hijos identidad y politica

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    DOSSIER

    EN LASaulasMemoria

    Coordinadora de la coleccin: Sandra Raggio.Autores: Samanta Salvatori y Santiago Cueto Ra

    HIJOS | H.I.J.O.S. | Hijos | hijos | hijos | HIJOS | H.I.J.O.S. | Hijos | hijos | hijosHIJOS|H.I.J.O.S.|Hijos|hijos|hijos|HIJOS|H.I.J.O.S.|

    Hijos|hijos|hijos

    HIJOS|H.I.J.O.S.|Hijos|hijos|hijos|HIJOS|H.I.J.O.S.|Hijos|hijos|hijosHIJOS|H.I.J.O.S.

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    .S.

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    S|

    HIJOS. IDENTIDAD Y POLTICA

    Natalia Ariez, 23 aos. Estudiante de arquitectura. 1999. Los Hijos, Tucumn, veinte aos despus. Julio Pantoja.

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    Introduccin

    A mediados de los aos noventa se instal en el escenario social unnuevo actor, eran los hijos de desaparecidos. Ms all de las implicanciaspolticas que esta nueva figura tendr en la construccin de la memoria,su presencia vibrar sobre dos espacios. Desde lo pblico vinculado alreclamo de justicia y al quehacer poltico sobre las problemticas delpresente. Y desde lo privado, en la lucha cotidiana por recomponer la iden-tidad y recobrar ese pasado que les es propio. Muchas veces la delimita-cin de estos dos espacios no ser tan clara, o no tendra porque serlo.

    En este dossier proponemos navegar sobre el entramado que, cubiertode diferentes discursos, prcticas y sentidos, nos permite analizar eltrazado poltico de la memoria de la ltima dictadura militar pensar en

    las tensiones entre ese pasado, sus huellas y las problemticas del pre-sente-. Tambin proponemos sumergirnos en el mundo de las represen-taciones que componen la identidad de los hijos; una experiencia cubiertapor ausencias, presencias, recuerdos y el dolor.

    Pensar la identidad

    Qu entendemos por identidad? Aunque muchas veces las identida-des parecen invocan un origen en un pasado, en realidad estas se rela-cionan con las cuestiones referidas al uso de la historia, la lengua y la cul-

    tura. Un uso dado en el proceso de producirse, de suceder y no de ser.La identidad es entendida entonces no como un conjunto de caracters-ticas o modos culturales homogneos, sino como un proyecto dinmico,que se contrapone o toma retazos y fragmentos de discursos que vienende un afuera, real o imaginario. Es decir, la identidad no es una formamaterialmente dada sino construida.Toda identidad nombra como su otro necesario a aquello que le falta.

    Es decir, las identidades se construyen a travs de la diferencia, no almargen de ella. Y todo concepto que la define slo puede constituirse atravs de la relacin con el otro, la relacin con lo que no es.

    Entonces la identidad se presenta como un fenmeno histrico,como una construccin cambiante, y las preguntas que se invocan en su

    interior no son quines somos o de donde venimos, sino en qu podr-amos convertirnos, cmo nos han representado y cmo incide esto enfuturas representaciones.

    Como plantea Ludmila Da Silva Catela en su libro No habr flores en lastumbas del pasado, la generacin de los hijos de desaparecidos tuvo entradaal tema de la dictadura a partir de la propia identidad. Uno empieza a hablarde la identidad, cuando no est seguro de sta, cuando hay una distan-cia o un problema. Aqu preguntamos: si entendemos a la identidad comoun proyecto inestable y cambiante que se juega en el plano de las prc-ticas de representacin, Cmo es edificada la identidad de los hijos?Cules son los ritos, los objetos, los lugares, los saberes que se preser-van? Cules son olvidados? Qu sentidos se reproducen? Qu aspec-

    tos se encuentran en el plano de la invencin? Qu es lo queda por fuerade estas representaciones? Qu queda adentro?

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    Resulta difcil encontrar una sola respuesta para estos interrogantes;

    las bsquedas identitarias son mltiples y diversas. Sin embargo, existenalgunas modalidades en comn, especialmente en el compartir de lasagrupaciones como H.I.J.O.S a partir de acuerdos/desacuerdos polti-cos-, en la dinmica de los relatos, en el arte, en filmes o, simple-mente, en los sentidos que se cruzan cuando nombramos la palabra hijos.Son rasgos en comn, formas que se repiten, recuerdos sobre hechoso prcticas compartidos que quizs nos ayuden a explorar esos intersti-cios entre lo individual y lo colectivo, entre el presente y el pasado.

    Breve historia de H.I.J.O.S.Por Santiago Cueto Ra

    A mediados de la dcada de los ochenta militantes de Organismos deDerechos Humanos, en conjunto con ex militantes de organizaciones pol-ticas de los aos setenta, organizaron un espacio cuyo objetivo era con-tener a los hijos de sus compaeros presos o detenidos-desaparecidos.Se intentaba crear para estos nios, tambin vctimas del terrorismo deestado, un espacio de contencin, acompaamiento y asistencia mutua.Estos funcionaron en varias ciudades del pas; en La Plata lo llamaron elTaller de la Amistad, en Crdoba Taller Julio Cortzar.

    Los chicos que participaban tena en general entre 10 y 14 aos deedad y compartan all diferentes actividades: se organizaban talleres de

    tteres, se proyectaban pelculas y se realizaban campamentos. Este espa-cio fue importante para la construccin de sus identidades: all todoscompartan una situacin comn; ser hijos de desaparecidos y presospolticos. Por primera vez la ausencia de sus padres resultaba el deno-minador comn con otros chicos de su edad.

    A fines de 1994, un grupo de alrededor de quince hijos de desapa-recidos se reuni en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacio-nal de La Plata en el marco de un homenaje a los desaparecidos quepertenecieron a esa institucin. Fue la primera vez que se presentaronpblicamente como un grupo reunido en torno a su condicin dehijos de desaparecidos. Luego de ese homenaje estos jvenes se suma-ron a una invitacin que recibieron del Taller Julio Cortzar, de la ciu-

    dad de Crdoba. El encuentro se realiz en Ro Ceballos, all surgi laagrupacin H.I.J.O.S.El nombre que eligen prioriza destacar el vnculo sanguneo, y disea

    a la vez una sigla que condensa sus principales demandas y objetivos.H.I.J.O.S.: Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio.

    El 20 de abril de 1995, se realiz en la Facultad de Humanidades yCiencias de la Educacin de la Universidad Nacional de La Plata un home-naje similar al efectuado en la Facultad de Arquitectura el ao anterior.All se present en sociedad la agrupacin H.I.J.O.S.. Se sumaron al grupooriginario alrededor de cincuenta hijos de desaparecidos ms. Rpida-mente deciden juntarse con regularidad. Comienza as la construccin deun espacio para el relato de sus historias comunes, siendo los primeros

    encuentros, emocionalmente, muy movilizadores. Ms all de los dife-rentes caminos que haban tomado sus vidas hasta entonces, fue en el

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    compartir con otros hijos dnde empezaron a ver que muchos haban

    pasado por situaciones semejantes.Se construy as un lugar de contencin mutua. Fue para estos jve-nes un espacio liberador. Muchos de ellos prcticamente no le habancontado a nadie que eran hijos de desaparecidos. Otros quizs s, peronunca haban participado de un espacio donde su drama particular podaser compartido y entendido por todos. Ya no era algo tan raro ser hijo.

