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CUADERNOS DE HISTORIA LOCAL (Oficios tradicionales) UNIVERSIDAD POPULAR DE MIGUELTURRA Nº 10 La Mujer Trabajadora

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Fascículo de la Historia de Miguelturra dedicado a los oficios tradicionales

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Page 1: Historia Miguelturra 10

CUADERNOS DE HISTORIA LOCAL(Oficios tradicionales)

UNIVERSIDAD POPULAR DEMIGUELTURRA

Nº 10

La MujerTrabajadora

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Cuadernos de historia local: Número 10 (vol II)Edita: Universidad Popular. (Área de Cultura. Excmo. Ayuntamiento de Miguelturra)Realizado por: Mª del Castillo González Garrido. Monitora del Aula de Estudios de la U.P.Colaboran:

Carmen Corral OcañaAlberto Martín Castellanos.Lucio Punzón Nieto.Mª José Sánchez Rodrigo.José Antonio Mondéjar Rodrigo.José Manuel García Pardo Muñoz.Isabel Gómez Rodrigo.Manuel Palmero Rodrigo.Fidela Asensio Martín de Lucía.Estrella Martín Sánchez.Amalio Segura González.Teresa Sánchez Serrano.

Foto portada: Grupo de amigas de paseo por la Plaza, 1950.Diseño y maquetación: Marcial González Rivero.Imprime: Asociación Mancha, febrero 2009I.S.B.N. Genérico: 84-934322-0-2Depósito Legal: CR. 187/2001

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Índice1. Presentación.2. Visibilizando el trabajo de las

mujeres Miguelturreñas.3. El rol de la mujer en la historia.4. Mujer y mundo rural.5. El papel socializador de la mujer.6. Actividades especificas de mujer.7. Las trabajadoras de Miguelturra.8. Agradecimientos.9. Documentación.

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1. Presentación.

Para terminar la colección sobre ofi-cios tradicionales (todos ellos dedicadosa trabajos masculinos), en la que el Aulade Estudios, ha venido trabajando du-rante los últimos años, no sería de justi-cia omitir el trabajo de las mujeres, tanimportante y habitualmente poco reco-nocido, en el desarrollo social de todacomunidad rural.

Por este motivo, hemos titulado el úl-timo de los cuadernos «la mujer traba-jadora», como homenaje a todas lasmujeres de Miguelturra, pretendiendoreflejar en él, los oficios y labores a losque se dedicaron nuestras madres yabuelas en una época caracterizada porgrandes dificultades económicas y so-ciales, así como por un escaso nivel cul-tural, que abarca desde finales del sigloXIX hasta los años 70-80 del XX.

Evidentemente, ni están recogidostodos los oficios, ni todas las mujeresque los ocuparon, pero sí una amplia re-presentación de los más comunes, quetradicionalmente han sido identificadoscon la condición femenina.

Es éste, por tanto, un modesto reco-nocimiento con el que esperamos, os sin-táis representadas todas las mujeres deMiguelturra.

Mª DEL CASTILLO GONZÁLEZ GARRIDOMonitora del Aula de Estudios. Universidad Poular.

2. Visibilizando eltrabajo de las mujeresMiguelturreñas.

La presencia de las mujeres en el mun-do laboral no es, evidentemente, nueva.Las mujeres han trabajado siempre,tanto en Miguelturra como en cualquierotro lugar del mundo. Pero también escierto que el reparto social de tareas, he-cho en función del sexo, ha implicadosiempre una valoración social y econó-mica desigual entre hombres y mujeres.

Esta división sexual del trabajo se haproyectado en nuestra sociedad en for-ma de ámbitos diferentes para hom-bres y mujeres:

Espacio público (maculino)= Ám-bito del reconocimiento y visibilidadsocial y económico.Espacio privado (femenino)= Ám-bito de lo doméstico, asistencial y dela invisibilidad social y económica.Las consecuencias objetivas de esta

división sexual en el trabajo son las di-ferencias históricas, entre hombres ymujeres, en términos de derechos so-ciales y capacidad de decisión sobre lapropia vida y la constatación de que elmercado laboral nunca ha satisfecho to-das las necesidades de cuidado de laspersonas, fundamentalmente cubiertomediante el trabajo invisible de lasmujeres.

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El crecimiento espectacular de la acti-vidad femenina remunerada, que se re-monta a principios de los años sesenta,ha sido un factor positivo para aumen-tar la autonomía de las mujeres, sin em-bargo, no ha garantizado la igualdad desexos. Podemos constatar que lafeminización de la población asala-riada no ha desembocado en un des-censo de la distancia entre empleos fe-meninos y masculinos.

Muchos son los factores que aún di-ficultan esta igualdad, desde la asimetríaen el reparto doméstico hasta un niveleducativo relativamente más bajo y tam-bién debido a la permanencia de legisla-ción y de actitudes discriminatorias enel mercado de trabajo. Todavía quedamucho camino por recorrer, pero llega-rá el día en que cada mujer puedaser como cada una es.

El objeto final de este «cuaderno dehistoria local» no es otro que ofrecer unretazo de historia sobre la actividad la-boral de mujeres miguelturreñas, en unperiodo concreto de nuestra historia lo-cal, que nos ayude a visibilizar el tra-bajo femenino desde su situación dedesigualdad social y económica respec-to a los hombres de su época, para se-guir manteniendo, hoy y siempre, laúnica utopía posible: «apostar a fondopor el sostenimiento de la vida hu-mana sin diferencias de género».

PILAR RODRIGO RUIZTécnico de Igualdad de Oportunidades

3. El rol de la mujeren la historia.

La mujer desde el principio de la hu-manidad ha debido recorrer un caminolleno de obstáculos para lograr trascen-der su condición de madre y tener laposibilidad de participar en la sociedad.

Su constitución física, más pequeñaque la del hombre, la mantuvo alejadade las actividades que demandaban es-fuerzo físico, tareas reservadas a los hom-bres, que cuentan naturalmente con unaestructura más robusta.

Los grupos humanos primitivos seorganizaron de una manera natural, man-teniendo este estado de cosas sin la po-sibilidad de alternativas, respetando elpoder del más fuerte.

La vida de la mujer se limitó durantemucho tiempo al cuidado de los hijos,las tareas domésticas y los trabajos ma-nuales artesanales.

Este estado de cosas fue creando asu vez una cultura de roles rígidos difíci-les de trascender, sostenidos además porla religión, manteniéndose la educacióny la participación en el poder civil reser-vada a los hombres durante siglos.

La revolución industrial en Europa, apartir de 1789, da origen a una nuevatecnología que exige brazos para traba-jar en las fábricas, lo que convierte a lamujer en un instrumento útil para parti-

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cipar en la vida laboral, percibiendo sa-larios más bajos que los hombres y so-metidas a un régimen de trabajoinfrahumano.

A fines del siglo XIX y a partir de laprimera guerra mundial, la mujer comien-za a incorporarse a la educación univer-sitaria y a participar con su trabajo enciertas áreas específicas.

Antes de esa época, no era bien vistopor la sociedad que una mujer trabajara,viéndose relegada a hacer tareas de ser-vicio o ejercer la docencia, si no teníafortuna o no se casaba; ya que la expec-tativa de rol en esos tiempos era quefuera casada, que tuviera hijos y que sededicara a cuidar su hogar, y por lo tan-to esos eran generalmente también susobjetivos.

La segunda guerra mundial produceuna nueva revolución industrial con laaparición de la línea de montaje, la pro-ducción en serie y el surgimiento de

Antonia García y familia,1958

Simona Dominguez con sus hijas Ignacia yConcepción

Grupo de amigas muy arregladas posan juntoa un diván, foto de estudio, 1920

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grandes fábricas de armamentos, avio-nes y material bélico, que después de laguerra da origen a la fabricación masivade electrodomésticos.

El lugar de los hombres, asimilados alas fuerzas armadas, fue ocupado por lasmujeres, y debido a las circunstancias sunuevo rol en las fábricas fue aceptadosocialmente.

La fabricación de electrodomésticosaliviaron a las mujeres de las tareas ho-gareñas, que en esos momentos no erancompartidas por los hombres.

Después de la segunda guerra mun-dial se produce un gran cambio decosmovisión. El relativismo cultural cam-bia los valores y comienza una nuevaera de rebeldía hacia la tradición, la fa-milia y la religión.

Mientras tanto, en el siglo XX, en to-dos los países civilizados se reconocenlos derechos de la mujer como personaadulta en iguales condiciones que loshombres.

Actualmente, las mujeres tienen ple-no protagonismo, invaden las universi-dades y compiten con los hombres entodas las áreas de la sociedad; tanto enlos puestos de trabajo de jerarquía, comoen las investigaciones científicas y lamedicina; los puestos políticos de másalto nivel y en todos los campos de lacultura1.

4. Mujer y mundorural.

La conmemoración del Día Interna-cional de la Mujer Rural propicia el que,se multipliquen los debates y aportacio-nes sobre el papel creciente que juega lamujer en el mundo rural. Un rol al que lefalta mucho para que se sitúe en los mis-mos o parecidos términos que los delhombre, pero que ha experimentado unpositivo proceso durante los últimosaños.

No hay que olvidar que hace apenasmedio siglo los términos mujer y mediorural eran prácticamente incompatibles,de tal manera que se trataba de una de-dicación reservada a los hombres, mien-tras las mujeres se ocupaban de todotipo de labores y trabajos domésticos.Un fenómeno que hasta hace bien pocohemos podido apreciar en los pueblosde nuestra provincia, en cuyo territoriose encuentra gran cantidad de núcleosrurales.

