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Octubre-Noviembre de 2020| Número 139| Precio: 1 Euro |www.pceml.info| [email protected] pasa a página 2 Ha fallecido nuestro querido camarada Raúl Marco En la madrugada del 16 de octubre ha fallecido el histórico dirigente comunista Raúl Marco, tras una dura enfermedad a la que se enfrentó en todo momento con su tradicional for- taleza de ánimo y valentía, trabajando hasta el final en los asuntos del Partido. Raúl Marco nació en abril de 1936 y fue militante comu- nista desde su juventud. En 1964, junto con Elena Ódena, rompió con el revisionismo carrillista y fundó el Partido Co- munista de España (marxista-leninista) al que dedicó toda su vida hasta este aciago día en que nos ha dejado. Participó activamente en la fundación del FRAP, organización de la que fue vicepresidente, y tuvo un papel decisivo en la cons- titución de la Conferencia Internacional de Organizaciones y Partidos Marxistas-Leninstas. El camarada Raúl nos lega una importante obra escrita en innumerables, artículos, in- formes y publicaciones diversas, pero, por encima de todo, nos ha dejado su lucha, su abnegación y esfuerzo, su firmeza y coherencia política e ideológica. Frente a tantas claudica-

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  • Octubre-Noviembre de 2020| Número 139| Precio: 1 Euro |www.pceml.info| [email protected]

    pasa a página 2

    Ha fallecido nuestro querido camarada Raúl Marco

    En la madrugada del 16 de octubre ha fallecido el histórico dirigente comunista Raúl Marco, tras una dura enfermedad a la que se enfrentó en todo momento con su tradicional for-taleza de ánimo y valentía, trabajando hasta el final en los asuntos del Partido.

    Raúl Marco nació en abril de 1936 y fue militante comu-nista desde su juventud. En 1964, junto con Elena Ódena, rompió con el revisionismo carrillista y fundó el Partido Co-munista de España (marxista-leninista) al que dedicó toda su vida hasta este aciago día en que nos ha dejado. Participó activamente en la fundación del FRAP, organización de la que fue vicepresidente, y tuvo un papel decisivo en la cons-titución de la Conferencia Internacional de Organizaciones y Partidos Marxistas-Leninstas. El camarada Raúl nos lega una importante obra escrita en innumerables, artículos, in-formes y publicaciones diversas, pero, por encima de todo, nos ha dejado su lucha, su abnegación y esfuerzo, su firmeza y coherencia política e ideológica. Frente a tantas claudica-

  • 2 nº 139, Octubre-Noviembre de 2020viene de página 1

    Ha fallecido Raúl MarcoHASTA SIEMPRE, CAMARADA

    Secretariado del CC del PCE (m-l)

    Queridos camaradas y amigos:

    Nos cabe el penoso deber de informaros del fallecimiento del Presidente de nuestro Partido, el camarada Raúl Marco.

    Con él perdemos un referente para nuestra clase, un luchador que siempre combatió por la emancipación de los trabajadores haciendo frente con firmeza a todos los intentos de apartar a los comunistas de sus objetivos revolucionarios.

    Sus restos serán incinerados mañana. La situación que vivimos nos impide ha-cer un homenaje al camarada, que haremos en cuanto nos sea posible.

    Entre tanto el mejor homenaje que podemos hacer a nuestro querido camarada es trabajar con ahínco e inteligencia por hacer posible el objetivo que animó su vida: el refuerzo de la organización que agrupa a los elementos más conscientes de nuestra clase, preparados para hacer realidad la conquista de la libertad para nues-tro pueblo y la emancipación de nuestra clase. HASTA SIEMPRE, CAMARADA.

    Secretariado del CC del PCE(m-l), 16 de Octubre, 2020

    ciones y traiciones, él mantuvo siempre altas las banderas de la República, el socialismo y el internacionalismo proletario. Raúl fue siempre el camarada, el compañero y el amigo que tenía palabras de aliento y estímulo para los militantes en los momentos difíciles de dudas y desánimo. Su casa fue siempre un hogar abierto a los amigos, donde te sentías como en tu propia casa.

    Hombre modesto, costó mucho convencerle para que escribiera un libro en el que dejara plasmadas sus vivencias a lo largo de tantos años de lucha. Finalmente decidió hacerlo. Rafagas y Retazos de la Historia del PCE(m-l) y el FRAP es una obra de referencia obligada para todos los que estén interesados en conocer en profundidad la historia del comunismo español y constituye una he-rramienta indispensable para entender la historia de nuestro partido y su importante papel en la Historia de España desde 1964.

    Se dice habitualmente que no hay personas imprescindibles. Pero sí las hay y su pérdida constituye un vacío difícil de llenar. Nosotros, los hombres y mujeres que formamos el PCE (m-l), te damos las gracias por haber sido un ejemplo de comunista. Nos dejas un modelo de comportamiento que nos comprometemos a seguir. El camino que abriste y la semilla que sembraste con tu lucha es tu mejor herencia para los jóvenes militantes.

    También nos comprometemos a combatir sin descanso todas las tergiversaciones históricas que se vierten sobre nuestro parti-do, falsedades inmundas que pretenden manchar una trayectoria honesta y heroica. En estos tiempos de penumbras y tinieblas, cuando el fascismo avanza y amenaza una vez más con implantar la barbarie, nosotros estaremos en la primera línea de combate.

    Las banderas del Partido están de luto y te saludan, camarada Raúl, con un inmenso respeto y dolor. Siempre estarás en nues-tra memoria, en nuestro pensamiento y en nuestro corazón. Has entrado con letras de oro en el libro de la Historia, vivirás en la memoria histórica de los comunistas y de la humanidad trabajadora

    CAMARADA RAÚL: CONTINUAREMOS LA LUCHA HASTA LA VICTORIA FINAL, HASTA EL TRIUNFO DE LA REPÚBLICA POPU-LAR Y FEDERATIVA Y EL SOCIALISMO.

    El PCE (m-l) envía sus condolencias y un fuerte abrazo fraternal y solidario a su compañera Lola, a sus hijos, y al resto de fa-miliares y amigos.

    A los partidos de la CIPOML, por su solidaridad y apoyoSecretariado del CC del PCE (m-l)

    Queridos camaradas:

    En nombre de todo el PCE (m-l), os agradecemos profundamente las entrañables muestras de solidaridad, reconocimiento y cariño que nos habéis hecho llegar en las últimas horas por la pérdida de Raúl. Con ellas, miles de trabajadores de todo el mundo han recordado, incluso conocido por vez primera, el valioso legado de ideas, reflexiones y experiencias que nuestro camarada nos ha dejado a todos los revoluciona-rios de los cinco continentes. En España, en particular, vuestro recuerdo adquiere un valor político particular: no solo para el PCE (m-l), por lo que significa para nuestro redoblado compromiso con los partidos hermanos de la CIPOML, sino para todo el proletariado y los pueblos de nuestro país, que hoy deben hacer frente a la agresividad renovada de los herederos de la dictadura contra la que Raúl y Elena, a la cabeza de sus camaradas de entonces, lucharon con toda determinación, haciendo frente a una represión sangrienta.

    Al igual que en 1992, cuando la traición de un puñado de renegados había liquidado temporalmente nuestro partido, hemos sentido en estos días todo el calor y el apoyo de nuestros camaradas, nuestros hermanos de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas. Raúl, que como bien sabéis siempre mantuvo en pie, contra viento y marea, las banderas del internacionalismo proleta-rio, nos lo recordaba en cada ocasión. Hoy, por desgracia, no contamos con su inmensa energía y sacrificado esfuerzo militante; pero podéis estar seguros de que el PCE (m-l) seguirá manteniendo, con todos los medios que tenga, el resuelto compromiso que, gracias a Raúl, nos ha unido siempre, indisolublemente, a la CIPOML.

    Nuestro querido Raúl solía decir, burlándose de la edad, que él era inmortal. Hoy, todos los comunistas tenemos la certeza de que así es, puesto que su recuerdo, sus enseñanzas y su ejemplo pervivirán para siempre en nuestros corazones y en nuestra lucha.

    RAÚL MARCO, ¡PRESENTE!

    ¡HONOR Y GLORIA, CAMARADA!

    ¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

    ¡VIVA LA CIPOML!

    Secretariado del Comité Central del PCE (m-l)

    17 de octubre de 2020

  • 3nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

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    Cincuenta años, sí, cincuenta. Y aquí estamos contra viento y marea. Confieso que yo no pensaba en llegar a tantos años. En plena dictadura todo era posible, el asesinato, la tortura, la cárcel. Y a eso nos enfrentábamos con lucha clandestina, con la mili-tancia silenciosa y de todos los días. Nos enfrentába-mos a una dictadura de lo más cruel y siniestra, que había establecido su poder después de la matanza de miles y miles de personas, no sólo de soldados repu-blicanos, sino también de la población, de mujeres y jóvenes cuyo «delito» era luchar por la libertad y la democracia.

    En esas estábamos cuando nos rebelamos contra la política claudicante, entreguista y liquidacionista del oportunismo. Era una política no sólo revisio-nista: además, renegaba de las reivindicaciones de los pueblos de España, de los derechos de vascos, catalanes y gallegos.

    Cincuenta años de luchas que, pese a dificultades mil, tropiezos y traiciones, no han logrado eliminar-nos, aunque lo han intentado. A la proclamación del Partido, y particularmente el Pleno del 17 de diciembre del 64, en el que expulsamos al puñado de carreristas y aventureros, se acumularon las tareas. Había que cons-truir Partido, había que organizar la propaganda, la re-cogida de fondos, la implantación en todas las regiones del país, la comunicación de la Dirección con las orga-nizaciones de base, etc.

    Muchas eran las dificultades, pero nos enfrentamos a ellas con entusiasmo, exponiendo claramente las co-sas, sin poner parches u ocultar errores. Así, unos meses después de la proclamación del Partido, escribíamos en el primer boletín interno: «…al estudiar el último pe-ríodo de desarrollo del Partido, hemos encontrado que el desarrollo obtenido es insatisfactorio. Los últimos tres meses son de un relativo estancamien-to provocado por el liberalismo y otros errores en los métodos de dirección, cuyos principales res-ponsables son los camaradas de la dirección. Por ello, la dirección del Partido considera necesario hacerse la autocrítica más severa ante el Partido y declarar su decisión de poner remedio a tal situa-ción sin pérdida de tiempo, mediante la planifica-ción de tareas a realizar, y sobre todo mediante un riguroso control de las mismas.» (Junio de 1965).

