“patronazgo artístico de diego ramírez en el obispado de málaga”, diego ramírez de...
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PATRONAZGO ARTÍSTICO DE DIEGO RAMÍREZ EN EL OBISPADO DE
MÁLAGA
Introducción
Cuando el 7 de febrero del año 1500 Don Diego Ramírez es nombrado obispo de
Málaga, aún se encuentra acompañando a la futura reina Juana, próxima al
alumbramiento de su primer varón, Carlos de Gante. No será hasta 1503 cuando,
aprovechando el viaje de Juana y Felipe el Hermoso a tierras españolas, Don Diego
visite por primera vez su diócesis malacitana.
Málaga era entonces una ciudad prácticamente recién arrebatada a los árabes,
cuya infraestructura tanto civil como religiosa aún se encontraba enraizada en las
tradiciones norteafricanas que durante siglos habían dominado sus gentes. Fue su primer
obispo Don Pedro de Toledo, nombrado limosnero mayor por la reina Isabel, cuya labor
al mando de la diócesis fue tan alabada por sus feligreses como admirada por la corona.
Por aquel entonces, Málaga no era el único territorio inmerso en un proceso de
evangelización. Las últimas posesiones musulmanas peninsulares habían sido
conquistadas y sus habitantes necesitaban ser reeducados en la fe cristiana. En Jaén, el
obispo D. Luis Osorio había realizado un sínodo en su diócesis y había elaborado
2
nuevos estatutos catedralicios en 1492, proceso en el que había tomado parte activa el
por aquel entonces “licenciado Villascusa”1. Por otro lado, en Granada se encontraba el
primer arzobispo de la capital andaluza, Hernando de Talavera, principal valedor de
Don Diego ante la corona. Fue con este último con quien compartió ideas
evangelizadoras. De él se llegó a decir que “hizo más guerra a los moros este soldado de
Cristo con sus consejos, oraciones y disciplinas que todos los españoles juntos con las
armas”2. En Málaga, como en el resto de territorios recién integrados en el contexto
religioso cristiano, había mucho trabajo por hacer.
Durante el primer mes de 1503 Villaescusa llega a Málaga por primera vez. Esta
primera estancia en su diócesis la dedica a realizar una reorganización eclesiástica de
Antequera erigiendo gran cantidad de parroquias, así como a una visita pastoral a la
diócesis, tras la que llegará a la conclusión de la necesidad de la erección de una iglesia
colegial en Antequera. Para esto último comienza a mover hilos diplomáticos
inmediatamente.
Sus deberes para con la casa real, y la gestión de los trámites para la erección de
la colegiata antequerana hicieron que partiera hacia Medina del Campo a principios de
15043. Allí permaneció hasta la muerte de Isabel la Católica, regresando a Málaga en
marzo de 15054. Durante esta su segunda estancia en la diócesis malacitana, su mayor
preocupación fue defender la posesión de Antequera, reclamada por la diócesis
metropolitana de Sevilla, esta en manos del arzobispo dominico Diego de Deza, a la
sazón inquisidor general. La lucha que mantenía este último con Hernando de Talavera
debido a disensiones ideológicas entre ambos, unido a la pujante riqueza de Antequera
avivó este conflicto durante años, teniendo incluso que intervenir directamente el
Vaticano para mediar entre ambas diócesis5. Sus únicas opciones de salir victorioso en
tan dura pugna pasaban por recibir el apoyo de los nuevos reyes: Don Felipe y Doña
Juana, por lo que partió hacia La Coruña para recibirles en mayo de 15066. A partir de
1 GARCÍA PARDO, Manuela. El cabildo de la Catedral de Jaén. Organización y vida (siglos XIII-XVI),
Almería, Universidad de Almería, 1998. Apéndice, p. 150 2 GONZÁLEZ SÁNCHEZ, Vidal. Málaga, perfiles de su historia en los documentos del archivo
catedral (1487-1516). Málaga, 1994. 3 SUBERBIOLA MARTÍNEZ, Jesús. “La portada gótica de la antigua mezquita-catedral de Málaga, hoy
del Sagrario (1514-1525)”, Boletín de Arte, nº 16, 1995, pp. 113-138. 4 Ídem. p. 117 5 REQUENA ESCUDERO, Fermín. Historia de la cátedra de Gramática de la iglesia colegial de
Antequera en los siglos XVI y XVII, Sevilla, 1974. p. 40. 6 SUBERBIOLA MARTÍNEZ, Jesús. El Real Patronato de Granada. El arzobispo Talavera, la Iglesia y
el Estado Moderno (1486-1516). Estudio y documentos. Granada, 1985. p. 315.
