el fin del capitalismo

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Múltiples tendencias anuncian que el capitalismo está llegando a su fin / I Evo Morales, presidente de Bolivia, señaló en la primera sesión de alto nivel de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP20), que tiene lugar en Lima, que la verdadera forma de resolver el cambio climático será “venciendo al capitalismo y salvando a los pueblos que están en manos de quienes lucran con la destrucción de la naturaleza ”. Dijo que reuniones como la COP20 son una carga de hipocresía, racismo y neocolonialismo” (La Jornada, 10/12/14, p.47). Llamó a incorporar la sabiduría de los pueblos indígenas en el acuerdo para enfrentar el cambio climático; que escuchen a los pueblos y aprendan de ellos. Manifestó que “no puede haber acuerdo climático que condene a la humanidad a la muerte para favorecer al capital , al enriquecimiento de unos pocos. Necesitamos hacer un acuerdo climático por la vida y para la vida ”. (La República, Lima, 9/12/14). Ideas similares expresa Enrique Leff en su libro Apuesta por la vida (Siglo XXI, 2014): “Las experiencias recientes de los movimientos socio-ambientales en América Latina, Asia y África muestran no sólo la capacidad de la población local para resistir a la razón económica, instrumental y utilitarista hegemónica a través de la cual el capitalismo penetra en sus territorios geográfico-socio-culturales de vida, sino también para crear visiones alternativas y nuevos caminos hacia la sustentabilidad desde sus racionalidades culturales, reinventando sus identidades, sus prácticas productivas y sus medios de vida... legitimando nuevos derechos humanos al territorio…” (p.491). “En su irrefrenable expansión de la voluntad de dominio de la naturaleza, en su manía de crecimiento insustentable, el capitalismo llegará a extirparle el corazón a la tierra, cavando la tumba de la vida del planeta verde azul del universo” (p. 445). Hoy inicio una serie sobre las tendencias que anuncian que el capitalismo está llegando a su fin. Con ser el calentamiento del planeta la más grave y destructiva, no es la única. En la entrega del 5/12/14 comenté dos tendencias adicionales: la creciente desigualdad que el capitalismo genera y el fin de la sociedad centrada en el trabajo pagado, consecuencia de la automatización. Más adelante formulo una lista preliminar de las tendencias que he

