GLOSARIO EN DROGODEPENDENCIA
Presentación
Estimadas y estimados Colegas, desde la Comisión de Salud Mental y Adicciones que depende
de la Presidencia del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba y en respuesta a la
invitación que formulará la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones, del
Ministerio de Salud del Gobierno de la Provincia de Córdoba, a participar de la tercera edición
de la Semana Provincial de la Prevención del Consumo de Drogas, que desde febrero del
presente año ha sido instituida a través de la ley N° 10.610 por la legislatura provincial,
presentamos esta contribución para consultas de los psicólogas y psicólogos de nuestro Colegio
Profesional, como instrumento básico de orientación a la sociedad en general.
Queremos dar las gracias al Dr. Prof. Raúl Ángel Gómez, Vice Decano de la Facultad de
Psicología de la UNC que nos facilitó el glosario de su autoría, base fundamental de este trabajo
que ampliamos mínimamente desde el grupo de trabajo específico de la Comisión de Salud Mental
y Adicciones del CPPC.
Mención especial al colega Lic. Damián Paredes M.P. 11640 quien como referente nos motivó de
manera firme, sostenida y continua para esta actividad.
Es un Glosario elaborado colectivamente y en base al consenso. Desde esa perspectiva es que se
ha construido para ser sometido a revisión, modificado y enriquecido cada vez que se considere
necesario, ya sea ampliando conceptos o actualizándose en las definiciones propuestas.
GLOSARIO EN DROGODEPENDENCIA
INTRODUCCIÓN:
Hay varios conceptos y términos claves que nos permiten comprender y acercarnos a una puesta en
común a fin de acordar a qué nos referimos cuando hablamos sobre drogodependencia, drogas y
consumos.
Partimos de la premisa que una delimitación, aunque esquemática, de los términos drogas,
drogodependencias, como otros conceptos relevantes tales como el de abuso, adicción, síndrome de
abstinencia, intoxicación, tolerancia, etc., permitirá una mejor comunicación y/o debate en nuestra
comisión.
Asumiendo que todo criterio de inclusión es siempre arbitrario los conceptos aquí presentados son
aquellos que se consideran como los más usados en la temática de las drogodependencias (Becoña
Iglesias, 2011; Sthal, 2002).
Como dice la ley 26657 en los artículos 3y 4 correspondiente a la temática:
Artículo 3: “…se reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos,
socioeconómico, culturales, biológicos, y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una
dinámica de constitución social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda
persona…”.
Artículo 4: “Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental.
Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y garantías que
se establecen en la presente ley en su relación con los servicio de salud”.
Los términos claves que creemos importante definir se encuentran a continuación.
ABSTINENCIA: Es el resultado de evitar el consumo de drogas cuando hay dependencia a las mismas. Se
presenta como un cambio desadaptativo con componentes fisiológicos y cognitivos. (Ver Síndrome de
abstinencia).
ABUSO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS: Se lo ha definido como la auto administración de manera no
aprobada culturalmente, de cualquier fármaco o droga que produce consecuencias adversas. Como
fenómeno psicopatológico se describe cuando hay un uso continuado a pesar de las consecuencias
negativas que ello acarrea para el individuo. Generalmente se lo utiliza para referir los usos no aprobados
culturalmente o los consumos problemáticos de drogas. El uso de una sustancia delimita un acto
clínicamente no significativo, pues refiere a un consumo aislado o utilización sin un daño o deterioro de
quien lo realiza y sin provocar el fenómeno de drogodependencia o consumo problemático. El abuso ha
sido definido como un trastorno con criterios diagnósticos por el Manual de diagnósticos de los trastornos
mentales en su versión anterior (DSM IV-TR). La edición del DSM-5 incorporó una serie de cambios
significativos en las categorías diagnósticas contenidas en los Trastornos por Consumo de Sustancias del
DSM-IV-TR. El DSM-5 combina las categorías abuso y dependencia en un trastorno único medido en un
continuo que va de Leve a Severo.
ADICCIÓN: Un patrón conductual de abuso de fármacos o drogas que se caracteriza por una dependencia
apremiante o uso compulsivo; y por una gran tendencia a recaer tras su interrupción. En la adicción, la
vinculación con un objeto químico, en el caso de las drogas, o con una actividad, se convierte en un deseo
incontrolable y el individuo no puede dejar de repetir la conducta No está definida ni descripta por los
manuales diagnósticos como el DSM. En el DSM-5 no se usa el término adicción como una categoría
diagnóstica, más allá de que sea usado en muchos países para describir problemas severos relacionados
con el consumo compulsivo y habitual de sustancias (APA, 2013). El término más neutral “trastornos por
uso de sustancias” es usado para describir una amplia gama de trastornos, desde una forma leve a un
estado grave de tipo crónico, recurrente y compulsivo de consumir drogas. Algunos clínicos elegirán el
término adicción para describir estos estados más extremos, pero la palabra fue omitida del diagnóstico
del trastorno por uso de sustancias oficial del DSM-5 por su incierta definición y su connotación
potencialmente negativa.
Suele utilizar indistintamente con el término dependencia. (Ver dependencia).
ASISTENCIA: Acción de asistir. Ayuda, favor, socorro, amparo, auxilio realizado de manera regular y
sistemática. Medios que proporcionan a alguien para sostenerlo o aliviarlo en sus necesidades.
Acción pública o privada mediante la cual se tiende a aliviar las necesidades más urgentes de individuos
o grupos. (Diccionario del trabajo social de Ezequiel Ander-Egg).
ATENCIÓN: Capacidad de aplicar voluntariamente el entendimiento a un objetivo, tenerlo en cuenta o en
consideración.
