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EL ESPECTADOR / LUNES 13 DE FEBRERO 2017
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Eli ES1ECT&D011IUNDA00 EN 1-IEDELLJN EN 1887 POR 1IDEL CANO
El Espectador trabajará en ben dea patria con criterio liberal y en bien de los
principios liberales con criterio patriótico. Fidel CaneGerente Eduardo Garcés Lopez Dreco- Fidel Cano Correa
Conseln EditorialPesdenl., Gonzalo COrdoba Mallarino
Filar Reyes, Hector Abed Faclollnco,Ramiro Bejarano, Armando Montenegro.
Editor G'ner,I Jorge CardonaVicopresidento Ccrnircl Car= Unclad do Mdios
Mauriclo Umaña Blanche
Opinion Dr.ctos: Fidel Cane Guliórrez: 1887 - 1919. Luis Cano 1919 - 1949 Gabriel Cano 1 919 - 1923149 - 1958 Guillermo Cane: 1952 - 1986 Juan Guillermo y Fernando Cane: 1986 -1997.
Rodrlgo Pardo: 1898 1999 Carlos Lleras de la Fuento: 1999- 2002. Ricardo Santamarfa: 2003.Fidel Cano Correa: 2004 fideIconoie1epetadc,r.corEl Espectador. Editado por Comunican S.A. ?, Miembro: SIP, WAN. I PI y Andiariosc Comunican S.A. 2016. Todos los derechos reservados.SSN 0122-2856. Año CXXIX. www.elespectador.com
Oh corrupción, oh caos
H
ABLAR DEL CANCER DE LA CO-rrupcion es ya tin lugar comun. Lasgraves denuncias y escándalos qucse han generado en las ultinias se-manas en la region, y on Colombia,ratifican, no obstante, la necesidad
de seguirlo discutiendo. La respuesta apropiadadehe-rio ser la pronto investigaciOn v sanción a los responsa-bles. He aqul el dilema.
La gravedad dentro del Ilamado escandalo Odebre-cht es la forma en que una firma constructora logrOinstalar todo tin andamiaje para perniear y corrompera cerca de diez poises deAmérica Latina. Tanto asi quoexisten niapas interactivos en los cuales hasta con in-gresar al pals de interés y acceder a ]as acusacionesformuladas, a ]as investigaciones en curso o a las san-ciones a las que se ban hecho acreedores sus implica-dos. Algunos de ellos presidentes en ejerciclo, o expre-sidentes, que deberán responder ante lajusticia.
La red de corrupción, on este caso, sohrepasó todoslos estándares conocidos. Con un trahajo de filigrana.la empresa brasileña terminó cooptando personas delsector privadoy apollticosv funcionarios querecihie-ron millones de dólares en coimas para que se to adju-dicaranjugosos contratos de infraestructura. En ci ca-so de Colombia, como lo inencionatnos en este espaciounos dIas atrás, las dos campaflas politicas que defi-
nieron Ia iiltima elcccion prcsidenciai aparccen direc-tamente implicadas. Sin entrar a determinar reSpon-sabilidades colectivas o individuales, lo cierto es que,una vez mãs, hay un pals asqueado de ver como la co-rrupción acaha con todo.
Con dar una mirada al vecindario, se aprecia niejorladimcnsión dela crisis actual. En Brasil. tantoMichelTeiner, actual presidente, como Lula do Silva, DilmaRousseffv más de Ia mitad del Congreso se han vistoimphcados o sacudidos. Alli comenzO el escándalo ygracias aque ci nusmo terminO en manos delajusticiade Estados Unidos, se ha podido conocer su magni tud.Marcelo Odebrecht, cabeza del emporio. purga unacondena de 19 aflos. El caso mñs sonado ha sido el dePerñ, donde las autoridades han ofrecido recompensainternacional para capturar el expresidente Alejan-dro Toledo, acusado de recihir US$20 millones. El te-ma no termina ahi, pues su antecesor, Alan Garcia, y susucesor, QUanta Humala, y su esposa, Nadine Heredia,junto con et expresidente panameño Ricardo Marti-
Una véz abierta la caja dePandora de la corrupción, el ambienteen la region es de hastlo y cansanciocontra la clase politica tradicional".
neili v ci saivadorcño Maurici(l Funes, tamhkm estanseñalados de beneficiarse de sobornos. Todo to ante-riorsin mencionara Venezuela, dondela empresa bra-silefla mantuvo la mejor relacion con ci gobierno cha-vista.
