mediacion escolar: aspectos basicos
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Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero”
Seminario La Recreación nos lleva a la Paz
Barinas, 2015.
Mediación Escolar: Aspectos Básicos
Nathalie Carrillo Gómez1
Resumen
Los conflictos son inherentes a la condición humana, es un fenómeno
indispensable para el crecimiento y desarrollo del individuo/de la sociedad, por
lo que no necesariamente debe ser negativo. Como fenómeno multidimensional,
en él convergen una amplia gama de elementos contextuales, psicológicos,
emocionales y hasta culturales que hacen de cada conflicto una especie única
en su género. Para resolver conflictos no existe una fórmula mágica ni estándar,
pero siempre que se asuma desde la perspectiva pacífica/no violenta asegura
acuerdos consensuados y la satisfacción de las partes. Una de las estrategias
que nos permite tales resultados es la mediación, cuyos aportes han sido
ampliamente comprobados en diversos ámbitos del quehacer social siendo la
escuela una de las más favorecidas.
Palabras clave: conflicto, mediación y escuela.
1 Egresada como Criminólogo y Magister Scientiae en Ciencias Políticas, ambas de la Universidad de Los Andes.
Diplomado Internacional “Técnicas avanzadas de Negociación y Resolución de Conflictos” (Asociación de las Naciones Unidas en Venezuela); Diplomado Programa de Formación en Derechos Humanos para Agentes Municipales (Secretaría de Derechos Humanos, Argentina); Diplomado Formación Política y Ciudadanía (Pontificia Universidad Javeriana de Colombia); Diplomado Andino de Educación en Derechos Humanos (Unión Europea, Universidad Valle del Momboy y UNIANDES).
I. Presentación
El ambiente escolar ha sido y seguirá siendo el segundo hogar de los niños,
niñas y adolescentes. Un espacio previsto no sólo para el aprendizaje de
contenidos teóricos y técnicos de diversidad de áreas, sino un lugar para la
interacción social más allá de la dinámica familiar.
“Las herramientas para adaptarse a la sociedad son dadas, en primer lugar por
la familia: socialización primaria. En segundo lugar, por la institución educativa:
socialización secundaria; donde se refleja lo aprendido en el hogar y se modelan
algunas otras conductas” (Carrillo, 2006).
Cuando de resolver conflictos de forma pacífica/no violenta se trata, en general,
ni familia ni escuela cuentan con estrategias idóneas que faciliten alcanzar
acuerdos satisfactorios para los involucrados. Razón por la cual, ante una
situación de incompatibilidad (que normalmente lleva en sí un alto grado de
emotividad) derivan escenarios de agresividad donde todo depende del
procedimiento utilizado para dirimirlo: si el mismo es violento genera violencia,
caso contrario genera un clima de confianza y aprendizaje.
Esto último se logra una vez que se replantee la percepción sobre el conflicto se
pueda tener, donde se comprenda que es simplemente un proceso de
interacción que se co–construye recíprocamente entre dos o más partes, donde
los involucrados buscan/persiguen metas opuestas o afirman valores
antagónicos. Aunado a que implica situaciones que se suscitan con cierta
rapidez, hasta situaciones complejas cuya posibilidad de resolución requiere la
intervención de “terceros” que aporten elementos o instrumentos eficaces para
la superación del conflicto.
Seguido de un cambio de paradigma en cuanto a las formas empleadas para
resolver tales situaciones. En este sentido, se trata de tener claro que conflicto
no es sinónimo de violencia/agresión, al contrario representan maneras de
reaccionar y no promueven la solución de los mismos.
La escuela resulta un ambiente idóneo para promover la transformación de los
medios para resolver conflictos, donde la práctica o ejercicio de la mediación
funja como instrumento para la convivencia pacífica. Siendo el docente la pieza
fundamental, en tanto su rol pedagógico no sólo con los estudiantes sino con su
interacción con padres y representantes.
El objetivo de este documento es ofrecer un marco general sobre lo que significa
la Mediación, haciendo énfasis en su papel dentro del área escolar. Para
finalizar, compartiendo una serie de variables que pueden coadyuvar a la
implementación de un plan o proyecto alusivo al tema.
