la educacion medieval

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LA EDUCACION MEDIEVAL 1. PEDAGOGÍA MONÁSTICA Y EVANGÉLICA Durante la Edad Media continúa el predominio de la educación cristiana en suelo romano, pero tres grandes creaciones le son propias: la formación caballeresca, la enseñanza gremial y la creación de las universidades. Fue la Edad Media un periodo de formación lento y laborioso de los nuevos pueblos y de la civilización nueva con los restos de la antigua, las aportaciones de las razas invasoras y las riquezas del cristianismo. La Educación Monástica: La Iglesia cumple ahora la tarea de conciliar la educación clásica con la educación salvadora del evangelio. La Iglesia salva el

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LA EDUCACION MEDIEVAL

1. PEDAGOGÍA MONÁSTICA Y EVANGÉLICA

Durante la Edad Media continúa el

predominio de la educación

cristiana en suelo romano, pero

tres grandes creaciones le son

propias: la formación

caballeresca, la enseñanza

gremial y la creación de las

universidades.

Fue la Edad Media un periodo de formación lento y laborioso

de los nuevos pueblos y de la civilización nueva con los

restos de la antigua, las aportaciones de las razas invasoras

y las riquezas del cristianismo.

La Educación Monástica:

La Iglesia cumple ahora la tarea

de conciliar la educación clásica

con la educación salvadora del

evangelio. La Iglesia salva el

tesoro y la cultura de los pueblos; esta tarea y misión

providencial la cumple la Iglesia mediante una institución de

grandísima eficacia educadora: el monacato.

La pedagogía monástica no fue un proyecto de estudios o de

normas educativas ideadas por algún pensador. Sin embargo fue

esencialmente la creación sólida de una firme institución,

capaz de ir dominando con la piedad el trabajo y el estudio,

la fuerza del ambiente. Los monasterios constituyen grandes

colonias educativas a cuyos alrededores se van formando

grandes núcleos de población.

Entre los monasterios hay que contar en primer lugar los de

orden benedictina; en la Edad Media alcanzan su máximo

desarrollo hasta convertirse en el eje de la educación

monástica occidental. Después se desarrollan los monasterios

y conventos de otras órdenes como lo cluniacenses y

cistercienses y los de los franciscanos y los dominicos que

también contribuyeron a la cultura y a la educación medieval.

En los monasterios lo esencial era la vida religiosa y sólo

subsidiariamente la cultura y la educación. Su aspecto

intelectual era muy bajo pero en cambio fue muy elevado su

lado moral y espiritual. Su finalidad educativa más

importante era la formación de los monjes.

Origen y desarrollo de las órdenes monásticas.

En los primeros siglos de la Iglesia, y una vez pasada la

tormenta de las persecuciones, el ideal cristiano, cuyo

centro de gravedad es la persona de Cristo, se concibe como

defensa de las asechanzas del mundo, rígida práctica de la

penitencia como medio de luchar contra la concupiscencia y el

orgullo, y el consiguiente severo ejercicio de ayunos y

abstinencias, junto al apartamiento de la vida social.

El contacto con los paganos degenerados constituía para los

cristianos un peligro constante de contaminación. Estos,

seguros del valor de la vida de ultratumba y convencidos de

lo caduco y finito de la existencia terrena, consideraron

necesarios el retiro y la soledad para dedicarse sin traba

alguna a la salvación del alma. Así nació en Oriente el

anacoretismo y eremitismo, conceptos que por igual nos

remiten a ese género de vida solidaria en que el creyente,

entregado a la adoración o contemplación y a la penitencia,

busca la vida perfecta en apartados yermos.

Pronto, muchos anacoretas solitarios, sin lazo alguno

jurídico o religioso que los relacione entre sí, se ven

precisados a buscar dirección y consejo en los más

experimentados y virtuosos; esto ocurre, sobre todo, a los

centenares de jóvenes que siguen las huellas de los pioneros.

Esta necesidad de guía, de compañía, de ayuda, origina el

agrupamiento en comunidades.

Destaquemos a San Pacomio (276-349) como

fundador de este nuevo género de vida, que

se difundió rápidamente, pues San Pacomio

debió multiplicar los monasterios,

dándoles un jefe, y una Regla. Él fue

quien promovió en Asia Menos y el

Horizonte bizantino el nuevo ideal

educativo del monaquismo, centrado en la cultura del alma y

entendido no en el sentido individual de los eremitas

orientales, sino de acuerdo con la naturaleza social del

hombre y según el verdadero ideal evangélico que no es pura

contemplación de la ley sino práctica de la misma, por la

humildad, la paciencia y el ejercicio de la caridad en la

vida común.

Los monasterios y su importancia en la Alta Edad Media.

