el origen de la ultraderecha en méxico- la -u-
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7/30/2019 El origen de la ultraderecha en Mxico- la -U-
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Yves SolsEl origen de la ultraderecha en Mxico: la "U"
El Cotidiano, vol. 23, nm. 149, mayo-junio, 2008, pp. 25-38,
Universidad Autnoma Metropolitana Azcapotzalco
Mxico
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El Cotidiano,
ISSN (Versin impresa): 0186-1840
Universidad Autnoma Metropolitana
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Yves Sols*
La organizacin de la U
L a U fue fundada por un can-nigo de Morelia, en la arquidicesis de
Michoacn, Luis Mara Martnez1. La
Unin de Catlicos Mexicanos (UCM)2
se cre en la Fiesta de Pentecosts de
El origen de la ultraderechaen Mxico: la U
La U tena un funcionamiento similar a cualquier organizacin secreta, basn-
dose en un sistema piramidal, en el cual el secreto era la base de la organizacin. El
secreto de la UCM, de acuerdo a sus estatutos, era tan riguroso que todos los socios,
y cualquiera a quien se le daba dar a conocer en la asociacin, se comprometa a un
juramento que obligaba a mantener el secreto hasta la muerte y a no revelarlo ni
implcita ni explcitamente a quienes no fueran socios. No se tenan que revelar ni los
fines, ni la organizacin ni el funcionamiento de la asociacin.
* Director del Departamento de Humani-
dades del Tecnolgico de Monterrey, Campus
Santa Fe. Miembro del CEHILA Mxico, docto-
rando por la Universidad Autnoma del Esta-
do de Morelos y la Universit Jean Moulin Lyon
3 de Lyon en Francia.1 Carta de Maximino Ruiz, obispo titular
de Derbe y auxiliar de Mxico, a Filippi a
Gasparri. Sin fecha. ASV (Archivio Segreto Vati-
cano) Affari Ecclesiastica Straordinari, Messico,
Circa una associazione Cattolica Segreta. Junio
de 1922. Sesione 1252. Stampa 1094. AES,
Raporti Sessioni 1922, N75.2 Una de las dificultades para rastrear la U
se debi a los diferentes nombres con los cuales
los miembros de la asociacin se referan a ella:
Unin de los Catlicos Mexicanos, Unin Cat-
lica Mexicana, Asociacin del Espritu Santo.
1915, el 25 de mayo, en la capilla delseminario de Morelia, media hora an-
tes de que los miembros de la Casa
del Obrero Mundial saquearan el se-
minario. Se cre el da de la Misa del
Espritu Santo, de aqu que su nombre
oficial fuese el de la Asociacin del Es-
pritu Santo3. El postulador de la cau-
sa, Luis Mara Martnez, presentaba la
U, de manera muy idealizada, como
una organizacin social de catlicos
mexicanos, en el contexto de la revo-
lucin carrancista, con la finalidad de
favorecer la presencia de la fe catlica
en la sociedad y el establecimiento del
reinado social de Cristo en Mxico;
esta organizacin de carcter reser-
vado cuyos miembros estaban sujetos
a un riguroso secreto, fue desarrolla-
da y extendida en la Repblica Mecana por el P. Luis Mara Martnez, c
la ayuda especial entre otros de
Adalberto Abascal durante los a
1917 a 19254. Edgar Gonzlez R
marcaba el impacto que tuviese la
milia Abascal en el destino de la de
cha en Mxico, resaltando por lo tan
el papel tan fundamental de Adalb
to Abascal:
No siempre las mejores perso
estn al servicio de los mejo
ideales. Los Abascal representa
la vez, en una de sus formas m
ntidas, el viejo proyecto conser
dor de dar a Mxico un gobier
catlico, la lucha contra el laicism
3 Extracto de los estatutos de la Unin
Catlica Mexicana. Morelia, 7 de enero de 1922.
ASV. (Archivio Segreto Vaticano), Op. cit.
4 Fernndez Rodrguez, Pedro y Mace
Tenllado, Francisco Antonio.Mons. Luis M
Martnez Rodrguez, Arzobispo Primado de M
co (1881-1956), pp. 11-12. Mxico: Arquidic
Primada de Mxico, 2004.
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contra la educacin sexual y contra la secularizacin de lasociedad, incluyendo la liberalizacin de las costumbres y
la emancipacin de la mujer. Un proyecto que en algunos
momentos de nuestra historia se defendi con una saa y
un fanatismo inauditos5.
Los jerarcas consultados, y el alegato relativo a los ex-
tractos de los estatutos, indicaba que al principio se trataba
solamente de un crculo de Estudios Sociales, aunque esta-
ba destinado a convertirse en un centro de accin6. Fue de
nuevo en Pentecosts, pero esta vez de 1917, que la asocia-
cin tom su forma de grupo de accin secreto. Localizado
en Morelia hasta 1918, a principios de 1919 comenz a
extenderse fuera de Morelia, pero se limitaba solamente a
la arquidicesis de dicha localidad. Esta expansin, limitada
por el destierro que sufran la mayora de los obispos, se
hizo con el consentimiento del Vicario General, Don Juan
de D. Laurel. A partir de 1919, con el regreso de la mayora
de los obispos, la mayora de los jerarcas fueron dando su
aprobacin. En 1920 se empezaron a fundar centros de la
UCM en otras dicesis. El carcter exterior de la U era el
de una simple asociacin piadosa, conocida como la Cofra-
da del Espritu Santo7. En 1920, los miembros de la U
reunidos en Morelia aceptaron las constituciones del mo-
vimiento. Las leyes, costumbres y prcticas vividas desde
1917 fueron institucionalizadas despus de tres aos deexperiencia. En 1920, veinte prelados reunidos en Mxico,
aprovechando la coronacin de la Virgen de Guadalupe apro-
baron, el 10 de octubre, la Unin de Catlicos Mexicanos.
Entre los obispos que ms apoyaron la creacin y desarro-
llo de la U cabe destacar a Leopoldo Ruiz y Flores, el
arzobispo de Michoacn8. En 1922, se estimaba el nmero
de socios en dos mil personas, presentes particularmente
en las arquidicesis de Mxico, Michoacn, Guadalajara,
Linares, Puebla y Yucatn, as como en las dicesis de Aguas-
calientes, Zamora, Len, Quertaro, Saltillo, Tamaulipas,
Zacatecas, Colima, Tepic y Tacmbaro. Algunos socios se
encontraban en Veracruz, Durango y San Lus Potos. El fin
de la asociacin era primeramente organizar las fuerzas de
los catlicos para fines electorales. El delegado apostlicFilippi, indicaba en su reporte al Secretario de Esta
Gasparri, que juzgaba a esta asociacin como buena y lo
ble9. Entre sus socios ms famosos, cabe destacar a Abas
y a Anacleto Flores, beato mexicano, de quien se dice:
Un ao despus, en 1920, se afili a la Unin de Catli
Mexicanos, la U, de la que sera director en Jalisco, cre
por el hoy siervo de Dios Luis Mara Martnez, enton
presbtero de la dicesis de Morelia y aos ms ta
arzobispo de Mxico. El episcopado de aquel tiempo su
de la existencia de este grupo, al que pertenecieron m
chos sacerdotes y destacados catlicos. Por tratarse
una asociacin de resistencia catlica, por la segurid
tanto de sus afiliados como por la salvaguarda de
objetivos y de sus estrategias, la U mantuvo en secr
sus actividades, emparentndose, al menos en el herm
tismo, con las sociedades secretas prohibidas por el C
digo de Derecho Cannico. Habindose radicalizado
posturas de algunos de sus miembros, el Papa Po XI
cret su extincin en 192910.
La organizacin de la U fue planteada en los esta
tos que marcaban su organizacin, sus campos de acci
as como sus resultados y xitos. El delegado apostli
Ernesto Filippi, indic al Sumo Pontfice, a travs de su Scretario de Estado, del peligro que representaba la asoc
cin. La relacin de la sesin de 1922 indica claramen
que esta sociedad tena como finalidad el organizar sec
tamente a los catlicos de Mxico en el terreno poltico
El mismo Delegado Apostlico agregaba en el mismo
porte que por causa de la delicadsima situacin polti
religiosa mexicana, dicha actividad secreta de la Unin
la hora que viniese a ser descubierta por el gobierno
por los enemigos de la religin, podra, segn su parec
dar lugar a gravsimas y dolorossimas consecuencias p
la Iglesia y la tranquilidad de la nacin12.
5 Gonzlez Ruiz, Edgar. Los Abascal. Conservadores a ultranza. p. 9.6 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica mexicana. Morelia, 7
de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.7 Carta del Padre Jos Mara Troncoso, Superior General de los
Misionarios de Mxico, ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.8 Leopoldo Ruiz y Flores tom posesin el 12 de enero de 19212,
una vez fallecido el 26 de febrero de 1911 monseor Atengenes Silva.
