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Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga Edición Monográfica

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Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga Edición Monográfica

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2 Periódico quincenal N° 107-108 junio de 2014

Edición Monográfi ca Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

En el marco de la cátedra Marcelo Quiroga Santa Cruz se debatió a profundidad las razones de los recientes desastres “naturales” en el departamento de Beni. Diversos expertos acudieron al Paraninfo de la UMSA para exponer sus puntos de vista acerca de las causas principales y coadyuvantes de semejante cantidad de agua. Dos de esos invitados fueron Patricia Molina (PM), del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade), y Abraham Cuéllar (AC), exsenador por Pando. Con ambos conversamos sobre el tema y vaya… cuánto aprendimos.

Rafael Archondo (RA): Desde que Brasil construyó las represas de Jirau y Santo Antonio sobre el río Madera, a relativa distancia de la frontera boliviana, no se había experimentado tanto caudal. ¿Son esas megaobras la causa de las inundaciones recientes en Beni?

PM: Primero debemos hablar de lo que es la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Sudamericana (IRSA), que ahora está bajo la tuición de Unasur. Es un proyecto que fi rmaron todos los presidentes sudamericanos con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Fonplata y de la Corporación Andina de Fomento (CAF) el año 2000. La meta era propiciar la integración física entre todos los países. Toda zona de libre comercio necesita una base física por donde circular sus mercancías. Ahí se veía la urgencia de compatibilizar, por ejemplo, los tamaños de vía, interconectar los gasoductos e incluso crear una norma para hacer más expedita esa circulación de mercancías. Eran planes hechos en pleno neoliberalismo.En el marco de ese proyecto, entre los mayores obstáculos para la circulación de bienes, siempre ha estado la Cordillera de Los Andes, que precisamente atraviesa por Bolivia, y como la mayor parte de los corredores atraviesa el

continente de este a oeste, las montañas son la barrera más importantes para vencer. Además tenemos el gran auge económico de los países asiáticos y por ello llevar la mercadería hacia esos mercados, cruzando el continente hacia el Pacífi co, sigue siendo una prioridad. En esto, Bolivia tiene una ventaja, y es que aparte de estar en el centro y ser el país con más ejes de circulación, tenemos los mejores pasos de frontera de la cordillera. Nosotros no pasamos épocas completas del año con carreteras cerradas por la nieve, como ocurre en Argentina o Chile. Por otra parte, además de que los ejes más importantes cruzan nuestro país, también hay rutas que atraviesan los ríos y donde lo estratégico es la navegabilidad. Es ahí donde se localiza el complejo del río Madera, que vincula Perú, Brasil y Bolivia.

RA: ¿La idea es comunicar el noreste de Brasil con el Pacífi co?

PM: Exacto, porque actualmente y desde hace mucho, desde Porto Velho hasta el Atlántico, es decir hacia el oeste, hay navegabilidad. Falta la parte de Bolivia, digamos hacia Guayaramerín, donde la navegación se hace complicada, porque hay muchas cachuelas. Las cachuelas son pequeñas caídas de agua que difi cultan el avance de los grandes buques. Entonces por eso se plantea un proyecto de navegabilidad, para que Brasil pueda sacar su gran producción de soya hacia el

Asia. La navegación fl uvial es la forma más barata de transporte, incluso más que el ferrocarril. RA: ¿Y para qué construir grandes represas entonces?

PM: Porque el proyecto también es de generación hidroeléctrica, pero no para Bolivia, sino para los grandes polos industriales de Brasil como Sao Paulo. En ese marco, se plantea la idea de construir dos megarrepresas en Brasil, que son Jirau y San Antonio, cuyo costo en cada caso sobrepasa los 3.000 millones de dólares. También se habla de una represa binacional, es decir compartida entre Bolivia y Brasil (Riberao y la de Cachuela Esperanza). Estas dos últimas no se han construido aún. Si los bolivianos pensamos en toda nuestra demanda actual, incluso en las horas pico, apenas requerimos mil megavatios. O sea con la de Cachuela Esperanza tenemos para todo el país.

RA: ¿Cuáles son las consecuencias de represar un río?

PM: Según los parámetros del Banco Mundial, si quieres represar un río pequeño, el impacto nunca va a ser comparable con hacerlo con un megarrío con tres o cuatro represas. Hacer eso es una locura, pero además el río Madera es el que más caudal aporta al Amazonas y el que más sedimentos arrastra hacia el río Beni. Uno tiene que pensar bien antes de hacer locuras semejantes.

RA: En concreto, ¿qué fue lo que pasó este año?, ¿cuáles fueron las consecuencias de la puesta en operación de las dos represas?

PM: Actualmente, Jirau está en su primer año de funcionamiento. Ambas empezaron a operar a su máximo nivel, y ello justo coincidió con

www.hora25.orgJusto Zapata Quiroz

Juan Carlos Antezana

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En el debate, los expertos coinciden en que las represas brasileñas Jirau y San Antonio contribuyeron a la magnitud del desastre causado por las inundaciones en Beni.

Rafael Archondo/Página Siete

Entrevista:

¿Fueron dos represas brasileñas causa de las inundaciones en Beni?

Hacer eso es una locura, pero además el río Madera es el que más caudal aporta al Amazonas y el que más

sedimentos arrastra hacia el río Beni. Uno tiene que pensar bien antes de hacer locuras semejantes. (Patricia

Molina, sobre la decisión de construir las represas).

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Periódico quincenal N° 107-108 junio de 2014

unas lluvias extraordinarias, en lo que se llama la convergencia tropical, que es la Amazonia boliviana y la sur peruana. Es una zona donde no es raro que ocurra esto, pero este año las precipitaciones han sido extremas. Entonces, en medio de máximos históricos, que de todos modos deberíamos prever ahora que tanto hablamos de cambio climático, ir y taponar el río, ponerle una pared, y generar la disminución de su velocidad, es un desatino monumental.

RA: De modo que la combinación de lluvias copiosas y represas es catastrófica, como lo hemos experimentado…

PM: Lo peor de todo es que esto se sabía antes de que ocurra. En el caso de Brasil, la aprobación de la licencia ambiental de Santo Antonio y de Jirau fue muy polémica. En medio de esta polémica, el propio organismo brasileño encargado de estudiar esos efectos dijo que iba a haber impactos importantes en Bolivia. Eso ocurrió en 2007, y hay documentos oficiales que así lo decían. A pesar de que los propios funcionarios brasileños, que contrataron estudios independientes, lo advirtieron, no se hizo nada para evitarlo. La decisión de darles la licencia ambiental fue política, no técnica. Incluso cambiaron a los funcionarios que cuestionaban, y con otros designados les dieron la licencia. AC: Así fue. En 2007, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) recomendaba que se hicieran estudios más profundos y por eso, en ese momento, le negó la licencia ambiental a las empresas brasileñas que iban a construir las represas en Brasil. Entonces vino una decisión política del gobierno de Lula, descabezaron al Ibama, despidieron a toda la gente que hizo el estudio y pusieron a otra para que aprobara la licencia meses después.

RA: ¿Las autoridades bolivianas sabían esto?

PM: En ese momento, aquí en Bolivia, nosotros estábamos construyendo una posición sólida, liderados por la autoridad ambiental, que era Juan Pablo Ramos, viceministro de Recursos Naturales. Contábamos con un comité técnico, derivado de un decreto supremo que salió en 2005. Precisamente Odebrecht, la empresa que construyó Santo Antonio, quiso obtener una licencia ambiental en Bolivia. Entonces se hizo una gran movilización y se logró revertir dicha licencia. La empresa quería usarla para tener derechos preferentes y poder construir las dos represas que se iban a construir en Bolivia.

RA: ¿Y ese informe negativo contra las represas se conoce?

AC: Claro, era un informe público, estuvo colgado en la web. No le dieron la importancia que merecía, y nosotros como bolivianos no supimos utilizar esa información para reclamarle a Brasil con la debida contundencia.PM: O no quisimos hacerlo.AC: Hubo cierto reclamo, pero no con la contundencia debida. Finalmente, la respuesta de

Brasil fue pasar por encima de cualquier reclamo boliviano. Además, la construcción está en territorio brasileño, pero ésas son aguas internacionales y eso no se ha respetado. Es un atropello de parte del Gobierno brasileño, pero también una omisión de parte del Gobierno boliviano, especialmente de la Cancillería, porque no se reclamó en su momento.

RA: Me imagino que también las empresas a cargo son responsables de la operación de las represas. ¿No corresponde sancionarlas?

PM: Son dos consorcios. Uno es brasileño, Odebrecht, y el otro francés, la Suez. Entre los dos tienen que coordinar cuánto elevan el nivel de las aguas. En febrero ocurre la crecida enorme y no se dan por enterados. Entonces estaban rellenando las represas, porque Jirau apenas va a alcanzar su máxima capacidad el año 2016. Empezó a elevar su nivel para llegar a su máximo. Santo Antonio tiene también un nivel alto; las dos compiten para ver cuál genera más energía. Pero como no se dieron por enterados de la crecida, cuando vieron ese caudal que venía de arriba ya era muy tarde. Empezaron a inundar Porto Velho, pero se corría riesgo de que la cantera de obras estuviera a punto de derrumbarse. Entonces empezaron a jugar para ver qué hacer. Tampoco podían enviar toda el agua a Porto Velho y dejar todo inundado, entonces tuvieron nomás que mandárnosla a nosotros.

RA: ¿Eso que dices está demostrado?

