\"lejos del noise de rafa saavedra\" (2004 y 2005)

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Made in Tijuana Heriberto Yépez

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Heriberto Yépez

HERIBERTO YÉPEZ

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GOBIERNO DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA

Eugenio Elorduy WaltherEugenio Elorduy WaltherEugenio Elorduy WaltherEugenio Elorduy WaltherEugenio Elorduy WaltherGobernador del estado de Baja California

José Gabriel Posada GallegoJosé Gabriel Posada GallegoJosé Gabriel Posada GallegoJosé Gabriel Posada GallegoJosé Gabriel Posada GallegoSecretario de Educación y Bienestar Social

Maricela Jacobo HerediaMaricela Jacobo HerediaMaricela Jacobo HerediaMaricela Jacobo HerediaMaricela Jacobo HerediaDirectora general del Instituto de Cultura de Baja California

Francisco Javier Cabanillas GarcíaFrancisco Javier Cabanillas GarcíaFrancisco Javier Cabanillas GarcíaFrancisco Javier Cabanillas GarcíaFrancisco Javier Cabanillas GarcíaDirector de Desarrollo Cultural del Institutode Cultura de Baja California

Instituto de Cultura de Baja CaliforniaAv. Álvaro Obregón Nº 1209,col. Nueva, Mexicali, B.C., C.P. 21100

Primera edición: octubre de 2005©Heriberto Yépez©Instituto de Cultura de Baja CaliforniaISBN:

Coordinación editorial: Olga Angulo AnguloEdición, formación y diseño editorial: Gerardo ÁvilaDiseño de portada: ADN Diseño

Impreso en México

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Heriberto Yépez

Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004

Periodismo cultural

HERIBERTO YÉPEZ

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Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Premio Estatal de Literatura 2004Periodismo cultural

otorgado por el

Instituto de Cultura de Baja CaliforniaInstituto de Cultura de Baja CaliforniaInstituto de Cultura de Baja CaliforniaInstituto de Cultura de Baja CaliforniaInstituto de Cultura de Baja California

Jurado calificador:

Héctor de MauleónVíctor Ronquillo

Agustín Sánchez González

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Índice

Adiós, happy hybrido: Variaciones hacia una definiciónestética de la frontera (más allá del mítico personaje mixto) ..... 11

Arte en Babel del norteArte en Babel del norteArte en Babel del norteArte en Babel del norteArte en Babel del norte

The Tijuana Bibles: Génesis de la literatura y arte visual“fronterizos” (un cómic académico) .......................................... 39La hibridación es un engaño.El significado real del arte fronterizo ......................................... 45Allan Kaprow en Tijuana .......................................................... 59Arte NAFTA ................................................................................ 65Estéticas de los confines ............................................................ 71

En aquella esquina... ¡la escritura!En aquella esquina... ¡la escritura!En aquella esquina... ¡la escritura!En aquella esquina... ¡la escritura!En aquella esquina... ¡la escritura!

Hágase un experto en literatura fronterizaen cuatro lecciones (¡y un test gratuito!) ................................... 77El mito del escritor fronterizo .................................................... 85Robert L. Jones. El primer gringocanoy la tercera voz de la poesía ...................................................... 89Lejos del noise de Rafa Saavedra .............................................. 95Roberto Castillo: Carrilla y lenguaje de la cura ....................... 119La desespacialización en La Genara, de Rosina Conde ........... 123Ciencia-ficción, espantapájaros y chupacabras ........................ 129

Crónicas malsanasCrónicas malsanasCrónicas malsanasCrónicas malsanasCrónicas malsanas

Muertos del bordo .................................................................. 137Ley fuga: Un soldado llamado Juan.Una ciudad llamada 1938 ........................................................ 149

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Primeras o segundas versiones de los textos aquí incluidosfueron originalmente publicadas de manera íntegra, reeditada oparcial en La jornada semanal, Hoja por hoja, “El ángel” delReforma y en las páginas electrónicas www.hyepez.com,www.tijuanologias.blogspot.com y www.hyepez.blogspot.com.

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[...] hay tablados rodantes con un escenario “mexica-no” que arrastran burros blancos pintados a rayas ne-gras: mexican burros (!). Los marinos suben y seacomodan entre los nopales de cartón, cambian el bi-rrete blanco por un sombrero charro y sonríen al fo-tógrafo. Los burros no hacen ni un solo gesto, soportantodas las violencias; son los filósofos del carnaval.

Fernando Jordán, El otro México

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Lejos del noise de Rafa Saavedra

“Toma aérea del lado oscuro y un disfraz paratodas las fiestas [...] 2 A.M apenas [...] Un estadogeneral de entusiasmo ultra-complaciente [...] Po-dría saltar pero prefiero seguir en el Planeta In-fierno” . A la vez una expresión de conformismocomo la burla contra la inmovilidad. “Yo no conser-vo nada, la memoria siempre me falla. Lo único quesabía lo he regalado mientras caminaba a este sitio[...] Mi chica es toda lluvia dorada, prime choice”.

R.S.

Here’s RafaHere’s RafaHere’s RafaHere’s RafaHere’s Rafa

a mayoría de sus lectores citan, reprueban e imitan los libros deRafa Saavedra por su temática pop o su estilo aparentemente lighto contracultural. A mí, sin embargo, lo que más me interesa de suescritura es la prosística. Tener una prosística significa cono-cer cómo se construye la prosa, desde la frase hasta el párrafo; lamecánica y flujo del enunciado; la truculencia de las partes. Saavedraes uno de esos pocos prosistas mexicanos jóvenes en que la mecá-nica de la prosa surge de determinados procedimientos, formaspredilectas y procesos ocultos. Ha sido criticado por algunos es-critores de su propia generación y críticos mayores. Lo confieso:fueron estas repetidas descalificaciones que escuché a final de losaños noventa las que me llevaron a leerlo detenidamente y a con-templar lo paradójico de aquellos que lo señalaban como escritorfácil o poco serio, tratándose precisamente de un innovador de la

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prosa mexicana finisecular. Saavedra es un escritor raro. Quizá elclásico secreto de la literatura fronteriza contemporánea.

Saavedra continúa a su propia manera lo que los estridentistas,Novo, Monsiváis, José Agustín o Torri hicieron antes: hacer unlenguaje híbrido, donde la cultura popular, la ironía y el habla hansido utilizadas por escritores mexicanos para hacer una prosa nove-dosa. Quizás a muchos este juego de nombres les parezca riesgoso,pero después de analizar cómo están estructurados los textos deSaavedra, estoy seguro de que el tiempo probará que no me equi-voqué en mencionarlo entre los prosistas más destacados del Méxicode principios del siglo XXI. Saavedra es un continuador de la escue-la mexicana de la aparente-ligereza y el experimentalismo híbrido.

La escritura de Saavedra se caracteriza por su “frivolidad”, ca-rácter mediático, manierismo, ludismo lingüístico y, en particular,por su uso del inglés. Sus primeros comentaristas lo han compara-do con los usuarios chicanos del espanglish. Creo que han olvida-do que en México, Salvador Novo, por ejemplo, es el iniciador deluso sardónico, antropofágico o efectista del inglés y, en general,de los lenguajes de consumo.