Fernndez Rodrguez, Pedro. OP. Biografa de un hombre providencial, Mon-
seor Luis Mara Martnez. p. 66. Mxico:Editorial Seminario Conciliar de
Mxico, 2003.
9 Reporte del delegado apostlico Filippi a Gasparri. 27 de Dici
bre de 1921. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.10 Congregacin para las Causas de los Santos de Guadalajara de
beatificacin o declaracin del martirio de los siervos de Dios. Anacl
Flores, Beatos mexicanos. Consultado el 5 de octubre de 2007. .11 Relazione de sesione 1252 di Giugno di 1922. ASV. (Archivio Segr
Vaticano) Op. cit.12 Relazione de sesione 1252 di Giugno di 1922. ASV. (Archivio Segr
Vaticano) Op. cit.
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Se presentaba como una confederacin nacional deprovincias. Su base organizacional eran las dicesis13. La con-federacin era regida por un consejo de tres personas, quie-nes tenan como portavoz a un Gran Canciller. ste debamarcar el rumbo en los asuntos generales de Mxico y enlos intereses de la U. Cada provincia tena autonoma re-gional, a menos que a nivel nacional se tomase una decisin.En caso de accin nacional, cada provincia deber sumarsea lo decidido. Cada provincia, a su vez, tiene tres clases decentros14.
El primer centro era el provincial. La UCM estableca depreferencia dicho centro provincial en la Sede episcopal.Cada uno contaba con diferentes elementos, en primer lu-
gar el Asistente Eclesistico. A su vez, cada centro tena unConsejo Director, un Canciller. Existan diferentes comi-siones. A su vez el centro de divida en compaas. Cadauna contaba con un jefe de compaa. Cada una de estascompaas era la base de la formacin y los socios estabanrepartidos en grados:
a. El Asistente Eclesistico no rega a la U, pero vigilabaque no se apartara ni una tilde de las normas marca-das por la Iglesia. l tena para lograr este fin el derechode veto respecto de todas las disposiciones del Conse-jo, y era el vnculo ordinario de unin entre el Prelado y
la UCM.b. El Consejo Director fue entonces la autoridad supre-ma de la Provincia. Estaba formado por tres personasnombradas por el Obispo de la dicesis o por el arzo-bispo, y cuyos nombres eran absolutamente descono-cidos para los socios. Este consejo secreto duraba en elpoder de ordinario tres aos, pero estaba en las manosdel Prelado aumentarles o disminuirles el perodo. Seinsista mucho en este carcter secreto, no solamentepor seguridad, sino para evitar cualquier envidia o de-cepcin al momento en el cual se conociese al inte-grante del consejo. Este carcter secreto del Consejopermita envolver a la autoridad en una nube de miste-
rio que impeda que se despreciase a la autoridad porlas naturales deficiencias de las personas15.
c. El Canciller. Siendo secreto el Consejo, necesitaba portavoz que comunique a los socios las determinacnes de la autoridad. Este lazo de unin entre el Conjo y los miembros de la U era el Canciller. Era el nque apareca pblicamente pero no poda disponsino solamente comunicaba y ejecutaba las rdenes Consejo.
Esos tres elementos de la organizacin de la U,Asistente Eclesistico, los miembros del Consejo y el Cciller, tenan especiales juramentos para impedir queConsejo llegue a ser conocido por los socios.
El peso y la importancia de esta organizacin, as com
su carcter secreto y su voluntad de eficacia, obligabacrear una serie de candados y apoyos que permitan ayudal Consejo y al Canciller en la toma de decisin y enexplicacin y soporte a las decisiones tomadas. Existentonces, para ayudar en sus funciones al Consejo y al Caciller, ciertos cuerpos, que al mismo tiempo eran consuvos y ejecutivos y que, segn las instrucciones superiortrabajaban cada uno en su propio ramo. Se llamaba Comsiones a dichos rganos.
d. Las Comisiones. Cada una de ellas estaba formada ptres miembros nombrados por el Consejo y deban s
ocho en los Centros Provinciales: Obras Sociales, Gbierno, Poltica, Relaciones, Fomento, Hacienda, Caride Investigacin. La primera de estas comisiones tepor objeto estudiar, establecer, dirigir y fomentar obras sociales que la U emprenda y controlaba; la Gobierno se ocupaba del rgimen interior de la agpacin; la de la Poltica, de todas las gestiones de la en este mismo terreno; la de Relaciones, de la comucacin entre los diferentes centros; la de Fomentoestudio cuidadossimo de los candidatos y de la disin de la U; la de Hacienda, de los asuntos financros; la de Caridad de hacer efectivo el espritu de la Uy la de Investigacin, buscar y reunir todas las notic
que sean necesarias para la buena marcha de la UCM
En la jerarqua de la U, despus de las Comisionesubican los Jefes de Compaa. Todos los socios estn agpados en Compaas, formadas cada una de ellas por cinsocios con un jefe que los encabeza.
e. El jefe de Comisiones. l deba mantener en cada ude los cinco socios de cada compaa el espritu deU, era su obligacin comunicarles las citas, rdene
13 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Morelia,7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.
14 En este apartado se utiliz principalmente el extracto de los esta-tutos de la Unin Catlica Mexicana, salvo cuando se especifique lo con-trario.
15 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Morelia,7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.
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consignas y vigilar discretamente que cada uno de lossocios cumpliera con sus deberes. La organizacin en lacompaa permita la difusin de cualquier orden a to-dos los socios de un centro y daba a la vida de esecentro la flexibilidad que necesitaba para cualquier ac-cin rpida y eficaz.
f. Los socios. Deban tener convicciones firmes, conductairreprochable, actividad y discrecin. Haban de hacerprofesin de fe catlica y todos deban de protestar unjuramento de secreto y contraer un compromiso dehonor de sujetarse a la disciplina. Los socios tenan laobligacin de asistir a las juntas; dar una pequea cuotay sujetarse a las constituciones y a las rdenes superio-
res que se les dieran de acuerdo a los fines de la Unin.Ningn socio poda, por propia autoridad, invitar a al-guien para que perteneciera a la U. Era de suma im-portancia que ningn socio violase su juramento demantener secreta la asociacin. Cualquier socio podaentonces hacer proposiciones de candidatos para quese trasmitiesen en la forma debida.
g. La forma de aceptacin de nuevos socios. La Comisinde Fomento reciba las proposiciones, y despus de unestudio y de investigar a los candidatos transmite elnombre de aquellos que merecen su aprobacin alConsejo Director, nico que puede admitir socios en el
Centro Provincial. Cuando el Consejo hubiere admiti-do algunos candidatos, comisiona a quien juzga conve-niente para que los inicie, dando al catequista lasinstrucciones debidas. Una vez que los candidatos ha-yan sido iniciados, previo, por supuesto, al juramento desecreto, si aceptan entrar en la U son llevados a unaAsamblea General, para que sean admitidos con todaslas formalidades que las constituciones prescriben.
Existan cuatro grados en la Unin. Este aspecto de laU demostraba cmo algunos socios podan ver en esteorganismo una masonera catlica, tal y como lo plantea-ba el delegado apostlico Filipi16. Esta iniciacin en efecto
era un rasgo tpico de la masonera, y en general de lasorganizaciones secretas, en las cuales los diferentes miem-bros iban avanzando en conocimiento a la par que avanza-ban en grado17. En el primer grado de la U se daba aconocer la Unin como sociedad educadora de los catli-cos para la accin social, sobre la triple base de la discre-
cin, la disciplina y la caridad. En el segundo grado se motraba a la UCM como un Centro de Accin Social y se relaban al socio los procedimientos que para esta acciempleaba la propia asociacin, as como las obras que de edependan. El secreto propio del tercer grado era la accpoltica o nacional; en este grado se revelaba la UCM tal cera. En cuanto al ltimo grado, nivel de secreto del cuagrado, se refera nicamente a puntos de organizacin yconocimiento ms perfecto de las constituciones. Solamete pertenecan al cuarto grado los socios que desempeban en la Unin un cargo superior al de los Jefes de CompaEl conocimiento total de las Constituciones solamente econcedido a los Prelados, Consejos, Cancilleres y Asiste
tes eclesisticos de los Centros Providenciales.Los socios, para conocerse entre s, disponan de
sistema de identificacin basado en signos distintivos, enlenguaje corporal o en una serie de claves distintivas:
1. El distintivo de la U era un alfiler con cabeza doraque se usaba en la solapa.
2. Los socios se distinguan con una serie de seas mudque eran llevar al pecho la mano derecha tocando tveces el corazn con el dedo ndice, a lo que el interplado contestaba cruzando los brazos.
3. En caso de querer entablar una conversacin, las pa
bras podan ser dos;a. Pertenece Usted a la Asociacin del Espritu Sato? Pregunta que deba ser contestada invariabmente con estas palabras: gracias a Dios,
b. Conoce Usted la Unin Comercial Mutualistas?la que debe contestarse: la UCM?18.