BIODISPONIBILIDAD: Es la cantidad de droga que luego de absorbida llega al torrente sanguíneo y está
en condiciones de atravesar la barrera hematoencefálica para ejercer su acción sobre el tejido del SNC. La
llegada al torrente sanguíneo está condicionada por la vía de administración de la droga. Por ejemplo:
una administración intravenosa (inyección en la vena) implica la entrada inmediata y en su totalidad de la
droga en el torrente sanguíneo, esto es una biodisponibilidad del 100%.
CRAVING: Es un término anglosajón que se puede traducir como el deseo intenso y prolongado de
consumir una determinada sustancia; El deseo irresistible de consumir una sustancia juega un papel de
gran importancia en los consumos problemáticos de sustancias como causa de recaída. En la práctica, el
término se utiliza para describir la pérdida de control sobre el consumo, independiente del momento del
consumo. Actualmente se lo ha incorporado como un criterio diagnóstico del trastorno por uso de
sustancias en el DSM-5.
CODEPENDENCIA: El término ‘codependencia’ ha sido ampliamente utilizado en la literatura clínica,
especialmente asociado con problemas de alcohol y abuso de drogas; pero hay muy poca evidencia
empírica que lo sustente. En general, las definiciones de codependencia son muy imprecisas, y pueden
ser muy simples. Puede definirse como la dinámica de relación que se establece entre la persona con
consumo problemático y una o varias personas del entorno próximo que actúan como sostenedoras del
síntoma, consciente o inconscientemente, pudiendo llegar incluso a compartir dependencia (Pérez
Gómez, A., & Delgado Delgado, D. 2003).
COMORBILIDAD: Coexistencia de dos o más procesos patológicos en forma simultánea. (Ver patología
dual)
COMUNIDAD: Tiene su origen en el término latino communĭtas. El concepto hace referencia a la cualidad
de común, por lo que permite definir a distintos tipos de conjuntos: de las personas que forman parte de
un pueblo, región o nación; de las naciones que se encuentran unidas por acuerdos políticos y económicos
(como la Comunidad Europea o el Mercosur); o de personas vinculadas por intereses comunes (como la
comunidad educativa). Cuando se trata de humanos, una comunidad se define como:
Un grupo de seres humanos que tienen algo en común.
Una comunidad local es un grupo bastante pequeño de personas, que comparte un lugar de residencia y
un conjunto de instituciones basadas en este hecho. Sin embargo, el término "comunidad" también se
utiliza para hablar de grupos más grandes de personas que tienen algo en común (por ejemplo, comunidad
nacional o comunidad donante).
COMUNIDAD TERAPÉUTICA: Se puede denominar al entorno estructurado en el que conviven personas
en rehabilitación por distintas problemáticas como por ejemplo trastornos ocasionados por el consumo
de sustancias psicoactivas. Estas comunidades están a menudo orientadas expresamente a personas en
situación de adicción; operando con normas estrictas, y están coordinadas en muchas ocasiones por
personas que se han recuperado de una dependencia y generalmente suelen estar ubicadas en zonas
aisladas geográficamente. Las comunidades terapéuticas tienen la característica de ofrecer una
combinación de “pruebas de realidad” (mediante la confrontación del problema personal con las drogas)
y de apoyo para la recuperación prestado por el personal y los compañeros. Suelen estar muy vinculadas
a los grupos de ayuda mutua, como Narcóticos Anónimos. La Comunidad Terapéutica es
fundamentalmente una estrategia de autoayuda, desarrollada en un principio en un marco independiente
de la psiquiatría, la psicología y la medicina convencionales” (De León, 2004). Las Comunidades
Terapéuticas se han erigido históricamente como la alternativa hegemónica para la asistencia de personas
con problemas de consumo de drogas. Si bien dicha hegemonía en la actualidad es replanteada y el
modelo ha sufrido múltiples consideraciones y cambios, las prácticas y representaciones que emanan de
ella aún impregnan, de manera insoslayable, la lógica de acción de los dispositivos actuales, que en
algunos casos se mantienen muy fieles a tales orígenes, casi en un movimiento de resistencia, ante
opciones de vanguardia (Carrizo, M. 2017).
CONSUMO: Es el uso que hace el hombre de los bienes o servicios que están a su disposición con el fin de
satisfacer sus necesidades. Con respecto al consumo de drogas, distinguimos:
Ø CONSUMO EXPERIMENTAL: Corresponde a las situaciones de contacto inicial con una o varias
sustancias, de las cuales puede pasarse al abandono o la continuidad de los consumos.
Ø CONSUMO OCASIONAL: Corresponde al uso intermitente de la sustancia, sin ninguna
periodicidad fija y con largos intervalos de abstinencia.
Ø CONSUMO HABITUAL: Supone una utilización frecuente de la droga.
Estos conceptos se encuentran ligados a abuso y dependencia, ya definidos en este glosario.
Teniendo en cuenta que, si bien la frecuencia en el consumo es una variable que implica mayor riesgo,
todos los tipos de consumo, incluido el experimental pueden presentar riesgo dependiendo de las
características de la persona (edad, estabilidad emocional, estado previo, etc.) el entorno y el tipo de
sustancia consumida.
