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el escéptico verano 2002 14 El regreso de los visionarios En 1931, unos niños afirmaron haber visto a la Virgen María en una campa de un pueblo guipuzcoano que en- tonces se llamaba Ezquioga. La noticia generó un mo- vimiento religioso-político que muchos vieron como un ataque reaccionario contra el laicismo republicano re- cién instaurado. A los primeros videntes siguieron otros y los mensajes celestiales se politizaron. Mientras, las multitudes se congregaban en ese campo que vio nacer un santuario improvisado, con intenciones de convertirse en un templo análogo a los de Fátima o La Salette. Las apariciones, que se sucedieron durante todo ese año, fueron perseguidas por los poderes políticos y conde- nadas por la Iglesia. En 2002, un grupo de devotos se reúne todos los me- ses en esa misma campa, en el mismo pueblo, que aho- ra se llama Ezkio-Itsaso. Hoy, en pleno siglo XXI, una vi- dente ha recogido el testigo de aquellos niños y sigue transmitiendo mensajes que afirma recibir de la Virgen. Las multitudes se han transformado en un grupo redu- cido pero fiel, aunque las intenciones de crear una ver- sión guipuzcoana de Lourdes permanecen firmes. Ya se han levantado los planos de un pequeño templo y el ayuntamiento está dispuesto a permitir la obra si los ha- bitantes del municipio están de acuerdo. Mientras, la Iglesia sigue considerando que las apariciones origina- les, y por tanto las de ahora, no son legítimas. JULIO ARRIETA J. ARRIETA La campa de Anduaga, justo detrás de la casa consistorial de Ezkio-Itsaso, donde siempre han tenido lugar las reuniones de los ‘visionarios’, en un día de culto.

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El regreso delos visionarios

En 1931, unos niños afirmaron haber visto a la VirgenMaría en una campa de un pueblo guipuzcoano que en-tonces se llamaba Ezquioga. La noticia generó un mo-vimiento religioso-político que muchos vieron como unataque reaccionario contra el laicismo republicano re-cién instaurado. A los primeros videntes siguieron otrosy los mensajes celestiales se politizaron. Mientras, lasmultitudes se congregaban en ese campo que vio nacerun santuario improvisado, con intenciones de convertirseen un templo análogo a los de Fátima o La Salette. Lasapariciones, que se sucedieron durante todo ese año,fueron perseguidas por los poderes políticos y conde-nadas por la Iglesia.

En 2002, un grupo de devotos se reúne todos los me-ses en esa misma campa, en el mismo pueblo, que aho-ra se llama Ezkio-Itsaso. Hoy, en pleno siglo XXI, una vi-dente ha recogido el testigo de aquellos niños y siguetransmitiendo mensajes que afirma recibir de la Virgen.Las multitudes se han transformado en un grupo redu-cido pero fiel, aunque las intenciones de crear una ver-sión guipuzcoana de Lourdes permanecen firmes. Ya sehan levantado los planos de un pequeño templo y elayuntamiento está dispuesto a permitir la obra si los ha-bitantes del municipio están de acuerdo. Mientras, laIglesia sigue considerando que las apariciones origina-les, y por tanto las de ahora, no son legítimas.

JULIO ARRIETA

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La campa de Anduaga, justo detrás de la casa consistorial de Ezkio-Itsaso, donde siempre han tenido lugar lasreuniones de los ‘visionarios’, en un día de culto.

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Sólo los antropólogos y estudiosos de la religiosidadpopular recordaban lo sucedido en Ezquioga. Aún me-nos eran los que sabían que un grupo de devotos hamantenido vivo un culto doméstico, que había sobre-vivido en la clandestinidad, dedicado a la Virgen apa-recida en 1931. Los fieles actuales ya no se cuentanpor miles, ni salen en los periódicos, ni son objeto depersecución o destierro. De hecho, si se pregunta en lospueblos de los alrededores, como Zumárraga o Urretxu,es muy difícil encontrarse con alguna persona que sepalo que ocurre los segundos domingos de cada mes en lacampa de Anduaga, justo detrás de la casa consistorialde Ezkio-Itsaso.

La película Visionarios, dirigida por Manuel GutiérrezAragón, que narra de forma no muy fiel a la historia loocurrido aquí en tiempos de la II República, no ha ser-vido para despertar el recuerdo. Aquellos lugareños quela han visto se han sentido decepcionados, sobre todoporque fue rodada en Lekunberri y los paisajes recogi-dos en el film no son reconocibles. El filme no ha con-seguido que la campa de las apariciones vuelva a reci-bir multitudes y el fenómeno sigue siendo ignorado porcasi todo el mundo.

Si alguien tuviera que señalar en un mapa un lugarque reflejase a la perfección el arquetipo de la Euskadirural, Ezkio-Itsaso podría ser el sitio perfecto. Situado casien el centro geográfico de Guipúzcoa, este disperso mu-nicipio que reúne varios barrios en torno a dos núcleosimportantes —Ezkio e Itsaso—, es un apacible lugar for-

mado por caseríos dispersos entre pinares y colinas contoda la gama de verdes. El lugar cuenta con varios atrac-tivos turísticos, además del paisaje, como el caserío Igar-tubeiti, del siglo XVI, que acoge una exposición etno-gráfica, o la iglesia de San Miguel, del siglo XV.

La memoria histórica suele ser débil y, con un pocode ayuda, es fácil olvidar hechos que en otra épocaabrieron portadas de periódicos y fueron tema de dis-cusión parlamentaria. Ezkio-Itsaso es objeto de uno deesos olvidos históricos. Nadie recuerda que, para milesde creyentes, aquí se apareció la Virgen durante la II Re-pública y predijo toda suerte de catástrofes, causandotal conmoción que obligó a tomar cartas en el asunto alas autoridades civiles y religiosas. Ezkio-Itsaso, enton-ces Ezquioga, pudo haber acabado siendo un Lourdes ouna Fátima. El fenómeno fue perseguido y, con el tiem-po, abandonado en el laberinto de la memoria.

El periodista Jesús Torbado ha escrito que en Ezkio-Itsaso existe un cierto tabú que ha protegido con una ar-madura de silencio el asunto de las apariciones. Laapreciación no es del todo cierta: en el ayuntamiento, enla página web, en el bar del pueblo, el visitante curio-so recibirá todo tipo de indicaciones sobre el lugar de las

visiones y le confirmarán que, todavíahoy, allí se reúnen los devotos. Y allídicen seguir recibiendo mensajes de laVirgen.

ANDUAGALa casa consistorial de Ezkio-Itsaso esun feo edificio moderno, funcional, quemás parece un bloque de apartamentosque un ayuntamiento. Situada a pie dela carretera que une Zumárraga con Be-asain, sólo la ikurriña y el cartel de ‘eus-kal presoak euskal herrira’ indican sunaturaleza y la orientación política de

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Se ha escrito que en Ezkio-Itsaso existe uncierto tabú que ha protegido con una armadurade silencio el asunto de las apariciones. La apreciación no es del todo cierta: en elayuntamiento, en la página web, en el bar del pueblo, el visitante curioso recibirá todotipo de indicaciones sobre el lugar de lasvisiones y le confirmarán que, todavía hoy, allí se reúnen los devotos

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Ezkio-Itsaso está formado por dos núcleos de población,Ezkio e Itsaso (este segundo en la imagen) y se ubica en el centro de la comarca del Goierri (Guipúzcoa). Limita con los municipios de Beasain, Ormaiztegi, Gabiria,Azpeitia y Zumárraga.

El filme sobre Ezquioga de Gutiérrez Aragón no ha conseguido que la campa de las apariciones vuelva a recibir multitudes y el fenómeno sigue siendo ignorado por casi todo el mundo

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sus gestores. Justo detrás del consistorio está la campade Anduaga, que ofrece el aspecto de un pinar talado nohace demasiado tiempo. Un camino serpenteante as-ciende desde el aparcamiento hasta una gran cruz queseñala el lugar donde ocurrieron los acontecimientos de1931. Apenas un centenar de metros separan el sitio delSalón de Plenos del ayuntamiento. La cruz se levanta so-bre un muro, cimientos abortados de lo que iba a ser unaiglesia. Crucifijos, estampas e imágenes de la Virgen en-tre las que destaca una, muy llamativa, de estilo ortodoxo,decoran la pared. Hay una fuente e improvisados bancosde madera. Una litografía muestra a la Virgen tal comoafirmaron haberla contemplado los videntes en tiempode la II República, con un manto negro y un puñal en elpecho. Un cartel avisa a los visitantes desinformados deque “todos los segundos domingos de mes habrá funcióna las 3’30 h”. El texto está escrito sólo en castellano, loque resulta llamativo en una zona en la que el uso deleuskara es mayoritario.

En cualquier día que no sea el indicado en el aviso,el lugar ofrece un aspecto frío y desolado, aunque el vi-sitante observador puede apreciar los indicios de la pre-sencia regular de los devotos: flores recientes y velas en-cendidas.

El cuadro cambia al llegar el día y la hora indicados.Los fieles aparecen con una puntualidad admirable yaparcan sus vehículos junto al ayuntamiento. Los asis-tentes no son muy numerosos, quizá unas treinta per-sonas. La mayoría son matrimonios de edad avanzadaque se saludan y charlan en euskara. En pocos minutosel grupo se ha reunido frente a la cruz y se organiza laliturgia de todos los meses: se rezarán tres rosarios y, siel tiempo acompaña, habrá un via crucis. A veces apa-rece algún curioso o algún visitante ocasional. Las cá-maras fotográficas no son bienvenidas. Un fotógrafo queha acudido al lugar movido por la curiosidad es amo-nestado por uno de los asistentes: “Aquí no se admitencámaras, esto es un acto religioso privado que no sedebe fotografiar para evitar malas interpretaciones”. Eltono del aviso es cortante y deja claro que el asunto delas fotografías no está sujeto a negociación.

El primer rosario transcurre en un tono de devociónabsoluta, seguido por los presentes que rezan en eus-kara, y en algún caso, incluso en latín. Nada ocurre has-ta llegar al cuarto misterio del segundo rosario. En esemomento, la mujer que dirige la oración cae fulminada.Poco antes, otras dos señoras se han situado a sus flan-cos, en el lugar idóneo para recogerla en su caída. Lamujer desmayada es recostada en el suelo mojado porla lluvia, sobre el regazo de una cuarta persona que co-loca el micrófono de una grabadora en la solapa deaquélla. Los asistentes no reaccionan con sorpresa. Todo

indica que el desmayo formaparte habitual de la ‘función’.Todos se acercan con calma yrodean a la vidente en un am-biente que, en todo caso, des-prende cierto aire de rutina. Ala primera grabadora le hacencompañía tres o cuatro másque han surgido de los anoraksde algunos asistentes. Los me-nos preparados se disponen atomar notas con papel y bolí-grafo. Todo el mundo está listopara el mensaje.

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Cartel indicando los días de ‘función’.

Vista del aspecto actual del lugar donde se apareció la Virgen y donde algunos dicenque se continúa apareciendoactualmente.

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“Vendrán a reírse de vosotros —empieza a musitar lamujer entre ahogos, con vocecilla casi inaudible—pero no os preocupéis, todos aquellos incrédulos quevengan aquí volverán convertidos a sus casas”. El dis-curso es una llamada a la fidelidad y al ánimo de losdevotos de la Virgen de Ezquioga. No hay vaticinios decatástrofes ni grandes profecías. La mujer sigue susu-rrando: “Dios es juez de cielos y tierra, y juzgará”. Elmensaje es difícil de seguir a causa del bajo tono de vozy el continuo tráfico de la carretera, situada a poca dis-tancia, colina abajo. La mujer habla despacio, en cas-tellano, vocalizando bien las palabras: “Vendrán a des-truir este lugar pero no lo conseguirán”, muy al contrario“aquí tendréis siempre un refugio, pequeños míos”. Eltrance concluye con una bendición a los asistentes y una nueva exhortación: “Rezad por los que no creenen Dios porque sin Dios no hay nada”. Al acabar elmensaje, que a diferencia del resto del acto ha sido encastellano, la vidente se incorpora y prosigue el rosariointerrumpido. Los demás asistentes vuelven a sus posi-ciones y continúan orando como si nada hubiera pasa-do. Un tercer rosario sigue al del intermedio místico y dapaso a un via crucis. Casi la mitad de los fieles ya hantenido suficiente y abandonan discretamente el lugar.Los más devotos continúan con su liturgia particularcuando ya está anocheciendo.

LA CUIDADORAEl caso de Vicenta Larrañaga roza el entusiasmo. Ella esuna de las mujeres que recogen a la vidente en su caí-da, durante las visiones. Como ella dice, “si es por laVirgen, lo que sea”. Esta vergaresa de 71 años llevaveintidós dedicándose a cuidar el pequeño santuario deAnduaga y a mantener vivo el culto a la Virgen que seapareció entonces y que, siempre según ella, se apare-ce ahora.

Cuando todo ocurrió, antes de la guerra, era una re-cién nacida, así que no conoció Ezquioga hasta que elgran revuelo había pasado. Vicenta Larrañaga fue intro-ducida en el culto ezquiogano mucho más adelante, en1975, de la mano de un hombre llamado Luis Irurzun.Larrañaga es el elemento más activo del grupo que seconvoca en Anduaga, del que detalla los proyectos más

inmediatos: “Queremos fundar una asociación dedica-da a la Virgen de Ezquioga y a San Miguel. Por ahoranos reunimos los segundos domingos del mes, a veceshasta sesenta personas. Rezamos el rosario y recibimoslos mensajes a través de Nelia Salazar, la vidente. Vie-ne gente de San Sebastián, Irún... de muchos sitios,aunque en el 31 venían muchos más, incluso desdeBarcelona”.

Esta voluntariosa mujer fue la encargada de colocarla placa que indica el día y la hora de las funciones re-ligiosas en Anduaga. Según cuenta, la mismísima Ma-

ría se lo pidió en un mensaje a través dela vidente. Ella no ha recibido directa-mente ninguno, aunque comenta que havisto a la Virgen en sueños: “Es una sen-sación muy bonita, es como soñar quevuelas”, comenta con ingenuidad.

La construcción de una capilla tam-bién está entre las prioridades de Vi-centa Larrañaga: “la Virgen pidió que la

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Vicenta Larrañaga no ha recibidodirectamente ningún mensaje de la Virgen,aunque comenta que la ha visto en sueños:“Es una sensación muy bonita, es como soñarque vuelas”, comenta con ingenuidad

Detalle de la cruz en el lugar en que apareció la Virgen.

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levantáramos aquí, el sitio es el mismo donde apareciópor primera vez”. Sobre el sentido de las revelacionesque transmite su amiga, Larrañaga afirma convencidaque “la idea principal es que sin Dios hay poca cosa, nohay nada. Los mensajes no son de castigo, son de con-suelo. La Virgen pide que recemos mucho, porque lagente ya no reza. Es un mensaje de misericordia y per-dón. Invita a orar”. Sobre la actitud de la Iglesia, la cui-dadora del santuario es bastante optimista: “La Virgenpredijo en 1931 que la Iglesia admitiría estas aparicio-nes cien años después de la primera visión. Yo ya no loveré, pero ocurrirá, lo verán los jóvenes, entonces estoserá como Lourdes”.

De la legión de videntes que tuvo Ezquioga en tiem-pos de la República sólo sobrevive una mujer, AntoniaEtxezarreta. De edad muy avanzada, vive apartada de lahistoria de la que formó parte y arropada por sus fami-liares. La vidente actual recogió el testigo que muchosdevotos mantuvieron en la clandestinidad tras la perse-cución que tuvo lugar a partir de 1936.

LA VIDENTESe llama Nelia Salazar, aunque los devotos se dirigen aella como ‘Neli’. Es una mujer mayor, menuda, con ga-fas de marcos gruesos. Como casi todos los seguidoresde la Virgen de Ezquioga, no es del propio pueblo, sinoque viene desde Placencia-Soraluze. Está acostumbra-

da a que le pregunten por su peculiar acti-vidad y, según dice, sabe que “los periodis-tas van a ridiculizar”. Aún así, colecciona losrecortes de los artículos que hablan de lasapariciones y en algún caso no le ha hechoascos a la televisión, pues participó en unprograma de ETB presentado por PatriciaGaztañaga.

Nelia Salazar está dispuesta a contar su historia,pues así se lo ha pedido la Virgen: “Que se haga muchapropaganda de Ezquioga”, aunque eso le pueda costarun disgusto. De hecho, una entrevista publicada en unperiódico le valió un encontronazo con su párroco: “Vinode muy malos modos, al salir de misa, preguntando quequién era Nelia Salazar y a ver qué era eso que hacía-mos allí arriba, yo le dije que rezar el rosario, él decíaque su madre también rezaba el rosario pero que no sa-lía en el periódico”.

La vidente no recuerda con precisión cuántos añoslleva recibiendo visiones. Duda y comenta que puedenser quince o más. Pero sí recuerda cómo empezó todo,y todo empezó en Umbe, el equivalente vizcaíno de Ez-quioga. En este monte cercano a Bilbao, en 1941 unamujer llamada Felisa Sistiaga afirmó ver a la Virgen Ma-ría en su casa. La visión volvió en 1969 generando unculto que ha corrido mejor suerte que el de Ezquioga,como así lo atestigua la correspondiente página web olas numerosas visitas que recibe el lugar. El santuario dela Virgen de Umbe es el destino de autobuses repletosde peregrinos que rezan en la casa transformada en ca-pilla, un caminito por el que, según Felisa Sistiaga, pa-seó la Virgen y un pozo que da agua supuestamente mi-lagrosa.

Fue en ese pozo donde Nelia Salazar tuvo su primeravisión. Hasta entonces, afirma que vivía en el descrei-

miento y no sentía la más mínima atrac-ción por la figura de Santa María. Pero enuna de estas excursiones vio a la Virgenjunto al pozo. A esta primera visión su-cedieron otras, que tenían lugar en unaermita de Esozia, en Placencia-Soraluze,a la que empezó a acudir para rezar el ro-sario. Según cuenta, tenía visiones de lacampa de Anduaga: “Yo cerraba los ojosy veía lo que es Ezquioga, pero como nohabía estado no sabía lo que era. No veíael pueblo, veía el lugar de las apariciones.Luego conocí a Vicenta Larrañaga, que es

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Nelia, la vidente, asegura comprender a losescépticos y sabe que muchos la pueden tildar deloca. Comenta que más de una vez le han dichoque debería visitar a un psicólogo. Sin embargo, suconvicción es firme: “¿A qué psicólogos voy a ir?Las pruebas que se me han dado son suficientespara mí, comprendo que haya quien no crea, yotampoco creería si no viera lo que he visto”

El lugar de culto, mientras era visitado por el autor y un acompañante para sacarestas fotos.

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la cuidadora del santuario y me convenció para que laacompañara a una de las reuniones que organizaba”.Cuando llegó al lugar, lo reconoció como el objeto de susvisiones. A partir de ese momento se convirtió en la vi-dente de Ezquioga.

Nelia Salazar asegura comprender a los escépticos ysabe que muchos la pueden tildar de loca. Comenta quemás de una vez le han dicho que debería visitar a unpsicólogo. Sin embargo, su convicción es firme: “¿A quépsicólogos voy a ir? Las pruebas que se me han dadoson suficientes para mí, comprendo que haya quien nocrea, yo tampoco creería si no viera lo que he visto”.Prefiere hablar del mensaje que se le transmite. Es ne-cesario creer en Dios, rezar y sobre todo, es imprescin-dible construir un oratorio, un “refugio” en el lugar delas apariciones. Hasta que ese deseo expreso de la Vir-gen María no se cumpla, no habrá paz en el mundo y,sobre todo, no la habrá en Euskadi.

A la vidente no le preocupan las reticencias de laIglesia. De hecho, a diferencia de su amiga VicentaLarrañaga, no es nada optimista sobre un futuro reco-nocimiento de estas apariciones. Conoce la historia delo ocurrido durante los años treinta y está convencida deque si en su día la jerarquía rechazó el fenómeno, ellose debió a la existencia de intereses creados: “No que-rían nada que desmereciese santuarios como los deAranzazu o Loiola. Hoy también hay sacerdotes que nosadmiten y otros no, el rifirrafe de siempre”.

La recepción de los supuestos mensajes celestialesque vive Nelia Salazar carece del folklore aparicionistaal uso, tal como puede observarse en lugares como ElEscorial o El Higuerón. La mujer no muestra estigmas,ni convulsiones. Sus visiones carecen de detalles ba-rrocos y ella elude las descripciones de lo que afirmaver: “No se puede explicar el aspecto que tiene la Vir-gen, hay que verla. Y la ha visto mucha gente pero mu-chos se callan de vergüenza, porque te toman por loco.Pero ella nos va uniendo, nos une a todos los locos. Lavisión es indescriptible, los ojos de Jesús, que a vecestambién se aparece, es que no se pueden expresar, tedice todo, es amor, es piedad, es comprensión, es quees todo”. El momento en el que transmite el mensaje esdescrito como una posesión celestial, la vidente sienteque alguien penetra en su cuerpo y habla por su boca.

En cuanto a los mensajes, su contenido dista muchode los abundantes textos apocalípticos que se recogie-ron en 1931. Entonces, según los creyentes, la Doloro-sa predijo la llegada de la Guerra Civil. Nelia Salazarcree a pies juntillas que así fue. Ahora no se predicencatástrofes, aunque a veces las visiones le dan indiciosde lo que está ocurriendo: “Ella profetizó la Guerra Ci-vil, y aquí tampoco va a haber paz mientras no se cons-

truya el refugio. No anuncia castigos, pero también daa entender cosas, como que habrá un virus que no co-nocerán los médicos. O esto de las vacas locas, nos lodijo dos o tres años antes de que ocurriera, aunque ellano se refiere a estas cosas directamente, no utiliza ex-presiones como vacas locas”.

Los mensajes son siempre en castellano, aunque Ne-lia Salazar no tiene un porqué para esto. Simplementecomenta que los de las visiones originales también loeran, así como los que recibía Felisa Sistiaga en Umbe,a pesar de que, como comenta, aquella vidente tenía unconocimiento muy limitado de esta lengua.

Nelia Salazar no tiene ningún reparo en comentar suexperiencia, pero se vuelve muy reservada a la hora dehablar del grupo de devotos que recogen sus mensajes,prefiere no dar nombres. Tampoco le gusta hablar de di-nero. “No quiero saber nada de dinero. Esto no es unnegocio ni un fraude, como esas apariciones del Hi-guerón. Aquí, dinero, nada, yo digo que no quiero sabernada. Aquí ni dinero, ni cofradías, ni historias...”

EL ALCALDESi en Ezkio-Itsaso existe un tabú sobre lo que ocurre enAnduaga, no afecta al alcalde del lugar. Iñaki Idiakez,de Batasuna, es el primer edil del municipio. Accesibley directo, explica la situación de la campa y su punto devista sobre su futuro. “El terreno era de propiedad pri-vada hasta que la Diputación se hizo con él y nos lo cedió.Se decidió acondicionar el lugar, los accesos, y conver-tirlo en un pequeño parque botánico”. Sobre el pasadodel sitio y sobre los devotos actuales, Idiakez opina que“es algo que no se debe ocultar. Si se aparecía la Virgeno no es una cuestión de las creencias de cada uno, quecada cual crea lo que quiera. Ahora está este pequeñogrupo que viene los domingos”. El alcalde comenta queVicenta Larrañaga pasa a menudo por el ayuntamiento:“Quieren construir una especie de capilla, aunque elpueblo no ha decidido qué hacer todavía... La opinióngeneralizada es que en Ezkio-Itsaso ya hay muchas igle-

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Página web de Ezkio-Itsaso.

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EN EL PRINCIPIO... FUE LA II REPÚBLICAJ. A.Todo empezó el 30 de junio de 1931. La II República es-pañola acababa de instaurarse y ni siquiera contaba tresmeses de edad. Esa tarde, ya de anochecida, Andrés yAntonia Bereciartúa, de 7 y 11 años respectivamente, con-ducían unas vacas al establo, campa abajo. Según su re-lato, al llegar al pie de la colina Antonia se giró para ob-servar con sorpresa una extraña luz que se encontrabaentre los cuatro árboles que coronaban la ladera. Sobrela luz, la niña quiso adivinar la silueta de la Virgen. Suhermano Andrés también afirmaría haberla visto. La des-cripción se ajustaba a la ortodoxia en estos casos: unamujer hermosa y triste, cubierta con un velo blanco y co-ronada de estrellas. La visión desapareció después de sa-ludar a los niños.

