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Posición de la Academia Chilena
de Ciencias Agronómicas
2017
DESAFÍOS DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA DE LA REGIÓN DE VALPARAÍSO, CHILE, FRENTE A LA SUSTENTABILIDAD
TERRITORIAL
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POSICIÓN DE LA ACADEMIA CHILENA DE CIENCIAS
AGRONÓMICAS 1 2
DESAFÍOS DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN FRUTÍCOLA DE LA REGIÓN DE VALPARAÍSO,
CHILE, FRENTE A LA SUSTENTABILIDAD TERRITORIAL 3
1 La Academia Chilena de Ciencias Agronómicas, (www.academiaagronomica.cl) promueve el progreso de la ciencia agronómica y de las tecnologías que se deriven de ella, como factor fundamental del desarrollo agrícola sostenible de Chile.
2 En su 7° Seminario científico anual, realizado el 1º de Diciembre 2016 en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Agronómicas y de los Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Campus San Isidro, Quillota, la Academia analizó los “Desafíos de los sistemas de producción agrícola de la Región de Valparaíso-Chile, frente a la sustentabilidad territorial,” con asistencia de 125 participantes, profesionales de distintas disciplinas y estudiantes de Agronomía de la PUCV y de la Universidad Mayor. El evento fue financiado por el FIA, bajo el Código EVR-2016-0716, lo que permitió la participación, como conferencista principal, del Dr. Theodore DeJong, Universidad de California, Davis, de gran prestigio internacional, experto en fisiología, manejo de huertos frutales y modelos de simulación de cultivos, además de destacados especialistas chilenos (ver Programa de este Seminario y ppts de los conferencistas en la pág. web de la Academia).
3 El presente Documento de Posición surge del desarrollo del 7º Seminario, recoge la información presentada en las sesiones y otras adicionales recopiladas por un comité de redacción compuesto de profesionales Académicos de Número de la Academia. El documento propone mecanismos a la comunidad (científicos, profesionales, gobierno y productores) y define acciones que permitirían la intensificación sostenible principalmente de las actividades fruti-hortícolas de la V Región. Algunas de las acciones propuestas son abordables a corto plazo, mientras que otras lo exceden, pues implican complejos problemas ambientales, sociales y políticos derivados de limitaciones en las condiciones biofísicas del medio y de la compleja estructura predial que inciden en la transferencia y apropiación del conocimiento científico y de su utilización por la agricultura de la Región.
Ref.: Academia Chilena de Ciencias Agronomica 2017. Documento de Posición: Desafíos de los sistemas de producción agrícola de la Región de Valparaíso-Chile, frente a la sustentabilidad territorial. 18 p., www.academiaagronomica.cl
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I. FUNDAMENTACIÓN
Características socioeconómicas, ambientales y productivas de la Región de
Valparaíso
1.- La región de Valparaíso comprende 16.396 kilómetros cuadrados, considerando
territorio insular compuesto por las islas de Pascua, Salas y Gómez, San Félix y San
Ambrosio, y el Archipiélago Juan Fernández constituido por las islas Alejandro Selkirk,
Robinson Crusoe y Santa Clara, y representa el 2,2% del territorio nacional. Se estima que
la población de la región es 1.842.880 habitantes, representando el 10% de la población
nacional. Junto a ella, se ubica la región Metropolitana, con una población cercana a los 7
millones de habitantes. Por tanto, ambas regiones en conjunto contienen a más del 40% de
la población nacional (ODEPA, 2017).
2.- La región abarca 154.368 hectáreas y posee el 3,5% (47.053 hás.) de la superficie
nacional dedicada a cultivos. El uso principal corresponde a plantaciones forestales con
37,7%, seguido por plantaciones frutales con un 34,2% y un 10,7% de plantas forrajeras
(ODEPA, 2017). Destacan los paltos con 18.588, la uva de mesa con 10.771, los nogales
con 5.644 y los durazneros con 3.049 hectáreas (CIREN, 2014).
3.- La estructura de tenencia de la tierra muestra marcados desequilibrios en estratos de
tamaño. La presencia de minifundios limita los avances tecnológicos y algunas grandes
propiedades de secano se manejan en forma extensiva. El 80,7% de las explotaciones de la
región son menores a 20 ha, equivalente al 4,02% del total de la superficie explotada. Las
explotaciones de más de 100 ha, son el 7,7% del total de explotaciones representando el
89,72% de la superficie explotada.
