FMI y Otras Multilaterales en la Economía Dominicana
Primera Parte Jueves, 15 Noviembre 2012
Autor: Ernesto Selman
Introducción
Durante el debate de incremento de impuestos diferentes funcionarios públicos hicieron
referencia de la presión de organismos financieros internacionales para incrementar la
presión tributaria y hacer frente al elevado déficit fiscal. Mientras el Presidente de la
República declaró públicamente que está convencido que un sistema tributario sencillo de
impuestos bajos y uniformes es lo más conveniente para la República Dominicana, señaló
que se vio forzado a aplicar un incremento de impuestos por las exigencias de organismos
multilaterales de financiamiento.
Desde el año 1983, la República Dominicana ha suscrito siete acuerdos con el Fondo
Monetario Internacional (FMI o Fondo) para hacer frente a crisis fiscales y/o financieras.
También, para financiar déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos; es decir,
cuando el flujo de divisas del exterior para adquirir activos no es suficiente para financiar
el consumo de los ciudadanos, empresas y el estado, por encima de las ventas de bienes y
servicios en el mercado internacional. Cuando un país acude al FMI es porque las malas
políticas económicas implementadas por los distintos gobiernos que han administrado el
Estado se hacen insostenibles. Los organismos multilaterales tienen distintas modalidades
de préstamos para los países prestatarios. Entre esas modalidades, se incluye
financiamiento de apoyo a la balanza de pagos, para apoyo presupuestarios, para financiar
infraestructura y otros dirigidos a reformas estructurales que incluyen cambios legislativos
y/o institucionales.
Este ensayo no tiene como propósito evaluar el papel de los organismos multilaterales
sobre el desarrollo económico, en general. En específico, busca evaluar la participación
reciente del FMI y las demás multilaterales que han acompañaron al Fondo en programas
stand-by con la República Dominicana. En esta primera parte del ensayo, introducimos los
temas que sirven como preámbulo al análisis del papel de los organismos multilaterales en
el desenvolvimiento económico reciente de la República Dominicana.
Financiamientos de apoyo presupuestario de organismos multilaterales
Los financiamientos de apoyo presupuestario de organismos multilaterales no se dirigen a
proyectos de infraestructura productiva o apoyo a reformas estructurales, como en el
pasado; tampoco van a respaldar reformas legislativas y/o institucionales en sectores
claves de la economía para reducir los costos de vivir y hacer negocios. En consecuencia,
esos financiamientos han retrasado la aplicación de sanas políticas económicas que sienten
las bases para un desarrollo sostenible en el tiempo. Las modalidades de deuda provistas
por organismos multilaterales para apoyo presupuestario no toman en consideración la
eficiencia del gasto en términos de la calidad de los servicios públicos, la transparencia con
que el Estado manejan los recursos de los contribuyentes, ni dónde se dirigen esos
recursos escasos.
De esta forma, la deuda para apoyo presupuestario de los organismos multilaterales de
financiamiento podrían estar contribuyendo al derroche de recursos escasos con un
manejo altamente discrecional y falta de rendición de cuentas por parte de funcionarios
estatales. Además, ese tipo de deuda podría estar financiando servicios públicos
deficientes que implican mayores costos en la economía; también, transferencias
injustificadas a grupos de interés particulares (políticos y/o económicos).
El FMI se enfoca en metas cuantitativas en los acuerdos que suscribe; fiscales, monetarias
y otras, dependiendo de los términos de cada acuerdo. Las metas cuantitativas de los
acuerdos con el FMI sirven para monitorear el desempeño de sus programas de
financiamiento; si el financiamiento va acompañado de desembolsos de otras
multilaterales, esas metas también aplican a esas deudas. Generalmente, los acuerdos
stand-by con el FMI se revisan trimestralmente. En América Latina, otros organismos que
otorgan préstamo de apoyo presupuestario son: Banco Mundial y Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). En el caso del BID, se empezó a hacer uso más común de los
desembolsos de apoyo presupuestario entre 1996-2000; los países que hicieron mayor uso
en ese período fueron Argentina y Brazil.
