AVANZAR

El Sagrado Corazón de Jesús

junio 2020 ● nº 785

AVANZAR

Órgano de la Obra de Cooperación Parroquial

de Cristo Rey

DirectorP. Hernán Pereda CPCR

Colaboradores P. Hernán J. Pereda cpcr

P. Gregorio Rodríguez cpcrP. Enrique Martín Baena cpcr

Enrique Berenguer cpcrRosario

Mayte Montero Carlos Benito

Nacho Bracicorto

Diseño Nacho Bracicorto

Administrador Domingo Navarro

ÍNDICE

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IGLESIA#3 EditorialEl Sagrado Corazón de Jesús

#5 El Papa habla y reza para tiVuelve a nosotros esos ojos misericordiosos

#6 Busca a Cristo en la Iglesia. La unción de los enfermos, ¿para quien es?

SOCIEDAD#8 El telégrafoReflexiones ante las posicio-nes animalistas.

#13 En familia Eran los tiempos del Covid.

ESPIRITUALIDAD#14 Con ojos y corazón de mujer El mejor creyente es el más amado.

#15 Los signos Los cirios.

#16 Maravillosos caminos de consagración.El sacerdote: alguien entre-gado definitivamente al Señor.

NOTA PARA LOSLECTORES

Deseamos a nuestros lectores que tengan buena salud, oramos por los enfermos y los familiares, y tenemos presente en nuestras intenciones a todas aquellas personas y familias que han perdido a personas queridas o que están atravesando momentos de mucha dificultad.

Estamos recibiendo pagos por banco, en los que no consta el nombre de la persona suscrita a Avanzar. Por ello, rogamos que si en el recibo no apare-cen dichos datos, nos lo comuniquen llamando al 615.417.419, o bien al co-rreo electrónico: obra@cpcr.org

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CONGREGACIÓN#18 Conociendo la casa Cristo ReyJesús García, Director del COF.

#22 Alianza de Amor Magnífico gesto del Papa para una necesaria alianza de amor.

#22 Conociendo nuestro carisma.La crisis existencial del P. Vallet y nuestras crisis.

#28 Actividades #30 Familia espiritual. Intenciones del Papa.

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EDITO

RIA

L

Cuando San Ignacio de Loyola vivió y nos dejó un inmenso bagaje de espiritualidad, no existía la devoción al Sagrado Corazón como la entendemos hoy. Sin embargo los jesuitas han sido grandes divulgadores de dicha relación del cristiano con Jesús a través de su Sagrado Co-razón.

En efecto, esta devoción tan importante se extiende en el mundo por un largo proceso. El punto de partida está en el evangelio mismo, cuando Jesús dice “aprended de mi que soy manso y humilde de corazón.

Pero la devoción como tal aparece en la Iglesia latina a partir del siglo XI cuando se va dando la toma de conciencia más viva y popular de las cinco llagas de Jesús. Es una época ade-más en la que la reflexión popular, la voz de los predicadores y las impresión de las multitudes en las semanas santas, aumentan en número y fervor. Será en la segunda mitad del siglo XVII cuando el sacerdote San Juan Eudes por propia iniciativa celebró la la fiesta del Corazón de Je-sús. Estamos hablando de más de un siglo des-pués de San Ignacio de Loyola. Aunque recibió la formación escolar en manos de los jesuitas, sin embargo su espiritualidad estuvo vinculada al Cardenal Pedro de Bérulle, no tan aficionado a la espiritualidad ignaciana.

No cabe duda, sin embargo, que la gran di-fusión de esta devoción estuvo estrechamente vinculada a la experiencia mística de Sor Marga-rita María Alacoque, y llegó a una gran culmina-ción con ocasión de su muerte.

Otro elemento importante para vincular la relación de la devoción al Sagrado Corazón con los Cooperadores, ya que es un elemento vital en la experiencia del Padre Vallet, es la figura del Beato Claude de la Colombière, por lo tanto, je-suita, es que este sacerdote fue un gran difusor de la misma experiencia de la gran Santa, Mar-garita María.

Con esto queremos hacer ver que la presen-cia de esta vivencia fuerte entre nosotros no nos viene directamente de San Ignacio sino más

bien de sus hijos espirituales, los jesuitas, tan re-lacionados con la realidad de los Cooperadores.

No obstante, por algo en la Compañía de Jesús, esta devoción encontró una espontánea aceptación entre sus miembros, entre los que efectivamente hay que incluir al Beato Claudio, ya mencionado. El motivo está en los mismos Ejercicios Espirituales de San Ignacio en cuyo centro está la razón de ser de estos Ejercicios que preparan a los ejercitantes y la hacen pe-dir el “conocimiento interno” de la persona de Jesucristo.

Esta búsqueda de los Ejercicios Ignacianos tiene claramente dos vetas: la interioridad del ejercitante que se ejercita interiormente para lograr ese conocimiento, pero lo principal es el conocimiento de la interioridad del mismo Jesu-cristo, corazón de los Ejercicios. De ahí, al cono-cimiento que llamaríamos “de corazón a cora-zón” no es necesario nada más para entenderlo.

La palabra “devoción” no la encontraremos en los ejercicios de modo tan definido por moti-vos históricos vinculados al protestantismo y su origen en los países bajos aunque con el tiempo será plenamente incorporada en el lenguaje ca-tólico.

Lo cierto es que tendrá una característica muy actual y es que es una presencia de Jesús en los hogares. Por todas partes la imagen del Sagrado Corazón estará ya en la puerta de las ca-sas antes de contar con esa manera de vivir con Jesús se transformará en lo que se llamará la en-tronización del Corazón de Cristo. Esto no es sino otro modo de darle la bienvenida y hacer para Él, como pequeños altares ante los que innumera-bles familias se sentirán reunidas en la oración, sobre todo de las tardes o noches de cada día.

EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

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Hay que notar una forma especial de ver al Corazón de Jesús n solo como el signo del amor sino también el de la misericordia y que será promovida por nuestro venerado San Juan Pablo II. Él incluso lo tomará como una misión perso-nal y no solamente como Papa para difundir y hacer comprender la actitud del Señor manifes-tada especialmente por el perdón.

Este mes de junio nos llega especialmente el acudir al Amor y a la Misericordia de Dios con ocasión de la prueba que ha asolado el mundo y que es el de la pandemia por la que suplicamos su perdón. Que todo esto nos anime a hacer de este tiempo el de una esperanza de salvación.

ALGUNOS DATOS SOBRE ESTA DEVOCIÓN

La devoción se hizo popular después de la muerte de Santa Margarita María en 1690. Sin embargo, debido a que la Iglesia siempre es cuidadosa en aprobar una aparición o devoción privada, la fiesta no se estableció como oficial en toda Francia hasta 1765.

El 8 de mayo de 1873 la devoción al Sagrado Corazón fue formalmente aprobada por el Papa Pío IX, y 26 años después, el 21 de julio de 1899, el papa León XIII recomendó urgentemente que todos los obispos del mundo observaran la fies-ta en sus diócesis.

El Papa León aprobó las siguientes indulgen-cias por la devoción: por realizar la devoción pú-blica o privada, siete años y siete cuarentenas (la remisión de castigo temporal equivalente a lo que se concedería por cuarenta días de peni-tencia) cada día.

LAS DOCE PROMESAS DEL SAGRADO CORA-ZÓN DE JESÚS

1. A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.

2. Daré la paz a las familias.

3. Las consolaré en todas sus aflicciones.

4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.

Editorial.

5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.

6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuen-te y el océano infinito de la misericordia.

7. Las almas tibias se harán fervorosas.

8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.

9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.

10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.

11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y ja-más será borrado de él.

12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la per-severancia final.

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Iglesia. El Papa habla y reza para ti

Al final del rosario del 30 de mayo en los jar-dines vaticanos, el Papa ha suplicado a María de Nazaret que «vuelva a nosotros sus ojos mise-ricordiosos en esta pandemia de coronavirus, que sostenga a las personas angustiadas, infun-da confianza a quienes viven en la ansiedad por el futuro», así como «que termine esta prueba y que vuelva un horizonte de esperanza y de paz».

Ha suplicado también a María que «ilumine la mente de los hombres y mujeres de ciencia para que encuentren un remedio a la enferme-dad», y ha rezado «por los responsables de las naciones, para que actúen con sabiduría, solici-tud y generosidad».

Pero, sobre todo, ha pedido a la Virgen que «toque las conciencias para que las enormes sumas dedicadas a aumentar y perfeccionar los armamentos se dediquen a promover estudios para prevenir catástrofes similares en el futuro».

El Papa Francisco ha cerrado este momento de oración, dirigiéndose a María Santísima, a quien ha pedido su intercesión por toda la hu-manidad para poder superar este momento difí-cil que vive la humanidad, diciendo:

«Querida Madre, haz que el mundo crezca en un sentido de pertenencia a una única y gran familia, en la conciencia del vínculo que une a todos, para que con un espíritu fraternal y en solidaridad acudamos en ayuda de las muchas pobrezas y situaciones de miseria. Fomenta la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio, la constancia en la oración».

El Papa subrayó con sus palabras la petición a María por su intercesión al Padre Dios: “Oh Ma-ría, consoladora de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados... y obtén que el Padre Mi-sericordioso intervenga con su mano todopode-rosa para liberarnos de esta terrible pandemia, para que la vida pueda reanudar pacíficamente su curso...”

Finalizó la oración del Rosario con la bendi-ción a los asistentes y a través de los medios de comunicación dirigidos a toda la humanidad. El Papa agradeció, en español, a todos los santua-rios de que estaban conectados: “Me dicen que hay muchos santuarios conectados en América Latina. En mi lengua materna los saludo a todos, al de Guadalupe y a tantos otros que están hinca-dos con nosotros. Gracias por estar unidos. Que nuestra madre de Guadalupe nos acompañe”.

