elementos afronegroides en dos poemas

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ÁNGEL M . AGUIRRE Universidad Interamericana de Puerto Rico Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Góngora y Argote y en cinco villancicos de Sor Juana Inés de la Cruz Los primeros en incorporar el tema del negro a la literatura de la pe- nínsula ibérica fueron los escritores portugueses. Ya a mediados del siglo XV encontramos la primera aparición del negro africano en las letras lusi- tanas en un poema compuesto en 1455 por Fernam de Silveira y recopila- do en 1516 por García de Resende en el Cancioneiro geral. En ese mismo Cancioneiro geral se recoge un diálogo entre un clérigo y su criada negra, escrito por Henrique da Mota. Un poco más tarde, Gil Vicente introduce el habla de personajes negros en tres obras teatrales Frágoa d'amor (1524), Ñau d'amores (1527) y O clérigo da Beira (1530). Manuel Alvarez Nazario apunta que posiblemente la más antigua de las piezas literarias españolas en las cuales aparece la imitación del habla particular del negro es un diálogo en verso, publicado sin fecha y titulado Comienzan unas coplas a los negros y negras: y de cómo se motejaban en Sevi- lla un negro de Gelofe Mandinga contra una negra de Guinea..., compuesto por Rodrigo de Reinosa después de 1516 y antes de 1520. Del mismo au- tor es otro diálogo por el estilo titulado Otras [coplas] suyas a los mismos negros, hanse de cantar al tono de guineo. Otras coplas, cuyo autor parece haber sido también Rodrigo de Reinosa, llevan el siguiente título: Coplas de cómo una dama ruega a un negro que cante en manera de requiebro... Diego Sánchez de Badajoz parece haber sido el primer continuador en el teatro español de la moda iniciada por Gil Vicente, pues lleva a la esce- na del teatro español, con fines intencionadamente humorísticos, el remedo estilizado del lenguaje típico del negro esclavo. Otros dramaturgos que con- tinuaron la práctica durante el siglo XVI fueron Jaime de Huete, Gaspar Gómez, Lope de Rueda, Juan Pastor, Luis Quiñones de Benavente, Luis de Miranda, y Lope de Vega, quien imitó el habla de los negros en un núme- ro contado de comedias. La poesía durante los siglos XVI y XVII también

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Influencia de la cultura negra en México

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  • NGEL M. AGUIRREUniversidad Interamericana de Puerto Rico

    Elementos afronegroides en dos poemasde Luis de Gngora y Argote y en cinco villancicos

    de Sor Juana Ins de la Cruz

    Los primeros en incorporar el tema del negro a la literatura de la pe-nnsula ibrica fueron los escritores portugueses. Ya a mediados del sigloXV encontramos la primera aparicin del negro africano en las letras lusi-tanas en un poema compuesto en 1455 por Fernam de Silveira y recopila-do en 1516 por Garca de Resende en el Cancioneiro geral. En ese mismoCancioneiro geral se recoge un dilogo entre un clrigo y su criada negra,escrito por Henrique da Mota. Un poco ms tarde, Gil Vicente introduceel habla de personajes negros en tres obras teatrales Frgoa d'amor (1524),au d'amores (1527) y O clrigo da Beira (1530).

    Manuel Alvarez Nazario apunta que posiblemente la ms antigua delas piezas literarias espaolas en las cuales aparece la imitacin del hablaparticular del negro es un dilogo en verso, publicado sin fecha y tituladoComienzan unas coplas a los negros y negras: y de cmo se motejaban en Sevi-lla un negro de Gelofe Mandinga contra una negra de Guinea..., compuestopor Rodrigo de Reinosa despus de 1516 y antes de 1520. Del mismo au-tor es otro dilogo por el estilo titulado Otras [coplas] suyas a los mismosnegros, hanse de cantar al tono de guineo. Otras coplas, cuyo autor parecehaber sido tambin Rodrigo de Reinosa, llevan el siguiente ttulo: Coplasde cmo una dama ruega a un negro que cante en manera de requiebro...

