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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Carreras de Enfermería y Laboratorio Clínico

Modelo alternativo de atención

sistemática e integral a pacientes

diabéticos e hipertensos

Dr. Roberth Olmedo Zambrano Santos

Dra. Johanna Mabel Sánchez Rodríguez

Dr. Javier Tibau Iturralde

Lic. Margoth Elizabeth Villegas Chiriboga

Lic. Rosa Pinargote Chancay

Lic. Bárbara Miladys Placencia López

Lic. Dolores Mirella Cedeño Holguín

Lic. Yasmín Castillo Merino

Lic. Mercedes Tania Alcázar Pichuch

Editorial Área de Innovación y Desarrollo,S.L.

Quedan todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser

reproducida, distribuida, comunicada públicamente o utilizada, total o

parcialmente, sin previa autorización.

© del texto: los autores

© de explotación: ÁREA DE INNOVACIÓN Y DESARROLLO, S.L.

Primera edición: octubre 2017

ISBN: 978-84-947194-8-6

DOI: http://dx.doi.org/10.17993/Med.2017.39

Consultantes:

Lic. Liliana Calderón Macías. Coordinadora. Carrera de Enfermería. UNESUM.

Dra. María del Rosario Herrera. Comisión de Invest. Carrera Enfermería. UNESUM.

Dr. Jhon Alfredo Cañarte. Médico Endocrinólogo. Hospital Básico de Jipijapa.

Dr. Jorge Paladines Morán. Médico internista. Hospital Básico Jipijapa.

Lic. Miriam Flores Ortíz. Responsable de Epidemiología. Hospital Básico Jipijapa.

Lic. Enelsita Sánchez Bravo. Coordinadora de Enfermería. Hospital Básico Jipijapa.

Dra. Judith Fienco Bacusoy. Médico Familiar del Distrito de Salud 13D03

Dr. Pavel Augusto Izquierdo. Médico del Distrito de Salud 13D03

Dra. Concepción Marcillo García. Docente de la carrera de Enfermería. UNESUM

Dr. Bolivar Cevallos Jácome. Médico General del IESS de Jipijapa.

Lic. Libia Flores Ortíz. Responsable de Epidemiología del IESS de Jipijapa.

Dr. Marlon Cañarte Chele. Médico Cardiólogo del IESS de Jipijapa.

Lic. Jaqueline Delgado Molina. Docente de la carrera de Enfermería. UNESUM.

Dr. Leopoldo Rodríguez. Nefrólogo. Docente de la ULEAM

Dr. Milton Espinoza. Médico, Master en Epidemiología. Docente de la ULEAM

Dr. Muel Chaple Hoz. Ph.D. en Fisiología y Fisiopatología. Docente de la ULEAM

Dra. Nubia Yelena Valdez. Médico del Sub-Centro de Salud San Cristóbal

Dra. María Lucrecia Casanova Intriago. Hospital de Chone

Lic. Carlos Jacinto Andrade Zambrano. Hospital del IESS de Chone.

Lic. Katiuska Elizabeth Alvia del Castillo. Hospital General de Chone.

Lic. Mercedes Eulalia Briones Solórzano. Hospital General de Chone.

Lic. Ana María Suárez Bermello. Hospital General de Chone.

Lic. Egdalida María Quimís Tumbaco. Hospital General de Chone.

Lic. Franklin Antonio Vite Solórzano. Hospital General de Chone.

Lic. Liliana Mendoza Mendoza. Hospital General de Chone.

Revisores:

Dra. María del Rosario Herrera

Dra. Yadira Flores Anchundia

Dr. Manuel Chaple de la Hoz

Dr. Alfrero Menoscal Ayón

Dr. Manuel Chiquito Pisco

Índice

Prólogo ........................................................................................................... 9

Presentación ................................................................................................. 11

Introducción ................................................................................................. 13

1. Fundamentos teóricos que sustentan el modelo alternativo de atención

integral a pacientes diabéticos e hipertensos ......................................... 17

2. Referentes teóricos del modelo alternativo de atención integral a

pacientes diabéticos e hipertensos ......................................................... 29

3. Modelo alternativo de atención integral a diabéticos e hipertensos .. 35

3.1. Estructura del modelo alternativo de atención sistemática e

integral a pacientes diabéticos e hipertensos ..................................... 39

3.2 Subsistema 1 “Procesos de atención integral en salud a pacientes

diabéticos e hipertensos” .................................................................... 40

3.2.1 Componentes del primer sub-sistema ....................................... 45

3.3 Subsistema 2 “Estilos de vida de los pacientes diabéticos e

hipertensos” ........................................................................................ 49

3.3.1 Componentes del sub-sistema 2 .......................................... 50

3.4 Subsistema 3 “Educación para la salud de los pacientes hipertensos

y diabéticos orientada hacia el autocuidado” ..................................... 52

3.4.1. Componentes del sub-sistema 3 ............................................... 59

3.5. Subsistema 4 “Atención psicológica a los pacientes diabéticos e

hipertensos y sus familiares más cercanos” ........................................ 64

3.5.1. Componentes del sub-sistema 4: .............................................. 65

Conclusiones Generales ............................................................................... 71

Bibliografía ................................................................................................... 71

9

Prólogo

El libro “Modelo Alternativo de Atención Sistemática e Integral a Pacientes

Diabéticos e Hipertensos” escrito por un selecto grupo de profesionales de

la salud y la docencia de la provincia de Manabí, constituye el fruto de una

labor ininterrumpida en la investigación de programas de Salud Pública

dirigidos a mejorar la calidad de vida de los pacientes que cursan con

diabetes mellitus e hipertensión arterial.

Se destaca la importancia que reviste la ubicación del profesional de la salud

en la articulación de los conceptos adquiridos durante el ejercicio de su

práctica habitual y la lógica deductiva e inductiva de los modelos de atención

de los individuos en situación de vulnerabilidad. Tratando de contribuir a una

mejor comprensión de lo que representa el padecimiento de enfermedades

crónicas degenerativas, en la interacción de los determinantes sociales de la

salud con los logros del sistema sanitario en materia de promoción y

prevención.

La actualización de los conocimientos, fundamentados en la evidencia

científica, nos permitirá utilizar criterios para la selección de la terapéutica

razonada en las condiciones de accesibilidad geográfica, económica y

cultural, reconociendo al paciente no solo como un consultante de servicios

de salud. Si no más bien confiriéndole el carácter participativo a través de la

neuropsicoeducación, para lidiar con la carga emocional de su enfermedad,

cambiando mitos, prejuicios y estereotipos mientras se va empoderando de

su enfermedad, a través del autocuidado y la adherencia al tratamiento, lo

cual nos lleva a la reducción de complicaciones, mejorando la calidad de vida.

Esta obra replantea un modelo de atención integral de salud encaminado a

los pacientes diabéticos e hipertensos, sitúa a estas enfermedades crónicas

como objeto de estudio accionando una línea teórica multidisciplinaria, sin

pretender ser un tratado de enfermedades, pero si una oportunidad que

abarque temas referentes a estas patologías que sean de fácil comprensión,

para las personas que necesitan conocer y aplicar medidas de cuidado.

Comprendiendo de mejor manera la historia natural de la enfermedad, en

cada una de las etapas que se presente, situándola como objeto de discusión,

explorando el acceso y la realidad de la gratuidad de servicios de salud.

10

El libro no es de gran volumen, pero contiene lo necesario para que

represente un referente de consulta y aplicaciones prácticas, gracias al

esfuerzo de los autores para compilar diversos recorridos teóricos y prácticos

que se articulan con sus opiniones de los autores a fin de contribuir al

mejoramiento de la atención pública de la salud, promoviendo la

importancia de las relaciones sociales en la utilización de los servicios

sanitarios.

Se justifica la presentación de este libro la calidad de su contenido, lo

adecuado y completo en sus planteamientos, que lo hace atractivo para los

estudiantes, médicos y demás miembros del equipo de salud que traten

pacientes diabéticos e hipertensos.

Dr. Jhon Ponce Alencastro

Docente de la Universidad Técnica de Manabí

Especialista en Medicina Familia

11

Presentación

El despertar de cada día de un ser humano se torna en un nuevo reto, el inicio

de las actividades diarias es un desafío, lleno de entusiasmo en algunos,

esperanzas en otros y desesperanzas en unos cuantos, lo que si se tiene claro

es que todos luchamos en búsqueda de un mejor futuro con bienestar y

desarrollo, enfrentándonos a adversidades y desavenencias, cargando una

herencia histórica de desigualdad, exclusión y discriminación social.

Ecuador vive en una sociedad de derechos, entre los que se encuentra el

derecho a la salud. Considerar la salud como un derecho individual, un bien

común y como elemento fundamental de la seguridad humana, implica

generar condiciones en las cuales todos puedan vivir lo más saludablemente

posible. Esto significa disponibilidad de servicios de salud, condiciones de

trabajo saludables y seguras, vivienda adecuada y alimentos nutritivos.

Toda población se merece la mejor atención posible a su salud, esto significa

desarrollar las mejores acciones en promoción de la salud, prevención de las

enfermedades, recuperación de la salud y rehabilitación, lo que requiere de

un número suficiente de establecimientos, talento humano, medicamentos

y suministros en los servicios públicos de salud y la participación de las

facultades de salud de las universidades, para que en conjunto dirijan sus

servicios a las persona, a las familias y a las comunidades.

Entender la salud como el producto social resultante de la interacción de los

factores sociales, económicos, culturales y ambientales, requiere de acciones

que transformen los determinantes de la salud de la población: Pobreza;

Desempleo; Vivienda, Seguridad ciudadana; Etnicidad y ruralidad; medio

ambiente; entre otros.

Ante este escenario, la salud de la población es afectada no solo por

enfermedades infecciosas, nutricionales y maternas e infantiles, sino que a

ellas, van sumándose otros problemas de mayor complejidad y costo, como

las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Para enfrentar estos escenarios y contribuir a mejorar la calidad de vida de

los ecuatorianos y de manera específica a los habitantes de Jipijapa en la

provincia de Manabí, es necesario replantear un modelo de atención integral

de salud específicamente para los pacientes diabéticos e hipertensos, por ser

las dos enfermedades crónicas no transmisibles con mayor incidencia en el

12

sector de estudio, el mismo que debe tener objetivos y estrategias

apropiadas, con el propósito de obtener mayores beneficios, reducir riesgos

y optimizar el logro de los resultados en concordancia recursos necesarios.

Ante estas reflexiones, un grupo de docentes de la carrera de Enfermería de

la Universidad Estatal del Sur de Manabí, diseñaron un proyecto de

investigación, el mismo que desencadenaba en el diseño de un “Modelo

alternativo de atención sistemática e integral a pacientes diabéticos e

hipertensos”, el cual fue financiado con presupuesto institucional de la

universidad en mención y está dirigido al personal de salud comunitaria,

planteando una nueva estructura en el proceso de atención a este tipo de

pacientes desde la perspectiva de la labor de enfermería, respondiendo a los

derechos universales de la salud, con equidad, calidad y humanismo.

Bajo estas premisas, este modelo se plantea como objetivos:

Mejorar la atención pública de salud, así como de programas específicos dirigidos a pacientes hipertensos y diabéticos, con atención prioritaria a la comunidad, la familia y las personas.

Crear condiciones de accesibilidad de servicios de salud a todos y todas sin discriminación alguna, con accesibilidad geográfica, económica y cultural, cumpliendo con el mandato constitucional de gratuidad de los servicios, y proporcionando a la población la información necesaria para el cuidado de su salud y la elegibilidad de los servicios que requiera.

Promover servicios de salud, respetuosos de la ética médica, culturalmente apropiada y sensible a los requisitos del género y el ciclo de vida, que contribuya a reducir los casos de diabéticos e hipertensos en este sector de la geografía manabita.

En este contexto la Universidad Estatal del Sur de Manabí, a través de su

carrera de Enfermería, propone el Modelo Alternativo de Atención

Sistemática e Integral a pacientes diabéticos e hipertensos, cumpliendo con

el propósito de contribuir a mejorar la calidad de vida de la población.

Los autores

13

Introducción

Se concibió el modelo como una construcción del conocimiento que integra

un componente teórico y uno metodológico – instrumental. El componente

teórico establece una concepción de salud que permitió la elaboración de los

instrumentos para su evaluación y a su vez en sí misma constituye una base

orientadora para las diferentes aplicaciones del enfoque de atención

primaria y secundaria en salud.

El componente metodológico provee las vías para que la concepción teórica

sea aplicable en la práctica e incluye las actividades y procedimientos

validados para su uso en la atención primaria y secundaria. El interés de los

investigadores por diseñar un modelo de atención integral a pacientes

diabéticos e hipertensos, no surge ante la carencia del mismo, por el

contrario, se identificó como problema las deficiencias que mostraba el

modelo de atención propuesto por el Ministerio de Salud Pública del

Ecuador, por cuanto atiende a todas las enfermedades crónicas no

transmisibles sin mostrar una atención específica a pacientes diabéticos e

hipertensos, esto evidenciado en el diagnóstico inicial de la investigación, en

la cual se pudo constatar la inconsistencia de la información registrada en los

archivos del Distrito de Salud 13D03, Hospital Básico Jipijapa y Hospital del

Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de Jipijapa, lugares a los

cuales se acudió a obtener las estadísticas de los casos registrados de

pacientes con estas patologías, en cuyos registros no constaba la realidad de

dichos pacientes, ya que constatando la información se encontró que

algunos habían ya fallecido, otros habían cambiado de domicilio y hasta de

ciudad y en otros casos las direcciones domiciliarias no existían, acentuando

el interés por diseñar un modelo alternativo que atienda de manera

específica a estas dos enfermedades por ser las de mayor prevalencia en la

zona de influencia de la investigación.

La aplicación del modelo permite tener un criterio integrador de la situación

de salud del paciente diabético e hipertenso, lo que resulta útil para el

análisis de la situación epidemiológica, ya que incluye el enfoque sociológico,

epidemiológico, psicológico, nutricional y sanitario, propios de una

investigación en salud.