CONSUMOS PROBLEMÁTICOS: La noción de consumos problemáticos es una construcción relativamente
reciente. Si bien en el uso cotidiano, sobre todo mediático, y en algunas bibliografías se utilizan términos
clásicos tales como “adicción”, “dependencia”, etc. La distinción clásica que suele utilizarse en la
bibliografía es la que diferencia: uso, como esporádico, recreativo, o incluso indicado para el tratamiento
de algún síntoma; abuso, como el uso susceptible de comprometer física, psíquica y/o socialmente al
sujeto o a su entorno; y la llamada “adicción” o “dependencia”, en donde aparecen rasgos físicos o
psíquicos de un “impulso irrefrenable o compulsivo” por el consumo de dicha sustancia (Camarotti,
Kornblit & Di Leo, 2013).
La idea de “Consumos Problemáticos” ha permitido incorporar en las definiciones una dimensión
particular sobre el sujeto que consume. En el mismo sentido, “consumos” en plural intenta des-
homogeneizar este campo, recuperando la multiplicidad de las experiencias que una persona puede tener
con las drogas psicoactivas. Por otro lado, la referencia a “consumos problemáticos” intenta identificar el
impacto del consumo en la vida cotidiana de ese sujeto en particular. Es decir, poder establecer con
criterios objetivos cuando un consumo interfiere de manera significativa con las actividades particulares
de cada sujeto (Ferreyra, 2018).
Así los consumos problemáticos pueden definirse como: “aquellos consumos que –mediando o sin
mediar sustancia alguna- afectan negativamente, en forma aguda o crónica, la salud física o psíquica del
sujeto, y/o las relaciones sociales”.
Los “Consumos Problemáticos” pueden manifestarse como dependencias o abusos al alcohol, tabaco,
drogas psicoactivas –legales o ilegales- o producidas por ciertas conductas compulsivas de los sujetos
hacia el juego, las nuevas tecnologías, la alimentación, las compras, o cualquier otro consumo
diagnosticado compulsivo por un profesional de la salud” (Ley 26.934, 2014: art. 2).
De esta manera, lo que supone el concepto de consumos problemáticos es que el consumo es
cualitativamente distinto de un sujeto a otro, y que cada acto de consumo asume una característica
particular y especial en cada contexto. Estas diferencias pueden observarse tanto en los efectos como en
las consecuencias que trae el consumo en la vida cotidiana de los sujetos, como ser: su vida personal y
relaciones sociales, su capacidad de producir (trabajar o estudiar), sus posibilidades de elección o
autonomía, su salud psicofísica, etc. (Ley 26.934, 2014: art. 2).
CONSUMO PERJUDICIAL Y RIESGO: Puede definirse como un patrón de consumo de una sustancia
psicoactiva que causa daño a la salud y que eleva el riesgo de sufrir consecuencias nocivas para el
consumidor. El daño puede ser físico (p. ej., hepatitis por inyección de drogas) o mental (p. ej., episodios
depresivos secundarios a una ingestión masiva de alcohol). El consumo perjudicial comporta a menudo,
aunque no siempre, consecuencias sociales adversas. El equivalente más aproximado en otros sistemas
diagnósticos (p. ej., DSM-IV-TR) es “abuso de sustancias”, que normalmente incluye las consecuencias
sociales. El riesgo hace referencia al incremento de probabilidades de sufrir consecuencias nocivas para
el consumidor. Algunos autores limitan estas consecuencias a las de tipo físico y mental, mientras que
otros incluyen también las consecuencias sociales (World Health Organization,1994).
CONTENCIÓN EMOCIONAL: Procedimiento terapéutico que tiene como objetivo tranquilizar y estimular
la confianza de la persona que se encuentra afectada por una fuerte crisis emocional, que puede derivar
en conductas perturbadoras. Puede preceder y/o simplificar la contención farmacológica. Acción y efecto
de contener (sujetar el movimiento de un cuerpo).
CONTENER: (Del lat. continēre). Dicho de una cosa: Llevar o encerrar dentro de sí a otra. Reprimir o
sujetar el movimiento o impulso de un cuerpo. Reprimir o moderar una pasión.
DEPENDENCIA: Puede definirse como el estado adaptativo producido por la administración repetida de
una sustancia psicoactiva, que necesita de una administración continuada para evitar la aparición del
síndrome de abstinencia. Se produce cuando hay un uso excesivo de la sustancia que produce
consecuencias negativas significativas a lo largo de un amplio periodo de tiempo. Ha sido definida y
descripta como un trastorno con criterios diagnósticos por el Manual de diagnósticos de los trastornos
mentales en su versión anterior (DSM IV-TR). La versión actual del DSM-5 no a utiliza nominativamente si
no que combina las categorías abuso y dependencia en un trastorno único medido en un “continuo” que
va desde leve a severo.
Algunos autores relevantes, han diferenciado siempre la dependencia física de la dependencia psíquica
(Becoña Iglesias, 2000; Schuckit, 2000).
DEPENDENCIA FÍSICA: Estado de adaptación que se manifiesta por la aparición de intensos trastornos
físicos cuando se interrumpe la administración de la droga o se influye en su acción por la administración
de un antagonista específico. Dentro de la dependencia física los dos aspectos principales son la tolerancia
y el síndrome de abstinencia.
DEPENDENCIA PSÍQUICA O PSICOLÓGICA: Puede describirse como la situación en la que existe un
sentimiento de insatisfacción y un impulso psíquico que exigen la administración regular o continua de la
droga para producir placer o evitar malestar.