4.- La región presenta una variación climática tanto en sentido norte-sur como este-oeste.
Esta distribución, en conjunto con las características del suelo en los valles, determina la
sectorización agrícola regional. Es así, como es posible encontrar frutales subtropicales
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(paltos y cítricos) en los valles de Petorca y La Ligua; predominan frutales de hoja caduca
principalmente uva de mesa, durazneros y nogales en la sección alta y persistentes como
paltos y cítricos en su sección media baja en el Valle de Aconcagua; y finalmente, es
posible encontrar cultivo de viñedos principalmente para la elaboración de vino blanco en
el valle de Casablanca. En todos ellos se produce también hortalizas de invierno y de
verano, además de tomate bajo plástico producidos mayoritariamente por medianos o
pequeños agricultores (Ministerio de Agricultura, 2017).
5.- La producción frutícola se orienta predominantemente al mercado externo. Según el
catastro realizado por CIREN (2014), la superficie dedicada a frutales en la región de
Valparaíso es de 50.603 hectáreas, convirtiéndose en el rubro más rentable, destinado a la
exportación y representando el 51 % del volúmen frutícola nacional exportados a diferentes
regiones en el mundo.
6.- Por otro lado, el cultivo de hortalizas tiene una tendencia a disminuir la superficie
plantada durante la última década (INE, 2017), quizás por condiciones de mercado o
ambientales (sequía).
7.- La región posee centros poblados de importancia, algunos de ellos ubicados en los
mejores suelos de la región (Los Andes y San Felipe), los que demandan agua y productos
hortofrutícolas para abastecer el consumo de una población en aumento. Sin embargo, la
expansión urbana disminuye la superficie agrícola disponible para la producción de
alimentos a nivel local. Cabe destacar la ubicación geográfica privilegiada que posee esta
zona, ya que tiene fácil acceso a los principales puntos de distribución del país; los puertos
marítimos de Valparaíso, San Antonio y Ventanas, además del aeropuerto internacional de
Santiago (Ministerio de Agricultura, 2017). La cercanía de los centros agrícolas y
agroindustriales de la región con las áreas metropolitanas de Santiago y Valparaíso le
confieren una ventaja estratégica a la zona para abastecer estos mercados.
8.- Actualmente la oferta de mano de obra agrícola en el país es escasa debido a que los
trabajadores han decidido migrar hacia otros sectores, principalmente a la ciudad, donde
existen mejores condiciones laborales y salarios más altos. Asociado a esto, la escasez de
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mano de obra hace que los costos asociados a la producción aumenten (INIA, 2013). En los
últimos meses se observa la incorporación de inmigrantes dedicados a labores agrícolas en
la región.
Situación de los recursos naturales utilizados por la agricultura
9.- La pérdida bruta del suelo agrícola por presión inmobiliaria y producción intensiva
destinada a la exportación esta relacionada al aumento del área de producción en laderas
bajo riego tecnificado. Se ha producido un aumento de las superficies dedicadas a viñas
viníferas, frutales y flores, en desmedro de cultivos tradicionales como chacras y cereales
(Ministerio de Agricultura, 2017). Según el último estudio nacional sobre erosión del suelo
en el año 2010, el 55,32% del territorio de la región de Valparaíso tenía algún grado de
erosión, y de éstos el 20,13%, equivalente a 338.000 ha, tenían erosión severa y muy
severa. Suelos proclives a sufrir erosión son aquellos sin cobertura vegetal y pendientes
inclinadas, situación que en la región ocurre en los cultivos de laderas sobre camellones, los
que concentran la escorrentía y sedimentos, siendo fuente de contaminación difusa hacia
los valles (Atucha et al, 2013).
