modelos de madres en las metamorfosis de ovidio

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* Este trabajo se inserta en los Proyectos de Investigación PI-40/00541/FS/01 y BFF2001-0013, subvencionados por la Fundación Séneca de la CARM y la DGICYT, respectivamente. 1 Cf. G.K. Galinsky, Ovid's Metamorphoses. An Introduction to the Basic aspects, Oxford- Berkeley-Los Angeles 1975, pp. 4-6 y la introducción de nuestro P. Ovidio Nasón, Quince libros de Metamorfosis, edición (con traducción, notas e índices) preparada por C. Álvarez-R. Mª Iglesias, Madrid 1995 (2003 5 ), pp. 58-61 -13- Padres en las Metamorfosis de Ovidio * Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias Universidad de Murcia 0. Cuando Ovidio en el Proemio de las Metamorfosis pide a los dioses que entrelacen su poema ab origine mundi / ad mea .... tempora (I 3-4), está precisando que no sólo va a ser hilo conductor de su poema la cronología sino también la genealogía. Ambos principios, cronológico y genealógico, son pilares de la Mitología e inseparables, puesto que los sucesos del mundo legendario tienen como protagonistas a unos héroes que pertenecen a una familia y todas las relaciones familiares suelen jugar un papel importante, en la mayoría de las ocasiones, en el desarrollo de sus peripecias. Por eso no es aventurado acercarse a analizar los padres que aparecen a lo largo de las Metamorfosis y ver, además, cómo los presenta Ovidio, de acuerdo con su forma de adaptar el mito a la realidad contemporánea 1 , para lo que va armonizando datos procedentes de los más diversos géneros literarios. Su capacidad narrativa, su genio poético le impulsan unas veces a mantenerse fiel a sus modelos y a no detenerse apenas en un detallado retrato de algunos padres; otras veces, las más, da rienda suelta a sus dotes de creador y proporciona emociones y sentimientos muy cercanos a los de los hombres del mundo real a unos padres que carecen de tales emociones y sentimientos en las simples alusiones de sus fuentes, y en tercer lugar inventa o reelabora a padres de héroes y heroínas, insertando así a éstos en una genealogía de la que carecían antes de él o que desconocíamos por no haberse conservado ningún relato anterior que tratara de dicha saga. A estos padres del mundo heroico, dejando de lado en su papel de padres a los grandes dioses como Júpiter, Neptuno, Apolo, etc., es a los que vamos a prestar nuestra atención. Como veremos en las páginas que siguen, en las Metamorfosis no hay un prototipo de padre uniforme, sino que, influido por la realidad, Ovidio va dotando de diferentes rasgos a los padres que presenta, según las circunstancias.

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* Este trabajo se inserta en los Proyectos de Investigación PI-40/00541/FS/01 y BFF2001-0013,subvencionados por la Fundación Séneca de la CARM y la DGICYT, respectivamente.

1 Cf. G.K. Galinsky, Ovid's Metamorphoses. An Introduction to the Basic aspects, Oxford-Berkeley-Los Angeles 1975, pp. 4-6 y la introducción de nuestro P. Ovidio Nasón, Quince libros deMetamorfosis, edición (con traducción, notas e índices) preparada por C. Álvarez-R. Mª Iglesias, Madrid1995 (20035), pp. 58-61

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Padres en las Metamorfosis de Ovidio*

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª IglesiasUniversidad de Murcia

0. Cuando Ovidio en el Proemio de las Metamorfosis pide a los dioses queentrelacen su poema ab origine mundi / ad mea .... tempora (I 3-4), está precisandoque no sólo va a ser hilo conductor de su poema la cronología sino también lagenealogía. Ambos principios, cronológico y genealógico, son pilares de la Mitologíae inseparables, puesto que los sucesos del mundo legendario tienen comoprotagonistas a unos héroes que pertenecen a una familia y todas las relacionesfamiliares suelen jugar un papel importante, en la mayoría de las ocasiones, en eldesarrollo de sus peripecias.

Por eso no es aventurado acercarse a analizar los padres que aparecen a lo largode las Metamorfosis y ver, además, cómo los presenta Ovidio, de acuerdo con suforma de adaptar el mito a la realidad contemporánea1, para lo que va armonizandodatos procedentes de los más diversos géneros literarios. Su capacidad narrativa, sugenio poético le impulsan unas veces a mantenerse fiel a sus modelos y a no detenerseapenas en un detallado retrato de algunos padres; otras veces, las más, da rienda sueltaa sus dotes de creador y proporciona emociones y sentimientos muy cercanos a los delos hombres del mundo real a unos padres que carecen de tales emociones ysentimientos en las simples alusiones de sus fuentes, y en tercer lugar inventa oreelabora a padres de héroes y heroínas, insertando así a éstos en una genealogía dela que carecían antes de él o que desconocíamos por no haberse conservado ningúnrelato anterior que tratara de dicha saga.

A estos padres del mundo heroico, dejando de lado en su papel de padres a losgrandes dioses como Júpiter, Neptuno, Apolo, etc., es a los que vamos a prestarnuestra atención.

Como veremos en las páginas que siguen, en las Metamorfosis no hay unprototipo de padre uniforme, sino que, influido por la realidad, Ovidio va dotando dediferentes rasgos a los padres que presenta, según las circunstancias.

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias

2 Recuérdese el emocionado episodio de Filemón y Baucis de VIII 611-724, cf. Mª C. Álvarez-R. MªIglesias, “Filemón y Baucis”, en E. Fdez. de Mier–F. Piñero (eds.), Amores míticos, Madrid 1999, pp. 117-135.

3 Lo que está en claro contraste con el Sol o con Dédalo que fracasan en la instrucción de susrespectivos hijos.

4 Sobre este episodio véase Mª C. Álvarez, “Una muestra del arte compositiva de Ovidio”, UA 6,Poesía épica griega y latina, 1991, 1-25.

5 Reproduciremos siempre nuestra traducción de Ovidio, cit. en la n. 1.

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Dado que se trata de personajes del mundo heroico, en su mayor parte pertenecena las capas más elevadas de la sociedad y no es la riqueza o la pobreza lo que lesmueve sino la propagación de la estirpe y un determinado código de honor familiar;y son éstos los que le llegan a Ovidio perfectamente configurados y perfectamentecaracterizados por la tradición literaria anterior.

1. Antes de analizar esos padres “aristócratas”, queremos señalar que, en variasocasiones y tal vez para realzar la bondad natural de los personajes de extracciónhumilde2, Ovidio presenta a padres, de los que poco o nada nos ha dejado la tradiciónliteraria, que, ya que no tienen riquezas ni poder que legar a sus descendientes, hantransmitido su habilidad profesional3 a los que son los auténticos protagonistas de laleyenda, sus hijos que sí que cuentan en cambio con precedentes mitográficos. Esprecisamente de éstos de los que nos ocuparemos en primer lugar.

Para introducirnos en el certamen de Palas y Aracne, en el comienzo del libro VI,Ovidio recuerda la condición humilde de ésta4 y resalta su habilidad, una habilidadque, aunque no lo diga el poeta de forma absolutamente explícita, se ve realzada porla perfección del colorido de las telas que la artesana había teñido siguiendo lastécnicas de su padre, según podemos deducir de VI 3-5:

non illa loco nec origine gentis clara, sed arte fuit; pater huic Colophonius Idmon Phocaico bibulas tingebat murice lanas;

“No fue ilustre aquélla ni por su nacimiento ni por el origen de su linaje, sinopor su arte; su padre, Idmon de Colofón, teñía la lana que se empapa conpúrpura de Focea”.5

No sabemos si la fuente helenística en la que posiblemente bebió Ovidioespecificaba el nombre y la profesión del padre, pero de lo que no hay duda es de queel Sulmonés quiere concederle importancia a este Idmon, pues la admiración quedespertaba en general el trabajo de la tejedora (VI 17-23) llega a su cénit cuando Palasy Aracne utilizan hilos teñidos al iniciar (vv. 53-66) el certamen que tan caro lecostará a la joven lidia, como se especifica en VI 61-62:

Illic et Tyrium quae purpura sensit aenum texitur et tenues parvi discriminis umbrae.

“Allí se teje la púrpura que ha conocido el caldero tirio y también las suavessombras que apenas se diferencian”.

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

6 Cf. para todo ello, G. D’Anna, “La tragedia latina arcaica nelle ‘Metamorfosi’“, en Atti del ConvegnoInternazionale Ovidiano II, Roma 1959, pp. 221-225.

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Sin embargo, el ensoberbecimiento de Aracne no le permitía reconocer maestroalguno, ni a su padre ni a Palas; su actitud dista mucho de lo que el lector de lasMetamorfosis ha leído por boca de Acetes, cuando este marinero tirreno, sometido aun interrogatorio por Penteo, rinde en su respuesta un homenaje a su progenitor, elcual le había transmitido por toda riqueza sus conocimientos sobre el arte de la pesca,en III 584-591:

non mihi quae duri colerent pater arva iuvenci lanigerosve greges, non ulla armenta reliquit; pauper et ipse fuit linoque solebat et hamis decipere et calamo salientes ducere pisces. ars illi sua census erat; cum traderet artem, 'accipe, quas habeo, studii successor et heres,' dixit 'opes', moriensque mihi nihil ille reliquit praeter aquas; unum hoc possum appellare paternum

“No me dejó mi padre labrantíos que cultivaran fuertes novillos o lanudosrebaños ni vacada alguna; también él mismo fue pobre y solía capturar pecescon hilo y anzuelos y cogerlos con su caña mientras saltaban. Su arte eran susbienes; al transmitirme el arte, me dijo: ‘Recibe la riqueza que tengo, sucesor yheredero de mi afición,’ y al morir no me dejó nada a excepción de las aguas;solamente a esto puedo llamarlo yo paterno”.

Es posible que el contenido de estos versos estuviera en el Penteo de Pacuvio,fuente probable de Ovidio para el episodio de Acetes y los marineros tirrenos6, segúnse deduce de Serv. Aen. IV 469, pero las palabras del padre son de indudable facturaovidiana.

Sin duda, para Ovidio la actitud de los padres de Aracne y de Acetes sería lamisma, por lo que los convierte en prototipo del padre humilde, preocupado portransmitir sus saberes y su recto modo de vivir a sus descendientes; sin embargo, laconducta de los hijos es diametralmente opuesta; con todo, pese a que nada diceOvidio al respecto, el recuerdo agradecido de Acetes y, por contra, el silencio de laorgullosa Aracne pueden estar justificados. La tejedora lidia es consciente de que sólopor su excepcional destreza ha podido vivir en un mundo en que la mujer estaba endesventaja, pues no era considerada un aporte de riqueza sino todo lo contrario. Asílo vemos en el caso del padre de Ifis; al que Ovidio llama Ligdo, hombre de noblessentimientos pero de nula fortuna que, contra su voluntad, ordena a su esposa Teletusaque haga desaparecer el hijo que va a nacer, en caso de que sea niña, aunque estádeseoso de descendencia, IX 675-679:

'quae voveam, duo sunt: minimo ut relevere dolore, ut que marem parias. onerosior altera sors est, et vires fortuna negat: quod abominor, ergo,

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias

7 Cf. entre otros lugares, Am. II 13 y 14.8 Cf., entre otros, K.J. Mc Kay, Erysichthon, a Callimachean Comedy, Mnemosyne Suppl. 7, Leiden,

1962, H. Gundert, “Erysichton”, en W. Wimmel (ed.), Forschungen zur römischen Literatur. Festschriftzum 60. Geburtstag von K. Büchner, Wiesbaden 1970, I, pp. 116-124, G.K. Galinsky, Ovid’sMetamorphoses...., pp. 5-14, A.H.F. Griffin, “Erysichthon-Ovid’s Giant?”, G&R 33, 1986, pp. 55-63 yR. Degli Innocenti Pierini, “La ‘Metamorfosi’ di Erisittone: una tragicommedia ovidiana”, en Munusamicitiae. Scritti in memoria di A. Ronconi I, Firenze 1986, pp. 57-92 y “Erisittone prima e dopoOvidio”, Prometheus 13, 1987, pp. 133-159; véanse también U. von Wilamowitz, HellenistischeDichtung in der Zeit des Kallimachos, Berlin 1954, F. Bömer, P. Ovidius Naso, Metamorphosen, Komm.von ... , Bd. IV (VIII-IX), Heidelberg 1977, pp. 232-238 y A. Barchiesi, “Voci e istanze narrative nelleMetamorfosi di Ovidio”, MD 23, 1989, pp. 59-61.

