historia y medio físicoatlas

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  • 30

    01 Historia geolgica .........................................................................................32

    02 Historia y clima .............................................................................................34

    03 Cambios en la vegetacin .............................................................................36

    04 Pasillos y barreras fsicas ..............................................................................38

    05 Riesgos naturales ..........................................................................................40

  • 311Historia y medio fsico Historia geolgica Historia y clima Cambios

    en la vegetacin Pasillos y barreras fsicas

    Riesgos naturales

  • 32

    ATLNTICO MEDITERRNEO

    0 1,8 5,3 23,5 65 144 208 245 286 360 408 438 505 544 ... ...

    Millo

    nesde

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    Pale

    geno

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    Devnic

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    Ordovc

    icoCmbrico

    Proteozoico

    volc

    nicas

    plutnic

    as

    gneas

    Cenozoico Mesozoico Paleozoico Precmbrico

    El territorio que conocemos es el producto de una larga sucesin de acontecimientos registrados en distintos momentos de la escala geolgica del tiempo. El solar es tan complejo como lo ha sido su gnesis.

    el empuje de orogenia alpina (hace unos 30 millones de aos), la misma que hizo emerger los macizos calizos Bticos. Entre uno y otro bloque qued un corredor mari-no por el que se comunicaba el ocano y el naciente mar Mediterrneo, que progresi-vamente se cerr y colmat, dando lugar a la tercera macrounidad que es la Depresin del Guadalquivir.

    La litologa o tipos de rocas es tambin distinta en cada una de estas unidades. El Macizo Hesprico lo forman rocas gneas y metamrficas; la Depresin del Guadal-

    Las tres grandes unidades morfolgicas que se suelen diferenciar en Andaluca (Sie-rra Morena, Depresin del Guadalquivir y Sierras Bticas) revelan con claridad las dis-tintas etapas de su gnesis y las profundas transformaciones que se produjeron en cada una de ellas.

    En Sierra Morena estn los materiales geolgicos de mayor antigedad, ya que emergi en el Paleozoico Superior como zona extrema, o costera, del macizo que hoy conocemos como Meseta Ibrica. Pos-teriormente fue fracturada y levantada por

    [01]

    Edades del soporte geolgico

    quivir rocas sedimentarias; mientras que las de las Cordilleras Bticas son sedimen-tarias, metamrficas e gneas. El relieve es una expresin ms de la historia geolgica, estrechamente ligado a la procedencia de los materiales y los procesos orognicos y erosivos. As se explican las trazas enrgi-cas de las sierras del sur, las ms jvenes, que contrastan con las de Sierra Morena, ya desgastadas por el paso del tiempo y la per-severancia de los agentes erosivos. Y entre ambos sistemas montaosos, las llanuras de la amplia depresin del Guadalquivir.

    Historia geolgica

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  • 33

    HISTORIA Y MEDIO FSICO

    ATLNTICO MEDITERRNEO

    0 1,8 5,3 23,5 65 144 208 245 286 360 408 438 505 544 ... ...

    Millo

    nesde

    aosCuate

    rnario

    Plioc

    eno

    Mioc

    eno

    Pale

    geno

    Cret

    cico

    Jursic

    oTris

    icoPrm

    icoCarbonfero

    Devnic

    oSilrico

    Ordovc

    icoCmbrico

    Proteozoico

    volc

    nicas

    plutnic

    as

    gneas

    Cenozoico Mesozoico Paleozoico Precmbrico

    Arcillas, limos y arenasArenas y gravasAresniscasConglomerados y coluvionesMargasMargocalizasCalizasOtras sedimentarias

    Rocas sedimentarias Rocas metamrficasPizarrasFilitasEsquistos y micaesquistosCalizas metamrficas y mrmoles

    Rocas gneasRocas volcnicasRocas plutnicas

    Litologa

    RelieveLa superficieLa historia humana se ha desarrollado en un escenario geolgico que es esencialmente el mismo que hoy se mantiene. La superficie o corteza mineral es hoy prc-ticamente la misma que encontraron los primeros po-bladores, aunque su aspecto haya cambiado radical-mente por las profundas transformaciones en la capa vegetal y en los suelos.

    Evolucin del litoralEn los ltimos seis millones de aos impera una gran estabilidad geolgica, quedando los ros como principales modeladores del terreno. Su labor es especialmente visible en zonas del litoral y reas deprimidas que han sido colmatadas con sus depsitos.