10.- La expansión de la frontera agrícola y la modificación del paisaje se ha evidenciado en
la región durante las últimas décadas con la incorporación de suelos marginales de baja
aptitud agrícola, sustituyendo la flora y fauna nativa. Una de las particularidades de Chile
Central es su alto nivel de endemismo (más de 1.500 especies de especies vegetales
vasculares), cuyo hábitat ha sido altamente intervenido por la actividad antrópica, restando
menos del 30% de su ambiente original (Myers et al, 2000). Por este motivo, la región de
Valparaíso se encuentra en uno de los 35 puntos álgidos de biodiversidad a nivel mundial,
siendo prioritaria para la conservación biológica. La agricultura, ya sea aquella tradicional
extensiva o la intensiva con alta tecnologia, utiliza recursos naturales que son provistos por
el ecosistema donde se desenvuelve. Suelo, agua, clima, polinizadores, enemigos naturales
serán más abundantes y de mejor calidad en aquellos huertos que integran corredores
biológicos o están próximos a ambientes silvestres (FAO, 2003). Para la consolidación de
sistemas productivos más armónicos hace falta continuar con la investigación que se está
llevando a cabo sobre la sustentabilidad de diversos servicios ecosistémicos provistos por el
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matorral y bosque esclerófilo a la agricultura de Chile Central (Ministerio del Medio
Ambiente, 2008).
Impacto del cambio climático
11.- Además de los cambios propios de la sociedad y sus hábitos de consumo, la región se
enfrenta a un acelerado cambio de la naturaleza sobre el que no se tiene control. El cambio
climático ya se evidencia en la región con un comportamiento diferente: heladas
primaverales, lluvias en época estival, e incremento de las temperaturas extremas (ODEPA,
2013). Estas condiciones limitan la producción agrícola al afectar la época y uniformidad
de floración y cosecha. Además favorece la dispersión geográfica de plagas y
enfermedades: las temperaturas elevadas acelerarán la reproducción y disminuirán el
tiempo entre las generaciones, mientras que el cambio en el régimen de precipitaciones
aumentará la sensibilidad en los hospederos, reduciendo la población de predadores y
competidores (Santibáñez, 2011).
12.- Según el Ministerio del Medio Ambiente (2016), la región de Valparaíso es la región
más vulnerable al cambio climático del país, ya que existirán aumentos en las temperaturas
mínimas, medias y máximas de todas las comunas de la zona, conjuntamente con una
disminución de precipitaciones. Esto último, sumado al cambio de los vientos y una
condición seca del aire, suelo y vegetación, provocan un aumento en la probabilidad de
incendios forestales. Además, se espera que debido a la baja cantidad de precipitaciones y
al aumento de temperatura haya una reducción en la acumulación de nieve en la cordillera
con la consecuente disminución en los caudales de río.
13.- El potencial productivo de la zona central de Chile podría deteriorarse debido a la
escasez hídrica. Santibáñez (2011), señala que un efecto del cambio climático será el
aumento de las temperaturas mínimas nocturnas, lo que podría estimular el crecimiento
apical en desmedro del crecimiento de frutos en varias especies. El aumento del viento será
otro síntoma del calentamiento global, lo que provoca un aumento en la tasa de
evapotranspiración, afectando directamente la gestión del riego. Por otro lado, el aumento
en las temperaturas invernales beneficiaría la productividad de las praderas en general, ya
que iniciarían antes su ciclo de crecimiento.
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14.- Efecto palpable del cambio climático en la región, es la mega sequía que ha afectado a
Chile Central durante los últimos 8 años, motivo por el cual los agricultores han debido
abandonar parcial o totalmente los huertos de la región. Debido a esta situación, ya en el
año 2012 fueron declaradas zona de catástrofe agrícola por déficit hídrico las comunas de
La Ligua, Petorca y Cabildo, las cuales pertenecen a la provincia de Petorca, primera línea
de desertificación en el límite norte de la región. Su principal actividad económica es la
agrícola y ganadera, la que se ha visto afectada por la sequía, originándose una disminución
en producción y rendimiento de hortalizas y frutales, abandono de huertos de paltos, y
muerte de ganado por falta de forraje y agua para animales.
15.- La sequía afecta tanto la disponibilidad como la calidad del agua dedicada a la
agricultura en el país. Debido a la disminución de caudales de ríos y esteros, y la
profundización de napas freáticas, se produce una mayor concentración de sales,
traduciéndose en incrementos de conductividad eléctrica (Ce) y del pH del agua (Sierra,
2016), lo que puede incrementar el estrés por sequía en los cultivos de la región.
