Domótica:el camino hacia las casas

Del futuro.

Tercer entrega

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Domótica: Conjunto de técnicas orientadas a automatizar una vivienda, que integran la tecnología en los sistemas de seguridad, gestión energética, bienestar y/o comunicaciones.

Los ejemplos del avance de la tecnología aplicada al

hogar abundan: desde lavarropas que se activan a

distancia a través del reloj, usando solo usa la cantidad

necesaria de agua y jabón según el tipo de prenda,

hasta las plantas que se riegan solas a la hora prevista.

Fotos digitales que aparecen flotando en la pared de la

cocina y pasan a la mesa del comedor arrastrándolas

con un dedo, o aires acondicionados que se regulan

según la temperatura ambiente y la aplicación oficial

del servicio meteorológico online. Las cortinas de las

ventanas se abren y se cierran automáticamente a la

par de la luz del sol. La heladera sabe qué produc-

tos faltan y produce recetas personalizadas para

cada miembro de la familia. Las luces de la casa

se prenden y se apagan a nuestro paso, con la voz

o con un gesto y cambian de color según nuestro

estado de ánimo. Los parlantes de la música sa-

ben nuestra presión sanguínea, miden el oxígeno

y la temperatura del cuerpo. Las cañerías avisan

antes de romperse porque tienen sensores de hu-

medad.

electrodomésticos y muebles conectados mediante sensores, robots autónomos que limpian los pisos y riegan las plantas y paredes que se adaptan a nuestras necesidades son algunas de las características de los hogares inteligentes donde viviremos en pocos años.

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Esto es apenas una aproximación a la domótica actual,

lo que se conoce como una “casa inteligente” que

cada vez son más en el mundo. La lista de novedades

en torno al hogar del futuro crece cada día. Las casas

inteligentes que se esparcen como hormigas en las

ciudades de vanguardia para que vivamos más segu-

ros, cómodos y saludables.

Hay varias razones vinculadas entre sí que pueden

servir para explicar por qué las casas poseen una ma-

yor inteligencia, a saber: el avance de la tecnología

que permite conectar objetos (tendencia conocida

como Internet de las Cosas o IoT, por sus siglas en

inglés) y los millonarios negocios vinculados al hard-

ware y al Big Data que se generan a su alrededor.

También debemos considerar las inversiones de redes

y la creciente demanda de conectividad de Internet

de banda ancha en el mundo.

Por otro lado, cada vez somos más personas. El creci-

miento demográfico es descomunal. En 1980 éramos

4 mil millones de personas. Hoy el planeta tiene 7 mil

millones y medio de habitantes y se estima que para

2050 seremos 10 mil millones, la mayoría viviendo en

las grandes ciudades.

Como consecuencia de lo anterior, el espacio urbano

para viviendas se reduce y las casas son más peque-

ñas. Por lo tanto, el metro cuadrado en las grandes

ciudades cotiza cada vez más caro. Los espacios,

entonces, deben ser más adaptables, que prioricen

la funcionalidad y las necesidades de sus ocupantes

según cada momento. La mesa bajará del techo (o

subirá del piso) solo cuando se la necesite, por ejem-

plo. La cama estará escondida en la pared y aparecerá

cuando haya que dormir. Lo mismo con otros muebles

y estructuras movibles.

La luz del hogar también será cada vez más inte-

ligente. Además de contribuir al medioambiente y

el ahorro energético, se integrará a la arquitectura

del hogar. Para Gladys Gatti, experta en ilumina-

ción que trabaja en Philips hace 18 años “la luz

saldrá de los objetos, de los muebles, de cual-

quier lugar pero no de las lámparas. Ni siquiera

nos daremos cuenta de qué fuente proviene. Se

manejará con la voz y con gestos y será del color

que la situación o tu estado de ánimo necesite”.

Otros especialistas, principalmente historiadores

y arquitectos, también contribuyen a la materia.

“A la falta de espacio, las nuevas viviendas han

respondido con habitaciones polivalentes, una

idea tan antigua como el mundo, pero mucho más

practicable hoy en día”, escribió en el libro “Todo

sobre la casa”, la historiadora catalana especiali-

zada en arquitectura Anatxu Zabalbeascoa.

“Las casas siempre han incorporado la tecnología

disponible. Pero a partir de Le Corbusier, la tecno-

logía entró de lleno en la arquitectura doméstica,

y eso no va a ir para atrás sino que sólo puede

seguir yendo hacia adelante”, explica el arquitec-

to Pío Romero Carranza, quien prefiere escapar

del snobismo y la moda del diseño. “Se incorporan

tecnologías para el confort, sistemas de audio y

video, automatización de cortinas, del riego de

las plantas y de la calefacción y la refrigeración

para sostener un clima agradable, sensores inte-

ligentes para activar la luz, control automático

de la iluminación de diferentes espacios, etc. Se

entiende que vivir dentro de una casa es algo que

nos modifica el humor y por lo tanto se debe ge-

nerar una espacialidad proyectada y pensada al

detalle para ese fin”, explica.