VUELVE A NOSOTROS ESOS OJOS MISERICORDIOSOS

El Papa rezando en la Gruta de Lourdes, de los Jardines Vaticanos.

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Iglesia. Busca a Cristo en la Iglesia

LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS 2ª PARTE

En la mentalidad contemporánea, y es una pena, la Unción suele estar muy ligada a la idea de una muerte inmediata o cercana. De hecho, unos no saben cómo y cuándo llamar al sacerdo-te, aquellos que lo piensan, porque muchos no. “Que venga el cura”, dicen. Y yo pregunto, pará qué, por qué. Otros lo hacen porque alguien ha recordado que sería bueno hacerlo, y buscan donde sea. Y otros todavía se atreven a llamar al sacerdote cuando el enfermo acaba de morir. No hay pocos casos. Con no poca frecuencia, y más en los tiempos que corren, es la familia mis-ma que dice “no querer asustar al enfermo, que ya tiene bastante con lo que tiene”. Y se cons-tata que los asustados son los familiares, no el enfermo.

Por parte del enfermo, se entiende, nunca parece que uno esté tan mal como para pedir que venga un sacerdote a verle. Porque en la mente danza casi sin quererlo, el fantasma de que viene el cura porque ya se muere uno. Nada de esto es verdad para quien tiene fe. Si no la tiene, se entienden esos razonamientos y otros peores. Digamos las cosas por su nombre: con este modo de obrar tan ridículamente cautelo-so se está privando al enfermo de un bien gran y mejor que una medicina: una gracia o gracias que pueden ayudarlo en su lucha por vivir; en su fortaleza para colaborar positivamente al médi-co y a la medicina, además de mucha paz y sere-nidad agradecida, tantas veces constatada en la atención a los enfermos.

Pese a todo, es muy sabio estar convencidos de que así como se nos ha dado la vida, así tam-bién se nos la ha dado como algo limitado y con un plazo fijo, cuya fecha no conocemos, pero que es real. Es de sensatos tener conciencia de ello, y no rehuir la situación como quien quiere a toda costa olvidar. Que es muy distinto a obse-

sionarse con este pensamiento y vivir amargado por él. Nada de eso. Es más, si tenemos fe, sabe-mos y debemos caminar con una esperanza de vida que nos ayuda con realismo y de manera efectiva hacia nuestro destino: la Casa del Padre.

Un autor francés, Paul Claudel, dice que un enfermo es un “invitado a la atención”. Es cierto, cuando una persona goza de buena salud, vive de modo espontáneo la vida y la salud, en la más absoluta despreocupación de un siempre posi-ble futuro de enfermedad y de muerte. La en-fermedad es la que le hace preocuparse y tomar conciencia de sí y de su futuro inmediato. Pero digamos también que solo cuando la situación es irreversible puede enfrentarse la enfermedad con provecho. Con todo, es muy sensato aprove-char todo inconveniente de salud, para encarar mejor el modo de vida que llevo. ¿Será la que quiere Dios? ¿O soy tan fantoche que me creo dueño y señor de la situación? Nunca podré ase-gurarlo.

Un hecho constatado habitual

Sobre el “debate” sacramental de la unción

¿PARA QUIÉN ES LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?

Ya hemos tratado del sacramento de la Unción de los enfermos en sí mismo. Lo que aquí queremos preguntarnos, y que quede claro, para quién es en concreto este sacramento de la unción: ¿es para los enfermos en general o para quienes están realmente en peligro de muerte de alguna manera?

Dicho lo cual, que es lo esencial, afrontemos lo que muchos llaman en el ámbito católico teo-lógico y pastoral, a propósito de la Unción de los enfermos, el “debate” de la segunda mitad del siglo XX: la oposición entre un sacramento de los enfermos y un sacramentó de los mori-bundos. Tal “debate”, creemos, carece de todo fundamento.

En el plano pastoral, el valor de este sacra-mento estaba en favorecer toda prevención a no fallecer sin él; Lo que sería una cosa demasiado expuesta y grave. De ahí que se favoreciera dar la unción mucho antes de que la enfermedad evolucionase de forma negativa y final. Por otra parte estaba quienes pensaban y favorecían que

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Iglesia. Busca a Cristo en la Iglesia

solo se diese la Unción a aquellos enfermos in extremis, es decir, aquellos que ya prácticamen-te están sin sentido. Como se ve, ciertamente se trata de dos realidades muy distintas entre sí. (No se trataba de los fallecidos, como a ve-ces ocurre; para estos siempre hay una o varias oraciones que se pueden y deben hacer. Esto es siempre necesario; no solo queda bien, sino que es útil).

Sabemos, por lo demás, querámoslo o no, que incluso hoy con los avances modernos, una enfermedad seria viene siempre acompañada de la incertidumbre de un posible riesgo de gravedad mayor o de muerte. Esto ha sido y es un hecho, y querer eludirlo equivale a dejar el sacramento de la unción para no pensar en la muerte, que caracteriza bien a nuestra cultura actual. ¡Ya tenemos bastante. -dicen-, con la in-tervención quirúrgica que se avecina! ¿Y no será mejor recibir el sacramento de la unción con todo deseo, lucidez y conciencia? La gracia no pasa desapercibida e inactiva. Y es un gran don. Además, el posible riesgo siempre está latente. ¿Por qué si no, asusta tanto el quirófano y la in-tervención?

No podemos olvidar, no debemos olvidar nosotros cristianos católicos, que el sacramento de la Unción de los enfermos, expresa el abra-zo tierno y lleno de amor del Señor resucitado que alivia los sufrimientos y concede la fuerza del Espíritu Santo, que tanto necesita el enfer-mo para “luchar” y superar las dificultades de la enfermedad. En efecto, el Espíritu Santo con-cede una gracia de consuelo, de paz y de ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave o de fragilidad de la vejez (Catecismo de la Iglesia 1520).

Añadir que la enfermedad, se vea como se vea, siempre es un mal de toda la persona: cuer-po y espíritu; por tanto, el remedio de la Un-ción de los enfermos se dirige a la totalidad de la persona humana, a fin de concederle el don salvador de la gracia que de una u otra manera se manifestará: o por medio del signo de la cu-ración o bien por la salvación para la gloria de Dios y la entrada de la persona en el ámbito de la Vida Nueva de la resurrección.

▪ Gregorio Rodríguez, cpcr

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Sociedad. El telégrafo

REFLEXIONES ANTE LAS POSICIONES ANIMALISTAS

Quien firma este artículo se precia de ser un cazador de “caza menor”, venido a menos…, aunque todavía encuentra algunos momentos para hacer escarceos cinegéticos de temporada. Ha recorrido junto a su padre, casi ya nonagenario, valles y colinas de toda la Península, tras perdices, codornices, palomas, faisanes, patos y zorzales (siempre le ha gustado más la pluma que el pelo) y a ser posible con perros (preferiblemente hispaniers y setters ingleses).

Ama la naturaleza, el campo y los animales. Es un claro defensor de la caza, por ser éste un depor-te que no consiste en oficio depredador, sino en un “juego” donde la inteligencia y la observación, el instinto y la rapidez, las habilidades y finalmente la puntería, desembocan no tanto en unos “trofeos” para exponer y complacer al ego, sino en unos platos estofados y preparados a fuego lento, donde toda la Creación se concentra en el sabor y la degustación de unas aves sabrosísimas. “Piezas” que han sido buscadas con ahínco, y dejadas a su libre albedrío, que, con sus alas y destrezas innatas, han te-nido la posibilidad de sortear y desafiar al ser humano en tantas ocasiones. Cuántas veces en silencio avergonzado, se ha cedido con resignación a “cobrar” una vaina de cartucho vacío y con suerte, unas pocas plumas desperdigadas, que han servido de burla y mofa del animal, como queriendo decir…”la próxima apunta mejor”.

Todo ello siendo consciente de que él también ha sido cazado y atrapado por Dios, que ha puesto todo en manos de la criatura para que pueda alabarle y bendecirle, haciendo incluso de una afición, ocasión para el sacrificio agradable a Dios.

Dicho lo cual, se dispone a dialogar con sus contrarios, los llamados “animalistas”, (él se declara más bien, “animalis amans”, o amante de los animales) para tratar, tan solo por unos instantes, de poner razón, siempre iluminada por la fe, a un debate con un fuerte sesgo ideológico y que le hace pensar que esta “presa” no va a ser fácil echarla al morral. Por de pronto, sale a debatir con su perrito imaginario “Niuska”, pero dejando sus seis escopetas y su rifle en casa descargadas, porque para ser cazador, ni siquiera hace falta munición, solo basta algo de vista, también de olfato, ¡pero sobre todo de gusto!.

PREÁMBULOHemos querido tener muy en cuenta el código de derecho civil que rige en la actualidad. Hoy día

los animales de compañía han dejado de ser considerados cosas, bienes inmuebles. Ahora se conside-ran seres vivos dotados de sensibilidad y se regula la posibilidad de reparto de los tiempos de disfrute en caso necesario (un divorcio, por ejemplo). Incluso ahora a los perros no se permite cortarles el rabito. Hay sanciones al respecto. Otro dato, es que en España hay más perros que niños (menores de 15 años). La soledad dispara su presencia. En 2018, se registraron 13 millones de “mascotas”. Otra curiosidad, es que los perros han sido los reyes del confinamiento. Quien tenía una “mascota”, estaba salvado, han sido los perros más paseados de la historia. Los dejaron salir incluso antes que a los ni-ños. Se han escuchado casos de hasta alquilar perros para poder salir a pasear.

