un médico en la frontera de dos mundos: celestino garcía fernández 1851 - 1908, madrid 2011

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FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ ANTONIO IRENE GONZÁLEZ GONZÁLEZ (eds.) ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS MO N O G R A FíA Si CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTíFICAS

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FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ ANTONIO IRENE GONZÁLEZ GONZÁLEZ (eds.)

ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS M O N O G R A FíA Si

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ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS, MONOGRAFÍAS 18

FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ ANTONIO IRENE GONZÁLEZ GONZÁLEZ

(eds.)

REGENERAR ESPAÑA Y MARRUECOS

CIENCIA Y EDUCACIÓN EN LAS RELACIONES HISPANO-MARROQUÍES A FINALES DEL SIGLO XIX

CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTíFICAS

MADRID, 2011

Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubiel1a, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por medio ya sea electrónico, quimico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito de la editorial.

Las noticias, los asertos y las opiniones contenidos en esta obra son de la exclusiva responsabilidad del autor o autores. La editorial, por su parte, solo se hace responsable del interés cientifico de sus publicaciones.

La pu~licación de esta obra ha contado con el apoyo de Casa Arabe-Instituto Internacional de Estudios Arabes y del Mundo Musulmán.

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..c. BIBLIOTECA de Casa Arabe

,¡;: Francisco Javier Manínez Antonio, Irene González González (eds.) y de cada texto, su autor

ISBN: 978-84-00-09361-7 e-ISBN 978-84-00-09362-4 N1PO: 472-1I-153-X e-NIPO: 472-11-152-4 Depósito Legal: M-36.227-20 II Maquetación, impresión y encuadernación: ~ Sociedad Anónima de Fotocomposición

Impreso en España - p,.il1led in Spain

En esta edición se ba utilizado papel ecológico sometido a un proceso de blanqueado ECf. cuya fibra procede de bosques gestionados de forma sostenible.

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UN MÉDICO EN LA FRONTERA DE DOS MUNDOS: CELESTINO

GARCÍA FERNÁNDEZ (1851-1908)

José Luis GÓMEZ BARCELÓ

Instituto de Estudios Ceutíes

1. Introducción

La ciudad de Ceuta entra en la órbita occidental al ser

conquistada, en el siglo XV, por la Armada de Juan I de Portugal. Se

define entonces como «Ciudad, Plaza y Obispado». Sin embargo,

desde que Felipe II accede al trono portugués, más aún a partir del

reconocimiento de su incorporación a la Corona española en 1668 y,

definitivamente, desde la reforma militar de los primeros Borbones, su

estatus preferencial será el de Plaza Militar e incluso Presidio. En la

segunda mitad del siglo XIX la paulatina pérdida de fuerza del

elemento militar, las reivindicaciones de la población civil y el

fortalecimiento del Ayuntamiento Constitucional, al que había dado

paso la Junta de Ciudad tras la promulgación de la Constitución de

1812, irían transformando muchas de sus estructuras.

Conocemos la existencia de médicos en la población

prácticamente desde su conquista1, algunos de ellos miembros de la

comunidad judía.2 La sanidad, hasta el siglo XVII estuvo en manos de

la Iglesia, particularmente de las órdenes religiosas y de las cofradías,

que atendían tanto a los enfermos comunes como a las víctimas de los

combates con el enemigo. La destrucción del Hospital de San Blas, en

1694, fruto de los bombardeos del cerco impuesto por el sultán

marroquí Muley Ismail, dio lugar a que la Corona tuviera que

construir un Hospital Real provisional con el material de este último,

que pertenecía a la Santa y Real Casa de la Misericordia. Un Hospital

que llegaría al siglo XIX convertido en Hospital de Mujeres, al

construirse otro mayor a comienzos del siglo XVIII.3 Cuando

entramos en el siglo XIX la sanidad local está en manos del Ejército,

1 AZEVEDO, 1915, I, p. 214. 2 TAVIM, 1997, p. 375. 3 GÓMEZ BARCELÓ, 2002, pp. 725-780.

José Luis Gómez Barceló

386

mediante el Hospital Real y el de Mujeres, existiendo un Hospitalito

de Jesús, María y José que regían los Trinitarios para asistencia de los

pobres y rescatados, convertido en Hospital del Presidio al

exclaustrarse a los frailes en 1835.4

Con la conversión de la Junta de Ciudad en Ayuntamiento

Constitucional en 1812, el consistorio asume la necesidad de contar

con facultativos propios, teniendo en nómina dos médicos titulares, un

cirujano, dos matronas y un veterinario, funcionando una Junta de

Sanidad y una Casa de Socorro. Una estructura que iría cambiando

con el tiempo.5 Las plazas de médicos titulares se cubrían por

concurso de méritos, presentándose facultativos de poblaciones

cercanas, preferentemente del Campo de Gibraltar, pero también de

otras provincias. Una de esas plazas la obtuvo, en 1871, un profesional

que decidió pasar el resto de sus días en Ceuta, con muchas más

facetas que la profesional y, gracias a lo cual, cien años después de su

muerte, su recuerdo continúa vivo.

