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  • Las claves

    Jos Fernndez-Albertos (CSIC) y Dulce Manzano (Universidad Complutense)

    Quin apoya el Estado del Bienestar?

    Redistribucin, Estado de Bienestar y mercado laboral en Espaa

    2012 / 09

    Poltico

    1 En Espaa no existe una gran divisin social sobre el tamao del Estado del bienestar, y los electorados de los dos grandes partidos tienen preferencias muy similares cuando han de elegir entre ms servicios pblicos y prestaciones sociales o menos impuestos.

    2 Las preferencias de la opinin pblica por el tamao del Estado del bienestar no estn relacionadas con las preferencias por su grado de redistribucin. Los grupos sociales con menos recursos econmicos son los que estn ms a favor de polticas redistributivas (que favorezcan a los ms pobres). Sin embargo, no son los ms favorables a una expansin del Estado del bienestar.

    3 Una posible explicacin de este fenmeno es que el Estado del Bienestar en Espaa es poco redistributivo y, por lo tanto, no favorece a los grupos sociales con menos recursos econmicos. Ello se debe a la existencia de un mercado de trabajo excesivamente dualizado que hace que el sistema de proteccin social beneficie ms a los trabajadores insiders (aquellos con contratos estables), que a los trabajadores outsiders (desempleados o empleados de manera precaria).

    4 En definitiva, la dualidad del mercado de trabajo en Espaa hace que el Estado de bienestar sea poco redistributivo. En consecuencia, los grupos sociales con menos recursos no son los ms favorables a la expansin del Estado del bienestar.

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    Introduccin

    Qu grupos sociales estn a favor del Estado del Bienestar? En este documento presentamos nuevos datos que muestran que, en la opinin pblica espaola, las preferencias a favor del Estado del Bienestar no tienen un particular sesgo ideolgico. Es decir, en trminos comparados, las preferencias por un mayor pa-pel del estado en la provisin de servicios a los ciudadanos no es muy diferente ni entre personas con diferentes perfiles ideolgicos, ni entre los votantes de los dos principales partidos polticos. En la segunda parte del trabajo proponemos una explicacin a esta anomala espaola basada en el peculiar mercado de trabajo espaol, excepcionalmente dualizado, que hace que buena parte de la intervencin del estado adopte tintes poco redistributivos. Como en Espaa una buena parte del sistema de proteccin social no es redistributivo (es decir, no bene-ficia particularmente a los ms desfavorecidos), las preferencias por un mayor o menor tamao del estado no estn relacionadas con las preferencias por un mayor grado de redistribucin o de igualdad econmica, lo que explicara a su vez por qu ser ideolgicamente de derechas o votar al Partido Popular no est relacionado con una reduccin del tamao del Estado del Bienestar.

    1. Preferencias por el Estado del Bienestar en Espaa.

    En el grfico 1 se observa la distribucin de preferencias sobre el tamao del Estado del Bienestar, tomada de la encuesta CIS 2799 realizada en Abril de 2009 a una muestra representativa de la poblacin espaola. Estas preferencias son medi-das mediante una pregunta sobre la ubicacin del entrevistado en una escala entre 0 y 10 donde 0 significa una preferencia por la afirmacin Hay que mejorar los ser-vicios pblicos y las prestaciones sociales, aunque haya que pagar ms impuestos, y 10 significa que es ms importante reducir los impuestos, aunque ello implique una reduccin de los servicios pblicos y las prestaciones sociales, permitiendo la adopcin de posiciones intermedias. El grfico divide a los individuos en varios grupos: aquellos que se colocan en las categoras 0 y 1 (los ms favorables a la ex-pansin del Estado del Bienestar), las 2, 3 y 4 (leve preferencia por ms Estado del Bienestar), 5 (posicin intermedia), 6, 7 y 8 (leve preferencia por menos impuestos y

    Un 29 por

    ciento de la muestra se

    coloca en la posicin in-

    termedia, un 45 por ciento expresa una preferencia

    mayor por la expansin de

    los servicios pblicos y

    prestaciones que por la

    reduccin de impuestos, y

    tan slo un 26 por ciento

    creen prio-ritaria una

    reduccin de impuestos

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    Grfico 1. Preferencias por ms servicios pblicos o menos impuestos en Espaa, 2009.

