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ÍNDICE
1 Tlatzintla, Hidalgo. .................................................................................................... 3
2 Resumen ejecutivo de Tlatzintla .............................................................................. 3
3 Introducción: Tlatzintla el contexto de la localidad ................................................. 5
4 Trabajo Etnográfico ................................................................................................ 12
4.1 Entrevistas Semi‐Estructuradas, diarios de campo y fichas de registro .............. 12
4.2 Observación de la entrega del recurso para Tlatzintla ......................................... 12
4.3 Características de los Actores ............................................................................... 13
5 Descripción General Beneficiarios y sus Representantes ...................................... 16
5.1 Percepción del Estado de Salud ...................................................................... 16
5.2 Percepción del uso del recurso y proceso de toma de decisiones ................. 18
5.3 Percepción sobre redes sociales familiares y extra‐familiares ...................... 19
5.4 Descripción General de los Representantes ......................................................... 25
6 Descripción General de Potenciales Beneficiarios ................................................. 25
7 Descripción General de Adultos Mayores Suspendidos ......................................... 29
8 Descripción General de Actores Clave ................................................................... 30
9 Observación del Punto de Pago.............................................................................. 34
10 Resultados de Impacto Percibido sobre Calidad de vida en Adultos Mayores . 37
10.1 Resultados de Impacto percibido en Adultos Mayores sobre Salud Física y Emocional ................................................................................................................... 37
10.2 Resultados de Impacto percibido sobre Empoderamiento............................ 41
10.3 Resultado de Impacto percibido sobre Redes Sociales ................................. 45
10.4 Resultados de Evaluación general del Programa 70 y más ............................ 48
10.5 Principales barreras de acceso al Programa experimentados por Potenciales Beneficiarios y AM Beneficiarios Suspendidos. .......................................................... 50
10.6 Resultados de Impacto percibido del Programa por Actores Clave. ................. 52
11 Conclusiones ....................................................................................................... 54 12 Anexo Fotográfico……………………………………………………………………………..…….……. 58
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1 Tlatzintla, Hidalgo.
2 Resumen ejecutivo de Tlatzintla a. Hallazgos Generales centrales.
Salud. La mayor parte de beneficiarios y beneficiarias en Tlatzintla reportaron estar enfermos al momento de ser entrevistados, incluso implícitamente expresaron su vulnerabilidad. En muchas ocasiones los malestares físicos se agravaron debido a la falta de atención médica en un largo periodo de tiempo.
La mayoría asoció su salud emocional a su salud física, entendida ésta como ausencia de dolor y abstinencia de alcohol, la capacidad de realizar actividades como trabajar y alimentarse. Refirieron sentirse tristes a causa de la pérdida de pareja, el abandono familiar, no tener con quién platicar y por la pérdida de terrenos. Además expresaron descontento ante el proceso de envejecimiento.
Decisiones. En general, las y los AM habían tomado decisiones sobre sí mismos en cuestiones que les atañen, sin embargo sus decisiones estaban mediadas por la tradicional división sexual del trabajo, las mujeres en el ámbito doméstico y los varones en el público, concretamente en el campo.
Redes sociales a nivel hogar. Las redes en el hogar eran los vínculos de más recurrencia y fuerza para los AM. En general refirieron tener buena relación con los miembros de su hogar, pues con ellos conversan, se toman en cuenta y cuidan, recibiendo de ellos apoyo emocional e instrumental. Recurrentemente mencionaron recibir apoyo material e instrumental, tanto para el suministro de alimentos como para la preparación de éstos, así como apoyo instrumental para el traslado cuando salían de sus casas.
A cambio los AM dijeron brindar apoyo emocional en forma de cariño y consejos, así como apoyo instrumental para las labores del hogar. Es de destacar que a pesar de que los AM expresaron gozar de buena relación en sus hogares, varios dijeron que no contribuían con nada en sus hogares.
Redes sociales extra‐familiares. La mayoría de AM comentó tener redes sociales extra familiares débiles, de las que no obtendrían apoyo económico, pero algunos refirieron recibir de tales redes apoyo emocional. También es de destacar la reciprocidad en las interacciones extra‐familiares al intercambiar bienes alimenticios, en forma de “préstamos” de alimento.
b. Casos Generales extremos.
Salud. Algunos y algunas AM, pese a presentar dolores físicos, refirieron que se sentían bien de salud, probablemente debido a que han normalizado e interiorizado la prolongación de sus malestares físicos. También algunos indicaron que sufrían otro tipo de enfermedades que relacionaban con la “envidia”. Hubo incluso quienes dijeron estar a punto de morir o de vivir deseando la muerte.
Un AM entrevistado se encontraba en estado de ebriedad y en situación de abandono.
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Decisiones. Sólo en el caso de la beneficiaria con 110 años (la persona de mayor edad entrevistada por el estudio cualitativo), no se consideraba su punto de vista en el hogar e incluso experimentaba abandono en el cuidado personal y su vivienda.
Redes sociales a nivel hogar. En las relaciones en el hogar algunos refirieron recibir apoyo instrumental en el aseo de las viviendas, en la compra de medicamentos y cuidados cuando están enfermos.
Destacó también en algunos testimonios que un factor importante para la convivencia en el hogar era “tener paciencia”. Posiblemente éste era un mecanismo para enfrentar ciertos niveles de tensión o conflicto en las interacciones dentro del hogar. De hecho algunos y algunas AM dijeron que su opinión iba perdiendo peso en sus hogares.
Por último, las y los AM expresaron que cuando no aportaban económicamente para la comida que se preparaba en el hogar, no se sentían con derecho de opinar sobre la misma.
Redes sociales extra‐familiares. Es de destacar que ante la disminución de las capacidades físicas para desplazarse, las y los AM refirieran dificultades para mantener las relaciones sociales que antes tenían.
c. Hallazgos de Impacto centrales.
Salud. En general, hombres y mujeres comentaron que el apoyo del 70 y más no era suficiente para mejorar de manera importante su salud, pues el dinero no rendía y no solventaba todos sus gastos médicos, especialmente al tratarse de dependientes funcionales. Esto puede entenderse porque Tlatzintla es una localidad muy lejana de centros de comercio importantes, donde los productos ascienden su costo y hay poca oferta de los mismos. Sin embargo también reconocieron que el Programa había hecho una diferencia pues antes no podían comprar medicamento alguno y en la actualidad pueden adquirirlo o pagar por una consulta médica.
La mayor parte de AM, refirieron sentirse tranquilos y contentos de recibir el recurso del Programa, pues les ha permitido cooperar con alimentos en el hogar, tener mayor capacidad de compra y diversificar su alimentación.
Uso del recurso y toma de decisiones. Tanto hombres como mujeres refirieron emplear el dinero del Programa principalmente en la compra de alimentos. De igual modo es de destacar que los AM que residían en hogares multi‐generacionales reciprocaban bienes, pues compartían su recurso con los miembros del hogar, sobre todo al tratarse de alimentos.
En las beneficiarias fue significativo el hecho de que ahora cuentan con un recurso económico del cual carecían, y que sus familiares ya no podían brindarles, refiriendo cierta autonomía en sus gastos personales.
Las y los dependientes funcionales refirieron emplear el recurso en aspectos que ningún otro beneficiario mencionó y que no eran aspectos elementales para la sobrevivencia como alimentos, esto obedece a que residían en hogares multi‐generacionales donde eran abastecidos de los bienes más básicos.
Redes sociales hogar. Las y los beneficiarios no percibieron que el Programa impactara en las relaciones que sostienen en el hogar, pues éstas parecen funcionar del modo
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como lo hacían antes, sin embargo es de destacar que ahora pueden reciprocar alimentos en éstas redes más inmediatas, y que han sido los miembros de su hogar quienes les han inscrito al Programa y les acompañan cuando recogen su apoyo.
Redes sociales extra‐familiares. Las y los AM no refirieron algún cambio en sus redes extra familiares, de hecho refirieron las mismas relaciones de apoyo, y las mismas interacciones donde se han dado “envidias y celos”.
d. Casos de Impacto extremos.
Salud. Algunos beneficiarios mencionaron que el apoyo impactó positivamente su salud y bienestar general, pues les permitió acceder a medicamentos y alimentos para sí y para su familia. El impacto positivo en la salud fue más identificado por quienes no residían en hogares Oportunidades. Asimismo algunos dijeron que ha pasado poco tiempo desde que reciben el recurso del Programa para notar cambios positivos en su salud.
Un AM manifestó que el dinero no era suficiente porque requería de alguien que lo cuidara, es decir, que para él, el apoyo económico no compensaba el apoyo instrumental y emocional. Uso del recurso y toma de decisiones. Algunos beneficiarios y beneficiarias refirieron emplear el recurso en el pago a peones por trabajo que no podían realizar, y otros reportaron usar el dinero en servicios médicos para sus nietos. Una beneficiaria reportó que en una ocasión le robaron el dinero que guardaba en su casa.
Redes sociales hogar. Para las y los beneficiarios sus redes sociales en el hogar no se han modificado debido al Programa, por lo que no hay casos de impacto extremos.
Redes sociales extra‐familiares. Algunos y algunas AM percibieron como impacto positivo poder encontrarse con conocidos o amigos, y compartir con ellos algunos alimentos al momento de la entrega del Programa 70 y más. De igual modo algunos percibieron un impacto negativo debido a los “celos” que ha generado el que algunos AM sean beneficiarios y otros no.
3 Introducción: Tlatzintla el contexto de la localidad 3.1. Ubicación Tlatzintla se ubica a aproximadamente 40 kilómetros al noroeste de Molango de Escamilla, su cabecera municipal. La localidad se encuentra entre el límite de la sierra y la Huasteca hidalguense, en la parte más baja de la región, por lo que en sus proximidades hay bosques frondosos, pero la vegetación en Tlatzintla es más próxima a la tropical.
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3.2. Población y características socioeconómicas Estructuralmente Tlatzintla presenta un rezago social pues está catalogado en
el grado de marginación Alto, en la tabla 11 se presentan los índices de marginación Estatal, municipal y local:
Tabla 1. Índice y grado de marginación comparativo por Estado, Municipio y Localidad
Estado de Hidalgo
Municipio Molango
Localidad Tlatzintla
0.75 0.15155 - 0.34573
Grado de marginación Alto Alto Alto
ÍNDICE Y GRADO DE MARGINACIÓN
Índice de marginación
Los indicadores con los que se obtuvieron los resultados del Índice de marginación se presentan en la tabla 2:
Tabla 2. Población total e indicadores del índice de marginación
Estado de Hidalgo
Población total
% Población analfabeta
de 15 años o más
% Población s in primaria completa de 15 años o
más
% Ocupantesen viviendas s in drenaje ni
servicio sanitario
% Ocupantesen viviendas s in energía
eléctrica
% Ocupantesen viviendas
s in agua entubada
% Viviendas con algún nivel de
hacinamiento
% Ocupantesen viviendas con piso de
tierra
% Población ocupada con ingreso de
has ta 2 salarios mínimos
2 345 514 12.80 27.50 8.98 3.90 12.21 42.69 12.78 61.63
Molango
Población total
% Población de 15 años o
más analfabeta
% Población de 15 años o
más s in primaria completa
% Ocupantesen viviendas s in drenaje ni
servicio sanitario
% Ocupantesen viviendas s in energía
eléctrica
% Ocupantesen viviendas
s in agua entubada
% Viviendas con algún nivel de
hacinamiento
% Ocupantesen viviendas con piso de
tierra
% Población ocupada con ingreso de
has ta 2 salarios mínimos
10 385 16.07 38.30 3.75 8.69 28.53 49.83 22.23 70.82
Tlatzintla
Población total
% Población de 15 años o
más analfabeta
% Población de 15 años o
más s in primaria completa
% Viviendas s in drenaje ni
excusado
% Viviendas s in energía
eléctrica
% Viviendas s in agua
entubada en el ámbito de la vivienda
% Viviendas con algún nivel de
hacinamiento
% Viviendas con piso de
tierra
% Población ocupada con ingreso de
has ta 2 salarios mínimos
415 26.45 56.16 5.94 3.96 14.85 41.58 19.80 No hay dato
Población total e Indicadores del índice de marginación
1 Fuente: Población total, indicadores socioeconómicos, índice y grado de marginación, lugar que ocupa en el contexto nacional y estatal por municipio, 2005, en páginas Web: http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/margina2005/AnexoB.pdf y http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/marg_local05/IM2005-VER.xls
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En la tabla se ve con detalle las características estructurales con las que se clasificó a Tlatzintla como una población de alta marginalidad. Tiene más población de 15 años o más analfabeta y sin primaria completa que los porcentajes presentados para el estado de Hidalgo y para su municipio Molango.
3.3. Subsistencia La agricultura de temporal de maíz, frijol y chile es el medio de subsistencia más importante en Tlatzintla, aunque también se cosechan cafetales y árboles frutales de los que se obtiene naranja, plátano, papaya y gasparitos. La mayor parte de la cosecha está destinada al autoconsumo. Existen también algunos sembradíos de caña donde algunos varones trabajan en temporada de molienda por varias noches consecutivas. Algunas personas trabajan la cestería a muy baja escala, ésta es ofrecida en otras localidades para su venta.
En las viviendas suelen tener algunos animales de corral como gallinas, patos o puercos que se venden o consumen en el hogar, además de animales de transporte y carga como burros o caballos.
Es de destacar que en la región las minas de manganeso de AUTLAN son una fuente de empleo, sin embargo los habitantes de Tlatzintla no se emplean en ellas.
Tlatzintla fue la localidad que más migración a Estados Unidos presentó entre las cuatro localidades visitadas. Las generaciones jóvenes han dejado su comunidad para buscar opciones laborales en la Ciudad de México, pero sobre todo en los Estados Unidos, en Texas, Mississippi, Tennessee, Missouri y California. La migración a los Estados Unidos ha representado para algunas familias de Tlatzintla un ingreso económico sólo los primeros años, pues al transcurrir el tiempo los migrantes conforman sus propias familias y dejan de apoyar económicamente a su familia. Generalmente las primeras remesas han sido empleadas en restaurar o construir viviendas de material en Tlatzintla, por lo que suelen observarse varias viviendas de material.
3.4. Acceso a la localidad Para llegar a Tlatzintla de la Ciudad de México debe tomarse la autopista a
Pachuca, posteriormente se toma la carretera federal Pachuca‐Huejutla, por la cual se recorren aproximadamente 130 kilómetros hasta Molango de Escamilla, se sigue por la carretera y aproximadamente a 10 kilómetros se toma al oriente la terracería con curvas que lleva a Tlatzintla, en un recorrido en vehículo de aproximadamente una hora y media sobre un camino en mal estado.
Sólo hay un transporte público rural que pasa por Tlatzintla, éste sale de Ixcatlán (una localidad al norte de Tlatzintla) a las 6:30 a.m. y llega a Tlatzintla a las 7 a.m. con dirección a Molango de Escamilla. De regreso el transporte sale de Molango a las 2 p.m. para llegar a Tlatzintla a las 4 p.m., el costo por el viaje es de 30 pesos.
Hay también aproximadamente 15 camionetas particulares ‐la mayoría propiedad de los migrantes‐ que realizan viajes a Molango de Escamilla o de regreso y cuyo costo por viaje puede ser de 200 pesos y puede ascender hasta los 500 pesos.
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Además dos días de la semana entran camionetas que venden abarrotes, frutas y verduras, con las cuales también se puede salir o entrar a Tlatzintla.
Patrón de asentamiento. En Tlatzintla las viviendas son muy próximas entre sí, suelen colindar los jardines, las hortalizas o patios. Muchas casas están distribuidas a lo largo de la calle principal, después se distribuyen sin orden ni planeación sobre el declive natural geográfico sobre el que se encuentra la población.
En el barrio de Temacuitl –a 25 minutos caminando sobre una pendiente‐, las casas se distribuyen sobre una ladera natural, en medio del lugar corre un riachuelo donde nadan los patos de las casas.
3.5. Servicios de salud Las personas que habitan en Tlatzintla tienen como primera instancia de
asistencia médica la Casa de Salud del IMSS, la cual se ubica en la casa de la Asistente Rural, quien a su vez brinda atención. En ella se ofrece medicamento básico y se da la atención más inmediata. La clínica a la cual acuden normalmente está en Ixcatlán, una localidad al norte de Tlatzintla, cuyo trayecto en vehículo es de 30 minutos, aunque debido a la falta de transporte público regular, generalmente la gente acude a pie a la clínica para ser atendida. Otra clínica a la que acuden en raras ocasiones está ubicada en Naopa, entre la carretera federal y Tlatzintla, pues la distancia es mayor que a Ixcatlán. Ambas clínicas cuentan con un médico de planta, sin embargo en el momento de la visita no había médico en Ixcatlán.
Para atención de primer nivel u hospitalización la gente de Tlatzintla acude al Hospital del IMSS de Zacualtipán donde les corresponde, a tres horas en vehículo, así que debido a la distancia hay Adultos Mayores Beneficiarios (AM) que prefieren atenderse en clínicas u hospitales privados más cercanos, en Molango de Escamilla o Lolotla. Los AM además de emplear los servicios de salud de éstos lugares, también refirieron atenderse en Pachuca y la Ciudad de México.
Para atender sus problemas de salud los AM refirieron acudir con médicos tradicionales en Molango de Escamilla o Zacualtipán, pues en la localidad no existe este tipo de atención, sin embargo en la región hay reconocidos médicos tradicionales.
Debido a la distancia de los servicios de salud y en consecuencia de lo caro del servicio de transporte, los AM suelen acudir a atender sus enfermedades ya que se han desarrollado mucho o se han convertido en enfermedades crónicas.
3.6. Educación En Tlatzintla hay un jardín de niños, una primaria y una secundaria. El jardín de
niños es atendido por un maestro, la primaria por tres profesores y la secundaria por otros tres maestros. El bachillerato más cercano se encuentra en Lolotla –a una hora y media‐, sigue en distancia el bachillerato de Molango de Escamilla –a casi dos horas‐. Debido a la distancia de éstos servicios educativos la mayor parte de jóvenes una vez
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que ha concluido sus estudios básicos se dedica al trabajo en el campo, doméstico o bien migra a la Ciudad de México o los Estados Unidos.
3.7. Servicios públicos de infraestructura: Electricidad, Agua, Drenaje y Telefonía
Electricidad. En la localidad se cuenta con energía eléctrica desde hace nueve años, el suministro de la misma es de buena calidad y constante.
Agua. El agua potable llega a casi todas las casas de Tlatzintla, es bombeada varias veces a la semana.
Drenaje. En Tlatzintla casi todas las viviendas cuentan con servicio de drenaje, es común ver las tomas sobre la calle principal con sus respectivas tapaderas de cemento, y generalmente a todas ellas están conectadas sencillas mangueras que hacen de desagüe de algunas casas dispuestas sobre la calle principal. Las pocas casas que aún no cuentan con drenaje tienen letrina.
Telefonía. Ocho casas en Tlatzintla cuentan con servicio telefónico por cable Megafón de la compañía telefónica TELMEX, en dichas casas pueden hacerse llamadas telefónicas que se cobran tanto al realizar una llamada como al recibirla.
3.8. Comercio En la localidad hay seis tiendas, una de ellas es de Diconsa. Al menos dos de ellas tienen amplio surtido de abarrotes y alimentos empaquetados como galletas, pasta, arroz y frijoles, además de algunas frutas y verduras. De igual modo había Sabritas y Bimbo, además de artículos de limpieza personal y para el hogar. Además en Tlatzintla hay una papelería con fotocopiadora.
Por las noches a un costado de la cancha de básquetbol se venden esquites y elotes; los jueves y sábados un par de tiendas sobre ruedas llega a Tlatzintla ofreciendo verduras, frutas y abarrotes.
3.9. Usos y Costumbres Tlatzintla es una comunidad mestiza, en la que se desconoce si antes se
hablaba náhuatl. No hay un atuendo típico, que suela emplearse ni lo que se conoce como usos y costumbres.
La organización en la localidad gira principalmente en torno a cuatro aspectos, la salud, la religión, los programas sociales como el DIF y Oportunidades, así como la administración pública.
En torno a la salud, la organización es muy básica, el trabajo de salud se focaliza en la Casa de Salud del IMSS‐Oportunidades, al frente se encuentra la Asistente Rural de Salud, parcialmente apoyada por las Promotoras de Salud. La Casa de Salud cuenta con poco medicamento y está prácticamente abandonada, probablemente debido a la relativa proximidad de las clínicas que cuentan con médico permanente. El trabajo de prevención a la salud no ha tenido incidencia importante, pues las calles de la localidad
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están sucias, suele haber excremento, además las personas no suelen hervir el agua que ingieren, y hay niveles importantes de alcoholismo entre los varones.
La religión que más se practica es la católica, es común encontrar en las casas altares al centro de las habitaciones principales donde figuran las imágenes de la Virgen de Guadalupe, Cristo y algunos santos. En la actualidad el comité de la iglesia es el de mayor actividad, pues ésta se encuentra en proceso de construcción, un edificio de grandes dimensiones y con proyecciones de accesorios costosos como herrería, vidrios, altar y múltiples bancas. De acuerdo a las mamparas colocadas en la entrada de la iglesia, del ramo 33 fueron destinados aproximadamente 300 000 pesos, mientras la comunidad contribuyó con 200 000 pesos, la comunidad aportará además el recurso para los accesorios a colocarse. La cifra aportada por la comunidad es muy alta para haberla otorgado las aproximadamente 120 familias de Tlatzintla. De acuerdo al Delegado Municipal las familias han cooperado con cuotas que van de 1,000 hasta 5,000 pesos, y de éstos sólo 5 o 6 personas que migraron a Estados Unidos han realizado las aportaciones más fuertes.
