genealogía del giro linguístico

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Filosofía del lenguaje

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  • / l

    I

    .. Carlos Rojas Osorio.

    , 1a Uistico

    ... 4- ... Editorial Universidad de Antioquia

  • Copyrighted rn aterial

    Otraparte In tituto de Filosofia Universidad de Antioquia Editorial Univer idad de Antioquia

    Cenealogia del gi1~0 linguistico

    Ca1~10 Rojas Osorio

  • Copyrighted rn aterial

    CEP-Banco de la Republica-Blblioteca Luis Angel Arango

    Roj;1s Osorio, Carlos Cenealogta del giro lingili$tico I Carlos Rojas OSQ1io. -

    l\lledellin '. Editorial Universidad de Anuoquia, 2006. 34-4 p. : 22 cm. - (Oirapane) Incluye notas apie de pligina. lncluye bibliograffa e fndice. lSB 958655-969-6

    I. Filoso!Ia del lengu;tie 2. Linb>ilfstica - Filosofla 3. Lenguaje y emociones 4. Pslcotingtustica 5. Hermeneuuca I. Tit. 11. Serie, 401 cd 20 ed. Al090521

    Primera edicion: eptiembre de 2006 Coordlnacion edirorial: Esther Fleisacher C. Correcion de texto e indizacion: Juan Pablo Pino Diseno de cubierta: Sandra Arango l\tajfa, Imprenia Universidad de Antioquia Motive de cubierta: Diagramacion: Marcela Mejia Escobar Diseno, impresion y terminacion: Imprenta Universidad de Antioquia Impreso y hecho en Colombia I Printed and made in Colombia Prohibida la reproduccion total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propo ito, sin la autorizacion escriia de la Editorial Universidad de Antioquia Editorial Universidad de Antioquia Ffelefono: (574) 210 50 10. Telefax: (574) 210 50 12 Evmail: 111ercadeo@ed it orialudea.com P-1.gina web: www.eduorialudea .com Apartado 1226. Medellin. Colombia Institute de Filosolla lelefono: (574) 2 lO 56 85. Telefax: (574) 2 l 0 56 81 E-n1ail: Fi l

  • Semi6tica ftlosoffa. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 89 Filosofia de la ramatica...................... 92

    88 4. Andres Bello: filosofia, semiologia y lenguaje .. 67 . . I ' . rro semio o rco .

    El lengu~je como 1nanifestaci6n del pensan1iento ...... 10 El lengt1aje como 1na11ifestaci6n de las sensaciones (fe11omenismo de Gor ias E icuro)........................... 26 El lengu

  • La i11te1 retaci6n como enealo ia .. .. 215 13. El iro deconstructivo de Derrida 222

    La teoria del si no de Husserl..................................... 223 La semiologia de Hegel 230 Paul de Man sobre Derrida 233

    14. El lengu~je en el posmodernismo de Lyotard 235

    "I 2 3 . . . . . . . . . . . . ,

    11. Estetica hermeneutica en Gadamer 190 12. Foucault: la literatura y el ser de) lenguaje 205

    El lenguaje com apertura del n1und 206 Arqueologla del saber................................................... 21 I

    182 . a e . Los iue os de len

    10. Los ros lin .. isticos de Witt enstein.. 177 Ellen J'Uae como fi rura del mundo............................. 178

    17 166

    , . n s cr1t1cas . bservaci El ensar

    164 . , retacron . El coin render la inter 164 er . etico de Heide 155 145

    Miiail M. Baitin: la textualidad .. Voloshinov: filosoffa clel Jen uaie ..

    132 144 8 El 111'0 lin .. , . . uisnco ruso .

    7. El iro lin iiistico de De Saussure . 127 Sabre la inter retaci6n . 123 I I 8

    El len uaie como retorica .. I.a serni6tica de las afecros ..

    116 FiJolo Ia filosofia . 115 6. Nietzsche: giro ret6rico, giro hermeneutico . 110 Peirce 1 Duns Scoto . 108 La serniotica cle Peirce (1911-1914) .. 106 La serniotica de Peirce 1903-1911 .

    5. Peirce: la escritura del mundo 101

    x

  • m

    325

    307 321

    , Ind ice analitico , I!,,,,.,, .. , tt t!,. I.,:,,,,, t ,., , ,,, t I, I,,,,,,,, t,. t ,. t,. I,.,, t t t i d' / . n ice onomastico t t Biblio rafia .

    298 Las aristas de la verdad . 295 Foucault: "decir la verdad" y "estar en la verdad" .

    Lolard: len aevverdad 279 Deleuze: sentido y verdad 281 Vattimo: las apercuras l1ist6ricas de la verdad. .. 283

    2 l

    258 278

    El Ienguaje como recreacion del rnundo . 16. Le11guaje y verdad en la filosofia tardomoderna .

    250 (" "' . ,.,i 1t1cas , . 248 Reca itulacion . 247

    . X1

    15. El lenguaje como recreacion del mundo .

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    A l decir de Jacques Derrida, los "prologos", "prefacios", "intro- ducciones", o corno e lo quiera denominar, forrnan parte del texto, yes a ello --que parecerfan n1arginales- a lo que es nece ario a tender en las "andaduras" deconstruccionistas. Comencernos, pues, este texto con un pretexto que e ya un texio. Vivi mos el mundo de la "textologla", como dice MijaiJ Mijailovich Bajtin; enfasis e11 el texto, por cierto rnuy anterior al de Derrida. Lo unico de lo que e ocupan la humanidades son texto , se afirrna en la tran Iingufstica de Bajtin, )' textos de textos que forman la intertextualidad; o, "no hay nada fuera de texto", come afirrna la gramatologta, Y no es po ible que Derrida intertextualizara a Baj tin: au nque sus textos datan de la ter- cera decada del pasado siglo xx, algo que no es merarnente un texto -la persecuciones estalinistas de que fue objeto el propio Bajtin. su amigo Voloshinov y otros millares de perscnas-e-Impidio que esos texto circularan en la reel univer al de los textos. Que "no hacemos mas que glo arnos los unos a Jo otros" lo vio con toda claridad e ironia Miguel de Montaigne en el Renacimiento frances, y por ello cs declarado uno de lo antes patrones del po moderni mo.

    Pre-texto

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    Sea como fuere, estamos ya en el texto, con ocasi6n de! pre-texto. Y de hecho ya hemo entrado en la red infinita de los textos; pobre el q11e quiera verificarlos todos, ya rendria con ello pa1a producir otro texto, tan exten o o ma que el que e tarno pretextando, in acabar de hacerlo, o sin decidirnos a hacerlo. ada es mas diflcil que decir la primera palabra, aunque el evangelic joaneo afirrna que "en el prin- cipio fue la palabra" .. Pero ya hemo dicho varia primera palabras: )'a nos hernos arrojado al oceano sin f in de textos que comentan otros textos, y asf a producir nuevo textos (de textos viejos),

    ~Que comentaremos, pues, en estos viejos-nuevo textos? ~Qu.e o a quienes habremos de intertextualizar? Quiza pueda decirse ql1e, como en un holograma, evocar un texto es evocar una red, o quiza, como ugiere Derrida, evocar un texto es evocar toda la red textual, al menos

    la occidental. Por fuerza es asl. Muy poco de Aristoteles, aunque aparece entreverado con u ornnimoda autoridad -que e trata de desplazar->, porque fue el quien introdujo [a tesis que dara lugar a la rebelion: el giro lingufstico -nue tro ten1a-. En efecio, fue al de Estagira a quien se le ocurrio decir que la idea deterrnina la palabra, y dos 111il anos (en nurneros redondos) se necesitaron para que las tres "haches" alernanas, enfreruandose a Kant, todavia fiel a Ari totele , dijeran lo contrario: que es la palabra la que hace posible la idea, que es el lenguaje el que organiza el pen amiento -masa confusa lo llamo De Saussure, otro rebelde-: confu a masa del pensarniento que requiere el lenguaje para que el caos devenga orden. La historia de esa rebelion -o revoluci6n- que on los giro lingulstico es rnucho mas cornpleja, y de eso trata e re texto. Por cierto, "giro lingufstico" es un giro Iingufstico. La acepcion "normal" (usual) del termino remite a una rnovida del lenguaje, una cierta acepcion usual en una lengua determinada. Ya decla Miguel de Unamuno, quiza invocando a e- neca, que "la filo ofia es filologfa". E sta fra .e no es nada ingenua, y re ulta que ella implica que don Miguel tambien esta en et giro Iingufstico.

    ietzsche uso casi las mismas palabras para hacer su giro lingufstico, }Jara pa ar de la Iilologta a ta filo ofta, pero con el fin de que la filologia fecur1dara a la filosofia. o, pues, por casualidad Micl1el Foucault invoc6 a quien "e oibla tan buenos libros" )' "era ran sabio" para hacerlo re pon able

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    seria casual que el mas famoso "ensayista" e tuviera intertextualizando algo que 61 conociera -t:ar11bien sabra rnucho y leta mucho, pue u padre se encargo de que tuviera educacion en los textos latinos descle que aprende a hablar, que de seguro tarnbien para el fue un aprender a escribir-. Con10 bien afirrna Rafael Gutierrez Girardot, la fra e que postula que la filosofia es filolcgia la torna ietzsche, a su vez, de Seneca: "Quiae philoso-phia fui;J,, facta phil,o!,ogi,a est".

    o se trata, pues, de un solo viraje, sino de tres giros aunque de mu- chos "giradores". Hamann. Humboldt, Herder, las haches alemanas. a la cuales se agregara otra hache, quien hara un giro herrneneutico, pues la existencia misma de los seres humanos es un interpretar, Adivi- namo por ahi la problematics presencia de Heidegger. Pero lietzsche era aun un adolescente univei itario en Leipzig cuando ya un "ame- ricano" habla insroducido la poderosa noci6n de "interpretante", que conduce a la infinitud de la iruerpretacion, la cual, a u vez. e la manera como segun los rextos fidediguos de Foucault se introduce una "nueva forrna de iruerpretar Jo ignos" por parte de ieizsche, Marx y Freud. Debatiendose con la vieja tabla de categorfas de Kant y eon la mas vieja notion de predicacion de la 16gica aristotelica, Charle Sander Peirce inrerpreta la propo icion como una relacion de signos, iendo el predicado un signo del sujeto, y estando ambos mediados por la copula, El interpretante no es 1111 ujeto, aqu f rarnbien el sujeto e elide, es obra del lenguaje; el interpretante es otro signo que es necesario para que el signo se refiera a su objeto; pe.ro ese interpretante nece itara otro que a su vez lo interprete, y asf estamos ya en "omne sy11zbolu11i de symbolo", que es la infinitud de la interpreta- ci6n. Tenernos, pues, un giro lingufstico (las tres haches alernanas y el suizo De au ure), un giro herrneneutico ( ierzsche y Heidegger) y un giro serniotico (Peirce) qi.:1e 110 deja de ser u11 giro hermeneuuco (lo real e lo que aparece en una interpretacion convergente por parte de una futura comunidad ideal). Dee o e trata. Una breve historia, o arqueologia (quiza una genealogfa, no en el sentido nietzschcano o foucaultiano, pero sf wittgen teiniano -parecido de familia=-). Por cierto, el posmodernismo de Lyocard oblitera toda la texrologla an- terior y deja solo al filosofo au triaco corno . anto patron y fundador de! giro lingutstico. Al frances le interesa la inconrnen urabiiidad de los ju egos de le.nguaje y .la encuentra en el autor de Las .rnvestigo,ciO'nes filos6ficas Pero la incon1nen urabilidacl e UJ1a 1narca de fabrica de lodo giro l.i.ngfifstico. Ya lo sabfa Locke, quien ex1tiende que las lenguas n.o son traducibles. Y Herder, para qui en si ttn juego de lenguaje es parce cle una farina de vida, aquel e tan ir1conrnen urable con10 e ta. Cada

