etnoregionalismo (pérez nievas y bonet, 2006)

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Identidades regionales y reivindicación de autogobierno. El etnorregionalismo en el voto a partidos nacionalistas de Bélgica, España y Reino Unido * Santiago Pérez Nievas y Eduard Bonet En este trabajo se exploran los efectos de distintos tipos de factores individuales sobre el voto a ocho partidos o coaliciones nacionalistas periféricas en Bélgica, España, y el Reino Unido. En con- creto, en el artículo se comprueba en qué medida dos variables asociadas a la categoría etnorregio- nalista, la intensidad de las identidades regionales y las reivindicaciones de autogobierno regional, constituyen o no los principales factores de movilización electoral de los ocho partidos nacionalis- tas. En el artículo se comprueban también la validez de otras explicaciones tomadas de la literatura sobre nacionalismo y que en este trabajo se consideran como variables de control: los factores de estratificación social, la religión, la ideología y el voto de protesta. Los resultados empíricos para los ocho partidos se contrastan en dos niveles de competencia electoral: el nivel regional y el nivel nacional/estatal. A la luz de los resultados se lleva a cabo una valoración del término etnorregiona- lista para caracterizar a los ocho partidos estudiados y se exploran las causas que pueden estar detrás de un tipo de movilización u otra. Palabras clave: partidos nacionalistas, voto, etnorregionalismo, identidad regional, identidad nacio- nal, autogobierno, elecciones multinivel. Revista Española de Ciencia Política. Núm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161 * Agradecemos a la Comunidad de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) la financiación que, en el marco del Proyecto de Investigación sobre Democracia y Participación política en sistemas multi- nivel (9/SHD/001), ha hecho posible esta investigación. Asimismo, nos gustaría agradecer los comentarios de dos evaluadores anónimos que, sin duda, han enriquecido este artículo.

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Etnoregionalismo (Pérez Nievas y Bonet, 2006)

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  • Identidades regionales y reivindicacinde autogobierno. El etnorregionalismoen el voto a partidos nacionalistas de Blgica, Espaa y Reino Unido *Santiago Prez Nievasy Eduard Bonet

    En este trabajo se exploran los efectos de distintos tipos de factores individuales sobre el voto aocho partidos o coaliciones nacionalistas perifricas en Blgica, Espaa, y el Reino Unido. En con-creto, en el artculo se comprueba en qu medida dos variables asociadas a la categora etnorregio-nalista, la intensidad de las identidades regionales y las reivindicaciones de autogobierno regional,constituyen o no los principales factores de movilizacin electoral de los ocho partidos nacionalis-tas. En el artculo se comprueban tambin la validez de otras explicaciones tomadas de la literaturasobre nacionalismo y que en este trabajo se consideran como variables de control: los factores deestratificacin social, la religin, la ideologa y el voto de protesta. Los resultados empricos para losocho partidos se contrastan en dos niveles de competencia electoral: el nivel regional y el nivelnacional/estatal. A la luz de los resultados se lleva a cabo una valoracin del trmino etnorregiona-lista para caracterizar a los ocho partidos estudiados y se exploran las causas que pueden estar detrsde un tipo de movilizacin u otra.

    Palabras clave: partidos nacionalistas, voto, etnorregionalismo, identidad regional, identidad nacio-nal, autogobierno, elecciones multinivel.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    * Agradecemos a la Comunidad de Madrid y la Universidad Autnoma de Madrid (UAM) la financiacinque, en el marco del Proyecto de Investigacin sobre Democracia y Participacin poltica en sistemas multi-nivel (9/SHD/001), ha hecho posible esta investigacin. Asimismo, nos gustara agradecer los comentarios dedos evaluadores annimos que, sin duda, han enriquecido este artculo.

  • 1. INTRODUCCIN

    Qu hace que algunos ciudadanos voten a partidos nacionalistas y otros no? Cul

    es el perfil de los votantes que votan a partidos nacionalistas? Qu aspectos de ese

    perfil son ms importantes a la hora de votar a alguno de estos partidos? En este artcu-

    lo partiremos de estas cuestiones genricas y, centrndonos en las caractersticas indivi-

    duales de los ciudadanos, presentaremos un marco terico-analtico que nos permitir

    formular hiptesis explicativas genricas del voto nacionalista vlidas para ocho forma-

    ciones nacionalistas que operan en tres Estados y seis regiones diferentes: la coalicin

    Convrgencia i Uni (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en Catalua;

    la coalicin entre el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna (PNV/EA) en el

    Pas Vasco; el Bloque Nacionalista Galego (BNG) en Galicia; el Scottish Nacional

    Party (SNP) en Escocia; el Plaid Cymru en Gales; y por ltimo, el Volksunie y el

    Vlaams Blok en Flandes 1. Son las reivindicaciones de autogobierno regional y/o la

    identidad regional/nacional los factores ms determinantes en el voto a partidos nacio-

    nalistas? o por el contrario son ms relevantes los factores socioeconmicos como la

    clase social? Qu papel juega la ideologa en la determinacin del voto nacionalista?

    Es el voto nacionalista la expresin de un voto protesta contra la poltica institucional

    tal y como ha interpretado una parte de la literatura? Tienen estos factores una impor-

    tancia similar en el voto a distintos partidos nacionalistas? o, por el contrario, vara la

    importancia de estos factores dependiendo del partido nacionalista de que se trate? Por

    ltimo es el peso de los factores individuales el mismo o vara dependiendo de la

    arena electoral, estatal o regional, en la que compiten? Estos son los interrogantes a los

    que intentaremos responder en este artculo, y aunque el nivel de detalle con el que nos

    aproximaremos a cada caso sea reducido, como contrapartida las respuestas a los inte-

    rrogantes planteados nos permitirn establecer diferencias y similitudes entre los distin-

    tos partidos.

    Las ocho formaciones polticas que se examinan en este trabajo se autodefinen

    como partidos nacionalistas, pero todas ellas pueden catalogarse tambin con la etique-

    ta etnorregionalista, frecuentemente empleada en los ltimos aos para describir a este

    tipo de partidos (Hooghe, 1992; De Winter y Trsan, 1998). El empleo de esta etique-

    ta presupone el cumplimiento de dos requisitos: (1) una presencia territorial delimitada

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    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    1. La nica de las formaciones que analizamos en este trabajo cuya clasificacin como partido nacionalistapodra ser ms controvertida es el Vlaams Blok. A menudo aparece catalogada como un partido de extremaderecha. Sin embargo, el Vlaams Blok naci en 1978 como una escisin de un sector radicalizado del Volk-sunie que se opona a la participacin de este ltimo en el gobierno belga. La defensa de lo que se definecomo inters flamenco y la reivindicacin de la independencia de Flandes constituyen los motivos princi-pales de la produccin ideolgica y programtica del VB, hecho que justifica que tambin lo consideremoscomo un partido nacionalista, con independencia de que el voto a este partido se fundamente tambin en otrosmotivos (vase a este respecto De Winter, Gmez-Reino y Buelens, 2006).

  • a un mbito subestatal para el cual se reivindica algn tipo de autogobierno; (2) y laapelacin a una identidad (ms o menos) exclusiva de grupo (Trsan, 1998: 5). Dichode otro modo, el uso de la etiqueta etnorregionalista subraya la apelacin de este tipode partidos a dos bases de movilizacin poltica que aparecen interrelacionadas peroson, al mismo tiempo, distintas: el territorio y la identidad de grupo (Urwin, 1982:427; vase tambin Linz, 1985). Pese a que bajo la denominacin etnorregionalista tie-nen cabida algunos partidos que no se autodefinen como nacionalistas, todos los queanalizamos aqu s lo hacen. Por ello, en el resto del artculo seguiremos empleando eladjetivo nacionalista cuando queramos referirnos a los ocho partidos.

    Una de las principales aportaciones que queremos hacer en este trabajo es sometera contrastacin emprica la validez de la categora etnorregionalista en su aplicacin alos ocho partidos nacionalistas europeos que son objeto de estudio. Puesto que en lacaracterizacin de un partido como etnorregionalista est implcita una asuncin sobrela relevancia de los distintos factores de movilizacin del voto, nuestra principal hip-tesis es que la identidad de grupo, y la reivindicacin de autogobierno asociada a unterritorio, son los principales factores de movilizacin electoral de estos partidos, fren-te a otros factores individuales que en nuestro diseo de investigacin consideraremoscomo variables de control: el estatus ocupacional y el nivel educativo, la confesin reli-giosa, la ideologa, y el voto de protesta.

    El artculo tiene la siguiente estructura. En la segunda seccin examinamos la vali-dez terica tanto de nuestras variables explicativas principales como de las variables decontrol. La tercera seccin aborda la incidencia de los distintos factores individuales endos niveles electorales distintos: el estatal y el regional. En la seccin cuarta se exami-nan los resultados empricos a la luz de las hiptesis extradas en las dos secciones pre-vias. Finalmente, la ltima seccin recapitula los resultados empricos obtenidos yexplora una clasificacin de partidos atendiendo a cul es su factor de movilizacinprincipal.

    2. LOS FACTORES EXPLICATIVOS DEL VOTO A PARTIDOS NACIONALISTAS

    El propsito de esta seccin es el de explicar la relevancia terica, tanto de nuestrashiptesis principales como de las hiptesis de control, para la explicacin del voto a losocho partidos nacionalistas que examinamos en este trabajo. En esta seccin, examina-remos tambin la operacionalizacin de todos los factores individuales incluidos en estetrabajo. Es habitual que las investigaciones sobre el voto a partidos nacionalistas inclu-yan tambin alguna medicin sobre el efecto del conocimiento de las lenguas regiona-les autctonas (cuando sta existe), o el origen de los votantes sobre el voto nacionalis-ta (vase a este respecto Acha y Prez-Nievas, 1998; Prez-Nievas y Fraile, 2000;

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    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • Montero y Font, 1989, 1991; Pallars y Font, 1994; Llera, 1994; Van Atta 2006, entre

    otros). Sin embargo, en la medida en la que estas dos variables estn estrechamente

    relacionadas con la identidad estatal/regional de los ciudadanos, simplificaremos nues-

    tros modelos explicativos del voto a partidos nacionalistas asumiendo que el efecto de

    la competencia lingstica y el origen estn mediatizados por dicha identidad. Justifica-

    mos empricamente esta decisin en el siguiente epgrafe.