Los dos hermanos contaron lo sucedido en casa. Lanoticia saltó de caserío en caserío hasta llegar a la ca-pital, donde fue recogida por un diario. Los periódicos deSan Sebastián cubrieron el hecho y en pocos días Ezkio,entonces Ezquioga, se convirtió en asunto de moda, a ra-zón de dos reseñas diarias por periódico. En cuestión desemanas, la campa donde tuvo lugar la primera visión fueinvadida por más de 60.000 devotos, curiosos y perio-distas. Los hermanos Bereciartúa se vieron prontoacompañados por otros videntes, que llegaron a sumarmás de 200 supuestos destinatarios de comunicacionescelestiales. No hay ningún otro caso igual en toda la his-toria del aparicionismo. De entre todos, destacaron porsu locuacidad Evarista Galdós, Benita Aguirre, Jesús El-coro —un obrero de Bilbao—, Ramona Olázabal, Aure-lio Cabezón —fotógrafo, de San Sebastián— y DoloresAyestarán. Muchos de ellos se convirtieron al furor vi-sionario después de una visita ocasional a la campa deAnduaga.

De entre todos despuntó Francisco Goikoetxea,‘Patxiku Saindu’, un carpintero de Ataun de veinticua-tro años, que ascendía al lugar de las visiones escolta-

do siempre por activistas de Acción Católica. Otros vi-dentes fueron patrocinados por aristócratas, como la vas-co-andaluza Carmen Medina Garvey, que los acercabanen coche al lugar de las visiones. Pronto aparecieron losdirectores espirituales que ‘orientaban’ a los visionarios,a los que la prensa progresista tachaba de pobresdesequilibrados. Entre ellos destacaba un cura ultra-montano llamado Antonio Amundaráin. Al mes de iniciarseel fenómeno llegaron las excursiones organizadas y las vi-sitas de ilustres, como el obispo de Barcelona, ManuelIrurita, al que se puede ver de paisano en varias fotografíasdel momento. Se comentaba que muchos políticos acu-dían al lugar de incógnito. Un fotógrafo, Joaquín Sicart,montó su estudio a los pies de la campa y se convirtióen el ‘fotógrafo oficial’, dedicándose a vender postalesy reportajes de encargo.

El clérigo valenciano Amado de Cristo Burguera se au-tonombró director religioso de las apariciones y publicóuna Historia divina universal, inconclusa —en diez to-mos—, sobre los milagros de Ezquioga. La obra acaba-ría censurada y sus ejemplares quemados cuando llególa persecución y la condena eclesiástica.

Los árboles sobre los que flotó la primera visión fue-ron desbrozados por los coleccionistas de reliquias y lacampa arrasada por la multitud, de tal forma que Wal-ter Starkie, un hispanista y viajero irlandés que visitó ellugar, la comparó con el aspecto de los campos de ba-talla de la I Guerra Mundial.

Pronto se construyó un estrado, una especie de pla-taforma de madera sobre la que los visionarios pudieranescenificar sus éxtasis. Los videntes caían de rodillas ode espaldas, brazos en cruz y los ojos en blanco. Huboquien mostró estigmas con las heridas de la Pasión. Sedieron por primera vez actos y actitudes que luego se re-petirían en otros lugares aparicionistas: los videntes acer-caban medallas o rosarios a la invisible Virgen para quelos bendijera o los besara. A cambio, recibían flores in-visibles de manos de su visión.

sias y siempre están vacías”, comenta con cierta ironía. Por contra, el alcalde se muestra crítico con la pelí-

cula Visionarios, que fue presentada en la pasada edicióndel Festival de Cine de San Sebastián: “Todos los que lavieron dijeron que no contaba la historia tal como fue.La película se inventa que los del pueblo mataron al ma-estro republicano y eso no es cierto”. El ayuntamiento

estuvo contemplando la posibilidad de publicar unescrito de protesta, “pero al final se decidió dejarlocorrer, no merecía la pena”.

Mientras el consistorio que preside Idiakez de-bate y considera si procede autorizar la construc-

ción del oratorio, Vicenta Larrañaga, Nelia Salazar y lossuyos continúan con las reuniones de todos los meses.Entretanto, los camioneros y conductores que circulanpor la carretera siguen preguntándose qué es esa gran cruz que se vislumbra en lo alto de la campa, escondi-da detrás del ayuntamiento de Ezkio-Itsaso, camino deBeasain. é

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El alcalde se muestra crítico con la películaVisionarios: “Todos los que la vieron dijeronque no contaba la historia tal como fue”

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EL FIN DEL MUNDOLa advocación, el aspecto del perso-naje aparecido, variaba. La mayor par-te de las veces era la Dolorosa, con

manto blanco y negro. Pero en otras ocasiones se trata-ba de la Inmaculada, o la Virgen de Lourdes, o la veci-na Virgen de Aránzazu. Los contenidos de los mensajeseran terribles. La Dolorosa no hacía más que vaticinar cas-tigos y catástrofes. En 1932, Evarista Galdós, una de lasvisionarias más prolíficas, recibió una revelación que au-guraba el fin del mundo para 1958. Pero antes se anun-ciaba una guerra que iba a enfrentar a católicos con nocreyentes y se pedía por la salvación de España, perdi-da en la impiedad del laicismo republicano.

Las visiones insistían en que se construyera un tem-plo en el lugar. Enseguida se montó una especie de tem-plete de madera al que siguieron los cimientos y el muroque se observa todavía hoy, brotes de lo que quiso ser unabasílica. Las apariciones eran nocturnas en un principio,aunque algunos videntes no tuvieron dificultad en alte-rar el programa para facilitar la labor de los fotógrafos ydel padre Laburu, un jesuita que filmaba las escenas encinematógrafo para estudiar el fenómeno por encargo dela diócesis. Así lo hizo Evarista Galdós, que ajustó el ho-rario de sus contactos celestiales para favorecer la ilu-minación de la escena, siendo imitada meses después porBenita Aguirre.

Muchos grupos de creyentes acudían desde Catalu-ña. Buena parte de ellos se agrupaban en torno al in-dustrial Rafael García Cascón. Pronto ‘adoptaron’ y pa-trocinaron a los videntes María Recalde, Benita Aguirrey José Garmendia, apodado ‘Belmonte’ porque obsequiabaa la Virgen con rumbosos pases toreros, lo que era muyagradecido por la numerosa concurrencia. Este patroci-nio hizo que en los mensajes transmitidos a través de es-tos visionarios la Virgen mostrara una predilección especialpor Cataluña. De hecho ‘Belmonte’ fue recibido por Fran-cesc Macià, presidente de la Generalitat, para el que ha-bía conseguido un exclusivo comunicado celestial.

Las visiones se extendieron y, en un efecto dominó,florecieron los videntes en Bakaiku, Irurzun, Lekunberri,Ormáiztegui y Zumárraga. Se les aparecía la Virgen, perotambién San Miguel, Santa Teresa, el niño Jesús y, en oca-siones, el mismísimo Diablo con intenciones de sabotaje.

Walter Starkie, el irlandés que visitó Ezquioga en elmomento de mayor furor, describió así el lugar: “Habíauna extraordinaria concentración de gente. Vi toda cla-se de tipos, había jóvenes y viejos, feos y hermosos, aris-tócratas y campesinos, ricos y pobres. Vi un buen con-tingente de inválidos; cerca de mí había un paralítico que

había sido transportado a los pies de la colina por sus pa-rientes que ahora ayudaban al pobre hombre a ascenderel camino que había intentado subir a tientas. Había unejército de ciegos, con largos palos en sus manos”.

PERSECUCIÓN Y CONDENAMúgica Urrestarazu, obispo de Vitoria, diócesis de la queentonces dependía la Iglesia guipuzcoana, rechazó lasvisiones porque observó que los videntes estaban contro-lados por intereses políticos o eran unos desequilibrados.Por su parte el gobernador civil republicano, Pedro delPozo, consiguió que buena parte de los iluminados pasarapor el juzgado. La fiesta iba a concluir con una persecu-ción, tanto civil como eclesiástica. El 20 de abril de 1932,el jesuita padre Laburu dio una conferencia para más deun millar de sacerdotes en el Seminario de Vitoria, en laque calificaba a los videntes como enfermos mentales.

El obispo Múgica emprendió una serie de medidas conel fin de desactivar el fenómeno. El 10 de junio de 1933se prohibió la construcción de la basílica, cuyas obras yase habían iniciado. En septiembre llegó la condena ecle-siástica en la que Múgica subrayaba ‘la ausencia de fac-tor sobrenatural’. Se conminó a los videntes a dejar susactividades so pena de excomunión. A finales de año elSanto Oficio pronuncia la condena definitiva. Hubo de-tenciones, destierros e ingresos en manicomios.

La República persiguió a los visionarios para ser sus-tituida en su papel represor por Franco, que no fue me-nos severo. A partir de 1941 el culto de la Dolorosa deEzquioga entró en la clandestinidad y ha sobrevivido has-ta hoy en capillas y reuniones privadas. é

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BAROJA Y EZQUIOGAEn una entrevista de FranciscoLucientes a Pío Baroja (en laimagen), aparecida en el diario El Sol, de 11 de noviembre de1931, el periodista le preguntó alescritor si había ido a Ezquioga, alo que D. Pío contestó que “No,...Quería ir; pero no pude a última

hora. Yo ya les he dicho que lo que aparece enEzquioga es un diablillo vasco o varios diablillos...Podría ser aquella Mari que se aparecía en la Peña deAmboto... El obispo de Vitoria piensa como yo, y haquitado a las apariciones importancia. Pero lo maravilloso en el sentido práctico que tienenmis paisanos. ¡Eso está muy bien! Se va allí, se reza elrosario, se dejan los cuartos... y ¡adelante! A eso deEzquioga le digo yo el aprovechamiento de las fuerzasvivas... La Diputación recauda miles de pesetas diarias,los ‘taxis’ se enriquecen... Da gusto el sentido comercialde los vascos; les quitan el juego, pues a sustituirlo. Unverano es Asuero, otro Ezquioga...”. (Redacción)

Andrés y Antonia Bereciartúa. AR

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“El espiritismo no es más nimenos que intoxicación men-tal, la intoxicación de pala-bras, de sentimientos y cre-encias sugeridas. Cuando unaintoxicación de cualquier tipose convierte en un hábito esperjudicial para el cuerpo,pero la intoxicación de lamente siempre es fatal parala mente” [Harry Houdini,1924]

La relación de Harry Houdini (1874-1926) con el es-piritismo fue una constante en todos los episodios de suvida. Tampoco podía ser de otra manera considerando elcontexto histórico de la época: un notable auge de lasactividades de los médiums se complementaba perfec-tamente con una ferviente y creciente devoción por par-te de un público incauto y deseoso de maravillas so-brenaturales.

En plena adolescencia conoce al mago amateur Jo-seph Rinn quien, además de su afición por la magia, semostraba interesado y escéptico sobre los fenómenos es-piritistas. La curiosidad que despertaron en Houdini losfantásticos relatos de los hechos que acontecían en ese

tipo de sesiones, obligó a Rinn a llevarlo a una de ellas. Fue a principios de 1891 cuando ambos concurrie-

ron a una sesión espiritista de Minnie Williams, en Nue-va York (EEUU). El desencanto no pudo ser mayor, perotuvo su premio. Semanas después, Rinn le mostró un li-bro en el que se exponían con detalle los trucos em-pleados por estos farsantes y —de inmediato— Houdi-ni quedó cautivado por aquellos que desentrañaban losmisterios de la liberación de ataduras (FitzSimons,1980).

En 1894 conoció a una joven de18 años, Wilhelmina Beatrice Rah-ner, y al cabo de unas semanas secasaron. Pronto la incorporó a sus ru-tinas de magia que hasta entonceshabía compartido con un amigo y suhermano Theo; a partir de ese mo-mento su esposa se convirtió en lacompañera inseparable y fiel asis-tente, Bess Houdini.

¿LA GRAN PARADOJA?Aun cuando el objetivo de Houdiniera muy claro, un estricto interés porla magia en general y su fascinaciónpor el escapismo, no siempre este

¿RegresóHoudini

después dela muerte?

L. ENRIQUE MÁRQUEZ ([email protected]),

ILUSIONISTA, AUTOR E INVESTIGADOR DE PRESUNTOS FENÓMENOS PARANORMALES

Harry Houdini

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Publicidad de laépoca anunciando las sesionesespiritistas deHoudini.

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tipo de espectáculos le proveía las satisfacciones eco-nómicas indispensables. Transcurría el otoño de 1897,cuando las dificultades para conseguir un buen contra-to lo llevó junto a Bess a unirse a la troupe de un es-pectáculo ambulante que ofrecía el Dr. Hill como ven-dedor de “medicinas curalotodo”. Durante un recorridopor Galena, Kansas (EEUU), el Dr. Hill le sugirió a Hou-dini la conveniencia de llevar a cabo una sesión espiri-tista como parte del espectáculo-promoción.

De este modo, el 9 de enero de 1898, Harry debu-tó como médium en el Opera House siendo parte inte-grante de la California Concert Company del Dr. Hill (Ch-ristopher & Christopher, 1996, p. 345). El panfletopropagandístico lo anunciaba de la siguiente manera:“Houdini The Great Will Give Sunday Night A SpiritualSéanse In The Open Light”.

Houdini no era ningún incauto en estas cuestiones ysabía perfectamente que, al margen de su habilidad demago, debía apelar a algunos recursos extras que haríanaún más convincente su presentación. Se encargó de vi-sitar cementerios para poder copiar nombres y fechas delas tumbas, no desatendió ningún chisme sobre delitosy escándalos, y completó su información consultandoperiódicos viejos.

Nada había quedado al azar y las expectativas delpúblico que aquella noche colmó las instalacionesquedaron ampliamente cubiertas. El médium debutan-te fue atado por algunos integrantes del público y, unavez encerrado en su cabina espiritista (un armazón y te-las) tras quedarse oculto al cerrarse las cortinas, los ins-trumentos musicales que se habían dispuesto dentro co-menzaron a sonar y a volar por el aire. Después deverificar que seguía atado, se volvió a cerrar la cortinay en escaso tiempo Houdini reapareció liberado de susataduras gracias a los espíritus.

El nutrido aplauso quedó interrumpido cuando el granescapista comenzó a hablar sobre el mundo de los es-píritus y cómo él podía sentir su presencia en el escenario.Fue la dramatización necesaria para terminar de asom-brar a los espectadores con la supuesta incorporación del

espíritu de un tal EframAlexander, un negro cojoque había sido degolla-do. Fue tal el impacto quemuchos negros presen-tes salieron corriendo delteatro.

El éxito del espectá-culo continuó en otrospueblos y le permitióampliar su repertorio. Lapráctica lo llevó a domi-nar la escritura en piza-rras con los pies y a de-sarrollar buenas técnicasde levitación de mesas.

Su alejamiento delas funciones de Hill nole permitió una vida mejor; por el contrario, la adversi-dad económica seguía llamando a la puerta y su rutinade médium profesional no pudo ser abandonada rápi-damente. Su espectáculo de magia y escapismo en St.Joseph, Missouri, fue un nuevo fracaso y lo obligó a vol-ver a sus andadas espiritistas (Christopher, 1969;Louagie, 2000; Williams & Epstein, 1950).

La experiencia adquirida en esta nueva faena le per-mitió conocer de primera mano la psicología de la gen-te que —sin el menor sentido crítico— aceptaba comoverdaderas las manifestaciones espiritistas y otros su-puestos fenómenos paranormales. Pasaría más de unadécada para que, después del reconocimiento y éxito al-canzado como ilusionista y rey del escapismo, comen-zara un nuevo vínculo con el espiritismo.

EL TRAMPOLÍNMientras recorría el mundo liberándose de cadenas, gri-lletes, chalecos de fuerza y cuando ninguna celda car-celaria podía detenerlo, una idea fija lo atrapaba y paraésta nunca encontró la forma efectiva de escapar. Des-de siempre le había torturado la idea de la eventual

muerte de su madre. El bió-grafo Raymund FitzSimonslo destaca perfectamenteen estos términos: “Todoslos niños viven con el temorde que sus padres mueran;tales temores, por lo gene-ral, ceden a medida que lacriatura crece, pero en elcaso de Houdini se incre-mentaban y lo atormentaba.Cuando le era imposible

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La experiencia adquirida en esta nueva faena[de médium], le permitió conocer de primeramano la psicología de la gente que —sin elmenor sentido crítico— aceptaba comoverdaderas las manifestaciones espiritistas yotros supuestos fenómenos paranormales

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Retrato de Harry Houdini.

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tolerar su angustia, apoyaba la cabeza contra el corazónde su madre. Sus fuertes pulsaciones lo tranquilizaban,como siempre, y al escucharlas el chiquillo, oraba porque su propio corazón dejara de latir antes que el de laautora de sus días” (FitzSimons, 1980).

Tal conducta temerosa se mantuvo constante y, enbuena parte, fue el detonante de una nueva obsesión deHoudini que marcó otra vuelta al ruedo en cuestionesespiritistas.

El 8 de julio de 1913 partió de gira por Europa.Mientras se encontraba en Copenhague (Dinamarca), re-cibió la noticia del fallecimiento de su progenitora. Deinmediato regresó a Nueva York y su hermano Theo lerelató cómo se produjo el desenlace fatal aquel 17 dejulio de 1913.

Antes de morir, Cecilia Weiss tuvo un intento fallidode dejar un mensaje para su hijo ausente. Este últimogesto cobró un significado muy especial para Harry, y suasociación inmediata fue con un hecho muy significa-tivo que quebró la paz familiar antes de su partida.

Su cuñada Sadie había optado por un enroque conlos hermanos del gran mago: abandonó a Nat y se unióa Leopold. Obviamente, esto provocó serios disturbiosfamiliares y a la preocupación de doña Cecilia, se sumóel dolor por la ruptura de vínculos entre Houdini y suhermano Leopold. Si bien la señora Weiss no logró ex-presar su último deseo, Houdini no dudó en relacionar-lo a pesar de que carecía de la certeza definitiva.

LA OBSESIÓNInvadido por la depresión, buscaba refugio en la tumbade su madre implorándole que le comunicara su últimomensaje. Meses de angustia y desequilibrio fueron so-brellevados con la comprensión y ayuda de su esposa,hasta que finalmente tomó una firme decisión: ir enbusca del eslabón perdido.

Nadie que no creyera en una vida después de lamuerte podía darle la solución. De esta manera, su mar-cado escepticismo hacia el espiritismo quedó socavadopor la desesperación y dio lugar a una búsqueda ince-sante de algún médium que no fuera un farsante.

A partir de ese momento comenzó un nuevo capítu-lo de su vida y con una doble cara de la misma mone-da: fructífero y frustrante a la vez. Houdini no negaba a

priori la existencia de los fenómenosparanormales, estaba abierto a cual-quier posibilidad siempre y cuando lepresentaran evidencias convincentes.Pero el fracaso fue desbordante, nohubo un solo médium que lo hicieradudar acerca de su falsedad. Así ytodo, el tiempo perdido no fue envano y quedó ampliamente com-pensado con su encarnizada campa-ña de desprestigio de estos abusa-dores de la credulidad pública.

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Houdini no negaba a priori la existencia de los fenómenos paranormales, estaba abierto acualquier posibilidad siempre y cuando lepresentaran evidencias convincentes. Pero el fracaso fue desbordante, no hubo unsolo médium que lo hiciera dudar acerca de su falsedad

Dos momentos de contraste en la vida de Houdini:la alegría con su madre, en 1908, y el dolor ante su tumba. La obsesión por conocer elmensaje que ella intentara dejarle antes de morir,marcó un nuevo rumbo en la carrera del artista y de sus vínculos con el espiritismo. M

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Retrato de Houdini en el año 1907, junto a sus dos ‘amores’, sumadre Cecilia Steiner Weiss y su esposa Beatrice. Arriba a laderecha está la dedicatoria del propio Houdini de su puño y letradonde se lee “My two sweethearts, Houdini”.

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El producto de sus investigaciones quedó muy biensellado en su magnífica obra publicada dos años antesde su muerte, A Magician Among the Spirits. En la In-troducción, ya nos anticipaba el final con las siguientespalabras: “...Como resultado de mis esfuerzos debo con-fesar que estoy más lejos que nunca de creer en la au-tenticidad de las manifestaciones espiritistas y, despuésde veinticinco años de ardiente investigación y empeño,aseguro que nada ha sido revelado para convencerme deque ha sido establecida la intercomunicación entre losespíritus de los muertos y aquellos que todavía están vi-vos” (Houdini, 1924, p. xii). El cierre de su última pá-gina, no fue menos duro y categórico: “No está en no-sotros probar que los médiums son deshonestos, está enellos probar que son honestos” (p. 270).

Durante todo ese período de ardua labor —que se ex-tendió hasta sus últimos días—, no desestimó recursosen la búsqueda de algún indicio que probara el contactocon el más allá. De esta manera, estableció numerosospactos con amigos para que, quien antes muriera, in-tentara comunicarse con el otro. Con esta idea en men-te, su esposa no podía quedar al margen, por lo que tan-to Bess como Harry fijaron su propio convenio con unmensaje cifrado que —posteriormente— daría muchoque hablar.

EL CÓDIGO SECRETOBess y Houdini tenían una canción predilecta cuyas es-trofas incluían el nombre Rosabelle. Para formar sumensaje, decidieron sumar a este nombre una segundapalabra que debía ser obtenida a través de un código se-creto de palabras claves que ellos acostumbraban a uti-lizar en sus presentaciones de transmisión de pensa-miento. Cada una de esas palabras tenía un equivalentenumérico que a su vez representaba la posición de unaletra en el alfabeto:

Pray = 1 = A Please = 6 = FAnswer = 2 = B Speak = 7 = GSay = 3 = C Quicky = 8 = HNow = 4 = D Look = 9 = ITell = 5 = E Be quick = 10 ó 0 = JA las letras restantes que —por su ubicación en el

alfabeto— les correspondían dos dígitos, se llegaba aellas por una combinación de dos palabras claves. Por

ejemplo, para la O(que es la decimo-quinta letra del alfa-beto) se necesitaríanlas palabras PRAY(1) y TELL (5); sifuera la T que ocupael vigésimo lugar, seindicará con la combinación ANSWER (2) - BE QUICK(0) (Christopher, 1975, pp. 128-129).De este modo, ambos convinieron que el mensaje co-dificado correcto debía ser: Rosabelle Believe (Rosabe-lle cree) que era la resultante de la siguiente combina-ción y orden de palabras claves:

Answer ➝ BTell ➝ EPray – Answer ➝ LLook ➝ ITell ➝ EAnswer – Answer ➝ VTell ➝ E

EL ESCAPE QUE NO FUESin duda, uno de los casos máspolémicos con el que se en-frentó Houdini en su lucha con-tra el fraude, fue con la deno-minada “Margery” la Médiumde Boston. Mina Crandon, talfue su verdadero nombre, al-canzó suma notoriedad en elaño 1924 por estar a punto deser galardonada con un premiode 2.500 dólares estadouni-denses. Esta tentadora suma la ofrecía la prestigiosa pu-blicación Scientific American a quien demostrara obje-tivamente alguna facultad paranormal. Una apreciaciónapresurada, y en ausencia de Houdini —quien se en-contraba de gira y también formaba parte del comité deinvestigación— casi pone en ridículo a la comunidadcientífica por tamaño error. A su regreso, Harry, el im-placable desmistificador, puso las cosas en orden ex-poniendo los trucos de Margery y ganándose una nuevaenemiga en su lucha contra el fraude.

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“No está en nosotros probar que losmédiums son deshonestos, está en ellosprobar que son honestos” (Houdini, 1924)

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Harry y Beatrice Houdini, en Niza, endiciembre de 1913.

