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EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
Efectividad de la comunicación del riesgo cardiovascular
Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias SESCS Núm. 2009/01 INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
Efectividad de la comunicación del riesgo cardiovascular
Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias SESCS Núm. 2009/01 INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN
Perestelo Pérez, L. Efectividad de la comunicación del riesgo cardiovascular / L. Perestelo Pérez… [et al.]. – Madrid : Ministerio de Economía y Competitividad; Santa Cruz de Tenerife : Servicio Canario de la Salud, – 71 p. ; 24 cm. – (Colección: Informes, estudios e investigación / Ministerio de Economía y Competitividad) (Serie: Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. SESCS ; 2009/01)
1. Comunicación de riesgos 2. Enfermedad cardiovascular 3. Reducción del riesgo I. Canarias. Servicio Canario de la Salud II. España. Ministerio de Economía y Competitividad
El Servicio de Evaluación de la Dirección del Servicio Canario de la Salud asume la responsabilidad exclusiva de la forma y el contenido final de este informe. Las manifestaciones y conclusiones de este informe son las del Servicio de Evaluación y no las de sus revisores. Edita: Ministerio de Economía y Competitividad
Este documento se ha realizado en el marco de colaboración previsto en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud elaborado por el
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, al amparo del convenio de colaboración suscrito por el Instituto de Salud Carlos III, organismo
autónomo del Ministerio de Economía y Competitividad, y la Fundación Canaria de Investigación y Salud “FUNCIS”
Para citar este informe: Perestelo Pérez L, Rivero Santana A, González Lorenzo M, Pérez Ramos J, Serrano Aguilar P. Efectividad de la comunicación del riesgo cardiovascular. Plan Nacional para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Política Social e Igualdad. Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud; 2010. Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias: SESCS Nº 2009/01.
Agradecimientos Los autores de este informe quieren agradecer a Dª. Carmen Bujalance y Dª Alia Pérez Wehbe su apoyo en la búsqueda y obtención de los artículos de la revisión, y en labores de formato del informe.
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Índice
Resumen 11
Summary 15
I. Introducción 19
II. Metodología 23 II.1. Diseño 23 II.2. Criterios de selección de los estudios de la revisión 23
II.2.1. Tipo de estudios 23 II.2.2. Tipo de participantes 23 II.2.3. Tipo de intervención 24 II.2.4. Tipo de medidas de resultado 24
II.3. Estrategia de búsqueda, selección de los estudios, recogida de
datos 24 II.4. Evaluación critica de la calidad de los estudios 25 II.5. Extracción y síntesis de datos 26
III. Resultados 27 III.1. Características de los estudios incluidos 27 III.2. Resultados obtenidos 35
III.2.1. Percepción del riesgo 35 III.2.2. Riesgo predicho 35 III.2.3. Elección de tratamiento y adherencia 36 III.2.4. Estilo de vida 36 III.2.5. Medidas fisiológicas y antropométricas 37 III.2.6. Otras medidas de resultado 38
IV. Discusión 47
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V. Conclusiones 51
Contribución de los autores y revisores externos 53
Referencias 55
Anexos 59 Anexo 1. Estrategia de búsqueda 59 Anexo 2. Escala de Jadad 62 Anexo 3. Niveles y Grados de evidencia 63 Anexo 4. Hoja de extracción de datos 64 Anexo 5. Referencias: estudios incluidos 65 Anexo 6. Referencias: estudios excluidos y motivos de exclusión 68
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Siglas y Acrónimos EC: Estudio Comparativo ECA: Ensayo Controlado Aleatorizado ECAc: Ensayo Controlado Aleatorizado por conglomerados ECO: Estudio de Cohortes ECV: Enfermedad Cardiovascular HATD: Herramienta de Ayuda para la Toma de Decisiones
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Resumen
Introducción: La enfermedad cardiovascular (ECV) es la primera causa de muerte en el mundo. Entre los factores de riesgo de desarrollar ECV identificados por la investigación médica se encuentran los niveles de lípidos en sangre, la hipertensión o la presencia de diabetes, así como aquellos factores conductuales modificables como la alimentación, una actividad física insuficiente o el consumo de tabaco y alcohol. Por tanto, de cara a una prevención efectiva de la aparición de ECV, las recomendaciones sanitarias priorizan la puesta en marcha de programas de prevención primaria que fomenten la reducción del riesgo a través de estilos de vida saludables, con lo cual se podría disminuir significativamente la prevalencia de ECV y su mortalidad asociada. En este sentido, la concienciación de la población al respecto del riesgo de desarrollar ECV, así como de la posibilidad de reducir dicho riesgo mediante cambios en el estilo de vida se convierte en un elemento esencial para el éxito de los programas de prevención.
En el ámbito médico, la comunicación de riesgos se define como el proceso de intercambio de información y opiniones sobre los riesgos de desarrollar una enfermedad o aquellos asociados una intervención médica, facilitando una mejor comprensión por parte del paciente y una mejor toma de decisiones sobre su salud. La investigación ha demostrado que las personas muestran importantes sesgos, ya sea por infraestimación o sobreestimación, a la hora de estimar dichos riegos, por lo que una comunicación efectiva se convierte en condición necesaria para una buena toma de decisiones al respecto de realizar cambios en el estilo de vida o de elegir determinado tratamiento y/o cumplir con su prescripción.
El objetivo de esta revisión es identificar estudios que evalúen la efectividad de las estrategias de comunicación de riesgo cardiovascular a pacientes y población general, que buscan producir cambios en el estilo de vida así como la aplicación de tratamientos médicos adecuados de cara a la reducción de dicho riesgo cardiovascular.
Método: Se consultaron las siguientes bases de datos electrónicas (hasta Junio de 2010): MEDLINE (desde 1950), EMBASE (desde 1980), PsychInfo
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(desde 1887), CINAHL (desde 1981), y Cochrane (desde 1800). Se incluyeron estudios controlados aleatorizados (ECA) o estudios con un diseño comparativo, que evaluaran intervenciones consistentes en comunicar el riesgo cardiovascular de forma personalizada, ya sea aisladamente o en conjunción con otro tipo de intervenciones destinadas a la reducción del riesgo, como herramientas de ayuda para la decisión o programas de cambio conductual. La calidad de los estudios se evaluó utilizando la Escala de Jadad, por dos revisores de forma independiente. Resultados: La búsqueda electrónica produjo 2617 referencias una vez eliminados los duplicados. A partir del título se seleccionaron 196, de cuyos abstract se seleccionaron 39 para su lectura a texto completo, siendo finalmente incluidas 11, referidas a 10 estudios. Después de añadir las referencias identificadas por búsqueda manual, quedaron finalmente incluidas 23 referencias, referidas a 19 ECA (siete de ellos por conglomerados).
Los estudios incluidos muestran efectos mixtos sobre la reducción del riesgo cardiovascular, con aproximadamente la mitad de los estudios obteniendo efectos estadísticamente significativos a favor de la intervención en comunicación del riesgo. Se trata de efectos de poca intensidad, aunque dada la prevalencia de la ECV han de considerarse relevantes desde un punto de vista de salud pública. En cuanto a los factores de riesgo, el resultado más consistente se ha encontrado en la reducción de los niveles de lípidos en sangre, aunque también se trata de efectos de poca intensidad. Para el resto de medidas de resultado (presión sanguínea, índice de masa corporal, percepción del riesgo, inicio y/o adherencia al tratamiento médico, cambios en el estilo de vida y en las variables relacionadas con la toma de decisiones, reacciones emocionales) los resultados son inconsistentes o insuficientes.
Conclusiones: Las intervenciones en comunicación del riesgo cardiovascular muestran resultados inconsistentes. En aproximadamente la mitad de los estudios evaluados se han logrado reducciones de pequeña intensidad en el riesgo cardiovascular y los niveles de presión sanguínea, y en el 70% de las intervenciones se han obtenido reducciones estadísticamente significativas en los niveles de lipoproteínas de baja densidad. Estos
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resultados deben restringirse a las intervenciones en prevención primaria, y parecen más intensos en los participantes con un mayor riesgo en línea base. No se han producido efectos negativos sobre los resultados de salud, ni sobre las respuestas emocionales o los procesos de toma de decisiones de los participantes.
Los efectos comentados han ido acompañados de cambios en el estilo de vida (principalmente en la alimentación y en menor medida el consumo de tabaco), aunque los resultados en estos factores también son inconsistentes o insuficientes. En general, no parecen producirse resultados significativos sobre el inicio o modificación del tratamiento farmacológico, ni sobre la adherencia a este. No existe evidencia de que la intensidad de las intervenciones educativas o de orientación sobre cambios en el estilo de vida incida en la aparición o intensidad de resultados significativos.
En resumen, los resultados obtenidos, aunque no suponen una evidencia sólida, sugieren que la comunicación personalizada del riesgo cardiovascular puede producir efectos positivos en la reducción de dicho riesgo, al menos en personas sin ECV diagnosticada y especialmente en aquellas con mayor riesgo. No obstante, se requiere más investigación para concluir en qué medida estos efectos positivos se deben exclusivamente al proceso de evaluación y comunicación del riesgo, o a la implementación de intervenciones adicionales de tipo educativo o de asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida, y el nivel de intensidad de dichas intervenciones.
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Summary
Introduction: Cardiovascular disease (CVD) is the leading cause of death worldwide. Among the risk factors for developing CVD identified by medical research are the levels of blood lipids, hypertension or the presence of diabetes, and those modifiable behavioral factors such as diet, insufficient physical activity or consumption of tobacco and alcohol. Therefore, in order to effective prevention of the occurrence of CVD, health recommendations prioritize implementation of primary prevention programs that promote risk reduction through healthy lifestyles, which could significantly reduce prevalence of CVD and associated mortality. In this sense, the public awareness about the risk of CVD, as well as the possibility of reducing this risk through changes in lifestyle becomes essential to the success of prevention programs.
In medicine, risk communication is defined as the process of exchanging information and views on the risks of developing a disease or those associated with medical interventions, facilitating a better understanding by the patient and a better decision making about their health. Research has shown that people show significant bias, either underestimation or overestimation, when estimating these risks, so that effective communication becomes a necessary condition for good decision making regarding changes in lifestyle or to choose specific treatment and / or fulfill its prescription.
The objective of this review is to identify studies evaluating the effectiveness of strategies to communicate cardiovascular risk to patients and general population, in order to produce changes in lifestyle and the application of appropriate medical treatment towards reducing such cardiovascular risk.