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Sociedad. El telégrafo

1.- Los animales son sujetos de derechos, especialmente los “animales superiores” por la semejanza genética e incluso por algunas capa-cidades quasi idénticas a las del ser humano. La gran coincidencia genética en algunos casos, es argumento suficiente para considerarles sujetos de derecho, como por ejemplo el chimpancé, el gorila y el orangután.

2.- Los animales tienen –además de sensi-bilidad– deseos y conocimiento, pues saben y quieren. Por ejemplo, solo los grandes primates, con una mínima consciencia, se reconocen a sí mismos ante un espejo.

3.- Además, los animales con un sistema ner-vioso central pueden sentir y manifestar emo-ciones (estrés, alegría, sufrimiento, dolor, etc.).

4.- Los animales tienen también un grado de razonabilidad, porque ésta permite conocer los bienes en cuanto apetecibles. Si tú a un perro le pones un hueso, sabe que es un hueso, y es muy probable que comience a salivar, (perro de Paulov).

5.- La cooperación grupal, es otro argumen-to para defender que los animales son sujeto de derecho. Por ejemplo, la cooperación de grupo, es decisiva para la supervivencia. Mírese por ejemplo a los primates y alguna otra especie como (perros, lobos, etc.). Por ejemplo, cuando un lobo pide ayuda termina muy a menudo por moverlos a actuar a todos de la misma manera.

6.- En los animales se da una comunicación basada en sonidos y gestos. Esto significa que hay un lenguaje animal y por tanto capacidad para la comunicación.

7.- El animal puede aprender por sí mismo y a través de las enseñanzas de sus profesores –humanos u otros individuos de su especie–. Por ejemplo, algunos tienen conocimientos instinti-vos que asombran, como el del castor para cons-

truir sus presas, o el de las aves que arrancan es-pinos para hurgar en las cortezas de los troncos en busca de alimento, etc. Otros los aprenden, como aprende el perro a cazar, o a pastorear, o a detectar drogas. Los primates se diferencian del resto de animales porque pueden aprender unos de otros y enseñar unos a otros, y por eso unos lavan las patatas antes de comerlas y otros no, unos fabrican utensilios para capturar termi-tas y otros no, unos cascan nueces con piedras y otros no.

8.- Los instintos pueden llevar al animal a construir madrigueras, presas de retención de agua, nidos, etc., y realizar auténticas obras de ingeniería. Los primates por ejemplo pueden aprender a garabatear o impresionar sus manos según lo que les haya enseñado un humano y les pida en cada momento.

9.- Los animales pueden percibir que se le acerca la muerte y dirigirse a un lugar concre-to para morir, o pueden mostrar algo similar a nuestro dolor ante la muerte de un ser querido.

10.- Hay señores muy listos e inteligentes que dicen que no todo ser humano es persona o que el animal es tan persona como el ser huma-no, por lo que es de justicia reconocerle digni-dad (también redefinida) y derechos.

11.- Hemos de atribuir personalidad a los animales por mostrar emociones, por la comple-jidad de sus cerebros, la capacidad para apren-der juegos de reglas complicadas o identificar y clasificar objetos, la capacidad para adaptarse a nuevos escenarios, etc. El temperamento es la suma de emociones y respuestas imperativas (instintos) resultantes de los estímulos capta-dos, su evaluación inconsciente y los impulsos orgánicos generados que llevan a actuar en fun-ción de los requerimientos vitales del individuo o la especie. Tienen un componente genético, neurológico, endocrinológico y bioquímico.

POSICIONES DE LOS ANIMALISTAS

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1.- La diversidad de estatuto jurídico de hom-bres y animales es consecuencia de diferencias ontológicas de gran relieve, que pueden ser con-trastadas empíricamente en la actualidad. Con-tra la ideología, los hechos. Dile a mi perrita de caza “Niuska” que te haga un resumen del Qui-jote… Te aseguro, de que el experimento acaba muy pronto. Solo la persona, puede tener ple-na capacidad jurídica y de obrar, aunque algún individuo pueda carecer de ella temporalmente (menor de edad) o definitivamente (discapaci-dad), en cuyo caso seguirá siendo titular de sus derechos, aunque sean otras personas las que obren en su nombre. Los animales, en cambio, incluso siendo adultos y sin discapacidad alguna, carecen de capacidad natural para hacerse car-go de sus propias acciones –carecen de libertad y entendimiento–, lo que les hace inhábiles para la responsabilidad derivada de sus acciones. Por supuesto que sienten y tienen emociones, y de-ben ser protegidos, pero ello no es suficiente para convertirlos en titulares de derechos.

2.- Lo que se está pretendiendo es una rede-finición de la persona, de la dignidad y del Dere-cho. En el siglo II, con la intención de reclamar un trato humano para los esclavos, aunque el Derecho romano no les reconociera personalidad jurídica ni derechos, sí les reconocía un estatuto jurídico distinto al de los animales en razón de su humanidad: eran seres con dignidad. Este primer reconocimiento no les libró de la esclavitud, pero sí de su cosificación y, en parte, del trato degra-dante a manos de sus dueños. La racionalidad y la libertad natural es lo que siempre ha diferenciado al ser humano de cualquier otro ser, correspon-diéndole un estatuto jurídico distinto en razón de su estatuto ontológico: persona. Sería absurdo reivindicar el derecho a la intimidad, o a la educa-ción, o a la cultura, o la libertad de expresión o de creencias, etc., para los animales, ni siquiera para el chimpancé, porque nunca podrán ejercerlos. El derecho requiere consciencia, requiere raciona-lidad y libertad. Sí podemos, en cambio, prote-gerlos. Hasta hace escasas décadas, el Derecho protegía a los animales por su valor instrumental;

POSICIONES DESDE UNA CONCEPCIÓN HUMANISTA Y CRISTIANA DE LA CREACIÓNY DE LA VIDA

El derecho requiere consciencia, requiere racionalidad y libertad. Sí podemos, en cambio, protegerlos. Hasta hace escasas décadas, el Derecho protegía a los animales por su valor instrumental; ahora ya no es así, de ahí las nuevas normas administrativas o penales.

ahora ya no es así, de ahí las nuevas normas ad-ministrativas (que los protegen de determinadas formas de explotación, sacrificio, transporte, ex-perimentación, etc.) y penales (que los protegen frente al abandono o al maltrato).

3.- Aun siendo verdad que hay una escasa diferencia genética entre el ser humano y el chimpancé (apenas un 2%), esa simple diferen-cia del 2% supone 63,5 millones de diferencias puntuales (el ADN tiene unos 3.175 millones de pares de bases nucleotídicas), diferencias que abren en la práctica un abismo entre uno y otro. Además, si alguien te llama calvo porque te fal-tan unos pocos pelos en la frente y otros en la coronilla, y eso te diferencia claramente de un hombre melenudo, cómo no te va a molestar que esa pequeña diferencia genética entre el hombre y el animal se obvie, para que te igualen al chimpancé.

4.- Los animales están a años luz de las ca-pacidades humanas. Solo nosotros las tenemos en un grado tan cualificado, que nos hace ser distintos de los animales en el modo de ser. La consciencia, el saber qué somos y quiénes so-mos, es propia del hombre. Los animales no pa-recen capaces de analizar sus propios deseos y conocimiento: no saben lo que saben ni tampo-co saben lo que quieren, porque les falta el ter-cer ojo, el que mira para adentro. La consciencia humana se dirige también hacia sí misma, y así somos conscientes de tener consciencia. La ra-cionalidad nos permite conocer los bienes no solo en cuanto apetecibles, como es propio del

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Sociedad. El telégrafo

animal, sino también en cuanto a su verdad.

5.- Un niño, por ejemplo, comienza a reco-nocerse alrededor de los 18 meses de edad. La autoconsciencia nos permite reconocernos inte-riormente y valorar lo que sucede en nuestro in-terior, ser conscientes de nuestros sentimientos y emociones, y valorarlas. Un animal no puede valorar ni controlar las emociones, aunque apa-rezcan cada día más estudios sobre la similitud entre las emociones de animales y las humanas, fruto de una proyección del modo de sentir hu-mano en las conductas de los animales. A dife-rencia del animal, no solo somos conscientes de nosotros mismos, sino también de la existencia de los demás tal como son y la relación que guar-dan con nosotros; por ello, solo nosotros somos capaces de reconocer lazos familiares amplios, de reconocer a otros como padres, hermanos, abuelos, sobrinos, tíos, nietos, etc. Y no solo de reconocerlos, sino de asumir su cuidado cuan-do las circunstancias lo requieren, aunque haya transcurrido largo tiempo desde que finalizó la convivencia.

6.- Lo bueno y lo malo, lo recto y lo incorrec-to, en abstracto y en concreto, solo es percep-tible para el ser humano, capaz de descubrir valores éticos, de vivir conforme a ellos y elegir libremente entre las opciones que se le presen-tan en la vida real, sin condicionamientos mera-mente instintivos, sino también en cuanto a su

verdad. A diferencia del animal, cuyos sentidos perciben el bien únicamente como término de su apetito sensible, el ser humano lo puede cap-tar además en su naturaleza, es decir, como un bien concreto y limitado que le moverá por la relación que guarde con el bien absoluto o fe-licidad.

