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EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN CHILE: PRINCIPALES RESULTADOS DE LA SERIE ENCUESTA CASEN 2000 – 2006Autor: Rodrigo Alarcón S. Sociólogo – Sectorialista de Empleo Documento Nº 3 Departamento de Estudios División Social Año 2008

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“EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN CHILE: PRINCIPALES RESULTADOS DE LA

SERIE ENCUESTA CASEN 2000 – 2006”

Autor: Rodrigo Alarcón S. Sociólogo – Sectorialista de Empleo

Documento Nº 3 Departamento de Estudios

División Social Año 2008

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Debemos abordar como tarea de muy alta prioridad la creación de más y mejores empleos para los chilenos.

Para ello la economía debe crecer de modo sostenido, y el crecimiento debe ir acompañado de una expansión vigorosa del empleo. Así se distribuyen en forma más

justa los frutos del desarrollo.

Hoy la economía crece y el empleo se expande a tasas muy altas. Pero persisten numerosos desafíos en el

plano laboral. La tasa de desempleo ha caído, pero debe seguir bajando desde sus actuales niveles a tasas más

normales. Las mujeres y los jóvenes son particularmente afectados por la falta de empleos, la

discriminación y las exclusiones.

(Programa de Gobierno Michelle Bachelet)

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Índice Presentación ..................................................................................................................... 4 I.- Introducción ................................................................................................................. 6 II.- Objetivos del Estudio.................................................................................................... 9

a.- Objetivo general ........................................................................................................ 9 b.- Objetivos específicos.................................................................................................. 9

III.- Avances en la política laboral nacional .......................................................................... 9 a.- Institucionalidad y estructura programática de la política laboral ...................................10 b.- Período 1990 - 1999 .................................................................................................14 c.- Período 2000 - 2006..................................................................................................17 d.- Período 2006 - 2010 .................................................................................................18

IV.- Nueva dinámica de la fuerza de trabajo........................................................................24 a.- Contexto económico..................................................................................................24 b.- Evolución de la fuerza de trabajo ...............................................................................27

V.- Avances en la participación laboral................................................................................32 VI.- El problema de la desocupación...................................................................................42 VII.- Cambios en los niveles de ocupación ..........................................................................52 VIII.- Mejoramiento de las condiciones laborales .................................................................68

a.- Evolución de los Asalariados y No asalariados..............................................................68 b.- Situación de Contrato de los Asalariados.....................................................................72 c.- Asalariados según Tipo de Empleo..............................................................................75 d.- Seguro Cesantía y Sistema Previsional ........................................................................77 e.- Capacitación Laboral .................................................................................................83

IX.- Evolución de los Ingresos de los Ocupados y Asalariados ...............................................86 a.- Ingresos del Trabajo de los Ocupados ........................................................................87 b.- Ingresos del Trabajo de los Asalariados ......................................................................93 c.- Ingresos del Trabajo de Asalariados y No Asalariados en Ingresos Mínimos....................97 d.- Asalariados con empleos precarios y salarios mínimos (18 a 65 años)..........................102

X.- Conclusiones .............................................................................................................108 Anexos ..........................................................................................................................116 Bibliografía.....................................................................................................................140

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Presentación El Ministerio de Planificación (MIDEPLAN) entrega al conocimiento público, el presente documento nominado “Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006”, elaborado por el Sociólogo y Sectorialista de Empleo, Sr. Rodrigo Alarcón S1. El Ministerio de Planificación en su calidad de responsable de evaluar la situación socioeconómica así como el impacto de los programas sociales en las condiciones de vida de la población, viene desarrollando -desde hace ya dos décadas- un programa de estudios de caracterización socioeconómica cuyos objetivos son: • Conocer periódicamente la situación de los hogares y de la población,

especialmente de aquella en situación de pobreza y de aquellos grupos definidos como prioritarios por la política social, con relación a aspectos demográficos, de educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos.

• Evaluar la cobertura, focalización y distribución del gasto fiscal de los principales

programas sociales de alcance nacional entre los hogares según su nivel de ingreso, así como el impacto de este gasto en el ingreso de los hogares y en la distribución del mismo.

A fin de disponer de la información necesaria para estos fines, el Ministerio de Planificación diseña y realiza periódicamente la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) -representativa de todos los hogares del país a nivel nacional, regional y por zona urbano rural- desde el año 1985, correspondiendo su última aplicación a noviembre y diciembre del 20062. Dentro de este contexto, el módulo de Empleo 2006 tiene como objetivos principales el disponer de información relevante que permita evaluar las políticas laborales puestas en ejecución; y estudiar la evolución de la situación laboral y ocupacional según estratos socioeconómicos. Además de indicadores laborales tradicionales y sobre la afiliación al sistema previsional y seguro de cesantía, la CASEN 2006 permite saber qué trabajadores tienen contrato de trabajo, cuál es el tamaño de la empresa en la cual trabajan, dónde realizan su actividad, a qué jornada corresponde la remuneración obtenida, desde cuándo tiene ese trabajo y si han realizado algún tipo de capacitación y con qué finalidad. Las preguntas señaladas permiten conocer la situación laboral de la fuerza de trabajo, también analizar algunas características relacionadas con la precariedad de los empleos, así como de las empresas según tamaño y analizar la inserción de los distintos miembros de los hogares en actividades laborales específicas.

1 El autor agradece los comentarios y aportes realizados por las economistas Carolina Mansilla del Departamento de Estudios del Ministerio del Trabajo y Andrea Tartakowsky del Departamento de Información Social de la División Social del Ministerio de Planificación. A la vez, agradece la colaboración en el procesamiento de información estadística por parte de Ana María Véliz de la Unidad CASEN. 2 El Anexo 1 presenta los principales aspectos técnicos de la Encuesta CASEN 2006.

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A la vez, la encuesta CASEN permite igualmente conocer la situación del empleo en las diferentes regiones del país y vincular las características ocupacionales con los niveles de pobreza. Para la versión 2006 se realizaron cambios y actualizaciones en el Módulo Empleo (ver Anexo 2), con el fin de actualizar y armonizar los indicadores de empleo bajo los nuevos enfoques y planteamientos realizados a nivel nacional ya sea por el Instituto Nacional de Estadística (Nueva Encuesta Nacional de Empleo) y otras instituciones relevantes (DIPRES, MINTRAB, SERNAM, etc.); y organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), como también por necesidades y demandas de las diversas instituciones participantes en la construcción y elaboración del nuevo módulo de empleo 20063. La Encuesta CASEN se plantea también como instrumento de disponibilidad pública, con el objetivo de que esta relevante fuente de información esté al alcance de todas aquellas instituciones que deseen trabajar con su base de datos y obtener descubrimientos, resultados, diagnósticos y observaciones que directa o indirectamente sirvan para el desarrollo socioeconómico de nuestro país. Finalmente, el presente documento forma parte del programa de estudios de caracterización socioeconómica de la población desarrollado por el Departamento de Estudios Sociales de la División Social de este ministerio; donde se analizan las principales tendencias que ha mostrado el mercado del trabajo entre los años 2000 y 2006 -con especial énfasis en el enfoque de género de los resultados-; adentrándose en la evolución de la fuerza de trabajo, ocupación, desocupación y los ingresos provenientes del trabajo en el período. En este informe, se entregan los principales indicadores de la situación laboral de la población entre los años 2000, 2003 y 2006, en base a la caracterización de la población según el siguiente orden temático: Avances en legislación y protección laboral. Evolución de la fuerza de trabajo. Evolución y caracterización de la población desocupada y ocupada. Evolución de los ingresos de la ocupación principal de los ocupados y asalariados.

El análisis de estos temas se realiza mediante una mirada de la evolución general de los indicadores, desglosados por sexo, tramos de edad, por deciles de ingreso4, por situación de pobreza e indigencia, región y zona cuando sea pertinente. Finalmente, a través de esta publicación, el Ministerio de Planificación se propone contribuir a una amplia divulgación de esta materia; particularmente, entre los responsables de la formulación, diseño e implementación de la política social.

3 Ver listado de participantes en el Anexo 3. 4 Para construir estos deciles se ordenaron los hogares en orden creciente, de acuerdo a su nivel de ingreso autónomo per cápita. Luego, se dividió el total de hogares en 10 grupos de igual tamaño, cubriendo cada uno un 10% del total; de modo que el primer grupo (primer decil) comprende a los hogares de menores ingresos y el último grupo (décimo decil) representa a los con mayor ingreso per cápita.

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I.- Introducción Al realizar una mirada con perspectiva histórica sobre los principales lineamientos e impactos de las políticas sociales en los últimos 18 años, se observa la importancia que esta ha adquirido como aspecto complementario al crecimiento económico, ello debido a que las políticas sociales se han consolidado en un factor coadyuvante para la disminución de la pobreza e indigencia, promoviendo y facilitando la movilidad social ascendente de importantes sectores sociales, principalmente de los más desposeídos. Uno de los aspectos más relevantes en política social es que con el retorno a la democracia, se realizan cambios importantes en el enfoque de la superación de la pobreza, perspectiva que intenta romper con la inercia y lógica asistencial y/o subsidiaria. En este sentido, como sostiene Mario Marcel (2006), la política social nacional ha transitado desde una mirada de ‘restauración y experimentación’ en la primera mitad de los 90, hacia una etapa centrada en la ‘mayor eficiencia de las políticas públicas’, para finalizar en la actualidad con un nuevo proyecto centrado en la instalación de un ‘sistema de protección social integral y progresivo’. Dentro de la primera etapa se encuentran aquellos esfuerzos destinados a recuperar los valores de los subsidios sociales (subsidios y asignaciones familiares, pensiones asistenciales, entre otros) y de las remuneraciones de diversos agentes (profesores, médicos, funcionarios); recuperación de la capacidad operacional en hospitales, consultorios, escuelas; generación de una nueva institucionalidad pública dedicada a la lucha contra la pobreza (ej. El Ministerio de Planificación, MIDEPLAN y sus organismos dependientes tales como el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS; la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, CONADI; el Fondo Nacional para la Discapacidad, FONADIS; el Instituto Nacional de la Juventud, INJUV; e instituciones especiales tales como el Servicio Nacional de la Mujer, SERNAM; el Servicio Nacional de Menores, SENAME, entre otros). Proceso acompañado por la ampliación de la oferta pública según grupos vulnerables específicos (jóvenes, mujeres jefas de hogar, adultos mayores, población indígena, etc.); innovación en la gestión de políticas y programas con una importante coordinación público-privada; y la creación de fondos concursables y nuevas modalidades de asignación de recursos. En la segunda etapa (política pro-eficiencia, 1996-2000), se encuentran los esfuerzos por ampliar y dar continuidad a las políticas centradas en la reducción de la pobreza (perfeccionamiento de instrumentos y de los criterios de focalización); el desarrollo de estrategias de intervención de tipo multisectorial en la temática social y la subsiguiente búsqueda de mecanismos de coordinación suprainstitucionales y el fortalecimiento de incentivos en la prestación de servicios sociales (remuneraciones por desempeño en la administración pública); se avanza en la profundización del proceso de descentralización política, administrativa, técnica y de asignación de recursos (rol central del Municipio como ente de desarrollo y gestión local). Finalmente, el estadio actual de la política social, se sustenta en la ampliación de los mecanismos de coordinación interministerial y de servicios públicos; ampliación y continuidad del proceso de reformas sociales para fortalecer y/o crear derechos: reforma procesal penal; reforma laboral, Plan AUGE y Chile Solidario, entre otras;

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resurgimiento de temática de la desigualdad y ampliación del foco hacia sectores medios y las nuevas vulnerabilidades; revisión de políticas sociales basadas en cuasi-mercados y búsqueda de estándares / benchmarks en política social; y la implementación de un Sistema Protección Social Integral al año 2010. Estos nuevos énfasis no solo tienen implicancia en el tipo de enfoque sobre el problema de la desigualdad y pobreza, sino que hacen sentido de nuevas realidades y problemáticas sociales: los resultados en la disminución de la pobreza e indigencia son quizás uno de los logros más relevantes de la acción de las políticas públicas integrales, pero hoy el escenario social ha cambiado, surgen nuevos problemas, riesgos y vulnerabilidades, se manifiestan nuevas necesidades y por lo tanto, se requiere una adecuación de los esfuerzos sociales por parte del Estado. En este sentido, la nueva apuesta por la colectivización de los riesgos -mediante el Sistema de Protección Social Integral-, ya sea por medio de la ampliación de ‘derechos’ o por la ‘extensión y coordinación de oferta’ u otros mecanismos, se sustenta en dar curso y dirección concreta a un imperativo ético asumido por los Gobierno de la Concertación: asegurar un desarrollo mas equitativo, justo y solidario. Las falencias y dificultades del pasado constituyen un desafío para el presente y futuro. De tal forma, en el año 2006 el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet asume el desafío de la instalación de un Sistema de Protección Social de carácter integral y progresivo (meta de Gobierno al año 2010), que considera como componentes centrales (MIDEPLAN, 2006a): i) Sistema ‘Chile Solidario’ dirigido a las familias en extrema pobreza; ii) Sistema de Protección Integral a la Infancia ‘Chile Crece Contigo’; iii) Sistema de Protección al Trabajo. Esta nueva propuesta de protección social se centra en generar condiciones que brinden seguridad a las personas y familias durante toda su vida, garantizándoles derechos sociales que les permitan finalmente reducir los riesgos en empleo, salud, educación y previsión, generando condiciones de mayor igualdad y oportunidades de progreso. Este nuevo sistema tiene como componente central la protección laboral, para lo cual el sistema define claramente una población objetivo en este ámbito: destinado a los trabajadores hombres y mujeres, para promover el trabajo decente durante la vida laboral activa y una reforma del sistema de pensiones y previsional para la etapa posterior, sobre la base del fortalecimiento del pilar solidario y cambios en el pilar contributivo, promoviendo cobertura universal (Pensión Básica Universal $75 mil) con mayores grados de equidad. Este nuevo esfuerzo implica ampliar y coordinar las políticas sociales más allá de la pobreza, con especial atención en las desigualdades y discriminaciones que caracterizan un conjunto de nuevos riesgos sociales que afectan a los hogares y personas: Pobreza moderna: Más escolarizada y con mejores condiciones de vida, vinculada

al mercado laboral, rotación y dinámica de la pobreza y precariedad empleo. Cambio de roles de género: Aumento de la participación política y laboral de la

mujer que se tensiona con el rol doméstico tradicional.

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Transformación de la estructura familiar: Coexistencia de diversos tipos de familias, aumento de Jefaturas de Hogar femenina, aumento de hogares unipersonales (Adulto Mayor) y de la convivencia.

Cambios demográficos: Progresivo envejecimiento y aumento de la esperanza de

vida junto con una reducción de la tasa natalidad. Fenómenos migratorios: Presencia cada vez más importante de inmigrantes a nivel

nacional (185 mil, cerca de 1% de la población según Censo 2002). De tal forma, frente al nuevo escenario social, el Estado asume un nuevo desafío para la promoción del desarrollo, integración y equidad social. Donde la acción de las políticas públicas debe avanzar desde el análisis de corto plazo, centrada en la demanda agregada y la liquidez disponible para financiamiento (política social restrictiva de inicios de los 90), hacia una visión de mediano y largo plazo, centrada en la capacidad de satisfacer las necesidades de la población de forma sustentable y creciente. Este nuevo esfuerzo requiere desarrollar una mirada centrada ya no solo en la ‘pobreza’, como una condición éticamente inaceptable, sino a un nuevo conjunto de ‘vulnerabilidades’ socioeconómicas, que tensionan el nuevo cuadro social nacional. Como veremos a continuación, uno de los ámbitos donde se han manifestado nuevos fenómenos de vulnerabilidad, ha sido precisamente el ámbito del empleo: el hecho de tener o no un trabajo, es un factor determinante en la posibilidad de presentar una menor y/o mayor vulnerabilidad hacia la desprotección social, exclusión y situación de pobreza. A la vez, tradicionalmente se ha asumido que el trabajo constituye una medida de la integración a la sociedad y de la protección social, tanto de los individuos como de los hogares: un hogar estará -en teoría- mucho más integrado y menor expuesto a la condición de la pobreza, en tanto mayor sea el número de miembros que participe en los mercados de trabajo. Sin embargo, la importancia del trabajo como mecanismo de integración y protección toman un nuevo impulso en la discusión de políticas públicas, debido a la transformación estructural de los mercados de trabajo; a la mayor inestabilidad en los empleos; y por la persistencia del fenómeno del desempleo en los últimos años. Esto constituye un nuevo problema para las políticas públicas: a pesar de los esfuerzos institucionales y legislativos, en el mercado laboral nacional y en la fuerza de trabajo en especial, se observan fenómenos de desprotección y vulnerabilidad laboral importantes. Por lo tanto, el acento de la presente investigación es ir mas allá del diagnóstico y caracterización sociolaboral, con el fin de poder clarificar el conjunto de aspectos que hacen de un grupo de personas, hogares o categorías ocupacionales -según sea el caso- un grupo vulnerable y por lo tanto, centro de políticas públicas. En este sentido, no solo interesa saber cuántas personas son vulnerables, sino por qué, qué tipo de vulnerabilidad presentan y cuáles son las dimensiones relevantes de su vulnerabilidad.

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De tal forma, el presente documento pretende dar cuenta de la complejidad del problema de la fuerza de trabajo: ¿cuál es la situación del empleo y la evolución de la fuerza laboral?, y ¿cuáles son los grupos vulnerables a la desprotección sociolaboral?. II.- Objetivos del Estudio a.- Objetivo general El presente estudio tiene como objetivo general:

Caracterizar la situación laboral de la población e identificar las dimensiones en las que presenta vulnerabilidades, con el fin de contribuir a la formulación de las políticas y programas sociales.

Por lo tanto, la relevancia de este estudio se sustenta en poder describir y analizar de forma más fina la relación dada entre el tipo de desprotección y/o protección sociolaboral y la fuerza de trabajo, con el fin de identificar grupos vulnerables y sus dimensiones relevantes, utilizando para ello una metodología que combine estrategias descriptivas y multivariadas, en base a la serie de Encuestas CASEN (2000 – 2006). Para poder abarcar la complejidad del objetivo general, se presentan a continuación, un conjunto de objetivos específicos o de trabajo: b.- Objetivos específicos Se propone centrar el análisis en los siguientes objetivos específicos: - Describir los avances en legislación y protección laboral durante el período. - Analizar la evolución de la fuerza de trabajo 2000, 2003 y 2006 (sexo edad, nivel

educacional, región, zona, jefatura del hogar, situación de pobreza, etc.). - Analizar y caracterizar la población desocupada y ocupada 2000, 2003 y 2006 (sexo

edad, nivel educacional, región, zona, jefatura del hogar, situación de pobreza, seguridad social, etc.).

- Analizar la evolución del ingreso mensual del trabajo y la ocupación principal de

ocupados y asalariados 2000, 2003 y 2006 (sexo, edad, nivel educacional, región, zona, situación de pobreza, categoría ocupacional, rama de actividad, tamaño empresa, jornada, entre otras).

III.- Avances en la política laboral nacional Los gobiernos de la Concertación han modificado el enfoque de las políticas sociales desde el dominio de políticas asistenciales y subsidiarias a un enfoque más integral en base a la construcción de una red de protección social fundada en derechos garantizados y que abarque un conjunto de nuevas vulnerabilidades sociales. Con esta nueva mirada se busca atacar un conjunto de desigualdades sociales (pobreza y exclusión social), económicas (inequitativa distribución del ingreso) y

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laborales (precariedad empleo), entre otras, con el fin de potenciar el desarrollo y la equidad social. En el transcurso de 18 años de Gobiernos de la Concertación, aparecen nuevos riesgos que afectan a grupos y sectores sociales nuevos, como son -adicionalmente a la población en condiciones de extrema pobreza y pobreza- segmentos no pobres vulnerables. Por lo tanto, persistir en políticas de protección social sólo hacia los más pobres puede convertirse en una opción regresiva si consideramos la amplitud de sectores no pobres vulnerables que, sin soporte ante los riesgos, enfrentan la incertidumbre e inestabilidad laboral, o los bajos ingresos, o ambos. A continuación se desarrolla la estructura institucional y programática de la política laboral, complementada con un análisis de los avances y prioridades en la legislación laboral en los últimos años. a.- Institucionalidad y estructura programática de la política laboral El Estado de Chile cuenta con el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, institución cuya misión es:

Estudiar, elaborar y proponer políticas, planes, programas y normas orientados a la construcción de un sistema de relaciones laborales que privilegien la cooperación entre trabajadores y empresarios y sus respectivas organizaciones, así como la adecuada canalización de los conflictos, conduciendo los esfuerzos públicos hacia ese objetivo y articulándolos con los sectores sociales cuando corresponda.

Referido directamente a aspectos laborales, este Ministerio cuenta con las siguientes entidades: Dirección del Trabajo; Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE); Superintendencia de AFP; Superintendencia de Seguridad Social; Instituto de Normalización Previsional, entre otras. Dentro de esta institucionalidad se instala la política laboral, la cual puede ser caracterizada bajo dos dimensiones: políticas activas y pasivas. Las políticas activas se dirigen a grupos específicos de la población, como los

desocupados o personas con bajas cualificaciones, habilidades y baja experiencia laboral; se centran en servicios de empleo como la asistencia en la búsqueda de empleo y los sistemas de intermediación, hasta la capacitación y creación directa de empleo a través de subsidios de salarios, contratación directa o préstamos microempresariales.

Las políticas pasivas implican programas y regulaciones que actúan en forma

automática una vez que se produce la contingencia del desempleo; se centran principalmente en el apoyo al ingreso o el seguro del desempleo, salarios mínimos, políticas de retiro anticipado.

El siguiente esquema resume las principales políticas laborales de acuerdo a su carácter pasivo u activo:

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Esquema 1: Principales Políticas Laborales Activas y Pasivas

Activas Pasivas

Programas de

Capacitación ‘para’ y ‘en’ el Trabajo

Seguro de Cesantía

Programa de Certificación de Competencias

Laborales

Sistema Previsional

Programa de Intermediación Laboral Salud Ocupacional

Programas de Empleo Legislación Laboral

Programas de Empleo Directo

Programas de Empleo Indirecto y

Fomento Productivo

Inversión en la Comunidad –

PROEMPLEO Línea Intendencia y Línea SENCE (Programa ‘Mejor Trabajo’)

Bonificación a la Contratación de Mano de Obra (Línea tradicional, Chile Solidario Jóvenes Chile Solidario, SENCE)

Programa de empleo de emergencia (PEE –

lCONAF) Programa de Aprendices

Fondo de absorción de Cesantía (FOSAC -

MININT)

Programa de Reinserción Laboral para personas mayores de 40 años

Programa de Mejoramiento Urbano y Equipamiento Comunal

(PMU –SUBDERE)

Programa de apoyo al empleo Sistema Chile

Solidario (CONAF / Chile Solidario)

Programa desarrollo competencias laborales mujeres Chile Solidario

(PRODEMU / Chile Solidario)

Programas Abriendo Puertas al Mundo del

Trabajo; Mejorando Mi Negocio (PRODEMU)

Programa generación de Microemprendimiento

Indígena Urbano (CONADI / Chile Solidario)

Programa Servicios Sociales (FUNASUPO - ONG)

Programas FOSIS (Sistema integrado de Generación de Ingresos) y los Programas FOSIS como el Programa

de Apoyo al Microemprendimiento

(PAME) y Programa Apoyo a Actividades Económicas en Sectores en Condición

de Pobreza

Programa trabajadoras jefas de hogar (SERNAM)

Programas de fomento productivo: Capital Semilla y el Programa de Acceso al

Crédito (CORFO, SERCOTEC, INDAP)

Fuente: Observatorio Laboral N° 26 y 27 (MINTRAB, 2007 b y c).

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En la línea activa, respecto a los ‘programas de empleo directo e indirecto’, el listado de programa y oferta aparece claramente descrito en el esquema. No obstante, en relación a los Programas ‘para’ y ‘en’ el Trabajo se destacan:

1. Programas en Empresas como la Franquicia Tributaria, Becas Franquicia Tributaria, el FONCAP Microempresa, el programa ‘Chile Emprende’ y el Programa Chilecalifica en sus líneas MYPE y NTIC (destinado a trabajadores en pequeñas y microempresas), todos dependientes del Departamento de Capacitación en Empresas del SENCE.

2. Programas Sociales SENCE, tales como el Programa Nacional de Becas

(jóvenes, cesantes, independientes y trabajadores agrícolas), el Programa de Formación en Oficios para Jóvenes, el Programa de Capacitación con Instituciones de las Fuerzas Armadas y Sector Público y Programas Especiales de Capacitación (Chile Barrio, FONCAP, Programa Mas Trabajo, entre otros).

Respecto a la ‘certificación de competencias laborales’, destacan los esfuerzos del programa piloto entre Chilecalifica y la Fundación Chile para la generación del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales, que pretende mejorar la empleabilidad y competitividad de los trabajadores y empresas, mediante la capacitación y desarrollo perfiles ocupacionales y desarrollo de habilidades personales. Finalmente, en la línea de ‘intermediación laboral’ destacan los esfuerzos por modernizar la Oficinas Municipales de Información Laboral (OMIL), las Agencias Privadas de Intermediación (AIL), la generación de la Bolsa Nacional de Empleo y el programa piloto de Intermediación Público-Privado (Subsecretaría del Trabajo). No obstante, la gran batería de programas ofertados por el Estado en el área laboral, de acuerdo a estudios realizados por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social y la Oficina Internacional del Trabajo – Chile5, se pueden identificar un conjunto de factores que estarían afectando la implementación de una adecuada relación entre la oferta programática y el enfoque de género de la misma. En este sentido, las principales dificultades se refieren a: - Alta dispersión de la oferta, duplicidad de programas de empleo, capacitación e

intermediación laboral; - A lo anterior se adicionan los niveles de descoordinación entre la oferta respecto al

manejo y flujo de información de los beneficiarios; - Respecto al enfoque de género de la oferta, se observa más bien un enfoque

destinado a la no discriminación (estableciendo cupos de acceso) e igualdad de oportunidades (paridad de cupos) entre sexos antes que una mirada -desde la oferta- respecto de las problemáticas propias de la división sexual del trabajo;

Por lo tanto, se requiere de la implementación de una política activa que haga sentido de las diferencias en los roles doméstico-familiares, reproductivos y productivos.

5 Las siguientes ideas se sustentan en los informes, estudios o documento del MINTRAB (2005a); MINTRAB, (2007b); Díaz – Mella (2007), entre otros.

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Para ello es necesario contar con instrumentos institucionales que faciliten el acceso y/o participación laboral -por igual a hombres y mujeres-, en base a programas tales como:

a. Ampliación servicios de cuidado infantil (a nivel territorial y empresarial), fortalecimiento de los servicios educacionales básicos y medios y de salud comunitaria; avanzar en legislación que concilie el cuidado infantil/ancianos con la actividad laboral de las mujeres.

b. Creación de un sistema de capacitación permanente, que haga sentido de las

necesidades del postulante y en especial de las mujeres, de acuerdo a su condición de inactiva, desocupada y ocupada.

c. A la vez, este sistema debe coordinar la oferta específica para el grupo

prioritario más vulnerable con alta presencia femenina, mediante la promoción de la empleabilidad y de mejoramiento de las condiciones laborales de las mujeres, especialmente jefas de hogar.

d. Mejoramiento de los mecanismos de intermediación laboral (Jefa de Hogar) y

de focalización de los programas de empleo directo e indirecto en mujeres cesantes y del sector más vulnerable de la población: subsidios de contratación de mujeres, facilitar la continuidad en el empleo de aquellas beneficiarias de programas temporales, vincular el seguro de cesantía a mecanismos de intermediación laboral y generar incentivos para a las mujeres jefas de hogar para participar en estos programas.

En definitiva, como sostiene el MINTRAB “en estricto rigor, para contar con una política integral, cuyo objetivo final sea la incorporación de mujeres a empleos decentes, en condiciones que garanticen una trayectoria continua, que no reproduzcan la segregación ocupacional, y con estándares de calidad, se requiere una institucionalidad que tenga por finalidad diseñar y conducir respuestas coordinadas de política pública, para aquellos que quieran ingresar al mundo laboral en cualquier etapa de su vida y encuentren las prestaciones, el acompañamiento y la entrega de herramientas para conseguirlo” (MINTRAB, 2007b, p. 33). Por otro lado, respecto a la línea pasiva, en la siguiente sección se explican los alcances de la reforma previsional, del seguro de cesantía y los avances en legislación laboral. Sin embargo respecto a la ‘salud ocupacional’ se puede mencionar que “en Chile no hay una sola estructura institucional central responsable de la seguridad y salud de los trabajadores. Tampoco hay un solo cuerpo normativo que las englobe. La seguridad y salud en el trabajo (SST) están repartidas en las instituciones de trabajo, de salud y de seguridad social” (MINTRAB, 2007c, p. 3). En este sentido, los principales mecanismos de protección son: Ley 16.744, dictada el 1° de febrero de 1968, que crea el seguro social obligatorio contra riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales6; Decreto Supremo N° 72

6 Se entiende por accidente del trabajo “toda lesión que una persona sufra a causa o con ocasión del trabajo, y que le produzca incapacidad o muerte. Son también accidentes del trabajo los ocurridos en el trayecto directo, de ida o regreso, entre la habitación y el lugar del trabajo, y aquellos que ocurran en el trayecto directo entre dos lugares de trabajo, aunque correspondan a distintos empleadores. Se considerarán también accidentes del trabajo los sufridos por

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Reglamento de Seguridad Minera (1986); Ley Nº 20.123 que regula trabajo en régimen de subcontratación, el funcionamiento de las empresas de servicios transitorios y el contrato de trabajo de servicios transitorios (2007); el Código del Trabajo; el Código Sanitario y un conjunto de reglamentaciones específicas (coordinación entre MINTRAB, Dirección del Trabajo; Ministerios de Salud, Minería, Defensa y Hacienda). Por último, La Ley 16.744 declaró obligatorio el seguro social contra riesgos de accidentes y enfermedades profesionales para (MINTRAB, 2007c): Todos los trabajadores por cuenta ajena, es decir, aquellas personas que presten

servicios bajo un vínculo de subordinación y dependencia, cualesquiera que sean las labores que ejecuten y cualquiera sea la naturaleza de la empresa o persona para quien trabajen;

Los funcionarios públicos de la Administración Civil del Estado; Los estudiantes que deben ejecutar trabajos que signifiquen una fuente de ingreso

para el respectivo plantel y Los trabajadores independientes y los trabajadores familiares, respecto de los

cuales el Presidente de la República es quien establece la oportunidad, el financiamiento y condiciones en que deben ser incorporados al régimen.

A continuación se presenta un recorrido de las principales modificaciones a la normativa laboral nacional, la reforma previsional y la implementación y modernización del seguro de cesantía durante los Gobierno de la Concertación: b.- Período 1990 - 1999 El marco de política pública sostenido por los Gobiernos de la Concertación se sustenta en el logro de un “crecimiento económico equitativo y sustentable, en un marco de fortalecimiento de la democracia, que permita mejorar la calidad de vida de toda la población y en particular, superar la pobreza y las diversas formas de discriminación y exclusión” (MIDEPLAN, 1996, p. 19). Para ello, los objetivos de la política laboral de los dos primeros Gobiernos de la Concertación -dentro del marco de crecimiento económico con equidad- se centran en la creación de empleos productivos, elevación de los salarios, y establecimiento de un sistema de relaciones laborales equilibrado y de cooperación. De tal forma, “los principales instrumentos de esta política se orientan a estimular el proceso de inversión nacional y extranjera, elevar las remuneraciones del sector público y el salario mínimo, aumentar la capacitación laboral y establecer normas que favorezcan la participación y la creatividad y que permitan que la mayor productividad del trabajo se vea reflejada en mayores remuneraciones” (MIDEPLAN, 1996, p. 94). Desde el punto de vista del marco normativo-legal del ámbito laboral, tanto la Constitución Política de la República de Chile, como las normas laborales garantizan plenamente la libertad de empleo del individuo y el ejercicio de sus libertades políticas y económicas fundamentales.

dirigentes de instituciones sindicales a causa o con ocasión del desempeño de sus cometidos gremiales (MINTRAB, 2007c, p. 16).

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La Constitución Política de la República de Chile de 1980 (reformada en el 2005 bajo el Gobierno de R. Lagos), garantiza a todos los ciudadanos en su Artículo 19, número 16 (24.10.1980) la ‘libertad de trabajo y su protección’: Toda persona tiene derecho a la libre contratación y a la libre elección del trabajo

con una justa retribución. Se prohíbe cualquiera discriminación que no se base en la capacidad o idoneidad

personal, sin perjuicio de que la ley pueda exigir la nacionalidad chilena o límites de edad para determinados casos.

Ninguna clase de trabajo puede ser prohibida, salvo que se oponga a la moral, a la seguridad o a la salubridad pública, o que lo exija el interés nacional y una ley lo declare así.

Ninguna ley o disposición de autoridad pública podrá exigir la afiliación a

organización o entidad alguna como requisito para desarrollar una determinada actividad o trabajo, ni la desafiliación para mantenerse en éstos.

Por su parte el Código del Trabajo establece en su Artículo 2º (D.F.L. Núm 1.- Santiago, 31 de julio de 2002): Reconócese la función social que cumple el trabajo y la libertad de las personas

para contratar y dedicar su esfuerzo a la labor lícita que elijan. Las relaciones laborales deberán siempre fundarse en un trato compatible con la dignidad de la persona. Es contrario a ella, entre otras conductas, el acoso sexual entendiéndose por tal el que una persona realiza en forma indebida, por cualquier medio, requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien los recibe y que amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades en el empleo (D.O.: 18.03.05).

Son contrarios a los principios de las leyes laborales los actos de discriminación.

Los actos de discriminación son las distinciones, exclusiones o preferencias basadas en motivos de raza, color, sexo, edad, estado civil, sindicación, religión, opinión política, nacionalidad, ascendencia nacional u origen social, que tengan por objeto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación7.

Con todo, las distinciones, exclusiones o preferencias basadas en las calificaciones

exigidas para un empleo determinado no serán consideradas discriminación. Por lo anterior y sin perjuicio de otras disposiciones de este código, son actos de

discriminación las ofertas de trabajo efectuadas por un empleador, directamente o a través de terceros y por cualquier medio, que señalen como un requisito para postular a ellas cualquiera de las condiciones referidas en el inciso cuarto (D.O.: 18.03.05).

Lo dispuesto en los incisos terceros y cuarto de este artículo y las obligaciones que

de ellos emanan para los empleadores, se entenderán incorporadas en los contratos de trabajo que se celebren.

7 En relación a este punto, el Ministerio de Relaciones Exteriores (D.O. 03.03.99) promulgó el Convenio Nº 156 de la Organización Internacional del Trabajo sobre igualdad de oportunidades y de trato entre trabajadoras/es.

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Corresponde al Estado amparar al trabajador en su derecho a elegir libremente su trabajo y velar por el cumplimiento de las normas que regulan la prestación de los servicios.

Sin perjuicio de las normas fundamentales citadas, las libertades políticas y económicas fundamentales del individuo están garantizadas en la Constitución Política, en los números 1 al 26 de su Artículo 19, que consagran las garantías ciudadanas básicas. Además de los diferentes mecanismos procesales que el conjunto del ordenamiento jurídico contempla para hacer valer el respeto de los derechos y obligaciones que él establece, la Constitución consagra expresamente un denominado recurso de protección en su Artículo 20, acción cautelar de especial eficacia en el caso que se conculquen estas garantías y que los ciudadanos pueden hacer valer directamente ante la respectiva Corte de Apelaciones en primera instancia y ante la Corte Suprema en segunda instancia. A la vez, se han realizado un conjunto de correcciones a la normativa laboral nacional que se puede resumir en: Actualización del Código Laboral y a las normativas del Estatuto Administrativo, en

relación a la abolición del trabajo de menores de 15 años (adecuando nuestra legislación a los Convenios OIT).

Modificación del artículo 2° del Código del Trabajo a fin de evitar la discriminación

por edad y estado civil en la postulación a empleos (currículo ciego). Modificación del Código del Trabajo en lo relativo a la extensión de jornada semanal

de trabajo, las nuevas modalidades de contratación (subcontratación y servicios temporales), al derecho de sindicación, a los derechos fundamentales del trabajador y se ha desarrollado un mecanismo periódico de ajuste del ingreso mínimo y de las remuneraciones de diversos estamentos públicos.

Avances en la incorporación en el marco normativo legal nacional de un conjunto

de instrumentos, convenciones y legislación internacional que Chile ha asumido y ampliando por medio del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y otros instrumentos8.

Para tener una mirada general de los principales avances en reformas, modificaciones y ratificación de convenios internacionales en el ámbito laboral, a continuación se presenta un recorrido esquemático por año, de tales esfuerzos:

8 Estos avances se resumen en la ampliación de la firma de Instrumentos de Defensa de los Derechos Humanos como son la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948); la Convención Internacional de la Prevención y Castigo de Crímenes de Genocidio (1948); la Convención Internacional de Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial (1965); la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966); la Convención Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966); la Convención Internacional de Eliminación de Todas las Formas de Discriminación a la Mujer (1979); la Convención Contra la Tortura y otras Formas de Castigo y Trato Cruel, Inhumano y Degradante (1984) y la Convención Internacional de los Derechos de los Niños (1989). Otros tipos de declaraciones internacionales referidas al ámbito laboral como: la abolición del trabajo infantil, eliminación de formas de discriminación laboral, libre asociación y sindicalización y la eliminación del trabajo forzado (promovidos por la Organización Internacional del Trabajo - OIT). En el ámbito social y lucha contra la pobreza y desigualdad resaltan los acuerdos de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social (Copenhague, 1995); los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000); el Consenso de Monterrey (2002, de carácter regional); las sesiones permanentes del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral de OEA y otros como son los derechos estipulados para los ciudadanos de la Comunidad Europea y otros referentes jurídicos, políticos e institucionales.

