el acceso a la instrucción-bruno bettelheim. karen zelam

3
EL ACCESO A LA INSTRUCCION Bruno Bettelheim Karen Zelan Este fragmento pertenece al libro Aprender a leer, de los autores men- cionados. Barcelona. Grupo Edito- rial Grijalbo, 1983. Para el niño, su primer día en la escuela no es una experien- cia más, equiparable a otras muchas, a menudo alarmantes, que ha vivido en el pasado. Por el contrario, es una experien- cia que añade una nueva di- mensión a su vida, la cual nun- ca volverá a ser la misma. En la escuela, el niño tiene que enfrentarse solo -generalmen- te por primera vez en su vida- a un mundo completamente distinto del de su familia, ho- gar y amigos, que son lo único que ha conocido hasta ahora. Aun más importante: en la es- cuela se ve entregado a una de las instituciones más importan- tes de la sociedad, una institu- ción cuyo propósito declarado es potenciarlo como persona educando su mente y sus sen- sibilidades. La educación se ha convertido en la mayor empresa de nues- tra sociedad. La educación da empleo a más personas que cualquier otra empresa con la salvedad de la propia adminis- tración pública, de la cual for- ma parte. Por consiguiente, existe una burocracia extensa y bien atrincherada que sirve no sólo a los intereses del niño sino también a los suyos pro- pios, que no siempre concuer- dan con los de aquellos ... ... Así, pues, en la escuela el niño no se ve expuesto única- mente a experiencias destina- das a beneficiarle, sino tam- bién a otras que sirven princi- palmente para beneficiar a la burocracia. Esto crea tensión en el seno de la empresa peda- gógica, una tensión. de la que se resienten el niño y su edu- cación. Los pequeños acusan estas tensiones aunque, al prin- cipio, sean demasiado jóvenes para darse cuenta de ellas. A pesar de estos conflictos en- tre lo que se hace en interés del niño y lo que se hace para satisfacer las exigencias de la burocracia, el niño asume el hecho de que las escuelas son creadas y mantenidas por la sociedad para servirle fomen- tando su crecimiento intelec- 29

Upload: jimena-fernandez

Post on 17-Nov-2015

16 views

Category:

Documents


8 download

DESCRIPTION

Artículo que corresponde al libro Aprender a leer de Bruno Bettelheim

TRANSCRIPT

  • EL ACCESO A LA INSTRUCCION

    Bruno Bettelheim Karen Zelan

    Este fragmento pertenece al libro Aprender a leer, de los autores men-cionados. Barcelona. Grupo Edito-rial Grijalbo, 1983.

    Para el nio, su primer da en la escuela no es una experien-cia ms, equiparable a otras muchas, a menudo alarmantes, que ha vivido en el pasado. Por el contrario, es una experien-cia que aade una nueva di-mensin a su vida, la cual nun-ca volver a ser la misma. En la escuela, el nio tiene que enfrentarse solo -generalmen-te por primera vez en su vida-a un mundo completamente distinto del de su familia, ho-gar y amigos, que son lo nico que ha conocido hasta ahora. Aun ms importante: en la es-cuela se ve entregado a una de las instituciones ms importan-tes de la sociedad, una institu-cin cuyo propsito declarado es potenciarlo como persona educando su mente y sus sen-sibilidades.

    La educacin se ha convertido en la mayor empresa de nues-tra sociedad. La educacin da empleo a ms personas que cualquier otra empresa con la salvedad de la propia adminis-tracin pblica, de la cual for-

    ma parte. Por consiguiente, existe una burocracia extensa y bien atrincherada que sirve no slo a los intereses del nio sino tambin a los suyos pro-pios, que no siempre concuer-dan con los de aquellos ...

    ... As, pues, en la escuela el nio no se ve expuesto nica-mente a experiencias destina-das a beneficiarle, sino tam-bin a otras que sirven princi-palmente para beneficiar a la burocracia. Esto crea tensin en el seno de la empresa peda-ggica, una tensin. de la que se resienten el nio y su edu-cacin. Los pequeos acusan estas tensiones aunque, al prin-cipio, sean demasiado jvenes para darse cuenta de ellas.

    A pesar de estos conflictos en-tre lo que se hace en inters del nio y lo que se hace para satisfacer las exigencias de la burocracia, el nio asume el hecho de que las escuelas son creadas y mantenidas por la sociedad para servirle fomen-tando su crecimiento intelec-

    29

  • tual y personal. De hecho, da-. do que las escuelas han sido creadas especialmente para l, el nio tiende a formar su con-cepto de la sociedad basndose en sus experiencias escolares, razn por la cual las primeras experiencias en la escuela no slo crean los cimientos sobre los cuales descansar la totali-dad de sus posteriores expe-riencias pedaggicas sino que influirn en gran medida en su concepto de s mismo en re-lacin con el mundo. Estos primeros contactos con el aprendizaje en la escuela sue-len ser decisivos para la for-macin del concepto que el pequeo tiene de s mismo como parte de la sociedad; se-gn sean tales experiencias, el pequeo se sentir bien acogi-do y servido por la escuela y sacar la conclusin de que en ella tendr xito, o, por el contrario, creer que, como esta institucin supuestamen-te creada para l se muestra, en el mejor de los casos, indi-ferente a sus necesidades, y, en el peor, declaradamente con-traria a l, entonces lo ms probable es que ocurra lo mismo en lo que respecta al resto de la sociedad y sus ins-tituciones. Si as sucede, el pe-queo se sentir derrotado por la sociedad desde una edad temprana ... .... Saber leer tiene una impor-tancia tan singular para la vida del riio en la escuela que su experiencia en el aprendizaje de la lectura con frecuencia sella el destino, de una vez por todas, de su carrera aca-dmica. Lo que ha experimen-tadoen la escuela hasta el mo-mento en que se le ensea a leer slo es una preparacin para aprender en serio; esto ha hecho que le resulte ms fcil o ms difcil triunfar en