Póster en el que Houdinianunciaba —como parte de su espectáculo— la exposición de losmédiums fraudulentos.

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Entre las lógicas manifes-taciones de odio que solía re-cibir, precisamente hubo unade Margery quien, a través dela supuesta voz de su espírituguía “Walter”, declaró en di-ciembre de 1924 que a HarryHoudini le quedaba menos deun año de vida (Weltman,1990, p. 758). Más que unapredicción fallida era una sin-cera expresión de deseos. Asíy todo, no pasó mucho más

tiempo para que sus deseos (y los de cientos de espiri-tistas) se hicieran realidad.

Ese mismo año Houdini firmó un contrato para dar24 conferencias en todo el país y en el otoño de 1925comenzó un tour con un espectáculo completo que in-cluía magia, escapes y la exposición de los médiumsfraudulentos.

Durante 1926 también trabajó intensamente y es-pecialmente octubre fue un mes muy ajetreado. El día7 enfermó Bess y cuatro días después el propio Houdi-ni sufrió una fractura del tobillo izquierdo mientras pre-sentaba La Celda del Tormento Acuático Chino en el Ca-pitol Theatre en Albany, Nueva York. A pesar de lasrecomendaciones médicas de reposo, Houdini continuócon sus funciones y, una semana después, se trasladóa Canadá para presentarse en el Princess Theatre enMontreal.

Aprovechando su estancia en dicho país, el ProfesorWilliam D. Tait, jefe del Departamento de Psicología dela Universidad McGill, le organizó —para la tarde del 19de octubre— una conferencia sobre espiritismo.

Mientras Houdini, con mucho cansancio y dolor ensu tobillo, deleitaba a su auditorio con las desmistifi-caciones de la médium Margery, del fakir Rahman Beyy de otros farsantes, el estudiante Samuel Smilovitz(conocido como Smiley) realizó un boceto en lápiz deldisertante. Una vez concluida la charla le mostró su obra

a Houdini y éste, como muestra de agrado y reconoci-miento, lo invitó al teatro para que el viernes siguientele realizara un retrato.

Y llegó el fatídico día. El 22 de octubre de 1926,Houdini se encontró con el joven estudiante de acuer-do a lo pactado. Smiley llegó acompañado con su ami-go Jack Price. No bien dispuestos en el camarín e ini-ciadas las primeras líneas del retrato, un tercerestudiante golpeó la puerta. Era Joselyn Gordon White-head, uno de los tantos universitarios que habían esta-do presentes en la conferencia de la Universidad McGilly que —durante la disertación— había consultado aHoudini sobre los milagros bíblicos. Como parte de larespuesta, le prestó un libro sobre el asunto a condiciónde que se lo devolviera antes de su partida. Y ahí esta-ba Whitehead cumpliendo con la devolución y aprove-chando para insistir sobre el mismo tema religioso. Hou-dini no le prestó mucha atención porque, mientrasSmiley le hacía el retrato, él leía su correspondencia.

En un momento dado, Whitehead interrogó a Houdiniacerca de su supuesta capacidad de resistir un golpe enel estómago. Aun cuando la respuesta afirmativa del ar-tista fue acompañada de la advertencia sobre la nece-sidad de una preparación muscular previa, el estudian-te decidió ponerlo a prueba anticipadamente. MientrasHoudini se ponía de pie para satisfacerle la duda, Whi-tehead le aplicó un fuertísimo puñetazo en el abdomeny, sin tiempo de recuperación y con pleno arrebato delocura, siguió golpeándolo enfurecidamente hasta quelos otros dos jóvenes lo separaron. Tal insensatez pron-to tuvo sus consecuencias. Houdini continuó con susfunciones a pesar del intenso dolor que le quedó por estos inesperados gol-pes. Camino en tren aDetroit, al otro día co-menzó con síntomasde fiebre que luegoserían confirmadoscon un diagnósticomédico de apendici-

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Whitehead interrogó a Houdini acerca de su supuesta capacidad de resistir un golpe en elestómago. Aun cuando la respuesta afirmativadel artista fue acompañada de la advertenciasobre la necesidad de una preparación muscularprevia, el estudiante decidió ponerlo a pruebaanticipadamente

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La médium Margery junto aHoudini y otros integrantes delcomité de Scientific American.

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Harry Houdini exhibiendo el premiode 10.000 dólares estadounidensesque él concedía a quien ledemostrara que poseía poderesparanormales.

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tis aguda. Empecinado en cumplir con su actuaciónnocturna a sala llena, se negó a hospitalizarse.

En la madrugada del 25 de octubre la situación yaera irresistible y a las 4,00 h a.m. fue internado en lahabitación 401 del Hospital Grace. Por la tarde el Dr.Charles Kennedy le practicó una apendicectomía, peroya el cuadro era irreversible: el apéndice estaba gan-grenado y la infección se había extendido irremedia-blemente.

Durante una semana intentó escapar a la muerte,pero en la mañana del domingo 31 de octubre se re-signó diciéndole a su hermano Theo: “Estoy cansadode luchar... Adivino que esta cosa está marchandopara llevarme” (Weltman, 1990, p. 760). Y no seequivocó, a las 1,30 h p.m. Houdini moría y un nue-vo mito nacía.

EL MENSAJE PENDIENTEBess, cumpliendo con el pacto que hiciera con su ma-rido, decidió mantener una oferta de 10.000 dólaresestadounidenses a quien pudiese revelar el mensaje co-dificado. Durante un período de quince meses, desfi-laron decenas de médiums con la intención de hacer-se con el premio, pero sin éxito. Cuando la esperanzade la viuda estaba a punto de declinar definitivamen-te, ocurrió un hecho que revirtió la situación y abrió unanueva puerta al espiritismo. Fue cuando entró en es-cena el médium Arthur Ford (pastor de la First Spiri-tualist Church de Nueva York) de la mano de su espíri-tu guía “David Fletcher” [ver recuadro].

Durante una sesión celebrada el 8 de febrero de1928, Ford declaró haber recibido un mensaje de la ma-dre de Houdini, esperado ansiosamente en vida por suhijo Harry. El mensaje era tan sólo una palabra: “forgi-ve” (perdona).

El paso siguiente fue comunicarle a Bess lo aconte-cido en dicha sesión. El impacto esperado tuvo sus re-sultados, al día siguiente la respuesta de Bess fue lobastante complaciente como para continuar con la granfarsa:

Mi querido Sr. Ford,Hoy he recibido la entrega especial de una carta fir-

mada por miembros de la First Spiritualist Church, quie-nes dan fe de que un pretendido mensaje de la madrede Houdini, fue recibido a través suyo.

Es extraño porque la palabra “forgive” es la palabraque Houdini esperó en vano toda su vida. Incluso éstefue el mensaje que él secretamente siempre esperó, y sise lo hubiesen dado mientras él aún estaba vivo, yo séque hubiera cambiado por completo el curso de su vida—pero llegó demasiado tarde—. Fuera de que existanuna o dos inexactitudes triviales —la madre de Houdi-

ni a él lo llamaba Ehrich— ahí no hay nada en el men-saje que pudiera ser contradictorio. También puedo de-cir que éste es el primer mensaje que he recibido el cualtiene una apariencia de verdad.

Sinceramente suya,BEATRICE HOUDINI

Si bien la carta de Bess subestimaba algunos erro-res, existió un olvido de grueso calibre que pone seria-mente en duda su estado emocional y anticipan un des-calabro mayor cuando reciba los mensajes posteriores.

El 13 de marzo de 1927 —casi un año antes de lasesión de Ford— el diario Brookling Eagle había publi-cado un reportaje sobre Bess en el que ésta se expla-yaba acerca del deseo frustrado de su esposo por escu-char a su madre muerta. Entre otras cosas, enfatizó quecualquier comunicación auténtica, debería haber in-cluido la palabra “forgive” (Christopher, 1975, p. 126).

Obviamente, esta palabra “deseada” estaba íntima-mente relacionada con la conflictiva situación que habíavivido Houdini con su hermano Leopold y la sospecha de si su madre —antes de morir— había intentado pe-dirle que lo perdonara. De todas maneras, el máximo in-terés de Bess no estaba depositado en un supuesto

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Aún con una fractura en su tobillo izquierdo, Houdini siguiópresentando La Celda del Tormento Acuático Chino.

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mensaje de su suegra sino en el de su propio esposo, perodesde entonces, la posibilidad de ello —olvido de pormedio— pasó a ser la conducente de una nueva patraña.

BELIEVE OR NOT BELIEVE? THAT´S THE QUESTIONÉsa fue la gran duda que quedó planteada a partir deuna serie de episodios un tanto confusos, que provoca-ron ratificaciones y rectificaciones por parte de Bess, ycobijaron más sospechas sobre su actitud que sobre lasdel propio médium.

A partir de noviembre de 1928, Arthur Ford comenzóa transmitir una serie de mensajes que —paulatinamen-

te y en el transcurso de ocho sesiones que se prolon-garon durante más de dos meses— completaron correc-tamente el mensaje codificado de Houdini-Bess. ¿Ca-sualidad, verdadera mediumnidad, u otro gran olvido?

La palabra inicial del mensaje, Rosabelle, se pro-nunció en las primeras sesiones. El 5 de enero de 1929,el supuesto espíritu “Fletcher” completó —aún en au-sencia de Bess— la secuencia con las nueve palabrasrestantes: Answer - Tell - Pray – Answer - Look -Tell -Answer – Answer – Tell (Responde – Di – Por favor –Responde – Mira – Di – Contesta – Contesta – Di). Tam-bién dio explícitas instrucciones para que se le comu-nicara a la interesada este resultado y se la invitara aparticipar en una próxima sesión.

El 8 de enero, en presencia de Bess y otros testigos,Ford actuó en su rol de médium repitiendo la secuenciade palabras claves y dio la interpretación correcta de susignificado: Rosabelle Believe (Rosabelle cree).

La “gran noticia” no tardó en divulgarse y práctica-mente no hubo medio que no se hiciera eco de la mis-ma. Presuroso, Ford no desaprovechó la conmoción y lehizo firmar a Bess (junto a tres testigos) una declaraciónen la que confirmaba todo lo expuesto en los siguientestérminos:

Nueva York, 9 de Enero de 1929Independientemente de cualquier manifestación

contraria, deseo declarar que el mensaje, en su totali-dad, y en la secuencia acordada, que me entregó ArthurFord, es el mensaje correcto convenido entre el señorHoudini y yo.

Beatrice HoudiniTESTIGOS:Harry R. Zander, Minnie Chester y John W. Stafford

La aseveración era categórica y ¿qué lugar a dudaspodía dejar la convic-ción de Bess al res-pecto? La respuesta a

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El 13 de marzo de 1927 —casi un año antes de lasesión de Ford— el diario Brookling Eagle habíapublicado un reportaje sobre Bess en el cual éstase explayaba acerca del deseo frustrado de suesposo por escuchar a su madre muerta. Entreotras cosas, enfatizó que cualquier comunicaciónauténtica, debería incluir la palabra “forgive”

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Certificado de muerte de Houdini. CO

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Carta de Bess confirmandola total exactitud del mensajetransmitido por Arthur Ford.

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esta pregunta también es con-tundente: muchas, y las certe-zas no pocas.

Los cuestionamientos sur-gieron de inmediato y no seahorraron duras críticas paraFord, ni mucho menos para lapropia esposa del gran Houdini.

¿INIMPUTABILIDAD?Se relaciona con el estado desalud de la esposa de Houdiniy, tal vez, podemos considerar-la la crítica más “benevolente” que pudo haber recibi-do Bess después de su carta del 9 de enero, si se tie-ne en cuenta que otras apuntaron directamente ainvolucrarla como parte de un gran fraude.

El primer dato curioso que surge, es el olvido yamencionado acerca de la palabra forgive que anuncia-ra Ford en la primera sesión y que fuera el detonantepara que Bess empezara a confiar en él. Recordemosque no había pasado ni un año de sus declaraciones alBrookling Eagle y esto, por supuesto, permite una levesospecha sobre la claridad mental de Bess. Si bien erarelativamente joven, se puede suponer que su estadoemocional no podía ser óptimo ante la pérdida irrepa-rable de su marido. El desaliento por no haber encon-trado un solo médium que le transmitiera el mensaje es-perado, también pudo haber sido un factor decisivo paraabrir una nueva esperanza y rendirse ante las revela-ciones de Ford.

Se sumaron algunos acontecimientos que —al me-nos en principio— refuerzan esta hipótesis. Aquel co-mienzo de año no había sido el mejor para Bess. Al pa-decimiento de una gripe, se agregó una caída en laescalera de su casa que le ocasionó lesiones en la co-lumna y —completando el cuadro de reveses— tuvo al-gunas manifestaciones delirantes que incluso fueron re-flejadas en los medios.

El 3 de enero de 1929, la periodista Rea Jaure delNew York Evening Graphic titulaba: Viuda enferma secomunica con Houdini. Evidentemente a la palabra en-ferma se le dio una doble connotación: física y psíqui-ca. Según la nota, en un estado de semidelirio, Bess gri-taba implorando a su difunto marido: “Harry, querido,¿porqué no vienes a mí desde el más allá?” y —con llan-to y resignación— concluía: “Yo sé que vendrás a mí, miquerido” (Christopher, 1969, p. 254).

Lo significativo es que la condición poco favorable deBess se mantuvo durante días, incluidas las fechas dela famosa sesión y posterior firma de la carta confirma-toria. El propio abogado de Bess, el Dr. Ernst, lo seña-

ló en una misiva de esta manera: “Con respecto al su-puesto mensaje de Ford... cuando la señora Houdini fir-mó el papel a efectos de que el mensaje era genuino,ella estaba confinada en su cama después de la caída,había estado tomando drogas y no estaba en condicio-nes de saber lo que estaba haciendo” (Christopher,1975, p. 130).

También hubo otras implicaciones que hicieron du-dar de su cordura. Mientras dejaba constancia —en lacarta del 9 de enero— de que el mensaje de Ford era to-talmente correcto, el New York World de la misma fechareproducía sus siguientes declaraciones: “Yo no teníaidea de qué combinación de palabras usaría Harry, ycuando él dijo ‘believe’, esto fue una sorpresa”.

¿Sorpresa?, sorpresa fue también otra manifestaciónpública suya acerca de otros dos mensajes que Houdi-ni había pactado con su amigo Remigius Weiss y con elconocido espiritista Arthur Conan Doyle. Consultadosambos al respecto, la negativa fue absoluta.

Según declaraciones de Bess, una copia del famosomensaje se encontraba en una caja fuerte del Manu-facturers Bank. Si bien prometió a los periodistas quemostraría ese documento después que mejorara su “ce-rebro enfermo”, nunca lo hizo. Su propio abogado, B. M.L. Ernst, tiempo después le reveló a M. Christopher quedicha copia sólo existía en su imaginación (Christopher,1975, p. 129).

Para sumar pruebas de su frágil memoria, es me-nester recordar que en 1928, precisamente meses o unaño antes de que Ford anunciara el código, Harold Ke-llock publicó su libro Houdini. His Life Story. From theRecollections and Documents of Beatrice Houdini.Como bien lo señala el título, la biografía estaba basa-da principalmente en los datos que proporcionó la pro-pia viuda. Lo significativo, y vaya nuevo descuido, esque el autor revelaba en la página 105 el código queHoudini y Bess utilizaban (Kellock, 1928).

Esta serie de hechos apenas sí nos aproximan al con-fuso contexto que imperó durante todo el proceso.

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Según declaraciones de Bess, una copia delfamoso mensaje se encontraba en una cajafuerte del Manufacturers Bank. Si bien prometióa los periodistas que mostraría ese documentodespués que mejorara su “cerebro enfermo”,nunca lo hizo. Su propio abogado, B. M. L. Ernst,tiempo después le reveló a M. Christopher quedicha copia sólo existía en su imaginación.

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¿COMPLICIDAD?Como no podía serde otra manera, lassospechas de fraudecomenzaron a co-brar peso y la éticade Bess se puso enduda al ser acusadade complicidad conFord.

El mayor escán-dalo provino de unartículo publicado el10 de enero en elGraphic con el rim-bombante título:Houdini message abig hoax! Ford ad-mits he got secretcode from magi-cian´s widow (¡El

mensaje de Houdini fue un gran fraude! Ford admiteque el código secreto lo obtuvo de la viuda del mago).

La crónica revelaba una reunión entre la periodistaRea Jaure y Arthur Ford en la cual, supuestamente, seobtuvo la confesión del médium de cómo se negoció elsecreto del mensaje de Houdini. Bess habría propor-cionado el mensaje completo para que Ford pudiera pro-mocionar adecuadamente una gira de conferencias queambos llevarían a cabo y, obviamente, les aseguraría ex-celentes ingresos.

Esta acusación nunca se pudo probar y la propia in-volucrada hizo su descargo en el mismo periódico conuna extensa carta publicada el 20 de enero de 1929. Endicha carta Bess reiteró enfáticamente que no fue par-te de ningún fraude y que nunca traicionó la verdad pro-porcionando las palabras del mensaje a Ford. El men-saje que había obtenido era el que estaba esperando desu marido y, si no fue por ayuda espiritual, ella no sa-bía de qué otra forma pudo haber sido. También la con-fundía el hecho de que existieran tantas historias al res-pecto, que muchos manifestaran que el mensaje ya era

conocido y que nadie se lo hubiera informado antes, de-jando que Ford finalmente se lo anunciara.

Más allá de su defensa, lo significativo fue que Bessno retomó vínculos con Ford y, hasta el final de sus días,sostuvo que nunca nadie la convenció de una verdade-ra comunicación con su difunto esposo. Esta aparente con-tradicción tal vez se entienda mejor con declaraciones pos-teriores que aparecieron publicadas el 26 de marzo de1933 en el New York Sunday Mirror: “Existió un momentoen que yo deseaba intensamente tener noticias de Harry.Yo estaba enferma, física y mentalmente, y tal era mi avi-dez que los espiritistas pudieron carcomer mi mente y ha-cerme creer que ellos realmente habían tenido noticiasde él” (Christopher, 1975, p. 134).

Y si esto no fuera suficiente, basta recordar que du-rante diez años continuó con sesiones públicas e infor-males en cada nuevo aniversario de la muerte de su es-poso. La última sesión a la que asistió fue celebrada el31 de octubre de 1936.

El 11 de febrero de 1943 Bess falleció sin habermodificado hasta ese momento su última desaprobacióna cualquier mensaje espiritista que sugiriera una co-municación con Houdini.

CONCLUSIÓNNunca se aportaron pruebas del verdadero mensaje quepactaron Houdini y Bess. Durante un tiempo, la viudasostuvo que existía copia de dicho mensaje en una cajafuerte bancaria, pero nunca mostró esa copia. El su-puesto mensaje fue reconocido como verdadero despuésque Arthur Ford lo anunciara y Bess lo avalara, pero eldocumento siempre faltó a la cita.

No caben dudas de que la salud mental de Bess noera la mejor, pero su deterioro psicofísico no invalida lahipótesis de una complicidad fraudulenta con Ford. Unamirada benigna a toda esta historia, bien puede hacer-nos suponer y aceptar lo último que ella dijo recono-ciendo su enfermedad y cómo los espiritistas le carco-mieron su mente.

El médium no era un corderito inocente y sus ante-cedentes no eran los mejores como para impedir que sedude de su honorabilidad. El toque de gracia a sus ma-

niobras fraudulentas fue dado, precisa-mente, por dos autores crédulos de lo pa-ranormal. En 1973 salió a la luz ArthurFord: The Man who Talked with the Dead,libro escrito por Allen Spraggett (pastorfundamentalista) y el reverendo WilliamRauscher (rector de la Iglesia Episcopal deCristo, Woodbury, Nueva Jersey). Ambosbiógrafos analizaron la documentación per-sonal del médium y revelaron cómo el pí-

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Desde el fallecimiento de Houdini, Besssiempre mantuvo la llama encendida de la esperanza y el deseo de unacomunicación con su esposo. La últimasesión la llevó a cabo el 31 de octubre de 1936, en el Hotel Kneckerbocker, de Hollywood (California, EEUU).

El 11 de febrero de 1943 Bess falleció sinhaber modificado hasta ese momento su última desaprobación a cualquiermensaje espiritista que sugiriera unacomunicación con Houdini

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caro Arthur Ford, al igual que Houdini cuando asom-braba con su rol de médium en la compañía del Dr. Hill,tampoco dejaba sus sesiones libradas al azar. El “trabajosucio” lo hacía personalmente o recurría a eficientes se-cretarios que se encargaban de proporcionarle suficienteinformación sobre los consultantes antes de cada sesión.Las principales fuentes de consulta eran la biblioteca deFiladelfia, los periódicos y —muy especialmente— ungran archivo de necrológicas que actualizaba perma-nentemente.Si no fuera que gran parte de ese archivofue destruido por orden expresa de Ford antes de su

muerte, seguramente hubieran encontrado el recorte delBrookling Eagle del 13 de marzo de 1927 y las decla-raciones de Bess sobre la palabra “forgive”.

Ante esta maraña de contradicciones, ratificacionesy rectificaciones, menos evidencias que certezas, rela-ción sospechosa de un ventajista profesional y una viu-da desequilibrada, la conjetura de Martin Gardner(1981) se impone con mucha probabilidad: “Mi opiniónes que Bess, enferma y alcoholizada en 1928, había di-vulgado el secreto, pero nunca fue capaz de admitirlodespués”. é

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ARTHUR FORD (1897-1971)Nació en Titusville, Florida (EEUU). Su padre fue un capitán de buques y su madreuna ferviente religiosa bautista. Sus inclinaciones religiosas fueron influenciadas porlas creencias de su madre pero, a la temprana edad de 16 años, aquellas sufrieronun giro hacia el espiritismo que le costó la expulsión de la iglesia bautista por here-jía. Se unió a la Christian Church y, en 1917, ingresó en la Universidad Transilvana,en Lexington, Kentucky.

Durante la Primera Guerra Mundial estuvo enrolado en el ejército de los EEUU y,una vez finalizado el conflicto, fue ordenado ministro de la Iglesia de los Discípulosde Cristo. Sus ideas heterodoxas y marcado interés por lo paranormal, prevalecieronante el manifiesto fastidio que provocaba en las autoridades de su iglesia.

En 1924 abandonó su iglesia y se declaró médium profesional a través de lasupuesta incorporación regular de un espíritu-guía canadiense de nombre “Fletcher”.David Fletcher habría sido un ex-compañero estudiantil de Ford, quien habría muer-to durante la Primera Guerra Mundial (Dangaard, 1977; Ellison, 1968; Gardner,1981).

El reverendo Ford estaba familiarizado con los trucos de magia por su amistad y colaboración con el ilusionista S. S.Henry, quien —entre otras ilusiones— presentaba Los Lienzos Espiritistas, un efectivo truco utilizado por dos médiumsde Chicago, las hermanas Bang (Booth, 1988; Christopher, 1969).

Su entrenamiento y carisma como orador pronto dieron sus frutos en sus presentaciones de médium clariaudiente(*).Un ardid muy explotado en la época y al que Ford no le negó su adhesión, fue el de las papeletas y sobres. El efecto con-siste en distribuir previamente algunos papelitos entre los espectadores para que escriban algún dato personal o pre-gunta que deseen que se les responda. Una vez escritos y ensobrados, son recogidos por uno o varios asistentes y que-dan a disposición del mentalista para el momento de su actuación. Tomando uno a uno los sobres cerrados, paulatinamenteva dando las respuestas o detalles correspondientes a cada espectador. En el caso de Ford, la miss en escene y respon-sabilidad del logro estaba puesta en la comunicación con su espíritu guía “Fletcher”.

Los métodos para lograr tal efecto son múltiples y bastante conocidos por los magos(**), pero —no conforme conesto— el ilusionista John Booth comentó la posibilidad del empleo de cómplices contratados por Arthur Ford para ase-gurar el éxito e impacto en sus sesiones públicas.

A estos antecedentes de importancia se sumarán otros determinantes de los cuales se sospechaba, pero que reciénfueron confirmados después de la muerte del médium.

