jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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Jóvenes, cultura productivay nuevo poder

Organizaciones editoras:

Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual

Esta publicación, de distribución gra-tuita, fue auspiciada por la FundaciónRosa Luxemburg con fondos delMinis-terio Alemán para la Cooperación Eco-nómica y el Desarrollo (BMZ).

A Chávez, Comandante.Maestro, compañero consecuente y visionario, hacedor de utopías comocaminos para entremuchos transitar. Por reencantarnos de la política

para reinventarla en sus sentidos justos, posibles y comunes.

A quienes avivan el fuego y la alegría de la Revolución en susmanerastercas, irrenunciables de ejercer el poder creador de la vida, con compromisoamoroso y desde la humildad de sabernos iguales, hermanxs bolivarianxs.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder1era. ediciónCaracas, República Bolivariana de VenezuelaAbril, 2015

Producción de contenidos asociada al Frente de Conocimiento de

Producción editorialCódigos Libres

Equipo de coordinación editorialMaría Eugenia FréitezMaría Claudia RossellJohannaMarianny AlvesIndira Granda

Diseño y diagramaciónAngel Sorkin

Diseñode portada e infografíasComando Creativo

ImpresiónImpresosMarina León 2013, C.A.

Introducción /7

TTRRAAMMAASS DDEE UUNNAA CCOONNFFLLUUEENNCCIIAACapitalismo en clave histórica. Pensando desde las orillas y no desde los barcos / 27José Romero Losacco

Más allá del capitalismo histórico. Re-orientando el presente / 49José Romero Losacco

Coordenadas históricas y estructurales del capitalismo rentístico en Venezuela / 75Emiliano Terán Mantovani

Intentos de transformación de la cultura productiva / 115Víctor Álvarez R. y Davgla Rodríguez A.

Pensar lo común hoy: Los bienes comunes en la construcción del socialismo del siglo XXI / 151Enrique Rey

Cosechando en tierra fértil: Comunas y construcción de Poder Popular desde los territorios / 167Andrés Antillano

La apuesta comunal: producción, poder y territorio. Documentaciónde la vivencia en la Comuna Socialista Agroecológica El Maizal / 185Rebeca Gregson y Anit Quintero

Producción cultural: vínculos, poder y creación / 205María Eugenia Fréitez

Jóvenes de sectores populares y cultura productiva comunal. Claves de análisis desde la práctica / 231Doris Ponce y Adriana Gregson

Cultura de red y la emergencia de un nuevo poder / 249María Claudia Rossell García

CCAAJJAA DDEE HHEERRRRAAMMIIEENNTTAASSSoluciones colaborativas / 291Adriana Benzaquen

Rastreando tu ruta productiva / 317Patricia Franco. Ejército Comunicacional de Liberación

De la adecuación a la invención: Conocimiento legislativo y procesos productivos en áreas culturales / 339Indira Carolina Granda Alviarez

EEQQUUIIPPOO DDEE RREEAALLIIZZAACCIIÓÓNN

www.comunalizarelpoder.comfacebook:Códigos Libres

Organizaciones editoras / 323

Red de colaboradorxs / 324

Índice

NN.. ddee EE..:: Los QRL presentes en los textos fueron insertados por las editoras.

Introducción

11.. Nombre inicial de este proyecto de investigación.

Jóvenes, alternativas productivas y nuevo poder1

es una investigación colaborativa que se con-virtió en este material teórico-metodológico,resultado de un proceso formativo que deci-dimos desarrollar de forma asociativa entreTiuna El Fuerte y Cultura Senda, y su re-ciente convergencia en una Unidad Produc-tiva que hemos llamado Códigos Libres: Redpara producir y pensar en común, a inicios delaño 2014, con el apoyo y acompañamientode la Fundación Rosa Luxemburg. Un pro-ceso inacabado que tiene como primera esta-ción esta publicación, que no consideramosni un compendio de ensayos académicos, niuna cartilla pedagógica, más bien una ruta

de problematizaciones, provocaciones y propuestaspara pensar y hacer desde la necesidad de continuarformas de movilización y acciones colectivas en el con-texto que nos permitió la juntura de la militancia y eltrabajo: el chavismo.

Para la generación de los 80’ y 90’ la era de Chávez creódeterminadas condiciones sociales que nos han permitidoconstruir nuestras subjetividades y sociabilidades asocia-das al pensar y crear en voz múltiple, desde la posibilidadde andar junto a otrxs haciendo al mundo, interpelándoloo re-creándolo desde lugares y prácticas concretas, y con-cebir en ello el sentido de lo político, y a nosotrxs sujetospolíticos, en el marco de un proceso de transformacionesque, hoy, nombramos como Socialismo Comunal.

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forma Estado que había sido concebidadesde las democracias liberales.

Es por ello que le ha tocado asumir amenazasreales y confrontaciones con adversarios his-tóricos de cualquier experiencia de emancipa-ción sobre la relación de coloniaje que paísescentrales-imperiales han mantenido con Amé-rica Latina, más aún con Venezuela y la fuentede riqueza petrolera que representa.

Pero, a su vez, esta versión de Estado Petro-lero en Revolución ha profundizado un ima-ginario mágico y distorsionado sobre lasmaneras en que se producen los recursos, losprocesos y los cambios sociales.

En este contexto, comenzamos a plantearpreocupaciones para el debate en espaciosorgánicos: la confrontación o fragmentaciónde alianzas entre organizaciones populares(colectivos, cooperativas, consejos comuna-les, comunas, etc.) a partir de la “disputapor la renta” del Estado; la forma de hacerpolítica a través de proyectos para el subsi-dio estatal (el proyectismo como límite de lacreación política); la dependencia econó-mica como determinante de la dependenciapolítica y el clientelismo con el Estado; la

Con participación en escenarios diversos, que vandesde experiencias orgánicas militantes hasta espaciosinstitucionales del Estado, hemos vivido nuestra juven-tud desde la construcción de un ideario antiimperia-lista, anticapitalista y antineoliberal, hemos sidoprotagonistas de lo que ha significado la emergenciade la Revolución Bolivariana y sus ensayos continuospor revertir los estragos que las formas voraces del ca-pital generaron a través de nuestra condición históricade país “colonizado”, proveedor de materias primashacia países centrales/mercados globales, por tanto, de-pendientes de una renta internacional de la tierra y deimportaciones de manufactura y estilos de vida, queen su traducción política interna implicó profundasdesigualdades sociales, atrofias productivas y conflic-tos culturales.

En las complejidades de un Estado petrolero y de uncapitalismo rentístico ha crecido la Revolución Boliva-riana. Particularidad que posibilitó una extraordinariainversión económica del gobierno en políticas y pro-gramas sociales (más de 60% del PIB) desde un enfo-que de economía humanista con la que se buscabasatisfacer las necesidades del pueblo a la mayor breve-dad posible, luego de más de una década de inclemen-tes paquetes neoliberales. Asimismo, esta inversiónsocial abrió el espectro de la participación política yplanteó como horizonte estratégico la construcción deun Poder Popular que transformara las lógicas de la

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

lucha contra la burocratización creciente di-vorciada de los ritmos de la acción políticade calle; las formas productivas de nuestrasprácticas asociativas y/o comunales; la in-existencia de circuitos consolidados de dis-tribución y consumo de produccionesnacionales “bolivarianas”; el débil o inexis-tente proceso de evaluación y contraloríasocial sobre las decisiones del Estado en eluso, inversión o gasto de recursos y sobrelos procesos aún no superados de la revolu-ción como la corrupción y los mecanismosde fortalecimiento de las lógicas del capitalprivado; las complejidades de construir “au-togobiernos populares” o de avanzar enellos y sus tensiones con el poder consti-tuido. Discusiones que solían cerrar conmás propuestas para la acción, o con másproblematizaciones sobre el por qué de laslimitaciones de la autonomía para producir-nos la vida común que soñamos en revolu-ción y de ahí la sustentabilidad de lomaterial y lo simbólico del socialismo.

En estas discusiones andábamos cuandomuere el líder político y moral de este pro-ceso venezolano: Hugo Chávez Frías, enmarzo de 2013. Hecho que fue sucedido demomentos desmovilizadores, de incerti-

dumbre y desorientación sobre decisiones y accionesestratégicas que debían realizarse para confrontar loque vendría con fuerza, una guerra económica que re-crudeció los efectos de un proceso galopante de crisisrentista, y la arremetida antidemocrática de sectoresnacionales e internacionales.

Ante la sensación de la posible pérdida o retroceso, segeneraron debates y balances descarnados, en un am-biente marcado, además, por la necesidad de garantizarelectoralmente la continuidad histórica de un procesosocial aún dependiente de la institucionalidad del Es-tado y su soporte económico, político y jurídico. Una delas mayores preocupaciones volvía a ser la base material,la existencia de un músculo productivo real, sostenido,articulado, autónomo de los subsidios y las compras es-tatales. En ese difícil momento, las fuerzas populares re-tomábamos, para el análisis sobre lo venidero, algunasde las claves identificadas por Chávez en su discursosobre el Golpe de Timón, expuesto el 20 de octubre de2012, luego de la victoria electoral que, en sus palabras,era la apertura de un nuevo ciclo de transición hacia laprofundización de la democracia socialista bolivariana.Y que para nosotrxs significaban claves para reconocer-nos como pueblo-gobierno en batalla por evitar que lasdebilidades internas del proceso bolivariano no fueran eldetonante de su paralización, extravío o derrota. En estediscurso Chávez se desplegó en una autocrítica comogobierno y entre sus palabras de arranque expresó:

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Introducción

regionalización-distritos motores), 6) Potenciacomunicacional: articulación y multiplicaciónde medios de comunicación públicos y comu-nales, fortalecimiento de las narrativas revolu-cionarias.

En ese momento, se comenzaba a hablar deun legado de Chávez, que empezó a ser tam-bién un terreno en disputa. El pensamientochavista se había transformado desde los ini-cios de la Revolución. El chavismo del Golpede Timón, de la Comuna o Nada se comen-zaba a evidenciar como una tendencia fuertedentro del significado del proyecto socialista.

Así comienza esta propuesta de investiga-ción-militante, desde la necesidad de hacer-nos más preguntas, otras más complejas, deampliar el contexto de análisis, salir del loca-lismo autorreferencial, abrir diálogos másplurales y heterogéneos y ensayar el hiladode algunas referencias y categoría globalessobre cómo actúa, se reacomoda y mutan lasformas de acumulación del capital en la eco-nomía mundo hegemonizada, comprendersus continuidades históricas y los reflujosque vivimos en nuestro modo rentista capita-lista. Y, sobre todo, cómo leer las posibilida-des de transformación desde los desafíos de

Si tú preguntas, ¿cuáles son las que llaman comunas enconstrucción? Estoy seguro de que en la mayoría de esosgrandes o medianos o pequeños proyectos que estamosadelantando, desde viviendas, ciudades nuevas, polos dedesarrollo científicos, polos de desarrollo agrícolas, comoallá en la Planicie de Maracaibo, allá en el municipio Mara,hasta por allá por el estado Sucre, donde está la gran plantaprocesadora de sardinas que inauguramos hace poco, unaplanta grandísima, hasta las empresas del vidrio que ex-propiamos, la Faja del Orinoco, no existen las comunas.¿Dónde las vamos a buscar, en la Luna? ¿O en Júpiter?

Esta alusión al desencuentro entre los esfuerzos institu-cionales y la construcción comunal daba en el centro delas preocupaciones del chavismo popular. Se encontrabaun eco a lo que desde las comunas y diversas organizacio-nes populares se demandaba como desafíos imposterga-bles y que quedaron como claves para la accióninmediata: 1) Modificar la base productiva del país paragarantizar una democracia económica, 2) Consolidar lanueva hegemonía democrática avanzando desde el con-vencimiento y no desde la imposición, 3) Territorializarel modelo socialista bolivariano que sólo será sostenible silas experiencias se conectan en red, 4) Autocrítica perma-nente de la gestión institucional (eficiencia, coordinacióny comunicación, aplicación de leyes revolucionarias), 5)Sistema operativo descentralizado: el socialismo no se de-creta ni se controla desde Caracas (sistemas coordinados-

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

la apuesta comunal en Venezuela y de “loscomunes” en el mundo, como una forma deseguir disputando los sentidos del chavismo.

Para resumir lo que fueron los esfuerzos ydisfrutes de este proceso de ires y venires, yal mismo tiempo abrir nuestros propios“cómos” de la investigación, diremos queiniciamos una primera oleada reconociendonuestros ignorares, intentando crear unmapa a partir del diálogo con libros, colabo-radores, provocadores y con experienciasconcretas. La célula fundamental fue nuestrogrupo de estudio que operaba al estilo acor-deón, ampliando la participación en las di-námicas de grupo de estudio para que sesumaran otras cabezas a pensar con nosotras.

En función de las primeras intuiciones logra-das a través de este proceso de estudio e inter-cambio, decidimos iniciar una ruta deconstrucción de contenidos de lo que pensa-mos se limitaría a un proceso de autoaprendi-zaje de nuestras organizaciones pero que,luego, proyectamos como socializables a otrasescalas. Una socialización para todxs aquellxsque como nosotrxs andan en la búsqueda dereflexiones sobre su acción militante en laconstrucción del Socialismo Comunal.

Esa ruta de producción de conocimiento inició con lasdimensiones centrales que planteamos al inicio de esteproyecto:

1. Las y los jóvenes como lugar de provocación opunto de partida disparador de lo que significó la ini-ciativa de este proyecto de investigación. Una de lasorganizaciones que lo impulsa, Tiuna El Fuerte, haconstruido su trayectoria desde la politización con jó-venes a través de prácticas de producción culturalcomprendidas como vinculadas al arte y la comuni-cación para elevar y propiciar niveles de organiza-ción, generar conciencia de clase y sumar voluntadesa la construcción de un mundo más justo. La otra,Cultura Senda, viene desarrollando tecnologías dered, tecnologías sociales y digitales que posibiliten laemergencia de una cultura de la colaboración en claveemancipadora, de nuevas arquitectura de relacionespara transformar la vida y la forma de producirla.

En base a estas trayectorias de construcción colec-tiva, nos hicimos de una mirada crítica sobre la nece-sidad de incorporar al debate sobre la apuestacomunal territorializada lo que desde los espacios ju-veniles se torna más evidente: prácticas entretejidasa la cultura digital, los consumos culturales, la pro-ducción inmaterial o el gusto y la habilidad en ofi-cios que pertenecerían a lo que se ha posicionadocomo “economías creativas” en el reacomodo capi-

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Introducción

plantearan las preocupaciones sobre la ocu-pación laboral juvenil a partir de su relacióncon la producción de vida y no con el “em-pleo” productivo. Es decir, mirar lo juvenilno como un problema sino como actorespartícipes de transformaciones integrales eintergeneracionales.

Así, encontramos las preocupaciones de losjóvenes de hoy con las del resto de las gene-raciones que protagonizan la historia revo-lucionaria bolivariana y que interpela,incluso, a las que no se reconocen ni en susdiscursos ni en sus propuestas.

2. Las alternativas productivas como ámbitode experimentación de prácticas anticapita-lista que se plantean nuevos regímenes depropiedad (distintos a la privada y a la pú-blica), y la ruptura de la relación depen-diente y expoliadora capital-trabajo, perosobre todo de las que germinan relacionessociales y modos culturales que transformanlas lógicas de dominación, control y mani-pulación capitalista. De allí, el énfasis en losprocesos culturales, y en el reconocimientode una cultura productiva necesaria y enemergencia en el contexto de construccióndel Poder Popular.

talista contemporáneo y que algunos denominancomo “capitalismo cultural”.

Dentro de las particularidades del contexto venezo-lano, nos preguntábamos ¿cómo se vienen desple-gando las actividades productivas de este campocultural? ¿Quiénes participan como productores yquiénes sólo como consumidores de qué contenidos?¿Se está considerando este sector como un campo la-boral para los jóvenes, sobre todo de sectores popu-lares? ¿Por qué estas prácticas no son reconocidascomo parte de los procesos productivos territorialeso comunales?

Los esfuerzos de indagación se orientaban a cruzar ten-siones y movilizar acciones. Más preguntas surgían:¿qué tensiones incorporar como parte del debate conlos jóvenes que permitan que la propuesta del proyectobolivariano resuene y los movilice? ¿Cómo compren-der las cambiantes prácticas juveniles como parte de lamovilidad flexible y creadora que demanda la Revolu-ción? Y entonces, ¿cómo hacer para que sean, cada vezmás, las y los jóvenes actores protagónicos de ese poderalterno?

En un país con una tasa alta de jóvenes en sus índicesdemográficos, nos parecía necesario pensar el rol de lasjuventudes en el desafío que implica modificar la cul-tura productiva y, para ello, buscar otros términos que

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

Comenzamos a hablar, entonces, de culturaproductiva para lo comunal más que de alter-nativas productivas. Nos interpelaban “loscómo” de los procesos cuando ya existían lascondiciones posibles para que lo alternativodejara de ser lo otro y comenzara a ser lavida común, nos queríamos aproximar a lasmaneras integradas en que se produce lavida, y desde las que podemos darle existen-cia a un sistema de autogobiernos, produc-ción y cultura comunal.

3. La emergencia de un nuevo poder, comoproceso-contexto que viene a ser la apuestacomunal, la existencia de un Poder Popularque va edificando el Socialismo Comunal,no como programa de gobierno sino comoproceso vivido, en legítima disputa depoder al capital y al Estado burgués y bu-rocratizado, y como creación auténtica ycompleja de nuevas relaciones de poder enlos territorios.

¿Por qué no llamarlo directamente Poder Po-pular y evitar los neo-logismos? Precisa-mente, porque no partíamos de respuestasdadas sino de intentos de tensionar algunasaseveraciones sobre lo que “ya está hecho”y los discursos institucionalizados que lo ex-

plican, así como encontrar lugares comunes para dialo-gar con otros contextos. Nuevo poder, poder alterno,popular, emergente, poder que no es subsidiario, ni pa-ralelo, ni un nombre para los mecanismos de distribu-ción social de la renta.

Y en estas tres dimensiones, se sitúa “lo popular”como campo de disputa hegemónica, como sujeto ycomo horizonte de construcción política revoluciona-ria que aglutina actores, historias de lucha, trayecto-rias, prácticas, códigos, lenguajes, lógicas y sentidosen torno al poder.

En esta mezcla de dimensiones para indagar, nos en-contramos también con la necesidad de abrir espaciospara una devolución constante desde las prácticasnuestras y de otrxs, por lo que fuimos complemen-tando el proceso de estudio y el de producción de cla-ves y contenidos con una serie de actividadesparalelas. Espacios generados como el I Encuentro deExperiencias Culturales Productivas #DeRentistaA-Productivo; foros públicos como Producción Cultu-ral, ciudad y autogestión: desafíos para una políticapopular; espacios de trabajo y articulación con pro-ductores culturales alternativos de los más distintosámbitos de producción en función de un esfuerzo dearticulación que decantó en ensayos como la FeriaAmakuro y las Minkas Productivas; la concreción delas asambleas de productores en los intentos de cam-

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Introducción

I. Contextos y condicionantes: Capitalis-mos histórico, contemporáneo y rentista

Entender el tablero de juego completo. Si par-tíamos de la inquietud por comprender losnuevos rostros con los que se reviste el capi-talismo global y que suelen ser leídos sólocomo potencias comunicacionales y tecnoló-gicas de la globalización, se nos hacía insosla-yable la búsqueda histórica, así compartimosuna pregunta con José Romero Losacco: ¿Quées lo que hace al capitalismo contemporáneodiferente al de antaño? Con su texto Capita-lismo en clave histórica, nos descentró de nues-tro naturalizado saber eurocéntrico parareconocer continuidades históricas del capi-talismo desde una mirada decolonial. A partirde un relato que abordó desde nociones cla-ves sobre el origen y la continuidad de estesistema-mundo capitalista hasta la explica-ción de cuáles han sido y cómo han sucedidolos cuatro Ciclos Sistémicos de Acumulaciónexistentes hasta ahora, cada uno sucedidoposterior a una crisis de hegemonía del cicloanterior, luego que la región que lo controlóexperimenta momentos de expansión de laproducción, expansión del comercio y expan-sión financiera. Su énfasis apunta a corrernosde lecturas “novedosas” que reporten un

bio de modelo productivo en Tiuna el Fuerte; los in-tercambios con columnas internacionales de la plata-forma de articulación Cultura de Red; el cruce conespacios de reflexión sobre lo comunal con las pro-pias comunas, entre otros, fueron complejizandonuestra mirada.

El producto tangible de este proceso es este libro, queinició con una propuesta de contenidos estructuradoscomo posibles ensayos, síntesis del proceso anterior ygenerados al calor de las reflexiones del grupo de in-vestigadoras convocantes. Pero, se tradujo en una seriede documentos para el diálogo construidos con ungrupo de colaboradorxs, quienes hicieron aportes cla-ves para el enfoque y el devenir de cada uno de los tex-tos que conforman el presente volumen y en dondecada unx de ellxs ha compartido su importante expe-riencia formativa y profesional. La escritura de formacolaborativa de la ruta a desarrollar, el intercambio, eldebate, las precisiones mutuas, fueron también ejerci-cios de una nueva cultura productiva donde metodolo-gías y el uso de herramientas para el trabajocompartido, facilitado por las 2.0, contienen el historialde los diálogos, tensiones y hallazgos de este procesoformativo.

Finalmente, la ruta de construcción que se resume enlos contenidos de este libro y que decidimos organizaren tres (3) tramos:

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cambio social donde sólo ha existido la repro-ducción de una matriz colonial de Poder enOccidente.

Así, en continuidad con el primer texto Ro-mero Losacco, en un segundo ensayo, Re-Orientando el presente, nos explica laexistencia histórica de un sistema Afro-Euro-Asiático donde la “invención” de Américapor parte de los europeos respondió más asu necesidad de expandir un circuito comer-cial que a crear un nuevo modo de produc-ción. Es, precisamente, sobre esta categoríaque establece un énfasis que para nosotrasera punto de arranque de las provocacionesiniciales de la investigación: las transforma-ciones en las subjetividades sobre el trabajoen las sociedades post-industriales. El autor,vuelve a poner en cuestión la supuesta des-materialización de la economía, para plan-tear que de lo que se trata es de unarelocalización global de la producción in-dustrial hacia otros centros de producción,en este caso Asia. Y refuerza argumentandoque, más que debatir sobre la desaparicióndel modo de producción industrial en lospaíses centrales, se trataría de ver cómo laarticulación de distintos sistemas de produc-ción ha significado transformaciones en la

composición de la clase obrera, las condiciones de for-mación de la conciencia y las posibilidades de sindica-lización. Sobre todo, porque no es que estamos frente ala aparición de nuevas formas de trabajo autónomo,sino frente a una sistemática desregulación del mundolaboral e hiperconcentración de capitales como partedel proceso de liberación de la economía.

¿Cómo comprender a Venezuela inmersa en este sis-tema-mundo? Este marco de explicaciones globales re-querían ser puestas en diálogo con las particularidadesde nuestro contexto local: El rentismo petrolero, peromás allá, nuestra cultura productiva asociada a la ma-triz rentista y las vías posibles para su transformación.Este trayecto lo hicimos junto a Emiliano Terán, VíctorÁlvarez y Davgla Rodríguez.

La propuesta de Emiliano fue ubicarnos en una cartogra-fía con Coordenadas históricas y estructurales del capitalismorentístico venezolano, para explicarnos en cuatro períodosfundamentales cómo se ha construido una matriz econó-mica, política y cultural desde nuestra histórica condi-ción de dependencia de la renta internacional de la tierra.De este ensayo que, como él mismo lo presenta, tiene unamirada muy influida por la ecología política y la geogra-fía crítica, nos quedan propuestas para prefigurar un mo-delo post-rentista, post-extractivista y post-capitalista,posibles a partir de una fórmula de poder territorial quegira alrededor de la administración, autonomía local y

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Introducción

La siembra del petroleo como línea estraté-gica postulada por diversos actores, tenden-cias y miradas como continuidadfundamental en la construcción de la politicaeconomica venezolana nos generó una seriede problematizaciones, así como datos e in-sumos para comprendernos en nuestro mo-mento actual. Como resultado, elaboramosdos materiales pedagógicos infográficos querecogen, por un lado características principa-les y contrastes de las distintas perspectivassobre la promesa de “sembrar el petróleo” endistintos gobiernos durante el siglo XX y XXI,y por otro, los intentos de transformación dela cultura productiva en el período de la Re-volución Bolivariana.

De las reflexiones de este apartado dejamospreguntas abiertas para el debate: ¿cómo plan-tear una transición en ruptura con el uso de larenta que favorece el patrón de acumulaciónde capital, sea éste del Estado, privado o trans-nacional financiero? Partiendo del reconoci-miento de nuevos sujetos de la producción, enel marco de la emergencia de un Estado Co-munal post-capitalista.

¿Cuál debería ser el lugar de la renta petro-lera en el diseño de un plan de desarrollo pro-

autogobierno de los bienes comunes. Sobre este texto nospareció interesante elaborar una infografía -con apoyo delcolectivo Comando Creativo- que permitiera precisar demanera gráfica la caracterización del modelo y de cadaperíodo analizado, para que se convierta en un materialde una más amplia y fácil circulación.

Por su parte, Víctor y Davgla nos plantean una caracte-rización que refuerza la comprensión de este modelorentístico venezolano donde el Estado, como propieta-rio del petróleo, es quien recibe y administra una ri-queza de enormes proporciones que no es producida através del esfuerzo productivo interno. Las patologíasque este modelo genera tienen que ver con la continui-dad histórica de mecanismos de distribución de la rentaque terminan por reproducir las recurrentes crisis eco-nómicas rentísticas: sobrevaluación de la tasa de cam-bio, baja presión fiscal, aumento de la extracciónpetrolera y una ilusión de prosperidad que refuerza unimaginario de autosuficiencia y seguridad que se des-ploma al ritmo de los precios internacionales del petró-leo. Las problematizaciones de estos dos autorestensionan el momento actual de la Revolución Boliva-riana, dando cuenta que, a pesar de los esfuerzos, porinvertir socialmente la renta y los intentos de sembrar elpetróleo para la transformación de nuestra matriz pro-ductiva, durante la Revolución Bolivariana se ha repro-ducido e incluso profundizado la lógica del rentismo,modelo al que han denominado neo-rentismo socialista.

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

ductivo para esta fase? Y, ¿cómo pueden par-ticipar los actores orgánicos en la toma de de-cisión sobre las formas de explotaciónpetrolera y el destino de la renta? ¿Quévamos a hacer con la renta más allá del com-promiso del pago de la deuda social? Necesi-tamos círculos virtuosos que, sin caer endiscursos sobreideologizados ni pragmatis-mos meramente economicistas, sino desdeuna nueva economía política, permitan el di-seño de instrumentos para la planificaciónque coloquen lo comunal a jugar en serio enel tablero y posibiliten una adecuación gra-dual del sistema al nuevo modelo.

Esto no obvia la comprensión de la necesi-dad de avanzar hacia el Ecosocialismo en elcamino de superación del extractivismo,pero se asume como horizonte fuera delchantaje del capitalismo verde como nuevaforma de dominación del sur.

II. Alfabetización en alternativas

Ahora bien, la idea era conectar este marco dereferencias contextuales glocales con lo quesería el centro de nuestras inquietudes: rela-cionar prácticas y sentidos en torno a la emer-

gencia de una cultura política productiva comunal y po-pular. Necesitábamos, antes de entrar a la explicaciónconcreta del proceso bolivariano, algunos otros elemen-tos que permitieran hacer aportes a la comprensión de locomunal en Venezuela. Es por ello que invitamos a En-rique Rey a compartir algunas reflexiones sobre lo queimplica Pensar lo común hoy, entendiendo lo común comouna experiencia contemporánea de lucha que re-articulael lazo social y fecunda nuevas relaciones sociales quetensionan y ponen en cuestión las nociones de produc-ción, propiedad y reconocimiento que fueron sustraídaspor la razón de Estado y de mercado, expresado en lafórmula del binomio público/privado. Así, encontramosque el debate global sobre “los comunes” nos deja abier-tas líneas para repensar el lugar del Estado, pero tam-bién insumos sobre cómo pensar lo común hoy fuera deesos lugares de sustracción, es una vía de reflexión po-tente para el diseño de estrategias del nuevo poder enla construcción del Socialismo del Siglo XXI.

Siguiendo esta misma línea argumental Andrés Anti-llano nos presenta en Cosechando en tierra fértil: Comunay construcción del Poder Popular desde los territorios, unamirada sobre la Comuna como el gobierno de lo comúnpor parte de los comunes. Andrés hila esta provocación ala contextualización histórica de la propuesta comunalen las luchas de nuestros pueblos por construir PoderPopular y como una respuesta a los nuevos condicio-nantes del capitalismo actual que nos propone leer

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Introducción

poder y, por otro, para poner de relievedónde podíamos articular esfuerzos paramovilizar acciones desde esta investigación,como propuestas de continuidad.

Uno de los lugares de problematización sobrecómo vienen caminando los procesos comu-nales en Venezuela, y que nos encontramos enel caso específico de El Maizal, tiene que vercon la participación de lxs jóvenes, con su co-nexión al imaginario y las prácticas de la vidacomunera. Al respecto, identificamos aspectosrelacionados a otras experiencias a las que es-tamos vinculadas desde la militancia y quefueron parte de las motivaciones primarias dela investigación. Por ello, decidimos incorpo-rar un ensayo sobre perspectivas e inquietu-des respecto a la producción cultural. Laconstante reivindicación de lo cultural comoun campo productivo específico o como uncampo donde se movilizan capitales sociales,culturales y simbólicos necesarios para laconstrucción de hegemonía en el proyecto co-munal nos llevó a plantearnos realizar el textoProducción Cultural: vínculos, poder y creación,ensayo donde María Eugenia Fréitez buscaponer en debate 3 dimensiones sobre estecampo: 1) La relación entre producción cultu-ral y reproducción social, desde el entendido

desde una perspectiva ampliada donde la contradic-ción capital-trabajo se entiende ahora como contradic-ción capital-vida, una disputa que pasa de la fábrica alterritorio. Su mapeo de nodos y desafíos de lo comunalenriquecieron las intuiciones con las que veníamosabordando nuestro proceso de intercambio con diver-sas comunas, en la búsqueda por entender las formasen las que se piensa y se practica un poder emergente.

Los intercambios con los comunerxs fueron insumosvitales para entender no sólo el estadio actual en el quese encuentra la construcción del autogobierno sinotambién para lanzar al ruedo comunal las inquietudesde la investigación y los aportes presentados por lxscolaboradorxs, tomando éstos una densidad másfuerte al calor del debate con los sujetos protagonistasde esta construcción. Por eso consideramos clave in-corporar el relato de una experiencia vivencial en la Co-muna El Maizal del estado Lara, construido por doscompañeras: Anit Quintero y Rebeca Gregson. Desdeun esfuerzo por hilar la gran cantidad de anécdotas yreflexiones de comunerxs larenses, este texto presentatres líneas de análisis sobre la apuesta comunal: Nuevacultura política, producción para la sustentabilidad yla autonomía y potencias y desafíos del proyecto co-munal. Esta mirada desde lxs actorxs del territorio co-munero nos permitió, por una parte, continuar lasconexiones de sentido en torno a lo que de forma másabstracta se nombra como la producción de un nuevo

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de los procesos culturales como constitutivosde cualquier creación humana y expresión delas formas en que opera, se controla o se dis-persa el poder, 2) los términos capitalistas dela discusión actual sobre las economías creati-vas y su diferenciación de una mirada cons-truida desde los procesos populares enVenezuela y 3) aproximaciones a lo que a lolargo de este proceso fuimos significandocomo cultura productiva para lo comunal.

En línea de continuidad con estos aportes,invitamos a ampliar las provocaciones y aproponer nuevos anclajes a otras compañe-ras, Doris Ponce y Adriana Gregson, quienesnos sumergen en una discusión que vinculajuventudes populares, producción cultural ycultura productiva comunal, a partir de lacombinación de aportes teóricos con el relatode una experiencia concreta donde se imple-menta una política pública dirigida a jóvenesde sectores populares: Jóvenes del barrio. Talcomo lo plantean, más que describir al sujetojoven, destinan su análisis a dar cuenta delámbito donde éste se produce: lo popular, yestructuran problematizaciones que luegoarticulan en la pregunta sobre ¿cómo conec-tar las luchas en el campo de la produccióncultural y el consumo, con la lucha por el ca-

pital-trabajo y en general por la producción-vida? y nosproponen el reto de pensarnos un análisis desde la“economía política de la producción cultural en elcampo popular”.

Buscando pistas en esa necesidad de generar formas ymodos para la producción y reproducción de lo nuevo,nos parecía clave pensar y reportar otros caminosemergentes, convergentes en horizonte. Por eso, hici-mos un esfuerzo por sistematizar y recoger conoci-mientos en torno a las prácticas de una serie de agentesculturales que están por el continente militando y acti-vando desde la #CulturaDeRed haciendo traducciones yconexiones contextuales que nos permitan identificaralternativas de cruce y enriquecimiento mutuo entrelas intuiciones de la Cultura de red y la emergencia de unnuevo poder (el comunal). María Claudia Rossell desdelas lecturas de una política de escalas, una política de lapotencia y la necesaria creación de interfaces, nos pro-pone reflexiones y provocaciones a través de ejerciciosprefigurativos de una nueva economía política que in-tenta combinar propuestas de ambas apuestas de cons-trucción cultural.

III. Inventar o errar

Actualmente, en Venezuela y América Latina, existe unimportante número de experiencias emergentes de

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Introducción

sibilidad distinta y potente en nuestros pro-cesos de producción de fuerza material. Asímismo, su texto resume algunos de los“cómos” que vienen aplicándose para cam-biar la distribución de los recursos y modifi-car las relaciones de poder, mostrando unagama de sitios web, comunidades y tecnolo-gías sociales disponibles en todo el mundoque están ensayando y transformando lossistemas económicos y ampliando las estrate-gias de financiamiento autónomos.

Recoger entonces el conocimiento vivo desdela experiencia concreta que desde nuestros co-lectivos y redes se ha producido a lo largo deestos años de ensayo es una tarea vital que es-tuvo como tensión permanente en la investi-gación, pero también una tarea con mucho porhacer todavía. A partir de nuestros procesos dearticulación y trabajo en red hemos apostadoporque uno de los flujos fundamentales de laconexión sea el intercambio libre del conoci-miento que manejamos, ser “cuerpos docen-tes” unxs de otrxs para acelerar y fortalecernuestros propios procesos. En ese camino, enuna problematización compartida entre colec-tivos hermanos por generar herramientas úti-les para la consolidación de experiencias queintentan ensayar una nueva cultura produc-

producción material e inmaterial, un verdadero labora-torio donde experimentar otras relaciones sociales, depoder, y de trabajo y, por tanto, el ámbito propicio parainvestigar/indagar/prototipar estrategias metodológi-cas que podrían permitir hacer del trabajo con jóvenesla posibilidad de siembra de la semilla de una nuevacultura.

En este camino, que sin duda fue de ensayo y error, fui-mos identificando algunas de las herramientas y me-dios que podían socializarse en esta publicación. Estasherramientas son el recorrido sistematizado y presen-tado desde una lectura analítica, propositiva y pedagó-gica de una serie de prácticas y formas que venimosensayando juntxs (y junto a otrxs) desde una arena deconstrucción más orgánica.

Soluciones colaborativas, texto escrito por Adriana Ben-zaquen, recoge insumos en clave de invitación a la ac-ción, la de pensarnos desde un lugar distinto, pensarnosdesde la abundancia y no desde la escasez como lo hacela lógica del capital y, para esto, entender que “se acabóla era del yo y que estamos en la era del nosotros”. Paranosotras, la praxis de la economía colaborativa aportaclaves de transformación desde sus múltiples herra-mientas para actuar en red y desde la apuesta de auto-nomía, porque nos permite pensar en una economíaque toma en cuenta el proceso de creación de valor(es)tanto tangibles como intangibles, brindándonos una po-

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

tiva, el Ejército Comunicacional de Liberación(ECL) abrió su código fuente.

El texto Rastreando tu ruta productiva, recoge deforma sistemática metodologías desarrolladaspor este colectivo durante su camino de inven-tar o errar desde el 2009. Estas herramientas sefueron fogueando, en su formato pedagógico,durante diversos talleres e intercambios connuestros colectivos y con los debates perma-nentes del propio ECL en asamblea. Partiendode una pregunta que nos moviliza a todxsaquellos que queremos iniciar una apuestaproductiva autónoma desde otra lógica cultu-ral, ¿Podemos vivir de lo que hacemos? Patri-cia Franco nos va guiando de forma sencilla yprovocadora a través de una serie de ejerciciosque han sido (por experiencia propia colectiva)útiles para aprehender los cómos de una ini-ciativa productiva desde la concepción de laidea, la organización de personas y procesosnecesarios para hacerla viable, hasta la formade atribución de valor de los servicios y pro-ductos, todo esto permeado por principios po-líticos y éticos que prefiguran otra culturaproductiva emancipadora.

En este camino de rastreo de herramientas, de-cidimos indagar en un terreno que, en el marco

de la Revolución Bolivariana y de las conquistas que éstanos ha permitido, nos brinda potentes elementos para laemergencia de procesos organizativos y productivos im-pulsados por colectivos juveniles que desarrollan prácticasen el ámbito cultural: El terreno de las leyes y lo legal. Par-tiendo de esta intuición, en el texto De la Adecuación a la In-vención: Conocimiento legislativo y procesos productivos enáreas culturales, Indira Granda recoge claves de algunosmarcos legales vigentes en el país (tales como el SistemaEconómico Comunal, la Ley de la Juventud Productiva, yla Ley Orgánica de Cultura), en una invitación a conocer-los y dominarlos, para interactuar con ellos y producir ám-bitos de posibilidades que cristalicen sus potencias. Elterreno de la legalidad vs. legitimidad, de lo constituyentey lo constituido es una tensión permanente en los procesosde creación del nuevo poder. Pero muchos de estos marcoslegales (con todas sus falencias y deudas) brindan condi-ciones para avanzar y blindar los ensayos de la nueva cul-tura productiva para lo comunal. El texto no es una guíapara pasar a ser o hacer según estas leyes, sino un ejerciciode uso creativo y táctico de las mismas, analizando susoportunidades para proyectar y aprovechar las mayorespotencialidades legales que puedan servir de palanca paranuestros procesos. Las leyes no son suficiente pero puedenser un arma a nuestro favor para que el nuevo poder tengaun ambiente que le permita emerger.

Apropiarnos de estas herramientas en la construcciónde una nueva cultura productiva, ejercitando nuestra

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Introducción

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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toma de decisión por la abundancia de lo común, esuna posibilidad de nutrir estrategias para la autono-mía, entendiendo que ya que las herramientas son po-líticas, y que ninguna tecnología es neutra esnecesario también desarrollar la capacidad de leerlasdesde la perspectiva de nuestra apuesta estratégicapara no fortalecer lógicas que deseamos cambiar, sinque eso nos implique actitudes paralizantes y clausu-radoras de la posibilidad de uso de la innovación anuestro favor.

Desatar las fuerzas creadoras de lo comunal

El cierre de este proceso coincide con un momento di-fícil del contexto político del país. Una amenaza impe-rial se cierne sobre el proyecto bolivariano,acompañado de una serie de acciones conspirativas enlo nacional que buscan en escalada ahogar el proyectobolivariano en las contingencias de una guerra de bajaintensidad retomada con fuerza abrumadora los últi-mos 2 años, que desvía toda nuestra atención, energíasy esfuerzos en atender la coyuntura. Un año electoralen proceso, con precios del petróleo en abrupta baja (de93,73$/b en 2014 a 39,30 $/b en enero 2015), con fenó-menos como el bachaquerismo, la especulación, el aca-paramiento, el contrabando por extracción acentuadosde forma exponencial y teniendo como uno de los fren-tes de ataque y desestabilización la apropiación y acu-

legado es el que queremos construir. Convocamos a quetodxs “lxs patriotas de la Patria Grande", en cualquier la-titud del planeta, sigamos juntando esfuerzos para cons-truir el Socialismo. Esperamos sirva este pequeño aporteen clave reflexiva para seguir articulando estas volunta-des. #EstamosJuntxs #JuntxsEsMasPanza.

mulación de los capitalistas por vías de la es-peculación en la esfera del consumo, otraforma de captar la renta en destino. Sin em-bargo, hay señales que preferimos ver comooportunidad y como expresiones de volun-tad más que como condena irreversible. ElGobierno revolucionario intenta tomar deci-siones que siguen poniendo en el centro dela ecuación al ser humano, demostrando uncompromiso irrenunciable con la centrali-dad de la propuesta chavista en términos dela no reducción de la inversión social. Nues-tro pueblo sigue en pie de lucha, y lo de-muestra día a día entre la resistencia y lacontraofensiva. A lo que se le suma unanueva geografía comunal que más allá detodos los obstáculos sigue en construcciónimparable de una masa crítica que encierratoda la potencia de lo que podría ser el otromundo posible.

Cuando Chávez ganó las elecciones del 2012 ynos planteó el Golpe de Timón y el nuevo saltode fase que venía consagrado en el Plan de laPatria teníamos unas condiciones, por decir lomenos, distintas a las actuales. La transiciónuna palabra tan incorporada por nosotrxs, fuetomada y resignificada recientemente por laderecha en un planteamiento de desmantela-

miento de la Revolución. Nos re-apropiamosde la palabra y decimos, desde nuestra convic-ción chavista, que necesario es repensar nues-tra transición en este nuevo contexto político yeconómico. Una transición que en ningún mo-mento duda de su horizonte hacia el sur, unatransición al socialismo comunal. No le tene-mos miedo a echar un paso para atrás paraavanzar dos. En ese sentido, consideramos quela mayoría de los problemas complejos, re-quieren de un proceso a veces más largo que elproceso que les dió origen, se reconocen loserrores, los avances y la necesidad de profun-dización pero también lo que hemos logrado.

¿En qué condiciones sociales se (re)produ-cen los sujetos y prácticas del nuevo poder?¿Cómo se vuelve habitus autogobernarnosen un mundo de iguales, el mundo de los co-munes? ¿Cuál es la cultura productiva que ledará la base material y simbólica?

Como decíamos, sentimos que este esfuerzonos ha llevado a nuevos puntos de partida. Po-demos decir, que este viaje de encuentros y re-flexiones se ha convertido para nosotras enuna reafirmación de convicciones, en alimentode la llama deseante de la transformación y laprofundización, en el convencimiento de cuál

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Tramasde unaconfluencia

IIlluussttrraacciióónn:: mARTadero para Entretejer Bolivia

Capitalismo en clave históricaPensando desde las orillas

Palabras clave:

IImmaaggeenn:: Comando Creativo

José Romero Losacco

y no desde los barcos

En este mundo el hoy parecesiempre obsolescente, y nuestras vidas sedesplazan entre constantes actualizaciones.Pero, sin embargo, pocas veces nos pregunta-mos qué es lo que hace al hoy distinto del ayer,qué es exactamente lo que cambia. ¿Qué es loque hace al capitalismo contemporáneo dife-rente del de antaño?

Estas preguntas resultan relevantes para lacomprensión del capitalismo histórico, es decir,de un capitalismo que se entiende más allá delas afirmaciones hegemónicas ocultas en el eu-rocentrismo de la historia universal, ya que comoafirmara Enrique Dussel al recibir el Premio al Pen-samiento Crítico Libertador en 2010, la Historia es laepistemología subyacente a las ciencias sociales. LaHistoria Universal es el relato heroico de una Europablanca que se dibuja a sí misma como encarnación dela racionalidad humana.

Sistema-mundo Capitalismo histórico

Ciclo sistémico de acumulación Hegemonía

3. El giro neoliberal iniciado en los primeros años setenta del siglo pasado ha significado la transformación del trabajo, esto ha ocurridono solamente por el salto en la tecnologías de la información, sino en las expectativas sobre el trabajo. El neoliberalismo ha significado ladesaparición de los derechos laborales, entre otras cosas ha impactado en el régimen laboral por contrato. En el sistema-mundo hoy, adiferencia de sus padres y madres quienes se hicieron de un trabajo, el trabajador y la trabajadora no están en condiciones de saberse enuna carrera profesional a largo plazo, sus vidas están regidas por contratos a tiempos determinados, los cuales al expirar probablementeno vuelvan a renovarse. Esta es la incertidumbre con la que viven en el presente miles de millones de personas. El miedo a no tenertrabajo es el peor de los miedos del mundo contemporáneo.4. Por Epistemología referimos a los procesos que fundan un tipo específico de conocimiento. “Toda experiencia social produce y reproduceconocimiento y, al hacerlo, presupone una o varias epistemologías. Epistemología es toda noción o idea, reflexionada o no, sobre las con-diciones de lo que cuenta como conocimiento válido. Por medio del conocimiento válido una determinada experiencia social se vuelve in-tencional e intangible. No hay, pues, conocimiento sin prácticas ni actores sociales. Y como unas y otros no existen si no es en el interiorde las relaciones sociales, los diferentes tipos de relaciones sociales pueden dar lugar a diferentes epistemologías (…) todo conocimientoválido siempre es contextual, tanto en términos de diferencia cultural como de diferencia política. Más allá de ciertos niveles de diferenciacultural y política, las experiencias sociales están constituidas por varios conocimientos, cada uno con sus propios criterios de validez, esdecir, están constituidas por conocimientos rivales” (De Sousa Santos y Maria P. Meneses, 2014:7-8). Cuando Dussel afirma que la Historiaes la epistemología que está detrás de las ciencias sociales, quiere decir que la forma en la cual contamos nuestro pasado determina lasformas de validación de los conocimientos que producimos en el presente, estructura nuestras expectativas, y por tanto determina nuestrassubjetividad.

Capitalismo en clave histórica. Pensando desde las orillas y no desde los barcos José Romero Losacco

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11. De esta forma fue designado el orden anterior a la Revolución Francesa en 1789, así se refirieron a la Monarquía absolutista de Luis XVI.22.. Lo secular, por definición, es lo opuesto a lo religioso. La secularización significa dejar de lado racionalidad religiosa como forma últimade explicación del mundo.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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en el tiempo siempre presente de la circula-ción, es decir, del mercado.

El discurso hegemónico nos mantiene su-midos y sumidas en la perplejidad de lasapariencias y, sin mayor irreverencia, termi-namos abrazando la retórica de lo incierto,una retórica que es cónsona con la incerti-dumbre del mundo del trabajo tras el de-rrumbe de las barreras-certezas queralentizaban la reproducción del capital3.

En este mundo el hoy parece siempre es ob-solescente, y nuestras vidas se desplazan

entre constantes actualizaciones. Pero sin embargo,pocas veces nos preguntamos qué es lo que hace al hoydistinto del ayer, qué es exactamente lo que cambia.¿Qué es lo que hace al capitalismo contemporáneo di-ferente del de antaño?

Estas preguntas resultan relevantes para la compren-sión del capitalismo histórico, es decir, de un capita-lismo que se entiende más allá de las afirmacioneshegemónicas ocultas en el eurocentrismo de la historiauniversal, ya que como afirmara Enrique Dussel al re-cibir el Premio al Pensamiento Crítico Libertador en2010, la Historia es la epistemología4 subyacente a lasciencias sociales. La Historia Universal es el relato he-

Continuidades más que rupturas

En el mundo de las cosas inteligentes no pasa un díasin encontrarnos con un titular de prensa que expresecuánto ha cambiado éste desde la última vez que mi-ramos, también nos lo recuerda la velocidad con la quese acumulan los tweet que quedan sin leer, la informa-ción que se acumula sin que de tiempo de procesarla,o esa persona que en el supermercado nos indica, conla seguridad del presentador de televisión que coin-cide con el experto ilustrado, que el mundo de hoy esdistinto al de ayer.

Esta fascinación por el cambio podemos rastrearlahasta el atardecer de la Revolución Francesa, en el sigloXIX. Junto a la idea de progreso, la fractura del AntiguoRégimen1 implicó la irrupción problemática de la ideade Cambio Social como criterio clasificatorio que sirvióde anclaje para la secularización2 del tiempo, lo que fueexpresado en la invención del tiempo histórico y el re-lato conocido como Historia Universal.

Ahora bien, el concepto de cambio está vinculado al con-cepto de movimiento, éste último (el movimiento) se en-tiende como el cambio de posición de un cuerpo con

respecto a un punto de referencia. En tal sen-tido, cabe preguntarnos cuál ha de ser nuestropunto de referencia para comprender lastransformaciones del sistema mundo capita-lista, cuál es el punto de referencia de aquellasmiradas que se deleitan y diluyen en las velo-cidades del capital financiero, que no prestanatención a las continuidades y terminan siendoseducidas por el espectáculo de las “rupturas”.

La apariencia del cambio social en el pre-sente histórico se inició hace cuatro décadas.El credo neoliberal ha impuesto (muy apesar de sus desastres) la valoración de quelos mercados auto-regulados administranmejor los cambios, ya que estos últimos re-quieren de una flexibilidad que las rígidasinstituciones del Estado no poseen. Esta pré-dica ha sido consecuente con los intereses deun capital financiero cuyo ritmo de transfor-mación se acompasa con la velocidad en laque es transmitida la información a través dela red informática global. Esto ha producidouna sensación de simultaneidad en la que elmundo reconstituye su contemporaneidad

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55.. El romanticismo alemán, fundador de dicho relato, de la mano de la noción de progreso realiza un blanqueamiento del mundo griegoborrando del mismo las referencias que demuestran que la cara de Grecia miraba al sur del Mediterráneo, al mundo egipcio y no al nortegermánico.66.. La edad media sólo ocurrió en Europa, el oscurantismo que denuncia la historia eurocéntrica es la manera de ocultar que desde más

o menos el siglo V hasta el siglo XV el Mediterráneo fue el lugar del Islam, de las Satrapías Persas, del mundo Mogol, y de China, entreotros, y más aún que todo el pensamiento griego era resguardado por el islam mientras la cristiandad quemaba libros, personas y biblio-tecas.77.. La reforma, la revolución científica, la ilustración, la revolución industrial y la revolución francesa, todos entre Inglaterra, Alemania y Francia.

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solo el contexto de la conquista, lo que la ge-opolítica francesa llamó América Latina, aligual que África, no habría aportado nada ala historia de la humanidad (europea).

Esta forma de entender la historia de la hu-manidad ha constituido los términos hege-mónicos en los cuales ha sido pensado elcapitalismo, y lo más importante es que estostérminos han sido el marco tanto para su de-fensa como para su combate. Sin embargo,no son pocos los esfuerzos realizados por lospueblos del mundo por entender el sistemamundo capitalista fuera de los márgenes deleurocentrismo, Guaman Poma de Ayala, pa-sando por Simón Rodríguez, Mariátegui,Franz Fanon, Aimé Césaire, Enrique Dussel yla Filosofía de la Liberación, La teoría de ladependencia, el Sub-comandante Marcosentre otros, son tan solo algunas de las múl-tiples voces que han apostado por un giro enla geografía de la razón, que han hecho gran-des esfuerzos por dar cuenta del capitalismodesde la orilla y no desde los barcos.

En tal sentido, hablar del capitalismo enclave histórica significa primero despren-derse de las formas hegemónicas en las queha sido contada la historia por parte de la

razón occidental, y por tanto poner en cuestión muchosde los supuestos que se erigen como hitos inamoviblesde la crítica a la sociedad capitalista, lo que no significaabandonar la crítica, sino por el contrario partir de lacrítica a nuestro propio lugar de enunciación.

En las próximas páginas se mostrarán las afirmacionesmás comunes que constituyen lo que llamaremos el ca-pitalismo teórico, es decir, ese capitalismo que, en tantoconcepto, emerge desde los prejuicios eurocentristas.Al mismo tiempo serán presentadas algunas discusio-nes que intentan dar cuenta de aquello que I. Wallers-tein llama capitalismo histórico, un capitalismo queintenta ser entendido desde referentes concretos y lejosde las suposiciones teoréticas ancladas en el imaginariodel Atlántico Norte.

Capitalismo histórico y ciclos sistémicos de acumulación

En el mundo contemporáneo la ideología de la novedades una profecía auto-cumplida que circula tanto por elespacio-tiempo de las redes sociales y los tradicionalesmedios de información (tv, radio y prensa), como en lasaulas de los colegios y universidades. El cambio socialno sólo se presenta como un hecho innegable sino queademás que se figura como un movimiento vertiginoso,en este mundo es común encontrarse con afirmaciones

mundo Europeo y luego Euro-estadouni-dense, mientras el resto permanece conde-nado a un estatus de pre-humanidad.

En este relato la antigüedad es el tiempodel mundo griego y romano5, la EdadMedia un momento de oscuridad en el quela humanidad (Europa) se aleja de su des-tino6, el renacimiento, es un momento in-termedio, es el tiempo en el que Europavuelve a retomar las sendas de la grandezaoccidental y por tanto del que deviene enel ascenso del hombre (no de la mujer) a lamodernidad.

Al ubicar geográficamente los espaciosdonde se supone ocurrieron los aconteci-mientos que configuraron el inicio de la eramoderna y del capitalismo, todos sin excep-ción se localizan en tres países7. En esta his-toria el continente de Guaicaipuro es tan

roico de una Europa-blanca que se dibuja a sí mismacomo encarnación de la racionalidad humana.

El eurocentrismo es una forma de fundamentalismoen la que la subjetividad, la forma de gobierno, las ex-pectativas futuras de la sociedad euro-occidental sonauto-definidas como la forma verdaderamente hu-mana de hacer las cosas. El fundamentalismo eurocén-trico es el peor de los fundamentalismos, porquegenera las otras formas de fundamentalismos y no esvisto él como tal.

Todos hemos aprendido en escuelas y universidadesque la historia de nuestra especie se divide en tres eda-des, la antigua, la media y la moderna, sin aprender apreguntamos cómo fue que la historia llegó a ser con-tada de esta manera, y por tanto, mucho menos nosdamos cuenta de que estas “etapas de la historia” dis-curren en movimiento ascendente desde una supuestaniñez hasta la adultez de la humanidad, y que ésta úl-tima se presenta como únicamente alcanzada por el

Euro

cent

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99.. Plus-valor se refiere a la cantidad de valor producido por tiempo trabajado una vez el trabajador ha producido el equivalente al costode su fuerza de trabajo. Esa cantidad de trabajo (tiempo de trabajo) que es utilizado para la producción de plus-valor se denomina plus-trabajo. La Teoría de la Dependencia en los setenta del siglo XX, en un análisis cercano al que hiciera Rosa Luxemburgo a principiosdel mismo siglo, demostraría que la variación en los niveles de explotación entre los países del centro y las periferias, se traza através de un proceso de sobrexplotación en la periferia que permite transferencia de costes y así contrarrestar la tendencia a la dis-minución de la tasa de ganancia.1100.. Así como en el pasado se transformó el espacio ubicando los Templos Cristianos sobre los Templos Mayas, Aztecas, Incas, etc. Ya partir de ello se construyeron las ciudades coloniales que permitieron ampliar el proceso de apropiación del continente, el capita-lismo a lo largo de su historia ha necesitado desposeer sistemáticamente a los pueblos del mundo. Hoy día lo vemos en Irak, comose destruye a un país para luego reconstruirlo, un proceso donde el mismo que destruye es aquel que reconstruye-se-apropia. Unsistema que basa su funcionamiento en la propiedad privada necesita crear constantemente nuevas formas de apropiación y nuevosreinos que apropiarse, si en el siglo XVII se autorizó a introducir la doctrina del purgatorio como una forma de introducir cambios enla propiedad comunal de los pueblos originarios (para salvar el alma era necesario el testamento), hoy se nos habla de la sociedadde mercado y de generar las condiciones de inversión, es decir, las condiciones para que puedan ser apropiados más afectivamentenuestros territorios, nuestras vidas.

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88.. Marx introduje el concepto de fetiche para explicar cómo la forma-mercancía en su manifestación en el mercado oculta el proceso deexplotación que la hace posible. En tal sentido, al tratar el cambio social como fetiche, nos referimos a como la mercancía-novedad comovalor de un mundo obsolescente oculta en su manifestación las continuidades del capitalismo.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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del sistema-mundo, una discusión en la que espuesta en duda hasta el concepto mismo de ca-pitalismo. La TD significó, sino el mayor, unode los mayores aportes hechos por la teoría so-cial por el pensamiento latinoamericano en elsiglo XX, consistió en plantear la imbricaciónde las economías locales dentro de la lógica ex-pansiva del capitalismo, para la TD fueron cla-ves los conceptos-relación de centro-periferiapara explicar cómo las economías centralesconfiguran sus zonas de influencia como espa-cios desde donde es posible la transferencia deplusvalor mediante la transferencia de plus-trabajo9, de tal modo que en este debate (dé-cada de los setenta del siglo XX) el desarrollosería constitutivo del subdesarrollo, es decir,

concepto que permite señalar la importan-cia que tuvo la aparición-apropiación de la“riqueza” del “nuevo continente” para lapuesta en marcha del funcionamiento delcapitalismo. Sin embargo, esta mirada im-plica que América no sería relevante parala historia del capitalismo una vez éste ini-ciara su marcha, la conquista-colonizaciónsólo es el impulso que permitiría el funcio-namiento posterior de la lógica capitalista,así nuestro continente no formaría parte dela historia oficial del capitalismo, y nues-tros pueblos serán tratados como pueblossin historia. Esta interpretación es propiadel marxismo realmente existente. Una mi-rada que terminaría proponiendo un es-quema de etapas en donde sería inevitableel desarrollo de las fuerzas productivas enel capitalismo para alcanzar el socialismocomo transición al comunismo.

Frente a la ortodoxia soviético/marxista, la Te-oría de la Dependencia (TD) en América La-tina constituyó el barro que ha devenido en loslodos del debate entre los llamados teóricos

del tipo el mundo cambia todos los días. Lo que poco ocu-rre en el volátil acontecer de la “globalización” es encontrarfuentes que se interroguen sobre la naturaleza de estesupuesto cambio.

La fetichización8 del cambio social con la retórica de lanovedad, como manifestación del capital financiero, espropio tanto de la defensa como de cierta crítica al ca-pitalismo. Un lugar común, que en tanto lugar deenunciación, es el lugar de la retórica eurocéntrica ex-presada en la historia universal y, en consecuencia, enla historia del capitalismo contada desde el capital.

En este relato, el capitalismo propiamente dicho ubicaría susorígenes en la llamada Revolución Industrial (SigloXVIII), mientras que el alumbramiento de la modernidady sus valores universales se hallaría en los estertores delAntiguo Régimen al interior de los calabozos de la Bastille.Una visión que, según el caso/autor, puede nutrirse conposiciones que ubican la expansión del mundo ibéricomás allá del Mar Tenebroso (Océano Atlántico) en el sigloXV o a las Ciudades-Estados italianas del siglo XIII.

Para muchos la conquista-invención de América fuetan solo el momento de Acumulación Primitiva, un

que el desarrollo en un extremo de la jerarquía mundialproduce el subdesarrollo en el otro extremo.

La TD, por una parte, generaría reflexiones congruentescon lo que el geógrafo marxista David Harvey (…) ha lla-mado acumulación por desposesión, lo que significa, adiferencia de la tradicional acumulación primitiva, no unprimer impulso para el movimiento autónomo de lasfuerzas del capital, sino la lógica inherente al funciona-miento histórico del capitalismo. La acumulación pordesposesión10 indica cómo el capital funciona medianteoperaciones de transformación-apropiación-colonizacióndel espacio que permiten-garantizan su reproducción.De igual modo, la Teoría de la Dependencia, aportaríaelementos para que el sociólogo Immanuel Wallersteinelaborara el llamado análisis del sistema mundo.

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1144.. La Encomienda consistió en un sistema de concesiones mediante las cuales el Imperio Español otorgaba derecho de explotación entierras americanas. El trabajo en la encomienda consistía en una actividad de servidumbre en la que los hombres mayores de 14 años delterritorio cedido en encomienda estaban obligados a trabajas durante un tiempo determinado en las minas y entregar un monto estanda-rizado de oro o plata, quienes no vivieran cerca de mina alguna debían entregar equivalentes en productos agrícolas.

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1111.. Término usado antes de la llegada de C. Colón a Nuestramérica para nombrar al Océano Atlántico.1122.. Por capitalismo teórico entendemos las afirmaciones sobre la naturaleza del sistema capitalista elaboradas por el fundamentalismoeurocéntrico.1133.. La paz de Westfalia nos refiere a los dos tratados firmados en 1648 que dieron término a la guerra de los treinta años en Alemania y lade los ochenta años entre España y el Reino de los Países Bajos. Se considera la partida de nacimiento del derecho internacional modernoy del concepto de soberanía.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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el que las leyes del imperio operan en todaslas escalas, las diferencias jurisdiccionalesproducto de la realización de la soberaníaresulta necesaria para que los países cen-trales externalicen costos a las periferiasmediante la sobreexplotación.

En segundo lugar, y como consecuenciadel primero, el sistema mundo capitalistatiene carácter trasnacional por definicióny no resultado de una globalización des-crita como novedad del último tercio delsiglo XX. En tercer lugar, que el sistemamundo capitalista es el único en la historiade la humanidad en alcanzar la escala pla-netaria.

Cuarto, la Revolución Francesa no fue la Re-volución Burguesa, para Wallerstein el des-calabro del Antiguo Régimen fue la puestaal día de la filosofía con lo que ocurría en elmundo desde hacía un par de siglos. Entreotras cosas, para este teórico del sistema-mundo, el capitalismo se configura en un

pacto inter-clase, en el momento en el que la aristocra-cia comprende que ya no es posible sostener al estadode cosas, en este sentido, lo ocurrido en Inglaterraentre 1648 y 1688 daría como resultado una especie denuevo orden en el que aristocracia y burguesía coexis-ten en el parlamento, este pacto daría inicio al parla-mentarismo inglés.

Quinto, y quizás el más polémico de todos, que eltrabajo asalariado no es condición definitoria del ca-pital como relación social, ya que demográficamenteéste no ha constituido, sino hasta años recientes lafuente mayoritaria de producción de valor en la eco-nomía-mundo. Esto pone en relevancia cómo otrasformas de apropiación-desposesión de la fuerza detrabajo han jugado un papel más que relevante en lavida del sistema. La encomienda14, servidumbre ysemi-servidumbre, formas múltiples de esclavitudhan sido, entre otras, tan o más relevantes que el tra-bajo asalariado.

Estos planteamientos nos conducen a cuestionarnos al-gunos de los lugares comunes que provienen de los tér-minos del lenguaje de la globalización. Sobre todo

movimiento del Mediterráneo hacia elAtlántico como centro de la economía-mundo europea, siendo éste el procesoque daría vida al moderno sistema capita-lista mundial. En su análisis, Wallersteinha contribuido con la desmitificación dealgunas de las afirmaciones del capita-lismo teórico12.

En primer lugar, que el sistema-mundo ca-pitalista está constituido por la integracióninterestatal fundada con la Paz de Westfa-lia13 en 1648, de esto deviene el carácterconstitutivo que para el capitalismo tienela soberanía. Esta interpretación contradicelas tesis que plantean que en tiempos deglobalización la soberanía es puesta encuestión, en palabras de Wallerstein la so-beranía es precisamente condición histó-rica para la movilidad del capital y para laconstitución de una economía-mundo, yaque a diferencia de un imperio-mundo en

Wallerstein al encontrarse, en sus primeros años comoafricanista, con la imposibilidad de comprender la si-tuación del continente sin tomar en cuenta la improntaque Europa ha tenido sobre éste e inspirado por la obrade Fernand Braudel, inicia un recorrido que lo lleva aplantear que el capitalismo como sistema históricoposee unas características que implica una diferenciacon lo que él mismo ha llamado los imperios-mundos.Estos últimos son unidades-sistemas altamente centra-lizados en los que economía estaría integrada y contro-lada por una sola clase política, mientras que lossistemas o economías mundos son menos centraliza-dos donde las clases políticas se encuentran integradasen una sola economía.

Desmitificaciones del capitalismo histórico

La propuesta de Wallerstein ubica el origen del sis-tema-mundo capitalista en el momento en el quedesde la Península Ibérica se produce el asalto alMar Tenebroso11, y con ello, en su interpretación, un

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15. Movimientos que asumen abiertamente una confrontación con el orden del capital y buscan la construcción de alternativas concretas.1166.. Samir Amin, Kenneth Pomeranz, T. Hopkins, Andre Gunder Frank, entre otros

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Y de esta manera, aseguraba, que era posibledescifrar “el secreto de la generación de be-neficio”. Braudel, al igual que Marx, nosconvoca a seguir al poseedor del dinero. Sinembargo, a diferencia de Marx, su invitaciónnos lleva a un nivel por arriba de la econo-mía de mercado, esto es, el lugar donde

Arrighi se pasea por las recurrencias de la eco-nomía capitalista para demostrar en qué yhasta qué punto el devenir del mundo contem-poráneo presenta características distintivasdentro de la larga historia del sistema mundocapitalista. Para esta tarea nos recuerda la pro-vocación hecha por Fernand Braudel (2010) ala invitación de Marx, aquella de

Esto de ninguna manera implica la anulación de la in-vitación realizada por Marx, por el contrario, se tratade proyectos complementarios en la medida en quie-nes han seguido la invitación de Marx, dedicando susesfuerzos a los sectores intermedios de la economía-mundo develando algunos de sus secretos en torno a laproducción de plusvalor, la invitación de Braudel, y laforma en la que Arrighi decide aceptarla lleva a con-clusiones fundamentales sobre cómo el comporta-miento histórico del sistema, a la luz de los ciclossistémicos de acumulación, dan cuenta de la relaciónentre hegemonía y expansión capitalista.

La travesía del economista y sociólogo italiano se iniciacon la noción de hegemonía mundial, referida “al poderde un Estado para ejercer funciones de liderazgo y go-bierno sobre un sistema de Estados soberanos (1999). Setrata del poder asociado con la dominación y ampliadopor el <<liderazgo intelectual y moral>>” (Arrighi, 1999:42). Hegemonía, así definida, implica entender que

Ciclos sistémicos de acumulación

Al igual que I. Wallerstein existen otros teó-ricos del sistema-mundo16 que han enrique-cido y polemizado al análisis del primero.Esta discusión se trata de un debate lleno dereferencias históricas y miradas que privile-gian uno u otro hecho, sin embargo, por ra-zones de espacio nos detendremos en losplanteamientos G. Arrighi (1999) y sus ciclossistémicos de acumulación.

Giovanni Arrighi (1999) en el Largo siglo XXse distancia de Wallerstein corriendo la fechaen el acta de nacimiento del capitalismo. Elsociólogo y economista italiano no busca losorígenes más allá del Mar Tenebroso, sinoque sitúa su mirada en el Mediterráneo y es-pecíficamente en las ciudades-estados italia-nas. Su interés, tal y como reza en laintroducción del libro, es mostrar como eco-nomistas y sociólogos se equivocan al per-derse en las vitrinas de la novedad,confunden los saldos de la estación pasadacon la colección del próximo ciclo.

dejar por un momento de lado [la] ruidosa es-fera [de la circulación], en donde las cosas suce-den en la superficie y a la vista de todos y seguir[al poseedor del dinero y al poseedor de lafuerza de trabajo] al lugar oculto de la produc-ción, en cuyo umbral nos salta a la cara la ad-vertencia: Prohibido el paso excepto para losnegocios (Marx en Arrighi, 1999:40).

la supremacía de un grupo social se manifiesta de dos modos:como <<dominación>> y como <<liderazgo intelectual ymoral>>. Un grupo social domina a sus grupos antagonistas, alos cuales tiende a <<liquidar>> o a sojuzgar recurriendo in-cluso a la fuerza armada; dirige a grupos afines o aliados. Un

el poseedor del dinero se encuentra con el po-seedor, no de la fuerza de trabajo, sino delpoder político [donde] desvelaremos el secretode la generación de esos beneficios enormes yregulares que han permitido al capitalismo

prosperar y expandirse <<sin fin>> a lo largo de los últimoscinco o seis siglos, y antes y después de sus aventuras en lassedes ocultas de la producción (Arrighi, 1999: 40).

queremos resaltar que como primera conclusión elmercado mundial no es una novedad propia de losmercados financieros globales que monopolizan laproducción de valor desde los años setenta del siglopasado, el sistema mundo capitalista desde su cons-titución se define como una economía que integramúltiples mercados, en tal sentido, la globalizaciónes la forma en la que el sistema mundo se reorganizaa través de la primacía de la ideología neoliberal, yen ésta es la coyuntura en la que se están produ-ciendo los cambios en el sistema, y por qué no, un po-sible cambio de sistema.

Frente a esto Wallerstein advierte, que así como en elpasado (1688) la aristocracia, frente a la imposibilidadde seguir sosteniendo el mismo sistema de privilegios,decidió lanzarse a transformarlo y con ello alumbrarun nuevo orden donde pudiera garantizar su posiciónprivilegiada, en la actual situación que la élite finan-ciera global haya asumido el discurso del cambio esuna alerta que nos hace darnos cuenta de que no haygarantía histórica de que el próximo sistema sea menosdesigual que éste, pudiera ser peor, dependerá de loque él llama movimientos anti-sistémicos15 que tipo dedesenlace obtendremos a la larga.

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1177.. El capitalismo como sistema histórico ha supuesto en su despliegue un conjunto de regularidades históricas. Su necesidad de expansiónconstante se ha movido pendularmente entre períodos de una gran expansión y otros periodos de contracción, para lo teóricos del sis-tema-mundo esto movimiento constituye la característica cíclica del sistema, históricamente el movimiento cíclico cabalga junto y se veafectado por los avatares de la geopolítica mundial.

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Para la explicación de dichas crisis Wallers-tein (2006) ha utilizado la figura analítica delos ciclos de Kondratiev como descripcióndel movimiento del sistema. Por una partelos momentos de sobre producción (mo-mento B), asociados a una escasez relativa enla demanda y, por otras, los momentos deexpansión (momento A). Cada uno de estosmomentos coinciden en la preponderanciade una de las dos fuerzas en contradicciónal interior del sistema, la tendencia monopó-lica y la tendencia a la competencia.

El ciclo de contracción es el momento demayor caos sistémico y mayor competencia,mientras que los ciclos de expansión se ca-racterizan por una mayor monopolizaciónde las actividades económicas y una mayorestabilidad sistémica. Los ciclos Kondratievdevienen en movimientos estructurales quetendrían una duración de más o menos 50años, en este sentido, implica un tanto de ri-gidez analítica.

Por el contrario, la noción de ciclo sistémico deacumulación, derivada de la obra de FernandBraudel, se sustenta sobre la constatación deque “todas las expansiones comerciales funda-mentales de la economía-mundo capitalista

que vincula el bienestar del Estado central albienestar del sistema en su totalidad. Mien-tras, el liderazgo de tipo negativo es aquel queejercido por el centro hegemónico atrae a ungrupo de Estados por la senda del líder, lo quea la larga deviene en movimiento estructuralhacia un escenario de caos sistémico. Situa-ción que deriva del aumento en la competen-cia intra-sistémica que pone en peligro elcontrol ejercido por dicho centro hegemónico.

La idea fundamental detrás de dicho con-cepto de hegemonía radica en un principioorgánico, aquel que refleja el movimiento delos cuerpos en este universo y su tendencia anacer, expandirse y morir. El capitalismo, entanto sistema histórico, posee un funciona-miento estructural en el cual un cierto poderhegemónico, es decir, ejercido en tanto lide-razgo intelectual y moral, se desarrolla a ex-pensas de otros que disminuyen su influenciao desaparecen. Este comportamiento ha coin-cidido históricamente con las llamadas crisisestructurales del capitalismo17.

De este análisis deriva la existencia de dos tipos de lide-razgo, por un lado un tipo de liderazgo positivo, aquel

grupo social puede, y de hecho debe, ejercer previamente eseliderazgo antes de obtener el poder del gobierno (en realidad,ello constituye una de las condiciones para obtenerlo); poste-riormente, llega a ser dominante cuando ejerce el poder, peroincluso si lo controla con firmeza debe continuar también ejer-ciendo ese <<liderazgo>> (Arrighi, 1999: 43).

La hegemonía desde una definición gramsciana puedeentenderse como:

(…) algo diferente de la pura dominación (…) es el poder adicio-nal del que goza un grupo dominante en virtud de su capacidadpara impulsar la sociedad en una dirección que no sólo sirve asus propios intereses, sino que también es entendida por losgrupos subordinados como provechosa, conforme a un interésmás general. Es el concepto inverso de la deflación del poder conla que Talcott Parsons designaba situaciones en las que una so-ciedad no puede ser gobernada sino mediante el uso generali-zado o la amenaza de la fuerza (…) La noción gramsciana dehegemonía se puede entender del mismo modo como la infla-ción del poder que deriva de la capacidad de los grupos dominan-tes para hacer creer que su dominio sirve no sólo a sus interesessino también a los de los subordinados, o lo que Ranahit Guhaha llamado dominio sin hegemonía (Arrighi, 2007: 159-160).

han anunciado su <<madurez>> alcanzando una etapa deexpansión financiera” (Arrighi, 1999: 108). Dicha madu-rez se logra al momento en el que: los líderes de la expan-sión comercial del ciclo anterior transforman susesfuerzos comerciales en esfuerzos monetarios. Sin em-bargo, la distancia con Braudel radica en que para Arrighi“las expansiones financieras [son] largos períodos detransformación fundamental de las agencias y de la es-tructura de los procesos de acumulación de capital a es-cala mundial” (Arrighi, 1999: 108-109).

El movimiento histórico implícito en la noción de ciclosistémico de acumulación se explica por la superposi-ción de dos momentos. El momento de expansión co-mercial, cuyo momento de maduración se explica através del viraje realizado por quienes lideraron tal ex-pansión, un giro que va del mundo de la producciónal mundo de la especulación financiera . Ambos mode-los, el de los ciclos de Kondratiev y los ciclos sistémicosde acumulación coinciden parcialmente. Por una parteel momento de expansión comercial se expresa en elmomento A de Kondratiev, mientras que el momentode expansión financiera se expresa en la forma B deKondratiev.

Sin embargo, la imagen representada por los ciclos sis-témicos de acumulación se expresa en el largo devenirde las formas hegemónicas que emergen en los momen-tos de intensificación de la competencia, los momentos

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Esta afirmación es posible dada la recurren-cia histórica del fenómeno en las transicionessistémicas que dieron origen, auge y declivea la hegemonía holandesa, a partir de 1648con la instauración de la Paz de Westfalia. Deigual modo coinciden con el desarrollo y de-clive de la hegemonía británica posterior a laPaz de Viena.

El reino de los Países Bajos lograría, tras lafinalización de la guerra de los ochenta años

contra España, el reconocimiento de su soberanía na-cional y la institucionalización más o menos formal delllamado sistema de estados nacionales europeos, loque marca el inicio del florecimiento holandés. Sin em-bargo, tres guerras muestran que el momento de apo-geo holandés fue el inicio de su caída, las tres guerrasanglo-holandesas cuyo objetivo era el de poner fin alcomercio y la marina de los Países Bajos.

La primera de las guerras angloholandesas (1652-1654)estalla como consecuencia de la promulgación de las

pansión en el centro, siendo que aún ésteposee cierto control sobre la circulacióndel capital en la economía-mundo. Sin em-bargo, a la larga, este respiro ha resultadoinsuficiente para salvar la posición dequien asume el control hegemónico delsistema.

Giovanni Arrighi (1999, 1999b, 2009), enuna crítica a las versiones sociológicas yeconomicistas escasamente informadas yque ven todo lo que ocurre en el mundocomo un fenómeno nuevo y sin preceden-tes, sostiene que:

1. El momento de expansión financiera nosólo marca el momento de maduración dela expansión comercial, sino que, repre-senta la crisis señal del liderazgo, una cri-sis de la hegemonía.

2. Que tal crisis ha ocurrido por lo menostres veces en la historia de la economía-mundo, y que la actual crisis mundialsería la ocurrencia por cuarta vez en losúltimos siete siglos, una crisis que no seinició en el 2008, sino que tiene sus oríge-nes en la década de los setenta del largosiglo XX.

de contracción en el que el centro económico que enca-bezó la expansión comercial anterior, se mueve del ám-bito material de la economía al espacio de laespeculación financiera. La diferencia con el modelo deImmanuel Wallerstein (2003, 2004, 2005, 2006, 2006a,2007) se encuentra en que su interpretación tiende a ob-viar cierta plasticidad del sistema, ya que no se trata so-lamente de una modificación en el plano de la actividadeconómica que respondería a una explicación del tipocrisis de sobreproducción frente expansión en la de-manda, sino se trata de una transformación en el tipode liderazgo cuya consecuencia tiene implicaciones di-rectas en el funcionamiento del sistema.

La madurez alcanzada y evidenciada en el momentode expansión financiera se superpone a la madurez delmodelo hegemónico que lideró la expansión comercial,lo que implica, a la larga, una suerte de disolución delpoder hegemónico producto de la intensificación de lacompetencia, ya que ésta trae un alza relativa de loscostos de producción y una disminución relativa delpoder político; lo que se expresa, dada la necesidad dequien ostenta el liderazgo en su búsqueda por seguirsiendo centro de atracción de capitales, en un aban-dono del ámbito material de la economía y una expan-sión del capital financiero.

El momento de la expansión financiera permite unrespiro haciendo posible un nuevo momento de ex-

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para una expansión financiera que duranteun tiempo siguieron expandiendo su riquezay poder” (Arrighi, 2009a: 59).

Dada la postura anti-territorialista de lasProvincias Unidas, la escasez de mano deobra fue siempre un problema que, debidoa la centralidad del comercial holandés, eraresuelta con una abundancia de capital queterminaba alimentando al sector financieroa través de una estrategia de empréstitos.Con las derrotas en las guerras y la firma detratados que incluía a Gran Bretaña y Fran-cia, Holanda vería comprometida su activi-dad comercial, lo que produjo unmovimiento masivo al campo financiero.Sin embargo, para que la ruta asumidafuese exitosa era necesario un aumento dela competencia interestatal en búsqueda deinversión, por lo que a partir de 1740 el en-deudamiento británico inició su aumento,para 1758 los inversionistas holandeses po-seían un tercio del Banco de Inglaterra, dela Compañía de Indias Orientales inglesas ydel Mar del Sur. Sin embargo, “conformeaumentaba el número de Estados deudoresde los prestamistas holandesas, Ámsterdamiba sufriendo una serie de crisis financierasque marcaron su desplazamiento progre-

sivo en beneficio de Londres como centro de las altasfinanzas europeas” (Arrighi, 2009a: 60).

Al término de la Guerra de los Siete Años (1756-1763),la cual indujo a los holandeses a un exceso en la conce-sión de créditos y tras la quiebra de una casa de prés-tamos en 1763 se produce un colapso del sistema. Unasegunda crisis tendría lugar diez años después, en1772, como consecuencia de la quiebra de una bancainglesa. Mientras en la anterior crisis

La era de la hegemonía Británica sólo pudo concre-tarse tras la derrota de Napoleón, en el marco de unproceso de avances y retrocesos que incluyó la lla-mada Revolución Americana en 1776 y la RevoluciónFrancesa en 1789. La economía-mundo reorganizadapor Inglaterra da inicio al sistema de libre comerciopropio de la hegemonía británica, cuya decadenciase inicia con la gran depresión de 1873-1896 y su

La segunda fase en la transición de la hege-monía holandesa a la británica se inicia conla firma del Tratado de Utrecht en 1713, conel cual esta última, habiendo contenido elpoder naval holandés y el terrestre francés,estableció un balance en el poder continentalque le permitía tener control sobre los maresy los intercambios con el mundo más allá deEuropa; lo que significó una disminución dela centralidad de Ámsterdam en tanto centrocomercial de la economía-mundo europea.

Frente a este escenario, la altas finanzas seránel último refugio de la hegemonía holandesa, eneste sentido, el colapso del comercio holandésno significó el colapso del capital “la escaladaen la lucha por el poder y la consiguiente in-tensificación interestatal por el capital enbusca de inversión crearon las condiciones

Leyes de Navegación y la amenaza que ésto significabapara las actividades económicas de Holanda. Sin em-bargo, su derrota devino en la aceptación de las mis-mas. La segunda (1665-1667) se produce dada la luchapor el control de la empresa negrera del África occiden-tal. Las consecuencias, para el declive del dominio ho-landés, fueron el debilitamiento del control sobre elcomercio negrero y la perdida de Nueva York, NuevaJersey y Delaware.

En pro de detener las cuantiosas pérdidas y contrarres-tar el poderío francés, los holandeses formaron unaalianza con Gran Bretaña y Suecia. Sin embargo, CarlosII y Luis XIV constituyeron una alianza con el objetivode detener a la marina holandesa a través de peajes enlos ríos Escalda y Mosela. Esta vez, el Reino de los Pa-íses Bajos sólo pudo protegerse inundando al enemigo(fundamentalmente el ejército de Luis XIV). Mientrasque la operación naval inglesa vio su fracaso en la ne-gativa de continuar financiando la guerra por parte delParlamento inglés.

Las dos primeras guerras angloholandesas marcaron el cambiofundamental acontecido en la naturaleza de la lucha por elpoder entre los Estados europeos a raíz de la Paz de Westfalia.Mientras los Estados Territoriales de Europa se veían absorbi-dos por el intento de contrarrestar la amenaza que suponíapara su soberanía la España imperial, fue fácil para las Provin-cias Unidas utilizar su dinero y sus conexiones para asegurarsede que otros Estados cargaran con el peso de la guerra en tierra,

concentrando sus esfuerzos en la guerra naval yen convertirse en el intermediario financiero ycomercial del conjunto de Europa. Pero una vezque la amenaza española quedó neutralizada ylas soberanías estatales se consolidaron, los Es-tados territoriales pretendieron incorporar a susrespectivos dominios los circuitos de capital y lasredes comerciales que estaban haciendo ricos alos holandeses en el contexto de una crisis gene-ral europea (Arrighi, 2009a: 52).

el Banco de Inglaterra y los banqueros privados de Londreshabían acudido al rescate de sus colegas holandeses en-viándoles dinero en metálico y demorando la presentaciónde letras de cobro. Tal ayuda estaba basada en la concienciade que la prosperidad británica estaba íntimamente aso-ciada al flujo de capital holandés hacia Gran Bretaña. En1773, en cambio, el Banco de Inglaterra descargó todo elpeso de la crisis sobre Ámsterdam negándose a descontarpapel (Kindleberger en Arrighi, 2009a: 61).

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imperialismo y las medidas de corte protec-cionistas estaban a la orden del día. Comomás tarde lo hará el desarrollismo, el indus-trialismo se constituyó en la ideología oficialpara la construcción de una economía nacio-nal, mientras el imperialismo era el resul-tado del enfrentamiento entre las potenciaspor garantizar la posibilidad de extender sucomercio.

Al igual que en el ciclo anterior, el aumentode la competencia no afectó el privilegio delcentro para continuar siendo el centro finan-ciero de la economía-mundo; todo lo contra-rio, al momento de su declive fue cuandoGran Bretaña se vio más beneficiada.

El ciclo de la hegemonía estadounidense18, mantienelos elementos estructurales que caracterizaron a los ci-clos anteriores. El nuevo centro hegemónico va atrave-sar por los mismos caminos de expansión en laproducción y comercio, para luego expandirse en laarena financiera. Inicia su ciclo con un reordenamientodel sistema interestatal, sustituye la Santa Alianza, porla Liga de las Naciones y su cristalización en el sistemade la Organización de Naciones Unidas (ONU). Nue-vamente la primera etapa es caracterizada por una ex-pansión comercial sin precedentes, que se apalanca enla reconstrucción de la Europa Occidental y de Japón,y en la que el Plan Marshall de la era Truman significóla “internacionalización” del New Deal.

El destino de la hegemonía británica y sutransición hacia el momento de la hegemoníaestadounidense será estructuralmente más omenos parecida al destino de la hegemoníaholandesa en el ciclo anterior, pero su dura-ción se verá reducida a la mitad. La revolu-ción industrial, trajo como consecuencia unaexplosión del comercio y de inversiones im-plicadas en la construcción de barcos a vapory ferrocarriles, hecho que cristaliza en la GranDepresión de los años 1873-1896, una crisisde sobre producción que, muy a pesar de loque pensaban los contemporáneos marxistas,no significó el fin del capitalismo, y muchomenos su última fase.

Asociadas a las perturbaciones de la GranDepresión, la difusión del industrialismo, el

caída final es declarada por las mal llamadas guerrasmundiales, siendo estas no más que la expresión bé-lica del aumento de la lucha inter-sistémica por el re-parto del mundo, cuya finalización da paso almomento de expansión comercial de la hegemoníaestadounidense.

Con la Pax Británica, tras la Paz de Viena de 1815, se ini-cia un periodo de “paz” que duraría cien años. Pero aligual que la guerra fría de la hegemonía estadouni-dense, dicha “paz” tendrá como su lado oscuro el con-junto de guerras coloniales libradas fuera de territorioeuropeo. El nuevo ordenamiento promovido por GranBretaña, a diferencia del mundo figurado tras la Paz deWestfalia, se convertiría en un sistema no anárquico, esdecir, sería una organización con un poder central.

Al final de las guerras napoleónicas, y como lo hará sigloy medio después Estados Unidos, Gran Bretaña será elmotor para la transformación del sistema, con el fin deasegurarse el control logrado tras el fin de la guerra;

(…) satisfizo y sostuvo a los gobiernos absolutistas de la Europacontinental organizados en la Santa Alianza garantizando me-diante el recién establecido Concierto Europeo que los even-tuales cambios en el equilibrio de poder sólo se produjeran trasconsultas con las grandes potencias (…) creó dos importantescontrapesos al poder de la Santa Alianza. En Europa, requirió yobtuvo que la Francia derrotada quedara incluida entre las

grandes potencias, aunque mantenida a raya,alienada con potencias de segundo orden cuyasoberanía descansaba en el Concierto. En elnuevo continente contrapuso a los designios dela Santa Alianza de Restaurar el dominio colonialel principio de no intervención en América La-tina, invitando a Estados Unidos a apoyarlo. Loque más tarde se convirtió en la Doctrina Mon-roe –la idea de que Europa no debía interveniren los asuntos americanos- fue en su inicio unapolítica británica (Arrighi, 1999a: 66-67).