7.- Los animales carecen de conciencia indivi-dual, de modo que su comportamiento hacia los demás responde como mucho a una conciencia grupal. Es cierto que tienen capacidad para coo-perar, pero limitan su cooperación al grupo más próximo, excluyendo incluso a familiares cerca-nos. Ningún animal se plantea cooperar o ayu-dar a los extraños. ¿Estaría dispuesta una perra a jugarse la vida por un cachorro que no es suyo? (…) En los humanos, en cambio, el cuidado de los demás se aprecia en épocas muy tempranas, como muestran algunos fósiles, individuos que, por sus lesiones, debieron de sobrevivir gracias a los cuidados de sus congéneres. También hay evidencias del cuidado de neandertal hacia sus allegados. Y esto no impide que se pueda edu-car y enseñar a perros para salvar vidas como lo hicieron los Canónigos de San Bernardo en los Alpes suizos, para salvar a los peregrinos que se encaminaban a Santiago de Compostela y que algunos fueron rescatados por los perros, estan-do hundidos en la nieve.

8.- Otra característica esencial que nos dife-

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rencia de los animales es el uso de un lenguaje simbólico y complejo, que requiere no solo la capacidad de conocer y abstraer, sino también la de comunicar un significado mediante pala-bras organizadas con sintaxis, expresando ideas abstractas o concretas de forma comprensible para los demás. Ni siquiera los primates más cercanos a nosotros han sido capaces de crear una obra artística, por simple que pueda ser. La genética ha venido a arrojar luz sobre la capaci-dad de hablar con los estudios sobre el gen del lenguaje, el FOXP2, determinante para el desa-rrollo de las áreas cerebrales y centros nervio-sos que intervienen en el habla. Los primates no humanos carecen de este gen. La capacidad de lenguaje en el animal no es posible porque ca-rece del gen FOXP2 y, por tanto, no desarrollará jamás el área cerebral del habla. Ningún animal puede desarrollar una capacidad de comunica-ción similar a la humana, cuya máxima manifes-tación será superada por el niño al alcanzar los tres años. Un animal nunca llegará a alcanzar el significado pleno de lo conocido. Hay un cierto paralelismo entre ellos y nosotros en el aprendi-zaje que dura solo hasta los dos años y medio de vida. A partir de ese momento la brecha se hace más y más profunda, para finalmente llegar a ser un verdadero abismo.

9.- Los animales siempre repiten las mismas obras, porque carecen de creatividad. El ser hu-mano, en cambio, no deja de sorprendernos. Los animales carecen de arte o de cualquier aproxi-mación al arte, mientras que se han encontra-do colgantes hechos por sapiens con conchas de caracol perforadas en la cueva de Bomblos (Sudáfrica) de unos 80.000 años de antigüedad, estatuillas de Venus que superan los 40.000 años, pinturas de hace 32.000 años de figuras antropomorfas y de animales que responden a

propia del ser humano. Los enterramientos más antiguos hallados hasta el momento son los de Galilea, en Skhul y Qafzeh, donde posiblemente fueron enterrados los protagonistas de una de las primeras migraciones desde África. Los en-terramientos de hace 32.000 años en Cro-Mag-non (Francia) y 25.000 años en Sunghir (Rusia) indican que tenían ya una clara idea sobre la vida y la muerte, y que honraban a sus muer-tos con una sepultura cuidada y acompañada de objetos valiosos (…) depositados seguramente como ofrenda, lo que hace pensar de nuevo en el cambio cualitativo producido en la naturaleza de unos humanos que se plantearon cuestiones más profundas sobre la muerte y el más allá de la vida. El animal, no tiene consciencia de lo que sucede realmente y tampoco tiene el sentido de la trascendencia que implica tal acontecimien-to. Solo el ser humano, como puso de relieve el Papa Benedicto XVI, es consciente de que, aunque inevitablemente debe morir, cuenta con una puerta abierta a la eternidad, lo que implica un modo único de enfrentarse a la propia muer-te y a la de los demás.

11.- La persona es lo que es, no lo que que-remos que sea. Y ser persona es ser libre. Y es por eso que las personas tenemos capacidad de autodeterminación. En cambio, los animales no hacen su propia realidad, sino que esta les viene dada inexorablemente de forma acabada, biológicamente, sin posibilidad de elegir entre realizaciones individuales diferentes ni elegir el modo de relacionarse con sus congéneres, todo le viene dado. El ser humano puede controlar su carácter y trabajarlo, y aquí es donde se aprecia la gran diferencia entre hombre y animal: mien-tras que este no puede modificarlo significativa-mente, el ser humano sí puede hacerlo gracias a su racionalidad y libertad, configurando así su propio carácter individual.

▪ P. Enrique Martín Baena, cpcr.

Los animales siempre repiten las mismas obras, porque carecen de creatividad. El ser humano, en cambio, no deja de sorprendernos.

una concepción simbólica de la realidad que se pretendía reflejar y transmitir. Sin iniciativa y sin objeto concreto, los animales carecen de la ca-pacidad de proyectar cualquier cosa.

10.- La práctica de enterrar a los muertos es

Sociedad. El telégrafo

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Sociedad. En familia

ERAN LOS TIEMPOS DEL COVID

Confieso que no están siendo días fáciles, y me atrevo a decir que para nadie lo son. Las fa-milias en general, y especialmente las que tene-mos niños más pequeños, vivimos este tiempo tan concreto buscando la mejor manera de so-brellevarlo. Por momentos nos sobrepasamos, nos agobiamos y queremos huir del hogar (¿a alguien no le ha pasado?), otros, descubrimos que es lo mejor que tenemos y damos gracias de estar juntos.

Lo pienso muchas veces y, la verdad, no sé cómo será dentro de unos años, pero lo que sí me gustaría es poder contar a nuestros hijos, cuando sean mayores, la historia de los tiempos del Covid:

«De la noche a la mañana nos encontramos limitados en movimiento durante muchas sema-nas, sin saber muy bien hasta cuándo, y lo peor de todo, sin saber bien porqué. Lo que parecía una simple gripe resultó ser un virus letal para miles de personas. Vimos anulados todos nues-tros planes, dependientes de las decisiones de otros. Eso nos provocó una sensación de impo-tencia y mucha angustia. Nadie salía a la calle, los parques vetados y las compras limitadas. Aquellos fueron los tiempos del Covid.

Entonces dejamos de abrazar y ver a nues-tros seres queridos, únicamente a través de una fría pantalla. Pero vosotros no estabais solos, y quizá alguno recordéis con morriña todo el tiempo que pasábamos juntos. Para vosotros fueron tiempos felices.

Sin embargo, para muchas familias supuso, además, gran incertidumbre económica. Todos veíamos cómo el país se iba a pique. Comercios cerrados, inactividad laboral, despidos masivos. ¿Cómo saber el final de esta historia? Todos te-míamos por los nuestros, sin saber dónde íba-mos a acabar.

Los colegios cerraron desde el primer día, y entonces los padres nos convertimos, de la me-

jor manera que supimos, en vuestros maestros, al mismo tiempo que luchábamos por mantener un trabajo incierto. Esto, para cualquier familia, supuso un cambio difícil. Pero aprendimos a adaptarnos y a valorar el tiempo…».

Es una historia con final desconocido, pero de la que todos esperamos un desenlace feliz.

De todo esto, lo que llevamos vivido y lo que nos queda, estoy segura de que podemos sacar cosas buenas. Me gustaría poder contar a nues-tros hijos que, a pesar del miedo y la incerti-dumbre, fueron tiempos de optimismo; que sin saber de dónde sacábamos las fuerzas, vivíamos esperanzados. Si de otras situaciones complica-das hemos salido, ésta no puede ser menos.

La esperanza, aun frente al dolor por la pér-dida de seres queridos, significa confiar en que todo pasa para estar más cerca de Dios, y todos, cada uno en nuestro sitio, podemos sacar pro-vecho de esta época para aprender a quererle más.

Nosotros hemos cambiado, vivimos el día a día con calma, sin desear grandes cosas, salvo querer cuidarnos los unos a los otros. Y eso nos hace fuertes y, sobre todo, felices y más espe-ranzados.

Saquemos de esta situación todo lo bueno que podamos. Aprovechémosla. Estos meses no pueden quedar en blanco. Como me decía un amigo no hace mucho, si no somos felices con lo que tenemos, hoy y ahora, tampoco lo seremos mañana.

Artículo escrito por Eva Corujo, farmacéutica especializada en métodos naturales del conocimiento de la fertilidad, que tuvo a su sexta hija, Almudena, en plena pandemia. Eva colabora con el Cof Sagrada Familia de Cristo Rey, que se encuentra en la Casa.

La esperanza, aun frente al dolor por la pérdida de seres queridos, significa confiar en que todo pasa para estar más cerca de Dios, y todos, cada uno en nuestro sitio, podemos sacar provecho de esta época para aprender a quererle más.

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Espiritualidad. Con ojos y corazón de mujer

El mejor creyente es el más amado

Creyó primero quien se creía amado. La fe cristiana no es un esfuerzo por ver lo que nadie ve, por afirmar lo que nadie comprende; la fe en Cristo nace del agradecimiento de quién se siente querido por Él. Por eso el discípulo que mejor cree es siempre quien más amado se cree.

El primer creyente en el Resucitado fue su mejor amante, ya que el amor entraña una peculiar y profunda forma de recono-cimiento; sólo quien ama es capaz de ver sin pruebas, o, mejor, de creer en la vida de un Señor amado incluso cuando solo ve su mortaja.

El discípulo amado lo afirma claramente de sí, porque des-pués de entrar Pedro en el sepulcro, y detallar cómo estaban los lienzos y el sudario, entra él y dice con plena convicción: «vio y creyó».

Ampliando la escena nos podemos preguntar qué le pasaba a María Magdalena, que había llegado al sepulcro antes que ellos, pero que, como mujer, lo que más la preocupaba era lim-piar y embalsamar el cadáver porque le dolía mucho lo mal que lo habían dejado Nicodemo y José de Arimatea, poco expertos y además con prisas porque estaba a punto de empezar el des-canso sabático...

