filosofa latinoamericana

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Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco FACULTAD DE EDUCACIÓN TEMA: FILOSOFíA LATINOAMERICANA Asignatura: SEMINARIO DE FILOSOFÍA. =================================== Docente: Mg. Hector Parra Argandoña. Integrantes: Medrano Toruco, Ruth. Mirano Santacruz, Yanina. Quispe Aparicio, Yarisa Lexi. Santacruz Hanampa, Moises. Surco Yupanqui, Mishel. Semestre Académico: 2015-I

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Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

FACULTAD DE EDUCACIN

TEMA:

FILOSOFA LATINOAMERICANA

Asignatura: SEMINARIO DE FILOSOFA.=================================== Docente: Mg. Hector Parra Argandoa.

Integrantes: Medrano Toruco, Ruth. Mirano Santacruz, Yanina. Quispe Aparicio, Yarisa Lexi. Santacruz Hanampa, Moises. Surco Yupanqui, Mishel.

Semestre Acadmico: 2015-I

Cusco-Per 2015

Presentacin

Presentamos ante Ud. Magister: Hector Parra Argandoa. El siguiente trabajo, puesto que es muestra de nuestro inters y animo de seguir aprendiendo, realizamos una ardua bsqueda de conocimientos y saberes para realizar este trabajo, respecto a la Filosofa Latinoamericana siendo de mucha utilidad para nosotros como futuros docentes y educadores de mentes. De tal forma esperamos que sea de su total agrado y esperamos su comprensin si hubiese algn error spanos comprender.

Introduccin

Por medio de la realizacin de estetrabajose pretende ampliar los conocimientos en relacin a la Filosofa Latinoamericana, partiendo como base de las conceptualizaciones pertinentes. Lainformacinque se presenta comenzar con los conceptos bsicos, para de esta manera posterior a su entendimientopoderestablecer el significado de la Filosofa Latinoamericana. De igual manera se pretende sealar a distintos autores que tratan de analizar esta filosofa e ir enriquecindonos con ms conocimientos. Al tratar todos estos aspectos se espera llegar a formar unaintroducciny enriquecimiento de los conocimientos, contando con la informacin suficiente para saber cun importante fue esta filosofa.

INDICEPresentacin2Introduccin3FILOSOFA LATINOAMERICANA.5EXIGENCIAS PARA UNA FILOSOFIA DE LA LIBERACIN6INTRODUCCIN A LA FILOSOFA LATINOAMERICANA.10HISTORIA11SURGIMIENTO DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANA12A.- LA VERTIENTE ONTOLGICA:12B.- LA VERTIENTE HISTORICISTA:12C.- LA VERTIENTE LIBERACIONISTA.13D.- TENDENCIAS ACTUALES.15PRIMERA FILOSOFA LATINOAMERICANA.15CARACTERSTICAS DE LA FILOSOFA LATINOAMERICANA.16TEMAS DE LA FILOSOFA LATINOAMERICANA17EL HOMBRE17LA VOLUNTAD18LA VIDA18LA LIBERTAD19LA TIERRA19LA CULTURA20LA REVOLUCIN20EL AMOR21DIOS21LA RELIGIN22LA HISTORIA22PRESUPUESTOS EPISTEMOLGICOS22Son genricos y se sintetizan en cuatro:221. Entre las posibilidades epistemolgicas de hacer Filosofa mencionaremos cuatro:23La Filosofa toma dos connotaciones:24INFLUENCIAS EN LA FILOSOFA LATINOAMERICANA.25COMENTARIOS DE LOS AUTORES:271.LA FILOSOFA LATINOAMERICANA COMO PENSAMIENTO CRTICO27CONCLUSIN:39VOCABULARIO49MAPA CONCEPTUAL50Bibliografa.51

FILOSOFA LATINOAMERICANA.

Ms all de la vieja controversia sobre la existencia o no de una filosofa latinoamericana propiamente dicha, parece existir consenso al menos entre la mayor parte de los investigadores del asunto en reconocer que ha habido produccin de ideas filosficas con suficiente calidad[footnoteRef:1] en esta parte de Amrica, tambin controvertida en cuanto a su denominacin de latina. [1: A esta altura de los tiempos, la filosofa de Hispanoamrica dispone ya de los recursos tcnicos necesarios para plantear el problema del hombre en los trminos universales de la episteme, de la filosofa como ciencia rigurosa. De hecho no solo ha planteado el problema, sino que ha propuesto teoras muy dignas de atencin en cualquier parte- sobre todo en esa misma parte donde fueron producidas Nicol, E. . El problema de la filosofa hispnica. Fondo de Cultura Econmica. Mxico. 1998. p. 72.]

La filosofa, en sentido estricto, para sus calificaciones y denominaciones jams debi haber sido reducida exclusivamente a gentilicios o a patronmicos. En s la filosofa no ha sido exclusivamente griega, latina, alemana o francesa, -pues los griegos se nutrieron de ideas de otros pueblos de la antigedad, los romanos en mayor medida al tomar de la de los griegos, y los tiempos modernos alemanes y franceses tomaron mucho tanto de la filosofa antigua y medieval como de algunos de sus contemporneos como ingleses, espaoles, holandeses, etc. De la misma forma que tampoco se debe admitir la existencia de una filosofa exclusivamente platnica, pues que hubiera sido de Platn sin Scrates y los presocrticos, ni tomista, pues cuanto le debe Tomas de Aquino a Aristteles y a mltiples pensadores latinos y cristianos, ni llamarse exclusivamente marxista, pues que hubiera sido de Marx sin Rousseau, Kant, Hegel o Feuerbach para solo mencionar los mas inmediatos, y no detenernos en Epicuro o Demcrito que tanto le entusiasmaron durante su juventud o heideggeriana, pues quien imagina a Heidegger sin la poderosa huella de Nietzsche, Dilthey, Begson, Husserl, etc.

En el mbito cultural latinoamericano, si por tal se entiende fundamentalmente el que se constituye desde la conquista y colonizacin europea en los territorios dominados por espaoles y portugueses, se ha producido desde el siglo XV un cultivo de ideas filosficas que pueden y deben ser consideradas, en sentido estricto, expresin del primer momento de la filosofa latinoamericana.

El pensamiento filosfico en Amrica Latina ha constituido tambin, como en otras latitudes, un proceso de emancipacin mental, de superacin de los mecanismos enajenantes que han tratado de subhumanizar al hombre. Este ha dialogado permanentemente con el pensamiento de otras culturas, entre las que sobresale, Naturalmente, la europea, pero no exclusivamente con ella. Por tal motivo resulta errneo considerarlo como simple eco de la misma, como an algunos pretenden.

EXIGENCIAS PARA UNA FILOSOFIA DE LA LIBERACIN

Llamamos "Filosofa de la liberacin" al discurso estrictamente filosfico, saber cientfico-dialctico, que da prioridad temtica (el "de" como genitivo objetivo) a la praxis de liberacin del oprimido (histrico social como clase, geopolticamente como nacin, sexualmente como oprimido por la ideologa y prcticas machistas, pedaggicamente alienado y todo encerrado en un fetichismo idoltrico), y prioridad en cuanto origen y fundamentalidad (el "de" como genitivo subjetivo) a la liberacin de la filosofa de la ingenuidad de su autonoma absoluta como teora.La "filosofa de la liberacin" es un saber terico articulado a la praxis de liberacin de los oprimidos, hecho que piensa en primer lugar y como condicin de posibilidad de todo otro tema. Lejos de pensar que "toda la filosofa es crtica del lenguaje" afirma que la filosofa es crtica de la opresin y esclarecimiento de la praxis de liberacin.

La filosofa de la liberacin es por consiguiente un "arma de los oprimidos, piensa y aclara los temas ms urgentes, organiza su racionalidad ya dada, explica sus articulaciones, se transforma en baluarte de la "lucha ideolgica" contra el "discurso dominante" (Dd) y contra sus "aparatos hegemnicos" (Ah). Evidentemente, este anti-discurso filosfico tiene necesidad tambin de ir promoviendo sus propios aparatos antihegemnicos (Aa), tales como escuelas de filosofa, publicaciones (libros, revistas, simposios, movimientos). Estos aparatos anti-hegemnicos justos reciben la violencia de la persecucin y el sadismo infinito del dominador.

La lucha entre la filosofa de la dominacin y de la liberacin manifiesta en nivel terico la violenta lucha de clases que en Amrica Latina, como siempre, el dominador inicia en primer lugar. En este nivel, como en otros, la filosofa de los pases pobres tiene necesidad de los filsofos de los pases ricos responsables con sus naciones de lo que acontece fuera de sus fronteras, pero producido por sus empresas multinacionales, sus polticos y sus ejrcitos.

Espacio poltico, represin y aparatos anti-hegernnicos

La Amrica Latina actualmente realiza la experiencia que Europa vivi en parte con el nacismo y el fascismo que pretendan implantar un capitalismo nacional autnomo en Alemania e Italia, mas tuvieron que resignarse a un capitalismo apenas semi-dependiente del norteamericano, se encuentra en una situacin sumamente compleja, ms llena de los dolores agnicos del parto de una nueva poca histrica del continente. La filosofa de la liberacin es un producto terico y estratgico de una profunda revolucin que atraviesa a todas nuestras naciones. Al pensamiento filosfico es connatural expresarse en un "espacio" de cierta libertad, la mnima. Cuando le falta la "mnima" libertad, la filosofa emigra, se exilia, muere y el cuerpo del filsofo va a la crcel, desde Boecio a Gramsci (ya que la prisin es una forma de muerte, o al cementerio (como mi colega de Mendoza, el filsofo Mauricio Lpez, o mi alumna de filosofa Susana Bermejillo, bella mujer asesinada a pualadas por grupos para-policiales en 1975).

1.1. La filosofa de la liberacin est reprimida hoy en Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Hait, Guatemala, Honduras. El "espacio" poltico para el pensamiento crtico es nulo. La ideologa militar de la "Seguridad Nacional" aprendida principalmente en las escuelas de los Estados Unidos, como West Point o la School of the Americas en el canal de Panam, no tolera, ni fsicamente al sujeto filosfico de la liberacin, ni su contradiscurso dialctico o popular. La represin llega incluso al nivel psico-social34, y la tortura se la emplea como un medio para realizar el pretendidamente anarquista regreso al "orden" occidental y cristiano. Ser filsofo de la liberacin en esta situacin significa "peligro de muerte". Todava, los que decidan valientemente permanecer en los respectivos pases deben "mimetizar" su discurso para no desaparecer. Por eso es muy difcil juzgar su "criticidad" desde el exterior, porque permanece ocultamente la praxis de liberacin popular de manera cotidiana, aparentemente montona, nada radical en sus propuestas. Sea como fuere, pesa sobre ellos el peligro de la autocensura, del reformismo, del tercerismo. Para ellos, todo el respeto y admiracin. Tal vez ellos sean hoy los filsofos cuya opcin popular los haya llevado a revivir en el riesgo permanente de perder la vida para no dejar de pensar. Mas nosotros, que estamos en el exilio, en un "espacio" poltico mayor (ms articulados como los "cautivos de Babilonia" con el "espacio" cero de Jerusaln, la patria reprimida), desenvolvemos nuestro discurso de liberacin con un doble contenido: de un lado, como crtica clara y radical de los errores tericos cometidos (en filosofa poltica: el populismo) y, por otro lado, lanzndonos decididamente a esclarecer los grandes temas estratgicos que con relevancia y pertinencia deber ocupamos en los prximos decenios.