En “¡‘Cantinflas’, al set!” (1939), Novo escribía, entre discu-tiendo la mexicanidad, autobiografía y film:

El productor, sin embargo, has a heart... Necesitábamos también aun indígena lúgubre y espantable, que hallamos en Max Langle. Lamuchacha del caso sería Elenita D’Orgaz, nuestra Carmen de Perju-ra. Pero no le hallábamos novio. Ya en la vida real ella lo tenía, y díasdespués del wrap it up final de la película, se casaría con él [...]Alguien les había dicho que sus papeles en la película no eran pro-piamente estelares, y me abordaron con recelo. Yo les hice vercomo mejor pude la inconveniencia de hacerlos cargar con el “ro-mance” y las ventajas, para ellos y para la película, de conferirles encambio el comedy relief de una historia fundamentalmente spooky[...] A medida que progresaba el film y veíamos rushes [...]

De esta apropiación mediática, alegremente artificiosa de Novo,a lo que algunas décadas después haría Saavedra –sin duda el es-critor mexicano del siglo XX con más inglés y lenguaje mediático ensu escritura– hay una lógica de apropiación evidente. Leamos unpasaje de “Trigger Happy Police”, incluido en Buten Smileys (1997)

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de Rafa Saavedra, donde, by the way, el inglés no es el únicoidioma de contrabando:

Kaboom, they’re dead. Un sorpresivo cambio de mira e irónicopregunta: “¿Connais connais ton Diue?” a una pareja de ancianos conprincipios del mal de Parkinson. No escucha sus lágrimas, no ve suslamentos. Kaboom, muito prazer. El siguiente target es una yuppieatrapada en la ocasión gracias a su debilidad por la junk food, ¡Oyewoman, te voy a poner a brincar! Kaboom, sayonara. Todo bajocontrol. Allá atrás macho mexicano moja pantalón Levis 550. Kaboom,bye bye manteca [...] ¡Hey guys, no puedo continuar si no se callan!Allá, acá y aquí [...] ¡Opérate el alma, cabrón psicópata!, es la voz dela valiente suicida. Go to hell, bitch. Kaboom, kaboom, kaboom.Ropita de happy face ensangrentada [...].

Para dar con los antecedentes de Saavedra en la escritura enMéxico, sin embargo, no hay que ir tan lejos. El vínculo con la mú-sica, con los lenguajes “jóvenes”, el desenfado antiliterario ya estabaen los escritores de la Onda (José Agustín et al.), además de que anadie debe sorprender la concepción de la escritura como remix.

Entender el puré como una epifanía. Damn the language. Entender.No inteligir: entender. Una sospecha de paraíso recobrable: No pue-de ser que estemos aquí para no poder ser. ¿Brisset? El hombredesciende de las ramas [...] Blind as a bat, drunk as a butterfly, foutu,royalement foutu devant les portes que peut-être [...] (Un pedazode hielo en la nuca, irse a dormir. Problema: ¿Johnny Dodds oAlbert Nicholas? Dodds, casi seguro. Nota: preguntarle a Ronald.

Aunque parece, el pasaje no es de Saavedra, sino de Cortázar,capítulo 18 de Rayuela. El inglés de Saavedra no desciende delspanglish chicano ni de su situación fronteriza fundamentalmente.Además es una reorganización de la escritura por parte de escrito-res latinoamericanos que producen su obra de cara a los procesosde una cultura cada vez más global. Ése es el primer contexto enque debe leerse la obra de Rafa Saavedra. El resto es eso: the rest.

Rafadro (Bio No Autorizada)Rafadro (Bio No Autorizada)Rafadro (Bio No Autorizada)Rafadro (Bio No Autorizada)Rafadro (Bio No Autorizada)

Rafa Saavedra nació en 1967. A comienzos de los años noventa suobra comenzó a hacerse paradigmática de Tijuana. Desde un prin-

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cipio, Saavedra –o “Rafa”, como en realidad se le conoce– dejóclaro que su obra iba por la libre. Publicaba en fanzines, en unlenguaje que no era considerado culto o literariamente respetable,y es que los círculos literarios de Baja California deseaban, enmuchos casos, ser aprobados por el interior del país, quitarse deencima la comparación con los chicanos o la acusación de ser es-critores amateurs y autodidactos, pues un tipo escribiendo en in-glés pop y en español mediático, simplemente, no ayudaba a laCausa Seria.

Además se le desaprobó porque no provenía de los círculostradicionales donde se formaba el escritor fronterizo de aquel perío-do: ni salió de talleres de escritores afamados o locales, ni estudióliteratura ni escribía usando referencias primordialmente literariasni pidió premios o becas. Rafa, en los círculos literarios de escrito-res mayores, críticos y profesores universitarios de la frontera, asícomo en otros escritores literarios de su generación y la posterior–aquella nacida en los setenta y aún hoy en la de los ochenta–,puedo atestiguarlo yo, ha tenido primordialmente detractores, al-gunos de ellos bastante abrasivos. El círculo de lectores de Saavedraes otro: escritores jóvenes en busca de nuevos lenguajes, aquelloslectores y autorías mexicanas que han creído que es posible girar elrumbo solemne de la literatura mexicana hegemónica.

Así describe Gabriel Trujillo el contexto de Rafa Saavedra, enel que sitúa junto a él a Ejival, Fran Illich, Mario de la Cruz, JavierFernández, Mauricio Hernández y Alejandro Espinoza. EscribeTrujillo en “Natural Born Writers”, en Literatura bajacaliforniana.Siglo XX (1997):

Hay en esta nueva generación de prosistas una disminución del afáncontestatario y un aumento de la anomia, de la indiferencia ante elmarasmo del mundo [...] Es necesario recalcar esta intrascendencia.Los novísimos son hijos del ciberpunk lo mismo que de las culturasalternativas –rock, multimedia, comic underground– que les ofre-cen un cobijo ante el desamparo ideológico de los años noventa. Nocreen en nada. Pero a diferencia de sus hermanos mayores, no quie-ren proponer nada a cambio. Si el mundo es una mierda, no deseanaportar la suya al basurero de las buenas intenciones y las creenciascompartidas. Si no hay futuro, ¿quién dijo que el presente vale lapena vivirlo, describirlo, literaturizarlo? Hay una desconfianza in-

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nata en cualquier sentimentalismo. Como el propio Rafa Saavedra lodefine, sólo hay sitio en esta literatura para emociones extremas: elocio y el odio, la displicencia y la ira, la catatonia del trance hipnóticoy la violencia desatada, sin causa ni motivo. Una literatura-slam: decuerpos que se atropellan unos a otros, de ideas tóxicas y pensa-mientos venenosos, radiactivos.