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    lengua es una acepcion del mundo, y hay tantas acepciones del mundo corno lenguas, seg(tn dice Humboldt. El mundo era conmen .urable para las distintas lenguas porque el concepto corno representacion del mundo lo e stabtecta y deterrninaba la palabra, aunque esta ea variable segun las distinta lenguas. Con ello Ari. t6teles se daba el lujo de hablar de un solo mundo igual J)ara todos porque el concep- to rnantiene relacion intrfn eca con la co a . Lo concepto on los mismos para todos,

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    foro se trataba de la herrneneutica. De hecho, de esa ponencia y del e cr-ito que la regi tra nacio la idea dee cribir ete libro.

    En efecto, hay ya varias historias del giro lingufstico. Pero hay autore que pa an de apercibido . Si se e tudia la historia de la hermeneutica co1110 en Verdad y metodo vemos que no aparecen ni

    lietzsche, ni Peirce, ni Wittgenstein (no mencionarnos a Foucault o Derrida porque cuando Cadamer e cribio : u obra maestra e to no habian producido sus textos, o al menos no habian salido a la luz publica: aunque con Derrida, Gadamer trato de entablar un dialogo. in encontrar eco). Lo heroe de Verdadyrnetodo onHumboldt, Hegel

    y Heidegger. Esto no quita merito a esta obra de Gadamer, quiza la ma importance del giro hermeneutico, Tambien el hace una breve historia de la Iilo offa de! lenguaje en la iercera parte del Ii bro, uniendo asf la cuestion de la interpretacion a la cuesti6n de! lenguaje, union que aunque hoy no parece obvia, no siernpre lo ha ido, Por ejern- plo, en \'\'. Dilthey hay mucho de interpretacion y muy poco sobre el lenguaje. La union de lenguaje e interpretacion esta en ietzsche, es tnuy clara en Heidegger y e si cematizada por Cadamer. Otra obra sefiera es Transformacion. de la filosofla., de Karl-Otto pel. Aqui Peirce juega un papel rnuy importante, de hecho aparece corno el iniciador de la filosoffa como semiotics trascendental. Tarnbien figuran en forrna obresalieme Humboldt, Heidegger, Wittgenstein, pero no Foucault, Derrida o Lyotard, ni rnenos aun Nietz che. Nietzsche, Foucault y Peirce figuran en una obra del italiano Carlos ini: Semiotica y fiiosofta. Excelente obra que 110 irvi6 de guja mucha vece .. Muy rica en inf orrnacion y extensa en su recorrido historico es la obra de Tzvetan Todorov: Teotias del simbolo. Como podra constatar el lector, la intertextualizamos con frecuencia. Aden1~1S, aunque Todorov no incluye a Bajtin en esta historia, le dedico un libro que nos fue de gran ayuda. Bajtin y u circulo dieron el giro lingufstico en lo riempos de la Rusi a sovietica. En nue era investigacion fue la gran sorpre: a y dejo en nosotros huellas de profunda adrniracion. Las obras de Foucault, e pecialmente Las pai.abras y las cosa , en la que tanto e abunda sobre el lenguaje, fueron siernpre una fuente de inspiracion.

    Como se sabe, la expresion "giro lingiif tico" (the linguistic turn) fue popularizada })Or Richard Rorty, Pe10 aquf ocurrieron cosas im- previstas por las intenciones del autor. Rorty l1abl6 del giro lingD(s- tico que el neopo itivimo eu1-opeo y la fiJo offa analftica de a1nbo cor1tine11tes dieron en su .i.nteres de pensar la ciencia. Pero la tesis de Rorty es que est.e proyecto -ese giro lir1gUis1ico- ya esta agora- do, pue era uo proyecto mll)' 1noder110 en cuanto estaba fundado

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    epistemologicamente. Interesaba dernarcar el lenguaje significativo (el de la ciencia) del no igr1ifir.aliv\fittgen rein (Inue tigaciones filosofica.s) )' comienza a tender 1)ue11tes hacia otros filosofos que encuentra que hacen lo mi mo: en parte Nietzsche, en parte Heidegger; Foucault. pero sobre todo Derrida y Vattimo, Asl, pue , el giro lingulstico no era lo que le interesaba a Rorty, pero la expresion tuvo tambien otro "giro", y e la aplico a la filosofla que o tiene que e el lenguaje el que organiza el pen arniento, como ya dijimos, y de esa forrna e comenzo a rastrear la idea hasta las rres haches. Rorry puede er incluido pue en el giro hermeneutico, pero no con la idea de una merodologfa de las ciencias humanas (Dilthey) ni de una cornpren- si6n de la existencia (Heidegger), sino en el modo de un filo ofar que consi te en una conversacion con los filosofos y poera con la intencion de hacer tarnbien de la filosoffa una "consolacion", sobre todo con la finalidad polftica, ab olutarnente prirnera para Rorry, de defender la vida civil y. e11 ultima instancia, la democracia. Muches de los autores que Rorty estudia en su: diferente obras convergen con Ios estudiados en este libro, y lo herno tenido muy en cuenta, a pesar de que no nos adherimos a su etnocentrismo. La semiorica de Peirce, can irnportante en la revolucion linguistica de la Iilo ofla. la interpreta Rorty como el inicio de la filosofia pragrnatista arnericana. Pero como hay; al fin de cuentas, mucha metafisica en Peirce, Rorry prefiere una version debole (es 111uy amigo de Vattirno) del pragma- tismo como el de William J ames y el de Dewey, Se tratarfa, pues, de un pragmatismo posmecaflsico. A Derrida no s6lo le dedicarno un capuulo, sino que tambien su extensos cornenrario decon truccio- nistas fueron muy tenidos en cuenta.

    Finalmente, pero no por ultlrno menos importante, hemes terdo varias veces -y consultado muchlsimas mas-> con. gran fruici6n y mucho aprendizaje ese gr-an texto de Eduardo Forastieri, puertorri- querio cle va ta erudicion, abidurfa, y gran ser humane: El tiempo de l.os signos. Dialogo donde se convocan los g:randes lin.gliistas, semi6logos y hern1e11eutas en una conver aci6n por enci nia del tiempo lineal, pero situ.ados elJos en el eje de la sitnttlta11eidad yen los hermo os parajes de! Yu.nque. La humildad del autor puertorrigueno pareceria hacer que el 610 juga e u.n papel de tran criptor de un di.a.logo ma alla

    6 / Ceneaiogia de! giro lingilfsliw

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    de! tiempo; pero en verdad no solo no son pocas u contribuciones a la hi toria dee tos giros de que estamo hablando, ino cam bi en u contribuciones teoricas: el tiempo y los signos es un rerna vasto que el dialogo persigue con profundidad ha ta llegar al tiernpo de la fl ica de nuestro dtas. Hernos reseriado e. te dialogo en la revista Posdaia. y en nuesrro libro Pensamiento fiwsofico ptcertcrrioueiu.

    Agradecerno tambien la generosa ayuda del doctor Javier Domin- guez Hernandez, sin cuya colaboraci6n esta obra no hubiera podido publicarse en la Editorial Universidad de Antioquia. sirnismo, ius e critos acerca de herrneneutica, e tetica y retorica nos han sido siernpre de gran ayuda y orientacion.

    El libro que hoy prologamo continua, en cierto modo, lo do anteriore que e cribirno . Continua La filosofta e?i el debate posmodemo, porque despues de leer mucho y escribir cientos de paginas sobre el po moderni mo no dimo cuenta de que la cue ti6n central es el giro lingufscico, asunto en realidad mas profundo y mas amplio que el po modernismo. o dedicamos, pues, a investigar con toclo lo que nue. tras fuerzas pudieron obre la hi Loria de e la revolucion linguistica. Este texto tarnbien continua el trabajo Del ser al deuenit:

    llf defenderno la idea de que la filo ofta debe estar rnediada Lin- gufsticamenre: siernpre lo ha estado, pero tanto la escrirura como el lenguaje se han uplememarizado -co1no dirfa Derrida-, y ahora e trata de partir conscientemente de e a mediacion. En e e mi mo

    libro dedicamos un capitulo a "el lenguaje del devenir", mostrando la unidad de ontologia y semantica, el lenguaje que es necesario para hablar y escribir acerca del devenir, Pero obviarnente con ello apenas se iniciaba el tema y se daban algunas directrices, AJ escribir, pues, e ue Iibro sobre Ia revolucion lingut cica en :filo 'off a hernos tratado de dar continuidad a nuestro pensamienro y al comprorniso ontologico alli central do. Afortunada o desafortunadamente -no lo abernos, cada cual juzgue como mejor le parezca-, dejamos hablar ma a los textos de dos mil anos de historia de los problemas del lenguaje y la interpretacion que a no otro mi mos, contrario a Io que ocurrio en Del ser al deoenir. Pero si tuvieramos animo pGtra retomar el tema de lo signo , del lenguaje, al meno la pa rte h istorica ya estarfa bastarue adelantada. El puruo importante e el iguiente: en Del ser al deuenir nos cornprometemos con Ja existe.ncia de person.as, signos y cosas- proce o (el devenir). La inve tigaci6n fund.an1enlal estt1vo dirigicla al clevenir (a las cosa procesos) y constituy6 un. adelar1to sobre la persox1a (su conciencia, su 1nente, st1 lenguaje). El estLLdio n1as detaJlado tan to cle la per ona con10 de los jgnos qued6 para futuras inve tigaciones.