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Cuadro 1: Avance legislativo 1990 – 1999

1990: - Modificación Normas sobre terminación del Contrato de Trabajo y Estabilidad en el Empleo (Ley 19.010).

1991: - Normas sobre Centrales Sindicales (Ley 19.049 – Ley 19.069). 1993: - Normas de Otorgamiento Pensiones Sector Público (Ley 19.200 - Daño

Previsional). - Modificación del Código Civil (Ley 19.250). - Autoriza Negociación Colectiva en Empresas Específicas (Ley 19.279).

1994: - Normas sobre Asociación de Funcionarios (Ley 19.296). - Modificación Normas en Materia de Seguridad Social (Ley 19.350).

1995: - Modificación Decreto Relativa Pensiones de Vejez en Trabajos Pesados (Ley 19.404 - Jubilación Anticipada).

- Habilitación Salas Cunas en Empresas con más de 20 mujeres (Ley 19.408). 1996: - Mejoramiento de Competencias de Tribunales para control de Legislación Laboral

(Ley 19.447). - Mejoramiento Facultades Fiscalizadoras DIRTRAB (Ley 19.481).

1997: - Derechos Especiales a Padres con Hijos Enfermedades Graves o Terminales (Ley 19.505).

- Nuevo Estatuto de Capacitación y Empleo: creación del Comité Bipartito y Fondo Nacional de Capacitación (Ley 19.518).

1998: - Normas de Protección a la Maternidad (Ley 19.591). 1999: - Normas Pago Cotizaciones Atrasadas (Ley 19.631).

- Creación Segundo Fondo de Pensiones en las AFP (Ley 19.641). - Creación Fondo Modernización relaciones Laborales y Desarrollo Sindical (Ley

19.644). Fuente: MINTRAB, 2007a y 2008a.

c.- Período 2000 - 2006 Durante este período se realizan un conjunto de reformas profundas en el ámbito laboral. En relación al avance normativo en protección laboral, la legislación nacional modifica y actualiza un conjunto de disposiciones que promueven el empleo de calidad. Uno de los procesos de reforma más destacable fue la Reforma Laboral del año 2001, cuyos principales componentes han sido: La implementación de un seguro de desempleo sobre la base de una cuenta

individual por cesantía que se compone de aportes del empleador y, complementariamente del trabajador9;

Creación del Fondo Solidario a fin de proteger a los trabajadores de rentas más

baja (con cerca de 4,3 millones de afiliados a junio del 2006, de los cuales solo 2,3 millones cotiza mensualmente); y

Promoción de la flexibilización de contratos de trabajo (jóvenes), implementación

de programas de incentivo a la inserción laboral (incentivo a la contratación de la mano de la obra), realización de una reforma a los sistemas de capacitación y profundización en la igualación de competencias laborales (Programa Chile Califica y otros).

9 En La Ley N°19.728 estableció un Seguro Obligatorio de Cesantía para todos los trabajadores regidos por las normas del Código del Trabajo, contratados a contar del día 2 de octubre de 2002. El Seguro cubre a todos los trabajadores dependientes del sector privado que estén afiliados al seguro, frente al evento de cesantía ya sea por causa voluntaria o involuntaria. Junto a beneficios monetarios, el seguro incorpora prestaciones de salud, mantención del beneficio de asignación familiar, y apoyo para la búsqueda de empleo. Un desafío particular es asegurar el acceso de las mujeres a los sistemas de salud y al seguro obligatorio de cesantía que al estar vinculado al empleo en el sector formal, excluye en mayor medida a las mujeres debido a las características de su inserción laboral.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Cuadro 2: Avance legislativo 2000 – 2006

2000: - Limitación a Faenas y Trabajos Empresas Contratistas (Ley 19.666). - Abolición Trabajo Infantil – Menores de 15 años (Ley 19.684).

2001: - Establece Seguro de Desempleo sobre la base de una cuenta individual por cesantía que se compone de aportes del empleador y, complementariamente del trabajador. Crea asimismo, el Fondo Solidario a fin de proteger a los trabajadores de rentas más bajas (Ley 19.728).

- Norma que evita Discriminación por Edad y Estado Civil Postulación de Empleos (Ley 19.739 - Currículum Ciego).

- Modifica el Código del Trabajo: extensión de jornada semanal de trabajo, nuevas modalidades de contratación, derecho de sindicación, derechos fundamentales del trabajador y a otras materias (Ley 19.759 - Reformas Laborales).

- Modifica Estatuto de Capacitación y Empleo, permitiendo la nivelación de estudios básicos y medios a través del uso de la franquicia tributaria (Ley 19.765).

2002: - Modificaciones Normas de Seguridad Social: regula el uso de firma mecanizada para la dictación de resoluciones del INP (Ley 19.785).

2003: - Modifica Código del Trabajo, en lo relativo a las formalidades del finiquito del contrato de trabajo, para la aplicación de la (Ley 19.844 - Ley Bustos Seguel).

- Regula nueva política de personal a los funcionarios públicos (Ley 19.882 – Ley Nuevo Trato).

2004: - Modifica D.L. Nº 3.500, de 1980, estableciendo Normas Relativas al Otorgamiento de Pensiones a través de la Modalidad de Rentas Vitalicias (Ley 19.934).

- Sobre racionalización del uso de la Franquicia Tributaria de Capacitación y Transparencia y gestión de los OTEC (Ley 19.967).

- Modifica el Código del Trabajo, en materia de Remuneraciones por Jornada Extraordinaria y de Trabajadores Temporeros Agrícolas (Ley 19.988).

- Establece Pensión de Reparación y otorga otros beneficios a favor de las personas que indica (Ley 19.992 - Informe Valech).

2005: - Tipifica y Sanciona el Acoso Sexual (Ley 20.005). - Crea Juzgados Laborales y Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional en

comunas específicas (Ley 20.022). - Establece un permiso paternal en el Código del Trabajo y Estatuto Administrativo

(Ley 20.047). Fuente: MINTRAB, 2007a y 2008a.

d.- Período 2006 - 2010 Durante este período las principales orientaciones y desafíos en políticas laborales, planteadas en el Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet, se centran en: 1.- Trabajo para las Mujeres: Desarrollar jornadas horarias adaptables: facilitar opciones de trabajo en jornada

parcial, trabajo part-time y el teletrabajo. Que el hecho de tener hijos no sea obstáculo para trabajar (ampliar cobertura

prekinder). Implementar programas especiales de capacitación e integración laboral para las

madres con largo tiempo sin empleo (cuidado de sus hijos). Lucha contra la discriminación en la contratación y en las remuneraciones.

2.- Empleo Juvenil: Ampliar el programa de Bonificación al Contrato de Aprendizaje para Jóvenes

(actualmente financia el 40 por ciento de un salario mínimo por un año a contratos de dos o más años).

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Desarrollar jornadas horarias adaptables: trabajo en jornada parcial, trabajo part-time y el teletrabajo.

Implementar mecanismos para incentivar la cotización de los jóvenes: más formalización de los contratos de trabajo y mejores pensiones.

3.- Perfeccionar el Seguro de Cesantía: Expandir cobertura del Seguro de Cesantía: incentivos para la formalización de los

contratos (especialmente jóvenes). Diseñar incentivos para que los trabajadores independientes y por cuenta propia se

integren al sistema. Ampliar las condiciones de acceso al Fondo Solidario de Desempleo: hoy sólo

tienen acceso los trabajadores con contratos indefinidos y con más de doce cotizaciones continuas.

4. - Programas de Generación de Empleo: Institucionalizar el mecanismo del Fondo de Contingencia contra el Desempleo

(efecto contracíclico). Canalizar una parte de los recursos destinados a programas de empleo de

emergencia a iniciativas destinadas a: - Servicios sociales a las personas más vulnerables (atención infantil, apoyo

escolar, alfabetización digital, apoyo a la tercera edad, apoyo a personas discapacitadas);

- Mejorar sus condiciones de vida (convivencia segura, protección del ambiente); - Entregar servicios culturales y recreativos (promoción cultural, turismo social,

promoción del deporte). 5.- Defensa de los Derechos Laborales: Revertir trayectoria declinante de trabajadores que Negocia Colectivamente

(menos del 10% de los trabajadores.). Promover el desarrollo de un Sindicalismo Fuerte y Moderno como elemento

central de las relaciones laborales. Combatir las prácticas antisindicales, abusos en horarios de trabajo, abusos en

cargas de trabajo y los contratos falsos y la polifuncionalidad. Regularizar las modalidades de subcontratación y reforzar la legislación de “pago

previsionales”. Puesta en marcha y funcionamiento del nuevo sistema de Justicia Laboral.

6.- Capacitación Laboral: La meta es que un millón y medio de ciudadanos sean capacitados al año, en

modalidades presenciales y de aprendizaje electrónico. Reforzar incentivos al uso de la Franquicia Tributaria para financiar estudios

básicos incompletos (alianza público-privada). Fomentar actividades de capacitación dentro de los centros de trabajo. Profesionalizar funcionamiento de Oficinas Municipales de Información Laboral

(OMIL) y Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE). Profundización del e-learning como método de aprendizaje de calidad y cursos

virtuales.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Desarrollar módulos interactivos para jóvenes en la última etapa de formación escolar.

Para el cumplimiento de estos desafíos, el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha propuesto el desarrollo de un sistema de protección social integral y progresivo (2006 – 2010) que ayude a los individuos, familias y comunidades frente a nuevos riesgos y vulnerabilidades. Entendiendo que “instalar un Sistema de Protección Social es, por sobre un arreglo institucional, un acuerdo político al que concurre la sociedad para establecer las bases sobre las cuales quiere construir y regular su convivencia: determina qué derechos son para todos, cómo se garantizan y cómo se viabilizan. Ello supone instituciones, instrumentos, programas y recursos, pero también requiere delimitar las atribuciones y responsabilidades del estado, del mercado, de las personas y de las familias” (MIDEPLAN, 2006, p. 2). Esta nueva mirada en el enfoque de política social, concibe al Sistema de Protección Social como el mecanismo que permite generar condiciones que brinden seguridad a las personas y familias durante toda su vida, garantizándoles derechos sociales que les permitan finalmente reducir los riesgos en empleo, salud, educación y previsión, generando condiciones de mayor igualdad y oportunidades de progreso. Uno de los tres componentes del sistema, está relacionado con la protección sociolaboral, denominado como Sistema de Protección del Trabajo, en base a la generación de trabajo socialmente protegido; ampliación del seguro de desempleo; el fortalecimiento del pilar solidario (Pensión Básica Universal); y la implementación de la reforma del sistema previsional. En términos institucionales, al asumir el nuevo gobierno se conformó el Área de Protección Social integrada por los Ministerios de Educación, Trabajo, Salud, Vivienda, Servicio Nacional de la Mujer y Cultura, coordinado por MIDEPLAN. Con regularidad los ministros y ministras respectivos se reúnen para fijar políticas, diseñar estrategias, coordinar esfuerzos, prever intervenciones integrales y convenir modelos de gestión social compartidos (propuestas estratégicas). Esta misma institucionalidad se reproduce en los gobiernos regionales, siendo presidida por los respectivos Intendentes y coordinada por la Secretaría Regional de Planificación. Dentro de este marco de políticas, cada ministerio ha asumido un conjunto de desafíos respecto a su aporte al Sistema de Protección central. De tal forma, estos desafíos en el ámbito laboral están descritos en los ‘lineamientos estratégicos’ de política de los ministerios del área de protección social. Los principales aspectos de estos desafíos respecto de aquellos correspondientes al Ministerio del Trabajo, son: Generación de empleo: Creación de más y mejores empleos; reformas laborales

pro-mujer y pro-joven; expansión de la cobertura del seguro de cesantía; ampliación condiciones de acceso al Fondo Solidario; institucionalización del mecanismo del Fondo de Contingencia contra el Desempleo; reorientación de los programas de empleo con apoyo estatal, para enfrentar los efectos del desempleo en las comunas y regiones en que se manifiesta más severamente (mejorar la

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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focalización territorial) y focalización de una parte sustancial de los recursos destinados a programas de empleo de emergencia a iniciativas destinadas a entregar servicios sociales a las personas más vulnerables, mejorar sus condiciones de vida y entregar servicios culturales y recreativos.

Promoción del Trabajo Decente: Promoción de relaciones laborales modernas y

justas; promover que empleadores y trabajadores negocien colectivamente con la meta de fijar condiciones específicas para cada empresa; apoyar la puesta en marcha y funcionamiento del nuevo sistema de justicia laboral, promover el desarrollo de un sindicalismo fuerte y moderno como elemento central de las relaciones laborales; combatir con fuerza las prácticas anti-sindicales; evitar que la subcontratación se transforme en una forma de eludir la legislación laboral; desincentivar la creación de “lagunas previsionales”.

Ampliar oferta y estrategias de capacitación y reforma al sistema previsional.

Modificación de la ley de accidentes laborales, incorporando entre los beneficiarios

al propio gestor o dueño de la empresa de menor tamaño y propiciar las buenas prácticas en la empresa privada.

En relación al avance legislativo laboral, a la fecha se han aprobado en el Congreso los siguientes proyectos de Ley:

Cuadro 3: Avance legislativo 2006 - a la fecha

2006: - Sustituye el Procedimiento Judicial en Juicios del Trabajo (Ley 20.087). 2007: - Ley Subcontratación y Trabajadores Empresas Servicios Transitorios (Ley 20.123).

- Ley Nº 20.166 (publicada el 12.02.2007) que extiende el derecho de las madres trabajadoras a amantar a sus hijos incluso en empresas en que no corresponda ejercer el derecho a sala cuna.

- Ley Nº 20.172 (publicada el 01.02.2007) que permite el cobro de la Asignación Familiar a la madre, y amplía este beneficio a los menores bajo régimen de protección.

- Ley N° 20.189 (publicada el 15.05.2007) sobre admisión al empleo de los menores de edad y al cumplimiento de la obligación escolar: Reglamento para la aplicación del artículo 13 del Código del Trabajo, que se refiere a las actividades laborales consideradas peligrosas para la salud y el desarrollo de los menores (Decreto Supremo N° 50, publicado el 11.09.2007).

- Ley N° 20.203 (publicada el 27.07.2007) que modifica normas relativas al subsidio familiar y a la adopción. Reglamento para la aplicación de las leyes N° 18.020 y N° 18.611, que regulan el subsidio familiar (Decreto Supremo Nº 53, publicado el 14.09.2007).

- Ley N° 20.204 (publicada el 06.07.2007) que reajusta ingreso mínimo mensual. - Ley N° 20.233 (publicada el 06.12.2007). Reajuste de remuneraciones del sector

público, bono extraordinario a exonerados e incorporación de funcionarios públicos a las CCAF.

- Ley N° 20.255 (promulgada el 11.03.2008) que Establece Reforma Provisional. - Ley aprobada el 03.01.2008 que crea el Sistema Nacional de Certificación de

Competencias Laborales. Actualmente en el Tribunal Constitucional para control de constitucionalidad. Pendiente de promulgación.

- Ley sobre Reforma al Procedimiento Laboral establecido por la Ley N° 20.087 (para ser aprobada en tercer trámite constitucional el 11.03.08).

- Convenio de Seguridad Social con diversos países. Fuente: MINTRAB, 2007a y 2008a.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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A la vez, para el año 2008 los principales desafíos en el área laboral se resumen en (MINTRAB, 2007a y 2008a): 1.- Reforma previsional: Los principales esfuerzos según grupos vulnerables son: Para las mujeres: - El sistema otorgará una Pensión Básica Solidaria -a partir de julio del 2008- a las

mujeres sin acceso al sistema de capitalización individual o con muy baja capacidad de ahorro en éste.

- Se entregará un Bono por cada hijo nacido vivo o hijo adoptado a aquellas mujeres

que perciban pensión de vejez, de invalidez o sobrevivencia cuando cumplan 65 años, y a todas las beneficiarias del Pilar Solidario (bono equivalente al 10% de 18 salarios mínimos)

Para los jóvenes: - Se beneficiarán todos/as los/las jóvenes entre 18 y 35 años que perciban hasta

$216.000 mensuales (1,5 IMM); con una bonificación de un 50% de cotización previsional durante 24 meses; equivalente a un beneficio aproximado de hasta $10.800 mensuales por trabajador/a.

Para los adultos mayores: - Las personas mayores de 65 años que reciban una pensión inferior a 255 mil pesos

y que pertenecen al 60% de la población de menores ingresos, tendrán acceso a una Pensión Básica Solidaria y tendrán un Aporte Previsional Solidario.

- A la vez, desde julio del 2008, los adultos mayores que no tienen ahorros

previsionales y pertenecen al 40% de la población de menores ingresos, tendrán derecho a una Pensión Básica Solidaria (PBS) con un valor inicial de 60 mil pesos.

- A partir de julio de 2009, accederán a este beneficio las personas pertenecientes al

45% más necesitado y la pensión se incrementará a 75 mil pesos. - El 1 de julio de 2010 este beneficio llegará a la mitad de la población más

vulnerable y se ampliará el 2012 al 60% de la población de menores ingresos. - Para aquellas personas que hayan cotizado y reciban una pensión inferior a 70 mil

pesos al año 2008, el Gobierno aportará un monto denominado Aporte Previsional Solidario (APS) que permitirá aumentar su pensión.

- El techo máximo de pensión para recibir este beneficio se irá incrementando cada

año, de modo tal que en 2012 recibirán APS todos aquellos pensionados que hayan cotizado y reciban una pensión inferior a 255 mil pesos.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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2.- Implementación del Sistema Nacional de Políticas de Promoción del Empleo El objetivo central es reforzar todas las medidas de fomento al empleo (Programa de Bonificación a la Contratación de Mano de Obra, la ejecución del Programa Aprendices), incluidos los empleos de emergencia; por medio de la articulación de los diversos sistemas de acceso a la capacitación, estímulos a la contratación y cotización previsional (jóvenes), intermediación laboral y oferta dirigida a grupos vulnerables como mujeres (programa Jefas de Hogar, víctimas de violencia intrafamiliar, cuidado infantil, Trabajo Infantil, subsidios de movilización y becas vía excedente de la franquicia tributaria) y jóvenes (Programa Jóvenes al Bicentenario, Transferencias al Sector Público Dentro de las apuestas de este sistema, es la puesta en marcha del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales y la materialización de las propuestas surgidas del Consejo Asesor en materias de Trabajo y Equidad. Estas prioridades tienen como objetivo final el impulso del ‘empleo de calidad’ por medio del fortalecimiento de la negociación colectiva (cobertura y calidad); fortalecimiento de las organizaciones sindicales (capacidades técnicas y organizativas y las Escuelas Sindicales); combate a las prácticas antisindicales. 3- Iniciativas Legislativas y Normativas en el marco de Protección de Derechos de Grupos Vulnerables y Modernización de las Relaciones Laborales Creación de la Escuela Sindical, Tramitación del proyecto de ley sobre sindicalización automática; ley que elimina inhabilidades de dirigentes sindicales; proyecto de ley sobre Teletrabajo; proyecto de ley sobre brecha salarial; proyecto de ley que sanciona las conductas de acoso laboral; proyecto de ley sobre multas por trabajo en exceso de la jornada; proyecto de ley que modifica la ley sobre trabajos pesados; ampliación convenios de seguridad social con diversos países y tramitación del proyecto de ley sobre equiparación del salario base al ingreso mínimo. Finalmente, un aspecto característico de la política social y laboral durante los cuatros Gobiernos de la Concertación ha sido la promoción del Diálogo Social Permanente. Por medio de este mecanismo la relación tripartita entre trabajadores, empresarios y Estado ha logrado un pacto para la normalización de la legislación laboral y de continuos ajustes salariales (básicamente en el salario mínimo).

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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IV.- Nueva dinámica de la fuerza de trabajo En una primera etapa, el informe presenta un análisis del mercado laboral de acuerdo a la evolución de la fuerza de trabajo, las tasa de participación, ocupación, dependencia, desocupación y tiempo de búsqueda de empleo. En una segunda sección, analiza las condiciones laborales de los ocupados y asalariados según el contrato, tipo de empleo, cotización en la seguridad social, ingresos mínimos legales (aproximación al trabajo decente), cotización en el seguro de cesantía y accesos a capacitación laboral. Luego se presenta un análisis de los ingresos del trabajo (promedio mensual) de los ocupados y asalariados. Todos los análisis se realizan por:

Sexo Edad Situación de pobreza Decil Zona de residencia Región Evolución en el tiempo.

a.- Contexto económico Durante la década de los noventa la economía chilena presentó un crecimiento anual promedio del PIB de un 6,2%, equivalente a un 4,7% de aumento anual promedio en el PIB per capita.

Gráfico 1: Tasa de variación anual del PIB y Empleo 1990-2006

(porcentaje)

Fuente: Banco Central de Chile e Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Durante el sexenio 2000-2006, el crecimiento del PIB fue aproximadamente de un 4,2%, logrando un PIB per capita cercano a los US$7.100. No obstante, año a año se presentaron resultados mixtos en cuanto al crecimiento (gráfico 1).

-4

-2

0

2

4

6

8

10

12

14

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

PIB Anual Variación Empleo Elasticidad

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

25

También se observa la variación de la elasticidad empleo/producto, la cual mide la repuesta relativa del nivel de empleo ante un cambio del producto10: mientras en 1996 un crecimiento de 1 punto en el PIB implicaba un crecimiento de 0,2 puntos en el empleo este aumenta en el año 2006 a 0,7 puntos en el empleo. Al observar las tasas de crecimiento trimestral del PIB, descritas en el Gráfico 2, se puede observar el gran dinamismo de la economía chilena en los últimos años. Esta información es muy relevante, puesto que permite contextualizar los resultados y avances obtenidos por medio del análisis de las diferentes versiones de la Encuesta CASEN, instrumento que se aplica durante el último trimestre del respectivo año (1990, 1992, 1994, 1996, 1998, 2000, 2003 y 2006). En este sentido, puede verse que a la fecha de aplicación de la Encuesta CASEN 2006 (Noviembre-Diciembre) la economía presentaba una tasa de crecimiento de un 4,3% con respecto a igual trimestre del año anterior, lo que redunda en una tasa de crecimiento anual de un 4,0% en aquel año.

Gráfico 2: Evolución del PIB trimestral

1990 2006 [tasa de cambio con respecto a igual período del año anterior]

(porcentaje)

Fuente: Banco Central de Chile.

A la vez, desde el año 2003 a la fecha se observa que existieron sectores que crecieron a tasas superiores al promedio, dentro de los que destacan transportes y comunicaciones; electricidad, gas y agua; servicios financieros; agropecuario silvícola y comercio. Dentro de los sectores menos dinámicos aparecen la pesca (con una caída entre el año 2005 y 2006); minería, administración pública y la industria manufacturera.

10 Es importante destacar que en el proceso de producción del país intervienen otros factores además del trabajo, por lo tanto el nivel de empleo no depende en forma exclusiva del nivel del Producto Interno Bruto (PIB). Por lo tanto, los valores de la elasticidad deben analizarse teniendo en cuenta el ciclo económico y otros factores como la evolución de la productividad del factor trabajo, el nivel de inversión o los costos laborales, entre otros.

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Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Gráfico 3: Tasas de crecimiento anual promedio del PIB por clase de actividad económica

2000 – 2006 (porcentaje)

Fuente: Banco Central de Chile. a/ EGA: Electricidad, gas y agua.

Por otro lado, a partir de la segunda mitad de los años noventa el mercado laboral se caracterizó por remuneraciones reales crecientes, especialmente en el caso del salario mínimo, que muestra un incremento de de un 55,6% entre 1995 y 2006 (y con un aumento real acumulado de un 98,8% entre 1990 y 2006), valor que supera el 20,6% de aumento de las remuneraciones por hora y costo de la mano de obra.

Gráfico 4: Índice real de remuneraciones por hora y costo de la mano de obra por hora y salario mínimo (*)

1995 a 2006 (base 2006=100)

(porcentaje y pesos nov. 2006)

Fuente: Banco Central de Chile e Instituto Nacional de Estadísticas (INE). (*) Tanto para el IR como el ICMO a contar de febrero del 2006, la fuente INE da a conocer un nuevo índice con base enero 2006=100, el que considera una nueva estructura de ponderaciones y cambios en el directorio de empresas. El salario mínimo está en pesos de nov. de 2006

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2004 - 2003 7,6 19,1 5,0 7,2 3,7 3,2 6,7 4,7 8,6 8,5 2,6 3,4 2,2 6,0

2005 - 2004 8,2 -0,9 -1,5 6,4 5,2 10,8 8,1 5,1 10,2 7,7 3,2 2,9 3,6 5,7

2006 - 2005 5,4 -1,9 0,1 2,5 7,4 3,9 5,2 4,7 9,9 5,1 3,4 3,0 3,5 4,0

Agropec. silvícola

Pesca MineríaIndus .

Manufac.EGAa/ Cons truc. Comercio Transp. Comunic.

Serv. financieros

Prop. de la vivienda

Serv. personales

Admin. pública

PIB

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160.000

IR 79,9 83,2 85,2 87,5 89,6 90,8 92,3 94,2 95,0 96,8 98,6 100,5

ICMO 79,8 82,9 84,9 87,3 89,8 90,6 91,8 93,9 94,6 96,6 98,5 100,3

SML 86.765 90.554 92.877 100.416 110.074 116.186 118.925 121.745 125.420 126.988 130.207 135.000

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

27

b.- Evolución de la fuerza de trabajo En el año 2006 había más de 16 millones de habitantes en el país, de los cuales cerca de 12,4 millones estaban en edad de trabajar (mayores de 15 años). De este total, cerca de 7,1 millones participaba en la fuerza laboral (FT)11, equivalente a una tasa de participación en la fuerza laboral de 55,3% para el total de la población (con un 72,6% en hombres y un 43,2% en mujeres).

Cuadro 4: Situación laboral de la población Noviembre-Diciembre 2006

(número de personas)

Población total:

16.152.353 En edad de trabajar (Mayores de 15):

12.385.857

Menores de 15:

3.766.496 Fuerza de trabajo:

7.097.682

Inactivos:

5.288.175

Desocupados:

519.357

Ocupados:

6.578.325

Fuente: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 2006.

Dentro de la fuerza laboral, casi 6,5 millones de personas estaban ‘ocupados’, en tanto que cerca de 520 mil estaba ‘desocupados’, equivalente a una tasa de desempleo a nivel nacional de un 7,3% (con un 6% en hombres y un 9,4% en mujeres). LA FT FEMENINA CRECE A MAYOR NIVEL QUE LA MASCULINA Desde el año 1990 al 2006 la población en edad de trabajar (mayores de 15 años) aumenta en un 1,8% anual promedio, mientras que la fuerza de (ocupados y desocupados), crece a un 2,4% promedio anual, lo que significó la incorporación de cerca de 142 mil personas anualmente al mercado laboral. Tabla 1: Evolución de la Población en Edad de Trabajar y de la Fuerza de Trabajo según Sexo

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) 1990 2000 2003 2006

n (%) n (%) Población en Edad de Trabajar (PET)

Hombre 4.399.995 5.265.198 5.595.439 5.925.718 95.358 1,9 110.087 2,0 Mujer 4.872.582 5.710.931 6.038.637 6.460.139 99.222 1,8 124.868 2,1 Total 9.272.577 10.976.129 11.634.076 12.385.857 194.580 1,8 234.955 2,0

Fuerza de Trabajo (FT)

Hombre 3.238.437 3.862.203 4.091.561 4.303.680 66.578 1,8 73.580 1,8 Mujer 1.585.416 2.272.119 2.547.047 2.794.002 75.537 3,6 86.981 3,5

Total 4.823.853 6.134.322 6.638.608 7.097.682 142.114 2,4 160.560 2,5 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

11 Para la Encuesta CASEN corresponden a las personas que al momento de la realización de la encuesta, se encontraban trabajando o buscando activamente trabajo (ocupados y desocupados).

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

28

Pero durante el período 2000 – 2006 se observa un mayor dinamismo: la PET crece en un 2% promedio anual, mientras la FT lo hace en 2,5% promedio anual, correspondiente a la incorporación de cerca de 161 mil a la fuerza de trabajo. Visto por tramos etáreos, entre 1990 y 2006 la fuerza de trabajo ‘adulta mayor’ es la que presenta una mayor tasa de crecimiento anual, con un 5% correspondiente a la incorporación de 9.336 personas a la fuerza de trabajo al año, mientras que la población más joven crece en menos de 1% en los últimos 16 años (menores de 34 años).

Tabla 2: Evolución de la Fuerza de Trabajo según Tramos de Edad

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) Tramo

Edad 1990 2000 2003 2006 n (%) n (%)

15 a 19 244.761 209.732 215.959 278.439 2.105 0,8 11.451 4,8 20 a 24 738.752 653.503 777.164 786.654 2.994 0,4 22.192 3,1 25 a 34 1.516.652 1.672.504 1.729.688 1.718.967 12.645 0,8 7.744 0,5 35 a 44 1.072.265 1.717.379 1.793.524 1.793.486 45.076 3,3 12.685 0,7 45 a 54 741.647 1.134.879 1.280.777 1.495.559 47.120 4,5 60.113 4,7 55 a 64 383.410 540.428 632.513 748.842 22.840 4,3 34.736 5,6

65 y más 126.366 205.897 208.983 275.735 9.336 5,0 11.640 5,0 Total 4.823.853 6.134.322 6.638.608 7.097.682 142.114 2,4 160.560 2,5

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

No obstante, durante el período 2000 – 2006 crece la fuerza de trabajo en la población más joven (menores de 19 años) y adulta (mayores de 45 años), destacando el repunte del empleo y de la búsqueda de trabajo. Si se analiza la proporción de la fuerza de trabajo en situación de pobreza, se pueden observar grandes cambios entre 1990 y 2006: mientras en 1990 casi un 71% de la fuerza de trabajo se encontraba fuera de la situación de pobreza (‘no pobre’); en el año 2006 esta proporción llega al 91% de la fuerza de trabajo, ello se complementa con una reducción importante de la población indigente y pobre no indigente.

Tabla 3: Evolución de la Fuerza de Trabajo según Situación de Pobreza e Indigencia

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (porcentaje y cantidad)

Fuerza Trabajo 1990 2000 2003 2006 Cantidad FT 4.748.884 6.060.358 6.573.388 7.061.841 FT Indigente (a) 8,4 4,0 3,0 2,0 FT Pobre No Indigente (b) 20,8 11,0 9,8 7,0 FT Pobre (a+b) 29,2 15,0 12,8 9,0 FT No Pobre 70,8 85,0 87,2 91,0

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Este fenómeno puede estar explicado, no solo por el decrecimiento de la FT en situación de vulnerabilidad social, sino por el cambio en la composición de misma en el tiempo. Como se sabe, la fuerza de trabajo se compone por la población ‘ocupada’ y por la población ‘desocupada’. Al analizar tal composición por deciles de ingresos autónomos

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

29

del hogar y la proporción de ocupados y desocupados que componen la fuerza de trabajo, se pueden observar importantes diferencias. En el año 2000 un 89,5% de la FT estaba ocupada mientras que para el año 2006 esta cifra aumenta a casi un 93%. Esto implica una FT con un mayor componente de empleo y por lo tanto con un fuerte impacto en la reducción de la pobreza en el tiempo.

Tabla 4: Composición de la Fuerza de Trabajo según deciles de ingreso autónomo del hogar y población ocupada y desocupada

2000 – 2003 – 2006 (cantidad y porcentaje)

I II III IV V VI VII VIII IX X Total 2000 FT 511.854 568.676 600.045 630.199 671.655 579.567 631.541 643.136 614.356 609.329 6.060.358

Ocup. 65,9 81,4 86,0 89,0 90,8 93,0 93,6 95,6 96,3 98,3 89,5Desocup. 34,1 18,6 14,0 11,0 9,2 7,0 6,4 4,4 3,7 1,7 10,5Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

2003 FT 463.298 581.318 619.749 702.473 673.205 696.887 731.900 722.001 704.194 678.363 6.573.388

Ocup. 65,3 81,2 86,1 89,4 91,4 93,3 94,8 95,5 96,8 97,7 90,2Desocup. 34,7 18,8 13,9 10,6 8,6 6,7 5,2 4,5 3,2 2,3 9,8Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

2006 FT 446.496 608.100 654.967 708.027 721.837 763.970 802.383 796.118 794.671 765.272 7.061.841

Ocup. 73,4 85,3 89,9 92,7 93,4 95,2 95,6 96,4 96,8 97,6 92,6Desocup. 26,6 14,7 10,1 7,3 6,6 4,8 4,4 3,6 3,2 2,4 7,4Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Por otro lado, en el año 2000, la FT del 10% de población con menores recursos estaba compuesta por 511 mil personas, de las cuales cerca del 66% se encontraba ‘ocupada’, proporción que baja el año 2003 a un 65%, subiendo nuevamente en el año 2006 a un 73,4%. A ello se le debe complementar el dato de la disminución de la FT en este decil: en el año 2000 cerca de 512 mil personas estaban en el primer decil, mientras que para el año 2006 disminuye a 446 mil personas. Para el segundo decil, estas tendencias se intensifican: un 81,4 de la FT del año 2000 está ‘ocupada’ mientras que para el año 2006 aumenta al 85,3%. Estos datos estarían reflejando una fuerza de trabajo con un mayor componente de ‘ocupación’ que ‘desocupación’ y con una disminución de la población en los deciles más vulnerables. LA FT MÁS VULNERABLE ES PRINCIPALMENTE MASCULINA Otro factor complementario a lo anterior, es que la FT más vulnerable tiende a masculinizarse. Al analizar la composición de la fuerza de trabajo según deciles de ingreso autónomo y sexo para el año 2006, se puede observar que en los deciles más pobres la FT es mayoritariamente masculina y está compuesta por una menor cantidad de personas

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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que en los deciles mayores recursos, ello debido a una mayor proporción de población inactiva que en el resto de la población.

Gráfico 5: Fuerza de Trabajo según deciles de ingreso autónomo del hogar

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Por último se puede observar en la tabla siguiente como la situación ocupacional de hombres y mujeres presenta rasgos diversos de acuerdo al período de referencia. Si se analiza la serie completa, es decir desde 1990 al 2006, se observa un importante aumento del número de mujeres ‘ocupadas’, las cuales crecen a una tasa promedio que duplica a la de los hombres: entre 1990 y 2006 las mujeres crecen en un 3,6% promedio anual y los hombres en un 1,9%.

Tabla 5: Evolución de la Población según Condición de Actividad y Sexo 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) 1990 2000 2003 2006

n (%) n (%) Población Ocupada Hombre 2.988.570 3.490.213 3.756.668 4.045.755 66.074 1,9 92.590 2,5 Mujer 1.433.701 2.006.231 2.237.963 2.532.570 68.679 3,6 87.723 4,0 Total 4.422.271 5.496.444 5.994.631 6.578.325 134.753 2,5 180.314 3,0 Población Desocupada Hombre 249.867 371.990 334.893 257.925 504 0,2 -19.011 -5,9 Mujer 151.715 265.888 309.084 261.432 6.857 3,5 -743 -0,3 Total 401.582 637.878 643.977 519.357 7.361 1,6 -19.754 -3,4 Población Inactiva Hombre 1.161.558 1.402.995 1.503.878 1.622.038 28.780 2,1 36.507 2,4 Mujer 3.287.166 3.438.812 3.491.590 3.666.137 23.686 0,7 37.888 1,1 Total 4.448.724 4.841.807 4.995.468 5.288.175 52.466 1,1 74.395 1,5

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

63,2 65,5 65,1 62,2 61,9 61,1 59,8 58,9 56,8 57,7

36,8 34,5 34,9 37,8 38,1 38,9 40,2 41,1 43,2 42,3

446.496

608.100

654.967

708.027 721.837763.970

802.383 796.118 794.671765.272

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

I II III IV V VI VII VIII IX X

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

Hombre Mujer FT Total

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

31

Estas tendencias se mantiene en el período 2000-2006, con la diferencia que los hombres aumentan su tasa de crecimiento a un 2,5% promedio anual (correspondiente a cerca de 93 mil nuevos ocupados por año). A la vez, al analizar la evolución de la población desocupada, se observa que los hombres muestran un crecimiento muy leve durante los 16 y un decrecimiento importante en el trienio final de la serie CASEN. Por el contrario, las mujeres presentaban un importante aumento durante el primer período (con una tasa de 3,5%) y un decrecimiento leve a partir del año 2000. No obstante, si bien las mujeres presentan una mayor cantidad de personas económicamente inactivas que los hombres (3,6 millones vs 1,6 millones en el año 2006), durante el período 1990 a 2006 la inactividad femenina crece en menos del 1%, valor bastante más bajo que el 2,9% presentado en los hombres. Para tener una mirada más detallada de las características de la fuerza de trabajo, a continuación se analizan las tasa de participación, desocupación y ocupación y luego las razones de inactividad.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

32

V.- Avances en la participación laboral El problema de la baja participación en la fuerza de trabajo, en especial la femenina y de los jóvenes, se puede explicar tanto por factores económicos como por factores culturales y sociales que permiten abordar el problema de la incorporación al mercado de trabajo desde una perspectiva más interdisciplinaria. Si bien los valores de las tasas de participación femenina y de lo jóvenes a nivel comparativo internacional, son bajos, también es cierto de que estos a lo largo de los años han tendido a aumentar. CHILE TIENE UNA DE LAS TASAS DE PARTICIPACIÓN LABORAL FEMENINA MÁS BAJA DE LA REGIÓN De acuerdo con el Panorama Laboral 2007 de la OIT (tabla 6), Chile presenta la tasa de participación femenina más baja de la región: mientras el 35,8% de las mujeres participaba en el mercado laboral en el año 2006, un 48,7% era el promedio de la región. Para el año 2007 la tasa de participación femenina aumenta cerca de 3 puntos pero aun muy rezagada de los valores de países de similares condiciones como Uruguay, Costa Rica y Argentina.