Creo que la esquematización de Trujillo se debe, en el fondo, auna defensa de su propia generación, a la que supone más contes-tataria o socialmente consciente. Y en su afán de establecer la dife-rencia moral, simplifica. La ideología de los textos de Saavedra nose deben directamente a las canciones de Nirvana, como Trujilloargumenta, sino a un nihilismo que rebasa los años noventa. Estotalmente cierto que el nihilismo de esta generación ha sido influi-do por el ciberpunk pero, sobre todo, el influjo viene de la realidadmexicana: la devaluación del peso ante el dólar, la inflación de losprecios de todos los artículos, la reducción del salario mínimo alabsurdo, la miserable crisis general de los años ochenta. Además,la anomia, la indiferencia ideológica, el individualismo y el “NoFuture”, que se podría achacar al noventerismo de escritores comoSaavedra, el filósofo Samuel Ramos, desde 1934 ya los atribuía almexicano en su clásico El perfil del hombre y la cultura en México :

La nota del carácter mexicano que más resalta a primera nota, es ladesconfianza [...] No es una desconfianza de principios, porque elmexicano generalmente carece de principios [...] El mexicano consi-dera que las ideas no tienen sentido [...] No tiene ninguna religión niprofesa ningún credo social o político. Es lo menos “idealista” posi-ble. Niega todo sin razón alguna, porque él es la negación personi-ficada [...] Cada hombre, en México, sólo se interesa por los finesinmediatos. Trabaja para hoy y mañana, pero nunca para después. Elporvenir es una preocupación que ha abolido de su conciencia [...]Por lo tanto, ha suprimido de la vida una de sus dimensiones másimportantes: el futuro [...] Es natural que sin disciplina ni organiza-ción, la sociedad mexicana sea un caos en el que los individuos gravi-tan al azar como átomos dispersos.

Es indudable que esta cruda descripción de Ramos correspon-de a grandes sectores de la población, aquellas sólo fieles ya sea alvalemadrismo, la depresión, el presentismo o el mero cinismo o

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desencanto. Si cito a Ramos es para ubicar la obra de Saavedra ensu justa dimensión: ni literatura de los años noventa puramente nidiferencia radical con notas de lo que Ramos llama el “caráctermexicano” y es que entre más lo leo, más me percato de que suobra, aunque él lo niegue o no lo considera protagónico en suconciencia, continúa indagaciones atávicas de nuestra cultura.

Rafadro (Bio No Autorizada), *Segunda versión*Rafadro (Bio No Autorizada), *Segunda versión*Rafadro (Bio No Autorizada), *Segunda versión*Rafadro (Bio No Autorizada), *Segunda versión*Rafadro (Bio No Autorizada), *Segunda versión*

Saavedra ha publicado porque editoriales independientes se lo soli-citan. Sus tres obras impresas, hasta la fecha, le han sido encarga-das por sus editores y quizás sin esta insistencia no hubieran sidoconcebidas como libros, así que hay que agradecer a Espina Dor-sal, Yoremito y Moho que hayan comenzado a difundir la obra quelas editoriales estatales o comerciales se han negado a re/conocerdebidamente.

Al principio, Saavedra parecía interesado casi únicamente enescribir sobre música y pasear interminablemente en las discos,los bares y los conciertos. Se trataba de un escritor antiliterario ymás bien atormentado. Sus textos aluden a personajes tránsfugas,depresivos, en plena carrera por la noche de la droga, el amor, lamúsica, la vasta noche tijuanense, la noche más bien posmexicana,poseverything.

Saavedra no es el escritor frívolo que inventa. Tal es su álterego, el cual le gusta confirmar cada fin de semana o cada vez quese le ve por ahí, es decir, en todas partes, pues una de las caracte-rísticas personales de Saavedra es que es un ser ubicuo. No asistea parties. Saavedra es el party móvil. No es accidente que Aca-monchi, el artista visual fronterizo, haya hecho de él una conocidaobra visual. Saavedra ya tiene condición de mito.

Si un día se quisiera hacer famosa una fiesta en Tijuana se lellamaría la Fiesta en que Rafa Saavedra NO Fue Invitado. Pero esteálter ego interactúa con el escritor nihilista de sus libros. No sé sies Rafa o es Saavedra el auténtico; más bien creo que ambos seríen de nuestras opiniones. De lo que sí estoy seguro es de que lasbúsquedas de significación han conducido a crisis a, por lo menos,uno de los dos. No es este aspecto, quizás sombrío, de su identi-

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dad como escritor lo que me parece más meritorio, sino el hechode que Saavedra, desde sus inicios a la fecha, ha sido totalmentecongruente con su postura de escritor alternativo, independientey, en muchos sentidos, autosuficiente.

Saavedra es el mejor escritor fronterizo de México no por serel mejor autor de Tijuana sino porque en sus textos la escrituratraspasa varios límites. Se destaca por sus técnicas para construirprosas electrónicas y su escritura allende los géneros narrativosconvencionales. Lejos del noise (Moho, 2003) no está compuestode relatos, viñetas o crónicas. Se trata de poscuentos que, para irmás allá de los artificios tradicionales del género, emplean otrosartificios provenientes del ensayo, la reseña, la apropiación, el remix,las letras de canciones o la traducción bidireccional. Si el términoescritura híbrida puede tener todavía un significado después detanto uso mercadotécnico, tenemos que decir que Saavedra es unauténtico exponente de esta hibridación.

En general, Saavedra es uno de los narradores experimentalesmás interesantes de México. Personalmente, su prosística me pa-rece tan intrépida como la de Mario Bellatin. Pero si la experimen-tación de Bellatin depende de su sátira metadiscursiva sobre loliterario como proyecto acabado, Saavedra comienza su escrituraprecisamente en un punto de indiferencia hacia los valores de loliterario-continuante. Las influencias de Saavedra no son principal-mente literarias sino mediáticas. Me atrevería a decir que Saavedraes uno de los primeros narradores mexicanos realmente posliterarios.No está errado: basta recordar que fue John Cage –otro escritor-músico electrónico– quien predijo que a partir de nuestra época ellenguaje escrito no se definiría en los libros sino en los medios.

El proyecto posliterario de Saavedra no resulta tan difícil decontextualizar. Obviamente es el sujeto-real Saavedra quien eligeese proyecto de escritura debido a su erudición musical, su rela-ción con discursos visuales de la frontera, su historia como DJ o“popnediscos”, locutor de radio, licenciado en informática y luegoen comunicación, fundador de fanzines, coordinador de la blogculture local y una serie de actividades y rasgos personales quehacen de Rafa Saavedra un personaje memorable en sí mismo.Estoy seguro de que la cultura fronteriza lo convertirá en emblema

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de esta epocalidad, como en otro momento lo fueron Juan Martínezo Robert L. Jones.

Si bien es el sujeto-real el que elige este proyecto de narrativaposliteraria –que se contextualiza por su publicación y difusión enalgunos medios literarios alternativos, es decir, con aquella escri-tura algo más cercana a su propio proyecto–, sin embargo, es elcampo de producción y recepción local de Saavedra el que hizoposible que su producción tomara un lugar preponderante en estecontexto. Saavedra se ha desarrollado intelectualmente en una ciu-dad mexicana fronteriza lejana de la capital literaria del país –Tijuana,urbe que siempre ha representado una alternatividad: cultura chi-cana, rock en español, “americanización”, lenguaje norteño contesta-tario al Distrito Federal, etcétera– y, por lo tanto, escribir en Tijuanapermite experimentar, pues la indiferencia del centro respecto de laproducción fronteriza durante el último cuarto del siglo XX dejó enlibertad a muchos creadores de la región, quienes, habiendo perdi-do el interés en agradar a la República de las Letras, no se vieronpresionados a escribir de acuerdo con los moldes o referencias delresto del país, donde el “estilo”, el respeto por las reglas de cadagénero, la temática o la relación subjetiva con el idioma son aspec-tos rigurosamente cuidados.