    2.1. La movilizacin tnica o identitaria, la lengua y el origen

    Horrowitz (1985: 291) define como tnicos a los partidos que reciben su apoyo de

    un grupo tnico y sirven a los intereses de ese grupo. Los vnculos tnicos se pueden

    concebir bajo la teora de la identidad social (Tajfel, 1984), considerando que las iden-

    tidades grupales son construidas socialmente (Mead, 1982). De acuerdo con la teora de

    la identidad social, un individuo puede darse cuenta de que l o ella comparten senti-

    mientos, creencias e intereses con otros miembros de un grupo slo si compara su

    grupo con otros grupos diferentes. Cuando compara su grupo con otros, el individuo

    tiende a sentirse relativamente ms cercano y a tener una actitud ms positiva hacia lo

    que considera parte de ese grupo, que hacia lo que percibe como ajeno a l. De este

    modo, los individuos cuya identidad nacional o conciencia de grupo como miembros de

    una regin especfica (que se manifiesta en un sentimiento de pertenencia regional) es

    muy alta, tendern a votar por partidos nacionalistas, ya que los perciben como parte de

    su grupo y por ello, como los mejores representantes de sus intereses. Dicho de otro

    modo: cuanto mayor sea el grado de identificacin con el grupo regional (catalanes,

    escoceses, flamencos, etc.) y menor la identificacin con el grupo asociado al

    Estado/nacin (espaoles, britnicos o belgas), mayor ser la probabilidad de que un

    individuo vote por un partido nacionalista. Y viceversa. Para todos los partidos analiza-

    dos, hemos empleado la autoidentificacin de los encuestados en una escala con cinco

    valores que abarca desde la identificacin exclusiva con el grupo regional (slo cataln,

    gallego, gals, etc.) al extremo opuesto de identificacin exclusiva con la identidad aso-

    ciada al Estado (slo espaol, britnico o belga) con tres valores intermedios que impli-

    can distintas combinaciones de identidades duales (vase el apndice metodolgico a

    este respecto). Por razones que abordaremos seguidamente hay que subrayar que todos

    los partidos nacionalistas que analizamos en este trabajo operan en sociedades plurales

    en trminos identitarios. En ninguna de las regiones en las que operan los partidos que

    son objeto de nuestro anlisis, la identidad exclusiva del grupo minoritario abarca al

    conjunto ni siquiera a la mitad de los ciudadanos de la regin. Esta apreciacin es

    importante por las implicaciones de la movilizacin identitaria respecto a las implica-

    ciones de la movilizacin territorial y que abordaremos ms adelante.

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    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • La movilizacin identitaria presupone la formacin y la politizacin previa de iden-tidades antes de que stas puedan expresarse en apoyos electorales a un partido nacio-nalista. El cmo y el porqu se politizan las identidades est en el corazn mismo delas preguntas que han abordado las teoras sobre el nacionalismo. El primordialismo(Smith, 1979, 1986 o Horowitz, 1985 entre otros) y el modernismo (Gellner, 1983;Hobsbawm, 1990; Brass, 1991 entre otros) son las dos grandes aproximaciones tericassobre el nacionalismo que han dominado la literatura durante la segunda mitad del si-glo XX. Ambas tratan de hallar las condiciones (necesarias y/o suficientes) que favore-cen y permiten la conformacin y la politizacin de identidades sociales. En general,los primordialistas otorgan ms importancia a los prerrequisitos culturales (tales comola lengua y la religin) mientras que los modernistas creen que los procesos de moder-nizacin son ms relevantes, bien en su vertiente socioeconmica, bien en su vertientepoltica 2.

    En una aplicacin prctica del enfoque primordialista, Conversi (1997) ha argumen-tado sobre la necesidad que los nacionalismos perifricos tienen de encontrar un corevalue o valor principal que refuerce los vnculos tnicos o identitarios de la poblacinregional frente a los de la poblacin del conjunto del Estado. De su comparacin entreel nacionalismo vasco y el nacionalismo cataln, Conversi conclua que en las regionesen las que la lengua regional tiene una prevalencia mayoritaria y/o su conocimiento esfcilmente accesible debido a una distancia lingstica menor con la lengua estatal onacional entonces es ms probable que la lengua se convierta en el valor principaldel nacionalismo poltico y por tanto en un elemento reforzador de la identidad, comoen el caso de Catalua. Por el contrario, si la lengua tiene un uso minoritario y portanto, un mayor potencial divisivo entre la poblacin regional y es de difcil aprendi-zaje debido a una mayor distancia lingstica con la lengua estatal/nacional, entonces esprobable que el nacionalismo poltico escoja otro valor principal y la lengua juegue unpapel ms secundario como factor de reforzamiento identitario, como en el caso delPas Vasco (Conversi, 1997: 162-182).

    La movilizacin lingstica regional tiene una aplicacin limitada en nuestros casosde estudio porque no est presente en todas las regiones en las que operan los partidosque analizamos. En Escocia, el galico (en su vertiente escocesa) es una lengua em-pleada por un porcentaje muy reducido de la poblacin regional. Esto explica que ape-

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    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    2. La vertiente poltica de los enfoques de modernizacin hacen especial hincapi en los procesos de State-building y han encontrado un influyente marco de referencia en las investigaciones de Charles Tilly (1990).La vertiente socioeconmica del enfoque de modernizacin es mucho ms variada y recurre a distintos facto-res explicativos como la extensin de la Revolucin Industrial (Gellner, 1983); las oportunidades de movili-dad social ascendente y, de modo general, las bases sociales de la movilizacin nacionalista (Hroch, 1985); olas contradicciones inherentes al desarrollo capitalista (Hechter, 1975); entre otras razones, todas ellas vincu-ladas a una comn asociacin a procesos de modernizacin socioeconmica. Volveremos ms adelante sobreestas ltimas vertientes del enfoque de modernizacin al examinar las relaciones entre los factores socioeco-nmicos y el voto a partidos nacionalistas.

  • nas haya tenido incidencia en la articulacin y movilizacin poltica del nacionalismo

    escocs y por extensin del SNP 3. En el extremo opuesto se sitan la regin de Flan-

    des y los partidos nacionalistas flamencos. A diferencia del caso escocs, el flamenco

    es la lengua empleada por casi la totalidad de la poblacin flamenca. Adems, la cues-

    tin lingstica jug un papel crucial en el surgimiento del nacionalismo flamenco

    hasta tal punto que en nuestros das sus reivindicaciones han conducido a un conside-

    rable desmantelamiento del carcter francfono del Estado belga (De Winter, 1998,

    2006). Esto otorga una particularidad a la movilizacin lingstica de los partidos fla-

    mencos respecto a la de los partidos nacionalistas perifricos espaoles y el Plaid

    Cymru, donde la movilizacin lingstica tiene lugar frente al carcter claramente

    mayoritario del castellano y el ingls en sus respectivos Estados. Puesto que a diferen-

    cia de Catalua, Pas Vasco, Galicia y Gales (todas ellas regiones bilinges en distin-

    tos grados) la regin de Flandes es una regin prcticamente monolinge, no podemos

    realizar el mismo anlisis del efecto del uso individual de la lengua regional sobre la

    identidad regional/estatal. Hechas las excepciones de Escocia y Flandes, en las otras

    cuatro regiones que analizamos, esperamos que el uso de la lengua minoritaria man-

    tenga una relacin fuerte y positiva con la identidad nacional minoritaria. Por otra

    parte, siguiendo las hiptesis de Conversi, esperamos tambin que dicha relacin sea

    ms importante en Catalua y Galicia, debido a la mayor difusin de sus respectivas

    lenguas minoritarias y a su mayor cercana a la lengua mayoritaria, que en el Pas

    Vasco y Gales, por las razones contrarias 4. Las tablas 1 y 2 muestran que para Cata-

    lua y Galicia, Pas Vasco y Gales, respectivamente, la relacin entre el uso de la len-

    gua autctona con la identidad estatal/regional es positiva y fuerte, aunque dicha rela-

    cin no parece significativamente ms fuerte en las regiones en las que la lengua

    autctona es mayoritaria que en las que no lo es 5. De cualquier modo, los datos de las

    tablas corroboran la asuncin que hicimos al inicio de este epgrafe por la que, en los

    anlisis que realizaremos ms adelante, consideraremos la lengua como un componen-

    te de la movilizacin identitaria.

    128 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    3. El censo de 1991 slo recoga 66.320 hablantes de galico en una poblacin total de 5,2 millones de esco-ceses. Esto contribuye a explicar el escaso peso de las reivindicaciones lingsticas en el nacionalismo esco-cs (Lynch, 2006).

    4. Los datos de las encuestas con las que trabajamos nos permiten diferenciar estos dos grupos de regionessegn el conocimiento de la lengua minoritaria respectiva entre la poblacin. El porcentaje de ciudadanos queno hablan fluidamente o no entienden la lengua minoritaria es del 69,5% en Gales, 56% en el Pas Vasco,23% en Catalua y 14,5% en Galicia (vase apndice metodolgico).

    5. De hecho, slo en Galicia, una de la regiones en las que la lengua autctona es mayoritaria, la relacinentre conocimiento de la lengua e identidad parece ms dbil que en las otras tres regiones, en las que dicharelacin es singularmente fuerte.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 129

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    TABLA 1. IDENTIDAD ESTATAL/REGIONAL Y GRADO DE CONOCIMIENTO DE LA LENGUAMINORITARIA * EN CATALUA Y GALICIA (PORCENTAJES POR FILAS)

    Catalua GaliciaIdentidad

    Nulo o bajo Medio Alto Nulo o bajo Medio Alto

    Slo estatal .......................... 51 18 31 34 40 26

    Ms estatal que regional .... 49 24 27 32 41 27

    Tan regional como estatal . 25 27 48 11 36 53

    Ms regional que estatal ... 4 15 81 10 28 62

    Slo regional ...................... 3 11 86 6 12 81

    * Vase el apndice metodolgico para la operacionalizacin de esta variable.Nota: Los signos positivos (o negativos) de las celdas indican que el porcentaje de casos es mayor (o menor)que el que se obtendra si la distribucin de casos se realizara asumiendo que no hay relacin entre las varia-bles. Un signo (positivo o negativo) indica que la probabilidad de que el porcentaje en cuestin sea debido alazar es menor o igual que 0,05; dos signos (positivos o negativos) indican que tal probabilidad es menor oigual que 0,01.

