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Gonartrosis (artrosis de la rodilla) Actualizado: 10-01-2017 Revisado por: Dr. Roberto Palacio González, especialista en Cirugía
Ortopédica y Traumatológica
Dr. Salvador Pertusa Martínez, Médico de Familia. Centro de Salud Cabo Huertas (Alicante). Director
Médico de NetDoctor
¿Qué es la artrosis de la rodilla?La articulación de la rodilla es un triple encaje de huesos: las dos protuberancias del extremo
inferior del fémur, llamadas cóndilos, se engranan con las superficies cóncavas respectivas de
la tibia, llamadas platillos tibiales. Por otra parte, la rótula o patela se engrana con ambos
cóndilos femorales.
Tenemos por tanto la articulación femorotibial, dividida en compartimento medial (del lado de
dentro de la rodilla) y compartimento lateral (del lado de fuera de la rodilla); y la articulación o
compartimento femoropatelar. La zona de contacto entre los huesos de estos engranajes está
recubierta por una capa llamada cartílago, que permite distribuir las cargas y disminuir el
rozamiento entre los huesos con los movimientos de la articulación.
¿Quiere saber más?Consulte nuestras secciones:
Aparato locomotor
Deporte y ejercicio .
La artrosis supone una destrucción progresiva delcartílago, por envejecimiento o bien por
rozamiento cuando su superficie, por golpes, infecciones, etc. se hace irregular. El hueso que
antes se recubría del cartílago comienza a sufrir cambios, espesándose y produciendo
salientes llamados osteofitos. La artrosis de rodilla supone entonces la pérdida del cartílago en
cualquiera de los tres compartimentos de la articulación de la rodilla.
Esta enfermedad afecta más a las mujeres a partir de los cuarenta años, es muy rara antes de
los treinta años y es la artrosis más frecuente, seguida de la cadera.
¿Qué causa la artrosis de rodilla?Se llama gonartrosis primaria cuando no se encuentra una causa. No obstante se asocian
determinados factores de riesgo
La edad es el factor más ligado a la aparición de artrosis.
La obesidad
La artrosis generalizada
Los deportes de impacto como fútbol, baloncesto, etc. Su práctica durante años
puede en algunos casos sobrecargar la articulación llevándola a la artrosis.
Lo mismo se puede decir de los trabajadores de fuerza: empleados de la
construcción, estibadores, etc.
Consultas médicasEn 'Pregunte al médico' podrá acceder a consultas relacionadas, respondidas por NetDoctor.
Vea algunas muestras:
Dolor en las articulaciones
Artrodesis de rodilla
Epicondilitis y su tratamiento
La secundaria es consecuencia directa de:
Trastornos del desarrollo fetal (es decir, que se producen ya en útero materno
durante el embarazo) como las displasias de rodilla, que disminuyen la
congruencia, es decir el grado de encaje articular.
Fracturas articulares con fragmentos que no quedan en buena posición.
Enfermedades reumáticas
Enfermedades por depósito de sustancias en la articulación
Infecciones articulares
Flujo de sangre insuficiente a los cóndilos del adulto, que se tienden a colapsar: es
la osteonecrosis o necrosis ósea vascular.
Flujo de sangre insuficiente a los cartílagos de crecimiento de la rodilla (niños y
adolescentes), que alteran la forma articular: son las osteocondritis.
Extirpaciones de menisco, sobre todo del menisco externo
Lesiones de los ligamentos cruzados que produzcan inestabilidad de la rodilla.
Lesión del ligamento colateral externo que provoque inestabilidad. El interno es
raro que lleve a una artrosis.
Alteraciones excesivas en los ejes de la rodilla: genu varo, cuando en posición de
firmes las rodillas están muy separadas ("piernas de vaquero"). Genu valgo,
cuando las rodillas está muy juntas pero los tobillos muy separados ("piernas en
X"). Muy graves tienen que ser para provocar artrosis.
¿Qué síntomas produce?El dolorEl dolor es síntoma básico, que lleva al paciente a la consulta médica. El dolor de tipo
"mecánico" aumenta cuando comienza a moverse o caminar. Si continúa moviendo la
articulación el dolor cederá para al cabo de un tiempo volver a incrementarse. Con reposo
cede.
Cuando evoluciona se notan chasquidos con el movimiento, que se va limitando
progresivamente.
En la artrosis femoropatelar el paciente nota el dolor en la parte delantera de la rodilla, y a
veces se refleja en la cara posterior (el hueco poplíteo). Es típico que aumenta con las
escaleras, y sobre todo al bajarlas. Si está mucho tiempo sentado con las rodillas dobladas, el
dolor obliga al paciente a levantarse porque con la rodilla estirada el dolor se calma.
En la artrosis femorotibial el dolor se nota en la cara de dentro, de fuera, o ambas, de la
rodilla. En algunos casos puede hacerse difuso o notarse sólo en el hueco poplíteo. Aumenta
al andar por terreno irregular. En casos avanzados duele incluso con la marcha por terreno
llano.