La notoriedad del joven Ford tomó vuelo y trascendió mas allá de sus círculos de influencia, cuando el ámbito perio-dístico se revolucionó con los mensajes espiritistas que le diera a Beatrice Houdini. Fue una larga y controvertida histo-ria de dichos y contradichos que durante años ocupó los titulares de los periódicos y que los espiritistas quisieron vercomo una batalla ganada a la incredulidad creciente hacia sus prácticas que, en buena medida, fueron responsabilidaddel propio Harry Houdini en vida.

Notas(*) Se denomina así al médium que dice tener la capacidad de percibir los mensajes que supuestamente le dicta su espí-

ritu guía o control a través del oído.(**) Se puede encontrar una excelente reseña de la variedad de métodos para este fin en la obra de Corinda (1968),

capítulo Step Eleven, Questions and Answers (Readings), 335-360.

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Dentro de los pomposamente llamados “misterios de laciencia”, uno de los campos más propicios para las bro-mas y los fraudes es el de la ufología. A pesar de quegran parte de las observaciones de fenómenos u objetosno identificados no han sido invenciones, sino más biensimples confusiones y malas interpretaciones motivadaspor las creencias y la influencia de los clichés cultura-les de nuestra sociedad, los interesados y estudiosos deesta creencia social no han dejado de plantear la au-téntica incidencia de los fraudes y todo tipo de engañosentre esta “casuística”.

El autor de este artículo desea destacar que la dis-tinción entre “fraudes” y “no fraudes” no implica queentre los segundos haya extraterrestres, ni siquiera fe-nómenos extraños o poco conocidos por la ciencia, sinosólo testimonios de personas que dicen haber observa-do algo que no supieron identificar y a lo que, automá-ticamente, asignaron características que llevaron adescribirlos según el difundido icono del platillo volan-te u ovni.

Repito que la ufología es propicia para el engaño,tanto testimonial como fotográfico, y que unos fraudesquedan olvidados rápidamente y no tienen trascenden-cia social ni siquiera en el mundillo de la ufología, mien-tras otros causan todo un terremoto en esa zona de are-nas movedizas que es la ufología de feria, como unufólogo escéptico, con razón, la denominó.

Voy a pasar revista y a dar mi visión de unas pocas his-torias ufológicas con total independencia y libertad in-telectual, sin sentirme amarrado a ninguna fidelidad —más allá de las que la amistad y el trabajo serio me hanprocurado—, sin participar jamás del circo ufológico comodefensor de su causa; al contrario, como iluso portadorde una utopía negativa: la de la explicación total, abso-

luta y definitiva de cada uno de los“casos ovni” con los que me heido tropezando, licuacióncompleta de un mito basadoen la media verdad, las “men-tes abiertas” y los galileos re-divivos, las patrañas de unabuena porción de “investigado-res”, la observación, quizá, de ciertos fenómenos de lanaturaleza poco frecuentes y una arraigada creencia cua-si-religiosa en visitas de seres extraterrestres a nuestroplaneta.

Los extraterrestres, de una forma u otra, son com-pañeros de viaje de la cultura humana, unas veces másalejados, otras más cercanos. Se han metido en nuestrosdormitorios, sirvieron de materia de discusión a Aristó-teles y Demócrito, nos han ofrecido ingenuas orienta-ciones a través de contactados que bebieron en fuentesocultistas decimonónicas, convirtieron a Giordano Bru-no en un pluralista socarrado, sirvieron a Kant para di-vagar sobre ilustrados alienígenas o destruyen de unbombazo la Casa Blanca en una película propagandís-tica norteamericana. Siempre entre nosotros. Un refle-jo de nosotros. ¡Para este largo viaje no nos hacían fal-ta las alforjas ufológicas!

LA GUERRA DE ORSON WELLESPuede parecer inapropiado que comience mi revisión dealgunas tomaduras de pelo ufológicas con un sucesoque ocurrió en 1938, cuando según los hagiógrafos dela ufología ésta no había comenzado. Pero la conocidaemisión radiofónica de Orson Welles demuestra que enla mentalidad de los occidentales de 1938 la existenciade extraterrestres era una posibilidad real, una creencia

latente. En caso contrario nadie habría prestadoatención a la increíble ocurrencia de ese por-tentoso narrador cinematográfico. La intenciónde Welles no era gastar una broma a los ufólogos—de hecho no los había entonces, aunque sí al-guna especie de “padre ideológico” de los mis-mos, como Raymond Palmer— sino revitalizar unprograma radiofónico falto de audiencia.

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Unos fraudes quedan olvidadosrápidamente; otros causan todo unterremoto en esa zona de arenasmovedizas que es la ufología de feria

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¿Cómo es posible que miles de americanos picaranel anzuelo lanzado por Orson aquella tarde? Como he co-mentado, la idea de lo extraterrestre no era nueva en1938 y tampoco la de naves voladoras tripuladas.Ambas cosas formaban parte ya de la iconografía aéreacolectiva de los norteamericanos. Quizá el antecedentemás cercano sea el de las observaciones de las naves aé-reas de 1896 y 1897 a lo largo de toda la Unión Ame-ricana. Se suele citar esta interesante colección de ob-servaciones de naves de origen desconocido en los cieloscomo un precursor de la paranoia ufológica que se de-sataría medio siglo más tarde. La ambigüedad del cie-lo nocturno, la emoción del público por el supuesto lo-gro aeronáutico, más los fraudes de la prensa (aunqueno existía la radio comercial ni la televisión sí existía yael telégrafo y las noticias, que junto con los engaños, co-rrían rápidamente a la velocidad de la luz de un lado aotro del país), contribuyeron a que el americano quequería ver naves aéreas las viera1. Se parece mucho a loque ocurriría cincuenta años después en todo Occidente.

Como es sabido, la idea de hacer venir unos malva-dos marcianos a la Tierra fue de Herbert Georg Wells,que en 1898 había publicado en Londres La guerra delos mundos. Esta novela hace uso de la destructiva lle-gada de los habitantes del planeta rojo para criticar elcolonialismo de las potencias occidentales. La arrogan-cia de los países que disponían de colonias se plasma-ba en la administración de lejanas tierras como algo be-neficioso para esos mismos países e incluso para lospropios colonizados, que accedían de esta manera al“progreso”. Wells quiso mostrar un Occidente coloniza-do por entidades poseedoras de una tecnología superiora la conocida entonces2, momentáneo cambio de rol que

pareció quedar en esta-do larvado hasta que alcineasta norteamericanose le ocurrió representarla novela como si de unacrónica periodística setratara.

El sociólogo Hadley Cantril recogió testimoniosasombrosos en su famoso estudio sobre el pánico de-satado como consecuencia de la emisión radiofónica3.Uno de los oyentes estaba convencido de haber olido elgas y sentido los rayos térmicos descritos por los perio-distas, mientras que otro sufrió un desmayo a causa delmismo gas inexistente. No queda ahí la cosa: durante latransmisión varios individuos informaron a la policía delas maniobras de los marcianos aterrizados en NuevaJersey (EEUU); otro observó el fuego descrito en la ra-dio y algunos pudieron escuchar los disparos de las ar-mas marcianas...

Más frecuentemente, el estímulo inicial es real y per-fectamente conocido. En estas ocasiones la fabricaciónde percepciones “anómalas” es un exquisito bocadopara los intérpretes de las creencias contemporáneas. Eldetonante puede ser un fenómeno muy espectacular ypoco usual, aunque no es imprescindible. Los episodiosde lanzamiento de misiles, por ejemplo, han dado origena relatos si no tan impactantes como los de la ocurren-cia orsoniana sí con el mismo aire de familia: el temory la total subjetividad de percepción humana. Veamosalgunos.

Miles de canarios pudieron divisar entre 1974 y1979 una serie de cinco espectaculares fenómenos ori-ginados por lanzamientos balísticos4. En cuanto a losefectos subjetivos destacan los siguientes:

■ El 22 de noviembre de 1974, sobre las 19,30 h—hora local—, fueron vistos ascender desde el horizontetres objetos circulares de luminosidad rojiza que provo-

caban brillantes círculos concéntricos.También los habitantes del cercano archi-piélago de Madeira pudieron contemplar losefectos causados en la alta atmósfera porlos tres misiles Poseidón. En la prensa ma-deirense (Jornal de Noticias, 23-11-1974)puede leerse que “el impacto causado en-tre la población fue muy intenso, la gentese refugió en sus casas y hubo escenas in-descriptibles, con frecuentes desmayos”.

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Uno de los oyentes de la emisiónradiofónica de Orson Welles estabaconvencido de haber olido el gas ysentido los rayos térmicos de losinexistentes extraterrestres

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■ El 22 de junio de 1976, alrededor de las 22,30 h,un médico de la localidad grancanaria de Gáldar con-fundía otra gran esfera de gases expulsados por otro mi-sil Poseidón, con la nave en la que volaban dos extra-terrestres de color rojo, aberrante percepción que acabóconvirtiéndose en uno de los clásicos de la amañada his-toria ufológica española5.

■ El 5 de marzo de 1979 un punto luminoso fue vis-to ascender desde el horizonte occidental hasta trans-formarse en una enorme campana luminosa, productode los gases de la combustión que servía de impulso almisil, también de tipo Poseidón. El fenómeno, como enlos otros casos similares, se desarrolló a unos mil kilóme-tros al oeste de las costas canarias, circunstancia real-mente difícil de percibir para los asombrados testigos.Uno de ellos, que se encontraba muy cerca de la basedel Teide (Tenerife), sintió un zumbido penetrante quehizo estremecer sus oídos, al mismo tiempo que unospinos cercanos al lugar movían sus ramas. Al testigo leextrañó que se formaran unos remolinos de polvo en lascercanías. Los tripulantes de un petrolero que se dirigíaa Santa Cruz desde Las Palmas percibieron “algún rui-do que partía de aquel raro objeto” (El Día, 9-3-1979).Un anciano de Tejeda (Gran Canaria) rompió a llorar deemoción al ver el fenómeno, ya que sabía que Cristohabía dicho que cuando fuese el fin del mundo todoslos cristianos lo verían... (La Provincia, 3-3-1979).

Vale la pena recordar que uno de los “testigos” de lainvasión patrocinada por Orson Welles aseguró que “lasllamas que circundaban la nación eran las llamas del fin

del mundo”. De igual forma fenómenos mucho menosimpactantes como una conjunción planetaria tambiénhan originado inverosímiles testimonios. Así, el deunos vecinos de Murcia que el 24 de febrero de 1999describieron una conjunción de Venus y Júpiter como“una cosa suspendida en el cielo que bajaba a gran ve-locidad”. Se pueden rescatar centenares de interpreta-ciones como las citadas de entre toda la casuística delos “ovnis”.

¿Dónde queda la supuesta infalibilidad de los testi-gos de los ovnis, esa especie de oráculos en manos delos tradicionales fabricantes de misterios? ¿Cómo inter-pretar a la luz de los testimonios citados absolutamen-te subjetivos la ingente cantidad de relatos de ovnis dealta extrañeza? ¿Cuántos habrán tenido su origen en fe-nómenos triviales exagerados o malinterpretados por tes-tigos propensos o predispuestos?

Como es lógico, no todas las informaciones relacio-nadas con los extraterrestres que se han divulgado hantenido el mismo efecto. El episodio de Welles es un casoextremo pero nos permite concluir que los medios de co-municación influyen decisivamente en la percepción so-cial de los individuos. Bien sea el caso de una lejana es-tela en expansión de un misil que es interpretada comouna nave de origen desconocido, bien el de unos irrea-les marcianos que nos están invadiendo, nuestra men-te genera percepciones, adorna y exagera otras, apo-yándose en nuestras creencias previas, nuestros deseosy temores.

FABRICANDO OVNISEl experimento pionero en España en el campo de la ge-neración artificial de testimonios ufológicos es el Pro-yecto Iván, comandado en 1978 entre otros por FélixAres de Blas, actual director del Museo Miramón Kut-xaespacio de San Sebastián y veterano interesado en lamitología de los platillos volantes6. El origen de esta bro-ma estuvo en la curiosidad de un grupo de interesadosen el fenómeno de los ovnis por probar si podía gene-rarse una oleada, o acumulación de noticias en un in-tervalo de tiempo bien delimitado, de forma artificial ypremeditada, lo cual supondría una nueva faceta de laindistinción ufológica: si el investigador serio siempre se

ha apercibido de que los casos no expli-cados no poseen rasgos definitorios oemergentes con respecto a los explica-dos, ahora podríamos extender esta ca-racterística a las oleadas. A pesar de laindignación de los “ufólogos de campo”—por usar esa engañosa y ridícula ter-minología por ellos propuesta— el expe-rimento fue un éxito, en particular la úl-

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¿Cómo interpretar a la luz de testimoniosabsolutamente subjetivos la ingente cantidad de relatos de ovnis de alta extrañeza?

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tima fase del mismo, donde se escenificaría la fantás-tica aparición de un ovni con toda la barba.

La primera etapa del proyecto, durante diciembre de1978, fue sensibilizar a la opinión pública local irune-sa mediante la inserción de notas en la prensa sobrepresuntas observaciones de ovnis. Una vez caldeado elambiente la oleada surgió como una epidemia desatadapor los falsos casos divulgados por el Colectivo: era po-sible inducir una oleada “verdadera” a partir de otra fal-sa. Primera prueba empírica, primer acierto.

A continuación los ufólogos confeccionaron un au-téntico objeto volante no identificado mediante los fa-ros de un coche y otras dos luces si-milares, alimentadas por la batería delvehículo. En realidad, no había másque cuatro luces de coche y unosflashes de una cámara fotográfica quese encendían simultáneamente.Gorostiaga, cerca de las Peñas de Ayade Irún, fue el lugar elegido, la nochedel 4 de enero de 1979, con Lunanueva. ¡Ahí es nada!: para algunos testigos el ovni au-mentaba y disminuía de tamaño e incluso ¡”vieron” ate-rrizar el aparato! La opinión generalizada en la localidadguipuzcoana es que se trató de una nave extraterrestrey según un electricista era imposible que se tratase deun trucaje (en otros casos fraudulentos nos encontramoscon “cualificados dictámenes” similares al citado,como el de un fotógrafo que concluyó que no había en-gaño alguno en las fotos de unos papelitos de forma len-ticular pegados en el cristal de una ventana por un niñoen junio de 1978 en Las Palmas de Gran Canaria...).Otros interesantes testimonios se refieren a la localiza-ción exacta del fenómeno, su dinámica y las coloracio-nes que presentaba.

Todo ello permitió obtener importantes conclusionesa tener en cuenta cuando leamos un testimonio sobre laobservación de un fenómeno extraño. Esta prevención oduda básica significa un órdago a lo grande para la ufo-logía comercial, que ha preferido ocultarlo al quedar enevidencia las débiles bases argumentales en las que seapoya el sucedáneo de investigación en el que habi-tualmente se ocupa, pura figuración social que seaprovecha de la ignorancia de los consumidores de“misterios”.

El exitoso experimento ufológico tuvo un colofón des-ternillante cuando el periodista Juan José Benítez echómano de esta historia para desprestigiar a sus autores,que habían defenestrado completamente el caso de lasfalsas huellas de Gallarta de 19777. La verdad es queuno llega a dudar de la capacidad de hilar razonamien-tos coherentes del inventor navarro cuando lee su réplica

a los definitivos comentarios de los ivanitas en el nú-mero 50 de Mundo Desconocido: “¿Quién me garanti-za que no están tratando de manipular igualmente elcaso Gallarta?”, aseguraba con indudable desparpajo elnovelista al ver cómo se venía abajo su aberrante inter-pretación de las palabras del incalificable testigo de Ga-llarta.

Pero parece que la implicación indirecta de Benítezen el Proyecto Iván no quedó ahí. A pesar de que negóhaber acudido a entrevistar a los testigos de los ovnisprefabricados, al año siguiente escribió en El mundo delos ovnis: “Mis primeros pasos tras los ovnis en 1979

me llevaron a las tierras de Guipúzcoa. El 4 de ese mesde enero, varios de estos objetos —silenciosos, lumi-nosos y veloces como el viento— fueron observados porlos testigos de las Peñas de Aya, desde el faro de Fuen-terrabía y desde la plaza de San Juan de Irún, así comodesde otras zonas de la población y alrededores. Fuetoda una oleada ovni [aquí acierta Benítez, sin duda].Los objetos —según explicaron los cientos de testigos—eran circulares y despedían luces rojas, verdes, blancasy amarillas. En el caso de los cuatro jóvenes que se en-contraban en Fuenterrabía [finaliza el más genuino “in-vestigador de campo” de la ufología española] el ovniterminó por ocultarse en el Cantábrico, a la altura apro-ximada de Hendaya”8.

Que el lector extraiga sus propias conclusiones sobrela infatigable ufología de campo y playa.

BASES DE OVNIS EN LA TIERRAOtro hilarante episodio que, con el paso de los años, diopie a jugosas enseñanzas es el de la novela Bases de ov-nis en la Tierra, firmada con el seudónimo DouglasO´Brien por el periodista zaragozano Javier Esteban, me-recido e implacable fustigador de cuantos Indiana Jonesde lo “anómalo” se ponen a su alcance.

La obra9 trata de las correrías autobiográficas de unagente secreto de la CIA que trata de evitar que se co-nozca la verdad ocultada por los gobiernos a la pobla-ción sobre los platillos volantes. Según declaró el pro-pio autor “desde el momento de la publicación de lanovela, hasta fechas bien recientes, tuve que aguantarel acoso de los que investigan tonterías y soportar la pu-

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El “ovni” del Proyecto Iván aumentabay disminuía de tamaño e incluso¡vieron aterrizar el “aparato”!

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blicación de artículos en los que se me reclamaba queconfesase la verdad”. Estamos ante una de las mayorestomaduras de pelo de la historia al irracionalismo sen-sacionalista: se extendió en el tiempo durante más dequince años y casi todos los líderes de lo ufológico-pa-ranormal en España picaron el anzuelo. Tanto lo picaronque alguno lo hizo suyo y lo regurgitó, plagiando las in-venciones de Esteban.

Otros, como Bruno Cardeñosa, se dedicaron a escri-bir resentidos artículos una vez que Esteban destapóque todo se trató de una monumental farsa10, dondeademás de acusar a nuestro periodista especula con lacalumniosa posibilidad de que Vicente-Juan BallesterOlmos y Joan Plana fueran dos de esos ufólogos paga-dos por las autoridades para “desacreditar” el fenóme-no ovni. Para debunkizar cada una de las afirmaciones

de Cardeñosa necesitaríamos un espacio del que no dis-ponemos aquí, pero baste decir que se trató de un pa-ranoico ataque contra el sentido común, con el torpe yrudimentario estilo de aquellos que pretenden deformarla realidad a su conveniencia.

Esteban se pasó una década y pico toreando a losufólogos de campo de nuestro país. En una ocasión sepresentó ante Juan José Benítez como espía del go-bierno americano; en otra como escéptico ante Carde-ñosa, cosa que éste, con su habitual buen juicio, no cre-yó aun siendo cierto. La doble jugada de Esteban fuenotoria: se hizo pasar por espía que era presionado porsus superiores que a la vez deseaba entrar en ARP (Al-ternativa Racional a las Pseudociencias) para “realizarla labor que tengo que hacer”, todo ello para mantenervivas las enormes tragaderas del ufólogo zaragozano yperpetuar el engaño, como podemos leer en su panfle-to publicado en Más Allá. Cardeñosa finaliza su artícu-lo afirmando que “quizá nunca sabremos si EstebanAller es un farsante, o un verdadero ‘topo infiltrado’ y talvez la publicación de este reportaje le motive a contarla verdad”. Pero la verdad ya la había contado Javier Es-teban un año antes de que Bruno publicase su artícu-lo-rabieta: todo quedó al descubierto en 1996 en un his-tórico artículo publicado en la revista La AlternativaRacional11.

Increíblemente, los fantasiosos sucesos del libro deEsteban fueron fagocitados y digeridos sin problema porBenítez, que llegó a escribir que había obtenido la in-formación de sus contactos en las esferas militares nor-teamericanas. Entre otras referencias baste recordar laque publicó El Heraldo de Aragón en agosto de 1983.En este disparatado artículo nos informa sobre el acci-dente de un avión P-3 norteamericano en la isla cana-ria de El Hierro el 11 de diciembre de 1977 (Benítez,al igual que el canario Francisco Padrón, reproduce elgazapo de Esteban al situar el suceso en 1978) que ha-bría sido atacado por un ovni. Por supuesto el sucesofue debido a causas humanas más la conjunción de fac-tores meteorológicos y tecnológicos12. Un auténtico ex-pediente X canario...

UNA “ALERTA OVNI” HISTÓRICAEn los años setenta y ochenta del siglo XX, el mito de los

platillos volantes estaba vivo en nuestro país,mucho más que ahora, que se reduce a noticiasde relleno en las páginas de revistas que hanquedado convertidas en productos nuevaeristasy de difusión de insensateces neo-vondänike-neanas. Las observaciones eran frecuentes y losmedios de comunicación se hacían eco con unadedicación impensable hoy en día.

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Javier Esteban se pasó una década y pico toreando a los ufólogos de campo de nuestro país

J.ES

TEBA

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Portada de la novela Bases de ovnis en la Tierra.

Page 24: El regreso de los visionarios

Una de las manifestacionessociales del mito eran las “aler-tas ovni”, concentraciones mul-titudinarias de creyentes —y al-gún escéptico con espíritu deantropólogo— que acudían a lallamada de un contactado o de lapublicidad de una emisora de ra-dio. La alerta ovni más impor-tante de las que se celebraron enEspaña fue la que tuvo lugar el24 de junio de 1989 en el Parque Nacional del Teide(Tenerife), en el mirador de La Ruleta.

La organización puso a disposición de las personasinteresadas en acudir un servicio gratuito de guaguas —autobuses— desde la Plaza de España en Santa Cruz deTenerife hasta el Parque Nacional, que, unido a la grancantidad de coches particulares, produjo largas carava-nas en las carreteras de acceso. De hecho, las guaguasde la organización estuvieron detenidas alrededor de unahora en el cruce de Arafo, hasta que las fuerzas poli-ciales les permitieron continuar hacia el volcánico pai-saje ya colapsado. Cuando llegamos al lugar, alrededorde las 11 de la noche, se habían reunido unas 10.000personas a la llamada de los organizadores (¿o de losET?).

Previamente al acto, el ambiente se había calenta-do adecuadamente a través de numerosas insercionespublicitarias a página completa en la prensa local, asícomo por medio de intervenciones radiofónicas en lasque destacados personajes de la subcultura de lo para-normal, tanto canarios como peninsulares, daban su vi-sión del acto.

El promotor fue el programa radiofónico Espacio enBlanco, que todavía hoy presenta Miguel Blanco, uno de

esos camaleones del misterio que ante los más abe-rrantes ejemplos televisivos de la irracionalidad se dis-fraza de escéptico y pocas horas después intenta que losoyentes de su emisión radiofónica traguen carros y ca-rretas misteriosos. El contacto en la isla del programaera el ocultólogo local Francisco Padrón, que no tuvo in-conveniente en afirmar en un artículo periodístico quese trata de “... una gran reunión en el Parque Nacionalcon el fin de aprovechar esa energía telúrica y, tras unejercicio de relajación, emitirla con ideas positivas depaz y armonía, proyectándola hacia todo el planeta”. Depaso, “se aprovechará este acto para invitar a los tripu-lantes de las naves extraterrestres a que efectúen unaaparición y que se unan a esta manifestación de buenavoluntad”13.

Se les invita y ni siquiera tienen el detalle de decirque no iban a aparecer; un poco maleducados estos ex-traterrestres... Las Cañadas del Teide es lugar predilec-to para los aficionados a los misterios y a las energías nomensurables. Padrón informaba a sus lectores en el mis-mo artículo de las cosas que pueden pasar en el bellopaisaje: “Especialistas en cuestiones esotéricas o para-normales y en receptividad vibracional cosmo-telúricahan afirmado que en la zona existe una energía especial.