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Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo est llegando a su fin / IEvo Morales, presidente de Bolivia, seal en la primera sesin de alto nivel de la Conferencia sobre el Cambio Climtico (COP20), que tiene lugar en Lima, que la verdadera forma de resolver el cambio climticoser venciendo al capitalismo y salvando a los pueblosqueestn en manos de quienes lucran con la destruccin de la naturaleza. Dijo que reuniones como la COP20 son una carga de hipocresa, racismo y neocolonialismo (La Jornada, 10/12/14, p.47). Llam a incorporar la sabidura de los pueblos indgenas en el acuerdo para enfrentar el cambio climtico; que escuchen a los pueblos y aprendan de ellos. Manifest que no puede haber acuerdo climtico quecondene a la humanidad a la muertepara favorecer al capital,al enriquecimiento de unos pocos.Necesitamos hacer un acuerdo climtico por la vida y para la vida. (La Repblica,Lima, 9/12/14). Ideas similares expresa Enrique Leff en su libroApuesta por la vida(Siglo XXI, 2014):Las experiencias recientes de los movimientos socio-ambientales en Amrica Latina, Asia y frica muestran no slo la capacidad de la poblacin local para resistir a la razn econmica, instrumental y utilitarista hegemnica a travs de la cualel capitalismopenetra en sus territorios geogrfico-socio-culturales de vida, sino tambin para crear visiones alternativas y nuevos caminos hacia la sustentabilidad desde sus racionalidades culturales, reinventando sus identidades, sus prcticas productivas y sus medios de vida... legitimando nuevos derechos humanos al territorio (p.491). En su irrefrenable expansin de la voluntad de dominio de la naturaleza, en su mana de crecimiento insustentable, el capitalismollegar a extirparle el corazn a la tierra, cavando la tumba de la vida del planeta verde azul del universo (p. 445).Hoy inicio una serie sobre las tendencias que anuncian que el capitalismo est llegando a su fin. Con ser el calentamiento del planeta la ms grave y destructiva, no es la nica. En la entrega del 5/12/14 coment dos tendencias adicionales: la creciente desigualdad que el capitalismo genera y el fin de la sociedad centrada en el trabajo pagado, consecuencia de la automatizacin. Ms adelante formulo una lista preliminar de las tendencias que he identificado. John Bellamy Foster (JBF) enThe Ecological Revolution. Monthly Review Press, 2009,relata que, ante el cambio climtico hay, al menos tres posturas con seguidores importantes: a) La corriente de economistas neoliberales (JBF menciona a W. Cline, W. Nordhaus, L. Summers y N. Stern), cuyo propsito ideolgico es legitimar el capitalismo, han propuesto continuamenteno combatir con fuerza el calentamiento global. Aceptan niveles de concentracin de carbn en la atmsfera muy por arriba de los considerados catastrficos por la mayora de los cientficos,con el argumento de que estabilizar la atmsfera a niveles ms bajos sera econmicamente muy costoso.(p. 23). Optan porundesarrollo capitalista no sustentable a toda costaquecondena a la humanidad a la muerte para favorecer al capitalpara decirlo con Evo. b) Quienes proponen frenar el calentamiento global y consideran que el cambio requerido se reduce a una revolucin eco-industrialque, por medios exclusivamente tecnolgicos, como sistemas energticos ms eficientes, siente las basespara el desarrollo capitalista sustentable. c) La postura en la que el propio JBF se inscribe es al de unarevolucin eco-socialque se apoya en tecnologas alternativas, pero enfatiza la necesidad de transformar tanto la relacin humana con la naturaleza como las relaciones sociales de produccin, lo que significa moverse hacia formas de produccin, distribucin, intercambio y consumo ms igualitarias y comunales, rompiendo la lgica del orden social dominante. Tales cambios involucran un giro civilizatorio sustentado en una revolucin cultural y no econmica y social (pp.12-13). Se le puede llamar desarrollo poscapitalista sustentable. JBF concluye la presentacin de estas opciones sealando que:el argumento a favor de una revolucin ecolgica y social se funda en el hecho de que, en lnea con la concepcin de Marx de una situacin revolucionaria, todas las fuerzas productivas para las cuales el modo de produccin es suficiente y que son compatibles con la sustentabilidad, han sido desarrolladas, requiriendo un cambio revolucionario en las relaciones sociales de produccin y en la sociedad como un todo (pp.13-14).La argumentacin que desarrollar en las prximas entregas es que la crisis final del capitalismo estsobre-determinada. Que aun si supusiramos que el cambio energtico se hiciese muy rpido en el seno del capitalismo mismo, y se lograse detener la sexta extincin estabilizando la temperatura del planeta (lo cual es muy dudoso), las otras tendencias del capitalismo que anuncian su fin generaran catstrofes sociales y polticas de tal envergadura que movilizaran a la poblacin del planeta a un cambio revolucionario. Enumero las tendencias globales que he identificado: a) La sexta extincin. b) Fin de la sociedad centrada en el trabajo pagado. La automatizacin generalizada disminuir a tal grado la participacin del trabajo manual e intelectual en los procesos productivos que la sociedad basada en el trabajo asalariado (el capitalismo) ya no podra funcionar sin cambios radicales como el Ingreso Ciudadano Universal (ICU). c) La creciente concentracin de la riqueza, pronosticada por Piketty, y cuyas consecuencias han sido analizadas por J. Stiglitz, quien dice en The Price of InequalityNorton, 2012:estamos pagando un alto precio por nuestra creciente y desmesurada desigualdad: no slo crecimiento ms lento y PIB ms bajo sino mayor inestabilidad...una democracia debilitada, una percepcin de justicia y equidad disminuidas e incluso un cuestionamiento de nuestra identidadel deterioro econmico y poltico ha ido acompaado de la pauperizacin moral: muchas personasse quedaron sin brjula moral, peroms importante de todo, la degradacin de valores hasta el punto donde todo es aceptable y nadie es responsable.d) Estancamiento econmico como el estado econmico permanente del capitalismo contemporneo. Al respecto Foster y McChesney (The Endless Crisis, Monthly Review Press, 2012) han dicho: Argumentamos que sta es unacrisis sin fin, porque fluye inexorablemente del funcionamiento de lo que llamamos el capitalismo monopolista-financiero. El estadonormalde la economa capitalista madura dominada por un puado de corporaciones gigantes monopolistas es el estancamiento (pp. vi-vii) e) Crisis alimentaria mundial como consecuencia del agotamiento del modelo de agricultura contaminante prevaleciente, cuyos rendimientos se han estancado. f) Fin de la ilusin de que la democracia y el capitalismo son compatibles. Creciente evidencia de la captura por el capital de los poderes ejecutivo y legislativo. Como seala Stiglitz los movimientos de protesta han puesto en duda que se trate de una democraciareal, la cual debera ser mucho ms que el derecho a votar una vez cada cuatro aos con opciones significativas. Los polticos deberan escuchar las voces de los ciudadanos. Cada vez ms el sistema poltico parece ms cerca de un dlar un voto que de una persona un voto. g) Disminucin creciente del poder de los medios de comunicacin masivos centralizados (favorables al capitalismo monopolista financiero) y crecimiento acelerado (vase grfica) de Internet y de las redes sociales, que por su carcter lateral, pueden ser contra-hegemnicos.Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo est llegando a su fin/ IIEn The Great Financial Crisis (2009), John Bellamy Foster y Fred Magdoff (FyM) se reconocen como herederos de una tradicin:Mucho ms que otros, este libro resulta de estar parados sobre los hombros de gigantes que a su vez estaban parados sobre los hombros de gigantes. Est construido sobre los fundamentos establecidos por Paul Baran, Paul Sweezy y Harry Magdoff, quienes a su vez se apoyaron en Marx, Veblen, Schumpeter, Keynes, Kalecki, Steindl y Minsky (p.8).Estos autores sentaron las bases para el diagnstico central del libro de FyM: la Gran Crisis Financiera ha superado a todos los shocks econmicos que la precedieron a finales del siglo XX. Tanto la economa de EU como la del mundo en su conjunto estn en un estado de decadencia aguda, enfrentando lo que probablemente ser un estancamiento prolongado (pp.11-12). A pesar de la prosperidad de los aos 50 y 60 del siglo pasado, algunos economistas radicales, keynesianos y marxistas, desafiando la visin dominante de la poca, continuaron planteando el tema del estancamiento, sosteniendo que segua siendo el problema central de la economa capitalista monopolista y que la prosperidad de los aos sesentas dependa de estmulos insostenibles de corto plazo (p.14). Foster y Robert McChesney (FyMc) en The Endless Crisis, 2012, sealan que aunque la nocin del estancamiento como el estado del capitalismo contemporneo es cada vez ms generalizada entre lderes empresariales y hacedores de poltica, hay muy poca explicacin de este estado de cosas. La teora econmica convencional no ha mostrado ser capaz de hacer esta tarea. La mayor parte de los economistas se aferran a la conviccin de que el estado natural del capitalismo es el pleno empleo y el crecimiento rpido, y que eventualmente el mercado har su magia. En contraste, nosotros argumentamos que esta es una crisis sin fin porque fluye inexorablemente del funcionamiento de lo que llamamos capitalismo monopolista financiero (pp. vii-viii).FyMc sealan que Paul Krugman ha calificado la crisis actual como la Tercera Depresin (la primera fue la Larga Depresin que sigui al pnico de 1873 y la segunda fue la Gran Depresin de los aos treinta) y tambin como el retorno del Estancamiento Secular (hiptesis manejada entre 1930 y 1950). Habra que aadir que Krugman, Premio Nobel de Economa, en su libro The Return of Depression Economics, afirm: no sabemos cmo ocurren las crisis, reflejando de un plumazo el verdadero estado de la ciencia econmica. Tambin dice que en Japn entre 1991-2002 la economa sigui estancada a pesar de que se adoptaron las medidas usuales de poltica. Califica, ante ello, de sorprendente y preocupante el optimismo de los economistas y su creencia en que saben cmo enfrentar las crisis. FyMc citan dos libros muy recientes (2011 y 2012) que utilizan el trmino estancamiento en sus ttulos y presentan fuerte evidencia sobre la desaceleracin del crecimiento econmico en el primer mundo (vase grfica).En El Capital Monopolista (1966), Paul Baran y Paul Sweezy (ByS) sealaron:no hay manera de evitar la conclusin que el capitalismo monopolista es un sistema auto-contradictorio que tiende a generar cada vez ms excedente pero que no provee las salidas de consumo y de inversin requeridas para su absorcin Puesto que el excedente que no puede ser absorbido no ser producido, se sigue que el estado normal de la economa capitalista monopolista es el estancamientolo que significa la sub-utilizacin crnica de los recursos humanos y materiales disponiblesEn ausencia de fuerzas compensatorias [que estimulan la demanda y] que no forman parte de la lgica elemental del sistema, el capitalismo monopolista se hundira ms y ms en un pantano de depresin crnica La cuestin para el capital monopolista no es si estimular o no la demanda. Tiene que hacerlo so pena de muerte. (pp.108 y 113, edicin en ingls, 1966).Slo sern promovidos estmulos a la demanda compatibles con los intereses del capitalismo monopolista, como los esfuerzos de ventas (publicidad y mercadotecnia) y gastos gubernamentales civiles y militares. ByS parten de quela competencia (pequeas empresas que producen una fraccin despreciable de una produccin homognea de su rama) ha dejado de ser la forma predominante del mercado, lugar que actualmente ocupan las empresas grandes que producen una parte significativa de la produccin de su rama de actividad, y que pueden controlar sus montos y precios. No podemos abstraer esta forma dominante ni introducirla como un mero factor modificador; tenemos que incluirla en el centro mismo del esfuerzo analtico, (p.6).Desde Teora del desarrollo capitalista (1942), Sweezy resuma as los ms importantes efectos de los mercados monopolistas en el funcionamiento capitalista (cito slo algunos): 1) suben los precios de las mercancas monopolizadas; 2) la tasa de ganancia nica de la competencia es sustituida por una jerarqua de tasas de ganancia; 3) se acentan las tendencias a la baja de la tasa promedio de ganancia y al subconsumo; 4) se bloquea la inversin en las industrias monopolizadas y se aglomera el capital donde hay mayor competencia, lo que lleva a que la tasa de ganancia pertinente para las decisiones de inversin sea ms baja.Tanto FyM como FyMc han actualizado los anteriores planteamientos para formular la teora del estancamiento del capitalismo monopolista financiero. FyM tambin sealan que se apoyan en un poco conocido planteamiento de Keynes sobre el papel contradictorio de las finanzas en la economa capitalista:La bolsa de valores misma, sugiri Keynes, fue sobre todo un producto de los intentos de los inversionistas de reducir los riesgos asociados con la inversin productiva mediante la tenencia de derechos a la riqueza escriturados en papel y por tanto fcilmente transferibles. Pero una vez que esto ocurri, el capitalismo adquiri crecientemente un aspecto dual reflejado en dos estructuras diferentes de formacin de precios: la de los productos fsicos y la de los activos financieros. Cada uno operado por separado. Al quedar convertidos los activos de largo plazo de las corporaciones en compromisos financieros de corto plazo, surge la posibilidad, argument Keynes, que la economa fuera ms y ms rehn de la especulacin, generando ms y ms volatilidad e inestabilidadPara Keynes, la estructura de las finanzas modernas propiciaba un desacoplamiento peridico entre el mercado de activos financieros y la produccin, y la posibilidad de que las burbujas especulativas seguidas de su inevitable estallido pudieran desestabilizar el sistema en su conjunto [Citan aqu una proftica frase de Keynes: los especuladores pueden no hacer dao cuando slo son burbujas en una corriente firme de espritu de empresa; pero la situacin es seria cuando la empresa se convierte en burbuja dentro de una vorgine de especulacin] (Teora general de la ocupacin, el inters y el dinero, Fondo de Cultura Econmica, 4 edicin, 2003, p. 167). (FyM, p. 16)El argumento de Sweezy y Harry Magdoff (SyM), quien fue coautor central de Sweezy despus de la muerte de Baran, explican FyM, es que la tendencia al estancamiento crea las condiciones para un viraje en el papel de las finanzas en el capitalismo: de ayudante modesto a fuerza impulsora. La especulacin financiera se convirti en segunda locomotora del crecimiento dada la debilidad de la primera, la inversin productiva. El endeudamiento creciente se institucionaliz y el sistema se volvi ms y ms dependiente de burbujas financieras cada vez ms grandes. SyM se percataron que la esencia del capitalismo monopolista es el abrazo simbitico entre estancamiento y financiarizacin. Seguir abordando esta tendencia, una de las siete enumeradas en la entrega anterior (12/12/14).Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo est llegando a su fin/ IIIFoster y McChesney (FyMc) en The Endless Crisis (Monthly Review Press, 2012) se refieren al debate, ahora legendario sobre el futuro del capitalismo realizado en la Universidad Harvard en 1947 entre Paul Sweezy y Joseph Schumpeter, dos de sus ms populares e influyentes economistas. Citan a Paul Samuelson:Eventos recientes en los campus universitarios me han trado el recuerdo de uno de los grandes acontecimientos de mi propia vida. Tuvo lugar en Harvard en los das del pasado en que los gigantescos caminaban en el planeta y en el patio de Harvard. El brillante economista y profeta social Joseph Schumpeter debatira con Paul Sweezy sobre el Futuro del capitalismo. Wassily Leontieff era el moderador y el Auditorio Littauer era insuficiente para la nutrida concurrencia. (p.11 del libro de FyMc).Note el lector la admiracin de Samuelson por el conservador Schumpeter y su silencio sobre el marxista Sweezy. Hoy los economistas marxistas, que sobreviven marginalizados en las universidades de EU, no tendran acceso a debatir con los ms distinguidos representantes de la economa ortodoxa en una de las ms prestigiadas universidades del mundo. FyMc relatan as el debate entre ambos:El debate entre Sweezy y Schumpeter formaba parte del debate ms amplio sobre el estancamiento que gener la Gran Depresin desde los aos 30 hasta el comienzo de los aos 50. Sweezy argument, basndose en Marx y Keynes, que la acumulacin es el factor primario del desarrollo capitalista, e hizo notar su influencia menguante. No hay mecanismo alguno en el sistema, explic, para ajustar las oportunidades de inversin al modo en que los capitalistas quieran acumular y no hay razn para suponer que si las oportunidades de inversin resultan inadecuadas los capitalistas se volcarn al consumo. Por tanto, la economa capitalista, cuyo motor habra sido removido, tenda en ausencia de alguna fuerza externa, como el brazo de la guerra al estancamiento a largo plazo. Schumpeter, adoptando un enfoque ms conservador y austriaco argumentaba que un ciclo largo de expansin (tipo Kondratieff) podra comenzar a finales de los aos 50 y llegando a su mximo al final de los aos 80; y sin embargo, el aire podra dejar de soplar en los veleros de la economa de EU debido a la funcin empresarial menguante y al encumbramiento de las corporaciones y del Estado. Schumpeter no neg la tendencia al estancamiento de la economa, pero pensaba que el crecimiento era frenado y no estimulado por las intrusiones del Estado, al estilo del Nuevo Trato de Franklin Roosevelt. (p.11, libro citado de FyMc).Veinte aos ms tarde, Sweezy y Paul Baran (El capital monopolista, Siglo XXI editores, 1966), afirmaron que el estado normal del capitalismo monopolista es el estancamiento. Segn FyMc los dos Pauls argumentan que:El encumbramiento de las corporaciones monopolistas (u oligopolistas) ha generado la tendencia al crecimiento del excedente (actual y potencial) que busca invertirse. Pero las condiciones mismas de explotacin (o alto margen entre los costos laborales unitarios y los precios) significan tanto que la desigualdad social aumenta como que un creciente excedente tiende a acumularse (actual y potencialmente) en las empresas gigantes y en manos de los inversionistas acaudalados, que no pueden encontrar salidas rentables suficientes para absorber todo el excedente que busca invertirse. Por tanto, la economa se vuelve crecientemente dependiente, para mantener el crecimiento, de estmulos externos tales como gasto gubernamental creciente (sobre todo militar), esfuerzo de ventas creciente, y la expansin financiera Una innovacin que haga poca, que desempee el papel de la mquina de vapor, el ferrocarril, o el automvil, puede alterar la situacin. Pero no se puede depender que este tipo de innovaciones, que alteran la geografa y la escala de acumulacin, se realicen, sobre todo bajo las condiciones del capitalismo monopolista maduro. El resultado es que la economa tiende a hundirse en su estado normal de crecimiento lento a largo plazo y no el crecimiento robusto que supone la economa ortodoxa. En esencia, una economa en la cual las decisiones de ahorro e inversin se hacen privadamente, tiende a caer en la trampa del estancamiento: la demanda existente es insuficiente para absorber todo el ahorro o excedente (actual y potencial) disponible, la produccin cae, y no hay un mecanismo automtico que genere la recuperacin plena. La teora del estancamiento no significaba que un fuerte crecimiento econmico sea imposible en las economas capitalistas maduras, sino que el estancamiento es la situacin normal y que el crecimiento robusto habra de explicarse como resultado de factores histricos especficos La inversin neta (esto es, ms all de lo cubierto por los fondos de depreciacin) se atrofia, pues con productividad creciente la pequea inversin requerida puede cubrirse slo con dichos fondos. El estancamiento entonces supone como sus bases progreso tecnolgico sostenido y aumento de la productividad. No es que la economa no sea suficientemente productiva, sino ms bien que es demasiado productiva para absorber la totalidad del excedente en busca de inversin generado. (pp. 11-13).El periodo de rpida expansin de la economa de EU (y del capitalismo mundial) que va de 1945 a 1975 lo explican FyMc (en consistencia con la frase que he marcado en cursivas en la cita precedente, enumerando seis factores histricos especficos que la hicieron posible: 1) la acumulacin de liquidez de los consumidores durante la guerra; 2) la segunda gran ola de generalizacin del automvil en EU, incluyendo la construccin de la red carretera interestatal; 3) los bajos precios de la energa basados en la explotacin masiva de petrleo; 4) la reconstruccin de las economas de Europa y Japn devastadas por la guerra; 5) dos guerras regionales en Asia y gasto militar impulsado por la guerra fra; 6) la hegemona indisputada de EU. Consideran que la mengua de estos factores llev a la re-emergencia del estancamiento. Esta explicacin del fin del auge de la posguerra no coincide con la que yo he suscrito (y sealado en otras entregas de Economa Moral) que se basa en el descenso de la tasa de ganancia derivado del casi pleno empleo y los altos salarios reales en el primer mundo hacia el final de dicho auge, pero parece muy coherente con los hechos y con la teora del estancamiento enunciada. Habra que contrastar ambas explicaciones.En los aos 70 habran surgido, dicen nuestros autores, un nuevo sostn del capitalismo de EU: el endeudamiento creciente y la economa de casino asociada. La financiarizacin de la economa fue destacada pioneramente (entre otros autores) por Paul Sweezy y Harry Magdoff (Baran haba fallecido para entonces) que lo concibieron como una droga o estimulante surgida del sistema mismo para mantener la economa en movimiento a pesar del estancamiento reptante (Vase la grfica que muestra la creciente importancia del sector financiero). En 1982, 35 aos despus de su debate con Schumpeter, Sweezy imparti una conferencia en Harvard sobre el estancamiento en la cual dijo:El hecho de que el desempeo de la economa en aos recientes no haya sido peor se debe, en gran medida, a tres causas: 1) el mucho mayor papel del gasto y dficit gubernamentales; 2) el enorme crecimiento de la deuda de los consumidores, incluyendo las hipotecas residenciales; 3) el inflado del sector financiero de la economa que, aparte del crecimiento de la deuda como tal, incluye una explosin de todo tipo de especulacin, vieja y nueva, que genera ms que un mero goteo de poder adquisitivo en la economa real, sobre todo en la forma de incremento en la demanda de bienes de lujo. Estas son fuerzas importantes contrarrestantes del estancamiento mientras duran (p.14 de FyMc).Cincuenta aos despus del debate con Schumpeter (a los 87 aos de edad) Sweezy describi el problema de la sobreacumulacin del capitalismo maduro en tres condiciones: 1) creciente monopolizacin a nivel global con la expansin de las corporaciones multinacionales; 2) estancamiento creciente de EU, Europa y Japn; y 3) la financiarizacin del proceso de acumulacin. (FyMc, pp. 15-16).

Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo est llegando a su fin/ IVEn su ms reciente libro sobre temas ecolgicos (en coautora con Brett Clark y Richard York) John Bellamy Foster, The Ecological Rift. Capitalisms War on the Earth (La ruptura ecolgica. La guerra del capitalismo contra el planeta), Monthly Review Press, 2010, seala que el trmino Antropoceno lo acu el qumico atmosfrico Paul Crutzen para sealar el fin del Periodo Holoceno hacia finales del siglo XVIII, el ltimo de la era Cenozoica, hace aproximadamente 11 mil 500 aos. El Holoceno comenz con la retirada de los ltimos glaciares del periodo Pleistoceno. Literalmente Holoceno, explican Foster, Clark y York (FCY), significa Todo Nuevo y en l se desarroll la civilizacin humana. Antropoceno significa Humano Nuevo e indica un periodo en el cual el principal impulsor de los rpidos cambios en el sistema del planeta tierra es el ser humano. Sealan FCY:[El trmino Antropoceno] destaca que una ruptura potencialmente fatal ha surgido entre los seres humanos y el planeta Tierra, que emana de los conflictos y contradicciones de la sociedad capitalista moderna. El planeta est ahora dominado por una humanidad tecnolgicamente potente pero alienada, tanto de la naturaleza como de s misma y, por tanto, destructiva de todo lo que la rodea. En cuestin est no slo la sustentabilidad de la sociedad humana, sino la diversidad de la vida en la Tierra. (p.14)Es comn ver esta ruptura ecolgica, dicen los autores, slo en trminos de cambio climtico, que dado los riesgos que plantea y los problemas insolubles que representa para el capitalismo, ha copado los titulares. Pero recientemente se desarroll un anlisis de nueve lmites planetarios que resultan cruciales para mantener un medio ambiente planetario en el cual la humanidad puede existir sin peligro. Los nueve lmites planetarios fueron definidos en los siguientes aspectos: a) cambio climtico; b) acidificacin ocenica; c) prdida del ozono estratosfrico; d) ciclos de nitrgeno y fsforo; e) uso global de agua dulce; f) cambios en los usos del suelo; g) prdida de biodiversidad; h) carga de aerosoles en la atmsfera; i) contaminacin qumica. Slo hay medidas fsicas adecuadas de los lmites para los primeros siete aspectos. Tres de los lmites cambio climtico, acidificacin ocenica y prdida del ozono estratosfrico pueden concebirse como puntos de inflexin, que a partir de cierto valor conducen a cambios cualitativos en el sistema-Tierra que podran desestabilizar el planeta. Los otros cuatro lmites cuantificados deben verse, sealan FCY, como la puesta en marcha de degradacin ambiental irreversible. Tres de ellos ya han cruzado los lmites: cambio climtico, el ciclo de nitrgeno y la prdida de biodiversidad. Cada uno de estos tres puede entonces verse como constitutivos de una ruptura extrema en el sistema-Tierra. La prdida estratosfrica de ozono fue una ruptura emergente en los aos 90, pero ahora est estabilizada, incluso disminuyendo. La acidificacin ocenica, el ciclo de fsforo, el uso global de agua dulce, y el cambio en el uso del suelo, son rupturas globales emergentes, pero todava no extremas. Apuntan FCY:Nuestro conocimiento de estas rupturas puede refinarse, y ms rupturas planetarias pueden ser descubiertas en el futuro. Sin embargo, el anlisis de los lmites y rupturas planetarias, como se presentan hoy, nos ayuda a entender la dimensin completa de la crisis ecolgica que confronta hoy la humanidad. El asunto a secas es que el planeta est siendo asaltado en muchos frentes como resultado de cambios generados por el ser humano en el ambiente global. (p.15)En el cuadro presento los valores de los lmites en los siete aspectos medidos. Para cada uno se aaden los valores preindustriales y el nivel actual. En los primeros tres casos estamos en alerta roja, advierten los autores. Explican que en el presente siglo, a los ritmos actuales y proyectados, podra perderse la tercera parte de las especies. El nitrgeno extrado de la atmsfera para combinarlo con hidrgeno proveniente del gas natural (lo que se conoce como el proceso Haber-Bosch) y producir fertilizantes nitrogenados termina en buena parte vertindose a los mares y est produciendo zonas muertas (sin vida marina) en ellos. En esto tambin contribuye el fsforo. La acidificacin de los ocanos, adversa para la vida marina se produce por la disolucin del CO2 de la atmsfera en el agua.Los autores sealan que el problema esencial es el hecho inevitable que un sistema econmico en expansin est planteando cargas adicionales al planeta Tierra que es un sistema limitado y fijo, hasta el punto de llegar a una sobrecarga. Se ha estimado que al principio de los aos 60 la humanidad usaba la mitad de la biocapacidad del planeta en un ao. Hoy ha crecido hasta un excedente de 30 por ciento por encima de su capacidad regenerativa. Las proyecciones basadas en la continuidad de lo de siempre (business as usual) apuntan a un estado en el cual la huella ecolgica de la humanidad ser el equivalente a la capacidad regenerativa de dos planetas para mediados de la dcada de 2030. Al problema en su conjunto los autores le llaman la ruptura ecolgica global, refirindose a la ruptura de conjunto de la relacin humana con la naturaleza como consecuencia de un sistema alienado de acumulacin sin fin. Concluyen as:Todo lo anterior sugiere que el uso del trmino Antropoceno para describir un nuevo periodo geolgico, desplazando al Holoceno, es tanto una descripcin de una nueva carga sobre la humanidad como un reconocimiento de una inmensa crisis un evento terminal potencial en la evolucin geolgica que podra destruir el mundo como lo conocemos. Por un lado, ha habido una gran aceleracin del impacto humano en el sistema del planeta, hasta el punto en que los ciclos geoqumicos, la atmsfera, el ocano, y el sistema-Tierra como un todo, ya no pueden ser vistos como impermeables a la economa humana. Por otro lado, el curso actual del mundo podra ser descrito no tanto como la aparicin de una poca geolgica estable (el Antropoceno), sino como un evento terminal: el fin-Holoceno, o ms ominosamente, el fin-Cuaternario, que es una manera de referirse a las extinciones masivas que suelen separar las eras geolgicas. Los lmites planetarios y los puntos de inflexin, conducentes a la degradacin irreversible de las condiciones de vida en la Tierra, pueden ser alcanzadas pronto, nos informa la ciencia, si continuamos con lo de siempre. El Antropoceno puede ser el parpadeo ms breve en el tiempo geolgico, muy pronto extinguido (pp. 18-19).Planteado el problema con la contundencia que merece, los autores pasan a examinar, otra vez brillante y crticamente, el papel de las ciencias sociales en la crisis ecolgica. Se preguntan, en primer lugar, si ante el hecho de que las ciencias naturales estn planteando dudas tan serias sobre la continuidad de la vida, no deberan las ciencias sociales estar contribuyendo a entender cmo la humanidad, cambiando radicalmente su sistema econmico de produccin econmica, que es ahora la causa principal del problema, podra responder a esta amenaza directa. Pasan entonces a un profundo anlisis del papel apologtico actual de las ciencias sociales. En cuanto a la crisis ecolgica sealan que las ciencias sociales se han volcado a la corriente de modernizacin ecolgica que ve la tecnologa sustentable, el consumo sustentable y las soluciones basadas en el mercado, en rigor el capitalismo sustentable, como la respuesta.Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo ha llegado a su fin /VContraMltiples tendencias anuncian que el capitalismo ha llegado a su fin / VIIMarx intent desarrollar una teora positiva y crtica del capitalismoJulio Boltvinik