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edita forte tuo fuerit si femina partu, (invitus mando: pietas, ignosce) necetur’.

“Dos son las cosas que yo deseo: que te aligeres de tu carga con el más pequeñodolor y que des a luz un varón. Más gravosa es la otra alternativa y la fortunaniega las fuerzas; así pues, si por casualidad, cosa que yo rechazo con horror,llegas a dar a luz una hembra en tu parto (te lo pido a mi pesar; perdóname,amor paterno), que se le dé muerte”

Por tanto, Ligdo coincidirá con el tipo de padre rico que desea mantener laestirpe, pero cuya pobreza le impide hacerlo a través de la línea femenina; será sólogracias a la ayuda de la diosa Isis, que aconseja a Teletusa hacer creer a su marido queha nacido un varón y criarlo como tal, a lo que Ifis deberá su vida. En las leyendasanteriores, las de Aracne y Acetes, no tenemos la certeza de que en los modelosseguidos por Ovidio se hablara o se les diera importancia a Idmon y al pescador padrede Acetes, en cambio la leyenda de Ifis, Ligdo y Teletusa, aunque difieran losnombres de los protagonistas fue tratada por Nicandro; aún así, puesto que lo queconocemos es tan sólo el resumen transmitido por Antonino Liberal (XVII), nopodemos confirmar si las palabras del padre están basadas en Nicandro o si sontotalmente ovidianas, pero el profundo rechazo que manifiesta Ovidio hacia el abortoen todas sus obras7, nos inclina a pensar que quod abominor refleja los sentimientosdel poeta ante la muerte provocada de un niño ya sea antes o después de su nacimientoe independientemente del sexo que tenga.

2. De la tradición literaria precedente se ha valido Ovidio asimismo paraconfigurar al más abominable padre de las Metamorfosis, Erisicton. Ya no se trata deun hombre humilde, sino de un personaje acomodado que, castigado por Ceres apadecer un hambre insaciable a causa de su impiedad, llega a tal grado de pobreza queexplota la capacidad metamórfica de su hija para venderla y conseguir medios con losque saciar su apetito. Es sabido que ya Hesíodo (Fr. 43a M-W) y Nicandro (Ant. Lib.XVII) decían que la hija se prostituía para ayudar al padre, en tanto que Calímaco,Himno VI a Deméter, sin duda la fuente más importante8 de Ovidio, aunque nomenciona hija alguna, se recreaba en el irrespetuoso y sacrílego carácter de Erisictony en el castigo que le impone la diosa Deméter como consecuencia del mismo.

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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Es fácil deducir por tanto que el retrato ovidiano de Erisicton debe mucho al deCalímaco (kakòn kaì 1naidéa fÔta, v. 45), pero, puesto que es la capacidad detransformación de su hija la que determina la inclusión de esta leyenda en el relato queel río Aqueloo le hace a Teseo (VII 725 ss.), no debe extrañarnos que Ovidio paraintroducir el episodio mencione, aunque sin darle nombre propio, a la hija antes queal padre en VIII 738-740:

nec minus Autolyci coniunx, Erysichthone nata, iuris habet. pater huius erat, qui numina divum sperneret et nullos aris adoleret odores.

“Y no menos derecho tiene la esposa de Autólico, hija de Erisicton. Era su padrede tal clase que despreciaba la voluntad de los dioses y en sus altares nohumeaba ningún aroma”.

y de ésta resalta, con valoración positiva, precisamente la propiedad que tiene, almodo de Proteo (vv. 730 ss.), de adoptar las más diversas figuras, para sin aparentecausa relatar la acción impía de su padre, un personaje al que, mediante la expresiónqui numina divum sperneret, equipara a la estirpe de los Gigantes a los que el poeta,en I 160-161, ha tildado de propago contemptrix superum, algo que no debesorprender habida cuenta de que la estatura, el aspecto y actitudes lo asemejan conesos descomunales seres. Pero aún nos parece más interesante el paralelismo léxicoque detectamos con la caracterización de otro despreciador de otra divinidad agreste,Penteo, del que leemos en III 513-514:

Spernit Echionides tamen hunc ex omnibus unus,Contemptor superum, Pentheus

“Sin embargo, de todos lo desdeña únicamente el Equiónida, el despreciador delos dioses Penteo”.

porque estos dos versos y en especial spernit, que adelanta el sperneret de VIII 740,corroboran la afirmación de los estudiosos ovidianos, desde R. Heinze al menos, deque Ovidio ha tenido en cuenta, además de su aspecto físico, la caracterización delMecencio virgiliano de Aen. VII 648 como contemptor divum, pese a que, curiosa-mente, tales eruditos no han reparado en la importancia que tiene tanto en el pasaje delos Gigantes como en éste, sobre Penteo, pues ambos van trazando el camino queOvidio, en lo que ha venido denominándose la virgilianización de Calímaco, recorredesde el Mecencio de la Eneida hasta Erisicton, con el hito de Penteo. Y todavía haymás, Ovidio quería dejar clara su dependencia de la Eneida, porque Virgilio, en elverso siguiente al mencionado supra, habla del hijo de Mecencio, Lauso, del que sehace un retrato altamente positivo, para concluir, VII 653-654:

dignus patriis qui laetior essetimperiis et cui pater haud Mezentius esset

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias

9 Las traducciones de la Eneida reproducen las. de D. Estefanía Álvarez en Virgilio, La Eneida,Barcelona 1988.

10 No es este el lugar para ver las variantes sobre los nombres del padre y sobre todo de los de la hija,ni a qué debía ella su transformismo, para lo que remitimos a las notas de nuestra traducción y a labibliografía allí citada; tan sólo recordaremos que en Schol. Lyc. 1393 se debía a su pericia con losfármacos, en tanto que Ovidio sigue otra versión recogida por Filodemo, Piet. 49, que atribuye a Posidón(Neptuno) en pago a haberse unido a ella tal propiedad, por otra parte común a tanto a divinidadesmarinas como a hijos o amadas del dios, de las que la más famosa es Cénide, cuya leyenda relata Ovidioen XII 459-535.

11 “La ‘Metamorfosi’ di Erisittone...”, pp. 74-77.12 Epist.II 1, 58, 170, 176 y A.P. 54-55, 270 ss.13 Cf. K. J. Mc Kay, op. cit. pp. 134-136.

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“Digno de ser más feliz bajo las órdenes paternas y de tener po padre a otro queno fuese Mecencio”,9

marcando la superioridad del hijo con respecto al padre, lo mismo que hará Ovidio,pero con casi cien versos de diferencia, cuando, tras contarnos el grado de necesidadal que había llegado Erisicton, dice en VIII 843-847:

Iamque fame patrias altique voragine ventris attenuarat opes, sed inattenuata manebat tum quoque dira fames inplacataeque vigebat flamma gulae; tandem demisso in viscera censu filia restabat non illo digna parente.

“Y ya con su hambre y con el profundo abismo de su vientre había amenguadolas riquezas de su patrimonio, pero permanecía sin amenguarse incluso entoncesla cruel hambre y cobraba vigor la llama de su gula que no se aplacaba;finalmente, habiendo enviado todas sus riquezas a las entrañas, le quedaba suhija, que no merecía a aquel padre.”

concluyendo, por tanto, que como ocurría con Lauso, la hija no era merecedora de unpadre tan impío10, si bien Mecencio tiene hacia Lauso unos sentimientos realmentepaternales que nada tienen en común con los manifestados por Erisicton hacia su hija.

No obstante, no ha pasado desapercibido a la crítica el tratamiento grotesco queOvidio confiere al episodio, con la habitual festivitas ovidiana que es extensiva a lassucesivas metamorfosis de la hija, en especial a la primera en la que se opera uncambio de sexo con el que burla a su comprador. Este humorismo está influido, comoacertadamente señala R. Degli Innocenti Pierini11, por el Persa de Plauto, de modoespecial por el diálogo entre Saciadón y la Doncella de vv. 329-338, si bien a nuestromodo de ver el influjo ha de hacerse extensivo a toda la escena.

Aunque en la época de Augusto Plauto no tenía un especial predicamento, comodeducimos de la crítica de Horacio12, sin embargo, Ovidio se vale del comediógrafoy lo lee junto con los destinatarios de su obra, del mismo modo que Calímaco leía laComedia Dórica, y en especial a Epicarmo13 para su configuración de Erisicton; y lopodemos intuir partiendo de lo que nos dice el propio Horacio (Epist. II 1, 58):

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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Plautus ad exemplar Siculi properare Epicharmi. Y, desde luego, lo que los lectoresde Ovidio detectarían en este pasaje no sería sólo un eco de un diálogo cómico entreun parásito y su hija, sino que comprenderían la intención de mitificar un personajede comedia y el rechazo que sentía el poeta hacia la venta de una mujer, un rechazoque justificaría que la metamorfoseara en hombre, una de sus múltiples metamorfosisque constituyen, como hemos dicho, la excusa para la inclusión de esta leyenda.

3. Pasemos ahora a los padres de condición social elevada y cuyos nombresencontramos en la tradición, encuadrando dentro de una familia a los héroes yheroínas de la mitología. Conocemos sus nombres, conocemos sus actuaciones, perono debe pasarnos desapercibido que es Ovidio, bien porque su presentación de laleyenda es la primera que se nos ha conservado bien porque innove con relación aversiones precedentes, el que configura las múltiples facetas de los padres que habitanen su obra, insuflándoles vida, emociones y sentimientos como si él mismo fuera esedeus et melior natura (I 21) al que atribuye la creación del mundo o el mismísimoopifex rerum (I 79) que crea al hombre. Un excelente ejemplo de ello lo constituye,en la leyenda que abre la serie de amores de dioses y mortales de las Metamorfosis,Peneo.

3. 1. Ovidio para resaltar el carácter virginal de Dafne, para caracterizar elmodelo de doncella casta que rehuye la unión con varones, un tipo de muchacha quese aparta de la joven convencional destinada al matrimonio y a la procreación,configura un padre que, aunque tradicional y preocupado por casar a su hija a fin deperpetuar el linaje, como se deduce de I 481-482:

saepe pater dixit 'generum mihi, filia, debes', saepe pater dixit 'debes mihi, nata, nepotes':

“A menudo su padre le decía: ‘me debes un yerno, hija’, a menudo su padre ledecía: ‘me debes nietos, hija’”.

se caracteriza por ser complaciente con ella que con zalamerías consigue de él lo quequiere, máxime cuando tiene un precedente en el mismísimo Júpiter, 483-488:

illa velut crimen taedas exosa iugales pulchra verecundo subfuderat ora rubore inque patris blandis haerens cervice lacertis da mihi perpetua, genitor carissime,' dixit 'virginitate frui: dedit hoc pater ante Dianae.'ille quidem obsequitur;

“Ella, que odiaba las antorchas conyugales como un crimen, había cubierto subello rostro de pudoroso rubor y en los cariñosos brazos de su padre, abrazadaa su cuello, le decía: ‘permíteme, queridísimo padre, gozar de eterna virginidad:antes le concedió esto a Diana su padre’ Él, en efecto, se muestra complaciente.”