PM: Eso es lo que hay que probar mediante estudios de evaluación ambiental. En Brasil ya se hicieron, o sea simularon la inundación, pero para caudales medios. El caudal medio es un poco menos de 35.000 metros cúbicos por segundo, y ellos llegaron a modelar hasta 40.000 o 45.000. ¿Sabes a cuánto llegó el caudal este año? A 56.000 o más. Su modelo no pudo medir los alcances del desastre. Nosotros aquí, con el Instituto de Hidráulica e Hidrología de la UMSA, también modelamos, pero teníamos otro problema: no contamos con los datos completos de la topografía. Se encontró el efecto, pero sin tomar en cuenta los sedimentos, y éstos se cargan aún más con lluvias tan extremas. Entonces no tenemos idea de qué va a pasar más arriba. De todos modos, uno de los impactos más grandes de lo que está pasando es la pérdida del potencial hidroeléctrico de Bolivia. Si te inundan, entonces tienes menos posibilidades de generación y eso de acuerdo con la Constitución de Brasil es un delito penal; pero nosotros, bien gracias.Sin embargo, al tener a mano la posibilidad de regular el flujo del agua en el río, ¿las represas no podrían servir, ellas mismas, para resolver el problema que han causado?PM: Recuerdo una vez a gente colombiana que nos decía: «Vivir al lado de una represa es una locura, cuando tú te levantas, tu bote puede estar donde lo dejaste, o estar en el medio del agua o en medio de la tierra, y tienes que ponerlo al hombro y cargarlo para llevarlo al río”. Nunca sabes cómo opera una represa, depende del dedito del operador, no sabes si vas a tener agua o no. Es un desastre. Por eso el

Banco Mundial y la Comisión Mundial de Represas hicieron un estudio de las represas más importantes del mundo y, en todos los casos, los efectos eran los mismos.

RA: ¿Y los daños también se han dado en territorio brasileño?

AC: Hoy, allá, hay una sentencia judicial por la cual se obliga a estas empresas a que, por un lado, reparen los daños y, por otra parte, les obliga a que hagan nuevos estudios de impactos.

PM: Y ésta es también una oportunidad para nuestra Cancillería, pero no la aprovechan. Se reúnen las autoridades de los dos países, pero no para tratar el tema de las represas. Con seguridad hablan más del precio del gas. Se convoca a reuniones técnicas y ¿con quién va el canciller o el vicecanciller? No va con nadie, va con su buena voluntad. Hay que hacer que esos estudios en Brasil también reconozcan los daños en Bolivia, porque la frontera no es una pared, donde llegan los impactos y se detienen. Pero eso hay que hacerlo con contundencia. Parece que están esperando que el agua se retire y luego nos olvidemos todo, para que pasen otros seis años. Lo que hay que resolver son nuestras necesidades, no las de Brasil, no tenemos que hacer una represa en Cachuela Esperanza para solucionar el problema energético de Sao Paulo; tenemos que hacer microcentrales para resolver nuestras demandas, que allá serán, me decían, seis megavatios en Cobija, siete en Riberalta y cinco en Guayaramerín. Que no nos mientan más, esas represas nunca fueron planificadas para nosotros.

RA: En concreto, ¿por cuáles objetivos se debería luchar ahora?

PM: La pelea es para quitarles su licencia de operación hasta que al menos reparen los daños en Brasil y en Bolivia. Y en cuanto al Estado brasileño, para esto sí que hay que ir a la Corte Internacional de La Haya. Estamos distrayéndonos con las pocas posibilidades frente a Chile, en vez de afrontar de una vez a Brasil. Nosotros junto a las organizaciones indígenas y campesinas de Beni hemos presentado una demanda a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El recurso está en proceso. Entonces, necesitamos trabajar con el Estado. En Bolivia somos parte de esos reclamos y tenemos que ir juntos a esos encuentros. Más allá del precio del gas que es parte de la coyuntura, tenemos que reclamar a Brasil por lo que ha ocurrido.

RA: A partir de ahora, ¿las inundaciones van a ser como las de este año?, ¿nos tenemos que acostumbrar a ello?

AC: Cada vez llueve más por efectos del cambio climático, pero también por efecto de las represas. Es la suma de las dos cosas. También hay un problema, que es la falta de pesca, porque los peces no están pudiendo subir, al tener una muralla al frente, y la gente está cambiando con ello su dieta fundamental. Hay que hacer un análisis y también tener posiciones más dignas frente a Brasil.

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Edición Monográfi ca Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

Vengo de un área técnica. Trabajo en el Instituto de Investigación de Hidraúlica e Hidrología de la UMSA. Este es un enfoque del problema técnico que busca complementarse con los otros puntos de vista expuestos esta noche.La cuenca del Madera es un área de altísima diversidad geográfi ca, climática y biológica. Con un gran potencial hidroenergético, concentrado sobre todo en la parte Andina. La Cuenca lleva casi toda el agua que se genera en Bolivia.El proyecto, tal como lo concibieron los brasileños, contempla la construcción de cuatro represas. Dos río abajo: Santo Antonio y Jirau que ya están construídas y ya están funcionando/operando. Ribeirao es el proyecto bi-nacional que ya ha sido presentado y Cachuela Esperanza, es un proyecto que aunque está localizado solamente en Bolivia, tanto en la visión brasileña, como en la visión “boliviana”, de un sector de Bolivia, es un proyecto también para exportar energía al Brasil.El río Madera se constituye a partir de la confl uencia de los ríos Beni y Mamoré en un punto que se llama Villa Bella, en Bolivia. El río Madera tiene un tramo de un poco menos de 200 km. que es binacional. Es en ese tramo bi-nacional donde se ha planteado construir Ribeirao.Los proyectos son mega-proyectos tanto para Brasil como para Bolivia. Uno solo de los proyectos como

Jirau o Santo Antonio ya genera tres veces toda la energía eléctrica que consumimos en nuestro país.Las cachuelas, pequeñas cascadas, que son la manifestación de un control geológico impuesto por las rocas dura del Escudo precámbrico. Lo que pensaron los brasileños es aprovechar estas caídas, construyendo represas que convertían una serie de caídas en una caída más grande. En términos energéticos se llaman sistemas en cascada. (Ver gráfi co 1) El régimen hidrológico del Madera tiene una época muy húmeda, con máximo de caudales en marzo/abril y un mínimo en septiembre, pero estamos hablando de caudales de una magnitud tremenda del orden de 18.000 m3/s (metros cúbicos por segundo) en Porto Velho. Caudal que hace del Madera un río muy grande y además el afl uente más importante del Amazonas.

Remanso hidráulico

Hace varios años, el año 2008, se hicieron estudios sobre hidráulica e hidrología. Por cuestiones técnicas es importante entender que se llama remanso hidráulico a la sobre-elevación del nivel de agua debido una represa u otra obra.Las represas, justamente para generar esa caída

que se necesita para generar energía (ver gráfi co 1), eleva el nivel del agua natural. La elevación es más grande en el sitio de la represa, en la pared, en el muro que se observa en el gráfi co. Ese efecto, se traslada hacia aguas arriba, hasta una distancia que hay que determinar. En todo ese tramo, el agua debido a la represa, se coloca en un nivel más alto de lo que estaba antes de la represa.Ya se sabía que se iban a construir las represas, en el caso del tramo brasileño, y las empresas que hicieron los estudios dijeron: “Para no inundar territorio boliviano”, se consideró un régimen de operación con niveles variables a lo largo del año (curva guía) para el embalse de Jirau, para evitar que aguas arriba de Abuná, “se mantengan inundadas todo el año áreas antes alcanzadas solamente durante el período de crecidas”. (Furnas-Odebrecht 2004).Las conclusiones del estudio del 2008 fueron:

• El embalse de Jirau operando con la curva guía descrita en los estudios de factibilidad, afectará los niveles de agua en Abuná-Vila para todo el rango de caudales.

• Como consecuencia, habrá pérdida de energía potencial y aumentará la frecuencia y duración de inundaciones en el tramo binacional. Aquí quiero ser específi co, no encontramos efectos de la represa de Jirau más que en el tramo binacional en cuanto a inundaciones, pero habría el factor de la sedimentación que es un efecto a más largo plazo.

• Debido a la sedimentación, habrá una sobre-elevación adicional de los niveles de agua.

La dimensión política del tema

Voy a tratar la parte política. Es necesario que alguien lo haga, aunque siempre desde un punto de vista técnico.Cabe decir que el año 2007, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) ya informó que las represas del Madera iban a tener impactos directos o indirectos en Bolivia. Y en algunos casos utilizan términos muy duros como “indudable”.Ante la pregunta ¿Tendrán impactos negativos en

Jorge Molina, especialista en hidraúlica e hidrología de la UMSA, señaló en la Cátedra Libre Marcelo Quiroga, que el año 2008, antes de la construcción de Jirau y Santo Antonio, ante la pregunta ¿Tendrán impactos negativos en Bolivia las represas brasileñas?, para el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA), encargado de aprobar la licencia ambiental en el Brasil, la respuesta fue SÍ. Y la recomendación del IBAMA fue también contundente: debería hacerse un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA), más amplio, que incluya a Bolivia y Perú. “El gobierno boliviano no hizo absolutamente nada, por lo menos práctico, nada que hubiese tenido infl uencia y en cambio el gobierno brasileño sí. El gobierno del Brasil mostró que tenía la decisión política de llevar adelante esos proyectos pese a quien pese”, afi rma el experto.

Ing. Jorge Molina - Docente UMSA

Ing. Jorge Molina

Ponencia presentada en la VI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, Paraninfo de la UMSA, lunes 31 de marzo y martes 1 de mayo.

Gobierno del Brasil tomó decisión política de construir

represas pese a quien pese

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Periódico quincenal N° 107-108 junio de 2014

Bolivia las represas brasileñas? Para el IBAMA, encargado de aprobar la licencia ambiental, la respuesta fue SÍ. “La extensión de impactos directos o indirectos a otros países es factible en relación a la sobre-elevación del nivel de agua; es indudable en relación a la productividad pesquera, viabilidad poblacional de especies de peces (como el dorado) y la proliferación de la malaria. Tales impactos afectan no solo uno, sino dos países integrantes de la cuenca, que son Bolivia y Perú, y deben ser cuidadosamente estudiados.” (Fuente: PARECER TÉCNICO IBAMA Nº 014/Marzo 2007).Y la recomendación del IBAMA fue también contundente: debería hacerse un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA), más amplio, que incluya a Bolivia y Perú.Ese momento era clave que nuestro gobierno tome una posición también política y, al menos, manifestase públicamente que estaba de acuerdo con este informe y pida nuevos estudios de Impacto Ambiental que incluya a Bolivia y Perú.Cabe decir que en ese momento las represas no se habían construido, estaban en la parte de estudios y diseño.El gobierno boliviano no hizo absolutamente nada, por lo menos práctico, nada que hubiese tenido influencia y en cambio el gobierno brasileño sí. El gobierno del Brasil mostró que tenía la decisión política de llevar adelante esos proyectos pese a quien pese.