    Adems de esta carga emocional inicitica empezaban a sentir la nece-sidad de mostrar hacia afuera lo que estaban viviendo. Tenan la inten-cin de que sus padres dejaran de ser nombrados como subversivo,extremista o terrorista, calificativos con los que haban convividocasi desde su nacimiento. Sentan que entre todos podan demostrarle ala sociedad que los represores, que haban destruido la generacin de

    sus padres, no podran impedir que sus hijos se unieran. Como dijo unade las integrantes de H.I.J.O.S., cuando surgieron estos encuentros:somos un pedazo de victoria de nuestros viejos.

    A partir de esas primeras reuniones decidieron seguir buscando mshijos, para que todos pudieran compartir ese espacio y luego decidirqu forma iban a darle a la agrupacin. Mientras esto suceda en la ciu-dad de La Plata, en diferentes ciudades del pas comenzaban a juntarseotros jvenes, tal vez con menor nivel de institucionalidad u organiza-cin que en La Plata o en Crdoba, pero seguramente con la misma inten-cin de reconstruir su identidad y la de sus padres.

    Red Nacional

    Luego de unos meses los hijos de una quincena de ciudades, ya con-formados como Organismo de Derechos Humanos, decidieron nuclearseen una Red Nacional que agrupe a las distintas regionales. La Red Nacio-nal, que funciona actualmente, es una instancia que permite a las dife-rentes filiales desarrollar algunas actividades de modo conjunto o definirpolticas de alcance nacional. Sin embargo, esta red est lejos de ser unaorganizacin homognea. Ha sido siempre el lugar de encuentro -y a vecesde desencuentro- de las distintas regionales. Su carcter flexible ha per-mitido que puedan convivir all perfiles polticos dispares1.

    El conjunto de regionales de H.I.J.O.S. comparte un ncleo duro de con-signas y reivindicaciones que en la actualidad consisten en:

    Juicio y castigo a los genocidas y a sus cmplices. Nulidad efectiva de las leyes de impunidad.

    Reivindicacin de la lucha de nuestros padres y sus compaeros.

    Restitucin de la identidad de nuestros hermanos apropiados.

    Reconstruccin de los lazos solidarios destruidos por la dictadura.

    Desmantelamiento del aparato represivo.

    Apoyo a las exhumaciones e identificacin de los luchadores que

    1.No obstante esta flexibilidad, ha habido casos como el de HIJOS La Plata que alternativamente ha funcionado dentro y fuera de la Red

    Nacional, como producto de diferencias polticas que por momentos se han vuelto irreconciliables. Esto explica que a diferencia de las dems

    regionales que utilizan la sigla para nombrarse, en la regional La Plata suelen hablar de HIJOS sin puntitos como para delimitar las dife-rencias con la Red Nacional de H.I.J.O.S..

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    siguen como NN en fosas comunes.

    Recuperacin de los ex Centros Clandestinos de Detencin. Independencia institucional y partidaria.

    En lneas generales, estas consignas no escapan a los temas y deman-das que suelen plantear los diferentes integrantes del Movimiento deDerechos Humanos. Pero hay una caracterstica que distingue claramentea los H.I.J.O.S. y es la forma en que deciden organizarse y funcionar comoagrupacin. Sus integrantes lo sintetizan en el lema: Horizontalidad yvoluntad de consenso.

    Junto con la horizontalidad surge la voluntad de consenso, mani-festada en las asambleas de cada regional. Vale decir que las polticasseguidas por la agrupacin son definidas en discusiones en las que todos

    participan. El objetivo es evadir la instancia de votacin y lograr el con-senso a travs del debate. Como resultado, las instancias de liderazgosen H.I.J.O.S. son habitualmente compartidas y/o ejercidas entre variosmiembros del grupo. Se intenta evitar que una figura se constituya enlder de la agrupacin, o al menos de la misma forma que lo son algunosreferentes de otros Organismos. Los H.I.J.O.S. no aceptan acatar deci-siones polticas impuestas por otros, se fomentan las instancias de dis-cusin y se consensan las posiciones.

    Las primeras definicionesLuego de un primer momento de reconocimiento y contencin mutua

    comenzaron las discusiones en torno a definir las caractersticas que

    deba tener el grupo. Una de las primeras cuestiones que se discutie-ron fue quines iban a conformarlo. La llamaron discusin por la pobla-cin. Existieron hacia el interior de la Red Nacional tres posturas dife-rentes. Una primera postura sostena la necesidad de delimitar el ingresoa la agrupacin; podran participar solamente los hijos de desapareci-dos y asesinados. Sentan que la problemtica era bien especfica, yque slo entre ellos podan entenderse bien, o que slo ellos tenanel derecho de pertenecer a esta nueva agrupacin. Esta posicin fuedefendida durante mucho tiempo, sobre todo por la Regional La Plata.Las razones son varias; en esta ciudad eran muchos los jvenes queparticipaban en Hijos y tambin haba muchos otros que pretendanhacerlo. Este inters generalizado los llev, durante algunos aos, a

    cerrar la poblacin en dos orgenes - hijos de desaparecidos, hijos deasesinados-. Tambin reducir la incorporacin era un modo de evitarser influidos en demasa por los partidos polticos, (o incluso investi-gados por los servicios de inteligencia.) La necesidad de realizar estasdefiniciones muestra, entre otras cosas, la legitimidad pblica que tenanal nacer como agrupacin, porque haba muchos militantes interesa-dos en participar. Como seala Bonaldi (2006a; 156) esto es productode una doble herencia, por un lado de parte de los Organismos, sobretodo aquellos de afectados directos; y por el ot ro tambin, laherencia de la lucha de sus padres, que por aquellos aos comenzabaa ser revalorada pblicamente.

    La segunda posicin, mayora en las regionales de la Red Nacional,

    permita adems el ingreso de hijos de exiliados y de ex presos polti-cos. Se entenda que ellos tambin haban sido vctimas del terrorismo

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    de Estado y que tenan ganado su lugar hacia el interior del Movimiento

    de Derechos Humanos. La defensa de esta posicin se justificaba ade-ms porque haba varios de estos jvenes que tenan a sus padres,pero que tambin se consideraban parte de H.I.J.O.S.. Cuando en la ciu-dad de La Plata los H.I.J.O.S. decidieron cerrar la poblacin, se vieron obli-gados a decirles a algunos compaeros, con quienes ya haban com-partido algunas actividades, que ese no sera un espacio para ellos. Ernesto,hijo de exiliados, particip de las discusiones donde se decida si l mismopodra o no ingresar al grupo, relat en una entrevista:

    la gran mayora estaba por la poblacin cerrada, que ledecamos, que era solamente hijos de desaparecidos y ase-sinados y la minora estaba por la inclusin de exiliados y

    presos polticos. (...) en realidad yo fui el que msaguant toda esa situacin porque la mayora...., porqueeran bastante violentas las discusiones () no agresivaspersonalmente, pero las cosas que se decan eran muy fuer-tes, entonces te hinchaba las bolas y te ibas. Muchos chi-cos que eran hijos de exiliados o presos polticos se iban,porque no les gustaba.