    El Lacus Ligustinus 2.000 aos atrs

    Representacin del Lacus Ligustinus sobre el territorio actual.

    Proceso de configuracin de la Baha de Cdiz

    Hace unos 50 millones de aos. Hace unos 5,5 millones de aos.Hace unos 25 millones de aos.

    Hace 6.500 aos. Hace 3.000 aos. Hace 2.000 aos. Hace 1.000 aos.

    Menos de 200 m200-700 m700-1.500 mMs de 1.500 mCumbres

    Burcio del Pino 1.290 m

    Sta. Brbara 2.269 m

    La Capitana 959 m

    Torrecilla 1.928 m

    La Tiosa 1.568 m

    Mulhacn 3.481 m

    Empanada 2.106 mCastao 960 m

    Veleta 3.396 m

    Mgina 2.165 m

    Maroma 2.069 m

    Terril 1.129 m

    Morrn 2.236 m

    Pinar 1.648 m

    Mara 2.045 m

    Sagra 2.381 m

    Lacus Licustinus

    Los Palacios

    Dos Hermanas

    Sanlcarde Barrameda

    Puebla del Ro

    Coria del Ro

    Trebujena

    Lebrija

    Las Cabezasde San Juan

    El Puertode Santa Mara

    Jerez de la Frontera

    Isla Mayor

    Villamanriquede la Condesa

    Ro

    Gua

    dalquivir

    Antes de la orogenia alpina del Terciario, lo que hoy es territorio andaluz an no haba emergido, salvo Sierra Morena. Cuando se levantan los macizos bticos se estrecha la comunicacin entre el Atlntico y el Mar de Thetis o antiguo Medite-rrneo, hasta interrumpirse, lo que lo reduce a un mar de sedimentos y lagunas

    hipersalinas. La quiebra del alto de Gibraltar, que origina una gran cascada, es el ltimo acontecimiento trascendental en la formacin geolgica de Europa. As, des-de antes del Cuaternario el territorio andaluz presentaba ya en lo fundamental sus rasgos actuales.

    La gnesis del solar

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  • 34

    La Tierra ha experimentado numerosos y profundos cambios climticos desde sus or-genes. Tambin en su periodo final, ya en la prehistoria, en el que se produjeron va-rias glaciaciones. El clima actual se estableci a finales del Paleoltico Superior, hace unos 10.000 aos, y desde el Neoltico ha permanecido relativamente estable.

    Historia y clima

    [02]

    Tipos climticos

    del Trpico de Cncer, por lo que Andalu-ca se sita en una franja de transicin en-tre climas subtropicales con abundante ra-diacin y otros con insolacin menguante, y por tanto, en lugar de paso de importan-tes movimientos atmosfricos entre unas y otras zonas.

    Adems, Andaluca pertenece al dominio del clima mediterrneo, con un rasgo poco frecuente en el resto del Planeta, que es de la coincidencia de calor y sequedad en una misma estacin. Pero tambin est abierta a influencias atlnticas, y cuenta con zonas

    En los ltimos siglos se han producido cambios climticos moderados, como la lla-mada Pequea Edad del Hielo, que dur cinco siglos hasta mediados del XIX. El cambio climtico que actualmente amena-za al Planeta tiene como novedad el hecho de que sus orgenes, o parte de ellos, son artificiales (aumento de las concentracio-nes de gases de efecto invernadero).

    En cualquier caso, el tipo de clima tiene su primera explicacin en la localizacin en el globo terrestre, en la latitud. El es-trecho de Gibraltar se encuentra slo a 13

    interiores en que se hacen patentes rasgos de continentalidad o, en caso de zonas de montaa, de clima alpino. Tal diversidad climtica se ve an ampliada por la existen-cia de extensas zonas ridas en el sureste y otros muchos espacios singulares, como la Sierra de Grazalema (Cdiz) en la que se registran los mximos pluviomtricos de la Pennsula.

    Aun as, l sello mediterrneo prevalece en todo el territorio andaluz, con sus ca-ractersticos contrastes estacionales y, tam-bin, impredecibles ciclos interanuales.