II. Mediación: Aspectos básicos
La mediación es voluntaria, confidencial y está basada en el diálogo.
La mediación es un proceso por el cual una o varias personas, intervienen como
entes neutrales y objetivos, en un conflicto que no lo afecta directamente
(Cátedra de la Paz, 2005). Generalmente se realiza cuando las partes de un
determinado conflicto, no logran ponerse de acuerdo y solicitan o requieren la
intervención de un tercero que los ayude a solucionar dicho conflicto.
Esta tercera persona llamada “Mediador/a” asiste a las partes para que alcancen
de forma voluntaria un acuerdo que conlleve una solución a los asuntos en
situación conflictiva. Puede concebirse como la aceptación de una persona
admisible, imparcial y neutral en la resolución de un conflicto, sin poseer
necesariamente una autoridad o poder de toma de decisiones.
La mediación se configura como un medio alternativo o una técnica, para
alcanzar una solución amistosa. Es un rol intermedio que generalmente se aplica
para evitar una respuesta violenta y que funciona como un proceso participativo,
en el que las partes se siente sujetos y no objetos, puesto que de ellas nacen las
alternativas de solución.
La mediación es una forma legítima de peace-making y es apropiada cuando se
está frente a un conflicto largo o complejo; cuando los esfuerzos de las propias
partes en el manejo del conflicto han alcanzado un impasse; cuando ninguna
parte está preparada para sancionar costos o pérdidas de vidas y en la medida
en que ambas partes están preparadas para cooperar, tácita o abiertamente, en
el quiebre de su estancamiento. Si tales condiciones prevalecen, la mediación
puede asegurar la salida pacífica del conflicto.
Ventajas
La mediación es un proceso más rápido y sencillo que un juicio.
La mediación evita trámites costosos y desgastantes.
La mediación es un proceso confidencial y evita la ruptura de todo tipo de
relaciones.
La mediación ofrece la oportunidad de solucionar conflictos de manera no
adversarial.
Funcionamiento del Proceso de Mediación (Cátedra de la Paz, 2005)
1. Encuentro preliminar y por separado con cada una de las partes
involucradas, donde se les explican las condiciones que facilitan el
acceso a la mediación, el proceso a seguir y se solicita su consentimiento
para acudir a la mediación.
2. Análisis de la situación y de los intereses de las partes desde afuera
(contacto inicial).
3. Establecimiento de las reglas del juego y la forma o procedimiento para
realizar la discusión. (arreglos o acuerdos para la mediación).
4. Exposición de cada una de las partes, de su visión del conflicto.
5. Exposición de los intereses de cada uno (apertura del proceso por las
partes).
6. Proposición de las formas de solución en conjunto y escoger la más
adecuada (solución participativa de los problemas).
7. Establecimiento de compromisos a futuro, acuerdos, sanciones, etc.,
como forma de asegurar la posterior solución de acuerdo a lo previsto
(acuerdo final).
8. Seguimiento.
Perfil del Mediador/a
El mediador no decide ni tiene autoridad para imponer una solución a ninguna
de las partes, característica que lo diferencia del juez o del árbitro. Es una
persona entrenada para asistir a aquellas otras que se encuentran en conflicto,
estimulándolas, guiándolas y escuchándolas para que ellas mismas arriben a
un acuerdo.
Honesto: decir siempre y hablar con la verdad.
Responsable: estar claro y consiente de sus funciones y
responsabilidades.
Comprensivo: entender las posiciones de las partes.
Respetuoso: respetar a los demás tanto físicamente como en sus
apreciaciones.
Tolerante: tener paciencia y aceptar que no todos somos iguales.
Imparcial: mantener una posición objetiva frente al conflicto.
Conocer sus derechos y deberes: fomentar la educación en el tema y
poner en práctica dichos valores, desde su condición de mediador.
Creatividad: buscar soluciones alternativas y atractivas para las partes.
Solidario: Estar presente no solo durante el proceso de mediación sino
en cualquier momento donde se requiera.
Participativo y preocupado: estar atento a los problemas e intervenir,
siempre en pro de una mejor solución.
Amigable: ser cordial con todos los participantes.
Justo: tratar de que ambas partes queden conformes con el resultado.
Mantener la imparcialidad y no alegrarse por uno u otro bando.