Las calamidades que sobrevivieron a la

caída del imperio de Occidente ofrecen en

lo cultural un panorama altamente

desolador. Las invasiones bárbaras, con

su saqueo e incendio de ciudades y su

secuela de sangre y ruinas, amenazaban de muerte todo cuanto

significaba cultura.

Pero allí estaba la Iglesia y sus monasterios para salvar del

cataclismo y de la dureza de los tiempos las obras maestras

de la antigüedad y para emprender la ardua labor de la

reconstrucción.

El mérito de los monasterios no fue precisamente la creación

de un proyecto de estudios o de normas educativas, que, por

otra parte, hubieran resultado estériles en aquellos tiempos

azarosos, sino el haber ido dominando con la piedad, el

estudio y el trabajo, la fiereza del ambiente.

Por otra parte la labor abnegada y meritísta de los monjes en

la conversación de la cultura antigua, mediante la paciencia

copia de manuscritos, facilitó el posterior apogeo de la

Escolástica y su culminación esplendorosa en el Renacimiento.

Características organizativas de las escuelas monásticas.

Aunque el movimiento monástico comienza con San Pacomio, es

indudable que la cultura literaria no floreció en los

monasterios hasta que hizo su aparición la Orden Benedictina.

Siempre existió alguna esperanza especialmente para los que,

sin instrucción de ninguna clase, pretendían ingresar en el

monacato. Así surgieron las escuelas monásticas internas

destinadas especialmente a los obstáculos, novicios y

religiosos.

Como las constantes guerras, la agitación, la inquietud y el

perpetuo desorden de los tiempos medievales casi

imposibilitaba a las gentes dedicarse a la instrucción y

mucho menos a crear y dirigir escuelas, los padres, que

sentían interés por la educación de sus hijos acudían a los

monjes que aceptaban gustosos el encargo.

Así fueron multiplicándose las escuelas monacales externas,

destinadas a laicos o seglares no llamados a la vocación

eclesiástica, y donde se admitía a alumnos de todas las

clases sociales. Los métodos de enseñanza eran memorísticos y

la disciplina era severa.

“Ora et labora”: lema de la Regla Magna Benedictina.

El mismo año que Justiniano abolía las escuelas paganas (el

529) San Benito fundaba la Orden Benedictina, que pronto se

extendería por la Galia, Inglaterra, Alemania y países del

Norte. San Benito fue el fundador y gran maestro del monacato

occidental.

La Regla de San Benito es la

expresión perfecta del genio

monástico, según el cardenal Newman, y evidencia un profundo

conocimiento del alma humana por su sentido de la libertad

individual dentro de la vida común rigurosamente mantenida.

Presidida por un luminoso espíritu de equilibrio y

moderación, de sano optimismo constructivo y de humana

comprensión, hace gala de una inteligente organización, de

acuerdo con las exigencias de la vida individual y colectiva.

Otros factores educativos utilizados por la Regla benedictina

destacaremos la vida en comunidad, la oración litúrgica hecha

en común y la penitencia.

La actividad cotidiana de los monjes se halla minuciosamente

disciplinada. El orden es el elemento educativo de especial

relieve, porque el riguroso reparto del tiempo entre los

salmos y quehacer es un medio encaminado directamente a

disciplinar la intimidad del hombre de una manera práctica.

Referente a las escuelas, la Regla benedictina no contiene

disposición alguna. Si deja claro que los religiosos deberán

dedicar varias horas diarias al estudio. De ahí que en cada

monasterio no pueda faltar la biblioteca.

OTROS FUNDARDORES DE ESCUELAS MONÁSTICAS

San Patricio

San Patricio (412-493), de origen francés, estudió en la

abadía de Marmontiers, en Auxerre, en Lerins y en el colegio

de Letrán (Roma). Enviado por el papa Celestino a evangelizar

Irlanda, fundó por doquier escuelas y templos. Tan célebres

llegaron a ser las escuelas por él establecidas que muchos

extranjeros acudían a sus aulas, no sólo en vida del

fundador, sino por especio de varios siglos después.

Los discípulos de San Patricio, tras la muerte de su maestro,

crearon nuevos centros educativos donde el amor al estudio

incluso creció todavía más. Las dos antorchas que el santo

fundador había encendido en tierras irlandesas, fe y ciencia,

fueron propagadas por sus monjes.

San Columbano

- San Columbano, promotor de los estudios literarios y

teológicos de las Galias y norte de Italia. San Columbano,

educado en Irlanda en las artes y en Gramática fue un gran

promotor de los estudios literarios y teológicos. En Luxeuil

se enseñaban las artes liberales, elocuencia y teología; de

ahí que a su escuela concurriesen numerosos alumnos.

En Francia, Suiza, Alemania e Italia se dejó sentir por

varios siglos la influencia educativa de San Columbano.

San Bonifacio

-La obra educadora del “Apóstol de Alemania”.