    Por ltimo, haba una tercera posicin que en su momento fue mino-ritaria, pero que con los aos fue adoptada por todas las regionales: abrirtotalmente la poblacin. Quienes en el origen de estas disputas defen-

    dan esta opcin pretendan diferenciarse de cierto esencialismo, y con-sideraban que cualquiera que compartiera ciertas ideas polticas podapertenecer a este grupo, independientemente de tener o no un lazo san-guneo con las vctimas. Hablaban de sentirse hijos de una genera-cin golpeada por el terror estatal. Luego de una disminucin en la can-tidad de militantes, las distintas regionales fueron abriendo su poblacin,para permitir el ingreso a otros jvenes no-Hijos.

    ReivindicacinPara los integrantes de H.I.J.O.S. conformar este grupo signific

    conocer ms la vida de sus padres. En muchos casos esto supuso rom-

    per el silencio con el que haban crecido o modificar el relato familiar. Graninfluencia tuvieron, a modo de catalizadores, los encuentros entre losH.I.J.O.S. y los compaeros de facultad o militancia de sus padres quese producan en cada homenaje a los desaparecidos. All pudieron cana-lizar la ansiedad por saber ms de su propia historia, como tambin sobrela parte ms dura de la historia reciente de nuestro pas. Algunos lleva-ron adelante su acercamiento de un modo intelectual, a travs de lalectura de textos sobre historia del perodo de finales de los sesenta y lossetenta; otros se aproximaban al tema a travs del relato de los compa-eros de sus padres, a quienes comenzaron a descubrir por esos aos.

    En muchos casos la formacin de H.I.J.O.S. funcion como un modode transformar la mirada sobre sus padres. Los relatos escuchados en

    su infancia haban operado sobre ellos. Sola suceder que el silenciofamiliar habilitaba la reproduccin de la figura pblica que tenan los

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    desaparecidos. Por eso, para estos jvenes acercarse a H.I.J.O.S. sig-

    nific rehacer la figura de sus padres, en algunos casos bajo la formade la heroicidad, en otros de modo ms crtico, pero en general, lasexperiencias polticas de sus padres comenzaron a conocerse y al mismotiempo reivindicarse.

    Este ltimo aspecto fue uno de los sellos distintivos de la RedNacional de H.I.J.O.S.: la reivindicacin del espritu de lucha de suspadres. Esta recuperacin poltica de la militancia de los aos setentaunific a las distintas regionales de la agrupacin, aunque la forma queadquira esta reivindicacin no era la misma. En ese sentido, haba algu-nas regionales que provenan de ciudades en las que las discusionesacerca del pasado de la dictadura militar se encontraban todava enestado subterrneo. Para los jvenes de esas regionales quitar la pala-

    bra subversivo que defina a sus padres y que sean reconocidos social-mente como militantes polticos -cuyos ideales ellos compartan-, sig-nificaba un gran paso adelante.

    En otras ciudades, como La Plata, las definiciones eran ms radicales.Adems de reconocer lo que haba pasado con sus padres, reivindica-ban su lucha, an a riesgo de enfrentar la crtica generalizada a los mto-dos por ellos elegidos. Estos jvenes pretendan contextualizar las luchasde sus padres y sealar que hicieron lo correcto para los tiempos que sevivan, sin hacer una concesin al espritu antiviolencia2 que ha ganadoa la sociedad democrtica de la posdictadura.

    Ms all de los matices propios de las diferentes posiciones quecada regional tena, haba en H.I.J.O.S. una clara intencin: sacar a sus

    padres, y correrse ellos mismos, de la posicin de vctimas. Propsito quepona en evidencia ciertas disputas con el resto de los Organismos deDerechos Humanos, cuya constitucin como actor central de repudio alaccionar del Estado terrorista se haba erguido sobre la figura del desa-parecido como vctima. De este modo, H.I.J.O.S. en sus comienzos, ade-ms de enfrentarse a una sociedad que mantena en el olvido el terro-rismo de Estado -esto evidentemente luego cambi, pero as se pre-sentaba durante los primeros aos de la dcada del noventa-, tambinpretenda intervenir y poner en disputa los distintos discursos que circu-laban en la construccin de la memoria de ese pasado traumtico.

    Esto a su vez supona algunos matices dentro de la Red Nacional deH.I.J.O.S., porque all confluan distintas formas de analizar la experien-

    cia poltica de los padres, desde aquellos que se sentan ms crticos,hasta aquellos que defendan la voluntad revolucionaria de la militan-cia. El Movimiento de Derechos Humanos se haba constituido comoun actor central de la poltica argentina en clara disputa con ciertos dis-cursos que negaban el terrorismo de Estado y sostenan que en la Argen-tina haba habido una guerra. Junto con ello emerga la mencionada figurade los desaparecidos como vctimas, despojados de su militancia pol-tica. Por esta razn no fue fcil para los H.I.J.O.S. incorporarse a eseMovimiento y pretender recuperar las experiencias de sus padres muchos

    2. As lo explica Luca, ex militante de HIJOS La Plata.

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    de los cuales interpretaron su propia lucha revolucionaria en trminos bli-

    cos. Los H.I.J.O.S. tienen una tensin entre pensar a sus padres comovctimas, como luchadores revolucionarios o como ambas cosas ala vez.

    Otra de las diferencias que los H.I.J.O.S. planteaban con los Organis-mos fue que pretendan ampliar el sentido de su propia militancia. Ensus palabras, queran salir de lo memorioso y lo derechohumanoso,calificativos destinados a definir las polticas llevadas adelante por losotros Organismos. Esto significa, por un lado no limitar sus prcticas alrecuerdo del pasado, y ampliar sus objetivos polticos, no cercarlos en ladefensa de los derechos humanos. En la regional La Plata se plantela siguiente consigna: estar donde nuestros padres hubieran estado.Esta consigna revelaba la intencin de superar la instancia de denun-

    cia sobre el terror estatal, y participar polticamente de las luchas socia-les del presente. As, en esta ciudad se observ un protagonismo muyfuerte de H.I.J.O.S. en las movilizaciones contra la Ley de EducacinSuperior, que pretenda imponer y finalmente lo hizo el gobierno deMenem. Tambin hubo apoyo a reclamos obreros, como fue el casode los trabajadores de Astilleros Ro Santiago.

    Si bien finalmente muchas de las prcticas llevadas adelante porH.I.J.O.S. se asemejan a las modalidades de otros Organismoscomo por ejemplo, la demanda de justicia, el rechazo de la impuni-dad, el recuerdo de fechas clave lo que resulta distintivo de esta agru-pacin son las formas que adquieren estos reclamos. El uso del escra-che como herramienta para la demanda de justicia traspone los cana-

    les habituales para tales fines.

    Escraches3

    El escrache es la accin colectiva que ha representado mejor a losHIJOS. Se trata de sealar la casa o el lugar de trabajo de algn integrantede las fuerzas de seguridad o algn civil que haya estado involucrado enlos crmenes de la Dictadura y que por distintas razones se encuentreen libertad; porque fue indultado o beneficiado por las leyes de Obedien-cia Debida y Punto Final; o porque an no fue alcanzado por los proce-sos que en la actualidad son jurdicamente viables.