2. Celestino García Fernández

Había nacido en Cádiz el 12 de abril de 1851. Sus padres –

Juan Antonio García Pérez y Mª. Dolores Fernández Cubeiro – eran

propietarios, naturales de San Fernando.6 Su buena posición

económica le permitió realizar sus estudios en los colegios de Santo

Tomás de Aquino y San Felipe Neri de Cádiz, entre 1859 y 1865,

obteniendo ese último año premios en las asignaturas de Física y

Química, Historia natural, Psicología lógica y Filosofía moral, y el

título de Bachiller en Artes en el Instituto de Segunda Enseñanza de

Jerez de la Frontera con fecha 7 de marzo de 1867.7 A pesar de que

realiza los cursos de ampliación o preparatorio de Medicina en Sevilla

en 1866, inmediatamente solicita su traslado a la Facultad de

Medicina de Cádiz donde cursará toda la carrera, siendo interno del

4 MADOZ, 1848-1850, pp. 372-380. 5 GÓMEZ BARCELÓ, 2009, pp. 197-198. 6 Expedientes matrimoniales 1872. Archivo Diocesano de Ceuta (ADCE).

Legajo 173. 7 GARCÍA FERNÁNDEZ, 1987.

José Luis Gómez Barceló

387

Hospital de la Misericordia y Caridad de Cádiz entre 1868 y 1870. Sin

llegar a ser un estudiante especialmente brillante, como ha destacado

el profesor Francisco Herrera Rodríguez, completará sus estudios en

tan sólo cuatro años, que culminaría en 1870, cursando seguidamente

las asignaturas del doctorado, que defenderá el 15 de octubre de ese

mismo año, menos de un mes después de que aprobara la carrera.8

Así, tenemos a Celestino García Fernández, con tan sólo 19

años de edad, doctorado con una tesis urológica titulada Paralelo

razonado entre la litotricia y la talla. En ningún momento entraremos

en el tema de esta tesis, que está fuera de nuestros conocimientos y

campo de trabajo, pero sí estimamos conveniente traer aquí un párrafo

de la ponencia de Herrera Rodríguez a la que nos hemos referido:

«Resulta necesario que comentemos que la tesis

doctoral de Celestino García Fernández es un producto

típico de las memorias defendidas en la Facultad de

Cádiz durante el “Sexenio Revolucionario” (1868-

1874), gracias a la descentralización de los estudios del

doctorado por Ruiz Zorrilla, que durante estos seis años

posibilitó que este grado académico se pudiera alcanzar

en cualquier universidad española, y no sólo en la de

Madrid como era preceptivo y lo seguiría siendo con

posterioridad a 1874. Decimos que es un producto

típico por sus características: en primer lugar que es

manuscrita, ya que escasean las impresas; en segundo

lugar, porque las tesis localizadas son generalmente

revisiones librescas, donde se exponen las opiniones de

los diferentes autores que han escrito sobre el tema

elegido, y finalmente el doctorando toma partido o da

su propia opinión. Las legislaciones de Fermín de

Lasala (1880) y de Montero Ríos (1886), comenzarán a

exigir que las tesis doctorales estén más fundamentadas

en la investigación práctica».9

8 HERRERA RODRÍGUEZ, 1988, pp. 127-136. 9 Ibíd., pp. 135-136.

José Luis Gómez Barceló

388

Ceuta, en aquellos años de la monarquía de Amadeo de

Saboya, dependía en lo civil del Gobierno de Cádiz, en cuyo Boletín

Oficial se publicaban las disposiciones oficiales locales, así como en

la Gaceta de Madrid.10

Por uno de ambos medios debió enterarse

García Fernández de la convocatoria de una plaza de médico titular –

según el Libro Capitular se publicó el 7 de marzo de 1871 – que había

lanzado, por concurso de méritos11

, el Ayuntamiento de Ceuta y que

obtuvo el 11 de abril de 1871, tomando posesión de la misma ocho

días más tarde.12

El concurso estuvo reñido, pues se presentaron nada menos

que once candidatos, tres de ellos – contando a García Fernández –

doctores en Medicina, obteniendo éste cinco de los nueve votos

emitidos, siendo los cuatro restantes para el también Doctor en

Medicina y médico titular de Morales del Campo, Rafael Saborido y

Moreno.13

Hombre liberal y sin ningún tipo de perjuicios, García

Fernández conoce muy pronto a una joven natural de Ceuta, Serafina

Vázquez Almanzor, con la que contraerá matrimonio el 16 de

noviembre de 1872.14

La prisa, hay que reconocerlo, venía dada por la

muerte de su madre, África Almanzor, que la dejaba a ella y a su

hermana Luisa solas, pues su padre, el músico del Batallón Provincial

de Sevilla Joaquín Vázquez Sánchez, vivía separado de ellas, en

Sevilla, desde hacía muchos años. Adquirieron una casa, en la calle

entonces denominada del General Moreno, frente al antiguo convento

de los PP. Franciscanos, convertido en Casino Militar y otras

dependencias del Estado, habitando el piso alto y dejando en el bajo la

Farmacia Utor, siendo tradición que en los sótanos se ubicó la logia

masónica a la que pertenecerían propietario e inquilino.