La lejanía del centro y su poética generalmente tradicionalistaes lo que ha permitido el surgimiento de escrituras más desenfada-das, estructuralmente novedosas o experimentaciones en donde esla interrelación entre el público local y sus creadores lo que sancio-na estas nuevas formas, y no tanto la voluntad vigilante de conti-nuar la Literatura Mexicana, la “Tradición”. Esto también explica lanarrativa heterodoxa de Luis Humberto Crosthwaite, otro produc-tor literario tijuanense.24

24Este ambiente “antiliterario” fue el que fomentó, en los noventa, el llamado boomde los fanzines, publicaciones independientes que permitieron la formación depúblicos y nuevos escritores jóvenes en Tijuana. Ése fue el contexto de la ciberculturaque autores como Fran Illich (Metro pop) desearon simbolizar. También fue elcontexto tijuanense lo que fortaleció el estilo de la obra beyondeada del españoltijuanizado Ruben Bonet (Sín título, sin nada). Aunque estos dos autores hayansalido de la región hace buen tiempo, su génesis escritural fue posible gracias alcontexto cultural de la ciudad. Saavedra hubiera sido improbable en el DistritoFederal, hubiera sido marginado, mientras que en Tijuana siempre ha sido polémico

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Una buena parte del mundo intelectual de Tijuana observa latradición literaria mexicana con espíritu satírico, la juzga solemne eindeseable, por lo que se ha formado un enclave alternativo. Estaformación, por supuesto, tiene vínculo directo con procesos so-ciales análogos, como la existencia de una cultura popular crítica delo “chilango” (peyorativo del capitalino) y sardónico del “gringo” yel chicano.

Aquellos que observan superficialmente la cultura fronteriza ysus rasgos distintivos del resto del país, se ven impelidos automá-ticamente a asumir que estas diferencias de la cultura norteña sedeben a la influencia que recibe de Estados Unidos. Pero esto eserróneo. La literatura fronteriza no sólo tiene una tensión con elcentro del país sino también con la cultura estadounidense. Cons-tantemente los relatos de Luis Humberto Crosthwaite o Rafa Saa-vedra, por ejemplo, son parodias de personajes norteamericanosy su lifestyle acrítico.

No es la influencia norteamericana la que construye la culturafronteriza como distinta a la central o sureña, sino la tensión quemantiene ésta hacia ambas direcciones y su propio proyecto deidentidad regional en relación primordial con el proyecto nacionaly, sólo en segundo plano, con los procesos de globalización y lavecindad estadounidense. Asumir que lo fronterizo o la hibridaciónse ha construido principalmente en relación con Estados Unidoses un punto de vista casi imperialista, que concede la fuerza de trans-formación que el proyecto hegemónico de ese país sueña poseer.

En el caso particular de la literatura fronteriza mexicana, éstano se ha formado como alternativa “gracias” a la influencia de lacultura del norte, sino como distanciamiento crítico tanto de laciudad de México como de Estados Unidos, dos hegemonías dis-tintas contra las cuales desea rebelarse, para así tener su propiaforma de mexicanidad, tan distinta de la del discurso norteamerica-no (incluido el chicano) como del discurso “chilango”. En su senti-

protagonista de la escena regional. En resumen, Tijuana, institucionalmente, estásubdesarrollada. Ese subdesarrollo institucional ha permitido que las produccionesartísticas locales –para bien y para mal– hayan diseñado su propio perfil y lacreencia, fuertemente arraigada, de que la literatura fronteriza es autónoma al“tronco principal” de la “Literatura Nacional”.

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do más hondo, una gran parte de la literatura fronteriza se concibecomo una península centrífuga.

Saavedra RevisitedSaavedra RevisitedSaavedra RevisitedSaavedra RevisitedSaavedra Revisited

Rafa Saavedra tiene como par distante a Guillermo Fadanelli. Aun-que mientras éste ha ocupado un lugar cambiante en el undergrounddefeño y ha pasado a representar al realismo sucio –y parece haberdejado atrás su concepto de la literatura basura–, Saavedra se hamantenido más al margen. Sin embargo, no se afilia a términoscomo underground o literatura marginal. Me consta que su indife-rencia ante la República de las Letras mexicanas es auténtica y nouna mera pose o resentimiento. Saavedra es uno de esos autoresenteramente despreocupados de la crítica o de su lugar en un de-terminado mundo literario. En ello también viene a ser un nuevoemblema de la postura política de cierta literatura fronteriza.

Desde sus dos primeros libros –Esto no es una salida. Postcardsde ocio y odio, 1995, y Buten Smileys, 1997–, Saavedra ha utiliza-do el registro del habla electrónica, su conocimiento de las culturaspop, callejera y mediática, así como sus saberes nocturnos, parahacerse lúdico portavoz de las conciencias infelices o la ironíairrestricta. Sus textos los construye como DJ, a ritmo de crystal ybreakbeat, por lo que sus escritos resultan intensos, desbordados,auténticos viajes narcisistas, generacionales. Saavedra parece se-guir aquel ideario de Oswald de Andrade en su “Manifiesto Pau-Brasil” de 1924: “La lengua sin arcaísmos, sin erudición. Natural yneológica. La contribución millonaria de todos los errores. Comohablamos. Como somos”.

Lejos del noise es una travesía por la televisión y los clubes dela hiperactividad inalcanzable. Se trata de los textos pensados du-rante los viajes antes o después de un party, pues en ese antes ydespués, el sujeto permanece solo, construye la seguridad román-tica o nihilista de la hipótesis de que la conciencia realmente puedeestar sola. Algo que desafortunadamente es imposible, pero que,como recurso literario, Saavedra utiliza para explotar ese modelode la conciencia solitaria, privatizada, a cada instante posible, comosi se tratara de los disfraces psíquicos y sociales que juega la con-

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ciencia para hacerse, en un momento, una gran solitaria y, unmomento despúes, una perpetua encadenada al mundo “externo”.Lejos del noise es un libro de afterthoughts y resacas. Como sidespués de tantas fiestas no quedara nada que celebrar. Ni siquie-ra The End –suspendido a última hora porque todo el staff ama-neció crudo.

El riesgo del lebenswelt, lifestyle o mundo de Lejos del Noisees que el nihilismo cool que (re)inventa parece disculpar o legiti-mar el golpe postsixties –el fin de las ingenuidades de la contracultu-ra–, conservando de ésta solamente lo que tenía de mercadotécnica,punk, cool, neorromántica o decadentista. Muchos de sus perso-najes son incapaces para las utopías, son escépticos irrenunciablesporque los mundos que habitan no los empujan al compromiso, nonecesitan recuperar los valores, pues su sobrevivencia materialestá asegurada, así que pueden darse el lujo de vivir las crisispropias de la conciencia que se asume como posmoderna. Vivenen los dilemas de la noche divertidamente vacía y gozan su frivoli-dad apenas un minuto antes de lamentarla hasta la depresión másalta. Sobresaturados de letras de canciones en dos idiomas, expe-rimentamos todas las confusiones en una sola noche. Aunque elpersonaje autoral de Lejos del noise gusta de pasar como incondi-cional de la frivolidad, es fácilmente localizable su crítica y ambiva-lencia frente a estos procesos de construcción de las identidades ylos significados de la cultura electrónica glocal. De hecho, la vozque dirige varios de los textos es un juez severo de su tiempo, quea pesar de no valorar ninguna nueva utopía, parece condenar atodo su mundo.