Como Holanda en el siglo XVII, Gran Bretaña sehabía convertido en un enorme <<contene-dor>> de capital excedente, que se acumulabapor encima de lo que podía invertirse rentable-mente en la expansión del comercio y la produc-ción. Este excedente encontró una salida en laactividad crediticia y en la especulación, tanto

en el país como en el exterior, y podía utilizarse para establecerderechos sobre las futuras rentas de gobiernos y empresas ex-tranjeras. Pero para que tales derechos quedaran efectiva-mente establecidos habían de cumplirse determinadascondiciones de demanda. Y de nuevo, una repentina escaladade lucha interestatal por el poder se encargó de ello. Lo que laescalada de mediados del XVIII significó para el capital holan-dés se reprodujo para el británico con la escalada de finalesdel siglo XIX y comienzos del XX (Arrighi. 1999a: 75).

1188.. Aunque el análisis de G. Arrighi está circunscrito al Mediterráneo-Atlántico, aunque le ha valido las críticas de Gunder Frank (1998) yDe Janet L. Abu-Lughod (1989), es pertinente para observar cómo ha sido la dinámica del circuito comercial del Atlántico. Sin embargo,hay que señalar que el debate viene indicando que no puede hablarse de una Hegemonía Europea hasta entrado el siglo XIX, sobre todosi estamos asumiendo como escala para el análisis al planeta.

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Sin embargo, no parece haber salida fácil, I.Wallerstein afirma que nos encontramos enpresencia de la crisis terminal del actual mo-delo civilizatorio, estamos ante un punto debifurcación frente al cual no hay garantíasacerca de si habrá o no un próximo ciclo. Suafirmación se basa en que mientras en el pe-riodo 1945-1975 la variable ecológica no sig-nificó problema alguno para una expansiónsin precedentes, la situación actual –cambioclimático- representa una verdadera dificul-tad para que esta vez se produzca un resul-tado similar al de experiencias anteriores.Una expansión que supere a todas las ante-riores amenaza ya las condiciones que hacenposible la vida en el planeta, por lo tanto, loque ha sido la salida históricamente recu-rrente sería hoy un suicidio para la humani-dad y un asesinato de la biosfera.

Ante esta encrucijada mirar la historia desdeuna perspectiva mundial permite cuestionarla centralidad del concepto de modo de pro-ducción como categoría analítica que explicael devenir histórico de la humanidad, y conello hace posible verificar qué de nuevo yqué de crisis tiene la actual situación global.De igual modo, el despliegue del análisis delos sistemas mundos ha tenido que afrontar

el paralelo posicionamiento de China en el horizontede la economía-mundo, lo que ha significado un pro-fundo debate en torno a la propia naturaleza del capi-talismo, lo que significa poner en tela de juicio inclusola terminología que emana de la historia eurocéntricaincluido el concepto mismo de capitalismo.

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Miradas de larga duración

Esta perspectiva de larga duración, que permite abor-dar los movimientos estructurales del capitalismo yque discurre en los planteamientos de la teoría del sis-tema-mundo, tiene como consecuencia analítica asu-mir el llamado fenómeno de la globalización como unaficción auto-justificada y profecía auto-cumplida. Laausencia de referentes acerca de los movimientos his-tórico-estructurales del capitalismo a escala planetariaen los debates sobre la globalización hacen de esas dis-cusiones terreno estéril para pensar alternativas al sis-tema mundo capitalista.

Mientras, por otra parte, el lente de la historia mundial(no universal) demuestra que el capitalismo realmenteexistente, ese que no está ni en los manuales neolibera-les ni en los marxistas, ha sido siempre transnacional,y que las compañías estatutarias como la de Indias Oc-cidentales holandesa (VOC) ya eran una empresa queactuaba como un agente transnacional.

La larga duración nos deja algunas regularidades in-herentes al funcionamiento del sistema, el primero esque el sistema se mueve entre momentos de expansiónde la producción, momentos de expansión del comer-cio y momentos de expansión financiera. Visto así, laactual centralidad del sector financiero en la economíamundial no se corresponde de forma alguna con un es-

tadio superior en tanto realización del capi-talismo, es más bien el momento en el que sealcanzan altos grados de competencia inter-sistémica. Lo que implica la generación deexcedentes para los que no resulta rentableponer en circulación en el mundo de la pro-ducción, esto ha ocurrido al menos tresveces en los últimos cuatro siglos, cuatro sitomamos en cuenta el ciclo genovés. La in-tensificación de la competencia y el abrigoque encuentra el poder hegemónico en lasaltas finanzas, han sido siempre señal de quealgo anda mal. De lo que se trata es de unacrisis de hegemonía, más que de una crisisdel capitalismo.

Otra de las constantes, en el movimiento cí-clico, radica en que cada vez que se produceuna crisis de hegemonía, ésta se resuelve –como transición a un nuevo ciclo y a unanueva hegemonía- a través de una guerra agran escala y una expansión en la produc-ción que ha resultado siempre mayor a ladel ciclo anterior. Este nos pone frente a unasituación en la que para salir de la actualturbulencia sistémica será necesaria unaguerra, y esta vez donde la escala será elplaneta (la última vez se resolvió con dosbombas atómicas).

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Capitalismo, Modernidad,Renacimiento, Ilustra-ción, Revolución Industrial, son todas palabras que usamospara explicar al capitalismo, su historia y su estado actual.Sin embargo, estos términos son las categorías que ha cons-truido el fundamentalismo eurocéntrico para justificar supropio punto de vista. Este trabajo es un intento de posi-

cionarnos en el debate sobre el análisis del sistema-mundoa la luz de los aportes realizados en el último tiempo a lallamada Historia Mundial, sobre todo luego de que Chinaaparece en horizonte como el próximo gran centro hege-mónico del sistema-mundo, un debate que pone en ten-sión los términos de la conversación y ya no los temas.MMáá

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RRee--oorriieennttaannddoo eell pprreesseenntteeJosé Romero Losacco

Palabras clave:Sistema-mundo

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separación entre los dueños del capital y losdueños de la fuerza de trabajo y sociedades enlas que sí. Sin embargo, este argumento es di-fícil de sostener en la medida en que trabajolibre y monetización anteceden en siglos a laproducción industrial moderna, y el trabajoesclavo ha continuado en la sociedad moderna4.

Una segunda distinción que suele levantarsepara fundamentar la ideología de Europa y elresto, es entre revolución comercial y revoluciónindustrial. Sin embargo, la línea que separa lasdos es demás arbitraria, la historia del Indus-trialismo consta de múltiples episodios en dis-tintos momentos y en distintos espacios, Comonos muestra Janet L. Abu-Lughod (1989), lametalurgia China del Siglo XII no fue equipa-rada por Europa hasta el siglo XVI, la manu-factura de papel y las técnicas de impresiónchinas sólo fueron superadas luego de variossiglos, y aunque es poco lo que sabemos sobreel proceso de producción en el Medio Orientey en Asia en comparación con aquello que se

sabe sobre Europa, el hecho de que grandes cantidadesde ropa fueran producidas en estas regiones5 supone quelas técnicas de producción debieron ser similares a las delugares como Flandes6, del que sí se posee información.

Otra afirmación recurrente es que el cambio trascendentaltuvo que ver con un cambio en la escala del comercio, esdecir, que hubo en aumento en la interconexión entre elsiglo XIII y el siglo XVI. Este argumento, al igual que losanteriores, es una forma de legitimar el fundamentalismoeurocéntrico, ya que lo mismo puede decirse si se com-para la escala del comercio del siglo XVI con la del mundocontemporáneo. Lo relevante no es comparar hacia el fu-turo, sino comparar hacia el pasado, es decir, preguntar-nos si hubo aumento de la escala durante el siglo XIII7.

La relevancia de este cuestionamiento radica en superspectiva, Abu-Lughod adopta un telescopio cuyoalcance le permite, como al viajero de Eric Wolf8, ob-servar las constelaciones de culturas y sus interaccionesmás allá de la miopía eurocéntrica. Ver a China, almundo Mongol (Imperio Mongol de la India), almundo árabe, el Islam, lo que hace posible construir

44. Janet L. Abu-Lughod (1989)55.. Algodón y lino en la región Árabe, algodón y seda en India, y seda en China.66.. Región flamenca que compone una de las tres regiones de la actual Bélgica. 77.. Janet L. Abu-Lughod (1989)88.. Wolf, Eric (2006): Europa y la gente sin historia.

Mas allá del capitalismo histórico. Re-orientando el presente José Romero Losacco

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ser el momento en el que el capitalismo cobróvida, el siglo XIX sería el siglo en el que Occi-dente inclinó una balanza que por muchotiempo estuvo ladeada hacia China. Por lotanto, el actual giro de la economía mundialno sería una novedad sino la vuelta de Chinatras apenas siglo y medio de ausencia.

La economía-mundo europea antes de 14922

ha sido descrita por la historiografía eurocén-trica como feudalismo o modo de producciónfeudal, éste sería el que antecedería causal-mente el advenimiento del modo de produc-ción capitalista3. Esta óptica apunta sólo lalinterna a una pequeña parte del mundo yfunda su argumento en el supuesto ideológicode que existe una diferencia trascendentalentre la llamada sociedad moderna y las so-ciedades llamadas tradicionales. Dicha dife-rencia radicaría en suponer la existencia deuna distancia entre sociedades donde no hay

I. El sistema-mundo Afro-Euro-Asiático

La imagen del mundo que se desprende de la HistoriaUniversal es la de una humanidad (Europa) fragmen-tada y desconectada hasta el advenimiento de la socie-dad de mercado, una sociedad que se supone es propiade Occidente, y que iniciaría su movimiento haciaafuera preñada con las buenas intenciones de la em-presa civilizatoria, la cual tendría su cénit en la llamadaglobalización. Este retrato de la humanidad caricaturizanuestra mirada sobre el mundo, le otorga un rol prota-gónico al norte europeo (Alemania, Francia e Inglaterra)que sólo puede sostenerse a modo de ideología, peroque históricamente no tiene ningún fundamento.

La aparición, en las últimas décadas, de China y de laIndia en el horizonte del sistema-mundo ha provocadola emergencia de una serie de investigaciones que per-miten afirmar que Occidente sólo pudo tener control yhegemonía, dejando de ser una región marginal en lahistoria, tan sólo en el siglo XIX1. En tal sentido, más que

11.. HOBSON, John (2006): Los Origenes Orientales de la Civilización Occidental.GUNDER FRANK, Andre (1998): ReORIENT: Global Economyin the Asian Age. ABU-LUGHOD, Janet (1989): Before European Hegemony. The World System A.D. 1250-1350. PARTHASATHI, Prasannan(2011) Why Europe grew rich and Asia did not. Global Economy Divergence, 1600-1850. POMERANZ, Kenneth (2000): The Great Divergence:China, Europe, and the making of modern world economy. POMERANZ, Kenneth y Steven Topik (2006): The World that Trade Create. Society,Culture, and World Economy. 22.. O incluso hay quienes extienden esta descripción hasta la Revolución Industrial en el siglo XVIII33.. GOODY, Jack (2011) El Robo de la historia.

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La gloria de las ciudades-estados italianasy su Renacimiento, entonces, tuvo menosque ver con una Europa que recuperabasu destino y más con un mundo islámicoque toma el Mediterráneo por asalto. Deigual modo, la invasión/invención deAmérica, más que la emergencia de unmodo de producción alguno, significó lacreación de un nuevo circuito comercial.El Atlántico se vino a incorporar a unlargo sistema de intercambio, y el únicode todos los circuitos en los cuales Europapodía ejercer hegemonía.

Cuando G. Arrighi se refiere a los ciclos deacumulación y plantea, haciendo énfasisen que éstos cuentan no sólo la historiaeconómica sino la historia de la geopolí-tica, reduce la inmensa escala en la que seinterconectaba el sistema Afro-Euro-Asiático con el sistema Atlántico. Al hablardel ciclo genovés se le escapa que Génova

sólo fue hegemónica en referencia al norte europeo,no así con respecto al resto del sistema (del que eramarginal), lo mismo equivale para el ciclo holandés.Incluso es dudoso que pueda afirmarse la existenciade un ciclo británico, ya que China continuó siendoel sumidero por el que se iba la plata de América al menoshasta el fin de la Segunda Guerra del Opio entrado elsiglo XIX10. Mientras que por su parte India mantuvotodo un sistema industrial autóctono hasta su des-trucción por las incursiones británicas11.

(…) durante todo el siglo XIX Gran Bretaña nunca estuvocerca de igualar ni la cuota de China en la producción mun-dial de artículos manufacturados ni la cuota de este mismopaís en la producción mundial en general correspondienteal período entre 1750 y 1830.12

Resulta relevante poner nuevamente el acento en lascontinuidades más que en las rupturas. La historiade la humanidad ha sido la del contacto y el inter-

1100.. GUNDER FRANK, Andre (1998): ReORIENT: Global Economy in the Asian Age. POMERANZ, Kenneth (2000): The Great Divergence: China,Europe, and the making of modern world economy.1111.. PARTHASATHI, Prasannan (2011) Why Europe grew rich and Asia did not. Global Economy Divergence, 1600-1850. POMERANZ, Kennethy Steven Topik (2006): The World that Trade Create. Society, Culture, and World Economy. HOBSON, John (2006): Los Orígeness Orientalesde la Civilización Occidental.1122.. HOBSON, John (2006:336)

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conjunto Afro-Euro-Asiático, el vínculo seríareconstituido gracias a la expansión delIslam alrededor del Mediterráneo. Una reco-nexión de la que se beneficiaron las ciuda-des-estados italianas (Génova y Venecia). Ental sentido, cuando se sostiene que la expan-sión comercial ocurrida en dichas ciudadesimplica el surgimiento incipiente de lo quese ha llamado el modo de producción capi-talista, se comete el error eurocéntrico de ob-viar que ésta no fue una expansión europea,sino el resultado de la reconexión de Europavía la expansión del mundo islámico9.

una mirada otra sobre la Historia Mundial. Una miradaque nos hace repensar al capitalismo hoy. Antes de lahegemonía occidental, antes incluso de la existencia deOccidente y de la ideología que asume a Europa, Áfricay Asía como unidades geo-culturales diferenciadas poresencias que hacen de la primera superior a las otras,esa sección del mundo constituía un mundo conside-rado como más o menos continuo.

El norte de Europa estuvo conectado al Mediterráneoy al “Oriente” a través del Imperio Romano, del queera una parte marginal. La disolución del Imperio Ro-mano implicó la desconexión del norte europeo del

99.. GOODY, Jack (2011) El Robo de la historia.

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MMaappaa eexxttrraaííddoo ddee AABBUU--LLUUGGHHOODD,,JJaanneett ((11998899)):: BBeeffoorree EEuurrooppeeaann HHeeggee--mmoonnyy.. TThhee WWoorrlldd SSyysstteemm AA..DD.. 11225500--11335500.. EEnn ééll ssee mmuueessttrraa llaa iinntteeggrraacciióónnddee llooss ssiieettee cciirrccuuiittooss ccoommeerrcciiaalleess ddeellssiisstteemmaa AAffrroo--EEuurroo--AAssiiááttiiccoo,, SSee ssee--ññaallaa lloo iinnssiiggnniiffiiccaannttee ddeell mmuunnddoo eeuu--rrooppeeoo ppaarraa llaa eeccoonnoommííaa ddee ddiicchhoossiisstteemmaa yy ccóómmoo eell nnoorrttee eeuurrooppeeoossóólloo ppaarrttiicciippaabbaa aa ttrraavvééss ddee llaass cciiuu--ddaaddeess--eessttaaddooss iittaalliiaannaass..

figuró en el Atlántico se constituye en elhorizonte para toda la humanidad y cuálesson sus características, cómo las formas deapropiación de la autoridad, naturaleza, eltrabajo, la sexualidad, la subjetividad y susrecursos por parte de Euro-Norteaméricaresultan hoy patrón de medida delmundo. Es más relevante dar cuenta de lasdiferencias entre el mundo policéntrico delsistema Afro-Euro-Asiático y el mundocentrado en el universalismo-fundamenta-lismo moderno.

Incluso resulta problemática la forma en laque se ha diferenciado el mundo pre y postcaída del muro de Berlín, ya que el mundobipolar de la llamada Guerra Fría y elmundo unipolar del consenso de Washing-ton no eran muy distintos en lo que se re-fiere al horizonte de expectativas. El sigloXX fue el siglo de la Occidentalización delplaneta, la disputa entre los llamados blo-ques socialista y capitalista tuvo más quever con la disputa por el control de los me-dios de producción que con una supera-ción del imaginario Euro-Norteamericano.

El socialismo realmente existente no se propuso irmás allá de las expectativas del mundo moderno, fuetan sólo la promesa de que por otras vías era posiblealcanzar la sociedad de la abundancia prometida porel llamado capitalismo, en otras palabras, lo que sequiso fue completar el proyecto inacabado de la mo-dernidad.

Visto así, para entender eso que se ha dado por llamarcapitalismo en el mundo contemporáneo, no bastacon decir que éste es más que un modo de produc-ción, afirmar que es un modelo civilizatorio pero, sinembargo, partir de la agenda propuesta por la ilustra-ción es reproducir el horizonte del eurocentrismo,esto es seguir viendo a la Europa de los siglos XVIII yXIX como algo especial, es seguir preguntándose por-que Europa llegó a ser distinta del resto, con todas lasconsecuencias que tiene esta pregunta para la inter-pretación del presente. En este sentido, resulta impor-tante resaltar los aportes hechos por el sociólogoperuano Aníbal Quijano16, si bien vincular el racismoal capitalismo tiene una larga tradición en los debatesdesde el Sur Global17, la potencia de la obra de este in-telectual radica en la noción de colonialidad y más re-cientemente en lo que se ha denominado la matrizcolonial de poder, es decir, el complejo de jerarquías

1166.. QUIJANO, Aníbal (2009)1177.. GROSFOGUEL, Ramón (2013)

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Y concluye con Eric Jones, en Growth Recu-rring: Economic Change in World History:

Érase una vez un tiempo en el que parecía queteníamos un acontecimiento concreto que es-tudiar. El crecimiento empezó con (…) una re-volución industrial en la Gran Bretaña definales del siglo XVIII. Ahora sabemos conbastante certeza que ese acontecimiento fueen realidad un proceso, más pequeño, muchomenos británico [y mucho más oriental], in-finitamente menos brusco, parte de un con-tinuum [de la historia universal], que tardómucho más tiempo en transcurrir.15

En tal sentido, afirmamos que hoy día lavieja disputa sobre el origen del capita-lismo ha dejado de tener sentido, inclusoel término mismo capitalismo se demues-tra insuficiente para dar cuenta del deve-nir de la historia mundial y por ende delmundo contemporáneo. De lo que se tratamás bien, es de cómo el orden que se con-

cambio y no la del destino europeo. Todas las supues-tas invenciones europeas que dieron vida a un su-puesto modo de producción existían mucho antes. Elmercado, ni el sistema monetario y de crédito (nece-sario para el comercio a larga distancia), la imprenta,la máquina de vapor, son creaciones exclusivas deOccidente.

Por otra parte, sin esas aportaciones chinas Gran Bretaña ha-bría seguido siendo con toda verosimilitud un país pequeñoy atrasado, flotando en Ia periferia de un continente igual-mente atrasado, que a su vez habría estado flotando en Iaperiferia de Ia economía global liderada por africanos y asiá-ticos desde el año 500 e. v.13

Hobson asume lo que llama una perspectiva acumula-tiva-histórico-global para sugerir que:

(…) la importancia que convencionalmente se da a !a revo-lución industrial británica como el punto en el que, por citara Rostow, <<empezó todo>>, sólo puede ser entendidacomo fruto de una mentalidad eurocéntrica chovinista.14

1133.. Idem (2006:292)1144.. Idem (2006:292)1155.. Idem (2006:292)

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resto, todos poseían alma pero sólo unos cuantos eransalvos, pero la invasión de las nuevas tierras significóla invención del des-almado, la clasificación de unosseres como no humanos.

Ese proceso de deshumanización de indígenas, negros,mujeres (brujas) significó la configuración de un patrónde poder que, a partir de una clasificación etno-racialde las poblaciones del mundo, constituyó y constituyeel conjunto enredado de jerarquías mediante las cualesse establecen los criterios que definen quién está arribay quién abajo. Este patrón de poder es lo que AníbalQuijano llama colonialidad del poder. La colonialidades la lógica subyacente a la modernidad, ésta última hasido definida por el eurocentrismo como la

(…) salida de la inmadurez por un esfuerzo de la razóncomo proceso crítico, que abre a la humanidad a un nuevodesarrollo del ser humano. Este proceso se cumpliría en Eu-ropa, esencialmente en el siglo XVIII.19

La modernidad ha sido descrita y asumida como unvalor y una cualidad de los pueblos del norte de Eu-ropa, y trasladada a los pueblos de euro-norteamérica,

19. DUSSEL (2000: 65)

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moderno/colonial. En tal sentido, en algo tienerazón Trevor Roper cuando afirma que:

Los nuevos gobernantes del mundo, seanquienes sean, heredarán una situación cons-truida por Europa y sólo por Europa. Son lastécnicas europeas, los ejemplos europeos, lasideas europeas las que han arrancado almundo no europeo de su pasado: de la bar-barie en África; de una civilización muchomás antigua, lenta y majestuosa a Asía; y lahistoria del mundo, durante los últimos cincosiglos, ha sido europea en todos los aspectosrealmente significativos.18

Su razón radica, no en sus alabanzas y justifi-cación al eurocentrismo, sino a que quien he-rede el control del sistema, cuando todoparece indicar que el Pacífico y China volve-rán o ya están siendo centrales, deberá lidiarcon un horizonte civilizatorio, con una subje-tividad construida desde el ego europeo comoel primer etnocentrismo en la historia de lahumanidad que alcanza escala planetaria.

construidas a partir del proceso sistemático de deshu-manización del otro no-europeo ni euro-norteameri-cano. Jerarquías que definen las formas deapropiación de la vida.

Colonialidad es un concepto diferente de, aunque vin-culado a, Colonialismo. Este último se refiere estricta-mente a una estructura de dominación/explotacióndonde el control de la autoridad política, de los recur-sos de producción y del trabajo de una población de-terminada lo detenta otra de diferente identidad ycuyas sedes centrales están además en otra jurisdic-ción territorial. Pero no siempre, ni necesariamente,implica relaciones racistas de poder. El Colonialismoes obviamente más antiguo, en tanto que la coloniali-dad ha probado ser, en los últimos 500 años, más pro-funda y duradera que el Colonialismo. Pero sin dudafue engendrada dentro de éste y, más aún, sin él no ha-bría podido ser impuesta en la intersubjetividad delmundo de modo tan enraizado y prolongado. (Qui-jano, 2009: 211)

Lo que una vez fue el sistema Afro-Euro-Asiático, luegoconvertido en el sistema Afro-Euro-Atlántico-Asiático, enel que China fue central al menos hasta 1830, se transfor-maría en una civilización planetaria, el sistema-mundo-

1188.. GOODY, Jack (2011:7)

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{Colonialidad !

II. La matriz colonial de poder en elmundo contemporáneo

Si el capitalismo entendido como modo deproducción o como modelo civilizatorio esun concepto atrapado por la agenda del eu-rocentrismo, cómo podemos posicionarnosen el presente para construir explicacionesalternativas y, por tanto, horizontes futurosmás allá de las promesas civilizatorias de lasexperiencias de los socialismos reales.

Lo primero a tener en cuenta es la preguntasobre el Atlántico, cuál fue el horizonte civi-lizatorio que se configura con la Invenciónde América. Si bien la Europa de finales delsiglo XV era una región cultural y económi-camente insignificante dentro del reconsti-tuido sistema afro-euro-asiático, la llegadade Colón a tierras nuestroamericanas significóun hecho sin precedentes en la historia de lahumanidad, nos referimos a la puesta enmarcha de un proceso de deshumanizaciónde todos los pueblos no occidentales. Hastaentonces las disputas permanecían circuns-critas en la diatriba entre la Cristiandad y el

un proceso de homogeneización en el que lagran mayoría de los pueblos del mundo fue-ron condenados a vivir en el pasado.

Esta homogeneización del tiempo no sólosignificó negarle la contemporaneidad a lospueblos no europeos, sino que también im-plicó la proyección presente de una sociedaden permanente movimiento cuyo punto dereferencia es siempre ella misma. Esta formade contar la historia permitió constituir la in-novación y la novedad como cualidades,siempre presentes, del eterno devenir de unasociedad que no cesa de progresar y que ensu avance deja atrás a todos los que no pue-dan o no quieran subirse al carrusel.

Si entre el siglo XV y siglo XVIII la humani-dad fue testigo de la colonización del espa-cio, en el siglo XIX se produjo la colonizacióndel tiempo, mientras en el mundo contem-

poráneo nos enfrentamos a una recolonización del es-pacio. Esta recolonización viene de la mano de la re-constitución parcial de la contemporaneidad, untiempo que es vivido como la simultaneidad de losmercados, esta es la gran ilusión del eterno presente enel que el futuro se encuentra al alcance de las manos.

En este sentido, existe un acuerdo alrededor de que en1973 algo cambió, para algunos el mundo entró en la eradorada del capitalismo ya que los límites del keynesia-nismo21 dieron paso para que el neoliberalismo demos-trara que la vía natural es la que conduce a la sociedadde mercado22. Por otra parte, hay también quienes reto-mando la tesis leninistas señalan que vivimos en la fasesuperior del capitalismo, la del imperialismo23, mientrasque autores como G. Arrighi nos indican que nos encon-tramos dentro del cierre del ciclo sistémico de acumula-ción hegemonizado por los Estados Unidos.

De esta manera se ha generalizado en los análisissobre el mundo contemporáneo el papel central que

2211.. John Maynard Keynes fue un economista británico que apostó por la intervención pública directa en materia de gasto público. Asu-miendo que el sistema capitalista no tiende al pleno empleo sentó las bases para la justificación económica de las llamadas políticas deprotección social que dieron origen al Estado de Bienestar y a las estrategias de intervención estatal que permitieron afrontar el crack de1929, el New Deal del Roosevelt. 2222.. Idea que se reforzaría con la disolución del bloque socialista 1989.2233.. Toni Negri y M. Hard (2000) son los máximos representantes de un línea interpretativa que intenta dar una re-interpretación de la obrade Lenín y han acuñado una caracterización inmaterial del imperialismo en su libro Imperio.

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sos, las espiritualidades y sus recursos, el tra-bajo y sus recursos, y la naturaleza y sus recur-sos. Un patrón de poder que se expresa comocolonialidad del saber en tanto apropiación ogenocidio de formas otras de conocimiento y,con ello, de formas otras de entender la lla-mada naturaleza, pero también como colonia-lidad del ser, es decir, en la forma en la queocurre la experiencia existencial de los pueblosdeshumanizados, dicho de otro modo, cómoel esclavo se piensa a sí mismo como esclavo,el sub-desarrollado como subdesarrollado, etc. De lo que se trata es de como al deshumani-zarnos solo podemos reconstruir nuestra con-dición humana desde la autonegación, enpalabras de Jean-Price Mars refiriéndose a laexperiencia del negro en el Caribe: prefieren serfranceses de color que negros en Haití.

El despliegue de la matriz colonial de poder,desde su origen atlántico, se inició con la con-quista de los territorios de lo que luego seríaAmérica, fue un proceso de colonización espa-cial primero, y luego, durante el siglo XIX, conla invención de la historia universal, ocurriríauna colonización del tiempo, lo cual significó

ha sido el horizonte espacio-temporal a partir del cualse ha clasificado a ese resto no moderno como socieda-des tradicionales, es decir, atrasadas. Modernizarsesería en consecuencia abrazar las coordenadas civiliza-torias de Occidente o de lo contrario condenarse a vivirfuera de la historia, la modernidad es la cara luminosaque oculta el rostro sacrificial del patrón civilizatorioengendrado en el Atlántico.

La colonialidad es esa la lógica sacrificial que oculta lamodernidad, una lógica que inició con el proyecto decristianización y continuó con las invasiones en nom-bre de la civilización durante los siglos XVIII y XIX, enel siglo XX con los procesos modernización-desarrolloy en el siglo XXI con las invasiones hechas en nombrede la democracia. Como afirma R. Grosfoguel20, si-guiendo a E. Dussel, es el ego asesino de occidente quese afirma en el “te cristianizas o te mato” de la primera mo-dernidad, el “te civilizas o te mato” de la segunda moderni-dad, el “te desarrollas o te mato” en la modernidad tardía yel reciente “te democratizas o te mato” en la modernidad ne-oliberal tras el 11 de septiembre de 2001.

La colonialidad nos transporta a través de la larga dura-ción de un patrón civilizatorio que ha generado múltiplesformas de apropiación de las subjetividades y sus recur-

2200.. Comunicación personal

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!

!air24 en el paraíso de la llamada industriacultural. El epítome de este cambio es Flas-hdance, una película situada en el PiFsburgde los años 80, cuenta la historia de unajoven que sueña con ser bailarina mientrastrabaja en la industria del acero, es el cam-bio de la sociedad de postguerra del pe-riodo 1945-1970, hacia la sociedad de Fiebredel Sábado en la Noche y Fama.

Mientras esto aparece en la gran y pequeñapantalla, las ciencias sociales eurocentradasdescriben lo iniciado en las décadas de lossetenta como una profunda transformaciónen el mundo del trabajo; vienen a plantear laexistencia de un cambio generacional queimplica un cambio de las subjetividadessobre el trabajo. Por una parte, se suele afir-mar que las expectativas de un trabajo paratoda la vida de las generaciones anteriores,son sustituidas por el llamado trabajo autó-nomo, sin tomar en cuenta que más que uncambio en las expectativas se trata de la des-

aparición del trabajo a largo plazo, esto como conse-cuencia de la sistemática desregulación del mundo la-boral como parte del proceso de liberación de laeconomía. La planta de ensamblaje es sustituida por Si-licon Valley25 como el lugar en que ocurre la realizacióndel espíritu del trabajo en el siglo XXI.

En este sentido, existe toda una literatura llamada deauto-ayuda encargada de naturalizar la precariedaddel trabajo mediante la valorización del cambio cons-tante como imperativo del actual estado del mundo.Libros como “Quién se ha llevado mi queso” constitu-yen la artillería con la que se bombardean las subjeti-vidades de aquellos para los cuales el mundo deltrabajo se ha tornado cada vez más incierto, bajo laconsigna “está siempre listo para el cambio” se inte-riorizan las formas de regulación flexible del trabajo,mientras se repite hasta el cansancio que una personaexitosa es aquella que está dispuesta a afrontar las con-diciones siempre cambiantes del mundo contemporá-neo, dejando oculto que lo que cambian son las formasde inversión según los intereses de acumulación a es-cala mundial.

2244.. Bel-air es una de las tres zonas exclusivas del llamado Triángulo Dorado en Los Angeles, California junto a Beverly Hills y Holmby Hillls.En Bel-air se encuentran mansiones cuyos costos llegan a los 20 millones de dólares, y en la actualidad viven emblemas de la industriacultural como Lady Gaga, Lana del Rey y Mariah Carey.2255.. Silicon Valley es una región del estado de California en Estados Unidos en el que se encuentran concentradas las principales empresasque protagonizan la revolución del silicio.

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sepultan las antiguas bragas de las fábricasy se izan los trajes y las corbatas de las altasfinanzas, se constituyen paisajes urbanosen los que son reconfiguradas las expecta-tivas de vida de las poblaciones de estasmetrópolis globales. Unas subjetividadesen las que se privilegian la corta duraciónde los contratos laborales como represen-tación de la movilidad emprendedora deindividuos cuya movilidad global está ga-rantizada por sus pasaportes metropolita-nos, mientras, al otro lado de lamodernidad neoliberal, la colonialidad es-tablece restricciones a la movilidad globala través de una división racial del trabajoque persiste desde 1492.

Este cambio es descrito por la industria cul-tural con películas como Rocky, donde senos muestra la realidad de una Filadelfiadesindustrializada, donde el trabajo a largoplazo se sustituye por contratos cortos quevan desde “caletear” piezas de carne hastagolpear a quien tiene alguna deuda con lamafia. La misma Filadelfia de la que es ex-traído Will Smith (El Principe del Rap/ TheFresh Prince of Bel-air) por su madre, paraevitar que éste termine implicado con ven-dedores de drogas y para ello lo envía a Bel-

han tenido los cambios acaecidos en la década de lossetenta del siglo pasado, el Mayo Francés, la sustitu-ción del patrón oro por el patrón dólar, la revolucióndel silicio (Computadoras, Internet, celulares inteli-gentes), etc. En el marco de este consenso, las versio-nes eurocéntricas, críticas o no del sistema, miradasque continúan pensando el mundo reduciéndolo aaquello que acontece en las economías del centro, hantenido como bandera la llamada desmaterialización dela economía, privilegiando los procesos de desindus-trialización ocurridos en los países centrales y levan-tando incluso las banderas de una supuesta sociedadpost-industrial.

Entramos, a partir de los años setenta del siglo pasado,en la fase de cierre del ciclo sistémico de acumulaciónliderado por Estados Unidos, lo que ha significado laentrada en una fase en la que el hegemón, producto delaumento en la competencia intersistémica, se ha guare-cido en el mundo de las altas finanzas. De tal modoque, al resultar cada vez más difícil sostener la produc-ción en sus propios territorios, los países del centro hanoptado por relocalizar su parque industrial, dirigién-dose a zonas del planeta en la que puede externalizarmuchos más costos de los que podría en los territoriosadministrados por sus Estados-nacionales.

Mientras las industrias desaparecen de los grandescentros metropolitanos, se levantan rascacielos que

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!La opinión de científicos sociales, y otros ana-listas de oficio de los grandes medios de di-vulgación, ha impuesto en el debate la idea deque vivimos en un capitalismo inmaterial ocognitivo, esta llamada sociedad de la infor-mación consistiría en un mundo donde el tra-bajo que produce valor ya no es el delcapitalismo industrial, sino el de un capita-lismo financiero global caracterizado por loque llaman trabajo inmaterial. Esta inmateria-lidad de la economía se constituye a travésdel desplazamiento ocurrido desde la centra-lidad de la mercancía-producto a la centrali-dad de la mercancía-marca. Es un mundodonde importa menos el valor de cambio deun par de zapatos y más el valor de cambio delas acciones de la marca de esos zapatos.

La NIKE29 es el mejor ejemplo de centraliza-ción y tercerización del trabajo, esta empresaha concentrado trabajo directo en áreas de di-seño y marketing, mientras subcontrata todaslas demás actividades. El núcleo central de laempresa, concentrado en la acumulación,centraliza las formas de trabajo concreto aso-ciadas a la producción de subjetividades,

mientras relocaliza la manufactura en regiones donde lafuerza de trabajo es menos costosa por estar compuestapor poblaciones étnicamente deshumanizadas.

2299.. BASUALDO, Victoria y María Alejandra Esponda (2014)

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un 14% del salario de un operador inglés;un ingeniero de soDware, un 16%”28

La financiarización de la economía a partirde los años setenta ha sido explicada como lacausa que ha producido la aparición de loque se ha dado en llamar trabajo inmaterial,refiriéndose a los trabajos dedicados a la pro-ducción de las llamadas mercancías cultura-les, las industrias blandas generadas por elcambio tecnológico y auge de la informática,nos referimos a desarrollo de soDware, el tra-bajo intelectual asociado a la producción deideas-mercancías que se cuentan por su nú-mero de bytes. Un tipo de trabajo que seríapropio de economías llamadas post-indus-triales, es decir, de las zonas centrales del sis-tema que han relocalizado la producciónconvirtiendo en ciudades prácticamente fan-tasmas a los antiguos íconos industrialescomo Detroit.

La desindustrialización en los países del centro de laeconomía se debe al aumento en la competencia inter-sistémica, y en consecuencia, al aumento de los costosde producción dado el lugar que ocupa la fuerza detrabajo del llamado primer mundo en la división etno-racial del trabajo en relación con los trabajadores ra-cializados de la periferia26. Este aumento en lacompetencia interestatal, ha significado la baja renta-bilidad de las inversiones en el sector producción, te-niendo como consecuencia un exceso de capital que seha intentado resolver dirigiendo las Inversiones haciael mundo de las altas finanzas. Dos son las estrategiasusadas para tratar de salir del atolladero, la primeraes a través de la creación de deuda, el capital sobrantese ha usado para préstamos a los países periféricos,para que estos al endeudarse sostengan el sistema fi-nanciero mundial. El otro ha sido la migración del par-que industrial a zonas del planeta donde la mano deobra sea casi gratuita27, es decir, la exteriorización/des-centralización del trabajo mediante su tercerización.“En 2003 un operador de call center indiano cobraba

2266.. La colonialidad del poder supone la existencia de una clasificación etno-racial de las poblaciones del planeta como principio organizadordel sistema, de esto se desprende la existencia de una división racial, ya no sólo social, del trabajo. Esta división racial del trabajo, fundadaen la deshumanización de los pueblos periféricos y de los pueblos no blancos del centro, permite la utilización de formas de explotación-dominación sobre pueblos considerados como no humanos que distan de las formas de explotación a las poblaciones blancas. Por ejemplo,mientras se constituye el proletariado en la inglaterra del maquinismo, el algodón que se procesaba en la industria procedía de las plan-taciones y de fuerza de trabajo esclava. 2277.. HARVEY, David (2007)2288.. BASUALDO, Victoria y María Alejandra Esponda (2014:56)

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MMaappaa ddee uubbiiccaacciióónn ddee ffáábbrriiccaass yy ccaannttiiddaadd ddee ttrraabbaajjaaddoorreess ddee NNiikkee eenneell mmuunnddoo:: ““CCaassii uunn mmiillllóónn ddee ppeerrssoonnaass ttrraabbaajjaann eenn llaass ppllaannttaass ttrraabbaajjaaeenn 774444 ppllaannttaass qquuee NNiikkee uussaa eenn ttooddoo eell mmuunnddoo””.. EEllaabboorraaddoo ppoorr WWaallllSSttrreeeett JJoouurrnnaall..

De esta manera, no se trata de la apariciónde una nueva forma de trabajo concreto a laque llamamos trabajo inmaterial, y que en sualumbramiento supone el desplazamientode lo que por oposición sería el trabajo ma-terial, ya que esta dicotomía se plantea en eltrabajo concreto. De tal manera que la discu-sión se ve atrapada por la ideología de lo"novedoso" y por el efecto demostración dela llamada revolución del silicio, en tantojustificación para afirmar que vivimos uncambio profundo cuyas dimensiones subje-tivas no tienen precedente. Estas afirmacio-nes se realizan sin percatarse que lasmagnitudes cualitativas del cambio sonsiempre relativas a las formas inmediata-mente anteriores, por ejemplo, el impactodel sistema de trenes, una vez la máquina devapor fue incorporado por Occidente, es re-lativo a la subjetividad existente en dichocontexto, lo mismo sucede con la aparición

de internet, el impacto del cambio tecnológico es siem-pre relativo a la sociedad que lo produce y lo asimila.33

En tal sentido estamos frente a un problema de escala,decir que el internet tuvo más impacto que la locomo-tora a vapor es una comparación ahistórica, ya que elimpacto como se ha dicho es relativo al contexto en elque se produce, en tal sentido sus cualidades sólo pue-den cuantificarse si vemos el mundo con la mirada delconsenso desarrollista.

Si bien es cierto que el sistema-mundo-moderno-colonial se caracteriza en la contemporaneidad por lacentralidad del capital financiero34, tampoco es menoscierto que no es la primera vez en la historia que el ca-pital financiero se coloca en el centro de la ecuación,aunque esta vez esa ecuación incluya a todo el planeta.Quienes tienen al trabajo inmaterial como la gran nove-dad del último cuarto de siglo XX y lo que va de sigloXXI, son presas, para usar palabras de Jack Goody(2001), de un robo de la historia, desconocen que la pro-

3333.. No se trata tampoco de afirmar que nada cambia, sin embargo, la categorías totalizantes y totalitarias poco ayudan a entender cómoson producidas y asimiladas las nuevas aplicaciones tecnológicas en contextos periféricos y por los grupos subalternos. Una tarea pendientees dar cuenta de cómo se cruzan las tendencias propias de sociedades como la venezolana con las tendencias seculares del sistema, esdecir, cómo en una sociedad marcada por la cultura del petróleo son asimiladas las expectativas de las poblaciones de los centros metro-politanos del sistema mundial. 3344.. Basta tan sólo con ver el horror que ha significado para miles de personas la pérdida de sus casas tras el estallido de la burbuja in-mobiliaria en 2008.

Mas allá del capitalismo histórico. Re-orientando el presente José Romero Losacco

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Sin embargo, este cambio en el mundo deltrabajo es relativo, ya que de lo que se trataríaes de preguntarse qué ha ocurrido con el tra-bajo abstracto. Por trabajo abstracto entende-mos la sumatoria de los trabajos concretos, esdecir, trabajo abstracto es trabajo socialmentenecesario. El trabajo abstracto es trabajo obje-tivado, es decir, producto de un proceso deexteriorización que hace del trabajo la únicamediación de las relaciones sociales.32

La dicotomía trabajo inmaterial/trabajo material30 su-pone una transformación en formas de trabajo con-creto, lo que implica un cambio en el llamado modode producción fordista caracterizado por

(...) un sistema de relaciones laborales relativamente rí-gido, distinguido por condiciones de alta estabilidad, sala-rios asociados al puesto de trabajo/oficios y una fuertepresencia de las organizaciones sindicales.31

3300.. Existe además otra discusión que deviene de interrogarse qué es la materia, para algunos la materia es el mundo llamado físico, sinembargo, para Enrique Dussel la materia es el fundamento, por tanto cabría preguntarse cuál es la materia del capital, es decir, cual essu fundamento. En estos términos sería menos coherente aún hablar de traba–jo inmaterial.3311.. BASUALDO, Victoria y María Alejandra Esponda (2014: 39)3322.. Elaborado por Códigos Libres. Si quieres unas definición más amplia sobre trabajo concreto puedes consultar el Diccionario de eco-nomía política de Borísov, Zhamin y Makárova, Trabajo Concreto: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/t/trabajocon.htm

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es

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rrir a formas de tercerización del trabajo bajola cualificación de formas de trabajo con-creto como trabajo voluntario. Este es el casode la diferencia entre el régimen contractualque cubre a los profesores universitarios, yla relación laboral que sostiene el Estado conquienes son docentes en la Misión Sucre38.

En tal sentido, la centralidad dada al trabajoinmaterial en algunas discusiones ha servidopara desviar el debate hacia las formas dedescentralización del trabajo concreto y nosaleja de las formas de concentración de ca-pital. Descentralización del trabajo e hiper-concentración de capitales son dosmovimientos simultáneos de reordena-miento del sistema mundial. Por un lado, seconcentran tanto las actividades financierascomo las actividades de producción de sub-jetividades, el éxito (eficacia simbólica) delas redes de publicidad global se encuentraníntimamente ligadas al posicionamiento demarcas (branding) y su valor en las redes deespeculación financiera a escala planetaria,

y por el otro se exteriorizan los costos de producciónasociados a los procesos de manufactura trasladando elparque industrial a zonas del planeta que ofrecenfuerza de trabajo esclava o cuasi-esclava.

En este debate la centralidad analítica del llamado tra-bajo inmaterial comporta una forma de lo que J. Blaut(2003) llama difusionismo eurocéntrico, supone que lascaracterísticas de los centros metropolitanos del capita-lismo mundial son las formas puras del capital, y se po-sicionan como explicaciones con validez universal. Porlo tanto, para entender el mundo contemporáneo, másallá de los prejuicios del difusionismo eurocéntrico quenos describe como meros espectadores de una historiaque siempre ocurre en los centros metropolitanos paraluego ser emulada, debemos re-configurar nuestra mi-rada y construir otras unidades de análisis, de tal modoque fracturaremos la forma cómo ha sido integrada lahistoria humana en relato vertical, y cómo a partir deéste se construyen y reconstruyen explicaciones cónso-nas con dicha integración.

El problema de la unidad de análisis tiene que ver conla pregunta qué es el valor y donde se produce, y aquí la

3388.. Política que ha permitido la ampliación de la matrícula en el sector universitario que, sin embargo, ha significado la negación delestatuto de profesores universitarios al contingente de trabajadores que de forma voluntaria han asumido el trabajo de impartir clases enlas llamadas Aldeas Universitarias.

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nacional-racial del trabajo. El caso venezo-lano resulta emblemático, hablar de la nove-dad del trabajo inmaterial en una sociedadprimario-exportadora-importadora, una so-ciedad en la que la economía interna se ca-racteriza por un engrosamiento del sectorservicios, una sociedad donde el contrato atiempo indeterminado en la industria petro-lera36 se convierte en el horizonte que confi-gura las expectativas de la sociedad en suconjunto37, es subsumir las especificidadesde un Estado Periférico en la pretendida uni-versalidad de un concepto hecho para tratarde dar cuenta de los cambios acaecidosdesde 1970 en los centros metropolitanos.

En el caso venezolano, en lo referente a lasformas de precarización del trabajo, encon-tramos que el Estado, incluso en el marco delas llamadas Misiones, ha tenido que recu-

ducción de bienes no tangibles no es nada nuevo en lahistoria de la humanidad. La adopción de la imprentade tipo móvil, inventada en China, por parte delmundo europeo significó un giro tan importante en sumomento como la aparición de las llamadas tecnolo-gías del silicio.

Aunque históricamente no se puede afirmar que existaalgo esencialmente nuevo en el régimen de acumula-ción flexible, tampoco podemos pretender que nada hacambiado. La discusión se trata, más que la desapari-ción del modo producción fordista, de cómo la articu-lación de distintos sistemas de producción hansignificado transformaciones en la “(...) composiciónde la clase obrera, las condiciones de formación de laconciencia y las posibilidades de sindicalización”.35

Sin embargo, estas tendencias generales deben enten-derse a escala local según las tendencias propias de loslugares ocupados por cada región en la división inter-

3355.. BASUALDO, Victoria y María Alejandra Esponda (2014: 40)3366.. Si bien el contrato a tiempo determinado es un valor en sí mismo, independientemente de en cuál sector se produzca, el trabajo en laindustria petrolera es el referente desde el cual se miden todos los demás trabajos. 3377.. Un ejemplo de esto son los datos referentes a las opciones y expectativas de profesionalización y trabajo de la población entre 15 y 30años que emanan de la II Encuesta Nacional de Juventudes (2013), nos referimos que tan sólo el 5% de los jóvenes asocian las llamadasciencias del agro con el desarrollo del país, mientras el 21% prioriza las ingenierías, arquitectura y algo que llaman tecnologías, preferenciaue están asociadas a las expectativas de consumo de la Venezuela petrolera, es decir, un país que se desarrolla a partir de la inversión eninfraestructura y consumo de tecnología, lo que es visto de manera más cruda cuando se observa que tan solo un 5% ve a las ciencias lla-madas básicas como “útiles para el desarrollo”.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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escala planetaria. En tal sentido, nos encon-tramos frente a la necesidad de apropiaciónde subjetividades, de la llamada naturalezay del trabajo a una escala jamás vista en lahistoria de la humanidad, por eso se hace ne-cesaria la eliminación de toda opción por ladiversidad, se requiere del disciplinamientode los cuerpos y de los territorios.

La biopolítica no tiene la fecha de nacimientoseñalada por Foucault sino que fue alum-brada mucho antes, lo que pasa es que su des-cripción se ha circunscrito al análisis delmodelo industrial, y a su posterior representa-ción prototípica el fordismo, y con ello se haceinvisible que las llamadas formas de trabajoconcreto ubicadas en lo que se ha llamado tra-bajo inmaterial siguen estando atrapadas enel trabajo abstracto. Es decir, siguen depen-diendo de un tiempo que es homogéneo y, portanto, el trabajo concreto llamado por cuentapropia termina siendo una forma de apropia-

ción del tiempo al margen de las leyes que restringen lajornada laboral41, no importa si lo que se produce sonmercancías audiovisuales o mercancías agrícolas, elasunto de fondo es que siguen siendo mercancías, esdecir, la abstracción del valor de uso por el valor de cam-bio, es decir, valor, trabajo abstracto.

Más aún, y para ir concluyendo, el capital es siempre in-material en cuanto no-físico, ya que este no es una cosasino una relación social, es valorización del valor. Y sipara algo puede seguir siendo útil el término capitalismoes precisamente porque, aunque el capital como relaciónde explotación es anterior al fundador del cristianismo42,el capitalismo es un fenómeno de reciente data.

(…) los sistemas económicos, desde hace aproximada-mente cinco mil años, organizaron la producción, distribu-ción e intercambio de bienes según una gestiónheterónoma del excedente logrado en común: la comuni-dad de los productores directos de ese excedente no ges-tionaba ni recibía la parte que le correspondía.43

4411.. Se tiende a pensar que el trabajo por cuenta propia es un tipo de trabajo concreto más libre que el trabajo a tiempo indeterminado quese rige por las regulaciones establecidas para la duración máxima de la jornada laboral. Sin embargo, aquellos que se han refugiado enel trabajo por cuenta propia la más de la veces terminan dedicando mucho más tiempo de trabajo que el estipulado en las leyes como elmáximo tiempo posible.4422.. Dussel (2014)4433.. Idem (2014:7)

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bajo que contienen, y esa cantidad de trabajose mide como tiempo de trabajo.

Sin embargo, visto así, la unidad de análisissigue siendo un problema, debemos pregun-tarnos cuál es la unidad social en la que secontiene el análisis, si la respuesta es la fá-brica, cometeremos el mismo error de todoel marxismo standard confundir trabajo abs-tracto con trabajo concreto39, y se reduce lacomplejidad social a una sola forma de pro-ducción40. Si por otra parte hacemos del Es-tado la unidad de análisis terminaremosindividualizando las trayectorias de la hu-manidad a escala planetaria, y probable-mente culminaremos afirmando que existenEstados dentro de los cuales no se producevalor, y Estados en los que sí; mientras que sila unidad de análisis es el sistema mundialnos encontraremos con que el valor de cam-bio deviene (entro otras cosas, pero no exclu-sivamente) del tiempo de trabajoglobalmente necesario, y es por esta razónque la reproducción de la matriz colonial delpoder debe garantizar la homogeneización a

discusión será sobre cómo el valor no se produce en eltrabajo concreto, sino en el trabajo abstracto. El trabajoabstracto, entendido como trabajo socialmente necesa-rio, sólo puede ser medido como tiempo de trabajo, ental sentido, como tiempo de trabajo socialmente nece-sario, para que esto pueda ser así es necesario unificarel patrón de medida con el que se cuenta para el con-junto de los trabajos particulares, por lo tanto la condi-ción de posibilidad para la constitución del trabajoabstracto es la homogeneización del tiempo de trabajo,y esa homogeneización del tiempo de trabajo produceformas particulares de control sobre los cuerpos.

Marx (2014), tras exponer cómo el valor de uso y el valorde cambio se encuentran en la mercancía, define el valorcomo tiempo de trabajo socialmente necesario. El pri-mero, valor de uso, vendría a ser la utilidad del bien, seapor ejemplo calmar el hambre el valor de uso de un pro-ducto agrícola, mientras el valor de cambio vendría a seraquello contenido por el bien que permite equipararlocon otro bien y posibilitar así su intercambio. Para Marxel valor de cambio existe porque existe un fundamentocomún a toda mercancía, ese fundamento hace posibleque éstas se igualen en el intercambio. Dicho funda-mento es el trabajo, específicamente la cantidad de tra-

3399.. POSTONE, Moishe (1993)4400.. Una mirada que relegó el trabajo doméstico al estatuto de trabajo improductivo o de no-trabajo, ya que sólo sería trabajo aquel que serealiza en la factoría.

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travestismo laboral, ya que si bien la relaciónlaboral existe se la encubre y oculta para des-ligarse del cumplimiento de los derechos la-borales.44

El mundo contemporáneo no se caracte-riza por la aparición de una nueva formade capital que proviene de la aparición delo que han llamado trabajo inmaterial,tampoco las llamadas industrias cultura-les son una novedad. De lo que se trata esde cómo la matriz colonial de poder se re-configura mientras mantiene su lógica in-tacta, y cómo esta reconfiguracióntransforma espacios en espacios del capi-tal45, es decir, cómo construye realidadespara valorizar el valor. Se trata pues, decomo afirma W. Mignolo (2009), hay quecambiar los enunciados, pero más impor-tante es no dejar intactos los términos dela conversación.

En tal sentido, el reto que enfrentamos anteel cada vez más evidente cambio civilizato-

rio, es la eliminación del capital como relación social, loque requiere la abolición del trabajo abstracto comomediación de la vida, ya que éste reduce la existenciaa la creación de valor. Superar, ir más allá de la matrizcolonial de poder, será posible si se asume, entre otrascosas, que la producción es creación-reproducción devida. De tal forma que la condición de posibilidad parala concreción de una sociedad postcapitalista es una so-ciedad más allá del trabajo, descolonizar la mirada im-plica descentrarse y plantear formas de vida nomediadas por el trabajo como última instancia.

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4444.. BASUALDO, Victoria y María Alejandra Esponda (20140:24)4455.. HARVEY, David (2007, 2010)

Mas allá del capitalismo histórico. Re-orientando el presente José Romero Losacco

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Por esto, en el mundo contemporáneo nosólo debe dársele relevancia a los nuevos es-pacios de capital, sino a cómo éstos implicannuevas formas de apropiación del tiempo, adecir por ejemplo, de toda una generación dejóvenes que buscando escapar a la lógica deapropiación del tiempo en las fábricas u ofi-cinas, optan por vender su fuerza de trabajode forma “más libre” (freelance), convirtién-dose en lo que llaman trabajadores autóno-mos. El efecto de libertad del llamado trabajoautónomo oculta que estos trabajadores de-dican un tiempo mayor al equivalente a lajornada laboral máxima establecida.

(...) la contratación de trabajadores autónomoses la forma jurídica que habilita la mayor pre-cariedad, ya que los trabajadores no quedanencuadrados en el régimen laboral. Una delas preocupaciones actuales es el aumento deeste tipo de modalidad, que, bajo la hipótesis-en algunos casos certera- de que existen tra-bajadores independientes que trabajan y fac-turan para diversos clientes, esto encubre“falsos autónomos”, empresas “unipersona-les” y hasta ciertas cooperativas de trabajado-res. A esta forma se la encuadra en latendencia conocida como deslaborizacióno de

En este sentido, el gran logro de la hegemonía y el con-trol Occidental sobre el viejo sistema Afro-Euro-Asiático, y la inclusión/creación del circuito delAtlántico, ha sido la imposición de una subjetividadmediante el disciplinamiento de los cuerpos a travésdel reloj. El reloj permitió que la vida dejara de ser elfundamento, es decir, la mediación de las relaciones so-ciales, ya que la invención del tiempo abstracto produjola aparición del trabajo abstracto. Ese tiempo abstractohizo romper con el tiempo cósmico y, por lo tanto, des-centrar el quehacer del ser humano del quehacer de lavida, y sustituir el tiempo de la creación de vida por eltiempo de la producción de mercancías.

El marxismo estándar ha obviado este hecho y por elloha construido una mirada trans-histórica del trabajo,al confundir trabajo con trabajo abstracto obvian eltiempo y esto ha hecho posible la construcción del re-lato sobre los modos de producción, el esclavista, elfeudal y el capitalista. Esta ceguera los llevó a reducirla revolución socialista a un cambio en la propiedad delos medios de producción, naturalizando de este modolas formas de producción del industrialismo modernoy reduciendo el socialismo a un problema técnico (pla-nes quinquenales) sobre la distribución de la riqueza,llegando incluso a la naturalización del proletariadocomo sujeto histórico de la revolución, ya que no se en-tiende que el proletariado se realiza en el sujeto del ca-pitalismo que es el capital. (Postone, 1993)

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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El trabajo intenta caracterizar elcapitalismo rentístico venezolano, a travésde una mirada muy influida por la ecologíapolítica y la geografía crítica, entendiendoel mismo no sólo como un “modelo econó-mico”, sino como un orden metabólico par-ticular en el seno del sistema-mundocapitalista. Se buscará describir las coorde-nadas históricas y estructurales del modelovenezolano, por medio de una periodifica-ción que propone examinar, en primerlugar, la génesis del capitalismo rentísticovenezolano –desde el período colonialhasta la muerte de Juan Vicente Gómez(1935)–; luego la consolidación del modelo(1936-1958) hasta la nacionalización del pe-tróleo en Venezuela (1976); de seguido, unacaracterización de la formación de la crisisdel capitalismo rentístico (1976-1999); parafinalizar con el período de la RevoluciónBolivariana, su carácter de inclusión popu-lar y el desarrollo de una segunda oleadade crisis (1999-actualidad), para cerrar conun breve bosquejo de alternativas.

Coordenadas históricas y estructuralesdel capitalismo rentístico venezolano

Emiliano Terán MantovaniPalabras

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zado como “rentístico”, si por el otro lado tieneuna economía de alta productividad. En el casovenezolano, la acumulación capitalista nacio-nal no depende primordialmente de procesosinternos de reproducción de capital, sino de lacaptación de una renta petrolera, la cual no esafectada por dichos procesos;4 es decir, que estaes relativamente inorgánica e independienterespecto al movimiento de la estructura do-méstica, pero que inversamente, la puede afec-tar. De esta forma, la variable renta petrolera,es la variable fundamental que sobredeterminala realidad social, política y cultural del país.

Baptista hace referencia a los vínculos queexisten entre el origen internacional de larenta y su destino nacional,5 lo que indica quela forma como se administra y distribuye lamisma está inscrita en la lógica de la econo-mía-mundo capitalista, es decir, reproduce lafunción capitalista (según la División Interna-

cional del Trabajo) a lo interno de la economía nacional.Es por esto esencial revisar el papel que han tenido di-versos mecanismos de distribución de la renta en la re-producción del capitalismo rentístico, tales como la tasade cambio, el tamaño del empleo público y las inversio-nes en construcciones no residenciales, los (bajos) im-puestos, los salarios nominales, el gasto corriente engeneral, e inclusive diferentes mecanismos fraudulentos,para hacer evidente que la distribución de la renta es unacto profundamente político, a la vez que constituye unhecho económico de suma complejidad.

Es fundamental, entonces, reconocer el sistema capita-lista rentista como un patrón neocolonial de poder, queno solo evidencia articulaciones de poder político e ins-titucional, sino también ordenamientos espaciales, patro-nes energéticos, territorialidades, subjetividades yconfiguraciones culturales que son funcionales a la re-producción de este sistema. No sólo es un “modelo eco-nómico”, sino un orden metabólico6 particular en el senodel sistema-mundo capitalista.

Coordenadas históricas y estructurales del capitalismo rentístico venezolano Emiliano Terán Mantovani

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la tierra en este caso es el Estado, quien paracaptar una renta internacional de la tierra, re-quiere ejercer geopolíticamente su concienciade propietario y su soberanía territorial ;b) los ingresos que capta el Estado están fun-damentalmente determinados por la mer-cantilización de la naturaleza –y no tanto deltrabajo– en función del mercado mundial ca-pitalista, a partir de la extracción masiva delos llamados “recursos naturales” (en nues-tro caso, petróleo).2

Dado entonces que el origen de la renta es in-ternacional, esta es un ingreso capitalista. Sinembargo, la condición rentística de un modelonacional es un asunto de magnitudes relativas,como lo explica Asdrúbal Baptista,3 debido aque se basa en la proporción que hay entre estarenta internacional captada y la capacidad pro-ductiva doméstica ―producción de valoragregado nacional–.

Esto significa que un país que perciba una altarenta no necesariamente tiene que ser categori-

I. ¿Por qué capitalismo rentístico? Dimensionesde un concepto orientador

El desarrollo histórico del sistema capitalista ha su-puesto una polarización del espacio geográfico mundialy de las funciones que tienen las diversas naciones en loque se ha llamado la División Internacional del Trabajoy de la Naturaleza 1. En este marco, la configuración con-temporánea de la nación venezolana toma la forma deun capitalismo rentístico, constituido en torno al petróleoa partir de las primeras décadas del siglo XX.

¿Qué podemos entender por capitalismo rentístico? Esun modo de acumulación capitalista fundamental-mente de escala nacional, que se nutre y reproduce demanera significativa por una renta internacional de la tie-rra. Para lo que nos compete, entendemos aquí la rentacomo el ingreso que recibe el propietario de la tierrapor el usufructo que hacen de la misma los agentes delcapital sobre un recurso no producido. En este con-texto, es importante resaltar dos aspectos:

a) como el capitalismo rentístico se desenvuelve en larelación del capital a escala mundial, el propietario de

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11.. Para Fernando Coronil, la base material de la división internacional del trabajo es la que ha denominado la «división internacional de lanaturaleza». Para más de este concepto, véase: Coronil, Fernando. El Estado mágico. p.3322.. Cfr. Mommer, Bernard. “La cuestión petrolera”. pp.77-79.33.. BAPTISTA, Asdrúbal. Teoría económica del capitalismo rentístico. p.59

44.. Ibíd. pp.67, 190-19155.. Ibíd66.. A diferencia de István Mészáros, cuando hablamos de metabolismo nos referimos al proceso biosocial que es la base donde se reproducela vida, el cual se constituye como un tipo específico de régimen de territorialidad; de formas de procesamiento y asimilación de energía;de intercambios, consumo y producción biosociales; de tipos de narrativas y construcciones socioculturales; y de tipos de ocupación y or-denamiento territorial; determinados por factores geográficos y ecosistémicos, y estructuras de poder en las organizaciones humanas. Elmetabolismo hegemónico del sistema capitalista, jerarquiza al humano (principalmente al hombre occidental) por encima del resto de lasespecies de un ecosistema, alterando significativamente los ritmos y procesos de recuperación de la naturaleza. Cfr. Terán Mantovani, Emi-liano. Las espirales del debate sobre extractivismo y los nuevos tiempos.

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El extractivismo debe ser definido en su ló-gica moderno/colonial como un fenómenohistórico que surge del control y conversiónde la naturaleza en mercancía –comodifica-ción–, generalmente administrado centrali-zada y monopólicamente por Estados y/oempresas capitalistas, y que se orienta pri-mordialmente al mercado mundial bajo elesquema de la división internacional del tra-bajo, presionando a extraer de manera ma-siva y creciente los llamados «recursosnaturales» de la mano de la expansión glo-bal del capital9.

El extractivismo no sólo se refiere a procesosde explotación de minerales o hidrocarbu-ros, sino también de monocultivos agrícolasy otras actividades extractivas como la pes-quera. Por último, pero no menos impor-tante, el sistema extractivista operatransterritorialmente, es decir, que sobre-pasa el territorio donde se produce la extrac-ción de naturaleza, en el sentido en quearticula en torno a su modo de acumulación,múltiples espacios geográficos, subjetivida-

des, funciones sociales, que pued en ser muy diversosunos de otros, pero que están subordinados a las zonasdonde se masifican los «modos de vida imperial» (U.Brand), las cuales pueden ser países como Suiza, Sueciao Canadá, o bien, zonas privilegiadas de Johannes-burgo, Santa Cruz de la Sierra o Buenos Aires10.

En el siglo XIX (básicamente a partir de 1830) se ini-cia en Venezuela un nuevo período institucional ypolítico con la perspectiva por parte de las élites lo-cales de incentivar la formación de capitales y dina-mizar procesos de acumulación en el país,principalmente a partir de una estrecha vinculacióncon los centros mundiales del desarrollo capitalista.Pero es en el último cuarto del siglo XIX donde seproduce un salto cualitativo modernizador del ca-rácter extractivista de la formación económica y so-ciopolítica venezolana, debido alredimensionamiento que se produce en el mercadomundial capitalista, a raíz de la Segunda RevoluciónIndustrial y el desarrollo de la llamada fase imperia-lista del capital.

A partir del gobierno de Antonio Guzmán Blanco(1870) y hasta la muerte de Juan Vicente Gómez

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II. Génesis del capitalismo rentísticovenezolano. Período colonial hastala muerte de Juan Vicente Gómez(1935)

El capitalismo rentístico petrolero venezo-lano surge de las estructuras de la Vene-zuela colonial. Nos referimos a un largoproceso a partir del siglo XVI en el cual seconfigura un patrón de organización socio-territorial determinado por el predominiode una economía de puertos de carácter ex-tractiva. Estas estructuras se van redimen-sionando en el siglo XVIII (1730aproximadamente)7, lo que apunta a unaexpansión de la actividad extractivo-pro-ductiva, teniendo a la hacienda y el hatocomo núcleos materiales de este período8.Esto implica que, la matriz extractivista dela economía venezolana se ha configuradomucho antes de que nos convirtiéramos enuna república “independiente”.

Para intentar describir las coordenadas históricas yestructurales del capitalismo rentístico venezolano,proponemos una periodificación que presentará yanalizará lapsos de tiempo dominados cada uno porpatrones específicos del modelo civilizatorio petro-lero nacional, configuraciones de poder, de relacio-namientos sociales y procesos metabólicosdeterminados, desde su constitución colonial hastallegar a la Revolución Bolivariana.

La periodificación propone examinar en primerlugar la génesis del capitalismo rentístico venezo-lano –desde el período colonial hasta la muerte deJuan Vicente Gómez (1935)–; luego la consolidacióndel modelo (1936-1958) hasta la nacionalización delpetróleo en Venezuela (1976); de seguido, de una ca-racterización de la formación de la crisis del capita-lismo rentístico (1976-1999); para finalizar con elperíodo de la Revolución Bolivariana, su carácter deinclusión popular y el desarrollo de una segundaoleada de la crisis del capitalismo rentístico (1999-actualidad).

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77.. Cfr. Carrera Damas, Germán (coord.) Formación histórico social de Venezuela.88.. Para fines del siglo XVII ya se había configurado una tendencia a la especialización en torno al cacao, el cual termina de tomar la pre-dominancia y fungir como el sostenedor de la economía hasta principios del siglo XIX –entre 1650-1700 el 92,99% del valor de las ex-tracciones son del cacao, y en 1775, éste representaba el 75% (Vivas, 1993:84, y datos de Arcila Farías, en Vitale, 2002:3)–. Hacia 1830, lasustitución del cacao por el café ya es un hecho –llega a representar para 1897-1898 el 83% del total de exportaciones venezolanas (Le-zama Hernández, 2006:159)–, pero sufrirá un declive a principios del siglo XX, y su posterior desplazamiento con la aparición de la eco-nomía de carácter petrolero.

{Capitalismo rentístico99.. Terán Mantovani 2014b, p.791100..Terán Mantovani, 2014a

país, que se fue traduciendo en una muyacelerada implantación de la «moderni-dad», extendida por décadas, lo que re-presenta un cambio drástico, demagnitudes considerablemente despro-porcionadas respecto al metabolismo in-terno de Venezuela, una «destruccióncreativa»13 de carácter rentístico sin prece-dentes en el mundo para este período, quehacen que, a pesar de las notables simili-tudes estructurales tanto con las econo-mías latinoamericanas, como con lassociedades petroleras del mundo, el capi-talismo rentístico venezolano tenga un ca-rácter sui géneris.

En este mismo sentido, el Estado venezo-lano comienza un proceso de configura-ción y definición de sus formascontemporáneas en torno al desarrollo ca-

pitalista rentista petrolero, siendo el crudo la basematerial de su proceso de reproducción política na-cional. Esto implica que los grandes ideales funda-cionales de nuestra República, el “progreso” y lacivilización, encuentran una posibilidad de realiza-ción en la explotación y extracción de la naturaleza, yel Estado es quien ejerce la mediación y administra-ción de este proceso.

Hablamos pues del nacimiento de un «petro-Estado»14,que en sus orígenes se consolida con un claro predo-minio de las concesionarias extranjeras, lo que implicaque el esquema de soberanía15 nacional en la dictadurade Juan Vicente Gómez, se traduciría en una alianza deestos grupos foráneos con la camarilla encabezada porel general andino. La conversión de Venezuela a estaforma de “modernidad petrolera” se hizo pues, a tra-vés de un régimen político policial, profundamente re-presivo y civilizatorio, por lo que el petro-Estado esuno de los artífices principales, por la fuerza, de estos

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petrolera a gran escala en el país11, provo-cando un trascendental redimensiona-miento de la función de Venezuela en laDivisión Internacional del Trabajo.

Este proceso histórico particular resultaorientador para tratar de comprender losrasgos fundamentales del capitalismo ren-tístico venezolano. Recordemos que en tér-minos de desarrollo capitalista, Venezuelaera una de las economías más atrasadas detoda América Latina antes de la llegadadel petróleo –estuvimos bajo un entornode guerra civil prácticamente durante todoel siglo XIX–, y en poco tiempo (a partir de1928), nos convertimos en el primer paísexportador de crudo en el mundo –unos275 mil b/d, y con niveles extractivos queserían progresivamente incrementadoshasta 1970, último año del predominio ex-portador del país, cuando se alcanza eltecho máximo de 3.780.000 b/d–12 .

Esto supuso la captura súbita de una grany creciente riqueza no producida en el

(1935), la penetración del gran capital extranjeromonopólico reconfigura los núcleos territoriales deproducción para la exportación en función de lasgrandes necesidades de los llamados “recursos na-turales” para el mercado mundial: surgen los prime-ros proyectos importantes en minería y petróleo(básicamente asfalto) en el país. Modernizar a Vene-zuela era una misión fundamental para los adminis-tradores de la política nacional, lo que implicabaimprimir dinamismo a la extracción de mayorescantidades de “naturaleza”, aunque en el gobiernode Cipriano Castro (1899-1908) la relación con losgrandes capitales multinacionales fue soberana y nosumisa respecto a sus pretensiones extractivas.

Pero es entre 1914 y 1922, donde se produce la resig-nificación de la periferia venezolana alrededor delpetróleo. La Primera Guerra Mundial hace evidenteel creciente peso que tiene el “oro negro” para las po-tencias imperialistas. El reventón del pozo BarrosoNo. 2 en 1922 reveló la importancia geopolítica de Ve-nezuela respecto a esta fuente energética. A partir deeste año la explotación de dicho pozo por parte deVenezuelan Oil Concessions Ltd., subsidiaria de laRoyal Dutch-Shell, marca el inicio de la explotación

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1111.. Mc Beth, Brian S. «El impacto de las compañías petroleras en el Zulia (1922-1935)». p. 5431122..Cfr. Petróleos de Venezuela, S.A. «Concesión petrolera: concesión de soberanía».

1133.. El concepto de “destrucción creativa” fue popularizado por Joseph Schumpeter en 1942 para señalar la esencia del movimiento del capitaly de la lógica del sistema capitalista. En este sentido, tomamos el concepto para mostrar el carácter colonial del capital en la medida en la cual,para “crear riqueza”, genera la destrucción de otros valores, territorios y naturalezas, en este caso en nombre del progreso y la civilización.1144.. Coronil, Fernando. El Estado mágico. p.751155.. Entendemos soberanía en este trabajo, no desde el punto de vista más tradicional como el derecho que tiene el pueblo de elegir a sus go-bernantes, sino como una cartografía de relaciones de poder social y territorial que se define desde la inmanencia, por lo que proponemosun concepto construido ontológicamente, que no represente únicamente al Pueblo, la Nación y el Estado desde una perspectiva estructuralistay trascendental, sino que también refleje su carácter molecular, extensivo y sistémico, evidenciando cómo las fuerzas vivas, como son los su-jetos y la naturaleza/territorio, son los elementos constitutivos de la soberanía. En este sentido, la soberanía no puede ser únicamente en-tendida como nacional-estatal.

!década, el petróleo ya pasaba a ser el orien-tador de toda la economía nacional, altiempo que la producción agrícola de expor-tación se iba hundiendo, pasando a ocuparun lugar accesorio en la misma para la épocade López Contreras (1936-1941), y se mante-nía marginalmente una agricultura de sub-sistencia20.

Este modelo de monoproducción minero-ex-portador parasitario se caracteriza por ser al-tamente intensivo en capital, y es la principalfuente de ingreso nacional teniendo sola-mente a 10% de la población trabajando en laindustria petrolera para 193821. El gobiernonacional asume desde 1934 en adelante unapolítica cambiaria de sobrevaluación de lamoneda, lo que tendrá un profundo impactoen el crecimiento relativo del sector servi-cios, alimentado por una economía que

tiende a la importación cada vez más amplia de bienesde consumo.

Por la vía de la penetración del capital internacional,vía inversión o gasto público, se daría el impulso parael proceso de monetarización de la estructura socioe-conómica del país. El dinero, con su lógica desterrito-rializada y líquida, despliega, reestructura y disciplinaespacios, formas y subjetividades en torno al valor decambio, lo que supone además un mayor fusiona-miento y homogeneización estructural que acentuarála vulnerabilidad de nuestra economía a las coyunturasy fluctuaciones del sistema capitalista. Esta lógica di-neraria es uno de los factores fundamentales de la es-tructura del capitalismo rentístico venezolano22 .

La renta de la extracción petrolera genera procesos acu-mulativos que aumentan proporcionalmente el pode-río económico de los monopolios locales, la burguesíacomercial y la banca nacional, bajo el amparo de la alta

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mente en impuestos –comenzar a captar unarenta internacional de la tierra–, lo que almismo tiempo se extrapola a la génesis delnacionalismo petrolero venezolano18.

En el período gomecista se configura la he-gemonía nacional de este modo de acumula-ción capitalista rentista en torno a losingresos petroleros. A partir de la década delos veinte, se produce el primer impacto delllamado «efecto Venezuela»19 al metabo-lismo de la economía nacional, al entrar sú-bitamente una gran cantidad de riquezamonetaria no producida internamente, y ge-nerar las drásticas y abruptas transformacio-nes metabólicas recientemente mencionadas–la destrucción creativa rentística–. En dicha

procesos neocoloniales de acumulación originaria o«acumulación por desposesión»16.

A pesar de la amplia subordinación del Estado vene-zolano con el capital foráneo, es en el período gome-cista donde comienza a formarse una conciencia deautovaloración política de carácter nacional, una inci-piente potestad soberana de índole petrolera, sosténdel proceso de estructuración del petro-Estado y de laforma de nuestro particular capitalismo rentístico. Laformación de esta conciencia de propietario, recono-ciendo el valor mundial que tiene el recurso que estáen su subsuelo, supone la voluntad de un Estado quepersigue hacer privada la renta17, se comienzan a mo-dificar las expectativas de captación del excedente dán-dose los primeros pasos para una participación delEstado en las propias utilidades, y ya no solo simple-

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1166.. La apertura de nuevos procesos de acumulación y los ajustes a cada crisis de la «reproducción ampliada de capital», se producen pormedio de la destrucción o subsunción de formas de organización social o culturas locales, diversas formas de ejercicio de la violencia, elestablecimiento de esquemas de trabajo servil o esclavo, el despojo de territorios a sus pobladores anteriores, o mediante diversas formasde saqueo y fraudes. Estos mecanismos del “lado oscuro de la modernidad” no son incidentales o excepcionales, sino que son constitutivosdel sistema capitalista, permiten su reproducción histórica y geográfica. Para David Harvey, los procesos de despojo violento que carac-terizaron la histórica “acumulación originaria” que Marx analizara en El Capital, son procesos permanentes y no sólo originarios. De ahíque Harvey abandone el término “acumulación primitiva” y lo sustituya por el de acumulación por desposesión. Cfr. HARVEY, David. El NuevoImperialismo. Cap. IV: «acumulación por desposesión». pp.111-140.1177.. Baptista, op.cit. p.XXXIX1188.. Mommer, op.cit.1199.. El primer impacto del llamado «efecto Venezuela» no única y necesariamente debe ser entendido como una «enfermedad holandesa»contemporánea, debido a que el progresivo ingreso masivo de divisas petroleras se encuentra, en este primer momento, con un metabo-lismo nacional particularmente agrario y campesino, que genera una radical transformación de la territorialidad. Los siguientes dos im-pactos del «efecto Venezuela» que describiremos, ya ocurren con un mayor “desarrollo capitalista”, y sus efectos tienen connotacionescualitativamente diferentes.

2200.. Carrera Damas (coord.), op.cit.2211.. Maza Zavala, Domingo «Venezuela en los años treinta». p.182. Cuando la actividad primordial era la exportación de café, la distribuciónde la riqueza era un tanto más heterogénea, debido a que mantenía en actividad productiva a alrededor de 500 mil personas, mientrasque la mano de obra petrolera no llegó a emplear a 100 mil trabajadores para la época.2222..Terán Mantovani, Emiliano. El fantasma de la Gran Venezuela. p.108. Recordemos que al ser la renta internacional de la tierra (bá-sicamente por la extracción petrolera) la principal fuente de ingresos del Estado, la circulación monetaria determina la dinámica social,sobre una economía que no produce esa riqueza con su trabajo. En una sociedad industrializada, el dinero es factor fundamental, peroal tener una base material productiva, no tiene la relevancia que sí tiene en las sociedades rentísticas. Para el caso venezolano, los pe-trodólares recrean en buena medida la sociedad nacional. De ahí que Fernando Coronil haya llamado al petro-Estado venezolano «elEstado Mágico».

!influidas por la penetración cultural nortea-mericana. Se trata entonces de un procesoantropológico que reproduce en el espacio yen los objetos, en los símbolos y narrativassociales, una hegemonía en la producción desubjetividad favorable a la “cultura del pe-tróleo”.

un nuevo factor orgánico de poder. Esta emergencia po-pular, junto con la consolidación del petroestado-naciónvenezolano son expresión del surgimiento de los nue-vos pilares de la soberanía nacional: la trilogía petró-leo-Estado-pueblo.

En este sentido, entre 1936 y 1958 en Venezuela, la di-námica político partidista se desenvuelve alrededor dedos facetas: una militar positivista, que es la que se he-gemoniza en el período (López Contreras, Medina An-garita y Pérez Jiménez), y otra naciente, pero decreciente importancia, de carácter populista (funda-mentalmente alrededor de Rómulo Betancourt), que encambio va a determinar el mapa político nacional apartir de 1958. Ambos proyectos se orientan a la tareade “llevar la modernidad” a Venezuela, y en este con-texto, surge una metáfora que va a representar la pro-mesa de “progreso” a partir de la correcta distribuciónde la “riqueza nacional” petrolera: la idea de sembrarel petróleo.

Dicha idea, formulada en su contenido en la obra deAlberto Adriani –quien fuera ministro de agricultura ycría, y posteriormente de hacienda en el gobierno deLópez Contreras–, pero sistematizada y bautizada pos-teriormente por Arturo Uslar Pietri en 1936, nos remitea la posibilidad de que el petro-Estado –quien es el ges-tor monopólico de la “siembra”– tome parte de la rentapetrolera para la inversión en áreas productivas que

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sur del mismo como un territorio poco inter-venido. Este proceso de transformación geo-gráfica supone la conformación de lo quehemos llamado la territorialidad del capita-lismo rentístico26.

Por último, y no menos importante, se fueproduciendo una estructuración de procesosde reproducción cultural acorde al sistemaextractivo petrolero, lo que Rodolfo Quin-tero llamó la cultura del petróleo27. En laszonas privilegiadas de los campos petrole-ros, y en las grandes ciudades –los nuevoscentros de la actividad económica–, se vanimponiendo nuevos estilos de vida que aso-ciaban el “progreso” con lo extranjero, altiempo que se estructuraba un mercado in-terno con una creciente demanda que era ne-cesario cubrir con artículos importados,debido a la imposibilidad de hacerlo conuna escasa producción nacional, sobre todode artículos relacionados al lujo y que pocoa poco calarían en las expectativas sociales,

finanza internacional. Ya ninguno de los viejos gruposrurales ejercerá influencia determinante en el país23.Con Gómez se produce una intensificación de la histó-rica concentración de tierras, donde resalta ahora laconstitución de un grupo de terratenientes “petrole-ros”, quienes recibían regalías por la explotación de pe-tróleo en sus terrenos e invertían dichos capitales en elcomercio urbano24. La tierra rural y urbana jugaron unpapel fundamental en la formación de los sectores po-derosos del capitalismo rentístico venezolano.

La instauración del capitalismo rentístico en Venezuelasupuso todo un radical reordenamiento del territorionacional, dándole sentido a los espacios geográficos entorno al modo de acumulación de capital del extracti-vismo petrolero. El hundimiento de la producción delcampo –con el café a la cabeza– se conjugó con la im-plantación de los campos petroleros –Zulia y Falcón afines de la década de 1920, y Anzoátegui, Monagas,Guárico y Bolívar en la década de 1930–25, núcleos detransformación colonial que se proyectan hacia la cre-ación de ciudades petroleras, la expansión de las gran-des ciudades tradicionales del país, manteniéndose el

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2233.. Rangel, Domingo Alberto. «Introducción», en: La oligarquía del dinero.2244.. Maza Zavala, op.cit. p. 1362255.. Carrera Damas (coord.), op.cit. 2266.. Terán Mantovani, Emiliano. Las coordenadas urbanas del conflicto político actual en Venezuela.2277.. Cfr. Quintero, Rodolfo. Antropología del petróleo.

III. Consolidación del capitalismo ren-tístico venezolano (1936-1958) hasta lanacionalización del petróleo en Vene-zuela (1976)

La muerte de Juan Vicente Gómez inauguraun nuevo reordenamiento político y la con-solidación del capitalismo rentístico. La mo-dernización impulsada por la aparición delpetróleo en Venezuela se proyectó tambiénen la producción cultural y de subjetividad,una creciente proletarización y occidentali-zación social, así como en la hegemonía so-cioeconómica del espacio urbano, lo que abrecamino al surgimiento del «problema de lasmasas» en el país, a la aparición política dela noción contemporánea de “pueblo”, esasubjetividad que va siendo perfilada en tornoa los ideales y expectativas de la ilustración yel estilo de vida occidental, y que representa

versos grados y con sus hibridaciones), con unpredominio presidencialista, con un caráctercivilizatorio, y con un nuevo rol de empresa-rio en la economía nacional. A medida queavanza este período –primordialmente en lasegunda posguerra–, se expanden las inver-siones económicas como signos del desarrolloconsciente de un Estado productivo31, la defi-nición de ciertas empresas de materias primascomo industrias “básicas” de interés nacional,y con Pérez Jiménez se proponen políticas desustitución de importaciones (PSI).

La expansión de la economía y de la de-manda internacional de petróleo después dela Segunda Guerra Mundial, permitirán unamayor acumulación de capital para el país, yel manejo de una renta cada vez más ampliaque constituirá la base material para la emer-gencia del mito de la prosperidad y la abun-dancia económica nacional, y que haráfuncional un “modelo” de desarrollo y deejercicio del poder por muchos años, el cualva a entrar en crisis en la década de losochenta. La renta petrolera ahora podría ten-

der un puente entre el deseo, el imaginario social y sucosificación, siendo los petrodólares el combustible dela llama de la grandeza nacional.32

A partir de 1958, y en el marco del llamado «Pacto dePunto Fijo», una coalición de los partidos de masas AD,Copei y URD, junto a la élite local del sector de negociose importantes intereses empresariales estadounidenses,se propone un esquema de soberanía nacional bajo elmodelo liberal/neocolonial de la “democracia represen-tativa”, concibiendo ontológicamente al sujeto con fa-cultades para ejercer la libertad, pero solo teniendosentido político si está controlado por el ente estatal, loque implica la configuración de nuevos mecanismos dedominación, de la manufactura del consenso y de la re-presión selectiva, en el marco de un sistema que estarádominado por dos partidos, AD y Copei.

En este sentido, el papel del petro-Estado es central, pueses el instrumento político que permite encubrir el pro-blema de la dominación internacional y social del capital,de la desigualdad y la colonización territorial de la natu-raleza que produce, fundamentalmente con dinero y na-rrativas, por lo cual la promesa de “desarrollo” y la ilusiónde riqueza es mantenida artificialmente por la renta.

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nen en la representatividad de los sistemaselectorales y en los procesos redistributivosde la renta petrolera en la sociedad.

En ambos casos, el impulso de la moderniza-ción de Venezuela requería imperiosamenteel aumento de los ingresos petroleros, lo quesupondrá disputarle las participaciones enlas ganancias a las compañías extranjeras,con sus respectivas implicaciones y conse-cuencias. Se configura así un petro-Estadoque va generando acuerdos para armonizarsus relaciones con las compañías extranjeras,estableciéndose una participación por partesiguales (50-50) en los ingresos petroleros30

(Ley de Hidrocarburos 1943, gobierno deMedina Angarita).

La consolidación del petro-Estado venezolanoen el postgomecismo se produce a su vez porel impulso a procesos de institucionalizacióny racionalización administrativa, configurán-dose la forma de un Estado interventor (en di-

permitan romper con la dependencia y garanticen la“evolución” del país. La concepción de la siembra delpetróleo inicialmente se orientaba hacia la agricultura,pero a partir de la segunda posguerra (1945+) centrabasus objetivos a la industrialización y el “desarrollo”.

Esta idea, al reconocer el aspecto parasitario y depen-diente de nuestro capitalismo rentístico, ha sido unatesis defendida y utilizada constantemente en la polí-tica partidista nacional prácticamente por todos loscontendientes al control del petro-Estado, aunque seande las más distintas ideologías y tendencias28, y se haconstituido en el eje central de la estrategia de moder-nización en Venezuela29.