    Fuente: Elaboracin propia, vase apndice metodolgico.

    TABLA 2. IDENTIDAD ESTATAL/REGIONAL Y GRADO DE CONOCIMIENTO DE LA LENGUAMINORITARIA * EN PAS VASCO Y GALES (PORCENTAJES POR FILAS)

    Pas Vasco GalesIdentidad

    Nulo o bajo Medio Alto Nulo o bajo Medio Alto

    Slo estatal .......................... 91 0 9 93 7 0

    Ms estatal que regional .... 80 5 15 89 8 2

    Tan regional como estatal . 68 8 23 72 18 10

    Ms regional que estatal ... 49 11 40 60 22 18

    Slo regional ...................... 21 12 66 54 19 27

    * Vase el apndice metodolgico para la operacionalizacin de esta variable.Nota: Los signos positivos (o negativos) de las celdas indican que el porcentaje de casos es mayor (o menor)que el que se obtendra si la distribucin de casos se realizara asumiendo que no hay relacin entre las varia-bles. Un signo (positivo o negativo) indica que la probabilidad de que el porcentaje en cuestin sea debido alazar es menor o igual que 0,05; dos signos (positivos o negativos) indican que tal probabilidad es menor oigual que 0,01.

    Fuente: Elaboracin propia, vase apndice metodolgico.

    Un segundo aspecto que consideraremos como factor conformador de la identidad esel origen. Tanto Catalua como el Pas Vasco recibieron fuertes flujos migratorios deotras regiones de Espaa. En ambas regiones, la capacidad predictiva del origen sobrela identidad estatal/regional y sobre el voto es algo perfectamente establecido en la lite-ratura, especialmente para el caso cataln (vanse Montero y Font, 1989, 1991; Pallars

  • y Font, 1994; o Prez-Nievas y Fraile, 2000, entre otros) 6. Los datos de encuesta quehemos empleado en este trabajo subrayan que tambin un buen nmero de ciudadanosen Escocia y Gales no es de procedencia escocesa o galesa; mientras que dicho porcen-taje es mucho ms bajo en Flandes y Galicia. Anlogamente al caso de la competencialingstica, el origen debe tener una relacin fuerte y clara con la identidad regional, loque se corrobora en la tabla 3: el porcentaje de ciudadanos nacidos en cada una de lasregiones que analizamos aumenta conforme la identificacin regional es ms fuerte 7.Por ello, consideraremos tambin el origen como un componente de la movilizacinidentitaria.

    130 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    6. Para la incidencia cuantitativa y cualitativa de la inmigracin en los nacionalismos vasco y cataln vaseDez Medrano (1999: 148-151) o Conversi (1997: 187-217).

    7. Los datos tambin muestran claramente la relevancia de la inmigracin en la relacin entre origen e iden-tidad nacional: en Catalua, Pas Vasco, Escocia y Gales esta relacin es claramente ms fuerte que en Gali-cia y Flandes.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    TABLA 3. IDENTIDAD ESTATAL/REGIONAL Y ORIGEN (NACIDOS EN LA REGIN) * EN CATALUA, PAS VASCO, GALICIA, GALES, ESCOCIA Y FLANDES(PORCENTAJE POR FILAS)

    Identidad estatal/regional Catalua Pas Vasco Galicia Gales Escocia Flandes

    Slo estatal.............................. 37 32 71 32 21 87

    Ms estatal que regional ........ 38 55 82 57 56 95

    Tan regional como estatal ...... 65 75 94 88 78 98

    Ms regional que estatal ........ 86 87 97 92 86 98

    Slo regional .......................... 92 93 87 97 90 96

    * Vase el apndice metodolgico para la operacionalizacin de esta variable.Nota: Los signos positivos (o negativos) de las celdas indican que el porcentaje de casos es mayor (o menor)que el que se obtendra si la distribucin de casos se realizara asumiendo que no hay relacin entre las varia-bles. Un signo (positivo o negativo) indica que la probabilidad de que el porcentaje en cuestin sea debido alazar es menor o igual que 0,05; dos signos (positivos o negativos) indican que tal probabilidad es menor oigual que 0,01.

    Fuente: Elaboracin propia, vase apndice metodolgico.

    2.2. La movilizacin territorial

    Tal y como ya hemos sealado la etnicidad y sus concomitancias identitarias sonslo uno de los polos principales de la movilizacin a la que apelan los partidos nacio-nalistas. Un segundo polo, el territorio, se ha interpretado tambin como condicin sinequa non de la movilizacin nacionalista (Urwin, 1982: 427). Siguiendo esta lnea, se ha

  • IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 131

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    sealado tambin que la caracterstica que de forma ms clara diferencia a la familia de

    partidos nacionalistas de otras familias de partidos es la centralidad que ocupa, entre sus

    reivindicaciones, la demanda de una reorganizacin territorial del poder del Estado que

    se traduzca en alguna forma, diferente segn los casos, de autogobierno (Trsan, 1998:

    6). Por supuesto, la centralidad que la demanda de autogobierno juega en la reivindica-

    cin nacionalista puede estar fuertemente relacionada con la movilizacin identitaria de

    grupo a la que nos acabamos de referir. En estos casos, el autogobierno funciona como

    un mecanismo de empowerment del grupo minoritario y su reivindicacin se legitima en

    la existencia de ese grupo minoritario al que se presenta como grupo nacional. Sin

    embargo, aun pudiendo funcionar conjuntamente, la movilizacin territorial tambin

    puede apelar a un inters que se expresa en trminos netamente regionales frente al

    Estado y al margen de los conflictos de identidades 8. En este segundo sentido, las rei-

    vindicaciones de autogobierno pueden presentarse como un beneficio para el conjunto

    de los habitantes del territorio, bien porque dichas reivindicaciones aparecen menos vin-

    culadas al grupo, o bien porque el grupo se define por criterios vinculados exclusiva-

    mente al territorio (el ejercicio de la ciudadana en la regin), y no por elementos iden-

    titarios como la lengua o el origen a los que nos hemos referido en el epgrafe anterior.

    Por tanto, adems del potencial legitimador del grupo minoritario nacional, los ciudada-

    nos de una regin pueden apoyar reivindicaciones de autogobierno porque piensen que

    ste pueda revertir en un mayor bienestar material, o porque crean que la descentraliza-

    cin, al acercar las decisiones a los ciudadanos, mejora la calidad de la democracia, por

    poner slo dos ejemplos de razones no vinculadas al grupo definido en trminos identi-

    tarios. En la medida en la que la movilizacin nacionalista se base en este tipo de razo-

    nes, esperamos que la movilizacin territorial tenga un efecto independiente del de la

    movilizacin identitaria sobre el voto a los partidos nacionalistas.

    Puesto que todos los partidos nacionalistas que analizamos en este trabajo operan en

    sociedades plurales en trminos identitarios, cabe esperar que la movilizacin identitaria

    y territorial puedan ser distintas. Dadas estas condiciones de partida la apelacin a la

    identidad implica una movilizacin intrarregional de apoyos a los partidos nacionalistas

    que contrasta con el sentido ms cohesivo y globalizador de la movilizacin territorial.

    En la medida en la que los ciudadanos de las regiones implicadas perciban un inters

    regional diferenciado del inters del conjunto del Estado (al margen, o no, de su identi-

    dad grupal), dicha percepcin les empujar a apoyar reivindicaciones de autogobierno.

    Por ello emplearemos las preferencias en torno a la organizacin territorial del Estado

    8. Ahondando en estas diferencias, por ejemplo, Urwin argument que los distintos ciclos u olas de movili-zacin regional en Europa podan estar vinculados a una distinta incidencia de los factores identitarios y terri-toriales, de tal modo que los primeros habran tenido ms importancia en la primera ola de movilizacin, afinales del siglo XIX y comienzos del XX; mientras que los segundos habran sido ms importantes despus dela Segunda Guerra Mundial (Urwin, 1982: 429).

  • 132 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    9. Un anlisis detallado sobre estos vnculos puede encontrarse en el volumen editado por Coakley (1992).

    10. Con respecto a este tema pueden consultarse Linz (1973), Corcuera (1979), Mees (1992), o De Pablo etal. (1999) entre otros.

    como el indicador de la movilizacin territorial (vase el apndice metodolgico para la

    operacionalizacin de esta variable en las seis regiones).

    2.3. Factores de movilizacin alternativos

    El voto a partidos nacionalistas puede seguir pautas que estn determinadas por la

    incidencia de otro tipo de factores distintos de las seas identitarias y de las reivindica-

    ciones de autogobierno vinculadas al territorio. El desarrollo terico existente y los

    datos de los que disponemos en este momento nos han llevado a destacar cuatro de esos

    factores: los factores socioeconmicos que dan pie a la estratificacin social, esto es, la

    categora ocupacional y el nivel educativo; la movilizacin electoral en torno a distintos

    grupos confesionales; la ideologa; y finalmente, el voto protesta.