    Años en los que con diversa fortuna hemos luchado por todos los medios (incluido un período con las armas) por la libertad, la democracia popular, el de-rrocamiento del régimen, antes franquista y ahora mo-narco-franquista. Hay quien tuerce el gesto cuando oye lo de «monarco-franquista» Recordemos, pues, al que fuera Presidente del FRAP, el inolvidable Álvarez del Vayo: «…conviene recordar la característica especial de la dictadura franquista. Un hecho que muchos han olvidado en el correr de los años, que fue ins-talada en el poder por Hitler y Mussolini, que sin la ayuda de esos dos dictadores fascistas, el pueblo se hubiera enfrentado victoriosamente contra la rebelión.» (En 1974, pocos meses antes de su muerte).

    «Sí, bueno –dirán los escépticos–, pero de eso han pasado ya muchos años; ya no es lo mismo». Citemos de nuevo a Álvarez del Vayo: «Es pues [el franquismo] en su origen una dictadura fascista y en su prác-tica […] no ha perdido nada de su característica especial manifestada principalmente en el odio […] es su razón de ser y su manera de mantener en el poder. De ahí que resulte ir contra la realidad po-lítica el obstinarse en proponer de una manera u otra la reconciliación nacional.»

    Es evidencia que nadie puede negar, salvo los intere-

    sados en ello, que no son pocos. Y hay que recordarlo, pues la monarquía borbónica ha sido impuesta por el franquismo, quien a su vez tiene los orígenes que men-ciona Álvarez del Vayo. Y esos orígenes se han trans-mitido a esta monarquía encabezada hasta hace unos pocos meses por un elemento (que cada cual lo califique como quiera) designado, educado y protegido por Fran-co en persona, Juan Carlos I, el cual ha sido obligado a abdicar por sus repetidos escándalos y aventuras, un auténtico buscón (digamos lo de “presunto” por si las moscas…). Podemos resumir: La monarquía es producto de un crimen de lesa patria, de lesa humanidad, pues para llegar a ella se asesinó a la República, legítimamen-te proclamada, y a cientos de miles de hombres y muje-res. Y eso no se puede echar al saco del olvido. El actual rey, Felipe VI, es heredero de todo lo anterior, por más equilibrios que haga para aparentar estar por encima de aquello. Es un Borbón, dinastía cuyos miembros a lo largo de sus reinados han dejado triste y amarga memo-ria. ¿O nos olvidamos del traidor y asesino Fernando VII, de Isabel II y sus manipulaciones con los generales, o de los alfonsos, particularmente el XIII y sus hazañas en África, que causaron miles y miles de muertos y que para salvarse auspició y protegió la dictadura del general Primo de Rivera?

    La transición democrática. Ahora ya casi nadie de-fiende esa infame transición democrática. Nuestro par-tido fue de los pocos que denunció implacablemente esa maniobra que se preparaba a espaldas de los pueblos de España. Eso es también un acierto a favor del PCE (m-l). Esa transición no fue más que la aplicación de lo decidido por Franco, sus conmilitones y rastreros co-rifeos del Ejército, de la Banca, de la Iglesia, de lo más retrógrado y reaccionario. Y cuando organizaron el refe-réndum trampa para aprobar la Constitución, en la que no había opción republicana, nuestro partido y algunas otras fuerzas, particularmente en Euskadi, llamaron a votar «¡NO!». Y decíamos en una declaración pública: «Se trata de un proyecto de constitución que sienta las bases para justificar “constitucionalmente” la intervención del Ejército contra el pueblo en cual-quier momento determinado, otorgándole tam-bién plenos poderes para arrastrar a España a una aventura militarista y de guerra.»

    Y Elena Ódena, en un artículo en el que teorizaba las razones del NO a la constitución, terminaba: «Se trata de dar perspectivas y organizar, ensanchar y reforzar la unidad popular para luchar por las ver-daderas libertades y por la democracia, para con-quistar la República, una república auténticamente democrática y popular que es la que las masas tra-bajadoras, los demócratas y patriotas de todos los pueblos de España añoran y necesitan.»

    Ahora la mayor parte de los defensores de la espu-ria y “consensuada “transición callan, otros tratan de

    justificar su actitud con razonamientos pobretones. Sólo algunos reconocen que las cotas de libertad al-canzadas, porque las hay, no se pueden negar, han sido arrancadas gracias a las luchas de los sectores avanzados de las masas populares, gracias a los que como nuestro Partido, la Convención Republica-na de los Pueblos de España y pocos más, osamos luchar por todos los medios contra esa vil maniobra.

    Esto no a todos les gusta oírlo, miran para otro lado, se hacen los sordos, fingen ignorarlo, empero, en la conquista de esas libertades, el FRAP desempe-ñó un papel de primera línea. Y repetimos una vez más, el Partido no estaba detrás del FRAP, estuvo siempre a la cabeza. No pasamos factura de nuestra lucha pese al alto precio pagado, mas dejamos cons-tancia de nuestra actividad, de la que no renegamos, ni renunciamos ni ocultamos. Sí, son cincuenta años

    como marxista-leninistas, y añadimos los que estuvimos en el Partido, nuestro partido, de José Díaz al que rei-vindicamos. Ya quedamos pocos de los militantes ve-teranos, mas mantenemos la misma raíz que transmi-timos a nuestros jóvenes militantes, que contra viento y marea las defienden y aplican ajustadas a las circuns-tancias presentes, pues como decía el marxista italiano Labriola, parafraseando a Marx, «En la realidad no hay más experiencias históricas que aquellas que la propia historia crea, y estas experiencias ni pueden anticiparse ni hacerlas brotar por designio preme-ditado o por decreto.» Es esta una noción que mu-chos no comprenden, o la tergiversan para justificar sus aberraciones político-ideológicas.

    Acabamos de sufrir un golpe de “ideólogos” a la moda, lo ponemos entre comillas, pues por más ver-borrea que derrochen, y es mucha, no logran más que demostrar su esencia oportunista, su miseria filosófica. No es la primera vez que nos golpea el oportunismo, y posiblemente no será la última. Esa gente, esos oportu-nistas y fraccionalistas, son consecuencia de la lucha de clases en el seno del Partido. Claro que el oportunismo, aventurerismo, desfachatez ideológica, el populismo, etc., etc. surgen en la sociedad que refleja la lucha de cla-ses aunque a veces sea un tanto difusa. Nuestro partido trabaja en esta sociedad. Nosotros no estamos al abrigo de esas aberraciones. ¿Seremos tan engreídos como para pretender que nosotros, marxista-leninistas, estamos a salvo de esas deformaciones?

    No, no somos tan petulantes, por no decir ignoran-tes, para pretenderlo. En estos cincuenta años, hemos luchado y hecho frente a diversas manifestaciones y ca-racterísticas fraccionalistas, desde el grupo trotskista de la universidad en Madrid, en 1965, hasta la vileza de los cabecillas liquidacionistas de 1991, pasando por las in-tentonas de los que se apuntaron a la transición en 1976 y los derechistas «mencheviques sarnosos» del 81, uno de cuyos cabecillas es paradigma de carrerista y tráns-fuga, Rafael Blasco. Todos ellos, todos, argumentaron que querían salvar al Partido… Basta con ver dónde han terminado, en que charca chapotean esos «salvadores». De todas estas luchas contra los oportunistas, sacamos la lección de que son luchas complejas que deben ser abordadas con toda seriedad, ir a la raíz sin caer en esquematismos ni ideas preconcebidas. También hemos aprendido, aunque a veces se olvida, que no hay que confundir las ideas equivocadas de uno o varios cama-radas con intentos fraccionales. La práctica comunista nos enseña que no se debe tomar las mismas medidas para todos los problemas de este tipo, que debemos dis-tinguir entre contradicciones antagónicas y no antagó-nicas. No hacerlo así nos lleva al error de confundir al camarada equivocado con un enemigo. Y eso no es, no puede aceptarse así.

    Recuperamos el discurso de clausura del VIII Congreso del Partido, en diciembre de 2014, en el que tambien celebramos el cincuenta aniversario de su fundación, pro-nunciado por nuestro camarada Raúl Marco, ya bastante enfermo, que terminaba con estas palabras: “Yo no sé si podré estar en el próximo congreso, mas afirmo que, pese a los sinsabores y golpes sufridos a lo largo de mi vida militante, es mucho más y mejor la satisfacción de luchar por un ideal noble, por esforzarme para ser comu-nista de verdad. ¿Que he cometido errores? Por supuesto, mas no me arrepiento de nada esencial. He tenido y tengo aún la suerte, enorme suerte, de conocer y haber conocido a tantos y tantos comunistas en todo el mundo. [...] Son ellos los que logran que jamás, ni aun en las peores condiciones, nos sintamos solos. Al contrario, nuestra fraternidad es más fuerte que todas las cadenas de la reacción”.

    A los cincuenta años de la fundación del PCE (m-l) Intervención de Raúl Marco en el VIII Congreso del Partido

  • 4 nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

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    Debemos señalar una de las tareas que nos planteábamos como ineludibles y en la que, bajo la di-rección de la camarada Elena Ódena, empezamos a tra-bajar. Era la reivindicación de las víctimas del fran-quismo. Resultaba vergonzoso el silencio en torno a ese tema. El partido trabajó con ahínco para poner en pie un homenaje a las víctimas de la dictadura, nos dirigi-mos a todas las fuerzas y partidos antifranquistas sin ha-cer distinción de partidos y banderías, con un resultado limitado. Desgraciadamente la camarada Elena, verda-dera artífice e impulsora de ese tan merecido homenaje, falleció unos meses antes de que se pusiera en marcha. Sería larguísimo exponer aquí todo lo que se llevó a cabo, exposiciones, actos públicos, concentraciones de masas, edición de libros, de álbumes de música ad hoc. En Madrid, acto en el cementerio civil donde acudie-ron, obligados por las circunstancias, Gerardo Iglesias, Romero Marín, el «Tanque», Armando López Salinas y otros más. En ese acto pronunciaron discursos Carlos Álvarez (verdaderamente memorable), Marcelino Cama-cho y camaradas del Partido. Dos días de actuaciones en el Parque Debod, con miles de personas, intervenciones como las de Rafael Alberti, los abogados de los fusila-dos en septiembre del 75, intelectuales varios; cantantes como José Meneses, Serrat, Ramoncín… Actos similares en Barcelona, Sevilla, Bilbao, Valencia, a lo largo de más de un año. Pese a todo eso, hubo por parte de algunas fuerzas un verdadero boicot de silencio, que aún per-dura, pues acabamos de leer a una novelista que señala como el primer homenaje a las víctimas del franquismo el celebrado en otro lugar y posterior fecha… Es difícil pensar que no se había enterado, dicho sin menoscabo por su libro, verdaderamente bueno, salvo ese ¿lapsus?

    El internacionalismo proletario ha sido siempre un leitmotiv para nosotros. Pensábamos y pensamos aún que la célebre frase del Manifiesto Comunista, «Pro-letarios de todos los países, uníos», es un llamamiento a materializar. Concebimos el internacionalismo pro-letario como algo activo, una práctica consecuente, no como una simple consigna para cerrar un acto. En los años sesenta éramos aún pocos los partidos organizados o reorganizados sobre la base del marxismo-leninismo y contra el oportunismo jruschovista. Pero en todas par-tes, Europa, América Latina, Asia, crecía la lucha por el marxismo-leninismo. Participamos, en la medida de nuestras fuerzas, pocas, en la ayuda a esos grupos de ca-maradas, y poco a poco se ampliaba el campo marxista-leninista.

