estudios de fertilizacion en praderas a- eta.pas de
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ESTUDIOS DE FERTILIZACION EN PRADERAS
A- ETA.PAS DE PPOSPECCION Y ENSAYOS DE CORTE
EMILIO RLJZ J.
INTRODUCC ION
El uso de fertilizantes como herramien~ modificadora de las caracte
risticas cuantitativas y cualitativas de las praderas adquieren relevan
cia sólo si las especies en las cuales van a actuar, reúnen las condicio
nes de clima y suelo que les permitan expresar su potencial genético.
Es necesario puntualizar también que la evaluación del efecto de los
fertilizantes, como de cualquiera otra técnica orientada a mejorar l as
pra deras, es más complicada que la de otros cultivos; porque hay que ca~
siderar no sólo el complejo suelo-planta-clima, sino el complejo suelo -
planta-el ima--ª_nimal_.
Aunque los productos de origen animal son el objetivo último de los
sistemas de producción de forrajes, la dificultad tanto fisica como téc
nica pa ra evaluar praderas en esos términos, hace necesario, al meno s en
una pr imera etapa, estudia r los aspectos agronómicos de productividad, a
ni vel de parcelas que se eva lúan ut i lizando diversas técnicas, y que po~
teriormente pueden integrarse a l os sis temas de producción animal.
El obj etivo de este informe es señalar las etapas, criter ios y méto
dos utilizados en la evaluación de l efecto de los fertilizantes en pra
deras, mediante ensayos de corte.
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95
1. ETAPAS DE LA PROSPECCION
En todo plan de fertilización es necesario resolver las siguientes in
terrogantes:
- Qué nutrientes aplicar
- Cuánto aplicar
- Cuándo aplicar
- Cómo aplicar
La respuesta en la primera de ellas debe buscarse en la etapa de pro~
pección de las deficiencias nutritivas que presentan los suelos. Las que
dependen de dos factores independientes:
a ) La cantidad asimilable que dispone el suelo del elemento en cuestión
b) Las exigencias que demanden de esta las plantas.
Pa ra enfrentar este problema se deben realizar las siguientes etapas:
- Análisis de la información de suelos existentes
- Pro spección de las deficiencias nutritivas con ensayos de campo para con
di c iones determinadas de tipo de pradera, suelo y clima.
1. 1. Análisis de la información de suelos.
- Antecedentes Generales . En Chile existe bastante información referen
te a reconocimiento y clasificación de los
suelos desde Aconcagua al -Sur. Aun cuando estas se basan en descrip
c iones morfológicas, con sólo algunos datos analíticos , la interpreta
c ión de factores como textura , profundidad, materia orgánica y princ!
palmente material generador, nos dan una primera aproximación del ni
vel de fertilidad de los suelos.
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Así por ejemplo se puede estimar que los suelos del Llano Central de
origen aluvial, se presentan deficitario s en Nitrógeno asimilable como re
sultado de sus bajos nivel es de mate ria orgánica . Mientras que de Chi -
llán al su r en suelos derivados de cenizas volcánicas, las deficiencias de
fósforo son por todos conocidas. Aná lisi s similares a esta escal~ podemos
encontrar al r eferirnos a suelos graníticos del secano interior, de las
terrazas marinas del secano litoral, a suelos lacustres, suelo s rojos ar
cil lo sos, etc.
La descripción de estos suelos a niveles de series y su expresión geo
gráfi ca a nivele s de fases se encuentran así:
- Estudios de reconoc imiento de suelos de CORFO. Alcayaga S. et ~- (1966)
- Estudios aerofotogramétrico (1962)
- Carta Nacional de Suelos: Depto Agrología del S.A.G.
Además se di spo ne de numerosos estudios en tesis de las Escuela de A
gronomía que son de gran ayuda para interpretar la fertilidad de los sue
l os.
- Antecedentes específicos. Podemos encontrarlos principalemte en cua-
tro grandes grupos de trabajos.
Todos l os trabajos referentes a fertilid ad de suelos en distintos cul
tivos realizados por el Programa Fertilidad de Suelos de INIA y que
aparecen publicados en. Agricultura Técnica.
La interpretación de los resultados de aná lisis de suelos realizadas
por el Laboratorio de La Pla t ina en alrededor de 5.000 muestras en el pe
ríodo 1971; en el período 197 1-1976 ubicados desde Coquimbo a Curicó Y
que analizó C. Sierra y F. Araos (1977).
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Los trabajos realizados en investigación en abonos por E. Letelier
(1950) , (1967).
