el crepusculo de los gurus. the economist

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10 Jueves 30 de abril del 2015 GESTIÓN lla a firmas especializadas en el pensamiento gerencial como Mc- Kinsey y Bain. Sin embargo, es probable que al buscar convertirse en líder de opi- nión se termine reempaquetando ideas existentes en lugar de escu- char otras que son genuinamente nuevas. Cuando las empresas con- sideran la opinión como “conteni- do” y encargan su impulso a su gen- te de marketing y relaciones públi- cas, el resultado tiende a ser cliché o jerga incomprensible. ¿Hay señales de una nueva ola de gurús que puedan revertir estas ten- dencias y revivir el negocio? Existen atisbos de esperanza en Silicon Va- lley y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Algunos de los emprendedores más exitosos del valle como Reid Hoffman (Linke- dIn) y Peter Thiel (PayPal) están ex- primiendo sus cerebros para abor- dar toda clase de retos, desde el en- vejecimiento de la población hasta la administración del talento. Por su parte, “La segunda era de las máquinas” de Andrew McAfee y Erik Brynjolfsson, de la Escuela de Negocios Sloan del MIT, es un impresionante intento por lidiar con el enorme cambio en la admi- nistración que resultará del uso de máquinas autónomas. Pero considerando los recursos que se dedican al pensamiento ge- rencial, es notoria la existencia de tanto territorio virgen. Aún no hay gurús chinos que reten el envejeci- do liderazgo indio, y todavía no se publican libros serios en torno a lo que la economía de Internet signi- fica para el impulso del talento. El negocio de los gurús de la adminis- tración parece estar listo para la in- novación disruptiva. Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez. © The Economist Newspaper Ltd, London, 2015 EDICIÓN IMPRESA L os gurús de la administra- ción de empresas acostum- bran a predicar que la com- petencia está más feroz que nunca. Rita McGrath, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, habla sobre “el fin de la ventaja competitiva”; Richard D’Aveni, de la Escuela de Negocios Tuck (Universidad Darmouth), se refiere a la “hipercompetencia”; y Ram Charan, consultor y escritor, elogia “la ventaja del atacante”. Pese a ello, el negocio de los ex- pertos en el tema se ve notoriamen- te estable. Los más recientes ran- kings “Thinkers50” de los mayores gurús de la administración, publi- cados en el 2011 y el 2013, no mues- tran cambios significativos: Clay Christensen, de la Escuela de Nego- cios de Harvard, y el dúo de Chan Kim y Renée Mauborgne, de la es- cuela de negocios Insead, se mantie- nen en las dos primeras posiciones. Dos de los libros sobre negocios más prominentes de los últimos me- ses han sido reediciones, en lugar de publicaciones con ideas nuevas. Es- to contrasta con los gloriosos años de los ochenta y noventa, cuando “En busca de la excelencia”, de Tom Peters y Robert Waterman, vendió tres millones de copias en sus prime- ros cuatro años y “Reingeniería”, de James Champy y Michael Hammer, provocó una ola global de reestruc- turaciones corporativas. ¿Qué explica ese letargo? El prin- cipal problema es que el negocio de los gurús está llegando al final de un largo ciclo de creatividad, que durante las dos últimas décadas es- tuvo conducido por dos cambios económicos transformadores: el auge del mundo emergente y la re- volución digital. El primero generó el ascenso de un notable grupo de teóricos indios, en especial C.K. Prahalad (fallecido GETTY La revolución digital produjo una nueva clase de gurús tales como Don Tapscott. A las empresas se les está vendiendo la idea de que convertirse en referentes sobre algún asunto que afecte su sector les otorga una ventaja competitiva. enel2010),queseenfocaronentemas como el poder de compra de los con- sumidores de países en desarrollo, las virtudes de la frugalidad y las dificul- tades de hacer negocios en lugares con infraestructura deficitaria e ins- tituciones débiles. La lista de escuelas de negocios con decanos nacidos en India incluye las de las universidades de Harvard, Cornell y Chicago. En tanto, la revolución digital produjo una nueva clase de gurús tales como Don Tapscott. Y la idea de la “innova- ción disruptiva” de Christensen le convirtió, con justicia, en el principal gurú de administración del mundo. Pero el tiempo ha pasado. Praha- lad publicó su artículo seminal sobre “La fortuna en la base de la pirámide” en el 2002, y el libro del mismo título en el 2004. Christensen publicó su primer artículo sobre la tecnología disruptiva en 1995 y su libro “El dile- ma de los innovadores” en 1997. La nueva edición del libro de Tapscott nos recuerda que la revolución digital ya existía en la década de 1990. Lo irónico es que esa revolución di- ficulta la aparición de nuevos gurús. Esquemuchosdelosgrandescambios en los negocios están siendo impulsa- dos por los expertos en análisis cuan- titativo, quienes pueden interpretar grandes bases de datos o crear algorit- mos que automatizan muchos proce- sos productivos, pero no son tan bue- nos en pensar sobre el significado de la gran data o la automatización para otros sectores distintos a los suyos. En consecuencia, el negocio de la teoríadelaadministraciónestáprodu- ciendograncantidaddeminigurúsque se especializan en sectores o técnicas particulares, como la gestión partici- pativa, pero pocos capaces de ampliar el análisis a otros sectores o a través de siglosymúltiplesdisciplinasintelectua- les como lo hacía Peter Drucker. Quizás el mayor enemigo de la re- novación sea el avance del “liderazgo de opinión”. A las empresas se les es- tá vendiendo la idea de que conver- tirse en referentes sobre algún asun- to que afecte su sector les otorga una ventaja competitiva. Compañías in- dustriales y tecnológicas como Sie- mens e IBM están presentando bata- Incluye contenido de The Economist El crepúsculo de los gurús EL NEGOCIO DE LOS EXPERTOS EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS ES UNA SOMBRA DE LO QUE SOLÍA SER.