Y como enclave misterioso también aquí ocurren he-chos sorprendentes: luces que aparecen y desapare-cen, seres gigantescos o, por el contrario, bajitos ycabezones que tiran piedras a los testigos, ruidos depotentes turbinas que se escuchan a altas horas dela madrugada, música que no se sabe de dónde seemite, discos metálicos o luminosos que se detienenen lo alto de un grupo de personas o de coches, quelanzan un rayo cegador, un jeep que persigue, sindarle alcance, a una esfera luminosa que brinca anteellos...”.

Así, como lo han leído, sin quitar ni poner ni unacoma ni una tilde. Estos disparatados rumores, cul-

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En la alerta ovni de Las Cañadas del Teide en1989 los que esperaban la “receptividadvibracional cosmo-telúrica” se encontraron conun gran globo sonda y una magnífica linterna deseñales de color rojo-naranja

CORT

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ALÍA

Instantánea de la alerta ovni de Las Cañadas delTeide el 24 de junio de 1989.

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tivados durante años en los irracionales ambientesmisteriófilos canarios, son los que probablemente mu-chos de los asistentes a la alerta ovni querían confirmaresa noche.

El conductor de Espacio en Blanco tampoco teníapelos en la lengua: “Contactados de todo el mundo coin-ciden en los mismos mensajes y todos dicen que algoestá a punto de ocurrir. Es como si de repente la últimaparte del plan (sic) se hubiera despertado y muchoscoinciden que tiene algo que ver con el día de hoy. Losmensajes coinciden en que es necesario crear una con-centración de personas para que den una prueba irre-futable de que están entre nosotros...”14.

Según el “experto” canario no se divisó ningún ovniaquella noche pero en una información enviada junto conJavier Sierra a la revista Cuadernos de Ufología y publi-cada en septiembre de ese mismo año “... en el entor-no de las islas sí se produjeron algunas observaciones”15.

Probablemente hubo, como suele ser habitual, opi-niones para todos los gustos, pero, para este autor, laalerta fue un fracaso a pesar de los 20.000 vatios de luzy los 10.000 de sonido empleados en un montaje quepretendía recordar al de una fantasiosa película de Ste-ven Spielberg.

Yo esperaba la bajada de las naves extraterrestrespero lo único que bajó allí fue la temperatura, que ron-daba los 0 grados (ni frío ni calor, que diría un bromis-ta) e “imaginé” algo más que una descomunal tomadurade pelo a los miles de personas que acudieron por par-te de los organizadores. Para otros, seguramente, sig-nificó toda una experiencia de comunicación, un actocolectivo de identificación con los seres del espacio através de los años luz que nos separan. Algunos tambiéndebieron ver ovnis, aunque quizá se trató de los avionesque sobrevolaron la isla durante la alerta y que provo-caban murmullos entre los asistentes; quien se atrevíaa apuntar esta posibilidad —me señalo a mí mismo—era mirado como si de un aguafiestas se tratara; o, talvez, los bromistas que, cerca del cráter del Teide, se de-dicaban a apuntar con linternas hacia la multitud con-gregada propiciara el anhelado cambio de conciencia...

O quizá se trató de Lluís Tomàs Roig, que trabajabaen aquélla época en el Instituto de Astrofísica de Cana-rias y que junto con dos compañeros se encontraba con-

templando desde el observatorio de Izaña la larga colade vehículos que se dirigía a Las Cañadas, al mismo tiem-po que se preguntaban por la poderosa razón que movíaa tanta gente a pasar una noche en vela. “Para algunos—nos relató Tomàs Roig— se trataba de pasar el rato, ce-nando y bebiendo con los amigos, pero para muchos, setrataba de algo muy serio: ¡Entrar en contacto con los ex-traterrestres! No podían quedar defraudados. Había quehacer algo”. La experiencia de Tomàs Roig y sus colegas,en hilarante línea ivaniana, ha permanecido oculta has-ta este momento. Muchos kilómetros de investigación decampo he tenido que recorrer para que finalmente mi con-fidente me aportara todos los detalles. Tuve que reunir-

me con varios soplones del Ejército y otros pocosdel CESID para que, todos a una, presionaran alautor que pergeñó esta puesta en escena.

En una reunión secreta, Lluís Tomàs Roigconfesó que había en el observatorio del Teidematerial sobrante de las prospecciones paradeterminar si Izaña era el lugar ideal para ins-talar los telescopios solares. Disponían de un

gran globo-sonda, de una enorme cometa, botellas dehidrógeno y pintura fluorescente. “Ah!, y una magnífi-ca linterna de señales de color rojo-naranja”, agregónuestro informante. ¡Un tesoro para McGiver y para estossolares guasones! En un abrir y cerrar de ojos planearony confeccionaron el “ovni”. Pintaron parte del globo,introdujeron en él la linterna y utilizaron el largo cablede recogida de la cometa para mantener el globo bajocontrol. Cargaron todo el material en un Land Rover jun-to con la botella de hidrógeno y se dirigieron a LasCañadas.

Ya de noche, se ocultaron entre unas retamas (arbus-tos autóctonos del Parque Nacional) y procedieron ainflar el globo. Naturalmente, entre las prisas, los ner-vios, el temor a ser descubiertos y la falta de experien-cia, la cosa no podía funcionar bien, pero durante algu-nos minutos el extraño artefacto voló majestuoso porencima de la reunión cósmica. “Oíamos algunos gritosde gente extrañada. ¡Ahí están!, decían unos”, nos ase-guró Tomàs Roig. En la carretera cercana un taxista fre-nó en seco, lo que produjo un pequeño choque en cade-na de cuatro coches... Viendo que la gente se dispersabay que algún grupo se dirigía rápidamente hacia el lugaren el que se encontraban escondidos los astrónomos,éstos cortaron el cable que sujetaba el globo y éste desa-pareció en lo alto.

El astrónomo recuerda la experiencia como muyemocionante y al mismo tiempo divertida. “Además,ofrecimos a alguien precisamente lo que deseaba: verovnis”, aseguró finalmente. ¿Fue ésta la respuesta a lallamada cósmica efectuada por Blanco y Padrón?

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Dos mil personas contemplaron elestupendo fraude del globo con luces en Frontera (El Hierro) en 1995

Page 26: El regreso de los visionarios

EL GLOBO DE FRONTERA (EL HIERRO)En este último episodio desconocemos la identidad delos bromistas, pero sí se dispone, tras la correspondienteinvestigación de campo —que no se diga y haciendo ho-nor a mi apellido— del testimonio de una persona, Car-melo Padrón, que observó cómo manipulaban el objetousado para el monumental fraude16.

El caso pudo haberse convertido en uno de los his-tóricos de la ufología española: pocos son los sucesoscatalogados como “ovni” que contaron con 2.000 tes-tigos, reunidos con motivo de una verbena popular lanoche del 12 de agosto de 1995 hasta las 2 de la maña-na en la localidad de Frontera (El Hierro). Se trató de laobservación de una luz roja fija y cuatro o cinco blancasalrededor que se encendían intermitentemente a granvelocidad. El fenómeno permanecía prácticamente estático, con ligeros balanceos, aunque según algunostestimonios realizaba “movimientos imposibles para cual-quier objeto conocido”.

Ya sabemos qué crédito hay que otorgar a estas afir-maciones... Pero tras la espectacular aparición no se ocul-taba otra cosa que una sencilla instalación eléctrica y unascuantas bombillas dispuestas para asombrar a la con-currencia. Un testigo, Carmelo Padrón, tuvo la suerte dedescubrir a contraluz el globo del que colgaba el ovni pre-fabricado cuyos manipuladores cortaron el cable que lomantenía atado a tierra cuando se apercibieron de quehabían sido descubiertos. En ese momento el artilugiose elevó y desapareció, tal y como los testigos describierondesde la parte inferior del barrio.

El análisis de las imágenes videográficas obtenidaspor un cámara de una televisión local tinerfeña despla-zada a la isla no mostró elemento alguno de extrañeza;sus características encajan con las que serían de espe-rar en el caso de que se hubiese tratado de un sencillodispositivo eléctrico luminoso elevado por un globo.

Lógicamente esta explicación recibió críticas por par-te de los adalides de lo enigmático, ofendidos ante la es-trepitosa caída del suceso. Se pudo leer a algún ocultistacanario que “2.000 personas no pueden haber sido en-gañadas” o que “todos los testigos eran unos tontos al

dejarse engañar por una broma de tal ca-libre”, ejemplos de acartonada ironía, úl-timo recurso ante la inexistencia depruebas que demuestren la extrañeza deun fenómeno. Me gustaría saber cómo hancomprobado esos visitantes asiduos de los“estados vibratorios paralelos” que todoslos testigos se tragaron la broma o cuán-tos pensaron que estaban ante un fenó-meno luminoso extraño y platillesco.

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CORT

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Imagen de la calle de Frontera (El Hierro) donde secelebró la verbena el 12 de agosto de 1995. Al fondo, entre la bruma, el pico de Malpaso, sobre el queaparentaba estar el “ovni” aunque en realidad el globocon las luces que motivó la confusión se hallaba muchomás bajo.

Dibujo del globo observado por Carmelo Padrón, que motivó laobservación de El Hierro el 12 de agostode 1995.

Page 27: El regreso de los visionarios

Podemos estar seguros de que no todos los herreñospresentes en el lugar cayeron en la trampa. De hecho,un año después de la observación aún circulaba en lazona el rumor de que se había tratado de un engaño, po-siblemente perpetrado por unos turistas alemanes quese estaban alojando en un hotel cercano al lugar; muycerca de donde Carmelo Padrón pudo descubrir a losmanipuladores del artilugio luminoso.

Los propagandistas de Canarias como “tierra de mis-terios” suelen estafar al extranjero asegurando que enestas islas tienen lugar hechos misteriosos cada fin desemana. Quizá los autores de la broma sabían de estaabsurda leyenda y decidieron hacer uso de ella para pa-sar una divertida noche.

Estoy seguro que Orson Welles, los componentes delproyecto Iván, Javier Esteban, Lluís Tomàs Roig y los fa-bricantes del super-ovni de caucho de El Hierro rieronsatisfechos cuando tuvieron conocimiento de los resul-tados de sus ocurrencias, útiles bromas para saber a quéatenernos ante informadores acríticos y ante testimoniosrespetables pero de validez científica nula. ¿Podemosesperar algo más del periodismo ufológico y de la mo-nomanía de la “investigación de campo”? é

NOTAS1. Robert E. Bartholomew: “The Airship Hysteria of

1896-97”. The UFO Invasion. Prometheus Books,Amherst, New York, 1997.

2. Miguel Herrero-Uceda: “H.G. Wells y la Guerra de losmundos”, Claves de Razón Práctica, 89, enero/fe-brero, 1999.

3. H. Cantril et. al. publicaron un estudio clásico sobreesta experiencia: The Invasion from Mars. Un resu-men de esta monografía puede consultarse en:http://faculty.luther.edu/~johnsmar/CL46/cantril.htm.

4. Vicente-Juan Ballester Olmos y Ricardo Campo Pé-rez: “¡Identificados! Los OVNIS de Canarias fueronmisiles Poseidón”, Revista de Aeronáutica y Astro-náutica, 701, marzo 2001, Ministerio de Defensa,Madrid. También en: Cuadernos de Ufología, 27, San-tander, Fundación Anomalía, 2001, y en: http://www.anomalia.org/misiles.htm.

5. Véase: http://perso.wanadoo.es/jjreina/divulga-cion/100tifica/articulo/laverdad/laverdad.htm.

6. Puede leerse la historia completa del Proyecto en:Félix Ares de Blas: “Iván: historia de un proyecto”,El Escéptico Digital, edición 2002, número 3, 28 deabril de 2002.

7. Colectivo Iván: “Ovnis en Gallarta”, Mundo Desco-nocido, 49, julio 1980, pp. 62-70. Previamente Juan

José Benítez publicó un artículo en torno a las “hue-llas de aterrizaje” en: J. J. Benítez: “Sí hubo OVNIen Gallarta”, Mundo Desconocido, 45, marzo 1980,pp. 61-67. Como respuesta a la réplica del Colecti-vo, Benítez dio salida desde la otra dimensión a esteinefable artículo: J. J. Benítez: “Gallarta otra vez”,Mundo Desconocido, 50, agosto 1980, p. 56-61.

8. Juan José Benítez: El mundo de los ovnis (2 Vol.). Edi-ciones Riego, Madrid, 1980, p. 3.

9. Bases de OVNIs en la Tierra de Douglas O´Brien. Al-varez Esbec, J. M., editor. Puede accederse al con-tenido íntegro del libro desde http://www.magufo-media.com/leer.php?id=150.

10. Bruno Cardeñosa: “Infiltrados: ufólogos a sueldo”,Más Allá, 96, febrero 1997.

11. Javier Esteban: “La verdad está ahí fuera..., pero losufólogos no la ven”, La Alternativa Racional, 39, II,1996. Esteban intervino algunos meses después enel programa televisivo de Tele 5 Día a día, el 27 deenero de 1997, en compañía del periodista escép-tico Miguel Ángel Almodóvar. En esta oportunidad yen un medio masivo relató los plagios de que fue ob-jeto su libro y puso en evidencia la credibilidad delos investigadores que lo tomaron por fuente de in-formación contrastada, entre ellos Benítez y Carde-ñosa. La revista Más Allá declinó la invitación del pro-grama para participar en el debate: prefirieron mirarpara otro lado cuando se descubrió el bochornoso ri-dículo en que habían caído.

12. Juan José Benítez: “Podrían provocar una guerra ató-mica por error”. El Heraldo de Aragón, 21 de agos-to de 1983. El ufólogo-esoterista-parapsicólogo ca-nario Francisco Padrón no pudo resistirse a latentación de escribir sobre este accidente y la co-rrespondiente invención de Esteban. El artículo, consu habitual estilo macarrónico, lo publicó Diario deAvisos (Santa Cruz de Tenerife) el 21 de febrero de1988. Todo este material es accesible en Internet des-de la web de Generación Escéptica: http://orbita.star-media.com/genskeptic/archivo/ufo1a.html. Sobre elaccidente de la aeronave militar en la isla herreña vé-ase: Ricardo Campo: “El avión que se estrelló en ov-nilandia”. Cuadernos de Ufología, 22-23, 1998, pp.42-46, Fundación Anomalía, Santander.

13. Diario de Avisos, 18-6-1989. 14. El Día, 24-6-1989.15. Cuadernos de Ufología, 6, septiembre 1989, pp. 27-

8, Fundación Anomalía, Santander.16. Ricardo Campo: “El ovni que acabó deshinchándose”,

Cuadernos de Ufología, 24, 1998, Fundación Ano-malía.

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Acabo de leer que el presidente de Estados Unidos haconseguido una moratoria de cinco años a la investiga-ción sobre clonación de células humanas con fines tera-péuticos. ¡Cinco años!

Pienso que el principio de precaución es bueno cuan-do hay algún posible peligro aunque sea remoto. Soy delos que piensan que la seguridad absoluta no existe yque si queremos avanzar tenemos que asumir algún ries-go; pero debe ser un riesgo medido, un riesgo precavido.Sin embargo no entiendo cuál es el peligro de investi-gar con clones de células humanas para fines terapéu-ticos. ¿Qué puede ocurrir si me quitan una célula de lapiel y con ella intentan fabricar un hígado que sea com-patible conmigo? ¿O unas células Beta de Langerhanspara curarme la diabetes? ¿Cuál es el peligro misterio-so y oculto detrás de estas prácticas? No lo sé. No loentiendo.

Ayer, estaba viajando y en el autobús me sorpren-dieron con una película de Schwarzenegger titulada The6th day. En ella se hablaba —mal, por supuesto— dela clonación de órganos. En una manifestación, los anti-clonación decían que había que prohibir la obtenciónde órganos pues era el primer paso para clonar sereshumanos. ¿Es ésa la clave? ¿Es eso lo que piensa el Sr. Bush? ¿Por eso hay que prohibirlo o esperar duran-te cinco años? ¿Qué tiene que ver el intento éticamen-te irreprochable de conseguir un órgano con fabricar unser humano1? ¿Tenemos que prohibir la investigaciónde todo pues alguna vez se podrá utilizar mal?¿Prohibiremos la fabricación de bisturíes pues con ellosse puede asesinar?...

No sé, no sé. Pero la cosa tiene un tufillo a funda-mentalismo bíblico…

Mientras tanto, hay millones de diabéticos que vanempeorando; tienen que cortarles miembros, se quedanciegos... y casi con seguridad se podrían curar si se logra-ran obtener las células que producen la insulina. Miles

de personas que necesitan un trasplante de un órgano:corazón, pulmones, hígado, riñón... mueren porque noencuentran donante y aunque lo consigan, deberán estarcon medicación toda la vida para evitar el rechazo; todoello se podría evitar con órganos clonados...

Pero hay que esperar cinco años.Cinco años, ¿Para qué? ¿De qué peligro nos estamos

protegiendo? Para muchos enfermos, cuando por fin se autorice la

clonación de células humanas con fines terapéuticos yahabrán muerto, o habrán perdido miembros, o estaránparalíticos... Cuando por fin lo autoricen, ellos cantaráncon Sabina aquello de “Ahora es demasiado tarde, prin-cesa”, o mejor dicho: “ahora es demasiado tarde, Sr. Bush”. é

Félix Ares de Blas

NOTA 1.- En este trabajo eludo intencionadamente el temade si clonar un ser humano es ético o no, pues ahorano se trata de eso, sino de clonar células humanas.

DE OCA A OCA

AHORA ESDEMASIADOTARDE, PRINCESA

CORE

L

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Corría el año de gracia de 1859cuando John Taylor dio a luz no unhermoso retoño sino un libro que es-taba destinado a generar una proletan numerosa como intelectual-mente estéril. Llevaba el título de TheGreat Pyramid. Why was it built andwho built it? Con él se inauguró la pi-ramidología, la pseudociencia quetrata tanto de la construcción de laGran Pirámide como de sus su-puestos poderes paranormales.

Como al parecer mister Taylor noposeía el don de la humildad, notuvo el menor reparo en afirmar quela pirámide del Horus Kufu (FaraónKeops para los griegos) había sidodiseñada por el mismísimo Dios. Suargumentación es un maravillosoejemplo de lo que sucede cuando

LaGran Pirámide...

y las otras

La gran pirámide o pirámide de Kufu.S.BE

IKIR

CH

La vuelta al mundo encinco megalitos (II)

“Es muy necesario decirles a nuestros lectores que las extraordinarias falacias y erróneasdeclaraciones relativas a la Gran Pirámide no son sino lamentables tonterías”

FLINDERS PETRIE

JOSÉ LUIS CALVO

Page 30: El regreso de los visionarios

se parte de premisas falsas. Para nuestro au-tor, era imposible que se hubiera construidoun edificio tan grandioso poco después de lacreación del mundo (recuérdese que en suépoca era frecuente considerar por una lec-tura literal de la Biblia que el mundo teníapoco más de 6.000 años de antigüedad).Por tanto, había que suponer que la huma-nidad había sido guiada por poderes supe-riores a ella.

Si bien en el caso de John Taylor podemos encontrarcircunstancias atenuantes como es la ignorancia casigeneralizada de la auténtica edad de nuestro mundo yla práctica inexistencia de conocimientos egiptológicos,resulta difícil ser igualmente comprensivo con párrafoscomo los siguientes: “Las pirámides se construyeroncomo un medio de comunicación universal, enciclopé-dico y cósmico, que sólo debía ser entendido por los ini-ciados”1 y “ese objeto es la Gran Pirámide de Gizeh,producto de una civilización antigua que sabía que,mientras la Luna siguiera dando vueltas alrededor de laTierra, la especial relación que existía entre ambas pro-porcionaría a los egipcios grandes cantidades de ener-gía. La fuente de energía es la propia Tierra, en forma deenergía sísmica”2.

Pese a los casi 150 años transcurridos desde la publi-cación de la obra de mister Taylor, basta con sustituir aDios por extraterrestres o atlantes y la imposibilidad pormotivos cronológicos por impedimentos técnicos parahaber procedido a la puesta al día de la piramidología.Si consideramos los cambios existentes en este mismolapso de tiempo en la egiptología (paradójicamente debi-dos, en ocasiones, a piramidólogos “conversos” comoFlinders Petrie), este inmovilismo resulta sorprendente.Tanto más cuanto que los partidarios de esta pseudo-ciencia tienen siempre preparados los calificativos dedogmáticos, científicos u oficialistas cuando hablan delos egiptólogos.

Pese a esos intentos banales de descalificar su labor,si hoy conocemos numerosos aspectos de la vida en elAntiguo Egipto es precisamente gracias a ellos, los egip-tólogos y la Gran Pirámide no es ninguna excepción. Poresto, comenzaremos su estudio sin perder nunca de vis-ta los conocimientos históricos actuales a sabiendas deque éstos siempre están sujetos a cambios (y en Egiptose suceden a velocidad vertiginosa).

EVOLUCIÓN DE LAS PIRÁMIDES A LA LUZ DE LA EGIPTOLOGÍAUno de los numerosos errores que cometen los pirami-dólogos consiste en considerar la pirámide de Kufu o, enel menos malo de los casos, las tres de Gizeh como un

fenómeno único. En las irónicas palabras de un egiptó-logo español: “Da la impresión de que los piramidólogosson unos racistas de las pirámides, y todas aquellas queno sean de pura raza y midan 146 metros de altura ytengan 230 metros de lado no son adecuadas”3.

En realidad, cualquier explicación de la Gran Pirá-mide es inseparable tanto de la historia de Egipto comode su mundo de creencias. Lo primero nos proporcionarárespuestas a su evolución material. Lo segundo a sucausa eficiente.

COSMOGONÍA EGIPCIAComencemos, pues, por el principio, por la cosmogonía,es decir, por los mitos elaborados por los antiguos egip-cios para explicar la creación del mundo real. Según lacosmogonía de On (la Heliópolis griega) en un principioexistía Nuu, un océano infinito en el que morabaAtum. Un día éste adquiere conciencia de su propiaexistencia y surge de las aguas en compañía de Ra bajola forma de colina. Esta tierra primigenia estaba coro-nada por la llamada Piedra Benben, de forma cónica.Atum-Ra crea una pareja de dioses (según distintas ver-siones del mito a partir de su semen, de su aliento, desu vómito o de su estornudo) formada por Shu, el aire,y su esposa Tefunt, la humedad. De la cópula de ambosnacen Geb, la tierra, y su esposa Nut, la bóveda celes-te. Atum-Ra prohíbe este matrimonio y ordena a Shuque los separe. Al interponerse el aire entre la tierra y labóveda celeste se crea el espacio necesario para la vidahumana4.

Aparte de la discusión sobre el origen de este mito(quizás derive del hecho de la inundación periódica delNilo que, al retirarse, dejaba la tierra egipcia fertilizadapara la agricultura, elemento imprescindible para su so-ciedad) vemos aparecer un par de elementos decisivospara entender las pirámides, la colina primigenia y laPiedra Benben.

Sin embargo, la evolución material de las pirámidesno fue tan sencilla como el intento, desde un principio,de recrear ambos elementos míticos en la forma monu-mental que aún hoy admiramos. El camino fue largo ycomienza en el Bajo Egipto en torno al año 5000 a. de

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Cualquier explicación de la Gran Pirámidees inseparable tanto de la historia deEgipto como de su mundo de creencias. Lo primero nos proporcionará respuestasa su evolución material. Lo segundo a su causa eficiente

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C. con tumbas muy sencillas cubiertascon montículos de arena que creemosson un primer intento de representar lacolina primigenia. En las culturas delAlto Egipto las tumbas presentan unaenorme diferencia, con la existencia deajuares funerarios supuestamente paradisfrute del difunto en la otra vida.

Conforme pasa el tiempo, se vacomplicando la estructura de la socie-dad con la aparición de clases dirigen-tes cada vez más ricas e influyentes.Esta situación se refleja en el mundofunerario con la existencia en necrópo-lis como Nagada, Neken (para los grie-gos Hieracónpolis) y Abidos de tumbas forradas con ado-bes y divididas en distintas habitaciones ocupando,además, un lugar diferenciado dentro del cementerio.Todo ello sucedió en torno al 3150 a. de C. y constitu-ye la primera prueba de la existencia de una realeza enestas ciudades. Los reyes de Hieracónpolis acabarán porabsorber las ciudades de Nagada y Abidos formando lallamada Dinastía 0 que situará su necrópolis en estaciudad.