Si la incorporación de la mujer al mun-do laboral ha sido en general un fenó-meno difícil y complejo, mayor lo ha sido,por sus especiales características, su ac-ceso al mundo rural, ya que este ha de-bido realizarlo en la misma casa y en elmismo medio rural, donde a lo largo detoda la vida se ha realizado una conduc-

1 http://psicologia.laguia2000.com/general/el-rol-de-la-mujer-a-traves-de-la-historia

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ta que separaba totalmente el rol quedebía desarrollar la mujer y el hombre. Sicualquier movimiento o cambio sociales de por sí lento y complicado, el quenos ocupa ha precisado de toda una re-volución para dar vuelta a la que era unacultura y una tradición milenaria. Ade-más, la convivencia en el mundo ruralactual de perfiles femeninos tan distin-tos como el de mujeres ancianas, jóve-nes, inmigrantes, etcétera dibujan un pa-norama más complejo que en el mundolaboral convencional.

Desde esta perspectiva podemos con-templar con optimismo los cambios ex-perimentados y los logros alcanzados eneste campo, pero no es menos ciertoque si miramos hacia adelante son mu-chas las reivindicaciones pendientes y losretos que todavía hay que afrontar. Ymás si nos referimos a que el sector atra-viesa por un momento crítico en el quelos altos costos de los factores de pro-ducción no se corresponden precisamen-te con los de salida y venta de los pro-ductos agroganaderos. Elementos todosellos que no deben cercenar, sino esti-mular e impulsar, el conocimiento, for-mación y preparación profesional de lamujer rural.

El aprovechamiento de los recursoshumanos para el mantenimiento del teji-do social rural y la revitalización de laseconomías locales requiere la participaciónde las mujeres, más activas tradicional-mente que los hombres e impulsoras en

muchos casos de estrategias de desarro-llo ya que los cambios en la economía agra-ria, su pérdida de población por la faltade oportunidades, la escasez de serviciosexistente, su aislamiento y deficienciasinfraestructurales conducen a la emigra-ción de la población joven, especialmen-te de la femenina.

5. El papelsocializador de lamujer.

El papel de la mujer en la sociedadespañola hoy en día es muy diferentedel que jugaba, tan sólo, veinte añosatrás. Su participación en los ámbitossociales, económicos, culturales o políti-cos, se ha elevado hasta alcanzar cotasrepresentativas que constituyen un avan-ce muy significativo.

La Constitución Española de 1978,estableció el principio de igualdad y nodiscriminación e instó a los poderes pú-blicos a promover las condiciones paraque la libertad y la igualdad fueran realesy efectivas.

En los últimos años, se han intensifi-cado las políticas, programas y actuacio-nes que, desde diferentes instituciones,organismos y organizaciones, se hanvenido desarrollando para propiciar unaparticipación igualitaria de las mujeres,

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en la sociedad, y garantizar no sólo laigualdad formal, sino también la igual-dad real.

La realización de estas acciones posi-tivas en beneficio de la corrección deestas desigualdades entre hombres ymujeres tiene siempre una mayor reper-cusión en el medio urbano que en elmedio rural. El mundo urbano es másdinámico, incorpora los cambios y lasnuevas tendencias más rápidamente queel medio rural marcado por el manteni-miento de unas estructuras sociales, eco-nómicas y participativas tradicionales. Laintroducción de nuevas formas de en-frentarse a la realidad actual precisa deacciones de concienciación que contri-buyan a la modificación de estos hábi-tos de vida.

La viabilidad y permanencia del de-sarrollo rural requiere de la igualdad deoportunidades, no sólo de la mujer res-pecto del hombre y viceversa, sino delmedio rural respecto del urbano.

Nuestro esfuerzo debe ir encamina-do a evitar esta pérdida de recursos es-tratégicos para el desarrollo del mundorural y apoyar decididamente cualquieracción que mejore su calidad de vida.

Desde los años 40 hasta finales de los60 del siglo pasado, la participación dela mujer en la vida pública y social denuestro pueblo, se limitó casi exclusiva-mente a programas muy reducidos es-pecialmente promovidos, tanto por elrégimen político, utilizándolas como ins-

trumentos propagandísticos, como porla iglesia, fomentando su participaciónen postulados y procesiones.

Sección femenina celebrando el 18 de julio, 1943

Mesa Petitoria en la puerta de la Tercia, 1957

Las chicas de Acción Católica, postulando enla puerta de la parroquia el día del Domun

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Aunque también participaba en otroseventos de carácter lúdicos como fies-tas y bailes populares.

6. Actividadesespecíficas de mujer.

Como ya hemos comentado en epí-grafes anteriores, tradicionalmente, lasmujeres se han venido ocupando detodo tipo de labores y trabajos domés-ticos. Debido a su condición de madresy esposas, la vida de la mujer se limitódurante mucho tiempo al cuidado de loshijos (propios o ajenos), las faenas y que-haceres cotidianos y los trabajos manua-les artesanales. Y, si excepcionalmentetrabajaban fuera del hogar, lo más habi-tual, es que se viesen postergadas a des-

Casi y Claudia, portando a la Virgen de laCandelaria

Teresa, Carmen y Mª Carmen en el baile delos cañaberales, 1950

Grupo de amigas en una celebración, 1952

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empeñar funciones de servicio o ejercerla docencia. Por lo tanto podemos ad-mitir, de manera generalizada, que hastahace poco más de medio siglo, éstas fue-ron las actividades específicas en el ám-bito personal y laboral de la mujer.

Por supuesto todos estos oficios hanestado realizados por mujeres de nues-tro pueblo, a todas ellas va dedicado estetrabajo con el que hemos querido rendirun modesto homenaje, procurando re-flejar las labores ejercidas por mujeresque dedicaron muchos años de su vidaal desarrollo y progreso de la sociedadlocal, convirtiéndose en «eficaces herra-mientas» de participación en la vida la-boral. Para ello, hemos querido recordara las protagonistas de algunas de estasprofesiones específicas de su génerocomo parteras, amas de cría, niñeras,maestras, bordadoras, costureras, sastrasy muchas otras que se enumeran a con-tinuación.

7. Las trabajadorasde Miguelturra.

7.1 Parteras:

Las parteras eran personas bien conun titulo legal o sin él que asistían a lasparturientas.

A lo largo de la historia, el arte de ayu-dar a parir a estado relacionado con lamujer, bien como partera experimenta-da, o como comadrona. Solo cuando elparto se complicaba y era preciso el ins-trumental quirúrgico intervenía el ciru-jano. Los médicos, por su parte, no seinteresaron por la Obstetricia hasta elsiglo XIX.

El oficio de partera ha tenido grantrascendencia en nuestra sociedad, perola consideración recibida no ha sidosiempre la misma. Varios sentimientosse han barajado en torno a ella: respeto,rechazo y miedo, especialmente si se aso-ciaba con la magia y la brujería.

Dos características han acompañadoal oficio de ama de parir, su antigüedady la tradición familiar. A su vez no erararo encontrar varias generaciones departeras (madre, hija y nieta) que apren-dían desde jóvenes y al adquirir suficien-te formación y destreza, las sustituían ose independizaban.

Los salarios de las comadronas eranmodestos, estaban obligadas a atendergratuitamente a los pobres de solemni-dad y solo les pagaban las gentes quetenían bienes, por ello era frecuente, lademanda de éstas de un aumento desueldo, reivindicación que lograron conel paso del tiempo, llegando en la actua-lidad, a estar reconocidas como trabaja-doras de la Seguridad Social.

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«El trabajo de partera».

«Desde que la partera recibía el aviso deasistir a un parto hasta el nacimiento del niño,todo era un suceder de preparativos. La par-tera se trasladaba al domicilio de la parturien-ta y en la alcoba de ésta sucedía el aconteci-miento. La comadre calentaba el agua y cocíalos paños humedecidos que iba a utilizar parael alumbramiento. Aplicaba los ungüentos quehabía preparado anteriormente y le suminis-traba las pócimas que según sus conocimientosiban a surtir efecto.

Además de los partos naturales, las parte-ras debían hacer frente a situaciones inespera-das como abortos involuntarios o cesáreas.

En el caso de el que parto se complicara, nohabía más remedio para la partera que hacerfrente a la situación y traer al mundo al niñode forma que madre e hijo pudieran salvarse,aunque esto en un porcentaje bastante elevadode los casos no se cumplía. Bastantes mujeresmorían en los partos, pues no se sabía casinada de la higiene necesaria ni de cómo solu-cionar las complicaciones o enfermedades quepodía traer consigo un parto.

También el nacimiento era un trance peli-groso par a los niños. Muchos morían a causade infecciones en los primeros días o semanasde vida. Así, aunque los partos solían ser nu-merosos, no todos los niños sobrevivían. Decada diez niños nacidos, aproximadamente cin-co morían durante la primera infancia.

Una vez que el niño estaba fuera del cuer-po de la madre, la comadrona debía limpiar alniño y desempeñar todas las artes necesarias

para demostrar que era una buena profesio-nal.

En el momento del parto, sólo estaban pre-sentes mujeres, excepto en el caso de partos enfamilias de la alta sociedad, como reyes, no-bles, etc. En los que además de varias mujereshabía un notario que certificaba que el hijonacido, era realmente legítimo. En estos casos,era de especial relevancia dicha certificación yaque estaban en juego grandes títulos y posicio-nes sociales»2.

Entre los años 1920-50, hasta el últi-mo tercio del siglo XX , las comadronasmás antiguas que recuerdan los infor-mantes son:- Encarnación Martín de Lucia:

vivía detrás del Cristo, en la callelibertad, (antes Corona, en guerraAsturias la Roja y después de guerraArriba España). Iba a atender lospartos a las casas particulares, trabajabaa domicilio, y aunque no solía cobrarpor sus servicios, era mantenida porla familia de la parturienta durante losdías del parto hasta que daba a luz.