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Muy buen articulo, publicado en Gestión.

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  • 10 jueves 30 de abril del 2015 Gestin

    lla a firmas especializadas en el pensamiento gerencial como Mc-Kinsey y Bain.

    Sin embargo, es probable que al buscar convertirse en lder de opi-nin se termine reempaquetando ideas existentes en lugar de escu-char otras que son genuinamente nuevas. Cuando las empresas con-sideran la opinin como conteni-do y encargan su impulso a su gen-te de marketing y relaciones pbli-cas, el resultado tiende a ser clich o jerga incomprensible.

    Hay seales de una nueva ola de gurs que puedan revertir estas ten-dencias y revivir el negocio? Existen atisbos de esperanza en Silicon Va-lley y el Instituto Tecnolgico de Massachusetts (MIT). Algunos de los emprendedores ms exitosos del valle como Reid Hoffman (Linke-dIn) y Peter Thiel (PayPal) estn ex-primiendo sus cerebros para abor-dar toda clase de retos, desde el en-vejecimiento de la poblacin hasta la administracin del talento.

    Por su parte, La segunda era de las mquinas de Andrew McAfee y Erik Brynjolfsson, de la Escuela de Negocios Sloan del MIT, es un impresionante intento por lidiar con el enorme cambio en la admi-nistracin que resultar del uso de mquinas autnomas.

    Pero considerando los recursos que se dedican al pensamiento ge-rencial, es notoria la existencia de tanto territorio virgen. An no hay gurs chinos que reten el envejeci-do liderazgo indio, y todava no se publican libros serios en torno a lo que la economa de Internet signi-fica para el impulso del talento. El negocio de los gurs de la adminis-tracin parece estar listo para la in-novacin disruptiva.

    Traducido para Gestin por Antonio Yonz Martnez. The Economist Newspaper Ltd,London, 2015

    edicin impresa

    Los gurs de la administra-cin de empresas acostum-bran a predicar que la com-petencia est ms feroz que nunca. Rita McGrath, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, habla sobre el fin de la ventaja competitiva; Richard DAveni, de la Escuela de Negocios Tuck (Universidad Darmouth), se refiere a la hipercompetencia; y Ram Charan, consultor y escritor, elogia la ventaja del atacante.