    Diego Snchez de Badajoz parece haber sido el primer continuador enel teatro espaol de la moda iniciada por Gil Vicente, pues lleva a la esce-na del teatro espaol, con fines intencionadamente humorsticos, el remedoestilizado del lenguaje tpico del negro esclavo. Otros dramaturgos que con-tinuaron la prctica durante el siglo XVI fueron Jaime de Huete, GasparGmez, Lope de Rueda, Juan Pastor, Luis Quiones de Benavente, Luis deMiranda, y Lope de Vega, quien imit el habla de los negros en un nme-ro contado de comedias. La poesa durante los siglos XVI y XVII tambin

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    se hizo eco del lenguaje tpico de los negros y uno de los cultivadores deesa modalidad potica que recoga la figura del negro como personaje lite-rario fue el cordobs Luis de Gngora y Argote.

    Gngora incluye la figura del negro en la composicin 174, con fechade 1615, titulada "Al Nacimiento de Cristo Nuestro Seor". Es un poemade tema navideo en que dos personajes, un negro [al que llaman "primo"]y una negra [cuyo nombre es Magdalena] dialogan. El primer personajenegro relata dramticamente al otro sus impresiones sobre los aconteci-mientos que ha presenciado en el portal de Beln en una mezcla de Caste-llano mal pronunciado y lengua africana con evidente influencia portuguesaen los rasgos lxicos y gramaticales: la subordinativa condicional si del es-paol en alternancia con la s del portugus en la construccin hipotctica;el verbo castellano llorar sustituido por el verbo portugus "chorar", el art-culo lo/ en vez de le /; el vocablo portugus "menino" en "se chora o me-niti Jes"; la fusin de la preposicin con el artculo en el I noi de "no por-talo" (vocablo que exhibe la adicin de vocal paraggica) y el Ido/ de "donacimento"; la ausencia de diptongo en el vocablo /nacimmto/ como enportugus; y el artculo femenino lai en "a mula". Un verso del poema re-fleja la preferencia por el uso de "mas", de posible origen portugus, en lu-gar de la conjuncin adversativa "pero" ["ma tan desnuda que un bueya"],fenmeno que Alvarez Nazario seala como frecuente entre los negros deEspaa:

    174

    1.

    2.

    1.

    2.1.

    2.1.2.1.2.

    Oh, qu vimo, Mangalena!Oh, qu vimo!Dnele, primo?

    No portalo de Belena.

    E que fu?Entre la henamucho Sol con mucha raya.Caya, caya!Por en Diosa que no miento.Vamo aya.Toca instrumento.Elam, calamb, cambii,elam.

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 297

    1. Tu prima sar al momentoescravita do nacimento.

    2. E qu sar, primo, t?1. Sara bu,

    se chora o menin Jes.2. Elam, calamb, cambii,

    elam.1. Cosa vimo que creeya

    pantar; mucha jerqua,cantando con melonaa un nio que e diosa e reya;ma tan desnuda que un bueyale est contino bahando.

    2. Veamo, primo, volandotanta groria e tanta pena.

    1. Oh, qu vimo, Mangalena!Oh, qu vimo!

    2. Dnde, primo?1. No portalo de Belena

    1. Somme e vendme a rosade Gericongo Mara.- Entra, dijo, prima ma,que negra so, ma hermosa.

    2. Entraste?1. S, e maliciosa

    a mula con coz me tir.2. Caya, que no fu coz, no.1. Pos qu fu?2. Invidia, morena.