Todos los socios deban tener peridicamente sus reniones en lugares seguros, con un pretexto verosmil, y ellas deba haber siempre un portero que reciba el santsea que transmitiese el superior para cada junta, por conductos debidos.
Centros Superiores. Se establecan estos centros en
ciudades que no eran sedes episcopales y contaban pormenos con treinta y tres socios de tercer grado. Su orgazacin fue la misma de los Centros Provinciales, con la ecepcin de que en lugar del Consejo Director que es nen la Provincia, y del Canciller, haba un Comit Ejecutivcompuesto por tres miembros nombrados por el ConseDirector.
18 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Mor7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.
16 Reporte del delegado apostlico Filippi a Gasparri. 27 de Diciem-bre de 1921. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.
17 Citar a Moiss Gonzlez.
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El segundo centro de la provincia era el Centro Supe-rior. Existan varios centros superiores que dependan delConsejo Provincial y podan recibir socios de primero ysegundo grados. En esos centros no podan entrar sociosde tercer grado, quienes s eran admitidos por el CentroProvincial.
El ltimo tipo de centro en cada provincia era el Cen-tro Inferior. Cada provincia contaba con varios CentrosInferiores. Bastaba, para que se estableciera un centro deesta clase, que se juntaran en una provincia doce socios detercer grado. Su organizacin era ms sencilla; lo regan trespersonas, quienes eran nombradas por el Consejo Direc-tor de la Provincia del que dependan, y se denominaban
Gerente, Secretario y Tesorero. Los Centros Inferiores ca-recan de comisiones permanentes pero tenan Jefes deCompaa. Dichos centro solamente podan recibir nica-mente socios de primer grado.
El funcionamiento de la U
La Unin de Catlicos Mexicanos tena tres grandes finali-dades. La primera era la defensa de la Iglesia y de los cat-licos como tales. La segunda, la implementacin del ordensocial cristiano en todo el pas; y finalmente, la tercera laindependencia y soberana de Mxico. Para alcanzar este
objetivo, el funcionamiento de la U se basaba en el secre-to absoluto, en una disciplina perfecta, y en un espritu decaridad19.
La U tena un funcionamiento similar a cualquier or-ganizacin secreta, basndose en un sistema piramidal, enel cual el secreto era la base de la organizacin. El secretoen la UCM, de acuerdo a sus estatutos, era tan riguroso quetodos los socios, y cualquiera a quien se le daba a conoceren la asociacin, se comprometa a un juramento que obli-gaba a mantener el secreto hasta la muerte y a no revelarloni implcita ni explcitamente a quienes no fueran socios.No se tenan que revelar ni los fines, ni la organizacin, ni elfuncionamiento de la asociacin20.
Los miembros de la U consideraban que este secre-to era el fundamento para el funcionamiento de la U.Entre otros aspectos, el secreto serva para proteger a laasociacin, realizar empresas bien preparadas y absoluta-mente ajenas a los extraos, crear en los socios vnculosestrechos de fraternidad y ayuda, y permita controlar otrasagrupaciones, as como hacer una seleccin cuidadosa de
los futuros socios sin contraer obligacin alguna. Los cos para quienes la asociacin deba tener perfecta tranparencia eran los prelados de la Iglesia, a quienes no se exiga juramento alguno, ni previo secreto.
La disciplina de la U se asemejaba a la de las rdenmilitares de la Edad Media. La UCM se conceba como ejcito capaz de defender a la Iglesia y a la Patria. La base dedisciplina resida en la obediencia incondicional a los estutos y a las rdenes de los superiores. La idea princiera que se discutieran las diferentes opiniones, pero quna vez que se tomara una decisin se obedeciera sin tibear y sin murmurar21.
La caridad era, segn los propios miembros de la U
el principio cristiano por excelencia. Entre otros se asumque se deba ayudar al necesitado, consolar al triste, etc.problema o lo interesante resulta en una clusula en la ccualquier diferencia entre socios debera arreglarse va bitraje y no mediante litigios judiciales22.
Basado en estos tres principios la accin de la asoccin era de tres clases. Primero se trataba de un tipo accin defensiva. El objetivo de la U era repeler cualquataque a los derechos de la Iglesia, de los catlicos y de ciudadanos. La dificultad resida en actuar con el justo mdio entre la prudencia necesaria para mantener en secrea la asociacin y en emprender acciones enrgicas. Cu
quier atentado en una parte de la Repblica llevara a ureaccin nacional. En segundo lugar estaba el lograr uaccin social: la U buscaba un orden social cristiano. nalmente, se trataba de buscar una accin nacional o poca, y el objetivo era lograr cambiar las leyes y los gobiernEra necesario para los catlicos participar en poltica. idea de la U no fue enlazar su suerte con ningn partidsino participar a travs de los organismos ya existentesidea bsica de la asociacin consista en ejercer un contsobre toda clase de agrupaciones tanto sociales como plticas:
La cohesin que existe entre los vnculos que los un
les permite que aun en el caso de que forman minodentro de una agrupacin, puedan ejercer en ella infl
preponderante, ya que una minora organizada vence
ordinario a las mayoras no unificadas. La uniformidad
sus opiniones y el influjo que cada una de ellas pue
ejercer en los extraos hace que nuestros socios se a
deren fcilmente de las Directivas y marquen el rumb
19 Ibidem.20 Ibidem.
21Ibidem.22Ibidem.
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la agrupacin que controlan. Este sistema tiene una ven-taja, entre nosotros preciossima. Consta por la expe-
riencia lo difcil que se pierde de energa dispersa por
esta falta de unidad. [] Todas caminan juntas sin que
sospechen siquiera el motivo de su unidad. Saltan a la
vista las ventajas que puede tener esta accin de conjun-
to, y es de advertir que en estos casos necesarios es
cuando la U debe hacer uso del control dejando de
ordinario a todas las agrupaciones en la plena libertad
que les es debida23.
Entre algunas de las agrupaciones controladas por laUCM, cabra destacar la Asociacin Nacional de Padres de
Familia. Los miembros de la U realizaron varios congre-sos, entre los cuales resalta el primer congreso de la Uen los das 15, 16, 17 y 18 de diciembre de 1921, en dondeparticiparon dos prelados y 21 representantes de oncecentros parroquiales y se fueron estableciendo los estatu-tos formales de la asociacin. Entre 1918 y 1921, la U fuecreciendo y fortalecindose. Durante la Asamblea de 1922en Morelia, se hizo un recuento de los logros y resultadosde la U.
Hasta 1918 todos los esfuerzos de la U se concen-traron en su organizacin interior y en su difusin. Lossocios, reunidos en Morelia en 1922, insistan en los puntos
positivos y en demostrar su actitud caritativa durante todoeste periodo. Indicaban en efecto que se fueron dando ras-gos muy notables de fraternidad entre los socios. Se arro-paban en la imposibilidad de nombrar a los socios, lo queimpeda dar nombres concretos, pero aseguraban que losdiferentes miembros haban aprovechado a la liga para crearun sistema efectivo de apoyo reflejado en la sociedad civil.Una vez ms pareca que la U segua un funcionamientosimilar a la tan criticada masonera, que pona a sus miem-bros ante los intereses de los grupos oficiales a los quepertenecan. Sin nombrar a sus miembros, la asamblea in-sista en los diferentes xitos que se obtuvieron a nivellocal24.
Como era de esperarse por haber sido fundada porLuis Mara Martnez en Michoacn, la primera empresa p-blica y notable que realiz la U fue una accin en Morelia.Los socios indicaban que bajo el control de la U organiza-ron un servicio muy importante de socorro para las vctimasde la influenza espaola. Morelia sufri muchsimo por la
terrible enfermedad25
; pero desde que se organiz el sercio poda decirse, segn los propios socios, que ningn efermo careci de los auxilios y consuelos que distribupersonalmente los miembros de las referidas agrupacnes. Cabe destacar que la tradicin de apoyo por parte los catlicos no era nueva ni una exclusiva de la U, sms bien un rasgo caracterstico de la caridad cristiana.
En las gestiones que se hicieron para que regresara aIglesia, el prelado michoacano Leopoldo Ruiz y Flores tuen la U un papel predominante. La U tambin coordlas innumerables protestas y manifestaciones que se tuvron que hacer con motivo de los frecuentes atentados qse cometan en el pas. La U sufri asimismo por la mata
za de catlicos que hubo en Morelia el 12 de mayo de 192Entre las protestas destaca notablemente la del CentAsociacin de Jvenes Catlicos Mexicanos26, o la del putado Laris Rubio27. El origen de esta matanza se debiun pleito originado el da domingo 8 de mayo de 1921 cudo se iz en la Catedral una bandera rojinegra y los miebros del partido rojo haban golpeado al sacristn28.situacin se vio agravada cuando se apual a una imagde la Virgen de Guadalupe el da mircoles 10 de mayo29
corresponsal de El Universaldemostraba cmo el choqfue provocado por los obreros. Al contrario, segn El Hraldode Mxico se supona que los causantes del desord
[eran] los elementos conservadores, pues fueron ellos qunes dispararon primero30. El Universal reportaba en edicin del viernes 13 de mayo que hubo ms de cien vtimas31.El Heraldo de Mxico, indicaba el da 14 que se traba de un pleito entre socialistas y catlicos y reportaba nmero de vctimas de veintiuno, seis de los cuales mur
23 Ibidem.24 Ibidem.
25 La influenza espaola fue una endemia de gripe que en 1911919 provoc la muerte de miles de personas en el mundo.
26 Se inician las investigaciones de lo ocurrido en Morelia, MichHeraldo de Mxico, domingo 15 de mayo de 1921, UNAM: HemerotNacional, Primera plana.