Escuchar: prestar atención a los planteamientos de las partes
involucradas.
Normar: establecer y conocer las normas para resolver los conflictos.
Seguridad: el mediador debe estar seguro en sus apreciaciones y
proyectarla a las partes para que se sientan más cómodos y seguros con
la persona que los está ayudando.
En todo caso, el rol principal del mediador es permitir que las partes se escuchen
mutuamente y orientar a las mismas a producir la colaboración y no a profundizar
las diferencias entre ellas, con la finalidad de lograr un acuerdo voluntario y
consensuado.
Los mediadores pueden ser miembros de la comunidad, maestros, padres,
sacerdotes, pastores, policías, compañeros de estudio o de trabajo, etc. No son
jueces ni árbitros, no imponen soluciones ni opinan sobre quién tiene la verdad,
lo que buscan es satisfacer las necesidades de las partes en disputa, regulando
el proceso de comunicación y conduciéndolo por medio de unos sencillos pasos
en los que, si las partes colaboran, es posible llegar a una solución en la que
todos ganen o, al menos, queden satisfechos.
III. Mediación Escolar
El interés por la mediación escolar ha ido en crescendo, esto como consecuencia
de los conflictos que se producen y que en buena medida obedecen al deterioro
de las relaciones interpersonales en las escuelas. Por su parte, los centros
educativos afrontan la problemática social que los afecta a la escuela y “… tiene
mayor impacto en aquellos grupos donde las relaciones interpersonales se
encuentran deterioradas, o no encuentran herramientas apropiadas para su
gestión” (Centro para la Mediación y Arbitraje de Andalucía).
Los conflictos que se generan en el ámbito educativo no siempre se resuelven o
administran de forma adecuada, siendo la mediación una herramienta que puede
mejorar la gestión de determinados conflictos. Importante es resaltar el hecho de
que la mediación no es óptima en casos donde los conflictos impliquen
conductas sujetas a acciones de tipo penal, tampoco en casos donde existan
reglamentos/normativas las cuales son de obligatorio cumplimiento.
Estructurar un plan/proyecto/programa de mediación en las instituciones
educativas implica según Ortega y Del Rey (2003) cinco fases, a saber:
1. Sensibilización e información, con la finalidad de que toda la comunidad
educativa (docentes, personal administrativo, obrero, padres,
representantes y comunidad en general) conozca acerca de la mediación
como instrumento para resolver conflictos de forma pacífica. También,
para que todos estos actores lo validen como estrategia útil y como
posibles usuarios. Esta fase va a permitir que la comunidad educativa en
pleno tenga la oportunidad de postularse y asumir el rol de mediador/a.
2. Selección de los mediadores, a la par de la sensibilización se debe
promover que personas voluntarias/candidatos a mediadores puedan
postularse y posteriormente ser seleccionados para formarse. No toda
persona es susceptible de ser mediador, por tanto los postulados deben
ser entrevistados con el objetivo de valorar su voluntariedad y motivación,
solidaridad y capacidad de diálogo, disponibilidad de tiempo para el
entrenamiento y el desarrollo de mediaciones futuras, ser aceptado
socialmente, buen nivel de autoestima y aceptación de las características
y normas básicas del programa.
3. Formación de las/los Mediadores, que debe ser teórico y práctico con
“lecciones claras y bien organizadas referidas, entre otros, a los procesos
de desarrollo y presentación de la vida afectiva, la empatía, la capacidad
de diálogo, la naturaleza del conflicto y la escucha activa” (Ortega y Del
Rey, 2003). En este proceso deben participar docentes, alumnos/as,
padres, representantes, personal directivo, administrativo, obrero,
miembros de la comunidad, otros; seleccionados como futuros
mediadores.
4. Desarrollo de un proceso de mediación, es primer lugar es preciso que los
involucrados tengan la libertad de escoger a su mediador/a; también se
puede sugerir/asignar uno, más debe ser aceptado por ambas partes.
“Como no siempre las partes en conflicto son conscientes de la situación
en la que se encuentran, el programa también puede disponer de un
dispositivo de detección de conflictos y posterior ofrecimiento de
mediación” (Ortega y Del Rey, 2003).