    Pese a ello, el negocio de los ex-pertos en el tema se ve notoriamen-te estable. Los ms recientes ran-kings Thinkers50 de los mayores gurs de la administracin, publi-cados en el 2011 y el 2013, no mues-tran cambios significativos: Clay Christensen, de la Escuela de Nego-cios de Harvard, y el do de Chan Kim y Rene Mauborgne, de la es-cuela de negocios Insead, se mantie-nen en las dos primeras posiciones.

    Dos de los libros sobre negocios ms prominentes de los ltimos me-ses han sido reediciones, en lugar de publicaciones con ideas nuevas. Es-to contrasta con los gloriosos aos de los ochenta y noventa, cuando En busca de la excelencia, de Tom Peters y Robert Waterman, vendi tres millones de copias en sus prime-ros cuatro aos y Reingeniera, de James Champy y Michael Hammer, provoc una ola global de reestruc-turaciones corporativas.

    Qu explica ese letargo? El prin-cipal problema es que el negocio de los gurs est llegando al final de un largo ciclo de creatividad, que durante las dos ltimas dcadas es-tuvo conducido por dos cambios econmicos transformadores: el auge del mundo emergente y la re-volucin digital.

    El primero gener el ascenso de un notable grupo de tericos indios, en especial C.K. Prahalad (fallecido

    getty

    La revolucin digital produjo una nueva clase de gurs tales como Don Tapscott.

    A las empresas se les est vendiendo la idea de que convertirse en referentes sobre algn asunto que afecte su sector les otorga una ventaja competitiva.

    en el 2010), que se enfocaron en temas como el poder de compra de los con-sumidores de pases en desarrollo, las virtudes de la frugalidad y las dificul-tades de hacer negocios en lugares con infraestructura deficitaria e ins-tituciones dbiles. La lista de escuelas de negocios con decanos nacidos en India incluye las de las universidades de Harvard, Cornell y Chicago. En tanto, la revolucin digital produjo

    una nueva clase de gurs tales como Don Tapscott. Y la idea de la innova-cin disruptiva de Christensen le convirti, con justicia, en el principal gur de administracin del mundo.

    Pero el tiempo ha pasado. Praha-lad public su artculo seminal sobre La fortuna en la base de la pirmide en el 2002, y el libro del mismo ttulo en el 2004. Christensen public su primer artculo sobre la tecnologa disruptiva en 1995 y su libro El dile-ma de los innovadores en 1997. La nueva edicin del libro de Tapscott nos recuerda que la revolucin digital ya exista en la dcada de 1990.

    Lo irnico es que esa revolucin di-ficulta la aparicin de nuevos gurs. Es que muchos de los grandes cambios en los negocios estn siendo impulsa-dos por los expertos en anlisis cuan-titativo, quienes pueden interpretar grandes bases de datos o crear algorit-

    mos que automatizan muchos proce-sos productivos, pero no son tan bue-nos en pensar sobre el significado de la gran data o la automatizacin para otros sectores distintos a los suyos.

    En consecuencia, el negocio de la teora de la administracin est produ-ciendo gran cantidad de minigurs que se especializan en sectores o tcnicas particulares, como la gestin partici-pativa, pero pocos capaces de ampliar el anlisis a otros sectores o a travs de siglos y mltiples disciplinas intelectua-les como lo haca Peter Drucker.

    Quizs el mayor enemigo de la re-novacin sea el avance del liderazgo de opinin. A las empresas se les es-t vendiendo la idea de que conver-tirse en referentes sobre algn asun-to que afecte su sector les otorga una ventaja competitiva. Compaas in-dustriales y tecnolgicas como Sie-mens e IBM estn presentando bata-

    Incluye contenido de The Economist

    El crepsculo de los gursEl nEgocio dE los ExpErtos En administracin dE EmprEsas Es una sombra

    dE lo quE sola sEr.