Limitación progresiva de la movilidad de la articulaciónCon el tiempo aparece la contractura o rigidez de rodilla, que la deja en una posición de
flexión, siendo imposible estirarla. De tal modo que los gestos de la vida cotidiana como atarse
un zapato, entrar en la bañera o subir a un autobús, se vuelven muy difíciles o imposibles.
Puede haber fases de aumento de dolor, llamadas crisis o brotes. El dolor se hace
inflamatorio: se incrementa por la noche y el reposo no lo elimina. La rodilla entonces se
inflama, enrojeciendo, se engruesa y aumenta de temperatura su piel.
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¿Qué pruebas se pueden pedir?Radiografías de la zonaEl espacio articular es la región de unión entre los dos huesos de la articulación, que en la
placa radiográfica aparece aparentemente vacía, pero realmente está ocupada por el
cartílago, que es invisible a los rayos X. En la artrosis la destrucción de cartílago hace que
dicho espacio se estreche: es el pinzamiento articular.
El hueso de la zona aparece muy blanco (se compacta resaltando más a los rayos X).
Se aprecian salientes en forma de pico en los bordes (osteofitos).
Para el diagnóstico de la artrosis no se necesitan más pruebas pero para el estudio de las
posibles causas y según la sospecha del médico, pueden ser necesarias:
Análisis del líquido articularEnfermedades de depósito, reumatoideas, infecciones.
Técnicas de imagenComo el TAC (escáner o tomografía axial computerizada) o la RMN (resonancia magnética
nuclear), útiles para valorar por ejemplo una posible necrosis avascular de cóndilo femoral,
osteocondritis, lesiones ligamentosas o meniscales, etc.
¿Cómo se diagnostica?Se diagnostica mediante la exploración que realiza el médico tanto del dolor como de la
movilidad, unido al aspecto de la articulación en las radiografías. El aspecto de las
radiografías puede no corresponderse con el sufrimiento del paciente ya que un paciente casi
sin molestias puede tener imágenes radiográficas muy alteradas y viceversa.
Las radiografías pueden descubrir las causas de la artrosis. Por ejemplo las displasias,
condrocalcinosis, necrosis y osteocondritis cuando están muy avanzadas muestran imágenes
radiográficas características, aparte de la artrosis secundaria.
¿Qué otros trastornos pueden producir dolor de rodilla?
Lumbociática
Lesión de nervios que recogen las sensaciones de la rodilla.
Enfermedades o roturas de los tendones que se anclan en región de la rodilla
(tendinitis de la pata de ganso, tendinitis del tendón patelar, etc)
Lesiones meniscales o ligamentosas de la rodilla
Alteraciones en fémur o tibia: osteonecrosis cuando todavía no ha producido la
artrosis, tumores, infecciones, fracturas que han pasado desapercibidas.
Alteraciones en la arteria poplítea (aneurismas, etc)
Un quiste poplíteo: una especie de bolsa, formada habitualmente a expensas de una
zona más débil de la pared capsular de la rodilla. Esta zona resiste mal la presión
articular y se deforma hinchándose como un globo.
Lesiones de la cadera (en algunos casos se manifiestan con dolor de rodilla en vez de
cadera)
En fase de inflamación se deben descartar las enfermedades reumáticas y una infección
aguda.
¿Cómo evoluciona la artrosis de rodilla?Habitualmente es una enfermedad de curso muy lento. En la mayoría de los casos no hay
crisis pero el dolor y la pérdida de movilidad se hacen progresivas, además de reducirse la
distancia que puede recorrer sin dolor.
Es frecuente que se vea interrumpida por crisis dolorosas que corresponden a pérdidas
localizadas de cartílago. Una vez concluida la crisis el dolor mecánico residual es algo mayor
que previamente y la movilidad más reducida.
Las artrosis secundarias a irregularidades del cartílago (fracturas, infecciones, etc)
evolucionan con más rapidez porque ya desde el principio hay un rozamiento articular
aumentado que desgasta más el cartílago.
En ciertos casos la evolución es rápidamente destructiva, en meses.
La evolución puede valorarse en cada consulta con las diversas tablas o índices de movilidad,
dolor y capacidad de realizar actividades. Todas son útiles pero lógicamente la tabla empleada
para la primera valoración es la que se utilizará en las sucesivas y no se debe cambiar porque
se alteraría la comprensión de la evolución.
¿Cómo se trata?Primeras Fases:
El tratamiento en las primeras fases se basa en la medicación adecuada y una buena
fisioterapia.
Fármacos
Analgésicos puros (sólo actúan contra el dolor) como el paracetamol. Constituyen
el tratamiento inicial, por sus escasos efectos secundarios.