    1. Oh, qu vimo, Mangalena!Oh, qu vimo!

    2. Dnde, primo?1. No portalo de Belena.

    El poeta se vale de una serie de rasgos fonticos y morfolgicos,constatables tambin en buena medida en el criollo afroluso, con la inten-cin de reproducir humorsticamente el acento extico de la lengua hbri-da de dos personajes negros: la elisin de la "-/ ' en posicin final de sla-ba ["Vamo"; "vimo"; "Jes"], as como el fenmeno del yesmo ["aytf por

  • 298 ngel M. Aguirre

    "all"; "coya por "calla"], la afresis de vocales y slabas iniciales, a vecescon el pronombre reflexivo en posicin encltica ["Smeme" por "Me aso-m"; "pantani' por "espantar"], as como la apcope de sonidos finales["fu" por "fue"; "so" por "soy"] y la sncopa de vocal interna en la pro-nunciacin descuidada o inculta ["jerqua" por "jerarqua"], la indecisindel timbre voclico ("invidia" por "envidia"), acompaada a veces esa in-decisin por la elisin de la "-/' en posicin final de slaba ["sar" por"sers", "samo" por "somos"], la sustitucin de Ir/ por III en posicinagrupada ["escravita" por "esdavita"; "groria" por "gloria"], la introduccinde un elemento consonantico de resonancia nasal en sustitucin de un fo-nema dental ["meloda" por "melosa"], a veces con acompaamiento demettesis ["Mawgalena" por "Magdalena"]. Se registra en el poema la elimi-nacin de la concordancia de gnero entre el sustantivo y el artculo o elsustantivo y el adjetivo, as como la confusin de los gneros en vocablosque son masculinos y aparecen con forma femenina: "Beleo", "hen","Diost", "reya", "bueya", "mucha raya" [con elisin de la "-/' en posicinfinal de slaba, pues significa: "muchos rayos"]. En el lxico encontramospalabras agudas en vocal acentuada [sobre todo la vocal lu] como resulta-do de apocopa, y, graciosamente, el toponmico "Jeric" se africaniza y seconvierte en "Jericongo".

    En la letrilla 174 de Gngora aparecen dos de las caractersticas en-contradas por el profesor Germn de Granda, a saber, la eliminacin delartculo, tanto indefinido como definido, en los versos "Toca instrumento"[por "Toca el instrumento"]; "Cosa vimo que creeya" [por "una cosa..."];"Somme e vendme a rosa" [por "vendme a la rosa"]; y la eliminacindel verbo en los versos "Entre la hena/ mucho Sol con mucha raya".

    Ingeniosamente, el poeta asocia estos personajes negros con el ritmo ycon la msica y uno de ellos toca el instrumento del tambor, cuyo sonidose traduce onomatopyicamente en un verso que se repite en la composi-cin y que anticipa la tcnica utilizada ms tarde en la letra de una bombaafropuertorriquea recogida en la ciudad de Santurce por la Dra. MaraCadilla de Martnez:

    Tinguin, Dambamb,que voy bailando bomba, bomba;tinguin, Dambamb,toca que toca, toca, toca.

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 299

    (Coro)Dambamb, tinguin;que la culebra comi aj;Dambamb, tinguin,o Sico baila, culebra, aj.

    El otro poema afronegroide de Gngora es el nmero 175, titulado"En la Fiesta de la Adoracin de los Reyes". En l se plasma teatralmente,dentro del ciclo de tema navideo de la Epifana, la burla despectiva y cruelpor la expresin del prejuicio racial de unos pastores que se mofan de losnegros que forman parte de la comitiva del rey mago Melchor, quien ha se-guido las seales de la Estrella de Beln para encontrar al recin nacido yadorarle. Los pastores catalogan genricamente al grupo extranjero encabeza-do por Melchor con un despreciativo singular colectivo: "la Astrologa deOriente". Al ver tantos negros juntos en el grupo de adoradores, un pastorlos compara con un hormiguero de verano, y al decir uno de los negrosque el rey negro Melchor trae incienso como ofrenda para el Nio Jess, elpersonaje blanco se vale de un ingenioso juego de palabras para asociar elcolor de la piel del rey con el humo negro que despiden los negros carbo-nes de incienso. Hay un punto de contacto entre los poemas de Gngora yel Tratado Primero del Lazarillo de Tormes, pues uno de los pastores temeque el Nio Jess, al ver al rey negro Melchor, pueda espantarse creyendoque es el "coco", palabra que coloca a su vez el autor de la novela picarescaen boca del hermano menor de Lzaro, y que se usa tradicionalmente paraatemorizar a los nios pequeos en el mundo hispnico. En el poema 174el negro 1 apuntaba que si el Nio lloraba sera porque se haba asustadode ver su cara, la cual causa miedo o es tan capaz de espantar como la in-terjeccin "Bu!". En los textos citados, se equiparan la cara y el gesto delnegro a la fealdad del "coco", capaz de aterrar a los nios:

    175Pastores. Negros

    Pastor Primero

    Qu gente, Pascual, qu gente?Qu polvareda es aqulla?

