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Investigaciones sobre las Manifestaciones Gráfico Rupestres en Honduras,

Centroamérica: Una experiencia personal

Francisco Rodríguez Mota

Antropólogo Físico

I. Prefacio

Con motivo de una serie de presentaciones en materia de arqueología que año

con año se presentan ante la sociedad de La Piedad, Michoacán, por parte de

investigadores del Colegio de Michoacán, es que el día de hoy se presenta esta

conferencia sobre las investigaciones hechas en Honduras hacia las

manifestaciones gráfico rupestre (mejor conocido como “arte rupestre”) gracias a

una invitación por parte de la Coordinadora del Colmich (Magdalena García) y de

la Mtra María Antonieta Jiménez. En esta presentación se expondrán las

investigaciones y resultados que se lograron en esta materia de investigación en

un país que, a pesar de la extrema pobreza en que se encuentra actualmente,

tiene una gran riqueza arqueológica diseminada a lo largo y ancho de su territorio;

también se mostrará como es que, ante una buena propuesta presentada a las

autoridades competentes, un proyecto de esta naturaleza puede obtener

financiamientos que permitan no solo la investigación de las manifestaciones

gráfico rupestres, sino también la obtención de fondos para su preservación y

difusión a corto y mediano plazo.

II. Introducción

Antes de comenzar propiamente con la explicación de las investigaciones llevadas

a cabo en Honduras en esta materia, resulta necesario conocer y evaluar algunos

conceptos e ideas del arte rupestre que desde hace algunas décadas se han

venido presentando, por ello, tomaremos algunas referencias de autores

especializados en esta materia.

Julio César Montané nos da una aproximación al significado de las formas

rupestres para una mejor identificación y apreciación de las mismas, denotando

las variaciones existentes de estas formas, que él toma como punto de partida a

las tres antes mencionadas(Fotos 1-3):

3

Geoglifos. Los geoglifos, como lo indica la palabra, son dibujos ejecutados en la

superficie del suelo, generalmente de grandes dimensiones. El término geoglifo

viene de las raíces griegas geo=tierra y glifo=dibujo; es decir, dibujo en la tierra o

sobre la tierra. Los geoglifos solo se conservan bien en las zonas desérticas y de

escasa pluviosidad. Los geoglifos son de difícil datación, debido a las dificultades

para vincularlos a las culturas locales.

Foto 1. Ejemplo de Geoglifo (Líneas de Nazca, Perú)

Petroglifos. Provienen de las raíces petro=piedra y glifo=dibujo; es decir, dibujos

en la piedra. Cuando se encuentran aislados de otras manifestaciones culturales,

se hace bastante difícil su atribución cultural.

Foto 2. Ejemplo de petrograbado o petroglifo (St. Kitts and Nevis)

Pinturas. Las pinturas sobre rocas se denominan comúnmente pinturas parietales

(de pared) o arte rupestre (del latín rupes=piedra). Se encuentran pinturas en

4

cuevas, abrigos y aleros, es decir, en aquellos lugares más o menos protegidos de

la acción de los elementos. Estos son los que se han conservado. Aquéllas

pinturas realizadas al aire libre, por supuesto, no se conservan.

Foto 3. Ejemplo de pintura rupestre (Baja California)

Para las pinturas se emplearon distintos colores de tierras naturales o minerales.

Los tonos más empleados son el negro, el rojo, el blanco, el amarillo, el ocre y el

anaranjado. Desgraciadamente quienes conocieron a tales artistas no se

interesaron por anotar las interpretaciones de los símbolos ahí estampados. Tan

es así, que no ha quedado ninguna referencia que nos permita conocer el

significado de tales dibujos cuando no corresponden a diseños reconocibles, como

animales o personas (Montané, 1985:202,203).

Pablo Martínez del Río, en 1940, nos expone su punto de vista en cuanto a las

clases de pinturas rupestres, en el que reconoce a partir de dos clases:

“Las comprendidas en los signos o figuras que en su conjunto constituyen la

inscripción y que aparecen en forma de incisiones; dichos signos, en otras

palabras, han sido tallados o grabados sobre la superficie de la piedra. Este

género se designa bajo el nombre de petroglifos. Por otra parte, tenemos al

conjunto de signos que no han sido esculpidos sino solamente pintados sobre la

roca, y que se designan con el nombre de pinturas rupestres. Tanto los petroglifos

como las pinturas constituyen otras manifestaciones de lo que suele llamarse

indistintamente el arte rupestre, petrográfico o epilítico” (Martínez del Río,1940:

37).

Es evidente que Martínez del Río conjuga los dos elementos de mayor relación como arte rupestre en un sentido estilístico, dejando de lado a los geoglifos por ser meras construcciones de formas geométricas a partir del acumulamiento masivo

5

de rocas sobre el suelo. Tenemos a otro prehistoriador que comparte el punto de vista de Montané en cuanto a la clasificación de elementos que se engloban dentro de este arte rupestre, y que, por ende, abarca a los geoglifos: Schobinger, quien define el arte rupestre como:

“Cualquier manifestación plástica realizada sobre superficies rocosas, atribuibles a

pueblos prehistóricos o etnográficos, (...) generalmente se trata de pinturas o

grabados; a las primeras se les llama a veces pictografías, mientras que a las

segundas se les llama petroglifos. Los casos especiales o atípicos son los

llamados geoglifos, que son figuras de gran tamaño hechas a modo de surcos en

el suelo o de acumulamientos de piedras en las laderas de algunos cerros”

(Schobinger,1997:12).