Elegido el mediador/a, se desarrolla la primera sesión la cual es de
especial importancia debido a que será el escenario para presentar y
recordar las normas de la mediación, concretar especificidades del
proceso en curso. Posteriormente, se desarrollan las llamadas sesiones
intermedias que suponen el verdadero desarrollo de la mediación las
cuales deben tener una estructura de trabajo en el que se pueda apreciar
cómo, poco a poco, los interlocutores van aprendiendo a expresar sus
sentimientos, en principio, cargados de ansiedad, de miedo, de frustración
o resentimiento, de forma más clara y objetiva. La mediación debe concluir
con una o dos sesiones de cierre en las que se valoran las conclusiones
y se adoptan los compromisos parciales y su cumplimiento, así como un
nuevo pacto de convivencia entre los protagonistas. O, por el contrario, se
asume que no se han logrado las metas propuestas y que habrá que tomar
un nuevo camino para abordar el conflicto (Ortega y Del Rey, 2003).
5. Evaluación del programa/proyecto/plan, con el apoyo de todos los
involucrados sean mediadores/as, usuarios y comunidad educativa en
general.
Para el Centro para la Mediación y Arbitraje de Andalucía, la aplicación de un
proyecto/programa/plan de mediación escolar genera beneficios inmediatos
tales como:
Creación de un ambiente más relajado y productivo.
Desarrollo de actitudes de interés y respeto por el resto.
Reconocimiento y valoración de los sentimientos, intereses, necesidades
y valores propios y del resto.
Aumento del desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de los
conflictos al buscar conjuntamente soluciones satisfactorias para las
partes.
Aumento de la capacidad de resolución de conflictos de forma no
violenta.
Favorecimiento de la autorregulación a través de la búsqueda de
soluciones autónomas y negociadas.
Reducción del número de sanciones y expulsiones.
Disminución de la intervención de personas adultas, que es sustituida por
la de alumnos y/o alumnas o por los propios disputantes.
Es recomendable el ejercicio de la mediación entre pares, es decir, alumnos con
alumnos; docentes con docentes, etc. El tipo de conflicto y la dinámica de
desarrollo del mismo, será el indicador del tipo de mediador que debe intervenir
y si ya se han desarrollado sesiones de mediación entre alumnos sin resultados
o se ha escapado de las manos del mismo, es preciso la intervención de un
mediador docente, directivo o el que aplique.
IV. Consideraciones Finales
El ejercicio de la mediación representa una visión de la educación por la paz que
se fundamenta en la promoción de un marco de relaciones pacíficas dentro del
ambiente escolar. Ello, como paso previo para su extensión hacia los diferentes
ámbitos de la vida en los que se mueven los estudiantes, y sirva también para
sentar las bases de un tipo de relaciones que se refleje en su futura vida
profesional, familiar, etc.
Como se apreció el presente documento trató de recopilar sucintamente los
aspectos básicos de la mediación, con especial énfasis en la aplicabilidad
escolar. Para finalizar citando los pasos que han sido propuestos por Ortega y
Del Rey (2003) para el establecimiento de un programa/plan/proyecto de
mediación, cuyas recomendaciones viabilizarían su implementación de forma
adecuada y oportuna.
V. Fuentes Consultadas
Centro para la Mediación y Arbitraje de Andalucía (S/F) Mediación
Educativa/Escolar [Documento en línea] Disponible
http://www.fundacionmediara.es/index.php/mediacion/mediacion-
educativaescolar [Consultado, mayo 2015]
Carrillo, Nathalie (2006) Mediación Escolar: Una Alternativa para Resolver
Conflictos y Reducir la Violencia en Niños, Niñas y Adolescentes. Ponencia
presentada en el Encuentro Anual de Criminología, Caracas.
Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero” (2005)
Mediación Comunitaria y Otras Técnicas Alternativas de Resolución de
Conflictos. Universidad de Los Andes, Dirección de Cultura y Extensión. Mimeo:
Mérida, Venezuela.
Ortega Rosario y Del Rey Rosario (2006) La Mediación Escolar en el Marco de
la Construcción de la Convivencia y la Prevención de la Violencia [Documento
en línea] Disponible
http://adide.org/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=75&Itemi
d=29 [Consultado, mayo 2015]