Tabla 6: Tasa de participación según sexo 2006 – 2007 (porcentajes)

Hombres Mujeres Ambos sexos Países 2006 2007 2006 2007 2006 2007

Argentina 73,0 73,4 49,2 47,9 60,3 59,7 Brasil 66,8 66,5 48,0 48,4 56,7 56,8 Chile 71,8 71,3 35,8 38,7 54,8 54,7 Colombia 71,4 70,6 53,7 52,7 61,7 60,9 Costa Rica 72,5 72,5 45,3 45,7 58,2 58,5 México 77,7 77,2 45,5 45,9 60,6 60,6 Panamá 76,8 76,0 49,9 50,3 62,8 62,5 Perú 76,2 79,1 57,7 59,9 66,7 69,2 Uruguay 71,6 73,6 51,7 53,7 60,7 62,7 Venezuela 80,4 79,9 50,5 49,9 65,4 64,8

Promedio 73,8 74,0 48,7 49,3 60,8 61,0 Fuente: Panorama Laboral 2007 – OIT.

No obstante, no solo la tasa de participación femenina presenta un valor bajo, la masculina también presenta un valor que si bien duplica a la de las mujeres, lo ubica en posiciones similar a Uruguay y Colombia (ver gráfico 2). Por otro lado, los avances socioeconómicos de los últimos años se han desarrollado en un mercado de trabajo muy dinámico, mercado en el cual la oferta y demanda, si bien se ha visto afectada por el escenario económico internacional, también se ha visto trastocada por una mayor presencia femenina tanto en la ‘ocupación’ como en la ‘búsqueda de empleo’. Como se deduce de la Tabla 5, si en 1990 había 1,4 millones de mujeres ocupadas,

esta cifra aumenta a 2,5 millones el año 2006; mientra que la desocupación solo crece en 110 nuevos desocupados.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

33

Respecto a la inactividad, se observa que para el año 1990 cerca de un 74% de los inactivos eran mujeres, mientras que este valor cae a menos del 70% en el año 2006, con el consecuente aumento de la inactividad masculina.

Gráfico 6: Tasa de participación de hombres y mujeres

2006

Fuente: Panorama Laboral 2007 – OIT.

Esto estaría manifestando un lento pero consistente cambio cultural en el rol tradicional de la mujer, ya no solo dentro del hogar (rol doméstico y reproductivo), sino en su rol público y productivo. La tendencia a observar una mayor presencia de mujeres en el mercado laboral (quienes como se ha visto, presentan tasas de crecimiento mayores a la de los hombres), se puede explicar por: - En los últimos años, las mujeres encuentran mejores oportunidades y estímulos por

ingresar al mercado (estímulo económico); - Por una revalorización e importancia del trabajo productivo femenino

(reconocimiento sociolaboral); - Por un reposicionamiento del rol de la mujer en la sociedad (reconfiguración de

roles de género); - Un mayor desarrollo de capital humano (avance y diversificación de competencia

educacionales y laborales); y - Por la presencia de mejores mecanismos de protección social pertinentes que

facilita la incorporación de la mujer al trabajo o su búsqueda (colectivización de riesgos sociales).

No obstante, lo que estaría frenando aun el repunte mayor o el desarrollo de un dinamismo con mayores tasas de crecimiento de la participación femenina, serían factores exógenos a las capacidades propias de las mujeres y que demuestran la persistencia de mecanismo de estigmatización y discriminación social importantes: fenómenos de subvaloración de trabajo femenina, la segmentación laboral y la

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

34

posibilidades de incorporación de empleos de mejor calidad (Valenzuela – Reinecke, 2000). A la vez, de acuerdo a estudios realizados bajo una mirada dinámica del empleo y/o el desarrollo de trayectorias laborales diferenciales entre hombres y mujeres, muestran que la participación laboral femenina es discontinua, es decir, presenta mayores episodios de entradas y salidas del empleo que los hombres12. Este fenómeno es acompañado por una relativa exclusión de instituciones laborales colectivas y con baja capacidad de acceso a negociar colectivamente y pertenencia a sindicatos, lo cual afecta sus posibilidades de mejoramiento de sus condiciones laborales y no solo salariales (jornadas, beneficios, bonos, entre otros); a la vez que las mujeres tenderían al desarrollo de trabajos temporales y en áreas específicas de la producción: segregadas en el sector servicios comunales, comercio, entre otras, donde los salarios son más bajos (Henríquez – Uribe, 2004). Respecto al punto de intermediación de demandas laborales, los niveles de negociación colectiva y sindicalización femenina, estas muestran una alta vulnerabilidad sociolaboral. De acuerdo a cifras de las Estadísticas de Negociación Colectiva 1990 – 2007 de la Dirección del Trabajo: - En el año 2000 de los cerca de 182 mil trabajadores que realizaron o iniciaron

acuerdos de negociación colectiva, solo el 29,7% eran mujeres. En el año 2003, un total de 137 mil trabajadores realizaron acuerdos de negociación de los cuales un 26,6% eran mujeres y para el año 2006, de un total de 197 mil trabajadores, un 29,9% eran mujeres.

- No obstante el dato anterior, de acuerdo a la Encuesta Laboral 2006 (ENCLA)

sindicalización y negociación colectiva están directamente relacionados: solo un 10% de las empresas realiza acuerdo de negociación colectiva y es en aquellas empresas donde existen sindicatos donde es mayor la proporción de acuerdos colectivos (ver gráfico 1 en Anexo 4).

- A la vez el escaso nivel de negociación colectiva es indiferente a si la dotación de

personal (trabajadores), sea mayoritariamente masculina o femenina. De tal forma, los bajos niveles de negociación estarían sustentados en una cultura deficitaria en el tratamiento de las relaciones laborales, que varía de acuerdo a la rama productiva (MINTRAB, 2006).

Todo lo anterior, demuestra la importancia de analizar las dinámicas del empleo en los últimos años y observar qué aspectos presentan oportunidades y cuáles dificultades que puedan ser atención de políticas públicas. ENTRE 1990 Y 2006 CRECE EN 11 PUNTOS LA PARTICIPACIÓN LABORAL FEMENINA En este sentido, desde 1990, las mujeres han aumentado en casi 11 puntos su tasa de participación laboral, mientras que la masculina ha caído 1 punto. A nivel nacional, la

12 Aspecto que por cierto ha sido diagnosticado dentro del proceso de reforma previsional con el fin de asegurar pensiones (básicas) a las mujeres que no han desarrollado actividades productivas y/o a quienes habiendo desarrollado alguna actividad, no tenían la densidad de cotizaciones necesarias para una pensión digna.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

35

tasa de participación ha aumentado desde un 52% en 1990 a un 57,3% en el año 2006.

Gráfico 7: Tasa de Participación (*) por sexo 1990 a 2006 (porcentajes)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Tasa de participación (TP) corresponde al porcentaje de la fuerza de trabajo o población económicamente activa (ocupados y desocupados) de 15 años y más con respecto a la población total de 15 años y más. Nota: Recordamos que la Tasa de Participación obtenida por la CASEN difiere de la Encuesta Nacional de Empleo del INE, debido a que ambos instrumentos consideran preguntas distintas sobre situación ocupacional. Lo que importa comparar son las tendencias y no los valores puntuales del indicador.

Si se analiza en términos de tendencias y/o variaciones de la tasa de participación por género respecto al año 1990 (base = 100), se puede observar como las mujeres presentan un aumento de 32,9 puntos porcentuales en su tasa de participación en los 16 años de las serie, mientras los hombres presentan una variación negativa de -1,4 puntos.

Gráfico 8: Tasas de variación de la de participación laboral por sexo 1990 a 2006 (porcentajes)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

20

40

60

80

Hombre 73,6 75,8 75,5 74,7 74,7 73,4 73,1 72,6

Mujer 32,5 34,3 35,5 36,5 38,8 39,8 42,2 43,2

Ambos sexos 52,0 54,0 54,6 54,8 55,9 55,9 57,1 57,3

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

95

110

125

140

Hombre 100,0 103,0 102,6 101,5 101,5 99,7 99,3 98,6

Mujer 100,0 105,5 109,2 112,3 119,4 122,5 129,8 132,9

Ambos sexos 100,0 103,8 105,0 105,4 107,5 107,5 109,8 110,2

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

36

LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES CAE 2 PUNTOS ENTRE 1990 Y 2006 Otro factor relevante es analizar la TP según tramos etáreos. En el gráfico siguiente, se puede observar que durante el período 1990 – 2006, crece la tasa de participación en todos los tramos etáreos de la población, excepto en los más jóvenes (15 a 19 años) donde cae 2 puntos (cae cerca de un 10% respecto al año 1990), manteniéndose los niveles de participación en el tramo 20 a 24 años.

Gráfico 9: Tasas de Participación según Tramos de Edad 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

No obstante la caída observada en el tramo más joven, se debe considerar que en esta población en el año 1990 un 64,7% solo ‘estudiaba’, mientras que un 13,8% solo ‘trabajaba’ y un 1,5% ‘trabajaba y estudiaba’ (el porcentaje restante ‘no trabaja ni estudia’, cerca de un 20% del tramo). Para el año 2006 la proporción que solo ‘estudia’ llega a 72,2%, la que solo ‘trabaja’ a un 9,4%, la que ‘trabaja y estudia’ a un 3,7% y la inactiva a un 14,6% del tramo. Esto estaría indicando que el sistema escolar ha logrado en cierta forma ‘contener’ la salida anticipada de los jóvenes al mundo laboral (ver Tabla 1 en Anexo 4). Por otro lado, la Tabla 7 señala la relación existente entre los niveles de participación laboral y el capital educacional. Las personas ‘sin estudios’ muestran una tasa de participación que declina en el tiempo. A la vez, mientras en 1990 las personas con 1 a 4 años de estudio tenían una TP de 43,9%, esta baja a un 39,8% en el año 2006. Por el contrario, las personas con 12 y/o más años de estudio, presentan un incremento en sus tasas de participación: para las que tienen solo 12 años de estudio (educación media) se observa un aumento desde un 58,7% en 1990 a un 68,1% en el año 2006 y para quienes tienen 12 y más años de estudio, desde un 66,6% en 1990 a un 70,4% en el año 2006.

10

20

30

40

50

60

70

80

1990 19,6 58,2 68,0 68,4 61,5 43,4 14,6

2000 15,5 55,0 72,9 73,8 70,7 51,8 17,6

2003 15,3 57,6 74,5 75,5 71,9 54,6 16,9

2006 17,6 58,2 76,5 76,3 73,2 56,6 18,5

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Esto estaría indicando que el mercado laboral se ha ajustado y premiando la incorporación de personas con mayores niveles de escolaridad, más preparados, lo que apunta a un cambio en la especialización de las diferentes áreas productivas del país.

Tabla 7: Tasas de Participación según Años de Estudios 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

TP 1990 2000 2003 2006

Sin estudios 29,6 27,5 24,6 24,0

1 a 4 años 43,9 42,9 41,8 39,8

+4 a 7 años 50,8 49,0 48,7 48,2

8 años 53,9 60,2 61,6 61,1

+8 a 11 años 43,8 45,4 45,1 44,5

12 años 58,7 63,5 67,0 68,1

más de 12 años 66,6 69,4 69,2 70,4

Total 52,0 55,8 57,1 57,3 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Como se verá más adelante, al analizar la ocupación según su distribución por oficio y ramas permiten afirmar que la estructura del mercado laboral post crisis asiática, se ajustó tanto en productividad y demanda de de trabajadores más calificados, dificultando con ello la competitividad de la población con menores calificaciones y cualificaciones. CAE LA TASA DE PARTICIPACIÓN EN LA POBLACIÓN MÁS POBRE Si bien en los últimos 16 años cae el número de personas en situación de indigencia y pobre no indigente, cae también la tasa de participación en este grupo, ello resalta el grado de vulnerabilidad de esta población.

Gráfico 10: Tasa de Participación según Situación de Pobreza e Indigencia 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

43,0

46,3

54,8

48,349,3

56,9

46,1 46,2

58,8

42,6

45,2

58,8

30

40

50

60

TP Indigentes TP Pobres No Indigentes TP No Pobres

1990 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

38

Como es sabido, la ‘indigencia’ cae desde el 13% de la población en 1990 a un 3,2% en el año 2006; mientras en la población ‘pobre no indigente’ cae desde un 25,6% a un 10,5% respectivamente. Lo que indican estas cifras es que la cantidad de personas que están en condiciones de indigencia y pobreza no indigente, si bien es menor a años anteriores, presentan serios problemas para poder ingresar de forma estable y permanente al mercado laboral formal y/o asalariado. El bajo nivel de capital educacional, baja cualificación, escasa experiencia laboral y la persistencia de actividades productivas informales y altamente precarias (sin seguridad social, bajos ingresos, deficientes condiciones laborales, inestabilidad, entre otros), configuran una cadena de movilidad que tiende a agudizar la condición de exclusión antes que permitir la salida de tal condición. AUMENTA LA DIFERENCIA ENTRE LA PARTICIPACIÓN DE LOS DECILES I Y X Mientras en 1990 la diferencia es de 22,7 puntos (39,8 vs 62,5); en el año 2006 llega a 34,1 puntos (38,1 vs 72,2). A la vez, desde el año 2003 se reduce la participación en la población del 40% de menores ingresos, destacándose el bajo nivel de participación del I decil (en este grupo el 61,9% de los mayores de 15 años son inactivos).

Tabla 8: Evolución de la Tasa de Participación por decil de ingreso autónomo del hogar 1990 a 2006 (porcentaje)

Deciles de ingreso autónomo del hogar Año

I II III IV V VI VII VIII IX X

1990 39,8 44,5 46,4 48,8 50,7 54,5 55,1 56,2 58,7 62,5

1992 39,6 45,3 49,1 51,1 53,4 57,2 57,5 60,4 60,4 62,5

1994 39,9 46,5 48,1 52,1 54,5 54,4 59,8 61,8 61,9 63,7

1996 40,8 47,1 48,2 53,2 55,5 54,0 58,2 60,6 62,4 65,9

1998 41,4 47,6 49,9 54,6 56,1 57,7 61,1 61,7 62,4 65,8

2000 46,6 49,1 51,5 53,5 56,7 53,4 58,4 61,3 62,0 67,0

2003 41,1 47,5 51,7 55,9 56,5 58,4 62,6 63,2 65,0 69,0

2006 38,1 46,5 50,2 54,1 57,1 59,8 63,9 65,0 67,6 72,2

Dif. 03 -06 a/ -3,0 -1,0 -1,5 -1,8 0,6 1,4 1,3 1,8 2,6 3,2 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ Corresponde a diferencias en puntos porcentuales entre las tasas del año 2003 y 2006.

Esto implica que al realizar un análisis de tipo 10/10 (diferencias de tasa de participación entre el 10% de menores y mayores ingresos), se observa que entre 1990 y 1998 esta relación era constante en 1,6 veces. Es decir, el X decil tenía una tasa de participación 1,6 veces mayor que la tasa del I decil. Sin embargo, esta relación aumenta a 1,7 en el año 2003 y a 1,9 en el año 2006. Lo anterior mostraría las dificultades de los sectores más vulnerables por insertarse en el mercado de trabajo, razón por tal población requiere de mecanismos pertinentes a sus condiciones para la inserción, intermediación y desarrollo laboral. En este sentido, el Sistema Chile Solidario ha desarrollado y coordinado una batería de programas de empleabilidad que apuntan directamente a esta población: Programa

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

39

Bonificación a la Contratación de Mano de Obra (SENCE); Programa complementario Habilitación socio-laboral (SENCE) y el Programa de Desarrollo de Competencias Laborales de Mujeres Chile Solidario (PRODEMU), entre otros (ver mas detalles en esquema 1 del Anexo 4). LA PARTICIPACIÓN LABORAL ES MAYOR EN HOMBRES Y A NIVEL URBANO Desde 1990 la tasa de participación urbana ha crecido 6,1 puntos porcentuales, mientras que a nivel rural ha caído en 0,7 puntos.

Gráfico 11: Evolución de la Tasa de Participación por Zona Geográfica 1990 a 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Además, la tasa de participación urbana de los hombres supera a la de las mujeres en 27,5 puntos porcentuales, mientras la rural supera en casi 43 puntos.

Gráfico 12: Tasa de Participación por Sexo y Zona Geográfica 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

72,9

45,4

70,6

27,7

15

30

45

60

75

Hombre Mujer

Urbano Rural

45

50

55

60

Urbano 52,4 54,8 55,3 55,8 56,9 56,9 58,1 58,5

Rural 50,2 49,9 50,2 49,4 49,7 49,1 49,9 49,5

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

40

A la vez, los hombres presentan una variación muy leve en sus tasas de participación según zona urbana y rural, no así en las mujeres, donde a nivel rural la tasa de participación femenina es menor al 28%. SEIS REGIONES DEL PAÍS PRESENTAN UNA TASA DE PARTICIPACIÓN LABORAL FEMENINA, MAYOR AL PROMEDIO NACIONAL De acuerdo a la nueva clasificación regional del año 2006, se observa que solo seis regiones del país tienen tasas de participación superior al promedio nacional (57,3% línea azul): la R.M., de Aysén, Antofagasta, Atacama, Magallanes y Arica - Parinacota. A la vez, en estas regiones también es mayor la tasa de participación femenina que el promedio nacional.

Gráfico 13: Tasa de Participación por Sexo según Región 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Sin embargo, para poder comparar en el tiempo se usa la clasificación previa al año 2006, donde se observa que en cinco regiones sube la tasa de participación respecto del año 2003 (la R.M. se mantiene), destacándose la Región de la Araucanía donde sube 3,1 puntos y la Región de Antofagasta donde sube 2,5 puntos porcentuales (ver gráfico 3 en Anexo 4).

AUMENTA LA PARTICIPACIÓN LABORAL DE MUJERES ‘JEFAS DE HOGAR’ Desde 1990 se observa un aumento en 13,3 puntos porcentuales en la tasa de participación de las mujeres jefas de hogar: mientras en el año 1990 un 38,7% de la JH femeninas participaba en la fuerza laboral, un 52% lo hace el año 2006. En contraste, las JH masculinas presentan altos niveles de participación por sobre el 81% en toda la serie.

30

40

50

60

70

80

Homb re 6 7,7 71 ,2 75, 4 75 ,6 69, 3 7 2,1 72 ,1 7 1, 7 66 ,6 70, 0 6 9,0 73, 2 7 6,5 75 ,1 75, 4

Muje r 4 8,8 38 ,2 44, 1 43 ,2 34, 8 4 2,8 38 ,2 3 9, 4 36 ,4 36, 3 3 6,2 40, 8 4 4,3 42 ,8 49, 0

Ambos sexos 5 7,7 54 ,4 59, 5 58 ,7 51, 7 5 6,7 54 ,8 5 5, 1 50 ,7 52, 6 5 2,0 56, 7 6 0,2 57 ,9 61, 5

Ar ica y Par inaco ta T arapac á An tof agast a A taca ma C oq uim bo Va lpar aísoLiber tad or Bernardo

O'Higg ins

Mau le Bío Bío La A ra ucan ía Los R íos Los La gos Ay sé n Mag allane s R.M .

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

41

Gráfico 14: Evolución de la Tasa de Participación del Jefe de Hogar según sexo 1990 a 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Sin embargo, las mujeres jefas de hogar del 10% más pobre de la población, tienen una tasa de participación laboral muy baja respecto a los hombres y del resto de las jefaturas femeninas en estratos más altos y sólo a partir del VII decil se observa un incremento de la participación femenina.

Gráfico 15: Tasa Participación de los Jefes de Hogar por sexo y decil de ingresos autónomos del hogar

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

20

30

40

50

60

70

80

90

JH Hombre 82,8 84,7 84,3 85,5 85,6 84,9 84,6 82,9

JH Mujer 38,7 41,1 43,0 44,3 47,9 49,7 51,3 52,0

Ambos sexos 73,9 75,7 75,5 76,5 77,1 76,8 76,0 73,7

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

20

30

40

50

60

70

80

90

100

JH Hombre 66,6 78,8 80,0 80,8 80,7 82,5 85,5 88,4 88,0 93,9

JH Mujer 37,3 45,8 46,7 47,6 42,1 46,8 57,0 61,3 67,6 80,1

Ambos sexos 55,3 68,9 70,2 70,5 68,4 72,3 77,8 80,8 82,3 90,5

I II III IV V VI VII VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

42

VI.- El problema de la desocupación Entre 1990 y 2006 el número total de desocupados crece a una tasa promedio anual de 1,6%, lo que se expresa en 7.361 nuevos desocupados promedio por año. Mientras entre el año 2000 y 2006 decrece la desocupación a una tasa promedio de -0,3%. CAE LA DESOCUPACIÓN EN HOMBRES Y MUJERES Luego de un período de aumento de la desocupación (1988 – 2000), la tasa cae a contar del 2003, destacándose la caída del desempleo femenino en 2,7 puntos porcentuales, dejando así los niveles de 2 dígitos observados desde el año 1998.

Tabla 9: Tasa de Desocupación (*) por Sexo

1990 a 2006 (porcentaje)

Año Hombre Mujer Total Relación TD M / TD H

1990 7,7 9,6 8,3 1,2

1992 4,6 7,5 5,6 1,6

1994 5,7 8,5 6,7 1,5

1996 4,9 7,3 5,7 1,5

1998 9,0 11,3 9,9 1,3

2000 9,6 11,7 10,4 1,2

2003 8,2 12,1 9,7 1,5

2006 6,0 9,4 7,3 1,6 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Tasa Desocupación (TD) corresponde al porcentaje de la población desocupada (cesantes y personas que buscan trabajo por primera vez) de 15 años y más con respecto a la fuerza de trabajo o población económicamente activa de 15 años y más.

LOS JÓVENES TRIPLICAN LA TASA DE DESOCUPACIÓN NACIONAL La tasa de desocupación sigue siendo más alta en los tramos más jóvenes: triplica la tasa de desocupación nacional. No obstante, entre el año 2003 y 2006 se observa una caída importante de la desocupación en los menores de 25 años (cae 3,3 y 4,3 puntos) y también en el resto de la población.

Tabla 10: Tasa de Desocupación por Tramos de Edad 1990 a 2006 (porcentaje)

Año 15 a 19 años

20 a 24 años

25 a 34 años

35 a 44 años

45 a 54 años

55 a 64 años

65 y más años

1990 21,5 14,8 7,9 5,1 5,0 4,9 7,1

1992 17,5 11,3 5,1 3,1 2,6 2,8 3,1

1994 21,6 13,6 6,3 3,7 3,7 3,7 3,0

1996 19,2 10,3 5,7 4,0 2,7 3,8 4,6

1998 29,5 18,6 9,6 7,1 6,0 6,5 5,5

2000 29,2 19,7 10,7 7,8 7,4 7,5 4,8

2003 27,8 19,4 9,9 7,1 6,1 7,4 4,4

2006 24,5 15,1 7,8 5,2 4,6 3,7 2,9

Dif. 03 – 06 a/ -3,3 -4,3 -2,1 -1,9 -1,5 -3,7 -1,5 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ Corresponde a diferencias en puntos porcentuales entre las tasas del año 2003 y 2006.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

43

CAE LA DESOCUPACIÓN CON 12 AÑOS Y MÁS DE ESCOLARIDAD La tabla siguiente muestra como la desocupación ha bajado entre el año 2000 y 2006 en todos los niveles de años de estudio, en especial en las personas con menos de 8 años de estudio.

Tabla 11: Tasas de Desocupación según Años de Estudios

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (porcentaje)

TD 1990 2000 2003 2006

Sin estudios 7,0 9,7 8,8 6,3

1 a 4 años 7,7 11,1 8,9 5,9

+4 a 7 años 8,6 11,7 8,7 5,6

8 años 9,0 11,7 8,9 7,0

+8 a 11 años 11,0 12,9 11,4 8,6

12 años 8,1 11,2 11,3 8,3

más de 12 años 6,4 6,7 7,8 6,4

Total 8,3 10,4 9,7 7,3 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

No obstante, si bien es mayor en las personas con +8 a 11 años de estudio, en este grupo se observa una caída importante de la desocupación desde el año 2000 (cae casi 4 puntos porcentuales). LA DESOCUPACIÓN NO ES EXCLUSIVA DE LOS SECTORES CON MENORES RECURSOS Mientras en 1990 un 59,3% de los desocupados estaba en situación de ‘indigencia’ y ‘pobreza no indigente’, lo cual permitía identificar directamente ‘desocupación’ con ‘exclusión social’, en el año 2006 esta proporción cae a un 29,5%.

Gráfico 16: Distribución de los ‘desocupados’ según Situación de Pobreza e Indigencia 1990 a 2006

(número y porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

28,221,0 18,9 17,0 19,0 16,9 14,9 10,4

31,131,6

27,2 26,6 24,5 22,9 21,919,1

40,747,4 53,9 56,4 56,5 60,2 63,2

70,5401.582

289.251

364.413

323.536

587.803

637.657 643.598

519.357

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

des

ocupad

os

Indigentes Pobre No Indigentes No Pobre Nº Desocupados

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

44

Estos datos indican que el problema de la desocupación no es exclusivo de los sectores más vulnerables, sino que ha ampliado su incidencia en los estratos sociales ‘no pobres’, en base a cambios en el mercado de trabajo.

Gráfico 17: Tasa de Desocupación según Situación de Pobreza e Indigencia 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

A la vez, si bien la ‘población indigente’ ha disminuido desde un 13% en 1990 a un 3,2% en el año 2006, la tasa de desocupación en este grupo ha aumentado considerablemente, lo que muestra una situación laboral altamente precaria en este segmento. Sin embargo, entre los años 2003 y 2006 cae 8,1 puntos la tasa de desocupación de la ‘población indigente’, mientras que en la población ‘pobre no indigente’ cae 2 puntos.

Gráfico 18: Tasa de Desocupación según Situación de Pobreza e Indigencia 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

28,3

12,7

4,9

45,3

21,8

7,4

48,2

21,9

7,1

40,1

19,9

5,7

0

10

20

30

40

50

60

TD Indigente TD Pobre No Indigente TD No Pobre

1990 2000 2003 2006

40,6

16,0

4,5

39,3

26,6

7,6

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

TD Indigente TD Pobre No Indigente TD No Pobre

Hombre Mujer

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

45

Visto en términos de diferencias de género (gráfico 18 anterior), se observa que las mujeres de los hogares ‘indigentes’ presentan una tasa de desempleo levemente menor que los hombres, pero presentan un valor considerablemente mayor en los hogares ‘pobres no indigentes’ y ‘no pobre’. De acuerdo a estos datos, las mujeres en los sectores de menores ingresos parecieran por lo tanto, estar en una situación de doble desventaja: por un lado, son sostenedoras y cuidadoras domésticas sin remuneración (actividad productiva doméstica no valorizada) y por otro, sus estrategias de búsqueda de empleo y la obtención del mismo son más deficitarias que los hombres. Esto permite resaltar y evidenciar las diferencias en las estrategias de inserción laboral que caracterizan a hombres y mujeres, en especial en aquellos sectores sociales donde la precariedad de las redes sociales, la falta de lazos institucionales y el manejo de capacidades y autovalencia son menores. LOS DECILES DE MENORES INGRESOS PRESENTAN ALTOS NIVELES DE DESOCUPACIÓN No obstante, entre el año 2003 y 2006, cae la tasa de desocupación en los ocho primeros deciles, siendo más notoria en el I y II decil.

Tabla 12: Tasa de Desocupación por decil de ingresos autónomos del hogar 1990 a 2006 (porcentaje)

Deciles de ingresos autónomos del hogar Año

I II III IV V VI VII VIII IX X

1990 31,0 14,4 11,9 11,3 6,8 5,6 4,6 3,4 2,9 1,9

1992 20,3 10,3 7,7 6,6 4,9 4,2 3,2 2,8 2,2 1,1

1994 24,2 12,3 9,2 7,6 6,0 5,1 4,0 3,0 2,4 1,8

1996 21,8 10,7 7,7 6,4 5,9 3,7 3,1 2,5 2,1 0,9

1998 38,4 18,4 13,6 8,8 9,1 6,3 5,4 4,8 3,2 2,3

2000 34,1 18,6 14,0 11,0 9,2 7,0 6,4 4,4 3,7 1,7

2003 34,7 18,8 13,9 10,6 8,6 6,7 5,2 4,5 3,2 2,3

2006 26,6 14,7 10,1 7,3 6,6 4,8 4,4 3,6 3,2 2,4

Dif 03 – 06 a/ -8,1 -4,1 -3,8 -3,3 -2,0 -1,9 -0,8 -0,8 0,0 0,1 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. Nota: Recordamos que la Tasa de Desocupación obtenida por la CASEN difiere de la Encuesta Nacional de Empleo del INE, debido a que ambos instrumentos consideran preguntas distintas sobre situación ocupacional. Lo que importa comparar son las tendencias y no los valores puntuales del indicador. a/ Corresponde a diferencias en puntos porcentuales entre las tasas del año 2003 y 2006.

CAE 3,2 PUNTOS LA DESOCUPACIÓN EN LOS HOGARES CON JEFATURAS FEMENINAS Se observa una importante disminución en la tasa de desocupación de los jefes de hogar, aunque las jefaturas femeninas duplican los niveles nacionales y de los hombres: mientras en los hogares con jefaturas masculinas la tasa de desocupación es de un 2,9% en el año 2006, en las jefaturas femeninas llega a un 6%. Respecto a las jefaturas masculinas, se observa que desde el año 2000, caen a la mitad los niveles de desocupación, mientras que en los hogares con jefaturas

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

46

femeninas se mantienen las diferencias respecto a los hombres: mientras en el año 1990 la tasa de desocupación de jefaturas femeninas era el doble que la observada en las jefaturas masculinas, esta aumenta a 4,5 veces en el año 2003 y cae a 3 veces en el año 2006.

Tabla 13: Tasa de Desocupación por Jefatura del Hogar 1990 a 2006 (porcentaje)

Año Hombre Mujer Total

1990 4,7 6,7 4,9

1992 2,2 4,2 2,4

1994 2,9 4,8 3,2

1996 2,9 4,4 3,1

1998 5,6 7,3 5,8

2000 5,8 8,9 6,2

2003 4,7 9,2 5,5

2006 2,9 6,0 3,6 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes

Por otro lado, a pesar de que bajan los niveles de desocupación respecto al año 2003, tanto las jefaturas de hogares masculinas y femeninas del 10% más pobre de la población, presentan aún altos niveles de desocupación. Las jefaturas de hogar masculinas superan en 13 puntos porcentuales su tasa de desocupación (2,9% en el año 2006), y las mujeres en casi 19 puntos porcentuales (24,9% vs 6%).

Gráfico 19: Jefes de Hogar Desocupados por sexo y decil de ingresos autónomos del hogar

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Los hogares con jefaturas más jóvenes (menor a 25 años), presentan tasas de desocupación que casi triplican a las de los hogares con jefaturas de mayor edad: en el año 1990 la tasa de desocupación de los JH con 15 a 19 años era de 11% mientras que la tasa total era de menor a 5%; para el año 2006 la relación es 10,5% vs 3,6%.

0

5

10

15

20

25

30

JH Hombre 15,9 4,8 3,0 2,4 2,1 1,3 1,1 1,1 0,5 1,4

JH Mujer 24,9 10,7 8,7 4,6 5,0 3,9 1,0 3,0 1,4 1,4

Ambo sexos 18,2 6,0 4,1 2,8 2,7 1,8 1,1 1,5 0,7 1,4

I II III IV V VI VII VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

47

Gráfico 20: Jefes de Hogar Desocupados por tramo de edad

1990 a 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Si bien entre 1990 y el año 2003 casi se duplica la tasa de desocupación en los Jefes de Hogar ‘indigentes’ y ‘pobres no indigentes’; estos caen en número y proporción en el año 2006: mientras en 1990 había 116.225 jefes de hogar desocupados, de ellos el 71% estaba en situación de ‘indigencia’ y/o ‘pobreza’; mientras que en el año 2006 hay 113 mil jefes de hogar desocupados, de los cuales solo el 15% está en situación de ‘indigencia’ y/o ‘pobreza’.

Gráfico 21: Jefes de Hogar Desocupados por Situación de Indigencia y Pobreza 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Finalmente, los jefes de hogares indigentes bajan considerablemente su tasa de desocupación: desde un 43,4% en el año 2003 a un 32,8% en el 2006.

0

5

10

15

20

1990 11,0 7,3 4,8 4,6 4,9 4,5 7,4

2000 9,7 7,2 5,4 5,9 6,6 8,1 4,1

2003 18,5 10,2 5,0 4,8 5,1 7,7 4,5

2006 10,5 9,3 3,3 3,1 3,8 3,6 3,0

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

19,8

5,82,2

40,9

11,4

3,5

43,4

10,9

3,1

32,8

10,2

2,2

0

10

20

30

40

50

JH Indigente JH Pobre No Indigente JH No Pobre

1990 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

48

LA DESOCUPACIÓN ES MAYOR A NIVEL URBANO La tasa de desocupación cae a contar del 2003, destacándose la caída del desempleo urbano en 2,5 puntos porcentuales, dejando así los niveles de 2 dígitos observados desde el año 1998.

Tabla 14: Tasa de Desocupación por Zona Geográfica

1990 a 2006 (porcentaje)

Año Urbano Rural

1990 8,7 6,5

1992 6,0 3,3

1994 6,8 5,8

1996 6,0 4,1

1998 10,1 8,4

2000 10,8 7,4

2003 10,1 6,6

2006 7,6 5,1 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes

NUEVE REGIONES DEL PAÍS TIENEN UNA DESOCUPACIÓN MENOR A 7,3% Según la nueva clasificación regional del año 2006, se observa que nueve regiones del país presentan tasas de desocupación menores al promedio nacional (7,3% línea azul). No obstante, en las regiones del Bío Bío, Tarapacá, Arica y Parinacota, Valparaíso y Los Ríos, la desocupación supera el 8%.

Gráfico 22: Tasa de Desocupación por Sexo según Región 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Al comparar de acuerdo a la clasificación regional antigua, se observa que en todas las regiones cae tasa de desocupación respecto del año 2003, siendo especialmente muy importante la caída en Aysén y Valparaíso.

0

2

4

6

8

10

12

14

Homb re 7 ,9 8, 4 5,6 3 ,8 6, 1 6 ,1 4, 2 5,1 8 ,2 6,0 6 ,7 4, 2 2 ,5 2, 6 6,0

Muje r 9 ,5 12 ,1 7,0 10 ,7 8, 7 1 1,6 9, 9 9,6 12 ,8 10, 3 1 0,8 6, 5 3 ,5 7, 9 8,3

Ambos sexos 8 ,6 9, 7 6,1 6 ,5 7, 0 8 ,3 6, 2 6,8 9 ,9 7,5 8 ,2 5, 0 2 ,9 4, 7 7,0

Ar ica y Par inaco ta T arapac á An tof agast a A taca ma C oq uim bo Va lpar aísoLiber tad or Bernardo

O'Higg ins

Mau le Bío Bío La A ra ucan ía Los R íos Los La gos Ay sé n Mag allane s R.M .

7,3% LíneaPromedio nacional

2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

49

Gráfico 23: Tasa de Desocupación por Región (*) 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Clasificación regional antigua.

CAE CONSIDERABLEMENTE EL DESEMPLEO DE “LARGA DURACIÓN” Aquellas personas que llevan buscando ‘más de 1 año’ bajan desde un 6,7% en el año 2000 a un 4,9% en el 2006.

Gráfico 24: Tiempo de Búsqueda de Empleo según año 2000 – 2003 – 2006 (*)

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Pregunta comparable para los años 2000, 2003 y 2006.

Tanto hombres como mujeres presenta una disminución del tiempo promedio de búsqueda de empleo: en el año 2000 un 7,1% de los hombres desocupados llevaba más de 12 meses de búsqueda, mientras que para el año 2006 baja a un 4,2%. Fenómeno similar sucede en las mujeres: de 6,2% a un 3,6% respectivamente.

19,6

38,3

25,0

10,4

6,7

21,4

41,4

22,2

9,15,9

29,6

37,4

21,2

6,84,9

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Menos de 1 mes + 1 a 2 meses + 2 a 6 meses + 6 a 12 meses Más de 1 año

2000 2003 2006

0

5

10

15

1990 8,5 7,5 6,9 8,2 10,4 8,7 6,6 10,1 7,4 7,7 7,9 7,9 7,9

2000 11,3 11,4 11,2 11,2 11,8 8,0 8,3 12,3 11,5 11,5 5,3 5,4 9,8

2003 10,4 8,5 10,1 9,1 12,1 7,9 9,4 11,0 10,9 8,4 7,7 6,6 9,3

2006 9,3 6,1 6,5 7,0 8,3 6,2 6,8 9,9 7,5 6,0 2,9 4,7 7,0

Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo ValparaisoLibertador Bernardo Ohiggins

Maule Bio Bio Araucania Los Lagos Aysén Magallanes R.M.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

50

Gráfico 25: Tiempo de Búsqueda de Empleo según sexo 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

A nivel urbano, la proporción de desocupados que lleva buscando empleo por ‘más de 1 año’ supera a los desocupados del sector rural: 5,1% versus 2,9% respectivamente.