El modelo militar positivista dirige el mantenimiento delsistema hacia la represión social (en diversos grados,siendo la dictadura de Pérez Jiménez la más recia) y laconstrucción de importantes obras de infraestructura(como signos físicos y visibles de la modernidad, lle-gando también en la dictadura de Pérez Jiménez a su clí-max); en cambio, la materialidad de la alianza populistay de la posibilidad de disipar la rebelión social se sostie-

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2288.. De Lisio, Antonio. La «riqueza natural» en la imagen de Venezuela. Variaciones históricas del uso político-retórico de una idea funda-cional. p. 222244.. Maza Zavala, op.cit. p. 1362299.. García Larralde, Humberto (coord.) Cuadernos del Cendes. p. 1762266.. Terán Mantovani, Emiliano. Las coordenadas urbanas del conflictopolítico actual en Venezuela.3300.. Cfr. Baptista, Asdrúbal. El relevo del capitalismo rentístico: hacia un nuevo balance de poder. pp.316-318

3311.. Coronil, Op.cit. p. 2093322.. Terán Mantovani, El fantasma de la Gran Venezuela. p.123

!

versos rubros de la producción tales como labanca, el sector inmobiliario, la producciónindustrial como cerveza o cemento, o el sec-tor comercio y servicios, que articulan laagricultura a esta industria monopolizada,que se reproducen en alianza con el capitaltransnacional –accionista de las grandes em-presas y bancos venezolanos–, que provie-nen de las tradicionalmente poderosasfamilias como los Vollmer, los Mendoza, losPhelps o los Boulton, quienes absorben grancantidad de empresas y capitales, y queahora tienen la capacidad de pugnar contracualquier resistencia que pueda presentarseen el seno del petro-Estado37.

A pesar de que las PSI lograban satisfacer lademanda interna de bienes de consumo –un87% de la misma, aunque no era así respectoa los bienes intermedios38–, a fines de la dé-cada de los sesenta, comenzaba a producirseuna pérdida de dinamismo de la economíanacional (y de las exportaciones), y una des-

aceleración del crecimiento industrial, provocándoseuna situación de estrangulamiento, debido a que, entreotras cosas, se estaba dirigiendo buena parte de la rentaa este proceso de sustituciones, en detrimento de la dis-tribución para el consumo, lo que provocaba que no segeneraran ingresos internos suficientes que sirvieranpara compensar en el circuito económico, el resultanteincremento de la capacidad productiva39.

El boom petrolero de 1973 representó un punto de in-flexión para el desarrollo del capitalismo rentístico ve-nezolano, al generar gigantescos ingresos fiscales a laadministración de Carlos Andrés Pérez (CAP) –un im-presionante 40% del PIB en ingresos en 197440–, quedesbordarían la capacidad metabólica de absorciónque tiene la economía nacional. Se ensanchó el mer-cado interno, al tiempo que se expandían como aluci-nación las metas y proyectos de “desarrollo”41 –CAPprometía la «Gran Venezuela»–, inundando de divisasla economía, lo que va a provocar los típicos males dela llamada “enfermedad holandesa” –el también lla-mado en su tiempo «Efecto Venezuela»–, profundi-zando los males endémicos de nuestro capitalismo

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hacia la sustitución de importaciones, la cre-ación de un conjunto de industrias básicas enmanos del Estado, y la modernización delcampo y de una serie de instituciones34.

El petro-Estado servirá como correa de trans-misión poniendo en manos de la burguesía larenta petrolera en nombre del desarrollo in-dustrial, y facilitando así los procesos de acu-mulación de capital de la misma. En buenamedida, la burguesía venezolana es una cre-ación de la institución estatal35. El progresivoasentamiento del capitalismo rentístico va agenerar que éste sea “capturado por el di-nero”, en la medida en la que los negocios depequeños círculos oligárquicos ahora depen-derían de la renta petrolera captada por él36.

Durante el proceso de fomento de la indus-tria nacional por las PSI, se beneficiaron a di-versas familias o sectores económicos, através de medidas proteccionistas, concesio-narias, tributarias o crediticias selectivas. Seconstituyen así monopolios nacionales en di-

A partir de 1958 se va rompiendo el equilibrio en lasparticipaciones existentes entre el Estado y las com-pañías extranjeras en el negocio petrolero, a favordel primero, mediante la modificación de las obliga-ciones tributarias impuestas a dichas compañías33,proceso que con el tiempo apunta a expandirse, aso-mándose los primeros signos de la nacionalizaciónen el gobierno de Rafael Caldera (1968-1973). Dichoproceso va permitiendo que el poder del Estado seincremente, tanto a escala internacional (en 1960 seconstituye la OPEP y las concesionarias extranjerasdeben asumir este nuevo conglomerado geopolítico);como a nivel doméstico, teniendo éste mayor mar-gen de maniobra para el ejercicio político nacional.

El modelo populista del petro-Estado venezolano cons-truye un nexo político con el pueblo por medio del di-nero de la renta, operando como un Estado interventory promotor del desarrollo, recurriendo también a laidea de «sembrar el petróleo». El objetivo anunciado delos planes en los gobiernos de Rómulo Betancourt, RaúlLeoni y Caldera, básicamente era aminorar la depen-dencia del petróleo, estableciendo en el país una econo-mía capitalista moderna e industrializada, orientada

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3333.. Baptista, op.cit.3344.. Cfr. Bautista Urbaneja, Diego. La política venezolana desde 1958 hasta nuestros días. pp. 12-133355.. Carrera Damas (coord.), op.cit. p. 1743366.. Coronil, pp. 108-109

3377.. Cfr. Rangel, «El perfil de los grupos», en op.cit.3388.. Carrera Damas (coord.), op.cit. pp. 177, 1853399.. Cfr. Baptista, Teoría económica del capitalismo rentístico. pp. 208-2094400.. Mommer, op.cit. p. 3204411.. Coronil, op.cit. p.409

década de los años 80. Los primeros síntomasrecesivos de la economía venezolana de finesde los 70, abren el camino a medidas de aus-teridad y liberación de precios, con posterio-res consecuencias de quiebras de empresas yaumento de las tasas de desempleo.

En 1982 se producía una brusca disminuciónde los precios del petróleo y un enorme dé-ficit fiscal, creándose una gigantesca fuga decapitales –entre 60 mil y 90 mil millones dedólares desde 197444–, que hizo que mante-ner el bolívar sobrevaluado fuese imposible,por lo cual, el 18 de febrero de 1983 se decre-taba el fin de la libre convertibilidad del bo-lívar y su devaluación en 30%, el llamadoViernes Negro, que iba a representar uncambio drástico en la repartición de la rentay su disminución en el acceso a ella, perosobre todo, una ruptura del imaginario so-cial de riqueza y prosperidad construido alo largo de décadas en la economía rentistavenezolana.

De esta forma, la deuda externa venezolana pasaba de49.099 millones de bolívares en 1978, a 93.661 millonesen 198345, lo que unido al aumento de la tasa de interésestadounidense –que pasó de 5% en 1977 a un impa-gable 20% en 198146–, provocaron que Venezuela en-trase en moratoria de pagos en los años 1983 y 1988, lallamada “crisis de la deuda”.

Este proceso provoca que el petro-Estado, que había na-cionalizado la industria petrolera y se redimensionaba así mismo –mayor autonomía, mayor control de la capta-ción rentística, mayor poder territorial47– asimile deforma más integral tanto los desequilibrios internos desu modo de acumulación, como las dinámicas geopolí-ticas propias de su carácter subordinado ante el mercadomundial y el sistema inter-estatal moderno48. El petro-Estado entonces, antes que gestionar el “desarrollo” y la“siembra del petróleo” (concepto que entra en crisis conel propio modelo), debe impulsar en las décadas de los80 y 90, una política para tratar de salir de la crisis.El endeudamiento era entonces una de las principalesherramientas para mantener viva la materialización delmito del “progreso” en Venezuela y debajo de éste, el

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provocaría que junto al papel productivo seuniera una ampliación del aparato financieroestatal, cumpliendo así éste un doble rol inte-grado. La capacidad financiera nacional es-taba centralizada en el Estado, desde dondese interconectó con sus empresas producti-vas, expandiendo cuantitativa y cualitativa-mente su rol en la lógica del capitalismorentístico.

IV. Configuración de la crisis del capi-talismo rentístico (1976-1999)

El estancamiento de los procesos de acumu-lación rentística, el segundo impacto históricodel llamado «efecto Venezuela» a raíz delboom petrolero de 1973, junto con la crisis eco-nómica global que comienza a desarrollarse apartir de la década de los años 70, dan cabidaa la configuración de la crisis del capitalismorentístico, que va a mostrar signos claros en la

rentístico, que abrirá el camino a la crisis del sistema yal endeudamiento externo masivo42.

Las presiones del capital extranjero para recuperar lastasas de ganancia a raíz de la crisis mundial capitalista,y la intensificación de la fusión de las élites del capitalprivado nacional con el Estado, llevaron a que el enfo-que del desarrollo abandonara progresivamente las PSIy se centrara en el fomento a las exportaciones para elmercado mundial43. La economía se estaba transnacio-nalizando y financiarizando, lo que impulsa a que seminimicen las barreras proteccionistas, se abra el accesoa los llamados “recursos naturales”, y se creen oportu-nidades de ganancia en el ámbito especulativo, incenti-vando a una caída de las inversiones productivas y unaavalancha de consumo de productos importados.

En este complejo contexto se produce la nacionalizacióndel hierro (1975) y el petróleo (1976), haciendo que ahorael Estado fuese el propietario territorial y productor di-recto, generando una renta del suelo internacional má-xima y ya no sólo el cobro de impuestos, lo que

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4422.. La llamada “enfermedad holandesa” tiende a expresarse en una apreciación de la moneda en el país donde se aloja un sector beneficiadopor un boom internacional de precios o de demanda, lo que produce una pérdida de competitividad de sus otras exportaciones. Las inver-siones tienden a dirigirse a dicho sector beneficiado, pues son más jugosas las ganancias, lo que para una economía capitalista rentista, ge-neralmente supone el fortalecimiento de los sectores extractivos, la afectación de los sectores industriales, y la preferencia política por laacumulación de riquezas por la vía de la captación de una renta (ahora más caudalosa), con el consecuente robustecimiento de la lógica dela expansión del gasto público indiscriminado y demagógico, y del consumo masivo de productos importados.4433.. Ibíd., p. 319

4444.. Op.Cit. p. 4234455.. Wexell Severo, Luciano. Economía venezolana (1899-2008). p. 2044466.. Harvey, David. Breve historial del neoliberalismo. p. 294477.. Cfr. Mommer, en Baptista. Teoría económica del capitalismo rentístico. p.XXII4488.. Cfr. Coronil, op.cit. p.316

En la medida en la que los males endémi-cos del capitalismo rentístico se agudizan,la tendencia a la polarización social se in-tensifica, como mecanismo de garantía deque los sectores poderosos del sistema ve-nezolano puedan mantener sus procesosde acumulación de capital. La situación decrisis del modelo comienza a mostrar ex-presiones de colapso con el estallido socialdel denominado «Caracazo», suceso queparte en dos la historia contemporánea deVenezuela, en la medida en la que el su-jeto-pueblo oprimido y excluido no sóloproduce un acontecimiento en el queavanza territorialmente y se apropia de lohistóricamente negado, sino que al mismotiempo comienza a configurar un imagi-nario social en el cual se hace evidente lapotencia biopolítica del marginado social,del habitante del barrio, que comienza areconocer su fuerza de enjambre50. Estanueva potencialidad política popular per-mea el esquema de la reproducción de lasoberanía nacional, abriendo un nuevociclo de luchas que se mantiene hasta laactualidad.

Los golpes de Estado de 1992, el primero de ellos conHugo Chávez a la cabeza; el creciente descontento y es-cepticismo social respecto al sistema político imperantedesde 1958, con el posterior fin del bipartidismo en1994 –victoria del «chiripero» con Rafael Caldera–; lacrisis financiera de 1994 –la peor de la historia venezo-lana–; y en general la situación de caos social del país,abrían las grietas de un modelo que ya no podía seguiradministrándose como se había hecho hasta entonces.

Hugo Chávez quien ya a mediados de los 90 era unafigura política relevante en Venezuela, comenzaba aconfigurar una reformulación discursiva que propo-nía reestructurar la cartografía de poder social/nacio-nal. Mientras que la cultura neoliberal, amparada enla caída del muro de Berlín en 1989 y el “fin de las ide-ologías”, intentaba hegemonizar nuevos paradigmasfilosóficos, epistemológicos y ontológicos donde pre-valece el individuo hedonista, el saber pragmático ytécnico, y el mercado contra la planificación centrali-zada, el discurso del Chávez de esta época, expresabala contradicción entre la lógica desterritorializada delcapital y la lógica territorial, en este caso encarnadaen el Estado; hacía del nacionalismo el componentemás fuerte de su simbología; determinaba una vueltaa la alianza popular y, con ella, proponía tipos de sub-

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marco jurídico de la nacionalización y redu-cir el poder del Estado de maximizar su par-ticipación en los ingresos petroleros49, paraofrecer una serie de facilidades al capital pri-vado tanto en la participación en las ganan-cias, en la capacidad de influencia en lasdecisiones, como en la producción petrolera.De esta manera, Venezuela se unió a la Orga-nización Mundial del Comercio (OMC) en1994 sin reservar ningún derecho especialcon respecto a su petróleo.

Estos procesos generalizados de acumulaciónpor desposesión estaban llevando la concen-tración de poder a niveles verdaderamentecomprometedores, teniendo a importantesgrupos económicos controlando el mercadonacional, monopolizando el comercio de in-sumos y el control de los medios de comuni-cación, y con la facultad de mando políticocomo poderes fácticos propios de un es-quema neoliberal, en el cual el Estado es mi-nimizado, mientras la gran mayoría de lapoblación, sumergida en la pobreza, veíacon profundo escepticismo y recelo las insti-tuciones “democráticas” venezolanas.

mantenimiento del esquema de poder neocolonialpuntofijista. El capital financiero iba debilitando cadavez más el histórico papel del petro-Estado, que pro-gresivamente se vería incapacitado para reproducir elmodelo del “pacto social”. Se estaba desplegando unproceso de desnacionalización de la economía.

Las nuevas estrategias de “desarrollo” del petro-Es-tado como el VIII Plan de la Nación o “Gran Viraje”(CAP II, 1989-1994) y la “Agenda Venezuela” (Cal-dera II, 1996) proponían una apertura a la globaliza-ción y transferir la gestión del capitalismo rentísticoa las fuerzas del mercado –con el tutelaje institucio-nal del Fondo Monetario Internacional–, a contra-pelo de las tendencias históricas en la configuraciónde la institución estatal venezolana desde el períodoposgomecista, que se había constituido en el marcode la construcción del nacionalismo petrolero y surol protagónico en la reproducción de la “soberaníanacional”.

En este contexto se impulsa una apertura territorial alos llamados “recursos naturales” a partir de la concep-ción de una “internacionalización” de PDVSA –en losaños 90, la llamada “apertura petrolera”–, con su obje-tivo posterior de privatizarla, para así desmantelar el

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4499.. Mommer, op.cit. p. 319 5500.. Terán Mantovani, Emiliano. Re-ocupar el chavismo: la ruta de los de abajo. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticias/2014/7/186718.pdf

Constitución de 1999– que apunte hacia nue-vas cartografías de poder en el esquema de so-beranía nacional, basado en un procesoconstituyente que implicó un importante in-volucramiento ciudadano en el mismo; y enlos principios de recuperación de los preciosdel petróleo –en 1999 se sufría el peor colapsoen 50 años de los precios en los mercados pe-troleros mundiales53–, buscando así la recone-xión de la función Estado-petróleo. La idea erafortalecer la disponibilidad de liquidez del Es-tado y dar sustento material al proyecto de in-clusión social que replantea el rol del mismo,y las nuevas figuras de participación política yeconómica popular, que proponían el prota-gonismo de ciudadanas y ciudadanos, y unEstado de justicia social.

El curso de la acumulación de capital en Ve-nezuela desde la llegada de la RevoluciónBolivariana ha estado determinado primor-dialmente por los factores históricos y cícli-cos que determinan la dinámica del

capitalismo rentístico: el tipo de composición políticadel petro-Estado, que en este caso impulsa políticas na-cionalistas; las condiciones del mercado energéticomundial, que tiende a tener un comportamiento cíclico,y que en este caso se monta sobre un proceso expan-sivo a raíz del auge de las materias primas impulsadapor los BRICS54, primordialmente China; y del tipo depotencialidades políticas populares y el carácter de lascoaliciones existentes, que en este caso está determi-nada por una fuerte alianza entre el presidente, buenaparte de sus círculos políticos y la mayoría de la pobla-ción históricamente excluida del sistema capitalistarentista, movilizada en un nuevo ciclo de lucha cuali-tativamente diferente a los anteriores.

Este primer período se va a desenvolver en medio deuna intensa disputa por la hegemonía del proyecto bo-livariano –donde destacan el golpe de Estado de 2002,el Paro Petrolero 2003, y el referéndum revocatorio2004–, en el cual dicho proyecto saldrá triunfador –principalmente a partir de su base popular– lograndoimponerse en el seno de la institucionalidad estatal yde la industria petrolera nacional, lo que le va a permi-

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mula el esquema de soberanía nacional. Estoocurre en un largo proceso que, hasta la ac-tualidad, no sólo no afecta la estructura capi-talista rentista de nuestro modelo desociedad, sino que en cambio lo profundiza.

Este período podríamos comprenderlo en 4etapas: una primera etapa de disputa por lahegemonía nacional (1999-2004), una se-gunda de clara hegemonía política del cha-vismo (2004-2009), una tercera deralentización de los procesos de transfor-mación (2009-2013), y una última en des-arrollo, de carácter profundamente inciertoa partir de la muerte de Chávez, pero queprimordialmente evidencia los síntomas deun modelo insostenible en el tiempo. Desdeuna mirada histórico-estructural, en Vene-zuela atravesamos una crisis de largo plazodesde fines de los 70 que ha sido continuahasta nuestros días, y expresa la entropíade nuestro sistema.

A partir de 1999, el renacer del petro-Estadodesarrollista se basa en la estructuración de unmarco normativo para la transición –la nueva

jetividades e identidades reivindicativas ante el mo-delo opresor; con esto sentaba los pilares de un pro-yecto que deseaba marcar una clara distinciónhistórica entre el pasado y algo nuevo que tenía quenacer51.

La precariedad social se expresa, a fines del período delgobierno de Caldera, con un 80% de pobreza, 39% depobreza extrema, 14% de indigentes, 15% de desem-pleo, 50% de empleo informal, 37% de desnutrición in-fantil y 30% de deserción escolar52. La reformulaciónde la cartografía política en el capitalismo rentístico pa-recía así inevitable.

V. Revolución Bolivariana, inclusión popular ysegunda oleada de la crisis del capitalismo ren-tístico (1999-actualidad)

La llegada de la Revolución Bolivariana como go-bierno, encabezada por el presidente Hugo Chávez, hatenido importantísimas implicaciones al impulsar di-versos procesos de cambio político, los cuales giran al-rededor del renacimiento del petro-Estadodesarrollista y el nacionalismo petrolero, junto con laconstrucción de una alianza política popular que refor-

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5511.. Chávez Frías, Hugo. «Pacto de Punto Fijo: El fin».5522.. Ochoa Henríquez, Haydée y Emilio Chirinos Zárraga. «Tendencias de la reforma del Estado venezolano en el gobierno de Chávez». s. p.

5533.. Mommer, op. cit. p. 3295544.. Los llamados “BRICS” representan las economías emergentes que han alcanzado importantes procesos de acumulación, y que en la ac-tualidad han logrado disputar influencia geopolítica al tradicional eje euroccidental hegemónico en el sistema-mundo (EEUU, UE y Japón).BRICS son las iniciales juntas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, donde China representa la potencia más fuerte, y que en la actualidades la primera economía del mundo.

volucionarias, que en algunos casos plan-tean profundos y radicales cuestionamien-tos políticos y axiológicos de rasgosanticapitalistas y decoloniales. La expan-sión desarrollista del capitalismo rentísticoestá en profunda correlación con la nece-sidad e impulso del sobredimensiona-miento de la cultura del petróleo, para asífavorecer tanto a las estructuras de poderdominantes, como la consolidación denuestra función dependiente en la Divi-sión Internacional del Trabajo.

2009 es el año en el cual, a raíz de la crisiseconómica global que se desarrolla desde2008, se comienza a configurar un procesode ralentización y estancamiento de losprocesos de transformación popular quese venían produciendo en el seno de la Re-volución Bolivariana. En este período, queculmina con la muerte del presidente Chá-

vez (2013), se hacen más visibles los factores históri-cos vulnerables del capitalismo rentístico nacional,que son determinados por los ciclos de las materiasprimas: un auge expansivo que genera el tercer im-pacto del llamado «efecto Venezuela» –o enferme-dad holandesa–, determinado fundamentalmentepor el llamado «efecto China»56, y los perniciososefectos posteriores, cuando comienzan a configu-rarse las tendencias contractivas de los precios mun-diales de los commodities (2008-2009 y 2014), queademás en la actualidad tiene un muy alto carácterespeculativo.

Cuando revisamos el componente porcentual de lasexportaciones desde el inicio de la Revolución Boli-variana, vemos que la tendencia es al incremento re-lativo de las exportaciones petroleras, en detrimentode las no petroleras. Si para 1999, las exportacionespetroleras representaban 79,5% del total de las mis-mas57, para el año 2012 éstas habían llegado a 96%58.El tipo de metabolismo del capitalismo rentístico ve-

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es dependiente de la figura-símbolo deldesaparecido presidente Chávez. Persigueel monopolio del control de la renta petro-lera y sus cadenas económicas. Estos sec-tores entran en disputa con la viejaburguesía tradicional/colonial que ha esta-blecido su poder sobre las históricas jerar-quías de clase y raza, y que desdetendencias derechistas persigue derribarlos obstáculos para el despliegue de la acu-mulación por desposesión y la restaura-ción neoliberal, en alianza con el bloqueoccidental.

Se mantiene en este proceso político unatendencia histórica a la modernización so-cial, a la urbanización geográfica, y la com-plejización territorial, y se proponenproyectos y dinámicas expansivas de acu-mulación y distribución de la renta petro-lera que presionan a una expansión delcapitalismo rentístico. En términos cultu-rales, esta expansión del capitalismo ren-tístico ha implicado la coexistencia, eincluso la hibridación, de la histórica cul-tura del petróleo, con una serie de ideas re-

tir sobredimensionar la trilogía petróleo-Estado-“pueblo”, capturando más renta, fortaleciendo al Es-tado y la alianza nacional-popular.

Entre 2004 y 2009, la política en Venezuela fluye de-terminada por la hegemonía del proyecto boliva-riano chavista, donde se profundiza y se consolidaun capitalismo rentista petrolero de intensa partici-pación estatal, que opera sobre la redistribución dela elevada renta extractivista proveniente del boominternacional de los commodities; el control estatalde algunas empresas estratégicas, del crédito y dela banca pública; y de la expropiación de tierras einmuebles, que nuevamente se redistribuyen enmenor proporción hacia mecanismos de asistencia einclusión social como las misiones, redes de distri-bución de alimentos, cooperativas y consejos comu-nales, entre otros; siendo ésta la base material de laalianza nacional popular entre el Estado Bolivarianoy el “pueblo”.

Del seno de este proceso, y en especial, de la clasegobernante, surge una burguesía corporativa55 fusio-nada al mando estatal y principalmente al sector mi-litar, que expresa las contradicciones a lo interno dela alianza chavista y que en términos de hegemonía

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5555.. Cfr. Denis, Roland. Las tres repúblicas. (Retrato de una transición desde otra política).

5566.. El llamado «efecto China» para América Latina supone que, a raíz del boom de los commodities iniciado la década pasada, donde el gi-gante asiático imprime la fuerza más determinante, se han generado fuerzas muy significativas que vinculan esta dinámica con la “repri-marización” de las economías de la región, es decir, una tendencia al incremento de la importancia relativa de las exportaciones de materiasprimas en detrimento de los sectores productivos. China ha dirigido sus inversiones en América Latina, principalmente a la extracción demateria prima. Sobre esto, véase: Terán Mantovani, Los rasgos del “Efecto China” y sus vínculos con el extractivismo en América Latina.5577.. Banco Central de Venezuela. «Informe Económico 1999». p. 175588.. Cfr. Banco Central de Venezuela. «Informe Económico 2012». p.23

la presión y organización popular –la mate-rialización de lo que Enrique Dussel ha lla-mado el «poder obediencial»60.

En este sentido, en procesos de transforma-ción de este tipo, no se puede pretender quesea el Estado quienes lo impulse, y en cambiose propone un proyecto territorializado queabandere una política no estado-céntrica, altiempo que vaya configurando nuevas insti-tucionalidades sociales articuladas que vayandesplazando a las tradicionales neocolonia-les, y que podrían apuntar a una confedera-ción de comunas, que operan en conexión conel Estado –¿un “Estado comunal”?–. Es esen-cial pues comprender que el objetivo de latransición debe ser el desplazamiento desdela sobredeterminación petrolera-capitalistarentística hacia configuraciones sociocomuni-tarias61.

Estas configuraciones sociocomunitarias sedesenvuelven en torno a un proyecto en elcual la fórmula de poder territorial gira alre-

dedor de la administración, autonomía local y autogo-bierno de los bienes comunes. Ciertamente, existen te-rritorios que han sido muy mermados en suscapacidades socioproductivas y ecológicas, por lo cualrequerirían asistencia exógena para sus procesos detransformación territorial. Sin embargo, hay que resal-tar que la transformación y colonización de la natura-leza y los territorios, para posteriormente captar unarenta monetaria, se traduce en realidad en una conta-bilidad que produce más destrucción de valor del queverdaderamente crea –devastación ambiental, des-igualdad social y destrucción cultural62–, por lo cual,antes de expandir el extractivismo, en nombre de unatransición de modelo, habría que tomar en cuenta doscosas:

a) Si reconocemos que la transfiguración de la natura-leza en dinero conlleva en cambio a una alienación dela riqueza, en todas las escalas espaciales sobre las quese debe operar para impulsar transiciones post-extrac-tivistas y post-capitalistas, es fundamental una polí-tica no monetaristocéntrica, o no centradaprincipalmente en la forma dinero. Hablamos enton-ces de ampliar la reproducción de la riqueza por apro-

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VI. Prefiguraciones de un modelopost-rentista, post-extractivista ypost-capitalista

En cualquier caso, coyuntura o condiciones,para los términos de una transformaciónemancipadora y profunda en vías a un mo-delo post-rentista, post-extractivista y post-capitalista, es fundamental reconfigurar larepresentación, construcción y ejercicio delpoder, donde prevalezca la soberanía territo-rial-popular sobre la soberanía nacional-es-tatal. Toda alternativa a este patrón de podermoderno-colonial debe ser impulsada funda-mentalmente desde esta forma de soberaníasocial territorializada, que representa la po-tencia constituyente del proceso históricoque hemos llamado “Revolución Boliva-riana” (1989-1999-hoy), siendo adicional-mente que cualquier política de transiciónque se realizase desde la institucionalidaddel Estado debe necesariamente surgir desde

nezolano procesa estos auges rentísticos desestimu-lando los factores productivos, se ensancha artifi-cialmente el mercado interno, se expanden los«modos de vida imperial»59, y se produce un augerelativo de las importaciones, la política estatal esatravesada por una lógica de agrandamiento y gastodesmedido, y por tanto, cuando inicia un períodode baja de los precios o demanda internacional delas materias primas, se profundizan los desequili-brios económicos, los balances deficitarios y losaltos niveles de endeudamiento externo, con conse-cuencias ya conocidas.

Con la muerte de Hugo Chávez, se abre un período degran incertidumbre, determinado por el carácter entró-pico del modelo capitalista rentista venezolano, queplantea las dudas sobre si se pueden mantener los ni-veles de acumulación creciente para responder alnuevo salto modernizador que se ha configurado en suseno, y que le exige un gasto público y una inversiónsocial en expansión, que no parece poder sostener en eltiempo bajo estas condiciones.

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5599.. En: Gago, Verónica. Sztulwark, Diego (2012). “No podemos pensar en salvar el planeta si no pensamos la emancipación social”. Entrevistaa Ulrich Brand. Brand sostiene acerca de los modos de vida imperial: “Es la pregunta por cómo se está universalizando un modo de vidaque es imperial hacia la naturaleza y las relaciones sociales y que no tiene ningún sentido democrático, en la medida que no cuestiona nin-guna forma de dominación (…) El modo de vida imperial no se refiere simplemente a un estilo de vida practicado por diferentes ambientessociales, sino a patrones imperiales de producción, distribución y consumo, a imaginarios culturales y subjetividades fuertemente arrai-gados en las prácticas cotidianas de las mayorías en los países del norte, pero también, y crecientemente, de las clases altas y medias enlos países emergentes del sur”.

6600.. Cfr. Dussel, Enrique. 20 tesis de política. pp. 37-426611.. Cfr. Prada, en: Lang, Miriam y Dunia Mokrani. Más allá del desarrollo. p. 254.6622.. Cfr. Terán Mantovani, Desnudar al extractivismo: repensar el origen y destino de la riqueza. Discponible en: http://www.rebelion.org/no-ticia.php?id=191979

tural más amplia que la de gobierno-oposición.Al respecto, si reconocemos que la subjetividadcontrahegemónica más potente y masiva de lahistoria del capitalismo rentístico venezolanoes el «chavismo», es necesario delimitar clara-mente su carácter popular y emancipador desus formas burocratizadas.

Por último, en términos de instituciones gu-bernamentales tradicionales, es fundamentalrevisar y apelar los diversos mecanismos dedistribución de la renta, para comenzar adesmontar, uno a uno, los incentivos queestán instalados en la economía nacional,que promueven formas de consumo de ener-gía y mercancías insostenibles, y que son losque generan los desestímulos a formas deproducción y relación social, territorial y co-munitaria, además de fortalecer al petro-Es-tado y a las burguesías comerciales65.

Existen diversas políticas de desconexión yautocentramiento regional, que deberían nosolo estar articuladas con las iniciativas socio-comunitarias ya mencionadas, sino tambiéndar una prioridad a la soberanía alimentaria,

a partir de la complementariedad con otros países alia-dos, un regionalismo crítico.

En la actualidad está abierta una compleja disputa porel destino del capitalismo rentístico venezolano, con lospeligros que, en plena crisis civilizatoria, se pueda re-abrir un nuevo período de acumulación por despose-sión masiva. El carácter transnacional de los conflictosregionales y nacionales, la multiplicidad de dispositi-vos de ataque político al petro-Estado, y las disputasgeopolíticas territoriales, son trascendentales en estosprocesos. Pero las potencialidades formadas en el senodel proceso de la “Revolución Bolivariana” pueden ge-nerar contrapeso, resistencia y alternativas a esto, fun-damentalmente desde el campo popular.

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a) Dado lo complicado que sería movilizar aal menos parte de esta población hacia zonasmás rurales, es completamente necesarioasumir, desde ya, la idea de produccionesagrícolas de pequeñas escalas en las propiasciudades, tomando como un buen referenteel caso cubano que surgió a partir del lla-mado “Período Especial”. Lo mismo aplicapara otras expresiones de la vida cotidiana,como la movilidad, la ocupación territorialurbana, nuestra relación con la naturaleza ylos bienes comunes, etc, lo que pone sobre lamesa retos de muy gran tamaño;

b) es totalmente imperioso impulsar una revo-lución cultural y la construcción de una nuevahegemonía en este sentido. Esto apunta a laconfiguración de nuevas narrativas, más allá dela lógica del capitalismo rentístico y la culturadel petróleo, que deben ser impulsadas funda-mentalmente desde los movimientos popula-res, quienes recrean desde sus prácticas yexperiencias, cómo podrían ser, o como dehecho son, las formas y mecanismos mediantelos cuales las alternativas se concretan en el te-rritorio. Esto supone entonces una disputa cul-

piación social de procesos63, que persiga vencer la inter-mediación que se instituye en el proceso de alienaciónde la riqueza entre la naturaleza, el territorio y el tra-bajo, y que se puede proyectar tanto a las políticas pú-blicas, como a las estrategias de los movimientossociales y organizaciones populares, en pro de cons-truir tejido autogestionario;64

b) antes de pensar en aumentar la extracción petroleray minera para captar más renta, es esencial compren-der que en primera instancia el problema no es cómocaptar más, sino cómo se distribuye la que tenemos.

Habría por tanto que atender a peticiones y exigenciasde moratorias de proyectos extractivos y desarrollistasen el país que no responden a las necesidades de la po-blación ni de la transición, como el «Arco Minero deGuayana», los planes de expansión de la explotacióncarbonífera en la Sierra de Perijá (Estado Zulia), e in-clusive zonas ecológicamente más sensibles en la FajaPetrolífera del Orinoco.

Es también fundamental tomar en cuenta la realidad ac-tual de la territorialidad del capitalismo rentístico vene-zolano: casi 90% de la población vive en ciudades. Estosupone enormes desafíos, de los cuales resaltamos dos:

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6633.. Cfr. Terán Mantovani, La crisis del capitalismo rentístico y el neoliberalismo mutante (1983-2013). p.256644.. Cfr. Terán Mantovani, Desnudar al extractivismo: repensar el origen y destino de la riqueza.

6655.. Para más detalle sobre transiciones a partir de los mecanismos de distribución de la renta, véase: Terán Mantovani, Del debate del preciode la gasolina a los primeros pasos de una transición post-rentista.

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El genoma económico delcapitalismo rentístico es portador de pato-logías que es necesario comprender y con-trolar. Al ser el Estado el propietario delpetróleo, éste capta una renta que luegodistribuye entre los factores internos. Laprimera alteración radica en un súbito in-greso que confiere una capacidad de com-pra superior a la que resulta de distribuir elingreso generado por el esfuerzo produc-tivo interno. La inyección de esta renta a lacirculación doméstica origina una de-manda que no puede ser abastecida por elaparato productivo local. Ante la consi-guiente presión inflacionaria, se recurre alanclaje cambiario para abaratar las impor-taciones, las cuales terminan desplazandola producción nacional. Con la caída de los

precios del petróleo, los ingresos fiscales sehan tornado insuficientes, lo cual sentenciael agotamiento del neo-rentismo socia-lista. Si bien este modelo se basó en la in-versión social de la renta petrolera, lejos deexpresar auténticos valores socialistas exa-cerbó la mentalidad rentista que esperaque todo lo pague el petróleo. El neo-ren-tismo podrá superarse a través de nuevasformas de propiedad social bajo control delos trabajadores que permitan dignificar eltrabajo y transformar la cultura rentistaque pretende vivir de ingresos que no sonfruto del esfuerzo productivo, en unanueva cultura sustentada en el principiosocialista que propone: “de cada quiensegún su capacidad y a cada cual según sutrabajo”.

Intentos de transformación de la cultura productiva

Víctor Álvarez R. y Davgla Rodríguez A.

PetróleoExtractivismoNeo-rentismoSobrevaluaciónIndustriaPa

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“El capitalismo rentístico (…) tiene en lo fun-damental tres elementos definitorios. En pri-mer lugar y por encima de todo, es una formade desarrollo capitalista. En segundo lugar, esuna forma de desarrollo de un capitalismonacional, favorecido, significativa y sosteni-damente, por una renta internacional de latierra. Presupone, pues, que la economía na-cional en cuestión se halla inserta en un mer-cado mundial ya altamente desarrollado.Tercero, esta renta internacional de la tierracorresponde, en una primera instancia, al Es-tado. Estos elementos definitorios conformanuna jerarquía respetada rigurosamente a lolargo del análisis”. 1

En una economía capitalista normal, el in-greso generado en la actividad productiva sedistribuye entre los factores del capital y eltrabajo. Así, la ganancia y el salario se pre-sentan como la justa retribución de lo apor-tado por cada cual, cuando en realidad elfactor capital se apropia del plusvalor gene-rado por el trabajador. En todo caso, en el ca-

pitalismo clásico el valor agregado se distribuye en laforma de salarios y beneficios, y la distribución del in-greso responde a la lógica explotadora del modo deproducción capitalista, en la que el plustrabajo gene-rado por los obreros queda en manos de los capitalistas.

Por lo tanto, en presencia de una renta internacional,los montos absolutos y las proporciones de las ganan-cias y los salarios suelen resultar considerablemente al-teradas, toda vez que la renta captada por el Estado esluego distribuida entre los factores económicos y so-ciales internos. Una economía rentística es capaz decapturar un cuantioso plusvalor internacional, el cualno pagan los factores nacionales sino que se reparteentre ellos a través de un conjunto de mecanismos dedistribución que le son propios única y exclusivamentea una economía rentística, a diferencia de aquellas eco-nomías en las que solo se distribuye lo que se produce.En las condiciones de una economía rentística, la ri-queza a distribuir no será solamente la derivada delvalor agregado por el esfuerzo productivo interno, sinoque habrá de sumársele el provento rentístico .

De allí que, al distribuir la renta, tanto la ganancia capi-talista como los salarios de los trabajadores se verán in-

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desconocimiento de la lógica que rige el mo-delo extractivista-rentista, generalmente llevaa desencadenar las patologías que le son inhe-rentes, particularmente su inercia a reprodu-cirse y ampliarse, con el consiguiente freno ala transformación productiva que la propiaRevolución Bolivariana se plantea.

Las páginas siguientes están dedicas al aná-lisis de estas tensiones y contradicciones. Alfinal, aportamos algunas propuestas con elánimo de contribuir al debate sobre el diseñoy ejecución de nuevas políticas y estrategiasque faciliten y aceleren el tránsito del capita-lismo rentístico y exportador hacia un nuevomodelo productivo socialista y exportador,en función de consolidar la construcción deuna economía alternativa bajo el control delos trabajadores directos y de la comunidadorganizada, como vía para erradicar las cau-sas estructurales que generan desempleo,pobreza y exclusión social.

I. Distribución de la renta vs. Culturaproductiva

En su obra Teoría económica del capitalismorentístico, Asdrúbal Baptista explica que:

Introducción

La Revolución Bolivariana se ha planteado como retoimpulsar la transición del capitalismo rentístico haciaun nuevo modelo productivo socialista. La reivindica-ción de un precio justo para el petróleo y el aumento delas regalías como el cobro por la liquidación de un re-curso natural no renovable, generó cuantiosos recursosque -si bien ha permitido financiar la inversión social yobtener importantes avances en la lucha contra el des-empleo, la pobreza y la exclusión-, también ha gene-rado tensiones que frenan la marcha de latransformación productiva.

En el caso del modelo extractivista-rentista venezolano,el Estado –al ser el propietario de las riquezas del sub-suelo-, recibe una renta cuyo contenido económico es lacaptación de un plusvalor internacional, la cual distri-buye luego en favor de los factores económicos y so-ciales internos. La percepción de esta renta y losmecanismos que se utilizan para su distribución, soncausa y efecto de una serie de patologías que puedenmantenerse en estado latente o desatarse con toda sufuerza y dimensión.

Dicho de otra forma, el genoma económico del modeloextractivista-rentista es portador de potenciales patolo-gías que es necesario comprender para evitar su esta-llido o mantener bajo control sus efectos perniciosos. El

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11.. Asdrúbal Baptista. Teoría económica del capitalismo rentístico. Pág. XVII.22.. Una exhaustiva y clara explicación de cómo se distribuye la renta petrolera entre el capital y el trabajo se encuentra en Asdrúbal Baptistay Bernard Mommer: “Renta petrolera y distribución factorial del ingreso”

{Capitalismo Rentístico

!!

propiedad pública. Si vende los dólares ba-ratos, entonces entrega más poder de compraexterno del que recibe a través de unos bolí-vares que no compran lo mismo en el mer-cado interno. Por eso, la sobrevaluación de latasa de cambio permite comprar baratoafuera, lo que resulta más caro adentro. Talcomo lo plantea Asdrúbal Baptista: “(…) enla sobrevaluación de la tasa de cambio, tienela economía rentística un mecanismo eficaz,por pacífico y popular, para la distribucióndoméstica de la renta internacional”3.

Cuando el 95 % del ingreso en divisas pro-viene de una renta internacional -y no de ex-portar bienes con valor agregado nacional-encontrar una tasa de cambio que exprese laproductividad de la economía real no es unatarea fácil, ya que el abundante ingreso endivisas no es consecuencia de los niveles deproductividad alcanzados por el aparatoproductivo del país, sino de la actividad ex-tractiva que genera dicha renta. El Estado-propietario recibe unos dólares del resto delmundo que no tienen una contrapartida enel esfuerzo productivo interno, por lo que su

venta, generalmente, se hace a un precio o tasa de cam-bio que no tiene nada que ver con la productividad na-cional.

Como la tasa de cambio oficial suele ser muy baja, losbolívares convertidos en dólares tienen un poder decompra mayor en el mercado externo que en el mer-cado nacional, razón por la cual se implanta una ten-dencia a comprar afuera lo que bien pudiera generarsecon el esfuerzo productivo interno. Y a esa tasa de cam-bio tan baja, la producción nacional no tiene opción derealizarse en el mercado internacional, ya que parapoder cubrir los costos domésticos y obtener una ga-nancia razonable necesitaría una mayor cantidad debolívares por cada dólar exportado.

En la economía rentística venezolana, el intercambiode bienes con otro país no se hace según una tasa decambio que exprese la productividad relativa de laseconomías que participan en la relación comercial. Poreso, una de las más peligrosas distorsiones en el ADNdel modelo extractivista-rentista la genera un ingresoen divisas que no es fruto del esfuerzo productivo in-terno. Este súbito ingreso confiere a los actores econó-micos y sociales internos una capacidad de comprasuperior al valor que genera su propia actividad pro-

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LLAA SSOOBBRREEVVAALLUUAACCIIÓÓNN DDEE LLAA TTAASSAA DDEE CCAAMMBBIIOO

La tasa de cambio equivale al monto de mo-neda nacional que se entrega por cada uni-dad de divisa extranjera. Entre doseconomías normales (sin la distorsión del in-greso rentístico) la tasa de cambio suele estardeterminada por la productividad de cadauna, toda vez que en el proceso de intercam-bio comercial lo que pasa de un país a otroson bienes y servicios. Por lo tanto, la expre-sión monetaria que relaciona y hace equiva-lentes los diferentes niveles deproductividad es la tasa de cambio.

Así pues, el canje de bolívares por dólares noes otra cosa que el intercambio de capacidadesde compra externa e interna. En consecuen-cia, la sobrevaluación del bolívar terminasiendo un mecanismo a través del cual sedistribuye la renta petrolera. Dicho de otraforma, permitir a través de una baja tasa decambio que los bolívares convertidos en di-visas compren más afuera que adentro, esuna manera de distribuir la renta.

A través de la tasa de cambio oficial, el Es-tado propietario del 95 % del ingreso en divi-sas pone en manos privadas la renta que es

crementados por encima de los niveles que en sentidoestricto les corresponden, de acuerdo a los niveles deproducción y productividad internos. Las proporcionesen las que se repartirá la renta entre capital y trabajo de-penderán de la orientación política de izquierda o dederecha que muestren los gobernantes que logren con-trolar el poder ejecutivo y la estructura del Estado a tra-vés de la cual se canaliza la distribución de la renta.

En todo caso, lo que hay que dejar claro es que la rentapetrolera no la pagan los factores económicos y socialesinternos, sino que es captada por el Estado propietarioen el mercado internacional, para ser luego distribuidaen favor de los actores que pugnan por lograr unamayor proporción de la misma a través de diferentesmecanismos. En relación con los mecanismos de distri-bución de la renta, su agotamiento o revitalización de-penden del comportamiento errático de los precios delpetróleo en el mercado internacional. La abundancia oescasez de divisas determina, a su vez, el recurrenteciclo que tiene la economía venezolana de entrar en pe-ríodos de sobrevaluación-devaluación-sobrevaluación,los cuales tienden a ser más o menos prolongadossegún sea la duración del auge o caída de los precios depetróleo.

Veamos a continuación como influyen los mecanismosde distribución de la renta en la mediatización o anu-lación de la cultura productiva.

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33.. Véase: Asdrúbal Baptista. Teoría económica del capitalismo rentístico. p 166

!!

Renta, un arancel más alto y sin tantas exo-neraciones, o aplicaría impuestos indirectosmás altos a la gasolina, a los licores y a loscigarrillos.

Por lo tanto, en la baja presión fiscal tam-bién se encuentra otro mecanismo de distri-bución de la renta petrolera que se acentúaen períodos de auge rentístico, cuando losprecios del petróleo suben y el país obtieneun abundante ingreso fiscal de origen pe-trolero. En esas circunstancias, el Gobiernono necesita aumentar la presión fiscal a losdemás agentes económicos para obtener losrecursos fiscales que la abundante renta pe-trolera le provee, razón por la cual se res-tringen los incentivos para impulsar unapujante y próspera actividad productivaque contribuya con el pago de impuestos alingreso fiscal.

En efecto, en Venezuela las finanzas públicasno se nutren de los impuestos que pagan loscontribuyentes. El Estado, al ser el propietariodel 95% de las divisas que ingresan al país,tiende a venderlas a una tasa de cambio ofi-cial que le reporte ingresos fiscales suficientespara cubrir los requerimientos del presu-puesto nacional, en lugar de hacerlo con base

a la productividad de la agricultura e industria naciona-les. Para el Estado rentista, cuyo ingreso fiscal dependemás de la tasa de cambio que de los impuestos quepagan los contribuyentes, la cotización de la divisa semueve según sean las necesidades de ingresos fiscalesy no por la necesidad de proteger el aparato productivonacional de las importaciones baratas que lo desplazany lo arruinan, o para apoyar la competitividad cambiariade las exportaciones no petroleras.

A diferencia de lo que ocurre en otros países donde sepecha con impuestos a los que más ganan para redistri-buirlos en beneficio de quienes menos tienen, en el mo-delo rentista venezolano lo más importante no es laredistribución del ingreso que se genera a raíz del es-fuerzo productivo, sino la distribución de la renta quese captura en el mercado internacional. En condicionesde un abundante ingreso rentístico, el Estado no nece-sita de los impuestos que pagan los ciudadanos y, porlo tanto, tiende a gobernar desde la autosuficiencia quele concede tan extraordinaria fuente de ingresos, loscuales distribuye a través de distintos instrumentosque adicionalmente le sirven de mecanismos de controly dominación.

Adicionalmente, al no depender de los impuestos quepagan los contribuyentes, el gobierno se libera de losreclamos y exigencias de la ciudadanía por una mayoreficiencia y transparencia en el manejo del presupuesto

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dólar subsidiado, se facilita y promueve laimportación ventajosa de toda clase debienes que inhiben y desplazan la produc-ción nacional, perjudicando los objetivos dela transformación productiva. Si un meca-nismo para distribuir la renta petrolera se haprofundizado en la V República, al extremode crear distorsiones sin precedentes en elfuncionamiento de la economía y de la so-ciedad venezolana, este ha sido precisa-mente el bajo precio oficial de la divisa, locual ha dado al traste con los objetivos de lapolítica económica de impulsar el tránsitodel capitalismo rentístico e importador enun nuevo modelo productivo socialista y ex-portador.

LLAA BBAAJJAA PPRREESSIIÓÓNN FFIISSCCAALL

La baja presión fiscal que prevalece en Vene-zuela también es un mecanismo de distribu-ción de la renta petrolera. Un Estado o unFisco necesitado de más recursos para cubrirel gasto público, para cubrir las necesidadesinternas, seguramente tendría en vigenciaun Impuesto a los Activos Empresariales otendría una tasa de Impuesto al Valor Agre-gado más alta, un mayor Impuesto sobre la

ductiva. La inyección de esta renta internacional a lacirculación nacional origina una creciente demandaque no puede ser abastecida por el precario aparatoproductivo local. Y entre producir e importar, se sueleapelar al expediente fácil de comprarle al resto delmundo, lo que con esfuerzo y constancia debería pro-ducirse nacionalmente.

El mal manejo de la política cambiaria suele inhibir yfrenar el crecimiento de la agricultura e industria na-cionales, impidiendo así la transformación produc-tiva. Cuando se acentúa y prolonga la sobrevaluaciónde la tasa de cambio, el impacto negativo de las cre-cientes importaciones en contra de la producciónlocal se recrudece. El nivel en que se fija la tasa decambio dependerá del objetivo que persiga la políticaeconómica:

1. Si el objetivo es mantener bajos los precios, la tasa decambio será baja.2. Si se trata de proteger la producción local, la tasa decambio será alta.3. Si hay necesidad de generar nuevos ingresos fiscalesse devaluará.

En síntesis, a través del intercambio desigual en el mer-cado de divisas, el Estado transfiere la renta petroleraa quienes compran la divisa barata. Pero, la consecuen-cia no deseada es que al prolongarse en el tiempo este

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para el año 2014 hasta 7 .830 MMPCD y en elaño 2019 a 10 .494 MMPCD.3 .1 .2. Desarrollar la Faja Petrolífera del Ori-noco, para alcanzar, mediante las reservasprobadas, ya certificadas, una capacidad deproducción total de 4 MMBD para el 2019, enconcordancia con los objetivos estratégicosde producción de crudo, bajo una política am-bientalmente responsable.4

Nadie puede cuestionar la importancia dehaber recuperado la soberanía de los recursosnaturales para reorientar la renta petrolera enfunción de derrotar los terribles flagelos deldesempleo, la pobreza y la exclusión social;pero también es necesario reconocer que elmodelo de acumulación extractivista-rentistasigue siendo el sostén económico del Go-bierno Bolivariano, tal como lo era en la IV Re-pública. Al igual que gobiernos anteriores, semantiene la esencia del modelo extractivista,explotador y depredador de la naturaleza, lle-gando incluso a platear la duplicación de laextracción de petróleo, al llevarla de 3,3 a 6 mi-llones de barriles diarios.

DDUUPPLLIICCAARR LLAA EEXXTTRRAACCCCIIÓÓNN NNOO AAYYUUDDAA AA DDEEFFEENNDDEERR LLOOSSPPRREECCIIOOSS DDEELL PPEETTRRÓÓLLEEOO

En materia de política petrolera, el objetivo cardinal delGobierno Bolivariano ha sido reivindicar precios másjustos para el petróleo, los cuales suelen ir a contrapelode maximizar la extracción del recurso. En la lógica delmercado petrolero, estos objetivos son contradictorios:el aumento desmesurado de la producción general-mente provoca una baja en los precios y viceversa.

De allí que la política del Gobierno Bolivariano decontrolar y racionalizar la extracción de petróleohaya sido motivada más bien por el interés de maxi-mizar la renta petrolera y no como una estrategiapara iniciar la transición de Venezuela hacia el post-extractivismo. Las variaciones del peso del petróleoen la economía venezolana no son el resultado de unaestrategia destinada a sustituir el modelo rentista poruno productivo, sino del comportamiento errático delos precios del crudo en el mercado internacional. Deallí que la reconstrucción de la OPEP y la recupera-ción de los precios del petróleo sean parte de la es-trategia para aumentar la renta que permita financiarlas políticas sociales, más no para profundizar el

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tractivista, explotador del ser humano y de-predador de la naturaleza, inercia que se evi-dencia en el “Plan de la Patria”, en cuyocontenido se ha planteado duplicar la extrac-ción de petróleo. De hecho, en el Gran Obje-tivo Histórico N° 3 que se plantea “Convertira Venezuela en un país potencia en lo social,lo económico y lo político dentro de la GranPotencia Naciente de América Latina y elCaribe, que garanticen la conformación deuna zona de paz en Nuestra América”, seaprecia una orientación marcadamente ex-tractivista, al duplicar la explotación de pe-tróleo de 3,3 a 6 millones de barriles diariode petróleo (bdp) . Veamos:

Objetivo Nacional 3 .1. Consolidar el papel de Venezuela comoPotencia Energética Mundial.Objetivos Estratégicos y Generales3.1 .1.Desarrollar la capacidad de produccióndel país en línea con las inmensas reservas dehidrocarburos, bajo el principio de la explo-tación racional y la política de conservacióndel recurso natural agotable y no renovable.3 .1 .1 .1. Alcanzar la capacidad de producciónde crudo hasta 3, 3 MMBD para el año 2014 y6 MMBD para el año 2019.3 .1 .1 .2.Alcanzar la producción de gas natural

público. Los agentes económicos, en lugar de contri-buir con más impuestos al ingreso fiscal, pugnan porcapturar la mayor parte de una renta que ellos no ge-neraron ni aportaron.

Finalmente, debemos señalar que mientras un abun-dante ingreso rentístico crea condiciones objetivas quefacilitan la baja presión fiscal, en condiciones de déficitfiscal, la propensión del Estado a vender más caras el95% de las divisas que percibe se potenciará, a menosque se decida recaudar más bolívares a través de unareforma fiscal que peche con crecientes impuestos a losque más tienen, amplíe la base tributaria y logre sus-tanciales mejoras en la recaudación. Con miras a gene-rar más recursos que permitan cubrir las crecientesnecesidades del presupuesto nacional, el Gobierno Bo-livariano se ha planteado duplicar la extracción de pe-tróleo y gas, lo cual puede derivar en una situacióntotalmente contraproducente. Veamos.

II. Tensiones en el Plan de la Patria

La Revolución Bolivariana ha reivindicado la soberaníanacional sobre el petróleo, con un mayor control delEstado sobre la principal riqueza del país, lo cual hapermitido destinar un significativo porcentaje de larenta a la inversión social. Sin embargo, Venezuela aúntiene pendiente romper con la inercia del modelo ex-

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44.. Ver: Plan de la Patria. Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2013-201 9. Presentado a la Asamblea Na-cional por el ciudadano presidente Nicolás Maduro Moros. Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. (28 de septiembre del 2013) y aprobado el 4 de diciembre del 2013

!cuales necesitan proveedores seguros dematerias primas y recursos energéticos. Enesta vieja forma de inserción a la economíainternacional con nuevos argumentos sepretende hoy justificar la profundizacióndel extractivismo en Venezuela. Ahora setrata de obtener los cuantiosos recursos quese necesitan para aumentar la inversión so-cial, cayendo así en un círculo vicioso quefortalece el modelo extractivista y repro-duce la cultura rentista que nos mantienecondenados a seguir entregando recursosnaturales a los grandes centros industriali-zados y potencias emergentes.

Paradójicamente, la reivindicación del pre-cio del petróleo y del ingreso fiscal de ori-gen petrolero pueden verse mediatizadosy hasta anulados si no se supera el círculovicioso de la cultura rentista que ellamisma exacerba. Ante cada auge rentistahay un auge del consumo, la abundanciade divisas conduce a la sobrevaluación dela moneda y esto hace que sea más fácil yrentable importar que producir. Esta prác-tica se ve acentuada por la política de an-claje cambiario que tiende a congelar elprecio de la divisa por varios años, lo cualse traduce en un subsidio del dólar y, en

consecuencia, en un subsidio a las importaciones quese hace con un dólar oficial cada vez más barato, sise le compara con el precio que alcanza esa monedaen el mercado paralelo. Los productores se transfor-man en importadores y la creciente e indetenible ten-dencia a importarlo todo castiga y desplaza a laproducción nacional.

III. Intentos de transformación de la culturaproductiva

Desde que apareció el petróleo en la vida nacional,se fue gestando una cultura rentista que pretendevivir de ingresos no producidos, en menoscabo de lacultura emancipadora del trabajo y del esfuerzoproductivo. Esta cultura ha sido una constante en lavida económica, social y política a lo largo de la Ve-nezuela petrolera. Desde entonces, los gobiernos sehan sostenido gracias a la extracción y exportaciónde hidrocarburos hacia las grandes potencias con-sumidoras. Esta dependencia de la extracción y ex-portación de petróleo que comenzó en 1914, y queresulta totalmente útil y funcional a los intereses delas grandes potencias, se mantiene prácticamente in-alterada en los gobiernos de la V República. En estesentido, bien valen para Venezuela los planteamien-tos que hace el investigador y analista bolivianoRaúl Prada:

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renta petrolera. Se trata de un país dondeempresarios, trabajadores y consumidorespugnan por capturar la mayor tajada de larenta petrolera, con el fin de lograr un in-greso superior al que en rigor les corres-ponde por su propio esfuerzo productivo.

La ilusión de riqueza y prosperidad que seimplanta en el imaginario de un país petrolerose exacerba cuando se certifican las reservasmás grandes del mundo que pueden ser ex-plotadas durante siglos. Esto brinda una sen-sación de autosuficiencia y seguridad querefuerza la cultura extractivista-rentista-consumista y posterga los esfuerzos por cons-truir un modelo productivo que asegureindependencia y soberanía.

La mentalidad extractivista-rentista siguesiendo una constante no solo en las élitesgobernantes, sino también en el movi-miento empresarial y en la mayoría de lapoblación. Todos reclaman “su gotica depetróleo”. En gran medida, no es otra cosaque el arraigo al mismo modelo extracti-vista que sustenta el capitalismo rentísticovenezolano, cuya inercia termina siendoimpuesta por la lógica capitalista que im-pera en las viejas y nuevas potencias, las

tránsito de la economía rentista al nuevo modelo pro-ductivo post-extractivista.

Controlar los volúmenes de producción es la mejor ma-nera de defender un nivel alto para los precios del pe-tróleo. Por lo tanto, duplicar el volumen de producciónpuede inducir a los demás países miembros de la OPEPa aumentar la producción, provocando así una sobre-oferta de crudos que pudiera llegar a descalabrar losprecios del petróleo. Redoblar el extractivismo petro-lero puede debilitar la OPEP, la cual eventualmente pu-diera resquebrajar su disciplina de cuotas, aumentarlos volúmenes de producción y provocar una sobreo-ferta que deteriore aún más los precios internacionalesdel barril de petróleo.

La posibilidad real de impulsar la transformación dela economía rentista e importadora en una nueva eco-nomía productiva y exportadora implica desplegar elpotencial de otras actividades productivas que com-pensen lo que el país dejaría de percibir si decide dis-minuir el ritmo de extracción petrolera.

SSUUPPEERRAARR LLAA IILLUUSSIIÓÓNN DDEE PPRROOSSPPEERRIIDDAADD

Venezuela arrastra una arraigada cultura rentista yvive atrapada en una larga promesa de desarrollo ybienestar, según sea el destino que se le imprima a la

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exportador. La postergación del necesarioajuste cambiario y su complementación conotras decisiones en materia de políticas agrí-colas, industriales y tecnológicas, son asun-tos pendientes de cara a la transformaciónproductiva en Venezuela.

Si las decisiones en política cambiaria no vanacompañadas de otras medidas complemen-tarias de naturaleza fiscal, monetaria, finan-ciera y de precios, y la devaluación esutilizada única y exclusivamente para au-mentar el ingreso fiscal, no pasará muchotiempo para que se desvanezca su efecto y sevuelven a reeditar todos los fenómenos aso-ciados a una economía rentista que cae en eseciclo vicioso de dejar que el dólar se sobreva-lúe para luego corregir esta distorsión conmacro devaluaciones que desatan la inflación.De cara a la transformación productiva, la de-finición de una tasa de cambio que exprese laverdadera productividad del esfuerzo pro-ductivo nacional es una medida necesariamás no suficiente. El solo ajuste cambiario aun nivel que remunere la actividad agrícola eindustrial tiene que ser complementado conlas políticas agrícolas, industriales, tecnológi-cas, de capacitación técnica y fortalecimientode la capacidad de gestión.

Si bien la devaluación encarece las importaciones quecompiten ventajosamente con la producción nacionaly, a su vez, mejora el ingreso en bolívares de los expor-tadores, la competitividad auténtica solo se logra a par-tir de un esfuerzo tecnológico y de fortalecimiento delfactor humano que permita mejorar los productos yprocesos del aparato productivo interno. Es necesarioel desarrollo del talento humano y la creación de forta-lezas de tipo tecnológico para que la dotación de facto-res que el país tiene en materia de petróleo, gas,recursos naturales y materias primas sea efectivamenteaprovechada para generar una abundante producciónde bienes y servicios con creciente valor agregado quepermita sustituir el enorme volumen de importacionesque el país actualmente realiza, y también diversificarnuestra oferta exportable para hacernos gradualmentemenos dependiente de las divisas generadas por la ex-portación petrolera.

IINNDDUUSSTTRRIIAALLIIZZAARR LLAA EECCOONNOOMMÍÍAA

A pesar de la amplia gama de iniciativas que el Go-bierno Bolivariano ha desplegado para impulsar latransformación del modelo productivo, la conforma-ción del PIB venezolano es muy precaria, debido a laescasa contribución de la agricultura y la industria, queson sectores básicos para lograr la soberanía produc-tiva. Por el contrario, ha subido el peso del comercio,

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Gobierno Bolivariano durnte el período1999-2015 y que pueden ser considerados in-tentos de transformación de la cultura pro-ductiva en Venezuela.

IV. La transformación productiva: Unaasignatura pendiente

Las iniciativas descritas en la infografía men-cionada, que fueron llevadas a cabo para in-centivar la transformación de la culturarentista en una nueva cultura sustentada enel valor del trabajo y, sobre esta base, impul-sar la construcción de un nuevo modelo pro-ductivo, no han arrojado aún los resultadosesperados.

Una de las causas que ha frenado esta trans-formación, y en coherencia con lo que hastaahora hemos planteado, la encontramos enel manejo de la política cambiaria que haacentuado los rasgos de una economía ren-tista e importadora, obstaculizando la cons-trucción de un nuevo modelo productivo

Este es el argumento compartido por todas las élites de turnoque han gobernado nuestros países, sean conservadores, libe-rales, nacionalistas, neoliberales o progresistas. Pueden dife-renciarse en la forma política, en la relación con el pueblo, conlo nacional-popular, pueden diferenciarse en el discurso; em-pero, al compartir este prejuicio condenatorio histórico, quedebemos aceptar el rol que nos impone la geopolítica del sis-tema-mundo capitalista, ser extractivistas, no hacen otra cosaque manifestar que pertenecen al mismo modelo de repro-ducción de la dependencia. Con el agravante de la destrucciónecológica y el etnocidio de los pueblos nativos.5

Ante la certeza de las abundantes reservas de petróleoque han sido probadas, la cultura rentista espera vivir delas transferencias del Estado, lo cual debilita aún más elvalor del trabajo y el espíritu emprendedor. Por eso caela inversión productiva, se desintegra el tejido empresa-rial, el Estado pasa a ser el principal empleador y la go-bernabilidad se logra a través de políticas asistencialistasy compensatorias que se financian con la renta.

Al final de este ensayo se presenta una infografía queprocura sintetizar una serie de marcos legales, políticasy progrmas sociales que fueron desarrollados por el

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44.. Raúl Prada Alcoreza. La suspensión de la democracia. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=177888&titular=la-suspensi%C3%B3n-de-la-democracia-

implica dejar claro que el pobre desempeñode las exportaciones no tradicionales vene-zolanas no se debe solo a la ausencia de untipo de cambio competitivo, sino a la falta deuna política integral que armonice las políti-cas macroeconómicas con las políticas secto-riales, apoyada en una buena estrategia depromoción de exportaciones. La gran asig-natura pendiente -además de encontrar unatasa cambiaria de equilibrio que evite elefecto negativo de la sobrevaluación del bo-lívar sobre la producción nacional-, siguesiendo la definición de políticas macroeco-nómicas, agrícolas, industriales y tecnológi-cas coherentes que hagan posible undesarrollo sostenido de la economía real.

Conquistar un creciente espacio en los mer-cados internacionales exige competir con ca-lidad, cantidad, precios y oportunidad deentrega. Esto requiere la creación de un ade-cuado ambiente para la actividad productivay exportadora que incluye tanto la estabili-dad macroeconómica, como adecuados ser-vicios de agua, luz, gas, telecomunicaciones,plantas de tratamiento y otros servicios deapoyo a la producción; carreteras, autopis-tas, ferrovías, puertos y aeropuertos; la for-mación técnica y productiva de los

trabajadores y emprendedores; el fortalecimiento delas capacidades gerenciales, tecnológicas e innovativas;así como el buen funcionamiento de las aduanas y losorganismos públicos que administran el marco legalque rige las operaciones e incentivos al comercio exte-rior. Cuando uno de esos eslabones falla se altera unsistema que debe funcionar cada vez mejor, y por lotanto, se dificulta y entorpece el esfuerzo exportador.

V. Propuestas para transformar la culturarentista en una nueva cultura productiva

La Revolución Bolivariana muestra indiscutibles logrosen la lucha contra el desempleo, la pobreza y la exclu-sión social, pero tiene pendiente la transformación delmodelo rentista e importador en un nuevo modelo pro-ductivo exportador.

Ciertamente, la reconstrucción de la OPEP y la vueltaa la disciplina de cuotas por país ha sido la clave parala recuperación de los precios del petróleo. Esta exitosaestrategia ha permitido obtener los recursos que se handestinado a financiar las políticas sociales orientadas areducir los flagelos sociales que condenaban a la ma-yoría de la población a una terrible situación de po-breza, hambre y exclusión. De allí el riesgo que se correal pretender duplicar la extracción de petróleo, todavez que esta decisión puede inducir a los demás países

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menzará a concretarse a medida que las ne-cesidades en divisas de los diferentes secto-res económicos puedan ser cubiertas por elingreso que estos mismos generen a travésde exportaciones de bienes y servicios conun creciente valor agregado nacional.

DDIIVVEERRSSIIFFIICCAARR YY PPRROOMMOOVVEERR EEXXPPOORRTTAACCIIOONNEESSNNOO PPEETTRROOLLEERRAASS

Sin producción nacional no es posible susti-tuir importaciones, mucho menos exportar.La corrección de la sobrevaluación estructu-ral del bolívar es apenas un primer pasopara superar el sesgo anti-exportador de laeconomía venezolana. Una tasa de cambioque remunere adecuadamente el esfuerzo delos productores nacionales es una condiciónnecesaria, más no suficiente, para estimularlas exportaciones diferentes al petróleo.

Las experiencias de promoción de exporta-ciones exitosas demuestran que el tipo decambio jugó un importante papel en el incre-mento de las exportaciones debido a queformó parte de un conjunto integral de polí-ticas macroeconómicas, agrícolas, industria-les y tecnológicas bien articuladas. Esto

las finanzas y los servicios, acentuando la dependenciade los suministros importados. La estructura sectorialdel PIB aún está lejos de reflejar la conformación deuna economía que asegure una inserción soberana delpaís en la economía mundial. La agricultura aportamenos del 4 % del PIB, cuando debería estar en almenos 12 %, si es que se quieren lograr los objetivos deseguridad y soberanía alimentaria. Por su parte, la in-dustria ha venido perdiendo importancia relativa en laconformación del producto, pasando de 18.8% en 1999a solo 13.9% en el 2013, muy lejos de los estándares in-ternacionales que plantean que la manufactura deberíacontribuir al menos con el 20 del PIB para considerarque un país se ha industrializado.

El aparente dinamismo del PIB ha sido motorizadofundamentalmente por los sectores del comercio y losservicios -particularmente del comercio importador ylos servicios financieros-, lo cual acentúa los rasgos deuna economía rentista cada vez más dependiente delas importaciones y actividades especulativas, cuestiónque nos aleja de las metas de soberanía productiva. Enadelante, se impone incentivar un PIB con más calidad,sustentado en la agricultura, la industria y el turismocomo sectores que pueden sustituir importaciones ygenerar nuevas fuentes de divisas.

La transformación de una economía rentista e importa-dora en un nuevo modelo productivo exportador co-

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!

en función de transformar materias primasy recursos energéticos en productos demayor valor agregado y contenido científicoy tecnológico.

Invertir en el desarrollo del talento hu-mano y en la creación de empleos producti-vos, dignos, estables y bien remunerados.

Impulsar nuevas formas de propiedad so-cial para avanzar en la construcción de unnuevo modelo productivo bajo el control delos trabajadores directos y de las comunida-des organizadas.

Reorientar en favor de la producción na-cional las importaciones y compras guber-namentales.

VI. A manera de conclusión: Del Ca-pitalismo rentístico al Neo-rentismosocialista

El capitalismo rentístico y el neorrentismosocialista son expresiones distintas delmismo modelo de acumulación extracti-vista. Ambos funcionan a la perfecciónmientras los ingresos petroleros crecen demanera sostenida y son suficientes para fi-nanciar el proceso de acumulación capita-lista y la inversión social. Con la

reconstrucción de la OPEP, el restablecimiento de lascuotas, la recuperación de los precios del petróleo, elpago de dividendos por parte de las filiales de PDVSAy el considerable aumento de las regalías, el ingresofiscal de origen petrolero resultó más que suficiente ypostergó la necesidad de aumentar la presión fiscalsobre el sector privado. En ambos casos se confundela sociedad con el Estado. Se asume que desde el entra-mado burocrático se representa y defiende el interéssocial, a pesar de las enormes contradicciones que lasociedad tiene no solo con el mercado sino tambiéncon el Estado. Al igual que el capitalismo rentístico, elneorrentismo socialista se sustenta en el extraordinariopoder político, económico y social que confiere el con-trol de la renta petrolera. Pero con el estancamiento dela producción petrolera y la caída de los precios en elmercado internacional, este modelo nuevamente haentrado en crisis.

Según su Informe de Gestión, PDVSA extrajo 2.898.000bdp en 2013, 2.905.000 en 2012 y 2.985.000 en 2011. Laproducción ha venido declinando y ahora los preciosdel petróleo están cayendo. Para calcular el ingreso netoen divisas que recibe el país, hay que restar el consumointerno de 750.000 bdp. Al saldo de 2.148.000 se debendescontar los envíos a Cuba, PetroCaribe y ALBA, equi-valentes a 300.000 bdp. Y a esta nueva cifra hay que de-ducir las entregas a China por un mínimo de 230.000para cubrir los tramos A y B del préstamo y 100.000

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de extracción petrolera. Profundizar el trán-sito del capitalismo rentístico hacia unnuevo modelo productivo exige una eficazestrategia, con objetivos y metas bien concre-tas para:

Sincronizar la disminución de la actividadextractiva con el crecimiento de la actividadproductiva.

Armonizar la política macroeconómica conlas políticas sectoriales agrícola, industrial ytecnológica.

Lograr un manejo más inteligente de la po-lítica cambiaria y fiscal para lograr los obje-tivos de crecimiento del PIB, generación deempleo productivo y ampliación de las fuen-tes de divisas.

Planificar el desarrollo endógeno, diversi-ficado e integrado, de los diferentes sectoresy regiones.

Regenerar el tejido empresarial para au-mentar la densidad de establecimientos pro-ductivas por cada mil habitantes.

Reindustrializar la economía para la susti-tución eficiente de importaciones y aumentode las exportaciones con creciente valoragregado.

Fortalecer las capacidades tecnológicas einnovativas del aparato productivo nacional,

miembros de la OPEP a aumentar también su produc-ción, provocando así una sobreoferta de crudos quepudiera descalabrar los precios del petróleo.

En estos 15 años de Revolución Bolivariana, la trans-formación del modelo extractivista-rentista en unnuevo modelo productivo ha sido más un plantea-miento retórico que aún no se muestra en resultadossignificativos. Es una constante en los programas degobierno, pero aún no se ha puesto en marcha una efi-caz estrategia gubernamental especialmente diseñadapara romper y superar el modelo rentista. La economíavenezolana todavía muestra una alta dependencia dela renta petrolera, es muy abierta a las importacionespero con un nivel muy bajo de exportaciones no petro-leras. Está poco diversificada, lo cual se aprecia en ladébil contribución de la agricultura, la industria y elturismo, tanto al PIB como a la generación de empleoy divisas. Como la transformación productiva no seráobra de la mano invisible del mercado, sigue pendienteel diseño y ejecución de políticas, programas y proyec-tos orientados a la construcción de un nuevo modeloproductivo que sirva de base sólida para la inserciónsoberana de Venezuela en la economía mundial.

Superar la dependencia de la renta petrolera implicadesplegar el potencial de otras actividades productivasque compensen lo que el país dejaría de percibir, almantener estable e incluso llegar a disminuir el ritmo

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porta ni PDVSA ni el fisco. A la tasa de 6.30Bs/$, el monto en bolívares que recibe la com-pañía no le alcanza para pagar una nóminade más de 140 mil trabajadores, honrar sudeuda con proveedores y contratistas, ytransferir fondos a las misiones sociales. A esatasa de cambio ni siquiera puede mantener aldía sus obligaciones fiscales, razón por la cualentrega pagarés al Tesoro Nacional que luegoéste intercambia por efectivo en el BCV, pro-piciando un desproporcionado crecimientode la liquidez monetaria en un mercado concreciente escasez, lo cual atiza la inflación,eleva la demanda de divisas escasas y ensan-cha la brecha entre la tasa oficial y el paralelo.

LLAA DDEEVVAALLUUAACCIIÓÓNN FFIISSCCAALLIISSTTAA

Tanto el capitalismo rentístico como el neo-rentismo socialista suelen apelar a la deva-luación como el mecanismo más rápido paracorregir el déficit fiscal. Como el Estado es elperceptor del mayor porcentaje del ingresopetrolero, en lugar de confrontar los interesesde los contribuyentes, le resulta más fácilvender las divisas a un precio mayor. El Es-tado automáticamente obtiene cuantiosos in-gresos que le permiten corregir el déficit, sin

pagar el mayor costo político que implica atacar las ver-daderas causas macroeconómicas del deterioro fiscal.La política cambiaria se utiliza así con fines fiscales,toda vez que la devaluación es, en los hechos, un im-puesto cambiario. Un margen de maniobra para paliarla caída de los precios del petróleo y su impacto en el in-greso fiscal se encuentra en la revisión de los acuerdosde cooperación internacional. Así como ya se reestruc-turaron lo pagos a China, queda pendiente la revisiónde PetroCaribe y los acuerdos de cooperación energé-tica para compensar la caída del ingreso en divisas.

El panorama petrolero está cambiando estructural-mente y lo peor que nos puede pasar es que no nosdemos cuenta. La difusión de las tecnologías de la in-formación mejoran la eficiencia y facilitan el cambio dela matriz energética en todo el mundo, EE.UU. tiendea ser autosuficiente con su producción de petróleo deesquisto, la OPEP sigue perdiendo terreno frente a losproductores No OPEP, la economía mundial está enfranca desaceleración, incluyendo a China, y ni si-quiera los sucesos geopolíticos de Ucrania y el grito deguerra contra el Estado Islámico han tenido impacto.En tales circunstancias, resulta poco probable un rebotede los precios del petróleo en el corto plazo. Esto sen-tencia el agotamiento del neorrentismo socialista ynuevamente nos lleva a retomar la tantas veces pos-puesta transformación de la economía rentista e impor-tadora en un nuevo modelo productivo exportador.

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sobre todo si se priorizan los pagos de ladeuda externa.

FFIINN DDEE LLAA PPOOLLÍÍTTIICCAA FFIISSCCAALL PPRROO--CCÍÍCCLLIICCAA

En lugar de ahorrar en tiempos de bonanzapara encarar los tiempos de escasez, el neo-rrentismo socialista se sustenta en una polí-tica fiscal pro-cíclica con aumentos del gastopúblico cada vez que aumenta el ingreso pe-trolero y recortes presupuestarios cuandocae el ingreso. El mandato del artículo 321de la Constitución de la República Boliva-riana de Venezuela de activar el Fondo deEstabilización Macroeconómica para estabi-lizar los gastos del Estado ante las fluctua-ciones de los ingresos ordinarios, haquedado como letra muerta. En ausencia deeste mecanismo amortiguador, la economíavenezolana sigue expuesta a los shocks ex-ternos que se presentan debido al compor-tamiento errático del mercado petrolero.

El anclaje cambiario y la sobrevaluación delbolívar son un costoso subsidio que ya no so-

para el tramo C; aunque según PDVSA realmente se en-tregó 475.000 en 2013, 449.00 en 2012 y 415.000 en 2011.Si se restan 300.000 de los acuerdos y 330.000 de China,quedan 1.518.000 bdp para exportar. A un precio de 100$/b por 365 días da un ingreso de $ 55 mil 400 millones.Pero a 75 $/b la cifra cae a $ 41 mil 500 millones. ¿Alcan-zará esta cantidad para cubrir las importaciones esen-ciales, cancelar la deuda interna y mantener al día lospagos de la deuda externa? Veamos.

Las importaciones que llegaron a su máximo de $ 59mil millones en 2012, tendrán que ser reducidas muypor debajo de $ 40 mil millones. Las amortizacionesanuales y pagos de cupones para la deuda soberana endivisas y la de PDVSA superarán los US $ 11 mil millo-nes anuales para los próximos tres años. A esto hay quesumar la deuda interna en divisas a aerolíneas, sectoralimentos, fármacos, automotriz, etc. que supera los 12mil millones. A suma de $ 63 mil millones hay queagregar los pagos por indemnizaciones y fallos delCIADI6. Como puede apreciarse, los egresos en divisasson muy superiores al ingreso estimado, incluso en elmejor escenario de precios del petróleo por encima delos 100 $/b. Así las cosas, para garantizar las importa-ciones esenciales que el Estado realiza, seguramente ladeuda interna con el sector privado se pospondrá,

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44.. Raúl Prada Alcoreza. La suspensión de la democracia. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=177888&titular=la-suspensi%C3%B3n-de-la-democracia-

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la población económicamente activa, el neo-rrentismo socialista tiende a acentuar elpapel empleador-clientelar del Estado, elcual no logra generar un trabajo realmenteemancipador y liberador, toda vez que éstequeda mediatizado por la lógica opresivadel Estado burocrático que funcionariza ysomete a la fuerza de trabajo. En tales cir-cunstancias, la dominación se logra a travésde un sistema de premios y castigos paraasegurar la lealtad de los seguidores políti-cos, comprar la simpatía de grupos ambiva-lentes y castigar o disuadir a los adversarios.

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desviación del neo-rentismo socialista solopodrá superarse a través de nuevas formasde propiedad social bajo el control de los tra-bajadores directos y de la comunidad orga-nizada. No se trata solo de bajar el nivel dedesempleo sino de liberar al trabajo de la ex-plotación del capitalismo rentístico y de laopresión del neorrentismo socialista. Estoimplica avanzar de la estatización a la socia-lización de la propiedad para generar un ver-dadero trabajo emancipador y liberador. Estees el mejor incentivo para mejorar el desem-peño en esas empresas que, al pasar a serpropiedad de los trabajadores, dignificaríanel trabajo y transformarían la cultura rentistaque pretende vivir de ingresos que no sonfruto del esfuerzo productivo, en una nuevacultura sustentada en el principio socialistaque propone: “de cada quien según su capa-cidad y a cada cual según su trabajo”.

De lo contrario, el neorrentismo socialistaterminará siendo un modelo de dominaciónbasado en el uso intensivo de la renta petro-lera para financiar la inversión social y crearuna red clientelar que le sirva de apoyo so-cial. Debido a la contracción del aparato pro-ductivo interno y su incapacidad paragenerar nuevos empleos al ritmo que crece

A los ajustes macroeconómicos, a las medidas de cam-bio estructural y a la erradicación de las prácticas clien-telares se les atribuye un costo político que el gobiernono está dispuesto a pagar en la antesala de las eleccio-nes parlamentarias. La racionalidad económica quedasubordinada a la lucha por el poder. Ganar las eleccio-nes presidenciales, parlamentarias o regionales siem-pre será la prioridad. Si se pierden los comicios, otrosserán los que controlen el reparto y uso de la renta.

NNEEOORRRREENNTTIISSMMOO SSOOCCIIAALLIISSTTAA:: ¿¿EEMMAANNCCIIPPAACCIIÓÓNN OODDOOMMIINNAACCIIÓÓNN??

Bajo restricciones presupuestarias como las que planteala actual caída de los precios del petróleo, el gobierno yano puede seguir subsidiando empresas estatales no es-tratégicas. Estatizar no es socializar. Resulta escanda-loso que en empresas públicas secuestradas por elburocratismo, el pseudosindicalismo y las mafias quelas saquean y quiebran –empresas de las cuales los tra-bajadores no se sienten copropietarios sociales sino ex-plotados porque se reproducen los mismos conflictosobrero-patronales de la IV República-, se cancelen mi-llardarias sumas de dinero por concepto de bonos deproductividad y hasta dividendos, cuando lo que arro-jan son cuantiosas pérdidas. Esa práctica, lejos de ex-presar valores socialistas, revela la mentalidad rentistaque espera que todo lo pague el petróleo. Semejante

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PPeennssaarr lloo ccoommúúnn hhooyy::

Enrique Rey

La apuesta comunal que durante los últimos añosse ha venido desarrollando dentro del contexto de alternativasdesplegado en el país y en América Latina, ha puesto de mani-fiesto un abanico de posibilidades políticas que rebasan y ten-sionan con creces la ficción del binomio Estado y propiedadprivada. Frente a la histórica dicotomía estratégica que propone,por un lado, la privatización como solución a los males del con-trol estatal, y por el otro, la estatización (en tanto propiedad pú-blica) como regulación y control a los males del capital, haemergido –durante las últimas dos décadas aproximadamente,un conjunto de reflexiones que tienden a despachar esta dico-

tomía y a proponer un nuevo léxico para nombrar la experienciacontemporánea de lucha: lo común. Llamamos común al con-junto de espacios y de bienes materiales e inmateriales (natu-raleza, alimentos, agua, conocimientos, comunicación, tiempo,entre otros) donde se produce y se reproduce la vida cotidiana yse dota de sentido la existencia. Más allá de una colección debienes colectivamente usufructuados, lo común es una relaciónsocial que a través del trabajo asalariado, la privatización y losmecanismos representativos de la democracia liberal (por ejem-plo), ha sido sustraída y propuesta bajo la fórmula del binomiopúblico/privado.

Bienes comunesSocialismo

Apuesta comunal

PalabrasclaveLLooss bbiieenneess ccoommuunneess eenn llaa ccoonnssttrruucccciióónn ddeell SSoocciiaalliissmmoo ddeell SSiigglloo XXXXII

FFoottoo:: MingaAlegre

!

tica, entre otras. Frente a la histórica dicoto-mía estratégica que propone, por un lado, laprivatización como solución a los males delcontrol estatal, y por el otro, la estatización(en tanto propiedad pública) como regula-ción y control a los males del capital, ha emer-gido –durante las últimas dos décadasaproximadamente, un conjunto de reflexio-nes que tienden a despachar esta dicotomía ya proponer un nuevo léxico para nombrar laexperiencia contemporánea de lucha: locomún. Opuestos al Estado y al capital, a lopúblico y lo privado, los debates y reflexionesque se han venido realizando alrededor de locomún se han acompasado a movimientos yorganizaciones sociales cuyas luchas giran al-rededor de los bienes comunes, sus formas degestión y los procesos de re-articulación dellazo social y nuevas relaciones sociales quetensionan y ponen en cuestionamiento las no-ciones de propiedad y reconocimiento.

Ejemplo de ello, son las luchas contra el ex-tractivismo y el neodesarrollismo en AméricaLatina, así como también las luchas de los in-

dignados en el continente europeo y el movimiento Oc-cupy Wall Street en el territorio estadounidense. Los pri-meros, cuestionan –por ejemplo- tanto los marcos degestión de lo público desarrollados por los Estados la-tinoamericanos (destrucción de la naturaleza, re-prima-rización de las economías, etc.) como sus articulacionescon los procesos globales del capital financiero. Los se-gundos, proponiendo la dignidad como un principioirreductible a toda vida humana, cuestionan los marcosbiopolíticos del sujeto ciudadano liberal (sujeto de de-rechos y deberes que desde la sociedad civil expresa su“indignación”) para revalorizar la vida en tanto relaciónfundante y “común” a la existencia humana1.

Es en esta oposición y lucha entre la propiedad y locomún donde se identifica como fuente del antagonismoy la conflictividad social en la actualidad, tal y como afir-man Hardt & Negri, “la insuficiencia de las constitucio-nes republicanas modernas, en particular de susregímenes de trabajo, propiedad y representación”(2011: 5). Es la articulación de estos tres ejes y su proble-matización la que revitaliza, frente al histórico devenirdis-tópico de los socialismos realmente existentes, latesis planteada por Marx & Engels en el Manifiesto delPartido Comunista: “[…] los comunistas pueden resumir

11.. Habría que recordar aquí tal vez a Marx & Engels cuando afirman que la burguesía “ha hecho de la dignidad personal un simple valorde cambio. Ha sustituido las numerosas libertades escrituradas y adquiridas por la única y desalmada libertad de comercio” (s/f: 39).

Pensar lo común hoy: los bienes comunes en la construcción del Socialismo del Siglo XXI Enrique Rey

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luego de una década de experiencias organi-zativas, de tensiones, conflictos, debates y re-flexiones, las comunas emergen como unespacio que se constituye, al mismo tiempo,como concreción histórica del socialismo ycomo punto de partida para el devenir delcambio social. Sin embargo, alejados de todamirada teológica que le asigna a la estructurauna serie de propiedades y característicasque le definen, como por “arte de magia”, larealización material de las alternativas plan-teadas, es necesario reconocer que –en la ac-tualidad- las comunas son un campo dedisputas en el cual las diversas subjetivida-des históricas confluyen y ponen en tensióntemas que, rebasando el ámbito local, ad-quieren centralidad dentro de los marcos dela acción global por un mundo nuevo.

Las discusiones y debates que se han reali-zado a partir de las recientes crisis (financie-ras) del capital y de los procesos de transiciónhacia modelos alternativos por parte de los“gobiernos progresistas” en América Latina,han puesto de manifiesto la necesidad de re-basar los marcos estratégicos que tienen comoobjetivo solucionar las problemáticas relacio-nadas a, por ejemplo, el cambio climático, laslibertades democráticas, la participación polí-

Hoy hablamos de la comunidad, de lo común, de loscomunes como forma de otorgarle sentido a nuestraexistencia, a aquello que ya está en nuestro cuerpo peroque no coincide con las referencias existentes para nom-brar nuestra experiencia política y ética. Hablar de locomún es una forma de reorganizar nuestras formas derelacionarnos y nuestros modos de ser; una forma defabricar nuevos mundos. Mundos nuevos que no estáncontenidos en una forma pre-definida y establecida.Pero lo común, no es la cara negativa del capitalismo.Como territorialidad donde se produce el mundonuevo, lo común es el lugar de la creatividad, la desme-sura y el por-venir. Lo común se mueve entonces en losintersticios y en las periferias, en las ciudades y en losespacios rurales. Siempre inestables, siempre frágiles,se despliegan en la experiencia de la creatividad. Y a di-ferencia de aquella fragilidad que nos ha sido propuestacomo vaciedad, la creatividad de lo común deviene por-que no tenemos otra opción sino esa: crear. Como diríaGilles Deleuze: “uno no crea porque es lindo o porquequiere ser famoso, sino porque está forzado, porque notiene otra opción que inventar”.