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    En este libro sobre la revolucion lingufstica en. la filosofla de! siglo xx adelantamos, pues, en lo referente al lenguaje, pero todavta e requiere mas trabajo investigative sobre Ios signos -inch.1idos por nosorros corno un componente de lo que "hay" en cuanto no abren el camino para decir lo c1ue hay-. No redo lo que nos intere a acerca de los signos esta, pues, dicho ya en este libro. Los ultimos capftulos det libro que ahora prologamos -"El lenguaje como recreacion del mundo" )' "Lenguaje y verdad en la Iilosofla rardomoderna't=- adelantan tarnbien en nue tros compromises filosoficos.

    / Ceneaiogia de! giro lingilfsliw

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    E l lenguaje humane tiene una variada gan1a de lacetas, la cuale ban trarado de ponerse en evidencia en las distintas interpreta- ciones que de el hacernos. Si miramo el lade del sujeto hablante, darernos relevancia a la expresi6n. De ahf nace una vi ion poetica y herrneneutica del lenguaje. En carnbio, i nos detenemos en el efecto que la palabra tiene en quien la recibe, tendrerno la retorica y la cornprension clel lenguaje desde ell a, corno ocurre en Ios sofistas yen toda la Aruiguedad ju to ha ta san Agu .tln. i se de taca el lenguaje en cuanto relerido a la idea, al pen. amieruo, entonce renemos el lenguaje como representacion. i tenemos en cucnta, desde la subje- tividad, us neces idades, tendremo el Ienguaje como expresion de

    El espiritit nace ya tarado con la maldicum de ester "j1reiitldo" de matena, que

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    e podrra pen ar que e Platen quien prirnero enuncia la ce is egun la cual el lenguaje manifiesta la idea, pero e to serfa un equtvoco porque las "ideas" (especie o eidos) no son primariarnente para Plat611 algo iubjetivo, si no que, por el contrario, con ui tu yen el ser misrno de lo real. De hecho para Plac611 no son importantes las palabras. sino que el conocimiento tiene que estar vertido a las cosa mi mas, la palabras son mas bien un obsiaculo. Desde luego, la idea rambien : e hace presence en el alma, pero por contacto di recto con su existencia ultraterrena, o por rerniniscencia del alma en la ca reel del cuerpo. La ascesis moral permitira que el alma se vuelva hacia las ideas en actitud de conternplaciou cogno citiva. Ca sirer se refiere a la cue tion del lenguaje en Platen: "Su existencia es aun ma eflmera y mutable gue la de la representacion sensible; la forma fonetica de la palabra o de la oracion construida a partir cle onomaia y rhemaia capta el contenido propiarnente dicho de la idea menos aun de lo que Jo hace eJ rnodelo o irnagen sensible" ( l 985: 72). o obstante, corno nos recuerda Lledo, no hay que olvidar que la obra de Platon e estructura corno dialogo, corno conversacion, e11 una busqueda dialectica de la verdad. "Quiza no podamos e capar dee ta inrnensa carcel Iingul tica, quiza todo el er, tcda la realidad no pueda descubrirse, 11i siquiera existir, al otro

    lado de) rnuro del lenguaje, pero cada una de las interrogaciones

    El lenguaje como manifestacion del pensamiento

    la necesidad. En carnbio, si se considera primordialmenre la relacion del lenguaje con el ser o lo real, entonces la vi i6n no e ta afincada e11 la subjetividad, sino q11e se trata de una vision ontol6gica, coma en Heraclitc, Parmen ide , Platen, Frege o l-Teidegger. Frege se refiere al pensamiento, pero no en sentido subjeuvo. pues esta tratando de evitar todo psicologi mo, sino al pensamiento en cuanto objetivo. El ,pen. arniento objetivo e el sentido ( inn) de la propo icion. La proposici6n tiene sentido y referencia (Bedeuiung). Y la referencia es el objeto (real o ideal) ignificado en el seruido. Explorarerno estas diversas concepcione del lenguaje de de la rnatriz de la subjetividad siguier1do el siguiente orden historico-sistematico: 1) el lenguaje como manifestacion del pensamiento (Aristotele , Locke, Leibniz); 2) el Ienguaje corno rnanifestacion de las en acione (fenornenismo de Corgias y Epicure ); 3) el lengua]e corno expresion del sentimiento y la pasi6n (Rou seau, el romantici mo); y 4) lenguaje y accion (Au .tin).

    l 0 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    Ha , pues, u11 rriangulo sernantico: las palabras (sonidos vocal es) son irnbolos de las ideas (afeccione del alma, patlw11iatci tes psiches) y las ideas son slmbolos de las cosas. Tambien alude a la escritura: esta e igno de la erni iones vocales. La relacion de la palabra con la cosa es convencional o i11. titucional; en cambio, la relacion de la. ideas con las cosas no es convencional y es la misma para todos. El texto e claro en decir que la relacion se da prirnariamente de la palabra a la idea, La referencia a la cosa reaJ se da dentro de la mediacion de la idea o pen amiento. Como explica ubenque: " o e posible en las di cusione traer la cosa misma , pero, en lugar de las cosas, debemos servirnos de los nornbres co1no de simbolos" ( 1962: l 07). Pero, en el proce o de ignifi

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    Por tanto, segtin que una co a pueda er conocida por no otros por rnedio del entendimiento, ast pcdra ser nombrada. e ve, pues, que Tomas mantiene el equilibrio estatuido por ri toeete al decir qi;ie la referenda a las cosa: esta iernpre mediada por las ideas del enten- dim iento. El Aquinate insiste tambien en el hecho de que las cosas reales son particulates, mientras que Jo conceptos que de ella nos hacemos son universales, al igual que las palabras. Asi, las palabras han de relacionar e directamente con los concepto y mediatamente con las cosa . Finalrnente, Tomas alude al hecho de que las palabra no se relacionan solo con Los conceptos del entendimiento, sino rambien con los de eos de la voluntad. E a 1, dice, porque la palabras tienen un origen convencional, es decir, son instituidas por la volunrad de los hombres (ad plncitu1n). Y tambien afirma: " e dice que la rnultitud de lo deseo es cau a de locucion, en cuanto de la multitud de Jo de .eos e sigue la multitud de los conceptos, los cuales solo pueden ser expresados con ignos 1nuy diver o "(citado en Manzanedo, 1969: 286). As], pues, la subjerividad (el alma) e expre a toda ella en el lenguaje: tanto el entendimiento como la voluntad, los deseos come los conceptos, y ha ta el arnor, no dice el Aquinate.

    Eduardo Rabossi cementa que 110 se puede deducir de los textos de ristoteles un realismo Iingi.ifscico en el mi mo entido en que afirma un reali mo epi temologico: "La principal razon es e ta: si nos atenemos literalmente a lo que el modelo prop-011e, no existe la po ibilidad de que e e tablezcan nexo directo entre el plano Iinguis- tico y la realidad extrarnental, y esto equivale a cancelar uno de los presupuesros basicos de una filosofla realism de! lenguaje" (1982: 176). 1 o ob tante, Gilson no dice que la idea e rnediaci6n preci ;;1rnente

    Puesto que los nombres, segun el fil6sofo [Peri hermeneia 1, 1, l 6a], son ignos de las cosas entendida , es necesario que el modo de nornbrar una cosa corresponda al modo de entenderla. Mas nuestro conocirniento intelecrual va de lo mas conocido a lo menos conocido; y P?" eso transferirnos a las cosas menos conocidas, para significarlas, los nornbre de las mas conocidas (297).

    olvidarse o hasta suprimir e este interrnediario que es la idea, "pues la idea y la co a parecen facilmente sustituibles, pero, al contrario nose puede sustituir sin mas, el nornbre y la cosa" (107).

    Tomas de Aquino confirma la posicion de Aristotele : "la voz e . igno del entendimiento, y el entendimieruo es signo de la co a" (citado en Manzanedo, 1969: 286). En la Su11w Teologica afirma:

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    Digo que las palabras son signos subordinados a Ios conceptos o in- tenciones del alma, no porque, tornado en un sentido propio el vocable "signo ", ignifiquen siernpre las palabras los concepro rnisrnos del

    , Finalmente, Emile Benveniste se sinia de J>la110 en el giro lingutstico

    cuando entiende que las categorias "ontologicas" de Aristotele son ca- tegoria de la lengua: "El pen aba definir lo atributo de lo objeto , no pone mas que seres linguisticos: es la lengua la que gracias a sus propias categorta , le permite reconocerlo s y e .pecificarlos", 0 tarn- bien: "Se sigue que Io que Ari toteles nos da por tabla de condiciones generales y permanentes no es masque la proyeccion conceptual de un estado lingOf tico dado" (1997: vol. I, 70).

    Enrre Ios grand es nominalistas rnedievales esta Guille11110 de Ockham . . Iirma que tanto los conceptos corno las palabra significan las cosas.

    Pero los concepto las designan prirnariamente, y las palabra de modo secundario:

    Es john Locke quien establece que el significado de la palabra es la idea mental corno esencia nominal,

    De de la Edad 1edia se abrio camino una iendencia a hacer del con- tenido inteligible

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    En otras palabras, Ockharn difiere de Aristotele por cuanto este upone qt1e la pa la bra ignifica directamente el concepto (o afeccion

    del alma), mientras que aquel no supone que La palabra signifique el concepto, ino que taruo el concepto come la palabra significan la cosas; el concepto directamente y la palabra indirectamente. Han ob- servado distintos exegeias de su obra que Ockham no deja rnuy clara la relacion entre la. palabra y lo conceptos, Teodoro de Andres usa una metafora para tratar de explicar esa relacion: eJ signo lingufstico verbal recibe luz refleja del signo lingufstico mental (1969a: 25). Pero e to significa que el concepto sl e importance. Ockharn Jo dice rnuy clar .. o al afirmar que al cambiar los conceptos carnbian los significados de las palabra . joe Hierro relaciona este aspecto de la teorfa de Ockharn con lo que se ha venido a llamar en el siglo xx "lenguaje del pensamiento": "Habrla ast, para Occam [Ockharn], un lenguaje natu- ral v. por tanto, unico para la especie humana, que eria el lenguaje mental (menialia uerba), y una pluralidad de lenguajes convenciona- le' con tituido por onidos y por la representaciones graficas de e ros''. Luego concluye: "Chorn ky ( ... ] uene aqui un fil6n mit. rico probablemente que los que el, con tan poca fortuna, ha intentado beneficiar" (I 986: 44).

    f\ diferencia de Ockham, quien destaca la referenda -tanto de concepto como de pa labras-i- a las cosas, Pedro belardo carga las tinta hacia el ignificado intencional, hacia el concepto: "La co as significadas por las palabras son las cosas en tanto que pensadas, o, si e quiere, la co a en tanto que producida por la inteleccione ;

    no las cosas tornadas aisladas del pensamiento" (Abelardo, citado en Beuchat, J 98 J : 4 7). Las palabras vienen de la imposicion, es decir, por convenci6n. Y su significado es la intencion del alma. O. corno explica Beuchot: "La referencia, entonces, de una proposicion es una esencia contenida en una inteleccion objetivada" (56). Incluso la existencia a que e refiere la propo icion es una exi rencia "hablada". De ahf qLie la referencia la denornine Abelardo "cuasi-cosa".

    alma primaria y propiamente, sino p-0rgue las palabras se imponen para significar- aquella mi ma co as que son significadas por los concepto de la rnente, de suerte que el concepto ignifica primaria y naturalmente, y secundariamerue la palabra significa eso 111isn10 (Ockharn, 1994: 14).