Se dan casos de financiamiento de apoyo presupuestario para cubrir intereses de deuda
pasada, como el último acuerdo stand-by entre la República Dominicana y el
FMI. Cuando un individuo o empresa debe asumir nuevas deudas para pagar intereses
de deuda vieja, la situación financiera no es sana y se asume el riesgo de la bancarrota;
esto por incremento de pasivos. Obviamente, mayor deuda conlleva mayor servicio de
deuda, incluyendo intereses y amortización de la misma. Por esta razón, en la mayoría de
los casos se hacen evidentes problemas de liquidez antes que problemas de
solvencia. Igualmente, los estados pueden asumir compromisos que no puedan enfrentar
en el futuro; a esto se le llama insostenibilidad fiscal. Se dice que un estado nacional está
en una senda de insostenibilidad fiscal cuando las finanzas públicas corren el riesgo de no
costear los compromisos y obligaciones financieras en algún momento en el futuro.
¿Por qué no recurrir a los mercados financieros internacionales?
La deuda que se asumen de organismos multilaterales no involucra la percepción de
inversionistas internacionales y, por consiguiente, se mantiene aislada del mecanismo de
precios que surge en el sistema financiero internacional. Generalmente, los estados que
hacen mayor uso de financiamiento de organismos financieros multilaterales con respecto
al total de su deuda son los que deben asumir mayores costos al recurrir al mercado
privado de capitales. Esto refleja que los inversionistas internacionales tienen menor
confianza en invertir en esos países; existe mayor incertidumbre sobre el ordenamiento
económico, jurídico, institucional y social. Habiendo dicho esto, debemos reconocer que
los agentes económicos internacionales cometen errores en sus decisiones de inversiones
por diferentes razones; en algunos casos poseen menos información que los analistas
locales y sus percepciones de riesgo pueden estar distorsionados por políticas monetarias
expansivas, como ocurre en la actualidad.
Los países que no aplican políticas públicas sanas se les hace más oneroso recurrir al
mercado financiero internacional; por esto recurren a organismos multilaterales. En ese
caso, sus deudas multilaterales representan una mayor proporción de su deuda externa
y/o deuda total. En el siguiente cuadro observamos la proporción de la deuda multilateral
con respecto a la deuda externa de distintos países de la región.
Es importante resaltar la naturaleza política de los organismos financieros multilaterales
para entender por qué se destinan recursos a términos menos onerosos y con mayor
facilidad a los estados con problemas económicos, cuando se compara con el mercado
privado de capitales. En este sentido, los dueños de los organismos financieros
multilaterales son los propios estados nacionales. Los representantes ante las asambleas
de esos organismos, llamadas Asambleas de Gobernadores, son Ministros de Hacienda,
Finanzas y/o Gobernadores de bancos centrales. Los Consejos de Directores lo integran
personas designadas por los Ministros y/o Gobernadores de bancos centrales, en muchos
casos con el visto bueno de sus jefes. En consecuencia, los lineamientos estratégicos,
políticas internas y decisiones de préstamos de los organismos multilaterales son tomadas
en el ámbito político.
Los financiamientos de rápido desembolso crean una dependencia del Estado a esas
deudas para mantener ciertos niveles de gasto público y/o ciertos niveles de servicios de
deuda. Como el dinero es “fungible,” lo que dejo de gastar en unas áreas lo destino en
otras. Con gasto público excesivo e improductivo, en adición a manipulación de
estadísticas fiscales, Grecia se vio en la obligación de recurrir al FMI, gobiernos y otras
instituciones públicas europeas para proveer financiamiento más barato que lo que el
mercado hubiese puesto a disposición. El Banco Central Europeo ha intervenido en la
compra de bonos de países europeos como Grecia, España e Italia, entre otros; el objetivo
ha sido reducir los costos de financiamiento para, supuestamente, evitar la insostenibilidad
fiscal. De esta forma, se manipulan las señales de precios de títulos de deuda emitidos
por esos estados cuando salen a los mercados internacionales. Sin embargo, el
otorgamiento de financiamiento al margen de los procesos de mercado no han sido
suficiente para algunos países europeos. En el caso de Grecia, algunos economistas
argumentan que el problema es de solvencia y no de liquidez, por lo que habría que
condonar parte de la deuda griega para hacer la política fiscal sostenible.