    El escrache comienza con la eleccin de quin ser escrachado. Puede

    ser algn represor famoso o bien alguien cuya historia de represinilegal no sea de carcter pblico. Los protagonistas del escrache recorrenel barrio unos das antes de llevarlo a cabo con el objetivo de contarle alos vecinos cul es la historia del represor. El da del evento parten deun lugar cercano a la casa o lugar de trabajo del escrachado y,mediante una suerte de marcha, llegan al punto de encuentro paramarcar la casa.

    Una de las particularidades de los escraches es que son festivos. Sueleser una murga la que lidera el recorrido y alguna teatralizacin la que

    3. Este apartado fue elaborado en base a entrevistas del autor en conjunto con el trabajo de Bonaldi (20006b)

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    antecede el discurso y el sealamiento de la casa del escrachado.

    Los huevos con pintura roja que son arrojados sobre el frente de la casadejan, simblicamente, la huella de la sangre que el represor derram.El barrio ya no desconoce quien vive all, aunque esto no signifique quetodos sus vecinos comiencen rpidamente a repudiarlo. A veces losescraches son conflictivos; los vecinos se muestran desinteresados orechazan las acusaciones sobre el escrachado. Otras veces los mismosvecinos participan del escrache y comienza as la condena social alrepresor.

    En la actualidad la mayora de las regionales de H.I.J.O.S. compartenla organizacin del acto en la Mesa de Escrache, donde participan com-paeros que no necesariamente pertenecen a la agrupacin. Sin embargo,originariamente fue llevado adelante solamente por los H.I.J.O.S., fun-

    cionando el acto como distintivo social. Lo ms interesante del escrache,en el marco de la historia de los H.I.J.O.S., es que logra la participacinde muchos de sus integrantes que en otras circunstancias no lo hacen.Este evento suspende la discusin sobre algunas cuestiones internas quelos inmovilizan, se pasa directamente a la accin. Es una experiencia endonde circulan muchos sentidos que postergan o superan las discusio-nes sobre qu es o qu debera ser H.I.J.O.S.

    Sobre el escrache no hay una sola interpretacin polticamente, nisus participantes comparten necesariamente los sentidos asignados. Paraalgunos signific durante algunos aos la posibilidad de hacer un acto dejusticia en s mismo. Escrachar la casa de un represor era hacer justiciay, de ese modo, mantenerse alejado de la demandas de justicia formal o

    institucional. Para otros, en cambio, el objetivo era lograr una condenasocial como parte previa de la condena legal. Es decir, que en el hori-zonte del escrache est la posibilidad de que el Estado haga justicia. Elproblema inicialmente eran las leyes de impunidad. Ahora son aquellastrabas vinculadas a la lentitud de los procesos judiciales.

    Entre las variantes que incluye el escrache est la posibilidad de que setorne ms violento, esto es que la casa adems de ser marcada seadaada. Algunos militantes sostienen que esto ltimo es un acto de libe-racin y de justicia; otros creen que la violencia puede ahuyentar a posi-bles aliados en la condena social al represor.Tambin existieron diferencias en cmo orientar el escrache. Si bien en

    general el objetivo es dar a conocer el currculum mortae del represor

    entre los vecinos, en otras oportunidades se busc una repercusinms general y se decidi hacerlo, por ejemplo en Capital, a la hora en quelos medios de comunicacin pudieran cubrirlo en vivo.

    El escrache fue, por un lado, innovador hacia adentro del Movimientode Derechos Humanos porque las instituciones judiciales dejaban de serdestinatarias exclusivas de las demandas. Los vecinos y el barrio jugabanun rol importante en la bsqueda de condena social. Por otro lado, elescrache super la instancia de H.I.J.O.S. y de los Organismos y fue reac-tualizado y resignificado por otros actores con diferentes demandas. Estaresignificacin puede ser evaluada de forma positiva, en tanto el escra-che funcion como repertorio de protesta, o de manera negativa, porquese desvirta su sentido original, ligado a la denuncia de los crmenes de

    la dictadura.

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    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 1. PARA EL AULA:

    1. Buscar la identidad. Construir la identidad

    1.1 Fragmentos de una entrevista a Claudio Novoa (nombre adoptivo) Manuel Gonalves (nombre biolgico), realizada por alumnos y docentes dela EEM N 5 de Alejandro Korn, para el documental Hermanos del destino,Programa Jvenes y Memoria, ao 2005.

    () Yo siempre supe que era hijo adoptado por la familia donde estaba y eso me sir-vi, despus me enter de todo, de mi verdadera historia, de mi origen, de quines eranmis paps. Saber que era adoptado fue muy importante porque no es lo mismo que apa-rezca toda esta historia cuando uno cree que en realidad las personas con las que est sontu familia biolgica. En este caso yo ya saba que era hijo adoptivo entonces no era unalocura que haba una familia, que tena una familia en algn lado.

    (.) ahora tengo una familia mucho ms grande, porque ahora tengo dos que son una.En mi caso es una historia bastante feliz en ese sentido. Tengo mi familia adoptiva que escon la que viv siempre y despus tengo mi familia biolgica, que es con la que me reen-contr cuando tena 19 aos.

    [Sobre hijos apropiados] () Estn con unas personas que saban el origen de ese chicopero nunca se lo dijeron. Ellos crecen y crean que esa familia con la que estaban era suverdadera familia. Del 100 % de los casos el 75 % de los casos hasta ahora son chicos queen realidad no saben quines son. Por eso es tambin tan difcil encontrarlos. Entoncesesos chicos, imaginate que de repente todo lo que ellos crean que era de una manerano lo es. Y las cosas ms bsicas y elementales que puede tener una persona que sonsu verdadera identidad, tu familia, tu lazo directo con tu mam, tu pap, tu hogar, queno sean ya. No slo que no son, adems esas personas son cmplices de que vos, de que

    tus verdaderos padres estn desaparecidos. Nunca te dijeron la verdad, o sea, nunca tehablaron que no eran tu verdadera familia. Entonces esos chicos estn en un momento dequiebre emocional muy difcil de discernir. Cmo ese chico puede estar en condicionesde decidir quiero estar o no quiero estar con mi familia biolgica. En un primer momentovan a rechazarla, van a negar la historia y no van a querer saber. Pero despus cuandoempiezan a abrir, se dan cuenta, empiezan a poner las culpas donde van.

    () Ahora estoy haciendo los trmites, se llama juicio de filiacin, porque tengo quetener mi apellido biolgico. Opt por tener mi nombre y mi apellido biolgico, ms allque yo no tengo ningn problema por llamarme, ahora me llamo Claudio Novoa y toda lagente me conoce as, por lo menos ac. Pero en algn momento me voy a llamar ManuelGonalves, que es mi nombre biolgico. Es el nombre que no tena que haber perdido nunca.

    UBI SUNT? (DNDE ESTN?). EEMN 15. J. M. Gutirrez. Berazategui. 2003. VIDEO. Enuna comunidad pequea aparece una historia impactante contada a travs del testimonio del hijode un obrero sindicalista desaparecido durante la ltima dictadura militar. Con profunda emocinel joven trata de entender los motivos por los que su padre fue secuestrado y rememora la ltimanoche que lo vio. El documental se completa con imgenes y testimonios en los que dos Madresde Plaza de Mayo recuerdan a sus hijos durante una visita realizada en la escuela.