La apuesta comunal que durante los últimos años se havenido desarrollando dentro del contexto de alternati-vas desplegado en el país y en América Latina, hapuesto de manifiesto un abanico de posibilidades polí-ticas que rebasan y tensionan con creces la ficción delbinomio Estado y propiedad privada. Ciertamente,

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!

En este sentido, la misma ley natural queotorga la propiedad también pone límites aella. Estos límites están definidos por todoaquello que podamos usar para nuestro be-neficio antes de que se eche a perder. Acu-mular más allá de eso no era justo pues todolo que “excede la parte que [se] puede utili-zar pertenece a los demás” (Locke, 2003: 26).Preservándose lxs individuos a sí mismospreservan también al resto de la humanidad.

Sin embargo, nos dicen los liberales, la in-vención del dinero, en tanto bien no pere-cedero y cuyo valor es definido por mutuoacuerdo entre los seres humanos, abrió laposibilidad de conservar y aumentar la pro-piedad. El dinero permitió entonces que losseres humanos pudieran acumular, “recta-mente y sin injuria”, más de lo que necesi-taban para la producción y reproducción desus vidas. Y como en el estado de natura-leza hay quien ha trabajado y quien no, laúnica propiedad disponible, es decir laúnica instancia que se posee es su cuerpo, yen tanto tal la ofrece, como fuerza de tra-bajo, a otros/as.

Es de esta forma que el Estado, se consti-tuye como una instancia cuyo objetivo no

es más que la preservación de la propiedad (privada)en tanto fundamento primario de la vida humana. Elpoder político, nos dirá Locke, “es el derecho de dic-tar leyes, incluida la pena de muerte, y en consecuen-cia, todas las penas menores necesarias para laregulación y preservación de la propiedad […] (Locke,2004: 6; énfasis E.R).

Es en este relato del liberalismo, que Marx (1975,2001) en su momento calificó como las robinsonadasdieciochescas o la cartilla infantil de la acumulaciónoriginaria, donde se ponen en tensión las ficcionespolíticas y sociales que configuran el mito fundacio-nal del capitalismo y el proceso de sustracción de “locomún”. Trabajo, propiedad y representación seconstituyen como los ejes articuladores de este pro-ceso. En primer lugar, el trabajo como eje articuladordel tejido social que garantiza la producción y la re-producción de la vida, atraviesa un proceso de diso-ciación entre el productor y sus medios deproducción que convierte a lxs productorxs, en manode obra asalariada. En segundo lugar, la propiedadprivada capitalista que emerge del proceso de explo-tación del trabajo ajeno. En tercer lugar, el Estado y elpoder político como instancia cuyo objetivo no esotro sino la regulación y la preservación de la propie-dad privada capitalista. Tres ejes de articulación queconfiguran una ficción que distingue, como ámbitosmutuamente excluyentes, lo público y lo privado, y

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por la justicia y la caridad. El amor al prójimoera un deber y nadie podía dañar a otrx suvida, su libertad o sus posesiones. El estadode naturaleza era “un estado de paz, buenavoluntad, ayuda mutua y preservación”(Locke, 2003: 19).

La preservación entonces, se constituía comoun fundamento de la sociabilidad humana. Elproducto del trabajo, la labor y el cuerpo, seconstituía como un proceso de transformaciónde la naturaleza, es decir de aquello que eracomún a todxs. El cuerpo, en tanto herramientade trabajo, se constituía como la propiedad irre-ductible a todo ser humano. El proceso detomar una parte de lo que es común y sacarlo,a través del trabajo, del estado en que lo dejó lanaturaleza es lo que determina la propiedadsobre las cosas del mundo. Así lo establece JohnLocke, cuando afirma:

Vemos en las tierras comunes, que siguensiendo tales en virtud de un pacto, que elhecho de tomar cualquier parte de lo que escomún y sacarlo del estado en que lo dejó lanaturaleza, es lo que determina la propiedad,sin la cual las tierras comunales no tienen sen-tido. (Locke, 2003: 24)

su teoría en esta fórmula única: abolición de la propie-dad privada” (s/f: 51). Revitalizar, como afirmó Hardt(2011), “lo común del comunismo” implicaría, entonces,visibilizar los procesos históricos de sustracción de “locomún” y el predominio de la propiedad privada y elEstado en el devenir histórico de la vida humana.

En este sentido, llamamos común al conjunto espacios yde bienes materiales e inmateriales (naturaleza, alimen-tos, agua, conocimientos, comunicación, tiempo, entreotros) donde se produce y se reproduce la vida cotidianay se dota de sentido la existencia. Más allá de una colec-ción de bienes colectivamente usufructuados, lo comúnes una relación social que a través del trabajo asalariado,la privatización y los mecanismos representativos de lademocracia liberal (por ejemplo), ha sido sustraída ypropuesta bajo la fórmula del binomio público/privado.

I. Lo común sustraído: el estado de naturaleza ola cartilla infantil de la acumulación originaria

En el principio, nos dice el relato liberal, el mundo erahabitado por una serie desagregada de individuos quetenían poco o ninguna relación entre sí. El mundo exis-tente era un mundo común a todxs, de perfecta libertade igualdad, en donde lxs individuos, de acuerdo a la “leynatural” no acumulaban más posesiones que aquellasque podían consumir. Era un estado de naturaleza guiado

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{Común

! de la productividad de la propiedad comu-nal de la tierra. Al sumar todas las utilidadesparciales, nos dice Hardin:

(...) el pastor racional concluye que la únicadecisión sensata para él es añadir otro animala su rebaño, y otro más... Pero esta es la con-clusión a la que llegan cada uno y todos lospastores sensatos que comparten recursoscomunes. Y ahí está la tragedia. Cada hombreestá encerrado en un sistema que lo impulsaa incrementar su ganado ilimitadamente, enun mundo limitado. La ruina es el destinohacia el cual corren todos los hombres, cadauno buscando su mejor provecho en unmundo que cree en la libertad de los recursoscomunes. La libertad de los recursos comunesresulta la ruina para todos. (1995: 5)

En ese sentido, la privatización de la propie-dad comunal vendría a resolver la destruccióndel bien común. ¿Qué debemos hacer?, se pre-gunta el autor más adelante: “tenemos variasopciones. Podemos venderlos como propie-dad privada. Podemos mantenerlos comopropiedad pública, pero asignando adecuada-mente quien ha de entrar”(Hardin, 1995: 5).

Finalmente, frente a la finitud de los recursos y bienes,Hardin propone la regulación de la población mundialcomo mecanismo para hacer frente al irrefrenable con-sumo por parte de los habitantes de la tierra y por endea la destrucción de los bienes comunes globales:

(...) la única manera en que nosotros podemos preservar y ali-mentar otras y más preciadas libertades es renunciando a lalibertad de reproducción, y muy pronto. "La libertad es el re-conocimiento de la necesidad", y es el papel de la educaciónrevelar a todos la necesidad de abandonar la libertad de pro-creación. Solamente así podremos poner fin a este aspectode la tragedia de los recursos comunes. (Hardin, 1995: 13)

Como afirma David Harvey (2013), la discusión plante-ada por Hardin tiene que ver más con la propiedad capi-talista del ganado que con la propiedad comunal en sí.En su célebre trabajo El gobierno de los comunes, Elinor Os-trom (2000) afirma que dentro del marco normativo queprescribe soluciones al dilema de los comunes, se des-pliegan diversas estrategias y formas de gestión que re-basan las soluciones propuestas, a saber: la privatizacióny/o la regulación centralizada en manos del Estado.

Más allá de realizar una lectura detallada de la obra deOstrom, consideramos que aquello que se pone de ma-nifiesto en su obra no es más que la pregunta que inte-

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II. ¿Qué significa pensar lo común hoy?

Desde la década de los noventa el lenguajede los comunes ha sido objeto de múltiplestensiones y disputas. Tanto los organismosmultilaterales como el Banco Mundial y laOrganización de las Naciones Unidas, comoun cada vez mayor grupo de intelectuales(principalmente economistas y planificado-res) han incluido dentro de sus discursos no-ciones relacionadas a los bienes comunes. Ensíntesis, los principales representantes delneoliberalismo y la privatización han absor-bido el lenguaje de lo común y los comunespara proponerlo funcionalmente bajo el do-minio de la estructura del mercado.

Tal vez sea Garret Hardin (1995) a quien se ledeba el origen de esta discusión. En su texto“La tragedia de los comunes” propone comoargumento irrefutable la preeminencia delos derechos de propiedad privada sobre eluso del suelo y otros recursos. Hardin recu-rre a la metáfora del ganado y el pastizalcomo mecanismo para poner de manifiestoel deseo individual de cada pastor por maxi-mizar sus beneficios y utilidades individua-les. Esta utilidad, según el autor, implicaría–como producto del pastoreo, una reducción

que en la actualidad, tensiona el contexto de las al-ternativas y el devenir del cambio social en la histó-rica dicotomía Estado/Mercado.

Frente a los efectos del cambio climático y los procesosde neoliberalización de la vida cotidiana, por ejemplo,los organismos multilaterales, los Estados y lxs ciuda-danxs, han desplegado un serie de estrategias que, obien por la vía de la privatización o bien por la vía dela regulación estatal, buscan regular, atender y resolverestos problemas. Controles espaciales, políticas y ac-tuaciones policiales contra la inseguridad, cierre defronteras y aumento de los controles migratorios, polí-ticas para la disminución del impacto de las industriassobre la naturaleza y la declaración de grandes zonasforestales como reservas ecológicas y patrimonios dela humanidad, forman parte del repertorio de estrate-gias desplegadas.

Lo anterior pone de manifiesto entonces, que las dis-cusiones alrededor de lo común y los bienes comunesdistan de ser, en sí mismas, un marco sustancial para eldevenir del cambio social y que, por el contrario, sonobjeto de múltiples disputas y tensiones. Así como enel pasado, los gobernantes del mundo desarrollaron laguerra como estrategia para defender al “mundo librey democrático”, en la actualidad la “defensa de los co-munes” se constituye como una estrategia que visibili-zando lo común perpetúa los marcos de su sustracción.

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Los comunes entonces, atraviesan el tejido de lavida social no sólo en su dimensión económica,sino también, en lo social, lo político y lo cultu-ral. Alejándonos de las lecturas economicistases necesario, en este debate, plantear la “ges-tión” de los comunes visibilizándolos en todassus dimensiones y no sólo como una colecciónde bienes colectivamente usufructuados quedeben ser “gestionados”. Y a este respecto exis-ten, al menos, cuatro nudos de tensión que nospermitirían problematizar la experiencia coti-diana contemporánea para abrirla al por-venir.

NNUUDDOOSS DDEE TTEENNSSIIÓÓNN EENN LLAA GGEESSTTIIÓÓNNDDEE LLOOSS CCOOMMUUNNEESS

1. Un primer nudo de tensión que emerge alreflexionar alrededor de las modalidades yprácticas de la gestión de los comunes, es elproblema de la escala. Tal y como afirma DavidHarvey (2013), las posibilidades de gestión delos bienes comunes en una determinada es-cala (local, por ejemplo), no se constituyen –necesariamente- en una vía adecuada para lagestión en otra escala (la global). Es aquídonde surge la tensión entre el grupo socialque lucha por los comunes y el entorno defi-nido o considerado como bien común.

2. Un segundo nudo de tensión se despliega alrededorde las prácticas de comunalización. Ciertamente, no du-daríamos de caracterizar, por ejemplo, las luchas pornuevas modalidades de transporte (como los movi-mientos que promueven el uso de la bicicleta comomedio cotidiano de transporte) y de producción ali-mentaria (huertos urbanos), como movimientos quedespliegan prácticas de comunalización en torno abienes comunes como la ciudad y la alimentación. Sinembargo, ¿no es también una práctica de comunaliza-ción el cercamiento y cierre del “espacio común” quelos habitantes de una urbanización de clase media de-finen como el ámbito de su comunidad? En este puntosurge, tanto la discusión alrededor de las dimensionesconstitutivas de la comunidad como la dimensión co-lectiva y no mercantilizada de los bienes comunes, esdecir, su ubicación fuera de las lógicas de intercambioy valorizaciones del mercado capitalista.

3. Un tercer nudo de tensión surge respecto a los crite-rios de gestión de los comunes. Cómo y quiénes están lla-mados a la gestión y administración de los comunes,bajo qué marcos y en qué condiciones, son algunas in-terrogantes que tensionan el debate, colocando los mar-cos de participación y representatividad democráticaen una dimensión sumamente problemática y proble-matizada alrededor de las propuestas relacionadas a lasformas y modalidades políticas de gestión de los comu-nes y su definición en tanto “propiedad común”.

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dos, lo común es una relación social que es-tando sujeta a ciertos rangos de inestabilidady maleabilidad, es sustraída y propuesta bajola fórmula del binomio público y privado, através del trabajo asalariado, la privatizacióny los mecanismos representativos de la de-mocracia liberal (por ejemplo).

En este sentido, la naturaleza, el tiempo, lasalud, la educación, el conocimiento, la ciu-dad y la cultura, por ejemplo, son bienes quehan sido creados, constituidos y sostenidoscon esfuerzo común. Así, la lucha por locomún ha sido un hilo conductor en la luchade clases y en tanto tal, forma parte y es unarealidad cotidiana de nuestro mundo (Fede-rici, 2013; Linebaugh, 2013).

rroga por lo común y los comunes. Qué es un común yqué son los comunes, cómo se constituyen, qué elemen-tos enfatizar y cuáles son los riesgos dentro del contextode las luchas por la emancipación y el cambio social.

Ciertamente, el contexto global en la actualidad pre-senta serios desafíos para el devenir de las luchas. Lageografía del capitalismo contemporáneo ha permitidovisibilizar el grado de complejidad y agilidad con el queéste se despliega. Nuevos modos sociales de coopera-ción capitalista que capturan y fijan el desarrollo de lasalternativas, el declive del mundo del trabajo formal yasalariado y la emergencia de una economía informal(lícita e ilícita) que tiende a potenciar el marco de la re-producción social del sistema capitalista y la progresivafinanciarización de la vida a través de las deudas deri-vadas de créditos e hipotecas, por ejemplo, son algunasde las formas en las que se expresa la dominación den-tro de un contexto sumamente complejo y ágil.

III. ¿Qué son los comunes?

Decíamos, al inicio de este texto, que lo común es el con-junto espacios y de bienes materiales e inmateriales (na-turaleza, alimentos, agua, conocimientos, comunicación,tiempo, entre otros) donde se produce y se reproduce lavida cotidiana y se dota de sentido la existencia. Más alláde una colección de bienes colectivamente usufructua-

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VViiddeeoo:: AAbbuueellaa GGrriilllloo

puedan escuchar en una misma sala y lo sufi-cientemente grande para que el recurso seaviable, siendo el tamaño de cada recurso de-terminado por las necesidades de cada asam-blea. Cuando las condiciones no lo hagannecesario, la administración se realizarásegún las normas de uso común o por reglasfijadas por una asamblea fundacional, siendosu administración cotidiana realizada porpersonas duchas y capaces en los menesterestécnicos requeridos. Sea aquí establecido esteprincipio de los comunes: que estas personas,por mucho que sea su saber, no tendrán capa-cidad para modificar las normas fundamen-tales, siendo todo conflicto importante o todamodificación esencial resultado de las delibe-raciones de la asamblea competente. A fin deconfirmar el mandato democrático se dis-pone la revocabilidad de las personas quepresten servicio en puestos técnicos o exper-tos. Así mismo se establece como principio yderecho, la transparencia en el acceso libre ydirecto a la información acerca de la gestión yaprovechamiento de los citados comunes.

d) Inalienabilidad, la gestión privada, estatalo comunitaria no puede en ningún caso con-fundirse con la propiedad de los bienes yservicios de propiedad común, que no po

drán ser enajenados a manos de terceros.(Madrilonia.org, 2011: 20-21)

Lo que queda de manifiesto aquí, tanto en los nudosde tensión respecto a los comunes como en sus princi-pios de regulación, no es más que la necesidad de refle-xionar los comunes, sus mecanismos de constitución,sus elementos y riesgos desde la crítica al contexto de-finido por las formas y categorías del capital.

RREEFFLLEEXXIIOONNAARR LLOOSS CCOOMMUUNNEESS

1. Una primera reflexión de vital importancia quesurge en este debate se encuentra relacionada a la arti-culación entre lo universal y lo singular. En un contextoen el que las soluciones al desmantelamiento del Es-tado de Bienestar producto de los procesos de neolibe-ralización, tienden a ubicarse o bien por la vía delretorno acrítico a este, o bien desde la profundizaciónde los marcos de privatización y financiarización de lavida que amplían la brecha de las desigualdades y di-ferencias de clases, el problema de la escala remite a labúsqueda del bien común. Pensar el bienestar como unsistema estandarizado y no homegeneizado queatienda el contexto de necesidades básicas materiales(salud, hábitat, vivienda, trabajo, entre otras) e inmate-riales (por ejemplo, la educación y las modalidades de

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Ellos son:

a) Universalidad, el acceso a estos bienes yservicios comunes deberá ser universal yabierto a todos los residentes de la ciudad, sinmayor contrapartida que la buena disposi-ción y trabajo de la comunidad para su soste-nimiento y mejora. Estas aportaciones serán,en parte, reguladas por vías fiscales sobre elprincipio de «quien más tenga más aporta» y,en parte, mantenidas por los trabajos colec-tivos que fueren necesarios.

b) Sostenibilidad, las únicas restricciones deusos y aprovechamientos deberán estar fi-jados en razón al mantenimiento intacto,cuando no mejorado, de las condicionesmateriales de reproducción de los bienescomunales.

c) Democracia, los criterios de gestión y usodeberán ser transparentes y democráticos. Aese efecto todos los recursos serán adminis-trados por una Junta Comunal, a la que ten-drán derecho y obligación de asistenciatodos los miembros concernidos por el re-curso. Las Juntas Comunales serán de un ta-maño lo suficientemente pequeño comopara que todas las personas congregadas se

4. Finalmente, un cuarto nudo de tensión que emergeen este debate es el relacionado al uso y aprovecha-miento de los comunes. Despachando las solucionespropuestas por Hardin a la “tragedia de los comu-nes”, surge como necesario desfetichizar las modali-dades de uso y aprovechamiento de los comunes delaura de la utilidad y la maximización de beneficios in-dividuales sin recurrir, como Hardin, a medidas auto-ritarias y negadoras de la vida humana como elcontrol poblacional.

Frente a estos dilemas (caracterizados como nudos detensión), el colectivo madrilonia.org en su texto La cartade los comunes, ha propuesto respecto a los comunes y sugestión cuatro principios de regulación.

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LLaa CCaarrttaa ddee llooss CCoommuunneess.. PPaarraa eell ccuuiiddaaddoo yy ddiissffrruutteeddee lloo qquuee ddee ttooddooss eess.. CCoolleeccttiivvoo MMaaddrriilloonniiaa..

!

valor, dinero, renta, leyes, Estado y otras)[…], sino el cabal congelamiento de las rela-ciones humanas que constituyen esas formas.Se trata no solamente de criticar las formassociales capitalistas, sino de entender que lasformas sociales como tales son capitalistas[…]” (Holloway, 2013). En este sentido, locomún es producción, una relación social endonde las luchas por los comunes debendesplegarse como un proceso de comuniza-ción pues, como afirma Federici, es en la“’puesta en común’ de los medios materia-les de la reproducción [donde subyace] elmecanismo primordial por el cual se crea elinterés colectivo y los lazos de apoyomutuo” (2013: 156).

IV. Comunas, consejos comunales y eldevenir de lo común

Hasta ahora podríamos concluir que lascuestiones relacionadas a los bienes comu-nes son contradictorias y, en tanto tal, sonfuentes de disputas sobre las que suele haber

intereses sociales y políticos en conflicto (Harvey, 2013).Si bien en una primera mirada es posible contraponerlo común a lo privado, cuando se posiciona frente a lopúblico surgen algunas dificultades.

La reflexión alrededor de los lugares y bienes que enla actualidad se definen como públicos (una plaza, unparque o un recurso natural como el petróleo, entreotros) visibilizan una diversidad de interrogantes queinterpelan el modo de ser de lo común. Según el relatode lo público, nos dirán algunos funcionarios del Es-tado, un parque o el petróleo es propiedad, por ejem-plo, de las y los habitantes de un país. Sin embargo, losparques poseen horarios que regulan y limitan su uso(ya sea a través de muros, rejas y/o las fuerzas de se-guridad del Estado), mientras que las ganancias deri-vadas de la explotación del petróleo, más allá de losmecanismos de redistribución de riquezas, son admi-nistrados en algunos casos por el Estado y en otros porel capital privado y/o figuras mixtas. Así, frente a lo pú-blico lo común es sustraído a través de los mecanismosde gestión que definen, desde el Estado, las modalida-des de uso y aprovechamiento de aquello que, definidocomo público, es propiedad común de las y los habi-tantes de un país.

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nistración de los bienes comunes) privilegiela constitución de redes democráticas de co-operación y encuentro que articulen cadauna de las territorialidades de lo común.

Por último, habría que reflexionar, y en aten-ción a las modalidades de uso y aprovecha-miento de los comunes, alrededor de lasdinámicas actuales del tiempo y los espaciosde vida. Dentro del contexto desplegado porlas lógicas de capital, el tiempo tiende a serusufructuado y sustraído en función de laexplotación del trabajo y la maximización delas ganancias, a la par que el territorio y lanaturaleza son objeto de modalidades ex-tractivas del capital a través de, por ejemplo,deudas habitacionales, procesos de gentrifi-cación y/o la explotación de recursos mine-rales como el oro y el petróleo. En estesentido, tiempo y territorio surgen como dosejes articuladores del debate en un contextoen el que las modalidades alternativas deproducción y gobernabilidad distan de serespacio limpios de contradicciones, proble-máticas y antagonismos.

Así, lo que merece destacarse en este debate,nos dice Holloway a partir de su lectura deMarx, “son no sólo las formas (mercancía,

diversión), debe constituirse como un centro vital en lalucha por lo común y los bienes comunes.

2. En segundo lugar, habría que distinguir, dentro delos mecanismos constitutivos de lo común, los procesosde comunalización y de comunización. Los primeros,refieren a una dimensión constitutiva de la comunidadque se cierra sobre sí misma y se configura a partir deun atributo, de un predicado y/o una “propiedad” quecalifica a sus miembros como pertenecientes a unmismo conjunto (étnico, territorial, espiritual) (Espo-sito, 2007). Lo común aparece aquí como el desarrollode procesos de apropiación que rescatando el “espíritude la comunidad”, reservan el acceso a estos para unxspocxs. Los segundos, refieren a una dimensión consti-tutiva de la comunidad que interrumpiendo continua-mente su clausura y cierre sobre sí misma, se configuracomo una máquina social que fabrica mundos eirrumpe en la ambivalencia tramposa que propone ladicotomía de lo público y lo privado. Es aquí donde locomún emerge bajo la forma de una actividad y nocomo resultado: disposición, continuidad abierta deproducción, capacidad de transformación y de coope-ración. (Negri, 2008).

3. En tercer lugar, las modalidades de gestión de losbienes comunes deben desplegar la configuración deuna nueva institucionalidad que además de considerarel aspecto técnico de la gestión (sostenibilidad y admi-

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22.. La práctica y la reflexión políticas se mueven hoy de forma exclusiva en la dialéctica entre lo propio y lo impropio, en que o bien lo impropio(como sucede en las democracias industriales) impone en todas partes su dominio con una irrefrenable voluntad de falsificación y consumo,o bien, como sucede en los Estados integristas y totalitarios, lo propio pretende excluir de sí toda impropiedad”. (Agamben, 2001: 99).

{Comunalización y comunización

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nal como poder que antagoniza, por ejem-plo, a las redes clientelares de cooptación.

Orientado hacia la transformación del ordenpolítico en el que operan, las disputas y ten-siones que cobran cuerpo en la comuna des-pliegan modalidades de construcción de unanueva cultura política y económica. Rosseau,nos recuendan Hardt y Negri (2002), “decíaque la primera persona que quiso obteneruna porción de la naturaleza para que fuerade su exclusiva posesión y la transformó enla forma trascendente de la propiedad pri-vada fue quien inventó el mal. El bien, porel contrario, es lo común”.

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Sin embargo, la intensidad de los desafíosque implica compartir convergencias políti-cas y sentidos parciales frente a una forma-Estado que otrora se nos planteaba comoadversario trae como consecuencia, tal ycomo afirma Antillano (2012), la emergen-cia de la imagen de un Termidor que ani-quile las fuerzas desatada por el proyectoemancipatorio.

La apuesta comunal que a través de los con-sejos comunales y la construcción de las co-munas se despliegan en la actualidad,entonces, se constituye como un espacio dedisputas y tensiones que tienden, entre otrascosas, a: problematizar las dinámicas cons-titutivas de la comunidad que desestiman yreproducen los mecanismos de exclusión de,por ejemplo, subjetividades disruptivascomo los jóvenes y las sexo-género diversi-dades; debatir alrededor de las modalidadesde uso y aprovechamiento de los espacios ybienes comunales en relación a la transferen-cias de recursos por parte del Estado; re-sig-nificar las dimensiones locales de laterritorialidad para proponerlas en articula-ción con la búsqueda del bien común comosistema estandarizado y no homegeneizado;y problematizar el ejercicio de poder comu-

Surge en este contexto, la necesidad de convertir lassoluciones históricas a la definición de las luchas, eninterrogantes que interpelen el modo de ser de locomún como posibilidad de un uso libre indiferentea lo propio y lo impropio2. Las modalidades de uso ygestión de los bienes comunes, las dinámicas consti-tutivas de la comunidad, el despliegue de nuevas mo-dalidades de articulación política y el devenir denuevas relaciones sociales de producción que permi-tan resituar lo común fuera de su lugar de sustrac-ción, configuran –entre otras- el espacio de laconflictividad social que articula la lucha por locomún y los comunes.

La actualidad venezolana, desde las prácticas socialesque se articulan en los Consejos Comunales y en laconstrucción de la Comuna, despliega la potencia deesta conflictividad. Por un lado, la Comuna y los Con-sejos Comunales –en tanto formas sociales que tiendenal auto-gobierno- despliegan la potencialidad que sub-yace a la configuración de una nueva institucionalidadque constituiría redes democráticas de cooperación yencuentro que se articulan en el territorio. Por el otro,los debates alrededor del extractivismo y el rentismocomo signo que caracteriza el sistema económico ve-nezolano, despliega las condiciones de posibilidadpara configurar nuevas matrices productivas en las quela comunidad y el territorio, como expresión de locomún, juegan un papel sustantivo.

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La Comuna que definimos como el gobierno de lo común por parte de los comunes, estáinscrita en el acervo histórico de nuestros pueblos, en su lucha contra y al margen de las formasde dominación, saqueo y usurpación de la soberanía popular, y cobra fuerza en la Revolución Bo-livariana como resultado de la cualificación de la capacidad de organización y movilización delpueblo y de la adopción del Socialismo Bolivariano como horizonte estratégico. La Comuna ex-presa también el desplazamiento de la lucha de clase (tanto la dominación del capital como lalucha del trabajo) de la fábrica al territorio. Finalmente, señalamos algunos riesgos y desafíos quetensionan la apuesta comunal: el peso de la economía rentista y el imperativo de impulsar la pro-ducción autogestionaria, la relación problemática con el Estado y la necesidad de construir desdeabajo el Estado Comunal, la reproducción de diferencias y nuevas desigualdades entre dirigentesy dirigidos en el seno de la comunidad, la exigencia de colocar lo común en el centro del quehacercomunero y ampliar las formas de participación, y las tensiones entre lo local y otras relaciones te-rritoriales en que la comunidad se inscribe.

CCoosseecchhaannddoo eenn ttiieerrrraa fféérrttiill:: Comuna y construcción del Poder Popular desde los territoriosAndrés Antillano

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Poder Popular

Gobierno de lo común

Autogestión

Territorio

Comuna

FFoottoo:: Verónica Canino Vázquez

!sión, opresión y desigualdad. Transformar re-laciones sociales, a través de la inclusión detodos los que habitan en el territorio, supe-rando la pobreza y la exclusión, la separaciónentre los que más tienen y los que menos tie-nen; transformar las relaciones políticas, pro-poniendo la participación de toda lacomunidad en la conducción de los destinoscomunes, superando la separación entre diri-gentes y dirigidos; transformar las relacioneseconómicas, superando la explotación del tra-bajo y generando procesos autogestionariosdonde el colectivo produzca sin división deltrabajo lo que necesita; y las relaciones terri-toriales, superando las desigualdades entreterritorios excluidos y zonas privilegiadas.

Ya lo señalaba el Presidente Chávez en elAló Teórico #1, cuando propone trabajar encinco frentes para avanzar en el Socialismoen la Comuna: 1) el frente de la moral yética, promoviendo los valores de la solida-ridad, la conciencia del deber social, laigualdad; 2) el frente social, que parta delprincipio “de cada quien según sus posibi-lidades, a cada quien según sus necesida-

des”, para avanzar a la igualdad; 3) el frente político,que apunta al autogobierno, al control popular y laautogestión, poniendo en el centro las asambleas po-pulares como espacio de decisión; 4) el frente econó-mico, generando procesos productivos en la Comunaorientados a la superación del capitalismo, a travésde la propiedad comunal de los medios de produc-ción y sistemas de intercambios de equivalencias y 5)el frente territorial, que implica el control popular delespacio.3

33.. Hugo Chávez: Aló Teórico #1. 11 de Junio 2009/ Youtube.

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la Comuna. Por un lado, la Comuna se en-tiende como forma de gobierno local y comu-nitario. Es un gobierno en manos de la gente,que intenta superar la distancia con los nivelesde gobierno tradicionales, alejados de la co-munidad. Sin embargo, este primer aspectono es suficiente para valorar el carácter trans-formador de la Comuna. Transferir a la comu-nidad responsabilidades de gestión y decisiónsobre temas locales no es necesariamentetransformador. Durante el neoliberalismo sehan propuesto distintas fórmulas de partici-pación ciudadana y que aproximen al públicoa la gestión de problemas locales, como unamanera de privatización encubierta, al trasla-dar responsabilidades y costos del Estado a lagente. Quedarnos en la Comuna como unaparato político-administrativo, no implicasuperar las brechas de exclusión y desigual-dad que se expresan en el territorio.

En tal sentido, las Comunas deben ser conce-bidas también como una forma de entenderel territorio como lugar para la emancipación,para la superación de las relaciones de exclu-

I. La apuesta comunal

La idea de Comuna está ligada a dos elementos claves.Por un lado, se entiende como un determinado ámbito te-rritorial. Por el otro, como una manera de ejercer el poder.Es, siguiendo a Simón Rodríguez, la toparquía: el gobiernodel territorio y desde el territorio. En el artículo 5 de laLey Orgánica de las Comunas, éstas se definen como:“(…) espacio socialista que, como entidad local es defi-nida por la integración de comunidades vecinas con unamemoria histórica compartida, rasgos culturales, usos ycostumbres que se reconocen en el territorio que ocupany en las actividades productivas que les sirven de sustentoy sobre el cual ejercen los principios de soberanía y parti-cipación protagónica como expresión del Poder Popu-lar”1. El Presidente Chávez las entendía como las célulasterritoriales de la nueva sociedad, del socialismo. En talsentido, las comunas son tanto un horizonte como un ca-mino. Las comunas son el lugar desde donde se cons-truye, germina, la nueva sociedad. Por lo tanto planteaba,citando a Chu Li y Tien Chien Yun, que debían ser “cre-ación de las masas”, no decretadas desde arriba.2

Estas dimensiones de territorio, poder y construc-ción del socialismo son fundamentales para definir

11.. República Bolivariana de Venezuela: Ley Orgánica de las Comunas, promulgada en diciembre de 2010.22.. Chun Li y Chien Yun: La Comuna de Chiliying. Editorial La Estrella de Roja, Caracas, 2012.

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como “célula geo-humana”. Está íntima-mente vinculada en el proyecto con el PoderPopular, con la sociedad socialista y con lasposibilidades de que los ciudadanos puedanconstruir colectivamente su propio territorioy su propia historia.

Pero, el debate en torno a la Comuna veníadesde años antes, tanto en las intervencio-nes del Presidente Chávez como en las dis-cusiones en las bases populares. Al menos 4coordenadas explican la aparición de estadiscusión:

1. La derrota política de la conspiración re-accionaria y la consolidación de la Revolu-ción Bolivariana: los años entre 2001 y 2004,es decir, entre el primer paro nacional con-vocado por Fedecámaras y la victoria delproyecto bolivariano en el referendo presi-dencial, fue un periodo turbulento en que larevolución tuvo que enfrentar los distintosintentos de la derecha por derrocar al Go-bierno Bolivariano. Sin dejar de avanzar enaspectos fundamentales (durante este perí-odo se impulsan las misiones, se vence elanalfabetismo, llega Barrio Adentro, se recu-pera para los venezolanos la industria petro-lera), la agenda estuvo marcada por la

necesidad de defender la revolución de las amenazas.Sólo con la victoria contundente en el referendo revo-catorio se completa la derrota de las fuerzas más reac-cionarias y la consolidación de la RevoluciónBolivariana, y así la posibilidad de poder avanzar en laconstrucción de un proyecto propio, cuyas bases fue-ron echadas durante esos años duros.

2. Los avances de las luchas populares: las distintasformas de participación y transferencia de poder (Co-operativas, Círculos Bolivarianos, CTU, Mesas técnicasde agua, Misiones, Consejos Comunales) ensayadasentre 2001 y 2006, no son regalías o dádivas sino queexpresan el avance en el protagonismo y las luchas po-pulares durante ese período. La resistencia contra lasacciones de la derecha, la movilización popular, la or-ganización para afrontar la vida cotidiana en situacio-nes adversas (como el paro de finales de 2002), fuerontanto escuela del pueblo en el ejercicio del poder, comoescenarios para la conquista de su reconocimientocomo sujeto político. Sólo puede comprenderse el na-cimiento del Poder Popular por este despliegue de lapotencia popular, forjado en la fragua de la capacidadde movilización, organización y lucha de los sectorespopulares en las adversas condiciones que vivió el paísentre 2002 y 2006.

3. El agotamiento de las otras formas de participa-ción: puede entenderse el camino hacia la Comuna

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ejercicio de poder desde abajo se multiplican.El pueblo toma la calle. A través de la movili-zación, la protesta, la acción directa, se vuelvepoder; nace una democracia de la calle que seenfrenta a la “democracia” de los palacios ylas cúpulas.

Con la Revolución Bolivariana, este proceso seradicaliza, adopta nuevas formas, espontánease institucionales: los debates populares en elmarco de la Constituyente, la movilizaciónpara enfrentar la conspiración de la derecha,las protestas contra las instituciones burocrati-zadas, las mesas técnicas de agua, Comités deTierra Urbana (CTU), los Círculos Bolivaria-nos, las cooperativas, los Comités de Salud, lasAsambleas de Ciudadanos, los Consejos dePlanificación Local, los Consejos Comunales yfinalmente las Comunas.4

El debate sobre la Comuna cobra intensidadcon la propuesta de reforma constitucionalde 2007, que incluía en el artículo 16 unanueva geometría del poder que reordene lasrelaciones territoriales a partir de la Comuna

Las comunas suponen, entonces, tanto un contenido,el gobierno del bien común, como un sujeto, el go-bierno de los comunes.

II. La Comuna y la Revolución Bolivariana

Desde antes de la llegada de Chávez al poder, con elquiebre de la democracia representativa (que se terminade venir abajo con el levantamiento popular del 27 de fe-brero de 1989), la participación popular en la lucha contraun orden que se revelaba como injusto e insostenible y el

44.. Antillano, Andrés: “De la democracia de la calle a los Consejos Comunales: La democracia desde abajo en Venezuela”. En Luisa López,Marta Molina y otros (Compiladores) ¿Otros Mundos Posibles? Crisis, gobiernos progresistas, alternativas de sociedad. Fundación Rosade Luxemburg y Universidad Nacional de Colombia, Medellín, págs. 15-30. Descargable en: www.rosalux.org.ec

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saron los consejos obreros como medio deauto-organización de los trabajadores paratomar el control de la producción7. En la Gue-rra Civil Española, en comunidades campesi-nas se generaron experiencias de comunas yotras expresiones de Poder Popular. En la revo-lución China, nacieron comunas campesinas entodo el territorio como forma de organizaciónde la producción y vida colectiva. Práctica-mente, no hay proceso revolucionario de nues-tro tiempo que no haya ensayado formas dedemocracia directa y de control popular8.

Pero, por lo general, se presta atención casi ex-clusiva a estas experiencias de los trabajadoresde Europa y Asia que, sin duda, mucho tienenque aportar a los procesos de liberación detodos los pueblos del mundo, pero se olvidanuestra propia experiencia histórica. De ahí la

necesidad de lo que G. Ciccariello-Mahler llama “desco-lonizar la Comuna”: el reconocimiento en nuestro pro-ceso, desde antes de la llegada de los conquistadoreseuropeos hasta la fecha, de un sustrato histórico que haceque la Comuna, como gobierno de lo común y de los comu-nes, sea algo inscrito en nuestras prácticas como pueblo9.

Desde la organización política de nuestros indíge-nas (lo que llamó el antropólogo Pierre Clastres “so-ciedades contra el Estado”10; los cumbes de loscimarrones que decidían romper con el yugo de laesclavitud y escapar del látigo del amo11; las socie-dades de los piratas en las costas del Caribe12; la re-belión de los comuneros en 1773 en la regiónandina13; las luchas campesinas por la tierra y su ex-presión armada en la lucha insurreccional de losaños 60; los intentos de impulsar asambleas de ba-rrios en la década de los 90, formas equivalentes deorganización social y políticas han prevalecido entre

77.. Mandel, Ernest (1974). Control Obrero, Consejos Obreros, Autogestión. México: Era. Gramsci, Antonio (2012) Los Consejos de Fábrica enMilano y Turin. Caracas: Estrella Roja. Korsch, Karl: ¿Qué es la socialización? Pannekoek, Anton: Los Consejos Obreros.88.. Para una revisión histórica de las principales experiencias en el mundo, ver Mandel, Ernes (1974). Control Obrero, Consejos Obreros,Autogestión. México: Era. Para el debate en el campo revolucionario durante los tiempos de la revolución rusa, ver Del Búfalo, Enzo y Ge-offroy (compiladores) (2001) Un Marxismo Maldito. Caracas: Faces.99.. George Ciccariello-Maher: Diez tesis sobre la revolución bolivariana. En :https://www.academia.edu/6197297/Diez_Tesis_sobre_Vene-zuela_la_Comuna_y_el_Estado1100.. Clastres, Pierre: La sociedad contra el Estado. Monteavila, Caracas, 1978.1111.. Tiapa, Francisco (2011). Sociedades Cimarronas. La resistencia al colonialismo esclavista. Caracas: Estrella Roja.1122.. Bey, Haki: Zona temporalmente autónoma. En: www. cgt.es/biblioteca.html1133.. Arciniegas, Germán (1968) Los comuneros. Tiapa, Francisco (2012). Los comuneros de Mérida. Caracas: Estrella Roja.

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III. La Comuna nace de la experienciahistórica de nuestro pueblo

La noción de Comuna en el campo del pensa-miento revolucionario generalmente se asociacon la Comuna de París, experiencia en que elpueblo de la capital de Francia tomó el poderen 1871 y, durante 2 meses, desarrolló un pro-grama popular y revolucionario de gobierno:se suprimieron todos los privilegios, los obre-ros tomaron control de las fábricas, todos loscargos públicos fueron elegibles y revocables yno podían devengar un sueldo superior al deun obrero, entre otras medidas que aún hoy re-sultan revolucionarias. La Comuna fue exter-minada a sangre y fuego por las fuerzas de laoligarquía francesa junto al ejército prusiano,con más de 30 mil asesinados5. Otros ensayosrevolucionarios asumieron esta experiencia deapropiación del poder por el pueblo como mo-delo. En 1917, en Rusia, el poder fue tomadopor los Soviet (Consejos), que era la organiza-ción de los trabajadores, para dar pasos hacia laprimera democracia consejista de la historia6.Los procesos revolucionarios en Europa impul-

por el desarrollo y superación de otras formas de par-ticipación: la participación en la lucha callejera, eficazpara enfrentar a la reacción y reclamar derechos peroinsuficiente para la gestión y el autogobierno, formasde gestión limitadas por la sectorialidad (Comités deTierra Urbana, Mesas Técnicas de Agua, cooperativas)y por su carácter localista (Consejos Comunales), fue-ron marcando la necesidad de construir instrumentosde poder colectivo que, por su alcance territorial y suscompetencias, implicaron un salto en el ejercicio delpoder.

4. La adopción del socialismo como horizonte estraté-gico: el llamado a construir las Comunas y profundizaren el Poder Popular, coincide con la declaración delPresidente Chávez de reivindicar el carácter socialistade la Revolución Bolivariana, hecho en el Foro SocialMundial de Porto Alegre, en 2005. La naturaleza delSocialismo Bolivariano, que reivindica la democracia yla participación popular como componente esencial encontraste con las desviaciones burocráticas y estatizan-tes de la mayoría de las experiencias socialistas delsiglo XX, da a la comuna un lugar privilegiado comohorizonte y como camino de nuestra propia versión delsocialismo.

55.. Barreto, Juan: La Comuna. Antecedentes heroicos del gobierno popular. Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Caracas. Marx,Karl: La Guerra Civil en Francia. Lissagaray, H. Prosper-Olivier: La Comuna de Paris. Monteavila, Caracas, 200766.. Mandel, Ernest: Control Obrero, Consejos Obreros, Autogestión. Ediciones Era, México, 1974.

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!IV. De la fábrica al territorio

El pensamiento anticapitalista coloca en elcentro del debate el control del poder po-lítico sobre los explotados. La explotacióneconómica y social, que supone la relaciónde dominación entre propietarios de losmedios de producción y productores (lostrabajadores), tiene como paralelo la divi-sión entre dominadores (los que mandan)y dominados (los que obedecen), en elcampo político. Esta relación es básica: laexplotación implica que la clase capitalistacontrola los procesos de organización so-cial que hacen posible la explotación en laproducción. La dominación política es unacondición para la explotación económica.Así, la emancipación de los trabajadoresen la producción, el control del procesoproductivo, implica su autogobierno, eldesarrollo de medios de ejercicio de poderde la clase.

El desarrollo de formas de autogobierno yPoder Popular durante el siglo XX tiene sulugar principalmente en la esfera de la pro-

ducción, en específico en la fábrica, siendo el obrero in-dustrial su sujeto privilegiado. Los soviets rusos o losconsejos de trabajadores en Italia, Alemania y otros pa-íses europeos en el momento de la efervescencia revolu-cionaria de los primeros años del siglo XX son un buenejemplo16. En América Latina, la experiencia de los cor-dones industriales de Chile durante el gobierno de laUnidad Popular.

Serían excepciones las comunas chinas y las experienciasanarquistas durante la guerra civil española, sobre todoen Catalunya. Sin embargo, en estos casos refleja el pesodel campesinado en la composición del bloque de clasesrevolucionario en estos dos procesos.

La importancia de la esfera de la producción en laconstrucción del Poder Popular, corresponde a las ca-racterísticas del capital durante la mayor parte delsiglo XX, y a la naturaleza del sujeto que se le opone,los trabajadores. La forma central de realización delcapital ha sido por mucho tiempo la explotación deltrabajo y la apropiación de la plusvalía. Esto ha hechoque la lucha principal de los explotados se centre enla recuperación de la plusvalía arrebatada por el capi-talista, el patrón, la recuperación del trabajo robado,que el centro de la organización de los trabajadores,

1166.. Mandel, Ernest: Control Obrero, Consejos Obreros, Autogestión. Ediciones Era, México, 1974.

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de lo común, sea el rey, el Estado, el poder eco-nómico o incluso la introducción de nuevas di-visiones entre dirigentes y dirigidos al interiorde las formas de organización emancipadas, espercibido como una forma de usurpación a lasoberanía del colectivo, y por ello rechazada.

Cumbes, comunidades originarias, organiza-ciones sociales campesinas, asambleas de ba-rrios, todas son expresiones de las búsquedas yensayos de nuestros pueblos, de las intuicionesde los de abajo, de la poderosa imaginaciónemancipadora del colectivo para instaurar unorden sin dominadores ni dominados, sin ex-plotadores ni explotados. Este acervo constitu-tivo de nuestra historia y conciencia comopueblo, de nuestra búsqueda de la emancipa-ción de toda dominación, se expresa tanto enlas prácticas y luchas populares como el ideariode la Revolución Bolivariana, desde los trabajosde Kleber Ramírez, que plantea superar el Es-tado liberal y a la vez autoritario que arrastra-mos desde el gomecismo, para sustituirlo porun Estado Comunero15, hasta las propuestasdel Comandante Chávez.

nosotros14. Es como si los pueblos que se organizan almargen, en resistencia y ruptura con el poder y la do-minación adoptaran una misma manera de organiza-ción colectiva: el gobierno de lo común, la producción ygestión de bienes comunes al servicio del colectivo, y elgobierno de los comunes, el control político de la mismacomunidad sin jefes ni dirigidos.

Estas distintas expresiones implican colocar o recupe-rar para el uso colectivo los bienes y los medios nece-sarios para la reproducción de la vida común: la tierra,los mares, la naturaleza, las riquezas, los medios deproducción, los alimentos, la salud y la medicina, laeducación de los niños, la cultura, la convivencia. LaComuna es gobierno de lo común, no una administra-ción de intereses privados, no un “condominio”. Setrata de recuperar aquello que ha sido arrebatado porpoderes despóticos o privatizados por el mercado, paradevolverlo al común o para su uso y disfrute .

Pero, este gobierno de lo común no puede ser a través deinstancias que impliquen la usurpación del más común detodos los bienes y a la vez la condición para la apropiacióncolectiva de los otros: la capacidad de gobernarse unomismo. Toda instancia externa que imponga el gobierno

1144.. George Ciccariello-Maher: Diez tesis sobre la revolución bolivariana. En línea: www.academia.edu/Diez_Tesis sobre Venezuela laComunay el_Estado. 1155.. Ramírez, Kleber: Historia Documental del 4 de febrero. Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2006.

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ducción material. Si el primero no des-cansa en formas de producción, apropia-ción y distribución de bienes, se convierteen una instancia puramente administra-tiva, sin ninguna capacidad de gobernarla vida colectiva.

Esto implica un serio desafío en la cons-trucción de la Comuna en nuestro país. Elcarácter rentista de nuestra economía haceque las capacidades productivas sean es-casas en el territorio y genera dependen-cia de la renta petrolera distribuida por elEstado, desde el punto de vista econó-mico, y dependencia del Estado como ins-tancia encargada de repartir esta renta,desde el político. En muchos casos, la or-ganización popular se orienta a buscar, in-termediar y gestionar recursos del Estado(políticas sociales dirigidas al territorio,proyectos, presupuestos, etc.) y sobre talactividad sustenta su poder. Esto pro-mueve prácticas asistencialistas y cliente-lares (de la organización popular hacia elEstado, de la organización popular haciala comunidad, como gestora), cooptación,conflictos internos (la lucha por los recur-sos que vienen del Estado, o la sospechade mal uso de ellos, desatan peleas, acu-

saciones y terminan por atomizar la participación),debilidad organizativa, etc.

Otra posibilidad es que la organización popular en elterritorio busque gestionar las rentas territoriales,aquellas que se producen en el mismo territorio. En-tonces se trata de la “privatización” por parte de la or-ganización territorial de bienes comunes (la tierra, lascanchas deportivas, etc.), o de entrar en cooperacióncon actividades informales o incluso ilegales que ocu-rren en el territorio y que producen rentas.

Por último, aquellas experiencias de Comunas y PoderPopular que resultan más exitosas y sostenidas en eltiempo, son las que logran generar procesos producti-vos, o articulan las actividades productivas existentes,que involucran la vida de la mayor parte de la comu-nidad. Experiencias de producción agrícola, en elcampo, industrial o manufactureras, han sido impor-tantes para darle a la Comuna y al Poder Popular unabase material sólida.

Ya la relación entre la Comuna y la superación del ren-tismo había sido sugerida en los trabajos de Kleber Ra-mírez. El Estado gomecista que heredamos, no sólo secaracteriza por sus rasgos políticos (centralismo, au-toritarismo, liberalismo) sino por su marcada depen-dencia de la renta petrolera. Generar capacidades deproducción local de elementos básicos para la vida

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los productores. En tal sentido, la producción(cultural, de mercancía, de rentas, etc.) se des-plaza de la fábrica al territorio. No es que nose produzca ya en las fábricas, sino que todala ciudad, todo el territorio de convierte enuna inmensa fábrica, y todos los pobres pasa-mos a ser trabajadores, aun cuando no reci-bamos salario por lo que producimos.

V. Tensiones y desafíos de la construcción de la Comuna

Las comunas en su desarrollo concreto enla experiencia venezolana, están jalonadaspor tensiones y desafíos vinculados conestos aspectos que cruzan su existencia: laproducción, apropiación y distribución debienes materiales; las relaciones de poder,tanto con las instancias externas –en espe-cial el Estado- como en las relaciones inter-nas; y las relaciones con el territorio.

AA)) RREENNTTIISSMMOO VVSS.. PPRROODDUUCCCCIIÓÓNNComo hemos señalado, existe una estre-cha relación entre Poder Popular y pro-

de sus luchas y del nacimiento de un nuevo poderhaya sido la fábrica, la producción.

En los últimos años, sin negarle importancia a la explota-ción del trabajo, el capital también actúa a través del des-pojo de los medios para la reproducción de la vida, delterritorio, la naturaleza, los servicios públicos, las riquezasnaturales, la cultura, etc.17 La contradicción capital-trabajoahora también es una contradicción capital-vida. El ca-pital vampiriza la vida toda, y tiene en la apropiación deterritorio una de sus estrategias principales. En este con-texto, la resistencia popular también se desplaza de la fá-brica al territorio, de la lucha por recuperar el trabajoexpropiado a recuperar la vida arrebatada.

Las luchas han pasado, sobre todo en América Latina, delas luchas obreras a las luchas en el territorio y por el te-rritorio18. Por eso no debe extrañarnos que el eje del PoderPopular también se haya desplazado desde la fábrica alterritorio19. El Poder Popular se desarrolla en el escenarioen que se libra la lucha de clase, en que se hace más clarala contradicción entre el capital y los trabajadores.

Por otro lado, el Poder Popular no debe verse como unadimensión desvinculada de la producción material. Esuna forma de colocar la producción bajo el gobierno de

1177.. Harvey, David: Breve historia del neoliberalismo. Editorial Akal, Barcelona, 2007. Harvey, David: Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciu-dad a la revolución urbana. Editorial Akal, Barcelona, 2013.1188.. Zibechi, Raúl (2008): Territorios en resistencia: Cartografía política de las periferias latinoamericanas. Buenos Aires: Lacavana1199.. Zibechi, Raúl (2007). Dispersar el poder. Los movimientos sociales como poderes antiestatales. Bogotá: Ediciones desde Abajo.

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!con el Estado, existirá el riesgo que prevalez-can relaciones de subordinación y tutela.

Avanzar hacia el Estado Comunal, o el EstadoComunero como decía Kleber, significa quelas comunidades se vayan apropiando de lasfunciones, competencias y recursos para elgobierno local, pero a la vez vayan asu-miendo en el propio desarrollo de estenuevo poder funciones en la dirección depolíticas centrales y estratégicas para el país.Esto significará también la transformacióndel viejo Estado, superando las dinámicas dedominación del aparato estatal sobre las co-munidades y poniéndolo al servicio delpoder del pueblo21.

CC)) LLAA SSEEPPAARRAACCIIÓÓNN EENNTTRREE DDIIRRIIGGEENNTTEESS YYDDIIRRIIGGIIDDOOSSUn problema frecuente es la reproducción derelaciones de dominación al interior de la co-munidad, en la forma de reproducir la divisiónentre dirigentes y dirigidos. Los voceros, o laspersonas más activas de la Comuna, terminandesplazando y usurpando el protagonismo delconjunto de la comunidad. Con frecuencia este

proceso pasa inadvertido, y se legitima en tanto que losvoceros son los que más participan, más trabajan, porquela comunidad es apática, etc. Sin embargo no se hace nada,o al menos no lo suficiente, para que la comunidad parti-cipe. Esto hace que las decisiones recaigan en un grupopequeño, mientras el resto de la comunidad se mantieneajena o ve sin interés las acciones de la organización. Ade-más, es un proceso circular: mientras menos se le permitaa la comunidad participar, menos interés tendrá ésta enlas acciones que emprenda la organización.

En otras ocasiones, una persona o un grupo son los quedeciden todo, así se den asambleas, pues la participa-ción es limitada o se imponen las cosas sin debate y sinconsiderar el punto de vista de otros. En estos casos,los métodos pueden ser aún menos perceptibles yconscientes, pues puede ocurrir que los que dirigen im-pongan las decisiones sin darse cuenta que lo están ha-ciendo. También con frecuencia se descalifican gruposde personas (los “malandros”, los “escuálidos”) paranegarles la participación.

Esta situación atenta contra la idea misma de la Co-muna, pues reproduce las lógicas de la dominación asu interior y le enajena el apoyo de la comunidad. Seconvierte en un gobierno “en pequeño”, en que una cú-

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soberanía, provisión de servicios y bienesque de manera transitoria aún no pueden serasumidos por la dirección del pueblo, etc.

Esta relación compleja entre Comuna y Es-tado es expresión también de la lucha polí-tica por el poder. De la disputa de quiéntiene el poder efectivo: la burocracia o elpueblo. Los intentos de tutelaje y control delas instituciones sobre el Poder Popular sonesfuerzos por evitar la pérdida de poder. Lasrelaciones clientelares, subordinadas, de tu-telaje y cooptación por parte de la organiza-ción popular y sus miembros, son una formade entregar el poder colectivo.

Por el contrario, el desarrollo de las capaci-dades de lucha, organización, autogestión,la autonomía, fortalecen el Poder Popular ydebilitan el poder burocrático. Las relacionesentre el Poder Popular y el Estado puedenser de cooperación, reciprocidad o conflicto,incluso puede adoptar múltiples caracterís-ticas de manera simultánea. Pero si la comu-nidad no desarrolla capacidades propiaspara interactuar en igualdad de condiciones

(“producir alimentos, ciencia y dignidad”) se con-vierte en una condición tanto para hacer sustentableel Poder Popular, como para construir una sociedadmás justa y libre20.

BB)) LLAA RREELLAACCIIÓÓNN CCOONN EELL EESSTTAADDOOAsociado con lo anterior, un problema importante en laconstrucción de un poder en manos del pueblo es la re-lación con el Estado. El peso que tiene el Estado en Ve-nezuela, íntimamente relacionado con su apropiaciónde la renta petrolera, hace que sean frecuentes casos deinterferencia, cooptación y tutelaje de las experienciasde base por parte de distintas instituciones. Miembrosde las organizaciones comunitarias terminan coopta-dos, incluso empleados del Estado, evitando conflictoy aceptando relaciones de subordinación para aspirara recibir prebendas o ventajas, etc.

Esto no quiere decir que las comunas deben prescindirde cualquier relación con el Estado. En tanto a éste lepertenecen recursos imprescindibles para el desarrollolocal, es fundamental que se transfieran estos recursosa la comunidad. Por otra parte, el Estado, sobre todoen la transición hacia nuevas formas de Estado (lo quellamó Chávez el Estado Comunal) cumple funciones im-prescindible de protección, coordinación, defensa de la

21. Ramírez, Kleber: Historia Documental del 4 de febrero. Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2006.

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2200.. Ramírez, Kleber: Historia Documental del 4 de febrero. Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2006.

!de enfatizar en proyectos asistenciales y noen políticas que cambien las condiciones es-tructurales que colocan al territorio en des-ventaja con otros territorios más opulentos.

A veces este localismo y la competencia entredistintas comunidades se reproducen inclusoal interior de una misma comuna, de modoque ciertos sectores, donde viven aquellos quetienen más poder dentro de la organización,monopolizan los recursos, en detrimento deotros sectores que quedan relegados. Tambiénse excluyen sectores o se divide la comunacomo medio de disputar rentas y mantener re-laciones ventajosas con el Estado.

Esto profundiza la exclusión territorial, quees una de las cosas que se propone superar laComuna. El localismo, lejos de hacerlo, loprofundiza.

La Comuna implica una transformación pro-funda de las relaciones territoriales, unanueva articulación de lo micro con lo macro,de la ciudad con el campo, de zonas centralescon zonas tradicionalmente relegadas. Estoimplica no sólo mirar nuestro contexto inme-diato sino todo el territorio y sus múltiples re-laciones. También supone vincular nuestros

planes y proyectos con planes más amplios. Deben cons-truirse formas de planificar el territorio que superentanto los planes aislados como la planificación desdearriba que no consulta las necesidades e intereses locales.

* * *

Estas amenazas atentan contra la Comuna en su esenciay contra su papel en la construcción del socialismo. Lasdivisiones entre dirigentes y dirigidos, la intermediaciónpolítica, la exclusión de la comunidad o de algunos de susgrupos de la toma de decisiones, la imposición de éstas,son prácticas que reproducen las diferencias y la usurpa-ción del poder de todos por unos pocos, negando la Co-muna como gobierno de los comunes. La privatización ouso para fines particulares o por determinados indivi-duos o grupos de los bienes comunes (territorio, recursos,capacidades, proyectos), y no para el aprovechamientocolectivo, niega la Comuna como gobierno de lo común.La dependencia de la renta o la tutela institucional haceninviable la Comuna como expresión autónoma y auto-gestionaria, como autogobierno del pueblo.

Estas prácticas pueden operar sin que si quiera nosdemos cuenta, o incluso pensando que responden abuenas intenciones (por ejemplo, conseguir proyectospara la comunidad, garantizar que las cosas funcionendentro de la Comuna, etc.). Responden a condicionesobjetivas y culturales propias de la economía rentista y

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Comuna, como célula o núcleo anclado al te-rritorio, debía estar incluida en un sistema,“irse ramificando, enlazando”. Lo local, con-finado a un pequeño territorio, sin ver la arti-culación y conexiones con otras dimensionesy sistemas, sin verse parte de un sistema, escontrarrevolucionario.22 La misma Comunaaparece como una respuesta al localismo deotras formas previas de organización popu-lar. Por otro lado, ubicar la Comuna dentrode una nueva geometría del poder, suponeverla en su relación con territorios más am-plios (la ciudad, la región, el país, el mundo),como medio para superar las desigualdadesexistentes entre distintos territorios, entre ba-rrios pobres y zonas ricas, regiones produc-toras y regiones rentistas, etc.

Sin embargo, pervive el riesgo del localismo,de ver la Comuna aislada del entorno másamplio. Esto a veces va de la mano del ren-tismo: se trata de competir contra otras co-munidades y sectores vecinos en lacaptación de las rentas estatales, de preben-das, proyectos, etc., buscando separarse delresto del territorio. También es consecuencia

pula reducida se encarga de “resolver los problemas”,gestionar las cosas, a espalda de la gente. Esto conducea la pérdida de democracia, de legitimidad y de con-fianza. Quienes no encuentran espacio de participaciónrecelan de quienes dirigen, sospechan de ellos, los acu-san, hay conflictos internos, peleas por quién tiene elpoder dentro de la Comuna.

DD)) LLAASS FFRRAACCTTUURRAASS SSOOCCIIAALLEESS DDEENNTTRROODDEE LLAA CCOOMMUUNNIIDDAADDLa intermediación de recursos del Estado o de rentaslocales, y la división social entre dirigentes y dirigidos,produce o acentúa las divisiones dentro de la comuni-dad. Entonces se hacen más marcadas las diferenciasentre quienes son voceros de la Comuna, participan ensus distintas instancias, son beneficiados por políticassociales o por proyectos comunitarios, y los que no.Estas divisiones en el seno de la comunidad son perni-ciosas, pues niegan el carácter igualitario propio de laconstrucción del socialismo, deslegitiman la Comuna,fracturan “lo común” y lo pone al servicio de interesesparticulares y privados, y produce erosión de la cohe-sión social, violencia, apatía, etc.

EE)) LLAA RREELLAACCIIÓÓNN CCOONN EELL TTEERRRRIITTOORRIIOO YY EELL LLOOCCAALLIISSMMOOYa desde hace tiempo el presidente Chávez señalaba losriesgos del localismo. En su Aló Teórico # 1 decía que la

2222.. Hugo Chávez: Aló Teórico #1. 11 de Junio 2009/ Youtube

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{Comuna

!

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Chávez parafraseando a Mariátegui, cre-ación heroica. Y creación heroica de lasmasas23, del colectivo, no de una vanguar-dia esclarecida. Eso significa que todos losdías debemos colectivamente poner encuestión lo que hacemos y superar las vie-jas prácticas, trillar los nuevos caminos,junto con la comunidad, con el colectivo.A eso se refería el Comandante Chávezcuando clamaba por el nacimiento del es-píritu de la Comuna24: la Comuna no se de-creta ni es un asunto formal, sino que esresultado de un proceso colectivo y per-manente de transformar nuestra subjetivi-dad y nuestras prácticas. Esta nuevacultura implica tanto una reconstruccióndel valor de lo común (el territorio, la ri-queza, la comunidad, la cultura misma,los recursos compartidos), como recono-cernos a nosotros, los actores en el territo-rio, como comunes, como iguales y conigualdad de condiciones de participación,sin negar nuestras diferencias de identida-des, culturas, género o edades.

la cultura de la representación que ha sido dominanteentre nosotros. Pero, por esta misma razón, al reprodu-cir el orden que pretendemos superar, la Comunapierde toda su fuerza subversiva, transformadora.Puede convertirse en una versión de las antiguas juntasde vecinos, que funcionaban como correa de transmi-sión entre los gobiernos de la 4ta República y las basespopulares, y se caracterizaron por el clientelismo, el ale-jamiento del pueblo, la cooptación por los partidos go-bernantes y su reducción a un papel de simple gestoría,impotentes para encarnar los intereses colectivos.

Hay cosas que pueden servir como antídoto. Pueden re-visarse los métodos y estilos de trabajo de los voceros y di-rigentes de la Comuna, desarrollarse capacidades demovilización y autogestión, darle importancia a la asam-blea como espacio de debate y decisión, incluir gruposque puedan sentirse excluidos, ampliar la base organiza-tiva de la Comuna, poner énfasis en lo productivo, articu-lando la producción local (la producción agrícola y laspequeñas manufacturas en la comunidad) e impulsandoprocesos autogestionarios de producción de valores deuso, distribuyendo de manera democrática los recursos,creando mecanismos de control colectivo y democrático. Pero, no existen recetas. La Comuna es, como dijo

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En Venezuela la idea de Comuna hasido resignificada y readaptada al tiempo actual. Por un lado,el Comandante Chávez le dio sustento legal y un espaciodentro del debate político, pero por otro, encontró miles devoces que la comenzaron a enunciar y miles de manos quela empezaron a construir; convirtiéndola así en una prácticareal y cotidiana, en el genuino ejercicio del autogobierno. Ex-periencias orgánicas en varias partes del país germinan una

nueva manera de hacer política y de ejercer el poder: el PoderPopular. Una de ellas es la Comuna Socialista AgroecológicaEl Maizal (estado Lara), en la cual encontramos varias poten-cias y desafíos que recopilamos en este texto. Los hallazgosestán vinculados al reconocimiento de los mecanismos cre-ados para ampliar su democracia, caminar hacia la susten-tabilidad con autonomía y construir redes estratégicas quepermitan la comunalización del territorio.

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Autogobierno

Sustentabilidad

Territorio

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producción, poder y territorioDocumentación de la vivencia en la Comuna Socialista Agroecológica El Maizal

Rebeca Gregson y Anit Quintero

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ceros y voceras, del cual iban brotando sub-jetividades, significaciones sobre su práctica,conceptualizaciones en cuanto a su hacer yrecuerdos de su andar, no sólo desde su for-malización como Comuna en el 2009, sinoincluso muchos años más atrás, donde reco-nocen la semilla de una planta que aunqueregada con la llegada del Comandante HugoChávez a la presidencia de la República fuesembrada en los años 60, en medio de inten-sas luchas campesinas por la recuperaciónde la tierra.

Esta aproximación a una reconstrucción dela experiencia realizada durante la vivenciaen El Maizal arrojó ideas claves para avanzaren ese camino al socialismo, pero tambiéndeveló contradicciones que siguen presentesen el proceso revolucionario y que hacen ecoen espacios orgánicos. Los hallazgos estánorganizados en dos grandes bloques: LaNueva Cultura Política Comunal; y la Produc-ción para la sustentabilidad y la autonomía, atra-vesadas por la relación con un Estadorentista burocratizado pero marcado por ellegado del Plan de la Patria, que dentro desus objetivos contempla la consolidación yexpansión del Poder Popular y la democra-cia socialista.

Comprendiendo la Comuna desde adentro

Los aportes construidos desde experiencias organizativasy productivas desarrolladas en el seno de comunidadespopulares venezolanas se convierten en fuentes funda-mentales para analizar la construcción de otro poder, deun poder alterno que cobra características particulares enlas comunas venezolanas. La apuesta comunal impulsadapor el Comandante Chávez se ha ido resignificando; porello es preciso comprender esa realidad, cruzando su con-texto histórico y actual, las relaciones que genera, sus di-námicas y metodologías de participación y organización,para continuar escribiendo el camino de nuestro propioproceso de liberación, una teoría revolucionaria autóctona.

Para tener una visión más clara de las múltiples dimen-siones presentes en la propuesta del Socialismo Comunal,fue indispensable nadar en aguas comuneras, recoger cla-ves para la construcción de Poder Popular en las entrañasdel movimiento comunero, junto a quienes desafían lospatrones establecidos por el capitalismo y ensayan nuevasmaneras de vivir y producir. Como una aproximación ala Educación Popular y la Sistematización de Experienciassurgió la propuesta de realizar un Vivencial en una expe-riencia orgánica popular, que tuvo lugar en la Comuna So-cialista Agroecológica El Maizal, en el estado Lara.

La visita a esta experiencia organizativa fue atravesadapor un permanente diálogo reflexivo con diversos vo-

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II.. NNUUEEVVAA CCUULLTTUURRAA PPOOLLÍÍTTIICCAA CCOOMMUUNNAALL

La Comuna es comprendida por parte delos líderes más activos del Maizal, comouna instancia de autogobierno estrecha-mente ligada a la idea de autonomía;donde se trasciende la mera gestión de re-cursos y la resolución de las problemáticas

más urgentes para la comunidad. Este grupo de per-sonas acogió los términos libertad y soberanía comopremisas fundamentales del ser comunero; una inde-pendencia que se alcanza en la medida en que sedeja de depender del Estado, de empresas privadas,de transnacionales y se comienza a producir lo ne-cesario para la vida, generando a lo interno nuevasrelaciones, más solidarias y justas.

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!munidad, trabajan también fuera del ám-bito de la Comuna, pues esos roles soncumplidos desde el trabajo voluntario, noremunerado.

Otro ejemplo es el mapeo que debe realizarel Consejo de Planificación Comunal. Segúnla ley, la ruta empieza con una reunión con elParlamento Comunal, el parlamento con elbanco y luego pasa por la asamblea; en ElMaizal se dio así:

“Nosotros convocamos asamblea y ahí invi-tamos a todo el mundo para hacer el mapeo,porque si no se llegan los cuatro o cinco queles corresponde. Puede que no estemoscumpliendo el procedimiento de la Ley peropara nosotros, en términos de soberanía,tiene más sentido mientras más gente parti-cipe en el proceso, hay una cantidad de pro-cedimientos que existen en la Ley que nofuncionan”. Andrés Alayo

Poder asambleario como expresión de autogobiernoOtro aspecto importante que emerge de esterelato es la significación del poder asamble-

ario. En El Maizal la Asamblea de Comuneros y Comu-neras es la máxima instancia del Autogobierno, es el espa-cio donde se vive el poder constituyente, porque elParlamento sigue siendo visto como una expresión de lademocracia representativa, puesto que allí las decisionessolo recaen en un vocero principal y un suplente por cadaconsejo comunal: una de cada organización socio produc-tiva y una del Banco Comunal. Aunque el Parlamento deesta comuna está conformado, sus reuniones, que son se-manales, se terminan convirtiendo en una asamblea, a laque asisten un aproximado de 100 y 200 personas; desdelos involucrados en los proyectos productivos de la Co-muna hasta gente que sólo quiere información sobre laasignación de recursos de la Misión Vivienda, o quiénquiera solicitar un apoyo puntual frente a esa instancia.En asambleas también son definidas las responsabilida-des de algunos voceros(as), son planificadas algunas ac-ciones y se realizan auditorías, un ejercicio de contraloríasolicitado y verificado por la comunidad.

“Aquí tenemos todo, la comisión de contrataciones, la contra-loría del Parlamento Comunal, la contraloría de todos los con-sejos comunales que ya se conformaron. Esa contraloría de losconsejos comunales está dentro del marco de la Ley y ellos sonlos que avalan la rendición de cuentas que nosotros hacemos(…) Porque está la Contraloría Municipal pero a nosotros nonos funciona, porque están es esperando para ‘tirarte una con-chita de mango’, para darle duro a uno porque están entrela-zados con la Alcaldía (…).” Martina Peraza

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riencia larense hay varios ejemplos con-cretos que dan cuenta de esta tensiónentre lo que se hace y lo que está estable-cido en la ley, pero sobre todo de cómoesos procesos planteados en el marcolegal son readaptados de acuerdo a lapráctica viva.

Uno de esos ejemplos está en el funciona-miento del Banco de la Comuna1; la LeyOrgánica de las Comunas establece queeste órgano debe estar constituido por unComité de Aprobación, integrado porcinco personas, un Comité de Seguimientoy Control, donde participa un vocero(a)por Consejo Comunal, y 3 voceros(as)cuentadantes. Cualquier proceso adminis-trativo debe pasar por estas comisiones,pero el cumplimiento cabal de esta normaimplicaría ralentizar procedimientos quese resuelven sólo con la firma de los cuen-tadantes. Los trámites minuciosos comoestán establecidos generan un agota-miento extra a personas que además decumplir otras funciones dentro de la co-

“Yo pienso que en una comuna el problema no es la vi-vienda, no es la carretera, no es tanto resolver el problemade una tubería, lo importante es ver cómo se alcanza unaorganización tal que nos permita decir que podemos resol-ver nuestros problemas, que tenemos cómo producir paranosotros y para los demás, para mi ser comunero es dejarde ser dependiente de los demás… tomar conciencia de loque significa ser libres de verdad”. Rafael Ojeda.

La ley y el ejercicio autogobernanteLas comunas se encuentran en fase de construcción,su experimentación prefigura el Estado Comunalcomo la propagación de células liberadas que, en lamedida en que comienzan a enlazarse y expandirse,van asumiendo el gobierno y creando sus propiasmaneras de hacer, de producir y de legislarse. Elcuerpo jurídico hasta el momento sancionado en Ve-nezuela ha sido fundamental en este proceso de cons-trucción, sin embargo, algunas de las figuras ymecanismos estipulados en la ley ralentizan la diná-mica comunal. La propia práctica comunera va unpaso más adelante, específicamente en el cómo, quetiene que ver con la definición de actores, sus roles,las instancias y sus procedimientos. En esta expe-

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11.. El Banco Comunal tiene como objeto “garantizar la gestión y administración de los recursos financieros y no financieros que le sean asig-nados, así como los generados o captados mediante sus operaciones, promoviendo la participación protagónica del pueblo en la construc-ción del modelo económico socialista (…)” Ley Orgánica de las Comunas (2010), artículo 40.

Popular para las Comunas y MovimientosSociales, pero que en Lara tomó matices dife-rentes. Mientras la mayoría estaba integradapor 10 funcionarios y entre 3 o 5 comuneros,en la entidad occidental fue asumida por loscolectivos, comunas y movimientos sociales,y los pocos funcionarios que comenzaron aparticipar fueron abandonando el espacio;esta comisión llegó a agrupar a centenares depersonas en asambleas que daban cuenta dela existencia de una dinámica popular quearropó la política institucional.

Una amenaza a las experiencias comunerasdetectada en esta lucha por el poder polí-tico es el secuestro de instancias popularesy sus voceros por parte de entes que funcio-nan bajo lógicas partidistas e instrumentosde negociación con intereses particulares;aplicando una política del show, una polí-tica mediática. Para resguardarse la res-puesta ha sido el distanciamiento de estetipo de prácticas que pudieran significar untraspié.

“Entonces un proceso legítimo, originario deconstrucción del pueblo se encasilla a una ló-gica partidista, que no existe porque en el seno

de las comunas existe una variedad, una diversidad depensamientos, un vocero puede militar en una u otra co-rriente, de lo contrario se pervierte el impulso originario delo que es el Poder Popular. Se empieza a parametrizar y sereproducen las mismas lógicas que tuvieron los movimien-tos políticos o partidos hace años atrás, que negociaban conel movimiento popular que decían ellos controlar, pero enese caso con sindicatos y movimientos estudiantiles decían‘nosotros somos dueños de los movimientos’ y esa políticaclientelar no es para nada la lógica socializante del Poder Po-pular”. Andrés Alayo

Un ensayo que realizaron los (as) comuneros (as) deLara para demostrar que es posible la disputa delpoder político y la ocupación de espacios como estra-tegia para desmontar lo constituido y fusionarlo con elPoder Popular fue en las elecciones municipales, dondeel movimiento comunero lanzó, utilizando la tarjeta deVanguardia Bicentenaria, a un candidato diferente aldel Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); setrataba de un cultor popular que no forma parte de ElMaizal, pero que es reconocido por ellos como un co-munero de espíritu militante.

Aunque el candidato perdió con una diferencia de milvotos, para ellos todo el proceso de campaña, basadoen la consigna Comuna o Nada, les permitió crecer en loorganizativo.

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bajo” (Yesica). Esta situación, que se ha dadoen gran medida por el financiamiento queexiste de por medio, le permite además alEjecutivo afianzar la idea de Estado como so-porte y plataforma para el Poder Popular.

En medio de este panorama, los comuneroslarenses han procurado en todo momentosostener un diálogo horizontal con sus inter-locutores institucionales tanto propositivocomo confrontativo, esquivando intentos desubordinación y tutelaje. Muchas de las pro-puestas entregadas por los comuneros nohan sido escuchadas, como los aportes a laLey Orgánica de las Comunas cuando secreó la Comisión Nacional para el Poder Po-pular, otras fueron convertidas en políticasnacionales como la ruta para la creación dela carta fundacional, los referéndums masi-vos y la ruta para la construcción del plan dedesarrollo comunal.

La otra manera de hacerle frente a lineamien-tos que no van de la mano con principios co-muneros es ajustarlos a sus realidades,transformándolos en el camino, como suce-dió con las Comisiones de Comunas por es-tado, que funcionaron a nivel general comouna dependencia del Ministerio del Poder

Lo constituyente y lo constituidoLa relación que tiene El Maizal con alcaldías, goberna-ciones y algunas instituciones del Estado es tensa; porel lado de los(as) comuneros(as), ven este momentocomo la posibilidad histórica de ver socializado elpoder, de desmontar la burocracia, y dentro de esalucha política, las instituciones del Estado se encuen-tran en situación de vulnerabilidad por la amenaza deperder cuotas de poder en la medida en que ese EstadoComunal va cobrando fuerza.

“Es una relación de amor y odio, porque vemos que es ungobierno nuestro, elegido popularmente (…) El problemaes que hay una racionalidad de Estado, una lógica de Es-tado que no necesariamente es la lógica del Poder Popu-lar, creo que hay que mantener esa relación de amor yodio, si hay claridad en el movimiento comunero por lomenos se va a aprovechar al máximo la posibilidad paraque se pueda seguir avanzando”.Andrés Alayo

Por su parte, en esta relación de amor y odio el Estadoha ido asumiendo los logros productivos de la ComunaSocialista Agroecológica El Maizal como también suslogros y, por lo tanto, los proyecta mediáticamentecomo tales; como logros de la unidad entre el pueblo yel gobierno. “Nosotros causamos un efecto en el Estado, siproducimos van a decir que el gobierno está haciendo su tra-

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Corredores Territoriales Comunales, queresponden a necesidades políticas, a la urgen-cia por fortalecer y resguardar la construccióncomunal. Ellos son entendidos como “espa-cios continuos, liberados, que bajo diversasformas de apropiación territorial, políticas,culturales, comunicacionales, ambientales,económicas, militares, etc., desarrollan la es-trategia de construcción del Poder Popularbasada en la organización, desarrollo de laconciencia y empoderamiento del pueblo”2.

El Maizal forma parte del Corredor Territorial ComunalArgimiro Gabaldón, donde están integradas también lascomunas Sabas Peralta, Comandante Adrián Moncada,Bucaral Unidos para Vencer, Quintino Alvarado y AguaSagrada de Terepaima; y en ellos participan comunas, mo-vimientos sociales, colectivos, experiencias productivas yorganizaciones culturales, “cuyo centro de gravedad es laconstrucción de dinámicas contra-hegemónicas y pre-fi-guradoras de la nueva sociedad en territorios histórica-mente determinados y que hacen parte la nueva geometríadel poder”3.

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viven, más anclado a la realidad de sus prác-ticas productivas y a las relaciones socialesgeneradas por ellas.

Para la Comuna El Maizal, ellos forman partede un solo ámbito geográfico, aunque unaparte esté dentro del estado Lara y otra dentrodel estado Portuguesa. Y pese a que la Ley Or-gánica de las Comunas no considera los ejescomo uno de los sistemas de agregación comu-nal, está conformada por los ejes Sabana Alta,Caballito, Palma Sola, Pajuizal, y El Cerrito:

“Así lo definimos nosotros en reuniones inter-nas, eso no vino nadie de Caracas a decirnos,nos sentamos nosotros y dijimos cómovamos a distribuir a la población para ir defi-niendo y caracterizar a cada zona en lo pro-ductivo”. Rafael Ojeda

El ejemplo de la distribución comunal porejes tiene que ver más con las maneras en lasque los (as) comuneros (as) planifican su au-togobierno, surge de la necesidad de resolverasuntos más operativos del trabajo en co-muna. Pero, también, surge al calor de los de-bates en el estado Lara la propuesta de los

“ Lo más interesante de ese proceso fue que salieron máscomunas, a nosotros nos sirvió para avanzar en la construc-ción de más comunas, las de Buria por ejemplo, y proyectar-las. Con el proceso de campaña empezamos a organizar ala gente para crear las comunas, si se ganaba planteamoscrear un co-gobierno, transferir las competencias a un con-sejo comunero, y el alcalde quedaría como un vocero de lasdecisiones que tomarían las comunas, fuimos para des-montar ese espacio”. Andrés Alayo

El mapa no es el territorio“Nos enseñaron una geografía muerta y fastidiosa, la geo-

grafía es mucho más que las montañas, que los ríos. La geo-grafía somos nosotros, incidimos sobre ella y ella incide

sobre nosotros; tiene un peso muy grande en las relacioneseconómicas y políticas”

Hugo Chávez

El Gobierno Bolivariano ha ensayado diversas manerasde mapear el país para facilitar el despliegue de sus po-líticas a nivel nacional, entre ellas las Regiones Estraté-gicas de Desarrollo Integral (Redi), las ZonasOperativas de Defensa Integral (Zodi), propuestas queagrupan entidades del país, que a su vez tienen divisio-nes municipales que son autónomas; pero estas distri-buciones geo territoriales han sido desafiadas de ciertamanera por el movimiento comunero, que se ha inven-tado otras formas de comprender el territorio en el que

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22.. Documento original “Una mirada a lo que somos: Observatorio del Poder Popular - Corredores Populares Territoriales”.33.. Ibid.

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! ! épocas ancestrales, formas de organizarseque fueron mutando de acuerdo al contexto,modos de lucha que se fueron transfor-mando según el adversario, según la necesi-dad. Hoy en día, y más específicamente enla experiencia larense, hay episodios que si-guen vivos y alimentan la fuerza comunera,se percibe un reconocimiento a esa historiade lucha que abona el terreno para asumir laconstrucción de las comunas, a partir delaño 2007, cuando se comienza a hablar deellas en el país.

“Al principio no se hablaba de comunas, perocuando Chávez saca la palabra, a los revolu-cionarios del campo no nos cayó mal, porqueuno en el campo ha ido viviendo en comuni-dad de esa forma. En esos campos lejanosuno vivía como en comuna; uno producíacafé, el otro tal cosa, el otro tenía animal yhabía intercambio, lo que uno llama cayapa,tú me ayudas hoy yo te ayudo mañana, eso esuna Comuna”.Rafael Ojeda

El proceso de politización de la mayoría delos líderes de El Maizal comenzó en su niñezy su adolescencia, con la lucha campesina de

los años 60, cuando percibieron la represión a sus padresy abuelos, la explotación y humillación a estos por partede los latifundistas.

“Yo de 54 años que tengo, 30 son de lucha social, cuando el Co-mandante llegó eso fue un alegrón para nosotros, porque ve-nimos de ser hijos y nietos de los revolucionarios de los años60, cuando yo tenía 8 años veía como atropellaban a miabuelo, a mi papá en la zona del campo, en esas zonas campe-sinas que están dentro de la comuna, yo me siento orgullosopor eso, esos campesinos fueron explotados, humillados poruna falsa democracia que nunca existió, uno se convierte enluchador social cuando ve que en esos pueblos no había nada,no había luz, agua, no había ni un maestro, un médico y eso tehace ir luchando”. Rafael Ojeda

Aunque en esta zona del estado Lara, así como en otrosespacios rurales del territorio nacional, el proceso de po-litización está marcado por estos antecedentes históricos,el grueso de la población se fue politizando en esta úl-tima década a través de su propia práctica, aprendiendoa autogobernarse desde los Comité de Tierras, los Con-sejos Comunales, y ahora siendo comuneros. Sin em-bargo, identifican una falencia en cuanto alplanteamiento de estrategias para la formación y repro-ducción de esa cultura comunal; que no está contem-plada dentro del sistema educativo formal, y que

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cialismo comunal. Es la reproducción de laspolíticas de articulación internacional lleva-das adelante por el Comandante Chávez.

“En la medida en que crezcamos somos vis-tos como una amenaza, tanto de factoresinternos dentro del gobierno que se niegana perder su cuota de poder, como para laburguesía, que no quiere perder sus tierras,que quieren que el campesino siga siendoel típico obrero. Una comuna en Barinaspuede brillar, pero si se queda sola no va adurar mucho, porque es la amenaza, signi-fica que esa comuna es el punto de partidapara que se constituyan muchas comunasmás. Si no aplicamos a lo pequeñito elALBA, la UNASUR, la CELAC, la solidaridad,el camaraderismo, nuestras comunas que-dan aisladas; por lo vulnerables que somos,porque estamos empezando, por el súperpoder que tiene la burguesía… Esa era la es-trategia de Bolívar, de la Gran Colombia”.Angel Prado

Cultura ComunalExiste un acumulado de saberes sobre elhacer comunal, prácticas heredadas desde

Estas expresiones son el reflejo de una nueva manera dever el territorio, de la necesidad de alcanzar un equilibrioterritorial, que tiene que ver con lo geográfico, pero tam-bién con el cruce de lo geográfico con lo político, lo eco-nómico y lo social. Un equilibrio territorial que va de lamano de los planteamientos del Comandante Hugo Chá-vez con la nueva geometría del poder, proposición que esreconocida y adoptada por los(as) voceros(as) de El Mai-zal; que con su accionar reclaman por la justa distribucióndel poder político, económico y social; que implica tam-bién la socialización de algunas funciones públicas.

“En el debate la mayoría de nosotros creemos en una lógicaautonomista en relación al Estado, por eso cuando habla-mos de corredores, hablamos de territorios liberados entodos los planos, los corredores son trincheras, espacios deapropiación del territorio, para nosotros en esos espacios seconstruyen las formas de autogobierno más allá de la lógicadel Consejo Comunal y la Comuna. Obviamente tienen queser territorios de disputa, si no disputamos el poder con laslógicas del capital lo que vamos a tener son fundaciones,asociaciones, seriamos una ONG más”. Andrés Alayo

Los Corredores Territoriales Comunales también sonuna estrategia para la comunalización del territorio, parala propagación de esas células de autogobierno libera-das, que se van articulando en una lógica de red del so-

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!nal: la escasa participación de los (as) jóvenesen la Comuna, quienes no se sienten parte dela misma y la ven como un lugar ajeno a ellosdonde la gente se reúne y eventualmentepueden ir a buscar trabajo. Emirelys Cama-cho, una joven de 17 años perteneciente alequipo de kikimbol de El Maizal, expresó:

“Decirte que yo soy parte de la comuna nopues, porque no voy siempre (...) Nosotroscada vez que necesitamos algo vamos a la Co-muna y ellos siempre nos ayudan”.

Uno de los motivos de este distanciamientopodría ser la falta de actividades que sean re-almente del agrado de los (os) jóvenes y la in-compatibilidad que hay entre las actividadesproductivas que les ofrece la comuna y sus ex-pectativas de trabajo y vida, que no necesaria-mente responden a sus verdaderos gustos,sino a la idea de una garantía de futuro. El tra-bajo como funcionarios públicos son opcionesque valoran como viables o a su alcance:

“A mí me gusta es estudiar artes escénicaspero aquí no, porque yo veo que la gente

como que no prospera. Si no salen de aquí no tienen enqué trabajar, entonces yo le dije a mi mamá que como nopuedo estudiar eso, puedo empezar con ser bombera opolicía”. Emirelys Camacho

Por los momentos, la siembra que es la principal activi-dad económica en El Maizal no forma parte de las acti-vidades movilizadoras de la juventud de la zona, asícomo las ciencias del agro no son percibidas como im-portantes para el desarrollo del país. Según la SegundaEncuesta Nacional de Juventudes publicada por el Mi-nisterio del Poder Popular para la Juventud, solo el 5%de los jóvenes encuestados consideran que las cienciasdel agro y del mar, así como la industria alimenticia esimportante para el desarrollo del país. Por ejemplo, enel Consejo Campesino sólo participa José Anzola, unjoven de 28 años, que piensa lo siguiente de sus pares:

“Los jóvenes ahora es más Daddy Yankee, que ‘yo quiero serGuardia Nacional’, que ‘yo quiero ser policía’. Cuando uno estájoven uno cree que la vida lo va a esperar con las puertasabiertas cuando uno se gradúe de bachillerato y vas y te metesa Guardia Nacional y piensas que vas a tener el mejor carro,pero mentira eso no es así, y entonces la mayoría culmina elbachillerato y listo a buscar un trabajo en una empresa pri-vada, y caer en manos de una empresa privada es trabajar por40 años y cuando no le sirves al patrón vas fuera”.

