"el pasado y el presente de la participación en la formación docente“

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"El pasado y el presente de la participación en la formación docente“. Escuela Normal Superior “Juan Bautista Alberdi” Deán Funes-Córdoba. - PowerPoint PPT Presentation

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"El pasado y el presente de la participacin en la formacin docente"

"El pasado y el presente de la participacin en la formacin docente

Escuela Normal Superior Juan Bautista AlberdiDen Funes-Crdoba.El curriculum se debe construir permanentemente por todos y todas las participantes de la accin educativa, quienes tienen derecho a tomar decisiones sobre l.El cambio de cara de la escuela pasa por el cambio de la vida diaria de la escuela, trabajando intensamente con la colaboracin de mucha gente competente y escuchando a todos. Paulo Freire

El presente trabajo tiene por objetivo mostrar como ha sido la participacin estudiantil en los institutos de formacin docente de la Ciudad de Den Funes, desde sus inicios hasta nuestros das.Nuestra ciudad esta ubicada a 120 Km al norte de la capital cordobesa. Cuenta, aproximadamente, con 35.000 habitantes. Sus 135 aos de historia, segn nuestra visin, se ha caracterizado por ser una sociedad indiferente, lo que se refleja en la vida institucional de las escuelas. Nosotros actualmente estamos cursando el tercer ao del profesorado en EGB 3 y Polimodal en Biologa. El ao pasado fuimos invitados por el INFOD y Polticas Estudiantiles a participar del proyecto nos-otros y la participacin. Con la puesta en marcha del mismo, nos tropezamos con la contrastante realidad de que en nuestra institucin la participacin no se prioriza, no se fomenta, o de lo contrario, nunca llega a concretarse. En busca de respuestas al por qu de esto, tomamos como punto de partida la hiptesis de que en la historia de la Formacin Docente en nuestra localidad, la participacin estudiantil estuvo reducida a acciones aisladas que no han tenido continuidad en el tiempo.Si bien, sabemos que vivimos en una ciudad con fuerte tendencia individualista, desligada de responsabilidades que promuevan un bien comn, nos propusimos trabajar en post de llegar a resultados que fuesen fructferos para desechar o comprobar dicha hiptesis y las posibles causas que llevaron a esto.

Decidimos entonces, indagar respecto a dicha problemtica mediante, entrevistas a ex alumnos, docentes y directivos, jubilados y en actividad, a fin de recuperar material que nos fuese til. La mayor parte de las personas, que accedieron a brindarnos informacin acerca de Participacin en los aos que formaron parte activa de la institucin, sealaron que: la relacin alumno-docente-directivo era fluida; que se propiciaba el dialogo; que la participacin siempre estuvo, aunque solo ligada a festejos de fechas especiales; que siempre existieron intentos de grupos reducidos de personas por construir un centro de estudiantes pero nunca lleg a concretarse.No del todo conformes con esto, propusimos entrevistar alumnos actuales de nivel superior, con la misma premisa acerca de participacin. Entre ellos prevaleci el participar como una prdida de tiempo, como una mochila que no estaban dispuestos a cargar, como algo sumamente innecesario para nuestra formacin.Con la informacin recabada concluimos que entre los entrevistados prevaleca una concepcin errnea o diferente de lo que es participacin.Sabemos que es preciso un gran cambio, que no necesariamente se trata de dar vuelta una hoja y comenzar nuevamente, sino de un proceso complejo que implica compromiso y responsabilidad que se nutre de conflictos y consensos. Es decir, comprometerse a formar parte de un cambio profundo en el que la participacin sea la protagonista.

Para poder contar nuestra historia elegimos el eje La participacin estudiantil y las concepciones pedaggicas ya que nos pareci importante seleccionar y recuperar huellas, aportes, visiones y contribuciones que se realizaron a lo largo de la historia con el objeto de pensar la participacin estudiantil en el marco de una escuela diferente.Como venimos contando, la participacin en el pasado y el presente de la formacin docente ha estado prcticamente ausente. La indiferencia y la apata son seales diarias por parte de los estudiantes a diferentes propuestas que se les plantean. Consciente o inconscientemente hacen odos sordos a cualquier instancia que implique invertir tiempo y contraer compromiso por un fin que beneficiara al sistema en conjunto. El desinters se refleja ante diversas acciones y actividades que se proponen, no solo en el aula sino tambin en la institucin. Dicho desinters se fundamenta en posibles excusas o pensamientos que se arraigan en la mayora o en la totalidad de los estudiantes. En casi todos los casos los alumnos somos prcticamente obligados a participar, sin tener conciencia de la importancia de tal prctica. Lo hacemos por temor a represalias ya que, por lo general, en algunas instituciones unos pocos mandan, dirigen, deciden y el resto acepta, sigue u obedece por la asimetra existente en el aula y en la escuela. Frente a esto nos preguntamos es posible formarnos como docentes sin inters, respecto a las acciones o actividades que giran en nuestro entorno? Nosotros, los alumnos creemos que con tener participacin en el aula basta?