    SOBRE UN HOMBRE QUE VIVI Y LUCH: HUGO CAMERINI. Escuela Elvira Sullivan. Merlo.2004. VIDEO. El trabajo intenta reconstruir la vida de Hugo Camerini, detenido desaparecido de lazona Oeste. Su sobrino que no lo conoci y hoy tiene 21 aos se ha propuesto conocer ms sobre la

    vida y la militancia de su to. El joven es ex alumno de la escuela y trabaja junto a los alumnos en lainvestigacin. Con la informacin se realiz un documental biogrfico que incluye un anlisis sobre las

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    1.2. Fotografas

    Los Hijos, Tucumn, veinte aos despus,

    muestra fotogrfica de Julio Pantoja.En: http://juliopantoja.com.ar/LaObra.htm

    Con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976,

    y que durara hasta 1983, la violencia estatal seperfecciona y extiende su brazo a todo opositorque osara levantar la voz.Esta metodologa que luego se generalizara entodo el pas dej en Tucumn un saldo cientosde desaparecidos, asesinados, presos, tortura-dos y exiliados.Dos dcadas despus, el mismo militar que diri-gi aquellas tropelas y que fuera interventorde esa dictadura en la provincia, el general Anto-nio Domingo Bussi, es elegido gobernador enelecciones democrticas pese a las acusacio-

    nes de genocidio, torturas y robo de bebs.Con un endmico atraso econmico, poltico ysocial respecto del resto del pas, esta convul-sionada provincia del noroeste argentino siguedebatindose an hoy entre un tenebroso pasado

    marcado a fuego por el zumbido de las balas delos setenta y la formalidad democrtica enve-nenada por la corrupcin del cambio de siglo.() A partir del triunfo en las elecciones de miprovincia del general genocida, y en coinciden-cia con el vigsimo aniversario del golpe militar,me dediqu sistemticamente a retratar ahijos de vctimas de la represin en Tucumn.Al principio fue tal vez slo un impulso casi inge-nuo de resistencia empujado por la indignacin,pero de a poco fue consolidndose y tomandoforma de una toma de posicin lcida usando

    luchas que los sectores populares impulsaban en la dcada del 70.

    POR QU ESE RUIDO,SEOR VECINO? EEMN 5. Mercedes. 2006. VIDEO. Este video estbasado en el escrache realizado en 1998, al Dr. Caserotto, mdico que trabaj durante la ltimadictadura militar en Campo de Mayo atendiendo los partos de mujeres embarazadas detenidas yapropindose de sus hijos.

    EL TORMENTO DE SANTA ROSA. EEMN 7. San Nicols. 2007. VIDEO.El documental narrala historia de Fernando Alvira, quien a los 9 meses de edad fue secuestrado junto a sus padres yta (que continan desaparecidos), y luego con la colaboracin del cura Miguel Angel Regueiro yfue recuperado por sus abuelos. En la actualidad Fernando es querellante en la causa por la quese encuentra procesado entre otros el mencionado sacerdote.

    CONSTRUYENDO LA MEMORIA DESDE LA DESMEMORIA. EEMN 26. La Plata. 2003. Mues-tra fotogrfica.

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    12 Memoria en las aulas

    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 1. PARA EL AULA:

    Arqueologa de unaAusencia,

    muestra fotogrficadede Lucila QuietoLucila logra atrapar con susmontajes fotogrficos untiempo que no existe, crearmomentos irreales en losque hijos y padresseparados por la muerte,el secuestro o ladesaparicin posan juntospor primera vez.

    En: http://www.comisionporlamemoria.org/museodearteymemoria/docs/arqueologia.pdf

    Las fotos delatan el paso de un tiempo arrasador.Parecen haber sobrevivido a algn terremoto.Estn ajadas, quebradas, rayadas, reconstruidas.Se resisten a dejar de ser, a desaparecer.Ah estn, a pesar de todo, esas fotos. Subsistenaunque no ilesas. Y ese barro es justamente loque les otorga su potencia.Ahora, padres e hijos se miran de reojo; ahoramiran juntos hacia algn rincn; ahora se desconoceny desconfan. A travs de las miradas entablanun nuevo, incipiente dilogo visual. Es un

    dilogo sin testigos ni intrusos pero con interferencias,con ruido. No terminan de entenderseesas dos generaciones. Un tornado los separa.Se miran desde las orillas de tiempos distintos.El terrorismo de Estado quiso imponer unabismo entre ellos. Pero las fotos (y no slo ellas)suturan esa distancia en forma de un puente quetodos los das se edifica.Llaman esos padres con su mirada y fingen loshijos estar ahora ellos construyendo su propio tiempo. ()

    Diego Genoud

    mi herramienta: la fotografa.Mi hiptesis de trabajo fue simple. Siempreestuve seguro de que deba haber un comndenominador entre quienes, siendo de unamisma generacin, haban pasado por tanto sufri-miento del mismo tipo, acosados por el Estadoterrorista. Si el nexo era desde la vida misma,deba tener su correlato en lo visual. Las res-

    puestas comenzaron a llegar mientras sedesarrollaba el trabajo() A una militante de la agrupacin H.I.J.O.S. deBuenos Aires, le escuch citar este dilogo entredos amigos hijos de desaparecidos, como ella.- Mi viejo es color sepia, y el tuyo?- Aguante el blanco y negro!, la foto de mi viejoes la del documento.

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    13Memoria en las aulas

    Los rubiosde Albertina CarriAo 2003

    Fragmentos del li-bro Los rubios. Car-tografa de una pel-cula de la directora.() Me cuesta enten-der la decisin de ma-

    m. Por qu no se fue del pas? Me lo pre-

    gunto una y otra vez. Otras veces me cues-tiono: por qu me dej ac, en el mundo delos vivos? Y cuando toco esta pregunta merevuelve la furia y recuerdo a Roberto (mipadre) y su ira, o su labor incansable hastala muerte. Dnde estn las almas de losmuertos? Comparten sitio todos los muer-tos o los asesinados transitan otros lugares?las almas de los muertos estn en las almasde los sobrevivientes, estn en los que veni-mos despus, en aquellos que intentamosevocarlos? Sobrevivirn por siempre las al-

    mas de mis padres en el recuerdo que con-servamos mis hermanas y yo? Y ese recuer-do, cunto tiene de bronca, abandono,ausencia, presencia, furia, irona, dolor, es-tremecimiento? Cunto tiene de preserva-cin y cunto de capricho?

    Para enfrentar al espectador con esta ex-periencia, mi pelcula, entonces, pondr enescena la construccin de una ficcin. Unabsqueda entre lo documental y lo ficcional,entre las imgenes propias y la de los otros

    que nunca coinciden-, entre la fantasa deldeseo y el dolor de la prdida. Un viaje en elque los mrgenes se desdibujan y la nieblainvade los espacios que visitaremos. Quisie-ra que esta travesa coincida con las eta-pas y con los movimientos labernticos de mirecuerdo inventado.