San Bonifacio (675-755) nació en Inglaterra y fue educado en

dos de los monasterios más célebres de ese país,

sobresaliendo en las artes liberales y en la poesía, además

de en las ciencias sagradas. Con tres monjes más desembarcó

en Frisia con afanes misioneros. Poco después empezaba su

apostolado en Turingia.

Este apóstol y civilizador de Alemania sembró todo el país

germano de iglesias y de escuelas. Su obra logró transformar

paulatinamente a aquel pueblo inculto, feroz y de costumbres

bárbaras en civilizado y suaves costumbres inspiradas en

sentimientos humanitarios.

En 744, por iniciativa de San Bonifacio, se celebró un

concilio en Alemania que promulgó varios decretos referentes

a la educación del clero y pueblo.

La obra educadora de San Bonifacio en Alemania tuvo una

repercusión y alcance insospechados. En ella deben buscarse

los cimientos de la Alemania cristiana del Medievo y del

posterior resurgir renacentista de este país sajón.

Casiodoro y el primer programa de estudios monásticos.

Las “Instituciones Literarias”

Casiodoro (hacia 480 y 575-580) fue contemporáneo de San

Benito y monje de su Orden. Después de ser ministro de cuatro

reyes godos, se retiró de la política y fundó en sus dominios

de Vivarium (Magna Grecia) el monasterio de este nombre a

imitación del de Montecassino que llegó a ser foco principal

de las actividades literarias del siglo VI.

Prescindiendo de sus numerosas obras históricas y exegénicas,

sus instrucciones literarias divinas y humanas son

particularmente interesantes para la Historia de la

educación, así como su tratado De Anima. Las instrucciones

literarias vienen a ser una introducción al estudio de las

Sagradas Escrituras; el primero de sus dos volúmenes trata

especialmente de la Biblia y de la historia de los

cristianos; el segundo, de las siete artes liberales, según

la división de Marciano Capella.

2. PEDAGOGÍA CORTESANA Y PALATINA

1. Carlo magno en franconia y Alfredo el grande

En Inglaterra tienen una gran preocupación por la educación

en los siglos VIII y IX. Se preocuparon de la educación del

pueblo y la nobleza.

2. Carlo magno (742-814), después de unificar casi toda

Europa se dio cuenta de realizar una transformación del

Imperio y para ordenó una reforma educativa. Para ello

encomendó tal tarea de reforma al monje Alcuino, educado en

la abadía de new York. Éste organizó en el Palacio, siguiendo

la tradición merovingia, una escuela a la que asistieron el

mismo Emperador y su familia, junto con algunos nobles

seleccionados.

En esta escuela se enseñaban las materias más básicas para

los niños hasta las humanistas en latín y griego. También se

enseñaba poesía, aritmética, astronomía, y teología. La

escuela no terminó con la muerte de Carlo magno, sino que

continuo con su sucesor Luis el piadoso, quien llamo a Escoto

Erigena, para que se hiciese cargo de ella.

En Inglaterra una labor parecida hizo

Alfredo el Grande (871-901)

Creando una escuela palatina a la que asistían los nobles de

su corte y aún mozos de origen humilde. Igualmente hizo

traducir del latín al inglés obras clásicas y eclesiásticas y

en general trató de seguir los pasos de Carlo magno.

La tarea más importante del Emperador fue elevar la educación

de su pueblo iniciando una educación seglar, estatal que

desgraciadamente no tuvo continuación, pero que sentó un gran

precedente en el proceso posterior de la educación pública.

Para elevar la educación que se recibía en los monasterios

dictó edictos o proclamas.

En el primero del 787 exhorta a los miembros de la Iglesia

“no sólo a no descuidar el estudio de las letras, sino

también a estudiar con humildad y seriedad para que puedan

ser capaces de penetrar fácil y correctamente en los

misterios de las Sagradas Escrituras… Para esta obra han de

ser escogidos hombres que tengan la voluntad y habilidad de

aprender y un deseo de enseñar a los demás”.

En el año 789 dirigió otra proclama ordenando que se crearan

escuelas en todas las parroquias en las que los niños

pudieran aprender a leer.

En el año 802 dirigió otra proclama ordenando que “todo el

mundo enviará a su hijo a la escuela para estudiar las letras

y que el niño permanecerá en la escuela hasta que sea

instruido en ellas”. Buscó en Roma maestros para las escuelas

e instituyó funcionarios, missi dominici para que actuaran

como inspectores de la enseñanza dada en ellas.

Las escuelas palatinas estaban regentadas por eclesiásticos,

sus enseñanzas se impartían por clérigos, aunque sus alumnos

no tenían que seguir necesariamente la vida sacerdotal.

“El plan de estudios variaba muy poco de unas escuelas a

otras, si bien el currículo cambió en los diferentes periodos

escolásticos, comprendían, la gramática, retórica y el

cuadrivium, y hay otros que aparecen más tardíamente, como

son la dialéctica y la lógica”.