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este momento son los asuntos cortesanos los que centran su interés, aunque sin dejar de
atender el obispado malacitano en ningún momento.
Estos ocho años de ausencia estarán marcados por acontecimientos políticos
relevantes en los que se verá inmerso, como el famoso incidente por el cual será
desterrado de la corte o la crisis sucesoria. Esto no es óbice para sus logros personales.
El afecto que Doña Juana tenía hacia Don Diego provoca que sea unos de los pocos
hombres junto a Diego de Muros y Pedro Mártir, en los que la reina confíe para su
compañía durante su periplo junto al cadáver de Felipe el Hermoso. Sus labores resultan
tan satisfactorias que en 1510 le otorga la carta de hidalguía7. Desde allí gestiona un
nuevo reparto decimal, amén de conseguir en mayo de 1509 una autorización para
realizar una erección parroquial para la diócesis de Málaga8. Mantiene frecuentes
contactos con el Conde de Tendilla, para el que tramita personalmente asuntos ante la
corona9, nombra un procurador para el problema antequerano
10 y, entre otros asuntos,
trata con el claustro universitario salmantino la fundación de un colegio universitario y
un hospital en la ciudad del Tormes durante su visita a la Universidad por orden del rey
Fernando y con el apoyo de Cisneros11
.
Vemos pues que los años que pasa lejos de Málaga son aprovechados tanto para
su dedicación diocesana como para su medro personal.
Regresa en enero de 1514 y, pleno de actividad, inicia una visita pastoral,
convoca un sínodo diocesano12
, inicia las obras de la puerta del Sagrario13
amén de
elaborar para la colegiata de Antequera unos estatutos complementarios a la bula
papal14
. Son pues tan sólo dieciséis meses los que permanece en la diócesis hasta que es
llamado por el rey Fernando para ocupar la presidencia de la Chancillería de Valladolid,
cargo que ostentará hasta 1521. A pesar de no volver jamás a Málaga, seguirá implicado
7 OLMEDO, Félix G. Diego Ramírez de Villaescusa: (1459-1537): fundador del Colegio de Cuenca y
autor de los cuatro diálogos sobre la muerte del Príncipe Don Juan. Madrid, Editora Nacional, 1944. pp.
88-89. 8 SUBERBIOLA. Real Patronato de Granada…op. cit. p. 287.
9 SZMOLKA CLARES, JOSÉ. Epistolario del Conde de Tendilla (1504-1506). Universidad de Granada,
1996.
10 - SUBERBIOLA MARTÍNEZ, Jesús. “El testamento de Pedro de Toledo, obispo de Málaga (1487-
1499) y la declaración de su albacea, fray Hernando de Talavera, arzobispo de Granada (1493-1507)”,
Baetica, estudios de arte, geografía e historia, nº 28, vol. II, 2006. pp. 373-394. 11 CARABIAS TORRES, Ana Mª. El Colegio Mayor de Cuenca en el Siglo XVI: Estudio Institucional.
Ediciones Universidad de Salamanca, 1983. pp. 53-57. 12 SUBERBIOLA. El Real Patronato de Granada… op. cit. p. 315. 13 SUBERBIOLA, “La portada… pp. 118-119. 14 GÓMEZ MARÍN, R., Colegiata de Antequera. De Santa María a San Sebastián (1503-1692).
Córdoba, 1995. p. 53.
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en los asuntos diocesanos, pero en 1518, ya con el respaldo del emperador Carlos V,
intercambia la sede malagueña por la conquense del Cardenal Riario15
.