    En reuniones con partidos como el Partido del Tra-bajo de Albania y el PC de China y otros, abordábamos siempre la cuestión internacional: nos preocupaba, pese a nuestra poca experiencia, ver la fragilidad de la uni-dad internacional, cómo había planteamientos contra-dictorios sobre problemas importantes. Sabíamos, y así lo exponíamos, que el desarrollo desigual es inevitable, que no se puede caer en el igualitarismo, ni ayer ni hoy, pues no es posible un desarrollo uniforme de los parti-dos. Se nos respondía con generalidades de que no era necesaria una internacional (no planteábamos eso), de que cada partido es independiente para definir su polí-tica, etc., etc.

    Pensábamos entonces, y en esas estamos, que cada partido es independiente para definir su propia línea y táctica con arreglo a las condiciones concretas de su país. Pero, y en esto insistimos siempre, nuestra inde-pendencia ha de estar limitada por los principios del marxismo-leninismo, y estos principios son o debie-ran ser comunes a todos los comunistas. Hemos visto clarísimas desviaciones oportunistas de derecha, de iz-quierda e incluso chovinistas, peligrosas. ¿Qué debemos hacer? ¿Nos callamos por mor de la independencia de cada partido y dejamos que continúe el proceso de de-generación? No, no actuamos así en el pasado, ni lo haremos nunca.

    Muchos pasos se han dado, y se han logrado pro-gresos sustanciales en esta importante cuestión, por ejemplo con la constitución de la «Conferencia Inter-nacional de Partidos y Organizaciones marxista-le-ninistas» (CIPOML), que abordaré brevemente. Antes de ello, quiero dejar constancia de que nuestro Partido siempre, siempre, ha llevado a la práctica el internacio-nalismo proletario, aun antes de ser Partido: por ejem-plo, el FLN de Argelia contó con nuestra ayuda físi-

    ca para ciertas acciones; participamos activamente en apoyo al Frente Polisario saharaui, cuyos representantes se encuentran hoy aquí, como también está una de las camaradas a quien, al salir de la cárcel franquista, se le propuso ir al Sáhara y sin dudarlo allá fue y dedi-có dos años a tareas sanitarias. Esa camarada está aquí, Lola. Hemos participado en campamentos del EPL en Colombia, en Etiopía en apoyo al Malalik (Frente de Liberación de Tigré), y en todas las actividades interna-cionalistas cuando nos ha sido posible.

    Este año se ha cumplido el XX Aniversario de la CIPOML, hemos celebrado mítines con ese motivo en diversos países. Destacamos el celebrado en Quito, y hace unas semanas el de Estambul. Esto también forma parte de nuestros cincuenta años. ¿Por qué? No sólo por ser miembros de esa Conferencia, sino porque, des-de nuestra constitución como partido, luchamos por la unidad internacional de los marxista-leninistas. Para nosotros era algo vital, para fortalecer el movimiento, reforzar y desarrollar la unidad de principios con todos los que se reclamaban marxista-leninistas.

    Nos costó batallar con incomprensiones, con argu-mentos contrarios realmente infantiles ¿o interesados? Argumentábamos que la unidad del llamado Movi-miento Comunista Internacional era frágil, criticába-mos la incapacidad de materializar la unidad de la que todos hablaban y que en eso quedara todo, en palabras. Señalábamos que se daban planteamientos contradic-torios sobre temas importantes tanto en el análisis de situaciones concretas, como en la misma definición de los principios. Incluso hubo quien nos calificaba de izquierdistas al sentirse afectados por nuestra posición crítica. Los hechos son tozudos, camaradas, y esos mis-mos que nos acusaban de izquierdistas se plegaron des-pués a las posiciones derechistas, revisionistas, del PC de China.

    Cuando en el VII Congreso del PTA (1976) afirmó Enver Hoxha: «…la colaboración entre nuestros par-tidos marxista-leninistas, en el verdadero camino revolucionario, debe ser múltiple. El intercambio de experiencias puede ser bilateral o multilateral. Incluso pueden madurar situaciones para llegar a una gran reunión de los representantes de todos los partidos comunistas y obreros marxista-leninis-tas del mundo. […] Nuestro Partido está resuelto a defender y aplicar el gran principio de la colabo-ración revolucionaria entre los partidos marxista-leninistas».

    Aplaudimos con entusiasmo, era de cierta forma la afirmación de que nuestra posición era justa. Las con-versaciones que llevábamos a cabo varios partidos nos animaban a seguir por ese camino. Otros partidos se unieron. Lanzamos una revista internacional, Teoría y Práctica, en diversos idiomas y todo parecía indicar que se desarrollaba la tendencia unitaria. Pero tropeza-mos con la oposición de otros partidos que se plega-ban dócilmente a las instrucciones de ciertos burócratas que repetían que no había condiciones para reuniones

    amplias (en clara contradicción con lo dicho en varias ocasiones por E. Hoxha).

    La historia es larga de contar. Resumo pues. Después de varias reuniones parciales entre varios Partidos llega-mos a la conclusión de que había que avanzar, dar más pasos hacia la unidad, concretizar y acabar con cierta paralización ideológica. Y en agosto de 1994 nos reu-nimos en Quito. Allá se proclamó la CIPOML y lan-zamos la Proclama Comunista. Cito un solo párrafo de dicha Proclama: «Los marxista-leninistas somos conscientes de ciertas debilidades en la compren-sión, aplicación y desarrollo del marxismo-leninis-mo. Se trata de limitaciones que vamos a superar. La experiencia histórica ha demostrado la validez, la vigencia, la vitalidad del marxismo-leninismo. Si hay ideologías y teorías caducas, obsoletas, que pertenecen al pasado, estas son de la burguesía. El marxismo-leninismo es presente y futuro.»

    En estos veinte años de la CIPOML hemos tenido que librar importantes batallas ideológicas, como por ejemplo la que nos llevó a expulsar al partido “Bandera Roja”, que se alió con la reacción más negra en Venezue-la contra el gobierno de Chávez, y otros casos similares. La CIPOML avanza, se ha reforzado con nuevos parti-dos y podemos declarar con legítimo orgullo que hoy nuestra Conferencia es un referente internacional, con 24 partidos y organizaciones en Europa, América, Áfri-ca y Asia. Estos son hechos concretos, materializados, no palabrería y fanfarronadas que tanto proliferan. Es innegable el avance, empero, como afirmamos pública-mente en Estambul, «no nos conformamos, quere-mos más y mejor, necesitamos estar en los países donde no hay partidos u organizaciones y ayudar a su creación.»

    * * * * *

    Hoy, cincuenta años después de la constitución de nuestro partido, nos encontramos con una situación compleja, con dificultades y problemas. Bien, eso no nos arredra, nunca nos hemos rendido por duros que hayan sido los golpes recibidos, y han sido muchos. Son circunstancias no creadas por nosotros, pero, no me cansaré de repetirlo, hay que tener en cuenta las cir-cunstancias y desarrollar nuestro trabajo sin desmayo.

    Y en las actuales circunstancias, como hemos hecho en estos cincuenta años debemos abordar una tarea esencial, principal y absolutamente prioritaria: desa-rrollar y fortalecer el Partido, que aunque duela tene-mos que admitirlo, organizativamente no estamos a la altura de las malditas circunstancias. Sí lo estamos ideológica y políticamente, lo que es una gran cosa, fac-tor decisivo, pero no basta. Debemos pasar a la acción ordenada, consciente, disciplinada, para abordar la si-tuación. Significa que cada militante, esté donde esté, en grupos, células, comités a cualquier nivel, ha de actuar como un auténtico comunista, como un bolchevique para llevar a cabo esta… digamos revolución en el sen-tido de un cambio profundo. Somos revolucionarios, ¿no? Pues actuemos como tales, tensemos nuestras fuer-zas, organizaremos conscientemente, actuaremos con disciplina de hierro. Tenemos que vencer algunos aspec-tos negativos que lastran nuestro desarrollo: este es el de la propaganda, particularmente la edición y difusión de nuestro órgano central, Octubre. En el pasado, desde el momento de la fundación del Partido, Vanguardia Obrera fue la principal arma que nos permitió crecer utilizando el periódico como propagandista y agitador colectivo, y también, como subrayaba Lenin, como un organizador colectivo. Y eso hoy se hace poco y mal. No se distribuye tanto como se puede. Las cosas, claras.

    Y, como antaño, es deber de cada militante, de to-dos y cada uno, trabajar y velar por la aplicación de tres reglas maestras: la dirección colectiva, el centra-lismo democrático y la que asegura las otras dos, la disciplina consciente rayana en lo militar,como subrayaba Stalin. Y junto a estas tres reglas, tener en cuenta la advertencia de Lenin: «…la más rigurosa se-lección de afiliados y la preparación de revolucio-narios profesionales.» Evidentemente, lo de rigurosa selección hay que matizarlo según las condiciones, y sin olvidar que el militante comunista se forja y se hace en el Partido y no fuera de él.

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  • 5nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    Mujer comprometida desde muy joven con la lucha de la clase obrera, dedicó su vida a la causa del comunis-mo, defendiendo siempre los principios del marxismo-leninismo. Militante del PCE, combatió con firmeza las desviaciones revisionistas y las mentiras de Jruschov respecto a Stalin. Es por ello que el gran historiador Pierre Vilar destacó «la fidelidad de Elena a los tres pen-

    sadores, a los tres creadores revolucionarios, a Marx que previó la revolución, Lenin que hizo la revolución, Sta-lin que construyó la revolución y la salvó, ganando la guerra contra los fascismos.» Y cuando el Partido de José Díaz fue víctima de la traición de Santiago Carri-llo, Elena, junto con un grupo de camaradas, levantó una nueva organización, el PCE (m-l), que combatió denodadamente contra la dictadura franquista y denun-ció la nefasta política de Carrillo y su claudicación ante la burguesía.

    Frente a las maniobras y pactos de la Transición que culminaron con la implantación de la monarquía de-signada por Franco, Elena y la dirección del PCE (m-l) mantuvieron en alto la reivindicación de la Republica Popular y Federativa. Levantaron esa bandera que otros, en un acto cobarde traición, abandonaron.