La construcción de la iglesia ha generado tensiones en la comunidad, pues algunas familias se han visto imposibilitadas para cooperar económicamente, de igual modo había personas que se oponían al derribo y traslado del panteón antiguo –lugar donde se construye la iglesia‐ al panteón reciente, en la entrada de Tlatzintla, sin embargo la exhumación y el traslado se realizaron.
En el barrio de Temacuitl casi toda la gente tiene religión pentecostal, ahí se cuenta con pastor y templo. En Tlatzintla hay además hay un par de testigos de Jehová. Es de destacar que para la construcción de la iglesia tanto católicos como pentecostales cooperaron con recursos económicos, lo que evidencia las fuertes obligaciones sociales para los habitantes de Tlatzintla.
En la localidad hay presencia de Programas del DIF Municipal, Oportunidades, Procampo y 70 y más. El DIF Municipal tiene un trabajo visible en torno al COMPUSI (Espacio de Alimentación Encuentro y Desarrollo), al frente se encuentra la administradora y dos trabajadoras, en él se ofrecen aproximadamente 120 almuerzos calientes de lunes a viernes para niños que acuden a la escuela, y que por él pagan dos pesos. Oportunidades cuenta con la base organizativa propia del Programa, a ésta organización se refirieron poco los AM, otros refirieron inconformidad por no ser beneficiarios del programa y porque las personas al frente de éste no gozan de simpatía, pues señalan algunas personas que las vocales son “especiales”.
En Tlatzintla los comités comunitarios son pocos, la organización a través de éstos o de los Programas sociales no parece contar con una participación importante de la gente, de hecho a las convocatorias a reuniones comunitarias pocos respondían, el carácter organizativo era vertical, donde las decisiones son tomadas por algunas personas y acatadas por la mayoría estuviera o no de acuerdo. El Delegado Municipal no se involucraba en el trabajo de los comités, sin embargo a él acudían en última instancia, como autoridad que tomaba las últimas decisiones en caso de controversia.
En Tlatzintla es evidente el uso y abuso del alcohol entre los varones, es frecuente encontrarlos consumiendo cerveza o caña y alcoholizados afuera de sus casas o en las calles. De igual modo se escucharon anécdotas de violencia entre varones en estado de ebriedad, así como de violencia de género, de golpes
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perpetrados por varones a mujeres. Fueron recurrentes también las anécdotas de varones que migraron a Estados Unidos que nunca volvieron dejando a sus mujeres e hijos.
Igualmente se escucharon historias de abandono y negligencia hacia los AM. Algunos AM expresaron vivir en condición de “arrimados” en casas de parientes o conocidos donde sólo tenían lo mínimo para dormir y donde les regalaban “una tortilla o dos”, o que buscaban alimento en otras casas o tiendas rodantes. Quienes vivían en tales condiciones eran AM que nunca tuvieron hijos, sus padres murieron, eran viudos, los abandonaron sus hijos o los corrieron de sus casas. Un AM entrevistado no era recordado por personas de la localidad, quienes pensaban que había fallecido pues hace años no sale de su casa; otro AM postrado y con fracturas sin atender era golpeado por un miembro de su familia. El abandono social era vivido por los AM con depresión y desánimo, prácticamente esperando la muerte, pues como un Potencial Beneficiario (PB) mencionó: “han servido a la comunidad durante toda su vida y ahora la comunidad no los apoya ni con un programa como el 70 y más”. Muestra del abandono social de los AM en Tlatzintla fue el fragmento de un discurso relativo al día de entrega del recurso del 70 y más, en el que se comentaba que los AM esperaban su apoyo regados “como basuritas”.
3.10. Procedimientos de trabajo en comunidad Previo al arribo del equipo de campo a Tlatzintla se realizó comunicación vía
telefónica y fax con la Dirección del IMSS‐Oportunidades de Zacualtipán, Hgo.
El equipo de trabajo de campo llegó a la localidad el día 12 de marzo a las oficinas de microrregiones del IMSS en Zacualtipán, ahí personal de microrregiones trasladó al equipo de campo a Tlatzintla y lo presentó con la Asistente Rural de Salud.
Identificación de personas a entrevistar. La Asistente Rural de Salud de Tlatzintla apoyó al equipo en la identificación de los hogares de las y los AM (AM, PB y Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos –AMS‐) donde fueron visitados2.
El levantamiento de entrevistas se realizó en tres rutas: La primera al sur, conformada por las casas ubicadas en el barrio Temacuitl –al inicio de la localidad‐, así como aquellas que se encuentran en la entrada de Tlatzintla; la segunda por las casas del centro de la localidad, próximas a la iglesia y la cancha de básquetbol; y la tercera al norte, conformada por las casas que se encuentran en la salida de Tlatzintla, rumbo a Ixcatlán. A cada entrevistadora se le asignó una ruta.
Para la identificación de los Potenciales Beneficiarios se preguntó a los AM, a los Actores Clave (AC) y al equipo de salud sobre la existencia de AM que aún teniendo la edad no fueran beneficiarios.
2 La Asistente Rural de Salud es una señora de la localidad que recibió algunos talleres de capacitación por parte del IMSS-Oportunidades. En su terreno se encuentra la Casa de Salud, donde ofrece atención básica, medicamento, además brinda pláticas y talleres del IMSS-Oportunidades y una jornada de ejercicio semanal destinada a las señoras de Tlatzintla. A diferencia de lo ocurrido en Huacango, donde también tenía presencia el IMSS-Oportunidades, la Casa de Salud de Tlatzintla mostraba cierto nivel de abandono y poca organización comunitaria entre las vocales de salud.
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Se preguntó a la Asistente Rural de Salud y los Beneficiarios sobre alguna persona clave para el Programa en la localidad, o que supiera de primera fuente sobre éste, sin embargo fue difícil identificar a los AC pues casi no había personas vinculadas al Programa o que le conocieran suficientemente, la organización en torno al Programa en Tlatzintla era frágil. La primer AC seleccionada fue la responsable del Programa durante los últimos seis meses, ella se encargaba de informar a los beneficiarios el día del pago y a su vez era hija de una AM beneficiaria. El segundo AC fue el actual Delegado Municipal, quien a pesar de ser reciente en el cargo administrativo se ha encargado también de avisar a los beneficiarios el día que se entregará el recurso.
Una vez localizada la persona a ser entrevistada para cada categoría se obtuvo el consentimiento del actor, se buscaron las condiciones necesarias para gozar de confidencialidad durante la entrevista, se realizó el levantamiento de ficha socioeconómica y al salir de la entrevista se tomaron notas para el Diario de Campo.
3.11. Traductores Tlatzintla es una localidad mayoritariamente mestiza y todas las personas
entrevistadas hablaban español, por lo que no fue necesario el apoyo de traductores.
4 Trabajo Etnográfico 4.1 Entrevistas Semi-Estructuradas, diarios de campo y fichas de registro
Las entrevistas previstas para cada categoría se realizaron del día 12 al 15 de Marzo del año en curso. En total se levantaron 32 ESE, 23 dirigidas a AM Beneficiarios, 1 a un Representante, 5 a Potenciales Beneficiarios, 1 a AM Beneficiario Suspendido y finalmente 2 a Actores Clave. Se realizaron también 32 Diarios de Campo con los registros de cada entrevista y sus correspondientes fichas socioeconómicas además de 1 registro extenso de Diario de localidad.
4.2 Observación de la entrega del recurso para Tlatzintla La fecha en que se realizaría el pago a los AM beneficiarios de Tlatzintla fue
dada a conocer al equipo de campo por María Fernanda Arce Cardoso, Directora de Monitoreo de la Dirección General de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales.
La coordinadora de campo y una entrevistadora acudieron al lugar la fecha y hora señalada. El arribo al lugar se realizó nuevamente con apoyo del personal técnico del IMSS‐Oportunidades.
La entrega del recurso se realizó en la cancha de básquetbol de la localidad, ahí ambas observadoras procedieron de acuerdo a los lineamientos para observación. El trabajo de las observadoras se realizó de las 9:45 de la mañana a la 1 de la tarde. Al finalizar la entrega se realizó un diálogo informal con el visitante de oficinas federales del Programa que estaba en el operativo.
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4.3 Características de los Actores Las características individuales, del hogar y comunitarias (relativas al acceso a
servicios de salud) para cada categoría de actores, son descritas en los apartados siguientes, la tabla 3 muestra una síntesis de las características referidas:
Tabla 3. Características individuales, del hogar y comunitarias de acceso a servicios de salud. Tlatzintla
TLATZINTLA Características Individuales
Hombres Beneficiarios
12 Potenciales Beneficiarios
5 AM Sanos / Independientes
20
Mujeres Beneficiarias 12 Adultos Mayores
Suspendidos 1 AM Enfermos /
Dependientes 4
Total 24 24
Beneficiarios con Redes Sociales Fuertes
12 Beneficiarios con Redes Sociales Débiles
8 Beneficiarios con Redes Sociales Neutras o Desconocidas
4
Total 24 Características del Hogar
Pertenece a Hogar Oportunidades 9 No pertenece a
Hogar Oportunidades 15
Total 24 Características de la Localidad
Localidades con pob Mestiza
1
Localidades con difícil acceso SS
1
4.3.1. Beneficiarios: características individuales, de hogar y
comunitarias de acceso a servicios de salud Características individuales. De los 24 Adultos Mayores Beneficiarios entrevistados en Tlatzintla, la edad mínima fue de 70 y la máxima de 110 años, siendo la edad promedio 78.3 años. Fueron 12 mujeres y 12 hombres, de ellos, 12 estaban casados (as), nueve eran viudos (as), 2 vivían en unión libre y 1 era soltero (a).
12 Adultos Mayores Beneficiarios no terminaron ningún grado escolar, 9 estudiaron de 1ro a tercero de primaria, 1 hasta 4to grado de primaria, y 2 estudiaron la primaria completa. El 42% de los entrevistados puede leer y escribir, el 58% no puede realizar estas acciones. El 21% es bilingüe en español y náhuatl, el 79% es monolingüe en español.
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Respecto a la salud, a pesar de que el 79% reportó tener alguna enfermedad, de las cuales la mayoría del total entrevistado dijo que tenía algún tipo de malestar general, otros aseguraron presentar enfermedades crónicas y también se encontraron algunos casos de discapacidades visuales y/o auditivas. El 87% recogía el apoyo por sí mismo, mientras que el 13% había requerido de un Representante, aunque 17% era dependiente funcional.
Se encontró una red familiar fuerte en casi el total de los AM (83%). En casi la mitad de los casos las redes extra familiares conformadas por amigos, vecinos, compadres o hijos que residen fuera de la localidad, fueron débiles o neutras (45.8%), en menos de la mitad de los casos (41.6%) fueron fuertes, mientras de de 12.5% se desconocía. Para más de la mitad de AM (58.3%), las redes extra familiares comunitarias fueron débiles y neutras, para un tercio de AM fueron fuertes (33.3%), Y de 8.3% se desconocía.
Características de hogar. El 66.7% de los AM dijo residir en hogares multi‐generacionales, el 20.8% en hogares uni‐generacionales con su pareja, el 12.5% vivía en hogares uni‐generacionales solo. Tenían de 0 a 9 hijos, siendo el promedio 3.5 hijos. Vivían en hogares cuyos miembros fluctuaban entre los 0 a 8 integrantes, siendo 3.1 personas el promedio de los integrantes de los hogares de los AM Beneficiarios.
El 38% de Adultos Mayores vivía en Hogares beneficiados por Oportunidades, el 29% vivía en un hogar donde se recibía otro programa federal, el 29% no recibía ningún otro programa y del 4% era desconocido si recibía otro programa.
Características comunitarias de acceso a servicios de salud. En relación a los servicios de salud, el 50% del los AM reportó haber acudido a alguno de ellos en los últimos tres meses, de ellos el 83% acudieron a alguna clínica cercana, un caso reportó haber acudido a un consultorio privado y otro caso es desconocido. El 75% aseguró haber acudido de una a dos veces en dicho lapso, el 0% dijo haber ido de tres a cinco veces, mientras que el 25% no recordaba cuántas veces había asistido.
4.3.2. Representantes: características individuales y de hogar Características individuales y de hogar. Debido a que la mayoría de los AM de la comunidad era independiente funcional, en la comunidad de Tlatzintla se entrevistó sólo a dos Representante para dos Adultos Mayores Beneficiarios que a su vez eran los cuidadores principales de éstos. Estas personas eran un hombre y una mujer, de 33, 67 años, uno era casado y uno viudo. Uno vivía con su familia, formada por seis integrantes y el otro vivía solo. En uno de los casos, el AM era parte de su familia. Uno estudió hasta tercero de primaria y el otro terminó la primaria, ambos sabían leer y escribir y eran monolingües en español.
4.3.3. Potenciales Beneficiarios: características individuales, de hogar y comunitarias de acceso a servicios de salud
Características individuales. Se entrevistaron a cinco Potenciales Beneficiarios, cuyas edades iban de los 70 a los 83 años, el promedio de edad era desconocido pues tres de ellos no recordaban con exactitud su edad, pues si bien pasaban de 70 años –de
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acuerdo al testimonio de sus familiares, vecinos y AC‐, no contaban con la documentación para saberlo. Eran tres hombres y dos mujeres, dos viudos (as), dos solteros (as) y uno casado. Dos estudiaron primero y tercero de primaria respectivamente y tres no completaron algún grado escolar, aunque ninguno podía leer y escribir. Los cuatro eran monolingües en español.
Dos PB manifestaron estar sanos, aunque los cinco presentaron problemas físicos como discapacidad visual y/o auditiva, fracturas y malestares generales. Tres de ellos recogerían el apoyo por sí mismos mientras que uno manifestó que, en caso de tenerlo, su recurso económico sería recogido por un Representante y, uno más no sabía qué haría.
Los cinco PB tenían redes sociales de cualquier tipo. Cuatro contaban con redes familiares débiles, y sólo para uno era fuerte. De sus redes extra familiares, la conformada por amigos, vecinos, compadres o hijos que vivían fuera de la localidad, 2 eran fuertes, 2 débiles y uno no tenía. De sus redes comunitarias para 2 eran fuertes, para 2 débiles y uno no tenía.
Características de hogar. Cuatro vivían en hogares multi‐generacionales y uno en hogar uni‐generacional solo. El máximo de hijos que tenían eran tres y el mínimo cero. En promedio residían con el Potencial Beneficiario 2.6 personas.
Dos de los PB pertenecían a hogares beneficiados por Oportunidades, mientras que los otros tres no eran beneficiarios de ningún programa.
Características comunitarias de acceso a servicios de salud. Tres de los Potenciales Beneficiarios, buscaron asistencia médica en los tres meses previos a la entrevista, dos acudieron a la clínica más cercana y uno a la casa de salud; dos dijeron haber ido una vez; mientras uno no recordaba. Dos reportaron no haber buscado asistencia médica.
4.3.4. Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos: características individuales, de hogar y comunitarias de acceso a servicios de salud
Características individuales. Se entrevistó a 1 Adulta Mayor Beneficiaria cuyo apoyo estaba Suspendido. Su edad era de 78 años, era una mujer, viuda. Estudió hasta primer grado de primaria, no podía leer ni escribir, era monolingüe en español. Estaba enferma, manifestó que necesitaría de un Representante para recoger su apoyo.
Tenía una red familiar fuerte, una extra‐familiar conformada por amigos‐as, vecinos‐as, comadres e hijos o hijas que residían fuera de la localidad fuerte, y una extra‐familiar comunitaria débil.
Características de hogar. La AMS vivía en un hogar multi‐generacional, con 7 personas. Tenía 7 hijos. Su hogar era beneficiario del programa Oportunidades.
Características comunitarias de acceso a servicios de salud. En relación a los servicios de salud, buscó atención médica en la Ciudad de México en los 3 meses anteriores, en 3 ocasiones y no sabe cuánto se pagó por las consultas.
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4.3.5. Actores Clave: características individuales y de hogar Características de los Actores Clave. Se entrevistó a dos Actores Clave en la localidad, una era mujer y el otro hombre con edades de 56 y 47 años respectivamente, uno era soltero y el otro vivía en unión libre, y ambos vivían con su familia constituida por una y dos personas. Ambos tenían hijos, uno cuatro y el otro cinco. Ambos sabían leer y escribir, uno estudió hasta segundo de primaria y otro hasta tercero de primaria.
5 Descripción General Beneficiarios y sus Representantes
5.1 Percepción del Estado de Salud 5.1.1. Percepción del Estado de Salud Física
La mayoría de AM de Tlatzintla, consideraron que estaban enfermos al ser entrevistados. Más aún, manifestaron (implícitamente) que eran una población vulnerable que en cualquier momento podía enfermarse o lastimarse. Para ejemplificar lo anterior, a continuación se presentan dos testimonios. En el primero, el AM cuenta que tras un accidente ya no pudo volver a caminar erguido y, en el segundo, el AM manifiesta que el hecho de sentir el viento hace que le duela el cuerpo:
P.‐ ¿Cómo se lastimó?... R.‐… ya estaba yo parada, en sí íbamos bajando del coche, estaba yo parada y nomás parece que alguien me dio en mi pie y me caí y luego iban otros coches y me arrastró mi hija y ya, ya no me pude parar (Tlatz_AM_M_99). R.‐ Por eso no, por eso estoy, estoy acostadito no que, y el frío me hace mal. P.‐ Hay y yo ya lo vine aquí a, a, a despertar. R.‐ Este el frío me hace mal. P.‐ Le hace, le hace daño. R.‐ Nomás que corre el viento y ya me vengo acostar (Tlatz_AM_H_87).
Buena parte de los AM mencionaron que les dolía todo el cuerpo; sin embargo, en lo particular destacaron los siguientes malestares o enfermedades: ceguera, sordera, mareos, presión alta o baja, temperatura, herpes y embolia; así como dolor de cabeza, espalda, pecho, pulmones, “barriga”, cintura, pierna, rodilla, pantorrilla y pie. Entre ellos, algunos AM necesitaban utilizar andadera o bastón para desplazarse, mientras que otros requerían la atención de un tercero. En muchas ocasiones, los traumas físicos se agravaron debido a la falta de atención médica.
Por contradictorio que parezca, algunos AM, pese a presentar dolores físicos, señalaron que se sentían bien de salud, lo cual podría deberse a la normalización de la prolongación de sus padecimientos. Por ejemplo, un entrevistado comentó lo siguiente:
R. “Ahorita me… siento bien, pus’ sí me duele mi espalda, toda mi espalda me duele” (Tlatz_AM_M_89).
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De igual forma, algunos indicaron que sufrían otro tipo de enfermedades físicas que relacionaban con la “envidia” que les tenían algunas personas, así lo dijo un AM: “R – No estamos bien y este.. y luego la envidia” (Tlatz_AM_DF_H_97).
5.1.2 Percepción de estado de Salud Emocional
La mayoría de los AM entrevistados asoció la salud emocional con la salud física, entendida como ausencia de dolor y abstinencia de alcohol, así como con la capacidad de realizar actividades como trabajar o alimentarse. Sobre el alcoholismo cabe señalar que al menos un AM entrevistado se encontraba en estado de ebriedad y abandonado. Por ejemplo, una AM expresó del modo siguiente la relación entre salud emocional y física:
R. “Pos yo siento que, a veces me siento más contenta y a veces no porque a veces me duele mucho mi pie, siento que no, no aguanto para hacer algún trabajo y a veces si, si hago mi, mi quehacer, aunque sea poquito sí lo hago” (Tlatz_AM_DF_M_100).
Otro de los entrevistados, ante la pregunta: ¿por qué se siente triste?, respondió:
R. “… si no me dan luego mi alimento me siento triste, ya me, me bajan mis lágrimas y a según que toy llorando...” (Tlatz_AM_DF_M_104).
Por último, un Representante de un AM indicó lo subsecuente:
R. “… desde que dejó de tomar parece que si anda un poquito más, más tranquilo…” (Tlatz_CR_H_74).
En varias ocasiones los AM comentaron sentirse tristes a causa de la pérdida de pareja, el abandono familiar, por no tener con quién platicar y por pérdida de terrenos a manos de abusivos. Más aún, hubo quienes presentaron cuadros graves de tristeza, al grado de vivir deseando la muerte. A continuación tres testimonios lo ilustran:
R‐ Pus, yo me siento triste, porque pues la verdad cuando ya una mujer sola, el no teniendo quien lo atiende, ahorita, aunque están mis hijos, pero como dice usted, pero ya no es igual (Tlatz_AM_M_72). P.‐ ¿Pero de estado de ánimo, cómo se siente? R.‐ Pues parece que mal… P.‐ ¿Por qué doña Joaquina? R.‐ (Llanto) Es que allá.. mi hijo tiene mi casita aquí porque es nuestro terrenito la que me hizo mi casita pero yo vivía allá abajo casi donde están Lotonilco, pero como a veces tiene trabajos, es albañil, maestro de albañil, y a veces no viene para acá, para (llanto)... cualquier día aquí me puedo morir, eso (Tlatz_AM_M_71). R.‐Pero ahora, ¿ora pa' qué sirvo? A veces le pido a Dios es mejor que ya me quite (continúa llorando) (Tlatz_AM_M_99).
Por el contrario, algunos AM manifestaron sentirse bien cuando podían comprar cosas y compartir con otros, ya que esto les permitía estar en una posición diferente en su hogar:
“¿Cuando me siento contenta? Pues cuando me dicen algo bien… estoy contenta… o les digo cómprenme algo o vamos a comer, vamos a… mando a comprar… que me dan mi apoyo mando a comprar que pan, que alguna cosita…vamos a comer… si, pues si me siento contenta” (Tlatz_AM_M_95).