27 El general Estrada y los sucesos de Morelia,El Universal, ma17 de mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca Nacional, Primera plana.
28 Entrevista del licenciado Lugo, Se inform al C. PresidenteHeraldo de Mxico, lunes 16 de mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca Nanal, p. 5.
29 Sangrientos sucesos en Morelia. Muertos y heridos a consecucia de un choque entre catlicos y socialistas,El Universal, viernes 13mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca Nacional, primera plana.
30 El ministro de la Guerra y el subsecretario de Gobernacin vaMorelia, El Heraldo de Mxico, sbado 14 de mayo de 1921, UNAM: meroteca Nacional, primera Plana. Una parte de la primera plana earrancada.
31 Sangrientos sucesos en Morelia. Muertos y heridos a consecucia de un choque entre catlicos y socialistas,El Universal, viernes 13mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca Nacional, primera plana.
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El Cotidiano 149 3
ron y los dems resultaron heridos, aun cuando el da 16 semanejaba la cifra de 8 muertos y quince heridos. La pre-
ocupacin del gobierno fue tal que Enrique Estrada, quien
funga como Secretario de Guerra y Marina, y Jos Inocen-
te Lugo, Subsecretario de Gobernacin, fueron comisiona-
dos por el general Obregn.
De acuerdo a los socios de la U, murieron gloriosa-
mente dos de los miembros de la UCM: uno en el teatro
mismo de los acontecimientos, gritando Viva Cristo Rey
Viva la Virgen de Guadalupe, y el otro algunos das des-
pus a consecuencia de las heridas que recibi en aquella
manifestacin inolvidable y edificando a todos su cristiana
resignacin y sus heroicos sentimientos.32
El 14 de mayo, Obregn cit a una conferencia de prensa
para aclarar lo acontecido33. Insista en el hecho de que las
fuerzas catlicas haban decidido llevar a cabo una manifes-
tacin a pesar de la prohibicin existente de ejecutarla.
Obregn deslindaba a los socialistas de las fuerzas polica-
cas, explicando cmo mientras la polica estaba invitando a
los catlicos a respetar la ley, aparecieron miembros de
grupos socialistas y ocurri el choque entre unos y otros
y la polica. El temor del Estado era tal, que para evitar ms
problemas prohibieron a los obreros de la Confederacin
de Sindicatos del Distrito Federal que organizasen una
manifestacin de protesta. De la misma manera, la casa
mortuoria del lder socialista, Isaac Arriaga, asesinado enlos eventos, fue custodiada por las fuerzas federales34. El
da 15 de mayo regresaron los emisarios de Obregn, indi-
cando que haba renacido la tranquilidad35.
La U asuma tambin que sus acciones fueron espe-
cialmente significativas por lo que se refera a la defensa de
los derechos de los catlicos. Una vez ms en Morelia indi-
caban que fue por su accin y por coordinar eficazmente a
las acciones catlicas que, gracias a dos campaas realiza-
das en la Sede Episcopal, se logr evitar que el Colegio
Teresiano de nias fuera de nuevo confiscado por el go-
bierno. Una vez enterados de las intenciones de ste, y con
anticipacin al intento de despojo, la U se organiz:
La primera se prepar en el secreto tres meses antesque se intentara el despojo, merced a las noticias ocu
que pudo lograr la U. El secreto realiz el prodigio
que nadie sospechara los medios que iban a ponerse
prctica para evitar el atentado; y cuando en las vacac
nes de Semana Santa el gobierno crey sorprender a
religiosas que regentean el Teresiano exigindoles la
trega del edificio de una manera inesperada, la UCM log
reunir en torno del edificio en peligro una gran multi
de personas de todas las clases sociales que con su a
tud pacfica pero muy enrgica infundi temor en el
bierno y lo oblig a conceder un plazo en el cual se pu
en prctica todo el programa ideado por la U y se ob
vo el xito completo. La segunda campaa en agosto
mismo ao de 1921 tom otra forma: la U extendida
por toda la Repblica gir una circular a todos sus c
tros, y de todas partes llovieron, esta es la palabra, te
gramas y ocursos al Presidente de la Repblica, mient
comisiones de caballeros y damas hacan eficaces gest
nes en la capital. El Colegio se salv otra vez36.
Anlogos recursos se pusieron en prctica en ot
dicesis. Los socios indicaban cmo, cuando se supo
intento de confiscar el Seminario de Durango, la UCM
organiz de tal manera que el gobierno no pudo realiza
confiscacin deseada.Uno de los mayores logros a ojos de los miembros
la Cofrada del Espritu Santo, fue el lograr la desaparici
del peridico El Heraldo de Michoacn en Morelia. La U
organiz una enrgica protesta de todos los catlicos
Morelia contra dicha publicacin, que segn los miembr
de la U atacaba constantemente a la Iglesia. El hecho q
oblig a los catlicos de la U a tomar una medida t
drstica fue que el peridico public en una pgina litera
horribles blasfemias contra todo lo sagrado37. La estrate
consisti en trabajar a la vez por medio de propagan
escrita y verbal contra el peridico juzgado impo, y
U se enorgulleca que a los pocos das El Heraldo de M
choacn desapareci para siempre.
Consciente de la importancia de controlar los med
de difusin masivos, la UCM se involucr en la creacin
dos semanarios. El primero, La Unin, se fund en enero
1920 y dur hasta mayo del mismo ao. Al iniciarse el m
vimiento obregonista, fue confiscada la imprenta donde
32 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica mexicana. Morelia,
7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.33 Se inician las investigaciones de lo ocurrido en Morelia, Mich., El
Heraldo de Mxico, domingo 15 de mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca
Nacional, primera plana.34 Se inician las investigaciones de lo ocurrido en Morelia, Mich., El
Heraldo de Mxico, domingo 15 de mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca
Nacional, p. 3.35 Se inform al C. Presidente sobre lo de Morelia, El Heraldo de
Mxico, lunes 16 de mayo de 1921, UNAM: Hemeroteca Nacional, p. 5.
36 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Mor
7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.37 Lamentablemente, ninguno de esos peridicos se encuentra e
Hemeroteca Nacional.
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Derecha y ultraderecha en Mxico32
editaba y ningn otro semanario o diario se atrevi a utili-zar sus imprentas para publicarlo. El segundo semanario
fue La Libertad, que comenz a aparecer a principios de
1921, y la asamblea de Morelia segua publicndolo en enero
de 1922. Los socios indicaban tambin que aunque no po-
dan asegurar un control absoluto sobre la prensa catlica,
debe advertirse que una gran parte de la prensa catlica del
pas est bajo el control ms o menos eficaz de la UCM38.
Por medio de la Asociacin Nacional de Padres de Fa-
milia, que segn la propia organizacin secreta catlica ha-
ba sido en la ciudad de Morelia el brazo de la U, se cre
un comit de instruccin que haba funcionado con mucho
xito desde 1918. Entre otros logros, se haba establecido
una escuela de pensionistas que contaba cada ao con 200
alumnos y cuatro escuelas gratuitas, una en cada cuartel de
la ciudad, que impartan instruccin a 392 nios. Insistan
tambin en el movimiento de caja del referido comit, que
era anualmente de diez a doce mil pesos, lo que llamaba la
atencin si se consideraba que no haba capital alguno des-
tinado a esta obra, sino que se sostenan las escuelas por
los donativos que eran recogidos por los padres de familia.
En otras poblaciones se haban establecido tambin escue-
las bajo el impulso de la U. En Tuxpan, por ejemplo, aun-
que se trataba de un pueblo pequeo de Michoacn, en el
que segn los socios abundaban los enemigos de la Iglesia,
la U logr fundar una escuela de nios para dejar desier-ta la escuela oficial en que el gobierno impuso una profeso-
ra de malas ideas39. Indicaban los socios que, cuando a
fines 1921 se les quiso imponer un profesor inconveniente,
los de Tuxpan quiz con ms valor que prudencia, se nega-
ron a pagar los impuestos al Estado, y fueron por esto per-
seguidos cruelmente40.