El profesional de la salud puede apropiarse del conocimiento que aporta el

componente teórico del modelo en su práctica habitual de trabajo,

14

incorporar las técnicas para el momento en que realiza la visita familiar en el

hogar, cuando actualiza la historia de salud y programa su plan de acción. Los

sub-sistemas y componentes teóricos, metodológicos y prácticos del modelo

se articulan en una lógica deductiva e inductiva que por una parte permitió

su diseño a los autores y por otra parte permite al paciente transitar del dato

a su interpretación teórica y viceversa, en una relación de mutua

interdependencia y coherencia interna.

La adecuada apropiación del modelo alternativo de atención integral a

pacientes diabéticos e hipertensos por parte del equipo básico de salud

impactará positivamente en la calidad de la atención médica y psicológica, se

podrá dispensarizar la familia según la magnitud y naturaleza de los

problemas que afectan su salud o su vulnerabilidad. Se podrá identificar las

debilidades y fortalezas que influyen en la salud como un todo y en los

individuos que la integran y se podrá planificar mejor las intervenciones.

Tomando como referente la distinción entre las estrategias de alto riesgo y

las estrategias poblacionales para la prevención en medicina y salud pública

tal como distinguen Lara, Valverde y Mena (1), y considerando que la familia

es un grupo mediador de la salud en los individuos y las poblaciones, se

plantea que el modelo orienta las intervenciones tanto en la visión de la

estrategia de alto riesgo tomando la familia como “grupo caso” y también en

las estrategias poblacionales ya que provee información útil para orientar

políticas, programas y medidas concretas que, expresadas en el espacio

social – comunitario, van a impactar en la calidad de la vida familiar, proceso

que produce el entramado complejo de salud a escala microsocial.

El modelo es una construcción que representa de forma simplificada una

realidad o fenómeno con la finalidad de determinar algunos sub-sistemas y

dimensiones, lo que permite configurar una visión aproximada que orienta

estrategias de trabajo o de investigación para el logro y verificación de las

relaciones del progresivo desarrollo de la teoría y la práctica.

En la medida que el descubrimiento del objeto real se intensifica a través de

la praxis, el modelo pierde significación como intermediario entre el proceso

de pensamiento y la realidad, al producirse la internalización del mismo en

el proceso de aprendizaje.

15

Resultaría muy gratificante si los profesionales de la salud se apropiaran de

la concepción de salud y de los aspectos que la condicionan al punto que se

inserte en el algoritmo del método clínico, epidemiológico y social que

conduce la atención de salud.

Los modelos en las ciencias psicológicas han sido criticados en la medida que

tratan de reducir la compleja y singular realidad, a un esquema prefabricado

que la encasilla y actúa como una horma inflexible y estática para el científico

o profesional interesado en un diagnóstico.

Los modelos no son para trabajar cual dogmas, son sobretodo guías para

pensar, organizar la información y constituyen valiosos orientadores para

abordar un objeto de conocimiento.

En el caso específico de éste modelo, muestra flexibilidad en la medida que

sugiere varias actividades a desarrollarse para el cumplimiento de los

objetivos, las mismas que nos son una camisa de fuerza que obliguen al

profesional de la salud a desarrollarlas ni coarten su libertad y creatividad

metodológica de llegar al paciente con su atención.

El modelo presenta inicialmente los fundamentos teóricos en los que se

apoya y luego presenta los cuatro sub-sistemas que lo componen, enfocados

desde la misma atención integral, educación para la salud, estilos de vida de

los pacientes, y atención psicológica. El eje rector del modelo lo constituye el

cuidado en enfermería, enfocado desde la perspectiva de la atención

primaria en salud.

16

17

CAPÍTULO 1. Fundamentos teóricos que sustentan el

modelo alternativo de atención integral a pacientes

diabéticos e hipertensos

Autores:

Dr. Roberth Olmedo Zambrano Santos

Lic. Margoth Elizabeth Villegas Chiriboga

Lic. Mercedes Tania Alcázar Pichucho

El pilar fundamental para que se desarrolle con éxito el modelo de atención,

es la prevención. La intención es evitar el progreso de situaciones que, una

vez establecidas, podrían ser irreversibles, entre ellas, las enfermedades que

se presentan con mayor frecuencia en Ecuador como son la diabetes mellitus

e hipertensión arterial, que forman parte de un grupo de patologías,

reconocidas como enfermedades crónicas no transmisibles.

La valoración clínica de estos pacientes debe ser un proceso

multidisciplinario y multidimensional, debido que las enfermedades antes

mencionadas, no son una afección del adulto mayor únicamente, sino que

también la pueden padecer los jóvenes y adultos, e inclusive los niños.

Tanto la hipertensión como la diabetes tipo dos, requieren trabajo en

prevención primaria, es decir que hay que tomar medidas de educación y

cuidos de la salud, con el objeto de impedir o retrasar el inicio de la

enfermedad. Si se logra este objetivo, los beneficios a largo plazo en

reducción de reducción de complicaciones tardías es notable, es el llamado

“legado metabólico”. Por tanto el trabajo comunitario en población joven,

sobre todo en grupo de alto riesgo es de primordial importancia.

18

El modelo de atención integral induce a desarrollar la autonomía del

paciente, el cual debe incluye actividades tanto para el cuidador como para

el enfermo, actividades rehabilitadoras, curativas, educativas y preventivas.

Se necesita conocer las condiciones de la persona, para ello se necesita

valorar al adulto en todas sus dimensiones: nutricional, física, funcional,

mental y socio familiar, siendo éstos los fundamentos teóricos básicos en los

cuales se apoya este modelo alternativo de atención integral a pacientes

diabéticos e hipertensos.

Valoración del paciente

La valoración abarca aspectos objetivos y subjetivos, que llevaran a un mejor

entendimiento del perfil del paciente. Es fundamental conocer la situación

que causa la demanda del personal de la salud por parte del paciente, la

información recolectada debe ser documentada para compararla en el

transcurso del tiempo. Se debe identificar los factores de riesgo social,

sanitario y la población de mayor riesgo, para la planificación de la atención.

En el caso de las personas adultas mayores que padecen estas

enfermedades, el personal de la salud debe encargarse de establecer planes

de cuidados individualizados y objetivos para promover la autonomía y

prevenir la discapacidad.

Figura 1. Valoración de pacientes por parte de los estudiantes de Enfermería de la UNESUM.

19

Valoración física

La recolección de esta información se lleva a cabo por medio de valoraciones

antropométricas, para las cuales se necesita la toma de peso y la medición

de la talla, cabe destacar que en el adulto mayor podría existir el caso de que

no se pueda tomar la talla real, por alteración de la anatomía de columna,

debido al aplastamiento de los discos intervertebrales, amputaciones o

inmovilidad, la valoración antropométrica se obtiene por mediciones de

alturas del talón a la rodilla o del tobillo a la rodilla. Luego de obtenido la talla

y el peso, se realiza el cálculo del índice de masa corporal IMC (2). En el adulto

mayor el punto de corte del IMC, difiere del adulto joven, ya que al aumentar

la masa grasa y reducir la magra, necesita una suma mayor de reserva a fin

de evitar y prevenir la desnutrición (3).

El síndrome metabólico (hipertensión, diabetes, entre otros), es importante

el concepto de obesidad visceral. Incluir la medida de perímetro abdominal

puede ser aún más importante que el índice de masa corporal (IMC). Este

perímetro tiene dificultades para ser evaluado en comparación con

estándares internacionales, ya que las diferencias raciales cambian los

valores, los mestizos latinoamericanos no tienen parámetros seguros al

respecto, lo cual merece una futura investigación.

Alimentación y nutrición

Los familiares o el cuidador deben brindarle un ambiente agradable siempre

sin distracciones visuales ni auditivas, mayormente cuando se va a ofrecer

los alimentos. Es importante la promoción de la independencia y autonomía

tanto como sea posible, proporcionándole una dieta variada y adecuada para

cada persona, permitiendo que escojan entre los alimentos indicados por los

profesionales de la salud; esto contribuirá a dar una sensación de control

sobre sus vidas (1).

En el medio, es muy común la desestructuración del esquema de

alimentación en muchos grupos familiares: frecuentemente no tienen

horario fijo, ni esquema de distribución del tipo de alimentos, por tanto se

debe insistir en implantar sistemas que se adapten a las costumbres locales

y de cada familia, recuperando:

20

a. Horario fijo de ingesta de alimentos

b. Estructura de distribución de los mismos

Este concepto es más importante, que entregar a los pacientes los usuales

menús sugeridos “de dieta” impresos para el paciente diabético e

hipertenso.

Hipertensión arterial

También conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el

que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta,

considerando que la presión normal es de 120/80 mm de Hg. (4). La mayoría

de las personas con hipertensión no presenta ningún síntoma; en momentos,

la hipertensión causa sintomatología, reflejada en cuadros clínicos, en

algunas ocasiones se atribuyen síntomas tales como: cefalea, disnea,

vértigos, dolor torácico, palpitaciones y epistaxis o sangrados espontáneos.

La hipertensión no controlada puede provocar infarto de miocardio,

hipertrofia ventricular, enfermedad renal y, a la larga, una insuficiencia

cardiaca (5). Así mismo es necesario que la población esté alerta sobre el ato

riesgo de enfermedad cerebro vascular en un paciente hipertenso mal

controlado.

Si el cuidador logra identificar que el familiar tiene hipertensión arterial, debe

consultar de manera inmediata al personal de salud, a fin de que le

proporcione tratamiento urgente, lo cual podría evitar complicaciones como

enfermedades cerebro vascular.

Los cambios que ocurren a nivel anatómico y fisiológico en el aparato

cardiovascular en el paciente hipertenso, ocasionan una disminución de la

reserva cardiaca, arritmias, seguido de una escasa respuesta a la demanda

metabólica del pulso al ejercicio, aumento de la presión diferencial del pulso

y respuesta inadecuada al ortostatismo (6).

La raza afroamericana posee una mayor prevalencia sobre la blanca, con una

relación de dos a uno. En las mujeres la prevalencia aumenta a partir de los

50 años de edad, lo cual se relaciona probablemente con la menopausia y sus

cambios hormonales (7). La hipertensión arterial es una enfermedad crónica

no transmisible, incurable, posee una prevalencia del 60% en los adultos

21

mayores alrededor del mundo, y corresponde al primer motivo de consulta

de las patologías de tipo crónicas (8). En el año 2008 el Ministerio de Salud

Pública de Ecuador en su guía del manejo del adulto mayor, citó un estudio

del Framinghan Heart, el cual mencionaba que los individuos normotensos

mayores de 55 años tienen un 90% de probabilidad de riesgo de desarrollar

hipertensión arterial.

En la anamnesis realizada al paciente se debe preguntar sobre la

sintomatología que ha presentado, para conocer si está relacionada con la

hipertensión arterial, también se debe obtener información acerca de los

familiares, debido a que puede tener antecedentes de HTA, enfermedad

cardiovascular, muerte súbita, enfermedad renal, diabetes, dislipidemia, los

cuales podría ser causa de una hipertensión secundaria.

En la recolección de datos también se debe preguntar acerca de hábitos:

tabaco, alcohol, drogas y también acerca de las condiciones socio culturales

y económicas en las cuales se encuentra actualmente el paciente.

Luego de haber realizado la historia clínica del paciente se procede al examen

físico, en el cual se debe tratar de localizar evidencia que complemente el

diagnóstico de hipertensión, ya que el endurecimiento de los vasos

sanguíneos no es el único factor predisponente a presentar este

padecimiento. Patologías como hiperaldosteronismo, estenosis de la arteria

renal y enfermedad del parénquima renal, apnea obstructiva del sueño,

hipertiroidismo, hipotiroidismo, acromegalia, hiperparatiroidismo, Cushing,

medicamentos como los corticoides, AINES, derivados de las anfetaminas,

corresponden a alteraciones que pueden desarrollar hipertensión arterial (9).

En el diagnóstico diferencial, también entran alteraciones de la presión a

causa de la presencia del personal de la salud, conocida como hipertensión

de bata blanca, así como la emergencia hipertensiva, urgencia hipertensiva y

la seudohipertensión. En esta última no se producen lesiones de órgano

blanco, no hay respuesta al tratamiento, inclusive pueden originarse

síntomas de hipotensión.

22

Figura 2. Estudiantes de Laboratorio Clínico de la UNESUM, haciendo los exámenes de sangre

de los pacientes.

Los análisis de laboratorio complementarios en la valoración del paciente,

corresponden a exámenes de sangre, para obtener: hemograma, glucosa,

colesterol total y HDL, triglicéridos, creatinina, ácido úrico, sodio y potasio

(10). Lo cual indicará una posible causa del padecimiento y permitirá obtener

valores para conocer la nutrición del paciente. En el análisis de orina, se

solicita químico o elemental y sedimento. También se debe solicitar albumina

en orina, ya que la microalbuminuria es un criterio diagnóstico, esta

determinación se realiza de manera obligatoria en pacientes hipertensos y

diabéticos. Actualmente se debe solicitar un electrocardiograma, para

valorar la presencia de hipertrofia ventricular izquierda o arritmias.

Se debe plantear a futuro también, un protocolo de atención a pacientes en

los que no se debe asumir que la hipertensión arterial es esencial, sino que

ésta puede ser secundaria. A estos pacientes hay que remitirlos a otro nivel

de atención para buscar posibles causas y potencialmente tratarlas o

eliminarlas, con énfasis en pacientes jóvenes sin antecedentes patológicos

23

de hipertensión, normo pesos y con tensión arterial severa que no se

controla con más de tres medicamentos.

El tratamiento es principalmente farmacológico, pero va de la mano con un

cambio del estilo de vida, en el cual se debe promover la reducción de peso,

dieta tipo DASH en la cual se busca el equilibrio nutricional, actividad física

moderada, adaptada a la condición física que presente la persona y

disminución del consumo de alcohol (11).