    2.3.1. Los factores socioeconmicos

    La discusin sobre la existencia de vnculos entre factores socioeconmicos y movi-

    lizacin nacionalista es una cuestin compleja que ha ocupado gran parte de los deba-

    tes tericos sobre el nacionalismo 9. En especial, algunas variantes del enfoque de la

    modernizacin han prestado particular atencin a los vnculos que el surgimiento y el

    desarrollo de los nacionalismos perifricos mantienen con ciertos grupos sociales e inte-

    reses de clase de sus respectivas regiones. Misrolav Hroch (1985) argument que el sur-

    gimiento y desarrollo de movimientos nacionalistas est vinculado a las oportunidades

    de movilidad social ascendente de los grupos de elites que promueven, en primera ins-

    tancia, un resurgimiento nacional de carcter cultural para encabezar despus, si es pre-

    ciso, la movilizacin poltica nacionalista. En la misma lnea, Dez Medrano (1999), ha

    aportado explicaciones sobre el origen y el efecto de las diferencias existentes en la

    extraccin social de los grupos de apoyo del nacionalismo cataln y vasco 10. Segn este

    autor, el sobredesarrollo econmico en las dos regiones explicara la configuracin terri-

    torial de unos intereses de clase distintos a los del resto del pas que, sin embargo, fue-

    ron tambin diferentes entre s porque el Pas Vasco y Catalua siguieron modelos de

    desarrollo econmico distintos. En Catalua, un modelo de crecimiento endgeno y

    basado en bienes de consumo propici el desarrollo de una clase burguesa amplia con

    la suficiente autonoma poltica e intereses distintos a los de las elites espaolas como

  • IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 133

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    para que estos fraguaran en un proyecto nacionalista. Por el contrario, en el Pas Vasco,

    el modelo de crecimiento basado en bienes de capital propici la formacin de una elite

    capitalista muy restringida y ms dependiente econmica y culturalmente de las elites

    espaolas, lo que propici un apoyo mucho menor al nacionalismo entre las clases altas

    y medias. Los distintos modelos de desarrollo econmico siguieron vigentes hasta el

    perodo de la transicin a la democracia propiciando que se mantuvieran estas diferen-

    cias en los respectivos apoyos del nacionalismo cataln y vasco.

    Otra variante de los enfoques de modernizacin son los modelos de escasez relativa,

    entre los que destaca el colonialismo interno de Hechter (1975). Un elemento central

    de este modelo es el concepto de divisin cultural del trabajo segn el cual el subde-

    sarrollo regional con respecto al centro favorece la vinculacin entre las fronteras tni-

    cas y culturales (o simplemente identitarias) y los factores socioeconmicos, en particu-

    lar los relacionados con la estructura de clases. De acuerdo con este modelo, es la

    correlacin, con un sentido jerrquico, entre la estratificacin socieconmica y las divi-

    siones de tipo cultural e identitario la que da como resultado la movilizacin naciona-

    lista. Los modelos de escasez relativa y colonialismo interno se aplicaron para explicar

    la movilizacin nacionalista de las regiones subdesarrolladas (en relacin al centro) de

    la periferia celta britnica. Por ello, el modelo explicativo es aplicable tambin a la

    movilizacin nacionalista en otra regin de subdesarrollo relativo con respecto al centro

    poltico como es Galicia. En los tres casos, los modelos de escasez relativa apuntaran

    a un vnculo entre las clases sociales ms bajas y/o las ocupaciones de menor estatus y

    el voto al SNP, Plaid Cymru, y el BNG.

    Pese a su mayor nfasis en los prerrequisitos culturales, desde la escuela primordia-

    lista se ha analizado tambin la posible incidencia de factores socieconmicos en la

    movilizacin nacionalista, aunque frecuentemente con categoras analticas distintas. En

    este sentido, Smith (1979, 1986) ha atribuido un papel central a los intelectuales (y por

    tanto a los individuos con mayores recursos educativos), aunque reconoce al mismo

    tiempo que su importancia es probablemente mucho mayor en las fases iniciales de la

    movilizacin nacionalista que en su desarrollo posterior. Tambin dentro de la tradicin

    primordialista, el modelo de competicin tnica de Horowitz (1981, 1985) puede contri-

    buir a explicar una movilizacin nacionalista diferencial entre clases sociales, especial-

    mente en regiones en las que existen contingentes importantes de inmigracin interna o

    externa al propio pas. En tales casos, la coincidencia de divisiones tnico-culturales con

    una competencia por recursos escasos entre los recin llegados y la poblacin autcto-

    na posibilita que una parte de esta ltima exprese sus agravios a travs de la moviliza-

    cin nacionalista. No obstante, dicha movilizacin ser ms probable entre las ocupa-

    ciones peor cualificadas y las clases sociales ms bajas, pues estos grupos son los que

    experimentan de modo ms directo la competencia por recursos escasos en el merca-

    do laboral, en prestaciones sociales, etc. con la poblacin inmigrante. Aunque bajo

    otra denominacin, este modelo de competicin tnica se ha empleado para explicar el

  • mayor apoyo electoral al Vlaams Blok entre las ocupaciones y niveles educativos ms

    bajos (vase Lubbers et al., 2000).

    Todas estas teoras, los modelos de sobredesarrollo econmico, de escasez relativa,

    del liderazgo de la intelligentsia, o de la competicin tnica la lista no es de ningn

    modo exhaustiva nos proporcionan instrumentos para interpretar la asociacin de

    identidades nacionales con otras categoras sociales. Sin embargo, tal y como se ha

    sealado, es probable que las condiciones o factores que explican el surgimiento de la

    movilizacin nacionalista no sean las mismas que explican su xito electoral (Mller-

    Rommel, 1998; Hooghe, 1992). Esta diferenciacin es especialmente relevante por lo

    que se refiere a los vnculos entre nacionalismo y clase social si damos cabida a una

    perspectiva ms institucionalista de los partidos polticos. Todos los nacionalismos, y

    tambin los perifricos, sitan la nacin como la principal fuente de lealtad poltica,

    enfatizando con ello las divisiones verticales entre individuos frente a las divisiones

    horizontales que implica la movilizacin poltica en torno a la clase social (Schwarz-

    mantel, 1992). Si aceptamos desde un prisma ms institucionalista que los partidos pue-

    den moldear su entorno sociopoltico en beneficio propio y de su identidad partidista

    principal, lo esperable por parte de partidos que se autodefinen como nacionalistas es

    un llamamiento a un apoyo nacional e interclasista, incluso en aquellos casos en los

    que la demanda de autogobierno puede vincularse al inters de uno o varios grupos

    sociales especficos de la poblacin regional 11. Desde esta perspectiva ms instituciona-

    lista se desprende una hiptesis alternativa y vlida para todos nuestros casos de estu-

    dio: las asociaciones especficas que puedan existir en cada caso entre clase social y

    voto nacionalista desaparecern cuando controlemos su efecto por la movilizacin iden-

    titaria y territorial; o en caso de persistir, sern menos relevantes que stas.

    2.3.2. El factor religioso

    La existencia de diferentes confesiones religiosas es otra manifestacin de plurali-

    dad cultural que, en consecuencia, puede constituir una fuente de movilizacin nacio-

    nalista. Sin embargo, en el contexto europeo, estas diferencias parecen haber tenido un

    impacto menor que las lingsticas, salvo en Irlanda del Norte (Ruane y Todd, 1992).

    Para los propsitos de nuestro anlisis slo hay dos regiones Escocia y Gales que

    han sido tradicionalmente heterogneas con respecto a la denominacin religiosa de sus

    134 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    11. La argumentacin institucionalista sobre la capacidad de los partidos para modificar su entorno puedeencontrarse en Schattschneider (1975), Panebianco (1990) o Dunleavy (1991), entre otros. En una aplicacinms cercana a nuestro objeto de estudio Trsan (1998) emplea el adjetivo empresario tnico para referirsea la capacidad de este tipo de partidos para presentar distintos tipos de conflictos como disputas tnicas oterritoriales.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • respectivas poblaciones. Debido a la relevancia que cabe atribuir a la adscripcin reli-

    giosa en la formacin de identidades, nuestra hiptesis general con respecto al SNP y

    el Plaid Cymru es que la adscripcin a distintos grupos religiosos en estas dos regiones

    pueda contribuir a explicar una parte del voto a estos partidos. Las otras seis formacio-

    nes que analizamos operan en sociedades homogneas desde el punto de vista religioso

    en las que la religin catlica ocupa un lugar hegemnico. Algunos de los partidos que

    analizamos representan a movimientos nacionalistas que, al menos en sus fases inicia-

    les, tuvieron una fuerte vocacin confesional o estuvieron vinculados a organizaciones

    de carcter catlico 12. Por ello, para estos otros seis partidos comprobaremos en qu

    medida la identificacin, o no, de los votantes con la religin catlica tiene un efecto

    en sus respectivos apoyos electorales 13.

    2.3.3. La dimensin ideolgica izquierda-derecha

    Las distintas clasificaciones o descripciones comparadas de la ubicacin de los par-

    tidos nacionalistas en el espectro ideolgico izquierda-derecha revela que tanto por lo

    que se refiere a lites como a votantes estos partidos muestran una heterogeneidad de

    posicionamientos mayor que para cualquier otra familia de partidos 14. Esta heterogenei-

    dad es manifiesta tambin en las ocho formaciones que nos ocupan aqu: dos de ellas

    se autodefinen y son considerados habitualmente partidos de izquierdas, ERC y BNG;

    tres tienen una orientacin de centro-izquierda, SNP, Plaid Cymru y Volksunie, aunque

    los votantes de este ltimo tienden a ubicarse en el centro o centro-derecha (De Winter,

    1998a, 2006); una conforma una coalicin reciente entre un partido de centro-derecha

    y otro de centro-izquierda: PNV/EA; otra es de centro-derecha, CiU; y la ltima de

    ellas, Vlaams Blok es reconocida habitualmente como una formacin de extrema dere-

    cha. Esta enorme variabilidad los ocho partidos ocupan prcticamente todas las posi-

    ciones posibles del espectro pone de manifiesto la enorme maleabilidad y capacidad

    de adaptacin ideolgica del nacionalismo (Newman, 1997). Sin embargo, esto no

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 135

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    12. Es sobradamente conocida la fuerte impronta del fundamentalismo catlico en el desarrollo de las prime-ras dcadas del nacionalismo vasco, y en particular del PNV (Corcuera, 1979; De Pablo et al., 1999). Las pri-meras expresiones partidistas del nacionalismo flamenco tambin tuvieron una vocacin explcitamente cat-lica (De Winter, 1998a: 30).