Method: The following electronic databases were consulted (up to June 2010): MEDLINE (from 1950), EMBASE (from 1980), PsychInfo (from 1887), CINAHL (from 1981) and Cochrane (from 1800). Randomized controlled trials (RCTs) or studies with a comparative design were included, that evaluated interventions consisting of cardiovascular risk communication in a personalized manner, either alone or in conjunction with other interventions aimed at reducing risk, such as decision aids or behaviour
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change programs. The quality of the studies was assessed using the Jadad scale, by two reviewers independently.
Results: The electronic search produced 2617 references once duplicates were removed. One hundred and ninety six were selected by title, of which 39 were selected for full text reading, being finally included 11 references relating to 10 studies. After adding the references identified by manual search, 23 references were finally included, referring to 19 RCTs (seven of them were clusters RCTs). The included studies show mixed effects on cardiovascular risk reduction, with about half of the studies obtaining statistically significant effects for intervention in risk communication. These effects were of low intensity, but given the prevalence of CVD they must be considered relevant from the standpoint of public health. Regarding risk factors, the most consistent finding has been found in the reduction of blood lipid levels, but effects were also of low intensity. For the remaining outcomes (blood pressure, BMI, risk perception, beginning and / or adherence to medical therapy, changes in lifestyle and variables related to decision making, emotional reactions) the results are inconsistent or insufficient.
Conclusions: Interventions in cardiovascular risk communication show inconsistent results. In about half of the evaluated studies there have been small intensity reductions in cardiovascular risk and blood pressure levels, and 70% of interventions have obtained statistically significant reductions in levels of low density lipoproteins. These results should be restricted to primary prevention interventions, and seem more intense in participants with higher baseline risk. There have been no negative effects on health outcomes, not on emotional responses or decision-making processes of the participants.
Discussed effects were accompanied by changes in lifestyle (mainly in food and in a lesser extent on tobacco consumption), although these results also were inconsistent or insufficient. In general, interventions do not seem to produce significant results on the initiation or modification of drug treatment, nor on adherence to treatment. There is no evidence that the intensity of educational or counselling interventions on changes in life style affects the occurrence or intensity of significant results. In summary, the results obtained, although not a strong evidence suggest that personalized cardiovascular risk communication can produce positive effects in reducing the risk, at least in people without
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diagnosed CVD and especially in those at high risk. However, more research is needed to conclude to what extent these positive effects are due solely to the assessment process and risk communication, or to the implementation of additional educational or counselling interventions on changes in lifestyle, and to the intensity level of such interventions.
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I. Introducción
En el ámbito de la salud, la comunicación de riesgos se define como el proceso de intercambio de información y opiniones sobre los riesgos de una intervención médica, facilitando una mejor comprensión por parte del paciente y una mejor toma de decisiones sobre su salud. Este proceso comunicativo tiene lugar en un contexto de incertidumbre sobre el resultado de las intervenciones médicas que involucra tres dimensiones diferentes pero relacionadas [1]: incertidumbre profesional colectiva, que se intenta reducir mediante la investigación médica; incertidumbre profesional individual, que se intenta reducir mediante la educación profesional y el apoyo a la decisión; y la incertidumbre estocástica, referida al inevitable carácter indeterminado de los efectos negativos asociados a las técnicas diagnósticas o los tratamientos médicos. Este último tipo de incertidumbre es el que se intenta compensar mediante la comunicación de riesgos, de modo que la toma de decisiones clínicas se optimice en la medida de lo posible.
Sin embargo, aunque la información médica está cada vez más disponible para los usuarios, a menudo se trata de información incompleta o inadecuada [2]. Por ello, se han propuesto varios principios que puedan aplicarse a nivel individual o poblacional, de modo que se mejore la calidad de la comunicación en general [3]: asegurar la credibilidad de la fuente, ser explícito sobre el proceso clínico, intereses contrapuestos y experiencia previa, entender las preocupaciones o valores de los pacientes, fomentar la confianza, y maximizar la claridad del mensaje.
La justificación para mejorar los procesos de comunicación de riesgos se basa en un deseo de promover cambios conductuales dirigidos a la reducción de dichos riesgos, de modo que se obtengan ganancias para el paciente y el sistema de salud [4,5]. Otros autores, sin embargo, prefieren justificar la comunicación de riesgos dentro de un contexto de toma de decisiones médicas informada, basada en los principios éticos de autonomía, justicia y veracidad [4,6].
Uno de los tópicos más tratados en la investigación sobre comunicación de riesgos se refiere al riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV, incluyendo los accidentes cerebrovasculares). Las ECV son la principal causa de muerte en el mundo [7,8]. La investigación médica ha establecido una serie de factores de riesgo para el desarrollo de dichas enfermedades, entre los
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que se encuentran los niveles de lípidos en sangre, la hipertensión, o la presencia de diabetes, así como aquellos factores conductuales modificables como la alimentación, la actividad física o el consumo de tabaco y alcohol [9,10]. Se estima que una reducción efectiva en dichos factores de riesgo disminuiría en un alto porcentaje las muertes producidas por las ECV, por lo que las recomendaciones sanitarias priorizan la puesta en marcha de programas de prevención primaria que fomenten la reducción del riesgo a través de estilos de vida saludables [11-13].
Por tanto, la concienciación de la población sobre la relación entre estilos de vida y riesgo de desarrollar ECV se convierte en un aspecto clave a la hora de prevenir la aparición de dichas enfermedades. Diversos estudios han señalado que las personas no poseen un conocimiento preciso de los factores de riesgo cardiovascular, y que muestran importantes sesgos a la hora de estimar su propio riesgo cardiovascular, ya sea por sobreestimación o infraestimación de dicho riesgo [14-18]. Este hecho se ve acentuado por el carácter en general asintomático de estas enfermedades, cuya manifestación visible (en forma de eventos como el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular) tiene lugar mucho tiempo después de que hayan comenzado los procesos fisiológicos subyacentes. En este contexto, la comunicación de riesgos al paciente se convierte en la piedra angular para una prevención efectiva de la aparición de ECV.
En las últimas décadas se han desarrollado lo que se conoce como calculadoras de riesgo, modelos matemáticos que tienen como objetivo establecer un índice global personalizado de riesgo para un intervalo temporal determinado, a partir de los valores mostrados por la población en los factores de riesgo ya comentados. Se han llevado a cabo diversos estudios para validar y calibrar estos instrumentos [19-23], de modo que los médicos dispongan de herramientas sencillas y precisas para determinar el riesgo cardiovascular de sus pacientes, así como para comunicar dicho riesgo de una forma clara y comprensible.
Recientemente se han publicado varias revisiones de la literatura científica sobre los efectos de la comunicación de riesgo cardiovascular. Sheridan et al. [24], sobre la comunicación de riesgo de enfermedad coronaria, concluye que las intervenciones que proporcionan a los pacientes un índice global personalizado de su riesgo producen una mejoría moderada en la precisión de la percepción del riesgo por parte de aquellos, así como un incremento en la intención de iniciar conductas preventivas. Sin embargo, los efectos de estas intervenciones sobre los resultados clínicos son menos claros, y parecen depender de la
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intensidad de las intervenciones que acompañan a la comunicación de riesgos, pues lo habitual es que esta no se implemente aisladamente, sino como componente de un programa más amplio sobre promoción de estilos de vida saludables.
Por otra parte, varios estudios han analizado qué formatos de presentación son los más adecuados para comunicar el riesgo a los pacientes. En el caso del riesgo cardiovascular, la revisión de Waldron et al., [25] encuentra pocos estudios donde la intervención proporcione a los pacientes su índice real de riesgo, siendo más frecuente los estudios donde se presentan perfiles hipotéticos de riesgo. De forma, tentativa, debido a la limitación de estudios encontrados, concluye que la presentación del riesgo cardiovascular en forma de frecuencias o porcentajes, usando representaciones gráficas e intervalos de tiempo cortos, son mejores para lograr la reducción del riesgo a través del cambio conductual.
El objetivo de esta revisión ha sido identificar estudios primarios que analicen la efectividad de las estrategias de comunicación de riesgo cardiovascular a pacientes o población general, así como conocer y analizar la percepción de riesgo que tienen los individuos en relación con la información que reciben sobre los riesgos asociados a sus condiciones médicas y su impacto sobre el proceso de comunicación y toma de decisiones.
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II. Metodología
II.1. Diseño Revisión sistemática (RS) sobre la efectividad de las estrategias de comunicación de riesgo cardiovascular.
Para cumplir con los objetivos de esta RS se desarrolló un protocolo detallado, que describe las siguientes etapas del proceso: 1) definición de los criterios de selección (criterios de inclusión y de exclusión), 2) búsqueda de los artículos relevantes que han sido publicados, 3) selección de los títulos y abstracts que cumplan los criterios de selección, 4) revisión de los artículos completos que representan los estudios potencialmente seleccionados, 5) evaluación crítica de la calidad de los estudios seleccionados y la extracción de los datos de interés, y 6) análisis y síntesis de los datos.
II.2. Criterios de selección de los estudios de la revisión
II.2.1. Tipo de estudios Se incluyen estudios cuantitativos con al menos un grupo de comparación: Ensayos Controlados Aleatorizados (ECA), Estudios de Cohortes (ECO), otros Estudios Comparativos (EC).
II.2.2. Tipo de participantes
Se incluyen estudios con personas adultas, ya sean pacientes o población general, independientemente de su nivel de riesgo cardiovascular o de que hayan sido diagnosticados previamente de ECV.
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II.2.3. Tipo de intervención
Se incluyen estudios comparativos que evalúen intervenciones consistentes en comunicar el riesgo cardiovascular de forma personalizada, ya sea aisladamente o en conjunción con otro tipo de intervenciones destinadas a la reducción del riesgo, como herramientas de ayuda para la decisión o programas de cambio conductual. Se excluyen los estudios en los que el riesgo se evalúa de forma hipotética, o en los que ambos grupos reciben la comunicación personalizada del riesgo y se comparan diferentes programas de reducción de riesgo.
II.2.4. Tipo de medidas de resultado
Las principales medidas de resultado que se consideran incluyen: percepción, comprensión o recuerdo del riesgo por parte de los pacientes, riesgo real predicho tras la intervención, ocurrencia de eventos cardio y cerebrovasculares (p.e., angina, infarto de miocardio, ictus), medidas fisiológicas, y conductas de reducción del riesgo (elección y/o inicio de terapia, adherencia, cambios de estilo de vida).