Sus sucesores de las Dinastías I y II continuaron conla tradición añadiendo el elemento de los sacrificios hu-manos (hasta 300 en algún caso) de sus servidores queson inhumados en tumbas individuales contiguas a lasde su señor. A la vez, se documenta una mayor com-plejidad arquitectónica tanto en la cámara subterráneacomo en las superestructuras. En la sepultura de Geraparecen los restos dos túmulos de arena y una masta-ba (construcción de base rectangular) de adobe.

Tiempo después, esta tendencia a la complejidad seconcreta tanto en nuevos elementos (adición de esca-leras orientadas al norte), como de materiales (en latumba de Den aparece un enlosado de granito) que al-canzará su apogeo en el complejo de Kasekemui, el úl-timo de los reyes de la II Dinastía con su palacio fune-rario (estructura rectangular delimitada por muros de

adobes) y su recinto subterráneo con una cámara se-pulcral realizada en piedra rodeada de un gran númerode estancias.

Esta evolución desde la simple fosa con túmulo has-ta una edificación compleja fue el producto de una lar-ga serie de generaciones. El siguiente paso fue, por elcontrario, obra de un hombre, Imhotep, canciller del Ho-rus Neteriket más conocido por el nombre que se le diodurante el Imperio Nuevo, Zoser. En Saqqara se con-serva su tumba en forma de pirámide escalonada, lamás antigua que se levantó en Egipto.

Su importancia merece que la dediquemos un pocomás de espacio. Se concibió a la manera tradicional,como una mera mastaba que cubría un complejo sub-terráneo formado por una cámara sepulcral decoradacon fayenza (pasta vítrea) azul y una serie de pozos conestancias destinadas a albergar los cuerpos de los fa-miliares del faraón así como las ofrendas destinadas aellos. Si bien ya no aparecen sacrificios humanos, elajuar es riquísimo. Se conservan decenas de miles de re-cipientes tallados en piedras duras (alabastro, esquisto,diorita...) procedentes de sus cámaras.

Este modesto proyecto fue agrandado en dos oca-siones, en la primera se amplió la mastaba en todo superímetro y en la segunda sólo en su parte oriental. Sin

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La evolución de la culturaegipcia ha tenido siempre unafuerte relación y dependenciacon las crecidas del río Nilo ycon su aislamiento por lafrontera natural que desdesiempre le han impuesto losdesiertos que se han extendidoa su alrededor.

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embargo, no acabó aquí la serie de modificaciones. Enun primer momento se englobó dicha mastaba en unapirámide de cuatro escalones que posteriormente se au-mentó hasta los seis que le dieron su forma definitivaque hoy conserva.

Las razones para estos cambios fueron muy posi-blemente de índole política y religiosa. La unificacióndel Alto y Bajo Egipto conseguida por Narmer durante laDinastía 0 y mantenida durante la I Dinastía se perdiódurante los disturbios que sucedieron bajo la II Dinas-tía, y sólo pudo ser reinstaurada por Kasekemui. Porello, Zoser necesitaba pregonar su poder sobre el Alto yel Bajo Egipto y lo hizo uniendo los elementos funera-rios procedentes de Abidos a los ya existentes en la pro-pia necrópolis de Saqqara.

De igual forma, la necesidad de realizar una edifi-cación más sólida que la de los reyes anteriores se ha-bía hecho patente con la destrucción de las superes-tructuras de las tumbas de Abidos durante losdesórdenes de la II Dinastía. Como ya vimos, los anti-guos egipcios habían elaborado parte de los monumen-tos funerarios anteriores con piedra, la decisión fue queéste, el de Saqqara, se realizaría exclusivamente coneste material mucho más duradero que el adobe.

La magnitud de la tarea sólo se puede comprendersi pensamos que el complejo funerario no sólo consis-tía en la pirámide y las cámaras subterráneas. Como fru-to de la fusión de elementos del Alto y Bajo Egipto, elpalacio funerario se amplió hasta delimitar un espaciode unas 15 hectáreas mediante un muro de más de diezmetros de altura. Además existieron columnatas, patios,capillas, el pabellón real, un templo adosado a la pirá-mide que ya se documenta en tumbas anteriores de lapropia necrópolis, la Casa del Norte y la Casa del Sur...Todo ello parece estar dirigido a dos aspectos funda-mentales, plasmar el dominio sobre los dos territorios(Casa del Norte y Casa del Sur,muro de las Cobras...) y formarun espacio para la fiesta delHeb-sed que suponía la regene-ración de la fuerza vital del Ho-rus (patio del Heb-sed, pabellónreal...).

De esta síntesis entre ele-mentos religiosos y políticosnace la propia forma de su tum-ba. La pirámide escalonada nosólo es grandiosa para expresar

el poder de su constructor, sino que también tiene unalectura religiosa. En las tumbas de Abidos se habían in-corporado escaleras. Además de su aspecto utilitario, elhecho de que siempre estén en el lado norte hace pen-sar que estuvieron dotadas de una simbología, posible-mente relacionada con las estrellas circumpolares: lasúnicas que nunca desaparecían y que, por ello, eransímbolo de permanencia. En palabras del gran egiptó-logo Jean-Philippe Lauer, que dedicó su vida a la exca-vación y reconstrucción de este complejo: “Los agujeros[se refiere a los de la capilla cerrada en la que se en-contró una escultura del Faraón] no están para que mi-remos hacia adentro, sino para que el faraón mire haciafuera, quizás hacia las estrellas del norte llamadas lasImperecederas porque nunca se ocultaban”5.

Así, la superposición de mastabas de base cada vezmás reducida que forman una pirámide escalonada nosólo es la forma más sencilla de levantar la altura de unedificio sin perder la solidez (y que ya tenía un antece-dente en el montículo escalonado de la mastaba 3.038de la necrópolis de Saqqara) sino que a la vez formabauna escalera por la que el ka del faraón podía ascenderhasta los cielos.

En uno de los textos de las pirámides procedentes dela de Unas puede leerse: “No hay dios-estrella que notenga compañero, ¿tienes tú compañero? ¡Mírame! Túhas visto las formas de los hijos de sus padres que co-nocen su lenguaje, las estrellas Imperecederas...”6; enotro texto de la pirámide de Pepi I: “Oh, tú que estásenaltecido entre las estrellas Imperecederas, nunca mo-rirás.”6 y, finalmente, en otro de la pirámide de Unas:“Una escala es anudada por Ra ante Osiris, una escalaes anudada juntamente con Horus ante su padre Osiriscuando él va hacia su espíritu, estando uno de ellos eneste lado y el otro en el otro lado, mientras yo estoy en-tre ellos”6.

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Bajorrelieve en el templo deOsiris, en Abidos. S.

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Si la construcción no suscita problemas en cuanto asu inspiración ideológica, no podemos decir lo mismo desu parte material que precisa algunas aclaraciones. Al-guno de los piramidólogos muestra su sorpresa por uncambio tan repentino. De no emplear la piedra más quecomo material auxiliar, se pasa a la construcción de unaobra tan ingente sin ningún paso intermedio. De ahí de-ducen que Imhotep tuvo que ser conocedor de algún se-creto procedente de una civilización terrestre perdida obien de una transmisión de saberes extraterrestres. Larealidad es bien distinta.

Entre las decenas de miles de recipientes tallados enrocas duras de los que antes hicimos mención, un buennúmero de ellos presentan los nombres de faraones an-teriores a Zoser, tanto de la I como de la II Dinastía (po-siblemente provenían de las destrucciones ocasionadasen la necrópolis de Abidos). Ello demuestra que losegipcios, si bien no empleaban apenas la piedra en suarquitectura, no por ello dejaban de conocer la técnicade su talla en la que demostraron, además, una granperfección.

No obstante, puede argüirse que no es lo mismo ta-llar un plato que construir un muro. Así es. De hecho, enel complejo de Zoser encontramos una sucesión de erro-res que, caso de ser ciertas las hipótesis de conocimientosforáneos, no deberían haberse producido. Por ejemplo,el tamaño de los primeros sillares empleados era ridículopor cuanto se hicieron a imagen y semejanza de los ado-bes usados en edificaciones anteriores. Conforme fueronadquiriendo práctica y una mayor confianza en la solidezdel material fueron aumentando su tamaño. De igual for-ma, las columnas no se construyen exentas sino adosa-das a un muro. Las formas arquitectónicas imitan las for-mas de construcciones lignarias... Todo ello nos habla deun hombre genial sin duda pero que ignora aún todas lasposibilidades del nuevo material.

Curiosamente, un aspecto del que se habla poco esdel enorme cambio social que supusieron estas obrasmonumentales. Para su edificación se recurrió a genteproveniente de todo el país y éstos se vieron obligadosa convivir durante un largo periodo de tiempo con un ob-jetivo común. El resultado de esta socialización fue lacohesión del propio país. Según la frase afortunada del

egiptólogo Mark Lehner, Egipto construyólas pirámides y las pirámides construyeronEgipto.

Si la tumba era un símbolo del estatusde su poseedor, era fácil prever lo que iba asuceder con el sucesor de Zoser, el HorusSekemket. Ordenó la construcción de unnuevo complejo en Saqqara a imagen del desu antecesor y, creemos, padre. Al parecer,

incluso tuvo la fortuna de poder contar con el mismo Im-hotep como arquitecto. Éste demostró haber aprendidocon la experiencia. Reduce los espesores de los muroscon lo que se gana en economía sin afectar el resulta-do final pero no consigue evitar un problema de falta desolidez en la cámara sepulcral debido a la mala calidadde la piedra empleada. Por desgracia la tempranamuerte de Sekemket impidió que la obra fuera termi-nada. Además, el hecho de que se empleara como can-tera impide que sepamos mucho más sobre ella.

La siguiente gran revolución en el campo de la cons-trucción de pirámides se produjo en el cambio entre laIII y IV Dinastías. El último Horus de aquélla fue Hunique hizo levantar varias pequeñas pirámides en distin-tos puntos del país, lo que demuestra hasta qué puntose habían convertido en símbolos del poder real. Tam-bién edificó una gran pirámide en Meidum del mismotipo que las de Zoser y Sekemket. Si la tipología es lamisma, no podemos decir lo mismo de su distribución.El templo adosado que en éstas estaba situado al nor-te de la pirámide se traslada al este y se une medianteuna calzada con otro templo posiblemente edificado aorillas del Nilo. Junto a la pirámide principal apareceuna pirámide satélite.

Estas innovaciones creemos que fueron ocasionadaspor un cambio religioso, el aumento de la influencia delas divinidades solares frente a las estelares. En el aspectoarquitectónico, la pirámide de Huni en Meidum tambiénes importante por otro motivo, la cámara sepulcral ya noes subterránea sino que se levanta en el propio interiorde la pirámide. Para evitar su hundimiento por el granpeso de las piedras situadas sobre ella se construyeronuna serie de cámaras de descarga en forma de salas abo-vedadas. Todas estas novedades serían empleadas durantela siguiente Dinastía, la IV, que supondría el apogeo delos constructores de pirámides.

El primer Horus de la IV Dinastía fue Snefru, el másgrande promotor de estas edificaciones de toda la his-toria. Comenzó su carrera edificando una pirámide es-calonada en Seila, posiblemente del mismo tipo que laspirámides “representativas” de Huni. Sus otras obrasfueron mucho más complejas. Convirtió la pirámide es-calonada de Huni en Meidum en una pirámide perfec-

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En el complejo de Zoser encontramos unasucesión de errores que, caso de serciertas las hipótesis de conocimientosprocedentes de una civilización terrestreperdida o bien de una transmisión desaberes extraterrestres, no deberíanhaberse producido

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ta y levantó dos pirámides perfectas en Das-hur, las conocidas como Pirámide Torcida yPirámide Roja.

Estas innovaciones se cobraron de nue-vo un alto precio en errores. El revestimien-to de la de Meidum se desplomó en fechadesconocida. La Pirámide Torcida debe sunombre a la corrección que se tuvo que ha-cer variando el ángulo de sus muros parareducir su altura (de 54° se pasó a 43°) por-que el peso del monumento estaba provo-cando grietas en su estructura. Para evitareste problema, la Pirámide Roja se constru-yó con un ángulo bajo de 43°. Pese a estosfallos, para hacernos una idea de lo que sig-nificó la actividad constructora de Snefrubaste con decir que la Pirámide Roja y la Pirámide Tor-cida son, respectivamente, la segunda y la cuarta en im-portancia atendiendo a su volumen.

¿Por qué se produjo este cambio tipológico? Quizásla pirámide perfecta quería imitar la Piedra Benben oquiso simbolizar los rayos del sol protegiendo al Horus.

Snefru había dejado el prestigio real muy alto. Suhijo y sucesor Kufu se dispuso a superarle si no en nú-mero de pirámides, sí en majestuosidad. Para ello tuvoque abandonar la necrópolis de Dashur cuyo suelo care-cía de la firmeza necesaria para su pirámide. El empla-zamiento buscado, además de solidez, debía de contar

con una gran cantera cercana con laque construir el grueso de la obra. Laelección recayó en la meseta de Gizehen la que ya existían tumbas de las tresprimeras dinastías.

Al igual que en el caso de Zosertambién conocemos el nombre (e in-cluso se conserva su retrato) del queprobablemente fue el arquitecto de laGran Pirámide, Hemiunu. Así mismohemos descubierto a sus obreros. Losegiptólogos Zahi Hawass y Mark Lehnerhan excavado su necrópolis y su pobla-do. Por desgracia para los propagan-distas de las teorías que involucranelevadas tecnologías y/o pueblos des-conocidos, todo lo hallado se resume enuna sola palabra, normalidad.

El poblado muestra barracones y zonas comunes enla que, entre otras edificaciones, se ha encontrado unagran panadería. Los restos materiales comprendengrandes cantidades de cerámica de diversas calidades,recipientes para la comida idénticos a los encontradosen el Egipto septentrional (lo que demuestra hasta quépunto esta obra supuso la movilización de todo el país),cedazos para la harina, vasijas para cerveza y huesos debóvidos con marcas de cuchillos.

La necrópolis comprende varias zonas bien diferen-ciadas, las tumbas de los capataces, las de los funcio-narios y las de los obreros. Es interesante el ver cómo se

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Fotos captada por lanzaderas espacialesestadounidenses de la zona del delta del ríoNilo (izquierda) y de la zona de Gizeh, con sus pirámides (derecha).

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copiaron los modelos de tumbas existentes, mastabas,pirámides escalonadas... Aparecen materiales noblescomo caliza, granito o basalto, seguramente una reuti-lización de los bloques desechados en la construcciónde las pirámides y templos.

Las tumbas de los obreros son también importantespor cuanto los datos obtenidos mediante el empleo detécnicas forenses nos informan de detalles como las le-siones de columna vertebral producidas por el manejode grandes pesos o los cuidados médicos recibidos, loque ha permitido quizás desmentir las historias recogi-das por Herodoto. Las pirámides no fueron construidaspor esclavos sino, probablemente, por hombres libres.

En un aspecto arquitectónico, el dúo Kufu-Hemiunusupo sacar partido de las experiencias de sus antece-sores. Copian la distribución de la de Huni con su tem-plo adosado al este y unido con una calzada a otro si-tuado a orillas del Nilo cuyo basamento se encontrórecientemente. El complejo comprende una pirámide sa-télite (posiblemente relacionada con la fiesta sed), trespirámides subsidiarias dedicadas a las reinas Henutsen,Meritetis y Heteferes y las fosas para las barcas solares.Las cámaras sepulcrales múltiples aparecen también enlas pirámides de Snefru. Las cámaras de descarga y lacubierta por medio de aproximación de hiladas que creauna falsa bóveda aparecen ya en Meidum. También lle-varon a cabo una labor de sincretismo religioso. Si la pi-rámide perfecta y su cercanía a On nos hablan de la im-portancia de las divinidades solares, los mal llamadosconductos de ventilación marcan la situación de lasprincipales estrellas. Incluso la existencia de una cá-mara subterránea puede relacionarse con la divinidadctónica Sokar.

La gran obra de Kufu resultó ser inigualable. La ver-dad es que su hijo y sucesor Gedefra ni siquiera lo in-tentó. Posiblemente para que su propia pirámide no seviera empequeñecida por la de su padre, decidió que seconstruyera en la necrópolis de Abu Rawas. Debido a sucorto reinado quedó inconclusa pero, aunque no hubierasido así, sus dimensiones hubieran sido similares a la deMenkaura (Micerinos).

Por causas que des-conocemos, su sucesorno fue su hijo sino suhermano Kafra (Ke-frén). Quizás el motivode su ascenso al tronofue precisamente la deque era hijo de Kufu, elconstructor de la GranPirámide. El deseo deKafra de igualar a su

padre queda patente desde un primer momento. No sóloordena la edificación de su pirámide en la misma Gizehsino que la erige sobre una elevación del terreno. Esto,unido a la mayor pendiente de sus lados, provoca elefecto visual de alcanzar mayor elevación que la GranPirámide pese a ser un poco más baja (143,5 metrosfrente a 146,6 en el momento de su construcción). Noobstante, su volumen sí es muy inferior, 1.659.200 m3

frente a 2.521.000 m3. Si la propia pirámide resultó insuperable, Kafra sí

consiguió que las restantes edificaciones empequeñe-ciesen a las de su padre. Tanto el templo funerario comoel templo inferior son de mayores proporciones y de unaarquitectura más cuidada siendo abundante el empleode megalitos, el mayor de los cuales, en el templo fu-nerario, alcanza las 400 toneladas. Es muy posible quetambién la Esfinge y su templo formaran parte de lasconstrucciones de Kafra.

A su muerte, el trono volvió a su línea natural. Le su-cedió Nebka, su sobrino e hijo de Gedefra que tuvo buencuidado de alejarse de la tumba de su tío que habíaocupado el trono que le correspondía. Su propia tumbase encuentra en Zawiet el-Aryan y, por los escasos res-tos conservados, si hubiera llegado a construirse, habríasido una pirámide similar a la Kafra.

A su muerte, el trono vuelve a la otra línea suceso-ria, la de Kafra. Pasa a su hijo Menkaura que edifica supirámide en Gizeh junto a la de su padre. La compara-ción la deja en mal lugar puesto que “sólo” alcanza los65,5 metros aproximadamente. Tampoco los templos al-canzan la grandiosidad de los de su padre e incluso pre-sentan elementos construidos en adobe.

Le sucedió su hijo Sepseskaf que tomó dos decisio-nes sorprendentes, ordenó edificar su tumba en Saqqaray abandonó la construcción piramidal retomando la tra-dicional mastaba. Todo ello quizás fuera fruto de un in-tento de denuncia del poder alcanzado por los sacer-dotes de divinidades solares.

Con Userkaf, el primer faraón de la V Dinastía, aun-que regresa la forma piramidal, su decadencia era ya im-parable. Su tumba en Saqqara sólo alcanzaba los 49

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Conocemos el nombre probablemente del arquitectode la Gran Pirámide, Hemiunu. Así mismo hemos descubierto a sus obreros. Se ha excavado su necrópolis y su poblado. Por desgracia para los propagandistas de las teoríasque involucran elevadas tecnologías y/o pueblosdesconocidos, todo lo hallado se resume en una solapalabra, normalidad

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metros y estaba construida con una mezcolanza de pie-dras bastas y cascotes. Lo mismo podemos decir de lasde sus sucesores, Sahura, Niuserra, Neferirkara y Ne-ferefra situadas en la necrópolis de Abu Sir y de las pirá-mides de los Horus de la VI Dinastía como Teti, Pepi Iy Pepi II en Saqqara.

El final de la VI Dinastía viene marcado por una épo-ca de agitación y disturbios, el llamado I Periodo Inter-medio. A su finalización, la época de las pirámides ha-bía concluido aunque ocasionalmente algún faraón aúnrecurriera a ellas durante la XII y XIII Dinastías, casos deAmenemhat I y Sesostris I (necrópolis de El-List) o deAmenemhat II y III (Dashur). Su última aparición fue enla Dinastía XXV (Dinastía Nubia) en las necrópolis de Na-pata y Meroe, fuera del territorio propiamente egipcio.

Esta historia de aparición, auge, decadencia, desa-parición, resurgimiento y desaparición defi-nitiva no deja demasiado lugar a la especu-lación esotérica. Las dudas y erroresiniciales que ya vimos no permiten seguirsosteniendo la “inspiración” extraterrestre ode antiguas civilizaciones sin embargo aúnno hemos hablado de cómo fueron cons-truidas, algo de lo que seguidamente nosocuparemos.

¿CÓMO SE CONSTRUYERON LAS PIRÁMIDES?A su vez esta pregunta nos plantea otra serie de ellas.Debemos atender a su orientación, el cálculo de sus di-mensiones y la tarea arquitectónica propiamente dicha.

Ha sido muy usada por los esotéricos la maravillosaexactitud en la orientación hacia los puntos cardinalesde la Gran Pirámide (olvidándose, como de costumbre,de todas las demás). Precisamente en el estudio de lasrestantes pirámides es en lo que se basó la egiptólogaKate Spencer para proponer una teoría que resulta cuan-do menos interesante. La determinación de la direcciónnorte se hacía colocando un marco de madera en el que

se sujetaba una plomada. Cuando la línea imaginariaque une las estrellas Kochab (en la Osa Menor) y Mizar(en la Osa Mayor) coincidía con la línea de la plomada,el eje imaginario que une los tres puntos indica la di-rección norte.

¿Cómo controlaron el correcto desarrollo del trabajo?La respuesta nos la dan los llamados papiros matemá-ticos egipcios, el más célebre de los cuales es el lla-mado Rhind. Contienen una serie de problemas sobrearitmética y geometría bastante avanzados para suépoca. Conocían las fórmulas para calcular las superfi-cies y volúmenes de varias figuras y cuerpos geométri-cos, hicieron una buena aproximación a π, al que otor-garon un valor de 3,16, conocieron las progresionesaritméticas y geométricas... y, por supuesto, tambiénaplicaron esos conocimientos a casos relacionados di-rectamente con las pirámides: “Ejemplo para calcularuna pirámide cuya altura es de 250 codos y su base360 codos. ¿Cuál es la inclinación de su cara?” (Pro-blema 56 del papiro Rhind)7.

Esos conocimientos matemáticos unidos al empleode plomadas y escuadras, atestiguado por algunas pin-turas como las que decoran la tumba de Rekmire, sonlos que les permitieron llevar a cabo el trabajo con mí-nimos errores aunque alguno sí cometieron, por ejemploen la nivelación del terreno o en la situación de la cá-mara real que está desplazada del centro geométrico dela pirámide.

Sin embargo, la gran pregunta para muchos es laconcerniente a los 2.300.000 bloques de caliza que cal-

culamos se emplearon para construir la Gran Pirámide.Sobre este aspecto, debemos hacer algunas considera-ciones previas ante el cúmulo de afirmaciones erróneasque se vierten. La gran mayoría de esos bloques son deun tipo de caliza de baja calidad y provienen de unacantera situada en la propia Gizeh. No fue necesario, porello, un transporte a larga distancia. El recubrimiento serealiza con piedra calcárea de mucha mejor calidad pro-veniente de la cercana cantera de Tura y sólo en algu-nas zonas, como la Cámara Real y la Gran Galería, seemplean piedras duras como el granito rojo de Asuán,yacimiento situado a más de 900 km de distancia.

La caliza local puede trabajarse sin ningún problema

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Gran Esfinge de Gizeh. La esfinge, en Egipto, estuvosiempre asociada al poder real, por lo que sólo el faraón(horus) podía representarse de tal forma.

Esta historia de aparición, auge, decadencia, desaparición, resurgimiento ydesaparición definitiva de las pirámides en Egipto no deja demasiado lugar a la especulación esotérica

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con las herramientas de cobre que se han localizado enyacimientos arqueológicos o que están representadas enlos murales egipcios, cinceles, sierras... Con ellas se re-dujeron los bloques obtenidos en la cantera (posible-mente obtenidos por el sistema de cuñas introducidaspor medio de mazos de madera y piedra) hasta formarunos sillares con un peso medio de 2,5 Tm. La proce-dente de Tura tampoco presenta mayores problemas.