Las circunstancias muy particulares de este matrimonio tienen

relevancia por el tiempo en el que suceden y la mentalidad de la

sociedad de la época. La familia Almanzor había llegado a Ceuta en

1792, formando parte de los jefes y oficiales de las Compañías de

10 Libro de Actas Capitulares de 1871. Archivo General de Ceuta (AGCE).

Libros. 11 Nombramiento de Celestino García Fernández. AGCE. Expediente 4241. 12 Expediente de jubilación de Celestino García Fernández. AGCE.

Expediente 4242. 13 Libro de Actas Capitulares 1871, AGCE. Libros, fols. 25-26. 14 Expedientes matrimoniales de 1872. ADCE. Legajo 173.

José Luis Gómez Barceló

389

Moros Mogataces de Orán que, al retirarse España de aquella Plaza,

hubo que repatriar a España.15

Se trataba por tanto de musulmanes,

que como tales vivieron durante más de un siglo en Ceuta. África

Almanzor, hija del Coronel Comandante de la Compañía de Moros

Mogataces Kadur Benonzar Almanzor y de su esposa Feitoma

Benonzar se convirtió al cristianismo el 21 de diciembre de 1843,

apadrinada por el entonces Obispo Titular de la Diócesis de Ceuta

Juan José Sánchez Barragán y Vera, contrayendo matrimonio el 1º de

febrero de 1844.16

Los Almanzor eran una familia culta, hablaban,

leían y escribían en español y en árabe, y recibieron enseñanza en los

mejores colegios locales, con alumnos cristianos, por lo que sus

problemas de integración en uno y otro mundo se hicieron evidentes.

Así, durante varias generaciones se dieron casos de bautismos al

tiempo que otros miembros de la misma familia y generación se

mantuvieron fieles a su religión.17

El matrimonio de Celestino García Fernández y Serafina

Vázquez Almanzor no tuvo hijos. Vivieron siempre con Luisa

Vázquez Almanzor, que se quedó soltera, y tejieron en torno a ellos

una red de afectos basados en la adopción de algún joven musulmán –

cosa muy de moda en la Ceuta liberal de aquellos entonces – como

Abdelmeyid o Abdelmelik García, el acogimiento del sobrino de su

esposa Ismael Almanzor18

o los apadrinamientos de hijos de amigos

como Mª. Encarnación García de la Torre y Zato – que contraería

matrimonio con el célebre intérprete y diplomático Clemente Cerdeira

Fernández19

– o Serafina del Olmo Navarro, esposa de Adolfo Orozco

García, cuyos hijos todavía conservan la casa del doctor García

Fernández casi como un museo. Durante su vida, el matrimonio

adquirió bienes que luego dividieron en su herencia entre todas estas

personas con las que se rodearon, quienes han mantenido su memoria.

Celestino García Fernández falleció en Ceuta el 18 de abril de

1908. Le sobrevivieron su esposa y cuñada, que con él están

15 ARQUÉS Y GIBERT, 1928. 16 Expedientes matrimoniales de 1843-4, ADCE. Legajo 146. 17 Antecedentes a cerca de Feitoma Almanzor que solicita la gracia del

bautismo. Año de 1852. Despacho 1850-1854. ADCE. Legajo 619. 18 Padrones, AGCE. Libros. 19 ZARROUK, 2009.

José Luis Gómez Barceló

390

sepultadas en un panteón del Cementerio de Santa Catalina de Ceuta,

construido en 1913. En la memoria local se narraban algunos sucesos

que acompañaron a su muerte, pues contrario a la costumbre de velar

a los cadáveres, había ordenado que sus restos esperaran el entierro en

el depósito de cadáveres del cementerio, lo que se realizó, aunque

nadie pudo evitar que los amigos le acompañasen en tan inhóspito

lugar. A media noche, alguien salió, envuelto en una manta, con un

botijo, para obtener agua del garitonero que estaba a la puerta del

cementerio. El joven, sorprendido por la insólita visita, estuvo a punto

de provocar una desgracia en la persona del sediento visitante.

3. El médico

No es nuestra intención poner en duda la formación que

Celestino García Fernández pudiera haber recibido en las aulas

gaditanas, pero cierto es que ni la licenciatura ni el doctorado podían

disculpar su bisoñez en edad y conocimientos. Ignoramos si fue por

eso que sus inicios en el reparto de labores médicas en la ciudad le

hicieron ejercer como forense hasta 1890. Entre sus motivos de

orgullo, de los que escribe en unas notas biográficas del expediente de

jubilación, menciona el haber vacunado y revacunado a dos terceras

partes de la población entre 1871 y 1904, así como haber atendido las

epidemias de viruelas de 1872, 1900 y 1902, difteria de 1878 y 1886;

sarampión de 1822, 1901 y 1902; fiebres tifoideas de 1890 y cólera de

1885 y 1896.20

En ese sentido, García Fernández recibirá siempre el

apoyo del municipio, que le enviará a la península a realizar estudios

de perfeccionamiento y puesta al día en estos temas. Como ejemplo

sirva el viaje realizado en la primavera de 1895 a Barcelona, con

objeto de hacer estudios de la preparación y aplicación del suero

antidiftérico en el Laboratorio del famoso doctor Jaime Ferrán, que

completaría en Cartagena. Exquisito en sus cuentas, al liquidar los

gastos de viaje y de adquisición del aparato para aplicar el suero,

rectificará a la depositaría municipal en la cuenta, porque habían

errado en una peseta a su favor.