- Benita Díaz: vivía en calle Malpica,ayudo a traer al mundo a numerososniños. Todos los que la recuerdandicen de ella que era una excelenteprofesional pese a no haber tenidoninguna formación académica, perosin embargo, su buena mano en laasistencia a los partos no pudo evitarque su propia hija muriera al dar a luz.

2 http://www.bodasdeisabel.com/Gr/Parteras/Parteras.htm

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- Magdalena Corral Castellanos:viva en calle Barranco, matronaprofesional, realizó un curso depuericultura en Cádiz. Fue lacomadrona municipal entre 1940-70,atendiendo partos a domicilio, por loque percibía una paga del municipioy del Instituto Nacional de Previsión.

- Mª de los Ángeles Royo Benítez:(hija de D. Calixto Royo, practicantedel pueblo). Estudió puericultura ymatrona, comenzó trabajando con supadre y posteriormente estuvo decomadrona en la clínica «18 de julio»de Ciudad Real, además de asistir alos partos de las mujeres del pueblodesde 1950-80 aproximadamente.

7. 2. Amas de crianza:

Un ama de crianza, ama de leche onodriza es una mujer que amamanta aun lactante que no es su hijo; hoy endesuso en la mayor parte de Occidente,el empleo de amas de crianza se remon-ta a la prehistoria, y fue común hasta elsiglo XIX para alimentar a niños cuyasmadres no podían o no deseaban ha-cerlo.

El recurso a un ama de crianza podíaestar motivado por razones físicas comoen el caso de producción insuficiente deleche, en partos múltiples en los que unasola persona no puede satisfacer los re-quisitos de lactancia, o sociales; laprofesionalización de la lactancia permitíaa la madre dedicarse a otras ocupacio-nes, o simplemente librarse de una tareapercibida como socialmente inadecua-da para las clases superiores. En otrassociedades, la tarea no estaba restringi-da a las profesionales, sino que era partedel cuidado de los infantes compartido

Angelines Royo

Angelines Royo y unas compañeras detrabajo en la clinica «18 de Julio»

Angelines Royo Benitez junto a suscompañeas de trabajo en la clinica 18 de Julio

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entre todas las madres del grupo. Laprofesionalización de la crianza,sociológicamente hablando, fue uno delos medios que permitió a las mujerespudientes liberarse del vínculo constan-te al cuidado doméstico que caracterizaal papel femenino en las sociedadespatriarcales. El desarrollo de fórmulasmás completas como la leche en polvo,adaptada en muchos casos al sistemadigestivo del niño, ha llevado a la paula-tina extinción de la institución del amade crianza en los países desarrollados.

Una ocupación extendida por estosaños, entre las mujeres de escasos recur-sos económicos, fue la de amas de cría,amas de leche o nodrizas. Se trataba demujeres que habían dado a luz reciente-mente y eran llamadas para amamantara otros niños, generalmente de familiaspudientes, y se las solía pagar, no tantocon dinero, sino con una buena manu-tención alimenticia, ya que si se nutríabien a la nodriza esta tendría mejor le-che, circunstancia que repercutía direc-tamente en la mejor crianza del niño.

Dos de las que recuerdan los infor-mantes son:- El ama de leche de Enrique «el

panadero».

- Emilia Ocaña García (madre deSole): nació en Miguelturra el 10 deabril de 1898 y falleció el 14 de abrilde 1971. Fue ama de leche deNicomedes Trujillo Trujillo, deAmparo Ramos y de Ismael apodado

(el boticario) por una farmacia quepuso en Madrid. Este hombre vivióen calle Caballeros, frente a la casa deDarío Barco. Como curiosidad decirque fue quien trajo la talla del Cristode la Misericordia al pueblo.

- La «Alemana»: una mujer que vinode Alemania y fue ama de cría de unniño, al que por esta circunstancia,apodaron «el alemán».

Emilia Ocaña García sentada, con su hijaSole y nietas, 1962

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7. 3. Niñeras:

Una niñera es una persona que seocupa de cuidar ocasionalmente y, portanto, no a tiempo completo los niñosde otra persona la cual no se puede ocu-par de ellos, bien porque mantenga unaactividad laboral, o bien por cualquierotra circunstancia.

La actividad de la niñera se desarrollaa menudo en la casa de la familia quesolicita el servicio o en la propia casa dela niñera. Existen niñeras a tiempo com-pleto o semicompleto, conocidas comonanas; que igualmente reciben remune-ración, y en cuyo pago en ocasionespuede incluir además alojamiento y ma-nutención.

Esta actividad ha sido tradicionalmen-te realizada por mujeres, en el caso deMiguelturra, numerosas han sido las jó-venes que desde que desde, práctica-mente la adolescencia, se dedicaron alcuidado de los hijos de otras personas,siendo empleadas sobre todo en las ca-sas grandes donde el capital era abun-dante.

Estas son algunas de las mujeres quese dedicaron a esta labor, de las que con-servamos las siguientes imágenes:

En la primera fotografía, vemos ungrupo de niñeras, posando junto a losniños que cuidaban, la foto data de 1898.

En la siguiente instantánea, tomadaen 1957, aparece Gregoria Peco, cui-dando de la hija de Vitoriano Trujillo.

Niños posando junto a unas amas de cria,

Gregoria Peco con uniforme de niñera,cuidando de la hija de Vitoriano Trujillo,finales de los años 50

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A continuación Visitación Rodrigoy su amiga Lola, dos niñeras, al cuidadode los niños Manolo Vera y Luisa Illescas.

A la derecha vemos a otro grupo deniñeras, Luisa y sus amigas en la calleGranada, 1962.

Y por último, una fotografía dondeposan cuatro jóvenes niñeras, paseandopor la plaza en su día de descanso.

Las niñeras Visitación Rodrigo y Lola, conlos niños Manolo Vera y Luisa Illescas

Luisa y sus amigas en la calle Granada, 1962

Niñeras en su día de descanso, 1961

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7. 4. Maestras:

Una de las profesiones más recurren-te para las mujeres en esta época (1906-1920), fue sin duda alguna la del magis-terio, aunque en el anterior trabajo3 sededicó íntegramente a esta disciplina,recordando algunas de las profesionalesde la docencia que ejercieron en nuestropueblo. Volvemos sobre el tema paramencionar a muchas otras (que ante-riormente pasamos por alto), de las quehemos tenido noticia revisando las Ac-tas Municipales. Documentos en los queson mencionadas por diferentes moti-vos. Enumerándolas a continuación pororden cronológico:- Actas Municipales, año 1906. Folio

4. Dª Filomena Robles Fernández:Profesora de una de las escuelaspúblicas elementales de niñas de la villade Miguelturra , solicita certificado delos servicios prestados, necesario parasu traslado a la provincia de Oviedo.El Ayuntamiento en vista de loexpuesto, acuerda que se consigne enel Acta del Pleno: «el sentimiento con quela Corporación ha visto el traslado de taninteligente profesora, preparada laboriosidady buen método».

- Actas Municipales, 1906. Folio 11.María Sánchez Romero: Vecina dela Villa de Miguelturra, «solita el puestode auxiliar en la escuela de Dª FilomenaRobles».

- Actas Municipales, 1906. Folio 17.Mónica Díaz Castellanos: «Exponeante el Pleno una reclamación de deuda porservicios en beneficio de la enseñanza».

- Actas Municipales, 1909. Folio 29.Asunto de abono de gratificacionesa Dª Mónica Díaz Castellanos,pendiente desde el 5 de agosto de1880.

- Actas Municipales, 1909. Folio 41.Acuerdo del Ayuntamiento por el «quelas auxiliares de las maestras de niñas deesta villa, cobren en lo sucesivo y con cargoal capítulo de imprevistos del presupuestocorrespondiente las gratificaciones de treintapesetas mensuales que se les señala, todavez que ya no les es posible percibirlasdirectamente de las profesoras en atención aque a éstas se les ha sido bajadas de lasgratificaciones las cantidades que á este finse les aumentó».

- Actas Municipales, 1909. Folio 11.«De igual forma se dio lectura de lo escritoque ha dirigido a este Ayuntamiento DªDolores González, auxiliar de la escuelapública de niñas que dirige la profesora DªMaría Salomé Benítez, en el queexpresa su inquebrantable decisión de nocontinuar desempeñando el car go dereferencia, por tal motivo hace dimisión deél. El Ayuntamiento, en vista de lo expuestopor la interesada, acuerda por unanimidadel admitir la dimisión de la referida DªDolores González, si bien se cree en el casode conseguirse que queda satisfecha de los3 Cuadernos de historia local. Nº 9. «El maestro».

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buenos servicios que ha prestado a laenseñanza».

- Actas Municipales, 1911. Folio 23.«Dª Dolores González, auxiliar de laEscuela de niñas que dirige la profesora DªMaría Vicenta Benítez, quinientas cuarentapesetas por haberes del segundo semestredel año 1909 y todo el año 1910 con cargoal capítulo 4º art. 1º del referido presupuesto.A Dª Emilia Díaz ciento cuarentapesetas con sesenta y cuatro céntimos por loque queda de pensión que se le tieneconcedida y corresponde percibir en los tresprimeros meses del año actual con cargo alcapitulo 9º art....A Dª Emilia Díaz, cuarenta y seispesetas con ochenta y ocho céntimos por locorrespondiente al 4ª trimestre del año 1910procedente de la pensión que se le tieneconcedida con cargo al capitulo de dichopresupuesto».