El El El El El noisenoisenoisenoisenoise como técnica narrativa y visión-del-mundo como técnica narrativa y visión-del-mundo como técnica narrativa y visión-del-mundo como técnica narrativa y visión-del-mundo como técnica narrativa y visión-del-mundo

El concepto de “Noise” (ruido) es parte central de la estructura dela prosística de Saavedra.

Era otro fin de semana por quemar, el club full de chicos monos conquien ligar y esa sed de dejarse llevar y no controlar nada. Oldstories, sustancias nuevas, beat crazy, arte y vida perdiendo la cor-dura. La música era lo de menos, las intenciones, el rozar a loscuerpos, el poder jugar ese game, la posibilidad de anotar. Era di-

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vertido apostar, lo de siempre, lo de hoy. La joroba del misterio,todos los otros, las miradas, el sí y el no que incita el flujo de miel.En Iketa la clave para disfrutar era conocer a alguien, sonreír, be-ber, coquetear, fingir o no interés. “¡Qué más da! It’s my libertad”gritaba Katerine a un Serge red eyes, recién llegado de otro barsobre el fondo de “One way or another”. Es otra noche, una madru-gada, otro weekend por quemar cuando todo se reduce a una opor-tunidad de anotar (“Pánico en Iketa”).

El “noise” está ligado al contacto con lo estadounidense; el ori-gen idiomático mismo del vocablo lo manifiesta. Las expresionesen inglés (old stories, beat crazy, game, its my libertad, “One wayor another”, red eyes, weekend) son el vocabulario del party timeque el inglés representa y a la vez exporta a la frontera. Revísese ellibro y se verá que lo que hay en él de inglés corresponde a laideología frívola, mediática y adolescente con que en la frontera seidentifica lo norteamericano. “Whatever”. El Noise es parte de estecontexto de la percepción existente entre ambas culturas.

Noise es la confusión y el ambiente, el fondo donde ocurretodo y, paradójicamente, el que consume las acciones. La técnicadel noise consiste en hundir a los personajes en una serie de des-cripciones, metonimias, comentarios, enumeraciones, desviacio-nes y juicios en que sus acciones se diluyen o quedan poco claras.¿Qué sucede en las narraciones de Saavedra? No mucho; es decir,la acción es mínima pues lo que cuenta es la acumulación de len-guaje, de vocabularios, de observaciones sobre el entorno, iro-nías, discursos que hacen que los personajes se fundan con suescenario verbal, con la densidad de su estilo, con la sobreabun-dancia de códigos. En el relato “Pánico en Iketa”, Katerine ingresaen un club y al salir la recibe un chico con el que ha tenido broncas.Veamos aquí cómo opera nuevamente el noise:

[...] Siente un puñetazo en el rostro y luego otro y otro y otro más.Katerine pierde la cuenta. ÉL no: va contando los minutos, va contan-do los segundos. Los golpes ya no duelen, se estrellan como sueñosdiluidos en el rompeolas o como los intentos por recuperarse delfracaso. “Déjame cabrón”, alcanza a gemir Katerine, la chica deIketa. Ahora se encara a ÉL. Lucha, araña, patalea.En el club, el CDJ –cansado de servilletas y gritos– complace a unWilliam so drunkie poniendo por fin “It’s so hard”. Lejos del noise,

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Katerine comprueba que el sabor de las lágrimas no es tan salado yque saberlo poco importa ya. Lo único que queda es luchar. Sus uñasllevan carne, cabellos y sangre. Su boca intenta morder lo que sea. ÉL

es más fuerte, su puño es más fuerte. Katerine siente cómo se leincrusta un anillo de graduación en su piel. El pasado ya no sirve y elmiedo no logra nada. Lo único que queda es luchar, se repite.Lo único que queda es luchar.

¿Qué sucedió aquí? Katerine es golpeada. Pero el noise –la ela-boración estilística que comenta la acción y el entorno en que sedesarrolla– se prolonga tanto que a la vez que extiende la duraciónde la golpiza, la inhabilita como dolor experimentado. Hiperactividade impasse. En el transcurso de la golpiza, Katerine se hunde en elcontexto y su dolor emocional y físico queda simbólicamente anu-lado. Hundidos en su atmósfera (los clubes, los amigos, el lengua-je), se representa magistralmente su carácter de depresivo porubicuos, su euforia que tiende a invisibilizarlos o desconectarlos.El noise como técnica no es exclusivo de Saavedra, pero no cabeduda de que este autor lo emplea de manera muy intrigante y con-gruente con la visión del mundo que quiere imprimir en sus textos.El noise se origina para comentar el presente y protegerse del pa-sado o no llegar pronto al futuro. El noise es lo que traga la accióny nos protege de ella, porque digrede sobre los significados delinstante y es esta ferocidad del lenguaje sobre sí mismo lo queexistencialmente impide que estos personajes electrónicos actúeno logren realmente escapar del noise que los circunda y en el quese regocijan. Esto es algo que el texto representa perfectamentegracias a la manera en que Saavedra emplea la técnica. Accionesque se dispersan o que se vuelven otras por la acidez del lenguaje.El noise es el nihilismo.

¿Quién dijo Rafa?¿Quién dijo Rafa?¿Quién dijo Rafa?¿Quién dijo Rafa?¿Quién dijo Rafa?

Para analizar la literatura de Rafa Saavedra, lo primero que reque-rimos es comprender que todos estos procedimientos invalidan laidentificación del autor con la voz del texto. La textualidad estácompuesta de materiales ajenos, autobiografía adulterada, situa-ciones arquetípicas de la frontera, los centros nocturnos y el fun

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imaginado. Advierto esto porque una buena parte de la crítica oralo escrita que conozco sobre la obra de Saavedra tropieza aquí consus propios prejuicios. Identifica el mundo social y mediático desus textos con la personalidad pública del autor o con el mundopersonal que lo rodea. Cometen este error para hacer una rápidalectura ideológica del texto y descalificarlo como literatura debido asu frivolidad pesimista –en donde se incluye su uso del inglés comosegunda deslengua– o por su antiliteraturismo explícito.

Otra forma del noise es que Saavedra utiliza las expresionesque imagina en este tipo de personajes, a veces dando la aparienciade que aprueba esa frivolidad incondicionalmente o es neutral anteella. Pero, como ya insinuamos, al revisar el vocabulario anglo-sajón que cita o al leer cuidadosamente las ironías depositadas, espatente que aunque la intención de sus textos nunca es predicarideologías, sí contiene una postura crítica, que ante el desastre desu generación juega a ser tan verídica como imaginaria.

