enciclopedia de la segunda guerra mundial - tomo v la liberacion de las grandes ciudades

EDITORIAL MUNDO HISPANO S.R.L.

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Obra Catalogada

TÍTULO DE LA OBRA COMPLETA:

Segundia Guerra Mundial: un mundo partido en dos. 1a ed.

ISBN Obra: 978-987-25583-7-6

1. Segunda Guerra Mundial.

DirectorRuben Balda

CoordinadorJerónimo Peón

IlustraciónEberhard, Juan PabloCampo, Rodrigo Martín

ColaboradoresArriola, JulianaGarcía, María LuzIche, ErnestoVirgolini, Diego Hernán

ENCICLOPEDIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Índice

TOMO 1

CAPÍTULO 1: HERIDAS ABIERTAS Las cadenas de Versalles El nuevo mapa europeo El nacimiento de los regímenes políticos autoritarios El Nacionalsocialismo Alemán (Partido Nazi) El Fascismo Italiano

Camino a la guerra: una década de conflictos El nazismo al poder El rearme alemán El Espacio Vital Alemán La conformación del Eje Berlín‐Roma‐Tokio

Debilidad de las potencias europeas La conferencia de Múnich Personajes: Adolf Hitler El poder de le Wehrmacht CAPÍTULO 2: SE DESATA EL CONFLICTO: la guerra entre septiembre de 1939 – mayo 1940) Primer objetivo: Polonia La guerra relámpago

¿Morir o Danzing? El pacto de no agresión germano – soviético Derrumbe de Polonia Invasión soviética sobre Finlandia Postales de la guerra invernal

La extraña guerra Una cadena de errores aliados

La línea Maginot La Ocupación de Dinamarca y Noruega

El avance alemán hacia el oeste

Pág. 1Pág. 2Pág. 3Pág. 4Pág. 5Pág. 6Pág. 7Pág. 8Pág. 10Pág. 12Pág. 13Pág. 14Pág. 15Pág. 17Pág. 21Pág. 23Pág. 24Pág. 24Pág. 25Pág. 26Pág. 28Pág. 30Pág. 32Pág. 33Pág. 35Pág. 38Pág. 39Pág. 42

CAPÍTULO 3: SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMASOcupación de Bélgica y los Países Bajos El derrumbe de Francia De Gaulle llama a la resistencia La revancha de Compiègne El carro de combate Italia entra en guerra Resistencia británica La batalla de Inglaterra Inglaterra bajo las bombas Las causas del fracaso alemán en la Batalla de Inglaterra La aviación de la Batalla de Inglaterra Protagonistas: Charles de Gaulle Hitler recurre a la diplomacia La reunión entre Hitler y Franco El colaboracionismo de la República de Vichy

TOMO 2 CAPÍTULO 4: LA APERTURA DE OTROS FRENTES (Octubre 1940 – Junio 1941) Los desaciertos del Duce Invasión a Grecia La guerra naval en el Mediterráneo Italia contra los aliados en África

Alemania acude en ayuda de su socio Mussolini La campaña alemana en los Balcanes La invasión alemana a la isla Creta

La guerra del desierto (1° parte) Características de la Guerra del desierto La Francia libre contra la Francia de Vichy Los primeros éxitos del África Corps Personajes: Erwin Rommel CAPÍTULO 5: LA BATALLA DEL ATLÁNTICO (Octubre de 1940 – Diciembre de 1941) El bloqueo a Inglaterra El sistema de convoyes británicos Hundir al enemigo inglés La reacción británica La acción de los corsarios

La Batalla del Bismark El submarino El acercamiento de Norteamérica: la Ley de préstamo y arriendo La carta del Atlántico

Personajes: Franklin Delano Roosevelt La conformación de la coalición antihitleriana Protagonistas: Sir Winston (Leonard Spencer) Churchill CAPÍTULO 6: DESPERTAR A DOS POTENCIAS (Junio de 1941 – Diciembre de 1941) La invasión alemana a la Unión Soviética Sospechas de Stalin Operación Barbarroja La barbarie Rusia se organiza Los cercos a las capitales rusas El invierno aliado de los rusos La contraofensiva rusa

Pág. 44Pág. 45Pág. 48Pág. 50Pág. 51Pág. 51Pág. 53Pág. 55Pág. 56Pág. 57Pág. 58Pág. 61Pág. 63Pág. 64Pág. 65Pág. 66

Pág. 67Pág. 68Pág. 69Pág. 70Pág. 72Pág. 73Pág. 74Pág. 76Pág. 78Pág. 79Pág. 80Pág. 81Pág. 83Pág. 85Pág. 86Pág. 87Pág. 88Pág. 89Pág. 90Pág. 92Pág. 95Pág. 97Pág. 99

Pág. 101Pág. 103Pág. 103Pág. 107Pág. 108Pág. 109Pág. 110Pág. 112Pág. 114Pág. 117Pág. 120Pág. 122

Josip Stalin El ataque de Japón a Pearl Harbor: la entrada de Japón y Estados Unidos a la guerra La invasión del Imperio del Sol Naciente Japón avanza sobre el extremo oriente Dos posiciones irreconciliables El día del ataque, “día de la familia” La guerra mundial

El “pacto de neutralidad” entre Japón y la Unión Soviética TOMO 3 CAPÍTULO 7: EL MUNDO BAJO LA BOTA DEL NAZISMO El Imperio de Hitler Las necesidades del poder alemán El trabajo forzoso en el nuevo orden

La germanización de Europa La cuestión judía La solución final del “problema judío” Campos de concentración y el genocidio

Auschwitz El gueto de Varsovia

Las formas del colaboracionismo El caso particular de los “Estados Satélites” La Francia de Vichy

CAPÍTULO 8: LA GUERRA DEL PACÍFICO (Diciembre de 1941 – Febrero de 1943) Japón se adueña del Pacífico Malasia en poder de Japón La caída de Birmania La derrota norteamericana en Filipinas La derrota de los aliados en Java

Errores y desaciertos del Imperio del Sol Naciente Bombardeo sobre Tokio con sabor a venganza La batalla del Mar del Coral Derrota japonesa en Midway Las causas de la derrota

Estados Unidos conquista Guadalcanal Protagonistas: Douglas MacArthur El portaaviones El poder de las armas japonesas TOMO 4

Pág. 124Pág. 125Pág. 126Pág. 128Pág. 130Pág. 131Pág. 134Pág. 134

Pág. 136Pág. 137Pág. 140Pág. 142Pág. 145Pág. 148Pág. 151Pág. 153Pág. 156Pág. 158Pág. 162Pág. 163Pág. 164Pág. 166Pág. 167Pág. 168Pág. 169Pág. 171Pág. 175Pág. 176Pág. 179Pág. 180Pág. 182Pág. 183Pág. 186Pág. 188Pág. 189Pág. 192

CAPÍTULO 9: LOS PRIMEROS REVESES DE ALEMANIA EN EL CONFLICTO (Enero de 1942 – febrero de 1943)

Pág. 194

El frente de África Pág. 195Nuevo avance alemán en el desierto en enero de 1942 Pág. 195El triunfo aliado en El‐Alamein Pág. 197

Operación Torch Pág. 199Los aliados toman la delantera en África Pág. 202

El frente ruso Pág. 204La campaña alemana del Cáucaso Pág. 205El avance alemán durante el verano Pág. 206La batalla de Stalingrado Pág. 210La rendición del VI Ejercito Alemán Pág. 213

Los primeros bombardeos sobre Alemania Pág. 214CAPÍTULO 10: LOS ALIADOS PASAN A LA OFENSIVA (Enero de 1943 – Diciembre de 1943) Pág. 216Conferencia de Casablanca Pág. 217Los aliados triunfan en África Pág. 219La “Guerra Total” Pág. 221El derrumbe de Italia Pág. 223El debacle del ejército italiano Pág. 224El desembarco en Sicilia: “Operación Husky” Pág. 225La caída de Mussolini Pág. 227La capitulación de Italia Pág. 229

La campaña de Italia: los combates sobre la línea Gustav Pág. 232La ofensa soviética en el frente del este: Jarcov y el enclave de Jursk Pág. 234La Conferencia de Teherán Pág. 237Bombardeos sistemáticos en Alemania Pág. 239 TOMO 5 CAPÍTULO 11: LA LIBERACIÓN DE LAS GRANDES CIUDADES (Febrero de 1944 – Enero de 1945) Pág. 243La gran ofensiva rusa desde el este Pág. 244La ofensiva del invierno Pág. 245La ofensiva de verano Pág. 246La Conquista de Finlandia Pág. 248La tragedia de Varsovia Pág. 249Los Balcanes en poder de los soviéticos Pág. 251

La campaña en Italia Pág. 253El desembarco de Anzio y los combates en Monte Cassino Pág. 254

Los aliados en Normandía: Operación Overlord Pág. 256Formaciones primarias Pág. 257Estrategia de la operación Pág. 257Operación Tonga Pág. 257Operación Neptuno Pág. 257Defensa de Normandía Pág. 258Trasfondo de la operación Overlord Pág. 259Operación Overlord en acción Pág. 260

París libre al grito de: ¡Tous aux barricades! Pág. 261Las Fuerzas Armadas marchan en el Río Rin Pág. 264Fuerzas aliadas Pág. 264Fuerzas alemanas Pág. 264

Estrategia de Eisenhower Pág. 264 Avance a Alemania Pág. 265La batalla por Bastogne Pág. 265CAPÍTULO 12: ESTADOS UNIDOS PASA A LA DELANTERA EN EL PACÍFICO Pág. 268Batalla de Saipán Pág. 269Fuerzas militares Pág. 269Objetivos militares Pág. 269Estrategia militar Pág. 270Desarrollo del conflicto Pág. 270

La reconquista de Filipinas Pág. 271Acciones del almirante japonés Shima Pág. 272Combate en Luzón Pág. 272Asalto a Manila Pág. 274Reconquista de Bataan y Corregidor Pág. 274

La batalla de Leyte Pág. 275Batalla del paso de Palawan: 23 de octubre Pág. 275

Batalla del mar de Sibuyan: 24 de octubre Pág. 276El estrecho de San Bernardino: 25 de octubre Pág. 276Batalla del estrecho de Surigao: 25 de octubre Pág. 277Batalla de samar: 25 de octubre Pág. 277Batalla de Cabo Engaño: 25 y 26 de octubre Pág. 277Resultados del conflicto Pág. 278

Los Kamikazes Pág. 279Actos kamikazes Pág. 280Takijiro Onishi: Formador de los kamikazes Pág. 280Trasfondo religioso Pág. 281

La Guerra en China Pág. 282El papel de China Pág. 282Guerra civil china Pág. 283

La liberación de Birmania Pág. 284Las campañas de Iwo Jima y Okinawa Pág. 284Raíz del conflicto en Iwo Jima Pág. 284

Características de la Isla Pág. 285 Defensa y combate Pág. 286 Okinawa Pág. 288RAIDs aéreossobre Japón Pág. 290Operación Doolittle Pág. 290Objetivos militares Pág. 291Estrategia Doolittle Pág. 291

Comienza la acción Pág. 292Odisea del RAID Pág. 293Resultado de la misión Pág. 295

TOMO 6 CAPÍTULO 13: EL TRIUNFO DE LOS ALIADOS Pág. 296La invasión de los aliados a Alemania Pág. 297La Unión Soviética en Prusia Oriental Pág. 297Visión alemana Pág. 298Visión soviética Pág. 299

La Conferencia de Yalta Pág. 299Batalla de Berlín Pág. 300Contexto político social Pág. 301

Incursiones soviéticas Pág. 301 Frente alemán y acción Pág. 303Resultados Pág. 306

La liberación total de Italia Pág. 307La derrota de Alemania Pág. 308La conferencia de Postdam Pág. 310Las bombas atómicas sobre Nagasaki e Hiroshima Pág. 311El final de la guerra: la rendición de Japón Pág. 314Firma del acta de rendición Pág. 315

CAPÍTULO 14: LAS CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO Pág. 316Los problemas sociales y económicos post guerra Pág. 317Pérdidas humanas y sus consecuencias Pág. 317Problemas financieros Pág. 318Repercusiones psicológicas y morales Pág. 319

El nuevo sistema internacional Pág. 321Dos bloques en Europa Pág. 323Antecedentes Pág. 324

Formación de los bloques Pág. 324Alianzas de Europa Occidental Pág. 325Alianzas de Europa Oriental Pág. 326

División de Alemania Pág. 327La “biestatalidad” de Alemania Pág. 328El muro de Berlín Pág. 328Rivalidad entre los dos bloques Pág. 328

La descolonización de Asia Pág. 329China Pág. 329Filipinas Pág. 329India Pág. 329Ghandi Pág. 330Nehru Pág. 330Asia suroriental Pág. 331Corea Pág. 333

El proceso de Nuremberg Pág. 333Antecedentes Pág. 334Comienza el juicio Pág. 335Acusaciones Pág. 335Jueces Pág. 335Acusados Pág. 336El proceso Pág. 336La causa Pág. 337La sentencia Pág. 338La ejecución Pág. 339Nuevo orden internacional Pág. 340

243La 2° Guerra Mundial

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Capítulo 11La liberación

de las Grandes Ciudades(Febrero de 1944a Enero de 1945)

Hacia Ĵ nales de 1943 era evidente que Alemania no podía sostener su posición en los diferentes frentes. Su maquinaria de guerra muy debilitada ante la dispersión de fuerzas, era incapaz de enfrentar a un enemigo

que unido en el propósito de vencerla estaba fortalecido en una única estrategia, la de cercar las fuerzas nazis empujándolas hasta su propio territorio y allí mismo hacerla caer. Así es como, durante 1944 los aliados,

Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética, profundizarán su ofensiva tanto sobre Alemania, en Europa, como sobre su aliado en el PacíĴ co.

En el Viejo Continente la apertura de un nuevo frente en el oeste, a través del Desembarco en Normandía, contribuirá deĴ nitivamente a cerrar las tenazas sobre el Tercer Reich, el cual a su vez, se verá gravemente

amenazado por la demoledora ofensiva de los rusos desde el Este, que desde junio del año anterior y con una fuerza arrolladora, mantiene a los alemanes en una constante retirada que no se detendrá hasta alcanzar el

objetivo Ĵ nal: Berlín. También desde el sur, en la Península Itálica, los ejércitos anglosajones fuerzan el cierre del cerco, aunque a un ritmo mucho más lento.

Sin embargo, algo es concreto, el avance aliado en todos los frentes concreta la esperanza de una población oprimida y sufrida que es objeto desde hace cinco años de horrores aún inimaginables. Cada paso dado por

las tropas signiĴ ca un paso más hacia la liberación y en ese punto estará el común denominador que llevará a anglosajones, comunistas y partisanos a unirse en la lucha antinazi. La comunión de fuerzas será tal que, los

alemanes no tendrán escapatoria. La magnitud del avance aliado hará que, a principios de 1945, casi todas las ciudades europeas hayan salido del yugo alemán.

Pero, para alcanzar la liberación, poblaciones y ejércitos, deberán aún sacriĴ carse y atravesar duros enfrentamientos, en uno de los años más combativos de la guerra.

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Obligados a contraatacar hacían uso de las

pocas reservas con lasque contaban.

El 25 de abril de 1945, los soviéticos habrán alcanzado

Torgau.

La gran ofensiva rusa desde el este

La contraofensiva rusa lanzada sobre Ucrania a partir de la derrota alemana en Kursk, avanzaba de manera imparable con rápidos y ágiles maniobras envolventes que habían

arrastrado a la Wehrmacht a un incesante repliegue a lo largo de un amplio frente más allá del Dnieper. Los alemanes acosados por las tropas rusas, imposibilitados de recibir refuer-zos y sosteniendo las posiciones hasta el límite de sus posibilidades, puesto que Hitler había dado la orden de no retroceder, se encontraban cada vez en una situación más desastrosa. Obligados a contraatacar hacían uso de las pocas reservas con las que contaban, contra una fuerza rusa que los superaba ampliamente en número y armamento, lo que agravaba la delicada situación del ejercito alemán.

A principios de 1944, los rusos lanzan una gran ofensiva que se desarrolla en dos etapas. La primera es la ofensiva de invierno y que lleva al Ejército Rojo a conquistar Ucrania, la Penín-sula de Crimea, los Países Bálticos, Bielorrusia, Leningrado y Odessa, además de adentrar en territorio de Polonia y Rumania desde el sudeste.