20 Expediente de jubilación de Celestino García Fernández, AGCE.

Expediente 4242.

José Luis Gómez Barceló

391

La frontera, y más Marruecos, país con el que limita Ceuta,

han sido para los profesionales médicos siempre una buena escuela

para ver, tratar y enfrentarse con todo tipo de enfermedades y

complicaciones. Marruecos atrae a Celestino García Fernández; es un

hecho. Así, a sus conocimientos de latín y griego sumará rápidamente

el árabe, enseñado por su propia esposa y su familia, llegando a

escribir unos diálogos de árabe vulgar en colaboración con Antonio

Ramos y Espinosa de los Monteros.21

En 1871 y hasta 1903 establece

el cargo de Profesor de Veterinaria del Mercado Público, tratando a

diario con los cabileños marroquíes que entraban y salían de la

población para vender sus mercancías. Su primera visita profesional a

Tetuán la tenemos documentada en 1872, al ser comisionado para

asistir a una epidemia de viruelas. Por otra parte, fue nombrado

Director de Sanidad Marítima de Ceuta y encargado de las dos

titularidades existentes en la ciudad. El nombramiento de Director de

Sanidad Marítima lo hacía el Comandante General, con aprobación

del Director General de Beneficencia, siendo su sueldo anual de 1.250

pesetas. Con él formaban su equipo de trabajo el secretario José Cano

de Santayana, un celador – Salvador Marín Flórez – un patrón –

Antonio Bernal Ramírez – y un marinero – Luis Barceló Barranco.22

Vocal de la Junta de Instrucción Primaria desde 1873, en 1874

forma una pequeña clínica para atender a los musulmanes de la ciudad

y los que entraban y salían de ella, dentro del Hospital Real. Poco a

poco, sus servicios son cada vez más demandados y respetados. En

1875 ejerce como médico de los Voluntarios Móviles, Compañía de

Lanzas e interinamente del Penal, siendo designado vocal de la Junta

Provincial de Sanidad, cuyo cargo continuará ejerciendo hasta 1894.

Como ya escribíamos en el prólogo de la Geografía Médica de Ceuta,

en unas notas de su puño y letra detalla todos estos encargos y algunos

otros. En 1877 se convierte en Médico de la Sección de Moros

Tiradores del Rif – herederos de los antiguos Mogataces – y en 1878

recibe el título de Médico Honorario de Sanidad Marítima. Aunque en

los años siguientes su dedicación a otras actividades será muy grande,

no es menos cierto que continúa atendiendo su distrito y, en muchas

21 Boletín de la Sociedad Hispano-Mauritánica. AGCE. Fondo Antonio

Ramos y Espinosa de los Monteros. 22 Nóminas del personal de Sanidad Marítima de 1873, ADCE. Legajo 782.

José Luis Gómez Barceló

392

ocasiones, los de otros compañeros por ausencia o enfermedad. En

1884 será comisionado a la Legación de España en Tánger, y ejercerá

de vocal de la Junta de Prisiones entre 1888 y 1904 y como

Subdelegado de Medicina del distrito entre 1886 y 1902.

Entre sus publicaciones de esos años, su Instrucción Popular

contra el Cólera (1885), que reproducimos nosotros en la edición de

la Geografía Médica de Ceuta, y que debió ir acompañada de un

Informe extenso de las medidas profilácticas de la localidad en contra

del cólera y de la Instrucción Popular contra la Difteria (1886). Son

estas instrucciones manualitos populares que venían editándose desde

comienzos del siglo XIX, algunos de las cuales, como la Instrucción

contra el Cólera-Morbo (1833) circulaban en la ciudad.23

En concreto,

la referida al cólera de García Fernández, formaba parte del programa

de difusión pública para combatir el cólera que hiciera con sus

artículos en la edición árabe del periódico El Eco de Ceuta. Tras una

introducción, el resto de sus dieciséis páginas, en octavo, se dedicaban

al Aire puro y seco, alimento suficiente y sano, serenidad de ánimo y

oportuno socorro a los enfermos, terminando con una recomendación

de fidelidad absoluta a los médicos y solidaridad entre ricos y pobres

para hacer frente a la enfermedad, así como con una fórmula de la

poción antidiarreica para su tratamiento.