La posición del gobierno brasileño fue negar su propio EIA

Lo primero que hizo Brasil para negar los impactos fue negar sus propios estudios ambientales, que identificaban impactos en Bolivia de las represas de Jirau y Santo Antonio.Segundo, se tomó la decisión política al nivel más alto y cuatro meses después de ese informe IBAMA, ya se tenía la licencia ambiental. La posición brasileña fue y es no reconocer impactos de ningún tipo en Bolivia y que la decisión de construirlas es únicamente de ellos (Respuestas al Gobierno boliviano, octubre 2007).¿Qué hizo el gobierno boliviano, a través de la Cancillería? Manifestar dudas, solicitar información sobre los proyectos de Jirau y Santo Antonio a Brasil. Manifestar que los estudios realizados por el Brasil son insuficientes (2007). Organizó una reunión técnica binacional (octubre 2008) cuyos resultados fueron bastante contundentes en sentido de que los técnicos brasileños vinieron aquí y no pudieron demostrar nada de lo que decían. Al contrario, quedó muy claro de que los impactos se iban a dar. Sin embargo, la delegación brasileña se comprometió a muchas cosas y no cumplió ninguna.Por otro lado la propia Cancillería boliviana (2009, 2010) reconoció que la posición del Gobierno boliviano se encuentra dividida. Que varias acciones de los Ministerios (Obras Públicas, Energía) debilitaron la posición boliviana frente a Brasil o simplemente la minaron.Y es claro que la respuesta del gobierno boliviano, como sucedió en Brasil, debió darse en un nivel político. Cosa que no ocurrió. Se desaprovecharon momentos decisivos como ese informe del IBAMA 2007. Actualmente nos encontramos en la misma situación, solamente que con las represas ya construidas. El año 2007 no estaban construidas Cabe destacar que actualmente hay una resolución judicial brasileña de realizar nuevos Estudios de Impacto Ambiental. Ya ha pasado un mes desde aquella resolución judicial y este hecho sería decisivo para que el gobierno boliviano tome una actitud pública que apoye esa determinación de la justicia del Brasil y, sin embargo, no lo ha hecho. Esto, repito, sería más decisivo que nuestros propios estudios técnicos porque tendría un impacto mucho mayor

Como consecuencia, el Brasil continuó con el proceso de licitación y construcción de Jirau y Santo Antonio. Las centrales ya están en funcionamiento.

La intención del Brasil

¿Qué ha hecho Brasil después de este proceso?Brasil ha propuesto varias veces acuerdos en que Bolivia aceptaría una responsabilidad conjunta, por ejemplo:

- Propuesta de DECLARACIÓN CONJUNTA PARA LA PROMOCIÓN DE CONVENIOS INTERNACIONALES EN MATERIA DE ENERGÍA ELÉCTRICA (2006).

- Propuesta de ACORDO ENTRE A REPÚ-BLICA FEDERATIVA DO BRASIL E A REPÚBLICA DA BOLÍVIA SOBRE COO-PERAÇÃO TÉCNICO-OPERATIVA NA BACIA DO RIO MADEIRA (2009)

Brasil lo que pretende es establecer acuerdo para aprovechar el potencial hidroenergético de la región y hacer olvidar los impactos. Este es el espíritu de estos convenios y de la actual estrategia del Brasil.Otras propuestas son más complicadas. Veamos el punto 2 de la propuesta del año 2009: “ARTIGO II: O Governo da República da Bolívia tomará as medidas necessárias para assegurar as condições adequadas de quantidade e qualidade da água do Rio Madeira na fronteira da Bolívia com o Brasil”.Este artículo es fatal para Bolivia porque se

comprometería a no modificar “ni en cantidad ni en calidad” los recursos hídricos del Madera, o lo que es lo mismo, entregar su control y soberanía al otro país. Es decir a no aprovechar los potenciales para generar el máximo posible de energía para Brasil.Estos han sido los intentos del gobierno del Brasil por hacer “pisar el palito” a Bolivia pero que no han prosperado, los que no da una idea de la visión que tiene el Brasil para encarar este tema desde sus intereses.

Proyecto Cachuela Esperanza

El proyecto Cachuela Esperanza es un emprendimiento del gobierno boliviano. Este proyecto estuvo desde el comienzo plagado de irregularidades.

• Las irregularidades del contrato: Pese al monto, fue adjudicado directamente. Todo el proceso duró menos de un mes y se inició sin que existiese un reglamento de contrataciones. El contrato contiene errores u omisiones graves, como los plazos y condiciones para realizar el Estudio de alternativas de aprovechamiento y el de impacto ambiental de Jirau y Santo Antonio.

• Planificación: Todo el proceso revela una falta de planificación energética en todos los niveles, incluso el más básico: el de proyecto. No se identifica claramente el problema. No

se analizan ni evalúan soluciones alternativas de solución a las necesidades de energía del Norte amazónico. Se realizan estudios sobre una lista de proyectos hidroeléctricos de todo tamaño, varios de los cuales probablemente no responden a esas necesidades y son a menudo incompatibles entre sí.

• Transparencia: Los plazos del contrato se vencieron hace mucho tiempo. Gracias a una petición de informe en el Congreso nos enteramos de que recién en noviembre 2010 se aprobaron los estudios de factibilidad y no se conoce con seguridad las fechas del estudio de diseño final y el EIA. Al parecer ENDE descartó los otros componentes del contrato. En las escasísimas presentaciones o talleres realizados hasta ahora sobre el proyecto Cachuela Esperanza no se permitió la discusión y el debate.

Un desorden total y una falta de transparencia de parte del gobierno respecto a los estudios de Cachuela Esperanza.

Lo que revela el tema del Madera

Todo este proceso de construcción de las represas revela que en Bolivia tenemos una institucionalidad nacional débil porque:

• Los estudios sobre impactos en Bolivia fueron realizados por universidades u ONGs, en forma independiente del Gobierno

• El proceso mostró la falta de información sobre la región y el escaso apoyo técnico y económico que da el Estado a las instituciones encargadas de recolectarla

• Falta de planificación energética en todos los niveles y en general de capacidad de gestión del Estado, en parte asociada a la falta de recursos humanos, financieros y técnicos.

• La pérdida de soberanía y el sometimiento a la geopolítica brasileña: El Brasil continuó con el trabajo de lobby (Nivaldo de Castro, UFRJ) con el Gobierno boliviano para viabilizar el Complejo Hidroeléctrico del Madera y en particular la represa binacional (Dilma Roussef, múltiples declaraciones públicas), tratando directamente con el Ministerio de Energía e Hidrocarburos.

Propuestas de acción

Respecto a la Planificación energética y planificación en general, pregunto, ¿Cuál es el marco de planificación que permite a ENDE y el Viceministerio priorizar unos

proyectos energéticos sobre otros? ¿Cómo se define la prioridad de los megaproyectos? ¿Hay un análisis de alternativas? ¿Por qué invertir tanto dinero público en los estudios de diseño final de un megaproyecto de viabilidad tan dudosa como Cachuela Esperanza? ¿Y los otros megaproyectos: El Bala, Rositas?En síntesis, ¿tiene sentido lanzarse con un mega proyectos, con estudios a nivel final, sin haber hecho un estudio global, que por lo menos puedan definir qué proyectos pueden ir antes, qué proyectos son más económicos?Para aclarar un aspecto: los proyectos de la zona Andina priorizados, son todos, de plazo más corto y más baratos, generan energía más barata que estos mega proyectos tipo Cachuela Esperanza, tipo el Bala o tipo Rositas, para mencionar algunos proyectos, que están siendo estudiados por ENDE en este momento.Finalmente, no existe un sistema de monitoreo ambiental de los impactos de las represas brasileñas en Bolivia y necesitamos transparentar el proceso de toma de decisiones: abrirse al debate, basarse en un sólido soporte técnico. En último término, cumplir con la Constitución y las leyes en Bolivia. (Título de la presentación: Impactos de las represas del río Madera: hidráulica e hidrología).

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Edición Monográfi ca Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

Introducción

Primero felicitar a los organizadores de este espacio de refl exión.Un evento siempre está marcado por su pertinencia con el contexto y el tiempo en que se desarrolla. Este evento viene a ser pertinente y oportuno porque se da en un momento en que Bolivia está viviendo fuertes inundaciones. Inundaciones descomunales en algunas regiones del país que nos han llevado a refl exionar sobre el impacto potencial de las represas del Brasil y de otras que se pensaban o piensan construir en Bolivia.Este evento también es oportuno porque estamos transitando por tiempos de cambio climático. Lo que quiere decir que este tipo de fenómenos, como las lluvias en el oriente del país, se van a dar cada vez más seguidas y con mayor rigurosidad.Y, además, su oportunidad también se expresa porque la UMSA participa en la refl exión nacional de temas vitales. Porque es importante que los estudiantes y los docentes estemos presentes no sólo en la refl exión sino también en la generación de propuestas y de alternativas. Es parte de nuestros roles fundamentales.