La segunda etapa se desarrolla a partir del verano de 1944 y no se detendrá sino hasta la propia capital del Tercer Reich. En esta fase, los soviéticos conquistarán Finlandia, en el norte, Polonia, Prusia Oriental y Occidental, y en el sur procederán, en conjunción con los grupos de resistencia, a la liberación de los Balcanes. Rumania, Bulgaria, Albania, Hungría y Yugo-slavia, darán entonces Ĵ n a sus días como países satélites del Reich. El 25 de abril de 1945, los soviéticos habrán alcanzado Torgau. Estarán a tan solo 120 km de Berlín y a un paso del Ĵ nal tan esperado.

Cuando ya no tenían otra opción que retroceder, lo cual muchas veces era ordenado en contra de las directivas de Hitler, los alemanes, en un acto de total cobardía, adoptaban el sistema de tierra quemada, con lo cual solo dejaban destrucción y muerte en los territorios ya asolados por la ocupación.

Soldados estadounidenses de Infantería saludan a soldados soviéticos en un Puente del río Elba. 1945.

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Con la embestida de verano las puertas a Rumania

quedarán deĴ nitivamente abiertas para los rusos.

Río Dniéster.

La Ofensiva de Invierno

La avanzada rusa inicia en enero, en el extremo norte del extenso frente del Este, donde el Ejército Rojo consigue liberar Ĵ nalmente y luego de 872 días, la ciudad de Leningrado.

Esta ciudad, era víctima de un terrible sitio por parte de las tropas alemanas desde septiem-bre de 1941 por el cual, su población fue partícipe de una de las supervivencias más heroicas y a la vez más espantosas de la guerra. Continúa en el centro, sobre Ucrania, donde el VIII Ejército Alemán era cercado y aniquilado, hacia Ĵ nales de febrero, más allá de Kiev.

En marzo, los soviéticos se lanzan con un empuje arrasador sobre la estepa ucraniana. A lo largo de todo el frente de Ucrania, las tropas alemanas resistían con los últimos vestigios de fuerza, obligadas por el Führer a no replegarse. Pero esta negativa de Hitler, fue la con-dena de la Wehrmacht, cuya única posibilidad de sostener el frente en el Este era retrasar el mismo hasta la línea Riga-Odesa. Sin embargo, no fue así, y hacia Ĵ nales de marzo las fuerzas acorazadas soviéticas al mando de Koniev, desbordaban fácilmente las débiles defensas ale-manas y cruzaban el Dniéster. A través de un amplio frente aplastan a las fuerzas alemanas muy inferiores en número y armamento alcanzando, rápidamente, la cadena montañosa de Los Cárpatos, en la frontera con Hungría. Esta era la última barrera con la que contaban los alemanes para retener el frente del este y evitar el paso a Europa central y los Balcanes. Pero no podrán hacerlo por mucho tiempo. Con la embestida de verano las puertas a Rumania quedarán deĴ nitivamente abiertas para los rusos.

Mientras tanto, en el frente ucraniano del norte, las tropas soviéticas al mando de Zhukov, cercaban a la Wehrmacht en el río Bug, y arremetían con fuerza en dirección a Varsovia. En el extremo sur de Ucrania y luego de varios combates los rusos liberaban Odesa, el 10 de abril de 1944 y el ejército germano-rumano apostado en Crimea quedaba aislado. Con una rápida acción de los Katiuska, el Ejército Rojo llega a Sebastopol el 17 de abril para recon-quistarla Ĵ nalmente el 9 de mayo tras la desesperada evacuación de los nazis y cruentos combates que dejan un saldo de 60.000 prisioneros, 50.000 muertos y 191 navíos hundidos.

El ejército alemán continuaba replegándose de manera destructiva a lo largo de todo el frente del este siendo cercado en diferentes puntos del mismo. A su paso en la retirada procuraban no dejar nada a su enemigo destruyendo pueblos, puentes y fábricas. Pero esto, lejos de detener a los soviéticoslos exacerbaba aún más, incrementando su odio y sed de venganza contralos nazis.

Ivan Koniev. Georgi K. Zhukov.

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Para junio, los rusos desatarán su segunda

ofensiva, provocando solo en cuestión de días

el derrumbamiento del frente alemán.

Era imposible para el ejército alemán estabilizar el amplio

frente del este de maneratal de poder organizar

la defensa y frenarel avance soviético.

Para junio, los rusos desatarán su segunda ofensiva, más dura y potente que la de estos meses, provocando solo en cuestión de días el derrumbamiento del frente alemán. En el centro, desde la Rusia Blanca y desde el sur, ingresando a través de Polonia, los soviéticos conseguirán avanzar deĴ nitivamente hasta las puertas mismas del Reich. Ni siquiera el precipitado cambio de mandos ordenado por Hitler, que sustituye a Manstein y a Kleist, colocando a Walter Model al frente del Grupo de Ejércitos Norte de Ucrania y a Ferdinard Schörner al frente del Grupo de Ejércitos Sur de Ucrania, podrá salvar a los nazis de la feroz embestida del Ejército Rojo.

La Ofensiva de Verano

Mientras los ejércitos anglosajones, desembarcados en Normandía a principios de junio, comenzaban a invadir los territorios occidentales de Europa, en el Este la situación de

la Wehrmacht en todos los sectores era muy complicada. Con las fuerzas diezmadas por los constantes ataques, las diĴ cultades para la llegada de aprovisionamiento y la merma extraor-dinaria de efectivos y armamentos, era imposible para el ejército alemán estabilizar el amplio frente del este de manera tal de poder organizar la defensa y frenar el avance soviético.

En el sur, los rusos, habiendo cruzado el Dniéster y vencido deĴ nitivamente las últimas barreras del frente alemán meridional, se abrían camino por la Besaravia y la Bucovina a territorio rumano, para desde allí acechar los países satélites del Reich en los Balcanes. En el centro, las fuerzas soviéticas golpeaban incesantemente los territorios bálticos desde

Walter Model. Stalingrado, 1943.

Cañón antitanque alemán, apostado en Carelia, Frente Ruso.

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Ambas operaciones lograrán expulsar a los alemanes del territorio

ruso y concretarán el aniquilamiento total del

grupo de Ejércitosdel Centro alemán.

el invierno pasado presionando constantemente las líneas enemigas. Mientras que en el centro, la Wehrmacht se debilitaba por el envío de tropas al Ķ anco oeste para cubrir la inva-sión enemiga a Francia y al Grupo Sur donde Hitler suponía, erróneamente, se avecinaba la nueva ofensiva del Ejército Rojo.

Con este panorama a favor, los soviéticos deciden lanzar una nueva estocada denominada Operación Bagratión, el 22 de junio de 1944, en Bielorrusia, al norte de las Ciénagas del Pri-pet, la que luego enlazará con otra embestida l sur de las mismas ciénagas, en territorio de Ucrania, y que se iniciaría unas semanas después. Ambas operaciones lograrán expulsar a los alemanes del territorio ruso y concretarán el aniquilamiento total del Grupo de Ejérci-tos del Centro alemán.

La Operación Bagratión, al mando del general Zhukov, se despliega con dirección noroeste, hacia el Báltico. Tenía como objetivo reconquistar Bielorrusia y alcanzar la frontera de Prusia Oriental. Para la misma, los soviéticos emplearán una fuerza inusitada compuesta por 50 divisiones de infantería, 20 divisiones acorazadas y unos 20.000 cañones, con un total de casi 2.000.000 de soldados. En el otro extremo se enfrentan con 34 divisiones del Ejército del Centro, al mando del general Busch. La desproporción de fuerzas de 7 a 1 en tanques y de 3 a 1 en hombres, a favor de los rusos será aplastante para los alemanes.

Mientras tanto al sur del Pripet se inicia la segunda parte de esta ofensiva, en dos direcciones: Lublín-Sandomierz y Lwow, la cual avanza, en pocas semanas 400 km, haciendo retroceder al ejército alemán hasta el Río Vístula, para de allí acechar las puertas de Varsovia.

El enfrentamiento comienza con una descomunal descarga de artillería que da de lleno sobre un amplio frente defensivo alemán a la altura de Vítebsk produciendo la destrucción de la artillería enemiga. Luego, los soviéticos, del 1° Frente Báltico y del 3° Frente de la Rusia Blanca, ambos, en Vítebsk, y del 2° Frente de la Rusia Blanca, a la altura de Minsk, ingresarán sobre las líneas defensivas alemanas abriendo dos brechas, para a partir de allí y con movimientos de tenazas encerrar a la Wehrmacht formando “bolsas”. En una semana avanzarán 250 km y ocasionarán, en el camino el aniquilamiento casi total del Grupo de Ejércitos del Centro alemán, el cual tendrá cerca de 350.000 muertos y otro tanto entre heridos y prisioneros, además de la mayoría de su armamento destruido. El 3 de julio y habiendo cerrado el cerco de Minsk, el Ejército Rojo reconquista esta ciudad. De allí en más avanza hacia Prusia, conquistando Vilna, capital de Lituania, el 10 de julio.

Unidad acorazada alemana Panther en el frente ruso. 1944.

Fuerzas en la Operación Bagratión

Divisiones acorazadas 20

Cañones 20.000

Soldados 2.000.000

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La reconquista de Bielorrusia implicó el aislamiento de los

ejércitos alemanes del Báltico.

El líder ruso abandona entonces sus pretensiones

de avanzar sobre Finlandia y propone a los Ĵ neses aliarse

y combatir a los alemanes.

Para agosto, los soviéticos habrán alcanzado la frontera prusiana, y expulsado totalmente a los alemanes de Bielorrusia, Ucrania y de todo el norte de Polonia al este del Vístula. A su vez, la reconquista de Bielorrusia implicó el aislamiento de los ejércitos alemanes del Báltico los cuales, siendo presionados hacia el mar, formarán una bolsa en Curlandia, donde 8 divi-siones alemanas permanecerán cercadas hasta el Ĵ nal de las hostilidades, en mayo de 1945.

La Conquista de Finlandia

La recuperación de Leningrado había estimulado la petición de armisticio por parte del gobierno Ĵ nés quién veía muy probable la derrota de Alemania e imposible poder soste-

ner un enfrentamiento con la potencia rusa. Sin embargo, las negociaciones fracasan puesto que el país nórdico rechaza las exigencias de Stalin que pretendía obtener una rendición incondicional. Mientras tanto, continúan produciéndose duros enfrentamientos entre el Ejér-cito Rojo y los Ĵ neses, quienes contaban hasta entonces con el apoyo del ejército alemán.

Finalmente, el 9 de junio de 1944, los soviéticos lanzan una ofensiva sobre Finlandia deno-minada Operación Águila con la que conquistarán la región de Carelia pero que les costará enormes pérdidas en vidas y material.

Por lo que Stalin se propone negociar nuevamente, puesto que de continuar los enfrenta-mientos, el ejército soviético podía salir muy herido. El líder ruso abandona entonces sus pretensiones de avanzar sobre Finlandia y propone a los Ĵ neses aliarse y combatir a los ale-manes, lo cual era sumamente ventajoso ya que mantendría ocupadas a las tropas alemanas existentes en ese país evitando su movilización hacia el frente del oeste. Por su parte, los Ĵ neses, quienes veían peligrar su independencia, deciden ceder Vyborg, el istmo de Carelia, Petsamo y Porkkala y Ĵ rmando el armisticio el 19 de setiembre de 1944 declaran la guerra a Alemania, con lo cual acaba la guerra ruso-Ĵ nesa pero se origina una nueva, mucho más cruenta, que duraría hasta abril de 1945, entre el ejército alemán que contaba con una pode-rosa fuerza de montaña y sus antiguos aliados en la que se dio a llamar la “Guerra de Laponia”.

La ofensiva soviética en el verano de 1944 signiĴ có, sin lugar a dudas el comienzo de la cuenta regresiva para Hitler, ya que provocó un tremendo retroceso del ejército alemán devolviéndolo a su propio territorio, además de inĶ igirle pérdidas que eran irreparables a esta altura de los acontecimientos. A tan solo un año y medio desde el triunfo en Stalingrado, los rusos habían concretado la liberación total de su territorio, y habían desarmado completamente el frente alemán en el Este. Con el Ejército del Sur vencido, las tropas del Centro convertidas en despojos y las fuerzas del Norte cercadas, las puertas de Alemania, habían quedado totalmente abiertas para la invasión. Ahora solo quedaba el asalto Ĵ nal que llegaría recién el próximo invierno, con el último tramo de la ofensiva rusa sobre el corazón mismo del imperio nazi.

Firma del pacto entre Finlandia y Rusia Soviética.

Frente Ĵ nlandés.

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ELBIBLIOTECOMLos enfrentamientos entre nazis y Ĵ neses produjeron la devastación total de la región norte de Finlandia.

Los alemanes, imposibilitados de recibir abastecimiento desde la madre tierra se replegaron hacia Noruega, atravesando esa región, de ahí el nombre del conĶ icto. En su camino utiliza-rán la devastadora táctica de tierra quemada. Esto y los feroces enfrentamientos entre nazis y Ĵ neses produjeron la devastación total de la región norte de Finlandia.

En octubre, los países bálticos, también serán liberados de la ocupación nazi. Todo el norte quedaba en poder del Ejército Rojo.

La tragedia de Varsovia

A Ĵ nales de julio, las fuerzas del Ejército Rojo se acercaban a Varsovia a paso seguro, ocu-pando el barrio de Praga, al este del Vístula, el último día del mes. Mientras éstas entablaban

duros combates con los alemanes, el gobierno polaco en el exilio, temeroso de que los sovié-ticos ocupen la ciudad imponiendo un gobierno comunista, ven la posibilidad de vencer a los alemanes y ocupar la capital antes que el Ejército Rojo lo haga. Entonces ordena al jefe de la resistencia polaca, general Komorowski, levantarse en armas y combatir a los nazis en la ciudad. El 1 de agosto de 1944, se produce entonces el alzamiento popular, llevado a cabo por fuerzas polacas y guerrilleros de la resistencia, muy mal equipados ya que solo contaban con artillería ligera y a la sazón escasa.

Los soviéticos continúan, a las afueras de la ciudad, sin poder quebrar las defensas alema-nas reforzadas para impedir su paso por el Vístula.

Entonces, ocurre lo inexplicable: los rusos detienen su ofensiva, lo cual dejó a los débiles guerrilleros, mal aprovisionados, totalmente solos, contra el poderoso ejército alemán, que ya había sido reforzado por fuerzas acorazadas de las SS al mando de Himmler y brigadas de la policía que llegaron a la ciudad para acabar con la insurrección. Lo que sucedió a partir de allí viene a sumar un capítulo más a la trágica historia de esta ciudad, puesto que este refuerzo, sumado al hecho de que el cese de las hostilidades en el Vístula dejaba liberadas tropas alemanas que fueron inmediatamente abocadas a contrarrestar el alzamiento en la ciudad, acabó provocando una masacre sobre sus habitantes. Se trató de una lucha totalmente desigual que llevó a la matanza de sublevados y civiles. La lucha callejera, casa por casa, se caracterizaba por combates sangrientos en los cuales los alemanes cometieron muchas atrocidades contra los civiles de Varsovia. Las órdenes de Himmler eran las de arrasar con la ciudad, y así fue, se destruyeron barrios enteros y se inició una brutal represión contra la población. Se bombardearon ediĴ cios por aire y por tierra para acabar con los sublevados atrincherados y se procedió al fusilamiento indiscriminado de los habitantes.

Soldados alemanes atacando hogares polacos.

Civiles polacos exhaustos tras los enfrentamientos en Varsovia.

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La ciudad de Varsovia había quedado totalmente

destruida por la acción de los combates.

Los guerrilleros que lograban escapar de las

fuerzas nazis, huían de la ciudad utilizando las

alcantarillas, caminando cientos de kilómetros a

través de los desperdicios.

Mientras tanto los soviéticos se mantuvieron estáticos ante los combates en la ciudad. Sta-lin, que no reconocía al gobierno polaco exiliado a quienes acusó de colaboracionistas, por iniciar la rebelión, niega la ayuda a los polacos. Pero no solo eso, sino que impide que los bombarderos norteamericanos y británicos, que pretendían ayudar a las fuerzas sublevadas utilicen los aeródromos soviéticos, con lo cual les era imposible actuar ya sea combatiendo o lanzando provisiones en paracaídas a los sublevados. Incluso muchos aviones aliados fue-ron atacados por la artillería antiaérea rusa. Esta intransigencia de Stalin, la dilación de las negociaciones con los aliados, quienes no podían convencerlo de prestar su colaboración y la violencia de la represión alemana produjo en la ciudad una catástrofe. Los guerrilleros, que lograban escapar de las fuerzas nazis, huían de la ciudad utilizando las alcantarillas, caminando cientos de kilómetros a través de los desperdicios para atravesar, por debajo, las zonas ocupadas por las fuerzas alemanas. La ciudad quedó sitiada, sin alimentos ni medica-mentos, lo que contribuyó a aumentar su desgracia.