Dieta DASH

Los enfoques dietéticos para detener la hipertensión, en inglés Dietary

Approaches to Stop Hypertension (DASH), quizás es la dieta, puesta como

mejor ejemplo de patrón nutricional denso para prevenir la enfermedad

crónica. En ensayos aleatorios, los patrones dietéticos de DASH

disminuyeron la presión arterial en individuos hipertensos (33). Los ensayos

subsecuentes y los estudios observacionales han encontrado

consistentemente que las dietas tipo DASH redujeron el riesgo

cardiovascular y metabólico. A pesar de sus probados beneficios para la

salud, el patrón alimentario DASH no ha sido ampliamente adoptado. Su

consumo limitado puede ser explicado por restricciones económicas, ya que

los precios de los alimentos influyen en las elecciones de alimentos y

constituyen una barrera mayor para el cambio en la dieta.

La dieta DASH es considerada un importante avance en la ciencia nutricional.

Destaca los alimentos ricos en proteínas, fibra, potasio, magnesio y calcio,

como frutas y verduras, frijoles, nueces, granos enteros y productos lácteos

bajos en grasa (34). También limita los alimentos ricos en grasas saturadas y

azúcar. La dieta DASH no es una dieta reducida en sodio, pero su efecto se

refuerza también disminuyendo la ingesta de sodio (11). Desde la creación

de DASH hace 20 años, numerosos ensayos han demostrado que reduce

consistentemente la presión sanguínea en una amplia gama de pacientes con

hipertensión y pre hipertensión. El ensayo DASH inicial fue un estudio

aleatorizado de alimentación controlada de 4 sitios. En comparación con una

dieta de control típica del consumo estadounidense, la dieta DASH produjo

reducciones de la presión arterial sistólica y diastólica de 5,5 y 3,0 mm Hg,

respectivamente - con resultados evidentes tan pronto como 2 semanas

24

después de la línea de base (35). Se observaron cambios en la presión arterial

en subgrupos de hombres, mujeres, minorías raciales / étnicas, individuos

blancos e hipertensos y pre hipertensivos.

El principal desafío de salud pública sigue siendo la amplia difusión y

traducción de DASH. El logro de esta meta primero requiere entender los

determinantes potenciales de la adherencia pobre al DASH (36). A nivel

medioambiental, la baja adherencia al DASH puede atribuirse al actual

entorno alimentario estadounidense. Los alimentos deficientes en nutrientes

son altamente accesibles y baratos, las frutas y verduras tienden a ser más

caras que otros alimentos que se pueden comprar en restaurantes de comida

rápida. Esto es particularmente cierto para individuos de ingresos bajos que

pueden residir en áreas donde los alimentos DASH son menos accesibles (7).

A pesar de estas barreras, la investigación ha demostrado que DASH puede

ser adoptado a bajo costo y entre individuos de bajos ingresos; Alimentos

como frijoles secos o verduras congeladas son baratos y concuerdan con la

dieta DASH. Cambiar el entorno alimentario es una tarea desafiante que

requerirá cambios a nivel comunitario y político. Mientras tanto, para

mejorar la adopción de DASH, los esfuerzos deben centrarse en cómo las

personas pueden trabajar en su entorno para mejorar sus dietas.

A nivel clínico, los médicos de atención primaria tienen la oportunidad de

proporcionar asesoramiento sobre los comportamientos dietéticos para el

tratamiento de la hipertensión. Sin embargo, los clínicos siempre informan

que el tiempo limitado, el conocimiento y la eficacia percibida son barreras

para el asesoramiento dietético (37). Por otra parte, muchos clínicos todavía

principalmente recomiendan la reducción de la ingesta de sodio para el

control de la hipertensión. Se desconoce el grado de conocimiento de los

médicos de atención primaria, que son responsables del tratamiento de la

mayoría de los pacientes con hipertensión, los cuales deben estar

preparados para proporcionar asesoría. Mejorar la cobertura de reembolso

para los dietistas registrados podría mejorar su alcance. A nivel individual, se

necesitan estrategias innovadoras para inducir un cambio de

comportamiento sostenible. Una estrategia emergente para mejorar la

autogestión del paciente es el uso de herramientas digitales de salud, tales

como software especializado o simplemente un registro en una base de

datos que se puede diseñar en una hoja electrónica de cálculo en Excel.

25

La reducción de las cifras tensionales se logrará mediante el tratamiento

efectivo, con la participación del paciente en las indicaciones prestadas por

los profesionales de la salud, con estas intervenciones la presión arterial

disminuye entre 2 a 20 mm/Hg (12).

Entre los fármacos utilizados en el tratamiento están los diuréticos tiazidicos,

ahorradores de potasio, Inhibidores de enzima convertidor de angiotensina,

beta bloqueadores, antagonista de angiotensina 2, bloqueadores de los

canales del calcio (13). Al escoger el tipo de medicamento a usar, se debe

priorizar según el tipo de paciente y enfermedad concomitante, así como el

costo de la medicación. Por ejemplo, un paciente diabético,

preferentemente debe recibir un Inhibidores de la Enzima Convertidora de

Angiotensina (IECA) o Antagonistas de Receptores de Angiotensina 2 (ARA 2);

un paciente con dislipidemia seria mejor evitar un beta bloqueantes de

primera generación.

Diabetes mellitus

Esta alteración metabólica, por el momento corresponde a la forma más

común de las diabetes, representando el 95% de los casos de diabetes en los

adultos. Esta patología tiene múltiples factores fisiopatológicos que la causan

o condicionan su evolución, generalmente produce niveles bajos de insulina,

siendo la cantidad producida insuficiente para las necesidades del cuerpo, las

cuales también pueden ser resistentes a la insulina. La insulinoresistencia,

también llamada falta de sensibilidad a la insulina, ocurre principalmente en

la grasa, hígado y las células musculares (14).

La mayoría de los pacientes no presentan síntomas, y cuando la

hiperglucemia se observa en la evaluación de laboratorio en ayunas, esto

puede significar que la glucosa postprandial se encontraba alterada hace ya

diez años en promedio, es decir que casi siempre se llega con diez años de

retraso y las complicaciones tardías de la diabetes a veces ya están presentes

al momento del diagnóstico de la enfermedad. La sintomatología clásica de

la hiperglucemia incluye poliuria, polidipsia, nicturia, visión borrosa y, con

poca frecuencia, pérdida de peso (15). La poliuria y glucosuria se produce

cuando la concentración de glucosa sérica aumenta significativamente por

encima de 180 mg / dl (10 mmol / L), que excede el umbral renal de la

26

glucosa, lo que conduce a un aumento de la excreción urinaria de glucosa,

llamado glucosuria (16). La glucosuria origina diuresis osmótica, lo que se

traduce a poliuria e hipovolemia, esto es lo que produce polidipsia. Los

pacientes que repletan sus pérdidas de volumen con bebidas concentradas

de azúcar, como los refrescos no dietéticos, exacerban su hiperglucemia y

diuresis osmótica (17).

En cuanto a la nutrición del paciente diabético, la dieta necesita poseer

hidratos de carbono derivados de cereales, verduras, frutas, leguminosas,

granos y productos lácteos. Debe comunicarse al personal de la salud sobre

las fuentes de consumo de hidratos de carbono con adición de grasas,

azúcares o sodio para poder prevenir el alto consumo (18). En la

alimentación del adulto mayor con resistencia a la insulina, conviene que el

mayor porcentaje de los hidratos de carbono de la dieta sean derivados de

granos integrales para que los picos de concentración de glucosa disminuyan

en sangre (19). Los cereales de tipo grano entero que necesiten ser

consumidos realizan su efecto por la baja de la respuesta postprandial de

glucosa en sangre, haciendo más lento el vaciado gástrico, lo cual retrasa la

digestión de los almidones y de la absorción de glucosa procedente del

mismo (20).

Figura 3. Estudiantes de Enfermería de la UNESUM, tomando las muestras de sangre de los

pacientes para la realización de los respectivos exámenes clínicos.

27

Los análisis de laboratorio requeridos en esta patología, incluyen glucosa en

sangre, hemoglobina glicosilada en sangre, glucosa en orina, lípidos, función

renal y solo al inicio, si hay dudar sobre el diagnóstico, prueba de tolerancia

a la glucosa. Los ítems antes mencionados facilitan el control del paciente

diabético, debido a que permite conocer los niveles de glicemia que presenta

el paciente en la actualidad con la glucosa en sangre y tiempo antes de la

consulta, por medio de la hemoglobina glicosilada, que permite conocer si el

paciente ha tenido control sobre su enfermedad en los últimos cuatro meses.

No existe cura para la diabetes, debido a esto pertenece al grupo de las

enfermedades crónicas no transmisibles.

Se considera diabética una persona con valores de hemoglobina glicosilada

de 6,5% o mayor, glucosa en plasma en ayunas igual o mayor a 126 mg / dl,

prueba de tolerancia a la glucosa igual o mayor a 200 mg / dl, también se

puede realizar una prueba de glucosa al azar tomada en plasma, si la prueba

resulta igual o mayor a 200 mg / dl, forma parte del criterio de diagnóstico

de diabetes (17), éste último criterio se usa con fines epidemiológicos más no

se recomienda para el diagnóstico clínico rutinario.

La diabetes tipo 2 puede ser manejada con el control del peso, nutrición y

ejercicio. Desafortunadamente, la diabetes tipo 2 es una enfermedad

progresiva por su naturaleza y por ello los medicamentos para la diabetes

siempre son necesarios desde un inicio (21). Los exámenes complementarios

son una guía para el personal de salud, permiten conocer si el paciente sigue

el tratamiento farmacológico, como también si presenta mejoras en su

calidad de vida, con ejercicio físico y la nutrición recomendada por el

especialista (22).

Los expertos recomiendan pruebas de rutina para la diabetes tipo 2 desde

los 45 años, también personas que estén entre las edades de 19 y 44 años,

con sobrepeso u obesidad, debido que estos constituyen factores de riesgo

de la diabetes, así como una mujer que ha tenido diabetes gestacional (23).

Para la adopción de una terapia farmacológica apropiada, se deben

considerar los siguientes factores de resistencia a la insulina o ambos. Las

opciones de tratamiento se pueden dividir en terapias sin insulina, para los

cuales se emplean medicamentos sensibilizadores de insulina, secretagogos,

inhibidores de alfa glucosidasa, incretinas, inhibidores de la dipeptidil

28

peptidasa 4 (DPP4), bromocriptina e inhibidores de cotransportador

sodio/glucosa tipo 2 (SGLT-2) e insulinas (insulina y análogos de insulina) (24).

El tratamiento también puede ser con insulina, este fue el primer

tratamiento para la diabetes. La terapia con insulina sigue siendo el método

más efectivo para reducir la hiperglucemia. No hay límite superior en la

dosificación para el efecto terapéutico, por lo que puede usarse para manejar

cualquier nivel elevado de hemoglobina glicosilada (HbA) 1c y llevarlo hasta

un nivel casi normal. Entre otros de los beneficios que la insulina ofrece,

incluyen efectos sobre la disminución de los niveles de triglicéridos con un

aumento de lípidos de alta densidad. La hipoglucemia es una preocupación

que produce el uso de insulina, aunque el riesgo real de los episodios es

estrictamente dependiente del nivel de entrenamiento del prescriptor, del

paciente y familiares.

La insulina es el mejor medicamento de mejor relación costo-beneficio en el

manejo de la diabetes, no obstante la gran limitación para su uso está en las

dificultades reales de educación diabetológica para pacientes y personal de

salud, como también en las fobias creadas en las poblaciones por las

creencias erróneas que relacionan la insulina con las complicaciones tardías

de la diabetes mellitus.

29

CAPÍTULO 2. Referentes teóricos del modelo alternativo

de atención integral a pacientes diabéticos e hipertensos

Autores:

Lic. Bárbara Miladys Placencia López

Lic. Rosa Pinargote Chancay

Lic. Yasmín Castillo Merino

Puntos de vista de la salud

El análisis de la determinación de la salud por niveles de expresión permite

la verdadera concepción integral y sistémica de la salud y la enfermedad

como producto social; la sociedad, el tipo de formación socioeconómica se

erige como el determinante más general, luego el nivel particular con la

acción de los grupos, en los cuales se inserta el grupo de mayor importancia

en la vida del hombre que es la familia y el nivel de lo singular con la

participación del componente meramente individual, la personalidad como

instancia reguladora del comportamiento humano.

Prescripción de ejercicio

La clave de un programa de ejercicio exitoso es la individualización: deben

tenerse en cuenta los intereses, la condición física inicial y la motivación del

paciente. Una prescripción segura para el ejercicio requiere de una

evaluación médica completa e instrucciones específicas para el manejo del

programa de ejercicios. El paciente debe comenzar lentamente, hacer

ejercicios a intervalos regulares al menos tres a cuatro veces por semana e

incrementar gradualmente la duración, intensidad y frecuencia del ejercicio.

El Instituto de medicina recomienda 1 hora diaria de programa

moderadamente riguroso (25).

30

Puntos de vista desde los estilos de vida

La influencia de las condiciones de vida y trabajo en la salud de la población

fue identificada desde la antigüedad por Hipócrates 460 - 370 AC y Galeno

en el siglo II. Posteriormente Frank, Guerin, Virchow, Grotjam y Engels, en

diferentes momentos del desarrollo histórico, plantearon la relación entre

las condiciones materiales de vida y la salud de la población. Investigadores

sociales de reconocido prestigio mundial como Levi - Strauss, Malinowsky,

Comte y Durkheim mostraron evidencias de la influencia socio – cultural en

diferentes problemas de salud (25).

El pensamiento epidemiológico crítico privilegió la visión de los

determinantes sociales de los problemas de salud y enfermedad en

colectividades y grupos.

Aportes como los de Lafrombaise, Blum, Dever, Lalonde, con los elementos

el campo de salud y los modelos epidemiológicos de salud y bienestar

permitieron ampliar los horizontes de las políticas sanitarias y la planificación

de intervenciones más allá de los problemas físicos, biológicos y ambientales

hacia un reconocimiento del papel de los estilos de vida que tienen su fuente

principal en la influencia de origen social y psicológico, del comportamiento

y de los grupos de la sociedad.