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En general, los AM mostraron descontento ante el proceso de envejecimiento, incluso hubo quien lo calificó de injusto, como se muestra a continuación:
R… en un cierto tiempo tal vez chamaco estaba tranquilo trabajaba yo, pero ya me… me vine quedé enfermo y, este, me han llevado a curación y, este, no me ha valido así estoy. Ya me gasté el tiempo que he vivido ya me duró esta enfermedad, ya gasté y hasta ahorita no hemos hablado con tal y así estoy, total, ya se acabó con la enfermedad que le acabo de comentar hace ratito eso... ya se completó y no es justo… y ya ando débil también de mi cuerpo (Tlatz_AM_H_88).
5.1.3. Otros aspectos relacionados a la salud
La mayoría de los entrevistados afirmó no haberse presentado a ningún servicio de salud en los últimos tres meses previos a la entrevista, lo que refuerza la afirmación de que debido a la distancia de los servicios de salud acuden poco a éstos, desarrollando enfermedades. A pesar de esto, anteriormente se han atendido por problemas de salud en: Ixcatlán, Zacualtipán, Lolotla, Molango y en unos pocos casos, en Pachuca y la Ciudad de México; algunos de éstos servicios fueron privados.
Poco menos de la mitad de los AM estaban limpios, si bien algunos de ellos tenían la ropa sucia. En la mayoría se percibía un descuido general en su persona: no se habían bañado en varios días, sus uñas estaban un poco largas y sucias, su cabello se veía despeinado, la ropa de algunos presentaba machas, la de otros estaba muy sucia, como si no se la hubieran cambiado en mucho tiempo, lo que remite a un relativo abandono personal. La mitad de las viviendas de los AM estaban limpias y/u ordenadas, la otra mitad estaban un poco sucias o completamente desatendidas, pues las camas no estaban tendidas, parecía como si las cobijas no se hubieran lavado en algunos meses, los cuartos tenían basura, tierra y polvo en el suelo y en algunas casas había ratones. Destacó en Tlatzintla que a pesar de existir IMSS‐Oportunidades como en Huacango, su estructura no funcionaba óptimamente, no tenía como en Huacango, una organización comunitaria previa en la cual pudiera adaptarse una estructura de prevención a la salud, en Tlatzintla la organización comunitaria era débil y vertical.
5.2 Percepción del uso del recurso y proceso de toma de decisiones La mayoría de los AM de Tlatzintla iba a recoger por sí mismo el recurso
económico, sólo tres requerían de Representantes de manera permanente por padecer alguna dependencia funcional o enfermedad.
En general los AM, al menos en el último trayecto de sus vidas, habían tomado decisiones sobre sí mismos, y sobre cuestiones inmediatas a ellos, tanto en la cocina como en el campo o en sus relaciones familiares. Debido a lo anterior, no fue evidente un cambio en las decisiones que éstos pudieran tomar sobre el recurso que les brinda el Programa. Sólo en el caso de la beneficiaria de mayor edad entrevistada por el estudio cualitativo (con 110 años), parecía no ser tomada en cuenta en las decisiones sobre su recurso, e incluso enfrentaba abandono en su cuidado personal y en el espacio físico donde habita. A continuación se muestra que los AM deciden cómo usar su apoyo:
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P.‐ Oiga y, y este cuando usted ya, ya recibe el apoyo, ¿quién decide en qué gastarlo, usted, o hay alguien que le diga en, en qué usar el dinero? R.‐ No. P.‐ ¿Alguien de aquí de su casa no le dice compra tal cosa con ese dinero? R.‐ No, yo lo, yo lo, comprando, yo pienso en mi mismo. P.‐ Usted solita. R.‐ En mi mismo yo pienso de comprar porque como horita está mi nieta, ella nunca me dice nada, hora compre usted esto, compre usted lo otro, no, no. P.‐ Usted solita. R.‐ No, no, nomás yo. P.‐ Y y por qué cree que su nieta o alguien más no le diga en qué gastar el dinero. R.‐ Es como, yo digo, como dirá, como, como no me puede decir que compre yo algo, dirá que no, no es su dinero. Mhe. P.‐ Mmmm. R.‐Sí, por eso casi no me dice nada, vas a comprar esto, nomás yo misma le digo compra las cosas. (Tlatz_AM_DF_M_93).
Los AM que ya no podían realizar compras por sí mismos les pedían a familiares que les auxiliaran. También era común que comentaran con sus familias el uso que se le daba al recurso económico, especialmente el destinado a alimentos; era palpable el interés por la reciprocidad con los otros miembros de su hogar, de ello da cuenta el siguiente testimonio:
P.‐ Mmm ah, mjú. ¿Quién decide qué hacer con el dinero? R.‐ Pues compramos cositas pa comer aquí en la cocina. Sí. Compramos así, sopa, carnita pa comer, pan. P.‐ Pero ¿Quién decide? R.‐ Ah pues aquí mi muchacha o yo lo voy guardando y cada vez que voy traigo pan. Carnita, sí, sí. P.‐ O sea que usted y su hija y también su esposa, entre los tres se ponen de acuerdo. R.‐ Sí, entre los tres, sí, sí. P.‐ Y dicen por ejemplo, no sé: tenemos tanto dinero, por qué no vamos a, vamos a comprar una licuadora o algo que hace falta. ¿Se ponen de acuerdo entre los tres? R.‐ Sí, sí, entre los tres. La muchacha me dice compro papá alguna cosa pa que nos sirva, ahí está bien le digo. Compra, le digo estas en la casa tú sabes le digo. P.‐ O sea usted le da el dinero… R.‐ El dinero sí, sí. P.‐Ah ya. Y este ¿de este dinero usted ahorra algo? ¿Ahorran algo o no, no creen que no se puede o…? R.‐ Como estamos aquí… P.‐ Ajá. R.‐ Me da gastito. Sí. me da cada dos meses. (Tlatz_AM_DF_H_98).
5.3 Percepción sobre redes sociales familiares y extra-familiares
5.3.1. Conformación y fuerza de sus redes, tipo de apoyo que circula y significado del mismo
Conformación de las Redes Sociales Familiares. Para la mayoría de los AM las redes en el hogar eran sus vínculos de mayor recurrencia y de más fuerza. En su mayoría, expresaron tener buena relación con su pareja o los miembros de la familia con quienes compartían residencia, con ellos conversan, se toman en cuenta, y se cuidan.
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El trabajo que implica la manutención en la vivienda, tanto el doméstico como el trabajo de la tierra, es ejercido por los miembros del hogar, en la mayoría de los casos, con la tradicional división sexual de trabajo, adelante un ejemplo:
R1.‐ No pu´s yo lo de la cocina yo sé como lo voy hacer, lo de su trabajo d´el pu´s él sabe, si… P.‐ Mmm R1.‐ El sabe que cómo ser hoy que va hacer, mañana piensa que va a hacer y así… P.‐ Mjm R1.‐ Y yo ´quí mi cocina pu´s yo sé lo que voy hacer, voy hacer de comer, yo sé si voy a poner nixcómil yo sé si voy a comprar algo ¡así!.. P.‐ Mjm R1.‐ Si porque pu´s cada quien tiene su modo de pensar… (…) R1.‐ Si, pero pu´s él él como es hombre él sabe lo que que va ser P.‐ Mjm R1‐Y yo también… P.‐ Mjm R1.‐ Ya sé que voy hacer si voy a…si me toca hacer algo de la cocina… (Tlatz_AM_M_84).
En lo que respecta a la forma en que se toman decisiones en el hogar, la mayoría de los AM dijo dar su opinión sobre todo en relación a la comida. Sin embargo algunos AM expresaron que cuando no aportaban económicamente para la comida no se sentían con derecho de opinar sobre la misma, así lo expresó uno:
P.‐ Si, ¿Oiga y este… mmm… (pausa) eh, a ver dejeme ver… ¿En que desiciones, de aquí de la casa, usted opina, en cuáles opina usted? R.‐ Este mas o menos yo… esteee, bueno les digo cuando tengo dinero, pero cuando no tengo no más espero, no más espero a ver con qué me van a dar de comer. P.‐ Ajá. R.‐ Si, no más espero, porque cuando tengo dinero pus yo compro mis cositas, y ya les… les doy con que vamos a comer, pero a poquitos, a poquitos voy este comprando mis cositas. P.‐ ¿Y cuando no tiene? R.‐ Cuando no tiene, ps así estamos, bueno orita ya no puedo trabajar, yo consigo, pero cuando. P.‐ ¿De donde consigue usted? R.‐ Este me... me... pagan por ahí algún peoncito, ya con eso comemos cositas. P.‐ Ajá. R.‐ Tovía trabajo, tovía trabajo, no muy bien pero despacio la llevamos. P.‐ Despacito. R.‐ Sí. (Tlatz_AM_H_76).
Redes sociales familiares, tipo de apoyo que dan y reciben los AM y significado del mismo. Los AM manifestaron recibir diferentes tipos de apoyo por parte sus parejas o familia con la que vivían. Los apoyos más mencionados son el instrumental y el material, especialmente para proveer de alimentos y preparar la comida de los AM, así lo dijo un AM:
P.‐ Y ¿Qué, qué es lo más importante que usted cree, que le da su familia a usted? R1.‐ No pues este, por ejemplo la preparación de comidita. Sí, sencillamente y ya. (Tlatz_AM_H_82).
De igual modo se mencionó recurrentemente el apoyo instrumental sobre todo cuando tienen que salir de su casa; en menor grado se mencionó limpiar las casas, comprar medicamentos, y proporcionar cuidados cuando están enfermos. El apoyo emocional fue también mencionado por los AM en forma de preocupación o cuidado que sus familiares les dan.
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“Tener paciencia” fue mencionado en algunas entrevistas como un factor importante para la convivencia familiar. En éste testimonio el AM habla del apoyo instrumental que está asociado al apoyo emocional que recibe de su familia:
P.‐ Entonces usted cree que se lleva bien con su familia R.‐ Siii este, pa que hablar si mi muchacha siempre me ruega de comer P.‐ Mjum ¿y a usted qué le parece eso, de que su hija le ruegue de que...? R.‐ Pues me parece bien, puesto que pues ella igual si, la siento contenta, pa qué voy a decir que ella me regañó si ella, es paciente conmigo (llora nuevamente) P.‐ Mjum ¿usted cree que su hija tiene paciencia con usted? R.‐ Sí (silencio) (Tlatz_AM_M_99).
Sólo en Tlatzintla se refirió que en las relaciones familiares se enfrenta el “tener paciencia”, posiblemente como un sentimiento o un modo de enfrentar ciertos niveles de tensión o conflicto en las interacciones entre AM y las generaciones más jóvenes en el hogar. Sin embargo la normatividad o el mandato de tener cariño con la familia, de no tener disgustos, prevalece, porque si no lo hacen podría venir “el cuernudito” que vive en el cerro (diablo):
R – Si, es lo que se quiere, porque si no mas nos estamos regañando uno con otro nunca se acaba y el problema ahí sigue, aquél me regañó, yo ya lo regañé ahí están uno con otro así hay como los que se alborotan P – Mjm R – Y eso no está bien, siempre tener cariño con la familia, estar contento, el que no se arrima el cuernudito, si porque si estamos con una maldición una con otra ahí se arrima él y nunca va estar contento P – ¿El cuernudito, cuál? R – Sí ehhhmmm P – ¿Cual Don “Marcos”? R – Ese que vive en el cerro (Tlatz_AM_H_88).
De este modo la creencia en el “cuernudito” que vive en el cerro, parece regular el ideal de evitar las peleas en los hogares, probablemente porque éstas no sean poco frecuentes.
En general el apoyo que reciben en su hogar es en muchos casos positivo. Aunque en Tlatzintla se encontró la mayor incidencia de dependientes funcionales, la mayoría de los AM beneficiarios tiene un nivel de independencia alto, muchos son tomados en cuenta, tienen un lugar en la vida del hogar y son apoyados cuando lo requieren:
P.‐ (PAUSA) Oiga… y, ¿cuáles son las cosas en las que su esposa lo ayuda a usted? (PAUSA) ¿Ella la, su esposa lo ayuda a usted? R.‐ Sí… P.‐ ¿En qué lo ayuda? R.‐ Pues ella hace canastas… este, ¿cómo dice? Compra un, su… un rollo aparte, ciento veinticinco… y de, este… porque… ella los hace, es… P.‐ ¿Su esposa los hace? R.‐ Sí... y es ella la que los va a vender… a Molango, a veces hay quien los compre... y ahí está como solicitando… P.‐ ¿Y ella, en qué más le ayuda ella a usted? R.‐ Este… como eso de… de la leche, compra… ajá… y yo, con, ses… pues, buscar el curandero, vamos a Molango, por… ah… a comprar medicina… hace un… hace un año fuimos al… al, al doctor a Molango… fuimos dos veces, y ese día más nos gastamos para el pasaje. (Tlatz_AM_H_85).
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De forma consistente los AM dan apoyo, cariño, consejos y contribuyen sobre todo a las labores del hogar. En seguida un ejemplo del apoyo cognitivo que da un AM:
P.‐ Oiga y ¿cuales serian como las cosas mas importantes en que usted ayuda o apoya a sus hijas? R.‐ (Pausa) Como… es mas importante, es lo único que les digo, como van a ser las cosas, como van a ser las cosas, como van de a hacer su limpieza o si no, como han de tratar a los niños,…está la nuera y ella le digo pues que no maltrate a sus niños que los quiera, que los bañe, que les den su ropita y así P.‐ ¿Y ellas le hacen caso a usted? R.‐ Sí, sí, ellas sí, ellas me hacen caso… como aquella es nuera de mi hija, ahí esta…a ver que dicen o mi hija les dicen ah haz esto, haz lo otro, ella no dice que no y así lo va a hacer, si…no lo hace, a veces… diciendo que no lo quiere hacer pero si lo hace, baña a sus niños, los cambia P.‐ Entonces podría ser, haber si entendí lo que me dijo usted, sería usted les da como consejos o les dice cómo hacer las cosas R.‐ Sí P.‐ ¿En eso? R.‐ Sí, cómo hacer las cosas P.‐ En eso usted les ayuda R.‐ Les ayudo por que ya si…o si no, si, ese niño está llorando, eso niño no lo haga llorar, así como nomás soy sentada… ay ma a usted cómo le gusta acabarse la vida, que llore, él tiene a su mamá, si pero no me gusta que estén llorando… si (Tlatz_AM_M_95).
Es de destacar que a pesar de tener relativa buena relación en sus hogares, varios AM no percibieron que pudieran contribuir con nada a sus familias, y –a diferencia de otras localidades‐ en algunos casos fue explícito que su opinión iba perdiendo peso en su hogar:
R.‐ Pos yo, aunque mande, diga yo pero pus no me, no me creen le digo (risa), no me creen lo que digo, lo que yo decía de, de ella, le digo, a veces no me obedecen le digo, que yo no quieren que me esté yo mortificando, le digo, que ya no me esté yo mortificando, que pa que me voy a estar mortificando que los deje, que deje yo ellos haber lo que cosas van a hacer. P.‐ Sus, sus hijos. R.‐ Ajá. P.‐ Entonces no le hacen caso (risa) R.‐ (Risa) que ya no esté yo diciendo nada que ya saben lo que van hacer, mhe. P.‐ ¿Y usted cómo se siente de, de que le digan así? R.‐ Pus, yo me siento mal vaya que no, que me respondan así, mal, mhe, este, no me siento contenta le digo (risa) porque… (Tlatz_AM_DF_M_100).
Los AM mencionaron también que algunos familiares que viven fuera de la localidad les envían dinero o les brindan otro tipo de ayuda, aunque algunos de ellos señalan que conforme pasa el tiempo sus hijos constituyen sus propias familias y dejan de apoyarlos:
R.‐ Ese compré el block y hora digo pus no tengo más dinero, le dije a mi, un nietito que está por, en México también está trabajando, que yo lo ví, yo lo críe, este dije, le dije, dice, me vas ayudar le digo a comprar alguna otra cosa y como es, este el cemento, varilla, le digo para que haga yo un cuartito, siquiera cuando vengan tengan a donde quedarse le digo, porque a veces vienen le digo, y no hay ni donde se queden digo, se van a quedar en ca su tía le digo, pero este, también a veces. P.‐ Y ¿y van a construir una casita? R.‐ Sí, haber si… P.‐ ¿Dónde la van a construir? R.‐ Pos yo creo que aquí. P.‐ Ah! Van a quitar eso y van a construir. P.‐ Sí, aja.
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P.‐ Aaah! R.‐ Ajá. P.‐ ¿Entonces su nieto si le va a ayudar? R.‐ Sí, dice que si y mi otro hijo dice que lo va hacer. P.‐ ¿Su hijo? R.‐ Ajá, mi hijo, es que va hacer su cocina, su cocinita otra casita aquí, es la que va, va a… (Tlatz_AM_DF_M_100).
Conformación de las redes extra familiares. Las redes extra familiares están conformadas por familiares que no viven en la localidad pero con quienes mantienen un contacto los AM, por los vecinos, amigos o compadres de los AM, así como por los vínculos con otras personas de la comunidad.
Redes Sociales Extra‐familiares tipo de apoyo que reciben y dan y significado del mismo. En su mayoría los AM comentan tener redes sociales extra familiares débiles, de las cuales aunque no obtendrían apoyo económico importante, algunos dijeron obtener apoyo emocional y reconocimiento. Algunas redes extra‐familiares giran en torno a las actividades de la iglesia católica, de la iglesia Pentecostés –los menos, pues la religión mayoritaria es la católica‐, la fiesta patronal y las misas. En general se reunían con gente que no fuera de su hogar sólo para conversar.
P.‐ ¿Y usted se reúne con sus con sus amigas o con sus vecinas en algún lugar así como para ir a rezar o o…en la fiesta por ejemplo de este…patronal R1.‐ No este…yo soy este como dicen el dicho, soy de otra doctrina… P.‐ Ah R1.‐ Si me reúno con con mis gentes pero es allá en el rancho el Temacuilt P.‐ Ah, en Temacuilt R1.‐ Allá, allá me voy y allá pu´s este…allá nos reunemos este cuando toca que me toca ir, me voy y pu´s allá stamos reunidos en entre entre familia… P.‐ Sí R1‐¿Verdad? P.‐ ¿De qué doctrina es usted? R1.‐ Yo soy pentecostés (Tlatz_AM_M_84).
La reciprocidad en el intercambio de alimentos también pareció ser un punto importante en las relaciones comunitarias, pues mencionaban constantemente que sus redes extra familiares les daban “cuando tenían” y de igual forma ellos retribuían:
P.‐ Oiga y este de, de por ejemplo de su comadre, de aquí de la señora de atrás de su vecina, o sea, la gente que le trae de comer. R.‐ Este de a que este se llama. P.‐ Este usted, ¿Hay algo que en que los ayude o los apoye a ellos? R.‐ No pues yo también cuando, cuando tengo frijolitos les regalo una canastita de ejotitos así les voy, les doy. P.‐ Mjum R.‐ Por eso también cuando tienen, me dan. P.‐ Mjum R.‐ Alguna cosita o mi hermano pues ya que está, cuando tiene corte frijolitos de surco ya nos trae una canastadita de ejotes, ya. R.‐ Mjum P.‐ Con eso apartamos un poquito, ya ponemos pa’ comer. (Tlatz_AM_H_78).
Este es otro ejemplo de cómo funciona la reciprocidad en las relaciones comunitarias, a través de “préstamos” de alimentos y dinero, que sin embargo, no consideran que sean apoyos importantes, pues parece una práctica normalizada en la que “uno regresa lo que dan”:
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P.‐ ¿Usted las ayuda o las apoya en algo a ellas? R.‐ ¿De qué, de…? P.‐ ¿Algo, en algo, las ayuda a, a sus, este comadres y a sus amigas? R.‐ No. P.‐ ¿No? R.‐ No, le digo nomás así. P.‐ Solamente cuando ellas le vienen a pedir ayuda. R.‐ Sí, si, solamente así o yo también le digo. Sí. P.‐ Y cuando ellas vienen a pedirle ayuda ¿cómo qué le piden? P.‐ Pus alguna cosa que, o si, como tenemos pilón, a veces luego vienen y dicen: hay comadre, dice, yo vengo porque quiero que me preste unos dos, tres, un cuarto de pilón, pus ya, ya les doy, y a veces como ellos también tienen maicito, a veces yo no tengo, voy que me presten, también así nos hemos ayudado, prestado porque tienen uno que regresar lo que dan. P.‐ Mhe. R.‐ Damos o me dan a mí, tengo que regresar. P.‐ Entons, entonces es prestado. R.‐ Ajá es prestado. Sí. P.‐ ¿Y cuándo lo regresa? R.‐ Ya tiene luego, pus ya lo regresamos. P.‐ Cuando tiene ya. R.‐ Aja, como hora mi comadre está aquí cerca, vino que le prestara yo un, ocho mancuerdas de pilón. P.‐ Mhe. R.‐ Es un pilón así grande. P.‐ Mhe. R.‐ Si no lo ve usted. P.‐ Mhe, sí. R.‐ Y le presté ocho mancuernas, ora ya me los regresó y ya. P.‐ ¿Pero si se acuerdan? R.‐ Ajá, si, si. P.‐ ¿No se les olvida cuando les presta alguien? R.‐ No. P.‐ No. R.‐ Se acuerdan que yo también. P.‐ Mhe. R.‐ Estoy pi, o no tengo dinero, pido prestado también y ya que tenga yo ya les voy a dar. P.‐ Mhe. R.‐ Y así, yo no se me olvida. (Tlatz_AM_M_93).