    Elena Ódena falleció el 10 de noviembre de 1985, víctima de una grave enfermedad. Su muerte fue una gran pérdida no solo para sus camaradas, sino para todos los comunistas y para la humanidad progresis-ta. Hace treinta y cinco años que no contamos con su presencia, pero ella sigue viva en nuestras mentes y en nuestros corazones. Nos dejó su infatigable lucha, su abnegación, su capacidad de trabajo, su temple revolu-cionario, su hondo sentido de la camaradería y su pro-fundo conocimiento del marxismo-leninismo. Ese es el legado que nunca morirá y del que todos los militantes del PCE (m-l) somos herederos, y la mejor manera de honrar su memoria es continuar su lucha. Militantes,

    cuadros y dirigentes tenemos la obligación de estudiar sus textos (Escritos Políticos, Vanguardia Obrera, 1986, 2 tomos), porque sus análisis, apreciaciones y clarividen-cia nos iluminarán en el camino hacia el socialismo.

    No tuve la fortuna de conocer a Elena personalmen-te, pero como historiador le agradezco muchas cosas, entre ellas, y no pequeña, el arrojar luz sobre la figura de Stalin en un momento en que la avalancha de ca-lumnias y tergiversaciones fue capaz de cegar a muchos historiadores.

    Hay muchas razones para sentirnos orgullosos de pertenecer al PCE (m-l) y una de ellas es el ejemplo de Elena Ódena, modelo de comunista. Pierre Vilar la de-finió como «una representante ejemplar de fidelidad re-volucionaria». Una mujer que siguió luchando hasta el fin a pesar de su enfermedad irreversible. Fue, por tan-to, una mujer imprescindible. Siempre vivirá en nuestra memoria, en la memoria de los trabajadores, en la me-moria de los comunistas.

    La juventud es también tarea prioritaria. Lo de prio-ritaria, priorizar, etc., para algunos es una especie de letanía, de palabra que se utiliza en cualquier momento y ante cualquier traspiés o problema que debemos solu-cionar. Suele suceder que hay camaradas que, cuando se dice «esta tarea es prioritaria», lo malinterpretan en el sentido de dedicarse sólo a esa tarea y relegar otras. Lo cual evidentemente es un error. La juventud organizada es de suma importancia para el Partido. La organización de la Juventud es crisol de militantes, de comunistas cuando está bien dirigida, cuando se tiene en cuenta y se lleva a cabo organizadamente la formación ideológi-ca, no libresca, de los jóvenes. Prioridades… que no se olvide ésta, pues sin juventud que renueve nuestras filas, el partido se agosta, perecerá. Llevamos cincuenta años de batallar y algunas cuestiones debemos planteárnoslas como si fuera el primer día. Tal es el caso de la JCE (m-l). En este punto, al hablar de la JCE (m-l), debemos recordar a “Paúl”. Fue un militante comunista que pese a su juventud había logrado, gracias a su afán de cono-cer, de estudiar, de saber, una formación ideológica y política que hacían de él un militante de vanguardia. Su entrega y dedicación a desarrollar y fortalecer la JCE (m-l) era admirable, asumía la dirección junto a otros jó-venes, y lograron hacer de la organización juvenil un re-

    ferente. Paúl y sus camaradas supieron hacer frente a los múltiples problemas que se daban, nada les arredraba. La cruel parca nos arrebató a Paúl en plena juventud. Y cómo lo echamos de menos en las actuales circuns-tancias, en las que la vil maniobra de un cuarterón de oportunistas ha golpeado a la JCE (m-l).

    Aquí termino, camaradas, pese a que pueda parecer mucho el tiempo empleado, no es ni una mínima parte de lo que podemos decir. Que lo diremos y escribiremos cuando la dirección sea generosa y me dé el tiempo ne-cesario.

    Nuestro más emotivo recuerdo a los camaradas que, de una u otra forma, han perdido la vida, han fallecido, pero siempre fieles a los ideales revolucionarios que nos dan razón de ser. Esto que decimos no son simples pala-bras más o menos emotivas. Es un homenaje revolucio-nario, profundamente sentido, a todos ellos, ya sean de España, como de Colombia, Turquía, Ecuador, Francia, en fin, de todos los partidos, pues eran comunistas ínte-gros, que nunca vacilaron ni renegaron.

    Y termino. Yo no sé si podré estar en el próximo congreso, mas afirmo que, pese a los sinsabores y golpes sufridos a lo largo de mi vida militante, es mucho más y mejor la satisfacción de luchar por un ideal noble, por esforzarme para ser comunista de verdad. ¿Que he cometido errores? Por supuesto, mas no me arrepien-

    to de nada esencial. He tenido y tengo aún la suerte, enorme suerte, de conocer y haber conocido a tantos y tantos comunistas en todo el mundo. Y pienso en estos momentos en un mi camarada de vieja data, Francisco Caraballo: Comandante del EPL, Primer Secretario del PC de Colombia marxista-leninista; 18 años de cárcel. Él y tantos otros, quisiera nombrar a todos, Elena, nues-tra Elena Ódena y tantos más, empero, es imposible. Son ellos los que logran que jamás, ni aun en las peores condiciones, nos sintamos solos. Al contrario, nuestra fraternidad es más fuerte que todas las cadenas de la reacción.

    «Gruñón» me llama Sergi, con cariño espero, mas exagera un poco. Lo cierto es que, como dice el poeta,

    «Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron-soy de la raza mora, vieja amiga del sol-,que todo lo ganaron y todo lo perdieron.

    Tengo el alma de nardo del árabe español.»

    Pueden los años marcarnos físicamente, mas nues-tros corazones se mantienen jóvenes, con la juventud de unos principios siempre jóvenes y actuales que nos animan al combate, con la certeza de que llegará el día en que en los montes y valles de nuestros países, ondeen alegres las rojas banderas de la revolución.

    ¡Salud, camaradas!

    ¡Viva el internacionalismo proletario activo!

    A los cincuenta años de la fundación del PCE (m-l), Raúl Marco

    viene de página 4

    Elena Ódena, comunista ejemplar

    Hace treinta y cinco años falleció nuestra camara-da Elena Ódena. La desaparición de determinados hombres y mujeres, debido a sus excepcionales cua-lidades, deja un inmenso vacío difícil de llenar. Es el caso de Elena Ódena, fundadora, junto a Raúl Marco, que desgraciadamente nos dejó el 16 de octubre de este año, del Partido Comunista de España (marxista-leninista)

    Carlos Hermida

  • 6 nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    Llamamiento del PCE (m-l)a movilizarnos por la repatriación de Julio Álvarez del Vayo

    Comité Ejecutivo del PCE(m-l)

    El Partido Comunista de España (marxista-leninis-ta) tuvo conocimiento en el mes de octubre de que la concesión de la sepultura de Julio Álvarez del Vayo en el cementerio de Saint-Georges de Ginebra caducaba en el plazo de dos meses. En caso de no sufragarse la renovación de la concesión, como ya ocurrió hace cin-co años cuando la Asociación Amicale des Anciens Guerrilleros Espagnols en France-Forces Françaises de L´Interieur, abonó la cantidad requerida, los restos del insigne político, socialista, republicano y antifascista, terminarán en el osario común.

    Hacemos un llamamiento urgente a todas las orga-nizaciones progresistas de nuestro país --asociaciones memorialistas, partidos políticos, entidades culturales, etc.,-- así como a los intelectuales y en general a los es-pañoles demócratas, para movilizarnos y, en un primer momento, llevar a cabo las actuaciones necesarias para la renovación de la concesión de su sepultura. Superado este trámite, es necesario exigir a las autoridades guber-namentales que lleven a cabo todos los trámites nece-sarios para la repatriación de los restos de Álvarez del Vayo, una de las personalidades políticas más importan-tes en la historia de España del siglo XX. Desgraciada-mente, como ocurre con tantos hombres y mujeres de nuestra patria, su vida y su obra son ocultadas sistemá-ticamente a una gran mayoría de nuestros compatriotas.

    Julio Álverez del Vayo (1891-1975) estudió Derecho en Madrid y Valladolid, prosiguiendo sus estudios en el Reino Unido. Afiliado al PSOE, ejerció el periodismo durante muchos años, pero con la proclamación de la II República en España en 1931 inició una activa y rele-vante vida política. Fue embajador en México y resultó elegido diputado en 1933 y 1936.

    Durante la Guerra Civil, provocada por el crimi-nal levantamiento de un sector del Ejército en julio de

    1936, Álvarez del Vayo fue Ministro de Estado (Asuntos Exteriores) durante el gobierno de Largo Caballero entre el 4 de septiembre de 1936 y el 17 de mayo de 1937, y de nuevo ocupó el mismo Ministerio en el gobierno de Juan Negrín, desde el 5 de abril de 1938 hasta el final de la contienda. Desde su ministerio denunció incan-sablemente la política de “No Intervención” y trató de modificar la posición de Francia e Inglaterra respecto a

    la República española. Pero no solo destacó en su acti-vidad diplomática, sino que en el ámbito propiamente militar tuvo un relevante papel en el cargo de Comisa-rio General del Ejército de la República.

    Partidario consecuente de la línea de resistencia de Negrín, al acabar la guerra marchó al exilio y vivió en Francia, México, Estados Unidos y Suiza. Fuera de Es-paña desempeñó siempre una política en defensa de la República y claramente antifascista, lo que le llevó al

    enfrentamiento con el sector del PSOE encabezado por Indalecio Prieto. En 1946, junto con Negrín y otros sig-nificados dirigentes, fue expulsado del partido socialis-ta, bajo la falsa acusación de ser poco menos que mario-netas en manos del comunismo soviético.

    Incansable luchador antifranquista, en 1971 tuvo parte activa, junto con nuestros camaradas Raúl Mar-co y Elena Ódena, en la fundación del Frente Revolu-cionario Antifascista y Patriota, del que fue nombrado Presidente. El FRAP, como ya es conocido, desempeñó, desde todas las formas de combate, incluyendo la lucha armada, un papel fundamental en la oposición a la dic-tadura de Franco.

    Álvarez del Vayo falleció en Ginebra el 3 de mayo de 1975 y a su entierro asistieron José Maldonado Gonzá-lez, presidente de la República en el exilio, y Fernando Valera Aparicio, jefe del gobierno en el exilio. En el año 2008, el PSOE decidió rehabilitar su memoria y readmi-tirlo en el Partido a título póstumo. Sin embargo, este hecho no se tradujo en acciones concretas para traer sus restos a España y ofrecerle un homenaje digno del incansable luchador antifascista que siempre fue.

    El resultado: una tumba cuya concesión jurídica-mente caduca y la amenaza cierta de que los restos de una persona insigne terminen en una fosa común. Para evitarlo, hacemos este llamamiento a la movilización,

    una llamada a la conciencia de cientos de miles de hom-bres y mujeres comprometidos con la democracia y con la recuperación de nuestra memoria histórica. También llamamos a los dirigentes del PSOE para que aquella rehabilitación sea algo más que un gesto simbólico y se convierta en una realidad que exige la conciencia de-mocrática y antifascista. Los restos de Álvarez del Vayo deben volver a su patria, a España. Es un imperativo moral, una cuestión de dignidad.

