el combate de ocelotzin

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El combate de ocelotzin

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  • BBLIOTECA LJtL NINU MtAICRNU

    EL COMBATE OJkADO A TO

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    MAUCCI H O. S. MEXICO

  • BIBLIOTECA DEL NIRO MEXICANO

    EL CU!IBATE BE OCELOTZINy

    PRADO ALTOi ) i

    IIERIBEIRTO FRIAS

    MEXICOManoci Rernisnos.Primera dot Bolos, 1

    1900

  • El Combate de Ocelotzin

    El earn pamento de Harnn Corts Re encon-traba aquella noche en el ma or silencio; Ialuna ya se babla ocuftado a!l en el horizontedel Poniente, ensangrentando los cielos y sumergiendo los mares lejanos del sombrfoOmecatL..

    ***

    Aquella noche, do Is costa all, en lo que esahora Veracruz, no habia tempestad. Todo eraduizura y calma, y como ya os he dicho, toeaventureros espaoles que gulaba HerunCorts, a la conquista del imperlo do Motce-

  • 4cuhzorna, se entretenian en referirse sus ma-yores episodios de guerra, sus amorlos y aven-turns extraordinarias.

    Ma.s hay quo con feFaros, amigos lectores,que a(Iuellos epan..1es no estaban tan alegrescomo otras vectts... ;i'Owo que durante el diahablart tenido un sangriento combate con lostemihles tiaxealtecas, mandados por el temible principe Xicotencatl, quien era su mejorcaud11ot...

    Aquel guerrero, principe grandioso y amadode los hijos de Ia nnciOn Tlaxcaltec'a, que co-mo Fabc n bien mis buenos amigos, era terri-ble rival, enemigo atroz del imperin de Mxi-co; aquel guerrero magulfico hahia jurado sus-pender la guerra que sun tenia contra losaztecas, para oponfrse a la liegada de los sex.tranjeros blancos.

    Habla dicho el principe generoso y valiente,en Un instante de furor y rabia. contra aque-lbs audaces que Ilegaban del Oriente:

    No perinitir nunca que ci sagrado Go-bierno de nuestra amada RepUblica, tolere laliegada de egos hombres blancos, que se dicenvienen vestidos de hierro, y son hijos del GranTonatiuh...

    Aef se habia expresado el temible Xicoteneat!, all en Tiaxeallan, en cuanto supo por e)

  • 5caballero Oeelotltzin, Ia deciin de los espa-oles. jCon cuntaatHgri:4 hubiera olvidado elguerrero XicotencatL, las luchas 'rue tuvo quosostener tantas veces con Oeeiot.Itzin!

    Ante todo se imponIa la libertad de la pa-tria d'i to los; la libenad del inwenso y beffi-simo territorio del Anahuac...

    For eso era, preciso que se unieran, olvidan-do sus gaerrai y Bus autiguos odios, cl imperio del Gran Mocteeuhzoma Xocoyotdn y el

  • 6grande y sabio Senado] de 1* reptIblica dsTiaxcallan.

    S S S S S 0 0 0S S

    Y to que pasaba era que aquellos odios yrencores entre las dos naciones rivales, no sehabian aplacado an, y no podian entendersepara unirse y corn batir unilas at misrno lava-sor, quo ilegaba con semejante audacia...

    Pero, volviendo at campamento espanol,donde reinaba la mayor calms, envuelto en cisilencio trancuilo de la costa del Golfo Mexi-cano, diM a mis lectores, quo la tristeza lan-guida que se notaba en algunos guerreros,dependia acaso del iocendio de las naves, enquo habian ilegado todos...jCon que ci general quetn nuestras na-ves, dudand de nuestro va!orl declan algu-DOS valientes paseandose tristemente, mien-tras otros seguliin su amena charla, entroalegres y bonachonas carcajadas do buen hu-mor.

    Era preciso, cornpaero y amigo, res-pondi otro capitn, que tambin melancli-camente se abstenia de Ia tumultuosidad deBus corn paeros.

    Ahora, no nos queda ms que veneer 6morir... Lucharemos hasta hacer de este pals

    una inmensa y gloriosa tuxnba espaola.

  • 70 azt,ecal... Dios dint, respondi un jo-

    vial pero iriteligente soldado quo so ilamaba.Bernal Diaz del Oastillo, quien ya conoci a algode aquellas aventuraa, aun que todavia no 10quo cnn los bravos corazones do la nueva ra-za, quo bien pronto harfa derramar lgriinasdo sangre a su herico caudillo ilernAn Onr.ts..

    Sea como fuere, no hay remedio, excia-m un joven de retorcidos bigotes y ademnaltanero. jYa estamos aquf, y juro salir vivo,pose al mismo...