1.2 El discurso filosfico crtico tiene un "espacio" poltico creciente en el Brasil, Per, Bolivia, Ecuador, Santo Domingo. Panam, dada la crisis de las dictaduras militares y la apertura a ciertos tipos de social-democracias. En muchos de estos pases la filosofa resurge como de una "noche oscura" de la inteligencia. No hay originalidad, el camino es difcil, un pasado de larga opresin o de falta de pensamiento crtico dificulta el camino.

En tiempo de maduracin, de esclarecimiento estratgico, de profundizacin de la filosofa de la praxis que comienza a tornarse hegemnica en los medios intelectuales articulados con los movimientos populares nacientes, emergentes, en situaciones que todava no son de alguna forma revolucionarios (exceptuando algn pas centroamericano). La tentacin de muchos es en este caso el populismo ya que las posiciones revolucionarias radicales deben ser matizadas a fin de que se tornen viables.

1.3. Se tiene la impresin, por el contrario, que se est cerrando el "espacio" poltico para el pensamiento filosfico en Colombia, donde los militares tienen cada vez mayor presencia en la vida nacional en vista del surgimiento de los movimientos campesinos y obreros. La filosofa de la liberacin crece en aquel lugar, y an tiene posibilidades, dada su posicin mimtica en el pensamiento populista y cristiano. La situacin es preocupante. Clebres cientficos sociales fueron presos y torturados. Hora histrica extremadamente dura.

1.4. El discurso filosfico de liberacin tiene posibilidad de su ejercicio en pases con libertad relativa, como Mxico, Venezuela, Costa Rica y Puerto Rico y muy especialmente porque en todos ellos un movimiento de un cierto "nacionalismo" est ganando las masas populares contra las pretensiones de un imperialismo norteamericano (en dos casos por la posesin de las fuentes energticas; y otro, por la conciencia de independencia; en otro, por su proximidad con Nicaragua). En posicin de anti-dependencia, la cuestin de la liberacin es apoyada incluso por la burguesa nacional o interna (liberacin nacional populista), lo que permite ampliar el "frente" de aliados y crear aparatos anti-hegemnicos de filosofa (escuelas o facultades de filosofa con programas ms adecuados, revistas, colecciones de libros, movimientos, etc.). Por otro lado, estos aparatos anti-hegemnicos en estos pocos pases se vuelven estratgicos para todo el continente. O sea, justo un "espacio" de produccin filosfico-crtica que puede "ser exportada" a los pases sumergidos en la ms horrible represin, y donde todava no florece una filosofa Latinoamericana de Liberacin. Es en este punto, nuevamente que los filsofos de los pases "ricos" pueden ayudarnos en un doble frente, en una verdadera "alianza para la filosofa crtica": en el frente de los pases oprimidos (publicando en sus lenguas nuestra produccin y enviando estas publicaciones de sus pases a los nuestros, donde nos es imposible entrar, lo mismo con los libros), y en el frente de sus propios pases (creando una corriente de opinin favorable a un pensamiento crtico-liberador en los pases del Tercer Mundo). Esto nos lleva al ltimo punto de nuestras reflexiones4; pero antes debemos detenernos en otro mbito de ejercicio filosfico.

1.5. En el proceso socialista de Cuba y de Nicaragua en el prximo futuro, la filosofa de la liberacin tiene que pensar otros temas, diferentes de aquellos pases donde la revolucin es todava un acto futuro. El tema central que debe ser pensado dentro de la situacin de crecimiento presente en Cuba y de construccin en Nicaragua, no es tanto la cuestin poltica, sino principalmente el nivel tecnolgico-productivo e ideolgico. De un lado, el aumento de la productividad, el desenvolvimiento de las fuerzas productivas, est exigiendo una filosofa de la produccin que llamara "filosofa de la poiesis". La filosofa de la liberacin abre as un nuevo captulo afirmando que la tecnologa no es universal y con autonoma absoluta, sino que responde a necesidades y exigencias determinadas por el grado de evolucin de la formacin social y con respecto a la revolucin cientfico-tecnolgica. La filosofa crtica debe desenmascarar las estructuras del "tecnologismo" que justifica la dependencia productiva de los pases del Tercer Mundo o subdesarrollados.

Una segunda cuestin de fondo en los pases socialistas latinoamericanos es saber formular una "nueva teora de la religin" a partir del propio discurso marxista, donde el atesmo como antifetichismo y el materialismo como el estatuto ltimo del culto (ofrecer a otro un producto del trabajo), permita situar a la religin como praxis y trabajo infraestructural, como estructura positiva y de Liberacin. Esta cuestin es estratgica para la revolucin latinoamericana, porque permitir impulsar a todo el pueblo, con profunda conciencia religiosa, para el proceso liberador, no solo no negando su religacin a la trascendencia religiosa, sino apoyndose en ella para encontrar motivaciones absolutas enfocadas hacia la praxis revolucionaria.

INTRODUCCIN A LA FILOSOFA LATINOAMERICANA.

El trmino Filosofa latinoamericana hace referencia a un proyecto filosfico que propugna, por una contextualizacin de la filosofa en el mbito latinoamericano y no, como podra inferirse, al conjunto amplio de corrientes filosficas practicadas en los distintos pases de Amrica Latina. Es el proyecto de una filosofa surgida desde Amrica Latina y enfocada en la reflexin sistemtica sobre sus problemas y situaciones propias. Conviene por ello realizar una distincin tcnica entre Filosofa en Latinoamrica y Filosofa latinoamericana.En el panorama universal se habla de Filosofa y se piensa en Grecia y ms tarde en Alemania, por ninguna parte aparece la Filosofa Latinoamericana.La Filosofa Latinoamericana quiere hacer comprender que ella tambin tiene un papel en este teatro de la existencia humana. Como todas las filosofas del mundo, la Filosofa Latinoamericana nace de una reunin de elementos en los que sobresalen el indgena, el espaol, el africano. La Filosofa Latinoamericana no es fruto de un encuentro como quien dice un sentarse a discutir y ver cul tiene mejor Filosofa sino un acto violento en el que una nacin se impone a otra y le impone sus mentalidad.Qu repercusiones tuvo para el mundo el tropiezo accidental de Coln con Amrica lo podemos comprender en la frase: Antes de revelarse la existencia de un nuevo continente la ciencia no pudo llegar a ninguna conclusin positiva sobre la estructura del cosmos...con Amrica se inicia el mundo moderno... comienza el progreso de la ciencia...Europa alcanza su nueva dimensin, sale de las tinieblas, aunque por otra parte se hunde en las tinieblas de las barbaridades y del genocidio ms grande hasta ahora conocido por la mente humana. Vespucci mismo comprendi la magnitud que signific el descubrimiento llegando a proponer que se le llamara Nuevo M. Con las informaciones de Vespucci desaparecen las afirmaciones de San Agustn, las teoras de Aristteles su propio mito de Ptolomeo, es decir: cuanto hasta la vspera se tuvo por verdad incontestable.La verdad nueva destruye la autoridad de siglos. Amrica pasa a ser as madre de la duda. Aun cuando San Agustn considera que los ciudadanos del cielo solamente podan hallarse en Europa, Asia y frica, con la exclusin de otros posibles orbes alojados en el Ocano.Stefan Zweig explica el impacto producido por las noticias del nuevo mundo: Mundus Novus, dos palabras que revolucionaron la concepcin del cosmos como nada antes lo haba hecho.Coln hasta la fecha de su muerte, qued ciegamente envuelto en el error de que, habiendo descendido en Guanahan y en Cuba, haba puesto la planta en la India. Cuando entr a Barcelona para informar a los reyes de su descubrimiento, vena de Cipango, traa seis indios de oriente, papagayos de Japn.... En la enciclopedia de Diderot, bajo la palabra Amrica aparece: La historia del mundo no ofrece quiz conocimiento ms singular a los ojos de los filsofos que el descubrimiento del nuevo continente que, con los mares que lo rodean, forma todo un hemisferio de nuestro planeta del cual los antiguos no conocieron sino 180 grados....El descubrimiento vuelve a actualizar cientos de mitos europeos empezando por considerar a Amrica como la Atlndida. Se hablaba de las amazonas, un agente de Carlos V escriba al emperador a los puertos de Santander y Laredo han llegado sesenta naves con diez mil amazonas, atradas por la fama de ser muy hombres los naturales de esas provincias. Venan a hacer generacin y pagaban por su trabajo a cada garan que las prease quince ducados.... Los hombres llevan piedras preciosas en la cara y en el pecho. Ninguno posee nada propio porque todos los bienes son del comn. Los hombres tienen tantas mujeres cuanto quieran, ya sean madres, hermanas... luchando entre ellos se comen unos a otros... pueden vivir hasta ciento cincuenta aos de edad. HISTORIAEl proyecto de elaborar una filosofa propia, anclada en la idiosincrasia y en las realidades latinoamericanas, se desarroll durante el siglo XX en tres vertientes diferentes: 1) la vertiente ontolgica, tambin llamada "americanismo filosfico", que reflexiona sobre la identidad nacional o continental; 2) la vertiente historicista, que busca una comprensin filosfica de la historia de Amrica Latina y la formulacin de una historia de las ideas en el continente; 3) la vertiente liberacionista, ms conocida como "filosofa de la liberacin", que reflexiona sobre las condiciones para la emancipacin poltica, econmica y cultural de los pueblos latinoamericanos.

