio deMéxico/Fideicomiso Historia de lasAméricas/FCE, México, 224 p.

———. 1996. “Federalismo y gobernabilidad enMéxico”, Marcelo Carmagnani (coord.),Federalismos latinoamericanos: México,Brasil, Argentina, FCE/El Colegio de México/Fideicomiso Historia de las Américas, México,pp. 263-299.

Hernández Elizondo, Roberto. 1978. “Comercio eindustria textil en Nuevo León, 1852-1890”,Ciro F. S. Cardoso (coord.), Formación y desa-rrollo de la burguesía en México. Siglo XIX,Siglo XXI Eds., México, pp. 267-286.

Herrera Canales, Inés. 1976. “Comercio exterior”,Luis González, Enrique Florescano, María delRosario Lanzagorta et al. (coords.), La econo-mía mexicana en la época de Juárez, col.SepSetentas, núm. 236, SEP, México. pp. 129-154.

Herrera y Lasso, José. 1994. Apuntes sobre irriga-ción. Notas sobre su organización económica

457

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 457

Page 458: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

en el extranjero y en el país. IMTA/CIESAS yBiblioteca del Agua, México, 243 p.

Hiernaux, Nicolás Daniel. 1987. “Nuevos polosindustriales y desequilibrios municipales”,Brigitte Bohem de Lameiras (coord.), El muni-cipio en México, El Colegio de Michoacán,Zamora, pp. 469-477.

Hoffmann, Odile. 1992. Tierras y territorio en Xico,Ver. Col. V Centenario del Encuentro de DosMundos, núm.16, Gobierno del Estado deVeracruz, Xalapa, 287 p.

———. 1989. “De los hacendados a los forestales”,La Palabra y el Hombre. Núm. 70, (abr-jun),pp. 87-116, UV, Xalapa.

Huerta, María Teresa, 1978. “Isidoro de la Torre: Elcaso de un empresario azucarero 1844-1881”,Ciro, F. S. Cardoso (coord.), Formación y desa-rrollo de la burguesía en México. Siglo XIX,Siglo XXI Eds., México, pp. 164-187.

———. 1994. “En busca del grupo azucarero deMorelos”, Empresarios del azúcar del siglo XIX.Col. Divulgación, Instituto Nacional deAntropología e Historia, México, 192 p.

Hunefeld, Christine. 1993. “Contribución indígena,acumulación mercantil y reconformación de losespacios políticos en el sur peruano, 1820-1890”, Jorge Silva Riquer, Juan Carlos Grossoy Carmen Yuste (coords.), Circuitos mercanti-les, mercados y región en Latinoamérica, siglosXVIII y XIX, Serie Historia económica, Institutode Investigaciones Dr. José María LuisMora/Universidad Nacional Autónoma de

458

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 458

Page 459: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

México/Instituto de Investigaciones Históricas,México, pp. 523-561.

Ibarra, Antonio. 1988. “Tierra, sociedad y revoluciónde Independencia 1800-1824”, Enrique Semo(coord. del tomo II), Historia de la cuestiónagraria mexicana. La tierra y el poder 1810-1910 , tomo II (nueve tomos), Siglo XXIEds./CEHAM, México, pp. 1-81.

Illades, Carlos. 1989. “La empresa industrial deEstevan de Antuñano (1831-1847)”, Secuencia.Núm. 15, (sep-dic), pp. 28-47, Instituto deInvestigaciones Dr. José María Luis Mora,México.

———. 1996. Hacia la república del trabajo; La orga-nización artesanal en la Ciudad de México: 1853-1876. El Colegio de México/Centro de EstudiosHistóricos /UAM-Iztapalapa, México. 230 p.

———. 1997. Estudios sobre el artesanado urbanoen el siglo XIX. Col. Pesebre, Atajo, México,246 p.

Illades, Carlos y Ariel Rodríguez Kuri. 2000. Ciudadde México: instituciones, actores sociales yconflicto político 1774-1931. El Colegio deMichoacán/UAM/Unidad Azcapotzalco, Zamo-ra, 343 p.

Jáuregui, Luis. 1998. “La primera organización de laHacienda Pública Federal en México 1824-1829”, José Antonio Serrano y Luis Jáuregui(eds.), Las finanzas públicas y los grupos depoder en la Primera República FederalMexicana, El Colegio de Michoacán/InstitutoMora, México, pp. 227-264.

459

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 459

Page 460: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Joachim, Benoit (coord.). 1979. La formación sociala nivel regional en la época contemporánea.Problemas de investigación histórica. Centro deInvestigaciones Históricas y Sociales/UAP,Puebla, 172 p.

Juárez Martínez, Abel. 1977. “Las ferias en Xalapa,1720-1778”, Primer Anuario. Centro deEstudios Históricos, Facultad de Humanidades,UV, Xalapa, pp. 17-44.

———. 1978 “La arriería en Xalapa”, Anuario doble,Centro de Estudios Históricos, Facultad deHumanidades, UV, Xalapa, pp. 30-54.

———. 1984. “El principio del fin del monopolioPeninsular, 1789-1820”, La Palabra y elHombre. Núm.52 (oct-dic), pp. 121-128, UV,Xalapa.

Juárez Rivera, Hilda. 1987. Las capitales del estadode Veracruz. Serie Seminario de Historia, UV,Xalapa, 99 p.

Kenneth Galbraith, John. 1986. Anatomía del poder.¿Qué es? ¿Cómo se obtiene? ¿Quiénes lo ejer-cen? Trad. de Rafael Quijano, 2ª reimpr.,Edivisión Compañía Editorial, México, 224 p.

Keremitsis, Dawn. 1973. La industria textil mexi-cana en el siglo XIX. Col. Sepsetentas, núm. 67,SEP, México, 247 p.

———. 1992. “La industria textil algodonera durantela Reforma”, Alicia Hernández Chávez yManuel Miño Grijalva (coords.), La economíamexicana: siglos XIX y XX, col. Lecturas deHistoria Mexicana, núm. 4, El Colegio deMéxico, México, pp. 55-85.

460

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 460

Page 461: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Kicza, John E. 1986. Empresarios coloniales.Familias y negocios en la Ciudad de Méxicodurante los borbones. Trad. de José Luis LunaGovela, FCE, México, 285 p.

———. 1991. “El papel de la familia en la organiza-ción empresarial en la nueva España. Familia ypoder en Nueva España”, Memoria del tercerSimposium de Historia de las Mentalidades.Col. Científica, Seminario de Historia de lasMentalidades, INAH, México, pp. 75-86.

Knowlton, Robert J. 1985. Los bienes del Clero y laReforma mexicana (1856-1910). Trad. de JuanJosé Utrilla, FCE, México, 329 p.

———. 1995. “La división de tierras en los pueblosdurante el siglo XIX: el caso de Michoacán”,Brian R. Hamnett, E. Florescano, Romeo FloresC. et al, Problemas agrarios y propiedad enMéxico siglos XVIII y XIX, col. Lecturas deHistoria Mexicana, El Colegio de México/Centro de Estudios Históricos, México, pp.121-143.

Kroeber, Clifton. 1994. El hombre la tierra y elagua. Las políticas en torno a la irrigación enla agricultura de México, 1885-1911. Trad. deAdriana Sandoval, IMTA/CIESAS/Biblioteca delAgua, México, 332 p.

Kuntz Ficker, Sandra. 1999. “Los ferrocarriles y la for-mación del espacio económico en México, 1880-1910”, Sandra Kuntz y Priscila Connolly (coords.),Ferrocarriles y obras públicas, col. Lecturas deHistoria Económica Mexicana, Instituto Mora/El Colegio de Michoacán/El Colegio de México/

461

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 461

Page 462: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Instituto de Investigaciones Históricas de laUNAM/CONACYT, México, pp. 105-137.

———. 1995. Empresa extranjera y mercadointerno: el ferrocarril central mexicano (1880-1907). Centro de Estudios Históricos, ElColegio de México, México.

Langue, Frederic. 1991. “Poderosas parentelas yclientelas: reminiscencias medievales y moder-nidad en la Zacatecas del Siglo XVIII”, Familiay poder en Nueva España. Memoria del tercerSimposium de Historia de las Mentalidades,serie Historia, INAH, México, pp. 181-193.

Lanz Cárdenas, José Trinidad. 1982. Legislación deaguas en México (Estudio histórico-legislativode 1521 a 1981). Tomo I, Consejo Editorial delGobierno del Estado de Tabasco, México.

Laurín, Frennette Nicole. 1989. Las teorías funcio-nalistas de las clases sociales. Sociología e ideo-logía burguesa. Trad. del Taller de Sociología,3ª ed., Siglo XXI Eds., Madrid, 368 p.

Leal, Juan Felipe y Mario Huacuja Rountree. 1982.Economía y sistema de haciendas en México.La hacienda junquera en el cambio. SiglosXVIII, XIX y XX. Col. Problemas de México, Era,México, 200 p.

Lempérière, Annick. 1999. “Reflexiones sobre la ter-minología política del liberalismo”, BrianConnaughton, Carlos Illades y Sonia PérezToledo (coords.), La construcción de la legiti-midad política en México, El Colegio deMichoacán/UNAM/UAM-Iztapalapa, México, pp.35-55

462

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 462

Page 463: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

León Fuentes, Nelly Josefa. 1994. “Los antagonis-mos empresariales de Xalapa en el siglo XIX”,Anuario IX, Instituto de InvestigacionesHistórico-Sociales/UV, Xalapa, pp. 79-97

León Fuentes, Nelly Josefa y Socorro BenítezGuevara. 1989. “Crecimiento y desintegraciónde algunas haciendas en la región xalapeña”.CONACyT/Centro de Estudios Históricos/UV,Xalapa, 175 p. (inédito).

Lira, Andrés. 1983. Comunidades indígenas frente ala ciudad de México, Tenochtitlan y Tlatelolco:sus pueblos y barrios, 1812-1919. Centro deEstudios Históricos, El Colegio de México,México, 350 p.

Lira, Carlos. 1999. “Obra y servicios públicos enOaxaca, 1876-1911”, Sandra Kuntz y PriscilaConnolly (coords.), Ferrocarriles y obraspúblicas, serie Lecturas de Historia EconómicaMexicana, Instituto Mora/El Colegio deMichoacán/El Colegio de México/Instituto deInvestigaciones Históricas de la UNAM/CONACyT, México, pp. 220-259.

López Cámara, Francisco. 1984. La estructuraeconómica y social de México en la época dela Reforma. 9ª ed., Siglo XXI Eds., México,244 p.

López Saavedra, Nicolasa, 2000. “Actores sociales yel ayuntamiento de la Ciudad de México en elsiglo XIX”, Javier Rodríguez Piña (coord.),Ensayos en torno a la sociología histórica,Biblioteca de Ciencias Sociales y Humanidades,UAM-Azcapotzalco, México, pp.141-166.

463

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 463

Page 464: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Loreto López, Rosalía, 1994. “De aguas dulces yamargas o de cómo se distribuía el agua en la ciu-dad de Puebla durante los siglos XVIII y XIX”,Rosalía Loreto y Francisco J. Cervantes B.(coords.), Limpiar y obedecer. La basura el aguay la muerte en la Puebla de los Ángeles. 1650-1925, Claves latinoamericanas/UAP/ Centro deEstudios Mexicanos y Centroamericanos/ElColegio de Puebla, Puebla, pp. 11-68.