Bajo esta misma temática, María del Pilar Casado López (1990) vincula de forma exclusiva a la pintura y al petrograbado, dejando de lado de nueva cuenta a los geoglifos. En una compilación de trabajos sobre el arte rupestre ella nos expone sus ideas de clasificación:

“La pintura y el grabado rupestre son expresiones materiales y sensoriales de un

contenido vinculado al mundo de las ideas y del espíritu en relación con las

condiciones sociales, económicas y anímicas de una comunidad, que pueden

representar figuras naturalistas (las identificadas con animales) y que constituyen

parte de la fauna propia de la región; figuras humanas de representación tanto de

personas habituales como de divinidades, y figuras abstractas, como lo son las

formas circulares, líneas y puntos” (Casado López,1990: 569,570).

Como podemos apreciar, la investigadora nos comienza a expandir hacia el mundo de las pinturas a través de su clasificación; esta definición, lejos de ser la tradicional, está matizada de elementos tipológicos y de representación tanto conceptual como de cosmovisión de sus ejecutantes. En otro trabajo anterior de la misma investigadora, nos plantea que:

“...la pintura y el grabado han de ser consideradas como un elemento arqueológico

inserto en un momento, región y sociedad con intencionalidad definida en su

ejecución no separable del acervo general en la que se insertaron; la calidad

arqueológica no solo ha de interpretarse desde un punto de vista material sino

superestructural (Casado López,1987:18).

La Arqueóloga Leticia González, en un trabajo de 1987 sobre las manifestaciones

gráfico rupestres, expresa su propuesta concreta en la cual ella pretende:

6

“Introducir estas manifestaciones en nuestra investigación contemplándolas como

un producto más de la actividad humana de cuyo análisis obtendremos

posiblemente un conocimiento sui géneris sobre determinados aspectos de la

dinámica social (generalmente ocultos o ausentes en el material de la vida

cotidiana) como lo pueden ser los elementos que dan cuenta de algunas de las

características que conforman la superestructura de la sociedad que los creó”

(González Arratia,1987: 13).

El Instituto Hondureño de Antropología e Historia ha creado el Proyecto de Arte

Rupestre (conocido como “PARUP”), que tiene como finalidad fundamental el

registro, interpretación, evaluación de condición y planeamiento y estrategia de

protección y conservación de casi 100 sitios con manifestaciones gráfico

rupestres (petrograbados y/o pinturas), de los cuales solo el 1% son conocidos por

la población, todo ello dentro de un marco de la política de Estado de Honduras

en cuanto a la conservación del patrimonio cultural de la Nación.

Asimismo, con los avances prácticos y teóricos en el campo de las

manifestaciones gráfico rupestres, se ha vuelto imprescindible integrar los diversos

campos de la antropología, así como otras ciencias, para constituir un proyecto

multidisciplinario que pueda ofrecer una visión más amplia para la investigación y

conservación del patrimonio rupestre, que inicialmente se está llevando a cabo en

Honduras, y que pudiera ser tomado más adelante como modelo para otros

proyectos arqueológicos en el país y el resto del mundo.

III. Antecedentes generales

Para comprender mejor el contexto en el que se desarrollaron las investigaciones

más directas en materia de las manifestaciones gráfico rupestres es que resulta

necesario remontarnos a los primeros estudios realizados en el país, antes de

presentar las investigaciones y resultados obtenidas desde la creación del

PARUP.

El estudio de las manifestaciones gráfico rupestres de Honduras ha sido el

enfoque de varios proyectos de investigación a través de los años, por parte de

investigadores tanto locales como extranjeros. Inicialmente, el estudio de las

manifestaciones gráfico rupestres tuvo un enfoque secundario de proyectos de

reconocimiento e inventario general de sitios (Bancroft 1875, Conzemius 1927-28,

Farrington 1896, Squier 1870 y Stone 1948, 1957a y 1957b). Fue hasta mediados

del siglo pasado que el estudio de las manifestaciones gráfico rupestres pasaron a

un primer plano, convirtiéndose en el enfoque de varios proyectos de registro e

7

investigación (Murphy 1989, Reyes Mazzoni 1976a, 1976b, 1976c, 1977a, 1977b y

1980, Sosa 1989).

Los primeros investigadores que mencionan representaciones rupestres son

Squier (1870) y Bancroft (1875). Sin embargo, la primera publicación específica

sobre arte rupestre de Honduras apareció en 1896 cuando William Farrington

publicó un artículo en American Antiquarium. En 1927-28 y 1932 Conzemius

describe arte rupestre de los llanos de la costa del Atlántico. Otros informes que se

refieren a sitios a lo largo del país aparecieron en los años 1940 y 1950.

Comprenden las publicaciones de Doris Stone del Peabody Museum y los

artículos de Lunardi en revistas nacionales. En los años 1970 y 1980 se publicó

una cantidad de breves textos, sobre todo de Reyes Mazzoni (1977) quien

menciona un estudio del arte rupestre en Honduras central. Sin embargo, sus

observaciones publicadas solamente se refieren al valle de Comayagua. Entre

1950 y 1980, el profesor Francisco Flores Andino armó para el Instituto Hondureño

de Antropología e Historia (IHAH) un inventario de cuevas y de sitios de arte

rupestre. Aunque quedaron inéditos, están accesibles en el archivo del IHAH.

(McKittrick, 2003:165,166).

Hasta la publicación de este artículo de Alison McKittrick se tenía información del

registro de 49 sitios, de los cuales 37 poseían grabados y los 12 restantes pinturas

(Foto 4).

Foto 4. Sitio en el Depto de El Paraíso con petrograbados.

A mediados de los años 90 arrancó la primera temporada del Proyecto de Arte

Rupestre, bajo la dirección de Alison McKittrick y junto con Boyd Dixon, Anne Jung

8

y Pastor Gómez, en la cual se realizó un recorrido de sitios de arte rupestre en

varias regiones del país. En esta importante primera temporada del proyecto, el

equipo de McKittrick visitó y registró varios sitios en las zonas suroccidental,

centro y suroriental del país. Se crearon los registros formales de cada sitio por

medio de fotografías, mapas, planos y dibujos de cada uno y su arte rupestre y en

algunos casos, como en el caso de Yaguacire, en el Departamento de Francisco

Morazán, se realizaron excavaciones arqueológicas en el sitio.