Además se han considerado otras medidas de resultado de interés: reacciones emocionales, variables relacionadas con el proceso de decisión (conflicto decisional, estado de la toma de decisiones, arrepentimiento sobre la decisión tomada), satisfacción con el proceso de comunicación o la toma de decisiones, autoeficacia.
II.3. Estrategia de búsqueda, selección de los estudios, recogida de datos Se consultaron las siguientes bases de datos electrónicas (hasta Junio de 2010): MEDLINE (desde 1950), EMBASE (desde 1980), PsychInfo (desde 1887), CINAHL (desde 1981), y Cochrane (desde 1800). La estrategia de búsqueda se hace explícita en el Anexo I.
El proceso de selección se realizó por dos revisores de forma independiente y en caso de duda y/o desacuerdos entre los dos revisores se acudió a un tercer revisor, que comprobó los criterios del protocolo e intentó llegar a un consenso con los otros dos revisores para la selección del estudio.
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La selección inicial de los estudios se realizó a partir de los abstracts recuperados de las bases de datos según los criterios de inclusión-exclusión antes citados y previa valoración de la relevancia para esta revisión. A continuación, se recuperaron las publicaciones completas, incluyendo todas aquellas en las que su elegibilidad no se podía determinar por el abstract, y volviendo a comprobar la concordancia con los criterios de la revisión.
Una vez seleccionados los artículos, se extrajeron posibles referencias de interés (nacional e internacional). Además se intentó contactar con los autores con mayor actividad en éste área para solicitarles otras posibles referencias publicadas.
II.4. Evaluación critica de la calidad de los estudios
La valoración de la calidad de los estudios fue realizada por dos revisores de forma independiente. En caso de duda y/o desacuerdo entre los dos revisores se procedió a resolverlas comprobando inicialmente los criterios del protocolo y posteriormente por consenso. La calidad de los estudios se evaluó utilizando la Escala de Jadad1 [26]. Esta es una escala que evalúa los estudios con puntuaciones que oscilan entre 0 y 5 puntos a partir de tres criterios: i) la aleatorización, ii) el enmascaramiento o cegamiento, y iii) el control de las pérdidas en el seguimiento.
El método de puntuación consiste en asignar un punto cuando se cumple el criterio y cero puntos cuando no se cumple, además, se da un punto adicional (bonificación) cuando se describe el método de aleatorización y además este es adecuado, y un punto mas cuando se describe el método de enmascaramiento (del paciente y del investigador) y además este es adecuado. Se resta un punto si el método de aleatorización se describe pero es inadecuado y un punto si se describe el método de enmascaramiento pero es inadecuado. El ocultamiento de la asignación ofrece una evaluación de la buena ejecución del esquema de asignación. Los artículos obtenidos en la búsqueda de la literatura científica fueron valorados críticamente en función de los grados de calidad y evidencia, con el objeto de
1 ANEXO 2. Escala de Jadad
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seleccionar aquellos de valor científico que cumplían con los criterios de inclusión y exclusión2.
II.5. Extracción y síntesis de datos
Una vez identificadas las referencias que cumplían con los criterios de inclusión, se realizó la extracción de los datos (se dispuso de una hoja/ficha de extracción de datos para los diferentes estudios)3. Posteriormente se clasificó la información en tablas de evidencia siguiendo el protocolo estandarizado.
En el protocolo estándar se contempló tanto la información general sobre el estudio, como la información específica sobre las características del estudio, y las medidas utilizadas para valorar los resultados. Para cada artículo, se tuvieron en cuenta las siguientes características:
- el autor de la publicación, - el país de origen del estudio, - características de la muestra, - diseño y metodología del estudio, - programa de intervención evaluado, - la descripción del programa de intervención, - resultados y conclusiones.
En el análisis de los datos se consideró, especialmente, cuáles eran los contextos sanitarios, sociales y culturales en los que se obtuvieron resultados tras la aplicación de la tecnología sanitaria revisada.
2 ANEXO 3. Niveles y Grados de evidencia
3 ANEXO 4. Hoja/ficha de extracción de datos
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III. Resultados
La búsqueda electrónica produjo 4760 referencias, que tras la eliminación de duplicados quedaron en 2617. A partir del título se seleccionaron 196, y tras la lectura del abstract fueron seleccionadas 39 para revisar a texto completo (dos de ellas se seleccionaron al no disponer del abstract).
Una vez revisados los artículos a texto completo, fueron finalmente incluidos 11 artículos referidos a diez estudios (Benner 2008; Christensen 2004; Fernandez 2009; Grover 2007; Koelewijn-van Loon 2009, 2010; Krones 2008; Man-Son-Hing 1999; Mann 2009; van Steenkiste 2007; Weymiller 2007). De los 28 artículos excluidos en esta fase, doce comunicaban un perfil hipotético de riesgo, siete no utilizaron grupo de comparación, tres no ofrecían al participante un índice de riesgo personalizado, tres presentaban el índice de riesgo a ambos grupos, dos eran reseñas de congresos y uno un artículo teórico.
Tras la búsqueda manual en las listas de referencias se seleccionaron otros 10 artículos, referidos a nueve estudios (Emmett 2005; Family Heart Study Group 1994; Hanlon 1995; Lowensteyn 1998; Montgomery 2003; OXCHECK Study 1995; Sheridan 2006; Turnbull 2006; Williams 2006; Wister 2007), más 2 artículos (Engberg 2002; Grover 2009) que aportaban datos adicionales sobre dos estudios identificados en la búsqueda electrónica (Christensen 2004 y Grover 2007, respectivamente).
En el Anexo 5 y 6 se listan las referencias de los estudios incluidos y excluidos respectivamente.
III.1. Características de los estudios incluidos
En la tabla 1 pueden verse las características de los estudios incluidos. Cuatro estudios se realizaron en el Reino Unido (Family Heart Study Group 1994; Hanlon 1995; Montgomery 2003, Emmett 2005, OXCHECK Study 1995), cuatro en los EE.UU. (Mann 2009; Sheridan 2006; Weymiller 2007; Williams 2006), tres en Canadá (Grover 2007, 2009; Lowensteyn 1998; Wister 2007), dos en Australia (Fernandez 2009; Turnbull 2006), dos en Países Bajos (Koelewijn-van Loon 2009, 2010; van Steenkiste 2007), uno en Alemania (Krones 2008), uno en Dinamarca
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(Engberg 2002, Christensen 2004), uno en EE.UU. y Canadá (Man-Son-Hing 1999), y uno en varios países europeos (Benner 2008).
En cuanto al diseño, todos los estudios son ensayos controlados aleatorizados, siete de ellos por conglomerados, donde la unidad de aleatorización fueron los médicos o los centros de salud (Benner 2008; Koelewijn-van Loon 2009, 2010; Krones 2008; Lowensteyn 1998; Turnbull 2006; van Steenkiste 2007; Weymiller 2007).
Los tamaños muestrales más pequeños corresponden a los estudios de Fernandez (2009) (n=51), Sheridan (2006) (n=87) y Weymiller (2007) (n=98). Siete estudios tienen más de mil participantes, destacando los estudios Family Heart (1994) (n=12.472) y OXCHECK (1995) (n=11.090). La edad media de los participantes oscila entre 40,5 (Engberg 2002, Christensen 2004) y 64,9 (Weymiller 2007) y el porcentaje de hombres entre 26,7% (Mann 2009) y 86% (Benner 2008).
En general, todas las intervenciones identificadas consisten en programas multicomponente, donde la evaluación y comunicación del riesgo cardiovascular se integra en un programa de intervención donde se incluyen consultas de apoyo, orientación o motivación para reducir dicho riesgo mediante terapia farmacológica o cambios en el estilo de vida. Aparte de las consultas médicas o las llamadas telefónicas de seguimiento, se utilizan diversos materiales de apoyo en formato escrito, visual o audiovisual, tanto para la comunicación del riesgo como para la educación u orientación en los cambios de estilo de vida requeridos.
En varios estudios se realiza una intervención previa con médicos o enfermeras para instruirles en el cálculo y comunicación del riesgo, o en el uso de herramientas de ayuda para la decisión. En algunos casos, la evaluación y comunicación del riesgo se produce en sucesivos puntos temporales, de modo que el paciente y el médico pueden discutir los cambios obtenidos. Los períodos de seguimiento van desde la medición inmediata de los resultados de interés, hasta los cinco años de seguimiento (Engberg 2002, Christensen 2004). En cuanto a la evaluación de la calidad metodológica de los estudios, ningún ensayo pudo utilizar una técnica de “doble ciego” debido a la imposibilidad de cegar a los participantes en este tipo de estudios, por lo que no se obtuvieron puntuaciones en el apartado de cegamiento, siendo la puntuación máxima a obtener por cada ECA de 3 puntos.
Diez estudios consiguen la máxima puntuación, mientras que ocho obtienen 2 puntos (no informan del método de aleatorización), y en uno tan solo se obtiene 1 punto (Mann 2009), al no informar sobre las pérdidas en el seguimiento.
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Tabla 1. Características de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA)
ESTUDIO DISEÑO N RIESGO Y
MÉTODO DE CÁLCULO
INTERVENCIÓN CONTROL SEGUIMIENTO VARIABLES
DEPENDIENTES CALIDAD
Benner 2008
(Europa) ECAc
1103 pacientes en
riesgo (Framingham-
10 años >10%) sin
diabetes ni
enfermedad
coronaria
Edad media=56,8
años
86% hombres
Infarto de
miocardio o
enfermedad
coronaria-10 años
Framingham
Heart Study
Entrenamiento a los médicos:
Evaluación y comunicación
del riesgo
Comunicación y discusión
con el paciente (1 consulta).