    Fuente: CIS 2799 (2009)

    menos servicios pblicos), y 9 y 10 (los ms favorables a una reduccin de impues-tos y de servicios pblicos).

    En el conjunto de la muestra, un 29 por ciento se coloca en la posicin intermedia, un 45 por ciento expresa una preferencia mayor por la expansin de los servi-cios pblicos y prestaciones que por la reduccin de impuestos, y tan slo un 26 por ciento creen prioritaria una reduccin de impuestos. Cuando la pregunta se hace en forma dicotmica (con cul de estas dos afirmaciones est ms de acuer-do?: Es preferible bajar impuestos, aunque esto signifique gastar menos en pres-taciones sociales y servicios pblicos o Es preferible gastar ms en prestaciones sociales y servicios pblicos, aunque eso signifique pagar ms impuestos,) las respuestas son similares, teniendo en cuenta que desaparece la categora interme-dia: un 50 por ciento est favor de aumentar el Estado del Bienestar, frente a un 34 por ciento que cree preferible bajar impuestos.

    El grfico 1 tambin muestra que, si bien es cierto que los votantes del PSOE tien-den a posicionarse ms a favor de la intervencin del estado en la economa que los del PP, las diferencias entre los dos electorados no son muy grandes. Como cabra esperar, entre los votantes socialistas hay una clara preferencia por

    Los votantes

    del PP y el PSOE tienen

    opiniones ms simila-res sobre el tamao del Estado del

    Bienestar que sobre cualquier

    otro de los cinco temas de conflicto

    poltico estu-diados en la

    encuesta

    -12-10-8-6-4-202468

    Variacin media votomayoritarios* Voto PP Voto PSOE Voto IU

    Punt

    os p

    orce

    ntua

    les

    (% 2

    011-

    %20

    07)

    Grupo 1 (expresin ms visible voto protesta) Grupo 2

    Total (municipios > 75.000 hab.) Total Espaa

    % d

    el to

    tal

    40

    Ms serv. pbl. (0-1) (2-4) (5) (6-8) Menos impues. (9-10)

    30

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    Votantes PPPoblacin Votantes PSOE

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    expandir los servicios pblicos (un 57 por ciento) respecto a reducir los impuestos (22 por ciento). Pero estos porcentajes no son muy diferentes de los de los votantes del Partido Popular: un 43 por ciento de los votantes del PP prefieren expandir los servicios y prestaciones del estado a reducir los impuestos, y un 27 por ciento pre-fieren reducciones de impuestos.

    Son igual de similares las opiniones de los votantes de los dos principales partidos sobre otros tipos de cuestiones polticas? Afortunadamente, en la misma encuesta del CIS se realizan preguntas con el mismo formato que la anterior, pidiendo al en-cuestado que ubique sus preferencias en una escala sobre otros cinco temas: la relacin entre el Estado y la iglesia catlica, el grado de distribucin territorial del poder, la preferencia por mantener la seguridad o garantizar el respeto a los derechos individuales, la inmigracin, o cunto es de necesario proteger el medio ambiente.

    El grfico 2 representa la posicin media de los votantes del PSOE y del PP en cada uno de estos temas. Como cabra esperar, los votantes socialistas son, en trmino medio, ms laicistas, menos centralistas, menos favorables al endurecimiento de los controles a la inmigracin, ms ecologistas, y dan ms importancia a la garanta de las libertades que a la defensa del orden

    No es cier-to que, en

    Espaa, los grupos

    econmica-mente des-favorecidos estn ms a favor de una

    mayor ex-pansin del Estado del

    Bienestar, y no parece existir una clara rela-cin entre

    preferencias por la redis-

    tribucin y preferencias

    por un mayor Estado del

    Bienestar

    Figura 2. Auto-ubicacin de los votantes del PP y PSOE en seis cuestiones de conflicto poltico