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cada vez más cobra fuerza la definición del gran arquitecto le corbusier, quien bautizó a la casa como “la máquina de vivir”.

casas de hombres solos, todo estaba pensado en

torno al disfrute, a la conquista y al placer. Los ob-

jetos y muebles eran de colores fuertes, prácticos,

útiles y re-utilizables. El hombre solo, exitoso y

adinerado norteamericano, se llevaba también el

trabajo a la casa, surgiendo así los primeros lofts.

Las alfombras mullidas de colores oscuros cubrían

los pisos, los sillones se ajustaban al tamaño del de-

partamento y las luces se prendían y se apagaban

desde una botonera al lado de la cama. Del techo

colgaban los últimos modelos de televisor a color.

La tecnología irrumpe de lleno en el hogar hacia

la década del ´70.

Estos cambios se profundizaron en las cuatro últi-

mas décadas y el centro del hogar se fue transfor-

mando. En la actualidad, gracias a Internet, muchas

de las actividades que habitualmente desarrollába-

mos afuera, como el trabajo, el cuidado de la salud,

la actividad física, entretenimientos (cine, juegos de

consola), interactuar con otras personas, comprar

objetos, pagar servicios y educarnos, ahora suceden

sin impedimentos dentro de casa sin que tengamos

la obligación de trasladarnos físicamente a otro lu-

gar. Cada vez más cobra fuerza la definición del

gran arquitecto Le Corbusier, quien bautizó a la

casa como “la máquina de vivir”.

Por supuesto que estos cambios ya generan nue-

vas y profundas necesidades y demandas. A esta

rápida y constante modificación de los comporta-

mientos sociales debemos sumarle la escasez de

espacios que existen (y existirán cada vez más) en

las grandes ciudades con altas densidades de po-

blación. Los hogares de dimensiones más chicas,

entonces, deben adaptarse y ser más funcionales.

Ser más inteligentes.

Como señala Beatriz Preciado en su libro “Pornotopía.

La arquitectura Playboy durante la guerra fría”, el hom-

bre moderno decide ir a vivir solo por primera vez

entrando en la década del ´60, cuando los primeros

divorcios socialmente comunicados y aceptados, ubi-

caron al hombre de entre 25 y 40 años en otro espacio.

Nace entonces el departamento urbano, más pequeño,

flexible y moderno, con más diseño y decoración pop.

Surgen así las primeras casas “inteligentes” de la épo-

ca, con cortinas y puertas automáticas, reproductores

de audio HiFI con grandes parlantes para disfrutar la

potencia de la nueva música (el rock y el pop) y los nue-

vos electrodomésticos de marcas como Braun y Sony,

fabricados en serie durante la post guerra y empujados

con grandes campañas publicitarias. En estas nuevas

A principios del siglo pasado la mayoría de las familias

urbanas vivían en una única vivienda, grande, dividida

en plantas por líneas sanguíneas. Abuelos, tíos, primos,

cuñados, hermanos, padres e hijos compartían e interac-

tuaban en un espacio común. Prácticamente no existían

las personas que vivían solas. Pero hacia la década del

50, sobre todo después de la II Guerra, empezaron a

vislumbrarse cambios en la arquitectura de las viviendas

tradicionales.

Un poco de historia

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Por otra parte, el arquitecto Kent Larson, que dirige el grupo

de investigación sobre desarrollo urbano Changing Places del

Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT),

¿Qué sucede en la actualidad?

según Yoon, “la combinación de conectivi-dad, movilidad y data ha provocado un salto cuántico de la innovación, que toca todas las industrias, empresas y trabajos”

Durante la feria IFA de Berlín, en septiembre de 2014,

dos empresas importantes, Samsung y Sony, presenta-

ron sus modelos de “casas del futuro”. En el de Sony

se trataba de un enorme espacio que simulaba ser un

departamento de una pareja joven y moderna que veía

todos sus contenidos (fotos, videos, conferencias, pe-

lículas, el clima, emails, recetas de cocina, etc.) proyec-

tados en las paredes o en la mesada. La de Samsung,

presentada por su Presidente y CEO Boo-Keun Yoon

ante unas 500 personas, “El hogar del futuro” será un

espacio donde “la tecnología jugará sin dudas un rol im-

portantísimo. Esta nos permitirá más flexibilidad entre

el trabajo, el estudio y la vida en el hogar. También nos

servirá de protección y hará nuestras vidas más confor-

tables y disfrutables. También tendremos un hogar más

sensible a nuestras necesidades”.

sostiene que después de mucho tiempo, las casas “vol-

vieron a convertirse en el centro productivo, social, de

salud, educación y entretenimiento de nuestra vida”. Su

grupo de investigación trabaja en cuatro áreas: vivien-

da urbana receptiva, en el diseño de nuevos vehículos y

sistemas de movilidad urbana, tecnologías ubicuas, y la

ciudad como living lab o laboratorio vivo.