En la entrega anterior conclu que en el pensamiento de Marx es muy vigorosa la presencia de la naturaleza. Sin embargo, como sealan Foster, Clark y York (FCY) enThe Ecological Clift(Monthly Review Press, 2010, p.61), los pensadores verdes (ecologistas) frecuentemente sealan que la teora del valor trabajo, que Marx adopt pero que originalmente fue desarrollada por los economistas polticos clsicos (Adam Smith, David Ricardo), lo puso en oposicin directa al tipo de anlisis del valor, ecolgicamente informado, que hoy se necesita. En su muy conocido libroSmall is Beautiful(Lo pequeo es hermoso, 1973), E. F. Schumacher dice que en la sociedad moderna hay una inclinacin a tratar como no valioso todo lo que no hemos hecho nosotros mismos. Incluso el gran doctor Marx cay en este devastador error cuando formul su teora del valor trabajo. FCY citan a otros autores ecologistas que hacen afirmaciones similares. Ante ellas, FCY adoptan una actitud interesante (pp.61-62):Aqu es importante entender que ciertas categoras conceptuales que Marx usa en su crtica de la economa poltica, como la naturaleza como un bien gratuito y la teora del valor misma, fueron inventos de la economa poltica liberal-clsica que Marx integr en su crtica a dicha economa poltica, en la medida en que exhiban las tendencias y contradicciones reales del sistema. Marx utiliz estos conceptos en una argumentacin dirigida a trascender la sociedad burguesa y sus categoras sociales limitadas. La idea que la naturaleza era un bien gratuito para ser explotado la sostuvieron explcitamente los fisicratas, Smith, Malthus, Ricardo y John Stuart Mill, mucho antes que Marx. An ms, fue perpetuada por la teora econmica de la corriente principal mucho despus de Marx. Aunque Marx aceptaba la idea como una realidad de la economa poltica burguesa, estaba muy conciente de las contradicciones sociales y ecolgicas incrustadas en tal punto de vista. Para Marx, con su nfasis en la necesidad de proteger la Tierra para futuras generaciones, la expropiacin capitalista del medio ambiente como objeto gratuito, simplemente apuntaba a la contradiccin entre riqueza natural y un sistema de acumulacin de capital que sistemticamente la robabaLa visin de FCY es que Marx enfrent una fuerte tensin entre lo que es y lo que debera ser; entre una teora positiva y una teora crtica. Para ello result central mantener explcita la contradiccin valor de uso-valor. Para ellos, Marx quera desarrollar, y lo habra logrado, una teora tanto positiva como crtica que describe cmo funciona el capitalismo, lo que es, pero muestra sus contradicciones desde la perspectiva de una sociedad pos-capitalista, es decir de lo que debe ser. Por ello, aaden FCY, como el tratamiento de la naturaleza como bien gratuito era intrnseca al funcionamiento de la economa capitalista, continu siendo incluida como una proposicin bsica subyacente en la teora econmica neoclsica. Incluso, aaden, es sostenida explcitamente en la teora econmica ambiental de la corriente principal. Concluyen brillantemente (p.63):Concepciones errneas que sealan la naturaleza anti-ecolgica de la teora del valor [trabajo], surgen debido a la fusin de las categoras de valor y riqueza, puesto que en la teora econmica recibida ambas son consideradas como sinnimas. Fue nada menos que la Paradoja de Lauderdale lo que llev a Say, Mill y otros, a abandonar la categora autnoma de riqueza (valor de uso), ayudando a sentar las bases de la tradicin econmica neoclsica que vendra despus. En la lgica capitalista no haba dudas que la naturaleza careca de valor (un bien gratuito). El problema era entonces desechar el concepto de riqueza (como distinto del de valor), del marco bsico de la teora econmica, puesto que proporcionaba la base de una perspectiva crtica y de lo que ahora llamamos perspectiva ecolgica.Marx resisti la eliminacin de tal distincin y critic a otros socialistas que adoptaron la falsa igualdad riqueza-valor. Los que vean el trabajo como la nica fuente de la riqueza le atribuan un poder creativo sobrenatural, sealan FCY. Tanto enCrtica al programa de Gothacomo enEl capital, el viejo Marx defini su postura al respecto:El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (que son los que verdaderamente integran la riqueza material!), ni ms ni menos que el trabajo, que no es ms que la manifestacin de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre(Crtica del programa de Gotha, 1875, p. 11. Volumen II deObras Escogidas de Marx y Engels, Mosc, 1952.Los valores de uso chaqueta, lienzo, etctera, o lo que es lo mismo, las mercancas consideradas como objetos corpreos son combinaciones de dos elementos: la materia que suministra la naturaleza y el trabajo. Si se hace abstraccin, en su totalidad, de los diversos trabajos tiles incorporados a la chaqueta, al lienzo, etctera, quedar siempre un sustrato material, que es el que la naturaleza ofrece al hombre sin intervencin de ste. En su produccin, el hombre slo puede proceder como la naturaleza misma, es decir, haciendo que la materia cambie de forma. Ms an, en este trabajo de conformacin se ve constantemente apoyado por fuerzas naturales. El trabajo, por tanto, no es la nica fuente de los valores de uso que produce, de la riqueza material. Como dice William Petty, el trabajo es el padre de la riqueza material, y la tierra, su madre (Combino las traducciones publicadas por el FCE y Siglo XXI, de este texto, del Captulo 1, Libro Primero, deEl capital, 1867).La omisin del capitalismo al no incorporar la naturaleza en su contabilidad del valor, y su tendencia a confundir valor con riqueza, son contradicciones fundamentales del rgimen capitalista. Los que culpan a Marx por no adscribirle valor a la naturaleza, deberan redirigir sus crticas al capitalismo mismo, dicen FCY citando a Paul Burkett (Marx and Nature, St. Martins Press, 1999). Como Lauderdale, pero con mucho ms fuerza y consistencia, Marx afirm que el capitalismo es un sistema predicado en la acumulacin de valor, incluso a expensas de la riqueza real, dicen nuestros autores, y concluyen:El capitalista, not Marx, adopta como su relacin con el mundo:Apr moi le dluge(despus de m, el diluvio). O, como observara frecuentemente, el capital tiene una relacin vampiresca con la naturaleza, representando un tipo de muerto viviente que se mantiene chupando la sangre del mundo (pp. 63-64).Uno de los fundadores de la teora econmica neoclsica, Carl Menger, cuyosPrincipios de teora econmicase publicaron en 1871, slo cuatro aos despus que el Libro Primero deEl capital, atac directamente la paradoja de Lauderdale, diciendo que estaba fundada en distinciones falsas. Sostuvo que habra que rechazar tanto la distincin valor de uso-valor de cambio como la distincin riqueza-valor. Para l, la riqueza estaba basada en el intercambio, enraizado ahora en utilidades subjetivas. Contra Lauderdale, insisti que la creacin deliberada de escasez en la naturaleza es benfica para el capital y que hara mucho sentido hacer que bienes abundantemente disponibles (no econmicos, por tanto) se volvieran escasos y, por tanto, componentes de la riqueza privada, que as aumentara. Lo que para Lauderdale era una maldicin, la promocin de riquezas privadas (riches) mediante la destruccin de riqueza (wealth) pblica, para Menger, precursor del neoliberalismo, era un fin en s mismo. (Vase grfica). El captulo lo concluyen FCY diciendo que no hay nada ms peligroso para el capital, que se alimenta de escasez, que la abundancia.Nota: la grfica muestra la fusin terminolgica entre riqueza y capital y el predominio del capital privado.Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo ha llegado a su fin / VIIMarx intent desarrollar una teora positiva y crtica del capitalismoJulio Boltvinik