Lo que ha hecho Saavedra es apropiarse de un universo reco-nocible y que es identificado con sus libros o la filosofía vital que lees atribuida a él. Este universo se trata de idiosincrasia estilística,una serie de vocabularios, fraseologías, sintaxis, técnicas, referen-cias musicales o mediáticas, humor ácido, giros reconocibles, co-pyright de lo saavedriano. Saavedra consigue producir un mundoreferencial, que se puede imitar, parodiar, sí –como lo ha hechoGabriel Trujillo–, por supuesto, pero solamente porque él lo pro-dujo antes, reinterpretando y redescribiendo un aspecto de su rea-lidad circundante: la frontera. Éste es uno de sus grandes méritos:haber construido un mundo propio a través de su lenguaje.

En el texto “Todos mis amigos”, uno de los más estructuralmenteintrépidos del libro, no ocurre nada, salvo enumerar a sus amigosy hacer una elaboración noisística donde se narra el colapso decada trío. Éste es el trío final:

lili is dead, junior is dead, rafa is dead.Siempre fuimos buenas personas, autoestima de rascacielo, risa yeuforia en los ojos, casos difíciles que conocíamos algunas cosas yotras no, en picada por afterhours interminables y tardes de karaoke,años perdidos entre sus mentiras y nuestra ironía >>> going down.Ya no hay sitio a dónde ir, la vida se convirtió en una enorme bodega

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vacía y ahora, tras acabarse la penúltima fiesta, todos nos sentimosvíctimas una vez más.Sorry, my friends. We lost.

Saavedra juega con su autobiografía, personajes reales de laciudad, su cultura específica, pero va más allá de any verismo. Suobra debe leerse no como un testimonio biográfico o un autorretratogeneracional fidedigno, sino como una estructura que trasciendeestos pequeños contextos. Para usar el ejemplo de este texto cla-ve, aquí no se trata ni del recuento fiel de la vida de sus amigosreales ni de una serie de personajes enumerados y lanzados alvacío, sino de algo más relevante: la muerte del personaje en ge-neral debida al fracaso existencial de las culturas y las vidas perso-nales. La posliteratura de Saavedra frecuentemente narra poco desus personajes, los deja aparentemente sin trazo completo o loshunde en sus ambientes porque con ello refleja la crisis de la iden-tidad cultural o singular de ese mundo transnacional o electrónicoque reinventa. “Rafa” no está hablando de Tijuana, de su genera-ción o de él mismo. Está escribiendo sobre el Ser posmoderno.

Nihilismo Strikes BackNihilismo Strikes BackNihilismo Strikes BackNihilismo Strikes BackNihilismo Strikes Back

Aunque Saavedra es uno de los escritores mexicanos más despe-gados de lo literario, lo que mantiene esta escritura ligada aún a laliteratura es el nihilismo. El nihilismo es una serie de guiones sobrelas imposibilidades de nuestro tiempo, una serie de predicadospreestablecidos sobre el significado de nuestras acciones y aquelloque conforma al sujeto. El nihilismo será lo único que abandonare-mos o quizás nunca lo abandonaremos del todo. Esta idea, porcierto, es nihilista.

¿Qué hacer después del nihilismo? Ésta es la pregunta que al-gunos reconocemos como la pregunta más importante de nuestrageneración. De distintas clases sociales o espacios-tiempos geo-gráficos, los latinoamericanos que hemos llegado al siglo XXI reci-bimos el milenio después del fracaso de nuestras prácticas políticas.Hemos llegado completamente desencantados; cansados de lospartidos políticos y los partys sabatinos, con la lengua de fuera,exhaustos de inanidad.

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Algún crítico hipotético de nuestro nihilismo –es decir, de nues-tros últimos remanentes románticos– podría decirnos que en estoparecemos colonizados por los valores pesimistas occidentales.Creo que esto es parte del problema, pero la parte más seria esalgo que probablemente aquellos que no viven el colapso latinoa-mericano no podrían comprender. Así, manifestaciones culturalesnihilistas de Latinoamérica podrían parecer manifestacionesposmodernas o meramente cool, similares a las practicadas enEstados Unidos o España, por ejemplo. Sin embargo, su significa-do es completamente otro. Solamente alguien que haya vivido lamiseria del continente, la corrupción de nuestro lenguaje público,la opresión renovada de la globalización, podría comprender porqué el nihilismo tiene aquí tierra fértil, y acusar a este nihilismo deser mera expresión retrorromántica sería ingenuo, descontex-tualizante. Sin embargo, el distinto significado que tiene el nihilis-mo –incluido el nihilismo electrónico– en Latinoamérica respectode otros desencantos –el de la Generación X de Estados Unidos,por ejemplo– no es una apología para mantenernos como culturadentro de la incredulidad absoluta. Esa incredulidad sólo fomentala continuación del imperialismo norteamericano, nuestro principalenemigo, únicamente después de la corrupción de nuestras socie-dades y gobiernos.

Me da risa cuando alguien menciona que la escritura de Saavedraes frívola, juvenil o poco seria –lugares comunes de una buena partede la crítica que ha recibido hasta ahora–. Comenzando a escribirsobre sus textos, uno termina hablando de nuestro destino político.

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En Lejos del Noise hay dos poemas en verso. La presencia deestos dos textos no sólo confirma la idea de que la obra se trata node un libro narrativo sino de un libro posnarrativo –beyond thenarrative–. También estos poemas en verso funcionan como ele-mentos dialécticos, en los que habla el personaje central que se vatrazando a través de los textos –cuyos temas no siguen la línea dealgún protagonista pero hacen imaginar al lector un protagonista,una novela, el fantasma de lo novélico–. Este personaje fantasma,

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por sentido común, lo identificaríamos con el autor y, por lo tanto,no hay que hacerlo, pues se trata sencillamente de nuestros hábi-tos biografistas de leer. Este personaje fantasmal es una voz queen esos versos discute y sale del noise mayormente construido enlos otros textos. Estos dos poemas o letras de canciones siguen lalínea de discutir la relativización de los valores y las prácticas contem-poráneas y no son menos pesimistas y satíricos que el resto dellibro. En “Nada(s)” termina escribiendo:

Y sólo queda, como último recurso, vivir el presente de bajo y bateríaY te das cuenta que si no nadas, pierdes el controlY cuando lo pierdes, jodes todoY eso es peor, así que nada(s)

Se traza lo que podríamos llamar la alternativa nihilista: o nadas–es decir, te dejas llevar por el ritmo impuesto por el resto de lasentidades (nadar)– o escoges la inacción (la nada). Nadar, es cierto,es no perder el control del espacio-tiempo, buscar el propio rumbo,pero Saavedra aprovecha que “Nada” es una palabra equívoca queen español significa el vacío, pero también el imperativo de quenades. Nadar es natación pero también, irónicamente, nadificar. Elfinal del poema conlleva esa ironía: si pierdes el control, jodes to-do, y eso es peor, así que nada(s), pero al utilizar el paréntesis parasugerir el plural del signo “nada”, la alternativa nihilista aún se en-sancha más. “Así que nada(s)” puede significar cuatro alternativas.