Larson trabaja sobre el concepto de “espacios adapta-

bles”, que priorizan la funcionalidad y las necesidades

del ocupante mezclando el diseño y tecnología. Como

ejemplo, muestra una innovadora habitación polifuncio-

nal1 donde la mesa para comer baja del techo, la cama

se esconde en la pared cuando no se usa, y las paredes

se desplazan según la cantidad de personas que haya,

entre muchas otras funcionalidades.

Sin lugar a dudas, el desarrollo de la domótica estará ín-

timamente relacionado con la multiplicación de dispositi-

vos conectados, pero más fundamental será el desarrollo

de redes capaces de soportar el exponencial crecimiento

del tráfico de datos. Según Cisco, para el año 2019, la

cantidad de dispositivos M2M (Machine to Machine) será

superior a los 10 mil millones, representado el 43% de la

totalidad de dispositivos conectados. Hoy en día la par-

ticipación de estos equipos M2M esta tan solo del 24%2.

Redes robustas y conexiones de banda ancha de alta

velocidad serán entonces pilares fundamentales de los

hogares del futuro y de la industria de telecomunicacio-

nes en su conjunto.

1 https://www.youtube.com/watch?v=e1wzFbOakHw

2 Cisco, Visual Network Index 2014 – 2019, Recuperado el 08/07/15 de

http://www.cisco.com/web/solutions/sp/vni/vni_forecast_highlights/index.html

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Otras marcas importantes también quieren intro-

ducir sus aparatos inteligentes dentro de millones

de hogares en el mundo. Apple, LG, Panasonic y

Philips son algunas empresas. Hace unos meses

Whirlpool presentó en Brasil el Proyecto Liberty

(aún en fase desarrollo), un prototipo futurista de

cocina y lavadero integrado para espacios redu-

cidos.

Si bien todavía la Argentina está bastante lejos de

toda esta tecnología, lentamente se acerca. Lucas

Rolandi, director de Broken Mind, una empresa

que se dedica a vender servicios de domótica,

explica: “por ahora los servicios son más básicos.

Lo que más piden es integrar el control de audio,

climatización e iluminación en una misma plata-

forma y manejarlo desde cualquier dispositivo en

la casa o desde el exterior”.

Nunca más estaremos solos en la casa. Como si

fuese un integrante más de la familia, la casa habla-

rá con cada uno de sus habitantes. Es aquí enton-

ces donde no solo los nuevos dispositivos jugarán

un papel central, sino también las conexiones a

Internet y los desarrollos de redes que posibiliten

la consolidación de estas nuevas casas del futuro.

Los ambientes y los objetos se automatizarán, to-

marán vida propia. Se multiplicarán de sensores y

chips, que se conectan y dialogan entre sí y con

sus ocupantes. Nuestros hábitos y costumbres se

verán completamente modificados. En definitiva,

los espacios se volverán más inteligentes.

Si el pensador francés Georges Bataille definió, a

mediados del siglo pasado, a la arquitectura como

la expresión de la sociedad, en las actuales domi-

nadas por la tecnología y la hiperconectividad, las

casas inteligentes representarán quienes somos y

hacia dónde vamos.

La pelea empresarial por el control del hogar ya em-

pezó. Por eso Google desembolsó nada menos que

3.200 millones de dólares para comprar Nest, una em-

presa fundada por Tony Fadell (ex Apple, uno de los

creadores del iPod) especializada en termostatos y

alarmas inteligentes que regulan la temperatura de las

habitaciones y otros productos similares, como detec-

tores de humo. También pagó más de 500 millones de

dólares por DropCam que vende cámaras para instalar

en los hogares y manejarlas online desde aplicaciones

instaladas en el celular. Las cámaras, conectadas por

WiFi, pueden avisarnos al celular si registran movi-

mientos extraños, personas no identificadas o ruidos

dentro de un rango de hora determinado. ¿Qué busca

Google con tantas compras? Tener toda la informa-

ción posible, tanto de lo que hacemos afuera (cuando

vamos por la calle o navegamos en Internet) como de

lo que hacemos en la ¿intimidad? de casa.

Samsung por su parte, adquirió el año pasado las em-

presas SmartThings, que desarrolla aplicaciones mó-

viles para controlar de forma remota los dispositivos

y Quietside, que fabrica aires acondicionados inteli-

gentes. La firma coreana presentó en febrero último

en Europa una aspiradora-robot que va y viene por la

casa en silencio, todos los días, en el horario progra-

mado. Lo primero que hace es escanear las dimensio-

nes de la casa, el piso, los muebles, etc. para memori-

zar el recorrido que hará cada mañana. Si la batería se

agota durante la limpieza, el robot irá a cargarse solo

y retomará su tarea en el mismo punto donde aban-

donó. Además, como si fuese un perro amaestrado

que recibe órdenes, se acerca a limpiar exactamente

a donde se le indique con un puntero láser. En ese

mismo camino va Robomow RS, que por 1500 dólares

corta el pasto del jardín. Y en nuestro país la empresa

Maytronics ya vende la Dolphin Supreme M5 que lim-

pia el fondo de las piletas a control remoto mientras

el dueño toma sol.

El negocio

El futuro cercano

Gerencia de Comunicaciones Externas