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mina de adaptarse a la realidad actual, ni estáabierto a la creatividad que requiere el pen-sarse el proyecto comunal.

“Se encuentra uno con el fenómeno de que te-nemos educadores de un lápiz y un cuaderno,el 90% de los educadores no están formadospara eso, no tienen creatividad para nada, ylo he criticado en las escuelas de la zona alta,es un problema estructural, de descomposi-ción”. Rafael Ojeda

Así como hacen falta líneas educativas quepuedan hacerle frente a la transculturiza-ción y que puedan aportar a la construcciónde una nueva hegemonía cultural, hacefalta también – y así lo reconoce la organi-zación – la existencia de medios de comuni-cación propios que les permita construirnarrativa y crear sentidos en torno a la cul-tura comunal.

Jóvenes y vida comuneraExiste otro hecho que cada vez preocupa mása los comuneros(as), por considerarlo unaamenaza a la continuidad del proyecto comu-

tampoco está incorporada de manera planificada en ladinámica de la Comuna. Hasta los momentos, existe lainquietud sobre las trabas que esto podría generarle almovimiento comunero, en el sentido de que mientrasmenos formación haya, la capacidad para mirar el hori-zonte comunal estratégico será más difícil, así como laplanificación de objetivos y acciones con sentido trans-formador y verdaderamente contrahegemónicas.

“Nosotros perdimos una oportunidad en el tema de las vi-viendas, aquí estamos entregando 205 viviendas y pregun-ten si hay un día de clase para un grupo de esas personas.No lo estamos haciendo, estamos flaqueando allí, porqueuna escuela de formación te permite ver quién soy, dedónde vengo, hacia dónde voy. Hay mucha gente que va aretirar sus materiales y dice deja quieto que tenga mi casaa ver si voy a venir a una reunión , eso es porque falta con-ciencia, formación, falta esa inducción de dar a entenderque estamos viviendo otra época, y enamorarlos de esamanera de vivir”.Rafael Ojeda

Además de plantear estrategias formativas fuera de losespacios formales, se evidencia la necesidad de incorporaral debate nacional la transferencia de escuelas y liceos aorganizaciones populares, pues estas instituciones edu-cativas están encasilladas en un currículo que pese a lasmodificaciones que ha tenido en los últimos años no ter-

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les cerraba la fuente de financiamiento y va-rios tuvieron que vender o arrendar sus tie-rras. Luego de dos años, por las constantesconversaciones y la presión de los (as) comu-neros (as) ante el Fondas fue firmada una sol-vencia y se les permitió acceder a otro créditopara sembrar maíz y café.

La experiencia relata que existe cierta autono-mía en la manera en la que son tomadas lasdecisiones, por ejemplo, en la distribución delos excedentes, que es definida en asamblea.Por otro lado, se ha mantenido la indepen-dencia en el proyecto de siembra colectivaporque no ha sido legalizada; ya que según laLey, en el Sistema Económico Comunal cadaempresa tiene su unidad financiera, cada unacon su propia cuenta, mientras el Banco de laComuna tiene su cuenta aparte, dejándolasasí sin relación alguna. La realidad en esta co-muna es que el proyecto de siembra, el quegenera más excedentes, termina subsidiandola ganadería, la empresa de gas y la bloquera.

Sin embargo, la manera en la cual el Estadoconcibe la economía comunal termina arro-pando la dinámica autónoma de la organiza-ción y poniendo en juego la sustentabilidaddel territorio, en tanto que dentro de esa re-

partición de la renta, la economía comunal queda rele-gada, no forma parte de proyectos estratégicos de la ma-croeconomía nacional. Y desde esta concepción deeconomía comunitaria, pequeña, se define la cantidadde dinero que se otorga para los subsidios y el tipo deproyecto que se aprueba, no permitiendo la disputa deespacios dentro de la economía nacional.

“El Estado, Banco del Pueblo por ejemplo o Inapymi, finan-cia proyectos hasta 50.000 bolívares fuertes, pequeñas ini-ciativas, proyectos familiares, negocios artesanales, elresto es para empresarios; una empresa de propiedad so-cial comunal no puede porque es mucho papeleo, perovamos a darle un poquito para que venda unos pancitos,unas arepitas, una bloquera, una peluquería, esa es ‘la eco-nomía del Poder Popular’ que buena parte de la burocraciaquiere que sea”. Andrés Alayo

De la producción de materias primas a la capacidad agroindustrialIncorporar la industrialización al sistema productivode El Maizal es en estos momentos su principal obje-tivo, el permanecer siendo productores sólo de materiaprima significa continuar reproduciendo la lógica delcapitalismo mundial donde los países periféricos pro-ducen la materia prima que los desarrollados procesany luego nos venden.

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mientos por parte del Estado, como encar-gado de distribuir la renta petrolera, limita eldesarrollo productivo a lo interno de las co-munas. El desafío actual para las Comunas escómo los ingresos transferidos por el Estadose traducen en la consolidación de condicio-nes para la producción sustentable, lo quepasa por la adquisición y puesta en funciona-miento efectivo de medios de producción y laarticulación de procesos de conocimientosobre el territorio, la producción, la gestión co-lectiva, las formas de atribución de valor y losmecanismos, espacios y estrategias de distri-bución.

Políticas de financiamiento estatalEn el caso de El Maizal, existen 500 hectáreasdestinadas a la producción colectiva de Maíz,y 560 más que están repartidas entre 76 pe-queños productores, organizados en un Con-sejo Campesino, quienes cosechan, además demaíz, café. Sus primeras cosechas, financiadaspor el Fondo para el Desarrollo Agrario Socia-lista (Fondas) los dejaron en situación de en-deudamiento; ya que la institución les impusosembrar caraotas, rubro del que poco conoci-miento tenían y cuya temporada para su cul-tivo ya había pasado. Al adquirir esa deuda se

Los espacios de integración generacional aún están enplanes, por ahora se intentan puentes donde la Co-muna, conformada como una instancia de gobiernoformal del territorio que le presta apoyo, por ejemplo,al grupo deportivo de kikimbol. Se plantean propues-tas como el acondicionamiento y la activación de un es-pacio cultural, un encuentro de jóvenes de El Maizalcon otros jóvenes organizados de otras comunas u or-ganizaciones urbanas o rurales. Los (as) voceros (as) dela Comuna reconocen que las iniciativas comunicacio-nales y culturales son una buena puerta de entradapara incentivar la participación y la articulación con losgrupos juveniles. El desafío planteado es desatar unproceso de politización que derive en el empodera-miento de diversas dinámicas de la Comuna.

IIII.. PPRROODDUUCCCCIIÓÓNN PPAARRAA LLAA SSUUSSTTEENNTTAABBIILLIIDDAADD YY LLAAAAUUTTOONNOOMMÍÍAA

La construcción de Poder Popular pasa por dos procesosque se deben ir dando de manera paralela; uno en elplano político, cultural y simbólico, y otro en lo econó-mico, que implica la apropiación de la cadena productivaque permita sustentar materialmente el AutogobiernoPopular. Pero, en ese tránsito de una economía de la sub-sistencia hacia una economía sostenible y sustentableuna de las principales piedras de tranca es la lucha contrala lógica subsidiaria. La dependencia de los financia-

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producción es arrimada a Agropatria, empresaque demora para cancelar la producción yademás les descuenta porcentajes significati-vos por concepto de humedad e impurezas.

“Por ejemplo los productores producen 60 milkilos de maíz. Cuando lo entregan les des-cuentan 10 mil kilos por humedad o impure-zas, es demasiado porque eso no lo pierden,de ahí se sacan muchos derivados, por lomenos que nos lo devuelvan como un exce-dente, el afrecho que sacan de las impurezas,que antes lo hacían pero ya no”. José Anzola.

Debido a esto se ha creado una situación deendeudamiento por los créditos a los quehan tenido que recurrir; como consecuenciano existe flujo de caja, ni músculo finan-ciero.

Algunos pequeños productores intentaroncomercializar caraotas y café molido con má-quinas artesanales a través de la red de dis-tribución de alimentos Mercal, pero nocumplieron con los protocolos establecidos.Ante esta situación ven la necesidad de ges-tionar uno de estos espacios, que pueda fun-

cionar con una modalidad mixta en la que el Estadopueda colocar algunos rubros que no son producidosen la comuna y el resto sea colocado por los producto-res, sin necesidad de estar registrados como empresa.

Concepción del trabajoUna de las transformaciones que ha ido generando lapráctica comunal ha sido en el trabajo, la manera deconcebirlo y las relaciones que genera. Sin duda, hayun distanciamiento, al menos en el discurso, del trabajocomo valor de cambio, del culto a las jerarquías y a lasdesigualdades que esto genera. Ese alejamiento partedel ser colectivo, del que las decisiones sobre cómo or-ganizar el trabajo no recaen en una sola persona sinoestá en manos de todos los que forman parte de losproyectos productivos. Asimismo, la información sobrelo que se hace y las ganancias que genera ese hacer essocializado en asambleas.

Sin embargo, continúan concibiendo la repartición delexcedente como un salario. Para varios de los trabaja-dores de la siembra, la ganadería, la bloquera y el gas,el dinero que cobran es la retribución que consiguenpor vender su fuerza de trabajo a la Comuna, que a suvez es vista por algunos (as) como una empresa emple-adora de la zona. Esta manera de comprender el tra-bajo los lleva a reproducir modelos laborales delcapitalismo, además hay que tomar en consideración

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tivo por una planta procesadora de ali-mento para animales.

Distribución“Si quieres montar una economía alternativa,comunal, tienes que pensar en el proceso deindustrialización, compatible con modelosecológicos, desde la colectivización. Hay queromper con esa lógica de que el Estado y losprivados son los que distribuyen, comerciali-zan y el grueso de la ganancia queda ahí.Todo el ciclo productivo tiene que estar enmanos de la Comuna, y la Comuna tiene quepensar procesos de agroindustrialización,porque de lo contrario no tiene sentido, nopuedes pensar a la Comuna ahí desde la sub-sistencia, o el trueke, eso testimonialmentenos sirve pero económicamente no, tú no lehaces ni cosquilla al capitalismo con eso”. An-drés Alayo

Lo que se distribuye a nivel nacional es a tra-vés de los privados o del Estado4 , a esta rea-lidad no escapa esta comuna larense cuya

Por eso, solicitaron un crédito para instalar unaplanta procesadora de harina, uno de los productosmás consumidos por los (as) venezolanos (as) y quees acaparado por el capital privado para generar des-estabilización.

“Nosotros no tenemos que estar sufriendo por harinasi producimos maíz, pero lo que producimos se envíaa las plantas de Caracas, y de Caracas nos lo traen em-paquetado; estamos perdiendo nosotros porque pro-ducimos y después igual tenemos que pagar elproducto bien caro. Aquí se acaba la cosecha de maízy no hay harina, los que logran llevarse un saco a lamontaña tendrán su maíz pilao pero el resto no”. Ra-fael Ojeda

Ante la solicitud del crédito para la planta de harinael Estado ha dado dos respuestas, ambas rechazadaspor los comuneros por no adaptarse a sus requeri-mientos y necesidades: una fue la planta iraní queestá diseñada para el procesamiento de harina detrigo, funciona con molinos y no está configuradapara procesar harina precocida. Y la otra, fue unacontrapropuesta de modificar su proyecto produc-

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44.. El año pasado el Estado pagaba por maíz Bs. 4,95, mientras que los privados lo pagan a Bs. 6.

esta figura organizativa, acercando al proyectocomunal a un gobierno de los comunes, a lavez que permite evidenciar algunos rasgos deuna cultura de red5. Sin embargo, es preocu-pante que esta articulación entre comunas notrascienda del estado Lara a lo nacional, espe-cialmente en lo productivo. Garantizar la rednacional de producción comunal debería perci-birse por los comuneros y las comuneras comoun horizonte estratégico inmediato.

● Las dispositivos de actuación comunales tie-nen sus raíces en los procesos de politizaciónde comuneros(as) vinculados con las luchaspor las tierras que ahora son de propiedad co-lectiva en los años 60; la guerrilla; la cayapacomo proceso colectivo para resolver las nece-sidades. Los aprendizajes más valiosos sobrelas comunas se encuentran en estos procesosde politización, en el ejercicio de autogober-narse y en el ensayo permanente de las lógicasque les son útiles a su contexto.

● El Autogobierno no es plausible sin la existencia de unafuerza productiva que posibilite la sustentabilidad de laComuna. Un proyecto colectivo que agrupe, sume, nosólo recursos económicos sino personas dispuestas a ad-herirse a la apuesta comunal, lo que se traduce en parti-cipación, saldos orgánicos. Ahora bien, no sólo esnecesario que la producción sea colectiva y sus excedentessean distribuidos socialmente, también es indispensablepensar el cambio en la concepción que se tiene del trabajo,reinvertarse con lógicas comuneras la forma de trabajo yde distribución de recursos que más se adapte a sus nece-sidades, evitando reproducir las del capitalismo.

● El gobierno comunal que apunta hacia la construc-ción de un Estado Comunal6 implica una relación per-manentemente tirante con el Estado existente y susinstituciones. La economía rentista venezolana esta-blece una relación de dependencia cuya frontera con elclientelismo y asistencialismo es muy tenue. La posibi-lidad de avance de las comunas hacia una relación máshorizontal con el Estado pasa porque las comunas em-piecen a imponer sus reglas del juego, a incidir en las

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zuela sobre el significado de la Comuna. Paraunos(as) voceros(as) es el territorio colectivo,propio, autogobernado, es una forma de pro-ducir y relacionarse incluso con otras organi-zaciones de formas alternativas; para algunoses un espacio de deliberación y resolución delas necesidades que tienen los habitantes queforman parte de la Comuna; mientras quepara otros, es una figura administrativa quepermite acceder a financiamiento de proyec-tos. Estas diferentes visiones sobre la Comunaconviven simultáneamente a lo interno de laorganización, en muchas ocasiones retrasandolos saldos orgánicos esperados.

● La perspectiva de Comunas planteada por elComandante Hugo Chávez al señalar que “lacomuna es como una célula y las células tienen queirse ramificando, enlazando, tienen que ir formandoun sistema, articulándose, para darle forma al cuerpode la nación, desde abajo”, se evidencia especial-mente en el desarrollo de los Corredores Terri-toriales Comunales del estado Lara comoterritorios liberados por y para varias comunasque se articulan en lo productivo, lo cultural,las luchas por el avance de sus proyectos y sue-ños. Esta perspectiva sobre la Comuna apuntahacia la transformación de la noción y el ejerci-cio de poder, trasciende el localismo asociado a

que históricamente los parámetros establecidos en laLey Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Traba-jadoras han sido los más conocidos y practicados en elpaís; por eso reconocen en la fusión entre el trabajo y laformación una clave para trascender esta lógica del tra-bajo asalariado, abriendo brecha al debate en los espa-cios de producción.

“Nosotros estamos al nivel de un sueldo mínimo, comocualquier otra empresa. Por ejemplo, ahorita en diciembre,al final de la cosecha se da un bono de producción, deacuerdo al área de producción; a la hora de ‘arreglar’ a al-guien se hace de acuerdo a la ley, según su tiempo, su edad.Aquí la gente ya se ha creado la mente de que cuando elPresidente aprueba aumento automáticamente se tieneque hacer aumento. Es ahí donde me hago la autocrítica,no podemos crear una empresa autónoma con los mismoslineamientos de una empresa privada, o la misma visióndel Estado, con sus instituciones y sus empresas; y no estaresperando que me boten para que me den tanto. No, estaes una unidad de producción de todos y las ganancias sonpara todos”. Yesica

Potencias y desafíos del proyecto comunal

● La vivencia en la Comuna Socialista Agroecológica ElMaizal nos permitió acercarnos al debate abierto en Vene-

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55.. Para mayor información sobre la noción de cultura de red ver el ensayo Cultura de red y la emergencia de un nuevo poder, elaboradopor María Claudia Rossell en esta publicación. 66.. El Estado Comunal como horizonte institucional del socialismo aún son prefiguraciones, propuestas, ensayos a pequeña escala en los que sedisputan formas de ejercer el poder con la forma Estado existente. Más allá de la constitución de comunas y su articulación en los territorios, unode los pasos que hoy se consideran más sólidos en la creación del estado Comunal es la constitución del Consejo Presidencial del Gobierno Popularcon las Comunas. Para más información sobre la propuesta inicial de principios, objetivos y funcionamiento, puede consultarse: http://www.mpco-munas.gob.ve/wp-content/uploads/2014/07/Acuerdos-del-Consejo-Presidencial-de-Gobierno-Popular-con-las-Comunas1.pdf

de los(as) jóvenes de la Comuna, sus formas,relaciones y acciones. Siendo que son estoslos(as) actores(as) que pueden darle conti-nuidad a lo que hoy en día se ha cosechadocomo Comuna, son preocupantes los nivelesde separación que hay entre voceros(as) y jó-venes. Unir ambos mundos, propiciar acer-camientos desde los intereses de los(as)jóvenes de la Comuna, darles opciones devida dentro del territorio es necesario paraperpetuar el trabajo colectivo que se ha idogestando y que no se pierda en el tiempo.Hacer de la Comuna una cultura, sembrar suespíritu, en toda la comunidad, incluyendo alos(as) jóvenes, es el llamado que nos hace elComandante Chávez, es su legado.

políticas públicas estratégicas y se deslastren de sersubordinadas a las lógicas estatales. Esto supone unconflicto inminente y permanente, que no es negativo,sino que como aliados les permita caminar. Es impor-tante entonces que las iniciativas comunales desde laperspectiva del Estado sean consideradas no tanto porsu aporte local a través del incentivo que generan a laproducción local, las pequeñas empresas, las empresasfamiliares, sino por la necesidad de incorporarlas en elsistema económico nacional.

● Una de las grandes potencias visibilizadas en la Co-muna El Maizal es la irreversibilidad de los procesosasamblearios, la apropiación de esa lógica para la tomade decisiones y discusión de problemáticas y propues-tas, espacios donde si bien existen un peso fuerte de lí-deres referentes se legitima la voz colectiva. Estosespacios son de formación permanente, no son estruc-turas inmutables, en tanto el autogobierno se crea y re-crea constantemente.

● Finalmente, uno de los desafíos más evidentes en estavivencia está vinculado al desarrollo de estrategiaspara la formación y la reproducción de la cultura co-munal. Los espacios de formación formales (liceos, es-cuelas) e informales (asambleas), son estructurantes dela visión de futuro que se tenga en la Comuna, pero ac-tualmente siguen siendo muy débiles. Uno de los ele-mentos críticos en este sentido es la poca apropiación

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VViiddeeoo ddee vviissiittaa ddeell CCoo--mmaannddaannttee CChháávveezz aa llaaCCoommuunnaa EEll MMaaiizzaall..

MMoorrrraalliittoo ccoommuunnaall:: IInnssuu--mmooss ppaarraa ccoommpprreennddeerr yyccoonnffoorrmmaarr llaa CCoommuunnaa..

La producción cultural en su potencia material y sim-bólica para (re)crear las formas de vida común, en su carácter polí-tico para estructurar experiencias y sentidos que consolidandeterminados sistemas y lógicas de poder, y en su vinculación eco-nómica convertida en campo de disputa con el capital y sus meca-nismos de apropiación y venta de la creatividad humana. En esta

perspectiva, este ensayo propone tres cruces fundamentales: la re-lación entre producción cultural y reproducción social; el debatesobre lo productivo cultural posicionado desde el capitalismo globalcomo economías creativas con precisiones de nuestra propia mi-rada, y algunas intuiciones sobre lo que en esta investigación co-menzamos a nombrar como cultura productiva para lo comunal.

vínculos, podery creación

Producción cultural:

María Eugenia Fréitez

Palabrasclave:

Reproducción socialCultura productivaEconomías creativas{ Producción cultural

FFoottoo:: Tiuna El Fuerte

Producción cultural: vínculos, poder y creación María Eugenia Fréitez

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es ajeno ni exterior a las relaciones de pro-ducción y que está inserto en toda prácticasocioeconómica que a la vez que es econó-mica es simultáneamente simbólica.

En palabras de García Canclini, la culturaes “la producción de fenómenos que con-tribuyen, mediante la representación o re-elaboración simbólica de las estructurasmateriales, a comprender, reproducir otransformar el sistema social, es decirtodas las prácticas e instituciones dedica-das a la administración, renovación y rees-tructuración del sentido” (1996:41).Comprendiendo que no hay producciónde sentido que no esté inserta en estructu-ras materiales, este autor le reconoce a loshechos culturales una función económica:la reproducción social; una función polí-tica: lucha por la hegemonía y funcionespsicosociales: construir el consenso y laidentidad, neutralizar o elaborar simbóli-camente las contradicciones. En la junturade estas dimensiones reconocemos la pro-ducción cultural.

Estamos hablando entonces que no busca-remos dar cuenta de expresiones artísti-cas, ni memorias históricas, ni de cómo

opera la industria cultural como aparatoideológico de dominación, aunque todoello esté presente. Diríamos que intentare-mos tres recorridos: 1) precisar algunasnociones útiles para comprender cómo sereproducen subjetividades o se producensujetos en nuestras sociedades occidenta-lizadas y, en esta vía, cómo se sostienendeterminadas estructuras sociales y lógi-cas de poder, a través de un accionar cul-tural institucionalizado y convertido enlógica de dominación; 2) hurgar los plan-teamientos que desde el capitalismo con-temporáneo hegemonizan la discusiónsobre la producción en el campo cultural:la economía creativa, ahora llamada porlocuaces propagadores de negocios comoEconomía naranja, cómo se viene posicio-nando una comprensión de lo culturalproductivo; 3) intuiciones sobre una cul-tura productiva para lo comunal.

I. Reproducción social y produccióncultural: un rompecabezas para armar

Una de las maneras en que actúa cultural-mente el poder es a través de la instituciona-lización de los sistemas de clasificación

Para lo que concierne a lo que ahora cuento, no importa ni lo uno ni lootro. Las palabras que nombran lo que está por hacerse no salen depronto ni en cualquier parte, sino que van buscando un lugar dónde

nacerse y esperan el tiempo propicio para surgir. L@[email protected] somos.

Subcomandante Marcos.

En la diversidad de procesos que emergen y conflu-yen en el contexto de la Revolución Bolivariana, nos in-terpelan las experiencias que conjugan sujetos yprácticas que construyen procesos territorializados,más tradicionalmente entendidos como políticos,pero también los que nos hablan de una mutación enlas formas de relacionamiento, en los tiempos deaprendizaje, en los gustos remezclados y en nuevashabilidades creativas, a partir de mediaciones tecno-lógicas y globalizadas. Interpelación que propone-mos analizarla desde el campo de la produccióncultural. Para ello, primero intentaremos armar unmarco de comprensión sobre lo cultural.

Nuestro punto de partida es la idea hibridada entrecultura y poder, es decir, la comprensión de la culturacomo un proceso productivo que disputa permanen-temente formas de reproducción o transformación detodo orden económico y social, y que en sociedadescomo la nuestra, su uso, apropiación o práctica deter-mina la pertenencia a determinada clase social. Por lotanto, la cultura comprendida como proceso que no

social que, en las sociedades capitalistas de Occidente,se han consolidado a partir de la creación de los Esta-dos-naciones y sus mecanismos de homogenizaciónpara el control social, desde el entendido que en el ca-pitalismo contemporáneo:

La dominación ya no necesita ejercerse de manera di-recta y personal cuando posee los medios (capital eco-nómico y cultural) para apropiarse de los mecanismosdel campo de producción económica y del campo de pro-ducción cultural que tienen a asegurar su propia repro-ducción por otra de su funcionamiento mismo, eindependientemente de toda intervención intencionalde los agentes. (Bourdieu, 2011: 51)

Si compartimos la idea de que el poder existe sólocuando se pone en acción, debemos comprender cómose ejerce (Foucault, 1988), cómo actúa en la reproduc-ción de modos de vida, sobre todo para comprendercómo hemos podido reproducir un sistema social detan profundas desigualdades, donde somos mayoríaproletaria explotada, esclavos de un tiempo desnatu-ralizado y con una exclusiva valoración “monetaria”de los intercambios necesarios para vivir. Nos interpelala posibilidad de cambiar posiciones en el tablero dejuego y reproducir la acción y el deseo por otra vidahumana posible entre iguales.

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{Cultura

11.. Pierre Bourdieu (1930-2002) es un sociólogo francés reconocido por una muy amplia producción intelectual en educación, cultura, mediosde comunicación y estilos de vida. Es uno de los investigadores que mayores aportes realizó en la construcción de teorías de la reproducciónsocial. Nos interesa incluir su enfoque que cuestiona el modelo de la modernidad y sus mecanismos de producción de desigualdades so-ciales, primero porque logra la sistematicidad de categorías que tienen vigencia para análisis actuales y porque de esta producción se hangenerado trabajos posteriores en el campo cultural en América Latina.

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Comprendemos, también, con Pierre Bourdieu1 quelos grupos sociales existen objetivamente en dos ór-denes: en el que las distribuciones de propiedadesmateriales registran y en el de las clasificaciones y re-presentaciones (2011). La unión de estos dos órdenespermite explicar la existencia de grupos, es decir, elcómo se producen los sujetos y de cómo opera elpoder para producirlos.

Sobre las teorías formuladas para estudiar estos proce-sos, nos interesa destacar algunos aspectos trabajadospor Bourdieu sobre la teoría de las prácticas (1998,2007; 2011) que pueden resultarnos útiles para formu-lar análisis desde una perspectiva que vincula culturay poder, y que siendo categorías propuestas a partirde la interpretación de los procesos cotidianos de lagente, permite cruzar estructura y agencia de los suje-tos, es decir, analizar cómo la estructura social deter-mina la producción de sujetos pero cómo, a su vez, lossujetos y las prácticas en contexto transforman deter-minadas estructuras existentes a muy diversas escalas.Algunos de los principales conceptos estructuradospor Bourdieu son:

• Campo. Espacio analítico para compren-der cómo se institucionalizan prácticas so-ciales, se crean reglas y principios quedeterminan posiciones sociales y posibilida-des de acción y reconocimiento de agentesque lo conforman. Un campo es una esferade la vida social, un lugar de relaciones defuerza y de luchas que tienden a transfor-marlo, poseen una lógica específica determi-nada por las propiedades (capitales) que loconstituyen y factores que varían de uncampo a otro; son espacios estructurados deposiciones, las cuales son producto de la dis-tribución inequitativa de ciertos bienes (ca-pital) capaces de conferir poder a quien losposee. Existen campos y subcampos diver-sos, por ejemplo, el campo político, campoeconómico, campo cultural, dentro de esteúltimo el subcampo artístico, etc.

• Campo y juego. Bourdieu plantea unaanalogía entre campo y juego, donde se esta-blecen relaciones de lucha, alianza, coopera-

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Producción cultural: vínculos, poder y creación María Eugenia Fréitez

interreconocimiento; o, en otros términos, a la perte-nencia a un grupo, de agentes unidos por vínculos per-manentes y útiles. El volumen de capital social queposee un agente particular depende de la extensión dela red de los vínculos que puede movilizar y del volu-men de capital (económico, cultural o simbólico) queposee cada uno de aquellos con quienes está vinculado.

Capital cultural. Es un tener devenido en ser, una pro-piedad hecha cuerpo, convertida en parte integrantede la persona, un habitus. Quien lo tiene ha pagado“personalmente” y con lo más personal que tiene: sutiempo. Puede existir en estado incorporado, es decirbajo la forma de disposiciones duraderas del orga-nismo; en estado objetivado, bajo la forma de bienesculturales, cuadros, libros, diccionarios, instrumentos,máquinas, etc. Y en estado institucionalizado, como eltítulo escolar o universitario, diplomas, todo aquelloreconocido institucionalmente, es decir que posea unagarantía jurídica.

Capital simbólico. Especie de capital de confianza ocrédito que se otorga en nombre de la reputación, uncrédito de notoriedad, una cualidad que se adquierecon el tiempo, de acreditación, que sólo la creencia delgrupo puede conceder a quienes le dan garantías ma-teriales y simbólicas. Gracias a la confianza de la quegozan y al capital de relaciones que han podido acu-mular, aquellos de quienes se dice son “capaces de ha-

ción, disputa entre agentes que conformanel campo (fuerzas en disputa) por la pose-sión de capitales. Así, no es lo mismo produ-cir música que ser un músico conreconocimiento en un campo definido comoartístico-musical. Si hacemos uso de estosinstrumentos para pensar estas prácticas nospreguntamos cómo está definido estecampo, cuáles son los capitales con los quese cuentan para entrar o salir de este campo,quiénes lo legitiman, cuál ha sido la trayec-toria que lo ha permitido.

•Capital. Relación social, o energía socialque ni existe ni produce sus efectos si no esen el campo en la que se produce y se repro-duce, le permite a su portador ejercer unpoder, una influencia, por lo tanto, existir enun campo determinado. La distribución in-equitativa del capital, cualquiera que sea, esla que define la posición relativa que cadaagente va a ocupar en un campo. Bourdieudefinió 3 principales tipos de capital: social,cultural y simbólico.

Capital social. Conjunto de recursos actua-les o potenciales ligados a la posesión de unared durable de relaciones más o menos ins-titucionalizadas de interconocimiento y de

22.. En otro de los ensayos de esta publicación, precisamente, se propone una manera de reconocer estas otras formas de capital, dondese ponen en juego y a disposición del intercambio todo lo que poseemos, creamos y con lo que tenemos relación: conocimiento, tiempo,bienes materiales, relaciones sociales, redes, tecnologías, etc. Ver en texto de Adriana Benzaquen, Soluciones colaborativas, la propuestaen torno al mapeo de riquezas: a través de la idea de una economía 4D.33.. Paul Willis es un investigador británico reconocido por sus investigaciones sociológicas y etnográficas, sobre todo en el campo de losestudios culturales. Trabajó en el Centro de Estudios de la Cultura contemporánea de la Universidad de Birgminham. El interés por esteautor se nos genera a un grupo cultural juvenil a partir de su trabajo: Aprendiendo a trabajar. Cómo los chicos de clase obrera consiguentrabajos de clase obrera (1988), investigación que nos planteó problematizaciones útiles para mirar en casos concretos cómo se desplieganformas de reproducción social en el campo educativo, relacionando aspectos tanto de estructura como de capacidad de acción de lossujetos. Esto nutrió la lectura sobre el significado de nuestros propios procesos educativos culturales en el mundo popular.

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cerse con todo el mercado, aunque se hayan ido con lasmanos vacías” pueden permitirse “ir al mercado sinmás moneda que su cara, su nombre, su honor, e in-cluso apostar (en el sentido de comprender) tengan ono dinero. “Creado a partir del juicio colectivo tieneque ver con las cualidades estrictamente ligadas a lapersona de que se dice que “no pueden prestarse ni pe-dirse prestadas” (Bourdieu, 2007: 190).

• Habitus. Categoría que recoge el acumulado histó-rico que nos constituye como individuos y que actúacomo principios generadores y organizadores de prác-ticas y representaciones. Bourdieu lo define en una es-pecie de juego de palabras como sistemas dedisposiciones duraderas y transferibles, estructuras es-tructuradas predispuestas para funcionar como estruc-turas estructurantes. Producto de la historia, el habitusproduce prácticas, individuales y colectivas; asegura lapresencia activa de las experiencias pasadas que, de-positadas en cada organismo bajo la forma de princi-pios de percepción, pensamiento y acción, tienden, conmayor seguridad que todas las reglas formales y nor-mas explícitas, a garantizar la conformidad de las prác-ticas y su constancia a través del tiempo.

El habitus (…) es lo que permite habitar las instituciones,apropiárselas prácticamente y, de este modo, mantener-las activas, vivas, vigorosas, arrancarlas continuamente

del estado de letra muerta, de lenguamuerta, hacer revivir el sentido que se en-cuentra depositado en ellas, pero imponién-doles las revisiones y transformaciones queson la contrapartida y condición de la reacti-vación. Mejor dicho, es aquello a través de locual la institución encuentra su plena reali-zación: la virtud de la incorporación, queaprovecha la capacidad del cuerpo paratomar en serio la magia performativa de losocial, es lo que hace que el rey, el banquero,el cura sean la monarquía hereditaria, el ca-pitalismo financiero o la iglesia hechoshombre. (Bourdieu, 2007: 93)

Su definición se vincula con la de gustos (losgustos derivan en habitus), en tanto productode unos condicionamientos asociados a unaclase particular de condiciones de existenciaque une a todos los que son producto de con-diciones semejantes, pero distinguiéndolos detodos los demás; el gusto es el principio detodo lo que se tiene, personas y cosas, y detodo lo que se es para los otros, de aquello porlo que uno se clasifica y por lo que le clasifican.

La decisión de incorporar estas categoríasanalíticas en este ensayo tiene que ver con al-

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Ya está dicho. Los modos de vida que hemos conocidoy vivido están atravesados por modos de dominaciónque se han ido asentando y reproduciendo a partir deluchas en determinados campos, en el marco de unaestructura de distribución desigual de capitales. Portanto, capitales que circulan en un mercado de bienessimbólicos donde todos los bienes están jerarquiza-dos, donde los campos actúan como sectores, gre-mios, agencias de legitimación de prácticas yformadores de gustos sociales; que generan consen-sos, habitus, naturalización de que el mundo es y serálo conocido o lo que es igual a decir la hegemonía cul-tural. Y podríamos decir, con Paul Willis3 que segui-mos necesitando una explicación por la que los quesupuestamente “carecen de poder” siguen aceptandosus destinos desiguales.

Todo ello, por supuesto, inserto en lo que ha sido la his-toria de creación y mutación del sistema capitalista queha consolidado diversos mecanismos, estrategias o

gunas cuestiones: Por un lado, la necesidadde echar mano a marcos referenciales quemuestren la relación entre economía y cul-tura no sólo a partir del análisis sobre cómocircula y/o se acumula el capital económicoy su repercusión en la vida de la gente y laestructuración de clases. Sino, más bien,mirar cómo circulan, se practican y se insti-tucionalizan formas de intercambios entreseres humanos que, cumpliendo tambiénroles en la creación material de la vida, no seexpresan en capital-dinero, y cumplen rolesde vinculación, reproducción o posibilida-des de cambiar la manera en que suceden losprocesos sociales: actúa la gente, se movili-zan sentidos y, en ello, formas de compren-der el mundo. En fin, reconocer que en esosespacios y formas de relación social máscomplejas se expresa y (re)construye o re-produce el poder2.

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las clases populares de generar formas deconocimiento colectivo y cultural que, aun-que a veces ambiguas y complejas, no pue-den reducirse a las formas burguesas de lacultura dominante (Willis, 1999). Produc-ción cultural que tiene de resistencia, oposi-ción, reinvención, creación y no sóloasimilación o reproducción sumisa de lasformas culturales dominantes, aunque tam-bién las contenga.

Paul Willis concibe la producción culturalcomo “el proceso de uso colectivo y creativode los discursos, significados, materiales,prácticas y procesos de grupo, a fin de ex-plorar, entender y ocupar creativamente de-terminadas posiciones, relaciones, series deposibilidades materiales. En los grupos opri-midos ello inducirá, posiblemente, a formasde oposición, resistencia, reinterpretación”(Willis, 1999: 647).

Nos interesa proponer el uso de la noción deproducción cultural en su potencia para darcuenta de las maneras en que desde las cla-ses populares se crean y recrean las formasde vida común, desde el esfuerzo de mirarestos procesos en su producción, su circula-ción y su consumo y, sobre todo, en los

modos de producción y las condiciones posibles parala producción.

El capitalismo se especializó en integrar a las clases do-minadas a un sistema unificado de producción simbó-lica, separando la base económica de las representacionesculturales, quebrando la unidad entre la producción, cir-culación y consumo, y los nexos entre los individuos ysu comunidad. Uno de los desafíos de la praxis popularapunta a restituir el lugar de productores a quienes sonrelegados al lugar del consumo y anidar articulacionesdesde lo material y lo simbólico para construir lo localde la vida cotidiana y lo global de las disputas y horizon-tes estratégicos como pueblo.

Es por ello que planteamos que la producción culturaltiene implicado un potencial político para estructurar ex-periencias y configurar significados y sentidos en tornoal ejercicio del poder, no sólo comprendido como domi-nación sino, sobre todo, como potencia colectiva de cre-ación. Si comprendemos que el ejercicio del poder “esuna estructura total de acciones destinada a actuar sobreotras posibles acciones: incita, induce, seduce, facilita odificulta; en último extremo, coacciona o prohíbe absolu-tamente; y siempre es, sin embargo, una forma de actuarsobre un sujeto actuante o sujetos actuantes en virtud desu actuación o su capacidad de acción” (Foucault, 1988:15), reconocemos que es agencia, movilización, capaci-dad de movilizar, accionar, convencer, incidir, elegir.

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las ciencias sociales se han desarrollado enAmérica Latina, así como desde el campo po-pular militante, por ejemplo, desde las cons-trucciones teóricas que fueron acompañandolas experiencias de Educación Popular. Esteproceso de interconexiones interpretativassuperan las limitaciones de espacio de esteensayo y sobre estas inquietudes continuare-mos diciendo y, mejor aún, poniendo en ac-ción. Para efectos de lo que nos planteamos alinicio, estos primeros insumos expuestos losqueremos relacionar con dos aspectos clavesen el debate propuesto en este libro, éstosson:

11..PPRROODDUUCCCCIIÓÓNN CCUULLTTUURRAALL,, PPOOTTEENNCCIIAAPPOOLLÍÍTTIICCAA YY CCLLAASSEESS PPOOPPUULLAARREESS

Uno de los contrapunteos entre reproduc-ción social y producción cultural plantea lanecesidad de reconocer la naturaleza activade las culturas y, sobre todo, la capacidad de

aparatos culturales4 de reproducción social. Uno de losmás importantes ha sido la escuela, la institución edu-cativa como sistema de validación, certificación, pro-ducción de capitales culturales y simbólicos quepermiten la participación o exclusión de personas endeterminados campos, en tanto afianza la socializaciónen códigos necesarios para el trabajo y la movilidad so-cial, y sobre todo, en tanto es responsable de otorgar“títulos” que definen posiciones (divisiones) sociales.Así, tras aparentes objetivos igualitaristas, de inclusión,acceso e igualdad de oportunidades a través de la edu-cación pública, los Estados capitalistas –muchos reves-tidos por la socialdemocracia- han garantizado lareproducción de ideologías para la división social deltrabajo, han creado una vía pacífica de imposición designificados, mediante la arbitrariedad cultural deri-vada en una violencia simbólica, principalmente, sobrelas clases populares5.

Ahora bien, la decisión de incorporar estas referenciaseurocéntricas, quizá por su existencia más antigua o demás didáctica para nuestro entendimiento posible, dejapor fuera las múltiples referencias que también desde

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44.. Según García Canclini (1989) los aparatos culturales “son las instituciones que administran, transmiten y renuevan el capital cultural. Enel capitalismo, son principalmente la familia, la escuela, pero también los medios de comunicación, las formas de organización del espacioy tiempo, todas las instituciones y estructuras materiales a través de las cuales circula el sentido (1989: 55).55.. Las teorías de la reproducción social sobre todo enfatizan en el señalamiento de la educación como vía para la reproducción de la des-igualdad, siendo la institución escolar la encargada de producir obreros para el sistema productivo capitalista.

! Estaríamos hablando de vuelta de las dis-putas que se producen cuando lo que nosestamos jugando es un cambio en las lógi-cas de poder, de los actores que lo agen-cian y de los mecanismos parareproducirlo, es decir, de una disputa dehegemonía política, económica y culturalque visto desde un plano abierto, y necesa-rio para no naufragar, es un cambio delmodelo civilizatorio.

22.. JJÓÓVVEENNEESS DDEE SSEECCTTOORREESS PPOOPPUULLAARREESS,, IINNDDUUSS--TTRRIIAA CCUULLTTUURRAALL YY PPRROODDUUCCCCIIÓÓNN IINNFFOORRMMAALL

Plantea Willis que mientras el problema ins-titucional moderno concernía a si la educa-ción estatal era una fuente de emancipacióno reproducción de la clase trabajadora, elposmoderno se pregunta si la mercantiliza-ción de la cultura y los medios electrónicosson medios para una renovada, más sutil ycompleta dominación de una cada vez máspacífica clase popular, o si a través de la cre-atividad de las clases dominadas pueden,de hecho, funcionar nuevas redes de posibi-lidades semióticas de liberación de grupossubordinados, especialmente los jóvenes(Willis, 1996).

Más allá de la comprensión sobre las rupturas o lascontinuidades históricas del capitalismo y cuáles sonlos problemas institucionales fundamentales, lo quequisiéramos incorporar como parte de la discusión entorno a la reproducción social y la producción culturales una referencia a las nuevas condiciones globalizadasdel mercado cultural y electrónico y a la dislocación delos marcos de referencia vinculados, precisamente, alas instituciones escolares, el trabajo, los movimientosmilitantes y, en particular, los cambios en cuanto alvalor de uso de los bienes culturales y el impacto de lossignificados comunicativos. La reapropiación de éstos,la generación de consumos productivos y, la produc-ción informal de bienes culturales como nuevas lógicasde percepción, (re)conocimiento y relaciones sociales,sobre todo, de las generaciones más jóvenes.

Hace ya décadas que la industria cultural –brazo estraté-gico del gran capital- prendió el ventilador. Hizo que todose volara de lugar, que se trastocaran con más velocidadlos lugares formales de socialización y se diversificaranlas formas de producir conocimiento, consumir intangi-bles, generar lazos sociales, expresiones comunicativas. Através de una recombinación del material simbólico reci-bido, hoy en día, las y los jóvenes poseen destrezas cultu-rales que les permiten un consumo productivo que, másbien, podemos identificar como parte de un proceso deproducción cultural, en el que se interrumpen, interpre-tan y se dan otros usos a las mercancías culturales.

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greso, nos encontramos con escenarios pro-pios de una sociedad dividida en clases,pero con un sector de élites que más que vin-cular su prestigio o “capitales” a la produc-ción y los consumos intelectuales y “cultos”limitan su “alta distinción” a la posesión y elconsumo de bienes materiales; una clasemedia que los imita y que, sobre todo, ex-pone de forma descarnada su idolatría porel modo de vida extranjero y, en particular,por el norteamericano.

Así también, con una clase popular diversapero con fuertes rasgos de la cultura delconsumo, el derroche y el cortoplacismo. Y,a su vez, con una herencia combativa, de re-sistencia, de insurrecciones ante los órdenesdisciplinarios y de regulaciones antipopula-res, donde perviven prácticas culturales deuna herencia ancestral basada en la recipro-cidad, la solidaridad, la festividad y los am-plios lazos familiares. Es en esta remezclacultural donde emerge la identidad del su-jeto “chavista” que aparece en el imaginariopúblico como un actor político popular yque viene marcando diferencias, cada vezmás explícitas, con el chavismo institucionaly que se construye desde las prácticas co-muneras.

En este marco, la producción cultural lleva consigoconflictos entre clases, disputas de sentidos y posicio-nes, y hoy más que nunca de estéticas, gustos y deseos.Concebida desde esta potencia, disputaría los “modosapropiados de vivir” que suponen una domesticaciónútil a la acumulación del capital, donde formas legíti-mas de existencia social son estilos desclasados queimitan vidas ajenas, o mejor dicho de clase media, deblancas pieles, de saberes y gustos colonizados, y len-guajes deslocalizados. Para que sea distinto, debemoscambiar las reglas del juego, es decir, poner en cuestiónlos lugares/verdades de producción de sujetos y for-mas de (re)conocimiento, es decir, una reconfiguraciónen la concepción de los campos y los habitus de clase.

Una ruptura o transformación de lo que hoy representanlos símbolos de distinción que “cuando se les aprehendecomo socialmente pertinentes y legítimos en función deun sistema de clasificación, las propiedades dejan de sersolamente bienes materiales capaces de entrar en inter-cambios y de procurar beneficios materiales, para vol-verse expresiones, signos de reconocimiento, quesignifican y que valen por todo el conjunto de sus dife-rencias con respecto a las demás propiedades” (Bour-dieu, 1997:208).

En una sociedad como la venezolana, donde por siglosse ha desplegado una cultura de conquista y sembradouna cultura del petróleo y sus imaginarios del pro-

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para que la publique cualquier ONG7 inter-nacional en sus informes sobre la situaciónde los jóvenes en el continente, es parte de loque se gesta como narrativa de visibilizacióndesde los mismos jóvenes de barrio. En estastransformaciones de la producción culturaly en cómo los jóvenes son los primeros en re-conocer, ejercerlas y reproducirlas puedenexistir claves de movilización, identificacióny construcción de procesos e identidades co-munes, más que políticas siendo políticas8.

Ahora bien, si hay un lugar del que quisiéra-mos corrernos es el de un cuestionamientoque interpreta como problemas lo quepuede ser parte de la apuesta de cambios. Eneste sentido, más que lecturas en blanco ynegro, y de análisis a través de sentenciassobre si es reproductor o transformador,alienante o liberador, creación o imitación,nos interpela permanentemente el cómodarle cuerpo a lo que no existe juntando loexistente que viene de adentro y de afuera,

del pasado o el presente -que puede ser redimensio-nado en el mismo momento en que se convierte en unanueva práctica colectiva-, pero nunca quedándonos enuna autoreferencialidad local, interna que no disputelo hegemónico como Estado, como mercado, como sis-tema-mundo, como lógica civilizatoria.

II. Lo productivo cultural y las máscaras delcapital

Ahora bien, en este ejercicio de conectar miradas y ca-tegorías sobre lo cultural con otros campos y de ponerénfasis en lo productivo, creemos necesario tambiéndebatir con la perspectiva hegemónica del capitalismoglobal sobre el híbrido cultura y economía. En este sen-tido, nos hemos visto interpeladas por un material cir-culante de reciente data publicado por el BancoInteramericano de Desarrollo (BID) que resume lo que,actualmente, se reivindica como una próspera oportu-nidad de negocios para América Latina y el Caribe, entorno a las economías creativas y culturales que ellosvienen posicionando como la economía naranja9.

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dica una comunalidad6 en cómo nosotros po-demos entender sus materiales y dinámicas”(Willis, 1999: 20) Comunalidad asociada a for-mas cooperativas y recíprocas diferenciadasde la cultura comercial.

Volviendo a Venezuela, como contexto de cre-ación de este material, problematizaríamosestos aportes desde dos claves: 1) Posibilida-des de creación y circulación de esta produc-ción informal en las clases populares a partirde usos creativos, socialización de conoci-mientos, obtención de medios de produccióny existencia de plataformas de distribución co-munitarias y públicas, 2) Reconfiguración delos campos y capitales donde se incorporanotros agentes de legitimación y, por lo tanto,otras representaciones de lo popular, en esteescenario una concepción ya no consideradainformal de estas expresiones, precisamentepor la legitimidad que comienzan a tener.

Una frase se les escucha decir hoy en Vene-zuela a algunos jóvenes de zonas populares“Los jóvenes no somos el problema, somosparte de la solución” que, más que una frase

Cuando hablamos de los consumos productivos esta-mos hablando de la producción informal en cuanto a larealización de un valor incorporado a través de prácticasen ámbitos concretos, a través de intercambios informa-les en circuitos informales que no han sido los plantea-dos por la misma industria, o los legitimados por loscampos a los que pertenecen formalmente. En palabrasde Willis (1996), los consumos productivos amplían elvalor de uso sobre el valor de cambio, hacen del objetocultural algo más útil, especialmente para conectar yconvertir significados generales alineados y fetichizadosen significados locales, específicos, contextuales y en sa-tisfacciones de un tipo que no se encontraba anterior-mente localizadas. Algunas de estas prácticas podríanser: productos autoelaborados, las mezclas, grabacionesy copias piratas, ideas para vestuarios, apropiaciones deeslóganes publicitarios, los ganchos musicales transfor-mados en bromas y comunicación informal.

Desde esta interpretación, sería en las riberas de esta cre-atividad informal que emerge la “cultura común”: “losdominios más básicos y compartidos de la experienciacultural contemporánea. Ella es el agente activo delmodo en que la clase, la raza y el género, las culturas re-gionales y nacionales están cambiando, y a pesar de quelas formas particulares pueden diferir ampliamente, in-

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66.. Destacado de edición.

77.. Organización No Gubernamental.88.. Hoy en Venezuela lo popular tiene una connotación como identidad política asociada al chavismo. Desde la idea de un chavismo popularse reivindican los sectores militantes, pero desde donde no se identifican muchos grupos o individualidades jóvenes. Cómo juntar sentidosasociados a lo político para los jóvenes donde se incorporen imaginarios sobre lo comunal como ámbito y como prácticas cotidianas quelos incorporan y les permite el despliegue de sus procesos creativos y relacionales.99.. Buitrago, Felipe y Duque, Iván (2014) La economía naranja, una oportunidad infinita. Banco Interamericano de Desarrollo.

1100.. Para información ampliada, ver en este libro el ensayo de José Romero Losacco Más allá del capitalismo histórico: reorientando elpresente.

LLiibbrroo LLaa eeccoonnoommííaa NNaarraannjjaa.. UUnnaa ooppoorrttuunniiddaadd iinnffiinniittaa

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En los primeros ensayos de esta publicación se expusie-ron algunos posicionamientos críticos hacia las miradasrupturistas y “novedosas” con que se explican las mu-taciones del modo de producción y acumulación del ca-pitalismo contemporáneo, deconstruyendo la ideasobre el “trabajo inmaterial”10 como la “nueva” formadel trabajo en el ciclo actual de desindustrialización yfinanciarización de la economía que sucede y se explicadesde centros metropolitanos que poco guardan rela-ción con los contextos de este lado del Atlántico.

Si bien compartimos la interpretación sobre cómo estosdiscursos disfrazan las acrecentadas formas de precari-zación, informalización y flexibilización laboral con na-rrativas en torno al autoempleo o el trabajo autónomo,así como las preguntas claves que el autor nombra encuanto a las transformaciones en las formas del trabajoabstracto y las formas de producción de valor, sí consi-deramos necesario dar cuenta de las estrategias argu-mentales, políticas, económicas y culturales fuertementemediatizadas con que esta discusión y algunas prácticasse introducen en el contexto latinoamericano y caribeño.

A partir de la década de los 80´ en América Latina, diver-sos organismos multilaterales –como el Banco Mundial-

en sus propósitos difusionistas de las ideas ne-oliberales comenzaron a posicionar la culturacomo “factor de desarrollo”, elemento de pro-ducción de riqueza y crecimiento económico.Discusión que ya se había iniciado en Europacomo receta mágica de recuperación de las ciu-dades europeas en su crisis generadas entreotros motivos por los procesos de desindus-trialización (o relocalización de los polos in-dustriales), y que servía para justificar unapaulatina privatización de la esfera cultural yla exaltación de figuras laborales como la delemprendedor cultural. Así fue engendrándoselo que algunos nombraron como “culturiza-ción de la economía” (YProductions, 2009).

En esta línea se fue concibiendo lo que se co-noció como industrias creativas, más ade-lante como economías creativas y, de maneramás amplia, como economía cultural; uncampo específico que junta “cultura, creati-vidad y economía” y que de la mano con laversatilidad tecnológica ha puesto en el cen-tro de la producción de valor el conoci-miento, la propiedad intelectual y los flujos

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¿Qué nos encontramos? Conceptos hiperspecializadosque se han venido creando sobre este business, ¡no va-yamos a confundir las peras con las naranjas! Todo loque en algún momento se nombró como industrias cul-turales, industrias creativas, industrias del ocio, indus-trias del entretenimiento, industrias de contenidos,industrias protegidas por el derecho de autor, econo-mía cultural, economía creativa, ahora es economía na-ranja. (Ver en la página siguiente el Gráfico 1)

Así vemos cómo arman un mapa para describir el campo,incluso con el detalle de un modelo de análisis para ma-pear, ante el que uno luego de verlo cree sentirse “ubi-cado”, atraído por todos esos subcampos y convencidode que desde aquí se mueve toda la economía global. Enun extraordinario abc te va lanzando datos rimbombantespara que a nadie le quede duda de que es una oportuni-dad infinita de inversión y de ganancia segura. Algunosde estos datos reportan que la economía naranja:

• Representó el 6,1 de la economía global en el año 2005.• Para el 2011 alcanzó 4, 3 billones de dólares. Algo asícomo el 120% de la economía alemana o dos y mediaveces de los gastos militares del mundo.• La exportación de bienes y servicios creativos alcanzólos 646 millones de dólares llegando a ser la 5ta mer-cancía más transada del planeta.• Si la economía naranja fuera un país del mundo fuesela 4ta economía, el 9no mayor exportador de bienes y

comunicacionales convirtiéndolos en fuentereproductora de capital económico.

Queremos traer al frente el texto La economíanaranja, por dos razones. La primera, porquees un material que en su formato y en su con-tenido vende una idea: cómo convertir la cul-tura en negocio y cómo este negocio tiene unpotencial exponencial en un continente ameri-cano con los mayores niveles de consumo deinternet y aparatos electrónicos. La segunda,porque explica a modo de manual para cual-quier lector cómo comprender, quiénes con-forman y cómo participar en este “campoproductivo”; estrategia que logra convencer ymovilizar subjetividades jóvenes de maneramasiva y garantizar la reproducción de las for-mas en que se reacomoda y opera el capital.

GGrrááffiiccoo 11.. Elaborado por Códigos Libres, tomando como referencia el libro La Economía Naranja (2014), pág. 40.

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celebración?¿Cuántas horas de video han sido subidas a YouTube?

Así va tejiendo una serie de argumentos, por ejemplocon citas de Donald Rumsfeld sobre lecciones de laguerra (hablando como si la de Afganistán e Irak fueuna guerra y no una invasión imperial), para final-mente plantear cómo este negocio busca dominar losimperios de la mente denominados kreatópolis, “las ciu-dades que soñamos con la Economía Naranja comouno de los principales ejes de desarrollo: donde lasmentefacturas son más importantes que las manufactu-ras para la creación de empleos y riqueza”; donde lasmentefacturas “son los bienes y servicios que como elarte, el diseño, los videojuegos, las películas y las arte-sanías, llevan consigo un valor simbólico intangibleque supera a su valor de uso” (Buitriago, 2014: 72)

Con esta idea de desarrollo como crecimiento econó-mico conjuga millardos de dólares con “valores” na-ranja: propiedad privada, propiedad intelectual,protección laboral, seguridad social, subsidios, impues-tos, derechos humanos, libertad de expresión, recono-cimiento a minorías, tolerancia, participación,inclusión, etc. Es el mundo de las actuales empresasexitosas Google, Amazon, Paypal y Skype, que fueronideas de gente que “supo asumir el riesgo y atreversea innovar”. Es la conectividad 3.0: satélites, fibra ópticay redes sociales. “Tecnologías disruptivas que transfor-

servicios, la 4ta fuerza laboral.• Si fuera un país en América fuera la 3ra eco-nomía, la 7ma mayor fuente de exportaciónde bienes y servicios, y la 4ta fuerza laboral.

Luego te interpela con preguntas que te ge-neran reconocimiento de algo que consumescon frecuencia y/o con placer y que, quizá,no te las preguntas por no saber bien quéhacer con sus respuestas:

¿Cuántos empleados tiene la organización deteatro acrobático Cirque du Soleil? ¿A cuántoequivalen sus ventas anuales?¿Cuál es el aporte de las industrias de la Eco-nomía Naranja al empleo e ingreso de la ciu-dad de Buenos Aires?¿Cuántos suscriptores tiene Netflix, el inno-vador videoclub por correo físico y virtual? ¿Acuánto equivalen sus ventas anuales?¿Cuántos espectadores asisten al Festival Ibe-roamericano de Teatro de Bogotá?¿Cuántas obras de arte son compartidas a tra-vés de imágenes de alta resolución en el Goo-gle Art Project? ¿Cuántos visitantes recibe el estado de Ríode Janeiro por el Carnaval de la ciudad?¿Cuál es la contribución económica de esta

1111.. Para una más amplia comprensión de este perspectiva revisar en esta publicación el ensayo Pensar lo común hoy: los bienes comunesen la construcción del socialismo del siglo XXI, de Enrique Rey.

1122.. Algunos de éstos son: expertos en wordpress, desarrolladores de aplicaciones para teléfonos móviles, expertos en comercio por in-ternet, programadores web, diseñadores de logotipos, marketing, servicios empresariales. Para una revisión sobre cómo se promocionael trabajo 3.0 por internet se puede consular: http://www.nubelo.com/blog/trabajo-tres-punto-cero-que-como-funciona/

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marán la vida, los negocios y la economía global parael 2025”: Internet móvil, automatización del trabajo deconocimiento, internet de las cosas, tecnología de lanube, robótica avanzada, vehículos autónomos y cuasi-autónomos, genómica de siguiente generación, alma-cenamiento de energía, impresión 3D, materialesavanzados, exploración y recuperación avanzada depetróleo y gas, energías renovables.

Así, tildan de un falso dilema que parece tener la genteen la cabeza y los gobiernos en sus programas entre eldesarrollo económico y cultural y que ellos resuelvenen tres platos:

1. Incorporando en la responsabilidad pública la validaciónde la dimensión comercial de la cultura y la creatividad, y suarticulación con tecnología, infraestructura, acceso a mer-cados, etc.

2. Integrando la capacidad de gestión de las ONG a los pro-cesos de agregación de valor de una manera clara y efi-ciente, superando la dependencia de la ‘caridad’ pública,diversificando su participación, para que el paradigma dela gestión cultural pase del gasto a la inversión.

3. Engendrando una mentalidad social queadopte las normas de conducta y las costum-bres de respeto y aprecio por la propiedad in-telectual y el trabajo de los creativos.(Buitriago, 2014: 167)

La contracara de esta discusión se viene dandodesde muchos rincones del planeta. Una de lasmás contundentes es la que se plantea desde elmovimiento de los comunes, quienes inviertenla lógica precisamente para reivindicar la pro-piedad del común, uno de cuyos principalesprincipios es la cultura libre11. Al respecto, ypara cerrar con lo que dispara este manual ana-ranjado, se hace alusión a esta contraposición,a través de la advertencia sobre la tragedia de loscomunes, a la que definen como “un dilema quesirve para explicar cómo individuos actuandoracional e independiente, por su propio interés,terminan destruyendo de manera no intencio-nal un recurso común. En detrimento delgrupo y de ellos mismos” (p. 94). Su preocupa-ción, aunque breves en explicarla, es cómo lalógica de los comunes (la no mercantilización

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• La discusión que buscamos proponer desde el campopopular sobre las transformaciones culturales no redun-dará en el debate sobre qué es o no es la cultura popular,tampoco si esta racionalidad y medios técnicos al pertene-cer a las explanadas dominadas por el capitalismo impe-rial no son hoy herramientas necesarias para la luchaideológica y material. La disputa de poder que implica laconstrucción de Poder Popular demanda el conocer yapropiarse de estas herramientas, comprender su lógicade uso colectivo y reinventar maneras de producirlas yalimentarlas de los nuevos sentidos políticos.

• El despliegue de estas prácticas económicas creativas,de los oficios 3.012, las reconocemos en nuestro contextovenezolano, pero sus practicantes pertenecen en su ma-yoría a sectores medios y altos, que son quienes poseenmayor capital cultural y social que les permiten la vin-culación al mundo laboral masmediatizado. Sectoresconformados por algunos individuos que podrían co-mulgar con lógicas cooperativas, o de cultura libre,viven sumidos en la cultura de la individualización o,mejor dicho, tienen la vida estructurada desde la indi-vidualidad de sus esfuerzos y desconocen lo que sonlas apuestas colectivas, o la limitan a la sociedad em-presarial.

de los bienes comunes) genera un gran daño aartistas y creativos en tanto no les permite: 1)El reconocimiento de su actividad como un tra-bajo legítimo y 2) Una remuneración adecuada.Lo que a nuestro entender es una manipula-ción de los planteamientos que desde los comu-nes se plantea contra la privatización delconocimiento y la apuesta por un tipo de pro-piedad que no sea ni pública ni privada y quenos permita ensayar formas colectivas-coope-rativas más allá de las lógicas de apropiación ycirculación del capital.

Entonces, vinculando lo expuesto con las re-flexiones introductorias a este libro: ¿De quéestamos hablando cuando en Venezuela de-cimos que estamos cambiando el swiche derentista a productivo y que vamos a produ-cir desde el campo cultural? ¿O qué quere-mos significar cuando nos proponemoshacernos de una cultura productiva para re-vertir las lógicas del capitalismo rentista o elneoliberal? Este apartado es precisamentepara marcar diferencias y revisar los cruces,así podríamos decir que:

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• Los creativos en este mundo parecen que no perte-necen a los sectores populares, porque lo que ellos in-ventan para vivir es sobrevivencia o informalidad.Según estas lecciones “naranjas” por arte de los con-ceptos desaparece la desigualdad y surge la ¡clase cre-ativa! Pues, a nuestro entender, la creatividad tambiénhace parte de la lucha de clases y reconocerla es claveen el estudio y la producción, circulación y consumode los deseos, por tanto, de las estéticas y los códigosmasivos que permiten articulaciones de sentidos y deprocesos concretos, nacional y globalmente. Integra-ción continental.

• Ni división social del trabajo, ni producción privatiza-dora. No caernos a cuento con el mantra del “autoem-pleo”, el ¡siéntete libre para hacer lo que quieras! Notengas jefe, vive y trabaja como un artista! ¡Puedes con-seguirlo si te lo propones! Esta “promoción” del trabajocreativo –o de tener una actitud creativa en el trabajo–que tiene calada en los jóvenes, esconde en su interiornumerosos debates, disputas y luchas que son parte delas transformaciones productivas: dónde, quién y cómose produce conocimiento y quiénes, cómo y a través dequé medios renovados se apropian y benefician de estaproducción creativa aparentemente autónoma (YPro-ductions, 2009). Si es la lógica dineraria la que pervive,en los mercados establecidos y controlados por el grancapital local y global continuaremos atrapados en su ar-chipiélago de poder hegemónico y esclavizante. Las

apuestas existentes desde los comunes y lascomunas deben visibilizarse y articularse enred, ahí germinan alternativas, claves dife-renciadoras que hacen de lo creativo insumode invención de un nuevo poder.

• El Estado, el mercado y la producción cultural.¿Cómo deben ser las políticas culturales? Enprimer lugar, no pedimos el corrimiento delEstado, cuyo financiamiento en políticas pú-blicas no lo consideramos ni una caridad pú-blica, ni un gasto. El desafío de latransformación del hacer político rentista delEstado venezolano, sobre todo de un go-bierno que se reivindica revolucionario, es elde vincular la praxis política cultural a loscambios integrales que demandan los diver-sos campos productivos, además de generarun amplio y consolidado sistema de informa-ción sobre experiencias orgánico culturales ypromover procesos de articulaciones y apoyopara la transferencia de medios de produc-ción y marcos legales para proteger y hacerexistir formas de propiedad que no sean nipúblicas ni privadas. Reconocer las trayecto-rias de las organizaciones que vienen cons-truyendo y ensayando políticas desde abajo,potenciarlas, vincularlas a procesos naciona-les e internacionales.

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Producción cultural: vínculos, poder y creación María Eugenia Fréitez

En el recorrido fuimos definiendo que esa cultura pro-ductiva para un nuevo poder, era una conjunción deprácticas sociales que significan formas alternativas alcapitalismo, desde la concepción de la producción nosólo vinculada a la economía sino, sobre todo, a la vidasocial, cultural, afectiva de la gente. Y, a su vez, desdela transformación de los modos y los sentidos del hacercolectivo que definen una nueva manera de compren-der y ejercer el poder. Sobre estas generalidades pode-mos hacer algunas precisiones en cuanto a nuestrosentendimientos:

• Cultura productiva no es equivalente a producti-vismo, ni a desarrollo industrial ilimitado de imitacióna las economías capitalistas fordistas keynesianas deNorteamérica y Europa en el siglo pasado, y a sus for-mas del trabajo asalariado. Tampoco a los actuales mo-delos productivos asiáticos, ni a los modelos basadosen el extractivismo.

• Cuando hablamos de lo comunal no nos referimos so-lamente a la Comuna registrada ante el Ministerio delPoder Popular para las Comunas y Movimientos Socialesen Venezuela, sin decir con ello que éstos no sean proce-sos auténticos o necesarios como alternativas políticasproductivas, pero nuestra definición de lo comunal ex-presa lógicas y prácticas inmersas en una forma orgánicapara producir la vida en colectivo y disputar la hegemo-nía socialista como horizonte estratégico.

• Por un mundo cuerpo a cuerpo. Una de lasfrases usadas en este promocional libro denegocios es la prefiguración de un mundo enel que sólo vas a necesitar un perro, una sillay un computador: “El perro para que lo des-pierte, la silla para sentarse a trabajar y elcomputador para conectarse con el mundo”(2014: 192). Aquí de lo que estamos ha-blando es de cómo potenciamos el encuen-tro, las ideas para crear, querernos y convivirjuntos, y más allá, un perro para jugar.

III. Nueva cultura productiva para locomunal

La ruta que nos trazamos en esta investigaciónse orientó a dar cuenta de lo que, muy desde elsentido común, llamamos alternativas producti-vas para un nuevo poder, con problematizacio-nes que fueron planteadas en los ensayospredecesores. Con éste, en particular, se bus-caba conectar diversas nociones, intuiciones ypropuestas en torno a la producción cultural yla concepción de una cultura productiva parala vida comunera y, más aún, cómo esta nuevacultura productiva para lo comunal contieneposibilidades para que los jóvenes asuman rol pro-tagónico en la construcción de un poder alterno.

1133.. Enrique Rey plantea que las prácticas de comunización “refieren a una dimensión constitutiva de la comunidad que interrumpiendo con-tinuamente su clausura y cierre sobre sí misma, se configura como una máquina social que fabrica mundos e irrumpe en la ambivalenciatramposa que propone la dicotomía de lo público y lo privado. Es aquí donde lo común emerge bajo la forma de una actividad y no comoresultado: disposición, continuidad abierta de producción, capacidad de transformación y de cooperación”. Si bien este autor propone estetérmino diferenciándolo de comunalización, actualmente en Venezuela, algunas comunas asumen en sus narrativas el término comuna-lización del territorio, de la vida.

1144.. Este término referido a los valores y actitudes, a la práctica política de los partidos Acción Democrática y COPEI y sus derivaciones enpartidos más recientes como Primero Justicia y Proyecto Venezuela; al igual que las cúpulas de los medios de comunicación, la Centralde Trabajadores de Venezuela, Fedecámaras, Iglesia y franjas de la población que viven la anomia social.

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

• Cultura productiva para lo comunal combina aspec-tos socioculturales de contextos rurales y urbanos yquiere decir, también, producir la Comuna:

(…) la Comuna también es algo que se produce. No es sola-mente la Comuna productiva, es producir la Comuna. ¿Quésignifica producir la Comuna? Hay gente que dice que lascomunas son solamente las comunas que producen papas,o producen cachamas, o producen maíz, o producen lo quesea que produzcan en el interior del país -como nosotros so-lemos decir desde Caracas-, es decir, como si la Comuna ur-bana fuera un imposible. Como si la comuna en Caracas oen cualquier parte, no fuera un espacio dónde se está produ-ciendo sociedad, donde se está produciendo cultura, dondese están produciendo ideas, donde la producción materialpor más contradictorio que parezca hay una producción ma-terial de lo intangible también, las ideas se paren también(...) la cultura es algo que se produce también. La cultura noes una cosa que uno va y compra en el supermercado o unacosa que está en los libros. Es decir, no es un abstracto, esuna cosa que tiene concreción y que uno va recreando per-manentemente en la cotidianidad (Iturriza, 2014).

• La cultura productiva comunera implica laexistencia de prácticas de comunización13:En este punto surge, tanto la discusión alre-dedor de las dimensiones constitutivas de lacomunidad como la dimensión colectiva yno mercantilizada de los bienes comunes, esdecir, su ubicación fuera de las lógicas de in-tercambio y valorizaciones del mercado ca-pitalista. Una cultura productiva, comoforma de relacionamiento que hace y ten-siona la vida reproductiva del capital.

• Estamos hablando de una redimensión detiempo y espacios, de identidades y territo-rios, de nuevas representaciones, de rela-ciones con la naturaleza y lascosmovisiones diversas, de valoraciones yprácticas en torno al trabajo emancipado.Tiene que ver con procesos de producciónterritorializados, o del territorio como pri-mera instancia de legitimación cultural y,sobre todo, de la integralidad de la vida enlos territorios donde se hace la vida, sin que

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Producción cultural: vínculos, poder y creación María Eugenia Fréitez

cotidianos como trabajo constructor de vida, territo-rio y Comuna. Por ello, se reivindica la importanciade sistematizar lo vivido y ponerlo a circular, abrirlas experiencias para que otros y otras la vivencien,darle visibilidad y crear tecnologías sociales para sumultiplicación creadora y diversa.

• Una cultura productiva donde la economía es polí-tica, el modo de producción autogestión y la goberna-bilidad el autogobierno, que en una dimensión másestratégica significa la autogestión en el marco de lacreación de un sistema comunal. Por lo tanto, es interre-lacionada, interdependiente, existe en lógica de red.

• La cultura productiva comunera combate en susentrañas con la cultura del puntofijismo, la culturadel petróleo y la cultura política rentista, en un paísdonde todos los sectores sociales se disputan la rentapetrolera. Pero que, a su vez, “lo público” parece tie-rra de nadie, todos lo usufructúan pero nadie losiente propio.

Carlos Lanz (2004), en sus reflexiones sobre la revolu-ción cultural en Venezuela, ponía el acento en seis as-pectos de lo que llamó la cultura puntofijista.14

ello implique un enclaustramiento cultural,puesto que la dimensión integral apunta alo reticular, a la creación de redes y la circu-lación permanente, a través de opciones fí-sicas y virtuales.

• La cultura productiva para lo comunalno será “reproducida” por un sistema edu-cativo –por más público que sea- divisorioy diferenciador que separa la vida comuni-taria y no permite la relación entre adultosy jóvenes en condiciones de igualdad; queno habilita prácticas que respeten la diver-sidad cognitiva, funcional y cultural y con-tinúa reproduciendo conocimientosfragmentados, descontextualizados, o con-textualizados para la vida de asalariados.En el corazón de la cultura productiva co-munera reside la fórmula vida-trabajo-formación. En las experiencias comunerasque, hoy, existen en Venezuela se reconocela integralidad de esta formación, presenteen todos sus espacios y prácticas, a sus par-ticipantes como portadores y socializado-res de conocimientos, y a los quehaceres

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

1. Desarraigo, individualismo competitivo, egoísmoposesivo2. Predominio del pragmatismo y el sectarismo3. Enfoques superficiales y reproducción de las relacio-nes de producción4. Desarrollo de la burocracia, el burocratismo y la bu-rocratización5. Descrédito y desencanto en torno a la política 6. Atomización y burocratización de la administraciónpública

Por otra parte, Nelson Fréitez (2014), en sus reflexio-nes sobre cooperativismo y cultura del trabajo en Ve-nezuela, destaca la necesidad de reconocer cuál hasido la herencia proveniente de nuestra historia co-lonial y de los inicios de la construcción de la Repú-blica en el siglo XIX, herencia que se ha traducido enla propensión a trabajar como funcionarios públicoso bajo dependencia del Estado, la subestimación deltrabajo productivo, la alta valoración de la funciónmilitar y la ausencia de relación entre el trabajo y lariqueza social.

Con todos estos rasgos culturales caminamos hoy en lavía de hacer vida a través de experiencias organizati-vas también atravesadas por procesos de burocratiza-ción que no sólo se engendran dentro de lasinstituciones públicas sino que se reproducen comocultura dentro de la vida interna de las organizaciones

y que, según Lanz, se expresa en un divor-cio entre dirigentes y dirigidos (distancias,privilegios, división-exclusión), en un mo-nopolio del saber y sus distorsiones infor-mativas, y en conocimiento jerarquizado yadministrado como poder. La cultura produc-tiva, por lo tanto, combate permanentemente lasformas burocratizadas de la vida en común.

Decía García Canclini que una política hege-mónica integral requiere: “1) La propiedadde los medios de producción y la capacidadde apropiarse de la plusvalía, 2) El controlde los mecanismos necesarios para la repro-ducción material y simbólica de la fuerza detrabajo y de las relaciones de producción (sa-lario, escuela, medios de comunicación yotras instituciones capacidades de calificar alos trabajadores y suscitar consenso), 3) Elcontrol de los mecanismo coercitivos (ejér-cito, policía y demás órganos represivos) conlos cuales asegura la propiedad sobre losmedios de producción y la continuidad dela apropiación de la plusvalía cuando el con-senso se debilita o se pierde” (García Can-clini, 1996:51).

La Revolución Bolivariana, a nuestro en-tender, asestó golpes y surcó grietas en la

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Producción cultural: vínculos, poder y creación María Eugenia Fréitez

El ministro del Poder Popular para la Cultura ReinaldoIturriza (2014) invitaba a pensar con cabeza propia: “Lapolítica es pensar, crear desde aquí, de esta tierra. Esdecir, dejar de pensar que es mucho más fácil, pensar loque alguien ya pensó -disculpen el trabalenguas- y co-menzar a pensar con cabeza propia”. Y agregaba demanera más contextualizada sobre el caso venezolano:“Dejar de pensar o dejar de asumir, que la política con-siste en disputarme algo que se produce de maneramágica y misteriosa en alguna otra parte, por unagente heroica que trabaja en la industria petrolera yasumir que construir una nueva sociedad, que haceruna Revolución se trata de ver ¿cómo cada quien desdesu espacio produce la nueva sociedad? Es decir, dejarde sentarse a esperar que nos hagan la Revolución yhacer nosotros la Revolución”.

Si estamos hablando que en Venezuela hace más de15 años nos estamos planteando hacer una Revolu-ción, nos referimos a la necesidad de deconstruirtodos los mecanismos de clasificación social o másbien a crear un habitus sobre lo común. Cómo se estable-cen perspectivas, juicios, valores y, sobre todo, accio-nes, cómo movilizamos subjetividades en torno alhacer en común, a cambiar las concepciones en tornoa lo público, para que no sólo exista público y pri-vado, sino común, comunal, comunero, horizonte devida entre iguales. Sin duda, un desafío a pensar concabeza propia.

hegemonía capitalista; a nosotros nos creóposibilidades, condiciones sociales paradebatir, experimentar, aprender en el en-cuentro con los que venían de luchas pa-sadas, con los que aún no significaban lapalabra Revolución y con todos a quienesnos movilizaba la voluntad de practicarlos sueños. Ahora, más que concluir refle-xiones, queremos plantear preguntas paraseguir andando: ¿Cuáles son las reconfi-guraciones de estas matrices productivasculturales del socialismo comunal que sevienen dando? ¿Con qué actores, en cuá-les escalas y cómo dialogan? ¿Cómo sonlas formas de su producción cultural ycuáles sus potencias para disputar/cons-truir hegemonía? Y más en concreto,¿dónde y cómo viven las y los jóvenes enrelación a esta otra posibilidad de hacer-nos comunes o comuneros? Con “las juven-tudes”, más que analizarlo como unproblema en sí mismo, consideramos mi-rarlo desde el debate más amplio sobre laexclusión-participación-protagonismopara, más allá del debate, invitar a la pra-xis permanente de cómo hacerlos partedel proceso de construcción del mundo,más que desde el trabajo-empleo, desde laproducción de vida en los territorios.

El presente ensayo pedagógico se propone reflexionar sobre larelación entre jóvenes de sectores populares, producción cultural y cultura productivacomunal. Se desarrolla en el formato de crónica a partir de casos concretos para descri-bir, no al sujeto joven popular, sino los ámbitos en los que éstos se producen, y a partirde ahí, identificar posibilidades y obstáculos para la cultura productiva comunal. Iden-tifica algunas instancias en las cuales se produce el sujeto joven popular y analiza elcaso específico de una producción cultural impulsada desde el Estado con jóvenes desectores populares para analizar sus implicaciones y plantear interrogantes. Pa

labras c

lave:

Sectores popules urbanos

Comunas

Jóvenes

Jóvenes del barrio

Jóvenes de sectores popularesy cultura productiva comunal

Jóvenes de sectores popularesy cultura productiva comunal

Claves de análisis desde la práctica

Doris Ponce y Adriana Gregson

- Rey, E. (2015). Pensar lo común hoy: los bienescomunes en la construcción del socialismo delsiglo XXI. En: “Jóvenes, cultura productiva ynuevo poder”. Caracas: Fundación Rosa Lu-xemburg.- Tiuna El Fuerte (2014). Producción cultural,ciudad y autogestión: Desafíos para una políticapopular. Foro 9no aniversario. Documento detranscripción no publicado.- Willis, P. (1996). A metamorfose das mercado-riasculturais. In Castells, Manuel; Flexa,Ramón; Freire, Paulo (et al.) Novas perspec-tivas criticas na educação. Porto Alegre:Artes Médicas.- Willis, P. (1999) Producción cultural y teoríasde la reproducción. En Enguita, Mariano (edi-tor). “Sociología de la educación: lecturas bá-sicas y textos de apoyo”. Editorial Ariel.- Willis, P. (1999). Notas sobre cultura común.Hacia una política cultural para la estética te-rrena. En Revista Arxius N°3. España.- YProductions (2009) Nuevas economías de lacultura. Parte 1. Tensiones entre lo económico ylo cultural en las economías creativas.

Bibliografía

- Bourdieu, P. (1998). La distinción. Criterios y bases so-ciales del gusto. Madrid: Taurus.- Bourdieu. P. (2007). El sentido práctico. Buenos Aires:Siglo XXI.- Bourdieu, P. (2011): Las estrategias de reproducción social.Buenos Aires: Siglo XXI.- Buitrago, Felipe y Duque, Iván (2014) La economía na-ranja, una oportunidad infinita. Banco Interamericano deDesarrollo.- Foucault, M. (1988). El sujeto y el poder. Revista Me-xicana de Sociología, Vol. 50, No. 3. (Jul. - Sep.), pp.3-20. Disponible en: http://www.jstor.org/disco-ver/10.2307/3540551?sid=21105982883793&uid=2&uid=4&uid=3739296- Fréitez, Nelson (2014): Rentismo, cooperativismo y cul-tura del trabajo en Venezuela. Revista SIC N° 762. CentroGumilla.- García, Canclini, Néstor (1996) Culturas populares en elcapitalismo. México: Nueva Imagen.- Iturriza, R. (2014). Foro 9no Aniversario de Tiuna El Fuerte.Producción cultural, ciudad y autogestión: Desafíos para unapolítica popular. Documento de transcripción no publicado.- Lanz, Carlos (2004): La revolución es cultural, o repro-ducirá la dominación. Aportes para el proceso de rectifica-ción y el desarrollo de una nueva mentalidad en el seno dela Revolución Bolivariana. Ministerio de información yComunicación.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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FFoottoo:: CAUSA

! La pista que guiará la indagación de este en-sayo es la sugerente frase de Bourdieu,(1990)1 "la juventud no es más que una palabra".Como toda pista, ésta nos sirve para marcarun horizonte, un enfoque, una mirada. La“juventud” y lo “popular” como categoríasson útiles para marcar fronteras, límites, cla-ses, grupos: los jóvenes-los no jóvenes, lo po-pular-lo no popular. Nuestro trabajoentonces, es preguntarnos qué límitesmarca, quiénes los marcan, quiénes quedanpor dentro o por fuera de ese límite así comosus implicaciones.

De esta manera, escudriñar en eso que lla-mamos "sujeto joven popular" es sobre todouna pregunta por el poder, dado que, comoafirma Bourdieu, "en la división lógica entre jó-venes y viejos está la cuestión del poder, de la di-visión (en el sentido de repartición) de lospoderes" (1990: 164). No se trata pues de lojoven como franja etaria, estadio biológico,etapa de desarrollo psicológico, cultura o

subcultura de un grupo determinado por la edad. Setrata de lo joven como categoría que sirve para delimi-tar a unos de otros, para dar cuenta de relaciones entreunos sujetos y otros en un campo y desde una posiciónsocial, en nuestro caso lo popular.

Para dar cuenta de un objetivo tan amplio, recurrimosa la vieja estrategia de situar la pregunta en unos acto-res, prácticas y contextos específicos. Echaremos manode nuestra experiencia de trabajo con jóvenes de secto-res populares. Las autoras de este texto son fundadorasde la Asociación Civil Voces Latentes2, con trayectoriaen proyectos de intervención social con adolescentesde sectores populares en distintos ámbitos. Del 2005 al2007 desarrolló proyectos comunicacionales (radio yvideo) con adolescentes privados de libertad; a partirdel 2008, emprendió junto a otros colectivos3 una seriede experiencias pedagógicas para jóvenes a través de lacomunicación y las artes urbanas (Radio Container, Es-cuela de Hip Hop Endógeno y Laboratorio de ArtesUrbanas). En el 2011, Voces Latentes se constituyócomo colectivo de investigación bajo la denominaciónJuventudes Otras4, centrando su interés en estudiar las

Jóvenes de sectores populares y cultura productiva comunal Doris Ponce / Adriana Gregson

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EESSTTRRAATTEEGGIIAA TTEEÓÓRRIICCOO -- MMEETTOODDOOLLÓÓGGIICCAA

Este papel de trabajo, concebido bajo el for-mato de ensayo pedagógico, se inserta en

una investigación de forma colaborativa,que permita generar conocimiento colec-tivo en torno a alternativas productivas,como ámbito para la experimentación denuevas arquitecturas de relación y metodo-logías apropiadas para la movilización dela juventud como sujeto constructor de unpoder alterno en un contexto de transfor-maciones globales y locales. (Documentoorientador para colaboradores del pro-yecto: Jóvenes, alternativas productivas ynuevo poder).

En este marco, el ensayo se propone, bajo elformato de crónica, describir situacionesconcretas en el trabajo con jóvenes de secto-res populares que nos permitan identificarinstancias y procesos en los cuales se pro-duce el llamado “sujeto joven popular” conmiras a identificar obstáculos y potencialespara una posible “cultura productiva para locomunal”.

I. Presentación

La llamada “juventud” y “los sectores populares”. Dospalabras tan viejas como ambiguas, habitadas por infi-nidad de significados. Sobre la noción de juventud secimienta la producción simbólica de imágenes e histo-rias del entramado mediático de la sociedad de masas.Y la noción de pueblo está en el centro de los imagina-rios políticos más importantes de la modernidad.Ambas palabras desatan una vasta simbología que nosatraviesa. Actualmente en Venezuela, juventud y secto-res populares ocupan gran peso en el discurso político,las acciones institucionales y las disputas políticas.

Este papel de trabajo pretende reflexionar sobre estosconceptos poniéndolos a dialogar con experiencias, su-jetos y contextos concretos de nuestra práctica militantee investigativa en el campo de lo popular. Forma partede una investigación de carácter colaborativa, que sepropone articular diversos actores y experiencias de in-vestigación y militancia con el ánimo de aportar en laconstrucción de: una nueva cultura productiva para lo co-munal y sus posibilidades para que los jóvenes de sectores po-pulares asuman rol protagónico en la construcción de esepoder alterno. Con este norte, este papel de trabajo sepropone dibujar líneas de análisis en el marco delcampo popular que permitan debatir posibilidades ytensiones con la necesidad de pensarse “un modo deproducción y de vida profundamente distintos”.

Jóvenes, alternativas productivas y nuevo poder

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11.. Pierre Bourdieu, «La juventud no es más que una palabra», en Sociología y cultura. México: Grijalbo, 1990.22.. Colectivo Voces Latentes. http://vlatentes.blogspot.com/33.. Colectivo Alpargatas Rebeldes https://twitter.com/alpargatas2021 y Colectivo Tiuna El Fuerte http://tiunaelfuerte.com.ve/44.. Juventudes Otras, grupo de investigación social http://laboratoriodeartesurbanas.blogspot.com/2010/11/juventudes-otras-tiuna-el-fuerte-y.html

!

!

de los jóvenes de la comunidad para escu-char y promover soluciones a sus proble-mas: “Mira te voy hablar es claro, nuestroproblema es que no tenemos trabajo. Lo que hayque hacer es conseguirnos trabajo en el ministe-rio”. Fue su respuesta más contundente.

Lo primero que salta a la vista en el relato deeste encuentro entre ejecutores de una polí-tica pública en materia de juventud y jóve-nes de la comunidad, son las diferencias. Enel lenguaje, en la comunicación, pero sobretodo en las trayectorias: “Yo lo que necesito esun trabajo”. A diferencia de los actores minis-teriales, las trayectorias de estos jóvenes evi-dencian una desconexión con las instanciasformales de inclusión: la escuela y el trabajo.Brillan por su ausencia, al menos en las na-rrativas de los jóvenes no aparecen como de-terminantes en su vida, sino como una etapamás de la que hay pocas historias que contar.