    13. En los anlisis exploratorios tambin hemos considerado como variable explicativa la frecuencia de asis-tencia a ceremonias religiosas, pero debido a su escasa relevancia finalmente no la mostramos.

    14. Laver y Hunt (1992) mostraban, a partir de encuestas a expertos, que la ubicacin de su seleccin de par-tidos tnicos y regionales en dos dimensiones del espectro izquierda-derecha (la propiedad pblica y las cues-tiones morales) era ms heterognea que para cualquier otra familia de partidos: socialistas, liberales, ecolo-gistas, etc. Para una visin comparada y dinmica de la posicin de los partidos etnorregionalistas en elespectro ideolgico vase De Winter (1998b: 208-209).

  • implica que el espectro izquierda-derecha no pueda ser un factor explicativo importan-

    te del voto de alguno o varios de los partidos que analizamos. En todas las democra-

    cias occidentales muy especialmente en las europeas el espectro izquierda-derecha

    funciona como una dimensin que permite a los ciudadanos ubicar su posicin, as

    como la de los partidos, en el debate poltico, y en casi todas ellas permite predecir una

    proporcin variable del voto. Debido a la importancia de esta dimensin, en esta inves-

    tigacin empleamos la autoubicacin ideolgica de los votantes en el espectro izquier-

    da-derecha como una variable de control en la explicacin del voto a las ocho forma-

    ciones nacionalistas que analizamos. De esta forma, esperaremos que el impacto de la

    dimensin ideolgica sobre el voto nacionalista disminuya sensiblemente o incluso des-

    aparezca cuando controlemos su efecto por el de la movilizacin identitaria y la movi-

    lizacin territorial.

    Esta hiptesis es compatible con la expectativa de que la ideologa explique una

    proporcin variable del voto dependiendo de dos caractersticas del contexto. En primer

    lugar, en las regiones en las que la oferta poltica nacionalista se articula en dos o ms

    partidos, aumenta la probabilidad de que stos recurran al espectro izquierda-derecha

    para definir su espacio electoral frente al resto de las formaciones nacionalistas, por

    ello esperamos que la ideologa sea ms importante en la explicacin del voto al

    Vlaams Blok, Volksunie, CiU, ERC, y el PNV que en los otros tres partidos. El segun-

    do condicionante contextual tiene que ver con el nivel de convocatoria electoral, regio-

    nal o nacional/estatal, un aspecto del que nos ocuparemos ms adelante en el epgrafe

    sobre el voto nacionalista en sistemas multinivel.

    2.3.4. El voto de protesta

    Finalmente una ltima explicacin que hemos considerado en esta investigacin

    para generar hiptesis es la que considera que los partidos nacionalistas articulan un

    voto de protesta (Levi y Hechter, 1985; Coakley, 1992; Mller-Rommel, 1998, entre

    otros). De acuerdo con esta interpretacin el voto nacionalista se explica a partir de la

    insatisfaccin de los votantes tanto con la poltica y las instituciones polticas tradicio-

    nales como con los partidos responsables de las mismas. Una vez que los partidos tra-

    dicionales adaptan sus polticas a las reivindicaciones de cambio que demandan los

    votantes insatisfechos, stos vuelven a votar por los partidos tradicionales. Esto explica

    de acuerdo con Levi y Hechter que el apoyo a partidos nacionalistas haya tenido

    una evolucin cclica en algunos pases 15. En esta investigacin hemos empleado la

    136 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    15. El apoyo electoral del SNP y PC aument progresivamente a lo largo de los aos sesenta, alcanz unacima en los setenta, y comenz despus un progresivo descenso (Coakely, 1992: 225). La dcada de losnoventa ha sido testigo de una cierta recuperacin electoral de los dos partidos (Lynch, 2006; Van Atta, 2006).

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • satisfaccin de los votantes con el funcionamiento de la democracia como un indicador

    que nos permita interpretar el voto a los distintos partidos que analizamos como una

    forma de protesta contra las instituciones polticas tradicionales (vase el apndice

    metodolgico a este respecto).

    Los posibles vnculos del voto a los partidos nacionalistas con la insatisfaccin con

    la democracia admiten, no obstante, distintas interpretaciones. Por un lado, en las rei-

    vindicaciones de los partidos nacionalistas, e incluso podra decirse que en su razn de

    ser, hay implcita una crtica o rechazo de las mismas instituciones polticas en las que

    los partidos se desenvuelven. Los partidos nacionalistas aspiran a un rediseo institu-

    cional que satisfaga su deseo de mayores niveles de autogobierno y es probable que

    esta aspiracin se manifieste en niveles altos de insatisfaccin con el funcionamiento de

    la democracia entre sus votantes, en todos o en muchos de los casos que examinamos.

    Sin embargo, si la relacin positiva con la insatisfaccin est causada principalmente

    por la aspiracin a un rediseo territorial del poder, entonces cabe esperar que dicha

    relacin desaparezca en el anlisis multivariable cuando controlemos por las reivindica-

    ciones de autogobierno de los votantes.

    La segunda interpretacin posible es que los niveles altos de insatisfaccin con la

    democracia se fundamenten no tanto en las reivindicaciones de autogobierno como en la

    posicin de los votantes en torno a nuevos issues vinculados, bien al postmaterialismo

    (Inglehart, 1977), bien al antimodernismo de la contrarrevolucin silenciosa (Ignazi,

    1992). La hiptesis en estos casos es que los partidos nacionalistas consiguen apoyos

    electorales gracias a una articulacin ms eficaz de estas cuestiones que la de los partidos

    tradicionales que ocupan las instituciones de gobierno y son responsables de las polticas

    pblicas. Si tal es el caso cabe esperar, en primer lugar, que la relacin positiva con el

    voto nacionalista se mantenga incluso cuando controlamos por las reivindicaciones de

    autogobierno. Esta segunda interpretacin requiere adems un segundo matiz, y es que

    este tipo de explicaciones se ha vinculado a los partidos nacionalistas nuevos, surgidos en

    la dcada de los sesenta (o con posterioridad) y que no han ocupado posiciones de res-

    ponsabilidad institucional. Por contraste, entre los partidos que analizamos, particular-

    mente en Espaa, tenemos varios partidos que no encajan bien en esta categora, y lo

    hacen mejor en la categora de partidos tradicionales o institucionales, bien porque son

    partidos de ya una larga trayectoria, bien porque han ocupado responsabilidades de

    gobierno, o por ambas. De entre las formaciones polticas que nos ocupan, las coalicio-

    nes PNV-EA y CiU, as como el Volksunie, pertenecen claramente a esta segunda catego-

    ra, por lo que nuestra hiptesis con respecto a estas tres formaciones es que, o bien su

    apoyo electoral no tenga relacin con la insatisfaccin con la democracia, o bien dicha

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 137

    Debido a su evolucin cclica el Volksunie ha sido tambin catalogado en ocasiones como un partido de votoprotesta (Coakley, 1992: 225).

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • 138 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    16. Slo el Volksunie ha participado en gobiernos de coalicin en el nivel nacional adems de participar engobiernos regionales. CiU y el PNV slo han tenido participacin directa en gobiernos regionales; pero espe-cialmente la primera, se implic de manera importante en el apoyo parlamentario de sucesivos gobiernos delPP y el PSOE durante el perodo 1993-2000. Desde 2003, ERC forma parte de un gobierno de coalicin enCatalua, pero dicha incorporacin es demasiado reciente para incorporar a este partido al grupo de los parti-dos institucionales, adems de que nuestros datos para las elecciones autonmicas catalanas (noviembre de2003) son del perodo cuando el partido estaba todava en la oposicin.

    17. En Espaa la descentralizacin autonmica arranca a comienzos de la dcada de los ochenta; mientrasque en Blgica las primeras elecciones directas a los Consejos Regionales datan de 1995; y en Gran Bretaalos Parlamentos de Escocia y Gales se pusieron en marcha en 1999.

    18. En 2004, sin embargo, las elecciones regionales y generales en Flandes tuvieron lugar en fechas distintas(De Winter, Gmez-Reino y Buelens, 2006).

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    relacin se desvanezca en el anlisis multivariable, muy especialmente en elecciones

    regionales donde la implicacin institucional de estas tres formaciones ha sido mayor 16.

    3. EL VOTO A PARTIDOS NACIONALISTAS EN SISTEMAS MULTINIVEL

    Todos los partidos nacionalistas que analizamos en este artculo operan en mltiples

    arenas electorales, entre los que destacan el nivel nacional, el regional, y el europeo, lo

    que hace posible que la incidencia de factores individuales vare dependiendo del tipo

    de convocatoria. Por limitaciones de espacio nos limitaremos al contraste entre eleccio-

    nes en el nivel nacional y regional, lo que requiere algunas consideraciones previas. En

    primer lugar, y pese a que todos los partidos que analizamos operan en contextos des-

    centralizados, su experiencia temporal con el autogobierno es variada: muy prolongada

    en Espaa, y ms reciente en Blgica y, sobre todo, Gran Bretaa 17. En segundo lugar,

    y pese al rasgo compartido de la descentralizacin territorial, otros rasgos instituciona-

    les son diferentes: en Flandes, las elecciones de 1999 al Parlamento Nacional y a los

    Consejos Regionales (en las que se basan nuestros datos) tuvieron lugar el mismo da,

    frente al resto de los casos en los que las convocatorias electorales se celebraron en

    fechas distintas 18. Esta diferencia nos lleva a esperar que el impacto de factores indivi-

    duales vare menos en el voto a los dos partidos flamencos que en el voto a los parti-

    dos de las cinco regiones restantes.