Tres sesiones educativas
mediante llamadas telefónicas
Tratamiento
usual
6 meses Riesgo
Riesgo modificable
Medidas fisiológicas
Pérdida de peso
Consumo de tabaco
Efectos adversos
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
Engberg 2002
Christensen
2004
(Dinamarca)
ECA 1504 población
general
Edad media=40,5
años
48,6% hombres
Cardiovascular
Modelo aritmético
simple (adición de
factores de
riesgo)
G1: Revisión médica
(evaluación del riesgo),
comunicación del riesgo
G2: Revisión médica
(evaluación del riesgo),
comunicación del riesgo, más
una consulta anual de
discusión
Tratamiento
usual
5 años Riesgo
Medidas fisiológicas
IMC
Consumo de tabaco
Estrés psicológico
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
Family Heart
Study Group
1994
(Reino Unido)
ECA 12472 población
general
Edad media=50,5
años
59,8% hombres
Coronario-10
años
Dundee Risk
Score
Evaluación y comunicación
del riesgo
Orientación sobre estilo de
vida saludable
Tratamiento
usual
1 año Riesgo
Medidas fisiológicas
Peso
Consumo de tabaco
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 30
Tabla 1. Características de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA)
ESTUDIO DISEÑO N RIESGO Y
MÉTODO DE CÁLCULO
INTERVENCIÓN CONTROL SEGUIMIENTO VARIABLES
DEPENDIENTES CALIDAD
Fernandez
2009 (Australia)
ECA 51 pacientes con
ACS y al menos un
factor de riesgo
Edad media=56,8
años
78,4% hombres
Mortalidad-5 años
Enfermedad
coronaria
Framingham
Heart Study
Multicomponente:
Establecimiento de objetivos,
biblioterapia, comunicación
del riesgo, implicación del
médico, llamadas telefónicas
de apoyo, diario de salud
Tratamiento
usual
8 semanas Eventos coronarios
Medidas fisiológicas
Medidas
antropométricas
Estilo de vida
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
Grover 2007,
2009
(Canadá)
ECA 3053 pacientes con
diabetes o
enfermedad
cardiovascular, o en
riesgo (Framingham-
10 años >10%)
Edad media=56,3
años
68,5% hombres
Coronario-10
años
Framingham
Heart Study
Evaluación, comunicación y
discusión del riesgo en cuatro
puntos temporales
Tratamiento
usual
12 meses Riesgo
Medidas fisiológicas
Inicio o intensificación
del tratamiento
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
Hanlon 1995
(Escocia)
ECA 1731 trabajadores
Coronario-10
años
Dundee Risk
Score
Evaluación y comunicación
del riesgo y el nivel de
colesterol. Una consulta de
discusión
Tratamiento
usual
5 meses Riesgo
Medidas fisiológicas
Estilo de vida
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
31
Tabla 1. Características de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA)
ESTUDIO DISEÑO N RIESGO Y
MÉTODO DE CÁLCULO
INTERVENCIÓN CONTROL SEGUIMIENTO VARIABLES
DEPENDIENTES CALIDAD
Koelewijn-van
Loon
2009, 2010
(Países Bajos)
ECAc 615 pacientes con al
menos un factor de
riesgo
Edad media=57
años
44,8% hombres
Cardiovascular-10
años
Dutch Guideline
for CVRM (no
diabéticos)
UKPDS risk
engine
(diabéticos)
Entrenamiento al personal de
enfermería:
- comunicación del riesgo
- uso de herramienta de
apoyo a la decisión
- entrevista motivacional
Tratamiento
usual
12 semanas Riesgo
Medidas fisiológicas
Percepción del riesgo
Estilo de vida
Ansiedad
Satisfacción
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
Krones 2008
(Alemania)
ECAc 1132 pacientes de
médico de familia
Edad media=58,8
años
43,8% hombres
Cardiovascular-10
años
Framingham
Heart Study
Entrenamiento a los médicos
en el uso de una HATD para
pacientes:
Acuerdo en los objetivos,
explorar riesgo subjetivo,
calcular y comunicar riesgo
objetivo, presentar opciones
preventivas, discutir pros y
contras, acuerdo sobre el
curso a seguir
Tratamiento
usual
24 semanas Participación del
paciente
Estado de la toma de
decisiones
Conocimiento
Arrepentimiento de la
decisión
Riesgo
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
Lowenstein
1998
(Canadá)
ECAc 958 pacientes de
atención primaria sin
enfermedad
cardiovascular
Edad media= 50,5
años
64,8% hombres
Coronario-8 años
Framingham
Heart Study
Comunicación del riesgo Tratamiento
usual
12 semanas Riesgo
Medidas fisiológicas y
antropométricas
Consumo de tabaco
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
Man-Son-Hing
1999
ECA 287 pacientes con
fibrilación auricular
Ictus-2 años
HATD sobre el ictus
(cuadernillo, disco de audio,
Tratamiento
usual
1-4 días
6 meses (elección
Conocimiento
Percepción del riesgo
PT= 3
(A = 2;
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 32
Tabla 1. Características de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA)
ESTUDIO DISEÑO N RIESGO Y
MÉTODO DE CÁLCULO
INTERVENCIÓN CONTROL SEGUIMIENTO VARIABLES
DEPENDIENTES CALIDAD
(Norteamérica)
Edad media=66
años
76% hombres
Derivado del
SPAF III study
hoja de trabajo personal) de terapia y
adherencia)
Satisfacción
Conflicto decisional
Elección de terapia
Adherencia
S = 1)
Mann 2009
(EE.UU.)
ECA 150 pacientes con
diabetes tipo-2
Edad media=58
años
26,7% hombres
Coronario
UKPDS risk
engine
HATD: evaluación y
comunicación del riesgo (real,
con estatinas, y sin estatinas),
efectos secundarios de la
toma de estatinas
Folleto educativo Inmediato
6 meses (para toma
de estatinas)
Conflicto decisional
Conocimiento
Percepción del riesgo
Elección de estatinas
Adherencia
PT= 1
(A = 1;
S = 0)
Montgomery
2003
Emmett 2005
(Reino Unido)
ECA
factorial
217 pacientes con
presión sanguínea
alta, pero que aun
no reciben
medicación
antihipertensiva
Edad media=
58,5 años
52,1% hombres
Cardiovascular-10
años
Framingham
Heart Study
G1: Comunicación del riesgo
+ análisis de la decisión +
video/cuadernillo
G2: Comunicación del riesgo
+ análisis de la decisión
1) Video
/ cuadernillo
2) Tratamiento
usual
3 meses
3 años (para riesgo
y presión
sanguínea)
Conflicto decisional
Ansiedad estado
Intención de empezar
terapia
Comienzo de terapia
Conocimiento sobre
hipertensión
Riesgo
Presión sanguínea
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
OXCHECK
Study 1995
(Reino Unido)
ECA 11090 pacientes de
atención primaria
Edad media= 49,4
años
44,5% hombres
Cardiovascular
No calculadora
formal
Revisión médica
Comunicación del riesgo
Asesoramiento en reducción
del riesgo
Tratamiento
usual
3 años Riesgo
Medidas fisiológicas y
antropométricas
Estilos de vida
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
33
Tabla 1. Características de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA)
ESTUDIO DISEÑO N RIESGO Y
MÉTODO DE CÁLCULO
INTERVENCIÓN CONTROL SEGUIMIENTO VARIABLES
DEPENDIENTES CALIDAD
Sheridan 2006
(EE.UU.)
ECA 87 pacientes sin
historia previa de
enfermedad
cardiovascular
Edad media=53
años
41% de hombres
Coronario-10
años
Framingham
Heart Study
HATD computarizada:
Evaluación y comunicación
del riesgo, pros y contras de
las terapias pertinentes,
reducción potencial del
riesgo, motivación
Lista de factores
de riesgo
Inmediato (sólo GI)
6 meses
Tener un plan
específico para
reducir el riesgo
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
Turnbull 2006
(Australia)
ECAc 371 pacientes con
hipertensión
Edad media=59,4
años
38,5% hombres
Cardiovascular-6
años
Multiple Risk
Factor
Intervention Trial
Con los médicos: evaluación
del riesgo, apoyo
Con los pacientes:
evaluación y comunicación
del riesgo, consulta
terapéutica no-farmacológica
Tratamiento
usual
1 año Riesgo
Presión sanguínea
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
van Steenkiste
2007 (Países
Bajos)
ECAc 490 pacientes sin
enfermedad
cardiovascular
Edad media=54
años
44,9% de hombres
Cardiovascular-10
años
Dutch Guideline
for CVRM
Entrenamiento a los médicos
en tablas de riesgo y HATD
Evaluación, comunicación y
discusión del riesgo
Material
educativo
8 meses Percepción del riesgo
Ansiedad
Estilo de vida
Autoeficacia
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 34
Tabla 1. Características de los ensayos clínicos aleatorizados (ECA)
ESTUDIO DISEÑO N RIESGO Y
MÉTODO DE CÁLCULO
INTERVENCIÓN CONTROL SEGUIMIENTO VARIABLES
DEPENDIENTES CALIDAD
Weymiller 2007
(EE.UU.)
ECAc 98 pacientes con
diabetes tipo-2
Edad media=64,9
años
57,1% de hombres
Ataque al
corazón-10 años
UKPDS risk
engine
HATD: evaluación y
comunicación del riesgo (real,
con estatinas, y sin estatinas),
efectos secundarios de la
toma de estatinas
Folleto educativo Inmediato
3 meses (para toma
de estatinas)
Aceptabilidad
Conflicto decisional
Conocimiento
Percepción del riesgo
Elección de estatinas
Adherencia
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
Williams 2006
(EE.UU.)
ECA 1006 fumadores
Edad media=45,5
años
36,1% hombres
Cardiovascular-10
años
Framingham
Heart Study
Evaluación y comunicación
del riesgo
Orientación y apoyo para
dejar de fumar
Cuadernillo
educativo sobre
el colesterol y
programas para
dejar de fumar
18 meses Colesterol
Consumo de tabaco
Dieta
PT= 2
(A = 1;
S = 1)
Wister 2007
(Canadá)
ECA 611 pacientes en
riesgo (Framingham-
10 años >10%) o
con EAC
Edad media=56,1
54,8% hombres
Cardiovascular-10
años
Framingham
Heart Study
Evaluación y comunicación
del riesgo
Sistema telemático de ayuda
al auto-cuidado
Tratamiento
usual
1 año Riesgo
Medidas fisiológicas y
antropométricas
Estilos de vida
PT= 3
(A = 2;
S = 1)
CVRM: Cardiovascular Risk Management; ECA: Ensayo Controlado Aleatorizado; ECAc: Ensayo Controlado Aleatorizado por conglomerados; GI: Grupo de intervención; HATD: Herramienta de Ayuda para la Toma de Decisiones; IMC: Índice de masa corporal; UKPDS: United Kingdom Prospective Diabetes Study
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
35
III.2. Resultados obtenidos
A continuación se ofrecen los resultados obtenidos en las variables de interés. El único estudio que ofreció datos sobre la ocurrencia de eventos cardiovasculares (angina, infarto, cirugía de revascularización coronaria) fue el Family Heart Study (1994), que observó al año de seguimiento tasas de ocurrencia muy similares para ambos grupos.