El currículo de estas escuelas que se impartía respondía

generalmente a tres niveles:

Iniciación, en el que se enseña la lectura, la escritura,

algunos conocimientos elementales de lengua latía, y el

inicio en textos bíblicos.

Estudio de artes, que conformaban el trívium, gramática,

retórica y dialéctica, y en menor grado el cuadrivium.

Nivel superior, en el que se estudiaba la escritura con

comentarios de orden gramatical, histórico y teológico.”

Carlo Magno en Francia quien se preocupó por las deficiencias

que presentaba la educación de su época y como se nos dice en

el capítulo VIII Educación Medieval “Para ello empezó a

organizar en su palacio. Siguiendo la tradición merovingia,

una escuela a la que asistieron él mismo y su familia y

algunos nobles seleccionados para el servicio de la iglesia y

del estado.

En otro lado Alcuino importante Teólogo y filósofo inglés

impregna de un tono moral a la Filosofía considerándola

“conocimiento de las cosas divinas y humanas” y maestra de

todas las virtudes.

El saber filosófico conduce al hombre hasta los prolegómenos

(inicio de una investigación o un análisis. Es el estudio

preliminar, introductivo y simplificado) del saber teológico,

mediante la lectura de la Sagrada Biblia se conoce a Dios,

porque por ella se ha revelado a los hombres.

“Para Alcuino, la sabiduría del hombre parte de su naturaleza

humana, en la que de alguna forma aquella está impresa por

Dios, y culmina en el conocimiento de Él; la función

reservada al maestro es la de ayudar a que la sabiduría se

desarrolle

La época de tranquilidad que gozaron los pueblos europeos en

tiempos de Carlomagno repercutió en la educación. El propio

Carlomagno, que no era precisamente un hombre instruido hizo

encomiables esfuerzos para favorecer el desarrollo de la

cultura recurriendo a la Iglesia para que se encargase de la

enseñanza en sus Estados.

El llamado Renacimiento carolingio fue obra de esa red de

escuelas salpicadas por todo un imperio y a las que marcaba

la pauta la schola palatina. Ellas consiguieron hacer de los

toscos guerreros que rodeaban a Carlomagno, personas

instruidas y amantes de la cultura.

Alcuino, gran difusor de la cultura de la corte carolingia.

Alcuino de York (735-804), fue el consejero de Carlomagno y

el más resuelto restaurador de las escuelas entre los

francos, además de figura clave del renacimiento carolingio.

La cultura anglosajona, henchida de conocimientos

escriturísticos y estableció los estudios sobre la base de

las siete artes liberales, destacando en lugar preeminente

la Gramática y la Filosofía. En su obra Disputatio nos

declara el sistema de enseñanza seguido en su escuela

palatina que adopta la forma de enseñanza dialogada

Considerado el primer pedagogo de Alemania, las siete artes

liberales, son su objeto de estudio por su valor propedéutico

para una formación completa.

Las siete artes liberales se consideraron necesarias no sólo

como básicas para toda la cultura, sino como auxiliares para

profundizar en el comentario de las escritura casi divino del

hombre.

Erígena afirma, incluso, que la naturaleza humana es, en

cierto modo, superior a la angélica, por cuanto esta, al

estar desprovista de cuerpo, carece de sensibilidad y

movimiento vital. En cuanto al destino del hombre es

igualmente optimista: la muerte como el hombre no es tal,

sino la vuelta al primitivo estado que perdió al pecar.

Gerberto, filósofo y restaurador de los estudios matemáticos.

Gerberto de Aurillac (945?- 1003), ingreso en el monasterio

de su ciudad natal. Ávido de cultura, vino a España para

perfeccionar sus estudios en matemáticas en la entonces

famosa escuela catedralicia de Vich. Cultivó todas las

ciencias, pero sobre todo la semántica y la matemática, sin

menospreciar la música y la astronomía.

Por sus trabajos en el campo de la enseñanza de las

matemáticas merece un lugar en la historia de la Pedagogía.

Se le considera restaurador de los estudios matemáticos en

su tiempo. Como filósofo, escribió numerosos comentarios a

las obras lógicas de Aristóteles y Boecio. Escoto Erígena y

el optimismo sobre la naturaleza y destino del hombre.

La época de Carlomagno marca el reflorecimiento de la cultura

en Europa occidental. En Francia y Alemania ya quedó

constancia en páginas anteriores de la labor de promoción

del estudio a cargo de Alcuino y Rábano Mauro,

respectivamente.

Los sabios formados en este período continuaron más tarde

propagando las artes y ciencias aunque, con distintas

tendencias.

Es destacable la figura de Juan Escoto Erígena (810- 877) el

más grande intelectualmente y filósofo de su tiempo, que

llamado por Carlos el

Calvo para dirigir la Academia Palatina, estimuló a Lotario

al crear escuelas en Italia y Francia.