Una de las primeras preocupaciones de la U en el
orden social haba sido la creacin de Centros Obreros, y a
iniciativa de la institucin, por sus esfuerzos y bajo su con-
trol, se haban establecido gran nmero de stos. La idea
era que la U organizara a los centros obreros para fijar
su organizacin definitiva. En el Congreso de Morelia, la
UCM determin trabajar resueltamente por las Uniones pro-
fesionales, bajo la direccin del Secretario General, esta-
blecido por los prelados. En Zamora, Aguascalientes y
Tampico, la U tambin haba logrado el control de casi
todas las agrupaciones sociales.
En la accin nacional o poltica, que era especfica deUCM y la mayor participacin poltica de los catlicos, se
ban obtenido xitos verdaderamente notables. Segn el pr
pio rgano director de la U la victoria en las urnas
candidatos catlicos se haba logrado gracias a ella aun cuan
la imposicin de los revolucionarios haba resultado un im
dimento y en muchos casos los candidatos ganadores no p
dan ocupar su cargo de eleccin popular en la realidad.
El primer ensayo de accin poltica se hizo a fines
1918 en las elecciones municipales de Morelia. En sec
to se estudi una candidatura, se redact un manifiest
dos das ante de las elecciones se public la candidat
y todos los socios de la U, que eran entonces co
sesenta, se convirtieron en propagandistas, en aparien
sin vnculos ni organizacin. El da de las elecciones
tomaron las casillas, y de esta manera se logr el cont
de la Junta Computadora, por ms que los nuestros es
vieran all en minora. El xito fue completo, pero a pe
de que los candidatos de la U tenan credenciales p
fectamente limpias, vino la imposicin brutal de los c
didatos contrarios41.
Era evidente que el lugar de mayor xito para la acci
poltica iba a ser el estado de Michoacn. En 1920 la U
entr a las elecciones de gobernador y diputados en eentidad. La campaa se hizo en dos o tres semanas, grac
a la organizacin que ya exista en una gran parte del es
do. El triunfo moral fue completo. A nivel de la realidad
las elecciones, la U logr introducir a la Cmara cuat
diputados que haban contribuido, segn la asociacin
controlar en algunas circunstancias el Congreso. Uno
sus mayores xitos lo obtuvo al llevar al Tribunal de Justi
dos magistrados fijos. An as, los cuadros de la U es
ban conscientes de que si se tomaba en cuenta la situaci
de Michoacn, se poda hablar de un triunfo parcial.
Desde 1919 los Centros de la U haban logrado
nar totalmente o controlar los ayuntamientos de much
poblaciones de la Arquidicesis de Michoacn, y en 1920
nmero de municipios controlados aument. En este a
la U logr ganar la ciudad capital del estado: Morelia42.
1921, comentaban los miembros de la U que el gobiern
al ver el crecimiento de las fuerzas catlicas en Moreli
38 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Morelia,
7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.39 Ibidem.40 Ibidem.
41Ibidem.42
En la hemeroteca no se encontr ningn peridico que comp
bara el dato. Este reporte est documentado en los documentos man
dos al Santo Padre, presentes en el Archivo Secreto Vaticano.
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El Cotidiano 149 33
Acmbaro as como en Zinapcuaro, apel a recursos vio-lentos para impedir el triunfo efectivo. An si a nivel de la
Repblica se fueron dando victorias similares, la situacin
no era la esperada, considerando que se estimaba que el
90% de la poblacin era catlica43. Los miembros de cuar-
to grado de la U afirmaban que Triunfos anlogos se
haban obtenido en varias partes de la Repblica, como en
Aguascalientes, y en especial en varios puntos de la Dice-
sis de Zamora; y en una poblacin de esta ltima hubo que
defender con energa y casi con violencia al Ayuntamiento
que el Gobierno quera a toda costa deponer44. Esta utili-
zacin de la violencia, que se viera plenamente durante la
guerra Cristera, fue una constante en el pensamiento de
los Abascal. El pensamiento del hijo de Adalberto Abascal,
Salvador Abascal, demostraba a los ojos de Edgar Gonzlez
Ruiz, el impacto o papel de la violencia en el pensamiento
de la ultraderecha en Mxico.
La relacin de Salvador Abascal con la violencia es uno
de los captulos de su obra que me resultan ms enigm-
ticos, quiz porque es una de tantas manifestaciones de
una personalidad compleja y contradictoria. Abascal ejer-
ci a veces sin medida la violencia verbal contra sus ene-
migos ideolgicos. En otras, como se ha mencionado,
justific tambin la violencia fsica, y varias veces sugiri
que los ateos no deberan tener derecho de vivir. Sinembargo, en otras ocasiones conden esa violencia, es-
pecialmente en las dos guerras cristeras. A l se debe una
excelente cronologa sobre las atrocidades de los
cristeros. Creo que Abascal oscilaba entre esa violencia
visceral y primitiva, propia del fantico religioso, y la re-
flexiva serenidad del estudioso que debe adaptar sus plan-
teamientos a los hechos que conoce y no a la inversa. Sin
embargo, una y otra vez Abascal cay en excesos verba-
les al defender a la Iglesia45.
La dificultad de obtener datos concretos sobre la or-
ganizacin secreta fuera de Michoacn, dificultaba rendir
un informe exacto sobre las actividades polticas. La mayor
parte de los resultados que se consignaban hacan referen-
cia a Michoacn porque era en esta Arquidicesis que es-
taba ms desarrollada la UCM. Era muy difcil tambin para
los miembros de cuarto grado tener noticias de las otras
provincias, ya que por el mismo carcter secreto deorganizacin no se podan conocer a los diferentes ac
res. Lo claro era que el padre Salvador Abascal Infan
participaba en organizaciones secretas que luchaban p
diversos medios para instaurar el reinado de Cristo Re
en Mxico46.
Con la finalidad de reducir este carcter parcial y p
der medir exactamente el alcance de la U, se decidi
1921 crear la figura del Visitador constante, sostenido p
todos los Centros, y que dicho visitador estuviese sin c
sar recorriendo la Repblica. Su papel sera el de estab
cer nuevos centros y tambin de instruir y organizar
ya creados, as como establecer entre todos los centr
perfecta cohesin. Era esto una necesidad tanto ms i
periosa cuanto que el secreto de la institucin apen
permita que los Centros se comunicasen por escrito
que pudiera hacerse en esta forma la necesaria difusin
Entre esos visitadores, el ms famoso era sin duda Ad
berto Abascal.48 Salvador Abascal, en su libroMis Recu
dos, indicaba cmo, bajo la bandera de ser visitador de
Caballeros de Coln49, su padre estaba realmente al s
vicio de la U:
Pero yo no poda saber que mi padre y el Padre L
Mara Martnez estaban trabajando ya en la fundacin
la U. [] Ya era tiempo de viajar por todo el pas ornizando a los catlicos para realizar aquella Unin de
que tanto hablaba l dos aos antes en el pueblito de
lomas de Santa Mara () Estaba ligado por el riguro
secreto de la U? Durante seis aos viaj como vis
dor de los Consejos de los Caballeros de Coln, pe
bajo cuerda difunda la U, que todo lo controlaba50
La segunda iniciativa de la U para reducir el car
ter parcial haba sido la reunin del Primer Congreso
la ella. Dicha organizacin se haba realizado con grand
gastos, dificultades y peligros. El primer congreso, com
43 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Morelia,
7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.44 Ibidem.45 Gonzlez Ruiz, Edgar. Op. cit. p. 14.
46Ibidem. p. 26.47
Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Mor
7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.48 Negrete, Marta Elena. Las relaciones entre la Iglesia y el Estado
Mxico, 1930-1940, Colmex, 1988.49 Organizacin de beneficencia catlica fundada a final del siglo
en Estados Unidos, parte del lobby catlico durante los aos veint
treinta del siglo XX.50 Abascal, Salvador.Mis recuerdos. Sinarquismo y colonia Mara Aux
dor (1935-1944). pp.9, 32, 49. Mxico: Tradicin, 1980. En Fernndez
drguez, Pedro y Macedo Tenllado Francisco Antonio.Mons. Luis M
Martnez Rodrguez Arzobispo Primado de Mxico (1881-1956). p. 12. M
co: Arquidicesis Primada de Mxico, 2004.
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Derecha y ultraderecha en Mxico34
ya lo habamos mencionado, se realiz en Morelia en latercera semana de diciembre de 1921. Los miembros de
la U consideraban que el xito de este Congreso haba
sido tal que no poda negarse una especial ayuda de
Dios51.
El establecimiento de la UCM, su rpida difusin, su s-
lido perfeccionamiento y los resultados que haba produci-
do a pesar de los defectos de nuestro carcter mexicano y
de las crticas circunstancias de la Repblica, hacan pensar
a sus miembros que esta obra era de Dios, e infunda la
esperanza de que con las bendiciones celestiales se produ-
ciran en el porvenir frutos de vida para la Iglesia y para la
Patria52.