Representantes del movimiento de la Medicina Social y la Epidemiología

Crítica basándose en la filosofía materialista dialéctica y en la concepción

integral biosocial del hombre resaltaron la influencia de los estilos de vida en

la salud de la población (17), plantearon además la necesidad de la

comprensión dialéctica de la unidad del movimiento biológico - social en la

salud y la concatenación entre los procesos de orden general (sociedad y

reproducción del modo de producción dominante) con los de la dimensión

de lo particular (clases y grupos constitutivos con sus formas de reproducción

social) y con la esfera de lo singular. Argumenta que la comprensión de la

vida familiar e individual integra el conocimiento de las contradicciones de

reproducción social de las clases, que es el fundamento para la investigación

de los determinantes de salud.

Carlesi (27) enfatiza que el nivel particular corresponde a las

intermediaciones a través de las cuales los diferentes grupos de una sociedad

garantizan su reproducción, nivel al que pertenece la familia.

31

El modelo de atención propuesto, para el análisis de los problemas de salud

pública plantea cuatro sub-sistemas en el proceso de atención en salud, que

va desde las ópticas: intra personales, interpersonales, institucionales

comunitarios y de políticas públicas y considera la interacción e integración

entre ellos.

Puntos de vista epidemiológicos

No hace mucho tiempo los ricos eran obesos, los pobres eran delgados y la

preocupación era cómo alimentar a los desnutridos. Actualmente, los ricos

son delgados y los pobres son, además de desnutridos, obesos y la

preocupación es ahora la obesidad.

Ésta fue etiquetada como epidemia mundial por la Organización Mundial de

la Salud (OMS) en el año 2008 debido a que a nivel global, existe más de 1

billón de adultos con sobrepeso y por lo menos 300 millones de éstos son

obesos (28). La epidemia de obesidad no se restringe a sociedades

desarrolladas, de hecho, su aumento es con frecuencia más rápido en los

países en vías de desarrollo, quienes enfrentan un doble reto junto con sus

problemas de desnutrición.

La diabetes e hipertensión asociada con la obesidad y sobrepeso se ha

triplicado en menos de dos décadas. La carga de la enfermedad es debido a

la elevación del índice de masa corporal (IMC) entre los cinco principales

factores de riesgo tanto en los países desarrollados como en los países en

vías de desarrollo con baja mortalidad.

En la definición de obesidad propuesta por la Organización Mundial de la

Salud, aunque los términos de sobrepeso y obesidad se usan

recíprocamente, el sobrepeso se refiere a un exceso de peso corporal

comparado con la talla, mientras que la obesidad se refiere a un exceso de

grasa corporal. En poblaciones con un alto grado de adiposidad, el exceso de

grasa corporal (o adiposidad) está altamente correlacionado con el peso

corporal. Por esta razón el IMC es una medición válida y conveniente de

adiposidad. El IMC se calcula al dividir el peso en kilogramos sobre el

cuadrado de la talla en metros (kg/m2). Un IMC mayor a 25 kg/m2 se define

como sobrepeso, y un índice de masa corporal mayor a 30 kg/m2 como

obesidad.

32

Puntos de vista del autocuidado

La promoción de la educación del paciente, premisa fundamental en el

tratamiento de la diabetes y la hipertensión ya la hacía Bouchardat en 1875

(29), y su valor ha sido demostrado reiteradamente por diversos autores en

comunidades de muy distintas características socioeconómicas. Sin embargo

solo un reducido número de pacientes en algunos países recibe una

adecuada educación sobre las enfermedades crónicas no transmisibles.

Consecuentemente, las personas con diabetes e hipertensión ignoran

aspectos fundamentales y los pasos a seguir para controlar su enfermedad.

Estas situaciones debidas en parte a que la educación no tiene aún el

suficiente prestigio científico y sus resultados no son bien conocidos por los

líderes de opinión y por quienes tienen a su cargo la salud pública.

Para que la educación sea efectiva, se requiere una serie de condiciones tales

como: entrenamiento, conocimiento y habilidades pedagógicas, buena

capacidad de comunicación, y de escuchar, comprender y negociar (26). Por

lo tanto, la educación no solo es transmitir o informar, es incorporar, hacer

propio el padecimiento, convertirlo en valor, e integrarlo en la escala de

valores de la persona que padece diabetes e hipertensión

Para asegurar un impacto positivo de la educación, es necesaria una

intervención temprana, desde el momento en que el paciente diabético e

hipertenso sabe de su diagnóstico; no requiere de altas inversiones, solo de

actitud de colaboración, capacitación y experiencia adecuadas de quienes la

ejercen. Por el contrario, su implementación a través de un proceso de

reflexión acción, implica más que la propia acción de tomar un medicamento,

es involucrar y responsabilizar al paciente en el autocontrol de su

enfermedad.

La detección precoz, la instauración del tratamiento adecuado, el correcto

autocontrol, sobre todo la educación, pueden prevenir las complicaciones de

manera significativa. Al respecto, en un estudio en el que se comparó el

control metabólico de la diabetes en pacientes que siguieron un programa

específico de educación diabetológica respecto a los que reciben los

cuidados habituales, se encontró que a doce meses del estudio, los pacientes

del grupo de intervención presentaron mayores descensos en los promedios

de hemoglobina glucosilada y de glicemia basal, también refieren mejoría en

33

la sensación subjetiva del estado de salud (17). Concluyen que un programa

intensivo de control y educación diabetológica por parte de profesionales de

enfermería en coordinación con médicos generalistas y endocrinólogos

puede ayudar a mejorar el control glucémico de los pacientes diabéticos.

Puntos de vista psicológicos

La Psicología desde el siglo XIX describió el papel de los procesos sociales en

la psiquis y de esta a su vez en las enfermedades, primero en las

enfermedades mentales, posteriormente en las llamadas psicosomáticas y

en la actualidad en el proceso salud - enfermedad como un todo (25).

La psiquis actúa como instancia reguladora del comportamiento, constituye

un eslabón del mecanismo interno de producción de las enfermedades.

Estados emocionales, rasgos personales y la influencia psicológica de los

grupos de pertenencia y referencia, en los que la familia ocupa un lugar

relevante, intervienen en el mecanismo de producción, desajuste y

mantenimiento de la enfermedad y en los comportamientos habituales

insanos.

La Escuela histórico - cultural desarrollada por L. S. Vygotsky sobre la base

del materialismo dialéctico e histórico, ofrece una concepción teórica

general que explica el complejo mundo de lo psíquico en el contexto de lo

biológico, lo sociocultural y lo histórico del hombre y aporta el

reconocimiento de la influencia decisiva de las mediaciones sociales

mediante los contextos y grupos con los cuales se relaciona el individuo en

toda su vida.

Para el marxismo, la génesis del hombre tiene su fuente y origen en la

interacción entre el individuo, su grupo social y su medio natural. Vygotsky

planteó en el concepto de mediación social, el papel de los “otros” como

portadores de los contenidos de la cultura, en cuya interrelación se

promueve el desarrollo, concepto que lo recrea y propone el papel de familia

como potenciadora del desarrollo infantil al crear el ambiente emocional –

afectivo positivo y generar la estimulación cognitiva.

Es en la familia donde se transmite la herencia cultural y el lugar donde cada

generación deja plasmada su historia, su experiencia, sus valores, sus

34

costumbres y principios, aspectos relacionados con el proceso educativo

básico de la producción de la salud.

La familia es uno de los agentes sociales mediadores del aprendizaje

individual y grupal. Estudios sobre familia y valores plantean que debido

precisamente a la alta presencia que tiene la familia en la formación de los

sistemas subjetivos de valores en las primeras etapas de formación de la

personalidad, se constituye en uno de los mediadores fundamentales de

todas las influencias valorativas, al actuar como intermediaria en relación con

los factores de naturaleza valorativa que trasladan su influjo hasta cada uno

de sus miembros, desde la vida, la comunidad, las leyes, los medios masivos

de comunicación, el discurso político, los preceptos morales y las tradiciones

de generaciones precedentes.

35

3. Modelo alternativo de atención integral a diabéticos e

hipertensos

Autores:

Dra. Johanna Mabel Sánchez Rodríguez

Dr. Javier Tibau Iturralde

Lic. Dolores Mirella Cedeño Holguín

El modelo diseñado es producto del proyecto de investigación avalado y

financiado por la Universidad Estatal del Sur de Manabí, el cual tuvo una

duración de dos años con dos meses, (mayo de 2015 a junio de 2017), en el

mismo se tomó una muestra de 255 pacientes (97 diabéticos, 44 hipertensos

y 114 con las dos enfermedades al mismo tiempo) registrados en el Distrito

de Salud 13D03, Hospital Básico Jipijapa y Hospital del Instituto Ecuatoriano

de Seguridad Social (IESS) de Jipijapa, ubicándolos en sus lugares de

residencia, se les tomó los datos de enfermería, se les realizó las pruebas de

laboratorio y diagnóstico médico.

En estas tres fases se pudo determinar las insuficiencias presentadas por el

Modelo de atención que lleva el Ministerio de Salud, agrupándolas en

desatención en cuanto al seguimiento de los pacientes, inexistencia de

“visitas domiciliarias” a los mismos y en lógica consecuencia errores en

cuanto al autocuidado que deben tener, puntualizados en sedentarismos,

dietas inadecuadas y estilos de vida poco favorables. Toda esta información

sirvió para el diseño del modelo, el mismo que se lo realizó en talleres, con

la participación de 10 investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de

la Universidad Estatal del Sur de Manabí, correspondientes a las carreras de

Enfermería y Laboratorio Clínico, en cada taller se produjeron debates

36

científicos que fueron alimentando el modelo en todo su proceso de

confección, una vez concluido el primer borrador, se lo sometió a un proceso

de validación cualitativa mediante la técnica de “talleres de expertos”, varias

consultas a los actores sociales de la ciudad de Jipijapa, provincia de Manabí

– Ecuador y consultas con los potenciales usuarios del modelo, todo este

proceso fue triangulado metodológicamente para lograr la validación

científica del modelo.

Luego de ello, se procedió a entregar el documento a reconocidos

profesionales de la salud y metodólogos de la investigación para que

realizaran el análisis respectivo y correcciones de contenido, en esta fase

participaron cinco profesionales especialistas en diabetología,

endocrinología, hipertensionista, médico familiar e investigador.

Consulta con expertos

Se realizaron tres talleres con expertos en diferentes momentos del proceso

de elaboración del modelo. Se generó la primera aproximación a la

concepción teórica de salud de los pacientes diabéticos e hipertensos y las

dimensiones implicadas en ella, con 26 expertos en el tema de atención y

cuidado a pacientes de las ya citadas enfermedades: entre ellos estuvieron

especialistas en diabetes e hipertensión, epidemiólogos y licenciadas en

Enfermería, todos miembros del Distrito de Salud de Jipijapa, Hospital Básico

de Jipijapa, Hospital de IESS Jipijjapa y profesionales de salud que son

docentes de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal del

Sur de Manabí.

37

Figura 4. Uno de los tres talleres de expertos realizado en la ciudad de Portoviejo-Ecuador,

con especialistas del área.

Se trabajó con el enfoque de la investigación cualitativa y la técnica de grupo

focal ya que permite generar ideas, discutir tópicos y obtener respuestas a

profundidad en el marco de grupos pequeños. Se realizaron 3 sesiones de 2

horas de duración cada una en promedio. La media de participantes por

sesión fue de 9. Los autores prepararon los insumos para la discusión y

registró el trabajo grupal en forma escrita.

Consulta con actores sociales de la comunidad

Se realizó una investigación de tipo cualitativa con las organizaciones

barriales de la zona urbana del cantón Jipijapa, provincia de Manabí,

Ecuador, con el objetivo de obtener información sobre los problemas que

afectan la salud de la población desde la perspectiva de los sectores sociales.

38

Consulta con los potenciales beneficiarios del modelo

Los sub-sistemas que componen el modelo fueron debatidos por los 10

profesionales de la salud que conforman el equipo de investigadores, y luego

puesto a consideración de 51 beneficiarios potenciales del mismo mediante

visitas domiciliarias. El criterio de selección de los beneficiarios fue aleatorio

y que estuvieran recibiendo algún tratamiento para la diabetes o

hipertensión.

Los criterios de los usuarios se recogieron en una planilla diseñada a tal

efecto aplicada en forma individual y se les preguntó si consideraban

pertinente la inclusión de los sub-sistemas, objetivos y actividades

propuestos para el modelo alternativo de atención integral a pacientes

diabéticos e hipertensos, indicando sus discrepancias, sugerir otros sub-

sistemas que debían integrar el modelo y plasmar observaciones.

Se consideró pertinencia, si el sub-sistema poseía una definición lógica de

correspondencia a la dimensión y al concepto de salud. Se calculó el

porcentaje de coincidencia de opinión en cada sub-sistema y componente y

se procesó en forma cualitativa las respuestas a la pregunta abierta. Se tomó

como buena la categoría cuando obtenía más del 85% de respuestas

positivas coincidentes.

Triangulación metodológica

Se utilizó la triangulación metodológica para elaborar el modelo alternativo

de atención integral a pacientes diabéticos e hipertensos con las diferentes

perspectivas provenientes de los aportes teóricos obtenidos en la revisión

bibliográfica, las consultas con expertos, beneficiarios, actores sociales de la

comunidad y las investigaciones a las familias de los pacientes diabéticos e

hipertensos que constituyeron la muestra de la investigación.

Se toma como referencias importantes resultados de la investigación que

contribuyó a la elaboración del modelo. La triangulación metodológica se la

concibió como un procedimiento que consiste en sistematizar los aspectos

coincidentes que emergen de diferentes fuentes de datos.

39

3.1. Estructura del modelo alternativo de atención

sistemática e integral a pacientes diabéticos e

hipertensos

El modelo está compuesto por cuatro sub-sistemas, cada uno tiene su

fundamentación teórica que justifica su razón de ser y de estar dentro del

modelo, a su vez cada sub-sistema tiene sus componentes y cada

componente tiene sus objetivos y actividades metodológicas a seguir. Se lo

ha concebido con un enfoque sistémico para ser trabajado desde la

enfermería, con el apoyo de todo el equipo de salud.