    El proyecto, entonces, se desarrollar desdeuna primera pauta conceptual: exponer al es-pectador a una experiencia equivalente a lama, esto es, inducirlo a encontrar en la

    pantalla, por azar, por voluntad o por afinidad,un orden personal para los fragmentos dados

    Pap Ivnde Mara Ins RoquAo 2000

    El documental PapIvn est dirigido porMara Ins Roqu, hijade Juan Julio Roqu,uno de los fundadoresde la FAR y miembro

    de la organizacin Montoneros, muerto en

    un enfrentamiento con las FFAA en 1977. Elfilm mantiene un permanente movimientoentre dos relatos; en uno de estos, Mara Insexplora la figura del dirigente montonero -Li-no o Ivn, segn sus nombres de guerra-,desde los momentos de lucha hasta su muer-te, basndose principalmente en el testimo-nio de sus compaeros de militancia y enotros materiales filmaciones de los 70 y ac-tuales, cartas, fotos, entrevistas- que irnsosteniendo un apropiado montaje narrati-vo. El otro relato busca armar un retrato de

    su padre en el mbito familiar, a travs deuna entrevista a Azucena Rodrguez (sumadre), que cuenta desde el momento enque conoci a su padre, los proyectos de fa-milia y profesionales en comn, el paso ala clandestinidad y, finalmente, la separacinde la pareja.Mara Ins viaja entre estos dos relatos, in-tentando encontrar respuestas a las decisio-nes de su padre, en donde como ella dice,todo es confuso. Busca construir su propiahistoria, la de su vida, a travs de los recuer-

    dos propios y ajenos, de elementos reales eimaginarios. Y en este proceso las fotos ayu-dan a impulsar la rememoracin; se consti-tuyen, dentro del film, en pequeos momen-tos autobiogrficos donde el recorrido por lasfotografas familiares se sostiene a travs deuna cmara subjetiva. Son los ojos de MaraIns los que intentan rescatar ese instanteen donde la vemos abrazada a su padre. Esa travs de esa mirada que descubrimos lasfotos de un pasado familiar, que en el pre-sente han cobrado otro significado. Una trans-

    formacin a travs de la adquisicin de unnuevo formato: el audiovisual.

    1.3. Pelculas

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    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 1. PARA EL AULA:

    14 Memoria en las aulas

    1.4. Apropiacin de la identidad

    Nota publicada en Pgina/12. Sbado, 5 de Abril de 2008

    LA JUSTICIA SENTENCIO A OCHO Y SIETE AOS DE CARCELA LOS APROPIADORES DE MARIA EUGENIA SAMPALLOUna condena por un vnculo cruel y perversoFue el primer juicio que una hija de desaparecidos hizo contra sus apropiado-res. El Tribunal Federal Oral Nmero 5 conden con 8 y 7 aos de prisin alos apropiadores y con 10 aos al militar que la entreg. Hubo crticas por lalevedad de las penas.

    Por Laura Vales

    El Tribunal Federal Oral N 5 conden con 8 y 7 aos de prisin a OsvaldoRivas y Mara Cristina Gmez Pinto, los apropiadores de Mara Eugenia Sam-pallo Barragn. Los jueces le dieron adems 10 aos al capitn retirado Enri-que Berthier, el militar que la entreg. El juicio fue el primero que una hija dedesaparecidos hace contra quienes la inscribieron y criaron como si fuera pro-pia. Mara Eugenia haba pedido que se aplicara a sus apropiadores elmximo de la pena prevista, por haberla privado de su identidad y del vnculocon su familia, de quien estuvo separada durante 24 aos. Ayer, tras escucharla sentencia, su abogado y las Abuelas de Plaza de Mayo criticaron la levedad

    de las penas: Los jueces no entienden la gravedad de estos delitos.Tras or el fallo, la joven sali de la sala de audiencias sin hacer declaracio-nes. En el pasillo la esperaba para saludarla el pblico de a la audiencia: ami-gos, familiares y militantes de Hijos y de Abuelas. El abogado Toms Ojea Quin-tana fue quien habl en su nombre:

    Lo importante es que los tres acusados fueron condenados; en ese sentido,el balance es positivo. Que hayan sido condenados es muy importante, y MaraEugenia est conforme con haber llegado a esto despus de llevar adelante unproceso de siete aos; pero obviamente para nosotros estos delitos necesitande penas mayores.Tambin el fiscal Flix Crous habl en esos trminos: satisfaccin por la con-

    dena, inconformidad con sus montos (ver aparte).

    Durante el juicio, los testigos haban relatado la historia de Mara Eugenia,que cumpli hace poco treinta aos. Sus padres fueron secuestrados en 1977.Su madre, Mirta Mabel Barragn, trabajaba en la fbrica SIAP (Sociedad Indus-trial de Aparatos de Precisin), donde era delegada. Su padre, Leonardo RubnSampallo, trabajaba en el Astillero Ro Santiago y era tambin delegado. Ambosmilitaban en el Partido Comunista Marxista Leninista. Mirta tena un hijo de tresaos Gustavo y estaba embarazada de seis meses cuando la secuestraronjunto con Leonardo. Los represores dejaron al nio en una comisara, de dondelo pudo rescatar su familia. A Mirta y Leonardo los llevaron al centro clandes-tino de detencin El Atltico y despus al Banco. En febrero del 78 a Mirta lasacaron de all para que diera a luz. Mara Eugenia naci entre marzo y abril,posiblemente en el Hospital Militar.

    ()

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    15Memoria en las aulas

    EJES SUGERIDOS PARA LAS ACTIVIDADES

    Sobre la construccin identitaria de

    hijos de desaparecidos: analizar las dife-rentes recursos propuestos (entrevis-

    tas, fotos, los fragmentos selecciona-

    dos) y realizar una recorrido sobre losaspectos que se reiteran y los que no.

    Qu rasgos en comn encontramos?

    Qu cuestiones son particulares de

    cada caso?Distinguir qu elementos pueden serparte del proceso de construccin iden-

    titaria: ciertas palabras, imgenes, obje-

    tos, experiencias, etc.

    Sobre las pelculas: Pap Ivan y Los

    rubios, algunas preguntas:Quines son las directoras? Qu obje-

    tivo persiguen con el film? De qu

    manera lo transmiten? Qu recursos

    utilizan para elaborar su discurso den-tro del film?

    Realizan entrevistas? Buscan testi-

    monios? A quines entrevistan? Qupreguntas hacen? Qu peso tienen

    estos testimonios en el relato?

    PARA INVESTIGAR:

    Buscar en los diarios cmo ha intervenido la justicia en la recomposicin identita-

    ria de los hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura militar. Investigarlos casos re rechazo a la identidad biolgica o de aceptacin de la misma. Debatir

    sobre el impacto social como individual de las mismas

    PARA PENSAR:

    Buscar objetos, pensar en palabras, sensaciones que puedan definirme, que

    digan quin soy o que puedan relatar algn aspecto de m.

    Exponer en grupos el por qu de la eleccin del objeto, palabra, etc-. Identificar encada uno qu aspectos tienen que ver con una experiencia individual y cules con

    un contexto social determinado, qu cuestiones estn atravesadas por una histo-

    ria familiar, qu otros por caractersticas de una generacin. Reflexionar sobre laconstruccin identitaria de los hijos de desaparecidos.

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    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 2. PARA EL AULA:

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    2. Agrupacin HIJOS

    2.1 Volante realizado por HIJOS regional La Plata. 25 aos del golpe de 1976

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    2.2 Un recorrido por la historia, HIJOS Regional La Plata

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    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 2. PARA EL AULA:

    Qu signific haberse agrupado en HIJOS?