A mediados de setiembre, la suerte de los sublevados ya estaba echada y, aunque el 1° ejér-cito polaco perteneciente al frente soviético apostado en el Vístula se subleva y acude a prestar ayuda a sus compatriotas, ya no puede hacer nada. Finalmente, el 3 de octubre de 1944, ante la imposibilidad de continuar los combates, y dada la magnitud de la masacre contra los civiles, los alzados capitulan. La ciudad de Varsovia había quedado totalmente destruida, por la acción de los combates. Con 130.000 civiles y 25.000 rebeldes muertos, además de miles de heridos y prisioneros enviados a los campos de trabajo y exterminio, se había dado por terminada la lucha.

Como fuere, el Ejercito Rojo, continuaría estacionado a orillas del Vístula por seis meses más, sin emprender acciones y reorganizando sus tropas, muy extendidas por cierto, antes de iniciar su ofensiva Ĵ nal hacia Alemania.

Los rusos, consideraron que en realidad la sublevación fue una idea desacertada, llevada a cabo en el momento inadecuado puesto que había contribuido a aumentar los refuerzos alemanes en la región, frenando el avance soviético. Pero a los ojos aliados había dejado expuestas las verdaderas intenciones de Stalin, ya advertidas en Teherán por Churchill. El líder soviético aprovecharía su avance en el este, para ocupar territorios otrora pretendidos y fortalecer el régimen comunista. De ahí una de las causas que justiĴ carían su falta de voluntad para ayudar a los sublevados ordenados por el gobierno polaco exiliado, de claro sesgo anticomunista. El desgastante combate entre alemanes y guerrilleros facilitaría el posterior avance y ocupación soviéticos sobre la capital, y sobre toda Polonia.

Tanque alemán vigila una calle durante el levantamiento de Varsovia, Polonia.1944.

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La avanzada del Ejército Rojo y la consecuente

retirada de la Wehrmacht, dejó a los países balcánicos

expuestos a la avalancha comunista que amenazaba

los poderes locales.

Los Balcanes en poder de los soviéticos

Vencido el frente meridional alemán, los rusos tienen el camino abierto hacia los Balca-nes donde arremeten con una fuerza arrolladora logrando no solo la ocupación de los

países de la región sino sacando provecho del torbellino político que se sucedía en ellos ante el avance soviético.

En efecto, Hitler había establecido en la región de los Balcanes un sistema de alianzas, per-mitiendo el ascenso al poder de gobiernos pro nazis, con lo que facilitó la extensión de su dominio hacia el Mediterráneo. Sin embargo, la avanzada del Ejército Rojo y la consecuente retirada de la Wehrmacht, dejó a los países balcánicos expuestos a la avalancha comunista que amenazaba los poderes locales.

Entonces, como ya había ocurrido en otras ocasiones, los regímenes dominantes se apre-suraron a hacer los movimientos necesarios y a establecer nuevas alianzas con los nuevos invasores para mantener el poder.

Mientras tanto, el Ejército Rojo continua con su cruzada por los Balcanes y tras la ocupación de la Bucovina del Norte, llega al otro lado de los Cárpatos y se adentra en territorio húngaro, donde el general Lakatos forma un nuevo Gobierno junto al regente Miklós Horthy, quien no creía ya en el posible triunfo de Alemania. El 15 de octubre Horthy pide el armisticio a los rusos pero es detenido por los alemanes quienes colaboran con el local partido fascista de Szalassy para organizar un golpe de estado contra Lakatos siendo destituido este Ĵ nalmente de su cargo de primer ministro. Hungría queda sometida a un régimen dictatorial muy duro que someterá los intereses nacionales a los requerimientos de Hitler, extendiendo la lucha contra los rusos a límites sangrientos. Estos, que refuerzan la ofensiva sobre la llanura hún-gara, alcanzan Budapest a Ĵ nales de noviembre de 1944 e inician un prolongado sitio a la ciudad que se extenderá hasta el 13 de febrero del próximo año cuando logren romper el cerco del ejército alemán aferrado (por dictámenes del Führer), con uñas y dientes al último bastión que separaba las tropas rusas de Austria.

La ofensiva en el sur, les permite a los soviéticos la conquista de la Besarabia, la ocupación de Constanza y la toma de los pozos petroleros de Ploesti, a orillas del Mar Negro. De allí se dirigen a Bucarest, ocupada Ĵ nalmente el 31 de Agosto de 1944. Pero, el rey Miguel I, consciente de la avanzada rusa se ha adelantado a los acontecimientos y el 23 de ese mes Ĵ rmó el armisticio con los soviéticos aceptando sus condiciones. A su vez, declaró la guerra a Alemania y ordenó la captura del general Antonescu, quien había dirigido los destinos de Rumania desde 1940, de la mano de su aliado Hitler. Con esta movida, el rey pretendía salvar el régimen y recuperar territorios perdidos.

GráĴ ca de la época.

Miklós Horthy.

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En el término de cuatro meses la inĶ uencia de los

rusos se hacía sentir de norte a sur.

Este sitio resultará devastador para Hungría que sufrirá durante su cerco la muerte de unos 40.000 civiles y 50.000 defensores, además de causar 70.000 bajas entre las Ĵ las del Ejército Rojo. Por su parte, Rumania que ha colaborado con los rusos recupera Transilvania, único territorio que rescatará en el marco de la Segunda Guerra.

Más al sur Bulgaria, que había adherido al Pacto Tripartito pero que no había querido decla-rar la guerra a la Unión Soviética, fue igualmente invadida por el Ejército Rojo quien si le declaró la guerra el 5 de setiembre y tras haber alcanzado la capital(duramente bombar-deada por los aliados) el 18 de octubre, la obliga a rendirse.

Ahora, el camino hacia Yugoslavia, en el extremo occidental de los Balcanes, estaba liberado. Allí, los soviéticos, conĶ uenciarán fuerzas con el poderoso movimiento partisano coman-dado por Tito conquistando Belgrado el 20 de Octubre de 1944.

Por ese entonces, tropas alemanas atravesaban el territorio yugoslavo en una rápida retirada huyendo de las tropas aliadas desembarcadas a principios de octubre en Atenas y encarga-das de liberar la península helénica.

En el término de cuatro meses la inĶ uencia de los rusos se hacía sentir de norte a sur, desde el Báltico al Mediterráneo, y amenazando las fronteras del Reich desde el este y el sur resul-taba ya imposible de contener por la Wehrmacht, totalmente diezmada y en proceso de desmembramiento.

La actuación del Ejército Rojo, y la visión estratégica de sus generales, sin descontar la mente brillante de su líder Stalin, resultaron fundamentales para el aplastamiento del régimen nazi y para el consecuente Ĵ n de la guerra en Europa, además de considerarse por lejos el más heroico dentro de las operaciones encaradas por los aliados, puesto que el desembarco en Normandía se produjo ya hacia Ĵ nales de la guerra con un ejército alemán mucho más débil y con todo el poder bélico norteamericano a su servicio. El Ejército Rojo combatía desde

Para comienzos del nuevo año, con tropas reorganizadas y reabastecidas gracias a una fuente de reservas que parece no agotarse nunca, lossoviéticos estarán listos para el tramo Ĵ nal de su largo y sacriĴ cado camino por la liberación.

Firma del pacto tripartito.

Josip Broz “Tito” o Mariscal Tito, será Jefe de Gobierno de Yugoslavia desde el Ĵ nalde la guerra.

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La situación en la península itálica no hacia más que

demorar la apertura de un nuevo frente en Europa.

hacía tres años a la poderosa Wehrmacht y fue hiriéndola de a poco hasta conseguir que-brarla totalmente en Berlín en abril de 1945, tras un avance que les llevó miles de kilómetros, por diferentes terrenos y ante condiciones climáticas de las más diversas.

La campaña en Italia

Establecida la Línea Gustav como barrera de defensa alemana, y resistidos cada uno de los embates de las fuerzas anglosajonas sobre las formaciones alemanas atrincheradas,

el avance de los aliados en Italia quedó deĴ nitivamente frenado hacia Ĵ nales de 1943 con la llegada del invierno y la imposibilidad de llevar alguna ofensiva bajo la nieve. Se originó en cambio una guerra de trincheras, con un combate continuo del V Ejército norteameri-cano y el VIII Ejército británico apostados en los extremos occidental y oriental de Gustav respectivamente, contra las tropas alemanas de Kesselring.

La situación se había ralentizado peligrosamente a los ojos de los norteamericanos, quienes ponen todas sus miras en el desembarco programado para junio en las costas del norte de Francia. Esto los llevará a ciertos roces con los ingleses, que pretendían reforzar la embestida contra los alemanes en el sur para acabar totalmente con la amenaza nazi en el Mediterráneo, lo cual ahondaba en beneĴ cios propios ya que la Corona lograba la supremacía absoluta en la región. Para ello pretendían un nuevo desembarco aliado en el extremo meridional de Francia, aun a costa de retrasar las operaciones en el norte, cuestión que fue rechazada de plano por los norteamericanos. Para ellos la situación en la Península Itálica no hacia más que demorar la apertura de un nuevo frente en Europa, ya que el avance de las tropas se diĴ cultaba por la hostilidad del terreno.

Unidad de artillería alemana en Italia. 1943.

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La operación fracasa estrepitosamente y

prolonga los combates en torno a Cassino hasta mayo

de 1944.

Para Ĵ nes de diciembre, los generales a cargo de las operaciones en Italia, Eisenhower, Mont-gomery y Bradley fueron llamados a Inglaterra y afectados a los preparativos del desembarco en Normandía. En su reemplazo fue nombrado el británico general Wilson quien se propuso organizar un ataque frontal a la barrera defensiva de Gustav pero esta vez con el apoyo de tropas desembarcadas en Anzio y Nettuno, que amenazaran la retaguardia de Kesselring, provocando la caída de la encarnizada resistencia apostada en Monte Cassino lo cual abriría las compuertas para llegar Ĵ nalmente a Roma. Sin embargo, la operación fracasa estrepito-samente y prolonga los combates en torno a Cassino hasta mayo de 1944.

El desembarco de Anzio y los combates en Monte Cassino

Entre el 17 y el 18 de enero de 1944, el V ejército norteamericano lanza su ofensiva sobre el río Gallerano, con la cual pretendían alcanzar el Valle del Liri, al otro lado de la línea

Gustav, pero son bruscamente detenidos por los alemanes.

Mientras tanto la Ķ ota aliada con destino a la bahía de Anzio se pone en marcha y entre el 21 y el 22 de enero alcanza su destino. Pero, pisando suelo continental, son bloqueados por una fuerte oposición alemana, quien ataca las fuerzas anglosajonas a orillas del mar.

La caída de las defensas alemanas en la ciudad y las montañas de Cassino resultaban funda-mentales para la apertura de la carretera que conducía a Roma, los aliados eran conscientes de ello y la diĴ cultad de su concreción había derivado en el retraso de todas las operaciones en la Península. De aquí que se tomara la drástica decisión de bombardear directamente toda la montaña de Monte Cassino, incluida la hermosa abadía benedictina que se erguía en la cima de la misma. El 15 de febrero de 1944, más de 300 aviones con 500 toneladas de bombas se abatieron sobre las colinas, y a partir de allí bombardearon constantemente Monte Cassino hasta que Ĵ nalmente los alemanes se dieron por vencidos el 18 de mayo de 1944, cuando evacuaron la montaña y las ruinas del monasterio donde se habían refugiado.

Lejos de afectar la retaguardia alemana las tropas anglosajonas desembarcadas quedan atrapadas entre el fuego enemigo y el mar, consiguiendo mantener su posición tras duros combates. En el Gallerano y sin el apoyo previsto del desembarco, las tropas de Mark quedan sometidas a un continuo enfrentamiento contra la I División Alemana de Paracaidistas en las laderas del Monte Cassino, hasta el 4 de febrero de 1944, cuando cesan los combates.

Los habitantes tratan de recomponer los poblados en ruinas en Monte Cassino.

La Abadía en ruinas. Monte Casssino.

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ELBIBLIOTECOMPara entonces los aliados habían penetrado profundamente en otros sectores de las líneas alemanas, pero Monte Cassino fue la fortiĴ cación que más resistió el paso de las tropas alia-das, formadas por unidades norteamericanas, neozelandesas, hindúes, polacas (a cargo del general Andersen) y el CEF (Cuerpo Expedicionario Francés), compuesto por tropas de mon-taña argelinas y marroquíes, bajo el mando del general Juin. Justamente fueron estos dos últimos ejércitos quienes consiguieron abrir las brechas en el inexpugnable frente alemán luego de 6 meses de encarnecidos combates.

Tras la conquista de Monte Cassino, no tardó en caer el cerco en las costas de Anzio donde las tropas norteamericanas desembarcadas lograron la victoria el 23 de mayo. El 4 de junio de 1944, a casi un año del desembarco en las costas de Sicilia, los anglosajones llegaban a Roma y liberaban a su población. Declarada “ciudad abierta”, fue abandonada por los ale-manes un día antes sin causarle ningún daño.

La ocupación de la capital por los aliados causa la abdicación del rey Victor Manuel III a favor de su hijo Humberto y la sustitución de Badoglio por el antifascista Ivanoe Bonomi, repre-sentante del Comité de Liberación Nacional.

Los alemanes por su parte se refugiaron en la región de la Toscana, en donde establecieron una nueva línea defensiva, que continuaría frenando el avance aliado hacia el norte. Sin embargo, la conquista de la Capital resulta de vital importancia para el ánimo de los alia-dos y llega en el momento oportuno justo dos días antes del desembarco de las tropas en las costas de Normandía, que prometía el triunfo total en Europa.

La batalla por la posesión de Monte Cassino le costó a los aliados la pérdida de unos 50.000 hombres. El X Ejército alemán totalmente desorganizado se batió en retirada, pero al no ser interceptado por los anglosajones más preocupados por alcanzar el objetivo romano, pudieron resguardarse gracias también a la resistencia tenaz de la 1a. División de Paracaidistas.

General Juin.

Tanques americanos desembarcando en la cabeza de playa de Anzio.Ivanoe Bonomi.

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En este proyecto se incluían otras dos operaciones:

Neptuno y Tonga.

Sir Bernard Law Montgomery.

Los Aliados en Normandía: Operación Overlord

E l 6 de junio de 1944, tuvo lugar la operación Overlord, llevada a cabo por las fuerzas alia-das (Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá) en la Segunda Guerra Mundial. La invasión

se produjo en Normandía (noroeste de Francia); es por eso que a este hecho también se lo conoce como la “Batalla de Normandía”. Estas tierras estaban ocupadas por la Alemania Nazi bajo la dirigencia de Adolf Hitler.

Operación Overlorld fue el nombre clave que utilizaron los aliados para referirse a esta invasión. El comandante supremo de esta misión era el General estadounidense Dwight Eisenhower y el comandante del 21º Grupo de Ejércitos (fuerzas de tierra) era el Mariscal de Campo Sir Bernard Law Montgomery. En este proyecto se incluían otras dos operaciones: Neptuno y Tonga. La primera se refería al desembarco por mar y la segunda era la operación aerotransportada británica que permitió el control de puntos estratégicos como puentes y la captura de artillería enemiga.

Formaciones primarias

Los grupos de combate llegaron desde los Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá. Estas tropas también se integraban con Fuerzas de la Francia Libre y fuerzas polacas. Además

se hacían presentes algunos contingentes de Bélgica, Checoslovaquia, Grecia, Países Bajos y Noruega.

Tropas aliadas (este es un regimiento canadiense) en Playa Juno. Operación Overlord.

Arribo de tropas.

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Neptuno fue el nombre clave que se usaba para designar a la estrategia.

Playa Omaha.

Playa Utah.

Estrategia de la operación

Los aliados se habían propuesto desembarcar en un solo punto que se situaba cerca de Normandía. Sin embargo, Bernard Montgomery le propuso a Dwight Eisenhower abrir

la playa en cinco sectores más y de esta manera la estrategia inicial cambió.

De esta manera, se Ĵ jaron cinco puntos de desembarco: Playa Omaha, Playa Utah, Playa Gold, Playa Juno y Playa Sword.

Con el objetivo de anular un conjunto de cañones que amenazaban las Playas Omaha y UTA, se estableció un sexto punto de desembarco: Point du Hoc.

Para reforzar estos seis objetivos anĴ bios (operación Neptuno) se llevó a cabo una opera-ción aerotransportada (Tonga), que comenzó unos días antes que la anĴ bia. Concretamente, tuvieron lugar en las noches de 5 y 6 de junio de 1944.