    El joven iba a proferir en una blasfemiahorrible, do aquellas que de mal moclo usabanlos aventureros que so echaban el alma atrs,sin temor alguno, cuanclo aparcci en aquellugar del campamento, un anciano sacerdote,quien dijo gravemente:jSienciol lNo profanes nuestra Santa Re-ligin! jCalle el blasfemo, que acaso podriasaline mal su decirl

    Yo no callo nunca, rugi el joven; y lue-go agreg con mayor alteraciOn: He dichoquo saidremos vencedores ante todo, porquoante ml, ningUn miserable azteca puede si-quiera resistir el brillo de mi coraza... 1AhI ysi levanto ci brazo lo puiverizo... Con hombres,como yo, so gana en tres dias todo el impenio

  • de ese infeliz Moctezuma...Cinco nada ms;solamente cnco como yo, y.. no quedaba undesdiehado aztec.a...

    El anriano sacerlote, que era uno de esosbuen.s rni&ioneros de paz y verdadera civili-zaciOn, que salian de Espana, no en pos doaventuras de donde manara em, sine en posdel oro de las almas no convertidas para en-tregarlee is. Have del cielo... EL digno y venerable anciano se detuvo un instante, y con voz

  • 9solemne y terrible, pronunci estas palabras:

    Joven insensato... mancebo que sueascon ilustres victorias... Sabete que las batallasno se ganan con fanfMrronadas, ni con palabras de prowesa, ni con alardes, ni con gntoede: tt 1 Yt, soy xnuy berOico! i Yo hare' prodigiosy temhlaran delante dii ml, todos mis enemi-gos!v No, caballero espanol; asi no se muestrala hidalguia espanola, que ha heeho y hartant.as proezas adrziirables. Asi, solo hay fan-farrnnavhz de valentia.

    Apenas hubo terauinado estas frases dignasy solemnes el severn monje, porque pareciade veras un monje, de matito negro con relampagueos.azules, muy extraos y misteriosos; apena.s terminO la Ultiwa palabrn, cuandohe aqul, amigos mfo, que se levarita, hechouna fiera humans, el soldado espaol, excia-mando con horreiida rabia, con impetuosa colera:

    ;Vil y menguado sea, el que ponga en duda el lustre victorioso de mis armasL. Yo soyel invencible Gonzalo del Prado Alto; yo soynoble, aunque no tenga los pergaminos, porque los extravi ml hermano, peo, jpor todoslos santol que pasar con el hierro de mi agu-da tizona el pecho del que lo dude... 1Ahl situviese yo aqul uno de esos fementidos indios

  • ggmMmmg 10de ese Moctecuhzoma, uno do esos do los quonos cuentan qua saben pelear diestramente,con armadura y lanzas a su modo... 1Ah! situviera uno de SUB mejores capitanes a mifrente, acompanado eI de muchos ms de surala, jqu bonita carnicerla tendria que haceren eliasi 1Y qu Lstima que la came de indiono se coma, porque la comerfa con gusto, por-que a fe que tengo hambreLe jJa.. ja... ja...jaL.

    Bajo del toido en quo se encontraba el gru0 de soldados, ci misterioso monje que habla

    hablado primero, so mantenia erguido. Alas,repentinamente grit:

    ilusensato caballero!... No juzgues aM...SToy a demostrarte que el valor puede abrigarese dentro de cualquier peeho; voy a persua-dirte de que el heroismo por la patria, puedelatir dentro do un alma generosa y amante,sea de Espana o de estas islas extranjeras,que este don Hernn Corts viene a conquis-tar. Quiero demostrarte que en todas ocasiones, hay espiritus nobles frente a ]as frasesherOicas, y hazanas famosas delante do las pa,labras de oro..peL..

    1Ja... ja.. ja... jai... 1Que grandes risotadsa,qu carcajadas acompafiaron at la primera lisa

  • 11del jovon de Prado Alto, al oir las frases delrarisimo monje!..

    De repente desapareci ste, y ya todos lossoldados del campamento volvian a charlar yit jugar a los dados, cuando he aquf que sopresenta delante del grupo de espaolee, unjoven azteca, soberbio, altivo y gallardo... jPe-ro qu terrible, qu espanto produjo, de pron-to, su figura imponente!...

    Vestia la arrnaciura defensiva do combatedo los ocellotltecuhtltizin, de los caballeros dola orden del Tigre Mexicano. En su cabeza elcasco formidable, donde estaba el hocico disecado, pero teforzado por pie les dobles y plan-chas de metal, do un gran tigre cazado por elmismo quo lo ilevaba; el cuerpo estaba envuel-to en el amarillo y gris pelaje de la fiera; en elpecho coraza algodonada, recubierta de pedre-na firm, Opalo y perlas alternadas con corales;en las piernas robustas, las fuertes botas quoenvolvian los pies del guerrero azteca COD lu-cientes y espantahies cxcatc1i',, de fornidasplanchuelas do metal .. En el brazo izquierdoostentaba el redondo y ancho cchimalli, 6sea el escudo, que era tarnbia magnifico; enla derecha mane, temblaba el nnacuhahuitkimperial, la rgia y poderoa macana, larga,pesada, herinosa, guarnecida de cuchifios y

  • 12

    puntas, ixtIi... e.spada, hacha, lanza, ivaza yescudo a un tiempo mismo, cuanclo. como en-tonce, la terrible niacuahuiti e,taba en po-der de uno de los rns valientes y diestros adalides del ejreito azteca.