Patronazgo artístico
Don Diego Ramírez llevó a cabo una gran labor como promotor artístico durante
los años de su obispado malagueño, y no sólo en la propia diócesis andaluza, sino que
también se prodigó en este aspecto en las comarcas de Cuenca, Salamanca y Valladolid.
Valga este dato como muestra de lo destacado de su posición social en aquellos
momentos. Estamos hablando del momento cumbre de su carrera personal, durante el
cual ganó tantas amistades entre los grandes como enemistades fruto del interés y de la
codicia cosecharía tras la revuelta de las Comunidades. Dada la cantidad de actuaciones
en pro de las artes de Don Diego en estos años, resultaría excesivo referirnos a cada una
de ellas, por lo que nos centraremos exclusivamente en sus intervenciones referentes a
Málaga y su diócesis.
- Real Colegiata de Antequera
Su obra capital fue la Real Colegiata de Antequera.
Tras la visita pastoral llevada a cabo a principios de 1503, Villaescusa se percató
del auge económico y demográfico de la comarca, y en concreto de la ciudad de
Antequera. Ello le impulsó a proponer la creación de una iglesia colegial para aumentar
el número de ministros que realizasen el culto divino y administrasen los sacramentos16
.
Rápidamente inició los trámites necesarios para llevar a cabo la fundación solicitando
los permisos pertinentes a los Reyes Católicos17
y a la Sede Apostólica, los cuales
fueron concedidos con gran premura, pues la bula de erección está fechada a 8 de
febrero18
. A través de estos permisos queda el obispo de Málaga como autoridad
15 LÓPEZ, Mateo. Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Biblioteca Conquense, tomo 1. Cuenca,
1949. pp. 235-236. 16 REQUENA, op. cit., p. 41. 17 Facultad concedida por los Reyes Católicos al Obispo de Málaga D. Diego Ramírez de Villaescusa
para la fundación de la Colegiata. (Es copia de 1515). Archivo Histórico Nacional, Sección Diversos,
Serie Concejos y Ciudades, leg. 4, num. 4. Publicado por REQUENA, op cit. p. 41. 18 Bula de erección de la Iglesia Colegial de Antequera y provisión del obispo Ramírez de Villaescusa.
(Copia del siglo XVII del traslado y traducción del licenciado Antonio Nieto, Notario Apostólico, a
5
máxima en lo concerniente a la iglesia colegial, con capacidad para proveer los cargos y
modificar sus estatutos si lo creyese conveniente, haciéndolo así en los años 1504 y
1514 cuando dio las instrucciones por las que se gobernaría la colegial hasta la
elaboración de los Estatutos de Bernardo Manrique19
.
Una vez superados los primeros trámites burocráticos y establecida en principio
la colegiata en la iglesia de Santa María de la Esperanza, se decidió la construcción de
un nuevo templo capaz de albergar tal institución. Para ello no se escatimó en gastos, y
sabemos que el encargo recayó sobre Alonso Rodríguez, maestro mayor de la catedral
de Sevilla, quien se comprometería a elaborar las trazas y realizar visitas periódicas a
las obras, mientras que la dirección y coordinación de las obras sería llevada a cabo por
Pedro de Villarreal20
. El maestro recibiría 3000 maravedíes y tres cahíces de trigo y
cebada por cada día que residiera en Antequera, mientras que es su ausencia, Villarreal
dirigiría el trabajo de los canteros Juan de Ayarra, Pedro Ruiz, Rodrigo Díaz de Padilla
y Sancho de Palma21
.
La obra encargada no llegó a culminarse, debido posiblemente a un cambio de
orientación de la planta, lo que ha llevado a pensar que los restos goticistas situados
junto al actual templo pudieran pertenecer a las trazas dadas por el Maestro Alonso,
posiblemente, el único testimonio conservado del proyecto22
. Lo construido se utilizó
durante años como sala capitular y más tarde como cantera para otras obras23
.
instancia de Martín de Gaztelu, secretario de Felipe II). Archivo Histórico Nacional, Sección Diversos.