DESINTOXICACIÓN: (1) Proceso mediante el cual una persona deja de sufrir gradualmente los efectos de
una sustancia psicoactiva. (2) Entendido como procedimiento clínico, proceso de retirada (abstinencia) de
la sustancia que se lleva a cabo de forma segura y eficaz, de manera que se reducen al mínimo los síntomas
de la abstinencia. Las instalaciones en las que se lleva a cabo reciben varios nombres, como centro o
unidad de desintoxicación y centro de rehabilitación. Normalmente, al comienzo de la desintoxicación la
persona presenta síntomas clínicos de intoxicación o de abstinencia. Los procedimientos de
desintoxicación pueden o no implicar la administración de medicamentos. Cuando es así, el medicamento
administrado suele ser un fármaco que tiene tolerancia cruzada y dependencia cruzada con la sustancia
tomada por el paciente. Se calcula la dosis para aliviar el síndrome de abstinencia sin inducir intoxicación
y se va retirando gradualmente conforme el paciente se recupera. La desintoxicación como procedimiento
clínico exige la supervisión del paciente hasta que se recupera completamente de la intoxicación o del
síndrome de abstinencia física. En ocasiones se emplea el término “autodesintoxicación” para denotar la
recuperación sin ayuda de un episodio de intoxicación o de los síntomas de abstinencia.
DISPOSITIVO TERAPÉUTICO: Se considera a las estrategias funcionales a un proceso, con la característica
de ser dinámicos y en función de la particularidad de cada sujeto y su entorno. El uso puntual estará
determinado por la evaluación diagnóstica y situacional que realizace el equipo interdisciplinario a cargo.
DROGA: No resulta fácil encontrar una definición de drogas que sea compartida por la mayoría de los
expertos. La dificultad obedece, quizás, a que se intenta englobar en un concepto único diversos tipos de
sustancias utilizadas de diferentes maneras que muestran una variedad de efectos (Cortés y Mayor; 2002).
De acuerdo a la clásica definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) droga es “toda sustancia
psicoactiva que, introducida en el organismo vivo, puede modificar una o más funciones de éste”. A los
fines de este glosario es conveniente distinguir el concepto de Droga de abuso, entendida como cualquier
sustancia, tomada a través de cualquier vía de administración, que altera el estado de ánimo, la conducta,
el nivel de percepción, los procesos cognitivos o el funcionamiento cerebral. Se aplica a todas aquellas
sustancias que acarrean trastornos incapacitantes para el consumidor en la esfera personal, laboral,
social, física y familiar, así como síntomas y estados característicos como intoxicación, tolerancia,
dependencia y síndrome de abstinencia. Incluye tanto las de tipo legal, como ilegal.
En relación a su característica de presentar “psicoactividad”, por ser el Sistema Nervioso Central (SNC)
el ámbito fenoménico principal donde se verifican sus efectos, se puede referir a ellas como psicodrogas
(Ver más abajo).
ENTREVISTA: Es un encuentro basado en una relación directa, cara a cara entre dos o más personas,
donde existe una diferenciación de roles, en el que se lleva a cabo una interacción verbal y no verbal y
donde la conducción y los objetivos los traza el entrevistador.
ENTREVISTA MOTIVACIONAL: Método directivo centrado en el consultante que tiene como objetivo
promover la motivación intrínseca al cambio. Forma concreta para ayudar a las personas a que reconozcan
y se ocupen de un problema concreto. Ayuda a resolver la ambivalencia que puede existir frente a las
conductas no saludables, y prepara el terreno para el trabajo terapéutico posterior.
EQUIPO INTERDISCIPLINARIO: Se considera a la “articulación” entre los diferentes efectores de la salud y
las instituciones, a fin de construir una estrategia terapéutica según y acorde a la necesidad e
individualidad de cada usuario. El abordaje establecido por el equipo, se podrá llevar a cabo a través de
diferentes espacios ya sean, grupales, entrevistas vinculares, espacios terapéuticos individuales, espacios
de orientación familiar, control farmacológico, etc. El equipo interdisciplinario tiene la particularidad de
poder tener una mirada integral del sujeto, teniendo en cuenta la complejidad de la problemática adictiva
y su singularidad.
ESTRATEGIA: Proviene de la palabra griega "strategos", y es sinónimo de dirección, de conducción, de
liderazgo. Tiene un origen en el arte de la guerra, y se refiere a la capacidad de ordenar la acción de las
propias fuerzas hacia un objetivo claro.
La estrategia permite clarificar la acción a implementar, identificando claramente aliados y oponentes
que se encontrarán en el camino de intentar lograr el objetivo.
ETIOLOGÍA: Es la ciencia que estudia las causas de las cosas. En medicina (patogénesis) puede referirse al
origen de la enfermedad. La palabra se usa en filosofía, biología, física y psicología para referirse a las
causas de los fenómenos.
FACTORES DE PROTECCIÓN: Aquellas características individuales, ambientales o sociales que reducen la
probabilidad de que una persona se implique en el consumo de drogas o de que éste llegue a causar
problemas importantes. Debe tenerse en cuenta que los factores de
protección no son el valor opuesto a los factores sobre la misma variable, sino que se trata de otros
factores cuya presencia amortigua el impacto de los factores de riesgo. Entre los factores de protección
podemos señalar la existencia de fuertes vínculos familiares, una buena educación parental con reglas de
conducta claras e implicación de los padres en la vida de sus hijos, éxito escolar, fuertes vínculos con
instituciones pro sociales como la escuela u organizaciones religiosas y la asunción de normas
convencionales sobre el consumo de drogas.
FACTORES DE RIESGO: En general, son aquellas condiciones sociales, económicas biológicas, conductas o
ambientes que están asociados con o causan un incremento de la susceptibilidad para desarrollar un
problema o una enfermedad específicos. Referidos al consumo de drogas, son aquellas condiciones
individuales, sociales o ambientales que incrementan la probabilidad de que una persona se implique en
el consumo de drogas o de que llegue a causar problemas importantes. La investigación ha identificado
numerosos factores de riesgo que pueden agruparse de la siguiente forma: a) factores relacionados con
las características individuales; y b) factores relacionados con el contexto social; relacionados con el
ambiente familiar; relacionados con el ambiente escolar; relacionados con el grupo de iguales;
relacionados con el ámbito laboral; y factores vinculados al entorno social general.