Ludlow, Leonor, 1998. “Élites y finanzas públicasdurante la gestación del estado independiente”,José Antonio Serrano y Luis Jáuregui (eds.),Las finanzas públicas y los grupos de poder enla Primera República Federal Mexicana, ElColegio de Michoacán/Instituto Mora, México,pp. 79-114.

Lugo, Concepción y Elsa Malvido. 1998. “Las epi-demias en la Ciudad de México 1822-1850”,Georgina Hernández Franyuti (comp.), LaCiudad de México en la primera mitad del sigloXIX, tomo II, col. Gobierno, Política, Sociedad yCultura, 1a. reimpr. Instituto de InvestigacionesDr. José María Luis Mora, México, pp. 303-364.

Margadant, Guillermo F. 1989. “El agua a la luz delderecho novohispano: triunfo del realismo y fle-xibilidad”, Anuario mexicano de Historia delDerecho. UNAM, México, pp. 113-146.

Marchal, Jean Yves y Rafael Palma Grayeb. 1985.Análisis gráfico de un espacio regional:Veracruz. Laboratorio de Investigación yDesarrollo Regional, INIREB/ORSTOM, Xalapa,219 p.

464

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 464

Page 465: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Marichal Salinas, Carlos. 1992. “Introducción”,Alicia Hernández Chávez y Manuel MiñoGrijalva (coords.), La economía mexicana:siglos XIX y XX, col. Lecturas de HistoriaMexicana, núm. 4, El Colegio de México,México.

Marichal, Carlos, Manuel Miño y Paolo Riguzzi.1994. El Primer siglo de la Hacienda Públicadel Estado de México, 1824-1923. FlorMartínez Ibarrola (colab.), vol. I, 4 tomos, ElColegio Mexiquense/Secretaría de Finanzas yPlaneación del Gobierno del Estado de México,México.

Menegus Bornemann, Margarita. 1995. “Ocoyoacac.Una comunidad agraria en el siglo XIX”, BrianR. Hamnett, E. Florescano, Romeo Flores C. etal. Problemas agrarios y propiedad en México,siglos XVIII y XIX, col. Lecturas de HistoriaMexicana, Centro de Estudios Históricos, ElColegio de México, México, pp. 144-189.

Menegus Bornemann, Margarita, Brian Hamnett et al.1995. Problemas agrarios y propiedad enMéxico, siglos XVIII y XIX. Serie Lecturas deHistoria Mexicana, Centro de EstudiosHistóricos, El Colegio de México, México, 312 p.

Mentz Brígida von. 1988. Pueblos de indios, mulatosy mestizos 1770-1870. Los campesinos y lastransformaciones protoindustriales en elponiente de Morelos. Serie Ediciones de la CasaChata, núm. 30, CIESAS, México, 189 p.

Mentz Brígida von y Marcela Pérez López (comps.).1998. Manantiales, ríos, pueblos y haciendas.Dos documentos sobre conflictos por aguas en

465

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 465

Page 466: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Oaxtepec y el Valle de Cuernavaca 1795-1808.IMTA/CIESAS, México, 264 p.

Meyer, Jean. 1989. Esperando a Lozada. He-xágono/Colegio de Michoacán, México, 286 p.

———. 1981. “Barrón, Forbes y Cía. El cielo y susprimeros favoritos”, Nexos. Sociedad, ciencia yliteratura. Núm. 40 (abril), pp. 27-35, México.

Meyer C. Michael. 1997. El agua en el suroeste his-pánico: Una historia social y legal 1550-1850.Trad. del inglés de María del Pilar VallesEzquerra, IMTA/CIESAS, México, 227 p.

Miño Grijalva, Manuel. 1988. “La política textil enMéxico y Perú en la época colonial. NuevasConsideraciones”, Historia Mexicana. Vol.XXXVIII, pp. 283-323, México.

———. 1993. La protoindustria colonial hispanoa-mericana. Fideicomiso Historia de lasAméricas, serie Ensayos, FCE/El Colegio deMéxico, México, 226 p.

———. 1994. “Fiscalidad, Estado y Federación. ElEstado de México en el siglo XIX”, CarlosMarichal, Manuel Miño y Paolo Riguzzi (eds.),El primer siglo de la Hacienda Pública enMéxico 1824-1923, tomo I, El Colegio Mexi-quense /Gobierno del Estado de México, Mé-xico, pp. 23-100.

———. 1999. “¿Protoindustria colonial?”, AuroraGómez-Galvarriato (coord.), La industria textilen México, Instituto Mora/El Colegio deMichoacán, El Colegio de México/Instituto, deInvestigaciones Históricas-UNAM/CONACYT,México, pp. 31-52.

466

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 466

Page 467: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

———. 2001. El mundo novohispano. Población,ciudades y economía, siglos XVII y XVIII. ElColegio de México/Fideicomiso Historia de lasAméricas, FCE, México, 448 p.

———. 2002. “¿Existe una historia regional?”,Historia Mexicana. Vol. LI (jul-jun), pp. 867-897, El Colegio de México, México.

Molina Enríquez, Andrés. 1979. Los grandes proble-mas nacionales (1909). Pról. de ArnaldoCórdova, col. Problemas de México, ERA,México, 529 p.

Moliner, María. 1999. Diccionario del uso del espa-ñol. Tomos I (A-H) y II (I-Z), 2ª reimpr., Gredos,Madrid, 1597 p.

Morales, Humberto y Willam Fowler. 1999.“Introducción: una redefinición del conservadu-rismo mexicano del siglo XIX”, Humberto Moralesy Willam Fowler (coords.), El conservadurismomexicano en el siglo XIX, BUAP/Secretaría deCultura del Estado de Puebla/Gobierno del Estadode Puebla y Saint-Andrews, University Scotland,UK, México, 338 p.

Moreno Fraginals, Manuel. 1978. El ingenio.Complejo económico social cubano del Azúcar.Vol. III (3 vols), serie Nuestra Historia, CienciasSociales, La Habana, 245 p.

Moreno Toscano, Alejandra. 1987. “Una tipologíamunicipal”, Brigitte Boehm de Lameiras(coord.), El municipio en México, El Colegio deMichoacán, Zamora, pp. 191-195.

———. 1996. “Los trabajadores y el proyecto deindustrialización, 1801-1867”, Enrique Flores-

467

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 467

Page 468: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

cano, Isabel González, Jorge Angulo et al., Laclase obrera en la historia de México. De laColonia al Imperio, vol. 1, Instituto deInvestigaciones Sociales de la UNAM/Siglo XXIEds., México, pp. 302-350.

Moreno Toscano, Alejandra y Enrique Florescano.1977. “El sector externo y la organización espa-cial y regional de México, 1521-1910”,Cuadernos de trabajo. Universidad Autónomade Puebla, Puebla.

Mota y Escobar, Alonso de la. 1992. “Memoriales de1609”, Martha Poblett (comp.), Cien viajerosen Veracruz, Crónicas y relatos, tomo X, 1839-1875, prol. José Emilio Pacheco, col. Veracruzen la Cultura, Encuentros y Ritmos, Gobiernodel Estado de Veracruz, (10 tomos), México,pp.13-199.

Muro Orejón, Antonio. 1989. Lecciones de historia deDerecho hispano-indiano. Present. de José LuisSoberanes Fernández y prol. de Rafael Diego-Fernández S., Miguel Ángel Porrúa/Escuela Librede Derecho, México, 312 p.

Musset, Alain. 1992. El agua en el Valle de México,siglos XV-XVIII. Trad. de Pastora RodríguezAviñoa y María Palomar, Pórtico de la Ciudadde México/Centro de Estudios Mexicanos yCentroamericanos, México, 245 p.

Nieto, Vicente. 1791. Padrón de Xalapa. Preliminaresde Leonardo Pasquel, col. Suma Veracruzana,Serie Estadística, Citlaltépetl, México, 320 p.

Noriega, Alfonso. 1993. El pensamiento conserva-dor y el conservadurismo mexicano. Tomo I,

468

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 468

Page 469: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Serie Estudios Históricos, núm. 3, 1ª reimpr.,Instituto de Investigaciones Jurídicas de laUNAM, México.

Noriega Elio, Cecilia. 1992. El nacionalismo en México.El Colegio de Michoacán, México, 770 p.

Núñez Becerra, Fernanda. 2001. “Los indígenas deXalapa, en contra de que se fraccionen susterrenos”, Memorial. Boletín del ArchivoGeneral del Estado de Veracruz. Año 4, núms.10-11 (ene-ago), pp. 3-12, Xalapa.

Ochoa Campos, Moisés. 1985. La reforma muni-cipal. 4a. ed., Porrúa, México, 559 p.

Ocampo, Manuel. 1992. “Un viaje a Veracruz,Puebla y sur de México”, Martha Poblettcomp.), Cien viajeros en Veracruz, Crónicas yrelatos, tomo X: 1839-1875, prol. José EmilioPacheco, col. Veracruz en la Cultura,Encuentros y Ritmos, Gobierno del Estado deVeracruz, (10 tomos), México, pp. 9-23.

O´Crouley O´Donnel, Pedro Alonso. 1992. “Ideacompendiosa del reino de la Nueva España”,Martha Poblett (coord.).Cien viajeros enVeracruz, Crónicas y relatos, tomo II: 1755-1816, prol. José Emilio Pacheco, col. Veracruzen la Cultura, Encuentros y Ritmos, Gobiernodel Estado de Veracruz, (10 tomos), México,pp. 63-71.

O’Gorman, Edmundo. 1985. Breve Historia de lasdivisiones territoriales de México. Col. SepanCuántos, núm. 45, Porrúa, México, 326 p.

Olea, Óscar. 1993. “Catástrofes y monstruosidadesurbanas”, Marina Heck (coord.), Grandes

469

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 469

Page 470: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

metrópolis en América Latina, Sección Obrasde Sociología, FCE, México, 320 p.

Olveda, Jaime. 1991. La oligarquía de Guadalajara.De las reformas borbónicas a la reforma libe-ral. Col. Regiones, CONACULTA, México, 457 p.

———. 2003. “Jalisco: el pronunciamiento federalistade Guadalajara”, Josefina Zoraida Vázquez(coord.), El establecimiento del federalismo enMéxico 1821-1827, Centro de Estudios Históricos,El Colegio de México, México, pp. 189-214.

Olvera Sandoval, José Antonio. 1994. “Propiedadriego y conflictos sociales en el noreste deMéxico. Linares durante la primera mitad delsiglo XIX”, Mario Cerutti, Producción, ejidos yagua en el noreste del México. La región citrí-cola de Nuevo León (siglos XIX y XX), Facultadde Filosofía y Letras, Universidad Autónoma deNuevo León, Monterrey, pp. 151-177.

Ortega Lomelín, Roberto. 1994. Federalismo ymunicipio. Visión de la modernización enMéxico. Presidencia de la República/FCE,México, 203 p.

Orozco Wistano, Luis. 1975. Los ejidos de los pue-blos. Ediciones El Caballito, col. Clásicos deFragua Mexicana, México, 260 p.

Ortiz Escamilla, Juan. 1996. “Las élites de las capi-tales novohispanas ante la guerra civil de1810”, Historia Mexicana. Vol. XLVI, núm. 2(oct-dic), pp. 325-357, El Colegio de México,México.