Serie Concejos y Ciudades. Leg. 4, núm. 2. Publicado por REQUENA, op. cit. p. 362. 19 REQUENA, op. cit. p. 43. 20 CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario. ROMERO BENÍTEZ J. (dir.), La Real Colegiata de Antequera.
Cinco siglos de arte e historia (1503-2003), Excmo. Ayto. De Antequera, 2004. p. 123. 21 Archivo de Protocolos de Antequera. Leg. 49, Fols. 118-120. Citado por PÉREZ DEL CAMPO,
Lorenzo, “Versatilidad y eclecticismo, Diego de Vergara (h. 1499-1583) y la arquitectura malagueña del
siglo XVI”. Boletín de Arte-Universidad de Málaga, nº 7, 1986. pp. 81-98. 22 Este aspecto ha suscitado entre los investigadores animadas polémicas recogidas en PÉREZ DEL
CAMPO, op cit., p. 90. 23 CAMACHO. La Real Colegiata de Antequera…p. 123.
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Restos del Ábside de la Colegiata
El arquitecto se encontraba por aquellas fechas inmerso en los trabajos de
construcción de la bóveda de la capilla mayor de la catedral de Sevilla, y ese mismo año
se le gratificaba por su buen hacer en reparaciones de la fábrica catedralicia. Sucedió a
Simón de Colonia como maestro de obra de la catedral, terminó el cimborrio y presentó
un informe acerca de las posibles causas de su posterior derrumbe en diciembre de
1511. Intervino en otras obras de la diócesis sevillana y viajó a Salamanca para realizar
las trazas de la nueva catedral en 1510 junto a Antón Egas. Tras la catástrofe del
cimborrio fue despedido pero se le volvió a contratar como asesor de Juan Gil de
Hontañón, apartándole así de la dirección pero aprovechando su amplia experiencia.
Debió fallecer en 151324
.
Lo cierto es que la obra de la colegiata se abandonó y se encargó un nuevo
proyecto “all`antica” alrededor de 1530 ya con D. Diego ocupando la diócesis de
Cuenca, por lo que su estudio en este artículo carece de interés.
Cabe destacar cómo, a pesar del fracaso del proyecto arquitectónico de Alonso
Rodríguez, la institución creada por el obispo Ramírez prosperó, adquiriendo gran
protagonismo dentro de la vida religiosa y cultural antequerana. De entre todos los
aspectos sobresale la institución de una cátedra de Gramática que adquiriría gran
brillantez en siglos posteriores, cuyo origen se debe a la creación del oficio de preceptor
de Gramática ordenada en la provisión del obispo Villaescusa y respetada
24 FALCÓN MÁRQUEZ, Teodoro. La catedral de Sevilla. Estudio arquitectónico. Sevilla. Diputación
Provincial, 1980. Pp. 127-130.
7
posteriormente en los estatutos de 154325
. Asimismo, merece la pena llamar la atención
sobre la capilla de música que establece la misma provisión de D. Diego, mostrando ya
entonces un interés por la música litúrgica que se vería reflejado posteriormente en la
catedral de Cuenca, tanto proporcionando rentas para el mantenimiento de la capilla
musical26
como promoviendo la impresión de misales27
.
- Portada de la iglesia del Sagrario
En 1514 D. Diego Ramírez regresa a Málaga, como ya hemos visto, dispuesto a
desarrollar varios proyectos en beneficio de la diócesis. Durante su larga estancia en la
corte había estado allegando fondos con negociaciones como el reparto decimal del
obispado o la dotación de 50.000 maravedíes para la fábrica de la catedral28
. Una vez
salvados los obstáculos burocráticos y económicos, procedió a materializar sus
objetivos.
Durante la visita pastoral del cabildo inmediata al regreso de D. Diego a Málaga,
éste solicitó la carta de privilegio sobre la cal y el ladrillo concedida por los Reyes
Católicos a D. Pedro de Toledo en 1492. A los pocos días el mayordomo de obra
elevaba esa petición en sesión capitular y solicitaba permiso para ausentarse del rezo de
las horas para atender al desarrollo de las obras29
. Estos testimonios bastan para probar
que Villaescusa se disponía a llevar a cabo un gran proyecto evidentemente planeado
con anterioridad.