Gráfico 26: Tiempo de Búsqueda de Empleo por Zona Geográfica

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Los desocupados de los deciles más pobres llevan más tiempo buscando trabajo que los desocupados de los deciles mayores ingresos. Mientras un 43,5% de los desocupados del I decil llevan ‘menos de un mes’ de búsqueda, en el X decil este valor superar el 52% A la vez, los desocupados de estratos medios -como el IV a VI decil- presentan mayores tiempos de búsqueda que el resto de los estratos (+6 a 12 meses y + de 1 año).

29,4

37,4

21,3

6,85,1

32,1

37,6

20,2

7,1

2,9

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Menos de 1 mes + 1 a 2 meses + 2 a 6 meses + 6 a 12 meses Más de 1 año

Urbano Rural

18,1 20,328,1

21,6 22,731,1

38,842,6

37,837,5 40,1

37,0

26,023,0 22,9

23,6 21,419,6

10,0 9,1 6,911,0 9,1

8,77,1 5,1 4,2 6,2 6,7 3,6

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

60,0

70,0

80,0

90,0

100,0

Hombre 2000 Hombre 2003 Hombre 2006 Mujer 2000 Mujer 2003 Mujer 2006

Menos de 1 mes + 1 a 2 meses + 2 a 6 meses + 6 a 12 meses Más de 1 año

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

51

Gráfico 27: Tiempo de Búsqueda de Empleo según decil de ingresos autónomos del hogar

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Por último, las personas que llevan más de un año de búsqueda caen desde un 4,5% de los desocupados del I decil a un 1,3% en el X decil. Estos datos refuerzan la idea de las dificultades de empleabilidad en las personas de bajos ingresos, aspecto que se ve potenciado por el acceso empleos esporádicos, sin mecanismos de protección, inestables, con bajos ingreso y que en definitiva tienden a resultar en una inserción laboral precaria.

25,2 29,1 29,9 32,125,1 24,2

40,930,0

45,830,4

38,8 36,2 35,0 36,5 45,236,1

35,2

40,4

27,5

42,1

25,1 23,7 20,6 18,7 20,9

25,1

11,3 18,0 13,7 21,1

6,5 5,7 10,0 6,4 3,48,0 8,1 6,9 9,6

5,04,5 5,2 4,5 6,3 5,5 6,6 4,5 4,7 3,5 1,3

0%

20%

40%

60%

80%

100%

I II III IV V VI VII VIII IX X

Menos de 1 mes + 1 a 2 meses + 2 a 6 meses + 6 a 12 meses Más de 1 año

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

52

VII.- Cambios en los niveles de ocupación Entre 1990 y 2006 el número total de ocupados crece a una tasa promedio anual de 2,5%, lo que se expresa en 134.753 nuevos ocupados promedio por año. Mientras entre el año 2000 y 2006 crece a una tasa promedio de 3%, correspondiente a 180.314 nuevos ocupados promedio anual. AUMENTA LA TASA DE OCUPACIÓN EN HOMBRES Y MUJERES Crece el número de ocupados en relación a la población de 15 años y más, respecto al año 2003. Las mujeres en el año 2006 logran la tasa de ocupación más alta de los últimos 16 años.

Tabla 15: Tasa de Ocupación (*) por Sexo 1990 a 2006 (porcentaje)

Año Hombre Mujer Total

1990 67,9 29,4 47,7

1992 72,3 31,7 51,0

1994 71,2 32,5 50,9

1996 71,0 33,9 51,7

1998 68,0 34,4 50,4

2000 66,3 35,1 50,1

2003 67,1 37,1 51,5

2006 68,3 39,2 53,1 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Tasa de ocupación (TO) corresponde al porcentaje de la población ocupada de 15 años y más con respecto a la población en edad de trabajar (activa e inactiva) de 15 años y más. Nota: Recordamos que la Tasa de Ocupación obtenida por la CASEN difiere de la Encuesta Nacional de Empleo del INE, debido a que ambos instrumentos consideran preguntas distintas sobre situación ocupacional. Lo que importa comparar son las tendencias y no los valores puntuales del indicador.

LOS JÓVENES MEJORAN SU POSICIÓN EN LA OCUPACIÓN Desde 1990, la fuerza de trabajo adulta mayor es la que presenta una mayor tasa de crecimiento anual: 5,3% correspondiente a la incorporación de 9.390 personas a la fuerza de trabajo, mientras que la población más joven ha crecido en menos de 1% en los últimos 16 años (menores de 34 años).

Tabla 16: Evolución de los Ocupados según Tramos de Edad 1990 – 2000 – 2003 –2006

(número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) Tramo

Edad 1990 2000 2003 2006 n (%) n (%)

15 a 19 192.228 148.442 156.015 210.091 1.116 0,6 10.275 6,0 20 a 24 629.467 524.607 626.486 667.519 2.378 0,4 23.819 4,1 25 a 34 1.396.079 1.494.279 1.558.461 1.584.061 11.749 0,8 14.964 1,0 35 a 44 1.017.646 1.582.920 1.665.375 1.700.693 42.690 3,3 19.629 1,2 45 a 54 704.911 1.050.435 1.202.588 1.427.030 45.132 4,5 62.766 5,2 55 a 64 364.575 499.679 585.833 721.326 22.297 4,4 36.941 6,3

65 y más 117.365 196.082 199.873 267.605 9.390 5,3 11.921 5,3 Total 4.422.271 5.496.444 5.994.631 6.578.325 134.753 2,5 180.314 3,0

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

53

No obstante, desde el año 2000 al 2006, los ocupados más jóvenes presentan una tasa promedio anual de 6% (la segunda mayor después del tramo 55 a 64 años), incorporando cerca de 10 mil nuevos ocupados de 15 a 19 años a la fuerza de trabajo. Durante el período 1990 – 2006 cae levemente la tasa de ocupación en los menores de 24 años, subiendo de forma importante el resto de la población. No obstante, en relación al año 2000 y 2003, se observa un repunte de la ocupación en los tramos más jóvenes.

Gráfico 28: Tasas de Ocupación según Tramos de Edad 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

CRECE MODERADAMENTE LA OCUPACIÓN EN LA POBLACIÓN VULNERABLE Como es sabido, contar con un ‘empleo’ es claramente un factor positivo de movilidad social.

Gráfico 29: Tasa de Ocupación según Situación de Pobreza e Indigencia

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

1990 15,4 49,6 62,6 64,9 58,4 41,2 13,6

2000 11,0 44,2 65,2 68,0 65,5 47,9 16,8

2003 11,1 46,5 67,1 70,1 67,5 50,6 16,2

2006 13,3 49,4 70,5 72,4 69,9 54,5 17,9

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

30,8

40,4

52,1

26,4

38,6

52,7

23,9

36,1

54,6

25,5

36,2

55,5

10

20

30

40

50

60

TO Indigentes TO Pobre No Indigente TO No Pobre

1990 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

54

No obstante, si bien desde el año 2000 cae la tasa de ocupación en la población ‘indigente’ y ‘pobre no indigente’, respecto al año 2003, se observa un aumento en la tasa de ocupación de la población indigente, pero sigue siendo menos de la mitad de la tasa de ocupación de los ‘no pobres’. Al mirar los datos según deciles, se observa un repunte de la tasa de ocupación en el 20% más pobre de la población respecto al año 2003: crece cerca de un punto porcentual.

Tabla 17: Tasa de Ocupación por decil de ingresos autónomos del hogar 1990 a 2006 (porcentaje)

Deciles de ingreso autónomo del hogar

Año I II III IV V VI VII VIII IX X

1990 27,5 38,1 40,9 43,3 47,3 51,4 52,5 54,3 57,0 61,3

1992 31,6 40,6 45,3 47,7 50,7 54,8 55,7 58,7 59,1 61,8

1994 30,2 40,8 43,7 48,1 51,2 51,7 57,4 59,9 60,4 62,6

1996 31,9 42,0 44,5 49,8 52,2 52,0 56,4 59,1 61,1 65,3

1998 25,5 38,8 43,2 49,8 51,0 54,1 57,7 58,8 60,5 64,3

2000 30,7 39,9 44,2 47,6 51,5 49,6 54,6 58,6 59,7 65,9

2003 26,8 38,6 44,5 50,0 51,7 54,5 59,3 60,4 63,0 67,4

2006 27,9 39,6 45,1 50,1 53,3 56,9 61,1 62,7 65,4 70,4

Dif. 03 -06 a/ 1,1 1,0 0,6 0,1 1,6 2,4 1,8 2,3 2,4 3,0 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ Corresponde a diferencias en puntos porcentuales entre las tasas del año 2003 y 2006.

EN LOS HOGARES ‘INDIGENTES’ HA AUMENTADO LA PROPORCIÓN DE JEFES CON CÓNYUGES Y/O PAREJAS ‘OCUPADAS’ Sin embargo, comparados con los hogares ‘no pobres’, corresponden a menos de un tercio de los valores observados en estos hogares. Gráfico 30: Hogares con Jefe y Cónyuge (pareja) Ocupados por Situación Pobreza e Indigencia

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (porcentaje sobre hogares con cónyuge)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

4,3

9,7

28,8

5,8

11,0

34,7

6,3

9,8

37,3

9,912,7

38,4

0

15

30

45

Indigente Pobre No Indigente No Pobre

1990 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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La proporción de hogares con el jefe de hogar y su cónyuge (o pareja) ‘ocupados’ ha aumentado en todos los deciles. No obstante, en el año 2006 en el X decil 6 de cada 10 hogares tiene a ambas personas ocupadas -Jefe y cónyuge (o pareja)- mientras en el I decil hay solo 1 de cada 10 hogares.

Gráfico 31: Hogares con Jefe y Cónyuge (pareja) ocupados por decil de ingreso autónomo del hogar

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (porcentaje sobre hogares con cónyuge)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

La situación de que tanto el jefe de hogar y su cónyuge o pareja estén ‘ocupados’, aumenta de forma importante a nivel rural.

Gráfico 32: Hogares con Jefe y Cónyuge (pareja) Ocupados por Zona Geográfica 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje sobre hogares con cónyuge)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

0,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

60,0

70,0

1990 3,7 6,1 9,3 12,5 17,2 24,5 28,8 31,1 37,6 47,8

2000 7,8 11,3 15,9 22,7 29,7 31,9 37,5 47,3 49,4 58,3

2003 6,5 10,6 18,1 26,4 31,4 36,0 42,1 44,7 53,8 64,4

2006 9,2 14,0 20,8 28,3 32,6 38,4 43,7 47,7 55,9 66,2

I II III IV V VI VII VIII IX X

0

10

20

30

40

1990 23,8 10,4 21,5

2000 32,9 14,7 30,4

2003 35,2 17,9 32,8

2006 37,9 21,0 35,5

Urbana Rural Nacional

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

56

EN LOS DECILES DE MENORES INGRESOS LA TASA DE DEPENDENCIA ES MÁS ALTA, ES DECIR, HAY MÁS PERSONAS DEPENDIENTES POR OCUPADO Si bien entre el año 2003 y 2006 cae levemente el número de personas dependientes, en los hogares del 20% de menores ingresos, el I decil duplica al X decil.

Tabla 18: Tasa de Dependencia (*) por decil de ingresos autónomos del hogar 1990 a 2006 (porcentaje)

Deciles de ingresos autónomos del hogar Año

I II III IV V VI VII VIII IX X Total

1990 4,9 4,1 3,7 3,4 3,0 2,7 2,5 2,5 2,3 2,2 3,1

1992 4,7 4,0 3,5 3,2 2,9 2,5 2,5 2,3 2,2 2,1 2,9

1994 4,6 3,9 3,5 3,1 2,8 2,6 2,4 2,3 2,2 2,1 2,9

1996 4,5 3,8 3,5 3,1 2,8 2,7 2,5 2,4 2,1 2,0 2,9

1998 4,6 4,0 3,5 3,1 2,8 2,6 2,4 2,3 2,2 2,0 2,9

2000 4,3 3,9 3,4 3,0 2,9 2,6 2,4 2,2 2,2 2,0 2,9

2003 4,4 3,8 3,3 3,0 2,7 2,5 2,3 2,2 2,1 1,9 2,7

2006 4,1 3,6 3,2 2,8 2,5 2,4 2,2 2,1 2,0 1,8 2,6 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Tasa de Dependencia: Número de personas que deben ser solventadas económicamente por cada persona ocupada en una población determinada.

Caen los niveles de dependencia de los hogares a nivel nacional, pero los hogares pobres e indigentes presentan tasas de dependencia mayor que el resto de la población.

Tabla 19: Tasa de Dependencia por Situación de Pobreza e Indigencia

1990 – 2006 (porcentaje)

Año Indigente Pobre No Indigente

Total de Pobres No Pobre

1990 4,8 3,8 4,1 2,6

1992 4,8 3,8 4,0 2,5

1994 4,7 3,9 4,1 2,6

1996 4,7 4,0 4,1 2,6

1998 4,9 4,2 4,3 2,6

2000 4,5 4,1 4,2 2,6

2003 4,5 4,1 4,2 2,5

2006 4,4 4,0 4,1 2,4 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. Las celdas destacadas refieren al año en que la tasa de dependencia presenta su valor más alto según situación de pobreza y/o indigencia.

AUMENTA EL NIVEL EDUCACIONAL DE LOS OCUPADOS La tabla siguiente muestra como en la mano de obra de trabajadores (personas ocupadas) se ha ido mejorando su nivel de instrucción en el tiempo. Mientras en el año 1990 un 2,6% de los ocupados no tenía estudios, esta cifra cae a 1,3% en el año 2006. A la vez, aumenta considerablemente la proporción de personas con 12 años y/o más de estudios: de 22,6% en 1990 a 31,7% en el año 2006.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Tabla 20: N° de ocupados y distribución según Años de Estudios 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

TO 1990 2000 2003 2006

Sin estudios 2,6 1,6 1,3 1,3

1 a 4 años 10,6 7,2 6,4 6,0

+4 a 7 años 16,5 11,3 10,2 9,8

8 años 10,2 9,6 9,7 9,6

+8 a 11 años 16,6 15,7 15,5 14,9

12 años 20,9 27,8 29,6 31,7

más de 12 años 22,6 26,8 27,3 26,5

Total 100,0 100,0 100,0 100,0

N° ocupados (4.353.814) (5.437.503) (5.972.584) (6.556.641) Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Ahora visto bajo el lente de las diferencias de género, se puede observar que las mujeres presentan una mayor cantidad de años de estudio que los hombres. De acuerdo al gráfico siguiente, la proporción de mujeres con ‘12 años de estudios’ es de casi un 33% mientras que en los hombres este valor llega a un 31%. A la vez, las mujeres con ‘más de 12 años’ de estudios superan en 7,4 puntos porcentuales a los hombres.

Gráfico 33: Distribución de los ocupados según años de estudio y sexo (porcentaje)

2006

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. Los valores suman 100% en hombres y en mujeres.

Hombres bajo diagonal: menos años de estudios

que las mujeres

Mujeres sobre diagonal: mayor cantidad de años

de estudios que los hombres

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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No obstante las diferencias positivas para las mujeres respecto a los años de estudios (con un mejor nivel de preparación), esto no se traduce directamente en un mejoramiento de sus condiciones laborales, como se verá más adelante. Al comprara los incremento en el empleo según los años de estudios de los ocupados, de acuerdo a los siguientes gráficos, se puede observar que tanto hombres como mujeres presentan un aumento neto sostenido de la ocupación con mejores niveles educacionales (el aumento neto se refiere a la diferencia en la cantidad de ocupadas entre los años de referencia). Es decir, la mano de obra ocupada tiene a su haber una mayor cantidad de años de estudio, lo que redunda en una mejor preparación. Sin embargo al mirar el crecimiento del capital humano entre hombres y mujeres se observan diferencias importantes. En las mujeres, se observa que durante los años 1990 y 2006, crece en casi 510 mil las ocupadas con ‘12 años’ de estudios, mientras que en el período 2000 al 2006 crece cerca de 245 mil empleos y durante el período 2003 al 2006 en 126 mil ocupadas. Por el contrario, las mujeres ocupadas ‘sin estudios’ muestran bajos y estables incrementos entre los períodos. De tal forma, el crecimiento del número de ocupadas se está realizando en aquellas mejor preparadas.

Gráfico 34: Variación neta del empleo de las mujeres según años de estudio 2006 – 2003 / 2006 – 2000 / 2006 – 1990 / 2003 - 2000

(cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Por otro lado, en los hombres, se observa un mayor nivel de crecimiento que las mujeres durante el período 1990 y 2006. Se incorporan cerca de 660 mil ocupados con ‘12 años’ de estudios, mientras que en el período 2000 al 2006 crece cerca de 325 mil empleos y durante el período 2003 al 2006 en 184 mil ocupadas. Mayor es también la cantidad de ocupados con ‘12 años y más’ en relación a las mujeres.

Tendencia Lineal (2006 - 2000): R2 = 0,6563

-50

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

500

2003 - 2000 0,9 11,3 3,6 -2,4 23,7 118,3 90,5

2006 - 1990 1,2 3,1 24,2 85,7 138,8 508,4 355,0

2006 - 2000 3,0 20,4 28,6 29,2 57,4 244,5 158,1

2006 - 2003 2,2 9,1 25,0 31,6 33,7 126,1 67,7

Sin es tudios 1 a 4 años +4 a 7 años 8 años +8 a 11 años 12 años más de 12 años

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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A la vez, a diferencia de las mujeres, los hombres muestran un detrimento de ocupados con baja calificación: entre 1990 y 2006 cae en 26 mil los ocupados ‘sin estudios’, aunque entre el año 2003 y 2006 presentan un mayor incremento que las mujeres.

Gráfico 35: Variación neta del empleo de las hombres según años de estudio 2006 – 2003 / 2006 – 2000 / 2006 – 1990 / 2003 - 2000

(cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

De tal forma, si bien las mujeres tienden a presentar mayores niveles educacionales que los hombres, es en estos últimos donde se observa un mejoramiento sostenido en los niveles de preparación de los ocupados en los últimos años. Ello estaría tensionando una de las vías de acceso de las mujeres al trabajo. En estudios diversos se ha planteado que a mayor nivel de educación mayor es la probabilidad de estar ocupado, no obstante esto no resuelve el problema de la segmentación ocupacional y la discriminación salarial. La explicación posible es que debido a los cambios en el mercado de trabajo (mayor especialización y competitividad) y un mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de la población, los hombres estarían tendiendo a terminar sus estudios antes que abandonarlos y trabajar. De esto da cuenta la siguiente tabla, la cual indica que para los hombres crece la de proporción de personas que solo ‘estudia’ entre 1990 y 2006 (desde un 11,8% a un 13,1%) y los que ‘estudian y trabajan’ (1% a un 2,9%), cayendo la proporción de aquellos que solo ‘trabaja’. Por el contrario, en las mujeres se observa una mayor proporción de inactividad (cuarta columna de la tabla), situación que si bien se ha reducido desde 1990 a la fecha, sigue caracterizando la situación ocupacional de muchas mujeres potencialmente activas.

Tendencia Lineal (2006 - 2000): R2 = 0,5426

-100

0

100

200

300

400

500

600

700

2003 - 2000 -12,4 -20,4 -12,0 58,1 50,2 140,5 85,4

2006 - 1990 -26,7 -71,2 -95,6 101,4 117,9 659,6 401,1

2006 - 2000 -3,3 -15,9 2,2 78,4 67,1 324,5 125,0

2006 - 2003 9,1 4,6 14,2 20,3 16,9 184,0 39,6

Sin es tudios 1 a 4 años +4 a 7 años 8 años +8 a 11 años 12 años más de 12 años

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Tabla 21: Proporción de personas mayores de 15 años que trabajan o estudia según sexo 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentajes)

Solo Estudia

Solo Trabaja

Estudia/ trabaja Nada Total N°

ocupados 1990 Hombre 11,8 67,0 1,0 20,3 100,0 4.399.995 Mujer 10,2 28,9 0,5 60,4 100,0 4.872.582 Ambos sexos 11,0 47,0 0,7 41,4 100,0 9.272.577 2000 Hombre 13,1 64,4 1,9 20,6 100,0 5.265.198 Mujer 11,5 33,8 1,3 53,3 100,0 5.710.931 Ambos sexos 12,3 48,5 1,6 37,6 100,0 10.976.129 2003 Hombre 14,0 64,3 2,8 18,9 100,0 5.595.439 Mujer 12,5 35,1 2,0 50,5 100,0 6.038.637 Ambos sexos 13,2 49,1 2,4 35,3 100,0 11.634.076 2006 Hombre 13,1 65,5 2,9 18,6 100,0 5.885.886 Mujer 12,3 37,3 1,9 48,4 100,0 6.411.386 Ambos sexos 12,7 50,8 2,4 34,1 100,0 12.297.272

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. CRECEN LAS OCUPACIONES VINCULADAS AL SECTOR SERVICIOS Entre los años 1990 y 2006, las ramas con mayor dinamismo son las vinculadas a los Servicios, en especial los vinculados a ‘Servicios Financieros’, ‘Comercio’ y ‘Transporte y comunicaciones’; y las de menor crecimiento son las del Sector de Bienes, en específicos lo sectores extractivos como la ‘Minería’, ‘Agricultura’ e ‘Industria’.

Tabla 22: Ocupados según Rama de Actividad Económica

1992 – 2000 – 2003 – 2006 (número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) Rama 1992 2000 2003 2006

n (%) n (%) ANBE a/ 33.952 17.218 14.941 69.120 2.512 5,2 8.650 26,1 Bienes Agricultura 770.453 712.957 787.306 820.776 3.595 0,5 17.970 2,4 Minería 104.721 85.793 88.473 111.104 456 0,4 4.219 4,4 Industria 821.951 766.631 796.789 888.604 4.761 0,6 20.329 2,5 EGA b/ 37.419 48.040 34.214 34.847 -184 -0,5 -2.199 -5,2 Construcción 432.543 446.926 514.258 612.603 12.861 2,5 27.613 5,4

Servicios Comercio 881.741 1.043.840 1.192.379 1.292.601 29.347 2,8 41.460 3,6 Transporte 341.819 408.337 467.207 504.182 11.597 2,8 15.974 3,6 Serv. financieros 210.449 423.138 412.758 477.446 19.071 6,0 9.051 2,0 Serv. sociales 1.269.299 1.543.564 1.685.874 1.767.042 35.553 2,4 37.246 2,3

Total 4.904.347 5.496.444 5.994.199 6.578.325 119.570 2,1 180.314 3,0 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ ANBE: Actividades No Bien Especificadas. b/ EGA: Electricidad, gas y agua El análisis de la ocupación por rama se realizó sólo para el período 1992-2006, debido a la no comparabilidad con las cifras del año 1990.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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En este sentido, mientras en el año 1992 un 44,2% de los ocupados estaban en el sector de bienes (2.167.087 empleos) y un 55,1% en el sector servicios (2.703.308 empleos); para el año 2006 la relación es de 37,5% y 61,4%, correspondiente a casi 2,5 y 4,1 millones de empleos respectivamente. No obstante lo anterior, durante el período 2000 – 2006, se observa un repunte importante del sector de la ‘Construcción’, ‘Minería’ y Servicios (en especial, ‘Comercio’ y ‘Transporte y comunicaciones’): la construcción aporta cerca de 28 mil nuevos empleos promedio anual desde el año 2000, mientras que la minería aporta 20 mil aproximadamente, seguido por la agricultura. A la vez, que se observa una caída en el sector de electricidad, gas y aguas: cae en un 5,2% en 6 años. También es posible encontrar diferencias importantes según género: durante el período 2000 a 2006, los hombres tienden a concentrarse en ramas como la ‘Construcción’, ‘Minería’ y ‘Servicios Financieros’; mientras que las mujeres tienden a ocupaciones en sectores como el ‘Comercio’, ‘Servicios Comunales’ y ‘Agricultura’ (ver Tabla 2 en Anexo 4, de acuerdo al criterio de mayor cantidad de ocupados promedio por año). Por otro lado, el siguiente gráfico demuestra como el sector servicios ha desarrollado una mayor capacidad para generar empleos, a lo menos visto en tres cortes de tiempo.

Gráfico 36: Variación neta del empleo por rama de actividad 2006 – 2003 / 2006 – 2000 / 2006 – 1992 / 2003 – 2000

(cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

A corto plazo, período 2006 – 2003, en el sector ‘servicios sociales comunales’ se crearon cerca de 81 mil empleos netos (superado por el ‘comercio’, ‘construcción’ e ‘industria’); pero visto en el mediano plazo (2006 – 2000), este sector aportó casi 224 mil empleo (solo superado por la ‘comercio’); y en el largo plazo (1992 a 2006), en el sector se crearon casi 498 mil nuevos empleos. Por el contrario, el sector que concentra las mayores caídas de empleo es ‘EGA’, donde se pierden aproximadamente 2.600 empleos entre 1992 y 2006 y 13 mil entre 2000 y 2006.

-20

80

180

280

380

480

2003 - 2000 142,3 148,5 -10,4 67,3 58,9 30,2 74,3 -2,3 2,7 -13,8

2006 - 1992 497,7 410,9 267,0 180,1 162,4 66,7 50,3 35,2 6,4 -2,6

2006 - 2000 223,5 248,8 54,3 165,7 95,8 122,0 107,8 51,9 25,3 -13,2

2006 - 2003 81,2 100,2 64,7 98,3 37,0 91,8 33,5 54,2 22,6 0,6

Servicios sociales

ComercioServic ios

financierosConstrucción Transportes Industria Agricultura ANBE Minería EGA

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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PERSISTE LA IMPORTANCIA DE OFICIOS DE MENOR CALIFICACIÓN EN MUJERES Si bien en el largo plazo (1990 – 2006), se puede observar como los oficios con mayor calificación muestran un dinamismo mayor que los oficios de menor calificación, en el corto plazo (2000 – 2006), se observa un fuerte repunte de los ‘Oficiales, operarios y artesanos’, ‘vendedores de comercio’ y los ‘trabajadores no calificados’.

Tabla 23: Ocupados según Oficio 1992 – 2000 – 2003 – 2006

(número y porcentaje variación)

Variación Anual (1992 – 2006) (2000 – 2006)Oficio 1992 2000 2003 2006

n (%) n (%) FFAA y Orden 37.931 29.290 26.175 24.502 -959 -3,1 -798 -2,9 Directivos 267.219 366.777 376.285 294.475 1.947 0,7 -12.050 -3,6 Prof. científ. 357.720 537.629 572.550 563.628 14.708 3,3 4.333 0,8 Técn. y prof. n. m. 272.076 440.579 498.239 511.766 17.121 4,6 11.865 2,5 Empleados 375.800 506.977 544.525 572.476 14.048 3,1 10.917 2,0 Serv. y vendedor 669.299 778.286 818.491 1.011.626 24.452 3,0 38.890 4,5 Agropecuarios 292.893 335.279 388.338 354.160 4.376 1,4 3.147 0,9 Obreros y artesano 902.177 801.525 937.348 1.056.696 11.037 1,1 42.529 4,7 Operador de máq. 390.424 509.322 557.680 630.878 17.175 3,5 20.259 3,6 Trab. no calificado 1.328.882 1.181.751 1.260.664 1.524.340 13.961 1,0 57.098 4,3 s/r 10.024 9.029 14.336 33.778 1.697 9,1 4.125 24,6 Total 4.904.445 5.496.444 5.994.631 6.578.325 119.563 2,1 180.314 3,0

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. El análisis de la ocupación por oficio se realizó sólo para el período 1992-2006, debido a la no comparabilidad con las cifras del año 1990.

Entre 1990 y 2006, tanto los ‘profesionales científicos’, los ‘técnicos y profesionales de nivel medio’ y los ‘operadores y montadores’ presentan las mayores tasas de crecimiento anual, crecimiento que es consistente con los resultados obtenidos por categoría ocupacional, donde los obreros y empleados registran altas tasas de crecimiento. No obstante, en el período 2000 -2006, los ‘trabajos no calificados’ se concentran principalmente dentro del sector de bienes extractivos como la agricultura y en la construcción, mientras que en el sector de servicios resalta el ‘comercio’ y los ‘servicios sociales comunales’, todos sectores donde se observan una precarización de las condiciones de trabajo. De tal forma, los incrementos observados en las diversas ocupaciones en el largo plazo, ratifican la tendencia a una mayor contratación de personas con nivel educacional más alto, no obstante durante el corto plazo se observa un repunte de actividades de menor cualificación. Desde el punto de vista de las diferencias de género según oficios (ver gráfico 37 siguiente), se puede observar como las mujeres tienden a concentrarse en un grupo acotado de actividades, más bien referidas a ‘trabajos no calificados’, ‘ventas’ y ‘servicios personales’ (con casi 1,2 millones de empleadas en este tipo de oficios, correspondiente al 45,4% de todas las ocupadas vs el 18,6% en los hombres).

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Gráfico 37: Distribución de oficios según sexo (*) 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*) Se refiere solo a los 15 oficios de mayor frecuencia en hombres y mujeres. El total de oficios que captura la CASEN es de 29 tipos diferentes.

Por su parte, los hombres muestran una mayor dispersión de ocupaciones que las mujeres y con una fuerte preponderancia en empleos ‘industriales’, extractivos ‘agrícolas’ y en menor proporción que las mujeres, en oficios no calificados (ver más detalles en tabla 4 en Anexo 4).

Gráfico 38: Distribución de oficios según sexo 2006

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

98,8 98,4 97,2 92,9 85,8 74,6 59,1 52,8 49,1 45,3 43,2 39,7 32,6 32,0 30,7

1,2 1,6 2,8 7,1 14,2 25,4 40,9 47,2 50,9 54,7 56,8 60,3 67,4 68,0 69,3

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Ofic

iale

s y

oper

ario

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indu

stri

asex

trac

tivas

y O

ficia

les

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nstr

ucci

ón C

ondu

ctor

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os y

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ucci

ón, l

ain

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o

Hombre Mujer

Oficios con alta proporción de

mujeres

Oficios con alta proporción de

hombres

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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CRECE EL EMPLEO FORMAL EN HOMBRES Y MUJERES La distinción entre empleo formal e informal refiere -en términos tradicionales- a la dualidad y/o segmentación del mercado laboral en dos sectores con características distintas. Por un lado, un sector caracterizado por con altos niveles de productividad, donde los trabajadores poseen contratos firmados y mecanismos de seguridad social y salud ocupacional; y por otro, las personas que se desenvuelven en el empleo informal con escasa protección en áreas vitales como salud, pensiones, ingresos, entre otras. En este sentido, al analizar los datos del período 2000 al 2006, se observa un aumento repunte del empleo formal entre el año 2003 y 2006: en el año 2000 un 55,3% de los ocupados estaban en el sector formal, mientras un 13% y 32,8% estaban en el agrícola e informal (ver construcción de la formalidad/informalidad en el esquema 2 del Anexo 4). En el año 2006, luego de una caída de los niveles de formalidad en el año 2003, el sector formal vuelve a valores cercanos al 54%, mientras el empleo agrícola e informal aumenta levemente al 13,5% y el 32,4%. En términos de diferencias de género, se observa un crecimiento del empleo formal femenino: en el año 2000 las mujeres representan el 34,2% del empleo formal, mientras que en el año 2006 llega al 36,4%. Mientras que los hombres caen desde un 65,8% a un 63,6%.

Gráfico 39: Formalidad e Informalidad (*)

2000 – 2003 – 2006 (cantidad y porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Para la construcción del indicador ‘informalidad y formalidad’ se combinan variables relacionadas con la categoría ocupacional, el tamaño de empresa, oficio (cualificación) y rama de actividad económica, de acuerdo al modelo INE – OIT.

Por otro lado, también se observa que el trabajo formal es mayor en la población menor de 45 años, y que luego tiende a disminuir en la población más adulta y por el contrario a aumentar el trabajo informal.

3.037.057 2.985.2243.301.103

712.957 787.306820.776

1.746.430 1.908.8521.972.666

0

1.000.000

2.000.000

3.000.000

4.000.000

5.000.000

6.000.000

2000 2003 2006

Empleo Formal Empleo Agricola Empleo Informal

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

65

Esto estaría indicando que la gran mayoría de los ocupados en la etapa de inserción plena al mercado laboral (25 a 45 años) tiende a desarrollar empleos formales, mientras que a mayor edad la informalidad surge como una opción previa al retiro y/o jubilación. Esto debe ser considerado como una señal de alarma para las poblaciones con mayor edad, debido a que en este sector los niveles de cumplimiento de las leyes laborales son mas bajos y la precarización de ingresos y estabilidad laboral son parte de la actividad cotidiana, en especial en las micro y pequeñas empresas.

Gráfico 40: Formalidad e Informalidad por Tramos de Edad

2006 (cantidad y porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Por otro lado, es posible relacionar ‘pobreza’ e ‘informalidad’: si bien ha aumentado el nivel de formalidad del empleo en la población ‘indigente’, esta es aun muy baja respecto a la población ‘pobre no indigente’ y en especial de la ‘no pobre’.

Gráfico 41: Formalidad por Situación de Pobreza e Indigencia

2003 – 2006 (porcentajes)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

0

200000

400000

600000

800000

1000000

Formal 109.849 390.034 935.465 873.279 645.455 278.090 68.931

Informal 52.729 127.131 340.703 503.855 517.584 293.136 137.528

Agricola 33.269 77.413 170.127 209.778 174.721 104.128 51.340

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

25,1

42,4

54,6

32,9

41,9

55,6

0

20

40

60

Población Indigente Pobre No Indigente No Pobre

2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

66

Este fenómeno es más evidente al analizar por estratos socioeconómicos: los niveles de formalidad aumentan en el 20% de población con menores recursos entre los años 2003 y 2006, pero son menos de la mitad que el de los deciles de mayores recursos.

Gráfico 42: Formalidad por decil de ingreso autónomo del hogar

2003 – 2006 (porcentajes)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

CRECE LA OCUPACIÓN EN ZONAS URBANAS Y EN REGIONES Desde 1990 el número de ocupados crece a una tasa promedio anual de 2,5%, lo que se expresa en cerca de 135 mil nuevos ocupados por año, ubicándose estos principalmente en zonas urbanas.

Gráfico 43: Número de Ocupados según Zona Geográfica 1990 – 2006

(número y porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

En base a la nueva clasificación de regiones del año 2006, se puede observar que seis regiones del país presentan tasas de participación superior al promedio nacional

83,7 85,1 86,0 86,6 87,3 87,8 88,2 88,6

16,3 14,9 14,0 13,4 12,7 12,2 11,8 11,4

4.422.271

4.904.4455.101.708

5.343.801 5.379.402 5.496.444

5.994.631

6.578.325

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

3.000.000

3.500.000

4.000.000

4.500.000

5.000.000

5.500.000

6.000.000

6.500.000

7.000.000

ocu

pad

os

Urbano Rural Nº Ocupados

0

15

30

45

60

75

2003 27,1 40,1 46,1 46,0 51,4 52,0 55,2 60,5 62,1 70,0

2006 32,4 41,3 46,1 46,9 52,1 56,6 56,1 58,5 63,5 70,7

I II III IV V VI VII VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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(53,1%): la Región de Aysén, Región Metropolitana, Antofagasta, Magallanes, Atacama, y Los Lagos. A la vez, en estas regiones también es mayor la tasa de participación femenina que el promedio nacional (menos en Atacama y Los Lagos). Por otro lado, la mayor proporción de ocupados urbanos se encuentra en la Región de Antofagasta y los ocupados rurales en la Región del Maule. Por último, de acuerdo a la clasificación regional previa a la reforma administrativa territorial del año 2006, se puede observar que aumenta la ocupación en diez regiones, destacándose la tasa observada en la Región de La Araucanía, la cual crece 4,6 puntos porcentuales entre el año 2003 y 2006 (seguido por Atacama, Antofagasta y Valparaíso). No obstante, sube marginalmente la ocupación en tres regiones: Maule, Libertador Bernardo O’Higgins y Bío Bío (ver gráfico 4 y 5 en Anexo 4).