En la entrega anterior conclu que en el pensamiento de Marx es muy vigorosa la presencia de la naturaleza. Sin embargo, como sealan Foster, Clark y York (FCY) enThe Ecological Clift(Monthly Review Press, 2010, p.61), los pensadores verdes (ecologistas) frecuentemente sealan que la teora del valor trabajo, que Marx adopt pero que originalmente fue desarrollada por los economistas polticos clsicos (Adam Smith, David Ricardo), lo puso en oposicin directa al tipo de anlisis del valor, ecolgicamente informado, que hoy se necesita. En su muy conocido libroSmall is Beautiful(Lo pequeo es hermoso, 1973), E. F. Schumacher dice que en la sociedad moderna hay una inclinacin a tratar como no valioso todo lo que no hemos hecho nosotros mismos. Incluso el gran doctor Marx cay en este devastador error cuando formul su teora del valor trabajo. FCY citan a otros autores ecologistas que hacen afirmaciones similares. Ante ellas, FCY adoptan una actitud interesante (pp.61-62):Aqu es importante entender que ciertas categoras conceptuales que Marx usa en su crtica de la economa poltica, como la naturaleza como un bien gratuito y la teora del valor misma, fueron inventos de la economa poltica liberal-clsica que Marx integr en su crtica a dicha economa poltica, en la medida en que exhiban las tendencias y contradicciones reales del sistema. Marx utiliz estos conceptos en una argumentacin dirigida a trascender la sociedad burguesa y sus categoras sociales limitadas. La idea que la naturaleza era un bien gratuito para ser explotado la sostuvieron explcitamente los fisicratas, Smith, Malthus, Ricardo y John Stuart Mill, mucho antes que Marx. An ms, fue perpetuada por la teora econmica de la corriente principal mucho despus de Marx. Aunque Marx aceptaba la idea como una realidad de la economa poltica burguesa, estaba muy conciente de las contradicciones sociales y ecolgicas incrustadas en tal punto de vista. Para Marx, con su nfasis en la necesidad de proteger la Tierra para futuras generaciones, la expropiacin capitalista del medio ambiente como objeto gratuito, simplemente apuntaba a la contradiccin entre riqueza natural y un sistema de acumulacin de capital que sistemticamente la robabaLa visin de FCY es que Marx enfrent una fuerte tensin entre lo que es y lo que debera ser; entre una teora positiva y una teora crtica. Para ello result central mantener explcita la contradiccin valor de uso-valor. Para ellos, Marx quera desarrollar, y lo habra logrado, una teora tanto positiva como crtica que describe cmo funciona el capitalismo, lo que es, pero muestra sus contradicciones desde la perspectiva de una sociedad pos-capitalista, es decir de lo que debe ser. Por ello, aaden FCY, como el tratamiento de la naturaleza como bien gratuito era intrnseca al funcionamiento de la economa capitalista, continu siendo incluida como una proposicin bsica subyacente en la teora econmica neoclsica. Incluso, aaden, es sostenida explcitamente en la teora econmica ambiental de la corriente principal. Concluyen brillantemente (p.63):Concepciones errneas que sealan la naturaleza anti-ecolgica de la teora del valor [trabajo], surgen debido a la fusin de las categoras de valor y riqueza, puesto que en la teora econmica recibida ambas son consideradas como sinnimas. Fue nada menos que la Paradoja de Lauderdale lo que llev a Say, Mill y otros, a abandonar la categora autnoma de riqueza (valor de uso), ayudando a sentar las bases de la tradicin econmica neoclsica que vendra despus. En la lgica capitalista no haba dudas que la naturaleza careca de valor (un bien gratuito). El problema era entonces desechar el concepto de riqueza (como distinto del de valor), del marco bsico de la teora econmica, puesto que proporcionaba la base de una perspectiva crtica y de lo que ahora llamamos perspectiva ecolgica.Marx resisti la eliminacin de tal distincin y critic a otros socialistas que adoptaron la falsa igualdad riqueza-valor. Los que vean el trabajo como la nica fuente de la riqueza le atribuan un poder creativo sobrenatural, sealan FCY. Tanto enCrtica al programa de Gothacomo enEl capital, el viejo Marx defini su postura al respecto:El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (que son los que verdaderamente integran la riqueza material!), ni ms ni menos que el trabajo, que no es ms que la manifestacin de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre(Crtica del programa de Gotha, 1875, p. 11. Volumen II deObras Escogidas de Marx y Engels, Mosc, 1952.Los valores de uso chaqueta, lienzo, etctera, o lo que es lo mismo, las mercancas consideradas como objetos corpreos son combinaciones de dos elementos: la materia que suministra la naturaleza y el trabajo. Si se hace abstraccin, en su totalidad, de los diversos trabajos tiles incorporados a la chaqueta, al lienzo, etctera, quedar siempre un sustrato material, que es el que la naturaleza ofrece al hombre sin intervencin de ste. En su produccin, el hombre slo puede proceder como la naturaleza misma, es decir, haciendo que la materia cambie de forma. Ms an, en este trabajo de conformacin se ve constantemente apoyado por fuerzas naturales. El trabajo, por tanto, no es la nica fuente de los valores de uso que produce, de la riqueza material. Como dice William Petty, el trabajo es el padre de la riqueza material, y la tierra, su madre (Combino las traducciones publicadas por el FCE y Siglo XXI, de este texto, del Captulo 1, Libro Primero, deEl capital, 1867).La omisin del capitalismo al no incorporar la naturaleza en su contabilidad del valor, y su tendencia a confundir valor con riqueza, son contradicciones fundamentales del rgimen capitalista. Los que culpan a Marx por no adscribirle valor a la naturaleza, deberan redirigir sus crticas al capitalismo mismo, dicen FCY citando a Paul Burkett (Marx and Nature, St. Martins Press, 1999). Como Lauderdale, pero con mucho ms fuerza y consistencia, Marx afirm que el capitalismo es un sistema predicado en la acumulacin de valor, incluso a expensas de la riqueza real, dicen nuestros autores, y concluyen:El capitalista, not Marx, adopta como su relacin con el mundo:Apr moi le dluge(despus de m, el diluvio). O, como observara frecuentemente, el capital tiene una relacin vampiresca con la naturaleza, representando un tipo de muerto viviente que se mantiene chupando la sangre del mundo (pp. 63-64).Uno de los fundadores de la teora econmica neoclsica, Carl Menger, cuyosPrincipios de teora econmicase publicaron en 1871, slo cuatro aos despus que el Libro Primero deEl capital, atac directamente la paradoja de Lauderdale, diciendo que estaba fundada en distinciones falsas. Sostuvo que habra que rechazar tanto la distincin valor de uso-valor de cambio como la distincin riqueza-valor. Para l, la riqueza estaba basada en el intercambio, enraizado ahora en utilidades subjetivas. Contra Lauderdale, insisti que la creacin deliberada de escasez en la naturaleza es benfica para el capital y que hara mucho sentido hacer que bienes abundantemente disponibles (no econmicos, por tanto) se volvieran escasos y, por tanto, componentes de la riqueza privada, que as aumentara. Lo que para Lauderdale era una maldicin, la promocin de riquezas privadas (riches) mediante la destruccin de riqueza (wealth) pblica, para Menger, precursor del neoliberalismo, era un fin en s mismo. (Vase grfica). El captulo lo concluyen FCY diciendo que no hay nada ms peligroso para el capital, que se alimenta de escasez, que la abundancia.Nota: la grfica muestra la fusin terminolgica entre riqueza y capital y el predominio del capital privado.Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo ha llegado a su fin / VIIMarx intent desarrollar una teora positiva y crtica del capitalismoJulio BoltvinikFotoEn la entrega anterior conclu que en el pensamiento de Marx es muy vigorosa la presencia de la naturaleza. Sin embargo, como sealan Foster, Clark y York (FCY) en The Ecological Clift (Monthly Review Press, 2010, p.61), los pensadores verdes (ecologistas) frecuentemente sealan que la teora del valor trabajo, que Marx adopt pero que originalmente fue desarrollada por los economistas polticos clsicos (Adam Smith, David Ricardo), lo puso en oposicin directa al tipo de anlisis del valor, ecolgicamente informado, que hoy se necesita. En su muy conocido libro Small is Beautiful (Lo pequeo es hermoso, 1973), E. F. Schumacher dice que en la sociedad moderna hay una inclinacin a tratar como no valioso todo lo que no hemos hecho nosotros mismos. Incluso el gran doctor Marx cay en este devastador error cuando formul su teora del valor trabajo. FCY citan a otros autores ecologistas que hacen afirmaciones similares. Ante ellas, FCY adoptan una actitud interesante (pp.61-62):