El caso del granito es posiblemente distinto aunqueel llamado Obelisco Inacabado nos da un buen ejemplode cómo se enfrentaron los egipcios a este problema. Su estudio demuestra que los obreros delinearon la for-ma que querían obtener y tallaron alrededor de él unatrinchera empleando la percusión de bolas de dolerita

(roca aún más dura que el granito) que también se hanencontrado en Asuán. El paso siguiente, que nunca sellegó a dar por la rotura que sufrió el bloque duranteeste proceso, hubiera sido el desprendimiento de todala pieza mediante el empleo de palancas, y su transportey pulido con polvo de cuarzo antes de proceder a suerección.

La obtención de los sillares y lajas de granito era tansólo el primer paso. El segundo era el transporte. El pesoy las distancias a recorrer nos hacen pensar que se em-plearon dos procedimientos completamente distintos.En la tumba de Gehutihotep en la necrópolis de el-Ber-sa se representa el traslado de una estatua colosal. Elprocedimiento empleado no tiene nada de sobrehuma-no. La escultura va situada sobre unos patines de ma-dera y 172 obreros tiran de ella mediante una serie demaromas mientras otro va arrojando un líquido (¿unamezcla de agua y limo?) por delante del trineo. El ar-queólogo Chevrier se interesó por reproducir dicho sis-tema de transporte en Karnak. Empleó una piedra de5,5 Tm situada sobre unos patines y tirada por 50 hom-bres. El experimento estuvo a punto de concluir en de-sastre... por un exceso de fuerza. En realidad, bastaronseis hombres para arrastrar dicha carga de un peso queduplicaba el de los sillares empleados en la Gran Pirá-mide.

Sin embargo para el transporte de grandes lajas des-de Asuán lo más probable es que se empleara el pro-cedimiento descrito en un relieve del templo de la fa-raona Hatshetsup, en Deir el-Bahari, según el cual seusaba una especie de gabarra remolcada por barcas.

El mayor problema, no obstante, sigue siendo el dela elevación de los sillares hasta la altura requerida. Va-rios han sido los métodos sugeridos, todos los cualespresentan tanto ventajas como inconvenientes. El uso de

máquinas, pese a ser el que según He-rodoto se empleó, tiene el inconve-niente de no estar atestiguado ni porrelieves, ni por restos arqueológicos nipor la literatura egipcia. Así pues, debeser obviado.

Los otros dos métodos, las rampas ylas palancas, sí tienen un apoyo másfirme ya que ambos fueron conocidospor los antiguos egipcios. La teoría delas rampas tiene la ventaja de su sim-plicidad y un inconveniente, el de queuna única rampa perpendicular a la pi-rámide hubiera supuesto una obra aúnmás considerable que la propia pirá-mide. Para obviarlo se han propuestosoluciones como las de la rampa heli-

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Las desviaciones en la orientación respecto al norte de las pirámides de Gizeh es casi despreciable. Como no conocían la brújula, para hacer el cálculo, sin duda, se basaron en sus conocimientos astronómicos.

La gran mayoría de los bloques de calizausados en la construcción de la GranPirámide son de un tipo de baja calidad deuna cantera situada en la propia Gizeh. El recubrimiento se realizó con piedracalcárea de mucha mejor calidadproveniente de la cercana cantera de Tura ysólo en algunas zonas se emplean piedrasduras como el granito rojo de Asuán,yacimiento a más de 900 km de distancia

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coidal rodeando la edificación, que si evita la dificultadde la excesiva longitud de la rampa crea un nuevo pro-blema, el de que habría tapado la construcción dificul-tado su realización. La última versión de esta hipótesisdebida a Pierre Crozat, arquitecto francés, es que las pi-rámides se construían sobre un núcleo central con elempleo de rampas múltiples que quedaban englobadasdentro del cuerpo del propio edificio. Aunque como te-oría resulta muy interesante, sólo podría ser confirma-da mediante el desmontaje parcial de una de ellas, algoque, por supuesto, es bastante difícil que se produzca.

El empleo de palancas también se ha demostradocomo una solución posible. De hecho es la técnica queempleó Lehner para construir una pequeña pirámide. Elproblema que presentó es que levantar, calzar, volver alevantar... cada uno de los bloques hasta los 50 cm dealtura que tiene aproximadamente cada hilada requiriómás tiempo de lo que se había calculado. No obstantehay que hacer notar que el personal empleado no teníaexperiencia en este trabajo en concreto.

Lo más probable es que se emplearan ambos méto-dos. El uso de rampas está atestiguado en la de el-Listen la que se encontraron unas vigas de madera empo-tradas en una base de adobe así como en la propia Gi-zeh, en la que Hawass y Lehner han localizado dos sec-ciones de una rampa al suroeste de la Gran Pirámide.Además, la cantera de la que se extrajo la piedra parala edificación fue rellenada con cerca de un millón demetros cúbicos de escombros similares a los que for-maban los restos de la rampa. El hecho de que la altu-ra de las hiladas varíe en el último tercio de la pirámi-de hace pensar que pudo ser para facilitar el empleo depalancas en los tramos finales de la construcción.

El recubrimiento con piedra de mejor calidad (cali-za de Tura en la pirámide de Kafra y de granito en la deMenkaure) era el último paso. Por los restos conserva-dos, se colocaba de arriba hacia abajo y se iba pulien-do a la vez que se instalaba. De hecho, alguno de losbloques inferiores de la de Menkaura quedó sin recibireste último tratamiento.

Hemos devuelto las Pirámides a su auténtica di-mensión, la de una obra humana. Sin embargo, dentrode este mismo campo se formulan una serie de afirma-ciones que también deben ser contestadas.

PREGUNTAS CON RESPUESTA¿De quién es la Pirámide de Kufu? Aunque parezca unanueva versión de la relativa al color del caballo blancode Santiago, numerosas personas están convencidas deque la Gran Pirámide fue construida en un tiempo mu-cho más remoto por una civilización desaparecida y ol-vidada.

Por descontado, la existencia de civilizaciones quedesaparecen sin dejar más que una única prueba ma-terial de su paso por este mundo es ya bastante sospe-chosa pero en este caso hay además muchas evidenciasde que sí fue Kufu el responsable de su edificación.

La primera de ellas es la existencia en la meseta deGizeh de tumbas de familiares de este Horus como la desu madre, Heteferes o la de su hijo Kufukaef. La se-gunda son los graffitis en la necrópolis de los trabaja-dores, de la que ya hablamos anteriormente, en los queaparece el nombre de este faraón. La tercera es que yadesde la más remota antigüedad se atribuyeron las trespirámides de Gizeh a los Horus respectivos. Por ejem-plo, en la tumba de Merynefer en la propia Gizeh se leensus títulos: “Superintendente de la ciudad de las pirá-mides de Kufu y Menkaura, inspector de los sacerdotesen la pirámide de Kafra.” La cuarta prueba es la exis-tencia de la barca solar localizada junto a la pirámide yque por estar realizada en madera permitió su dataciónpor C-14. La quinta prueba totalmente definitiva son losgraffitis existentes en las cámaras de descarga (en todasellas, no sólo en una como se dice frecuentemente) enlos que se menciona el nombre de Kufu. Estas pintadassólo pudieron ser realizadas por los obreros que las cons-truyeron ya que fueron abiertas mediante voladuras con-troladas por Vyse y Perring en el año 1837 sin que an-tes de esto existiera ningún camino por el que sepudiera entrar en ellas.

¿La ubicación de las pirámides de Gizeh fue elegidade acuerdo con un plan de correspondencias estelares?Esta hipótesis propuesta por Bauval —y que involucra-ba a más pirámides aparte de las de Gizeh— debe ser

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Imagen desde el espacio, en alta resolución, de las pirámides de Gizeh.

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rechazada. Bauval creíaque los egipcios preten-

dieron recrear la constela-ción de Orión, pero aparte de

que faltaría una de las pirámi-des y de que otras estarían des-

viadas de la que sería su posición siéste fuera el caso, las razones por las que algunos fa-raones sí edificaron sus pirámides junto a la de Kufumientras otros no lo hicieron ya han sido narradas y tie-nen mucho que ver con cuestiones de legitimidad yprestigio y nada con planos estelares.

Además, el Cinturón de Orión (que es la parte enconcreto que representaría Gizeh) no presenta una di-ferencia de brillo entre las tres estrellas tan marcadacomo es el tamaño de las pirámides (aspecto que segúnBauval también habría sido tenido en cuenta). La razónpor la que después de Menkaura ningún faraón deci-diera edificar su pirámide en este lugar no puede sermás prosaica (y tampoco tiene nada que ver con el“plan maestro”) sencillamente no había sitio para nin-gún complejo funerario más.

¿Se construyeron las pirámides con una especie decemento hecho con piedra ablandada primero y vueltaa solidificar con posterioridad? Tampoco esta hipótesises aceptable. La primera razón para rechazarla es queni siquiera hoy esta técnica es posible. Sí somos capa-ces de elaborar piedra artificial, pero cualquier análisisquímico demuestra la diferencia de composición de am-

bas. Una segunda razón es que se han encontrado lascanteras y en ellas restos de bloques desechados porpresentar diversas irregularidades o por haberse roto.Una tercera razón es que esta técnica no solucionaríaabsolutamente nada. Pensemos por un momento queello fuera posible. ¿Por qué habrían de haberse moles-tado los egipcios en simular sillares que iban a quedarocultos a la vista por el recubrimiento? Si además losbloques tienen el mismo peso de la piedra natural (y sino fuera así el distinguirlos sería sencillo) el problemade su manejo sería exactamente el mismo salvo que sepretendiera que fueron ubicados con la ayuda de mol-des algo que es evidentemente absurdo. Si así fuera eltamaño de todos los sillares sería el mismo, algo que nosucede. Además, los restos del molde quedarían atra-

pados por el peso de la piedra, lo que obligaría a le-vantar cada sillar para retirarlos con lo que nuevamen-te no se produciría ninguna disminución del trabajo a re-alizar. Una cuarta razón es que el recubrimiento degranito de la pirámide Menkaura como ya dijimos estásin pulir y en él se aprecian aún las señales de herra-mientas así como las irregularidades típicas de una pie-dra natural (y que serían inexplicables si fueran productode un moldeado).

¿Qué son en realidad las pirámides? Ésta es una pre-gunta más compleja ya que no tiene una única res-puesta. Ya vimos como para Huni y Snefru habían sidosímbolos del poder real. Huni, según parece, nunca lle-gó a ser inhumado en la pirámide de Meidum y Snefruedificó dos grandes pirámides además de convertir enuna pirámide perfecta la de Huni. Esto parece descar-tar la idea tradicional de que fueran mausoleos.

Sin embargo, el caso de Snefru no está tan clarocomo pudiera parecer. El orden de sus construcciones,según parece, fue el de la Pirámide Torcida, que comoya dijimos tuvo que ser rediseñada por la aparición degrietas (esto pudo hacer que se desestimara su usocomo tumba al correr el peligro de que se derrumbara).Después vino la conversión de la pirámide de Huni, quenunca fue empleada (ignoramos por qué motivo) y queposiblemente Snefru pensó en convertir en su propiatumba si fallecía antes de la conclusión de su terceraedificación, que fue la Pirámide Roja, que es donde de-finitivamente fue sepultado.

En el caso de las de Gizehno hay lugar a dudas puestoque los sarcófagos fueron en-contrados en las cámaras res-pectivas. En el caso de Kufutenemos la certeza de que tuvoque ser introducido durante laconstrucción por la sencilla ra-

zón de que no cabe por el angosto corredor por el quese accede en la actualidad a ella. En el de Menkaura seconservaba incluso la momia real, por desgracia perdi-da junto al sarcófago en el naufragio en la costa de Car-tagena del barco que los transportaba al Reino Unido.

No obstante haríamos mal en pensar que sólo fuerontumbas más o menos ostentosas. Una pirámide era sólouna parte del complejo funerario y el fin de todas aque-llas edificaciones era el de permitir la vida eterna delHorus, posibilitar su renovación en el más allá de igualforma que el Heb-sed permitía que recobrara el vigor ne-cesario para gobernar haciendo que Maat (la Justiciaperfecta) imperase.

En una vasija de las encontradas en la pirámide deZoser se representa a un hombre con los brazos levan-

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Según la frase afortunada del egiptólogoMark Lehner, Egipto construyó las pirámidesy las pirámides construyeron Egipto

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tados (el jeroglífico que representa la cifra de un millón)sosteniendo el baldaquino real con los dos tronos delAlto y el Bajo Egipto que se empleaban durante la fies-ta sed. El significado es claro, se esperaba que el fara-ón pudiera celebrar la fiesta de su renovación duranteun millón de años. Supervivencia que no sólo era im-portante para el propio Horus, sino para todo el país por-que como dice uno de los textos de las pirámides: “Loscampos están satisfechos, los canales de irrigación seinundan para este Rey hoy. Allí se le ha dado su fuerzaasí de este modo, allí se le ha dado su poder así de estemodo”6. é

NOTAS1. Barceló, Emmanuel. Las Pirámides de Egipto. Co-

lección Variopinto. Ediciones Libertarias. Madrid,1.999

2. Dunn, Christopher. Tecnologías del Antiguo Egipto. Tra-ducción de Alejandra Devoto. Ediciones Urano. Bar-celona, 2.000

3. Parra Ortiz, José Miguel. Las pirámides. Historia, mitoy realidad. Editorial Complutense S.A. Madrid, 2.001

4. Castel Ronda, Elisa. La Cosmogonía y la Enéada He-liopolitana. www.egiptomania.com/mitologia/enea-da/default.htm

5. Declaraciones recogidas por Roberts, David: “La Erade las Pirámides: el Imperio Antiguo egipcio”, en “ElAntiguo Egipto. Faraones, templos y tumbas”. NationalGeographic España. Edición Especial. Barcelona, Pri-mavera 2.001

6. López, Francisco y Thode, Rosa. Los textos de las pi-rámides. www.egiptomania.com/mitologia/religion/textos_de_las_piramides.htm

7. Sánchez Rodríguez, Ángel. Astronomía y Matemáti-cas en el Antiguo Egipto. Aldebarán Ediciones S. L.Madrid, 2.000

BIBLIOGRAFÍAScarre, Chris: Las setenta maravillas del Mundo Antiguo.

Los grandes monumentos y cómo se construyeron. Tra-ducción de Jorge González Batlle y Cristina RodríguezCastillo. Círculo de Lectores S.A. China, 2.001

Siliotti, Alberto —con prólogo y colaboraciones de Ha-wass, Zahi—: Guía de las Pirámides de Egipto. Tra-ducción de Domingo Santos. Ediciones Folio S.A. Ita-lia, 1.998

Parra Ortiz, José Miguel: Historia de las pirámides de Egip-to. Editorial Complutense S.A. Madrid, 1.997

Parra Ortiz, José Miguel: Los constructores de las gran-des pirámides. Aldebarán Ediciones S. L. Madrid,1.998

PÁGINAS WEBAmigos de la Egiptología (en castellano): http://www.egip-

tologia.com/Egiptomanía (en castellano): http://www.egiptomania.com/Nova Online Adventure. Pyramids. The Inside Story (en

inglés): http://www.pbs.org/wgbh/nova/pyramid/The Plateau. Official website of Dr. Zahi Hawass (en in-

glés): http://www.guardians.net/hawass/

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RECTIFICACIÓNEn el anterior número de El Escéptico (nº 13, pri-mavera de 2002), en mi artículo La vuelta al mundoen cinco megalitos (pág 41-50) incluí una argumen-tación sobre la dureza real del granito (pág. 43).Según me hace saber el geólogo José Enrique TentManclus, al que agradezco profundamente tanto sulectura atenta como su corrección, dicha expresiónno tiene sentido puesto que desde un punto de vistaestrictamente científico, al ser el granito una rocaformada por distintos minerales no puede hablarsede su dureza puesto que ésta sólo tiene sentido alhablar de minerales o rocas monominerales.

No obstante desde un punto de vista práctico, síse habla de dureza en rocas no monominerales eincluso existe una normativa al respecto para la rea-lización del test de microdureza Knoop para el gra-nito (norma UNE 22-178, de 1985) que especificaque debe realizarse mediante la aplicación de unpenetrador de diamante que incide en varios puntosde la muestra con cierta presión y se establece larelación entre esta carga y la huella dejada, que seutilizan 4 muestras de 12x5x1 cm y se efectúan 20determinaciones, con carga de 100 g siendo elresultado del ensayo la media aritmética de las 20determinaciones, aun en ese caso, entiendo que elno haberlo advertido así en mi artículo es un errorque debe ser subsanado mediante la rectificaciónoportuna. Por descontado dicho error es de mi exclu-siva responsabilidad sin que pueda imputarse adejadez o fallo de los encargados de esta publi-cación.

José Luis Calvo

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Vivimos bombardeados por advertencias sobre sustanciaso alimentos que, supuestamente, perjudican nuestra saludo, por el contrario, la protegen. Mensajes que nos asustany que nos incitan a modificar, en ocasiones de forma radi-cal, nuestros hábitos y modos de vida. Tales creencias, ade-más, influyen en las grandes decisiones políticas sobresalud y medio ambiente, determinando la calidad de vidade miles de personas.

Los teléfonos móviles causan cáncer cerebral. La fibrapreviene el cáncer de colon. La terapia hormonal en lamujer menopáusica era una panacea... ahora produce cán-cer de mama y enfermedad coronaria. “Diez mil personasmorirán próximamente por encefalopatía espongiforme”...Son algunos ejemplos de “ciencia basura” según Steven J.Milloy, autor de www.junkscience.com.

La ciencia basura (junk science) es la tergiversación delas estadísticas y los resultados científicos por interés eco-nómico o ideológico. ¿Quiénes propagan ciencia basura? Ellistado abarca desde los activistas sociales (como los eco-logistas y los “policías de la comida”, los más atacados porMilloy), hasta las grandes compañías de la industria ali-mentaria (las que salen mejor paradas). Políticos como AlGore, científicos individuales e, incluso, enfermos (realeso imaginarios) que desean culpar a alguien de sus dolen-cias, también se sirven de la junk science. El descuido y elsensacionalismo de la prensa y la televisión, finalmente, mul-tiplican el efecto de la ciencia basura en la vida diaria.

Los artículos de Junkscience.com son de gran utilidadpara desarrollar el sentido crítico hacia las noticias cien-tíficas. Sin embargo, puede tratarse de una web muy ses-gada, que denuncia la exageración ecologista pero no lasestratagemas de la empresa contaminante. El reciente des-cubrimiento de acrilamida (un posible cancerígeno) encantidades elevadas en alimentos fritos y tostados ¿es cien-cia basura? Steven J. Milloy lo interpreta como una exa-geración con la finalidad oculta de ¡perjudicar aMacDonald’s y sus patatas fritas!

La actitud que se presume objetiva y pro-científica,políticamente neutra y desinteresada de Milloy, es supues-tamente “desenmascarada” en otras webs. En http://www.mapcruzin.wcom/greenwash/ y http://www.prwatch.org le

acusan, entre otras cosas, de haber sido director ejecutivode la organización TASSC. Ésta habría sido creada en secre-to por Philip Morris para generar controversia científicasobre la relación entre consumo pasivo de tabaco y cáncer.

Siendo conscientes de esta posible parcialidad esta-mos en mejores condiciones de aprovechar los recursos dejunkscience.com. El contenido se presenta algo desorgani-zado. A través de un “curso corto”, una lectura breve conejemplos, se nos ofrece la explicación del concepto deciencia basura y sus consecuencias más graves. En lacolumna “del basurero” (by the junkman) encontraremosenlaces a los artículos del autor; la mayoría de ellos nosllevarán al sitio web de Fox News, donde publica regular-mente el incisivo Milloy. En el apartado de Noticias yComentarios nos mantendremos al día en cuanto al desa-rrollo de la ciencia basura en los periódicos virtuales. ElDDT FAQ es un completo artículo que exculpa al insec-ticida DDT; desmonta, apoyado en múltiples citas cientí-ficas, los argumentos que han conducido a demonizarlo y,en opinión de Milloy, a aumentar los casos de malaria enel mundo. El DDT FAQ ha sido traducido al español ypublicado en la web de la Fundación Argentina de EcologíaCientífica: http://mitosyfraudes.8k.com/articulos/DDT-FAQ-Esp.html.

Hay un buen apartado de bibliografía sobre cienciabasura (Milloy no dejará de recomendarnos, además, suspropios libros) y, finalmente, tenemos la posibilidad dedebatir en varios grupos de discusión sobre los temas dela página.

Como conclusión, conviene mantener una cierta dis-tancia en la lectura de junkscience.com, y quizá comple-mentarla con otras posiciones críticas. No se trata esta vezde lo mágico, lo paranormal o lo pseudocientífico, sino dela manipulación de la ciencia auténtica; un fenómeno deimportantes consecuencias y de difícil abordaje, en el queel consenso casi nunca está garantizado, y al que los escép-ticos quizá no prestemos la suficiente atención. é

■ Recursos: 6 ■ Enlaces: 7■ Presentación: 5 ■ Velocidad de carga: alta

Ernesto Carmena

GUÍA DIGITAL

¿QUIÉNMANIPULALA CIENCIA?

No todo el mundo estáde acuerdo en lahonradez de Milloy yJunkscience.com. Así, en MapCruzin.com y PR Watch.org, denuncianque está a sueldo de lascompañías tabaqueras,aportando algunosdocumentos acerca deellos, visibles en la web.¿Será cierto?

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Page 43: El regreso de los visionarios

Se ha dicho que el único programa televisivo de ciencia-ficción que logró situarse entre los veinte más vistos delaño en los Estados Unidos fue, precisamente, esa espe-cie de serie de documentales dramatizados que confor-maron los 26 episodios de Project UFO (1978-1979). EnEspaña se emitiría a partir de 1979 bajo el título de In-vestigación OVNI. Aunque algunos casos investigados porla pareja del Proyecto Libro Azul (claros precursores deMulder y Scully, aunque del mismo sexo) resultaban serfraudes o confusiones, la mayoría de los incidentes apa-recían como genuinos (en curioso contraste con los re-sultados del Proyecto original). En los años noventa re-surgiría el esquema en series como Sightings.

La primera serie de ciencia-ficción emitida por te-levisión fue la norteamericana Captain Video, de 1949a 1956, que tuvo muchos imitadores. Más próximas a laufología tendríamos En los límites de la realidad (The Twi-light Zone) (1959-64), posiblemente una de las más ex-tensas jamás realizadas, con 156 episodios indepen-dientes de intriga, fantasía y ciencia-ficción presentadospor Rod Serling. Poco después apareció la competenciabajo el título de Rumbo a lo desconocido (The Outer Li-mits) (1963-65). Un examen minucioso de ambas per-mitiría seguramente descubrir muchos elementos pre-cursores de la casuística ufológica, pero el más conocidose centra en un episodio de ésta última titulado The Be-llero Shield, cuyo alienígena (según descubrió MartinKottmeyer –El Escéptico nº 6–) parece haber inspira-do las descripciones del abducido Barney Hill.

Lamentablemente, ninguna de estas series ha llega-do a ser plasmada en un sello. Tal honor corresponde auna serie inglesa, con muchos seguidores en todo el mun-do (aunque en España apenas sí se emitieron algunos epi-sodios sueltos): Dr. Who (Fig. 1). La serie, cuya emisiónen la BBC se prolongó durante 26 años, fue creada en1963. Giraba en torno a las aventuras de un Señor delTiempo muy peculiar que para atravesar los siglos y mi-lenios empleaba una máquina del tiempo denominadaTARDIS, camuflada como una típica cabina policial bri-tánica. Las tramas huyen de los habituales monstruosalienígenas y así sus principales némesis extraterrestresson los Daleks, “pequeñas gotas verdosas envueltas enuna armadura de policarbonato”. Su imagen ilustra el se-llo emitido por Gran Bretaña para conmemorar el Mile-nio, y que vemos aquí en lo que se denomina Sobre Pri-mer Día.