    -Fue una respuesta humana y poltica a un grave problema de identidad social en nuestro pas,que era una cuestin de muchos. Se haba borrado a 30 mil personas del mapa, y listo, noestn, se acab, no se habla ms del tema. Eso lo vi hasta en mi familia. Yo siempre dije que erahija de desaparecidos, pero eso generaba en la gente siempre la misma respuesta: Que terri-ble!, provocaba una actitud de lstima, de compasin, de pobrecita. A partir de que nos agru-pamos fuimos tratados con respeto. Desde que nos juntamos empezamos a ser hijos para todo elmundo. Nunca habamos sido hijos. A m nunca nadie me dijo, porque mis viejos no estabanpara decirme hija. Durante aos quisieron que fusemos hijos de nadie, en una orfandad de his-

    toria y de valores, y desde que nos agrupamos decimos que somos hijos de revolucionarios y loexpresamos con orgullo. La propia existencia de Hijos rompi esa lgica de no ser, que estuvo pre-vista para nosotros por los represores.

    Yo siento que nuestro surgimiento es un cacho de victoria de nuestros viejos. Y ahora que cre-cimos, que muchos somos padres y tenemos laburos, en todos los mbitos en los que actuamoslo hacemos ya de una manera ms adulta, pero seguimos llevando con nosotros los mismos valo-res y las mismas ideas. Hay compaeros que son abogados e intervienen en cuestiones judicia-les, no slo en derechos humanos, compaeros que somos periodistas y tratamos de difundir otrascosas que pasan, compaeros docentes que ensean en sus escuelas el 24 de marzo de otramanera, trabajadores, luchadores, piqueteros. Ya de adultos seguimos siendo un cacho de victo-ria de nuestros viejos.

    -Cul fue la principal riqueza que brind la organizacin Hijos al pas, a la lucha?-Te digo algunas puntas. Uno de los aportes ms positivos fue generar la identidad social de Hijos

    y, a la vez, recuperar la identidad social de quines eran nuestros viejos. Rescatando la vida ehistoria de nuestros padres, llenamos un vaco que se haba intentado establecer despus de ladictadura, inclusive con el Nunca Ms y la Conadep, pretendiendo que esa fuera toda la explica-cin que haba que dar a las generaciones nuevas, a la gente de nuestra edad y los ms jvenes.Y eso me parece que es importantsimo, porque lo mismo que me suceda a mi y que mepegaba de una manera muy cercana porque eran mis viejos, no era hablado en la sociedad encorrespondencia a la intensidad de lo que haba pasado. Me acuerdo que no haba muchasexplicaciones reales sobre lo sucedido, era algo que tenamos que construir discursivamente.

    Qu haba pasado?

    -Hubo una generacin revolucionaria que fue masacrada haciendo uso de una metodologa terro-rista, con una tcnica que pretenda aterrorizar a toda la poblacin para que no creciera nada sobrela faz de la tierra y sepultar as la posibilidad de socialismo, para arrasar por varias generacionesa los luchadores y ejercer un sometimiento eterno. Eso lo dicen explcitamente los milicos, destruirdos o tres generaciones ms. Nosotros demostramos que no somos una generacin destruida yadems, no slo por los Hijos, sino por los movimientos de trabajadores, que en muchos casosson hijos de trabajadores expulsados de la produccin, pibes de nuestra edad que dirigen a losdesocupados, a veces ms jvenes. Y por un montn de expresiones que empiezan a aparecer enel ltimo tiempo del menemismo. Nosotros como Hijos echamos luz sobre la historia de nuestrosviejos y de alguna forma los hacemos nacer para todos los jvenes que se incorporan a la lucha,invirtiendo la lgica.Y tambin, no digo que sea mrito slo de Hijos, hicimos un aporte importante en la cuestin de

    la dictadura, de la nulidad de las leyes y de estar en contra de la impunidad. Nuestra presencia leimpuso otra dinmica a esta lucha, que empez a tener un contenido y una intensidad mucho ms

    2.3 Fragmentos de una entrevista a una militante de HIJOS realizada por

    Oscar Castelnovo.Ver en: http://www.elortiba.org/notapas143.html

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    fuerte en los partidos de izquierda, en las organizaciones sociales, e inclusive en el movimiento

    de mujeres y dems mbitos. Y una de las principales herramientas que brind Hijos a la lucha fuesin duda el escrache, que luego va a ser tomado por movimientos de trabajadores, de ahorristas,de mujeres, por todo el pueblo, para sealar a los cretinos impunes. No es que lo inventamos, perocondensamos una cosa que estaba dando vueltas, le dimos una forma. A otros les pareci bien ylo tomaron para sus propias luchas, eso me parece genial.

    Las pelculas de HIJOS. La Plata- Nacimos en su lucha, viven en la nuestra. Hijos, 10 aos, 2005 El dictador, 2006 Ellos saben donde est Lpez, 2007

    2.4 Volante realizado por HIJOS regional La Plata, en agosto de 1995

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    EJES SUGERIDOS PARA LAS ACTIVIDADES

    Sobre la agrupacin:

    Cmo se autodefine la agrupacin HI-

    JOS la Plata en sus comienzos?Cules son los mviles que acercan a

    los hijos de desaparecidos a la militancia

    desde lo individual y desde lo colectivo?Cules son los reclamos y cules son

    las luchas de la agrupacin HIJOS? Cul

    es el pedido a la justicia?

    Qu vnculo encontramos entre stas y lade sus padres militantes de los aos 70?

    Cules son los pedidos y denuncias de

    la agrupacin hacia el presente?

    PARA INVESTIGAR:

    Entrevistas a militantes de HIJOS de la lo-calidad o cerca de la misma. Algunas pre-

    guntas gua: Desde cundo militan en HI-

    JOS? Qu significa pertenecer a HIJOS?

    Qu mirada tienen sobre la militanciade los padres? Se sienten identificados

    con la misma? Qu opiniones tienen so-

    bre la lucha de los Organismos de DDHH?Cmo visualizan la actividad poltica

    de la agrupacin en el presente? cu-

    les son los proyectos para el futuro?

    PARA PENSAR:

    Despus de analizar los diferentes docu-

    mentos: Por qu piensan ustedes quese fund la agrupacin HIJOS? Qu opi-

    nan sobre sus reclamos polticos? Se

    sienten representados en los mismos?Por qu?