16.- Para enfrentar la restricción hídrica, la región de Valparaíso destaca como una de las
regiones donde masivamente se ha adoptado el uso de riego presurizado a nivel nacional.
De las 1.114.926 hectáreas agrícolas que posee la zona, 86.157 se encuentran bajo riego y
50.140 hectáreas con riego tecnificado, lo que constituye un 58 % de tecnificación en el
riego, situando a la región como una de las más tecnificadas del país. En las provincias
agrícolas de la región, Petorca es la más tecnificada con una eficiencia de riego de un 72%,
seguida de Quillota con un 68%, luego Los Andes con un 59% y finalmente San Felipe con
un 56% (Ministerio de Agricultura, 2017).
Oferta científica y tecnológica para enfrentar los problemas regionales
17.- En la región destaca la investigación agrícola y de sus productos derivados. Así es
posible mencionar al Centro Regional de Investigación INIA La Cruz, enfocado con
limitaciones en el manejo y control de riego de frutales, control biológico y manejo
integrado de plagas; la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, reconocida por su investigación en el área de frutales persistentes subtropicales;
el Centro Regional de Estudios en Alimentos y Salud (CREAS/PUCV) y el Centro
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Regional de Innovación Hortofrutícola de Valparaíso (CERES, con énfasis en la
investigación e innovación en sistemas agroalimentarios sostenibles). Además de la
investigación, la región destaca por el número de universidades (1 tradicional con pre y
postgrado, y 2 privadas con pregrado), institutos profesionales (1), centros de formación
técnica (4) y liceos agrícolas que imparten cursos en el área agrícola. La investigación y
formación de profesionales en el ámbito de la producción vegetal alimenta al desarrollo
agrícola de la región.
18.- Junto con la investigación, la región cuenta con políticas de apoyo al sector agrario.
Actualmente el Ministerio de Agricultura busca proporcionar información
silvoagropecuaria tanto regional, nacional e internacional a los productores, con el objetivo
de facilitar conocimientos que influirán directamente en las decisiones productivas. Esto es
posible gracias a estudios llevados a cabo por diversas instituciones tales como CIREN,
CNR, INDAP, INFOR, INIA Y ODEPA. A través de estos organismos el Ministerio de
Agricultura (MINAGRI) ha implementado más de 40 instrumentos de financiamiento y
fomento a la agricultura familiar campesina y Pymes, para así potenciar el acceso a las
necesidades del sector agrícola. Los instrumentos de fomento constan principalmente de
asesorías técnicas, seguros agrícolas, financiamiento de créditos, capacitación campesina,
bonificación y estudios, entre otros (Ministerio de Agricultura, 2017).
19.- El crecimiento de las superficies cultivadas muchas veces se ha asociado al
monocultivo y el uso frecuente y preventivo de herbicidas y pesticidas. Sin embargo se ha
demostrado que un huerto más diverso y respetuoso con el medio ambiente es sostenible en
el tiempo. En la región, los polinizadores nativos tienen un rol tan importante como la
abeja melífera en huertos de paltos y el establecimiento de corredores biológicos disminuye
la incidencia de plagas en el mismo cultivo (Juan Luis Celis, comunicación personal).
20.- La intensificación sostenible en la producción fruticola ha promovido actuar de forma
selectiva en la utilización de agroquímicos promoviendo el uso de compuestos de menor
tiempo de carencia y de uso curativo complementario a otras prácticas culturales
preventivas. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), como organismo oficial, tiene
establecido por Resolución los plaguicidas que están prohibidos para su uso, los
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autorizados, cancelados y restringidos, con base a los lineamientos emanados de los
Organismos Internacionales especializados.
21.- En Chile, el control de plagas implica realizar las acciones pertinentes para monitorear,
controlar y erradicar una plaga cuarentenaria presente en alguna zona del país y así proteger
las áreas libres. Actualmente el SAG mantiene bajo control oficial a seis plagas de
importancia agrícola que impactan directamente en el valor económico, en los mercados de
exportación y en la biodiversidad. Entre ellas se encuentran Lobesia botrana ( polilla del
racimo de la vid); Bagrada hilaris (chinche pintada); Halyomorpha halys (chinche
apestoso); Pseudomonas syringae pv. actinidae, PSA (bacteriosis del kiwi); PlumPox Virus
(PPV) Raza D, enfermedad de Sharka, entre otros, todos con presencia en la región.