- Actas Municipales, 1911.Nombramiento de «auxiliar de la escuelade niñas de Dª María Salomé Beníteza la vecina con título que lo ha solicitadoSantiaga Roldán Rivas y la auxiliarpara escuela de niñas Dª DoloresGonzález Coello».

- Actas Municipales, 1920. Folios 14y 15. Oficio dirigido a la corporaciónpor parte de Dª Encarnación Ruizmaestra nacional, por la cual solicita:«que teniendo en cuenta el número dealumnas matriculadas que asciende a 206,con una asistencia diaria de 130 á 160(...), se nombre una auxiliar más y de este

modo podrá difundir con más amplitud lacultura e instrucción en beneficio de esta noblevilla. La Corporación (...) acuerda porunanimidad (...) que pase a prestar susservicios la auxiliar de escuela Sr. DªUrbana León a las ordenes de DªConcepción Ruiz (...) debiéndose participareste acuerdo a dicha auxiliar y al Sr.Inspector Provincial de Primera Enseñanzapara su consentimiento y efectos.»

- Actas Municipales, 29 de marzo de1920. Folio 47. «(...) Se dirige a esteAyuntamiento la vecina de esta villa DªMagdalena León y Fernández, enla que solicita ser nombrada auxiliar de laescuela nacional de niñas de esta poblaciónque dirige la profesora Dª EncarnaciónFernández Sánchez (...)»Más información relacionada con el

magisterio en Miguelturra, consultar elcuaderno de historia local Nº 9 de estacolección.

7. 5. Bordadoras:

El bordado es un arte que consisteen la ornamentación por medio de he-bras textiles, de una superficie flexible.

Los romanos llamaban a esta orna-mentación plumarium opus, en virtud dela semejanza que tienen algunas de estaslabores con la pluma del ave. Y como seconsideraba en el bordado un procedi-miento similar a la pintura llamaban a lasvestiduras bordadas túnica picta o toga picta,o bien túnica palmata, aludiendo a los

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bordados en forma de palmetas con quelas adornaban.

Se conocen diversas clases de borda-dos caracterizadas por el relieve que pre-sentan, o por la materia de que constan,o bien por el trazado de las figuras, opor las diferencias de puntos que se pro-ducen al bordar con la aguja. Los hilosque se emplean en el bordado son losmismos que sirven para el tejido perosobre todo se utilizan los de seda, lana ylino, todos con variados colores y, los deplata y oro con las formas diferentes quese adoptan en tejeduría. Con ellos, seensartan a veces gemas, perlas, abalo-rios y lentejuelas metálicas.

Tradicionalmente han sido, sobretodo mujeres, las personas que se handedicado tanto a la práctica, como a laenseñanza aprendizaje de las labores debordado y costura; tanto es así, que in-cluso en la escuela fue, hasta la décadade los 70 (S. XX), asignatura obligatoriaen la instrucción femenina.

Otras bordadoras que se dedicaronprofesionalmente a este oficio son:- Teresa Nieto: (la de «Largartillo»),

comenzó a bordar a los veinte años ycontinuó con el oficio hasta su muerte.Tenía taller de bordado en su casa enPlaza de España, donde enseñó avarias aprendizas.

- Sixta Arévalo: comenzó1930 contaller propio en calle Pozuelo, dondeaprendieron muchas jóvenes a bordar.

- Teresa Donate: desde los años 1940-50, con taller en calle Botija, en el quetambién aprendieron el oficionumerosas mozas del pueblo.

- Restituta Corral Palmero: tambiéncon taller de bordado en su domicilio,donde enseñaba el oficio hasta 1970.

- Concha Mohíno: se dedicóprofesionalmente a las labores debordado realizando encargos en supropia casa, en calle La Corte.Teresa Sánchez y Felicia Sánchez

Vizcaíno, bordando en la escuela,1949

Bordando en casa de Teresa, 1945

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7. 6. Costureras:

La costura es el método por el cual seunen dos o más telas al perforarlas y en-trelazar un hilo a través de ellas, normal-mente con ayuda de una aguja. La cos-tura es usada principalmente para pro-ducir ropa y artículos para la casa, talescomo cortinas, ropa de cama, tapiceríay mantelería. Algunas personas cosenropa para sí mismas y para su familia.Más a menudo las costuras caseras sonpara reparaciones tales como remendaruna costura rasgada o remplazar un bo-tón perdido. Una persona que cose paravivir es conocida como costurera, mo-

dista o sastre. La costura «sencilla» sehace por razones funcionales, hacer oremendar ropa.

También han sido muchas las muje-res que habitualmente se han dedicadoa esta profesión. A continuación se de-talla un listado de algunas de las más re-cordadas por nuestros informantes yotras que aparecen, inscritas como mo-distas, en el anuario de Bailli-Baliere Rie-ra de 1922:- Victoria Melgar: en Bailli-Baliere.- Rita Muñoz: en Bailli-Baliere.- Isabel Rivas: en Bailli-Baliere.- María Rivas: en Bailli-Baliere.- Francisca Roldan: en Bailli-Baliere.- Teresa, Elvira y Mónica Díaz

Lozano: estas tres hermanas,conocidas como «las Bimbas», sonde las modistas más antiguas querecuerdan nuestros informantes,comenzaron en su taller de la calleCervantes en 1927 hasta1942, a parte

Concha Mohino bordando en el patio de sucasa, 1960

El taller de una modista con la maestra juntoa oficialas y aprendizas, 1910

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de las hermanas tenían varias chicascomo oficialas y otras tantasaprendizas, que les ayudaban en lacostura y confección de prendas.Como curiosidad, decir que del trajede novia de una de ellas, se le hizo unvestido a la virgen al finalizar la GuerraCivil.

- Marcela y Antonia León: otras doshermanas, conocidas como «lasSomarras», también modistas contaller de costura en calle José Mora(antes Toledo), donde aprendieron elcorte muchas jóvenes de la época.Contaban con abundante clienteladebido a su afamada reputación comocostureras. Una de las hermanas,Marcela, fue madrina del Español, elequipo local de fútbol, además decoincidir con su nombramientocomo «Mis Miguelturra» en las fiestaspatronales de 1932.

- Dolores y Emilia Yébenes Arenas«las Cantaras»: hacia 1930 más omenos, modistas costureras condomicilio en calle Buque, aunque notenían taller en su casa, cosían aparticulares además de para el sastreRomualdo Roldán.

- Emilia, Felisa, Braulia y Lucia, «lasOchovas»: cuatro hermanas hijas deun guardia civil destinado en el pueblo,aunque no eran de Miguelturra,trabajaron durante varios años comomodistas y costureras, con taller encalle Alarcos, donde cosían ellas sinayuda de otras oficialas o aprendizas,después de terminada la Guerra sefueron del pueblo.

- Dominga Rodrigo Céspedes: contaller propio de costura y bordado enla Plaza de las Monjas, desde 1950-70se dedicaba, sobre todo, a laconfección de trajes de niño.

Antonia y Marcela León Las somarras,posan junto a las oficialas de su taller decostura

Recuerdos de un taller de costura, 1947

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Posteriormente su hija también sededicó a esta profesión, llegando atener una fábrica de costura dondetambién colaboraba la madre, hacíanropa para El Corte Inglés.

- Isabel López: mediados de los años50, modista con taller de costura ensu casa en calle Oriente (plazoleta deSusano).

- Petra Martín «la Petín»: costureracon taller en calle Paquito León, dondeaprendieron muchas jóvenes hastamediados de los años 60.

- Constanza y Carmen, «lasPiñonas»: varias hermanas de las quesolo recordamos el nombre estas dos,también cosió con ellas un hermano,Ángel, que era sastre y aprendió eloficio en el hospicio. A los hermanosse les conocía por «los coloraos».

- Tina, Justa y Rafaela Beldad: treshermanas costureras y un hermanosastre, con taller en calle Alarcos. Tinaestuvo cosiendo y haciendo arregloshasta hace poco tiempo y, Justa estuvode costurera en un conocido comerciode Ciudad Real (Macario), además erasastra.

- Gregoria Rivas Arjenios: con tallerque mantuvo hasta los años 80 encalle Libertad, donde tuvo variasaprendizas. Como curiosidad decirque era pariente del CardenalMoñescillo y su madre trabajó de

cocinera en la casa del conde le laCañada.

- Pilar Fernández «la Parrala»:todavía se dedica a la costura, tuvouna escuela taller de donde salieronmuchas oficialas.Por supuesto además de todas estas

profesionales que, aquí se mencionan, hahabido muchas otras mujeres que se handedicado y todavía se dedican a la cos-tura, tanto profesional como particular-mente, pero sería imposible enumerar-las a todas, algunas de ellas nos han he-cho llegar su imagen como la que mos-tramos a continuación.

Josefa Montero en el patio de su casa,1962

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7. 7. Sastras:

Para documentarnos sobre las muchasmujeres que se dedicaron a esta activi-dad en Miguelturra, hemos contactadocon una de ellas, quien a través de sutestimonio nos ha proporcionado la in-formación que ha permitido conocermás de cerca la profesión. Su nombrees Rocío de la Beldad Roldán, ellaempezó a trabajar a los veinte años enel taller de su padre, Antonio de la Bel-dad (sastre de reconocido nombre en elpueblo) y salio del taller, al igual que suhermana Olvido, para casarse.

Antonio de la Beldad, sastre a los die-ciocho años, se establece en Almagrocon sastrería propia, regresa aMiguelturra para casarse con ClaudiaRoldan, donde funda otra sastrería consu nombre en la calle General Aguilera,17 en la que trabajaban 22 mujeres como

ayudantes de sastras y 9 pantaloneras,que colaboraban fuera del taller, se lleva-ban la costura a casa y la traían ya con-feccionada. Antonio tenía los génerosde tela en la sastrería, que él mismo ad-quiría en Béjar (Salamanca), los más fre-cuentes eran príncipe de gales, espiguillay pata de gallo. Además tuvo otra sas-trería en Ciudad Real situada en calleLanza, 8.