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias

14 Cf. p. 217, n. 93 de nuestra traducción y Mª C. Álvarez Morán-R. Mª Iglesias Montiel, “Nihil novumsub sole: Comentarios antiguos y modernos de las Metamorfosis de Ovidio” en A. Alvar Ezquerra, J. GªFernández. J.F. González Castro (eds.), Actas del IX Congreso Español de Estudios Clásicos vol. 7:Humanismo y Tradición Clásica, Madrid 1999, p. 38.

15 J. Wills, “Callimachean models for Ovid’s ‘Apollo-Daphne’“, MD 24, 1990, pp. 143-156.

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Mucho se ha insistido ya desde los comentaristas ovidianos del humanismo14

en que los vv. 487-488 son una traducción literal de las palabras que Ártemis dirigea Zeus en el calimaqueo Hymno III a Ártemis 6: dóV moi parqeníhn a4Ónion, çppa,fulássein; también se ha hecho mucho hincapié en que Ovidio innova al presentara Dafne como una ninfa de Tesalia e hija del río Peneo, desarrollando un relato biendistinto del resumen que para Galo hiciera Partenio (Er. 15), basándose, según propiaconfesión, en Diodoro de Elea y en Filarco; asimismo han sido estudiados los modelosliterarios, tanto griegos como latinos y entre los múltiples análisis sobresale el muyatinado de J. Wills15, quien defiende la influencia del Himno IV a Delos de Calímaco,puesto que, cuando el río Peneo niega su ayuda a Leto a punto de dar a luz,naturalmente a Apolo, la diosa intenta atraer su simpatía llamándole padre y suplicaa las ninfas hijas del río para que actúen de mediadoras ante su padre. Es muyrelevante que Leto hable de Peneo como padre y que incluso lo invoque como tal (Õpáter, v. 113) al pedirle que la socorra, pues de esto se sirve Ovidio cuando Dafne,a la que ha convertido en ninfa de Tesalia trasladando la leyenda de Arcadia a estaregión del norte de Grecia, confía en que su padre puede proprocionarle ayuda y lesuplica en I 547-548:

fer, pater,' inquit 'opem, si flumina numen habetis! qua nimium placui, mutando perde figuram

“‘¡Ayúdame, padre,’ exclama, ‘si los ríos tenéis poder divino! ¡Haz desaparecercon un cambio esta figura, con la que he gustado en demasía!’”

con una desesperación similar a la que Leto manifiesta en Calímaco.Como refuerzo de los argumentos de J. Wills, queremos añadir que Ovidio, en

efecto, ha tenido muy en cuenta la petición de Latona a las hijas del Peneo, al hacerque la táctica de Dafne para conseguir su deseo, a saber rodear con sus brazos el cuellode su padre, sea la trasposición del procedimiento que Latona pide utilicen las ninfas,acariciar la barbilla, para, en este caso, conseguir un beneficio no para ellas mismassino para quien se lo sugiere, vv. 109-111:

Númfai QessalídeV, potamoû génoV, eÎpate patríkoimÊsai méga ceûma, peripléxasqe geneíwlissómenai tà ZhnòV èn Þdati tékna tekésqai.

“Ninfas de Tesalia, linaje de un río, decid a vuestro padre que detenga sucaudalosa corriente, acariciadle la barbilla suplicándole que los hijos de Zeusnazcan en sus aguas”.

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

16 Lo vemos, entre otros lugares, en Tib. I 8, 33 (Huic tu candentes umero suppone lacertos), cuandoel poeta exhorta a Fóloe a que abrace al jovencísimo Márato, sin pedirle las riquezas que reclamaría deun amante anciano; y en el propio Ovidio en las Heroidas, XIII 103-104 (nox grata puellis. / quarumsuppositus colla lacertus habet.), en que Laodamía, en su soledad, reconoce que el mayor placer para unajoven es pasar la noche rodeando el cuello de su amante, y 113-114 (quando ego, te reducem cupidisamplexa lacertis, / languida laetitia solvar ab ipsa mea), en que expresa su deseo de abrazar a su amadoProtesilao.

17 Curiosamente encontramos dos ejemplos en las Metamorfosis, en los episodios de Dafne y de Io:en el primero de ellos, I 555-556 (complexusque suis ramos, ut membra, lacertis / oscula dat ligno),Apolo sigue monstrando su amor por Dafne convertida en laurel; en el segundo, I 734 (Coniugis ille suaecomplexus colla lacertis), Júpiter con este movimiento intenta convencer a Juno de que no va a seguirsiéndolo infiel.

18 Lo que vemos en Her. XV 127-128 (saepe tuos nostra ceruice onerare lacertos, / saepe tuae uideorsupposuisse meos.), en los ensueños de Safo que se ve a sí misma abrazando y siendo abrazada por Faón.

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Destaquemos además que Ovidio ha insertado dentro de una relación paterno-filial un gesto, el del abrazo, que es más usual en los contextos eróticos, pues no hayduda de que el v. 485 (inque patris blandis haerens cervice lacertis) recordaría a loslectores/oyentes del sulmonés otras escenas de amorosos abrazos de la poesía elegíaca,tanto cuando es la enamorada16 la que los da como cuando es el amante17 o inclusocuando es recíproco18. Pero no es sólo en la elegía donde vemos estas escenas, pues,sin duda, Ovidio se sirve de Verg. Aen. VIII 387-388 (et niveis hinc atque hinc divalacertis / cunctantem amplexu molli fovet), donde Venus, como después hará Dafne,se vale de sus caricias y lisonjas para conseguir de Vulcano el nuevo escudo de Eneas,encontrándonos con una nueva virgilianización de Calímaco en la obra ovidiana.

En el libro VI aparecen repetidos los mismos procedimientos para la consecuciónde un objetivo, cuando Filomela, hija de Pandíon, conocedora de los deseos de suhermana Procne para que vaya a visitarla, se sirve de zalamerías a fin de obtener desu padre el permiso para acompañar a Tereo hasta Tracia, en VI 475-476:

quid quod idem Philomela cupit patriosque lacertis blanda tenens umeros, ut eat visura sororem,

“Algo que igualmente desea Filomela y, abrazando lisonjera con sus brazos loshombros de su padre, pide ella misma por su vida y en contra de su vida ir avisitar a su hermana.”

versos en los que observamos prácticamente el mismo léxico que Ovidio emplea paradescribir la actuación de Dafne y, como en el caso de Peneo, también Pandíonaccederá. Y está claro que Filomela hacía reiteradas peticiones acompañadas delisonjas a Pandíon, pues así se explicita en v. 481: quotiens amplectitur illa parentem,abrazos repetidos que, teniendo en cuenta el valor analéptico de este pasaje conrespecto al de Dafne, sirven para aclarar que a la insistencia de Peneo, vv. 481 y 482:saepe ... saepe, de que ella se casara y tuviera hijos, respondería también saepe ...saepe con su ruego de que le permitiera mantener la virginidad. Y el paralelismo siguemanifestándose entre I 488 (ille quidem obsequitur) y VI 483 (vincitur ambarumgenitor prece), por más que a Pandíon no sólo lo vencen las caricias de su hija, sino

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19 Un episodio en el que, por vía de contraste, se indica lo exento de carga erótica que puede estarun abrazo, al indicarnos cómo consuela a Mirra su nodriza, en X 407: Atque ita complectens infirmismembra lacertis.

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también la elocuencia de Tereo, portavoz de los deseos de Procne. Es más, en estepasaje podemos advertir igualmente la coincidencia entre los gestos típicos de losamantes y las muestras de cariño paterno-filiales, como lo confirman los deseos quese despertaban en Tereo tantas veces como veía a Filomela abrazar a Pandíon, en VI477-482:

spectat eam Tereus praecontrectatque videndo osculaque et collo circumdata bracchia cernens omnia pro stimulis facibusque ciboque furoris accipit et, quotiens amplectitur illa parentem,esse parens vellet; neque enim minus impius esset

“La contempla Tereo y con su mirada la palpa de antemano y, al ver sus besosy sus brazos anudados al cuello, todo lo recibe como estímulo, tea y alimentode su locura y, cuantas veces ella abraza a su padre, querría ser padre: pues nosería menos deshonesto.”

una igualdad que se carga de ironía, mezclada con el más absoluto rechazo por partedel poeta, en el episodio de Mirra19, cuando la joven se censura a sí misma por susacrílego amor, en X 342-345:

retinet malus ardor amantem,ut praesens spectem Cinyram tangamque loquarqueosculaque admoveam, si nil conceditur ultra.ultra autem sperare aliquid potes, impia virgo?et quot confundas et iura et nomina, sentis?

“Un maligno ardor retiene a la enamorada para contemplar en persona a Cínirasy tocarle y hablarle y darle besos, si no se concede nada más; pero, impíadoncella, ¿puedes esperar algo más allá y no te das cuenta de cuántas leyes ynombres confundes?”

y el poeta insiste en X 362-363:flere uetat siccatque genas atque oscula iungit.Myrrha datis nimium gaudet;

“(Cíniras) le prohíbe llorar y le seca las mejillas y le da besos; Mirra se alegraen exceso con los besos dados.”

para así subrayar la inocencia de Cíniras, pues Ovidio siempre lo presenta como unpadre cariñoso y preocupado por casar a su hija, como se evidencia en X 356-358:

at Cinyras, quem Copia digna procorum,quid faciat, dubitare facit, scitatur ab ipsa,nominibus dictis, cuius velit esse mariti

“Pero Cíniras, a quien la honrosa abundancia de pretendientes hace dudar qué

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

20 Motivo de felicitación es que Dafne se convierta en el árbol de Apolo, con todo lo que ellosignifica como símbolo de los vencedores en los diversos certámenes, y porque además tiene una granresonancia en la sociedad de la época ya desde que, como consecuencia del acuerdo del Senado del 16de enero del 27 a. C., los postigos de la casa de Augusto estaban cubiertos de laurel que enmarcaba lacorona civica de encina. Para más detalles, cf. p. 220, n. 102 de nuestra traducción citada en n. 1.

21 La similitud existente entre muerte y metamorfosis en el pensamiento antiguo, pero sobre todo enOvidio, la hemos analizado en R. Mª Iglesias - Mª C. Álvarez, “Muerte versus cambio de forma en lasMetamofosis de Ovidio”, en W. Schubert (ed.), Ovid-Werk und Wirkung. Festgabe für M. von Albrechtzum 65. Geburtstag, Frankfurt am Main-Berlin-Bern-New York-Paris-Wien 1998, 373-385; creemosoportuno reproducir nuestras palabras de la p. 373: “Es precisamente su gusto por lo amable y su rechazopor la violencia, sea ésta de cuño trágico o épico, rechazo que extiende a las escenas bélicas (queparodia), lo que nos ha impulsado a ratificar la preferencia de Ovidio por describir una metamorfosisantes que informar de la muerte de un personaje, así como a constatar que, aunque sabe que por logeneral hay identidad entre ellas, pretende que el cambio de forma sustituya, minimice o anule en elrecuerdo la pérdida de la vida, sin que sea determinante que la metamorfosis se origine como recompensao como castigo; la muerte puede deberse al deseo consciente y determinado de morir (suicidio) o a lapremeditación de otro agente que lleva a cabo un asesinato, pero también puede ser el resultado de unenfrentamiento bélico o estar producida por un hecho accidental. Por otro lado, tal tipo de metamorfosis,con la que el poeta pretende neutralizar o sustituir la muerte, la encontramos en personajes de ambossexos y en diferentes situaciones, lo que da lugar a una rica casuística, pues unas veces muerte ymetamorfosis se dan en momentos distintos y otras son simultáneas, en ocasiones la pérdida de la vidaacaece con el ritmo esperado y en otras se alarga; y junto a ello nos ha parecido interesante comprobarhasta qué punto la persecución amorosa y/o el posible acoso sexual, así como la actitud adoptada por el/laacosada, tiene alguna incidencia en la metamorfosis final.”