    Pastor segundo

  • 300 ngel M. Aguirre

    La Astrologa de Oriente,cuyo postilln luciente,es una estrella.

    Negro

    Praza!

    Pastor primero

    Quin nos atropella?Negro

    Mechora, rey de Sab.Guan guan gu,morenica de Zofal.

    Pastor segundo

    Hi, hi, hi.Qu Rey tan fuera de aquhoy nos ha venido ac!

    Pastor primero

    Ha, ha, ha.

    Negro

    Re la pastora?

    Pastor segundo

    S.

    NegroPaparico, poco a poco,que samo enfadado ya.

    Pastor primero

    Ha, ha, ha.

    Negro

    Entra, primo.

    Pastor segundo

    Fuera all,

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 301

    no piense el Nio que es cocoel Rey que adoralle va.

    Pastor primero

    Hormiguero, y no en esto,negros hacen el portal.

    Negro

    Hormiga s, juro a tal,hormiga, ma non vaco.

    Pastor segundo

    Qu trais?Negro

    La Reya mo

    incienso ofrece sagrado.

    Pastor primero

    Huma al fin humo ha dado.

    Negro

    S de Dios al fin presente.

    Pastor primeroQu gente, Pascual, qu gente?Qu polvareda es aqulla?

    Pastor segundo

    La Astrologa de Oriente,cuyo postilln lucientees una estrella.

    En el poema, aparte de la neutralizacin de la IIJ en el vocablo "Pra-za" [que aqu significaba "lugar", "espacio"], aparece un rasgo destacadopor Alvarez Nazario: "los verbos ser y estar confunden e intercambian susrespectivas significaciones" ': as en el verso "que samo enfadado ya" con

    1 Manuel Alvarez Nazario, El elemento afronegroide en el espaol de Puerto Rico, 2a*.

    ed., San Juan: Instituto de Cultura Puertorriquea, 1974, pp. 121.

  • 302 ngel M. Aguirre

    significado de "estamos enfadados ya". Esa confusin de sentidos entre losverbos ser y estar, explica Alvarez Nazario, "dar lugar al surgimiento deuna forma fusionada essar, pero ms corrientemente sar (o.sa, con elisinde la Irl en posicin final de slaba)2. Ejemplos en el poema son "Hormi-ga s" [Hormiga soy]; y "S de Dios al fin presente" [Estoy ante Dios alfin presente].

    Sor Juana Ins de la Cruz, la figura ms importante de las letras colo-niales hispanoamericanas y dscipula que aventaj a su maestro Gngora,public 15 16 villancicos3 sobre temas religiosos y navideos, compues-tos para ser cantados en las festividades del culto, y en cinco de ellos, el89, el 224, el 232, el 241 y el 299, intervienen personajes que se expresancon las articulaciones idiomticas caractersticas de los negros. La poeta tu-vo una esclava que le haba donado su madre para que la acompaara alentrar como religiosa al convento y que se llamaba tambin Juana, la cualle contaba hechos y cosas de la hacienda de Panoayn cuando los labriegosse retiraban y los esclavos negros se reunan junto al hogar. Enrique Ander-son Imbert seala que Sor Juana

    Hizo or en poesa la voz del negro. El tema del negro exista en la literaturade Hispanoamrica. Llegan negros en 1502, en la flota de Nicols de Ovan-do, y aparecen en las crnicas. Los poetas del Renacimiento (Castellanos, Er-cilla) lo presentaban como nfima gente. Pero Sor Juana, con esa abierta cu-riosidad del barroco poetiza al negro y lo aprovecha para dar color y ritmo asu poesa. Desde entonces el negro fundido en la poblacin de Amrica se mover por nuestras letras hasta lograr una esplndida expresin en el si-glo XX.4