3. PEDAGOGÍA PASTORAL Y ECLESIAL

San Isidoro (570-636)

Nació en Cartagena, España hacia el año

560. Su padre llamado Severiano, nacido en

Cartagena, probablemente era de una

familia romana, pero estaba emparentado

con los reyes visigodos.

Isidoro llegó a ser uno de los hombres más

sabios de su época, aunque al mismo tiempo

era un hombre de profunda humildad y caridad. Fue un

escritor muy leído. Se lo llamó el Maestro de la Edad

Media o de la Europa Medieval y primer organizador de la

cultura cristiana. La principal contribución de San

Isidoro a la cultura, fueron sus Etimologías u Orígenes,

una "summa" muy útil de la ciencia antigua condensando,

mas con celo que con espíritu crítico los principales

resultados de la ciencia de la época, siendo uno de los

textos clásicos hasta mediados del siglo XVI.

Fue un escritor muy fecundo: entre sus primeras obras está

un diccionario de sinónimos, un tratado de astronomía y

geografía, un resumen de la historia desde la creación,

biografías de hombres ilustres, un libro sobre los valores

del Antiguo y del Nuevo Testamento, un código de reglas

monacales, varios tratados teológicos y eclesiásticos y la

historia de los visigodos, que es lo más valioso en

nuestros días, ya que es la única fuente de información

sobre los godos. También escribió historia de los vándalos

y de los suevos.

San Isidoro fue como un puente entre la Edad Antigua que

terminaba y la Edad Media que comenzaba. Su influencia fue

muy grande en Europa, especialmente en España.

La regla isidoriana, se preocupa de dar a los monjes y a

los niños que merodean cerca del monasterio una cultura

intelectual bastante completa.

Educación

Considera muy conveniente que todos los monasterios tengan

una persona en quien recaiga la responsabilidad de la

educación de los niños. Esta persona es el pedagogo,

deberá poseer una gran cultura y preferentemente será de

edad avanzada. Su cometido ha de ser ´´la enseñanza de las

letras a la vez que la enseñanza de las virtudes´´

Su método pedagógico: la lectura la aprendían los niños

simultáneamente con la escritura por medio de unas

tablitas donde estaban las letras escritas. Estas letras

eran presentadas a los discípulos una tras otra y el

maestro le enseñaba su sonido y su trazado, el cual era

repetido hasta la saciedad. Después se pasaba al

aprendizaje de las silabas y palabras.

Las enseñanzas del trívium y quadrivium eran seguidas en

bastantes de las principales escuelas.

San Beda (674-735)

Estuvo en posesión de una extensa y

profunda cultura. Había nacido en Yarrow

de Northumbria (Inglaterra) y en el monasterio de esta

ciudad , que el mismo había fundado, vivió dedicado –como

el propio San Beda nos dice: ¨Aprender a enseñar¨ .

Recopilo las ciencias y artes conocidas entonces, todas

sus obras son un modelo de claridad y precisión. Destaca

su gran enciclopedia titulada ¨De rerum natura¨ en la que

vierte muchas de las enseñanzas patrísticas.

(Considerado el padre de la historia inglesa)

Hugo de San Víctor(1096-1141), Teórico de la educación

Intento realizar una síntesis del saber

medieval combinando las exigencias

místicas que en él predominan con las de

marcado carácter racionalista.

Las ciencias se reducen a cuatro:

Ciencia teórica o especulativa: teología, matemáticas,

aritmética, geometría, música, astronomía, física.

Ciencia práctica: ética individual, doméstica y política.

Mecánica: las siete artes liberales.

Lógica: gramática, arte de discurrir, teoría de la

demostración, retorica, y dialéctica.

Su método: consistió en la lectura y comentario de un texto

cualquiera.

R. Lulio: confianza en las posibilidades de la educación

Filósofo, teólogo, literario, músico y

pedagogo nacido en 1235 en Palma de

Mallorca.

La ordenación de las actividades docentes

es un proyecto que entra dentro de su gran

concepción de reorganizar la cristiandad.

Lulio confía plenamente en las

posibilidades de la educación, las limitaciones que padece la

cristiandad proceden de la abundante ignorancia.

Frecuentemente exalta la labor del maestro, deberá este

dominar completamente la materia que enseña. Le es muy útil

la imaginación para poder acomodarse a la mentalidad de los

alumnos, también debe poseer penetración psicológica

suficiente y no debe faltarle ninguna de estas tres

cualidades morales: espiritualidad, imparcialidad y

entusiasmo en su labor.

El alumno exige vocación (afición + aptitud). Destaca la

importancia del conocimiento de la aptitud para poder tratar

luego debidamente a los discípulos, el alumno deberá querer a

su maestro, dedicarse diligentemente al estudio, será de gran

eficacia inculcar en los muchachos la preocupación de ser

útiles en la vida.