22 Cf. R. Mª Iglesias - Mª C. Álvarez, “Muerte versus ...”, “art. cit” pp. 382-384.

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puede hacer, le pregunta a ella misma, tras haber dicho los nombres, a quémarido quiere pertenecer.”

Pero volviendo a Peneo, a sus características de padre preocupado por el porvenirde su linaje y complaciente ante las súplicas, hay que añadir su dolor por la pérdidade su hija, si bien Ovidio, con su proverbial humor, en una de sus artísticastransiciones, siembra la duda de si estará feliz por el final de la joven, ya que susamigos los ríos no saben si felicitarlo o compadecerlo, según tuvieran en cuenta elárbol en que se había convertido20 o el hecho de que se había metamorfoseado21.

Y justamente en esa reunión de ríos falta otro padre que comparte muchos rasgoscon Peneo y cuya ausencia justifica precisamente la transición: Ínaco, padreigualmente de una joven acosada y perseguida por una divinidad22.

En esta ocasión, Ovidio sigue la versión trágica de Esquilo, Prom. 590, dondeÍnaco es el padre de Io y, como en tantas otras leyendas, reescribe el mito, pues, pesea estar siguiendo aparentemente al trágico, omite el chantaje al que Zeus, prendado deIo, somete a Ínaco, consistente en aniquilar su linaje si no echa de casa a su hija y elulterior acatamiento a los oráculos de Dodona y de Delfos, viéndose “forzado” (Prom.671: çkwn) a expulsarla de casa. De ese çkwn puede deducirse que Ínaco amaba a suhija, pero el de Sulmona configura detalladamente un padre con muchos más maticesy que recuerda en gran medida lo que ya viéramos a propósito de Peneo, aunque enun orden inverso que podríamos denominar simetría quiástica.

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El paralelismo se inicia con un contraste reforzado por el léxico: a la certeza dela desaparición de Dafne que, sin embargo, causa, como hemos dicho, en la multitudde ríos que acude a casa de Peneo la duda de si el destino de su hija es motivo defelicitación o de condolencias, en I 577-578:

conveniunt illuc popularia flumina primum, nescia, gratentur consolentur ne parentem

“Se reúnen allí en primer lugar los ríos indígenas, sin saber si felicitar o consolaral padre.”

le corresponde, en el inicio del relato acerca de Io, el llanto de Ínaco, que hace suponerque considera a su hija muerta, pese a que no tiene constancia de ello, en I 584-587:

Fletibus auget aquas natamque miserrimus Ioluget ut amissam; nescit, vitane fruaturan sit apud manes, sed quam non invenit usquam,esse putat nusquam atque animo peiora veretur

“Aumenta con lágrimas sus aguas y, muy desdichado, llora como si la hubieraperdido a su hija Io. No sabe si disfruta de la vida o si está entre los manes, peropiensa que no existe en ninguna parte la que no encuentra en parte alguna yteme lo peor en su corazón.”.

Unos versos después el poeta presenta cómo Io, ya convertida en vaca, se atrevea acercarse al grupo formado por Ínaco y sus hijas, dándonos pruebas de que larelación entre ellos, y en concreto la de Ínaco e Io, era similar a la de Peneo y Dafne,en I 645-648:

decerptas senior porrexerat Inachus herbas: illa manus lambit patriisque dat oscula palmis nec retinet lacrimas, et, si modo verba sequantur, oret opem nomenque suum casusque loquatur

“El anciano Ínaco le había tendido unas hierbas recién cortadas: ella lame susmanos y besa las palmas de su padre y no retiene las lágrimas y, si por venturasiguieran las palabras, suplicaría ayuda y diría su nombre y su desgracia.”

En efecto, la reacción de la vaca al bondadoso gesto del humano de ofrecerle unashierbas, refleja el cariño que unía a padre e hija cuando ésta tenía su prístina forma,así como que tenía la seguridad de que su padre estaba capacitado para prestarle ayudasi ella la necesitara. De nuevo una simetría por contraste ya que, mientras Dafne pideexplícitamente a su padre perde figuram (I 548), debemos suponer que Io, si hubieraconservado la voz humana del mismo modo que mantiene los sentimientos, le habríadicho justamente lo contrario: redde figuram.

Ciertamente paródico, aunque no exento de sentimentalismo, es el instante delreconocimiento, cuando el padre abraza a la vaca en que se ha convertido su hija, puesrecuerda los pasajes antes aludidos sobre las demostraciones de cariño entre humanos,sean familiares o eróticas, como vemos en I 651-652:

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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'me miserum!' exclamat pater Inachus inque gementis cornibus et niveae pendens cervice iuvencae‘me miserum!’ ingeminat

“’¡Ay desgraciado de mí!’, grita su padre Ínaco y, colgándose de los cuernos ydel cuello de la blanca novilla que gime, repite: ‘¡Ay desgraciado de mí!’”

La última simetría en contraste es la referida a la proverbial preocupación de unpadre por la boda y descendencia de su hija; el contraste consiste en que Peneorenuncia a planes de boda, en tanto que Ínaco buscaba alianzas matrimoniales para Io,en I 658-659:

At tibi ego ignarus thalamos taedasque parabam,spesque fuit generi mihi prima, secunda nepotum.

“Y en cambio yo, ignorante, te preparaba el tálamo y las antorchas, y la primeraesperanza fue para mí la de un yerno, la segunda la de los nietos.”

donde generi y nepotum son eco evidente de generum y nepotes de I 481-482, con lamatización de que Peneo exigía (debes mihi) y luego renuncia, mientras que Ínacotenía la esperanza (spes mihi), dado que no ha recibido de Io ruego alguno del tenordel de Dafne. Sin embargo, de nuevo entra en juego el humor de Ovidio, pues Ínacose resigna a que ese yerno y esos nietos serán parte de la vacada (I 660: de grege nunctibi uir et de grege natus habendus), pero también sale a la luz su egoísmo de padre,para nada comparable con la actitud de Peneo, que le hace lamentar, I 661-663

nec finire licet tantos mihi morte dolores,sed nocet esse deum, praeclusaque ianua letiaeternum nostros luctus extendit in aeuum.

“Y no me está permitido poner fin a tan grandes penas con la muerte, sino queme perjudica ser dios, y la ya cerrada puerta de la muerte alarga mi dolor portoda la eternidad.”

un lamento en el que Ovidio no hace sino reproducir el diálogo entre Io y Prometo,quejándose ambos de su infortunio en Aesch. Prom. 747-756:

Iw. tí dÊt› 2moì zÊn kérdoV, 1ll› ou"k 2n táceiðrriy› 2mautÈn tÊsd› 1pò stúflou pétraV,÷pwV pédoi skÉyasa tÔn pántwn pónwn1phllághn; kreîsson gàr e4sápax qaneîn¹ tàV !pásaV #méraV páscein kakÔV.

Pr. Ë duspetÔn ån toùV 2moùV çqlouV féroiV,÷t? qaneîn mén 2stin o7 peprwménon:aÞth gàr Ën ån phmátwn 1pallágÉ:nûn d› o7dén 2sti térma moi prokeímenonmócqwn, prìn ån ZeùV 2kpés> turannídoV.

“IO.- ¿Qué gano con vivir? “¿Por qué no al punto yo me arrojo de esta rocaescarpada, para, estrellándome en el suelo, librarme de todos mis dolores? Mejor

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23 Trad. de. F. Rodríguez Adrados, Esquilo, Tragedias, vol. I, Madrid 1984 (reimpr.). 24 Sobre cómo trata Ovidio el episodio referente a Erictonio y las hijas de Cécrope, cf. W. Wimmel,

“Aglauros in Ovids Metamorphosen”, Hermes 90, 1962, pp. 326-333.

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morir una vez sólo que sufrir malamente cada día”. PROM.- “Difícilmente,entonces, podrías sufrir mi prueba, la de uno a quien morir no ha sido concedidodel destino. Esta sería, en efecto, una liberación de mis dolores ; mas no tengo,al contrario, fijado ningún límite a mis males, hasta que caiga de su imperioZeus.”23

Pero Ovidio no compone su intertexto sólo con el precedente del trágicoateniense, sino que creemos que no sería excesivamente aventurado ver que se sirvede él para encubrir una velada alusión al fracaso de la política familiar del Princeps.

3. 2. Hemos visto en los padres tipo Peneo un ejemplo de las cualidades poéticasde Ovidio consistente en dotar a estas figuras paternas de sentimientos y matices quelos hacen más cercanos a la realidad, a los padres de carne y hueso. Pero también hayotros padres en las Metamorfosis en cuya configuración tipológica apenas se detectael cálamo del poeta, que se limita a respetar las características que les ha conferido latradición mitográfica. Se trata de personajes que, detentando la realeza o los más altoscargo de la sociedad, guardan y hacen guardar las leyes divinas y humanas conseveridad y rectitud, unas cualidades que, con frecuencia realzadas por el léxico,tienen la finalidad de retratar a quien las posee; el mejor ejemplo de éstos en lasMetamorfosis es Agamenón que, según Ulises, se dejó convencer por él para sacrificara Ifigenia por más que tal inmolación repugnara a su pietas; de ello se vanagloria elde Ítaca en el discurso del “Juicio de las armas”, en XIII 186-188:

denegat hoc genitor divisque irascitur ipsis atque in rege tamen pater est; ego mite parentis ingenium verbis ad publica commoda verti:

“El padre se niega a esto y se irrita contra los mismos dioses y siendo rey sinembargo es padre; yo cambié con mis palabras el suave carácter del padrepara el bien común.”

Otra finalidad es la de, bien mediante suposiciones o a través de la descripciónde los castigos que infligen a quienes los traicionan, ser motivo de reflexión para susvástagos, por lo general hijas, que son conscientes de que un padre tan escrupuloso nova a permitir que se conculquen las leyes por él promulgadas y menos aún las queimpone la moral.

De éstos nos ocuparemos a continuación. En el libro II de las Metamorfosis,Aglauro, presa de envidia por la fortuna de su hermana Herse que ha enamorado aMercurio24, piensa en delatar ante su padre Cécrope a los amantes, II 812-8133:

saepe mori voluit, ne quicquam tale videret, saepe velut crimen rigido narrare parenti

“Con frecuencia quiere morir para no ver tal cosa, a menudo quiere contárselo,

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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como una acusación, a su estricto padre.”

dando a su padre el calificativo de rigidus, que cuadra, aunque Ovidio no reproduzcatal suceso, al rey de Atenas que tuvo que dirimir el pleito entre Atenea y Poseidón porla protección y eponimia de la ciudad ática.

El mismo sentimiento de la envidia provocada por los celos mueve a Clitie,preterida en el amor del Sol por Leucótoe, a buscar la compensación de su pena en elcastigo de su rival. No sólo maquina, como Aglauro, sino que hace efectiva ladelación, cuya consecuencia inmediata es la reacción punitiva de Órcamo, el padre deLeucótoe, según está descrito en IV 234-240:

Invidit Clytie (neque enim moderatus in illa Solis amor fuerat) stimulataque paelicis ira vulgat adulterium diffamatumque parenti indicat; ille ferox inmansuetusque precantem tendentemque manus ad lumina Solis et 'ille vim tulit invitae' dicentem defodit alta crudus humo tumulumque super gravis addit harenae.

“Se pone celosa Clitie (pues no había sido moderado el amor del Sol en ella) y,aguijoneada por la cólera contra su rival, difunde el adulterio y se lo delata alpadre tergiversándolo; él, enfurecido y cruel, a la que suplica y dirige sus manosa la luz del Sol diciendo : ‘Aquél me violó contra mi deseo’, la enterróinsensible en la profundidad de la tierra y puso encima un túmulo de pesadaarena.”