40

3.2 Subsistema 1 “Procesos de atención integral en salud

a pacientes diabéticos e hipertensos”

Diabetes tipo 1

Corresponde a la destrucción de las células beta de los islotes pancreáticos,

esto conduce a una insulinodeficiencia, la cual requiere de administración de

ésta para prevenir coma, cetoacidosis y muerte.

Diabetes tipo 2

Deficiencia relativa de insulina, la mayoría de las personas que presentan

estos casos, tienen como característica sobrepeso o distribución de manera

anormal del peso, lo cual origina resistencia a la insulina y defectos en la

secreción de insulina (14).

Diabetes gestacional

Definida como hiperglicemia durante el embarazo, en algunos casos se

resuelve en el periodo post-parto, pero podría retornar luego de algunos

años (22).

Prediabetes

Incluye alteración de la glicemia en ayunas e intolerancia a la glucosa (23)

Manejo de la diabetes en atención primaria

Personal de enfermería

Los objetivos son controlar los niveles de presión arterial, peso, talla y

circunferencia de cintura en los individuos que concurren a la unidad de

salud, registrándolos en la Ficha Clínica, seguido de esto deben informar

sobre los factores de riesgo cardiovascular, especialmente los relacionados

con la diabetes, como la nutrición y la actividad física.

41

Agendar consultas médicas y de enfermería en los casos indicados, cuidar de

los tensiómetros y glucómetros, que forman parte del equipamiento y

solicitar su mantenimiento cuando sea necesario. Controlar el stock y la

reposición de medicamentos siguiendo las orientaciones del médico

encargado y dispensar los medicamentos a los pacientes en tratamiento.

Explicar a los y las pacientes las técnicas de auto-control de glicemia capilar

y la de aplicación de insulina.

Médico

Desarrollar conjuntamente con el personal de enfermería en actividades

educativas de promoción de la salud, a través de acciones individuales y/o

colectivas, con todas las personas de la comunidad. Desarrollar actividades

educativas individuales o en grupo con pacientes diabéticos. Realizar

consultas con las personas de mayor riesgo de diabetes tipo 1 y 2, a fin de

definir la necesidad de pruebas de glucosa en ayunas y llevar a cabo consultas

para confirmar el diagnóstico, evaluación de factores de riesgo, identificación

de posibles comorbilidades, revisando la estratificación del riesgo

cardiovascular de los pacientes con diabetes (5). Si es necesario, solicitar

exámenes complementarios cuando, asesorar sobre los cambios en el estilo

de vida y prescribir el tratamiento no medicamentoso.

Tomar la decisión terapéutica, definiendo el inicio del tratamiento

farmacológico y programar, con el equipo, las estrategias para la educación

del paciente. Remitir al especialista, de acuerdo con la periodicidad

establecida en este protocolo, a todos los pacientes con diabetes, para

detección de complicaciones crónicas, cuando no haya posibilidad de

realizarla (3).

Remitir al especialista los pacientes portadores de diabetes con dificultad de

control metabólico, luego de no haber logrado control por el médico de

atención primaria, también se deben remitir al especialista los casos de

diabetes gestacional y aquellos que necesitan una consulta especializada (2).

Perseguir, de acuerdo con el plan individualizado de atención establecido

juntamente con los pacientes portadores de diabetes, los objetivos y metas

del tratamiento. Organizar con el personal de enfermería, y con la

participación de todo el equipo de salud, la distribución de las tareas

necesarias para la atención integral de los pacientes con diabetes (24).

42

Utilizar los datos de los registros y de las consultas de control y seguimiento,

para evaluar la calidad del cuidado dado en la unidad, y para planificar o

rediseñar las acciones de salud (4).

Exámenes complementarios

Se solicitan luego del examen físico y varían de acuerdo al momento del

diagnóstico del paciente:

Paciente recién diagnosticado

Glucosa en ayunas, hemoglobina glicosilada (HbA1c) realizada con

metodología estandarizada para obtener la cifra más confiable, colesterol

total, HDL-C, triglicéridos, LDL, creatinina sérica en adultos, análisis de orina

en el cual se evalúa infección urinaria, proteinuria, cuerpos cetónicos,

sedimentos, microalbuminuria, si la proteinuria fue negativa, solicitar

ecocardiograma en adultos (17).

Paciente con sospecha

Glucemia en ayunas, TTOG, glicemia basal y dos horas pos carga de glucosa

con 75 gramos, cuando el resultado de la glucosa plasmática es entre 100-

126 mg/dl o presenta dos o más factores de riesgo.

Paciente en seguimiento con buen control metabólico

Cada cuatro meses se debe realizar examen de: glucosa en ayunas, HbA1c

(hemoglobina glicosilada), orina simple y sedimento. Todos los años se debe

agregar a lo anterior aclaramiento de creatinina, proteinuria de 24hs, perfil

lipídico y fondo de ojo (20).

Las personas calificadas como pre-diabéticos con buen control metabólico,

se deben realizar un análisis cada seis meses para controlar glucemia en

ayunas, y TTOG, perfil lipídico (18). Personas con factores de riesgo de

diabetes tipo 2 o síndrome metabólico deben realizarse control anual de

glucemia en ayunas o TTOG, perfil lipídico. Las personas mayores de 40 años

sin factores de riesgo de diabetes tipo 2, deben cada dos años controlar la

glucemia en ayunas y perfil lipídico (19).

43

Hipertensión arterial

También conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el

que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta,

Considerando que la presión normal es de 120/80 mm de Hg (8). La

mayoría de las personas con hipertensión no presenta ningún síntoma. En

momentos, la hipertensión causa sintomatología, reflejada en cuadros

clínicos cefalea, disnea, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y

epistaxis o sangrados espontáneos, pero no siempre.

Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio, un

ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca. Si el

cuidador logra identificar que el paciente tiene hipertensión arterial, debe

consultar de manera inmediata al personal de salud, a fin de que le

proporcione tratamiento urgente, lo cual podría evitar complicaciones como

derrame cerebral (13).

Los cambios que ocurren a nivel anatómico y fisiológico en el aparato

cardiovascular en el paciente geriátrico son una disminución de la reserva

cardiaca, arritmias. Seguido de una escasa respuesta del pulso al ejercicio,

aumento de la presión diferencial del pulso y respuesta inadecuada al

ortostatismo (16).

La raza afroamericana posee una mayor prevalencia sobre la blanca, que

corresponde al doble. En las mujeres la prevalencia tiene que ver con la edad

creciendo considerablemente desde los 50 años, lo cual se relaciona

probablemente con la menopausia y sus cambios hormonales (11). La

hipertensión arterial es una enfermedad crónica no transmisible, incurable,

posee una prevalencia del 60% en los adultos mayores alrededor del mundo,

y corresponde al primer motivo de consulta de las patologías de tipo

crónicas. En el 2008 el Ministerio de Salud Pública del Ecuador en su guía del

manejo del adulto mayor, publico un estudio del Framinghan Heart, el cual

mencionaba que los individuos normotensos mayores de 55 años tienen un

90% de probabilidad de riesgo de desarrollar HTA (1).

Los objetivos que se deben cumplir en el manejo integral de una paciente

con hipertensión en el Ecuador, de acuerdo al Ministerio de Salud Pública

son:

44

1. Definir la hipertensión arterial y reconocerla como factor de riesgo.

2. Evaluar al paciente adulto mayor hipertenso.

3. Manejar la terapéutica farmacológica y la no farmacológica de la

hipertensión arterial en el adulto mayor.

4. Reconocer la evidencia del beneficio del tratamiento.

En la anamnesis realizada al paciente se debe preguntar sobre la

sintomatología que ha presentado, para conocer si está relacionada con la

hipertensión arterial, también se debe obtener información acerca de los

familiares, debido que puede tener antecedentes de HTA, enfermedad

cardiovascular, muerte súbita, enfermedad renal, diabetes, dislipidemia, los

cuales podrían ser causa de una hipertensión secundaria (6). En la

recolección de datos también se debe preguntar acerca de hábitos: tabaco,

alcohol, drogas y también acerca de las condiciones socio culturales y

económicas en las cuales se encuentra actualmente el paciente.

Luego de haber realizado la historia clínica del paciente se procede al examen

físico, en el cual se debe tratar de localizar evidencia que complemente el

diagnostico de hipertensión, ya que el endurecimiento de los vasos

sanguíneos no es el único factor predisponente a presentar este

padecimiento (15). Patologías como hiperaldosteronismo, estenosis de la

arteria renal y enfermedad del parénquima renal, apnea obstructiva del

sueño, hipertiroidismo, hipotiroidismo, acromegalia, hiperparatiroidismo,

Cushing, medicamentos como los corticoides, AINES, derivados de las

anfetaminas y otros corresponden a alteraciones que pueden desarrollar

presión sanguínea elevada (10).

En el diagnóstico diferencial, también entran alteraciones de la presión a

causa de la presencia del personal de la salud, conocida como hipertensión

de bata blanca, así como la emergencia hipertensiva, urgencia hipertensiva y

la seudohipertensión. En esta última no se producen lesiones de órgano

blanco, no hay respuesta al tratamiento, inclusive pueden originarse

síntomas de hipotensión (9).

Los análisis de laboratorio, complementarios a la examinación del paciente,

corresponden a exámenes de sangre, para obtener: Hemograma, glucosa,

colesterol total y HDL, triglicéridos, creatinina, ácido úrico, sodio y potasio.

45

Lo cual indicara una posible causa del padecimiento y permitirá obtener

valores para conocer la nutrición del paciente (7). En el análisis de orina, se

solicita químico o elemental y sedimento. También se debe solicitar albumina

en orina, ya que la microalbuminuria es un criterio diagnóstico, esta

determinación se realiza de manera obligatoria en pacientes hipertensos

diabéticos. Actualmente se debe solicitar un electrocardiograma, para

valorar la presencia de hipertrofia a ventricular izquierda o arritmias.

El tratamiento es principalmente farmacológico, pero va de la mano con un

cambio del estilo de vida, en cual se debe promover la reducción de peso,

dieta tipo DASH buscando remodelar la dieta, actividad física moderada,

adaptada a la condición física que presente la persona y moderación en el

consumo de alcohol. La reducción de presión se lograra en un tratamiento

efectivo, con la participación del paciente en las indicaciones prestadas por

los profesionales de la salud, la presión puede disminuir entre 2 a 20 mm/Hg

(12).

3.2.1 Componentes del primer sub-sistema

A. Prevención de la enfermedad, diagnóstico, Seguimiento y control médico

Prevención Secundaria de la enfermedad: Medidas destinadas no

solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción

de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus

consecuencias una vez establecida (27).

Diagnóstico: Perteneciente o relativo a la diagnosis. Este término, a su vez,

hace referencia a la acción y efecto de diagnosticar, que corresponde a recoger y

analizar datos para evaluar problemas de diversa naturaleza (28).

Seguimiento médico: Patrón de regulación e integración en la vida diaria de

un programa para el tratamiento de la enfermedad y de sus secuelas que es

suficiente para alcanzar objetivos específicos de salud (29).

Control médico: Acciones por iniciativa del médico para favorecer el

bienestar y la recuperación de la salud, en conjunto con acciones para

minimizar los efectos adversos experimentados, tanto a nivel físico como

emocional, que tienen como finalidad disminuir los riesgos para la salud (30).

46

A.1. Objetivo

Planificar acciones centradas en la gestión y la calidad de la atención, para

responder a las necesidades y/o problemas de la población, partiendo del

diagnóstico, seguimiento y control médico de pacientes diabéticos e

hipertensos.

A2. Actividades

Dispensarización de los pacientes con diabetes mellitus e hipertensión arterial, identificando problemas de salud reales con acciones que diferencien de otras especialidades.

Caracterización de las determinantes de salud que afectan a esta población, partiendo de problemas reales.

Formular diagnósticos integrales de los problemas familiares incorporando el enfoque de riesgo.

Crear un plan de intervención, partiendo del diagnóstico, delimitando los controles médicos en instituciones de salud, y los controles médicos en la comunidad.

Detallar información clara, precisa, basada en evidencia y a disposición del equipo de salud encargado del manejo y control de estos casos, de acuerdo al manejo terapéutico.

Elaboración de planes de acciones que den respuesta a las necesidades sentidas y reales de las comunidades.

Estandarizar en la medida de los insumos disponibles el tratamiento farmacológico a los pacientes diabéticos e hipertensos e informar opciones diferentes a las existentes en el sistema sanitario público.

Prevenir complicaciones de la enfermedad y su progresión a corto y mediano plazo.

B. Visitas médicas domiciliarias

Visitas médicas domiciliarias: Es el cuidado que le permite a una persona

con necesidades especiales que permanezca en su casa. Puede ser para

quienes están envejeciendo, enfermos crónicos, pacientes que se recuperan

de cirugías o personas discapacitadas (31).

47

B1. Objetivo

Propiciar una aproximación biopsicosocial-espiritual, y cultural que ayuden

al diagnóstico de problemas y/o necesidades de salud de los diabéticos e

hipertensos, para el adecuado control de estas enfermedades.

B2. Actividades

a. Planificar las visitas relacionando objetivos concretos que sirvan de guía

para obtener una información precisa, con acciones que satisfagan las

necesidades del paciente.

b. Contar con una programación de visitas, según lo establece el Modelo

de Atención de Salud del Ecuador.

c. Disponer de mapas epidemiológicos que faciliten la localización

geográfica de estos pacientes.

d. Capacitar a los Técnicos de Atención Comunitaria en temas actualizados

y priorizados, para el control y seguimiento de los pacientes diabéticos

e hipertensos.

C. Dinámica en la actualización de la información de los pacientes

En los años setenta se crearon en Estados Unidos las primeras bases de datos

sanitarias informatizadas. Su finalidad inicial era puramente administrativa,

pero pronto se apreció su gran eficiencia como fuente de información para

realizar estudios epidemiológicos. Con ellas se ha podido estudiar cohortes

de cientos de miles de individuos, algo realmente impensable con la

metodología “tradicional”. Esta ventaja puede resultar particularmente

aplicable a la investigación en salud que, en general, trata de evaluar los

efectos de aparición infrecuente que exigen el estudio de cohortes muy

amplias, o de extensas series de casos y controles.