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  • CenozoicoCenozoico Mesozoico

    TEMPERATURA MEDIA ACTUAL 15

    fro

    calor

    Paleozoico

    Cmbrico

    Ordo

    vcico

    Silric

    o

    Devnico

    Carbon

    fero

    Prm

    ico

    Trisico

    Jursico

    Cretc

    ico

    Terciario

    Cuaterna

    rioHo

    loceno

    Pleistocen

    o

    Plioceno

    Mioceno

    Oligocen

    o

    Eoceno

    Paleocen

    o

    0 2 65 144 208 245 286 360 408 438 505 544

    (millon

    esde

    aos)

    35

    HISTORIA Y MEDIO FSICO

    MantoBritnico

    Manto

    Laurentino

    MantoFinoescandinavo

    Casqu

    etePol

    ar

    deGro

    enland

    ia

    Precipitaciones

    Temperaturas medias

    Vegetacin durante el periodo glaciar

    El clima durante el Holoceno

    Mnimo de Maunder

    1750

    1300

    Perodo Inicio Caracterstica

    Calentamiento actual

    Comienzo del calentamiento

    Pequea Edaddel Hielo

    Enfriamiento medieval

    Pulsaciones holocnicas

    Atlntico

    Boreal

    Dryas reciente

    1970

    1840

    1650

    1200

    700

    1950

    1880

    Pequeo ptimo climtico

    Clido

    Fro relativo

    Clido

    Clido relativo

    Fro

    Fro

    Ms fro

    Fro relativo

    Clido

    Fro / Clido

    Fro

    Clido y hmedo

    Fro

    6.000 atrs

    8.000 atrs

    10.000 atrs

    12.000 atrs

    La ltima glaciacin

    El Cuaternario, periodo geolgico actual que se inici hace unos dos millones y medio de aos, ha sido cli-mticamente muy variable, con bruscos e importantes cambios ambientales, marcados por largas glaciacio-nes y periodos interglaciares relativamente cortos. La ltima glaciacin (llamada Wrm en Europa) comenz hace 115.000 aos y tuvo su fase ms aguda hace unos 20.000 aos, cuando todava convivan neandertales y cromaones en Andaluca.

    El nivel del mar estuvo 120 metros por debajo del ac-tual, debido a la cantidad de agua congelada en lati-tudes bajas y cotas altas. Slo 19.000 aos atrs em-pezaron a ganar altura las superficies marinas, en un proceso de deshielo que durara ms de 8.000 aos y que desembocara en el actual interglacial Holoceno.

    Evolucin de la temperatura media

    Fenmenos glaciares y periglaciaresLas distintas glaciaciones han dejado su huella en el territorio andaluz. Existieron glaciares, corrientes de masas de hielo, con capacidad para moldear el terre-no, arrastrar materiales y generar depsitos.

    El desarrollo de glaciares en Sierra Nevada fue limitado y considerablemente menor que en otras sierra ibri-cas, aun siendo de alturas menores. En momentos l-gidos de la ltima glaciacin, las nieves permanentes se establecieron por encima de entre 2.300 y 2.600 m, segn la orientacin, y las lenguas de hielo o glacia-res descendan an ms, con recorridos de entre 4 y 8 km, para finalizar a cotas entre 1.700 y 2.100 metros, salvo casos excepcionales como el del valle de Lanja-rn en el que el glaciar llegaba a 1400 m. Actualmente slo aparece hielo enterrado en lugares muy umbros, como el Corral de Veleta.

    Fenmenos periglaciares son ms comunes en el conjun-to de cordilleras bticas y en sus bordes, como determi-nadas manifestaciones krsticas y tipos determinados de depsitos.

    Mlaga

    Algeciras

    Cdiz

    CrdobaJan

    Granada

    AlmeraMlaga

    Sevilla

    Cdiz

    Huelva

    Ms de

    1.5001.000

    a1.500

    800a1.000

    600a800

    400a600

    300a400

    200a300

    Menos de

    200

    mm

    Sevilla

    Crdoba

    Granada

    Cdiz

    Huelva

    Mlaga

    Almera

    Jan

    Nieves perpetuas

    Tundra

    Taiga

    Bosques

    estepariosy otros

    CrdobaJan

    Granada

    AlmeraMlaga

    Sevilla

    Cdiz

    Huelva

    4

    oC5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

    (periodo 1961-1990)

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  • 36

    La base geolgica, el relieve y el clima determinan el tipo de vegetacin que prospera espontneamente en un determinado lugar. Tres factores que se han mantenido rela-tivamente estables desde el Neoltico, mientras la cubierta vegetal ha sufrido una pro-funda transformacin por la intervencin humana.