    % d

    el to

    tal

    40

    Ms serv. pbl. (0-1)

    Laicismo

    Descentralizacin

    Respeto libertades

    Entrada libre a los inmigrantes

    Proteccin medioambiente

    Ms Estado de bienestar

    PSOE PP

    Estado confesional

    Centralizacin

    Lucha contra delincuencia

    Cierre fronteras a inmigracin

    Prioridad al crecimiento

    Menos impuestos

    0 2,5 5 7,5 10

    (2-4) (5) (6-8) Menos impues. (9-10)

    30

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    Votantes PPPoblacin Votantes PSOE

    Fuente: CIS 2799 (2009)

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    Grfico3. Qu poltica social es prioritaria, de entre estas cuatro posi-bles?, por grupos de votantes. 1

    1 El enunciado exacto de la pregunta es Imagine que el gobierno tiene un presupuesto limitado y no puede aumentar los impuestos. Qu cree que debera ser prioritario para el Gobierno? Mejorar la sanidad para todos, aumentar las prestaciones a los desempleados, mejorar la educacin para todos o aumentar las pensiones a los jubilados

    Fuente: Estudio CIS 2799

    En Espaa, los grupos

    sociales ms favorables a

    la redistribu-cin no son los mismos

    que apoyan una expan-

    sin del Esta-do del Bien-

    estar

    % d

    el to

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    40

    Ms serv. pbl. (0-1) (2-4) (5) (6-8) Menos impues. (9-10)

    30

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    0

    % d

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    otal

    40

    PSOE PP

    30

    20

    10

    0

    Sanidad universal

    PensionesEducacin universal

    Subsidios de desempleo

    Votantes PPPoblacin Votantes PSOE

    pblico que los del PP. Lo llamativo, sin embargo, es que, en todas estas cuestiones, la diferencia entre la posicin media del votante del PP y la del votante del PSOE es mayor que en la diferencia de opiniones entre estos dos grupos de votantes sobre la cuestin del tamao del Estado del Bienestar. Dicho de otra forma, los votantes del PP y el PSOE tienen opiniones ms similares sobre al tamao del Es-tado del Bienestar que sobre cualquier otro de los cinco temas de conflicto poltico estudiados en la encuesta.

    Cuando se pregunta por preferencias sobre a qu tipos de programas del Es-tado del Bienestar se debera dar ms prioridad en una lista que incluye la sa-nidad y la educacin universales y los subsidios a los desempleados y las pensiones, las preferencias de los votantes del PSOE y PP siguen siendo muy similares. En conjunto, un 42 por ciento de los espaoles creen prioritaria, de en-

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    Este modelo

    de seguri-dad social,

    sin embargo, es menos

    progresivo en mercados

    laborales dualizados

    al favorecer de manera

    despropor-cionada a los

    asalariados con historia-les laborales

    ininterrumpi-dos

    tre estas polticas, la sanidad universal, un 23 por ciento los subsidios a los desem-pleados, un 21 por ciento la educacin universal, y un 14 por ciento las pensiones. El grfico 3 muestra que la distribucin de preferencias es prcticamente la misma para los votantes del PSOE que para los votantes del PP.

    2. Un Estado poco redistributivo

    Nuestra explicacin de esta anomala (el conflicto sobre el Estado del Bienestar suele ser el tema central de la competicin poltica en las democracias de nuestro entorno) tiene dos partes. Primero, mostramos que en el caso espaol la demanda del Estado del Bienestar no est relacionada con preferencias por un mayor grado de redistribucin, lo que hace que la cuestin del tamao del estado sea menos divisiva que en otros contextos. Despus mostramos cmo el limitado ca-rcter redistributivo del Estado del Bienestar espaol est fuertemente relacio-nado con una caracterstica del mercado de trabajo espaol: su altsimo grado de dualizacin.1