SURGIMIENTO DE LA FILOSOFIA LATINOAMERICANAA.- LA VERTIENTE ONTOLGICA:El nacimiento de la primera vertiente, tambin llamada americanismo filosfico, puede rastrearse hasta las primeras dcadas del siglo XX en Mxico, como fruto del ambiente nacionalista que haba generado la revolucin mexicana. La revolucin de 1910, con su carcter nacionalista, anti imperialista y anti oligrquico, promovi en Mxico una reflexin sobre el ser del hombre mexicano y latinoamericano, que se tradujo en una serie de ensayos literarios con pretensiones filosficas, como por ejemplo : La raza csmica misin de la raza Iberoamericana (1925) e Ideologa: una interpretacin de la cultura iberoamericana (1926), ambos escritos por Jos Vasconcelos Caldern. Pero es en el libro de Samuel Ramos El perfil del hombre y la cultura en Mxico (1934) donde puede apreciarse una primera configuracin del proyecto de una filosofa sobre lo mexicano. Tambin es importante la creacin del Grupo Hiperin, conformado por filsofos como Emilio Uranga, Jorge Portilla, Luis Villoro y Joaqun Snchez McGregor. De este grupo se destaca la obra de Uranga Anlisis del ser mexicano (1952).Partiendo entonces de Mxico, el americanismo filosfico gener toda una serie de obras en todo el continente, cuya influencia se extendi durante casi cuatro dcadas (1930-1970) y de las que pueden destacarse las siguientes: La seduccin de la barbarie. Anlisis hertico de un continente mestizo (1953) y Amrica profunda (1962) del argentino Rodolfo Kusch; Amrica Bifronte. Ensayo de ontologa y filosofa de la historia (1961) del tambin argentino Alberto Caturelli; Pueblo continente (1937) del peruano Antenor Orrego; El problema de Amrica (1959) del venezolano Ernesto Maz Vallenilla; El sentimiento de lo humano en Amrica (1951) del chileno Flix Schwartzmann; La invencin de Amrica. Investigacin acerca de la estructura histrica del nuevo mundo y del sentido de su devenir (1958) del mexicano Edmundo O'Gorman y La filosofa de lo mexicano (1960) de Abelardo Villegas. B.- LA VERTIENTE HISTORICISTA:Esta segunda ramificacin se origina tambin en Mxico y es impulsada inicialmente por la influencia del filsofo espaol Jos Ortega y Gasset a travs de su discpulo Jos Gaos, quien llega a Mxico a finales de los aos treinta como refugiado a causa de la guerra civil espaola. Adoptando las tesis historicistas de su maestro, Gaos delinea el proyecto de reconstruir la historia de las ideas como base para elaborar una Filosofa en lengua espaola, ttulo de su importante libro publicado en 1945. Pero no hay duda de que la gran figura del historicismo latinoamericano es Leopoldo Zea, discpulo directo de Gaos, quien propone y desarrolla una reflexin sistemtica sobre la historia de las ideas en el continente como presupuesto indispensable para la generacin de un filosofar propio. Desde su tesis El positivismo en Mxico (1943), pasando por Amrica en la historia (1957), El pensamiento latinoamericano (1965) y Dialctica de la conciencia americana (1976), hasta su original Filosofa de la historia americana (1978), Zea recorre un camino que le convierte en el gran impulsor del proyecto de la filosofa latinoameriana.La obra pionera de Leopoldo Zea tuvo repercusiones continentales y cont con importantes continuadores, entre quienes habra que destacar cuatro figuras principales: el uruguayo Arturo Ardao, el peruano Francisco Mir Quesada Cantuarias y los argentinos Arturo Andrs Roig y Horacio Cerutti Guldberg. El aporte de estas figuras radica sobre todo en su reflexin metodolgica sobre el problema de la historia de las ideas. De Ardao se recuerda principalmente su seminal ensayo Historia y evolucin de las ideas filosficas en Amrica Latina (1979), y de Mir Quesada sus dos excelentes libros Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano (1974) y Proyecto y realizacin del filosofar latinoamericano (1981). Arturo Andrs Roig ha desarrollado una extraordinaria obra de reflexin sobre la historia de las ideas en sus libros Teora y crtica del pensamiento latinoamericano (1981) y Rostro y filosofa en Amrica Latina (1994). Por su parte, Horacio Cerutti, conocido ya por sus crticas en la dcada del setenta al proyecto de la filosofa de la liberacin, ha publicado importantes reflexiones sobre historia de las ideas: Hacia una metodologa de la historia de las ideas (filosficas) en Amrica Latina (1986) y Filosofar desde nuestra Amrica (2000).El legado de la historia latinoamericana de las ideas se ha dejado sentir en varios pases: en Uruguay Yamand Acosta; en Argentina Hugo Biagini, Adriana Arpini, Clara Alicia Jalif de Bertanou y Dina Picotti; en Brasil Joao Cruz Costa; en Per David Sobrevilla; en Venezuela Carmen Bohrquez y Javier Sasso; en Cuba se destaca la labor de Pablo Guadarrama en la Universidad de Santa Clara; en Colombia fue importante la creacin en 1977 del Grupo de Bogot por parte de algunos profesores de la Universidad de Santo Toms; en Mxico sobresale la labor de Mario Magalln en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNAM; en Espaa la exhaustiva obra de Jos Luis Abelln, y en los Estados Unidos la de Jorge Gracia, Ofelia Schutte y Jos Luis Gmez Martnez.

C.- LA VERTIENTE LIBERACIONISTA.Mientras que las dos vertientes anteriores nacen al extremo norte del continente, en Mxico, la filosofa de la liberacin nace en el extremo sur, en Argentina. Fue all donde hacia comienzos de la dcada del setenta empez a surgir un movimiento filosfico que recoga las preocupaciones articuladas por otros sectores de la intelectualidad latinoamericana como la sociologa de la dependencia y la teologa de la liberacin. Antecedente importante fue la publicacin en 1968 del libro Existe una filosofa de nuestra Amrica? del peruano Augusto Salazar Bondy, en el que se plantea que la autenticidad de la filosofa latinoamericana vendr como autoconciencia de la situacin de alienacin y dependencia en la que se halla sumido el continente.Puede decirse que los acontecimientos fundacionales de la filosofa de la liberacin son el II Congreso Nacional de filosofa realizado en la ciudad de Crdoba (1972) y la publicacin, en el mismo ao, del libro Hacia una filosofa de la liberacin latinoamericana. All aparecen las figuras iniciales del movimiento: Enrique Dussel, Mario Casalla, Carlos Cullen, Horacio Cerutti, Julio de Zan, Daniel Guillot, Juan Carlos Scannone y Oswaldo Ardiles. Filsofos todos de distintas provenencias y orientaciones, pero que coincidan en la necesidad de una filosofa comprometida con los procesos de emancipacin poltica, social y cultural de Amrica Latina.La persecucin desatada por la feroz dictadura militar en Argentina oblig a un xodo masivo de los filsofos de la liberacin hacia mediados de la dcada del setenta. En Mxico se estableci el que llegara a convertirse en la gran figura del movimiento y con quien estn asociados sus principales desarrollos tericos: Enrique Dussel. All escribe su libro programtico Filosofa de la Liberacin (1973) y desde all inicia la continentalizacin del movimiento. En Mxico se firma en 1975 la clebre "Declaracin de Morelia" en la que convergen filsofos pertenecientes a las tres vertientes consideradas en este artculo: Abelardo Villegas, Leopoldo Zea, Francisco Mir Quesada, Arturo Andrs Roig y Enrique Dussel. La incansable y prolfica obra de Dussel - de alcance slo comparable a la de Leopoldo Zea - hace de la filosofa de la liberacin un movimiento conocido en todo el mundo. Se recuerdan los dilogos emprendidos en la dcada del noventa con filsofos de la talla de Karl-Otto Apel, Richard Rorty, Paul Ricoeur y Gianni Vattimo. Entre las numerosas obras de Dussel habra que destacar: Filosofa tica latinoamericana (1973), Mtodo para una filosofa de la liberacin (1974), Introduccin a la filosofa de la liberacin (1977), 1492: el encubrimiento del otro. Hacia el origen del mito de la modernidad (1992), tica de la liberacin en la edad de la globalizacin y la exclusin (1998) y Poltica de la liberacin (2008).La filosofa de la liberacin ha encontrado eco en varios pases. En Brasil hay que destacar la obra de Hugo Assman, Roberto Gomes y Sirio Lpez Velasco; en Colombia la de Jaime Rubio Angulo y Germn Marqunez Argote; en Costa Rica ha sido muy importante la contribucin de Franz Hinkelammert, original pensador alemn conocido por sus libros Crtica de la razn utpica (1984), La fe de Abraham y el Edipo occidental (1990) y El grito del sujeto (1998); en Bolivia se destacan los aportes de Juan Jos Bautista, discpulo de Dussel y Hinkelammert. Una recepcin importante ha encontrado la filosofa de la liberacin en Europa (Hans Schelkshorn) y Estados Unidos (Eduardo Mendieta y Linda Martin Alcoff), as como en el Grupo modernidad/colonialidad, del cual Dussel forma parte.D.- TENDENCIAS ACTUALES.El legado de la filosofa latinoamericana, en las tres vertientes mencionadas, ha sido transformado sustancialmente hacia comienzos del siglo XXI por obra de tres figuras principales: el cubano Ral Fornet-Betancourt (Ral Betancourt), el ecuatoriano Bolvar Echeverra y el colombiano Santiago Castro-Gmez.Fornet-Betancourt propone un "giro intercultural" de la filosofa de la liberacin que la convierta en un puntal para el dilogo con distintas tradiciones filosficas de la humanidad. La obra de Echeverra podra ser ubicada como una prolongacin crtica de la vertiente ontolgica en clave de filosofa de la cultura, sobre todo en aquellos textos donde realiza una caracterizacin del "ethos barroco" de Amrica Latina como alternativa a la racionalidad capitalista de la modernidad europea. Por su parte, Castro-Gmez se inscribe como heredero de la vertiente historicista, pero repensndola desde la genealoga de Michel Foucault y desde los estudios poscoloniales latinoamericanos. De Fornet-Betancourt destaca el libro Crtica intercultural de la filosofa latinoamericana actual (2004), de Echeverra La modernidad de lo barroco (1998) y de Castro-Gmez sus libros Crtica de la razn latinoamericana (1996) y La hybris del punto cero (2005)PRIMERA FILOSOFA LATINOAMERICANA. Entre los patriarcas y precursores, se aceptan como primeros a:a- Alejandro O. Deustua, Per, profundo en su Filosofa Latinoamericana, dice que hay ideas fuerza como: libertad, amor, tierra que son las que la hacen Latinoamrica.b- Jos Enrique Rod, escribi mito griego, motivos de Proteo (Mitologa), El mirador de Prspero. Trata de que el hombre americano tiene voluntad de ser algo, de ser distinto.c- Raimundo de Farias Brito. Primer filsofo brasileo, insiste en la finalidad; L.A tiene un fin distinto luego tiene fin nuevo.d- Alejandro Korn. Primer filsofo argentino. L.A. debe buscar sus propios valores terrgenos, depurar las influencias ideolgicas.e- Enrique Molina, Escribi Filosofa americana insiste en vida, libertad. El latinoamericano debe vivir esta tierra nueva, vivir ese espritu, vivir la libertad.f- Pedro Enriquez Urea. La Filosofa Latinoamericana es la americana.g- Carlos Vas Ferrera. La Filosofa Latinoamericana debe ser el concretismo latinoamericano, es decir, hablar en concreto lo que los europeos hablan abstracto.h- Antonio Caso, lo tpico de la Filosofa Latinoamericana debe ser el eclecticismo.i- Jos Vasconcelos. Su filosofa se basa en la raza, escribi la raza csmica en 1925. A.L es la parte donde confluyen las razas: blanca, amarilla, negra. La raza mestiza es la raza futura, estos pueblos ofrecen una raza de perfiles personalsima y de manifiesta originalidad encaminada a dar de s una quinta raza, la raza csmica, el mundo tendr que imitar a L.A., escribi La ideologa o ideologa del indio, la cual es el conjunto de reflexiones histrico-filosficas acerca de la vida contempornea, los orgenes y porvenir de esa rama de la especie humana que se conoce con el nombre de raza iberoamericana. Porfirio Barba Jacob, aclarando su actitud ante la cultura escribe que buscando soluciones al tema de la cultura, lea libros en europeo, y yo soy modelacin del barro de Amrica, quiz ese barro en su prstina tosquedad. Si por aquel antao hubiese tenido ya su forma de hoy la metafsica de Vasconcelos, donde por primera vez he sentido que se habla a los hombres egregios de mi propia raza.CARACTERSTICAS DE LA FILOSOFA LATINOAMERICANA. Victoria de Cartula Br clasific las caractersticas:

1) - Proyeccin vital (Guillermo Francovich) penetracin del pensamiento abstracto en los repliegues de la vida concreta, humana, cotidiana; se mete al campo social, contenido poltico (Alfredo Carillo), Filosofa del producto social (Luis Alberto Snchez).2)- Complejo de factores comunes mezcla racial, lengua, historia, religin.3)- Factor geopsicolgico, gran valor de lo telrico, sentimentalmente distintas concepciones del espacio y tiempo al europeo.4)- Elementos histricos todo fluye hacia la integracin. 5)- Primitivo espritu aventurero de los conquistadores lleva a la bsqueda de su propio ser.6)- Marcado individualismo que acenta las diferencias ideolgicas. 7)- Proceso de independencia las tradiciones siguen uniendo a los pueblos8)- Juventud por su historia que los lleva hacia adelante alejando el colonialismo.9)- Sentimiento del tiempo (Waldo Ross) distintos tipos histricos del hombre; el tiempo viene del futuro hasta hundirse en un pasado esttico.10)- Aportes tnicos que se funden y forman nuevas complicaciones espirituales.11)- Cuestiones econmicas sociales, la divisin en clases sociales an es palpable.12)- Problemas polticos que representan el desequilibrio cultural. 13)- Conmociones revolucionarias reaccionarias que afectan a nuestros intelectuales, esto ha alejado las vocaciones filosficas.14)- No es un sistema de ideas abstractas sino que se integra por medio de un conjunto de condiciones subyacentes del pensar, del sentir, del concebir y otros supuestos (Humberto Plaza).15)- No hay uniformidad ni conformidad, la Filosofa se est haciendo constantemente.

TEMAS DE LA FILOSOFA LATINOAMERICANAEL HOMBRE

El humanismo que aterriz al hombre que viva pendiente del ms all lo hizo desarrollar el ansia de aventura y ac se realiz el ms ac.1.1 EL HOMBRE BIOLGICO:Atendiendo al concepto de la raza entre el gnero humano slo se pretenda clasificar a los dems seres humanos, no europeos en razas inferiores, al encontrar al indgena se pone en duda la humanidad de ste, se justifica la esclavitud tomando al indio como siervo por naturaleza (concepto aristotlico que figura en la poltica), justifican el derecho de conquista, se justifica la suplantacin de la cultura.1.2 EL HOMBRE METAFISICO Nuestros filsofos siguen a Husserl, Mounier, Scheler, Ortega y Gasset, Heidegger pero desde y en circunstancia americana. La teora del hombre de Francisco Romero (Arg): el hombre es el pice de toda la naturaleza y culmina con el desarrollo espiritual. El hombre se realiza cuando sus facultades intelectuales captan su ambiente como realidadEl personalismo de Antonio Caso: el ser superior a la cosa (inanimada) es el ser vivo o individuo. Ser persona es existir singularmente, ser insustituible. El hombre es social pero esas relaciones si no llevan a unin verdadera, despersonalizan. Para la realizacin personal es necesaria la libertad.LA VOLUNTAD La incorporacin de Amrica a la cultura occidental signific la afirmacin y triunfo de la voluntad contra el dogmatismo medieval. Los hombres de voluntad poderosa como Bolvar dan el ejemplo que los caracteriza.Concepto negativo de la voluntad en Raimundo de Farias Brito: escribi mundo interior donde hace de la conciencia el foco de la reflexin interior para interrogarla sobre el fenmeno volitivo. El hombre no crea en el triunfo sobre la voluntad, entonces quiso anularla, voluntad es un sentimiento de carencia o la conciencia de una necesidad o sea deficiencia de ser, es nada en s, slo un estado del alma, voluntad es fuente del sufrimiento humano (Schopenhauer). La voluntad no es libre. Dejarlo todo para maana parece ser una caracterstica de Latinoamrica y se explica por la concepcin de Faras Brito.LA VIDA La Filosofa Latinoamericana extrae de ella sus contenidos primarios. Ac se caracteriza por su contenido rico, problemtico e inestable.Concepto esttico de Jose Pereira de Graca Aranha: la vida nos la figuramos, siendo que no puede ser concebida; la esttica de la vida es la que alcanza la unidad absoluta con el universo. La vida ser una perpetua alegra incorporando los hombres al magnfico espectculo del universo como elemento esttico.Concepto sicolgico en Ins Segura Bustamante: La vida humana est sujeta a leyes y cada suceso no tiene existencia sino dentro del esquema que los produce. Nuestra conducta es fruto de la voluntad. La vida obedece a hbitos biolgicos, intelectuales y emocionales. El hbito es sobre lo que gira la sociedad humana. El ideal de la vida de L.A. no es llegar a ser un mecanismo viviente.LA LIBERTAD Desde el descubrimiento, Amrica es signo de libertad. La primera independencia, antes que todas las europeas, excepto la de Suiza, se dio en Amrica. Hubiera sido un error esperar que el descubrimiento hubiera sido un hecho pacfico, no era de esperarse menos de un grupo de conquistadores que en su gran mayora no tuvieron escuela, eran analfabetas y a quienes Vitachuco describe andis matando, robando, saqueando cuanto hallan, tomando mujeres y hijas ajenas...andan vagabundos, mantenindose del sudor ajeno.Puede decirse que ms notable que el descubrimiento de Amrica es el descubrimiento de que el americano es un hombre libre, o destinado a serlo. Con esto renace la consideracin perdida de la dignidad humana. El abogado de Antonio Nario quien fue acusado por traducir y promulgar los derechos del hombreen la Nueva Granada hizo la defensa del acusado demostrando que esas enseanzas coincidan con pasajes de la Summa de Santo toms.Somos oprimidos desde los indgenas hasta hoy. La libertad es el ideal americano en el que hay que valorar a Bolivar, Rocafuerte, Mart, Fernando Gonzlez.LA TIERRA Estamos en un mundo con riquezas inmensas, la tierra nos liga a ella. Los fenmenos fsicos actan en Latinoamrica con una fuerza irresistible para despertar en el hombre la aspiracin hacia lo absoluto. Gran inclinacin a lo telrico, montes, ros, pampas, volcanes, nieves. La conquista significa desarraigo en los aborgenes. El sentido de comunin espiritual con el medio natural tiene una gran tradicin con los mitos y tradiciones aborgenes.Guillermo Francovich, al igual que Rodolfo Kusch resaltan el valor de lo telrico. El subconsciente csmico de Guillermo Francovich, La tierra es el soporte natural del hombre. La naturaleza con su fuerza influye fisiolgicamente e influye con cierto misticismo sensualista que acopla el ritmo vital del hombre con el ritmo vital del universo. Caldas dedica todo un artculo para mostrar el influjo del clima sobre los seres organizados, para l el clima influye en los gustos, inclinaciones virtudes y vicios. Hay que entrar en contacto con el medio.LA CULTURA Grupo de la apologa de la cultura americana Buenaventura Salinas (Per).Cultura nuestra en la que se valora el arte, la msica, el folclore, el baile.El problema de la cultura latinoamericana segn Alberto zum Felde: la cultura de Latinoamrica an no es real sino que somos parsitos de Europa; subestima lo indgena y lo telrico como cultural, ac se expresa el pensamiento de Neruda: En un pas en que persisten todos los rasgos del colonialismo, en que la multitud de la cultura respira y transpira con poros europeos tanto en las partes plsticas como en la literatura, tiene que ser as. Todo intento de exaltacin nacional es un proceso de rebelda anticolonial y tiene que disgustar a las capas que tenaz e inconscientemente preservan la dependencia histrica"La cultura es un rgimen de conciencia, liberado de todo convencionalismo. La cultura de Latinoamrica ha de ser la integracin de una sntesis histrica que renueve y surta el caudal de la cultura humana.Actitud del intelectual de Latinoamrica ante los problemas de la cultura en Alfonso Reyes: es necesario olvidar mucho de lo que nos dio Europa. Emanciparse de lo ya dado para poner a flote lo original.LA REVOLUCIN No es slo poltica sino que tiene que abarcar todos los aspectos. A veces se atribuyen las revoluciones a pasiones e instintos desbordados. Los pueblos americanos hasta hoy han tenido que hacer por revolucin lo que los europeos por evolucin. Representantes de estos son Jos de Sanmartn, Eugenio Mara de Hostos.La revolucin interpretada como una de las formas de la interpretacin por Jos Mart. La revolucin es un hecho necesario en el desarrollo y es como una forma de evolucin. La revolucin es indispensable cuando hay hostilidad. La revolucin surge de la presencia discordante de factores opuestos. Luego de la independencia quedaron rastros de la colonia que propician las revoluciones. No es necesaria la violencia. La revolucin o se extingue domina.Revolucin y revolucionismoen Eugenio Maria de Hostos. El perodo revolucionario es una frmula de emergencia en la evolucin. La revolucin significa un aspecto diferenciado que puede asumir distintas formas pero siempre integrante de un proceso social. Revolucionismo es una enfermedad social y se caracteriza por el politiqueo y militarismo.EL AMOR El latinoamericano es apasionado; ante las dudas apela a las razones del corazn, posee una inmensa capacidad de amar. Nuestra Amrica se quiere superar por el amor.Concepto epistemolgico en Carlos Astrada: entender el amor, el cristiano tiene mucho que aportar; no debe ser insensible. Se inspira en Max Scheler. Mientras ms capacidad de amarse se posea, ms conocimiento se tendr de las cosas. Con el amor conocemos las cosas en profundidad. Las ideas en la conciencia surgen ms del amor que de la razn.Concepto metafsico en Guillermo Francovich: el amor es lo que confiere la humanizacin. El amor es acercamiento comprensivo entre las personas; el amor se funda en un sentimiento de identidad esencial entre los hombres.El amor es una realidad positiva y eficiente. El amor est en la esencia de la vida.DIOS No es con la llegada de los espaoles que entra Dios en la historia latinoamericana. Los pueblos indgenas eran creyentes. El sentimiento religioso sigue dominando en la vida de Latinoamrica. Hay mucha variedad de creencias.Uno absoluto de Vasconcelos. El uno absoluto es donde se cumple la mxima virtualidad de cada potencia, es la meta hacia la que apuntan los seres. La belleza es resplandor del espritu santo. La comunicacin con Dios se logra por el amor y la belleza. Llega a la nostalgia de Dios. Dios siempre ha estado presente en lo indgena. Es necesario repensar a Dios.Dios finito y mltiple de Waldo Ross, la soledad engendra la divinidad. Dios es finito y mltiple y es el tejido de actos heroicos sobre los cuales l se origina.Dios inmvil de Raimundo Farias Brito, si la voluntad es manifestacin de nuestra imperfeccin porque ella es la manifestacin psquica de lo que nos falta para estar completos entonces el ser perfecto no ha de tener voluntad y como la voluntad es la fuerza motriz entonces Dios ha de ser inmvil, inmutable y eterno. Dios crea por amor divino. En Dios pensar es hacer. El universo no es uno sino multiuniverso.LA RELIGIN En Leyendas de Guatemala, Asturias muestra el estremecedor y bello mundo de imgenes de un catolicismo barroco unido a la cosmologa mstica del Popol Vuh, que son testimonios de un sensible sincretismo que pertenece a la disonante herencia de la conquista.LA HISTORIA En la vida histrica todos contribuimos, ninguno es neutral. El L.A. ve en la historia las causas de sus males. El gran error en la independencia fue tratar de romper con nuestro pasado; nuestro pasado est siempre presente. Para Jos Mart los conquistadores aniquilaron el florecimiento de los pueblos indgenas.Determinacin de los tipos histricos por las diferentes tendencias de la sensibilidad vital segn Guillermo Francovich: en la historia hay dos esferas diferentes, una de profundidad y gran valor otra de superficialidad que no trasciende. Las actividades vitales frente a los hechos determinan la sustancia de lo histrico. La historia nos descubre la marcha progresiva de la humanidad; contina hacia adelante, no se repite. Para los Nahuath la vida era un escenario cambiante donde nada era estable.PRESUPUESTOS EPISTEMOLGICOSSon genricos y se sintetizan en cuatro:a- Postulado de la unidad fenomenolgica: que A.L es un fenmeno tnico, posee una totalidad, posee un pasado que no empieza en 1492, posee elementos integradores como la lengua, la religin, la cultura. Cuando Roosevelt deca que mientras LA siga siendo catlica no podemos dominarla, no se refera tanto al hecho de la iglesia como si ella estuviera en contra de las posturas de los EEUU sino que se refera a esa unidad cultural religiosa y lingstica que es casi opuesta a los EEUU protestantes, ingleses.b- Postulado del sentido de la Filosofa: no tiene el sentido del academicismo, es ms en orden de la hermenutica de la interpretacin de la realidad y adems es teleolgica es decir con una finalidad determinada para transformar la realidad, tiene carcter poltico en el sentido de querer cambiar una realidad social, no se esconde bajo la mscara de la neutralidad poltica que de todas maneras nunca ha existido entre los filsofos, baste pensar en el papel de Aristteles mientras los griegos desangraban los otros pueblos o a Heidegger, el cual durante durante el nacismo tom la ctedra de Husserl sin ningn remordimiento de conciencia.c- Presupuesto de la apertura de las fuentes: la fuente tradicional es la fuente del filsofo, la obra del filsofo. La Filosofa Latinoamericana dice que eso no es cierto y que es necesario buscar otras fuentes, los textos no escritos ej. el mito del negro y del indio, la fuente arte para ser fuente significa que debe ser la expresin de un pueblo a travs de un artista y es cultural; si es cultural muestra una cosmovisin que implica una realidad, la cosmovisin refleja una antropologa cultural, el arte no es neutro, es comprometido. Folclor y la literatura son juntos con el teatro y la novela fuentes no formales de la Filosofa.d- Buscar la originalidad, la peculiaridad, lo original; somos mestizos, se hace Filosofa Latinoamericana en base al mestizaje.1. Entre las posibilidades epistemolgicas de hacer Filosofa mencionaremos cuatro:1.1 Filosofa en Amrica Latina; denota el hecho de que ha habido Filosofa anterior a la civilizacin europea y la conquista an en la poca precolombina ej. Aqu en A.L.1.2 Filosofa de Amrica Latina: denota lo americano, se puede escribir aqu o fuera de Amrica Latina p.ej.: Hegel, que nunca pis nuestra Amrica, escribi sobre A.L. en su discurso filosfico-histricoconsidera que Amrica no tiene historia, pues ni su geografa, ni su conformacin poltica ni su mismo material antropolgico tritnico y mestizo, tienen los suficientes mritos para convertirse en dignos mediadores en el proceso de autobsqueda, reencuentro y liberacin del espritu.Hegel precis la inferioridad de los americanos, segn l impotentes moral y fsicamente. En cuanto los europeos llegaron a Amrica los indgenas fueron desapareciendo al soplo de la actividad europea. An entre los animales se encuentra la inferioridad que vemos en los hombres. Ac sobra hacer cualquier tipo de comentario, ms bien deberamos preguntarnos cmo es que a esa persona se le siga considerando como filsofo, se le sigue considerando como tal y no como autor intelectual del racismo y del nacismo. Hegel considera como inferioridad intelectual y de espritu lo que no es la causa sino las consecuencias del colonialismo y exterminio de los pueblos aborgenes incapaces de defenderse ante el armamento europeo; la inferioridad no suceda en la persona sino en el armamento y las enfermedades que vinieron con los conquistadores y diezmaron la poblacin en un par de siglos. Por otra parte en Lecciones sobre la Filosofa de la Historia Universal, hablando del nuevo mundo Hegel dice: Por consiguiente, Amrica es el pas del porvenir. En tiempos futuros se mostrar su importancia histrica, acaso en la lucha entre Amrica del norte y Amrica del sur ya prevea el hegemonismo de los EE.UU, aunque necesitaramos agregar, que no es slo Amrica del Sur sino toda Latinoamrica la que lucha contra el norte. Ya Bolvar prevea el problema: los EE.UU parecen destinados por providencia para plagar la Amrica de miseria a nombre de la libertad.1.3 Filosofa desde Amrica Latina: denota una manera de ver. Todo lo eterno de la Filosofa o que se ha considerado as debe ser repensado desde Amrica Latina.1.4 Filosofa para Amrica Latina: se puede hacer cuando se est en capacidad de tomar la realidad latinoamericana. La Filosofa toma dos connotaciones:A- Axiolgica, que la Filosofa tiene que servir a Amrica Latina,B-Pragmtica, lleva el conocimiento a la prctica de la transformacin.1.1.1 Limitaciones radicales epistemolgicas: A.- Evolucin paralela con determinantes exgenos: dependencia de lo ajeno, dependencia de todo lo que viene de otra parte, evolucionamos paralelamente pero con retraso de lo europeo.B.- Imitacin de lo ajeno, inautenticidad, afn de imitacin.C.- Retardo temporal: todo llega tarde, se nota en la imitacin, planeacin y educacin.D.- Alienacin: ignorancia de lo propio, sabemos lo de nosotros pero no lo nuestro.E.- La superficialidad: poca profundidad.F.- Desfase entre los intelectuales y el pueblo, no se procura una Filosofa popular.1.1.2 Entre las tareas de una Filosofa Latinoamericana mencionaremos cuatro:I- Desenmascaramiento crtico de nuestra dependencia filosfica.II- Adquisicin y purificacin de nuestro logos, de nuestra manera de ser latinoamericanos. Un hombre es dueo slo cuando se posee, se posee cuando sabe pronunciar su verbo y pronuncia su verbo cuando sabe elegir, tomar lo nuestro.III- Conciencia poltica de nuestra situacin.IV- Alimento de nuestra esperanza (utopa); ideal irrealizable. Filosofa mestiza, una sabidura. Que la Filosofa renuncie a su complejo de superioridad, la opcin por el pueblo es la solucin de una Filosofa mestiza.