———. 1997. “Capítulo II: La guerra y la reconstruc-ción del orden virreinal”, Guerra y gobierno.

470

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 470

Page 471: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Los pueblos y la independencia en México. Col.Nueva América, Instituto Mora/Universidadinternacional de Andalucía/Universidad deSevilla, Sevilla, pp. 51-78.

———. 1998. “Insurgencia y seguridad pública en laCiudad de México, 1810-1815”, GeorginaHernández Franyuti (comp.), La Ciudad deMéxico en la primera mitad del siglo XIX, tomoII, Instituto de Investigaciones Dr. José MaríaLuis Mora, col. Gobierno, política, sociedad ycultura, México, pp. 95-124.

———. 1998. “Defensa militar y ‘despotismo ilus-trado’. El acantonamiento de tropas enVeracruz, 1797”, Luis Jáuregui y José AntonioSerrano Ortega (coords.), Historia y nación II.Diplomacia en el siglo XIX mexicano, ElColegio de México, 1998, pp. 127-142.

———. 2000. “Veracruz 1812-1857: Voto censitarioy sin partidos políticos”, Urna. Núm. 6 (junio),pp. 40-45, Comisión Estatal Electoral, Xalapa.

———. 2002 (1). “Revolución y liberalismo en laprovincia de Veracruz, 1812-1821”, Revista deIndias. Vol. LXII, núm. 225, pp. 409-428,Sevilla, España.

———. 2002 (2). “Defensa militar, negocios e ideo-logía: Veracruz, 1821-1825”, Salvador Broseta,Carmen Corona, Manuel Chust et al. (coords.),Las ciudades y la guerra, 1750-1898,Universidad Jaumé, Valencia, pp. 155-196.

———. 2003. “El federalismo veracruzano 1820-1826”, Josefina Z. Vázquez (coord.), El estable-cimiento del federalismo en México: 1821-

471

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 471

Page 472: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

1827, El Colegio de México, México, pp. 505-532.

Oryazábal Salcedo, Shanti. 1978. “Gregorio Mier yTerán en el país de los especuladores, 1830-1869”, Formación y desarrollo de la burguesíaen México, siglo XIX, Siglo XXI Eds., México,pp. 140-163.

Pacheco Chávez, María y Antonieta Ilhui. 1996. “Deparedes y miradas: poder municipal y vivienda.Tepotzotlán, 1871-1900”, Historia Mexicana.Vol. XLVI, núm. 2 (oct-dic), pp. 359-395, ElColegio de México, México.

Pantoja Morán, David (comp.). 1993. Escritos políti-cos de Sieyés. FCE/UNAM, México, 275 p.

———. 1975. Xalapeños distinguidos. Col. SumaVeracruzana, Serie Biografías, Citlaltépetl,México, 690 p.

———. 1972. La generación liberal veracruzana.Col. Suma Veracruzana, Serie Biografías,Citlaltépetl, México, 366 p.

———. 1978. Cronología ilustrada de Xalapa, 1718-1911. Col. Suma Veracruzana, Serie Histo-riografía, Citlaltépetl, México.

Pastor, Rodolfo F. 1988. “Desamortización, regiona-lización del poder y guerra de castas, 1822-1862: un ensayo de interpretación”, JorgePadua y Alain Vanneph (coords.), Poder local.Poder regional, El Colegio de México/CEMCA,México, pp. 89-112.

Payno, Manuel. 1987. Los Bandidos de Río Frío.Col. Sepan Cuántos, Porrúa, México.

472

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 472

Page 473: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

473

———. 1992. “Un viaje a Veracruz en el invierno de1843”, Martha Poblett (comp.), Cien viajerosen Veracruz, Crónicas y relatos, tomo X: 1839-1875, col. Veracruz en la Cultura, serie Encuen-tros y Ritmos, Gobierno del Estado deVeracruz, México, pp. 25-73.

Pérez Herrero, Pedro. 1991. “Los beneficiarios delreformismo borbónico: Metrópoli versus elitesnovohispanas”, Historia Mexicana, 162, vol.XLI, núm. 2 (jun-jul), pp. 207-264, El Colegiode México, México.

———. 1991. “Los factores de la conformaciónregionales México (1750-1850): modelos ehipótesis de investigación”, Pedro PérezHerrero (comp.), Región e historia en México(1750-1850), col. Antologías Universitarias,Instituto de Investigaciones José María LuisMora/UAM, México, pp. 207-236.

Pérez Picazo, María Teresa. 1999. “Gestión del aguay conflictividad en el sureste de España, siglosXIX y XX”, Pedro Arrojo Agudo y FranciscoJavier Martínez Gil (coords.), El agua a debatedesde la universidad. Hacia una nueva culturadel agua, 1er. congreso Ibérico sobre gestión yplanificación de aguas, Institución Fernando elCatólico, Excma. Diputación de Zaragoza,Zaragoza, pp. 649-668.

Pérez-Rayón Elizundia, Nora. 1995. Entre la tradi-ción señorial y la modernidad: la familiaEscandón Barrón y Escandón Arango.Formación y desarrollo de la burguesía enMéxico durante el porfirismo 1890-1910. UAM-Azcapotzalco, México, 180 p.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 473

Page 474: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Pérez Toledo, Sonia. 1996. Los hijos de trabajo, losartesanos de la Ciudad de México, 1780-1853.Centro de Estudios Históricos de El Colegio deMéxico/UAM-Iztapalapa, México, 300 p.

———. 1998. “Los propietarios de los talleres en laCiudad de México. ¿Un grupo de poder amediados del siglo XIX?”, Memorias delColoquio Grupos de poder en México, sigloXIX, UAM-Iztapalapa/UV, Xalapa.

Pietschmann, Horst. 1991. “Consideraciones entorno al protoliberalismo, reformas borbónicasy revolución. La Nueva España en el último ter-cio del siglo XVIII”, Historia Mexicana, 162,vol. XLI, núm. 2 (jun-jul), pp. 167-205, Colegiode México, México.

———. 1996. Las reformas borbónicas, y el sistema deintendencias en la Nueva España, Un estudio polí-tico administrativo. Trad. del alemán de RolfRoland Meyer Mistela, FCE, México, 322 p.

———. 1998. “Las élites políticas de México en laépoca de la emancipación, 1770-1830”, LuisJáuregui y José Antonio Serrano Ortega(coords.), Historia y nación. Diplomacia en elsiglo XIX, Centro de Estudios Históricos, ElColegio de México, México, pp. 45-63.

———. 2000. México zwischen Reform undRevolution, Vom Bournoschen Zeitalter, zurunabhängigkeit, Franz Steniner Verlag,Stuttgat, pp. 43-169.

Plana, Manuel. 1993. El reino del algodón enMéxico. La estructura agraria de La Laguna(1855-1910). Ayuntamiento de Torreón/CONA-CULTA/Cuesta de La Fortuna, México, 275 p.

474

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 474

Page 475: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Platt Desmond, Christopher Martin. 1992. “FinanzasBritánicas en México (1821-1867)”, AliciaHernández Chávez y Manuel Miño Grijalva(coords.), La economía mexicana: siglos XIX yXX, serie: Lecturas de Historia Mexicana 4, ElColegio de México, México, pp. 1-35.

Potash, Robert A. 1986. El Banco de Avío deMéxico. El fomento de la industria 1821-1846.Trad. de José R. Rodríguez y Graciela Salazar,Serie de Economía, FCE, México, 294 p.

———. 1992. “La fundación del Banco de Avío”,Alicia Hernández Chávez y Manuel MiñoGrijalva (coords.), La economía mexicana:siglos XIX y XX, serie: Lecturas de HistoriaMexicana 4, El Colegio de México, México, pp.37-54.

Powell Thomas, G. 1974. El liberalismo y el campe-sinado en el centro de México (1850-1876).Trad. de Roberto Gómez Ciriza, col. Sep-setentas, núm. 122, México, 190 p.

Poyet, C. F. 1962. Monografía de Xalapa, 1863.Pról. de Leonardo Pasquel, col. SumaVeracruzana, Serie Viajeros, Citlaltépetl,México, 40 p.

Prieto, Guillermo. 1965. Una Excursión a Xalapa en1875. Cartas al Nigromante. Pról. de LeonardoPasquel, col. Suma Veracruzana, SerieViajeros, Citlaltépetl, México, 360 p.

———. 1984. Un viaje de Veracruz en el invierno de1843. Col. Rescate, Centro de InvestigacionesLingüístico-Literarias, UV, Xalapa.

475

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 475

Page 476: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Rabotnikof, Nora. 1997. “El espacio público, carac-terizaciones teóricas y expectativas políticas”,Fernando Quezada (coord.), Filosofía política I.Ideas políticas y movimientos sociales,Trotta/Consejo Superior de InvestigaciónCientífica, Madrid, pp. 135-151.

Rees, Peter. 1976. Transportes y comercio entreMéxico y Veracruz, 1519-1910. Trad. de AnaElena Lara Zúñiga, col. Sepsetentas, núm. 304,SEP, México, 192 p.

Reina, Leticia. 1980. Las rebeliones campesinas enMéxico 1819-1906. Col. América Nuestra, núm.26, Siglo XXI Eds., México, 437 p.

Rendón, Armando. 1984. Élite y jerarquía del poder.UAM-Iztapalapa/ División de Ciencias Socialesy Humanidades/Departamento de Sociología,Área de Ciencia Política, México, 190 p.

Rendón, Luis G. 1942. “Introducción del agua pota-ble a la ciudad de Xalapa-Veracruz durante elgobierno constitucional del C. licenciado JorgeCerdán” (mimeo), Xalapa, Ver., 41 p.

Reyes Heroles, Jesús. 1985. El liberalismo mexicanoen pocas páginas. Selec. de textos de AdolfoCastañón y Otto Granados, col. LecturasMexicanas 100, FCE/SEP Cultura, México 480 p.

Rex, John. 1977. Problemas fundamentales de la teoríasociológica. Serie Biblioteca de Sociología,Amorrourtu Editores, Buenos Aires, 231 p.

Rezéndiz, José. 1989. “La propiedad del agua y de latierra en Nuevo León (1855-1870)”, AlejandraQuintanilla G. y Abel Juárez (coords.), Loslugares y los tiempos. Ensayos sobre las estruc-

476

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 476

Page 477: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

turas regionales del siglo XIX, col. Desarrollo,Nuestro Tiempo, México, pp. 140-160.

Riguzzi, Paolo. 1999. “Mercados, regiones y capitalesen los ferrocarriles de propiedad Mexicana, 1870-1908”, Sandra Kuntz y Priscila Connolly (coords.),Ferrocarriles y obras públicas, col. Lecturas deHistoria Económica Mexicana, Instituto Mora/ElColegio de Michoacán/El Colegio deMéxico/Instituto de Investigaciones Históricas dela UNAM/CONACyT, México, pp. 39-70.

Rivas Hernández, José Ignacio. 1983. Las miliciasprovinciales en las villas de Xalapa y Córdoba(1760-1808).Tesis de maestría en Historia, UV,Xalapa, 126 p.

Rivera Cambas, Manuel. 1869. Historia antigua ymoderna de Xalapa y de las revoluciones delestado de Veracruz. V tomos, Imprenta J.Cumplido, México.