48

Además, los estudios realizados con bases de datos informatizadas permiten

ofrecer respuestas fundamentadas en unos tiempos más acordes con el

proceso de toma de decisiones en fármaco-vigilancia. Pero las bases de datos

informatizadas no sólo simplifican la logística y reducen los costes de la

investigación fármaco-epidemiológico, sino que además pueden elevar su

validez, gracias a otras dos importantes ventajas:

a. La información que contienen sobre exposición a los medicamentos

de interés suele ser más completa y fiable que en los estudios

tradicionales basados en la entrevista, ya que en ellas se registra

prospectivamente su prescripción o su dispensación, en vez de

confiar en la memoria del entrevistado.

b. En los estudios de casos y controles, permiten una selección

auténticamente poblacional de los controles; cuando se usan otros

procedimientos (p. ej., controles hospitalarios) no existe seguridad

de que la selección de controles sea independiente de la exposición

a los medicamentos de interés.

Existe ya un buen número de bases de datos en Estados Unidos y Europa con

las que se pueden realizar estudios fármaco-epidemiológicos, pero entre

ellas destaca la base de datos británica GPRD (General Practice Research

Data base) (32), a la que aportan información registrada con ordenador cerca

de 2.000 médicos de atención primaria. El rasgo más distintivo de la GPRD es

su carácter “integral”: al contener datos de prescripción, enfermedades y

problemas clínicos, y resultados de pruebas complementarias, no se precisa

ningún enlace con otras bases de datos para reunir la información requerida

en los estudios de fármaco epidemiología, que es el campo en el que

indudablemente ha demostrado una mayor utilidad.

C1. Objetivo

Actualizar sistemáticamente la información relacionada con la ubicación

geográfica, y situación de salud de los pacientes diabéticos e hipertensos.

C2. Actividades

a. Actualización sistemática de fichas, modelos, y otros documentos que

faciliten información actualizada y rápida de la situación de salud de

pacientes diabéticos e hipertensos.

49

b. Historia clínica disponible para todos los profesionales que atienden a la

persona, para garantizar la integralidad en la atención de estos

pacientes.

3.3 Subsistema 2 “Estilos de vida de los pacientes

diabéticos e hipertensos”

En la alimentación del paciente, los familiares o el cuidador deben brindar un

ambiente atractivo siempre sin entretenimientos visuales ni auditivas,

mayormente cuando se va a entregar los alimentos (1). Es transcendental la

promoción de la independencia y autonomía tanto como sea posible,

proporcionándole una dieta variada y adecuada para cada persona,

permitiendo que escojan entre los alimentos indicados por los profesionales

de la salud; esto contribuirá a dar una sensación de control sobre sus vidas.

Control dietético del paciente diabético

En la actualidad se recomienda una cena rica en hidratos de carbono no

digeribles lo cual origina la capacidad de reducir la glucosa postprandial

después de un desayuno de carga glucémica alta, se cree que esta respuesta

es producida por los ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y

butirato) producidos por la fermentación de hidratos de carbono no

digeribles por la microbiota colónica (39). En las personas con diabetes tipo

2 la proteína ingerida acrecienta la respuesta a la insulina sin elevar las

concentraciones de glucosa en el plasma, por lo que no corresponden

utilizarse para tratar la hipoglucemia severa pero si para prevenirla (19).

Numerosos estudios sobre los efectos del consumo de productos lácteos o

sus componentes (calcio, vitamina D y magnesio) en la diabetes mellitus tipo

2, han reportado efectos benéficos del aumento del calcio y de la ingestión

de vitamina D en la mejora de la sensibilidad a la insulina y la prevención de

diabetes mellitus tipo 2 (40).

50

3.3.1 Componentes del sub-sistema 2

A. Control nutricional

Control nutricional: Medida aplicable universalmente a todo tipo de

paciente bajo indicadores del estado nutricional, como el índice peso/talla y

el índice de masa corporal. Estos indicadores siempre consideran sexo y edad

de las personas (30).

A1. Objetivo

Brindar conocimientos y herramientas a los pacientes, familias y

comunidades para lograr estilos de vida saludable, teniendo como piedra

angular el control nutricional.

A2. Actividades

Planeación de acciones partiendo de aspectos objetivos manifestados por el

desarrollo y utilización del potencial intelectual y creador del hombre y

aspectos subjetivos determinados por la calidad de vida.

Identificación de los problemas nutricionales desde el punto de vista

biológico, psicológico, ambiental e higiénico-epidemiológico, analizando los

aspectos que más afectaron.

Educación nutricional utilizando como herramientas guías de alimentación.

Proyectar estrategias nutricionales para pacientes hipertensos conociendo

su patrón habitual de consumo, para individualizar las recomendaciones.

Integrar a los miembros de la familia en el proceso de adecuada ingesta

alimentaria para prevenir aumento de la incidencia de diabetes e

hipertensión entre los mismos.

B. Visitas domiciliarias (enfermeras y nutricionistas)

Visitas domiciliarias enfermeras: Corresponde al ejercicio de asistir o

facilitar cuidados que se prestan en el domicilio de pacientes que, debido a

51

su estado de salud o a su dificultad de movilidad, no se pueden desplazar al

Centro de Salud que les corresponde. Además, contribuye a conocer los

estilos de vida dentro del ámbito familiar, a detectar situaciones de riesgo y

a mejorar la calidad de vida de los pacientes. La asistencia sanitaria en el

domicilio supone al profesional sanitario ejercer su actividad fuera del Centro

de Salud necesitando, en muchas ocasiones, la revisión y actualización de los

protocolos de actuación en cada una de las situaciones que se podrían dar

(41).

Visitas domiciliarias nutricionista: Método que se aplica según sea la edad

del paciente, para explicarle lo que debe comer, para ello se debe conocer

sobre lo que requiere el cuerpo para nutrirse. Implica también explicar sobre

los alimentos ricos en proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales y

sobre las consecuencias de una mala alimentación y los consiguientes

efectos, siendo uno de ellos la desnutrición (42).

B1. Objetivo

Observar al individuo en su ambiente social, cultural, religioso y familiar, para

identificar problemas reales de salud, integrando al equipo de salud y a las

direcciones políticas de las comunidades.

B2. Actividades

a. Orientar al paciente sobre aspectos inherentes a la atención domiciliaria,

para familiarizarlo con las visitas al hogar, logrando facilitar la

comunicación, e intervención en el hogar.

b. Entrevista al paciente y familiares, para determinar necesidades de salud

proponiendo acciones de prevención, educación para el autocuidado,

y cambio de estilo de vida (nutrición).

c. Tener en consideración la necesidad que tiene una familia de recibir

visitas domiciliarias, no solo por los Técnicos de Atención Comunitaria,

sino también por otros miembros del equipo de salud.

d. Realizar informes de visita que respondan al problema de salud real de la

población, con sistematicidad y pertinencia.

e. Coordinación y gestión para la atención de los pacientes en los

servicios de nutrición, y otros servicios especializados dentro y fuera del

52

ámbito de salud, haciendo participe a los dirigentes de las diferentes

organizaciones políticas.

C. Control de peso

Control de peso: Es el manejo del peso es el mantenimiento

del peso corporal a un nivel saludable (43).

C1. Objetivo

Equilibrar la ingesta de alimentos diarios para mantener perfil lipídico que

reduzca el riesgo de complicaciones cardiovasculares, con una adecuada

reducción de aportes calóricos en personas obesas, contemplando los

aspectos culturales y sociales.

C2. Actividades

a. Reducción de aporte calórico aproximadamente en un 25% de la ingestión

habitual.

b. Mantener el estado nutricional de pacientes diabéticos e hipertensos,

actualizando las normas nutricionales y ajustándola individualmente.

c. Realizar controles de IMC, con exactitud y relacionarlos con cada uno de

los pacientes individualmente.

d. Control de peso sistemático y oportuno con la participación de

especialistas en el tema, teniendo como premisa que cada persona es

única, independientemente de su enfermedad.

3.4 Subsistema 3 “Educación para la salud de los

pacientes hipertensos y diabéticos orientada hacia el

autocuidado”

La diabetes fue registrada por primera vez cerca del año 1500 a. C. por los

antiguos egipcios, que lo inspeccionaban como una rara condición en la que

una persona orina desmedidamente y pierde peso de manera continua. El

significado de diabetes mellitus, refleja el hecho de que la excreción urinaria

de los enfermos tenía un sabor dulce, lo cual fue conocido por primera vez

53

por el médico griego Aretaeus. Alrededor del año 1776, el medico Matthew

Dobson midió realmente la concentración de glucosa en la micción de los

pacientes con esta condición y demostró que sus niveles se encontraban

incrementados. La diabetes fue una entidad clínica reconocida cuando el

New England Journal of Medicine and Surgery fue fundado en 1812 (44). Su

prevalencia en ese momento no estaba documentada, y básicamente no se

sabía mucho acerca de los mecanismos responsables de la enfermedad. No

existía tratamiento efectivo, y la diabetes era considerada una enfermedad

fatal dentro de las semanas a meses luego de su análisis como consecuencia

de la deficiencia de insulina.

La enfermedad radica en la resistencia a la insulina y deficiencia de insulina,

la diabetes es un trastorno complejo y heterogéneo. La diabetes tipo 1 ocurre

con mayor frecuencia o de manera predominante en los jóvenes y tiene

como causa la destrucción autoinmune selectiva de la célula de tipo beta de

los islotes pancreáticos, que conlleva a la deficiencia de insulina. La diabetes

de tipo 2 se presenta con mayor frecuencia, y el gran conjunto de las

personas con esta condición tienen sobrepeso u obesidad. La crecida del

peso corporal en la generalidad de la población, es el resultado de las dietas

ricas en calorías y un modo de vida sedentario, es el componente más

importante asociado con la extensión de la prevalencia de la diabetes de tipo

2 (45).

Los adultos mayores representan los pacientes más propensos a tener

diabetes tipo 2, sin embargo la edad de inicio ha estado bajando en los

actuales años, y la diabetes tipo 2 es más habitual entre los adolescentes y

adultos jóvenes. Harold Himsworth propuso en 1936 que muchos pacientes

con diabetes tienen resistencia a la insulina en lugar de deficiencia de insulina

(46). Ahora se sabe que la resistencia a la insulina es fundamental en la

patogénesis de la diabetes tipo 2 y que el padecimiento es resultado tanto

de la resistencia a la insulina como de la función de las células de tipo beta

del páncreas.

Los patrones de alimentación, combinaciones de alimentos y grupos de

alimentos son aceptables en el tratamiento de la diabetes. El uso del sistema

de equivalentes es favorecedor en la vigilancia de la glucemia en los

pacientes con diabetes mellitus y surgió como instrumento para dar

diversidad a la dieta individual de las personas con esta condición. La

54

organización de los menús a través del control de porciones y la potestad de

escoger los alimentos para la ingesta es una estrategia segura y efectiva en

pacientes diabéticos adultos (21).

Lo ideal para la persona diabética, es que debe ser referido a un dietista

registrado o un nutricionista acreditado, de manera similar debe derivarse a

este tipo de profesional para el tratamiento nutricional posterior del

diagnóstico (47) y para un rastreo continuo de su enfermedad. Otra

alternativa para varias personas es la unión a un programa de educación

integral de autocontrol de la diabetes e hipertensión, la cual incluye

prestación de conocimiento sobre la terapia nutricional a seguir.

Lamentablemente, un elevado porcentaje de las personas con diabetes

mellitus no reciben ningún tipo de educación diabética ordenada o

estructurada, mucho menos aun una terapia de nutrición adecuada

(48). Muchas personas con diabetes, así como su veedor de atención médica,

no son conscientes de que estos servicios están disponibles para las personas

con este padecimiento (19).

Existen actualmente otros factores predictores de complicaciones de la

diabetes como la hemoglobina glicosilada, a parte de los niveles de glucosa,

la cual es una proteína de la hemoglobina unida a cadenas carbonadas de

glúcidos, lo cual se representan como la memoria del tratamiento a seguir

por el diabético, lo cual está ligada a la educación del paciente (49). La

medición de la Hemoglobina glicosilada es un análisis de laboratorio muy

utilizado en la diabetes para estar al tanto si el control que cumple el paciente

sobre la enfermedad ha sido correcto durante los últimos 3 o 4 meses (50).

Los pacientes con intolerancia a la glucosa o con valores de hemoglobina

glicosilada de 5.7 a 6.4% deben ser enviados a un programa de apoyo

perenne de focalización efectiva para fomentar la pérdida de peso, un

aproximado de 7% del peso corporal y aumentar la actividad física de mínimo

150 min / semana de actividad moderada, como el ejercicio de caminata (51).

El manejo de pacientes con metformina para la prevención de la diabetes

tipo 2, consigue ser apreciado en aquellos con intolerancia a la glucosa,

insuficiencia renal crónica, o hemoglobina glicosilada de 5.7 a 6.4%, en

especial para aquellos pacientes con un IMC> 35 kg / m2, edad < 60 años, y

las mujeres con diabetes gestacional previa (22).

55

Investigaciones internacionales demuestran claramente que es posible,

mediante un adecuado tratamiento, retrasar o incluso prevenir las

complicaciones a largo plazo de la enfermedad, siendo uno de los pilares

principales la educación, considerada la piedra angular para el control de

estos pacientes, ya que la diabetes mellitus y la hipertensión arterial son

entidades nosológicas que exigen una mayor participación por parte del

enfermo, pues éste debe hacerse las pruebas periódicamente, ingerir

tabletas o inyectarse y responsabilizarse con la dieta indicada, pero esta

participación será poco probable si antes no se ha cumplido todo un proceso

educacional, encaminado a lograr un estilo de vida propio de la condición

diabética o hipertensa.

Se debe motivar al paciente en el concepto de que el buen control en los

años iniciales de la enfermedad deja un “legado metabólico” que se traduce

en una notable disminución en la presentación de complicaciones tardías en

estos pacientes.