El vano ya estaba abierto desde el pontificado de Don Pedro de Toledo.
Villaescusa le añadió la estructura arquitectónica y la decoración escultórica. Al
remodelarse la mezquita conforme las necesidades cristianas, se tuvo que cambiar la
orientación del templo. Fue en entonces cuando se abrió una puerta en el flanco norte
del edificio. Aparece mencionada como Puerta del Perdón por primera vez en las actas
capitulares del 29 de junio de 149830
.
25 REQUENA, op cit., p. 44. 26 MARTÍNEZ MILLÁN, Miguel, Historia musical de la catedral de Cuenca, Diputación de Cuenca,
1988. 27 JIMÉNEZ MONTESERÍN, Miguel. Vere Pater Pauperum. Diputación de Cuenca. Cuenca, 1998. 28 SUBERBIOLA. Real Patronato de Granada… op. cit. p. 304. 29 SUBERBIOLA, “La portada…” p. 118. 30 Ídem. p. 114.
8
Parece ser que las obras avanzaron rápido hasta 1515, casualmente cuando D.
Diego tuvo que marchar a Valladolid para presidir la Chancillería. Quizás la ausencia
del obispo hizo que los miembros del cabildo se mostrasen reticentes a seguir
concediendo fondos a la fábrica. Al mismo tiempo fallecía el mayordomo Martín
Álvarez, y Villaescusa otorgaba el cargo a Francisco del Pozo, que ya se ocupaba de las
obras del palacio episcopal. A partir de este momento, del Pozo parece que desvía parte
de las rentas de la fábrica para proseguir con las obras de ampliación de los palacios
episcopales y aderezar ciertas estancias catedralicias. Por ello Ramírez mantuvo
constantes enfrentamientos con el cabildo hasta el punto de remitir sus quejas este
último al emperador Carlos V siendo ya Villaescusa obispo de Cuenca y alegando que a
pesar de las rentas invertidas, la catedral seguía “como en tiempo de moros”, exigiendo
que se paralizasen las obras hechas y dejando entrever su intención de levantar un
templo catedralicio de nueva planta a imitación de otras grandes ciudades como Jaén o
Granada, que ya había abierto los cimientos de la catedral en 1521. Finalmente, el 28 de
julio de 1525 en sesión capitular se decide terminar la obra de la portada, a pesar de que
faltaban varios metros par el remate31
.
Portada de la Iglesia del Sagrario
31 Ídem. pp. 121-125.
9
Las trazas responden al modelo gótico de fachada retablo que, a principios de
siglo XVI, se dejó notar principalmente en el reino de Castilla, con repercusiones
formales que traspasaron nuestras fronteras32
. Se trata de un proyecto monumental
cuyos valores tanto estilísticos como iconográficos delatan un objeto propagandístico de
la corriente cercana a la prerreforma que surge durante estos años.
La portada cuenta con decoración tanto externa como interna. La externa se
compone de tres cuerpos delimitados por líneas de imposta y flanqueados por bellos
estribos (plagados de doseles con esculturas) cuyo volumen decrece según asciende
hacia la crestería, lo que dota al conjunto de una liviandad sorprendente, a pesar de los
añadidos del siglo XVIII que la coronan. En el primer cuerpo destaca la portada de
medio punto abocinada con cuatro arquivoltas terminadas en jambas, tres decoradas con
elementos vegetales y una con el Apostolado. En el estribo, bajo doseletes, María y
Gabriel, flanqueados por dos evangelistas cada uno. El segundo cuerpo lo preside un
Cristo-Majestad de pie sobre la portada bendiciendo al pueblo y sustentando un globo.