Rivera Carbó, Eulalia. 1999. “Traza, ocupación delespacio y segregación, la morfología urbana deOrizaba en el siglo XIX”, Carlos Contreras Cruzy Claudia Patricia Pardo Hernández (coords.),De Veracruz a Puebla. Un itinerario históricoentre la Colonia y el Porfiriato, Instituto deInvestigaciones José María Luis Mora, México,pp. 22-30.

———. 2002. Herencia colonial y modernidad bur-guesa en un espacio urbano: el caso de Orizabaen el siglo XIX, col. Historia urbana y regional,Instituto José María Luis Mora, México, 342 p.

Rodríguez Kuri, Ariel. 1996. La experiencia olvi-dada, el ayuntamiento de México: Política y

477

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 477

Page 478: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Gobierno 1876-1912. UAM-Azcapotzalco yCentro de Estudios Históricos de El Colegio deMéxico, México, 301 p.

Rodríguez Lascano, Catalina y Beatriz Sharrer Tam.1990. “La agricultura en el siglo XIX”, TeresaRojas (coord.), La agricultura en tierras mexi-canas desde sus orígenes hasta nuestros días,Grijalbo/CONACULTA, serie Los Noventas,México, pp. 217-254.

Roemer, Andrés. 2000. Derecho y Economía.Políticas públicas del agua. Pról. de TheodorePanayotou, Centro de Investigación y DocenciaEconómicas, México, 308 p.

Rojas, Beatriz. 1998. Las instituciones de gobierno yla élite local: Aguascalientes del siglo XVIIhasta la Independencia. Col. Investigaciones,El Colegio de Michoacán e Instituto deInvestigaciones José María Luis Mora, Zamora,Michoacán, 339 p.

Rojas Rabiela, Teresa. 1991. “La agricultura en laépoca prehispánica”, Teresa Rojas (coord.), Laagricultura en tierras mexicanas desde sus orí-genes hasta nuestros días, serie Los Noventa,Grijalbo/CONACULTA, México, pp. 15-138.

Romero Frizzi, María de los Ángeles. 1990. “La agricul-tura en la época colonial”, Teresa Rojas (coord.),La agricultura en tierras mexicanas desde sus orí-genes hasta nuestros días, Serie Los Noventas,Grijalbo/CONACULTA, México, pp. 139-217.

Romero, José Luis. 1976. Latinoamérica: las ciuda-des y las ideas. Pról. de Luis Alberto Romero,serie Historia, Siglo XXI Eds., México, 398 p.

478

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 478

Page 479: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Rosen Jelomer, Boris. 1993. Crónicas de viajes 2.Obras completas. Guillermo Prieto. CONA-CULTA, México, 412 p.

Rozat Dupeyron, Guy. 1996. “Modelos para con-sumo del pan en Xalapa a fines de la Colonia”,Carmen Blázquez Domínguez, Carlos ContrerasCruz y Sonia Pérez Toledo (coords.), Poblacióny estructura urbana en México, siglos XVIII yXIX, Instituto Mora/UV/UAM-Iztapalapa,México, pp.199-212.

Ruxton, George y Frederick Augustus. 1985.Aventuras en México, 1820-1848. Trad. de RaúlTrejo, 2a. ed., Editorial El Caballito, 245 p.

Sabato, Hilda (coord.). 1999. Ciudadanía política yformación de las naciones, perspectivas históri-cas de América Latina. Sección Obras deHistoria, Serie Estudios, El Colegio deMéxico/Fideicomiso Historia de las Amé-ricas/FCE, México, 449 p.

Salinas Sandoval, María del Carmen. 1996. Políticay sociedad en los municipios del Estado deMéxico (1825-1880). El Colegio Mexiquense,A.C., Toluca, 340 p.

———. 2001. Los municipios en la formación delEstado de México 1824-1846. El ColegioMexiquense, A.C., Toluca, 261 p.

Sánchez Gómez, Rosa Catalina. 1979. El Encero:historia de una hacienda xalapeña. Tesis delicenciatura, Facultad de Historia, UV, Xalapa,84 p.

Sánchez Rodríguez, Martín, 2002. “Paraísos terrena-les. El riego en los pueblos huerteros michoaca-

479

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 479

Page 480: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

nos”, Martín Sánchez Rodríguez (coord.), Entrecampos de esmeralda, El Colegio deMichoacán/Gobierno del Estado de Michoacán,Zamora, pp. 77-102.

Semo, Enrique. 1990. Historia del capitalismo. Losorígenes 1521-1763. 14ª reimpr., col. Pro-blemas de México, Era, México, 281 p.

_____. 1988. “Hacendados campesinos y rancheros”,Enrique Semo (coord. del tomo II), Historia dela cuestión agraria mexicana. La tierra y elpoder 1810-1910, tomo II, CEHAM, Siglo XXIEds., México, pp. 86-165.

Semo, Enrique (coord.). 1988. El Siglo de la Hacienda.Carlota Botey y Everardo Escárcega (coord. gene-ral), Historia de la cuestión agraria mexicana, t. I,Siglo XXI Eds./CEHAM, México, 252 p.

———. 1988. La tierra y el poder 1810-1910.Carlota Botey y Everardo Escárcega (coords.),Historia de la cuestión agraria mexicana, t. I,Siglo XXI Eds./CEHAM, México, 354 pp.

Serrano Ortega, José Antonio. 1998. “Reformamunicipal y elecciones en Guanajuato, 1820-1836”, Luis Jáuregui y José Antonio SerranoOrtega (eds.), Historia y nación. Diplomacia enel siglo XIX, Centro de Estudios Históricos, ElColegio de México, México, pp. 85-101.

———. 2001. Jerarquía territorial y transición polí-tica. El Colegio de Michoacán/Instituto Mora,México, 356 p.

———. 2003. “Federalismo y anarquía, municipalismoy autonomía: Guanajuato, 1820-1826”, JosefinaZoraida Vázquez (coord.), El establecimiento del

480

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 480

Page 481: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

federalismo en México: 1821-1827, El Colegio deMéxico, México, pp. 263-288.

Schoonaver, Thomas. 1992. “El algodón mexicano yla guerra civil norteamericana”, Alicia Her-nández Chávez y Manuel Miño Grijalva(coords.), La economía mexicana: siglos XIX yXX, col. Lecturas de Historia Mexicana (4), ElColegio de México, México, pp. 86-109.

Sharrer Tamm, Beatriz. 1997. Azúcar y trabajo.Tecnología de los siglos XVII y XVIII en el actualestado de Morelos. CIESAS/Instituto de Culturade Morelos, Porrúa, México, 214 p.

Silva Riquer, Jorge y Jesús López Martínez(coords.). 1998. Mercado interno en México.Siglos XVIII y XIX. Instituto Mora/El Colegio deMichoacán/El Colegio de México/Instituto deInvestigaciones Históricas-UNAM, México.

Skerritt Gardner, David. 1993. Rancheros sobre tie-rra fértil. Col. Biblioteca, UV, Xalapa, 186 p.

———. 1995. Colonos franceses y modernización enel Golfo de México. Col. Historias Veracru-zanas, núm. 8, UV, Xalapa, 229 p.

Smith, Carol A. 1991. “Sistemas económicos regio-nales: modelos geográficos y problemas socioe-conómicos combinados”, Pedro Pérez Herrero(comp.), Región e historia en México (1750-1850), col. Antologías Universitarias, Institutode Investigaciones José María Luis Mora/UAM,México, pp.37-98.

Souto Mantecón, Matilde. 2001. Mar abierto. Lapolítica y el comercio del Consulado deVeracruz en el ocaso del sistema imperial.

481

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 481

Page 482: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Centro de Estudios Históricos del Colegio deMéxico/Instituto de Investigaciones José MaríaLuis Mora, México, 326 p.

———. 2003. “La villa de Jalapa de las Ferias:Comercio y Población (1789-1807)”, JorgeSilva Riquer (coord.), Los mercaderes regiona-les en México, siglos XVII y XX, CONACULTA/Instituto Mora, México, 239 p.

Suárez Arguello, Clara Elena. 1997. Camino Real yCarrera Larga. La Arriería en la NuevaEspaña durante el siglo XVIII. CIESAS/Edicionesde la Casa Chata, México, 350 p.

Suárez Cortez, Blanca Estela. 1998. “Poder oligárquicoy usos del agua: Querétaro en el siglo XIX 1838-1880”, Blanca Estela Suárez Cortez (coord.),Historia de los usos del agua, oligarquías, empre-sas y ayuntamientos (1840-1940), ComisiónNacional del Agua/CIESAS-IMTA/Biblioteca delagua, México, pp. 21-103.

Talavera Ibarra, Ulises Oziel. 1997. Entre la escasezy el desperdicio: el agua de la Ciudad deMéxico. 1821-1880. Tesis de licenciatura,Facultad de Historia/UAM-Iztapalapa, México.

Tenenbaum, Bárbara A. 1985. México en la épocade los agiotistas, 1821-1857. Trad. de MercedesPizarro, FCE, México, 235 p.

Teixidor, Felipe (coord.). 1976. Diccionario Porrúade Historia, Biografía y Geografía de México.T. I y II y suplemento, Porrúa, México, 2771 p.

Tella, Torcuato Di. 1994. Política nacional y popu-lar en México, 1820-1847. Sección Obras deHistoria, FCE, México, 330 p.

482

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 482

Page 483: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Thomson Guy, P. C. 1989. “Puebla de Los Angeles.Industry and society in a mexican city, 1700-1850”, Dellplain Latin American Studies, núm.25, Westview Press Inc., San Francisco, 396 p.

———. 1989. “Popular Aspects of Liberalism inMéxico, 1848-1888”, Bulletin of LatinAmerican Research. Vol. 10, núm. 3, Warwick,UK, pp. 265-292.

———. 1999. “Continuidad y cambio en la industriamanufacturera”, Aurora Gómez-Galvarriato(coord.), La industria textil en México, InstitutoMora/El Colegio de Michoacán/El Colegio deMéxico/Instituto, de Investigaciones Históricas-UNAM y CONACyT, México, pp. 53-113.

Tortolero Villaseñor, Alejandro. (coord.). 1996.Tierra, agua y bosques: historia y medio am-biente en el México Central, CEMCA/ Institutode Investigaciones Históricas José María LuisMora/Potrerillos Editores S. A. de C. V y U deG., México, 441 p.

———. 1994. “Espacio, población y tecnología: Lamodernización en las haciendas de Chalcodurante el siglo XIX”, Historia Mexicana, vol.XLIII, núm. 4 (172), pp. 601-631, El Colegio deMéxico, México.

———. 1993. “Haciendas, pueblo y gobierno porfi-rista: Los conflictos por el agua en la región deChalco”, Alejandro Tortolero (coord.), Entrelagos y volcanes. Chalco, Amecameca. Pasadoy presente, vol. I, El Colegio Mexiquense,UAM-Iztapalapa, México, pp. 337-364.

483

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 483

Page 484: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

———. 2000. El agua y su historia. México y susdesafíos hacia el siglo XXI. Siglo XXI Eds.,México, 167 p.

Toledo Ocampo, Alejandro, Esteban Barragán Lópezy Juan Ortiz Escamilla (coords.). 2004.“Sustentabilidad patrimonial en la cuenca delrío Tepalcatepec”, Proyecto, El Colegio deMichoacán, Centro de Estudios Rurales,Michoacán, 23 p.

Trens, Manuel Bartolomé. 1950. Historia deVeracruz . Tomos IV y V, La Impresora,México.