Todo hace pensar que, con los ejemplos de Aglauro y de Clitie, el poeta haintentado poner de manifiesto que la persona que invidit y busca la perdición de aquelo aquella con quien está resentida termina por ser víctima de sus acciones: Aglauroserá metamorfoseada por Mercurio en estatua, en tanto que Clitie, incapaz de soportarla indiferencia del Sol, se consumirá de amor hasta transformarse en heliotropo. Noobstante, en lo que a la figura del padre concierne, es evidente que la conducta deÓrcamo responde a la reacción, que más adelante analizaremos, de los padres que sesienten traicionados y no a los que gobiernan con ecuanimidad. Puesto que segúnLactancio (Narrat. IV 5) ya estaba en Hesíodo (Fr. 351 M-W) el inhumanocomportamiento de Órcamo al castigar a su hija, los adjetivos ovidianos ferox einmansuetus podrían ser la traducción de los calificativos dados por el poeta de Ascra;en todo caso, según nuestra opinión, en la intención de Ovidio estaría el quererdiferenciar las reacciones de un rey “bárbaro” (Órcamo procedería de Aquemenia) delas mucho más civilizadas de un padre ateniense.

Con todo, entre los padres del entorno helénico Ovidio no puede olvidar, porqueasí lo recibe de la tradición, el injusto comportamiento de Teseo con su hijo Hipólitoque sin embargo no actúa impelido por su ferocidad de carácter o un resentimientosino por su credulidad, como informa su propio hijo, ya convertido en Virbio, en XV497-500:

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25 Recordemos que este tipo de pensamientos de tan dramático contenido, inspirados por la tragedia,constituyen lo que hemos convenido en denominar “monólogo de conflicto”, para lo cual véase Mª C.Álvarez-R. Mª Iglesias, “Cruce de géneros en las Metamorfosis: Medea entre la épica y la tragedia”, enA. López-A. Pociña (eds.), Medeas. Versiones de un mito desde Grecia hasta hoy, vol. I, Granada 2002,pp. 418-419, especialmente notas. 12 y 13.

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Fando aliquem Hippolytum vestras si contigit aures credulitate patris, sceleratae fraude novercae occubuisse neci: mirabere, vixque probabo, sed tamen ille ego sum.

“Si ha llegado a tus oídos por medio de habladurías que un cierto Hipólito,por la credulidad de un padre, por el engaño de una criminal madrastra,encontró una muerte sangrienta, te admirarás, y con dificultad lo demostraré,pero con todo ése soy yo.”

El propio Virbio recuerda además cómo su padre fue la causa de su muerte, en XV504-505:

damnavit, meritumque nihil pater eicit urbehostilique caput prece detestatur euntis

“me condenó, y a mí, que nada había merecido, me expulsa mi padre de laciudad y maldice con una hostil imprecación la persona del que se iba.”

para a continuación describir el modo en qué murió arrastrado por sus caballos,siguiendo muy de cerca el Hipólito de Eurípides.

Otro padre “bárbaro” es Eetes, cuya estricta y rigurosa conducta, al imponer laspruebas a Jasón, hace temblar a su hija Medea, VII 14:

nam cur iussa patris nimium mihi dura videntur?“Pues, ¿por qué las órdenes de mi padre me parecen excesivamente duras?”

Pero en este caso la que se hace estas reflexiones25 es una enamorada que buscaexcusas para favorecer a un enemigo, aunque ello sólo sea posible traicionando a sufamilia, a su patria y sobre todo a su padre, VII 52-54:

ergo ego germanam fratremque patremque deosqueet natale solum, ventis ablata, relinquam?nempe pater saevus, nempe est mea barbara tellus,

“Así pues, ¿voy a abandonar yo a mi hermana y a mi hermano, a mi padre y amis dioses y mi tierra natal arrebatada yo por los vientos? Ciertamente mi padrees cruel, ciertamente mi tierra es bárbara

Ovidio no dice nada del modo en que Medea consuma la traición, ni tampoco dela persecución emprendida por su padre, al que ni siquiera nombra a no ser en VII 170(dissimilemque animum subiit Aeeta relictus), cuando en Medea se despiertansentimientos filiales ante el anciano Esón, antes de practicar en él la magia delrejuvenecimiento. Y, por supuesto, también omite en esta ocasión de qué forma lajoven de Colcos interrumpe la persecución de su padre con el asesinato de su hermano

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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Apsirto, pues todo ello era suficientemente conocido por sus lectores y tratado por elpoeta en otras ocasiones.

Mucho más explícito, quizás por aemulatio de la juvenil obrita de Virgilio, laCiris, se muestra en el tramiento de Niso, rey de Mégara, otro de los padrestraicionados por hijas movidas por el amor hacia un extranjero. La rectitud de Nisoqueda de manifiesto en el soliloquio de Escila que poco a poco se ha ido enamorandodel sitiador de su patria, Minos, quien, no debe olvidársenos, está sometiendo a asediola ciudad de Mégara, aliada de Atenas, a fin de vengar la muerte de su hijo Andrógeoa manos de los atenienses, tal como Ovidio ha detallado en VII 456-458:

bella parat Minos; qui quamquam milite, quamquamclasse valet, patria tamen est firmissimus iraAndrogeique necem iustis ulciscitur armis.

“Prepara la guerra Minos, quien, aunque es fuerte por su ejército, aunque lo espor su flota, es con todo mucho más inquebrantable por la cólera propia de unpadre y venga el asesinato de Andrógeo con justas armas.”

un asedio que vuelve a ser mencionado en los primeros versos del libro VIII que seinicia precisamente con esta leyenda de Minos y Escila y se recuerda que, como ya selee en Calímaco Fr. 288 Pf., el poder de Niso radica en su cabello de púrpura, VIII6-10:

interea Minos Lelegeia litora vastat,praetemptatque sui vires Mavortis in urbeAlcathoe, quam Nisus habet, cui splendidus ostrointer honoratos medioque in vertice canoscrinis inhaerebat, magni fiducia regni.

“Entretanto Minos asola las costas de los Léleges y tantea las fuerzas de suMarte en la ciudad de Alcátoo, la que domina Niso, que tenía injertado entre losvenerables cabellos blancos y en medio de su cabeza uno que resplandecía porsu color púrpura, garantía de su poderoso reino.

Ovidio ha caracterizado a Niso desde la óptica de su hija y, así, cuando Escila piensaque puede detener la guerra mediante su boda con Minos, nos informa de que su padreejerce un control absoluto, VIII 69-71:

aditus custodia servat, claustraque portarum genitor tenet; hunc ego solum infelix timeo, solus mea vota moratur.

“Custodia la entrada una guardia, y mi padre tiene las llaves de las puertas; yo,desgraciada, lo temo a él solamente, sólo él detiene mis deseos.”

El resto del papel de Niso en el episodio es totalmente pasivo, su hija le arrancaen sueños el símbolo de su poder para entregárselo a su amado, quien, como cuentala leyenda, horrorizado por tal acción de la joven la rechaza y ésta, mientras intentaaferrarse a la nave del que se va abandonándola sufre la metamorfosis y es justo en ese

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26 Una metamorfosis que aparece también en Ciris 528 y 536 y en Hyg. Fab. 198, estando ausentedel relato de Partenio, Fr. 20 Martini =Fr. 23 Calderón, que sólo habla de la transformación de la joven.

27 R. A. Smith, “Ov. Met. 10.475: an instance of ‘metaallusion’”, Gymnasium 97, 1990, pp. 458-460,quien, a pesar de constatar la coincidencia de libro y verso, cree que no debe ser interpretado como unaparodia de la actuación del joven Palante en Virgilio, sino tan sólo como un rasgo de humor, acentuadopor la connotación sexual de vagina, totalmente ausente en Virgilio.

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momento en el que Niso, transformado a su vez26, ejecuta el castigo que como humanono había puesto en práctica, VIII 145-147:

quam pater ut vidit (nam iam pendebat in aura et modo factus erat fulvis haliaeetus alis), ibat, ut haerentem rostro laceraret adunco.

“Cuando la vio su padre (pues ya colgaba en el aire y acababa de ser convertidoen un águila marina de rojizas alas) se lanzó a herir con su curvo pico a la quese pegaba.”

La rectitud de Cíniras explica que, al comprobar que ha sido engañado por su hijaMirra, quiera darle muerte y ésta tenga que emprender la huida, en X 472-477:

cum tandem Cinyras avidus cognoscere amantempost tot concubitus inlato lumine viditet scelus et natam verbisque dolore retentispendenti nitidum vagina deripit ensem;Myrrha fugit tenebrisque et caecae munere noctisintercepta neci est

“finalmente, cuando Cíniras, deseoso de conocer a su amante después de tantasuniones, vio, tras haber traído una luz, el crimen y también a su hija, conpalabras retenidas por el dolor sacó su brillante espada de la vaina que colgaba,Mirra huye y es substraída a la muerte por las tinieblas y por regalo de la cieganoche

con ecos evidentes del Palante virgiliano de Aen. X 475, según R.A. Smith27.

3. 3. En oposición a estos padres que castigan o provocan la perdición de susvástagos, están aquellos que muestran su dolor por el infortunio de sus hijos; un dolorque en el caso del padre de Meleagro da lugar a la descripción de una escena queparece estar inspirada en alguna de las numerosas representaciones iconográficas defunerales o incluso en unas ceremonias fúnebres de la vida cotidiana. Así lo vemos enVIII 529-530:

pulvere canitiem genitor vultusque seniles foedat humi fusus spatiosumque increpat aevum;

“El padre mancha de polvo sus canas y su rostro de anciano derribado en tierray maldice su larga vida.”

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

28 Una metamorfosis que no aparece en Antonino Liberal y podemos suponer que tampoco enNicandro, pues sólo se habla de la desaparición de Dríope provocada por las ninfas Hamadríades, queen su lugar hicieron brotar un álamo negro. La narración que hace Ovidio parece responder a unareescritura de los datos que hasta él hubieran llegado, a fin de que el lector de las Metamorfosis no sóloconociera una variante distinta sobre la genealogía, vida y “muerte” de Dríope, sino que advirtiera que,gracias a un tipo de expresión con la que suele advertir de que está creando ex nihilo, en esta ocasión utreferunt tardi nunc denique agrestes (“según cuentan ahora por fin tardíamente los campesinos”, v. 346), el poeta está completando la historia de Lótide de la que se ocupa en Fast. I 391 ss., sin queconozcamos fuente ni precedente alguno. En cuanto al árbol del loto en que se convierte Dríope, noparece ser exactamente el mismo loto acuático en el que se transforma Lótide, sino que Ovidio parecemezclar el acuático (nymphaea lotus), planta abundante en Egipto, que, aunque tiene frutos de diferentes

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También el padre de Andrómeda, junto con la madre causa del castigo que sufrela joven, semejan una representación de plañideras ante un enterramiento, mientraslloran a su hija como si estuviera muerta, en IV 691-694:

genitor lugubris et una mater adest, ambo miseri, sed iustius illanec secum auxilium, sed dignos tempore fletusplangoremque ferunt, uinctoque in corpore adhaerent,

“Su doliente padre y también su madre están presentes, ambos desgraciados,pero con más razón ella, y consigo no traen ayuda sino llantos y gemidosadecuados al momento y se agarran al encadenado cuerpo.”

una descripción que, además de ser adecuada al relato, parece tener la intención decompletar el lamento de Ínaco para conocer el alcance de su dolor, pues, como lospadres de Andrómeda, lloraba a su hija como si estuviera muerta; pero, y de nuevoOvidio nos ofrece una información que contrasta con una situación que pareceidéntica, la reacción de Ínaco al reconocer en la vaca a su hija y saber, por tanto, quesigue viva, dista mucho del contento que sienten Cefeo y Casiopea cuando, tras labatalla de Perseo con el monstruo marino, recuperan sana y salva a su hija, en IV 735-739:

litora cum plausu clamor superasque deorum inplevere domos: gaudent generumque salutant auxiliumque domus servatoremque fatentur Cassiope Cepheusque pater; resoluta catenis incedit virgo, pretiumque et causa laboris

“Un griterío unido al aplauso llenó la playa y las elevadas mansiones de losdioses: Casíope y Cefeo, los padres, se alegran y lo saludan como yerno y loreconocen como amparo y protector de su casa; avanza liberada de sus cadenasla joven, recompensa y motivo del esfuerzo.”