Antecedentes

Me ha tocado hablar del tema de manera amplia, no solo de las negociaciones, además de ellas, tratar de hacer un resumen de la problemáticas de las represas construidas por el Brasil.Tanto Santo Antonio como Jirau, son represas que forman parte de la Iniciativa para la Integración de Infraestructura Regional de Sudamérica, el IIRSA.El IIRSA no es más que una estrategia, surgida hace aproximada mente tres décadas, con la que se pretende que los países de Sudamérica tengan una estrategia de comunicación, infraestructura y energía conjunta. Pero en el fondo de lo que se trata es de facilitar el acceso, a nuestros recursos naturales, a las transnacionales, los mercados mundiales y a las propias burguesías que se gestan en países sudamericanos.El IIRSA es un instrumento de expoliación de los recursos naturales, en nombre de una mayor integración. El IIRSA fue pensado fuera de nuestra latitud y tuvo eco en los gobiernos llamados progresistas de ese momento y en las burguesías nacionales.

Estas dos represas son parte de una visión tradicional desarrollista – extractivista privatizadora. Aquella visión que se basa en el crecimiento económico como un fi n, en la extracción de materias primas baratas y en el actor privado como el eje de la extracción de materias primas, de su exportación y, en algunos casos, de su transformación. Esta visión desarrollista ha marginado lo ambiental, la importancia de la naturaleza y también lo cultural.Estas dos represas hay que considerarlas como un gran negocio privado. Un enorme negocio privado. No hay que olvidar que se mueven miles de millones de dólares en su construcción. Y no son empresas públicas. Además la venta de la energía eléctrica genera otros tantos miles de millones de dólares a los actores privados. Son iniciativas orientadas al lucro de grandes transnacionales, ejemplos Odebrecht y Suez, totalmente opuesta con la visión de que la energía es un derecho humano.Las represas son también parte de un paquete de varias mega represas en Brasil, generadoras de grandes impactos ambientales, sociales, económicos y culturales, además de confl ictos socioambientales. Son aproximadamente 20 mega represas en todo el territorio brasilero.Este paquete ha generado grandes confl ictos con diversos sectores sociales e indígenas, porque omiten los impactos sobre la biodiversidad, las culturas, la salud humana, la actividad pesquera, los territorios indígenas y los bosques, entre otros.Este es el contexto de estas dos represas y hay que reiterar que obedecen al lucro, al extractivismo y a la realización del IIRSA.

¿Por qué estas represas preocupan a Bolivia?

La pregunta es: ¿por qué estas represas preocupan a Bolivia? La respuesta es sencilla: estas represas están situadas a muy pocos kilómetros del territorio nacional. Son parte de los principales afl uentes del río Madera: los ríos Beni y Mamoré, los cuales conforman dos cuencas de gran importancia en territorio amazónico boliviano, las mismas que han sido visiblemente impactadas por las inundaciones de este año.Además porque el año 2007, Brasil lleva adelante el proceso de aprobación y construcción de estas represas como una decisión política “soberana” y “estratégica” para generar energía eléctrica para la industria brasileña.

El mismo año 2007, los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental realizados en el propio Brasil, por su propia institución ambiental, encargada de dar las licencias ambientales, como es el IBAMA, demuestran los posibles impactos sobre territorio boliviano. Son documentos surgidos en el propio seno del estado brasilero, los que ya expresaban efectos negativos sobre territorio boliviano. Ese mismo año, Bolivia demanda al Brasil que las represas no deben construirse por los efectos que generarían territorios y poblaciones en Bolivia.

La decisión política brasileña

¿Qué sucede posteriormente? Posteriormente a que el propio IBAMA demuestra los potenciales impactos sobre territorio boliviano, en el Brasil descabezan a las autoridades de esta institución y sorpresivamente se otorga la licencia ambiental que es el instrumento que permite la construcción de ambas represas, argumentando “que no existirían impactos” sobre territorios que no fueran del Brasil. Es decir, no existirían impactos transnacionales o transfronterizosEntonces, este cambio, de alguna manera hasta cínico, muestra una decisión política del Brasil de pasar por encima de cualquier mecanismo legal, institucional, normativo de carácter internacional con el fi n de construir ambas represas, al igual que las otras represas y obras de gran infraestructura en su territorio.Está claro que las represas son una decisión política y una prioridad para el gobierno de Brasil, pero también muestran los vericuetos y negociados de los actores privados que se mueven en ese entramado desarrollista, los mismos que han sido denunciados por las propias organizaciones sociales en el Brasil.¿Es posible ética y jurídicamente que un país en nombre de su desarrollo interno afecte el bienestar y desarrollo de un país vecino?No debería serlo. Pero para el coloso sudamericano, nueva nación emergente a nivel mundial y centro económico de Sudamérica, sí le fue posible.

Acciones de Bolivia ante las represas

Ante los potenciales impactos de las represas brasileras, Bolivia plantea que se paralice cualquier obra en tanto no se realice un Estudio

¿Es posible ética y jurídicamente que un país en nombre de su desarrollo interno afecte el bienestar y desarrollo de un país vecino?, No debería serlo. Pero para el coloso sudamericano, nueva nación emergente a nivel mundial y centro económico de Sudamérica, sí le fue posible, se pregunta y se responde, Juan Pablo Ramos, ex viceministro de Medio Ambiente. “Hay que hablar de pueblo a pueblo, de sociedad a sociedad y generar alianzas para impedir que estas represas, en la frontera con nuestro país o dentro, puedan generarnos el colapso que hoy estamos viviendo”, sostiene.

Juan Pablo Ramos Morales/exviceministro de Medio Ambiente

Juan Pablo Ramos Morales

La construcción de las represas es una decisión

política del Brasil

Ponencia presentada en la VI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, Paraninfo de la UMSA, lunes 31 de marzo y martes 1 de mayo.

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de Evaluación de Impacto Ambiental que incluya al territorio boliviano. Que se haga un estudio serio de los potenciales impactos ambientales que ya habían sido mencionados en el informe del IBAMA.La respuesta del Brasil, en muchas ocasiones torpe, fue afi rmar que la soberanía brasilera no se ponía en juego, que no podía tocarse el tema del desarrollo del Brasil por otras naciones. Que si el Brasil decide la construcción de las represas, y lo manifestaron de manera textual, es una decisión soberana de ese país.Mientras Bolivia reclamaba, el Brasil planteaba, desde un principio, la inexistencia de impactos negativos sobre nuestro país, exigiendo la demostración técnica y científi ca de los mismos, además negaba la posibilidad de que Bolivia cuestionara la construcción de las represas por ser decisión soberana del Brasil.Es importante recordar que en varias reuniones entre el gobierno boliviano y brasilero, Bolivia ratifi có su posición en relación a los impactos negativos sobre su territorio. Brasil los negó recurrentemente y expresó su negativa ante la fi rma de algún documento como parte conclusiva de las reuniones, restando el valor e importancia a estas reuniones técnica binacionales.Por su parte, Bolivia, con el apoyo del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la UMSA, FAUNAGUA y otras instituciones de la sociedad civil, decide desarrollar estudios propios sobre los impactos de las represas brasileras en territorio nacional. Estudios que, una vez concluidos, demostraron los impactos que Brasil negaba permanentemente. Esos estudios posibilitaron contar con una base técnico-científi ca que permitió refrendar aquel primer informe del IBAMA.Una de las grandes difi cultades para el país fue la falta de información. Constituyó una debilidad no tener topografía de la cuenca y otros datos científi cos que nos permitiera estructurar estos estudios de manera más ágil y oportuna. Sin embargo, los estudios se efectivizaron con datos generados en el propio Brasil, información producida por la Agencia Nacional de Aguas, IBAMA y otras instituciones. De esta manera, en base a estos estudios, se llegó a demostrar el impacto existente sobre el territorio nacional. Por lo tanto se concretó una base técnica coherente y respaldada para una mejor posición país.Se demostró así el Impacto hidrológico (inundaciones), que hoy, en gran medida, podemos atribuir a las represas, además del impacto sobre la fauna acuática y la pesca producto de la desaparición de varias especies (650 especies), afectando la capacidad pesquera de la región y la vida de comunidades locales. También se detectaron Impactos potenciales sobre la salud humana.Lo más importante es que con la propia

información surgida del lado brasilero, Bolivia logra armar y estructurar documentos técnicos capaces de demostrar el impacto de las represas sobre territorio boliviano.

Brasil fi rma documento técnico aceptando impactos

El año 2008, en la primera reunión técnica entre ambos gobiernos, el Brasil, ante la evidencia técnica de los estudios realizados por Bolivia, acepta por primera vez potenciales impactos sobre territorio boliviano, ratifi cando, en un documento, las “dudas razonables” sobre los posibles impactos y aceptando la posibilidad de modifi car la curva guía de las represas. Por primera vez se fi rma un documento técnico donde el Brasil expresa ofi cialmente esa situación. Documento muy útil hoy en día, si se lo quiere usar desde los intereses nacionales.Nos enteramos, poco después, que también retiraron al jefe de la delegación brasilera que vino a Bolivia para la reunión. Esa fi rma no gustó a la Cancillería del Brasil y renunciaron al fi rmante de aquel documento.

Cambios y contradicciones en el gobierno boliviano

Hasta ese momento, se intentaba tener consecuencia y coherencia en la posición boliviana, al extremo de pedir la paralización de las obras en Brasil, además de tener fuertes encontronazos con las autoridades y técnicos del Brasil. No obstante, por otro lado, en el propio seno del gobierno boliviano, otras instancias gubernamentales como el Ministerio de Hidrocarburos y Energía y ENDE, minimizan los potenciales impactos sobre territorio nacional producto de las represas brasileras. Más aún, estas reparticiones, ponderan el rol de la mega represas y sostienen la teoría de que es importante realizar, con el Brasil, acuerdos para la construcción de las otras dos represas que formaban de aquel paquete de cuatro sobre, éstas últimas pensadas en territorio boliviano: la Binacional y la de Cachuela Esperanza.Es decir, en nuestro propio gobierno se daban contradicciones sobre el tema de las represas. De esta manera, inclusive se contrata una empresa consultora, la TECSLT, por aproximadamente 8.2 millones de dólares para que haga un estudio de la viabilidad de la represa de Cachuela Esperanza. Proyecto que sigue en carpeta y que no van a dejar de lado estas instancias, ya que perviven enfoques que, a pesar de la contundente evidencia técnica, siguen empujando estos proyectos de enorme amenaza de daño para las regiones donde se pretenden construir.