22.- Por otro lado existen plagas cuarentenarias no presentes en el territorio nacional, entre
las cuales se encuentran Drosophila suzukii (mosca de alas manchadas) y Ceratitis capitata
(mosca del Mediterráneo) (SAG, 2017). Esta última fue erradicada en 1995,
constituyéndose en un país libre de esta plaga, junto a otros dos el tercer país en el mundo
en lograrlo. Sin embargo, la posibilidad de que ingresen desde los países vecinos, es un
peligro latente. Es por esto que desde los años 80, el SAG dispone de un programa de
detección precoz para la mosca de la fruta, el cual consiste en un sistema de trampas y
monitoreo que se realiza en las zonas más vulnerables. No obstante, la alta presión de
ingreso ilegal de estados biológicos del insecto por el incremento de turistas y medios de
transporte, se han producido desde 1995 a la fecha, diversas introducciones en algunos años
que han sido prontamente erradicadas por el SAG, sin perder internacionalmente la
condición de país libre.
23.- En particular, en el caso de la especie Drosophila suzukii (mosca de alas manchadas)
hay evidencia de la presión de ingreso ejercida en la actualidad, de acuerdo a los registros
de intercepción reiterados por el SAG en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino
Benítez y en los controles fronterizos terrestres de las Regiones de Valparaíso y La
Araucanía. Lamentablemente la introducción de esta plaga cuarentenaria ausente se
concretó oficialmente el 13 de junio de 2017 a través del Control Fronterizo Mahuil Malal
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de la Región de la Araucanía. Esta introducción fue oficializada por el SAG por medio de
la Resolución Exenta N° 3.672 de 13 /06/2017.
24.- La especie Anastrepha fraterculus, también ampliamente distribuída en los países del
Atlántico, principalmente en Brasil y Argentina ha sido reiteradamente interceptada en el
Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benitez y en los pasos fronterizos terrestres de las
Regiones de Valparaíso, Araucanía y Tarapacá, por su presencia también en Bolivia. De
estas especies cuarentenarias no presentes en Chile, no hay pleno conocimiento de su
comportamiento y biología, en las condiciones agroecológicas del país, lo cual dificultaría
seriamente las estrategias de control y erradicación en caso de introducirse en el territorio
nacional.
25.- El hecho de que la Región de Valparaíso posea los principales puertos marítimos y
terrestres del país (paso Los Libertadores hacia Argentina, y los puertos de Valparaíso y
San Antonio), convierte a la región en un área altamente vulnerable a la llegada de nuevas
plagas agrícolas.
Desafíos del mercado para sostener la agroexportación
26.- El sector agrícola de la región está condicionado por el mercado internacional, donde
el consumidor requiere productos de calidad, inocuos y crecientemente con identidad de
origen. Destaca el requerimiento de mercados de exportación para reducir los límites en
trazas de plaguicidas en frutos y envases en los lugares de destino y/o eliminar el registro
de ciertos agroquímicos. Ello obliga a disminuir el uso de pesticidas, requiriendo ser más
eficientes en el momento y dosis de su aplicación. Respondiendo a esta demanda, el sector
vitivinícola de la región ha cambiado su producción a una agricultura más limpia mediante
la adopción de prácticas orgánicas, tendencia que es seguida lentamente por otros cultivos
de la región. En este contexto sin embargo, es necesario mejorar la aplicación de la normas
y procedimientos de buen uso de pesticidas para tambien garantizar la inocuidad de los
productos frutihortícolas destinados al consumo nacional interno.
27.- A través de la correcta aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas mediante el
establecimiento de planes de manejo para la conservación y la producción de los cultivos,
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es posible establecer una situación positiva entre los productores y el medio ambiente, ya
que por un lado los productores consiguen diferenciar su producto y entrar a mercados cada
vez más difíciles, mientras que por otro lado las áreas agrícolas de la región cumplen con
los objetivos del Plan Nacional de Conservación de Biodiversidad y la Convención de
Biodiversidad Biológica a nivel internacional (Gálvez et al, 2007).