La edad escolar primaria está comprendida entre los ocho y

los catorce años. Antes entonces será la madre la que cuide

del niño, después deberá darse ya una enseñanza especializada

dirigida a la elección de profesión.

4. PEDAGOGÍA ESCOLÁSTICA

ESCOLÁSTICA Fue, en la alta Edad Media

cuando comenzó configurarse el sistema

escolar. Ya a principios de la época

surgieron las primeras escuelas en los

conventos. A partir del siglo XI se

contó con las escuelas de las

catedrales y alrededor del siglo XII

se fundaron las primeras universidades.

Por scholasticus se designaba en los primeros siglos de la

edad media al que enseñaba el trívium (gramática, retorica y

dialéctica) y el cuadrivium (aritmética, geometría,

astronomía y música) o sea las artes liberales. Con el

término escolástica nos referimos al movimiento doctrinal

habido en dicho periodo de tiempo.

Los programas donde se enseñaban estas materias gozaban de

flexibilidad y, bajo el nombre de dialéctica se enseñaba

lógica, práctica y, en general, toda la materia filosófica y,

en la retórica, se incluía también la ética, de acuerdo con

la tradición grecolatina respecto a la teoría porque,

respecto al contenido, hundía sus raíces en la Patrística.

Las formas literarias surgieron progresivamente al socaire de

la aplicación de esta enseñanza. De la Lectio salieron los

comentarios y, de los comentarios -al Lombardo, a Boecio, al

Pseudo Dionisio y, sobre todo a Aristóteles- nacieron las

sumas cuando los maestros, desembarazándose de esa fuerte

dependencia con los libros de texto -Libros de Sentencias-

desarrollaron el corpus doctrinal de una forma libre pero en

un orden más sistemático. De la disputatio, técnica

consistente en enfrentar postulados y sus inconvenientes para

llegar a una solución final, constituyendo el molde de las

sumas medievales, por su parte, nacerían las quaestiones que

a su vez se subdividen en Quaestiones dispútate y las

Quaestiones quodlibertades.

El espíritu y la mentalidad que sigue la

Escolástica puede dividirse en dos

aspectos: auctoritas y ratio. Las

autoridades eran sentencias extraídas de

la Biblia, de la Patrística y de los

concilios. En filosofía Aristóteles era el

filósofo por excelencia y Averroes el commentator. La ratio,

finalmente, se encargaría de poner en análisis lo recibido

por la tradición procurando conciliar las contradicciones que

de hecho surgían, especialmente entre San Agustín y

Aristóteles

Desarrollo de la filosofía escolástica

La filosofía escolástica se divide en tres

períodos: formación, del siglo IX al XII;

apogeo, durante todo el siglo XIII y,

finalmente, un período de transición a la

filosofía moderna. El apogeo de la

Escolástica se debió en buena medida a la

labor de la Escuela de Traductores de

Toledo que difundió las obras de Aristóteles a través de las

traducciones al árabe y al latín. Pese al recelo inicial con

el que fueron acogidas, terminarían por integrarse plenamente

en el conjunto de dicho sistema filosófico.

Las universidades y órdenes mendicantes tuvieron, también, un

papel destacado en esta labor difusora. Las universidades,

por la importancia otorgada a la filosofía y a la teología

como cuerpo central de los programas de estudio y, en el caso

de los religiosos, por el afán de ahondar en estas dos

disciplinas en busca de alcanzar la plenitud del sentido al

voto de pobreza. No en vano los principales escolásticos

serán dominicos o franciscanos, como es el caso de San

Buenaventura.

En tercer lugar, había una posición

intermedia sería sostenida, de modo

precoz, en el siglo XI por Gerberto de

Aurillac y sería la línea continuada

por Santo Tomás a lo largo del siglo XIII. Sostenían los

partidarios de la posición intermedia que razón y fe son

facultades distintas pero que ambas están llamadas a confluir

en la Verdad. Como ambas facultades son obra de Dios, si los

planteamientos de la razón humana eran correctos, no podían

diferir de aquellos que procedían de la fe.

De este modo, filosofía y teología son disciplinas

complementarias. La filosofía ayuda a la teología demostrando

que los misterios de la fe serían comprensibles y explicables

por la razón. La teología, por su parte, aportaría conceptos

filosóficos nuevos como el de la Creación o la dignidad del

ser humano en el orden moral. De acuerdo con esto, las

verdades reveladas no serían irracionales sino supra

racionales.

TOMÁS DE AQUINO es el exponente principal de la escolástica

de la Alta Edad Media que vivió de 1225 a 1274. Nació en la

pequeña ciudad de Aquino, entre Roma y Nápoles. Lo llamo

«filósofo», pero también fue, en la misma medida, teólogo.