    Traigamos de nuevo a Julio Álvarez del Vayo

    PCP(m-l) (Perú): En tu memoria, camarada Raúl Marco ¡presente!

    Con profunda tristeza acabamos de recibir la noticia de que el camarada Raúl Marco, presidente del PCE (m-l) ha fallecido en la madrugada de hoy, viernes 16 de octubre de 2020.

    Inclinamos las banderas rojas del Partido Comunista Peruano (marxista-leninista), en memoria de uno de los comunistas más claros que hemos tenido en los últimos tiempos. Asimismo enviamos un abrazo fra-terno a los militantes del Partido Comunista de España (marxista-leninista) y familiares.

    El camarada Raúl, en su trayectoria política ha hecho una gran contribución al movimiento comunista internacional marxista-leninista. La fundación del PCE (m-l), el FRAP y el impulso a la organización de la CI-POML, son contribuciones que quedan grabadas en las páginas de la historia de la clase obrera y los pueblos del mundo.

    Su preocupación por la forja de la conciencia de las nuevas generaciones de comunistas en el mundo fue bien recibida por nuestros partidos hermanos de la CIPOML y en ese empeño queda nuestro compromiso, seguir construyendo la joven guardia que se encuentre más cerca del objetivo histórico de la clase obrera, construir la patria internacional de los trabajadores y el comunismo en el mundo.

    ¡Honor y gloria al camarada Raúl Marco!

    ¡Cuando un revolucionario muere, nunca muere!

    Octubre de 2020.

    c. Nilo Candela, Secretario General del Partido Comunista Peruano (marxista – leninista)

  • 7nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    Los aparatos ideológicos del estado: sistema educativo y capitalismo

    El capitalismo, como modo de producción, pone en marcha las fuerzas productivas existentes en el marco de unas relaciones de producción concretas. El resul-tado es una producción masiva de mercancías. Ahora bien, esa dinámica productiva solo se puede mantener si simultáneamente se reproducen las condiciones ma-teriales de producción; es decir: los medios de produc-ción, la fuerza de trabajo y las relaciones de producción. Dejamos a un lado los dos primeros elementos y nos centraremos en el último.

    En situaciones de paz social, las relaciones de pro-ducción se reproducen de manera que podríamos lla-mar automática. La burguesía y el proletariado ocupan sus lugares en el proceso de producción social sin que esa situación se vea cuestionada. Pero eso solo ocurre en determinadas situaciones, porque el sistema esta reco-rrido por la lucha de clases.

    Desde los comienzos de la Revolución Industrial hasta la mitad del siglo XIX esa lucha se mantuvo fun-damentalmente en el nivel económico, pero la unión entre la teoría marxista y el movimiento obrero con-virtió al proletariado en una fuerza revolucionaria que amenazaba la dominación política y económica de la burguesía. A medida que la lucha política del proletaria-do se intensificaba, El Estado asumió un papel cada vez más fundamental en el mantenimiento y reproducción de las relaciones de producción.

    Marx, Engels y Lenin definieron de forma científica el Estado, despojándolo de todos los ropajes liberales e idealistas con que lo había vestido la burguesía. El Esta-do es un instrumento de dominación en manos de las clases dominantes para mantener sometidas a las clases dominadas. Este dominio se ejerce a través de los apara-tos del Estado, donde se distingue el aparato represivo -- policía, ejército y tribunales-- y el aparato ideológico --medios de comunicación y sistema educativo, entre otros--. Mientras que el primero se caracteriza por el ejercicio de la violencia física, el segundo se mueve en la esfera de la transmisión de ideas, valores morales, etc. Ambos están orgánicamente unidos y se complemen-tan, como veremos más adelante.

    Cuando el proletariado intenta romper con el orden establecido, cuando amenaza la propiedad privada de los medios de producción y, en consecuencia, cuestiona las relaciones de producción capitalistas, la burguesía emplea abiertamente la violencia contra la clase obre-ra. Masacres cometidas por la policía, encarcelamientos masivos y golpes de estado militares jalonan el poder de

    la burguesía desde que se convirtió en clase dominante.Pero el recurso a la violencia continua y sistemática

    amenaza la propia estabilidad del sistema y concita el rechazo de una buena parte de la sociedad. La burgue-sía, al menos en los países capitalistas más desarrolla-dos, entendió hace tiempo que el mantenimiento de su dominio pasaba por formas de control y dominación más sutiles. Todo sería más sencillo y “democrático” si las clases populares aceptaban el sistema de dominación asumiendo los valores del capitalismo.

    El final de la II Guerra Mundial marcó un antes y un después en este sentido. El inmenso prestigio de la URSS, debido a su papel decisivo en la victoria sobre el nazismo, la extensión del socialismo a los países del este de Europa y la fuerza de los partidos comunistas en Italia y Francia fueron todos ellos elementos que obliga-ron a la burguesía a realizar concesiones a la clase obrera como medio de integrarla en el sistema y apartarla de la influencia soviética. El resultado fue la implantación del denominado estado del bienestar en numerosos países de Europa occidental. Pero no solo se trató de concesiones económicas, sino también de potenciar los aparatos ideológicos del Estado como instrumento para conseguir un consenso social en torno al orden estable-cido. Por supuesto, el aparato represivo siempre estuvo bien engrasado presupuestariamente y listo para actuar en cualquier momento. Y de hecho ese aparato siempre tuvo un protagonismo en la represión de las protestas populares (y lo sigue teniendo).

    De todos los aparatos ideológicos del Estado, el que terminó adquiriendo un papel dominante fue el sistema educativo. Y no podía ser de otra manera por sus espe-ciales características. Desde el momento en que existe una enseñanza pública y obligatoria, la escuela recibe a niños de todas las clases sociales y durante bastantes años se les inculca no solamente enseñanzas técnicasy teóricas, sino todo un sistema de valores cívico y moral; o lo que es lo mismo, respeto por el orden establecido. Es cierto que esos valores también los reciben en el seno familiar, pero ningún otro aparato ideológico tiene una audiencia permanente durante tantos años. En los paí-ses desarrollados la enseñanza obligatoria se prolonga hasta los 16 años, lo que significa que durante nueve meses al año y cinco días a la semana se reciben una media de seis horas de clase. Tiempo más que suficiente para moldear caracteres, inculcar ideas, formar opinio-nes… Hay que tener en cuenta, además, que el niño en-tra en la escuela sin ideas preconcebidas del mundo; es,

    por decirlo de algún modo, un papel en blanco sobre el que se puede escribir, una arcilla que se posible moldear. Por esta razón, el sistema educativo público y gratuito ha llegado a adquirir una gran relevancia en los países capitalistas desarrollados.

    Pero como la realidad es dialéctica, este aparato ideológico también presenta contradicciones que afec-tan directamente al capitalismo. A diferencia del apara-to represivo, que está más cohesionado por su carácter jerárquico, disciplina y centralización, el aparato edu-cativo presenta algunas características peculiares que permiten la permeabilidad de ideas peligrosas para las clases dominantes. La libertad de cátedra, la presencia en los programas de asignaturas que estimulan el pen-samiento crítico y la extracción social de profesores y maestros, que en parte provienen de sectores populares, convierten a la escuela y el Instituto en lugares de debate ideológico. De ahí la necesidad de las clases dominantes de ejercer un control férreo sobre un aparato que en ocasiones es fuente de conflictividad social, expresada en forma de huelgas de alumnos, de profesores, protes-tas de padres, etc.

    En España, la entrada en vigor de la LOGSE supu-so la implantación de un modelo caracterizado, bajo el paraguas progresista de la ampliación de la escolaridad obligatoria hasta los 16 años, por la pérdida de peso de los conocimientos científicos, la potenciación de los elementos lúdicos en la enseñanza y la introducción de oscuros elementos pedagógicos rechazados ampliamen-te por el profesorado. Así, muchos Institutos se han convertido en verdaderos parques de atracciones que se empeñan, durante las jornadas de puertas abiertas, en ofrecer a padres y alumnos sugerentes ofertas de acti-vidades extraescolares, al estilo de las agencias de viajes que nos venden vacaciones inolvidables en islas para-disiacas. Las sucesivas reformas educativas han poten-ciado las nuevas tecnologías y la economía neoliberal, mientras perdían peso las Humanidades. De esta forma, se intenta implementar una enseñanza que, en vez de formar ciudadanos críticos, fabrique consumidores obe-dientes y sumisos, que interioricen el trabajo precario y asuman el capitalismo como el único orden posible.

    Esta es la razón por la cual las lenguas clásicas han perdido peso en la enseñanza secundaria, hasta conver-tirse en algo marginal, y ahora, en el proyecto de nueva reforma educativa (LOMLOE), le toca el turno a la Fi-losofía. Pero esta cuestión la trataremos en otro artículo.

    Non ao peche de ALCOA, non máis despidosComité Galego do PCE (marxista-leninista)

    O despido o día 9 de Otuburo de máis de 500 traballado-res/as da fábrica de aluminio de San Cibrao (Lugo) era algo máis que previsíbel dende que a dirección da multinacional norteamericana ALCOA o anunciara fái xa moito tempo.

    Non é admisibel que a estas alturas o Goberno do Estado ofrezca como única resposta que encargóu á Abogacía do Es-tado un informe xurídico para ver as posibilidades legáis de “tomar o control” da fábrica.

    Como xa dixemos en anteriores pronunciamentos, AL-COA mercóu as instalacións fabrís da antiga INESPAL (empresa pública) nunhas condicións económicas moi ven-taxosas, recibindo ademáis cuantiosas axudas e subvencións públicas, asumindo a contrapartida de manter o emprego e modernizar o proceso productivo. Pero como era de esperar neste réximen gobernado por e ao servizo dos intereses do capital, a multinacional fixo o que quixo durante estes anos, sin ningún tipo de control da administración -go- bernara o PP ou gobernara o PSOE- e sabendo perfectamente que cando decidira pechar e deslocalizar a producción ningún goberno de eses partidos ía a opoñerse de verdade.

    Esta situación de peche de empresas por maquinacións dos seus accionistas e propietarios naturalmente non é nova, moitos centenares de miles de traballadores/as xa pasamos por conflictos similares durante a dictadura fascista e na “de-mocracia coronada” que a sucedeu. Pero neste caso, como en outros, esta- mos ante o peche dunha fábrica nun sector que o Estado califica de “estratéxico para a economía nacio- nal”. E nin así se toman as medidas necesarias para impedir o seu

    peche e os conseguintes despidos, que ademáis empobrecen aínda máis a varias comarcas de Galicia.

    O Goberno do estado ten capacidade e facultades legais para expropiar a Empresa e aportar os necesa- rios investi-mentos para que continúe e aumente a súa producción. Ou-tra cousa é que queira facelo, que queira enfrontarse á “sacro-santa” propiedade privada das empresas e aos designios das multinacionais e a política económica diseñada polo gran capital. Que contraste coa facilidade e rapidez coas que se malvenden e privatizan as empresas e servizos de titularidade públicos, para que o capital privado e especulador alcance grandes beneficios económicos, siga “ordeñando” fondos pú-blicos e exprima a eco- nomía das familias traballadoras e aumente o desemprego!.