La Agenda “positiva”

Hoy, en el año 2014, ya se ha han concluido las dos represas en el lado brasileño. Sin embargo, pensando en una necesaria refl exión, es importante mencionar que el cambio en el accionar y la posición del gobierno boliviano, se explica, en gran medida, por lo que se denominó la “agenda positiva” con el Brasil, aspecto que desestructuró la posición inicial del estado boliviano, en sentido de demandar, de reaccionar y de denunciar las represas del Brasil y su potencial impacto. Esta “agenda positiva”, pudo ser el resultado, esta es una s una hipótesis, con el rol que jugó el Brasil en el golpe “cívico prefectural” que llevaron adelante sectores reaccionarios del país . Es decir, una forma

intercambio de favores entre Bolivia y Brasil.Lo claro es que no debe haber ninguna “Agenda” que ponga en riesgo los intereses del país. Las agendas positivas deben ser agendas que deben servir a ambos países y benefi ciar a sus pueblos.Es importante entonces reconocer que hubo dos momentos en las negociaciones con el Brasil. Un momento de mayor demanda, denuncia y confrontación, momento de exigir al Brasil la paralización de sus represas. Un Segundo momento en el que se desestructura esta posición, se la va debilitando hasta diluirla completamente a partir de las propias contradicciones en el seno del gobierno. Contradicciones sobre visiones de desarrollo que también se han dado en otros temas como los transgénicos y el TIPNIS.

Qué hacer

Qué hacer ahora, con las represas ya construidas y con la evidencia, que habrá que respaldarla con datos científi cos, de que las actuales inundaciones serían resultado del taponeamiento del drenaje natural de la cuenca.Primero, actuar consecuentemente con nuestra responsabilidad histórica desde el ámbito en que nos toca estar. No es necesario ser gobierno para tener posibilidad de acción sobre el tema. Lo podemos hacer desde instancias académicas, institutos de investigación, desde foros, organizaciones sociales y desde cualquier ámbito. Lo importante es que asumamos una responsabilidad, porque mañana, en tiempos de cambio climático, no vamos a poder superar las situaciones dramáticas que hoy vivimos. Vamos a tener inundaciones de manera permanente.• Profundizar estudios técnicos y científi cos que

analicen los impactos de las represas brasileras sobre territorio nacional, incluyendo escenarios de cambio climático. Necesitamos tener mayores datos de la problemática para poder debatir con mayor objetividad, incluyendo posible escenarios legales internacionales.

• Defi nir una estrategia nacional participativa con todos los actores sectores sociales, académicos, políticos y regionales, caso similar a la estrategia marítima Chile. Estrategia que no debe excluir escenarios legales internacionales. Debemos construir escenarios en el país donde la participación de diversas instituciones y actores sociales confl uyan en una posición nacional. No podemos dejar esta responsabilidad a ninguna instancia gubernamental exclusiva.

• Finalmente, ratifi car que la estrategia de la diplomacia de los pueblos, que tanto ha sido mencionada, en sentido de que ningún país, si se considera hermano, puede generar impactos negativos a otro país, en nombre de su desarrollo.

Hay que hablar de pueblo a pueblo, de sociedad a sociedad y generar alianzas para impedir que estas represas, en la frontera con nuestro país o dentro, puedan generarnos el colapso que hoy estamos viviendo.

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Edición Monográfi ca Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

Impactos sobre los pescadores de las riberas de los ríos

Miles de familias ribereñas viven de la pesca artesanal para el autoconsumo en la cuenca amazónica que es tributario del rio Madera. Es una de las principales actividades económicas de las que vive la población del norte boliviano. Los peces migratorios que suben miles de kilómetros, especialmente los grandes bagres, para desovar, ya no lo pueden hacer porque se estrellan contra un muro que son las represas. Las esclusas que permiten que los peces suban solo alcanzan a un 30 % de efectividad y no tenemos datos si han sido construidas y tampoco existen datos del comportamiento de los peces ante estas murallas. Lo cierto es que la información que se tiene es que existe escasez de pescados en la cuenca; se han registrado reclamos de Cachuela Esperanza en el río Beni, municipio de Guayaramerín, en las comunidades indígenas asentadas a orillas del Madre de Dios y en Pando y Beni, en Rurrenabaque también han manifestado que no se pesca como antes. La afectación llegará a regiones como las del Chapare y Alto Beni.De igual forma la pesca comercial que abastece a Guayará, Riberalta, Cobija, Rurrenabaque, Trinidad y un porcentaje es comercializada en el eje central del país.Es decir el impacto sobre la pesca afectará la soberanía alimentaria en lo que respecta a la demanda y consumo de la carne de pescado. Ya se está observando la extinción de especies y la pérdida de la pesca regional.

Impactos sobre los productores de castaña del norte amazónico

Bolivia es el primer productor mundial de castaña. Exporta el 70% de la producción mundial a Europa y a EEUU. La castaña es conocida internacionalmente como brasilianz nats o nuez del Brasil.Con las inundaciones de áreas potenciales de producción permanente de la castaña amazónica los niveles de productividad bajarán. También miles de familias no podrán realizar la recolección de almendra durante los meses de diciembre a marzo que es la época de la Zafra que coincide con las épocas de lluvias y de inundación.Cabe decir que la producción de castaña es la base de la economía familiar en todo el norte amazónico desde noviembre hasta marzo porque son los únicos 5 meses que tienen ingresos importantes

por concepto de la venta de castaña a los intermediarios. Existe una media de entre mil a cinco mil dólares de ingreso por familia, lo que no vuelve a tener durante todo el año porque practica una agricultura y pesca de subsistencia. Hace falta realizar un estudio preciso de las áreas inundadas y la superficie de castañales afectadas para determinar también la cantidad de familias campesinas e indígenas afectadas, además de los zafreros que van de la ciudad al bosque durante la Zafra.Si se construyeran la represa de Cachuela Esperanza y la de Ribeirao el área de inundación de castañales sería mayor. Se habla de 400 kilómetros cuadrados de áreas inundadas y unas 50 comunidades afectadas.Por otra parte los bajos, orillas de los ríos son ricos en arboles de goma (hevea) del cual se extrae el látex o leche para su comercialización. Hay una elevación del precio de la goma elástica y una incipiente actividad que son indicadores de la recuperación de este producto. Inclusive existe un programa de la gobernación de Pando de reactivación de la economía de la goma. Las áreas inundadas quedarán fuera del programa y las poblaciones del lugar afectado no podrán realizar esta actividad.

Impactos sobre la producción del cacao y asaí

En Bolivia existen aproximadamente 15 mil hectáreas de cacao silvestre. El 55% se encuentran en el Beni, un 20 % en el norte de La Paz y un 4% en Pando. Gran parte de la producción del cacao se encuentran en las áreas bajas inundables a orillas de los ríos de la cuenca amazónica: Madera, Iténez, Beni, Madre de Dios, Orthon y otros ríos menores. Con los efectos de la inundación la mitad de la producción se perderá este año con cuantiosas pérdidas para los productores. Entre los recolectores se encuentran los pueblos tacanas, t’simanes-mosetenes y Vaures. La zafra o época de recolección coincide con la zafra de castaña va de diciembre hasta abril. El precio está a 1200 bs. el quintal.

Impactos sobre la agricultura y pecuaria familiar

La inundación de las tierras de cultivo. Los chacos con arroz, yuca y plátano se han inundado en grandes áreas y se han perdido. Fundamentalmente se han perdido los platanales que se cultivan en

tierras estacionales, en los bajos en las riberas de los ríos aprovechando el limo que queda de los sedimentos después de las llenuras. Cuando la inundación es prolongada arrastra y se lleva todo. Después de la castaña, el plátano es el principal producto de la dieta familiar y que se comercializa en las ciudades de Guayara, Riberalta, el Sena, Rurrenabaque y otras ciudades intermedias. Todo el año el campesino y el indígena viven y se abastecen de estos productos que complementan con la pesca de surubí, yatorana, pacú y otros. Pero con las represas la pesca ha disminuido y solo se encuentra Paiche. También falta carne de monte, chancho, paca, jochi, huaso por la inundación. El escaso ganado local está fl aco o se ha muerto y en las ciudades existen problemas de desabastecimiento y los precios de la canasta familiar se han elevado a las nubes y no hay trabajo. Los que se benefi ciarán con el seguro agrario no podrán comprar semillas y cultivar este año porque las condiciones en el norte amazónico son diferentes. Hay que hacer chaco, sembrar y esperar hasta la zafra de yuca, plátano, arroz, maíz. Solo que no habrá nada en almacén mientras dure el tiempo en que se hace el chaco, se hace la siembra, y esperar los frutos de la cosecha. Que comerán los campesinos mientras tanto?

Impactos sobre la ganadería

Los datos proporcionados por la Prensa nacional hablan de 250 mil cabezas de ganado muertas en el Beni a causa de la inundación. Se estima que el perjuicio puede llegar hasta un millón de ganado muerto al fi nal de las cuentas porque en este momento bajan las aguas pero no hay alimentos para el ganado. En todo caso, los ganaderos que son una clase pudiente de la región debieron tomar previsiones porque cada 10 años hay inundaciones en la llanura Beniana y debían haber hecho lomas altas y almacenar alimentos para estos tiempos de riesgos naturales y los efectos de las represas. Dicho sea de paso, a este sector nunca le importó los posibles impactos de las represas. El gobierno anunció reponer el ganado perdido en un pacto con los ganaderos, sin embargo habría que sopesar que los montos de apoyo a este sector minoritario y pudiente sea equivalente al apoyo o ayuda al sector campesino e indígena con el seguro agrario.