Operación Tonga

Se llamó así al ataque aéreo que se organizó con el objetivo de fortalecer los puntos de ataque marítimos. Tonga fue el nombre clave que se usaba para designar a la estrategia.

Operación Neptuno

Se llamó así al ataque que se organizó en los puntos marítimos o anĴ bios. Neptuno fue el nombre clave que se usaba para designar a la estrategia. Cabe recordar, que esta opera-

ción fue reforzada con la aerotransportada llamada Tonga.

Participaron en este ataque la 6ª División Aerotransportada Británica y las 82ª y 102ª División Aerotransportada de los Estados Unidos.

Tropas de la tercera división canadiense.

Soldados americanos bajo fuego. Mapa del arribo.

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ELBIBLIOTECOMA las 6.30 del 6 de junio se dio inicio al ataque anĴ bio:

- Playa Omaha: allí desembarcó la fuerza de los Estados Unidos representada por la 1ª y 29ª División.

- Punta Hoc: desembarcaron aquí el 2º y 5º Batallón de Rangers.

- Playa Utah: fue tomado por la 4ª División estadounidense.

- Playa Gold: se encargaron de este punto la 50ª División de Infantería y la 8ª Brigada Blin-dada del Ejército Británico.

- Playa Juno: se hicieron cargo de este punto la 3ª División de Infantería Canadiense y la 2ª Brigada Blindada Canadiense

- Playa Sword: la 3ª División de Infantería Británica reforzada con la 27ª Brigada Blindada desembarcó aquí.

Defensa de Normandía

Los alemanes, que tenían bajo control a Normandía, contaban con dos divisiones estáti-cas en las zonas de las playas: la 709ª y la 716ª División de Infantería, comandadas por los

generales Karl-Wilhelm von Schlieben y Wilhelm Richter respectivamente.

La defensa se completaba con una tercera unidad móvil que se encontraba en las inmediaciones, la cual correspondía a la 352ª División de Infantería. Cuando la lucha comenzó a intensiĴ carse, también entraron en acción otras unidades blindadas y paracaidistas.

Soldados estadounidenses ayudando a un herido tras los combates de “el Día D”.

Soldados en Normandia. Invasión de Francia.

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Estas operaciones de engaño se complementaron, Ĵ nalmente, con una serie de

noticias que se divulgaron en Gran Bretaña.

Trasfondo de la Operación Overlord

Unos meses antes al ataque, las fuerzas aliadas planiĴ caron una operación de engaño llamada “Bodyguard”. El objetivo era convencer a los alemanes de que la invasión sería

en otros puntos como los Balcanes y el sur de Francia. De esta manera, con la meta de per-suadir a los alemanes de que la invasión principal llegaría por el Paso de Calais y Noruega, los aliados diseñaron un plan masivo de confusión llamado “Operación Fortitude”. Así, se buscaba que el Eje esperara una invasión por el lado norte y se pretendía contener las fuer-zas alemanas en este punto para que no se dirijan a Normandía, donde sería la invasión real.

Por otro lado, se montó la Operación Skype para fortalecer la Operación Fortitude del norte. Así se hizo uso del tráĴ co de radio en Escocia con el objetivo de convencer a los analistas de tráĴ co alemanes que la invasión también se montaría en Noruega. De esta manera, logra-ron que las tropas alemanas se estacionaran en Noruega.

Los aliados incluyeron algunas modiĴ caciones en los vehículos blindados, principalmente en aquellos que utilizaban para el asalto. El encargado de este detalle fue el General Percy Hobart (cuñado de Montgomery) quien también diseñó los llamados “Funnies” de Hobart. También se encargaron de construir dos Puertos artiĴ ciales llamados “Mullberry” ya que serían usados para desembarcar las provisiones esenciales que serían utilizadas en las pri-meras semanas de batalla.

Estas operaciones de engaño se complementaron, Ĵ nalmente, con una serie de noticias que se divulgaron en Gran Bretaña. Se prohibieron los viajes a Irlanda y los movimientos en las costas restringidas. Además las embajadas alemanas y los consulados en el extranjero fue-ron los focos principales para hacer llegar información totalmente errónea.

Un grupo Ĵ cticio llamado FUSAG, del Ejército Estadounidense bajo el mando del General Lesley J. McNair y el General George S. Patton, se localizó en el sudeste de Inglaterra con el objetivo de que las redes espías alemanas creyeran una serie de engaños que se consolidaban mediante mensajes dirigidos entre las unidades americanas. Además se montó un falso movimiento de vehículos y lanchas que se colocaron en los puertos de las Costas del este y sudeste de Gran Bretaña, permitiendo que la Luftwaff e los fotograĴ ara.

A su vez se ideó la “Operación PLUTO” (Pipe Line Under The Ocean – Tubos bajo el mar), para abastecer de combustible a las fuerzas de invasión desde Gran Bretaña. Para esto se emplazó una serie de tubos submarinos.

Leslie McNair.

Ataque británico a un convoy alemán próximo a Noruega.

Convoy de submarinos alemanes en el norte del Mar de Noruega. 1944.

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A partir del 6 de agosto, los alemanes ofrecieron resistencia, pero fueron

frenados y más tarde derrotados por los británicos

de Montgomery.

Operación Overlord en acción

Los misiles, las explosiones, los vibrantes ruidos, las nubes de humo y los temores llegaban a Normandía un 6 de junio de 1944. Se comenzaba a suponer que no sería uno de los habi-

tuales raids. Se palpitaba que algo grande llegaba: una pensada operación entraba en acción.

Paracaidistas caían en los pueblos y aviones silenciosos planeaban por el cielo. La gente de los pequeños poblados observaba desde sus ventanas y varios tenían la cierta ilusión de que toda la fuerza del mundo libre se desataba para liberar a Francia y a Europa del yugo Nazi.

A partir del 6 de agosto, los alemanes ofrecieron resistencia, pero fueron frenados y más tarde derrotados por los británicos de Montgomery y las fuerzas estadounidenses en la llamada bolsa de Falaise, aunque un gran número de germanos pudieron escapar de esa posición antes de que fuera aniquilada.

Ya el 20 de agosto de 1944, las fuerzas aliadas estaban a menos de 200 Kilómetros de París y los ciudadanos cansados del dominio nazi se sublevaban pidiendo ayuda.

En los días siguientes, los aliados avanzaron sin descanso liberando las ciudades y los pueblos de Cotentin, Carentan, Cherburgo y Caen. El General Patton liberó Bretaña: logró que su Tercer Ejército ganara a los alemanes y estos llamaran a la fuerza Armeegruppe Patton. Cabe destacar, que este fue el único cuerpo denominado con el estilo alemán. Por su parte, los canadienses encontraron su momento de venganza por la masacre de Dieppe. Así avanzaron en Arranches logrando vencer al enemigo.

Bernard Montgomery.

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La policía se resistióen parte porque estaban

avergonzados de haber tenido que servir

a los invasores.

La rendición de Choltitz von, comandante alemán en París ante Rol-Tanguy y Varlimont-Kriegel (izq)

París libre al grito de: ¡Tous aux barricades!

Antes de la llegada de las fuerzas Aliadas a la capital de Francia, París, el pueblo mani-festaba encontrarse en estado de humillación. Las tropas germanas desĴ laban bajo el

Arco de Triunfo, se invadían nuevos poblados, se ejecutaban rehenes, se sufría hambre y enfermedades severas. Además, la urbe se constituía como un lugar de descanso y turismo sexual para los veteranos de guerra que llegaban desde los frentes rusos y otros. Esto había sido una disposición de Adolf Hitler, el líder nazi.

Es por eso, que el pueblo francés manifestó alegría al saber que la fuerza aliada estaba lle-gando, a la vez que las autoridades militares nazis ordenaban a la policía francesa abandonar sus armas. Pero, para sorpresa de los alemanes, la policía se resistió en parte porque esta-ban avergonzados de haber tenido que servir a los invasores durante años y en parte por el sentido patriótico que los guiaba.

Para dar combate los nazis contaban con 16.000 hombres. Es decir, mucho más de los que tenía la FFI, los comunistas de las FTP (Franc Tireurs et Partisans) y la policía, además de que estos estaban insuĴ cientemente armados.

En consecuencia, varios de los nazis que vislumbraban el Ĵ nal decidieron abandonar Paris. Pero las tropas de la Wehrmarch no se entregaron a la derrota y abrieron fuego contra algu-nos de los parisinos en el boulevard Saint Michel.

Para el 18 de agosto, ya toda la sociedad parisina se encontraba en batalla. Al otro día comenzó a agitar la enseña tricolor que había estado prohibida durante años. Empezó a Ķ amear en varios ediĴ cios públicos.

Por la tarde del 19 de agosto se enfrentaron cruentamente los ocupantes y las fuerzas de la resistencia. Como resultado, perdieron la vida 125 parisinos y 40 alemanes. A su vez, los Gaullistas, nucleados en el Consejo Nacional de Resistencia, se sumaron a la lucha. De esta manera, la ciudad estaba en pie de guerra, los combates no se detenían y las ansias de libe-ración se intensiĴ caban.

Igualmente, el líder de las FTP, el coronel Rol-Tanguy no se dejo impresionar y ordenó la sublevación al grito de ¡TOUS AUX BARRICADES! (todos a las barricadas) que fue seguida con entusiasmo por la población.

Rol Tanguy.

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ELBIBLIOTECOMDado que las armas eran escasas entre los parisinos, entraron en combate las bombas molo-tov y las piedras. Así se hacía evidente que era urgente una intervención aliada. Pero esto no era tan sencillo ya que si Eisenhower enviaba a sus tropas, una vez liberada París, con 4 millones de habitantes, tendría que ser abastecida por su ejército. Además su toma no era de relevancia estratégica. Es por eso que preĴ rió tomar la capital francesa unas semanas después. Mientras tanto el General De Gaulle y el General Leclerc auxiliaban sin éxito a la ciudad sublevada. El día 24, Leclerc se encuentra con Raymond Dronne quien le promete llegar a Paris para dar batalla. Sin embargo, Dronne se vio demorado por el pueblo parisino que le gritaba !Vive les allies!, los besaba y abrazaba. Además las mujeres les ofrecían bue-nos banquetes y el alcohol no faltaba.

Pero, cuando lograron llegar se comenzó a escuchar en la ciudad el campanear de todas las iglesias al mismo tiempo, lo que contribuyó a sacar a los alborozados parisinos de sus hogares.

Al mismo tiempo, los alemanes se proponían destruir la urbe. Sin embargo, el General Ale-mán a cargo Dietrich Von Choltitz dudaba en cumplir la orden de Hitler: “París ha de ser convertida en un campo de ruinas”.

El 25 de agosto, los ciudadanos parisinos salieron a la calle para esperar a la Segunda Divi-sión francesa a pesar de que los alemanes seguían teniendo el control de varios puntos importantes de la ciudad. De esta manera, se generó una emoción que se manifestaba en aplausos y festejos efusivos.

Jean Galtier Boissiere los describió así: “Una multitud vibrante rodea los tanques franceses envueltos en banderas y cubiertos de ramos de Ķ ores. Sobre cada carro, sobre cada coche blindado, al lado de los miembros de la dotación, vestidos con monos de mecánico de color caqui y gorras rojas de tamaño reducido, pueden verse arracimados muchachas, mujeres niños y FFIs con brazaletes. Los que abarrotan las calles aplauden, lanzan besos, saludan con el puño en alto y, a voz en cuello, hacen partícipes a los vencedores del gozo de su liberación’’

General Leclerc.

Dietrich Von Choltitz.

Avenida del Arco del Triunfo.

Se generó una emoción que se manifestaba en aplausos

y festejos efusivos.

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ELBIBLIOTECOMPero esto no signiĴ caba el Ĵ n de la lucha. Ahora faltaba vencer a los alemanes que aún ofrecían resistencia. A las dos de la tarde la bandera francesa apareció en un gesto ganador en el Arco de Triunfo. Al mismo tiempo, las tropas de De laglande avanzaron entre las acla-maciones de la multitud hacia el hotel Majestic, el cual fue rendido con fuego de artillería.

En medio de esta emoción se tejieron muchas anécdotas. Varios de los soldados de Leclerc regresaban a sus hogares luego de cuatro años de lucha. Familias se reencontraban, marido y mujer corrían a abrazarse y los comandantes compartían dicha alegría.

Por otro lado, el coronel Billote atacaba el hotel Meurice. Pero, las fuerzas alemanas nuclea-das en Las Tullerias y en la plaza Concordia consiguieron destruir cuatro Shermans antes de ser aniquilados. Luego de este sangriento combate los franceses lograron una gran victoria: capturar a Von Choltitz a quien obligaron a rendirse.

Ese mismo día, a las 4 de tarde, Charles De Gaulle (líder de la Francia Libre) arribó a París en medio de la efusión, alegría y excitación de todo el pueblo. Se dirigió a Montparnasse, luego al Ministerio de Defensa.

Más tarde, acompañado con los acordes de La Marsellesa se dirigió al Ayuntamiento donde lo recibía George Bidault y otros miembros de la resistencia que habían luchado ardua-mente. Fue allí donde De Gaulle pronunció las palabras de la libertad al proclamar: “París!! Paris ultrajado, París destruido, París martirizado….¡¡pero París liberado!! Liberado por sí mismo, liberado por su pueblo, con la participación del ejército de Francia, con el respaldo y la participación de toda Francia; es decir de la Francia que lucha, es decir, de la verdadera Francia, de la Francia eterna” .

A pesar de escucharse algunos tiroteos alrededor de De Gaulle en Notre Dame, De Gaulle se mantuivo en pie y los franceses recuperaron su libertad.

En contraposición, Hitler que se encontraba en Berlín, despertó en ira y desesperación. Mandó a llamar a sus oĴ ciales para que le confeccionaran un informe con todo lo que sucedía.

Esa misma tarde, París ejecutaba un grito de alegría entre las celebraciones y el licor que varios parisinos habían guardado para la ocasión. Además llegaron los aliados para una gran parada militar en honor a la libertad.

General Billote.

Charles de Gaulle en Ingleterra,cuando todavía planeaba la liberación de Francia.

De Gaulle pronunció las palabras de la libertad al

proclamar: “París!! Paris ultrajado, París destruido,

París martirizado….¡¡pero París liberado!!

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Cuando descubrenque el puente Remagen no había sido destruido, aprovechan para usarlo.

Las fuerzas armadas marchan en el Río Rin

Los Aliados Occidentales (países que se oponían a las energías del Eje), a principios de marzo de 1945, llegaron al Río Rin. Pero, cuando el 7 de marzo descubren que el puente

Remagen no había sido destruido, aprovechan para usarlo. Paralelamente, los soviéticos penetraban Alemania por el este.

Fuerzas Aliadas

Estas fuerzas estaban dirigidas por el General Dwight D. Eisenhower. Contaba con 90 divi-siones que incluían a 25 blindados y 5 aerotransportados.

Fuerzas alemanas

Se hizo frente a los Aliados con el Ejército del Oeste comandado por Albert Kresselring, conocido como el sonriente. A pesar de no tener los mejores recursos para dar batalla,

organizó 26 divisiones en tres grupos (H, B y G).

Estrategia de Eisenhower

Se llamó Operación Varitable al cruce del Rin realizado por el 21º Grupo de Ejércitos. Aun-que en líneas generales Veritable cumplió con lo previsto, los estadounidenses no lograron

impedir la destrucción de las presas en el río Ruhr, con lo que la operación se saldó con un fracaso. Entonces encontraron intacto al puente Remagen y decidieron tomarlo el 7 de marzo de 1945. De esta manera, pudieron penetrar en el territorio alemán. Más tarde, encontraron otros caminos para atravesar el río, los cuales también fueron utilizados.

En 1945, tomaron posesión de 720 Kilómetros (450 millas) de la extensión del Rin. De esta manera organizaron tres grupos de ejércitos con el objetivo de penetrar en el centro de Alemania.

Puente Remagen.

Tropas aliadas.

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ELBIBLIOTECOMAvance a Alemania

Una vez tomado el puente, el 19 de marzo, el General Eisenhower le dijo al comandante de uno de los ejércitos que preparara un desglose en el puente Remagen, luego del 22

de marzo. Así, Bradley le pidió colaboración al General Patton (de otro ejército norteaméri-cano) para comenzar una travesía por el Rin.

Al día siguiente, los tres regimientos ya se encontraban en la cabeza del puente y por la noche ya se habían asegurado el éxito de la primera travesía moderna del asalto del Rin.

El 25 de marzo, se llevaron a cabo otras travesías por el río que se prolongaron hasta el día siguiente. De esta manera se logó llegar a otras aldeas que se encontraban próximas a la costa y se proclamó la victoria de los Aliados.