    Temos que facer mención á desfachatez e hipocresía da Xunta de Galicia gobernada polo PP, que neste conflicto pretendeu aparecer ante os traballadores e a opinión pública como defensora de medidas de intervención da empresa, can-do todos sabemos que eles precisamente actúan sempre como lacaios e bós xestores dos intereses da patronal.

    A Federación de Industria de CCOO, con implantanción maioritaria no plantel do persoal de Alcoa, ten que abando-nar a liña de contemporización co “Goberno amigo”, para pasar a actuar coa firmeza e coherencia que os traballadores demandan. Nadie esquence que cando UP formaba parte da oposición, os seus dirixentes, coa actual ministra de traballo á cabeza, era asiduos participantes nas movilizacións e reivin-dicaban as medidas para ALCOA que entón decían que eran

    posíbeis e imprescindíbeis pero que hoxe parece non atreverse a aplicar.

    Para gañar este conflicto laboral - que tamén é politico e social, é imprescindíbel erguer unha gran fronte moviliza-dora que trascenda a comarca de A Mariña lucense e que, unindo outras reivindicacións laborais, económicas, sociais e políticas, aumente a presión ante o goberno e impoña solu-cións concretas dentro dun plan xeral de nacionalización de empresas e servizos públicos privatizados; de creación dunha banca pública e devolución inmediata dos cartos que a banca privada recibiu; derogación das reformas laborais e da refor-mas das pensións feitas polo PP e o PSOE; anulación do pago da chamada “débeda externa” imposta pola UE, FMI e Banco Mundial etc...

    O plantel de Alcoa está disposto a pelexar ata onde faga falla, as organizacións sindicais e políticas da esquerda están dispostas ao mesmo? O noso Partido, o partido dos comunis-tas, dende logo que sí, convencidos de que só un cambio de réximen pode asegurar o dereito do pobo traballador a unha vida digna e sen explotación.

    ADIANTE A LOITA OBREIRA E POPULAR PARA EVITAR OS DESPIDOS E OS PECHES DE EMPRE-

    SAS!!!

    CONTRA A EXPLOTACIÓN E O EMPOBRECI-MENTO DO POBO!

    POLA REPÚBLICA POPULAR!

    C. Hermida

  • 8 nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    La Junta de Andalucía- bajo el gobierno de PP y Ciudadanos, con el apoyo de Vox- nunca escondió sus intenciones neofranquistas y neoliberales con el PIN parental, la FP DUAL -apoyada por el plan estratégico de la FP del gobierno central “progresista”- y el nuevo decreto de escolarización que da aún más fuerza a la privada concertada.

    Ya el gobierno de la confesional Susana Díaz (PSOE) llevaba años desmantelando la escuela pública en favor de la privada concertada en manos de empresas de la iglesia católica. Llevan a la clase trabajadora a un callejón sin salida. Pero ya la historia nos ha enseñado qué ocurre cuando la clase obrera se organiza y los acontecimientos se aceleran en situaciones de crisis: ni una pandemia, ni una República de cartón piedra como fue la de Kerenski, ni una guerra mundial como fue la I, pudo parar a los bolcheviques en su triunfo hacia la ruptura de verdad con los zares y el imperialismo, la República Popular, Federativa y Laica bajo el socialismo.

    Lejos de contratar a más personal, ampliar espacios y reducir ratios, sean legales o ilegales, la Junta de Andalucía tiene otros planes. Ahora aprovechan la pandemia y el miedo que genera la misma para hacer recortes, para dar otra vuelta de tuerca y meter la modalidad semipresencialidad de la Enseñanza (desdobles a coste cero para administración), fomentar aún más la FP Dual para dar más poder a la privada concertada y privatizar el Bachillerato. Mientras, al gobierno central solamente le ha interesado el blanqueo de la monarquía sacando a los “señores Smith” de paseo ̀ por las costas españolas mientas el Emérito huía del país y se lo llevaba calentito. La Junta ha diseñado la estrategia perfecta para capitalizar la crisis económica mundial y sanitaria con la pandemia: el diseño de políticas que sistemáticamente profundizan en la desigualdad y terminan enriqueciendo a las élites.

    La FP Dual, publicitada por la Junta como la panacea para paliar el desempleo

    juvenil, es perniciosa para el sistema público de FP porque supone avanzar en la Estrategia de Lisboa, con las políticas neoliberales asumidas por la mayoría de los partidos, las patronales y numerosas corporaciones que la publicitan como Bertelsmann, Alianza Dual, Bankia, FP Empresa y Atresmedia. A esto se une el Plan Estratégico para la FP. En la Dual el alumnado pasa más tiempo en la empresa que en su centro educativo, se recupera la figura del aprendiz y el alumno/a es usado como mano de obra barata o gratuita. El profesorado de la DUAL ejerce como prospector peinando mercados y buscando empresas para ofrecer su centro educativo.

    Por otro lado, el proyecto de Orden

    extenderá en Andalucía los conciertos educativos a FP y Bachillerato. El gobierno de Andalucía aprovecha que la comunidad educativa tiene su mirada puesta en la pandemia para dar un empuje a quienes conciben la educación como negocio y no como derecho.

    Es evidente que los colegios no pueden estar cerrados si queremos que la economía funcione. Pero las medidas adoptadas, lejos de fortalecer la salud de la escuela pública, doblando la inversión, reduciendo las ratios y ajustándolas a las medidas de prevención acordadas por todas las comunidades con el Gobierno Central, han supuesto otra vuelta de tuerca para el desmantelamiento del sistema público de Educación. O lo que es lo mismo, una vuelta a la crisis reforzada por el shock de la pandemia de la COVID-19.

    Nos sobran, por tanto, las razones para la movilización y la organización de la clase trabajadora y los estudiantes. Toca defender a la Escuela Pública. Y por ello, animamos a todos los trabajadores y trabajadoras de la Educación Pública a secundar el calendario de huelga convocado para octubre.

    Por la Educación Pública. Por la Sanidad Pública. Por la III República Popular, Federativa y Laica.

    Frente a la política neoliberal de la Junta de Andalucía en la educación y el shock de la pandemia: organización y defensa de la pública

    La clase trabajadora, los docentes y los estudiantes deben estar organizados en organizaciones de clase para detener la privatización de la Enseñanza- bajo el shock del coronavirus- buscando la unidad con otros sindicatos obreros y de do-centes, plataformas de educación, sectores más combativos de la marea verde, sindicatos de estudiantes, asambleas en los centros educativos- no solamente para exigir medidas sanitarias aprobadas por la Junta de Andalucía- sino para hacer una defensa de la escuela pública dando un salida política a este país que es la III República.

    Ernesto Ríos

    La Universidad de Alicante se olvida de sus estudiantesJCE (m-l) de Alicante

    Las consecuencias de esta crisis sanitaria a la que nos enfrentamos las están pagando los servicios públicos, y no es ninguna novedad, todos recordamos qué sectores fueron los que más sufrieron la crisis de 2008. Los re-cortes en educación y la sanidad pública no son algo de lo que extrañarse ya que en los sistemas capitalistas ha quedado más demostrado que es más importante pro-teger los beneficios de las grandes fortunas antes que asegurar los servicios y las necesidades básicas de la clase trabajadora. Sufrimos épocas de crisis de forma cíclica y con cada una de ellas se agrava más la desigualdad social entre ricos y pobres.

    Y nosotros, los estudiantes de clase trabajadora, esta-mos sufriendo con especial gravedad las consecuencias de esta crisis (y de todas las anteriores). Las instituciones no nos amparan y subastan nuestros derechos al me-jor postor, mientras se cuelgan medallas presumiendo de una supuesta buena gestión. Las empresas se frotan las manos ideando como exprimir al máximo nuestros bolsillos y enriquecerse a costa de nuestro trabajo, mien-tras los políticos del régimen miran para otro lado y prefieren sacar pecho frente a las cámaras en ruedas de prensa a tomar medidas efectivas que nos sirvan de ayu-da. Por muy progresistas que afirmen ser, no son más que el mismo perro con distinto collar, cómplices de la explotación capitalista contra los sectores populares y del expolio de lo público, de lo que pertenece a todos.

    Desde el rectorado de la UA nos han impuesto a los estudiantes unos horarios absurdos faltando a la pro-mesa de que no habría clases online intercaladas con las presenciales, algo que solo ocurre aquí y nos diferencia

    del resto de universidades públicas, las cuales son ca-paces de proporcionar semanas completas presenciales. Estos horarios perjudican especialmente a los estudian-tes que necesitamos compaginar nuestra carrera con un trabajo para poder pagarnos los estudios, ya que cada semana las clases presenciales se alternan de forma irre-gular. Asimismo también lo sufren aquellos que viven alejados de la universidad, pues tienen que pagar el al-quiler de todo un mes para en algunos casos llegar a ir a clase un único día a la semana; o verse en manos de la empresas privadas de transporte, auténticos monopo-lios que imponen unos precios abusivos a sabiendas de que son la única opción que los estudiantes con menos recursos tienen para acudir a clase, y cuyo único objeti-vo es sacar el máximo beneficio de cada autobús, para lo que apelotonan a los estudiantes pudiendo así cobrar el máximo de billetes en un solo viaje, olvidando por el camino nuestra salud.

    La culpa de este problema no solo la tienen las insti-tuciones universitarias, sino también el gobierno, pues el ministro de universidades podemita Manuel Castells, del cual se conoce su admiración por la educación de gestión y financiación privada, prometía hace unos me-ses contrataciones de profesorado suficientes como para conseguir un curso presencial seguro, que al final han quedado en papel mojado porque a ojos del gobierno “más progresista de nuestra historia” había mejores co-sas en las que invertir los fondos públicos. Y aún está por ver si será igual de incumplidor con sus promesas respecto al aumento de becas, un salvavidas sin el que muchos estudiantes de clase obrera se verían obligados

    a dejar sus estudios. No es ninguna novedad el que la UA olvide a los

    estudiantes de forma intencionada cuando esto le be-neficia, de sobra es conocida la situación a la que el estudiantado se ve forzada respecto al B1, un título obligatorio para conseguir el graduado, pero que, sin embargo, la universidad no ofrece de forma gratuita, forzando a los estudiantes a costeárselo en alguna acade-mia privada si quieren terminar sus estudios. Otro ejem-plo de su avaricia es que, pese a que nuestra presenciali-dad se reduce más del 75% en algunas carreras, las tasas de matrícula solo bajan un 5% obligándonos a pagar por unos servicios que no disfrutamos. La universidad pública ha de estar al alcance de todos para poder ser realmente pública, mientras los hijos de trabajadores no puedan formarse en igualdad de condiciones la brecha social seguirá creciendo. Esto interesa a los empresarios, que quieren trabajadores ignorantes y sumisos, sin más opción que soportar un trabajo basura para subsistir y así no puedan quejarse por miedo a una miseria mayor.