Antes de iniciar con este trabajo pensbamos igual que el resto que participar implicaba una perdida de tiempo. En el transcurso de lo trabajado tomamos conciencia de lo importante que es la participacin como un espacio de libertad para la decisin y la accin, sobre todo considerando que nos estamos formando como futuros docentes, que tendremos la compleja misin de formar a otros jvenes en la participacin, el compromiso y la responsabilidad.Nuestro objetivo, fue entonces, reflejar a travs de imgenes y textos esta realidad. Y esperamos que sirva como puntapi para un cambio profundo, que implique un proceso de crecimiento mutuo, en el que cada uno de los actores institucionales se comprometa a participar de manera activa y responsable en la escuela ms democrtica y flexible. Una escuela que promueva futuros docentes con pensamientos crticos, capaces de desenvolverse de igual o mejor manera en el futuro.Una escuela en la que no solo se estudie, sino tambin en la que se vislumbre en acciones, la participacin, el compromiso, la responsabilidad, el inters, la libertad, la solidaridad, etc.

Cmo podemos formarnos como docentes y ciudadanos activos sino se reconocen nuestros derechos a participar como estudiantes y ciudadanos activos en nuestro IFD y en otros espacios sociales? La educacin debe provocar colaboracin, participacin, poder dedecisin y responsabilidad, virtudes necesariamente sociales y polticas, adems de individuales.

La indiferencia y la apata han caracterizado los procesos de participacin en los Institutos de Formacin Docente en la ciudad de Den Funes desde sus orgenes hasta nuestros das.

La participacin se ha limitado siempre a acciones aisladas sin continuidad en el tiempo. Acciones que empiezan y terminan ,y en algunos casos no terminan completamente. Siempre quedan eslabones sueltos que no se juntan y obstaculizan el logro de los objetivos.Entre estas acciones aisladas podemos hacer referencia a: talleres, jornadas, actos escolares, festejos de fin de ao o da del estudiante, expo ofertas educativas, otros.

DIA DEL ESTUDIANTE AO 1989

ACTO 25 DE MAYO AO 2005

EXPO-OFERTA AO 2008

DESPEDIDA DE AO 2009

FESTEJOS DEL BICENTENARIO

Durante el transcurso de la historia de los IFD hubo algunos intentos de formar Centros de Estudiantes, pero no se lograron acciones para concretarlos. En ciertos momentos hubo esbozos de construccin de los mismos, a travs de alumnos y profesores que eran elegidos al azar, actuando stos de intermediarios, pero sin cumplir con la funcin poltica como tal.

Desde siempre la participacin se asoci y se contina asociando a unaprdida de tiempo, esto pone de manifiesto la falta de compromiso y de sentido de pertenencia as como tambin el desinters de los actores.

Cules han sido y son las causas de esta situacin?

En repetidas oportunidades los alumnos reflejan desinters ante diversas acciones y actividades que se proponen, no slo en el aula sino tambin en la institucin. Dicho desinters se fundamenta en posibles excusas, como el trabajo, la familia, las responsabilidades que impiden asumir nuevos compromisos con la institucin. Ante esto nos preguntamos:Es posible formarnos como docentes indiferentes respecto a las acciones o actividades que giran en nuestro entorno?

La mayora de las veces los alumnos no tienen una participacin activa en la vida institucional porque la misma es interferida por docentes y directivos. Pensamos que una de las razones es mantener los estereotipos del rol tradicional del alumno, dejando al mismo sin voz ni voto en ocasiones. Otro motivo puede ser el miedo a una participacin con atribuciones desmedidas, que ponga a los alumnos en un lugar de poder y presin provocando una desestructuracin en la cotidianeidad institucional.

Se debe dar la posibilidad de voz a todos, ya que todas las personas tenemos siempre palabras que decir e ideas para aportar.La existencia del dilogo solo se puede dar si tenemos una profunda confianza en el ser humano, en su poder de hacer y rehacerP. Freire

Somos los estudiantes incapaces de hacer y rehacer?Somos seres carentes de pensamientos propios, acrticos y poco creativos a los que solo nos tienen que dar las cosas hechas y aprender imitando?