    Los datos de la tabla 4 muestran el grado de fidelidad, transferencias de voto, y abs-

    tencin diferencial de cada partido entre ambos tipos de elecciones. Los datos de la

    tabla nos dan ya algunas pistas sobre los casos en los que cabe esperar una mayor

    variacin en la incidencia de factores individuales; y si dicha variacin es atribuible a

    transferencias de voto a otros partidos, o a una abstencin que afecta al partido de

    modo diferencial en distintos tipos de convocatoria. Hay que tener en cuenta, sin

    embargo, que los cambios en la incidencia de factores individuales tambin pueden

  • deberse al modo en el que distintos niveles de participacin electoral en distintas con-

    vocatorias afectan a otros partidos, lo que no podemos abordar aqu por limitaciones

    evidentes de espacio.

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 139

    19. Puesto que, por una parte, en Flandes ambas elecciones se celebraron el mismo da; y por otra, el voto esobligatorio, es muy difcil que se produjera abstencin diferencial en el caso de los partidos flamencos.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    Los datos de la tabla 4 ponen de manifiesto una enorme variabilidad en la fidelidad

    de voto a los distintos partidos. A este respecto, podemos identificar tres grupos: una

    fidelidad alta en los casos del PNV/EA, el Vlaams Blok, y ERC; una fidelidad media

    para CiU, SNP, Volksunie, y Plaid Cymru (ordenados de mayor a menor); y una fideli-

    dad baja para el BNG. Entre los partidos con alta fidelidad de voto, la infidelidad debi-

    da a transferencias de votos a otros partidos se produce principalmente en elecciones

    generales, o al mismo nivel que en las elecciones regionales para ERC; mientras que la

    infidelidad causada por la abstencin diferencial es ligeramente mayor en elecciones

    regionales 19. Por lo que se refiere a los partidos de fidelidad media o baja, tanto CiU

    como el SNP, pero sobre todo el BNG, pierden mucho ms de lo que ganan en eleccio-

    nes generales, bien por transferencias a otros partidos, bien por abstencin (ms desta-

    cada en el SNP). El Volksunie presenta una situacin ms equilibrada, aunque tambin

    pierde ms de lo que gana en el nivel estatal. Por ltimo, la infidelidad no tiene una

    pauta clara para el Plaid Cymru, aprecindose movimientos en todas las direcciones. En

    definitiva, todos estos datos hacen que esperemos una menor variabilidad en la incidencia

    de factores individuales para el PNV/EA, ERC y el Vlaams Blok que en los dems casos.

    Debido probablemente a la mayor experiencia con la descentralizacin, los contras-

    tes entre los dos tipos de elecciones se han estudiado con ms detalle para los partidos

    TABLA 4. TRANSFERENCIAS DE VOTOS Y ABSTENCIN DIFERENCIAL DE LOS VOTANTESA PARTIDOS NACIONALISTAS (PORCENTAJES POR COLUMNAS)

    BNG PNV/EA CiU ERC VB 2 VU 2 SNP Plaid C.

    Siempre vota .......... 29 79 58 71 74 50 52 44

    Otro Generales ........ 66 6 25 13 17 35 18 17

    Otro Regionales ...... 3 1 3 13 9 15 5 11

    Abs. Generales ........ 2 6 10 0 0 0 19 13

    Abs. Regionales ...... 0 7 3 3 0 0 6 14

    N 1 ............................ 65 108 117 119 235 244 239 137

    1 N: nmero total de votantes de cada partido en las dos convocatorias electorales.2 De entre las cinco regiones examinadas, Flandes es la nica en la que las elecciones al parlamento estatal ynacional en las que se basan nuestros datos (1999) se celebraron el mismo da.

    Fuente: Elaboracin propia, vase apndice metodolgico.

  • nacionalistas en Espaa que en los otros dos pases. En Catalua, existe una alta vola-tilidad electoral entre partidos nacionalistas y partidos de mbito estatal dependiendo desi la convocatoria electoral es a Cortes Generales en la que siempre obtienen mejo-res resultados los partidos de mbito estatal, o de si es al Parlamento de Cataluaen cuyo caso el voto agregado a partidos nacionalistas, CiU y ERC, es siempremayoritario. Este resultado diferencial constante desde las primeras eleccionesautonmicas de 1980 se ha explicado fundamentalmente a partir de dos comporta-mientos individuales: la transferencia de votos entre los partidos nacionalistas y dembito estatal dependiendo del tipo de convocatoria, a la que se ha denominado votodual; y un mayor nivel de abstencin en elecciones autonmicas que en eleccionesgenerales que adems muestra un perfil diferencial en la medida en la que es ms fre-cuente entre los votantes de identidad exclusiva o predominantemente espaola queentre los votantes de identidad exclusiva o predominantemente catalana (Montero yFont, 1989, 1991; Pallars y Font, 1994).

    La explicacin de las causas de este comportamiento diferencial ha sido ms contro-vertida: Padr-Solanet y Colomer (1992), siguiendo un modelo espacial de voto, argu-mentan que el sistema de partidos cataln se estructura en torno a dos dimensiones espa-ciales y que el mayor xito de los partidos nacionalistas en elecciones autonmicas seexplica por la mayor relevancia de la dimensin nacionalista-identitaria en este tipo deelecciones. Por el contrario, otras investigaciones encontraron que la dimensin ideolgi-ca era ms relevante en elecciones autonmicas, mientras que la nacionalista-identitarialo era ms en elecciones generales, adems de que las transferencias de voto al menosentre las dos principales formaciones del sistema de partidos cataln: CiU y el PSC-PSOE podan explicarse tambin a partir de las evaluaciones retrospectivas de los res-pectivos gobiernos central y regional (Prez-Nievas y Fraile, 2000). En el Pas Vasco yGalicia los partidos nacionalistas tambin obtienen un mejor resultado en eleccionesautonmicas que en elecciones generales, aunque en el primer caso la diferencia esmucho menor que en Catalua, y en el segundo, los mejores resultados del BNG en elec-ciones autonmicas no han sido nunca determinantes para conformar gobiernos regiona-les alternativos 20. En Escocia y Gales, el SNP y PC tambin han obtenido mejores resul-tados en las elecciones de 1999 y 2003 a sus respectivos parlamentos regionales que enlas elecciones de 1997 y 2001 a Westminster (Lynch, 2006; Van Atta, 2006) 21. Slo

    140 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    20. Tal vez por estas razones las relaciones entre el tipo de convocatoria electoral y el comportamiento elec-toral individual han sido mucho menos estudiadas en estas dos regiones que en Catalua. Para el contrasteentre resultados electorales dependiendo del tipo de convocatoria en el Pas Vasco vase Llera (1994) o Achay Prez-Nievas (1998) y Prez-Nievas (2006). Para Galicia, la evolucin de los resultados electorales enambos mbitos puede encontrarse en Gmez-Reino (2006).

    21. La diferencia es especialmente marcada para el PC que obtuvo un 10 y un 14% del total del voto regio-nal en las elecciones a Westminster de 1997 y 2001 respectivamente; y un 30 y 20% (a la lista regional) enlas elecciones al parlamento regional gals de 1999 y 2003 (Van Atta, 2006). Por tanto, la diferencia en voto

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • Flandes es excepcional en este sentido pues los partidos nacionalistas en este caso

    obtienen un apoyo electoral similar en el nivel agregado en ambos tipos de convocato-

    rias aunque algunas investigaciones han subrayado que la volatilidad entre partidos es

    considerablemente mayor al examinar los datos individuales 22.

    El mayor xito que los partidos nacionalistas tienden a obtener en las elecciones

    regionales nos podra sugerir que la dimensin nacionalista-identitaria ser ms rele-

    vante en este nivel. Sin embargo, como acabamos de ver, los resultados de los anlisis

    del caso cataln, hasta ahora el ms estudiado, son contradictorios a este respecto, lo

    que nos ha llevado a ser cautelosos y no elaborar hiptesis especficas relacionadas con

    la incidencia de la movilizacin identitaria y la movilizacin territorial dependiendo del

    tipo de convocatoria.

    S esperamos, sin embargo, una incidencia distinta de la escala ideolgica depen-

    diendo del tipo de convocatoria. Los ocho partidos nacionalistas que analizamos en este

    trabajo operan todos en contextos de descentralizacin territorial con gobiernos regio-

    nales que gestionan una proporcin variable de las polticas pblicas que se implemen-

    tan en la regin. Estos gobiernos regionales estn asociados a subsistemas de partidos

    en los que, siguiendo la terminologa de Sartori (1976: 121-123), el potencial de coali-

    cin y/o el potencial de chantaje de los partidos nacionalistas es mucho mayor que en

    el sistema de partidos estatal/nacional. En primer lugar, porque la participacin de los

    partidos nacionalistas en los gobiernos regionales es mucho ms frecuente que en los

    gobiernos nacionales: cinco de los partidos nacionalistas (CiU, PNV, ERC, Volksunie, y

    BNG) participan o han participado en los gobiernos de sus respectivas regiones, y en el

    caso de CiU siempre en gobiernos monocolores. Por contraste, slo el Volksunie ha for-

    mado parte de una coalicin de gobierno estatal. Adems, para todos los casos, inclui-

    dos los tres partidos restantes que no han participado nunca en gobiernos regionales

    (SNP, PC, y Vlaams Blok), el tamao mucho mayor del partido en el subsistema de par-

    tidos regional aumenta considerablemente su potencial de chantaje. Por tanto, el impac-

    to de los partidos nacionalistas sobre las polticas pblicas es potencialmente mucho

    mayor en el nivel regional que en el estatal lo que, siguiendo los modelos espaciales de

    voto (Downs, 1957), favorece que su posicin en el espectro izquierda-derecha sea ms

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 141

    agregado para las elecciones en las que se basan nuestros datos es de 16 puntos porcentuales sobre el votovlido. En el caso del SNP las diferencias por tipo de convocatoria son ms reducidas; en concreto, el SNPconsigui un 8% (29%) ms de apoyo sobre el voto vlido en las elecciones regionales en las que se basannuestros datos (1999) que en las generales de 2001 (Lynch, 2001).