III.2.1. Percepción del riesgo
Cinco estudios analizaron el efecto de la intervención sobre la percepción del riesgo de los pacientes. Tres de ellos obtuvieron diferencias significativas a favor del grupo de intervención: Mann (2009) y Weymiller (2007), utilizando la misma herramienta de ayuda para la toma de decisiones (HATD) sobre la toma de estatinas en pacientes con diabetes, y Man-Son-Hing (1999) con una herramienta de formato similar para informar de la reducción del riesgo de ictus con aspirina o warfarina. Los otros dos estudios, que a su vez también utilizaron la misma HATD, no encontraron diferencias entre grupos, ni en la percepción del riesgo cardiovascular a diez años, ni en el grado en que dicha percepción se ajusta al riesgo real (Koelewijn-van Loon 2010, van Steenkiste 2007).
III.2.2. Riesgo predicho
Once estudios volvieron a calcular en el seguimiento el nivel global de riesgo. Seis de ellos obtuvieron valores significativamente menores para el grupo de intervención (Benner 2008; Engberg 2002; Family Heart Study 1994; Lowensteyn 1998; Grover 2007; Wister 2007, los dos últimos sólo en los participantes sin enfermedad coronaria activa), con diferencias intergrupo en la reducción del riesgo absoluto entre 0,2%-2% en los estudios que utilizan la calculadora Framingham, en seguimientos que van desde 6 meses a 5 años. El resto de estudios no obtuvo diferencias entre grupos (Emmett 2005; Hanlon 1995; Koelewijn-van Loon 2009; Krones 2008; Turnbull 2006)
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 36
III.2.3. Elección de tratamiento y adherencia
En general, se encontraron efectos poco consistentes de las intervenciones sobre el inicio y/o adherencia al tratamiento farmacológico. Williams (2006) obtuvo más personas en el grupo de intervención que tomaban medicación, y que lo hacían durante más días. Mann (2009) encontró un mayor número de participantes en el grupo de intervención que iniciaron el tratamiento durante el seguimiento, pero no en la adherencia autoinformada. Weymiller (2007) con la misma HATD, obtiene el resultado contrario, pues no encontró diferencias a los tres meses en el número de personas que habían elegido el tratamiento con estatinas, aunque sí observó más personas en el grupo control que declararon haber olvidado una dosis o más durante la última semana. Man-Son-Hing (1999) observó más personas en el grupo de intervención que inmediatamente tras la intervención hacían elecciones definitivas sobre la terapia anti-trombótica, pero no obtuvo diferencias en el porcentaje de personas que, a los seis meses, mantenían el tratamiento elegido. Benner (2008), Emmett (2005) y Engberg (2002) no observaron diferencias en la prescripción de medicación (la diferencia, a favor del grupo de intervención, se queda en el límite de la significación estadística en el caso de Benner 2008), así como la adherencia autoinformada en el caso de Emmett (2005). Sheridan (2006) no encontró diferencias entre grupos en el número de personas que dijeron haber hablado con el médico sobre la reducción del riesgo, o que tenían un plan de tratamiento. Grover (2009) observó, entre aquellos que requerían tratamiento anti-hipertensivo, resultados significativamente favorables al grupo de intervención en cuanto a iniciar o modificar dicho tratamiento.
III.2.4. Estilo de vida Seis estudios ofrecen datos sobre alimentación. Encuentran diferencias significativas a favor de la intervención: Wister (2007), en un índice autoinformado de alimentación correcta, Hanlon (1995) en consumo de frutas, vegetales y grasas, el estudio OXCHECK (1995) en consumo de grasas, y Fernandez (2009) en consumo de frutas, pero no de verduras y grasas. Koelewijn-van Loon (2009, 2010), no obtuvo diferencias significativas en consumo de frutas, vegetales y grasas, ni Williams (2006) en el porcentaje de calorías provenientes de grasas.
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
37
Benner (2008) y Williams (2006) observaron un mayor número de personas que han dejado de fumar en los grupos de intervención. El estudio Family Heart (1994) también obtuvo un mejor resultado en el grupo de intervención, aunque los autores son cautelosos en su interpretación debido a posibles sesgos metodológicos. El estudio OXCHECK (1995) encontró una diferencia significativa en el grupo de intervención, que desaparece cuando el análisis se realiza por intención de tratar. Fernandez (2009), Hanlon (1995), Lowenstein (1998), Koelewijn-van Loon (2009, 2010) y van Steenkiste (2007) no obtuvieron diferencias significativas. Los dos últimos autores, además del estudio OXCHECK (1995), también evaluaron el consumo de alcohol y tampoco encuentran diferencias entre grupos.
De los seis estudios que evaluaron (siempre de forma autoinformada) algún tipo de ejercicio o actividad física (Fernandez 2009, Hanlon 1995, Koelewijn-van Loon 2009, 2010, Wister 2007, OXCHECK Study 1995, van Steenkiste 2007) sólo los dos últimos obtuvieron resultados significativamente favorables al grupo de intervención.
III.2.5. Medidas fisiológicas y antropométricas
Once estudios han evaluado los niveles de colesterol de los participantes. Ocho de ellos han encontrado diferencias favorables a los grupos de intervención en el nivel total de colesterol y/o en los niveles de lipoproteínas de baja densidad (Engberg 2002, Family Heart Study 1994, Hanlon 1995, Lowensteyn 1998, OXCHECK Study 1995, Grover 2007, Williams 2006, Wister 2007, este último sólo en personas sin enfermedad cardiovascular diagnosticada), con diferencias en la reducción de dichos niveles que oscilan entre 0,1 y 0,27 mmol/l. Benner (2008) obtiene una diferencia en la reducción de lipoproteínas de baja densidad de 0,1 mmol/l, que se queda en el límite de la significación estadística; sin embargo, encuentra una diferencia favorable al grupo de intervención en el porcentaje de personas que alcanzan los objetivos establecidos en la reducción de dichos niveles de lipoproteínas, si bien se trataba de objetivos modestos. Fernandez (2009) obtiene la diferencia de mayor magnitud en la reducción del nivel total de colesterol (0,3 mmol/l), pero al tratarse de una muestra muy pequeña dicha diferencia no resulta significativa, y por otra parte, los niveles tras la intervención se recogieron de forma auto-informada. Los estudios que ofrecen datos sobre los niveles de lipoproteínas de alta densidad (Benner 2008, Grover
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 38
2007, Lowesteyn 1998, Wister 2007) no obtienen diferencias significativas.
En cuanto a la presión sanguínea, Benner (2008), Grover (2007), Wister (2007) y los estudios Family Heart (1994) y OXCHECK (1995) obtuvieron resultados significativamente mejores para los grupos de intervención, con diferencias medias en la reducción de los niveles preintervención entre 0,9-7 mmHg para la presión sistólica y entre 0,2-3 mmHg para la diastólica. Por su parte, Emmett (2005), Engberg (2002), Fernandez (2009), Hanlon (1995), Koelewijn-van Loon (2009), Lowensteyn (1998) y Turnbull (2006) no encontraron diferencias significativas. Este último autor observó a los doce meses un peor resultado en el grupo de intervención en el porcentaje de personas que lograron los objetivos establecidos en cuanto a los niveles de presión sanguínea.
Benner (2008) y el estudio Family Heart (1994) obtuvieron resultados significativamente mejores para los grupos de intervención en la pérdida de peso (diferencias medias en la reducción de peso de 0,79 y 1 Kg, respectivamente). En cuanto al índice de masa corporal, sólo Engberg (2002) encontró un efecto significativo de la intervención, mientras que el resto de estudios no obtuvieron diferencias significativas (Hanlon 1995, Lowensteyn 1998, OXCHECK Study 1995, van Steenkiste 2007, Fernandez 2009, Wister 2007, estos dos últimos tampoco observaron diferencias en obesidad abdominal).
III.2.6. Otras medidas de resultado
Cinco estudios evaluaron variables emocionales. Christensen (2004), con medidas a uno y cinco años, no encontró diferencias en estrés psicológico, al igual que Wister (2007), un año después de la intervención. Koelewijn-van Loon (2010) no observó diferencias en ansiedad, pero sí una mayor convergencia de la ansiedad con el riesgo real en el grupo de intervención, lo que no ocurrió en el estudio de van Steenkiste (2007), que utilizó la misma HATD. Montgomery (2003) tampoco encontró diferencias en ansiedad-estado.
Man-Son-Hing (1999), Montgomery (2003) y Weymiller (2007) observaron un mejor conocimiento sobre la enfermedad y los tratamientos en los grupos de intervención. Krones (2008) y Mann (2009) no encontraron diferencias significativas.
En cuanto a las variables decisionales, Man-Son-Hing (1999), Mann (2009), Montgomery (2003) y Weymiller (2007) observaron una menor
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
39
puntuación de los grupos de intervención en la escala de conflicto decisional o alguna de sus subescalas, y Krones (2008) un menor arrepentimiento con la decisión sobre la opción terapéutica y mayor participación en el proceso de toma de decisiones. Man-Son-Hing (1999) observó más personas que se veían capaces de tomar una decisión sobre el tratamiento inmediatamente después de la intervención.
Koelewijn-van Loon (2009, 2010) encontró una mayor satisfacción con la comunicación del riesgo en el grupo experimental, mientras que Man-Son-Hing (1999) no observó diferencias en la satisfacción con el proceso de interacción con el médico.