Los países con mejor desempeño económico aplican políticas públicas sanas que
promueven la iniciativa privada, respetan la institucionalidad y el ordenamiento
jurídico. Esos países acceden a los mercados financieros internacionales con términos
asequibles, sin necesidad de recurrir a organismos multilaterales de financiamiento;
también, influye el tamaño del mercado de capitales interno y los activos que pueden
utilizarse para garantizar nueva deuda.
El caso de Chile en América Latina representa un país que ha aplicado sanas políticas
económicas en el pasado, lo que le ha permitido acceder a los mercados financieros
internacionales con mayor facilidad y en términos menos onerosos que otros países de la
región, por un largo período de tiempo. En este sentido, la deuda multilateral de Chile
representa sólo un 1% del total de su deuda externa. La República Dominicana ocupa el
tercer lugar en cuanto a mayor proporción de su deuda multilateral con respecto a su
deuda externa (36%), luego de Honduras (45%) y Bolivia (43%). En la próxima entrega
se analizará la reciente participación de los organismos multilaterales en la toma de
decisiones de políticas económicas en la República Dominicana.
Segunda Parte
Introducción
En la primera parte de este ensayo resaltamos la modalidad de financiamiento de
organismos internacionales para apoyo presupuestario, que reembolsan gastos previos de
gobiernos y no necesariamente toman en consideración la calidad de los servicios públicos
ni el buen uso de recursos escasos en la economía. Además, destacamos que países con
políticas económicas sanas pueden recurrir a los mercados financieros internacionales con
facilidad y mejores términos que países con políticas públicas inconsistentes con el respeto
a los derechos de propiedad, la iniciativa privada, respeto al orden jurídico y finanzas
públicas equilibradas. Expusimos que la deuda multilateral de Chile representa sólo un 1%
de su deuda externa, muy por debajo de los últimos tres lugares en América Latina:
Honduras (45%), Bolivia (43%) y República Dominicana (36%).
Deuda pública multilateral en la República Dominicana
La deuda pública asumida con organismos multilaterales de financiamiento se ha
incrementado en 135% entre Diciembre-2008 y Octubre-2012, lo que significó nueva
deuda por US$2,463.8 millones durante ese período; este incremento se verificó a raíz del
acuerdo stand-by con el FMI. Como se observa en el gráfico, más abajo, de los
organismos multilaterales de financiamiento, el BID es el principal acreedor del estado
dominicano; le sigue el Banco Mundial y el FMI, incrementando sensiblemente su
participación desde 2009. La diferencia es que los préstamos del FMI son de corto plazo y
más onerosos, mientras que los provistos por el BID y el Banco Mundial son de largo plazo
con menores tipos de interés. El FMI representa un acreedor de última instancia y por
esto las condiciones son más onerosas; supuestamente, esto desincentiva a acudir a esos
préstamos.
Desde 2008 se han mantenido altos déficit fiscales, que han sido financiados por los
organismos multilaterales y Venezuela a través de PetroCaribe[1]; la deuda asumida a
través de estos acreedores representa el 85% del incremento de la deuda externa en ese
período. Con la provisión de deuda para apoyo presupuestario durante los últimos años,
es posible que la intervención de organismos financieros multilaterales ha introducido
incentivos perversos a los hacedores de políticas públicas de mantener políticas
económicas insostenibles en el tiempo. Luego de alcanzar ciertos niveles de gasto público
financiado por deuda para apoyo presupuestario, los hacedores de políticas públicas
empiezan a depender de este tipo de endeudamiento para mantener un alto gasto público.