Esta ausencia nos sugiere un quiebre en losmecanismos formales de producción de los

sujetos en las clases populares. Ahora bien, lejos de su-gerirnos ignorar las que han sido, y son aún, instanciasestructurantes de la vida social: escuela y trabajo, estaausencia invita a revisar el lugar de la escuela y el tra-bajo en las clases populares. Es decir, si ya no cumplensu rol socializador y de inclusión en la estructura socio-económica en las trayectorias de los sujetos de clasespopulares, tendríamos que preguntarnos qué rol estáncumpliendo, o qué otras formas está tomando8. (Ver:Tiuna El Fuerte, 2012 y Antillano, 2013)

Así, por ejemplo, la ausencia de referencias al trabajoasalariado, que históricamente ha sido un indicador dellugar que se ocupa en la estructura socio-económica,no aparece en los relatos de los jóvenes: ¿Significa quelos sujetos no ocupan un lugar en la estructura socio-económica? Imposible. Más bien, la ausencia de refe-rencias al trabajo asalariado hace emerger como clavede análisis las transformaciones en la estructura socio-económica y sus implicaciones en las clases populares.Invita a pensar: si no es el trabajo asalariado el lugarde los sujetos en la estructura socio-económica, ¿cuáles entonces el lugar de los sujetos de los sectores po-pulares en la estructura socio-económica? Pero, sobre

55.. Jornadas de investigación: reconfiguraciones del mundo popular. http://laboratoriodeartesurbanas.blogspot.com/2012/08/reportaje-multimediatico-jornadas-de.html66.. Proyecto de investigación social Fundación Tiuna El Fuerte-El Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit) http://tiu-naelfuerte.com.ve/investigacion-social 77.. Plan Jóvenes del Barrio. http://www.mpComunas.gob.ve/plan-jovenes-del-barrio-se-activara-este-domingo-16/ http://www.noticias24.com/ve-nezuela/noticia/275612/mision-jovenes-del-barrio-financio-30-proyectos-para-potenciar-la-cultura-y-el-deporte/

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amos tenido reuniones con la Comuna y losconsejos comunales, no los conocimos allí. Enla Comuna conocimos a adultos mayores de-dicados a la construcción de la misma, ycuando preguntamos por los jóvenes, no sa-bían decirnos nada más allá que no participa-ban. A los jóvenes llegamos por relacionesfamiliares, no por relaciones de organizaciónpolítico-organizativas: una de las señoras delConsejo Comunal nos puso en contacto consu sobrino.

PPRRIIMMEERRAA PPIISSTTAA.. LLAA AAUUSSEENNCCIIAA DDEE LLAASSIINNSSTTAANNCCIIAASS FFOORRMMAALLEESS DDEE IINNCCLLUUSSIIÓÓNN

El encuentro con ellos se dio una noche en lacalle detrás de la casa comunal. Lo que hacemuchos años fue una media cancha dondese reunían los jóvenes del barrio, ese día eraun estacionamiento de carros, oscuro y llenode basura. Esta primera conversa giró sobreel planteamiento de activar la organización

reconfiguraciones del mundo popular5 y su vincula-ción con la violencia por un lado y las prácticas cultu-rales por el otro. Actualmente, las autoras de esteensayo continúan nutriendo estas líneas de trabajodesde proyectos de investigación6 y a nivel institucio-nal, apoyando las políticas emprendidas desde el Es-tado entre los años 2014 - 20157.

En síntesis, el ensayo pedagógico se desarrolla en el for-mato de crónica a partir de casos concretos para describir,no al sujeto joven popular, sino los ámbitos en los queéstos se producen, y a partir de ahí, identificar posibilida-des y obstáculos para la cultura productiva comunal.

II. Un caso en el campo de lo popular: jóvenes de sectores populares y sus instancias de socialización

Conocimos a Tato, Café y Refresco en el marco de la ac-tivación de una política promovida por un ministerio di-rigida a promover la incorporación de los jóvenes desectores populares a los procesos de organización comu-nal. Lo primero que hay que decir es que, aunque habí-

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88.. Estas reflexiones forman parte del Seminario Violencia, jóvenes y transformaciones sociales, realizado en el año 2012 por la FundaciónTiuna El Fuerte en el marco del Convenio marco de cooperación para el desarrollo de un programa sobre prevención de la violencia y des-arrollo adolescente en el área metropolitana de Caracas, con UNICEF y con apoyo del Centro de Estudios de Postgrado de la Facultad deCiencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela.

! Ubicada en la entrada del barrio, la canchaes un espacio natural de encuentro. Sin em-bargo, los muchachos contaban que desde elperíodo de “la guerra” ya nadie usaba lacancha por miedo y, poco a poco, se fue con-virtiendo en estacionamiento. “La guerra”fue el nombre que le pusimos entre conver-sas a una época de conflictos entre dos ban-das armadas en el barrio. Cada uno de ellostiene una historia que contar sobre la guerra:amigos o hermanos muertos, e incluso supropia participación con riesgo mortal. Enesa época el barrio se hizo famoso en todaCaracas por “La Guerra”.

El proceso de organización del evento de-portivo y cultural para recuperar la canchainvolucró no sólo a otros jóvenes sino a di-versos actores de la comunidad. El ConsejoComunal aportó trabajando en la organiza-ción y haciendo contactos para conseguir re-cursos (comida, agua y el apoyo de laAlcaldía en el asfaltado de la cancha). El Mi-nisterio apoyó con materiales para recuperarla cancha, el electricista del barrio apoyó conlas luces, otros apoyaron trabajando. Las se-

ñoras del grupo de danza de la tercera edad, el grupode baile de niñas, los raperos del barrio y los salseros,todos participaron en el evento. De los barrios aledañosvinieron grafiteros y 24 equipos de básquet -que no espoca cosa- se inscribieron en el torneo. El deporte y lacultura convocaron al barrio.

Aquí, el barrio y su sociabilidad son las categorías queemergen constantemente en sus historias: el achante enel barrio, los convives, las rumbas, los encuentros con lapolicía; las historias de “La Guerra” que vivieron juntosy los marcaron de por vida: los enfrentamientos arma-dos en los que estuvieron, sea en el medio como espec-tadores y en algunas ocasiones al frente comoprotagonistas, la muerte de uno de “los convives” , ocuando uno de ellos cayó preso, el tiempo que estuvoahí y lo que tuvo que hacer para sobrevivir o la partici-pación de “los convives”10 desde fuera para apoyarlo yvisitarlo. La familia es otro tema recurrente, desde losmás jóvenes, que con 17 años tienen niños de uno o dosaños, hasta el más adulto, ya cercano a los 30 años, convarios niños de distintas madres.

En cambio, son pocas las historias que emergen sobre surelación con la organización comunitaria. Quejas cons-tantes de un lado y otro. Los chamos lo resumen con la

99.. Refiriéndose a quienes participan en el Consejo Comunal y la Comuna.

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estas propuestas. Con la premisa de promo-ver la articulación con la organización comu-nitaria, les propusimos hacer un evento enla comunidad, alguna actividad para convo-car y generar el encuentro, lo que nos permi-tió coincidir. Así, la propuesta de recuperarla media cancha de básquet donde nosvimos, hizo coincidir voluntades. La ideaque tomó forma fue realizar un evento cultu-ral y deportivo con el fin de recuperar lamedia cancha de básquet que está en la en-trada del barrio donde nos encontramos.

La media cancha es un espacio importantepara ellos. Guarda historias de básquet y deguerra. Hablar sobre el abandono de la can-cha, hizo emerger esas historias: Hablaronde sus juegos de básquet y nos contaron demomentos memorables cuando “los gran-des” se hicieron leyenda en el barrio al ven-cer a equipos de otros sectores y volversedesde entonces “los mejores del barrio”. Yhablaron de las historias de enfrentamientosarmados entre bandas. Las narraciones con-vertían la cancha en entrada y centro de en-cuentro del barrio.

todo, ¿cuáles son los cambios de esa estructurasocio-económica y sus implicaciones en las clasespopulares?

SSEEGGUUNNDDAA PPIISSTTAA.. ÁÁMMBBIITTOOSS DDEE SSOOCCIIAABBIILLIIDDAADD EENN EELLCCAAMMPPOO PPOOPPUULLAARR

La política del ministerio tenía como propósito incidiren las condiciones materiales de vida de los jóvenes desectores populares y, para ello, uno de sus programasse dedicaba a la generación y financiamiento de pro-yectos socio-productivos en el marco de la economíacomunal. En este sentido, la propuesta a los jóvenes eraarticularse con la organización comunitaria, Consejoscomunales y Comunas, para construir un proyectosocio-productivo. Nuevamente emergen respuestascontundentes:

− “¡No vale, esa gente no cuadra! ¡Esa gente9 está en con-tra de nosotros!” − “¿Proyectos socio-productivos? ¿Qué es eso? ¿Cómose hace?”.

En una primera instancia, esta ruta de trabajo no tuvoreceptividad en los jóvenes. La relación no avanzó con

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1100.. Palabra usada como sinónimo de amigo muy cercano.

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un comité político o una sociedad de fomentobarrial hasta una taberna o el ámbito familiar.Más o menos estructurados, a veces durablesy otras efímeros, están regidos por algún tipode pauta que regulan su funcionamiento. (Gu-tiérrez y Romero, 2007: 42-43)

La vasta emergencia de esas narraciones delos jóvenes que abarcan las prácticas ilícitasy la violencia, la organización comunitaria,la relación con la policía, la familia y la so-ciabilidad del barrio, el grupo de pares, eldeporte, la cultura, nos invita a reconocerlascomo ámbitos en los que los jóvenes se rela-cionan con otros y, por lo tanto, se producencomo sujetos sociales.

En esta concepción de la juventud como unlímite socialmente construido que genera yda cuenta de relaciones de poder en tanto sejuegan capitales, materiales, simbólicos y so-ciales, el barrio y su sociabilidad juegan unpapel central, el reto sería analizar cuáles ca-pitales se juegan en esos ámbitos, cómo seproducen, se apropian de ellos y los dispu-tan, y las relaciones de los ámbitos entreellos y en relación a la estructura socio-eco-nómica. Como señala García Canclini:

Lo popular se constituye como consecuencia de las des-igualdades entre capital y trabajo, pero también por laapropiación desigual -en el consumo- del capital culturalde cada sociedad, y por las formas propias con que los sec-tores subalternos reproducen, transforman y se represen-tan sus condiciones de trabajo y de vida. (1987: 78)

Sirvan estas pinceladas en tono de formato periodís-tico, para hacer un panorama general de las instanciasen las que se produce el sujeto joven popular. Pero,sobre todo, para plantear una perspectiva para hablarsobre ellos. Cuando nos preguntamos por un sujeto so-cial: no nos referimos a una entidad dura, a una esen-cialidad, sea ésta determinada por la edad, la cultura opor un lugar en la estructura socio-económica única-mente, sino más bien al espacio social en que se pro-duce ese sujeto y las luchas que allí tienen lugar por lasdiversas formas de capital: “Lo popular se construye en latotalidad de las relaciones sociales, en la producción materialy en la producción de significados, en la organización macro-estructural, en los hábitos subjetivos en las prácticas inter-personales” (García Canclini, 1984: 78)

A modo de síntesis, retomamos las claves de análisisque escribiéramos líneas atrás: identificar ámbitos delo social en los que se produce el sujeto, atendiendono sólo a su lugar en la estructura socio-económica,sino a las transformaciones de ésta y sus implicacio-

1111.. Lo importante para nosotros es mirar este mapa con el enfoque que planteáramos al inicio como clave de indagación en el cual “(...) es-cudriñar en eso que llamamos "sujeto joven popular" es sobre todo una pregunta por el poder” (...) “Se trata de lo joven como categoríaque sirve para delimitar a unos de otros, para dar cuenta de relaciones entre unos sujetos y otros en un campo y desde una posiciónsocial, en nuestro caso lo popular”

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Aquí lo que nos interesa destacar y sinteti-zar como clave de análisis, es que lo popularno está unánimemente determinado, sinomás bien, como señalan Gutiérrez y Romero(2007) es un área de la sociedad donde se consti-tuyen los sujetos11. En esta línea los autoresproponen un conjunto de vías analíticas quepueden distinguirse al estudiar los procesosconstitutivos de las identidades que nos pa-recen importantes referir como mapa: 1) lasexperiencias sociales, 2) las relaciones conotros actores, 3) La mirada de las elites, ge-neralmente descalificadora que el sujeto in-corpora sea como aceptación, rechazo oreformulación, 4) La acción del Estado ensus dos mecanismos: coacción y educación,5) las instituciones, 6) La acción de los inte-lectuales, o políticos contestatarios. Aquínos interesa rescatar el concepto de ámbitosque proponen los autores, en tanto:

Esta denominación es lo suficientemente am-plia como para incluir desde un sindicato,

frase: “ellos están en contra, son unos chismosos”. En el Con-sejo Comunal varían las percepciones, desde los comen-tarios más radicales “son unos malandros, vagos” o unos“groseros sin valores”, hasta los que intentan ser más com-prensivos “nosotros hemos intentado con esos muchachos,pero ellos son muy difíciles”.

La relación transita por varios niveles. Desde recuer-dos de espacios compartidos en la infancia como via-jes, cine foros o entrenamientos que los adultos, quehoy son parte del Consejo Comunal, promovieron ehicieron con ellos cuando eran niños; pasando porconflictos abiertos de agresión verbal o física por lamúsica o algún detonante cotidiano, hasta momentosde pleno apoyo mutuo, como una noche en que la po-licía ingresó al barrio de manera violenta, con el ob-jetivo de aprehender a alguien solicitado por lajusticia, golpeó y arrestó a otros chicos menores deedad. En esta ocasión, señoras de la comunidad, losjóvenes y parte de la organización comunitaria se en-frentaron y reclamaron a la policía. Aquí la presenciade señoras de la comunidad y voceros de la Comunay consejos comunales servía de aval y legitimaciónfrente a la policía.

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jóvenes de las comunidades en condicionesde exclusión o vulnerabilidad, con el fin deincorporarlos a la organización comunitariasupone retos importantes, en tanto esa exclu-sión o vulnerabilidad también se manifiestaen el distanciamiento de dichos jóvenes de laorganización comunitaria. Ya lo señalábamosen las primeras páginas, nuestra entrada albarrio fue a través de la organización comu-nitaria, la Comuna precisamente, pero no fueahí donde conectamos con los jóvenes delcaso, pues lo que encontramos en esa entradafue un profundo distanciamiento entre la ins-tancia político-organizativa de la comunidady los jóvenes en condiciones de exclusión.

Este distanciamiento entre los jóvenes en con-diciones de exclusión y vulnerabilidad social yla organización comunitaria es materia pen-diente de indagación, en tanto, más que un dis-tanciamiento social o cultural, pareciera tenerque ver con la diferencia en trayectorias, pose-sión de capitales y circuitos materiales de in-serción13, según los contextos y procesos en quese producen los sujetos. Se trata pues, de una

tensa relación que va desde el conflicto abierto (y a vecesviolento) pasando por la transacción y pactos en determi-nadas situaciones, hasta la colaboración y plena identifica-ción al momento de enfrentar factores externos14.

Sin embargo, lo que nos interesa plantear son las posi-bilidades de intervención que supone un plan del Es-tado y la producción cultural. Por un lado, lalegitimidad que supone un plan dirigido desde la ins-titucionalidad del Estado, cuestiona el distanciamientoentre la organización comunitaria y los jóvenes en con-diciones de exclusión. Plantear a la Comuna un plan detrabajo con los jóvenes con quienes históricamente hanestado distanciados, supone un cambio en las posicio-nes legítimas dentro del espacio de la organización co-munitaria. Para los jóvenes la posibilidad de participaren actividades, proyectos, acciones de la organizacióncomunitaria es una vía de reconocimiento de su rol enla organización comunitaria. Esto definitivamente cam-bia los capitales políticos de la relación, sin embargo,aún no trastoca las condiciones materiales y capitales,sobre esto volveremos al final para analizarlo.

Segundo, la producción de un video sobre esta expe-riencia, la posibilidad de objetivar es un dispositivo

1122.. Misiones sociales. Son políticas del Estado Venezolano dirigidas a los sectores populares más vulnerables.

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SSOOBBRREE LLAA PPRROODDUUCCCCIIÓÓNN YY LLAA PPRROODDUUCCCCIIÓÓNNCCUULLTTUURRAALL EENN EELL CCAAMMPPOO PPOOPPUULLAARR

Tomaremos uno de los procesos desarrolla-dos en el marco de la relación entre funcio-narios ministeriales y los jóvenes de lacomunidad, a través del Plan Jóvenes del Ba-rrio, para describir las formas que toma laproducción cultural en el campo popular yasomar elementos de análisis, tensiones yoportunidades en el objetivo de promoveruna “nueva cultura productiva”.

En el marco del trabajo de intervención quenos puso en contacto con el barrio y los jóve-nes en el caso que planteamos de ejemplo dosacciones principales nos interesa destacar.Primero, el objetivo del plan de trabajar conlos jóvenes en condiciones de exclusión o vul-nerabilidad, y segundo, la producción de unvideo sobre ese trabajo y sus implicaciones enla organización comunitaria.

En primer lugar, el objetivo de la interven-ción planteó retos para la organización co-munitaria. Un plan dirigido a trabajar con los

nes en el campo popular, es decir, atender a cómoproducen un determinado sujeto social en ese marcoanalítico.

Aún cuando éste es solo un panorama de pinceladas,consideramos importante destacar la ausencia de refe-rencias y descripciones del rol del Estado en el caso (es-cuela, instituciones, misiones12 y en general lainstitucionalidad estatal en los sectores populares). Nopodríamos hacer interpretaciones de esta ausencia, puesentendemos que se debe más a razones metodológicas,entendiendo que la aproximación tuvo lugar desde unaintervención estatal, del alcance de la intervención y deespacio en el texto. Sin embargo, en el siguiente apartado,será precisamente el análisis de la intervención estatal eldetonante de la situación que nos servirá de análisis.

En el siguiente apartado, pondremos a dialogar las cla-ves de producción de estos actores con la necesidad deanalizar la nueva cultura productiva para lo comunaly sus posibilidades para que los jóvenes de sectorespopulares asuman un rol protagónico en la construc-ción de ese poder alterno. Buscaremos analizar las po-sibilidades de la producción cultural en el campopopular, lo que nuevamente haremos a partir de acto-res y contextos específicos.

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1133.. Esta es una línea de análisis trabajada en el seminario Territorios populares, sujetos y poder, realizado en el 2014 entre la Universidad Boli-variana de Venezuela y Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales, bajo la orientación del profesor Andrés Antillano. 1144.. Ver: Segunda pista. Ámbitos de sociabilidad en el campo popular.

En este caso, para lograr los estándares delvideo se consideró necesario contratar auna productora que asumiera los procesosde: investigación, conceptualización, pre-producción, producción y post-produc-ción. La productora realizó un proceso deinvestigación sobre la relación entre los jó-venes en el barrio y la organización comu-nitaria, de aspectos estéticos y contratóservicios de locaciones, actores, producto-res y logística en el barrio. Así la produc-ción del video generó no sólo contrataciónlaboral para la productora, sino tambiénhoras de trabajo para los jóvenes en el ba-rrio, es decir, a partir de los recursos del Es-tado se movilizó un proceso productivo,bajo la figura de prestación de serviciospara la productora y de horas de trabajopara los jóvenes en el barrio.

El video respondió a la necesidad de hacervisible al sujeto social a quién va dirigidoel Plan del Ministerio, en este caso, los “jó-venes de sectores populares”. Es intere-sante analizar lo que la producción delvideo generó en los jóvenes del caso ana-lizado. El video permitió la creación deuna representación, de una idea de la ju-ventud popular, que marcó claramente

una identidad, una diferencia, unas fronteras. Trasun proceso de producción que implicó una investi-gación por parte de la productora para construir elconcepto y la propuesta estética. Se utilizó como re-curso estético unos lentes de moda entre los jóvenesde esa comunidad, lo que al plasmarse en un pro-ducto de circulación simbólica que emula los discur-sos de la hegemonía mediática, generó revuelo entrelos jóvenes del barrio que vieron en las imágenesuna representación de una estética que les sirve paradiferenciarse de otros grupos sociales de forma po-sitiva, bien dice la frase principal del video: “los jó-venes del barrio, no somos el problema somos lasolución”.

1155.. SIBCI. Sistema Bolivariano de Comunicación e Información. Es un sistema nacional que articula a todos los medios públicos de Vene-zuela: televisión, radio, prensa, páginas web. Depende del Ministerio del Poder Popular para Comunicación e Información.

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cir y en qué campos o circuitos entra la pro-ducción cultural, para que se construye yqué implicaciones tiene en la distribución depoder. Sobre estos aspectos nos proponemosconstruir el análisis.

Tenemos que precisar que el contexto de pro-ducción del video es el lanzamiento de unplan institucional que se propone trabajarcon jóvenes de sectores populares. La pro-ducción del video tenía intencionalidadesclaras: realizarlo en las locaciones del barrio,con actores del barrio, con una estética y na-rrativa que generara identificación en el ba-rrio, es decir, construir una representación delos jóvenes de sectores populares. Y estabaconcebido para ser transmitido en el Sistemade Medios Públicos, por lo que demandabaciertos estándares de calidad técnica y con-ceptual. En este sentido, estaban vinculadosal proceso varios actores en niveles de parti-cipación y decisión diferentes: la institucio-nalidad-Estado, instancias de organizaciónde la comunidad, jóvenes de la comunidadvinculados a la iniciativa, la productora con-tratada, en primer plano.

de reconocimiento de los sujetos y la experiencia, másaún cuando se realiza con la posibilidad de ser trans-mitido en el Sistema Nacional de Medios Públicos (oSistema Bolivariano de Comunicación e Informa-ción)15, es decir con amplia distribución garantizada.Aquí la producción del video, entendida como unejercicio de producción cultural, es un dispositivo delegitimación que nos permite entrar en el análisis dela relación entre producción cultural, política y pro-ducción comunal.

Pensar en la producción cultural como campo de pro-ducción, es pensar en la materialidad de la misma.Sobre esto nos interesa resaltar dos elementos clavesen dicho análisis. En primer lugar, los medios de pro-ducción, el capital en ese campo de producción tantomaterial como simbólico. En segundo lugar, las impli-caciones que desencadena el producto en relación a ladistribución y apropiación de capitales.

La producción cultural es un proceso de construcciónde representaciones y como tal ese es un campo de dis-putas en función de la posesión de capitales lo cual sesupone que anida las tensiones de la misma: a quiénrepresenta, para qué, cómo y quiénes construyen esarepresentación, con qué capitales cuentan para produ-

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VViiddeeoo pprroommoocciioonnaall PPllaann JJóóvveenneess ddeell BBaarrrriioo 22001144..

Aquí nos resultan útiles los planteamientos de Gar-cía Canclini sobre lo popular y el consumo. Ante elcallejón sin salida en que nos dejan las teorías de laideologización y conductuales, señala el autor, en lasque el consumo se asume como mera respuesta deunos sujetos ante un estímulo, reproducción sea porreflejo o por enajenación, el autor nos abre un ca-mino para reflexionar sobre el consumo en las clasespopulares al señalar que

el consumo abarca los procesos sociales de apropiaciónde los productos, y por tanto de lucha entre las clasespor participar en la distribución y hacer presentes susdemandas en la planeación social. En este sentido, elconsumo es mucho más que el repertorio de actitudes ygustos catalogados por las encuestas funcionalistas demercado y opinión, o que el área donde se completa elproceso productivo, donde se realiza el producto, comodecía Marx. El consumo es el lugar en el que los conflic-tos entre las clases, originados por la desigual participa-ción en la estructura productiva, se continúan apropósito de la distribución de bienes y la satisfacciónde necesidades. Es también el concepto clave para ex-plicar la vida cotidiana, desde el cual podemos entenderlos hábitos que organizan el comportamiento de dife-rentes sectores, sus mecanismos de adhesión a la cul-tura hegemónica o distinción grupal, su subordinacióno resistencia (Canclini, 1987: 163).

La diferencia estética con la que marcan susdiferencias en su entorno cotidiano haciendouso para ello de bienes de consumo -en estecaso los lentes-, parecía estar ahora social-mente legitimada, institucionalizada a travésde un discurso de comunicación pública pro-movido por una política estatal, como vehí-culo de representación, esto los visibilizabacomo actores sociales. Así, por ejemplo, la co-munidad organizada los reconoció como ac-tores de la Comuna y ellos se asumieronvoceros de la experiencia de participación conotros jóvenes, intercambiando su experienciaen sus redes barriales. Los circuitos de distri-bución del video fueron la televisión estatal ylas redes sociales. Desde ellos circularon yconvocó a otros tantos jóvenes que se identi-fican con la estética del video.

En este sentido, la producción cultural sirviópara movilizar y generar identificación utili-zando un discurso que planteó la idea de ladiferencia intergeneracional e intraclase paragenerar integración y respeto a esas mismasdiferencias, los lentes fueron una metáforasobre las formas de percibir.

Sobre esto nos parece importante reseñarel trabajo de Dodaro (2011), en el cual ana-

liza acciones activistas culturales y las in-tervenciones estético-comunicacionales degrupos populares organizados política-mente, a través del método etnográfico yla observación en momentos concreto derealización, exhibición y performance degrupos populares organizados política-mente. El autor identifica funciones delactivismo cultural: la construcción deidentidad de las organizaciones, contribu-yen a la consecución de solidaridades ytransmisión de experiencias entre sectoresy grupos de protesta de similares caracte-rísticas, y la disputa (desigual) por lossentidos de la propia experiencia con lospoderosos dispositivos de la industria cul-tural y las instituciones de la cultura.

El autor plantea interrogantes y claves im-portantes a tener en cuenta en el análisis dela producción cultural en el marco del acti-vismo cultural que nos interesa parafraseara continuación:

● ¿Aportan estas estrategias elementos ca-paces de cohesionar y fortalecer los lazosde una organización así como ofrecer iden-tidad hacia el exterior? Desde la perspec-tiva antropológica una respuesta requería

de un trabajo etnográfico centrado en el desempeñode un grupo de activistas en relación con la articula-ción con un grupo o movimiento social durantelargo tiempo. ¿Estas acciones cambian la subjetivi-dad o las prácticas habituales de consumo de mediosde una persona? Lo que contribuye a la disputa desentidos es un trabajo de tiempos largos que contri-buye en el largo proceso de sedimentaciones, deacentuaciones sobre acentuaciones, de disputas,tránsitos y negociaciones respecto del sentido. (Do-daro, 2011)

● El campo problemático de la comunicación. Se pre-gunta: ¿Cómo las acciones estéticas situadas debenenmarañarse con los hilvanes de la identidad tejidosdesde la industria cultural? Relación estética-políticay la pregunta de la capacidad de las obras de generarun impacto.

● Campo de la reproducción. Recuperación de ele-mentos de las prácticas. Formas de encuentro entredistintos barrios y la posibilidad de unir y conectarexperiencias, cohesionar grupo de activistas.

● Campo de la disputa cultural. Plantea la necesidadde identificar tramas relativas a cada campo estético,así como el papel de las leyes que regulan los merca-dos de producción de bienes culturales y sus formasde circulación.

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Si bien reconocemos en el consumo y la produccióncultural instancias en las cuales se continúa el conflictosocial originado por la desigual participación en la es-tructura productiva. La pregunta que nos inquieta essi se puede desde ellas incidir en la desigualdad de laestructura productiva. Es la pregunta histórica sobre eldeterminismo de las estructuras culturales y las estruc-turas económicas. Aquí podría haber diversos caminos,según la perspectiva en que se aborde. Parafraseando aBourdieu (1989): una visión substancialista nos diríaque, por el hecho de ser jóvenes y de sectores popula-res, su producción cultural es la vanguardia del cam-bio. Un énfasis culturalista le daría más peso a ladisputa en el campo del consumo cultural y la produc-ción cultural y nos centraríamos en estudios de con-sumo y recepción. Una mirada economicista, diría quenada cambia si no cambia la estructura productiva. Unenfoque relacional nos obliga a considerar

las luchas simbólicas que tienen lugar en los diferentes cam-pos, y en donde se ponen en juego nada menos que la re-presentación del mundo social y en particular, la jerarquíaen el seno de cada campo y entre los diferentes campos(Bourdieu, 1989:27).

En este sentido, para el ejemplo que analizamos la in-tervención del Estado dirigida a sujetos sociales en ex-

clusión y la producción cultural con y paraellos con el peso de la legitimidad del Estadoefectivamente trastocó su posición en las je-rarquías en terrenos específicos: en la Co-muna como instancia político-organizativade la comunidad y en el espacio social al le-gitimar los códigos y estéticas de los jóvenesde sectores populares de forma positiva.

Sin embargo, en relación a la estructura pro-ductiva del video por ejemplo, no estuvo enlas manos de los jóvenes de la comunidad nide la Comuna: el capital para la produccióny los circuitos de circulación del productoestuvo en manos de la institución-Estadoque promueve la política, y los capitales so-ciales y simbólicos en manos de la produc-tora que se contrató. La construcción delvideo como producto o síntesis de represen-tación es un proceso de disputa de sentidoen el que participaron los jóvenes, la comu-nidad, la productora y la institución-Estado,que requeriría un análisis. Más que respues-tas el caso analizado lo que nos plantea sonpreguntas.

Teniendo como horizonte la cultura comu-nal, el ejercicio es preguntarse ¿Cómo conec-tar las luchas en el campo de la producción

cultural y el consumo, con la lucha por el ca-pital-trabajo y en general por la producción-vida? Vincular la producción cultural a laproducción de la vida plantea para el análi-sis el reto de trazar una suerte de “economíapolítica de la producción cultural en elcampo popular”, que permita vincular laproducción cultural a la producción de lavida, trazar las relaciones entre la produc-ción material y la producción simbólica.

En todo caso, no se trata de preguntas aresponder aquí, ni en sentido general nipara el caso específico que nos sirve aquíde ejemplo, sino de claves de análisis en elcampo de la producción cultural, a saber:el contexto de producción, las intenciona-lidades, los actores implicados y sus nive-les de participación y decisión, lamaterialidad de la producción, sus impli-caciones en términos de dispositivo de re-presentación, las formas que toma elproceso de producción y las disputas desentido que en él se libran, los circuito dedistribución. Agregaríamos además, losprocesos de recepción y las instancias demediación, y decimos, como señala GarcíaCanclini (1987): “…en qué instancias losmensajes y acciones impuestos son selecciona-

dos y reprocesados: en las relaciones familiares, barriales,religiosas, culturales, sindicales”.

III. A modo de cierre

Por último, nos interesa plantear un elemento crucial. Siasumimos, el análisis de la juventud en una perspectivarelacional y de poder, los jóvenes nos interesan en tantogrupo social que da cuenta de nuevas generaciones, nue-vas condiciones de producción y reproducción social. Asíel análisis de la juventud popular, nos interesa en tantoda cuenta de los procesos de producción y reproducciónde la clase popular. Esta consideración es importantecuando el objetivo es aportar al avance de las luchas po-pulares. En un contexto en que las desigualdades capital-trabajo se manifiestan en diversos ámbitos y formas, esimportante articular las luchas populares en un bloquehistórico que las articule y no que las sectorice. El mismoGarcía Canclini lo señala como preguntas pendientes:

¿Cómo vincular las luchas sectoriales con las de los partidosy clases, cómo combinar las batallas en el consumo, o sim-plemente las prácticas cotidianas, con los conflictos en laproducción? ¿Puede mantenerse la independencia, la espe-cificidad de las luchas parciales, y a la vez superar la frag-mentación social en que el capitalismo basa el controlmultifocalizado de los conflictos? (García Canclini, 1987: 165)

En el tablero global, diversos movimien-tos, proyectos, y revoluciones disputan y proponennuevos imaginarios y realidades intentando crear al-ternativas más allá del capital y concretar nuevos sis-temas de producción de la vida. El SocialismoComunal, leído en esa perspectiva, es la traducción ola forma nacional de estas expresiones.

En este ensayo, exploraremos cruces posibles entrela apuesta comunal y diversos procesos emancipato-rios, intentado identificar, combinar y producir másy mejores tecnologías para la movilización, articula-ción y aceleración de los tiempos de suma y agrega-ción de voluntades para su consolidación comonuevo poder. Transitaremos como ruta principal, losdiálogos entre la cultura comunal y el acumuladoque se ha venido generando por una serie de agentesculturales que están por el continente militando y ac-tivando desde esto que llamamos #CulturaDeRed.Una provocación hecha a partir de una serie de ejer-cicios prefigurativos que invitan a pensar políticas deescala y de interfaces para lo comunal y a ensayarnuevos “cómos”, para que más y más gente desee a laComuna como horizonte y se sume a construirla.

Los conflictos que encarnan los jóvenes en los secto-res populares, son los conflictos de las clases popula-res. No se trata de los problemas de los jóvenes de lasclases populares, sino de las formas de reproducciónde las clases populares en general, señala Tiuna ElFuerte (2011):

No se trata de la juventud, ni siquiera de las juventudes po-pulares. Se trata de las transformaciones del mundo popu-lar, de la clase mayoritariamente pobre, de eso quellamamos lo popular, de los cambios que en él suceden ylos sujetos que los encarnan. Pero si sirve la categoría ju-ventud para hacerlos evidentes, pues bienvenida sea (TiunaEl Fuerte, 2011: 8).

Bibliografía

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Jóvenes, alternativas productivas y nuevo poder

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- Dodaro, C. (2011). Alzar la voz y hacerse ver. Ac-tivismo, mediación y circulación cultural en BuenosAires y su conurbano durante las décadas de 1990 y2000. Argumentos. Revista de crítica social 0,n.o 13. Disponible en:. hFp://revistasiigg.socia-les.uba.ar/index.php/argumentos/article/view/138.- García Canclini, N. (1987). De qué estamos ha-blando cuando hablamos de lo popular. Comunica-ción y culturas populares en Latinoamérica.- ____________(1984). Gramsci con Bourdieu.Hegemonía, consumo y nuevas formas de organi-zación popular. Revista Nueva Sociedad 71.- Gutierrez, L., y Romero, L.(2007). Sectores po-pulares, cultura y política: Buenos Aires en la entre-guerra. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.- Tiuna El Fuerte (2013). Juventudes populares.Los sujetos de la diferencia. Entre disciplinar y dia-logar. Caracas: Tiuna El Fuerte. Disponible en:.hFp://issuu.com/tiunaelfuerte/docs/libro_ju-ventudes_populares_version_.- Tiuna El Fuerte, Centro de Estudios dePostgrado. Facultad de Ciencias Jurídicas yPolíticas, y Instituto de Ciencias Penales, UCV.(2012). Seminario de Investigación Violencia, Juven-tud y transformaciones sociales. Disponible en:hFp://www.postgradofcjp.net.ve/docs/20120307_seminario.pdf.

Cultura de red y la emergencia

de un nuevo poder

Palabras clave:

Cultura de red Nuevo poder

Cultura comunalPolítica de redM

aría Claudia Rossell García

IIlluussttrraacciióónn:: mARTadero para Entretejer Bolivia

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munal, es una inquietud militante que sur-gió con mucha más claridad desde el mo-mento en que en aquel “Golpe de Timón”2

Chávez invocaba al espíritu de la Comuna, ala cultura comunal para que encarnara defi-nitivamente lo nuevo. En sus palabras, lacultura comunal era, si se quería, más im-portante que la propia comuna, era lo que ledaría sentido y posibilidad de ser.

Pero, para que exista como verdadero nuevopoder, lo comunal debe autoproducirse yautogobernarse. La autonomía de su fuerzamaterial y simbólica son la clave. Pero,¿cómo se va avanzando hacia allá?

La Comuna opera principalmente en ydesde los territorios de resistencia social ypopular donde se expresa, en forma más evi-dente, la lucha de clases y desde ese contextopropone las narrativas que constituyen su

versión del proyecto de transformación y sus métodosde acción política y de construcción del otro poder. LaCDR si bien posee como arma principal la disputa deimaginarios, de lo simbólico y la producción de narra-tivas, tiene también como objetivo potenciar las capa-cidades de lo actores sociales con distintas agendas delucha creando nuevas topografías liberadoras. La co-nexión de ambas apuestas y sus potencias transforma-doras en un círculo virtuoso, pudiera permitir que laCultura Comunal diera un salto cualitativo en sus for-mas de reproducción, pues las tecnologías de red pue-den potenciar y acelerar el proceso de crecimiento de lamasa crítica de lo comunal, a través de la suma y adhe-sión de más voluntades, incrementando exponencial-mente su capacidad de articulación, agregación,conexión y suma. A su vez la CDR encontraría mayordensidad en la nueva geometría del poder3 y en la es-tructura política del modelo territorial.

En este artículo no estamos intentando diseñar un pro-grama comunal a la luz de la CDR, sino conseguir posi-

Cultura de red y la emergencia de un nuevo poder María Claudia Rossell García

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La Comuna, como célula estratégica delnuevo poder y el Estado Comunal como ho-rizonte a construir representan, para muchasde nosotras, el único programa posible deconstrucción del Socialismo en Venezuela.Cuando hablamos del nuevo poder hacemosuna decisión consciente de provocar otras re-flexiones sobre el Poder Comunal. Si bien escierto que la traducción evidente sería PoderPopular, para nosotras este cambio es unapregunta interpeladora que nos motiva apensar el poder popular y comunal muchomás allá de los esquemas de programa de go-bierno nacional, devolviéndole su lugar depotencia constituyente, que le permita siem-pre seguir ese impulso originario de bús-queda de autonomía y autodeterminación,que no es autonomismo antiestatal sino im-pulso revolucionario que entiende que lo viejodebe morir para que surja lo nuevo.

La necesidad de generar reflexiones en tornoal posible cruce entre CDR y la cultura co-

Introducción

Diez años de procesos de cambio en el continente gene-raron un caldo de cultivo propicio para la emergenciade redes y organizaciones de nuevo tipo que parecíanmultiplicarse con cada impulso que los procesos decambio inyectaban en los diferentes contextos naciona-les, muchas de estas apuestas, impulsadas desde unajuventud que se formó en un ambiente pujante de unaLatinoamérica que se enunciaba (y lo sigue haciendo)a sí misma como Latinoamérica potencia. En este ca-mino fue surgiendo #CulturaDeRed1.

Como veremos, entendemos la Cultura de Red (CDR)como una nueva arquitectura relacional, que encuentraen prácticas emergentes como la economía colaborativay del común, potenciales transformadores donde se co-cinan estructuras, plataformas, alternativas que, desdeuna mirada compleja de la sustentabilidad y la auto-nomía, podrían nutrir o complementar esa nueva cul-tura y economía política, necesarias para la “creaciónheroica” de nuestro Socialismo Bolivariano, que se estáensayando en los procesos comunales.

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11.. Cultura de Red es un mosaico de parcialidades y miradas en constante negociación. En este sentido, lo recogido en este artículo se cons-truye en dos niveles: Uno de red, debido a que las sistematizaciones sobre la Cultura de Red son un proceso permanente y colaborativode todxs lxs que la impulsamos (estos insumos tomados fundamentalmente de sistematizaciones colectivas) y otro nivel de elaboraciónpropia y riesgos tomados a título personal-colectivo, por lo que, en ningún caso, pretende “representar” o ser tomada como la única miradaexistente sobre la Cultura de Red. Es un esfuerzo desde la necesidad de leer el acumulado vivo y en experimentación en clave chavista,bolivariana y comunal.

22.. El “Golpe de Timón”, discurso ofrecido por Hugo Chávez el 20 de octubre de 2012 durante el primer Consejo de Ministros del nuevo ciclode la Revolución Bolivariana. Representa la lectura crítica del propio líder Bolivariano ante la necesidad de un viraje, rectificaciones y reim-pulsos, para profundizar las grandes transformaciones urgentes para el salto de fase reflejado en el Programa de la Patria. Un documentocentral que recoge las últimas impresiones de Chávez sobre la necesidad de repensar y reimpulsar la apuesta Comunal.33.. “La geometría del poder está dada por la articulación de los lugares de toma de decisiones (instancias de autogobierno del poder popular,instancias de gobierno del “viejo” estado, etc.), lugares de poder que configuran una red de relaciones sociales de producción y reproducciónque poseen un anclaje territorial. Se presenta como una red articulada de lugares, de carácter multidimensional y multiescalar, en donde elpoder se constituye ‘en relación’; por eso hay una geografía del poder – una cartografía del poder” (Massey, D. 2005: 1).” Extracto del Documento:Aportes para la construcción de una nueva geometría del poder comunal, del equipo de Ministerio de las comunas Lara (2014).

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cierto es que ese contexto histórico posibilitóque redes y organizaciones nacionales quevenían gestándose en el seno de los procesosde cambio de sus países compartieran la lec-tura y las ganas de embarcarse en esta em-presa #contrahegemónica.

La narrativa de esta generación de organiza-ciones se fue complejizando, nos hablaba, cadavez más, de una compresión de la necesidadde militar en la articulación continental paraproducir la vida de otra manera. Un activismoreticulador6 o una nueva lectura del internacio-nalismo, en un querer comerse al mundo ali-mentado por una estrategia de unidadlatinoamericana en expansión, por un marcode nueva diplomacia de los pueblos, por unare-lectura del legado bolivariano del proyectonuestroamericano, pero también por una com-prensión vivencial y nativa de lo global.

Cultura de Red opera en tres niveles, po-niendo en articulación grupos y colectivos dediversos sectores, generando instancias de or-ganización y gestión colectiva y colaborativay disputando imaginarios7:

##CCUULLTTUURRAADDEERREEDD -- PPLLAATTAAFFOORRMMAA DDEE AARRTTIICCUULLAACCIIÓÓNN

La dimensión orgánica siempre estará presente encualquier apuesta seria para apalancar cambios. Sin or-ganización no hay proceso, la potencia se diluye. Con-sideramos a la plataforma como un acelerador deredes, parecida a una red de desarrolladores de tecno-logías sociales libres, donde se reúnen inteligencias co-lectivas distribuidas por todo el continente para creary compartir aplicativos, tecnologías y herramientas li-bres y funcionales a distintas agendas de lucha. Tecno-logías que brinden a movimientos diversos mayorestructura para lograr sus metas, pues todas las solu-ciones creadas son sistematizadas y compartidas.

##CCUULLTTUURRAADDEERREEDD -- TTEECCNNOOLLOOGGÍÍAA DDEE OORRGGAANNIIZZAACCIIÓÓNNDDEE RREEDDEESS

Los intentos de pensar orgánicamente la plataforma,también se han traducido en una tecnología de organiza-ción en sí misma. El gran esfuerzo de pensar formas paraorganizarse en una apuesta como ésta, está en entendercuáles frentes de trabajo nos aglutinan y nos permitencaminar juntxs a actores tan diversos que responden aagendas y necesidades sectoriales y territoriales distintas.

Cultura de red y la emergencia de un nuevo poder María Claudia Rossell García

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No queríamos una reunión del sector culturalpara pensar una red, queríamos un espaciode trabajo para pensar cómo producir unaotra cultura, la Cultura De Red, la cultura dela colaboración. Tuvimos ese 1er EncuentroCultura de Red- Dinámicas, Innovación y Acciónpara la cooperación regional (Quito, Ecuador- 29de marzo al 2 de abril de 2011) y a ese le su-cedieron otros más: Cultura de Red Brasilia,Entretejer Bolivia, entre muchos otros. Peromás allá de los encuentros, que fueron excusavital para generar confianzas y juntar inteli-gencias colectivas desde las experiencias deCultura Senda, la Red Fora do Eixo, los colec-tivos bolivianos que luego conformarían suRed Nacional Telartes, y la gran diversidadde personas, colectivos y redes del conti-nente5 que se fueron sumando exponencial-mente para darle forma y sentido a esto quese venía cocinando, algo sucedía en ese mo-mento en el continente que fungía como uncatalizador inminente de esa apuesta. Algu-nos la llaman década ganada, otros el cambio deépoca, Chávez diría la hora de los pueblos, lo

bles cruces que puedan impulsar un proceso masivo depolitización sobre la necesidad de la apuesta comunal.En la carrera de tiempo que implica la disputa por elproyecto y el significado del Socialismo, necesitamosque lo comunal no sea un tema de vanguardias o exper-tos. Urgente es que más y más gente desee a la Comunacomo horizonte y en ese sentido aporte para construirlo.

I. La Cultura de red no es un manifiesto, es unamanifestación4

Para compartir de dónde viene esto de la CDR es impor-tante echar este pequeño cuento. Todo comenzó con el de-bate sobre un nombre: Cultura DE red o cultura EN red.

En el 2011, nos disponíamos a organizar un encuentropara discutir políticas de red desde la cultura. ¿Cómollamarlo? la mayoría de la redes convocadas eran redesdel llamado sector cultural, por lo que Encuentro CulturaEN red sonaba razonable. Pero un juego de palabraspermitió crear una síntesis de la búsqueda estratégica,que era a su vez una consigna para la acción: CulturaDE red, fue el nombre elegido.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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44.. Insumos discutidos y recogidos en el informe final de la Inmersión Cultura de Red Buenos Aires realizado del 29 mayo al 1 junio de 2014en Buenos Aires, Argentina con reelaboraciones de Rossell, M.55.. En la actualidad Cultura de red viene siendo impulsado en distintos niveles formas y escalas en toda América Latina pero sobre todo enBrasil, Bolivia, Venezuela, Argentina, Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, México, Uruguay y Chile; más de 1000 redesy colectivos locales, nacionales y globales, con miles de personas integradas y conectadas se han sumado a ensayar nuevas lógicas.

66.. Término acuñado por Yúdice G. Extraido del libro Os Novos Barbaros, de Rodrigo Savazoni.77.. A lo largo del texto al referirnos a CDR estaremos paseándonos por estas 3 acepciones.

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como objetivo para el 2010 lograr el lide-razgo mundial en las sociedades basadas enconocimiento. Habiendo perdido competiti-vidad en el sector industrial ante el empujede varios países emergentes, la UE optó porpromover una economía del conocimientoen la que la riqueza, la productividad y lacompetencia de las empresas estuvieran ba-sadas en saberes, más que en bienes y losservicios industriales, comerciales, agrarioso ganaderos. (Echeverria y Álvarez, 2008)

Sociedad red: Su mayor desarrollo y popu-larización ha sido a través del libro de Ma-nuel Castells, La Sociedad Red. Castellsmarca diferencias respecto a la sociedad de lainformación, distinguiendo entre informa-ción e informacional: Información, refiere ala comunicación del conocimiento, siendofundamental en todas las sociedades. Encontraste, el término informacional indicael atributo de una forma específica de orga-

nización social en la que la generación, el procesa-miento y la transmisión de la información se convier-ten en las fuentes fundamentales de la productividady el poder, debido a las nuevas condiciones tecnológi-cas que surgen en este periodo histórico. La sociedadred es una estructura social hecha de redes de infor-mación propulsada por las tecnologías de la informa-ción características del paradigma informacionalista.8

(Castells, 1999)

Surgen a partir de estas lecturas de sociedad de infor-mación/conocimiento/red, otras tesis sobre el tipo deeconomía que en el marco de estas sociedades se esta-ría impulsando. A esta forma del capitalismo avan-zado, se le ha llamado capitalismo cognitivo o capitalismocultural. El centro estratégico de la actividad de trans-formación se encuentra tanto en la apropiación subje-tiva de los conocimientos como en la producción deinnovación. En la nueva economía-red de conoci-miento: “no hay transmisión de objeto-mercancía sinoregulación de los derechos de acceso al conocimientocirculante”. (Brea, 2007: 11)

Cultura de red y la emergencia de un nuevo poder María Claudia Rossell García

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tivo, aún vivo con mucha intensidad enNuestramérica, pero también de la culturahacker, de la defensa del procomún, de la de-mocratización del conocimiento y la técnica através de las redes, del empoderamiento so-cial a través de los ilimitados recursos del co-nocimiento impulsados por la colaboracióndistribuida que permite el nuevo marcosocio-técnico, en fin, nos nutrimos de nuevasy viejas apuestas por un mundo distinto yjusto. En este sentido, CDR, no sólo busca re-ferentes sino que intenta generar marcos pro-pios y conocimiento vivo de las prácticasemergentes, en la convicción de que necesita-mos nuevos sentidos comunes. Los valores ysistemas de pensamiento acordes a los retosdel siglo XXI.

II. Un contexto enREDado: Apuntes rápi-dos para entender el marco de la disputa

Muchas son las categorías que intentan de-finir, desde los países centrales, al capita-lismo actual, tomamos como referencia unpar de ellas:

Sociedad del conocimiento: En su agendade Lisboa 2000, la Unión Europea se puso

Como tecnología organizativa, CDR permite identificarfrentes de acción-organización-participación comunesque generan orgánicas interesantes y funcionales en es-calas múltiples y para distintas agendas de lucha.

Después de mucho camino andado, identificamos loque nos conectaba en necesidades y desafíos, tambiénen apuestas y proposiciones: la formación, la sustenta-bilidad, la incidencia y la comunicación. Esto se ha con-vertido en una “estructura” que otras organizacioneshan asumido como propia y en una metodología deconstrucción de interfaces entre redes, que puede des-cargarse y usarse y bajo el criterio de la cultura libre: co-piar, mejorar, adaptar. Más adelante, contaremos mejorcómo hemos venido ensayando estas #tecnologías #tecs.

##CCUULLTTUURRAADDEERREEDD -- BBUUSSCCAANNDDOO OOTTRROOSS PPAARRAADDIIGGMMAASS //CCOOSSMMOOVVIISSIIOONNEESS

Necesitamos nuevos mapas conceptuales, culturales yéticos para acompañar las grandes transformaciones yapuestas. No se trata de novedad superficial, sino dela necesidad de ir creando instrumentos que nos per-mitan leer de forma más precisa y productiva los fenó-menos que van surgiendo.

Nos nutrimos de diversas corrientes que van desde elreconocimiento de nuestro ADN Ancestral colabora-

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88.. Es importante para nosotras hacer explícitas las mayores críticas que se han hecho a las perspectivas de sociedad red que principalmenteManuel Castells ha posicionado, esto, debido a que aún cuando acordamos con parte de ellas, el marco teórico y de categorías de estas ideaspermean el debate sobre las redes de forma ineludible. Las principales críticas tienen que ver con un determinismo tecnológico de las categorías,ya que explica a través de las redes aquellos fenómenos que el determinismo histórico-social interpreta a través de conceptos sociales comofuerzas productivas, relaciones de producción, leyes del capital y confrontaciones de clase. Por otro lado, la mirada mecanicista que supone laidea de que es la transformación operada en la base tecnológica y no económica la que transformará la superestructura cultural y social. Otrascríticas como por ejemplo la reducción a la metáfora de red de incluidos y excluidos, que al decir de Canclini, eliminan la visión de explotaciónligada a la clase, y aparece la exclusión más como un destino contra el que hay que luchar que como el resultado de una asimetría social.

##CCUULLTTUURRAADDEERREEDD -- SSUUMMAADDAA AA LLAA MMIINNGGAARREEVVOOLLUUCCIIOONNAARRIIAA

Una provocación ecuatoriana: “Si en el neoliberalismo se construían paraísosfiscales, nosotros en el socialismo del siglo XXIconstruiremos paraísos del conocimiento libre”9

Como parte de las líneas de Revolución Ciu-dadana y del Socialismo del Buen Vivir, Ecua-dor, comienza a dar una centralidad especiala la Economía Social del Conocimiento (ESC).Una vía alternativa que da respuesta a la con-

dena que pretende imponer a nuestros países el capita-lismo cognitivo, y que pone como centro de la estrategiade liberación la emancipación cognitiva.

Esta economía apuesta por la generación de un ecosistemaque posibilite quebrar las reglas del juego que implican lasustracción del común, pero no sólo desde el conocimientosino de todas las aristas tangibles e intangibles necesariaspara transformar la matriz productiva. En Ecuador esto seasocia con La Revolución del Conocimiento10. Como resumen,hemos extraído de la exposición del presidente Correa uncuadro comparativo que contrasta el capitalismo cognitivocon la economía social del conocimiento:11

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Todo esto se traduce territorialmente en unanueva división internacional del trabajo, yaque en este “modelo” los países centralesproducen conocimiento y nos venden su in-materialidad mientras que los periféricos se-guimos con una matriz productiva,funcional a los procesos de reacomodo parala acumulación del capital, primario expor-tadora y extractivista y al mismo tiempo im-portadora de bienes y servicios de mayorvalor agregado. En Venezuela: #Capitalis-moRentista.

En este sentido, poner esfuerzos para quenuestro quehacer no refuerce las lógicas deese capitalismo cognitivo ni facilite nuestroacoplamiento sino que, por el contrario, ge-nere alternativas, es vital.

En CDR nos identificamos como parte de lasexpresiones diversas que emergen con losproyectos que se enuncian desde un lugardistinto al que nos venden como única víaposible desde el propio capitalismo. Proyec-tos con nombres diferentes desde las mu-chas geografías y experiencias, pero que son,apuestas por otro mundo posible, inten-tando dar respuestas a la misma búsqueda,más allá del capital.

Entonces, en este marco es clave entender los nuevoscerramientos que generan escasez inventada y ficticia,cómo opera esa regulación de los derechos de acceso(las patentes y propiedad de los derechos de autor) debienes que son abundantes (como el conocimiento, elcódigo, el diseño). La posibilidad de extraer renta de-pende de la capacidad de controlar un recurso escaso.El propósito de la propiedad es garantizar una clase nopropietaria que produzca una riqueza que pueda acu-mular la clase propietaria. Cualquier investigación dela propiedad intelectual debe ser entendida dentro deeste contexto de una enorme desigualdad de riqueza yde lucha de clases. (Kleiner, 2010)

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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RRIIPP!!:: AA RReemmiixx MMaanniiffiieessttoo..UUnn ddooccuummeennttaall ddee 22000088 ddiirriiggiiddoo ppoorr eell cciibbeerraaccttiivviissttaa yy rreeaalliizzaa--ddoorr BBrreetttt GGaayylloorr.. EExxpplloorraa uunn ppeerrffiill ddee llooss ddeerreecchhooss ddee aauuttoorr eennllaa eerraa ddee llaa iinnffoorrmmaacciióónn,, bbaassáánnddoossee pprriinncciippaallmmeennttee eenn eell ttrraa--bbaajjoo ddeell mmúússiiccoo GGrreegggg GGiilllliiss ((aalliiaass GGiirrll TTaallkk)).. UUnnaa pprroovvooccaattiivvaa

iinnttrroodduucccciióónn aa llooss ddeerreecchhooss ddee aauuttoorr..

99.. René Ramírez y Rafael Correa en: https://www.youtube.com/watch?v=wxct7h53dqM1100.. Según el Plan Nacional para el Buen Vivir, 2013-1017 propone “la innovación, la ciencia y la tecnología, como fundamentos para el cambiode la matriz productiva, concebida como una forma distinta de producir y consumir. Esta transición llevará al país de una fase de dependenciade los recursos limitados (finitos) a una de recursos ilimitados (infinitos), como son la ciencia, la tecnología y el conocimiento.”1111.. René Ramirez y Rafael Correa en: https://www.youtube.com/watch?v=wxct7h53dqM

cambio de la Cultura Productiva, compren-dimos que hay un círculo vicioso en nues-tra matriz productiva, que no sólo producepetróleo sino una cultura petrolera y unmodelo de país que responde a ésta. Paratransformar esta cultura, es necesario com-prender su relación con las distintas expre-siones y cerramientos del capitalismocognitivo, generando, a partir de ahí, líneasde reflexión para empujar el cambio del pa-trón de especialización productiva de laeconomía hacia la transformación defini-tiva de su matriz que permita caminar enla construcción de un Socialismo con auto-nomía suficiente para construir verdaderahegemonía.

En las comunas que hemos podido visitar ennuestro andar militante, los planteamientosde la necesidad de dar saltos cualitativos ycuantitativos en este sentido son palpables.Se prenden las alertas comunales ante eldiagnóstico de una reproducción de matrizproductiva como la nacional, ahora en lanueva geografía comunal, donde las comu-nas, estén condenadas a ser productoras pri-marias sin la capacidad ni el músculo deabordar otros eslabones de la cadena, princi-palmente por la persistente deuda en la apro-

piación de más y mejores medios de producción perotambién por la dependencia tecnológica, lo que de nomodificarse mataría cualquier posibilidad de bases ma-teriales suficientes para el nuevo poder.

Vincular algunos de los planteamientos centrales depropuestas como la ecuatoriana, en términos de in-cluir como tensión, en la búsqueda de estrategiaspara el cambio de matriz, el tema del conocimientodesde una perspectiva emancipadora y no reproduc-tora del capitalismo cognitivo, nos parece un aporteclave para la reflexión necesaria en Venezuela, puescambiar de matriz productiva no es sólo una cuestióneconómica, sino que es una condición para la consa-gración de esa segunda independencia, la independenciadefinitiva, y para esto la emancipación cognitiva seráfundamental.

Por otra parte y sin ánimos de ser simplistas, durantelos primeros años del proceso revolucionario en Vene-zuela, fue necesario devolver la centralidad del lugarde lo público a la palestra, fue ese acto de recuperar elEstado lo que posibilitó esto que al principio llamamosel caldo de cultivo propicio para esa Latinoamérica po-tencia. Ahora la tarea está en volver lo público cada vezmás común y, en nuestro caso, comunal.

Descritos algunos de los elementos del tablero pode-mos encontrar en las prácticas de las redes dos conec-

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nente de nuevos modos de planificar y pro-ducir la vida material de nuestro pueblo. Estopasa por pulverizar completamente la formaEstado burguesa que heredamos, la que aúnse reproduce a través de sus viejas y nefastasprácticas, y darle continuidad a la invenciónde nuevas formas de gestión política. (Plande la Patria, 2012: 11)

La transición al Socialismo aunada a los po-tentes señalamientos hechos en el Plan de laPatria, debería traducirse en acciones concre-tas como: “La modificación de la base pro-ductiva del país, buscando una mayordemocratización del poder económico; Laincorporación de mecanismos de autoges-tión productiva a nivel colectivo; La utiliza-ción de una planificación democrática comomecanismo regulador de las relaciones pro-ductivas; La ubicación autónoma del paísfrente a la internacionalización del sistemacapitalista”12.

En esta investigación13, buscando pistaspara la elaboración de una propuesta de

##CCUUTTUURRAADDEERREEDD-- SSUUMMAADDAA AA LLAA CCAAYYAAPPAA SSOOCCIIAALLIISSTTAA

Para las que hemos venido construyendo desde unaCDR en Venezuela, la traducción que hemos hecho deésta al contexto venezolano ha sido la de Cultura Co-munal, apostando a que su praxis contextual tribute ala construcción del Socialismo Comunal. El Socialismoes un proyecto abierto y en construcción dialéctica. Enel Plan de la Patria, Chávez reflexiona:

No nos llamemos a engaño: la formación socio-económicaque todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalistay rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzadoa implantar su propio dinamismo interno entre nosotros.Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profun-dizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógicadel capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sinaminorar el ritmo de avance hacia el socialismo.

Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de unpoder popular capaz de desarticular las tramas de opre-sión, explotación y dominación que subsisten en la so-ciedad venezolana, capaz de configurar una nuevasocialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad yla solidaridad corran parejas con la emergencia perma-

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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1122.. Extractos enunciados por Chávez en el “Golpe de Timón” del libro La transición venezolana al socialismo, de Giordani J. 1133.. Nos referimos al proceso general de Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder.

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se va a derrumbar y vamos a estar en otro sis-tema. No funciona asi. Porque esto funciona

con forma de mecanismo de construccion coti-diana, pero hay momentos en los que hay que

dar saltos, hay que dar disputas, porque sino lasdas te aniquilan...”

Frente Darío Santillán 2006

La globalización se edifica sobre un profundoproceso de reestructuración escalar. En elmundo globalizado el patrón de reproduc-ción ha logrado operar en tiempo real a escalaglobal a través de redes constituidas princi-palmente, desde el punto de vista económico,por una fracción privilegiada del capital glo-bal. Corporaciones que representan firmasque lograron, a partir de la crisis del modelode reproducción fordista y en el marco de laúltima revolución tecnológica, “externalizar”su lógica de reproducción de los controleskeynesianos nacionales, obteniendo una ca-pacidad de actuar multi-localizadamente,operando como organizadores de redes conel poder de coordinar y controlar operacionesen zonas geográficamente dispersas pero fun-cionalmente integradas y viabilizando ade-más el control por parte de éstas, de lasfunciones estratégicas de las cadenas de valor(diseño y marketing) que, en un mundo fi-

nanciarizado, es donde se concentran las actividades demás alta valorización. (Fernández y Brandão, 2010)

En este escenario, es necesario entonces identificar cuá-les son los procesos de silenciamiento de la dinámicageográfica inherentes al capitalismo que redefinen de-terminados destinos de la organización social y, por lotanto, los procesos de territorialización, des-territoria-lización y reterritorialización sobre los que se montangran parte de las transformaciones económico-sociales.Esto nos permitirá extraer el concepto de globalizaciónde su lectura como un conjunto de prácticas y procesosdominantemente a-espaciales, a-geográficos y des-em-poderados. (Fernández y Brandão 2010).

Por tanto, entendiendo que #NoJugamosSolosEnElTa-blero y que el sistema en el que vivimos y queremostransformar, tiene un engranaje multiescalar altamenteaceitado con una capacidad de reinventarse y re-aco-plar todo aquello que surja en sus márgenes o en suseno, evidenciamos que las estrategias contrahegemó-nicas necesitan herramientas multi-inter-trans-escalares que de la mano de una política de conexión yarticulación blinde y dé músculo al nuevo poder.

Pensar la multiescala permite pensar en disputa de lahegemonía y nos pone en el lugar de romper los dile-mas de lo local y lo global, de lo chiquito y lo grande,del localismo o no de la apuesta territorial, etc.

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das de lucha pueden ser inteligibles entreellas.

III. Políticas de Red

Con el fin de provocar algunos ejerciciosprospectivos, intentaremos proponer algu-nas aristas que a nuestro modo de ver confi-guran políticas de red, pensando cómo através de una política de escalas y de una po-lítica de interfaces podemos dar saltos cuan-titativos y cualitativos en la adhesión a lacultura comunal.

##PPOOLLÍÍTTIICCAADDEEEESSCCAALLAASS

“Hay companeros (...) que parecieran creer quesi yo construyo Poder Popular en mi barrio, elotro construye en el otro barrio, vamos a cons-

truir Poder Popular en miles de barrios y degolpe en determinado momento el capitalismo

tores claves para los frentes de lucha del actual escena-rio de disputa:

● Por un lado, las redes están operando redefinicionessobre la propiedad, que están minando sistemática-mente dos pilares del capitalismo cognitivo: “la obten-ción de rentas excedentes mediante los monopolios depropiedad intelectual y el monopolio de los medios dedistribución” (Bauwens, 2008).

● Por otro, las redes están en el centro de la lucha porun procomún14 universal material e inmaterial y estándesarrollando permanentemente tecnologías para “co-munizar” (Poner en común)15.

Si, como propone Antillano16, podemos pensar ademása la Comuna, como “el gobierno de lo común por partede los comunes”, identificamos entonces las conver-gencias que dan asidero y contexto a la apuesta de jun-tar reflexiones y esfuerzos de la CDR y la apuestacomunal. Hacer estas traducciones nos permite abonarlas posibilidades de suma, crecimiento y articulación ala apuesta comunal en una escala global, pues las agen-

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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1144.. El “procomún” (traducción al castellano del “commons” anglosajón), es un modelo de gobernanza para el bien común. La manera deproducir y gestionar en comunidad bienes y recursos, tangibles e intangibles, que nos pertenecen a todxs, o mejor, que no pertenecen anadie. http://www.colaborabora.org/colaborabora/sobre-el-procomun/1155.. Para una más amplia comprensión de este perspectiva revisar ensayo en esta publicación de Enrique Rey, Pensar lo común hoy: los bienescomunes en la construcción del Socialismo del siglo XXI.1166.. Ensayo de Andrés Antillano en esta publicación, Cosechando en tierra fértil: Comuna y construcción del Poder Popular desde los territorios.

instancias (Ley Orgánica de las Comunas,2010 art. 60):

1. El Consejo Comunal: como instancia dearticulacion de los movimientos y organiza-ciones sociales de una comunidad.2. La Comuna: como instancia de articula-cion de varias comunidades organizadas(Consejos Comunales) en un ambito territo-rial determinado. 3. La Ciudad Comunal: constituida por ini-ciativa popular, mediante la agregacion devarias comunas en un ambito territorial de-terminado.4. Federacion Comunal: como instancia dearticulacion de dos o mas ciudades que co-rrespondan en el ambito de un DistritoMotor de Desarrollo.5. Confederacion Comunal: instancia de ar-ticulacion de federaciones comunales en elambito de un eje territorial de desarrollo.6. Las demas que se constituyan por inicia-tiva popular. Como es el caso de Los Corre-dores Territoriales Comunales, figuras no

reflejadas en la Ley Orgánica de Comunas que al igualque las experiencias de Ejes Territoriales (figura propiadel Estado Falcón) son planteadas para la propagaciónde esas células de autogobierno liberadas, que se vanarticulando en una lógica de red en el territorio. 7. El Estado Comunal.

A lo que se le suman proyecciones mucho más osadasque demuestran la voluntad de poder de las comunas,en propuestas como la creación de una CELAC de losAutogobiernos, que sea impulsada por las experienciasde autogobiernos del continente19.

Estos van configurando un sistema multiescalar, quesuperpone instancias de agregacion territorial y por lotanto, diferentes instancias de gobierno y de toma dedecisiones. Son espacios de batalla por la hegemonía socia-lista20. La geometria del poder vendría dada por la ar-ticulacion de dichos territorios.

Podemos afirmar, que más allá de los nodos, tensiones yproblemas a los que se enfrenta la estrategia comunalhoy, las comunas no dejan de ensayar, de intentar y deproyectar fórmulas que les permitan disputar el poder.

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Política de escalas para lo ComunalSon diversos los ensayos y apuestas de la mul-tiescala comunal. Más allá de que existe unaalerta sobre la posible construcción localizadaque puede mermar su potencia, los espaciosde agregación son una tensión fundamentalen la cual se avanza inventando o errando,“con el propósito de articularse en el ejerciciodel autogobierno, para fortalecer la capacidadde acción sobre aspectos territoriales, políti-cos, económicos, sociales, culturales, ecológi-cos y de seguridad y defensa de la soberaníanacional, de conformidad a la Constitución dela República y la ley” (Ley Orgánica de las Co-munas, 2010 art. 58).

Desde la mirada comunera, la forma red en latransición socialista pasa por territorializar elmodelo y se configura a partir del sistema deagregación comunal. Es un plan sistemáticode conformación de redes, como una gigan-tesca telaraña cubriendo el territorio de lo nuevo18.

Los sistemas de agregacion comunal seconstruyen escalarmente con las siguientes

Utilizando una de las categorías centrales del pensamientochavista, esta política de escalas puede estar vinculada a laconstrucción necesaria de una nueva geometría del poder,“una nueva manera de distribuir el poder político, econó-mico, social y militar sobre el espacio, que conduce a crearuna nueva estructura política territorial”.17

Desde la lógica de la CDR, la nueva geometría del poderse construye desde una política de escalas que sea capazde extraer las experiencias, en lucha y resistencia, de lasrestricciones de la dimensión local posibilitando saltos es-calares propios, formas alternativas y efectivas de orga-nización y acción con un alcance socio-espacial adecuado.

Preocuparnos sólo por ensayar lo nuevo hacia adentro denuestro colectivo o nuestra comunidad o nuestra comunapuede condenarlo a la reproducción de la lógica indivi-dual y auto-referente reforzando una atomización quesólo le es funcional al capital. La lectura y la acción mul-tiescalar es imprescindible para la disputa real, la cons-trucción de lo nuevo y para la creación de instrumentoseficaces que nos permitan hacerlo. No tener esto presentees un grave error, pues, como dice Campione (2009) “lasclases dominantes hacen de su mundialización la basepara proclamarse invencibles y sin rivales a la vista”.

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1177.. Extractos de los papeles-borradores de trabajo del equipo de Ministerio de las Comunas Lara durante la gestión de Gerardo Rojas parala discusión sobre la metodología del plan de Economía comunal (Marzo 2014)1188.. Apropiándonos de una frase de Chávez en el “Golpe de Timón”.

1199.. Esta y otras ideas recogidos en distintas conversaciones con Comuneros (esta particularmente en la Comuna Negro Primero) demues-tran la voluntad de poder y la comprensión de la necesidad de una política multiescalar desde las comunas. 2200.. Insumos recogidos de las palabras de Kelly Pacheco del Observatorio del Poder Popular en el Tvforo realizado en el 1er Encuentro deExperiencias Culturales Productivas: #DeRentistaAProductivo (Mayo 2014), efectuado durante la Semana de la Economía Colaborativa y enel marco de este proyecto de investigación.

En este sentido, planteamos una provocaciónadicional y es pensar: ¿es contradictorio ha-blar de soberanía nacional en el marco deuna política de escalas apropiada para la con-secución de una estrategia de nuevo poder?

Retomemos dos miradas contrastantes de lasoberanía plasmadas por nuestros colabora-dores: Una, que nos habla de la soberaníadesde el Estado Nación: “En palabras deWallerstein la soberanía es precisamentecondición histórica para la movilidad del ca-pital y para la constitución de una economía-mundo, ya que a diferencia de un imperiomundo en el que las leyes del imperio ope-ran en todas las escalas, las diferencias juris-diccionales producto de la realización de lasoberanía resulta necesaria para que los pa-íses centrales externalicen costos a las perife-rias mediante la sobreexplotación.”21

Otra que nos plantea que la Soberanía, nopuede ser entendida como nacional- estatalsino, más bien, “como una cartografía de re-laciones de poder social y territorial que sedefine desde la inmanencia, (...) que no re-

presente únicamente al Pueblo, la Nación y el Estadodesde una perspectiva estructuralista y trascendental,sino que también refleje su carácter molecular, exten-sivo y sistémico, evidenciando cómo las fuerzas vivas,como son los sujetos y la naturaleza/territorio, son loselementos constitutivos de la soberanía. En este sen-tido, la soberanía no puede ser únicamente entendidacomo nacional-estatal.”22

Ponemos esta provocación pues desde la perspectivadel proyecto revolucionario chavista la idea de sobera-nía ha sido un elemento central en la concepción y enla enunciación del Socialismo Comunal y toma elemen-tos desde ambas perspectivas.

Por una parte, la idea de soberanía entendida como elcontrol férreo desde el Estado Nacional de los recursosnaturales estratégicos como garantía de base materialpara el despliegue del modelo ha sido una constante:“La soberanía sobre los recursos naturales es un con-cepto que supone la garantía de sus uso para los obje-tivos humanistas y naturalistas del socialismo. Así,tendremos la soberanía en la medida en que tengamosla libertad de su explotación, administración y usopara este fin. Es indivisible con la política.” (Plan de laPatria, 2012:35).

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En este marco nos problematizamos, entonces,el hecho de que la multiescalaridad repro-duzca el esquema dominante que sólo enunciacomo agenciantes a lo global y a lo local. Cre-emos que recuperar el escenario nacionalcomo parte de la mirada multiescalar es clave.

En el caso venezolano, plantearse una polí-tica de escalas para la transición, ha signifi-cado entender las transiciones escalares enlo nacional, pero también de la nueva geo-metría del poder a escala continental y glo-bal, un esfuerzo incesante por laconstrucción de un sistema internacionalmultipolar, viendo en los espacios regionalesy supranacionales (CELAC, ALBA, UNA-SUR, MERCOSUR, PETROCARIBE), unsigno alentador para blindar el avance de re-volución en lo nacional. #NoEstamosSolxs#VamosJuntxs

Aprovechar este nuevo marco, y los avancesque en él se generan con más contundenciapara generar formas novedosas y alternati-vas de cooperación Pueblo a Pueblo es unreto que venimos asumiendo desde la CDRbuscando adquirir nuevas formas y mediosde organización y poder, para cimentar lapolítica multiescalar comunal.

Los nodos fundamentales, que ameritan ser resueltos deforma urgente por su implicación estratégica los resumi-ríamos en:

● La necesidad de resolver la materialidad de la vidade la comuna y los medios para su reproducción queconsolide su capacidad de autonomía económica paratener una verdadera autonomía política.

● La necesidad de crecer y tener masa crítica suficiente,un acumulado necesario de voluntades y constructoresde lo comunal que posibiliten romper el equilibrio ydar el cambio de fase, una reacción en cadena para latransformación, un salto exponencial en la construc-ción de poder.

● La necesidad de trascender la relación problemáticay en permanente contradicción con la lógica del Estado.

Será el grado de cohesión de la masa crítica comunal,su capacidad de dar saltos escalares importantes y sudecisión autodeterminada de crear una apuesta ruptu-rista con lo viejo lo que permita dar el salto adelante.Una estrategia rupturista que consigue en la idea delprocomún los matices necesarios para caminar la tran-sición hacia el Estado Comunal, donde se reconoce laimportancia de lo público y de ahí la importancia deun Estado aliado pero también el irrenunciable avancehacia la comunalización de lo público.

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2211.. Ensayo de José Romero Losacco en esta publicación: Más allá del Capitalismo Histórico. Re-Orientando el presente.2222.. Ensayo de Emiliano Terán Mantovani en esta publicación: Coordenadas históricas y estructurales del capitalismo rentístico venezolano.

ria para el avance y crecimiento de laapuesta comunal debe complementar las ló-gicas de agregación territorial con las lógicasque operan en las nuevas geografías de locomún y para tejerlas necesario es pensar lasinterfaces que las conecten

##PPOOLLÍÍTTIICCAADDEELLAASSIINNTTEERRFFAACCEESS

Para nosotras una red no es sólo puntos ynodos, no es una base de datos estanca. La redson las conexiones, el trabajo y la comunica-ción que fluye entre los puntos, esa tensiónque nos aleja del sálvese quien pueda. Para ser yhacer red es necesario reconocer nuestra in-completud y al mismo tiempo nuestras poten-cias, sabernos interdependientes, entendiendoy atendiendo nuestras “diferencias, desigualda-des y desconexiones”24.

Para que haya una conexión multiescalar ytodas las escalas se muevan acompasada-mente sin dislocaciones, desde la CDRapostamos por la traducción como práctica,como el procedimiento que permite “crear

inteligibilidad recíproca entre las experiencias del mundo,tanto las disponibles como las posibles”25, es decir la po-sibilidad de entendernos. Para poder tejer es necesarioentendernos. Sólo a través de esta inteligibilidad re-cíproca de prácticas y saberes diversos será posibleevaluar y definir alianzas. Esta herramienta ha sidoclave para que podamos compartir tecnologías y arti-cular con tantos actores diversos, y es una estrategiavital para la creación de las interfaces.

Las interfaces son los lugares donde sucede esa cone-xión, la interacción, los espacios donde se desarrollanlos intercambios, los contactos/fusiones del adentro y elafuera, del límite mío/tuyo, yo/el otro. Espacios endonde operan las traducciones. Pensar una política delas interfaces:

● Facilita entonces la política multiescalar, ya plante-ada, poniendo nuestras acciones en perspectiva local-nacional-global.

● Posibilita la mayor suma de voluntades individualesy colectivas de actores diversos. Como dijimos, parabuscar cambiar un paradigma y que opere un verda-dero cambio cultural no podemos trabajar sólo para losque ya piensan igual, debemos sumar cada vez mas vo-

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beranía por parte del pueblo en lo político,económico, social, cultural, ambiental, inter-nacional, y en todo ámbito del desenvolvi-miento y desarrollo de la sociedad, a travésde sus diversas y disímiles formas de organi-zación, que edifican el Estado comunal”.

De cara a pensar las formas de la soberaníafuncionales a la emergencia del SocialismoComunal y del Estado Comunal, podría-mos decir que se traduce en ejercicio inde-legable del poder constituyente originariodesplegado y distribuido. Una soberaníaque implica autodeterminación, control co-lectivo, democracia radical y que no en-tiende su territorio como el dibujado por lasfronteras funcionales al capital, sino que en-tiende que la Patria está constituida, detodos los sures antiimperiales23. En este sen-tido sumamos la perspectiva de que la so-beranía desde una CDR trasciende loslímites territoriales atendiendo una nuevageografía, la de lo común.

Este consenso nos permite reforzar entoncesla idea de que la política multiescalar necesa-

Pero por otro lado podemos reconstruir brevemente laidea de soberanía chavista desde otros enfoques(mucho más cercanos al planteamiento que nos hace lasegunda interpelación) que nos den mayores insumospara pensar su lugar en una política de escalas apro-piada para la apuesta comunal:

● La soberanía nacional desde la perspectiva chavistay bolivariana está vinculada a su comprensión de laPatria como la Patria Grande. El mejor ejemplo de estoes entender que esta apuesta de construir base mate-rial para la revolución permea su política de escalas,convirtiéndose inmediatamente en base material deapoyo del proyecto de transformación nuestroameri-cano. La idea de que la Patria es América, que la Patriaes el otro, que la Patria es la Patria Grande, que la Pa-tria es el Ser Humano.

● Por otra parte la idea política de la soberanía, su ejer-cicio pleno a través del Poder Popular nos brinda otraperspectiva de la comprensión de la soberanía desdeel pensamiento chavista. La idea más radical en tornoa esto va tomando centralidad en el programa de go-bierno de Hugo Chávez, específicamente a partir de laLey Orgánica del Poder Popular (2010, art. 2), que esta-blece: “El Poder Popular es el ejercicio pleno de la so-

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2233.. Categoría tomada del pensamiento de Boaventura de Sousa.2244.. Título del libro de Néstor García Canclini, 2006. 2255.. De Sousa, B. (2009). Una epistemología del Sur, p.136.

Dispositivos del común: Creamos distintos“artefactos” que ponen en juego y en circula-ción el procomún, pero que además se vuel-ven soluciones liberadas para el movimiento.En este sentido, en la plataforma, usamos dis-tintas acepciones que intentan ilustrar la di-námica que estos aplicativos generan.

Por un lado hablamos de Simulacros, queson los dispositivos que tienen como objetivodisputar el modelo de sociedad en el que vi-vimos, presentando propuestas concretas dere-organización de las estructuras políticaseconómicas y sociales. En una traducciónlibre, son simulaciones de las principales ins-tituciones estructuradoras de nuestras socie-dades, rediseñadas con otras características,para que se adapten a los principios colecti-vistas. (Savazoni, 2014:24)

Parafraseando algunas notas de Ivana Bentesrecogidas en el libro de Os Novos Barbaros:los simulacros rivalizan con las acciones exis-tentes, se crean dobles disruptivos de las ins-tituciones tradicionales para rivalizar con ellasy disputar discurso. No se trata de un deseo

de institucionalización, pero sí de apuntar a la potenciadel común de crear nuevos mercados, economías, siste-mas financieros, sistemas de formación y educación, dis-putar nuevos mundos (Savazoni, 2014:33). En el caso dela CDR, como veremos en un apartado siguiente, estoshan implicado la creación de nuestro propio banco, nues-tra propia universidad, nuestro propio partido, nuestrospropios medios de comunicación27.

Por otro lado hablamos de los Aplicativos de red. Estosson la puerta de entrada a la conexión en red. Son los quebrindan la posibilidad desde acciones o espacios puntua-les, compartimentados, sectoriales o eventuales, de hacerun primer contacto y tener la excusa pedagógica para quese comience la siembra de un chip distinto. Un ejemplo deesto sería, sumarte a un evento puntual que se convocadesde alguno de los simulacros. Ese evento nunca es unevento aislado, siempre forma parte de las apuestas de al-guno de los simulacros. Entonces, por ejemplo, si es unevento impulsado desde el frente de formación cuyo si-mulacro es la Universidad libre de las culturas, y alguiencomienza a sumarse solo asistiendo a alguna vivencia (for-mato formativo) convocada por la universidad, de inme-diato se activan rutas y trayectorias posibles para que esapersona desde el momento que entra por esa pequeñaventana pueda seguir adentrándose en el mundo CDR. Es

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Entonces, para poder generar las interfaces,CDR opera desde diversas lógicas:

Hackear26: En alusión a la forma de actuarde los hackers, que modifican tecnologíascon la finalidad de crear nuevas soluciones,patrones, y productos. Constituye un com-portamiento táctico. Implica radicalizar eluso de las plataformas, herramientas y tec-nologías existentes, aprovecharse de la im-provisación y del código abierto para darvida a lo que está estancado, compartiendoabiertamente los beneficios de su utilización.

Ocupar con otro “soDware” u otra lógica losespacios disponibles. Por ejemplo, aprove-char un evento y hackear su enfoque para re-significarlo y posicionar nuestra agenda.Aprovechar una política pública o una leydesde sus intersticios para avanzar en la dis-puta. Ocupar el concepto de Universidad conlas lógicas del conocimiento libre. Los hac-keos se hacen “cambiando o modificando elcódigo” de eso que ya existe y está ahí. La ló-gica del hackeo se traduce en la construcciónde los simulacros y los aplicativos de red.

luntades. Abrir espacios de participación y suma demuchxs otrxs entendiendo esto como una ruta de poli-tización y suma a las nuevas lógicas. En el caso de laCDR decimos que no queremos trabajar nada más conun porcentaje pequeñito de organizados, políticamenteclaros. Ese es el músculo orgánico que aglutinado posi-bilitaría empujar las transformaciones iniciales que nospermiten atraer a nuevos constructores de esta lógica.Esto mismo es más que necesario para las comunas, eslo que permitirá que la comuna sea el sentido común, laforma de vida y el autogobierno de los comunes.

Una política de conexión como la que requiere laapuesta comunal para poder avanzar a la construcciónde un Estado Comunal, necesita detectar frentes de ac-ción común que conecten los esfuerzos y las voluntades.En ese sentido, más allá de las lógicas de agregación te-rritorial de las comunas, lo que planteamos como agre-gadores y tejedores de red son una serie de dispositivosque le permitan a las comunas cruzarse y tejerse desdeotros lugares acelerando el proceso de conexión y desuma de actores a la causa comunal. Es decir, identificartrazos que puedan poner en red a las comunas desde laacción, pero también incorporar a esta red a otrxs aúnalejadxs de la construcción en clave comunal territorial,pero que pueden sin duda tributar a ella.

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2266.. Elaborado con insumos extraídos de: Savazoni, R. 2014, p.95, el Glosario Fora do Eixo, y recopilaciones de diversas discusiones de laplataforma CDR. 2277.. Esta lógica del simulacro ha sido un aprendizaje colectivo muy potente inspirado en la experiencia de la Red Brasileña Fora do Eixo.

la apropiación colectiva de los conocimien-tos. Hackeamos el sentido formal y de uni-versalidad creada desde la “Monocultura delsaber y del rigor del saber”29 y reconocemosen la diversidad de prácticas, saberes, ignora-res y fórmulas de enseñanza-aprendizaje,nuestra cantera infinita de construcción. Laclave de esta Universidad o su mayor énfasisestá en compartir los cómos, cómo hacemos,cómo nos organizamos, cómo se fabrica.

Los componentes básicos de La Universidadson los siguientes:

Los Campus en la Universidad: Cualquierexperiencia, organización, proyecto, evento,etc, puede convertirse en un campus de launiversidad, abriendo espacios de forma-ción. Existen los Campus Permanentes: Es-pacios físicos, sedes de colectivos, websites,fanpages, etc. y los Campus Temporales:Eventos específicos presenciales o digitales.

El Cuerpo Docente: Son las personas queponen expresamente a disposición de otrxssu saber, capacidad conocimiento, metodo-

logía. En la UniCult hacen vida artistas, activistas,maestrxs populares, profesorxs, investigadorxs, ges-torxs, productorxs construyendo un laboratorio de for-mación libre. Los miembros del cuerpo docente soninvitados a circular por diversas plataformas y espaciosde las redes, instituciones y campus de la UniCult, pro-moviendo debates, inmersiones, talleres, conversas,entre otras actividades, con el objetivo de formar y am-pliar el repertorio de lxs involucradxs.

Los Trayectos formativos: A partir de estos dos insu-mos todos los que se acerquen a la UniCult podrá dise-ñar sus propias rutas formativas, cruces y conexionesque les permitan ir intercambiando conocimientos enlas más diversas áreas.

En la UniCult se van conformando sistemas de mapeopara estas categorías, sistemas de acceso a la informaciónpara generar las rutas formativas, sistemas de producciónde conocimientos para poder sistematizar, generar cono-cimiento vivo e ir conformando los repositorios libres.

Desde la lógica de UniCult podemos pensar una seriede dispositivos que favorezcan la generación de cono-cimiento libre y útil a los procesos de consolidacióncomunal.

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Para los efectos más propositivos y provoca-dores del texto intentaremos dibujar unapropuesta que partiendo de lo que venimosimpulsando en CDR nos permita enunciaralgunas ideas que sirvan para imaginar oprefigurar un ecosistema tejido por distintossimulacros y aplicativos de red que movili-cen las reflexiones de lo comunal, como ho-rizonte donde es necesario que converjan losesfuerzos de construcción, es decir, lo comu-nal en el despliegue de herramientas para elcrecimiento y adhesión de nuevos deseantes.

Tomaremos como referencia algunos de losprincipales dispositivos de CDR28.

Formación Libre El dispositivo es la Universidad Libre de lasCulturas - UniCult, que cuida de la sistema-tización, del intercambio y de la producciónde conocimiento. Responsable por profundi-zar los conceptos, conectar pensadores, di-fundir las tecnologías, conectar losrepertorios emergentes, promover y concre-tar los intercambios y vivencias que permitan

decir, se intenta diseñar un sistema inteligente donde cadaacción abone a la generación mucho más orgánica, dondecada vez muchxs más estemos viviendo y construyendodesde la CDR. Para que esto suceda, cada acción está pen-sada de forma tal que sea en todos los sentidos una síntesisética y estética de la CDR, que despliegue una performa-tiva de la misma, para que cada sujeto que se acerquepueda sentir la diferencia entre un paradigma y otro.

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2288.. Aclaratoria general sobre los contenidos de este apartado. Los conceptos básicos, las categorías y descripción de las formas de operarde cada simulacro han sido creados con Diversos documentos y relatorios de la Plataforma CDR, especialmente el Documento Cultura deRed 2015. A esto se le añaden reflexiones propias y las proposiciones comunales. 2299.. Construcción tomada de Boaventura de Sousa 2009, p. 110

SSiisstteemmaa ddee iinntteerraacccciióónn ddee llooss ddiissppoossiittiivvooss ddeell ccoommúúnn eenn CCuullttuurraa ddee RReedd

apropiándose de la dinámica de formaciónlibre. Con todos estos insumos se comenza-ría a plantear formatos y formas para inter-cambiar el conocimiento y atender losdiversos nodos:

● Vivencias: encuentros vivenciales para laapropiación de diversas claves en una di-mensión integral.