INFLUENCIAS EN LA FILOSOFA LATINOAMERICANA.A.- Escolasticismo tardo con Octavio Derisi (obispo argentino) y Wagner de la Rosa (Per).B.- Positivismo y Utilitarismo: Jos Ingenieros (Arg). Durante el gobierno de Santander en Colombia se reglament el establecimiento de las universidades y con el apoyo de Vicente Azuero, se introdujo en los estudios los textos de Bentham y Tracy. A mediados del siglo XVIII se public en Francia la Enciclopedia.En la Nueva Granada, Nario fue influencido por la filosofa de Rousseau y de sus continuadores, y Simn Bolvar, cuyo maestro lo educ de acuerdo con las doctrinas descritas por el ginebrino en el Emilio representa la doctrina democrtica, ideolgica que confiere la plenitud del poder a la voluntad del pueblo, se dice que Bolvar tena como libro de cabecera el Contrato social.C.- Culturalismo o Espiritualismo humanista. Ayudan los antecedentes y los factores le sirven de aliado. El espiritualismo viene ya depurado de resabios dogmticos, reconoce sus virtudes al positivismo.D.- Dinanismo Monista. Fruto de los elementos occidentales con los de oriente. Se trata de tender un puente filosfico por la sntesis del pensamiento de oriente y occidente. El indoamericano se acerca a esa tarea ya que por su humanidad se acerca a la oriental pero ha recibido herencia de Europa.E.- Vitalismo1-Bergsoniano XX, Bergson por su reaccin anti intelectualista y el mtodo de la intuicin.2-Raciovitalistas, Ortega y Gasset, Los transterrados: Jos Gaos, Xavier Zubir y Recasens. Ortega y Gasset por su reconciliacin de la vida con la inteligencia.F.- Historicismo. Los estudios histricos haban sido racionalistas de la cronologa, solo reunan una visin externa y acadmica. Dilthey: influy en el sur con Carlos Astrada y Risiero Frondizi.G.- Existencialismo Heideggeriano con Eduardo Mays Vallenilla (Ven) (1925) sartriano. Alberto Wagner de Reyna (Per) 1915, plantea cmo pueden combinarse algunos rasgos del pensamiento existencialista clsico con algunos aspectos esenciales de la tradicin catlica. El hombre americano debe convertirse en cruzado para rescatar su definitiva cultura mestiza por cierto, que lo pondr a salvo as del positivismo como del marxismo en aras de su personalidad religiosa. As mismo ha realizado una importante labor como ensayista analizando algunos aspectos de la cultura peruana latinoamericana. Wagner de Reyna fue maestro de muchos filsofos peruanos y ocupa un destacado lugar en la historia de la filosofa moderna del pas.H.- Marxismo. Victor Ral Haya de la Torre, fundador del APRA Y Jos Maritegui (Per), tambin Luis Alberto Snchez, el tiempo histrico es algo dotado de personalidad, distinto del tiempo cientfico.Bolivia: Humberto Plaza, el problema histrico surge de la pugna del indigenismo autctono que quiere trascender y la civilizacin moderna que quiere imponer su forma a la vida material.Cuba: Enrique Pieyro y Herminio Portell Vil, estos con sus Biografas Americanas y vidas de la unidad americana presentan la realidad americana como una realidad viva y funcional.I.- Existencialismo. Se trata de ver que se est siendo como su propia circunstancia. Se quiere encarar de frentre la vida (ej. los artesanos que no fabrican en serie sino creando a diario). No estn enfermos de nusea, derrotismo sino que se yerguen a la conquista de su ser.Mxico, Leopoldo Zea, (1912), escribe Amrica como conciencia donde denuncia el querer amoldar las circunstancias americanas a las europeas, se quiere someter la realidad a las ideas (lo que sea pero ya).Argentina, Carlos Astrada, el presente es un punto de resistencia donde gravitan la tristeza del pasado y la nostalgia del porvenir el espritu libre de lo que lo aprisionaba vierte a la eternidad que es colocarnos ms all de lo caduco y perecedero.Cuba, Humberto Piera, el existencialismo se justifica por ser la Filosofa actual.J.- Liberalismo. Eloy Alfaro (Ecu), fue presidente del 1895-1901 y 1906-1911. Paladn del liberalismo radical, dio impulso a obras pblicas y desarroll la enseanza. Promulg la constitucin 1906 que estableci la separacin de la iglesia y el estado. Su administracin en el aspecto econmico, lo consagr como una de las grandes figuras polticas. Muri asesinado.