Lo más llamativo es la mandorla mística formada gracias al desarrollo de la cardina que
corre sobre la última arquivolta, formando una estructura pentagonal decorada con
elementos vegetales cuya parte superior acaba formando un pilar semejante a un tronco
que conecta con la imagen de Santa María, ya en el tercer registro, y uniendo la temática
de los tres cuerpos. A los lados de Cristo, sobre peanas, encontramos los escudos de los
Riario, cuya colocación se debe a la terminación de la portada durante su pontificado. El
cuerpo superior, restaurado y perdido en gran parte, cuenta con la ya mencionada
imagen de Santa María, algo elevada con respecto a las dos figuras que la flanquean,
dos eclesiásticos bajo doseles, en posición orante, tras los que se colocan sus santos
patronos intercediendo por ellos ante la Virgen33
. La identificación de los mismos aún
no está clara, siendo posible que representen al Cardenal Mendoza y Hernando de
Talavera, personajes relevantes en la consagración y erección catedralicia34
.
La fachada interna, recientemente rescatada del ostracismo, casi no conserva ningún
adorno, pero las peanas que la flanquean atestiguan que contó con una rica decoración
escultórica. Tan sólo se conservan dos relieves, uno con el tema de la Encarnación y
32 La original forma de campana que preside la composición se relaciona directamente con la fachada del
ayuntamiento de Gante. JONGE, Krista de, en CHECA, Fernando y GARCÍA GARCÍA, Bernardo J. El
arte en la corte de los Reyes Católicos. Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2005. pp. 168-181. 33 SUBERBIOLA, “La portada…” 126-130. 34 TORRES BALBÁS, Leopoldo. La Alcazaba y la Catedral de Málaga, Madrid, 1960.
10
otro con emblemas que podrían pertenecer, según Teresa Sauret, a Felipe el Hermoso o
a Carlos V, lo que nos remite a fechas anteriores a 152035
.
Con respecto a la autoría de la fachada, aún está todo por esclarecer. Distintos
estudiosos la han relacionado con la obra de varios maestros, entre ellos Egas o Pedro
López, residentes en Málaga en relación con la obra de la nueva catedral renacentista. A
su estilo se acercan algunos detalles como las hojas de acanto, el fondo resuelto en
arquillos ciegos o el tratamiento de las cardinas36
. Pero su tremenda similitud en cuanto
a composición y estilo escultórico con la iglesia de Santa María de Aranda del Duero
nos remite a la escuela de Simón de Colonia37
. Por ello puede ser que las trazas fueran
dadas por Simón de Colonia o algún artista de su círculo, y la ejecución llevada a cabo
por Guas o López.
-Palacio Episcopal
Pocas son las noticias que tenemos sobre las obras llevadas a cabo por
Villaescusa en las casas episcopales. Parece ser que hasta su intervención, los prelados
residieron en las casas de Aben Omar, por ser las más suntuosas de la ciudad y dada su
proximidad a la mezquita-catedral. De ellas sabemos que García de Hinestrosa pidió en
su testamento que para la capilla del hospital de Santo Tomás se construyese una sala
cuya techumbre debía tener “enmaderamiento y tablazón blanca según la sala de la
casa obispal”38
.
35 SAURET, Mª Teresa, La Catedral de Málaga. Diputación de Málaga, Málaga, 2003. 36 Ídem. p. 42. 37 CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario. Arquitectura y símbolo. Iconografía de la Catedral de Málaga.
Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. Málaga, 1988. pp. 18-33. 38 Archivo Capitular de Málaga. Leg. 22/ Existe una copia y transcripción en el Archivo Temboury. En
AGUILAR GARCÍA, Mª Dolores. Málaga (1487-1550). Arquitectura y ciudad. Diputación de Málaga.
1998. p. 252.
11
Plano Casas Obispales
La ampliación llevada a cabo por Don Diego se documenta a partir de 1515 con
el nombramiento de Francisco del Pozo como mayordomo de obras de la catedral tras la
muerte de Martín Álvarez39
. Surgen a partir de entonces conflictos entre el cabildo y el
obispo debido al desvío de rentas de la fábrica catedralicia y la adquisición de casas de
la mesa capitular que incorpora al palacio, donde erige también una torre vigía. Por
estos años, D. Diego adquiriría también la Heredad de Churriana, que el Cabildo puso
en secuestro en 1523 para resarcirse de las casas tomadas anteriormente40
. Más tarde, en
1532, el mismo Carlos V es quien, por petición del cabildo malagueño, solicita a
Villaescusa que pague 40.000 maravedíes al obispado de Málaga “…de las casas que
había comprado siendo obispo de esta ciudad para incorporarlas en las episcopales de
su habitación…”41
. En siglos posteriores el palacio sufriría sucesivas transformaciones
que acabarían por hacer desaparecer casi por completo las obras patrocinadas por D.