Ahora bien, ella salió de su limitado mundo de limpieza y perfumes con una enorme explosión de entusiasmo al escu-char su nombre, con un magnífico tono de amoroso requiebro: ¡¡María!! salido de labios del que le había parecido un hortela-no y que era nada menos que el amadísimo Jesús. Se tira a sus pies, los agarra con fuerza para que no se le escape. Jesús, que sabía hasta qué punto había crecido en ella la fe al sentirse tan amada, aprovecha para trasformarla en entusiasta evangeliza-dora con estas palabras: «suéltame, ya que aún no he subido al Padre, pero ve donde mis hermanos y diles que subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro»

El discípulo amado, que ha creído sin ver, al meditar profun-damente en los sucesivas actuaciones de Dios en él y en otros, se convierte en doctor del amor de Dios y comunicará sus expe-riencias en su primera carta escribiendo la frase más sublime de la Escritura: «nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él» (1ª Jn 4, 16).

De todo corazón:

Rosario

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Espiritualidad. Los Signos

El cirio es una columna de cera de dis-tintos tamaños de grosor y altura, con una mecha que facilita su combustión. Sirve para dar luz: iluminar un lugar oscuro: in-terior o exterior, que abre paso en la oscu-ridad.

En la liturgia y en la piedad de los fieles, el cirio o la vela adquieren otra dimensión. En celebraciones litúrgicas siempre hay ci-rios encendidos. Su uso es muy frecuente en el ámbito religioso, devocional y sobre todo litúrgico.

Cera y luz. ¿Qué significa esto?

Si nos fijamos en un cirio encendido, nos damos cuenta de una particularidad simple y significativa: para que un cirio dé luz, su cera tiene que irse consumiendo; si la cera no se va consumiendo, el cirio no ilumina. O a la inversa: es fundiéndose, gastándose, como el cirio se convierte en luz. De ahí se desprende una consecuencia significativa de vida evangélica, cristiana: como el cirio, también nuestra vida tiene que irse gastan-do por los demás, gastándose iluminando a los demás, siéndoles útiles, servirles sin ruido. ”Vosotros sois luz del mundo”, dijo Jesús. Y también: “Yo soy la luz del mundo”. Como Él hemos de ser nosotros. Y eso nos lo están recordando constantemente los ci-rios encendidos.

Por eso, en el culto, no dejamos de usar cirios, aunque se cuente con otros tipos de iluminación. Es que en los cirios nos vemos reflejados nosotros mismos.

Y algo más: cuando encendemos un ci-rio (una vela o una lámpara) por devoción a un santo, expresa, mientras se va que-mando, el testimonio de nuestras súplicas al santo, solicitando su intercesión o agra-deciéndole.

Los cirios

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EL SACERDOTE: ALGUIEN ENTREGADODEFINITIVAMENTE AL SEÑORTestimonio de Jorge Pérez.

¿Quién eres, Jorge?

Un hijo de Dios Padre, redimido por Jesu-cristo el Señor, habitado por el Espíritu Santo. Miembro de la Iglesia por misericordia de Dios y por la fe de mis padre y de mis 7 hermanos, en el ambiente mexicano de cada día.

¿Cómo surge tu inquietud por ser sacerdote?

En mi infancia detestaba a la Iglesia; sentía que tenía una “misión”, pero no sabía si era polí-tica, cultural, laboral; sólo sentía como un fuego que no se apagaba, una sed que nunca quedaba saciada. Cansado de buscar en ideologías polí-ticas y corrientes pseudo-religiosas (New Age), comencé un curso bíblico de evangelización (¡a los 26 años!) con las Hermanas Misioneras Ser-vidoras de la Palabra, de Texcoco, y allí fui com-prendiendo que ese anhelo de conocer sobre Jesús era “la llamada” a seguirlo más de cerca.

¿Qué fue lo que te movió a dar el paso para entrar en el seminario?

Antes de entrar al seminario, hice una ex-periencia de año y medio como misionero laico. Allí profundicé en “la llamada” y después de un período de discernimiento, sopesando las nece-sidades que enfrentaban las comunidades en las que estuve, decidí entrar al seminario.

¿Qué recuerdos te quedan de tu época en el Aspirantado?

¡Recuerdos hermosísimos, no exagero. Ante las experiencias de fraternidad, de libertad res-ponsable, de profundización en los estudios y en la vida de oración, sólo me queda estar profun-damente agradecido.

¿Qué significa para ti ser sacerdote?

El sacerdote es un servidor de la comunidad, que la acompaña en su caminar, coordinando los esfuerzos evangelizadores de la misma.

¿Y ser sacerdote operario?

Ser sacerdote operario implica la promoción de una auténtica fraternidad entre los presbíte-ros, testimoniar la caridad pastoral en la partici-pación en los procesos formativos de los semi-naristas y brindar la posibilidad de auténticos procesos de discernimiento a cada persona que se acerca a nosotros, cuestionándose sobre su vocación.

¿Cómo ha sido tu experiencia de fraternidad sacerdotal?

La fraternidad sacerdotal se construye día a día, en los pequeños detalles, con una auténti-ca ocupación por el otro. Con una apertura de

▪ Resumen por Enrique Berenguer, extraido de www.sacerdotesoperarios.org

Jorge ha sido un buscador incansable. Su sed por encontrar el sentido de la vida le llevó incluso a alejarse de la fe. Pero regresó, como el hijo pródigo. Cuando afirma que «el sacerdote es testigo de la misericordia divina con él mismo», sabe lo que dice, porque lo ha vivido.

Completó su camino de formación realizando la etapa pastoral en el Centro de Orientación y Acompañamiento Vocacional (COAV) de Querétaro (México). Confiesa que ha crecido compartiendo la vida con el P. Juan Bernardo Salazar y con los aspirantes menores de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Fue ordenado sacerdote, con 36 años. Esta entrevista nos ayuda a conocerle un poco más.

Espiritualidad. Maravillosos caminos de consagración.

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Espiritualidad. Maravillosos caminos de consagración

corazón y una disponibilidad a comprender los procesos personales. El compañero de equipo es un hermano misericordioso que te ayuda a crecer en la santidad de vida.

Algún mensaje para los que se cuestionan su camino vocacional.

¡Que se dejen vencer por el Señor! Que pongan atención a lo que va sucediendo en su interior y que mantengan su mente abierta, por-que el Señor actúa de formas insospechadas,

rompiendo nuestros esquemas. Que no pierdan ánimo ni se acomplejen ante las burlas que pue-dan encontrar. Que mediten la Palabra de Dios y busquen a alguien que les acompañe en su dis-cernimiento. ¡Que la vida toma sentido cuando se ofrece a Dios, a través del servicio a los her-manos, en cada vocación!

Un pasaje bíblico:

Aunque es difícil elegir solo un pasaje, pro-bablemente me decantaría por Lucas 15,11-32, la parábola del Padre misericordioso.

D. Jorge, primero por la derecha, con el P. Juan Bernardo y los aspirantes del COAV de Querétaro

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Congregación. Conociendo la Casa Cristo Rey

Jesús García

▪ Entrevista realizada por Mayte Montero

P. Qué vinculación tienes con la Casa Cristo Rey.

Mi vinculación, y la de mi esposa Paula, es ya añeja. Con el sabor del vino que ha madurado en las mejores bodegas. Llegamos a la congre-gación en los años 90, cuando comenzamos a colaborar con el P. Hernán Pereda, en un progra-ma de televisión evangelizador. Nos divertimos mucho, entrevistas por la calle, teatro, mimo, debates, montaje, conversaciones, grabacio-nes… El P. Hernán siempre tan innovador y co-municador, nos llevó de la mano. En esa época participábamos de un grupo de oración muy nu-meroso de jóvenes. En el que por cierto también estaba José Martín, el hermano del P. Enrique, y en el que el hermano Antonio, también nos acompañó en muchas ocasiones. En esta época, nos dimos cuenta que si queríamos evangelizar, necesitábamos iniciar una escuela de evange-lización. Así nació la Escuela de Evangelización Vino Nuevo, de la que el P. Hernán también fue asesor. En esta escuela vivimos en comunidad con jóvenes que dedicaban un año de su vida al Señor, para tener una experiencia comunitaria, descubrir la vocación y lanzarse a compartir el evangelio. Llegaron jóvenes de distintas partes de España, e incluso algunos de Polonia. Fueron años emocionantes, con testimonios muy fuer-tes de la acción de Dios, y muy apasionantes.

P. Puedes decirnos ¿qué es un COF y para qué sirve?

Un Centro de Orientación Familiar, es un lugar donde profesionales de distintos ámbitos ponen su saber al servicio de la familia. En ellos, sacerdotes, diplomados sociales, abogados, mé-dicos, psicólogos, forman equipo para apoyar a la familia.

Cuando una familia, o una persona acude a uno de estos centros, puede esperar:

• Que se le ayude a descubrir las causas que han originado ciertos conflictos, desavenencias, desajustes, distancias en la pareja o con sus hi-jos.

• Que se le acompañe en las dificultades le-gales, sociales, psicológicas o espirituales que requieren una especialización mayor, que la que puede encontrar en su parroquia o en su movi-miento.

• Que se le proporcionen herramientas de crecimiento conyugal, pedagógicas o psicológi-cas, que faciliten el crecimiento de las personas o de la familia.

• Desde el nacimiento de la psicología posi-tiva, hemos entendido que hay que promover procesos de crecimiento, no sólo de resolución de problemas. Un COF favorece la reconstruc-

Entrevistamos a Jesús García, como Director del Centro de orientación familiar Sagrada Fa-milia de Cristo Rey, que presta sus servicios en la Casa Cristo Rey de Pozuelo.

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Congregación. Conociendo la Casa Cristo Rey

ción, la reparación, pero también el desarrollo, la prevención, y el crecimiento.