COMENTARIOS DE LOS AUTORES:1. LA FILOSOFA LATINOAMERICANA COMO PENSAMIENTO CRTICOAutor: RICARDO SALAS ASTRAIN Publicado: March 25, 2007 Mencionando diversos aportes y tpicos, queremos anotar que la cuestin de la filosofa latinoamericana en estas tres dcadas ha dado origen a importantes direcciones especulativas y tericas. En todas estas diversas expresiones, ms all de sus innegables diferencias y matices, se ha intentado responder de una forma rigurosa a la cuestin de una filosofa latinoamericana, y en todas ellas me parece que la cuestin de la reflexin y de la crtica surge como una cuestin central para entender un nuevo modo de entender la filosofa en los contextos sociales y culturales de nuestros pases.Quiero partir indicando que la pregunta que nos convoca en esta Mesa, desde mi perspectiva exige responder a partir de las marcas histricas que este pensar tiene para nosotros los pensadores chilenos, y para decirlo al modo de una problemtica que hizo famosa Husserl, refiere directamente al mundo de la vida en el que se inserta la filosofa en Amrica Latina, tanto para aquellos que valoran esta perspectiva investigativa como para aquellos que sostienen que esta formulacin es un contrasentido. Cuales quiera sea la posicin asumida, la cuestin acerca de una tal filosofa no ha dejado indiferentes a los filsofos chilenos ni latinoamericanos en las ltimas dcadas.Como los dems colegas que me precedido, ya han hablado con muchsima propiedad de lo que ha acontecido con las diversas tradiciones de este pensar: tanto en la tradicin histrica de los cronistas jesuitas expulsados del continente, en la filosofa decimonnica, como en las diferentes corrientes filosficas de las primeras dcadas del siglo XX, dar por presupuesta todas estas referencias al modo de un contexto y me concentrar en las cuestiones referidas a esta filosofa latinoamericana en estas ltimas tres dcadas, siguiendo en parte mi propia experiencia intelectual vivida en mi primera formacin filosfica que coincidi con los primeros tiempos de rgimen militar. No s si en los otros pases se habr dado con la misma intensidad las tensiones entre una filosofa acadmica universitaria y una propuesta en el marco de una filosofa latinoamericana, pero quisiera relevar que en ese Chile de los aos 70, preocuparse del tema de un filosofar latinoamericano no tena ningn lugar dentro del espacio acadmico formal, y para muchos jvenes estudiantes que nos formbamos en la disciplina filosfica, esta bsqueda de un pensar impregnado desde los contextos histrico-culturales, se deba realizar enteramente fuera de los cursos universitarios .La respuesta adecuada a esta pregunta entonces est enraizada claramente a los diferentes contextos sociales, culturales y polticos donde se ha practicado nuestro quehacer en nuestras universidades y el sentido que se le ha dado a ella en las sociedades latinoamericanas. Empero, es importante indicar que ya existen relevantes teoras que han intentado clarificar esta problemtica, donde es menester mostrar el papel significativo de algunas obras claves y de ciertos autores latinoamericanos que no podemos soslayar ni silenciar el impacto de sus obras. Hace ms de tres dcadas, el aporte clave fue del filsofo peruano Augusto Salazar Bondy quien titulaba una pequea obra en forma de pregunta; all se planteaba Existe una filosofa de Nuestra Amrica?. Esta interrogante, aunque l la respondi negativamente, ha sido reformulada de diferentes maneras, y es interesante revisar las pluriformes respuestas que se han dado a esta cuestin en el curso de estos treinta ltimos aos. Hacindose pronto eco de esta interrogante, responda al poco tiempo, el mexicano Leopoldo Zea con su libro La filosofa americana como filosofa sin ms. Este debate forma parte de la polmica ms significativa acerca de este punto en los aos 70. Pero, no slo fue sta una discusin slo entre un filsofo peruano y un mexicano, porque esta interrogante tambin tuvo enorme eco y fue respondida desde diferentes pases de acuerdo a los procesos emancipadores de los 70. Por mencionar uno que ha marcado fuertemente es el que se levant en el contexto politizado argentino, donde tuvo gran relevancia el Manifiesto en pos de una filosofa de la liberacin, que se ha hecho cannico en las dcadas siguientes con la obra del argentino Enrique Dussel, sin lugar a dudas ste es el proyecto filsofo ms prolfico y universal que han generado los filsofos latinoamericanos contemporneos. Con el pasar de los aos, esta postura liberadora se ha decantado, matizado y se han generado nuevas formas de pensamiento alternativo en Argentina: se han aadido la respuesta de Arturo Andrs Roig, donde la filosofa latinoamericana se la ha entendido como una teora y crtica del pensamiento latinoamericano, o se ha destacado el carcter inculturado de la filosofa latinoamericana. Asimismo, en los ltimos aos se le ha agregado la perspectiva de una filosofa intercultural, tal como lo propone el filsofo cubano Ral Fornet-Betancourt, que prosigue una lnea de una filosofa arraigada en el pensamiento indgena y popular, tal como la propuso desde los 60, Rodolfo Kusch. Entre nosotros chilenos, habra que destacar sobre todo el aporte de los colegas Eduardo Devs y Carlos Ossandn, y del extinto Mario Berros, un perpicaz estudioso del mundo popular. Mencionando estos diversos aportes y tpicos, queremos simplemente anotar que la cuestin de la filosofa latinoamericana en estas tres dcadas ha dado origen a importantes direcciones especulativas y tericas. En todas estas diversas expresiones, ms all de sus innegables diferencias y matices, se ha intentado responder de una forma rigurosa a la cuestin de una filosofa latinoamericana, y en todas ellas me parece que la cuestin de la reflexin y de la crtica surge como una cuestin central para entender un nuevo modo de entender la filosofa en los contextos sociales y culturales de nuestros pases. La cuestin de la filosofa latinoamericana exige me parece una profundizacin respecto de las diversas formas que asumen las racionalidades al interior de las culturas, en el que es preciso destacar que el saber, la reflexin y la reconstruccin crtica surge por doquier en las diversas formas de entender el pensar filosfico. La filosofa latinoamericana en esta rpida panormica filosfica de los ltimos treinta aos nos permite entender en su plena complejidad el entramado del pensar, pero no como algo exclusivo de la filosofa, ya que el pensar requiere ampliarse al conjunto de las racionalidades presentes en las ciencias sociales y humanas, que de un modo u otro, han reflexionado, en un nexo entre explicacin y comprensin, acerca de los paradigmas de la modernizacin, de la modernidad y de la identidad cultural, por mencionar tres temas relevantes de estos ltimos aos. En este sentido, quisiera partir indicando que la cuestin de la existencia de la filosofa latinoamericana que nos convoca en esta Mesa acerca de filosofa latinoamericana, presupone responder por una filosofa que mantiene tambin relaciones muy profundas con la sociologa, con la economa, la teora poltica, y actualmente con la teora de la comunicacin. Pero la cuestin referida al pensamiento crtico latinoamericano abre una interrogante ms crucial, que me parece que a veces queda oculta entre los filsofos y los cientistas sociales; a veces, existe una precomprensin de la racionalidad como algo exclusivo de las ciencias y de las racionalidades estructuradas a partir de una lgica cientfica: para decirlo de otro modo, hay un tipo de incomprensin acerca del espacio propio de la conciencia reflexiva y crtica en las culturas latinoamericanas como si ella fuera algo que se reduce nicamente a los intelectuales profesionales. Justamente nuestra mirada apunta a cuestionar esta idea, de manera que un aporte del pensamiento crtico sera justamente ir a la inversa del modo practicado por las tendencias cientificistas y logicistas antes sealadas. Sostenemos que no se puede desconocer de ningn modo el papel de la reflexin, de la crtica y de la construccin de un conocimiento entre los diferentes tipos de sujetos que actan y cuestionan la realidad social y cultural latinoamericana, pienso por ejemplo en las autoridades indgenas, en los lderes de los movimientos campesinos; en este sentido, me interes la idea Miguel Rojas Mix acerca de los jesuitas Cronistas del siglo XVIII, que en su pensar de exiliados se trasunta un trabajo como filsofos, pero habra que proseguirlas en las diversas formas reflexivas y crticas que ha dado el exilio en estas tierras de permanente dispora. El pensar es parte de una actividad cultural que est presente en las diferentes tradiciones culturales, y lo que cabe es mostrar como se despliegan estas diversas formas en los contextos. Para concluir esta introduccin quisiramos explicitar nuestra hiptesis: considerando la rica y contempornea productividad intelectual, vinculada a tradiciones propias y perspectivas multidisciplinarias, se trata de entender que todos estos conceptos aludidos acerca del pensar son problemticos, queremos sugerir que el tipo de respuesta depende en buena parte de lo que mentemos efectivamente por cada una de estas categoras; ello nos permitir esbozar una respuesta positiva acerca de la existencia compleja y variada del pensamiento latinoamericano actual, y por otra seremos conducidos a reducir la distincin tajante que se ha querido levantar entre la filosofa y la sabidura, el logos y el mito dentro de la tradicin cientfico-racionalista de Occidente, y que en nuestro medio universitario ha querido diferenciar de un manera abrupta el pensamiento de la filosofa. La filosofa y la sabiduraLa cuestin del carcter especfico de la crtica en la filosofa y su diferencia con las formas reflexivo-sapienciales es un tema relevante entre los filsofos. En general, a partir del contexto institucional ya mencionado se podra decir que existe una fuerte tendencia entre los filsofos que laboran en las universidades a sostener un concepto de filosofa que se quiere identificar de un modo preciso con el proyecto de la racionalidad cientfica moderna, de modo que en este plano se quiere defender la idea de que la filosofa es un saber sistemtico y cientfico, que apunta a determinar los presupuestos ltimos del conocimiento, del ser y del valor; mientras que la sabidura o los saberes son asimilados sin ms a las tradiciones culturales, religiosas o mticas, que aunque contienen aspectos reflexivos, ellos no son suficientes para desarrollar una lgica especfica que es propia de la teleologa de la racionalidad europea, si proseguimos la adjetivacin husserliana. En este sentido, cabe reconocer que la distincin mencionada, se hace en funcin de una determinada concepcin de la razn y de sus diversas figuras histricas. El filsofo alemn Husserl que fue enormemente cuidadoso en su proyecto fenomenolgico, sobre todo en vistas a valorizar el sentido de la racionalidad, en su conferencia en el Crculo Cultural de Viena del ao 1935, y que aparece retomada en su libro pstumo Crisis de las Ciencias Europeas, no puede substraerse de este presupuesto europeo que reserva el carcter propio de la racionalidad a la intuicin derivada de una episteme griega, de modo que l no reconoca que en India y en China existieran ciencias en sentido estricto, sino solamente pensamientos. Decir que en sentido estricto el telos de la filosofa, cabe reservarlo exclusivamente para el proyecto filosfico occidental, al menos en un encuentro mundial de filosofa como ste, levantara una serie de cuestiones acerca del concepto de razn y de ciencia y otro tanto acerca de las precomprensiones culturales que estn a su base. En el marco intercultural, en el que nos encontramos hoy, habra que revalorizar el esfuerzo husserliano para pensar en trminos ms estrictos lo que tendramos que llamar razn, ciencia y conocimiento en los diversos contextos culturales. Por lo dicho, nos parece que un concepto muy general de la razn o de la filosofa no puede ser una ayuda para responder a la cuestin que se le ha pedido a esta mesa acerca de la posibilidad de una filosofa latinoamericana.Nos parece que si queremos avanzar de una manera productiva en esta discusin segn lo ya referido acerca del carcter problemtica del concepto de filosofa, una indicacin fecunda sera analizar el papel de las categoras ya que sabemos que ellas son una cuestin central de la filosofa, por esta va habra que aceptar que la misma filosofa no se escapa de esta cuestin de tener que responder por su propio concepto de saber. En la formacin acadmico-universitaria recibida, generalmente, se da por supuesto que ella es homogneamente de origen griego, y son pocos los grandes maestros y profesores, que ayudaran a reconocer en su propio origen esta marca problemtica, su vocacin de bsqueda, y que luego ha quedado plasmado en la propia tradicin occidental. No quiero sealar nada obvio, pero simplemente afirmemos que la filosofa aparece estrechamente vinculado a la problematizacin de un ejercicio crtico, a una puesta en acto de un cuestionamiento de las pseudo-evidencias o de lo ya dado como incuestionable. En este contexto, la dinmica de la racionalidad, y dentro de ella, los saberes locales, las ciencias humanas y la filosofa por tanto no slo se vuelve disconforme con las meras tradiciones culturales, sino que ella se vuelven permanente desconformes de sus propias bsquedas. Un punto que puede ilustrar este bsqueda es el asunto referido al vnculo del logos y del mythos.Una aportacin sugerente en este sentido la encontramos en la obra de Raimundo Pannikar. l sostiene que la contraposicin griega clsica entre logos y mythos ha conducido al concepto occidental de la razn a travs de una perversin racionalista, que le ha impedido ubicar la centralidad de lo narrativo en el seno de la cultura, en vez de ayudar a reconocer sus diversas voces, su polifona . La respuesta que ofrece Panikkar cuestiona ciertamente la primaca de una determinada forma predominante en Occidente, en que se ha homologado la razn a logos, pero olvidando que ella tambin es mythos. Al respecto nos seala: El lenguaje no es solo logos; es tambin mythos y si los logoi pueden de algn modo ser traducidos, los mythoi son muchos ms difciles de transplantar. La comprensin humana en el sentido de armona y concordia requiere la comunin con el mythos y no se soluciona con el sueo de la lingua universalis de la Ilustracin en donde toda palabra tiene un sentido preciso . Desde nuestra ptica se requiere enfatizar entonces matrices en que reconozcamos los diversos logos, pero mostrando aquellos aspectos limitantes para el encuentro con los otros. Ahora bien, sabemos que el mythos no puede ser entendido slo como experiencia sino que es tambin un discurso. Esto es particularmente verdadero en el mbito de lo que se podra denominar la razonabilidad o la reflexividad que es una de las categoras claves de nuestro punto de vista filosfico intercultural, puesto que ella surge desde los niveles simblicos y narrativos ms bsicos de una cultura humana. Desde el momento en que afirmamos el reconocimiento de la problemtica de las razones de los otros, destacamos otras formas discursivas diferentes a la argumentacin, la que no se puede considerar ms la forma por excelencia para debatir en el terreno comunicativo. Nos parece que en el sentido estricto de una teora de las formas discursivas -que se vincula con los actos de habla- habra que reconocer que la idea medular es asociar la reflexividad con las diversas formas discursivas; ellas son las herramientas en las que se apoya cualquier sujeto de una cultura especfica para expresar los significados y sentidos de sus discursos humanos. Es preciso reconocer que existen en todas las culturas diversos niveles reflexivos, por lo que entender por ejemplo un determinado enunciado tico exige insertarlo en un contexto significativo preciso. Tal como lo hemos demostrado en nuestra tica intercultural, es justamente el terreno moral y tico que es paradigmtico porque en l, se observa como opera la reflexin, la que no se reduce nica y exclusivamente en las manos de los especialistas la clarificacin de los sentidos morales, es una capacidad posible de ser desarrollada por todos y cada uno de los sujetos a fin de alcanzar su plena vida moral. El verdadero fin de la vida tica es lograr dar cuenta de las acciones de uno mismo y de la apertura a otros sujetos que comparten nuestro mundo de vida.Si esta tesis es correcta, podemos afirmar que en todos los contextos culturales se requiere alcanzar niveles de enjuiciamiento frente a determinadas situaciones inhumanas. En cada cultura la vida tica se logra a travs de las virtualidades de las formas discursivas y stas pueden ser llevadas a su nivel de mayor reflexividad. El trabajo de los especialistas coincidira entonces con la posibilidad de sostener que el problema de la lingisticidad contextual permite comprender las relaciones intersubjetivas, lo que implica poner de relieve conjuntamente la perspectiva pragmtica y la hermenutica en el anlisis de las razones. Se lograra establecer as una concordancia entre las razones de los otros y las diversas formas discursivas que expresan la polifactica experiencia humana y moral. Existira entonces la posibilidad de sostener que la relacin prctica, por una parte, no se reduce de ningn modo a un acto comunicativo-lingstico , pero por otra parte se lograra aprovechar el tema de las razones morales de un modo eminentemente comunicativo y reflexivo, en el terreno de los actos de habla. Esta cuestin de una discursividad horizontal o vertical es preciso complejizarla pues las relaciones intersubjetivas se dan en planos diferentes en el mbito del discurso moral en nuestras culturas. Es correcto afirmar que existe una determinada verticalidad como la que exige el aprendizaje entre maestro y discpulo, entre padres e hijos, pero es necesario lograr siempre en algn momento, si propendemos a una personalidad moral autnoma, que logremos una cierta simetra discursiva como la que se exige en el dilogo entre pares. Diciendo esto queremos sostener que existe una tensin entre horizontalidad y verticalidad que nos es vital para comprender la compleja articulacin discursiva existente en las culturas, por lo cual esta tesis exigira un nuevo reconocimiento de otros modos de vida que han constituido la constitucin del sentido entre nosotros. Por ello no hay tica intercultural sin mediacin intersubjetiva . Entre horizontalidad y verticalidad discursiva existen una serie de graduaciones contextuales que deberamos reconocer como ejercicios de resistencia ya articulados en la interaccin de las culturas dominantes y de las culturas dominadas. En este punto, es preciso indicar que una cierta hegemonizacin occidentalizante ha conducido a privilegiar la verticalidad sobre la horizontalidad. Dicho esto, se puede inferir que el dilogo intercultural est lejos de reformular la tesis de la plena comprensin ideal de la tica discursiva (horizontalidad) ni tampoco la aceptacin de la incomprensin histrica discursiva de los contextos culturales (verticalidad). Es necesario forjar un modelo terico que permita establecer efectivamente su articulacin mutua. Ello puede encontrarse en la categora de la reflexividad.La categora de la reflexividad.Sostenemos que esbozar una respuesta acerca de la filosofa latinoamericana exige el levantamiento de la categora de la reflexividad. Se ha valorizado frecuentemente en las ciencias sociales el carcter reflexivo de los sujetos sociales en un entorno moderno, y contrapuesto al pensar propio de una sociedad tradicional . A veces, se la ha entendido como un ejercicio tambin moderno de una autenticidad reflexiva de A. Ferrara, empero, queremos aqu sin desconocer ambos aportes, ponerla ms bien en los trminos de una categora histrico-cultural por la cual queremos dinamizarla como proceso del pensamiento de la humanidad, y queremos subrayar la idea de que la reflexividad refiere a un proceso inherente a las culturas humanas, no necesariamente moderna, desafiadas al dilogo y a la comunicacin con otras culturas. La idea de la reflexividad es clave, por tanto, para consolidar una instancia crtica dentro de las exigencias del dilogo intercultural, ya que permite desvelar las formas ideolgicas de la racionalidad como astucia del poder. Ella contribuye a avanzar en la adecuada crtica de la razn abstracta homogeneizante, a partir del reconocimiento de los otros saberes culturales. Esta es la razn prctica intercultural que responde a los saberes de los mundos de vida que no han sido colonizados, para usar el vocabulario habermasiano.Los saberes vinculados a las tradiciones no slo son afirmaciones legadas de un mundo pacfico, sino de las deudas que tenemos frente a los que nos han legado nuestra eticidad de lucha y de resolucin de los conflictos. No oculta estos conocimientos y saberes culturales su enrazamiento en la memoria de las luchas pasadas, de las resistencias y de los diversos sufrimientos vividos por los seres humanos. Las deudas frente a los antepasados -que nos han entregado los espacios de convivencia-, las tradiciones de resistencias, la espera y el dolor humano nos acercan a los hombres de todas las culturas. En este sentido, la reflexividad apunta a destacar las diversas formas culturales que definen los saberes de reconstruccin cognitivos y prxicos de los diversos pueblos.Sin embargo, es correcto decir que el con-vivir conflictivo con los otros diferentes de mi mundo de vida no supone de ningn modo sostener la oposicin radical entre las razones derivadas de los registros discursivos de mi mundo de vida y las razones relativas a los otros discursos de otros mundos de vida. Sostener una oposicin radical implicara introducir una ruptura irremediable en el terreno de la reflexividad y por lo tanto la imposibilidad del dilogo intersubjetivo en el mbito de la accin. Uno de los presupuestos comprensivos de una filosofa latinoamericana como pensamiento crtico e intercultural es que toda accin de un ser humano conlleva significados razonables que pueden ser rastreados desde el interior de los significados y sentidos que otorgan los mundos de vida, y que estn abiertos, de un cierto modo, a otros mundos de vida. Se ha hecho notar que, cuando los etnlogos o los antroplogos o los que escriben sobre los otros descalifican conductas o valores especficos de otra cultura, frecuentemente sostienen en sus afirmaciones presupuestos que son producto de un velo de a-criticidad y de ignorancia acerca de las conductas y valores inapropiados de su propia cultura, cuando no son claramente la expresin de una forma de legitimacin de la cultura del colonizador. Sin embargo, este tipo de argumentacin no surge slo desde la crtica actual a los precursores de los estudios culturales, sino que ha sido caracterstica de la reflexividad existente en todas las culturas indgenas o dominadas frente a las culturas colonizadores o dominantes. En este plano habra que explicitar que no es slo inaceptable la descalificacin de las razones de los otros, sino que es inconsistente con una mirada mutua desde la criticidad. Se requiere sostener la posibilidad de que las razones de los otros y las razones que emergen de mi mundo de vida se articulen llegando a acuerdos, que tendrn que ser definidos por el mismo proceso de intercomprensin.Por ello estamos de acuerdo con las categoras propuestas por los filsofos latinoamericanos que destacan el carcter de interpelacin, por la que se reconoce esta participacin de los otros en el dilogo, frecuentemente asimtrico: el grito del otro es siempre una forma de interpelacin que cuestiona el sistema y desvela la a-simetra estructural. Estos Otros, sin embargo, no son los otros que la razn, sino que son otros que tienen sus razones para proponer, interpelar contra la exclusin y en favor de su inclusin en la comunidad de justicia , o como dice Fornet-Betancourt: El encuentro con el otro es as interpelacin; interpelacin desde la que debera ser repensada nuestra manera de pensar; pues en esa situacin experimentamos que hay otro horizonte de comprensin que nosotros no fundamos y que, por eso mismo, nos desafa como una posibilidad de respectivizar nuestra propia situacin original .Sin embargo, en este punto es preciso establecer una breve conexin con el tema filosfico de la inconmensurabilidad. Nos parece que hay que evitar resolver la cuestin jugando entre los dos extremos ya cuestionados. Esta problemtica se relaciona con dos posiciones discutibles acerca del dilogo intercultural, a saber: por una parte, el relativismo radical que tiende a cerrar el dilogo, en la medida en que pretende denunciar la racionalidad dominante que asfixia los componentes reflexivos del mundo de vida, por lo cual la inconmensurabilidad permitira sostener la permanente resistencia a las culturas hegemnicas e invasoras; por otra parte, el universalismo radical integra el conjunto de las racionalidades en nombre del logos entendido como razn universal que sera la medida de todas las racionalidades inherentes a las culturas humanas. Desde este enfoque, las culturas se pueden mensurar a partir de un parmetro que se levanta como el nico vlido para todos, pero que termina reduciendo el papel de lo histrico y de lo particular. Parece necesario repensar la racionalidad prctica no como una unidad discursiva compacta, sino como conjuntos discursivos pluriformes y dinmicos, desde donde se hace posible asumir la reconstruccin de las categoras abstractas que provienen de la filosofa europea. La discusin de las categoras.