● Circula Comunal: diseñar un programa decirculación por los distintos campus de lascomunas, que combinen formatos y esque-mas dirigidos a productorxs, a parlamenta-rixs comunales, a comunerxs, a jóvenes, esdecir actividades de múltiples niveles quepermitan poner en movimiento y conexióna distintxs sujetxs de las comunas generandono sólo espacios de intercambio, sino la ex-cusa para la articulación y la construcción dela identidad comunal.

● Minkas Productivas: espacios de trabajo,una especie de consultorías colaborativas co-munales, un laboratorio de cabezas quepuede servir para:

- Pensarnos juntxs, estrategias, cómo atender ciertosretos, compartir nuestras “tecnologías sociales”.- Mejorar nuestros productos y servicios, o avanzar enel prototipo de alguno de ellos aprovechando las ideascolectivas.

Producción de conocimiento: Sistematización + códigoabierto30. Para que esto sea posible es necesario que lascomunas asuman como tarea central la estrategia la sis-tematización permanente y constante como método deproducción de conocimiento desde la práctica.

Hacer un proceso para ordenar, sistematizar y generarlos mecanismos que permitan realmente abrir el códigode los distintos procesos, ordenar los cómos, las clavesprincipales, generar y diseñar sus propias formas decompartir el saber, etc.

Importante crear repositorios de libre acceso a todos losformatos que puedan recoger estas claves y metodologías:cartillas, videos, documentos, presentaciones, formularios,bases de datos, etc, y todo esto organizarlo por ejemplo enalgo como una WikiComunal, al estilo de una Wikipedia.

Desde la UniCult utilizamos plataformas en línea,donde se va colgando y compartiendo lo que se va pro-

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- Metodologías para el uso y redistribución deexcedentes.- Conocimientos en el uso adecuado delmarco legal. - Desarrollo de alguna tecnología propiapara alguno de los ámbitos productivos. - Y una larga lista de etcéteras.

● Mapeo del cuerpo docente de cada campus.

● Mapeo de aliados que puedan fungir decuerpo docente o campus más allá de laspropias comunas. Cooperativas, empresas,universidad, instituciones del Estado, movi-mientos sociales, etc.

● Mapeo de necesidades formativas de cadaComuna. Nodos y desafíos.

Rutas: Conexión de campus + cuerpo docente +necesidades o deseos formativos. En las rutasestá el desarrollo de la Universidad. La co-nexión de conocimientos los flujos y el pro-ceso formativo. Entonces este frente seencarga de generar propuestas de trayectosformativos. La idea es ir distribuyendo elcontrol y que estos flujos se comiencen a ge-nerar de forma autogestionada en la me-dida en que lxs distintxs sujetxs vayan

Crear, por ejemplo, como una de las formas de agrega-ción y tejido comunal una Red de Formación Libre, laUniversidad Libre de las Comunas a escala nacionalcon réplicas a escala local y, por qué no, con incorpora-ción de la escala internacional, es un frente que puedesumar nuevas y más voluntades y permitirle a laapuesta comunal avanzar en la generación de una po-lítica popular formativa, desde la perspectiva de lospropios comuneros, en todos los temas necesarios paraproducir y crear el Estado Comunal.

Pensemos por ejemplo su utilidad en el ámbito produc-tivo comunal, tomando en cuenta que la producción deconocimiento propio y libre debe ser un eje fundamen-tal para la nueva cultura productiva. Para eso, de formamuy simplificada propondríamos una ruta como laque sigue:

Mapeos: El primer paso para constituir la Universidades hacer los mapeos, relevamientos, reconocer e identi-ficar los repertorios y conocimientos, y convertir estainformación en herramienta de planificación.

● Mapeo de las comunas con fortalezas temáticas en lacadena de producción. Comunas con: - Procesos productivos importantes en diversos ámbi-tos: siembra, ganadería, bloqueras, agro-industrializa-ción, comunicación, textiles, turismo, etc. - Procesos de distribución de bienes y servicios.

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3300.. La idea del código abierto viene del movimiento del software libre y se refiere a compartir el código fuente, es decir, las instruccionesde ejecución de un programa dado para que éste pueda ser usado, modificado, distribuido y mejorado de forma libre.

!

dicción es más amplia, ya no sólo es entre ca-pital- trabajo, sino entre capital- vida (Anti-llano, 2015). Por eso, para que la apuesta delSocialismo Comunal emerja como alternativay se consolide, requiere de una nueva econo-mía política del siglo XXI, una que sea herra-mienta para la creación de “un modo deproducción y de vida profundamente distin-tos”, que responda a “la imperiosa necesidadde construir otro metabolismo social, de unmodo de producción basado en la actividadauto-determinada, en la acción de los indivi-duos libremente asociados (Marx) y en valo-res más allá del capital”. (Mészáros, 2009:19)

Los ensayos de la CDR y de la apuesta co-munal apuntan su búsqueda en ese sentido,ir contracorriente del Capitalismo global yde sus formas de relación, defendiendo valo-res más humanos apostando a construir elotro mundo posible, intentando prefiguraresa nueva economía política, que nos hablade una nueva arquitectura de relacionesemancipadoras y liberadoras que los indivi-duos establecen entre sí para organizar laproducción colectiva.

Crear lo comunal de forma sustentable, pasa por asu-mir que debe ser posibilitador de la reproducción de lavida, de una vida digna, del buen vivir, del vivir bien.

En este sentido desde CDR proponemos usar binocula-res, y como provocación a lo posible, como tensionesestratégicas, intentar ver más allá:

Más allá de la Escasez32. Más allá del dinero: Desde laperspectiva tradicional, la economía es la ciencia quese ocupa de la manera que se administran recursos es-casos. Desde una CDR nos paramos siempre desde laabundancia, buscando transformar las lógicas del mo-delo capitalista, entendiendo que las interdependen-cias liberadoras son la base de una riqueza abundante,distribuida, multidimensional y democratizada quenos da la posibilidad de construir y hacer.

Apostamos por encontrar vías alternas a las del imperiouniversal de los valores de cambio y de la obsolescenciaprogramada. Nuestra economía tensiona al centro de laecuación el Valor de uso. La actividad basada en el tiempolibre disponible para producir valores de uso socialmenteútiles y necesarios contraria a la producción basada en eltiempo excedente para la producción exclusiva de valoresde cambio para la reproducción del capital se vuelve vital.

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- Y la de plantear esta estrategia como unfrente más de agregación de fuerza para locomunal.

SustentabilidadDesde la perspectiva de CDR, al hablar desustentabilidad todos los ejes entran enjuego, sin embargo Minka Banco de las redeses el dispositivo que traduce este frente deacción en lo concreto. Trabaja desde la pers-pectiva de la economía colaborativa, am-pliando y entendiendo los recursosdisponibles más allá de la moneda oficialcreando alternativas de sustentabilidad apartir de la colaboración. Desde la óptica deuna CDR la sustentabilidad=autonomía=in-terdependencia.

Sabemos que el Capitalismo no es sólo unmodo de producción y que, aún y cuando laexplotación del trabajo y la expropiación dela plusvalía son formas centrales de realiza-ción del capital, el capitalismo es también undespojador y expropiador de mecanismos dereproducción de la vida misma. La contra-

duciendo. Tenemos apuestas por el uso de plataformaslibres pero también utilizamos las plataformas que per-mitan de forma fácil la apropiación de la mayoría.

Estas estrategias no son distantes para los procesoscomunitarios, sobre todo desde la perspectiva de laeducación popular. Algunas comunas tienen proce-sos de este tipo en sus territorios. Por ejemplo La To-rrefactora de Café de la Comuna el Tambor enMérida, tiene un programa de vivencias que permiteconocer su proceso productivo. Igualmente, en losejes territoriales de Falcón han desarrollado el Sis-tema de Aulas Integrales Comunales inspiradas en laUniversidad Campesina31.

Entonces, la tensión que agregamos a estas experien-cias desde la CDR va en varios sentidos:

- La necesidad de pensarlas de forma multiescalar y co-nectada que permitan que estos esfuerzos generen ladisputa necesaria pues pensarlas en la escala Gran- Co-munal y nacional con apoyo, por ejemplo, de la redesde conocimiento libre a Escala Global y generando unanarrativa en torno a eso, coloca la propuesta formativacomunal en otro estadio.

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3311.. La Universidad Campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón” es una universidad de gestión popular, creada con el propósito de con-tribuir con la seguridad y la soberanía agroalimentaria del país mediante la integración de los saberes creadores campesinos y los procesosde la educación liberadora, impulsada inicialmente desde el Estado Lara con el apoyo del gobierno nacional. 3322.. Esta perspectiva está muy bien desarrollada por Adriana Benzaquen en su ensayo contenido en este libro: Soluciones Colaborativas.

mentos históricamente asociados a la repro-ducción del capital, como por ejemplo:

● Fondo mixto33: Una línea interesante es pensaren fondos de inversión de recursos diversostangibles e intangibles gran comunales. DesdeMinka hemos diseñado un fondo, llamadoBancame que funciona por inversiones temáti-cas y direccionadas para facilitar el acceso amecanismos de financiamiento monetario y nomonetario y fomentar estrategias de transpa-rencia y cogestion, a través de un sistema devotación y rendición pública consensuado conlos participantes y aportantes. El Fondo fun-ciona a través de convocatorias que invitan ainvertir en líneas temáticas específicas.

Imaginemos un ejemplo que pudiera poneren práctica la lógica del fondo en la apuestacomunal. Retomemos el ejemplo de la Uni-versidad Libre de las Comunas. Para viabili-zarlo, las comunas pueden diseñar un fondocomún de recursos monetarios y no mone-

tarios. Donde todxs los interesados de las comunas ymás allá de su ámbito territorial puedan invertir.

Entonces por ejemplo para viabilizar un programa deRutas formativas que la Universidad se plantee a escalanacional, se puede crear un fondo común de inversióndonde se disponibilicen recursos como transportes,alojamientos y alimentación, sedes de reunión, trabajoy realización de actividades, equipamientos, horas detrabajo y apoyo en distintos ámbitos, metodologías,apoyo en cobertura de medios, etc.

Los inversores pueden ser: las comunas y sus estruc-turas (banco, consejos comunales, excedentes de la co-muna, etc), personas individuales, instituciones de losgobiernos municipales, provinciales, nacionales, em-presas (a través de aportaciones directas o de sistemasde RSE), redes y colectivos de todo tipo, Fondos de or-ganismos como ALBA, Mercosur, etc.

Pero la gestión y coordinación del fondo se puede rea-lizar a través de un sistema creado a partir de sus pro-pios Bancos Comunales34.

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capacidades y voluntad y cada uno retira deacuerdo con sus necesidades sin una recipro-cidad obligatoria asociada. (Bauwens, 2006).Pero nosotras apostamos cada vez más queal crearse propiedad común, tanto materialcomo inmaterial, el acceso esté auto-regu-lado, más que por el intercambio directo dereciprocidades por la idea de circulación delbeneficio y la premisa de equidad más quede igualdad, agregando también a la máximamarxista un plus como parte de los criteriosde auto-regulación: a cada quien en la me-dida de su corresponsabilidad con la preser-vación del procomún.

Más allá de las finanzas tradicionales: In-vestigamos otras lógicas de relación con res-pecto a la deuda y al crédito. Nos paramosdesde el lugar en que todxs somos inver-sorxs. En la economía capitalista el dinero seexpande a través de instrumentos financie-ros como los préstamos, los valores y otrosdispositivos con los que el capital y, en con-creto, el capital financiero, aumenta su ren-dimiento mercantil por encima de la norma.

Nos atrevemos entonces a experimentarotras formas de utilización de los procesosde circulación de riqueza, hackeando instru-

Más allá de la propiedad público/privada: Comohemos apuntado en otros apartados, la tensión funda-mental es ir generando formas que nos permitan salirde la dicotomía de la propiedad privada y la pública.Nuestra apuesta fundamental está en lo común. Estecomún se va configurando de distintas maneras, desdela socialización de la propiedad individual o privadaen un espacio de utilización compartida, hasta la gene-ración y suma de recursos de propiedad común.

En todo esto los nuevos mecanismos de regulación y auto-regulación son parte de la apuesta. ¿Cómo son las pautaspara compartir? ¿Y cómo son las de producir en común?

La búsqueda de que ese procomún involucre tangiblese intangibles, es decir, que no sea solo de códigos, dise-ños y conocimientos (inmaterial) sino que incorporetambién equipamientos, infraestructuras, etc. (material)es clave, por eso experimentamos e investigamos proto-colos que permitan ir ampliando estas posibilidades.

En la plataforma sabemos que las lógicas de correspon-dencia por igualdad, la reciprocidad y la producción co-operativa son necesarias en la esfera de la materialidaddonde interviene el costo del capital inversión. Mientrasque en la esfera de la producción inmaterial no compe-titiva nuevos esquemas de reciprocidad comienzan aensayarse, unos que no se basan en la correspondenciadirecta, donde cada uno contribuye de acuerdo a sus

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3333.. Insumos extraídos de los documentos del Fondo continental Bankame impulsado por Minka, Banco de la Redes.3344.. El Banco de la Comuna tiene como objeto garantizar la gestión y administración de los recursos financieros y no financieros que le sean asig-nados, así como los generados o captados mediante sus operaciones, promoviendo la participación protagónica del pueblo en la construccióndel modelo económico socialista, mediante la promoción y apoyo al desarrollo y consolidación de la propiedad social para el fortalecimiento dela soberanía integral del país. El Banco de la Comuna quedará exceptuado de la regulación prevista en materia de bancos y otras institucionesfinancieras. (LOC art.41). Para más información sobre el Sistema Económico Comunal ver la Ley orgánica del Sistema Económico Comunal.

ción entre comunas rurales y urbanas etc.Esta estrategia de sustentabilidad permiteademás seguir impulsando una apropiaciónde lo comunal más allá de sus fronteras terri-toriales permeando la esfera del consumo.

Desde este simulacro del Banco las tensionesprincipales a sumar a la estrategia comunalvan en el sentido de pensar frentes de articu-lación en otras escalas en búsqueda de estra-tegias de autonomía y sustentabilidad.Proponemos una provocación: pasar a pensarde los bancos de las comunas a un sistema debanca gran Comunal interactiva y conectada.

Incidencia PolíticaEste eje se llama Emergencia, y está pensadocomo un laboratorio de formulación de políti-cas en red y de desarrollo de tecnologías paraprofundizar la democracia. Mapea los reper-torios y agendas emergentes y urgentes para loscuales las tecnologías de la CDR podrían serútiles. Cuida de la expansión y crecimiento delas articulaciones generadas por la alianza. Esel brazo articulador, donde el resto de los dis-positivos toman forma en una estrategia sisté-mica de poder. Fortalece al movimiento en laopinión pública. Es lo que transforma la po-tencia en fuerza, en músculo.

Desde CDR entendemos la incidencia en varios nivelesy por eso existen distintos simulacros que le han permi-tido impulsarlo. No pensamos la incidencia sólo frenteal poder constituido, sino también de cara a la genera-ción de política popular constituyente. Como en todojuego de incidencia se acciona desde la persuasión y lapresión social, dándole un lugar fundamental en la es-trategia a la persuasión, ya que como hemos planteadoanteriormente la disputa de imaginario es uno de losmayores fuertes de CDR. Por eso los simulacros y hac-keos son en sí mismos estrategias de incidencia.

Traduciendo esto a la apuesta comunal creemos que alhablar de incidencia, estamos hablando de trayectos deavance en el autogobierno y el cogobierno. Hemos ensayado diversos simulacros como AbreCul-tura, un proceso impulsado desde Perú, Bolivia y Brasilpara generar mecanismos efectivos de incidencia en laslegislaciones culturales de estos países. O como Vota-Cultura, una campaña para poner en las agendas delos candidatos y en el debate de lo electoral los progra-mas para la cultura.

Desde Brasil las experiencias como el PCULT (Partidoda Cultura- Partido de la Cultura) y recientementeP.U.T.O (Partido das Utopias - Partido de las Utopías)son ensayos de lógica movimental que pretenden, através del hackeo de la forma partido y mucho más pa-recido a un frente amplio de articulación, posicionar

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de crédito rotativo. El funcionamiento deesta fórmula es el siguiente: se establece elmonto del pote o meta, digamos 100.000,00BsF. Se organiza la red de comunas queharán parte de este San. Supongamos queson 10 comunas, y la periodicidad de entregadel monto total recaudado (pote) será men-sual. En este ejemplo cada comuna debeponer mensualmente al pote 10.000,00 BsF.Cada mes, todo el dinero recaudado (pote)se le da a una comuna distinta del san. El es-quema permite por ejemplo que las comunaspuedan tener un calendario de compras o in-versiones programadas en fechas del año queno podrían enfrentar por recursos propios deforma expedita. Para la primera comuna querecibe el dinero, el esquema es una forma decrédito. Para la última comuna que recibe eldinero, es una forma de ahorro.

● Arreglos productivos de red: que posibilitenponer a circular por la red servicios y pro-ductos comunales, aumentando así las posi-bilidades de captación de recursos se vienenensayando desde las comunas, por ejemplo,con la instalación de circuitos de distribu-

Esta misma lógica de fondo común puede aplicarsepara otras áreas, sobre todo en la medida en que las co-munas puedan ir generando excedentes comunales desus propios procesos productivos. Otros aplicativosque consideramos útiles y potentes extraídos de diver-sas experiencias son:

● Cuenta Común: Este aplicativo de la Red Fora doEixo, se ha ido ensayando en la plataforma continentalCDR. Trabaja el financiamiento colaborativo (prés-tamo y apoyo en moneda tradicional y complementa-ria) donde los colectivos y personas de la red y los quese van aliando al sistema pueden prestar y recibir re-cursos del Fondo. El que financia, puede cobrar intere-ses solamente en moneda complementaria.35

Pensar un sistema de cuentas comunes desde lo comu-nal puede ser un ejercicio interesante.

● El San Comunal: Otro ejemplo en este sentido es pen-sar un fondo de inversión rotativo bajo la lógica de unSan, que puede comenzar a tejer redes de confianza yautonomía a otro nivel entre las comunas.

En Venezuela un SAN o Cooperativa es un sistema parafinanciar colectivamente compras, o crear asociaciones

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3355.. Dispositivo sistematizado en la cartilla Conta Común de Fora do Eixo.

discusión en la Asamblea Nacional de Ve-nezuela, pueden ensayarse nuevos esque-mas de regulación con respecto al ámbitode producción y acceso al conocimientoque, como hemos insistido a lo largo detodo el texto, es un punto de inflexión vitalpara dar la batalla en la transformación delmodelo productivo36.

Una provocación en esta senda sería la posi-bilidad de que las comunas legislen en suzona para exigir que los procesos, por ejem-plo, de adquisición de maquinaria, o de en-trega de maquinarias vengan acompañadosde una verdadera transferencia tecnológica yde la posibilidad de generar en el territorioprocesos de desagregación tecnológica queles permitan, junto a alianzas diversas, co-menzar a diseñar prototipos e ir generandonuevos arreglos productivos en torno a esto.La certificación de los conocimientos que setransmiten y se comparten también en estadinámicas es vital para la disputa. Pensar enuna multi- certificación comunal de los sa-beres que valide los conocimientos legitima-

dos por las cartas comunales son simples ejemplos dela potencialidad de estos instrumentos.

Estos instrumentos legislativos nos dan pie para prefigu-rar una política tejida desde las comunas que pueda irmodificando el mapa de relaciones actuales. Pensandoen vinculaciones multiescalares y en el marco de acuer-dos gran-nacionales posibles, avalados por legislacionesnacionales como la Ley del Plan de la Patria y las Leyesdel Poder popular, las comunas pudieran en concordan-cia con los cinco Objetivos históricos, y sus atribucionescomo poder, conectar con las legislaciones más de avan-zada que van surgiendo en nuestramérica. Ensayandoréplicas locales que vayan liberando territorios. Porejemplo, ensayos sobre los derechos del cuerpo, sobre elmatrimonio igualitario, sobre los derechos de la Tierrainspirados por ejemplo en Bolivia y su Ley Marco de laMadre Tierra y Desarrollo Integral para el Buen Vivir ,o las propuestas de Ecuador sobre la Economía Socialdel Conocimiento, es decir, cómo la Comuna también sehace parte de estas líneas de desmercantilización de lavida y de nacimiento de lo nuevo, acelerando la ruedadel tiempo, y en la conexión continental encontrando laposibilidad de ser mucho mas progresistas en la genera-ción de las nuevas legislaciones comunales.

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de los derechos humanos, así como en actosde gobierno sobre los aspectos de planifica-ción, coordinación y ejecución de planes yproyectos en el ámbito de la Comuna. (LeyOrgánica de las Comunas, 2010 art. 21 )

Las Cartas Comunales: Son instrumentos,propuestos por los habitantes de la Comunay aprobados por el Parlamento Comunal,destinados a regular la vida social y comuni-taria, coadyuvar con el orden público, laconvivencia, la primacía del interés colectivosobre el interés particular y la defensa de losderechos humanos, de conformidad con laConstitución y las leyes de la República.(Ley Orgánica de las Comunas, 2010 art. 18)Se podría decir que son la constitución de lacomuna.

Pensando en algunos posibles ámbitos deaplicación y siguiendo con el ejemplo de laUniversidad Libre de las Comunas, pudié-ramos pensar cómo desde la Comuna consu capacidad de legislación y regulación te-rritorial a través de estos instrumentos, y enuna política multiescala a través de los dis-tintos dispositivos de agregación, ademasde la necesaria línea de incidencia en la Leyde Libre Acceso al Conocimiento en plena

las agendas que se consideran urgentes y emergentespara el movimiento cultural, intentando incidir en laopinión pública pero también en las políticas públicas,generando campos de debate nacional amplios y de-mocráticos.

En este sentido, entendiendo la necesidad planteadasobre la urgencia de una masa crítica de la apuesta co-munal que insurja con contundencia en el panorama,¿será necesario y posible, en esta fase del desarrollo dela potencia comunal, crear un espacio que aglutine sufuerza desde una perspectiva autónoma para empujarel programa comunal?

Por otra parte, vemos que la apuesta comunal poseeunas instancias privilegiadas para la construcción delautogobierno y para la radicalización de las formas decogobierno. Esta posibilidad la brinda el ParlamentoComunal y su capacidad de emanar Cartas Comuna-les, permitiendo de forma soberana y autodeterminadala generación y consolidación de nuevas institucionali-dades, nuevos contratos sociales para un nuevo poder.

El Parlamento Comunal: es la máxima instancia delautogobierno en la Comuna; y sus decisiones se expre-san mediante la aprobación de normativas para la re-gulación de la vida social y comunitaria, coadyuvarcon el orden público, la convivencia, la primacía del in-terés colectivo sobre el interés particular y la defensa

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3366.. Para profundizar en ideas y referentes revisar toda la propuesta de Ecuador, especialmente los avances sobre el Código Orgánico delos Conocimientos que se encuentra en plena construcción colaborativa. Por otra parte revisar propuestas como la Licencia entre paresKleiner, D- Telekommunisten.

buida de generación de narrativas que cuidade la difusión de los contenidos, responsablepor el acompañamiento y publicación de no-ticias y elaboración de campañas mediáticas.

Desde Brasil por ejemplo Mídia Ninja- Na-rrativas Independientes, Periodismo (en por-tugués, Jornalismo) y Acción- es un mediode comunicación independiente y autoges-tionado que fue conformado por jóvenes ac-tivistas brasileños a partir de 2011 comoalternativa a la prensa tradicional. La parti-cularidad de este nuevo periodismo es la di-fusión de contenido a través de redessociales como TwiFer o Facebook y específi-camente, la realización de transmisiones porInternet en tiempo real (#envivo) y sin inte-rrupciones a través de telefonía móvil 3G.

Siguiendo las lógicas de construcción deestos simulacros, pudiéramos plantear unaestrategia de suma de las potencias existen-tes y de ocupación de espacios comunicacio-nales que busque:

- aprovechar la masa crítica de medios co-munitarios y alternativos que han logradocrearse en el periodo de la revolución boli-variana y generar una alianza comunal.

- articular toda la producción de contenidos desde losblogs hasta los facebooks que las diversas comunas vie-nen generando, crear un “ejército comunicacional” querepublique, retwitee, y cope las redes de informacióncomunal. - desarrollar en alianza con creativos y comunicadoresnuevas narrativas que puedan ser distribuidas por esteecosistema.- diseñar también una política de ocupación y hackeode los medios tradicionales.

La apuesta comunal debe ser centro de la generaciónde opinión en función de posicionarse en el imagina-rio colectivo como referente. Frente a los diversostemas del acontecer local, nacional, global, las comu-nas deben emerger con fuerza para posicionar su mi-rada, que siempre tenga como perspectiva laprofundización de la construcción de nuevo poder.Desde la opinión comunal sobre la guerra económicaactual que vive Venezuela y cómo las comunas sonrespuesta para atenderla, así como la opinión comu-nera sobre medidas económicas y políticas que esténen agenda de gobierno, hasta sus posicionamientoscon respecto a conflictos de escala internacional,deben ser objetos de narrativas comunales.

Pero esta narrativa para entrar en la disputa del sigloXXI debe apropiarse de nuevas herramientas de pro-ducción y difusión. Ahí, desde la CDR, se plantean es-

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queda de la construcción de otro modelo, es unreto y una necesidad. La narrativa nos junta. ElCapital logra alinear sus dispositivos narrativosy simbólicos en contra, nosotrxs debemos teneruna política de escala de la narrativa.

La narrativa de CDR, se construye siempreen proyección, se intenta que los códigos quela conforman generen símbolos y sentidosmovilizadores que permitan imaginar y casitocar lo nuevo. Se debaten y articulan refle-xiones críticas sobre el pasado, los ensayos,la coyuntura, lo histórico, pero la elabora-ción del discurso, su enunciación no esnunca desde el lamento, desde la derrota,tampoco desde la adaptación pacífica alorden existente, es proyectual y moviliza-dora. Se usa la anticipación como método.

En atención a los nodos planteados como fun-damentales de la situación actual de las co-munas, desde la CDR nos atrevemos a decirque es urgente el diseño de una estrategia na-rrativa, que proponga y renueve imaginarios.

En este sentido, son distintos los simulacrosque se han puesto en marcha desde la CDR. Anivel continental hemos desarrollado FacciónLatina, una red, un portal y una forma distri-

ComunicaciónComo hemos advertido desde el principio la disputasimbólica y de imaginario es la mayor fortaleza desdela CDR y en este sentido la comunicación es el eje fun-damental que viabiliza casi todo lo demás. Es unaarista vital de la sustentabilidad pues los recursos sim-bólicos, culturales y políticos son la mayor fortaleza, lamayor fuerza al momento de generar incidencia y essin duda la manera de poner a circular la red. La co-municación libre como herramienta de movilización yorganización política y que es responsable de la pro-ducción, difusión y distribución del contenido. Es el ejede democratización de la presencia de las narrativas al-ternativas en un medio hegemonizado por el monodis-curso de la minoría dominante.

La narrativa es el gran aglutinante multiescalar, la gran ge-neradora de interfaces y la punta de la lanza de la poten-cia, forma parte integral de la lucha por el poder político,permite ir instalando sentidos comunes, imaginarios com-partidos, código cotidianos, por lo que consideramos quepensar la narrativa es clave para los saltos escalares nece-sarios de la Cultura Comunal. Una nueva narrativa po-tente que emerja desde lo sujetos comunales pensado enclave movilizadora que logre hacer traducciones quehagan sentido al sujeto que vive en el territorio comunal,pero también, al militante de movimientos sectoriales, queconvoque a otrxs tal vez no convencidos, y que resuene aescala regional y global en sujetos que están en la bús-

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Esta comprensión del poder como potencia,fue para nosotras, como generación, muyimportante en la construcción de nuestrapropia interpretación inicial del poder, perosobre todo la invitación a la construcciónparticipativa y protagónica. La potenciacomo una lógica de acción y no de reacción,la potencia que te permite pensar en lo fu-turo y en la transformación posible.

Pero, ¿cómo opera realmente esto de la po-tencia en las estrategias de construcción depoder, cuál es la lectura de la potencia quees útil para este fin?

Por un lado, está la idea de la potenciacomo un “mito propulsor” (al estilo de ca-tegorías como multitud), que se corres-ponde con el plano de trabajo en lasubjetividad colectiva a través de una na-rrativa movilizadora (Bonna, 2006). Laspropuestas narrativas producen un sentidomovilizador. Son armas potentes y necesa-rias para generar consensos inter-subjeti-vos, como: “¿Hacia dónde vamos? ¡Hacia elSocialismo Comunal!”. Son una forma deproducir el sentido y articular voluntades.Es decir, podemos saber que en realidad,derrumbar definitivamente al capitalismo

no será fácil, y construir el socialismo tanto menos,pero la narrativa movilizadora de la potencia permitegenerar sentidos aglutinadores hacia lo posible, y enconsecuencia activar intentos para lograrlo. Si la pro-clama fuera que es imposible, entonces, no valdría lapena intentar nada.

Pero la potencia debe ser, sobre todo, capacidad de eje-cución política. Operar en la realidad política fáctica nose resuelve sólo con política prefigurativa, al decir deMarx necesarias son, también, ciertas condiciones obje-tivas y materiales. La potencia se expresa además en laorganización revolucionaria que encarna la voluntadcolectiva y que opera como potencia transformadoradel estatus quo por la autodeterminación. Sin organiza-ción la potencia se diluye.

Uno de los aprendizajes que podemos extraer del ejer-cicio político de Chávez de la forma potencia del poderes su constante exploración y ensayo de una políticaprefigurativa, anticipatoria, esa con la que iba inten-tando construir lo otro posible, lo nuevo, con la manoizquierda mientras que con la derecha operaba en elplano de lo viejo que no terminaba de morir. Enten-diendo como buen estratega que era necesario partirde la realidad y de las situaciones presentes para co-menzar a parir esa sociedad alternativa imaginada.Buscar los balances entre utopías y concreciones y ge-nerar las condiciones de posibilidad.

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los aplicativos por parte de la estrategia co-munal, que abriría otra fase en el manejo deinformación e intercambio útil para la cons-trucción del nuevo territorio comunal.

IV. La Potencia Constituyente y el So-cialismo Comunal

“Una acción es una idea con poder”Curatoría Forense

Durante todos estos años de proceso revolu-cionario, Chávez, nos explicaba frecuente-mente que la primera forma de poder es elpoder hacer, eso que se denomina el poder-potencia. Para Chávez, la potencia del pue-blo, el poder del pueblo era la capacidad delpueblo para operar sobre la realidad y trans-formarla, para hacer. Citando a Barreto(2012) "Voluntad de poder es voluntad decrear una nueva verdad que, como dijeraNietzsche, ´aceche y ponga en peligro a laverdad establecida´”.

cenarios importantes, en una sociedad con tanta infor-mación, la síntesis visual y gráfica, las nuevas poéticasvisuales son necesarias para captar la atención. Darlecentralidad a la estrategia de memes37 como un nuevonivel de discurso es necesario, así como generar narra-tivas multiescalares que conecten todas las luchas po-sibles con la estrategia comunal.

Por otra parte pensar en comunicación nos lleva a pro-poner no sólo productos y narrativas sino flujos, proce-sos y usos de la información como formas del sistemade vida. Para esto una tensión adicional importante esque la comuna se plantee seriamente ir haciéndose deuna estructura de conectividad que le permita avancesen este sentido. Generar una política para ir dotando atoda la geografía comunal de mejores accesos e infraes-tructuras para la conectividad así como avanzar en losprocesos de alfabetización tecnológica. Comenzar apensar una estrategia de apropiación comunal de he-rramientas 2.0 pero también de aplicaciones 3.0 que fa-ciliten el control social y comunal de informaciónbásica y de interacción, es clave. Así podremos comen-zar a pensar, por ejemplo, no solo en estrategias comu-nicacionales sino en el aprovechamiento del mundo de

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3377.. Según la Wikipedia un Meme es: “en las teorías sobre la difusión cultural, la unidad teórica de información cultural transmisible de un in-dividuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente. Es un neologismo acuñado por Richard Dawkins en El gen egoísta(The Selfish Gene), por la semejanza fonética con «gene» — gen en idioma inglés— y para señalar la similitud con «memoria» y «mimesis»”.Son unidades mínimas de información y replicación cultural, y que se someten también a un proceso de selección. Para más información ver:¿Qué son los memes? Introducción general a la teoría de memes Jordi Cortés Morató en: http://biblioweb.sindominio.net/memetica/memes.pdf

que lo comunal se despligue como potencia,y sea cada vez más el deseo común y com-partido para que logre ser hegemónico.Nuestra invitación es entonces a tomar estasprimeras provocaciones y seguir pensandoalternativas para que la apuesta comunalvaya sumando masa crítica suficiente paraque emerja irreversiblemente El SocialismoComunal.

Bibliografía

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Michel Bauwens lanza una provocación, di-bujando un escenario interesante al hablardel fenómeno de las P2P (prácticas entrepares): “Piense en cómo el capitalismo emer-gió del feudalismo: primero, como un ger-men; luego, en el siglo XVIII, alcanzó unpunto de equilibrio. Lo feudal fue cediendopoco a poco hasta que el capitalismo se con-virtió en la lógica dominante. Mi escenariopara el futuro sería algo semejante (con el fe-nómeno P2P). Y diría que es el mejor esce-nario que podemos imaginar.”39

La apuesta comunal, y las concreciones queya se evidencian en el mapa nacional, es sinduda lo más potente y revolucionario que te-nemos como núcleo para la construcción delSocialismo venezolano. Tomando prestadaslas palabras de Bauwens diríamos que ese esel mejor escenario que podemos imaginarpara lo comunal, que el proceso de injertarlo nuevo conlleve a copar la escena y ser lalógica dominante. Por eso consideramoscomo militantes del proceso bolivariano, quees tarea impostergable pensarnos vías para

La CDR y la apuesta comunal son políticas prefigura-tivas, pensadas desde la potencia, no en una lógica dereacción sino de acción, y no en una lógica de resisten-cia sino de poder. Ambas apuestas son fenómenosemergentes, que brotan en el seno de la sociedad capi-talista, y están en plena disputa de imaginarios y terri-torios para lo nuevo y en sus complementariedadesevidenciamos una fuerza aceleradora y sólida para elavance. ¿Qué camino podemos transitar para que enalgún momento exista suficiente de lo nuevo que pro-voque un cambio de fase radical? ¿Cuáles son las con-diciones de posibilidad que debemos generarles?

Chávez utilizaba la categoría de injertar lo nuevo, delos injertos socialistas y en su posibilidad de expansiónal conectarlos en red como una de las vías. En este ar-tículo, hicimos un primer esfuerzo por identificar posi-bles cruces, que permitieran en la apropiación detecnologías de red por parte de la estrategia comunalgenerar más y mejores condiciones de posibilidad,pues creemos, como señala Mazzeo, que “las nuevascondiciones exigen formas originales de intervenciónpolítica que den cuenta de la diversidad y del carácterplural de los nuevos sujetos (de la clase)”38. Acelerado-res y agregadores de voluntades comunales.

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3388.. Extraído del texto Más acá del Estado, en el Estado y contra el Estado de Esteban Rodríguez, contenido en Apuntes para la definición delpoder popular. Esteban Rodríguez Mazzeo,M.; Acha,O. y otros (2009) p. 108.3399.. Disponible en la Entrevista de Sádaba, I. a Michel Bauwens (2008).

Cajadeherramientas

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En este texto analizaremos cómo losnuevos sistemas de participación y colaboraciónestán transformando la vida de millones de per-sonas. Presentando experiencias, reflexiones yherramientas creadas por grupos de toda Amé-rica Latina te invitamos a comprender comoconstruir nuevas prácticas de economía colabo-rativa.

Nuevos sistemas de participación y colaboraciónestán transformando en todo el mundo hábitosculturales, económicos, comunicacionales y departicipación ciudadana.

Nuevos conceptos y desarrollos teóricos, asícomo tecnologías sociales y digitales pensadaspara promover la cultura colaborativa amplíannuestra comprensión de los procesos económi-cos y facilitan el acceso a recursos de todo tipo.

El acceso a estos sistemas y lógicas de financia-miento, comunicación e inclusión son una clavefundamental para potenciar la sustentabilidadde proyectos colectivos y facilitar procesos de tra-bajo y articulación local, nacional e internacional.

Adriana Benzaquen

colaborativas Soluciones Palabras clave:

● Economías de la abundancia ● Economía colaborativa● Nuevos paradigmas● Sistemas de intercambio

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1. Modificar los sistemas de relación, pro-ducción y distribución2. Cuestionar las lógicas de acumulación,centralización y competencia

Los grupos y organizaciones que trabajan conesta mirada funcionan sin lucrar a partir delos espacios de participación y colaboración,creen en la abundancia y trabajan para iden-tificar y compartir nuevas y diversas natura-lezas de riqueza, relativizando el valor deldinero y de las monedas. Todo esto es clavepara comprender nuevas lógicas de intercam-bio, pero sobre todo de trabajo y de vida.

Hablar de economías colaborativas es ha-blar de dos cosas: red y autonomía, porquehablar de sustentabilidad es hablar demucho más que de dinero. Es pensar en unaeconomía que tenga en cuenta el proceso decreación de valor(es) tanto tangibles comointangibles, entendiendo que las redes noson sólo un formato organizativo, son unaforma de vida colectiva.

Acompañando estos cambios, diversos gru-pos comienzan a crear en todo el mundonuevas corrientes de pensamiento y acción.Inspirados por modelos ancestrales y/o siste-

mas innovadores, nuevos conceptos son hoy el centrode la escena. Pero no es lo mismo hablar de bienes co-munes, de consumo que de economía, de compartirque de colaborar.

Si bien comparten algunas características, no tienen elmismo significado ni son prácticas asumidas de lamisma forma por diversos grupos, ya que movimien-tos y organizaciones de todo tipo se aproximan a lacomprensión de estos cambios culturales con ópticas eintereses distintos.

EECCOONNOOMMÍÍAA DDEELL CCOOMMPPAARRTTIIRR OO CCOOMMPPAARRTTIIDDAA ((MMÁÁSS CCOONNOO--CCIIDDAA PPOORR SSUU NNOOMMBBRREE EENN IINNGGLLÉÉSS:: SSHHAARRIINNGG EECCOONNOOMMYY))

Marcela Basch, periodista argentina y editora de el-planc.net describe “la Economía del compartir como eltérmino más extendido en Estados Unidos y buena partedel mundo angloparlante. Rachel Botsman la definecomo ‘un modelo económico basado en compartirbienes subutilizados, desde espacios hasta habilidades ocosas, a cambio de beneficios monetarios o no moneta-rios.’ Pero muchos consideran que llamar economía delcompartir a diversas formas de compra, venta, alquiler ointercambio es una suerte de publicidad fraudulenta.Con este argumento se ataca sobre todo a las empresasmás grandes que se amparan bajo este movimiento,como Airbnb o Uber. Se las acusa de usar el término com-

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nes hablan hoy de economías colaborativasy qué modelo de vida nos proponen? Hable-mos un poco de estas pequeñas grandes pre-guntas, porque no es posible construirnuevos modelos reproduciendo viejos siste-mas de pensamiento.

Como dice Clay Shirky, “La revolución nosucede cuando la sociedad adopta nuevastecnologías, sucede cuando adopta nuevoscomportamientos”. No hay duda que nue-vos modelos de financiamiento, comunica-ción, producción, distribución, formación,gestión y trabajo en red toman fuerza en elmundo y en América Latina.

La economía colaborativa como concepto, esquizás la idea más amplia y menos consen-suada de todo un amplio universo de mira-das. Para nosotros hablar de economíacolaborativa es, como dice Heloisa Prima-vera, hablar de economías colaborativas,porque no hay una sola mirada sobre eltema y porque hay varios modos de cons-truir experiencias de sustentabilidad colec-tiva o de red.

¿Qué nos proponen? Podemos destacardos ideas:

“Los cambios ya sucedieron, sólo que aun no somos capaces de comprender su magnitud e impacto”

P. Drucker

#CAMBIOSCULTURALES#ABUNDANCIA#COMUNIDAD

Los modelos económicos están cambiando, y nosotros con ellos

Ya sea que pensemos en una actividad, un proyecto, uncolectivo o en nuestra propia vida, hablar de sustenta-bilidad es hablar de redes, de prácticas colectivas y deautonomía. Porque nuestra economía es, y ha sidosiempre, una economía de red.

¿Pero qué significa hablar de economías colaborativas?¿Por qué hablamos cada vez más de compartir? ¿Quié-

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{

Econ

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labo

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cracia, solidaridad y cooperación. Estoscomportamientos humanos y sosteniblesserán medidos por medio del Balance delBien Común 4.0 y con una serie de alicientesy ventajas legales, desde el sistema, premia-das: la ambición del mercado será girada éti-camente en sus polos.

Hoy en día se considera como primer criteriode éxito de empresa la ganancia financiera.En la Economía del Bien Común, no contará‘finalmente el dinero’, sino el Balance delBien Común. Entonces será cuando no sóloa las empresas les irá bien, sino también atodos los seres humanos y seres vivos”2.

EECCOONNOOMMÍÍAA 44DD OO EECCOONNOOMMÍÍAA DDEE LLAAAABBUUNNDDAANNCCIIAA::

Este modelo desarrollado por la brasileñaLala Deheinzelin3 “pone en evidencia nuevasoportunidades y nuevas formas de riquezaarticuladas por el ciclo virtuoso de la abun-dancia, compuesto por 4 pilares que se acti-van y potencian mutuamente. El primero es

el de los recursos intangibles (cultura, conocimiento, cre-atividad, atributos de marca), que no se agotan sino quese renuevan y multiplican con el uso. Pero como los áto-mos de la tierra son finitos, los bits de las nuevas tecno-logías son el segundo pilar infinito. Con ellos podemoscrear muchos mundos virtuales e infinitas formas de po-tencializar, conectar, recrear e interactuar. Y eso generael tercer pilar: las infinitas formas en que la sociedad enred se organiza y produce. El cuarto pilar es la llave paraque de hecho sea posible actuar con los pilares anterio-res: una visión multidimensional de riqueza, que sim-plificamos llamando Economía 4D, porque considerarecursos y resultados no apenas en la dimensión Finan-ciera, sino también en la Ambiental, Social y Cultural”.

Soluciones colaborativas Adriana Benzaquen

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permite el acceso por sobre la propiedad”.Este término tiene la desventaja de privile-giar el enfoque desde el consumo, y sermenos representativo de otras vertientes im-portantes de este movimiento: la financia-ción entre pares, la educación y la creaciónde conocimiento compartido en red, la pro-ducción colaborativa canalizada a través delmovimiento maker, y las nuevas formas departicipación ciudadana habilitadas por lasredes de pares.

EECCOONNOOMMÍÍAA DDEELL BBIIEENN CCOOMMÚÚNN::

Impulsada originalmente en Europa porChristian Felber, es definida por sus propioscreadores como: “una forma de sistema demercado, en el cual las coordenadas de losmotivos y objetivos de aspiración de las em-presas (privadas) sean cambiadas de afán delucro y concurrencia por contribución alBien Común y cooperación. La economía delbien común se construye en base a los valo-res que hacen florecer a nuestras relaciones:confianza, responsabilidad, aprecio, demo-

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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11.. http://elplanc.net/compartir-alquilar-colaborar-una-propuesta/ 22.. http://economia-del-bien-comun.org/es/33.. http://laladeheinzelin.com.br/es/

partir y hablar de comunidades como mera estrategia demarketing para lograr evadir los impuestos correspon-dientes a la economía formal y lograr más gananciaspara los accionistas, que, por cierto, no tienen nada de al-ternativos: son los grandes inversores de riesgo de Sili-con Valley. Los críticos aseguran que estas grandescompañías se escudan detrás de los pequeños partici-pantes con pequeñas ganancias (como son aquellos quealquilan una habitación de la casa en la que viven a tra-vés de Airbnb) para seguir reproduciendo el capitalismomás ortodoxo, donde las grandes ganancias se repartenentre pocos y ricos. Lo que hay en la sharing economy esuna acepción diferente de la idea de compartir: la de queun bien subutilizado puede explotarse de manera máseficiente si se abre su acceso a otros que no son sus due-ños, incluso generando un rédito“1.

CCOONNSSUUMMOO CCOOLLAABBOORRAATTIIVVOO::

En palabras de M. Basch, éste es un “término muy ex-tendido en Estados Unidos y Australia gracias a Colla-borativeConsumption.com, creado por Rachel Botsman”,quien define al consumo colaborativo como “un mo-delo económico basado en compartir, intercambiar,comprar, vender o alquilar productos y servicios, que

{Financiamiento

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

Los grandes cambios civilizatorios son –y han sidosiempre- grandes cambios culturales, o de forma sim-ple, cambios en los comportamientos, en los hábitos yactitudes que adoptamos.

Hoy tenemos a la mano nuevas tecnologías y sistemasdigitales que facilitan el intercambio con personas denuestro propio círculo pero, sobre todo, con personasque no conocemos y con las que establecemos nuevasrelaciones de confianza. Nuevos hábitos sociales, eco-nómicos, comunicacionales y de participación ciuda-dana, nuevos conceptos y desarrollos teóricos,tecnologías sociales y digitales surgen como resultadode una nueva cultura “colaborativa” y amplían nuestracomprensión de los procesos económicos.

Pero, procesos cada vez más complejos y opacos tienenlugar en el mundo, marcados por la fuerza de dos mo-vimientos simultáneos y contrarios: aquellos compro-metidos con la creación de zonas de inclusión yautonomía y aquellos vinculados a los nuevos embatesneoliberales, interesados en sostener sistemas coloni-zadores del cuerpo, de los recursos y del pensamiento,muchas veces de formas tan difusas que a veces ni si-quiera podemos percibirlas.

Estos dos movimientos se traducen en nuestro conti-nente en dos grandes procesos históricos: aquellos in-teresados en profundizar el capitalismo y aquellos

interesados en construir modelos más justos,humanos e inclusivos, con todos los maticesque una aspiración como esa ha significadoen cada escenario nacional.

Es en base a estos intereses que se configu-ran las políticas y sistemas de apoyo a lapoblación –entre otros aspectos-, como es-pejo de los valores que cada sistema de-fiende. Por ejemplo, durante los últimoscinco años hemos presenciado, a la vez, laretirada progresiva de fondos de coopera-ción internacional en varios países, el sur-gimiento de nuevos mecanismos definanciamiento estatal y transnacional y elsurgimiento de bloques que se proponenenfrentar de forma conjunta las desigualda-des generadas por décadas y gobiernos de-dicados a profundizar las zonas deexclusión.

No es lo mismo hablar de financiamientoque de sustentabilidad. En este texto al men-cionar financiamiento nos referimos a las di-versas formas de viabilizar recursos de todotipo. Se incluyen en esta misma idea las es-trategias destinadas a favorecer el acceso ointercambio de recursos tanto monetarioscomo no monetarios.

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Soluciones colaborativas Adriana Benzaquen

disputar otra sociedad y proponer cambios pensadospara elevar el grado de autonomía y realización, tantopersonal como colectiva.

#de la era del yo a la era del nosotros

Hijos de la necesidad, de la apropiación y difusión denuevas tecnologías sociales y digitales, de la radicaliza-ción de los cambios culturales facilitados por la masifi-cación de internet, de nuevos medios de intercambiodirecto, de la experimentación y de una comprensiónmás amplia de las oportunidades que un escenario decambio cultural y político como el que nuestra regiónha transitado los últimos 15 años, grupos y colectivosde diversos sectores (medio ambiente, tecnología, eco-nomía solidaria, producción comunitaria, etc.) creanrespuestas que nos permiten compartir de una formasimple y rápida recursos de todo tipo. Sistemas de fi-nanciamiento colaborativo, préstamos directos, aloja-miento solidario, traslados compartidos -entre muchosotros- son soluciones que crean un universo de alterna-tivas pensadas no desde una lógica de competencia sinode colaboración, facilitadas en parte por tecnologías di-gitales pero también por articulaciones trans-escala ytrans-territoriales que antes no eran posibles.

Pero compartir es simple, y es un primer paso válido ypositivo. Lo que es difícil -pero genera un resultado

En ese escenario complejo, donde la principalbatalla es la lucha por instalar una nueva cul-tura política que defienda los valores de la cul-tura colaborativa, la igualdad, inclusión yjusticia, una nueva geopolítica de la coopera-ción y la financiación comienza a tomar forma.

A nivel individual, cambios fundamentalesson necesarios. Es necesario ampliar nuestracomprensión de los procesos económicos -hoy reducida a la administración de bienesmonetarios- teniendo en cuenta que la sus-tentabilidad es la capacidad de transformarrecursos y crear flujos de circulación entreun tipo de recurso y otro; generando abun-dancia, riqueza en todo el sentido de la pala-bra. De esta forma lo sustentable tiene quever con generar movimiento y transforma-ción, atender y escuchar los procesos de lavida misma.

Por último, es necesario asumir que ser autó-nomos no significa que no necesitamos denada ni de nadie. Tener autonomía significaautocrearse y autoproducirse a partir de unarelación inteligente con el entorno.

Revisemos cómo, a partir de las herramien-tas de la economía colaborativa, es posible

nuevas cabezas es parte de la estrategia desustentabilidad?

Quienes ya tenemos años experimentandocómo es esto de construir de forma colabo-rativa hemos aprendido, no sin dificultadesen el camino, que cuanto más nos abrimosdesde un inicio más oportunidades apare-cen y más interesante se vuelve la pro-puesta5. Todo el tiempo, ayuda yparticipación que diversas personas puedansumar a un proyecto se traducen práctica-

mente en más contactos, apoyos para la gestión de re-cursos, equipamientos, espacios, soporte institucional,formación (formal y/o no formal), tiempo de trabajo, laoportunidad de llegar a más personas que no conoce-mos o a las que no sabemos como acercarnos, entremuchos otros beneficios.

Todo esto es parte de la cuenta de una iniciativa. Co-menzar a visualizar el valor que otros aportes tienen estan clave como conseguir recursos monetarios, inclusoporque pueden ayudarnos a conseguir apoyos de estetipo con más rapidez y eficacia.

Soluciones colaborativas Adriana Benzaquen

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Todos tenemos ideas, sueños y proyectosque queremos poner en marcha, pero la ma-yoría de las veces tardamos bastante en abrirel camino a nuevos participantes. De hecho,es lo último que hacemos. Por lo generalpensamos una idea, la repensamos, la mejo-ramos y cuando creemos que esta lista y per-fecta recién ahí nos animamos a contarla. Yasea por pudor, miedo a que nos copien la ini-ciativa, inseguridad o falta de recursos y/oapoyos, todos nosotros hemos pasado, almenos alguna vez, por este proceso.

¿Quiénes no hemos pensado en compartirun proyecto, pero nos frenamos luego depensar en cómo absorber las mil ideas,aportes, sugerencias y críticas que otrospuedan proponer? Pensamos que sumarnuevos colaboradores es abrir un 100% elespacio, cuando es posible pensar diversosniveles de participación, algunos con máscompromiso e injerencia que otros, ya queno todos tendrán el mismo tiempo parasumar a una idea, pero seguro que muchosquieren colaborar si la propuesta les resultaatrayente y relevante. Pero ¿cómo sumar

cualitativamente diferente- es co-laborar, hacer el es-fuerzo de impulsar acciones coordinadas y colectivas,basadas en un entendimiento mutuo y en una arqui-tectura relacional diferente, distribuida y abierta.

Veamos cómo estas nuevas lógicas de trabajo nos per-miten vivir la cultura colaborativa, transformando enese camino nuestros modos de crear, producir y apren-der a través del ejemplo de la Semana de la EconomíaColaborativa, una iniciativa impulsada por MinkaBanco de las redes4. Veamos cómo es posible aplicarestos conceptos a iniciativas reales y en marcha, revi-sando el universo de soluciones que ya están al alcancede cualquiera.

#el camino de la colaboración11.. AACCTTIIVVAANNDDOO LLAA CCOOMMUUNNIIDDAADD

La disposición para invitar nuevas personas a partici-par en la elaboración de una idea con su tiempo, cre-atividad y recursos (algunos tendrán sólo una hora,otros se sumarán full time, otros pondrán contactos oespacios, etc.) genera oportunidades de arranquemucho mayores a las que cada uno de nosotros puedegenerar de manera individual.

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44.. Minka es una comunidad de grupos y experiencias de economía colaborativa e iniciativas de toda América Latina que trabajan de maneraarticulada. Más información en www.minka.me

55.. Para más información sobre gestión y producción en red consultar Benzaquen, A. y Giannetti, S. Ideas y herramientas para el trabajoasociado y en red. Disponible en http://culturasenda.com/uploads/1339096951libro_CAJA_HERRAMIENTAS.pdf

Algunos de los sistemas que permiten resolver un desafío, un proyecto, una consulta o la revisiónde una idea de manera colectiva se conocen en inglés como Crowdsourcing. Esta colaboración

abierta y distribuida nace como herramienta o vertiente para externalizar tareas y trabajos medianteel uso de comunidades masivas, de este modo se puede conseguir en un periodo más corto de

tiempo, mejores y más soluciones. Algunos ejemplos: www.openideo.com, www.wikipedia.org

¿Para qué invitar a otros entonces? Para en-riquecer una idea, y para que de esta formaya no sea una propuesta individual sinocolectiva.

Con un primer grupo de interesados avanzamos en-tonces en la preparación de la 1ra. Edición de la Se-mana de la Economía Colaborativa (4 al 11 de mayo2014).

]] HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: RREESSOOLLVVEERR UUNN DDEESSAAFFÍÍOO DDEE MMAANNEERRAA CCOOLLEECCTTIIVVAA

Elegimos este ejemplo porque queremos mostrar cómola lógica y las herramientas de la economía colabora-tiva nos permiten poner en marcha iniciativas no sólode pequeña escala, sino también de alcance internacio-nal o regional. Comencemos a pensar que estas pro-puestas no son una cadena de favores, son sistemasque nos permiten repensar nuestra economía de vida.

Avancemos en este ejemplo para ver cómo se aplicanestas ideas a la Semana de la Economía Colaborativa,un espacio pensado para difundir y conectar experien-cias, posicionar a nivel regional y global el debate porotras economías basadas en la abundancia y la potenciay difundir un espacio de articulación aún incipiente enla escena regional. Queríamos crear un evento de es-cala continental, algo que parecía difícil porque no te-níamos dinero ni miles de personas trabajando deforma voluntaria en la organización.

La primer pregunta que nos hicimos fue cómo crearun espacio que no reprodujera lógicas de concentra-ción, competencia, verticalidad y exclusión, o seacómo no hacer las mismas cosas que cuestionamos,sabiendo que están profundamente arraigadas entodos nosotros.

Miramos como se organizaban los grandes eventosque son faro a nivel internacional y decidimos hacertodo lo contrario.

En un sistema centralizado, las grandes con-ferencias y encuentros se realizan general-mente en una ciudad, a la que debentrasladarse todos aquellos que no sean locales(si es que pueden costear el gasto de trasla-dos, alojamiento, alimentación y en muchoscasos inscripción). ¿Quién no ha visto una yotra vez eventos en diversos países a los quedesearía asistir, pero no puede permitírselo?

En clave colaborativa, la Semana se realizaen todos los lugares en donde hay experien-cias, grupos y personas interesadas en pro-mover nuevas lógicas económicas. A partirde una convocatoria abierta todos los intere-sados en sumarse al equipo de trabajo po-dían participar en las reuniones virtuales apartir de las cuales se definió el perfil deeste evento. De esta forma la Semana no fueun solo evento en una sola ciudad, sino quepasó a tener más de 80 actividades organi-zadas por 120 grupos en 37 ciudades de 11países.

Más de 250 personas trabajaron en la organi-zación de los distintos eventos, sin necesidadde consensuar una programación única, ne-gociar visiones e intereses y conseguir recur-sos más allá de los propios.

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¿Cómo definimos las actividades? En los even-tos de organización centralizada el comité or-ganizador define los temas, programación,tiempos e invitados. En la Semana lo único quese definió de forma anticipada fue la fecha,una semana completa para que cada uno pro-pusiera y organizara de forma independientey autogestionada las actividades que deseara.Los únicos requisitos para participar fuerondos: que las actividades fueran de acceso gra-tuito y que trataran algún tema o experienciavinculada a las economías colaborativas.

22.. MMAAPPEEAANNDDOO RRIIQQUUEEZZAASS

Lo que tengo es lo que tenemos

Pensamos una idea y comenzamos a compar-tirla con otros. Eso significa, seguramente,que hemos ido sumando nuevos apoyos y re-cursos. El próximo paso es identificar todo loque tenemos como grupo para poner la ini-ciativa en marcha, partiendo de una lógica deabundancia y no de escasez. Hacemos estaaclaración porque cualquiera que impulsahoy una iniciativa piensa primero, a la horade financiamiento, cómo y dónde obtener di-nero. Esto es cierto para todos nosotros, gru-

pos y colectivos autogestionados, micro emprendimien-tos, etc. Y no sólo eso, a la hora de pensar una propuestalistamos primero todo lo que nos falta, y no lo que ya te-nemos. Este sutil pero fundamental cambio de miradanos permite iniciar un camino diferente.

Si pensamos nuestros proyectos con los ¨lentes 4D,como los llama Lala Deheinzelin, nos damos cuentaque toda iniciativa precisa genera recursos financieros(dinero, horas de trabajo, voluntarios, etc.), saberes yconocimientos, contactos y gestión, espacios, equipa-miento y materiales.

verdes, salas para encuentros y eventos dediverso tipo, alimentación, alojamiento, etc.(todo esto es parte de la riqueza ambiental).

4. Por último, identificamos qué recursosmonetarios tenemos a la mano (dinero enmoneda tradicional o moneda complemen-taria- alternativa), horas que podemos dis-poner para ayudar a otros, voluntarios quepodemos convocar para trabajar sobre estaactividad, entre otros (todo esto es parte dela riqueza financiera).

¿Con qué comenzamos? A través de unaporte de 2000 euros de cooperación interna-

cional y el apoyo de varias redes y colectivos miembrode Minka se dispuso un equipo de dos personas parahacer acompañamiento a todos los organizadores loca-les, ayudar en los procesos de producción y comunica-ción y diseñar el espacio de difusión global para laprogramación.

Por su parte, cada organizador ponía su tiempo y recursospara organizar una o tantas actividades como quisiera: ta-lleres, charlas, encuentros, ferias, intercambios, reunionesabiertas, entre muchas otras que fueron realizadas.

Con dos meses de pre producción general, muchashoras de trabajo, 2 productores y 2 diseñadores avan-zamos a preparar la Semana.

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La Semana de la Economía Colaborativafue pensada con esta lógica:

1. Armamos de forma simple y rápida nuestromapa de recursos identificando cuáles son loscontactos, las redes a las que pertenecemos, lasgestiones que ya teníamos iniciadas y conquiénes, a quiénes conocemos en cargos clave,ya sea en instituciones públicas y privadascomo en grupos y colectivos de referencia(todo esto es parte de la riqueza socio-política).

2. Identificamos todos los saberes que pose-emos, no sólo los saberes que son resultadodel paso por instituciones formales como laescuela o la universidad, valoramos tambiénexperiencias importantes de trabajo, conoci-mientos adquiridos por el paso en diversosproyectos, saberes populares que hayas co-nocido por la familia o el entorno, etc. (todoesto es parte de la riqueza cultural).

3. Listamos todos los espacios, materiales yequipamientos a los que tenemos acceso, yasea porque son de nuestra propiedad o por-que podemos utilizarlos o prestarlos fácil-mente a otros. Oficinas, espacios parareunión, equipos de sonido, cámaras de foto,computadoras, conexión a internet, espacios

Estos 4 tipos de recursos se corresponden con las lla-madas 4D y nos permiten valorar todo lo que hace faltapero también todo lo que podemos ofrecer a otros parapensar nuevas alianzas y complementariedades.

La economía 4D es un modelo profundamente inspi-rador porque nos ayuda a visualizar y valorar diversostipos de recursos y procesos de activación de valor, a lavez que nos ayuda a relativizar el valor de las monedasy el dinero.

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Nosotros conseguimos por un aporte de la cooperación internacional los 2000 euros que desti-namos a la semana de la economía colaborativa. Pero hay otros modos adicionales y comple-

mentarios que nos pueden ayudar a recaudar aportes monetarios, pensados para facilitarpequeños aportes de muchas personas a la realización de una idea.

En los sistemas de crowdfunding o financiación colectiva, cada proyecto establece un presupuesto yla comunidad colabora con él a través de pequeñas sumas de dinero. De esta forma es posible fi-nanciar libros y discos, diseños de indumentaria, obras de teatro, películas o cualquier producto

que podamos imaginar. Algunas plataformas que permiten usar este modelo son, por ejemplo:www.goteo.org, www.idea.me, h>p://panaldeideas.com, h>p://catarse.me/pt, www.proyectanos.com

] ]HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: FFIINNAANNCCIIAAMMIIEENNTTOO CCOOLLEECCTTIIVVOO

Los préstamos p2p o préstamos entre pares son sistemas pensados para otorgar préstamos perso-nales sin la mediación de bancos. Conectan a quienes buscan préstamos con quienes buscan un

mejor retorno de su dinero. Son, en general, préstamos pequeños, a tasas más bajas que las ban-carias y gracias al aporte de varias personas. Algunos ejemplos en:

www.wayni.com.ar, h>ps://www.afluenta.com, h>p://www.comunitae.com.

Podríamos agregar a esta lista los sistemas de trueque o donaciones, aunque funcionan diferente. El trueque esta basado en el intercambio de bienes y servicios por otros bienes y servicios sin que

se utilice dinero para completar la transacción. Para acceder a un trueque, dos partes debenaceptar un contrato denominado permuta. Algunos ejemplos son:

www.dragonecologista.com.ar/gratiferia.html, h>p://escambo.org.br, Facebook: GRATIPLANTASLas donaciones, en cambio, no se basan en un intercambio. Visita este ejemplo: www.telodoy.net

] ]304

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

En condiciones a las que estamos acostumbrados no seríaposible organizar una propuesta de esta escala con esa pe-queña inversión inicial: no estamos en todas las ciudades,no conocemos a los interesados y experiencias locales, nosabemos a quién invitar ni a través de qué medios, etc.

Si te animas a hacer el ejercicio puedes hacer un cuadrocon 4 columnas para ordenar esta información. Re-cuerda que lo importante no es colocar grandes rubroscomo alojamiento, espacio físico, equipamiento. Debe-mos precisar qué, cuánto y cómo podemos ofrecer de lamanera más específica posible, ya que sólo así otraspersonas entenderán claramente qué podemos com-partir y cómo es posible armar acuerdos de colabora-ción basados en un universo de posibilidades reales.

Mostrar que una idea nace con todos esos re-cursos refuerza la fortaleza y la potencia deun proyecto. Esto es, seguramente, una delas claves para sumar nuevas voluntades,porque ¿quién no quiere ser parte de unainiciativa que crece?

33.. CCAADDAA NNEECCEESSIIDDAADD,, UUNNAA OOPPOORRTTUUNNIIDDAADD

Ampliar la mirada nos ayuda a ver de unaforma simple las cosas materiales (tangibles) einmateriales (intangibles) que necesitamos y te-nemos. Al momento de identificar lo que fal-taba tratamos de pensar no solo cuánto dinero

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Al igual que en el punto anterior, tratamos de ser lomás específicos posible (en este cuadro sólo se muestraun resumen de los tipos de recursos que necesitába-mos) A modo de ejemplo, a la hora de buscar colabo-radores no dijimos solo vení y sumate al equipo de lasemana, sino que dijimos: necesitamos periodistas, co-municadores, fotógrafos y editores para ser parte deun equipo de cobertura colaborativa que registra unevento de dos días, y donde a cada uno se le pidensolo 2 horas de trabajo.

Si lo único que decimos es que buscamos colaborado-res que trabajen como voluntarios, sin aclarar qué otrosbeneficios pueden obtener a cambio, será difícil que lagente se sienta interesada. La invitación a participartiene que ayudarnos a resolver lo que necesitamos perotambién tiene que ser una experiencia que retribuyaalgo (pasantías, formación, acceso a contactos, la posi-bilidad de solicitar equipamientos que poseas en fechasque no los utilices, etc.). Tratamos de ponernos creati-vos y definimos varios niveles de participación:

● Equipo de producción general● Productores locales● Equipo de diseño● Equipo de agite en redes sociales● Equipo de desarrollo web● Equipo de apoyo a los productores locales● Apoyo logístico

puede ayudarnos a cubrir los faltantes, sinotambién en formas alternativas de acceder a loque necesitamos, evitando los pagos en metá-lico. ¿Por qué? Porque muchos grupos y pro-yectos gastamos gran tiempo y energía enconseguir dinero para solventar gastos quepueden resolverse mediante alianzas y acuer-dos de colaboración basados en otro tipo de re-tribución o beneficio.

Entonces hicimos nuevamente nuestro mapa4D de todo lo que faltaba, usando el cuadrocon las mismas dimensiones que completa-mos anteriormente. En términos generalessería algo así:

306

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

● Comunicadores● Prensa y cobertura

Para cada uno de estos espacios fuimos haciendo lla-mados abiertos, y con las personas que se llegaron fui-mos armando la estrategia de trabajo, distribución detareas y niveles de decisión.

44.. LLOOSS CCÓÓMMOOSS

Se dice que esta no es una época de cambios sino un cambiode época. Transformaciones veloces, grandes volúmenes deinformación, el surgimiento de nuevas comunidades extendi-das no atadas a límites territoriales ni sectoriales y basadas enla confianza y en valores solidarios son hoy claves del procesode cambio cultural.

Sitios web, comunidades y tecnologías sociales estándisponibles en todo el mundo transformando los siste-mas económicos y ampliando las estrategias de finan-

ciamiento. Traslados compartidos, financia-miento colectivo, alojamiento solidario, mo-nedas sociales, aprendizaje colaborativo,préstamos directos, compra-venta directa,gestión de apoyos a causas y proyectos,entre muchos otros, son algunos de los siste-mas que se hacen cada vez más conocidos ymasivos. Pero las herramientas son políticasy no todas nos proponen la misma lógica detrabajo ni se traducen en sistemas de susten-tabilidad similares.

Presentamos en el cuadro un resumen de al-gunos sistemas ya disponibles, sin entrar enmayor discusión en este momento acerca delgrado de “colaboratividad” de cada uno, yaque varios pertenecen más a la economía delcompartir, al consumo colaborativo o a lossistemas p2p pensados con fines de lucro quea la economía colaborativa tal y como se con-cibe y promueve en Minka.

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Muchas de estas herramientas no son tan nuevas comoparecen, hace décadas que se practican. Alojamiento soli-dario, transportes compartidos, préstamos directos, no sonnuevos pero se han expandido –entre otros motivos- porel uso de redes sociales y sitios web que difunden prácticascolaborativas o a facilitar el acceso a bienes subutilizados,sobre todo con lógica de muchos a muchos y entre perso-nas que no son parte de nuestro círculo ya conocido.

Pero sigamos con el ejemplo de la Semana Colaborativa.Uno de los grandes desafíos fue la comunicación. ¿Cómoresolvemos difundir tantos eventos en tantas ciudades?¿Acompañar la cobertura y movilización en redes socialespara todos a la vez? ¿Y cómo hacer esto a la distancia, conpersonas que viven a cientos o miles de kilómetros y queincluso no conocemos? Trabajamos, en clave colaborativa,con un sistema de cobertura colaborativa.

Algunos ejemplos de plataformas web dedi-cadas a compartir recursos de todo tipo:

Con todos los colaboradores fuimos gene-rando a su vez un mapeo completo de quié-

nes son y donde están en cada país los protagonistasde la economía colaborativa.

Para participar de las actividades se organi-zaron en varias ciudades sistemas de trasla-dos compartidos, utilizando plataformas

dedicadas a este fin o planificando de forma analógicaun transporte común para quiénes tenían dificultadesde movilidad.

Soluciones colaborativas Adriana Benzaquen

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des propuestas fueron difundidas a nivel locale internacional a través de redes sociales, con-tactos y otros sistemas de comunicación onlineque presentaban la programación completa.

Como apoyo a esta tarea el equipo de Minkaarmó un sitio web donde los interesados po-dían ofrecerse para trabajar en los equipos y/oconsultar información de todas las actividades.

Este sistema de cobertura contó con un grupo de cola-boradores en cada ciudad que realizó tareas de prensa,registro y movilización de noticias en las redes socialesde cada actividad, de este modo no fue necesario contarcon un gran equipo central de comunicación.

En un esfuerzo conjunto, los organizadores de cada acti-vidad al difundir su propia actividad difundían tambiénla programación de todas las ciudades, ya que las activida-

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Hay muchas formas de impulsar coberturas colaborativas, durante la semana realizamos con-vocatorias abiertas para que los periodistas, fotógrafos, diseñadores, bloggers y otros interesa-

dos en la comunicación se sumaran a cada equipo local para acompañar una o varias acciones.A través de un sistema de streaming (transmisión en vivo) se compartieron los contenidos de

cada ciudad. Te invitamos a revisar la herramienta www.postv.org, un sistema para transmitiren tiempo real, a través de un canal abierto y colectivo.

Otros grupos, más vinculados al activismo utilizan herramientas de movilización social, pensa-das para ejercer presión abierta, horizontal y transparente, sobre todo a través de campañas de

movilización por internet. Algunos ejemplos de estas herramientas son:www.oiga.me, www.thunderclap.it, www.petitiononline.com

Dentro del mundo de la promoción otra herramienta es Pay with a tweet (paga con un tweet). Sólonecesitas tres pasos para lograr la difusión viral de un libro, canción, película o lo que quieras pro-

mocionar. Crea un botón e insértalo en tu página web, correo electrónico o donde sea. Los usuariosacceden a tu contenido y hacen publicaciones sobre él. Los amigos y seguidores de tus usuariosleen sus publicaciones, acceden a tu contenido y lo comparten. De esta forma tu contenido se va

transformando en viral, ampliando su difusión. Más información en: www.paywithatweet.com

]] HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: CCOOBBEERRTTUURRAASS CCOOLLAABBOORRAATTIIVVAASS

Dos herramientas pueden ser útiles a la hora de convocar nuevas personas para sumarse a losequipos de trabajo. Los sistemas de voluntariado y los bancos de horas.

El voluntariado es el trabajo de las personas que sirven a una comunidad o al medio ambiente pordecisión propia y libre. El término también hace referencia al conjunto de dichas personas, los vo-

luntarios. Por definición, los voluntarios no cobran por su trabajo. Algunos sitios donde puedesconsultar diversos modelos de voluntariado: h>p://panaldeideas.com , h>p://www.idealistas.org,

h>p://www.coomuna.com

En los Bancos de horas o bancos de tiempo se intercambian habilidades entre los miembros sinutilizar dinero, únicamente se contabilizan las horas de servicio prestado y recibido. Puedes con-

sultar este ejemplo para ver el banco en funcionamiento: www.time-bank.info

] ]HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: VVOOLLUUNNTTAARRIIAADDOO

Son mapas en los que participa una amplia audiencia y trabajan en colaboración directa. El objetivode estos mapas es recoger el saber colectivo. En estos mapas se plantea un tema, se invita a otras per-

sonas a participar y entre todos generan un producto de acuerdo a su conocimiento y experiencia.Algunos ejemplos son: h>p://datea.pe, www.meipi.org, www.mappingthecommons.net

HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: MMAAPPEEOO CCOOLLAABBOORRAATTIIVVOO

]]

Pensando en cómo realizar tantas activida-des con tan bajo apoyo monetario, fuimospensando para cada necesidad una solución:

● Necesitábamos cobertura, armamos unacampaña para que todos sumaran su tiempoen la medida de sus posibilidades.

● Necesitábamos espacios gratuitos, arma-mos la red de oficinas compartidas, unaforma de brindar lugar a quién lo necesita acambio de una contribución diferente.

● Necesitábamos circular y alojarnos, a travésde Hospeda Cultura y Circula Cultura facili-tamos apoyos a la movilidad, alimentación yhospedaje en diversas ciudades del continente.

La economía y la sustentabilidad de la semanase fueron construyendo a partir de la colabora-

ción y la suma de diversos aportes, todos distintos, todosimportantes. De esta forma relativizamos el valor del di-nero, mostramos como es posible financiar con y sin esterecurso, y lo más importante, ayudamos a que cada per-sona que participó de este espacio descubriera que tienemuchos recursos que puede compartir y a los que accedera través de un nuevo tipo de relacionamiento.

Nuevos modos de vida se descubren y experimentanparticipando en proyectos marcados por un ADN cola-borativo. Y esta experiencia, esta performativa de la co-laboración, es la que nos permite internalizar otro tipode prácticas, de economías de vida.

#modelo para armarMMÁÁSS QQUUEE PPLLAANNIIFFIICCAACCIIÓÓNN,, EESSTTRRAATTEEGGIIAA

En términos de sustentabilidad no hay fórmulas ni hayun camino que nos sirva a todos por igual. Lo que sí es

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311

res, productores, comunicadores y otros ac-tores un lugar donde quedarse, evitando asíel gasto de pagar hotel.

Para todos los que se trasladaron de ciudad o país se fa-cilitó el sistema Hospeda Cultura, activando así la redde alojamiento solidario pensada para facilitar a gesto-

des, a cambio de difusión y otros tipos de co-laboraciones con los bares, centros culturales,bibliotecas, y otras instituciones que cedieronsus salas y equipamientos sin cobrar dinero.

A estos sistemas se suma también la primera red de co-workings (oficinas compartidas) gratuitos de AméricaLatina, Zona Colaborativa. A través de esta red ofreci-mos espacios gratuitos para la realización de activida-

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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Son sistemas que permiten compartir viajes de corta, media o larga distancia. A través deplataformas web permite conectar a quién viaja con quién necesita un traslado. De manera

rápida, cómoda y segura, estos sistemas permiten abaratar costos, hacer nuevos amigos ycuidar el medio ambiente.

Algunos ejemplos: h>p://vayamosjuntos.com.ar, www.encamello.com, www.carpoolear.com.ar,www.sincropool.com, www.vamosalacancha.com.ar, h>p://ecobici.buenosaires.gob.ar

HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: TTRRAASSLLAADDOOSS CCOOMMPPAARRTTIIDDOOSS

]]Sistemas que conectan viajeros con una red de personas dispuestas a recibir gente de forma

solidaria en sus propias casas, facilitando vivencias que transforman cada viaje en una ex-periencia socialmente significativa.

Algunos ejemplos: h>ps://www.facebook.com/hospedacultura, www.couchsurfing.org,www.zukbox.com, www.segundohogar.com

HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: AALLOOJJAAMMIIEENNTTOO SSOOLLIIDDAARRIIOO

]]Son espacios que de forma solidaria o a través de un alquiler mensual/diario ceden un lugar dereunión, encuentro y trabajo a proyectos y personas, un sistema capaz de conectar a quién pre-

cisa un lugar con quién puede ofrecerlo.Algunos ejemplos: www.zonacolaborativa.org, www.lamaquinita.com, www.areatresworkplace.com,

h>p://www.theofficeba.com, h>p://www.cespedescoworking.com, h>p://founderspalermo.com,h>p://www.njambre.org, www.coworking-cor.com, www.elpisocomunidad.com

HHEERRRRAAMMIIEENNTTAA:: OOFFIICCIINNAASS CCOOMMPPAARRTTIIDDAASS

]]

312

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

seguro es que no hay una sola herramienta que re-suelva todas las necesidades del antes, durante y des-pués de cualquier actividad.

Quienes buscan aprovechar soluciones vinculadas ala llamada economía del compartir, en general seaproximan a las herramientas de forma aislada (mu-chas veces sin éxito), porque no anticipan cómo com-binar varias estrategias a lo largo del tiempo, y estoes clave para repensar nuestros sistemas de financia-miento. Solo con una mirada renovada y una mayorconciencia de las dinámicas de producción, distribu-ción y aprendizaje es posible aprovechar al máximoel universo de oportunidades que una economía cola-borativa nos plantea.

¿Cómo elegir y combinar varias herramientas?

1. Ordenamos nuestro calendario: qué pasos necesita-mos resolver primero y cuáles en un segundo o tercermomento. Esto te ayuda a priorizar donde poner tra-bajo, tiempo y esfuerzo.

2. Revisamos la lista de necesidades: identificamosqué necesitamos en cada momento, ¿transporte, fi-nanciamiento monetario, apoyos institucionales, di-fusión, formación? Definimos las prioridades yespecificamos qué, cómo y cuándo necesitamos cadauno de estos recursos.

3. Buscar las herramientas: consultamos lalista de sistemas colaborativos y encontra-mos las plataformas que permiten accedera lo que necesitamos. Recuerda que lo im-portante es comprender la lógica con la quefunciona cada sistema, porque aunque mu-chos no estén disponibles en nuestra ciu-dad o país, eso no significa que nopodamos implementar de forma analógicala dinámica que nos permite acceder a loque buscamos. Por ejemplo, ¿no hay plata-formas de financiamiento colectivo ennuestro país? Abramos una cuenta y a tra-vés de una web invitemos a la gente ahacer depósitos directos allí, a acercarse aun punto de referencia y dejar en un buzónun sobre con su aporte, a hacer una trans-ferencia, etc. Seamos creativos, si bien lasplataformas facilitan, ¡no son la únicaforma para solicitar ayuda!

4. Elegir las herramientas y sobre todopensar cómo utilizar cada una: tratemosde priorizar los momentos donde cada unaes más necesaria, y organizar las campañasy colaboradores necesarios para ponerlasen funcionamiento. Recuerda que si tugrupo no ha usado estas herramientas vana necesitar un tiempo de aprendizaje, revi-

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Soluciones colaborativas Adriana Benzaquen

#ideas con código abiertoCCOOMMPPAARRTTEE EELL RREESSUULLTTAADDOO

Con el ejemplo de la Semana de la Economía Colabora-tiva se hace evidente que otras lógicas son posibles. Noes sólo la suma de muchas herramientas lo que hace po-sible una iniciativa de este tipo. Una visión diferente y lavoluntad de ampliar el panorama de opciones permitie-ron el desarrollo de estrategias pensadas para resolver,a partir de las necesidades de uno las necesidades demuchos, con soluciones de código abierto que puedencompartirse y replicarse con total libertad.

La difusión de resultados es también parte de la estra-tegia de sustentabilidad, porque sólo comunicando aotros el impacto logrado con una o varias actividadeses que logramos mostrar todo lo que somos capaces decrear y movilizar.

La sistematización del proceso de trabajo, pero tambiénde los resultados es clave para mostrar con indicadoresclaros el volumen de recursos que cada iniciativa escapaz de generar y disponibilizar. Porque al sistemati-zar mostramos qué invertimos y qué se generó a partirde ese aporte inicial, que nunca es –además- un aportesólo individual.

Mostrar la fuerza del colectivo nos abre puertas, nospermite conseguir nuevos recursos y apoyos pero

sando cómo funcionan y hablando con per-sonas que ya las hayan utilizado para com-partir experiencias y evitar dificultades.Tengan en cuenta que sistemas como finan-ciamiento colaborativo requieren movilizaruna comunidad de apoyo bastante impor-tante, y eso es tiempo que se suma al calen-dario general de trabajo. Por ejemplo: siestán organizando un festival piensen enqué momento es necesario contar con di-nero, traslados compartidos, etc. Segura-mente no necesitan alojamiento solidariohasta que no tengan a los invitados du-rante las fechas del evento, ni necesitentraslados colaborativos para mover tarimao equipos antes de los días del festival.Quizás necesiten dinero o ayuda con pasa-jes para traer a los músicos que vengan deotras ciudades, si es así y no tienen spon-sors o apoyos institucionales pueden pen-sar una campaña de financiamientocolaborativo, pero tengan en cuenta que lapreparación, ejecución y cierre de la mismaes un proceso que lleva mínimo tres meses.Si esto es así, tienen que pensar en quefecha comenzar para tener a tiempo el di-nero que necesitan cuando lo necesitan. Lomismo aplica para cualquier herramienta orecurso adicional que haga falta.

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

sobre todo nos permite mostrar cómo es posible traba-jar de otro modo, porque estas no son experiencias ais-ladas. Son, cada vez más, nuevos sistemas deintercambio y vida, experiencias profundamente peda-gógicas que nos permiten conocer nuevas lógicas detrabajo y profundizar la disputa conceptual por otraseconomías. Todo esto es posible si somos capaces decomunicar cómo la elección y aplicación de herramien-tas abiertas favorecen la distribución, facilitan el accesoy generan nuevas zonas de transformación.

OOTTRROOSS MMUUNNDDOOSS SSOONN PPOOSSIIBBLLEESS,, YY NNOOSS NNEECCEESSIITTAANN AA TTOODDOOSS

Las economías de la abundancia y los nuevos sistemasde intercambio marcan el surgimiento de nuevas ten-siones, debates y oportunidades a nivel global. Quienesvivimos actualmente la transformación de los sistemasy lógicas económicas somos de alguna manera una ge-neración de transición. Somos testigos de transforma-ciones profundas, del surgimiento de nuevas formas ydel intento de viejos modelos por no perder terreno.

Nuevas lógicas económicas, éticas diversas, herramien-tas más o menos colaborativas, prácticas distribuidas(o no), redes y bloques locales y regionales protagoni-zan, entre muchos otros aspectos, el surgimiento denuevas comunidades de apoyo.

La convivencia de todas estas lógicas, in-tereses y procesos crea un escenario com-plejo donde diversos activistas defiendensus causas e intereses. Grandes medios seocupan de debatir cómo actualmente lasempresas y los empresarios se adaptan conmayor o menor rapidez a una época decambios inevitables. Grupos de presión sepreocupan por capturar la inteligencia co-lectiva y utilizar estos aportes para priva-tizar nuevos conocimientos y procesos. Yal mismo tiempo, grupos de todo elmundo construyen experiencias nada mar-ginales, pensadas para promover otro tipode intercambio y relación entre personas,ideas y cosas.

Invirtiendo en procesos de aprendizajecompartido, socializando los saberes e ig-norares, facilitando el acceso a movilidad,alojamiento y mucho más, millones depersonas estamos financiando el avancede la cultura colaborativa en América La-tina. Cambiando la distribución de los re-cursos y modificando las relaciones depoder, nuevas zonas de inclusión nos per-miten vivir la colaboración de una formasimple, accesible y en formas cada vezmás irreversibles.

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Soluciones colaborativas Adriana Benzaquen

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RRaassttrreeaannddoo ttuu rruuttaa pprroodduuccttiivvaaPatricia Franco / Ejército Comunicacional de Liberación

Los colectivos y organizaciones culturales vene-zolanas en el marco de la revolución bolivariana tienencomo reto permanente la sustentabilidad de sus organiza-ciones y la de sus integrantes pasando de tener proyectos fi-nanciados ocasionales a ser realmente autogestionados ysustentables en el tiempo. Iniciar el camino hacia la pro-ductividad sostenida requiere una serie de pasos que resu-mimos desde la experiencia del Ejército Comunicacionalde Liberación a través de 8 ejercicios prácticos que implican

varias jornadas de debate que guían en un proceso de au-torreconocimiento de las propias prácticas del colectivo ysus miembrxs. Estos pasos se recorren sistematizando: quépodemos producir y cómo, desglosándolos en posibles ser-vicios y productos; repasa la estructura organizativa y la in-fraestructura necesaria para el funcionamiento cotidianode un emprendimiento. La realización de los ejercicios su-pone como resultado un material escrito que permita sen-tar las bases de unidades productivas.

Palabras clave:

Producció

n cultural

Producció

n cultural

Autogestión

Autogestión

Sustentabilidad

Sustentabilidad

Colec

tivos cu

lturales

Colec

tivos cu

lturales

FFoottoo:: Ejército Comunicacional de Liberación

crecer, mantenernos juntxs y fortalecernos du-rante estos 5 años. Pasamos de ser un pequeñogrupo de diseñadores y redactores/investiga-dores a tener varias unidades de trabajo (algu-nas son nuevas, otras desaparecieron) queprofundizan e investigan cada cual en su es-pecialidad para enriquecer el trabajo de todxs.No en función de la hiperespecialización, sinode la posibilidad de sumar experiencias, expe-rimentar y probar nuevas formas de desarro-llar trabajos novedosos en conjunto.

Todo este trabajo se ve reflejado en nues-tros proyectos de agitación (murales, fra-nelas, talleres, la revista Patria Libre oMorir -PLOMo-, el libro Mural y Muces, ellibro Alerta que Salpica, la película Másallá de la mina) y sobre todo en nuestroproyecto formativo más importante: la Es-cuela Nacional de Gráfica Popular MaríaSandoval (ENGRAPO). Que a su vez sonnuestra principal tarjeta de presentación.

En estos 5 años, hemos venido planteándonosy replanteándonos nuestros horizontes pro-ductivos y nuestras dinámicas orgánicas in-ternas, que son un ejercicio de participación,poder y trabajo en equipo que constituyen launión de un conjunto de voluntades prestas a

Un ejército comunicacional

Cuando decidimos dejar de vivir de la renta petrolera(subsidios y trabajos en instituciones del Estado) para ini-ciar el camino a la productividad y la autogestión toma-mos una decisión estructural que cambia la forma deentender nuestra vida y nuestro accionar político y econó-mico en un sistema complejo de país que marcha hacia elsocialismo. Un camino lleno de ensayos y errores y retosque sólo podemos superar hermanadxs.

Desde el Ejército Comunicacional de Liberación (ECL)queremos compartir un material que resume, en un acom-pañamiento metodológico, la ruta de decisiones inicialesque hemos seguido desde el año 2009, cuando un grupode nosotrxs decidió independizarse de las institucionespúblicas para pasar a ser un colectivo autogestionado yautónomo movido por lo que sentimos era una necesidaden un país en transición del capitalismo al socialismo.