La exploración de deficienc i as nutritivas con suelos en macetas rea-
l izado s por G. Schenkel et~ (1970), (1971), (1972), (1973), (1974) y
que incluye los suelos de las provincias: Malleco, Cautin, Val divia, Osor
no, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, encontrándose en estudio otras
zonas del pais.
Este último es un trabajo sistemático que entrega una mayor cantidad
de información, por lo que se deberia considerar básico en la etapa de
prospección, complementándolo con el resto de la información existente.
Conviene señalar que a través del análisis de esta información se ob
tiene:
- El orden de importancia de las distintas deficiencias
- La velocidad de agotamiento de los diferentes nutrientes frente a
una extracción cont inua.
1.2 . Ensayos de campo
Con el análisis de los antecedentes de suelos, se seleccionan los nu
trientes deficitarios. Sin embargo, la respuesta a los fertilizantes es
tará determinada por la condición de la pradera (rendimiento y composición
botánica). Silva (1976) hace una detallada exp licación de este tema; y el
cl ima del lugar que finalmente establece el potencial de producción. Res
pecto a esto último se pueden presentar a grandes rasgos tres situaciones:
a) Zonas áridas. Lo más probable es que la principal limitante de la
producción sea la falta de humedad, por lo tanto,
aún existiendo bajos niveles nutricionales, la respuesta al uso de
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fertilizantes será escasa o nula.
b) Zonas serniáridas. Cuando se presentan estas condiciones, como por
ejemplo en Magallanes, además de la humedad, uno
o dos nutrientes están limitando la producción. Bajo estas circuns
tancias es probable que los nutrientes jueguen un papel importante en
la producción y composición botánica de la pradera.
c) Zonas hGmedas. En regiones de alta pluviometría y condiciones ade
cuadas de luminosidad y temperatura, se espera una
elevada respuesta a los fertilizantes.
Los ensayos de campo entonces, en esta fase de prospección cumplen el
sigu iente objetivo:
- Definir cuáles de los elementos seRalados como defici
tarios en ese suelo alcanzan a manifestarse en las condiciones climáticas
y de praderas predominantes en el lugar. Esta etapa ya está ejecutada pa
ra la mayoría de las Estaciones Experimentales. Los elementos que han pr~
sentado respuestas son ahora motivo de estudios específicos en las diferen
tes zonas del país, enmarcados principalemte en un .e_~oyecto ~cal_j_l?!.:-ª_c:__iór:!_
que entregará los antecedentes para interpretar los análisis de suelos y
recomendación de dosis de fertilizantes. Por otra parte, en estos ensayos
se estudia la influ encia de los fertilizantes en algunos componentes del
sistema, en forma aislada y que servirán de base para integrarlos posterio~
mente en el sistema de prÓducción animal . (Epocas y forma de aplicación,
etc.) .
1.2.1. Metodología. En marzo del presente aRo se definió las metodolo
gías a utilizar en los ensayos de fertilidad de
praderas. Se transcriben a continuación los acuerdos tomados al
respecto, como también las zonas edafoc limáticas con el tipo de
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pradera a utilizar en los ensayos.
ACUERDOS TOMADOS
1- Se determinó que l os ensayos serían ubicados de acuerdo a la clasifica
ción edafoclimática de l a zona. De esta forma los resultados de ellos
serí an extrapolables a un área previamente determ i nada y existiría un
ordenam i ento en término de nGmero de ensayos necesarios para cubrir la
correspond i ente zo na.
2- Debido a que no existe una uniformidad de criter io en términos de la
profundidad de muestreo de suelo, se discutió el tema acordándose mues
trear de 0-5; 0-10; 0-15; 0-20 cm. Se sugiere tomar una muestra de 20-
25 cm con el fin de analizar los resu l tados en caso que no exista corre
lación entr e la producción y l as estratas diagnósticos antes indicadas.
Se determinó además, hacer una descripción del perfil del suelo en que
se es té trabajando.
3- La época de muestreo y aplicación de fert ili zantes, será marzo y la se
gund a quinc ena de julio .
4- Cada ensayo deberá ll evar control de humedad de suelo y mediciones de
l a pr ecipitación. En las zonas en que sea factible incorporar riego,
deb erá estudiar se este factor y su interacción con la aplicación de do
s is de fertilizantes.
5- Deberá realizarse análisis foliar con el fin de acumular información su
fi c i ente para basar las recomendaciones de fertilización en este tipo
de anál i sis en lugar del anál isi s de sue l o . Se usarán los patrones in
t ernacionales existentes, los cuales pueden ser extrapo lados a nuestras
condiciones, situación técnicamente factible.