A mitad de los noventa, García Fernández se reincorpora al

Servicio de Higiene Especial y a una vocalía de la Junta Local de

Sanidad, redactando una Memoria Sanitaria de Ceuta en unión del

entonces Capitán de Ingenieros José Madrid y Ruiz, incluida

igualmente en la Geografía Médica. Esta Memoria que en virtud de la

Regla 2ª de la R.O. de 20 de marzo de 1894 redactan D. Celestino

García Fernández y D. José Madrid y Ruiz obedecía a la necesidad

legal de contestar a una encuesta oficial, tan de moda en aquellos

entonces, que les sería encomendada a ambos autores – en su calidad

de arquitecto y médico municipal, respectivamente – por el

Ayuntamiento. Como escribíamos en su edición:

«Tras una extensa introducción, el trabajo se

divide en tres partes que se titulan: 1ª Causas que

directa o indirectamente contribuyen a perjudicar la

23 Despacho, 1830-1850. ADCE. Legajo 1069.

José Luis Gómez Barceló

393

salud pública, enfermedades más comunes y frecuentes

y epidemias que han existido en el último quinquenio,

su duración y fuerza expansiva y difusiva. 2ª Causas

probables o ciertas a que se debe la iniciación y

propagación de las enfermedades y epidemias aludidas

y medidas de higiene, públicas y privadas, que deberían

adoptarse para atenuarlas o evitarlas. Y 3ª Ídem general

del estado higiénico de la población respecto a los

particulares siguientes: A: Escuelas, Mercados,

Matadero, Industrias, Cárceles, Cementerios, Cuarteles,

Teatro y Policía Urbana; B: Obreros y pobres, su

alimentación y viviendas; C: Abastecimiento de Aguas;

D: Desagües y Alcantarillado; E: Parques y

Plantaciones; F: Lagunas y Pantanos; y G: Servicio

General y gratuito de vacunación subdividido en

Hospitales, Casa de Socorro y Asistencia

Domiciliaria».24

En 1894 fue nombrado para una comisión Sanitaria a las

Aduanas de Anyera y en 1895, como ya se ha señalado, fue

comisionado por el Ayuntamiento para ir a Barcelona a hacer estudios

de la preparación y aplicación del suero antidiftérico en el Laboratorio

del doctor Jaime Ferrán. Ese año de 1895 sería nombrado socio

Correspondiente de la Academia y Laboratorio de Ciencias Médicas

de Cataluña. Encontrar rastro de sus actividades es difícil, pero

sabemos que en 1899 redactó un informe sobre la enfermedad

carbuncosa del ganado y en 1901 se encargó de nuevo de otra

titularidad. En los últimos años de su vida continuó participando en

todo tipo de instituciones y juntas de tipo social, médico o sanitario en

Ceuta como la Junta de Gobierno y Patronato de Médicos Titulares

(1904-1907) o la Junta de Reformas Sociales desde 1905. También

será en esos años cuando escriba su Geografía Médica de Ceuta, que

comenzó en 1903 y finalizó en 1906, entregándola al Ayuntamiento

para su publicación, lo que éste no hizo hasta 1987. Como decíamos

en el Prólogo a su edición:

24 GÓMEZ BARCELÓ, 1987.

José Luis Gómez Barceló

394

«No está concebida como un típico compendio

o miscelánea, ni tampoco como una historia parcial, si

bien comienza con una sinopsis del pasado local

bastante completa, para la bibliografía con que en

aquellos años se contaba en Ceuta. Continúa luego la

Mesografía, dividida en una serie de capítulos que

reúnen la Posición Topográfica y Situación Geográfica,

de carácter general; la Orografía en base a lo publicado

entonces para la zona; Hidrología e Hidrometría que

escribió tras un estudio detallado y laborado durante su

prolongado ejercicio médico. Tras la Geología –de la

que sirve lo mismo que dijimos para la Orografía-

repasa la flora y fauna local y colindante a la Plaza,

clasificando la flora en relación a una escala

configurada con los términos: Espontáneas, cultivadas,

abundantísimas y raras. Prosiguen la Meteorología y

Climatología, también en su mayor parte

confeccionadas con sus propias observaciones; y un

estudio urbano de la población que divide en:

Descripción de la Urbe, Establecimientos públicos y

privados, Calefacción, Alumbrado, Vías urbanas y Vías

de comunicación con el término jurisdiccional; en la

que pasa a veces de la pura objetividad a la crítica

abierta, concluyendo el apartado con los capítulos que

titula Bromatología, Vestidos y Policía Sanitaria,

formando una interesantísima visión del estado de la

población en su época. El tercer título importante es la

Demografía, primer intento serio y moderno para su

estudio, que tan útil fuera en esa gran obra que es la

Geografía Urbana de Ceuta, del profesor Manuel

Gordillo Osuna. En ella combinará las frías estadísticas

con útiles gráficos y cuadros, y los en ocasiones

sabrosos comentarios bajo las subdivisiones tituladas:

Condiciones morales y sociales, Vida médica,

Alcoholismo y Criminalidad, esta última de especial

José Luis Gómez Barceló

395

interés por la vinculación profesional que le unía a los

establecimientos penitenciarios».25

4. Masonería

Como ha escrito Vicente Moga, la primera logia masónica

cuyo funcionamiento atisbamos en la historia local es “Africana 112”

y más tarde “Africana 21” (1876-1884) a la cual, como a su capítulo

“El Africano” (1876-1884) perteneció Celestino García Fernández.26

Adoptó el nombre simbólico de “Volta”, con el que tuvo la siguiente

progresión: Grado 18º en 1880, 30º en 1881 y 33º en 1882. Llegó a

ser Soberano Gran Inspector General, máxima categoría que podía

alcanzarse en la masonería según el rito escocés.27

La obediencia

masónica en esta primera etapa estaba en el Gran Oriente de España,

teniendo a Práxedes Mateo Sagasta, Antonio Romero Ortiz y Manuel

Becerra entre sus Grandes Maestres. En 1888 se organiza una nueva

logia, “África 50” (1888-1893) en la cual volveremos a encontrarnos a

García Fernández. En esta etapa, se caracterizará por su interés en

fomentar los valores masónicos en Marruecos, en lo que no encontrará

muchos apoyos, ni tan siquiera en su valedor para crear esta nueva

logia, Alfredo de Vega, vizconde de Ros.28

Así y todo, Celestino

García Fernández conseguiría su propósito de dar a luz una logia en

Tetuán, que se denominó “Luz de Marruecos”, lo que tuvo lugar en

1891, teniéndole a él como uno de sus miembros.29

Una logia, por

cierto, en la que muchos de sus miembros profesaban las religiones

judaica y musulmana.

El ideario masónico de García Fernández impregnará otras

muchas de sus facetas personales, como ahora veremos, aunque se

verá empañado por los intereses de los distintos clanes, lo que quedó

demostrado con la ruina de la Sociedad García, Cerni, Rivero,

Delgado y Compª, la Cooperativa Militar de Consumo y otras

25 GÓMEZ BARCELÓ, 1987. 26 MOGA ROMERO, 1987. 27 SALAFRANCA ORTEGA, 1991, pp. 499-506. 28 SALAFRANCA ORTEGA, 1988, pp. 107-20. 29 MOGA ROMERO, 1987.

José Luis Gómez Barceló

396

actividades económicas de sus miembros, sin olvidarnos de las luchas

políticas por el control del Ayuntamiento y otras entidades locales. La

correspondencia de Celestino García Fernández con las autoridades

masónicas es copiosa y se encuentra en el Centro Documental de la

Memoria Histórica, con sede en Salamanca y próximamente será

objeto de estudio para historiadores ceutíes.

5. Educación

La desaparición de las aulas de enseñanza secundaria de los

Conventos de franciscanos y trinitarios, así como de las academias

regimentales, dejaron a Ceuta en una grave situación para obtener una

enseñanza de calidad y más aún para la obtención del bachillerato.

Hubo diferentes intentos, en la segunda mitad del siglo XIX, para dar

respuesta a las reivindicaciones locales como la creación de una

escuela catedralicia, sobre la base de la formación de capellanes de

coro y hasta un Colegio denominado de los Sagrados Corazones, en el

Palacio Episcopal.30

Pero, sin duda, la mejor de ellas fue la fundación

del Colegio Santa Ana, de primera y segunda enseñanza, por Celestino

García Fernández, en 1883, con la colaboración de la propia Iglesia

local.31

Efectivamente, el Gobernador Eclesiástico, José Xiqués,

decidió apoyar la nueva institución cerrando las aulas del Colegio de

los Sagrados Corazones, dirigido entonces por el Párroco de la Iglesia

de Nuestra Señora de los Remedios, Miguel Moreno, alquilándoselas

a García Fernández. Así pues, la Iglesia reduciría su enseñanza a la

correspondiente al Seminario Menor.32

Fue su director entre 1883 y

1893 y estaba incorporado al Instituto Provincial de Jerez de la

Frontera. El centro se convirtió en la principal institución educativa

masculina hasta dar paso, en 1904, al Patronato Militar de Enseñanza,

en cuya fundación también tuvo su influencia García Fernández.

Por su cuadro de profesores del Colegio Santa Ana pasó

prácticamente toda la intelectualidad local del momento: profesionales

de la medicina, el derecho, la farmacia y las bellas artes, militares de

30 GÓMEZ BARCELÓ, 2003, pp. 327-340 31 GÓMEZ BARCELÓ, 2004, pp. 113-151. 32 Correspondencia, 1877-1879 y 1883-1884. ADCE. Legajos 839, 775.

José Luis Gómez Barceló

397

infantería, artillería e ingenieros, etc… También preparaban los

ingresos en la universidad y las carreras técnicas, fomentando los

idiomas y el ejercicio físico. Desaparecido el colegio fue necesaria la

creación de un nuevo centro. Surgió así el Patronato Militar de

Enseñanza, que se inauguró el 20 de agosto de 1904 en la calle de

Riego número 5, es decir, la misma calle donde existió el anterior, y

que hoy recibe el nombre de “Millán Astray”. Celestino García

Fernández fue uno de sus fundadores, proponiéndosele la dirección,

que declinó por sus muchas ocupaciones y su estado de salud. Sin

embargo, aparece en el cuadro de profesores de 1904-1905 a cargo de

las clases de Fisiología e Higiene de quinto curso de bachillerato.