Tabla 24: Tasa de Ocupación por Sexo según Región y Zona Geográfica

2006 (porcentaje)

Tasa Ocupación Distribución Ocupados Región

Hombres Mujeres Ambos Sexos Nº Urbano

(%) Rural (%)

Arica y Parinacota 62,3 44,2 52,7 71.990 91,7 8,3

Tarapacá 65,3 33,5 49,1 99.875 95,3 4,7

Antofagasta 71,1 41,0 55,9 216.726 98,6 1,4

Atacama 72,7 38,6 54,9 104.979 91,9 8,1

Coquimbo 65,1 31,8 48,1 248.451 81,2 18,8

Valparaíso 67,7 37,8 52,0 655.912 91,8 8,2

Gral. Bdo. O´Higgins 69,1 34,4 51,4 335.516 71,3 28,7

Maule 68,0 35,6 51,3 380.830 68,2 31,8

Bío Bío 61,1 31,7 45,7 690.359 85,5 14,5

La Araucanía 65,8 32,5 48,7 337.546 72,0 28,0

Los Rios 64,4 32,3 47,8 132.059 72,5 27,5

Los Lagos 70,2 38,1 53,8 318.862 72,5 27,5

Aysén 74,6 42,8 58,5 39.628 86,0 14,0

Magallanes 73,1 39,4 55,1 62.919 95,8 4,2

Metropolitana 70,9 45,0 57,2 2.882.673 97,2 2,8

Nacional 68,3 39,2 53,1 6.578.325 88,6 11,4 Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. Las celdas destacadas refieren a la región donde la tasa de ocupación presenta su valor más alto según el valor nacional.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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VIII.- Mejoramiento de las condiciones laborales a.- Evolución de los Asalariados y No asalariados Aumenta la cantidad de ‘asalariados’ y ‘no asalariados’, pero los primeros crecen más rápidamente: tasa promedio anual de 2,8% vs 1,5% respectivamente, lo que implica cerca de 114 mil nuevos asalariados al año, entre 1990 y 2006. LAS MUJERES PRESENTAN UNA PROPORCIÓN MAYOR DE TRABAJO ASALARIADO QUE LOS HOMBRES Mientras en el año 1990 un 73% de los ocupados eran asalariados, en el año 2006 casi un 76% de los trabajadores son asalariados.

Gráfico 44: Trabajadores Asalariados y No Asalariados (*) 1990 a 2006

(número)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Definición: Asalariados: Individuos que trabajan bajo supervisión y dependencia de un empleador y reciben por su trabajo un sueldo o salario. Corresponde a empleados y obreros (públicos y privados); al servicio doméstico (puertas adentro y afuera) y las FF.AA. No Asalariados: Corresponde a los ‘familiares no remunerados’ y a los ‘trabajadores independientes’: individuos que no tienen empleador y realizan una actividad independiente y en forma autónoma. Ellos se clasifican en a) Patrones o empleadores: tienen trabajadores bajo su dependencia y subordinación; y b) Trabajadores por cuenta propia: no tienen trabajadores bajo su dependencia y subordinación.

Por otro lado, también es posible encontrar diferencias según género en las proporciones de trabajo asalariado. Mientras en el año 1990 un 70,6% de los hombres ocupados era ‘asalariado’, en el año 2006 aumenta a casi un 75% (disminuyendo la proporción de ‘no asalariados’). En las mujeres esta tendencia es constante, manteniéndose en un valor cercano al 77% de ‘asalariadas’ en el período (ver tabla 5 en Anexo 4). El siguiente gráfico señala los cambios y relevancia de la categoría ‘obrero o empleado’ y de los ‘independientes o cuenta propia’ en la generación de nuevos empleos (visto en tres cortes de tiempo). En el largo plazo (2006 – 1990), cerca de 900 mil nuevos ocupados han entrado en la categoría ‘obreros o empleados’, en el mediano plazo (2006 – 2000), casi 500 mil

1.205.483 1.295.760 1.324.970 1.348.658 1.363.674 1.390.647 1.528.966 1.600.491

3.213.9883.607.179 3.776.738 3.994.791 4.014.470 4.105.797

4.465.6654.977.834

0

1.000.000

2.000.000

3.000.000

4.000.000

5.000.000

6.000.000

7.000.000

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

No Asalariado Asalariado

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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ocupados, mientras que en el período 2006 – 2003 se observa que un poco mas de 181 mil ocupados están dentro de este grupo. Respecto a los ‘cuenta propia’, se observan niveles más bajos que los anteriores pero no por ello menos importantes. Solo referido al último período de las encuestas CASEN (diferencias netas entre 2006 – 2003), cerca de 89 mil ocupados caen dentro de esta categoría. Por el contrario, el sector que concentra las mayores caídas son los ‘familiares no remunerados’ y el ‘servicio doméstico’ (2006 – 2003).

Gráfico 45: Variación neta del empleo por categoría ocupacional 2006 – 2003 / 2006 – 2000 / 2006 – 1992 / 2003 – 2000

(cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

No obstante, al abrir los ‘asalariados’ y ‘no asalariados’ de acuerdo a la categoría ocupacional (tabla 25), se observa que las mujeres presentan una mayor tasa de crecimiento que los hombres en actividades de tipo ‘asalariadas’ e ‘independientes’. Durante el período 2000 y 2006, (obviando a las FFAA y de Orden), las mujeres muestran un fuerte incremento en las categorías ‘cuenta propia’ y ‘obreras o empleadas’, que los hombres. Las primeras incluso superan tanto en la tasa de variación anual como en la cantidad de ocupados promedio por año: lo hombres tienen una tasa de 0,5% correspondiente a cerca de 19 mil ocupados por año, mientras que las mujeres tienen una tasa de variación de 4,2% anula, correspondiente a casi 25 mil nuevas ocupadas por año desde el año 2000. En el caso de la categoría ‘obrero y empleado’, las mujeres superan a los hombres en la tasa de crecimiento anual, pero no en la cantidad promedio anual de nuevos ocupados: las mujeres tienen una tasa mayor que los hombres, 2,5% vs 1,9% pero esta mayor tasa se refleja en la incorporación de solo 57 mil nuevas ocupadas, mientras que en los hombres implica cerca de 83 mil nuevos ocupados.

-40

60

160

260

360

460

560

660

760

860

960

2003 - 2000 -3,1 4,0 6,8 -11,6 88,6 181,8

2006 - 1990 -17,7 0,6 19,9 51,8 104,4 900,3

2006 - 2000 -10,9 1,6 -6,0 -36,9 112,1 495,5

2006 - 2003 -7,8 -2,4 -12,8 -25,3 23,6 313,7

Familiar no Remunerado Servic io Domestico FF.AA. Empleador o Patron Trabajador Cuenta Propia Obrero o Empleado

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

70

Tabla 25: Evolución de la Población según Categoría Ocupacional y Sexo 1992 – 2000 – 2003 – 2006

(número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) 1990 2000 2003 2006

n (%) n (%) Hombres

Empleador/Patrón 93.033 181.717 170.143 144.816 3.236 2,8 -6.150 -2,7 Cuenta Propia 743.750 735.998 824.577 848.137 6.524 0,8 18.690 0,5 Obrero/Empleado 2.065.015 2.469.806 2.651.609 2.965.337 56.270 2,3 82.589 1,9 Serv. Domestico 5.672 4.683 8.665 6.305 40 0,7 270 -5,2 Fam. no remun. 39.844 32.982 29.885 22.132 -1.107 -3,6 -1.808 -4,9 FF.AA. 39.169 65.027 71.789 59.028 1.241 2,6 -1.000 -3,2

Total 2.988.570 3.490.213 3.756.668 4.045.755 66.074 1,9 92.590 1,2 Mujeres

Empleador/Patrón 20.418 50.001 66.326 57.177 2.297 6,6 1.196 -2,4 Cuenta Propia 267.701 340.395 382.971 490.219 13.907 3,9 24.971 4,2 Obrero/Empleado 840.321 1.231.883 1.361.656 1.574.708 45.899 4,0 57.138 2,5 Serv. Domestico 261.142 325.827 365.433 361.505 6.273 2,1 5.946 -0,2 Fam. no remun. 40.737 49.554 55.064 38.010 -170 -0,4 -1.924 -6,0 FF.AA. 2.669 8.571 6.513 10.951 518 9,2 397 9,0

Total 1.433.701 2.006.231 2.237.963 2.532.570 68.679 3,6 87.723 2,1 Ambos sexos

Empleador/Patrón 113.451 231.718 236.469 201.993 5.534 3,7 -4.954 -2,6 Cuenta Propia 1.011.451 1.076.393 1.207.548 1.338.356 20.432 1,8 43.661 1,7 Obrero/Empleado 2.905.336 3.701.689 4.013.265 4.540.045 102.169 2,8 139.726 2,1 Serv. Domestico 266.814 330.510 374.098 367.810 6.312 2,0 6.217 -0,3 Fam. no remun. 80.581 82.536 84.949 60.142 -1.277 -1,8 -3.732 -5,6 FF.AA. 41.838 73.598 78.302 69.979 1.759 3,3 -603 -1,9

Total 4.422.271 5.496.444 5.994.631 6.578.325 134.753 2,5 180.314 1,6 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

A la vez, en la siguiente tabla se observa como caen los empleos no asalariados en la población más joven y como tiende a aumentar a medida que aumenta la edad de los ocupados. No obstante, esto no significa un retroceso de las ocupaciones asalariadas. Tabla 26: Evolución Trabajadores Asalariados y No Asalariados según Tramos de Edad

1992 – 2000 – 2003 – 2006 (número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) 1990 2000 2003 2006

n (%) n (%) Asalariados

15 a 19 145.149 122.047 123.560 179.661 2.157 1,3 9.602 6,4 20 a 24 530.156 457.897 543.974 595.764 4.101 0,7 22.978 1,5 25 a 34 1.117.298 1.252.653 1.296.614 1.333.350 13.503 1,1 13.450 0,5 35 a 44 729.378 1.196.373 1.253.734 1.321.500 37.008 3,8 20.855 0,9 45 a 54 460.726 701.847 822.025 992.095 33.211 4,9 48.375 3,2 55 a 64 191.928 294.471 350.579 442.579 15.666 5,4 24.685 4,0

65 y más 39.353 80.509 75.179 112.885 4.596 6,8 5.396 7,0 Total 3.213.988 4.105.797 4.465.665 4.977.834 110.240 2,8 145.340 1,8

No asalariados 15 a 19 46.806 26.395 32.455 30.430 -1.024 -9,3 673 -1,1 20 a 24 99.010 66.710 82.512 71.755 -1.703 -11,7 841 -2,3 25 a 34 278.318 241.626 261.847 250.711 -1.725 -8,9 1.514 -0,7 35 a 44 287.725 386.547 411.641 379.193 5.717 -4,0 -1.226 -1,4 45 a 54 243.532 348.588 380.563 434.935 11.963 -0,4 14.391 2,3 55 a 64 172.366 205.208 235.254 278.747 6.649 2,4 12.257 2,9

65 y más 77.726 115.573 124.694 154.720 4.812 8,9 6.525 3,7 Total 1.205.483 1.390.647 1.528.966 1.600.491 24.688 -4,3 34.974 0,8

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

71

Un aspecto interesante de los datos, es que se observa un repunte del trabajo asalariado de la población de 65 y más años y una cantidad importante de ocupados asalariados jóvenes (20 a 24 años) entre el año 2000 y 2006. HAY MENOS CANTIDAD DE ASALARIADOS EN CONDICIONES DE POBREZA De acuerdo a la siguiente tabla, se observa como cae considerablemente la cantidad y proporción de ocupados asalariados en la población ‘indigente’ y ‘pobres no indigentes’: mientras e el año 1990 casi un 7% de los asalariados estaba en condición de indigencia, esto diminuye a un 1,3% en el año 2006; mientras que los que estaban en situación de pobreza no indigente eran un 21,5% de los asalariados, cayendo a un 6,5% respectivamente.

Tabla 27: Trabajadores Asalariados y No Asalariados según situación de pobreza 1992 – 2000 – 2003 – 2006

(número y porcentaje)

1990 2000 2003 2006 n % n % n % n %

Asalariado Indigente 215.746 6,9 98.365 2,4 73.244 1,7 61.969 1,3 Pobre No indig. 673.929 21,5 416.208 10,3 415.120 9,4 322.319 6,5 No pobre 2.249.344 71,7 3.517.488 87,2 3.912.460 88,9 4.557.770 92,2 Total 3.139.019 100,0 4.032.061 100,0 4.400.824 100,0 4.942.058 100,0

No Asalariados Indigente 70.918 5,9 31.802 2,3 29.731 1,9 19.146 1,2 Pobre No indig. 186.723 15,5 106.694 7,7 87.939 5,8 75.600 4,7 No pobre 947.842 78,6 1.252.144 90,0 1.411.296 92,3 1.505.680 94,1 Total 1.205.483 100,0 1.390.640 100,0 1.528.966 100,0 1.600.426 100,0

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Finalmente, hay una menor cantidad de ‘ocupados’ en los deciles más pobres. Sin embargo, en el I decil de los casi 328 mil ocupados, un 75,5% es ‘asalariado’ mientras un 24,5% es ‘no asalariado’.

Gráfico 46: Distribución de los Asalariados y No Asalariados según decil de ingresos autónomos del hogar

2006 (número y porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

75,5 81,3 82,0 80,0 80,2 79,6 75,3 72,9 70,2 62,8

24,5 18,7 18,0 20,0 19,8 20,4 24,7 27,1 29,8 37,2

327.578

518.565

588.817

656.117 674.247727.454

766.759 767.283 768.852 746.812

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

I II III IV V VI VII VIII IX X

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

ocup

ados

x d

ecil

Asalariado No Asalariado Nº Ocupados

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

72

b.- Situación de Contrato de los Asalariados LAS MUJERES TIENEN EMPLEOS ‘SIN CONTRATOS’ EN MAYOR MEDIDA QUE LOS HOMBRES El porcentaje de mujeres que presentan “contratos firmados” es menor al porcentaje que registran los hombres. Asimismo, son las mujeres las afectadas por la falta de un contrato.

Gráfico 47: Asalariados según su Situación Contractual por Sexo 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

No obstante, la gran mayoría de los asalariados tiene ‘contrato firmado’, bajando la proporción de personas que ‘no tienen contrato’.

Gráfico 48: Asalariados según su Situación Contractual (*) 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Pregunta comparable para los años 2003 y 2006.

79,6

1,9

17,4

1,1

72,6

2,4

23,8

1,2

76,9

2,1

19,9

1,10

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Con contrato firmado Contrato sin firmar Sin contrato No se acuerda

Hombre Mujer Total

74,8

1,9

22,2

1,2

76,6

2,1

19,8

1,10

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Con contrato firmado Contrato sin firmar Sin contrato No se acuerda

2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

73

EN LA POBLACIÓN MÁS POBRE HAY MENOS OCUPADOS CON CONTRATOS FIRMADOS Se observa un mejoramiento en la ‘tenencia de contrato’ a lo largo de todos los estratos sociales, salvo en los deciles VIII, IX y X; en el resto aumenta la proporción de asalariados con “contrato firmado”.

Gráfico 49: Asalariados que ‘Si tienen Contrato de Trabajo’ por decil de ingreso autónomo del hogar

2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

En el 20% más pobre de la población, baja en casi 5 puntos la proporción de asalariados ‘sin contrato de trabajo’. Pero en general, aumentan los contratos de trabajo en todos los deciles de ingresos, excepto en los más altos.

Gráfico 50: Asalariados que ‘No tienen Contrato de Trabajo’ por decil de ingreso autónomo del hogar

2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

40

45

50

55

60

65

70

75

80

85

90

2003 45,2 61,8 65,5 70,0 74,5 77,0 79,6 82,9 85,8 87,7

2006 48,3 66,8 70,8 74,3 76,8 79,1 80,6 82,8 84,8 86,4

I II III IV V VI VII VIII IX X

0

10

20

30

40

50

60

2003 50,7 34,0 30,6 26,7 22,1 20,1 17,4 14,7 12,2 10,0

2006 45,0 29,4 25,3 22,4 19,7 17,5 16,4 14,5 13,1 11,0

I II III IV V VI VII VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

74

LOS JÓVENES SON LOS MÁS AFECTADO POR LA FALTA DE CONTRATOS Durante el período 2003 – 2006 disminuye la proporción de ocupados ‘sin contrato de trabajo’ en todos los tramos etáreos, excepto en los mayores de 65 años, donde aumenta 3,6 puntos porcentuales.

Gráfico 51: Asalariados que ‘No tienen Contrato de Trabajo’ por Tramos de Edad

2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

La situación contractual de los ‘indigentes’ es la más vulnerable de toda la población: cerca del 50% de los asalariados en esta condición, está “sin contrato” de trabajo, mientras un 78,7% de los ‘no pobres’ cuenta con contrato de trabajo.

Gráfico 52: Asalariados según su Situación Contractual

según Situación de Pobreza e Indigencia 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

41,3

57,5

78,7

6,63,3 2,0

49,9

37,4

18,3

2,1 1,7 1,10

10

20

30

40

50

60

70

80

Indigente Pobre No Indigente No Pobre

Con contrato firmado Contrato sin firmar Sin contrato No se acuerda

0

10

20

30

40

50

60

2003 50,6 29,2 19,4 20,2 19,4 22,2 34,2 22,2

2006 42,4 22,9 16,3 17,7 18,9 20,7 37,8 19,8

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más Total

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

75

c.- Asalariados según Tipo de Empleo LOS HOMBRES TIENEN MÁS EMPLEOS INESTABLES QUE LAS MUJERES Las mujeres presentan una mayor proporción que los hombres de empleos “permanentes” y de tipo “ocasional / eventual”.

Gráfico 53: Asalariados por Tipo de Empleo según Sexo 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

En los asalariados aumenta la proporción de ocupados con contratos de ‘tipo permanente’ y diminuyen los de ‘tipo temporal y/o parcial’.

Gráfico 54: Asalariados por Tipo de Empleo (*) 2003 - 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Pregunta comparable para los años 2003 y 2006.

76,6

11,35,5

0,95,5

0,2

78,2

9,76,6

1,14,2

0,20

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Permanente De temporada oestacional

Ocasional o eventual A prueba Por plazo o tiempodeterminado

Sin dato

Hombre Mujer

75,4

11,36,4

1,25,4

77,2

10,75,9

1,05,0

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Permanente De temporada oestacional

Ocasional o eventual A prueba Por plazo o tiempodeterminado

2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

76

Aumenta el empleo asalariado de tipo ‘permanente’ en los tres primeros deciles, especialmente en el 20% más pobre de la población, pero empieza a bajar esta proporción a partir del VI decil.

Gráfico 55: Asalariados con Empleo ‘Permanente’ por decil de ingreso autónomo del hogar

2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Si bien los asalariados del 20% más pobre de la población presentan mayores niveles de empleo de tipo ‘no permanente’, bajan la proporción respecto al año 2003.

Gráfico 56: Asalariados con Empleo ‘de temporada o estacional’ por decil de ingreso autónomo del hogar

2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

30

40

50

60

70

80

90

100

2003 43,7 58,9 65,9 69,5 72,9 77,5 80,4 85,1 88,9 90,3

2006 49,2 60,8 66,2 68,4 72,6 75,4 78,3 83,1 85,3 87,4

I II III IV V VI VII VIII IX X

0

5

10

15

20

25

30

2003 26,9 22,4 18,1 14,2 12,8 10,5 8,2 5,7 3,2 2,3

2006 23,3 18,0 16,0 14,4 12,5 10,3 8,1 5,6 4,0 3,1

I II III IV V VI VII VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

77

EL EMPLEO ES MÁS INESTABLE EN LAS EMPRESAS DE MENOR TAMAÑO Indistinto del tipo de empresa, aumenta la proporción de trabajadores asalariados con empleo permanente.

Gráfico 57: Asalariados con Empleo ‘Permanente’

según Tamaño de la Empresa 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

d.- Seguro Cesantía y Sistema Previsional CERCA DE 1 MILLÓN 800 MIL ASALARIADOS PRIVADOS TIENEN SEGURO DE CESANTÍA Antes de presentar estadísticas respecto a este seguro, es preciso comentar que fue creado mediante la Ley N° 19.728 -vigente desde el 1 de Octubre del 2002-, la cual establece el Seguro de Cesantía como un instrumento de la Seguridad Social destinado a proteger a los trabajadores durante el desempleo, con ingresos monetarios, asistencia para la búsqueda de un nuevo trabajo y otros beneficios tales como el acceso a un plan de salud a través de FONASA, asignaciones familiares y capacitación. El seguro consiste en un seguro obligatorio de cesantía, en favor de los trabajadores dependientes regidos por el Código del Trabajo, que inicien o reinicien actividades laborales con posterioridad a la entrada en vigencia de la ley. Los beneficiarios son los trabajadores y trabajadoras que laboren en Chile acogidos al Código del Trabajo. El Seguro de Cesantía no incluye a los siguientes colectivos: Los empleados públicos, pues para ellos rige el Estatuto Administrativo Los funcionarios de las Fuerzas Armadas y de Orden Los trabajadores independientes o por cuenta propia Los menores de 18 años Los pensionados, excepto aquello pensionados por invalidez parcial Trabajadoras de casa particular, ya que están acogidos a otro tipo de protección. Los trabajadores con contrato de aprendizaje

75,7

68,1

70,9

74,8 74,6

83,0

76,3

71,6

74,8 74,875,8

83,9

60

65

70

75

80

85

Una persona 2 a 5 6 a 9 10 a 49 50 a 199 200 y +2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

78

El diseño del Seguro de Cesantía combina un esquema de ahorro obligatorio sobre la base de Cuentas Individuales por Cesantía que son patrimonio de los trabajadores, con la creación de un Fondo Solidario que opera como fuente de financiamiento complementario al ahorro individual para asegurar el pago de beneficios mientras el trabajador se encuentre cesante. Por otro lado, la Encuesta CASEN solo pregunta por ‘afiliación’ y no ‘cotización’ en el seguro de cesantía (*), por lo tanto pueden hacer diferencias en las proyecciones de población beneficiaria. No obstante, lo primero destacable de los resultados es que la proporción de hombres que está afiliado al seguro de cesantía es levemente mayor que el de las mujeres: un 47,2% vs un 45,7%, mientras un 35,9% y un 39,5% ‘no está afiliado/a’ respectivamente, mientras que el resto ‘no sabe’. A la vez, existen diferencias claras según el estrato social del asalariado: mientras en los deciles de mayores ingresos 1 de cada 2 asalariados privados está afiliado, en el 10% más pobre sólo 1 de cada 3 está afiliado.

Gráfico 58: Asalariados Privados que ‘SI están Afiliados al Seguro de Cesantía’ (**) según decil de ingreso autónomo del hogar

2003 – 2006 (porcentaje ***)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Pregunta comparable para los años 2003 y 2006. (**) Corresponde a trabajadores asalariados que responden que ‘si están afiliados’ al momento de la encuesta, por lo que se entiende que están cotizando. (***) El porcentaje es sobre el total de asalariados privados bajo cada criterio. AUMENTA LA PROPORCIÓN DE OCUPADOS QUE COTIZA EN LA SEGURIDAD SOCIAL Respecto a la seguridad social, el número de ocupados que ‘si cotiza’ en el sistema previsional ha repuntado respecto al año 2003: en el año 2006 cerca de 4,3 millones de ocupados está cotizando (en el año 1990 cerca de 3 millones de ocupados cotizaba), lo que redunda en que aumente el porcentaje de población que cotiza desde un 63,1% en 1990 a un 66,7% en el año 2006.

0

10

20

30

40

50

60

2003 11,2 13,9 15,2 15,3 19,0 17,5 19,2 19,2 21,1 20,0

2006 31,0 40,5 40,9 44,2 47,0 48,0 50,6 51,1 51,9 54,8

I II III IV V VI VII VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

79

Tabla 27: Ocupados por Cotización en el Sistema Previsional (*) 1992 a 2006 (porcentaje)

Año Sí Cotiza No Cotiza

1992 63,1 36,9

1994 65,3 34,7

1996 64,9 35,1

1998 63,9 36,1

2000 63,5 36,5

2003 64,0 36,0

2006 66,7 33,3 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Los datos de 1990 no son posibles de comparar con las series posteriores. Los porcentajes están calculados sobre el total de casos válidos, no se considera los ‘sin datos’. Las celdas destacadas refieren al año en que el número de ocupados que ‘sí cotiza’ y ‘no cotiza’ presenta su valor más alto.

LA SITUACIÓN DE ‘NO COTIZAR’ ES MAYOR EN LAS MUJERES Y EN LOS JOVENES La proporción de hombres que cotizan en el sistema previsional es mayor a la de las mujeres.

Gráfico 59: Ocupados por Cotización en el Sistema Previsional según sexo

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. Los porcentajes están calculados sobre el total de casos válidos, no se considera los ‘sin datos’.

Los hombres logran una mayor proporción de cotización en el sistema previsional que las mujeres, destacando el porcentaje del año 2006 donde un 69% de los hombres ocupados cotizaba en comparación al 62,9% de las mujeres. A la vez, a lo largo de los años tiende a aumentar la brecha entre hombres y mujeres que cotizan: mientras en 1990 las diferencias eran de casi 2 puntos porcentuales, en el año 2006 esta aumenta a 6,1 puntos porcentuales.

69,0

31,0

62,9

37,1

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Si, Cotiza No, Cotiza

Hombre Mujer

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

80

Tabla 28: Ocupados por Cotización en el Sistema Previsional (*) 1992 a 2006 (porcentaje)

Hombre Mujer Año

Sí Cotiza No Cotiza Sí Cotiza No Cotiza

1992 63,7 36,3 61,8 38,2

1994 65,9 34,1 64,0 36,0

1996 65,4 34,6 63,8 36,2

1998 64,5 35,5 62,7 37,3

2000 64,5 35,5 61,8 38,2

2003 65,5 34,5 61,4 38,6

2006 69,0 31,0 62,9 37,1 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Los datos de 1990 no son posibles de comparar con las series posteriores. Los porcentajes están calculados sobre el total de casos válidos, no se considera los ‘sin datos’. Las celdas destacadas refieren al año en que el número de ocupados que ‘sí cotiza’ y ‘no cotiza’ presenta su valor más alto.

Entre el año 2000 y 2006 los ocupados que ‘no cotizan’ caen en todos los grupos de edad.

Gráfico 60: Ocupados que “No Cotizan” en el Sistema Previsional según Tramos de Edad 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. Los porcentajes están calculados sobre el total de casos válidos, no se considera los ‘sin datos’.

Esta caída es más significativa en la población de menor edad. Es así como en los jóvenes entre 15 y 19 años los ocupados que ‘no cotizan’ caen en 7,2 puntos porcentuales entre el año 2000 y 2006 (cae 5,2 puntos porcentuales desde el año 2003), y en los jóvenes entre 20 y 24 años la reducción es de 8,3 y 7,4 puntos porcentuales respectivamente. De los ocupados en situación de indigencia casi un 60% ‘no está cotizando’ en el sistema previsional, mientras que en los ‘pobres no indigentes’ se invierte la relación: hay una mayor proporción de ocupados que ‘si cotizan’ (52,8% de los ocupados cotizan).

0

10

20

30

40

50

60

70

2000 65,6 39,7 30,1 33,1 36,3 42,6 66,1

2003 63,6 38,8 30,1 33,5 35,0 41,7 62,6

2006 58,4 31,5 25,9 29,8 34,0 40,4 63,0

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

81

Gráfico 61: Ocupados por Cotización en el Sistema Previsional según Situación de Pobreza e Indigencia

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. No se muestra los porcentajes correspondientes a ‘sin datos’, correspondiente a la diferencia para llegar al 100% según por categoría.

Entre 1992 y el año 2000, en el 40% más pobre de la población, cae la proporción de ocupados que ‘cotiza’, aumentando posteriormente en los años 2003 y 2006: el I decil en 1992 había un 49,8% que cotizaba.

Gráfico 62: Ocupados que “Si Cotizan” en el Sistema Previsional según decil de ingreso autónomo del hogar 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. No se muestra los porcentajes correspondientes a ‘sin datos’, correspondiente a la diferencia para llegar al 100% según por categoría.

Sin embargo, en el I decil se observan niveles bajos de cotización respecto del resto de los estratos: en el decil X, un 73,8% está cotizando. A la vez, en los estratos intermedios (IV al VIII decil) se observan niveles que fluctúan entre el 64% y 70% de ocupados que ‘si cotizan’.

20

30

40

50

60

70

80

2000 35,1 53,1 57,1 60,3 65,5 64,5 66,4 70,6 71,0 73,6

2003 39,1 54,1 58,6 61,4 63,6 63,7 66,7 70,1 69,2 73,5

2006 43,7 59,3 62,4 64,7 67,5 69,3 67,4 70,0 71,2 73,8

I II III IV V VI VII VIII IX X

40,1

52,8

67,8

59,9

47,2

32,2

0

10

20

30

40

50

60

70

Población Indigente Pobre No Indigente No Pobre

Sí cotiza No cotiza

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

82

Por otro lado, entre 1992 y el año 2000, en el 40% más pobre de la población, sube la proporción de ocupados que ‘no cotiza’, cayendo posteriormente en los años 2003 y 2006: el I decil en 1992 había un 50,2% que no cotizaba. Sin embargo, es importante la caída observada en los ocupados del decil I y II donde disminuye en 4,6 puntos porcentuales entre el año 2003 y 2006 (en el decil VI la caída de la ‘no cotización’ llega a 5,6 puntos porcentuales respecto al año 2006).

Gráfico 63: Ocupados que “No Cotizan” en el Sistema Previsional según decil de ingreso autónomo del hogar 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. No se muestra los porcentajes correspondientes a ‘sin datos’, correspondiente a la diferencia para llegar al 100% según por categoría.

EN LAS ZONAS RURALES HAY UNA MAYOR PROPORCIÓN DE OCUPADOS QUE ‘NO COTIZA’

Gráfico 64: Ocupados por Cotización en el Sistema Previsional según Zona Geográfica

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

0

10

20

30

40

50

60

70

2000 64,9 46,9 42,9 39,7 34,5 35,5 33,6 29,4 29 26,4

2003 60,9 45,9 41,4 38,6 36,4 36,3 33,3 29,9 30,8 26,5

2006 56,3 40,7 37,6 35,3 32,5 30,7 32,6 30 28,8 26,2

I II III IV V VI VII VIII IX X

68,1

31,9

55,7

44,3

0

10

20

30

40

50

60

70

Si, Cotiza No, Cotiza

Urbana Rural

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

83

Los ocupados en zonas rurales presentan mayores niveles de ‘no cotización’ que los ocupados urbanos. De los casi 5,8 millones de ocupados urbanos, un 68,1% cotiza, mientras que de los 748 mil ocupados rurales, un 54,5% cotiza en el sistema previsional. e.- Capacitación Laboral CAEN LOS NIVELES DE CAPACITACIÓN DE LOS OCUPADOS (15 A 60 AÑOS) Se observa una caída de la tasa de capacitación de la población de 15 a 60 años de edad entre el año 2003 y 2006, volviendo a valores similares del año 2000.

Gráfico 65: Tasa de Capacitación Laboral (*) por Sexo 2000 – 2003 – 2006 (**)

(porcentaje sobre personas de 15 a 60 años)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Tasa de Capacitación: corresponde al porcentaje de personas de entre 15 y 60 años, que recibió capacitación. (**) El año 2000 se restringió la pregunta a personas entre 15 y 60 años, por ello para hacer comparables las cifras se ajustó el indicador para su comparabilidad para los años 2000, 2003 y 2006.

Si se analiza solo a la población ‘ocupada’ y ‘desocupada’, se observan grandes diferencias: En el año 2000 solo el 15,2% de los ocupados había realizado algún curso de

capacitación, mientras en el año 2003 sube a un 20,7%, cayendo posteriormente a una 16,8% de los ocupados en el año 2006.

En la población desocupada los niveles de capacitación son aun más bajos, lo que

dificulta enormemente sus capacidades de inserción laboral. Al año 2000 solo un 5% de los desocupados había realizado algún curso de capacitación, mientras en el año 2003 la cifra aumenta al 7,8% de los desocupados y en el año 2006 a un 6,1%.

Respecto al tamaño de empresa, se observa que a mayor tamaño de la empresa, mayor es la cantidad de personas que se han capacitado. Resalta en este sentido, los bajos niveles de capacitación en la micro y pequeña empresas, donde menos del 10% de los ocupados ha realizado algún curso de capacitación.

10,8

7,8

9,2

14,5

10,1

12,211,6

8,3

9,9

4

6

8

10

12

14

16

Hombre Mujer Ambos sexos

2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

84

Gráfico 66: Ocupados que ‘Si se capacitaron’ por Tamaño de la Empresa 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje sobre personas de 15 a 60 años)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Por otro lado, las tasas de capacitación son muy bajas en las personas del 20% más pobre de la población.

Gráfico 67: Tasa de Capacitación Laboral por decil de ingreso autónomo del hogar

2000 – 2003 – 2006 (porcentaje sobre personas de 15 a 60 años)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Sin embargo, en el año 2006 en la población ‘indigente’ aumenta la tasa de capacitación respecto al año 2000, pero cae levemente respecto al año 2003. Fenómeno que se repite en la población ‘pobre no indigente’ y en la ‘no pobre’. No obstante, en la población ‘pobre no indigente’ se observa un fuerte caída entre el año 2003 y 2006.

0

5

10

15

20

25

2000 2,8 3,7 4,4 5,7 8,0 9,4 11,1 15,2 18,0 20,5

2003 4,7 7,0 7,9 8,6 9,9 11,2 14,2 17,7 20,8 23,9

2006 3,4 4,8 6,0 7,4 7,7 9,9 11,6 13,2 17,7 19,6

I II III IV V VI VII VIII IX X

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

2000 4,0 5,7 9,1 15,5 21,5 33,1 10,9

2003 6,5 8,7 12,6 21,1 28,0 41,4 21,5

2006 4,7 7,3 8,7 16,5 22,4 34,5 14,2

Una persona 2 a 5 6 a 9 10 a 49 50 a 199 200 y + no sabe

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

85

Gráfico 68: Tasa de Capacitación Laboral por Situación de Pobreza e Indigencia 2000 – 2003 – 2006

[Base = personas de 15 a 60 años] (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

2,53,5

10,7

4,5

7,0

13,4

3,9 4,4

10,7

0

2

4

6

8

10

12

14

16

Población Indigente Pobre No Indigente No Pobre

2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

86

IX.- Evolución de los Ingresos de los Ocupados y Asalariados Una de las discusiones centrales en políticas públicas es saber cómo está impactando la política social en la población más necesitada (impacto distributivo) y cómo son las condiciones socioeconómicas previas a las ayudas sociales por parte del Estado (análisis de la desigualdad). Si bien la Encuesta CASEN no permite evaluar el impacto distributivo de los programas de empleo; que por cobertura, montos y población beneficiaria puede ser muy diversa y acotada, si permite analizar los impactos que tiene la política educacional, sanitaria y subsidios monetarios en el ingreso del hogar. En este sentido, al analizar la evolución de la distribución del ingreso entre el año 2000 al 2006 se puede observar que mejora debido a una caída en los ingresos del X decil.

Gráfico 69: Evolución de la distribución del ingreso autónomo según decil de ingreso autónomo per cápita del hogar

2000 – 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Esta evolución tiene un impacto positivo en la reducción de las desigualdades entre los hogares de menores y mayores ingresos. De acuerdo al ‘Informe de Impacto Distributivo 2006’ (MIDEPLAN, 2007a), la relación 20/2013 se reduce desde 14,5 en 2003 a 13,1 en 2006. Fenómeno que también se ve plasmado en el índice GINI que durante gran parte del período se mantiene cercano al 0,57 (1990 y 2003) cayendo a 0,54 en 2006, marcando el valor más bajo en los últimos dieciséis años para el ingreso autónomo (más detalles ver Tabla 6 en Anexo 4)14. No obstante, el efecto positivo de la política pública no permite resolver una distribución concentrada y desigual de los ingresos del trabajo dada en el mercado de trabajo.

13 El Índice 20/20 se construye dividiendo la proporción del ingreso del 20% de hogares de mayores ingresos por la proporción que recibe el 20% de hogares de menores ingresos. 14 Los valores del coeficiente de GINI están en el rango entre 0 y 1, siendo 0 el caso de máxima igualdad de ingresos y 1 el de máxima desigualdad. Así, un mayor valor del índice refleja una distribución del ingreso más desigual.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

2000 1,3 2,7 3,6 4,5 5,7 6,2 7,9 10,4 15,1 42,7

2003 1,2 2,7 3,6 4,7 5,4 6,6 8,2 10,7 15,3 41,5

2006 1,2 2,9 3,9 4,9 5,6 7,0 8,7 11,1 16,0 38,6

I II III IV V VI V II VIII IX X

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

87

EN LAS MUJERES ‘NO ASALARIADAS’ HAY MAYOR DESIGUALDAD DE INGRESOS Como se observa en el cuadro siguiente, si se analizan los índices de GINI en base a los ingresos del trabajo, según diversos criterios ocupacionales y género, se tiene que las mujeres ‘ocupadas’ y ‘asalariadas’ tienden a presentar menores niveles de desigualdad que los hombres, no así las mujeres ‘no asalariadas’, donde las diferencias parecen ser mayores.

Tabla 29: Índice de GINI según tipo ocupacional 1990 a 2006 (porcentaje)

índices 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006 GINI autónomo a/ 0,58 0,57 0,58 0,57 0,58 0,59 0,57 0,54

GINI monetario a/ 0,57 0,57 0,55 0,56 0,58 0,58 0,56 0,54

GINI Ocupados b/ 0,54 0,55 0,55 0,55 0,54 0,57 0,55 0,52

Hombres 0,55 0,55 0,55 0,56 0,55 0,59 0,56 0,52

Mujeres 0,48 0,51 0,52 0,52 0,50 0,51 0,50 0,50

GINI Asalariados b/ 0,45 0,45 0,46 0,47 0,47 0,51 0,47 0,46

Hombres 0,47 0,47 0,47 0,48 0,48 0,52 0,48 0,46

Mujeres 0,40 0,42 0,41 0,42 0,45 0,46 0,44 0,45

GINI No asalariados b/ 0,64 0,62 0,67 0,62 0,59 0,66 0,62 0,59

Hombres 0,63 0,61 0,65 0,60 0,60 0,65 0,62 0,58

Mujeres 0,61 0,64 0,69 0,65 0,57 0,62 0,61 0,60 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ Calculado a partir de personas. b/ Calculados en base a los ingresos del trabajo líquidos mensual.