Cuando Rocío comenzó a coser nosabia ni echar un hilván, circunstanciaque ocasionaba cierta burla por parte delas otras oficialas al ser ésta hija del jefe ysentirse dependiente de las demás. Ro-cío se importunaba por este motivo, pesea lo cual su padre, ponía poco empeñoen enseñarla. Gracias a su afán de supe-ración , empezó a «picar» cuellos y hacer«plastones» de entretela que cosía a má-quina haciendo laberinto. Pasado ciertotiempo fue aprendiendo y se especializóen la realización de los delanteros de lostrajes y en unir chaquetas americanas.Después siguió poniendo mangas, que

Sastrería de la Beldad de C.Real en calleLanza 8, donde vemos a Antonio junto a susoficialas Genara, Amable, Dionisia, Remedios,Rosario, Lorenza y Carmen

Otra instantanea del taller de antonio en C.Real, posando junto a sus oficialas,1953

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era lo más complicado, las primeras quepuso no sabía ajustarlas bien, por lo quesu padre le iba dando las indicaciones

oportunas, pero cuando veía quese desesperaba, la mandaba a daruna vuelta para despejarse y des-pués del paseo todo iba mejor.Las oficialas se reían cuando veíanque ella las ponía mal, pero otravez, echando mano de su fuerzade voluntad y gran tenacidad, seesforzó tanto que llegó a hacerseexperta en mangas, de tal mane-ra que acabó revisando las de lasdemás compañeras del taller.

A continuación incorporamosun relato, escrito de su puño y

letra, donde nos cuenta con más detallesu trayectoria profesional.

En esta ocasión se trata de la sastrería de Miguelturra en calle General Aguilera, 17, donde vemosa Antonio en el centro junto a las oficialas y su familia, su hijo Ocdelin y sus hijas Olvido y Rocio

Nuevamente en el taller de Antonio, 1955

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«Sastrería de Antonio de la Belda».«¡Hola!, me doy a conocer, me llamo Rocío

de la Beldad y quiero desvelar algunas dudasque me gustaría hacer públicas:

Llevo desde que tenía veinte años en la sas-trería de alta categoría de Antonio de la Bel-dad, que a sus dieciocho años, cuando casi eraun niño, se estableció en Almagro. Sus deseossiempre habían sido ser una gran figura en suprofesión para dedicarse a la moda.

Así, confeccionando trajes de caballero, deseñora, niños de comunión, capas negras concuellos de terciopelo, etc. Instituyó en nuestropueblo, Miguelturra, su propio taller, desdeel que dirigió a un hermoso número de sastrasy pantaloneras; de ese mismo taller salió unsastre titulado, su hijo Ocdelín que se esta-bleció en Santander donde montó su propionegocio.

También trabajó en la sastrería otra demis hermanas, Olvido, que por edad empezó acoser la primera y después todas colaboramos,principalmente cuando llegaban las fiestas por-que había muchas prisas y todos los hermanostrabajábamos, mi padre les puso a mis her-manos una paga (en broma) de 10 céntimospor cada americana a la que le quitaban loshilvanes, mi hermano Manolo (que hacía elquinto de los ocho que eramos), se ponía en lamáquina y picaba los cuellos y los plastones delas americanas y de esta forma nos tenía atodos trabajando en la sastrería, lo pasába-mos muy bien con el ruido de las máquinas y elcántico de la gente joven, que por aquel enton-ces, éramos muy felices.

¡Que tiempos más bonitos!. Bueno como ve-réis me siento muy feliz de mi familia y noquiero hacerme una pesada. Os quiero.

Rocío.»

Ocdelin (con el metro) posa con las oficialas Trini, Mercedes, Elisa, Adriani, Esperanza y Romualda

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Otras de las muchas sastras que huboen el pueblo, algunas de ellas surgidasdel taller de Antonio, son las siguientes:

7. 8. Aparadoras:

La fabricación de calzado era inicial-mente, como tantos otros oficiosartesanales, un trabajo masculino. De-terminadas tareas como la de martillarla suela o coser con la lezna exigíanconsiderable fuerza y resistencia; otras,en cambio, requerían destreza y conoci-mientos específicos salvaguardados cui-dadosamente por los obreros del oficio.

Cuando surge la división del trabajose separan del conjunto algunas tareasmás simples que empiezan a ser realiza-das por mujeres, la principal de ellas es elaparado, es decir la costura de piezas queforman la parte de arriba o corte del cal-zado. Una parte importante de lasaparadoras, se encontraban no en lostalleres de calzado ni en las zapaterías amedida, sino particularmente, se tratade oficialas que trabajaban a domiciliopara alguna tienda del ramo, o por sucuenta para los maestros zapateros lo-cales, quienes hacían el corte de botas yzapatos con los diferentes patrones y,una vez cortados se los daban a lasaparadoras para que los cosieran a má-quina:- Mariana González : la hija de

Hipólito el zapatero, aparaba elcalzado y también cosía hebillas ypunteras.

- Inés Sánchez: la hija de «Ojones» elzapatero.

-Genara Martínde Lucía.

-Amable Santos.

-Dionisia.

-Remedios Rojas.

-Rosario.

-Lorenza.

-Carmen.

-Isidora Gallego.

-Juana.

-Juliana.

-Teresa.

-Lola.

-Trini.

-Mercedes.

-Elisa.

-Adriana Ruiz.

-Esperanza.

-Romualda: (ladel Marchanero).

-Eloisa Segura González. Esposa deUdaldo de la Beldad, también sastre(hermano de Antonio)

Otra instantanea de las oficialas de la sastrería

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- Rosario Hervás: la hija de Segundoel zapatero.

- Teresa Hervás «La Chata»:también hija de Segundo.

- Nieves y Emilia «Las Cantaras» :dos hermanas que vivían en la calleJuan de Ávila, aparaban para los«Payos» (Francisco y Santos).

- Germana de la Beldad: esposa deGermán el zapatero.

7.9. Guardabarrera o guardesas:

El guardabarrera es el empleado deferrocarriles encargado de la custodia deun paso a nivel y de que sus barreras,palenques o cadenas estén cerrados alpaso de los trenes abriéndolos poste-riormente.

Cuida de la conservación, limpieza yseguridad de los pasos a nivel y hace lasseñales que indican el estado de la vía yel de los trenes en marcha al pasar por elsitio en que se hallan. En algunas líneas,se desempeña este servicio por mujeresa las que llaman guardesas o casilleras4.

En el municipio tenemos noticias delas siguientes guardesas:- Isabel Espinosa del Moral: (1940-

60) titular en la estación deMiguelturra, su padre fue capataz dela vía.

- Evélia Martín: ( 1927-33) cuidabael paso a nivel en la casilla del caminode Carrión.

- Teresa y Antonia EspinosaQuesada: ayudantes de casillero enla casilla del camino de Peralbillo.4 Información de «http://es.wikipedia.org/wiki/Guardabarrera»

Estación de Miguelturra

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7. 10. Meteoróloga:

Antonia Roldan Fernández: la pri-mera mujer meteoróloga de España,natural de Miguelturra.

Fue la segunda de nueve hermanos,nacida en la calle Cohombro, desde don-de se trasladó, a los tres años de edad aCiudad Real permaneciendo allí hastalos dieciséis. Estudió, la enseñanza Pri-maria en el colegio de los Jesuitas, pa-sando seguidamente a la Academia Ge-neral de Enseñanza de Pérez Molinadonde realizó los estudios Superiores yel Bachillerato, examinándose de éste úl-timo en Madrid con la calificación deMatricula de Honor.

A los veinte años terminó la carrerade Físicas y a los veintiuno aprobó lasoposiciones de meteorología. Su primerdestino fue el ObservatorioMetereológico del Retiro en Madrid,trasladándose después a la ciudad uni-versitaria como jefa de Climatología. Trasla Guerra Civil el Instituto Nacional deMeteorología, pasó a formar parte delEjercito, militarizando al personal hechoque la convertía en un alto mando, ocu-pando el cargo de Teniente Coronel delas Fuerzas Armadas del Ejercito deAviación. Aunque nunca fue obligada avestir el uniforme si recibió el tratamien-to y el carné militar. Tiene varias publi-caciones y libros referidos a los climasde España, entre ellos el de Ciudad Real5.En la actualidad una calle de la localidadlleva su nombre.

Estación de Miguelturra

Antonia Roldán con la informante IsabelGómez, 20005 Periodico «Vida Manchega», 8 de noviembre de 1934.

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7. 11. Funcionarias municipales:

- Josefina Mohíno Delgado(Conser je del mataderomunicipal): nace en Miguelturra en1906, en abril de 1929 contraematrimonio con Manuel MorenoMuñoz, con el que tuvo 7 hijos.En 1931 su marido empieza a traba-

jar como conserje del matadero munici-pal, disponiendo de vivienda dentro delrecinto del inmueble. Cuando comienzala Guerra Civil (1936), Manuel esreclutado para hacer trincheras. Por es-tas fechas se aprueba un decreto por elque todas las mujeres de los trabajado-res municipales que sean incorporadosa filas, puedan ocupar el puesto de susmaridos, de esta manea Josefina, pasa aejercer el empleo de conserje. En esteperiodo es madre de tres hijos y estáembarazada del cuarto, por lo que supadre se traslada a vivir con ella ayudán-dola en las duras tareas que requería eltrabajo.

Josefina desempeño este cargo hastaagosto de 1938, fecha en que es desti-tuida como se hace constar en las ActasMunicipales.