Es importante mencionar que la disminución de capacidades físicas como el no poder caminar influía mucho en que ya no pudieran mantener las relaciones sociales que tenían antes; sin embargo, la entrega del apoyo 70 y más permite que los lazos se mantengan:
P.‐ Bueno, oiga y ¿usted no tiene así como amigas o comadres o gente con la que usted se reúna? R.‐ No, aquí no, aquí a veces ahora ya me reúno solamente cuando vamos a recibir el apoyo, aquí ya yo no puedo salir a ningún lado… P.‐ ¿Por qué no puede salir? R.‐ Por que pues no puedo caminar sola P.‐ Ah por sus por sus rodillas R.‐ Si, Por que no puedo caminar sola, no puedo salir, por que sola no puedo caminar, solamente que me ande así sosteniendo pa’ que no me caiga yo P.‐ Aja (Tlatz_AM_M_95).
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5.4 Descripción General de los Representantes Percepción de la salud de los AM bajo su cuidado. De acuerdo a los testimonios de las representantes, los AM tienen enfermedades crónicas o discapacidades relacionadas con el alcohol o debido a su avanzada edad. En este sentido, es importante comentar que Tlatzintla fue la localidad que más casos de alcoholismo presentó; sin embargo, esto no quiere decir que la mayoría de los AM tuvieran este problema.
Percepción del uso de recurso y proceso de toma de decisiones de los AM bajo su cuidado. El recurso era empleado principalmente en alimentación de los AM y en un caso concreto el Representante tomaba la decisión sobre la administración del recurso, pues como afirma, el AM empleaba el dinero para tomar, hasta que ésta persona se hizo Representante, el AM dejó de usar el dinero en alcohol:
P.‐ Um ya, bueno para empezar cree si me puede platicar un poquito como anda de salud el señor como se encuentra de salud? R.‐ Pues ahorita parece que está bien he se puso un poquito mal por este, pues lo que pasa que antes él recogía su apoyo él mismo, pero yo empecé a ver que no, que le hacia mal pues por que él se dedicaba a tomar con otros, entonces hablé con las personas y pregunté que si él podía y pos si no ni modo si se pueden que me lo den a mi bien y si no ni modo le digo mejor prefiero que no le den por que me lo están acabando. P.‐ ¿O sea que usaba el dinero para tomar? R.‐ Ujum, antes y este y ya después que yo empecé a cobrar y ya también ya no le libré nada de dinero ya tampoco yo no le daba y ya y ya dejo de tomar. P.‐ Ah entonces este él pues se puede decir que está un poco enfermo de tomar tanto alcohol. R.‐ Sí horita ya no P.‐ ¿Ya no? R.‐ De hecho que ya no por que desde hace tiempo que dejó de tomar (Tlatz_R_H_74).
Relación con el AM bajo su cuidado. En general las representantes se llevaban bien con los AM; aunque se notaba negligencia en el cuidado de una de ellas, pues esta AM tenía 110 años, se encontraba sucia, comía poco y su casa estaba muy sucia y descuidada, en contraste con el resto de su familia que no se veía en tales condiciones. Este AM dijo que en una ocasión le robaron de su casa el recurso puesto que ya no ve. El otro AM es tomado en cuenta, cuidado y atendido.
6 Descripción General de Potenciales Beneficiarios Percepción de salud física. Los PB refirieron tener severos problemas de salud; uno está postrado debido a una fractura de cadera, ya no puede hablar, está llagado y no tenía condiciones de higiene. Otro PB tenía problemas de hígado, vista y asma, aunque sólo dijo sentirse un poco débil. Los demás dijeron tener sordera, ceguera en un ojo, dolores de estómago y en todo el cuerpo, en un caso producido por caídas en el campo. Su estado de salud era atribuido por ellos a la vida de trabajo o a la edad, así lo expresaron dos PB:
R.‐ De salud si ahorita ya me siento muy, muy débil, ya no me siento bien, como trabajamos mucho, mucho mucho trabajamos, y ahora ya me siento muy débil P.‐ ¿Se siente débil? R.‐ Si P.‐ ¿De qué? De… ¿cómo, cómo le…? ¿débil que ya no puede hacer las cosas o cómo le.. cómo? R.‐ Me obligo a hacer algo en la casa, sí en la cocina, en lo que pueda, porque ya trabajar como antes ya no puedo, porque antes yo el guingaro, la pala
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P.‐ El guingaro qué es? R.‐ El machete con que trabaja uno P.‐ Ah!, ajá… R.‐ Con eso hacía yo mi milpita, ahora ya no puedo hacer nada P.‐ Ya no… R.‐ Ya no, ora ya no (Tlatz_PB_M_94). R.‐ Pos como le digo, me siento débil del cuerpo… si P.‐ Mjum y ¿por qué cree que se encuentra usted así? (pausa) R.‐ Como le digo la edad (Tlatz_PB_H_103).
De igual fue relevante que una PB refiriera que su debilidad y en general su estado de salud se debe a que “no se atienden bien”, pues poco acuden al servicio médico, así lo dijo:
R.‐ Pues me siento mal que ya me siento muy débil, a veces me llego a caer, de pronto sí me ablando de mi cuerpo… P.‐ ¿Sus piernas? R.‐ Si, se me ablandan, me ablando así de pronto y me dejo… caída, aja P.‐ ¿Y por qué cree que le pasa eso? R.‐ Pues yo creo que porque como no nos atendemos bien (Tlatz_PB_M_94).
Sólo en un caso, las dolencias eran producto de golpes y negligencia que sufría el PB por parte de su esposa, pues de acuerdo su hijo y nuera, su esposa lo golpeó, quedando postrado por una fractura de cadera y a consecuencia de la negligencia le sobrevinieron más problemas de salud:
R2.‐ Ya andaba namás porque mi suegra lo lastimó, así que P.‐ Lo empujó R2.‐ Él ya andaba P.‐ Y desde entonces ya... R2.‐ Ya no caminó, ya no se paró, ha estado enfermo, así acostado en cama. P.‐ Mmm. Pero la herida que tiene él, lo que les preguntaba hace ratito, la herida que tiene él en la cintura ¿la tuvo después de que ya no se paró? R2.‐ No, la tuvo ya ahorita que estuvo acostado R1.‐ Ahorita que estuvo acostado. R2.‐ Sí R1.‐ Y como... como R2.‐ Se orina... R1.‐ Y lo come el orín, entonces le cambiamos el pantalón. P.‐ Y ahí es de donde... le... ustedes creen que le salió la herida. R2.‐ Sí R1.‐ Sí, porque estaba en el piso. (Tlatz_PB_H_Sinfolio).
Percepción de salud emocional. La mayor parte de PB asoció su salud emocional a la física y en general refirieron sentirse tristes. La tristeza se debía a la enfermedad o a carencias económicas, soledad o falta de asistencia‐. A continuación un ejemplo de cómo un PB vincula su salud y estado de ánimo:
P.‐ Mmm… ¿se encuentra usted contento, luego triste? R.‐ No contento, no P.‐ ¿Contento, no? R.‐ Triste se encuentra uno, ya como está uno (ruido de pájaros) P.‐ ¿Y por qué se encuentra usted triste? R.‐ Pus por la enfermedá que me está molestando (Tlatz_PB_H_103).
En un caso la tristeza era debido a la carencia económica:
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R.‐ Pus aquí más o menos como estoy con mi hermanita pus ai me voy pasando con ella, si… triste porque a veces no tenemos nada, nos encontramos así, no tener ni un centavo para comprarnos algo, lo que sea… es lo que me siento, porque, digo, ¿dónde agarramos? No tenemos nada (Tlatz_PB_M_94).
En otro caso la tristeza y su “descontento” eran producto de su soledad y a la falta de “asistencia” o apoyo de alguien:
P.‐ Oiga don Cecilio…yyy… deeee… estado emocional, de sus emociones ¿Cómo se siente usted?...ahorita. R.‐ Pues me siento medio si… medio, medio enfermo, porque, medio enfermo ando, ¿Sí? Así ando, a lo que se puede ¿verdad? (risas). El otro, ta pa' allá, tan con su hermana, pero para mandar ya... toy solito aquí con mi sobrina, él se haya en México, es el único que…su hija…ya…yyy…su su su yerno, cuál de todos tan allí. Mjum. P.‐ Mmm… y usted se sienteee… ¿a veces contento?... R.‐ (interrumpe) a veces contento P.‐ ¿Cómo se siente? R.‐ A veces descontento, así es, así ando. P.‐ Y… ¿Por qué se encuentra así? R.‐ Pues… falta de... asistencia digo (risa) P.‐ ¿De asistencia? R.‐ Siii, por eso, por eso, falta de asistencia que, quiéreme decir pero... ahí... ¿con qué? (risas) si así es, es lo que hace falta. (Tlatz_PB_H_102).
A su vez el PB postrado se encontraba deprimido, de acuerdo al testimonio de su hijo, “Ya él dice que ya no va a vivir” (Tlatz_PB_H_Sinfolio), prácticamente está esperando su muerte.
Otros aspectos relacionados a la salud. Los PB que no contaban con personas que los cuidaran se encontraban en condiciones de abandono personal, con ropa muy sucia y con aspecto descuidado. En contraste, un PB que vivía cerca de su familia extensa, no presentaba descuido alguno en su atuendo y arreglo personal.
En todos los casos, excepto en uno, era notorio el deterioro, la falta de higiene y la falta de un espacio que las y los AM pudieran considerar propio, incluso sus pertenencias parecían reducirse a sólo una cama o un petate.
Relaciones sociales familiares y extra‐familiares. No todos los PB vivían con familiares, y en los casos en que así era no siempre participaban en las decisiones de la familia. En el caso del PB postrado y de una PB en situación de indigencia – la PB decía vivir en “casa ajena” (Tlatz_PB_M_101)‐ vivían omisión e incluso negligencia y violencia en sus casas o lugares donde pernoctaban. La postración de un PB se debió a que la esposa lo golpeó una ocasión que él estaba alcoholizado, aún postrado ella continuaba golpeándolo, actualmente su esposa prácticamente lo abandonó, pues aunque comparten vivienda ella no lo cuida, haciéndose cargo de él la nuera que no vive en el mismo hogar, adelante el testimonio de ésta:
P.‐ Pero ella no quiere atenderlo (la esposa). R2.‐ Mhu. Ella ni está ella aquí, ahorita está porque fue a traer leña, pero luego ella ni está aquí. Ella se va a pasiar temprano ni trae nada, según. Amanece, a las 7 de la mañana va ver si está donde mi suegro, mi esposo, ya no está. Dice que va a moler café y aunque no vaya. Que se va a pasiar. P.‐ Mmmm Y ahorita por ejemplo cuando ella, me decían que, que ella lo empujó pues y que se cayó, ahorita que está así enfermo ¿ella le pega, lo golpea o lo maltrata? R1.‐ En lugar de que lo cuida, no, no lo cuida.
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R2.‐ No lo cuida, namás lo regaña, le dice que está guiro le dice, pero le digo que todos están guiros, no sé si todos, todos vamos a estar bien, todos (…)(Tlatz_PB_H_Sinfolio).
Hay otro caso que expone la falta de presencia de éstos PB en sus hogares, e incluso la auto percepción de minusvalía ante las decisiones en el hogar:
P.‐ ¿Y usted? Aja… y ¿usted en qué decide? ¿Usted en qué opina? R.‐ Yo… pues no se nada de letras no se nada, nada, nada, ¡tonto mi cabeza! (risa), y por eso... no sé ni una letra, no se, por ¡eso! (Tlatz_PB_H_102).
El apoyo que dijeron recibir los PB de sus hogares era generalmente material y específicamente en forma de alimentos.
En contraste, sólo en el caso de una PB había reciprocidad con su hermana, evocaba que su madre les dijo siempre que debían estar juntas “como hermanitas”, en dicha relación circulaba apoyo emocional; antes ofrecía el producto de su trabajo en el campo y cuidaba a los hijos de su hermana, ahora que ella no puede trabajar más su hermana la ayuda, así lo dijo:
P.‐ Oiga, y, y ¿cuáles son como las cosas más importantes en las que su familia, o sea su hermana, su cuñado, este, la ayudan o la apoyan a usted? R.‐ Si, aquí nos ayudamos... iguales, como ella, lo que ella tiene, para mí, lo que yo llegaba yo a ganar, ganaba yo, ora ya no gano, ora nomás estoy esperando (risas) ora como me ve. Sí, ya no, ya no puedo trabajar, ora espero lo que ella tiene de su trabajito y ya me da, sí, si, ya no(…) P.‐ ¿Por qué usted le ayuda? R.‐ Ella me ayuda en lo que yo necesite, ps ella todo. Por decir, este, en lo que ella hace, es para mí, lo que sea del trabajito, lo que sea. Todos vamos ayudando igual. Sí? Nosotros no nos desapartamos, ni ella no se desaparta, ni yo también. Ahí vamos iguales. (…) R.‐ Pues yo les, les he ayudado harto cuando este… que podía yo trabajar, trabajaba yo con ellos, algún mandadito les iba yo a hacer. Ora ya no voy, ora ya, como me ven que ya no puedo hacer más el trabajo ya no, pero antes iba yo mucho, ayudaba yo con sus niños que tenían, a verlos a ver cómo se encontraban, pero ahora ya no puedo (Tlatz_PB_M_94).
Una preocupación generalizada entre los PB era no poder ofrecer apoyo material en sus familias, sin embargo intentaban brindar a cambio trabajo, por ejemplo, un PB dijo que a cambio de “tortillitas”, cuida la casa de su sobrina y le trae leña:
P.‐ ¿Usted vive con su sobrina? R.‐ Sí. P.‐Su sobrina ¿lo ayuda en algo a usted? R.‐ A veces, a veces me ayuda, a veces no. P.‐ ¿En qué lo ayuda? R.‐Me regala tortillitas (…) P.‐ Y… ¿cuales son las cosas que usted cree que le da a ella?, ¿Que usted le da a ella?, ¿En qué la ayuda a ella, o en que la apoya? R.‐ A mi no me da nada, me deja encargado aquí, yo ando divisando, si, viene luego y no viene luego, yo paso y me deja dicho se jue. P.‐ ¡Ah! ¿Porque ella se va muy seguido? R.‐ Si ella se va seguido a encontrar a su hijo pa' allá. P.‐ Mmmm y ¿usted cuida la casa? R.‐ Yo cuido la casita, sí.(…) R.‐Pues si, le digo que no, no me ayuda ni para nada, ¿Pa' qué? Pues toy aquí, traigo la leña, ya, ya... ayudar, si. P.‐ ¿A traer leña? R.‐Si leñita, sí, pus primero es la leñita, si. Lo primero (Tlatz_PB_H_102).
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En algunos casos el vínculo social con amigos, vecinos o la comunidad era prácticamente nulo, pues no salían de sus casas. Éste era el caso del PB postrado y del PB que no ha salido de su predio por años y de quien la gente pensaba, había muerto a pesar de vivir a unos metros de la calle principal de Tlatzintla; podría decirse que ambos vivían en aislamiento social, adelante un testimonio:
P.‐ ¿Y con gente de la comunidad, usted se lleva (pausa) de aquí… de la comunidad, que, que, cuando se reúnen aquí en la cancha de básquetbol que usted vaya? R.‐ No, ya no voy allá P.‐ Ya no va R.‐ No P.‐ Ya no va para nada con ellos mjum eh (pausa) con gente por ejemplo del delegado municipal, a veces hay juntas ya no, ¿ya no va? (pausa) R.‐ Ya no P.‐ ¿algo por la iglesia? R.‐ Ya no P.‐ ¿La fiesta patronal? R.‐ No, ya no salgo… ya nomás aquí (Tlatz_PB_H_103).
En un par de casos más, las relaciones con vecinos o amigos se han mantenido, a pesar de los decesos de conocidos. En este caso también expresaron una preocupación por no tener nada que ofrecer en sus relaciones extra familiares, aunque dijeron brindar apoyo emocional, apoyo en forma de trabajo o favores que aún podían realizar. De igual modo para ambos era importante el hecho de recibir de estas relaciones apoyo material en forma de comida, o incluso alcohol, como se muestra a continuación:
R.‐ (inaudible 20:42) ayudarnos como quiera que sea, se ríe uno y vamos a trabajar. P.‐ ¿Y si lo hacen?... Van a trabajar. R.‐ ¡Sí! (inaudible 20:54) P.‐ Mjum… ¿Que hacen?... ¿Cómo que hacen? R.‐ (inaudible 21:01), todo, si no, vamos por leñita. P.‐ Mjum…Van todos. R.‐ Sí, todos, todos. (…) P.‐ ¿Y con sus amigos que cosas cree usted? ehhh... R.‐ A veces…este…invita uno un traguito… P.‐ Mjum. (…) R.‐ A pues a veces dan un taquito. (Tlatz_PB_H_102).
De éste modo, la posibilidad de desplazarse de un lugar a otro les hacía mantener los vínculos extra familiares de los cuales recibían apoyo material y emocional que les hacían sentirse bien, acompañados y “útiles”.
7 Descripción General de Adultos Mayores Suspendidos
Percepción de salud física. La AM Suspendida del Programa comentó que tenía visión con sólo un ojo, le dolían los huesos, generándole dificultades para caminar, hace algún tiempo tuvo tos y temperatura, por lo que acudió al médico a la Ciudad de México, a partir de entonces cada mes acude a consulta, sin embargo dijo no saber de qué está enferma.
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Percepción de salud emocional. La AMS señaló que generalmente se encuentra contenta, que el único motivo de coraje es cuando debe bajar a Tlatzintla desde su barrio Temacuitl, y no llega el apoyo económico del 70 y más. Le enoja y hace sentir mal el hecho de no saber con quién acudir para que vuelvan a darle el apoyo.
Otros aspectos relacionados a la salud. La vivienda de la AMS estaba limpia, igual que su persona.
Relaciones sociales familiares y extra‐familiares. La AMS vive en una familia donde es tomada en cuenta y reconocida como una persona importante. Su familia le da de comer y compra lo que necesita, la llevan al médico, conversan con ella y la acompañan, por lo que recibe apoyo material, instrumental y emocional. A cambio ella ofrece apoyo emocional al dar consejos y conversar con su familia, además de apoyar con recursos económicos para la comida cuando puede, esto ocurría cuando recibía el 70 y más, así lo expresó:
P.‐ ¿Usted siente que ayuda a su familia en algo, que les da algo a ellos? R2.‐ Sí, pues lo que compra, todos compramos R1.‐ Sí, todos comemos juntos, compra uno, cuando yo tengo con qué también compra uno para comer... ya come uno, todos juntos (Tlatz_AMS_M_79).
En sus relaciones extra familiares con sus amigas dijo recibir y ofrecer apoyo emocional, aunque casi no salga de su casa por motivos de salud, así lo expresó:
P.‐ ¿Para qué se junta con ellos? R1.‐ Para que se acompañe uno (…) R1.‐ Si, para que se acompañe uno, sí, amigas ujummm P.‐ Si pues es muy importante... platicar R1.‐ Pos sí (Tlatz_AMS_M_79).
8 Descripción General de Actores Clave 8.1. Interacciones alrededor de la entrega del recurso del Programa Entre ejecutores y beneficiarios. El punto de pago para Tlatzintla es la cancha de básquetbol de la misma localidad, ahí esperan algunos AM desde las 7 de la mañana y los pagadores llegan aproximadamente a las 9 de la mañana. A las 11 hrs. inicia el pago, por lo que a decir de los AC los AM han esperado al menos dos horas. La cancha de básquetbol se encuentra techada, ofreciendo sombra a los AM, y de acuerdo a los AC, en las entregas ellos mismos habían facilitado algunas sillas de sus casas o de la delegación municipal para que los AM no esperaran de pie, así lo dijeron:
R.‐ Sí, yo este, recibí la hoja, les mandé avisar al, a los señores, es más, hasta me pidieron prestado un a del... unas sillas para que pus allá en lo que es la cancha, ahí este, recibieran su apoyo, y eso. (Tlatz_AC_H_2). R.‐ Pues quizá, yo ni los he contado cuando vienen, como yo pues voy a ponerles ahí las sillas (Tlatz_AC_M_1).
De acuerdo al punto de vista de un AC, el lugar de pago es inadecuado por su inseguridad, está al aire libre y le preocupa que a pesar de la presencia de la policía municipal el pago se realice a la vista de todos, así lo expresó:
P.‐ Mjum. Desde su punto de vista ¿es adecuado el lugar donde se entrega el apoyo?
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R.‐ Pues, yo como que veo que no, psss, no sé. P.‐ Mjum. ¿Por qué? R.‐ Digo por, pus no, aquí no ha pasado nada, nada de lo que yo me imagino, pero yo lo hago porque digo pus se trata de dinero, es un lugar abierto, un lugar que este, pues este, por seguridad, no me gusta, no lo veo bien. (…) R.‐ Seguridad siempre viene. P.‐ ¿Qué policía viene? R.‐ La municipal, la policía municipal, sí, sí, ellos son los que vienen P.‐ Pero me dice que… ¿como que no? R.‐ Bueno, yo digo que no porque este, usted sabe que este, tienen, los bancos que son este, un lugar supuestamente seguro, roban, por qué en un lugar como este, podrían robar ¿verdad? (Tlatz_AC_H_2).