Una asociacin de derecha
En su reporte del 27 de diciembre de 1921, Monseor Filippi
informaba al Secretario de Estado de la Santa Sede que el
episcopado mexicano en su gran mayora haba aprobado
la creacin de una sociedad secreta, creada en 1915 y co-
nocida como la Unin Catlica Mexicana, apoyando la idea
de que se poda organizar secretamente a los catlicos para
que tengan un verdadero peso en el terreno poltico53. Con
la muerte de Benedicto XV y la eleccin del nuevo Papa, las
preocupaciones de Filippi seguan dominantes. El recin
nombramiento de Achille Ratti, le permiti aplicar y jugarcon las diferentes fuerzas contrarias que haban permitido
su eleccin54. Las fuerzas conservadoras y liberales iban a
poder ensayar su postura en cuanto al apoyo que se tena
que brindar o no a la organizacin secreta mexicana, la
U. El delegado apostlico marc su preocupacin por el
posible descubrimiento de tal organizacin apoyada abier-
tamente por los jerarcas catlicos mexicanos. El contexto
poco favorable y la fuerza de los enemigos de la Iglesia
poda, segn su parecer, traer dolorosas consecuencias para
la Iglesia y la tranquilidad de la nacin55:
Era totalmente desnaturalizado y cosa peligrosa el hecho
de que tuviera carcter secreto. La admisin de los so-
cios, su modo de funcionamiento y la vida misma de la
sociedad estaban envueltos con un velo de misterio ysimbolismo tal que algunos hablando conmigo prefi
ron llamarla: nuestra masonera56.
Filippi insista en el hecho de que tena la conviccin
que la asociacin constitua un verdadero riesgo para
tranquilidad de la Iglesia de Mxico, e insista en el hec
de que era muy necesario que se obtuviera paz para rec
perar la energa perdida durante la lucha que se inici
partir del periodo de Huerta57, durante la escisin revo
cionaria58 y que sigui durante el periodo constituciona
ta59. Los miembros de la U, por su parte, retomaban
imagen de Santa Juana de Arco, smbolo de la lucha san
contra los gobiernos inicuos:
Comenzamos a unirnos, comenzamos a obrar; si se qu
re sin orden, sin mtodo, como se agita el ejrcito ent
gado al sueo en el vivac a quien sorprende el enemi
por todas partes surgen combatientes, requieren las
mas abandonadas en el suelo y en el confuso rumor
gritos y de rdenes se aprestan al combate.
As surgieron, como indicio ciertsimo de que an que
ba fe y fortaleza en la Nacin Mejicana, primero la A
ciacin Catlica de la Juventud Mejicana y despus
Asociacin Nacional de Padres de Familia y los Cent
Obreros y las Damas Catlicas, y hasta las jvenes qsieron tomar parte en el glorioso combate bajo la g
celestial de Sta. Juana de Arco.
Muchos pensaron que aquello nada era. Torpes! No ac
taron a adivinar la copiosa mies futura en aquellas db
agujas que verdegueaban en los hmedos terrones.
vida es as; se elabora lentamente, en el silencio.
La organizacin catlica comienza a producir sus frut
frutos de valor, de sangre, de bendicin. Nuestros m
res son obra de Dios, pero son tambin nuestra ob
Benditos sean!60.
51 Extracto de los estatutos de la Unin Catlica Mexicana. Morelia,
7 de enero de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.52
Ibidem.53 Relazione del sessioni circa unAssociazione Cattolica Segreta. ASV.
(Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.54
Levillain, Philippe, Achille Ratti pape Pie XI (1857-1939) inAchille
Rati papa Pie XI, Collection de lEcole franaise de Rome, Palais Farnese,
Rome. 1996. pp. 5-13.
55Reporte del delegado apostlico Filippi a Gasparri. 27 de Dici
bre de 1921. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.56Ibidem.57
Villegas Moreno, Gloria, Estado e Iglesia en los tiempos revoluc
narios en Relaciones Estado-Iglesia: encuentros y desencuentros, Arch
General de la Nacin, Mxico, 1999, pp.183-203.58
Jos Valenzuela, Georgette, Antecedentes polticos de la rebe
cristera en Relaciones Estado-Iglesia: encuentros y desencuentros, Arch
General de la Nacin, Mxico, 1999. pp. 204-223.59
Meyer, Jean,Apocalypse et revolution au Mxique. La guerre des Crist
(1926-1929), Archives Gallimard, Paris, 1974. pp. 47-48.60 Gonzlez Ruiz, Edgar. Op. cit. p. 28.
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El Cotidiano 149 35
Filippi, en su reporte del 27 de diciembre de 1921, in-sista en el hecho de que solamente el obispo de Veracruz,
Rafael Guzar y Valencia, a quien calificaba como un hombre
sensato y bueno, era el nico que vea en esta organizacin
un peligro para la Iglesia. Indicaba que durante la reunin
que organiz el arzobispo de Mxico, Jos Mora y del Ro,
quien estaba a favor de dicha organizacin, el nico en opo-
nerse fue Rafael Guzar y Valencia. Mora y del Ro pensaba
que dicha asociacin iba a ser la panacea de todos los ma-
les que acechaban a Mxico61. El obispo de Veracruz, al con-
trario, deca que tarde o temprano el gobierno de Mxico
sabra de esta asociacin, y su aspecto de secta provocara
contra los catlicos y contra la jerarqua una persecucin
peor a la que haban sufrido en 191462.
La situacin era tan preocupante para el delegado apos-
tlico que en un reporte anterior del 1o de abril de 1921,
explicaba cmo para evitar cualquier indiscrecin solamente
le haba pedido su opinin escrita al obispo de Saltillo, Jess
Mara Echavarra, al auxiliar de Mxico, Maximino Ruiz, y al
Superior General de los Misioneros de San Jos, Jos Mara
Troncoso, quien funga como secretario de la UCM en la
arquidicesis de Mxico. Segn el delegado apostlico Filippi,
la postura de estos miembros de la jerarqua representaba
la postura general de la jerarqua catlica mexicana63. Se-
gn el delegado, en efecto, la gran mayora de los jerarcas
con quien haba hablado, vean en esta obra una obra degran utilidad que poda rendir servicios valiosos a la Iglesia,
aun cuando asuman que poda tener algunos aspectos pe-
ligrosos. Los obispos mexicanos estaban conscientes de lo
arriesgado que poda ser que el gobierno descubriera la
existencia de este organismo secreto, ya que seguramente
tomara represalias, de las cuales no se poda conocer el
lmite.
Jess Mara Echavarra, el obispo de Saltillo, en efecto
insista en el hecho de que era necesario que si la asocia-
cin iba a ser secreta, era capital que en efecto se mantu-
viera as. Insista en el hecho de que si los mandatarios de la
nacin supieron de la Unin, dicho descubrimiento iba a
provocar desconfianza haca los catlicos, y un peligro para
los obispos. Si pues se lograra el absoluto secreto en la
Unin podran esperarse de ella slo bienes; en caso
contrario, los peligros, y tal vez trastornos para los prela-
dos seran inevitables64
. Dicha postura era respaldada pla de Maximino Ruiz, obispo titular de Derbe y auxiliar
arzobispo de Mxico:
Su fin principal era ir ganando terreno en las eleccio
comenzando por los municipios, siguiendo por los di
tados y gobernadores de los estados, hasta llegar a
Cmaras de la Federacin y a la misma Presidencia de
Repblica. Todo esto sin miras bastardas ni ambicin p
sonal alguna, sino slo por el bien de la Iglesia y por en
de la Patria65.
En este contexto qued marcada la importancia
retomar el impacto de los Abascal en la vida poltica me
cana. Tanto Salvador como su padre representaban pa
Edgar Gonzlez Ruiz una tiploga de un hombre bueno
servicio de una causa mala:
Como activista poltico, Abascal representa la mencio
da paradoja del hombre muy bueno al servicio de u
muy mala causa, pues sus proyectos de nacin su
ran a Mxico en las tinieblas del oscurantismo, la into
rancia y el fanatismo. Es la contraparte de person
supuestamente comprometidas con buenos ideales, p
gresistas, pero que en s mismas encarnan la mentira
abuso laboral, el burocratismo, el afn egocntrico poder, la deshonestidad, el oportunismo y la ignoran
culpable, muy lejanos de Abascal, quien luch siemp
con sus propios recursos y fue fiel a sus ideas, por ma
que stas puedan ser66.
Maximino Ruiz insista en el hecho de que el xito o
tenido por la U se deba en gran parte a su carcter
creto. Estaba seguro que al constituirse pblica, fracasa
la organizacin, pues el gobierno no hubiera permitido u
organizacin poltica de catlicos. An as reconoca que
carcter secreto de la U no concordaba con el espr
de la Iglesia, que siempre trabajaba a la luz del da; po
acarrear nuevas persecuciones a la Iglesia.