La revista Yaxkin publica en su volumen XII, número 1, un artículo de Erasmo

Sosa (1989) sobre los petrograbados de Orealí. En él describe la ubicación del

sitio, las características del entorno y realiza una breve descripción de los motivos

presentes.

En la misma publicación, aparece otra publicación de McKittrick (1995), esta vez

sobre los petroglifos de La Piedra Floreada, localizado cerca de los

Departamentos de Gracias a Dios y Colón. En el mismo se describe la ubicación a

los sitios, se realiza una más amplia descripción de los motivos representados

(entre ellos denota y explica la presencia de elementos fitomorfos presentes en el

sitio) y hace una inferencia sobre el origen de los mismos, atribuyéndolos a un

grupo humano en específico.

En 2004 aparece en la Memoria del VII Seminario de Antropología de Honduras

un trabajo de Timothy E. Scheffler sobre el sitio de “El Gigante”, llevado a cabo en

1998 en donde, además de describir los resultados de la inspección llevada a

cabo en el sitio, investiga dos sitios con pinturas prehistóricas. A este respecto,

como el mismo lo comenta “…el sitio consta de seis tableros distintos de grupos

de figuras, la mayoría pintadas, pero también punteadas e incisas en el

afloramiento de la toba. Entre los dibujos se observan monos, lagartijas, formas

humanas con y sin cabeza, perros, ovejas, serpientes, símbolos abstractos

circulares y manos de contornos positivos y negativos…” (Scheffler, 2004: 261).

En este recorrido se identificaron varios sitios arqueológicos en la zona, pero más

importantemente se registraron cinco nuevos sitios con arte rupestre plasmada en

sus paredes.

En el año 2004, en cumplimiento del Plan Operativo del DIA-IHAH, y retomando el

Proyecto de Arte Rupestre para hacer estudios de condición de 17 sitios a ser

propuestos para declaratoria como Patrimonio Mundial, se llevó a cabo la

Temporada II del Proyecto de Arte Rupestre, en el cual se hicieron recorridos y

visitas a los sitios registrados en los Departamentos de Francisco Morazán, La

Paz, Choluteca y El Paraíso, registrándose también en el proceso 5 sitios de arte

9

rupestre que hasta el momento no se encontraban registrados (Juárez y Figueroa

2004, Rodríguez Mota et al 2005).

IV. Antecedentes inmediatos

Hacia finales del año 2003 la entonces Jefe del Departamento de Investigaciones

Antropológicas del IHAH, arqueóloga Carmen Julia Fajardo diseña, junto con la

Dra. Gloria Lara una propuesta en materia de manifestaciones gráfico rupestres

que es presentada en concurso para obtener el Fondo de los Embajadores para la

Preservación Cultural por parte de la Embajada de los Estados Unidos de

América, la cual fue aceptada en el año 2004 y en ese mismo año comienza a

retomarse el Proyecto de Arte Rupestre con el registro preliminar de algunos sitios

rupestres con investigadores del IHAH. En el año 2005 fue entregado a las

autoridades del IHAH el cheque para la ejecución del proyecto (30,000 dólares).

En el momento en que se reciben los fondos para la investigación el IHAH se

encontraba bajo la dirección del Arqueólogo Ricardo Agurcia Fasquelle y del

arqueólogo Santos Vito Véliz como jefe de la recién nombrada Subgerencia de

Patrimonio del IHAH, quienes otorgan una contraparte de dinero para la ejecución

del proyecto mismo. La dirección del proyecto estuvo inicialmente bajo el mando

del arqueólogo Agurcia y unos meses después bajo la tutela del arqueólogo Véliz.

El investigador designado por parte de las autoridades del IHAH fue el antropólogo

Alejandro Figueroa, quien en conjunción de un grupo multidisciplinario ha

desarrollado este proyecto, involucrando a arqueólogos, antropólogos físicos,

historiadores, químicos, biólogos y geólogos. Se ha propuesto además ante la

UNESCO que el sitio de Ayasta (en Francisco Morazán), junto con los otros 15

sitios de arte rupestre que conforman los lugares en investigación, sean

declarados como Itinerario Cultural Patrimonio Cultural de la Humanidad.

V. El Proyecto de Arte Rupestre (PARUP)

La tercera temporada del Proyecto de Arte Rupestre, ahora conocido como

PARUP, fue financiada (tal y como se explicó con anterioridad) por el Fondo de los

Embajadores para la Preservación Cultural de la Embajada de los Estados Unidos

de América en Honduras, así como por una contraparte del presupuesto interno

del IHAH, y originalmente inició con el Itinerario Cultural propuesto ante la

UNESCO en el 2004, dividido en cuatro circuitos, con un total de 16 sitios

(esquema 1):

10

1. Circuito de Occidente a). Quebrada Santa Rosa

b). El Gigante

c). La Pintada de Azacualpa

2. Circuito Departamento de Francisco Morazán a). Santa Elena de Izopo

b). Yaguacire

c). Santa Rosa

d). Las Cuevas Pintadas de Ayasta

3. Circuito Departamento de Choluteca a). Piedra del Dibujo

b). La Pintada de Las Pitas

c). Las Pinturas de Concepción de María

d). Las Pintadas de Concepción de María

4. Circuito Departamento de El Paraíso a). Oropolí

b). Orealí

c). Morocelí

d). Los Aguacates

e). Las Pinturas de Yuscarán

11

En base a mapa dibujado por George Hasemann, 1996

PARUP, Temporada 2005-2006

Esquema 1. Sitios investigados con manifestaciones gráfico rupestres.

El PARUP consistió en seis programas a ejecutarse en un máximo de 12 meses,

los cuales abarcaba: Investigación, Conservación, Protección Física y Legal,

Concientización, Capacitación y Difusión, cada uno con actividades específicas

que se han ido ejecutando en conjunto con otras secciones y subgerencias del

IHAH, así como con el apoyo de investigadores asociados a la Institución.