• Todo bajo una cosmovisión cristiana del hombre y de la existencia, que empapa con los dones del Espíritu, como el consejo, la empatía, el apoyo en fortaleza, la sabiduría, toda nuestra acción.

• Favoreciendo los valores superiores, de respeto y apertura a la vida, defensa de la jus-ticia conyugal, la paz entre los miembros, la comunicación en la verdad, la maduración en el amor, la libertad que se da y se compromete buscando la unidad y la alianza eterna.

• En nuestro COF, hemos desarrollado varios programas de mejora de las relaciones familia-res, que en cuanto haya de nuevo parejas intere-sadas, podemos ofrecer gratuitamente.

Este COF no quiere ser un club privado. Que-remos que cualquier profesional con formación suficiente, y vocacionado a trabajar con la fa-milia, desde un prisma antropológico cristiano, pueda ejercer con nosotros un voluntariado fructífero. Siempre en coordinación y conexión con la pastoral familiar diocesana y el arcipres-tazgo al que servimos.

P. Qué tipo de casos se atienden más.

La mayor parte de las consultas son de pare-jas que quieren mejorar su relación, o solucio-nar conflictos que se están cronificando. Pero también nos piden orientación para que trabaje-mos con alguno de sus hijos. No faltan consultas de personas individuales, que encuentran en el centro una seguridad de acompañamiento, por referencias que tienen, o porque compartimos su misma fe.

De todos modos, también acuden, personas no creyentes, que no tienen prejuicios porque éste sea un organismo eclesial. En ocasiones un miembro de la pareja es creyente y otro no. Siempre, por supuesto, respetamos las convic-ciones de cada uno. Pero este servicio, no deja de ser evangelizador, porque reciben nuestra empatía, acogida y entrega.

P. A parte de tu trabajo en el COF, ¿qué otros trabajos tienes?

Ahora mismo soy psicólogo en el Seminario Menor de Madrid, Colegio Arzobispal. Mi trayec-toria profesional se ha centrado en la docencia y en la clínica. Soy licenciado en psicología clíni-ca, con los cursos de doctorado. Cursé 8 años de Teología, especialidad en Biblia, y 4 cursos de Fi-losofía. He trabajado en Institutos de Educación Secundaria. En Centros Psiquiátricos. He sido docente en la Escuela de Magisterio ESCUNI. He acompañado a seminaristas mayores en el área psicológica. En los 90 ya comencé a colaborar en el COF de Collado Villalba. También he ejercido la terapia particular.

En todo lo que hago me gusta ser creativo, innovador y profundo. Me siento identificado en una antorcha que le gusta abrir caminos nuevos, y poner la luz de Cristo, donde hay confusión. No suelo seguir caminos ya transitados, me apa-siona encontrar modos nuevos y recrear la vida.

P. Anécdota vivida en la Casa o mención de ca-riño hacia la Casa, como llegaste aquí...

Tengo recuerdos muy buenos. Unos pro-fundos, como estar toda la noche en adoración con jóvenes. Otros creativos, como hacer cada semana un mimo, un debate, llevar a cabo una nueva idea. Otros entrañables, por la acogida que siempre nos dispensan los hermanos Coo-peradores. Otros fuertes, como cuando algunas parejas ponen toda su vida sobre la mesa de diá-logo. Alguna frustrante, como cuando no llegas a alguna persona que los Cooperadores acogie-ron con todo el amor. Alguna triste, como la par-tida al Padre de algún hermano o colaborador. Otros divertidos y festivos como la fiesta de las familias que pilota Nacho Bracicorto.

Un recuerdo fresco y cercano, son las con-versaciones con el P. Enrique, y el sentir cómo ardía nuestro corazón, a imagen de los discípu-los de Emaús, pensando y creando proyectos para la familia.

El último que hemos dado a luz, ha sido nada menos que una aplicación de móvil para el siste-ma operativo Android. En esta aplicación damos pautas diarias para favorecer la oración en fami-

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Congregación. Conociendo la Casa Cristo Rey

lia, con signos, retos, insignias, que ayudan a los hijos a motivarse por la oración. Se llama “HO-GAR de ALABANZA”, y responde a los mandatos que nos han lanzado los últimos sínodos de la familia, para hacer de cada familia una Iglesia Doméstica.

Sé, que aunque el camino parezca torcerse, aunque queden pocos entregados, aunque las facilidades políticas o sociales no sean las me-jores, el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Y la

familia es un proyecto de su corazón. Aunque muchos se empeñen en destruirla, los organis-mos y asociaciones que creemos en ella, tene-mos de nuestra parte al Espíritu de Dios. No de-jaremos de formarnos y de animarnos, porque el ser humano alcanza su plenitud en la relación. Y la familia es clave para el crecimiento y desa-rrollo armónico de la persona y la sociedad. Todo el que sienta llamada, tiene una puerta abierta con nosotros en este COF. Si no conocéis a los Cooperadores, acercaos y veréis que sus manos están siempre abiertas, tanto como su corazón.

Jesús junto a su familia, Paula su mujer, y Ruth su hija, ofreciendo información sobre el COF.

COF SAGRADA FAMILIA DE CRISTO REY

Casa Cristo ReyC/ Cañada de las carreras oeste nº2Pozuelo de Alarcón. Madrid Tel. 695901773. | cofsfcristorey@gmail.comcofcristorey.com

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AL ENCUENTRO DEL SEÑOREJERCICIOS ESPIRITUALES

CASA CRISTO REYC/ Cañada de las carreras oeste 2.

Pozuelo de Alarcón. Madrid.

casacristorey@cpcr.es 91.352.09.68

cpcr.es

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Congregación. Alianza de Amor

El Sudán, país situado al sur de Egipto, reci-bió desde los primeros siglos influencias cristia-nas surgidas de su vecina Etiopía. Tras la gran expansión musulmana del año 632 quedó is-lamizado casi todo el norte, manteniéndose el Sur cristiano. Esta bipolaridad ha causado muy molestos enfrentamientos, en sus 1400 años de duración, pero, gracias a Dios, en 2011 se logró la independencia en una nueva nación cristiana que, desde entonces, se llama «Sudán del Sur».

Acogida con agradecimiento esta esperada liberación, es muy triste constatar que, al poco tiempo de iniciarse el primer gobierno del sur, hayan surgido graves discrepancias entre el Pre-sidente Salva Kiir Mayardit y su opositor Riek Macharel, hasta el extremo de iniciarse en 2013 una guerra civil que ya ha provocado cerca de 400.000 muertos.

Gracias a las entrevistas con los políticos de Sudán del Sur que mantuvo Paolo Impagliazzo, secretario de la Comunidad cristiana de Sant’Egi-dio, experta en mediaciones de paz, se logró que el jueves 11 de abril de 2019 estos líderes inicia-ron un tiempo de reflexión en el Vaticano, que el Papa Francisco inició con estas palabras:

«El propósito de este retiro es estar juntos ante Dios y discernir su voluntad; es reflexionar sobre nuestra vida y sobre la misión común que se nos confía; es tomar conciencia de la enorme corresponsabilidad por el presente y el futuro del pueblo de Sudán del Sur; es comprometerse, revitalizados y reconciliados, en la construcción de vuestra nación. Queridos hermanos y herma-nas, no olvidemos que a nosotros, líderes políti-cos y religiosos, Dios os ha confiado la tarea de ser líderes de su pueblo: nos ha confiado mu-cho, y precisamente por eso, ¡requerirá mucho más de nosotros! Nos pedirá cuentas de nuestro servicio y de nuestra administración, de nuestro esfuerzo en favor de la paz y del bien cumplido con los miembros de nuestras comunidades, es-pecialmente los más necesitados y marginados, en otras palabras, nos pedirá cuentas de nuestra vida pero también de la vida de los demás.

El gemido de los pobres que tienen hambre y sed de justicia nos obliga en conciencia y nos compromete en nuestro servicio. Son pequeños a los ojos del mundo pero son preciosos a los ojos de Dios».

El pontífice instó al presidente sur sudanés, Salva Kiir y al opositor, a proceder con el acuer-do de paz que firmaron el año pasado, pese a las crecientes diferencias. Luego, con el fin de alentar el proceso de paz, con un gesto de hu-mildad, se puso de rodillas y besó los pies de los enfrentados líderes de Sudán del Sur actitud que recoge el diario La Vanguardia.

El Papa Francisco cerró este retiro de carác-ter diplomático y ecuménico con una oración y diciendo; «Mi sincera esperanza es que final-mente cesen las hostilidades, que se respete el armisticio, que se superen las divisiones políti-cas y étnicas, y que haya una paz duradera para el bien común de todos aquellos ciudadanos que sueñan con comenzar a construir la nación».

NOTA DE LA PRENSA ESPAÑOLA AL PRINCI-PIO DE 2020

Al gobierno del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y sus detractores, les tomó más de un año para concretar un acuerdo de paz firmado en septiembre de 2018. Pero este sábado 22 de febrero de 2020 ese pacto ya es una realidad.

El nuevo gobierno representa un acuerdo de unidad nacional y es por eso que las carteras se repartieron entre los sectores políticos tradicio-nalmente opuestos. La oposición armada, lide-rada por Reik Machar, quien juró como vicepre-sidente, tendrá nueve ministerios, mientras que Kiir mantendrá 26 carteras. De esta manera, se intenta cumplir con uno de los ejes del pacto de paz.

Machar fue hasta hoy el líder de la oposición armada y su juramento como como primer vice-

MAGNÍFICO GESTO DEL PAPAPARA UNA NECESARIA ALIANZA DE AMOR

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Congregación. Alianza de Amor

presidente se da precisamente el día en que se cumple el plazo fijado en el marco del acuerdo de paz de septiembre de 2018, que fue prorro-gado en dos ocasiones debido a discrepancias entre las partes.