    14 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    I "verdad y falsedad son atributos del tenguaje, no de las co as. Y donde no hay Ienguaje. no existe ni verdad ni falsedad" (Thomas Hobbes, LeviaM:n o la maieria,

    firnna y pod.er de una Te'frlibliw eclesuisuca )'civil, (rrad.), de Manuel

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    inmediata y primaria significaci6n no estan por nada que no sean las ideas en la menre del que las u a'' (I 952: 253). Cuestiona ademas la noci6n aristotelica de sustancia. Para ello se vale del principio em- piri ta egun el cual una idea es verdadera si, y 610 si, a e a idea le corresponde una percepcion previa. Las ideas son imagenes, es decir, representaciones, huellas de lo que hemes percibido c1ue quedan en la meme. Si torno un cuerpo puedo destacar e11 el cierta cualidades como largo, ancho y profundidad, tambien su Iorma e incluso el rnovi- miento a que esta sujeto. Pero cuando trato de analizar la percepcion que esta eras la idea de ustancia no encuentro ninguna. Locke con- cluye que la esencia a la cu al nos ref erirnos no es otra cos a que una "e sencia nominal", y 110 la e .encia real que pretendia el Estagirita. e a esencia nominal e refieren las palabras, las palabras son nornbres o signos de las imageries o ideas que nos hacemos de las cosas. En el ca o de Locke, pues, e ta bien la clara la po icion del Ienguaje corno representacion de la idea. Con respecto a Locke hace Ian Hacking la siguiente irnportante ob ervacion: "Locke dice que aunque las palabras solo pueden significar, de modo idoneo e inrnediato, la idea qtie estan en. la mente del hablante", al l)ensar "los hombres les dan una referencia secreta. na dee tas referencia ecretas e : la realidad de las cosas" (I 974: 65 ). Stephen Priest cementa la mi ma tesis: "Estas referencias son secretas en la teorla de Locke porque no estan rela- cionadas con otra mente u objeto flsicos ino con lo que nue tras propias ideas representan" ( 1990: 96). Pero no es solo esta referencia imphcita la que menciona Locke; tambien habla explfcitamente de que las palabras que designan ideas simple: se refieren a co as reales, mientras que las palabras que significan ideas cornplejas dependen del significado convencional que le da la lengua en la cultura de una sociedad deterrninada. Las palabras que expresan ideas simples tienen referenda, las demas no: "Los nornbres de las ideas simples se derivan directamente de la existencia de las cosas, y no son en ab- solute arbitrarias" (Locke, 1952: 263). Mas adelante agrega: Estas esencia de la e pecie de los modo mixto no .on 610 Iormadas por la rnente, sino que son hechas en forrna muy arbitraria, sin pa- irones, o referencia alguna a la existencia real" (264). La diferencia con Aristotele e ta, pue , en el hecho de que solo la ideas simples se refieren a las cosas reales, rnientras que las ideas cornpuestas n.o signi.fican nada fuera del pen amiento y se forrnan arbitrariainenre. Y aqu:i entro11camos co11 la gramatica hist6rica, contraria a la gra- n1atica universal del racionalismo: ''La gent.e de un pafs, en virtud cle u co tu.mbre y u forrna de vida, ha tenido la oca, i611 de forjar

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    diversas ideas complejas, y darles nornbres, lo rnismo que los de otro los reunen en otras idea especifica "(265). E. el er humane el que ordena las cosas dandoles u11 nombre, para que la cornunidad cenga nombres que todos puedan comp render. La frorueras de la especie mediante las cuales los eres hurnanos cla ificamos la cosas son obra humana, "Los hijos de Adan han tenido las misrnas facultades y los mi n10 podere que el ha tenido para Formar idea cornpleja de las modes mixtos" (281). En codas las culturas el lenguaje se establecio antes que las ciencias y las filosoffas; por ello no se puede pretender que el lenguaje no diga la e encia y formas de la co as, pues dee ta hablan s61o los Iilosofos.

    En breve, el fil6 ofo ingle le eta primordial importancia a la ig- nificacion de las palabras con relacion a las ideas, pero reconoce que en el lenguaje ordinario el comun de Jos mortales le da tambien u11 ignificado referencial implicito. La idea imple son nornbrada

    no arbitrariamente sino con dependencia de la existencia de las co- sa ; contrario a la idea: complejas: la ideas compleja y Jos modo mixtos dependen de las distintas Ienguas. "Locke no dice que las ideas dependen de las palabras, sino c1ue en la practica eso sucede generalmente" (Aan leff, J 982: 58). De acuerdo con Aar leffesta teorfa lockeana que destaca la pertinencia de cada lengua en la formacion de ideas (complejas) pasara a Condillac, ya partir dee tea la tradicion alernana: Herder, en efecto, e taba bien permeado por la filosofla francesa conternporanea.

    Leibniz, al igual que Locke, dedica una importanie eccion a "las palabras". De hecho, todo el tratado Nouueaux essais siir l'entendemeni humaine se trata de una respuesra a los planteamientos de! filosofo ingle . Para Leibniz la ideas no dependen de lo nombre , ma bien palabras e ideas son interdependientes. Contrario a Locke, Leibniz piensa en el origen natural del lenguaje. Flay algo natural en el len- guaje, afirrua, )' eso natural e la etimologta. Es la "creencia -escribe Aarsleff=- de que hay e11 ultimo terrnino un unico y radical lenguaje primitivo que ubyace a toda las lenguas de la hurnanidad" (58). Se repite aqui, dos milenios despues, la discusi6n platonica entre el convencionalisrno de Hermogenes y el naturalismo de Cratilo, Leibniz incluye toda la lenguas en ese modelo original, incluso , las de Africa, Asia, Mexico, China y America. El m ito de Ia catda original mantiene su ignificacion. aLtnque no pueda tomarse al pie de la letra. El lenguaje mue tra una cierta sabiduria al mostrarnos la relacion con la creacion. Adan da nombre a Ios anirnales mediante un aero creative: conoce cada creatura, u naturaleza, y le da a i el

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    nornbre apropiado. Muestra asf el lugar ministerial de! ser humano en. el mundo yen armonla entre el micro y el rnacroco mos. Note e q11e Leibniz se sinia, en el rnito adarnico, antes de Babel, mientras qt1e Locke e sinia de put de Babel. Una unica lengua corno rnodelo original e. la base del universalismo Ieibniciano; una pluralidad de lenguas en que cada una expresa las ideas de los hablantes segtin cada idioma e el relativi mo lingu! tico que introduce Locke; es decir, lo que sucede despues de Babel. Leibniz piensa incluso que si las lenguas no rnuestran actualmente esa bella arrnonfa original. es necesario con struirla. De aht u idea de la mathe is uniuersalis o lenguaje universal. Umberto Eco (1994: 20-9 I) hace notar gue, con re pecto a la cuesti6n de la formacion de las Iengua , hay una diferencia erure el capltulo 11 y el capttulo I 0 de! Genesis. El 11 es mas conocido y citado: es el rnito de Babel. Pero el J 0 afirma que de todo modo la lengua e habrian diferenciado de acuerdo con lo pueblos o naciones: "Estes son los descendientes de J afet que poblaron la costa , cada nacion y clan en su propia tierra y con su propio idioma" (Ge11e is l 0: 5). Leibniz nos dice que la leoguas cambian, pero de alg{io modo preservan mucho del lenguaje primigenio (o adamico). Hay algo natural en lo. onido que rnanifiesta una cierta relacion entre ellos y el movimiento de los 6rganos vocales: "el hombre tiene modelados 'LIS organos naturalmente de manera que puedan forrnar onido articulados, que llamarnos palabras, para que dicha sociedad

    pueda constituirse mejor" (Leibniz, 1992: 3 l ). Ahora bien, esto que e da en el origen se continua repitiendo en la lengua por rnucho

    que carnbien: "En el Ienguaje iambien opera el principio de raz6n suficiente porque las palabras no son arbitrarias; hay u.na conexi6n entre palabras y cosas, aunque rara vez podemos encontrar us trazas" (Aarsleff, J 982: 88).

    En el pensarniento de Leibniz, como en el naturali mo de Crarilo, el esrudio de la etimologfa induye algo mas que el estudio del origen de las palabras, pues alcanza la cuestion fundamental de la naruraleza del lenguaje. El lenguaje es un espejo del entendimiento humane, u mejor reflejo U 11 diccionario de las rafces de las palabras iluminarta mucho la historia de la formacion de las naciones. La etimologia deviene un auxiliar del e uidio de la historia. De todos modo Leibniz esta bien consciente del caracter extremadamente conjetural de las eumologtas, El suelo originario del lenguaje son las palabra y el idioma es el fruto. Leibniz piensa que la conexi6J1 entre ideas, pala- bras y cosas no es arbitsaria. "Leibntz retoina en forma 1nodificada la doctrina plat6nica clel lenguaje" ( 8). Tambien esta pre ente en la

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    Todo pensamiento humane se realiza por medic de ciertos signos o caractere . 1 o solarnerue la cosa mi ma , de hecho, ino ni iquiera la idea de la cosa pueden siernpre. ni deben, ser ob ervadas dis- tintamerue y, por ranto, en lugar de estas, por razones de brevedad, se utilizan signos. [ ... ] En la categorfa de los signos incluyo, pues, las palabra , las lecras, las figura qufm icas, astron6rnicas, china , jeroglificas .. la nota n1u icales. los signo estenografico , aritrneti- cos, algebraicos y todos los otros que ur.iliz:an10 en lugar de las cosas

    . . n1ngt1na sustancia.