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 40
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
Benner 2008
(Europa)
GI mejor
(dm=1,4;
p<0,001)
N.d.s. en
prescripción de
medicación
GI mejor en personas
que dejan de fumar
(OR=1,5; p=0,04)
GI mejor en PS (dm=4/1;
p<0,01), en conseguir los
niveles deseados de PS
(OR=1,9; p<0,003) y
colesterol (OR=1,6;
p<0,001), y en pérdida de
peso (dm=0,79; p=0,015)
Engberg 2002
Christensen 2004
(Dinamarca)
GI mejor
(dm=0,6; p<0,01)
N.d.s. en toma
de medicación
para la PS,
cardíaca o
diurética
GI mejor en IMC (dm=0,6;
p<0,05) y colesterol total
(dm=0,14; p<0,05)
N.d.s en PS
N.d.s. en estrés
psicológico
(ansiedad/insomnio,
hipocondría,
disfunción social)
Family Heart Study
Group 1994
(Reino Unido)
GI mejor (16%
menor que el
grupo control)
GI mejor en consumo
de tabaco (OR=0,8;
p<0,001)
GI mejor en colesterol
(dm=0,12; p<0,001), PS
sistólica (dm=7; p<0,001),
disatólica (dm=3; p<0,001)
y peso (dm=1,1; p<0,001)
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
41
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
Fernandez 2009
(Australia)
GI mejor en piezas de
fruta consumidas
(dm=0,7; p=0,032)
N.d.s. en consumo de
verduras, grasas,
tabaco, caminar
N.d.s. en PS, colesterol,
IMC, obesidad abdominal
Grover 2007, 2009
(Canadá)
GI mejor
(dm=0,6;
p<0.001) pero
sólo en aquellos
sin ECV
Entre los que
requerían
tratamiento anti-
hipertensivo (no
aleatorizados), GI
mejor en
comenzar o
modificar
tratamiento
(OR=1,46;
p<0,01)
GI mejor en nivel de
colesterol (dm=0,1; p<0,02)
y en conseguir los niveles
deseados (OR=1,26; 1,04-
1,53), esto último sólo en
aquellos sin ECV.
GI mejor en PS sistólica
(dm=0,9; p<0,005) y
diastólica (dm=0,2; p<0,01)
Hanlon 1995
(Escocia)
N.d.s GI mejor en
porcentaje de
personas en riesgo
que mejoran en
consumo de alcohol
(OR=3,4; p=0,001),
frutas/vegetales
(OR=2,4; p<0,001) y
grasas (OR=4,1;
p<0,001)
GI mejor en colesterol total
(dm=0,13; p=0,02)
N.d.s. en PS, IMC
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 42
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
N.d.s. en consumo de
tabaco, ejercicio
Koelewijn-van Loon
2009, 2010 (Países
Bajos)
N.d.s ni en la
percepción, ni en
la congruencia
riesgo
percibido/riesgo
real
N.d.s. N.d.s. en consumo de
frutas, vegetales,
grasas, tabaco,
alcohol, ni en
actividad física
N.d.s en colesterol ni PS N.d.s en ansiedad
GI mejor en el grado
en que el nivel de
ansiedad responde al
riesgo real (OR=6,03;
p<0,01)
GI mejor en
satisfacción con la
comunicación
(dm=2,5; p<0,01)
N.d.s. en
confianza en la
decisión
Krones 2008
(Alemania)
N.d.s. GI mejor en
participación y
satisfacción
(dm=0,80; p<0,001)
y arrepentimiento
con la decisión
(dm=3,39; p=0,02)
N.d.s. en
conocimiento
Lowenstein 1998
(Canadá)
GI mejor
(dm=1,4; p<0,01)
N.d.s en consumo de
tabaco
GI mejor en colesterol total
(dm=0,23; p=0,05)
N.d.s. en PS ni IMC
Man-Son-Hing 1999
(Norteamérica)
GI mejor en
estimar riesgo de
En GI más
personas hacían
GI mejor en
conocimiento
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
43
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
ictus, con aspirina
(RR=2,73;
p<0,001), o con
warfarina
(RR=3,09;
p<0.001)
elecciones
definitivas sobre
la terapia
antitrombótica
(RR=1,05;
p=0,02)
N.d.s. en
permanencia con
la terapia elegida
a los 6 meses
relacionado con la
aspirina (RR=1,3;
p<0,001) y la
warfarina (RR=1,23;
p<0,001)
N.d.s. en conflicto
decisional, excepto
subescala
“informed”
(dm=0,21; p<0,05),
ni satisfacción
Mann 2009 (EE.UU.)
En GI , menos
personas
sobreestiman el
riesgo de ataque
al corazón con
(OR=0,3; p<0,05)
y sin estatinas
(OR=0,3; p<0,05),
pero no en la
estimación global
(ni
sobreestimación
ni infraestimación)
GI mejor en inicio
de terapia
(p=0,01)
N.d.s. en
adherencia (a los
6 meses)
GI mejor en las
subescalas
“informed” (dm=6,7;
p=0,02) y “support”
(dm=4,4; p=0,05)
N.d.s. en
conocimiento sobre
estatinas
En GI, mayor
creencia sobre la
necesidad de tomar
estatinas (OR=1,45;
p<0,05)
Montgomery 2003
Emmett 2005
(Reino Unido)
N.d.s. N.d.s. en
intención de
comenzar terapia
N.d.s. en PS N.d.s en ansiedad-
estado
GI mejor en conflicto
decisional (dm=9,4;
p<0,001)
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 44
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
anti-hipertensiva,
ni en
prescripción de
medicación
N.d.s. en
conocimiento
OXCHECK Study
1995
(Reino Unido)
GI mejor en consumo
de grasas (0,63;
p<0.001) y ejercicio
(OR=1,16; p<0,001)
N.d.s. en consumo de
tabaco y alcohol
GI mejor en colesterol
(dm=0,19; p<0.0001), PS
sistólica (dm=2,5;p<0,0001)
y diastólica (dm=1,5;
p<0.0001) e IMC (dm=0,38;
p<0.0001)
Sheridan 2006
(EE.UU.)
N.d.s. en
porcentaje de
personas que
hablan con su
médico sobre
reducción del
riesgo, o que
tienen un plan de
tratamiento
Turnbull 2006
(Australia)
N.d.s.
N.d.s. en PS
GI peor en el porcentaje de
personas que alcanzan los
niveles deseados (OR=0,53;
p<0,05)
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
45
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
van Steenkiste 2007
(Países Bajos)
N.d.s. ni en la
percepción, ni en
la congruencia
riesgo
percibido/riesgo
real
GI mejor en actividad
física
N.d.s. en consumo de
tabaco ni alcohol
N.d.s. en IMC N.d.s. en ansiedad,
ni en el grado en que
el nivel de ansiedad
responde al riesgo
real
Weymiller 2007
(EE.UU.)
GI mejor en
estimar la
reducción del
riesgo absoluto
tomando
estatinas
(OR=6,7; p<0,05)
A los 3 meses,
n.d.s. en
elección de
estatinas
Entre los que
eligieron
estatinas, más
controles habían
olvidado
tomarlas la
última semana
(OR=3,4;
p<0,05)
GI mejor en
conocimiento
(dm=2,4; p<0,05)
N.d.s. en conflicto
decisional, salvo en
la subescala
“informed”
(dm=17,3; p<0,05)
Williams 2006
(EE.UU.)
GI más personas
que toman
medicación
(OR=2,38;
p=0,001) y en
días tomándola
(dm=22,1;
p=0,001)
N.d.s. en calorías
procedentes de las
grasas
GI mejor en 12 meses
de abstinencia de
tabaco (OR=2,67;
p=0,001)
GI (dieta) mejor en colesterol
(dm=0,12; p=0,05)
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 46
Tabla2. Resultados obtenidos en los estudios incluidos
ESTUDIO PERCEPCIÓN DEL RIESGO
REDUCCIÓN DEL RIESGO
INICIO DE TERAPIA Y
ADHERENCIA ESTILO DE VIDA
MEDIDAS FISIOLÓGICAS Y
ANTROPOMÉTRICAS
MEDIDAS EMOCIONALES
OTRAS MEDIDAS DE RESULTADO
Wister 2007
(Canadá)
GI mejor pero
sólo en aquellos
sin ECV (dm=1,8;
p<0,01)
GI mejor en
alimentación
(dm=0,35; p<0,01)
pero sólo en aquellos
sin ECV
N.d.s. en actividad
física, IMC,
circunferencia
abdominal
GI mejor en colesterol total
(dm=0,27; p<0,05) y PS
dm=3,91; p<0,05) pero sólo
en aquellos sin ECV
N.d.s. en estrés
percibido
GI mejor (dm=0,16;
p<0,05) en
autoconfianza en el
autocuidado, pero
sólo en aquellos sin
ECV
Dm: diferencia de medias; ECV: Enfermedad cardiovascular; GI: Grupo de intervención; IMC: Índice de masa corporal; N.d.s.: no existen diferencias significativas; OR: Odds ratio; PS: Presión sanguínea; RR: riesgo relativo Los valores referidos al colesterol se ofrecen en milimoles/litro; los referidos a presión sanguínea, en milímetros de mercurio
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
47
IV. Discusión
El proceso de comunicación de riesgos es un elemento central de la atención centrada en el paciente y la toma de decisiones compartida. En dicho proceso, el profesional sanitario traslada al paciente los hechos avalados por el conocimiento científico acerca de los riesgos asociados a una condición médica específica y/o una intervención destinada a diagnosticar o tratar el problema médico en cuestión, de modo que el paciente cuente con la información necesaria para iniciar el proceso de la toma de decisiones sobre su salud. Esta revisión pretende informar de la efectividad de la comunicación del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, destinada a la puesta en práctica de actuaciones dirigidas a la reducción de dicho riesgo.
Los estudios incluidos muestran en general una buena calidad metodológica, con tamaños muestrales grandes en la mayoría de los casos. Se observa una importante heterogeneidad en las intervenciones implementadas, que añaden a la comunicación del riesgo una serie de intervenciones más o menos intensas de tipo educativo u orientador sobre la reducción del riesgo, o integran el componente de comunicación del riesgo en una herramienta de ayuda para la toma de decisiones (HATD). Por tanto, no es posible determinar la contribución específica de la comunicación de riesgos en los resultados obtenidos, aparte de la dificultad de integrar conceptualmente dichos resultados.
En cuanto a las medidas de resultado, los estudios pueden agruparse en dos grupos diferenciados: aquellos que evalúan el efecto de la comunicación del riesgo con HATD sobre la percepción del riesgo de los pacientes y/o variables relacionadas con la toma de decisiones sobre el tratamiento (Koelewijn-van Loon 2009, 2010; Krones 2008; Mann 2009; Man-Son-Hing 1999; Sheridan 2006; van Steenkiste 2007; Weymiller 2007), frente al resto de estudios, de corte más clásico en la medida que se centran en el efecto de la intervención sobre la reducción del riesgo global y/o los factores de riesgo. En ambos casos, como se ha comentado anteriormente, la comunicación del riesgo suele ir acompañada de intervenciones educativas o de asesoramiento.