    Vegetacin potencial

    Vegetacin actual

    [03]Los mapas geolgicos tienen merecida

    fama de complejidad, en buena parte por la heterogeneidad de conceptos represen-tados. Contrastan con los de vegetacin po-tencial o espontnea, en los que hay escasos

    conceptos en su leyenda y amplias superfi-cies homogneas en el mapa. La vegetacin evoluciona hasta un estado climcico en el que se estabiliza, el cual se ajusta a unas de-terminadas condiciones ambientales. Slo

    puede ser alterado por un cambio signifi-cativo de tales condiciones, o bien por la superposicin de otras circunstancias su-periores, como fue el asentamiento y la ex-pansin de poblaciones humanas.

    Los dos mapas contiguos, el de la cubier-ta vegetal que, segn se supone, existi an-tes de aquel acontecimiento y el de la ac-tual, muestran con suficiente claridad el alcance y la intensidad del cambio.

    Un 90% del territorio andaluz estara cu-bierto por bosques hasta hace unos 5.000 aos, cuando la influencia humana an no era patente. La mayor parte de aquellos bos-ques lo constituan frondosas del gnero Quercus (encinas, alcornoques, quejigos...). Un punto de partida que contrasta fuerte-mente con la situacin actual, en la que, prcticamente, los bosques autctonos slo cubren reducidas zonas de montaa.

    Encina

    Alcornoque

    Otras quercneas

    Conferas

    Bosque de ribera y vegetacin de marisma

    Acebuche

    Lentisco

    Coscoja

    Vegetacin esteparia y desrtica

    Vegetacin de arenas litorales

    Dunas y arenales

    Vegetacin de alta montaa

    Agrcola

    Matorral y pastizal

    Repoblacin forestal

    Cambios en la vegetacin

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  • 37

    HISTORIA Y MEDIO FSICO

    La huella humanaNo hay lugar intacto en Andaluca, ni en el Planeta. En los espacios agrcolas (un 44% de las tierras andaluzas) la huella es extrema y, lgicamente, en zonas urbaniza-das (algo ms del 2%). Pero tambin hay un alto grado de artificialidad en zonas forestales, tanto en zonas de re-poblacin forestal (14% de la superficie andaluza) como en dehesas (13%), aunque en el primer caso sea aparen-temente mayor.

    Recreacin paisajstica del entorno de Castelln Alto en tiempos de la Cultura de El Argar.

    Repoblacin forestalDehesaOtros

    Urbano e infraestructurasAgrcolaPastizalDegradado

    1873 20001755 El pinsapar de GrazalemaLa vegetacin que hubo a finales del Terciario, cuando el clima mediterrneo no se haba asenta-do, se reconoce an en enclaves especiales. Uno de ellos es el pinsapar de Grazalema, uno de los ltimos refugios de un abeto ancestral que lleg a tener una amplia distribucin en toda el rea me-diterrnea y que hoy est diferenciado en distintas especies aisladas. El pinsapo es una especie relic-ta, un endemismo frgil que ha rozado la extin-cin y que slo desde hace algunas dcadas est protegido y se recupera.

    Evolucin del pinsapar de Grazalema desde el siglo XVIII.

    Bosques en el sudeste rido

    Segn distintos vestigios histricos, las amplias reas semidesrticas del sureste estuvieron, en tiempos relativamente recientes, cubiertas por una densa vegetacin forestal habitada por una variada fauna muy distinta a la actual.

    Todava hoy, en el Cabo de Gata, sobrevive el pi-nar del Barranco del Negro, en una zona don-de slo se registran 170 mm de precipitacin media anual, y tambin pueden encontrarse al-cornocales en la sierra de los Filabres o cente-narios quejigales en la sierra de Cabrera, todos ellos vestigios significativos de una vegetacin histrica muy distinta a la actual. Por otra parte, en yacimientos arqueolgicos de las culturas de Los Millares y El Argar (2500-1300 a. C.), se han encontrado restos de animales propios de bos-ques (ciervo, corzo, oso, lince, gato monts...) y de polen de una gran variedad de plantas, hoy inexistentes.