En el Pleno Municipal de 10 de agos-to de1938, se pide, «por parte del camara-da Florentino Asensio López, que las plazasde conserjes del matadero y del cementerio mu-nicipales sean convocadas a concurso público,ya que debido a la condición de mujeres de lasque vienen desempeñando el cargo, no se les

puede exigir la responsabilidad que pudieracaber. La petición es aprobada por 9 votos a1 y las plazas son sacadas a concurso para suprovisión».

Según Josefina, no fue cesada por sucondición de mujer (aunque esa fue lajustificación), sino por las ideas de iz-quierdas de su marido, ya que cuando elregresó de la Guerra, a ninguno de losdos les dieron trabajo, denegándolestambién todo tipo de ayudas socialessolicitadas para mantener a sus siete hi-jos. Fue una época muy dura en la quese vieron obligados a marcharse del pue-blo para poder encontrar trabajo.- Lesiduta Muñoz Donate

(Conserje del cementeriomunicipal): Un caso muy similar alde Josefina, fue lo que ocurrió conLesiduta, en este caso, ella ocupaba elpuesto de conserje del cementeriomunicipal y, al igual que su compañeradel matadero fue destituida (según lasactas municipales del mismo pleno)6

por su condición de mujer.

7.12. Peinadoras o peluqueras:

Según la definición del Diccionario dela Real Academia de la Lengua, los pelu-queros son las personas que tienen poroficio peinar, cortar el pelo o hacer yvender pelucas, rizos, etc., o dueño deuna peluquería. En la actualidad sonmuchas las peluquerías existentes en el

6 Libro de Actas Municipales. 10 de agosto, 1938. Folios 56 y 57.

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pueblo, pero desde principios del siglopasado hasta más o menos los años 50,estos locales no eran tan comunes, so-bre todo las peluquerías femeninas, sien-do en cambio, mucho más usual la pre-sencia de las «peinadoras», mujeres quese dedicaban a este oficio desplazándo-se a los domicilios particulares para pei-nar y arreglar el cabello de las mujeresque demandaban sus servicios. Hubotambién alguna que contaba con un lo-cal específico de peluquería. De las másantiguas que tenemos noticia destaca-mos a:- La mujer de santos Moya: 1927-38

peinadora particular, se dedicaba a irpor las casas para «apañar» a lasmujeres que la llamaban.

- Lola Martín: 1939-50, también sedesplazaba a los domicilios particularespara realizar labores de peinado ycorte de pelo.

- Esperanza Rubio Illescas: 1950-85,comenzó peinando a domicilio y másadelante puso peluquería en calleGranada.

- Josefa Jurado Nieto (la hija de«Trani el herrero»): 1956, una jovenpeinadora a domicilio que murió amuy temprana edad.

- Sergi Martín»la del abueloChurri»: aunque tuvo local depeluquería, fue también peinadora adomicilio. Su hija Teresa pusopeluquería en la calle Ancha.

- Hilaria Molina: con peluquería encalle La Rosa.

- Nieves y Teresa Roldán «LaRomulas» (hijas de Rómulo elsastre): con peluquería en calle MiguelAstilleros.

- Matilde Peco (la del judío): conpeluquería en callejón de las cuevas.

7. 13. Trabajadoras de anea y esparto:

Tradicionalmente el uso más impor-tante, tanto de la anea como del espar-to, ha sido el de la fabricación de teji-dos para sillas, cestas y otros enseres.

En 1966 se creó en Miguelturra unacooperativa de anea y esparto, «Coopera-tiva Virgen de la Estrella», dedicada a laorganización del trabajo de estos mate-riales y, a la distribución y venta del pro-ducto una vez elaborado. Estaba com-puesta por doce socios, que eran los en-cargados de la obtención y recolecciónde la materia prima y el reparto de lamisma entre los muchos trabajadoresasalariados por la cooperativa, que sededicaban a la realización de los proce-sos previos a la elaboración del produc-to, como son la confección de la soga yla pleita o crizneja y el cosido de las pie-zas. Estas labores de soga y crizneja eranrealizadas tanto por mujeres como porhombres, siendo más frecuente que lasmujeres se dedicasen a la confección desoga y los hombres a la de pleita.

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Muchas han sido, pues, las mujeres quedurante años han trabajado en esta ar-tesanía, colaborando así, a la escasa eco-nomía familiar, de entre ellas recorda-mos a las siguientes:- Crescencia y Mª Paz Arenas.

- Vicenta Rodrigo: ( la suegra dePepón).

- Gertrudis Rodrigo.

- Luisa Martín.

- Daniela García Asensio.

- Manolo García.

- Antonia .

- Restituta Corral Palmero.

- Eufemia Palmero Muñoz.

Otra muchas mujeres trabajaron enla artesanía vegetal por cuenta propia opara algún artesano local como es el casode Carmelo Palmero.

Haciendo soguilla de anea, 1959

Trabajando anea en casa de los Palmero

Trabajando anea en casa de Carmelo Palmero,Crescencia, MªPaz, Manoli, Virgilia,Joseja,Daniela, Vicenta, Antonia, Luisa yCrescencia Palmero, 1958

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7. 14. Trabajadoras del campo:

Según Ángela Sanroma publica en suarticulo de opinión sobre mujeres rura-les: « (...) Son motor de desarrollo social, creanredes de apoyo, de transmisión de conocimien-tos y de prácticas. Son también motor de desa-rrollo económico, a través de su espíritu em-prendedor y de su liderazgo en los nuevos yaci-mientos de empleo. Además, durante siglos,han contribuido, por medio de sus conocimien-tos informales, y muchas veces de una maneraincluso inconsciente, a eso de lo que ahora ha-blamos tanto, como un ambicioso objetivo denuestras políticas medioambientales: el desa-rrollo sostenible del entorno.

Las mujeres rurales, aquí y en todas par-tes, son, en definitiva, líderes en el desarrollode sus pueblos y zonas de residencia. No sólocomo sujetos libres y que deciden sobre sus pro-pias vidas, sino como trasmisoras de destrezasy capacidades. Como hacedoras de mundo; elmundo en el que viven, que crean, cambian ytrasmiten (...)»7.

Siendo Miguelturra una comunidadrural que tradicionalmente ha basado sueconomía en la agricultura y ganadería,muchas han sido las personas que se handedicado a las labores agrícolas, sobretodo hasta mediados de los años 60,época en que comienza la mecanizacióndel campo y los avances tecnológicos, loque permitió un cambio en la estructura

Encarnación Rodrigo y Daniela, trabajandola anea

Trabajadoras de la anea, en casa de CarmeloPalmero, 1965

7 Instituto de la Mujer. De Castilla La Mancha.http://www.jccm.es/imclm/Articulo-de-opinion.611.0.html

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social, disminuyendo a partir de enton-ces, el número de trabajadores ocupa-dos en el sector agropecuario.

Como en tantos otros sectores de lavida rural, en éste, también la mujer hadesempeñado un papel fundamental,incorporándose desde muy tempranaedad al trabajo del campo, especialmen-te en las campañas de recolección comoson la recogida de aceituna, la siega y lavendimia, prueba de ello son las siguien-tes imágenes.

Estas dos fotografías, realizadas en elestudio fotográfico de Vicente Rubio deCiudad Real, nos muestran sendas cua-drillas de segadoras, ataviadas con la in-dumentaria de la época y provistas dehoces, herramienta específica, necesariapara el desarrollo del trabajo.

A continuación vemos otras escenas,más recientes, tomadas también duranteel periodo de siega.

Simona Dominguez y Santa Rodrigo,sentadas en primera fila, con el resto de lacuadrilla de segadoras, 1924

Emilia García y sus compañeros de lacuadrilla de segadores, 1925

Cuadrilla de segadoras junto asu capataz,1955

Cuadrilla de Teodosio Gómez segando

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Otras labores agrícolas son las relacio-nadas con la vendimia, de ellas conta-mos con las siguientes imágenes, toma-das en un momento de descanso en elduro trabajo de la recogida de la uva.

1951 de izq. a dech. Adoración Rojas, Sole,Eulalia y Gabriela, en un día de vendimia

Cuadrilla de Procopio López vendimiando en la finca de Valcansado, finales de los 60

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En este otro reportaje fotográfico, quenos ha facilitado José Antonio Mondejar,podemos observar diferentes escenas enun día de recogida de aceituna

Bonifacia Rivero y Magdalena López en undía de recogida de aceituna

Cuadrilla de aceituneros de Antonio Romero

Cuadrilla de Antoni Moreno, de aceitunas

Encarna Rodrigo y una compañera, un día deaceituna en casa de Antonio Romero,1965

A continuación, otras tantas instan-táneas relacionadas con la recolecciónde distintos productos agrícolas comoson: patatas, judías, remolacha o tabaco.

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7. 15. Santeras:

Las santeras, son las personas quecuidan de un santuario o ermita, tam-bién se dedican a pedir limosna, llevan-do de casa en casa la imagen de un san-to. En Miguelturra aunque existen va-rias ermitas, solo una de ellas (la del Cris-to, más conocida por «La Torre Gor-da») mantuvo santera hasta mediadosde los años ochenta, fecha en la que secreo la hermandad del Cristo de la Mi-sericordia, encargada desde entonces delmantenimiento y cuidado del templo.- Antonia y Emiliana: (las de

«Escarola») desde 1920 hasta 1955aproximadamente se ocuparon delcuidado, mantenimiento y limpieza enla ermita del Cristo.

- Teresa y Antonia Espinosa: tambiénfueron santeras en el Cristo, desde1960 hasta 1980. Antes de estaocupación habían trabajado comoguardabarreras en la casilla del caminode Peralbillo.