Somos un equipo de personas que trabajan trans-inter-disciplinariamente en el área de la comunicación visual yque, con todas las dificultades que esto representa, sus-tentamos nuestra militancia con la oferta de servicios atercerxs como: comunidades, instituciones del Estado yotros colectivos y organizaciones. Mediante la investiga-ción constante hemos logrado diversificar y profundizaren los servicios que ofrecemos, lo que nos ha permitido

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

hacer caminar un proyecto que se hace tam-bién transversal a nuestros proyectos de vidaindividuales. No queremos ser varias perso-nas que trabajamos en una cooperativa, sinocompañerxs interdependientes lxs unxs de lxsotrxs. Lo que va complejizando también lasdecisiones que tomamos. Crecemos como co-lectivo organizado a medida que nuestrasvidas se van transformando con el paso deltiempo. Lo que quiere decir que no es un espa-cio estático sino más bien en constante autocrí-tica, evaluación y transformación.

Del uso del material

Este material está pensado para acompañar yproblematizar a los colectivos y grupos de per-sonas que han decidido iniciar una ruta pro-ductiva desde otra lógica cultural. Y estádiseñado para ser leído y trabajado en colec-tivo y de forma sistemática. Es una guía pararealizar un autorreconocimiento ajustable a lasprácticas de los participantes, que fue cons-truida desde, por un lado, la compilación delas metodologías utilizadas en varios talleresdictados a diferentes colectivos y por otro, loscuestionamientos y debates que nos hemosplanteado y debatido en nuestras asambleas.

Al realizar las actividades propuestas es importanteque se abra la posibilidad al debate y a que todas lasvoces participantes sean escuchadas y tomadas encuenta. La idea general es tomar de todas las experien-cias los puntos que nos unen y que nos diferencianpara enriquecer al máximo nuestra nueva unidad pro-ductiva. Y así identificar debilidades y fortalezas quedebemos trabajar y tomar en cuenta en el futuro.

Para el trabajo en equipo sugerimos registrar (en unacomputadora o papelógrafo) todos los ejercicios y pun-tos importantes del debate que además pueden resul-tar, posteriormente, en la sistematización de laexperiencia y en documentos claves para una concep-tualización, declaración de principios o estatutos de laorganización que conformen.

Esta no es una fórmula perfecta, rígida y absoluta. Ésteno es más que un aporte del Ejército Comunicacionalde Liberación.

¿Podemos vivir de lo que hacemos?

Por un lado…Los colectivos culturales nos hemos enfrentado siemprea la disyuntiva de cómo podemos alcanzar nuestros ob-jetivos sin quedar atrapados dentro de un trabajo alie-nante para subsistir. La primera alternativa que se nos

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

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nico. Una idea proveniente de un proyectode país pensado para generar obreros paratransnacionales. En plena revolución boliva-riana, nos planteamos un país soberanodonde reivindicamos la posibilidad de pen-sarnos y reinventarnos desde todos los ám-bitos que conforman el país. Donde laproducción cultural y comunicacional sonelementos importantes para la transforma-ción de los hábitos de consumo que hereda-mos del sistema capitalista.

Con esto, decidimos desechar la falsa culpapor “hacer una producción cultural inútil” po-litizando nuestro accionar desde el momentoen que optamos por una estructura horizontalde trabajo hasta la calidad del servicio o pro-ducto que ofrecemos, incluso el para quiénestrabajamos. Entendiendo además que cons-truir la revolución es una experiencia colectivay progresiva, en la cual cada espacio de dis-puta y transformación es un ensayo necesario.Entonces decimos: podemos transformarcómo vivimos desde lo que hacemos y por su-puesto tener una vida digna en el camino.Para esto es importante poner sobre la mesanuestras potencialidades individuales y colec-tivas y no escatimar en el tiempo que inverti-mos en realizar nuestro trabajo.

cruza es optar por financiamientos: coronar un proyectoo un comodato. Entonces, hacemos murales, proyectoso investigaciones dependientes de una institución o fi-nanciamientos del Estado. Una vez que termina el fi-nanciamiento, quedamos otra vez en la primerapregunta. Desafortunadamente, la lógica del corone,aunque atractiva, nos somete a esperar que la redistri-bución social de la renta petrolera nos alcance. No nosproporciona autonomía económica o política sino quepor el contrario jugamos a quedar suscritos a juicios ex-ternos sobre la pertinencia social de nuestro trabajo.

Acá no estamos planteando la negación absoluta a unfinanciamiento del Estado, planteamos que el financia-miento no puede, ni debe ser la única fuente de sus-tento de nuestras organizaciones. Darle la vuelta espensar, por ejemplo, que el financiamiento incluso po-dría ser un primer paso para la reinversión del capitalde la renta hacia nuevos proyectos productivos.

Sabemos que el camino hacia la autogestión tiene susaltos y bajos, pero plantearnos este horizonte desde lacolaboración, la articulación y la solidaridad va conso-lidando una base de apoyo mutuo que nos potencia.

Por el otro…Los colectivos, trabajadores e investigadores culturalesllevamos a cuestas el planteamiento o reproche cons-tante: te vas a morir de hambre, ocúpate en algo téc-

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

EEJJEERRCCIICCIIOO 11:: AAUUTTOORRRREECCOONNOOCCIIMMIIEENNTTOO

Tomemos un tiempo para responder las si-guientes preguntas a nivel individual y co-lectivo:

¿Qué hacemos?¿Cuáles saberes poseemos y de qué tipo?¿Qué producimos?¿Qué producimos o podemos producirjuntxs?¿Qué necesitamos aprender?¿Hasta dónde podemos llegar?¿Cómo lo hemos hecho hasta ahora?¿Qué es lo que producimos mejor?¿Qué nos gusta producir?

EEJJEERRCCIICCIIOO 22:: IIDDEENNTTIIFFIICCAA UUNN PPRROODDUUCCTTOO

Una vez realizada esta primera instancia de au-torreconocimiento, escojamos uno de estosproductos que identificamos anteriormente ytracemos nuestra ruta productiva en un primernivel. Esta ruta nos va a permitir reconocer:

Hasta qué punto somos o podemos ser in-terdependientes de otras organizaciones, co-lectivos y proveedores

Cuál es realmente nuestra capacidad de producción.Cuáles son las habilidades que empeñamos en la re-

alización o ejecución de proyectos, tareas o productos.Cuáles son nuestras necesidades formativas.Cuáles son nuestras necesidades materiales (hard-

ware, soDware, materiales, insumos, etc).Cómo distribuimos el trabajo.

Ejemplo: Serigrafía sobre franelas

Nuestro colectivo realiza como producto una línea defranelas cuyos diseños tienen contenido político y unaestética muy singular. Normalmente se realizan a doscolores y realizamos una producción muy pequeña paravender en ferias o mercados itinerantes.

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

320 321TTaalllleerr ddee sseerriiggrraaffííaa tteexxttiill ddeell ccoolleeccttiivvoo SSuurr OOeessttee UUnniiddoo ((SSOOUU))..

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

Cien franelas estampadas se dice fácil, perola verdad es que el proceso implica una seriede procedimientos que pensamos que sonrutinarios, pero que ocupan tiempo de tra-bajo, esfuerzo, e incluso formación extra. Esesta rutina lo que nos suele dificultar el cál-culo del valor de nuestro trabajo. En los ta-lleres que hemos dado los participantes nosuelen anotar, por ejemplo, la movilizaciónpara la compra de materiales o la investiga-ción previa para realizar el trabajo, o la co-ordinación de un equipo de personas. Se dapor sentado que son cosas que se hacen; sóloque no aparecen por arte de magia, sino quealguien se ocupa de hacerlas realidad.

Realizar tareas mínimas sin cobrarlas o pre-supuestarlas al principio no genera unacarga, pero con el tiempo se traduce en el des-gaste de unx o más compañerxs del equipo.

11.. Podemos anotar los nombres de las personas que ejecutan estas actividades y así tener conciencia de la distribución real del trabajo.

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

322 323

Lo mismo ocurre con la distribución inequitativa de lastareas. Realizando este cuadro podremos ver y balan-cear las cargas hacia una distribución justa del trabajo.

Suele pasar en los talleres, que la cantidad de tareas parapresupuestar nos abruma, y creemos que todo saldrá máscaro de lo que esperábamos. Entonces se pone en disputael valor de consumo real de los productos; el valor quecreemos que tiene nuestro producto final; y nuestra nece-sidad económica diaria. Nadie puede vivir de lo que noproduce: el valor de nuestro trabajo está directamente re-lacionado con el tiempo y energía que invertimos en él.

Nosotros como ECL decidimos calcular el costo de nues-tro trabajo en términos de: horas que invertimos en rela-ción con los gastos anuales y el acabado final delproducto. Llegar a esta fórmula nos tomó tiempo debidoa la diversidad del tipo de servicios que ofrecemos: di-seño, redacción, web, fotografía, producción audiovisual,multimedia, animación, diseño de campañas. Las varia-

!

EEJJEERRCCIICCIIOO 33:: CCOONN LLAASS TTAABBLLAASS EENN LLAA CCAABBEEZZAA

Si no lo han considerado antes, hagan unalista y calculen cuáles son las necesidadeseconómicas mensuales de su colectivo. In-cluyan: infraestructura, materiales, manteni-miento, transporte y servicios básicos. A estosumen la expectativa de ingreso económicode todos los que participan en el proceso deproducción. Esto arrojará una cifra aproxi-mada del monto total que deben producircada mes y primer presupuesto tentativo defuncionamiento general.

bles tiempo y espacio siempre son constantes, y nos ayu-dan a generar una estructura de costos. Además recono-cer las diferentes tareas y subproductos que estáninvolucrados en una producción son la clave para pre-sentar un presupuesto y establecer cronogramas de tra-bajo factibles. Sin embargo, no es una forma rígida, y aúnestá en evaluación, debate y construcción.

Entonces vale la pena cuestionarse:¿Cuánto creemos que debemos ganar mensualmente?¿Cuáles son nuestros gastos operativos?¿Cuánto capital debemos reservar para reinvertir ennueva producción?

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

Ejemplo:

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

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Si no tenemos en cuenta todos los factores, en-tonces nos arriesgamos a desaparecer comocolectivo. Cuando revisamos lo que constituyeese monto mensual podemos ver que hacerfranelas quizá no sea suficiente para mante-nernos. Para nosotrxs como ECL fue de utili-dad realizar este recuento como punto departida para reflexionar sobre el precio justodel trabajo y para entender e internalizar quecada hora de trabajo “perdida” (en una cola,en facebook, o alguna otra distracción) era unacantidad de dinero que dejábamos de produciry en ese caso se presentaban varias opciones:

Alguien debe producir más por mí (explo-tar a un o una compañerx)

Sería necesario optimizar nuestras habili-dades técnicas.

Trabajar tiempo extra.Dejar de pagar algunas cuentas.Sincerar y reordenar las disposiciones de

tiempo para redistribuir mejor el trabajo,considerando las horas de ocio.

Son decisiones para conversar y debatir, quehacen transparentes las relaciones con lxscompañerxs de trabajo. La transparencia enlas cuentas, metodologías de trabajo, las re-laciones interpersonales, posturas políticas

y las expectativas son importantes para mantener alcolectivo en un funcionamiento sano. Subsanar y re-conocer las diferencias a tiempo es clave para garanti-zar un buen ambiente de trabajo y convivencia, y sobretodo fortalece la confianza que es un factor importanteen nuestras relaciones de trabajo que en última instan-cia constituyen una de las mayores inversiones detiempo y energía que hacemos en nuestra vida diaria.Transformar las relaciones internas es otro ejercicio yaporte político que podemos hacer desde nuestras uni-dades de producción.

Adaptabilidad

Ser adaptables es clave para sostener nuestros procesosy organizaciones en el tiempo. No se trata de revendery resolver al momento, sino de generar mecanismosque nos permitan mantener, complejizar y mejorar lacalidad de los productos y servicios que ofrecemos. De-bemos ser capaces de adaptarnos ejecutando tareasmuy simples y de asistencia para tercerxs, así comonuevos retos complejos y experimentación con nuevasherramientas tecnológicas. Para esto necesitamos iden-tificar y reconocer todas nuestras potencialidades.

Si revisamos el resultado del ejercicio 4, nos damoscuenta de que no hacemos sólo el producto que vende-mos, sino que todo ese proceso implica una variedad

!

!

EEJJEERRCCIICCIIOO 44:: CCRREEAARR NNUUEEVVOOSS PPRROODDUUCCTTOOSS OOSSEERRVVIICCIIOOSS

Ampliemos una parte del cuadro anteriorpara conseguir un segundo nivel de posibi-lidades. De los procesos anteriores, para ini-ciar, podemos escoger el más complejo yprofundizar en los subprocesos que derivenposibles ofertas de servicio a otrxs.

Ejemplo:

de trabajos que pudieran profundizarse para conver-tirse en servicios que se pueden ofrecer a tercerxs. In-cluso, valdría la pena asumir el reto de llevar elproducto, o el área de trabajo hasta el límite:

Hacemos una producción serigráfica de nuestra au-toría en franelas a dos colores. Podríamos pensar enhacerla a 4 colores, sobre diferentes soportes (papel,pared, madera) y para diferentes usos (carteles, mu-rales, señalización). U ofrecer el servicio de estam-pado en serie a otros diseñadores (de moda ygráficos), colectivos, instituciones y empresas. Y asísucesivamente.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

El mismo procedimiento lo podemos realizarcon edición de publicaciones; diseño, redac-ción y ejecución de proyectos de investigación;producción de cine y tv; danza; teatro; cocina,etc. Si el primer paso es soñárnosla juntxs, elsiguiente es comprometernos con todo lo queimplica sacar adelante el proyecto que nos une.

Dinámicas productivas

Desde que nacemos formamos parte de un es-pacio de organización que tiene sus propias ló-gicas y estructuras. En casa hablamos de unaorganización familiar que mantiene un ordeny disciplina concretos que se transforman amedida que pasa el tiempo. Una orgánica queademás varía según vamos desarrollando nue-vos vínculos con otras personas u organizacio-nes. Es la vida misma que va variando susdimensiones. En los espacios formativos, en lacalle, las organizaciones en las que participa-mos y en el trabajo experimentamos estructu-ras de orden de las cuales formamos partepara darle continuidad, aprenderlas, duplicar-las o subvertirlas. Iniciar un emprendimiento

productivo pasa por pensarnos esas formas de organiza-ción que hemos experimentado y contrastarlas con lasque existen y las que deseamos.

EEJJEERRCCIICCIIOO 55:: LLOO IINNDDIIVVIIDDUUAALL CCOOLLEECCTTIIVVOO

Tomemos un tiempo individual y colectivo para pen-sar y/o debatir partiendo de las siguientes preguntasgeneradoras2:

¿Quiénes somos? (comunicadorxs, artistas, investiga-dorxs, artesanxs, campesinxs, estudiantes...)¿De dónde venimos? (núcleo familiar, clase social,formación, experiencias laborales, etc)¿Qué prácticas organizativas tenemos en común?¿Qué y cómo hemos producido?¿Cuáles son las dinámicas que nos han hecho sentircómodos Vs las que no toleramos?

La respuesta a este ejercicio se encuentra en las prácti-cas y vivencias de cada unx. Ponerlas en común es unejercicio de transparencia.

Establecer estas primeras líneas nos permite entender-nos, sintonizarnos y tener claridad para iniciar el camino

22.. Las preguntas generadoras no son una guía estricta a seguir. Son un punto de partida para problematizarnos. Son adaptables a lasdinámicas y particularidades de cada grupo.

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

326 327

La participación protagónica parte del prin-cipio de la horizontalidad, la autodetermi-nación y el autogobierno. Mientras que lademocracia representativa, es vertical y de-lega el poder y la toma de decisiones en al-gunas personas que parecen estarpreparadas y capacitadas para el poder yque velarán por lo que es mejor para no-sotrxs (supuestamente).

EEJJEERRCCIICCIIOO 66:: LLAA DDIIFFEERREENNCCIIAA EESSTTÁÁ EENN LLOOSSPPRRIINNCCIIPPIIOOSS

Estructuras verticales: La estructura organi-zativa dominante. Un grupo de personas cen-traliza el poder de toma de decisiones y dondela comunicación de los integrantes del equiposuele ser unidireccional. Está compuesta porun sistema de jerarquías que fomenta la com-petencia para demostrar el valor personal.¿Además de la escuela y empresas dónde másexperimentamos estas estructuras?

Estructuras horizontales: Subvierten el ordenestablecido con relaciones de comunicación ytoma de decisiones basadas en el diálogo. Laspersonas que integran la organización se en-tienden como iguales y co-responsables en los

de toma decisiones que implica formar una organiza-ción que se enrumba a la producción y la autogestión.Incluso en colectivos que deseen iniciar una actividadproductiva, es una oportunidad para repensarse y eva-luar los pros y contras del funcionamiento actual.

Horizontalidad Vs. Verticalidad

En general, en el día a día lidiamos con la lucha depoder. Desde las relaciones románticas (“quién lleva lospantalones”) hasta las relaciones laborales (el jefe/ la jefadecide toma decisiones sobre mi trabajo). Las relacionesde autoridad, respeto, derecho y co-responsabilidadtiñen el quehacer diario y van determinando cualidadesde nuestras propias aspiraciones y acciones.

La Constitución de la República Bolivariana de Vene-zuela marca, por ejemplo, un cambio de direccionali-dad del poder (Estado) que ha propiciado debates ymarcado nuevos rumbos en las decisiones orgánicas deinstancias del Poder Popular y del poder público.Hemos pasado de la democracia representativa o unmodelo democrático participativo y protagónico queestamos construyendo. Suele sonar como una acepciónque se practica normalmente, como algo que está en elimaginario de todxs, pero vale la pena preguntarse quétan participativo y protagónico es o será mi colectivo uorganización y más aún mi espacio de vida y trabajo.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

procesos y acciones que realizan. Las relacio-nes se basan en el respeto por las habilidadesy necesidades de lxs otrxs y en ese sentido sefomenta el aprendizaje colectivo. ¿Dónde ex-perimentamos este tipo de estructura?

Reconozcamos, pues, qué tipo de estructuraorganizacional tenemos o queremos. Enu-mera las características. El resultado de losejercicios 5 y 6 podría resultar en un textoque nos conceptualice a grandes rasgos.

Ejemplo: Caso ECL

En el Ejército Comunicacional de Liberación(ECL) nos agrupamos 14 personas que al-guna vez trabajamos en instituciones de laadministración pública. Somos graduadxsde universidades autónomas, desertorxs delsistema universitario y autodidactas que tra-bajamos de forma interdisciplinaria en elcampo de la comunicación visual. Hablamosde escritorxs, gestorxs de proyectos, edi-torxs, sociólogxs, diseñadorxs gráficxs, ani-madorxs, programadorxs, sonidistxs,directorxs, guionistas, productorxs, todxscon perfiles de investigadorxs y educadorxspopulares.

Nos junta y moviliza la posibilidad de realizar forma-ción y agitación desde la comunicación visual.

Usamos nuestras habilidades y capacidades paradesarrollar proyectos conjuntos y producir mensajesque problematicen y acompañen las transformacio-nes que impulsa la revolución.

● A diferencia de otros colectivos, no realizamos trabajoterritorial, no estamos circunscritos a una comunidad.

Para sustentar nuestro trabajo de militancia política yformación decidimos conformarnos en cooperativa paraofrecer servicios en el área de la comunicación.

No tenemos ninguna jerarquía y las tomas de decisio-nes colectivas se hacen por votación: se proponen, sediscuten y se votan, todas por igual, en la máxima ins-tancia de poder y toma de decisiones: La asamblea. Adiferencia de la mayoría de las agencias de publicidad,que hacen un trabajo similar al nuestro al servicio delsistema capitalista y el mercado, manejan un sistemavertical donde los diseñadores son obreros en calidadde esclavos y operadores de computadoras que estánbajo la supervisión de un “experto”.

Reconocemos los liderazgos y potencialidades decada unx, los respetamos y trabajamos en un equilibrioconstante.

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

328 329

¿Trabajaremos en la misma oficina o en casa?¿Tendremos algún sistema de jerarquías?¿Cuáles son los deberes y derechos de quie-nes conforman nuestra asociación?

Seguro surgirán muchas más preguntas delas que presentamos acá, y es importantetomar en cuenta todas nuestras interrogantese intentar responderlas en el debate.

Intentemos dibujar una estructura organiza-tiva para nuestro emprendimiento productivo.

Ejemplo:El ECL es una cooperativa con un(a) repre-

sentante legal designadx como coordina-dor(a) general, un(a) secretarix y un(a)tesorerx. Estas responsabilidades son rotati-vas y son elegidas en asamblea anualmente.

La Asamblea general, donde se toman las de-cisiones fundamentales y se dan los debatespolíticos que enrumban el destino de la Aso-ciación, se realiza de forma bimensual y todxslxs socixs tienen el deber y el derecho de asistir.

Está conformado por 4 equipos de trabajo:1. Diseño gráfico y animación2. Investigación y publicaciones

Nosotrxs depositamos un voto de confianza ciega ennuestrxs compañerxs y tenemos todo el deber y el dere-cho de reclamar, criticar, proponer y colaborar en la reso-lución de problemas. Desde ahí decimos que nuestrocolectivo tiene una estructura horizontal y es situados allíque decimos que: cumplimos en co-responsabilidadescuando todxs dedicamos por igual la disposición detiempo útil laborable exclusivamente al colectivo y en esesentido todxs, que damos todo el esfuerzo que podemosdar, obtenemos la misma remuneración económica; quelas unidades de producción son autónomas en la ejecu-ción de proyectos y confiamos en sus decisiones; y quesomos conscientes de que todas las acciones individualesrepercuten en el cuerpo colectivo.

EEJJEERRCCIICCIIOO 77:: NNUUEESSTTRRAASS EESSTTRRUUCCTTUURRAASS OORRGGÁÁNNIICCAASS

Frente a todo lo que hemos revisado hasta ahora, podrí-amos empezar a pensarnos cómo nos vamos a organizar:

¿Seremos parte de un solo equipo?¿Nos dividiremos en equipos de producción segúnárea o tipo de trabajo?¿Quién se ocupará de la administración y contaduría?¿Tendremos algún (a) coordinador (a) general?¿Los cargos serán rotativos?¿En qué instancia tomaremos decisiones?¿Cuál será la regularidad de las reuniones?

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

3. Tecnología de la información y comunicación4. Audiovisuales

Estos equipos trabajan de forma coordinadainter- trans disciplinariamente en proyectosconjuntos. También tienen reuniones internasregulares para coordinar y tomar decisionesoperativas referentes a sus proyectos en curso.

Sólo dispone de una trabajadora con lalabor de la asistencia administrativa.

Todos estos (por nombrar algunos) son cues-tionamientos ineludibles que formarán partede los documentos constitutivos que presen-taremos al registrar la figura jurídica. Tenerclaridad y consenso en estos puntos es impor-tante para evitar malos entendidos y descon-tentos cuando hemos avanzado en el trabajo.

Estas estructuras son rígidas cuando se pre-sentan en un documento legal. Pero debenestar sujetas a evaluación, debate y redimen-sión constante pues de hecho hay un gran con-traste entre la legalidad y la realidad. Por lotanto, pueden ser adaptables pero ciñéndose a

los principios políticos fundamentales que hemos esta-blecido y que nos identifican. Las figuras jurídicas másnovedosas y flexibles son las vinculadas al desarrollo dela economía comunal, debemos investigar a profundidadlas implicaciones que tiene cada una.

Este debate no es sólo operativo, es además, fundamen-talmente político. Determina el cómo vamos a producir.Es lo que marca la diferencia entre una empresa que sevale de la explotación de mano de obra y una organiza-ción que camina hacia la justicia social.

Apartado informativo: Las figuras jurídicas 3

Para iniciar una actividad económica formal es necesa-rio registrar una figura jurídica que les permita ofrecery recibir servicios sin complicaciones a la hora de co-brar. En miras a conformar una iniciativa de producciónexisten diferentes figuras legales o modalidades organi-zativas que proveen las leyes civiles venezolanas y queresponden a estructuras verticales y horizontales y a ne-cesidades individuales, de colectivos o de comunida-des. Aquí planteamos a modo de información generalcuáles son las opciones que se nos presentan:

Rastreando tu ruta productiva Patricia Franco

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33.. Cuadro realizado por CCóóddiiggooss LLiibbrreess. Fuentes: Migliaro, Luis (2010). Las empresas alternativas. Caracas – Venezuela: Editorial LaboratorioEducativo; Álvarez, Víctor y Rodríguez, Davgla (2007). Guía teórico práctica para la creación de Empresas de Propiedad Socialista. Lara –Venezuela: Editorial Horizonte.

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Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

y siempre es una buena opción sumarnos alos esfuerzos que vienen impulsando trans-formaciones locales y enriquecerlas tambiéncon nuestras potencialidades.

EEJJEERRCCIICCIIOO 88:: MMAAPPEEAANNDDOO EELL TTEERRRRIITTOORRIIOO

Ubiquemos colectivos culturales, redes, merca-dos, centros culturales, proveedores, produc-tores y otros posibles aliados institucionalesafines a nosotrxs que estén ubicados en nuestrosector, municipio, ciudad y/o estado.

No estamos solos

Estos debates no se tienen una sola vez en la historiadel colectivo. Cómo lo hemos mencionado anterior-mente, este es sólo el inicio de una serie de decisiones,debates e inquietudes que empiezan a aparecer. Sinembargo en este punto es necesario que seamos cons-cientes de que no estamos solos. Muchos colectivos ycomunidades organizadas tienen un camino andado yjuntxs podemos seguir caminando y apoyándonos.

En esta primera ruta de autoreconocimiento podemosdarnos cuenta de las necesidades que tenemos fuerade nuestras posibilidades materiales y técnicas y esimportante aliarnos con otrxs, que como nosotrxs,están construyendo formas alternativas de produc-ción. Entonces, tendríamos la posibilidad de adquirirbienes y servicios directo de los productores localesversus comprar materiales a importadoras o interme-diarios. Es vital empezar a generar o asistir a puntosde encuentro donde podamos reconocernos entreiguales y plantear amarres y enlaces que nos benefi-cien y nos potencien.

Pensarnos localmente y regionalmente nos permite in-cluso pensar y practicar diferentes tipos de intercambiode acuerdo a nuestras necesidades y nuestras ofertas.En Venezuela hay varios ejemplos de mercados y es-pacios de trueke y venta organizados por productores

HHeerrrraammiieennttaa:: MMaannuuaall ddee MMaappeeoo ccoolleeccttiivvooeellaabboorraaddoo ppoorr IIccoonnooccllaassiissttaass..

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Más que unidades productivas

Luego de todo este trabajo reflexivo pode-mos continuar o iniciar nuestras primerasjornadas de trabajo y/o promoción de nues-tros servicios con una visión más clara denuestro horizonte y de todo lo que está enjuego. Es importante reconocer el potencialde incidencia que podemos tener a nivellocal, en otros colectivos, juventudes y co-munidades con nuestro trabajo.

El trabajo de formación y agitación que reali-zamos en el ECL es la principal razón de serde nuestro colectivo y el motivo por el cualhemos tomado tanto tiempo y esfuerzo enprobar diversas formas de hacer nuestro ejer-cicio creativo, formativo y de investigaciónsustentable y autogestionado. Y reconocemosque ser sustentables no es suficiente, que es laincidencia lo que le da sentido a nuestra pro-ducción. Todos los días corremos el riesgo deperder de vista estas primeras dos áreas de ac-ción en el afán de sostener el espacio y tomatiempo y esfuerzo mantenerlos en equilibrio.Entonces nos hacemos preguntas como:

¿Ser una máquina de hacer dinero en quénos diferencia de los trabajos alienantes?

¿Trabajamos sólo por tener un nivel de vida tal o cual? ¿Cómo nos estamos relacionando como equipo detrabajo?

Situarnos constantemente es una práctica que nospuede ayudar a no perder el rumbo que iniciamos.

¿Lograremos trascender el mero servicio o producto ala venta?Para nosotrxs este es el reto.

En este punto final nos queda una última pregunta queagregar a todo este proceso de debate:¿Cuál es la razón de ser de esta unidad productiva?

Bibliografía

- Decreto con Fuerza de Ley de Creación, Estímulo, Pro-moción y Desarrollo del Sistema Microfinanciero (2001).- Decreto con Fuerza de Ley Especial de AsociacionesCooperativas (2003).- Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (2008).

Se revisan marcos legales vigentes en el país, talescomo el Sistema Económico Comunal (2010), la Ley de la Juventud Pro-ductiva (2014) y la Ley Orgánica de Cultura (2014), procurando identifi-car interfaces entre ellas, y con ello, posibilidades de cristalización desus potencias en procesos organizativos y productivos, impulsados porcolectivos juveniles en el campo cultural.

De la adecuación a la invención:

Conocimiento legislativo y procesos productivos

en áreas culturales

Indira Carolina Granda Alviarez

y procesos productivosConocimiento legislativo

en áreas culturales

Palabras clave:Ley del Sistema Económico Comunal

Ley de la Juventud Productiva

Ley Orgánica de Cultura

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según estas leyes, sino un ejercicio de uso di-námico de su contenido; que tampoco signi-fica alterar los materiales legislativos oplantear modificaciones a pesar que existanpropuestas venidas de la práctica para mejo-rarlos. Es un intento de abordaje y análisis deoportunidades que permita proyectar y apro-vechar las mayores potencialidades legalessegún procesos o experiencias existentes, eneste caso gestados en el campo cultural.

La segunda precisión se refiere a que asumi-mos que estamos compartiendo con lectoresy lectoras que apuestan a emprender o forta-lecer procesos de organización que se afir-man en valores y prácticas de trabajocolectivo, participación, autogestión, coges-tión y autonomía, para superar tanto la cul-tura política como el modelo de produccióncapitalista rentista, organizados como ins-tancias del Poder Popular y vinculados a ac-tividades productivas culturales.

1. Algunos datos sobre las leyes

Ante todo partamos de la Ley Madre: laConstitución de la República Bolivariana deVenezuela (1999). En sus artículos 5, 70 y 308

nos dice que la soberanía reside intransferiblemente enel pueblo, siendo ésta no sólo ejercida en lo político,sino también en lo económico. La autogestión, la co-gestión, formas asociativas bajo régimen de propiedadcolectiva, son constitucionalmente medios de ejerciciodirecto de la soberanía popular, o sea maneras de ejer-cer poder, en este caso el poder económico.

Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en elpueblo, quien la ejerce directamente en la forma previstaen esta Constitución y en la ley, e indirectamente, medianteel sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.

Artículo 70. Son medios de participación y protagonismodel pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: laelección de cargos públicos, el referendo, la consulta popu-lar, la revocatoria del mandato, las iniciativas legislativa,constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asam-blea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán decarácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico,las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la co-gestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendolas de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresacomunitaria y demás formas asociativas guiadas por los va-lores de la mutua cooperación y la solidaridad.

La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcio-namiento de los medios de participación previstos en esteartículo.

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nes para hacer de su potencia positiva unamanifestación concreta en acto. Así pues, enlas leyes no existen posibilidades simplementeenumerables porque ellas radican en el con-junto planificado y estratégico de accionesproducidas para actualizar lo que es virtual-mente potente en aquellas1.

Desde esta perspectiva, no es suficiente con-tar con una o varias buenas leyes, que es im-portante y necesario, sino producircondiciones para que éstas favorezcan losprocesos que se impulsan, lo cual exige ade-más de conocer y dominar el conocimientolegislativo, interactuar y producir ámbitos deposibilidades para cristalizar sus potencias.

En este sentido, en el presente texto echare-mos mano de un modo creativo de lecturasde instrumentos jurídicos, evitando aplicacio-nes mecánicas de sus artículos como paraacomodarse o adecuarse a ellos. De ahí queesto no sea una guía para pasar a ser o hacer

En este texto abordaremos algunos marcos legales vi-gentes en el país, tales como el Sistema Económico Co-munal (2010), la Ley de la Juventud Productiva (2014)y la Ley Orgánica de Cultura (2014), con la intenciónde contribuir a su operacionalización, y destacar, anuestro modo de ver, sus más potentes elementos encasos de procesos organizativos y productivos, impul-sados por colectivos juveniles que desarrollan prácticasen el ámbito cultural.

Antes de entrar en materia es importante hacer dos pre-cisiones: una tiene que ver con la recomendación deleconomista chileno Carlos Matus al realizar procesos deplanificación y gobierno: “En el sistema social se viveuna práctica donde las posibilidades no existen, sino secrean por nosotros o por otros, y por consiguiente, noson simplemente enumerables ni se puede decidir porellas con criterios unirracionales” (Matus, 1987, p. 239).

Entendemos con el autor, que los marcos legales aúnsiendo favorables para la transformación de realidadessobre las cuales legislan, no son en sí mismos una posi-bilidad de transformarlas si no son creadas las condicio-

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11.. Sobre lo virtual y lo actual: Lo virtual no es algo que sea irreal. Al contrario, es algo que tiene la virtud de producir un efecto real masque no lo hace en tiempo presente, pues necesita de una operación de “actualización” para manifestarse. Por ejemplo, un texto legislativoes un material real, no obstante mientras no se lee o aplica se mantiene en cualidad virtual, ya que tiene la potencia de producir un efectopero que sólo se hará presente cuando a través de su lectura, apropiación y práctica se lleve a un plano vivo, inmanente. Lo virtual y loactual son antónimos y ambos pertenecen al orden de lo real. Así, las leyes son virtualmente potentes y quienes las tienen y hacen pre-sentes, actualmente potentes.

2. Entrecruzamientos de los textoslegislativos

La Ley del Sistema Económico Comunal(LSEC) procura ofrecer las condiciones para laparticipación del Poder Popular en el procesoeconómico productivo que tiene como centroa la propiedad social comunal. Éste contempla losmomentos de producción, distribución, inter-cambio y consumo que son planificados enatención al Plan de Desarrollo Comunal y elPlan de Desarrollo de la Nación.

La Ley de la Juventud Productiva, por suparte, plantea también facilitar la participa-ción, en este caso de los y las jóvenes de hasta30 años en el proceso social del trabajo, el cualsería un aspecto recurrente del sistema eco-

nómico comunal, más que lo trasciende, ya que éste úl-timo se perfila hacia la creación de condiciones para pro-ducir la vida en beneficio integral de la colectividad deterritorios comunitarios, bajo la hegemonía de la propie-dad social y el Autogobierno Popular. Particularmente,aquí buscaremos pensar más la participación juvenil deacuerdo a la lógica sistémica de la economía comunal.

El ámbito de aplicación de la LSEC se dirige a comuni-dades organizadas, consejos comunales, comunas ytodas las instancias y expresiones del Poder Popular,en especial a las organizaciones socioproductivas quese constituyan dentro del sistema económico comunal.Por otra parte, la Ley Orgánica de Cultura (LOC) se di-rige a todas las personas naturales o jurídicas de dere-cho público o privado que se dediquen directa oindirectamente a realizar cualquier actividad relacio-nada con la práctica, promoción, organización, fo-mento, investigación, formación, producción y

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● Ley Orgánica del Sistema Económico Co-munal, fue oficializada en Gaceta Oficial Nº6.011, Extraordinario, el 21 de diciembre de2010.

● La Ley de la Juventud Productiva fue pro-mulgada por vía Habilitante y publicada enla Gaceta Oficial N° 40.540, en noviembre de2014.

● Y mediante la Gaceta Extraordinaria N°6.154, del 19 de noviembre de 2014, fue pu-blicado el Decreto Presidencial N° 1.391 con-tentivo del Decreto con Rango, Valor yFuerza de la Ley Orgánica de Cultura.

Artículo 308. El Estado protegerá y promoverá la pequeña ymediana industria, las cooperativas, las cajas de ahorro, asícomo también la empresa familiar, la microempresa y cual-quier otra forma de asociación comunitaria para el trabajo,el ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colec-tiva, con el fin de fortalecer el desarrollo económico del país,sustentándolo en la iniciativa popular. Se asegurará la capa-citación, la asistencia técnica y el financiamiento oportuno.

Las leyes también forman parte de esos medios de par-ticipación y protagonismo popular para el ejercicio dela soberanía. A continuación presentamos algunosdatos sobre la fecha de origen y el instrumento de pu-blicación de las leyes que estudiaremos, así como susobjetivos y ámbitos de aplicación:

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!! Para avanzar en este segundo aspecto, a

continuación trataremos algunas formas deorganización socioproductiva propuestas enlas leyes del Sistema Económico Comunal(empresa de propiedad social comunal di-recta, grupos de intercambio solidario) y laLey Orgánica de Cultura (espacios cultura-les socioproductivos), tomando como con-texto para su operacionalización, prácticasy apuestas productivas de colectivos cultu-rales juveniles.

3. Empresas de Propiedad Social Comu-nal - Proyecto Onda y Comunas Itine-rantes del Audio y el Sonido

Las Empresas de Propiedad Social Comunal(EPSC) son entidades productivas constitui-das en un ámbito territorial demarcado enuna o varias comunidades, en una o variascomunas, por el Poder Popular, el Poder Pú-blico o por acuerdo entre ambos, orientadasa la satisfacción de las necesidades de sus in-tegrantes y la colectividad, a través de lareinversión social de sus excedentes.

Las EPSC pueden ser de dos tipos: directa oindirecta. Si la propiedad de los medios de

producción es de administración comunal sería directa,si al contrario éstos son administrados por el Estado,la empresa es de propiedad social comunal indirecta.

En ambos casos están llamadas a producir sin vocaciónde pérdida, o con criterios de eficiencia y sustentabilidad,siendo necesario un modelo de trabajo ampliamente par-ticipativo y dialógico entre trabajadores-trabajadoras yla comunidad-comuna de la que hagan parte. Al mismotiempo, a estar articuladas a un sistema económico másamplio que el acotado a un espacio territorial local, esta-bleciendo redes productivas.

Según la Ley del Sistema Económico Comunal, la pro-piedad social y las Empresas de Propiedad Social Co-munal Directa (la única que analizaremos aquí), seentienden como:

Ley Orgánica del Sistema Económico ComunalArtículo 6. Definiciones 15. Propiedad social: El derecho que tiene la sociedad de po-seer medios y factores de producción o entidades con posibi-lidades de convertirse en tales, esenciales para el desarrollo deun vida plena o la producción de obras, bienes o servicios, quepor condición y naturaleza propia son del dominio del Estado;bien sea por su condición estratégica para la soberanía y el des-arrollo humano integral nacional, o porque su aprovecha-miento garantiza el bienestar general, la satisfacción de las

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Inferimos que toda organización sociopro-ductiva es también cultural, ya que es atra-vesada por una cultura particular deconcebir su quehacer, por la forma de rela-ción entre sus miembros, con el medio cre-ado y con la naturaleza para llevar a cabocualquiera de los momentos del sistemaeconómico donde ella participe (produc-ción, transformación, distribución, inter-cambio, consumo).

De esta forma, la cultura no está acotada sóloa creaciones y expresiones artísticas, que co-múnmente llamamos manifestaciones cultu-rales, ya que en toda actividad humana através de las relaciones entre los sujetos so-ciales, sean artistas o no, se (re)produce cul-tura para relacionarse con el mundo,tomando, negociando y reinventando senti-dos del medio cultural que prevalece.

Aun así, son desafíos pensar el duplo papelde los artistas, cultores y cultoras, trabaja-dores y trabajadores de la cultura (definidosen el artículo 3 de la LOC) en la construc-ción de una nueva cultura productiva, comolas organizaciones socioproductivas del sis-tema económico comunal constituidas porestos perfiles.

circulación de bienes culturales, administración y dis-frute de la cultura en todo el territorio nacional.

El Artículo 9 de la Ley del Sistema Económico Comunaly el Artículo 3 de la Ley Orgánica de la Cultura: donde sedefine el término de organizaciones productivas y lo quese entiende por cultura, nos permiten pensar entrecru-zamientos como Organización Socioproductiva Cultural:

Ley del Sistema Económico ComunalArtículo 9: Organizaciones socioproductivas: Son unidades de pro-ducción constituidas por las instancias del Poder Popular,el Poder Público o por acuerdo entre ambos, con objetivose intereses comunes, orientadas a la satisfacción de ne-cesidades colectivas, mediante una economía basada enla producción, transformación, distribución, intercambioy consumo de bienes y servicios, así como de saberes y co-nocimientos, en las cuales el trabajo tiene significado pro-pio, auténtico; sin ningún tipo de discriminación.

Ley Orgánica de la CulturaArtículo 3. Definiciones1. Cultura: manera de concebir e interpretar el mundo, lasformas de relacionarse de los seres humanos entre sí, conel medio creado y la naturaleza, el sistema de valores, ylos modos de producción simbólica y material de la co-munidad.

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ciones comunales que son responsables de suorganización. De hecho, con el aval de éstas,vía Asamblea de Ciudadanos o ParlamentoComunal, es que puede constituirse como tal.

Esta forma de organización productiva seplantea poner en práctica en la experiencia deproducción cultural llamada: Proyecto Onda -Comunas Itinerantes del Audio y el Sonido, ha-ciendo de estudios de grabación de audioempresas de propiedad social comunal2.

El Proyecto Onda - Comunas Itinerantes del Audioy el Sonido, se conciben como colectivos inte-grales dedicados a procesos de grabación yedición del sonido, audio en vivo y producciónmusical, desde el reordenamiento del uso y ac-ceso a la tecnología, la reivindicación de lassingularidades creativas, el fortalecimiento deidentidades colectivas a través de la investiga-ción socio-cultural, la comunicación popular,la generación y difusión de conocimientos,todo esto en el marco de un proceso de cons-trucción orgánica y movilización popular per-manente, vinculado al proyecto bolivariano.

Actualmente, está integrado por organizaciones juveni-les de varios estados del país, que entre otros plantea-mientos apuestan a la comunalización de estudios degrabación transferidos por instituciones públicas, conel propósito de que su gestión social, política y econó-mica se ejerza desde instancias comunales, especial-mente de participación juvenil.

Los estudios de grabación son espacios insonorizadosy acondicionados acústicamente dedicados al registroy manipulación del sonido, cuentan con una sala degrabación dotada de microfonía y líneas de envío parala toma del sonido y un área de control donde se reali-zan los procesos de tratamiento de éste (mezcla, mas-terización, edición), así como su producción oreproducción.

Esta organización socioproductiva es de tipo culturaly su producción inmaterial o simbólica, en tanto lo queproduce son gustos y experiencias de entretenimiento a par-tir de creaciones musicales y contenidos sonoros para radio,televisión e internet. Esta producción tiene como parti-cularidad que su consumo no agota el producto, pu-diendo de hecho multiplicarlo. Por ejemplo, un temamusical tiene más vitalidad como producto entre más

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ria, ante todo porque estas figuras no existenen las EPSC. Ellas no pertenecen a privados,sino al colectivo comunal, en este sentido lasganancias se usan para financiar inversionesque beneficien esa colectividad: es una in-versión en el propio bienestar colectivo delos miembros de la comunidad-comuna-redes comunales.

● Quiénes y cómo producen: Los trabaja-dores y trabajadoras tienen participaciónen la planificación, ejecución y contraloríade todos los momentos vinculados a la ges-tión económica comunal, así como tienenla responsabilidad de rendir cuentas a lacomunidad-comuna organizada. Los dere-chos y deberes de las EPSC y sus miem-bros, así como sus criterios de selección yorganización, están establecidos en los artí-culos 20, 24, 25 de la Ley del Sistema Eco-nómico Comunal.

Asimismo, la empresa está obligada a garan-tizar condiciones de vida digna a sus traba-jadores y trabajadoras, y a mejorar esascondiciones con el tiempo.

● Dónde se produce: Las EPSC se instalan enel ámbito territorial atribuido a las organiza-

necesidades humanas, el desarrollo humano integral y ellogro de la suprema felicidad social.

Ley del Sistema Económico ComunalArtículo 10. Formas de organización socioproductivasEmpresa de propiedad social directa comunal: Unidad so-cioproductiva constituida por las instancias de Poder Po-pular en sus respectivos ámbitos geográficos, destinada albeneficio de los productores y productoras que la integran,de la colectividad a las que corresponden y al desarrollo so-cial integral del país, a través de la reinversión social de susexcedentes. La gestión y administración de las empresasde propiedad social comunal directa es ejercida por la ins-tancia del Poder Popular que la constituya.

Las Empresas de Propiedad Social Directa Comunal(EPSC) se diferencian de otro tipo de empresas en variosaspectos:

● Lo que se produce: En las EPSC lo que se produce estáorientado a satisfacer necesidades de la comunidad, esdecir no se produce por el hecho mismo de ofrecer a laventa determinado bien o servicio para acumular capital,sino para atender a demandas colectivas de una pobla-ción determinada: la producción es socialmente necesaria.

● Para lo que se produce: Las ganancias o excedentesno son capturados por un propietario-familia propieta-

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22.. Cabe señalar que este planteamiento no es una experiencia en desarrollo todavía, es decir, su estado se encuentra en “propuesta”.Sin embargo, la tomamos como oportunidad para pensar organizaciones socioproductivas culturales en el marco de un sistema eco-nómico comunal y su ley.

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! blemáticas más recurrentes en estas expe-riencias: “la escasa participación de los jóve-nes en la Comuna, quienes no se sientenparte de la misma y la ven como un lugarajeno a ellos donde la gente se reúne y even-tualmente pueden ir a buscar trabajo”3.

Se trata de apuntar no a un esquema de em-presa comunal –empleado joven–, sino a lainvención de instancias de vida/trabajo libe-rador y desafiador para el joven comunero.En este caso, su participación activa y la es-cucha respetuosa de otros actores del PoderPopular, serán determinantes para que dichainvención sea posible y exitosa.

La Ley de Juventud Productiva, en su artículo12, establece la incorporación del ente concompetencia en materia de juventud comoinstancia de facilitación de emprendimientosproductivos juveniles, por lo que, dadas lascondiciones, se puede pensar con el apoyo deéste el ensayo de formas organizativas pro-ductivas del sistema económico comunal con-ducidas por jóvenes comuneros.

MODALIDADES DE OCUPACIÓNLey de Juventud ProductivaArtículo 12. El ente con competencia en materia de juventuddeberá brindar las facilidades que les permita a los jóvenes ylas jóvenes emprender iniciativas, proyectos y acciones orien-tadas a la producción de bienes y servicios.En caso contrario, se les ofrecerá las oportunidades de incorpo-ración en las entidades de trabajo que requieran personal parala incorporación al trabajo productivo, solidario y liberador.

Por otra parte, como se dijo, un elemento diferencialde las EPSC tiene que ver con la inversión social de losexcedentes. Como afirma Santiago Roca, “una vez quela empresa alcanza condiciones de rentabilidad, esdecir, que es capaz de sostenerse al satisfacer sus gas-tos y necesidades gracias a su esfuerzo productivo,puede comenzar a redistribuir sus ingresos excedentesen la comunidad. Esto puede realizarlo, como dice laLey, a través de la reinversión de recursos económicos,que serán ejecutados en los proyectos de los consejoscomunales. Pero también puede hacerlo de otrosmodos, como por ejemplo a través de planes de for-mación educativa, ofreciendo a la comunidad preciosbajos por la producción [o servicio]” (Roca, 2011).

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tejido social al interior de localidades, yaque a través de las prácticas culturales quese gesten en estos espacios bien podrían ten-derse puentes intergeneraciones en cada te-rritorio donde se instalen, a efectos devincular poblaciones juveniles a procesos deorganización social desde sus propios inte-reses y saberes.

Concretamente, esta experiencia hacedialogar a actores de instancias delPoder Popular (Consejo Comunal, Co-muna, asamblea de comuneros), con su-jetos juveniles del territorio, de cara aestablecer qué se producirá en el estu-dio de grabación y cómo esa producciónestará integrada al plan de desarrollointegral comunitario y/o desarrollo co-munal. Y, más allá de eso, sobre cómoellos se reconocen en ese desarrollo.

Pensar la constitución de instancias produc-tivas, en esta oportunidad bajo la figura deEPSC, que recojan los intereses de las pobla-ciones más jóvenes del territorio comunal, yque de hecho parta de ellas, es un factor es-tratégico para la continuidad y fortaleci-miento del Autogobierno Popular, puessignifica ensayar respuestas a una de las pro-

reproducciones alcance, o sea entre más consumidosea. Quizá ésta sea una de las marcas significativas deorganizaciones socioproductivas culturales: la inma-terialidad de sus producciones y la infinitud de susproductos. No en tanto existan aquellas de produccióntangible.

Los trabajadores de esta empresa se vinculan a la inge-niería de audio, a la producción musical, a expresionesartísticas sonoras (músicos, cantantes, poetas, declama-dores, animadores), pero también a las actividades quecorresponden a las cuatro unidades de trabajo de lasEPSC, establecidas en la ley, a saber: gestión produc-tiva, formación, administración y contraloría social

La gestión socioproductiva de la EPSC abarca, entreotras tareas, la formulación del plan de producción (enel que se establecen objetivos de la producción, metasespecíficas, recursos a invertir, tiempo estimado, res-ponsables) y las estrategias de integración comunalque aseguren que el manejo de la organización y susbeneficios estén en función de la satisfacción de las ne-cesidades colectivas. Las funciones de planificaciónproductiva son responsabilidad de la Unidad de Ges-tión Productiva en conjunto con el Órgano de Coordi-nación del Consejo Comunal o de la Comuna.

En este sentido, los estudios de grabación como EPSCson potencialmente núcleos para la reconstrucción de

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33.. En documento de esta misma sección: La apuesta comunal: producción, poder y territorio Documentación de la vivencia en la ComunaAgroecológica El Maizal, de Rebeca Gregson y Anit Quintero.

{Inversión socialdel excedente

Ya próximos a cumplir una década de tra-bajo cultural, en el colectivo Tiuna El Fuertese problematiza la forma organizativa quedurante años asumió para sostener el espa-cio físico que ocupan y los procesos de mo-vilización político-culturales que impulsan.

Tiuna El Fuerte nació en el año 2005 asen-tándose en un espacio de la parroquia ElValle (Caracas), hoy un espacio constituidocomo parque cultural de uso público,donde confluyen diversos colectivos nacio-nales e internacionales vinculados a la cul-tura urbana, la comunicación multimedia,la investigación socio-cultural, la arquitec-tura sustentable, la pedagogía crítica y altrabajo social comunitario.

La sustentabilidad de este espacio y sus proce-sos estuvo soportada en un primer momentopor fondos públicos municipales (2005-2008),y posteriormente por la captación de subsi-dios a través de introducción de proyectos so-ciales ante instituciones públicas concapacidad de financiamiento (2009-2013).

Actualmente, busca opciones que permitanconcebir el espacio cultural de otra forma, entanto que “no queremos convertirnos en una

ONG financiados por el Estado o por algún organismo inter-nacional, con una lógica o estructura jerarquizada, donde seemplea desde la persona que asume la administración hastala profesora de danza, el profesor de break dance, y el cama-rógrafo del área comunicacional. (…) Tampoco queremos seruna empresa privada. Como cualquier espacio cultural pri-vado que cobra por todo lo que hace” (Fréitez, 2014).

Interrogantes que el colectivo busca responder hoy deforma creativa y comprometida son, por ejemplo ¿Quésomos? ¿Qué podemos ser en el marco de una apuestaproductiva? ¿Somos comuna? ¿Queremos ser comuna?¿Queremos ejercer el poder en otra lógica? SomosPoder Popular, pero productivamente, ¿qué somos?¿Qué es lo que nosotros podemos producir y poner acircular? ¿Con quién nos encontramos en ese mercadode lo cultural? ¿Cómo no somos devorados por el mer-cado existente?

En el año 2014, se inició una reestructuración de susformas orgánicas, en un esfuerzo de avanzar en prác-ticas de democracia y transparencia radical, que exigeque toda individualidad o colectivo que hace parte delespacio cultural, se asuma corresponsable de producirlas garantías materiales e inmateriales para el manteni-miento doméstico cotidiano y para los procesos estra-tégicos, entre ellos la construcción colectiva de códigoséticos para las interfaces con lo comunitario, lo coope-rativo y el mercado.

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desde el aprender haciendo y desde la prác-tica concreta de los saberes, como por ejem-plo un espacio formativo produciendo unevento en la comunidad. Lo cual implicavincularse a otros actores locales como losconsejos comunales y desarrollar articula-ciones políticas comunales y estrategias decomunicación”5.

4. Espacios Culturales Socioproducti-vos - Tiuna El Fuerte #DeRentistaA-productivo:

Ley Orgánica de CulturaArtículo 3: Definiciones. Espacios Culturales Socioproductivos: Son ambientes con-cebidos a fin de generar espacios productivos ecosocialis-tas y autogobernados, para la producción de bienes yservicios culturales, a través de formas de organización quepermiten democratizar los medios y las relaciones de pro-ducción, transformando la relación de dependencia queexiste entre el Estado y la Comunidad Cultural, por una re-lación corresponsable autosustentable y liberadora.

Nos interesa esa segunda opción porque los estudiosde grabación como EPSC, aunque tendrían una voca-ción altamente productiva y sin intención de pérdida,no se plantean como captadores de cuantiosas riquezasmonetarias sino como espacios de riquezas sociales re-presentadas en altos niveles de participación juvenil enla vida y desarrollo comunal4.

Formas de redistribución de excedentes de la EPSC es-tudios de grabación pueden ser:

● Servir de mecanismo de movilización y comunica-ción de la organización comunitaria, a través del apoyoen la producción de micros o campañas radiales parapromover actividades colectivas.

● Creación de redes y circulación de conocimiento:desarrollando una oferta formativa en herramientastécnicas y artísticas de producción musical y tecnolo-gías del audio, para todo el público interesado en lacomunidad. En este sentido, el Proyecto Onda y lasComunas del Audio y el Sonido, afirman: “La forma-ción debe ser integral trascendiendo el aspecto técnicoy las tácticas pedagógicas convencionales. Más bien

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44.. Recordemos que el Banco de la Comuna, como entidad que gestiona, administra, transfiere, financia, facilita, capta y controla, los recursosde ámbito comunal, contempla no sólo los financieros, sino también los no financieros. Ejemplos puede ser: tiempo, conocimiento, servicios.55.. Documento de “Consideraciones en torno al proyecto de formación de audio”, a partir del debate de los colectivos el día 27 de septiembrede 2013.

tivas de administración directa de espaciosculturales, en tanto espacios culturales so-cioproductivos, conducidos bajo régimen depropiedad social comunal para la autoges-tión cultural.

Ley Orgánica de CulturaDe la descentralización administrativa de lainfraestructura culturalArtículo 40. El Poder Ejecutivo Nacional, Es-tadal y Municipal cuando así lo considereconveniente, podrá transferir la administra-ción de las infraestructuras culturales al poderpopular organizado, a fin de que se ejerza lagestión compartida de los espacios públicos yla autogestión cultural. Todo lo relacionado alas formas y requerimientos necesarios parahacer efectivo el mandato del presente artículoserá de acuerdo a lo establecido en la Ley querige la materia.

Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria deCompetencias, Servicios y Otras AtribucionesDefinicionesArtículo 5. 1. Sistema de Transferencia a la Ges-tión Comunitaria y Comunal de servicios, activi-dades, bienes y recursos de los órganos y entesdel Poder Público Nacional, Estadal y Municipal

a las Organizaciones del Poder Popular: El conjunto de meca-nismos y procedimientos orientados a transferir la gestión yadministración de bienes, recursos y servicios, del PoderPúblico Nacional, de los estados y municipios, a las orga-nizaciones que conforman el Poder Popular, que serán asu-midos por las comunidades al servicio de sus necesidadesde manera sustentable y sostenible, de acuerdo con lo es-tablecido en el Sistema Centralizado de Planificación y enel Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación.

5. Sobre el Ciclo Económico Comunal

Ahora bien, ¿cómo aprovechar las categorías legales deempresas de propiedad social, prosumidores-prosumi-doras organizados en grupos de intercambio solidarioy espacios culturales socioproductivos en la perspec-tiva de configurar un sistema económico comunal enel área cultural? Por ejemplo, un sistema económico co-munal-popular en torno la actividad musical.

La Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal,define:

Ley Orgánica del Sistema Económico ComunalArtículo 2. Sistema Económico ComunalEs el conjunto de relaciones sociales de producción, distri-bución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así

De la adecuación a la invención Indira Carolina Granda Alviarez

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elementos de nuestra cultura ancestral hastala producción cultural contemporánea; la di-versidad de actores creativos que confluyenen la elaboración de los productos; y la auten-ticidad de los sujetos y experiencias desde lasque producimos”.7

Como Tiuna El Fuerte existe otra diversi-dad de espacios culturalmente ocupados,tanto en la ciudad de Caracas como enotras del país. La mayoría de éstos fueroncreados con apoyo económico del Estado.No obstante, el desafío hoy es consolidarprocesos productivos autogestionarios yconstruir conexiones en red entre las expe-riencias.

En ese sentido, una opción a aprovechar esla prevista en la Ley Orgánica de Culturasobre la transferencia de infraestructurasculturales al poder popular organizado.Con el apoyo de este instrumento y la LeyOrgánica para la Gestión Comunitaria decompetencias, servicios y otras atribuciones,se puede abonar en la justificación de inicia-

Este proceso ha demandado una formación exigente eninvestigación, estudio, creatividad, y tiempo para pen-sar juntos.

Se perfila como un espacio socioproductivo cultural6,generador de productos y servicios culturales, artísti-cos y de conocimiento que ofrece para aportar a latransformación cultural venezolana, y avanzar en laautonomía económica, tales como campañas, festivales,obras, piezas gráficas y audiovisuales, investigacionesy contenidos, metodologías de trabajo social y en red,y sistemas constructivos de intervención urbana.

Asimismo, en Tiuna El Fuerte se hacen los esfuerzos poroperar bajo una lógica de autogobierno para lograr la au-togestión y autonomía, en un microterritorio, que aunqueno registrado formalmente como comuna productiva, nisiendo parte de una, busca caminar hacia allá:

“Para nosotros, todos los colectivos que hacemos vida eneste Parque Cultural, lo que distingue a nuestras produc-ciones se resume en: la flexibilidad, enfoque cooperativo yrelaciones equitativas de nuestros métodos de trabajo ymodos de generar riqueza; la multiplicidad de referentesque componen nuestros conceptos, los cuales combinan

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352

66 Ver Catálogo productivo Tiuna El Fuerte. En http://tiunaelfuerte.com.ve/77.. Ibid.

!

- Trabajadores: sonidistas, iluministas, escenó-grafos, bailarines, gestores de comunicación mul-timedia.- Equipamiento de sonido en vivo.- Espacios Culturales (anfiteatros, salas de con-ciertos, plazas, calles).3.3 Distribución y transporte del soporte físico ocreador musical.

De otro lado, las relaciones de distribucióntambién hacen parte sustantiva de un sis-tema económico comunal de la actividadmusical. Organizaciones productivas depropiedad social comunal pueden dedi-carse no necesariamente a producir el con-tenido musical, sino los canales decirculación de éste.

Por ejemplo, para el circuito de espectáculospodría pensarse en empresas de propiedadsocial comunal de sonido en vivo, constitui-das por la inversión de diferentes gobiernoscomunales para la adquisición de equiposde audio en módulos que puedan operar se-paradamente para cubrir requerimientos deactividades en cada territorio, pero cuyo en-samblaje modular completo atienda la de-manda de eventos más amplios, porejemplo los que reúnan a las poblaciones de

varias comunidades, comuna o corredores comunales,por lo general un público numeroso, que demandaequipos de sonido de mayor potencia para proyectarlo audible.

44.. IINNTTEERRCCAAMMBBIIOO YY CCOONNSSUUMMOO::4.1 Tiendas fijas.4.2 Mercados itinerantes (ferias).4.3 Mercados virtuales.4.4 Exhibiciones públicas.

Finalmente, en cuanto las relaciones de intercambio yconsumo, se especifican operaciones de gestión de en-cuentros y mercados, fijos o itinerantes, donde prosu-midores-prosumidoras puedan realizar intercambios yvivenciar la experiencia musical.

La lógica del intercambio solidario puede dar lugar aluso de monedas sociales o trueques en el marco deun mercado alternativo cultural. Por ejemplo, unabanda musical pudiera no ser remunerada con dineropor su espectáculo, sino con monedas que sean con-vertidas en servicios culturales que demanden: gra-bación de un videoclip, gestión de proyectos, manejoartístico, producción de moda o estilística, uso del es-pacio cultural . Esto supone la sistematización dedatos de prosumidores y prosumidoras, junto a susrespectivos productos, servicios, saberes y tiemposdisponibilizados para operaciones de intercambio.

De la adecuación a la invención Indira Carolina Granda Alviarez

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22.. MMEEDDIIOOSS DDEE PPRROODDUUCCCCIIÓÓNN:: 2.1 Estudios de grabación (infraestructura yequipamiento para la producción musical).2.2 Talentos Artísticos (compositores, artistas,músicos).2.3 Talentos técnicos (ingenieros de grabación-mezcla-masterización).2.4 Plataforma Gráfica (diseño e impresión).

Como hemos planteado en secciones anterio-res, los estudios de grabación como infraes-tructura de producción musical puedenfuncionar como empresas de propiedad so-cial comunal directa, siendo el mayor desafíoreunirse en una red de estudios proveedorde servicios musicales que trascienda límitesterritoriales locales, para generar integración,aglutinamiento, cohesión social entre comu-neros y comuneras.

33.. DDIISSTTRRIIBBUUCCIIÓÓNN::3.1 Procesos de promoción comunicacional:- Realización de contenidos audiovisuales, radia-les, web, editoriales.- Talentos para la producción de narrativas-cam-pañas.3.2 Circuitos de Espectáculos:- Productoras de festivales, premios, concursos,fiestas.

como de saberes y conocimientos, desarrolladas por las ins-tancias del Poder Popular, el Poder Público o por acuerdoentre ambos, a través de organizaciones socioproductivasbajo formas de propiedad social comunal.

Para pensar el Sistema Económico Comunal (SEC) dela actividad musical, es necesario identificar, por unlado, las relaciones de producción, distribución, inter-cambio y consumo que le constituyen, y por otro, encuáles de ellas existen potencialidades comunales (vo-luntades de emprendimiento, necesidades, talentos,saberes, equipamientos, oportunidades crediticias ode cooperación mancomunada) para su ejercicio. Estaes la llamada fase de Diagnóstico del Ciclo EconómicoComunal (Artículo 57. Ley Orgánica del Sistema Eco-nómico Comunal).

La actividad musical tiene un contexto primario deproducción y otro propiamente referido a los mediosde producción, conformado a grandes rasgos por lassiguientes operaciones y medios productivos:

11.. CCOONNTTEEXXTTOO PPRRIIMMAARRIIOO DDEE PPRROODDUUCCCCIIÓÓNN:: 1.1 Producción de instrumentos musicales.1.2 Producción de equipos de sonido y grabación.1.3 Producción de materia prima (policarbonato, aluminio,cobre).1.4 Gestión de procesos formativos musicales y tecnológicos.

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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!

Ley de Juventud ProductivaDe los programas especiales de crédito juvenilArtículo 14. El Ejecutivo Nacional a través desu órgano competente en materia de finan-zas, deberá desarrollar programas de créditosy microcréditos de obligatorio cumplimientopara el sistema financiero nacional, orienta-dos a la creación y fomento de unidades pro-ductivas integradas por jóvenes venezolanosy venezolanas.

Ley Orgánica de CulturEstímulo a la creación culturalArtículo 19. El Estado establecerá mecanis-mos especiales para fomentar y estimular lacreación que preserve la identidad cultural dela nación en sus diversas manifestaciones. Ental sentido, se establecerán programas dirigi-dos a creadoras y creadores, cultoras y culto-res, investigadoras e investigadoresculturales, tales como créditos especiales,fondos concursables, bolsas de trabajo, pre-mios anuales, incentivos y reconocimientos.

A continuación reproducimos algunas pro-puestas de relación con el Estado, discutidasen encuentros con colectivos culturales juve-niles durante el año 2013-2014, con el obje-

tivo de pensar una economía cultural productiva desdeotros tipos de acompañamiento del poder público ade-más de la transferencia económica, importante y nece-saria, pero no la única importante y necesaria.

Se demanda de las instituciones el impulso y desarrollode procesos de:

1. Información: Mapeo y disponibilización de informa-ción de actores y relaciones de los sistemas económicoscomunales culturales (quienes y dónde se produce, dis-tribuye, consume, intercambian bienes, servicios, sabe-res, conocimientos en materia económica cultural), decara a disponer de una batería de información que per-mita conectar oportunidades y necesidades en el marcode encadenamientos productivos comunales.

2. Organización: Crear agendas participativas de en-cuentro y exposición de las organizaciones productivasculturales comunales, incluidas las prácticas de pro-ducción cultural juvenil, que les de visibilidad y opor-tunidad a esas experiencias y sus miembros, decolectivizar ideas, proyectos, demandas, para el tejidode redes de formación-producción-distribución.

3. Auto-formación: Desarrollo de una base de datos delibre acceso web, donde puedan descargarse tutoriales,material bibliográfico, productos del desarrollo de laslíneas de investigación y experiencias de cada colectivo

De la adecuación a la invención Indira Carolina Granda Alviarez

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vas, culturales y juveniles. Se concentranprincipalmente en relaciones de transferen-cia de recursos económicos a través de dife-rentes vías, impulso a procesos de formacióny capacitación, y transferencia de servicios,actividades y espacios (en este caso, sólo lasLSEC y LOC). Algunos de ellos son:

Ley Orgánica del Sistema Económico ComunalDerechos de las organizaciones sociopro-ductivasArtículo 20. Las organizaciones socioproduc-tivas gozarán de los siguientes derechos:1. Formación y capacitación integral para eltrabajo productivo y técnico, en la formula-ción, desarrollo y financiamiento de proyec-tos socioproductivos sustentables por partede los órganos y entes del Poder Público concompetencia en la materia.2. Acompañamiento integral mediante el otor-gamiento de recursos financieros y no financie-ros, retornables y no retornables, por parte de losórganos y entes del Poder Público.3. La transferencia de servicios, actividades yrecursos, en el área de sus operaciones, deacuerdo con lo establecido en el artículo 184 y185 de la Constitución de la República, en con-cordancia con las decisiones del Consejo Fe-deral de Gobierno.

Se entiende por prosumidores y prosumidoras:

Ley Orgánica del Sistema Económico ComunalArtículo 6. Definiciones16. Prosumidores y prosumidoras:Personas que producen,distribuyen y consumen bienes, servicios, saberes y conoci-mientos, mediante la participación voluntaria en los siste-mas alternativos de intercambio solidario, para satisfacersus necesidades y las de otras personas de su comunidad.

Aun cuando la LSEC perfila sus orientaciones hacia or-ganizaciones socioproductivas con vínculo territorial es-pecífico, entendemos que en el área musical, laproducción no puede limitarse a la satisfacción de las ne-cesidades y gustos musicales de una comunidad-comunageográfica, dado el carácter mismo de lo producido. Eneste sentido, un sistema económico comunal de músicanecesariamente implicaría la trascendencia de fronterasgeográficas comunales, aún cuando fomentaría la orga-nización de emprendimientos territoriales, especialmentejuveniles, en una fórmula de vida-trabajo-formación.

6. Relaciones con el Estado:

Cada una de las leyes revisadas dedica artículos sobrela relación del Estado con las organizaciones producti-

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es a pensar interpretaciones que aproximenambos textos y, sobre todo, procesos: la ju-ventud productiva en el contexto del auto-gobierno popular y la hegemonía de lapropiedad social comunal.

2. La Ley del Sistema Económico Comunalarraiga las fortalezas de la propiedad socialcomunal en un ámbito territorial específico,que para los casos de iniciativas de produc-ción inmaterial, como las vinculados a la mú-sica y otros intangibles culturales, deja eldesafío de responder al cómo viabilizar bajoel espíritu económico comunal, aquellas ini-ciativas que actúan principalmente a travésde redes colaborativas y distribuidas más alláde territorios físicos, caracterizadas por unalto nivel de circulación de los medios de pro-ducción y de propiedad trans-comunitaria.

3. La producción de gustos y experiencias deentretenimiento, entendidas como moviliza-doras de placeres, goces, afectos, son pro-ducciones culturales de orden simbólicoprofundamente estratégicas para el proyectode vida comunal, porque se relacionan a laproducción de deseos individuales y colecti-vos: deseos de ser, actuar, tener. Por ejemplo,

ser comunero, actuar como tal y tener Comuna. Sonfuerzas que se producen o se inducen, o incluso se anu-lan como bien sabe hacer el capitalismo cultural me-diante sus industrias comunicacionales y delespectáculo. Por lo tanto, su producción, en el contextode la economía comunal, no debe estar reñida con otrasproducciones fundamentales para la soberanía popu-lar, como la alimentaria o habitacional.

4. Finalmente, proponemos que los ejercicios interpre-tativos de los textos legislativos se preocupen menos porlo verdadero o falso como criterio de valoración, y máspor las posibilidades de creación para fortalecer pro-puestas y perspectivas de vinculación entre la culturacomunal, procesos productivos y poder popular juvenil.

Bibliografía:

- Fréitez, M. (2014). Foro Producción Cultural, Ciudad yAutogestión: Desafíos para una política popular. 9no. Ani-versario de Tiuna El Fuerte. Parque Cultural Tiuna ElFuerte.- Ley de la Juventud Productiva. Gaceta Oficial N°40.540, Caracas, Venezuela, noviembre de 2014. - Ley Orgánica de Cultura. Gaceta Extraordinaria N°6.154, Caracas, Venezuela, 19 de noviembre de 2014. - Ley Orgánica para La Gestión Comunitaria de Com-petencias, servicios y otras atribuciones. Gaceta Oficial

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tecnologías libres aplicada a oficios y mediosde producción artísticos y culturales (instru-mentos musicales, partes y componentes,soDware y hardware), abierta y accesible alPoder Popular.

7. Sustentabilidad: Privilegiar la contrata-ción de los servicios de las organizacionesproductivas comunales, por parte de institu-ciones del Estado.

8. Transferencia de competencias: Viabilizarla transferencia comunal de espacios físicos,equipamientos y otros recursos, que coad-yuven al desarrollo de los planes producti-vos de las organizaciones comunales.

9. Antes de crear por medios institucionales,potenciar lo que existe y que produce de ma-nera autogestionaria y autónoma desde ypara los colectivos y cultores de base.

Consideraciones Finales:

1. La Ley de Juventud Productiva no le dalugar específico a los regímenes productivoscomunales ni, por ende, a la participación delos jóvenes en éstos, sin embargo, el llamado

juvenil-instancia comunal, en materia productiva y for-mativa. Apoyo a procesos de auto-sistematización me-diante la disponibilización de metodologías sobrecómo hacerlo.

4. Profesionalización y cualificación: Promover espa-cios de educación formal (a través de desarrollo de pro-gramas de formación inscritos en centros tecnológicos yuniversidades) y no formal (vivencias, pasantías, inter-cambios), que cualifiquen las capacidades productivasde los productores culturales comunales y dé respues-tas permanentemente a sus necesidades formativas.

Un sistema de becas vinculado a los procesos de inte-gración que impulsa la Revolución Bolivariana, concre-tados en convenios en el marco del ALBA, CELAC,UNASUR, MERCOSUR, convenio Cuba-Venezuela,Fondo Mixto China-Venezuela y demás convenios in-ternacionales fundamentados en la cooperación recí-proca, la complementariedad y la construcción de unmundo multipolar.

5. Transferencia tecnológica: Impulsar procesos de ad-quisición de tecnologías (equipamiento, programas, in-geniería, etc.) bajo la premisa de la transferencia deconocimientos de cara a la independencia tecnológica.

6. Uso de tecnologías libres: Generar una línea de in-vestigación y de producción nacional en esta área de

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Nº 6.079, Extraordinario, Caracas, Venezuela, 15 dejunio de 2012.- Ley del Sistema Económico Comunal. Gaceta OficialNº 6.011, Extraordinario, Caracas, Venezuela, 21 de di-ciembre de 2010.- Matus, C. (1987). Planificación y Gobierno. Caracas: Edi-torial Pomaire.- PROYECTO ONDA – COMUNIDADES ITINERAN-TES DEL AUDIO Y EL SONIDO. Documentos Inéditos.- Roca, S. (2011). Funciones y significado de las Empresasde Propiedad Social Comunal. Aporrea [sitio web oficial].Recuperado el 20 de diciembre de 2014 dehFp://www.aporrea.org/ideologia/a123667.html

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

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Equipode realización

FFoottoo:: Asociación GAIA

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nuevas maneras de impulsar proyectos colaborativos enLatinoamérica como por ejemplo la plataforma Culturade red y Minka, Banco de las Redes (www.minka.me).Cultura Senda ha logrado posicionarse, desde su confor-mación en 2004, como un referente en la formación, con-sultoría y desarrollo bibliográfico para el trabajo colectivoy en red en América Latina.www.culturasenda.com

CCÓÓDDIIGGOOSS LLIIBBRREESS,, RREEDD PPAARRAA PPRROODDUUCCIIRR YY PPEENNSSAARR EENN CCOOMMÚÚNNGrupo de trabajo multidisciplinario dedicado a la inves-tigación social; producción, intercambio y difusión deconocimiento, mediante la elaboración de contenidoseditoriales, pedagógicos, metodológicos, comunicacio-nales y de apoyo a procesos organizativos populares einstitucionales que potencien la construcción del PoderPopular. Es una organización socioproductiva que in-venta y reinventa formas de producir en colaboración.

Es una Red de Colaboración integrada por organiza-ciones sociales tales como Voces Latentes, Tiuna ElFuerte y Cultura Senda con más de 10 años de expe-riencia en ámbitos de intervención e investigación so-cial y producción de tecnologías socioeducativas.www.comunalizarelpoder.com

Organizaciones editoras

TTIIUUNNAA EELL FFUUEERRTTEEColectivo político, cultural, revolucionariode jóvenes activistas del arte público. Naceen 2005, tomando las artes urbanas comoarmas de lucha y de transformación radicalde la sociedad en la que vivimos. Con sensi-bilidad humanista, construimos día a díauna política cultural juvenil y un espacio pú-blico alternativo que contribuye con la cons-trucción de una ciudad más justa quefavorezca el encuentro, expresión, formacióncrítica, politización, recreación e inclusiónsocio-cultural de tod@s, pero sobre todo del@s jóvenes de clases populares.h>p://tiunaelfuerte.com.ve

CCUULLTTUURRAA SSEENNDDAAOrganización que se dedica a promover unanueva cultura, la cultura de red. Porque paracambiar el mundo hay que impulsarotros/nuevos modos de hacer y de pensar.Desde el año 2004, Senda se especializa en lainvestigación, desarrollo y formación sobreCultura y tecnologías de red, experimentando

Equipo de realización

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AANNDDRRÉÉSS AANNTTIILLLLAANNOOProfesor del Instituto de Ciencias Penales y Crimino-lógicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticasde la Universidad Central de Venezuela (UCV), y acti-vista por los Derechos Humanos en movimientos so-ciales en Venezuela y América del Sur.

RREEBBEECCAA GGRREEGGSSOONN ((CCÓÓDDIIGGOOSS LLIIBBRREESS))Lic. en Psicología Social con experiencia en sistema-tización de experiencias comunitarias e institucio-nales, además de diseñar y facilitar espacios deformación presenciales y virtuales con colectivos or-ganizados y universidades. Miembro fundador delcolectivo Voces Latentes, ha desarrollado investiga-ciones participativas y procesos de formación den-tro del Sistema Penal de Adolescentes. Co-participóen la creación de la Coordinación de Sistematizacióndel Proyecto Infocentro. Es co-fundadora de CódigosLibres.

AANNIITT QQUUIINNTTEERROO ((CCÓÓDDIIGGOOSS LLIIBBRREESS))Lic. en Comunicación Social dedicada a la Comunica-ción y Educación Popular, y a la sistematización deexperiencias comunitarias e institucionales, ademásde facilitar procesos de formación presenciales y vir-tuales con colectivos organizados y universidades.Co-participó en la creación de la Coordinación de Sis-tematización del Proyecto Infocentro. Es co-funda-dora de Códigos Libres.

falo), estudios de postgrado en Tecnologíasde Información de la Universidad SantaMaría (USM) y especialización en el área deProductividad y Calidad del Japan Interna-tional Corporation Agency (JICA). Ha escrito,en coautoría con Víctor Álvarez los libros “Dela sociedad rentista a la sociedad del conoci-miento” (1998), “Del Sector Ciencia y Tecno-logía a la Sociedad del Conocimiento”, temasde formación sociopolítica. Coedición de Pu-blicaciones UCAB-Centro Gumilla (2003) y“Guía teórico-práctica para la creación deEPS” cuya quinta edición fue realizada porFundación La Pupila Insomne (2008).

EENNRRIIQQUUEE RREEYYSociólogo de la Universidad Central de Vene-zuela (UCV). Ha sido miembro del equipo deinvestigación del Programa Cultura, Comunica-ción y Transformaciones Sociales, del Centro deInvestigaciones Post-Doctorales (CIPost), de laFacultad de Ciencias Estadísticas y Sociales(FaCES) de la UCV. Actualmente es investiga-dor del Centro de Estudio LatinoamericanosRómulo Gallegos (Celarg) y miembro delGrupo de Investigación sobre Territorios Populares.Se especializa en temas de teoría social, espa-cio, territorialidad, subjetividades populares eimaginarios urbanos.

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Red de colaboradorxs

JJOOSSÉÉ RROOMMEERROO LLOOSSAACCCCOOAntropólogo, Dr. en Ciencias para el Desarrollo Estra-tégico. Profesor de la Universidad Bolivariana de Ve-nezuela (UBV), adscrito al Centro de Estudios Socialesy Culturales. Coordinador del Núcleo Académico Epis-temologías del Sur y Opción Decolonial. Autor de “LasCaricaturas de Rayma durante el paro-sabotaje-petrolero 2002-2003: Una mirada antropológica” ycompilador del libro “Pensar Decolonial”. Ponente enel 9no. y 10mo. Congreso Mundial de Semiótica y del Sim-posio Internacional de Semiótica de la Cultura.

EEMMIILLIIAANNOO TTEERRÁÁNNMMAANNTTOOVVAANNIIInvestigador del Centro de Estudios LatinoamericanosRómulo Gallegos (Celarg), donde trabaja con temasorientados al problema del extractivismo y el modelocapitalista/rentista venezolano, crisis civilizatoria, alter-nativas al desarrollo, movimientos sociales y BuenVivir. Docente de la materia América Latina en la Es-cuela de Sociología de la UCV. Es autor del libro "El fan-tasma de la Gran Venezuela" (2014). Ha participado enel Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Des-arrollo organizado por la Fundación Rosa Luxemburg.Articula con movimientos sociales como la Red Oil-watch Latinoamérica. Actualmente dirige una materiaoptativa en la Escuela de Sociología de la UniversidadCentral de Venezuela (UCV) denominada Los límites

del capitalismo rentístico y del paradigma dedesarrollo, y coordina el Taller de Creación-CELARG con el mismo nombre.

VVÍÍCCTTOORR ÁÁLLVVAARREEZZ RR..Investigador del Centro Internacional Mi-randa (CIM). Profesor de Economía Políticadel Capitalismo Rentístico en la Maestría deIDEA sobre Procesos de Integración Alterna-tivos. Autor de varias obras sobre rentismo yeconomía venezolana por las cuales ha reci-bido el Premio Nacional de Ciencias, dosveces la Mención Honorífica del Premio In-ternacional “Libertador” al PensamientoCrítico, la Orden “Arturo Michelena”, el Pre-mio Municipal “Gustavo Machado” al Pen-samiento Político y el Premio Ensayo Crítico“William Lara” de la Asamblea Nacional. Sedesempeñó como Ministro de Industrias Bá-sicas (2005-2006), Presidente de la Corpora-ción Venezolana de Guayana (2005-2006),Director de PDVSA (2004) y Presidente delBanco de Comercio Exterior (2003-2004).

DDAAVVGGLLAA RROODDRRÍÍGGUUEEZZ AA..Socióloga, egresada de la Universidad Cató-lica Andrés Bello (UCAB). Con estudios decuarto nivel en Sociología de la State Univer-sity of New York at Buffalo (SUNY at Buf-

Equipo de Realización

Equipo de Realización

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formación y co-fundadora del canal de televisiónÁvila TV, señal juvenil urbana. Miembra del EjércitoComunicacional de Liberación desde hace 5 años enel área de Investigación y publicaciones, con partici-pación en las publicaciones “Alerta que salpica” y“Patria libre o morir (PLOMo)”; y co-fundadora y co-ordinadora de la Escuela Nacional de Gráfica PopularMaría Sandoval.

IINNDDIIRRAACCAARROOLLIINNAAGGRRAANNDDAAAALLVVIIAARREEZZ ((TTIIUUNNAAEELL FFUUEERRTTEE))Egresada de la Universidad Central de Venezuela(UCV) en 2006, actualmente estudiante del Programade Postgraduación en Educación de la UniversidadeFederal do Rio Grande do Sul (Brasil), en la línea de in-vestigación Ética y alteridad en la educación. Militantedel Colectivo Cultural Tiuna El Fuerte desde 2010,donde está vinculada a procesos de formación alterna-tiva e investigación en juventudes populares.

JJOOHHAANNNNAAMMAARRIIAANNNNYY AALLVVEESS ((CCÓÓDDIIGGOOSS LLIIBBRREESS))Lic. en Educación egresada de la Universidad Centralde Venezuela (UCV). Dedicada a la generación y des-arrollo de proyectos participativos, formativos, inves-tigativos y de sistematización de experiencias,vinculados a procesos organizativos populares. Es co-fundadora de Códigos Libres. Ha participado en la cre-ación de líneas y políticas de sistematización deexperiencias en instituciones (Fundación Infocentro) yorganizaciones sociales en Venezuela.

primera red latina de economía colabora-tiva y en 2013 Códigos Libres. Fundadora enel 2010 de MAIS (Movimiento de Artistaspara la integración del Sur) desde dondeimpulsa la creación de propuestas estéticasde la revolución.

AADDRRIIAANNAA BBEENNZZAAQQUUEENN ((CCUULLTTUURRAA SSEENNDDAA))Lic. en Sociología (UBA) y Diploma Supe-rior en organizaciones de la sociedad civil(FLACSO, Argentina). Directora de CulturaSenda (Argentina- Venezuela), una organi-zación especializada en la investigación,desarrollo y formación sobre Cultura y tec-nologías de red. Co-creadora de la plata-forma Cultura de Red un espacio dedicado apromover la cultura colaborativa y la articu-lación de experiencias culturales a nivelcontinental y de Minka, la primera red latinade economía colaborativa, una red de per-sonas y colectivos interesados en difundir,aprender y articular experiencias de econo-mía colaborativa.

PPAATTRRIICCIIAA FFRRAANNCCOOEgresada como TSU en Producción de Me-dios de Comunicación Social de la Univer-sidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Hasido facilitadora en diferentes espacios de

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MMAARRÍÍAA EEUUGGEENNIIAA FFRRÉÉIITTEEZZ ((CCÓÓDDIIGGOOSS LLIIBBRREESS // TTIIUUNNAA EELL FFUUEERRTTEE))Lic. en Comunicación Social de la Universidad Centralde Venezuela (UCV), maestranda en Problemáticas So-ciales Infanto-juveniles UBA-Argentina. Con experien-cia en procesos de formación organizativo-política, encoordinación de procesos institucionales de articula-ción con el Poder Popular y en proyectos alternativosde Educación-Acción-Participación. En 2005 funda elcolectivo Voces Latentes desde donde desarrolla una ex-periencia de militancia con jóvenes de sectores popu-lares. Desde el 2012 es activista del Parque CulturalTiuna El Fuerte, forma parte del Grupo de Investiga-ción Juventudes Otras y de Códigos Libres.

DDOORRIISS PPOONNCCEEEgresada de la Universidad Central de Venezuela(UCV). En 2005 funda el Colectivo Voces Latentesdonde desarrolla el Proyecto Libreparlantes: Proyectoradial y audiovisual para la promoción de nuevasprácticas sociales en adolescentes privados de libertady otros adolescentes en riesgo social. Desde 2009 es mi-litante del Colectivo Cultural Tiuna El Fuerte. Actual-mente se desempeña como investigadora del proyectoJóvenes, prácticas culturales y procesos de politización y co-labora en la política pública Jóvenes del Barrio del Mi-nisterio del Poder Popular para las Comunas yMovimientos Sociales. Forma parte del Grupo de In-vestigación Juventudes Otras.

AADDRRIIAANNAA GGRREEGGSSOONNEgresada de la Universidad Central de Ve-nezuela (UCV). En 2005 funda el ColectivoVoces Latentes donde desarrolla el ProyectoLibreparlantes: Proyecto radial y audiovisualpara la promoción de nuevas prácticas so-ciales en adolescentes privados de libertad yotros adolescentes en riesgo social. Desde2009 es militante del Colectivo CulturalTiuna El Fuerte. También se desempeñacomo docente del Departamento de Perio-dismo de la Escuela de Comunicación Socialde la UCV.

MMAARRÍÍAA CCLLAAUUDDIIAA RROOSSSSEELLLL GGAARRCCÍÍAA ((CCÓÓDDIIGGOOSSLLIIBBRREESS // CCUULLTTUURRAA SSEENNDDAA))Ingeniera química, directora e intérprete es-cénica, productora y gestora con estudiosde postgrado en Gestión cultural y coopera-ción internacional y en Gestión sociourbanay participación ciudadana en políticas pú-blicas. Militante de la construcción de alter-nativas para el poder popular como partede diversas organizaciones socio-culturales,políticas y comunicacionales en Venezuela(ANMCLA / CLIC). En 2009 se integra aCultura Senda, desde donde co-crea con di-versas organizaciones: en 2011 la plata-forma Cultura de red, en 2013 Minka, la

Este libro se terminó de imprimir en los talleres gráficos de

Impresos Marina León 2013, C.A., durante el mes de abril de 2015.

Tiraje: 200 ejemplares