    El empobrecimiento de la vegetacin, y en con-secuencia de la fauna, producido en pocos si-glos, no parece explicarse por razones clim-ticas, sino ms bien a la intervencin humana, especialmente las derivadas de la minera, la agri-cultura y el pastoreo.

    Sevilla

    Crdoba

    Granada

    Cdiz

    Huelva

    MlagaAlmera

    Jan

    OlivarViedo

    Cultivos con historiasEl desarrollo de la agricultura supo-ne la sustitucin radical de la cober-tura vegetal original, adems de la manipulacin de los ciclos de mate-ria y energa. Tiene, por tanto, una vasta proyeccin paisajstica.

    Aunque con una historia relativa-mente breve, la agricultura ha sido en los ltimos tiempos el factor ms influyente en la evolucin de la ve-getacin andaluza. Principalmente por el retroceso de los ecosistemas naturales que ha provocado, pero tambin por la mudanza histrica de cultivos. Un ejemplo emblemtico es lo ocurrido a causa de una plaga (la filoxera) que afect a los viedos a finales del siglo XIX, y termin trans-formando el mapa de cultivos en nu-merosas comarcas.

    Aquella plaga tiene mucho que ver con el hecho de que el olivar sea hoy el principal cultivo en Andaluca (un 17% de su superficie total y una ter-cera parte de la agrcola). Su ocupa-cin actual es prcticamente el doble de la que tenan antes de la crisis de la filoxera.

    Previamente a la catstrofe la super-ficie de olivar era cinco veces supe-rior a la del viedo, mientras que en la actualidad es 36 veces superior.

    Expansin de la filoxera

    Olivares y viedos

    Ecosistemas transformados

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  • 38

    Los primeros humanos encontraron ya trazadas sobre el terreno las rutas que han condicionado nuestra historia a lo largo de milenios. Estn formadas por una combi-nacin de corredores y barreras fsicas que determinan la orografa y otros factores geogrficos.

    La conexin interior con el resto de la Pe-nnsula, con la Meseta fundamentalmente, no resulta especialmente problemtica por el escaso relieve de Sierra Morena y la canti-dad de pasos naturales con los que cuenta, aunque el uso desigual de los mismos haya creado una percepcin errnea sobre un supuesto aislamiento de Andaluca.

    Donde existen ms obstculos para la cir-culacin y el transporte es en el dominio btico, en el que se localizan las mayores cotas de la Pennsula Ibrica. La proximi-

    La estructura fsica del territorio ha de-terminado siempre los sistemas de comuni-cacin y transporte. As, el eje principal de articulacin interna de Andaluca, el valle del Guadalquivir, lo viene siendo desde la antigedad, por tratarse de una gran llanu-ra abierta al mar y por la navegabilidad del ro. La amplia fachada litoral, por su parte, ha constituido histricamente un elemento primordial en las comunicaciones de me-dio y largo recorrido, aunque basadas ms en la navegacin de cabotaje que en el trn-sito por vas terrestres .

    [04]

    Pasillos y barreras fsicas

    Pasillos y barreras fsicas

    dad de la costa y la existencia de distintos pasillos naturales, especialmente el Surco Intrabtico, han propiciado la apertura de distintas vas de comunicacin en estos es-pacios a lo largo de la historia.

    No todas las barreras fsicas son de carc-ter montaoso: ros, zonas hmedas (algu-nas muy extensas, como las marismas del Guadalquivir), arenales o suelos inestables han condicionado y condicionan tambin las comunicaciones y el trazado de las re-des viarias.

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  • 39

    HISTORIA Y MEDIO FSICO

    Surcos intrabticos

    La depresin entre las cordilleras Penibtica y Subbtica configura un pasillo estratgico para las comunicaciones en Andaluca oriental, entre el valle del Guadalquivir y el Levante ibrico. El surco discurre paralelo a la lnea de costa y cuen-ta con distintos pasos hacia el Guadalquivir y, en direccin contraria, hacia el litoral mediterrneo, aunque en sta se interpone la barrera de Sierra Nevada. Algunos de estos pasos naturales tienen una configuracin espectacular, como el Pasillo de Fiana.

    Sierra Morena oriental

    Sierra Morena es el lmite entre la Meseta y el valle del Guadalquivir, que dificulta la comunicacin entre una y otra planicie. Su parte oriental po-see mayores elevaciones y pendientes que la occi-dental, aunque mltiples fallas y cursos fluviales abren numerosos pasos que han sido aprovecha-dos histricamente. Despeaperros es slo uno de ellos, que adems no tuvo especial relevancia hasta el siglo XVIII.