    30

    esta crucial tarea de aprendi-zaje. Si sus anteriores expe-

    riencias en el hogar y en la escuela le han dejado mal pre-parado, el modo de ensea,rle a leer puede reparar el dao, aunque no ser fcil. Si la es-cuela le resulta provechosa, todo ir bien. Pero cuando no aprende a leer como es debido las consecuencias suelen ser irremediables.

    Si el nio no lo saba de ante-mano, pronto se,le inculcar la idea de que entre todo lo que se le ensea en la escuela nada tiene tanta importancia como la lectura, cuya trascen-dencia no tiene paralelo. Por eso es tan importante la forma de ensear a leer: el modo en que el nio experimente el aprendizaje de la lectura deter-minar su opinin del apren-dizaje en general, as como su concepto de s mismo como aprendiz e incluso como per-sona ...

    Si la lectura le parece una ex-periencia interesante, valiosa y agradable, entonces el esfuerzo que supone el aprender a leer se ver compensado por las in-mensas ventajas que brinda el poseer esta capacidad. Darle esta impresin a un nio re-sulta muy fcil si se cuenta con el apoyo de su historia fa-miliar; pero si este historial no le ha preparado para que vea la lectura de un modo positi-vo, entonces al maestro le re-sultar mucho ms difcil con-vencer al pequeo de que sa-ber leer es importante en ge-neral y reviste inters muy personal para l.

    Hay un gran placer y satis-faccin en el hecho de poder leer algunas palabras. El nio se enorgullece de ser capaz de hacerlo. Pero la alegra que produce el saber leer algunas

    palabras se marchita cuando los textos que el nio debe leer le obligan a releer la mis-ma palabra interminablemen-te. El reconocimiento de la pa-labra se deteriora rpidamente convirtindose en un vaco aprender de memoria cuando no conduce de manera direc-ta a la lectura de un contenido con significado.

    Ser capaz de leer con facilidad presupone indudablemente ad-quisicin de habilidades perti-nentes, tales como saber desci-frar y pronunciar las palabras que uno no conoce, y esto el pequeo lo sabe muy bien. Pero tambin sabe que estas habilidades en y por s mismas tienen poco o ningn mrito, aparte de su valor de entrena-miento. Y el nio no mostrar inters por aprenderlas si la impresin que recibe es que se espera de l que las domine porque s. Esta es la razn por la cual depende tanto de dnde ponga el acento el maestro, la escuela y el libro de texto. Desde el principio mismo el nio debe estar con-vencido de que el dominio de tales habilidades no es ms que el medio de alcanzar una meta y de que lo nico que importa es aprender a leer y escribir, es decir, aprender a disfrutar de la literatura y a beneficiarse de lo que sta puede ofrecerle.

    Un nio alque se le haga leer "Nan tena una almohadilla. Nan tena una almohadilla co-lor canela. Dan corra. Dan corri hasta la almohadilla ... " y bobadas incluso peores no tiene la impresin de que se le est guiando hacia el dominio de la lectura, pues lo que se le obliga a leer obviamente no es literatura. No es que los nios no disfruten jugando

  • con palabras; les encanta in-ventar vocablos incluyendo pa-labras y rimas bobas, y les en- . tusiasma su recin ganada ca-pacidad para hacerlo. Pero, para que semejantes juegos de palabras sigan siendo diverti-dos, hay que evitar el conver-

    tirIos en una obligacin, toda vez que en tal caso carecen de todo inters, como ocurre con. la lectura. El pequeo juega con palabras porque lo en-cuentra divertido e inteligente. Sin embarga, a diferencia de las creaciones espontneas del

    . nio, el juego de palabras que aparece en las cartillas y pre-cartillas dista mucho d ser in-teligente y, a decir verdad, resulta aburridsimo; peor an, estos libros constituyen un in-sulto a la inteligencia del nio.

    boletim informativo

    Boletim Informativo da Funda~ao Nacional do Livro Infantil e Juvenil, se~ao brasileira da I BBY

    Publicacao trimestral

    Filie-se a FNLIJ e receber o Boletim Informativo, Sele9ao de L ivros para a Infancia e Juventude e Notcias, rgaos dirigidos diretamente a um pblico especial izado que trabalha com crian~as e jovens.

    . rrllr':J11 ;/i~:~ I~brensa. 16 . 1111111111 Rio de Janeiro - RJ

    '20030 - Brasil

    Assinatura anual - US$ 12 pagos atravs de cheque nominal a FNLlJ .

    31

    a7n4Bettelheim0001a7n4Bettelheim0002a7n4Bettelheim0003