Y llegó el 22 de marzo… con una luna brillante. Entonces las fuerzas armadas comenzaron la travesía por el Rin. En el asalto de Nierstein las tropas no encontraron ninguna resistencia. Los primeros barcos en llegar corrieron la misma suerte, pues los alemanes se rindieron rápidamente. Pero, en Oppenheim los alemanes ofrecieron fuerte resistencia hasta que no pudieron vencer y se rindieron. Hacia la medianoche las unidades se movieron hacia las aldeas más cercanas al río con el objetivo de tomarlas y liberarlas.

George S. Patton.

Se logró llegar a otras aldeas que se encontraban próximas

a la costa y se proclamó la victoria de los aliados.

La batalla por Bastogne

En Bélgica tuvo lugar una de las batallas de la Segunda Guerra Mundial, más sangrientas. Comenzó el domingo 16 de diciembre de 1944 cuando la sociedad se encontraba en

calma. En este contexto, estalló el inĴ erno cuando las fuerzas alemanas buscaban destruir posiciones Americanas en las Ardenas belgas. Marcharon 250.000 soldados con 1.000 tan-ques de guerra a través de las Ardenas con la meta de tomar Bastogne y continuar por el río Meusey para llegar a Bélgica y tomar el punto estratégico de Antwerp.

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ELBIBLIOTECOMEn consecuencia, desde el 16 a 20 de diciembre Bastogne fue bombardeada por los alema-nes en un cruce sangriento con la 101 Airborne División, que se encargaba de defender la región. Esta fuerza de defensa estaba bajo la dirigencia del General Anthony C. McAuliff e. En las localidades cercanas como Neff e, Marive y Champs también se generaron fuertes enfrentamientos que se cobraron la vida de soldados de ambos bandos.

En el segundo día de batalla, ya se comenzó a notar el alcance de la ofensiva. Es por eso, que se enviaron a dos divisiones aerotransportadas, la 101 y 82, al foco del conĶ icto. Luego de una dura marcha a faros apagados, la división 101 logró penetrar Bastogne poco antes de que los alemanes Ĵ nalizaran el cerco. Allí se generó una fuerte resistencia y Von Manteuff el prosiguió hacia el Mosa donde el avance fue lento y poco eĴ caz.

Por otro lado, la 7ª división blindada norteamericana se mantuvo en St. Vith, hasta el día 21, luchando. Por su parte, en Elsenborn, que se constituye como el punto más septentrional del saliente, se desató una lucha entre la 78ª División norteamericana y las Panzer Divisio-nen SS. En esta embestida el triunfo norteamericano impidió el avance alemán hacia Lieja.

El día 19, Eisenhower tuvo una reunión clave con sus colaboradores en un cuartel de Verdún. Allí decidió ordenar la resistencia a ultranza para que los alemanes no logren cruzar el Mosa.

El día 20, Bernard Law Montgomery, recibió a su mando las fuerzas al norte del saliente, incluidos el I y el IX Ejércitos norteamericanos. A su vez, las fuerzas aliadas se reforzaron en un arco que iba desde Monschau a Dinant.

Desde el día 22, el General Patton penetró en el Ķ anco izquierdo alemán y se dirigió hacia Bastogne. Al mismo tiempo, la 2ª División, de la mano del General Harmon, irrumpió en el Ķ anco derecho alemán.

Al día siguiente, la fuerza aliada aérea terminó de devastar a los alemanes que no contaban con tanto equipamiento aéreo. De esta manera, aumentaron las diĴ cultades que los alemanes debían atravesar al enfrentarse con los Aliados. El 24 de diciembre, en el marco de la Navidad, Von Manteuff el aceptó que no podía llegar a Mosa. Cabe recordar, que los ejércitos germanos estaban atrapados en un corredor, de 50-60 Km. de ancho y unos 100 Km. de profundidad. Los puentes de Mosa estaban bajo el control de los Aliados.

Soldados de la 10a. Infantería.

General Harmon.

Cadáveres de soldados alemanes.

En el segundo día de batalla, ya se comenzó a notar el

alcance de la ofensiva.

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ELBIBLIOTECOMEn este marco, Von Rundstedt propuso una retirada táctica a la que Hitler se opuso bru-talmente. El líder nazi estaba dispuesto a pelear hasta las últimas consecuencias, incluso mantuvo su palabra cuando Guderian anunció la inminente ofensiva soviética.

El día 28, el Führer mantuvo una reunión con sus generales. Los exhortó a no abandonar la lucha, desautorizó a sus generales y ordenó ofensivas.

A partir del 3 de enero, los aliados ofrecieron resistencia en lo que quedaba de saliente alemán en el sector central de las Ardenas. Recién el día 12 el mariscal Model recibió Ĵ nal-mente autorización para replegarse. En tato, Von Rundstedt demostró su genio de estratega al conseguir en tan sólo cuatro días que todos los ejércitos alemanes se pusieran a salvo.

A un mes de la ofensiva, las fuerzas de Hitler tocaban fondo: había perdido a muchos de sus hombres y los recursos de artillería se encontraban desgastados o agotados. El 12 de enero, el Ejército Rojo comenzó en el Vístula su marcha hacía Berlín. Y la nieve se tiñó de sangre «The Battle of the Bulge» (La batalla del saliente), como la denominan los norteamericanos, se constituyó como una de las luchas más sangrientas ya que se vieron involucradas gran cantidad de tropas.

Como resultado de esta cruenta disputa entre alemanes y norteamericanos se perdieron cerca de 40.000 vidas.

Bajas norteamericanas: 76.890 hombres, entre ellos 8.400 muertos.

Bajas de Alemania: 120.000 hombres, unos 24.000 muertos, 1.600 aviones y unos 640 carros de combate y cañones de asalto.

Al año siguiente, el 1 de enero, 8 Divisiones SS comandadas por Himmler, dieron inicio a una maniobra militar en Alsacia, donde ya habían pasado los soldados del General Patton. Eisenhower ya había evacuado Alsacia y se había ubicado en las crestas de los Vosgos, pero ante la intervención perentoria del general De Gaulle, que esgrimió razones políticas de peso, se ordenó la defensa a ultranza de Estrasburgo. De esta manera, los planes de Himmler fueron destruidos con facilidad por las fuerzas aliadas.

Tropas alemanas en la Batalla de las Ardenas.

El líder nazi estaba dispuesto a pelear hasta las

últimas consecuencias.

Cuerpos congelados.

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Capítulo 12Estados Unidos pasa

a la delantera en el PacíĴ co

El ingreso de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial fue decisivo para deĴ nir la posición de las otras fuerzas en combate. Ingresó con un ejército numeroso, con gran cantidad de artillería y con estrategias bien

deĴ nidas que le permitieron ganar ventaja en las cruentas batallas que se disputaron en el PacíĴ co. Se propuso tomar posesión de cuanta base aérea pudiese, para desde allí bombardear al Imperio Japonés con sus nuevos

B29, en las Islas Marianas, especialmente Saipán, Tinian y Guam.

Japón ingresó a este período con menos cantidad de hombres en combate y con una artillería que resultaba deĴ ciente para las circunstancias. Sin embargo decidieron pelear hasta las últimas consecuencias.

Desarrollaron planes que ocasionaron grandes daños a los norteamericanos y que les diĴ cultaron el cumplimiento de sus objetivos. Mucho de los nipones se convirtieron en Kamikazes, se inmolaron en honor a la

patria convirtiéndose en héroes de guerra. Lucharon hasta las últimas consecuencias, hasta el último hombre.

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El objetivo primordial era instaurar una base en la

región de Luzón, Formosa y la costa china.

Batalla de Saipán.

Batalla de Saipán

La Batalla que se disputó en la Isla de Saipán (Isla del norte de las Islas Marianas) fue un combate que perteneció a la Guerra del PacíĴ co, correspondiente a la Segunda Guerra

Mundial. Se desarrolló entre el 14 de junio y el 9 de julio de 1944.

Fuerzas militares

Fuerzas militares bajo el mando del Teniente General Holland Smith: Estaba formada por la 2ª y 4ª Divisiones del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, junto con la 27ª de Infan-tería del Ejército.

Fuerzas militares bajo el mando de Yoshitsugu Saito: Formado por la 43ª División del Ejér-cito Imperial Japonés. Este grupo militar resultó derrotado por el primero.

Objetivos militares

En la Conferencia de Washington, llevada a cabo en febrero y marzo de 1944, los planiĴ -cadores de la Campaña del PacíĴ co de la Segunda Guerra Mundial establecieron que el

objetivo primordial era instaurar una base en la región de Luzón, Formosa y la costa china. Instantáneamente, este objetivo se planteó en la Isla de Saipan como el principal candi-dato para esta base.

Los dirigentes militares americanos consideraban que construir esta base signiĴ caría sepa-rar las vitales líneas de comunicación de Japón a las Indias Holandesas. A su vez, sostenían que estas bases podrían ser utilizadas por los B-29 para atacar las islas japonesas. Creían que si ocurría la invasión de Japón, esas bases también podrían ser usadas como zonas de estacionamiento para los soldados.

Teniente General Holland Smith. Caza y portaviones estadounidenses.

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ELBIBLIOTECOMEstrategia militar

Forager fue la palabra clave que se designó para hacer alusión a este plan de invasión a Saipán. La idea era asaltar el lado oeste de la isla con la Segunda División de la Marina a

la izquierda y la Cuarta División de la Marina a la derecha. A su vez, la 27º División de Infan-tería se mantendría en reserva pero preparada para la acción, en caso necesario.

Desarrollo del conĶ icto

E l 14 de junio de 1944, a las 22.00 horas, se dio apertura a la batalla de Saipán con un bombardeo de ablandamiento de terreno llevado a cabo por 15 acorazados de la Ķ ota

estadounidense. Por varías horas se hicieron escuchar las poderosas explosiones de la arti-llería naval. Se dispararon cerca de 165.000 proyectiles.

Al la mañana del día siguiente, se asaltó la isla con la 2ª división de Marines que desembarcó en la playa sudoccidental de la isla. Una hora más tarde llegó otra delegación militar: la 4ª División, que pusieron pie un poco más al sur.

El 16 de junio, desembarcó la última división (la 27ª) en la playa del sur.

En medio de las ametralladoras enemigas, los marines pudieron consolidarse en una extensa cabecera de playa de 10 Kilómetros de ancho y 1 Kilómetro de profundidad. La idea era seguir avanzando hacia el este con la ayuda de la aviación naval. Por otro lado, lograron tomar el pequeño aeropuerto de la isla.

Las tropas japonesas estaban en desventaja porque no habían tenido la oportunidad de reforzar sus tropas luego de ser derrotados en la batalla del Mar de Filipinas. Por lo tanto, encararon esta batalla tan solo con el coraje y los recursos que les quedaban.

Las tropas japonesas estaban en desventaja

porque no habían tenidola oportunidad de reforzar

sus tropas.

Bajo estas circunstancias, la batalla continuó en forma cruenta y violenta, cueva por cueva. Los norteamericanos lograron su objetivo pero con un gran costo. Cabe recordar, que en la isla se encontraban civiles, familias y niños que se sintieron en la circunstancia de suicidarse al considerar que los estadounidenses eran seres salvajes y asesinos.

Tropas estadounidenses vigilan sectores de Saipán, Islas Marianas.

Soldados durante un descanso en la batalla.

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ELBIBLIOTECOMFinalmente el 9 de julio de 1944, a las 16.15 horas, el comandante de la fuerza de tareas, el Almirante Richmont Turner, anunció oĴ cialmente que Saipán había sido conquistada totalmente.

Como resultado se notiĴ caron a casi todos los soldados japoneses y 22.000 civiles muer-tos. Solo sobrevivieron 1.000 soldados. En contraposición, los norteamericanos registraron 3.000 muertos y 10.364 heridos.

Luego de la caída de Saipán, el primer ministro japonés de turno, Hideko Tojo, declaró que Japón se encontraba en un estado de crisis nacional. Incluso, Tojo y su gabinete renuncia-ron al mes siguiente.

La reconquista de Filipinas

Cuando Ĵ nalizó la Batalla de Leyte, la Ķ ota de Estados Unidos se mantuvo en descanso por dos semanas en Ulithi. Allí recibió asistencia técnica, luego se dirigió al este de las

Filipinas para desembarcar en la isla Mindoro, a 300 millas de Leyte.

El 15 de diciembre de 1944 empezaron los desembarcos. En este procedimiento los kamika-zes generaron daños en el USS Nashville, en un destructor, hundieron dos transportes LST y causaron otros daños menores. Igualmente los aviones de la tercera Ķ ota destruyeron dos centenas de aviones japoneses.

El primer ministro japonés declaró que Japón se

encontraba en un estado de crisis nacional.

Dos días después un tifón muy importante azotó la zona y hundió los destructores USS Hull, USS Monaghan y USS Spencer. Además se vieron afectados otros siete buques y 186 aviones. Perdieron la vida 800 hombres.

Isla Mindoro.

Bunker Hill.

Tropas en Filipinas.

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ELBIBLIOTECOMAcciones del almirante japonés Shima

E l almirante japonés Shima envió una división de cruceros y destructores al combate del Estrecho de Surigao que llegó desde la Bahía de Camaranh (Indochina) sin ser advertida

por los aviones exploradores de Leyte.

En la noche del 26 y 27 de diciembre, cuando las embarcaciones se encontraban a 200 millas de Mindoro, atacaron campos de aviación y algunos convoyes. Al mismo tiempo los kamikazes se estrellaban contra un par de transportes, que estaban cargados de municio-nes y volaban por los aires.

Más tarde, las fuerzas que comandaba Shima se dirigieron hacia Luzón con el objetivo de atacar a las fuerzas estadounidenses.

Combate en Luzón

Luego de la Noche Buena de 1944, se comenzó a invadir Luzón, por el norte de Manila, dentro del Golfo de Lingayen. Concretamente por las mismas playas, en las cuales hacía

tres años habían desembarcado los japoneses.

Los daños que generaronlos kamikazes

fueron severos.

El asalto comenzó con una formación de 164 buques que incluían seis viejos acorazados, 12 portaviones de escolta, 10 destructores transportes de tropas con equipos de demolición submarina y 63 barreminas, al mando del vicealmirante Oldendorf. La Ķ ota también debía cumplir el rol de cebo de los kamikazes, con el objetivo de evitar que atacaran los transportes que llegarían más tarde.

Almirante Shima. Bombardeos.

Soldados estadounidenses transportando a un herido durante la batalla de Filipinas.

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ELBIBLIOTECOMIgualmente, los daños que generaron los kamikazes fueron severos: se registraron gran can-tidad de embarcaciones hundidas o gravemente averiadas. Pero las acciones de la aviación norteamericana enfocadas en los campos de Luzón y las bases de Formosa (Taiwán) obliga-ron a la retirada de toda la aviación japonesa que aún permanecía en Filipinas.

Luego del 7 de enero los ataques de los kamikazes cesaron, pero igualmente se constituían como un peligro para los buques. En este difícil ambiente, las fuerzas anĴ bias lograron lle-gar al Golfo de Lingayen. Paralelamente, los aviones kamikazes se estrellaron contra el USS Columbia y el ISS Australia que se perjudicó con cinco impactos relevantes. El acorazado USS Mississippi sufrió numerosas bajas y daños, pero para el día 9, en tierra los invasores habían penetrado unos siete kilómetros. Hacia la noche, los japoneses atacaron, con 70 botes a motor, la Ķ ota de desembarco en el Golfo de Lingayen. Pero no tuvo mucho éxito al lanzar cargas de profundidad a los costados de los transportes.

Hacia el 16 de enero, centró su atención en Hong Kong y por la noche navegó por el Estre-cho de Luzón para reaparecer en el PacíĴ co. Logró destruir 60 aviones en Formosa antes de pasar el mando a Spruance, según el plan de mandos alternados. Los kamikazes dañaron al portaaviones ligero USS Langley, al portaviones pesado USS Ticonderoga y al destructor USS Maddox. El 27 de enero la Tercera Flota hizo rumbo hacia la Laguna de Ulithi, luego de cumplida la misión de protección a las fuerzas de MacArthur.

Por su parte, Halsey ordenó una rápida incursión al sur del Mar de la China (Mar Amarillo) con el objetivo de proteger la línea de aprovisionamiento de las tropas de invasión en Luzón. En esta operación se logró hundir a 44 mercantes, incluyendo una docena de petroleros y el crucero ligero Kashii. Halsey atacó Takao, en la costa sudoccidental de Formosa, hundiendo un destructor, un transporte y dejando inútiles un petrolero y 34 aviones.

General Douglas MacArthur.Ataque Kamikaze.

Bahía Bacoor.

Portaviones australiano HMAS Melbourne.