Acuerdos entre FMI y República Dominicana
Desde el año 2000, la República Dominicana ha firmado tres acuerdos stand-by con el FMI,
de los cuales dos se rompieron por falta de cumplimiento de las autoridades. Bajo un
acuerdo stand-by, se negocian metas cuantitativas que el FMI monitorea y revisa
trimestralmente. En casos que se han violado esas metas, las autoridades dominicanas
han pedido “dispensas” al FMI y el Directorio Ejecutivo de esa institución las ha aceptado.
Sin embargo, en dos ocasiones se suspendieron los acuerdos. En específico: en 2003 a
raíz de la estatización de las distribuidoras de energía eléctrica y en 2011 por altos déficits
fiscales y deudas atrasadas a los generadores de electricidad, dado el subsidio estatal a las
empresas públicas de distribución eléctrica (3 monopolios regionales, EDES).
Con el último acuerdo stand-by entre el FMI y la República Dominicana que entró en
vigencia en Noviembre-2009, el Fondo se comprometió a desembolsar unos US$1,200
millones; la mayor parte se destinarían a apoyo presupuestario. Además del FMI, se
involucraron el Banco Mundial y el BID bajo el acuerdo stand-by, con financiamientos
adicionales de apoyo presupuestario; de esta forma se reembolsaron gastos previos del
estado dominicano. Este acuerdo stand-by representó un “rescate” de los organismos
internacionales al estado dominicano, dado que en 2009 se redujeron los ingresos fiscales
y se mantenía un alto gasto público; este se incrementó en 30.7% en 2008, dados los
requerimientos de subsidios de las empresas distribuidoras de electricidad por altos
precios del petróleo y la reelección presidencial. El monto del compromiso del FMI, dentro
del acuerdo del 2009, sentó un precedente en esa institución porque correspondía a 500%
de la cuota de República Dominicana para un acuerdo stand-by. A raíz del rompimiento a
finales de 2011, se dejó de desembolsar unos US$480 millones de los compromisos bajo
ese acuerdo.
Sector eléctrico y el FMI
El sector eléctrico está imponiendo alto costo para vivir y producir en la República
Dominicana por la baja calidad del servicio, pérdidas por robos y redes de distribución
vulnerables, altos costos para los que pagan el servicio y derroche de recursos escasos
que se destinan como subsidios. Al momento del rompimiento del acuerdo stand-by a
finales de 2011, el FMI exigía que se incrementen las tarifas de la energía eléctrica. Se
proponía esta medida sin proponer reformas sectoriales que implique mejor servicio a
menor costo; tampoco, cambios estructurales para reducir las transferencias del Estado a
las empresas públicas de distribución eléctrica en forma de subsidios. Imponer metas
cuantitativas de cobranza y de atrasos de pago a generadores de electricidad no
representan reformas estructurales. Aunque debe reconocerse que las autoridades no
tenían voluntad de aplicar cambios tarifarios ni reformas sectoriales. Con el
mantenimiento del status quo en el sector eléctrico se condena a la República Dominicana
a asumir un alto costo económico por un servicio eléctrico altamente ineficiente y costoso
para la sociedad, en su conjunto. Como sabemos, la energía eléctrica es requerida en
todos los procesos productivos y en la vida diaria de los ciudadanos.
Políticas “contracíclicas” no cumplen con su cometido y son insostenibles
Otro de los precedentes del acuerdo stand-by de Noviembre-2009 con el FMI, fue que
promovió el incremento del gasto público para, supuestamente, enfrentar la crisis
financiera internacional y mantener el crecimiento económico. Este argumento se aplicó
en economías más desarrolladas, asumiendo déficit fiscales importantes. Sin embargo, no
se han recuperado de la crisis o el crecimiento económico sigue siendo muy
bajo. Tampoco se ha logrado mayor crecimiento económico inyectando liquidez para
reducir artificialmente los tipos de interés. Mientras algunos argumentan que países como
Grecia, España, Portugal e Italia sufren por las políticas de austeridad, lo cierto es que
excesivo gasto público que generaba mayor endeudamiento antes y luego de la crisis
financiera internacional son los principales factores causantes de la situación actual.