Analgésicos con efecto antiinflamatorio como el ibuprofeno o el diclofenaco. Útiles
en los cuadros de agudización, pero se deben administrar con cuidado en
el anciano y ante trastornos renales y hepáticos no graves. Si son graves o el
paciente tiene úlcera gastroduodenal no deberá tomarlos.
No se debe tomar cortisona o medicamentos similares. Además, los medicamentos que
intentan frenar la artrosis, como el sulfato de glucosamina, son de acción lenta (su efecto tarda
semanas o meses en manifestarse) pero se toleran muy bien y permiten bajar las dosis del
resto de los fármacos.
RehabilitaciónEs muy importante y se basa en la gimnasia de mantenimiento. En determinados casos se
pueden asociar ciclos de masaje descontracturante, electroterapia y ultrasonoterapia en un
centro especializado de rehabilitación.
Los ejercicios que el paciente debe realizar tonificarán la musculatura del muslo y estirarán la
articulación. Deben ser progresivos, suaves e indoloros para evitar fracturas, ya que la
articulación se vuelve rígida, y para evitar rozamientos bruscos en el cartílago ya de por sí
desgastado.
Segunda fase:
Se basa en los tratamientos "intraarticulares", que introducen sustancias en el interior de la
articulación. Producen mejorías temporales, pero se debe tener cuidado con el riesgo de
infección articular que implica:
Extracción del derrame, o líquido articular sobranteÚtil cuando hincha tanto la articulación que duele e impide la movilidad.
Inyecciones intraarticulares de ácido hialurónicoMejoran la calidad del líquido articular y protege el cartílago, pueden ser beneficiosas en
pacientes con artrosis poco evolucionadas y sin derrame.
Inyecciones intraarticulares de corticoidesÚtiles en casos inflamatorios siempre que se descarte una causa infecciosa, porque los
corticoides disminuyen las defensas del organismo.
"Sinoviortesis"Se trata de inyecciones de radioisótopos (sustancias radiactivas) suaves, que intentar destruir
la sinovial para que se produzca menos derrame articular, pero son poco empleadas en
España.
Lavados artroscópicos con suero estérilLos lavados artroscópicos pueden ser útiles en casos de derrame crónico, para eliminar
residuos y revitalizar el cartílago que queda.
Cuando el dolor no se puede controlar o la limitación invalida al paciente se indica la cirugía,
con varias opciones según la actividad física, el estado de los huesos y el grado de lesión:
ArtrodesisSe funde el fémur con la tibia, de forma que la articulación desaparece. El problema es que la
rodilla queda inmóvil. Se puede indicar en trabajadores de fuerza con gran destrucción
artrósica, pero es una técnica raramente empleada.
Osteotomía
Se realizan cortes en el hueso tibial de forma que se cambia la orientación de los ejes de la
rodilla: se descarga la zona afectada y se aumenta la carga sobre el resto. Se indica en
personas jóvenes o maduras con lesión en un sólo compartimento y buena movilidad.
Artroplastia de rodillaConsiste en la sustitución de la articulación por una prótesis. Es una intervención habitual en
el Sistema Nacional de Salud pero con una serie de riesgos y complicaciones que el paciente
debe comprender y sopesar.
¿Qué puede hacer el paciente? Hacerse revisiones periódicas por su médico, para ver la evolución y ajustar la
medicación.
Aplicarse calor local (ducha caliente, manta eléctrica).
Las personas obesas deben bajar de peso.
Evitar el ejercicio de impacto: salto, carrera, levantamiento de pesos. Por ello debe
mentalizarse al paciente joven de una limitación en su actividad deportiva. Así
retrasará la artroplastia. Además una prótesis de rodilla implica suprimir todo esfuerzo
que sobrecargue el implante.
Nadar, ya que el movimiento de la rodilla es armónico. Los paseos son muy
recomendables, pero por terreno llano, sin irregularidades ni cuestas ni escaleras.
Montar en bicicleta se puede permitir, pero sin excesos, por terreno llano y con un
buen equilibrado de rastrales, etc. Si la rodilla duele durante su práctica o aumenta
tras concluirla se deberá suspender esta actividad.
Hacer gimnasia de mantenimiento que incluya estiramientos, ejercicios de tonificación
muscular y de relajación.
En caso de crisis de dolor, reposar en la postura más cómoda para el paciente. Entre
las crisis se recomienda reposar con la rodilla estirada, para evitar que se contracture
en flexión.
Utilizar plantillas de tipo talonera blanda, para disminuir el impacto al pisar el suelo y
descargar un compartimento específico de la rodilla.
Utilizar rodilleras únicamente para mantener la rodilla caliente, por lo que no deben
comprimir la piel ni ser rígidas.
Utilizar una muleta si fuera necesario, que se coloca del lado sano. De esa forma al
apoyar la extremidad enferma, la muleta la equilibra.
Dr. Dominique Perocheau, especialista en Reumatología