A la vez, la tabla muestra como ha caído la desigualdad a lo largo de la serie: mientras los GINI de ocupados rondan en 0,55 entre el año 1990 y 2003 (con un valor máximo en el año 2000 de 0,57), cae a 0,52 en el año 2006. Similar tendencia pero con valores menores sucede en los ocupados asalariados: con un valor promedio de 0,46 entre 1990 y 2003, con una caída entre el año 2000 y 2006. En relación a los ‘no asalariados’ se observa como estos –si bien presenta un valor más alto que el resto de los ocupados, cae también en el año 2006. a.- Ingresos del Trabajo de los Ocupados HAY UNA ALTA CONCENTRACIÓN DE ‘OCUPADOS’ CON BAJOS INGRESOS Estos datos indican que en el mercado laboral persiste una fuerte desigualdad de ingresos y una alta concentración de población con bajo ingresos. El siguiente gráfico muestra el nivel de concentración de los ingresos del trabajo: casi un 95% se concentra al inicio de la distribución con una larga cola hacia la derecha con porcentajes de población muy menores a los presentados a la izquierda.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

88

En términos estadísticos, la media de ingresos del trabajo de la distribución es de $355.845 (3,3 veces el ingreso mínimo legal líquido), con una mediana de $202.000 y moda de $121.200 (levemente superior al ingreso mínimo legal liquido de $108.000). Al segmentar la población en cuartiles (distribución según el 25%, 50% y 75% de la población), se tiene que el primer cuartil de personas con menores ingresos, agrupa a las personas que ganan hasta $133.320; el segundo cuartil incluye aquellos que van del tramo anterior hasta los $202.000 y por último, el tercer cuartil incluye a aquellas personas que ganan desde $365.704 hasta casi 61 millones de pesos.

Gráfico 70: Histograma de los ingresos del trabajo de los ocupados 2006

(porcentaje)

0 10000000 20000000 30000000 40000000

Ingresos del trabajo deflactados ($ Nov. 2006)

0%

25%

50%

75%

Porc

enta

je

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

7,50 10,00 12,50 15,00

Logaritmo natural (lnytrabaj - $ nov. 2006)

0%

4%

8%

12%

Porc

enta

je

AUMENTAN LOS INGRESOS DEL TRABAJO PROMEDIO MENSUAL DE LOS ‘OCUPADOS’ DE LOS DECILES I AL IX Y CAEN EN EL DÉCIMO DECIL Por otro lado, como señala la siguiente tabla, los ingresos promedios del trabajo del año 2006 corresponden a 1,6 veces más que el ingreso promedio del año 1990 (pesos comparables), ello significa un incremento de un 55,2%, valor similar se observa en el I decil de ingresos. Sin embrago, se observa una caída en los ingresos del trabajo en el X decil. Desde 1990 en los deciles I y II los ingresos aumentan un 54% y 57,3% respectivamente, mientras que los mayores incrementos (sobre el 60%) se dan entre los deciles VII y IX. A la vez, es posible obtener la relación 10/10 para cada año: en 1990 esta relación llegaba a 14,7 mientras que para el año 2000 y 2003 esta relación supera las 16 veces, pero en el año 2006 cae a 14 veces, mostrando una baja incluso respecta a inicios de los noventa.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

89

Tabla 30: Ingresos del trabajo promedio mensual de los Ocupados por decil de ingreso autónomo del hogar

1990 a 2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Decil Autonomo Nacional Año

I II III IV V VI VII VIII IX X Total

1990 56.039 82.146 96.464 112.221 120.680 136.331 158.523 203.488 295.746 823.703 229.885

1992 68.675 94.505 109.323 121.377 138.001 153.530 185.766 228.996 336.258 1.001.267 260.134

1994 69.930 100.416 115.126 129.732 149.589 172.079 196.363 248.980 368.251 1.088.891 287.135

1996 71.254 102.444 124.756 140.815 160.362 190.357 224.919 298.905 416.681 1.184.758 319.011

1998 78.273 112.276 134.080 151.079 175.302 202.648 248.793 317.098 468.551 1.288.582 346.508

2000 86.060 116.769 138.766 156.797 183.085 210.604 249.127 313.896 472.200 1.380.688 358.400

2003 79.963 118.460 139.434 158.678 180.786 204.374 244.470 313.261 461.555 1.338.072 354.415

2006 86.294 129.223 152.448 168.415 189.642 217.969 260.089 335.382 480.095 1.211.831 356.692Incremento

90 - 06 1,5 1,6 1,6 1,5 1,6 1,6 1,6 1,6 1,6 1,5 1,6

% ∆ 54,0 57,3 58,0 50,1 57,1 59,9 64,1 64,8 62,3 47,1 55,2 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

No obstante, al mirar el ritmo de crecimiento de los ingresos entre año y año, se observa una dinámica caracterizada por un período inicial de fuerte crecimiento, una caída entre 2000 y 2003 y un repunte en el incremento de los ingresos promedios en el año 2006. Por ejemplo, en el primer decil el incremento en los ingresos entre 1992 y 1990 fue de un 22,5% y en el décimo decil fue de 21,6%, lo que implica que en el período los ingresos del trabajo promedio se incrementaron en un 13,2%.

Tabla 31: Variaciones en el ingreso del trabajo promedio mensual de los ocupados por bienio y/o trienio

1990 a 2006 (porcentajes)

Período I decil X decil Total 92-90 22,5 21,6 13,2 94-92 1,8 8,8 10,4 96-94 1,9 8,8 11,1 98-96 9,9 8,8 8,6 00-98 9,9 7,1 3,4 03-00 -7,1 -3,1 -1,1 06-03 7,9 -9,4 0,6

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Sin embargo, en los deciles de menores ingresos se observa un período de muy bajo crecimiento (menor al 2% entre 1992 a 1996), mientras que en el décimo decil los ingresos variaron en un 8,8%. Por último, de acuerdo a las últimas tres versiones de la CASEN (año 2000 a la fecha), se observa una caída mayor en el I decil que en el X decil entre el año 2000 y 2003, aunque en este último persiste la caída en el año 2006, mientras que en el 10% de menores recursos aumenta nuevamente.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

90

SI BIEN CAE LA BRECHA DE INGRESOS DEL TRABAJO ENTRE HOMBRES Y MUJERES, ESTA SIGUE SIENDO ALTA De acuerdo al gráfico siguiente, desde el año 1990, cae la brecha (*) de los ingresos del trabajo promedio mensual de los ‘ocupados’ entre hombres y mujeres: mientras en el año 1990 los hombres ganaban un 58% más que las mujeres, en el año 2006 esta brecha baja a un 44%.

Gráfico 71: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Ocupados por Sexo 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Brecha de Ingresos por Género: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo de los hombres sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo de las mujeres. Indica el número de veces que significa el ingreso de los hombres en relación al de las mujeres.

Si se analizan los ingresos en relación a la proporción que significa el ingreso femenino del masculino, se puede deducir que mientras en el año 1990 las mujeres ganaban un 63,3% de los ingresos masculinos, en el año 2006 ellas obtienen ingresos cercanos al 70% del ingreso de los hombres. DISMINUYÓ EL INGRESO PROMEDIO DEL TRABAJO EN LOS OCUPADOS CON MAYOR NIVEL EDUCACIONAL La relación establecida entre una mayor educación (mejor preparación y capacidades laborales) y mayores ingresos en el trabajo, pareciera presentar una relación nueva en el último tiempo. Como se observa en los gráficos siguientes, si bien tener más años de educación correlaciona positivamente con tener mayores ingresos, estas diferencias no han aumentado en el tiempo para todos los niveles, lo que estaría indicando una sobrecalificación de la mano de obra en los últimos años en algunos sectores productivos. Al analizar la tasa de crecimiento neta de los empleos entre el año 2003 y 2006 y los incrementos reales de los ingresos del trabajo en el mismo período, se observa que los mayores incrementos salariales se dieron en sectores donde menos creció el empleo y viceversa.

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50.000

100.000

150.000

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250.000

300.000

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450.000

1,40

1,45

1,50

1,55

1,60

1,65

Bre

cha

Hombre 258.984 412.433 403.000 402.515

Mujer 163.818 256.624 266.111 280.027

Brecha 1,58 1,61 1,51 1,44

1990 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

91

Esto pareciera estar indicando que en los últimos años, por ejemplo los sectores de bienes como la industria, construcción y comercio, estarían impulsando fuertemente la generación de trabajo, pero esto no se manifiesta en un crecimiento promedio real de los ingresos laborales de los trabajadores, de hecho cae el ingreso en casi un 5% respecto al año 2003 vs el aumento de casi un 10% en agricultura y transporte (ver gráficos complementarios 6 y 7 en Anexo 4).

Gráfico 72: Variación neta del empleo e ingresos por rama de actividad 2006 – 2003

(porcentaje y cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. La variación de ingresos se hace en base a pesos de noviembre del 2006.

A ello se le debe anexar el hecho de que en los ocupados con niveles de educación superior incompleta y/o completa se observa una caída de sus ingresos (mayor en superior incompleta), mientras en el resto se observa un aumento de sus ingresos respecto a años anteriores.

Gráfico 73: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Ocupados por Nivel Educacional Alcanzado

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

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100000

200000

300000

400000

500000

600000

700000

800000

900000

1990 134.185 138.244 154.249 167.739 235.912 329.439 551.726

2000 135.625 158.225 188.477 209.988 279.034 488.399 863.274

2003 144.210 165.234 192.251 216.685 278.319 439.533 830.271

2006 156.189 197.749 217.522 249.179 285.287 402.703 796.109

Sin EducaciónBásica

Incompleta Básica CompletaMedia

Incompleta Media CompletaSuperior

IncompletaSuperior Completa

0

20

40

60

80

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-30

-25

-20

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-10

-5

0

5

10

15

2006 - 2003 0,6 22,6 33,5 37 54,2 64,7 81,2 91,8 98,3 100,2

Variación ingresos -11,3 1,4 11,3 10,0 -27,2 -7,6 6,1 -5,7 -4,2 -5,8

EGA Minería Agricultura Transportes ANBEServic ios

financierosServic ios sociales

Industria Construcc ión Comercio

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

92

Se observa un aumento en los ingresos del trabajo de los ‘ocupados’ con hasta 12 años de estudio, mientras que bajan levemente los ingresos de quienes tienen 18 o más años de estudio.

Gráfico 74: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Ocupados por Años de Estudios 2000 – 2003 – 2006

(pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Cada año de estudio corresponde a un curso de educación básica, media o superior. De tal forma, O años de estudio, corresponde a personas ‘sin estudios formales’; 4 años de estudio, corresponde a 4to Básico; 8 años de estudios, corresponde a 8vo Básico; 12 años de estudio, corresponde a 4to Medio; y 18 o más años de estudio, corresponden a Educación Superior. La brecha (*) de ingresos entre hombres y mujeres es mayor en los ‘ocupados’ con Educación Superior ‘incompleta’ y ‘completa’, respectivamente.

Gráfico 75: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Ocupados por Sexo y Nivel Educacional Alcanzado

2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*) Brecha de Ingresos por nivel educacional alcanzado: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo por el nivel educacional alcanzado por los hombres sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo por nivel de estudio de las mujeres. Indica el número de veces que significa el ingreso de los hombres en relación al de las mujeres.

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200.000

400.000

600.000

800.000

1.000.000

1.200.000

1.400.000

1990 133.025 148.824 145.541 239.446 875.151

2000 135.625 165.347 184.093 278.008 1.364.943

2003 144.210 173.033 192.056 277.670 1.254.949

2006 156.189 207.751 219.023 283.044 1.231.340

0 4 8 12 18 y más

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

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800.000

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1.000.000

1.100.000

1,30

1,40

1,50

1,60

1,70

1,80

1,90

Bre

cha

Hombre 173.055 217.289 243.621 285.860 325.940 476.497 1.007.439

Mujer 116.414 155.358 163.155 177.648 224.327 285.773 560.897

Brecha 1,49 1,40 1,49 1,61 1,45 1,67 1,80

Sin EducaciónBásica

IncompletaBásica

CompletaMedia

IncompletaMedia

CompletaSuperior

IncompletaSuperior Completa

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

93

A la vez, las mujeres con Educación Básica obtienen el 67% de los ingresos de los hombres con igual nivel educacional, mientras que las mujeres con Educación Superior obtienen solo el 55,7% de los ingresos de los hombres con igual nivel educacional. LA BRECHA DE INGRESOS ENTRE HOMBRES Y MUJERES ES MÁS EVIDENTE CON 18 Y MÁS AÑOS DE ESTUDIOS La brecha de ingresos entre hombres y mujeres es mayor en los ‘ocupados’ con 18 y más años de estudio.

Gráfico 76: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Ocupados por Sexo y Años de Estudios

2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*) Brecha de Ingresos por años de estudio: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo por años de estudio de los hombres sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo por años de estudio de las mujeres. Indica el número de veces que significa el ingreso de los hombres en relación al de las mujeres.

b.- Ingresos del Trabajo de los Asalariados AUMENTAN LOS INGRESOS DE LOS ASALARIADOS EN TODOS LOS DECILES En el período 1990-2006, en los deciles I y II los ingresos aumentan en un 51,5% y 56,6% respectivamente, pero aumenta aún más entre los deciles V al X (asalariados de mayores ingresos), a nivel nacional los ingresos crecen en un 59,4% respecto a 1990 (el mayor incremento se observa en el VIII y IX deciles por sobre el 62% respecto al año 1990). Respecto al incremento de ingresos según género, se puede observar en los gráficos siguientes que las mujeres ven crecer sus ingresos en casi un 67% entre 1990 y 2006, mientras que los hombres se incrementan en casi un 60%. Estas diferencias se acentúan en los deciles de mayores ingresos: mientras en las mujeres del IX y X deciles crecen los ingresos por sobre un 85%, en los hombres bordea el 55% y 48% respectivamente. Mientras que en los deciles de menores ingresos, los incrementos son similares: 52% en mujeres para el I decil y 59% en los hombres, mientras que para el II decil en ambos crece en un 61,5%.

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100.000

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300.000

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1.100.000

1,40

1,45

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1,55

1,60

1,65

1,70

1,75

1,80

Bre

cha

Hombre 173.055 234.269 244.915 322.945 1.461.934

Mujer 116.414 147.569 164.335 221.768 820.934

Brecha 1,49 1,59 1,49 1,46 1,78

0 4 8 12 18 y más

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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A la vez, entre el año 2003 y 2006, cae la brecha (*) de ingresos del trabajo entre el decil I y decil X (10/10): en 1990 era de 9,7 veces; en 2000 de 11,8 veces; 2003 de 10,8 veces y en el año 2006 de 10,2 veces.

Gráfico 77: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados por decil de ingreso autónomo del hogar

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Brecha de Ingresos 10 / 10: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo del X decil sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo del I decil. Indica el número de veces que significa el ingreso del X decil en relación al I decil.

Esto también se expresa en una caída de la brecha por género (*) de los ingresos del trabajo promedio mensual de los ‘asalariados’ entre hombres y mujeres: mientras en el año 1990 los hombres ganaban un 38% más que las mujeres, en el año 2006 esta brecha se reduce a un 31%.

Gráfico 78: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados por Sexo

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Brecha de Ingresos por Género: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo de los hombres sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo de las mujeres. Indica el número de veces que significa el ingreso de los hombres en relación al de las mujeres.

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100000

200000

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500000

600000

700000

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1000000

1100000

1990 60.417 84.427 97.446 110.616 117.615 129.739 152.889 190.296 272.676 587.830

2000 88.084 117.556 135.919 155.259 179.198 197.260 236.878 294.879 440.827 1.043.167

2003 84.482 118.349 137.674 155.919 171.607 191.711 226.561 289.604 424.269 916.121

2006 91.553 132.174 153.893 166.514 184.371 209.154 244.142 313.027 442.773 931.088

I II III IV V VI VII VIII IX X

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50.000

100.000

150.000

200.000

250.000

300.000

350.000

1,28

1,30

1,32

1,34

1,36

1,38

1,40

1,42

Bre

cha

Hombre 203.605 324.538 302.867 325.602

Mujer 147.308 232.124 228.338 247.832

Brecha 1,38 1,40 1,33 1,31

1990 2000 2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

95

Si se analizan los ingresos en relación a la proporción que significa el ingreso femenino del masculino, se puede deducir que mientras en el año 1990 las mujeres ganaban un 72,3% de los ingresos masculinos, en el año 2003 ganaban el 75,4%, y en el año 2006 ellas obtienen ingresos cercanos al 76,1% del ingreso de los hombres. LA EDUCACIÓN SUPERIOR COMPLETA HACE LA DIFERENCIA EN INGRESOS En el año 2006 se observa una caída de los ingresos en los asalariados con niveles de educación superior incompleta, mientras en el resto se observa un aumento de sus ingresos respecto a años anteriores.

Gráfico 79: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados por Nivel Educacional Alcanzado

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Los datos indican diferencias de acuerdo a los niveles educacionales: los asalariados con ‘educación media incompleta’ presenta el mayor incremento de la serie, en casi un 53% respecto a 1990, aquellos con ‘educación superior completa’ han visto crecer sus ingresos en un 46,6%. Mientras que los asalariados con ‘educación superior incompleta’ solo crecieron en un 13%, siendo este el valor más bajo observado (incluso cae casi un 2% respecto del año 2003). Llama la atención los niveles de incremento en el grupo de asalariados ‘sin estudios’: mientras en el año 1990 tenían ingresos de $100.880, para el año 2006 aumentan en case $39.014, lo que implica un aumento de casi un 39% en el período. En el período entre el año 2003 y 2006, los ingresos de la población con menores niveles de instrucción crecen entre un 13% y 17% (sin estudios y básica incompleta y completa), mientras que los con mayor nivel lo hacen en un 2,2% y 6,2% (superior incompleta y completa). A la vez, visto en función al promedio de ingresos por cada año de estudio logrado, se observa que entre 1990 y 2006 aumentan los ingresos del trabajo de los asalariados,

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100000

200000

300000

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500000

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1990 100.880 108.808 126.580 128.664 173.147 272.991 439.407

2000 123.984 131.424 146.778 169.553 224.804 330.922 675.290

2003 119.097 131.848 152.430 169.339 211.814 315.892 606.516

2006 139.894 154.142 172.717 196.363 237.124 309.083 644.036

Sin Educación Básica Incompleta

Básica Completa Media Incompleta

Media Completa Superior Incompleta

Superior Completa

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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independiente de los años de estudio alcanzados, pero es a partir de los 12 años de estudios que se observa un incremento mayor en los ingresos.

Gráfico 80: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados

por Años de Estudios (*) 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Cada año de estudio corresponde a un curso de educación básica, media o superior. De tal forma, O años de estudio, corresponde a personas ‘sin estudios formales’; 4 años de estudio, corresponde a 4to Básico; 8 años de estudios, corresponde a 8vo Básico; 12 años de estudio, corresponde a 4to Medio; y 18 o más años de estudio, corresponden a Educación Superior.

La brecha (*) de ingresos entre hombres y mujeres es mayor en los ‘asalariados’ con Educación Superior Completa.

Gráfico 81: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados

por Sexo y Nivel Educacional Alcanzado 2006

(pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*) Brecha de Ingresos por nivel educacional alcanzado: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo por el nivel educacional alcanzado por los hombres sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo por nivel de estudio de las mujeres. Indica el número de veces que significa el ingreso de los hombres en relación al de las mujeres.

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1,20

1,25

1,30

1,35

1,40

1,45

1,50

1,55

1,60

1,65

1,70

Bre

cha

Hombre 150.521 169.198 193.712 219.511 268.062 348.680 795.499

Mujer 115.322 121.567 131.240 151.292 190.530 248.466 488.448

Brecha 1,31 1,39 1,48 1,45 1,41 1,40 1,63

Sin Educación Básica Incompleta

Básica Completa

Media Incompleta

Media Completa

Superior Incompleta

Superior Completa

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1990 97.563 99.484 100.698 110.188 123.434 111.477 121.975 105.561 121.577 119.901 129.849 136.512 170.930 193.554 249.667 251.127 333.601 425.780 686.226

2000 123.984 125.192 126.072 130.251 130.778 131.452 143.011 143.767 149.129 155.640 167.353 180.231 221.247 271.526 314.486 369.856 523.713 716.182 1.191.176

2003 119.097 121.231 127.610 131.808 132.312 131.583 141.407 141.496 153.454 154.837 172.818 176.013 208.974 248.377 306.557 342.861 493.453 631.415 957.689

2006 139.894 136.573 140.249 147.569 161.217 155.842 161.540 161.701 175.948 180.786 200.575 202.498 234.720 271.612 334.900 382.230 481.740 707.877 1.004.053

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 1718 y más

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

97

Las mujeres con Educación Básica ganan el 67,8% de los ingresos masculinos, mientras que las mujeres con Educación Superior solo ganan el 61,4% de los ingresos de los hombres. A medida que aumentan los años de estudio de los Asalariados, aumenta la brecha de ingresos entre hombres y mujeres.

Gráfico 82: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados por Sexo y Años de Estudios

2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*)Brecha de Ingresos por años de estudio: corresponde al cuociente entre el valor promedio de los ingresos del trabajo por años de estudio de los hombres sobre el valor promedio de los ingresos del trabajo por años de estudio de las mujeres. Indica el número de veces que significa el ingreso de los hombres en relación al de las mujeres.

c.- Ingresos del Trabajo de Asalariados y No Asalariados en Ingresos Mínimos SE ACORTA LA BRECHA ENTRE SALARIOS MÍNIMOS E INGRESOS DEL TRABAJO PROMEDIO En términos de política pública, Chile ha tenido una política salarial (en base al salario o ingresos mínimos mensuales legales – IMML) que se ha visto fortalecida en el tiempo por: Desde 1973 es aplicable a los trabajadores dependientes del sector público y

privado de jornada completa y posteriormente se establece la proporcionalidad del IMML en función a otro tipos de jornadas;

Con el retorno a la democracia los ajustes salariales consideran la inflación esperada, proyección crecimiento económico y mejoras de productividad;

Revisión anual por parte del poder Ejecutivo y Legislativo en base a un diálogo tripartito;

Entre noviembre del año 1990 y noviembre del año 2006, el ingreso mínimo mensual líquido creció en un 98,8%;

En 1990 el salario mínimo correspondía a 1,4 veces el valor de la línea de pobreza (urbana) mientras en el año 2006 llega a 2,9 veces;

Disminuye la brecha entre el monto del IMML líquido y el promedio y mediana del ingreso del trabajo de los asalariados: en 1990 correspondía a 3,4 y 2,1 veces,

0100.000

200.000300.000

400.000500.000

600.000700.000

800.000900.000

1.000.0001.100.000

1.200.0001.300.000

1.400.000

1,20

1,30

1,40

1,50

1,60

1,70

1,80

Bre

cha

Hombre 150.521 178.773 196.832 264.744 1.197.978

Mujer 115.322 118.069 133.608 188.374 685.066

Brecha 1,31 1,51 1,47 1,41 1,75

0 4 8 12 18 y más

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

98

aumentando a 3,9 y 2,4 veces en el año 1992, disminuyendo a 2,7 y 1,7 veces respectivamente en el año 2006.

En términos generales el salario mínimo cumple un rol central al asegurar un piso salarial, especialmente para los trabajadores con un bajo nivel de escolaridad y capacitación. Este segmento de trabajadores se desenvuelve en un marco de limitadas capacidades de negociación salarial y difíciles posibilidades de movilidad en el mercado del trabajo, lo que genera asimetría en el poder negociador de trabajadores y empresarios. A la vez, este salario abarca la remuneración mensual imponible por concepto de sueldo o salario y no incluye los pagos por horas extras, asignaciones familiares, alimentación o transporte ni beneficios sociales.

Tabla 32: Relación ingreso mínimo, línea de pobreza y Promedio/mediana de los ingresos del trabajo de los asalariados

1990 a 2006 (en pesos de cada año)

Período IMML (A)

Línea Pobreza Urbana

(B)

(A)/(B)

Promedio del Ingreso del trabajo asalariados

(C)

Mediana Ingreso del

trabajo asalariados

(D)

(C)/(A) Líquidos a/

(D)/(A) Líquidos a/

1990 26.000 18.594 1,4 70.619 44.596 3,4 2,1 1992 33.000 25.750 1,3 102.061 64.380 3,9 2,4 1994 52.150 30.100 1,7 144.672 92.106 3,5 2,2 1996 65.500 34.272 1,9 175.331 112.167 3,3 2,1 1998 80.500 37.889 2,1 212.218 131.487 3,3 2,0 2000 100.000 40.562 2,5 241.848 150.000 3,0 1,9 2003 115.648 43.712 2,6 252.833 155.348 2,7 1,7 2006 135.000 47.099 2,9 295.250 184.661 2,7 1,7

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ La Encuesta CASEN pregunta por la remuneración mensual líquida, por ello se ajusta el IMML para comparar (IMML *0.8).

Este mecanismo de protección queda plasmado en el Código del Trabajo artículo 44 inciso tercero, el cual sostiene que "el monto mensual de la remuneración no podrá ser inferior al ingreso mínimo mensual. Si se convienen jornadas parciales de trabajo, la remuneración no podrá ser inferior a la mínima vigente, proporcionalmente calculada en relación con la jornada ordinaria de trabajo". EN LOS ‘NO ASALARIADOS’ HAY MAYOR PROPORCIÓN DE PERSONAS QUE GANAN MENOS DE 1 IMML En los gráficos siguientes, se pueden observar claras diferencias de ingresos entre ‘asalariados’ (correspondiente a 4.893.634 ocupados) y ‘no asalariados’ (correspondiente a 1.488.764 ocupados): dentro de los primeros un 13,7% tiene ingresos del trabajo menores a 1 IMML ($108.000); mientras un 2,2 gana aproximadamente 1 IMML (0,95 y 1,05 IMML). En los ‘no asalariados’ esta proporción llega al 18,5% y 0,8% respectivamente: De tal forma, la cantidad de ocupados con bajos ingresos es de:

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

99

Nº Asalariados que ganan menos o igual a 1 IMML = 779.961 ocupados Nº No asalariados que ganan menos o igual 1 IMML = 286.493 ocupados

Gráfico 83: Ingresos del trabajo en ingresos mínimos líquidos

de los Ocupados (asalariado y no asalariado) 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*) El ingreso mínimo mensual legal líquido (IMML) corresponde a $108.000 a noviembre del año 2006 (IMML $135.000 – 20%)

LAS MUJERES PRESENTAN UNA MAYOR PROPOCIÓN DE INGRESOS MENORES A 1 IMML Una importante proporción de mujeres ‘asalariadas’ obtiene ingresos menores a 1 IMML (un 20,9% o un 22,5% del total de mujeres ocupadas). En los hombres esta proporción representa al 9,2% (o 10,1% del total de hombres ocupados).

Gráfico 84: Ingresos del trabajo de los ‘Asalariados’ según Sexo (en ingresos mínimos líquidos)

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

13,7 18,5 14,8

2,20,8 1,9

43,2

19,337,6

17,1

17,0

17,0

23,8

44,5

28,7

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Asalariado No asalariado Total ocupados

< 1 IMML (0,95) 1 IMML (0,95 y 1,05) > 1 (1,05) y <= 2 IMML > 2 y <= 3 IMML > 3 IMML

9,220,91,9

2,7

43,7

42,3

19,0

14,1

26,3 20,0

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Hombre Mujer

< 1 IMML (0,95) 1 IMML (0,95 y 1,05) > 1 (1,05) y <= 2 IMML > 2 y <= 3 IMML > 3 IMML

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

100

De forma complementaria, una importante proporción de mujeres ‘no asalariadas’ obtiene ingresos menores a 1 IMML (un 28,5%, mayor que en las asalariadas). En los hombres esta proporción representa al 13,1%.

Gráfico 85: Ingresos del trabajo de los ‘No asalariados’ según Sexo (en ingresos mínimos líquidos)

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

A la vez, del total de asalariados ocupados, un 64,7% trabaja jornada completa (499.365 personas) y el resto en jornada parcial.

Gráfico 86: Asalariados según tipo de Jornada de Trabajo a/ por Sexo 2006

(porcentaje y cantidad)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. a/ Tipo Jornada: A partir del 1º de Enero del 2005, la jornada ordinaria de trabajo diminuyó de 48 a 45 horas semanales. Por lo tanto, aquellas empresas en que se hayan pactado jornadas superiores a 45 horas semanales, ya sea en contratos individuales, en instrumentos colectivos de trabajo y en los reglamentos internos, cuando corresponda, debieron ajustar su jornada semanal de trabajo a la nueva normativa. Se considera jornada de trabajo al tiempo durante el cual el trabajador debe prestar efectivamente sus servicios en conformidad al contrato. Una Jornada completa: La duración de la jornada ordinaria de trabajo no excede las 45 horas semanales en las empresas privada y 44 en el servicio público. Jornada parcial: Aquellos casos en que el trabajar ha pactado con su empleador una jornada inferior a la jornada ordinaria.

13,1

28,50,6

1,117,1

23,218,2

14,6

51,0

32,6

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Hombre Mujer

< 1 IMML (0,95) 1 IMML (0,95 y 1,05) > 1 (1,05) y <= 2 IMML > 2 y <= 3 IMML > 3 IMML

76,1

56,464,7

23,9

43,635,3

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Hombre Mujer Total

Jornada Com pleta Jornada Parcial

Nº Asalariados 329.993 (42,3%)

Nº Asalariados449.968 (57,7%)

Nº Asalariados 779.961 (100%)

JornadaParcial

272.204

JornadaCompleta 499.365

Hay 8.392 casos

‘sin datos’

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

101

En los hombres, un 76,1% trabaja bajo la modalidad de ‘jornada completa’, mientras que en las mujeres cae a un 56,4%. Si bien el tramo oficial para considerar el ingreso mínimo es de 18 a 65 años (a los menores de 18 años se le paga el 75% del IMML), en general se observa que los jóvenes ‘asalariados’ obtienen ingresos muy bajos: un 39% del tramo 15 a 19 años obtiene ingresos menores a 1 IMML (correspondiente a un 40,9% del total de ocupados del mismo tramo de edad) y un 3,7% iguales a 1 IMML (o 3,3% del tramo del tramo); mientras un 47,2% de ellos obtiene más de 1 IMML hasta 2 IMML (correspondiente al 44,1% de los ocupados del tramo de edad).

Gráfico 87: Ingresos del trabajo en ingresos mínimos líquidos de los ‘Asalariados’ según Tramos de Edad

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Esto significa que cerca del 90% de los jóvenes menores de 19 años tienen ingresos promedio menores a $216.000 al mes (o 88% de los ocupados del mismo tramo de edad). Esta situación mejora para el resto de la población. Nº Asalariados 15 a 19 años que ganan menos o igual a 1 IMML= 72.087 Nº Asalariados 20 a 24 años ganan menos o igual a 1 IMML = 115.664

Los jóvenes ‘No asalariados’ obtienen ingresos muy bajos: un 57,2% del tramo 15 a 19 años obtiene ingresos menores a 1 IMML y un 0,6% iguales a 1 IMML; mientras un 16,6% de ellos obtiene más de 1 IMML hasta 2 IMML. Esto significa que cerca del 75% de los jóvenes menores de 19 años tienen ingresos promedio menores a $216.000 al mes. Esta situación mejora para el resto de la población. Nº Asalariados 15 a 19 años que ganan menos o igual a 1IMML= 11.317 Nº Asalariados 20 a 24 años ganan menos o igual a 1 IMML = 17.384

39,0

17,39,9 11,9 12,8 15,6

24,9

3,7

2,7

1,9 2,2 2,0 2,3

2,8

47,2

56,9

43,1 40,6 39,7 39,3

42,3

7,6

14,0

19,4 17,8 17,6 15,6

12,4

2,59,2

25,7 27,5 27,9 27,317,7

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

< 1 IMML (0,95) 1 IMML (0,95 y 1,05) > 1 (1,05) y <= 2 IMML > 2 y <= 3 IMML > 3 IMML

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

102

Gráfico 88: Ingresos del trabajo en ingresos mínimos líquidos de los ‘Asalariados’ según Tramos de Edad

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

d.- Asalariados con empleos precarios y salarios mínimos (18 a 65 años) La legislación del salario mínimo establece tres grupos de salarios de acuerdo al tipo ocupacional: personas de 18 a 65 años; jóvenes menores de 18 años y adultos mayores de 65 años; y tercero el servicio doméstico y los familiares no remunerados. De tal forma, para caracterizar al segmento de ocupados que ganen hasta 1 IMML líquidos ($108.000, ciento ocho mil pesos), se considera a aquellos que tienen entre 18 y 65 años (inclusive), tienen jornada completa, y se excluye al servicio doméstico y a los familiares no remunerados. Es decir, se consideran como asalariados a los obreros y empleados del sector público y privado y a las FFAA y de Orden. UN 6,8% DE LOS ASALARIADOS GANA MENOS O IGUAL A 1 IMML, DE LOS CUALES UNA GRAN MAYORÍA SON JÓVENES De tal forma, como se mencionó anteriormente, de los 779.961 asalariados con ingresos menores o igual a 1 IMML; se reducen a 330.127 asalariados que cumplen las condiciones anteriores, de los cuales un 59,6% son hombres y el resto mujeres: en relación al total de los asalariados, este grupo representa el 6,6% y un 5% del total de los ocupados. En el año 2003, la cantidad de asalariados con bajos ingresos era de 340.180 trabajadores (sobre 710.844 trabajadores), de los cuales un 62,8% era hombre y el resto mujer: correspondiente al 7,6% de los asalariados y al 5,7% de lo ocupados. Respecto a su distribución según tramos de edad y sexo, en el siguiente gráfico se observa que a mayor edad hay una menor cantidad de trabajadores asalariados con ingresos del trabajo ≤ 1 IMML y a mayor edad los hombres son los más afectados por bajos ingresos.

57,2

28,619,2 16,5 14,2 16,8

28,5

0,6

0,4

0,7 0,8 0,7 0,9

1,0

16,6

25,7

18,2 18,617,4

20,7

23,1

10,6

20,7

16,1 17,116,8

19,1

13,9

15,024,7

45,9 47,0 50,942,5

33,6

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

< 1 IMML (0,95) 1 IMML (0,95 y 1,05) > 1 (1,05) y <= 2 IMML > 2 y <= 3 IMML > 3 IMML Columnas 7

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

103

El tramo más joven -de 18 a 24 años- concentra a casi el 25% (case 81 mil ocupados) de los asalariados de bajos ingresos, de los cuales un 59,3% es hombre y el resto mujer; mientras que en el tramo de edad avanzada cae el número de ocupados con bajos ingresos, siendo principalmente hombres.

Gráfico 89: Asalariados con ≤ 1 IMML según Tramos de Edad

2006 (porcentaje y cantidad)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Respecto al nivel de instrucción de los asalariados con bajos ingresos, se observa que sobre el 25% de ellos en el año 2003 tenían 12 años de estudios, proporción que sube al 30,3% en el año 2006 (la cual aumenta al 40,5% si se agrega las personas con ’12 años y más’), lo que redunda en una alta proporción de asalariados con bajos niveles de instrucción en ambos períodos: sobre el 66% en el año 2003 y cerca del 60% en el año 2006.

Tabla 33: Asalariados con ≤ 1 IMML y distribución según Años de Estudios 2003 – 2006 (porcentaje)

≤ 1 IMML 2003 2006

Sin estudios 3,0 2,5

1 a 4 años 11,8 10,0

+4 a 7 años 17,8 16,7

8 años 14,6 13,5

+8 a 11 años 19,4 16,9

12 años 25,0 30,3

más de 12 años 8,5 10,2

Total 100,0 100,0

N° ocupados (339.566) (330.127) Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

LOS ASALARIADOS CON BAJOS INGRESOS SE CONCENTRAN EN PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS Referido al tamaño de empresa, se puede observar que en el año 2006 cerca de un 23% de los asalariados con ≤ 1 IMML se concentra en empresas de 10 a 49 (76.566

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

15.000

25.000

35.000

45.000

55.000

65.000

75.000

85.000

ocupad

os

Hombre 59,3 56,1 62,5 55,1 55,1 63,4 53,8 70,1 75,3

Mujer 40,7 43,9 37,5 44,9 44,9 36,6 46,2 29,9 24,7

N° ocupados 81.313 36.716 34.495 37.533 43.269 32.616 28.078 19.855 16.252

18 a 24 años

25 a 30 años

30 a 34 años

35 a 40 años

40 a 44 años

45 a 50 años

50 a 54 años

55 a 59 años

60 a 65 años

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

104

trabajadores), un 22,5% en empresas de 2 a 5 trabajadores (74.253 en microempresa), mientras que la ‘gran empresa’ (200 y más trabajadores), concentra al 17,8% de los asalariados con jornada completa (58.727 trabajadores).

Gráfico 90: Asalariados con ≤ 1 IMML según Tamaño de la Empresa 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

UNA ALTA PROPORCIÓN NO TIENE CONTRATO FIRMADO Por otro lado, del total de asalariados con ingresos ≤ 1 IMML, en el año 2006 un 49,1% dice ‘tener contrato de trabajo firmado’ (aumenta respecto al año 2003), un 4,1% dice tener contrato pero ‘no está firmado’, mientras un 45,2% ‘no tiene’ contrato de trabajo (valor que baja respecto a la CASEN anterior).