Bombardeos.

Barcos mercantes japoneses.

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ELBIBLIOTECOMAsalto a Manila

E l 14 Cuerpo de Ejército norteamericano ingresó a Manila el 4 de febrero. Allí se luchó por un mes, casa por casa, calle por calle. Finalmente, cuando los últimos defensores japo-

neses resultaron muertos, capturados o se suicidaron, la ciudad quedó en un silencio de dolor y de ruina.

Reconquista de Bataan y Corregidor

Las operaciones llevadas a cabo con el objetivo de conquistar la costa y el puerto de Manila comenzaron el 15 de febrero. Más tarde, le tocó a la Península de Bataan. En tanto en la Isla de Corregidor la lucha se prolongó hasta marzo como consecuencia de errores de inteligencia.

Del puerto de Manila se encargó el Comodoro William S. Sullivan, quien también llevó a cabo su misión en otros puertos como los de Casablanca, Palermo, Nápoles, Cherburgo y El Havre. Una vez que Manila fue conquistada por los norteamericanos las tropas se dirigieron a Legazpi. Ya ocupaban el sudeste de Luzón y con esta nueva acción resolvían el problema de abastecimiento al abrir el Estrecho de San Bernardino.

Por otro lado, las tropas del General Krueger sometían a los 170 mil soldados que le que-daban al General Yamashita en las montañas de Luzón. Al mismo tiempo, la Séptima Flota trabajaba a la par del Octavo Ejército del General Eichelberger para terminar de eliminar a los enemigos que quedaban en Filipinas.

En los últimos tiempos del enfrentamiento, se atacó a los 42 mil defensores japoneses de Mindanao. Ellos fueron desalojados de las ciudadas y llevados al campo donde debieron luchar contra las guerrillas Ĵ lipinas. Por su parte, el General Yamashita no fue vencido, pues sólo depuso las armas al recibir las órdenes del Emperador.

La ciudad quedó en un silencio de dolor y de ruina.

De febrero a abril de 1945, la séptima fuerza del almirante Barbey realizó cerca de 38 desembarcos en las Filipinas Centrales y del Sur. La estrategia japonesa consistía en no oponer mucha resistencia en las playas para evitar exponer su artilleria naval. Más bien buscaban defender las ciudades para luego irse a las montañas. Pero, allí murieron muchos a causa de severas enfermedades y el agotamiento.

Un destructor estadounidense próximo a un portaviones en las operaciones en Filipinas.

General Yamashita.

General Eichelberger.

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La batalla de Leyte

La Segunda batalla del Mar de Filipinas, como también se la conoce a la Batalla del Golfo de Leyte, tuvo lugar del 23 al 26 de octubre de 1944 en el marco de la Segunda Guerra

Mundial. Las fuerzas del conĶ icto eran Estados Unidos y Australia (los aliados) contra Japón quien resultó derrotado.

En 1944, la Flota Japonesa se encontraba mucho más debilitada que en 1941 cuando lanzó su ataque a Pearl Harbor. Luego, con la derrota sufrida en el Mar de Filipinas, los japoneses entraron en un estado de desesperación y humillación. Pero, igualmente el país se alzó en coraje para hacer frente a la nueva batalla que se desataba en el frente del PacíĴ co. A pesar, de haber perdido varias de sus bases en las islas Salomón y del poderío estadounidense en las islas Marianas Norte, los nipones ofrecieron resistencia.

Batalla del paso de Palawan: 23 de octubre

Los japoneses salieron desde la base Kurita en Brunei con diez cruceros pesados, cinco acorazados (entre ellos el Yamato), dos cruceros ligeros, ocho portaviones y quince des-

tructores. De esta manera, se transportaron hacia Palawn durante los días 22 y 23 de octubre.

En los 30 minutos de combate los submarinos dejaron fuera de combate a varios navíos de la armada nipona.

A pesar, de haber perdido varias de sus bases, los

nipones ofrecieron resistencia.

Por su parte, los aliados buscaban aislar a los japoneses establecidos en el sur de Asia y lanzar una contraofensiva contra Filipinas para recuperarla. De esta manera MacArthur cumpliría su promesa con este pueblo, país donde los japoneses contaban con aeródromos importantes.

En tanto, los submarinos de los aliados se mantuvieron alerta antecualquier movimiento sospechoso. En los primeros minutos del día 23 descubrieron la formación nipona desde los submarinos Darter y Dace. Entonces, comenzó el ataque.

Batalla de Leyte.

Fuerzas Japonesas hacia Palawn

Cruceros pesados 10

Acorazados 5

Cruceros ligeros 2

Portaviones 8

Destructores 15

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ELBIBLIOTECOMBatalla del Mar de Sibuyan: 24 de octubre

En el segundo día de batalla, las fuerzas niponas continuaron camino hacia las Filipinas (mar de la isla Subiyan). Sin embargo los aliados ya los habían descubierto y les enviaron

tres oleadas. En respuesta, Kurita ordena una operación evasiva con el objetivo de evitar los proyectiles y las bombas yanquis.

Tan solo algunos aviones de la fuerza japonesa llegaron al portaviones Princeton donde oca-sionaron un gran incendio en el hangar. En respuesta, las fuerzas aliadas dañaron la fuerza del Centro de Kurita, el acorazado Musáis y el crucero Myoko. Parte de la Ķ ota nipona logró escapar y atravesó el Estrecho San Bernardino para atacar desde la costa de la isla Samar.

El Estrecho de San Bernardino: 25 de octubre

E l día 25, los americanos se propusieron hacer desaparecer a la Ķ ota nipona, entonces enviaron a la Task Force con 34 acorazados, 5 cruceros, 14 destructores y algunos porta-

viones. Por su parte, los japoneses tenían una fuerza norte que funcionaba como señuelo, la cual estaba dirigida por el almirante Ozawa.

En tato, los americanos consideraron que las fuerzas del centro (Kurita) ya estaban acabadas, por lo tanto atacaron a las fuerzas de Ozawa y descuidaron el estrecho de San Bernardino.

Kurita ordena una operación evasiva con el objetivo de evitar los proyectiles y las

bombas yanquis.

Los americanos consideraron que las

fuerzas del centro (Kurita) ya estaban acabadas.

Igualmente, se generaron muchos impactos y los japoneses procuraron defenderse hasta último momento, hasta que lograron escapar hacia el Estrecho de San Bernardino. Ante esta ofensiva, los japoneses reaccionaron y también lanzaron tres oleadas de aviones conformadas de 50 – 60 aviones cada una. Partieron desde sus bases de Luzón pero fueron interceptados por los estadounidenses que resultaron beneĴ ciados.

En este marco, Kurita decidió emprender su retirada. Cuando se enteró Ozawa de esta decisión, se sumó a la iniciativa. Pero una orden nipona les ordenó atacar a la III Flota americana, por lo cual Ozawa se dirigió a Leyte.

Portaviones Princeton asistido por otros buques tras los ataques aéreos japoneses.Catedral utilizada como hospital.

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ELBIBLIOTECOMBatalla del Estrecho de Surigao: 25 de octubre

Pasar por el Estrecho de Surigao no fue tarea fácil para los nipones. Las lanchas torpede-ras atacaron por casi tres horas y media a los buques de Nishimura. Así los japoneses

resultaron desvastados: sus dos acorazados fueron alcanzados por torpedos, uno de ellos explotó y se fue al fondo. Los destructores dejaron de servir, dos de ellos se hundieron y el otro quedó casi destruido.

Además las fuerzas aliadas dejaron fuera de combate a las fuerzas que se retiraban.

Batalla de Samar: 25 de octubre

En tato, la fuerza de ataque central, de Kurita, se dirigía hacia el Estrecho de San Bernardino el cual estaba siendo descuidado por los norteamericanos. A pesar de las bajas, la fuerza

aún se mantenía en pie para la lucha ya que contaba con cuatro acorazados, seis cruceros pesados, dos cruceros ligeros y cerca de una docena de destructores.

Los enfrentaban tres portaviones americanos, con 16 cargueros y algunos destructores sin blindaje. Con esta artillaría los americanos desplegaron todos sus aviones contra la Ķ ota de Kurita que desconocía que la Ķ ota enemiga iba rumbo al norte. Además, los aliados emplea-ron todos sus destructores.

Batalla de Cabo Engaño: 25 y 26 de octubre

En la región norte, Ozawa había logrado distraer a la principal fuerza americana. En con-secuencia se debió enfrentar con un mayor número de barcos y portaviones que el suyo.

Artillería americana: cinco portaviones pesados, cinco ligeros, seis acorazados, ocho cruce-ros, y unos cuarenta destructores

Artillería de Ozawa: cuatro portaviones ligeros y dos viejos acorazados adaptados a porta-viones, escoltado por tres cruceros ligeros y nueve destructores.

El almirante Ozawa decidió dar inicio al ataque con 75 aviones los cuales fueron destruidos.

Las lanchas torpederas atacaron por casi tres horas

y media a los buquesde Nishimura.

En este marco, los japoneses consideraron que estaban frente a la III Flota americana, la más poderosa. Por eso decidieron retirarse hacia el norte. En tanto el Yamato, que había perdido comunicación, logró contactarse con la fuerza para informar que la Ķ ota americana se estaba dirigiendo desde el norte hasta donde estaba Kurita. Acto seguido, decidió huir por el Estrecho de San Bernardino donde perdió a tres de sus cruceros pesados.

Yamato.Nishimura.

Fuerzas Japonesas

Acorazados 4

Cruceros pesados 6

Cruceros ligeros 2

Destructores 12

Fuerzas Americanas

Portaaviones pesados 5

Portaaviones ligeros 5

Acorazados 6

Cruceros 8

Destructores 40

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ELBIBLIOTECOMTan solo algunos pocos lograron aterrizar en Luzón. El día 25, los americanos deciden cobrarse el ataque y organizan un golpe con más de 180 aviones que son contraatacados con 50 aero-planos que fueron, Ĵ nalmente, destruidos.

Por otro lado, las fuerzas aliadas hundieron el Zuikaku, el Chiyoda y el Akitsuki (portaviones) y otros dos quedaron inutilizados. Es por eso que Ozawa transĴ rió su bandera al portavio-nes ligero Oyodo.

Una vez que se derrota a la fuerza de Ozawa, el ejército americano recibe un mensaje de auxilio de la VII Flota. En este momento Halsey se da cuenta que había dejado desprotegido el sur y se pone en marcha hacia Samar. Tardó dos horas en llegar porque fueron atacados por los sobrevivientes de las fuerzas de Ozawa.

Resultados del conĶ icto

Cuando Halsey descubre el engaño, cae en ira y ordena que cuatro cruceros y nueve des-tructores se unieran a la fuerza central que se trasladaba al sur en busca de los nipones.

Esta operación no fue exitosa.

Los japoneses fueron los que más perdieron. Por ejemplo quedó inutilizado el destructor Hatsusuki, tres acorazados entre ellos el Hyuga y el crucero Tama. Los nipones perdieron el 45% de la artillería armada que les quedaba y más de 10 mil hombres.

Por su parte, Estados Unidos solo perdió el 3% de su artillería y 3.500 hombres.

En tanto, la Ķ ota de Kurita que logró huir se puso a salvo y los americanos se quedaron sin poder destruirlas.

Estados Unidos solo perdió el 3% de su artillería

y 3.500 hombres.

En tanto, las fuerzas de Kurita escapaban rumbo al Estrecho de San Bernardino. Se la persiguió sin mayor éxito. Solo se logró hundir al destructor Nowaki.

Osawa Jisaburo. Ataque Kamikaze.

Submarino norteamericano.

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Los Kamikazes

En el marco de la segunda Guerra Mundial los japoneses se enfrentaron tenazmente con Estados Unidos quienes poseían un armamento más importante y tenían tierras libres

de ataque.

En 1941, Japón luchó encarnizadamente con Estados Unidos cuando se produjo el ataque sorpresa en Pearl Harbor. No consiguió destruir la Ķ ota norteamericana y de esta manera sumó otra derrota a su historial. Más tarde, los nipones sufrieron la derrota de la batalla de Midway. De esta manera se dieron cuenta de que debían poner algo más sobre el tablero de batalla. Entonces, aparecieron los pilotos suicidas: los kamikazes.

Kamikaze signiĴ ca “viento divino”. Fue el nombre que adquirió un tifón que destruyó en 1281 a una Ķ ota mongola que tenía como objetivo invadir Japón. Con la esperanza de vencer a Estados Unidos, escuadrones de jóvenes se lanzaron con sus zeros en picada mortal sobre los barcos norteamericanos. Alrededor de 5.000 pilotos murieron en este tipo de acciones.

Los Kamikazes decidían estrellarse contra el objetivo con su avión cargado de explosivos con el objetivo de ganarse un lugar en el mundo de los héroes y en la veneración de la pos-teridad. Desde el punto de vista occidental resulta difícil comprender la actitud, pero desde el pensamiento oriental el acto de los kamikazes en muy valorado y respetado.

Es por eso, que los occidentales nunca lo llegan a comprender y esto se manifestó desde la primera aparición en la batalla naval entre la fuerza militar del almirante Kurita y la del almi-rante Sprague en las aguas frente a Samar. El primer kamikaze se arrojó contra el portaviones norteamericano “Santee” y el segundo contra el “Suwanee”. Ambas herramientas militares quedaron fuertemente dañadas, aunque se repusieron para volver al mar en poco tiempo.

Los Kamikazes decidían estrellarse contra el objetivo

con su avión cargado de explosivos con el objetivo de ganarse un lugar en el

mundo de los héroes.

Al Ĵ nalizar la Segunda Guerra Mundial, los norteamericanos comenzaron a llevar a cabo investigaciones dado que dudaban que los soldados pudiesen querer, por su propia voluntad, inmolarse. Finalmente, se determinó que nadie les obligaba. La decisión era una cuestión cultural, de nacionalismo y de orgullo.

Pilotos kamikaze.

Pilotos kamikaze momentos previos a partir.

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ELBIBLIOTECOMComo describe John Toland, Ĵ losofo racionalista y librepensador, “todos los que habían visto a aquellos pilotos japoneses lanzarse con sus aparatos con tanto fanatismo quedaron impresionados por la experiencia durante largo tiempo”.

Los japoneses sabían que este método sería el inicio de una larga lucha. Los americanos lo veían como una nueva arma o una nueva manera de combatir.

Actos kamikazes

Sería interminable relatar cada uno de los actos realizados por los kamikazes, pero algu-nos de los más salientes fueron:

- Uno tuvo lugar en la batalla naval del mar de Samar. Allí un Zero roció con ráfagas de ametra-lladora el puente de mando del “Kitkum Bay”, y más tarde continuó en picado estrellándose contra el pasadizo de cubierta de la izquierda. Allí explotó con un ruido estremecedor y luego cayó la mar.

- Otro acto parecido tuvo lugar en el “Fanshaw Bay”. Los hombres de las baterías antiaéreas vieron venir de frente a dos Zeros. De lejos se asemejaban a proyectiles lanzados contra el costado del portaviones. Se preveía que la barrera de fuegos cruzados hubiese podido dete-nerlos. De pronto se observó los zeros chocando entre sí y estallando en una sola llamarada.

- Los del “Saint-Lo” fueron menos afortunados. Allí un kamikaze caía dejando detrás de sí una estela de humo, apuntando hacia la pista de vuelos mostrando intenciones de posarse. Pero, a último momento decidió cambiar los planes y estrellarse. Entonces, las llamas se extendie-ron con mucha velocidad por el hangar inferior y por las bodegas.

Takijiro Onishi: Formador de los Kamikazes

E l almirante Takijiro Onishi fue el creador del cuerpo especial de los “Kamikaze”, a sus órde-nes estuvo el capitán de navío Rikyei Inoguchi, quien se encargó de dirigir las acciones

de los pilotos suicidas durante las batallas de Filipinas y de Formosa. Luego del cese de los conĶ ictos éste decidió explicar cuál era la Ĵ losofía que inspiraba a los jóvenes Kamikazes.

Los Kamikazes basaban sus creencias en el Bushido, es decir en el código de conducta del guerrero japonés. Éste basaba su espiritualidad en el budismo. Uno de sus deseos era tener

Los americanos lo veían como una nueva arma.

Inoguchi, explicó que la diferencia de recursos entre los aliados y ellos,los llevó a considerar algún método que pudiera hacerles sucumbir. Es por eso que los soldados decidieron sacriĴ car sus vidas en nombre de la patria y del emperador. El patriotismo de los japoneses entendía que la nación, la sociedad y el universo se identiĴ caban con el emperador. Por esto daban la vida.

Piloto kamikaze se coloca la vincha estampada con el Sol Naciente .