    Por todas estas razones desde la Juventud Comunis-ta de España (Marxista-Leninista) exigimos que tanto desde los gobiernos estatal y autonómico, como desde las instituciones universitarias se tomen medidas para asegurar que lo que pagamos con dinero de todos pue-da ser aprovechado por todos. En definitiva, que no se excluya del derecho a una educación superior a los estudiantes de clase trabajadora.

    ¡Por unos horarios justos! ¡Por un transporte universitario público y asequible! ¡Por una univer-

    sidad pública, gratuita y de calidad!

  • 9 nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    Madrid, 21-22 de septiembre de 2020. El equipo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso se ha identificado abiertamente con los intereses de la patronal regional, que en pleno confinamiento presionó a favor de una desescalada rápida que reactivara el sector servicios (en torno al 92% del empleo y el 86% del PIB de la CAM). Asimismo, durante todo este tiempo ha proseguido la política de privatización y desmantelamiento de los servicios públicos de sanidad y educación, con la que Madrid lleva años siendo laboratorio de la política neo-liberal del PP y, ahora, Ciudadanos. Incluso han dado pasos para reiniciar un nuevo ciclo de especulación in-mobiliaria con el proyecto de nueva Ley del Suelo: una política que, como bien sabe la clase obrera madrileña, ha estado directamente vinculada a gigantescas tramas de corrupción desde su implantación por Aznar.

    Durante los meses de desescalada, lejos de reconocer con mejoras materiales el papel de los trabajadores sani-tarios (en primera línea frente a la pandemia, como los empleados/as de la limpieza, supermercados y transpor-tes, entre otros), el gobierno de Díaz Ayuso ha seguido debilitando el sistema de salud regional, hasta el punto de provocar el colapso e incluso el cierre de diversos centros de atención primaria en las localidades y barrios obreros durante el verano.

    La saturación de esta primera barrera sanitaria es un aspecto ya común a otras regiones; pero en Madrid, con más de 600 contagiados por cada 100.000 habitantes en la actualidad (y más de 1.000 en algunas de las zonas afectadas por el nuevo confinamiento), es especialmente sangrante, entre otras cosas por los años de inaugura-ciones de fastuosos hospitales pertenecientes al capital privado, mientras se dejaba languidecer el sector públi-co, al que acude la población obrera. Así, en los tres úl-timos años, la población asignada a atención primaria en la CAM ha aumentado en 150.000 personas, pero apenas se han contratado 19 nuevos médicos. Madrid tiene una de las peores ratio de media de médicos de España (uno por cada 7.894 pacientes), y se estima que faltan 600 médicos de familia y 150 pediatras de aten-ción primaria en la región. La segunda ola se inició con solo 166 rastreadores para siete millones de habitantes; su labor, por supuesto, también se ha privatizado para poder seguir drenando fondos hacia el capital privado. No es de extrañar, por todo ello, que la Comunidad lleve ya más de 15.000 muertes (más de 8.000 de ellas en residencias, un 11% de sus usuarios), y que ya haya más de 160.000 contagiados (4.188 solamente el día 4 de septiembre). Unos 5.000 profesionales sanitarios se en-cuentran de baja por contagio, pero Díaz Ayuso ha sido diligente a la hora asegurar la presencia de sacerdotes en los hospitales con un millón de euros al año.

    A esta grave situación se añade la enorme caída del empleo, con unos 270.000 trabajadores afectados por ERTE y 80.000 despidos, según datos oficiales. Además, en agosto se suspendió el pago de la Renta Mínima de

    Inserción a cientos de familias; y hay que tener en cuen-ta que también los colapsados servicios de la Seguridad Social se han visto incapaces de hacer efectiva, para una mayoría de demandantes, la promesa del “ingreso míni-mo vital” (IMV), con el que la propaganda del Gobierno central lleva bombardeándonos desde abril. A esto se suma la ausencia de cobertura para las familias obliga-das a guardar cuarentena en caso de esperar el resultado de una prueba, o a custodiar a un hijo por posible con-tagio. Por si esto fuera poco, todos hemos podido ver las lamentables imágenes de vagones del metro atesta-dos en las líneas que comunican el cinturón obrero con la capital y otras áreas de su periferia.

    Todos estos hechos han ido haciendo cada vez más evidente para miles de trabajadores el carácter de clase de las consecuencias de la COVID y de las medidas to-madas por los gobiernos. Ya en abril se pudo observar esto claramente, cuando la burguesía de los barrios ricos de Madrid se manifestó en sus descapotables de lujo y con sus sirvientas contra el confinamiento y por la «li-bertad». También lo dejó claro la respuesta de la policía, mucho más comprensible con esas demandas que con

    las de los vecinos que, a principios de verano, empeza-ron a protestar por el colapso de sus centros de salud en diversos barrios y poblaciones.

    Recordemos, por si esto no fuera suficiente, que una diputada del partido fascista Vox calificó a los barrios obreros de «estercoleros multiculturales», intentando azuzar a la población autóctona contra los migrantes. Desde luego, no ha sido la única, dentro de una derecha crecientemente fascistizada, que ha culpado a los jorna-leros y demás trabajadores de origen extranjero por los contagios durante las últimas semanas. Pero lo que sí saben en estos barrios es que muchos de sus niños sin recursos han sido obligados a “alimentarse” con piz-

    za y demás comida basura de multinacionales; y tam-bién saben que los problemas de vivienda, la falta de equipamientos en sus barrios, los autobuses atestados y la precariedad laboral son los responsables del ma-yor incremento de los contagios en estos distritos. No por casualidad, en algunas de las concentraciones del domingo se coreaba masivamente lemas como “¡No es confinamiento, es lucha de clases!” o “¡Aquí estamos los antifascistas!”.

    Hasta ahora, solo el miedo de la población a la pandemia y el afán de las direcciones sindicales opor-tunistas por actuar como bomberos del sistema habían impedido que estallara el conflicto, abortando el inci-piente movimiento huelguístico en la sanidad pública y en la educación. Sin embargo, el precipitado anuncio de confinamiento (¡excepto para ir a asegurar la ganancia del patrón, desde luego!) en 37 zonas de salud, lleva-do a cabo en medio de la descoordinación, el caos y la arbitrariedad imperantes en el gobierno regional, ha hecho estallar a la población del cinturón obrero. En su impulso ha tenido un papel fundamental el potente y activo movimiento vecinal madrileño, bregado durante años en la lucha contra la especulación urbanística y la privatización de los servicios públicos. Incluso la banda de oportunistas que durante este tiempo han estado blo-queando huelgas, posando en la Asamblea madrileña, o simplemente agazapados, como la dirección del PSOE regional, se han visto obligados a tomar posición junto a los vecinos con un comunicado en el que llaman a una manifestación unitaria.

    Mientras tanto, los fascistas de Vox, que pretenden

    representar a «la España que madruga», pasaron el do-mingo acusando al presidente Sánchez (PSOE) y dando vivas a la Legión, dejando bien claras sus prioridades. Díaz Ayuso, que durante todo este tiempo ha tenido como única preocupación no verse obligada a pedir la ayuda del Gobierno, dejando al descubierto su incom-petencia, ha mostrado este lunes, una vez más, su carác-ter ultrarreaccionario solicitando a Sánchez el apoyo del Ejército, que es el único método que conoce la burgue-sía para “resolver” los problemas sociales.

    Nuestro partido está teniendo un papel muy activo en esta lucha, a través de numerosos militantes que se hallan integrados desde hace mucho tiempo en el mo-vimiento popular de los barrios y localidades obreras. Como venimos insistiendo, es vital mantener y fortale-cer la organización y la capacidad de respuesta del tejido popular de base frente a las agresiones del capital, que sin duda se sucederán y agravarán como respuesta a su crisis. Los comunistas seguiremos impulsando la uni-dad y la combatividad de los distritos obreros, impli-cándonos en profundidad para abrir un nuevo ciclo de luchas obreras y populares.

    Durante todo el período de confinamiento, la políti-ca del Gobierno de la Comunidad de Madrid (CAM) se ha caracterizado por su carácter errático, la im-provisación y la propaganda, con el objetivo puesto fundamentalmente en erosionar la ya escasa credibi-lidad del Gobierno central, con el apoyo del potente conglomerado de medios de comunicación reaccio-narios.

    Sobre la movilización en los distritos obreros madrileñosSecretariado del Comité Central del PCE(m-l)

  • 10 nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    De esa forma se cumple con la ratio que aconsejan las autoridades sanitarias, pero el alumno pierde al 50% de las clases. Para solucionarlo, algunas Comunidades Autó-nomas, entre ellas Madrid, han decidido instalar cámaras en las aulas, de tal forma que los alumnos que están en sus domicilios siguen recibiendo on line

    el resto de las clases.

    Muchos pedagogos y sus corifeos jalean esta iniciativa y la presentan con un mar-chamo progresista, que beneficia a los alumnos, al potenciar iniciativas novedosas que dejan a un lado una enseñanza presencial obsoleta propia de profesores desfasados, reliquias del Jurásico. Por su lado, las autoridades académicas afirman que es una me-dida coyuntural y la ofrecen de forma voluntaria a los profesores.

    Lo cierto es que la instalación de cámaras en las aulas encierra una serie de peligros que a veces pasan desapercibidos, pero que afectan muy negativamente al sistema edu-cativo en su conjunto.

    En primer lugar, lo que se presenta como una medida coyuntural y excepcional pasará a convertirse en una herramienta estructural para implantar paulatinamente una enseñanza telemática en detrimento de la enseñanza presencial, que constituye la esencia del sistema educativo. Como ya hemos señalado en otras ocasiones, la Escuela, el Instituto y la Universidad constituyen sistemas de relaciones sociales. Los profeso-res no solo transmiten conocimientos a los alumnos, sino que también establecen normas de comportamiento cívico, hábitos de trabajo, construyen formas de diálogo, etc.; es decir, forman ciudadanos. El docente conoce a sus alumnos y su evolución académica, y el alumnado se socializa en el espacio educativo. Desde la Escuela de Atenas, fundada por Platón en el 387 a.C., y la Escuela Peripatética de Aristóteles, creada en el 335 a.C., la difusión del conocimiento ha supuesto una dinámica comu-nicativa entre el maestro y los discípulos, una forma de comunicación social basada en la difusión del saber. El profesor difunde determinados contenidos, pero también recibe el estímulo intelectual a través de las dudas y preguntas que plantean los estu-diantes. Por otro lado, el docente se convierte en un referente para el alumnado. Todo esto solo puede realizarse con una enseñanza presencial. La docencia telemática debe limitarse a situaciones muy concretas, como la Universidad a Distancia (UNED) o el bachillerato para adultos.