En singular (“Nada”) significa una conclusión que indica que lavoz ofrecía una solución y orden pero al final se autoironiza y dice“así que... nada”, “no tengo nada que decirte”, “no hay conclusióno moraleja”, renunciando cruelmente a dar el consejo, sufriendouna amnesia o dando un “jódete” más fuerte o una orden que terecomienda que ante el panorama de decadencia nades, pues eseremate es categórico: “nada antes de que todo se joda”.

En plural, los dos significados que se agregan multiplican lacomplejidad. Primero podría significar que si pierdes todo, jodestodo y eso es peor, por lo tanto nadas. Pero ese nadar no significaforzosamente que nada sea positivo, porque podría tratarse de unnadar al que no le queda otra, un nadar por nadar, un nadar comohuida. La cuarta posibilidad es la que da la totalidad de estos tres

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sentidos, pues sencillamente concluye que todo esto no es sinovarias nadas. Así que: nadas.

Lejos del noise es un libro sobre los significados concretos deNada; un libro sobre las posibles nadas.

El otro poema es igual de significativo y, de hecho, es el que datítulo al libro. En “Lejos del noise”, el final sugiere que la voz dellibro tiene períodos en que pueda dejar de nadar y simplementesale a tomar aire. “Estoy tan lejos, tan lejos del noise”, dice, como sidespués de tanto nadar hubiera llegado a un lugar tan lejano de dondecomenzó a huir o a avanzar, que por fin ha encontrado el descansoo la felicidad. Sin embargo, la sospecha irónica siempre está ahí,pues todo el poema habla de las nadas, unas lúdicas, otras hirientes:

Estoy viviendo una época de progreso;estoy a punto de marcharme a conquistar la suburbia de ensueño;estoy viendo mi cara en la tele;estoy abstraído por los comerciales populuxe;estoy casi en brama;estoy dispuesto a todo por conservar mis privilegios;estoy desmaterializando a un opositor con una descarga de ideas nuevas;estoy sonriendo como proto slackpie;estoy mandando un e-mail de rigor académico;estoy casi seguro que aún estaré vivo el día de mañana;estoy cuchiplanchando en un club pop de vacaciones imperfectas;estoy imaginándome un cómic de porno ficción;estoy tranquilo escuchando los grandes éxitos de los Ramones;estoy superdrunkie en una sesión de Amigos Agresivos;estoy peleándome con medio mundo por el remoto;estoy haciendo pesas para sacarme una foto desnudo bien cachas.Estoy buscando otras experiencias que me sorprendan un poco.La vida es bella, soy feliz.Estoy tan lejos, tan lejos del noise.

Los BeyondeadosLos BeyondeadosLos BeyondeadosLos BeyondeadosLos Beyondeados

Ahí estaremos respetando por un instante nuestropresente, beyond(eados) en una situación cons-truida, mandando subverfaxes and drinking viet-namitas como siempre. Date prisa, take a polaroidque momentos felices como éste no duran. [Click].

R.F.

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Hace un tiempo intenté una definición aproximada de las ten-dencias de una transgeneración escritural. Hablaba de una transge-neración norteada, queriendo decir que se trataba de un grupocultural que abarcaba individuos y grupos de distintas generacio-nes –en una época en que precisamente el concepto de generación,debido a fenómenos como el retro y el consumo en general, haexpirado– que compartían su vínculo identitario con el norte deMéxico y Norteamérica, inclinación geográfica o cultural que loshacía diferentes de otras mexicanidades. Aproveché también el térmi-no en el aspecto cómico o irónico de éste: “norteado” significa aquelque está desorientado, que no sabe para dónde va, lo cual es lapercepción que se tiene del norteño mexicano: un ser que no estábien definido (casi un pocho), tambaleante entre el aquí y el allá.Por supuesto, la connotación (caló) la utilicé como manera de señalarlos riesgos de nuestras hibridaciones al mismo tiempo que revertirel sentido peyorativo de este término callejero, para así contra-conquistar la imagen que se tiene de este mexicano subalterno.

En esta búsqueda de una terminología que refleje la culturafronteriza, Saavedra ha inventado un término que le sirve tantopara denominar su tendencia escritural como su identidad general:beyondeado. El beyondeado es aquel que está más-allá-de-todo.Ha trascendido lo que éste considera las ataduras. En este mo-mento en que Saavedra, aparente escéptico, revela su dimensiónutópica, pues atribuye al beyondeado todas las fugas, todas laslejanías respecto al noise, la Historia y lo acerca a la alegría o laidentidad urbana anhelada:

Beyond(eados)Beyond(eados)Beyond(eados)Beyond(eados)Beyond(eados)

And here we come, twist and flip. Beyond(eados) es una agrupacióndinámica que tiene al sampler, el playgiarism, el desenfado y la malaleche como armas. Beyond(eados) es algo más que la suma de es-fuerzos y deseos de escapar de la hegemonía sígnica. Beyond(eados)es una brigada de demolición, a kick in the ass de la burguesía enanaque vive en el anacronismo de titulares y sueños de narrativa per-fecta. Nuestro camino pasó de lo post everything a lo ex nothing. Nosomos el sabor del mes, nacimos en el día que Dios –¡pobrecito!–pidió asilo. Estamos en el centro, en los extremos, en la periferia de

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la vida cotidiana. Transitamos en deriva, viviendo la city, naufragan-do por lugares, emociones, sensaciones y pensamientos que pasanpor filtros y efectos, cocinando sueños en bongs y laptops.[Blaxplotation, nueva ola francesa, club culture, realismo sucio, losfuckin’ Beats, el punk, la ironía, budismo zen, la pornografía, hiphop, narco-chic, electrónica, violencia, el revival, drogas, fanzines,internet, dogma 95, afterhours, la globalización, indie cinema, pop-art, cambio de actitud, surfing channels, maquila style, relativismo,anarquismo, confort, velocidad, el futuro, el alegre pesimismo, et-cétera...]Conocer las reglas sólo es un paso para competir, para intentar lareforma o simplemente, pasar de ellas. No tenemos tiempo parapreguntas ni respuestas, sabemos que lo único cierto en peleas comoéstas es que no hay ganadores. Por eso, nos interesan otros discur-sos, otras posturas, otras estructuras. Tenemos un desagradable sen-tido de compromiso: ni acción afirmativa ni apología para turistas.Troubled decisión makers. Logofilicos, trabajamos con una marcaregistrada. La city como caldo de cultivo, como materia prima deexperiencias y supervivencia, como espejo y reflejo, como euforia ydenuncia. Die on style o espera el triste transcurrir de unas cerve-zas. Insertados en la parte gris del mainstream, todo puede pasar eneste intento de culture jamming. Convertirse en la nueva ola de popstars o regresar al underground (¡qué flojera!). Give us some hope.Selling points: Una invitación a hacer lo que se quería sin noción deintereses tercermundistas, una manera so funny de sobrevivir en lanada, un bálsamo de ascenso y descenso. Cosas así. One off event? Yaveremos…Beyond(eados) of the world, unite and take over.

En su cualidad de manifiesto, el beyondeo podría incluir mani-festaciones culturales específicas de la frontera como Nortec –elcolectivo que fusionó sonoramente el sonido electrónico con lamúsica popular norteña– o el neograffiti de Acamonchi (GerardoYépiz), al mismo tiempo que sería representado por los escritoresfronterizos que se adhirieran a este movimiento. Personalmente, eltérmino me parece apropiado e incluso me identifico con él, aun-que en un contexto distinto al planteado por el manifiesto. Comoestrategia de estructuración escritural, sin embargo, me parere in-mejorable: una escritura allende la literatura y allende los valoresnormativos latinoamericanos, allende el colonialismo norteameri-cano y sus categorías.