Los alumnos en algunas situaciones se sienten obligados a participar, lo que genera una situacin de desgano, desinters, falta de compromiso. Se ven obligados por temor a las represalias; unos pocos mandan, dirigen, deciden y el resto acepta, sigue u obedece.La desorganizacin institucional quizs sea otra de las razones que limitan la participacin de los estudiantes. La lgica burocrtica de la institucin desdibuja los mbitos de participacin incluso en algunas ocasiones dejando a los estudiantes desorientados sin rutas claras hacia las cuales dirigirse .

Estamos inclinados a superar la tradicin autoritaria an tan presente entre nosotros, quizs de manera encubierta, nos deslizamos por ello hacia formas ms democrticas de educacin.

El gran problema al que se enfrenta el educador democrtico es cmo trabajar para hacer posible que la necesidad del lmite sea asumida en forma tica por la libertad. Cuando ms crticamente la libertad asuma el lmite necesario, tanto ms autoridad tendr, desde el punto de vista de la tica para seguir luchando en su nombre.

La libertad madura en la confrontacin con otras libertades, en la defensa de sus derechos. cada sujeto debe asumir tica y responsablemente la decisin fundadora de su autonoma.

La autonoma, en cuanto maduracin del ser para s, es proceso, es llegar a ser. No sucede en una fecha prevista. Por ello la escuela debe ofrecer experiencias estimuladoras para la decisin y la responsabilidad, en experiencias de la libertad.

CMO CONSTRUIRUNA ESCUELADIFERENTE?

Quien ensea tambin aprende y quien aprende tambin est en posicin de ensear.Las posiciones de educador o educadora y de estudiante no son ni fijas ni inmutables.Quien forma se forma y reforma, quien ensea aprende al ensear y quien aprende ensea al aprender, Ensear no existe sin aprender y viceversa P. Freire

Es necesario activar el dilogo entre la cultura escolar y la de los jvenes para revertir el desinters de los alumnos y la perplejidad de los que ensean.La igualdad debera empezar a pensarse como una igualdad compleja, una igualdad que habilita y valora las diferencias que cada uno porta como ser humano, sin por eso convalidar la desigualdad y la injusticia (Myriam Southwell)

Alcemos nuestra voz emitiendo opiniones y deseos siempre desde del respeto, a fin de construir una escuela mejor. La participacin es el "ejercicio de la voz, de tener voz, de intervenir, de decidir en ciertos niveles de poder, en cuanto a derecho de ciudadana".

Necesitamos una escuela donde exista mayor fluidez en el dilogo y comunicacin desde y hacia directivos, docentes y alumnos, para generar un ambiente institucional ms flexible y participativo.

Sera contradictorio abogar por una prctica educativa participante si se promueve, simultneamente, modelos rgidos y verticales de educacin; sera contradictorio si no se admite la curiosidad, la crtica, la sugerencia, la presencia activa en aras de seguir "paquetes instruccionales"; sera contradictorio si se promueve una educacin participante y a la vez se niega la participacin social, poltica, productiva, cultural y religiosa.

"La educacin como prctica de libertad" significa prctica democrtica que va ms all de una democracia formal cuya participacin se limita al voto, espacio que por lo general se corrompe, o a un sistema jurdico que no se cumple.

El proceso educativo tiene que fundamentarse en la participacin, la autorreflexin y el pensamiento crtico de quienes son sujetos del proceso de enseanza y de aprendizaje, esto es, las y los estudiantes, las y los docentes.

El concepto de innovacin educativa apunta a realizar acciones distintas que sean ms efectivas. Esto implica pensar una escuela diferente: moderar mentalidades, trabajar de forma distinta con los estudiantes

Necesitamos una educacin que se nutra de la diversidad, la interdisciplinariedad, y que adems trascienda los muros escolares. Una escuela que asuma el desafo de formar ciudadanos, futuros docentes crticos, creativos, participativos, solidarios, y comprometidos con la transformacin, que reaccionen ante la injusticia y la desigualdad de oportunidades.

Son dos valores importantes que no deben faltar en una escuela en la que la participacin estudiantil sea uno de los pilares ms significativos a los que sta se aferre.compaerismo

Queremos una escuela capaz de concretar acciones de manera colectiva y democrtica teniendo en cuenta la diversidad existente, en toda la comunidad educativa.