    22. Se ha argumentado que tanto para el Volksunie como para el Vlaams Blok esta volatilidad en el nivel indi-vidual no es equiparable al voto dual cataln, pues no se basa en una percepcin diferenciada de la idoneidadde los partidos en distintos niveles sino en factores ms coyunturales como la evaluacin de los candidatos.Hay que subrayar, por otro lado, que la celebracin de las elecciones en distintas fechas s ha resultado endiferencias considerables en el apoyo electoral al Vlaams Blok en el nivel agregado: un 19% del voto en laselecciones generales de 2003 frente a un 24% en las regionales de 2004 (De Winter, 2004, 2006; y De Win-ter, Gmez-Reino y Buelens, 2006).

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • relevante para los votantes en elecciones regionales que en elecciones generales. Portodas estas razones nuestra hiptesis para todos los partidos es que la autoubicacinideolgica de los votantes ser ms relevante en el primer tipo de elecciones que en elsegundo.

    Por ltimo, esperamos tambin que el voto de protesta no tenga efectos en el votoen tres de nuestros casos, el PNV/EA, CIU y Volksunie, especialmente en eleccionesregionales, pues es en este mbito donde dichos partidos tienen un protagonismo insti-tucional mayor (vase a este respecto el apartado sobre el voto de protesta).

    4. ANLISIS EMPRICO

    Antes de examinar los modelos multivariables del voto a cada partido o coalicin esconveniente recapitular las hiptesis principales que hemos extrado hasta este momento.

    Hiptesis principal 1

    La movilizacin identitaria y la movilizacin territorial son dos polos diferenciadosde la movilizacin etnorregionalista que pueden tener efectos independientes sobre elvoto a los distintos partidos nacionalistas.

    Hiptesis principal 2

    La movilizacin identitaria y la movilizacin territorial sern los principales facto-res explicativos del voto a partidos nacionalistas. El que as sea justifica el uso de lacategora etnorregionalista para caracterizar a esta familia de partidos.

    Hiptesis de control 1 y 1.1

    Los partidos nacionalistas articulan fundamentalmente un voto de protesta contra lasinstituciones polticas, incluidos los partidos tradicionales. La Hiptesis 1.1 estableceque, en la medida en la que exista un componente de voto protesta, por pequeo quesea, ste es ms probable en los partidos que no han tenido responsabilidades institu-cionales, SNP, Plaid Cymru, Vlaams Blok, ERC, y BNG; que en los que s las han teni-do, CiU, PNV/EA y Volksunie.

    142 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • Hiptesis de control 2, 2.1, y 2.2

    La ubicacin ideolgica de los votantes es el principal factor en la explicacin del

    voto a los partidos nacionalistas. La Hiptesis 2.1 establece que la ideologa ser tanto

    ms relevante en la explicacin del voto a los partidos nacionalistas que operan en

    regiones donde existe ms de un partido nacionalista: CiU, ERC, PNV/EA, Volksuine y

    Vlaams Blok. La Hiptesis 2.2 establece que la ubicacin ideolgica de los votantes

    ser tanto ms relevante en la explicacin del voto en elecciones regionales que en

    elecciones generales.

    Adems de stas, con anterioridad hemos ido exponiendo tambin otras hiptesis,

    en lo que se refiere, por ejemplo, a la relacin del voto nacionalista con los factores

    socieconmicos. Estas hiptesis estn ms circunscritas a cada caso y no pueden resu-

    mirse en una sola hiptesis generalizable. No obstante, las consideramos sujetas a con-

    trastacin emprica y volveremos brevemente sobre ellas en el siguiente epgrafe sobre

    recapitulacin de resultados.

    Si bien en un trabajo anterior se han explorado las relaciones bivariadas de los fac-

    tores individuales que contemplamos aqu con el voto a los ocho partidos o coaliciones

    nacionalistas (Prez-Nievas y Bonet, 2005) la informacin que nos proporcionan stas

    no nos permiten saber cun importantes son la movilizacin identitaria y la moviliza-

    cin territorial cuando tenemos en cuenta todos los factores simultneamente. Por ello,

    para contrastar nuestras hiptesis utilizaremos el mismo modelo de regresin logstica

    para el voto a cada partido y cada convocatoria electoral 23.

    La variable dependiente de cada modelo es el voto al partido nacionalista frente al

    voto al resto de partidos. En Catalua y Flandes, donde hay dos partidos nacionalistas

    en cada sistema de partidos, hemos optado por incluir el otro partido nacionalista en la

    categora del resto de partidos 24. En primer lugar, porque estamos interesados en los

    factores individuales de voto a cada partido nacionalista en su propio contexto. En

    segundo lugar, porque si eliminaramos de la muestra de estimacin el otro partido,

    cometeramos el error de asumir a priori que el voto al partido eliminado cumple las

    hiptesis sobre la movilizacin etnorregionalista que es precisamente uno de los obje-

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 143

    23. Las seis regiones en las que se ubican los partidos nacionalistas de nuestro estudio tienen patrones deconfesiones religiosas divergentes. Considerando el potencial efecto de la confesin religiosa sobre el votonacionalista que analizamos en secciones anteriores, hemos optado por introducir esos distintos patrones ennuestros modelos.

    24. En las elecciones autonmicas vascas de 2001 exista un segundo partido nacionalista, Euskal Herritarok(EH), pero la encuesta en la que se basa este trabajo no contaba con un nmero suficiente de casos que per-mitiera el mismo tipo de anlisis que hemos llevado a cabo para los otros ocho partidos. En cualquier caso,eston votantes estn incluidos tambin en la categora del resto de partidos. EH y su sucesor Batasuna yahaban sido ilegalizados en aplicacin de la Ley de Partidos cuando tuvieron lugar en Espaa las eleccionesgenerales de 2004 en las que se basa esta investigacin.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • tivos de esta investigacin 25. Simultneamente, tambin estaramos aumentando la dife-

    rencia entre el partido incluido y el resto, facilitando que nuestras hiptesis sobre la

    movilizacin etnorregionalista se vieran cumplidas. Las variables independientes de los

    modelos son la identidad estatal/regional y las preferencias de organizacin territorial

    del Estado de los ciudadanos. Por razones tcnicas y sustantivas hemos introducido dos

    categoras de cada variable: para la identidad estatal/regional, la categora de los que se

    sienten ms identificados con el grupo regional minoritario que con el grupo estatal

    mayoritario; y la categora de quienes slo se sienten identificados con el grupo regio-

    nal minoritario. Por lo que se refiere a las preferencias de organizacin territorial del

    estado, hemos incorporado la categora de quienes otorgaran mayores cuotas de poder

    a las regiones, y la de quienes optaran o estaran dispuestos a la independencia. Pues-

    to que ambas variables son categricas deberamos haber introducido variables dicot-

    micas para cada una de las categoras excepto la de contraste. Para evitar que aparecie-

    ran categoras con predicciones (de error o acierto) perfectas, hemos colapsado las tres

    primeras categoras de la variable de identidad estatal/regional, utilizndolas como cate-

    gora de contraste. Para la variable de organizacin territorial tambin hemos colapsado

    las dos primeras categoras de la variable de preferencias de organizacin territorial

    (vase el apndice metodolgico para ms detalles). Utilizando estas categoras de con-

    traste en lugar de las categoras originales (sentirse slo identificado con el grupo esta-

    tal y preferir otorgar ms poder al Estado central que a las regiones) estamos reducien-

    do las diferencias entre la categora de contraste y las otras dos y, por tanto,

    aumentamos la dificultad de que los coeficientes de las variables de movilizacin iden-

    titaria y movilizacin territorial sean significativos o de que su magnitud sea mayor.

    Esto, obviamente, no favorece nuestras hiptesis, sino todo lo contrario.

    En los modelos hemos incluido las variables de control correspondientes a la opera-

    cionalizacin de cada uno de los factores de movilizacin electoral expuestos anterior-

    mente. Todas las variables que figuran en los modelos tienen un rango de 0 a 1, de tal

    forma que la magnitud de los coeficientes permite establecer una ordenacin por el

    grado de influencia que ejercen sobre el voto nacionalista 26. Adems, tambin inclui-

    mos para cada modelo tres tests de significatividad para sendas combinaciones de coe-

    ficientes que nos han parecido relevantes: en el primero se muestra la probabilidad de

    que los coeficientes de las dos categoras de la movilizacin identitaria sean idnticos;

    en el segundo se muestra la misma probabilidad para los dos coeficientes de la movili-

    zacin territorial; en el ltimo se muestra la probabilidad de que las variables Ms

    144 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    25. En este sentido, los anlisis muestran claramente, como se ver a continuacin, que el carcter etnorre-gionalista del Vlaams Blok y, en menor grado, de CiU, es cuestionable.

    26. En el apndice metodolgico se puede consultar la operacionalizacin de las variables.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • regional que estatal y Ms autonoma, y las variables Slo regional e Indepen-

    dencia, sean iguales.

    La tabla 5 muestra los modelos estimados para los cuatro partidos nacionalistas

    espaoles en las ltimas elecciones generales de 2004, las ltimas elecciones autonmi-

    cas catalanas de 2003, y las elecciones autonmicas vascas de 2001. En el caso del

    BNG no hemos podido estimar un modelo para elecciones autonmicas porque carece-

    mos de encuestas que, incluyendo todas las variables independientes, tuvieran al mismo

    tiempo un nmero de observaciones suficiente. Los resultados de la tabla 5 muestran

    que, efectivamente, la movilizacin identitaria y/o la movilizacin territorial estn entre

    los principales factores de movilizacin electoral de los cuatro partidos, aunque con

    importantes variaciones entre ellos. Slo en el caso de CiU nos encontramos con un

    factor ms influyente en ambas convocatorias electorales: la ubicacin ideolgica de los

    votantes. Cuanto ms a la derecha del espacio ideolgico se ubican los votantes, mayor

    es la probabilidad de que voten por la coalicin catalana, siendo el aumento de esta

    probabilidad mayor que el que supone tener unas preferencias de organizacin territo-

    rial del Estado que otorguen ms poder a las autonomas 27. Adems es muy importante

    subrayar que mientras CiU y BNG movilizan a sus votantes a travs de los argumentos

    de la territorialidad, ERC y PNV/EA lo hacen ms a travs de las identidades. No obs-

    tante, en el caso de ERC, las identidades (y en concreto los que slo se sienten catala-

    nes) tienen tanta fuerza como la ubicacin ideolgica. Por otra parte hay que destacar

    que slo ERC moviliza a sus electores mediante ambos factores a la vez: la identidad

    y la reivindicacin de autogobierno para el territorio. Los tests de Wald indican que la

    influencia de las categoras de ambos factores es distinta (la probabilidad de que sea la

    misma es de un 0.01 para las elecciones generales y de un 0.09 para las autonmicas).