    2 Ivi, p. 121.

    3 Los Villancicos de Sor Juana, escritos entre 1676 y 1691, gozan del aplauso de la

    crtica por la sencillez y el tono popular que predomina en ellos. Esas composiciones, quesuman en su conjunto unos 5,500 versos, le han ganado a la autora el epteto de "villanci-quera mayor de la lengua espaola". Eran breves representaciones con intencin litrgicaque se cantaban en las Catedrales para celebrar las fiestas religiosas de la Anunciacin, laNatividad, la Concepcin o la Asuncin, o en honor de San Jos, San Pedro Apstol, SanPedro Nolasco o Santa Catalina. Nueve de ellos se cantaron en la Catedral de Mxico, dosen la de Puebla y los restantes en la de Oaxaca.

    4 Enrique Anderson Imbert, Historia de la literatura hispanoamerica I: La colonia.

    Cien aos de Repblica, Mxico-Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica, 1951, p. 127.

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 303

    Juan M. Galaviz aade que

    El hablar curioso y los ritmos sonoros de negros y mulatos que constituye-ron la servidumbre familiar de su casona de Panoayn sern evocados y re-creados en varias composiciones de la monja, la cual con esto se adelanta ala gran poesa negra de autores tan modernos como Nicols Guillen. En (un)conjunto de villancicos compuesto en 1679 hallamos esta formidable onoma-topeya, propuesta para dos voces de negros:1. Ha, ha, ha!2. Monan vuchil!/ He, he, he,/ cambiile!

    1. Gila cora, / gulung, gulung, / hu, hu, hu!2. Menguiquil / ha, ha, ha!Y el estribillo de exticas resonancias donde seesconde un grito libertario:Tumba, la-l-la; tumba, la-l-le;que donde ya Pilico, no quede escrava!A lo largo de toda su obra Sor Juana deja entrever una sincera simpata porlas clases populares. La mulata que le servir en su convento de San Jerni-mo ser siempre bien tratada y favorecida. Se llamaba Juana como ella, y lehaba sido obsequiada al entrar en religin, como nica herencia de su ma-dre... '

    En la produccin lrico-religiosa de Sor Juana destacan los villancicos.En esas composiciones de temtica variada la poeta recogi e imit el rit-mo y la pronunciacin desfigurada del espaol en el habla de los negros(tanto sus abuelos maternos como su madre fueron dueos de esclavos), ascomo los cantos, danzas y msica de los aldeanos e indgenas para festejarla Navidad. Segn Alfredo Veirav, los villancicos son "muestra incompara-ble de la vitalidad polifactica de Sor Juana, capaz de resolver en torno deletras de canciones rasgos cultos y populares para el pblico analfabeto deindios y gente de pueblo que asista a las fiestas sacras del Virreinato"6 Enesos villancicos, los negros suelen aparecer estilizados lricamente, aunque

    5 Juan M. Galaviz, Juana Ins de la Cruz, Madrid: Ediciones Quorum, 1987, p. 18.

    6 A. Veirav, "Estudio preliminar", en Sor Juana Ins de la Cruz, Seleccin potica,

    Buenos Aires: Kapelusz, 1972, p. 37.