El Secretario de Estado de la Santa Sede, encargado
contestar a la solicitud del delegado Filippi, invit al episc
pado mexicano a vigilar y contener los impulsos y las ac
vidades preocupantes de algunos socios de la Unin
61 Reporte del delegado apostlico Filippi a Gasparri. 27 de diciem-
bre de 1921. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.62 Ibidem.63 Reporte del delegado apostlico Filippi a Gasparri. 1 de abril de
1921. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.
64 Parecer de Monseor Jess Mara Echavarra, Obispo de Salt
cerca del U.C.M. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.65 Carta de Maximino Ruiz, obispo titular de Derbe auxiliar de M
co a Filippi a Gasparri. Sin fecha. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op66 Gonzalez Ruiz, Edgar. Op. cit., p. 11.
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Derecha y ultraderecha en Mxico36
Catlicos Mexicanos67
. La postura del Sumo Pontfice, ex-presada por el Secretario, se basaba en la mxima del Evan-
gelio: obedite praeposotos vestris; e insista en el hecho
de que el no respetar la llamada al orden, no podra derivar
ms que en graves problemas para la Iglesia y la sociedad.
La postura de la jerarqua catlica, expresada por el arzo-
bispo de Mxico Jos Mora y del Ro, fue de sumisin a la
Santa Sede. Ms interesante an fue el hecho de que el
arzobispo de Mxico mand tambin al Secretario de Esta-
do de la Santa Sede una carta que recibi de los obispos
refrendos de Michoacn, del propio arzobispo de Michoacn,
Leopoldo Ruiz y Flores, del obispo de Len, Emeterio
Valverde Tllez, del obispo de Tulancingo, Vicente Castella-
nos, del obispo de Aguascalientes, Ignacio Valdespino, y del
obispo electo de San Luis Potos, Miguel de la Mora. Dichos
obispos afirmaban que sin duda se han abultado con algu-
na exageracin las noticias de nuestros grupos rebeldes,
porque en estos no ha tomado parte ninguna agrupacin
catlica ni alguno de esos grupos revolucionarios ha levan-
tado bandera religiosa68. De una manera ingenua, para no
decir que despreciativa hacia la Santa Sede, los obispos afir-
maban que la obediencia pasiva a la que siempre haba ex-
hortado a los catlicos, siempre haba sido observada. An
as reconocan que:
El inculcar en esos momentos, o indicar siquiera mayoradhesin a las leyes actuales esencialmente impas y so-
cialistas, lo mismo que a nuestros gobernantes que no
cejan en su intensin de encadenar a la Iglesia y propagar
doctrinas subversivas, sera hasta escandaloso para nues-
tro pueblo, que soporta a ms no poder las autoridades
que se le han impuesto69.
Era claro entonces que los obispos vean con buenos
ojos, y apoyaban sin mencionarla, a la Asociacin Secreta Ca-
tlica, la UCM, la famosa U. La Santa Sede no era fcilmente
engaable, y monseor Ernesto Filippi mand el 11 de mayo
de 1922 un reporte sobre las acciones de algunos jefes de la
Asociacin Catlica de Jvenes Mexicanos, la ACJM, del padre
Bergoend70, as como del arzobispo de Mxico. El primero
de mayo de 1922, en efecto, se fue dando un problema entre
los jvenes de la ACJM, liderados por Capistrn Garza, y obreros de la Confederacin General de Trabajadores, qu
nes estaban festejando el da primero de mayo, conmemo
cin del Da del Trabajo. La colisin se desarroll cuando
pasar por el nmero cuatro de la calle de Correo May
catlicos y CGTmistas intercambiaron insultos y balazos
Filippi lamentaba que una vez ms los jvenes catlicos h
bieran sacrificado la prudencia a una prueba infantil de es
ritu blico, y hubiesen atacado a los obreros mient
pasaban abajo de los balcones de la ACJM72. Ms all de sab
quin tuvo la responsabilidad de las acciones, lo lamenta
es que, mientras que ningn catlico se vio lastimado, var
obreros resultaron muertos o heridos. Al ver a las vctim
los manifestantes derrumbaron la puerta de la sede de
ACJM y devastaron el local. Las manifestaciones obreras tra
currieron dentro del orden, salvo el encuentro habido en
los elementos rojos y los estudiantes catlicos en las cal
del Correo Mayor, en que menudearon los insultos y lleg
hacerse uso de las armas, entablndose nutrido tiroteo q
dur cerca de diez minutos73. El problema residi en
hecho, segn el delegado, de que todos los peridicos ins
tieron en el hecho de que se deba castigar a los jven
catlicos. No importaba tanto al delegado si fuese cierto
no, la condena abierta de El Universaly de El Heraldode M
co era suficiente, y no se trataba para l de entrar en finur
o en sutilidades sino de marcar su oposicin hacia lo ocudo. Si bien El Universalmarc claramente su postura cond
nando a la ACJM, no fue el caso del Exclsiorque, si b
mencionaba al la ACJM, insista ms en el hecho de que dic
perturbacin del orden hubiese sido provocada, sea con
quien sea. El Heraldo de Mxico, culp parcialmente a
ACJMeros, pero insista ms bien en el problema de la regu
cin de las marchas. La Raza, haca referencia directa a
legtima defensa74. El delegado apostlico no dudaba
criticar muy duramente a Capistrn Garza, quien haba re
67 Carta del Seor Cardenal Secretario de Estado al episcopado
mexicano. 14 de marzo de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.68 Carta de los obispos refrendos de la arquidicesis de Michoacn
al seor Arzobispo de Mxico. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.69 Ibidem.70 El Padre Bergoend era un jesuita de origen belga, quien en Mxico
tuvo un impacto sobre la juventud catlica, fungiendo en varias ocasiones
como gua espiritual de la Asociacin Catlica de la Juventud Mexicana.
71 La conmemoracin del Da del Trabajo fue un pretexto para
meter atropellos, Exclsior, martes 2 de mayo de 1922, UNAM: Heme
teca Nacional, primera plana.72 Reporte de Ernesto Filippi sobre las acciones de algunos jefes d
Asociacin Catlica de Jvenes Mexicanos, as como del arzobispo de M
co. 11 de mayo de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.73 Los obreros celebraron ayer el Da del Trabajo en la Repbli
martes 2 de mayo de 1922, El Universal, UNAM: Hemeroteca Nacio
primera plana.74El Universaly El Heraldo fueron los nicos de los diarios consu
dos que condenaron abiertamente a los catlicos. El Exclsiory La R
tendan ms a mostrar la accin de defensa legitimadora de la ACJM
que siembra vientos, El Universal, Seccin Editorial. Martes 2 de mayo
1922. Exclsior, Seccin Editorial. Martes 2 de mayo de 1922, Deslin
de responsabilidad,El Heraldo de Mxico, Seccin Editorial, Los gravsim
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7/30/2019 El origen de la ultraderecha en Mxico- la -U-
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El Cotidiano 149 37
zado un llamado a la accin armada y a la rebelin en caso deque se actuara con alguno de los miembros de la ACJM:
Nosotros cumplimos con nuestro deber; si nos vira-
mos nuevamente en la misma situacin, sin duda hara-
mos lo mismo, slo que entonces convencidos plenamente
de la cobarda de los agresores, estaremos prevenidos y
el castigo har poca. La Asociacin Catlica de la Juven-
tud Mexicana declara por mi conducto ante la Nacin
entera y ante las autoridades del pas que defender sus
derechos y repeler las agresiones de que sea vctima en
la misma forma en que los miembros de la agrupacin
sean atacados y estas agresiones realizadas. La prudencia
exige de nosotros no ocultarnos ni rehur responsabili-
dades que por entero asumimos, ni evitar los peligros
cuando el deber nos llama a afrontarlos, sino a precisar
de manera clara y terminante cul es nuestra situacin y
cules sern en el futuro nuestras medidas75.
Dichas declaraciones no dejaron de preocupar al en-
tonces delegado apostlico de la Santa Sede en Mxico. As
describa Filippi al presidente de la ACJM:
Especie de tribuno de veinticinco aos de mediocre cultu-
ra pero en compensacin violento, imprudente y belicista,
hostil al gobierno del cual habla mal a ms no poder. Habaterminado el tiempo de su presidencia en el mes de abril y
mi deseo era que prevaleciera el buen sentido de la mayo-
ra de los jvenes, invitndoles a elegir al nuevo jefe que
liberara a la asociacin de un conductor tan peligroso,
mucho ms que haba desde tiempo atrs expresado esta
esperanza al padre Bergoend de la Compaa de Jess,
asistente eclesistico de la juventud mexicana. En cambio
mi esperanza se vio decepcionada, porque para mante-
ner a Capistrn en el puesto de presidente, el menciona-
do padre jesuita belga hizo uso de su influencia para
mantener al susodicho seor en su gracia. As fue como
se fueron desarrollando los hechos. En la votacin
Capistrn y un joven abogado, prudente y serio, tuvieron
un empate de votos. El padre Bergoend fue quien con su
voto decisivo se inclin a favor del primero76.