    Doana y valle del Guadalquivir

    El valle del Guadalquivir ha sido siempre la prin-cipal arteria de comunicacin de Andaluca, ex-tendindose a lo largo de cientos de kilmetros desde el borde de la Meseta al Ocano. El ro ha sido una va de comunicacin entre territorios distantes, ms que un obstculo entre ambas mr-genes. Las marismas de su tramo final, sin embar-go, s han constituido, y siguen constituyendo, un notable impedimento a las comunicaciones terrestres.

    Litoral mediterrneo

    A diferencia de la costa atlntica andaluza, la me-diterrnea es abrupta, ms fcilmente transitable por mar que por tierra. Aun as, durante el Impe-rio Romano, e incluso antes, se mantuvo abierta una ruta terrestre litoral continua entre Gibraltar y los Pirineos.

    Doana y vallede Guadalquivir

    Litoral mediterrneo

    SierraMorena oriental

    Surcosintrabticos

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  • Sevilla

    Crdoba

    Granada

    Cdiz

    Huelva

    MlagaAlmera

    Jan

    Alto BajoMedio

    40

    Riesgos naturales

    La dialctica de la naturaleza comprende obra y destruccin. De una variada gama de fenmenos se derivan tanto riesgos que afrontar como desastres ya efectivos que re-construir, condicionando proyectos y realizaciones sobre el territorio.[05]

    Riesgo de sequa

    Sevilla

    Crdoba

    Granada

    Cdiz

    Huelva

    MlagaAlmera

    Jan

    Mximo riesgoRiesgo medioMnimo riesgo

    Slo el hecho de suponer un riesgo na-tural asemeja unos fenmenos, que real-mente son muy distintos, y frente a los cuales pueden establecerse polticas de prevencin y defensa ms o menos efica-ces. Los relacionados con el ciclo del agua, inundaciones y sequas fundamentalmen-te, suelen tenerse como los de mayor im-portancia en Andaluca. No obstante, algu-nos de ellos como el vulcanismo han sido muy activos en el pasado y han dejado una extensa huella territorial, mientras que otros conservan su actualidad y alcance, como los ssmicos, en el plano geolgico, o las plagas y epidemias, en el biolgico y sanitario.

    Los primeros (sequas, inundaciones...) son fenmenos naturales en el mbito me-diterrneo. La alternancia de ciclos secos y hmedos se conoce desde tiempos remo-tos, aunque se est comprobando como

    tendencia el hecho de que las sequas (pe-riodos secos de larga duracin) se hacen cada vez ms frecuentes e intensas. As, a lo largo de los siglos XIX y XX, las sequas ms graves fueron las producidas en los perio-dos 1941-1945, 1979-1983 y la ms aguda de todas, la de 1990-1995.

    Los episodios catastrficos por inunda-ciones han afectado a buena parte de la geografa andaluza en distintos momentos de la historia. En el levante son frecuentes las lluvias torrenciales generadas por gotas fras del otoo (como las de 1871 y 1891 en Almera, 1879 en el Bajo Almanzora o 1970 y 1973 en el ro Adra).

    La ocupacin del territorio (urbanizacin, infraestructuras, alteraciones de la cubierta vegetal...) puede crear o aumentar este tipo de riesgos. Las inundaciones de ciudades ri-bereas por crecidas han supuesto un azote histrico para muchas de ellas.

    200

    300

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    2005

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    1995

    1990

    1985

    1980

    1975

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    1.000mm

    1955

    Med

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    extremadamente hmedo

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    Precipitacin media anual en Sevilla

    Riesgo de inundacin

    Proyecto de defensa contra las inundaciones de Sevilla de principios del siglo XX.