  • 304 ngel M. Aguirre

    sin perder las caractersticas y el significado de la clase social a la cual per-tenecen. Giovanni Guernelli seala que

    desde el punto de vista social la pequea criolla encontr [en ciudad deMxico] una mezcla de clases divididas por un profundo espritu de casta...la clase nfima era la de color "quebrado", es decir, los aborgenes, los ne-gros y los mulatos resultantes de la mezcla. El aprecio humano y cristianode Sor Juana por las clases desheredadas transparenta continuamente en suobra.7

    Sobre los villancicos de Sor Juana, Antonio Castro Leal explica que

    esas composiciones estaban escritas en diversos metros y formas de estrofas, ya veces se titulaban de distinto modo: coplas, redondillas, dilogos, glosas, ju-guete, juguetillo, jcara, ensalada, ensaladilla y tocotn (este nombre slo paralas composiciones en nhuatl)... En general, los Villancicos estaban escritos enespaol; pero algunas composiciones solan estarlo en latn (o una combina-cin de latn y espaol) en nhuatl (o una combinacin de nhuatl y espa-ol), en portugus y tambin en habla de negros (pronunciacin desfiguradadel espaol). En algunas composiciones alternaban (por ejemplo en los "dilo-gos") dos y hasta tres voces, sin llegar nunca a tener el carcter de una repre-sentacin escnica.Sor Juana aprovech todas las ocasiones que le ofreca la variedad de elemen-tos de los Villancicos para cantar los misterios de la fe y celebrar la grandezade los santos.... Por la gracia de su religiosidad, por su intensidad lrica, susmltiples entonaciones y la riqueza de su invencin esos Villancicos figuran allado de los mejores del maestro espaol Manuel de Len Marchante (1631-1680). En sus letras sagradas de este estilo, Sor Juana no est por abajo deGil Vicente, Juan del Enzina o Jos de Valdivieso, ni en las mejores muestrasde su poesa religiosa, de poetas tan grandes como Lope de Vega y Luis deGngora.8

    7 Giovanni Guernelli, Gaspara Stampa, Louise Labe y Sor Juana Ins de la Cruz:

    Trptico renacentista barroco, Ro Piedras: Editorial Universitaria, 1972, pp. 25-26. [RelataGuernelli que Giovanni Francesco Gemelli Carreri, un viajero italiano que en 1698 perma-neci varios meses en la capital mejicana, ofrece interesantes noticias sobre el antagonismoentre las clases sociales. Su obra Giro del mondo se public en Venecia en 1719.]

    8 Antonio Castro Leal, "Prlogo", Sor Juana Ins de la Cruz, Poesa-Teatro-Prosa,

    Mxico: Editorial Porra, 1984, pp. xvi-xvii.

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 305

    Segn Jos Carlos Gonzlez Boixo

    Sus villancicos son la mejor muestra de una poesa que acert a captar y trans-mitir los gustos sencillos y la alegre comicidad del pueblo, siempre en el marcode una dignidad que no hace concesiones a la ms mnima vulgaridad. Hoyda no dejan de asombrarnos el gracejo de los cantos de los negros, las onoma-topeyas anticipadoras de la poesa aroantillana, la simpata de las jergas en ma-carrnicos latines, las hablas imitadoras del portugus o del vasco, el exotismode unos versos en nhuatl. Sabia mezcla de lo culto y lo popular, sus villanci-cos tuvieron enorme xito como puede comprobarse por los continuos encar-gos que se le hicieron. Cantados en los maitines, tienen una clara configura-cin dramtica, gracias a los distintos personajes que intervienen en ellos. '

    El poema 224 es un villancico o ensaladilla donde dos "negrillos" Pili-co y Francisco - diferenciados por los nmeros 1 y 2, como en el poema174 de Gngora, expresan emociones de llanto y aplauso en la festividad dela Asuncin de la Virgen, para luego terminar cantando a do un estribillo:

    Negrillos

    1. Cantemo, Pilicoque se va las Reina,y dalemu turouna noche buena.

    2. Iguale volale,Flacico, de pena,que nos deja asculaa turo las Negla.

    1. Si las Cielo vay Dioso la lleva,pala qu yola,si Eya sa cuntenta?

    Sara muy galana,vitita ri tela,

    9 Jos Carlos Gonzlez Boixo, "Introduccin", Sor Juana Ins de la Cruz, Poesia li-

    nca, Madrid: Ctedra, 1992, pp. 41-42.

  • 306 ngel M. Aguirre

    milando la Sole,pisando la Streya.