    Lanz, at presentarse delante de los espaoles, un grito de desaulo. Estos, que no enten-dian el lenguaje de los aztecas, comprendie-ron, no obstante, su significado..1 jEra unreto!

  • 13Y en efecto, las palabras del Oceloti, quc-

    nan decir: 4Xenga a pelear con migo el quequiera.x'

    El joven del Prado Alto, volvi a reir, y alpunto echO mano a su espada, que lievaba alcinto... pero el azteca le hizo sea de que re-quiriese su rodtla, hU coraza y su casco...

    Ask lo hizo el &panol, curnprendiendo queiba a entablar una lu ha fer 'z, contra Un ene-migo terrible. Y cuando estuvieron, por fin,frente a frente, el aventurero jnren castellano,muy hermoso con su arniauura, que cente-Ileaba a los reflejos de las hogueras que ani-maban el earn pamento. cuando se encontra-ron aquellos dos jvenes cam peones. uno es-paol, esgrimiendo fina y filosa tizona, y elaztecs, con su armadura a lo tigre, con su chi,maui y su macana peEada y tremenda, dieronun espectculo admirable. jCuantos gritos deentusiasmo resonaron en 1 campamento!...

    Los bispanos conquistadores crefan que enel primer encuentro, caeria el guerrero aztecapresentado por e1 anciano fraile. Todos espo-raban el triunfo del valiente del Prado Alto...

    ** 4:

    La lucha empez do un modo furibundo.

  • 14El espaol quiso de8de luego derribar a suenemigo do un golpe con su misma rodela;pero jqu mal 16 fuel porque l I u quien re.cibi en su casco un macanazo, tan terrible,quo so lo abri. ilegando hasta ci crneo, dodondo bajaron at rostro rios do sangre.. Re-trocedi aullando do rabia ci temerario joven,y entonces, enderezando su larga tizona y cu-briendose el pecho con la rodela, Reno do fu-ror so fu contra el aztecs., que le esperabatranquilo.. y Ia espada se doblO ante el chi-math escudo del 0 .eIotI, mientras que ste,por un habil movimiento inesperado, diO untajo trernendo a las piernas del contrario, quorodepor ci suelo. Sobre l. el 0 e1otl so preci-pita, le pone los catelis aztecas sobre el pechocubierto do hierro, y amenaza matarlo con sumacana...

    La turba de conquistadores ya no ref an;conteinpiaban plidos aquel corn bate, y al finesperaron ver morir it su compsero vencidoComo dignos espanoles ad fin, eran hirlaigos yno inataron at Oceloti mexican".. y aquellanoche, en el campamento, muchos do los Ian-farrones suspiraron por los barcos quo BU Ca-pitn ilernan Corts habi a mandado quemar,pam quo no hubiese mEs soluciOn quo con-vertir ci Anahuac on una tumba heroics, co-

  • 15urn taaibin tuvo que ser herico el pecho tal,de su audacia.

    Mae gqui6n habia sido aquel tnonje, quesalvO al azteca prisionero?

    Aque1 azteca tan bravo, aquel seor Oce-lotltzin, que con tanto brio derribO all jovenespaol, que aseguraba que con cinco como lse conquistarla el Anahuac; aquel fuerte es-grimidor de la macana hermosa, era protegi-do por alfln genio amante de la ram ya sen-tenciada a muerte?

    SL.. Aquel bravo fu ci que regres de laisis del Ensueno Rojo, dondemoraba 1aprincesa Axempaxochiti. Oceletlzin, empezaba acumplir su misiOn.

    Habia sido hecho pri$onero por los espano-les; pero gracias it su valor pudo estar libre ypartir rumbo a Tiaxcatlan., iba it ir de nue-vo it convencer al gobierno de que resistiera itlos hombres blancos... Luego ida it Tenochtit-lan, a levantar el patriotismo de los leales y aabolir la tirana y necia supersticin de Moc-tecuchzoma, para &alvar la adorada patria me-xicana... Que los extranjeros invasores ann-zaran, el iba en alas del aguila magnifica delainor patrio... jIba it continuar los sagradoscombates por la libertad!

  • 16Y entre tanto, el ejrcito de Corts so did

    gla por entre los herrnosos paisajes y ]asabruptas sierras, hacia el corazOn del imperioazteca...

    zQu horribles acontecimientos se preparan,amigos lectoresf iSe va at efectuar el primerchoque contra Tiaxcatlan!

    Las batallas se van fl suceder dia at dia....correrat was sangre... jOb, patria mexicanal

    . . S S S

    *

    **

    Leed la siguiente narracin:

    1EL STJPLICIO DEL MONSTRUOINFERNAL!

    LCr

    Bsrcelons.Imp. de is Casa Edttoflst MsaecI