Impacto sobre la fauna

La fauna también ha sido afectada por el detrimento del hábitat natural de las aves y animales de monte

“Es conocido que las dos represas hidroeléctricas construidas en el lado Brasileño, San Antonio y Jirau es parte del IIRSA (Iniciativa para la integración de infraestructura de América del Sur), a su vez este complejo energético es parte del PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento) del Brasil, que tiene la fi nalidad de apoyar el desarrollo del agro negocio en la amazonia del vecino país. Estas represas están causando un gran impacto económico, social y ambiental del lado boliviano. Aquí resumimos de manera general los impactos económicos que se están sucediendo en este mismo instante en nuestra región”, dice el autor.

Abraham Cuellar/ex senador del MAS

Impactos económicos de las Represas y alternativas

económicas en el Norte Amázonico

Abraham Cuellar Araujo

Ponencia presentada en la VI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, Paraninfo de la UMSA, lunes 31 de marzo y martes 1 de mayo.

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como el jochi, la paca, la anta, el chancho de monte, el huaso, la pava, etc. Las familias amazónicas se alimentan con las aves y animales de monte que son fuente de proteínas de origen animal y complementario en la alimentación, vital para su seguridad alimentaria.

Impactos en las enfermedades de transmisión vectorial

Los reservorios de agua estancadas ocasionarán un incremento de las enfermedades de transmisión vectorial como la malaria, el dengue y la Lesmaniasis. El impacto económico se debe medir en los costos y en las actividades de control, prevención, tratamiento de las familias que pueden ser afectadas en las áreas afectadas o inundadas.

Impactos sobre la economía de las ciudades del Beni y el norte amazónico

Por una parte las ciudades intermedias recibirán la migración de la expulsión de los habitantes del área rural afectados por las inundaciones y van a ir a engrosar las periferias de las ciudades, aumentará el subempleo y el trabajo forzado.Por otra, parte, las inundaciones han llegado a todas las poblaciones importantes de Beni y Pando, Rurrenabaque, Reyes, Santa Rosa, San Joaquín, Magdalena, Riberalta Guayaramerin. No hay transporte y no pueden abastecerse de los productos de primera necesidad, además de combustible y gas licuado. Los daños sobre las viviendas de barro o tabique son irreversibles. Aproximadamente 5 mil familias en toda la región se han quedado sin vivienda. Por otra parte hay recesión económica porque todas las actividades económicas se han paralizado por dos meses. No hay circulantes, solo los empleados públicos perciben salarios pero el cuenta propista no recibe nada. Las ayudas en alimentos de parte del estado y las campañas solidarias siempre son insuficientes pues son ayudas temporales cuando el efecto o el prejuicio económico es de por lo menos un año para recuperar la economía familiar.Guayaramerín que es la ciudad actual con mayor impacto de las inundaciones vive de los turistas del Brasil que vienen a comprar electrodomésticos, equipos electrónicos que traen de la zona franca de Iquique. Hoy en día Guayará parece una ciudad fantasma porque inclusive el mercado está inundado y no funciona. Guayará parece Venecia.Como estas ciudades del norte amazónico se abastecen del Brasil de Porto Velho y Río Branco no se pueden abastecer de productos porque estas ciudades están también aisladas en Brasil del resto de sus Estados.

Conclusión de los efectos

Como se puede observar los impactos sobre la economía regional son devastadores. Es cierto que ha habido lluvias excesivas a causa del cambio climático, pero también las represas son causante de gran parte de las inundaciones río arriba porque han disminuido la velocidad del agua a causa del remanso del reservatorio. Para determinar con mayor precisión estos efectos son necesarios estudios de la altura máxima de las represas sobre el nivel del mar y la altura de todas las regiones inundadas sobre el nivel del mar.

Alternativas económicas en la Amazonia

Uno de los justificativos para la construcción de la represa de cachuela Esperanza esgrimido por Alvaro García Linera era que el polo de desarrollo energético del norte amazónico generaría una economía fuerte resultado de la venta de energía al Brasil.Se dijo que los ambientalistas que se oponían a la construcción de las represas estaban en contra del desarrollo. Después de los impactos negativos de las inundaciones y su causalidad relacionada con las dos represas construidas en Brasil será difícil justificar la construcción de Cachuela. Estimo que ya no se construirá y el plan del polo de desarrollo energético se ha desvanecido.Por otra parte, la influencia del agro negocio del

Brasil, especialmente de los soyeros y ganaderos han planteado a los empresarios de la región amazónica de Bolivia que hay que convertir a esta región al estilo brasilero de Rondonia. Eso implica destruir los bosques para sembrar soya y para criar ganado así como se hizo en Santa Cruz.Para desarrollar el agronegocio es necesario energía eléctrica barata y para eso se necesita las hidroeléctricas tanto del lado del Brasil como la de Cachuela y Ribeirao.Queda claro que existe la necesidad de plantear otras alternativas económicas para la región que han sido discutidas desde las organizaciones sociales, intelectuales regionales y algunas ONGs consecuentes con una línea crítica de las políticas del Estado y que no han caído en las estrategias capitalistas del modelo brasilero.Las alternativas económicas en la región norte amazónico parte de una crítica al modelo económico neoliberal capitalista el cual ve a la amazonia como mercancía, una región que tiene recursos y que hay que explotarlos por encima de los derechos de las poblaciones locales.Es necesario construir un nuevo paradigma, plantear un nuevo modelo económico.Es posible generar desarrollo local con preservación de la naturaleza a través del aprovechamiento integral de los recursos naturales renovables, darles valor agregado, garantizar soberanía alimentaria, sin destruir la biodiversidad o afectando lo menos posible.Ya a fines del siglo 18 y a los principios del siglo 20, los impuestos a la producción de la goma significaban el 20% del ingreso al País. La extracción del látex o leche era una actividad de extracción de un recurso renovable porque era cíclico y no era necesario destruir el árbol, sino dejarlo descansar por períodos. Aunque la economía de la goma se cayó por las plantaciones racionales en Malasia, actualmente es posible reactivar este rubro económicamente viable y sustentable.El caso de la castaña o almendra amazónica, Bolivia es el primer productor mundial y es necesario políticas públicas al igual que la quinua, ya que la castaña tiene propiedades nutritivas similares. Es decir, hay que sembrar millones de árboles de castaña para potenciar este producto fenomenal que genera ingresos económicos y es la base de la economía familiar del norte amazónico. Hay que industrializar esta actividad económica de otro producto renovable.La explotación sostenible de la madera es otro rubro renovable. Pero hay que cambiar las normas. No es posible talar y explotar sin reponer. Existen más de 30 árboles con potencial maderable que se está explotando irracionalmente destruyendo su potencial. Hay que seguir el ejemplo de Chile que siembra eucaliptos y pinos y los industrializa obteniendo ingresos similares a los que Bolivia percibe por concepto del Gas, sin ser un país forestal.La gestión integral de los recursos naturales debe sustentar la propuesta alternativa del extractivismo ecológico sostenible y renovable. En esa línea desarrollar el potencial de la cuenca amazónica con la producción piscícola dando valor agregado. Y así podemos hablar de varios otros rubros como el turismo ecológico de aventura (conocida como la industria sin chimenea), la biotecnología, el desarrollo de productos medicinales, productos cosméticos y perfumería, frutas tropicales, artesanías, apicultura, desarrollo de la cría de aves menores, domesticación de animales de monte, cueros y carnes de saurios, etc. Todos son actividades económicas de recursos naturales renovables, que generan ingresos y rentas pero también con la responsabilidad social colectiva de reponer y renovar esos productos para garantizar la sustentabilidad en el tiempo.En el campo energético, es necesaria la construcción de pequeñas o medianas hidroeléctricas que tienen un impacto menor y son manejables. Por ejemplo, la represa del rio Yata resuelve la necesidad energética de Guayara y Riberalta. Existen múltiples opciones en el Beni de construir pequeñas hidroeléctricas en el Machupo, el Itenez, el Ivon, etc. En Pando están las opciones del rio Tahuamanu, Buyuyo y Nareuda.

Calles céntrica de Guayará

Carretera Guayaramerín Brasil a Porto Velho

Ganado muerto en el Beni

Carretera que conecta Cobija con Riberalta

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Edición Monográfi ca

1. Introducción

El sector forestal en realidad sigue siendo un subsector del sector agropecuario o del medio ambiente, tanto en los Ministerios de Agua y Medio Ambiente o del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, nunca ha otorgado a este importante recurso de bosques y maderas, la jerarquía, el nivel o la importancia que le corresponde. Esta pésima decisión de subordinar los bosques bajo otras instituciones ha restado siempre el valor y la importancia que caracterizan los bosques y sus especies forestales. ¿Cómo es posible que un país que posee territorialmente 46 millones de hectáreas, casi el 42 % de bosques naturales de características tropicales y subtropicales, genere en términos económicos de exportación sólo entre 200 y 300 millones de dólares anuales como ingresos por exportación de madera y otros productos forestales maderables y no maderables, incluso sin cumplir los requisitos de manejo forestal sostenible?, frente a un ejemplo comparativo de un país vecino como Chile, que genera como ingresos por actividades forestales valores mayores a los 6.000 millones de dólares anuales, en productos de bosques de plantación que cubren una superfi cie entre dos y tres millones de hectáreas.La respuesta a esa interrogación es sencilla, los países que valoran sus bosques, los cuidan y protegen, propiciando el manejo sostenible de los mismos, además de posibilitar un signifi cativo valor agregado, incorporando industrias de transformación que le dan más valor a los productos obtenidos y con ello enormes posibilidades en la creación de fuentes de empleo y de grandes valores económicos reciben considerables benefi cios económicos, sociales y ambientales. Considerando además de que los bosques por sus características de ofrecer importantes servicios ambientales mitigan los efectos de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), entre ellos dióxido de carbono y otros, mantienen la valiosa biodiversidad del planeta de fl ora y fauna silvestre, contribuyen a disminuir con el calentamiento global del planeta, resguardan una importante reserva genética de plantas medicinales e industriales, pero son también en su función de protección el hábitat natural de las poblaciones