Los dos AC, que fungen como Responsables del Programa en Tlatzintla, desconocen muchos aspectos de cómo funciona el Programa, aunque van apoyando en lo que pueden o saben a los AM. Una AC era Responsable del Programa en la localidad desde hace seis meses, antes lo había sido una vocal de Oportunidades, pero a decir de la AC, la vocal no avisaba a los AM, quienes por no enterarse se quedaban sin cobrar, esto hizo a los pagadores presionar a los beneficiarios y sus acompañantes para que alguien se hiciera responsable de avisar a los AM y de colocar mesas y sillas a los pagadores, de lo contrario, se llevarían la sede a otra localidad. Fue así que ante la falta de participación de los demás y para evitar que su mamá tuviera que desplazarse a otro lugar, la AC se auto propuso como responsable, así lo expresó:
R.‐ Ajá, porque más antes este, de las veces pasadas mandaban una razón y le avisaban a la de Oportunidades que avisaba, que avisara, y ella pues como es así una señora canijita corajienta, pues no les avisaba, y llegaba la gente que ya venía a pagar ya no había ni mesas, ni nada, entonces pues dijo el señor que mejor le iban a quitar la sede aquí y la iban a mandar a otro lado, y entonces dijimos que, que nosotros nos comprometíamos a yo me comprometí, yo avisarles y ahora pues ya como ya se cambió el delegado, ya son otros, pues ahora sí avisaron esta vez, ajá sí les avisé P.‐Ajá y ¿cómo fue que usted empezó a hacerse responsable, quién le dijo o cómo le hizo? R.‐ Los señores que pagan, porque vinieron a llegar y no había nadie, y entonces dice ¿quiénes pueden servir aquí? dice, o nombramos alguien, pues entonces no querían, entonces mejor se van poniendo detrás de uno, detrás de otro, y ya, este, porque no querían quedarse, pues le digo, yo voy a servir, le digo, pues con la condición le digo que pues de que, cuando este vengan a pagar avisen con tiempo le digo, porque este a veces, no está uno (Tlatz_AC_M_1).
De éste modo se nombró a una Responsable, sin embargo de éste cargo no todos los AM estaban enterados, tampoco el Delegado Municipal: P.‐ ¿Hay alguien que se eligió o que eligieron, o alguien que sea responsable del programa?, R.‐ No, como Representante del...P.‐ Sí. R.‐ No.”. Éste AC a su vez dijo asumir la responsabilidad de avisar a los AM el pago anterior. Ambos coincidieron en ser avisados del día de pago ocho días antes.
Los AC señalaron que ocurrió que al no estar enterados algunos AM del día que debían recoger su pago, fueron suspendidos, y que además hay personas aún no inscritas. Adelante su testimonio:
R.‐ Llegaba San Antonio (otra localidad que acude al punto de pago de Tlatzintla), pero pues aquí no tenían aviso muchos. No, no tan solo él, dos o tres personas por ahí que se quedaron sin su apoyo ¿por qué? Porque este, se iban al campo y porque no se enteraban, aquí no, no había una persona que dijiera: ”Saben qué, es que van a venir a entregar ese apoyo y quédense porque va tener que recibirlos ¿no? (…) R.‐ Pero muchos, le digo a veces no se dan cuenta, se, de momento hacen planes, no pus mañana voy a tal lado. P.‐ O se van o están enfermos o algo. (…)
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P.‐ Y ¿antes de que usted llegara, entonces cómo le hacían? ¿Antes de que usted fuera delegado y que... R.‐ Pues antes, ya nomás con uno o dos que se enteraban que venían, que iban a venir a pagar, pus ahí se platicaban, o se corría la voz, por eso le digo que algunos se llegaron a quedar sin el apoyo. Sí porque no todos se daban cuenta. P.‐ ¿Y qué pasa? ¿En el caso de su papá ese día no le entregaron el apoyo? R.‐ No P.‐ Y en la siguiente ocasión ¿se lo entregaron? R.‐ No P.‐ ¿Tampoco? R.‐ Es lo que, es un poco, que yo quisiera. Con ellos no he platicado nada de eso, pero yo digo que si ya viene el apoyo para esa persona, pienso yo, no sé cómo se maneje el programa pero, si no se lo entregaron hoy a la siguiente vez que vengan, yo me imagino que lo deberían de entregar. (…) R.‐ Por una ocasión. Hay otro señor igual que está, este, metió sus papeles y creo que nunca le llegó al señor, nunca le llega. Nomás le dicen, a la otra, a la otra, a la otra, y ya lleva todo el programa y todo el tiempo (…) R.‐ Tenemos muchos casos de personas, o que no está inscritos en el programa, o de gente que, a lo mejor recibió o lo destruyeron y ya nunca, nunca le dieron su holograma. R.‐ Ajá. Sí, y había otra persona que me vino a ver que igual, que, pus querían que yo les echara la mano, que viéramos eso ahí con, con los que vienen a pagar que, cómo le pueden hacer, pero este, es más, el señor ese, ahorita que vinieron este, fuimos a platicar con los que vinieron, y dijeron ”No, a lo mejor a la otra ya le llega, porque ahí están sus papeles.” Pero le digo, ya casi todo el programa ha estado así, desde que inició... siempre. (Tlatz_AC_H_2).
Una problemática más expresada por ambos AC era el hecho de que algunos AM con dificultades físicas para llegar al punto de pago debían acudir personalmente, pues se desconocía la figura de Representante entre beneficiarios y AC. A continuación el testimonio de ambos AC:
R.‐ Pues este que, que tiene que ir la titular, ella debe venir a recibir su dinero, se pueda parar, no se pueda parar. P.‐ ¿Eso les han dicho? R.‐ Ajá, sí porque tienen que al recibir el dinero, tienen que poner su huella, o los que saben firmar firman, firman de recibido que recibieron el dinero (Tlatz_AC_M_1). R.‐ Sí he visto, dos, tres, por ahí. Este, pues aquí están ¿qué? Tres personas, una señora que vive hasta por allá arriba, he visto que a veces la traiban en carro, como el carro entra hasta arriba P.‐ Mjum R.‐ Entonces la traen en carro y en carro la llevan y cuando no hay quién la vaya a traer, porque luego a veces no están los que les piden el favor que vayan a traer, pus la traen así, este alzando. P.‐ ¿Caminando? R.‐ Sí. Estaba otra señora de acá abajo que igual no puede caminar, anda en este, se ayuda con la, una silla. P.‐ Mmmm R.‐ Y este, pus ahí la train. Otro señor que no ve, igual, lo train este, agarrado de la mano, sí. No sé, será conveniente, no será conveniente eso pero este, pero así es. P.‐ Así lo han traído. (Tlatz_AC_H_2).
La AC comentó que se organizaban entre los beneficiarios para dar de comer a los pagadores, de modo similar a como lo hacían con el pago de Oportunidades. Ella empezó a solicitar 5 pesos por beneficiario de 70 y más:
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R.‐ Ajá sí porque ya sabe uno que ellos no pueden hacerlo porque están abuelitos, también nosotros de oportunidades, nosotros este, ponen cuatro, este, dos que lleven la tortilla y, la comida y el, y dos ponen refrescos, y así vemos cómo les damos de comer P.‐ ¿Y la gente que viene a pagar les pide que les de la comida? R.‐ No, nosotros nada más les damos pues porque se vienen, vienen a llegar temprano, a veces vienen a llegar temprano a veces van a pagar primero a San Antonio, y luego regresan pa’ acá, pero allá almuerzan y aquí comen de la comida P.‐ Ah R.‐Ya se van yendo de aquí como a las tres (Tlatz_AC_M_1).
Sin embargo algunos AM se oponían a esto, lo que generó tensión entre ella y los beneficiarios, de modo que la AC había decidido recientemente dejar su cargo.
De acuerdo a lo expresado por la AC, los pagadores iniciaban el pago con un discurso, preguntándoles a los beneficiarios si estaban contentos por recibir el recurso; también los pagadores pedían a los AM contaran bien el dinero que les entregaban porque no aceptan reclamaciones:
R.‐ Pues ellos este, siempre antes de que empiecen a pagar les dicen que ya llegaron y que este, que sí estaban contentos o no están contentos, dicen sí porque nos van a dar el dinero y así, y ellos este pues si lo reciben con buen modo a los abuelitos (…) R.‐ (…) pero como dicen no que les cuide uno cuando les dan su dinero porque, que les vea uno que les cuenten bien el dinero porque a veces dicen que les hace falta y si ya se quitaron tantito y todavía vienen a reclamar del dinero pues ya no, ya no es válido dicen (Tlatz_AC_M_1).
Entre beneficiarios. De acuerdo al testimonio de los AC, los AM al estar reunidos en el punto de pago platican entre sí, a algunos de ellos les llevan sillas sus familiares para que se sienten:
R.‐ No, se sientan así juntos ahí en la barda pues está grande la barda ahí se sientan, y otros les llevan sus sillitas a donde se sienten, P.‐ Les llevan sillitas R.‐Ujum P.‐ Y, y ¿quién les lleva las sillas? R.‐ Pues familiares P.‐ Ujum y qué hacen ahí los adultos mayores ¿se platican? R.‐ Ajá es que están abuelitos y como se han conocido de mucho tiempo ahí hasta se dan su abrazo que se encuentran…. R.‐ Platican de sus pasados o de alguna cosa, y se preguntan yo pensaba que ya no vivías, o cómo estás, digo (Tlatz_AC_M_1).
Para una AC varios AM están solos esperando su recurso como si fueran “basuritas”, aunque a otros los acompaña su familia: “están regaditos por ahí parecen basuritas pero pues hay uno que nosotros llevamos nuestra familia, pues ya nos vamos a formar con ellas, ujum” (Tlatz_AC_M_1).
Entre el Programa y otros programas. De acuerdo a los AC, el Programa no tiene relación con otros programas, excepto con Oportunidades, pues en ocasiones los pagadores del 70 y más también están presentes en el pago de Oportunidades:
R.‐ Pero pus, por ejemplo el señor éste que le digo que viene a lo del, a pagarle, a darles el apoyo a los abuelitos, me parece que viene también cuando pagan Oportunidades. (Tlatz_AC_H_2).
De igual modo, el 70 y más empleó la estructura organizativa de Oportunidades, pues al inicio del Programa era una vocal de Oportunidades quien avisaba a los AM el día que debían cobrar el recurso del 70 y más.
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Otros procesos comunitarios alrededor del Programa. También afirmó un AC, en el pago en Tlatzintla han participado personas de la presidencia municipal.
R.‐ Umm, pues antes estaba, bueno del otro día que vinieran a pagar, venían este, venían ora sí que de Molango que eran conocidos P.‐ De Molango R.‐Ajá P.‐¿De dónde vienen? R.‐ Los que venían a pagar de, P.‐ Pero de la presidencia R.‐ Sí, sí, de la presidencia, venía don “Eduardo” (Tlatz_AC_M_1).
9 Observación del Punto de Pago 9.1. Interacciones alrededor de la entrega del programa Entre ejecutores y beneficiarios. La convocatoria para la entrega del recurso del 70 y más fue el día 3 de Abril del año en curso a las 9:30 horas en la cancha de básquetbol de Tlatzintla. Este día se esperaba la visita de un funcionario federal de SEDESOL al punto de pago para presenciar la observación del equipo de campo del estudio cualitativo. Según testimonios de los AC, ésta fue la primera ocasión que se empleó micrófono para llamar a cada uno de los AM a la mesa de pago y se rentaron sillas para todos los AM.
Sobre la calle principal y en la entrada de la cancha de básquetbol había numerosos puestos de fruta, verdura, abarrotes, enseres domésticos, ropa, música y comida preparada, así como una fotocopiadora con una fila permanente de personas que sacaban copias de sus documentos para el cambio de holograma de Oportunidades. Fue la primera ocasión que en una entrega del 70 y más se colocaran tales puestos, por lo que se deduce que el comercio se debió al cambio de holograma de Oportunidades.
Los dos pagadores del 70 y más vestían chalecos antibalas con el logo de TELECOMM, quienes entregaban el recurso contando al frente los billetes de 200 pesos cuando los AM se aproximaban para recibir el dinero. Uno de los pagadores interactuaba serio y escuetamente con los beneficiarios, el otro pagador no dirigía su mirada a los beneficiarios e incluso los ignoraba, a él se aproximó una señora quien le dijo “gracias” en dos ocasiones con una amable sonrisa, buscándole los ojos, sin embargo el pagador no la miró y continuó ordenando documentos, más tarde se podía observar a dicho pagador en actitud descompuesta con rostro de hartazgo.
A un costado de la mesa de pago y próxima a uno de los dos policías encargados de seguridad, se encontraba colgada en lo alto una mochila negra con el título “buzón SEDESOL”, con un candado cerrado, al que ningún AM se dirigió.
La mesa de atención era contigua a la de pago, en ella todo se atendieron casos desde que se instaló hasta que se levantó y terminó después que la mesa de pago. El Promotor Social de no más de 35 años tenía una actitud tranquila, su voz era muy baja, sin embargo a través de los formatos entregados por los AM se identificó que la mayoría de casos atendidos eran inscripciones. Se aproximó a la mesa de atención la enfermera de Ixcatlán para hablar con el Promotor Social. Ésta comentó más tarde con otras AM que fue a pedir que no le retiraran el apoyo a un señor de Ixcatlán, a quien le
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hicieron una constancia médica pero que al “no estar completa”, carecía de validez para la esposa que quería cobrar el recurso de su esposo, la enfermera “logró” que no dieran de baja al señor y “le acumularan su apoyo”, pues de acuerdo a lo que mencionó, le cuesta mucho que en mesa de pago acepten las constancias médicas.
Una de las personas frente a mesa de atención expresó la manera en que muchas de ellas se sentían: “es que nosotros somos ignorantes y no sabemos”
(Tlatz_DC_Obs_3Abr_AF). Su timidez o intimidación ante el desconocimiento de lo que ahí les explicaban también era evidente en su rostro. De igual modo, hasta el término de la mesa de atención permaneció la hija de una AM Suspendida del Programa para tratar de resolver la suspensión de su madre, pero no resolvieron su problema a pesar de estar de pie frente a la mesa por mucho tiempo, de hecho, su mamá con serios problemas visuales también se encontraba de pie ante la mesa, con rostro de quien no entendía lo que ahí pasaba.
A pesar que la responsable del Programa en la localidad, quien llegó una hora y media después de iniciado el pago porque tenía una consulta médica en Naopa, preguntó a los funcionarios del Programa cómo inscribir a los AM que aún no eran beneficiarios por tener problemas en sus documentos, pero no entendió cuáles eran los trámites necesarios, cuando al final de la entrega el equipo de observación le preguntó qué debía hacer para gestionar los documentos, respondió: “que hace falta sacar un documento con el mero jefe” (Tlatz_DC_Obs_3Abr_AF), pero sin saber exactamente con quién acudir, si con el presidente municipal, el responsable del Programa en el municipio, o alguna otra autoridad. Y cuando el equipo de campo preguntó si ella tramitaría los documentos de los AM, expresó desanimada: “es que para hacerlo hay que gastar en pasajes”, evidenciando que era un recurso del cual carecía.
En general, en las interacciones de los funcionarios del Programa con la Responsable y los familiares de AM, se les observaba a éstos últimos cubriéndose las bocas, nerviosos cuando hacían preguntas sobre el Programa o sus casos particulares, en síntesis, intimidados.
De acuerdo a lo señalado por un funcionario de SEDESOL, al final de la entrega quedaron sin cobrar 6 personas. La entrega duró aproximadamente una hora para las tres localidades que reciben el recurso en Tlatzintla, al concluir la entrega les fueron recogidas las sillas a unas AM que permanecían sentadas –que no podían permanecer mucho tiempo de pie, una de ellas tenía visibles dificultades para caminar y una más empleaba bordón‐ esperando se arreglara su caso en la mesa de atención.
Entre beneficiarios y beneficiarios. Las interacciones entre beneficiarios se limitaban a algunas conversaciones, pero la mayoría estaba sentada sin interactuar con nadie más, se observó cansancio y tensión en sus rostros, además trataban de poner suma atención a las indicaciones de los pagadores.
En las pocas conversaciones entre AM, se informaba sobre los documentos que necesitaban para cambiar el holograma de Oportunidades, sobre qué debían hacer quienes no eran aún beneficiarios del 70 y más, y comentaban también asuntos personales.
Era de destacar que varios AM se veían aseados y con ropas limpias, éste fue el caso de la Potencial Beneficiaria que vive prácticamente en la indigencia. Ella a pesar
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de estar descalza como otros días, también usaba ropa limpia y su cabello estaba peinado. Este hecho hacía evidente la relevancia del día de cobro del 70 y más en la comunidad, particularmente para los AM, que como si fuera día de fiesta, se aseaban y arreglaban su persona.
Entre el Programa y otros programas. Los AM comentaron, al momento de la entrega del recurso, que era la primera vez que se recibían simultáneamente los Programas 70 y más y Oportunidades. Un grupo de aproximadamente 60 mujeres beneficiarias y vocales de Oportunidades estaba reunido primero en un grupo grande en la esquina de la cancha de básquetbol, y después en dos grupos haciendo fila, de pie, esperando que concluyera la entrega de 70 y más para hacer su cambio de holograma y cobrar. El único funcionario de SEDESOL daba indicaciones gritando al grupo de mujeres (pues carecía de micrófono a diferencia de lo ocurrido en el pago del 70 y más), para informar que en esta ocasión no se instalaría mesa de atención, que se renovarían sus planillas e indicó los documentos de los cuales requerían copia. Al final de la entrega de 70 y más colocaron una mesa con un pendón de Oportunidades, al frente de la cual se hicieron las filas. Las beneficiarias de Oportunidades nunca tomaron asiento.
El Promotor de Oportunidades vestía un chaleco con insignia de SEDESOL.
Difusión y promoción. En el punto de pago se instalaron pendones del Programa 70 y más, dos en la entrada de la cancha y uno en el interior, así como dos pendones indicando “Mesa de Atención”. El personal de 70 y más estaba identificado con chalecos de SEDESOL.
El buzón de quejas se encontraba a un costado de la mesa de pago, se vería medido por un policía armado, impidiendo el libre acceso de los beneficiarios al buzón.
Facilitadores y barreras de acceso al punto de pago. Un facilitador del punto de pago era la sombra del lugar; otro el acceso, pues para ingresar a la cancha de básquetbol deben subirse sólo tres peldaños. Además es un punto intermedio entre las otras dos localidades a las que se entrega recurso. Sin embargo, el punto de pago resulta una barrera para quienes no viven en Tlatzintla, debido al infrecuente servicio de transporte en la región; quienes llegan de Ixcatlán, San Antonio y el barrio Temacuitl, debían hacerlo a pie bajo el sol, haciéndoles difícil el trayecto, especialmente cuando los AM tienen problemas visuales y para caminar, como ocurrió a la AMS de Temacuitl, quien además de padecer dolor de huesos y ceguera parcial, llegó caminando. Una dificultad del punto de pago fue la ausencia de servicio sanitario para los AM.
Una barrera más era el estrés que les generaba a los AM estar atentos a las indicaciones de los pagadores, su estado de ánimo se expresaba en su rostro. Ante tal situación de estrés no existía asistencia médica que atendiera crisis físicas.
Un facilitador fue la renta de sillas, sin embargo retiraron abruptamente y sin cuidado a las AM que tenían dificultades para estar de pie, quienes terminaron sentándose en unas pequeñas bardas de la cancha, donde les daba sol.
Otras barreras fueron la falta de información sobre los trámites que debían realizar las personas suspendidas del Programa y los Potenciales Beneficiarios, algunos de éstos se encontraban próximos a la cancha de básquetbol tratando de enterarse de algo pero como no se aproximaron a la mesa, no obtuvieron información. Una barrera
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más fue la falta de confianza y comunicación asertiva entre responsable del Programa, familiares y los funcionarios del Programa.
Es de destacar que en una tienda de la entrada a la localidad y próxima a la cancha de básquetbol, un grupo de varones de todas las edades –también AM‐ se encontraba ingiriendo cerveza, conforme transcurría el día el grupo era más nutrido.
10 Resultados de Impacto Percibido sobre Calidad de vida en Adultos Mayores
10.1 Resultados de Impacto percibido en Adultos Mayores sobre Salud Física y Emocional
Por características individuales, sociales y de comunidad Percepción del impacto en la Salud Física por características individuales: análisis por sexo. En general, tanto hombres como mujeres comentaron que el apoyo económico del Programa 70 y más no era suficiente para mejorar de manera importante su salud, ya que el dinero no rendía y no solventaba todos los gastos médicos. No obstante, reconocieron que había hecho una diferencia; es decir, si antes no podían comprar ningún medicamento, actualmente al menos pueden adquirir algunos o pagar por atención médica. A continuación se presentan tres testimonios, en los primeros se comenta que no ha notado mejoría con el Programa, ya que el dinero se gasta rápido, y que el recurso es poco para atender malestares o enfermedades de complicado y caro tratamiento como la sordera, en el último la AM señala que es muy caro el transporte para ir a una consulta y, en ocasiones, la atención no es buena.
P‐ Mjum. ¿Usted cree que ha cambiado su vida desde que le, desde que le dan el apoyo? O sea, siente que come mejor, siente que está mejor de salud. ¿O siente que está peor? R‐ No pus. P‐ A comparación de antes. R‐ Di que es igual, el dinero pus. P‐ Mjum. R‐Lo ocupa uno ya y se va y ya, se siente uno que ves ya no tiene uno nada, y ahí se acaba todo (Tlatz_AM_M_72). P.‐ ¿Y entonces desde que usted recibe el apoyo de la tercera edad, ha cambiado su salud o sigue igual? R.‐ Yo porque sigo igual, yo porque sigo igual diría. P.‐ ¿No ha mejorado o empeorado? R.‐ No, no, no, no ha mejorado le digo, al contrario pus estoy sorda (Tlatz_AM_M_86). R.‐ Me llevaban porque tenía yo cita que fuera yo pero, ya, ya este, pues como le digo a usted, pa dos pastillitas que me dieron, mejor no voy porque pues el carro que nos lleva nos cuesta cien pesos y a ver, pues de dónde (Tlatz_AM_M_ 99).