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    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 2. PARA EL AULA:

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    3. Escrache. Reclamos del presente

    Colectivos Situaciones:El escrache crea otra idea y otra prctica de lajusticia, que es opuesta y antagnica a la justi-cia formal. Y con ella funda una nueva prcticay un nuevo concepto de la DemocraciaEl escrache concretamente inventa una nue-

    va nocin de la justicia, fundada en la capaci-dad popular de producir verdades que el poderno puede desarmar cooptndolasesta bsqueda de justicia no se agota, ni si-quiera se expresa, en la pena carcelaria, ni pue-de contenerse en la burocracias judiciales. Lalucha que el Escrache expresa va ms all delEstado de derecho, no puede ser reabsorbidapor ste. Si hoy fueran presos uno, dos, o diezmilitares genocidas, los escarches no cesaranPor eso el Escrache funciona como una mqui-na. No es decisivo cunta gente participa en l,

    ni como fue organizado. Cuando se pone en ac-to funciona, transmite un sentido de impresio-nante radicalidad, conmociona al barrio, incor-pora gente espontneamenteEl tema es que nadie va a los Escarches por-

    que piense que va a haber justicia, sino por-que la justicia est ahRespuesta de H.I.J.O.S.Para mi s el Escrache depende algn consenso,y apunta a un consenso. El escrache depende pro-fundamente de la condena social, apunta a eso

    la consigna en un punto es clara: si no hay jus-ticia hay escrache. Pero porque no hay justiciahay EscracheEl escrache es algo que tena que surgir, den-tro de los lmites que hay, dentro de lo que po-damos haber creado, fuimos hasta donde msse puede, elegimos este camino, que puede sermuy radical dentro de ciertos lmites. Y tiene quever con la sociedad de este tiempo, una socie-dad en la que todava la violencia es un tema jo-dido. Nosotros vamos a los colegios, a hablar delos desaparecidos, est todo bien hasta que

    llega el tema de la violencia, y cuando llega el te-ma de la violencia estamos entrampados en lateora de los dos demonios, nosotros, la socie-dad. Entonces el Escrache es borde, es corni-sa, o sea, es el mximo de lo que se puede

    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 3. PARA EL AULA:

    3.1 Fragmentos del dilogo que el Colectivo Situacionestuvo con miembros deH.I.J.O.S. Capital Federal.

    En: Revista Situaciones 1, Conversacin con H.I.J.O.S., ao 2000.

    3.2 Imgenes del escrache

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    Memoria en las aulas

    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 3. PARA EL AULA:

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    3.3 El escrache

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    23Memoria en las aulas

    3.4 Fragmento de entrevista a un militante de HIJOS, publicada en www.lavaca.org

    el 23/03/2008, seccin actualida

    - Cul cree que debe ser la agenda de los derechos humanos de hoy en la Argentina?

    - Por un lado siguen matando a pibes en las comisaras. Se meten en los barrios humil-des, les pegan a los jvenes por el solo hecho de pertenecer a otra clase social, losllevan a la seccional y salen muertos. Eso es terrible. Nosotros, en La Plata, trabaja-mos para que eso no suceda ms y trabajamos, tambin, por el caso de la desapa-ricin de Jorge Julio Lpez. A 18 meses de su secuestro no hay ninguna respuestadel gobierno nacional ni tampoco del provincial. Aparentemente el gobierno nacio-nal se ha olvidado de Julio Lpez. No hay que olvidarse que Julio fue uno de losquerellantes del juicio contra el represor Miguel Etchecolatz y, a la vez, uno de los tes-

    tigos fundamentales para condenarlo a cadena perpetua. El aparato represivo del passigue intacto, hace 18 meses que est siendo demostrado.

    - Puede pensarse que adems del gobierno una buena parte de la sociedad natu-

    raliz la desaparicin de una persona en democracia?

    - Nosotros, el pasado 18, invitamos a todos los sectores de la ciudad de La Plata -organismos de derechos humanos, estudiantes, gremios, organizaciones sociales-a participar de una jornada para exigir la aparicin con vida de Lpez. Un artistaaustraliano utiliz 1.800 velas para dibujar el rostro de nuestro compaero frente ala sede donde se llev a cabo el juicio contra Etchecolatz, en la Plaza Moreno. No fui-mos nosotros quienes naturalizamos la desaparicin de una persona en democracia.

    Ya el primer da salimos a cortar la calle, frente a Casa de Gobierno mientras el Estadoy sus funcionarios decan que Julio estaba en la casa de una ta. Hubo una fuerte res-ponsabilidad del Ejecutivo en todo esto.

    EJES SUGERIDOS PARA LAS ACTIVIDADES

    Analizar los recursos propuestos. Algunaspreguntas gua: Cmo es definido el escra-che? Cules son las diferentes posturas fren-te a este acto? Cules es los reclamos? Enqu espacios se realiza? Con qu fines? Des-

    cribir los recursos grficos utilizados para di-fundir el escrache: cul es la imagen que sedestaca en el afiche? Por qu? Qu dife-rencia un escrache de otras manifestaciones?Sobre el presente:Cules son los reclamos vinculados a lajusticia por parte de la agrupacin HIJOS?Cul es la opinin de ellos sobre el rol dela justicia en la sociedad?

    PARA INVESTIGAR:

    Buscar en los diarios las distintas opiniones

    sobre el sentido poltico de los escrachesEntrevistar a vecinos que hayan participa-do en un escrache de la localidad o quesu barrio haya sido intervenido por un es-crache-. Cul es la impresin que han te-

    nido? Qu opinan del mismo? Ha deja-do marcas el escrache en el barrio? C-mo es el despus del escrache?

    PARA PENSAR:

    Hoy en da el escrache es una modalidadque se ha difundido como forma de denun-cia desde otros mbitos. Qu aspectos si-guen siendo particulares en los escarchesrealizados por HIJOS? Ustedes los consi-deran una forma vlida de hacer/pedirjusticia?

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    C O M I S I N P R O V I N C I A L P O R L A M E M O R I ACalle 54 N 487. La Plata. (1900) [email protected]

    MATERIALES DE TRABAJO Y SUGERENCIA DE ACTIVIDADES 4. PARA EL AULA:

    4. Material utilizado y sugerido

    BIBLIOGRAFIAALONSO, Luciano. 2003. "Construccin dela identidad y accin social en H.I.J.O.S. SantaFe", en Actas del 2do. Congreso de Problem-ticas Sociales Contemporneas, Universidad Na-cional del Litoral. Santa Fe.ALONSO, Luciano. 2005. "Repertorios de ac-cin y relaciones institucionales en H.I.J.O.S.Santa Fe, 1995-2003", en Revista Temas y De-bates N 9. Facultad de Ciencia Poltica y Rela-ciones Internacionales. UNR. Rosario.

    BONALDI, Pablo. 2006a. Hijos de desapare-cidos. Entre la construccin de la poltica y laconstruccin de la memoria. En JELIN Elizabethy SEMPOL DIEGO (Editores), El pasado en el fu-turo: los movimientos juveniles. Buenos Aires:Siglo XXI Editores.BONALDI, Pablo. 2006b. Si no hay justicia,hay escrache. En Apuntes de investigacin N11; Buenos Aires.BONETTO, Mara Susana. 2006. Memoria eIdentidad: la agrupacin H.I.J.O.S. en Argenti-na. Imago Americae. N 1. Buenos Aires.

    CARRI Albertina 2007 Los rubios. Cartografade una pelcula, Buenos Aires, Ediciones grfi-cas especiales,.COLECTIVOS SITUACIONES. 2000. Los escra-ches. Ediciones De Mano en Mano, Buenos Aires.DA SILVA CATELA, Ludmila. 2001. No habrflores en la tumba del pasado. Ediciones Al Mar-gen. La Plata.DI BENEDETTA, Calandra. ao. Diritti umani inArgentina tra storia e memoria: Figli per lIden-tit e la Giustizia, contro lOblio e il Silenzio, en-cimpletar completar

    FRIED, Gabriela. 2001. Memorias que in-sisten: la intersubjetividad de la memoria y loshijos de detenidos desaparecidos por la Dicta-dura Militar argentina (1976-1983), enHALL, Stuart y DU GAY Paul (comps.), Cues-tiones de identidad cultural. Amarrortu editores,

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