100
A través de análisis fo l iares se det erm inarán también las posibles defi
ciancias de micronutrientes.
6- Los ensayos NPK o NPS con fines de calibración, tendrán que ajustarse
al dise~o estad~stico de Factoria l incompleto.
7- Anexo al ensayo se tendrá 2 - 3 parce l as con an imales . Estas parcelas
tendrán dosis de fert i lizac i ón baja, media y alta. Se pretende con e
llas observar el comportamiento de l a pradera en relación a aquell as
con cortes, con fines de ajustar la calibración. Se medirá además, el
comportamiento de los animales.
8- El manejo de los ensayos se ajustará a l as indicac i ones y recomendacio
nes del Programa Praderas, simulando, en lo posible la acción de pasto
reo animal .
9- Las especies a usar dependerán de la zona edafoclimática en que se es
tablezca el ensayo, según las recomendaciones entregadas por el Progr~
111a Praderas . En t érminos generales se acordó util i zar l a mezcla balli
ca - trébo l blanco , en l as zonas de Chillán a Temuco.
Zonas edafoc l imaticas identificadas con las correspondientes mezclas fo -
rrajeras a uti l iz ar en los ensayos.
QUILAMAPU
Zona edafoclimática
Precordillera Santa Bárbara
Llano Central (trumao bajo r i ego)
Seca no interior
Mezcla forrajera
Trébol subterráneo
Trébol bl anco-ballica
Pradera natural, gramíneas y legu
minosas
101
Seca no costero (provinci a de Arauco)
CARILLANCA
Zona edafoclimática
Precordillera Curacautín, Cuneo,
Vilcún
Cari ll anca
Villarrica
Co 11 i pu 11 i
Metrenco
Zona edafoclimática
REMEHUE
Vall e longitudinal (prov. Osorno)
Precordi llera (prov. Osorno)
Ña di s (prov. Osorno)
Rojo ar c illoso (prov. Osorno)
Nueva Brauman (prov. Llanquihue)
Trébol subterráneo -gramíneas
Trébol rosado-ballica con rotación
corta
Trébol blanco-gramíneas (sectores
húmedos)
Mezcla de forr_~~~
(Se rea liza rán dos ensayos : uno
en la parte alta y el otro en la
part e baja del sector
No se identificaron las mezclas
Mezcla de forc~iera
Trébol blanco, gramíneas, pasto
cebolla, etc. (pradera natural
mejorada)
Idem anter ior, más chépica y lo
tus.
Chépica, pasto miel, lotus
Según característica de la zona
Trébol blanco, ballica y más gra
míneas que las anter io res. (Pra
dera natural mejorada)
Zona edafoc limáti ca
Matorral
Estepa
Precordi ll era orienta l con uso
ganadero
102
KAMPENAIKE
Tipo de pradera
Pradera natural formada por coi
ronal y cojín.
Antiguas prad eras sembradas mez
cl as : ovillo, trébol blanco.
Coironal
Praderas sembradas : ovillo y tré
bol blanco.
Praderas naturales.
2. INFLUENCIAS DE LA FERTILIZACION EN LO S METODOS DE EVALUACION A TRAVES
DE CORTE.
En los ensayos de fertilidad de praderas aparecen complicaciones adicio
nale s en l as técnicas de eva luación por corte, (aHura y frecuenci_a) y que
al no descubrirlas oportuname nte pueden interferir el efecto de los trata
mi ento s dando a veces resultados contradictorios.
Estos problemas surgen al variar la composición botánica por efecto de
·1os tratamientos y también cuando comparamos parcelas con diferen!_~~ive
le s de nitrógeno disponible '.
2 .1. Composición botánica. Por efecto de l os tratamientos, la composi
ción botánica puede va riar en diferentes
sent idos de acuerdo al tipo de pradera.
103
2.1.1. Modificando la proporción de leguminosas y gramíneas
Si esto ocurre por efecto de lo s tratamientos, puede interaccio
na r en l a altura de corte; ya que en mezclas de gramíneas y tréboles se ha
de111ostrado un marcado aumento del contenido de l a leguminosa cuando el cor
te se realiza más bajo. Hanson tl~, citado por Gardner (1967).
Atr ibuyéndose este efecto a l a menor competencia de l a gramínea, posi
bi 1 itando un mayor desarro llo del trébol. Se debería conocer entonces las
posibles consecuencias de los cambios en la altura de corte, para elegir
la que represente la s i tuación a la que van a ser aplicado los resultados.