Gráfico 91: Asalariados con ≤ 1 IMML por Tenencia de Contrato de Trabajo

2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

0,0

26,0

9,9

21,6

15,5

18,0

9,1

0,3

22,5

9,1

23,2

13,6

17,8

13,6

0

10

20

30

Una (1) persona 2 a 5 personas 6 a 9 personas 10 a 49 personas 50 a 199personas

200 y máspersonas

No sabe

2003 2006

45,4

4,4

48,9

1,3 0

49,1

4,1

45,2

1,5 0,10

10

20

30

40

50

Sí, firmó Si, pero no ha firmado No tiene No se acuerda o no sabesi firmó contrato

Sin dato

2003 2006

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

105

LA MAYORÍA TIENE EMPLEOS TEMPORALES, OCASIONALES O A PLAZO FIJO Al agregar los datos de temporalidad del empleo se observa que un 51% tiene trabajo ‘no permanente’, en el año 2003 esta proporción llegaba al 57,5% de los asalariados (de temporada, ocasional o plazo fijo); mientras un 46,4% tiene ‘empleo permanente’.

Gráfico 92: Asalariados con ≤ 1 IMML por Tipo de Empleo (*) 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Esta pregunta determina la regularidad con que se realiza el trabajo principal: i) empleos permanentes que se realizan regularmente a lo largo del año y no tiene fecha de término; y ii) no permanentes que se desempeñan sólo en ciertos períodos del año (de temporada o estacional; ocasional o eventual y por plazo o tiempo determinado).

SOLO UN TERCIO DE LOS TRABAJADORES TIENE CONTRATOS A PLAZO INDEFINIDO En el año 2006 aumenta a un 34,6% los asalariados con ingresos ≤ 1 IMML que tienen trabajo ‘contratos indefinidos’; mientras un 57,1% tiene a ‘plazo’ y ‘por obra o faena’.

Gráfico 93: Asalariados con ≤ 1 IMML por Relación Contractual 2003 – 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

40,8

35,2

15,0

1,7

7,3

0,1

46,4

30,0

14,3

2,4

6,7

0,20,0

10,0

20,0

30,0

40,0

50,0

Permanente De temporada oestacional

Ocasional o eventual A prueba Por plazo o tiempodeterminado

Sin dato

2003 2006

33,8

17,8

42,1

1,94,2

0,2

34,6

20,2

36,9

2,2

5,7

0,30

15

30

45

Plazo indefinido Plazo fijo Por obra, faena oservicio

De aprendizaje Servicios transitorios Sin dato

2003 2006

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SE CONCENTRAN EN EL SECTOR AGRÍCOLA, COMERCIO Y SERVICIOS COMUNALES Básicamente están en ‘agricultura’ (sector que concentra el 31,2% de los trabajadores de bajos ingresos y principalmente hombres), seguido por el ‘comercio y ‘servicios comunales’ donde la proporción de mujeres es mayor.

Gráfico 94: Asalariados con ≤ 1 IMML según Rama de Actividad Económica 2006

(porcentaje y cantidad)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

ENTRE EL AÑO 2003 Y 2006 CAE LA PROPORCIÓN DE ASALARIADOS CON INGRESOS ≤ 1 IMML

Gráfico 95: Asalariados con ingresos ≤ 1 IMML 2003

(porcentajes y cantidad)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2003. Descomposición de los asalariados con <= 1IMML y con jornada completa (Nº = 657.665)

Al ajustar la definición de asalariados según tramo de edad (18 a 65 años), tipo jornada (permanente), y que reciban hasta 1 IMML líquido al mes, se observa que entre el año 2003 y 2006 caen en casi 10 mil ocupados el número de asalariados con

440.253

217.412

424.553

8.585

7.115

JornadaParcial

(32,9%)

JornadaCompleta (66,6%) (*) 3.342 caso no contestan

< 18 años (2,0%)

>= 65 años (1,6%)

>= 18 y <= 65 años

(96,4%)

340.180

84.373

Servicio Doméstico y

otros (19,9%)

Asalariados(80,1%)

126.551

213.629 Hombres

(62,8%)

Mujeres(37,2%)

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

1.000

26.000

51.000

76.000

101.000

ocu

pado

s

Hombre 39,2 69,8 97,8 58 98,4 95,7 32,3 84 59,6 40,1

Mujer 60,8 30,2 2,2 42 1,6 4,3 67,7 16 40,4 59,9

N° ocupados 1.638 103.133 2.917 40.300 1.369 32.128 59.083 20.516 9.850 59.193

ANBE Agricultura Minería Industria EGA Construcción Comercio TransporteServicios

FinancierosServicios

Comunales

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ingresos menores al mínimo, aunque claramente sigue afectando más a los hombres que a las mujeres a pesar de la caída de estos entre el año 2003 y 2006.

Gráfico 96: Asalariados con ingresos ≤ 1 IMML

2006 (porcentaje y cantidad)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. Descomposición de los asalariados con <= 1IMML y con jornada completa (Nº = 699.571).

De tal forma, la cantidad de personas que ganan bajo el mínimo si bien ha tendido a disminuir en el tiempo, presentan evidentes desventajas respecto al resto de los ocupados, lo cual refuerza la idea de generar mecanismos que les permitan mejorar sus niveles de educación, capacitación y acceso a mejores empleos.

436.560

263.011

414.306

10.095

12.159

JornadaParcial

(61,7%)

JornadaCompleta (37,2%)

< 18 años (2,3%)

>= 65 años (2,8%)

>= 18 y < 65 años

(94,9%)

330.127

84.179

Servicio Doméstico y

otros (20,3%)

Asalariados(79,7%)

133.268

196.859 Hombres

(59,6%)

Mujeres(40,4%)

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X.- Conclusiones Política laboral El país no solo ha logrado reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de su población, sino que ha sido capaz de insertarse exitosamente a nivel internacional abriendo su economía, propiciando un desarrollo social sustentable en base a la ampliación de derechos, la paz política social, bajo un modelo económico que no pierde el foco de la equidad. No obstante, aun persisten desafíos importantes en el área laboral y que redundan en el desarrollo de oportunidades más o menos inclusivas para la población, dependiendo del énfasis dado. El recorrido realizado en este documento por los principales lineamientos de la política laboral demuestra la relevancia de seguir avanzando en los ámbitos del empleo, desocupación, institucionalidad y mecanismo de protección. Estas dimensiones, no son mencionadas como un simple recuento de acciones a realizar, sino que platean -aún en el Chile del siglo XXI- desafíos importantes. En este sentido, si bien se ha avanzado en el mejoramiento y actualización de instrumentos de fiscalización, avances en legislación laboral y de mecanismos de protección pertinentes al nuevo escenario socioeconómico; persisten espacios en los cuales los derechos laborales se ven vulnerados: inestabilidad y precariedad laboral (temporalidad y falta de contratos), incumplimiento de derechos laborales (no pago previsional, acciones antisindicales, etc.), baja sindicalización y capacidad de negociación colectiva, baja participación femenina y juvenil, trabajadores con bajos ingresos, niveles variables de protección frente al desempleo (indemnizaciones y seguro de cesantía), y dificultades para el diálogo social tripartito para asumir los desafíos. Un factor llamativo al revisar la institucionalidad laboral es la alta complejidad que ha desarrollado a lo largo de los años, institucionalidad que se ve plasmada en diversas acciones realizadas en pro de una política activa como pasiva frente a lo laboral. Como se describió en el informe, son múltiples las estrategias y programas ofertados, como también es múltiple la institucionalidad que da sustento a estas acciones: SENCE, OMIL, Chilecalifica, Proempleo, Chile Solidario, SERNAM, CORFO, PRODEMU, SUBDERE, etc. Por lo anterior, no menos importante es avanzar y/o ampliar la agenda política en lo laboral, que haga eco de la institucionalidad existente y sus rendimientos, en especial referido a los efectos que tiene la política laboral activa en base a distinciones de género y pertinencia programática. En este sentido, el Consejo Asesor Presidencial de Trabajo y Equidad dejó planteado un conjunto de desafíos referidos a la institucionalización de la Defensoría Laboral, la modernización y fortalecimiento de la profesionalización de la Dirección del Trabajo, la capacitación de dirigentes sindicales y empresariales, generación de un sistema de información laboral y un sistema de certificación de buenas prácticas laborales.

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De acuerdo a los diversos planteamientos sostenidos en el Informe de Trabajo y Equidad, no hay una posición única o consensuada sobre la dirección de estos cambios, pero a juicio de este autor, no deberían sino que potenciar el rol fiscalizador de la Dirección del Trabajo mejorando sus mecanismos frente a las asimetrías observadas en el mercado laboral. Por otro lado, parece correcto el enfoque de ampliar la discusión laboral más allá del tema previsional hacia una dimensión central como el trabajo decente: los esfuerzos no deben estar únicamente concentrados en políticas con efecto post empleo –como la Reforma Previsional-, que si bien viene a resolver un problema real, tiene un impacto en el fin del ciclo productivo del trabajador. Los problemas de empleabilidad y protección al desempleo presentan aun grandes desafíos no solo en términos presupuestarios y cobertura, sino en base a los cambios observados en el mercado laboral en los últimos años. Mercado de trabajo Pero ¿qué ha sucedido en el mercado laboral?, ¿se observan fenómenos nuevos?, ¿cuáles son?. De acuerdo a los datos entregados por las series CASEN 1990 a 2006, la fuerza de trabajo ha sido sensible al crecimiento económico: mientras la economía crece a un 4,2% promedio anual entre el 2000 y 2006, la fuerza de trabajo lo hace a una tasa de 2,5%, mientras la población ocupada crece a en 3% y decrece la desocupación en un razón de -3,4% (la inactividad crece marginalmente en un 1,5%). Este nuevo escenario socioeconómico rompe la inercia del período de crisis previo: mientras en 1996 el crecimiento de 1 punto en el PIB implicaba un crecimiento de 0,2 puntos en el empleo, este aumenta en el año 2006 a 0,7 puntos en el empleo. Los sectores que parecen tirar el crecimiento del empleo son los referidos a bienes: transportes y comunicaciones; electricidad, gas y agua; agropecuario silvícola y comercio y en el de servicios destacan los servicios financieros. Aumenta la participación laboral femenina, aunque persista baja respecto a un grupo de países de la región. De hecho la fuerza laboral femenina crece al doble de la masculina y es más extensiva en la población menor de 24 años y mayor 55 años. A la vez se observa un cambio en la composición de la fuerza de trabajo: si bien crece la FT en el tiempo, aumenta aun más su componente ‘ocupación’ por sobre el ‘desocupación’. En 1990 un 89% de la FT estaba ocupada mientras que en el año 2006 casi el 93% está en la misma condición. Participación laboral Si bien de acuerdo a la OIT, Chile presenta la menor tasa de participación laboral femenina en la región (35,8% en el año 2006), no es menos cierto que es la que más crece (junto con Perú) en el período 2006 – 2007: aumenta casi 3 puntos y en los hombres decrece en el tiempo. Fenómeno que también se observa al analizar la participación de hombres y mujeres de acuerdo a la jefatura de hogar: mientras en 1990 la tasa de participación de las JH

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femeninas era de un 38,7%, en el año 2006 aumenta a un 52% mientra las JH masculinas se observan tasa de participación cercana al 82%. No obstante, pareciera que la participación laboral femenina no escapa de factores de segregación laboral y discriminación salarial: las mujeres representan menos de un tercio de los trabajadores cubiertos por negociación colectiva; se concentran en trabajos no calificados, ventas y servicios personales; y solo logran obtener un 70% de los ingresos del trabajo promedio de los hombres (ocupadas). No obstante, la incorporación de las mujeres se puede deber en una combinación de elementos virtuosos: mejores oportunidades, una revalorización del trabajo productivo, un reposicionamiento del rol de la mujer en la sociedad, un mayor desarrollo de capital humano y por la presencia de mejores mecanismos de protección social pertinentes que facilita la incorporación de la mujer al trabajo o su búsqueda. Por otro lado, los niveles de participación de la población joven si bien persisten bajos respecto al resto de la población (17,6% para 15 y 19 años vs 57,3% nacional), esconde un efecto positivo del sistema educacional: una mayor proporción de jóvenes de tiende a ‘estudiar’ antes que ‘trabajar’. Este dato demuestra la relación existente entre años de estudio y participación en el mercado laboral: a mayor cantidad de años de preparación, mayor es la tasa de participación, datos que ha sido consistente en el tiempo. Por otro lado, se observa una caída en los niveles de participación de la población más vulnerable: si bien la cantidad de personas en situación de indigencia y pobreza no indigente es menor a años anteriores, presentan serios problemas para poder ingresar de forma estable y permanente al mercado laboral formal y/o asalariado. Este fenómeno hace que las diferencias entre tasa de participación según deciles sean mayores. Desocupación La desocupación femenina tiende a retroceder. No obstante, en la población más joven las tasas triplican los valores nacionales y la desocupación de jefaturas de hogar femeninas triplica a la masculina: en el año 2006 la relación es de 6% vs 2,9% respectivamente. Después de 10 años las mujeres vuelven a presentar tasa de desocupación de un dígito: en el año 1990 era de 9,6, llegando a su máximo en el año 2003 con 12,3%, bajando posteriormente a un 9,4% en el año 2006. Un hecho llamativo es que la desocupación no es un fenómeno exclusivo de la población de menores recursos: en 1990 un 59,3% de los desocupados estaba en situación de pobreza (indigencia y pobre no indigente), mientras en el año 2006 cae a un 29,5%. Sin embargo en este grupo de población (situación de pobreza), es la mujer la más afectada por el desempleo, lo que generaría una situación de doble desventaja: sostenedoras y/o cuidadoras domésticas sin remuneración y por otro, sus estrategias de búsqueda de empleo y la obtención del mismo son más deficitarias que los

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hombres. Ello a pesar de tener mayores niveles de escolaridad promedio que los hombres. Otro hecho destacable es la duración de búsqueda de empleo. A mayor duración se está frente a un caso de persistencia de la exclusión mientras que a menor duración se observan mejores mecanismos de integración al mercado laboral. En este sentido, entre los años 2000 y 2006 cae el desempleo de ‘larga duración’ en hombres y mujeres (12 y más meses de búsqueda) desde casi un 6% a un 3% respectivamente. Ocupación El empleo es un elemento central para la movilidad social: los datos muestran como al crecer el empleo, disminuye la ‘indigencia’ y la ‘pobreza no indigente’. No obstante persisten aún diferencias importantes en los niveles de ocupación: mientras en los deciles de mayores ingresos la tasa de ocupación es cercana al 70%, en los deciles de menores recursos es casi la mitad y menor (27,9% en el I decil). Lo relevante que indican los datos es que un factor importante que puede estar explicando el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores más vulnerables es que ha aumentado el número de perceptores de ingreso dentro del hogar y ha caído la dependencia en los mismos: en el I decil entre 1990 y el año 2006 casi se ha duplicado la cantidad de hogares que tienen al jefe de hogar y a su cónyuge o pareja ‘ocupados’, des un 3,7% a un 9,2% respectivamente. A la vez que las tasas de dependencias han caído en el I decil desde un 4,9 en el año 1990 a un 4,1 en el año 2006, aunque esta siga siendo el doble que la nacional. No obstante, a nivel general se observa como en el período (2000- 2006), la ocupación aumenta de forma persistente en los jóvenes y en las mujeres: crece más a medida que las personas tengan mayores niveles de instrucción. En los jóvenes, la ocupación crece en promedio un 6% anual desde el año 2000 y para las segundas, en 1990 la tasa de ocupación femenina era de un 29,4% mientras que para el años 2006 alcanza un 39,2%. Estos aumentos de la ocupación van de la mano con aumentos en los años de estudio promedio y en las diferencias de preparación favorables a mujeres por sobre los hombres: la proporción de mujeres con ‘12 años de estudios’ supera en 2 puntos porcentuales a la de los hombres (con un 31%), mientras que las mujeres con ‘más de 12 años’ de estudios superan en 7,4 puntos porcentuales a los hombres. No obstante, entre el año 1990 y 2006, en los hombres se observa un aumento en los empleos con mayores niveles de instrucción que en las mujeres. En los primeros, cae en 26 mil los ocupados ‘sin estudios’ (empleo de baja calificación), mientras que en las mujeres aumenta en casi 1.200 ocupados. Esto estaría indicando que la ocupación de los hombres ha sido más fuerte en aquella población con mayor cantidad de años de estudio y que en las mujeres el crecimiento ha sido en todos los niveles. Ello redundaría en una tendencia a la especialización de la mano de obra masculina (el mercado requiere más hombres preparados), por sobre la

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femenina, lo que puede tensionar aun mas las diferencias de ingresos y las segmentación laboral según género. Esto estaría potenciado por el mayor dinamismo e incremento de la ocupación en las ramas de actividad de los ‘servicios financieros’, ‘comercio’ y ‘transporte y comunicaciones’. De acuerdo a las diferencias según género, los incrementos mayores en el empleo en los hombres se da en las ramas de la ‘construcción’, ‘minería’ y ‘servicios financieros’; mientras que las mujeres tienden a ocupaciones en sectores como el ‘comercio’, ‘servicios comunales’ y ‘agricultura’. Este fenómeno hace evidente el problema de la segmentación laboral femenina en un grupo de ocupaciones y sectores con menores remuneraciones que los hombres: las mujeres se concentran en un grupo acotado de actividades, como los ‘trabajos no calificados’, ‘ventas’ y ‘servicios personales’ (con casi 1,2 millones de empleadas en este tipo de oficios, correspondiente al 45,4% de todas las ocupadas vs el 18,6% en los hombres); mientras que los hombres se ocupan en más tipos de empleos y con una fuerte preponderancia en oficios ‘industriales’, ‘extractivos agrícolas’ y en menor proporción que las mujeres, en ‘oficios no calificados’. Respecto a la formalidad e informalidad (sectores) en el empleo, los datos muestran que el empleo formal es mayor en los sectores más jóvenes (a mayor edad aumenta la informalidad) y en especial en las mujeres. Entre el año 2003 y 2006 cerca de 100 mil mujeres logran obtener empleos en el sector formal (los hombres duplican esta cantidad). Este factor es importante porque indica que las mujeres han logrado ingresar a mejores empleos, aunque persistan diferencias importantes con los hombres (tipo de contrato, temporalidad e ingresos). Respecto a la edad, se observa la importancia y peso que tiene el empleo en el sector formal en los ocupados en una etapa de inserción plena al mercado laboral (25 a 45 años), mientras que a mayor edad la informalidad surge como una opción previa al retiro y/o jubilación, lo cual redunda en un aumento de la vulnerabilidad de este grupo debido a que en el sector informal el cumplimiento de la legislación laboral, estabilidad e ingresos son más precarias. A la vez, ‘pobreza’ e ‘informalidad’ parecieran ser situaciones complementarias. En la población que se encuentra en el 10% de menores ingresos, los niveles de formalidad son muy inferiores a la media nacional: en el I decil un 32,4% de los trabajadores está empleado en el sector formal, mientras que en el X decil, un 70% lo está. Condiciones laborales Un indicador tradicional utilizado para ver la calidad del empleo que se genera en el mercado de trabajo, es ver la relación entre trabajo asalariado y no asalariado. En este sentido, desde 1990 a la fecha se observa un incremento importante en el nivel e importancia del empleo asalariados sobre la ocupación en general: en 1990 un 73% de los ocupados era asalariado mientras en el 2006 este valor llega a un 76%.

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No obstante, las mujeres tienden a presentar una proporción estable de empleos asalariados (cercano al 77% del total de ocupadas), mientras en los hombres aumenta en casi 5 puntos porcentuales (desde un 70,6% en 1990 a casi un 75%). Este crecimiento del empleo asalariado/no asalariado, no es homogéneo entre hombres y mujeres. En las mujeres -entre el año 2000 y 2006-, el servicio doméstico cae en 6% promedio anual, mientras que la categoría de ‘obrera/empleada’ crece en un 2,5%, siendo la situación de ‘cuenta propia’ la que más crece en el tiempo (a un 4,2% anual). En los hombres, los ‘obreros/empleados’ solo crecen en un 1,9% y los ‘cuentas propias’, en un 0,5% promedio anual. Como sucede con el empleo en el sector formal, ser asalariado reduce la probabilidad de estar en situación de pobreza y mejora las condiciones laborales del trabajador: en 1990 un 6,9% de los asalariados era ‘indigente’ y un 21,5% era ‘pobre no indigente’; mientras en el año 2006 los valores caen a un 1,3% y 6,5% respectivamente. Respecto a la tenencia o no de contratos, se observa que más de 2/3 de los asalariados cuenta con ‘contratos firmados’ y cerca de un 2% cuenta con ‘contratos no firmados’, lo que se refleja en una caída entre el año 2003 y 2006 en los ‘sin contrato’ de casi 2,5 puntos porcentuales. No obstante, en la población más vulnerable (I y II decil) y en los jóvenes (15 a 19 años), se observan el doble de asalariados ‘sin contrato’ que el promedio nacional. Respecto al tipo de empleo, se observa nuevamente que más de 2/3 de los asalariados tienen un empleo ‘permanente’ y cerca de un 23% tiene un empleo ‘no permanente’ (temporada, ocasional o por plazo fijo). No obstante, en la población más vulnerable (I y II decil) el empleo ‘permanente’ no llega al 50% de los asalariados. Respecto a los instrumentos de protección sociolaboral, si bien la CASEN captura información sobre el seguro de cesantía y previsión social, sobre el primero es preciso recordar que la pregunta refiere solo a ‘afiliación’ y no si ‘cotiza’, distinción que solo es posible realizar para el sistema previsional de la persona. En este sentido, en el avance, implementación y cobertura del seguro, se observa como aumenta en todos los deciles de ingresos (situación obvia debido a que entra en vigencia el 1 octubre del 2002 para los nuevos asalariados privados). Sobre el sistema previsional, se observa repuntes importantes en los niveles de cotización de los personas mayores de 15 años: mientras en el año 1990 un 63,1% cotizaba, en el año 2006 aumenta a un 66,7%. Al revisar por grupos vulnerables, nuevamente los jóvenes, mujeres (menos del 63% cotiza) y personas con bajos ingreso, presentan menor tasa de cotización que el resto de la población. Por último, al analizar los niveles de capacitación de la población de 15 a 60 años, se observa una caída: en el año 2003 un 12,2% se ‘capacitó’ mientras en el año 2006 menos del 10% lo hizo. Si se divide a la población según su situación ocupacional, se observa que en el año 2000 solo el 15,2% de los ocupados había realizado algún curso de capacitación, en el año 2003 sube a un 20,7%, y cae posteriormente a una 16,8% de los ocupados en el año 2006.

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Por su lado, en los desocupados los niveles de capacitación son aun más bajos, lo que dificulta sus capacidades de inserción laboral: en el año 2000 solo un 5% había realizado algún curso de capacitación, en el año 2003 la cifra aumenta al 7,8% y en el año 2006 a un 6,1%. Finalmente, los niveles de capacitación son menores en las personas con menores recursos (solo un 3,4% de los ocupados del I decil se capacitó) y en los ocupados en pequeñas y medianas empresas. Ingresos del trabajo de ocupados y asalariados Gran parte de las desigualdades sociales se dan en el mercado de trabajo y la política social solo ha logrado paliar y frenar la brecha social de los sectores más vulnerables de la población. Respecto a los ingresos del hogar, al analizar el impacto distributivo del gasto en salud, educación y transferencias monetarias se observa como estos logran reducir las distancias entre la población (índice 10/10, 20/20, etc.). No obstante, previo a ellos se observa una fuerte desigualdad y concentración de ingresos en los ocupados, los asalariados y en los no asalariados. El índice GINI calculado en base a los ingresos del trabajo muestra situaciones disímiles: mientras en los ‘ocupados’ el valor fluctúa entre un 0,54 en 1990, con peak de 0,57 en el año 2000, cae posteriormente a un 0,52; por otro lado, en los ‘asalariados’ los valores son más bajos (0,46 en el año 2006); mientras que en los ‘no asalariados’, el GINI aumenta a 0,59. Respecto a la relación o índice 10/10 aplicado a los ingresos del trabajo de los ocupados y asalariados, se observa que: A nivel de los ocupados en 1990 esta relación llegaba a 14,7, mientras que para el

año 2000 y 2003 esta relación supera las 16 veces, pero en el año 2006 cae a 14 veces, mostrando una baja menor a un punto porcentual repacto a 1990.

A nivel de los asalariados, en 1990 era de 9,7 veces; en 2000 de 11,8 veces; 2003

de 10,8 veces y en el año 2006 de 10,2 veces (un aumento de 0,5 puntos porcentuales respecto a 1990).

A ello se le debe anexar que casi el 95% de los ingresos se ubica en la cola izquierda de la distribución de más bajos ingresos, lo que redunda en que la media de ingresos del trabajo llegue a los $355.845 (o 3,3 veces el ingreso mínimo legal líquido), con una mediana de $202.000 y moda de $121.200 (levemente superior al ingreso mínimo legal liquido de $108.000). Sin embargo, como señalan los datos, entre 1990 y el año 2006 los ingresos promedio de ocupados y asalariados han crecido en un 55,2% y 59,4% respectivamente. No obstante, este crecimiento ha estado caracterizado por una dinámica distinta según bienios: entre el año 1990 y 1992, los ingresos de los ocupados crecieron en un 13,2%, mientras que en el trienio 2000-2003 se observa una caída por sobre 1 puntos para luego crecer entre 2003-2006 a solo un 0,6% (en los asalariados aumenta en un 7,5%).

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Por otro lado, -solo referido a los ‘asalariados’-, se observa que caen las brechas de ingresos entre hombres y mujeres: en el año 1990 las mujeres ganaban el 72,3% de los ingresos masculinos,; en el año 2003 ganaban el 75,4%, en tanto en el año 2006 perciben el 76,1% de los ingresos masculinos. El aumento de los ingresos es mayor en las personas con 12 o más años de estudios o con educación superior incompleta y completa, pero también aumentan las brechas entre género: entre 1990 y 2006, los ingresos crecen en un 13,2% y 46,6% respectivamente, pero los ingresos de los hombres llega a 1,63 veces el de las mujeres (educación superior completa) y 1,39 veces en personas con educación básica incompleta. Al analizar los incrementos observados en el ingreso mínimo mensual líquido (IMML) entre 1990 y 2006 (aumenta cerca de un 99%), se observa como aquellas personas que ganan este nivel de ingresos se alejan de la línea de pobreza y a la vez, como se acercan al ingreso del trabajo promedio de los asalariados: a) en 1990 1 IMML era equivalente a 1,4 LP, en el año 2006 aumenta a 2,9 LP; b) mientras en 1990 el ingreso medio de los asalariados era 3,4 veces superior a 1 IMML, en el año 2006 cae a 2,7 veces. No obstante, ajustando los datos a los criterios de asignación oficial del salario mínimo (Dirección del Trabajo), es decir, al analizar a las personas de 18 y 65 años, asalariadas, con jornada completa y que obtengan ingresos de trabajo ≤ 1 IMML, se observa que entre el año 2003 y 2006 estos caen en un 3%: desde 340.180 a 330.127 personas. Finalmente, los más afectados son la población joven (con baja experiencia laboral), dedicada a actividades en el sector agrícola, comercio y servicios comunales, con bajo nivel de instrucción, principalmente trabajadores de micro y pequeñas empresas, y con relaciones contractuales precarias e inestables.

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Anexos

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Anexo 1 Ficha técnica Encuesta CASEN 2006

Universo y representatividad La encuesta es representativa de la población que habita en hogares particulares del país, a nivel nacional, regional, por zona (urbana y rural) y para 335 comunas del país. Sólo se excluyen en las regiones indicadas las siguientes comunas de difícil acceso:

Tabla 1

Región Comuna Valparaíso Juan Fernández Valparaíso Isla de Pascua Aysén Guaitecas Aysén O'Higgins Aysén Tortel Magallanes Laguna Blanca Magallanes Río Verde Magallanes Antártica Magallanes Timaukel Magallanes Torres del Paine

Marco Muestral La décima versión de la encuesta consideró un nuevo marco muestral basado en las secciones definidas por el Programa Integrado de Encuesta de Hogares (PIDEH) del INE. Por lo tanto, la información utilizada correspondió a las viviendas y población recogida en el Censo de Población y Viviendas del año 2002, incluyendo la actualización permanente de las secciones realizada por el INE. Diseño Muestral El diseño de muestreo utilizado es: Estratificado: La estratificación utilizada es de tipo geográfico. El país se dividió en 605 estratos, entendiéndose como tal a la conjunción de la división política y administrativa (comuna) y área geográfica (urbana o rural). Por conglomerados: Tanto en el área urbana como en el área rural los conglomerados están definidos por las secciones. Probabilístico: En cada conglomerado se seleccionan secciones con probabilidad proporcional a su tamaño, medido por el número de viviendas. Las viviendas a encuestar se seleccionan aleatoriamente dentro de cada sección. La implicancia de contar con un mayor número de estratos es que se logra obtener una mayor dispersión de la muestra, lo que conlleva una mejor precisión de los resultados. Tamaño de la muestra El año 2006 la muestra consideró 74.300 viviendas. Se encuestaron 73.720 hogares, 44.854 en la zona urbana y 28.866 en la zona rural, esto es 268.873 personas.

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Tabla 2 Muestra Lograda (Número de hogares)

Regiones Urbano Rural Total Tarapacá 1.020 1.213 2.233 Antofagasta 1.303 602 1.905 Atacama 1.228 623 1.851 Coquimbo 1.555 1.695 3.250 Valparaíso 6.073 1.598 7.671 Metropolitana 12.032 1.778 13.810 O' Higgins 3.566 3.384 6.950 Maule 2.743 3.729 6.472 Bío Bío 6.878 4.699 11.577 Araucanía 3.396 3.616 7.012 Los Lagos 3.782 4.966 8.748 Aisén 674 515 1.189 Magallanes 604 448 1.052 Total País 44.854 28.866 73.720

Errores de Muestreo Considerando la muestra efectiva antes mencionada, el porcentaje de error muestral absoluto a nivel de hogares, por área geográfica considerando máxima varianza es:

Tabla 3

Área geográfica Error Muestral Urbano 0,46 Rural 0,57 Total 0,36

Factor de Expansión De acuerdo con el diseño de la investigación, corresponde aplicar un factor de expansión a cada hogar y persona seleccionada, que depende del número de viviendas que tiene el conglomerado geográfico y del número de conglomerados que tiene el estrato. Los factores de expansión incluyen un ajuste de población a nivel de comuna y zona (urbana-rural) para aumentar la precisión de las estimaciones. Este factor se puede interpretar como la cantidad de personas en la población que representa una persona en la muestra. La estimación de un total dado para una variable se obtiene, primero, multiplicando el valor de la variable en cada persona por su factor de expansión, y luego sumando todas las personas de la muestra. Ajuste de ingresos El ajuste de ingresos es realizado por la División de Estadísticas de CEPAL con el objetivo de evaluar la omisión y la subdeclaración de los ingresos reportados por los encuestados. Para esto, CEPAL utiliza la información de Cuentas Nacionales proporcionada por el Banco Central de Chile. La metodología utilizada es la misma que en las versiones anteriores de la Encuesta, lo que asegura la comparabilidad de las estimaciones.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

119

Definición de zona urbana y rural Se define como zona urbana a las localidades con población mayor a 2.000 habitantes o entre 1.001 y 2.000 habitantes, donde al menos el 50% de la población económicamente activa se dedica a actividades secundarias o terciarias; y como zona rural a las localidades con población menor a 1.000 habitantes, o entre 1.001 y 2.000 habitantes donde menos del 50% de la población económicamente activa se dedica a actividades secundarias o terciarias. Fecha de levantamiento de la Encuesta Entre el 7 de noviembre y el 20 de diciembre del 2006.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

120

Anexo 2 Principales Características y cambios en el Módulo Empleo 2006

a.- Consideraciones para la comparación con otros instrumentos La Encuesta CASEN tiene un conjunto de preguntas relacionadas a la ‘situación ocupacional’ y caracterización de la ‘fuerza laboral’, sin embargo estas no constituyen una encuesta de empleo. A diferencia de otros instrumentos y/o encuestas de empleo nacionales (como la Encuesta Nacional de Empleo del INE, la Encuesta de Ocupación del Gran Santiago de la Universidad de Chile, entre otras), la Encuesta CASEN permite vincular las características ocupacionales –a lo largo del tiempo- con los niveles de pobreza de ‘personas’ y ‘hogares’, analizados según región, zona, género, tramos de edad, quintiles y/o deciles de ingreso autónomo del hogar, remuneraciones medias, brechas salariales, entre otros. Por lo tanto, se debe tener presente algunas diferencias metodológicas para poder realizar comparaciones entre los indicadores laborales de uno u otro instrumento, a saber: – Si bien los diversos instrumentos tienen un marco muestral maestro similar -actualizado

según proyecciones Censo 2002 (por ejem. la ENE y la CASEN)- las ‘poblaciones objetivos’ y ‘unidades de muestreo’ son diferentes (la encuesta de la Univ. de Chile es representativa del Gran Santiago, mientras la ENE y CASEN son a nivel nacional, regional y en algunos casos, comunal).

– También se observan diferencias en los períodos de levantamiento de la información: la

ENE se levanta en días hábiles en trimestre móviles; la CASEN durante el mes de noviembre y la encuesta de la Univ. de Chile los fines de semana previo cierre trimestre;

– La Encuesta CASEN es una encuesta de personas y hogares con multipropósito -diversos

módulos-; mientras que la ENE es una encuesta centrada en la fuerza de trabajo y detección de la tasa de desocupación.

– La definición de situación ocupacional (ocupado, desocupado, e inactivos) no se realiza bajo

las mismas preguntas. Razón por la cual, lo que importa comparar son las tendencias y no los valores puntuales del indicador. b.- Objetivos de las preguntas Módulo de Empleo Los objetivos de las preguntas referidas a trabajo e ingresos en la CASEN, son:

estudiar la evolución de la situación ocupacional según estratos socioeconómicos e identificar la estructura y cuantificar los ingresos provenientes del trabajo de la población ocupada; y

conocer la situación del empleo en las diferentes regiones del país y vincular las

características ocupacionales con los niveles de pobreza. Las preguntas de trabajo e ingresos de la Encuesta CASEN, se orientan bajo los siguientes objetivos específicos:

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

121

Tabla 1: Objetivos e indicadores

Objetivos Principales Indicadores Asociados

Caracterizar a la fuerza laboral.

- Tasa de actividad - Tasa de participación - Tasa de ocupación - Tasa de desocupación - Tasa de dependencia

Caracterizar a la población ocupada.

- Proporción de ocupados en categorías ocupacionales

- Proporción de ocupados según rama de actividad económica

- Proporción de ocupados cotizando en algún sistema previsional

- Proporción de ocupados por tamaño de empresa

Caracterizar a la población desocupada.

- Tasa de desocupación - Semanas búsqueda empleo - Trabajó anteriormente - Disponibilidad para trabajar - Perfil socioeconómico de los

desocupados

Caracterizar a la población inactiva.

- Razones de inactividad ampliada - Disponibilidad para trabajar - Salario de reserva - Perfil socioeconómico de los inactivos

Identificar el tipo de redes y estrategias utilizadas para la obtención del empleo. - Red de apoyo

Evaluar cobertura y distribución por nivel de ingreso de los mecanismos de seguridad y protección laboral.

- Cobertura y afiliación seguro de cesantía - Perfil de los afiliados al seguro de

cesantía - Cobertura y afiliación sistema previsional

Identificar la estructura y cuantificar los ingresos provenientes del trabajo de la población ocupada/asalariada.

- Proporción subsidios monetarios en el ingreso total

- Remuneraciones medias - Proporción del ingreso del trabajo con

respecto al ingreso total - Promedio del ingreso del trabajo

(mensual, por hora). - Remuneraciones por rama, categoría,

grupo, sexo, etc.

Analizar la precariedad y vulnerabilidad laboral

- Tipo de empleo y relación contractual - Índice de calidad/precariedad laboral - Informalidad del empleo - Estabilidad laboral, tipo contrato y

capacitación - Tipo y jornada de trabajo - Proporción de asalariados con contrato

de trabajo - Relación empleo asalariado / no

asalariado

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122

c.- Principales Cambios en el Módulo Empleo 2006 Se actualiza y armoniza el indicador de “Situación Ocupacional” (ocupados, desocupados e inactivos) según recomendaciones de instituciones públicas, OIT, INE, CEPAL y OCDE (*).

Tabla 2: Definición de Ocupados

CASEN 1990 – 2003 CASEN 2006 • Personas de 12 años y más que

durante la semana anterior a la encuesta trabajaron al menos 1 hora, con o sin remuneración -familiar no remunerado- (Código 1 en O1).

• Aquellas personas que estuvieron

ausentes temporalmente por licencia, enfermedad, huelga, vacaciones u otra razón (Código 1 en O2)

• Personas de 12 años o más, que durante la semana pasada haya realizado algún trabajo (actividad productiva con remuneración en dinero o especies), al menos 1 hora, excluyendo los quehaceres del hogar (Código 1 en O1).

• Aquellas personas que realizaron actividades

informales u ocasionales por un sueldo o salario, por su cuenta, en una empresa, en especies o metálico, como aprendiz (práctica) o que haya realizado una actividad para un familiar (Código 1 en O2).

• Los que estuvieron ausentes temporalmente

por licencia, enfermedad, huelga, vacaciones u otra razón (código 1 en O3)

(*) Los cambios implementados permiten detectar y discriminar de mejor forma la situación de ocupación de la población bajo las nuevas recomendaciones de organismos internacionales. Para efectos de comparabilidad las cifras de ‘desocupados’ no son estrictamente comparables debido al ajuste del período de búsqueda de ‘2 meses’ a ‘4 semanas’.