Para terminar quiero hacer una referencia al carcter problemtico del concepto de la filosofa pero en general a todos los conceptos utilizados por la filosofa. Nos ponemos en una lnea que ha sido relevante para el propio desarrollo de la filosofa latinoamericana, a saber el anlisis y maduracin de las propias categoras en que se expresa nuestro pensar. En el anlisis de ellas, me parece que se renen los principales problemas centrales de la lgica, del lenguaje y del pensamiento. Las categoras y temticas que se requieren para precisar esta cuestin de la filosofa latinoamericano y de la propuesta que sugiero de una filosofa como pensamiento crtico, remite entonces a las diversas formas de anlisis teorticos que han logrado los mismos filsofos en el curso de sus investigaciones actuales. Uno podra recorrer el camino desde la trayectoria seguida por la filosofa europea continental, pero preferimos proseguir la senda que ha ido recorriendo el pensamiento latinoamericano en estos ltimos treinta aos, y que ya hemos reunidas en una obra mancomunado que hemos coordinado y que se ha publicado con el ttulo de Pensamiento Crtico Latinoamericano.Qu es lo que me aparece relevante de este proyecto colectivo que nos ha llevado a discutir las categoras en que se ha pensado la filosofa latinoamericana? A travs del anlisis de esta obra de casi 70 filsofos latinoamericanos y europeos nos queda bastante claro que dentro de lo que se da por llamar indistintamente nuestra tradicin latinoamericana, existe varias comunidades de trabajo investigativo que cuestionan fuertemente esta distincin tajante entre filosofa y pensamiento; no se trata de asimilar sin ms a la filosofa cualquier tipo de actividad cognoscitiva, sino a un tipo de pensamientos que refiere y analiza nuestras sociedades, que est en bsqueda del sentido de los procesos que afectan nuestros mundos de vida, y que requieren matizar la relacin entre ambas dimensiones de la racionalidad. No se trata tampoco de entender por filosofa cualquier pensamiento indiferenciado, sino de aqul pensar reflexivo y crtico.Nos parece que estas nuevas categoras elaboradas en esta obra citada son relevantes porque demuestran que las categoras por las que pensamos la realidad de nuestros pases mestizos no son neutras ni imparciales, expresan siempre el fecundo despliegue de los cultores del pensamiento latinoamericano de estas ltimas dcadas y demuestran la particular sensibilidad de sectores del mundo acadmico para asumir sus propias formaciones disciplinarias de cara a las transformaciones vividas y sufridas por nuestro continente en los diferentes mbitos de su vida social y poltica. Asimismo, ellas demuestran la vigorosa bsqueda intelectual con el propsito de desarrollar otras teoras y modelos para imaginar nuevos rumbos en tiempos de incertidumbre y de aparente inmovilismo social.Lo significativo para lo que nos interesa en esta Mesa, radica en el trabajo exhaustivo y riguroso, que los autores se han dado para establecer los contornos del debate intelectual acerca del pensamiento crtico latinoamericano, mostrando sus complejas estructuraciones tericas, sealando las diferencias que existen con planteamientos de otros autores de la comunidad cientfica internacional. Esta perspectiva que ilustra esta obra, nos permite demostrar la fecunda heterogeneidad en el uso de los trminos y de sus significaciones en el pensar contemporneo. Esta ambivalencia y diversidad conceptual no se disimula ni se encubre, sino que se explicita como una forma de maduracin del pensamiento regional y continental.A partir del camino trazado en esta obra en tres tomos, se busc exponer las nociones, categoras y conceptos ms difundidos y aludidos por la amplia gama del pensamiento y filosofa latinoamericana actual, sin que ello implicara caer en una postura unilateral. Si bien se hace hincapi en un examen filosfico de las temticas, nuestro propsito permanente ha sido el de recoger, en alguna medida, la discusin interdisciplinaria y transdisciplinaria que est presente en la actual investigacin filosfica de la regin, la que por cierto, est abierta a los aportes del conjunto de las ciencias humanas y ciencias sociales crticas. De este modo, esta obra, a la par con asumir aspectos importantes de la discusin sobre la sociedad latinoamericana, su identidad y sus cambios, posee como correlato la evidencia de otros tantos cambios que han experimentado en el transcurso de las ltimas dcadas, las ciencias humanas, en general, y la filosofa latinoamericana, en particular. Se trata, en definitiva, de un planteamiento epistemolgico y tico de fondo que aspira a una comprensin cuestionadora de la realidad social y cultural latinoamericana, que devele las categoras en uso y las grandes tensiones y contradicciones existentes en las formas de comprensin de los mismos problemas y valores que nos suscita la realidad. La filosofa latinoamericana como pensamiento crtico.Desde los primeros eventos filosficos de los aos 70 hasta la fecha, se han consolidado ciertas posiciones filosficas y polticas acerca del pensamiento crtico, y se han consagrado autores que han alcanzado una produccin significativa que se difunde y circula ms all de Amrica Latina. Un hito fundamental en esto es el representado por la llamada filosofa de la liberacin, la cual fue desarrollada inicialmente por autores argentinos. Otras propuestas filosficas permitieron tambin la activa participacin de intelectuales de otros pases, quedando de manifiesto que el problema terico-practico de la emancipacin es parte no slo del esfuerzo de tal filosofa, sino a la vez, de muchos programas de investigacin y de las variadas disciplinas que conforman las ciencias humanas y sociales. De esta suerte, la filosofa como perspectiva de liberacin ha involucrado a especialistas de variada ndole y con intereses epistmicos y tico-poltico diversos, como es posible constatar en los contenidos tratados en las diferentes reuniones internacionales que se han convocado en las ltimas tres dcadas, y ella misma se ha abierto a formulaciones enraizadas en las tradiciones culturales y en la historia de las ideas de nuestros pases. Este perspectiva histrica acerca del pensar crtico se expresa en una conclusin relevante acerca de un pensar diverso y multifactico, manifestado en diversas racionalidades hermenuticas como las de las Ciencias Sociales, de la Filosofa y de la Teologa latinoamericanas, las que podran englobarse bajo la expresin de un pensar crtico. Tambin como le hemos indicado hay un proceso reflexivo y crtico en los sujetos y movimientos sociales que no aceptan y cuestionan la hegemona del pensamiento nico. En este sentido, sostenemos que la filosofa latinoamericana no se puede desprender del despliegue de sentido que transmite la propia cultura y sociedad, donde ella aparece ntimamente relacionada con la historia, la poltica, la literatura, el arte y hoy da con la crtica de las teoras de la comunicacin. Pensar crticamente no es algo que es nicamente propio de la filosofa, sino de otras formas de racionalidad que ya estn presentes en nuestras culturas latinoamericanas, lo propio de la filosofa es llevarlo a la mxima claridad de un trabajo conceptual. Empero, el hecho de adjetivar, en estos tiempos de des-encanto, de crtico el pensamiento puede parecer controversial, sin embargo, seguimos una propuesta conocida en la tradicin filosfica moderna: que apunta, en primer lugar, a precisar que todo pensamiento cuestionador requiere asegurar las formas de justificacin de su propia aproximacin. En segundo lugar, este adjetivo tambin llama la atencin respecto de problemticas multidisciplinarias y de cruces categoriales donde la filosofa aparece en un cruce epistemolgico que asumen en los programas de investigacin en curso. No se trata, entonces, de contraponer un pensar crtico a las formas ingenuas de aprehensin de la realidad, sino un ejercicio que devela las limitaciones de las perspectivas disciplinarias y apunta a ejercer un cierto control y validacin de las categoras filosficas utilizadas por el trabajo intelectual del continente. Por ltimo y, consecuencia de lo anterior, se trata de un pensar filosfico latinoamericano que cuestiona las formas discursivas veladas o encubiertas, tan propias de los ideologas de la dominacin, del cinismo imperante y de la negacin del otro.