Cuadrilla de Teodosio Gómez sacando patatas

Un descanso durante la jornada de recogidade judias, 1962

Un grupo de mujeres aclarando remolacha enel mes de junio

Mujeres trabajando en un secadero de tabacoen Peralbillo, 1956

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7. 16. Tricotadotas:

Mujeres que se dedicaban a tejer y hacerpunto a mano o con máquina tejedora.- Rosario y Rita Martínez Ferlloly:

dos hermanas conocidas como «lasMartinas», que tricotaban a máquina,atendiendo al público en su casaparticular en calle Real.

7. 17. Telefonistas:

Persona que trabaja en el servicio deaparatos telefónicos, especialmente la quese dedica a contestar llamadas en unacentralita:- Asunción Vázquez (la madre de

«Magritas»): Una de las primerastelefonistas del pueblo, comenzó suactividad en los años anteriores a laGuerra y durante el periodo de lacontienda, vivía y tenía la centralita encalle Cervantes .

- Rosario León Castellanos:encargada de la operadora deteléfonos, situada en la calle Real.Cuando la anterior telefonista(Asunción) se jubilo, Rosario solicitóla plaza y, por su condición de viudase la concedieron, además de unestanco en la calle Malpica.

7. 18. Vendedoras ambulantes:

Eran trabajadoras de la economía in-formal que comercian con distintos bie-

nes de consumo. Generalmente, se ins-talaban en pequeños kioscos en las ace-ras de las calles más transitadas del pue-blo, otras veces, solo se servían de unasimple mesa donde exponer la mercan-cía, o una cesta de mimbre donde la lle-vaban. La vendedora también podía am-bular sin necesidad de un local específi-co cargando consigo lo que buscaba ven-der. ropa, artículos artesanales, dulces,golosinas u otros productos compren-dían la mayor parte de su comercio.- Rosa García Martín: vendedora de

frutos secos, también fue cultivadorade azafrán. Es la más antigua de lasvendedoras de la que tenemos noticia(finales del siglo XIX hasta los años 40del XX), aunque no se dedicaba a laventa ambulante, por disponer de unpuesto en la plaza (esquina del «Curro»)con capazos donde exponía lamercancía para la venta, frutos secosque había tostado previamente,indicando los precios con unasbanderillas con los colores republicanos.

Rosa García Martín sentada, con hijos y nietos

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- Estrella: una popular vendedora debollos, que llevaba el género en unacesta. Desde 1927 hasta 1934, estamujer se dedicó a vender de formaambulante por las calles del pueblo,pregonando a viva voz su mercancía.

- Santiaga: (la huevera), vendía huevosfrescos por la calle, aquí en el pueblo ytambién en Ciudad Real.

- Candelas: vendedora de chuches ygolosinas en la puerta del CentroObrero.

- Victoria Muñoz Lozano (la de«Cabeza Rota»): nació enMiguelturra 30 de septiembre de 1917.Se dedicó a la venta ambulante de

berenjenas, castañas, nueces y otrosfrutos secos que despachaba en laplaza, en un pequeño puesto situado,unas veces en la puerta del casino yotras en la puerta de farmacia, enocasiones le ayudaba su prima MaríaMarcos Muñoz. En el verano vendíahelados, tanto aquí en Miguelturra ,como en otros pueblos de laprovincia, Almagro y Piedrabuena .Numerosas fueron también las ven-

dedoras ambulantes de leche, directa-mente en la calle, o bien desplazándosecasa por casa.

7. 19. Churreras:

A mediados del siglo pasado, había almenos tres churreras muy populares enla localidad.- La Chatilla: Con churrería en la Plaza

de España, esquina con Paquito León.- Sotera, la mujer de Obdilón: Con

churrería enfrente del Ayuntamiento.- Simona: Sin duda alguna, la más

popular y reconocida de todas las querecuerdan nuestros paisanos. Sobreella escribe Bernardino Mora en elperiódico de la iglesia.

«Simona la churrera».«Simona Díaz Sánchez, la churrera, como

cariñosamente se le llamaba nació el 20 demayo de 1897, falleció a los 74 años en 1971,aun siguen aflorando gratos recuerdos de esasexquisitas roscas que hacía con sus palillos,Victoria y su prima María, 1947

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bien friticas.. estaban riquísimas con un buencafé en puchero de barro, o un chocolatillo.¿Quién no ha oído hablar en Miguelturra, al-guna vez, de los deliciosos churros de Simona?.

Estuvo todo el tiempo en el local que alqui-ló a María Hilaria, madre de BienvenidaGómez, enfrente del Ayuntamiento, por 65pesetas mensuales, allá por el año 1930, lle-gando a su máximo de 753 pesetas en el año1988, en el que se cerró pagándolas sus hijasy nieta que siguieron la tradición de su madre.

Manolito el herrero les solía hacer la jerin-ga o embudo de chapa donde se colocaba lamasa de harina que se empujaba con una mazade madera; los palillos que se empleaban paramover el churro mientras se freía eran de olivo.

Por las Navidades, el día 24 de diciembre,comenzaba a hacer sus churros después de co-mer, durante toda la tarde y noche. Todos ibana por los churros para tomarlos en casa, tantolas personas que salían de la misa del gallocomo los que estaban toda la noche de juerga.

Simona supo atraer el interés de gran partede churriegos. Por las mañanas las cuadrillasde albañiles con sus maestros: Bruno Molina,Tomás el albañil, Ambrosio Rodrigo, DaríoGonzález, antes de empezar la jornada, acos-tumbraban a comerse una rosca calentita de laSimona, y en los fríos días de invierno los ven-dedores que ponían sus puestos en el mercadode la plaza iban a calentarse en el fogón de loschurros: Hortelanos, pescaderos, carniceros...incluso con chicos pequeños que venían con suspadres a vender por no dejarlos solos en casa.Simona disponía de unas pequeñas sillas, yallí los sentaba para que estuviesen calentitos.

Por la churrería todo el mundo entraba y salíacomo se de su propia casa se tratase. Muchoseran los vendedores que iban a cambiar el di-nero por calderilla para disponer de cambiopara la clientela.

En tiempo de la Somona la plaza del Ayun-tamiento se llamaba de la constitución, habíaen ella bastantes tiendas todo antes de la Gue-rra: Ramón Ramos, posada del abuela Eladio,a ella pasaban toda clase de gente, desde arrie-ros hasta cómicos. Venía la compañía de los«Lemus» y allí se hospedaban; en la esquinasiguiente había una confitería, se cruzaba a laotra esquina y en aquel ángulo estaba el deAna María en una preciosa casa de la quesolo utilizaba una habitación que daba a lacalle y que vulgarmente se le decía «el rincón»,en aquel rincón se reunían las vecinas, en in-vierno a coser y en verano a tomar el fresco.

Ya frente al Ayuntamiento, al lado de laSimona estaba el bar de Antequera, en el quela gente se sentaba por la noche al fresco mien-tras escuchaban habaneras y los campanilleros;más arriba el de Juan de Chozas, la drogueríade Elías y la posada de la incomparable Basilisa,seguido de otra churrería la de Obdilón.

Entre el bar y la salchichería estaba Joséque hacía llaves de dulce, que por cierto de unaperrilla te devolvía una céntima después dedarte miles de chucherías. Ya en la acera deenfrente del Ayuntamiento, Roquillo hacía élsolo lo que hoy hacen entre cinco; la salchiche-ría de Julián Zamarrito, la alpargatería desaturnino Nieto, la droguería de Sinforosa, ytambién el célebre Nicolás por lo trabajador ycariñoso.

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Por la mañana pasaba la Cuca vendiendoleche, por las tardes Patala con sus cestos depleitas vendiendo altramuces y resequillas adiez céntimos. Había una señora que vendíaarena, a diéz céntimos el bolt.

Pasados los años treinta mencionemos aAntonio Ramos, Mariano el de Cortinilla,Narcisa, Gateras que vendía pimientos y to-mates así como la carnicería de Mojete. Nopodemos olvidar a Críspulo ni la tienda deCarmen Ramos, a Sandalio el pescadero,Perles, Juan el de la Nolasca con la droguería,Isaías el carnicero y el estanco de AnselmoMoraga.

Recuerdos de un pasado no lejano que refle-jan la vida en paz de un pueblo hecho de gen-tes sencillas y entrañables.

Nuestro recuerdo para todos ellos que jun-to con Simona la churrera, fueron protagonis-tas de la vida de Miguelturra»8.

7. 20. Trabajadoras de serviciodoméstico:

Un trabajador doméstico, criado o sir-viente es la persona que trabaja, y enocasiones vive, en la casa del empleadory en consecuencia, reciben un salario porsu trabajo (y a través de las reformaslaborales en el siglo XX, beneficios). pue-den existir un gran número de trabaja-dores domésticos realizando diferentes

tareas, como parte de una jerarquía ela-borada. Sin embargo, en muchas fa-milias pertenecientes a la clase media,lo habitual es que haya sólo un sir-viente.

Los trabajadores domésticos tienencomo principal tarea cuidar el hogar yatender a sus miembros. Entre las ta-reas específicas se encuentran el lavado,el planchado, la compra y el cocinadode los alimentos y la limpieza de la casa.Para muchos trabajadores domésticos,una gran parte de su trabajo está en elcuidado de los niños. Si existen perso-nas mayores o discapacitadas en la casa,los trabajadores domésticos realizan elcuidado sobre ellos.

El trabajo doméstico era llamado sim-plemente como «servicio». Evolucionóen un sistema jerárquico en varios paí-ses en diferentes épocas.