    Buena parte de la literatura emprica comparada sobre el apoyo al Estado del Bien-estar ha interpretado la intensidad de estas preferencias como un indicador del grado de apoyo a la redistribucin, es decir, del deseo de una mayor inter-vencin del estado para reducir las desigualdades de renta entre individuos (Alesina y Giuliano 2010; Kaltenthaler y Ceccoli 2008). As, aquellos individuos ms desfavo-recidos (y que se veran por tanto ms beneficiados por la intervencin igualitarista del estado) deberan ser los ms defensores de la expansin del estado. Y por otra parte, deberamos esperar una clara asociacin entre la preferencia por un mayor grado de redistribucin y el apoyo a la expansin del Estado del Bienestar. Los gr-ficos 4 y 5 presentan evidencia que refuta estas dos hiptesis en el caso espaol. No es cierto que en Espaa los grupos econmicamente desfavorecidos estn ms a favor de una mayor expansin del Estado del Bienestar, y no parece existir una clara relacin entre preferencias por la redistribucin y preferencias por un mayor Estado del Bienestar.

    El grfico 4 muestra la proporcin de ciudadanos que estn a favor de una ex-pansin del Estado del Bienestar, aunque esto implique un aumento de impues-tos (la misma pregunta analizada ms arriba, formulada de manera dicotmica) y la

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    proporcin de individuos que creen que las polticas sociales deberan estar destinadas a beneficiar a los grupos ms desfavorecidos (un indicador de la preferencia por la redistribucin), para diferentes grupos sociales.2

    Como cabra esperar, el apoyo a polticas ms redistributivas es ms intenso en aquellos grupos sociales ms desfavorecidos: aquellos que se clasifican como pertenecientes a la clases baja o media-baja, y aquellos sin estudios. Sin embargo, estos mismo grupos son los menos favorables a la expansin del Esta-do del Bienestar. En Espaa, los grupos sociales ms favorables a la redistri-bucin no son los mismos que apoyan una expansin del Estado.

    De hecho, si nos circunscribimos a aquellos individuos que estn a favor de la ex-pansin del Estado del Bienestar, son minora (el 47%) los que estn a favor de cen-

    2 El indicador de preferencia explcita por la redistribucin est tomado de la respuesta a la siguiente pregunta incluida en el Estudio 2799 del CIS. Las polticas sociales pueden ir destinadas a favorecer a los grupos ms necesitados (ayudas a las familias con escasos recursos, becas para los estudiantes de familias con pocos recursos,) o a beneficiar a toda la sociedad (sanidad para todos, educacin bsica gratuita,). Cul de estos dos tipos de poltica social cree usted que debera ser prioritario en Espaa? Polticas dirigidas a los grupos ms desfavorecidos, o polticas que benefician a todos?

    Grfico 4. Preferencias por la redistribucin y la expansin del Estado del Bienestar por clase social y nivel educativo.

    % d

    el to

    tal

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    Ms serv. pbl. (0-1) (2-4) (5) (6-8) Menos impues. (9-10)

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    del

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    PSOE PP

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    Sanidad universal

    PensionesEducacin universal

    Subsidios de desempleo

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    30

    Por clase social

    Baja Media-baja Media Alta

    Apoyo a la redistribucin

    Apoyo al Estado de Bienestar

    Sin estudios Primaria Secundaria Universidad

    Por nivel educativo70

    60

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    Votantes PPPoblacin Votantes PSOE

    Fuente: Estudio CIS 2799

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    trar las polticas sociales en beneficiar a los grupos ms desfavorecidos (respecto a los que creen que las polticas deberan beneficiar a toda la sociedad). Y son una minora tanto entre los defensores del Estado del Bienestar que votan al PP (un 39%), como entre los que votan al PSOE (un 49%). En definitiva, en Espaa estar a favor del Estado del Bienestar no es lo mismo que ser un defensor de la redistribucin de ingresos de ricos a pobres. El que las preferencias en torno al tamao del Estado del Bienestar estn tan poco marcadas por cuestiones distributivas podra explicar el hecho de que los electorados de los dos principales partidos tengan posiciones muy similares en este tema. La siguiente pregunta es qu hace que la discusin sobre el Estado del Bienestar en Espaa no tenga que ver con la redistribucin?