Es un mito que mayor gasto público promueve actividades económica productivas en una
economía. Un estado nacional gasta los recursos escasos que obtiene de ciudadanos y
entes jurídicos productivos a través de los impuestos. Aunque se puede financiar gasto
público deficitario con endeudamiento en el corto plazo, el servicio de esa deuda se paga
con impuestos futuros. En el caso de la República Dominicana, el gasto público primario
(sin intereses) habrá crecido en 40% durante este año y el crecimiento económico será
menor al del año pasado. Mientras algunos señalan que el gasto de capital sí promueve el
crecimiento económico a través de construcción de obras públicas, para este año 2012 el
gasto de capital se habrá incrementado en 82% y el crecimiento en el sector construcción
fue negativo a Septiembre-2012, según el BCRD. El panorama se complica aún más
cuando se presenta gasto público excesivo con alta discrecionalidad en el manejo de
recursos de los contribuyentes y falta de rendición de cuentas, entre otros factores. Esto
incrementa el riesgo de derroche de recursos escasos en la economía.
Los ciudadanos son entes productivos en las diferentes actividades que desempeñan como
consumidores, ahorrantes, emprendedores/inversionistas y dueños de factores de la
producción (incluyendo trabajadores como dueños de la mano de obra); de esta forma, los
ciudadanos agregan valor en la economía. Nuevos procesos productivos a partir del
ahorro y la inversión implican mayor demanda de mano de obra y otros factores de la
producción, generando empleos e ingresos que antes no existían. Para atraer nuevas
inversiones y promover la creación de empleos productivos e incremento de ingresos es
necesario un marco jurídico estable, consistente y transparente junto a políticas
económicas sanas que brinde certidumbre y confianza sobre el futuro.
Alto gasto público e incremento de impuestos son nocivos
Entre 2004-2011 el gasto público se incrementó en 151% en términos nominales,
equivalente a 62% en términos reales (descontando inflación). Como no fueron
suficientes 6 legislaciones que incrementaron impuestos desde 2000 (mal-llamadas
reformas fiscales) para financiar un mayor gasto público, desde 2008 se presentan
importantes déficit fiscales. Junto con los déficit cuasi-fiscales del BCRD que no han sido
subsanados por el gobierno, el estado dominicano tuvo que asumir cada vez mayor
deuda. En efecto, entre Diciembre-2004 y Septiembre-2012, la deuda pública consolidada
se incrementó en 153% en dólares estadounidenses, pasando de US$10,234.1 millones a
unos US$25,877.4 millones[2].
Para Julio-2011 se aplicó un incremento de impuestos y se introdujeron nuevas figuras
impositivas porque el déficit se tornaba crónico, luego de cuatro años consecutivos. Pero
ese incremento de la carga tributaria tampoco fue suficiente para financiar un gasto
público mayor y ha provocado distorsiones en la actividad económica. Tomando en
consideración el incremento de impuestos reciente, nuestras proyecciones fiscales indican
que se mantendrán altos déficits fiscales en el futuro. Mientras esperamos por el detalle
del Presupuesto General del Estado 2013, las cifras globales que anunciaron las
autoridades parecería que los ingresos están sobreestimados en unos RD$13,000 millones
y los gastos subestimados en otros RD$16,900 millones; se infravaloran los
requerimientos de subsidios de las empresas públicas distribuidoras de electricidad en
unos US$400 millones, de acuerdo a nuestras proyecciones[3].
Las cifras globales que ofrecieron las autoridades implicaría un déficit fiscal de unos
RD$67,100 millones (sin déficit cuasi-fiscal del BCRD). Sin detalles del presupuesto del
año venidero, en CREES proyectamos un déficit fiscal de por lo menos RD$97,000 millones
para 2013. Cuando se ofrezcan los detalles del presupuesto estatal para el año entrante,
CREES publicará un análisis del mismo. La sobre-estimación de los ingresos fiscales y sub-
estimación del gasto público han sido prácticas recientes en la formulación de los
presupuestos; por esto se presentan presupuestos complementarios durante la ejecución.