Trujillo Bolio, Mario. 1997. Operarios fabriles en elValle de México, 1864-1884. Espacio, trabajoprotesta y cultura obrera. Centro de EstudiosHistóricos de El Colegio de México/CIESAS,México, 385 p.

Tutino, John. 1990. De la insurrección a la revolu-ción en México. Las bases sociales de la violen-cia agraria 1750-1940. Trad. de Julio Colón,col. Problemas de México, ERA, México, 372 p.

———. “Las relaciones sociales en las haciendas deMéxico: la región de Chalco en la época de laindependencia”. Trad. de Rosa María Núñez,Manuel Míño Grijalva (comp.), Haciendas,pueblos y comunidades, los valles de México yToluca entre 1530-1916, col. Regiones, CONA-CULTA, México, pp.187-229.

Urías Hermosillo, Margarita. 1978. “ManuelEscandón: de las diligencias al Ferrocarril,1833-1862”, Ciro Cardoso (coord. y present.),Formación y desarrollo de la burguesía en

484

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 484

Page 485: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

México, siglo XIX, Siglo XXI Eds., México, pp.25-56.

Urquiola, José Ignacio (coord. del t. II), AlejandraMedina, Héctor Samperio Gutiérrez et al. 1989.Historia de la cuestión agraria mexicana:estado de Querétaro. T. II, Siglo XIX (1765-1910) (2 vols), coedición Juan Pablos/Gobiernodel Estado de Querétaro/UAQ/Centro deEstudios Históricos del Agrarismo en México,México.

———. 1992. Crisis del orden colonial. Estructuraagraria y rebeliones populares de la NuevaEspaña. 1750-1821. Trad. de Adriana San-doval, col. Raíces y Razones, Alianza Editorial,México, 515 p.

Vázquez, Josefina Zoraida. 1989. “Iglesia, ejército ycentralismo”, Historia Mexicana. Vol. XXXIX,núm. 1 (jul-sep), pp. 205-232, El Colegio deMéxico, México.

———. 1993. “Un viejo tema: el federalismo y elcentralismo”, Historia Mexicana. Vol, XLII,(ene-mar), núm. 3, pp. 621-631, El Colegio deMéxico, México.

———. 1996. “El federalismo mexicano, 1823-1847”, Marcelo Carmagnani (coord.),Federalismos latinoamericanos, México, Brasil,Argentina, col. Fideicomiso Historia de lasAméricas, Serie Estudios, FCE/Colegio deMéxico, México, pp. 15-50.

———. 2003. “El establecimiento del federalismo enMéxico, 1812-1827”, Josefina Z. Vázquez(coord.), El establecimiento del federalismo en

485

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 485

Page 486: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

México: 1821-1827, El Colegio de México,México, pp. 19-38.

Velasco Toro, José. 1993. Política y legislaciónagraria en México, De la desamortización civila la reforma campesina. Col. Estudios jurídicosy políticos, UV, Xalapa, 184 p.

Vilar, Pierre. 1995. Pensar la historia. Trad. y notasde Norma de los Ríos, Cuadernos Secuencia,Instituto de Investigaciones José María LuisMora, México, 123 p.

Walker, David W. 1991. Parentesco, negocios ypolítica. La familia Martínez del Río en México,1823-1867. Trad. de Manuel Arboli, col. Raícesy Razones, Alianza Editorial, México, 330 p.

Wallerstein, Immanuel. 1986. Economía mundo. 3vols, Siglo XXI Eds., México, 1237 p.

Warren, Richard. 1996. “Desafío y trastorno en elgobierno municipal: el ayuntamiento de Méxicoy la dinámica política nacional 1821-1855”,Carlos Illades y Ariel Rodríguez Kuri (comps.),Ciudad de México: instituciones, actores socia-les y conflicto político 1774-1931, El Colegiode Michoacán/UAM-Iztapalapa y Azcapotzalco,Zamora, Michoacán, pp. 117-130.

Weber, Max. 1996. Economía y sociedad. Trad. ynotas de José Medina Echavarría et al., y prol.de Johannes Winckelmann, FCE, México,1237 p.

Whiteford, Scott. 1994. “Resistencia y acción colec-tiva”, María del Carmen Viqueira Landa yLydia Torre Medina Mora (coords.), Sistemashidráulicos, modernización de la agricultura y

486

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 486

Page 487: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

migración, El Colegio Mexiquense/UniversidadIberoamericana, México, pp.189-216.

Wobeser, Gisela von. 1983. “El uso del agua en laregión de Cuernavaca y Cuautla durante laépoca colonial”, Historia Mexicana. Vol.XXXII, núm. 150 (oct-dic), pp. 467-495, ElColegio de México, México.

———. 1989. “Mecanismos crediticios en la NuevaEspaña. El uso del censo consignativo”,Mexican Studies/Estudios Mexicanos. Vol. 1,núm. 5 (winter), pp. 1-24, Regents of theUniversity of California/UNAM, Irvine.

———. 1993. “El agua como factor de conflicto en elagro novohispano 1650-1821”, Estudios deHistoria Novohispana, núm. 13, Centro de EstudiosHistóricos de la UAM, México, pp. 135-146.

Wrigley, Edward Antony. 1992. Gente, ciudades yriqueza, la transformación de la sociedad tradi-cional. Trad. Enrique Gavilán, Serie Historiadel mundo moderno, Crítica, Barcelona, 476 p.

Zepeda Patterson, Jorge. 1992. Gente, ciudades yriqueza, la transformación de la sociedad tradi-cional. Trad. Enrique Gavilán, serie Historia delmundo moderno, Crítica, Barcelona, 476 p.

Zola, Manuel G. 1987. La vegetación de Xalapa,Veracruz. Instituto Nacional sobre recursosBióticos, Xalapa, 155 p.

Zuleta, María Cecilia. 2003. “Raíces y razones delfederalismo peninsular, 1821-1825”, JosefinaZoraida Vázquez (coord.), El establecimientodel federalismo en México: 1821-1827, ElColegio de México, México, pp. 155-188.

487

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 487

Page 488: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 488

Page 489: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Apéndice

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 489

Page 490: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 490

Page 491: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Actividades y oficios de la población xalapeña

(padrón de Xalapa 1791) Vicente Nieto

Núm. Oficios Núm. Oficio Núm. Oficio

16 Sacerdote 1 Bordador 1 Alcalde mayor

1 Juez eclesiástico 1 Tejedores 1 Alguacil mayor

1 Sacristán 1 Campanero 1 Teniente alguacil

5 Mercader 1 Tonelero 1 Comisario de la acordada

35 Comerciantes 1 Sombrerero 2 Administrador de rentas

11 Literero 2 Dulcero 2 Empleado en Rentas Reales

47 Arriero 2 Bizcochero 1 Empleado de la Real Hacienda

2 Carreteros 2 Confitero 1 Empleado en aduanas

1 Maestro de Postas 7 Cocinero 2 Guarda de aduanas

5 Cargadores 6 Viandante 1 Dependiente de aduanas

2 Enfardador 1 Baldador 1 Guarda de resguardo

11 Tratante 1 Tasajero 1 Guarda del tabaco

3 Corredor 17 Tocinero 1 Empleado del estanco tabaco

24 Tendero 1 Sangrador 1 Administración de correo

14 Cajero 14 Vinatero 1 Oficial mayor de correo

12 Dependiente 2 Cirujanos 1 Regimiento de dragones

2 Pulpero 1 Ayudante de Cirujano 1 Teniente de milicias

2 Regatón (mercado) 3 Licenciados y presbíteros 4 Subteniente de milicias

25 Locero 1 Guitarrero 1 Ayudante de milicias

2 Ollero 1 Maestro pintor 1 Cabo de milicia

7 Barbero 2 Músicos 1 Sargento de milicia

2 Viajero 4 Cohetero 1 Comandante

2 Vagantes 1 Capitán de navío 1 Tambor de milicias

8 Albañiles 1 Veleros 23 Milicias (entre ellos:

3 zapateros, 2 sastres

y 1 platero)

1 Tejero 1 Maestro de escuela 25 Colegiales

2 Notario 2 Escribanos o Escribiente 1 Operarios de minas

2 Boticario 1 Oficial de botica

7 Talabarteros 43 Zapateros 6 Aprendiz de zapatero

2 Curtidor 1 Gamusero

2 Maestro platero 9 Plateros 6 Aprendiz de platero

2 Maestro herrador 15 Herradores 4 Aprendiz de herrador

2 Maestro sastre 39 Sastres 10 Aprendiz de sastre

2 Maestro panadero 15 Panadero 4 Aprendiz (de los que prometen)

1 Maestro herrero 25 Herreros 7 Aprendiz de herrero

1 Maestro carpintero 45 Carpintero 18 Aprendiz de carpintero

1 Tornero 1 Tallista

4 Hacendero o Hacendado 11 Jornalero 221 Labrador

4 Hortelano 2 Vaqueros 3 Depositados

9 Criados 50 Sirviente 14 Mozos (73)

77 Criadas 6 Sirvientas 4 Mozas (87)

TOTAL 150

Nota: Incluye las actividades de los pobladores de Las Vigas, El Encero, Banderilla, y las rancherías deEl Castillo, El Tejar y Las Ánimas.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 491

Page 492: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Distribución de los cargos y comisiones en el ayuntamientocontinúa

Año Nombre Cargo Comisión del año de referencia o anteriores

1838 José Julián Gutiérrez Fernández Alcalde 1°José Lorenzo Elías Regidor Alcalde 4° (1835)Félix Quiroz V. Regidor Protector de hospitales y juez del mercado

de carnesFernández de Agudo Francisco RegidorBernardo Sayago Regidor Junta de Caridad (alcalde 1°, 1837), obrero

mayor (1836)Juan José Cubas Regidor decano Protector de Escuelas, Rifas (durante 1838)José María Pérez Síndico Junta de CaridadJosé María Ochoa Síndico 2º Junta de Caridad (alcalde 1° en 1835)Juan Franco Tesorero

1839 Antonio María Prianni Alcalde 1° Alcalde 4° en 1834José Francisco Villa Regidor decano Juez de teatro, jefe del 8° CuartelMiguel Molina Regidor 4° Mercado y Cárceles, jefe del 1° CuartelTadeo Díaz Regidor 5° Obrero mayor y policía, jefe del 3° CuartelFrancisco Peña Regidor 6° Inspector de hospitalesPascual Caballero Regidor 8°Anastacio Arizmendi Regidor 9° Regidor 9°, alumbrado y diputado de fiestas,

jefe del 6° CuartelJuan Franco Síndico Junta Inspectora de hospitales y tesorero

1840 Pascual Campomanes Alcalde 1° Regidor 2° (1835)Francisco Peña Alcalde 2° VacunaTadeo Díaz Regidor decano Cobro del “Paseo Nuevo”José Antonio Agrazar Regidor 2° Fiel Contraste, Protector de EscuelasCristóbal Sedano Regidor 4° Inspector de hospitales, alojamiento y

embargosJuan Castro Regidor 6°Cayetano Jiménez (dueño de una pulpería) Regidor 7° VacunaFrancisco Fernández de Agudo Síndico Vacuna y Junta de Caridad (Alcalde 2°,