    filosofla del lengua]e el principio de continuidad, tan caro a Leibniz: Natura iion facit sauus. E to, aplicado al lenguaje, ignifica que toda las lenguas estan interconectadas. desde el moclelo original hasta el presente: "Ya para 1692, Leibniz estaba convencido de que practica- mente todas las lengua . on solo variaciones de la misrnas raices" (88). I-Joy nos es diffcil reconocer esas ralces. El lenguaje primigenio debi6 de e tar cornpue co de interjecciones y partfcula ola . E tas "expresan el acuerdo de los sonidos y las percepciones y afecciones que las cosas producen en el ser humane" (88)-n6r.ese que aquf Leibniz entronca con la teorta expre ioni ta que expondre ma adelante. Verernos que el joven ietzsche sosuene tambien el expresionisrno: el lenguaje como expresion de afeccione ; nada extrafio, pue , que haya recibido algun influjo de Leibniz, como bien lo ha reconocido Oeleuze (cf El pliegue). Hay una armorua original de todas las lengua ; el carnbio ocurrio a largo plazo. Leibniz pien a que la lengua china es una especie de lenguaje filos6fico; cree que es un idioma ruuy apto para el analisi de! pensarniento. Leibniz se pregunta cual e el numero maxirno de enunciado po ibles dentro de un alfabeto Iinito, veinticuatro letras, por ejemplo. Leibniz no dice que ese nurnero sea infinite, ino que, a partir de un cierto momento, volveriamo a decir lo rnismo, un cierto eterno retorno, agrega Umberto Eco (1994: 231). La humanidad comenzaria nuevarnente a decir lo misrno. Leibniz busca precisamente e e alfabeto del pensamiento, ese nurnero rnlnirno de primeras verdades a partir de la cuales pueda construirse un ars combuuuoria, como la denominaba Raimundo Lulic, varies siglos ante . Con este arre combinatoric formarlamos Ia enciclopedia cornpleta del lenguaje humane. El disefio de ese arte combinatorio es uno de tipo rnatematico. Hoy abemo que ese proyecto condujo a la logica matematica; Bertrand Russell, estudioso de Leibniz. Iue uno de S'US in tauradore . o supu o Leibniz que la forrna en que lleg6 a reali- zarse e e arte combinatoric expresara meramerue un formalismo, y

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    Foucault. ha ubicado la teoria repre entacionista muy claramente en. Ia epi terne de la epoca clasica: "El lenguaje clasico no existe, sino q11e funciona: toda su existencia tiene lugar en el pap el representa ti- vo, se limita exactamente a el y acaba por agotar e en eL El lenguaje 110 tiene otro lugar que no sea la representacion, ni tiene valor a no ser en ella" ( 1995: 84). i en Aristoteles la referencia a las cosas se daba, aunque rnediada por la afeccione clel alma, en Locke lo que quedan son las afecciones del alma, las imagenes, las representaciones, las esencias norninale . Locke no es pues el unico que defiende esta idea: es, de acuerdo con el esquerna de Foucault, toda una epoca. En esta epoca la grarnatica racional se hace irnportante. Para los grarnaticos de la epoca clasica el lenguaje conduce el pen arniento a lo univer al; 610 el lenguaje no da los ig110 adecuados para el conocimiento universal. Es justarnerue e11 eUo en lo que se fundamentan las enciclopedias de la epoca cla ica, y asi Io afirma D'Alem bert, El lenguaje perrnite el conocimienro de lo universal, ya traves de ello nos descubre y da la Imagen del mundo. "Por lo mi smo principios por los quc e aprende a hablar se descubren lo principios del isterna del rnundo o el de las operaciones del espiritu humane", escribe Desunt de Tracy (citado en Foucault. 1995: 92). El lengua]e, afirma Condillac, es corno un conocimienro confuso, y la ciencia es un lenguaje bien hecho. En el cada palabra ha sido examinada y cada relacion verificada. Nacido e11 la vida ocial de los hombre , el lenguaje e conocimiento confu o. imprecise y vago. El conocimieruo nos hace pasar de la vaguedad a la precision. 'Lo Ienguajes de la ciencia y la filo ofia se alejan clel lenguaje ordinario para evitar la imprecision e imponer un orden. Con10 escribe Foucault: " aber es hablar como se debe y corno lo pre cribe la marcha cierta de! espfritu, hablar es aber como e puede y segun el modelo que imponen quienes cornparlen el nacimienro. Las ciencia s son idioma bien hechos, en la mi ma medida en que lo idiomas son ciencias sin cultivo" (92).

    El lenguaje como represenracion del pensarniento 110 es solo palabra, nornbre; e tambien di curse, y lo e por la presencia del verbo. "El discurso en el que se emplea esta palabra es el di: curso de un hombre que no concibe 610 los nornbre , sino que los juzga" (Arnaud, citado en Foucault, 1995: 99). El lenguaje e di cur o, y como tal se organiza coino juicio, proposici6n .. S6lo porque el le11guaje es di cur o puede remitir al ser, ''gracia' a e te poder del lenguaje que l1ace pasar el sistema de sig:nos hacia el ser cle Jo que sig11ifi.ca" (l 0-0). El verbo afirma la coexistencia de las representaciones. La coexi ter1cia

    La subjetioidiu! como matriz de las teorlas del Lenguaje I 2 l.

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    2 Vease la imroduccion de Michel Foucault a la Grammaire genirale, en: Dils el ecrits, Paris, Callimard, 1991. vol. I, pp. 732-752.

    no es u11 atributo de la cosa misma sino que es una forrna de repre en- tacion. Asimisrno, los tiernpos de! verbo indican un i tema relative de anterioridad, posterioridad o simultaneidad de las cosas entre sf captadas en ta repre eruacion. El vcrbo " er" tiene, pue , la funcion de ligar el lenguaje con la representacion que de. igna. El ser hacia el cual desbordan los signos del pensarniento 110 es ni mas ni rnenos que el er de! pen amiento. Lo que el verbo " er" designa e entonces el caracter representative del lenguaje. Hablar es representar por medic de signos y dar a esto una forrna sintetica qt1e 610 e l)O ible por el verbo.

    La Granuuaue general,e el raisonnee de Port Royal [ue publicada en 1660; u autore fueron A. Arnauld y C. Lancelot. Para lo gramatico de Port Royal la gramatica imita el orden necesario del pen sarniento. El esquema 16gico de las categortas aristotelicas pasa por entero al di curse."

    Etienne Bonnot de Condillac (1715-1780) prosigue la linea de Locke acentuando aun ma el ernpiri mo en el sentido de un 'en- sualismo, Condillac, co1110 Locke, dedica especial arencion al lenguaje y a la necesidad de signos para pensar: "Todo confirma, pues, que no pen arnos ino con el ocorro de las palabras; y esto basta para hacer cornprender que el arte de raciocinar ha principiado con las lenguas" ( ondillac, 1959: 133). El lengt1aje articulado emerge del lenguaje de los ge tos, del lenguaje de la accion. "Los elernentos del lenguaje de la acci6n nacieron con el hombre }' estos elernentos son los organos que el autor de la naruraleza no ha dado. Por lo que hay un lenguaje innate, aunque no haya ideas de esta especie" (136). Para el conoci- 01 iento teorico se requiere el lenguaje. El pensamienro tiene necesidad de i.gno . El animal 6lo tiene un conocimiento practice: e requieren signos para el desarrollo

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    hablar, Para la adquisicion del conocimiento es nece ario el lenguaje: "En efect.o, era nece ario que los elemento de alg(tn lenguaje, pre- parado de antemano, precediesen nuestras ideas; porque sin signos de alguna e pecie, no seria imposible analizar nuestro pen arnien- to para darnos cuenta de lo que pensamos, esto e , para verlo de modo di tinro" (Condillac, J 959: L36). Las ideas son simultaneas en el pen amiento, uce iva en el lenguaje. Pero una rnultitud de ideas sirnultaneas no podriamos representarlas con claridad y distincion, sino por haber adquirido la cosrumbre de observarlas unas despues de otra , )' ello 6lo ocurre mediante el Ienguaje: "La lenguas son orro tantos metodos analiticos" ( l 4 l ). Pero, "el anal isis no puede hacerse

    in signo " ( 142). Las lenguas han ido rnetodo exacto mientra no han hablado sino de las co as relativas a las necesidades de prirnera urgencia. Las lenguas han ido, entonces, 1nuy limiradas. De pues de satisfecha la necesidade mas primaria e formaron otras. La primeras Ienguas fueron aptas para el razonamiento. En principio la, ideas ab tracta e analizaban por identico medics que la idea sensible , de la cuales se derivan, "No hay hombre en general, luego esta idea parcial no tiene realidad fuera de nosotros, pero tiene una en nue ua alma donde existe eparadarnente cle la, ideas totales o individuales de que es parte" (151). La ideas abstractas son de- norninaciones, nombres, Si no hubiese denominacione , no habria idea ab. tractas, ni tarnpoco generos ni especies. Aarsleff hace notar que la teorfa de Condillac file conocida por Herder. El pensarniento lingul tico habrta pasado de Locke a Condillac, de este a Herder, ya traves de el a Humboldt.

    Es necesario notar que tan to 'De aussure corno Humboldt invier- ten la te is de la epoca cl~ .ica. Pero esa inversion se refiere ma bien a la tesis racionalista, Pues para el empirisrno de Locke y Condillac el lenguaje e manifestacion de la idea, i bien para Locke las idea compiejas dependen de la lengua de cada pats, y para Condillac cada lengua es una forrna de analisis del pensarniento, y este necesita de signo para desarrollarse. El pen amiento en sl e instautaneo pero confuse: s6lo el lenguaje, por ser analitico, trae la claridad al JJen- samiento, Locke llego incluso a la conclusion de la intraducibilidad de una lengua a otra. Tambien para De au ure y Humboldt e el lenguaje el que organiza el pensamienro. "El pensarniento ca6tico por naluraleza eve forzado a preci ar e, a cle ari-ollar e en La lengua", escribe De Saussure (1971: 192). No en van.a la linglifstica aussuriana bajo el in1pulso de! estructural.i 1no va a pasar a ser w1 punro de apoyo para el Ctle tionan1iento del LUeto. La epoca cifisica C

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    desde la subjetividad pen ante. El estructuralismo decodifica el sujeto al cue tionar la oberania deJ pensamiento y hacerlo depender de la lengua. "Sujeto" es una posicion dentro de la lengua.