    3. El mercado de trabajo dual y la redistribucin

    Un supuesto clave del anlisis anterior es que el carcter redistributivo del Estado de bienestar espaol es limitado: las intervenciones del estado en la produccin de bienestar no implican necesariamente una redistribucin de recur-sos de los ms ricos hacia los sectores ms desfavorecidos de la sociedad. En qu medida esto es as? Por qu el Estado del Bienestar no es tan redistributivo como cabra esperar? La razn principal descansa en la existencia de dos condiciones re-lacionadas, por un lado, la estructura del mercado laboral y, por otro, el diseo del sistema de seguridad social. Los programas de seguridad social tienen como objetivo la proteccin de los traba-jadores frente a las prdidas de ingresos que se derivan de contingencias relaciona-das con el mercado laboral tales como el desempleo, la jubilacin, un accidente o el padecimiento de una enfermedad. Como todos los trabajadores tienen cierta proba-bilidad de que les ocurran dichas eventualidades, stos van a demandar en mayor o menor medida polticas de seguro social con independencia de sus posiciones socioeconmicas. Sin embargo, es de esperar que mantengan opiniones distintas acerca del particular diseo del sistema de proteccin debido a que esta dimensin es la que determina el carcter redistributivo de la poltica. A priori, los efectos distributivos de los programas de seguro pblico no deben presuponerse inherentemente progresivos o a favor de los pobres (Korpi and Palme 1998). De hecho, los regmenes de seguridad social europeos, incluido el espaol, que se basan en las contribuciones previas para la designacin de quin tiene derecho a percibir el subsidio correspondiente y ofrecen subsidios proporcionales a la

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    suma de las cotizaciones pasadas, son sistemas que benefician tambin a los trabajadores con niveles salariales altos.

    Este modelo de seguridad social, sin embargo, es menos progresivo en merca-dos laborales dualizados, al favorecer de manera desproporcionada a los asala-riados con historiales laborales ininterrumpidos. La dualizacin del mercado labo-ral se refiere a la divisin de la fuerza de trabajo en dos segmentos: los insiders, que constituyen el conjunto de trabajadores que ocupan puestos de trabajo altamente protegidos por regulaciones laborales y los outsiders, que constituyen un grupo de trabajadores que estn desempleados o empleados de manera precaria (King y Rueda 2008: 280; Emmenegger et al 2012). Esta divisin implica normalmente diferencias salariales y diferentes niveles de prestaciones sociales. En mercados duales, por tanto, un sistema de seguridad social que exija un periodo mnimo de contribucin para ser beneficiario y fije el monto de las transferencias de manera proporcional a los ingresos durante la vida laboral, protege especialmente a los in-siders -quienes han podido cotizar a la seguridad social de forma sostenida y man-tener salarios ms altos- y penaliza a los trabajadores con ingresos ms bajos e his-torias laborales ms precarias. As cuanto mayor es el grado de divisin de la clase trabajadora (mayor grado de dualismo), menos redistributivos sern los programas de seguridad social y, por ende, el Estado del Bienestar.3 El grfico 5 presenta la correlacin entre el grado de dualismo4 y dos indica-dores del papel redistributivo del Estado. El grfico de dispersin a la izquier-da representa en el eje vertical la tasa de reduccin de la pobreza (definida sobre los hogares cuyos ingresos estn por debajo del 50 por ciento de la mediana de la distribucin de la renta) teniendo en cuenta los ingresos antes y despus de impuestos y transferencias. Esta medida, por tanto, puede interpretarse como la proporcin de pobres que salen de la pobreza gracias a la intervencin del Estado.

    La intervencin del Estado del Bienestar parece reducir la pobreza en me-nor medida en pases con mercados de trabajo duales. Una medida ms

    3 Como estos programas consumen una porcin significativa del presupuesto social al ser una de las principales polticas que llevan a cabo los gobiernos para atender las necesidades materiales de las familias, es de esperar que el carcter redistributivo del sistema de seguridad social se transfiera al conjunto del Estado del Bienestar.