1832)1841 Francisco Fernández de Agudo Alcalde 1°

José María Rivera Alcalde 2°Félix Antonio Lúcido (carpintero) Alcalde 1° Interino, Protector de Escuelas de Rifas y

vacunasLorenzo José Elías Regidor 1°Félix Antonio Lúcido Regidor 5°José María Ruiz Regidor 6° Plaza de mercado, jefe del 3° CuartelRamón Álvarez Regidor 7°Juan Castro Regidor decanoJuan Franco Síndico Alcalde 3° en 1834

1842 José María Grajales Espino Alcalde 1°Félix Antonio Lúcido Alcalde 1° (Interino)José María Ruiz Regidor 4° Protector de CárcelesManuel María Rosas Regidor 5° Obrero mayor, jefe del 1° CuartelJosé Manuel Camargo Regidor 6° Jefe del 4° CuartelJosé María Aparicio Regidor 7° Publicación de bandos, jefe del 2° CuartelJosé Antonio Martínez Síndico Juez de teatroFranco Juan Tesorero Cargo que sostuvo en 1848 y 1850

1843 José María Grajales Espino Alcalde1°Antonio María Prianni Alcalde 1°Francisco Peña Alcalde 2Juan Cuevas Regidor 2°José Sánchez Ruiz Regidor 3Miguel Molina Regidor 4°

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 492

Page 493: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Año Nombre Cargo Comisión del año de referencia o anteriores

Manuel Perdomo Regidor 5°Bernardino Molina Regidor 7°Vicente Camacho Síndico

1844 Francisco Peña Alcalde 1° Presidente de la Junta de CaridadJosé María Rivera Alcalde 2Juan Castro Regidor 4° Obrero mayor, juez de PolicíaSalvador Rendón Regidor 5° Protector de Escuela y deAlumbradoJoaquín Guevara (escribiente) Regidor 6°Faustino Molina Regidor 7° Hospitales, plaza del mercadoMiguel Molina Regidor decano Publicación de Bandos y EmbargosJosé María Mata Rifas y VacunasFrancisco Rosas Síndico

1845 José María Grajales Espino Alcalde 1° Por ley nacionalPablo Lúcido (carpintero) Alcalde 2° 12 de junio de 1844José Ignacio Rivadeneyra Regidor 5°Anastacio Arizmendi Regidor 6°

1846 Antonio María Prianni Alcalde 1° (Electo) por mayoría de votosFrancisco Peña Alcalde 2°Mariano Domínguez Regidor Regidor 4° en 1828Luis Rodríguez RegidorManuel Rosas RegidorManuel García Teruel (hacendado) Regidor 4°Juan Devicentis Regidor 5°Macario Ahumada Regidor 6°Bernardino Molina Regidor 7°José Ruiz Sánchez Regidor 8°Tadeo Díaz Síndico

1847 José María Ruiz Alcalde 1 Juez de hospitalesBernardo Sayago Alcalde 1°Miguel Palacios Alcalde 2°Juan Perfecto Caraza (hacendado) Regidor 2° Rifas, jefe de 3° CuartelJosé Ruiz Sánchez Regidor 3° Inspector de policía y obrero mayorJuan Devicentis Regidor 4° Alumbrado, jefe de 2° CuartelMacario Ahumada Regidor decano 1° Vacuna y Cárceles, policía de SalubridadJosé María Rodríguez Roa Síndico 1°

1848 Felix Lúcido Regidor 6° Alumbrado y Escuela, jefe de 4° Cuartel,regidor en 1828, síndico 3° en 1837

Mora y Daza Diputado de Fiestas y jefe del 4° CuartelJosé Antonio Herrera Regidor 1° Inspector de hospitales (mayo), Fiel con-

traste Instrucción pública, Bandos y RifasJosé Ignacio Echeagaray Regidor 2° Inspector de Cárceles, jefe del 1° CuartelNicolás Pastoresa Regidor 4° Inspector de mercados, Fiel contrasteCayetano Jiménez Regidor 5° Plaza y cárcelesLeonardo Pérez Regidor 7° Obrero mayor (69 f.93) Bandos y Vacunas,

jefe 2° cuartelAntonio María Soler Regidor 8° Inspector de hospitalesMacario Ahumada Regidor decano Hospitales y CárcelesAlonso Guido de Guido Síndico Revisión de cuentasJosé María Roa Síndico 5 de abril de 1848

FUENTE: AHMX, Actas de Cabildo, de 1838 a 1850, ff.1, 3, 4.

concluye

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 493

Page 494: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Gob

erna

dore

s y

capi

tale

s de

l est

ado

de V

erac

ruz

a pa

rtir

de

la R

epúb

lica

cont

inúa

Per

iodo

Res

iden

cia

Car

ácte

r G

ober

nado

r y

vice

gob

erna

dor

Luga

r de

nac

imie

nto

Obs

erva

ción

de p

oder

esfa

ctor

eso

teni

ente

y

ocup

ació

n

Ene

ro 1

824

Xal

apa

Prov

isio

nal

y C

onst

ituci

onal

.M

igue

l Bar

ragá

nSa

n L

uis

Poto

sí. M

ilita

r,

Apo

yó a

San

ta A

nna

Man

uel R

incó

n Pe

rote

. Mili

tar

1829

Xal

apa

Am

bos

inte

rino

s Pe

dro

José

de

Ech

ever

ría

José

Ign

acio

Ibe

rri

Ene

ro 1

829

Ver

acru

zC

onst

ituci

onal

Ant

onio

Lóp

ez d

e Sa

nta

Ann

aX

alap

a. C

omer

cian

te, m

ilita

rM

ayo

1829

Por

voto

pop

ular

Seba

stiá

n C

amac

hoV

erac

ruz.

Com

erci

ante

y a

boga

doco

mie

nzan

las

disc

usio

nes

Man

uel M

aría

Pér

ezX

alap

a. A

boga

doso

bre

el lu

gar

de p

oder

,qu

iere

n qu

e se

a en

Ori

zaba

Dic

iem

bre

1833

Ver

acru

zSe

dis

cute

y a

prue

ba p

asar

A

nton

io J

uille

Mor

eno

Ver

acru

z. C

omer

cian

teA

poya

do p

or S

anta

Ann

a18

35X

alap

aa

Xal

apa,

1835

José

Joa

quín

Pes

ado

Ori

zaba

. Com

erci

ante

Joaq

uín

Fer

nánd

ezPo

rteñ

o. C

omer

cian

te

1836

Ver

acru

zE

l pre

side

nte

recl

ama

los

dere

chos

Jo

aquí

n M

uñoz

y M

uñoz

del p

uert

o so

bre

los

pode

res,

so

pre

text

o de

sal

ud y

seg

urid

ad

pasa

ron

a X

alap

aA

bril-

juni

o

1837

Xal

apa

Con

serv

ador

. Por

la g

uerr

a Jo

aquí

n M

uñoz

y M

uñoz

de lo

s Pa

stel

es, p

asó

a X

alap

aJu

nio-

octu

bre

183

9X

alap

aIn

teri

noJu

an F

ranc

isco

Bár

cena

E

nero

184

0X

alap

ano

viem

bre

1840

Ver

acru

zSo

licita

n su

pas

o al

Pue

rto

y po

r a

poyo

de

Sant

a A

nna

regr

esan

O

ctub

re 1

839

-V

erac

ruz

Gob

erna

dor

del D

epar

tam

ento

Ant

onio

Mar

ía S

alon

ioPo

rteñ

o. C

omer

cian

te y

abo

gado

A

poyó

a S

anta

Ann

a y

a se

piem

bre

1841

Bus

tam

ante

1843

Ver

acru

zIn

teri

no y

com

anda

nte

mili

tar.

B

enito

Qui

jano

Port

eño.

Mili

tar

So

licita

n qu

e pa

sen

a X

alap

a o

a Pa

so d

e O

veja

s. N

o se

cum

plió

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 494

Page 495: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Per

iodo

Res

iden

cia

Car

ácte

r G

ober

nado

r y

vice

gob

erna

dor

Luga

r de

nac

imie

nto

Obs

erva

ción

de p

oder

esfa

ctor

eso

teni

ente

y

ocup

ació

n

Mar

zo 1

847

Hua

tusc

oL

a in

segu

rida

d an

te la

gue

rra

de

Juan

Sot

o R

amos

Port

eño.

Mili

tar

Mis

antla

inte

rven

ción

Am

eric

ana,

eC

oate

pec

impo

sibi

lidad

de

reun

ión

de lo

s di

puta

dos.

Pa

só p

or L

os T

uxtla

s Ju

lio 1

848

Xal

apa

Mig

uel P

alac

ios

Zac

atec

as. L

iber

al p

olíti

co18

50-1

853

José

Arr

illag

aA

poya

do p

or C

omon

fort

1853

Ver

acru

zJo

sé E

mpa

rán

Port

eño.

Com

erci

ante

18

57V

erac

ruz

Man

uel G

utié

rrez

Zam

ora

1858

Xal

apa

Con

serv

ador

com

anda

nte

Car

los

Oro

noz

Xal

apa

Con

serv

ador

com

anda

nte

Man

uel R

oble

s Pe

zuel

a D

icie

mbr

e 18

61X

alap

aPo

r po

sibl

e gu

erra

de

inva

sión

fra

nces

aIg

naci

o de

la L

lave

Ori

zaba

Hac

enda

do y

com

erci

ante

Ago

sto

1861

Fern

ando

de

Jesú

s C

oron

aE

nero

186

2X

alap

aSe

dec

laró

est

ado

de s

itio

a V

erac

ruz

Igna

cio

Raf

ael A

lato

rre

Sono

rens

eM

arzo

186

3Jo

sé J

uan

Lan

dero

Port

eño.

Mili

tar

y co

mer

cian

te

Nov

iem

bre

186

3T

laco

lula

nPo

rque

las

trop

as e

n su

cam

ino

a M

éxic

o pu

sier

on e

n es

tado

de

sitio

a X

alap

aN

ovie

mbr

e 1

863

Mis

antla

Pero

la a

com

etid

a de

los

fran

cese

sFr

anci

sco

Her

nánd

ez y

Her

nánd

ezpr

omov

ió e

n ca

mbi

o de

res

iden

cia

por

cons

ider

ar q

ue e

stab

a m

ejor

arm

ada

fue

una

fala

cia

Febr

ero

1864

Cos

amal

oapa

nM

ient

ras

las

trop

as e

xtra

njer

as

Gen

eral

Jef

e po

lític

o m

ilita

rV

erac

ruz

deso

cupa

ban

la c

iuda

d ca

pita

lA

leja

ndro

Gar

cía

May

o 18

65T

laco

talp

anD

ada

la s

ituac

ión

bélic

a, p

orqu

e ad

emás

ha

bía

múl

tiple

s su

blev

acio

nes

en M

isan

tla,

Nau

tla y

Tla

paco

yan

Oct

ubre

186

5T

laco

lula

nPa

ra p

oner

los a

salv

o de

los i

nsub

ordi

nado

sIg

naci

o R

afae

l Ala

torr

eJu

lio 1

867

Xal

apa

Se p

rohi

bía

que

los p

oder

es d

e lo

s esta

dos

Fran

cisc

o H

erná

ndez

y H

erná

ndez

Cór

doba

Abo

gado

y p

olíti

coSe

ptie

mbr

e 18

67

se in

stal

aran

en

puer

tos

habi

litad

os,

para

pre

serv

arlo

s. S

e co

nvoc

a a

elec

cion

es

cont

inúa

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 495

Page 496: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Per

iodo

Res

iden

cia

Car

ácte

r G

ober

nado

r y

vice

gob

erna

dor

Luga

r de

nac

imie

nto

Obs

erva

ción

de p

oder

esfa

ctor

eso

teni

ente

y

ocup

ació

n

Nov

iem

bre

1867

V

erac

ruz

Com

o co

man

dant

e A

lato

rre

orde

na

su tr

asla

do s

in ju

stif

icac

ión

May

o 18

71N

ovie

mbr

e 18

71O

riza

baPo

r acu

erdo

s des

pués

de

varia

s disc

usio

nes

Her

nánd

ez y

Hde

z te

rmin

a su

gob

iern

oV

erac

ruz

en la

legi

slat

ura.