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Como parte neuronal de los beyondeados se tendría que citarun fenómeno que Saavedra alentó en Tijuana a partir de 2001,cuando usando los weblogs (la tecnología gratuita de Internet, do-it-yourself, que sirve para que cualquiera posea una página perso-nal fácil de administrar) provocó que se quintuplicara en unos pocosmeses el número de jóvenes tijuanenses que se perfilaban comofuturos escritores y, sobre todo, escritoras. Se formó el TijuanaBloguita Front, que a los pocos meses ya tenía más de 200 linksefectivos en Tijuana, el norte y el centro del país, principalmente,con lo que se formó la red de party animals, diaristas ocasionales,músicos-escritores (como Pedro Beas o Ejival, quien fue el que infor-mó a Saavedra sobre la invención del weblog), artistas autopromo-cionales, escritores jóvenes y algunos autores consolidados –comoFadanelli, Pedro Ángel Palou o Cristina Rivera Garza– que comenza-ron a emplear regularmente sus blogs como forma de interacción,linkeo, exhibicionismo o polémica. Quien popularizó el blog enTijuana y buena parte de México fue Saavedra (www.rafadro.blogspot.com). Al poco tiempo, otros tomaron su invitación y con-sideraron su página como la central, donde se encontraban todoslos links, los anuncios de fiestas, eventos, chismes, oportunidadde usar el tagboard para dejar recados de todo tipo y, por supues-to, leer las crónicas o textos que Saavedra ahí copy-pasteaba ocomponía directamente.

Al hacerse protagonista del blogwriting y provocar todo unmovimiento, tan notable o más que el que se había generado en losnoventa con los fanzines, Saavedra nuevamente estaba más alládel intelectual mexicano promedio, renuente a la tecnología, al es-píritu colectivo y la experimentación. Para los beyondeados, lo elec-trónico no se refiere únicamente a que escriban espacialmente en elInternet sino a que en su escritura (aunque ésta haya aparecido encultura impresa o libros) son observables las estructuras percep-tivas, ideológicas y arquitectónicas de la cultura electrónica.

El blog, por cierto, sirvió a algunos para consolidar la “campa-ña” de resistencia contra el tipo de literatura del centro y su poéti-ca, así como agendas políticas y, claro, la semanal organización defiestas, lecturas, desenfreno, tours por los bares de Tijuana. Fue lacultura bloguita, bloguera o bloguerística lo que puso al movimien-

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to beyondeado como algo más que un manifiesto literario, pues setrataba de una realidad cotidiana que redefinió el perfil escritural deTijuana a principios del siglo XXI. Los beyondeados habían nacidoy, desde su nacimiento mismo, ya estaban más allá de la literatura.Sin Rafa Saavedra esto no hubiera sido posible, sin la manera enque enlaza su autobiografía electrónica con la escena fronteriza yconstruye un nuevo rumbo de su obra, más allá incluso de loslibros. Un escritor que representa la inquietud de aquello que vie-ne: el beyond. Cito aquí un post de su blog:

“Fin de la segunda parte”Ayer por primera vez en mucho tiempo me sentí cansado. Total-mente agotado. No sé si sea señal de que tengo que dedicarme a otracosa o que lo que estoy haciendo ya no me está divirtiendo o que enrealidad sí estoy agotado. Lo que hago me resulta predecible y, porlo mismo, aburrido. Siempre llevo a cuestas aquella frase que leaprendí a Servando Carballar (el mismísimo Aviador Dro): “El ries-go es divertido”. Lo malo que ya nada es riesgo, ahora todo escarnaval (La Mode dixit). Entonces, ¿qué nos queda ya por hacer?Ustedes dirán: “un chingo de cosas”. Y sí, les doy la razón pero, eseinevitable como cansino pero, ¿qué?Fui al Voodoo House y puse un set musical que se dividió en 5 (unolargo al inicio del concierto, tres cortos entre grupo y grupo, otrolargo para finalizar la noche). Puse lo que quise: desde T-Rex hastaFamily, desde versiones indietrónicas de los Smiths hasta recuerdosdel Madchester late 80’s, desde electro de punta a spanish popclásico). Sí. Generalmente eso me hace feliz. Ayer no. Estaba cansa-do. A pesar de las sonrisas de l@s amig@s, de las pláticas interesan-tes, de los abrazos y las botellas de agua gratuitas. Inquieto por loque viene.Me cansa la espera. Y más esperar a gente que no se decide a dóndeir. Lo mío es fluir. Mientras otr@s no sabían si ir o no ir al CentroBar o caer directo a La Estrella, me fui caminando al Centro Bar.Unas seis cuadras. A unos cuantos pasos iba una señora caminandopor la mitad de la calle. Esta zona de la city siempre está a obscurasy es, pongámoslo así, algo peligrosa. Decidí tantear al destino ycaminé por la acera. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis cuadras. Nadaocurrió. Rebasé a la señora y le vi la cara de preocupación. Lesonrío, se me queda viendo y abraza la bolsa. El miedo, me dicen, noshace precavidos.Llegué al Centro Bar justo cuando estaban sacando las cosas Bostich,Panóptica y Pepe Mogt (de Fussible). It’s over, me dijo DJ Tolo. Me

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saqué un par de fotos con ellos. Estos antes eran mis amigos, hoy meabruman sus pláticas, su modo de relacionarse conmigo, su posturaante la vida. La gente cambia. Lo que antes importaba ahora ya no (aveces el pasado debe ser sólo eso). De eso se trata el desencanto.Por fortuna, otra gente llegó al rescate diciendo: “La Estrella nosaguarda”.Veinte pesos y una cerveza clara como regalo de entrada. Full. Lagente baila y se divierte con la música que toca DJ Travolta. Algunossonríen sorprendidos con los gestos que la gente hace cuando baila.Yo no. Respect. Caen más amigos (DJ Serch y DJ Ástor, deestereofonico.com, DJ Arkangel, el Alex de Tijuana NO). Ástor meabruma con sus rollos. No estaba de humor para escuchar elogiosdrunkies. Más fotos. Lo que queda es ser testigo y vivir lo que setenga que reseñar. Laura y Karina (de la UABC) y Alsaya consiguenque baile ¿cumbias? ¿new latin music? Lo que sea, es puro escapismo.La felicidad, citando al grupo de chicas Nosotrash, es un alegre ritmomoderno.A las 4:30 am me late ir por unos munchies. El AMPM está abierto las24 horas. La gente que llega viene con la pila puesta, los bares estáncerrando y ésa es la única opción. Unas papas francesas, un hot-dog,una big Squirt. Todo mi presente viene a mí cuando le doy un tragoal refresco. Algo me dice que los happy days are gone. Lo que vienees una cadena de responsabilidad y... I don’t know. Lo que sea, noimporta.A las cinco am tomo una última fotografía. Es para recordar: “Asíera yo”.