VI. El PARUP como proyecto multidisciplinario

Tratando en la mayor medida de lo posible y sacando provecho tanto de los

recursos y alcances científicos de que dispone el PARUP, es que se buscó la

continua incorporación de muchas y variadas áreas de investigación, no solo

atendiendo al tradicional enfoque arqueológico, sino también buscando la

conjugación de elementos que puedan ser aportados por otras ciencias como son

12

la antropología física, geología, biología, historia, por mencionar algunas, con el fin

de obtener una visión integral y multidisciplinaria para el estudio, análisis y

conservación del arte rupestre, que desde hace mucho tiempo ha sido delegado

casi en exclusiva a arqueólogos, historiadores del arte, rupestrólogos y

conservadores.

La línea principal del PARUP han sido sus programas de Investigación y

Conservación, ambos esenciales para realizar el análisis y la interpretación de los

motivos rupestres de cada sitio, así como el diagnóstico del estado de

conservación de cada uno de los mismos, con el fin de proponer medidas de

mitigación para su preservación a corto, mediano y largo plazo.

En lo referido al Programa de Investigación, primeramente se contó con la

asistencia directa y permanente de un Antropólogo Físico (quien presenta este

trabajo), especializado en la interpretación de motivos rupestres, quien ha

aportado, desde su perspectiva, al análisis e interpretación de la representación

humana en cuanto a su importancia dentro de la cosmovisión del grupo humano

ejecutor, al igual que los elementos zoomorfos y geométricos presentes en cada

uno de los sitios y que en determinados momentos se han intentado explicar no

solo de manera aislada por motivos representados, sino integrándolos con los

elementos antropomorfos como parte integral de la cosmovisión que como grupo

humano que las representó en roca tuvo en un pasado (Rodríguez Mota, 2003).

Por otra parte también se logró la incorporación de una egresada de la carrera de

historia (Lic. Natalie Roque), quien se encargó de realizar una investigación

histórica preliminar en la Biblioteca del IHAH y en el Archivo Central del mismo en

Tegucigalpa y quien también compiló las historias orales asociadas con algunos

de los sitios con arte rupestre, de las comunidades aledañas a éstos.

De igual manera, se está trabajando con una bióloga para realizar la

caracterización ecológica de algunos de los sitios contemplados en el PARUP, con

el fin de llegar a una mejor comprensión de la relación entre la ecología y entorno

natural del presente y la del pasado de estos sitios.

Finalmente, a través de un convenio interinstitucional entre el IHAH y la Empresa

Nacional de Energía Eléctrica de Honduras (ENEE), se logró obtener la asistencia

de un ingeniero geólogo, quien está llevando a cabo la evaluación de los recursos

geológicos y geomorfológicos de cada uno de los sitios; y de un doctor en química,

quien cuenta con experiencia en la rama de la conservación de la piedra, y está

llevando a cabo la identificación y análisis de los procesos de deterioro que

afectan cada sitio, tanto humanos o naturales (foto 5).

13

Foto 5. El Ingeniero geólogo Iván Guerrero y el Doctor en Química Sigfrido

Sandoval, realizando un diagnóstico del sitio de Santa Elena de

Izopo, en el Departamento de Francisco Morazán, cercano a la

ciudad de Tegucigalpa.

Esta asistencia multidisciplinaria, más que un aporte formal a los objetivos del

PARUP, sirve como experiencia piloto de cooperación e intercambio científico, que

se espera sea seguida en proyectos futuros del IHAH, así como de otras

instituciones gubernamentales dentro y fuera del país.

VII. El PARUP como proyecto integral

Desde su inicio, el PARUP se buscó perfilar como un proyecto institucional que

implicara no solo los programas tradicionales de investigación y conservación, sino

también programas que integraran la instalación de infraestructura básica, el

manejo, uso y promoción de sitios, así como involucrar de manera constante y

permanente a las comunidades locales y sus fuerzas vivas en este proceso.

El crecimiento poblacional de Honduras, así como el desarrollo de infraestructura y

modificación del ambiente que éste conlleva, han en parte inducido la estrategia

nacional de descentralización del gobierno, la cual brinda más potestades y

poderes a los gobiernos locales municipales. Lo anterior, sumado a los impactos

implícitos sobre el Patrimonio Cultural y su significado, ha llevado al IHAH a

reevaluar sus estrategias de conservación y protección del Patrimonio Cultural,

14

impulsando iniciativas para involucrar a las comunidades locales en el registro y

resguardo de su Patrimonio, incluyendo la creación de una Subgerencia de

Coordinación Regional y Municipal, y la ejecución de varios de los programas y

proyectos, de los cuales el PARUP es el primero en su tipo.

Los Programas de Concientización y Capacitación del PARUP, han seguido el

modelo de otros proyectos e iniciativas internacionales (Australian Heritage

Comisión 2000, Campbelltown City Council 2006, Corbett y Robles 1994, English

Heritage 2006, Frawley 2006, Heritage Conservation Branch 1992, Heritage

Council of NSW 2005, Historic Places Trust of New Zealand 2006, ICOMOS 1993,

Heritage Council of Ireland 2006), que buscan satisfacer la necesidad de convertir

a las comunidades locales, con el apoyo y compromiso de sus gobiernos

municipales y demás grupos claves representativos, en actores claves para la

protección y resguardo del Patrimonio Cultural del país. A través de talleres, se

han creado y fortalecido Comités de Turismo y Cultura y Comités de Vigilancia del

Patrimonio, compuestos por personas locales comprometidas con el Patrimonio,

su comunidad, y la misión del IHAH ante el Patrimonio (fotos 6 a 9)

.

Foto 6. Taller impartido a representantes de la comunidad de Santa Elena, La Paz.