indígenas para su supervivencia.En este proceso de ceguera permanente de los diferentes gobiernos de Bolivia del pasado y el actual, se mantiene siempre la misma forma de actuar, se privilegia siempre el desbosque, la destrucción a través del chaqueo y quema, el cambio del uso de la tierra, de bosques a actividades de agricultura y ganadería. Pero también por efectos de inundaciones permanentes en la actualidad, resultado de la construcción de hidroeléctricas que funcionan como diques de los grandes volúmenes de agua que se generan en las áreas deforestadas de las partes altas, medias y bajas. Los procesos hidrológicos torrenciales son actualmente mayores cada años por el aumento de los niveles de desbosque y por lo tanto por la pérdida de la cobertura forestal que en el pasado cumplía la función de proteger el suelo de la erosión hídrica, de los deslizamientos de grandes superfi cies de tierra en sistemas de colinas y montañas, al carecer actualmente de cobertura vegetal; de la pérdida de infraestructura de caminos, puentes y viviendas por aumento de los niveles de escorrentía y volúmenes de agua en las superfi cies desnudas de vegetación, la pérdida de ganado en las llanuras bajas, así como la desaparición de fauna silvestre, pero sobre todo la penosa muerte de personas, por diversas causas, pero siempre relacionadas con la deforestación.Lamentablemente, las inundaciones causadas por la retención de aguas en las represas construidas en el Brasil, pero cercanas a la frontera con Bolivia tendrán un efecto permanente, lo que provocará mayores pérdidas de bosques y la escasa industria forestal, destrucción de la infraestructura construida por el hombre, impactos sobre la ganadería, la fl ora y fauna silvestre e impactos sobre la vida humana. Estos procesos de mayores inundaciones será provocadas por una parte por el aumento de mayores volúmenes de agua provocadas por mayores deforestaciones en las partes montañosas y zonas de colinas, pérdida de la capacidad de los ríos de transportar el agua por la sedimentación de los cauces de todos los ríos, agua que al fi nal sobrepasa las orillas de ríos, por otra parte por la retención de agua de las represas de Jiraú y San Antonio sobre el río Madera. En la

práctica las llanuras bajas del Beni, Pando, Norte de La Paz están entre dos aguas: las originadas por la constante deforestación en las tierras con bosques en las zonas altas, medias y bajas, así como el efecto de retención de aguas causadas por las represas. ¿Alguien es responsable por este desastre ecológico?, es totalmente claro que los Gobiernos de Bolivia y Brasil.

2. Los valores de la cobertura forestal y deforestación en Bolivia

Los bosques en Bolivia se caracterizan por tener una cobertura forestal de 46 millones de hectáreas para el año 2010 o sea 42 % de la superfi cie territorial del país. En el año 1978 en base al Mapa de Cobertura y Uso Actual de la Tierra se consideraban 56.4 millones de hectáreas o sea 51.4 % con deforestaciones estimadas en menos de 100.000 hectáreas por año. En 1995 a partir de la elaboración del mapa forestal de Bolivia, se estableció 53.4 millones de hectáreas o sea 48 %, con una deforestación mayor a los 168.000 hectáreas al año. En el año 2003 la deforestación estimada superaba 270.000 hectáreas anuales. En el año 2007 el desbosque superaba las 300.000 hectáreas por año, para el año 2010 la pérdida de bosques se situó en más de 400.000 hectáreas. El crecimiento de los procesos de chaqueos y quemas, especialmente en cuanto al aumento de los cultivos de coca a más de 25 mil hectáreas (probablemente mucho más en función de los efectos de deforestación) refl eja un drástico aumento en el desbosque, paralelamente a mayores avances de la frontera agrícola por agricultura y ganadería; en donde el aprovechamiento de bosques para actividades madereras, si bien constituye menores cantidades, en la actualidad, también ha aumentado sus niveles de impacto por mayores cantidades de especies arbóreas aprovechadas legalmente y en mayor magnitud por actividades de aprovechamiento ilegal. Las mayores cantidades de bosques y superfi cies pérdidas provienen de las actividades de desmonte autorizado e ilegal, lo que es fácilmente comprobable cuando el desmonte en términos económicos genera más ingresos que el aprovechamiento en áreas de concesiones forestales.

La situación es actualmente catastrófi ca, dice Luis Goitia, “no se restituye la extracción de árboles de los bosques, la supuesta posible regeneración natural de los bosques para reponer la biomasa extraída de árboles no es factible en concesiones forestales, mucho menos en zonas de actividades ilegales, los niveles de desmonte han crecido considerablemente, cada vez más bosques son cortados y quemados en las diferentes regiones, la industrialización para contar con productos con alto valor agregado es escaso, no existe un verdadero proceso de reposición de los bosques, lo cual es refl ejado por los más de 10 millones de hectáreas deforestadas en los últimos años (mayores a 400.000 hectáreas anuales). “Lamentablemente, las inundaciones causadas por la retención de aguas en las repre-sas construidas en el Brasil, pero cercanas a la frontera con Bolivia tendrán un efecto permanente, lo que provocará mayores pérdidas de bosques y la escasa industria forestal, destrucción de la infraestructura construida por el hombre, impactos sobre la ganadería, la fl ora y fauna silvestre e impactos sobre la vida humana.”, afi rma.

Luis Goitia, docente UMSA

A propósito de las inundaciones en el Beni

Impacto del manejo forestal y deforestación

en Bolivia

Ponencia presentada en la VI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, Paraninfo de la UMSA, lunes 31 de marzo y martes 1 de mayo.

Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

forestal y deforestación

Ponencia presentada en la VI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz, Paraninfo de la

Luis Goitia

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Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

Periódico quincenal N° 107-108 junio de 2014

Edición Monográfica

3. La influencia del manejo forestal en concesiones forestales

Las concesiones forestales fueron establecidas por la Ley Forestal 1700 de 1996, se conceptualizan como actos administrativos por el cual la autoridad (actualmente la Autoridad de Bosques y Tierras - ABT) otorga a personas individuales o colectivas, el derecho exclusivo de aprovechamiento de recursos forestales, en un área específicamente delimitada de tierras fiscales. Se otorgaron más de 9 millones de hectáreas inicialmente, las mismas que se redujeron constantemente hasta 6 millones o menos de hectáreas. Este proceso que consideraba la posibilidad de conservar los bosques bajo manejo sostenible fue totalmente tergiversado por autoridades de turno del sector forestal y por el establecimiento de inadecuados Reglamentos y Normas. Se suponía por ejemplo que las condiciones del manejo sostenible de los bosques posibilitaban sólo el aprovechamiento de un área o compartimento anual, para realizar la rotación en el trascurso del turno de corta, inexplicablemente se concedían autorizaciones para utilizar varias áreas de corte anuales, provocando aprovechamiento no sostenible e impactos en el mayor corte de árboles sin ningún proceso de restitución.Sin embargo el proceso de corte ilegal autorizado en muchos de los casos por la institución respectiva generó mayores desbosques con consecuencias de altos impactos negativos para el ecosistema forestal. Una Ley promulgada en los últimos meses propició un perdonazo inconcebible sobre la deforestación de millones de hectáreas de bosques, producto de actividades ilegales (cobrando sólo multas). Existen muchos ejemplos de cómo las actividades ilegales o inapropiadas relacionadas al cuartoneo, corte y trasporte ilegal de maderas, quema de bosques se han vuelto actividades cotidianas, que se reflejan sólo en multas o remates. El aprovechamiento ilegal se desarrolla en áreas fiscales en las que no existen las mínimas garantías de control o protección. En las concesiones forestales (actualmente bajo otros nombres), se genera mayores niveles de aprovechamiento de especies forestales, estableciéndose que: o los planes de manejo no son apropiados e inducen a mayores niveles de corte, o los planes de manejo no se cumplen, en ambos aspectos los resultados son mayores deforestaciones. Los aspectos relacionados a la falta de seguridad jurídica en muchas de las concesiones forestales (por invasiones ilegales de tierras y bosques) también han generado el incremento de valores de corte de árboles por encima de lo normal, el aumento de superficies de cultivos de coca y la actividad ilegal del narcotráfico generan un impacto creciente de la deforestación en Bolivia. Los nuevos procesos de asentamientos en tierras con bosques, aún considerados como para producción sostenible también influyen en la pérdida de bosques. La falta de visión sobre el valor del bosque se manifiesta en las pésimas decisiones de las instituciones del Viceministerio de Tierras y también del Gobierno, al considerar una nueva apertura de la frontera agrícola que propicia la pérdida de más de 3 millones de hectáreas de bosques. Durante el foro denominado Pacto por La Paz, las máximas autoridades del Estado, consideraban más importante el recurso humano administrativo (oficinas administrativas) que los bosques del país. Una concesión forestal mal manejada genera impactos impactos negativos en relación a la pérdida de suelos, impactos sobre la flora y fauna silvestre, destrucción de ecosistemas, desaparición de especies forestales, mayor aporte de sedimentos en los ríos, deterioro ambiental, y en consecuencia deforestación e inundaciones. 4. Los usuarios de los bosques y la producción de madera