Tabla 3: Definición de Desocupados

CASEN 1990 – 2003 CASEN 2006 • Personas de 12 años y más que

durante la semana anterior a la encuesta NO trabajaron ni siquiera 1 hora (Código 2 en O1).

• NI estuvieron ausentes

temporalmente de trabajo alguno (Código 2 en O2).

• Pero SI han estado buscando trabajo

en los últimos DOS MESES (Código 1 en O3).

• Personas de 12 años y más que no trabajó la semana pasada (Código 2 en O1).

• Personas que NO realizaron actividades

informales u ocasionales (Código 2 en O2).

• NI estuvieron ausentes temporalmente de trabajo alguno (Código 2 en O3).

• Personas que han estado buscando trabajo en

las últimas CUATRO SEMANAS (*) (Código 1 en O4).

• Nuevos desocupados: Aquellas personas que

están ‘disponibles para trabajar’ (Código 1 en O5) y contestaron ‘consiguieron trabajo, pero empezarán en los próximos 30 días’; o las que ‘están esperando resultado de gestiones ya emprendidas’ (**) (Código 1 y 2 en O6).

(*) La búsqueda de empleo se entiende como una actividad concreta y acotada en el tiempo por ello se ajustó el período a ‘cuatro semanas’. (**) Para efectos de cuantificación y comparación con series anteriores no se considera a los ‘nuevos desocupados’ en el análisis.

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123

Tabla 4: Definición de Inactivos

CASEN 1990 – 2003 CASEN 2006 Nuevas Categorías de la variable Definición

Consiguió trabajo pero empezará en los próximos 30 días Está esperando resultado de gestiones ya emprendidas

Nuevos Desocupados

No tiene con quien dejar los niños No tiene con quien dejar a adultos mayores de la casa Un familiar se opone Quehaceres del hogar

Inactividad por razones de tipo doméstico y/o

familiar Busca cuando realmente lo necesita o cuando ha sido necesario No tiene dinero para cubrir los costos de buscar trabajo Piensa que nadie le dará trabajo No cuenta con la capacitación requerida para trabajar

Inactividad por razones de tipo

personal y/o capacidades

Las reglas y horarios de los trabajos no le gustan Ofrecen sueldos muy bajos Tiene trabajo esporádico Se aburrió de buscar

Inactividad por razones referida a características

del trabajo

• Personas de 12 años y más que durante la semana anterior a la encuesta NO trabajaron ni siquiera 1 hora (Código 2 en O1)

• NI estuvieron ausentes

temporalmente de trabajo alguno (Código 2 en O2)

• NO han estado

buscando trabajo en los últimos dos meses (Código 2 en O3).

• Personas de 12 años y más que NO han estado buscando trabajo en las últimas cuatro semanas (Código 2 en O4) (*).

• A la vez, se consideran

inactivos aquellas personas que responden Código 3 al 20 en O6 (**).

• Se reorganiza y agregan

nuevas categorías o razones de inactividad:

Enfermedad crónica o invalidez Estudiante Jubilado(a), montepiada o pensionada Rentista No tiene interés en trabajar Otra razón.

Inactividad por razones

tradicionales

(*) Este grupo se calcula como saldo, luego de determinar si las personas no son ocupadas o desocupadas y se estudia para ellos cual es el tipo de razones de inactividad. (**) Para efectos de comparación con las series anteriores, las personas con Códigos 1 y 2 en O6 son consideradas como inactivos.

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124

La nueva definición de la ‘situación ocupacional’ se ajusta a criterios internacionales (recomendaciones de la OIT y CEPAL), permitiendo identificar población económicamente activa que no era clasificada como tal con la definición tradicional.

Tabla 5: Cambios en la definición de situación ocupacional 2006

(número y porcentaje variación)

Diferencia

Tradicional (*) Nueva

Número Porcentaje Población Ocupada Hombre 4.045.755 4.045.755 0 0 Mujer 2.532.570 2.532.570 0 0 Total 6.578.325 6.578.325 0 0 Población Desocupada (**) Hombre 257.925 272.004 14.079 5,5 Mujer 261.432 273.783 12.351 4,7 Total 519.357 545.787 26.430 5,1 Población Inactiva Hombre 1.622.038 1.607.959 - 14.079 0,9 Mujer 3.666.137 3.653.786 - 12.351 0,3 Total 5.288.175 5.261.745 - 26.430 0,5 Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. (*) Definición comparable con versiones anteriores a pesar de haber realizado modificaciones en el formato de pregunta. (**)Los ‘nuevos desocupados’ corresponden a las personas de 15 años y más que están ‘corrientemente disponibles para trabajar’ (Código 1 en o5: ‘Sí ahora mismo’) y han respondido que ‘Consiguió trabajo pero empezará en los próximos 30 días’ o ‘Está esperando resultado de gestiones ya emprendidas’ (Códigos 1 y 2 en o6).

El cambio de definición de la situación ocupacional implica considerar 26.430 nuevos desocupados, lo que se expresa en un aumento de los niveles de tasa de desocupación para ambos sexos de 0,3 y 0,4 puntos porcentuales respectivamente.

Tabla 6: Cambios en la definición de situación ocupacional por Sexo 2006

(número y porcentaje)

Tradicional Nueva Indicador

Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total

FT 4.303.680 2.794.002 7.097.682 4.317.759 2.806.353 7.124.112

TP 72,6 43,2 57,3 72,9 43,4 57,5

TO 68,3 39,2 53,1 68,3 39,2 53,1

TD 6,0 9,4 7,3 6,3 9,8 7,7

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006. Donde: FT = Fuerza de Trabajo

TP = Tasa de Participación TO = Tasa de Ocupación TD = Tasa de Desocupación

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125

El cambio de definición de la situación ocupacional se expresa en un aumento promedio de la tasa de desocupación según pobreza e indigencia de 0,5 puntos porcentuales y de 0,3 puntos a nivel promedio en la tasa de participación.

Tabla 7: Cambios en la definición de situación ocupacional según Situación de Pobreza e Indigencia 2006

(número y porcentaje)

Tradicional Nueva Situación

FT TP TO TD FT TP TO TD

Indigente 135.388 42,6 25,5 40,1 137.127 43,2 25,5 40,8

Pobre No Indigente 496.904 45,2 36,2 19,9 499.593 45,5 36,2 20,4

Total Pobre 632.292 44,6 33,8 24,2 636.720 45,0 33,8 24,8

No Pobre 6.429.549 58,8 55,5 5,7 6.451.551 59,0 55,5 6,0 Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

d. Nuevas preguntas Se traspasan todas las preguntas referidas a Ingresos del Trabajo al Módulo Ingresos, con lo cual se logró un mayor orden en el flujo y secuencia de las preguntas en ambos módulos. Finalmente, se incorporan nuevas preguntas que permiten analizar y caracterizar de mejor forma: – A los ‘ocupados’: horas efectivamente trabajadas (O15); rama de ocupación secundaria

(O27); y categoría ocupacional de la ocupación secundaria (O28); – la ‘situación de inactividad’: disponibilidad para trabajar (O5); aceptar trabajo remunerado

(O9); y salario de reserva (O10); – Los ‘mecanismos de protección laboral’: razones por qué NO cotiza (O30); estrategia

financiamiento de la vejez (O31); y la finalidad de la capacitación laboral (O33). Listado de Nuevas Preguntas – O1 “Trabajó semana anterior; al menos una hora sin considerar quehaceres hogar” – O2 “Tipo de actividad realizada semana anterior (trabajos informales y/o ocasionales)” – O4 “Trabajó en las últimas cuatro semanas?” – O5 “Disponibilidad para trabajar” – O6 “Por qué no buscó trabajo: se amplían y reagrupan categoría y ‘nuevos desocupados’”. – O9 “Aceptaría trabajo remunerado” – O10 “Salario de incorporación a un trabajo o salario reserva” – O15 “Horas efectivamente trabajadas” – O27 “Rama de ocupación secundaria” – O28 “Categoría ocupacional de la ocupación secundaria” – O30 “Razones por qué NO cotiza” – O31 “Estrategia financiamiento de la vejez” – O33 “Finalidad de la capacitación laboral”

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Anexo 3 Listado de participantes e instituciones

Elaboración de la propuesta Módulo Empleo 2006 1. Gerhard Reinecke – Organización Internacional del Trabajo (OIT) 2. Juan Jacobo Velasco – Organización Internacional del Trabajo (OIT) 3. María Jesús Silva – Encargada Trabajo Infantil – Organización Internacional del Trabajo OIT 4. Alicia Díaz - Jefa Departamento de Estudios, Ministerio del Trabajo y Previsión Social

(MINTRAB) 5. Paulina Campos – Departamento de Estudios MINTRAB 6. Slaven Razmilic Burgos – Asesor Subsecretaría del Trabajo 7. Alexandra Rueda – Instituto Nacional de Estadísticas (INE) 8. Héctor Hernández – Dirección de Presupuesto (DIPRES) 9. Gonzalo Reyes – Jefe de la División de Estudios de la Superintendencia de AFP (SAFP) 10. Pamela Gana – Superintendencia de AFP SAFP 11. Felicitas Leyton S. – Jefe División Estudios e Investigación, Departamento de Planificación;

Instituto de Normalización Previsional (INP) 12. Vanessa Marmentini – Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) 13. Edwin Cárcamo – Asociación de Fondos de Cesantía (AFC Chile) 14. Soledad Rubiño – Programa Chile Califica 15. Alvaro Espinoza - Área de Estudios / SENCE 16. Paula Fuentes – Junta Nacional de Auxilio escolar y Becas (JUNAEB) 17. Sergio Ibáñez – Coordinador Unidad de Estudios y Evaluación Programa Chile Califica 18. Paula Poblete – Consejo Nacional de la Cultura y las Artes – V Región 19. Tal Pinto – Consejo Nacional de la Cultura y las Artes – V Región 20. Rodrigo Herrera – Subsecretaría de Previsión Social- SUSESO 21. Alina Oyarzún – Unidad CASEN, División Social - MIDEPLAN 22. Rodrigo Montero – Departamento Evaluación, División Social - MIDEPLAN 23. Roxana Muñoz – Asesora Gabinete Sra. Ministra MIDEPLAN 24. Paula Baeza - Departamento Evaluación, División Social - MIDEPLAN 25. Alvaro Krause – Jefe (S) Departamento Evaluación, División Social - MIDEPLAN 26. Teresa Maffei – Departamento Evaluación, División Social - MIDEPLAN Rodrigo Alarcón Departamento de Estudios, División Social - MIDEPLAN Coordinador Módulo Empleo

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Anexo 4 Tablas y gráficos complementarios

Gráfico 1: Tasa de sindicalización y cobertura negociación colectiva

1990 – 2006 (porcentajes)

Fuente: Dirección del Trabajo.

Gráfico 2: Evolución de la Fuerza de Trabajo según Tramos de Edad 2000 – 2003 – 2006 (miles de personas)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

0

200.000

400.000

600.000

800.000

1.000.000

1.200.000

1.400.000

1.600.000

1.800.000

2.000.000

2000 209.732 653.503 1.672.504 1.717.379 1.134.879 540.428 205.897

2003 215.959 777.164 1.729.688 1.793.524 1.280.777 632.513 208.983

2006 278.439 786.654 1.718.967 1.793.486 1.495.559 748.842 275.735

15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 34 años 35 a 44 años 45 a 54 años 55 a 64 años 65 y más

14,915,5

14,7 14,9

13,212,6

11,911,4

10,59,8

9,5 9,2

8,47,8

8,4 8,6

13,4

15,1 14,8

13,412,9

12,3 12,4

11,5 11,210,6 10,8 10,6 10,8

11,311,0 10,8 11,0

6,0

7,0

8,0

9,0

10,0

11,0

12,0

13,0

14,0

15,0

16,0

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Tasa de cobertura de la negociación colectiva Tasa de sindicalización

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

128

Tabla 1: Proporción de personas mayores de 15 años que trabajan o estudia según tramos de edad

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (porcentajes)

1990 Estudia Trabaja Estudia/trabaja Nada Total n 15 a 19 años 64,7 13,8 1,5 19,9 100,0 1.248.61220 a 24 años 14,2 47,7 1,9 36,2 100,0 1.269.84825 a 34 años 1,1 61,7 0,9 36,3 100,0 2.231.08335 a 44 años 0,1 64,7 0,2 35,0 100,0 1.568.49545 a 54 años 0,0 58,3 0,1 41,5 100,0 1.206.57955 a 64 años 0,0 41,2 0,0 58,7 100,0 884.10465 y más 0,0 13,6 0,0 86,4 100,0 863.856

Total 11,0 47,0 0,7 41,4 100,0 9.272.577 2000 Estudia Trabaja Estudia/trabaja Nada Total n 15 a 19 años 71,0 8,6 2,4 18,0 100,0 1.350.66920 a 24 años 24,9 39,4 4,7 30,9 100,0 1.188.19325 a 34 años 3,8 62,7 2,5 31,1 100,0 2.293.17235 a 44 años 0,3 67,1 0,9 31,7 100,0 2.328.27445 a 54 años 0,1 65,1 0,3 34,5 100,0 1.604.81055 a 64 años 0,0 47,8 0,1 52,1 100,0 1.042.61865 y más 0,0 16,8 0,0 83,2 100,0 1.168.393

Total 12,3 48,5 1,6 37,6 100,0 10.976.129 2003 Estudia Trabaja Estudia/trabaja Nada Total n 15 a 19 años 74,9 8,0 3,1 14,0 100,0 1.411.00320 a 24 años 26,2 40,1 6,4 27,4 100,0 1.348.72125 a 34 años 4,5 62,9 4,2 28,4 100,0 2.323.09335 a 44 años 0,6 68,6 1,5 29,3 100,0 2.375.83145 a 54 años 0,3 66,9 0,6 32,2 100,0 1.780.40455 a 64 años 0,1 50,3 0,3 49,4 100,0 1.158.89665 y más 0,0 16,2 0,0 83,8 100,0 1.236.128

Total 13,2 49,1 2,4 35,3 100,0 11.634.076 2006 Estudia Trabaja Estudia/trabaja Nada Total n 15 a 19 años 72,2 9,4 3,7 14,6 100,0 1.557.33720 a 24 años 25,9 41,5 8,0 24,6 100,0 1.334.17425 a 34 años 3,8 66,3 4,2 25,6 100,0 2.228.77035 a 44 años 0,2 71,5 1,0 27,4 100,0 2.334.51045 a 54 años 0,1 69,5 0,5 30,0 100,0 2.035.45655 a 64 años 0,0 54,4 0,1 45,4 100,0 1.317.20865 y más 0,0 17,9 0,0 82,1 100,0 1.489.817

Total 12,7 50,8 2,4 34,1 100,0 12.297.272Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

129

Esquema 1: Matriz programática de Empleabilidad Sistema Chile Solidario 2006 – 2007

Programa Breve descripción prestaciones que entrega

Cobertura Esperada 2006

Cobertura efectiva 2006

Programa Apoyo al Microemprendimiento, PAME-FOSIS (Ex Reinserción Laboral y Empleo)

Atiende a personas de familias Chile Solidario desocupadas y sin ingresos autónomos con el fin de generar iniciativas por cuenta propia o microemprendimientos. Pone a disposición de las familias, un conjunto de servicios y financiamiento orientados a la generación de autoempleo que se resumen en: a) Asistencia técnica y capacitación especializada según el tipo de desenlace que se impulse. b) Recursos de inversión para la implementación de Microemprendimientos (a través de la compra de insumos, maquinas, herramientas, etc.).

21.900 21.462

Programa Apoyo a la Empleabilidad Juvenil (nuevo 2007)

Dirigidos a jóvenes desocupados, entre 18 y 24 años, miembros de familias incorporadas al Sistema Chile Solidario, con el objeto de entregar servicios especializados, para generar un plan personalizado de inserción laboral, que contempla el acceso a la oferta programática pública destinada a crear condiciones que favorezcan la inclusión laboral de la población desocupada o subempleada, contribuyendo así el logro de condiciones mínimas de trabajo e ingresos propuestas en el Sistema.

s/e [Para el año 2007 es

de 1.200]

s/e [Para el año 2007

es de 1.207`]

Programa Apoyo al Empleo Sistema Chile Solidario. PROFOCAP - CONAF

Contratación de personas sin empleo de Chile Solidario, mediante módulos de formación y capacitación aplicada productiva, con posterior intermediación laboral para desenlace dependiente o conexión con oferta de emprendimientos para desenlace independiente. En sectores agroforestales o productivas de la localidad.

2.000 1.943

Programa Bonificación a la Contratación de Mano de Obra - SENCE

Bonificación mensual a empresas que contraten a personas de familias Chile Solidario. Con una duración de 1 a 4 meses. Con capacitación aplicada al trabajador por parte de la empresa contratante, que recibe una contribución de $50.000 por cada trabajador y por una sola vez para estas labores. Con 4.000 beneficiarios a nivel nacional.

4.000 3.282

Programa complementario Habilitación socio-laboral - SENCE

Programa complementario de habilitación sociolaboral para beneficiarios Chile Solidario, con diagnóstico mercado laboral local, levantamiento perfil laboral local, orientaciones y apresto

9.500 7.923

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

130

laboral requerido, y seguimiento y apoyo para inserción laboral. Apoyo a OMIL por colocación laboral de beneficiarios Chile Solidario (incentivo de $20.000 por cada trabajador contratado por la línea de bonificación) destinado a fortalecimiento de esta institucionalidad local y para sus instrumentos de selección, colocación y seguimiento de los beneficiarios.

Bonificación a la contratación de jóvenes en riesgo social (Medida Presidencial N° 20)

Tiene como objetivo facilitar la inserción laboral de los jóvenes desempleados que tengan entre 18 y 24 años. Mediante una bonificación para la empresa que contrate al beneficiario consistente en un 50% del IMM por 12 meses, más una contribución a la capacitación correspondiente a $60.000. pesos, por una sola vez. Para que las empresas puedan hacer uso de este beneficio, los contratos de trabajo deberán tener una duración mínima de 5 meses, el que podrá extenderse hasta 12 meses de contratación. Con todo, la bonificación será por un máximo de 12 meses. También contempla acciones diagnóstico y habilitación laboral de los jóvenes e intermediación para su colocación y seguimiento, realizado por las OMIL.

1.500 1.264 Habilitados - 169 Bonificados

Programa de Generación de Microemprendimientos Indígenas Urbanos, CONADI

Financiamiento de proyectos de microemprendimiento para personas indígenas urbanas, con asistencia técnica especializada de profesionales y técnicos CONADI y seguimiento de iniciativas productivas.

515 529

Programa de Desarrollo de Competencias Laborales de Mujeres Chile Solidario, PRODEMU

Formación sociolaboral y capacitación productiva de mujeres. Con articulación a oferta de empleo dependiente o independiente según el desenlace programado. 1.300 1.382

Fuente: Sistema Chile Solidario

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

131

Gráfico 3: Tasa de Participación por Región (*) 1990 a 2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Clasificación regional antigua.

Gráfico 4: Tasa de Ocupación por Sexo según Región

2006 (porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

Homb re 6 2,3 65 ,3 71, 1 72 ,7 65, 1 6 7,7 69 ,1 6 8, 0 61 ,1 65, 8 6 4,4 70, 2 7 4,6 73 ,1 70, 9

Muje r 4 4,2 33 ,5 41, 0 38 ,6 31, 8 3 7,8 34 ,4 3 5, 6 31 ,7 32, 5 3 2,3 38, 1 4 2,8 39 ,4 45, 0

Ambos sexos 5 2,7 49 ,1 55, 9 54 ,9 48, 1 5 2,0 51 ,4 5 1, 3 45 ,7 48, 7 4 7,8 53, 8 5 8,5 55 ,1 57, 2

Ar ica y Par inaco ta T arapac á An tof agast a A taca ma C oq uim bo Va lpar aísoLiber tad or Bernardo

O'Higg ins

Mau le Bío Bío La A ra ucan ía Los R íos Los La gos Ay sé n Mag allane s R.M .

40

45

50

55

60

65

1990 53,2 50,5 51,0 49,3 48,7 52,3 50,5 48,3 47,1 51,1 54,1 54,1 55,3

2000 59,0 51,2 56,0 51,7 54,1 54,2 53,5 49,9 51,2 54,3 61,3 57,3 60,1

2003 57,6 57,0 56,8 53,9 55,4 55,3 55,7 51,1 49,5 53,5 61,2 58,9 61,6

2006 55,7 59,5 58,7 51,7 56,7 54,8 55,1 50,7 52,6 55,2 60,2 57,9 61,5

Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo ValparaisoLibertador Bernardo Ohiggins

Maule Bio Bio Araucania Los Lagos Aysén Magallanes R.M.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

132

Gráfico 5: Tasa de Ocupación por Región (*) 1990 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Clasificación regional antigua.

40

45

50

55

60

1990 48,7 46,7 47,5 45,3 43,6 47,8 47,2 43,4 43,7 47,2 49,8 49,8 51,0

2000 52,3 45,3 49,7 45,9 47,7 49,9 49,1 43,8 45,3 48,1 58,1 54,2 54,2

2003 51,6 52,1 51,0 49,0 48,7 50,9 50,5 45,5 44,1 49,0 56,4 55,1 55,8

2006 50,5 55,9 54,9 48,1 52,0 51,4 51,3 45,7 48,7 51,9 58,5 55,1 57,2

Tarapacá Antofagasta Atacama Coquimbo ValparaisoLibertador Bernardo Ohiggins

Maule Bio Bio Araucania Los Lagos Aysén Magallanes R.M.

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133

Tabla 2: Ocupados según Rama de Actividad Económica 1992 – 2000 – 2003 – 2006

(número y porcentaje variación)

Variación Anual (1990 – 2006) (2000 – 2006) Rama 1992 2000 2003 2006

n (%) n (%) Hombres ANBE a/ 22.839 11.089 10.145 39.272 1.174 3,9 4.697 23,5 Bienes Agricultura 671.434 606.923 646.158 650.207 -1.516 -0,2 7.214 1,2 Minería 99.074 80.877 82.062 104.758 406 0,4 3.980 4,4 Industria 573.062 548.679 576.444 620.092 3.359 0,6 11.902 2,1 EGA b/ 33.818 43.440 27.199 30.309 -251 -0,8 -2.189 -5,8 Construcción 418.203 425.823 490.096 582.220 11.716 2,4 26.066 5,4 Servicios Comercio 508.236 560.501 628.575 636.809 9.184 1,6 12.718 2,2 Transporte 304.475 352.872 390.827 417.193 8.051 2,3 10.720 2,8 Serv. financieros 134.175 254.058 256.361 305.525 12.239 6,1 8.578 3,1 Serv. sociales 539.196 605.951 648.686 659.370 8.584 1,4 8.903 1,4

Total 3.304.512 3.490.213 3.756.553 4.045.755 52.946 1,5 92.590 2,5 Mujeres ANBE a/ 11.113 6.129 4.796 29.848 1.338 7,3 3.953 30,2 Bienes Agricultura 99.019 106.034 141.148 170.569 5.111 4,0 10.756 8,2 Minería 5.647 4.916 6.411 6.346 50 0,8 238 4,3 Industria 248.889 217.952 220.345 268.512 1.402 0,5 8.427 3,5 EGA b/ 3.601 4.600 7.015 4.538 67 1,7 -10 -0,2 Construcción 14.340 21.103 24.162 30.383 1.146 5,5 1.547 6,3 Servicios Comercio 373.505 483.339 563.804 655.792 20.163 4,1 28.742 5,2 Transporte 37.344 55.465 76.380 86.989 3.546 6,2 5.254 7,8 Serv. financieros 76.274 169.080 156.397 171.921 6.832 6,0 474 0,3 Serv. sociales 730.103 937.613 1.037.188 1.107.672 26.969 3,0 28.343 2,8

Total 1.599.835 2.006.231 2.237.646 2.532.570 66.624 3,3 87.723 4,0 Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ ANBE: Actividades No Bien Especificadas. b/ EGA: Electricidad, gas y agua. El análisis de la ocupación por rama se realizó sólo para el período 1992-2006, debido a la no comparabilidad con las cifras del año 1990.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

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Tabla 3: Distribución de los ocupados según Rama de Actividad Económica 1992 – 2000 – 2003 – 2006

(porcentaje)

1992 2000 2003 2006 Rama de Actividad

Hombre Mujer Ambos sexos Hombre Mujer Ambos

sexos Hombre Mujer Ambos sexos Hombre Mujer Ambos

sexos ANBE a/ 0,7 0,7 0,7 0,3 0,3 0,3 0,3 0,2 0,2 1,0 1,2 1,1

Bienes 54,3 23,3 44,2 48,8 17,7 37,5 48,4 17,8 37,1 49,1 19,0 37,5

Agricultura 20,3 6,2 15,7 17,4 5,3 13,0 17,2 6,3 13,1 16,1 6,7 12,5

Minería 3,0 0,4 2,1 2,3 0,2 1,6 2,2 0,3 1,5 2,6 0,3 1,7

Industria 17,3 15,6 16,8 15,7 10,9 13,9 15,3 9,8 13,3 15,3 10,6 13,5

EGA b/ 1,0 0,2 0,8 1,2 0,2 0,9 0,7 0,3 0,6 0,7 0,2 0,5

Construcción 12,7 0,9 8,8 12,2 1,1 8,1 13,0 1,1 8,6 14,4 1,2 9,3

Servicios 45,0 76,0 55,2 50,9 82,0 62,2 51,2 82,0 62,7 49,9 79,8 61,5

Comercio 15,4 23,3 18,0 16,1 24,1 19,0 16,7 25,2 19,9 15,7 25,9 19,6

Transporte 9,2 2,3 7,0 10,1 2,8 7,4 10,4 3,4 7,8 10,3 3,4 7,7

Servicios financieros 4,1 4,8 4,3 7,3 8,4 7,7 6,8 7,0 6,9 7,6 6,8 7,3

Servicios sociales 16,3 45,6 25,9 17,4 46,7 28,1 17,3 46,4 28,1 16,3 43,7 26,9 Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. a/ ANBE: Actividades No Bien Especificadas. b/ EGA: Electricidad, gas y agua. El análisis de la ocupación por rama se realizó sólo para el período 1992-2006, debido a la no comparabilidad con las cifras del año 1990.

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Tabla 4: Distribución de los ocupados (2 dígitos) según sexo 2006

(porcentajes)

Oficios (2 dígitos) Hombre Mujer Ambos sexos Hombre Mujer Ambos

sexos Orden

Miembros del poder ejecutivo y de los cuerpos legislativos y personal directivo de la administración pública 68,1 31,9 100,0 0,1 0,1 0,1 1 Directores de empresas 73,9 26,1 100,0 0,2 0,1 0,1 2 Fuerzas armadas 92,4 7,6 100,0 0,6 0,1 0,4 3 Oficios No Bien Especificados 62,7 37,3 100,0 0,5 0,5 0,5 4 Maestros e instructores de nivel medio 16,4 83,6 100,0 0,2 1,6 0,7 5 Mecánicos de precisión, artesanos, operarios de las artes graficas y afines 65,4 34,6 100,0 0,9 0,8 0,9 6 Profesionales de las ciencias biológicas, la medicina y la salud 52,8 47,2 100,0 0,9 1,2 1,0 7 Técnicos y profesionales de nivel medio de las ciencias biológicas, la medicina y la salud 27,4 72,6 100,0 0,4 1,9 1,0 8 Trabajadores agropecuarios y pesqueros de subsistencia 85,1 14,9 100,0 1,4 0,4 1,0 9 Operadores de instalaciones fijas y afines 94,5 5,5 100,0 2,0 0,2 1,3 10 Técnicos y profesionales de nivel medio de las ciencias físicas y químicas, la ingeniería y afines 80,3 19,7 100,0 1,8 0,7 1,4 11 Profesionales de las ciencias físicas, químicas y matemáticas y de la ingeniería 79,7 20,3 100,0 2,9 1,2 2,3 12 Operadores de maquinas y montadores 71,1 28,9 100,0 2,6 1,7 2,3 13 Otros profesionales científicos e intelectuales 54,2 45,8 100,0 2,1 2,8 2,4 14 Empleados en trato directo con el público 30,7 69,3 100,0 1,2 4,3 2,4 15 Profesionales de la enseñanza 32,6 67,4 100,0 1,6 5,1 2,9 16 Peones de la minería, la construcción, la industria manufacturera y el transporte 92,9 7,1 100,0 5,0 0,6 3,3 17 Otros oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios 49,1 50,9 100,0 3,1 5,1 3,9 18 Gerentes de empresa 59,1 40,9 100,0 4,0 4,5 4,2 19 Agricultores y trabajadores calificados de explotaciones agropecuarias, forestales y pesqueras con destino al mercado 85,8 14,2 100,0 6,1 1,6 4,4 20 Oficiales y operarios de la metalurgia, la construcción mecánica y afines 98,4 1,6 100,0 7,3 0,2 4,6 21 Otros técnicos y profesionales de nivel medio 52,8 47,2 100,0 4,0 5,7 4,7 22 Conductores de vehículos y operadores de equipos pesados móviles 97,2 2,8 100,0 9,5 0,4 6,0 23 Oficinistas 43,2 56,8 100,0 4,4 9,3 6,3 24 Peones agropecuarios, forestales, pesqueros y afines 74,6 25,4 100,0 7,7 4,2 6,3 25 Oficiales y operarios de las industrias extractivas y de la construcción 98,8 1,2 100,0 10,8 0,2 6,7 26 Trabajadores de los servicios personales y de los servicios de protección y seguridad 32,0 68,0 100,0 3,5 12,0 6,8 27 Modelos, vendedores y demostradores 45,3 54,7 100,0 6,3 12,2 8,6 28 Trabajadores no calificados de ventas y servicios 39,7 60,3 100,0 8,7 21,2 13,5 29

Total 61,5 38,5 100,0 100,0 100,0 100,0 N° ocupados 4.045.755 2.532.570 6.578.325

Fuente: MIDEPLAN, Serie CASEN 2006.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

136

Esquema 2: Definición Formalidad e Informalidad Modelo OIT - INE

Empleadores (Tamaño empresa >=5 personas) = Empleo Formal

Empleados y obreros públicos y privados (Tamaño empresa >=5 personas) = Empleo Formal

Cuenta Propia (profesionales y técnicos) = Empleo Formal

FFAA y de Orden = Empleo Formal

Empleadores (Tamaño empresa <5 personas) = Empleo Formal

Empleados y obreros públicos y privados (Tamaño empresa <5personas) = Empleo Informal

Cuenta propia (menos prof. y técnicos) = Empleo Informal

Familiar no remunerado = Empleo Informal

Servicio Doméstico = Empleo Informal

Empleo agrícola (Rama: agricultura, caza y pesca) = Empleo Agrícola Combinación variables: Categoría Ocupacional Tamaño Empresa Oficios Rama

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

137

Tabla 5: Trabajadores Asalariados y No Asalariados según sexo 1990 a 2006

(número y porcentaje)

año categoría Hombre % Mujer % Ambos sexos %

1990 No asalariado 876.627 29,4 328.856 22,9 1.205.483 27,3 Asalariado 2.109.856 70,6 1.104.132 77,1 3.213.988 72,7 Total 2.986.483 100,0 1.432.988 100,0 4.419.471 100,0

1992 No asalariado 934.582 28,3 361.178 22,6 1.295.760 26,4 Asalariado 2.368.753 71,7 1.238.426 77,4 3.607.179 73,6 Total 3.303.335 100,0 1.599.604 100,0 4.902.939 100,0

1994 No asalariado 936.370 27,6 388.600 22,8 1.324.970 26,0 Asalariado 2.462.187 72,4 1.314.551 77,2 3.776.738 74,0 Total 3.398.557 100,0 1.703.151 100,0 5.101.708 100,0

1996 No asalariado 952.048 27,0 396.610 21,8 1.348.658 25,2 Asalariado 2.569.502 73,0 1.425.289 78,2 3.994.791 74,8 Total 3.521.550 100,0 1.821.899 100,0 5.343.449 100,0

1998 No asalariado 948.379 27,4 415.295 21,6 1.363.674 25,4 Asalariado 2.506.864 72,6 1.507.606 78,4 4.014.470 74,6 Total 3.455.243 100,0 1.922.901 100,0 5.378.144 100,0

2000 No asalariado 950.697 27,2 439.950 21,9 1.390.647 25,3 Asalariado 2.539.516 72,8 1.566.281 78,1 4.105.797 74,7 Total 3.490.213 100,0 2.006.231 100,0 5.496.444 100,0

2003 No asalariado 1.024.605 27,3 504.361 22,5 1.528.966 25,5 Asalariado 2.732.063 72,7 1.733.602 77,5 4.465.665 74,5 Total 3.756.668 100,0 2.237.963 100,0 5.994.631 100,0

2006 No asalariado 1.015.085 25,1 585.406 23,1 1.600.491 24,3 Asalariado 3.030.670 74,9 1.947.164 76,9 4.977.834 75,7 Total 4.045.755 100,0 2.532.570 100,0 6.578.325 100,0

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes.

Tabla 6: Evolución de los Índices 10/10, 20/20, 10/40 y del Coeficiente de GINI calculados a partir del ingreso autónomo

1990 a 2006

Año Índices 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003 2006

Índice 10/10 30,1 27,9 29,9 32,2 34,5 32,8 34,6 31,3 Índice 20/20 14,0 13,2 14,0 14,8 15,6 14,4 14,5 13,1 Índice 10/40 3,5 3,3 3,5 3,5 3,5 3,5 3,4 3,0 Coeficiente de Gini (*) 0,57 0,56 0,57 0,57 0,58 0,58 0,57 0,54

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Calculado a partir de personas.

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

138

Gráfico 6: Variación neta del empleo e ingresos por rama de actividad 2006 – 2000

(porcentaje y cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. La variación de ingresos se hace en base a pesos de noviembre del 2006.

Gráfico 7: Variación neta del empleo e ingresos por rama de actividad 2003 – 2000

(porcentaje y cantidad en miles de empleos)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. La variación de ingresos se hace en base a pesos de noviembre del 2006.

-50

0

50

100

150

200

250

300

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

25

2006 - 2000 -13,2 25,3 107,8 95,8 51,9 54,3 223,5 122 165,7 248,8

Variación ingresos -7,5 -1,2 -0,2 19,5 1,8 -7,3 11,6 -11,7 19,6 6,5

EGA Minería Agricultura Transportes ANBEServicios

f inancierosServicios sociales

Industria Construcción Comerc io

-40

-20

0

20

40

60

80

100

120

140

160

-20

-10

0

10

20

30

40

50

2003 - 2000 -13,8 2,7 74,3 58,9 -2,3 -10,4 142,3 30,2 67,3 148,5

Variación ingresos 4,3 -2,6 -10,3 8,7 39,8 0,4 5,1 -6,3 24,9 13,1

EGA Minería Agricultura Transportes ANBEServicios

f inancierosServicios sociales

Industria Construcción Comerc io

Evolución del Empleo en Chile: Principales Resultados de la Serie Encuesta CASEN 2000 – 2006

139

Gráfico 8: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Ocupados por Años de Estudios (*)

1990 – 2000 – 2003 – 2006 (pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Cada año de estudio corresponde a un curso de educación básica, media o superior. De tal forma, O años de estudio, corresponde a personas ‘sin estudios formales’; 4 años de estudio, corresponde a 4to Básico; 8 años de estudios, corresponde a 8vo Básico; 12 años de estudio, corresponde a 4to Medio; y 18 o más años de estudio, corresponden a Educación Superior.

Gráfico 9: Ingreso del trabajo promedio mensual de los Asalariados

por Años de Estudios 2000 – 2003 – 2006

(pesos de Noviembre de 2006)

Fuente: MIDEPLAN, Series CASEN correspondientes. (*) Cada año de estudio corresponde a un curso de educación básica, media o superior. De tal forma, O años de estudio, corresponde a personas ‘sin estudios formales’; 4 años de estudio, corresponde a 4to Básico; 8 años de estudios, corresponde a 8vo Básico; 12 años de estudio, corresponde a 4to Medio; y 18 o más años de estudio, corresponden a Educación Superior.

0

100.000

200.000

300.000

400.000

500.000

600.000

700.000

800.000

900.000

1.000.000

1.100.000

1.200.000

1.300.000

1.400.000

1990 133.025 132.262 157.102 131.405 148.824 157.077 146.517 137.690 145.541 152.251 164.787 187.635 239.446 225.705 298.826 339.392 379.320 530.811 875.151

2000 135.625 144.271 154.095 153.062 165.347 164.454 190.537 177.418 184.093 198.974 200.622 220.286 278.008 320.647 390.561 511.279 634.460 1.014.677

1.364.943

2003 144.210 141.568 160.646 164.323 173.033 165.815 188.259 173.490 192.056 198.403 219.337 222.347 277.670 307.739 393.348 470.273 603.532 948.575 1.254.949

2006 156.189 188.236 192.499 180.160 207.751 206.933 215.472 198.559 219.023 230.451 256.669 251.958 283.044 331.050 390.363 456.500 606.402 897.968 1.231.3

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 1718 y más

0

200.000

400.000

600.000

800.000

1.000.000

1.200.000

1.400.000

1990 97.563 123.434 121.577 170.930 686.226

2000 123.984 130.778 149.129 221.247 1.191.176

2003 119.097 132.312 153.454 208.974 957.689

2006 139.894 161.217 175.948 234.720 1.004.053

0 4 8 12 18 y más

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