    2. Djame yola,Flacico, poi Eya,que se va, y nosotlola Oblaje nos deja.

    1. Caya, que sa siempremilando la Iglesia;mila las Paola,que se quela plieta.

    2. Bien dici, Flacico:tura sa suspensa;si t quiele, demounas cantaleta.

    1. Nomble de mi Dioso,que sa cosa buena!Ahola, Pilico,que nos mila atenta:

    Estribillo

    Ah, ah, ah,que la Reina se nos va! Uh, uh, uh,que non blanca como t,nin Pao que no sa buena,que Eya dici: So moleacon las Sole que mira!

    Ah, ah, ah,que la Reina se nos va!

    Podemos apreciar en la transcripcin del habla de los personajes ne-gros rasgos fonticos similares a los que encontramos en los poemas deGngora [yesmo; elisin de la "/' final; vacilacin voclica; vocal paraggi-ca] con la excepcin que en los de Sor Juana son ms recurrentes la lateri-zacin de la Ir), as como su elisin en posicin final de slaba en el verboen infinitivo, fenmeno caracterstico tambin en la pronunciacin afroes-paola de la zona costera sudamericana y de las islas del Caribe: "milando"

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 307

    por mirando, "plieta" por prieta, "nomble" por nombre, "poi" por por, "mo-lea" por morena, etc. Hay elisin de la Id final del infinitivo: "mira" por"mirar"; "yola" por "llorar", "yolale" por "llorarle'. No est presente en losversos de Sor Juana la mofa ni la parodia del negro. Por el contrario, eneste poema los personajes negros son dos fervientes cristianos que sientengenuina devocin por la Virgen Mara. En la composicin de Sor Juanaabundan diminutivos como "Negrillos"; "Pilico" [

  • 308 ngel M. Aguirre

    - Diga, siga, diga.- Zambio, lela, lela! [...]

    En este poema se recogen la eliminacin de la preposicin a. "cantayelas Leina" ["cantalle a la Reina"]; la vacilacin voclica en "il alma rivota"[el alma devota] y la confusin entre los verbos ser y estar: "blanca s, noprieta" [blanca es, no prieta]. El primer verso, "Ac tamo tolo", ejemplificala elisin de slaba inicial ["tamo" por estamos], acompaada de la elisinde la "-/' en posicin final de slaba y el cambio de lai por III.

    El ms interesante de estos villancicos es el 241 pues en la festividadde la Sagrada Familia un negro entra en una iglesia y admira su grandeza.Para regocijar la fiesta, canta en coplas sus cuitas al son del rstico instru-mento musical denominado "calabazo" y suea la libertad de la poblacinesclava. Es curiosa la aparicin, al lado del vocablo estribillo, del nombrePorto-Rico, usado en esa poca para denominar un tono musical:

    Porto-Rico. Estribillo

    Tumba, tumba, la-l-la; tumba, la-l-le;que donde ya Pilico, escraba no quede!

    Coplas

    Hoy dici que en las Melcedeestos Parre Mercenariahace una fiesa a su paire,qu fiesa?, como su cala!Eya dici que redimi,cosa parece encatala,poro que yo la oblaje vivo,y las Parre no mi saca.

    La otra noche con mi congaturo sin durm pensaba,que no quiele gente plieta,como eya so gente branca.Sola saca la pafiole,pues, Dioso, mila la trampa,que aunque neglo, gente somo,aunque nos dici cabaya!Mas, qu digo, Dioso mo?

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 309

    Los demoo, que me engaapala que ese mulmulandoa esa Redentola santa.El Santo me lo perrone,que so una malo habala,que aunque padezca la cuepo,en ese libia las alma.

    Tumba, tumba, la-l-la, tumba, la-l-le,

    que donde ya Pilico, escraba no quede.10

    En el villancico 89, que es una ensalada, una voz en la introduccindice que para darse un hartazgo quiere cantar como un negro camotero(negro que vende o come camotes). Despus de transformarse en guineo, elpersonaje habla as:

    Oh santa MaraNegro.Oh sar

    que a Dios pari,

    sin haber comadre,

    i ten dol!