También en 1963 aparecería en Estados Unidos la pri-mera comedia con protagonista extraterrestre Mi mar-ciano favorito (My favourite martian) (1963-66), un mar-

UN MARCIANO EN MI BUZÓN

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LA UFOLOGÍA Y EL COLECCIONISMO DE SELLOS (5): TELEVISIÓN

Figura 1

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ciano que se estrella en la Tierra mientras realiza un vue-lo rutinario y, auxiliado por un periodista, se hace pasarpor su tío Martin. La idea original parece pertenecer alconocido escritor Gore Vidal con su obra teatral de 1956Visit to a small planet. Las situaciones cómicas que plan-tea la poca familiaridad del alienígena con las costum-bres terrestres dan mucho juego para la sátira costum-brista, por lo que no es de extrañar que la premisa se hayarepetido en series posteriores como Mork y Mindy, Alfo Cosas de marcianos (3rd Rock from the Sun). Como ve-mos, la idea de unos alienígenas infiltrados en nuestrasociedad no es nada reciente.

Perdidos en el espacio (Lost in Space) empezó a emi-tirse en EEUU el 15 de Septiembre de 1965 y sería laprimera producción televisiva en ofrecernos encuentrossemanales con toda una variedad de seres extraterres-tres, algunos de los cuales aparecen en este pliego emi-tido por la república de Guinea en 1998, aprovechandosu paso a la pantalla grande (Fig. 2). Su éxito impulsa-ría series semejantes y mucho más exitosas, en concre-to Star Trek (1966-69) que presentaba los viajes de la naveespacial Enterprise “para llegar a donde ningún hombrellegó antes”. Aunque en su momento no alcanzó gran au-diencia, un pequeño pero entusiasta grupo de seguido-res llegó a convertirla en todo un fenómeno de masas (Fig.3). En esta hojita bloque del archipiélago caribeño de SanVicente y las Granadinas vemos a la tripulación original,donde destacaba el híbrido Mr. Spock, inexpresivo y sinemociones, prototipo de los posteriores Grises... aunquemucho más guapo.

El fenómeno “Trekkie” saltaría también a la panta-lla grande, donde ha conformado una saga más extensaque la de Star Wars. También se ha convertido en unafuente de ingresos para algunos pequeños países, pueses creciente el número de emisiones dedicadas a la mis-ma. A modo de ejemplo, y para que juzguemos la pocaimaginación de los diseñadores de los ovnis habituales(sean terrestres o extraterrestres) vean este hojita emi-tida por la ex-colonia británica de Granada donde se

muestran nueve de las naves habituales en estas aven-turas galácticas (Fig. 4).

Los distintos episodios de la serie original, cuyos guio-nes iban firmados por escritores de prestigio en la fic-ción científica, prestaban más atención al lugar del hom-bre en el Universo que a las escenas de acción o a losefectos especiales, pero a los ojos del ufólogo no se le es-capan detalles y semejanzas con el fenómeno ovni. Así,tenemos episodios como el inaugural The Cage, en el quelos alienígenas encierran al capitán de la nave en un cu-bículo donde las ilusiones parecen reales, o el tituladoThe Corbonite Maneuver que presenta a unos alieníge-nas cabezones y de ojos alargados.

No obstante, para los ufólogosresulta mucho más interesante laserie Los Invasores (The Invaders)(1967-68) cuyos episodios llega-ron a España a mediados de 1968,justo antes de la gran oleada ovnique inundó España a partir de aquelverano. ¿Casualidad? (Fig. 5).

El siguiente programa de re-levancia ufológica no ha merecidotodavía ningún sello, pero quizá notarden demasiado. Me refiero a lapelícula producida para televisiónThe UFO Incident (1975) en tor-no a la abducción del matrimonioHill y protagonizada por el actorde color James Earl Jones (suprincipal promotor) (Fig. 6 y 7). Suestreno precedería en unos pocosdías a la primera gran oleada deabducciones en los Estados Uni-dos, cuyo incidente más destaca-

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Figura 3

Figura 4

Figura 5

Figura 6

Figura 7

Page 45: El regreso de los visionarios

do fue el secuestro deTravis Walton delantede sus compañeros (yque años más tardellegaría también a lapantalla grande comoFire in the Sky). Más“casualidades”.

Por su impactoufológico, la décadade los ochenta queda-ría marcada por la mi-niserie V (1983-85) ysus secuelas. ¿Quiénpuede olvidar a la la-

garta Diana, la voluptuosa alienígena que comía ratas ybebía sangre humana? La premisa de la historia: la lle-gada de unos amistosos alienígenas dispuestos a servira la humanidad pero que, como en el famoso relato deDamon Knight To Serve Man (1950), realmente prefie-ren servirla... ¡sobre un plato! Sería a partir de la emi-sión de estos episodios cuando los alienígenas reptiloi-des empezarían a proliferar en los relatos de abducción,generalmente en sus facetas más terroríficas, aunque al-gunas abducidas aseguran que el sexo con ellos es lite-ralmente “de otro mundo”.

En los noventa llegó la proli-feración de series de ciencia-fic-ción para televisión. En la filate-lia han quedado recogidas dos deellas:

— Otra producción estadou-nidense situada en el mismo uni-

verso de Star Trek, Voyager, con la novedad de que el pa-pel central lo asume una mujer, la capitana Janeway. Enla hojita bloque aparece la tripulación de la nave con sumezcla ya habitual de humanos y alienígenas, todos elloshumanoides (Fig. 8).

— Una de las más serias competidoras a la supre-macía de Star Trek fue Babylon 5, el nombre de una gi-gantesca estación espacial ubicada en una zona neutraly que funciona como una versión intergaláctica de las Na-ciones Unidas. Logró mantenerse durante cinco tempo-radas (1993-98). Los principales protagonistas, una vezmás todos con formas humanoides (los efectos especia-les resultan más baratos), aparecen en estos nueve va-lores emitidos por la república de Kirgizistán (Fig. 9).

No podíamos terminar este paseo por la ufología te-levisiva sin mencionar a Expediente X (The X Files), lafamosísima serie creada por Chris Carter en 1993 y cuyoúltimo episodio se emitió en mayo del 2002. Como ilus-traciones de la misma hemos escogido dos series:

— Una hoja con nueve valores emitida en Cheche-nia con ocasión de su paso a la pantalla grande ExpedienteX (1998). Nos presenta a los principales protagonistas,sin olvidar a uno de los Grises (Fig. 10).

— Una hojita bloque emitida por la república ex-so-viética de Mordovia (Fig. 11) y que reproduce el pósterque tenía Fox Mulder en su despacho... y muchos de los

seguidores de la serie en susdormitorios. La frase I wantto believe (“Quiero creer”)refleja perfectamente en loque se ha convertido la ufo-logía del siglo XXI. é

Luis R. González Manso

el escéptico verano 200258

UN MARCIANO EN MI BUZÓN

El autor desea agradecer la colaboración de Giancarlo D’Alessandro,ufólogo italiano editor del PHILCAT. Catalogo di UFOfilatelia disponi-ble en la red: http://web.tiscalinet.it/Giada/ Asimismo, agradecería la co-laboración de los lectores para ampliar la casuística filatélico-ufológica.

Figura 8

Figura 9

Figura 10

Figura 11

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Busque,compare, y siencuentra algomejor... cambiede opiniónConsideremos la siguiente historia. Cualquier parecidocon la realidad no es pura coincidencia.

Hace ya algunos años, me independicé y me fui a vi-vir sola a un piso en un barrio muy agradable de Valen-cia. Allí tuve que enfrentarme a todos los problemas in-herentes a cualquier joven que hasta el momento hallevado una vida regalada en casa de sus padres, y debodecir que no me las apañé demasiado mal.

Recuerdo una ocasión en la que fui al mercado conuna amiga que me aventajaba en varios años en esto dela independencia. Comprar nunca ha sido una de mis ac-tividades favoritas, así que ir en compañía aliviaba un pocoel tedio del proceso. Pero, a los pocos minutos de ir re-corriendo los pasillos del supermercado, empujando nues-tros respectivos carritos, pude ver cómo ella iba abrien-do unos ojos como platos.

—¿Qué pasa? —pregunté, siguiendo su mirada de es-panto, que estaba clavada en el contenido de mi carri-to. ¿Tendría miedo de las latas de atún que estaba yo car-gando en ese momento?

—¿Qué estás haciendo? —replicó ella, en el susurrohorrorizado de un monje que acaba de contemplar cómoalguien profana una reliquia sagrada.

—Estoy comprando latas de atún —expliqué, inne-cesariamente.

—¿Pero qué dices? ¡No has visto si son en aceite ve-getal o de oliva! ¡No has leído la etiqueta para ver si losatunes habían sido capturados con redes de arrastre quematan a los delfines! ¡Ni siquiera has mirado la fecha decaducidad!

Todos estos reproches fueron hechos en un volumenascendente, hasta el punto de que al final los clientesvolvían la cabeza hacia donde estábamos y (me pareció)me dedicaban miradas de odio. Yo, que no tenía idea deque comprar atún implicara tan complicadas negocia-ciones previas, me quedé de una pieza.

—Pero son latas, ¿qué puede importar la fecha de ca-ducidad? —dije, tratando de mirar con un ojo la dicho-sa fecha en alguna de las latas del carrito. Mi amiga mo-vió la cabeza de lado a lado, con tristeza, como ante lacama de un enfermo terminal.

—Siempre hay que mirar la fecha de caducidad. A ve-ces ponen las latas casi caducadas más a mano para quegente como tú se las lleve. No cuesta nada mirarlo y te puedes ahorrar más de un disgusto, por no hablar dedinero.

Reconocí la prudencia del argumento. Noera consciente, entonces, de la sutil per-fidia que puede darse en el mundo delas grandes superficies.

—Y también tienes quefijarte —siguió miamiga, con el tonoamable de quienenseña a sumar aun niño algo ton-to— en si el atúnestá en aceite ve-getal o de oliva.De oliva es más

verano 2002 el escéptico 59

ADELA TORRES

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Page 47: El regreso de los visionarios

caro, pero cuando dicen aceite vegetal casi nunca sabesqué aceite es, si de soja, de girasol, de colza o mezcla-do. Y mira bien la lista de ingredientes por si el atún lle-va conservantes no autorizados o no es atún claro de pri-mera calidad como dice en la etiqueta, que nunca tepuedes fiar. Y tienes que buscar siempre el simbolito eseque asegura que no han usado las redes esas que matana los delfines.

A esas alturas yo ya estaba más que un poco asusta-da y deseando poder tomar notas de todo.

—¿Y esto hay que hacerlo con el atún o con todo?—pregunté con un hilito de voz. A ese paso, la compra dela semana me llevaría... toda la semana.

—Con todo, por supuesto.— dijo ella muy seria— Tie-nes que fijarte muy bien porque, si no, te dan gato porliebre y acabas gastándote más dinero del que deberías.

Me miró con una sonrisa algo conmiserativa.—Es un poco complicado— dijo— pero merece la

pena. No se puede ir por la vida como vas tú.Reconozco que el tonito de superioridad que usó me

resultó algo antipático, pero tras un tiempo de reflexión,tuve que reconocer que mi amiga tenía toda la razón delmundo y yo estaba equivocada. Mi manera de comprarhasta la fecha había sido irresponsable y me ponía en unaposición vulnerable ante cualquier intento de abuso delconsumidor.

Tras un breve período de aprendizaje, que, al fin y alcabo, no fue tan gravoso para mi entendimiento, me acos-tumbré a leer las etiquetas, a prestar buen ojo a las ba-lanzas, a apreciar la diferencia entre “contenido en zumo5%” y “100% zumo de naranjas recién exprimidas”, en-tre leche pasteurizada y UHT, y otros tantos conocimientosarcanos que es necesario adquirir cuando se es ama decasa. Aprendí a examinar cuidadosamente las frutas y ver-duras en busca de taras y a tomar nota de la posición delproducto en la estantería. Me hice una experta. Pocos hayahora que me puedan tomar el pelo cuando voy al mer-cado, y se lo debo a mi amiga, que me enseñó la adecuadaactitud mental que hay que tener cuando vas a realizar

una transacción comercial. Fue una enseñanza muy pro-vechosa, que le agradezco.

Hace algún tiempo, volví a ver a mi amiga. En un mo-mento dado de la larga conversación que mantuvimos,me comentó que últimamente se sentía demasiado irri-table, se cansaba con facilidad, estaba baja de ánimosy había ganado peso. Probablemente, le dije, era por sunuevo trabajo, que le exigía muchas horas de esfuerzo yle obligaba a unos horarios de comidas irregulares durantelos que tragaba rápidamente un bocadillo o una ham-burguesa.

—No, no es eso— me dijo, muy segura— Es que re-sulta que tengo obstruidos los meridianos.

Durante un instante de pánico, pensé que no me ha-bía enterado bien de su nuevo trabajo y que se había he-cho cartógrafa, pero no era el caso. Se refería a los me-ridianos energéticos que supuestamente recorrían sucuerpo y probablemente también el mío, y el de todo hijode vecino. Me interesé por los detalles.

Al parecer, mi amiga había ido a una feria naturistay allí un caballero muy amable le había dicho que si nole importaba le gustaría leer su aura. Esto, lejos de seruna proposición indecente, resultó ser todo un hallazgopara mi amiga. El caballero entrecerró los ojos, se con-centró, le dijo que notaba que tenía los meridianos obs-truidos y le preguntó si se había notado algo diferente úl-timamente. Mi amiga dijo que no.

—¿Seguro? ¿No has notado que te cansas enseguida,que te levantas de mal humor, como si no hubieras dor-mido lo suficiente?

—Ahora que lo dice...—¿Y la cabeza? ¿Sufres de dolores de cabeza?—Pues la verdad es que sí...—¿Cambios de humor bruscos? ¿Tienes una cierta ten-

dencia a perder los nervios por tonterías, sobre todo alanochecer?

—A veces, pero...—Lo que yo te decía: tienes una obstrucción en el flu-

jo del Qi. No te preocupes, es totalmente reversible. Ade-más, estás de suerte, yo te puedo ayudar. Poseo algunosmodestos conocimientos de acupuntura y aromaterapia,y te aseguro que en cosa de nada te encontrarás comonueva. ¡Notarás como si hubieras perdido veinte años!

Dejando aparte que eso hubiera dejado a mi amiga enla, sin duda, enérgica pero poco recomendable edad denueve años, el caballero le dio cita para desatascar la obs-trucción meridiana y, mientras tanto, le vendió ciertos pro-ductos que ayudarían sobremanera en la recuperación del,como él lo llamó, “estado alfa de energía”. Consistían enunas botellitas de esencias aceitosas de diferentes flo-res y una caja con seis botellas de litro de un misterio-so producto llamado O-800. Mi amiga se sintió aliviada

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al saber que su condición tenía remedio y pagó gustosalas 23.000 pesetas (oferta promocional) que le cobró elcaballero por estos productos.

Me mostró una de las botellitas de esencia, que lle-vaba en el bolso, y cuyo penetrante aroma floral podía oler-se hasta en Oslo. También llevaba, mediada, una de lasbotellas de O-800.

—Tengo que beberme como mínimo una de ésas aldía —me explicó con entusiasmo—, y la verdad es quedesde que lo hago me encuentro mucho mejor. Y, antesde dormir, echo unas gotitas de esa esencia en un que-mador y me relaja muchísimo. No sabes lo que me ale-gro de haber conocido a ese señor. Mañana voy a ir a laacupuntura para lo de los meridianos. Me dijo que seríacosa de cinco o seis sesiones máximo, y como nueva.

Pregunté delicadamente cuánto cobraba el caballe-ro por cada sesión.

—Quince mil. Me parece barato, ¿a ti no? Me dijo tam-bién que la siguiente caja de O-800 me la dejaría con un30% de descuento, ¡imagina!

Examiné la botella. La etiqueta decía O-800 en letrasde cuidado diseño, y debajo, “La bebida totalmente na-tural que repone sus necesidades energéticas, ¡con 800%más oxígeno que el agua mineral normal! ¡Reponga ener-gía! ¡Purifique su organismo!”. En letra pequeña, se leíaque el mágico elixir no llevaba conservantes, ni colorantes,ni azúcar añadido y que además era bajo en sodio y noaportaba calorías, por lo que “ayudaba a cuidar la línea”.Un recuadro con letras microscópicas advertía de que setrataba de un “suplemento nutricional”.

En resumen, mi amiga estaba bebiendo simplemen-te agua, cosa que, en mi sorpresa, le hice notar quizá condemasiada brusquedad.

—Ni siquiera te has molestado en leer la etiqueta —añadí, lanzada—. No te has detenido a pensar en qué sig-nifica lo del 800% de oxígeno añadido, en ningún mo-mento te has planteado si esos vagos síntomas quedescribes son reales o producto de la sugestión, y estáspagando un montón de dinero a ese señor, que lo más

probable es que te esté timando. No se puede ir por lavida como vas tú.

Ella se mostró herida por mi cruel escepticismo, meacusó de no estar abierta a nuevas experiencias, me ase-guró de nuevo que a ella le estaba funcionando de ma-ravilla y que se sentía mucho mejor, más relajada y pu-rificada, y se marchó con la cabeza muy alta y hecha unafuria. Purificada puede que sí, pensé, pero relajada, nien broma.

La cosa no pasó a mayores y en nuestra siguiente con-versación pude hacerle ver, de manera mucho más di-plomática, que había estado pagando una fortuna por lamisma sustancia que salía del grifo de su casa, si qui-tamos el sabor a cloro. Ella lo admitió, pero añadió quealgo le estaba haciendo y que, de todas formas, las se-siones de acupuntura eran fabulosas y era increíble lo mu-cho que su nivel de energía había subido. Resultó quecinco sesiones no fueron suficientes, y ya iban por la de-cimocuarta, pero mi amiga decía que merecía la pena,y además el simpático acupuntor le regalaba, en cada vi-sita, un suplemento energético de zinc que en el mercado,al parecer, se vendía carísimo.

En la cuestión del caballero acupuntor y su trata-miento, y usando el símil de las latas de atún, mi ami-ga había dejado de mirar las fechas de caducidad, ha-bía dejado de prestar atención a la calidad del aceite yhabía mandado a hacer gárgaras a los delfines. Enfren-tada a evidencias irrefutables de la total vulgaridad deun producto milagroso, había mirado hacia otro lado y sehabía refugiado en vaporosas excusas de bienestaremocional. Sometida a un lento pero continuo sangradode su cuenta corriente, había creado una realidad en laque los beneficios obtenidos, reales o no, merecían el sa-

crificio monetario.¿Es tonta mi amiga? En

absoluto. Es una personanormal, perfectamentecuerda, muy inteligente ycentrada. Terminó con éxi-to una difícil carrera uni-versitaria y es capaz deaplicar sus conocimientoscon buen tino y profesio-nalidad. Y, aun así, aplicaexcelentes reglas de pen-samiento crítico a la com-

pra de latas de atún y las tira por la ventana cuando setrata de los llamados productos alternativos. Todos los fil-tros lógicos que usa en transacciones como la compra deun piso o de un coche, o en su trabajo o para juzgar lavalidez de determinado electrodoméstico, desaparecencomo humo cuando de lo que se trata es de aplicar el mis-

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No existe un rechazo inmediato contra quienanaliza cuidadosamente las etiquetas de losproductos normales, pero sí contra quien analizacuidadosamente las etiquetas de los productosalternativos y los descarta como inútiles,potencialmente peligrosos y posibles estafas

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mo rasero a ese recoveco social en el que se han refu-giado las paraciencias.

Yo no soy más inteligente que mi amiga, y no me cos-tó mucho darme cuenta de que ella tenía razón en el mer-cado. Ella, sin embargo, tiene que vencer una resisten-cia mayor para reconocer que yo tenía razón en el asuntodel agua y el acupuntor. No existe un rechazo inmedia-to contra quien analiza cuidadosamente las etiquetas delos productos normales, pero sí contra quien analiza cui-dadosamente las etiquetas de los productos alternativosy los descarta como inútiles, potencialmente peligrososy posibles estafas.

Esto es, para mí, lo auténticamente sorprendente. Lagente no es tonta: al contrario. Muchas personas mues-tran una saludable suspicacia cuando se les pide un de-sembolso económico. Las reclamaciones por insatisfac-ción con lo adquirido están a la orden del día. Pero existeuna especie de punto ciego cuando el dinero se invier-te en tratamientos u objetos más o menos esotéricos. Exis-te una especie de tolerancia benigna ante los horósco-pos de los periódicos (¿por qué? ni siquiera sonespecialmente entretenidos). Nadie reclama cuando lapredicción del astrólogo de turno no se hace realidad, aun-que todos comentan a la hora del café aquel día en quesu horóscopo se reveló acertado. Si se aplican exacta-mente los mismos parámetros críticos a un vendedor decoches usados y a un vendedor de milagros de la Nue-va Era, en el primer caso recibirás felicitaciones por tuagudeza y sentido común por no dejarte timar, y en el se-gundo caso recibirás feroces críticas por no tener la men-te abierta y querer aplastar las ilusiones de la gente.

Los creyentes en todas estas diferentes ramas alter-nativas tienen bastantes puntos en común. Si se hace no-tar a estas personas que sus preconcepciones parten desupuestos erróneos, que los productos supuestamente mi-lagrosos que consumen son, en el mejor de los casos, ino-perantes, o que la teoría que defienden está en contra-dicción directa con los resultados que ellos mismosobtienen en su trabajo o aplican a su vida cotidiana, larespuesta más normal será una reacción hostil e inclu-

so airada. La crítica será tomada como un insulto a suinteligencia, o como una muestra de la cerrazón mentaldel criticón. Pareciera que, más que su agudeza como con-sumidores, estamos cuestionando su religión, la religióndel “por si acaso”, del “daño no me va a hacer”, del “haymuchas cosas que todavía no sabemos”.

Y lo hacemos, por supuesto, de la misma manera quemi amiga cuestionó mis hábitos de compra. Y, de la mis-ma manera que sus críticas me hicieron reconocer el errorde mis métodos, y posteriormente corregirlo, esperamoscon nuestros argumentos hacer ver las falacias que cons-tituyen la base de estas pseudociencias, y aguardamos,

quizá con demasiado optimismo, que esolleve a un cambio de opinión por partedel creyente. ¿Es mucho pedir el aplicarel mismo rasero, utilizar las mismas he-rramientas mentales, para un caso y parael otro? ¿Qué privilegio pueden invocaresas pseudociencias, que buscan reco-nocimiento oficial, para no tener que so-meterse a las reglas de validación que sontan útiles en los demás campos de lavida? Ninguno. Ninguno en absoluto. Esimprescindible que se aplique el mismo

escepticismo ante una lata de atún potencialmente po-cha que ante un producto milagroso totalmente inútil: hayque informarse, preguntar, evaluar el resultado y decidirsi, después de todo, merece la pena pagar varios milesde pesetas por un frasco de agua destilada o un braza-lete de cobre.

A riesgo de que suene desesperanzador, diré que todolo que podemos hacer es ofrecer las herramientas críti-cas disponibles y dejar que el interesado las use, en lu-gar de dárselo todo masticado. No podemos forzar un cam-bio de opinión, de la misma manera que no podemosforzar un cambio de religión. Es el interesado el que debedecidir, y llevar a cabo el proceso mental necesario demanera consecuente, porque ésa es la única manera deconseguir que el cambio de opinión tenga validez real yno sea simplemente el cambio de un sistema de dogmaspor otro, cosa que, como defensores del pensamiento crí-tico, deberíamos tratar de evitar a toda costa.

Todo lo que podemos hacer, y ese todo es realmentemucho, es apuntar los fallos, las contradicciones, la irra-cionalidad presente a nuestro alrededor, y ofrecer una vi-sión lo más completa y objetiva posible de todas esas áre-as en las que la falta de pensamiento crítico reinaindiscutible. Si al hacerlo conseguimos que alguien, qui-zá, eche un vistazo a la fecha de caducidad, habremossalvado unos cuantos delfines por el camino. Y echar unsegundo vistazo a las etiquetas es, también, una mane-ra fascinante de aprendizaje. é

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Todo lo que podemos hacer es ofrecer lasherramientas críticas disponibles y dejar que el interesado las use, en lugar de dárselotodo masticado. No podemos forzar un cambio de opinión, de la misma manera que no podemos forzar un cambio de religión