Esta misma función, la de completar episodios aparentemente cerrados, se puedeconstatar en la leyenda de Dríope, que narra, con detalles más distintos que semejantesa los que encontramos en Antonino Liberal 32 tomados de Nicandro, la conversión deesta hermana de Íole en el árbol del loto28; ante su metamorfosis asistimos al dolor de

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colores, se caracteriza fundamentalmente por sus hojas y sobre todo por sus flores, y el comestible(zizyphus lotus, llamado jínjol en el levante español), que menciona Homero en Odisea IX 93 ss., y cuyascaracterísticas son tener unos frutos rojizos y comestibles y que tiene más apariencia de arbusto o árbolque el acuático, con lo que Ovidio, además de seguir el modelo Dafne, mantiene el recuerdo del álamoque surge en Nicandro en sustitución de la desaparecida Dríope.

29 Un paralelismo, el de Andremon y Apolo, que sólo se daría en los sentimientos similares, pero queviene insinuado en todo el episodio por el modo en que narra Ovidio el final de la historia de Lótide, yaque la ninfa ha puesto fin a la persecución de Priapo como Dafne al huir de Apolo o Siringe al hacerlode Pan: gracias a su propio cambio de forma.

30 Este macabro banquete, similar al que Atreo ofrece a Tiestes sirviéndole sus propios hijos, recibela influencia de las obras que, desde el Agamenón de Esquilo (vv. 1583-1602) pasando por las diversasde Sófocles, han tratado el tema; posiblemente el banquete de Procne apareciera ya en el Tereo deSófocles y en el homónimo de Acio, de los que apenas hay restos, para todo lo cual cf. R.Mª Iglesias -MªC. Álvarez, “Banquetes míticos intencionados”, en UA 10, Vino y banquete en la Antigüedad, 1993, pp.57-62.

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su marido, que puede ser similar al que Apolo siente, aun sin consumar su unión, porla ausencia de Dafne29, pero sobre todo comprendemos la hondura de la congoja quedebió de sentir Peneo, por más que fuera un motivo de honor que su hija se hubieraconvertido en laurel, pues sin duda su reacción sería muy similar a la del padre deDríope, que el poeta narra por boca de Íole en IX 363-366:

ecce vir Andraemon genitorque miserrimus adsunt et quaerunt Dryopen: Dryopen quaerentibus illis ostendi loton. tepido dant oscula ligno adfusique suae radicibus arboris haerent.

“He aquí que se presentan su marido Andremon y su muy desgraciado padre ybuscan a Dríope; a los que buscaban a Dríope les mostré el loto. Dan besos altibio leño y desplomándose se abrazan a las raíces de su árbol.

En otros episodios se describen las diferentes reacciones que tienen los padres(de muy distinto carácter) ante el dolor que les provoca la muerte (sea cual sea lacausa) de su descendencia.

Siguiendo el orden en que aparecen en la epopeya ovidiana, el primero de estospadres es Tereo, de cuyos deseos impuros hacia su cuñada Filomela ya hemos hechobreve mención; suficientemente conocida es la impía acción de Tereo: incapaz dedominar su desenfrenada concupiscencia, violó a Filomela, la encerró y le cortó lalengua para que no pudiera delatarlo, pero ello no fue óbice para que la joven hicierasabedora a su hermana de la tropelía de que había sido víctima, lo que llevó a ambashijas de Pandíon a maquinar y poner en práctica una acción tan abominable o más quela de Tereo: matar a su hijo Itis y dárselo como manjar de un banquete a su padre, loque realizaron con insania y sevicias sin igual, según vemos descrito a la maneratrágica30 por Ovidio en VI 653-660, cuando el padre ordena que llamen a su hijo:

dissimulare nequit crudelia gaudia Procneiamque suae cupiens exsistere nuntia cladis‘intus habes, quem poscis" ait. circumspicit ille

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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atque, ubi sit, quaerit: quaerenti iterumque vocanti,sicut erat sparsis furiali caede capillis,prosiluit Ityosque caput Philomela cruentummisit in ora patris; nec tempore maluit ulloposse loqui at meritis testari gaudia dictis.

“No es capaz Procne de disimular la alegría en su crueldad y, deseando yaerigirse en la mensajera de su matanza, ‘dentro tienes al que reclamas’, dice.Mira él en torno suyo y pregunta dónde está; y, mientras buscaba y lo llamabade nuevo, según estaba con los cabellos despeinados por la terrible matanza, dioun salto Filomela y arrojó a la cara del padre la ensangrentada cabeza de Itis yen ningún otro momento había preferido poder hablar y atestiguar su goce conpalabras dignas de la ocasión.”

Ovidio, fiel a la tradición, hace hincapié en la doble reacción del padre que esTereo: llora a su hijo y persigue a su mujer y a su cuñada para castigarlas, en VI 665-666:

flet modo, seque vocat bustum miserabile nati;nunc sequitur nudo genitas Pandione ferro.

“ora llora y se llama miserable sepulcro de su hijo; ahora persigue con la espadadesenvainada a las hijas de Pandíon.”

dolor y deseo de venganza que provoca la metamorfosis que explica la inclusión dela leyenda en la obra: la de las hermanas, que Ovidio no especifica, pero sí latradición, que es debida a la conmiseración de los dioses para que se vieran libres dela venganza del padre, esposo y cuñado violador; por su parte, el cambio de figura delpadre dolorido no se debe a piedad divina alguna, pues se convierte en un ave cuyoaspecto recuerda el que tenía como humano, para que no olvidemos el afán vengativoque lo movió hasta el último momento, según se ve en VI 671-674:

ille dolore suo poenaeque cupidine veloxvertitur in volucrem, cui stant in uertice cristae,prominet inmodicum pro longa cuspide rostrum:nomen epops volucri, facies armata uidetur.

“Él, raudo por su dolor y por el ansia de castigar, se convierte en un ave quetiene un penacho en la punta de su cabeza, un pico se prolonga exageradamenteen lugar de la larga lanza, el nombre del pájaro es abubilla, parece una figuraarmada.”

Ovidio conocía sin duda la variante, que conservamos en Hyg. Fab. 45, de queTereo se convirtió en gavilán, ave de rapiña a la que le cuadraría la persecución deotros pájaros más que a la insectívora abubilla. Pero no se ha olvidado de estedepredador en el que se transforma Dedalión, que tiene un carácter muy similar al deTereo e incluso más fiero e impío, al que Ovidio introduce como hermano de Céix,innovando así la tradición, con la finalidad de conseguir una variante mucho más

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31 Nombre y relación de parentesco inventados por Ovidio, pues los dos gemelos, Filamon yAutólico, hijos de una misma madre y de Febo y Mercurio, respectivamente, tienen como madre aFilónide ya desde Hes. Fr. 64 M-W.

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original aún: resaltar la pietas de Céix y de su esposa Alcíone que siempre han estadocaracterizados por una gran impiedad y soberbia frente a los dioses. Con todo, elDedalión ovidiano siente por su hija Quíone31 un cariño tal que, aunque la hija recibeel castigo que le inflige Diana por haberse creído superior a ella, le lleva a querersuicidarse, suicidio que le impide Apolo, si bien lo transforma en gavilán. Es Céix, suhermano en Ovidio, el que en un largo parlamento describe el castigo de Quíone, eldolor del padre, el deseo de suicidio y el cambio, para terminar con la sorpresa de que,como tal ave de rapiña, muestra la misma crueldad que había tenido en vida, XI 324-345:

nec mora, curvavit cornu, nervoque sagittaminpuli, et meritam traiecit harundine linguam.lingua tacet, nec vox temptataque verba sequuntur,conantemque loqui cum sanguine vita reliquit.quam miser (o pietas!) ego tum patrioque doloremcorde tuli fratrique pio solacia dixi!quae pater haud aliter quam cautes murmura pontiaccipit et natam delamentatur ademptam;ut vero ardentem vidit, quater inpetus illiin medios fuit ire rogos; quater inde repulsusconcita membra fugae mandat similisque iuvencospicula crabronum pressa cervice gerenti,qua via nulla, ruit. iam tum mihi currere visusplus homine est alasque pedes sumpsisse putares.effugit ergo omnes veloxque cupidine letivertice Parnasi potitur; miseratus Apollo,cum se Daedalion saxo misisset ab alto,fecit avem et subitis pendentem sustulit alisoraque adunca dedit, curvos dedit unguibus hamos,virtutem antiquam maiores corpore vires;et nunc accipiter, nulli satis aequus, in omnessaevit aves aliisque dolens fit causa dolendi”.

“Y sin dilación dobló el arco e impulsó con la cuerda una flecha y atravesó conla caña una lengua que lo merecía. Guarda silencio la lengua y no siguen ni lavoz ni las palabras que intenta pronunciar, y a la que trataba de hablar laabandonó la vida junto con la sangre. ¡Cuán desgraciado (¡oh cariño familiar!)soporté yo entonces el dolor con corazón propio de un padre y dije a micariñoso hermano palabras de consuelo! Y el padre las recibió no de otro modoque como recibe el escollo el rumor del mar y llora la pérdida de su hija; cuandola vio arder, cuatro veces tuvo el impulso de arrojarse en medio de la pira;

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

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rechazado de allí cuatro veces, encomienda sus impetuosos miembros a la huiday, semejante a un novillo que lleva en la oprimida cerviz aguijones de tábanos,se precipita por donde no hay ningún camino. Ya entonces me pareció quecorría más que un hombre, y pensarías que sus pies tenían alas. Por consiguien-te, huyó de todos y, veloz en su deseo de morir, alcanza la cumbre del Parnaso;Apolo compadecido, cuando Dedalión se arrojaba de un alto peñasco, loconvirtió en ave y lo sostuvo colgando con repentinas alas y le dotó de unaganchuda boca, le dotó de curvos garfios en las uñas, de su antiguo valor, defuerzas mayores que su cuerpo. Y ahora como un gavilán, para nadiesuficientemente bueno, se enfurece contra todas las aves y dolido se convierteen motivo de dolor para los demás.”

Los repetidos intentos de poner fin a su vida por parte de Dedalión contrastancon la rapidez con que lo logra Anfíon, quien, incapaz de soportar la muerte de todossus hijos, se suicida, VI 271-272:

nam pater Amphion ferro per pectus adacto finierat moriens pariter cum luce dolorem.

“en cuanto al padre Anfíon, atravesándose el pecho con una espada, con sumuerte había puesto fin al dolor juntamente con la vida.”

una muerte tan discreta como había sido su vida y tan opuesta, en toda la tradiciónmitográfica ya desde Homero, a la de la soberbia Níobe, culpable del castigo sufrido porlos hijos.