    4 La variable de dualismo est compuesta de dos elementos: el grado de proteccin al empleo indefinido y el tamao del grupo de trabajadores desempleados y con contratos temporales (datos procedentes de la OCDE). Sus valores van de cero, cuando no existen regulaciones del mercado laboral para proteger a los trabajadores permanentes de manera diferente, o cuando no hay desempleados o trabajadores temporales, a 100, que significa que toda la clase trabajadora pertenece al grupo de los outsiders o que la proteccin a los insiders es la ms alta de la muestra.

    Como la in-tervencin del Estado

    del Bienestar protege a

    los insiders, entonces es menos pro-

    bable que los principa-les defenso-

    res de una mayor inter-vencin p-

    blica sean los que tengan

    ingresos re-lativamente

    ms bajos

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    Grfico 5. Dualismo y redistribucin del Estado del Bienestar

    Fuente: Los datos de ingreso proceden de la OCDE (OECD Income distribution dataset), y corresponden a mediados de la dcada de 2000. Los datos del gasto social como porcentaje del PIB provienen de la OCDE (OECD Social Expenditure data-set, observacin de 2007).

    apropiada5 de la naturaleza redistributiva del Estado del Bienestar es la razn de la reduccin de la pobreza sobre el total de gasto social como pro-porcin del PIB. Esta razn mide el porcentaje de pobres que salen de la pobreza como resultado de un incremento (en un punto porcentual) del gasto social. El panel a la derecha del grfico 5 muestra la relacin entre esta medida sobre el impacto redistributivo del Estado del Bienestar y el grado de dualismo. Dicha relacin (ne-gativa) ahora es ms fuerte.

    En pases con un alto grado de dualismo, donde el Estado del Bienestar tiene un carcter menos redistributivo, es de esperar que se atene la relacin entre el apoyo al Estado del Bienestar y la defensa de la redistribucin. Como la intervencin del Estado del Bienestar protege a los insiders, entonces es menos probable que los principales defensores de una mayor intervencin pblica sean

    5 Medir la redistribucin calculando la reduccin de la pobreza despus de impuestos y transMedir la redistribucin calculando la reduccin de la pobreza despus de impuestos y transferencias puede ser problemtico. El grado de reduccin de la pobreza no solo depende del diseo de las polticas sociales (su naturaleza redistributiva) sino del tamao del Estado del Bienestar. Un pas podra tener un sistema muy redistributivo pero que logre poca redistribucin debido a que el tamao del Estado de Bienestar es pequeo. Y a la inversa: un pas con unas polticas poco redistributivas podra reducir ms la pobreza si el tamao del Estado del Bienestar es grande.

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    los que tengan ingresos relativamente ms bajos. Los insiders, quienes no forman parte normalmente del grupo de trabajadores con bajos salarios, apoyarn una ex-pansin del Estado del Bienestar pero no necesariamente una mayor redistribu-cin de los ricos hacia los pobres. Los trabajadores con salarios ms bajos, aunque desean un grado ms alto de redistribucin, no estarn muy dispuestos a que el Estado del Bienestar se expanda en un mercado de trabajo dual dado que se les excluir de los privilegios que gozan los asalariados mejor pagados. En cambio, en pases con mercados de trabajos no duales, los partidarios de la intervencin del Estado del Bienestar tendern a tener preferencias ms fuertes por la redistribucin al tener dicha intervencin una naturaleza ms re-distributiva. Por tanto, es de esperar que la correlacin positiva entre preferencias por la redistribucin y por el Estado del Bienestar est condicionada por el nivel de dualismo en el mercado laboral. El grfico 6 muestra el coeficiente de correlacin (una medida bsica del grado de asociacin entre dos variables) a nivel nacional entre la creencia de que el go-bierno debera reducir las diferencias de ingresos y el apoyo al Estado del Bienestar para cada nivel de dualismo existente en la muestra de pases. Como

    Grfico 6. Dualismo y correlacin a nivel nacional entre apoyo al papel del gobierno en la reduccin de las diferencias de ingreso y apoyo al Estado del Bienestar

    Fuente: Encuesta Social Europea 2008. Para la medida de dualismo, ver texto.