Trasladado años después a un edificio trasero al Casino Militar, el

Patronato se transformaría durante la Segunda República en el

Instituto Nacional de Segunda Enseñanza.

6. Prensa

La aparición de la prensa en Ceuta había tenido lugar durante

el Trienio Liberal (1820-1823), aunque impresa en Madrid y

Algeciras. Los primeros impresos realizados en Ceuta son ya de 1859-

1860, impresos informativos para el ejército y los periódicos

algecireños que dieron noticia de los sucesos bélicos entre España y

Marruecos. Pero los primeros periódicos locales tendrán que esperar,

concretamente a 1868, con la aparición de La Crónica de Ceuta.33

Estos primeros talleres de impresión y cabeceras estarán siempre

alrededor de una familia: los García de la Torre. En 1883 Manuel

García de la Torre y Contilló fundará El Eco de Ceuta, transformado

en El África en 1887. El Eco de Ceuta fue un bisemanario de ideario

masónico, ligado al movimiento colonista o africanista de la época y

que contaría entre sus directores con el propio Manuel García de la

Torre y Contilló, el abogado Enrique García Ponce y el farmacéutico

Ifigenio Utor y Custodio. Se anunciaba como el «Decano de la Prensa

Árabe en Marruecos», aunque al aparecer en febrero de 1883 se vio

precedido, en tan sólo unas semanas, por Al Moghreb al Aksa,

33 GÓMEZ BARCELÓ, 1993, pp.163-174.

José Luis Gómez Barceló

398

periódico español creado por Gregorio Trinidad Abrines y José

Nogales en Tánger.34

La edición en árabe a la que se refería era una hoja periódica

titulada «Ualá-Galibá Ilá Al-lah» que traducían como ¡Sólo Dios es

Vencedor! La dirigía el propio Celestino García Fernández, formando

equipo con el intérprete Felipe Rizzo y Ramírez – compañero en el

Colegio Santa Ana y famoso por su participación en la expedición al

Sáhara en 188635

– y el que fuera Comandante General de la Ciudad,

José Pascual de Bonanza, autor de algunas memorias sobre la plaza.36

Este suplemento, en tipografía árabe, traducida también al castellano,

tenía como objetivos la formación del marroquí y su información de

noticias que pudieran interesar en la región. La impronta de Celestino

García Fernández se verá en el tratamiento de los temas médicos e

higiénicos.

7. Aspectos lúdico-sociales

El doctor García Fernández aparece en Ceuta prácticamente

como un agitador de actividades, ideas y costumbres. Un hombre

abierto a toda clase de ideas y relaciones que le deparan contactos

dentro y fuera de la ciudad. Sus constantes contactos con los notables

marroquíes le harán ser con frecuencia anfitrión de viajeros entre

España y Marruecos, algunas de cuyas visitas encontramos reflejadas

en la prensa. Entre sus grandes amigos, figurará el militar de Estado

Mayor y geógrafo Ramón Jáudenes y Álvarez, fallecido a resultas de

la expedición para localizar Santa Cruz de Mar Pequeña en 1883 en

compañía del ya estudiado con detalle en el capítulo anterior Eduardo

Álvarez Ardanuy.37

García Fernández sería el promotor de un

homenaje local que dio el nombre de Jáudenes a una de las principales

calles de la población, y abriría una suscripción para elevar en el

Cementerio de Santa Catalina un monumento póstumo, cuya

34 LAREDO, 1935, PP. 233-241; ASSAYAG, 2000, pp. 575-577;

RAMÍREZ ORTIZ, 2005, pp.164-165 y 377-378. 35 PINA, 2008, p. 219. 36 GÓMEZ BARCELÓ, 1984, p. 42. 37 URTEAGA, 2006.

José Luis Gómez Barceló

399

fotografía enviaría luego personalmente a todos los colaboradores en

la idea.38

La amistad con Álvarez Ardanuy continuaría durante toda su

vida y así, cuando en el verano de 1901 llega, procedente de Tánger,

el prefecto de las Misiones de Marruecos, padre Cervera, con el padre

Ventura y Álvarez Ardanuy, todos ellos se hospedaron en casa del

médico.39

Durante su vida, perteneció a numerosas entidades y

asociaciones, con participación activa, como Casinos, asociaciones de

aficionados al teatro o la música, incluso a una sociedad gastronómica

denominada Los XXIV, que con el paso de los años y las bajas terminó

denominándose Los Supervivientes. Encontramos en ese sentido, una

gran preocupación por la recuperación de las tradiciones locales que,

además de en las sociedades en las que aparece inscrito, se refleja más

aún en su etapa de director del Colegio Santa Ana. En ese período,

fomentará las agrupaciones musicales, como «La Tuna Abylense»,

una murga gaditana que será la primera que conozcamos imprimió las

letras de sus canciones durante el Carnaval. Naturalmente, el Carnaval

es una de las manifestaciones festivas más tradicionales en la

provincia de Cádiz, la de su nacimiento, pero también a la que

entonces pertenecía Ceuta. Celestino García Fernández aparecerá en la

organización de los bailes infantiles de Carnaval del Teatro Principal y

hasta llegará a ser, junto con su esposa, protagonista de algunas de las

coplas de «La Tuna Abylense», como la que referimos a continuación:

Los alumnos del Colegio

Saludan en este día,

A su digno Director

Don Celestino García.