    Por lo que se refiere al resto de los factores: el voto a CiU y PNV/EA (aunque para

    este ltimo slo en autonmicas) es ms frecuente entre los hombres; mientras que el

    voto a ERC y BNG lo es ms entre los jvenes (en elecciones autonmicas). Las varia-

    bles de estratificacin social slo muestran un efecto sobre el voto a CiU: los trabaja-

    dores manuales cualificados tienen una menor probabilidad de votar a la coalicin cata-

    lana que quienes nunca han tenido un empleo. Por ltimo la autodefinicin como

    catlico tiene efectos positivos sobre el voto a CiU en elecciones generales, y en el

    voto a PNV/EA en elecciones autonmicas. En cualquier caso los efectos del gnero, la

    edad, la religin, o las caractersticas socieconmicas son mucho ms dbiles en la

    explicacin del voto a cualquiera de los cuatro partidos de lo que son las identidades

    y/o las reivindicaciones de autogobierno; o, en el caso de CIU y ERC, la ubicacin ide-

    olgica.

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 145

    27. Sendos tests de Wald indican que, para ERC, las leves diferencias de los coeficientes estimados de la ideo-loga y los de quienes solamente se identifican con Catalua no son significativas estadsticamente.

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

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    ......

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    ......

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    146 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • TABLA 6. COEFICIENTES DE REGRESIONES LOGISTICAS PARA ESCOCIA Y GALES

    Generales Regionales Generales RegionalesSNP SNP Plaid Cymru Plaid Cymru

    Mujer ........................................................ 0,28 0,53 * 0,51 * 0,26

    Edad ......................................................... 0,02 0,06 0,00 0,05

    Ocupacin (ref.: nunca trabaj)Manual no cualificado ............................ 0,51 0,84 0,36 0,38

    Manual cualificado .................................. 0,65 0,22 0,61 0,07

    Autnomo................................................. 0,43 0,36 0,40 0,41

    Cuello blanco .......................................... 0,43 0,16 0,06 0,17

    Ejecutivo, profesional .............................. 0,12 0,45 0,39 0,29

    EducacinEducacin Superior.................................. 0,59 * 0,22 0,59 1,04 **

    Confesin religiosa (ref.: sin religin)a

    Catlico/No conformista.......................... 1,13 ** 1,12 ** 1,34 ** 1,13 **

    Presbiteriano/Anglic. Episcop. ................ 0,16 0,02 0,02 0,03

    Otras ........................................................ 0,51 0,09 0,16 0,02

    Movilizacin identitariaMs regional que estatal.......................... 0,29 1,38 ** 0,50 0,54

    Slo regional............................................ 0,70 ** 1,88 ** 1,02 ** 0,92 **

    Movilizacin territorialMs autonoma ........................................ 0,93 * 0,87 0,75 ** 0,99 **

    Independencia .......................................... 2,15 ** 2,55 ** 1,40 ** 1,59 **

    Ideologa .................................................. 0,24 1,21 0,32 1,77 *

    Voto protestaSatisfaccin func. democracia ................ 0,49 * 0,37 0,66 ** 0,47

    Constante.................................................. 2,15 ** 2,32 ** 2,40 ** 3,22 **

    Pseudo R2 ................................................ 0,14 0,25 0,14 0,15

    Observaciones .......................................... 892 798 685 447

    Test Wald (masregionalsoloregional)... 0,07 0,02 0,09 0,25

    Test Wald (masautonomiaindepen) ...... 0,00 0,00 0,05 0,11

    Test Wald (Iguales iden y pref.) ............ 0,00 0,00 0,75 0,49

    * Significativo para alfa

  • can los tests de Wald, el efecto de las categoras de ambos tipos de movilizacin slo

    es claramente distinto en el caso del SNP. Para ambos partidos tambin, estos dos tipos

    de movilizacin son los ms importantes, con la excepcin del Plaid Cymru en las

    elecciones regionales galesas, donde la movilizacin ideolgica tiene un peso ligera-

    mente superior, aunque, tras haber realizado un test de Wald se observa que esta dife-

    rencia no es estadsticamente significativa. La confesin religiosa es un factor relevan-

    te y con un efecto muy poco por debajo del que tienen las identidades y las

    reivindicaciones de autogobierno para el territorio. Los catlicos tienen una menor pro-

    babilidad de votar al SNP que quienes no pertenecen a ninguna confesin religiosa,

    mientras que en Gales los no conformistas tienden a votar al Plaid Cymru en mayor

    medida que quienes no pertenecen a ninguna confesin. El voto a ambos partidos es

    ms frecuente entre los hombres, pero slo en elecciones regionales para el SNP, y slo

    en regionales para l. Por ltimo, es importante destacar que el voto a ambos partidos

    puede interpretarse como un voto de protesta, pero slo en elecciones generales, y

    especialmente en el caso del Plaid Cymru.

    En la tabla 7, la contrastacin de nuestras hiptesis para los dos partidos flamencos

    nos ofrece, en primer lugar, una situacin para el Vlaams Blok similar a la de CiU: el

    Vlaams Blok moviliza a su electorado a travs de la ideologa en mayor medida que a

    travs de la reivindicacin de la independencia, o la identidad regional, pues de hecho,

    el efecto de esta ltima ni siquiera es estadsticamente significativa. La menor relevan-

    cia de los factores propios del etnorregionalismo es patente tambin en este caso en la

    medida en la que el voto de protesta es tan o ms influyente que la movilizacin elec-

    toral de quienes optaran por la independencia. Por ltimo, este partido tiene un rasgo

    de laicidad evidente en el hecho de que quienes no pertenecen a ninguna confesin reli-

    giosa tienen ms probabilidades de votar a este partido que los catlicos.

    En el caso del Volksunie, el modelo estimado tiene una pobre capacidad explicativa.

    Probablemente esto sea debido a su alianza con el partido liberal de izquierdas ID21

    desde los comicios de 1999. Al margen del ya de por s elevado nivel de split ticket

    voting del Volksunie relacionado los factores de liderazgo, esa alianza contribuy a des-

    dibujar el perfil de los votantes a este partido, tanto en el terreno ideolgico como en

    el de la identidad estatal/regional (De Winter, 2006). Sin embargo, la movilizacin elec-

    toral del Volksunie difiere marcadamente de la del Vlaams Blok, en primer lugar por el

    hecho de que responde claramente a la etiqueta etnorregionalista, pues moviliza a su

    electorado mediante factores tanto identitarios como territoriales. Los tests de Wald

    para cada una de las convocatorias electorales (valores 0.01 y 0.03) indican adems que

    las categoras de ambos tipos de movilizacin tienen efectos diferentes. Adems, la

    movilizacin identitaria tiene un peso mayor frente a la territorial y, a la vez, mayor

    que el del resto de los factores. Hay que subrayar, por ltimo, que el voto a este parti-

    do es ms frecuente entre los ms jvenes y los que se reconocen como cristianos,

    148 SANTIAGO PREZ NIEVAS Y EDUARD BONET

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

  • catlicos o no (slo en elecciones regionales). No obstante, el efecto de estos dos fac-

    tores es mucho menor que el de las variables vinculadas al etnorregionalismo.

    IDENTIDADES REGIONALES Y REIVINDICACIN DE AUTOGOBIERNO 149

    Revista Espaola de Ciencia Poltica. Nm. 15, Octubre 2006, pp. 123-161

    TABLA 7. COEFICIENTES DE REGRESIONES LOGSTICAS PARA FLANDES

    Generales Regionales Generales RegionalesVlaams Blok Vlaams Blok Volksunie Volksunie

    Mujer ....................................................... 0,07 0,09 0,13 0,04

    Edad ......................................................... 0,10 0,02 0,26 ** 0,20 **

    Ocupacin (ref.: nunca trabaj)Manual no cualificado............................. 0,52 0,58 0,01 0,45

    Manual cualificado .................................. 0,78 0,75 0,05 0,15

    Autnomo................................................. 0,40 0,60 0,25 0,33

    Cuello blanco ........................................... 0,01 0,01 0,38 0,22

    Ejecutivo/profesional ............................... 0,19 0,35 0,00 0,01

    EducacinEducacin Superior.................................. 0,46 0,22 0,07 0,04

    Confesin religiosa (ref.: sin religin)Agnstico ................................................. 0,51 0,50 0,32 0,24

    Catlico .................................................... 0,98 ** 0,75 ** 0,56 0,69 *

    Cristiano no catlico................................ 0,35 0,23 0,30 0,73 *

    Movilizacin identitariaMs regional que estatal.......................... 0,27 0,03 1,16 ** 1,11 **

    Slo regional............................................ 0,60 0,48 0,88 * 1,35 **

    Movilizacin territorialMs autonoma......................................... 0,03 0,04 0,25 0,37 *

    Independencia .......................................... 1,04 ** 0,94 ** 0,79 ** 0,51 *

    Ideologa................................................... 3,41 ** 3,34 ** 0,48 0,47

    Voto protestaSatisfaccin func. democracia................. 0,98 ** 0,96 ** 0,01 0,05

    Constant ................................................... 3,85 ** 3,11 ** 2,16 ** 2,17 **

    Pseudo R2................................................. 0,18 0,16 0,09 0,09

    Observaciones .......................................... 1.632 1.623 1.632 1.623

    Test Wald (masregional=soloregional).... 0,32 0,13 0,44 0,42

    Test Wald (masautonomia=indepen) ....... 0,00 0,00 0,04 0,59

    Test Wald (Iguales iden y pref.) ............. 0,22 0,59 0,01 0,03

    * Significativo para alfa

  • 5. RECAPITULACIN DE RESULTA