Antes de las reformas laborales del si-glo XX, los sirvientes y trabajadores engeneral no tenían leyes que los prote-gían. Las únicas comodidades que pro-veía el servicio eran recibir la comida yhospedaje, en ocasiones recibían ropa,aparte del modesto pago. También, elservicio era un sistema de aprendices, yauguraba un avance a través de los ran-gos jerárquicos. Sin embargo, tambiénera arriesgado, en especial con las muje-res, ya que no existía protección de losempleadores escrupulosos y otros miem-bros de la familia, en especial la explota-ción sexual.

8Articulo de Bernardino Mora, (presidente de «Tierra Solida-ria»). «Iglesia en Miguelturra» Nº 202. Octubre, 2000.

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En Miguelturra mucha mano de obrafemenina se ha dedicado específicamen-te a este trabajo, básicamente abaste-ciendo a la capital (Ciudad Real), de laque dista solo tres kilómetros, de grannúmero de empleadas de hogar, que tra-dicionalmente se desplazaban andando,para servir en las casas acomodadas dela ciudad.

Ocasionalmente aprovechaban el des-plazamiento, sobre todo en «los años delhambre» (después de Guerra Civil), paravender productos al estraperlo, vino, vi-nagre, jabón... Otras veces intercambia-ban artículos de primera necesidad comopan, huevos, aceite, etc.

Durante esta época (1940-60) tam-bién muchas mujeres de gañanes y jor-naleros del pueblo, estaban empleadasen las casas de los «amos» para los quetrabajaban sus maridos, desempeñandolabores domesticas como sirvientas, co-cineras o niñeras durante todo el año. Sibien eventualmente, cuando se aproxi-maban temporadas festivas, de matan-zas, carnavales u otras celebraciones, sesolía contratar a más mujeres comopersonal de apoyo para que ayudaran alas sirvientas fijas, realizando tareas ta-les como elaboración de dulces de hor-no, jalbegar, lavar, pintar y adecentar lacasa, costura de toldos, sacos y costales,etc. De entre éstas, las más recordadasson:- Pazica.

- Luisa Alcázar.

- Quiteria.

- Dolores «la Cuadrá».

- Santiaga la pintora.

- Braulia «la Guisota».

- Mariana y Vicenta «las de Dios».

- Teresa la lavandera.

Allá por los años 30 hubo un lavade-ro comunal situado en la finca de la Serna,propiedad de Ramón Castellanos, estepilón fue muy frecuentado por las muje-res del pueblo al que acudían para hacerla colada. Uno de nuestros informantes,aún recuerda una coplilla, que se canta-ba durante la República y alude a éstesitio.

«Por allí viene Repollode la Serna de lavary le han dado una palizaenfrente La Soledad»

Actualmente, la mayoría de las traba-jadoras domésticas suelen serinmigrantes, aunque todavía abundan delmismo país de origen. Muchas de ellasson personas de escasos recursos de lasáreas rurales que se desplazan a las ciu-dades en busca de un trabajo. En la ma-yoría de los casos, las trabajadoras do-mésticas pueden vivir en la casa dondetrabajan y reciben comida, como partede sus salarios. Con la diferencia de losingresos entre las personas que viven enáreas urbanas y rurales, ha provocadoque inclusive una familia de clase mediapueda emplear trabajadores domésticos.

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La situación laboral de las empleadasde hogar en Miguelturra, también hacambiado mucho en los últimos años,sirva como explicación la entrevista rea-lizada, hace ya unos años, a MagdalenaLópez Yébenes, la entonces presidentade la recién creada asociación de Em-pleadas de Hogar:

«Asociación de empleadas de hogarde Miguelturra».

«La asociación de empleadas de hogar deMiguelturra se fundó en junio de 1989 a ini-ciativa de la concejalía de Bienestar Social. Losobjetivos son:· Fomentar el Asociacionismo femenino entre

las mujeres de la localidad, mediante larealización de actividades socioculturales enel municipio.

· Mejorar la relación laboral del trabajodoméstico, a través del servicio bolsa detrabajo.

· Ofrecer actividades para que las mujeres dela localidad participen en los ámbitos de lavida local: cultural, social, sanitario,educacional, laboral, etc.

· Desarrollar actividades que posibiliten unamayor preparación profesional por medio dejornadas, cursos, etc.En definitiva garantizar el apoyo y aseso-

ramiento a la mujer trabajadora-empleada dehogar, para la defensa de los intereses de estecolectivo, análisis de los problemas y búsquedade soluciones.

En la actualidad la Asociación de Emplea-das de Hogar cuenta con más de 300 mujeresasociadas siendo todas de la localidad. Lasactividades que desde la Asociación se desa-rrollan son diferentes cada año. Entre las decarácter sociocultural destaca la celebración deDía Internacional de la Mujer (8 de marzo),jornadas sobres salud, trabajo, empleo, cursosde formación, etc. Entre las de carácter depor-tivo: aeróbic.

Desde se creación la Asociación de Em-pleadas de Hogar cuenta con el apoyo de todoel personal del Centro Social Polivalente, enparticular del Área de la Mujer. A nivel eco-nómico, esta Asociación recibe subvencionesanuales de la Concejalía de Bienestar Social(Viceconsejería de la Mujer) y del Ayunta-miento de Miguelturra.

Para formar parte de la Asociación, bastacon estar empadronada en la localidad y seruna mujer con ganas de participar en las di-versas actividades que ofertamos. Las venta-jas que ofrece esta Asociación de mujeres es lade poner a disposición de sus socias toda lainformación y el asesoramiento necesario sobretemas de Seguridad Social, trabajo-empleo, etc.Así como ofrecer diversas actividades para par-ticipar en temas de interés (salud, educación,consumo, deporte...). Al contar con el ServicioBolsa de Trabajo Doméstico y Apoyo al coo-perativismo entre las mujeres, las socias tienenprioridad a la hora de cubrir las ofertas do-mésticas.Situación laboral

Al ser la relación laboral doméstica unarelación de carácter especial, la Ley no obliga a

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que los contratos entre el empleador/a y laempleada de hogar sean escritos. Normalmen-te el contrato suele ser verbal; y no existenrecibos salariales o nóminas (en la mayoría delos casos).

En lo referente a la Seguridad Social, po-demos decir que se ha avanzado bastante, ac-tualmente la mayoría de las mujeres que tie-nen una jornada laboral completa están dadasde alta en el Régimen de Empleadas de Ho-gar de la Seguridad Social.

En los últimos años, podemos decir , que seha avanzado en cuanto al significado del con-cepto de la empleada de hogar. Hoy en día sela considera como una trabajadora que realizaservicios domésticos por cuenta ajena, fuera desu hogar (aunque todavía queda mucho porconseguir), dejando a un lado las malsonantespalabras de «chacha», «criada», «sirvienta»...

Aunque se han logrado avances en la rela-ción laboral de la empleada de hogar, consi-guiendo el alta en la Seguridad Social, todavíahay que reivindicar muchos de los derechosque como trabajadoras nos corresponden, en-tre ellos el salario.

Por Ley, cada empleada de hogar que tra-baja a jornada completa tiene derecho a perci-bir un salario equivalente al Salario MínimoInterprofesional, vigente para cada año. Sinembargo en la realidad no ocurre esto, el suel-do medio de la empleada de hogar que trabajaa jornada completa, esta muy por debajo deestas previsiones.

Con esta entrevista lo que he pretendido esdar a conocer a la población de Miguelturra la

existencia de la Asociación de Empleadas deHogar, y hacer un llamamiento a las mujerespara que participen en las actividades y se aso-cien. Dejando un espacio abierto para sugeren-cias, ideas, etc»9.

8. Agradecimientos:

No podemos terminar este trabajo sindedicar un capitulo de agradecimientosa todas las mujeres trabajadoras deMiguelturra, muchas de ellas anónimas,que con su esfuerzo y tenacidad hancontribuido ha hacer de nuestro pueblouna comunidad moderna y progresista,a través del aprovechamiento de los re-cursos humanos para el mantenimientodel tejido social y la revitalización de laseconomías locales, que sin duda alguna,requieren de la participación de las mu-jeres, lo que ha permitido que día a díase este alcanzando un alto nivel de co-nocimiento, formación y preparaciónprofesional de la mujer rural.

También debemos agradecer la con-tribución de los participantes del Aulade Estudios en la elaboración de estecuaderno, porque sin su ayuda e investi-gación no hubiera sido posible su reali-zación.

9 Entrevista realizada a Magdalena López Yébenes. Presidenta dela Asociación de Empleadas de Hogar de Miguelturra. Publicadaen el BIM, julio de 1995.

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Igualmente, vaya por delante el reco-nocimiento a la Concejalía de Igualdady Centro de la Mujer de Miguelturra, quetambién han colaborado en esta publi-cación.

9. Documentación:

· Boletín Informativo Municipal. BIM,julio 1995.

· Libro de Actas Municipales delAyuntamiento de Miguelturra, 1900-1940.

· Periódico «Iglesia en Miguelturra», nº202. Octubre 2000.

· Periodico «Vida Manchega», jueves 8de noviembre de 1934.

Informantes.

Participantes del Aula de Estudios:* Alberto Martín castellanos.* Carmen Corral Ocaña.* Isabel Gómez Rodrigo.* José Antonio Mondejar Molina.* Lucio Punzón Nieto* Mª José Sánchez Rodrigo.* Manuel Palmero Rodrigo.* Rocío de la Beldad Roldan, (Sastra).

Internet.

www.jccm.es/imclm/Articulo-de-opinion.611.0.html

es.wikipedia.org/wiki/Guardabarrera

www.bodasdeisabel.com/Gr/Parteras/Parteras.htm

psicologia.laguia2000.com/general/el-rol-de-la-mujer-a-traves-de-la-historia