Aqu es importante entender que ciertas categoras conceptuales que Marx usa en su crtica de la economa poltica, como la naturaleza como un bien gratuito y la teora del valor misma, fueron inventos de la economa poltica liberal-clsica que Marx integr en su crtica a dicha economa poltica, en la medida en que exhiban las tendencias y contradicciones reales del sistema. Marx utiliz estos conceptos en una argumentacin dirigida a trascender la sociedad burguesa y sus categoras sociales limitadas. La idea que la naturaleza era un bien gratuito para ser explotado la sostuvieron explcitamente los fisicratas, Smith, Malthus, Ricardo y John Stuart Mill, mucho antes que Marx. An ms, fue perpetuada por la teora econmica de la corriente principal mucho despus de Marx. Aunque Marx aceptaba la idea como una realidad de la economa poltica burguesa, estaba muy conciente de las contradicciones sociales y ecolgicas incrustadas en tal punto de vista. Para Marx, con su nfasis en la necesidad de proteger la Tierra para futuras generaciones, la expropiacin capitalista del medio ambiente como objeto gratuito, simplemente apuntaba a la contradiccin entre riqueza natural y un sistema de acumulacin de capital que sistemticamente la robaba

La visin de FCY es que Marx enfrent una fuerte tensin entre lo que es y lo que debera ser; entre una teora positiva y una teora crtica. Para ello result central mantener explcita la contradiccin valor de uso-valor. Para ellos, Marx quera desarrollar, y lo habra logrado, una teora tanto positiva como crtica que describe cmo funciona el capitalismo, lo que es, pero muestra sus contradicciones desde la perspectiva de una sociedad pos-capitalista, es decir de lo que debe ser. Por ello, aaden FCY, como el tratamiento de la naturaleza como bien gratuito era intrnseca al funcionamiento de la economa capitalista, continu siendo incluida como una proposicin bsica subyacente en la teora econmica neoclsica. Incluso, aaden, es sostenida explcitamente en la teora econmica ambiental de la corriente principal. Concluyen brillantemente (p.63):

Concepciones errneas que sealan la naturaleza anti-ecolgica de la teora del valor [trabajo], surgen debido a la fusin de las categoras de valor y riqueza, puesto que en la teora econmica recibida ambas son consideradas como sinnimas. Fue nada menos que la Paradoja de Lauderdale lo que llev a Say, Mill y otros, a abandonar la categora autnoma de riqueza (valor de uso), ayudando a sentar las bases de la tradicin econmica neoclsica que vendra despus. En la lgica capitalista no haba dudas que la naturaleza careca de valor (un bien gratuito). El problema era entonces desechar el concepto de riqueza (como distinto del de valor), del marco bsico de la teora econmica, puesto que proporcionaba la base de una perspectiva crtica y de lo que ahora llamamos perspectiva ecolgica.

Marx resisti la eliminacin de tal distincin y critic a otros socialistas que adoptaron la falsa igualdad riqueza-valor. Los que vean el trabajo como la nica fuente de la riqueza le atribuan un poder creativo sobrenatural, sealan FCY. Tanto en Crtica al programa de Gotha como en El capital, el viejo Marx defini su postura al respecto:

El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (que son los que verdaderamente integran la riqueza material!), ni ms ni menos que el trabajo, que no es ms que la manifestacin de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre (Crtica del programa de Gotha, 1875, p. 11. Volumen II de Obras Escogidas de Marx y Engels, Mosc, 1952.

Los valores de uso chaqueta, lienzo, etctera, o lo que es lo mismo, las mercancas consideradas como objetos corpreos son combinaciones de dos elementos: la materia que suministra la naturaleza y el trabajo. Si se hace abstraccin, en su totalidad, de los diversos trabajos tiles incorporados a la chaqueta, al lienzo, etctera, quedar siempre un sustrato material, que es el que la naturaleza ofrece al hombre sin intervencin de ste. En su produccin, el hombre slo puede proceder como la naturaleza misma, es decir, haciendo que la materia cambie de forma. Ms an, en este trabajo de conformacin se ve constantemente apoyado por fuerzas naturales. El trabajo, por tanto, no es la nica fuente de los valores de uso que produce, de la riqueza material. Como dice William Petty, el trabajo es el padre de la riqueza material, y la tierra, su madre (Combino las traducciones publicadas por el FCE y Siglo XXI, de este texto, del Captulo 1, Libro Primero, de El capital, 1867).

La omisin del capitalismo al no incorporar la naturaleza en su contabilidad del valor, y su tendencia a confundir valor con riqueza, son contradicciones fundamentales del rgimen capitalista. Los que culpan a Marx por no adscribirle valor a la naturaleza, deberan redirigir sus crticas al capitalismo mismo, dicen FCY citando a Paul Burkett (Marx and Nature, St. Martins Press, 1999). Como Lauderdale, pero con mucho ms fuerza y consistencia, Marx afirm que el capitalismo es un sistema predicado en la acumulacin de valor, incluso a expensas de la riqueza real, dicen nuestros autores, y concluyen:

El capitalista, not Marx, adopta como su relacin con el mundo: Apr moi le dluge (despus de m, el diluvio). O, como observara frecuentemente, el capital tiene una relacin vampiresca con la naturaleza, representando un tipo de muerto viviente que se mantiene chupando la sangre del mundo (pp. 63-64).

Uno de los fundadores de la teora econmica neoclsica, Carl Menger, cuyos Principios de teora econmica se publicaron en 1871, slo cuatro aos despus que el Libro Primero de El capital, atac directamente la paradoja de Lauderdale, diciendo que estaba fundada en distinciones falsas. Sostuvo que habra que rechazar tanto la distincin valor de uso-valor de cambio como la distincin riqueza-valor. Para l, la riqueza estaba basada en el intercambio, enraizado ahora en utilidades subjetivas. Contra Lauderdale, insisti que la creacin deliberada de escasez en la naturaleza es benfica para el capital y que hara mucho sentido hacer que bienes abundantemente disponibles (no econmicos, por tanto) se volvieran escasos y, por tanto, componentes de la riqueza privada, que as aumentara. Lo que para Lauderdale era una maldicin, la promocin de riquezas privadas (riches) mediante la destruccin de riqueza (wealth) pblica, para Menger, precursor del neoliberalismo, era un fin en s mismo. (Vase grfica). El captulo lo concluyen FCY diciendo que no hay nada ms peligroso para el capital, que se alimenta de escasez, que la abundancia.

Nota: la grfica muestra la fusin terminolgica entre riqueza y capital y el predominio del capital privado.diccin valor-valor de uso (paradoja de Lauderdale) y crisis ambientalJulio BoltvinikEn su contribucinal Seminario InternacionalPobreza y Persistencia Campesina en el Siglo XXI(El Colegio de Mxico, 2012), el destacado socilogo ambiental mexicano Enrique Leff dice que el problema de la teora del valor de Marx es que la naturaleza no es valuada y que la naturaleza no determina el valor ni la plusvala. Ms adelante aade que de las citas deEl Capital, que yo inclu en el Documento de Base de dicho seminario, resulta evidente que:Es no slo que el tiempo no-estacional [tiempo de no trabajo en el cultivo] para la reproduccin de la fuerza de trabajo no sea valuado por el capital ni por la teora del valor, sino tambin que no son valuados los procesos naturales involucrados en la produccin plena de las mercancas y en la reproduccin de los campesinos. El problema es muy claro:la naturaleza contribuye a la produccin pero slo el tiempo de trabajo contribuye al valor!...Dicho de manera simple:la naturaleza ha sido externalizada por la economa; la naturaleza contribuye a la produccin, pero no determina el valor en la manera en que la teora del valor y de la plusvala ha sido estructurada.La naturaleza est muy presente y es muy activa en la produccin agrcola (lo que genera diferencias fundamentales entre agricultura e industria y crea dudas conceptuales sobre la valoracin social de la produccin agrcola) y est siendo destruida por el capitalismo, de manera que para entender y poder frenar la crisis ambiental, es necesario entender las relaciones de la naturaleza con el ser humano, empezando por la teora del valor. Por ello no es extrao que en el libroThe Ecological Rift. Capitalisms War on the Earth(Monthly Review Press, 2012), John Bellamy Foster, Brett Clark y Richard York (FCY) titulen el captulo 2La paradoja de la riquezay empiecen sealando que la economa ortodoxa est ahora, supuestamente, abordando un nuevo tema: salvar al planeta de la destruccin ecolgica. Un creciente grupo de autollamados economistas del desarrollo sustentable argumenta que no hay contradiccin entre la acumulacin ilimitada de capital y la preservacin de la Tierra, lo que segn ellos se lograra haciendo que la eficiencia del mercado influya en la naturaleza y su reproduccin.Detrs de esta tragedia-cum-farsa, sealan, estuna contabilidad [una forma de dar cuenta, de valorar] distorsionada, profundamente enraizada en el funcionamiento del sistema, que ve el valor enteramente en trminos de valor generado mediante el intercambio.En tal sistema slo cuentan realmente las mercancas que se venden en el mercado. La naturaleza externa agua, aire, especies vivientes fuera del sistema de intercambio es vista como un bien gratuito (p.53). Una vez que alguien se pone esas anteojeras, dicen FCY, es posible hablar de un crecimiento relativamente sin obstculos por un siglo ms como ha hecho el conocido economista climtico W. Nordhaus, contradiciendo los pronsticos de catstrofe de los cientficos del clima. Esta amplia disparidad en las predicciones se explica, anotan FCY, por el hecho que, en los clculos usuales del sistema capitalista, tanto las contribuciones de la naturaleza a la riqueza como la destruccin de las condiciones naturales, son invisibles. La falla fatal de la teora econmica dominante se deriva de sus fundamentos conceptuales:El surgimiento de la teora econmica neoclsica a finales del siglo XIX y principios del XX se suele asociar con el rechazo de la teora del valor de la economa poltica clsica y su reemplazo con nociones de utilidad/productividad marginal. Lo que rara vez se reconoce, sin embargo, es queotra perspectiva crtica fue abandonada al mismo tiempo: la distincin entre riqueza y valor (valor de uso y valor de cambio). Con ello se perdi la posibilidad de concepciones ms amplias de la riqueza: ecolgicas y sociales. Estas anteojeras de la teora econmica ortodoxa, excluyentes del mundo humano y natural ms amplio, fueron desafiadas por crticos como James Maitland (Conde de Lauderdale), Karl Marx, Henry George, Thorstein Veblen y Fredrick Soddy. Hoy, en un tiempo de destruccin ambiental, tales visiones heterodoxas estn de regreso (p.54).