En contra posición con la actitud habitual de procastinación de la decisión del

paciente sobre un buen control, que lleva a que el paciente quiera mitigar la

gravedad de la complicación cuando ya están presente y en ese momento

esto ya no es posible.

Los diferentes ensayos clínicos se enfocan en el conocimiento del individuo

y su familia en el control de su afección, particularmente en cuanto a

aspectos relacionados con el cumplimiento de las exigencias nutricionales

que no sólo concierne al enfermo, sino también a la familia y a la comunidad

(51).

En este empeño se requiere un acercamiento a las personas para dirigir el

aprendizaje, así como tratar el problema integralmente, tomando en cuenta

la forma de pensar, las ansiedades, las creencias de salud de esas personas y

el entorno familiar y social en el cual se desarrolla su vida diaria.

Con el fortalecimiento de la Atención Primaria de Salud, logrado por la

existencia del médico y enfermera de la familia, están sentadas todas las

condiciones para la educación continua de los pacientes, personas con

riesgos y población en general, ya sea a través del contacto individual o de

pequeños grupos donde se usa la participación interactiva para identificar las

56

necesidades y dificultades personales, así como buscar diferentes vías de

solución a partir de la experiencia cotidiana del grupo.

El Comité Nacional de Coordinación del Programa Nacional de Educación

sobre Hipertensión Arterial (31) publicó su primera declaración sobre la

prevención primaria de la hipertensión, como también recomendaciones

actuales para la prevención primaria de la hipertensión, las cuales implican

un enfoque basado en la población, enfocada en individuos con alto riesgo

de hipertensión. Estas dos son complementarias y enfatizan seis enfoques

con eficacia comprobada para la prevención de la hipertensión: participar en

actividad física moderada; mantener el peso corporal normal; limitar el

consumo de alcohol; reducir la ingesta de sodio; mantener una ingesta

adecuada de potasio; y consumir una dieta rica en frutas, verduras y

productos lácteos bajos en grasa y reducida en grasa saturada y total. La

aplicación de estos enfoques a la población en general como componente de

la salud y la práctica clínica puede ayudar a prevenir que la presión arterial

cause alteraciones en la persona y puede ayudar a disminuir las cifras

tensionales, para aquellos con una alta presión arterial normal o

hipertensión.

Además de la educación a las personas, se deben promover entrevistas de

salida individualizada para aclarar y enfatizar el régimen terapéutico después

de que el paciente haya completado una visita clínica regular, visitas

domiciliarias para aumentar el apoyo familiar para el paciente, o una serie de

reuniones de grupos pequeños para aumentar la motivación del paciente y

el sentimiento de autocontrol.

Métodos de prevención primaria de la hipertensión

La hipertensión se puede prevenir mediante la aplicación complementaria de

estrategias dirigidas a la población en general y a individuos y grupos con

mayor riesgo de hipertensión arterial (4). Es más probable que las

intervenciones en el estilo de vida sean exitosas y que las reducciones

absolutas en el riesgo de hipertensión probablemente sean mayores cuando

se dirigen a personas mayores y aquellas que tienen un mayor riesgo de

desarrollar hipertensión en comparación con sus homólogos más jóvenes o

con un menor riesgo. Sin embargo, las estrategias de prevención aplicadas

57

temprano en la vida proporcionan el mayor potencial a largo plazo para

evitar los precursores que conducen a hipertensión y niveles elevados de

presión arterial y para reducir la carga global de complicaciones relacionadas

con la presión arterial en la comunidad.

Estrategia basada en la población

Un enfoque basado en la población dirigido a lograr cambios en la presión

arterial, es un componente importante para cualquier modelo integral para

prevenir la hipertensión. Un pequeño decremento en la distribución de la

presión arterial sistólica es probable que resulte en una reducción sustancial

en la carga de la enfermedad relacionada con la presión arterial. En un

análisis basado en Framingham Heart Study, se informó la reducción de Hg

de 2 mm en el promedio poblacional de la presión arterial diastólica para los

residentes blancos de 35 a 64 años de edad en los EE.UU. resultaría en una

disminución de 17% en la prevalencia de hipertensión, una reducción del

14% en el riesgo de accidente cerebrovascular y ataques isquémicos

transitorios, y una reducción del 6% en el riesgo de enfermedad coronaria

(8). Los enfoques de salud pública, como reducir el contenido de sodio o las

calorías en el suministro de alimentos, y ofrecer oportunidades atractivas,

seguras y convenientes para el ejercicio físico, son enfoques basados en la

población ideal para la reducción de la presión arterial promedio en la

comunidad. Mejorar el acceso a las instalaciones apropiadas (parques,

senderos para caminar, senderos para bicicletas), los modelos efectivos de

cambio de conducta es una estrategia útil para incrementar la actividad física

en la población en general.

Los enfoques más intensivos, dirigidos a lograr una mayor reducción de la

presión arterial en los que tienen más probabilidades de desarrollar

hipertensión, complementan las estrategias de prevención de la

hipertensión basadas en la población anteriormente mencionadas. Los

grupos de alto riesgo de hipertensión incluyen aquellos con presión arterial

alta, antecedentes familiares de hipertensión, ascendencia afroamericana,

sobrepeso u obesidad, sedentarismo, consumo excesivo de sodio en la dieta,

ingesta insuficiente de potasio o consumo excesivo de alcohol. Los contextos

en los que se pueden llevar a cabo intervenciones intensivas dirigidas para

prevenir la hipertensión en afroamericanos y estadounidenses de edad

avanzada incluyen centros de atención de la salud, así como centros de

58

ancianos y organizaciones religiosas que tienen programas de detección y

remisión de presión arterial.

Finalmente se afirma que aunque la diabetes y la hipertensión todavía se

asocian con una esperanza de vida reducida, la perspectiva para los pacientes

con esta enfermedad ha mejorado dramáticamente, y los pacientes llevan

generalmente vidas activas y productivas por muchas décadas después de

que se ha hecho el diagnóstico. Existen muchas terapias eficaces para tratar

la hipertensión, diabetes y sus complicaciones. El estudio de la diabetes y los

aspectos relacionados con el metabolismo de la glucosa ha sido un terreno

tan fértil para la investigación científica que 10 científicos han recibido el

Premio Nobel para las investigaciones relacionadas con la diabetes desde

1923. Por lo tanto, como resultado de los esfuerzos de los últimos 200 años,

hay muchas buenas noticias para informar sobre la diabetes.

La educación diabetológica tiene una importante repercusión social, dada

por cambios favorables en el estilo de vida en relación con la dieta, la

realización de ejercicios físicos, el abandono del hábito de fumar y de la

ingestión de bebidas alcohólicas, así como el incremento de la cultura

sanitaria a las personas con diabetes, individuos en riesgo, familia y

población en general; previene o retrasa las complicaciones a largo plazo en

los pacientes afectos y eleva la esperanza de vida de estas personas, también

proporciona mejor control metabólico y cambios positivos en los principales

indicadores clínicos (reducción del peso corporal en los sobrepesos u obesos

y reducción de la tensión arterial); reduce los ingresos hospitalarios con la

consiguiente disminución de los costos que esto implica (en alimentación,

medicamentos, pérdidas de días laborables, entre otros); mejora la

economía del paciente y de su familia (se reducen los gastos empleados en

la adquisición de medicamentos); aumenta el nivel de conocimientos,

destrezas y habilidades para poder convivir con su enfermedad, mejorando

la calidad de vida de estas personas (26).

En cuanto a la hipertensión una combinación de aumento de la actividad

física, moderación en la ingesta de alcohol y el consumo de una dieta que sea

más baja en contenido de sodio y más alta en frutas, verduras y productos

lácteos bajos en grasa que la dieta estadounidense promedio representa el

mejor enfoque para prevenir la hipertensión en la población general y en

grupos de alto riesgo (37). Las reducciones demostradas de la presión arterial

59

utilizando cambios en el estilo de vida pueden ser tan grandes como las

observadas en los estudios sobre fármacos, pueden ocurrir prácticamente en

todos los subgrupos de la población y pueden mantenerse durante un largo

período de tiempo, más de 3 años. La educación complementaria de los

profesionales de la salud y el público en general, los medios mejorados de

apoyo a los que intentan cambiar su estilo de vida y las políticas encaminadas

a reducir la carga en el cumplimiento de las recomendaciones para las

reducciones no farmacológicas de la presión arterial son elementos

esenciales de cualquier programa nacional dirigido a la prevención de la

hipertensión. Dado que el sodio añadido durante el procesamiento de

alimentos representa aproximadamente tres cuartas partes del total de un

individuo (8).

Sobre el consumo de sodio, cualquier reducción en la ingesta de sodio podría

lograrse mediante la reducción gradual de la cantidad de sodio añadido

durante el procesamiento de las comidas y por una mayor disponibilidad y

promoción de alimentos con menor contenido de sodio (34). La reducción

de la ingesta discreta de sal en la mesa y durante la cocción es deseable, pero

es poco probable que tenga un impacto importante en la dieta.

3.4.1. Componentes del sub-sistema 3

A. Educación a los familiares de los pacientes hipertensos y diabéticos

Permite por parte del personal de salud ofrecer servicios para satisfacer las

necesidades de salud, asegurando la fidelidad de los usuarios y respetando

sus derechos, garantizando altos estándares de calidad de los procesos

médicos asistenciales y administrativos, comparables internacionalmente. La

finalidad es preparar a la familia para la atención de las necesidades básicas

del paciente en el hogar y la prevención de complicaciones (52).

A1. Objetivo

Delimitar la participación del profesional de enfermería en la promoción de

estilos de vida saludable, relacionada con la promoción de hábitos de salud

y el autocuidado destinados a prevenir complicaciones por hipertensión

arterial y diabetes mellitus.

60

A2. Actividades

a. Planificación de acciones relacionadas con el autocuidado teniendo en

cuenta situaciones de salud real y efectiva.

b. Orientar al individuo y familia, sobre los aspectos en que deben trabajar

para resolver sus problemas de salud y la autogestión de salud

relacionada con el cuidado.

c. Capacitar a los profesionales de enfermería, sobre temas que realmente

respondan a las necesidades de salud de la población ecuatoriana en

todos sus contextos, incluyendo los avances de la ciencia al respecto.

d. Concientizar a los profesionales de la salud, y específicamente al personal

de enfermería sobre la relación entre promoción, prevención y actuación

profesional.

e. Direccionar las acciones de salud desde y para la comunidad, para

desarrollar competencias certeras y con calidad.

f. Considerar las creencias, concepciones, actitudes y prácticas de los

pacientes diabéticos e hipertensos sobre la educación para la salud,

interactuando directamente con los grupos más vulnerables, sin interesar

su ubicación geográfica y vías de accesos para desarrollar estas acciones.

g. Desarrollar el campo de la investigación, teniendo como punto de partida

la realidad comunitaria y las debilidades que aún no se han podido

erradicar, a pesar de los programas de salud creados con este fin.

B. Acompañamiento constante al paciente diabético e hipertenso

Algunas teóricas de enfermería, como Dorothea Orem, proponen que para

que el paciente logre el autocuidado debe desarrollar una habilidad humana

llamada “capacidad de agencia de autocuidado”, definida como el desarrollo

de la compleja capacidad que permite a los adultos y adolescentes discernir

los factores que deben ser controlados o tratados para regular su propio

funcionamiento y desarrollo, y así decidir lo que puede y debería hacerse con

respecto a la regulación para exponer los componentes de su demanda de

autocuidado terapéutico y, finalmente, para realizar las actividades de

cuidado determinadas a fin de cumplir sus requisitos de autocuidado a lo

largo del tiempo (53).

61

Debido a lo anterior se ha buscado el desarrollo de una serie de estrategias

orientadas a la prevención, el manejo y la minimización de complicaciones,

en donde la educación es un componente esencial del cuidado de enfermería

orientado hacia la promoción, la conservación y el restablecimiento de la

salud. Una de las herramientas es el plan educativo de acompañamiento al

paciente, un método de enseñanza por medio del cual se transmite

información que responde a las necesidades individuales para generar un

cambio de comportamiento que permita alcanzar objetivos terapéuticos,

mejorar y mantener la calidad de vida, impedir las complicaciones y muertes

conservando la autonomía y el empoderamiento del paciente.

Desde hace casi dos décadas se ha entendido la educación como la

concepción de conocimiento y transmisión de información convirtiéndose en

un sistema de educación pasiva y no participativa (53), este concepto ha

generado que los profesionales de la salud generalicen y reduzcan las

estrategias educativas únicamente al concepto de educación en salud sin

importar el ámbito en el que se desarrolle o si existe o no la enfermedad; de

ahí que el impacto de las intervenciones no haya sido tan efectivo y se siga

evidenciando un incremento en la incidencia y prevalencia de estas

enfermedades.

Con lo anterior, el concepto y el direccionamiento de la educación no se

puede reducir únicamente a la transmisión de información sino que, por el

contrario, debe centrar su atención en la generación de habilidades y

actitudes que produzcan el cambio de comportamiento necesario para

alcanzar los objetivos terapéuticos a través de la potenciación del

autocuidado y de la autonomía de la persona así como el refuerzo a largo

plazo y esto se logra con el acompañamiento al paciente.

Vista así la necesidad de aplicación de algunas teorías de enfermería que

permitan mejorar el cuidado al paciente con hipertensión arterial y diabetes,

Dorotea Orem (53), plantea algunos elementos que debe tener en cuenta el

profesional de enfermería en la elaboración de planes educativos, aplicando

la teoría de sistema de apoyo educativo, en donde se destaca que la persona

con hipertensión arterial y diabetes se convierte en el sujeto de cuidado que

necesita de asistencia para tomar una decisión, modificar un

comportamiento o adquirir conocimiento y habilidad

62

B1. Objetivo

Contribuir a mejorar la calidad de vida de pacientes diabéticos e hipertensos,

facilitándole el mayor desarrollo de sus capacidades de manera eficiente y

efectiva en el proceso de atención.

