Download - Literatura del siglo XX
La literatura del siglo XX comprende obras, movimientos literarios y autores importantes, es un siglo marcado por conflictos bélicos que sacudieron la conciencia de los escritores, la influencia de la tecnología (especialmente las artes audiovisuales como el cine y los medios de comunicación, incluso la radio, televisión, e Internet), la ruptura de los límites estrictos entre géneros, y el intercambio entre diferentes lenguas y culturas que hacen que las obras muestren un grado de cosmopolitismo e influencias mestizas mucho mayor que en los siglos precedentes.
CARACTERÍSTICAS
La literatura del siglo XX comprende una variedad de diversas estéticas, estilos y aproximaciones. Dicho cuerpo de trabajo no puede ser reducido a un conjunto universal de características. Sin embargo, ciertos movimientos jugaron un rol significativo en la interpretación y arte de la escritura, ya sea por cambios en la técnica o las reacciones que hubo a esos cambios.
SURREALISMO
El surrealismo comienza en 1924 en París con la publicación del “Manifiesto Surrealista” de André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad; involucra a un grupo de artistas que explora el inconsciente por medio de inesperadas yuxtaposiciones y disonancias.
Este movimiento fue en parte una reacción desilusionada al racionalismo que dominó muchas formas de la cultura del siglo XIX y terminó en el baño de sangre que fue La Gran Guerra. Aunque el número de escritores conocidos oficialmente como surrealistas no es muy grande, su influencia no puede ser subestimada. Todo, desde las técnicas de “recorte” de William S. Burroughs, al realismo mágico de Jorge Luis Borges pueden relacionarse a este movimiento.
Durante el primer tercio del siglo XX surgen en Europa y América varios movimientos, llamados de vanguardia, que buscan nuevos lenguajes y objetos artísticos con los que cambiar las manifestaciones anteriores. Entre ellos destacan:
MODERNISMO
La literatura modernista floreció en la primera mitad del siglo XX. Su principio definitivo es la subjetividad, no existe ya más un narrador omnisciente que explique los eventos. Toda la narración proviene de perspectivas individuales y requiere de la interpretación del lector. Más aún, la literatura modernista desarrolló un interés en el idioma y sus procesos, como se evidencia en trabajos como “Finnegan’s Wake”, de James Joyce, o “Las Olas" (The Waves), de Virginia Wolf. Como en el caso del surrealismo, la estética modernista era en general pesimista, debido a la matanza ocurrida en la primera Guerra Mundial.
POSMODERNISMO
El posmodernismo dominó la segunda mitad de la literatura del siglo XX. El estilo debería ser considerado más como una continuación del modernismo que un rompimiento dramático. Al igual que el modernismo, adopta el relativismo, el género y mezcla altas y bajas formas de arte. Quizás la mayor diferencia radica en la actitud. Mientras que el modernismo se lamenta por la falta de significado de la vida, el posmodernismo la celebra. Mientras que T.S. Eliot se queja por el absurdo del mundo en “La Tierra Baldía" (The Waste Land), David Foster Wallace divierte al lector con muchos de los mismos elementos en “La Broma Infinita" (Infinite Jest).
LITERATURA ELECTRÓNICA
Una de las tendencias más significativas en la literatura del siglo XX se encaminó a su conclusión con el advenimiento de Internet.
BOOM LATINOAMERICANO
El boom latinoamericano fue un fenómeno editorial que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos relativamente joven fue ampliamente distribuido en Europa y en todo el mundo. El boom está más relacionado con los autores como Gabriel García Márquez, de Colombia, Julio Cortázar de Argentina, Carlos Fuentes de México, y Mario Vargas Llosa de Perú; por el movimiento de América Latina de la vanguardia, estos escritores desafiaron las convenciones establecidas de la literatura latinoamericana; su trabajo es experimental, debido al clima político de América Latina de la década