Portada del libro de Foster, Clark y York citado en el textoEn el resto del captulo, FCY analizan las ideas de estos autores, empezando por el Conde de Lauderdale, para culminar con lo que consideran el retorno de sus ideas. Al hacerlo logran algunas percepciones muy profundas sobre la compleja dialctica riqueza-valor o valor de uso-valor. Las contradicciones ecolgicas de la ideologa econmica prevaleciente se explican mejor, argumentan, en trminos de lo que se conoce en la historia de la teora econmica como la paradoja de Lauderdale, formulada por James Maitland, Conde de Lauderdale, en 1804 en su libroUna investigacin sobre la naturaleza y origen de la riqueza pblica y sobre los medios y causas de su aumento.As explican FCY las ideas de Maitland:En la paradoja que termin siendo asociada con su nombre, Lauderdale argument que haba unacorrelacin inversa entre la riqueza (wealth) pblica y las riquezas (riches) privadas, tales que un aumento en stas ltimas servan con frecuencia para disminuir las primeras. La riqueza pblica, escribi, puede ser definida con precisin diciendo queconsiste de todo lo que el hombre desea, como deleitable o til para l. Tales bienes tienen valor de uso y constituyen la riqueza (wealth). Pero las riquezas privadas (riches), en oposicin a la riqueza (wealth) requieren algo adicional y consisten en todo lo que existiendo con un grado de escasez, el hombre desea como til o deleitable para l. (p.55)Lauderdale sostuvo que al aumentar la escasez de bienes necesarios para la vida (y previamente abundantes como el aire, el agua y los alimentos), y al aadirles valor de cambio, aumentaran las riquezas individuales privadas (riches), y tambin las riquezas (riches) de un pas (concebidas como la suma de las riquezas individuales (riches), pero sloa expensas de la riqueza (wealth) comn, relatan FCY. FCY explican que si uno puede monopolizar el agua que previamente haba estado libremente disponible, ponindole una tarifa a los pozos, las riquezas (riches) de la nacin habran aumentado a expensas de la sed creciente de la poblacin. Aunque Lauderdale seal que elSentido comn de la humanidadse rebelara ante cualquier propuesta de aumentar las riquezas individuales creando la escasez de un bien de utilidad general y necesario para el ser humano, era conciente que la sociedad burguesa en la que viva estaba haciendo ya, de muchas maneras, algo similar. Terminan as los autores la exposicin de la paradoja de Lauderdale. Sealan que desde el principio, la riqueza (wealth) como algo opuesto a las meras riquezas (riches) se asoci en la economa poltica clsica con lo que John Locke llam elvalor intrnsecoy que los economistas clsicos llamaranvalor de uso. Concluyen diciendo que mientras los valores de uso materiales siempre han existido y han sido la base de la existencia humana, las mercancas producidas para la venta incorporan tambin el valor (valor de cambio), de manera que las mercancas tienen un doble aspecto: valor de uso y valor.La paradoja de Laudardale no es otra cosa que la expresin de este doble aspecto de riqueza/valor, que genera la contradiccin entre riqueza pblica total (suma de valores de uso) y la agregacin de riquezas privadas (la suma de valores de cambio)(p. 56). Seguir con el anlisis de esta contradiccin.Una disculpa a mis lectores. Por error mo, en la entrega pasada us este mismo subttulo cuando debi ser:De nueve lmites planetarios, tres han sido rebasados.Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo ha llegado a su fin / VIContradiccin valor-valor de uso en Ricardo y Marx; su negacin neoclsicaJulio BoltvinikDespus de haber explicado la paradoja de Lauderdale, que no es otra cosa que las relaciones contradictorias entre valor de uso y valor (vase la entrega del 9/1/14), Foster, Clark y York (FCY), autores de The Ecological Rift (Monthly Review Press), analizan las posturas, al respecto, de David Ricardo, Jean Baptiste Say, John Stuart Mill y Marx. Ricardo respondi a la paradoja de Lauderdale subrayando la importancia de mantener la riqueza y el valor (valor de uso y valor de cambio) como dos conceptos distintos, sealan FCY. Al igual que Lauderdale, Ricardo enfatiz que si el agua, o algn otro recurso natural antes libremente disponible, adquira un valor de cambio debido al aumento de su escasez absoluta, habra una prdida efectiva de riqueza, que reflejara la prdida de valores de uso naturales, incluso con un aumento de riquezas privadas (riches) (p.56). En contraste, Say, precursor de la teora econmica neoclsica, respondi a la Paradoja de Lauderdale, argumentando que la riqueza (valor de uso) debe quedar subsumida en el valor (valor de cambio), eliminando el valor de uso, aaden FCY. Aunque Say no negaba que haba cosas que constituan riqueza natural, no las conceba como parte del objeto de estudio de la economa poltica. Con ello no slo se dejaba fuera la riqueza natural, sino tambin la riqueza pblica. En cuanto a Mill, FCY sealan que se contradijo pues por una parte asumi la misma postura que Say, pero por la otra llev a cabo anlisis penetrantes mostrando el conflicto entre acumulacin de capital y la riqueza de las reas comunales. Despus de citar un pasaje al respecto, aaden nuestros autores: Mill seal aqu, en lnea con Lauderdale, la posibilidad de una vasta ruptura en las economas capitalistas entre la bsqueda estrecha de riquezas privadas sobre bases crecientemente monoplicas y la riqueza pblica de la sociedad y de las reas comunes (p.58). A pesar de ello, Mill rechaz la paradoja de Lauderdale y se sum a la idea que la naturaleza no ha de ser tratada como riqueza sino como algo ofrecido gratis, como un regalo desde el punto de vista de los clculos capitalistas

Marx, en cambio, sealan nuestros autores, se adhiri a la paradoja de Lauderdale y fue ms all de ella, insistiendo en que la contradiccin entre valor de uso y valor de cambio, riqueza y valor, es intrnseca a la produccin capitalista. En La pobreza de la filosofa, Marx dice que Lauderdale fund su sistema en la relacin inversa de los dos tipos de valores. Veamos las percepciones profundas de FCY:

De hecho, Marx construy toda su crtica de la economa poltica en gran medida alrededor de la contradiccin entre valor de uso y valor de cambio, e indic que ste es uno de los componentes clave de su argumentacin en El Capital. Bajo el capitalismo, l insisti, la naturaleza es rapazmente explotada en la bsqueda del valor de cambio: La tierra es el depsito de cuyas entraas han de desgarrase los valores de uso. Esta instancia est muy relacionada con el intento de Marx de abordar la economa capitalista simultneamente en trminos de relaciones econmicas de valor y de transformaciones materiales de la naturaleza. As, Marx fue el primer economista destacado que incorpor las nuevas nociones de energa y entropa, que emanan de la primera y segunda leyes de la termodinmica. Esto puede verse en su tratamiento de la ruptura metablica entre los seres humanos y el suelo, resultado del traslado de alimentos y fibras a la ciudad, donde los nutrientes extrados del suelo, en lugar de regresar a l, terminan contaminando el aire y el agua. En esta concepcin, tanto la naturaleza como el trabajo son vctimas de robo, pues son privados de condiciones vitales para su reproduccin. No aire y agua frescos, sino aire y agua contaminados. Se han vuelto el modo de existencia del trabajador. (p.59).

En la primera frase de esta cita destaca una coincidencia importante con Bolvar Echeverra, quien dijo en su luminoso debate con Gyrgy Mrkus, que:

Si uno se detiene en una lectura ms minuciosa y ms problematizadora del texto de Marx [se refiere a El Capital] va encontrar que el concepto nuclear de contradiccin no se encuentra entre fuerzas productivas modernas y relaciones de produccin capitalistas [tal como lo plantea Mrkus], sino, ms bien, en la relacin que prevalece entre la forma natural de la reproduccin social y la forma de valor de esa misma reproduccin. Dicho de otro modo, el concepto nuclear de contradiccin es el que se refiere a la contradiccin valor-valor de uso. La hiptesis bsica de toda la argumentacin en El Capital...es la que propone una descripcin del proceso de produccin capitalista como un hecho que consiste en la unidad contradictoria o inmediata del proceso de trabajo, en su forma natural, y el proceso de valorizacin... sta sera la gran contradiccin de fondo en el capitalismo y no la que plantea Mrkus. Esta contradiccin es importantsima para el discurso crtico porque lo que mostrara es que la existencia humana en su conjunto, en la sociedad de la modernidad capitalista, es una existencia que est ella misma sometida a una doble lgica, la lgica del valor de uso cualitativa o social-natural y la lgica de la valorizacin del valor. Pero que no slo est funcionando en estos dos sentidos contradictorios, sino que uno de los dos, el sentido de la valorizacin, se encuentra venciendo permanentemente, una y otra vez, sobre el sentido natural o de valor de uso. Se despliega, dice Marx, un proceso de subsuncin del proceso de trabajo bajo el proceso de valorizacin. Ella est penetrada por esta contradiccin que se hace presente en la experiencia individual y colectiva de los seres humanos (Crtica a La posibilidad de una Teora Crtica de Gyrgy Mrkus, Mundo Siglo XXI, nmero 21, Verano 2010, p.12; una parte del nmero fue un homenaje a Bolvar Echeverra, fallecido en junio de 2010. Al texto de Echeverra, que yo traduje al ingls, contest Gyrgy Mrkus. Su rplica se encuentra publicada en el mismo nmero de la revista).