B2. Actividades

Guiar al paciente diabético e hipertenso en el proceso de adaptación a su

enfermedad, en dependencia del contexto socioeconómico e institucional,

prevaleciendo la relación longitudinal equipo de salud-paciente-familia.

Apoyar la motivación para los cambios con la ayuda del área de salud mental

para lograr transformar los hábitos.

Promover la educación diabetológica en todos sus ámbitos, no solo centrada

en el tratamiento farmacológico.

Actividades físicas

Los médicos han pasado de recomendar el reposo absoluto para la curación

de la mayoría de las enfermedades a ser entusiastas defensores de la práctica

del ejercicio físico para la prevención y el tratamiento de muchas afecciones,

especialmente las enfermedades crónicas no transmisibles como son la

diabetes y la hipertensión.

Es interesante mirar retrospectivamente los resultados de los estudios que

se han realizado sobre el efecto del ejercicio físico sobre la función

cardiovascular (54). Ello ayuda a comprender el cambio de mentalidad de los

médicos. Este componente del modelo busca hacer una reflexión sobre el

pensamiento de Hipócrates que manifestó “Todas aquellas partes del cuerpo

que tienen una función, si se usan con modelación y se ejercitan en el trabajo

para el que están hechas, se conservan sanas, bien desarrolladas y envejecen

lentamente, pero ni no se usan y se deja que holgazaneen, se convierten en

enfermizas, defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de hora”

63

C1. Objetivo

Promover realización de ejercicios físicos de forma regular con actividades

individuales y grupales en la comunidad, teniendo en cuenta edad, así como

estado físico y nutricional.

C2. Actividades

Selección de actividades físicas individualizadas para pacientes diabéticos e

hipertensos.

Coordinación de actividades físicas objetivas teniendo en cuenta la edad,

constitución física, estado de la enfermedad, y posibilidades sociales.

Ofrecer todas las vías existentes para la realización de ejercicios físicos,

posibilitando la participación de todos los grupos sociales, y priorizando a

pacientes según grado de afectación de salud.

Epidemiología de la enfermedad

La epidemiología es el estudio de la distribución y los determinantes de

estados o eventos (en particular de enfermedades) relacionados con la salud

y la aplicación de esos estudios al control de enfermedades y otros

problemas de salud (55).

D1. Objetivo

Adaptar la atención médica a la dinámica de los pacientes enfermos

para tener disponibilidad en su tiempo.

D2. Actividades

Encuesta a las familias para saber los días y horarios de mayor disponibilidad

de los pacientes.

Elaboración de cronograma de atención priorizada a pacientes con

enfermedades crónicas en función de la disponibilidad de los pacientes.

64

3.5. Subsistema 4 “Atención psicológica a los pacientes

diabéticos e hipertensos y sus familiares más cercanos”

El modelo aborda, la incidencia psicológica en el progreso de cualquier

enfermedad. Se pretende realizar un análisis de las principales categorías,

modelos y enfoques que se utilizan para el abordaje de los aspectos

psicológicos que intervienen en el proceso salud enfermedad, desde la

promoción de estilos de vida saludables, la adopción de conductas

preventivas, la optimización del diagnóstico y el tratamiento, la

rehabilitación hasta problemas relacionados con el cuidado del paciente en

fase terminal y la muerte.

El antecedente para este análisis surge de la epidemiología clásica, donde se

reconoce que la enfermedad como cualquier otro evento que ocurre en la

naturaleza, tiene una historia natural de evolución. Este esquema propone

un período de prepatogénesis, en términos de prevención primaria es

aquello que ocurre antes de que se den los primeros síntomas de deterioro

de la salud, donde existe un anfitrión humano y factores medio ambientales

que facilitan o potencian el efecto de estímulos patógenos cotidianos desde

antes de enfermarnos.

Existe un momento, en el cual se da un umbral o punto de corte donde

termina el período de prepatogénesis y se inicia uno de patogénesis, aquí se

comienza a hablar del desarrollo de la enfermedad, con evolución de

síntomas tipificables (56).

El panorama clínico muestra una patogénesis temprana, la cual los médicos

insisten en descubrir lo antes posible. El padecimiento puede evolucionar

hasta un extremo, a partir de la interacción entre el anfitrión humano y los

estímulos patógenos. Después se tiene ya una enfermedad temprana

perceptible, que en dependencia de la intervención se convierte en

enfermedad avanzada, que puede a su vez desencadenar en estado crónico,

incapacidad o llevar a la muerte, o lo contrario, si hay intervención adecuada

se puede lograr la recuperación en cualquiera de sus estadios.

65

3.5.1. Componentes del sub-sistema 4:

A. Atención psicológica personalizada a pacientes diabéticos e hipertensos

Desde el punto de vista médico la ayuda psicológica es bien recibida. El

paciente crónico no es una persona con problemas psicológicos

(psicopatológicos en sí), sino que dichos problemas suelen acontecer como

consecuencia de padecer un síndrome crónico.

En el campo de los denominados trastornos psicofisiológicos, medicina

conductual o, más tarde, psicología de la salud, el tratamiento del paciente

crónico es pionero (14). Es por este motivo, entre otros, por el que el

tratamiento psicológico se imponga al tratamiento psiquiátrico. Se trata de

ayudar (apoyar) a una persona “normal” a sobrellevar o adaptarse al

padecimiento de un problema médico impuesto. Es un trabajo

esencialmente psicológico, no psiquiátrico.

A ello hay que añadir el uso de psicofármacos que a dosis analgésicas utiliza

el médico que trata el paciente con una enfermedad crónica. El tratamiento

psicológico de quienes padecen una enfermedad crónica se justifica, porque

el impacto de su padecimiento repercute en su entorno social, puede

contribuir a su agravamiento e incapacitar aún más a quien lo padece.

Esta tarea específicamente psicológica es compleja, al menos en su

planteamiento, habida cuenta de que afecta de forma completa a la persona

y su entorno: muchas variables a considerar y, posiblemente, programas de

tratamiento multicomponente a utilizar. Esta óptica, la del tratamiento

psicológico como apoyo, es específica de lo que se podría denominar

facilitación de estrategias de afrontamiento de la enfermedad (53). Es el tipo

de tratamiento psicológico más adecuado cuando se trata de un problema

crónico, para el que desgraciadamente no puede hablarse de curación, sino

de afrontamiento o adaptación y convivencia a él.

Este aspecto, el de la imposibilidad de curación, es difícilmente aceptado por

el paciente e, incluso, por el personal sanitario. Es lógico que el paciente se

resista a asumir que una determinada enfermedad le va a acompañar

siempre y que sólo puede aprender a “convivir” del mejor modo con ella, sin

embargo esa es la realidad de muchas enfermedades crónicas, incluyendo

las enfermedades de diabetes e hipertensión que ocasionan procesos

degenerativos, o el mero envejecimiento. Esto no significa que no se pueda

66

mejorar la vida del paciente, pero sí que no pueda “curarse”, porque tal

curación no es posible. Aunque estos argumentos pueden aceptarse

intelectualmente hablando, incluso el paciente puede hacerlo, resulta más

difícil aceptarlos en términos efectivos: emocionales y comportamentales.

De este modo el tratamiento psicológico, especialmente el referido a las

estrategias de afrontamiento, es siempre tardío y viene a sancionar de forma

ya efectiva que no hay curación sino medidas paliativas, a lo sumo (12).

A1. Objetivo

Evaluar síntomas observables de enfermedad en la psiquis del paciente, por

ejemplo depresión y/o ansiedad.

A2. Actividad

a. Equilibrar su percepción de vida en relación a la enfermedad.

B. Monitoreo de la parte actitudinal de los pacientes

La salud y la enfermedad no tienen una raíz exclusivamente orgánica. Los

procesos por los que se adquieren se encuentran entrelazados con

numerosos factores. Dada la condición social del ser humano y el

funcionamiento intersistemico del organismo, cualquier factor que le afecte

involucra a cada uno de los sistemas de los que forma parte (57). Esta

estrecha dependencia de los sistemas, genera una especie de mecanismo de

policausalidad, en el que cada uno tiene alguna responsabilidad en los

fenómenos o procesos que se desencadenan. La condición humana se

comprende mediante el análisis total de los elementos que la integran.

En el proceso de monitorear la parte actitudinal del enfermo desde en

principio hasta el final, todas las respuestas del individuo que condicionan

tanto el pronóstico , como las expectativas, el bienestar o malestar, la calidad

de vida, el proceso de sanar, etcétera, están estrechamente ligadas y

dependen del sistema general. La “conducta de enfermedad”, para ello hay

que hacerle entender que él es el responsable de la evolución de los factores

que están presentes en cada situación (6).

67

B1. Objetivo

Evaluar indicadores afectivos, cognitivos y actitudinales relacionados con la

interacción del paciente en la sociedad.

B2. Actividades

a. Aplicación de pruebas psicométricas para evaluar los indicadores

afectivos, cognitivos y actitudinales.

C. Actividades integracionales de los pacientes diabéticos e hipertensos con

sus familias

La diabetes y la hipertensión golpean al enfermo y su familia y, ante ella, la

perspectiva cambia, la percepción del tiempo se altera y la consideración de

lo que es prioritario, importante o no varía totalmente. La presencia de un

enfermo crónico en el hogar provoca en la familia una reasignación de roles

y tareas entre sus diversos miembros para tratar de cubrir o compensar sus

funciones.

Las formas en que las familias afrontan las demandas de cuidado dependen

de lo estresante de la situación, de la etapa de la enfermedad en que se

encuentra el receptor de cuidado, y de la percepción de apoyo de las fuentes

cercanas a él (58).

El apoyo brindado para adaptarse a una enfermedad crónica puede provenir

bien de un entorno natural (familiares y amigos), o bien de profesionales

sanitarios o grupos de apoyo formales. En el cuidador, las personas

disponibles para ayudarle y la percepción de esa disponibilidad son

fundamentales en el rol asumido.

Algunas investigaciones (58), han sugerido que el apoyo social reduce las

consecuencias negativas de los acontecimientos estresantes que se

producen en el cuidado de enfermos crónicos. Otros estudios han destacado

la existencia de una relación significativa entre el apoyo social percibido y la

menor carga subjetiva de cuidadores informales en su rol, y la

institucionalización del enfermo están relacionadas con la escasez de ayuda

recibida y la clara percepción de la inexistencia de tales ayudas.

68

El término apoyo social funcional fue definido por Wethington y Kessler (41),

como la percepción hipotética que tiene una persona sobre los recursos

sociales disponibles para ser asesorada y ayudada en caso de necesitarlo. Se

refiere a una dimensión de carácter subjetivo que establece el cuidador

como resultado de su relación con el entorno más cercano, sobre la

percepción de la posibilidad de contar con ayuda en caso de necesitarla,

tanto para realizar actividades de la vida cotidiana como para resolver

situaciones de emergencia. Por su efecto en la generación de carga, la

subjetividad en el cuidado familiar se está convirtiendo en un asunto cada

vez más relevante y de interés en el estudio del peso del cuidado.

El apoyo afectivo se entiende como un tipo de soporte en el cual el individuo,

a través de la comunicación, satisface necesidades emocionales y de

afiliación (compartiendo sus sentimientos, sintiéndose querido, valorado y

aceptado por los demás). Cuando las personas consideran que otro les ofrece

soporte se dedican a buscarlo y a mantener una relación interpersonal que

lo facilite y lo fomente (32).

El apoyo confidencial representa la posibilidad de contar con personas a

quien poder referirles problemas, situaciones conflictivas o asuntos que

requieran comprensión y ayuda. En el contexto nacional no son muchas las

investigaciones disponibles que exploren la percepción del cuidador acerca

de la disponibilidad de personas capaces de ofrecer ayuda en las dificultades,

de ahí la pertinencia de llevar a cabo dicho estudio para tratar de aportar

evidencia científica al tema.

Conocer la percepción del apoyo social funcional que tiene el cuidador

permite identificar los aspectos negativos que estos experimentan en el

cuidado a largo plazo de una enfermedad crónica, planteando la necesidad

de que enfermería asuma un papel protagónico en la implementación de

programas asistenciales y educativos que preparen y habiliten a los

cuidadores en el trabajo que su nueva realidad les plantea, y en el

mejoramiento de la calidad de vida no solo de los familiares bajo su

responsabilidad sino también de sí mismos.

69

C1. Objetivo

Integrar a todos los miembros de la familia para potenciar un impacto

determinante del rol familiar y redes sociales en la evolución de la

enfermedad.

C2. Actividades

a. Evaluación de indicadores de buen funcionamiento familiar y marital.

70

71

Conclusiones Generales

La atención Primaria de Salud es el nivel idóneo para el control de la diabetes

mellitus e hipertensión arterial, asumiendo las acciones preventivas en

cuanto a factores de riesgos modificables, pero la voluntad del hombre en

todos los ámbitos forma parte de los desastrosos resultados de salud que

hoy exhiben las tasas de morbimortalidad por estas causas, considerando a

estas enfermedades como epidemias del siglo.

En la atención de salud debe primar la promoción y prevención de

enfermedades, para que no se conviertan estas acciones en asistencialistas,

llevando a las poblaciones a caminos casi cerrados en temas de salud, no son

estos los propósitos de las organizaciones internacionales de salud que

sustentan los programas dirigidos al control de las enfermedades.

La modificación en los estilos de vida, estrategia indispensable para el control

de la diabetes mellitus e hipertensión arterial, no se logra desde la atención

secundaria de salud.

Los cambios de conducta son un aspecto clave de la atención de la diabetes

que afecta los pronósticos de los pacientes y la calidad de vida. Los

profesionales de la salud tienen un papel significativo en el apoyo de los

cambios de conducta realizados por los pacientes para manejar en forma

efectiva su diabetes en forma diaria. Ellos pueden brindar información acerca

de la diabetes y las derivaciones a los programas de educación para el

automanejo de la diabetes, enfatizar la importancia del papel de los

pacientes en sus propias evoluciones, enseñar las habilidades involucradas

en el cambio de conducta, establecer objetivos colaborativos y brindar un

apoyo continuo para ayudar a los pacientes a realizar y mantener estos

cambios tan importantes.

72

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