Esta visin desentonaba con la presentada por el potulador de la causa de Luis Mara Martnez, el ya mencion
do fundador de la U, quien deca que el padre Martn
invit a Ren Capistrn Garza, que fue inteligente orado
valiente caudillo de los cristeros, a arengar a los seminaris
de Morelia77. La postura y declaracin de Calles, el sec
tario de Gobernacin, a favor del orden, parecan darle
razn al delegado apostlico78. El Heraldo de Mxico insis
tambin en el hecho de que a raz de los comentarios
Calles y de la situacin de conflicto potencial, Ren Capistr
Garza haba anunciado a los miembros de la ACJM que no
iba a llevar a cabo la manifestacin prevista para el dom
go 7 de mayo de 192279.
El descontento del delegado apostlico era tal que
pidi al Provincial de los jesuitas que removiera al pad
Bergoend80 de su papel de asistente eclesistico de la AC
Apoyaba Filippi su argumentacin en el hecho de que alg
nos obispos, sin nombrarlos, le haban comentado q
Bergoend divulgaba entre los jvenes la doctrina, que Fili
juzgaba muy peligrosa, de apoyar el sentimiento de re
lin contra un gobierno, lo que segn el delegado apost
co era ilcito. El problema ms grande para Filippi no e
tanto lo que pas con Bergoend y la ACJM, sino el proble
que se cre a raz de la postura tomada por el arzobis
de Mxico, Jos Mora y del Ro. Filippi utilizaba para
efecto una carta de Monseor Mora a su sufragandmonseor Rafael Guzar y Valencia, obispo de Veracruz:
Santa Sede quiere que no se haga la revolucin y yo no d
a ninguno de hacerla, pero si los catlicos la quieran hac
no dir que no la hicieran, porque slo la revolucin pue
liberarlos de la gente que los gobierna81. Filippi insista
los sentimientos revolucionarios del arzobispo de Mxi
Indicaba tambin que el arzobispo de Puebla, Jos Ram
Ibarra y Gonzlez, le haba comentado que los miembr
de la ACJM estaban divididos entre los pacifistas, favorab
a la delegacin apostlica, y los revolucionarios, al lado
sucesos de ayer, La Raza, martes 2 de mayo de 1922, misma postura que
respald en la seccin editorial del jueves 4 de mayo de 1922.75 Los rojos y los jvenes catlicos, mircoles 3 de mayo de 1922,
El Universal, UNAM, Hemeroteca Nacional, primera y sexta plana.76 Reporte de Ernesto Filippi sobre las acciones de algunos jefes de la
Asociacin Catlica de Jvenes Mexicanos, as como del arzobispo de Mxi-
co. 11 de mayo de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. cit.
77 Fernndez Rodrguez, Pedro y Macedo Tenllado, Francisco An
nio,Mons. Luis Mara Martnez Rodrguez Arzobispo primado de Mxico (181956). p. 12. Mxico: Arquidicesis Primada de Mxico, 2004.
78El Universal, jueves 4 de mayo de 1922, UNAM: Hemeroteca Na
nal, primera plana.79 Idem, jueves 4 de mayo de 1922, UNAM: Hemeroteca Nacio
primera plana.80 Reporte de Ernesto Filippi sobre las acciones de algunos jefes
la Asociacin Catlica de Jvenes Mexicanos, as como del arzobispo
Mxico. 11 de mayo de 1922. ASV. (Archivio Segreto Vaticano) Op. ci81 Cita de Jos Mora y del Ro en el Reporte de Ernesto Filippi so
las acciones de algunos jefes de la Asociacin Catlica de Jvenes Me
canos, as como del arzobispo de Mxico. 11 de mayo de 1922. A
(Archivio Segreto Vaticano).
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Derecha y ultraderecha en Mxico38
A pesar de su postura en mayora opuesta, la U se
vi beneficiada por la expulsin del delegado Apostlico,
Ernesto Filippi, quien no pudo impedir el desarrollo de esta
asociacin reservada.
Conclusin
La U marc en la historia de las derechas en Mxico un
primer acercamiento a la reintegracin de la vida poltica
tras el fracaso del catolicismo social y su inhabilitamiento
como fuerza poltica abierta. Si bien la U contaba con una
vertiente conocida con fines espirituales y sociales, los ini-
ciados saban perfectamente que su objetivo era meramente
poltico. Desde el momento en el que se santific a loscristeros, al obispo de Veracruz Rafael Guzar y Valencia, as
como el proceso de canonizacin del fundador de la U,
Luis Mara Martnez, se podra comprobar una vez ms que
lo que menos interesa en la actualidad es la verdad histri-
ca, ya que, como lo demostramos, el propio defensor decausa opaca totalmente el papel poltico y revoluciona
de la U.
La sociedad reservada, rplica catlica de las sectas
berales que haban transformado a Mxico a lo largo
siglo XIX, entre las cuales caba destacar a las diferen
logias masnicas, marc una de las primeras propuestas
accin subterrnea de los catlicos, liderada por Luis Ma
Martnez, quien iba a ser el principal jerarca de la Igle
catlica en Mxico en las dcadas de los aos treinta
cincuenta.
La expulsin del delegado apostlico en 1923 iba
atrasar la desaparicin de la U, y la suspensin del cu
catlico y el inicio del conflicto cristero iba a marcar u
ruptura entre los lderes laicales de la U respaldad
por el obispo auxiliar de Morelia Luis Mara Martnez
los de la Liga, respaldados por Pascual Daz, obispo
Tabasco y secretario del Comit Episcopal, demostran
que la jerarqua catlica mexicana es todo menos unida
El tema, como lo demostr la importancia de los g
pos de ultra derecha a raz la victoria del PAN en el a
2000, no surgi de la nada, sino que marc una lucha
cuatro generaciones de hombres polticos, una lucha c
secular.
Lo que hace dcadas fue la Base, y antes las Legione
la U, grupos secretos formados para implantar en nutro pas el reinado de Jesucristo, puede ser hoy El Yu
que, una peligrosa organizacin, como las otras mencionad
con su parafernalia de juramentos y obligaciones, con
cual testimonios personales relacionan a Carlos Abas
Carranza83. Para Gonzlez Ruiz, el peligro de que faccion
tan desconocidas tuvieran un poder tan importante e
para la situacin poltica en Mxico por lo menos preoc
pante. Pero al margen de las herencias y rupturas gene
cionales dentro de una familia tan especial, se manifie
hoy en da una herencia poltica, que tiene como uno
sus aspectos ms peligrosos, sobre todo en una etapa
profundos cambios en la vida de Mxico, la fundacin
grupos conservadores, incluso de grupos secretos, de
caso poder de convocatoria, pero con influencias y rec
sos muy poderosos y con un pragmatismo que perm
escalar posiciones polticas aun haciendo fuertes conces
nes ideolgicas y hasta adoptando un discurso vergonza
te que intenta negar su esencia conservadora, un discur
muy ajeno al que sola usar Salvador Abascal84.82 En cuanto a la informacin relativa a la vida de los cardenalesproviene del anuario de la Santa Sede, y la pgina de internet Catholic
Hierarchy, disponible en http://www.catholic-hierarchy.org/. Se puede
consultar la pgina de Salvador Miranda sobre los cardenales de la Iglesia
catlica, disponible en .
arzobispo de Mxico, de quien el delegado deca que seencontraba en la imposibilidad de evaluar las graves conse-
cuencias de su conducta poltica.
El propio Santo Padre pidi a sus consejeros cardena-
les82 definir cul era su postura:
Vannetelli
De Lai
VicoGranito
Pompili
Cagliero
Merry del Val
Sbarretti
Gasparri
Postura
A favor
En contra
En contraEn contra
Dividida
En contra
En contra
Dividida
En contra
Cardenal
Los bienes obtenibles por la asociacin son mayores
a los riesgos de ser descubiertos.
Problemas del control real de una asociacin secre-
ta. Problema de los fines sumamente polticos de la
asociacin.
Fines demasiados polticos. Asociacin tenebrosa.Cuidar las formas y no mostrar la ruptura entre los
jerarcas.
No se puede prohibir, pero por su carcter poltico
que no participen ni el clero ni los obispos.
Atenerse a la postura de la Santa Sede de no involu-
crarse en poltica. Utilizar medios legales.
No sobre el principio sino por el peligro de hecho
de la asociacin, as como por la difcil postura del
arzobispo de Mxico y del de Guadalajara.
Le faltan elementos para juzgar. Recomienda que el
delegado apostlico no se involucre, y que los obis-
pos procuren no involucrarse demasiado.
Demasiado peligro para la Iglesia catlica en caso de
ser descubierta.
Razn
La postura de los Cardenales de la Curia
en cuanto a la U
83 Gonzlez Ruiz, Edgar. Op. cit., p. 17.84Ibidem.