Diego, cambiando la configuración arquitectónica y urbana de la zona con grandes
intervenciones como la del obispo Manrique.
39 SUBERBIOLA, “La portada…” p. 119. 40 AGUILAR. Op cit. p. 253. 41 Archivo Capitular de Málaga. Leg. 14, nº 16. En Ibidem.
12
El palacio durante su pontificado estaría formado por los aposentos y la torre
vigía, además del cobertizo que lo unía a la Iglesia Vieja, y su entrada principal daría a
la calle Molina Lario. La torre podría ser de tejado a cuatro aguas y justificada por la
proximidad del puerto, donde todavía existía la amenaza de los ataques berberiscos42
.
Tras abandonar Málaga y recalar en Cuenca, D. Diego Ramírez mandó
remodelar también allí los palacios episcopales góticos43
. Cierto es que los mismos
necesitaban de una reforma, lo que pudo aprovechar nuestro obispo para llevar a cabo
un proyecto que en Málaga no pudo concluir.
Estas tres obras arquitectónicas patrocinadas por Diego Ramírez son las que más
calado han tenido tras su paso por Málaga, pero no debemos olvidar otras
intervenciones de menor empaque pero indispensables para conocer mejor la
personalidad del prelado. Veamos algunas de ellas.
En 1505, D. Diego García de Hinestrosa se propone construir el hospital de
Santo Tomé, para lo que necesita el espacio ocupado por unas casas de la mesa capitular
ubicadas frente a la Puerta del Perdón (futura puerta del Sagrario). Villaescusa autoriza
la transacción de las casas abonándose por ellas 70.000 maravedíes44
. Gracias a esta
autorización las obras pudieron comenzar en 1507, una vez muerto el fundador,
consiguiendo Villaescusa para el obispado el derecho de elección periódica del capellán
del hospital, así como la de un visitador para realizar dos visitas anuales, quedando el
obispado como co-patrono perpetuo de la institución45
.
Durante el año 1513 los agustinos buscan establecerse en la ciudad de
Antequera. Para facilitárselo Diego Ramírez les hace la donación de la ermita de Santa
Catalina, una pequeña iglesia ubicada extramuros de la localidad, a través del licenciado
Bartolomé Subtraxer, nombrado por el obispo vicario y visitador de Antequera46
.
42 AGUILAR. Op cit. p. 255. 43 IBÁÑEZ MARTÍNEZ, P.M., “Hallazgos góticos del siglo XIII e el palacio episcopal de Cuenca”,
Goya: revista de arte, nº 276, 2000, pp. 149-156. 44 SUBERBIOLA, “La portada…” p. 115. 45 FERNÁNDEZ MÉRIDA, Mª Dolores. Los hospitales malagueños en los siglos XV-XX. Historia y
arquitectura. Málaga. Centro de Publicaciones de la Diputación de Málaga, 2004. 46 FERNÁNDEZ, J.M., Las iglesias de Antequera. Centro de Estudios Andaluces. Málaga, 1943.
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El año siguiente, a su paso por Antequera con motivo de la visita pastoral
diocesana, hizo la donación a los carmelitas de la ermita de San Sebastián, como así
aparece en el Archivo Capitular de Málaga47
. Conviene destacar que les impuso varias
condiciones para concederles la donación, como el pago del diezmo de las tierras, el
retorno de las tierras al obispado en caso de decaimiento de la orden o que los obispos
mantuvieran sus derechos sobre la iglesia48
.
El 5 de abril de 1515 da licencia a Francisco del Pozo, mayordomo de las obras
de la fachada del Sagrario, para que pudiera edificar dentro de la catedral vieja la capilla
de Santa Bárbara, amén de ponerle reja y puerta. El documento de la licencia dicta una
serie de condiciones que el patrono debe cumplir, condicionando en cierto modo la
fábrica de la capilla49
.