El juramento de Machar y el inicio de un go-bierno de unidad nacional supone un salto fun-damental para cumplir con el acuerdo de paz, pero aún persisten diferencias entre el presiden-te Salva Kiir y la principal facción de la oposición armada.

La nación más joven del mundo vivió casi toda su vida en una guerra política y étnica

Sudán del Sur obtuvo su independencia en 2011, marcando el final de una larga guerra civil, pero la paz no llegó. A finales de 2013, el man-datario acusó a quien era su vicepresidente, Reik Machar, de orquestar un golpe de Estado en su contra. Tras las acusaciones, se desencadenó otra guerra. Esta vez entre los dinka, tribu a la que pertenece Kiir, y los Nuer, etnia de la que procede Machar.

De esta manera, el conflicto tuvo en sus orí-genes dos factores determinantes, uno político y otro étnico: los dinka y nuer eran los dos grupos étnicos de mayor presencia en el país.

▪ Enrique Berenguer, cpcr

El Papa con la delegación sudanesa.

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Congregación. Conociendo nuestro carisma.

“LA CRISIS EXISTENCIAL DEL P. VALLET Y NUESTRAS CRISIS”

Comenzamos con este número de “Avanzar”, una nueva sección que nos permitirá recorrer los gran-des núcleos de nuestra historia, carisma y vida congregacional. Veníamos sintiendo esa necesidad desde hace mucho tiempo, por ese deseo de transmitir un patrimonio espiritual tan rico y enjundio-so como sugestivo. Al mismo tiempo, nuestro legado está lleno de intuiciones válidas y oportunas para tantos amigos y personas que nos acompañan en la aventura de “conocer y amar más y mejor” a Cristo. Es ésta la “estela” que nos han dejado nuestros referentes, San Ignacio y P. Vallet que nos guía en la peregrinación hasta el cielo.

En este primer artículo, comenzamos por el P.Vallet, nuestro fundador, abordando el tema de su “crisis existencial”. Ello nos dará pie a profundizar en nuestras crisis y los modos para poder identi-ficarlas y gestionarlas.

1.LA CRISIS “EXISTENCIAL” EN EL P. VALLET

Quiero comenzar con un poco de historia. El 14 de Junio de 1903 Francisco de Paula Va-llet Arnaú, cumplía veinte años. Este aconteci-miento le hizo reflexionar por primera vez muy seriamente por su vida y cómo ésta la había ve-nido viviendo hasta entonces. Cuando cayó en a cuenta de que los iba cumplir, se dio un har-tazgo a llorar, porque había tomado conciencia de tanto tiempo transcurrido “sin servir a nadie, sin servir para nada, ni siquiera a sí mismo”, tal como él afirmará años después, escribiendo su Diario espiritual.

La constatación de una vida inútil, se le hacía insoportable y se horrorizaba ante el espectro de una existencia anodina y estéril. Tenía una sensación de inutilidad, fracaso y hastío crecien-te, y una falta de sentido de la vida, cada vez más sofocante. Es por eso, que se vio en la necesidad de “rellenar” el vacío que experimentaba, lo que le llevó al cultivo de las letras catalanas. Su atrac-tivo por la literatura, llegó a ser más fuerte que sus obligaciones como estudiante universitario. Frecuentaba tertulias nocturnas de los literatos en boga en aquel momento, excesivamente pre-ocupados por las formas de dicción y las nue-vas retóricas. Un ambiente lleno de pedantes y bohemios. Todo ello le llevaba a trasnochar, con gran preocupación de su madre ante esas ten-dencias apasionadas por la literatura y las artes.

Entre Mayo y Noviembre del año 1906, se encuentra sumergido en una grave crisis mo-

ral, psíquica y espiritual. Está cansado de falsas amistades que le ofrecía la alta sociedad catala-na y pensó que encontraría sus auténticos ami-gos entre aquellos que él creía en su ingenuidad que debían ser diferentes a los demás: los artis-tas y literatos. Los consideraba como personas elevadas, con sentimientos puros y sublimes. Pero las miserias, convencionalismos, envidias e intrigas de las que comenzó a ser víctima, jun-to a las rutinas y tendencias cebadas del plagio más vil, acabaron por producir en él un desen-canto y una frustración cada vez mayor.

Después de todo, no se resignaba al espectro de una existencia estéril, sin sentido. Tenía que comenzar de nuevo, pero por otros derroteros. A sus veintitrés años se inició en el mundo de los negocios y de las finanzas. Pero aún así, su corazón se sentía cada vez mas seco y frío. Los negocios y el dinero tampoco aportaron lo que su alma anhelaba.

El sentirse “rechazado” por el pragmatis-mo económico conllevaba otros elementos: la carrera de ingeniero industrial, las asignaturas frías, de puro cálculo, orientadas al provecho del negocio ya no tenían razón de ser; como en el estudio no encontraba la plenitud de sentido para su vida, dejó de frecuentar la universidad. A ello, hay que sumarle el fracaso sentimental. Su noviazgo con Rita Massó se rompió definitiva-mente, y éste, junto a todos los demás proyec-tos, se le fueron derrumbando como un castillo de naipes.

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Congregación. Conociendo nuestro carisma

Todo ello le llevaría a tomar decisiones y cambios muy violentos, considerándose a sí mismo como un “desecho del mundo”. No sólo por lo que él no había sido capaz de realizar, sino también porque el mundo lo desechó. Lo des-echaron los buenos amigos y después los malos. Nadie le permaneció fiel, en realidad, tampoco él supo serles fiel a ellos, por más que se jac-tase de ser buen amigo. Es así cómo llegó a los veinticinco años sin haber pensado en serio para qué estaba en este mundo. Había estudiado ma-temáticas, ciencias naturales y exactas, filosofía e historia, arte, novela y teatro, pero nunca se estudió a sí mismo, ni el fin de su existencia.

2..CUÁL ES EL PROCESO QUE SE SUELE PA-SAR EN UNA CRISIS EXISTENCIAL

Se puede estructurar en tres pasos: El pri-mero de ellos es la pregunta existencial: ¿Cuál es el sentido de mi vida?, ¿para qué vivo?, ¿qué hago en este mundo?,¿qué haré de mi vida?, ¿para qué existo?.

Después vendría, la búsqueda de una res-puesta, es decir, la insistencia de la pregunta obliga siempre a buscar una respuesta. Algunas veces, encontramos la respuesta por sí misma, pero en otras ocasiones se busca una respues-

El joven Francisco de Paula Vallet, montando en bicicleta.

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ta en otra persona, en un sistema de creen-cias, en la lectura de un” libro que me cambió la vida”…. La crisis existencial implica “buscar” una respuesta, no “pedirla”, ya que la decisión en última instancia es de la propia persona, que incluso llega a experimentarla como una deci-sión propia.

Y finalmente, el encuentro de una respuesta tiene que coincidir con el proyecto vital. La res-puesta no es un determinado sistema filosófico o religioso, sino un proyecto vital fundado en di-cho sistema. Esto es así, porque la pregunta no es meramente intelectual, sino vital: no apunta tanto a edificar una cosmovisión, sino,más bien a una trayectoria de vida.

3. LA CRISIS COMO “CAMINO ESPIRITUAL”

Un elemento importante y fundamental es siempre reconocer la crisis. Parece sencillo, pero no lo es siempre. En este tipo de situacio-nes cada uno trata de poner a salvo lo que más quiere; hay quien lo consigue y hay quien no. Los místicos lo saben muy bien. Un dominico llamado Taulero del siglo XIV, decía que “el hom-bre haga lo que haga y comience por donde co-mience, no alcanzará la verdadera paz ni llegará a ser ni siquiera un hombre celestial según su naturaleza, antes de cumplir los cuarenta años de edad. Hasta entonces el hombre está dema-siado ocupado en una multiplicidad de cosas, y la naturaleza lo impulsa aquí y allá, y a menudo sucede que la naturaleza predomina en él, mien-tras que el hombre, erróneamente, cree, que se trata simplemente de Dios, y así no puede llegar a la paz verdadera y ser totalmente hombre ce-lestial antes de ese tiempo”.

En el P. Vallet hemos visto, una profunda cri-sis existencial, en la que se planteaba la pregun-ta por el sentido global del ser. También noso-tros estamos en condiciones de hacernos esas preguntas y otras como la de, ¿por qué trabajo tanto?, ¿por qué me arriesgo a quedar exhausto sin encontrar tiempo para mí? .

En un intento de sistematización podríamos destacar tres modos inapropiados de hacer fren-te a las crisis. El primero de ellos es el de inten-tar cambiar el mundo, introduciendo reformas radicales de diverso tipo, pero en realidad lo que subyace a ese intento, es evitar la confron-

tación y no tener que trabajar sobre uno mismo. Después se tiende a realizar continuos cambios. Hoy día, no son pocos los que llegan incluso a abandonar la opción (el matrimonio, el sacer-docio, la vida consagrada…), para hacer frente a un vacío existencial y a una crisis de identidad y tratar, apelando al tópico conocido, de “reha-cer la vida”. Se cuenta de un monje que ya no soportaba seguir viviendo en su celda y decidió marcharse, y mientras recogía sus cosas, vio una sombra junto a él que estaba haciendo lo mis-mo. Intrigado, le preguntó quién era y recibió esta respuesta: “yo soy tu sombra; y si tú te vas, también me dispongo a irme yo”. Y es que…, no es posible huir de la propia sombra. Y por últi-mo ,el vivir todo a “regañadientes”. Se prefiere permanecer en la legalidad y cumplimiento, vol-viéndome una persona dura y rígida, realizando una escrupulosa observancia externa de las nor-mas, creyendo que de este modo, la crisis no se va a manifestar, para desquiciarme del todo.