15

Foto 7. Taller impartido a representantes de la comunidad de Azacualpa.

Foto 8. Taller impartido a representantes de La Estanzuela.

16

Foto 9. Taller impartido a representantes de Las Mercedes.

Los programas de Protección Física y Legal y de Difusión del PARUP, fueron

creados con el objetivo de lograr una protección permanente y un desarrollo

sostenible de los sitios de arte rupestre, todo ello sin poner en riesgo su

conservación. Estos programas implican la señalización preventiva básica para

algunos sitios, para que los visitantes actuales tengan un mayor entendimiento y

apreciación de estas manifestaciones culturales del pasado.

Complementariamente, se diseñaron algunos trifolios, manuales y demás

publicaciones que ayuden a ilustrar a las comunidades locales y a los visitantes a

las mismas, así como una exposición temporal e itinerante sobre el arte rupestre

de Honduras y dos videos documentales, con el propósito de concientizar a un

mayor público, nacional e internacional, sobre los sitios y circuitos existentes, su

valor, significado, y la importancia de su debida protección y conservación.

VIII. El PARUP como proyecto piloto

Beneficiándose de los recursos materiales y científicos del PARUP, así como de la

innovación de sus programas y actividades, el IHAH ha impulsado la creación de

varios proyectos institucionales de digitalización, actualización de registros y

cooperación y coordinación comunitaria.

17

Partiendo de la iniciativa de una búsqueda preliminar en el Archivo Central del

IHAH, la Gerencia, a través de la Unidad de Historia, ha sometido un anteproyecto

para la digitalización del mismo. Asimismo, estas dos instancias han dado inicio al

Programa Interinstitucional de Rescate y Salvaguarda de Archivos

Municipales/Estatales y a la Creación del Sistema Informático Hondureño de

Archivos Históricos, con la cooperación y coordinación del IHAH, el Ministerio de

Cultura, Artes y Deportes, y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras

(UNAH).

A través de la creación de la base de datos digital de sitios con representaciones

rupestres del Programa de Investigación del PARUP, se ha elaborado una

propuesta para la Actualización del Programa de Inventario Nacional de Sitios

Arqueológicos e Históricos de Honduras (INSAHH), que también incluye un

componente de digitalización, así como la modernización y estandarización de las

fichas de registro del INSAHH (Fotos 10 y 11).

Foto 10. Ficha de registro de sitio rupestre

18

Foto 11. Continuación de la ficha de registro rupestre

Ejemplo final y definitivo de los alcances logrados hasta ahora por el PARUP, son

las negociaciones iniciales con nuestros colegas de los países vecinos de

Guatemala, El Salvador y Nicaragua, para la conformación de proyectos

binacionales de investigación, protección y desarrollo de sitios con

representaciones rupestres a nivel centroamericano.

IX. Las Temporadas del PARUP

Considerando el itinerario cultural propuesto para el estudio de las

manifestaciones gráfico rupestres de Honduras, sus actividades comenzaron hacia

finales del año 2005 una vez que se presentó ante la Subgerencia de Patrimonio

del IHAH una metodología para la utilización de los fondos disponibles para su

registro, evaluación de estado de conservación, protección y difusión. Cabe

mencionar que la aplicación de esta metodología desde sus inicios hasta fines del

año 2006 estuvo a cargo del antropólogo Alejandro Figueroa, pasando en 2007 a

ser ejecutada por el A.F. Francisco Rodríguez Mota.

19

En su inicio, se comenzaron los trabajos en los sitios localizados dentro del

Departamento de Francisco Morazán, abarcando los siguientes: Yaguacire, Santa

Rosa, Santa Elena de Izopo y Ayasta (Fotos 12 y 13). En todo momento se contó

con la participación de los asistentes técnicos del IHAH: Santiago Escobar Morales

y Roberto Martínez Torres, independientemente de los investigadores externos

que se incorporaron en los meses siguientes. La metodología empleada para cada

uno de los sitios en cuanto a su investigación fue, primeramente, la obtención en

bibliotecas y archivos de todos los antecedentes de investigación de cada sitio –

publicados o no- para conocer tanto sus ubicaciones espaciales como las

características de su entorno, a fin de llegar preparados a cada uno de los sitios.

Ya habiéndose encontrado el sitio en cuestión el equipo se presentaba ante las

autoridades locales para explicarles el motivo de nuestra presencia en los sitios y,

en su momento, solicitar la ayuda necesaria, en donde por lo general,

subcontratábamos gentes para que colaboraran con el equipo de trabajo en la

limpieza de los sitios y en su posterior registro. Posteriormente se llevaba a cabo

un recorrido de superficie primeramente hacia el interior de los abrigos en donde

se ubican las manifestaciones gráfico rupestres y después en los alrededores para

conocer si existían más representaciones fuera del grupo principal que contenía a

las manifestaciones gráfico rupestres. Mientras las gentes que vivían en las

cercanías a los sitios se ocupaban de limpiar la zona de la maleza, el equipo de

trabajo ubicaba visualmente los puntos en donde serían marcadas las cotas para

la colocación del equipo y poder llevar a cabo las mediciones que nos permitirían

obtener las coordenadas para hacer un levantamiento topográfico del sitio,

reflejándose en dibujos tanto de planta como de perfil década uno de los sitios y

sus concentraciones de manifestaciones gráfico rupestres. Una vez concluidos los

levantamientos, se procedía a levantar el registro fotográfico digital de los

motivos, tanto por paneles como a nivel individual, todo el tiempo utilizando una

referencia métrica (escala) y obteniendo imágenes tanto en blanco y negro como a

color. También se llevó a cabo una toma de imágenes nocturna, empleando

lámparas con un filtro artificial que permitiera tomar buenas imágenes y que

demostrarían a futuro que utilizar este tipo de imágenes permite apreciar mejor los

motivos que fueron hechos con la técnica del petrograbado. En otra de las etapas

del proyecto se contó con la asistencia del químico y del geólogo para verificar las

condiciones de la roca y de los petrograbados y pinturas que han sufrido del

vandalismo (grafiti) y de la degradación de los mismos por causas naturales (en

estos momentos continúan con los estudios en el laboratorio de las observaciones

hechas en campo).