2.1.2. Modificando la proporción de especies con diferentes período~_fe
nológicos.
Pareciera lógi co que lo más conveniente es cortar todas las par
ce l as el mismo día. Sin embargo cuando por efecto de lo s tratamientos (s~
bre todo en praderas naturales) se favorecen espec ies que varían conside
rablemente en sus fechas de maduración se puede introducir un error al ele
gir una sola fecha de corte para todos los tratamientos. Gardner (1967),
ana li za los estados de crec imi ento de una gramínea, seRa l ando que la emer
genc ia de la esp iga sería el estado de máximas gananc i as diarias de mate
ria secil. Posteriormente el incremento decae en forma rápida. Este mis-
1110 autor seRala ejemplos de exper imentos con amplias variaciones en ren -
di111ientos relativos asociados a diferentes fechas de maduración .
De tal manera que este aspecto debe considerarse al decidir l a frecuen
c1a de cortes y si es necesario deberá hacerse en forma diferencial aten
diendo al estado fenológico de la s principales especies que componen la
parcela.
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2. l. 3. Modificando la proporció n de espec i es con d if~e!1tes hábitos de
crec imien t o (erec to y rastrer~)
Al variar l a proporc ió n de especies de hábitos de crecimiento di
feren t e, l a altura de cor t e puede afectar l as estimaciones de r endimi ento
inc lu so en t re espec ie s o variedade s de gra mín eas , nor111a lmente se subestima
el re ndimiento cuando aumenta l a proporción de espec i es o variedades rastre
ras.
2.2 . Nitrógeno dispon ibl e
Cuando aumenta el nitróg eno disponible en el suelo por efecto de
l os tratamientos, normalmente hay un rápido desarrollo, sin em bargo des
pués de l corte pu ede sucederle un período de depresión. Esto ocurre cuan
do en el primer período por efecto del N hay una rápida elongac i ón de los
tal lo s, y una el evac ió n de l os puntos de crec imiento; que pued en ser eli
minad os en el corte . Entonc es el rebrote se ha ce en l as yemas basales,
que es má s l ento, pud i endo reducir el re ndi miento respecto al te s tigo en
el co rte s igui ent e .
Si esta s i tuac i ón se presenta en al gu nos exper imentos, se reco -
mi enda hacer un rec uento de ta ll os recuperados después del corte. Tal vez
as í se expli quen resu ltad os aparentemente n óg i cos.
Ejemplo citado por Gard ner (1967).
REND IMIENTO DE PHLEUM PRATENSE EL 18 DE JUNIO, SIGU IENDO A UN CORTE DE L 12
DE MAYO Y NUMERO DE MACOLLOS NO DA ÑADO S AL 15 DE MAYO (JONES)
Lb de 1nater ia seca/acre NGmero de macollas no da~ados por pie cuadrado al 15 de mayo
Sin N 60 l g/acre N* Sin N 60 l b./acre N*
510 390 203 70
(*): nitrógeno aplicado el 10 de abril.
105
3. COMENTARIO FINAL
- Estas técnicas de corte, referidas a frecuencia y altura también inter
actúan entre ellas y es muy difícil establecer normas al respecto.
En el país cuando lo s trabajos de fertilidad de praderas adquier~n otro
nivel de desarrollo, estos problemas se harán muy evidentes y probablemen
te será necesario incluirlos como tratamientos en algunos ensayos.
- En la evaluac ión de lo s estud ios de fertilidad de praderas, aun cuando
lo primero que interesa son los incrementos de rendimiento hay otros e
fectos que pueden ll egar a ser tanto o más importantes. Podemos citar
como ejemplo:
Variac ión de l a composición botánica
- Mejoramiento del valor nutritivo
- En zonas semiáridas un aumento en la eficiencia del uso
del agua y anticipar una mayor dispon ibilidad de forrajes.
Ejemplos de estos últimos aspectos se presentan a conti
nuación con algunos resultados de la Estación Experimenta l
Kampenaike .
3.1. Eficiencia del uso del agua. Una parte im portante de lo s trabajos
realizados en el extranjero, referi
dos a fertilización de praderas naturales, han concluido que, en
zonas con regímenes semiáridos y áridos, durante el período de
crecimiento (como ocurre en Magallanes), los rendimientos se ven
limitados no sólo por la escasa disponibilidad de agua, sino tam
bién por una inadecuada nutrición; y que la aplicación de fertill
zantes puede jugar un papel impo rtante en el uso eficiente y con
servac ión de agua (Rogler y Lorenz, 1974).