    Lo que en realidad se pretende con la instalación de cámaras es un ahorro de costes laborales. Los problemas que plantea la pandemia en el ámbito educativo tiene una solución evidente: desdoblar grupos y contratar más profesores. El problema del espacio tiene fácil solución: abrir los centros educativos por la tarde.

    Pero no solo es un problema de ahorro de mano de obra, sino que esta medida cho-ca con la Ley de Protección de Datos, que en su artículo 88, apartado 1, establece que “los trabajadores y los empleados públicos tienen derecho a la protección de su intimi-dad en el uso de los dispositivos digitales puestos a su disposición por su empleador”. Esa intimidad se extiende al ámbito laboral. Nadie garantiza que la retransmisión de una clase mediante la cámara sea vista solamente por el alumno. Podrían también ha-cerlo amigos, padres, vecinos, etc., quebrantándose de esa forma el principio elemental de que los contenidos de las clases impartidas por los profesores no pueden hacerse públicos, salvo expreso consentimiento de los docentes.

    Este sistema es, en realidad, una medida de videovigilancia sobre el profesorado. Es evidente que las autoridades administrativas y los propios directores podrían tener acceso a esas clases on line, que de esa manera controlarían el propio contenido de las clases. En una palabra, la libertad de cátedra se ve directamente amenazada. Muchos profesores se sentirán fiscalizados, presionados, y quizás no se atrevan a expresar abier-tamente sus opiniones sobre ciertos temas o contenidos.

    Por otro lado, en un aula hay una interactuación entre profesores y alumnos. A veces pueden comentarse cuestiones que afectan a la situación personal o familiar de los alumnos. ¿Quién protege esos datos cuando se está grabando una clase?

    Tampoco debe perderse de vista la posibilidad de que esas cámaras sean hackeadas y el contenido de esas clases utilizado por grupos fascistas, para difamar a determinados profesores bajo la etiqueta de “inmorales”, “ateos”, “comunistas”, etc.

    Son muchos los peligros y pocas las ventajas. El profesorado debe negarse a utilizar estas herramientas que, en realidad, son un atentado contra su profesión, sus derechos y su intimidad. Es cierto también que un sector de los docentes aceptará este modelo y presionará sobre el resto de sus compañeros. Pero es necesario permanecer firmes y proclamar alto y claro que la enseñanza presencial es el modelo que garantiza la igual-dad de oportunidades para todos los alumnos, evitando la brecha digital, y permite la necesaria relación entre alumnos y profesores para la difusión de conocimientos, valores y comportamientos que contribuyen a formar ciudadanos críticos.

    Observaciones sobre la instalación de cámaras en las aulas para impartir clases online

    El presente curso académico 2020/2021 nos ha deparado algunas novedades re-lacionadas con la pandemia. Dejando a un lado las medidas sanitarias, se ha generalizado la enseñanza semipresencial. De forma resumida, se trata de que un curso de treinta alumnos, por poner un ejemplo, se divide en dos grupos. El prime-ro asiste al Instituto durante las tres primeras horas de clase y, aprovechando el recreo, vuelve a sus casas. El segundo grupo se incorpora entonces a clase y recibe docencia durante las siguientes tres horas.

    Carlos Hermida

    pasa a página siguiente

    Concibamos un contexto real y por todos experimentado, como la recepción de un documento que compartir con las masas o de una circular interna. Una vez recibido el texto en cuestión, debemos leerlo detenidamente, con vistas a com-prender su relación con la estrategia y la táctica. Hemos de asimilar igualmente el contexto del que surge, así como los objetivos que plantea. Tras el proceso de lectura, análisis y extracción de con-clusiones, llega la hora de examinar si surgen las incomprensiones y/o contra-dicciones que mencionamos anterior-mente. En caso de existir, resulta obliga-do, puesto que somos militantes de una organización comunista, compartirlas

    con los camaradas de nuestra célula. Así, se desarrolla un debate político-ideológi-co sobre la cuestión que expone el do-cumento con el que discrepamos o que no entendemos completamente. Este proceder debe adoptarse en el momento en que surgen dichas incomprensiones o contradicciones, puesto que, de lo con-trario, estaremos traicionando los pilares más elementales del centralismo demo-crático. La última frase no representa una retahíla que repetimos automática-mente: pone de manifiesto que respetar el centralismo democrático equivale a comportarse como un comunista. Pasar-lo por alto implica desviaciones de todo tipo que no caben en la actitud de un

    marxista-leninista.

    Juzgar, calumniar y actuar de forma larvada, sin dar a los camaradas la opor-tunidad de defender una postura contra-ria a la nuestra rompe con toda expre-sión democrática en el seno del Partido. Figurémonos que el militante X conside-ra que un comunicado de nuestra orga-

    nización peca de derechista; si confronta dicho juicio con los de otros camaradas, como mínimo, existirá la posibilidad de que caiga en la cuenta de que sus conclu-siones sobre el documento en cuestión son erróneas porque parten de un juicio equivocado. Si su apreciación, después del debate político-

    La importancia del debate ideológico

    Asistimos a fenómenos un tanto desconcertantes respecto a la militancia en nues-tra organización. Las incomprensiones e incluso contradicciones que manifiestan o han manifestado antiguos militantes nos obligan a subrayar un elemento fun-damental del centralismo democrático: transmitir abiertamente a los camaradas nuestra postura sobre tal o cual posición del Partido.

    Álvaro Heredia

  • 11nº 139, Octubre-Noviembre de 2020

    La importancia del debate ideológico

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    A la Juventud: de jóvenes contactos a cuadros del Partido

    El encuadramiento de un militante es un proceso en el que inevitablemente nacen tensiones entre factores internos y externos al mismo. Tenemos que ser audaces a la hora de gestionar las emociones, las expectativas, las contradicciones que asoman en cada uno de nuestros jóvenes (y algunos ya no tan jóvenes) militantes.

    Álvaro Herediaideológico con los militantes de su célula, es aceptada por estos, deben plantear las incom-prensiones y/o contradicciones al organismo inmediatamente superior y así sucesivamen-te. Empero, si el militante X desaprueba tal comunicado y no expresa sus impresiones a sus camaradas, estará incurriendo en dos con-ductas profundamente anticomunistas:

    -En caso de que su juicio sea erróneo, de-sarrollará vicios izquierdistas o derechistas; así, no solo no tendrá cabida en el Partido, puesto que se alejará paulatinamente de este, sino que sus desviaciones lo convertirán en un oportunista o en un anticomunista. Su-cede que antiguos camaradas han adoptado este proceder, sin dar en ningún momento la oportunidad de confrontar sus incompren-siones o contradicciones. Semejante estrate-gia únicamente demuestra temor a que sus opiniones sean desmontadas por el análisis marxista-leninista.

    -En caso de que su parecer sea acertado, estará privando a nuestra organización de un análisis correcto de la situación, luego trai-cionará sin remedio las ventajas que ofrece el centralismo democrático. No solo eso, sino que el propio camarada se causará a sí mismo una frustración militante, la cual ni siquiera existiría si expusiese su visión acertada. Dicha frustración generará malestar en la célula y, si adolece de un carácter prolongado, culmi-nará con un alejamiento irremediable de la organización.

    En ocasiones, el militante, de forma con-veniente, manifiesta sus incomprensiones y/o contradicciones. Tras el debate ideológico, sus camaradas aclaran o desmontan estas, me-diante el método m-l, y el militante en cues-tión afirma “estar de acuerdo” con la réplica. Lógicamente, una vez esclarecidas las dudas y resueltas las contradicciones, el debate se cierra. Sin embargo, asistimos, de manera circunstancial, a costumbres profundamente antidemocráticas, donde quien expresa sus incomprensiones y/o contradicciones e indi-ca posteriormente que “está de acuerdo” con la réplica de sus camaradas, tiempo después insiste en que no se resolvieron sus discor-dancias, a la par que niega la refutación de estas. ¿Qué significa esto? ¿Acaso no com-prendemos el significado de la expresión “estar de acuerdo”? Si un miembro de nues-tra organización señala estar de acuerdo con una tesis, se cierra el debate; si un miembro de nuestra organización arguye no estar de acuerdo, continúa el debate. Es tan democrá-tico, como elemental. Inferir, aunque sea de manera larvada, que en nuestro Partido se ac-túa de forma distinta implica una vil mentira y deja en evidencia la hipocresía de quienes aceptan “de boquilla” una refutación, cuan-do en realidad no la han entendido o no han visto resuelta la contradicción que se precie. ¿Cómo vamos a desmontar las contradiccio-nes de un militante cuando este afirma que ya no existen?

    En conclusión, el marxista-leninista expo-ne sus incomprensiones y/o contradicciones en el momento en que estas nacen, para que el debate con los camaradas las desmonte o las acepte. Cualquier otro proceder implica necesariamente comportamientos antidemo-cráticos y se saldará irremediablemente con el alejamiento del militante de la organización.

    Creo firmemente que los más veteranos (y en especial, aquellos que ocupan puestos de dirección) debemos realizar con cierto hábito el ejercicio de ponernos en el lugar de los jóvenes que toman un primer contacto con nosotros. ¿Re-cordamos nuestra primera manifestación? ¿La euforia de la primera pequeña victoria? ¿Cómo nos sentíamos en nuestra primera reunión dentro de la JCE (m-l)? Y, asimismo, ¿recor-damos honestamente nuestros primeros desencuentros con una manera de hacer las cosas que nunca habíamos conoci-do? Esto se explica porque ni en casa, ni en la escuela, ni en las asociaciones juveniles existen las dinámicas, expectativas y objetivos.

    Considero que, si lo que queremos es que los jóvenes avancen en el mismo camino que nosotros, hacia el encua-dramiento, hacia la militancia disciplinada y consciente, se antoja inexcusable que seamos empáticos. Saber qué sienten nuestros camaradas, qué echan en falta, con qué muros topan y cuáles sortean (sorprendiéndonos en algunos casos). Saber qué esperan y qué desencantos surgen es vital para dirigirlos, guiarlos hacia las respuestas o debatir con ellos para encon-trarlas colectivamente.

    Conversando con una compañera surgió la siguiente pregunta: ¿qué ocurre con el entusiasmo, con el ímpetu de cuando se empieza? ¿Es posible recuperarlo? Tengo dos cosas que decir al respecto, ya que también es una cuestión que he comentado con varios camaradas. La primera es que sí, clara-mente sí. Si hay días que valen por años y años que valen por días, es muy fácil que en determinados periodos en los que se junten dos, tres, cuatro o más victorias tanto los camaradas, como la organización en general, tengan picos de moral, o euforia, como lo queramos denominar. Esto representa un arma de doble filo y enlazo con mi segundo argumento y el más importante: recuperar esta ilusión esp