Sin embargo, algunos AM beneficiarios mencionaron que el apoyo había impactado de cierta forma en su salud, ya que les permitió acceder a medicamentos y alimentos para sí mismos o para la familia. Los siguientes testimonios muestran cómo el recurso se ha empleado para atender los malestares de su pareja, y que ahora puede mandar a su hija a comprar alimentos básicos:
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P.‐ A partir de que le dan el apoyo este…usted ¿ha sentido que ha cambiado en algo su salud? R1.‐ Pu´s si porque se ayuda uno algo cuando yo veces, ya yo ya, el señor cuando tiene uno una enfermedad pu´s, que un dolor de cabeza, que veces un dolor de estómago, por cualquier cosa, pu´s ya se ya con eso se ayuda uno aunque sea para comprar aunque una pastilla algún... alguna cosa… (Tlatz_AM_M_ 84).
R.‐ Sí porque pus este, ya no tenemos, no teníamos apoyo, así, estábamos escasos de recursos, no teníamos con qué comprar y ahora pues este, aunque sea unas papas, un, alguna cosita ya va a comprar mi hija (Tlatz_AM_M_99).
Hubo quienes comentaron que, de una u otra forma, el apoyo repercutía positivamente en su bienestar en general, tal como se muestra a continuación:
P.‐Oiga, ¿usted cree que desde que recibe el apoyo ha cambiado en algo su salud? R.‐ Sí. Mhe. P.‐ ¿En qué ha cambiado? R.‐ Porque pus así me puedo comprar lo que yo quiera yo, me puedo comprar así alguna medicina del que sea de vitaminas o algo que me haga provecho y así dicen… (…) R.‐ Y ahora ya no, ya, hasta mis nietos dicen, mi ma ahora ya está bien dice, ya cambió dice, ya está más bien, se ve… (…) R.‐ Dice que ya, que ya me veo más mejor de mi cara, dice que antes ya estaba yo más, más acabada (Tlatz_AM_DF_M_100). Unas personas enfatizaron que el dinero recibido era insuficiente para pensar
en mejorar considerablemente la salud, asimismo subrayaron que el tiempo que ha transcurrido desde que reciben los apoyos es poco para notar cambios: R.‐ Este no ora este también era poco lo empezaron a dar, tiene como, como, como cuatro años que están apoyando, yo ora o yo a más ora después (Tlatz_AM_H_87).
Percepción del impacto de Salud Emocional por características individuales: análisis por sexo. En general, los AM que fueron entrevistados comentaron sentirse contentos de recibir el apoyo del Programa, a su parecer, esto les ha permitido cooperar con los gastos para alimentos del hogar, tener una mayor capacidad de compra y diversificar su alimentación, esto se ejemplifica en los siguientes fragmentos de entrevista:
R.‐ “¿Cuando me siento contenta? Pues cuando me dicen algo bien… estoy contenta… o les digo cómprenme algo o vamos a comer, vamos a… mando a comprar… que me dan mi apoyo mando a comprar que pan, que alguna cosita…vamos a comer… si, pues si me siento contenta” (Tlatz_AM_M_95). P.‐ Oiga y desde que recibe usted el apoyo ¿Ha cambiado en algo su estado de ánimo? ¿Está más triste, más contento? R.‐ No pus ya compramos lo que nos ayuda al estómago, pollito, un pedacito de carnita de res, compramos u encargo a Molango, me traen un kilito y ya comemos (Tlatz_AM_H_87).
Asimismo, hombres y mujeres mencionaron que el apoyo los hacía sentirse tranquilos. Esto se debe a que, a su edad, es más difícil trabajar y encontrar trabajo, así como desplazarse para realizar actividades de las que obtienen algún recurso económico; por lo mismo, el apoyo del Programa les parece indispensable. Ante la imposibilidad de los varones de ser “alquilados” para trabajar, el apoyo les permite tener una forma de sobrevivir:
P.‐ Mmm, ¿por qué se siente contento a partir de que le dan el apoyo? R.‐ Porque me dan el dinero ya compran algo, como aquí no, no alquilo quedo, aquí no, ya tú no, ya tú no sabes, ya no puedo trabajar, no alquilan, no alquilan. Antes trabajaba yo, trabajaba
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yo como se alquilaban a limpiar la carretera, la pedriada, las cunetas, ora ya no alquilan, ora ya no lo alquilan (Tlatz_AM_H_75). P.‐ ¿Cómo era antes de que tuviera el apoyo? R.‐ Pues no es bien trabajoso, siempre antes eh yo te voy a te, de que te alquilaban para que trabajaba yo diario ahora ya no ya voy mmm (silencio) ya siento menos trabajo ahora porque ya no me alquilan, porque cuando ayuda uno pues es tiene, se siente uno de otro modo para (silencio) (Tlatz_AM_H_85).
En las mujeres fue más significativo el hecho de que ahora cuentan con un recurso económico que sus familiares ya no podían brindarles, refiriendo cierta autonomía para gastos personales:
P.‐ Oiga y, y este ¿Qué es lo que más le gusta el apoyo, del apoyo? R.‐ Pues, pues a veces digo está bien que nos estén apoyando porque yo (risa), yo digo, tengo necesidad para por el dinero, que a veces necesito para, para comprarme alguna cosa, porque mis hijos también ya no me dan, antes me daban, me mandaba, pero no seguido, ahí de cada en cuando me mandaban que cin, quinientos pesos y así no me alcanzaba y a veces mejor lo guardaba yo, no falta Dios como me iba yo a sentir, ya no, ya no me, no me, no me podían dar seguido el dinero… (Tlatz_AM_DF_M_100).
Percepción del impacto en la Salud Física por características individuales: análisis por dependencia funcional. Al igual que el grueso de los AM, las personas que reportaron dependencia funcional y sus representantes señalaron que el apoyo del Programa les permitía comprar alimentos y medicinas. Sin embargo, indicaron que éste no tenía un impacto importante en su salud, pues sus enfermedades son complejas, tal como se muestra a continuación:
P.‐ Ajá. ¿Y usted cree que eso tiene que ver para que usted este sano? ¿Que no se enferme? R.‐ Pos eh, yo ora siempre estoy enfermo, cada nunca voy a estar bueno (Tlatz_AM_DF_H_98).
Percepción del impacto en la Salud Emocional por características individuales: análisis por dependencia funcional. Sobre el Programa hubo quien comentó que estaba contento de recibir el apoyo económico; sin embargo, manifestó que éste no era suficiente debido a que necesitaba que alguien lo cuidara. Es decir, el apoyo económico no compensa el apoyo instrumental y emocional, apoyo que les resulta necesario y significativo. El siguiente testimonio ilustra este aspecto:
R – ¿Usted cómo se siente desde que le dan el apoyo? R – Si me gusta P – Mjm R – ¿Qué? P ‐ ¿Qué más? R – Este no.. no hay quien me cuide así, a la vez mi muchacho como sale a trabajar pus a veces no.. no hay P – Mjm R – A veces ya hay y ya como y ya y así voy pasando (Tlat_AM_DF_H_97).
Percepción del impacto en Salud por características sociales: análisis por tipo redes fuertes y débiles. Las opiniones entre AM con redes sociales fuertes y débiles no variaron de forma considerable. Ambos grupos referían que su salud se mantenía igual y algunos de ellos que su salud había mejorado con el Programa.
Percepción del impacto en Salud por características sociales: análisis por características del hogar Oportunidades y no Oportunidades. Más de la mitad de AM
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recibía además del 70 y más, Oportunidades y Procampo, y percibían una ventaja en relación a Oportunidades porque 70 y más ofrecía más recurso, así lo expresó un AM:
P.‐ Muy bien. Oiga ¿y qué es lo que más le gusta del, del apoyo de los abuelitos de 70 y más, qué es lo que más le gusta a usted? R.‐ Pues le digo que, que el apoyo de, que se le da porque nos van dando más, mhe, nos van dando más y ya más nos dura, mhe, porque de, Oportunidades nos van dando más poquito (Tlatz_AM_M_93).
En general, tanto los hogares beneficiados por Oportunidades como aquellos que carecían de éste apoyo refirieron que no ha mejorado de forma relevante su estado de salud.
Ahora bien, algunas personas que no residían en un hogar Oportunidades, manifestaron que el apoyo 70 y más en realidad sí hacía una diferencia en su gasto en salud, probablemente debido a la carencia económica que enfrentan. Por ejemplo, un entrevistado comentó que antes de recibir el Programa no visitaba al médico por falta de dinero:
R – Pues si este… pues ahora digamos que, que este pus, como le dije usted, vamos, vamos guardamos unos centavitos, ya nos damos valor de salir P – Mju R – A, a buscar medicina, un médico a, por ejemplo a consulta, pero antes, antes no por falta de dinero, pus no salía uno ningún lado, así a veces llegaba uno a morir, este no por falta de medicina ve P – Mju, entonces usted se siente, ahora mejor R – Por este ya se, si se siente uno más mejor, vaya pus este con algo de, de apoyo que nos están dando (Tlatz_AM_H_91).
Impacto del impacto en Salud por características de Comunidad: análisis por condición étnica y acceso a los servicios de salud. A pesar de que los malestares eran una constante en la vida de los AM, en muchos casos buscaban atención médica después de un largo periodo de padecimiento, lo que provocaba aún mayor deterioro en su salud. La búsqueda tardía de atención médica podía deberse a la distancia de los servicios de salud de primer nivel, y lo caro del traslado a los lugares donde podían atenderse, o bien al costo que implicaba pagar médicos particulares. Si bien las clínicas cercanas atendían problemas de salud sencillos, las enfermedades propias de su edad o por la prolongación del padecimiento, requerían atención especializada. Por ejemplo, una AM comentó que acudió con su hija al médico en Ixcatlán hasta que no soportó el dolor en las costillas, causado por una tos crónica. Al costo del transporte y de la atención médica debe sumarse también el de los medicamentos:
R. No pus apenas he ido pero como no, no este, no nos dan este, no tenemos dinero, no conseguimos lo que más compramos las medicinas, pero que nos decía que vamos ha, ha nomás que tomáramos un zángano, este como nos cobraban muy caro en Molango, no no lo compramos, no pagamos y así se quedaba pero… ya no, ya hemos ido” (Tlatz_AM_H_75).
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10.2 Resultados de Impacto percibido sobre Empoderamiento
Percepción sobre Uso del Apoyo y Toma de decisiones sobre el recurso por características individuales, sociales y de comunidad Uso de apoyo por características individuales: análisis por sexo. Tanto hombres como mujeres refirieron usar el dinero del Programa en comprar principalmente alimentos aunque no siempre especificaron cuáles. Entre los mencionados estuvieron: leche, maíz, carne, jitomate, tomate, aceite, huevo, cebolla, chile, fruta y en un caso pescado. Algunos alimentos procesados como: pilón de azúcar, queso, pan, sopa y tortillas:
R.‐ Yo mejor lo guardo mi dinero y este, compro a veces cuando puedo me compro mi kilito de, de pollo, o un kilo de pescado cuando vienen a vender. P.‐ Mhe. R.‐ Y frutas también ya, ya este me llegan a compras y es cuando yo no puedo ir ya me compran, me van a comprar ellas aunque sea medio kilo, aja y así, así vamos (risa). A veces cuando ya no tiene con qué… P.‐ O sea, pero entonces la que decide es usted. R.‐ Sí. (Tlatz_AM_M_DF_100).
Algunos varones refirieron emplear el recurso en alimentos, pero a diferencia de las mujeres lo refirieron como alimento preparado, como son tortillas y sopa. Hombres y mujeres dijeron adquirir carne de pollo y pan. Asimismo ambos mencionaron comprar insumos para la cocina como leña, aceite o azúcar.
No hubo diferencia por sexo en el uso del recurso destinado en atender su salud, aunque es de desatacar que ambos lo emplearon menos que en alimentos. Algunos refirieron emplear el recurso en medicina tradicional: ir al curandero o comprar pomadas y pastillas que vendía un señor que llegaba hasta la localidad:
P.‐ Hmm oiga y este y por ejemplo… R2.‐ :… y también se va comprando una que otra vitamina P.‐ Ajá R2.‐ A veces se compra tratamiento cuando le dan su apoyo P.‐ Ajá, a ver entonces este, decía su hija que usted se, se compra medicinas R.‐ Sí P.‐ Que vitaminas R.‐ Vitaminas, alguna medicina por, por algún un dolor de piernas, dolor de cabeza, si, me compro pastillas, sí P.‐ ¿Y quién se las receta o cómo se las toma usted? R.‐ Yo pues aquí es que vienen a vender este me dicen como me las voy a tomar pues como son pastillitas me compro la pastilla que… (Tlatz_AM_M_95).
Algunos AM también mencionaron que usaban el dinero del recurso para pagar peones. Sólo en un caso una AM mencionó usar el recurso en comprar blocks para construir una vivienda y otro AM mencionó haberlo utilizado para comprar un animal de carga:
P.‐ Oiga, y cuando ya recoge el apoyo, ¿en qué lo usa? ¿Qué hace con él? (…) R.‐ Compramos, eh… este… (PAUSA) por poner, ¿cómo se dice? Pus’ ahí les damos para… alquilar un pión, porque tengo un cañalito y… y ya sabemos pilón… y ya, entons’ vamos a ayudando, para que hagamos un pión… sí… cortar leña… es, o… paseo uno… (PAUSA) y ya en eso ocupamos la leña, y el dinero que nos dan… (Tlatz_AM_H_85).
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Uso de apoyo por características individuales: dependencia funcional. De los cuatro AM con dependencia funcional, todos dijeron que usaban el dinero del apoyo principalmente en comida. Dos de ellos dijeron usarlo en tratamientos para su salud, uno con un curandero, y otro con medicinas y pomadas que iban a vender a la localidad. Tres de ellos declararon haber gastado parte de su apoyo en cosas que ningún otro AM mencionó: uno en un burro, otro en blocks para construir un cuarto y una más en calzado, lo que puede deberse por un lado a que viven en hogares multi‐generacionales donde pueden abastecerse de los bienes más básicos como la alimentación, pudiendo emplear su recurso en aspectos menos elementales. Por otro a que recibieron el recurso económico del Programa en forma retroactiva y fue suficiente para adquirir estos bienes de mayor costo.
Es importante mencionar que uno de ellos reportó que en una ocasión le robaron el apoyo que guardaba en su casa.
Uso de apoyo por características sociales: análisis por tipo de redes sociales fuertes y débiles. La condición de poseer redes sociales fuertes o débiles no se relacionó con el uso del recurso del Programa.
Uso de apoyo por características sociales: análisis por características del hogar Oportunidades y no Oportunidades. A pesar de pertenecer a un Hogar Oportunidades los AM declaraban usar el dinero del Programa en alimentos, atención a su salud y aunque en menor grado: jabón, ropa y en un caso material para construir:
P.‐ Ah muy bien oiga y ya cuando le dan el apoyo, este lo traen para acá y ¿en qué lo usa usted? R.‐ Este, me compro alguna cosa, me compro el pan, algún pedacito de carne o mi pancito, o si no, siquiera mi jabón, siquiera mi ropa, si me falta ropa pues me tengo que comprar, pues si no ya me regalan alguna ropita y ya es lo que me ando poniendo (Tlatz_AM_M_95).
Uso de apoyo por características sociales: análisis por características del hogar uni‐generacionales o multi‐generacionales. Es importante mencionar que en general los AM en hogares multi‐generacionales compartían su apoyo en forma de alimento con el resto de su hogar. Además, algunos de los comentarios giraron en torno a que era muy poco dinero, vinieron de este tipo de hogares, donde los gastos son mayores por existir más miembros entre los cuales distribuir los bienes:
P – Mjm ¿en que usa o en que gasta usted el dinero que le dan? R – Pues como le dije a la señorita esa que vino P – Ajá R – Le digo cansados a como están caras las cosas le digo por ejemplo mil pesitos no nos vale eso en pesitos digo, si ya por ejemplo vale la pena que nos den dos o tres mil pesos ya hay razón que cosas juntando con ese dinero ya les están dando alguito entonces a hay razón pero mil pesitos pero estamos pobres y por ejemplo dijeron quisiéramos comer demasiado pero no nos alcanza ni quince días P – Mmhh R – Pero hay vamos engañando a la pancita con una carnita, con un quesito asi P – Mjm, mjm R – Este.. mediadito pues, poquito porque los que estamos aquí en el rancho comemos mmhh (Tlatz_AM_H_88).
Uso del apoyo por características de la comunidad: análisis por condición étnica y acceso a los servicios de salud. Tlatzintla es una localidad alejada de servicios de salud y de su cabecera municipal. Pocos AM refirieron emplear el recurso en medicamento,
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éste hecho podría deberse a la distancia de la cabecera municipal donde hay farmacias. Generalmente los AM preferían curarse con curanderos o con remedios que llevaban a vender a la localidad, muchas veces las enfermedades se prolongaban sin ser atendidas, deteriorando severamente la salud de los AM. Asistir con más recurrencia a curanderos o médicos alternativos puede deberse a que en la región hay reconocidos médicos de este tipo, con quienes pudieran sentirse mejor atendidos, a diferencia de los servicios públicos donde perciben que sólo les dan “dos pastillas”.
Toma de decisiones sobre el recurso por características individuales: análisis por sexo. La mayoría de AM hombres y mujeres dijeron ir personalmente por el recurso que les da el Programa, guardarlo y decidir en qué usarlo:
P.‐ Oiga y, y este cuando usted ya, ya recibe el apoyo, ¿quién decide en qué gastarlo, usted, o hay alguien que le diga en, en qué usar el dinero? R.‐ No. P.‐ ¿Alguien de aquí de su casa no le dice compra tal cosa con ese dinero? R.‐ No, yo lo, yo lo, comprando, yo pienso en mi mismo. P.‐ Usted solita. R.‐ En mi mismo yo pienso de comprar porque como horita está mi nieta, ella nunca me dice nada, hora compre usted esto, compre usted lo otro, no, no. P.‐ Usted solita. R.‐ No, no, nomás yo. P.‐ Y y por qué cree que su nieta o alguien más no le diga en qué gastar el dinero. R.‐ Es como, yo digo, como dirá, como, como no me puede decir que compre yo algo, dirá que no, no es su dinero. Mhe. P.‐ Mmmm. R.‐Sí, por eso casi no me dice nada, vas a comprar esto, nomás yo misma le digo compra las cosas. (Tlatz_AM_M_93).
En algunos casos las decisiones eran tomadas en pareja y en otras el AM compartía la decisión con la familia sobre la administración del apoyo económico, a modo de reciprocar bienes materiales:
P.‐ Mmm ah, mjú. ¿Quién decide qué hacer con el dinero? R.‐ Pues compramos cositas pa comer aquí en la cocina. Sí. Compramos así, sopa, carnita pa comer, pan. P.‐ Pero ¿Quién decide? R.‐ Ah pues aquí mi muchacha o yo lo voy guardando y cada vez que voy traigo pan. Carnita, sí, sí. P.‐ O sea que usted y su hija y también su esposa, entre los tres se ponen de acuerdo. R.‐ Sí, entre los tres, sí, sí. P.‐ Y dicen por ejemplo, no sé: tenemos tanto dinero, por qué no vamos a, vamos a comprar una licuadora o algo que hace falta. ¿Se ponen de acuerdo entre los tres? R.‐ Sí, sí, entre los tres. La muchacha me dice compro papá alguna cosa pa que nos sirva, ahí está bien le digo. Compra, le digo estas en la casa tú sabes le digo. P.‐ O sea usted le da el dinero… R.‐ El dinero sí, sí. P.‐Ah ya. Y este ¿de este dinero usted ahorra algo? ¿Ahorran algo o no, no creen que no se puede o…? R.‐ Como estamos aquí… P.‐ Ajá. R.‐ Me da gastito. Sí. me da cada dos meses. P.‐ ¿A usted se le hace mucho o poco?, a ver, platíqueme R.‐ No, a nosotros aquí. Es algo una ayuda que nos dan, a lo mucho, no ya trabajamos para, pa que alcance. P.‐ Sí. (Tlatz_AM_DF_H_98).
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Toma de decisiones sobre el recurso por características individuales: análisis por dependencia funcional. En el caso de los cuatro AM con dependencia funcional, tres tomaban decisiones sobre el recurso ellos mismos o lo decidían entre los miembros de su hogar, pero una no. Esta AM presentaba un cuadro de negligencia por parte de su representante, incluso mencionó que en una ocasión alguien le había robado el dinero del apoyo que había dejado en su casa:
P.‐ ¿A poco se lo quitaron? R2.‐ Sí, sí lo quitaron, y como lo, lo tenía dice que debajo de su cama, ahí lo había guardado y se lo vinieron a quitar P.‐ Mmm… R2.‐ Entons sí le digo, por eso veces guardo el dinero, pero no quiere usted, pero usté ora sí guárdelo usted bien, le digo P.‐ Sí R2.‐ Ajá (Tlatz_CR_DF_M_104).
Toma de decisiones sobre el recurso por características sociales: tipo de redes sociales fuertes y débiles. Para aquellos con redes sociales débiles o neutras sobresale que generalmente no decidían sobre sus recursos o se los habían robado al menos en una ocasión (como se ejemplificó en la sección anterior).
Toma de decisiones sobre el recurso por características sociales: análisis por características del hogar Oportunidades y no Oportunidades. En general no parece haber diferencias significativas entre los que reciben Hogar Oportunidades y no, aunque cabe mencionar que todos los que pertenecían a hogares Oportunidades decidían sobre sus recursos, lo cual puede deberse a que están mejor informados o capacitados por las pláticas que reciben de Oportunidades éstos AM.