En

la c

apac

idad

de

que

Man

uel N

uñez

y G

uerr

aca

pita

l que

dara

en

las

ciud

ades

de

Cór

doba

a O

riza

ba y

de

ahí a

Coa

tepe

c o

regr

esar

a a

Xal

apa.

N

ovie

mbr

e 18

71

Xal

apa

Se c

onvo

có a

ele

ccio

nes

Fran

cisc

o L

ande

ro y

Cos

sM

ayo

1877

Xal

apa

Com

o M

ier

y su

s fu

ncio

nari

os v

ivía

nSu

stitu

ye M

anue

l Vill

egas

Jefe

del

trib

unal

sup

erio

rJu

lio

V

erac

ruz

en V

erac

ruz,

se

tras

ladó

allá

con

los

Lui

s M

ier

y T

erán

pode

res,

era

el P

orfi

riat

o. E

nton

ces,

se

dup

licar

on lo

s po

dere

s en

Xal

apa,

go

bern

ó V

illeg

as e

n au

senc

ia

May

o 18

78O

riza

ba

Por

decr

eto,

la c

iuda

d er

a m

ás im

port

ante

Apo

linar

Cas

tillo

Oax

aque

ño, r

adic

ado

en C

órdo

baD

icie

mbr

e 18

83qu

e X

alap

a, in

clus

ive

él le

dio

impu

lso

Ene

ro 1

884

Ori

zaba

En

su c

ampa

ña p

rom

ovió

el r

egre

so d

e Jo

sé C

orté

s y

Fría

s lo

s po

dere

s a

Xal

apa,

impu

lsad

o po

r E

nríq

uez,

per

o él

no

lo r

ealiz

óSe

ptie

mbr

e 18

84M

arzo

188

5Ju

lio 1

885

Ori

zaba

Impu

lsó

su c

ampa

ña b

ajo

la m

ism

a pr

omes

aJu

an d

e la

Luz

Enr

íque

z, s

ustit

uido

Xal

apa

y en

los

prim

eros

mes

es d

e 18

85 lo

s re

gres

ó,po

r el

lice

ncia

do M

anue

l Jáu

regu

ipe

ro p

ara

darl

e m

ayor

lega

lidad

y

Juan

de

la L

uz E

nríq

uez

dete

rmin

ació

n ab

ando

nó e

l car

go h

asta

qu

e la

legi

slat

ura

acor

dó d

e m

aner

a de

fini

tiva

colo

car

los

pode

res

en X

alap

a

FUE

NT

E: G

obie

rno

del E

stad

o de

Ver

acru

z, 1

986

y D

omín

guez

Pér

ez e

t al.,

200

3.

conc

luye

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 496

Page 497: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Movilidad de la población de Xalapa en ocasiones de Coatepec durante la

Colonia (de 1823 a 1880)

Año Población Descripción y observaciones

Departamento/ Estado Partido/ Cantón Municipio

1823 9 640 + 2943

1825 5 195

1826 13 000

1826 10 628

1832 10 428

1834 11 000

1836 10 628

13 000

1837 7 495 8 485 Sólo de 1837: por sexo: 3 585 H

y 4 900 M

Oficios más socorridos: 376

labradores, 191 jornaleros, 80

comerciantes, 62 panaderos, 49

zapateros, 47 carpinteros, 47 mili-

tares retirados 42 litereros, 35

dependientes, 42 sastres, 32

empleados, 29 músicos, 27 carga-

dores, 23 plateros, 21 loceros, 19

dulceros, 19 talabarteros, 18

aguadores.

1839 259 705 44 509 8 863

1840 8 863

1841 10 000

1848 17 000

1850 20 000

1854 338 148 37 200 8 408

1860 9 000

1868 46 735 11 541

1871 454 133 48 563 11 548

1875 14 217

1877 461 921 49 076 14 217

1880 581 931 55 930

FUENTES: AHMX, 1832, 1836, 1837, folio 4., 1840,1841, 1868, p.108, 1885.; El Conciliador, Jalapa, 1840;González, (1957: 163, 164,177, 183192, 193, 219, 229, 253); Boletín Mexicano de Estadística, 24 dejulio 1854, p.241; Gobierno del Estado de Veracruz, 1986, T; 1: Antonio García Cubas, 1992; Memoriade la Secretaría de Fomento, 1877, p. 67; AGEV, Tabla Estadística General del Estado de Veracruz,exp.11 bis, f:27, 78 y 82; AHMM, 1816, f. 97; Rendón, 1942, p.12: Pasquel, 1978, p. 98.

Nota. En 1836 y 1837 las congregaciones de El Castillo y de Las Animas, (padrón reportado por los cuar-teles. AHMX, 9 de enero de 1837, reporte de la población de 1836 incluyendo las congregaciones de LasAnimas y de El Castillo.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 497

Page 498: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Fábricas de la república mexicana de hilados y tejidos de algodón

establecidas entre 1837-1843

continúa

Lugar Nombre Fundación Dueños Husos

DEPARTAMENTO DE MÉXICO

1 Chalco Miraflores 1838 Barrio y Martínez del Río 5 0302 México San Sebastián D. Domingo Rascón 3 8503 México Santa Clarita Sres. West y Grandison 7504 México Las Delicias Ramón Olarte 2 4505 México De Aldasoro Sres. Aldazoro e hijos 1 2006 Molino Prieto La Abeja 1838 Sres. Rubio, Hope y Massieu 1 0007 México Vapor de Iglesias D. Agustín Ferat 8008 México Rivera de San Cosme Embargada por el Banco de Avío 3 0009 San Ángel Tizapan Andrés Lyall 600

10 San Ángel El Batán Guillermo Earl 2 35211 Tlalpam Tlalpam 1838 Co. De Tlalpam

Cayetano Rubio) 8 20012 San Ángel Magdalena 1837 Antonio Garay, lestapis y Co. 4 000

DEPARTAMENTO DE PUEBLA

1 Puebla Constancia Mexicana 1837 Estevan de Antuñano 7 6802 Puebla Patriotismo Mexicano 1837 Dionisio José de Velasco y Co. 6 5283 Puebla Benevolencia Romero y Cía. 1 9324 Puebla Molino de Santa Cruz Arrioja y Cía. 2 0005 Puebla Molino del Mayorazgo 1839 Gumersindo Saviñon 2 4006 Puebla Molino de la Teja Bernardo Mier y García Co. 2 5007 Puebla Molino del Carmen Luis Haro y Tamariz 2 1008 Puebla Molino de En medio Cosme Furlong 2 4009 Puebla Molino de Guadalupe 1838 Sres. Camaño y Cía. 1 096

10 Puebla Dos Hermanos Felipe Codallos 60011 Puebla Calle de San Roque Sres. Carranza y Co. 60012 Puebla Calle de Belem Sres. Fuentes y Hermanos 60013 Puebla Calle de San Agustín Sres. Ibarra Hermanos 80214 Puebla Calle de Cholula D. Antonio Uriarte 60015 Puebla La Pelota Ramírez Hermanos 1 020 16 Puebla Economía 1835 Estevan de Antuñano 3 900 17 Puebla Plazuela de San José José M. Pérez Berruecos 60018 Puebla Plazuela de San Francisco D. Pedro Manzo 60019 Atlixco La Luz del Siglo 1843 Sres. Enciso y Co. 1 65020 Atlixco La Esperanza Sres. Morales y Co. 1 35021 Izúcar de

Matamoros La Beneficencia 1843 Pedro de Los Monteros y Co. 1 464

DEPARTAMENTO DE VERACRUZ

1 Xalapa Libertad (a) Molino 1841 Bernardo Sayago Co. 1 2002 Xalapa La Bella Unión 1838 Sres. Elías y Co. 1 5603 Xalapa Victoria 1841 Francisco Fernández de Agudo 6004 Xalapa La Industrial Jalapeña 1837 José Welsh y Co. 3 0005 Xalapa Lucas Martín 1842 Luis García Teruel 2 2006 Orizaba Cocoloapam 1837 Lucas Alamán y Sres. Legrand 11 5007 San Andrés Tuxtla La Prosperidad Tuxteca Sres. Pasquel, Muñoz y Co. 3 000

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 498

Page 499: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Lugar Nombre Fundación Dueños Husos

DEPARTAMENTO DE GUADALAJARA

1 Tepic Jauja 1838 Barrón, Forbes y Co. 1 3122 Tepic Bella Vista 1840 Sres. Castaños y Co. 6 0003 Atemajac Prosperidad 1840 José Palomar y otros 4 0004 Guadalajara Escoba 1840 Manuel Escandón 2 000

Olazagarre y Co.5 Colima Colima Varios socios 2 000

DEPARTAMENTO DE QUERÉTARO

1 Querétaro Hercúles 1838 Cayetano Rubio 6 4202 El Batán Sres. Domínguez y Co. 1 200

DEPARTAMENTO DE DURANGO

1 Peñón Blanco Ojo de Agua Juan María Flores y Co. 2 5202 Peñón Blanco De Flores Juan Nepomuceno Ulloa ---3 Mapimí De Urriticochea Testamentaría de Urriticochea ---

F 5 El Tunal Río del Tunal D. Germán Stanhlknecht ---

DEPARTAMENTO DE GUANAJUATO

1 Salamanca De Valencia Patricio Valencia 1 200

DEPARTAMENTO DE SONORA

1 Hermosillo Fábrica del Sr. Iñigo Manuel Iñigo 1 000

DEPARTAMENTO DE YUCATÁN

1 Mérida La Bella Aurora 1839 Pedro Sáenz de Baranda 322

FUENTE: AGEV. Dirección Nacional de la Industria en México, 28 de marzo de1843; Aguirre y Carabarín, 1979, pp. 121 y 122; Meyer, 1989, pp. 221; Potash,1986, p. 217; Keremitisis, 1977, p. 14; Thomson, 1988, p. 254. NOTA: Estas fábricas consumían entre 29 y 34 m3 de agua en la elaboración dehilados de algodón (Furon, 1967, p. 116.

concluye

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 499

Page 500: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Fábricas de hilados y tejidos de algodón establecidas 1857

Estado Nombre de la Fábrica Lugar Dueños Husos

1 COAHUILA Ibernia Saltillo Manuel Sánchez 1 3002 DURANGO Ojo de Agua Peñón Blanco Basillo Mendarozqueta 2 3203 El Tunal Peñón Blanco Stalnecht Ramírez ………4 Santiago Santiago Amador Rodríguez 720