Un avión kamikaze, un Zero japonés, cae en llamas aproximándose a un buque estadounidense.

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ELBIBLIOTECOMuna muerte llena de signiĴ cado, en el momento y sitio adecuado. Por otro lado, ellos no con-sideraban las misiones de ataque como un deber, más bien era una misión extraordinaria.

Trasfondo religioso

E l acto de los kamikazes tiene un sustento religioso en la cultura nipona. Se basaba en el culto shintoísta que establecía entre sus dogmas el desprecio a la muerte y, sobre todo,

a la muerte sin gloria. Otro de los axiomas era la veneración de las nobles virtudes guerre-ras, la gloriĴ cación de los héroes muertos por la patria y otros principios capaces de hacer sospechosas las formas de devoción más abnegadas.

Todos los militares eran formados con el Bushido (código de honor militar) y educados en una mística que presentaba a la muerte como una cuestión de honor, como un Ĵ n honroso en la carrera militar. Además, se le prestaba atención a la imagen del emperador el cual repre-sentaba una imagen divina en la tierra. De algún modo, lo veían como lo más bello y noble.

Por otro lado, el reglamento militar de las fuerzas japoneses no tenía en cuenta las circuns-tancias jurídicas del prisionero de guerra quien se encontraba en una de las situaciones más humillantes. El nipón tenía la fuerte convicción de que debía “vencer o morir”. Incluso, la familia y amigos los mal recibía si volvían a la casa derrotados. También se tiene testimonios de que varios marinos que se encontraban a la merced del mar se han rehusado a recibir ayuda de los navíos americanos.

En resumen, el entorno cultural de los japoneses era muy distinto al de los americanos y esto se reĶ ejaba en el modo de combatir.

Todos los militares eran formados con el Bushido.

El nipón tenía la fuerte convicción de que debía

“vencer o morir”

Y en este punto se distingue un choque cultural que puede ser analizado en las distintas actitudes que se tuvieron durante el combate. Los occidentales velaban por sus vidas y por las de sus compañeros. Es así que contaban con unos botes que se inĶ aban con el simple contacto con el agua. Además destilaban una mancha roja que luego podía ser identiĴ ca por los rescatistas. Las fuerzas armadas de los aliados gastaban muchas energías en la recuperación y búsqueda de sus hombres. En cambio se pueden encontrar centenares de testimonios japoneses en los que se vislumbra el desprecio por la vida. Varios oĴ ciales nipones han obligado a centenares de hombres a irse a pique con su navío, entonando una canción marcial.

Instrucciones a los kamikaze.

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La guerra en China

Para el pueblo chino la Segunda Guerra Mundial comenzó el 7 de julio de 1937 cuando las tropas japonesas se decidieron a tomar el Puente de Marco Polo que se ubicaba en

las cercanías de Beijing (Pekín). A esta confrontación bélica la llamaron Guerra de la Alianza Internacional contra el Fascismo de las Potencias del Eje Alemania-Italia-Japón. Además consideran que la Guerra del PacíĴ co disputada entre Japón y Estados Unidos es una con-secuencia de la guerra sino-nipona.

]

Otra tesis que se sostiene en Occidente es que sin la capitulación de la Alemania hitleriana la II Guerra Mundial se hubiese extendido por cuatro meses más ya que el derrocamiento de las fuerzas alemanas le permitió a los norteamericanos atacar el Imperio Japonés. Lo mismo sería para el imperio soviético: sin la caída de Berlín la declaración de guerra de Moscú con-tra Tokio en agosto, hubiera sido imposible.

El papel de China

Los orientales que se encargaron de analizar e investigar acerca del rol de China en la Segunda Guerra Mundial consideran que los historiadores occidentales han minimizado

el papel de China. Por ejemplo el director de la Sociedad de Investigaciones de la II Guerra Mundial, Hu Dekun, interpreta que la II Guerra Mundial comenzó en China y allí se prolongó por mucho tiempo. Sostiene que los historiadores del occidente describen a China como un escenario donde la batalla fue pasajera. Incluso, aĴ rma que hay algunos que ni siquiera la mencionan.

Se sostiene en Occidente es que sin la capitulación de la

Alemania hitlerianala II Guerra Mundial se hubiese extendido por

cuatro meses más.

Hu Dekun, interpreta que la II Guerra Mundial comenzó en China y allí se prolongó

por mucho tiempo.

Igualmente esta visión no es solo de los chinos, también hay varios occidentales que consideran que la Segunda Guerra Mundial comenzó y terminó en China. De esta manera, la guerra duró ocho años en vez de seis. Por otro lado, los críticos de esta postura argumentan que de esta manera se minimiza la culpa de Alemania.

Las estadísticas difundidas en China establecen que se perdieron entre 20 y 25 millones de soldados chinos en la II Guerra Mundial. En contraposición, las estadísticas de occidente registran a 10 millones de soldados chinos muertos.

Soldados chinos.

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ELBIBLIOTECOMGuerra Civil China

Una vez que se terminó con el desalojo de los japoneses en territorio chino, el país se sumergió en una guerra civil. Investigadores occidentales sostienen que la causa de la

guerra civil se basó en una política inadecuada de los Estados Unidos en China. De acuerdo a la postura de Dieter Kuhn, tras el Ĵ n de la Guerra del PacíĴ co, el gobierno de Washington calculó mal la relación de las fuerzas en China, aplicando entonces una política desastrosa para ese país.

Recientemente, el 15 de agosto de 2004, en la localidad norteña de China, Hulin, se inauguró un monumento en conmemoración de la última batalla de la II Guerra Mundial. En China aseguran que Hutou fue el lugar donde una fuerza japonesa luchó hasta el 26 de agosto de 1945, fecha en la que fue derrotada por la Armada Soviética.

Mientras que en occidente se pone en tela de juicio si la II Guerra Mundial comenzó en Wielun o en la franja occidental, los Chinos no vacilan en considerar que la guerra Ĵ nalizó en China.

Los Chinos no vacilan en considerar que la guerra

Ĵ nalizó en China.

Considerando que los Estados Unidos lo apoyaban, Chiang Kai-shek, Jefe de Gobierno de China Nacionalista, negoció con Mao Tse Tung (o Mao Zedong), máximo dirigente del Partido Comunista de China (PCCh) . La reunión tuvo lugar el 28 de agosto de 1945 en Chongqing y generó repercusiones en China. Pero las negociaciones no tuvieron éxito y prosiguieron 4 años de guerra civil generando cientos de miles de muertos.

Manifestación contra el comunismo, durante la Guerra Civil China. 1947.Soldado de China Nacionalista, herido en la Guerra Civil. 1948.

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La liberación de Birmania

En 1942, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, Birmania fue ocupada por los japo-neses que decretaron su independencia. En consecuencia surgió una agrupación que

concentraba a toda la fuerza de la resistencia: la Liga Antifascista para la Independencia del Pueblo que estaba liderada por el nacionalista Aung San.

En octubre de 1947, tras el asesinato de Aung San y de todo su gabinete, Clement Attlee (líder del Partido Laborista británico durante la segunda guerra mundial) reconoció la inde-pendencia de Birmania. Al año siguiente, adoptó el nombre oĴ cial de República de la Unión de Birmania y decidió no unirse a la Commonwealth.

En 1948, Londres concedió la independencia a Ceilán a la cual ya se le había otorgado la autonomía interior en 1946.

Tan solo sobrevivieron 487 soldados de los 20.703 que

constituían la fuerza.

Aung Sang. Clement Attlee.

Las campañas de Iwo Jima y Okinawa

Raíz del conĶ icto en Iwo Jima

Batalla que tuvo lugar en el marco de la Segunda Guerra Mundial en territorio de la isla homónima, de febrero a marzo de 1945. Allí se enfrentaron las fuerzas estadouniden-

ses contra las japonesas generando la pérdida de cientos de miles de vidas. Fue una batalla cruenta que Ĵ nalizó con la toma de la isla y el batallón japonés devastado. Tan solo sobre-vivieron 487 soldados de los 20.703 que constituían la fuerza. La tenacidad del conĶ icto puede verse en una de las citas que seleccionó el General Hollan Smith para reĶ ejar la mag-nitud del conĶ icto. Fue una frase obtenida de una radiocomunicación de Tokio destinada a los resistentes japoneses e interferida por los norteamericanos que decía: “Hasta el último hombre, Comandante”.

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ELBIBLIOTECOMLa raíz del conĶ icto comenzó a mediados de 1944 cuando los norteamericanos conquista-ron las Islas Marianas dejando en una situación crítica a Japón. Estas islas, ubicadas a 2.500 kilómetros de Tokio, se habían convertido en “hangares gigantes” de B-29. En consecuencia, las ciudades japonesas quedaban expuestas a los bombardeos. Pero las operaciones de ata-que tenían un serio problema ya que el Mustang P-51 y los Corsair tenían una autonomía de vuelo de 2.500 Kilómetros por lo que estaban incapacitados para escoltar a los bombarderos hasta Japón. En el recorrido de vuelo los bombarderos debían sobrevolar Iwo Jima donde eran detectados. Entonces, al llegar a Japón eran acosados por escuadrones de cazas Zero y artillería pesada antiaérea. Por lo tanto, para solucionar este problema los norteamerica-nos decidieron invadir la isla de Iwo Jima.

Características de la isla

La Isla Iwo Jima, que se conoce como “Isla del Azufre” y en lengua japonesa 硫黄島 Iōjima, se extiende a lo largo de 8 Kilómetros orientados hacia el eje suroeste–noreste, con un

extremo más estrecho en el suroeste de 900 metros de anchura y el más ancho en el noreste, de 4.500 metros. De esta manera toma forma de pera.

La superĴ cie de la isla es volcánica. Allí se distinguen cerros, montículos, rocas, barrancos, grietas, hoyas, gargantas, arenas de lava y depresiones. La vegetación es muy escasa y las fuentes de agua también. De sus suelos agrietados surgen emisiones de vapores sulfurosos pestilentes, entonces de aquí ha surgido su antigua denominación.

Estas islasse habían convertido en

“hangares gigantes” de B-29.

Marines norteamericanos con unidades lanzacohetes.Soldados estadounidenses en una celebración religiosa en Iwo Jima. 1945.

Desembarco en Iwo Jima.

De sus suelos agrietados surgen emisiones de vapores

sulfurosos pestilentes, entonces de aquí ha surgido

su antigua denominación.

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ELBIBLIOTECOMDefensa y combate

Luego de la Batalla del Golfo de Leyte, la armada japonesa quedó casi sin capacidad ofen-siva. El General Kuribayashi se hizo cargo de la defensa y decidió evacuar a los 1.000 civiles

que residían en la isla. Además debió reforzar la guarnición con 21.000 soldados armados con el básico fusil, la bayoneta y dos granadas de fragmentación. También puso a dispo-sición de los combatientes ametralladoras, artillería de medio y corto alcance, morteros y algunos tanques ligeros.

Por otro lado, el General reorganizó la defensa de la isla: se paralizaron las construcciones de trincheras a lo largo de la costa, y se comenzó la construcción de una densa red de túneles en el interior del monte Suribachi. Para construir estos túneles se debió excavar la maleable roca volcánica que luego se reforzó con una mezcla de cal, cemento y ceniza volcánica. Se alzaron bunkers a los cuales se los proveyó de ametralladoras y de una pieza de artillería o un tanque ligero. Los mismos se disponían de tal manera que no se dejaba ningún punto muerto y se interconectaban para poder ser socorridos por los bunkers vecinos.

Desde el comienzo de la batalla, el suministro de herramientas fue insuĴ ciente y esto se sumó a otras problemáticas como la del agua potable la cual era escasa y turbia. En consecuencia, los soldados se debilitaban más rápido a causa de las enfermedades que se generaban por la falta de agua potable. Para el Ĵ nal del combate ya se habían agotado todos los proyectiles, balas, obuses, granadas, etc. Tan solo quedaban las katanas de los oĴ ciales y las bayonetas de los soldados.

General Kuribayashi.

Se comenzó la construcción de una densa red de

túneles en el interior del monte Suribachi.

Iwo Jima.

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ELBIBLIOTECOMComo estrategia, el General Kuribayashi, decidió prohibir a sus tropas el asalto de tipo Ban-zai. Así, se forzaba a los americanos a tener que internarse en cada bunker que tenían como Ĵ nalidad matar a cuanto enemigo se acerque. La idea era que por cada japonés muerto, cai-gan diez americanos.

Por su parte, la fuerza americana selló por completo la isla. Puso en funcionamiento escua-drones de submarinos que tenían la capacidad de hundir a cualquier barco nipón, realizó bombardeos irregulares y un mes antes de la batalla llevó a cabo bombardeos en masa de B-29. En el asalto Ĵ nal, la fuerza americana concentró un total de 500 navíos, de los cuales 8 eran portaviones y 8 acorazados. A esto le sumó una fuerza terrestre compuesta por 70.000 marines que habían participado en la Guerra del PacíĴ co.

El 19 de febrero, se pusieron en acción los Dragaminas con el objetivo de detectar posibles minas marinas. Sin embargo no encontraron ninguna. Entonces, se realizó un ataque aéreo en masa que se consagró como el más grande de la historia luego del de Londres.

Por otro lado, los americanos desplegaron lanchas lanzacohetes con la meta de allanar los primeros 50 – 100 metros de costa. Cabe recordar que la superĴ cie es rocosa y las playas de Iwo Jima, que están formadas por arenas volcánicas, forman dunas de hasta 6 metros de altura. Esto se presentaba como una gran diĴ cultad para la circulación dado que costaba mucho trepar por ellas debido al peso del equipo.

Cuando en la playa se establecieron un número considerable de marines, los japoneses abrieron fuego ocasionando una importante baja para los norteamericanos. Igualmente, varias unidades lograron acercarse al pie del monte Suribachi considerando que el terreno estaba libre de enemigos. Pero los japoneses aĴ ncados en sus bunkers generaron pánico entre las Ĵ las norteamericanas. Hacia la noche, los destructores iluminaron el cielo con sus bengalas, pero las fuerzas japonesas en vez de realizar un ataque frontal preĴ rieron usar su artillería sutilmente para no descubrir sus posiciones.

El 16 de febrero de 1945, los acorazados de la Ķ ota americana dieron inicio al ataque disparando sin pausa por tres días. Los ataques aéreos planiĴ cados debieron ser cancelados por las condiciones climatológicas.

Las fuerzas japonesas en vez de realizar un ataque frontal

preĴ rieron usar su artillería sutilmente para no descubrir

sus posiciones.

Fuerzas Americanas

Navíos 550

Portaaviones 8

Acorazados 8

Fuerza terrestre 70.000 marines.

Bombardero estadounidense Boeing B-29 Superfortress siendo reabastecido en el aire.

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ELBIBLIOTECOMEl 23 de febrero, tuvo lugar el asalto Ĵ nal de Suribachi, que tuvo como protagonista al lan-zallamas. Los japoneses al verse indefensos utilizaron las granadas para inmolarse. De esta manera, los nipones perdieron la batalla y el control de la isla quedó en manos de los nor-teamericanos que debieron retrasar la ocupación del 24 de febrero al 25 de marzo dado que los bunkers japoneses retrasaban el avance de la artillería y de la infantería.

Okinawa

Desde abril hasta mediados de junio de 1945, se desarrolló la Batalla de Okinawa en la isla de Ryukyu. Los americanos tenían como objetivo lanzar desde esta isla sus aviones

hacia cualquier punto de suelo japonés. De esta manera, tendrían una base estratégica que les permitiría aislar a Japón de todas sus fuentes de suministros.

Estas ideas fueron planeadas al mismo tiempo que se luchaba en Iwo Jima por su supremacía. El desembarco se pautó para el 1 de abril de 1945 y para esta instancia dispusieron grandes medios anĴ bios, 40 portaviones, 20 acorazados, dos cruceros de batalla, 200 destructores y buques de escolta y desembarco. Los soldados se organizaron en tres divisiones de marines y tres de infantería. Así sumaban 172.000 combatientes y 115.000 destinados a los servicios.

En este marco, los japoneses se encontraban en desventaja ya que no contaban ni con la misma cantidad de hombres ni de herramientas para la lucha. Cerca de 2.000 aviones nipo-nes esperaban el ataque norteamericano. La mayoría de ellos era kamikazes, es decir estaban

La batalla se dio por terminada en la noche del 25 de marzo de 1945, fecha en la cual 200 soldados nipones que estaban enfermos, hambrientos y armados con una bayoneta decidieron combatir cuerpo a cuerpo con los americanos. El General Kuribayashi encabezaba el enfrentamiento. Este accionar se cobró la vida de todos los soldados japoneses, incluido el general de quien nunca se pudo hallar su cuerpo, y de 100 americanos. El empeño de los japoneses por luchar hasta las últimas consecuencias convenció a los americanos para tirar la bomba atómica y conseguir la rendición Ĵ nal de los nipones.

