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EL MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN, UN ÍCONO DE LA CIUDAD DE MÉXICO La imponente estructura en el corazón de la capital mexicana recibe anualmente a 350 mil visitantes para brindarles experiencias, del alba al ocaso, en las que confluyen el legado histórico y la efervescencia cultural y artística del país. Ciudad de México, marzo de 2019 Obra del arquitecto Carlos Obregón Santacilia, pionero de la arquitectura modernista, el Monumento a la Revolución Mexicana (MRM) se ha convertido en un punto de referencia en el conjunto denominado Plaza de la República, uno de los espacios públicos más reconocidos en la capital del país, pues en él se fusionan la expresiones contemporáneas del arte, la cultura y la vitalidad urbana con uno de los proyectos de recuperación del patrimonio histórico más importante de la última década. Imponente, desde cualquier perspectiva de la cual se le observe, la edificación dedicada a la “Revolución de ayer, de hoy, de mañana, de siempre” es uno de los emblemas de la Ciudad de México, que en años recientes ha sido revitalizada para ofrecer a los visitantes una experiencia que va más allá de la preservación de un legado, pues se ha enfocado transformando completamente su entorno y los servicios que se disponen para el disfrute del visitante. Destino imprescindible en un recorrido por el corazón de la ciudad, se ha convertido una sorpresa para quién se encuentra o reencuentra con él, ya que es posible apreciar una vista panorámica desde que se asciende en su elevador de paredes de vidrio hasta llegar al mirador, ubicado a más de 52 metros de altura para realizar un recorrido de 360 grados y, posteriormente, subir hasta la linternilla, su punto más alto a 65.7 metros.

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Post on 02-Mar-2020

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EL MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN, UN ÍCONO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

La imponente estructura en el corazón de la capital mexicana recibe anualmente a 350 mil visitantes para brindarles experiencias, del alba al ocaso, en las que confluyen el legado histórico y la efervescencia cultural y artística del país.

Ciudad de México, marzo de 2019

Obra del arquitecto Carlos Obregón Santacilia, pionero de la arquitectura modernista, el Monumento a la Revolución Mexicana (MRM) se ha convertido en un punto de referencia en el conjunto denominado Plaza de la República, uno de los espacios públicos más reconocidos en la capital del país, pues en él se fusionan la expresiones contemporáneas del arte, la cultura y la vitalidad urbana con uno de los proyectos de recuperación del patrimonio histórico más importante de la última década.

Imponente, desde cualquier perspectiva de la cual se le observe, la edificación dedicada a la “Revolución de ayer, de hoy, de mañana, de siempre” es uno de los emblemas de la Ciudad de México, que en años recientes ha sido revitalizada para ofrecer a los visitantes una experiencia que va más allá de la preservación de un legado, pues se ha enfocado transformando completamente su entorno y los servicios que se disponen para el disfrute del visitante.

Destino imprescindible en un recorrido por el corazón de la ciudad, se ha convertido una sorpresa para quién se encuentra o reencuentra con él, ya que es posible apreciar una vista panorámica desde que se asciende en su elevador de paredes de vidrio hasta llegar al mirador, ubicado a más de 52 metros de altura para realizar un recorrido de 360 grados y, posteriormente, subir hasta la linternilla, su punto más alto a 65.7 metros.

Visitar el MRM constituye la oportunidad de acercarse a aspectos que retoman expresiones de la cultura, como la exhibición “La Revolución en el Cine”, y la muestra “Bajo la mira; La Revolución de la NO violencia”, que invita a la reflexión sobre lo que significa el concepto “revolución” dentro de cada uno de nosotros. Estos son sólo un par de descubrimientos para quien pasea por este monumento que narra una interesante historia.

Sus antecedentes se remontan a los tiempos de Porfirio Díaz, cuando fue comisionado al arquitecto francés Émile Bénard el proyecto del Palacio Legislativo. La estructura original del llamado Salón de los Pasos Perdidos, cuya construcción comenzó en 1905, estuvo abandonada durante décadas hasta que, en 1933, Carlos Obregón Santacilia lo retomó para concebir el Monumento a la Revolución y el mausoleo donde permanecen los restos de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Plutarco Elías Calles y el ex presidente Lázaro Cárdenas.

El carácter estético del MRM se define a través de rasgos que retoman el estilo Art Déco y se fusionan con elementos de la tradición escultórica y arquitectónica de las culturas antiguas de México. La edificación complementa su propuesta plástica con la colaboración del escultor Oliverio Martínez, cuyos conjuntos coronan las cuatro columnas de la estructura y que son una alegoría a la Independencia y las leyes de Reforma, Agraria y Obrera.

Hoy, el MRM es un lugar para vivir experiencias que remontan al pasado, invitan a la reflexión y fomentan el disfrute. Una de las propuestas es Amanecer Monumental, una cita para grupos pequeños que ocurre dos veces al mes para recibir un nuevo día en las alturas, en el área de la linternilla. Al concluir el recorrido, se puede degustar un café o una malteada de fresa, la favorita de Francisco Villa, en el Café Adelita, cuya ambientación evoca los ferrocarriles de principios del siglo 20, protagonistas de la gesta revolucionaria.

Del alba al ocaso, cuando también se puede apreciar la estructura totalmente iluminada, el MRM es un lugar para vivir y recordar que las revoluciones también se experimentan en otros ámbitos de la vida del ser humano.

El uso de las imágenes, información y entrevistas son exclusivos para artículos, notas, menciones o publicaciones relacionados con

Monumento Revolución Mexicana.

Créditos de archivo gráfico:Fiamma Piacentini / MYT Diseño

ACERCA DEL MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN MEXICANA

Inicialmente concebido para albergar un suntuoso Palacio Legislativo Federal, el Monumento a la Revolución Mexicana fue encargado por Porfirio Díaz, entonces Presidente de México, al arquitecto francés Émile Bénard. La construcción más ambiciosa del Porfiriato inició en 1905 y fue interrumpida en 1912 debido al estallido de la Revolución Mexicana. Inconclusa y abandonada durante décadas, la estructura central fue reinterpretada como Monumento a la Revolución por el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia.

En la actualidad, el MRM ofrece al público una innovadora experiencia de conocimiento y diversión dentro de un espacio que alberga historia y manifestaciones de artes plurales que invitan a la reflexión y desarrollo del pensamiento.

Monumento a la Revolución Mexicanawww.mrm.mx

Instagram @monumentoalarevolucion

Para más información o fotografías, contactar con:

WISH & CO.

Jorge Moreno, [email protected] ; M.: +52 1 55 3676-5979Sebastián Celada, [email protected] ; M.: +52 1 55 8018-2638