Para él, Dios como realidad trascendente, es el sentido y

último fin de cuanto existe. El hombre ocupa el centro de un

enorme todo que compone lo terrenal y lo celestial.

Podemos decir que Tomás de Aquino cristianizó a Aristóteles

de la misma manera que San Agustín había cristianizado a

Platón al comienzo de la Edad Media de tal manera que no se

consideraran una amenaza contra la doctrina cristiana.

FE Y RAZÓN Tomás de Aquino pensó que no tenía por qué haber

una contradicción entre lo que nos cuenta la filosofía o la

razón y lo que nos revela la fe. Muy a menudo el cristianismo

y la filosofía nos dicen lo mismo.

EDAD MEDIA Una verdad de ese tipo es, por ejemplo la que dice

que hay un Dios.

LA REVELACIÓN En este punto tenemos que apoyarnos

exclusivamente en la Biblia y en la palabra de Cristo.

EDAD MEDIA Dios se ha revelado ante los hombres tanto a

través de la Biblia como a través de la razón. De esta

manera, existe una «teología revelada» y una «teología

natural».

Teología revelada Más o menos así es la relación entre la

obra de creación de Dios y la Biblia. Sólo mediante la

observación de la naturaleza podemos reconocer que hay un

Dios. Pero sólo en la Biblia encontramos información sobre la

persona de Dios, es decir, en su «autobiografía».

SAN ANSELMO Y PEDRO DE ALVARADO son los fundadores de la

escolástica.

San Anselmo decía que si Dios es la suma de

perfecciones entonces es real.

Pedro Abelardo era un conceptualista, en contra de los

realistas, aceptando que las ideas son tan solo caracteres

comunes de los objetos.

Crisis: La Escolástica entra en crisis a partir del siglo XIV

cuando se pone en duda el pilar central que daba sustento a

todo el sistema y unificaba de común acuerdo a las distintas

tendencias existentes en su seno. La síntesis realizada por

Santo Tomás parecía perder fuerza y vigencia, pues si nadie,

hasta entonces salvo los averroístas, negaba la

complementariedad de razón y fe, comenzaba a sostenerse que

la razón poseía límites y que estos eran considerablemente

más estrechos que los de lo que cabía pensar entonces.

Entre los caracteres fundamentales de la escolástica debemos

destacar los siguientes:

1- Es ante todo eclesiástica: por sus autores y por los

objetivos: tradicional porque prefirió guardar y enseñar los

conocimientos logrados por generaciones anteriores eludiendo

la novedad, y colectiva., pues se obtuvo por la suma de

esfuerzos de muchos pensadores.

2- La forma escolástica: intenta probar que no existe

antagonismo entre razón y revelación, entre saber y fe.

3- El método de enseñanza escolástico es el deductivo-

silogístico, más adecuado para probar verdades encontradas

que para descubrir otras nuevas.

El contenido filosófico de la Escolástica se debe

fundamentalmente al deseo de los pensadores medievales de

tener un instrumento que le permita un mayor

perfeccionamiento de la ciencia referente a Dios. Este

instrumento les es proporcionado por la filosofía

aristotélica y platónica.

La filosofía escolástica abarca, pues, tres periodos

fundamentales: 1) desde el s. IX hasta el XV; 2) los s. XVI y

XVII, para los que se habla de segunda escolástica o

Renacimiento escolástico; 3) los s. XIX y XX, a los que se

alude como Neo escolástica o Restauración escolástica. Casi

todos los grandes maestros o cabeceras de escuelas pertenecen

al primer periodo; en el segundo, sin embargo, está Suárez.

Es de destacar, además, el predominio del tomismo en la

segunda etapa, y sobre todo en la tercera.

5. EL NACIMIENTO DE LAS UNIVERSIDADES

Las escuelas catedralicias y el origen de las universidades.

El florecimiento de las es cuelas catedralicias en los siglos

XII y comienzos del siglo XII (por la afluencia de alumnos,

por la autoridad de los maestros, por su perfecta

organización, entre otros) hizo que alguna de ellas alcanzara

gran renombre.

Al despertarse en el clero secular un ansia de saber, resulto

insuficiente el recinto catedrático ante la avalancha de los

estudiantes. Entonces surge esa realidad institucional, con

finalidad esencialmente docente a nivel superior, que se

llama Universidad en que las enseñanzas dejan de darse en las

iglesias y se instalan en edificio propio.

Nace, pues, la Universidad como prolongación de la escuela

catedralicia, al organizarse corporativamente maestros y

alumnos.

Por otro lado, las circunstancias diversas convergen en el

nacimiento y desarrollo de las universidades europeas:

El vigoroso influjo de la ciencia árabe a través, sobre

todo, de las escuelas de traductores (Toledo y Salerno).

Alto nivel del saber: El siglo XII es uno de os más

importantes en la historia de la civilización europea y

de los más grandiosos en la historia del pensamiento

filosófico.