Mayor déficit fiscal por excesivo gasto público genera insostenibilidad fiscal y
vulnerabilidad externa, como ha señalado el FMI en su último comunicado con respecto a
la República Dominicana. En este sentido, mayor gasto público podría minar la confianza
de los inversionistas, mientras enfrentar gasto público excesivo podría generar mayor
certidumbre sobre la economía dominicana. En este momento los mercados financieros
internacionales tienen mucha liquidez por la política monetaria expansiva de monedas de
reserva, como el dólar[4] y el euro. Bajo este ambiente monetario, la percepción de
riesgo y reacciones de inversionistas muchas veces son incorrectas porque el exceso de
liquidez distorsiona las señales de precios de los distintos activos financieros que se
transan en los mercados internacionales. Sin embargo, los fundamentos de las economías
salen a relucir tarde o temprano y por esto la importancia de realizar un ajuste ordenado
por parte de las autoridades a través de enfrentar el origen del problema: excesivo gasto
público.
Retos fiscales en el mediano plazo
Según proyecciones de CREES, se presentarán importantes déficits fiscales en el futuro,
por lo que la República Dominicana se verá obligada a recurrir a mayor endeudamiento
interno y externo para financiarlos; en adición, tendrá que emitir nueva deuda para
amortizar viejas deudas, principalmente en 2014-2015. Según proyecciones actuales de
CREES, en promedio se van a requerir casi US$4,500 millones anuales de financiamiento
para esos fines, durante los próximos cuatro años. Luego del análisis del Presupuesto
General del Estado 2013 actualizaremos y publicaremos la programación fiscal de mediano
plazo que mantenemos.
Con las condiciones actuales de exceso de liquidez en los mercados financieros
internacionales es posible que la República Dominicana pueda financiar parte de sus
requerimientos de deuda en el corto plazo con rendimientos similares al promedio de
América Latina; aún sin el aval del FMI. Desde nuestra perspectiva, los retos fiscales
serán evidentes a partir del segundo semestre del 2013, si se concretiza una disminución
de la actividad económica por el impacto del incremento de impuestos; además, por la
promoción de transacciones informales en la economía. Por otro lado, un mayor gasto
público de lo planificado provocará mayores requerimientos de emisión de deuda pública,
como indicamos anteriormente.
Parecería que los diferentes agentes económicos, autoridades gubernamentales y
organismos multilaterales subestiman el impacto del incremento de impuestos reciente,
que penaliza todas las actividades económicas: consumo, ahorro, inversión y
producción. En adición, se infravalora el impacto del incremento de impuestos sobre el
comportamiento de los agentes económicos para eludir/evadir impuestos, empujando
actividades económicas a la informalidad. Con un Impuesto a la Transferencia de Bienes
Industrializados y Servicios -ITBIS (IVA) en 18% y productos antes exentos, ahora
gravados con 8%, se promueve en mayor medida las transacciones en efectivo por fuera
de los estados financieros para el fisco; se promueve la evasión desde la demanda misma
de bienes y servicios. Esas transacciones para evitar el pago del ITBIS también quedan
fuera de la base imponible del Impuesto Sobre la Renta, dado que nunca quedan
registradas en los libros que se presentan al fisco. En consecuencia, el incremento de
impuestos podría tener efectos nocivos sobre la actividad económica, al tiempo que
promueve la informalidad en la economía. Ambos factores implican menores
recaudaciones fiscales en el mediano plazo, dada disminución de bases imponibles.
¿Qué papel jugarán el FMI y otras multilaterales?
Como es obvio en la última declaración del FMI sobre la República Dominicana (que
analizamos en Descifrando al FMI…párrafo por párrafo) ese organismo no recomienda un
acuerdo que implique desembolso de fondos, sólo de monitoreo; declara que vendrá una
misión en “el primer semestre” del 2013, lo que implica un rango de tiempo amplio. Como
es evidente en la declaración referida, el FMI se percata de los retos de mediano plazo de
la República Dominicana por posible insostenibilidad fiscal y vulnerabilidad externa. Luego
de financiar gasto público deficitario y apoyar las políticas fiscales expansivas
supuestamente “contracíclicas”, con la declaración reciente el FMI deja advertido de
riesgos de mediano plazo y se retira de la escena dominicana.