FotoFotografa de John Bellamy FosterNo es el lugar para seguir describiendo la polmica entre Bolvar Echeverra y Gyrgy Mrkus. Ambos autores, por cierto, han aportado originales desarrollos tericos sobre los valores de uso. Lo que me interesaba destacar es la enorme coincidencia de la visin de Bolvar Echeverra y la de FCY sobre la centralidad de la contradiccin valor de uso-valor. FCY continan sealando que el anlisis de Marx de la destruccin de la riqueza natural con fines de acumulacin es plenamente evidente en su tratamiento de la renta de la tierra y su relacin con la agricultura industrial (sic). Marx rechaz el calificativo de Ricardo sobre los poderes originales del suelo como indestructibles, al notar que pueden ser degradados, que puede haber destruccin ecolgica. Al analizar la agricultura capitalista, Marx conjunta la ruptura metablica con la paradoja de Lauderdale, como parte de su crtica comprensiva en la cual, sealan FCY, frecuentemente se refiere a la sustentabilidad como un requerimiento de cualquier sociedad futura la necesidad de proteger la tierra para las generaciones sucesivas. Una condicin de sustentabilidad, insisti Marx, es el reconocimiento de que nadie es dueo de la tierra que debe ser preservada para las generaciones sucesivas:

Desde el punto de vista de una formacin econmico-social superior, la propiedad privada del planeta en manos de individuos aislados parecer tan absurda como la propiedad privada de un hombre en manos de otro hombre. Ni siquiera toda una sociedad, una nacin o, es ms, todas las sociedades contemporneas reunidas, son propietarias de la tierra. Slo son sus poseedoras, sus usufructuarias, y deben legarla mejorada, como bonis patres familia [buenos padres de familia], a las generaciones venideras. (El Capital, Tomo III, Vol. 8, p. 987, Siglo XXI Editores).

Es evidente la presencia vigorosa de la naturaleza en el pensamiento de Marx.

Mltiples tendencias anuncian que el capitalismo ha llegado a su fin / VIIMarx intent desarrollar una teora positiva y crtica del capitalismoJulio BoltvinikFotoEn la entrega anterior conclu que en el pensamiento de Marx es muy vigorosa la presencia de la naturaleza. Sin embargo, como sealan Foster, Clark y York (FCY) en The Ecological Clift (Monthly Review Press, 2010, p.61), los pensadores verdes (ecologistas) frecuentemente sealan que la teora del valor trabajo, que Marx adopt pero que originalmente fue desarrollada por los economistas polticos clsicos (Adam Smith, David Ricardo), lo puso en oposicin directa al tipo de anlisis del valor, ecolgicamente informado, que hoy se necesita. En su muy conocido libro Small is Beautiful (Lo pequeo es hermoso, 1973), E. F. Schumacher dice que en la sociedad moderna hay una inclinacin a tratar como no valioso todo lo que no hemos hecho nosotros mismos. Incluso el gran doctor Marx cay en este devastador error cuando formul su teora del valor trabajo. FCY citan a otros autores ecologistas que hacen afirmaciones similares. Ante ellas, FCY adoptan una actitud interesante (pp.61-62):

Aqu es importante entender que ciertas categoras conceptuales que Marx usa en su crtica de la economa poltica, como la naturaleza como un bien gratuito y la teora del valor misma, fueron inventos de la economa poltica liberal-clsica que Marx integr en su crtica a dicha economa poltica, en la medida en que exhiban las tendencias y contradicciones reales del sistema. Marx utiliz estos conceptos en una argumentacin dirigida a trascender la sociedad burguesa y sus categoras sociales limitadas. La idea que la naturaleza era un bien gratuito para ser explotado la sostuvieron explcitamente los fisicratas, Smith, Malthus, Ricardo y John Stuart Mill, mucho antes que Marx. An ms, fue perpetuada por la teora econmica de la corriente principal mucho despus de Marx. Aunque Marx aceptaba la idea como una realidad de la economa poltica burguesa, estaba muy conciente de las contradicciones sociales y ecolgicas incrustadas en tal punto de vista. Para Marx, con su nfasis en la necesidad de proteger la Tierra para futuras generaciones, la expropiacin capitalista del medio ambiente como objeto gratuito, simplemente apuntaba a la contradiccin entre riqueza natural y un sistema de acumulacin de capital que sistemticamente la robaba

La visin de FCY es que Marx enfrent una fuerte tensin entre lo que es y lo que debera ser; entre una teora positiva y una teora crtica. Para ello result central mantener explcita la contradiccin valor de uso-valor. Para ellos, Marx quera desarrollar, y lo habra logrado, una teora tanto positiva como crtica que describe cmo funciona el capitalismo, lo que es, pero muestra sus contradicciones desde la perspectiva de una sociedad pos-capitalista, es decir de lo que debe ser. Por ello, aaden FCY, como el tratamiento de la naturaleza como bien gratuito era intrnseca al funcionamiento de la economa capitalista, continu siendo incluida como una proposicin bsica subyacente en la teora econmica neoclsica. Incluso, aaden, es sostenida explcitamente en la teora econmica ambiental de la corriente principal. Concluyen brillantemente (p.63):

Concepciones errneas que sealan la naturaleza anti-ecolgica de la teora del valor [trabajo], surgen debido a la fusin de las categoras de valor y riqueza, puesto que en la teora econmica recibida ambas son consideradas como sinnimas. Fue nada menos que la Paradoja de Lauderdale lo que llev a Say, Mill y otros, a abandonar la categora autnoma de riqueza (valor de uso), ayudando a sentar las bases de la tradicin econmica neoclsica que vendra despus. En la lgica capitalista no haba dudas que la naturaleza careca de valor (un bien gratuito). El problema era entonces desechar el concepto de riqueza (como distinto del de valor), del marco bsico de la teora econmica, puesto que proporcionaba la base de una perspectiva crtica y de lo que ahora llamamos perspectiva ecolgica.

Marx resisti la eliminacin de tal distincin y critic a otros socialistas que adoptaron la falsa igualdad riqueza-valor. Los que vean el trabajo como la nica fuente de la riqueza le atribuan un poder creativo sobrenatural, sealan FCY. Tanto en Crtica al programa de Gotha como en El capital, el viejo Marx defini su postura al respecto:

El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (que son los que verdaderamente integran la riqueza material!), ni ms ni menos que el trabajo, que no es ms que la manifestacin de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre (Crtica del programa de Gotha, 1875, p. 11. Volumen II de Obras Escogidas de Marx y Engels, Mosc, 1952.

Los valores de uso chaqueta, lienzo, etctera, o lo que es lo mismo, las mercancas consideradas como objetos corpreos son combinaciones de dos elementos: la materia que suministra la naturaleza y el trabajo. Si se hace abstraccin, en su totalidad, de los diversos trabajos tiles incorporados a la chaqueta, al lienzo, etctera, quedar siempre un sustrato material, que es el que la naturaleza ofrece al hombre sin intervencin de ste. En su produccin, el hombre slo puede proceder como la naturaleza misma, es decir, haciendo que la materia cambie de forma. Ms an, en este trabajo de conformacin se ve constantemente apoyado por fuerzas naturales. El trabajo, por tanto, no es la nica fuente de los valores de uso que produce, de la riqueza material. Como dice William Petty, el trabajo es el padre de la riqueza material, y la tierra, su madre (Combino las traducciones publicadas por el FCE y Siglo XXI, de este texto, del Captulo 1, Libro Primero, de El capital, 1867).

La omisin del capitalismo al no incorporar la naturaleza en su contabilidad del valor, y su tendencia a confundir valor con riqueza, son contradicciones fundamentales del rgimen capitalista. Los que culpan a Marx por no adscribirle valor a la naturaleza, deberan redirigir sus crticas al capitalismo mismo, dicen FCY citando a Paul Burkett (Marx and Nature, St. Martins Press, 1999). Como Lauderdale, pero con mucho ms fuerza y consistencia, Marx afirm que el capitalismo es un sistema predicado en la acumulacin de valor, incluso a expensas de la riqueza real, dicen nuestros autores, y concluyen:

El capitalista, not Marx, adopta como su relacin con el mundo: Apr moi le dluge (despus de m, el diluvio). O, como observara frecuentemente, el capital tiene una relacin vampiresca con la naturaleza, representando un tipo de muerto viviente que se mantiene chupando la sangre del mundo (pp. 63-64).

Uno de los fundadores de la teora econmica neoclsica, Carl Menger, cuyos Principios de teora econmica se publicaron en 1871, slo cuatro aos despus que el Libro Primero de El capital, atac directamente la paradoja de Lauderdale, diciendo que estaba fundada en distinciones falsas. Sostuvo que habra que rechazar tanto la distincin valor de uso-valor de cambio como la distincin riqueza-valor. Para l, la riqueza estaba basada en el intercambio, enraizado ahora en utilidades subjetivas. Contra Lauderdale, insisti que la creacin deliberada de escasez en la naturaleza es benfica para el capital y que hara mucho sentido hacer que bienes abundantemente disponibles (no econmicos, por tanto) se volvieran escasos y, por tanto, componentes de la riqueza privada, que as aumentara. Lo que para Lauderdale era una maldicin, la promocin de riquezas privadas (riches) mediante la destruccin de riqueza (wealth) pblica, para Menger, precursor del neoliberalismo, era un fin en s mismo. (Vase grfica). El captulo lo concluyen FCY diciendo que no hay nada ms peligroso para el capital, que se alimenta de escasez, que la abundancia.

Nota: la grfica muestra la fusin terminolgica entre riqueza y capital y el predominio del capital privado.