    En nuestra epoca e oarn Chorn ky quien mantiene un con- tacto abierto con la idea del lenguaje corno f)ensatn:iento invocando la "lingurstica cartesiana" y la Grammoire generate de Port Royal. En ese sentido la teorfa de Chern ky re ulta ba tante cla ica. Chom ky sefrala que las lingufsticas conductista y estructuralista han querido olvidar e ta grandiose tradicion racionalista. Esta tradicion destaco el caracter creative del lenguaje, La fuerza expresiva del esplritu, el logro representative del pensarniento en la palabra, en fin, el Ien- guaje como rnanife tacion de la facultade mentales de! ser huma- no, co1110 ejemplificacion de su capacidad racional. Para Descartes. anota Chomsky, el lenguaje es manifestacion del pensamieruo, crea una re pue ta apropiada anre cualquier ituacion nueva y no e halla determinado por ninguna asociacion fija entre estlmulo y respuesra, ni pore tados Ii iologico . La palabra e la prueba cierta de Ia pre- sencia del pen amiento e condido en el cuerpo. El u o creador del lenguaje se constituye a partir de medics finites pero Iogrando una infinitud de po, ibilidades, Iirn itadas 6lo por regla de construccion. Chomsky repite con Leibniz que "la lengua es el mejor espejo del espfritu humane" (1972:71). La gra1natica generativa que el gran linguista e tadouniden e de arrolla de cribe la competencia tacita del hablante-oyente qt.1e funda su efectiva actuacion en la producci6n y perfeccion del habla, Chorn ky insi teen la cornpetencia lingufstica del hablante: es lo que el sujeto hablante-o -ente sabe implfciramerue de una lengua. EJ conocimiento de un hablante cualquiera es Iinito, lo mi rno que su mernoria, y no ob tante el hablante esta, en cierto modo, e11 posesi6n de un numero infinite de oraciones, lo hay una oracion que sea la ma larga, 'El conjunto de oraciones de una lengua es potencialmenre infinite. Por canto, 1:>ara poder generar un sisterna infinito con u11 numero finite y determinado de reglas, la gramatica tiene que ser un si terna de proce o recursivos capaz de generar o especificar codas las oraciones generadas. El hecho crucial d.el lenguaje humane e la potencialidad de formar ora iones nunca ante formada y de entender oracione nunca antes olda . Cl1om ky no acepta que Ia 16gica pueda servir cle modelo para la actuaci6n. 1 inguf tica del ttielo hablan re. na cosa es el sisrema li11giif tico- natural y otra cosa un sisten1a 111ate1n.atico artificial. La 16gica puecle servir para forn1l.1lar la teorfa de una forina in.as precisa y rigurosa, pero r10 e pl1ede ideutiticar con el lengtlaje. i hay que dejarse

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    3 Vea e rambien el dialogo entre Chorn ky y Foucault en: Ibid, vol. 2, pp. 471-5 I 2. En castellano esce dialogo aparece en: Alfred Ayer y Fon Elders, La ft!osofw y los proble1nas oduales, Madrid, Fundamentos. 1981.

    La palabra, dice Gorgias, e origina a partir de la co a del mundo exterior en cuanto se presentan a nosotros (esto es, a partir de lo sensible}. Ast, de la presencia del sabor nace en nosotros la palabra relativa a esta cualidad, y de la impre i6n de color la refererue al color. Si e toe a I, la palabra no e repre entativa del mundo exterior, ino que es el mundo exterior el que vuelve significaiiva la palabra. Y no es posible afirrnar que la palabra es real de la misma manera que lo es lo visible, de forrna que puede ella cornunicar lo real existence ba ando e en u realidad existence. Pues, no dice Corgia , incluso aunque la palabra 1enga realidad .. difiere del resto de lo real, y en especial los cuerpos visibles son diferenres de las palabras, ya que lo visible es captado por un 6rgano y las palabra por otro distinto.

    La tesis segun la cual las palabras expresa11 sensaciones o "copias" de e11 acione e encuentra n Gorgia de Leontini, en Epicure y en ietz: che, iguiendo 1nuy de cerca a Gorgias. Con respecto a e te aspecto fenornenista de Gorgias son mas bien pocos los testimonies. Sexro Empfrico trae el iguiente:

    El Ienguaje como manifestacion de las sensaciones (fenomenismo de Gorgias y Epicure)

    Foucault se pregunta si no llegarernos a tener un analisis ma ge- neralizado del lenguaje que no permira entrever lo i ornorfi mo . de dos figuras episternicas que son extranas entre si. Y entre los grand es nombres que conforman nue tra episterne lingiif uca, Foucault men- ciona a De aussure ya Chom sky (732 y 733). Para Foucault, enrre la grarnatica de la epoca clasica )' la lingufstica del siglo xx media otra epoca, la de la filologfa, que igue un esquerna hi torico como todo el pensarniento de esa epoca: pensamiento historico y anrropologico. Se trata de una epoca interrnedia en el estudio hisrorico de las teortas del lenguaje, interrnedia entre dos epocas que lo piensan en Iorrna estructural y 111{\S bien estatica, de a hi los posibles isomorfismos en tre ell a . 3

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    La creacion poetica viene a scr del i.ndividuo, distiritiva de el, no de lo que hay en el de con11'.1n a todos lo hombre . Y en general, toda actividad del hornbre paa a con iderarse co1no expresi6n de

    s1gue:

    expresion de la necesidad dado el mundo hostil en qt1e se desen- vuelve el ser humane en dicha latitude ; convierte la nece idad en su pasion, Las lenguas rneridionales, en cambio, nacen de la pasi6n: el hombre

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    obre las huellas de la filosofla de! ultimo \Vitt.genstein, John Aus- tin. (1911-1960) ha destacado tambien la fuerza propia del lenguaje,

    El lenguaje como incitacion a la accion

    El autor toma n1uy en consideracion el a1erpo como portador de irnbolismos. El imboli mo expresivo del cuerpo e el lenguaje de la

    acci6n que se articula con la realidad natural. Los movimientos de! cuerpo con iituyen un sisterna universal de expre ion: "I ... a primera palabra no e e tablecio sobre una nada de cornunicacion, pue to que emergia de conductas que eran ya cornunes y hundia sus raices en un rnundo en ible que habia dejado de er un mundo privado" (Merleau-Ponty, 197 1: 16). El lenguaje es sirubolisrno, sim bolismo mediante el cual el er humane expresa y comunica su subjetividad. "Expre ar no es entonces otra cosa que reernplazar una percepcion, una idea, por una sefial convenida que la anuncia, la evoca o la abrevia" (25). El lenguaje corno expresion no olamente me lleva a cornunicar mi subjetividad, sino a cornprender Ia subjetividad del otro, y no solamente la del mundo subjetivo (le mis contemporaneos y coetaneo si110 tambien la de aquello que me precedieron y dejaron sus huellas en el discurso. "La subjetividad inalienable de mi palabra me hace capaz de comprender esas ubjetividade extinguida s de la que la hisroria objetiva 110 proporciona masque us huellas" (25). De ahi que la linguistica sea uno de los metodos mas importances e11 la recon truccion de la hi toria. La linguf tica es metodo de la ciencia historica. El lenguaje es el organori de mi voluntad de expresar. As1 la fenomenologla de Merleau-Ponty acentua la subjetividad del len- guaje frente ale uucturalismo que predica la anulaci6n del sujeto en la trama de la lengua ode la intertexrualidad. En la fenomenologfa el ujeto hace retrotraer us conocimiento hasta aquellos puntos lf- mite en que el mismo ha vivido y experimentado las cosas. Se funda en la vivencia. Lo rnismo vale para el lenguaje. 11 la comprension del lenguaje e hace necesario descender hasta la red sirnbolica de la expresividad corporal del rnundo sensible. En el lenguaje diario, vivencia de lo sere humanos que me obrepasan en el tiempo yen el e pacio, se entrelaza tambien mi pen arniento. El lenguaje e el lugar sin-lugar donde se proyec..'tan mis vivencias, se acurnulan y recogen, y no 6lo las mta sino tambien las de aquellos cp,1e me precedieron y que justarnenre hacen posible el que yo ahora me proyecte en el lenguaje.

    3 4 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    capitanes arafia , que puede consolidarse, reivindico la posibilidad y la necesidad del sujeto hablante animoso y creador, Tarea de cada uno es intentarlo" (145). Marina pone como primera funci6n de! lenguaje, al menos la mas antigua, la funcion i mperativa, la de dar 6rdenes o suscitar la accion, en lo que concuerda con la retorica segun la exposicion que hicimos. Tambien se u a para informar acerca del mundo en que vivimo . Pero el lenguaje inforrna meno de la realidad propiamente tal q11e de la manera como vemos la realidad. Marina se opone a quienes, como Mallarme y Heidegger, piensan que en , el lenguaje et que habla e el lenguaje. El lo dice taxativamente: en el lenguaje el que habla es el yo. Deahl su enfasis en la manera corno el lenguaje rrabaja lo entimientos, emocione y afecto en general. "El Jenguaje nos situa en medic carnino erure lo personal y lo comuni- tario" (31 ). Esta reaccion contra el objetivismo, el formalismo y otras re i e .tructurali ta )' pose tructuralista e ha venido trabajando en la filosofla de] Ienguaje del siglo xx. El propio Marina cita con frecuencia a ~1 . Bajtin, quien, como vererno , defiende una concep- ci6n dialogico-personali ta

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    Volveremos a encon trar la interpretacion racionalista, pero apli- cada a la Biblia, en Baruch pinoza.

    Las interpretacione no literale eran ya tradicionales en el estoi- cismo y antes incluso en el judafsn10. El judfo helenizado, Fil6n de

    Jejandria, e mueve en una cultura griega sin dejar u fe hebraica

    La interpretacion racionalista de los mites es de otra naruraleza. Tambien ella, ciertarnente, pretende alvar UI"\ nucleo correcto del mito, pero al rnismo tiempo dudan de este corno tal, no debe ser creldo. Ve en las interpretaciones mtticas hecbos historicos disfrazados y exagerados para que parezcan maravillosos, Hay que eliminar de e tas hi torias [Odo. lo elernento obrenaturale y rnaravillo os, y asf se obtiene al final un resto historico verdadero (79).

    en el lenguaje como di cur o-poder; e decir, como un instrumento de defen a deJ ciudadanc en los tribunale , de a seen ode lo politico ante el pueblo o de elogio de los prohornbres que se destacaron en la vida ciudadana. Nietzsche senala que la retorica fue importante en sociedades democraricas como Grecia y Roma en su periodo re- publicano.

    Ciceron y Quintili.ano fueron quiene mejor desarrollaron la retori- ca romana; recogen la herencia sofistica y aristotelica, y la mantienen viva en un medic propicio.