3. 4. La reacción lógica de un padre que pierde a sus hijos es vengar la muertede éstos tratando de que la justicia alcance al responsable; esta reacción que noencontramos en Anfíon, sí aparece, en cambio, en un héroe que se encarga deadministrar justicia, Minos, cuyo sentido de lo justo le lleva a rechazar a Escila; cadavez que en el episodio del asedio a Mégara se habla de esta guerra de venganza, sedeja claro que lo que ya se había dicho en el libro VII y ya hemos citado conanterioridad, a saber la justicia de la guerra emprendida (VII 458: Androgeique necemiustis ulciscitur armis), es también convicción de la joven, pues reflexiona en VIII 58:

iusta gerit certe pro nato bella perempto“Ciertamente hace una guerra justa en venganza del asesinato de su hijo."

un juicio que confirma Ovidio, quien, al hablar de cómo finaliza el asedio a Mégara,insiste en VIII 101-102:

dixit et, ut leges captis iustissimus auctorhostibus imposuit,

“Dijo y, después de que como el más justo garante impuso sus leyes a losenemigos vencidos.”

versos en los que la crítica ovidiana ve que el paralelo con XV 833, en que se dice queAugusto leges feret iustissimus auctor, no es casual. A nosotras nos recuerda, además,

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32 Es el más épico de las Metamorfosis según B. Otis, Ovid as an Epic Poet, Oxford 19702, p. 108. Losanteriores tratamientos de la leyenda por parte de Hesíodo (Fr. 311 M-W=Hyg. Fab. 152 y 154) o de lostrágicos (Helíades de Esquilo y Faetón de Eurípides) sólo los conocemos fragmentariamente. G. Knaack,Quaestiones Phaethonteae, Berlin 1886, defiende, como para la mayoría de las leyendas del poema ovidiano,un epilio alejandrino como modelo para la de Faetón, teoría que rechaza E. Rohde, que le dedica el primercapítulo de sus De Ovidi arte epica capita duo, Diss. Berlin 1929, en apéndice a G. Lafaye, LesMétamorphoses d’Ovide et leurs modèles grecs, Hildesheim 1971 (=Paris 1904). De lo que no cabe dudaalguna es de la influencia de Ovidio en Filóstrato y Nono. Sobre la existencia de una fuente alejandrina comúna Ovidio y Nono, tesis de G. Knaack, u Ovidio como único modelo para Nono, postura de Braune desde 1935,y los partidarios de una y otra, cf. H. Herter, “Ovids Verhältnis zur bildenden Kunst, am Beispiel derSonnenburg illustriert” en Ovidiana. Recherches sur Ovide, publiées à l’occasion du bimillénaire de lanaissance du poète par N. I. Herescu, Paris 1958, p. 58, n. 1, y el más reciente estudio de P. E. Knox,“Phaethon in Ovid and Nonnus”, CQ 38, 1988, pp. 536-551.

33 Según la fórmula homérica de Il. III 277 y que Ovidio repite en Met.I 768-769 (‘Per iubar hoc’inquit ‘radiis insigne coruscis, / nate, tibi iuro, quod nos auditque videtque’), en boca de Clímene, yevoca en II 32 (Sol oculis iuvenem, quibus aspicit omnia, vidit).

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el tu regere imperio populos, Romane, memento / (hae tibi erunt artes), pacisqueimponere morem, / parcere subiectis et debellare superbos de Aen. VI 851-853 ypuede ser un claro indicio de augustanismo.

4. Por último, hablaremos de los dos padres más emblemáticos de lasMetamorfosis y quizás de toda la Mitología clásica, que no son excepcionales, pues,como muchos otros que hemos visto, soportan un enorme dolor por la pérdida de sushijos; lo que los hace diferentes de ellos y semejantes entre sí es que, conscientes delpeligro que sus hijos van a arrostrar, les dan clase de consejos a fin de protegerlos; nosreferimos al Sol y a Dédalo. Ahora bien, tal como nos tiene acostumbrados, Ovidiorealza la semejanza que tenga cada episodio con una característica que lo diferenciadel otro; en esta ocasión es la utilización del léxico, ya que es continua la presenciade pater (y sus derivados paternos y patrius) y en menor medida genitor o parens,para designar al Sol, en tanto que es mínimo el uso de términos del campo semántico“padre” para referirse a Dédalo.

El relato ovidiano sobre el Sol y Faetón es el primero que nos ha llegadocompleto de la antigüedad clásica32 y el que se ha convertido en paradigma para todoslos tratamientos en todas las literaturas y en todas las artes.

Todo el episodio se desarrolla en el libro II, pero Ovidio lo ha introducido afinales del libro precedente, cuando Faetón, a consecuencia de su disputa con Épafoy tras haberle pedido consejo a su madre Clímene, decide ir ante el Sol y pedirlepruebas de su filiación; en el libro II, en su presencia, lo invoca como luminaria,dando por seguro que, puesto que es privativo del sol ver y oír todas las cosas33, notiene que explicarle cuál es el motivo de su visita, II 35-39:

'o lux inmensi publica mundi, Phoebe pater, si das usum mihi nominis huius, nec falsa Clymene culpam sub imagine celat,pignora da, genitor, per quae tua vera propago

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

34 Se trata de la laguna Estige que, por estar en los lugares subterráneos, no puede ser contempladapor el Sol. La Estige obtuvo de Júpiter, por haberlo ayudado en la Titanomaquia, el privilegio de que losdioses debieran cumplir los juramentos que en su nombre hicieran, tal como se sabe desde Hes. Theog.400.

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credar, et hunc animis errorem detrahe nostris.'“Oh luz común del mundo sin límites, padre Febo, si me permites utilizar estenombre y Clímene no enmascara su culpa bajo una falsa apariencia, concédemegarantías, padre mío, mediante las cuales pueda ser considerado auténticadescendencia tuya y aleja de mi ánimo esta zozobra.”

Y ya el poeta nos da un primer indicio de que se trata de un padre complaciente consu hijo, un padre que con sumo cuidado se acerca, tras despojarse de sus atributosdivinos nocivos para los mortales, en II 40-41:

dixerat, at genitor circum caput omne micantes deposuit radios propiusque accedere iussit

“Así había hablado y el padre se despojó de los rayos que centelleabanalrededor de su cabeza y le ordenó que se acercara más

Como vemos, el término genitor aparece en el mismo lugar del verso en ambospasajes, con lo que se hace más evidente que padre e hijo son conscientes de que sugenealogía, su genus, es incuestionable y que Faetón, aunque pide que se le libre dela zozobra (errorem, v. 39), no precisa pruebas para convencerse sino que lo quequiere es no tener que reivindicar su filiación ante cualquier interlocutor que la pungaen duda en el futuro.

Las primeras palabras que el Sol dirige a su hijo ratifican indiscutiblemente elparentesco, en II 33-34:

‘quae’que ‘viae tibi causa? quid hac’ ait 'arce petisti, progenies, Phaethon, haud infitianda parenti?’

“‘¿Cuál es para ti la causa del viaje?’dice ‘¿Qué buscas de esta fortaleza, Faetón,descendencia que no ha de ser desmentida por un padre?’”

y confirma las aseveraciones que Clímene había hecho en I 768-775; pero además,movido por su deseo de agradar a su hijo, de forma imprudente jura concederle,poniendo por testigo a “la laguna que no ven sus ojos”34 ,lo que le pida parademostrarle su paternidad, en II 42-46:

amplexuque dato 'nec tu meus esse negari dignus es, et Clymene veros' ait 'edidit ortus, quoque minus dubites, quodvis pete munus, ut illud me tribuente feras. promissis testis adesto dis iuranda palus oculis incognita nostris.'

“Y, tras haberle dado un abrazo, le dice: ‘Tú no mereces que se niegue que ereshijo mío y Clímene te ha dicho tu verdadero origen, y, para que no dudes, pideel regalo que quieras, a fin de que lo consigas pues voy a concedértelo. Que sea

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testigo de mis promesas la laguna desconocida para mis ojos por la que losdioses deben jurar.’”

No ha medido el Sol sus palabras y así a su falta de prudencia le correspondela impetuosidad de su hijo, pues, tras haber jurado por la Estige, nada le podrá negar,aunque se arrepienta de ello e intente hacer desistir a Faetón de su empeño en conducirsu carro, en II 49-55:

Paenituit iurasse patrem, qui terque quaterque concutiens illustre caput 'temeraria' dixit 'vox mea facta tua est. utinam promissa liceret non dare! confiteor, solum hoc tibi, nate, negarem; dissuadere licet: non est tua tuta voluntas! magna petis, Phaethon, et quae nec viribus istis munera conveniant nec tam puerilibus annis.

“Se arrepintió de haber jurado el padre, quien, agitando tres y cuatro veces lailustre cabeza, dijo: “Mis palabras se han hecho temerarias a causa de las tuyas.¡Ojalá se me permitiera no concederte lo prometido! Confieso que sólo esto tenegaría, hijo; me está permitido disuadirte: ¡no está libre de peligro tu deseo!Pides, Faetón, grandes cosas y dones que no convienen a estas fuerzas tuyas nia tan infantiles años’”

y el padre en estricto paralelismo a las palabras del hijo (II 38-39: pignora da, genitor,per quae tua vera propago / credar, et hunc animis errorem detrahe nostris) respondecon una manifestación de cariño que sólo puede darse cuando se tienen sentimientospaternales, pues ya no es sólo que Faetón pida algo que está por encima de su pericia,sino el miedo que siente el padre de que, siendo como es de índole mortal, suinconsciencia le lleve a arrostrar graves peligros, en II 90-94:

scilicet, ut nostro genitum te sanguine credas, pignora certa petis: do pignora certa timendo et patrio pater esse metu probor. adspice vultus ecce meos, utinamque oculos in pectora posses inserere et patrias intus deprendere curas!

“En efecto, para considerarte nacido de mi sangre, pides certeras garantías:certeras garantías te doy con mi temor y con el miedo propio de un padredemuestro ser tu padre. ¡Contempla mi rostro, hélo aquí, y ojalá pudierasintroducir tus ojos en mi pecho y descubrir las preocupaciones paternas que haydentro!

Ante la insistencia del joven, que no atiende a los ruegos del padre ni aceptaningún regalo alternativo, y obligado por el inquebrantable juramento pronunciado,su padre le proporciona ayuda con ungüentos y, sobre todo, con consejos prácticospara el manejo del carro a la par que le advierte de los terribles peligros que le acechan

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

35 Para las semejanzas de consejos y del viaje por el cielo de estos dos jóvenes, cf. nuestro Mª C.Álvarez-R. Mª Iglesias, “Insuetum per iter: Faetón y Dédalo”, UA 15, AETHERIA: el mundo celeste en laAntigüedad, 1995, 49-69.

36 Ovidio hace intervenir a la Tierra con un discurso que, además de convencer a Júpiter de que actúe,tiene gran importancia para la organización de las Metamorfosis, como demostramos en R.Mª Iglesias -Mª C. Álvarez, “Met. II 262-300 y su incidencia en la unidad de la epopeya ovidiana”, Myrtia 6, 1991, pp.11-25.

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en el empíreo, unos consejos similares a los que luego dará Dédalo a su hijo Ícaro35.Tras escuchar a su padre, Faetón, de forma similar a como lo hiciera la hija de Pandíon(VI 483-484: gaudet agitque / illa patri grates et successisse duabus) y lo hará Venusen agradecimiento a la apoteosis de Eneas en XIV 596 (gaudet gratesque agit illaparenti;), muestra su agradecimiento en II 150-152:

Occupat ille levem iuvenali corpore currum statque super manibusque leves contingere habenas gaudet et invito grates agit inde parenti

“Ocupa aquél con su juvenil cuerpo el liviano carro y permanece encima de piey se alegra al coger con sus manos las ligeras riendas y da las graciasinmediatamente a su padre, que ha accedido mal de su grado.”

Cuando ya Faetón ha sido fulminado por Júpiter, pues es el único medio paraque no sea más irreparable el desastre que ha ocasionado36, el Sol muestra un terribledolor y, al modo de los padres que se cubren con lúgubres vestimentas, él, en elmomento en que las náyades sepultan el cuerpo todavía humeante, muestra su lutoocultándose y llenando a la tierra de negrura con un eclipse, en II 329-332:

nam pater obductos luctu miserabilis aegro condiderat vultus: et si modo credimus, unum isse diem sine sole ferunt; incendia lumen praebebant, aliquisque malo fuit usus in illo.