Los japoneses al verse indefensos utilizaron las

granadas para inmolarse.

Tropas norteamericanas.

Fuerzas Americanas

Portaaviones 40

Acorazados 20

Cruceros 2

Destructores 200

Combatientes 172.000

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ELBIBLIOTECOMdispuestos a inmolarse. En las bases de Formosa y Kyu-Shu se había preparado el lugar para celebrar las muertes de los kamikazes. Cabe recordar que la cultura japonesa tiene una visión de desprecio hacia la muerte.

A su vez, en las islas Kemara, la marina japonesa dispuso más de 300 lanchas suicidas. Sin embargo, los americanos lograron conquistar el pequeño archipiélago que se encontraba a 14 millas de Okinawa. En este sitio instalaron la artillería de Nimitz que contaba con más de 280.000 hombres, entre marines y soldados, preparados para la acción, 1700 aviones de la Marina y 1682 buques.

Siete días antes de realizar el desembarco, los portaviones de Mitscher se propusieron ata-car Japón con el objetivo de anular la aviación. Como respuesta, los kamikazes se lanzaron a la acción y lograron averiar al UASP, Yorktown y al Franklin. Asimismo, los B-29 cesaron de atemorizar a la población civil para atacar a las bases aéreas.

Otra de las estrategias de los americanos fue tomar los islotes de Kerama con la meta de disponer de mejores plataformas para el ataque y un resguardo para los buques en caso de que las tempestades compliquen la situación. Gracias a esta táctica de protección los nor-teamericanos hallaron medio millar de torpedos suicidas entre las abundantes y amplias cuevas semi-inundadas que se situaban por el mar. Probablemente habían sido lanzados por propulsores potentes y silenciosos durante la noche y con un piloto suicida a bordo.

Con esta preparación y bajo estas estrategias se comenzó la ofensiva el 1 de abril de 1945, a las 8.30 de la mañana, cuando el primer grupo de artillería naval se hizo escuchar en los 1176 kilómetros cuadrados de la isla. En las tres horas siguientes buques y aviones ataca-ron los focos de desembarco y las posibles o reales posiciones de ataques de los nipones.

Hacia el mediodía las lanchas de desembarco se dirigieron hacia la costa oeste en busca de japoneses. Pero nadie había allí. Entonces, siguieron marcha hacia la línea de Naha-Yanaburú, junto al castillo de Shuri, el monumento más viejo de Japón.

La tierra se encontraba en “paz” pero los cielos de Okinawa vibraban al son de las explosiones: los japoneses suicidas desde el día 6 desencadenaron el “crisantemo Ķ otante“ (Kikusui), es decir, el ataque kamikaze masivo.Igualmente desde el día 4, las fuerzas establecidas en tierra también empezaron a sufrir ataques.

Los norteamericanos hallaron medio millar de

torpedos suicidas entre las abundantes y amplias

cuevas semi-inundadas.

Sobre los montes el humo indica las posiciones bombardeadas.

Fuerzas en Okinawa.

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ELBIBLIOTECOMDe esta manera, se desarrollo la cruenta batalla de Okinawa que duró tres meses. Fueron varios los combates y los enfrentamientos que se produjeron a lo largo de la disputa. Pero, se puede decir que la mejor defensa fue la del castillo Shuri. Contra sus viejas murallas se estrellaban los proyectiles de los acorazados Mississippi y Missouri. Parecían huevos estre-llándose en los muros. Tampoco los bombardeos aéreos resultaron eĴ cientes ya que las defensas subterráneas los resistían.

En el mes de mayo, las defensas japonesas más importantes habían caído y los americanos empezaron a limpiar el terreno. Igualmente, los japoneses seguían ofreciendo resistencia y en consecuencia, los americanos prosiguieron el avance. Con lanzallamas se destruían las cuevas japonesas y en el mar los kamikazes lograron hundir a más de 30 barcos. A su vez averiaron a otros 300.

Por su parte, las pérdidas norteamericanas también fueron graves: las fuerzas desembarcadas tuvieron 7.613 muertos y 32.000 heridos; 26.000 soldados fueron retirados por enfermeda-des diversas. La Ķ ota también registró muchas bajas, más de 5.000 muertos, más de 6.000 heridos y cerca de un millar de aviones perdidos, aparte de los buques ya reseñados.

El Ĵ n de la batalla fue el 21 de junio, cuando el general Ushijima y su Jefe de Estado Mayor decidieron cesar el ataque. Tomaron su ritual comida de arroz, se hicieron el harakiri y unos 7.000 hombres se rindieron. Otros se lanzaron al mar, contra los campos de minas o se abrieron el vientre. Unos 110.000 militares y civiles japoneses murieron.

Las defensas japonesas más importantes habían caído y los americanos empezaron

a limpiar el terreno.

Con lanzallamasse destruían

las cuevas japonesas.

6° División de Marines.

RAIDs aéreos sobre Japón

Operación Doolittle

Doolittle fue el nombre que se le dio a la primera operación aérea que organizaron los estadounidenses sobre las tierras del Imperio japonés, en abril de 1942. Este accionar

también es conocido como el raid de Doolittle, la incursión de Doolittle o el raid sobre Tokio.

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ELBIBLIOTECOMObjetivos militares

E l 7 de abril de 1941, luego del ataque a Pearl Harbor, Japón recibió un golpe aéreo orga-nizado por Roseevelt que buscaba hacerles sentir que no estaban seguros en sus propias

tierras. La iniciativa de Estados Unidos era riesgosa ya que se encontraban con escasos medios luego de las Batallas del PacíĴ co. Por eso, el General George C. Marshall organizó un plan estratégico para poder hacer rendir los 5 portaviones con los que contaba.

El plan originario fue ideado por Francis Low quien consideraba que era posible atacar con bombarderos embarcados en portaviones. La idea era lanza un raid a cada base militar. La plataforma de lanzamiento elegida fue la del USS Hornet la cual no estaba preparada para el despegue, en consecuencia se debía ubicar el tipo de aparato que realizara la misión y también a quién encomendársela.

Estrategia Doolittle

La operación estuvo a cargo del director James H. Doolittle, un experimentado aviador que fue pionero en los campos de la aviación de exploración. Él decidió utilizar al bombar-

dero B-25 Mitchell que tenía la capacidad de despegar del USS Hornet en tanto la tripulación esté correctamente instruida.

La estrategia fue catalogada de “alto riesgo” y se estimó una proyección de bajas del 50%. A estas desfavorables previsiones se le sumó la negativa de Stalin a prestar sus bases para la misión. El líder ruso sostenía un enfrentamiento con Alemania y se encontraba en posición de perder, no quería tener dos frentes de ataque ni dar razones para que Japón lo invadiese. Solo fue factible utilizar los territorios chinos como base. De esta manera, la duración del raid dependía exclusivamente del combustible, por lo que se debieron modiĴ car los B-25 deshaciéndose de blindaje, armas y todo objeto no útil para la misión.

La meta era acercarse con los portaviones a 400 millas de la costa japonesa para bombardear el centro industrial con sus 18 B-25 modiĴ cados. Se estableció que cada uno de los aviones portaría 4 bombas de 500 libras de alto poder explosivo, despegarían al atardecer con el objetivo de volar en territorio enemigo hacia el amanecer. Además, se situarían unos radio-guías en territorio ruso que conducirían a los bombarderos hacia bases chinas y rusas. Al ser lanzados los aviones, la idea del plan indicaba que la Ķ ota regrese lo antes posible.

B-25 Mitchell , bombardero estadounidense utilizado durante las operaciones.

James H. Doolittle.

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ELBIBLIOTECOMComienza la acción

Doolitlle se pone en acción con el apoyo del comandante del USS Hornet y James Duncan que comienzan por entrenar a las tripulaciones escogidas. Cabe recordar que el B-25

Mitchell era el único bombardero que tenía la capacidad de despegar de un portaaviones con la debida instrucción de los operarios. Es por eso que el Hornet y las tripulaciones se dirigieron a Norjorlk con la meta de dar inicio a un intenso entrenamiento de aterrizajes y de despegues que se efectuaban cada vez desde una distancia más corta. Para esto se debió aligerar los aviones hasta el extremo de solo dejar la ametralladora de proa. Los despegues se hacían con carga de 5 hombres, vituallas, combustible y bombas. También se realizaron intensos entrenamientos de bombardeo a baja altitud.

Luego de un arduo entrenamiento con 24 aparatos quedaron seleccionadas 16 tripulaciones para participar en el raid. Así, se embarcaron 80 hombres junto a sus aparatos en la cubierta del USS Hornet que junto a su escolta y los B-25 zarparon desde Alameda en California rumbo a Japón, un 2 de abril de 1942. En algún punto en el PacíĴ co Norte se les unió desde Pearl Harbor el USS Enterprise. La Ķ ota estaba al mando del almirante Halsey.

Esta defensa nipona trajo las primeras complicaciones para las fuerzas americanas en la mañana del 18 de abril cuando los radares del USS Enterprise detectan a dos barcos que se encontraban a 800 millas de la costa. Dado que el punto de lanzamiento estaba establecido a 600 millas de la isla, Halsey debió poner en marcha maniobras de evasión logrando pasar a través de las dos naves ocultándose con la neblina.

Pero, a las 7.30 apareció un barco patrulla llamado el “Nitto Maru” en los radares. Se tra-taba de un pesquero armado que descubrió a su formación enemiga. Entonces el crucero

La llegada a Japón tampoco fue sencilla, ya que debieron atravesar una intensa neblina y lluvia sumada a la incertidumbre de ser descubiertos. Si esto sucedía la misión se abortaría. Durante el viaje, las tropas recibieron clases de chino básico y efectuaron ejercicios físicos. Pero lo que las fuerzas norteamericanas desconocían es que Yamamoto estaba al tanto de un posible ataque de portaviones y se había preparado para tal episodio. Para hacer frente a la amenaza, dispuso de un perímetro defensivo alrededor de la isla del Japón. Consistía en un anillo de pequeñas embarcaciones pesqueras armadas de gran autonomía que circulaban por el perímetro entre las 600 y 1.000 millas de la costa.

Esta defensa nipona trajo las primeras complicaciones para las fuerzas americanas.

Almirante Hasley. Los riders de Doolittle.

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ELBIBLIOTECOMNashville entró en acción disparando una ráfaga de artillería sobre el barco japonés que debió cambiar rápidamente su curso. A su vez, cinco bombarderos de picado despegaron del USS Enterprise, el patrullero se defendió con su artillería antiaérea pero Ĵ nalmente ter-minó hundido por los americanos.

Rápidamente, Yamamoto se enteró de la noticia e inmediatamente dio la orden de hacer presencia de en la zona con la Ķ ota de Kondo y la 5ª División de portaviones. De esta manera, a los americanos se les complicó el panorama: les faltaban nueve horas para llegar al obje-tivo y ya habían sido descubiertos. Ante esta situación, Duncan y Doolittle resolvieron lanzar en ese momento los aviones. Los preparativos fueron tensos, las tripulaciones ocuparon sus aparatos y encendieron motores. Cargaron combustible y despegaron decididamente a cumplir con el objetivo de la misión.

Odisea del RAID

Una vez que despegaron los 16 B-25 volaron inmediatamente a su destino sin darse tiempo para armar una formación. Así, descendieron a una altura de vuelo rasante y procura-

ron llevar a cabo un bombardeo a plena luz del día. Rápidamente, los buques americanos se dirigieron a Pearl Harbor. Por su parte, Doolittle debía atravesar 5 horas de tenso vuelo.

El despegue no fue en todos los casos exitoso. Cuando el bombardero Nº 16 intentó entrar en acción, un operario se acercó demasiado a una de las hélices y perdió su brazo. Por otro lado el bombardero Nº 5 no cargó todo el combustible necesario y tras realizar la misión se debió enfrentar su tripulación a saltar en paracaídas.

El patrullero se defendió con su artillería antiaérea pero

Ĵ nalmente terminó hundido por los americanos.

Los B-25 procuraron llevar a cabo un bombardeo a plena

luz del día.

Preparación de un avión para operar desde el USS Enterprise.

B-25 Mitchell.

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ELBIBLIOTECOMA 40 minutos del despegue, fueron descubiertos por un avión que cumplía con las tareas de exploración. De esta manera, se le informó a Tokio que un grupo de bombarderos se dirigían a la capital. Pero, la inteligencia japonesa desestimó el reporte del avión y ahora los americanos ganaban ventaja. Doolittle llegó a las costas japonesas y distribuyó sus aviones: nueve a Tokio, tres a Kanagawa, Yokohama y los últimos tres a Nagoya, Osaka y Yokosuka. El Nº 4 no pudo cumplir la misión. La sorpresa era total para los japoneses.

Gracias a la inadvertida acción de los americanos, Doolittle logró llegar a Tokio junto a sus 8 bombarderos distribuidos en tres columnas: norte, centro y sur de la urbe. A pesar de la neblina que cubría el territorio el bombardeo se llevó a cabo. A las 12.45 comenzó el ataque con bombas incendiarias. Más tarde, se retiraron en diversas direcciones para desorientar al adversario. En Yokohama uno de los B-25 casí alcanzó con sus bombas al submarino I-25 que había regresado de la costa de Oregon y protagonizado el único bombardeo sobre territorio americano.

Por otro lado, consideró que los aviones atacantes, identiĴ cados como B- 25 Mitchell, no podían haber despegado de portaaviones o si lo habían hecho estos no podrían volver por la imposibilidad de retomarlos. En consecuencia, vislumbraba una misión suicida y suma-mente arriesgada de los americanos o un intento por recuperar su tripulación. Luego, recibió noticias de que se habían divisado aparatos en la parte más meridional de China, en Nan-chang, ocupada por los japoneses.

Yamamoto quedó impactado por la noticia y al revisar minuciosamente los mensajes del Nitto Maru y del avión de exploración concluyó que los bombarderos habían partido desde los portaviones. Más tarde supo que la meta era el sur de Japón.

Uno de los B-25 casi alcanzó con sus bombas al

submarino I-25 que había regresado de la costa de

Oregon y protagonizado el único bombardeo sobre

territorio americano.

B25 en operaciones de bombardeos.

Yamamoto analizando los mapas. Ataque en Japón.

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ELBIBLIOTECOMResultado de la misión

Cuando cada una de las tripulaciones cumplió con el objetivo particular, los aparatos se concentraron en un punto situado cerca de la isla Kyushu. Al encender los radio-guías

no se encontró señal dado que el avión americano que los transportaba fue detenido en territorio ruso por orden expresa de Stalin.

Pero, Doolittle debía seguir con la carta de navegación y encontrar algún modo de aterrizar. Así, se sumaban 5 horas más al viaje que se empeoraba con el viento en contra que provocó la reducción del combustible, por el mayor consumo.

Como consecuencia de esta misión de alto riesgo, se registraron 50 muertos en Japón, 250 heridos y más de 90 infraestructuras destruidas. Por su parte los americanos sufrieron la prisión y la tortura de 8 de sus aviadores a quienes se les obligó a Ĵ rmar confesiones de crí-menes contra civiles. Tres de ellos fueron ejecutados y uno murió de privaciones. Además, otros tres hombres resultaron muertos por las heridas de los aterrizajes violentos. En total: 11 hombres perdidos, todos los aparatos perdidos y 5 hombres prisioneros de los rusos, aun-que escaparon más tarde. El raid fue considerado, de todos modos, un éxito por parte de los americanos y por el lado japonés como un raid de poca utilidad.

Varios de los aparatos llegaron a la costa este (Sector de Chunwog y Chuchuan) de China casi al borde de sus reservas. El Nº 6 cayó al mar; dos de sus tripulantes se ahogaron y tres lograron salvarse; al tocar tierra fueron apresados por los japoneses. El avión Nº8 debió alcanzar a Vladivostok en Rusia y su tripulación fue tomada prácticamente como prisionera. Otras tripulaciones fueron capturadas por los japoneses y ejecutadas en la isla. Por su parte, Doolittle y su gente cayó en un campo de arroz chino custodiado por japoneses. Guerrilleros chinos pusieron en marcha un plan de rescate. Cuando lograron llegar a Estados Unidos, Doolittle fue ascendido a general y no se lo juzgó por la pérdida de todos los aviones.

Al encender los radio-guías no se encontró señal dado

que el avión americano que los transportaba fue

detenido en territorio ruso por orden expresa de Stalin.

El raid fue considerado, de todos modos, un éxito por parte de los americanos y

por el lado japonés como un raid de poca utilidad.

Raid Doolittle.

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