    El e uoicisrno desarrollo un ripo de interpretacien denorninada alegorica. Recuerdese que por medic de su fundador, Zen6n de Citium, lo e toicos tuvieron buena relacion con el pen amiento oriental, siendo rnuy sensibles al motive rnftico-religioso. Crates de cialos, di cipu lo de los estoicos, sigue la interpreracion alegorica, especialmente para u exege i de los texto hornerico . Bu caba en la poesfa homerica un sentido oculto. Wilhelm Nestle distingue la interpreta i6n alegorica de la racionali ta, aplicandola a esta epoca de la que verumos hablando: "La interpretacion alegorica consis te no en entender al poeta literalmenre, sino en buscar una segunda intencion o ignificacion oculta -hijJOrl.oia-, J:>Or debajo de, us Ciguras mlticas, y encontrarla'' (1961: 79). Se enuende, pues, que hay una interpretacion literati ta, o racionalista, ta cual es de suma irnportancia en la inter- pretacion de textos bfblico . Se enfrentaran literali tas y alegorista . Estos buscan una inrerpretacion mas mistica y espiritual del texto. Los literalistas, en cambio, apelan al cexto bu scando un entido historico, que llarnan tambien cientffico por cuanto suponen que el texto evoca unos hechos, y a estos ha de atenerse el interprete:

    4 2 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    Llamarno hermeneutica al conjunto de conocimiento y cecnicas que permiien quc lo ignos hablen y nos de cubran su entidos. Llamarnos semiologfa al conjunto de conocimientos y 1ecnicas que nos permiten saber d6nde estan los signos, conocer las ligas y sus

    Las rnuchas interpretacione no nos ilustran demasiado acerca de lo que dice el lex to, no quedamo con la dudas y, peor aun, en la ignorancia, La interpretacion no parece tener If mites, y, sin embargo, no por el hecho de haber un nurnero ilirnitado de interpretacione sabemo. mas del texto. Lo mismo ocurre en el campo de la leye y lajurisprudencia, agrega Montaigne." e concede autoridad de ley a infinite doctores, a infinite fallo ya otras tanta interpretacione .

    o obstante, (en.contran1os algun fin a la necesidad de interpretar?" (1.060). No nos llevan tannsirnas interpretaciones ala paz: "l5e ob er- va algun prog:reso y adelanto hacia la tranquilidad?". Lu ego concluye: "Obscurecemos y enterramos la inteligencia del iexto: no la descubri- mos sine rnerced a tanto muros y barrera " (I .060). o a sfixiamo en medic de textos, cornentarios y cornentarios de cornentarios. Damos vueltas y vueltas como un gusano de seda, segun su propia metafora, La Frase de Montaigne e pue , ironica; de cribe una practica muy habitual del saber humane, pero una practica con la cual no esta de acuerdo y que critica abiertamente. 1 on taigne e muestra e ceptico con la proliferacion de la interpretacion, con el hecho de que el saber se reduzca a meros cornentarios de cornentarios. Cuando afirrna que "no hacerno rna que cornentarnos" (J .061), Jo dice ironicamente, hace un diagnostico crftico del saber vigente,

    John Locke tarnbien se da cuenta del ejercicio de la in terpretacion y hace su correspondiente diagno tico crftico: "Sucede con frecuencia que un hombre

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    un aspecto gramatical y uno psicologico. En. el momento grarnatical atendemo ante todo a la lengua como tal: "Para ello debe olvidarse al autor -qt1e no es sino tin 6rgano de la lengua=-y fijarse e11 el estudio del vocabulario, la historia de la lengua, la sinonimia y el e tudio gra- matical" (Conesa y ubiola. 1999: 219). El interprete debe er capaz de reconstruir el proceso rnediante el cual se formo el texto. En el rnornento P icologico, la interpretacion ha de tratar de congeniar con el autor; entenderlo rnejor de lo que el rnismo se ha entendido, pues la interpretacion puede adentrar e hasta en lo que ha sido inconsciente para el. autor del texto.

    A Hegel ( 1 770- I 31) se le ha reconocido tambien una i rnpor- tante elaboracion hermeneutica, obre todo con re pecto al rnodo de conocimiento historico. Cruz Vergara ha investigado arnplia y profundaruente este aspecto. Hegel defiende la peculiaridad delcono- cirniento 11i torico; rechaza la tecrizacion de la hi toria que la supone fundada en Ieyes o en eausas a la rnanera de las ciencias naturales. Cruz Vergara .e detiene obre todo en el concepto de" compren ion". La hermeneutica begeliana e diferencia de la posterior porque . e basa en la racionalidad del pensamiento, mientras que la posterior (Heidegger, \Vitcgen rein, Cadamer) coma u punto de apoyo en el lenguaje. Hegel presenta la comprension historica como metodo de las ciencias de! espiritu, rnientras que la hermeneuuca po terior e hace co.010 exigencia previa a la distincion entre ciencia naturales )' del espfritu: exigencia de significatividad. En esr.e (1lti1no ca .o el campo de comprension re ulta, pues, aplicable a toda la ciencias, a todo el aber. El supuesto primordial de H:egel es que el espfriru es racional y la realidad historica tarnbien lo es. El espiritu se piensa a 1 mismo. La naturaleza 110 e externa. El concepto hegeliano de la historia se relaciona con la espirirualidad y la intersubjetividad. La exposicion conceptual busca la unidad interna propia de la realidad e piritual: el nexo de significacion que lo une con el re. to de la reali- dad. Hege] insiste tarnbien en la individualidad que es caracterfstica de la realidad e piritual, En carnbio, la legalidad no hace ju ticia a este aspecto de lo historico. f\. Hegel le interesa resaltar la necesidad interna del proceso hisrorico, que e la uni dad interior de las di tinta manife tacione de lo espiritual. No e un sujero quien a modo de hipotesis une externamente las pare.es del todo. Esto ultimo es lo que hace el entendimiento (Vet-sta.rul), pero ma alla de u u nilateralidad esta la raz6n que compre.nde el movi1niento interno de dilere11ciaci6n. La racio11alidad hist6rica es teleol6gica. e trara de los fines con que la raz6n in1pregna la l1i toria, y en Jo et1ales hasta lo .inclividuo so11

    5 0 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    En el e ptriru objetivo se trata de lo contenidos significacivo com- partidos por una cornunidad. Dilthey de arrolla el concepto de "tipo" co1110 una rnanera de unir lo individual y lo universal del espfriru. La ciencias del espiritu no funcionan con generalidade nomol6gi- cas, sino mediante la captacion de lo individual y lo universal en. lo tipico. Y esta captacion de Jo universal en lo individual es propia de la ciencia del e pfricu.

    Las filosofias son expresion de la vida del filosofo: "En esras ope- raciones racionale la decision entre la posibilidade . de olucion e halla condicionada por la complexion vital de la persona que constiurye el sisterna" (Dilthey, J 944-J 963: vol. 8, 8 ). La filo ofta e deja llevar "por Ia personalidad de un pen ador; y vinculada, por lo mismo, a este" (89). 1 sisterna no deriva solo del pensamiento, de su estructura racional, sino de Ia personalidad del pensador, es expre i6n de u complexion vital. Tarnbien lo conglornerados nacionales ofrecen la base de vida anlrnica desde La cual se destaca el pensador, "Desde este punto de vi ca la historia de Ia filo ofia aparece un poco en el eruido de la historia universal de Ranke, corno una corporaci6n de naciones diversas que ofrecen en sus manifestaciones religiosas, artisticas y filo oficas los ra go comune de un caracter fundarnent."11" (9 I).

    Es Hegel quieu primero parte de la compreusion y propo.ne un meto- do propio para La exposicion de lo espiritual, es decir, de las unidades o totalidades de sentido. Para u exposici6n propone el metodo de lo ab tracto a Jo concrete. Pero en Dilthey se tiene.jurno a chleiermacher, un pa o mas en el progreso de este interuo por diferenciar al nivel del metodo formal de una ciencia a orra (1997: 391).

    objetos de pt1ra exterioridad como Los que nos ofrece la naturaleza, Por la cornpren i6n captamo el igr1ificado. La vida e rotalidad yen esa toralidad las parres cobran significado con relacion al [Odo. La vivencia puede llegar a objetivarse en expre iones fijas; e tas son la que e tudia el historiador: el lenguaje objerivado. la pees fa, los rituales de fas religiones, el pensamiento puesto en la e critura, las obras de a rte, etc.Este e pfritu objecivado tiene relacion con. el e pfritu objetivo de que nos habla Hegel, pero sin la metaflsica de! idealismo absoluto en que el fil6 ofo lo enmarca. Cada generacion experimenta la vida de de determinado nivel vital y J)Or ello da lugar a objetivaciones diferen tes que, por tanto, solo pueden ser comprendidas historicamente. Cruz Vergara ha destacado esta relacion de Dilthey con la filo offa del esplritu objetivo de Hegel:

    54 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    et principio de idernidad, la interpretacion herrnetica descansa. en carnbio, en el principio de impatfa o semejanza univer al. nas co- sas se aseruejan las unas a las otras formando una red de sernejanzas sin principio ni final. T ... a tierra sea emeja al cielo; el hombre serneja , todo el universe, es un microcosmo . Esta es tarnbien la base de la magia. 1 lenguaje hermetico es ambiguo, polivalente, pero en las rede de la similitud e da tarnbien la union de Jo opue to . Ahora bien, el triunfo de la un.idad de los opuestos implica el rechazo de! principio de ideruidad. La red de sernejanzas da lugar a un tipo de interpretacion ilirnitada. No hay un significado ultimo, sino una fuga constance de un significado a otro. Cada cosa tiene SLl secrete. y un ecrero reenvia a otro. El ecreto final e que todo e ecreto (de ah! el

    uso de! terrnino "hermetico" J>ara designar algo oculto y cerrado). El herrnetismo hace que el universe complete se convierta en un fenorneno lingu! tico y al mismo tiernpo le quita al Ienguaje toda u potencia comunicativa. El Corpus henneticum se formo en el siglo 11. Herme Tri rnegi to recibe la revelacion en L1n ueno. En el habla el nails de Platen. Este no11s era la intuicion capaz de reconocer e. en- cias. La agilidad intuitiva del nofts se opone al esfuerzo laborioso del conocimiento ra ional (dionoio). La intuicion e convierte en algo mistico, irracional, vision espontanea y ajena al trabajo del concep- to. El herrnetisrno rechaza tarnbien la linealidad de la ecuencias causales, Entre la cau a y el efecro e cla una imeraccion rectproca. Segun Eco, asumen el principio que podria enunciarse post hoc tngo ante hoc. Y esto e aplica a la interpretacion. En el Corpus hermeticum Platen resulta posterior a Hermes, puesio que Platen es herrnetico. El hermerismo ha renido una existencia discontinua; reaparece una y otra vez. Luego del racionali mo medieval vuelve a aparecer en la alquimia y ta cabala. E11 el Renacimienro se explicita en el platonismo, en la magia y en el cabali mo cristiano. Esta pre ente en Pico della Mirandola, e11 Marsilio Ficino, e incluso en la ciencia moderna con Copernico, Kepler y 1 ewton. Despues aparece en mfsticos, fil6sofos y poeta : Goethe, Ierval, Yeats, chelling, Von Baader; y ma recien- temente en el posmodernismo.