En cuanto al primer grupo de trabajos, cinco estudios evalúan el efecto de la intervención sobre el riesgo percibido de los pacientes (Koelewijn-van Loon 2009, 2010; Mann 2009; Man-Son-Hing 1999; van Steenkiste 2007; Weymiller 2007). Estos trabajos insertan la comunicación del riesgo en una HATD de formato sencillo que se utiliza
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 48
en interacción con el médico. Los dos primeros autores, usando la misma HATD (aunque diferentes programas de reducción de riesgo) no obtienen diferencias significativas entre grupos. La herramienta “Statin Choice” (usada por Mann 2009 y Weymiller 2007), para la comunicación del riesgo cardiovascular a personas diabéticas y su reducción con la toma de estatinas, sí obtiene resultados significativos, así como la HATD usada por Man-Son-Hing (1999) para la prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular. Estas HATD, así como las usadas por Krones (2008) y Sheridan (2006), parecen en general efectivas para promover cambios favorables en las variables relacionadas con el proceso de toma de decisiones al respecto del tratamiento (elección de tratamiento, conflicto decisional, estado de la toma de decisiones, arrepentimiento, participación). Estos resultados replican los obtenidos en general en la investigación sobre HATD [27,28], que señalan su efectividad en la promoción de cambios cognitivos y aquellos relacionados con la toma de decisiones; sin embargo, los resultados de estos trabajos también sugieren la ausencia de efectos sobre los resultados de salud, por lo que permanece abierta la cuestión de cómo los cambios cognitivos y relacionados con la toma de decisiones se traducen en cambios conductuales consistentes que produzcan mejoras sobre los resultados clínicos.
Para el segundo grupo de estudios, los resultados obtenidos sobre la reducción del riesgo cardiovascular global no son consistentes; en seis de los once estudios que han evaluado esta variable, los grupos de intervención han superado de forma significativa a los grupos de control. En varios estudios, el tratamiento usual también ha producido reducciones significativas del riesgo cardiovascular en comparación con los niveles de línea base. Los efectos obtenidos por las intervenciones de comunicación del riesgo frente a los grupos control son de pequeña intensidad, entre 0,2 y 2%, aunque teniendo en cuenta la alta prevalencia de los problemas cardiovasculares no debe considerarse un efecto sin interés desde una perspectiva de salud pública.
La ausencia de efectos significativos en el resto de estudios no parece responder al tipo de participantes, al método utilizado para calcular el riesgo, o a la intensidad de la intervención educativa o de asesoramiento, pues estudios como los de Benner (2008) o Engberg (2002), que sólo comunican el riesgo en un punto temporal y no implementan intervenciones intensas de tipo educativo o de asesoramiento, sí obtienen efectos significativos. En el trabajo de Engberg (2002), con dos grupos de comunicación del riesgo donde uno de ellos disponía de una consulta anual para discutir con el médico los
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
49
avances obtenidos, no se encontraron diferencias entre ambos. De la misma forma, en el estudio OXCHECK (1995) no se encontraron resultados entre los participantes que recibieron la revisión médica en línea base y aquellos que además dispusieron de una revisión médica anual durante los tres años de seguimiento.
En cuanto a los factores de riesgo, los resultados más consistentes se han obtenido en la reducción de los niveles totales de lípidos en sangre, con ocho estudios que encontraron diferencias significativas favorables a los grupos de intervención, aunque de nuevo se trata de efectos de poca intensidad. A partir de los estudios que han ofrecido datos por separado para las lipoproteínas de baja y alta densidad, el efecto de las intervenciones parece producirse en el descenso de los niveles de lipoproteínas de baja densidad, y no en el aumento de los niveles de las segundas (el denominado "colesterol bueno").
En cuanto a la presión sanguínea, cinco estudios obtuvieron un mejor resultado de los grupos de intervención, frente a siete trabajos que no obtuvieron diferencias significativas. Para los resultados relacionados con el peso, índice de masa corporal u obesidad abdominal, la evidencia de efectos significativos es muy débil o insuficiente.
Cabe cuestionarse si los efectos encontrados sobre las variables fisiológicas se deben a una mayor prescripción y/o adherencia al tratamiento farmacológico o a cambios en los estilos de vida, en la medida que dichos factores de riesgo suelen ser mejor controlados por medios farmacológicos [29,30]. En cuanto a la toma de medicación, no se han encontrado en general diferencias significativas entre grupos. Grover (2009) entre participantes que mostraban valores de presión sanguínea que requerían tratamiento, encontró una mayor tasa de inicio o modificación de terapia entre los que fueron asignados al grupo de intervención. Sin embargo, se trató de un análisis comparativo, pues la aleatorización en el ECA original estuvo centrada en el tratamiento de los lípidos en sangre. Por su parte, los datos sobre cambios en el estilo de vida (alimentación, consumo de tabaco y alcohol, ejercicio) son inconsistentes, y en todo caso los estudios no ofrecen datos sobre la correlación entre dichos cambios y la reducción en los niveles globales y/o factores de riesgo, por lo que tampoco no pueden extraerse conclusiones desde una perspectiva observacional.
Los dos estudios que incluyen participantes con ECV diagnosticada (Grover 2007, 2009; Wister 2007), no encuentran efectos significativos en dichos participantes, y sí en aquellos sin ECV, por lo que se sugiere que este tipo de intervenciones resultan más indicadas
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 50
para la prevención primaria. Dentro de estos grupos de participantes sin ECV, los efectos más intensos se han obtenido en general en las personas con un mayor riesgo global en línea base o con presencia de algún factor de riesgo como obesidad, tabaquismo o diabetes (Engberg 2002; Family Heart Study 1994; Grover 2007, 2009; Wister 2007), lo cual resulta lógico en la medida en que aquellos participantes con un menor riesgo se vean menos motivados para llevar a cabo modificaciones en su estilo de vida, o para iniciar tratamientos preventivos.
En resumen, las intervenciones evaluadas muestran resultados inconsistentes, (salvo en el caso de la reducción del nivel de colesterol) y en todo caso de pequeña intensidad. Esto puede deberse a varios factores, comenzando por la dificultad intrínseca de promover cambios conductuales y la complejidad de las relaciones entre actitudes y conducta, así como de los procesos cognitivos y emocionales relacionados con la percepción del riesgo [31,32]. En un plano metodológico, la utilización de medidas de auto-informe a la hora de evaluar determinadas variables de resultado, especialmente las referidas a los cambios en el estilo de vida, puede afectar a los resultados. Por otra parte, algunos autores (Benner 2008; Koelewijn-van Loon 2010, Wister 2007) comentan la posibilidad de un incremento “artefactual” de la efectividad de los tratamientos controles, causado tal vez por cambios en las estrategias terapéuticas de los médicos (por ejemplo, incremento en la prescripción de medicación), al saberse parte de un ensayo clínico y/o disponer (y así “tomar conciencia”) del riesgo global de sus pacientes, o en la actitud de estos últimos hacia la reducción de riesgos mediante cambios en su estilo de vida.
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
51
V. Conclusiones
La evidencia sobre la efectividad de las estrategias de comunicación de riesgo cardiovascular es inconsistente. Se han encontrado efectos beneficiosos, aunque de poca intensidad, sobre la percepción del riesgo, el riesgo real predicho, los niveles de colesterol o variables relacionadas con la toma de decisiones sobre el tratamiento. En cualquier caso, la importancia de la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares obliga a continuar investigando sobre la efectividad de la comunicación de riesgos y los programas de prevención. Es conveniente realizar estudios que comparen qué componentes de estos programas tienen una mayor influencia en su efectividad, así como la influencia del entrenamiento a los profesionales sanitarios frente a las intervenciones dirigidas exclusivamente a los pacientes. Otras cuestiones de interés tiene que ver con el formato de presentación del riesgo, efectos diferenciales sobre poblaciones específicas (personas de bajo riesgo, con diabetes, hipertensión, tabaquismo, obesidad, etc.) o contextos de implementación determinados (clínico, comunitario).
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
53
Contribución de los autores y revisores externos • Dra. Lilisbeth Perestelo Pérez. Psicóloga. Servicio de Evaluación y
Planificación del Servicio Canario de la Salud. Fundación Canaria de Investigación y Salud. CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). Tenerife. Ha contribuido en el diseño del protocolo del estudio, en la recolección y análisis de los datos, y en la redacción de este informe.
• Dr. Amado Rivero Santana. Psicólogo. Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de la Salud. Fundación Canaria de Investigación y Salud. Tenerife. Ha contribuido en el diseño del protocolo del estudio, en la recolección y análisis de los datos, y en la redacción de este informe.
• Dña. Marién González Lorenzo. Psicóloga. Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de la Salud. Fundación Canaria de Investigación y Salud. Tenerife. Ha contribuido en los análisis de datos y en la redacción parcial de este informe.
• Dña. Jeanette Pérez Ramos. Psicóloga. Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de la Salud. Fundación Canaria de Investigación y Salud. Tenerife. Ha contribuido en los análisis de datos y en la redacción parcial de este informe.
• Dr. Pedro Serrano Aguilar. Médico de Familia. Jefe del Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud. CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). Tenerife. Ha contribuido en el diseño del protocolo del estudio, en la recolección y análisis de los datos, y en la redacción de este informe.
Revisores externos • Dr. Del Castillo Rodríguez José Carlos. Director Médico. Hospital
San Juan de Dios. Tenerife.
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
55
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EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
59
Anexos Anexo 1. Estrategia de búsqueda Base de
datos
Periodo
buscado Plataforma de
acceso Página web
Fecha de
acceso Nº*
MEDLINE 1950-2010 OVID gateway.ovid.com 14-06-2010 1806
EMBASE 1980-2010 Elsevier 15-06-2010 1893
Cochrane
(Revisiones
y CENTRAL)
1800-2010 Interscience.
wiley.
http://mrw.interscience.wiley.co
m/cochrane/cochrane_search_f
s.html
14-06-2010 225
PsycInfo 1887-2010 EBSCOHost web.ebscohost.com 14-06-2010 284
CINAHL 1981-2010 EBSCOHost web.ebscohost.com 14-06-2010 552
*Nº: Número de resultados obtenidos
Total: 4760 (con duplicados); 2617 referencias sin duplicados
Medline
1) (Risk$ adj2 (Cardiovascular or heart or coronary or cardiac or stroke or angina or myocardial or infarction or CVD or CHD)).ti,ab.