II. RECOMENDACIONES
Políticas para el desarrollo territorial
28.- Compatibilizar el manejo responsable dado al territorio con su vocación de uso
requiere planificar ordenadamente los cultivos a nivel predial considerando las
características del suelo, fertilidad, pendiente, disponibilidad de agua, método de riego,
secuencia de cultivos y su manejo, como forma de promover sistemas de producción
sostenibles en términos de la conservación del suelo. Ello implica contar con una fuerte
institucionalidad gubernamental y el apoyo del sector privado incluyendo normativa,
capacidad de asistencia técnica para elaborar planes de manejo e instrumentos de fomento
descentralizados.
29.- Debido a la pérdida de suelo agrícola en la región, debería protegerse su uso por sobre
la urbanización o uso residencial que tienen las parcelas de agrado en el área periurbana.
Mantener la actividad y estilo de vida rural requiere de políticas sectoriales específicas las
que redundarian en una reducción de la migración y abandono del campo hacia los grandes
centros poblados.
30.- Es recomendable realizar estudios sociológicos sobre las principales racionalidades de
los distintos actores sociales del agro para analizar, además de la factibilidad económica, la
disposición al cambio tecnológico.
Protección de la biodiversidad
31.- La protección de la alta biodiversidad endémica de la región debe estar contenida en
una planificación territorial que restrinja el uso de suelos con especies nativas en categoría
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de conservación y mantenga la conectividad de los ambientes silvestres, idealmente hasta
nivel intrapredial.
32.- Al presente, la intensificación sostenible de la producción frutivitícola regional es
necesaria, incluyendo considerar la expansión de las areas cultivadas como parte de dicha
planificación territorial. Tal esfuerzo exige una acción desde la autoridad sectorial
competente y/o desde un trabajo intersectorial y en particular debe hacerse patente en el
área de influencia de la Reserva de la Biosfera Peñuelas-La Campana, que es parte de un
corredor mar-cordillera al conectarse en la “Cordillera del Melon”.
33.- La protección del ambiente silvestre implica integrar valor a sus productos asociados,
tales como el paisaje en el entorno de las viñas o la producción de alimentos silvestres del
bosque. Por ejemplo, en regiones del centro sur del país la producción de maqui (Aristotelia
chilensis, fruto con uno de los más altos niveles en antioxidantes y de creciente demanda
internacional que se esta constituyendo en uno de lo productos potenciales con identidad de
país, e incluso, posible sello de origen (y del cual ya hay estudios de domesticación y
cultivares seleccionados en la Universidad de Talca).
Protección de la fitosanidad
34.- De forma preventiva, se hace imperativo potenciar la vigilancia agrícola y el control
cuarentenario de ingreso de productos agrícolas en los puertos terrestres y marítimos del
país, principalmente en las Regiones Arica-Pirinacota, Tarapacá, Valparaíso y Araucanía,
para evitar el ingreso de plagas y enfermedades cuarentenarias ausentes en el país. En esta
materia se hace necesario destacar que a partir del año 2008 a la fecha han ingresado
plagas y enfermedades no existentes en el país, entre éstas Lobesia botrana, polilla del
racimo de la vid (2008); Pseudomonas syringae pv. actinidae – PSA, bacteriosis del kiwi
(2011); Drosophila suzukii, drosofila de alas manchadas (13 junio 2017) e ingresos varias
veces en este período de Ceratitis capitata, Mosca del Mediterráneo. Sin duda, esto hace
disminuir las ventajas cuarentenarias a nivel internacional, ya que Chile es reconocido
como el primer exportador de frutas del Hemisferio Sur.
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35.- Para potenciar la respuesta frente a nuevas plagas y desarrollar tratamientos
sustentables a los ya presentes, es prioritario fortalecer e integrar las actividades de los
centros de investigación de la Región dedicados al control biologico de plagas como
alternativa al uso irracional de plaguicidas. Asimismo, se debe enfatizar el uso racional de
los plaguicidas, enfocando la inocuidad de los alimentos producidos tanto para exportacion
como para consumo interno. Asimismo fomentar las aplicaciones en momentos oportunos
(según el monitoreo continuo del estado de desarrollo sensible de la plaga) y el uso
alternado o combinado de pesticidas (para evitar la aparición de resistencias respetandose
los períodos de carencia establecidos internacionalmente), son parte de un enfoque de
manejo sostenible que se debe fomentar y regular.