En un Centro de Estudiantes los jvenes se posicionandesde un lugar en donde el eje, la tarea, tiene como objetivo superar instancias dedesigualdad, casi naturalizadas, en el contexto institucional.Sin participacin y compromiso no hay cambio posible. Frente al discurso de nada puede ser cambiado aparecen las ganas de hacerLos jvenes visualizan la participacin en trminos prcticos, ms asociada con las posibilidades de logros individuales que con ideales o identificaciones generales de la sociedad

El Concejo Consultivo se configura como el instrumento de participacin de los miembros de la comunidad educativa a fin de dar respuesta a las necesidades para mejorar la gestin educativa en toda su dimensin . Participar es tomar parte, colaborar con otros, juntarse con quienes tienen inquietudes similares, formando un grupo para conseguir unidos metas comunes.Hacemos memoria y traemos al presente cada uno de aquellos movimientos de participacin reprimida donde jvenes participaron luchando por sus derechos . Movimientos en donde todos , estudiantes, obreros, civiles dijeron presente unindose a una misma voz, defendiendo sus ideales, esos ideales que eran ignorados en las ideas y en los discursos de los dirigentes polticos de aquel entonces.

Para Freire, " la cultura es la representacin de las experiencias vividas, de los artefactos materiales y de las prcticas forjadas en relaciones desiguales y dialcticas que diferentes grupos establecen en una sociedad, en un momento de la historia.

En nuestra sociedad la no participacin forma parte de la cultura, es algo que ya esta instituido entre los ciudadanos de nuestra localidad. Como alumnos y futuros docentes, solo queremos vivir en una sociedad mejor, luchar por ideales, sueos y expectativas sin que estos queden truncos, sin lastimar ni herir a nadie, solo a la ignorancia, la soberbia y la omnipotencia, que bajo el manto de autoridad se empean en domesticar a los ideales distintos.

Quizs vivimos inmersos en el mundo de lo utpico pero solo anhelamos formar parte de una sociedad mejor donde la participacin sea protagonista.

En este trabajo hemos dejado plasmadas algunas de las ideas que caracterizan a esta escuela diferente. Es nuestro compromiso, como alumnos de Tercer ao del Profesorado de Biologa en EGB 3 y Polimodal, empezar a construirla, movilizando e incentivando a los alumnos que forman parte de nuestro Instituto, con el fin de concientizarlos de lo importante que es nuestra participacin. En base a esto, nos pareci interesante recuperar aportes de lo que dice Freire en relacin a:La esperanza es una necesidad ontolgica, la desesperanza es esperanza que, perdiendo su direccin, se convierte en distorsin de la necesidad ontolgica.La desesperanza nos inmoviliza, y nos hace sucumbir al fatalismo en que no es posible reunir las fuerzas indispensables para el embate recreador del mundo. No soy esperanzado por pura terquedad, sino por imperativo existencial e histrico.Esto o quiere decir, sin embargo, que porque soy esperanzado atribuya a mi esperanza el poder de transformar la realidad, y convencido de eso me lance al embate sin tomar en consideracin los datos concretos, materiales, afirmando que con mi esperanza basta. Mi esperanza es necesaria pero no es suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sin ella la lucha flaquea y titubea. Necesitamos la esperanza crtica como el pez necesita el agua incontaminada.

Pensar que la esperanza solo transforma el mundo y actuar movido por esa ingenuidad es un modo excelente de caer en la desesperanza, en el pesimismo, en el fatalismo. Pero prescindir de la esperanza en la lucha por mejorar el mundo, como si la lucha pudiera reducirse exclusivamente a actos calculados, a la pura cientificidad, es frvola ilusin. Prescindir de la esperanza que se funda no slo en la verdad sino en la calidad tica de la lucha es negarle uno de los soportes fundamentalesNecesitamos pensar no solo otra educacin, que responda a un proyecto de sociedad democrtica, justa y solidaria, y que, an sin ponerle un nombre, se orienta a la ya mencionada escuela ciudadana, liberadora, abierta a la comunidad, valorada como espacio de produccin de cultura popular; de construccin de herramientas que fortalezcan la participacin ciudadana crtica y transformadora, dotada de autonoma poltica y financiera, comprometida con el fortalecimiento y la formacin permanente de los trabajadores de la educacin Es necesario un despertar critico, para la transformacin social sabiendo lo que somos y la posibilidad de aquello que podemos ser