20

Foto 12. Serpiente emplumada del sitio “Santa Elena de Izopo”

Foto 13. Representación zoomorfa del sitio de “Ayasta”

Una vez concluidas las investigaciones en campo, el personal se trasladaba al

IHAH para el vaciado de la información recolectada de cada sitio y se clasificaba

en carpetas digitales para su posterior análisis. También se planificaban los

tiempos y costos para las siguientes visitas a los sitios. El registro de los sitios de

Francisco Morazán se concluyeron en finales del año 2005.

El año 2006 comenzó con las investigaciones de los sitios localizados en el

Circuito de Occidente (Cueva El Gigante y La Pintada de Azacualpa) localizados

ambos en el Departamento de La Paz. Por cuestiones de logística no fue posible

incluir el registro del sitio Quebrada de Santa Rosa de Tenampúa en el

Departamento de Comayagua, sin embargo, éste fue el punto de partida para el

21

siguiente año. Con respecto al sitio “Cueva El Gigante” se llevó a cabo el registro

fotográfico de los motivos rupestres presentes en el sitio (Foto 14), no así ocurrió

con el registro topográfico del mismo, pues las condiciones en que se encuentra el

sitio dificultaron la posibilidad de obtener las coordenadas para crear el dibujo de

perfil del sitio, aunque si se pudo hacer el dibujo de planta. Dentro del sitio “La

Pintada de Azacualpa” se lograron ambos objetivos: registro planimétrico y registro

fotográfico y no solo eso; se contempló dentro de este circuito el recorrido de

superficie en áreas aledañas al sitio para la ubicación de otros posibles sitios con

manifestaciones gráfico rupestres y, gracias a la ayuda de los lugareños de esta

zona, especialmente de la Profesora Leticia Ventura, es que se pudieron localizar

y registrar de manera fotográfica 5 nuevos sitios, entre los que destaca el sitio

conocido como “El Tigre del Nazario” (Foto 15) por su maravillosa riqueza artística

en las formas y colores utilizados para la creación de sus pinturas rupestres.

Foto 14. Mano al positivo en el sitio “El Gigante”

22

Foto 15. Representación zoomorfa del sitio “El Tigre del Nazario”

El año 2006 continuó con el registro de los sitios ubicados en el Departamento de

El Paraíso (Foto 16) y de Choluteca (Foto 17), quedando pendiente de su registro

solo el sitio de Quebrada de Santa Rosa de Tenampúa, en el Departamento de

Comayagua. Los resultados obtenidos a lo largo de este proyecto de investigación

será expuestos en el siguiente apartado.

Foto 16. Petrograbado antropomorfo del Departamento de El Paraíso.

23

Foto 17. Representación fitomorfa del sitio “Piedra del Dibujo”, Depto. De

Choluteca.

A comienzos del año 2007 la Unidad de Arqueología presentó ante la Subgerencia

de Patrimonio y la Dirección del IHAH el Plan de Trabajo de ese año con los

proyectos e inspecciones a realizarse, quedando integrado de nueva cuenta un

fondo para el estudio de las manifestaciones gráfico rupestres. Originalmente el

proyecto tendría dos etapas: una de registro del sitio de Tenampúa y el recorrido

de superficie en áreas del Valle de Comayagua para identificar nuevos sitios con

este tipo de manifestaciones antiguas y, por otro lado, se llevaría a cabo una

segunda etapa de recorridos en la región montañosa del Departamento de La Paz,

contigua a Comayagua, sin embargo, por cuestiones de logística y de tiempos

para la ejecución de otros proyectos, éste tuvo que reducirse a solo una

temporada, comenzando los trabajos de investigación en el sitio “Quebrada de

Santa Rosa de Tenampúa”. Se volvió a contar con la participación de nuestros

asistentes técnicos pero esta vez bajo la dirección del A.F. Francisco Rodríguez.

Los trabajos comenzaron con la presentación -ante las autoridades competentes-

del proyecto de investigación del IHAH y se pudo contratar a algunas personas de

la comunidad para los trabajos mismos. El sitio se encuentra en el fondo de una

cañada y presenta una gran cantidad de petrograbados que han sido objeto de

estudio de varios investigadores (Mazzoni 1975,76,77,94; Agurcia 1976) en

distintas temporadas de trabajo. Se comenzó con la limpieza del lugar, la

ubicación de las cotas y se levó a cabo el levantamiento de los dibujos tanto de

24

planta como de perfil del sitio (esquemas 2 y 3). Se hizo el registro fotográfico

digital en color solo con luz de día (Foto 18), pues las condiciones del río (por ser

época de lluvias el río se encontraba caudaloso) no permitieron el acceso al

mismo para su registro fotográfico nocturno, quedando pendiente de realizarse en

otra temporada. También se llevó a cabo un recorrido de superficie tanto río arriba

como río abajo desde la concentración masiva de los petrograbados para ubicar

otras manifestaciones, mismas que fueron encontradas en ambos extremos de la

cañada.

Foto 18. Petrograbado serpentiforme de la “Quebrada de Santa Rosa de

Tenampúa”, Comayagua.

25

Esquema 2. Dibujo de planta del sitio Quebrada de Santa Rosa de Tenampúa.