FARMACODINÁMICA: está referida a los fenómenos fisiológicos y bioquímicos que un fármaco produce
en los sitios donde actúa. Esto es todo lo que la droga “le hace” al organismo en general y al cerebro en
particular. Dentro de los fenómenos que pueden ubicarse en la esfera de la farmacodinámica están los
cambios que una droga produce en los procesos fisiológicos de un organismo y en su conducta.
FARMACOCINÉTICA: hace referencia a los procesos de absorción, distribución, metabolización y excreción
de la droga. En otros términos, puede afirmarse que es todo aquello que el organismo “le hace” a la droga.
Para que un fármaco pueda ejercer sus efectos debe alcanzar sus sitios de acción.
De esta manera, el concepto de farmacocinética nos remite a la capacidad de un organismo de
absorber, metabolizar y excretar una droga. Este concepto es importante en relación a los procesos de
intoxicación, puesto que la capacidad de un organismo de metabolizar y excretar a una droga es clave
para estimar la magnitud e impacto de una intoxicación.
HOSPITAL DE DÍA: Se entiende por Hospital de Día al dispositivo asistencial de tratamiento activo de
afecciones en régimen de día. Es por tanto un instrumento de prevención secundaria.
Se trata de un servicio ambulatorio, que provee de un tratamiento más intensivo y estructurado que el
ambulatorio normal durante una parte del día, que conforma un sistema menos restrictivo que la
hospitalización, estando dirigido a evitarla, y poder servir de puente entre ésta y la comunidad.
Es una variable intermedia, válida y eficaz entre el Tratamiento Ambulatorio y la Comunidad Terapéutica,
combinando elementos de ambos abordajes. El cronograma de actividades puede ser similar al de la
Comunidad Terapéutica con excepción de que el paciente duerme en su hogar.
Está destinado a pacientes que demanden rehabilitación intensiva e interdisciplinaria en forma
ambulatoria, y que no presenten criterio alguno de internación para rehabilitación.
INTERNACIÓN: Es el proceso que se llevará adelante en un tiempo breve, respetando la individualidad del
paciente y su situación socio familiar. Tomando en cuenta el artículo 14 de la Ley Nacional de Salud
Mental: “La internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo, y sólo puede
llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones
realizables en su entorno familiar, comunitario o social. Debe promoverse el mantenimiento de vínculos,
contactos y comunicación de las personas internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral
y social, salvo en aquellas excepciones que por razones terapéuticas debidamente fundadas establezca el
equipo de salud interviniente”. (ver Tratamiento Ambulatorio).
INTERSECTORIALIDAD: Es la posibilidad de operativizar el abordaje integral, potenciar los recursos y
garantizar respuestas eficaces y duraderas. Es la comunidad en su conjunto que se “hace cargo” de
determinadas problemáticas.
Se deben tener en cuenta tres conceptos: integración, inclusividad afecta desde el diseño hasta la
evaluación de las acciones mancomunidad, dado que la intersectorialidad supone compartir recursos,
responsabilidades y acciones.
INTERVENCIÓN PSICO-SOCIOEDUCATIVA: Se funda en una relación que reconoce al otro como sujeto y
no como objeto de intervención. Esta relación está dada en el lenguaje, pero desde una perspectiva que
supera lo meramente verbal, ligando en forma indisoluble palabra y acción. De este modo, es una
intervención que une el decir con el hacer, y a ambas dimensiones como formas recursivas de actuar en
el mundo.
La intervención releva como una de sus dimensiones el reconocimiento de diversas condicionantes
sociales –locales o extensas-, el modo en que éstas afectan el bienestar de individuos, familias y
comunidades y el desarrollo de estrategias para hacer frente a los eventuales y diversos conflictos y
dificultades. El abordaje de estas condicionantes sociales –o de sus significaciones para el sujeto de
atención- entrecruzan de este modo la psicoeducación con una aproximación socioeducativa, en el
entendido de que surge de una concepción de sujeto como parte de un contexto sociocultural particular.
Se busca el desarrollo de modos de convivencia social basados en el compromiso social activo y
reflexivo, desde las propias significaciones dadas a sus experiencias de vida, y utilizando a actores del
entorno como agentes relevantes dentro de los procesos de intervención.
INTERVENCIÓN: Con origen en el vocablo latino interventĭo, intervención es la acción y efecto de
intervenir. Este verbo hace referencia a diversas cuestiones. Intervenir puede tratarse del hecho de dirigir
los asuntos que corresponden a otra persona
INTERVENCIÓN SOCIAL: Es un proceso de actuación sobre un determinado contexto social que tiene como
finalidad el desarrollo, cambio o mejora de situaciones, colectivos, grupo o individuos que presenten algún
tipo de problema o necesidad para facilitar su participación social en el ámbito personal, grupal o
institucional. (Pérez Serrano, 1990).
Podemos decir que realizamos Intervención Social: Cuando nuestras acciones vayan dirigidas a grupos
estables, como apoyo a procesos grupales.