Toma de decisiones por características sociales: análisis por características del hogar uni‐generacionales o multi‐generacionales. Como se dijo, además de que en los hogares multi generacionales la decisión sobre el uso del recurso recae entre los miembros del hogar a modo de reciprocidad, algunos AM reportaron usar el dinero del Programa para pagar los servicios médicos de sus nietos:
P.‐ Mjum. Oiga y y ¿para quién es el pro… el apoyo? ¿Es para todos o nada más para? R.‐ Pos hay veces este cuando veo que uno de mis niños… mis nietitos están enfermitos pues tenemos que agarrar ¿si? Pero pues lo malo es que estamos aquí vaya, como será aquellos niños de mi nuera que los tenemos aquí, le digo, pos a veces vemos que está enfermito pues mayormente el grandecito, por que aquel otro, le digo este que acaba de llegar, el niño P.‐ Mjum R.‐ Y… pero vemos que esta enfermito y ellos no tienen así dinero cuando va a ayudar mi hijo pues ya, ellos lo tienen, aunque sea 100 pesos o 200, cuando va ayudar dos días o tres días, pues ya ahí tienen 300, pero de que no va ayudar pa aquí le ande ayudando su papá pues su papá no le paga P.‐ Mjum R.‐ No le paga, le digo, le pagan a donde va a ayudar pero a otra parte y aquí pues el apoyo que nos dan, sea que yo o mi esposo luego dice pues esta enfermo el niño, no tienen con que comprarle medecinas P.‐ Y entonces ya ustedes le ayudan R.‐ Si, ya nosotros ponemos el dinero, si pues cuando lo tenemos y ya, nosotros compramos alguna medicina (Tlatz_AM_M_92).
Toma de decisiones por características de la comunidad: análisis por condición étnica y de acceso a los servicios de salud. El recurso del Programa no parece haber trastocado la manera en que tomaban decisiones los AM de Tlatzintla. Han tomado y
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siguen tomando las mismas decisiones sobre sus vidas y los asuntos que les atañen, ahora les toca decidir sobre un recurso económico que no tenían y la su mayoría lo hace por sí mismo.
10.3 Resultado de Impacto percibido sobre Redes Sociales
Por características individuales, sociales y de comunidad Impacto percibido Redes Familiares por rasgos individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. En relación al impacto percibido por sexo y dependencia funcional no hubo diferencia significativa, la mayoría de los AM, no percibieron que el programa hubiera tenido un impacto en las relaciones que sostienen en el hogar. En seguida un ejemplo de un AM que no estaba seguro del impacto en sus redes del hogar pero que expresaba que cuando no tienen dinero para comer se sienten tristes, por lo que el Programa parece impactar en él positivamente pues ahora que tienen un recurso económico pueden sumarlo o sumar una parte al gasto familiar, haciéndolos sentir mejor:
P.‐ ¿Oiga, y ha cambiado en algo sus… relaciones que usted tiene con su familia, desde que recibe usted el apoyo? ¿Cómo se lleva con su familia ha cambiado? R.‐ Sí este… más o menos. P.‐ ¿O se llevan igual? R.‐ ¿Eh? P.‐ ¿Ha cambiado en algo o se llevan igual, se llevan mejor o peor, desde que recibe el apoyo usted? R.‐ Si, más o menos bien, este, parece que estamos un poquito contentos, pero realmente cuando no tengo estamos tristes en la vida. P.‐ Aja. R.‐ Cuando no tengo ni de que… cuando… cuando este… cuando echamos mas o menos consigo, tovía consigo quien me auxilie con un dinero, consigo mis cositas. P.‐ Aja. R.‐ Porque, cuando hay hambre, tovía trabajo alguingaro, pero orita se nos ha acabado el trabajo porque, son temporaditas que hacemos faenas un poco. P.‐ Sí. R.‐ Si, pero es chica. (Tlatz_AM_H_76).
Impacto percibido en Redes Familiares por rasgos sociales y comunitarios. Los datos para impacto percibido por características de hogar (multi y uni generacional) y de comunidad no fueron diferentes a los que han sido expuestos en secciones anteriores. Sin embargo, vale la pena señalar que las redes familiares ya existentes funcionan en apoyo a los AM que requieren por ejemplo al inscribirse al Programa o necesitan compañía para recoger su apoyo. Un AM lo expresó en los siguientes términos:
R.‐ unos señores que bian venido desde Molango, esos son los que vinieron a decir y pus también ya me anotaron a mi, ya acá, este arreglaron mis papeles, qui, quisieron este unos, sacaron, este, cómo se dice… P.‐ Mhe. R.‐ sacaron de la, la, ah si copias… P.‐ Mhe, de su credencia… R.‐ Aja. P.‐ Ah! R.‐ Credencial de elector, aquí namás no hasta Molango. P.‐ Mhe.
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R.‐ Nomás aquí sacaron copias y para que vieran la edad y luego no, no, yo no me dieron luego porque pus que, que no salieron bien mis papeles taban que no me bian puesto como, como me llamo, que María Natividad, ellos namás María y, y que el otro que Natividad como no estaba bien, como dos o tres veces. P.‐ Entonces ¿pero le arreglaron sus papeles? R.‐ Sí, los arreglaron. P.‐ ¿Y quién le arregló los papeles? R.‐ Este mija, esta Lily. P.‐ Ella fue a arreglarlos. R.‐ Sí, aunque no sabe leer pero ella los arregló (Tlatz_AM_DF_M_100).
Impacto percibido en Relaciones Extra Familiares por rasgos individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. En lo que respecta a los AM con dependencia funcional, no hay datos relevantes. La mayoría de los AM, indistintamente de su sexo, no percibió que el Programa hubiera tenido un impacto en sus relaciones extra familiares, éstas siguen funcionando como antes:
P‐ Mjum. ¿Y en la forma en la que se lleva con amigos, con su vecinos, con sus compadres, cree que ha cambiado en, algo desde que le dan el apoyo o sigue igual? R.‐ Pues pienso que no ha cambiado porque cuando menos mis vecinos, no les dan solamente cada quien y al que le tocó ya. P.‐ ¿Y este ellos no se sienten como celosos de que a usted si le den y a ellos no? R‐ Pues quien sabe si se están celando pero ellos allá en su casa. P.‐ Ajá no le dicen a usted nada. R.‐ No. P.‐ ¿Ni se portan diferente? R.‐ No nada. P.‐ A bueno. ¿Y este sus hijos que viven lejos de qué saben que le están dando el apoyo le siguen mandando el mismo dinero o cambiado su relación con ellos o no? R.‐No nada ya piensan ellos ya mandan un poquito. P.‐ Mjum. (Tlatz_AM_H_78).
Algunos y algunas AM comentaron como un impacto positivo en sus redes extra familiares el poder encontrarse con conocidos o amigos al momento de la entrega, así como poder compartir algunos alimentos con ellos:
P.‐ Oiga y ¿ha cambiado en algo las relaciones que tiene usted con su familia, con sus amigos, desde que recibe el, amigas, desde que recibe el apoyo? R.‐ Si P.‐ ¿En qué han cambiado? R.‐ ¿En qué han cambiado? En que en que tengo más amistades, tengo más amistades, mas este mas me doy a querer con ellos, ellos conmigo y así, en eso digo que ha cambiado más P.‐ ¿Y por qué tiene mas amistades? R.‐ ¿Por qué? Pues por que por que me hablan, les hablo y así y…y ya me hablan yo les hablo y ya… comparto con ellos pa’ beber, pa’ comer P.‐ ¿Y antes no se hablaban? R.‐ ¿Mande? P.‐ ¿O antes se hablaban menos? R.‐ Si antes me hablaban, bueno, pero a horita como ya vienen mas gentes ya me reúno con ellos, ya me siento más bien P.‐ Ah ya le entendí, en lo del apoyo R.‐ Ah si P.‐ Como vienen de lejos, ya los ve usted ¿Eso? ¿Sí? R.‐ Si, ya ya vienen de otros lados, ya, ya, ya me da mas gusto verlos P.‐ Uh hmmm R.‐ Estoy mas contenta por que ellos ya, aunque sea una frutita aunque sea alguna cosa, ten cómela, o si no van a comprar algo, ten come también
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P.‐ Uh hmm (Tlatz_AM_M_95).
La explicación de una AM sobre por qué no cree que hayan cambiado sus relaciones extra familiares gira en torno a la “costumbre” previa con que se relacionaban en la localidad, hay gente con la que siempre se han llevado y hay con quienes no se llevan. Así se puede interpretar que si bien, no refirieron que con el Programa surgieran nuevas redes, ni expresaron reciprocar más bienes en sus redes extra familiares gracias al apoyo del Programa, potencialmente éste podría hacerles intercambiar algunos bienes. A continuación se presenta un testimonio donde el AM comenta que sus relaciones siguen igual que antes de que recibiera el apoyo:
P.‐ ¿Y siente que ha, ha cambiado algo, desde que recibe el apoyo ha cambiado algo con sus amigas, comadres, ha cambiado en algo su relación o sigue igual? R.‐ Sigue igual, sigue igual le digo, porque, porque, hay a veces unas personas porque ya tienen algo ya no quieren hablar, pero no, ya ellos, seguimos igual, yo también igual con ellos. P.‐ ¿Se sigue llevando igual con ellos? R.‐ Sí, seguimos le digo y ellos están bien conmigo. P.‐ ¿Por qué cree que se siguen llevando igual? R.‐ Porque digo ya estamos acostumbrados, mhe, mhe, estamos acostumbrados así. P.‐ Mhe. R.‐ Porque como, comadres o no comadres pero seguimos igual. P.‐ Mhe. R.‐ Ajá. Sí (Tlatz_AM_M_95).
Se presentaron algunos casos de beneficiarios y beneficiarias que percibieron consecuencias negativas debido a los celos que han generado el que algunos sean beneficiarios y otros no, adelante un testimonio que lo ilustra:
P.‐ ¿En la forma en la que se lleva usted con sus vecinos, con sus amigos, con sus vecinos, cree que ha cambiado en algo desde que recibe el programa o sigue siendo igual? R1.‐ Mmm, pues. A veces sí, ora sí que, casi sigue siendo igual porque realmente ya ve que en una comunidad a nosotros porque ya vivimos, ya trabajamos, ya hicimos lo que pudimos… P.‐ Mjú. R1.‐ …en lo particular, o en la comunidad. P.‐ Mjú. R1.‐ Pero la juventud, no reconoce. P.‐ Mjú. R1.‐ Entonces luego critican, no ps si ya les van a dar su dinero eh. P.‐ Mmm R1.‐ Este, luego hay estas habladitas ay. P.‐ Mjú. R1.‐ Y pos luego yo les digo muchachos, como ese refrán que dice, como tú me ví y como me ves te verás. P.‐ Y eso si tenemos suerte ¿verdad? Porque puede ser que… R1.‐ Mjú. Sí. Y por eso digo que no, este, pues así se escribe tú. Cuando estamos fuertes nos, necesitamos trabajar, echamos una carrera ¿ajá? No lo sentimos. P.‐ Mjú. R1.‐ Pero ahora que estamos de edad, ya no podemos este, entonces se acaba la fuerza. Si un árbol que es árbol (Tlatz_AM_H_82).
Impacto percibido en Relaciones Extra Familiares por Rasgos sociales y comunitarios. Es posible que las condiciones aisladas de la localidad contribuyan a que los AM no fortalezcan redes con gente que vive fuera de la comunidad. El hecho de que la comunidad esté desarticulada, poco organizada y enfrente tensiones que se traducen por los AM en “envidias” o “celos”, no parece haber cambiado por el Programa:
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P.‐ Oiga y desde que recibe el apoyo de la tercera edad ¿Ha cambiado en algo la relación que tiene con sus, con sus vecinos, con sus comadres? R.‐ No pus no, no, no cambia uno como no de seguido se visita uno, no de seguido, de cada en cuando, ajá porque a veces vamos a cortar café pus nosotros, como no está lejos el cafetal aquí en, pa’lla del, pa’lla del arroyo, pus voy y, voy un rato pue vengo a hacer la comida, ajá me voy y a ves pues no me encuentra, mjum no me encuentran y así pero no, no nos visitamos de seguido, no, de cada en cuando. P.‐ Oiga y cuando va recoger el apoyo allá en la cancha ¿No, no se encuentra con gente? R.‐ No, no me encuentro con ninguno, ninguno nomás me preguntan muchos, ¿y cuánto te dieron? P.‐ (Risa) R.‐ ¿Cuánto te dieron? pus le digo yo, porque dicen aquellos de, de… que reciben este Progresa que les dan poquito, mjum les dan poquito. (Tlatz_AM_M_86).
10.4 Resultados de Evaluación general del Programa 70 y más
Por características individuales, sociales y de comunidad. En general tanto hombres como mujeres agradecieron ser beneficiarios del 70 y
más. Asimismo, recalcaron la importancia de que, actualmente, el gobierno esté tomando en cuenta a los AM; ya que en el pasado no fueron beneficiarios de un Programa. A su parecer, los aspectos positivos más importantes del Programa son los siguientes: los hace sentirse valorados y con recursos para responder ante sus necesidades. No obstante, reconocieron que el apoyo era limitado y, por lo mismo, sugirieron incrementarlo y acompañarlo con otro tipo de apoyos o Programas. A su vez, recomendaron mejorar la logística para inscribir a los beneficiarios o representantes y para recibir los apoyos; específicamente, se refirieron a simplificar los trámites y agilizar y optimizar la entrega de los recursos.
Evaluación al Programa por características individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. Los AM sin importar sexo, consideraron oportuna y necesaria la implementación del Programa 70 y más, y elaboraron sugerencias. Para los AM entrevistados en el pasado fueron un sector de la población que fue abandono; en palabras de dos entrevistados, México estaba caído y nadie les regalaba nada. Además, porque debido a su edad les es casi imposible trabajar y son dependientes económicamente de sus familias:
R – Si canijo hombre lo acabo de comentar yo estoy contento porque ya nosotros necesitamos y estamos contentos porque ya es una ayudita pa nosotros que ya lo necesitamos. Estamos contentos porque antes cuál, como le estoy diciendo, estamos completamente (olvidado) … estaba caído en México (Tlatz_AM_H_88). R‐ Ahora le digo que ya es otro, es otro modo, pero antes, no, antes no se veía. Estábamos muy caídos y nadie nos regalaba nada (Tlatz_AM_M_72).
Hombres y mujeres resaltaron tres puntos entre los aspectos positivos del Programa. Primero, indicaron que el apoyo económico los hacía sentirse valorados y con ánimo, como se muestra a continuación:
P –… ¿Qué le parece que ahora les den un apoyo?
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R –… me gusta porque ya es una ayuda para nosotros, es un apoyo que nos están dando ya de con eso, le dan a uno valor para la, la este, para vivir, ya vamos más como, más animo… (Tlatz_AM_H_91).
También mencionaron que el Programa les permitía sobrellevar el abandono o el apoyo irregular de familiares y no familiares; sobre todo esto fue expresado por los AM con dependencia funcional. En otras palabras, señalaron que el Programa les brindaba recursos para comprar alimentos y medicamentos cuando no eran atendidos por terceros. Por ejemplo, uno de los entrevistados comentó que sin el apoyo no tendría para comer cuando su “muchacho” (hijo) salía a trabajar (Tlatz_AM_DF_H_97); otra AM señaló que sus hijos sólo le mandaban 500 pesos de vez en cuando y, por lo mismo, antes de recibir el Programa vivía angustiada pensando en que pronto se le acabaría el dinero (Tlatz_AM_DF_M_100).
Los beneficiarios señalaron como algo positivo que las reuniones para las entregas de dinero les permitían reunirse y conversar.
Los AM, tanto hombres como mujeres, sugirieron al Programa incrementar la cantidad de dinero recibida y acompañarla de otro tipo de apoyos, por ejemplo, despensas y viviendas. Así lo dijo un AM:
P – Oiga Don “Marcos” hace ratito usted me dijo ¿que el dinero no le alcanzaba? R – No porque, este, son mil pesitos P – ¿Cuánto más cree usted que sería bueno tener? R – Bueno, yo por decir, le dije a la señorita esa que el dinero que me dan que en cuántos días.. mmhh en cuánnt.. en dos meses digo. Pero mi contrato ya es más de dinero canijo, por na más por decirle, ya este, valiera la pena dos o tres mil pesos, entonces ya valdría la pena… (Tlatz_AM_H_88).
También hubo quienes pidieron acompañar el apoyo monetario con artículos para el hogar, como por ejemplo: cobijas, ropa, cubetas y charolas. Esto fue expresado del modo siguiente:
P‐ Qué le gustaría a usted que hubiera. R‐ Pues que hubiera algunas cositas que sirvieran para, para ese otro, por decir, otra alegría que dar aunque sea cosa mínima, pero que nos traen. P‐ ¿Cómo qué? ¿Cómo qué, dígame usted? R‐ Pus nos traigan sejomitas o ser... cubetitas, unas de esas charolitas nos traigan… (Tlatz_AM_M_72).
Los beneficiarios recomendaron simplificar los trámites para darse de alta y obtener los recursos del Programa. Al respecto, se pudo observar que la gente en general no estaba informada sobre cómo operaba el Programa, o que podían registrar un Representante. Además, a muchos AM se les dificultaba acudir al punto de pago debido a su mal estado de salud:
P.‐… ¿hay algo que le gustaría cambiar, alguna sugerencia? (…) R1.‐ Hay que ir allá. Y nos mandan a decir a veces este, vocal lo dicen, se van allá. P.‐ Mjú. R1.‐ Llevan este papel y llevan esto para presentarlo. P.‐ Mjú. R1.‐ Y a veces allá, no ps que quieren otro papel más, entonces ps ahí andamos a las carreras, no queremos copias, mjú. Y aquí no, nomás con que presentamos esto y ya (Tlatz_AM_H_82). P.‐ A ver cuénteme ¿cómo le gustaría que le ayudaran? R.‐ Como, pus que me ayudaran para que le dieran el dinero a mi hija. (…) R.‐ Si porque pues yo ya no puedo ir (Tlatz_AM_M_99).
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Otra de las recomendaciones fue la de crear una clínica bien equipada en Tlatzintla, ya que a los beneficiarios les resulta muy costoso desplazarse a otros sitios que, aun siendo más pequeños, cuentan con clínica:
P – … ¿Qué cosas cree que hacen falta? R – … yo creo que pus aquí, aquí, en la comunidad… carecemos, carecemos de una, de un de un… de una clínica… (…) R – Si, si, pus no ya es caro irse (a la clínica). P – Pagan 400 pesos. (…) P – ¿Entonces este pueblo es más grande que Ixcatlán? R – Así es más grande, si P – Y aquí no tienen clínica (Tlatz_AM_H_91).
Evaluación al Programa por características sociales y de comunidad. Es de destacar que debido a la lejanía de Tlatzintla de centros comerciales importantes, el costo de los productos que llegan a ofrecer hasta la localidad, es alto, por lo que varios AM señalaron que es poco el moto que reciben y “no alcanza”.
Debido además a que la migración es mayor es a Estados Unidos, donde la población joven y adulta constituye sus propias familias, sin volver a Tlatzintla, el recurso económico que les envían a los AM, es conforme transcurre el tiempo, menos frecuente y poco. Así, se puede entender que para muchos beneficiarios y beneficiarias, si bien, es monto del Programa “no alcanza” por los motivos expresados líneas arriba, es a su vez el 70 y más el único ingreso estable que perciben
Evaluación e impacto percibido del Programa 70 y más en Representantes. Para las y los Representantes de Tlatzintla no parece existir un cambio importante en los AM que cuidan y representan, pues los AM siguen recibiendo el apoyo que les ofrecían. Sin embargo destaca que para un Representante el recurso del Programa ha beneficiado al AM porque ahora puede comprar más cosas para el AM.
10.5 Principales barreras de acceso al Programa experimentados por Potenciales Beneficiarios y AM Beneficiarios Suspendidos. Potenciales Beneficiarios. Barreras por características individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. No hay diferencia entre varones y mujeres en relación a las causas por las cuales no están inscritos al Programa. Las razones son diversas, y más de una en cada caso. Primero, no conocen el Programa o lo confunden con otro. Segundo, les faltan documentos para inscribirse. Tercero, se han abandonado a sí mismos. Cuarto, fueron registrados con errores en la Mesa de Atención. Quinto, su familia no está interesada en ayudarles a inscribirse. A continuación tres testimonios:
P.‐ Sobre del programa 70 y más… ¿Usted lo conoce? ¿Conoce el programa 70 y más? R.‐No. P.‐No lo conoce. R.‐No lo conozco. (…) R.‐ Mmm…Oiga don Cecilio y ¿porque no esta inscrito usted al 70 y mas? R.‐ No no se, no se (risa) P.‐ Mjum… R.‐ No se…hace… tiempo ya P.‐ Mmmm… me decía hace rato su sobrina ¿que no tienen papeles?
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R.‐ No, no tengo, no. mi esposa, no, no tengo, hace tiempo tenía un papel… mi credencial pero esta mujer me perdió mi credencial. (Tlatz_PB_H_102). P.‐ Oiga, y, y, este… usted si ve que hay dos, son dos programas diferentes o son lo mismo, el de setenta y más y el de oportunidades ¿son separados o son lo mismo? R.‐ Pus creo son la misma, parece que si, yo no… si, parece que si, no me acuerdo como pero en fin, pero sí, parece que son las mismas (Tlatz_PB_M_94). P.‐ ¿Por qué diría usted que no está inscrito? R.‐ Ya ves, se abandona uno P.‐ ¿Cómo? R.‐ Ya se abandona uno (Tlatz_PB_H_103).
Potenciales Beneficiarios. Barreras por características sociales: análisis por tipo de redes fuertes o débiles y características del hogar. No existe diferencia entre las barreras de acceso al Programa de los PB y la conformación de sus hogares. Sólo es de destacar que la mayoría de PB vivía en hogares no beneficiados por Oportunidades, de igual modo sobresalió que el PB que vivía solo refiriera abandono personal como razón por la cual no estaba inscrito en el Programa, sin que tuviera familia que lo apoyara en su gestión.
La mayor parte de PB refirió tener redes sociales débiles, al parecer la dificultad para mantener sus redes sociales, debido en algunos casos a la dificultad que les implicaba desplazarse, ha generado en ellos distanciamiento o incluso abandono social, generando en los AM desconocimiento del Programa o la falta de gestores que les apoyen en el trámite de sus documentos.