El mismo año, y posiblemente debido a su marcha a Valladolid a asumir el cargo
de la presidencia de la Chancillería, hace donación a la catedral de su báculo, anillo,
mitra y cruz pectoral junto a un magnífico portapaz de plata dorada.
El portapaz parece ser de gran calidad. La marca de la ciudad de Ávila, y la de
su platero, un tal Alonso, aportan algo de luz a la realización de esta obra litúrgica para
dar la paz a los fieles. Según Sánchez Lafuente50
se asemeja a modelos de platería
vallisoletana de la época de los Reyes Católicos, y lo relaciona con otro portapaz, de
Pedro de Ribadeo, guardado en la iglesia parroquial de Huéscar (Granada).
Portapaz
47 Archivo Capitular de Málaga. Leg. 8, nº 41. Original. “… fazemos donación pura entre bivos e no
revocable para syempre jamás a vos venerables e devotos religiosos … de la iglesia e hermita de San
Sebastián el viejo que es extramuros…” Publicado por SUBERBIOLA. Real Patronato de Granada…op.
cit. p. 321. 48 Ídem. 49 AGUILAR. Op cit. p. 175. 50 SÁNCHEZ LAFUENTE, R., “Portapaz”, en AA.VV., El Esplendor de la memoria. El arte en la
iglesia de Málaga, op.cit. , p. 108.
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Tiene forma de hornacina de planta poligonal entre contrafuertes, rematados
estos por pináculo y florón. Alberga una figura de la Virgen siendo coronada por dos
ángeles mientras con su brazo izquierdo sostiene al Niño y le hace una ofrenda. El busto
de la Virgen se eleva sobre una media luna y se rodea de rayos mientras se cubre con un
manto que imita unos brocados. Sobre la escena, un dosel de arcos conopiales y chapitel
piramidal de arcos entrecruzados.
Ya en 1518, y antes de acceder al pontificado de Cuenca, Villaescusa encargó
unas rejas para el Cuarto del Sínodo, llamado así por el sínodo diocesano convocado por
él mismo en 1515. Se encargan cuatro rejas para las ventanas de dicha estancia a los
rejeros de Úbeda Miguel de la Torre y Maestre Francisco, según trazas del pintor
Hernán López. En el contrato figuran las condiciones, entre las cuales figura que
aparezca el escudo del obispo y que estén hechas “en romano”, con colgantes, efigies y
manzanas. También se acuerda el dinero a pagar, que son 45.000 maravedíes51
. Consta
en el archivo que se entregaron ya hechas en septiembre del mismo año. Las
negociaciones fueron llevadas por Francisco del Pozo, ya que Ramírez se encontraba en
Valladolid, y nunca volvería a la diócesis.
Acaba aquí la presencia oficial de Diego Ramírez de Villaescusa en la capital
malacitana como obispo, aunque aún conservaría durante algunos años cierta influencia
gracias al cargo de gobernador de la diócesis, ya que el cardenal Riario, con quien
permutó el obispado por el conquense, residiría en Roma.
Valga este pequeño artículo como apunte de una de las fases más activas de la
vida de un hombre cuya memoria ha sido relegada al olvido con el paso de los años.
Créditos fotográficos
Ábside de la Colegiata: CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario. ROMERO
BENÍTEZ J. (dir.), La Real Colegiata de Antequera. Cinco siglos de arte e historia
(1503-2003), Excmo. Ayto. De Antequera, 2004.
Plano Casas Obispales: AGUILAR GARCÍA, Mª Dolores, “Málaga,
arquitectura y ciudad”, Diputación de Málaga. Málaga, 2003.
Retrato, portada del Sagrario y Portapaz: Alejandro Sáez Olivares
51 Archivo Histórico Provincial de Málaga. Legajo 17, s.f. En la obra de ESPEJO LARA. J.L.
“Documentos de interés para la historia del arte de Málaga”, Boletín de Arte, 7, 1986. pp. 69-79.