Por su lado, el BID seguirá jugando el papel más activo entre los organismos multilaterales
de financiamiento para proveer préstamos al estado dominicano; la modalidad de
préstamos para apoyo presupuestario seguirá siendo importante. El Banco Mundial
también participará en el financiamiento al sector público con préstamos coordinados con
el BID y las autoridades dominicanas. Sin embargo, es posible que los términos en las
negociaciones sean más estrictos que durante los últimos años, dado que el FMI ya no
estaría involucrado en la supervisión y monitoreo de las finanzas públicas. En este
sentido, esperaríamos que los desembolsos de los préstamos estén atados a ciertos
criterios de desempeño o adopción de políticas específicas, aún siendo préstamos de apoyo
presupuestario. En todo caso, el objetivo del BID y el Banco Mundial será promover
desembolsos por encima de los pagos de amortización de deuda que implique un flujo de
capitales positivo desde esas instituciones a la República Dominicana.
Financiamientos internos y externos privados
Una parte importante de los requerimientos de deuda para financiar déficit fiscales y
amortizaciones de deuda deberán provenir de los mercados financieros internos y
externos. En cuanto al mercado interno, los intermediarios financieros han incrementado
la tenencia de títulos del Tesoro en 146.7% desde que se introdujo el impuesto del 1% a
los activos financieros en Agosto-2011. El crédito al sector público se incrementó en 99%
durante los primeros diez meses del año 2012; al sector privado creció en sólo 2.4%. El
Banco de Reservas (banco comercial del estado dominicano) fue el principal proveedor de
crédito al sector público, con una participación de 94.3% del sistema financiero en su
conjunto.
En cuanto al financiamiento privado externo, las autoridades recién anunciaron una
emisión de deuda de US$1,500 millones en el mercado financiero internacional. Como
dijimos, un emisión de deuda soberana en los momentos actuales podría lograr
rendimientos similares al promedio de América Latina. Sin embargo, esos recursos
financiarán, principalmente, parte del déficit fiscal actual (2012) y atrasos a generadores
de electricidad estimados en US$579.8 millones a Septiembre-2012, según reportes
periodísticos[5]. Con requerimientos de financiamiento de unos US$4,400 millones sólo
para 2013 y menores entradas de capital, según el FMI, será un reto para el estado
dominicano seguir emitiendo deuda a costos razonables en el mediano plazo para financiar
déficit y amortizar deudas viejas. ¿Se propondrá otro incremento de impuestos a finales
del 2013? o ¿Será que el FMI tendrá que rescatarnos, como en el 2009?
[1] La deuda bilateral con Venezuela a través de Petrocaribe se incrementó en 165% entre
Diciembre-2008 y Octubre-2012, según estimaciones de CREES en base a estadísticas de
la Dirección General de Crédito Público. Esto representó unos US$2,280 millones
adicionales de deuda con Venezuela en sólo tres años y 10 meses.
[2] Nuevo estimado de CREES en base a estadísticas más recientes y/o revisadas de la
Dirección General de Crédito Público, Banco Central de la República Dominicana y Banco
de Reservas.
[3] Este monto parece conservador si tomamos en consideración las declaraciones del
Vicepresidente Ejecutivo de la CDEEE, en el sentido que se presupuestó US$800 millones
de subsidios, pero se requerirán unos US$1,900 millones para 2013.
[4] Sólo en EEUU existen unos US$1.45 billones (doce ceros a la derecha) en los
intermediarios financieros como exceso de liquidez, según la Reserva Federal de St. Louis;
parte del sistema de banca central en ese país norteamericano.
[5] Ver Evalúan con generadores posible revisión contratos, publicado por Diario Libre el
1ero de Noviembre, 2012.