    Eco resume en nueve la tesis fundamentale: de la interpretacion hermetica. I) El texto permite una infinidad de conexione . 2) El Jenguaje 1)0 transmite un significado (u1ico, menos arin la intencion del autor. 3) El lenguaje reOeja la inadecuaci6n del pen. an1iento. 4) n significado u11fvoco es un abortivo, erro1 de un derniurgo. 5) Ellen- guaje se redi1ne aJ con1prender que el seres 1ner-a deriva }'al 1nostrar que e una ilu i6n la idea deuna sig11ificaci6n unica. 6) Cacla uno puede

    62 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    Vease una antologta de esta otra hermeneutica en: Gayle Ormiston y Alan Schrifi (eds.). 'f}at1.ef0r111ing1Ju Hermeneutic Context; Iueva York., Slate University of lew York Press, 1990; y Kauy Eden, Hermeneutics and the Rhetorical Tradition, Yale, Ya.le U niversiry Press, 1997.

    La iesis de Cadamer es que una justificacion episternologica de la racionalidad hermeneutica solo se orienta debidameme si logra lcgitimar la retorica en el rnarco de una teoria de la ciencia: en oira palabra , i legitima unideal antiguo de .aber que el moderno despectivamente denomin6 un saber de autoridad o de letrado" (1995: 100).

    Concluye su Jibro asf. " .i el proyecto de una ontologfa herrneneu- tica 110 quiere perder el mundo -y es lo que ocurre cuando "O uene que no existen hechos, sino solo mterpreraciones=- debera apoyarse en esta evidencia, que se rehu a a ser con iderada como una simple interpretacion" ( 119).

    Casi puede decirse que hay tantas teorfas de la interpretacion corno autore que la propon.en. Una que e in pira en la retorica y otra en la hermeneutica rradicional. ietzsche, Foucault, Derrida, Gadamer y Vattimo asumen la herencia de la retorica aruigua. Derrida habla en e te sentido del hecho de que la interpretacion es performativa, transforma aquello que interpreta. La genealogfa de ietzsche y de Foucault une di cui o }' poder.3Javier Dominguez Hernandez destaca la importancia de la retorica en la hermerieutica de Cadarner:

    66 / Genealogia de/ giro lingiiJstico

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    repudia el origen prirnero puesto ql1e no hay significacion literal 11i propia, ino iernpre metaforica, Freud ve en la rnarcha regre iva un p1111to perrnanente de un inacabamiento en la tecnica analirica. Para

    ietzsche, ya que la interpretacion es iernpre inacabada, ya que 110 hay origen absolute, entonce "no hay nada que interpretar" (Foucault, 199~k vol. 1, 571.). Lo que hay es la significaci6n que los poderosos imponen a todo el re to de la co a ..

    Aquf es necesario detenerse y considerar lo siguiente: Platon y Aristoteles, segun vimo , e tablecieron q.ue el lenguaje es expresion extern a de la idea. Obviamente lietz che rechaza e ta te. i . Ari to- teles aludla a las afecciones del alma como aquello que se expresa en las palabra , pero e a afeccione de! alma son la idea o concepto que nos forrnarnos de las cosa . En lenguaje fregeano podriamos de- cir que la idea es el significado y la cosa es el referenre, A1101"1 bien, en las idea de ietzsche acerca del lenguaje hay vario perfodo . 11e memento nos referirernos al primero. Es en esre primer periodo cuando ietzsche afirrna que el lenguaje e expre ion de lo afecto , de las pasione .. Aristoteles afirma que el Ienguaje expresa las afecciones de! alma; Nietzsche dice que el lenguaje expresa afectos, pasiones. ~ 10 e tan muy cerca el uno det otro? No lo e tan si pen amos qt1e afecciones del alma e traduce como ideas o pensamientos. Arist6te- les alude pues al hecho de que el lenguaje e refiere al pensarniento, mientras que ietzsche e refiere a la expresion de] sentimiento, del afecto. Pero, como verernos luego, distintas filosoflas d.el lenguaje han variado en relacion con que a pecto de la psique humana e hace prirnordialmente presente en el lenguaje. Son Iunciones psf quicas: sensaciones, necesidades, pasiones, afectos, pensarnientos, deseos, accione . El primer Nietz che privilegiarla u11 aspecto de la p sique hurnana qt1e se expresa en el lenguaje (Ios afecios), mienrras que Aris- coteles privilegiarfa otro aspecto (el pensamiento). Aristotele aparece como inrelectuali ta; ietzsche como romantico al defender la idea de] lenguaje como expresion de afectos. El nucleo al que queremos apuntar e que en uno y OtT'O ca o e irata de a pecro de la mente que se expresru1 en el lenguaje. Desde el punto de vista de la sub- jetividad, en este pertodo ietzsche no se sale todavla del esquerna de aplicar a .pecto mentale al lenguaje. Pero ietzsche accede, e11 un periodo posterior, a una posici6n mas radical. Y es ahf donde se puede situar 1na propiamente ti giro liJ1gUistico. Se trata del hecho Ei..tnclan1ental de que es el lenguaje el que estructura el ]Jen amie11to. La grarnadca es la que deterrnina el pensa1nienr.o, y no al reves. La grarn~ttica ir1doeuropea e t.a 0111nipre ertte en la 1:netafisica elaborada

    7 0 / Ceuealogia def giro li11giii,stico

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    Los estructuralista ven en la Iingtnsrica de Ferdinand de au sure el auteruico gi1"0 lingttf uico. El pensamiento, no dice el lingtii ta ui- zo, es como una masa infonne donde no hay ideas preestablecidas y nada es distinto ante de la aparicion de la lengua. El papel caracterisrico de la lengua es el de servir de inrerrnediario entre el pensamiento y los sonidos: "El pensarniento ca6tico por naturaleza se ve forzado a precisar e ya cle arrollar e en la Iengua" (De au ure, 1971: 192) .. La lengua es un sistema en el cual los terminos son solidarios y el valor de cada uno resulta de la presencia sirnultanea de lo otros terrninos. El valor de cada termino e ta determinado por lo termino que lo rodean. Dentro de una misma lengua, codas las palabras que expresan ideas vecina e Iirnitan reciprocamente. Si las palabra e ruvie en en- cargadas de representar conceptos dados de anternano, argurnenta De Saussure, cada uno de ellos tendrfa correspondencias exacras para el ignificado; pero no e asl, De Saus ure in i teen la idea egun la cual

    no podemos concebir la Iengua como sustaucias Ionicas por un lado, y, por otro, corno concepto . la Iengua e un sistema

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    inversa, partiendo

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    El pensarniento tardomoderno, agregamos, no piensa el lenguaje de de el sujeto, ino que, corno dira Foucau It, la existencia del len- guaje pone en cuestion La oberanfa del ujeto que habla. Humboldt piensa en el poder del esptriru para dar Iorma al lenguaje. Las teorfas tardomodernas ma bien parten del poder del lenguaje para dar for- ma al espiritu. El giro lingufstico al estilo de Humboldt permanece aun en la subjetividad, en el ser interior del sujeto, el pensamiento tardomoderno e un pen arniento del afuera.

    I-lay un interprete de los estoicos, Francesco Ador110, que atribuye a Zenon de Citium la idea de una constitucion discursiva de la realidad. "El proceso de la realidad se resuelve en el rnismo proceso del discurso, de] logos, plasmacion extrfnseca de la misma actividad unificadora en una conexi6n de 'nombre 'y de 'propo icione: , y ya no en dialectica o en analltica, o en antilogfas o en sofismas" (Adorno. 1977: 58). Luego continua diciendonos que la logica (Ienguaje) es ciencia dialectica y ciencia rtsica: "Desde e ce pun to devi ca resulta claro en que entido, para Zen6n, la 16gica, como estudio de todas las conexiones de las forma como se han corregido lo discur o (dialectica), es ciencia y es, al mismo tiernpo, ciencia de la realidad (fl ica, }Jorque realidad y discurso coinciden. por lo que verdadero y false estan in dicio" (60). Finalmente, concluye: "El discur o {logo') viene a er lo mi n10 que

    Parece que estuvierarno oyendo a Kant. Aquf lo unico ajeno a el es , el sujeio de la oracion. E te es para Humboldt el lenguaje. Lo cual significa que, en lugar de las condiciories subjetivas a priori de la objetividad, el pone el lenguaje como punto de partida de rodo, como diciendole a Kant que, aunque ambo persiguen la mi ma meta. el por su parte roma otro camino (citado en Cruz Velez, 1995: 31 ).

    unidad y universalidad del espiritu humane estara dada solo en la totalidad de la' lenguas de toda la nacione . " 610 la totahdad de estas cosrnovisiones constituye el concepto de objetividad que nos es asequible" ( 112).

    Heidegger, aunqne elogia la filosoffa del lenguaje de Humboldt, pue toque el mismo se cornprornete con la idea del lenguaje corno apertura del rnundo, le cuestiona el que dependa dema iado de la subjetividad moderna. Aristoteles parte de la cosa hacia la idea y de la idea hasta la palabra. Humboldt sigue el giro subjetualisia de la rnodernidad; como Kant, va del ujeto al objeto: "El lenguaje -dice Humboldt- es el gTan punto de transito de la subjetividad a la ob- jetividad" (citado e11 Cruz Velez, l 995: 3 l).

    8 2 / Ceuealogia def giro li11giii,stico

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    lo sofistas, que el lenguaje es un incitante de la acci6n; yen su primer pertodo, ietz che afirma qne el lenguaje e expresion de lo afecto . Cada una de estas teorfas del Ienguaje se apoya en Ulla de las funciones pstquica : pen amiento, afecto, necesidad, accion. Con el Nietz che po terior, con De Saussure y con \

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    La vista y el tacto juegan, pues, un papel primordial, son en a- ciones a las cuales referirnos casi todas las orras sensaciones: "Las sen aciones del olfato y del oido se hicieron signo de accidentes visuales y tactiles que ni el oido ni el olfato pueden percibir por sf mismas" (43). Las percepcione auditivas y olfativas se hicieron ig- nificativa de las percepciones de la vista y del taceo. Bello la denornina "percepciones sugeridas" porc1t1e, a pesar de (1ue no sean percepciones actuale . la acornpanan y se enlazan Intirnamente con ella . Ast, por rnedio de! oldo apreciarnos tambien la distancia a que puede esrar el objeto ernisor, aunque no sea ese el objetivo primario de la audi- cion. Bello denomina "percepciones ple io copicas" a las que actuan inmediatamenre e11 el sentido organico, coma en el tacto y el gusto; y denornina "apo copicas'' a lo contrario, como en el olfato, la vista y el ofdo (39) .

    . En cuarno a las sensaciones vi .uales,