2) ((Risk$ or benefit$) adj4 (communicat$ or inform$ or perception or perceived or understand$ or calculat$ or format or presentation)).ti,ab.
3) 1 and 2
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 60
Embase
29#11 AND #28189315 Jun 2010 #28#12 OR #13 OR #14 OR #15 OR #16 OR #17 OR #18 OR #19 OR #20 OR #21 OR #22 OR #23 OR #24 OR #25 OR #26 OR #272767415 Jun 2010
#27(benefit* NEAR/4 presentation):ab,ti AND [embase]/lim10215 Jun 2010 #26(benefit* NEAR/4 format):ab,ti AND [embase]/lim2815 Jun 2010 #25(benefit* NEAR/4 calculat*):ab,ti AND [embase]/lim50615 Jun 2010 #24(benefit* NEAR/4 understand*):ab,ti AND [embase]/lim104915 Jun 2010 #23(benefit* NEAR/4 perception):ab,ti AND [embase]/lim25215 Jun 2010 #22(benefit* NEAR/4 perceived):ab,ti AND [embase]/lim159815 Jun 2010
#21(benefit* NEAR/4 inform*):ab,ti AND [embase]/lim181315 Jun 2010 #20(benefit* NEAR/4 communicat*):ab,ti AND [embase]/lim34815 Jun 2010 #19(risk* NEAR/4 presentation):ab,ti AND [embase]/lim116915 Jun 2010 #18(risk* NEAR/4 format):ab,ti AND [embase]/lim6615 Jun 2010 #17(risk* NEAR/4 calculat*):ab,ti AND [embase]/lim593615 Jun 2010 #16(risk* NEAR/4 understand*):ab,ti AND [embase]/lim319815 Jun 2010
#15(risk* NEAR/4 perception):ab,ti AND [embase]/lim210015 Jun 2010 #14(risk* NEAR/4 perceived):ab,ti AND [embase]/lim279115 Jun 2010 #13(risk* NEAR/4 inform*):ab,ti AND [embase]/lim785815 Jun 2010 #12(risk* NEAR/4 communicat*):ab,ti AND [embase]/lim168615 Jun 2010 #11#1 OR #2 OR #3 OR #4 OR #5 OR #6 OR #7 OR #8 OR #9 OR #106846015 Jun 2010
#10(risk* NEAR/2 chd):ab,ti AND [embase]/lim385615 Jun 2010 #9(risk* NEAR/2 cvd):ab,ti AND [embase]/lim350115 Jun 2010 #8(risk* NEAR/2 infarction):ab,ti AND [embase]/lim94015 Jun 2010 #7(risk* NEAR/2 myocardial):ab,ti AND [embase]/lim293215 Jun 2010 #6(risk* NEAR/2 angina):ab,ti AND [embase]/lim17815 Jun 2010 #5(risk* NEAR/2 stroke):ab,ti AND [embase]/lim660115 Jun 2010
#4(risk* NEAR/2 cardiac):ab,ti AND [embase]/lim522315 Jun 2010 #3(risk* NEAR/2 coronary):ab,ti AND [embase]/lim1110815 Jun 2010 #2(risk* NEAR/2 heart):ab,ti AND [embase]/lim366715 Jun 2010 #1(risk* NEAR/2 cardiovascular):ab,ti AND [embase]/lim3920015 Jun 2010
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
61
CINAHL
1) (Risk* N2 cardiovascular) or (Risk* N2 heart) or (Risk* N2 coronary) or (Risk* N2 cardiac) or (Risk* N2 stroke) or (Risk* N2 angina) or (Risk* N2 myocardial) or (Risk* N2 infarction) or (Risk* N2 CVD) or (Risk* N2 CHD)
2) (Risk* N4 communicat*) or (Risk* N4 inform*) or (Risk* N4 perceived) or (Risk* N4 perception) or (Risk* N4 understand*) or (Risk* N4 calculat*) or (Risk* N4 format) or (Risk* N4 presentation) or (Benefit*
N4 communicat*) or (Benefit* N4 inform*) or (Benefit* N4 perceived) or (Benefit* N4 perception) or (Benefit* N4 understand*) or (Benefit* N4 calculat*) or (Benefit* N4 format) or (Benefit* N4 presentation)
3) 1 and 2
PsycInfo
1) (Risk* N2 cardiovascular) or (Risk* N2 heart) or (Risk* N2 coronary) or (Risk* N2 cardiac) or (Risk* N2 stroke) or (Risk* N2 angina) or (Risk* N2 myocardial) or (Risk* N2 infarction) or (Risk* N2 CVD) or (Risk* N2 CHD)
2) (Risk* N4 communicat*) or (Risk* N4 inform*) or (Risk* N4 perceived) or (Risk* N4 perception) or (Risk* N4 understand*) or (Risk* N4 calculat*) or (Risk* N4 format) or (Risk* N4 presentation) or (Benefit* N4 communicat*) or (Benefit* N4 inform*) or (Benefit* N4 perceived)
or (Benefit* N4 perception) or (Benefit* N4 understand*) or (Benefit* N4 calculat*) or (Benefit* N4 format) or (Benefit* N4 presentation)
3) 1 and 2
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 62
Anexo 2. Escala de Jadad
Puntuación final: 0 - 5 puntos (a mayor puntuación mayor calidad del estudio) MÉTODO DE PUNTUACIÓN: Se da 1 punto para cada SÍ y 0 puntos para cada NO. Se da 1 punto adicional si:
- en la pregunta 1 se describe el método de aleatorización y éste es adecuado
y/o - en la pregunta 2 se describe el método de enmascaramiento del paciente y
del investigador y éstos son adecuados Se resta 1 punto si:
- en la pregunta 1 se describe el método de aleatorización y es inadecuado y/o - en la pregunta 2 el método de enmascaramiento es inadecuado.
Escala adaptada de: Jadad AR, Moore RA, Carroll D, Jenkinson C, Reynolds JM, Gavaghan DJ, McQuay HJ. Assessing the quality of reports of randomized clinical trials: is blinding necessary? Controlled Clin Trials 1996: 17:1-12
Revisor: Fecha:
REVISIÓN SISTEMÁTICA:
Nº Estudio: Primer autor:
Fecha de publicación: Revista:
Sí No Bonificación
1. ¿Se menciona si el estudio es aleatorizado?
2. ¿Se menciona si el estudio es doble ciego?
(enmascaramiento del tratamiento a pacientes y a investigadores/evaluadores)
3. ¿Se describen las pérdidas de seguimiento?
Puntuación final
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
63
Anexo 3. Niveles y Grados de evidencia
Nivel Tipo de Evidencia
Ia Evidencia obtenida de revisiones sistemáticas o
meta-análisis
Ib Evidencia obtenida de, al menos, un ensayo
controlado y aleatorizado
IIa Al menos un estudio controlado sin aleatorización,
bien diseñado
IIb Al menos un estudio cuasi-experimental bien
diseñado de otro tipo
III
Estudios descriptivos no experimentales bien
diseñados como estudios comparativos, de
correlación y estudios de casos
IV Comités de expertos, artículos de opinión y / o
experiencia clínica de autoridades en la materia
Sistema de gradación para estudios individuales
Grado I (RCT)
Ia - cálculo del tamaño muestral y potencia.
Definición estándar de las medidas de resultados
Ib - potencia. Definición estándar de las medidas
de resultados
Ic - ninguna de las anteriores
Grado II. Ensayos controlados no aleatorizados
o estudios retrospectivos con control efectivo
de las variables de confusión
IIa - cálculo del tamaño muestral y potencia.
Definición estándar de las medidas de resultados
y ajuste de los efectos por las principales variables
de confusión
IIb – una o más de las anteriores
Grado III. Resto de estudios
IIIa – grupo de comparación, cálculo del tamaño
muestral y potencia, definición estándar de las
medidas de resultados
IIIb – al menos 2 de las anteriores
IIIc – ninguna de las anteriores
INFORMES, ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN 64
Anexo 4. Hoja de extracción de datos
PRIMER AUTOR:
AUTOR AÑO (PAÍS) REV:
Participantes Participantes Participantes Participantes
(inicio, final)
DiseñoDiseñoDiseñoDiseño
ReclutamientoReclutamientoReclutamientoReclutamiento
Inclusión yInclusión yInclusión yInclusión y
ExclusiónExclusiónExclusiónExclusión
Criterios de inclusión:Criterios de inclusión:Criterios de inclusión:Criterios de inclusión:
Criterios de exclusión:Criterios de exclusión:Criterios de exclusión:Criterios de exclusión:
Intervención Intervención Intervención Intervención
(asignación a
grupos y
recolección de los
datos)
AsignaciAsignaciAsignaciAsignación a grupos:ón a grupos:ón a grupos:ón a grupos:
Intervención:Intervención:Intervención:Intervención:
Recolección de datos: Recolección de datos: Recolección de datos: Recolección de datos:
Medidas de Medidas de Medidas de Medidas de
resultadosresultadosresultadosresultados
AnálisisAnálisisAnálisisAnálisis
EstadísticoEstadísticoEstadísticoEstadístico
ResultadosResultadosResultadosResultados
CalidadCalidadCalidadCalidad
Q (Suma de A + C + S) Q (Suma de A + C + S) Q (Suma de A + C + S) Q (Suma de A + C + S) (máx 5): : : :
A A A A (máx 2):::: C C C C (máx 2): : : : S S S S (máx 1): : : :
Ocultamiento de Ocultamiento de Ocultamiento de Ocultamiento de
la asignaciónla asignaciónla asignaciónla asignación
OAOAOAOA
Nivel y Grado de Nivel y Grado de Nivel y Grado de Nivel y Grado de
evidencia evidencia evidencia evidencia (NICE)(NICE)(NICE)(NICE)
NOTAS EN CALIDAD: A = aleatorización; C = cegamiento; S = seguimiento NOTAS EN ASIGNACIÓN: A = adecuado; B = inadecuado; D = desconocido
EFECTIVIDAD DE LA COMUNICACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR
65
Anexo 5. Referencias: estudios incluidos
AUTOR Y AÑO REFERENCIA
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Anexo 6. Referencias: estudios excluidos y motivos de exclusión
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73