    En los pases

    con mercados laborales alta-

    mente dualiza-dos, la relacin

    entre prefe-rencias por la

    redistribucin, y el respaldo al Estado del Bienestar es

    ms dbil

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    indica el grfico, parece que efectivamente en los pases con mercados laborales altamente dualizados, la relacin entre preferencias por la redistribucin, medida como apoyo al papel del gobierno en la reduccin de las diferencias de ingreso, y el respaldo al Estado del Bienestar es ms dbil.

    4. Conclusiones

    En resumen, la ausencia de conflicto poltico sobre el tamao del Estado del Bienestar en Espaa entre los grandes partidos parece estar relacionada con la existencia de un Estado del Bienestar particularmente poco redistributivo. Los datos presentados aqu apuntan a que este limitado papel redistributivo del Estado est relacionado con el elevado grado de dualismo del mercado de trabajo espaol.

    Referencias:

    Alesina, Alberto y P. Giuliano. 2010. Preferences for Redistribution, en Jess Benha-bib, Matthew O. Jackson y Alberto Bisin (eds). Handbook of Social Economics, Amsterdam: North Holland, pp. 93-131.

    Emmeneger, Patrick, Silja Husermann, Bruno Palier y M. Seelib-Kaiser (eds.). 2012. The Age Dualization. The Changing Face of Inequality in Deindustrializing Socie-ties. Oxford: Oxford University PRess.

    Kaltenthaler, Karl C., y S. J. Ceccoli. 2008. Explaining Patterns of Support for the Pro-vision of Citizen Welfare. Journal of European Public Policy 15(7): 1041-1068.

    Korpi, Walter y J. Palme. 1998. The Paradox of Redistribution and Strategies of Qua-lity: Welfare State Institutions, Inequality, and Poverty in the Western Countries. American Sociological Review 63(5): 661-687.

    King, Desmond y D. Rueda. 2008. Cheap Labor: The New Politics of Bread and Ro-ses in Industrial Democracies. Perspectives on Politics 6(2): 279-297.

  • Zoom Poltico, del Laboratorio de la Fundacin Alternativas, analiza con rigor, pedagoga e imaginacin la realidad poltica y social. Esta coleccin, en la que contribuiran investigadores de primera lnea, pretende extraer del mbito acadmico aquellos anlisis que sean tiles para todos los que se interesan por la poltica, ya sea en las administraciones pblicas, las empresas, las universidades, los partidos polticos, las organizaciones sociales, los medios de comunicacin o los ciudadanos comprometidos con su sociedad y su tiempo.

    Beln Barreiro,Directora del Laboratorio de Alternativas

    Responsable de ZoomPoltico: Sandra LenCoordinacin: Javier Ortiz y Julio Embid

    Documentos publicados

    2011/N 01. Nos cambia la crisis? Gasto pblico, impuestos e ideologa en la opinin pblica espaola 2004-2010. Sandra Len y Llus Orriols

    2011/N 02. Cmo votaran los inmigrantes? Laura Morales y Josep San Martn

    2011/N 03. Importa el territorio? Satisfaccin ciudadana y polticas pblicas en las Comunidades Autnomas. Jos M. Daz-Pulido, Elosa del Pino y Pau Palop

    2011/N 04. Especial 15-M. Movimiento 15M: quines son y qu reivindican? Kerman Calvo, Teresa G-mez-Pastrana y Luis Mena. Influy el 15M en las elecciones municipales? Manuel Jimnez Snchez

    2011/N 05. Cmo votan los que no tienen ideologa? lvaro Martnez y Llus Orriols

    2011/N 06.Las televisiones y el sesgo poltico en la opinin pblica. Alberto Penads e Ignacio Urquizu

    2011/N 07. Poder poltico frente a poder econmico. Percepciones sobre el poder en Espaa. Sebastin Lavezzolo

    2011/N 08. Por qu reformar el sistema electoral? Rubn Ruiz-Rufino

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