La estabilidad político-social.

Desarrollo del sentido corporativo dentro de las

profesiones: organización gremial.

Inicialmente la Universidad se llamo Stadium generale,

haciendo referencia a un “plantel general” para todos los

estudiantes preparados, sin distinción de nacionalidad. Más

tarde Stadium generale indicaría el conjunto de ciencias, el

conjunto general o universal del saber. Universitas

magistrorum et scholarium Parisian conmorantium.

Universidades famosas:

En 1200 se crea la Universidad de Paris.

En Francia, en el siglo XIII se fundó la Universidad de

Montpellier. En Italia se hicieron celebres las Universidades

de Bolonia, la de Nápoles. En Inglaterra Oxford y Cambridge.

En España, la de Salamanca. En Portugal, la de Coimbra y

Lisboa, entre otras.

Las universidades españolas:

La de Palencia surgió la primera universidad española entre

los años 1212 y 1214, la fundo el obispo Tello Téllez.

La de Salamanca fundada por Alfonso IX, adquirió fama

internacional. Fue llama la “Atenas de España” y con el

tiempo llego a tener 7,000 estudiantes. Resolvía a pontífices

y reyes, cuestiones científicas, políticas y religiosas.

Organización de la enseñanza universitaria:

Caracteres de la enseñanza universitaria medieval

Algunos autores señalan a la Academia platónica, al Liceo

aristotélico, a la Biblioteca de Alejandría y al Ateneo de

Roma como antecedentes de la Universidad ninguna de estas

instituciones tuvo en su organización estas tres notas

esenciales de las universidades medievales:

Corporatividad. Se trata de una corporación de personas

dedicadas a los estudios, de una asociación de maestros

y escolares al modo de los gremios artesanos de

entonces.

Autonomía. Cada Universidad tenía su régimen autónomo,

lo mismo en el aspecto académico que en el jurídico y

administrativo.

Universalidad. La procedencia universal de los

estudiantes, el concepto universalista del saber, la

unidad de lengua, la semejanza de métodos y contenidos

docentes, la validez de los títulos son elementos que

configuran a la institución universitaria medieval con

ese carácter universal que les es propio.

Cartas de fundación. Privilegios.

Entre los privilegios concedidos a las universidades, se

reseñemos los siguientes:

Derecho de conceder a sus graduados la licencia para

enseñar.

Exención del servicio de armas, con ciertas reservas.

Condonación de impuestos y contribuciones.

Jurisdicción en su propio territorio.

Estructura académica: facultades, grados y exámenes:

La Universidad se organiza académicamente en facultades.

Facultad es la denominación utilizada para el cuerpo de

profesores y estudiantes dedicados a la enseñanza de una rama

del saber. Las Universidades definitivamente constituida

comprendían cuatro facultades: Ecología, Medicina, Derecho y

Artes liberales.

Gobierna un jefe común, el rector, elegido periódicamente y

al que ayudan dos cancilleres que se encargan de la

administración de la Universidad; también otorga los grados

académicos. Un decano representa a cada facultad.

Los grados que existían en las carreras universitarias eran

los siguientes:

Bachiller. Los estudios duraban aproximadamente tres

años en la facultad de Artes, hasta los quince años de

edad los estudiantes no podían hacer otra cosa que

estudiar.

Licentia docendi. Con el título de bachiller y otros

tres años más de estudios se podía alcanzar este grado.

Magister (maestro o Doctor). Era el grado por excelencia

y con él se coronaban los estudios. El Magister entraba

a formar parte de la corporación universitaria con

plenitud de derechos. La promoción revestía con

solemnidad: el birrete, la toga.

Los fracasos en los exámenes eran poco corrientes, puesto que

cada alumno tenía que ser presentado por un maestro, quien

podía conocerle perfectamente tras varios años de estudio.

CONCLUSIONES

La educación en la edad media fue muy significativa,

dado que se le daba suma importancia al cristianismo y

al evangelio.

La edad media se considera una época oscura y de muchos

conflictos, por ello el papel que desempeñó la educación

fue fundamental educando desde el cristianismo, con el

propósito de atenuar todo ese ambiente de represiones.

RECOMENDACIÓN

Se considera fundamental el conocer y estudiar cómo fue

la educación en la edad media así como también en otras

épocas de la humanidad, esto ayudará a saber dónde

estamos y hacia dónde vamos, ya que el conocer el pasado

nos da una perspectiva general del presente que vivimos

actualmente y del futuro que podemos construir.

Biblio/web grafía

C. GARCÍA. Filosofía de la educación. Editorial Rialp. GranEnciclopedia Rialp, 1991

Delgado Criado, B. (1992), Historia de la Educación en España

y América, Madrid, Fundación Santa María/ Ed. Morata-SM, Vol.

II y III