“El padre digno de compasión había escondido su rostro recubierto de dolor yenfermedad; y, si lo creemos, cuentan que pasó un día sin sol; los incendiosofrecían la luz y algún provecho hubo en aquella desgracia

unas manifestaciones de dolor que son duraderas, ya que, después de que las Helíadesy Cicno (hermanas y pariente y amigo) hayan llorado ante el túmulo con tantaintensidad la desventura del joven y terminen metamorfoseándose, como colofón delepisodio, el Sol sigue mostrando su tristeza a los que se añade el deseo de vengarsede Júpiter, que ha sido el responsable último de la muerte de Faetón, en II 381-391:

Squalidus interea genitor Phaethontis et expers ipse sui decoris, quali, cum deficit, orbe esse solet, lucemque odit seque ipse diemque datque animum in luctus et luctibus adicit iram officiumque negat mundo. 'satis' inquit 'ab aevi sors mea principiis fuit inrequieta, pigetque

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias

37 Y hacemos una excepción, pues habíamos advertido de que no nos ocuparíamos de los grandesdioses, excepción que viene justificada por el paralelismo que se da, precisamente, con otra divinidad,el Sol, que en modo alguno puede ser olvidado cuando se habla de padres míticos.

38 Cf. N. Rudd, “Daedalus and Icarus (I) From Rome to end of the Middle Ages” y “(II) From theRenaissance to the present day”, en Ch. Martindale, Ovid Renewed, Cambridge 1988, pp. 21-35 y pp.37-53.

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actorum sine fine mihi, sine honore, laborum. quilibet alter agat portantes lumina currus! si nemo est omnesque dei non posse fatentur, ipse agat, ut saltem, dum nostras temptat habenas, orbatura patres aliquando fulmina ponat.

“Entretanto el padre de Faetón, descuidado y desprovisto él mismo de su ornato,cual suele estar cuando se eclipsa para el universo, odia la luz y a sí mismo y aldía y entrega su ánimo al llanto y al llanto añade la cólera y niega al mundo susservicios. Dice: ‘Desde el principio de los tiempos mi cometido no ha tenidosuficiente descanso y me arrepiento de los esfuerzos realizados sin fin, sinhonor. Que otro cualquiera conduzca los carros que llevan la luz. Si no haynadie y todos los dioses confiesan que no son capaces de ello, que lo conduzcaél mismo, para que al menos, mientras prueba mis riendas, deje de lado por uncierto tiempo los rayos que privan de hijos a los padres.’”

unos deseos de venganza que recuerdan los de Minos, pero sobre todo los deNeptuno37, tras la muerte a manos de Aquiles de su hijo Cicno (distinto del parientede Faetón), en XII 580-583:

At deus, aequoreas qui cuspide temperat undas, in volucrem corpus nati Cygneida versum mente dolet patria saevumque perosus Achillem exercet memores plus quam civiliter iras,

“Pero el dios que con su lanza gobierna las aguas del mar lamenta en sucorazón de padre que el cuerpo de su hijo se haya convertido en cisne y,odiando al cruel Aquiles, no deja en reposo su cólera que se mantiene viva conmás vehemencia que la humana.”

para lo que pide el auxilio de Apolo (XII 591 ss.), con lo que Ovidio vuelve a hacergala de su originalidad haciendo que la muerte del Pelida tenga otra causa más y otrocausante más, desconocidos en la tradición mitográfica: la venganza de Neptuno porla muerte de Cicno.

En cuanto a la leyenda de Dédalo e Ícaro, como ocurre con la de Faetón,tradicionalmente han sido considerados los primeros relatos38 los de Ovidio de Ars II21-98 y Met. VIII 183-235, aunque Sófocles escribió un Dédalo y Los camicos yEurípides Los cretenses; con todo, no debemos olvidar los versos que Virgilio lededica en Aen. VI 14-33 y que dejan su impronta en los dos relatos ovidianos.

Las semejanzas entre las dos leyendas, como dijéramos, radican sobre todo en

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

39 Cf. V. M. Wise, “Flight Myths in Ovid’s Metamorphoses. An Interpretation of Phaethon andDaedalus”, Ramus 6, 1977, pp. 44-59.

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las advertencias dadas por uno y otro padre a sus hijos a la hora de emprender elcamino del cielo, si bien los recorridos de ambos jóvenes no son idénticos39.

Ya apuntábamos supra que Ovidio en el episodio de Dédalo e Ícaro es parco enel uso de las designaciones de “padre” o de lo referido a un padre; de hecho, sólo endos ocasiones aparece el adjetivo patrius y otras dos veces pater, si bien en un soloverso, pero ambos términos están en contextos de una gran fuerza expresiva.

En la primera de ellas, patrius refleja la emoción de Dédalo al darle lasinstrucciones a Ícaro de cómo debe volar, en VIII 210-211:

inter opus monitusque genae maduere seniles, et patriae tremuere manus. dedit oscula nato

“Entre el trabajo y los consejos se humedecieron las mejillas del anciano ytemblaron las manos del padre.”

lo que ciertamente constituye un claro eco de Aen. VI 33: bis patriae cecidere manus,aunque el momento al que se hace referencia es distinto: en Virgilio se habla de queel cincelador no pudo esculpir la caída de su hijo, y en Ovidio, en cambio, las manosde Dédalo tiemblan mientras da consejos a Ícaro, para el vuelo, y le adapta sus alas,en una clara variatio con respecto a Ars II 69-70, donde, al no poder refrenar suslágrimas, Ovidio utiliza igualmente el adjetivo patriae, pero referido a genae:

iamque uolaturus paruo dedit oscula nato, nec patriae lacrimas continuere genae.

“y ya a punto de morir da a besos a su hijito y las mejillas del padre no pudieroncontener las lágrimas.”

Y es importante resaltar que al referirse (en VIII 210) a las humedecidas mejillas delpadre elige, en clarísima variatio con respecto a Ars, el adjetivo seniles comocalificativo de genae.

Un momento muy emotivo del relato constituye también un gran contraste conla leyenda de Faetón, pues, cuando el hijo del Sol estaba en peligro, no pide ayuda asu padre, sino que desea ser hijo de un mortal, en II 182-184:

et iam mallet equos numquam tetigisse paternos,iam cognosse genus piget et valuisse rogando;iam Meropis dici cupiens

“Y ya preferiría no haber tocado nunca los caballos paternos y ya se arrepientede haber conocido su linaje y de haber insistido en sus peticiones; ya deseandoser llamado hijo de Mérope.”

y en cambio, Ícaro angustiado llama a su padre, siendo éste el único momento en queadquiere protagonismo de hijo, VIII 227-230:

tabuerant cerae: nudos quatit ille lacertos remigioque carens non ullas percipit auras,

Mª Consuelo Álvarez - Rosa Mª Iglesias

40 Curiosamente, cuando aparece detrás de la pentemímera, es menos estrecha su relación con lagenealogía y podríamos encontrar cualquiera de sus sinónimos. Puede comprobarse en los ejemplosaducidos de Cefeo, Pandíon, Niso o el padre de Dríope entre otros.

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oraque caerulea patrium clamantia nomen excipiuntur aqua, quae nomen traxit ab illo.

“La cera se había derretido; agita él sus desnudos bracitos y, privado de remos,no apresa brisa alguna y la boca que gritaba el nombre de su padre es acogidapor las azuladas aguas que obtuvieron su nombre de él.”

Pero donde los sentimientos de paternidad están expresados por Ovidio de modomás sublime es sin duda en los versos que siguen, VIII 231-232:

at pater infelix nec iam pater 'Icare' dixit, 'Icare' dixit 'ubi es?

“Por su parte el padre desgraciado y ya no padre dijo: ‘Ícaro, Ícaro’, dijo,‘¿dónde estás?’”

en que el poeta, con esa doble repetición de gran fuerza expresiva, nos hace ver lascaracterísticas del padre cariñoso, preocupado por su hijo y angustiado, que hapergeñado en VIII 211-216 cuando le enseñaba a volar.

5. Hasta aquí los tipos más significativos de padre que Ovidio nos presenta en susMetamorfosis. Al analizarlos, sólo excepcionalmente hemos prestado atención alsignificante que el poeta utiliza, pues es indudable que los entiende como sinónimos.Prueba de ello son los versos que hemos reproducido sobre Agamenón, en que en doslíneas (XIII 186-187) aparecen los tres términos fundamentales, así como que en elepisodio del Sol hemos leído pater y genitor, mientras que en Dédalo pater y susderivados podrían ser reemplazados por cualquiera de los otros dos. Si pretendemosver alguna razón para la utilización de un sinónimo de pater, es indudable que genitoraparece, por lo general en el lugar más destacado del verso entre las cesurastriemímera y pentemímera40, más que para caracterizar un tipo de padre, paraindicarnos la filiación de los protagonistas de sus episodios; como ejemplo, ademásde los vistos en el episodio del Sol, pueden servir X 605, en que Hipómenes recuerdasu linaje nada humilde:

namque mihi genitor Megareus Onchestiuso cuando Néstor le explica a Tlepólemo que el no haber hecho mención de su padreHércules al narrar la Centauromaquia, se debe a que despertaban en el anciano tristesrecuerdos la destrucción de su patria, en XII 549 ss.:

ille tuus genitor Messenia moenia quondamstravit et immeritas urbes Elimque Pylumquediruit...

ejemplos a los que añadimos XI 271, donde para hablar del linaje de Céix, colocagenitore entre la triemímera y la trocaica, resaltando la sinonimia con pater:

Lucifero genitore satus patriumque nitorem

Padres en las Metamorfosis de Ovidio

41 C. Moulton, “Ovid as Anti-Augustan. Met. XV 843-879”, CW 67, 1973, p. 6.42 A.W.J. Holleman, “Ovidii Metamorphoseon liber XV 622-870 (Carmen et error?)”, Latomus 28,

1969, pp. 49-51.

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En cuanto a parens, término que en las más de las ocasiones aparece lógicamentealudiendo a la madre, cuando es sinónimo de pater parece haber sido el preferido delpoeta de Sulmona para cerrar el hexámetro, lugar que también ocupa en mucha menormedida paternus, lo que nos hace pensar que el único lugar en que parens no estáocupando el sexto pie, aunque sí en la cláusula del hexámetro, se debe a un intento deresaltarlo; es el verso en que se habla por primera vez de la filiación de Faetón y delorgullo que siente por ser hijo del Sol, en I 752::

nec sibi cedentem Phoeboque parente superbum un verso en el que parens comparte el valor de genitor, según se deduce del reprocheque le lanza Épafo dos versos después: credis et es tumidus genitoris imagine falsi.

En cuanto a la abundante presencia de pater y sus derivados, no precisajustificación, pero, atendiendo al augustanismo, en favor o en contra del Princeps, queaflora en las Metamorfosis, no puede escapársenos que pater es como llama Ovidioa Augusto y que en más de una ocasión, sobre todo casi en el colofón de su obra,insiste en que “ninguna obra de las llevadas a cabo por César es mayor que la de habersido el padre de éste (neque enim de Caesaris actis / ullum maius opus quam quodpater exstitit huius, XV 750-751) y que, como con tantos otros héroes de la mitologíaincluido el propio Júpiter, el hijo supera al padre, compartiendo los dos lacaracterística de pater, en XV 855-860:

sic magnus cedit titulis Agamemnonis Atreus, Aegea sic Theseus, sic Pelea vicit Achilles, denique, ut exemplis ipsos aequantibus utar, sic et Saturnus minor est Iove: Iuppiter arces temperat aetherias et mundi regna triformis, terra sub Augusto est: terra est et rector uterque.

“Así cede el gran Atreo ante los títulos de Agamenón, así venció Teseo a Egeo,así Aquiles a Peleo, finalmente, para utilizar ejemplos que los igualen a ellos,también así Saturno es inferior a Júpiter: Júpiter gobierna las ciudadelascelestiales y los reinos del mundo de tres formas, la tierra está bajo Augusto;uno y otro son padres y gobernantes.”

glorificación de intención ambigua, pues, como bien señala C. Moulton41, en lasleyendas particulares de los héroes griegos emparejados no salen bien parados ni elpadre ni el hijo, cada uno por distintas motivaciones; en cambio A.W.J. Holleman42

lo considera una auténtica ridiculización de Augusto.