36.- Es necesario fortalecer los centros de investigación públicos y privados que cuentan
con estaciones agrometeorológicas distribuidas en la región y que generan datos necesarios
para establecer y divulgar modelos predictivos de incidencia de plagas y enfermedades,
como también para alerta temprana de heladas y otros fenómenos climáticos. Integrar estos
datos en una plataforma online con acceso y alarmas, conectados con los celulares de los
agricultores, podría ser una poderosa herramienta de gestión, la que pudiera ampliarse a
recomendaciones técnicas dadas por estos centros de investigación coordinados.
Manejo de los recursos hídricos
37.- La gestión inteligente del agua se ha convertido en una cuestión política clave para el
siglo 21 y depende de un número creciente de factores que están afectando el suministro de
agua para consumo y el riego. El crecimiento económico, las condiciones climáticas
estacionales, el desarrollo de industrias, la presencia de explotaciones de la minería y el
aumento de población, afectan la disponibilidad de los recursos hídricos.
38.- La conservación de agua y suelo frente a la mega sequía que ha afectado la región ha
sido de real importancia. Se hace urgente la creación de infraestructuras necesarias para
acumular y aprovechar de mejor manera el recurso tan escaso. En el caso del rio
Aconcagua, el 50% de sus aguas se pierden en el mar por no contar con estructuras de
almacenamiento (Salgado, 2010), aguas que podrían ser acumuladas en embalses
subterráneos. En una primera respuesta, el Ministerio de Obras Públicas se encuentra
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licitando tres embalses en la región (MOP, 2016), algunos de los cuales podrían calificar
como embalses en profundidad.
39.- Es necesario contar con estadísticas sobre el abandono de huertos en la región debido a
la sequía que ha afectado al país. Para establecer estrategias de respuesta a los nuevos
escenarios del cambio climático, es requisito contar con datos del estado actual de la
fruticultura regional asi como promover a traves de créditos favorables la construcción de
mini-embalses de acumulación nocturna (usando geo-membranas impermeables).
40.- A nivel predial se debe mejorar la eficiencia del uso del agua en cuándo y cuánto regar,
por lo que se debe conocer en todo momento el estatus hídrico del suelo y de la planta. Esto
supone un monitoreo constante y sectorizado del huerto, lo que se obtiene empleando
sensores conectados en tiempo real a plataformas de almacenamiento y analisis de datos, y
que eventualmente puedan operar el sistema de riego de forma automatizada para mantener
el nivel de humedad en el rango óptimo. Mientras mayor sea el número de sensores
distribuidos en el huerto, mayor será el nivel de detalle de la condición del huerto,
permitiendo sectorizar y dosificar eficientemente el riego según las características del suelo
a nivel de micro sitio. Esta visión detallada del huerto da origen al concepto de agricultura
de precisión, el que aplicable a todos los manejos culturales que requiere un cultivo.
41.- Abordar la sequía significa optimizar los sistemas de riego, la programación y las
prácticas generales e implementar la conservación del agua / riego regulado por déficit
cuando sea factible. Los altos costos laborales y la escasez de mano de obra han llevado a
muchos productores a cambiar de cultivos (frutas frescas) a cultivos que pueden ser
manejados mecánicamente (frutos secos) y con menor requerimiento hídrico.
42.- Es frecuente que el agua de pozos contenga altas concentraciones de nitratos, lo que se
puede prevenir mediante normas para la aplicación de N basadas en la cantidad absorbida
por la planta más un factor compensatorio por otras causas de pérdida en el sistema de
huertos frutales anuales. Una manera de aprovechar los recursos hídricos es el uso de
sistemas cerrados donde se disminuyen las pérdidas mediante la recirculación de la
solución nutritiva en ambientes con alta tecnologia para la producción de hortalizas. Al ser
un sistema cerrado, se evita la lixiviación y contaminación de aguas superficiales y
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subterráneas, y se reduce el consumo hídrico, generando productos hortícolas de menor
huella hídrica que su símil tradicional. Este tipo de agricultura intensiva aumenta la
productividad por unidad de área, lo que permite concentrar la generación de alimentos
próximo al lugar de consumo masivo (Gilsanz, 2007).