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  • 180118021803180418051806180718081809181018111812181318141815181618171818181918211822182318241825182618271828182918301831183218331834183518361837183818391840184118421843184418451846184718481849185018511852185318541855185618571858185918601861186218631864186518661867186818691870187118721873187418751876187718781879188018811882188318841885188618871888188918901891189218931894189518961897189818991900

    Ao

    Inun

    dacion

    esria

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    torm

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    Sequ

    as

    Terrem

    otos

    Epidem

    ias

    41

    historia y medio fsico

    Peligrosidad ssmica

    PeligrosidadSsmica

    Baja

    Media

    Alta

    Terremotos histricos(Se indica ao)

    Intensidad(MSK)

    VI - VII

    VIII - IX

    IX

    IX - X

    X

    VII - VIII

    0,07

    0,09

    0,07

    0,06

    0,04

    0,13

    0,13

    0,13

    0,15

    0,25

    0,09 0,11

    0,130,11

    0,15

    0,06

    1464

    1169

    1884

    1917

    1431

    1221 1951

    1487

    19261936

    1804

    1522

    14061531

    1680

    1504

    1431

    1466

    1494

    19271926

    1755

    1608

    1930

    1871

    880955

    1917

    19641668

    1951

    17671581

    18061526

    19111886

    1884

    1954

    1885

    18041910

    1993

    1936

    1658

    1550

    1910

    1909

    19241926

    944

    19941919

    1935

    1932

    1911

    1907

    1929

    Concurrencia de riesgosEl concepto de riesgo est estrechamente asociado a la ocupacin del territorio que se trate. Una inundacin, sequa o sismo tendr o no dimensin catastrfica dependiendo de su poblamiento y de las medidas de prevencin adoptadas.

    Adems, es frecuente que en la distribucin espacial o temporal de tales riesgos, o episodios catastrficos, se produzcan coincidencias (ya sea por relacin causal o puro azar) y, en consecuencia, multiplicacin sinrgica de los efectos destructivos.

    En el esquema cronolgico de episodios catastrficos acaecidos en la provincia de Almera en el siglo XIX, se pone de manifiesto la existencia de momentos espe-cialmente crticos por su confluencia o perduracin.

    El mapa de riesgos, por su parte, cuestiona aspectos del modelo territorial que ha acompaado el proceso de desarrollo del Levante.

    Desastres naturales en Almera

    TerremotosAndaluca soporta impor-tantes riesgos ssmicos, que se explican por situarse prxima al encuentro de tres placas tectnicas. Los riesgos son superiores en la zona suroriental de la regin, ms expuesta a la presin de la placa africana, donde se localizan los ma-yores ndices de sismicidad de la Pennsula Ibrica.

    Aun as, tambin son stos importantes en la parte ms occidental, como bien de-mostraron el terremoto de Carmona (Sevilla) de 1504 o el ms grave de todos de los que se tienen registros, el mal llamado de Lisboa de 1755. ste tuvo su epicen-tro frente al cabo de San Vicente, zona considerada como una de las de mayor actividad ssmica del mun-do, y provoc tsunamis con olas de hasta 15 metros de altura que sembraron de muerte y destruccin las costas de Portugal, Huelva y Cdiz. Ayamonte, Conil o Huelva quedaron literal-mente devastadas.

    El terremoto de 1884, que asol una amplia zona de Granada y Mlaga la noche de Navidad, tuvo su epi-centro en Arenas del Rey y produjo unas 800 vctimas mortales y en torno a 1.500 heridos. Destruy unas 4.400 casas y origin daos en otras 13.000.

    Epicentro X

    IX

    Arenas del Rey

    Comares

    Alcaucn

    Sedella

    Agrn

    Totaln

    Lenteg

    Albuuelas

    Viuela

    Villanueva Mesia

    OtvarAlmchar

    Alhama de Granada

    Frigiliana

    Chimeneas

    Esczar

    Rincn de la Victoria

    CacnVillanueva delTrabuco

    Alfarnate

    Jayena

    Zafarraya

    Periana

    Cmpeta

    Colmenar

    Almucar

    PurchilHutor-Tjar

    Torrox

    Salar

    Chauchinar

    Pinos-Puente

    Alhendn

    Santa Fe

    Atarfe

    Vlez-Mlaga Nerja

    Loja

    Gabia Grande

    Cllar Vega

    MalahVentas deHuelma

    Canillas de Aceituno

    Purchil

    Padul

    Jetetrabo

    Benamocarra

    Moraledade Zafayona

    Salares

    Sta. Cruz del Comercio

    Riogordo

    Benamargosa

    Lchar

    Zona afectada e intensidad del terremoto de 1884.

    Mapa de riesgos del Plan de Ordenacin del Territorio del Le-vante Almeriense.

    Zona afectada e intensidad del terremoto de 1755

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