Potenciales Beneficiarios. Barreras por características de la comunidad: análisis por condición étnica y acceso a servicios de salud. Tlatzintla es una localidad mestiza con difícil acceso a servicios de salud, altos niveles de migración a los Estados Unidos, alcoholismo, violencia de género y pobreza extrema. El abandono social reflejado en los Potenciales Beneficiarios parece relacionarse directamente con todos éstos fenómenos sociales.
Las barreras de acceso al Programa para Tlatzintla son una comunidad que se caracteriza por la débil organización, o una estructura social muy jerárquica, y en consecuencia la exclusión; la falta de difusión y promoción del Programa; así como la falta de personas encargadas de gestionar los trámites de los PB, ante la falta de redes fuertes que apoyen a los PB en sus gestiones.
Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos. Barreras por características individuales: análisis por sexo y dependencia funcional. Destaca que la única AMS en Tlatzintla haya sido mujer. Una ocasión no llegó su nombre en la lista de beneficiarios y en mesa de atención le informaron que debía inscribirse nuevamente, lo hizo, pero aún así su recurso seguía suspendido, posteriormente le dijeron que su suspensión se debía a que se había inscrito en dos ocasiones. De igual modo ha intentado registrar un representante porque se le dificulta llegar al punto de pago, sin embargo, en mesa de atención no le han dado información suficiente y no lo ha logrado:
P.‐ Y este ¿cuántas veces me dijo que le dieron del apoyo? R1.‐ Apenas creo que dos P.‐ Dos veces R2.‐ Dos o más veces (…)
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R1.‐ No, ese día me dijeron que no venía mi nombre R2.‐ Porque de los presidentes no les llegaba P.‐ Mjum R2.‐ Les dijieron que se tenían que volver a anotar de nuevo P.‐ Aaah R2.‐ Y entonces ella se volvió a anotar como fines de marzo y ahora dicen que por eso no le llega que porque está anotado de allá y está anotado de acá de este lado (…) P.‐ Y este ¿fueron las mismas personas las que vienen a la mesa a entregar el dinero han sido las mismas las que les dijeron que se anotaran? R1.‐ No ya vienen otros P.‐ ¡Ah! Cambian R2.‐ Vienen otros R1.‐ Sí se van cambiando, no vienen los mismos vienen, vienen otros R2.‐ Y ella pues como casi no puede caminar dice que a qué va que nomás a perder tiempo (Tlatz_AMS_M_74).
Destaca que la AMS dijo que si tuviera el Programa nuevamente ya no haría corajes, eso la beneficiaría porque le cuesta mucho trabajo llegar al punto de pago y le molesta que no puedan darle una respuesta favorable a su situación.
Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos. Barreras por características sociales: análisis por tipo de redes fuertes o débiles y características del hogar. La AMS vive en un hogar multi‐generacional, beneficiado por Oportunidades y tiene una red social fuerte. Aún contando con el apoyo familiar y social, no ha podido resolver su situación de suspensión.
Adultos Mayores Beneficiarios Suspendidos. Barreras por características de la comunidad: análisis por condición étnica y acceso a los servicios de salud. La única AMS vive en el barrio de Temacuitl, a 25 minutos de Tlatzintla, para que la AMS llegue al punto de pago debe caminar hasta Tlatzintla y de regreso, repercutiendo en su salud porque tiene dificultades para caminar. De este modo una barrera al Programa para ésta AMS es la distancia y la errónea información brindada en la mesa de atención.
10.6 Resultados de Impacto percibido del Programa por Actores Clave. Para los AC los AM de Tlatzintla poco salían de sus casas porque muchos de ellos
presentan dificultades para caminar, sin embargo al acudir al punto de pago, ahora salen, conversan y se reúnen más:
R.‐ Este pues casi como ya no pueden caminar, ya no reúnen, se van a reunir solamente cuando les dicen que les van a pagar, entonces, se arriman, si no pues no, no porque como mi mamá si no, la voy a traer que se venga a dormir aquí, pues ella no puede venirse está abuelita, y así están muchos (Tlatz_AC_M_1). R.‐ Pues sí, sí este, de que claro no se reúnen todos verdad, pero pus dos, tres, yo veo que sí luego se reúnen, es más, hasta se platican, no pus que cuando nos va a llegar nuestro apoyo otra vez. P.‐ ¿Eso no? R.‐ Sí, si es cierto este, en eso yo estoy enterado porque le digo por ahí por mi barrio hay, está mi papá, está otro abuelito, por ahí, luego hay otros por acá que también, pus como que han hecho amistad, se platican de eso. (Tlatz_AC_H_2).
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Además ambos perciben que los AM se han beneficiado porque ahora tienen dinero para comprar alimentos; incluso quienes tenían que trabajar para sobrevivir, pese a su mal estado de salud, han podido descansar y comprar medicamentos, insumos para su casa y ropa, así lo dijeron:
R.‐ Y para ellos, para esas personas yo pienso que sí los está beneficiando mucho. Sí. P.‐ Mjum. R.‐ Pa´comprarse una caja de leche o no sé. (Tlatz_AC_H_2). P.‐ Sí cree que los ha beneficiado R.‐ Pues como le digo algunos sí, pues algunos no, pues porque, pues, pues este porque otros aunque todavía estaban fuertecitos, pues o porque ya les daban sus centavitos, ya, ya no iban a trabajar, o ya no van trabajar, ya no más están esperando el, ya al mes ya me van a pagar, y ya (…) R.‐ Pues sí, porque como le digo antes, antes este, pues no tenían ni centavitos, ni para comprarse una medicina, pues ahora sí algunos, que piensan pues se guardan su dinerito y cuando están enfermos ahí van agarrando para que se curen o se compran su jabón o les falta una ropita pues se lo compran de ahí y compran su alimento, ya es otro modo de vivir, y antes pues no alcanzaba (Tlatz_AC_M_1).
Sin embargo, una AC señaló un impacto negativo del Programa en algunos AM, pues con el recurso del Programa algunos AM consumen alcohol:
P.‐ Ujum, ujum, ándele, y ¿sabe usted si se ha modificado en algo, la relación o la dinámica aquí en Tlalzintla eh partir de que llegó el programa 70 y más, si han cambiado las cosas, usted cómo ve? R.‐ Pues yo en mi mamá veo que sí, pero pues, este hay más gente, hay hartos que les dan sus centavitos entonces borrachitos como lo reciben, ya van a tomar sus aguardientes, sus cigarros lo que sea, en lugar de que se compren una cosa para que coman, se alimenten, pues, del alimento tienen el aguardiente P.‐ Y usted cree que ahora con el programa digamos que ya tienen para comprar sus alcoholes, o aguardiente, ¿cree que los abuelitos toman más que antes, cree usted? R.‐ Los bien abuelitos pues no pero, los otros que todavía van, que todavía están más fuertecitos, pues sí toman su aguardiente, con eso, con eso viven, si no beben dicen que les da luego vómito porque no beben, les duele el estómago (Tlatz_AC_M_1).
Para un AC, una sugerencia es que la entrega del recurso se realice en un lugar más seguro y de manera más rápida para que los AM no se cansen, además le parece que es importante que el Programa les brinde una despensa a los AM, pues la alimentación es la necesidad más importante para muchos AM que no reciben apoyo de sus familias, así lo expresó:
R.‐ ¿Qué se cambiara?. Pues no sé pss este, igual que pues lo que, por ejemplo, el día que vienen a pagar, que este, pues como son gentes ya cansadas, ya mayores, pues que trataran de ser un poquito más, más este, más rápidos para darles su apoyo, para, que no les hicieran tanto, que no los cansaran mucho, que les entregaran su apoyo más rápido, que este, si es posible, en el programa, que los pudieran apoyar con otra cosa, que no fuera tan sólo con el dinero, una despensa, sería, sería bueno verdad. Pues sí eso. P.‐ ¿Además del dinero una despensa? ¿Sí cree que sería importante eso? R.‐ Bueno, yo digo porque pus este, son este, gentes que... Aquí la gente, que recibe ese apoyo, mayoría son gentes que en verdad sí, necesitan de esos apoyos, sí. Algunos, pues digo, por su edad les llegó ese apoyo, por suerte, no sé, pero este, pues llegan a tener si quiera algo que los respalde en su casa, ya sea un hijo que trabaje, ya sea este, por ahí algún producto que, que llegan a cosechar, pero hay unos que definitivamente no tienen nada (Tlatz_AC_H_2).
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11 Conclusiones Conclusiones. La mayor parte de beneficiarios y beneficiarias reportaron estar enfermos, incluso expresaron de manera implícita ser un grupo vulnerable de enfermarse o lastimarse. En varios casos las enfermedades siguieron su curso sin ser atendidas, agravándose, pues poco asistieron al médico en largos periodos de tiempo. En contraste, algunas y algunos beneficiarios dijeron sentirse bien de salud, a pesar de los dolores físicos. Además es de destacar que algunos beneficiarios sufrían enfermedades relacionadas con la “envidia” que les tenían otras personas, lo que expresa las tensiones al interior de la comunidad.
Como en las demás localidades, la mayor parte de AM en Tlatzintla relacionaba su salud emocional a la física, y si se consideran los malestares expresados líneas arriba, se puede entender que no todos refirieron sentirse bien emocionalmente. De hecho varios dijeron sentir tristeza a causa de la pérdida de pareja, abandono familiar, no tener con quién platicar y debido a la pérdida de terrenos en manos de abusivos. La tristeza en un grado extremo llevó a un par de PB a expresar que estaban a punto de morir, o que vivían deseando la muerte.
De hecho, algunos‐as PB dijeron vivir en condición de arrimados en casa de parientes o conocidos donde sólo tenían lo mínimo para dormir, y donde en ocasiones les regalaban “una tortilla o dos”, o bien, debían buscar durante el día alimento en otros hogares de la comunidad. Al menos se identificó una anciana en condición de indigencia. Entre los PB se hicieron palpables también historias de abandono, violencia física y negligencia, en un caso un PB con dependencia funcional recibía golpes en su hogar, otro PB se encontraba en cuclillas la mayor parte del tiempo sin salir de su casa, por lo que la gente de Tlatzintla ya no lo recordaba y quienes lo hacían pensaban que había muerto. Como colofón, el mismo PB mencionó que ellos habían servido a la comunidad durante toda su vida, y ahora la comunidad no los apoyaba con el 70 y más. De este modo puede decirse que en Tlatzintla, además del abandono personal y familiar, se identificó un abandono social de las y los ancianos.
Como otro indicador del malestar emocional relativo a esta etapa de su vida, las y los AM expresaron descontento ante su propio proceso de envejecimiento. Tal descontento, podemos comprender, se relaciona directamente a los sucesos referidos, en los que juega un papel importante la lejanía de Tlatzintla de los servicios de salud, de centros de comercio importantes, y de centros urbanos, así como la fuerte migración de sus pobladores a Estados Unidos. La debilidad de sus redes sociales, su soledad, su abandono, y los abusos que han sufrido, son interpretadas por los propios AM, reviviendo y reconstruyendo el significado social que tiene envejecer en Tlatzintla, lo que no es un asunto menor, pues la percepción de sí mismo en el individuo puede desencadenar situaciones reales en su vida.
En tal contexto es significativo que sólo algunos AM beneficiarios refirieran un cambio positivo en su salud gracias al Programa, especialmente aquellos que no residían en hogares Oportunidades ni recibían algún otro Programa, es decir, en aquellos con más carencias económicas. De igual modo destaca lo dicho por un AM en relación a que el dinero que le daba el 70 y más no era suficiente pues requería de alguien que lo cuidara, el recurso no compensaba el apoyo instrumental y emocional.
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También otras y otros beneficiarios comentaron que el dinero del 70 y más no era suficiente para mejorar de manera importante su salud, pues éste no rendía y no solventaba todos sus gastos médicos, especialmente al tratarse de dependientes funcionales. El alto costo de atención a la salud que señalaban los beneficiarios, es entendible si se considera que Tlatzintla es una localidad lejana a los servicios de salud y a centros de comercio importantes, haciendo que el costo de alimentos y medicinas que llegan a Tlatzintla sea elevado y haya poca oferta de éstos. A pesar de la dificultad para acceder a amplia oferta de servicios, señalaron que antes no podían comprar algún medicamento o pagar una consulta médica, pero ahora con el recurso del Programa podían hacerlo.
Si bien no todos percibieron un impacto en su salud, si dijeron tener mayor capacidad de compra con el Programa, diversificar su alimentación y cooperar con alimentos para su hogar, motivos que les hacían sentir contentos y tranquilos.
En contraste con los beneficiarios, los PB refirieron sentirse tristes debido a las enfermedades que padecían, a la soledad y falta de asistencia, así como por sus carencias económicas. Y es de destacar que si bien tanto AM como PB enfrentaban carencias económicas, sólo los PB las expresaron. De este modo puede decirse que al menos alguna manera el Programa está impactando en una percepción de bienestar en un contexto social en el que sería difícil percibir un beneficio económico.
La mayoría de AM sigue tomando decisiones sobre sí mismo y en distintos ámbitos de modo como lo han hecho siempre, aunque tales decisiones estaban mediadas por la tradicional división sexual del trabajo. No obstante, conforme las enfermedades se agravan, generando discapacidades físicas, y dependencias funcionales a los AM, éstos tienen menos capacidad de decisión sobre su entorno y sobre sí mismos, éste era el caso de la beneficiaria de 110 años, la persona de mayor edad entrevistada por el estudio.
Los hogares representaban los vínculos de mayor fuerza y recurrencia para las y los AM, donde dijeron en general tener buenas relaciones y recibir apoyo emocional e instrumental, como el cuidado cuando estaban enfermos. A cambio, los AM percibieron brindar apoyo emocional en forma de cariño y consejo, además de apoyo instrumental en las labores del hogar. No obstante también hubo quienes dijeron que su punto de vista iba perdiendo peso en el hogar, y otros percibieron no contribuir con nada en sus hogares –sobre todo los PB‐, quizá porque no conciben otro apoyo que no sea material o bien porque minimizan el valor de su aporte, pues como ocurrió con un PB que se encarga de llevar leña, no percibe que su aporte sea importante.
Es interesante que sólo en Tlatzintla se dijera que en las relaciones familiares debe “tenerse paciencia”, aludiendo a la normatividad en el hogar, donde no debe haber peleas, posiblemente porque éstas no sean poco frecuentes. Quizá la paciencia sea algo que deberían tener todos los miembros del hogar para enfrentar los conflictos que ahí se suscitan.
Los AM, no percibieron un impacto del Programa en las interacciones del hogar, sin embargo varios‐as señalaron que ahora pueden reciprocar alimentos en tal ámbito, especialmente quienes residían en hogares multi‐generacionales. Esto no es asunto menor, pues también dijeron que cuando no aportan bienes para la comida no se sentían con derecho a opinar sobre ella, así que pudiendo los AM reciprocar en su
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hogar, podrían iniciar un reposicionamiento al interior del hogar. El recurso también era empleado por algunos y algunas AM en el pago a peones por el trabajo que ya no podían realizar, generando en algún sentido, su reactivación parcial en la vida laboral, lo que probablemente también esté generando un posicionamiento distinto del AM en su hogar. Por último, es de destacar que para algunas mujeres el recurso generaba autonomía para emplear el dinero en sus gastos.
En las relaciones comunitarias entre amigos, vecinos o compadres, solía existir reciprocidad de bienes alimenticios, en forma de “préstamos” de alimento como maíz, café, entre otros. Sin embargo la mayor parte de AM reportó tener redes sociales extra‐familiares débiles, de las cuales no obtenía apoyo económico, aunque sí apoyo emocional. Probablemente la normalización de la práctica del “préstamo”, no es algo que para ellos y ellas sea significativo, pues “uno regresa lo que da”; o probablemente porque nuevamente, no valoren aquello que no sea material y consideren que lo que ofrecen son pequeños apoyos materiales acotados a sus posibilidades personales.
Por otro lado, algo que sobre sale es que en la medida en la que van perdiendo capacidades físicas, pierden posibilidades para desplazarse, por lo que varios AM comentaron tener dificultades para mantener sus relaciones sociales, a pesar de que los hogares en Tlatzintla no presenten dispersión. De este modo es relevante que perciban un impacto positivo cuando acuden al punto de pago del 70 y más, donde suelen encontrarse con amistades y conocidos, e incluso compartir con ellos algún alimento; independientemente de que en la observación del punto de pago se registrara que poco conversaban entre sí y que su actitud era más bien tensa y preocupada.
Más allá de encontrarse en el punto de pago, no notaron cambios importantes en el apoyo que reciben o dan en sus redes extra familiares, excepto que hay envidias y celos de parte de personas de la comunidad que aún no son beneficiarias.
Para las y los PB, las barreras de acceso al Programa fueron la falta de información sobre el 70 y más, la falta de documentos probatorios de edad para inscribirse, el abandono de sí mismos, y errores al ser inscritos en la mesa de atención. Sobresale entre las barreras, el abandono social de los adultos mayores en Tlatzintla, y como consecuencia la falta de gestores que apoyen los trámites de documentos e inscripción a quien así lo requiera, especialmente a quien carecen de apoyo en sus redes.
En el caso de la única AMS en Tlatzintla, la barrera fue la falta de información clara y certera en la mesa de atención, donde le pidieron inscribirse en dos ocasiones porque no llegaba su recurso, apareciendo más tarde como duplicada. Además la AMS lamenta no haber podido registrar algún Representante, pues tiene dificultades físicas para acceder al punto de pago. Todo lo anterior ha generado en ella molestias y enojos, por lo que el Programa ha impactado negativamente a ésta beneficiaria suspendida.
La organización del Programa en la localidad, no se ha adaptado a la estructura comunitaria como en otras localidades, en la práctica la propia comunidad no la ha asumido como propia, lo que muestra la laxitud en la organización social en el caso particular del 70 y más, quizá por tratarse de adultos mayores, pues en contraste, había una sólida organización en torno a la construcción de la iglesia.
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Ante la falta de sillas en el punto de pago (aspecto resuelto en la entrega observada por el equipo cualitativo), algunos familiares de beneficiarios llevaban sillas para que éstos tomaran asiento mientras esperaban. Sin embargo no todos los beneficiarios eran acompañados.
Por último, de acuerdo al punto de vista de un AC el lugar de pago era inadecuado por encontrarse al aire libre, preocupándole que el pago se realizara a la vista de todos.
Existía una relación entre el 70 y más y Oportunidades en Tlatzintla, pues en los inicios de aquél se empleó la estructura organizativa de Oportunidades para avisar a los AM el día que se llevaría a cabo el pago. Cuando se realizó la observación del punto de pago, coincidieron el pago del 70 y más y el cambio de holograma y pago de Oportunidades, aunque al parecer era la primera ocasión que esto ocurría. A diferencia de otros puntos de pago observados por el estudio cualitativo, sólo en éste se colocaron comercios ambulantes a propósito de la entrega del recurso. En otros pagos del 70 y más en Tlatzintla éstos no se instalaban, pero en ocasión del pago de Oportunidades se apostaron, sin que ésta fuera una práctica común en los otros puntos de pago del 70 y más.
Si bien la mayoría valoró el apoyo que les da el Programa, al cual vincularon con el gobierno, reconocieron también que el recurso era limitado para responder a sus necesidades, por lo que sugirieron incrementar el monto (a 2 mil o 3 mil pesos) y acompañarlo de otros apoyos. Pedían mejorar la logística de inscripción y en algunos casos solicitaron inscribir Representantes, pues incluso varios AM y los mismos AC desconocían la posibilidad de nombrar Representantes, quienes entendían que forzosamente debían trasladarse al punto de pago a pesar de los malestares físicos.
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ANEXO. TLATZINTLA
FOTO GALERÍA DEL TRABAJO DE CAMPO
CUALITATIVO
Instituto Nacional de Salud Pública
Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas
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12 12 Anexo Fotográfico Tlatzintla
Camino a Tlatzintla
Camino a Tlatzintla
60
Delegación municipal y cancha de básquetbol en Tlatzintla
Iglesia en construcción en Tlatzintla
Tlatzintla, Hgo. Entrevistas
12-15 de Marzo
61
Casa de salud en Tlatzintla
Tlatzintla, Hgo. Entrevistas
12-15 de Marzo
62
Adultas Mayores entrevistadas
Tlatzintla, Hgo. Entrevistas
12-15 de Marzo
63
Potencial Beneficiario entrevistado
Potencial Beneficiario entrevistado
Tlatzintla, Hgo. Entrevistas
12-15 de Marzo
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En una esquina del punto de pago, un funcionario de Oportunidades, dando indicaciones a un grupo de mujeres
Dos Adultas Mayores acompañándose ante la Mesa de Atención
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
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Pendones en la Mesa de Atención
Adultos Mayores en la fila de Mesa de Atención
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
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Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
Enfermera gestionando por un beneficiario en la Mesa de
Atención
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Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
Adultas mayores que requieren de apoyo para llegar al punto de pago
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Adulto y adultas mayores en espera de su apoyo
Pagadores con chalecos anti balas
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
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Buzón de sugerencias con candado, atrás de la mesa de atención. Al lado un miembro
del equipo de seguridad
Funcionarios de SEDESOL atendiendo a una señora de la comunidad
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
70
Adulto Mayor caminando por los puestos que se instalan en ocasión de la entrega del programa
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
71
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
Adulta Mayor que cobró su recurso, regresa a su casa acompañada
Adulta Mayor comparte alimentos con su acompañante en el punto de pago
72
Cancha de Básquetbol de
Tlatzintla, Hgo. Punto de pago.
3 de Abril
Fila para la fotocopiadora entre los comercios que se pusieron especialmente por la entrega