INTOXICACIÓN: Estado transitorio consecutivo a la ingestión o asimilación de una sustancia psicoactiva
(como de alcohol) que produce alteraciones significativas del nivel de conciencia, de la cognición, de la
percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras funciones y respuestas fisiológicas y
psicológicas. Ha sido definido y descrito como un trastorno con criterios diagnósticos por el Manual de
diagnósticos de los trastornos mentales en su versión anterior (DSM IV-TR) y actualmente en la versión
del DSM-5 se lo ubica dentro de los los Trastornos Inducidos por Sustancias
MOTIVACIÓN: La motivación consiste en un proceso dinámico e interno, que refleja el anhelo, de un
individuo en particular, por cubrir una necesidad en concreto, y que tiene una función esencialmente
adaptativa, cuya finalidad principal es dirigir el comportamiento de dicho individuo hacia una meta
específica, para optimizar su supervivencia en el medio (Sanz, Menéndez, Rivero, & Conde, 2009).
MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA: Se habla de motivación extrínseca cuando son las propiedades de los
estímulos externos las que determinan la dirección de una conducta. Es decir, en la motivación extrínseca,
la actividad realizada no es un fin en sí mismo, sino un medio para obtener dicho fin, por lo que el interés
no reside en la ejecución de la propia conducta, sino en la recompensa que la sucederá (Aguado, 2005).
Así, un individuo extrínsecamente motivado realizará una tarea con el único fin de obtener una
recompensa contingente a la ejecución de dicha tarea.
MOTIVACIÓN INTRÍNSECA: Cuando un individuo se implica en una actividad por el propio valor que
constituye la realización de dicha tarea, y mantiene esa conducta sin que exista un estímulo extrínseco
que justifique su mantenimiento, se trata de motivación intrínseca (Aguado, 2005). Por ende, una
conducta estaría intrínsecamente motivada, si se ejecuta en ausencia total de incentivo y de refuerzo
extrínseco, que sea contingente a la conducta realizada. Es decir, las actividades intrínsecamente
motivadas se realizan por el propio gusto e interés de llevarlas a cabo y en ausencia de incentivos externos.
PARADIGMA: Conjunto de conceptos, valores, percepciones y prácticas compartidas que conforman una
visión particular de la realidad. Estas creencias y explicaciones determinan las formas de pensar en
nosotros mismos, nuestras relaciones, la sociedad y el mundo en el que vivimos.
PARTICIPACIÓN: En su verdadero sentido, es “ser parte de”, es decir, SER PARTE EN LA TOMA DE LAS
DECISIONES. Para que la participación sea efectiva, en este contexto, es fundamental que el espacio de la
participación se vaya dando de manera colectiva, en una construcción de la credibilidad social.
Crear oportunidades para que una comunidad planee su propio cambio….uno de los trabajos que aún
nos debemos es recuperar las formas de participación de las personas en su vida cotidiana,
redimensionando su valor político…..Posibilitar nuevas relaciones de confianza, de no censura, facilitar
espacios no jerárquicos que habiliten la reflexión y el examen de experiencias, el intercambio de opinión,
de recursos y de estrategias de acción. Estas oportunidades se posibilitan desde una convicción ideológica
de quien coordina y de herramientas metodológicas que contribuyan a la dinámica propia de la comunidad
organizada. Es necesario revisar las prácticas de las instituciones y de los profesionales, ya que muchas
veces en la vida de las comunidades existen abordajes que se enuncian como participativos y en realidad
son metodologías de convalidación de decisiones externas a la vida misma de las personas, de la
comunidad y de las familias.
PATOLOGÍA DUAL, TRASTORNO DUAL y COMORBILIDAD: Estos términos hacen referencia a la
coexistencia de un trastorno mental y un trastorno por consumo de drogas. La coexistencia de ambos
trastornos es altamente prevalente en los pacientes drogodependientes (Becoña Iglesias, Cortés Tomás,
2011). Algunos autores sugieren que puede ser más apropiado para referirse a esta coexistencia de
trastornos el término de “comorbilidad” (Becoña Iglesias, Cortés Tomás, 2011).
PATRÓN DE CONSUMO: Son las pautas que definen el estilo de consumo de una determinada droga en
un sujeto: el ritmo, la frecuencia, cantidad y horas en las que se consume pueden ser indicador que
permitan establecer un patrón de consumo.
PREVENCIÓN ESPECÍFICA: Forma parte de la Prevención Primaria, se encuentra dirigida sólo a la prevención
de una enfermedad en concreto. Se refiere a un determinado problema y actúa sobre los factores que lo
generan. Toma en consideración los Factores de Riesgo como: la historia personal, el tipo de vida las
relaciones sociales Este tipo de prevención comienza con la educación primaria y continúa en la secundaria,
está dirigida a padres, docentes y jóvenes en edad de adolescencia.
PREVENCIÓN INESPECÍFICA: Es parte de la Prevención Primaria, abarca todas aquellas medidas que se tomen
sobre el individuo, la colectividad o el medio ambiente con el fin de evitar la producción de enfermedad en
general, es decir, inespecíficamente, de cualquier tipo de enfermedad. Son actividades de promoción de la
salud.
PREVENCIÓN PRIMARIA: Tiene por objeto disminuir la probabilidad de ocurrencia de enfermedad. Desde el
punto de vista epidemiológico pretende reducir su incidencia (nº de casos nuevos). Las medidas de
prevención primaria actúan en el periodo prepatogénico de la historia natural de la enfermedad, es decir,
antes de que se verifique una interacción entre factores de riesgo y con el usuario, dando lugar a la aparición
de la enfermedad.
PREVENCIÓN SECUNDARIA: Actúa sólo cuando la Prevención Primaria no ha existido, o si ha existido, ha
fracasado. Una vez que se ha producido la enfermedad, la única posibilidad preventiva es la interrupción de
la afección por medio del tratamiento precoz y oportuno. Con la prevención secundaria se consigue la
curación o se evita la aparición de secuelas. Es, por tanto, el diagnóstico y tratamiento precoz.