Santiago de Chile, 24 noviembre del 2005.Biografa:RICARDO SALAS ASTRAIN, Profesor de Filosofa y Doctor en Filosofa por la Universidad de Lovaina con la tesis Lenguaje, Hermenutica y Smbolo Religioso. Ha escrito decenas de artculos en revistas nacionales e internacionales acerca del modelo hermenutico de las ciencias humanas y del pensamiento latinoamericano, elaborando en particular un modelo hermenutico-pragmtico para responder a los problemas interculturales en el plano de la racionalidad prctica, en especial en tica y en poltica. Ha traducido el libro de Jean Ladrire La Articulacin del Sentido (2001). Entre sus principales publicaciones se cuentan: Lo Sagrado y lo Humano (Santiago 1996), tica Intercultural (2003), y es el Coordinador Acadmico de una obra en tres volmenes llamada Pensamiento crtico latinoamericano (Santiago, 2005). Profesor de Filosofa y Doctor en Filosofa por la Universidad de Lovaina con la tesis Lenguaje, Hermenutica y Smbolo Religioso. Una interpretacin del universo mapuche a partir de la Teora hermenutica de Paul Ricoeur (1989). Actualmente es profesor titular del Departamento de Humanidades del Universidad Catlica Silva Henrquez (Chile), profesor asociado del Instituto de Filosofa de la Pontificia Universidad Catlica de Chile e investigador principal del CONICYT. Es responsable adems del Programa de Estudios Intercultural del CERC-Universidad Alberto Hurtado. Ha escrito decenas de artculos en revistas nacionales e internacionales acerca del modelo hermenutico-pragmtico para responder a los problemas interculturales en el plano de la racionalidad prctica, en especial en tica y poltica. Entre sus principales libros se cuentan: Lo Sagrado y lo Humano,1996; tica Intercultural, 2003. Es Coordinador Acadmico de Pensamiento Crtico Latinoamericano (3 volmenes, Santiago, 2005).CONCLUSIN:Son analizadas en el presente trabajo las tres