Papasquiaro Papasquiaro5 Purísima Concepción Mapimí Testamentaría de 120

Urriticochea6 Guadalupe Peñón Blanco Juan N. Flores 1 1767 GUANAJUATO De Valencia Salamanca Valencia Co. 9008 JALISCO Jauja Tepic Barrón Forbes y Co. 4 7689 Bella Vista Tepic Juan Antonio Aguirre 5 832

10 Prosperidad Jalisciense Atemajac José Palomar 3 60011 Escoba Guadalajara Olazagarre Prieto y Co. 3 30012 La Experiencia Guadalajara Olazagarre Prieto y Co. 79213 MÉXICO Magdalena San Ángel Manuel Díaz y Co. 4 00014 Abeja Molino Prieto José Inés Salvatierra 1 40415 Colmena Molino Prieto Juan A. Béistegui 2 30016 San Idelfonso Molino Prieto Archivaldo Hope 1 00017 Miraflores Chalco Martínez del Río Hnos. 5 55618 Tizapán San Ángel Alejandro B. Low 5 03019 El Batán San Ángel Guillermo Earl 2 30020 Tlalpam Tlalpam Cayetano Rubio 1 20021 PUEBLA Santa Cruz Puebla Nicolás de Teresa …….22 La Constancia Puebla Testamentaría de Antuñano 7 68023 Economía Puebla Testamentaría de Antuñano 3 90024 Patriotismo Mexicano Atlixco Sres. Velasco y Co. 8 43625 Molino de Guadalupe Puebla Luis Haro y Tamariz 1 54026 La Providencia Puebla Francisco Caballero 1 770

de Carranza27 Molino del Mayorazgo Gumersindo Saviñón 2 37628 Molino de En medio Cosme Furlong 4 00029 Molino de Amatlán Amatlán M. Pérez 2 70030 Molino de la Teja M. Pérez 2 50031 Molino del Carmen J. Múgica y Osorio 1 10032 Guadalupe Ramírez Hermanos 1 62033 La Concepción Joaquín Haro y Tamariz 1 32634 Cristo Luis Haro y Tamariz ………35 San Roque J. M. Manzano 60036 Calle del Alto P. Manzano 90037 Bella Vista Barrón Forbes y Co. ……..38 VERACRUZ Cocoloapam Orizaba Manuel Escandón 10 70039 Libertad (a) Molino Xalapa Bernardo Sayago 1 50040 Victoria Xalapa Francisco Goiri 60041 La Industrial Jalapeña Xalapa Juan de la Serna 4 02842 Lucas Martín Xalapa Manuel García Teruel 3 98443 Nuestra Señora Veracruz José Zamora 1 584

del Rosario44 QUERÉTARO Hércules Cayetano Rubio 7 50045 COLIMA San Cayetano Ramón R. de la Vega ………46 La Armonía ……………. ………47 SONORA Los Ángeles Horcasitas Manuel Iñigo 1 924

FUENTE: AGEV. Dirección Nacional de la Industria en México, 30 de junio de 1857, Estadode las fábricas de hilados y tejidos de algodón existentes en la república mexicana.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 500

Page 501: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Explicación de los puntos señalados en el plano de Jalitic

A. Manantial con caja de bóveda y puerta al frente cubierta con una loza. Elagua nace en el fondo y alguna le entra por la pared posterior.

B. Manantial que en el plano del ayuntamiento se llama Seco, y que efectiva-mente lo estaba por hallarse su caja llena de arena y tierra. Se limpió y pro-duce cierta cantidad de agua: está cubierto con bóveda, y no tiene puerta.

C. Manantial que en el plano del ayuntamiento se designa con el nombre dePozo. Tiene caja cubierta con una gran piedra redonda. El agua sale por unode los escalones que tiene la caja principal en su interior.

D. El más abundante de los manantiales. Tiene caja y bóveda con puerta alfrente cubierta.

E. Manantial que no tiene caja y cuya agua sale de entre las piedras que secubrieron con ladrillos.

F. Manantial que tiene bóveda y que carece de puerta, a manera de puerta seocupa un gran ladrillo.

G. Pequeño manantial cuya agua se aumenta poco en su tránsito hasta llegar ala atarjea general. Se cubrió la mayor parte de su caño con ladrillo.

1, 2, 3, 4, 5. Caño general que comienza en el manantial A, y en el que se vanreuniendo las aguas de los demás manantiales, menos las del llamado Pozo,para entrar juntas en la caja principal.

1. Punto donde se reúne el agua del manantial G.2. Punto donde se junta el agua del punto 7 y en donde se deposita la arena de

todas las aguas.3. Punto donde se junta el agua del manantial D.4. Punto donde se reúne el agua del manantial B.5. Registro del caño general.6. Registro del manantial F.7. Punto donde se reúnen las aguas de los manantiales E y F, para seguir juntas

hasta el punto 2 del caño general.

Del agua que producen los manantiales señalados, solamente corresponde alpúblico la parte que sale por el mascarón de piedra que tiene el primer pilan-cón, mediante un tubo cuyo diámetro es de 5” a 6”.

8. Manantiales que dan agua a los lavaderos.9. Manantiales de las pilas que proveen al público.

Nota: La rectificación de este plano respecto al del ayuntamiento no comprendelo relativo a lavaderos pilancones o tanques de caballos y de agua potable. (Losdatos son la interpretación del esquema que presenta el mapa, solo los subraya-dos son míos.)

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 501

Page 502: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 502

Page 503: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

LISTA DE CUADROS

1. Formas de apropiación y origen de las haciendasde Xalapa y Coatepec en 1572-1608 . . . . . . . . 60

2. Movilidad de los propietarios de las haciendas de Xalapa y Coatepec durante y después de lasferias comerciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

3. Atribuciones del ayuntamiento en las ordenanzasde los años 1813, 1825 y 1837 (1840). . . . . . . 146

4. Currícula de Bernardo Sayago Dorantes. . . . . 158

5. Jefes políticos y prefectos de Xalapa . . . . . . . 172

6. Los propietarios de fábricas textiles xalapeñas . . 235

7. Producción anual de las factorías textiles de Xalapa1838-1853 (piezas de manta o hilaza) . . . . . . . . 268

8. Bienes adquiridos vía la reforma juarista por BernardoSayago Dorantes y Manuel García Teruel . . . . . 302

9. Materiales de la fábrica La Industrial Xalapeña en 1874 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329

10. Las fábricas xalapeñas y su producción anual en 1878 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 503

Page 504: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

FIGURAS (MAPAS, PLANOS Y FOTOGRAFÍAS)

1. Entorno regional Xalapa-Coatepec ..........................31

2. Región del Cofre de Perote .......................................34

3. Plano de la provincia de Xalapa, 1816.....................36

4. Xalapa: pueblo mixto de españoles e indios,1773 ........................................................................48

5. La plaza del palacio y la calle de Belén ...................50

6. Fuente de Gomila.......................................................50

7. Cajas de agua y lavaderos de Jalitic construidos en 1779....................................................................94

8. Lavaderos de Techacapa construidos en 1800 .......94

9. Xalapa: fuentes de agua y lavaderos ......................101

10. Xalapa: tenerías y fábricas ....................................242

11. Canales de agua para las fábricas cercanas a El Dique..............................................................248

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 504

Page 505: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

12. Los lavaderos de El Dique....................................248

13. Caída de agua en El Dique....................................252

14. Fábrica La Bella Unión Xalapeña, después El Dique ................................................................252

15. Fábrica El Molino de San Roque o San Bruno ...323

16. Estación del Ferrocarril Interoceánico ................323

17. Plano de los manantiales de Jalitic, Xalapa, marzo de 1873.......................................................346

18. Croquis sin escalas, sólo se señalan con “cierta aproximación” los manantiales que se reunirán para traer el agua a Xalapa en 1841.....................371

19. Vertiente oriental del Cofre de Perote..................385

20. Plano aproximado de La Orduña, cerca de 1876.........................................................387

21. Plano general. Aprovechamiento de las aguas de los ríos Pixquiac y Carneros. Xalapa, Ver., abril de 1921....................................................392

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 505

Page 506: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 506

Page 507: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

ÍNDICE

Introducción....................................................................7El tema..........................................................................7Ámbito del libro.........................................................12Las fuentes .................................................................23Agradecimientos........................................................27

I. Xalapa: una construcción socioeconómica regional......................................................................291. Recursos naturales y desarrollo

económico-social ..................................................332. Proceso de construcción de la red

urbano-rural ...........................................................45a) Las haciendas cañeras y las tierras de indios ..61

3. Defensa militar y obra pública..............................79a) Defensa militar y vida cotidiana ......................82b) Obras públicas, beneficios privados................85

4. La organización político-administrativa de laregión xalapeña....................................................103

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 507

Page 508: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

a) Xalapa bajo el régimen liberal gaditano........112b) Xalapa bajo el régimen republicano

federal .............................................................117II. El poder local y los grupos sociales....................123

1. La transición del ayuntamiento borbón al liberal gaditano ....................................................126

2. Perfil de un ayuntamiento republicano ..............1313. Los ciudadanos de Xalapa ..................................1344. El ayuntamiento: los fundamentos de

sus funciones........................................................1435. La participación política de los sectores de

élite en el ayuntamiento ......................................1556. El gobierno republicano y sus figuras

intermedias...........................................................1667. El ayuntamiento y el manejo del agua ...............175

III. La industria textil xalapeña y los conflictos por el agua ............................................................201

1. Experiencias artesanales previas en la región xalapeña....................................................210

2. La incipiente industria textil en Xalapa .............2293. El agua, las fábricas y las modificaciones

al espacio urbano .................................................2434. Las innovaciones tecnológicas y su impacto

en la población.....................................................2575. Las materias primas, las élites y sus artilugios ..2666. algunos fabricantes en el ayuntamiento .............278

IV. Los recursos y las acciones de los actores sociales en la recomposición social..................................285

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 508

Page 509: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

1. La desamortización de los bienes de las corpora-ciones....................................................................286a) La desamortización y los bienes comunales

indígenas .........................................................304b) El liberalismo y la comunidad indígena

xalapeña...........................................................309c) Las cercas, otro efecto de las leyes

liberales...........................................................3162. La reforma liberal en la aventura textil ..............3213 Las relaciones de trabajo en las fábricas.............3324. Las vías de comunicación y su influencia en

la economía..........................................................3375. La modernización de la empresa textil y sus

efectos...................................................................3496. El agua y el conflicto social ................................3557. El proyecto de introducción del agua.................3648. Las controversias por el agua, un conflicto

entre las élites.......................................................377

Conclusiones ...............................................................423

Bibliografía ................................................................433

Apéndice ......................................................................489

Lista de cuadros .........................................................503

Figuras (mapas, planos y fotografías) ....................504

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 509

Page 510: Historia y Sociedad - Universidad Veracruzana

Siendo rector de la Universidad Veracruzana el doctor Raúl Arias Lovillo,Los debates y las batallas por el agua en Xalapa, 1838-1882,

de Nelly León Fuentes,se terminó de imprimir en noviembre de 2009,

en los talleres de Editorial Ducere, Rosa Esmeralda núm. 3 bis, col. Molino de Rosas, C.P. 01470, México, D. F., tel/fax (0155)568 022 35.

La edición consta de 850 ejemplares, más sobrantes para reposición.Formación: Aída Pozos Villanueva, edición: Víctor Hugo Ocaña Hernández.

Las batallas.qxd 03/11/2009 12:35 p.m. PÆgina 510