PREVENCIÓN TERCIARIA: Actúa cuando la enfermedad se encuentra ya establecida, hayan aparecido o no
secuelas. Comprende dos subniveles: Reducción de daños. (ej.: tratamientos paliativos) y Rehabilitación.
PSICODROGAS: Para clasificar las drogas se pueden seguir diferentes criterios, por ejemplo, por su origen
(naturales, sintéticas, semisintéticas), por su estructura química, por su acción farmacológica, por el medio
socio-cultural (legales-ilegales, institucionalizadas-no institucionalizadas, duras-blandas, más peligrosas-
menos peligrosas) o con respecto al sujeto, utilizándose en este caso clasificaciones clínicas (Soler Insa, 1981).
Estos diferentes criterios responden a la diversidad de puntos de vista disciplinarios. Aunque no se
cuestiona la utilidad metodológica y didáctica de estas clasificaciones, la verdad es que cualquiera de ellas
presenta limitaciones reales importantes (Cortés y Mayor; 2002). Sin duda alguna, la clasificación de las
drogas depende del contexto.
Asumiendo que todas las clasificaciones son parciales e insuficientes, una clasificación proveniente de la
ciencia empírica debe poder establecer con claridad lo que son drogas, diferenciándose de las que no lo son.
Deben estar incluidas todas las drogas, algo que, en algunos ámbitos, como la legislación penal, no parece
tenerse en cuenta. Siendo consecuente con una aproximación científica a esta temática, sabemos que el paso
inmediato y superador de la mera observación es la de agrupar los objetos de estudio en grupos según
características comunes y excluyentes. Teniendo en cuenta la gran diversidad de drogas disponible en la
actualidad, y que la característica común a las denominadas drogas de abuso es la “psicoactividad”, es decir,
su capacidad para llegar al cerebro y modificar su funcionamiento habitual; en este texto tomaremos
utilizamos la denominación de Psicodrogas, atendiendo a que el principal interés de nuestra disciplina
psicológica son los efectos de las drogas sobre el comportamiento y los procesos cognitivos.
POLITOXICOMANÍA, POLICONSUMO o USO DE SUSTANCIAS MÚLTIPLES: Abuso, dependencia o consumo
problemático que suelen darse en las personas que teniendo un diagnóstico principal de dependencia en
una sustancia psicoactiva al mismo tiempo están consumiendo otra. O bien presentando un consumo
problemático de dos más sustancias.
PROCESO ADICTIVO: La adicción es un proceso que se desarrolla a lo largo del tiempo. Al principio, el tipo
de uso que la persona hace de la sustancia o conducta, no es adictivo, pero progresivamente, el tipo de
uso varía aumentando hacia la habituación primero, y luego hacia el abuso. Aun en este momento no se
puede hablar de adicción, pues el abuso es un estado en el cual la persona conserva el control sobre su
uso. La línea que divide al abuso de la adicción es muy fina y muchas veces inadvertida, pero lo cierto es
que, si la persona predispuesta se expone al uso de la sustancia o conducta de riesgo, puede pasar esa
línea y convertirse en adicto.
En sus primeras fases, la adicción puede pasar inadvertida, por la levedad de los síntomas, o por la
habilidad de la persona para compensar las consecuencias negativas que la adicción tiene sobre su propia
vida y sus relaciones.
A lo largo de este proceso la persona pasa por diversas etapas que reflejan el agravamiento progresivo
del desorden adictivo.
Las distintas etapas de la adicción se relacionan a la severidad del proceso adictivo y el impacto que la
adicción tiene en la vida del adicto:
1.- Etapa Temprana: En esta etapa ya la química cerebral está alterada, y esto se manifiesta en episodios
de uso descontrolado que pueden no ser tan severos y frecuentes, pero son evidencia de la instalación
del desorden bioquímico cerebral. Aun así, la relación que la persona ha desarrollado con el sustrato de
su uso, lo motiva a continuar usando, debido al refuerzo psicológico que el consumo de la sustancia o la
práctica de la conducta, tiene sobre su comportamiento. Ya existe el pensamiento adictivo y comienza a
manifestarse como una preocupación con el uso. Puede haber deseos automáticos y ya la persona
comienza a invertir tiempo no programado en actividades relacionadas con el uso.
2.- Etapa Media: La pérdida de control es obvia y los episodios de consumo son más intensos y frecuentes.
Ya comienza a haber problemas familiares serios debido al tiempo que la persona ocupa en actividades
relacionadas con la adicción y el uso. El pensamiento adictivo se hace más intenso debido a la necesidad
aumentada de negar o racionalizar su conducta. Comienzan a presentarse problemas laborales y escolares
debido al mal funcionamiento psicosocial. La química cerebral ha cambiado de manera importante y la
personalidad de la persona también ha cambiado, casi siempre con más irritabilidad, ansiedad e
intolerancia. El ego de la persona se ha hipertrofiado para poder mantener una imagen de "normalidad"
que pueda disminuir la ansiedad tanto del adicto como de las personas que lo rodean.
3.- Etapa Agravada: La inhabilidad para detener el consumo marca esta etapa del proceso adictivo.
Problemas financieros severos podrían aparecer y el aislamiento social se hace evidente y marcado.
Problemas severos en las relaciones familiares que pueden llegar a la separación. Pérdidas de empleo y
deterioro del funcionamiento laboral se hacen presentes de manera que el adicto no puede muchas veces,
ni conseguir ni mantener un empleo. La depresión severa característica de esta etapa puede ser
malinterpretada como primaria, pero es en realidad secundaria al desorden adictivo. Igualmente, la
autoestima se ha deteriorado mucho y puede aparecer psicosis tóxica, en las adicciones químicas, e
ideación psicótica en las adicciones de conducta.