106
Con el objeto de aportar algunos antecedentes, se presenta un análisis
de este aspecto para el sector Kampenaike, donde se cuenta con información
pluviométrica confiable .
Para la comparación se utilizó los rendim ientos del testigo, y el tr~
tarniento NP. Se asumió que el agua de lluvia era utilizada en un 100% des
de e·I inicio del período de crecimiento (septiembre) hasta l a cosecha, (dj_
c iembre) más el agua almacenada en el suelo al in i cio del período.
Información pluviométrica y de humedad de sue l o en la Estac ión Experimen
tal Kampenaike 1977-1979 (mm)
Precipitación anual
Contenido humedad sue lo en septiembre (40 cm prof.)
Humedad a CC (40 cm prof.)
Humedad a PMP (40 cm prof.)
Humedad aprov. en septiembre
Precipitación 15 sept-30 dic.
Total agua utilizada en el período
kg de MS/ha para los mismos a~os
Rendimiento testigo
Rendimiento NP
1977
292,7
98
147,0
86,0
12,0
78
90
1977
940
1539
1978
315
115
147,0
86,0
29,0
71,5
100,5
1978
661
1059
1979
269
100
147,0
86,0
14,0
70,5
84,5
1979
912
1852
"La eficiencia del uso del agua se expresa en kg de materia seca/ha por ca
da milímetro de agua utilizada." (Tisdale and Nelson, 1968).
.,
107
Eficiencia del uso del agua
·- ---·--·--
1977 1978 197 9 Promedio kg MS/ha/mm
TESTIGO 10,4 6,6 10,8 9,3
NP 17, 1 10, 5 21,9 16,5
En los tres años de observación, se obtuvo un incremento importante de
la eficiencia en el uso del agua por efecto de la fertilización, el prome
dio de l os tres años alcanzó un 77 % de incremento.
En tra bajo s s imil ares realizados en el ext ranjero, citan va lore s de
1,53 kg de MS/ha por cada mil fmetro de agua utilizada en praderas tipo
"range " s in fertiliza c ión, mientras que se ha observado valore s má ximos
de 12 .,5 cuando se aplica nitrógeno y fósforo (Johnston, A. et~, 1967).
Ta111bi én es probable que las planta s fertilizada s alcanc en un mayor desa
rro llo ra di cul ar y as f mej orar también l a ext rac c ión de hum edad del sue-
1 o .
3 .2. Oispon ibil idad de forraje
En la Figura 1 se presenta una curva de disponibilidad de forraje
para una prade ra natural fert il .izada (N60 P40) y otra testigo. Se desta
ca la di ferenci a en tasa de crecimiento en primavera para las praderas
fert ili zadas sobre l a t estigo, lo que permite disponer temprano de mayor
ca nti da d y calidad de forraje; efecto de gran s ignificación práctica pues
to que coincide con el f inal del perfodo de gestac ión y parición en ovi -
no s, momento cr jti co en que aumentan notoriamente los requerimientos nu
tr i tivos del ganado.
108
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los en
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( I I I) Agricultura Técnica 31:106-115 ( IV) Agricultura Técnica 31:1 29-135 ( V) Agricultura Técn ica 31: 136-142 (VI) Agricultura Técnica 31 : 169
(VII) Agricultura Técn ica 31 :181-190.
1972. Exploración de deficiencias nutritivas mace ta s . (VII I) Agr icultura Técnica 32:37-48
( IX ) Agricu l tura Técnica 32 :48-55 (X ) Agricultura Técnica 32:99 -111.
197 3. Exp l oración de deficiencias nutritivas maceta·s. (XI) Agricultura Técnica 33:53-72
(XII) Agricultura Técnica 33:111-121 (XIII) Agr icultura Técnica 33:121-128
(XI V) Agricultura Técnica 33:124-224.
1974. Exploración de deficiencias nutritivas . (XV) Agricultura Técnica 34 :1 9-29
(XVI ) Agricultura Técnica 34:68 -83 (XVII ) Agricultura Técnica 34:116-136 (XVIII) Agricultura Técnica 34:189 - 200
con sue-
con sue -
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DEFICIT HIDRICO
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FIGURA 1. DISPONIBILIDAD TOTAL DE MATER I A SEC,l\/HA EN LA PRADERA NATURAL fN DI FERENTES FECHAS. ESTACION EXPERIMENTAL KAMPENAIKE (1980/81)
1--' 1--' 1--'