26

Esquema 3. Dibujo de perfil del sitio Quebrada de Santa Rosa de Tenampúa

Cuando se concluyó con la prospección y el registro de dichos elementos

rupestres aislados, convocamos a través del Sr. Oscar Matamoros (representante

del Comité Cultural local) a una reunión con los representantes de la Organización

de Desarrollo Comunitario (ODECS) y de la Comisión de Turismo Municipal para

la puesta en valor del sitio como centro turístico de la Aldea Las Mercedes, la Villa

27

de San Antonio, Flores y otras comunidades a la impartición de una charla sobre

lo que el Patrimonio Cultural Hondureño y las Manifestaciones Gráfico Rupestres,

a la cual asistieron un importante número de participantes. La charla fue impartida

por el A. Alejandro Figueroa, el A.F. Francisco Rodríguez y los asistentes técnicos

Santiago Escobar y Roberto Ramírez. A cada participante se le entregó un folder

con hojas en blanco, una pluma y una copia de la Ley para la Protección del

Patrimonio Cultural de Honduras. Se les explicó además el porqué es necesario

mantener limpio el sitio y los accesos al mismo, así como también la importancia

de contar con una constante vigilancia al sitio para evitar que continúe la práctica

del grafiti. Se les expuso también los aciertos y debilidades del plan de ideas que

tienen para desarrollar el sitio como parte de un atractivo turístico. A ese respecto,

podemos comentar lo siguiente:

1. El grupo que representa el Sr. Matamoros cuenta ya con un presupuesto de inversión para el sitio, solo están a la espera de que las autoridades del IHAH lo autoricen para poderlo habilitar al público.

2. Se quiere crear un acceso que conduzca desde la parte posterior de la casa del Sr. Matamoros hasta el risco de la quebrada, de donde partiría un puente hamaca que cruzaría la quebrada y llegaría a la zona que localmente es conocida como “cueva”, para posteriormente acceder al río y visitar la zona de Petrograbados.

3. Colocación de un muro de contención en la quebrada a lo largo de los Petrograbados para que los visitantes acceden a el.

4. Colocación de una cerca metálica empotrada en la roca para evitar que la gente toque directamente los motivos.

Ante las ideas expuestas por ellos, el equipo de trabajo del IHAH les explicó lo que

sí podría hacerse y lo que no. Con respecto al acceso hasta el risco se les sugirió

que el acceso se construyera ya fuera de dos formas: a través de gradas hechas

de canto rodado de la quebrada misma y cemento, o bien que se utilizara grava y

madera como la utilizada en otros sitios eco-arqueológicos del país. Ante

cualquiera de las dos opciones se les recomendó también la utilización de

barandales que guíen las gradas para evitar accidentes, especialmente cuando

grupos grandes de estudiantes.

Sobre el puente hamaca se les sugirió no fuera colocado por diversas razones: un

puente hamaca requiere de constante mantenimiento, ya que la madera se pudre

con facilidad y resultaría muy costoso. Por otra parte, la altura entre ambos riscos

es considerable si se piensa en un accidente (caída desde el puente al río) ya sea

provocado por el hombre o por las mismas condiciones naturales. Aunado a ello,

28

en el extremo en donde se localiza “la cueva” continuamente se dan

desprendimientos de rocas, razón por la cual no se aconsejó su implementación.

En su lugar, se les sugirió se construyera un acceso a base de canto rodado y

cemento. Ya en el río, la colocación de pilotes (camino de canto rodado separados

entre sí para permitir que fluya el agua del río) para acceder al otro lado del río y a

partir de este punto construir un muro de contención que siga el contorno del

farallón para que el visitante pueda caminar sobre él sin mojarse y visitar y

apreciar los Petrograbados.

Sobre la colocación de una cerca metálica se les explicó que no puede llevarse a

cabo porque se estaría alterando y dañando el farallón que contiene a los

Petrograbados. Para evitar la cerca, se les instó a que en todo momento que bajen

visitantes, un guardarecurso cultural de la comunidad los acompañe al recorrido,

haciendo las veces de guía y vigilante, evitando con ello la aparición de nuevos

grafiti.

Finalmente se les explicó que antes de que se tome cualquier decisión dentro de

la comunidad con respecto al sitio de los Petrograbados, deberán esperar a que la

gerencia del IHAH gire instrucciones al equipo de arquitectos del Instituto para que

sean ellos quienes sugieran la mejor alternativa para la puesta en valor del sitio en

lo referente a los accesos y supervisen los trabajos mismos para la función final

que es la protección del sitio.

Concluidos los trabajos en este sitio, se llevó a cabo la siguiente fase de este

proyecto, que consistía en la ubicación de otros sitios con manifestaciones gráfico

rupestres a partir tanto de las fuentes bibliográficas como de la consulta con

gentes de las comunidades que dicen haber conocido este tipo de sitios en un

pasado reciente. El resultado de estas investigaciones condujeron al registro de

cuatro nuevos sitios con este tipo de manifestaciones artísticas, además de otros 5

sitios con restos arqueológicos y uno paleontológico. En cada uno de los sitios

registrados con manifestaciones gráfico rupestres se llevó a cabo el levantamiento

de los dibujos de planta y perfil y registro fotográfico individual (Fotos 19 a 22).

29

Foto 19. Petrograbados en el sitio “Cueva de Los Machines”

Foto 20. Pinturas zoomorfas del sitio “Las Pinturas de Lamaní”

30

Foto 21. Petrograbado zoomorfo en el sitio “Río Mico”

Foto 22. Figura zoomorfa del sitio “Cueva de Los Letreros”

31

X. Resultados Obtenidos

Podemos concluir esta presentación con la exposición de los resultados obtenidos

desde finales del año 2004 hasta este momento:

- Se cuenta con el registro detallado de dibujos de planta y perfil no solo de

los sitios incluidos en el itinerario cultural de arte rupestre de Honduras, sino

también de algunos localizados fuera de este contexto, dentro del

Departamento de Comayagua.

- Se tiene el registro fotográfico digital detallado por sitio y por motivos tanto

de los planteados en el itinerario cultural de arte rupestre de Honduras

como de los sitios localizados fuera del circuito (Valle de Comayagua,

Trujillo, Departamento de La Paz, etcétera).