    Roro, roro, ro,roro, roro, ro!Qu cuaja, qu cuaja,

    10 Versin literal: Tumba, la, la, tumba la, le, le,/ que donde est Pilico, no queden

    esclavos!/ Hoy dicen que en la Merced/ estos Padres Mercedarios/ hacen una fiesta a su pa-dre,/ Qu fiesta?, como su cara!/ Ellos dicen que redimen,/ cosa parece encantada,/ peroyo (digo) que (en) el obraje vivo/ y los padres no me sacan./ La otra noche con mi conga/todo sin dormir pensaba/ que no quieren gente prieta,/ como ellos son gente blanca./ Slosacan a los espaoles/ pues Dios!, mira la trampa,/ que aunque negros, gente somos,/aunque nos dicen caballos!/ Mas, qu digo, Dios mo?/ El demonio que me engaa/ paraque est murmurando/ de esos redentores santos./ El santo me lo perdone/ que yo soy unmal hablado/ que aunque padezca el cuerpo/ se libran las almas./

  • 310 ngel M. Aguirre

    qu cuaja te doy!Espela, an no suba,que tu negro Antnte guarra cujalabranca comoGarvanza salaratostada ri doy,que compiomase de unRoro,Camotitafresca requesn,que a tus manos beyaparece el col.Roro, etc.Mas ya que te va,rugale a mi Dios,que nos saque liblede aquesta plisin.Roro, etc.Y que aqu vivamocon tu bendici,hasta que Dioso quieraque vamos con Dios.Roro, roro, ro,roro, roro, ro!Qu cuaja, qu cuaja,

    qu cuaja te doy!

    En otro Villancico-Ensalada, el 299, el personaje negro elabora una ideaingeniosa: si San Jos era de la Casa de David, era descendiente tambin delhijo de ste, Salomn; si Salomn fue amante de la Reina de Saba, sta pudohaberle dado un cuartern y de ste pudo haber sido descendiente San Jos.Por lo tanto, por poco pudo haber sido negro el padre putativo de Jess:

    Negro

    - Pues y yotambin alivinal;lele, lele, lele, lele,

  • Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote... 311

    que pudo ser Neglo Sefiol San Jos!1. - Por donde esa lnea va?Neg. Pues no pulo de Sabtel algn cualtel?Que a su Parre Salomtambin eya fue mujel:lele, lele, lele, lele!que por poca es Neglo Seol San Jos!

    A manera de conclusin podramos afirmar que tanto Gngora comoSor Juana recogen en sus poemas el habla del negro y al hacerlo aaden alcuadro de la literatura barroca la figura de otro marginado ms en el mbi-to social de inadaptados que luchaban por sobrevivir en las clases pobres yen las esferas bajas de la decadente sociedad espaola de la poca. Gngorautiliza la figura del negro [cuya habla pudo conocer directamente en el Surde Espaa] para imitar jocosamente su pronunciacin hbrida y vacilantedel castellano y para hacer despliegue de su ingenio potico al reproduciralgunos de esos sonidos - e inventar otros - en su representacin caricatu-resca del habla del negro. Sor Juana Ins de la Cruz, mujer y monja inte-lectual marginada en la sociedad colonial mejicana por ser una extempor-nea en el Mxico del siglo XVII, presenta la figura del negro desde unaperspectiva ms humana y tolerante, integrndolo a los otros grupos quecomponen la sociedad de su poca, para presentarlos conviviendo junto alblanco, el indio y el mulato, con participacin activa en la vida festiva yen la manifestaciones de fe del Virreinato de la Nueva Espaa. A pesar deque estos dos autores barrocos retratan la figura del negro desde su peculiary original punto de vista, ambos reconocen la realidad de la presencia deese personaje como factor tnico insertado en la comunidad espaola yamericana de la poca, tanto en el mbito social como en el religioso.

  • CampoTexto: AISPI. Elementos afronegroides en dos poemas de Luis de Gngora y Argote y en ci ...