Pero la realidad, es que al final de ese proce-so, me vuelvo a encontrar interiormente vacío. Y es por eso, que para seguir adelante se hace cada vez más urgente dedicarse de lleno a re-solver todos los problemas posibles, realizando cada vez mayor actividad, con la intención pre-dominante de evitar reproches o fracasos y ser bien acogido, consiguiendo el mayor número de éxitos. Aquí nace una visión competitiva de la vida, con el fin de comprobar quién es más audaz, lo que despierta muy a menudo recelos y envidias. Aquí aparecen dinámicas que tienden al éxito, a la rivalidad, a la confrontación, que nunca pueden convertirse en otros cauces de expresión de la caridad. Al final la acritud y la insatisfacción, amenazan con convertirse en el estado anímico de fondo de la vida entera.

Esta visión de la crisis, cristaliza muy a me-nudo en la pérdida del sentido de la gratuidad. Quienes somos cristianos, hemos usurpado el Señor la propiedad de “la viña” y le hemos con-vertido en un colaborador o como mucho, en nuestro “vicepresidente”. Por eso es muy bue-no que la crisis estalle y haga añicos el propio orgullo posesivo. La vida no es sobre todo obra de nuestros esfuerzos; las fragilidades, en esa concepción voluntarista de la vida, no pueden tener cabida. Es por eso que ya no se perciben las riquezas y los diferentes dones que constitu-yen la inestimable unicidad de cada uno. En esta visión, también las relaciones personales son

Congregación. Conociendo nuestro carisma.

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susceptibles de manipulación e instrumenta-lización. Nos ponemos a la defensiva para pre-servar nuestra autoestima personal, que una confrontación franca y abierta podría poner en crisis. Entonces elegimos a las personas di-ligentes y capaces, pero al mismo tiempo dó-ciles y que aprueban siempre lo que se hace. Es una concesión de la vida a una sola dimen-sión, la eficiencia y el éxito, negando todo lo demás.

Muchas personas son capaces de dar lo mejor de sí fuera de su ambiente, cuando tie-nen un cargo de responsabilidad y se sienten importantes en medio de los demás ; sin em-bargo, cuando vuelven a casa, a la familia, re-velan su peor aspecto: la pereza, las quejas, la apatía…, porque no tienen ningún rol impor-tante que deban defender, y sobre todo, sus

“discípulos” no los están observando. Realizan un tipo de trabajo también duro y agobiante, pero lo hacen, sobre todo, para gratificar sus necesidades, aunque afirmen, querer única-mente servir al Señor y a los demás.

Esta separación interior y exterior en-cuentra una dolorosa confirmación cuando llega el momento fatídico, en que sería más oportuno hacerse a un lado y dejar el cargo a otros. Para algunos, lamentablemente, ese momento coincide con la muerte. Como de-cía C.S. Lewis, en su libro de “Los cuatro amo-res”….,”el momento en que podamos decir: no me necesitan más, debería de ser el mo-mento de nuestra recompensa”.

▪ P. Enrique Martín Baena cpcr

Congregación. Conociendo nuestro carisma

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Congregación. Actividades

MÁS CONTENIDO ONLINE DURANTE EL CONFINAMIENTO

El P. Hernán Pereda junto a Mayte Montero,en Youtube.

Durante estos últimos meses, ya que no estaba permitda la actividad presencial, las comunidades cpcr han seguido volcándose en el mundo de internet y las redes sociales, para ofrecer contenido espiritual y formativo. De esta forma se quiere seguir presente y llegar a las personas mediante otras formas de comunicación, y realizar un acompañamiento con las personas que viven su fe en casa en estos momentos tan particulares.

Desde la Casa Cristo Rey, hemos colgado va-rios vídeos en Youtube. El P. Hernán ha contado algunos datos históricos del P. Vallet y sus alocu-ciones en la radio, los orígenes de la Casa Cristo Rey, y su vinculación a Pozuelo.

El P. Enrique, ofreció en el día de Pentecos-tés, la meditación Para alcanzar amor, de los Ejercicios de San Ignacio.

También se ha comenzado a ofrecer un bre-ve comentario del evangelio del domingo, pero con algún aspecto o anécdota ignaciana como punto diferencial.

Desde la Casa Cristo Ntra. Mare de Deu de Montserrat, en Caldes (Barcelona), la Hª. Ma-ría Lourdes, está ofreciendo algunos consejos y puntos para poder comprender y meditar la en-cíclica Laudato si, del Papa Francisco. Una ma-nera de vivir la ecología y entender la naturaleza desde los principios cristianos, entiendo estos como dones de Dios que nos han sido dados y tenemos que cuidar.

La comunidad cpcr de Rosario, también ha emitido mediante los directos de Youtube, las eucaristías, la vigilia de Pentecostés, una vigi-lia de oración, y el P. Fernando Bernad, publica cada fin de semana, una pequeña reflexión so-bre el evangelio del domingo.

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Congregación. Actividades

En las comunidades cpcr de Francia, tam-bién están ofreciendo contenidos videográficos. Entre los padres y las hermanas cooperatrices, publicaron en Youtube una interesante novena de Pentecostés, con reflexiones para conocer y meditar con ocasión de esta fiesta litúrgica.

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Congregación.Familia Espiritual

INTENCIONES DE LA RED MUNDIAL DE LA ORACIÓN DEL PAPA

JUNIO

Recemos para que aquellos que sufren en-cuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús.

JULIO

Recemos para que las familias actuales sean acompañadas con amor, respeto y consejo.

OREMOS POR NUESTROS ENFERMOS

El Hno. Pedro, miembro de la comunidad cpcr de Pozuelo, con 87 años, tuvo que pasar unos días en el hospital debido a una subida de tensión, como medida de precaución, después de haber superado el coronavirus.

Su evolución es favorable, mientras se le rea-justa la medicación en su vuelta a la normalidad y el reposo en la Casa Cristo Rey.

HACIA LA CASA DEL PADRE

Fallecimiento de la Hª. María Margarita cpcr, de la comunidad de Fátima, en Rosario (Argen-tina).

Como Superiora General de las Cooperatri-ces, la Hª. María Marcela, comunicó la noticia:

«Queridas hermanas, queridos Padres y her-manos:

Quería comunicarles que hoy, 23 de mayo de 2020 acaba de partir hacia la eternidad nuestra hermana María Margarita Rausch, de la comu-nidad Nuestra Señora de Fátima de Rosario Ar-gentina.

Había nacido el 8 de febrero de 1933 e ingre-só en la Congregación el 30 de septiembre de 1958. Hizo su primera profesión en el año 1961. Falleció con 87 años y 59 de vida religiosa.

El Hno. Antonio también pasó por el hospi-tal para una pequeña intervención. Su evolución también es favorable, aunque aún sufre de al-gunas molestias, que ofrece generosamente al Señor.

Toda la comunidad agradece las oraciones e intenciones por la salud y recuperación de sus miembros.

Ella tuvo una neumonía bastante fuerte., hace 15 días. Estuvo en el hospital algunos días, no demasiados, para evitar cualquier conta-gio del Coronavirus. Cuando volvió del hospital pudo recibir la unción de los enfermos, sacra-mento que la alivió mucho y la fortaleció.

Pasó sus últimos días en comunidad, bien acompañada por el afecto y atención de sus hermanas. Anoche, mientras las hermanas le ayudaban para que pueda descansar, rezaron las completas y varias oraciones a la Santísima Virgen.

Pidamos que pronto pueda estar gozando de la Presencia del Señor en compañía de tantas y tantos que nos han precedido.

La confío a sus oraciones»

ACTIVIDADES 2020

Septiembre ▪ Domingo 13. Retiro matinal.

▪ Viernes 11 a domingo 13. Ejercicios Espirituales.

Octubre▪ Domingo 4.

Retiro matinal.

▪ Viernes 23 a domingo25. Ejercicios Espirituales.

Noviembre ▪ Domingo 8.

Retiro matinal.

▪ Viernes 13 a domingo 15. Ejercicios Espirituales.

▪ Sábado 21, Solemnidad de Cristo Rey.

Diciembre▪ Domingo 6.

Retiro matinal.

▪ Sábado 12, Retiro de adviento, todo el día.

▪ Sábado 26 a Martes 29. Ejercicios Espirituales.

Más información

Casa de Ejercicios Cristo Rey

Cañada de las carreras oeste, nº 2

28223 Pozuelo (Madrid)

Tel. 91.352.09.68658.563.270

casacristorey@cpcr.es

web: cpcr.es

Casa de Ejercicios Mare de Deu de Montserrat

Passeig del Remei s/n 08140. Caldes de Mont-

bui (Barcelona)

Tel 93.865.44.96697.840.559

casacaldes@gmail.com

Las actividades y ministerios se retomarán conforme a la normativa, en los tiempos que lo permitan, y siguien-do los protocolos de higiene y desinfección para garanti-zar la seguridad y la salud de nuestros participantes.

Sociedad. Iglesia en sociedad

CASA CRISTO REY“un lugar para el encuentro”

4 capillas, 80 habitaciones, salones, comedores, parking, personal de servicioEjercicios espirituales, retiros, acogida de grupos,

convivencias, congresos, peregrinaciones, etc.

casacristorey@cpcr.es ▪ 91.352.09.68

Ante la situación generada por el Covid 19, se están poniendo todos los medios necesarios para realizar una adecuada desinfección de las instalaciones, siguiendo todos los protocolos de higiene y limpieza, para asegurar la salud de los usuarios de la Casa y el estado correcto de nuestras instalaciones.