43.- Para conservar suelo y agua en los predios, se debe reducir o anular la inversión del
suelo, y así en el mediano plazo lograr una mejora en las propiedades físicas, químicas y
biológicas. Este principio conservacionista que incluye el mínimo laboreo también aplica a
los cultivos en laderas que emplean camellones a favor de la pendiente, por lo que algunos
agricultores están comenzando a aplicar metodologías de menor intervención. La rotación
de cultivos permite aumentar la eficiencia en el uso de recursos e insumos asociados, evita
la pérdida de biodiversidad, disminuye la contaminación, y el riesgo en la inocuidad
alimentaria, sobre la base de la disminución del uso de fertilizantes y productos destinados
al control de plagas, enfermedades y malezas (Academia Chilena de Ciencias
Agronómicas, 2016).
Manejo de los cultivos
44.- Dado que no se conoce una respuesta biológica para mantener altos niveles de
productividad cuando se cultiva bajo condiciones de sequía, especial atención debe
prestarse al manejo de los huertos optimizando la intercepción de la luz solar y la
disociación de agua durante la fotosíntesis (DeJong, comunicación personal, 2016).
45.- El problema no es la sobrevivencia de la planta bajo condiciones de estrés hídrico.
Existen portainjertos que sobreviven bajo estas condiciones, sin embargo, el problema
fundamental de la fotosíntesis es la deficiencia hídrica. La única forma de enfrentar la
sequía es optimizar los sistemas de riego, la calendarización y las prácticas para la
conservación-regulación del déficit de riego donde sea posible (DeJong, comunicación
personal, 2016). El Internet de las Cosas (IOT) está permitiendo realizar agricultura
inteligente basada en información. Más aplicaciones de IOT en huertos frutícolas se han
convertido en factibles, debido a que el costo y el tamaño de los dispositivos sensores
continúa disminuyendo la sofisticación de las condiciones de medición sigue aumentando
(Gurovich, comunicación personal 2016).
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46.- Debe promoverse el desarrollo de huertos con árboles menos altos (huertos
“peatonales”) que reducen la necesidad de mano de obra y los trabajos de escalera (logrado
con los portainjertos en manzanas, pero no en la mayoría de las frutas de hueso).
47.- La utilización de especies con tolerancia al estrés hídrico toma relevancia en el
escenario actual. Especies como vid, olivo, nopal, almendro, higuera, granado, alcaparra,
así como especies nativas tales como chagual (Puya chilensis), resistentes a las condiciones
de sequía, son alternativas de alto valor económico que posibilitarían nuevos nichos para
los agricultores, especialmente los pequeños agricultores familiares (Academia Chilena de
Ciencias Agronómicas, 2016).
48.- La fruticultura de la Región tiene como desafíos implementar manejos culturales que
permitan enfrentar las nuevas condiciones climáticas optimizando las prácticas
agronómicas sostenibles e incorporar nuevas especies y cultivares o sustituir las especies
cultivadas por aquellas con resiliencia a la variabilidad climática, seleccionando
características de rusticidad que aporten homogeneidad en la floración en temporadas
erráticas de horas-frio. Dentro de este contexto es recomendable integrar los actuales
esfuerzos de investigación conducidos por la Escuela de Agronomía de PUVC con una
significativa participación del INIA.
Preparación: Cristian Youlton, Prof. Asoc., Escuela de Agronomía, P. Universidad Católica de Valparaíso.
Revisión y Edición: Juan Izquierdo, Edmundo Acevedo, Alejandro Violic, Orlando Morales, Alberto Cubillos, Nicolo
Gligo, Levi Manzur, Bernardo Latorre, Académicos de Número de la Academia Chilena de Ciencias Agrónomicas.
Literatura citada Academia Chilena de Ciencias Agronómicas. 2016. Situación y perspectivas del desarrollo agropecuario y
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