- Se cuenta con una base digital de datos, misma que se sigue trabajando,

para el vaciado de toda la información rupestre de cada sitio y de cada

motivo, que serán además la base para todo tipo de investigaciones en

materia rupestre a futuro.

- Se han publicado de manera directa en el Órgano de Difusión del IHAH

(Yaxkin) dos artículos en materia rupestre de Honduras (uno de ellos sobre

su registro, interpretación conservación y otro sobre aproximaciones a la

interpretación del motivo antropomorfo en petrograbado de Ayasta)

- Publicación de tres trípticos de arte rupestre: La Pintada de Azacualpa, Las

Cuevas de Ayasta y El Arte Rupestre de Honduras) (Foto 23).

- Dos videos documentales sobre el arte rupestre hondureño (uno

promocional y otro que en recientes fechas será su lanzamiento oficial ante

los medios de comunicación de Honduras) (Foto 24).

- Realización de Talleres en comunidades piloto localizadas en áreas

cercanas a los sitios con manifestaciones gráfico rupestres cuyo objetivo

principal ha sido dar a conocer lo que es el Patrimonio Cultural, su valor y

significado, todo lo relacionado con las manifestaciones gráfico rupestres y

el porqué deben de protegerse (La Estanzuela, Azacualpa y Las Mercedes).

- Se prevé para finales de abril 2008 sea presentado ante las autoridades del

IHAH los Manuales del Guardarecursos Cultural de Honduras y el de Arte

Rupestre de Honduras, mismos que tendrán una distribución nacional en

escuelas, universidades, museos y comunidades con este tipo de

manifestaciones culturales para su mejor conocimiento y salvaguarda del

patrimonio cultural para que, co0n el tiempo, puedan ser gestionados sus

adecuados desarrollos y puestas en valor de sitios con manifestaciones

gráfico rupestres.

- La creación de la primera base de datos digital de sitios con arte rupestre

de Honduras, no solo a nivel de zona geográfica o de sitio, sino a nivel de

32

figura representada con toda la información que de cada motivo pueda

generarse, basada en las fichas de registro que ha utilizado el IHAH en el

pasado, así como en las fichas propuestas por la arqueóloga mexicana

Casado López (Casado López 1987).

- La creación y colocación de elementos de señalización preventiva en sitios

con arte rupestre (piloto) en referencia a lo explicativo, preventivo y

prohibitivo.

- La instalación de una exposición temporal e itinerante del arte rupestre

hondureño, la cual viajará por todos los museos del país, y que tratará

sobre las manifestaciones gráfico rupestres del país: su investigación,

interpretación y protección.

- Producto de los resultados de las investigaciones llevadas a cabo, se han

presentado ponencias tanto en El Salvador como en Guatemala en mesas

de trabajo diseñadas especialmente para la difusión de este tipo de

manifestación cultural (hasta el momento se han presentado cinco trabajos

en dichos congresos).

- La comunidad de Azacualpa, en Santa Elena, Departamento de La Paz, ha

logrado la adquisición del terreno en donde se encuentra este sitio tan

importante a fin de preservarlo y tomar las medidas necesarias para su

conservación para evitar acciones vandálicas en el sitio mismo.

- En este momento se está trabajando en la presentación de algunas

ponencias más relacionadas con las manifestaciones gráfico rupestres de

Honduras para su presentación en el IX Coloquio Guatemalteco de Arte

Rupestre, a celebrarse en el mes de septiembre en dicho país.

- Finalmente, se trabaja conjuntamente entre el Antropólogo Alejandro

Figueroa y su servidor en un primer libro sobre el arte rupestre de Honduras

que no solo será descriptivo, sino a su vez interpretativo y que abordará

cuestiones muy importantes como lo es la conservación y preservación a

corto, mediano y largo plazo de las manifestaciones gráficas rupestres.

33

PARUP 2005-2006: Difusión

Trípticos:

Foto 23. Trifolios publicados y distribuidos en la población hondureña.

PARUP 2005-2006: Difusión

Videos documentales:

Foto 24. Videos en DVD sobre el Arte Rupestre de Honduras.

34

XI. Conclusiones

Observando los resultados hasta el momento obtenidos por el PARUP, producto

directo de su principio integral y visión multidisciplinaria, el IHAH ha designado una

partida presupuestaria permanente para la ejecución de este proyecto dentro del

Plan Operativo de su Unidad de Arqueología parte de la Subgerencia de

Patrimonio.

Por otra parte, el objetivo principal de la presente temporada del PARUP – la

creación de las bases iniciales para la declaratoria del Itinerario Cultural de Sitios

con Arte Rupestre de Honduras como Patrimonio de la Humanidad ante la

UNESCO – se está cumpliendo en su totalidad.

Aportando productos y resultados realizables, específicos y puntuales, el PARUP

demuestra que aún con fondos económicos y de tiempo limitados, se puede lograr

alcanzar objetivos científicos concretos para el estudio, conservación y

preservación del arte parietal, involucrando al mismo tiempo a otras ciencias y

disciplinas, comunidades y personas, aprovechando así la capacidad de gestión

del IHAH.

Metodología similar a la utilizada en este proyecto de investigación puede ser

igualmente aplicable a sitios con manifestaciones gráfico rupestres de México, con

el objetivo no solo de crear una sólida base de datos para su continua consulta por

diversos investigadores, sino también con el fin de proveer las medidas necesarias

para su preservación a las futuras generaciones de nuestro país, ya que México

cuenta, al igual que Honduras, con un rico, variado y valioso patrimonio cultural

rupestre. En nuestras manos está el poder lograr la persistencia de estas

manifestaciones culturales antiguas para el futuro.

Muchas Gracias

35

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i Las fuentes bibliográficas tanto utilizadas directamente en el texto como las externas se incluyeron aquí a fin de que el lector interesado pueda ahondar en el estudio de los temas expuestos e este trabajo.