Todos juntos deseamos,

Pase con felicidad

En unión de Su Señora

Las fiestas del Carnaval

38 El Eco de Ceuta, 13 de agosto de 1885. 39 El África, 20 de agosto de 1901.

José Luis Gómez Barceló

400

Con el quid vel quid

Con el qui, quae quod.

¡Viva e Carnaval!

¡Viva el buen humor!

Al Señor Don Celestino

Le suplicamos en masa,

No nos guarde algún regalo

De la infernal calabaza.

Estudiar lo que podamos

Fielmente le prometemos

Mas use benignidad

En el momento supremo.

Con el quid vel quid

Con el qui, quae quod.

¡Viva e Carnaval!

¡Viva el buen humor!40

8. Aficiones

Celestino García Fernández fue un gran aficionado a las

Bellas Artes. De hecho, se conservan algunas pinturas hechas por él,

paisajes de la región, de factura correcta. Del mismo modo, encargó

retratos suyos a pintores locales, como Trinidad Custodio de Pro – en

1901 – y un busto en barro que le haría el escultor Cottel en 1902.

También tenía especial predilección por la fotografía, llegando a

reunir una importante colección de imágenes de Marruecos, tanto de

tipos populares, como de paisajes, barrios y edificios notables,

generalmente de Tánger y también en ocasiones de Tetuán.

40 AGCE, Fondo Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros.

José Luis Gómez Barceló

401

9. Conclusión

Celestino García Fernández pasó toda su vida a un lado y otro

del Estrecho, pero también cruzando una frontera que era algo más

que una delimitación político-geográfica. Su búsqueda de valores, de

conocimientos y de afectos se mueve en una forma de ser y de sentir

muy particular. En unos valores que trascienden lo religioso y

socialmente bien visto. Son valores universales basados en la

humanidad, en la fraternidad y en la dedicación a los demás. Puede

resultar extraño que una persona así tenga un panteón en el

Cementerio Católico de Santa Catalina, donde descansan sus restos.

Una tumba grande, sin lujos, pero con su correspondiente inscripción.

Quiero ver la explicación en esa bella tradición de los judíos del norte

de África que dejaban sus sepulturas sin inscripción, si habían tenido

hijos, porque a estos últimos correspondería conservar su memoria,

pero grababan sus epitafios si no los habían tenido, pues también

tenían derecho a ella...41

FUENTES

Archivo Diocesano de Ceuta.

- Nóminas del personal de Sanidad Marítima de 1873.

Correspondencia 1870-1875. Legajo 782.

- Correspondencia, 1877-1879. Legajo 839

- Correspondencia 1883-1884. Legajo 775.

- Despacho, 1830-1850. Legajo 1069.

- Antecedentes a cerca de Feitoma Almanzor que solicita la gracia

del bautismo. Año de 1852. Despacho 1850-1854. Legajo 619.

- Expedientes matrimoniales, 1843-4. Legajo 146.

- Expedientes matrimoniales, 1872. Legajo 173.

Archivo General de Ceuta.

- Boletín de la Sociedad Hispano-Mauritánica, nº 2, 30 de abril de

1896. Fondo Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros.

41 GARZÓN SERFATY, 2008, p. 107.

José Luis Gómez Barceló

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- Expediente de jubilación de Celestino García Fernández.

Expediente 4242.

- Libro de Actas Capitulares de 1871. Libros.

- Padrones. Libros.

- Nombramiento de Celestino García Fernández. Expediente 4241.

Biblioteca Pública de Ceuta.

- El África, 20 de agosto de 1901.

- El Eco de Ceuta, 13 de agosto de 1885.

AZEVEDO, Pedro de. Documentos das Chancelarias Reais

anteriores a 1531 relativos a Marrocos, Lisboa, Academia das

sciências de Lisboa, 1915.

ARQUÉS, Enrique; GIBERT, Narciso. Los Mogataces. Los primitivos

soldados moros de España en África, Ceuta-Tetuán, Imprenta de

Tropas Coloniales, 1928.

LAREDO, Isaac. Memorias de un viejo tangerino, Madrid, [s.n.],

1935.

MADOZ, Pascual. Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de

España y sus Posesiones de Ultramar, tomo VI, Madrid, [s.n.], 1848-

1850, pp. 373-380.

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Tanger, Édition I. Assayag, 2000.

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basada en su Memoria que en virtud de la regla 2ª de la R.O. de 20 de

marzo de 1894 redactó en colaboración con José de la Madrid y Ruiz

y la Instrucción Popular contra el Cólera del mismo autor, Edición

prologada y anotada por José Luis Gómez Barceló. Ceuta,

Ayuntamiento de Ceuta, 1987.

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Caracas, Centro de Estudios Sefardíes, 2008.

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