Estas fases no están separadas realmente y se sobreponen de manera que, es difícil saber exactamente
donde está ubicado un adicto en el proceso, pero en la mayoría de los casos se pueden utilizar para
entender mejor la severidad del problema y las necesidades individuales de tratamiento.
REDUCCIÓN DE DAÑOS: La reducción de daños es una estrategia de intervención en adicciones como en
otras conductas que conllevan riesgo para la salud (como prostitución, prácticas sexuales de riesgo, etc.)
que, entendiendo que existen personas que desarrollan estos comportamientos y que no van a dejar de
hacerlo, pretende reducir los riesgos asociados a los mismos, riesgos tales como la transmisión de
enfermedades de transmisión sexual o transmisión de enfermedades infecciosas por la vía de consumo
de drogas empleada, riesgo de sobredosis, etc.
Un segundo objetivo que se plantea desde esta estrategia es la puesta en contacto del usuario con la red
asistencial normalizada, puesto que, por lo general, las personas que acceden a los programas de
reducción del daño desarrollan su vida en entornos marginales (sin acceso a los recursos normalizados).
SERVICIO DE SALUD: Entiéndase por “servicios de salud” en un sentido no restrictivo, a toda propuesta o
alternativa de abordaje tendiente a la promoción de la salud mental, prevención del padecimiento,
intervención temprana, tratamiento, rehabilitación y/o inclusión social, reducción de daños evitables o
cualquier otro objetivo de apoyo o acompañamiento que se desarrolle en los ámbitos públicos o privados”
SÍNDROME DE ABSTINENCIA: Es el conjunto de síntomas y signos psicológicos y fisiológicos que aparecen
en una persona dependiente de una sustancia psicoactiva cuando deja bruscamente de consumirla o la
cantidad consumida es insuficiente es uno de los 11 criterios diagnósticos para el trastorno por uso de
sustancias en el DSM-V.
TOLERANCIA: Estado de adaptación caracterizado por la disminución de la respuesta a la misma cantidad
de droga o por la necesidad de una dosis mayor para provocar el mismo grado de efecto, es uno de los 11
criterios diagnósticos para el trastorno por uso de sustancias en el DSM-V.
TRATAMIENTO AMBULATORIO: Parte de un proceso en donde se tiene en cuenta lo individual de cada
sujeto, pudiendo ofrecerle la posibilidad de continuar con su tratamiento dentro un servicio de adicciones
o de un hospital como también en otros dispositivos cercanos a su comunidad de origen .
Por tal motivo el equipo interdisciplinario debe generar el contacto con los diferentes niveles de
atención, a fin de favorecer redes inter institucionales e intersectoriales, con el objetivo de ofrecer mayor
sostén y contención tanto al usuario como a su núcleo familiar en su comunidad. (ver Internación - Equipo
Interdisciplinario).
TRATAMIENTO de MEDIA JORNADA: Tiene la misma finalidad que el Tratamiento de Jornada Completa,
pero que por su tiempo de evolución, por la complejidad de la discapacidad u por otras razones, no
justifique la intensidad del tratamiento. Este módulo tiene una duración diaria variable con un máximo y
un mínimo de horas, sujetas a la capacidad física del usuario.
TRATAMIENTO de JORNADA COMPLETA: Se denomina de esta manera a la modalidad para la
continuación del tratamiento de rehabilitación que haya comenzado bajo la modalidad internación.
También puede ser la modalidad de ingreso a tratamiento de rehabilitación según lo indique el Equipo
Interdisciplinario. Posee una carga horaria máxima y mínima de horas de tratamiento quedando sujeto a
la capacidad física del paciente y a lo que su tratamiento le indique.
TRATAMIENTO PRE-AMBULATORIO: El objetivo es la reducción del daño ocasionado por el consumo de
drogas. Una vez lograda la abstinencia de consumo, se pasa a otro tipo de tratamiento.
TRATAMIENTO de PREVENCIÓN de la RECAÍDA: Se trata de programas especialmente diseñados para
aquellos pacientes en la última etapa del tratamiento: Reinserción Social. Su objetivo es tratar la
prevención de la recaída a través del entrenamiento psico-educativo en situaciones de riesgo, situaciones
sociales generadoras de ansiedad y estrés, desarticulación de pensamientos y emociones nocivas, y el
trabajo sobre el sistema de creencias.
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN DE LAS DROGAS: Para que las denominadas psicodrogas puedan ejercer su
efecto, deben alcanzar su lugar de acción, el cual está localizado en el SNC. De esta manera cobra
importancia la vía por la cual la sustancia es introducida al organismo, puesto que, salvo excepciones
(administración intracerebral) el mayor tiempo entre la administración y el efecto de la droga, estará
determinado por los pasos previos a la llegada al torrente sanguíneo y el paso de la barrera
hematoencefálica para alcanzar el SNC. Por lo cual el efecto de una misma droga puede variar según su
vía de administración.
Autor y Revisor:
Prof. Dr. Gómez, Raúl M.P. 1546
Autores y compiladores:
Lic. Costa, Maricel M.P. 3840
Prof. Dr. Gómez, Raúl M.P. 1546
Prof. Mgter. Martínez, Victoria M.P. 7998
Prof. Maldonado, Jorge M.P. 2664
Lic. Paredes, V. Damián M.P. 11640
Lic. Soto, Cosme R. M.P. 11641