Denoniinado, con razOn. "Ia mayor red de sobornosextranjeros de Ia historia", deberIa motivar un movi-mient() ciudadano de tolerancia cero contra este tipode conductas. Exigir ci fortaiccimiento de los meca-nismos de control, garantizar una pronta y efectivajusticia, asI conio ci aumento de penas a los corruptos,incluyendoia muerte politico para aquellosquc ternii-neii involucrados. La semana anterior Rumania vivióinultitudinarias protestas caliejeras cuando los ciuda-danos. hartos de ver cómo este mal corrola a Ia clasepolitica, decidieron oponerse a nuevas ieyes que dis-ininuian las sanciones a quienes se vieran invoiucra-dosen dichodelito.
De momento, una vez abierta la caja de Pandora, elambiente en La regiOn es de hastlo ' cansancio contra Iaciase politico tradicional. Dc abI que, para que no pa-guen justos por pecadores, sea necesario exigir, una vezmás, Ia pronto actuacion de lajusticia con claridad paraenjuiciar a los responsahies y aplicarles las máximaspenas. La paciencia de la ciiidadania tienc un I imite.Estd en desacuerdo con este editorial? En vie su
Corrupcie o"n y dientelismo LILL
SALOMONKALMANOVITZ
LA CORRUPC[ON NO ES SOLO UNprohiema de malandros. Se trata de todotin sistema politico ciicnteIista basado enintercambios de voWs por drnero y apoyoselectorales por contratos. Los incentivosen su interior premian ci crinien y casdganla probidad, promueveii a los oportunistasy hunden a los buenos. Uno de las condi-ciones de la corrupción es que la justiciamisma sea corrupta, desgreada e incfi-ciente. Los corruptos sahen que 0111 Si SOfldescuhiertas sus fechorias no serán casti-gados, piies losjueccs tamhién se preston aintercambios de nOininas V posiciones pa-ra nlantenersc o ascenderen lacupula de Ia.Justicia.
La corrupcion siempre ha existido enColombia, aunque quizá flue nienos cvi-dente en ci pasado, cuando ]as posicionespolIticas se lienaban con los holigrafos tieIosjeks tie icis dos part idos tradicionales yel presidente asignaba Gohernaciones yéstas Alcaldias. Con la descentralización,la atomizaci()n tie los partidos v la mayor
competenciaelectoral. los intercambiosseban vuclto mis complejos y ci fmnancia-niieiito tie las campanas crucial, donde en-tran a decidir los contratistas. Aunque to-davia subsisten confrontaciones idcologi-cas en re partidos, juega mils el propiocontrol tie la contrataciOn que los enfren -tamientos cntrc centro V derecha. Cuanclola izquierda ha ganado elecciones ha se-guido las pautas del clientelismoyde la Cu-
rrupciOnl que la caracteriza.La corrupción comenzó a desbordarse
COfl ci auge del narcotrafico vsu iniluenciaen la politica. No has' que oIvidar la fama ypoder que alcanzO Pablo Escobar a nivellocal y nacional iii la que Iogró alcanzar cicartel de Cali. El financiainientode iosgru-pos paraniilitares pot los narcos Ies dioparticipacion en el gasto püblico local. re-gional), nacional. El control militar purlosviolentos fue acompañado pur su influen-cia on las elecciones y dii, lugar a alianzascon los politicos que se ufanan tie su legali-dad. Es por eso quo Cambio Radical enrre-go avaics a los parapoliticos de muchas re-giones del pais y no muestra escrápulo al-guno de que varios de ellos bavan sido con-deriados por asesinatosyotros deiitos con-tra ci interés pühlico.
La metástasisde Ia corrupciOn es recien-te: se incuhO con Ia reelecciOn presidencial
que exhibió intcrcatiibios inescrupulosospara bencticiaral incumbentc en ci 2005 ypermitió ocultar la apropiacion tie recur-sos publicos por funcionarios que conta-ban con largos periodos para consillidarsus redes tie poder. No es fortuito que du-rante las dos administraciones Uribe Ia ad-judicaciOn de obras piThIicas se hiciera adedo (to que se repite boy a nivel local y re-gional). que los proponcntcs fueran liiian-ciados generosamente por el Estado, quepudieran hacer interminabies adiciones alos contratos y que Iii siquiera culminaranlas obras. Conductas cuestionables se hi-cieron Inani fiestas on ]as altas cortes, sobretodo en la Procuraduria, que hahian resis-tido las incursiones de los corruptos, peroquo por la intervenciOn del Congreso sonmenos rigurosas en Ia selecciOn tie sus in-tegrantes.
El mismo principio tie adicionar sin finse aplico ala contratacion que permitiO losenormes rohos a Reficar de cuva mesa sesirvieron todos. Tainpoco dehe sorpren-der quo durante los dos periodos tie Santosse replicaran algunas de esas conductas,aunque SC iliteflt() reintroducir In licita-ciOn pihIica de obras ptihlicas que no un-pidiO quc Oderhecht tuviera continuidaden ellas. Sc trata tie una estructura rnu\' di-fIcil de cambiar.
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