Los usuarios de los bosques son considerados las personas naturales y jurídicas que realizan desde actividades de aprovechamiento en los bosques en base a las diferentes modalidades de usufructo, hasta los procesos de industrialización

y comercialización. Las empresas madereras grandes y medianas, así como las pequeñas y microempresas, generan más de 1.5 millones de metros cúbicos de madera rolliza al año (Goitia 2010). Si bien las grandes y medianas empresas poseen mayores capitales y tecnología, también es necesario visualizar a la gran cantidad de carpinterías y ramas afines de todo el país, son también fuente importante de actividades económicas para miles de trabajadores y sus familias, se podría considerar tomando en cuenta a los trabajadores en el bosque que aprovisionan de maderas, a los pequeños y micro industrializadores, a los actuales intermediarios y a los comercializadores de las maderas a nivel nacional, que existe una influencia del sector de las PYMES – carpinterías y ramas anexas de más de un millón de personas. Sandoval 2009, menciona que la industria forestal boliviana se abastece de materia prima de los bosques naturales, con una producción que ha ido en ascenso, desde 0.76 millones de metros cúbicos de madera rolliza en el año 1998 a 0.98 millones de m3r, el año 2006. Considerando datos de la Cámara Forestal de Bolivia (2006) se establece que las gestiones 2004 y 2005 se extrajo en promedio 796.540 m3r y se exportó 123.441 m3/año de madera elaborada, lo que equivale a 441.470 m3r (usando 30 % como factor de conversión), es decir 52 % del total extraído. El resto, 385.070 m3r/año, se destinó al consumo doméstico.La situación es actualmente catastrófica, no se restituye la extracción de árboles de los bosques, la supuesta posible regeneración natural de los bosques para reponer la biomasa extraída de árboles no es factible en concesiones forestales, mucho menos en zonas de actividades ilegales, los niveles de desmonte han crecido considerablemente, cada vez más bosques son cortados y quemados en las diferentes regiones, la industrialización para contar con productos con alto valor agregado es escaso, no existe un verdadero proceso de reposición de los bosques, lo cual es reflejado por los más de 10 millones de hectáreas deforestadas en los últimos años y los mayores niveles de deforestación (mayores a 400.000 hectáreas anuales). Las responsabilidades de todo este mal proceso la comparten todos los sectores, las instituciones del Estado, entre ellos los diferentes Ministerios, la ABT, los sectores empresariales grandes, medianos y pequeños, los colonizadores que penetran a los bosques bajo diferentes denominaciones.

5. Propuestas frente al desastre forestal

- Reingeniería de la gestión forestal en el marco de una nueva Ley de Bosques o Forestal que posibilite incorporar un real manejo sostenible de los bosques por parte de los usuarios forestales, con permanencia total en las áreas de los bosques, para su mejor protección y verdadera aplicación del manejo forestal sostenible.

- Estructuración de una nueva institucionalidad forestal, con jerarquía de Ministerio y desconcentración de las actividades forestales a nivel departamental y municipal en Servicios Forestales.

- Propiciar la industrialización de los recursos forestales con alto valor agregado, incorporación de tecnologías modernas y eficientes.

- Propiciar que los diferentes usuarios de los bosques (MYPES, medianas y grandes empresas) se incorporen en el manejo de los bosques desde el bosque, la industrialización y comercialización, en un sistema integral con derechos y responsabilidades.

- Fortalecimiento de las Facultades forestales en todo el país, preparando profesionales forestales con altos conocimientos, capacidad, ética y honestidad.

- El manejo de las estructuras institucionales del sector forestal debe realizarse con profesionales forestales sobre todo y en acciones multidisciplinarias con otros profesionales.

IMPACTO DE LA DEFORESTACIóN SOBRE EL BOSQUE, FAUNA SILVESTRE Y POBLACIóN

HUMANA

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Edición Monográfi ca Documento de la cátedra libre Marcelo Quiroga

El Tribunal Ambiental y Agrario de la Corte Judicial de Rondônia obliga a las empresas

hidroeléctricas de Jirau y San Antonio a dar asistencia a miles de familias damnifi cadas en decenas de municipios afectados por inundaciones sobre el río Madeira y sus afl uentes.

Las aguas afectaron completamente una autopista en el Estado de Rondonia.

“Uno de los jueces más probos del foro brasileño fi jó multa de 100.000 reales diarios si las represas de Jirau y San Antonio no inician nuevos estudios de impacto ambiental y no cubren costos de atención a familias y municipios damnifi cados en la cuenca del Madeira-Mamoré, mientras un exministro de Lula les exige un pago de 500 millones de reales por daños al municipio de Porto Velho en la frontera con Pando ( )”, afi rma una publicación del periódico digital Sol de Pando.

Este hecho antecede a lo que puede ser considerado como un precedente para Bolivia, ante una posible demanda internacional al Gobierno brasileño por los efectos que causa (las represas) en su territorio y algo peor en nuestro país, que pese a que bajaron al mínimo las lluvias en Beni y Pando, las aguas de las inundaciones no disminuyen y este fenómeno ya no es un efecto natural.

Como lo revelara EL DIARIO, son las represas que están afectando de manera directa a la naturaleza, habitantes, pesca y otros que de a poco se descubren, sin embargo la hipótesis que lanzamos se viene confi rmado con los mismos actores y afectados de Brasil y Bolivia.

Sentencia

“Considerando lo excepcional del caso que revela una verdadera tragedia vivida por las poblaciones atingidas en el Estado de Rondônia, determinó la inmediata aplicación de esta decisión”, reza la sentencia emitida por el juez quinto de Tribunal Ambiental y Agrario de la Corte Judicial de Rondônia, Herculano Martins Nacif, que obliga a las empresas hidroeléctricas de Jirau y San Antonio correr a partir de la fecha con todos los costos y gastos de atención a las miles de familias

damnifi cadas, en decenas de municipios afectados por las inundaciones, sobre el río Madeira y sus afl uentes.

Según el periodista Wilson García Mérida, la sentencia a la que el periódico digital tuvo acceso exclusivo, emitida al promediar las 19.00 (hora boliviana, del lunes 10 de marzo) exige también a las dos hidroeléctricas que montaron sus usinas (recintos industriales) sobre el lecho del río Madera, proceder a nuevos estudios de impacto ambiental.

Dicha reformulación de los estudios de impacto ambiental deberá ser supervisada por organismos técnicos y sociales competentes, como el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables (Ibama), el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), la Agencia Nacional de Aguas (ANA) y la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), entre otros.

Además, agrega la decisión judicial, el Ministerio Público designará peritos ingenieros, agrónomos, geólogos, sociólogos, antropólogos y economistas, cuyos honorarios serán “custeados pelos consorcios” (pagados por las empresas sentenciadas).

En caso de incumplirse esas dos disposiciones (atención a las necesidades básicas de las familias damnifi cadas fi nanciando vivienda, alimentación, transporte, salud y educación; además de iniciar nuevos estudios de impacto ambiental en estricto ajuste a las normas vigentes), según la trascendental

sentencia, se aplicará una multa diaria de 100.000 reales, equivalentes a casi 45.000 dólares por día.

Respecto al pago de indemnizaciones a las familias damnifi cadas, en base a informes y registros de Defensa Civil municipal, estadual o federal, “as duas hidrelétricas têm prazo de 10 días para comprovar à Justiça Federal que estão cumprindo este item da decisão liminar”. El juez Martins les otorga asimismo un plazo de 90 días para que las empresas demuestren ante la Justicia Federal avances concretos en la reformulación de los estudios de impacto ambiental “sob pena de suspensão de suas licenças de operação”.

Desastre nacional

La sentencia del juez Martins fue emitida 11 días después de que el municipio de Porto Velho se declarara, el 27 de febrero, en “Estado de Calamidad Pública” (equivalente en Bolivia a una declaratoria de Desastre Nacional), lo cual sirvió de fundamento para los alegatos que expusieron las fi scalías y defensorías públicas estaduales y federales, además del gremio de los abogados, el pasado 6 de marzo, en la demanda de un juicio de Acción Civil Pública por “daño moral colectivo” contra los consorcios Santo Antônio Energia propietaria de la represa del mismo nombre, y Empresa Sustentável do Brasil que es dueña de la represa de Jirau.

(Fuente: El Diario, 16 de abril de 2014)

Justicia brasileña emitió sanción a dos represas por exceso de inundaciones

Lo malo de las grandes agresiones al medio ambiente es que no son fácilmente rectifi cables. El mal está hecho y es casi imposible recuperar lo perdido. El megaproyecto chino de la construcción de la presa de las Tres Gargantas fue muy criticado por las organizaciones ecologistas porque iba a suponer un atentado gravísimo contra el medio ambiente. Como sabemos, el Gobierno chino desoyó las críticas y siguió adelante con su plan, desplazando a millones de personas y alterando de una vez para siempre el medio ambiente de la región.Y ahora llegan los problemas. No han tardado mucho, en realidad. El propio Gobierno de China lo ha reconocido y ha empezado (o se ha visto obligado) a tomar medidas efectivas para detener el deterioro medioambiental que está produciendo el proyecto hidráulico de las Tres Gargantas para

el año 2020.Por un lado, se están produciendo efectos muy negativos en los cauces medio y alto del río Yangtsé. Por otro, se prevén desastres geológicos. Tanta cantidad de tierra removida y desplazada y retirada estaba claro que iba a resultar un problema. Además, el Gobierno chino ha prometido incrementar los esfuerzos para conservar el medio ambiente y promover la biodiversidad en las zonas que sufran impacto negativos a causa del, hasta ahora, mayor complejo hidroeléctrico del mundo.El cuerpo principal de la Presa Tres Gargantas, ubicado en un pueblo llamado Sandouping de la provincia central de Hubei, se acabó en mayo de 2006, tras diecisiete años de trabajos de construcción. La estructura comenzó a funcionar en 2003. Se han prevenido inundaciones, se ha

generado energía y se ha impulsado el transporte fl uvial y el uso de agua. Pero también han surgido problemas, como la población que ha tenido que ser reubicada, la protección medioambiental y la prevención de desastres geológicos.En los cauces medio y alto del río Yangtsé, una de las zonas más pobladas del país, aumenta la contaminación que llega al río y supone una terrible presión ambiental. De seguir así, no será fácil garantizar la seguridad del agua potable. En algunas partes del río, la capa de basura llega hasta los sesenta centímetros de grosor y se acumula sobre un área de más de 50.000 metros cuadrados. En algunos lugares es tan compacta que se puede caminar sobre ella. (Fuente: http://www.ecologiaverde.com/problemas-medioambientales-de-la-presa-de-las-tres-gargantas/)

Problemas medioambientales de la presa de las Tres Gargantas

China: