hdr- buenos aires, argentina 2004-2005

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INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005 “Integración social de los jóvenes” Fundación Banco de la Provincia de Buenos Aires REPÚBLICA ARGENTINA

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EXPRESIONES DE RECONOCIMIENTO 1

INFORMESOBRE DESARROLLO HUMANO

EN LA PROVINCIADE BUENOS AIRES

2004-2005

“Integración social de los jóvenes”

Fundación Banco de la Provincia de Buenos Aires

REPÚBLICA ARGENTINA

Diseño de Tapa: Ezequiel Díaz OrtizIlustraciones: Martha de MenaArmado del Informe: Darío Baroli

ISBN: 950-9287-07-05

© Fundación Banco de la Provincia de Buenos Aires, Marzo 2005. www.fundacionbapro.org.ar

Reservados todos los derechos.Prohibida su reproducción total o parcial, incluido el diseño de la cubierta, porningún método gráfico, electrónico, mecánico, de fotocopia, registromagnetofónico o de alimentación de datos sin citar expresamente la fuente.

IMPRESO EN ARGENTINAPRINTED IN ARGENTINARivolín Hnos. S.R.L.Salta 236 (C1074AAF) Buenos Aires

Gobernador de la Provincia de Buenos AiresFelipe Carlos Solá

Presidente del Banco de la Provincia de Buenos AiresJorge Sarghini

Fundación Banco de la Provincia de Buenos AiresConsejo Directivo

PresidenteAdolfo R. Boverini

VicepresidenteJulio C. Balbi

SecretariaJuana G. Aristi

ProsecretariaTeresa Gowland

VocalesHipólito Covarrubias

Teresa González Fernández

GerenteIndalecio González Bergez

Revisores de CuentasGabriela Bernazza

Jorge Etcharrán

Proyectos EspecialesSusana Fernández de Deniro

INFORMESOBRE DESARROLLO HUMANO

EN LA PROVINCIADE BUENOS AIRES

CoordinadorJulio Balbi

Equipo de RedacciónGabriela Bukstein

Malena DondoMariano Fontela

Nora PérezAntonio Salviolo

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-20056

EXPRESIONES DE RECONOCIMIENTO 7

EXPRESIONES DE RECONOCIMIENTO

El Informe sobre Desarrollo Humano en la Provincia de Buenos Aires ha contado con el especial apoyo delDirectorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires y de la Secretaría General de la Gobernación.

Juan Francisco Salviolo redactó la versión preliminar del Capítulo 3, “La cultura y los jóvenes”, y Sophia Cifuentesel Capítulo 6, “Los desafíos de la oferta educativa”.

Para la elaboración del presente Informe resultó determinante el apoyo técnico y administrativo recibido de AndreaAfonso Dos Santos, Patricia Gutiérrez, Carolina Martínez Estrada, Sabina Rojas, Rocío González Fernández, JoséNaviliat, María Rosa Ida, Martín Saint Pierre, Jorge Tilca, Roberto Fasano, Julio Cruz, Sebastián Rodríguez y CristinaFortín.

Aportaron su decidida colaboración la Senadora Marta Patricia Jorge, Presidente de la Comisión de Niñez, Adoles-cencia y Familia de la H. Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, y la Embajadora Ana Cafiero, DirectoraGeneral de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de laNación.

También resultó decisiva la asistencia del Director Provincial de la Juventud, Nicolás Milazzo, de Adrián Rozengardty Natalia De Sio de la Subsecretaría de Coordinación Operativa del Ministerio de Desarrollo Humano, de Claudio Mate,Subsecretario de Atención a las Adicciones, y de Hugo Fernández Acevedo, Director Provincial de Estadística.

La Coordinación de Consejos Consultivos del Banco Provincia auxilió la elaboración del presente Informe, especial-mente a través de Eduardo Carcavallo, Andrés Fernández y Ricardo Sistac.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo apoyó perseverantemente al equipo de redacción delInforme, especialmente mediante el concurso de Natalia Aquilino, Gabriela Catterberg, Lucía Gadano, Liliana De Riz,Cecilia Del Río, Marcela Masnatta y Pablo Vinocur. En ese marco de cooperación realizaron aportes para la elaboración delmarco teórico Sergio Balardini, Gabriel Kessler y Emilio Tenti Fanfani.

Resultaron fundamentales los aportes realizados por Oscar Dávila León, del Centro de Investigación y DifusiónPoblación de Achupallas, Viña del Mar, Chile, y por Natalia Guidobono, de la Asociación Civil Las Margaritas del Campo,Uruguay.

Asimismo, se ha contado con el apoyo de la Comisión de Población y Desarrollo Humano del H. Senado de laNación, en especial de su Presidente, Senador Antonio Cafiero, y de Inés Cavigiolo, Francisco Cafiero, Fernando Duarte yMaría Victoria Servidio. La Dirección Nacional de Juventud alentó la elaboración del Informe, a través de su Director,Mariano Cascallares, y del Coordinador de Planificación y Capacitación, Federico Ludueña.

La preparación de este Informe no hubiera sido posible sin la valiosa contribución de las siguientes personas:Vicegobernadora: Dra. Graciela María Giannettasio de SaieghPresidente de la H. Cámara de Diputados: Dip. Osvaldo José MércuriJefe de Gabinete: Ing. Agr. Rafael MagnaniniMinistro de Gobierno: CPN Florencio RandazzoMinistro de Economía: Lic. Gerardo Adrián OteroMinistro de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos: Dr. Antonio Eduardo SicaroMinistro de Justicia: Dr. Eduardo Di RoccoMinistro de Seguridad: Dr. León ArslaniánMinistro de Salud: Dr. Ismael Passaglia

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-20058

Ministro de Asuntos Agrarios: Ing. Agr. Raúl Alberto RivaraMinistro de Desarrollo Humano: Dr. Juan Pablo CafieroMinistro de la Producción: Lic. Gustavo Sebastián LopeteguiMinistro de Trabajo: D. Roberto MouilleronDirector General de Cultura y Educación: Prof. Mario Néstor OportoSecretario de Derechos Humanos: D. Remo Gerardo CarlottoPresidenta del Instituto Cultural: Arq. María Cristina Álvarez Rodríguez

Rector de la Universidad Nacional del Centro: Dr. Néstor AuzaRector de la Universidad Nacional de General San Martín: Lic. Daniel Alberto MalcolmRector de la Universidad Nacional de General Sarmiento: Lic. Silvio Ismael FeldmanRector de la Universidad Nacional de La Matanza: Lic. Daniel Eduardo MartínezPresidente de la Universidad Nacional de La Plata: Arq. Gustavo Adolfo AzpiazuRectora de la Universidad Nacional de Lanús: Dra. Ana María JaramilloRector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora: Lic. Omar SzulakRectora de la Universidad Nacional de Luján: Lic. Amalia Estela TestaRector de la Universidad Nacional de Mar del Plata: Arq. Daniel MedinaRector de la Universidad Nacional de Quilmes: Dr. Mario ErmacoraRector de la Universidad Nacional del Sur: Dr. Luis María FernándezRector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero: Lic. Aníbal JozamiRector de la Universidad Tecnológica Nacional: Ing. Héctor Carlos Brotto

Intendente Municipal de Chivilcoy: Dr. Ariel FranetovichIntendente Municipal de Colón: Dr. Ricardo CassiIntendente Municipal de Tandil: D. Miguel Ángel LunghiIntendente Municipal de Lomas de Zamora: D. Jorge RossiIntendente Municipal de Cañuelas: D. Héctor Leonardo RivarolaIntendente Municipal de Junín: D. Mario MeoniIntendente Municipal de Pinamar: Dr. Blas Antonio AltieriIntendente Municipal de Campana: D. Jorge Rubén VarelaIntendente Municipal de San Fernando: D. Gerardo AmieiroIntendente Municipal de Punta Indio: D. Carlos PalomequeIntendente Municipal de Avellaneda: D. Baldomero Álvarez de OliveraIntendente Municipal de San Isidro: Dr. Gustavo PosseIntendente Municipal de Daireaux: D. Luis Alberto OliverIntendente Municipal de Esteban Echeverría: Dr. Néstor Omar PulichinoIntendente Municipal de Chascomús: Da. Liliana Elsa DenotIntendente Municipal de Quilmes: D. Sergio VillordoIntendente Municipal de Rojas: D. Norberto AloeIntendente Municipal de General Villegas: Dr. Gilberto AlegreIntendente Municipal de La Plata: Dr. Julio César AlakIntendente Municipal de Berazategui: Dr. Juan José MussiIntendente Municipal de Trenque Lauquen: Ing. Agr. Juan Carlos FontIntendente Municipal de San Miguel: Dr. Oscar Daniel ZilocchiIntendente Municipal de Almirante Brown: D. Manuel Alfredo RodríguezIntendente Municipal de Lobos: Prof. Gustavo SobreroIntendente Municipal de Morón: D. Martín Sabbatella

EXPRESIONES DE RECONOCIMIENTO 9

Intendente Municipal de General Pueyrredón: Arq. Daniel KatzIntendente Municipal de Puán: CPN Horacio Luis LópezIntendente Municipal de Ensenada: D. Mario SeccoIntendente Municipal de Villa Gesell: D. Héctor Luis Baldo

Para la formulación del marco conceptual del Informe se ha consultado a las siguientes personas:Abdala, Ernesto, Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación ProfesionalAgosto, Gabriela, Ministerio de Desarrollo SocialAla Rue, Mirta, Universidad de Buenos AiresAlabarces, Pablo, Universidad de Buenos AiresÁlvarez, Adrián, Instituto para el Desarrollo Social ArgentinoAmielo, María Eva, Municipalidad de San FernandoArceluz, Walter, Universidad Tecnológica NacionalArecha, María Irene, Universidad de Buenos AiresAruj, Roberto, Universidad de Buenos AiresBambaci, Carola, Universidad del SalvadorBelziti, Claudia, Universidad de Buenos AiresBlanco Fernández, Carlos, Universidad del CentroBombarolo, Félix, Organización PoleasBorzese, Dana, Fundación SESBouilly, Federico, Ministerio de Desarrollo Social de la NaciónBrest, Fabián, Instituto de Promoción Vecinal, San IsidroBrowne, Marcela, Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y FamiliaBruno, Ángel, Ex Director de Juventud de la NaciónBudich, Verónica, Universidad de Buenos AiresCaputo, Sara, Observatorio SocialCarballeda, Alfredo, Universidad Nacional de La PlataCarbone, Eva, Escuela Nº 501, General PueyrredónCeraso, Cecilia, Universidad Nacional de La PlataChaves, Mariana, Universidad Nacional de La PlataChazarreta, Mario, Universidad Nacional General SarmientoChiozzo, Fabián, Comunidad Terapéutica Santa Clara de Asís, Almirante BrownDammert, Lucía, Universidad de ChileDelisio, Gabriel, Universidad de Buenos AiresDi María, Natalia, Universidad del SalvadorEggel, Rubén Darío, Universidad Tecnológica NacionalEscudero, Hernán, Pastoral de JuventudEstigarribia, Maximiliano, Equipo de Trabajo e Investigación SocialFaccioso, Ana, Consejo Profesional de SociologíaFeijoó, María del Carmen, Fondo de Población de las Naciones UnidasFernández, Cecilia, Senado de la NaciónForni, Pablo, Universidad del SalvadorFridman, Viviana, Observatorio SocialGarcía Fahler, Guillermo, Grupo Espacio PúblicoGarcía Méndez, Emilio, Fondo de las Naciones Unidas para la InfanciaGascón, Silvia, Instituto Universitario de la Fundación ISALUDGonzález Panutti, Carmen, Universidad de Buenos Aires

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-200510

Grinspun, Edgardo, Ministerio de Desarrollo HumanoHerzer, Hilda, Universidad de Buenos AiresIgarzabal, Belén, Fundación OdiseoIhan, Lorena, Universidad de Buenos AiresIsoba, María Cristina, Asociación Civil Luchemos por la VidaKessler, Gabriel, Universidad Nacional de General SarmientoKornblit, Analía, Universidad de Buenos AiresKrauskopf, Dina, Universidad de Costa RicaKrmpotic, Claudia, Universidad Nacional de La MatanzaLadizesky, Julio, Grupo Espacio PúblicoLarreguy, Graciana, Universidad de Buenos AiresLedro, Beatriz, Universidad de Buenos AiresLeva, Germán, Universidad Nacional de QuilmesLeyba, Carlos, Universidad de Buenos AiresLongo, María Eugenia, Universidad del SalvadorMacri, María Raquel, Universidad de Buenos AiresMana, Brenda, Universidad de Buenos AiresMarafioti, Roberto, Universidad de Buenos AiresMenéndez, María Isabel, Universidad de Buenos AiresMíguez, Hugo, Subsecretaría de Atención a las AdiccionesMiranda, Ana, Facultad Latinoamericana de Ciencias SocialesMusante, Horacio, Confederación Actividades Empresarias BonaerensesNirenberg, Olga, Centro de Apoyo al Desarrollo LocalNúñez, Pedro, Universidad Nacional General SarmientoPauselli, Emilio, Organización PoleasPaz, Sergio, Universidad Nacional de QuilmesPedro, Beatriz, Universidad de Buenos AiresPetrantonio, Marcela, Universidad Nacional de Mar del PlataPetray, Cecilia, Universidad Tecnológica NacionalPietragalli, Silvina, Universidad de Buenos Aires Prates, Juan Pedro, Prates y Compañía SCARepetto, Mariano, Fundación OdiseoRodríguez, Ernesto, Centro Latinoamericano sobre JuventudRossi, Patricia, Universidad Nacional General SarmientoRuanova, Gonzalo, Gobierno de la Ciudad de Buenos AiresRub, Mario, Grupo Espacio PúblicoSalazar, María José, Casa del Joven, Partido de Florencio VarelaSalvia, Agustín, Universidad Católica ArgentinaSpitaleri, Mariana, Dirección Nacional de VialidadSteffen, Raúl Omar, Presidente del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos AiresSteinberg, Cora, Instituto Internacional de Planeamiento de la EducaciónTalamoni, Ana Florencia, Universidad del SalvadorTallevi, Patricia, Asociación Familia de Esperanza, Vicente LópezTenti Fanfani, Emilio, Instituto Internacional de Planeamiento de la EducaciónTkachuk, Carolina, Universidad Nacional de QuilmesVidal, Sonia, Fundación SESZingoni, José María, Universidad Nacional de Mar del Plata

EXPRESIONES DE RECONOCIMIENTO 11

Aportaron información los siguientes funcionarios y técnicos nacionales y provinciales:Acchinelli, Marcelo, Ministerio de Desarrollo HumanoAlbano, Daniel, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la NaciónAmestoy, Cristina, Secretaria de Protección Integral del Niño y del Adolescente, Provincia de CórdobaAngeletti, Karina, Ministerio de EconomíaArbizu, Jorge, Coordinador del Programa Materno Infantil, Ministerio de SaludArboledas, José Antonio, Senador ProvincialAreco, Lelia, Subsecretaría de Atención a las AdiccionesArias Feijoo, Jimena, Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y FamiliaBagato, Alejandro, Instituto de Previsión SocialBarnes de Carlotto, Estela, Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre losDerechos del NiñoBarrios, Teresa, Ministerio de Desarrollo HumanoBecerra, Dardo, Dirección General de Cultura y EducaciónBoulocq, Claudia, Directora de Programas Alternativos, Ministerio de Desarrollo HumanoCaffaro, Olvaldo Raúl, Diputado ProvincialCalvo, Patricio, Instituto CulturalChébez, Víctor, Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la NaciónD’Ambrosio, Filomena, Diputada ProvincialDalessio, Nicolás, Diputado ProvincialDemaría, Susana, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y CultoDomenech, María Irene, Directora de Patologías Prevalentes, Ministerio de SaludDoménico, Aldo, Subsecretaría de Atención a las AdiccionesEstrada, Nora, Senadora de la NaciónFalotico, María Laura, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y CultoFariña, Oscar Alberto, Subsecretario de Coordinación y Atención de la SaludFernández, Mercedes, Ministerio de Salud y Ambiente de la NaciónFerreira, Evangelista, Ministerio de SaludGargano, Horacio, Consejo Federal de InversionesGhiso, Claudio Daniel, Director Provincial de Coordinación Departamental, Ministerio de Desarrollo HumanoGiménez, Nelda, Senadora ProvincialGonzález, Delia, Ministerio de Asuntos AgrariosGraham, Marisa, Subsecretaria de Coordinación Operativa, Ministerio de Desarrollo HumanoIglesias, Araceli, Dirección de Atención Primaria de la Salud, Ministerio de Salud Kaufmann, Pedro, Director Provincial de Asistencia a la Infancia y Adolescencia, Ministerio de Desarrollo HumanoKlubus, Emilio, Coordinador del Programa Patios Abiertos, Dirección General de Cultura y EducaciónLarcamón, Horacio, Ministerio de EconomíaLauría, Daniel, Dirección General de Cultura y EducaciónLeo, Verónica, Municipalidad de San IsidroMarchesi, Eduardo, Ministerio de Desarrollo HumanoMariani, Elena Laura, Ministerio de Desarrollo HumanoMartínez Crivelli, Santiago, H. Cámara de Diputados de la NaciónMesa, Amelia, Instituto CulturalMolinaria, Alicia, Ministerio de JusticiaNavas, José, Ministerio de Desarrollo HumanoObarrio, Luis, Diputado ProvincialOrlowski, Beatriz, Presidente Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-200512

Palomares, Marta, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y CultoParis, Héctor, Ministerio de Asuntos AgrariosPassarin, María del Carmen, Secretaría de Derechos HumanosPícolli, Jorge, Ministerio de Desarrollo HumanoPrince, Claudia, Directora Provincial de Igualdad de Oportunidades, Secretaría de Derechos HumanosRibet, Néstor, Dirección General de Cultura y EducaciónSadaba, Ricardo, Ministerio de Desarrollo HumanoSalas, Carlos, Director del Programa Bonus, Ministerio de TrabajoShulman, Nora, Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechosdel NiñoSokol, Paula, Ministerio de SeguridadTabolaro, Cristina, Subsecretaria de Minoridad, Ministerio de Desarrollo HumanoTrevisan, María, Diputada ProvincialTroiano, Sergio, Director Provincial de la Salud y Prevención de EnfermedadesUrruti, Daniel, H. Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos AiresVelázquez, José Enrique, Ministerio de EconomíaVillarboito, Omar, Coordinador del Plan Adolescencia, Escuela e Integración SocialVillegas, Pablo, Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechosdel NiñoWainstein, Vanesa, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación

También fueron entrevistados y aportaron información las siguientes autoridades municipales y de organizacionescomunitarias:Acosta Marín, Gilda, TRASOS, La MatanzaAcosta, Romina Anabella, Grupo Juvenil La Contraesquina, ItuzaingóAcuña, Fabio, Asociación Lugar Abierto para Amigos, PehuajóÁmela, Mirta Rosa, Fundación Mar de Vida, La CostaAndrew, Cristina, Asociación Regional de Desarrollo Empresario, QuilmesAranda, Darío, Kiosko Juvenil, La MatanzaArizio, Raffaele, ENAIP ArgentinaArosteguy, Alejandra, Teatro Comunitario Patricios Unido de Pie, Nueve de JulioAstolfo, Claudio, H. Concejo Deliberante de PinamarBaggio, Héctor, Municipalidad de CampanaBalbuena, Gustavo, Municipalidad de Punta IndioBalceda, Pascual, Asociación Crecer con Todos, RamalloBarcia, Diana, Municipalidad de CañuelasBattafarano, Mauro, Municipalidad de AvellanedaBay, Roberto, Municipalidad de JunínBedascarrasburre, María Elisa, Municipalidad de TandilBerretta, Diego, Municipalidad de Rosario, Santa FeBerushka, Mariana, Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República ArgentinaBevilacqua, Pierino, Casa del Adolescente, Mayor BuratovichBigatti, Lilian, Municipalidad de San IsidroBlasco, Matías, Defensoría del Pueblo, Ciudad de Buenos AiresCabrera, Claudio, Programa Despertares, ItuzaingóCanales, Laura, Municipalidad de JunínCandiz, Marcela, Granja Va por Vos, Colón

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Carmona Balbontín, Julio, Municipalidad de Rancagua, ChileCassetta, Gabriel, Municipalidad de Esteban EcheverríaCastro, Daniela, Municipalidad de DaireauxChiapuzzi, Norma, Biblioteca Juan Bautista Alberdi, LujánChicote, Gabriela, Municipalidad de Esteban EcheverríaCosta, Gastón, Director de Juventud, Municipalidad de MorónCurto, Alberto Omar, Municipalidad de PinamarDe Arberas, Graciela, Municipalidad de PinamarDe Castro, Eduardo, Municipalidad de ChascomúsDe Olivera, Sergio, Programa Formación de Agentes Comunitarios, San Pablo, BrasilDel Franco, Carlos, Grupo Espacio Público, Ciudad de Buenos AiresDi Filippo, María Sol, FLACSODiéguez, Rubén, Municipalidad de TandilEspinosa, Miguel Ángel, Municipalidad de QuilmesEtchart, Maximiliano, Municipalidad de RojasFerral, Sandra, Instituto para el Desarrollo de la Democracia ParticipativaFormica, Marta, Municipalidad de General VillegasGarcía Morillo, Alejandra, CEREMAP, Mar del PlataGarcía, Noemí, Asociación Madre Teresa, San MiguelGarcía, Olga, Municipalidad de CampanaGaribotto, Silvana, Asociación Pensamientos Nuevos, Ciudad de Buenos AiresGiroldi, María Eugenia, Municipalidad de CampanaGomes, Lucenir, Proyecto Sou de Atitude, Salvador, BrasilGómez, Aníbal, Municipalidad de La PlataGómez, Verónica, Gobierno de la Ciudad de Buenos AiresGonzález Pereyra, Heglia, Asociación Madre Teresa, San MiguelGrasso, Luciano, Director de Juventud, Municipalidad de TandilGuimaraes, Luciana, Instituto Sou da Paz, San Pablo, BrasilKipper, Mónica, Fundación De la Calle a la Vida, CaserosLabollita, Jonatan, Municipalidad de Lomas de ZamoraLasalle, Guido, Municipalidad de TandilLofriego, Adrián, Director de Niñez y Juventud de General PueyrredónLópez, Gladys, Asociación Madre Teresa, San MiguelLoza, Jorgelina, Asociación Regional de Desarrollo Empresario, QuilmesLoza, Lucio, Director de Juventud, Municipalidad de CañuelasMagno, Carlo, Escuela Recreativa Alianza Whitense, Bahía BlancaMareco, Ivana, Asociación Juventud, Capacitación y Trabajo, HurlinghamMartínez, Ana Laura, Programa Cardijn, Tacuarembó, UruguayMartínez, Claudio, Municipalidad de JunínMasselo, Karina, Municipalidad de PergaminoMerigone, Valentina, Municipalidad de TandilMerodio, Eduardo, Instituto para el Desarrollo de la Democracia ParticipativaMorales, Juan Alberto, Municipalidad de PinamarMuñoz, Adrián, Municipalidad de San IsidroMuñoz, Juan, IMPSA, MendozaMussi, Juan Patricio, Casa del Joven, BerazateguiNakash, Daniel, Bama, Ciudad de Buenos Aires

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-200514

Neumann, Merina, Directora de Juventud, Municipalidad de PuánNicolini, Francisca, Centro Regional de Investigación y Desarrollo para el Crecimiento de la Zona, SaladilloPais, Pablo, Municipalidad de San FernandoPe Car, Guillermo, Municipalidad de San NicolásPecchenino, Ema Noemí, Municipalidad de ItuzaingóPellejero, Carolina, Casa del Adolescente, Mayor BuratovichPeñalva, Sergio, Asociación Ecoambiental, Leandro N. Alem, MisionesPérez, Walter, Municipalidad de LanúsPulpeiro, Juan Sebastián, Casa del Joven, ItuzaingóQuintito, Marcia, Fundación Abrinq, San Pablo, BrasilRasso, Rubén, Municipalidad de JunínReuter, Gabriel, Municipalidad de EnsenadaRinaldi, Gustavo, Municipalidad de Trenque LauquenRoble, Romina, Asociación Madre Teresa, San MiguelRodas, Giselle, Asociación Madre Teresa, San MiguelRomero, Gastón, Municipalidad de Lomas de ZamoraRussi, Elisa, Directora de Juventud, Municipalidad de ChivilcoySalvaggio, José Andrés, Municipalidad de San MiguelSantamaría, Mariela, Red de Jóvenes Solidarios de Mar del PlataSaura, Teresa, Escuela “Juan N. Madero”, San FernandoSbalbi, Juliana, Municipalidad de TandilScandizzo, Rubén, Municipalidad de San IsidroSoto, Bárbara, Asociación Madre Teresa, San MiguelSoto, Cintia, Asociación Madre Teresa, San MiguelSoto, José, Asociación Madre Teresa, San MiguelSoto, Nancy, Asociación Madre Teresa, San MiguelSpampinato, Sandra, Fundación Gastón Vignes, Ciudad de Buenos AiresValdez, Carlos, Casa del Joven, ItuzaingóVerónica, Julián, Municipalidad de Almirante BrownViale Fernández, Alejandro, Director de Juventud, Municipalidad de Villa GesellViola, Analía, Ministerio de Economía de la Nación Yashan, Lorena, Municipalidad de La PlataZanuso, Inés, Municipalidad de Lobos

Durante todo el año 2004, un grupo de estudiantes de Taller Nivel II de Práctica Pre–profesional de la Carrera deTrabajo Social de la Universidad de Buenos Aires desarrolló investigaciones que fueron utilizadas para la redacción delInforme. El grupo, supervisado por la Lic. María Fernanda Staffieri, estuvo conformado por las siguientes alumnas:

Agemian, LorenaAmbieni, SoledadBafico, María BelénCappellini, GloriaCapria, LucianaCatarineu, María de LourdesChejolan, MaraCórdoba, Yasmin

Cremona, JulietaDarán, PatriciaDavoglio, MaraFernández Rovito, SabrinaGhisalberti, JosefinaGómez, Adriana MabelMoreno, NataliaOlivera, Lorena

Olmedo, SoledadOrtega, MarinaRamírez, NataliaRivero, LucianaRodríguez Orradre, NadiaSilvi, CarolinaSveruga, María AlinaTabbi, VanesaTschoban, Verónica

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Asimismo, cabe destacar el aporte para la recopilación y el análisis de información de las siguientes personas:

Mathews, LucíaMc Loughlin, PaulaOrtiz, AlejandraPiazza, Luciano

Dellacasagrande, AgostinaDevalle Gorostiaga, María SoledadDonati, LauraGarcía Sanabria, AgustinaGonzález, Lorena Lis

Recchi, JuliaRisso, ValeriaSardiña, María RosarioSuárez, Lorena Andrea

Por último, participaron de los talleres “Juventud e integración social” las siguientes personas:

Aizaba, MatíasAlgarañaz, MaraAlquati, MónicaAltamirano, FernandoAlvarez, FedericoAmoar, RodolfoAquino, YamilaAraujo Saavedra, InésArcos, JoaquínArrech, NoeliaArtero, Juan ManuelAttianese, AdriánBandi, MarianoBardengo, MaximilianoBartis, FedericoBastazo, CandelaBeccaria, LorenzoBenegas, FacundoBergero, MauricioBergero, SamantaBisciohr, FabiánBollini, AndrésBonani, HernánBorsani, AldinaBoulanger, BárbaraCabani, FernandoCabral, HernánCagnone, MaximilianoCalabria, NataliaCalabria, RominaCamgros, JavierCarazo, RamiroCaresani, AgustínCarrizo, DaianaChavez, ElianaChicharro, Marcos

Colman, NataliaContreras, FabianaCorti, LucasCorvalán, PamelaCosta, CynthiaDelgado, HernandoDesmarev, CristianDi Baja, AnabellaDi Silvio, MarcosDíaz Amilcar, DamiánDomecq, SebastiánDomínguez, NoemíDova, Stella MarisDraghi, CarlosEndler, WalterFabregad, FlorenciaFerrer, NicolásFulderi, SebastiánGagliano, EmilianoGalún, Glagys EstherGarcía, MarianoGarcía, MarinaGaregnani, CristianGerling Moral, AdriánGiménez, MauricioGiulianetti, GracielaGoldar, HectorGómez, LuisGonzález, GonzaloGonzález, María del CarmenGoroso, LeandroGraziadei, PatriciaHonorato, CarlaIriart, MarianaLafuente, PatricioLombardo, Ángeles

López, Silvana PaolaLora, NazarenoLuque, AngelinaManeses, MaximilianoMartín, MiguelMartínez, LourdesMartínez, MónicaMartínez, NicolásMatko, ElianaMazzei, FernandaMelian, LucasMendoza, YesicaMestre, SabrinaMingori, CintiaMiraglia, SabrinaMonzón, EloyMunofó, AndrésNoceto, SebastiánOntivero, AdrianaOrdoqui, SoledadPadron, GabrielaPalma, MabelPaz, MarianaPedemonte, María LuzPeila, FacundoPérez, MarianoPianelli, LucasPidote, EmanuelPidote, FedericoPinto da Cruz, MaríaRafaelli, María FlorenciaReale, FlorenciaRepollo, DiegoRodríguez, María FlorenciaRomero, GastónRomero, Miriam

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-200516

Romero, PaolaRubolino, GimenaRuggiero, AlbertoRuiz Farías, SebastiánRuiz, EzequielRussi, PaulaSaenz, María VictoriaSánchez, Juan ManuelSantillán, Daniela

Sassón, MarcosSchwarz, SebastiánSerio, María SilviaSoler, CelesteSpebanza, DaríoStancich, GabrielaTolosa, GuillermoUlmete, JavierUrquia, Cintia

Valor, PabloViceconte, CarlosVilar, DanielaVivas, JorgeViviant, LuisWinkler, MarianaZacca, NoemíZunino, Pamela

Prólogo

La temática que aborda este informe sobredesarrollo humano 2004/2005 –“Juventud e Inte-gración Social”– constituye un aporte destacadopara el gobierno provincial que ha asumido con estesector de la población, hoy en riesgo, el compromi-so de establecer las condiciones suficientes que lesposibiliten un futuro promisorio; de garantizarlesplenamente sus derechos y de promover y fomen-tar su formación como ciudadanos responsables.

Nuestra especial atención por la juventudbonaerense se manifiesta desde varias áreas degobierno y se traduce, por ejemplo, en la firmedecisión de dar una lucha a fondo contra el narco-tráfico, en la creación de instrumentos que facili-ten alternativas laborales y, en la generación deun contexto favorable para el desarrollo de jóve-nes emprendedores. Estamos trabajando por supresente y su futuro.

Por ello, cuando seleccionamos a la educa-ción como uno de los ejes centrales de nuestrogobierno, lo hicimos con la seguridad que en elmundo que hoy nos toca vivir, la capacitaciónmarca una línea clara entre una sociedad que quie-re marchar hacia el desarrollo y un status quo so-cial cuyas consecuencias de atraso y marginaciónno nos podemos permitir.

En este contexto el programa “Proyecto Ado-lescente” que, a través del Ministerio de Desarro-llo Humano, está implementando la provincia, se vereforzado con este estudio que, bajo la visión abar-cativa del concepto de Desarrollo Humano, aportanuevos elementos para la planificación de estrate-gias y acciones que puedan imponerse a la tiraníade la urgencia y el asistencialismo. Se da cuentaaquí que, las políticas públicas que no sólo incluyansino que integren, son sustanciales para vencer elindividualismo y la especulación.

Comunidad y gobierno, podemos analizar,con la ayuda de este informe, las nuevas formas

de participación que caracterizan a los jóvenespara derribar el mito de la apatía juvenil y gene-rar propuestas que determinen un mayor involu-cramiento y fortalecimiento de la práctica políti-ca joven.

Entiendo, y así lo resalta esta investigación,que las políticas públicas, deben diseñarse de caraa la diversidad y a la multiplicidad de sectores,eliminando la distancia, muchas veces sideral, exis-tente entre el estado y los destinatarios de esaspolíticas.

Queda claro que se debe tener en cuenta eincentivar la capacidad que tienen los jóvenes deadaptarse al cambio y desarrollarse en un mundoque, científica y tecnológicamente, avanza día adía; considerar que su idea de autoridad, está cons-tituida a partir de nuevos códigos, pero que susvalores, aquéllos que determinan y ennoblecen alser humano, siguen siendo los mismos.

La política puede encontrar en la cultura delos jóvenes, que aquí es materia de investigación,una oportunidad inmejorable para nutrirse de nue-vos aires.

Es cierto que los jóvenes son el futuro perosi los pensamos sólo como futuro, en cierta forma,corremos el riesgo de hipotecárselo.

Nosotros, los adultos, y ellos, los jóvenes,nuestros hijos, no podemos perder de vista que laconstrucción del futuro que deseamos es un com-promiso del presente. Es aquí y ahora. Juntos.

Mi reconocimiento a la Fundación Bancode la Provincia de Buenos Aires por el apoyoque, una vez más, ha brindado para hacer posi-ble este informe y mis felicitaciones a los profe-sionales que lo elaboraron por la excelencia deltrabajo realizado.

Felipe Carlos SoláGobernador de la Provincias de Buenos Aires

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 200318

INTEGRACIÓN SOCIAL 19

Integraciónsocial

CAPÍTULO I

La integración social ha sido defini-da desde el punto de vista del DesarrolloHumano como el complemento entre tresconceptos: tener, amar y ser. De acuerdocon el finlandés Erik Allardt, “tener, amary ser son las palabras de efecto para lla-mar la atención sobre las condiciones ne-cesarias centrales para el desarrollo y laexistencia humanos. Se supone claramenteque hay necesidades humanas básicas tan-to materiales como no materiales, y quees necesario combinar ambos tipos en unsistema de indicadores diseñado para me-dir el nivel actual de bienestar en una so-ciedad”. Tener remite a “necesidadesmateriales e impersonales”, amar reflejanecesidades sociales de solidaridad y per-tenencia, y ser representa las necesida-des de desarrollo personal.

Este planteo continúa la perspecti-va de necesidades básicas propuesta porotro escandinavo, Johan Galtung, que seconcentra en las condiciones que permi-ten vivir dignamente a los seres humanos:evitar la miseria, relacionarse con otraspersonas y evitar el aislamiento. De todasformas, puede verse claramente que lostres conceptos remiten al viejo ideario con-sagrado en la Revolución Francesa: liber-tad para hacer, igualdad de derechos y fra-ternidad entre miembros de una comuni-dad.

‘Tener’ hace referencia a la pose-sión de condiciones materiales que sonnecesarias para la supervivencia y paraevitar la miseria. En esta dimensión, la in-tegración implica no solamente la disposi-ción de recursos económicos –ingresos ybienes–, sino también de vivienda digna,

oportunidades económicas, educación yacceso a servicios básicos. Además, nosólo en ello interviene la dispersión de in-gresos y bienes a los que acceden dife-rentes sectores sociales, sino también laexistencia de un umbral por debajo del cualse considera que las personas se encuen-tran en situación de pobreza. La integra-ción económica supone por otra parte laposibilidad de ser parte de la comunidadcontribuyendo en la producción de bieneso servicios que otras personas valoran.

‘Amar’ indica una necesidad de re-lacionarse con otras personas y de for-mar una identidad sobre esa base; implicala formación y el desarrollo de un senti-miento de pertenencia a grupos o comu-nidades. Es decir, en tanto dimensión dela integración social, no se agota en unasituación de afecto entre personas, sinoque allí interviene fundamentalmente elapego a un colectivo mayor, más o menosabstracto. En muchos casos, este vínculoes independiente de la situación material,aunque existen numerosos estudios quedemuestran importantes variaciones cuan-do, por ejemplo, la pobreza se generalizarápidamente o se desata una guerra entrenaciones. La carencia de sentimiento depertenencia se denomina anomia, y seasocia fundamentalmente al incumplimien-to de normas sociales.

‘Ser’ indica la posibilidad de desa-rrollo personal y de superación del aisla-miento; implica la participación efectivaen aspectos considerados valiosos, en par-ticular, en las decisiones y actividades queinfluyen en la propia vida. Esto no se ago-ta únicamente en la posibilidad de agen-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-200520

cia, que incluye la intervención activa enlas propias oportunidades de bienestar, sinoque además involucra el desarrollo de ca-pacidades profesionales, culturales, re-creativas y de interrelación con otras per-sonas. Desde el punto de vista de la inte-gración social, la falta de participación essinónimo de alienación, y se asocia es-pecialmente al aislamiento y a la irrele-vancia para el conjunto social.

Las tres dimensiones –posesión, per-tenencia y participación– pueden ser con-sideradas como independientes. Sin em-bargo, conforman conjuntamente una vi-sión superadora de la integración social.Pueden encontrarse relaciones causalesentre ellas, pero al no ser éstas unidirec-cionales no sería correcto resumirlas a unasola. Una persona podría estar muy inte-grada desde el punto de vista de la partici-pación social y tener un fuerte sentimien-to de pertenencia a su comunidad, pero ala vez podría carecer de los ingresos ne-cesarios para satisfacer sus necesidadesmateriales más elementales. O bien, otrocaso puede ser el de un joven pertene-ciente a una familia con elevados ingre-sos, pero que vive aislado de su comuni-dad o sufre una fuerte aversión hacia supaís o sus compatriotas.

Como se verá en el capítulo 7, re-ferido a la encuesta realizada entre jóve-nes de la Provincia de Buenos Aires, lastres dimensiones están sólo levementeasociadas en este tramo de edad. Porejemplo, tanto el sentimiento de pertenen-cia como la participación tienden a au-mentar entre los jóvenes que tienen ma-yores oportunidades económicas. Pero sibien tal tendencia es claramente obser-vable, está muy lejos de ser determinan-te: el porcentaje de jóvenes de elevadonivel socioeconómico que tienen un bajogrado de participación es mayor al delconjunto de los jóvenes bonaerenses. Síse observa una mayor correlación entrepertenencia y participación, pero de to-das formas son frecuentes los casos en

que ambas dimensiones no se muestrancoincidentes.

En todo el mundo, ciertas caracterís-ticas de la cultura individualista contempo-ránea tienden a obstruir la integración delos jóvenes en la vida social. Por ello, laparticipación es un eje fundamental sobreel que debe basarse una política de Desa-rrollo Humano para la juventud. La rele-vancia de la participación es explicada poruno de los precursores teóricos del conceptode Desarrollo Humano, Amartya Sen, quienlo define como la libertad para vivir la vidaque las personas tienen razones para valo-rar. En otros términos, el valor que una per-sona asigna a su modo de vida depende enbuena medida de la libertad que ha tenidopara elegirlo. Esto permite reconocer la im-portancia de los valores sociales de cadacultura local, que pueden influir en las li-bertades que disfrutan realmente las per-sonas, en temas tales como la equidad entelos sexos, el cuidado de los hijos, el tamañode la familia, el tratamiento del ambiente ola valoración de las oportunidades de emi-grar o de permanecer en el pueblo en elque se ha nacido.

En este punto, para poder exponerlas ideas de Sen, corresponde aclarar elsignificado de una de las definiciones másdifundidas del Desarrollo Humano: es elproceso de ampliación de las oportunida-des y de las capacidades de las personasy de las comunidades. Las capacidadesson aptitudes que se obtienen para alcan-zar determinados resultados, aun cuandono se los considere deseables. Las opor-tunidades son alternativas u opciones delas que en un momento realmente se dis-pone para elegir actuar de una maneradeterminada, o para escoger no hacerlo.

En general, las capacidades son con-secuencia de una serie de actividades ex-tendidas en el tiempo, en tanto las oportu-nidades pueden verse drásticamente mo-dificadas por hechos coyunturales. Porejemplo: una persona puede tener capa-cidad suficiente para estudiar una deter-

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minada carrera universitaria, como con-secuencia de una inteligencia cultivada poruna correcta alimentación, el cuidado fa-miliar y una esmerada educación; pero ala vez, puede que no quiera hacerlo, o bienque no tenga la oportunidad de hacerlo,por ejemplo, por tener dificultades econó-micas o por residir en una localidad lejanaa los centros universitarios.

El Desarrollo Humano implica nosólo la ampliación de las oportunidades ylas capacidades de las personas, sino a lavez las de su comunidad. Ello es así por-que la capacidad y las oportunidades deuna persona no dependen tanto de su si-tuación particular, sino más bien de la co-munidad a la que pertenece: la mayor par-te de los elementos de bienestar se obtie-nen por interacción con otras personas o,dicho de otra forma, la mayoría de las li-mitaciones en el desarrollo personal pro-vienen de obstáculos socialmente condi-cionados.

La concepción del Desarrollo Hu-mano como libertad es defendible no sóloporque sirve en sí como aporte para la li-bertad total de la persona, sino tambiénporque aumenta las oportunidades y lascapacidades de las personas para obtenerresultados valiosos: una mayor libertadmejora la posibilidad de las personas paraayudarse a sí mismas. Es decir, la libertades un “fin primordial” y un “medio princi-pal” para el Desarrollo Humano. Éste im-plica entonces tanto los procesos que ha-cen posible la libertad de acción –las ca-pacidades para actuar libremente–, comolas oportunidades reales que tienen losindividuos en función de sus circunstan-cias personales y sociales.

Además, debe considerarse la posi-bilidad de las personas de transformarseen agentes efectivos de la consecuciónde esos procesos y oportunidades. La cen-tralidad de este último componente con-siste en que permite concebir a la personacomo un actor social relevante que puedeprovocar cambios y cuyos logros se pue-

den juzgar según sus propios valores y fi-nes, independientemente de la evaluaciónque de ellos pueda hacerse con otros cri-terios externos –supuestamente, más ob-jetivos. La condición de agente suponeel ejercicio real de una capacidad para ellogro de una determinada meta: dos per-sonas pueden tener dos platos de comidaobjetivamente iguales, pero probablemen-te los valoren en forma diferente si traba-jaron o no para conseguir estar frente aellos. Así, el bienestar no depende exclu-sivamente de lo que uno tiene, sino tam-bién de lo que ha hecho efectivamentepara conseguirlo.

Obviamente, la gran mayoría de lasfunciones de agencia no son individuales,sino sociales: casi todo lo que se conside-ra como propio es producto de una co-operación con otros, se tenga o no con-ciencia de ello. De otra forma, sería bas-tante difícil llegar a disfrutar plenamentehasta de un simple plato de comida.

Hay muchas corrientes de pensa-miento que menosprecian la libertad enfavor de una exclusiva atención en el di-nero y la riqueza. Amartya Sen, por elcontrario, diferencia la prosperidad eco-nómica y la capacidad. El concepto deDesarrollo Humano incluye una visión delbienestar que trasciende la del nivel deingresos, ya que existen otros factores queinfluyen significativamente en la vida delas personas. En esta visión, tener bienes-tar no es algo externo sobre lo que se tie-ne capacidad de disposición, sino algo quese consigue y se hace propio: “¿qué tipode vida se lleva?, ¿qué éxito se tiene entérminos de actuar y vivir? Tener una bue-na posición puede contribuir –si se danotras cosas– a tener bienestar, pero estoúltimo posee una calidad distintivamentepersonal que está ausente en lo primero”.

Además, la influencia de los ingre-sos en la vida de las personas varía segúnlas capacidades que ellas tienen paratransformarlas en bienestar. Por ello, se-ría insuficiente una visión del Desarrollo

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Humano que solamente contemplara elacceso a bienes “primarios”. Esto imponeuna revisión del concepto de pobreza, su-perando el medido exclusivamente por elnivel de ingresos por un criterio que ade-más considere la privación de las capaci-dades básicas de las personas “para lle-var el tipo de vida que valoran y que tie-nen razones para valorar”.

El concepto de capacidades se dis-tingue del de oportunidades, en tanto éstehace referencia a los logros reales de laspersonas y aquél a la libertad que han te-nido para llegar a ellos. Esta concepciónde la pobreza no implica sólo la ausenciade oportunidades –se trata de la visión másdifundida de la pobreza, por ejemplo, porencontrarse un hogar por debajo de unumbral de ingreso mensual–, sino más bienla insuficiencia de capacidades para con-seguir esas oportunidades.

Referirse a las capacidades hace in-necesario definir a priori qué necesida-des de las personas deben ser objeto delas políticas públicas estatales: en la medi-da en que cada comunidad pueda deter-minar qué medios son más idóneos parasatisfacer sus necesidades (por ejemplo,un nivel de ingresos mínimos universal),mientras se puedan establecer políticas quepermitan ampliar las capacidades de laspersonas, se evita tener que recurrir a unarduo debate técnico sobre qué necesida-des son fundamentales y cuáles no, en elmejor de los casos –o someter a miles defamilias a un conjunto uniforme de pres-taciones elementales seleccionadas exclu-sivamente por su costo, en el peor de loscasos.

La idea de libertad que el Desarro-llo Humano supone, implica que las per-sonas puedan elegir qué necesidades sa-tisfacer y cómo hacerlo. El proceso dedebate público para la determinación delos valores que deben imponerse en unadeterminada comunidad no puede reem-plazarse por índices y estadísticas elabo-rados por técnicos.

El ingreso es uno de los factores prin-cipales que determinan las capacidades,especialmente porque su insuficiencia sue-le ser la principal causa de las privacionesrelacionadas a la pobreza. Pero existenotros factores que no pueden ser dejadosde lado, porque las conexiones que existenentre ingreso insuficiente y privación decapacidades básicas presentan numerosasdesviaciones, en especial entre los jóvenes,tanto si se analizan en el nivel personal comoen el macro–social. Por ejemplo, la des-igualdad de capacidades entre varones ymujeres puede deberse a razones indepen-dientes del nivel de ingresos, y provoca fre-cuentemente grandes diferencias en la sa-lud, la educación o en el grado de poderpolítico o social. Aun en sociedades opu-lentas como los Estados Unidos, el nivel demarginación de ciertos grupos étnicos lle-va a que presenten una menor esperanzade vida que la de comunidades con nivelesde ingresos muy inferiores.

En otros términos: la pobreza porfalta de ingresos no es la única forma deprivación, pues hay otros factores que in-fluyen en las capacidades. La relación dela renta con las capacidades de las perso-nas es contingente y condicional: la aso-ciación entre insuficiencia de ingresos yfalta de capacidades varía de unas comu-nidades a otras, e incluso de unas familiasa otras y de unos individuos a otros; y estoes muy importante cuando se evalúan laspolíticas que aspiran a promover la inte-gración social.

En buena medida, la evaluación deun sistema suele depender mucho de la in-formación en que se basa: la que se exclu-ye es tanto o más importante que la que seutiliza. Por ejemplo, si para evaluar el pro-blema de la pobreza se realizan considera-ciones de resultado (de fines) y para valo-rar una estructura económica se utilizanargumentos instrumentales (de medios),buena parte de la información que a priorise excluye hubiera servido para compren-der vinculaciones entre ambos problemas:

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los procesos que llevan a que millones depersonas sean pobres no son independien-tes de los magníficos beneficios que pro-duce la estructura socioeconómica. Admi-rar éstos y criticar aquellos no es más queuna forma de mistificación cuyo resultadoes naturalizar la desigualdad.

La ventaja de los regímenes demo-cráticos reside en buena medida en quebrindan la oportunidad de debatir pública-mente los valores que deben procurar lasinstituciones de la comunidad, contra elafán tecnocrático de reemplazarlos poruna única medida para la cual sólo unaélite científica podría exponer cuáles se-rían las decisiones instrumentales idóneas.Además de la valoración de los procesos,si se consideran los estudios fundados ex-clusivamente en ciertos resultados agre-gados (por ejemplo en el ingreso per cá-pita), puede excluirse otro tipo de infor-mación sobre los resultados muy valiosa:entre otras cuestiones, la distribución delingreso o de la riqueza, las amenazas am-bientales, la inseguridad pública o la proli-feración de peligros causados por el con-sumo incontrolado de ciertos productos.Y aun si se valora la distribución de cier-tos resultados, se puede estar dejando delado la libertad de las personas para elegiresos y no otros.

Por ejemplo, podría considerarseque un indicador de desarrollo es el por-centaje de personas que insume más deuna cierta cantidad de calorías diarias, peroes muy diferente si tales personas pudie-ron elegir o no los alimentos con los cua-les se procuran tales calorías. O bien, unmismo nivel de ingresos puede ser fuentede bienestar o no según cómo se valore laactividad a través de la cual se lo obtenga(un trabajo digno o una renta de un capitalheredado, por ejemplo), o por su compa-ración con el nivel de ingresos de perso-nas que realizan una misma actividad. Otambién, un joven desocupado puede su-frir daños morales, falta de motivación,disminución de su capacidad laboral o de

confianza en sí mismo, enfermedades operturbación de sus relaciones familiares,aun cuando percibiera por otros mediosun ingreso similar al que recibiría si estu-viera plenamente ocupado.

En algunos casos, se pretende reali-zar el análisis del bienestar mediante laobservación del nivel de satisfacción al-canzado: placer, felicidad o deseos, segúnlas diferentes perspectivas. Pero si sólose intenta valorar el Desarrollo Humano através de este tipo de resultados, se ocul-ta frecuentemente el hecho de que laspersonas adaptan sus expectativas a susreales condiciones de vida. La percepciónde la realidad no está determinada única-mente por la distancia entre la experien-cia y las expectativas, sino que a la vezéstas se encuentran condicionadas poraquélla. Por ello, este tipo de evaluaciónsuele ser injusto para las personas persis-tentemente desfavorecidas. Un joven quese encuentre en una situación de pobrezaextrema durante años puede llegar a va-lorar soluciones muy diferentes que las quepretendería si no estuviera en ese estado.

También puede ocurrir que la insa-tisfacción no esté vinculada a la distanciarespecto a un estado de cosas deseado,sino simplemente a una actitud socialmentedeterminada: si un joven considera quetodos los que toman decisiones son malin-tencionados, sin admitir prueba en contra-rio, seguramente opinará que la realidades producto de una injusticia, aun sin te-ner la más mínima versión ideal de cómodebería configurarse una sociedad paraconsiderarla justa.

Así, la evaluación de la estructurasocial que suponga un proceso estático enla conformación de valores y experienciasoculta que cuando éstas cambian aquellostambién lo hacen. Por ello, la considera-ción exclusiva del progreso social como elacceso a resultados medidos a través delnivel de satisfacción olvida que las perso-nas pueden estar más o menos satisfechassegún sus horizontes valorativos, y que és-

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tos dependen en buena medida de los pro-cesos por los cuales los resultados se con-siguen: muy diferente es si una privaciónes vista como un “mal inevitable” sobre elcual ninguna política puede incidir, o si esconcebida como un resultado de un proce-so que puede ser revertido. Además, esteproblema incide sobre la tendencia de laspersonas a transformarse en agentes de supropio desarrollo: si la realidad es percibidacomo inevitable, la participación política ocomunitaria pierde sentido.

Consolidación de la juventud

En las últimas décadas la noción dejuventud se ha extendido temporalmente.No sólo para la visión de los teóricos quela estudian –sociólogos, sicólogos, antro-pólogos–, sino también para la propia ima-gen que los jóvenes se hacen de sí mis-mos. Ellos han ampliado los límites de eseperíodo en el que se permiten vivir “nue-vas experiencias, crecimiento y enrique-cimiento personal”. Cada vez dura mástiempo esa etapa en la que es posible ac-tuar como joven y sentirse como tal. Pro-bablemente ello ocurra no sólo por el cre-cimiento de la esperanza de vida, sino tam-bién por la flexibilización de los mandatosmorales que pautaban exigencias labora-les y familiares bien determinadas paracada etapa de la vida.

Pero la juventud se ha expandidotambién a través de las clases sociales.Lo que hace algunas décadas era un con-cepto que solamente podía aplicarse a lasclases medias y altas, hoy alude –con im-portantes diferencias, pero también consuficientes similitudes– a personas de to-das las clases. Los jóvenes de todos losestratos reconocen hoy su propia juven-tud, y el resto de la población les atribuyerasgos que considera juveniles. Finalmen-te, la juventud ha terminado conformán-dose como una etapa consolidada en la

vida de las personas, perdiendo ya su con-dición de transitoria.

En buena medida, la “invención dela juventud” pudo ser vista como el resul-tado de estrategias de comercialización.En los países occidentales más industriali-zados, la juventud fue crecientemente aso-ciada a un conjunto de pautas de consu-mo –vestimenta, calzado, adornos, viajes,cultura– a partir de la globalización de lamúsica rock, en la segunda mitad del sigloXX. El mercado la ha reconocido a partirde allí como sector social diferenciado, ycon él se desarrollaron tendencias cultu-rales que denigraron los rasgos propios dela vejez –y hasta de la condición de adul-to– y ensalzaron los de la juventud. Lapublicidad gráfica y la televisiva son cla-ras muestras de estas tendencias. Ade-más, una variada gama de productos estáorientada a ellos específicamente, desdeteléfonos celulares hasta chocolates. Seha captado su atención valiéndose de suheterogeneidad y movilizándolos segúnintereses triviales.

El Estado ha sido mucho más lentoen esa distinción, pues pasados los 18 añosde edad pareciera seguir esperando quese cumpla con los caminos institucionali-zados: estudiar o trabajar, o ambas cosasa la vez. La definición de la etapa juvenilha suscitado múltiples debates, pero es-casas decisiones significativas. Actual-mente, hay un importante esfuerzo porparte de organismos específicos por dife-renciar este período del de la niñez, de laadolescencia o de la adultez, a través dela identificación de sus particularidades.Sin embargo, la mayoría de los gestoresde políticas para jóvenes limitan este pe-ríodo según sus propias consideraciones,que en general suelen tener un caráctermás contextual que conceptual: se deter-minan las acciones más por las caracte-rísticas del servicio o bien público que seofrece, que por un diagnóstico acerca delos requerimientos propios de un conjuntodeterminado de personas.

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Además, para el sentido común dela comunidad bonaerense, y en buenamedida para el de la dirigencia públicaestatal, la juventud remite más a la ado-lescencia, período “que va desde el iniciode la maduración sexual hasta la culmina-ción fisiológica de la persona”. En tantose acostumbra a utilizar coloquialmente eltérmino como expresión de la falta de res-ponsabilidades, suele dificultarse en cier-tos casos la concepción de la juventudcomo “el período de maduración social ode socialización que culmina alrededor delos 30 años”.

Sin embargo, el paso inmediato delos establecimientos educativos al mundodel trabajo ha dejado de ser lo esperableen la mayoría de los casos. Ya no es elprincipal modo en que los jóvenes experi-mentan su integración social, aun cuandoen miles de casos ello se produzca, conmás o menos complicaciones. La integra-ción de los jóvenes a su comunidad haperdido esa automaticidad que duranteaños se consideró natural, aunque obvia-mente también en el pasado fueran muyfrecuentes las situaciones anómalas. Sinembargo, no parecen haber surgido me-canismos de integración alternativos sufi-cientemente generalizados para los jóve-nes mayores de 18 años: una gran canti-dad de personas de esa edad se encuen-tra simultáneamente fuera del sistemaeducativo y del mercado de trabajo. Entanto en las naciones más desarrolladasse ha iniciado la implementación de unconjunto de políticas públicas que promue-ven vías alternativas de integración social,en América Latina todavía el Estado pa-reciera dudar excesivamente ante la ne-cesidad de experimentar algunas políticas,dejando traslucir la sospecha de que no setrata de un problema que requiera solu-ciones urgentes.

De todos modos, existe un conjuntode esferas de la vida cotidiana que tam-bién tiene una fuerte incidencia en lasoportunidades y las capacidades que al-

canzan los jóvenes. Entre ellas, puedenmencionarse los proyectos profesionales,los niveles de la participación social, lasmanifestaciones culturales o las oportuni-dades de libre circulación por la ciudad.Se trata de vectores posibles para la ac-ción pública estatal o comunitaria, en de-finitiva, vías de integración social juvenil,que son las que se analizan en el presenteInforme. El mismo no va dirigido exclusi-vamente a las áreas específicas de juven-tud de los diferentes niveles de gobierno,ni a las organizaciones de la comunidadque ya trabajan con jóvenes. Intenta al-canzar a quienes en diferentes institucio-nes públicas o comunitarias tienen o pue-den llegar a tener incidencia en la vidacotidiana de la población joven, para apo-yar el surgimiento de una política de ju-ventud de la Provincia de Buenos Aires.

Por otra parte, este estudio ha tra-tado de conjugar en el análisis de los dife-rentes temas una visión adulta con la opi-nión de los propios jóvenes sobre ellosmismos. Se habla de jóvenes y, a la vez,se los hace hablar. Se procura vincular suforma de ver los problemas con las posi-bles respuestas que el sistema institucio-nal podría llegar a dar.

Ya en 1986, Cecilia Braslavsky se-ñalaba que existían ciertos mitos en tornoa la juventud: su homogeneidad como gru-po (según quién los identifique, se elige unestereotipo o grupo cuyas característicasse proyectan al conjunto), su supuesta-mente generalizado conflicto con los adul-tos y su acentuada participación social o,a la inversa, su marcada apatía. Esta cla-se de preconceptos parece sostenerse encierto sentido común al momento de pro-yectar posibles vías de acción pública, aunhabiendo transcurrido ya casi 20 años des-de tales observaciones. Este informe in-tenta aportar nuevos elementos para po-der construir concepciones más comple-tas y actuales, a fin de conformar una baseque permita formular políticas de juven-tud provinciales y municipales.

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La centralidad de estas políticas re-side en que hoy representan una oportuni-dad para imaginar proyectos que promue-van la integración social a un costo socialrelativamente accesible y con efectos delargo plazo. Como se afirma en un docu-mento de la CEPAL, “el ciclo etáreo de lajuventud es decisivo para perpetuar o re-vertir la reproducción intergeneracional dela exclusión social. Es allí donde se defineel eslabonamiento entre educación y em-pleo, la inserción en la sociedad de la in-formación, la autonomización económicay habitacional, y la constitución de nú-cleos familiares nuevos. Por lo tanto, ac-tuar para y con los jóvenes es clave si setrata de proyectar sociedades más inclu-sivas a futuro”.

La categoría de juventud, las condi-ciones en que ésta se experimenta y losvalores a ella atribuidos se transformanconstantemente. Respecto a generacionesanteriores, actualmente hay cambios en elrecorrido existencial y en la relación conel mundo adulto. Los proyectos pensablesno son los mismos y difícilmente puedanconcebirse como trayectorias establespara toda la vida, no sólo por los cambiosen la organización del tiempo o la incerti-dumbre que se generaliza, sino tambiénpor la prolongación de la vida: ¿puede ima-ginarse como realista un proyecto de vidade 60 años de duración? Para las nuevasgeneraciones, el futuro ya no es un orde-nador del presente. Por el contrario, pa-reciera que la calidad del presente per-mite pensar en un futuro posible –aún in-cierto–, o bien imposibilita tal proyecciónen caso de tratarse de un presente es-tancado.

La juventud como actorestratégico del desarrollo

Diferentes autores utilizan el concep-to de “moratoria social” para designar esa

oportunidad de ser irresponsables de la quedisponen algunos jóvenes económicamen-te acomodados. Es el momento de dispo-ner del propio tiempo y de no estar obliga-do a “hacerse cargo” de una familia, ni deuno mismo. Es el tiempo de ser rebelde perosólo respecto a las normas familiares –puesse acepta esa rebeldía porque se la suponetransitoria–, de ser idealista pero sin nece-sidad de pasar a la acción, de depender eco-nómicamente pero con relativa autonomíade movimientos, de reconocer capacidadespara usar el propio cuerpo pero sin dema-siadas restricciones ni consecuencias. Tiem-po, en definitiva, en que se reconocen ca-pacidades con las que no se contaba hastaese momento, pero en el que a la vez no seconsidera ninguna obligación para utilizar-las con un fin determinado. Tal vez estasobservaciones correspondan más al perío-do adolescente que al de la juventud, peroes cierto también que el egreso de la es-cuela media abre un mundo que deja enevidencia nuevas oportunidades y capaci-dades personales.

Por eso, también, la moratoria pue-de venir acompañada de la sensación deomnipotencia que lleva a veces a que losjóvenes sean en promedio más arriesga-dos que el resto. La juventud es conside-rada a veces una etapa de experimenta-ción previa a la entrada a otro mundo, enel que ya no existirá la posibilidad de pro-bar amparándose en la idea de estar depaso. En la edad adulta, la autonomía au-menta, pero supone al mismo tiempo res-ponsabilidad sobre los propios actos, y“probar” implica más riesgos y es máscostoso. “Estar de vuelta” a veces puedequerer decir que es ya imposible “pegar lavuelta”. Por supuesto, todas estas carac-terísticas corresponden sólo a un sectorde la sociedad en las naciones latinoame-ricanas, pues muchos jóvenes carecen deoportunidades suficientes como para ex-perimentar libremente, y no suelen sentirla llegada a los 18 años como una libera-ción de la tutela familiar.

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Pero esta idea de moratoria ademásse ajusta más bien a las décadas anterio-res que a la actual. Pues, ¿qué sucede sino hay posibilidad de proyectar un maña-na?, ¿si sólo se concibe, una y otra vez, unpresente de responsabilidad en el que unadecisión equivocada puede limitar más aúnun horizonte demasiado acotado? Muchosadolescentes y jóvenes eluden decidida-mente –a veces, hasta doctrinariamente–la mirada hacia su futuro. Junto con éstedesaparecen las fuentes de autoridad, lascertezas más elementales, el valor de cual-quier generalización, y hasta los criteriosde culpa y de norma.

Ahora bien, corresponde aquí haceruna distinción fundamental, pues las ca-rencias de jóvenes marginales no debenser el metro exclusivo de la consideraciónde las oportunidades de integración socialde todos los jóvenes. Es cierto que hayalgunos que no sólo carecen de un pro-yecto de vida, sino que además parecieraque ni siquiera consideran que resulte de-seable tener uno. Respecto a ellos, la va-lidez de este Informe reside en demostrarque ningún joven es irrecuperable. Sí loserán si se asume como supuesto que elresto de la juventud –los “jóvenes integra-dos”– no es objeto posible de políticas deintegración social. Pero en tanto se conci-ba una política de integración social de todala juventud, podrán pensarse estrategiasde acción en las que quienes sí han podidoformular proyectos se involucren a la vezen estrategias de vinculación con jóvenesde otras clases sociales.

En otras palabras, una política deintegración social de la juventud no es unconjunto de acciones aisladas para tratarde incluir socialmente a los jóvenes indi-gentes, sino una combinación de iniciati-vas que permiten involucrar a todos losjóvenes, ricos y pobres, en proyectos devida comunes. Puede que no sean tiem-pos fáciles para esto, pues el escepticis-mo cunde entre ellos. Pero seguramenteserá imposible si la aprensión llegara a

estar también generalizada entre los diri-gentes políticos y sociales. Este será elpapel de los gobiernos locales, el punto apartir del cual deben poner a prueba sucreatividad: derrotar el escepticismo. Enúltima instancia, la necesidad de la imagi-nación es la que explica la de formar eincorporar jóvenes en la gestión públicalocal. Recuperando los conceptos expues-tos al inicio del presente Capítulo, la valo-ración de los resultados reside en buenamedida en la intervención que se ha podi-do obtener para conseguirlos.

Es por eso que el concepto de mo-ratoria debe ser desechado. No sólo por-que, como afirma la costarricense DinaKrauskopf, supone tomar a la juventudcomo un período preparatorio para laadultez, como una etapa de crisis y fa-lencias, ni tampoco porque esta idea demoratoria no contempla la paternidad queejercen buena parte de los jóvenes, sinomás bien porque asume como posible queun sector social privilegiado tiene legiti-midad para experimentar sin asumir res-ponsabilidades ya no con el resto de lacomunidad, sino con otros jóvenes. Si algopuede valorarse como positivo de la con-solidación de la juventud como etapa vi-tal, es precisamente el hecho de que ellopermite canalizar esa identificación ha-cia una mayor participación y un com-promiso más responsable con respecto aotros jóvenes.

Como afirmara Santiago Kovadlo-ff hace ya algunos años, la idealizaciónde la juventud como etapa dorada impli-ca “un error doble. Por un lado, al soste-nerla, se priva a los jóvenes del derechoa la incertidumbre, al dolor y aun al con-flicto con su propia medianía, o sea: a lajerarquización de su problemática. Porotro, al congelar en lo superlativo los atri-butos de quienes están en ese período dela vida, se decreta la opacidad profundade las etapas posteriores, despojándolasde su cuota razonable de fecundidad yalegría”.

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Los valores de la juventud son másapreciados por el conjunto de la sociedadque los de los adultos. Lentamente, algu-nos de ellos pasan a regir al conjunto, entanto son más flexibles a las rápidas trans-formaciones en épocas de “institucionali-zación del cambio” y de “centralidad delconocimiento”. Sin embargo, su participa-ción es meramente simbólica, pues sola-mente consiguen trascender como unaestética más que como una ética de laacción colectiva. En tanto pueda consti-tuirse a las políticas de juventud como es-trategias para promover su agencia, paraampliar sus capacidades y sus oportuni-dades, esos valores podrán probarse ensu aplicación y eventualmente pasar aconstituir una ética de la acción colectiva.

Existen, en relación a estas visiones,diferentes enfoques de políticas respectoa la juventud. Krauskopf distingue cuatroparadigmas. En primer lugar –el primeroen el tiempo también–, el de la juventudcomo un período preparatorio, una etapade transición a la adultez en que las per-sonas son inmaduras socialmente, inexper-tas y atraviesan un período de crisis. Estaconcepción parece provenir de momen-tos en que la edad brindaba mayor expe-riencia y consecuentemente mejor jerar-quía. El futuro, la llegada a la adultez da-ría significado a la etapa juvenil. Sin em-bargo, el paradigma pierde coherenciacuando el futuro es cada vez más incier-to. Además, desconoce que en los estra-tos más pobres, no suele esperarse “másallá de los cambios hormonales de la pu-bertad para asumir responsabilidades deauto–manutención y manutención familiar.Tampoco incorpora el hecho de que, conla globalización y la modernización, el co-nocimiento y la flexibilidad para los apren-dizajes pasaron a ser sustantivos, y sonprecisamente el punto fuerte de las capa-cidades juveniles. Ello posiciona de mododistinto el rol y la jerarquía de la experien-cia, lo que conduce a que el modelo adultoexistente deba dejar de ser considerado

un parámetro suficiente para orientar lapreparación”. Este enfoque ha generadoiniciativas inconexas con énfasis en el tiem-po libre y el voluntariado para un sanodesarrollo y ha puesto a la educación for-mal como la política fundamental.

En segundo lugar, esta autora seña-la el enfoque de la juventud como “unaetapa problema”. Ante el desconocimien-to del sujeto juvenil excepto como el de unadulto incompleto, los únicos jóvenes quese hacen visibles en tanto tales son aque-llos que vulneran el orden social: madresadolescentes, delincuentes, adictos y ban-das, son ejemplos de problemas que seproyectan al sector juvenil en su conjuntoy que pasan a definirlo en tanto tal. Así,“la causa última de las ‘patologías’ juveni-les se identifica en el mismo sujeto juvenil,de ahí que la intervención priorizará laacción en él y descuidará el contexto mis-mo”. Además, al presentar a ciertos jóve-nes como peligrosos, se concede a la so-ciedad derecho a disponer de él. Se tratade una visión que muchas veces apareceoculta tras otros argumentos supuestamen-te más presentables: por ejemplo, se ha-bla de jóvenes definitivamente arruinados,de supuestas demostraciones científicasacerca de la naturaleza irrecuperable decierto tipo de delincuentes, o de la necesi-dad de evitarle a la sociedad el costo futu-ro que implicaría tener que convivir conpersonas que ya han descarrilado.

En tercer lugar, surge el enfoque deuna juventud ciudadana que deja de serdefinida desde su condición de personaincompleta, para ser considerada sujeto dederecho. Se otorga especial importanciaa la participación juvenil, promoviendo lacooperación intergeneracional, el intercam-bio cultural y la redistribución de poder queeso significa. Sin embargo, los modelosparticipativos que surgieron en AméricaLatina no alcanzaron su plenitud. La parti-cipación juvenil es restringida, no alcan-zando la toma de decisiones sino excep-cionalmente. Por el contrario, el discurso

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de la participación muchas veces promue-ve que los jóvenes sean más bien utiliza-dos para la ejecución de proyectos dise-ñados por adultos. En definitiva, la pro-moción de derechos es una condición in-dispensable para la formulación de políti-cas de juventud, pero no alcanza si es suobjetivo último.

Por último, el enfoque de la juventudcomo actor estratégico del desarrollo, des-taca su papel social por su capacidad deaprender a aprender y de reciclar con fle-xibilidad sus competencias y actitudes. Apartir de este enfoque, surgen iniciativaspolíticas de formación de capacidades per-sonales y sociales y de mitigación de lascausas de la reproducción intergeneracio-nal de la pobreza. El presente de los jóve-nes se reconoce en este paradigma comodimensión fundamental. De todos modos,

a partir de que los jóvenes no tienen comomodelo un estereotipo de adulto, este enfo-que encuentra barreras culturales fuertes,en tanto supone un cambio en las relacio-nes intergeneracionales y una fuerte redis-tribución de poder. Pero su eficacia resideen que no se prorroga la iniciativa de inte-gración de la juventud como una conse-cuencia contingente de un eventual creci-miento generalizado, sino que se la asumecomo pilar fundamental del Desarrollo Hu-mano de todos los bonaerenses.

Es este el paradigma que inspira aeste Informe. No fue escrito solamentepor la expectativa de que más jóvenespuedan llegar a integrarse a la sociedadbonaerense, sino más bien por la esperan-za mayor de que siendo parte puedan im-pulsar a la construcción de una comuni-dad más integrada y más justa.

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ParticipaciónCAPÍTULO II

Para comprender mejor la vincula-ción que inspira Amartya Sen entre el con-cepto de Desarrollo Humano y el de par-ticipación, debe diferenciarse el conceptode bienestar del de agencia. El primero“abarca los logros y las oportunidades dela persona en el contexto de su provechopersonal”. El de agencia hace referenciaa la posibilidad que tiene una persona deser responsable de su bienestar como“agente” y no sólo como beneficiario “pa-ciente”, a la capacidad de actuar o negar-se a actuar, pudiendo decidir también ac-tuar de una forma o de otra para estable-cer objetivos, fidelidades, obligaciones,compromisos y, en un sentido amplio, suconcepción del bien.

Mientras que la libertad de bienes-tar es la que permite conseguir algo enparticular –a saber, el bienestar–, la de seragente es más general, puesto que no estávinculada a ningún tipo de objetivo en par-ticular. Podría servir incluso para sacrifi-car el propio bienestar en favor de un idealconsiderado valioso. El aspecto del bien-estar es muy importante para valorar te-mas de justicia distributiva –incluyendo ladesigualdad económica– en la evaluaciónde la situación en la que se encuentra unapersona en términos de su provecho indi-vidual. El aspecto de la agencia es másamplio, pues incluye la valoración de lasdiversas cosas que las personas querríanque ocurrieran y la capacidad que tienenpara concebir y alcanzar sus objetivos.

La importancia de la agencia es in-dependiente del juicio que pueda estable-cerse acerca de sus fines. Como ya seafirmó, la libertad para actuar en procura

de objetivos fijados en forma autónoma porcada persona permite a ésta revalorizarlos resultados de sus acciones, según hayapodido influir o no en el estado de bienes-tar alcanzado. Además, refuerza la con-cepción de las personas como agentesresponsables. Incluso, la evaluación deresultados negativos –en el caso extremo,la comisión de delitos– es diferente segúnlas oportunidades de actuar que pudo te-ner la persona para arribar a ellos.

En ciertas concepciones especial-mente difundidas en las ciencias econó-micas, ambos conceptos se consideranidénticos, en tanto se ignoran las accionesde las personas que no procuran su bien-estar. Pero teniendo en cuenta que el ho-rizonte de valoraciones de una personasupera ampliamente esta reducción teóri-ca, la diferenciación toma gran importan-cia: “hay otras metas además del bienes-tar y otros valores además de las metas”.Como miembros de una familia, de unacomunidad, de un determinado grupo so-cial, las personas tienen motivaciones quefrecuentemente implican la realización deactividades que generan incluso un me-noscabo de su bienestar personal.

Así, tomando en cuenta estas con-sideraciones, pueden diferenciarse cuatrodimensiones interdependientes del Desa-rrollo Humano: oportunidades de bienes-tar, oportunidades de agencia, capacidadde bienestar y capacidad de agencia –entérminos de Sen, logro del bienestar, lo-gro de la agencia, libertad del bienes-tar y libertad de la agencia. Estas di-mensiones están íntimamente vinculadas,en tanto, por ejemplo, es posible que las

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oportunidades de bienestar disminuyan siuna persona se ve frustrada al no lograr loque aspiraba como agente. Pero tambiénpueden ser contradictorias: por ejemplo,puede ocurrir que por aumentar su bien-estar actual alguien se endeude excesiva-mente y por tanto disminuya sus oportuni-dades de actuar libremente en el futuro.

La condición de ser agente de unapersona puede afectar a su bienestar, y elestar bien puede contribuir también a lacapacidad de la persona para actuar en labúsqueda de otros objetivos. Pero la ne-cesaria interdependencia entre estas di-mensiones no siempre implica que el au-mento de una signifique automáticamenteel desarrollo de otra: puede ocurrir, porejemplo, que para desarrollar la capaci-dad de agencia que implica el acceso a unmayor nivel de educación formal, se re-quiera resignar dinero que podría brindaroportunidades inmediatas de bienestar.Frecuentemente también las personasorientan sus oportunidades de agencia se-gún valores de solidaridad, incluso a tra-vés del cumplimiento de normas legales.En este esquema, son los valores de laspersonas los que determinan de qué for-mas elaboran sus estrategias para incre-mentar su Desarrollo Humano.

La consecución de objetivos que nose centren en el propio provecho de laspersonas suele requerir de su capacidadde organización para participar en institu-ciones públicas o comunitarias. En espe-cial si lo que se requiere es formular polí-ticas o influir sobre las decisiones de lasinstituciones públicas, la organización po-pular es determinante para lograr unamayor equidad en sus oportunidades departicipación. Eric Hobsbawm, al reflexio-nar sobre las formas de organización delos partidos políticos que representan asectores populares, menciona que una sus-tancial diferencia entre un empresario yun trabajador es que el primero puede rea-lizar hechos sociales relevantes por sí, yel segundo requiere del poder social de una

organización para lograrlos; en verdad, elempresario tiene mayor capacidad porquepuede apropiarse del poder social de laorganización que dirige: la empresa. Eneste sentido, la participación comunitariaes una dimensión de la agencia de las per-sonas que requiere de la organización parahacerse efectiva en forma equitativa.

Pero también debe remarcarse quela eficacia de la participación depende enbuena medida de la capacidad de las insti-tuciones en las cuales se enmarca. Así,los conceptos de gobernabilidad y partici-pación se vinculan muy estrechamente, enla medida en que las personas evalúen quelas instituciones hacia las cuales orientansus actividades son efectivamente capa-ces para transformar la realidad. Ello lle-va necesariamente a una consideraciónacerca de las formas de representaciónen el Estado moderno.

El análisis de la participación comu-nitaria puede diferenciarse en tres nivelesque interactúan: disposición de recursos(económicos, sociales, políticos, culturales)suficientes como para influir en las dife-rentes etapas de las políticas públicas;existencia de un fuerte sentimiento de iden-tidad comunitaria que promueva la pre-disposición para ser parte de la construc-ción de un destino común; y capacidad deintervenir con eficacia en los procesos dedebate y decisión pública para transfor-mar la realidad en función de objetivosexplícitamente formulados.

Crisis de representación

El Desarrollo Humano implica la re-valorización de la política en el proceso deprovisión estatal y comunitaria de bienes-tar y de fomento de la participación de laspersonas. La política supone la accióncolectiva, plural y consciente de transfor-mación de determinados aspectos de unarealidad no concebida como una “natura-

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leza inmodificable” recibida, sino como unproceso en el cual interviene la capacidadde institución fundada en valores de lacomunidad. Esta capacidad se puede tra-ducir en términos de poder, que no es asun-to de buenas o malas intenciones, sino deconformación y distribución de espaciosefectivos de representación que permitenpotenciar la participación y la gobernabili-dad. En este sentido, la crisis en la queactualmente se encuentran algunas insti-tuciones estatales de representación im-plica amenazas y a la vez oportunidadespara el Desarrollo Humano.

La noción de crisis de representa-ción se vincula con la percepción de unadistancia entre la sociedad y el gobierno,cuya manifestación más visible es la cre-ciente apatía política de los ciudadanos, enparticular de los más jóvenes. Pero detrásde ella se han generado otros procesos detransformación estructural de las institu-ciones de representación: la transforma-ción del modelo organizativo de los parti-dos políticos, una nueva relación de fuer-zas entre la política y la economía, el cre-cimiento de nuevos factores de poder y elsurgimiento de nuevas formas de partici-pación comunitaria que actúan por fuerade las estructuras partidarias, y hasta encompetencia con ellas.

La creciente apatía política de losciudadanos en América Latina es descri-ta por Guillermo O’Donnell con el con-cepto de “ciudadanía delegativa”: se cum-plen los requisitos formales de una de-mocracia representativa, pero las perso-nas se desentienden de la política dele-gando el poder en los gobernantes al vo-tar. Este déficit en la participación políti-ca afecta la calidad de la democracia. Lasexplicaciones que se busquen a este pro-ceso no pueden considerar exclusivamen-te factores internos a la política: entreotras, pueden mencionarse la ocurrenciade transformaciones importantes en lacultura por la difusión de pautas narcisis-tas de comportamiento, las nuevas difi-

cultades de los estados nacionales paraenfrentar la concentración del poder fi-nanciero en el ámbito internacional o laactual escasez de oportunidades de so-cialización que en el pasado permitía elempleo estable generalizado.

Crece también la desafección dequienes perciben que la política no puedeinfluir positivamente en su vida personaly, a la inversa, que ellos no pueden afec-tar a la política. Esta desafección se ma-nifiesta fundamentalmente en la caída delnivel de afiliación política, en la absten-ción electoral y en la falta de confianza enla eficacia de las decisiones políticas. En-tre la juventud contemporánea, la delega-ción suele estar acompañada de una bru-tal desesperanza respecto a lo que puedallegar a lograrse a través de las institucio-nes estatales.

Ahora bien, la apatía política se aso-cia también a una “apatía de la política”,en tanto ha entrado en crisis la confianzaque tienen los representantes en las posi-bilidades de formular y ejecutar desde elEstado grandes proyectos políticostransformadores. Si bien puede conside-rarse positivamente la decadencia de los“grandes relatos” totalitarios, o la de eter-nas discusiones sobre aspectos abstrac-tos que impedían llegar a considerar enlos debates las medidas instrumentales, locierto es que éstos en gran parte fueronreemplazados por pequeñas articulacionestécnicas.

Los representantes ya prácticamenteno ven su actividad cotidiana como parte deun gran proyecto colectivo de transforma-ción social, y en todo caso formulan estrate-gias para fortalecer algún aspecto parcial dela realidad o –en la mayor parte de los ca-sos, y especialmente en los niveles de ges-tión local– recuperar oportunidades puntua-les perdidas en los últimos años. Si en algu-na parte de la política queda pasión, es en lamilitancia social de ayuda a los excluidos: noes tanto fruto del sentimiento de pertenen-cia a un proyecto de grandeza, sino de la

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sensación de estar cumpliendo un papel derescate, similar al de tripulantes de ambu-lancias que evitan que los heridos se desan-gren, pero no que se accidenten.

A estos cambios se ha adaptado elmodelo organizativo de los partidos políti-cos. El nuevo sistema de partidos se ca-racteriza por una desideologización cre-ciente, la pérdida numérica y de impor-tancia de afiliados y militantes de base, elfortalecimiento relativo de los políticos si-tuados en la cumbre y un debilitamientode los lazos de relaciones cotidianas conel electorado. Los líderes confían cada vezmás en las estrategias diseñadas a partirde encuestas y ejecutadas a través de losmedios masivos de comunicación, que enlas antiguas estructuras locales. Al prove-nir sus estrategias de fuentes similares yaspirar a captar el mismo electorado, lasdiferencias entre los partidos se hacenmenos programáticas que de “imagen”.

La creciente influencia de los mediosde comunicación genera una nueva formade lazo representativo elector–candidatos.Ellos posibilitan al candidato darse a cono-cer sin depender de la estructura partida-ria, y esto conlleva un traslado del espaciopolítico anteriormente ocupado por los par-tidos, “de la plaza a los estudios de televi-sión”. Los medios tienen una gran capaci-dad para construir la agenda política y adue-ñarse de los términos del debate público.La actividad política también se encarecey hace más selectiva por la necesidad definanciar espacios en los medios. Las per-sonalidades que éstos reproducen reempla-zan en parte la actividad militante, provo-cando una transformación en la estructurade los partidos: el esquema de cuadros,generalmente jerárquico y especializado, detodas formas permitía una interacción y porconsiguiente una mayor distribución delpoder al interior de unidades de represen-tación colectivas.

La reciente personalización de la polí-tica no reside justamente en la emergenciade grandes personalidades. Lo que sí resul-

ta inédito es la sobrevaloración de caracte-rísticas personales vinculadas al trato coti-diano –los rasgos “humanos” de la persona-lidad: sus inquietudes, sus gestos, sus pasio-nes, sus relaciones personales– y no la na-turaleza de las funciones que deben desem-peñar. De acuerdo a este imaginario narci-sista, sólo las virtudes privadas constituiríanla virtud pública. En contradicción con esto,los representantes políticos como grupo –eincluso individualmente– son acusados simul-táneamente de deshonestos y poco idóneos:sólo hay vicios privados que son la únicamedida de un gran vicio público.

Si bien no debe dejar de señalarsenuevamente la profunda decadencia de laética política en determinadas institucionesgubernamentales, también la crisis de ima-gen de la política se debe a la competenciaque hoy representan los grandes grupos eco-nómicos y los medios masivos de comuni-cación. La sospecha generalizada constitu-ye una “jaula de hierro”: para ser políticoahora no solamente hay que diseñar un buenproyecto y exponer en términos “mediática-mente aceptables” las medidas que permi-tan instrumentarlo, sino que también hay quedemostrar “buenos sentimientos”.

Si rara vez lo pueden hacer en for-ma aislada, en conjunto, los medios masi-vos de comunicación suelen influir signifi-cativamente sobre la opinión pública. Aun-que no se trate de una actividad delibera-damente planificada, la difusión de ciertastendencias comunes en las actitudes críti-cas hacia la política provocan graves ries-gos para la formulación de reformas es-tructurales en las instituciones del régimendemocrático. Probablemente, la credibili-dad de los medios aumenta a medida quese muestran críticos respecto de las pro-puestas políticas, o al menos se debilitacuando no lo hacen. Pero a veces se pre-tende dar por demostrado que la causaprincipal de los males de la comunidad esresultado de la mala fe de los políticos ensu conjunto. En la medida en que este ar-gumento se difunde, la actividad política

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se torna defensiva y suele recurrir en si-tuaciones de parálisis que procuran serresueltas por las vías menos comprometi-das; es decir, aquellas que implican unamenor capacidad de transformación: esmucho menos arriesgado ser un adminis-trador eficiente que tomar decisiones; esmás fácil preservar el honor personal sise evita la tentación de promover refor-mas estructurales. El regodeo en el ata-que a las personalidades políticas, acusán-dolas de ser menos eficientes que los tec-nócratas y menos sinceras que los perio-distas, promueve la difusión del descrédi-to de las instituciones públicas, arrastran-do en la caída a cualquier proyecto políti-co de remoción de las restricciones es-tructurales al Desarrollo Humano.

Pero junto con esta crisis de repre-sentación, se fortalecen grandes oportu-nidades de movilización popular a travésde otros canales de participación comple-mentarios a las estructuras partidarias. Lospartidos políticos siguen concentrando larepresentación institucional, pero cedenparte de la representación social ante uncircuito de organizaciones comunitariasque agrupa demandas que no se procesanpor los niveles partidarios. Estas tienen unalógica distinta a la política, ya que son sec-toriales, en general no mantienen nivelesde movilización permanente y excluyen loscriterios partidarios como factor de uni-dad. Sin embargo, su fortaleza reside ensu capacidad de adaptación a nuevas rea-lidades, las oportunidades que brindan derehabilitar formas comunitarias de cons-trucción de identidades y su agilidad paraarticular recursos sociales de muy dife-rente origen. De hecho, el Estado ha re-conocido su creciente relevancia en losúltimos años, fortaleciéndolas institucional-mente –muchas de ellas reciben del patri-monio estatal una muy importante propor-ción de sus recursos materiales– y asig-nándoles importantes funciones en el diag-nóstico, formulación, ejecución, evaluacióny control de las políticas públicas.

Por otro lado, también las organiza-ciones partidarias locales pueden ayudara revertir la crisis de representación, en lamedida en que se adapten a los cambiosoperados en las estructuras de poder na-cional e internacional. Su desarrollo per-mitirá que el proceso político se extiendaentre una ciudadanía que por ellos puedetomar un efectivo papel de agente. Peropara que ello sea posible, se requiere rea-lizar un profundo esfuerzo por religar lospoderes locales con los cuadros técnicosde los gobiernos provinciales y naciona-les. Los partidos con militancia “territo-rial” –ya hay muchos que no la tienen–crecientemente ven que aun sus integran-tes más fieles se desligan: por un lado, unconjunto de profesionales con capacidadpara conducir ministerios; por el otro, unaamplia cantidad de militantes locales quevinculan al partido con los ciudadanos enla gestión local, pero con muy escasos ele-mentos como para debatir las decisionesde la élite técnica partidaria. La falta devinculación entre unos y otros hace débilla posibilidad de que el partido pueda cum-plir una función de polea de transmisiónentre las demandas ciudadanas y la capa-cidad de formular políticas con sustentotécnico para articularlas.

La revalorización de la política localconstituye una oportunidad para revertiresta situación, en tanto se consoliden losprocesos de adaptación a las oportunida-des y amenazas que generan los cambiosestructurales mencionados. La descentra-lización de políticas públicas es una pro-puesta instrumental que se funda en estaesperanza.

Obstáculos y visionesalternativas

En cada momento histórico se con-cibe una función social para la juventuden base a estereotipos que le asignan va-

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lores y funciones. Actualmente, cualquierdebate acerca de las políticas de juventudsuele suscitar rápidamente la moción deimaginarles espacios de participación, dela misma forma que para los niños se pien-sa en protección y para las mujeres en laigualdad. Obviamente, no todas las ver-siones sobre la participación coinciden.Para algunos, la participación es un objetode bajo costo y que puede servir paramantener entretenidos a los jóvenes mien-tras realizan algún aporte gratuito a la co-munidad. Desde una perspectiva opuesta,se formulan fuertes expectativas en rela-ción al papel que esta generación de jóve-nes ha de cumplir en el aprendizaje de lasformas democráticas de convivencia, enlos modos pacíficos de resolución de con-flictos y en el desarrollo de la solidaridadcomo parte de la responsabilidad socialhacia la población menos favorecida. Enesta visión, se espera mucho de la juven-tud en lo que concierne a la reconstruc-ción del espacio público y la transforma-ción de la política.

Se espera de la juventud que parti-cipe, involucrándose e involucrando suspotencialidades en transformaciones so-ciales. Pero además, se sostiene que laparticipación produce autonomía, emanci-pación de los padres, afirmación de iden-tidad, gestación de opiniones propias so-bre los asuntos públicos y adquisición decapacidad de exposición de las mismas.Se pretende la exposición junto al pareci-do, pero también frente al diferente, gra-cias a lo cual se evitaría el riesgo de unaeterna adolescencia.

Hay una serie de condiciones glo-bales que influyen en los modos en que seexpresa la actual participación juvenil, yotras que son más bien de orden nacionalo local. En primer lugar, los individuos ylas familias se vuelven más centrados ensí mismos, más autosuficientes. Se tratade una tendencia global que obedece adiversos factores, como el aumento delindividualismo o el arribo de mayor canti-

dad de tecnologías de la comunicación alos hogares. Esto tiene su contraparte enel aumento de la inseguridad en el nivellocal, que produce un mayor aislamientorespecto al exterior y a lo público. Amboscambios hacen que la sociedad civil y lapolítica se vuelvan menos atractivas y másdistantes.

Algunos autores hablan de “tele–ciu-dadanos”, que no obtendrían su experien-cia de la vida pública en el espacio de laciudad sino a través de la pantalla. Se tra-taría de ciudadanos altamente informadosy escasamente comprometidos con el bienpúblico. La vida pública pasaría a ser unespectáculo, ya no una vivencia cotidia-na. En este marco, se inscriben algunosprogramas televisivos “de investigación”,que hacen referencia a temas como la po-breza extrema, la prostitución o la cárcel,con los que algunos sectores tienen esca-so o nulo contacto en la vida real, pero alos que llegan íntimamente a través de tes-timonios de algunos de sus protagonistasque fácilmente se traducen en términosescandalosos, apelando a una sensibilidady llamando a una responsabilidad socialque se apagan con el control remoto.

No se trata de un fenómeno que seagote simplemente en el espectáculo dela marginalidad: tribunales ficticios, inter-pelaciones llevadas a cabo por jóvenes “debuena familia”, operativos policiales rea-les, hospitales públicos, toda una larga se-rie de programas que muestra aspectossórdidos de la vida cotidiana de millonesde excluidos, como si fueran excremen-tos expuestos sin el riesgo de que su olortraspase la pantalla. Eludidas las institu-ciones públicas, la televisión hace uso desu doble rol de distribuidora de falsas ac-ciones ciudadanas y de generadora de en-tretenimiento masivo. En el límite, facilitala ilusión de que demostrar indignación esuna forma válida de ejercer la ciudadaníadesde la comodidad del propio dormitorio.

Los medios promueven la desinfor-mación y el desinterés respecto al mundo

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que excede lo inmediato. A la vez, el hori-zonte de lo inmediato se ha acercado tan-to que el campo de preocupación por elmundo se ha achicado hasta lo muy próxi-mo. El contacto con lo diferente a unomismo ha disminuido y prevalece el des-conocimiento, cuando no el rechazo: loscontrastes más triviales se exageran. Eneste contexto, hasta el similar ha pasado aser diferente. Así, sin idea de conjunto ocolectivo propio, difícilmente puedan en-gendrarse ideales que promuevan la ac-ción colectiva.

En segundo lugar, si bien han avan-zado los procesos de democratización yconsiguientemente los espacios de parti-cipación, los jóvenes de todo el mundomuestran una desconfianza generalizadaen las instituciones políticas, en sus capa-cidades y en su efectividad, y en su im-parcialidad en la distribución de recursosy servicios. En este punto, los jóvenes nose distinguen en sus formas de concebirel funcionamiento de los poderes públicos.Manejan los mismos criterios que el restode la población, con la diferencia de queno pueden invocar un paraíso perdido, yaque jamás han vivido en épocas en que lapolítica despertara pasiones, y de hechoretraducen los hechos pasados en claveactual: para ellos, la política siempre hasido el reino de los intereses mezquinos yla pura ambición.

El proceso de desvalorización de lasgrandes ideologías suele venir acompaña-do de una denuncia generalizada del “sis-tema”. Se trata de una actitud crítica quese solaza en la negación fútil de lo estatui-do, por otro lado incompatible con un com-promiso localizado, bien definido y conti-nuo. El español Miguel Delibes se queja-ba hace ya casi 50 años de “esa juventudque se siente ya de vuelta de todo, consu-mida por el tedio, incapaz de inventarseun interés que dé orientación y un sentidoa sus vidas”. Con otro humor e involucrán-dose personalmente, el británico MartinAmis ironizaba respecto a la forma en que

el joven protagonista de su novela tradu-cía una ideología crítica en un sentimientopersonal: “en esos momentos comprendíalo poco firmes que eran en realidad misafirmaciones de auténtica preocupaciónpor los problemas sociales. Al igual que lamayoría de la gente, supe que tengo am-biguos sentimientos de culpa ante los queson de una clase inferior, ambiguos senti-mientos de envidia ante los que son de unaclase superior, más la obligatoria decep-ción con respecto al Sistema en sí”.

La televisión es el principal mediopor el cual todos, jóvenes y adultos, se in-forman sobre los acontecimientos públi-cos y la actualidad política. Así, la infor-mación que circula y se maneja es vastapero de poca profundidad. El mundo sereconstruye imaginariamente en imágenes,y el texto, la palabra o el debate pierdenvalor. La imagen implica instantaneidad,no da tiempo a la reflexión, y la políticapierde riqueza: la inmediatez con la que semueve el mundo demanda decisiones ins-tantáneas, sin reflexión ni debate. La tele-visión no transmite la pugna entre proyec-tos alternativos de sociedad, porque no lapuede retraducir en su clave. Muchos jó-venes llegan a percibirlo, pero a la vez loconciben como un aspecto meramente deinterés personal: al no creer básicamenteen la posibilidad de que la política sea unmecanismo de transformación social, so-lamente llegan a percibir que la televisiónno refleja suficientemente los aspectoscolectivos de la lucha política. Es decir,saben que no todo es show, pero menos-precian lo que la política pueda aportar enla configuración de la sociedad.

Varios estudios señalan la disminu-ción de la participación juvenil en las elec-ciones en los países en los que el voto esvoluntario y un bajo convencimiento en laidoneidad de su elección, además de unimportante nivel de abstención en los paí-ses en los que el voto es obligatorio. Detodos modos, se destaca la importancianumérica de los votantes juveniles en los

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países latinoamericanos, las desigualdadesetarias y socioeconómicas en informacióny formación en competencias y opiniónpolítica y, sobre todo, la urgencia por me-jorar la representatividad de los jóvenesen los debates en espacios públicos, entrelos candidatos, los funcionarios electos yen los partidos.

Si bien las expectativas respecto ala participación juvenil son altas entre al-gunos adultos, la evaluación que hacen dela misma no suele ser del todo satisfacto-ria. Entre las visiones sobre la participa-ción juvenil –tanto de especialistas comode personas que no lo son– se reconocendiversas concepciones, en ciertos casoscomplementarias y en otros absolutamen-te divergentes.

Hay quienes se inclinan a pensar quelos jóvenes son políticamente más apáticosque el resto de los sectores de la sociedad.Desde esta óptica se los suele concebircomo un gran grupo homogéneo y se res-ponsabiliza del desinterés a “los políticos”.Se reconoce el rechazo de los jóvenes alsistema político en general, pero se les re-clama “oposición activa y debate”.

Otros consideran que los jóvenes hancambiado sus formas de participar comoconsecuencia de una tendencia mundialhacia el individualismo y de una transfor-mación hacia nuevas formas de expresión.Muchos jóvenes se han volcado hacia aso-ciaciones más ligadas a la acción social di-recta, la cultura y los nuevos temas, comoel ambiente o la salud reproductiva. Suelenagruparse para perseguir cambios en el ni-vel local y a corto plazo, que no guardanrelación con lo nacional o los grandes rela-tos de cambio social.

Asimismo, hay en el otro extremoun mundo de jóvenes en red que lucha porreivindicaciones globales, genéricas, exten-sibles a cada uno de los lugares desde losque se conectan a la comunidad virtual, ysin demasiada consideración hacia las par-ticularidades locales. Según esta visión, setrata de nuevas formas de expresión de la

política que desconocen las vías clásicas,duras y normalizadas, y reivindican for-mas no institucionalizadas y espontáneasde hacer política.

Algunas maneras de agrupación in-cluso no persiguen objetivos que trascien-dan al propio grupo. Ese repliegue sobre símismas las aparta de interlocutores adul-tos, con lo que quedan marginadas de luga-res o contactos con los que podrían produ-cir transformaciones. Además, como señalael español Bernales Sastre, “parece que seestán acabando aquellas militancias en lasque una o un joven entraba a formar partede una organización y crecía dentro de esaorganización. La juventud actual realiza di-versas militancias temporales en distintasorganizaciones o grupos informales a lo lar-go de su trayectoria”.

Desde una visión similar, la france-sa Florence Raynal señala que el compro-miso de los jóvenes se caracteriza por “unacapacidad de acción en varios frentes almismo tiempo y por mezclar los retos pla-netarios con los de proximidad”. Segúnsostiene, políticamente y respecto a gene-raciones pasadas, no habría disminuido elcompromiso real de los jóvenes, sino suforma de comprometerse. Esta situaciónconcuerda además con el tiempo en el queviven la mayor parte de los adultos. ParaHenry Betancourt “lo juvenil es mezcla dealineación y resistencia, de conservadu-rismos y emancipación como cualquier otroactor”.

Otro enfoque concibe a la juventudcomo un reservorio de ética y de capaci-dad de acción en cuestiones de interéspúblico. Desde esta perspectiva, los jóve-nes están libres de los vicios adultos: deacuerdo al testimonio de un especialistaentrevistado, “como los jóvenes estánmenos enviciados, es muy importanteque los proyectos con jóvenes no seanprofanados, que se mantenga la clari-dad y la honestidad a rajatabla. Hayque cuidar esa pureza. Los grandes encosas de chicos meten corruptela”.

PARTICIPACIÓN 39

Además, los jóvenes estarían exentos delos temores y rencores provenientes delpasado político, con lo cual estarían me-nos condicionados en sus opciones y de-cisiones. Por último, desde esta visión, lajuventud comprendería a la democraciacomo un valor fuerte y perfeccionable apesar de los matices de su puesta en prác-tica: “para los jóvenes los militares noson opción”.

Otra óptica señala una lucha entregeneraciones: la política sería “adulto cén-trica”, un campo de dominio de los adul-tos en el que no habría lugar para los jóve-nes. No a causa de diferencias ideológi-cas, sino por discriminación hacia lo juve-nil a través de su desconocimiento comosujetos. Ese desconocimiento se lograríaen determinadas circunstancias a travésde su infantilización, en otras por mediode su estigmatización o la generalizaciónde conductas indeseables al conjunto, osimplemente ignorándolos.

A su vez, la CEPAL destaca el de-seo de autonomía como una de las razo-nes que explicarían el rechazo de los jó-venes específicamente a las agrupacionespolíticas. Según quienes comparten estaopinión, los jóvenes no están interesadosen formar parte de organizaciones que,para su forma de ver, son “verticalistas” yen las que se los manipula en beneficio delos intereses de alguna figura adulta. Elproceso de emancipación de los padresinhibiría el deseo de entrar en asociacio-nes en las que otros adultos lideran y exi-gen lealtad. A la vez, en general no que-rrían adherir al conjunto de una línea polí-tica, sino conservar la autonomía de pen-samiento. De ahí, la tendencia a agrupar-se con pares y a autogobernarse, en algu-nos casos, aun a costa de la efectividadde las acciones de la agrupación o acep-tando que la captación de recursos parala misma será casi imposible.

Finalmente, desde una visión másfijada en los aspectos económicos, se afir-ma que a veces la juventud muestra tener

menos interés “por querer cambiar el mun-do que por lograr integrarse a él”. Ade-más, en general la convocatoria a la parti-cipación juvenil en política es tan limitadaen sus alcances que para quienes vivenen la pobreza puede llegar a ser “más in-teresante discutir quién será el jefe de unabanda”, pues aun en este caso se daríamás importancia al sujeto. Ciertas activi-dades ilegales se transforman en ámbitosen los que es posible sobresalir, ser reco-nocido y escuchado.

Participación en políticas dejuventud

La preocupación por el papel queasume la juventud en los debates sobre te-mas que conciernen al conjunto de la so-ciedad también se extiende al grado de par-ticipación que tienen en cuestiones que ha-cen a sus propios intereses como jóvenes.

Una crítica que se les hace común-mente a las juventudes de los partidos esque no suelen ocuparse de la política dejuventud, sino que se orientan básicamen-te hacia los mismos asuntos que los adul-tos. En general, no debaten temas propios,no forman dirigentes para ese objetivo, nihacen propuestas en ese sentido. Así, lospocos jóvenes comprometidos con la polí-tica partidaria no se diferencian de losmilitantes adultos, y la desconfianza haciala militancia y la representación, así comoel desprestigio de la política partidaria,acaba proyectándose también a ellos.

Varios autores mencionan la transi-toriedad de la juventud como una de lasrazones que explicarían la falta de organi-zación y movilización que tienen como gru-po político. Sin embargo, este argumentono alcanza a explicar cómo es que la ju-ventud tuvo un papel protagónico en la vidapolítica en otros momentos históricos.Además, actualmente no puede hablarsede una juventud fugaz, en tanto se ha pro-

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longado y generalizado al conjunto de lapoblación. Por tanto, esta afirmación noparecería ser del todo acertada o, al me-nos, suficiente.

Desde la CEPAL se explica en cam-bio que, “mientras los trabajadores y lasmujeres se guían por las dimensiones ma-teriales de su existencia, los jóvenes lohacen en función de las dimensiones sim-bólicas de la misma. Pelean por causaseminentemente justas y sumamente rele-vantes (la paz, la democracia, el ambien-te, los derechos humanos, etc.) pero nopor reivindicaciones específicas (empleopara jóvenes, salas de hospitales y espe-cialistas específicos para adolescentes,etc.)”. Además, según indica el mismoorganismo, los grupos que se conformanson socialmente más homogéneos que losque se configuraban en décadas pasadas.Así como se produce fragmentación so-cial en otros ámbitos, también en la políti-ca las personas empiezan a agruparse se-gún su condición social. Algunas organi-zaciones buscan revertir esta tendenciareuniendo a jóvenes de diferentes extrac-ciones sociales, pero son grupos muy pe-queños o iniciativas de bajo impacto en sucobertura. Llama la atención que aún asílas expectativas de los jóvenes respectoal alcance de su participación no estén li-gadas a sus preocupaciones cotidianas.Resulta difícil también para los poderespúblicos locales la formulación de políti-cas de juventud, en tanto no se confor-man como grupo de presión ante las auto-ridades, y muestran mucha mayor homo-geneidad en lo que rechazan que en lo quedemandan.

De todos modos, el abandono de lapolítica partidaria no debería mencionarseaisladamente, sin hacer una alusión al vo-luntariado como práctica juvenil de am-plia acogida. La trabajadora social chile-na Gabriela Fernández explica la atrac-ción que dicha práctica ejerce sobre losjóvenes: adherir es un acto de clara auto-nomía; tratándose de una actividad que se

realiza colectivamente, la acción volunta-ria supone una pertenencia a un colectivodel que se elige formar parte libremente;se trata de un campo con una lógica quedista de la política formal, rechazada porsus criterios de cooptación y hegemonía;permite además conciliar el esfuerzo per-sonal con una cierta utopía solidaria, posi-bilita una vinculación inmediata y directaentre la inversión y la retribución, y per-mite al joven ser protagonista y no margi-nado, proveedor y no dependiente, héroey no víctima, meritorio y no objeto de sos-pecha por parte de los adultos.

Es preciso reconocer sin embargoque la mayor parte de las organizacionesno gubernamentales no han alcanzado to-davía un peso significativo en la toma dedecisiones sobre cuestiones juveniles.Resulta un problema que las organizacio-nes que trabajan sobre la elaboración depropuestas o en proyectos originales y deimpacto positivo para la juventud, no ha-yan sido suficientemente apoyadas ni re-conocidas. Por el contrario, normalmenteacaban siendo más visibles aquellas orga-nizaciones especializadas en el plantea-miento constante de demandas o en ac-ciones de protesta.

Propuestas de índolepráctica

Algunos de los adultos consultadospara la elaboración del presente Informehan aportado propuestas prácticas para laformulación de políticas de promoción dela participación juvenil. A continuación, sesistematizan los principales aportes reali-zados.

Muchas veces es preciso empezarcon pequeñas tareas que involucren unmínimo compromiso por parte de los par-ticipantes. Una vez que éstas comienzana funcionar, es posible montarse sobre ellasy ampliar las actividades y el compromiso

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de quienes las llevan a cabo. Así, sobre labase de proyectos de corto alcance quefuncionan, los propios jóvenes perciben susposibilidades, el peso de sus decisiones yel poder de su organización. Asimismo, esposible ampliar paulatinamente los fines delos proyectos, comenzando por la búsque-da de impacto sobre el desarrollo perso-nal o grupal, para iniciar luego accionesque los tengan como protagonistas deldesarrollo de sus comunidades.

Eventualmente podría promoverse elliderazgo juvenil a través de la detecciónde referentes juveniles en las diferentesáreas del Estado. En muchos sectores hayjóvenes trabajando que podrían ser con-sultados y vinculados entre sí, a fin de co-menzar a delinear las especificidades y deformar técnicos especializados.

También en vistas a formar líderesjuveniles que participen en los asuntospúblicos sería deseable un análisis del tra-bajo de las iglesias: los grupos juvenilesreligiosos son un modelo en su capacidadde nuclear y movilizar jóvenes que suelentener a otros jóvenes como líderes. Asi-mismo, suelen crear factores y espaciosde atracción hacia los jóvenes de los quees necesario aprender para extender aotros campos; la peregrinación anual aLuján es un ejemplo de un acontecimientode amplia participación juvenil que, si bienno tiene continuidad, asombra por su ca-pacidad de atracción.

Los ancianos no están teniendo unrol suficientemente significativo en la po-lítica, pese a que suelen ser tan osadoscomo los jóvenes. A través de actividadesintergeneracionales que hagan uso de esepunto de convergencia podrían suplirseproblemas como la falta de referentesadultos.

La formación política de los jóvenesgenera temores infundados, debido proba-blemente a los recelos generalizados res-pecto a la actividad partidaria. Muchosjóvenes demandan ser capacitados sinimportar sus preferencias ideológicas o

doctrinarias, y ello puede ser aprovecha-do en la formación para la participaciónen la gestión de lo público y lo comunita-rio, que por otra parte suele constituir unvacío entre muchos adultos, quienes detodos modos tienen la responsabilidad pri-maria en la reforma política.

La visión juvenil de laparticipación

Para la elaboración del presente In-forme, durante el año 2004 se llevaron acabo en diferentes regiones de la Provin-cia de Buenos Aires talleres con más de200 jóvenes militantes, voluntarios y noparticipantes activos en política, en los quese debatió sobre la participación políticajuvenil, su significado y su valor, y sobre elpapel que pueden desempeñar los jóve-nes como protagonistas del desarrollo hu-mano de sus comunidades. Entre otros te-mas, se propuso trabajar la idea de parti-cipación en relación a la toma de decisio-nes en la gestión pública y social local.Algunas de las conclusiones de dichosencuentros se exponen a continuación.

Los jóvenes argumentan a favor dela ampliación de sus niveles de participa-ción de diferentes maneras. La primerajustificación surge desde su relación conel futuro: ellos serán quienes conduzcanen algunos años y es necesario formarlospara que reemplacen a los dirigentes ac-tuales. Pero razones de este tipo no resul-tan suficientes. Si la ampliación de la par-ticipación juvenil fuera simplemente unaforma de asegurar el recambio, sería másútil formarlos políticamente, sin otorgarlesun papel en la toma de decisiones, hastatanto estuvieran preparados. Es decir, laparticipación juvenil no tendría sentido másque como un aprendizaje de la participa-ción adulta. No parecería ser esta una ló-gica correcta. ¿Tienen los jóvenes visio-nes diferentes que puedan enriquecer la

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gestión de lo público? ¿Tienen demandaspuntuales por las que deban ser incorpo-rados como parte activa en la gestión delo público y lo comunitario? ¿Pueden re-conocérseles temas, habilidades o aptitu-des en las que superen al resto de la po-blación? ¿Cuáles son las razones por lasque su participación es necesaria y no so-lamente un lujo accesorio?

En general, los jóvenes estudiantes,dirigentes estudiantiles, militantes de parti-dos políticos y de organizaciones comuni-tarias, no tienen un discurso previamenteelaborado acerca de las razones por las quedebería llevarse a cabo una política de pro-moción de su participación. De hecho, lescuesta concebirse como actor político, comogrupo social con conciencia de pertenen-cia grupal determinada para la acción pú-blica –prácticamente no refieren a sus even-tuales intereses comunes, por oposición alos de los adultos– o con una voluntad deacción social o política común. Parecieraque ser joven fuera sinónimo más de laportación de una sensibilidad (como en al-gunos casos se caracterizan los feminis-mos) que de una capacidad o una voluntadcolectiva determinada.

En primer lugar, la mayoría de elloscarece de una idea de política institucio-nal. Piensan espontáneamente en motiva-ciones personales: la participación paraellos difícilmente pueda ser promovida porun contexto institucional o cultural, porquees concebida más bien como el productode preferencias e intereses individuales.Algunos incluso entienden que la partici-pación es “el cambio desde uno mismo”.En esta visión, las utopías se alcanzan des-de la transformación de la propia actitudfrente al mundo, desde la suma de cam-bios individuales. Otros otorgan a la parti-cipación un significado más ligado a laasociación de intereses particulares enbeneficio de un bienestar común superior.Ninguno de los consultados parece enten-der la participación como un mecanismoúnicamente efectivo desde la fuerza de

amplias mayorías. En este sentido, los jó-venes tienen dificultades para pensar enpolíticas de promoción de la participación,por cuanto no la refieren a un conjunto deincentivos y obstáculos.

Cuando se les pregunta si tienen unideal de sociedad diferente al de los adul-tos, suelen contestar negativamente, y aveces hasta extrañados, como si fuera di-fícil concebir que en estos tiempos alguienconsidere importante tener un ideal desociedad para poder participar en ella.Asumen que en todo caso son más idea-listas, lo que podría traducirse en que, te-niendo ideales similares, los ponderan demanera diferente, pero ningún ideal essublimado a un nivel que no permita sercontrapesado o “negociado” con otrosvalores. Resaltan también que tienen unmayor respeto por la diversidad y atribu-yen a su condición de jóvenes la cualidadde tener menos apego a poderes y hábitosinstitucionales establecidos. Por eso de-muestran un mayor entusiasmo por el cam-bio –muchas veces por el cambio mismo–,más libertad para pensar alternativas ymenos respeto por los compromisos entregrupos preexistentes. A la vez, por su pro-pia trayectoria, tienen menos “deudas” o“compromisos”, lealtades a las que res-ponder. Por eso, están menos limitados enel diálogo y más dispuestos que los adul-tos a ampliar la convocatoria de participa-ción a nuevos actores que actualmente notienen espacio. Se definen a sí mismoscomo “menos viciados”, más transparen-tes, más honestos y portadores de unamirada más desprejuiciada de las cosas.Reconocen también que tienen menoscompromisos materiales inmediatos y que,al contar con menos activos, pueden dar-se el lujo de ser más arriesgados o de re-nunciar a beneficios personales en funcióndel conjunto. Además, destacan que tie-nen menor tendencia a desalentarse me-diante la frase “ya todo fue probado” yque no se resignan tan fácilmente comoalgunos adultos.

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Demuestran una grave dificultad paramencionar en forma espontánea si tienenmayores capacidades morales o laboralesque los adultos. Ignoran absolutamente dón-de podría llegar a residir su eventual supe-rioridad moral: en general, no creen tenermayores virtudes que los adultos. Sin em-bargo, sí tienen la percepción de un supuesto“enquistamiento” de algunos mayores quedesde hace muchos años estarían instala-dos en el vértice de los espacios de poder,sin dejar “subir” a los más jóvenes. Es de-cir, no se valoran como moralmente supe-riores, pero sí consideran que la renova-ción generacional de los espacios de podersiempre es positiva, aunque no puedan es-tablecer espontáneamente razones concre-tas para justificarla.

Tampoco tienen conciencia de tenermayor capacidad laboral, salvo por el he-cho de “tener más pilas”, lo cual referiría aun compromiso laboral con los resultados yuna mayor disposición a probar diferentesy nuevas alternativas de acción. Según supropia visión, lo bueno es que no se quedanquietos, hacen cosas aún sin recursos. Esnecesario interpelarlos para que reconoz-can otra clase de capacidades superiores.Así, mencionan el manejo de nuevas tec-nologías de información, capacidad creati-va, potencial transformador y flexibilidadpara adaptarse a los cambios.

En algunos casos postulan que sonidealmente “agentes de cambio social”, losdinamizadores de nuevas tendencias. Sonmás rápidos que los adultos para tomardecisiones, aunque más lentos para el aná-lisis de las decisiones en sí. También tie-nen más facilidad para arribar a consen-sos, para “limar asperezas” ágilmente.Destacan que las diferencias entre losadultos a veces son muy de base y que esdifícil poder construir sobre eso. Entre losjóvenes las bases no son tan fijas. Ade-más, están menos burocratizados y másdispuestos a aprender nuevas líneas detrabajo. Sin embargo, tienen “poca no-ción de la necesidad de crear consen-

sos en las decisiones, poca capacidadde componer”. Señalan asimismo que “eljoven tiene más proyectos que recuer-dos, mientras que el adulto tiene másrecuerdos que proyectos”. Muchos adul-tos niegan el presente porque quieren vol-ver a algún pasado de supuesto esplendor,mientras que los jóvenes quieren pensarel futuro a partir del presente. Tendríanasí mayor facilidad para percibir lo buenoy no sólo lo malo, lo que existe y no sólo loque falta, lo que hay que cambiar y no sólolo que hay que recuperar. La sociedadenvejecida se vuelve conservadora y, encasos en los que existió un pasado de bien-estar, el afán de conservación se vuelvemás riguroso.

La juventud tiene capacidad de mo-vilizarse masivamente. Diversos aconte-cimientos ejemplifican esa afirmación.Desde la mega fiesta “Creamfields” has-ta la peregrinación a Luján o las moviliza-ciones en campañas solidarias, dejan enclaro esta capacidad, que no siempre estásuficientemente aprovechada en sus orien-taciones. Además, cuando algunos jóve-nes se involucran en lo público ejercen uninmediato poder de atracción sobre suspares. Según el testimonio de uno de ellos:“los jóvenes nos agrupamos. El tema esque no lo hacemos en función de lo quequerríamos cambiar. Porque tribus ur-banas como las que existen ahora noexistieron jamás. Nos agrupamos, perotenemos que buscar la forma de con-vencernos a nosotros y a los otros jó-venes de que tenemos la fuerza parahacer cosas. Muchas de las formas dereunión que tenemos ahora no tienennada que ver con la participación. Lascosas que nos reúnen se redujeron sim-plemente a salir, juntarse para ver unrecital, para ver música… Tienen másque ver con la satisfacción personalque con la de ayudar al otro. A pesarde que es algo que no nos juega a fa-vor, los grupos que ya están en nuestrarealidad también son un capital que

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tenemos que aprovechar”. Desde simi-lar punto de vista, un militante joven seña-laba que “el interés en la política noequivale al interés en agruparse”.

Otra de las características que des-tacan a la hora de pensar en ventajas delos jóvenes se resume de la siguiente for-ma: “nuestra vida es un constante tra-bajo de campo; vivimos la realidad,somos el sector social que más vive elmayor espectro de la realidad”. El jo-ven está más en contacto con lo que pasaen la vida pública que el adulto. Muchosobtienen información por Internet y lamayoría experimenta al andar por las ca-lles sin un objetivo definido.

Algunos señalan que los jóvenes tie-nen más tiempo libre que podrían dedicara actividades vinculadas a lo público. Ade-más, sostienen, su participación masivapodría contribuir a la mejora de la imagende la política, en tanto se evidenciaría unarenovación de caras e ideas. Finalmente,remarcan que, por ser una porción rele-vante en el conjunto social, deberían tenerrepresentación política igual que otros sec-tores. Para que las instituciones no pier-dan legitimidad, resultaría necesaria laaceptación de los jóvenes, al menos por lasola porción que representan en el con-junto de la población. A la vez, es precisoacabar de derribar la consideración de losjóvenes como suficientemente “maduros”para hacerse responsables de ciertos te-mas y demasiado “inmaduros” como paraintervenir en ciertas decisiones. Cualquierinvitación honesta a participar debe incluirla toma de decisiones. Una comunidad deciudadanos se construye cuando todos tie-nen incidencia en las decisiones que influ-yen en sus vidas.

Pocos jóvenes mencionan como ven-taja el hecho de que tienen en promedioun mayor nivel de educación formal quelos adultos, y ninguno su eventual capaci-dad o velocidad para tratar varios temasal mismo tiempo. Si bien se trata de as-pectos destacados frecuentemente por

especialistas, son capacidades que no seconciben como diferenciales o a las queno se les otorga suficiente valor.

En cuanto a las dificultades que re-conocen –éstas sí espontáneamente–,aluden al hecho de que suelen ser ansio-sos y que quieren hacer todo inmediata-mente, que no son perseverantes y quecarecen de la prudencia que aporta laexperiencia. Además, señalan que si bienes cierto que están más abiertos a inte-ractuar con personas de otra clase so-cial, también son más incisivos. Los ni-ños no suelen tener prejuicios y los adul-tos ya aprendieron a ser delicados en susapreciaciones. En cambio, los jóvenesdejan de hacer lo que no quieren y nodejan de decir lo que quieren.

Aparte de la identificación de poten-ciales ventajas de una eventual mayor ten-dencia de los jóvenes a involucrarse en lopúblico, se consultó en los talleres respec-to al modo en que creen que funciona ac-tualmente la participación ciudadana ycómo creen que podría producirse un au-mento de su propia intervención en la vidapública.

En primer lugar, algunos ponen enduda las intenciones que realmente tienen–personal y grupalmente– de participar.Desde la postura negativa, señalan quehubo una pérdida de ideales, ya no existela “sed de cambio”, ni las utopías que símovilizaban a la juventud en otras épocas.Sólo se participa tras algún incentivo ma-terial o alguna clase de beneficio, o bienen eventos puntuales que no trasciendensu propia duración. “Apatía” es la palabraque definiría la actitud de la mayoría delos jóvenes en relación a la participación.Según un joven militante, “los jóvenesactuales no han conocido la políticaque enamora y de ahí también su faltade apasionamiento. Amarga compararla pasión del pasado con la situaciónactual”.

Desde otra postura, se responde quelos actuales niveles de participación son

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reflejo de la falta de canales adecuadospara los jóvenes. Particularmente en rela-ción a la gestión municipal, se señala queel vínculo no es fluido y que hay trabasburocráticas elementales en algunos sec-tores; incluso se observan casos en queno hay voluntad política para que la juven-tud tenga un rol activo en la toma de deci-siones. De todas formas, muchas vecesno se abren las puertas simplemente por-que no hay nada para ofrecer. Cuando lagestión política es simple administración,la convocatoria es innecesaria y hasta unobstáculo. Algunos argumentan que losjóvenes son siempre bienvenidos a la horade “poner el cuerpo”, al movilizarse enmanifestaciones, al repartir volantes o en-cargarse de las pintadas, pero que nuncason convocados a la toma de decisiones.Es razonable que eso ocurra cuando sepiensa que todas las medidas que hay quetomar son meramente técnicas. Pero cual-quier reforma social requiere también deuna transformación cultural para trascen-der, y no es posible reformar la cultura sinla participación de la comunidad, uno decuyos principales impulsores es el entu-siasmo de la juventud.

Desde una tercer óptica, se atribu-ye la escasa participación política a lasdificultades económicas por las que mu-chos de los jóvenes y sus familias estánpasando, lo que hace imposible pensar enactividades que no sean la sobreocupacióno la búsqueda de empleo. Además, se se-ñala, trabajar o estudiar son actividadesque no pueden descuidarse porque a me-diano plazo las familias dependerán de losingresos de los jóvenes.

También se reconocen problemasrelacionados a la falta de formación parala participación, a la falta de vocación deliderazgo juvenil y a la falta de recursospertinentes a la participación (disposiciónde espacios propios, movilidad, etc.). Hayquienes agregan que como generaciónestán marcados por el temor que les tras-mitieron sus padres de lo vivido en los ‘70,

aprendizaje que hay que desandar pormedio de la promoción de una participa-ción pacífica y libre de amenazas. Otros,que la misma actividad política juvenil espoco efectiva y que, tras algunas derro-tas, todas las agrupaciones acaban traba-jando para algún puntero que les ofrece acambio recursos y consignas para conti-nuar con sus actividades iniciales: “vamosa seguir a Carlitos Piquetero para quenos dé la teca para pintar el centrocultural, y después vamos a hacer mar-chas al obelisco porque a José Piquetelo llevaron preso”.

Asimismo, hay quienes están con-vencidos de que su participación es des-alentada deliberadamente desde las políti-cas públicas mediante diferentes tipos deacciones. Se trata de una versión conspi-rativa muy difundida: “el poder no tequiere y es capaz de manipular a sugusto a los grupos, hace todo lo posi-ble por desalentar a tu grupo, por ce-rrarle puertas”. Hay algunos casos enque se trata de una postura basada en unaexperiencia real, pero la mayoría de lasveces simplemente es una forma de justi-ficar la desidia.

Desde un análisis más profundo sedestaca que el actual estereotipo de jovenexitoso no coincide con la imagen del jo-ven que participa socialmente. Según eltestimonio de un observador, “los ámbi-tos de participación están acompaña-dos de ese estigma de que es aburrido,no sirve o no llegás a nada. En el 2001parecía que iba a cambiar la cosa y queiba a estar bien visto y se iba a ponerde moda participar socialmente, perodespués se fue diluyendo”. Además, elmensaje constante en ciertos medios es elde disfrutar de la etapa de la belleza y lalibertad juvenil que se evapora con tantarapidez, sin ocuparse de las preocupacio-nes que, de todos modos, no se podránesquivar en la adultez. La consigna seríaaprovechar la frivolidad descomprometi-da de la juventud que es tan corta, antes

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de que toque enfrentar la lucha de la vidaadulta, que uno sabe que “es cruel y esmucha”.

Por último, se menciona la idea im-pregnada en el conjunto de la sociedadque vincula la política a lo corrupto,desincentivando cualquier iniciativa per-sonal de participación. Por su edad, losjóvenes no han sufrido tanta desilusióncomo los adultos en este aspecto, pero“tienen una radio en la casa que todoel día les dice: no te metas, no te invo-lucres, son todos una porquería, estono sirve para nada”. Algunos padrestransmiten esta clase de mensajes des-motivando y desacreditando el involucra-miento en la política y, difundiendo la ideade que “lo mejor es gobernar sin polí-ticos”.

Desarrollando con los entrevistadosmás la idea de participación, se destacaque en general hay muy escasa búsquedade información. El hábito de la lecturapolítica es infrecuente. Pocos leen diarios,revistas y folletos, y la atracción por losnoticieros es escasa. Hay insuficiente co-nocimiento sobre lo que ocurre en el paísy en los municipios en particular. En mu-chos casos, los jóvenes evalúan que no hayinterlocutores institucionales con la muni-cipalidad. El edificio municipal suele serun palacio infranqueable del que se des-conoce su funcionamiento más elemental.Asimismo, en la mayoría de los casos seaclara que el único contacto con el poderlegislativo local ha sido en visitas guiadasal Concejo Deliberante, organizadas porla escuela. Sin información, no surgen in-quietudes ni propuestas.

Se le demanda al gobierno municipalmás información en general y sobre losasuntos municipales en particular. Hay en-tre los jóvenes un generalizado desconoci-miento sobre los programas que los inclu-yen, sobre los canales de participaciónabiertos para ellos y sobre los procedimien-tos y requisitos que hay que cumplir paraparticipar, desde el ejercicio del reclamo o

la elevación de propuestas, hasta la ocupa-ción de algún espacio en la gestión pública.Puntualmente, muchos de los participantesde los talleres ignoraban la existencia de laDirección de Juventud Municipal y es ex-traordinario que conozcan sus objetivos oproyectos. Por parte de las áreas específi-cas de juventud, se manifiesta una impo-tencia en ese sentido. Se sienten limitadospor la apatía que atribuyen a los jóvenes, aquienes afirman que es difícil llegar o mo-vilizar. Se trata de un círculo vicioso de apa-tía y desconfianza, que sólo puede ser que-brado por la firme acción de los poderespúblicos.

La mayoría de los jóvenes tiene lasensación de pertenecer a un grupo so-cial sin influencia política, lo que segura-mente se vincula a la ausencia de un li-derazgo juvenil sólido. El liderazgo requie-re constancia, compromiso, creencia envalores hacia los cuales conducir al con-junto, habilidades para las relaciones in-terpersonales, etc. Es un arte que no sehereda, se aprende. La imposibilidad depensar más allá de lo más próximo y depensar pasos sucesivos a seguir, no alien-ta el aprendizaje de las destrezas de laconducción. Algunos jóvenes manejanvariadas fuentes de información, pero nohan sabido transformar eso en una fuer-za para el liderazgo. Además, la banderade la horizontalidad a rajatabla que enar-bolan en respuesta a la verticalidad queobservan críticamente en las institucio-nes adultas, impide que sobresalgan fi-guras juveniles y conduce a que ningunafigura que se destaque parezca desea-ble. A la vez, la desvalorización de la po-lítica en general produce suspicacia ha-cia todo aquel que convoque, y se des-confía de las verdaderas intenciones dequien intenta organizar o movilizar gru-pos: “si convoca debe estar buscandoalgún puesto u otro beneficio”. Porotro lado, la falta de resultados observa-bles e inmediatos en los emprendimien-tos de quienes sí se integran a un pro-

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yecto político o social inhibe también elsurgimiento de vocaciones de liderazgo.

Pero la explicación a la carencia deliderazgos juveniles no se completa sin lamención de la falta de adultos líderes queabran espacios para jóvenes y que seanguías legítimos en base a su capacidad yconfiabilidad, según el reconocimiento delos mismos jóvenes: “quien debiera es-tar siendo líder no tiene atributos detal figura”. La juventud se siente valo-rada sólo en momentos electorales. Comoen la canción de Raúl Porchetto, la con-signa es: “para guerra o elecciones,pibe no nos abandones”. El propio de-bate político no otorga prioridad a las de-mandas y las expectativas de los jóvenes,no los representa como sector con intere-ses específicos, no refiere al mundo queellos perciben, y utiliza modos de expre-sión que no les son propios: lenguaje enlugar de imágenes audiovisuales, orado-res que siempre son adultos, discursos enbase a contenidos repetitivos y poco creí-bles, cinismos y sobreentendidos para evi-tar temas que es preferible no mencionar,invitación a instituciones y prácticas pocoatractivas. Hay una evidente sensación deque “los políticos” no representan los in-tereses juveniles. Muchas veces esa sen-sación conduce a conclusiones que aso-cian directa e invariablemente la incapa-cidad de representar a un sector con la nopertenencia al mismo. De este modo, elmundo juvenil y el mundo adulto se des-conectan cada vez más y la política seimpregna de un aura de práctica exclusi-vamente adulta que, en principio, no le fa-vorece. Con respecto a la participación enlo local, se presentan opiniones que seña-lan que quien no es integrante de algunaagrupación no tiene posibilidades de tenerninguna influencia sobre las decisionesmunicipales. Otros opinan que la situaciónes más complicada, que es imposible en-trar al gobierno municipal sin un vínculoprevio, sin ser pariente o amigo de algunapersona influyente.

Por eso hay más participación so-cial que política. Los jóvenes suelen sersolidarios y tener un fuerte sentido de lajusticia, pero han descuidado la participa-ción continua en la gestión de lo público.Esa irregularidad se destaca como un fac-tor que dificulta la construcción de pro-puestas. Las intervenciones intermitentesimposibilitan la proyección de roles perso-nales o grupales en la vida pública a me-diano o largo plazo. Algunos evalúan ne-gativamente esta modalidad: “si se quierecambiar la política hay que participaren ella”. A su vez, la falta de proyectosamedrenta la predisposición a abrir el jue-go a los jóvenes.

La postura del tipo “no queremosser parte de lo que se está haciendo” pro-duce automarginación de los lugares dedecisión. En referencia a esta observa-ción, algunos analistas señalan que histó-ricamente no se ha luchado por imponerla perspectiva generacional (o al menosla de los jóvenes), como sí se ha hechocon la perspectiva de género, sino que seha insistido en la ampliación de los espa-cios de participación exclusivamente ju-veniles, provocando así una automargi-nación que acentúa su exclusión de losámbitos de decisión. De todas formas,existen unos pocos jóvenes que partici-pan en los canales institucionales, perosiendo éstos relativamente estrechos yestando tan condicionados a un estrictocurso honorífico o escalafón, desalientana la mayoría.

¿Qué proponen los jóvenes?

Una opinión generalizada sostieneque es necesario diseñar proyectos conlos jóvenes que los tengan como agentesmultiplicadores, a fin de provocar el quie-bre de la apatía y del individualismo. Al-gunos agregan que es necesario rompercon la lógica de que lo que funciona mal

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es por un complot, que es preciso empe-zar a participar y demostrar que, en algu-nos temas, es cuestión de “meterse”. Otrossostienen que pueden efectuarse accionesa nivel microsocial, pero que es imposiblepensar a gran escala, allí “la torta ya estárepartida”. Todos rechazan las convoca-torias a simplemente “estar”, o las reunio-nes que simulan consenso cuando son lateatralización del aval de decisiones pre-viamente tomadas.

En concreto, se sugiere que el go-bierno municipal preste el servicio de in-formar y explicar las funciones de los di-ferentes órganos, sus programas, sus re-sultados y los roles de los propios funcio-narios en ese andamiaje. En ese sentido,tanto Internet como la televisión podríanser buenos medios en las grandes ciuda-des. En el interior, a diferencia de otrosgrupos sociales, los jóvenes no tienen ex-periencia en el acto de ejercer presiónsobre los organismos públicos, y por ellotampoco suelen conocer los canales con-vencionales de información.

Se demanda también la revaloriza-ción del papel del Polimodal para tal fin;el sistema educativo debería prepararmejor a los estudiantes para el ejerciciode la ciudadanía, incluyendo las posibili-dades de las personas de manera indivi-dual, institucional y grupal, y mencionan-do qué canales de comunicación existencon lo diferentes poderes. Podrían hacer-se charlas periódicas informativas y dedebate.

El área municipal de juventud debe-ría acercarse a las escuelas directamen-te, para que los chicos supieran de su exis-tencia y pudieran involucrarse en su fun-cionamiento. Puede pensarse el área comouna boca de entrada al municipio, un ám-bito desde el que se difundan los canalesde participación juvenil actuales y poten-ciales. Así, los jóvenes podrían empezar aconocer el funcionamiento del gobiernomunicipal y entrarían en contacto con elprovincial.

La condición de “entrada” del áreatambién exigiría instalar un local visibledesde los circuitos de circulación de losjóvenes y de fácil acceso, en el cual parti-cipen en papeles relevantes algunos líde-res juveniles locales.

No es lógico pretender que las di-recciones de juventud lleguen a los jóve-nes de todos los barrios en cada uno delos temas que les competen, principalmenteen las grandes ciudades. Por eso, debe-rían constituirse órganos encargados dearticular en red el trabajo de los organis-mos estatales y de la sociedad civil orien-tados a este sector, impartiendo tenden-cias generales y promoviendo iniciativasen aquellos asuntos menos gestionados.

Si las áreas de juventud municipa-les no cuentan con recursos suficientescomo para llegar a todos los barrios y, silos jóvenes no se acercan espontánea-mente a su espacio de trabajo, ésta de-bería trabajar principalmente extramuros.Si la mayoría de los jóvenes no está par-ticipando en alguna de las organizacio-nes clásicas, habría que salir a encontrar-los en sus ámbitos naturales de reunión.Para algunos, esos ámbitos suelen ser lasesquinas. Así se saltearía además al in-termediario adulto que, muchas veces,representa a los jóvenes de su comuni-dad frente a la municipalidad, a veces sinmalas intenciones, pero casi siempre convisiones e intereses diferentes a los desus “representados”.

Deberían difundirse trabajos bienhechos que demuestren seguridad y con-vicción sobre lo que se está haciendo. Lasactividades mal planificadas desincentivanla participación. La gente que trabaja“bien” atrae la participación: “esos pibeslaburan bien, sumémonos”. Si es muydifícil ver los ámbitos de participación, esmás difícil todavía ver los resultados posi-tivos. La creación de la figura de un vo-cero juvenil, un interlocutor ante la Muni-cipalidad y los demás organismos podríaser muy útil en ese sentido. Debería ser

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una figura municipal o un representanteexterno con canales de comunicaciónabiertos con todos los sectores de gestiónpública y comunitaria.

Los jóvenes podrían ser un canaladicional de comunicación entre el Esta-do y la sociedad civil, aprovechando queson quienes más andan a pie por la calle yque, en consecuencia, conocen el funcio-namiento de la ciudad mejor que otros sec-tores de la población. A tal fin, podría crear-se una oficina en la que los jóvenes ingre-saran a un sistema las demandas concre-tas de su comunidad. Eventualmente, supoder social aumentaría si además esaoficina funcionara como espacio para ladevolución del resultado de la gestión rea-lizada.

Algunos líderes juveniles dicen te-ner limitaciones en su capacidad de re-presentación porque consideran que susvivencias son excesivamente diferentes alas de sus pares en otras condiciones so-cioeconómicas. Debería trabajarse enton-ces sobre los liderazgos y en la comunica-ción, fomentándose especialmente la lle-gada de los jóvenes de diferentes estratossociales a los ámbitos de participación. Losjóvenes marginados suelen estar menosrepresentados, pero también ocurre queciertos canales institucionales se ven ex-cesivamente congestionados por la ges-tión de algunos programas sociales, por loque desalientan la formación de iniciati-vas vinculadas a otras inquietudes.

En toda la Provincia hay líderes ju-veniles no relacionados con las políticaspúblicas que podrían detectarse desde elárea de juventud para aprovechar su “lle-gada” a favor de la participación juvenil.El caso de los líderes deportivos es unejemplo de figura a la que podría hacérse-le una oferta abierta de trabajo en ese sen-tido. Además, una mayor incorporación dejóvenes a la ejecución de política públicasería beneficiosa, ya que la adhesión esmayor cuando se trata de propuestas depares.

Gran cantidad de jóvenes ofreceactividades gratuitas de promoción social.Muchos de ellos son estudiantes universi-tarios avanzados. En general desarrollansus aportes en los barrios y en los temasque manejan con más facilidad por su for-mación. Si se apoyara más sistemática-mente esa clase de iniciativas, podrían re-valorizarse y orientarse mejor hacia lademanda real. Por ejemplo, podrían darcharlas a los jóvenes sobre temas de suespecialidad, o bien organizarlas para quealgún docente lo haga, ampliando así elacceso a ciertos conocimientos o habili-dades al conjunto de los jóvenes. Particu-larmente en el caso de los jóvenes univer-sitarios que estudian fuera de la ciudad,podría plantearse que dieran charlas en suslugares de origen o que llevaran especia-listas de las universidades para hacerlo.Se trataría de una forma de capacitaciónque escapa a los encuadres típicos y quemantendría vinculados a los universitariosa sus ciudades de origen.

En el mismo sentido, tanto jóvenesestudiantes como los que no lo son, discu-tieron un principio de propuesta para lo-grar más equidad en el gasto público diri-gido a esta franja de edad. Algunos sostu-vieron que todos los universitarios –inde-pendientemente de su condición de beca-rios, de estudiantes de universidades pú-blicas o privadas– tendrían que devolverobligatoriamente una parte de su forma-ción destinando alguna actividad en unaentidad pública o comunitaria de bien pú-blico. Al menos el sistema público y gra-tuito tendría que funcionar como los sub-sidios: quien recibe debería devolver. Laotra alternativa sería pautar la obligatorie-dad de una práctica social como condi-ción para recibir el título habilitante, quede hecho ya existe en algunas carreras enla Argentina, y funciona en otros paísescomo México, por ejemplo.

Asimismo, se planteó el objetivo deque los jóvenes acerquen las problemáti-cas de los barrios a las universidades, que

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a veces se encapsulan en su propio acon-tecer. Esta es una tarea que en muchoscasos ya se realiza. El desafío consistiríaen formularlo para su formalización entodas las carreras. Por último, se planteóreiteradamente la posibilidad de que seregulen los destinos de los egresados, evi-tando que se vayan al exterior sin cum-plir antes con un mínimo de trabajo en elpaís; “con las universidades públicasestamos financiando el desarrollo deEspaña”, señalaron los jóvenes de dife-rentes localidades del interior de la Pro-vincia.

Las organizaciones en las que parti-cipan jóvenes deberían proponer sistemá-ticamente actividades interinstitucionalesque sirvieran para confrontar opiniones:esto haría a la práctica para el surgimien-to y la formación de líderes juveniles. Tam-bién resulta indispensable replicar las bue-nas prácticas. Entre las citadas como ta-les, se incluyen la de los estudiantes se-cundarios de los últimos años que se in-sertan en los puestos municipales másacordes a sus intereses personales a cam-bio de un sueldo pequeño. Esta prácticase lleva a cabo en el Partido de Pinamar ysirve para que los jóvenes definan susorientaciones y adquieran alguna experien-cia de trabajo. También resulta destaca-ble la experiencia de la Escuela de Go-bierno municipal que funcionó en el parti-do de Campana y los Parlamentos Juve-niles organizados con estudiantes de Poli-modal desde la Municipalidad y la Univer-sidad en Tandil. Todas ellas son demos-traciones de iniciativas que superan la ofer-ta pública exclusiva de deportes o recita-les para los jóvenes. En el presente Infor-me se incluye un capítulo dedicado a com-pilar algunas de las experiencias más des-tacadas en la materia.

Si bien la mayoría de las organiza-ciones comunitarias no están dirigidas porjóvenes ni orientadas a ellos, sí existen al-gunas que deberían recibir más apoyo porparte de las instituciones estatales. No es

admisible la explicación de que se trata dedemandas sin urgencia. Desde una orga-nización de este tipo se denunció que esmuy difícil conseguir un subsidio: “si nohacés un proyecto productivo estás ca-joneado”. Esta clase de decisiones los lle-va a pensar que las políticas públicas “sonpara otra edad, directamente”. Paraellos no es suficiente razón la necesidadde priorizar proyectos productivos, aúncuando el presupuesto siempre parece serescaso. Entienden que se trata de una dis-criminación por la edad de quienes pre-sentan los proyectos, ya que presenciancómo otros grupos sí reciben subsidios paraactividades no productivas. Aquí, la con-cepción del joven como alguien activo ylibre de necesidad de apoyo estatal quedaen evidencia: niños, mujeres y adultosmayores son objeto de toda clase de polí-ticas; para jóvenes varones el presupues-to nunca parece ser suficiente si no se lojustifica con actividades supuestamenteproductivas, muchas veces englobadasbajo el eufemismo del “desarrollo local”,como si éste fuera sólo una cuestión deasistencia descentralizada a la pobreza.Como bien lo resumió un joven entrevis-tado, “no es que necesitemos fortunas,pero sería bueno no tener que ser eljoven más pobre entre los pobres paraque te llegue una política pública”.

Un error que suele traer consecuen-cias duraderas es convocar a jóvenes adiseñar proyectos que no son viables porfalta de recursos o de voluntad política.Promover la participación exige un apren-dizaje conjunto de quienes convocan yquienes son convocados. Invitar a inter-venir en acciones que no sean de utilidadgenera frustración en ambos. Debe ha-cerse también un diagnóstico institucionalde la misma municipalidad para compren-der los caminos probables y los improba-bles. Los objetivos concretos convocan.Los cambios reales también.

En la política, como en otras disci-plinas, la demanda de cambios es perma-

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nente. Alcanzar un objetivo significa au-tomáticamente la necesidad de procurarnuevos objetivos a ser logrados. Por esolas instancias de participación deben sercontinuamente recreadas. Se trata de unproceso que, bien planificado, permite iraumentando la calidad institucional y, a lavez, una ampliación del conocimiento quelos ciudadanos tienen acerca de sus pro-pios derechos.

Un desafío para lagestión local

En los talleres se trabajó con jóve-nes que de alguna manera ya están parti-cipando: miembros de organizaciones so-ciales y políticas, vinculados formal o in-formalmente al gobierno local, y hastaempleados municipales. Fueron pocos losjóvenes presentes en los talleres sin filia-ción a alguna organización. Por lo tanto,sus opiniones están condicionadas por estacaracterística. De por sí, los participantestuvieron en común una cierta inquietudhacia el funcionamiento de la vida públi-ca. En ese sentido, posiblemente hayansido representantes de los jóvenes másinformados y de visiones más optimistas.A pesar de ello, tuvieron mayor predispo-sición a mencionar los aspectos negativosde la participación que los positivos.

En general, como ya fue menciona-do, reconocen que, a diferencia de jóve-nes de otras generaciones, ellos no tienenuna idea diferente de la de los adultos acer-ca de lo que es la sociedad. Sí ensayanvalores diferentes, pero no alcanzan a serun grupo de crítica social consistente, conideales de cambio propios y claros. Por elmomento, los jóvenes no son sujetos decambio, motor para las transformaciones:“están haciendo la plancha”. Mostra-ron dificultades para superar el análisisdiagnóstico y construir alternativas posi-bles. Tienen necesidad de expresar el pun-

to de vista personal sobre la realidad y dellegar a ciertos consensos entre los pre-sentes sobre ese análisis. Pero además,según lo observado y lo que comentan jó-venes que trabajan con otros jóvenes, estal la falta de espacios de discusión quelos encuentros requieren siempre de unaprimera instancia de “catarsis” que mu-chas veces no logra superarse.

También les resulta complicado ima-ginar propuestas que tengan al joven comoactor, como promotor de políticas y nocomo beneficiario. A veces ellos mismosno saben qué podrían aportar, con quéactivos cuentan, qué responsabilidadespodrían asumir. Algunos de los consulta-dos no logran imaginar su papel fuera delmero estar presentes, dando apoyo afec-tivo, información, educación o consejos.Palmaditas en la espalda y no mucho más.No hay planteos alternativos porque no sesabe qué se quiere cambiar y cómo ha-cerlo. Evidentemente, la tendencia gene-ralizada es pensar en un otro necesitado,pobre, agredido, al que hay que resguar-dar. Difícilmente exponen iniciativas diri-gidas a jóvenes como ellos mismos, pro-bablemente porque se figuran un modelode política social netamente asistencial. Noes extraño que así sea, cuando en buenaparte de los ámbitos universitarios y degestión de las políticas sociales suele caer-se en la posición absurda de descalificarcualquier objetivo que no sea asistir a lapobreza más extrema. Curiosamente, al-gunos de quienes sostienen esa versión nopueden a la vez dejar de criticar cada mi-nuto al neoliberalismo y su afán de achi-car el Estado.

Otros parecen estar enredados enuna estructura que los inmoviliza. La im-potencia ante problemas estructurales ta-les como la pobreza, la exclusión, la cri-sis económica, los factores culturales glo-bales, el individualismo y el consumismofueron enumerados entre los elementosque inhiben el diseño de políticas y la ac-ción local. Combinan esas causas con la

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acusación difusa y generalizada de unafalta de voluntad política de los funcio-narios, de los empleados municipales odificultades presupuestarias, a veces has-ta todo eso junto, dando por resultado unainquietante limitación de su capacidadpropositiva.

En general, se les hace más fácil pen-sar en propuestas para los adolescentes quepara los jóvenes de 18 a 25 años de edad.¿No existen como grupo ni para ellos mis-mos? ¿Hay problemas específicos? ¿Ellosmismos no se consideran un grupo priorita-rio para las políticas públicas?

Por un lado, se demanda la separa-ción entre las acciones públicas y la políti-ca partidaria, se pretende que los emplea-dos municipales sean asépticos respectoa los partidos políticos, pero por otro ladose reconoce la necesidad de revalorizar lapolítica como modo de mejorarla. “La di-rigencia política de estos últimos añosno ayudó a que los jóvenes distinguie-ran lo institucional de lo político”. Nose trata de una contradicción en la deman-da, sino de una oportunidad para mejorarla calidad institucional de la gestión públi-ca municipal. Obviamente, no es razona-ble pretender que funcionarios políticos ytécnicos carezcan de opinión política. Loque sí puede integrarse es la vocación demuchos jóvenes por separar la gestiónpública de las preferencias partidarias. Noes razonable pensar que los jóvenes diri-gentes políticos pueden ser aquellos queaprenden rápidamente a colaborar sólocon los de su bando.

En el mismo sentido, en más de unmunicipio hay jóvenes que demandan queel director de juventud sea joven y no estéafiliado a ningún partido político. Para al-gunos, la búsqueda de pureza adolescen-te, la pretensión de independencia absolu-ta del mundo adulto (la política es adulta)y la desconfianza hacia las institucionesson valores tan centrales que les imposi-bilitan soportar que el director sea, tam-bién, funcionario del partido que gobierna.

Es necesario entonces que quien ocupeese cargo cuente con suficiente habilidadcomo para coordinar diversas actividadesy promover grupos de diferente índole. Esindispensable entender que en una demo-cracia de ciudadanos no son los jóveneslos que se tienen que adaptar a las reglasde juego de la política partidaria, sino quees la política en conjunto –la política públi-ca y la política partidaria– la que se tieneque adaptar a los jóvenes.

La idea de participar como un dere-cho o una obligación, como parte del ejer-cicio de la condición de ciudadano, no pa-rece estar instalada en general; más bienparticipan quienes tienen una vocaciónsocial (“yo quiero ayudar a los pobres”),algún afán de pertenencia a un grupo, oquienes consideran la participación comoun modo de acceder a ciertos bienes, pres-tigio o posiciones. Se relaciona la partici-pación al interés individual por hacerlo, nocon un mandato moral. Este interés no sevincula generalmente con el acercamien-to del municipio a los jóvenes, sino con elde los jóvenes al municipio, desencadena-do por alguna cuestión personal. Si bienes cierto que se focalizó en la participa-ción en la gestión municipal, la participa-ción sindical o en el ámbito de trabajo nofue mencionada siquiera una vez por losjóvenes. Tampoco las instituciones de en-señanza fueron señaladas como espaciosde participación o de generación de líde-res o representantes juveniles, salvo en losencuentros con dirigentes estudiantiles.

Hay quienes afirman que existiríauna relación entre la edad del intendentemunicipal y la apertura a la participaciónjuvenil en la gestión local: si también esjoven, hay mayor participación. Lo ciertoes que, más allá de la edad del jefe comu-nal, la ocupación por jóvenes de los car-gos de elevada responsabilidad en la ges-tión municipal, si bien no debería ser unobjetivo en sí, de todas formas es unamanera de generar confianza en el restode los jóvenes, y muchas veces también

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entre los adultos que no están afiliados aningún partido político.

Más que de escasez de participaciónjuvenil, el problema es que las accionesdesarrolladas por los jóvenes se encuen-tran disgregadas. Los mismos jóvenes noconocen lo que otros jóvenes hacen y asu-men fácilmente el discurso de la apatíajuvenil. De acuerdo a la encuesta realiza-da entre jóvenes bonaerenses, y comen-tada en otro capítulo del presente Infor-me, el 23% de los encuestados afirmó te-ner elevado nivel de participación en almenos una de las cuatro categorías pre-sentadas (parroquias o asociaciones reli-giosas, clubes, centros culturales o veci-nales, micro emprendimientos, partidospolíticos o gremios). Extrapolando estedato al conjunto de la población de entre18 y 29 años, eso significa que hay aproxi-madamente 650.000 jóvenes participantessociales activos en toda la Provincia deBuenos Aires. El reconocimiento a su tra-bajo, su valorización y difusión, emergencomo primer paso necesario para desmi-tificar la imagen de falta de compromiso.A su vez, esto redundaría en una amplia-ción del poder de estos grupos en sus co-munidades.

Resulta relevante el hecho de queremarcan a cada momento que la partici-pación no se canaliza exclusivamente através de la actividad política; en generalprefieren las organizaciones comunitarias.Solamente una décima parte de los 650.000jóvenes mencionados participa activamen-te en la política partidaria: apenas 70.000,un número de todas maneras inquietante.Recién una vez explicado que ésta es laúnica forma legítima de cambio social re-levante (para bien o para mal), algunosreconocieron que la participación políticapuede ser una condición necesaria parainfluir sobre los cambios sociales. Igual,menos del 3% de los jóvenes manifiestatener vocación política, y todos, los que latienen y los que no, la entienden como laentrada por el nivel inferior en un escala-

fón donde los ideales son dejados gradual-mente de lado a favor de las cuestionesoperativas. Todos ellos saben que paraparticipar en política local deberían tenermás información y mayor capacidad deformular proyectos, ambas difícilmentepasibles de ser provistas por las vías coti-dianas de formación.

Se puede agregar que, a pesar dela falta de discurso y posición respecto ala participación política, en todos los ta-lleres hubo mucho interés en discutir eltema, desde una visión pesimista, pero conmucha más pasión que la que se puso enlos demás ejes. Hay desinformación yfalta de práctica, pero no se advierte laapatía.

Aunque no era ese el objetivo, envarios de los municipios en los que se lleva-ron a cabo talleres se generaron grupos paratrabajar y presentar propuestas al gobiernolocal. Es probable que alguno no haya teni-do continuidad, pero dejan en evidencia que,si se brinda el espacio adecuado, la denun-cia de apatía es infundada.

Los jóvenes del Conurbano se mos-traron más descreídos que los del interiorde la Provincia. Cuentan con un discursomás complejo, pero probablemente lescueste el doble llegar a la acción. Por elcontrario, los jóvenes del interior parecenestar más libres de escepticismo y, con unpoco de incentivo, son capaces de armarproyectos propios y creer en su capaci-dad de influir en la gestión municipal.

En los encuentros con jóvenes nopudieron identificarse grupos por sus pre-ferencias políticas, salvo en los casos enque se convocó expresamente a jóvenesmilitantes. La identidad política, en los po-cos casos en que la tienen, no parece tenerpeso entre ellos, salvo cuando es productode una herencia familiar fuerte. Más quela adhesión a un partido político, parecieranser definitorios de su identidad y sus rela-ciones sociales con otros jóvenes la prefe-rencia musical, un cuadro de fútbol, un ho-bby y hasta el lugar de residencia. Los jó-

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venes no son conformistas políticamente.Sin embargo, esto no parece inducirlos na-turalmente a la militancia, sino a la absten-ción de la participación política y la elec-ción de otras vías de participación.

De todos modos, muchos de los jó-venes escépticos se imponen a sí mismosla obligación de ser idealistas. Este pare-cería ser un imperativo ético que los llevaa un forcejeo continuo entre el ideal y suamarga desconfianza. Aun quienes semuestran más descreídos corrigen luegoen la misma conversación su propia acti-tud mediante explicaciones que denotansupuestos no necesariamente acertados:“Si yo a los 24 años creo que está todoperdido, agarro la cuatro cinco y mevuelo la cabeza”. Seguramente esto sue-

ne demasiado extraño para los adultos, portratarse de un idealismo sin grandes idea-les. Pero no es una mala base que la par-ticipación juvenil sea determinante en laintroducción de reformas sociales y políti-cas, aprovechando esa rara mezcla derealismo minimalista, gregarismo y búsque-da de pureza que caracterizan a los jóve-nes de hoy. De los gobiernos locales de-pende que el impulso de más de mediomillón de bonaerenses no permanezca sim-plemente en el nivel de la bella pero in-trascendente vocación de solicitud perso-nal. Sólo así podrán ellos liderar una pro-funda transformación social en BuenosAires, la que permitirá que por fin se pue-da escribir la historia entre todos los bo-naerenses.

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La culturay los jóvenes

CAPÍTULO III

“El desarrollo recibe un aportemuy importante de las culturas urba-nas y juveniles que con gran fuerzapromueven formas de vida, imaginarios,sistemas de interacción social. Y tam-bién de las industrias culturales queparticipan en la construcción de lasidentidades sociales tanto como la pro-moción de un tejido consistente de pro-ducción simbólica y apropiación cul-tural”. Germán Rey

Desde la industria cultural hasta elactual período de multiculturalidad, el di-seño y construcción de políticas cultura-les requiere ser pensado de acuerdo a dosproblemáticas o variables muy precisas:la influencia del mercado en la resignifi-cación de las identidades culturales de laspersonas y los países, la identificación delas necesidades –se podría reemplazareste término por el de deseo– concretasde desarrollo de los sujetos involucradosen la maquinaria del mercado. De modoque si el mercado comporta hoy gran par-te de la responsabilidad en moldear iden-tidades y generar falsas necesidades,como falsos deseos que generan en laspersonas un consumismo sin sustento,será imperioso robustecer los mecanis-mos del Estado tendientes a desarrollarpolíticas culturales sólidas y comprome-tidas con las necesidades de las perso-nas. Políticas de participación orientadasa ampliar la capacidad de expresión ymanifestación, y políticas de integraciónsocial cuya función sea el recupero demayores grados de asociatividad. Tratan-do de que los resultados sean, siempre,la expresión de identidades culturales

nacidas “con” y “desde” las personas yno con el mercado.

Gran parte del debate por la culturahoy está profundamente vinculado con lasformas que ésta ha ido tomando en elmundo occidental a lo largo del siglo XX.Según lo expuesto por Peter Burger, el artey la cultura fueron generalmente términospolémicos que se constituyeron en funciónde una ideología y una clase social. El pri-mero era visto como la imagen de la autocontemplación burguesa, mientras que lacultura era la forma de expresión de lobajo y lo popular. A partir de la década de1920 proliferaron vanguardias artísticas,nuevas corrientes que provenían de la es-fera del arte pero cuyo objetivo era desle-gitimarlo, hacer evidente que sólo era unaforma de expresión burguesa. Ellas bus-caron acercar el arte a la praxis vital yhacerlo accesible a todas las personas. Esdecir, se intentó unir arte y vida comopráctica cultural, ya que si el primero sedifuminaba en la cultura popular, las posi-bilidades de acceso y de producción artís-tica se abrirían a todas las personas.

Lo que hacía evidente estos movi-mientos era la necesidad de involucrar atodas las personas en los procesos de ge-neración de cultura y así volverla parte in-tegral de su vida. Esta operación no impli-caba sólo un movimiento de lugares, alte-rar o intercambiar espacios y accesos aellos, sino además la posibilidad de confi-gurar nuevas formas en las que la culturapodía ser pensada. Así ésta podría volver-se piedra fundamental del desarrollo de lassociedades y de las personas en búsquedade una comunidad más justa, o bien como

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herramienta de lucha política para gene-rar una sociedad más justa.

Ahora bien, ¿por qué la necesidadde hacer este pequeño repaso histórico deltérmino cultura durante el siglo XX? Por-que es necesario comprender hasta quépunto los problemas que se encuentran hoyen el diseño de las políticas culturales,muchas veces, son preguntas que inter-pelan por el sentido y la función de laspolíticas culturales en relación con los des-tinatarios, en función de quiénes y paraquiénes. Al promediar la mitad del sigloXX, al avance de los medios masivos decomunicación se sumó una ola de progre-so capitalista sin precedentes que generóun desfasaje considerable en las condicio-nes de producción de cultura. El fracasode la intención vanguardista de acercar elarte a la praxis vital, es decir, de sortear elproblema de la autonomía del arte, fueseguido de la problemática del desarrollode la industria cultural. Basada en la creen-cia falsa de que las personas experimen-taban un acceso total a la cultura, tal ycomo lo proponían los movimientos devanguardia, esta industria encubría, las másde las veces, y como señala Beatriz Sarlo,la reproducción de necesidades “con lafantasía de que satisfacerlas es un actode libertad y diferenciación”. Era falsaporque el mercado tendía a imponer unadeterminada forma de conducta, recrea-ba sensaciones que se creían verdaderaspero que sólo eran alimentadas bajo la fuer-za de la seducción de las mercancías. Sedice que es falsa porque sólo acceden almercado aquellas personas con recursosy capaces de efectuar en ese espacio to-das las transacciones posibles que les per-mitan recrear esa idea de libertad y deidentidad cultural.

La expresión más acabada de estaproblemática, que se inicia a mitad de ladécada del cincuenta y que se extiendecon variaciones y procesos hasta nuestrosdías, es la mirada que refleja al Estadocomo un inerme aparato que ya no es el

tributario o administrador de la cultura, dela identidad y la tradición; en su lugar estáel mercado como el medio y el fin de laconstrucción de identidades.

Esta posibilidad de trazar un mapade la cultura en relación con los diferen-tes procesos históricos, da una idea decuáles son las condiciones de producciónde cultura en una época determinada ycuáles las formas de generar políticas cul-turales de cara a los actores involucra-dos. Brinda también una ayuda en el ca-mino a identificar los principales proble-mas en el diseño de políticas culturalesorientadas a fomentar la práctica cultu-ral como piedra fundamental del desarro-llo humano.

Es en función de estas cuestionesque puede empezar a contestarse la pre-gunta del “por qué”, del sentido de la cul-tura en una sociedad y en un país con altí-simos grados de pobreza. No se trata sólode políticas para mantener impermeableel suelo de la tradición, sino de compren-der, sobre todo cuando se habla de jóve-nes, que hoy la identidad como forma deexpresión más acabada de lo cultural segenera en buena medida a partir de nece-sidades y deseos ficticios, consecuenciainevitable del desarrollo de la industriacultural, y que produce insatisfacción einestabilidad emocional. Considerar estascuestiones implica ya la posibilidad de opo-nerle al problema una serie de solucionesdesde los municipios, a través de centrosde discusión y de debate que ayuden a di-señar políticas.

En un texto reciente del InstitutoCultural de la Provincia de Buenos Airesse ha mencionado que la discusión sobrelas industrias culturales como forjadorasde identidades y bienes culturales no esinocua ni estéril, sino que implica una ne-cesaria reformulación en el camino a re-crear “una identidad cultural que recupe-re los lazos de asociatividad, solidaridad yhermandad perdidos”. Si bien el problemaes complejo, ya que el mercado es parte

LA CULTURA Y LOS JÓVENES 57

del acontecer cotidiano, es interesante tra-bajar sobre estas líneas en el diseño depolíticas de largo plazo. Una de las pro-puestas del Instituto con respecto al recu-pero de la identidad cultural, es la que in-volucra a los “gestores culturales” o “tra-bajadores de la cultura”, cuya función se-ría enseñar “a estructurar, dinamizar y ex-presar sus propias experiencias y su pen-samiento dentro de un proceso de recupe-ración crítica de los auténticos valorespopulares y su devolución sistemática delos mismos al pueblo y por el pueblo”. Enbuena medida, gran parte de esas accio-nes no puede ser librada a organizacionesno gubernamentales, sino que requiere delcompromiso de políticas públicas para suconcreción. No se trata de abolir el mer-cado o cerrar las barreras –algo impensa-ble para la actual situación–, pues no esesa la única vía por la que se puede gene-rar identidad cultural. Hay que trabajarpara mejorar la convivencia entre las per-sonas y las industrias culturales en fun-ción de una mejor absorción de las identi-dades locales y personales.

Cultura no designa, entonces, unarelación específica con las Bellas Artesexclusivamente, sino que es una de lasvariables fundamentales con las que me-dir y promover el desarrollo. La funciónde la cultura es, como lo diría CorneliusCastoriadis y como se está concibiendoen el Instituto de Cultura, “promover elsentimiento de autonomía en los individuosy en los grupos. Si falta esa autonomía nocabe hablar seriamente de democracia. Yla cultura, es decir la auténtica participa-ción activa en la creación cultural, es elinstrumento idóneo para promover senti-miento de autonomía”. O en palabras delInforme sobre Desarrollo Humano deHonduras del año 2003, “la cultura es elmedio para ampliar las opciones y las li-bertades de las personas, pero también sudisfrute: es una libertad en sí misma quedebe ser garantizada por los procesos dedesarrollo”.

Es por ello importante entender queel desarrollo de políticas culturales debeapuntar a estimular la idea en las perso-nas de que muchos mundos son posibles yque es un compromiso de todos ayudar agenerarlos.

Cultura e Identidad

“Creo que la preocupación técni-ca central de la teoría del desarrollo serácómo crear en los jóvenes una valora-ción del hecho de que muchos mundosson posibles, que el significado y la rea-lidad son creados y no descubiertos, quela negociación es el arte de construirnuevos significados con los cuales losindividuos puedan regular las relacio-nes entre sí”. Jerome Bruner

Gran parte de los problemas que seencuentran al debatir acerca de las políti-cas de juventud radican en que la distan-cia entre los adultos y los jóvenes se haido pronunciando, ocasionando un profun-do desfasaje en los modelos de socializa-ción. Según la antropóloga norteamerica-na Margaret Mead, es a partir de los años‘60 que emerge una nueva cultura, llama-da prefigurativa, y que se caracteriza porel reemplazo de la autoridad de los padrespor la del grupo de pares, “instaurando unaruptura generacional sin parangón en lahistoria, pues señala no un cambio de vie-jos contenidos en nuevas formas, o vice-versa, sino un cambio en lo que denominala naturaleza del proceso: la aparición deuna comunidad en la que hombres de tra-diciones culturales muy diversas emigranen el tiempo pero todos compartiendo lasmismas leyendas y sin modelos para el fu-turo”. Esta modalidad acentúa, cada vezmás, un proceso de distanciamiento entregeneraciones, constituyendo uno de los pro-blemas fundacionales de la juventud ac-tual: mayores imposibilitados de mantenerdiálogos con los jóvenes, y éstos limitados

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-200558

para mantener contacto con la experien-cia de los adultos como fuente de autori-dad y saber.

Lo cierto es que el desarrollo de lasindustrias culturales fomenta aún más estabrecha, volviendo los límites más profun-dos. Basta con saber que los niños soncriados en el abrazo materno de la televi-sión, sin restricciones sobre lo que ven oescuchan, para comprender el grado deexposición que tienen al mundo de los adul-tos. Esto provoca, en palabras del colom-biano Jesús Martín Barbero, un “des–or-denamiento cultural”, es decir, una frac-tura del orden de crecimiento, y una “des-localización” del saber que trabaja despla-zando las fronteras entre razón e imagi-nación, saber e información. Antes, el pa-saje de la adolescencia a la madurez secomprendía como un conjunto de “instan-tes”, el matrimonio, el primer trabajo. És-tos conformaban un imaginario en dondeel adolescente se convertía “instantánea-mente” en adulto o, en el mejor de los ca-sos, en adulto joven. Hoy los tiempos sehan ralentizado y la “primera juventud”,como subraya Beatriz Sarlo, se prolongahasta los 30 años. Condición de la vidapostmoderna, pero también síntoma de unanueva modalidad cultural en la que los jó-venes se desenvuelven.

En esta perspectiva, se hace impe-rioso resaltar un eje teórico fundamentalque acompaña a esta problemática. “Elproblema de la experiencia” es la expre-sión de la ruptura generacional que tienesu origen, de acuerdo a lo expresado porel alemán Walter Benjamin, durante la pri-mera guerra mundial, cuando los jóvenessoldados volvían mudos a sus casas, im-posibilitados de poder articular las sen-saciones vividas en experiencias comu-nicables. “Sabíamos muy bien lo que eraexperiencia: los mayores se la habían pa-sado siempre a los más jóvenes. En tér-minos breves, con la autoridad de la edad,en proverbios; prolijamente, con locuaci-dad, en historias”. Pero, tras las atroci-

dades de la guerra, Benjamin se pregun-ta: “¿dónde ha quedado todo eso? ¿Aca-so dicen hoy los moribundos palabras per-durables que se transmiten como un ani-llo de generación a generación? ¿A quiénle sirve hoy de ayuda un proverbio?¿Quién intentará habérselas con la juven-tud apoyándose en la experiencia?”. Aun-que pueda sonar reiterativo, el filósofoalemán dio cuenta de que no es sólo unapregunta por la falta de experiencia la quetiene sentido, sino además habría quecuestionarse por la crisis de autoridad, porlo estéril de un proverbio frente a la di-námica velocidad de los juegos de com-putadoras.

De esta manera, la palabra escritapierde peso respecto de la estimulación dela imagen, y la educación, en tanto no con-ciba formas más adecuadas de afrontarestos cambios, es una herramienta torpecon la que encarar los desafíos de los jó-venes en la modernidad. Mientras la “des-localización del saber” siga operando sinel diseño de políticas orientadas a cons-truir mediante la educación, por ejemplo,espacios de interacción con la multiplici-dad del saber y los sentidos que hoy endía bombardea a los jóvenes, seguirá agran-dándose esa distancia entre generaciones.En este sentido, y aunque suene categóri-co Jesús Martín Barbero, “ni los padresconstituyen el patrón–eje de las conduc-tas, ni la escuela es el único lugar legiti-mado del saber, ni el libro es el centro quearticula la cultura”.

De este modo, se vuelve perentoriobuscar formas de acercamiento que, aun-que no inhiban o neutralicen estos proce-sos, al menos generen nuevas vías de co-municación. Pese a que la situación escompleja, no todo está construido sobre lanegatividad y la carencia. Tal vez la con-dición de posibilidad de la juventud, tal ycomo se la conoce, haya debido sortearestos avatares, y fuera necesario, para queexistiera como sujeto, la pérdida de auto-ridad de los adultos, puesto que se les debe

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a los movimientos juveniles buena partede los cambios más importantes produci-dos en el siglo XX. Por ello en los últimosaños la juventud está siendo colocada enla agenda internacional. Muchos de los in-formes de Naciones Unidas se han cen-trado en ella desde distintas perspectivas,pero siempre tomando en cuenta la formaen que afecta a los jóvenes la escasez depolíticas culturales orientadas al conjuntode la juventud.

La mirada de la juventud debe sertrasladada al terreno de la cultura, paracomprender que los jóvenes manejanotros códigos, otros procesos de pensa-miento, percepciones distintas, de unaelasticidad cultural que, como señalaMartín Barbero, “aunque se asemeja auna falta de forma, es más bien aperturaa muy diversas formas, camaleónicaadaptación a los más diversos contextosy una enorme facilidad para los idiomasdel video y del computador”. Por ejem-plo, algunos movimientos internacionalesde jóvenes fusionan la protesta políticacon la vanguardia artística, planteando nosólo una estética de la protesta, sino tam-bién una práctica cultural de lo político.Las agrupaciones civiles varían y actúanbajo diferentes lemas, puede ser comodefensores del espacio público, ecologis-tas radicales o militantes anticorporativos,pero en todos se denota la misma inicia-tiva: estética y práctica cultural comoforma de manifestación política. Lo quedistingue este tipo de actividades de lasque generalmente pueden observarse encualquier feria en una plaza o en un reci-tal es que las personas, en este caso sumayoría jóvenes, tienen una actitud parti-cipativa, ellos mismos son actores de lasprotestas y no meros receptores de unapolítica–espectáculo del Estado. Y ade-más, generalmente, son movidas llamadas“contraculturales”, puesto que están con-tra la institucionalización, contra la posibi-lidad de que el Estado se apropie del es-pacio que ellos reclaman como propio.

Porque es la calle“Tal vez, los jóvenes quieran es-

tar en las esquinas con dos grados bajocero, aun sin tener ninguna propuestade música o de actividad concreta”.(testimonio de un joven bonaerense)

Uno de los rasgos distintivos a teneren cuenta, señala la mexicana RossanaReguillo Cruz, es el tipo de representacio-nes simbólicas que se expresan a travésdel pelo, la ropa, los tatuajes, la música, ytodos aquellos bienes culturales de los quese apropian y a los que los jóvenes les con-fieren un valor simbólico determinado. Lacuestión de las formas de expresión de lajuventud como prácticas de identidad cultu-ral constituye hoy la piedra de toque fun-damental para, como observa el sociólogouruguayo Ernesto Rodríguez, “diseñar po-líticas culturales orientadas a estimular enlos jóvenes la idea de identidad, de socia-bilidad y de un compromiso con el esfuer-zo sostenido por alcanzar un objetivo quese acerque a un proyecto de vida en de-sarrollo”.

Un joven participante de los talleresrealizados en la Provincia de Buenos Airesen el marco de la preparación del presenteInforme (ver el capítulo 4), señalaba: “yotocaba en una escuelita de percusión ysalíamos por la calle; antes de una pre-sentación nos juntábamos en una esqui-na, y a modo de invitación tocábamosahí. Había también un grupo de chicasmalabaristas, de las que tiran fuego.Pero no podés andar por la calle, por-que es la calle. Vino la policía y nos dijo:‘¿Qué están haciendo?’. Nos echaron atodos, a la banda de percusión, a laschicas y a los que estaban mirando”.

Las esquinas ponen de manifiesto quehoy mucho de lo que les ocurre a los jóve-nes está fuera de las instituciones. La es-cuela, las organizaciones comunitarias, lasiglesias, los clubes y aun los videojuegos ylos boliches, no resultan capaces de conte-ner el aluvión de estímulos que tienen los

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jóvenes. Frecuentemente se escucha decirlo contrario: “los jóvenes están todo eldía con Internet”, “lo único que les in-teresa es ir a bailar”, “el único espaciode participación que reclaman es el bo-liche”, o hasta “yo los veo todo el díasentados en la calle”. Lo cierto es quecada vez más los jóvenes suelen forjar suidentidad con prácticas culturales extrañasa las instituciones, tales como el rock, elgraffiti, el esténcil –que tiene una fuerte con-notación política y contracultural–, el fútbolo la “cumbia villera”. Mucho de lo que pue-da hacerse para fomentar en ellos una ideadiferente de identidad y de ciudadanía de-penderá del equilibrio que la intervencióndel Estado pueda construir mediante laspolíticas culturales. No es razonable pre-tender que se sometan a las prácticas insti-tucionales convencionales, por eso es im-prescindible imaginar instancias por las queellos mismos puedan construir nuevas ins-tituciones con prácticas que sean a la vezflexibles y suficientemente fuertes comopara construir identidad.

En un Informe del Centro de Estu-dios Socioculturales Chileno se exponecómo funcionan las prácticas culturales delos jóvenes. En el entendido de que la ju-ventud actual no representa lo que fue enla década de 1960, es imperioso destacarque los jóvenes hoy están abriendo puer-tas, a través de la cultura, a nuevas for-mas de experiencias y a nuevas modali-dades de desarrollo. Es preciso que elEstado genere políticas tendientes a capi-talizar ese aporte. No deben verse en sustendencias culturales “prácticas más omenos inofensivas de un montón de in-adaptados”, como resalta Reguillo Cruz.Porque cuando los jóvenes se agrupan paratocar en una esquina, escribir en las pare-des o denunciar en las canciones la situa-ción social actual, debe verse en ello nosólo una cuestión de orden, sino más bienuna práctica cultural que busca su identi-dad y que, al mismo tiempo, evidencia unaactitud política o que politiza su identidad.

Por ejemplo, cuando las murgas o las agru-paciones de teatro y música resignificanlos espacios o salen a las calles para ha-cer representaciones teatrales, están bus-cando expresarse, interviniendo en la po-lítica a través de la cultura, haciendo unapráctica cultural de lo político.

La cultura debe ser leída como lacontinuación de la política por otras vías.Se pueden leer algunas manifestacionescontraculturales como un mecanismo delmercado que alimenta “falsos deseos” debienes culturales, pero no es posible ce-rrar los ojos a lo que los jóvenes manifies-tan en sus diversas representaciones sim-bólicas: un mensaje que habla sobre sucondición, sobre sus decisiones, sobre laproducción y la integración de una nuevaexperiencia social. Aprender a leer estasactitudes ayuda a encontrar los nodos decomunicación con ellos y a generar el es-pacio de encuentro desde lugares no tanrecargados de sentidos.

Una de las experiencias que se es-tán llevando a cabo en la Provincia deBuenos Aires refleja alguna de estas in-quietudes: en Necochea se están imple-mentando propuestas que integran la cul-tura popular y el desarrollo social. “La re-montada” es el resultado de una búsque-da en la que se trata de crear espaciospara la promoción y la difusión de diver-sas disciplinas artísticas generadas por jó-venes y adolescentes. Busca acercar elarte a todos los sectores como forma derescatar las identidades barriales.

Problemas de futuro

Rossana Reguillo Cruz señala queen Latinoamérica cada vez son más loscolectivos juveniles que se proponen pla-nes de acción desde los márgenes, o “for-mas de resistencia colectiva” frente a unfuturo que no llega y sobre el cual no tie-nen nada que esperar: “el futuro gris, in-

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cierto, negado, se avizora, por primera vezen años, como una posibilidad y siempreen relación con la propia acción. Si noactúas, no hables, reza el lema punk”. Enesa frase, la autora mexicana invoca eldifundido lema del “no futuro”. Hacer esactuar, aun cuando se trate sólo de la letrade una canción. Estos jóvenes retoman lapráctica cultural y desde allí proclaman laimposibilidad de formular la vida como unproyecto a largo plazo, haciendo de losmárgenes, de la no integración, el funda-mento de su existencia.

En el terreno del diseño de las políti-cas culturales orientada a estos jóvenes,uno de los problemas a desentrañar es quese declaran contraculturales como los delas décadas de 1960 y 1970, pero carecende objetivos definidos y son simple expre-sión de un descontento. La duda es si loson por falta de espacio, o si cualquierespacio es insuficiente porque para ellosla negación es la única actitud legítima.La llamada Cumbia Villera es un ejemplorevelador del grado de marginalidad exis-tente en algunos jóvenes bonaerenses. In-vocando la letra de la canción de los SexPistols (“cuando no hay futuro / cómo pue-de haber pecado / somos las flores de lostachos de basura / el veneno en tu máqui-na humana / somos el futuro / tu futuro),Ernesto Rodríguez señala que “cuando nohay futuro no hay delito. Esta es la pro-funda sospecha de la villa y el temor de laargentina media”. Mientras no pueda con-cebirse el presente de acuerdo a las pers-pectivas de un proyecto de vida que pue-da concretarse en el futuro, será muy difí-cil torcer la mirada que tienen los jóvenessobre su situación y sobre la imposibilidadde un proyecto vital.

Del mismo modo que el movimientocontracultural de los ‘70, pero sin una pro-puesta de acción concreta y con una mar-ginalidad propia de los países pobres, lacumbia villera comparte la experiencia de“no futuro”. Ya no se trata de dos genera-ciones que han perdido el modo de comu-

nicarse, como se señalaba antes, sino dellugar que irán a ocupar estos miles de jó-venes, desprovistos de futuro, sólo herma-nados bajo un rótulo de marginalidad.

Una solidaridad

El fútbol es un factor decisivo en laidentidad de muchos jóvenes. Es prácticadeportiva y también un factor de consu-mo: adquieren todo lo que se vincule conun equipo porque eso recrea una identi-dad cultural específica que los vuelve di-ferentes. Además genera un cierto tipo desolidaridad, como en otros tipos de tribusurbanas. Como señala Pablo Alabarces,el fútbol es tan fuerte que por él “se aguan-ta todo, un choreo, una bandera, lo quesea”. Este tipo de solidaridad, “el aguan-te”, es el que lo sitúa en la frontera de lamarginalidad, y dejando de lado su caradeportiva pasa a ser un lugar de solidari-dad en la “resistencia”. No es el único casode manifestaciones culturales que practi-can el fanatismo del aguante, pero sí talvez sea el más visible, porque atraviesalos diversos estratos sociales.

El trabajo que en Chile se viene ha-ciendo en tareas de diagnóstico e imple-mentación de políticas culturales orienta-das a los jóvenes es ejemplar. El llamado“Tour Marginal” es un programa preven-tivo que se basa en el fortalecimiento delas capacidades artísticas de jóvenes per-tenecientes a grupos “autodenominados”marginales en lo cultural: raperos, punkys,rockeros, anarquistas, etc. “Para sus pro-tagonistas, el Tour Marginal es toda unaideología que, más que centrarse en uncambio conductual de los llamados jóve-nes marginales, intenta difundir valorescomo la solidaridad, la honestidad y la con-secuencia frente a las tareas emprendi-das, poder estrechar lazos de ayuda mu-tua y de reconocimiento de cada una delas acciones que se realizan para mejorar

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las condiciones de vida vulneradas por elsistema”, señala uno de sus participantes.De ahí que el proyecto resulte interesantepara integrar a jóvenes marginales, rom-piendo prejuicios y estereotipos sociales,ya que es una banda de rock la que sesitúa como articuladora y generadora deuna organización juvenil. En el Tour sebusca trasladar la actitud contestataria delos jóvenes a un ámbito más familiar paraellos, para que desde ahí sean los actoresde los cambios, promoviendo valores queantes tenían, pero sólo hacia el interior desu grupo de amigos.

El “fenómeno del rock”, además deser un engranaje fundamental de la cultu-ra juvenil, fue y es un dispositivo de cons-trucción de subjetividad muy importanteque permite a los jóvenes inventar un modode vida diferente, poniendo distancia conel mundo adulto y sus instituciones. La in-dustria cultural jugó un papel decisivo enel proceso y consolidación de estas identi-dades, generando modelos, formas y de-seos que posibilitaron ese camino. Por estemotivo es que muchas veces se relacionóal rock con una contracultura que se si-tuaba en contra de lo “políticamente co-rrecto”, porque proporcionaba una salidafrente a las diferentes ataduras simbóli-cas del sistema.

Si bien en sus inicios el rock se plan-teaba como una cultura juvenil en tensiónconstante con una generación, proponien-do caminos alternativos, cambios radica-les o valores distintos, hoy los derroterosde la mercantilización han llevado su pro-puesta programática a una suerte de tran-sición: no siendo lo que era –actitud, cam-bio, rebeldía, protesta–, ha pasado a unestado donde se “rentabiliza la identidadde los jóvenes”, como señala Beatriz Sar-lo. Pero no todo es consumo. De acuerdoa la encuesta realizada entre los jóvenesbonaerenses para la elaboración del pre-sente Informe, el 22% de los jóvenes de-manda del Estado una mayor oferta decursos de música. Es claramente el refle-

jo del hecho de que para muchos jóvenesla música significa una salida frente a unarealidad que prescinde del futuro.

En la actualidad, uno de los aspec-tos que distingue al rock de otras expre-siones artísticas es su estrecha relacióncon lo territorial. Si la esquina es el lugardesde donde sería conveniente pensar alos jóvenes, el “rock barrial” es su formade expresión más acabada. Numerosasgrupos de música se hacen eco de esa vozy adoptan esa perspectiva. En los munici-pios bonaerenses en los que hay una co-ordinación de juventud, gran parte de lostalleres o programas orientados a los jó-venes están vinculados con la música. Enel caso de Adolfo Alsina, se ha creado unaEscuela Municipal de Música. Otro de loscasos interesantes es el “Morón Rock”,festival que se realiza una vez por año condistintas bandas de la comunidad y artis-tas invitados. También allí está “La min-ga”, festival de la juventud que se realizamensualmente desde 2001, que consisteen un ciclo de arte y cultura orientada a lasolidaridad.

Pero es importante que las experien-cias culturales no queden en meros hechosinsulares. Lo que más se subraya en lascoordinaciones de juventud municipales esque no deben generarse promesas entre losjóvenes que no se vayan a cumplir. Se debeapoyar el desarrollo de sus capacidades sinimponerles modelos o fórmulas, incentivan-do la idea de que es posible transformar larealidad. En esta perspectiva se puede pen-sar al rock y al fútbol como vías para pen-sar alternativas, aprovechando el espíritude solidaridad que contienen en sus mani-festaciones informales.

Integración y reconocimiento

“Una sociedad integrada es aque-lla en la cual la población se comportasegún patrones socialmente aceptados

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y existe un ajuste entre las metas cultu-rales, la estructura de oportunidadesde que se dispone para alcanzarlas yla formación de capacidades indivi-duales para aprovechar tales oportu-nidades”. (CEPAL)

Las políticas culturales deben dise-ñarse de cara a la diversidad y a la multi-plicidad de identidades de la juventud.Como punto de partida debe eliminarse ladistancia existente entre el Estado –aunel Municipal– y los destinatarios de esaspolíticas, si bien pueden generarse activi-dades barriales como una de las formasde acción inmediata más eficaces.

Es inútil pretender que aprendansobre la cultura burocrática cuando lo quese pretende es que puedan expresarsepara reforzar su identidad. También lo essuponer que todos ellos van a acordar enuna serie sencilla de propuestas uniformes.

Más que resistirlas, deben ser apro-vechadas sus capacidades para desenvol-verse en un mundo en el que la imagenprima por sobre la palabra y en el que laidea de autoridad está constituida a partirde nuevos códigos. La política tiene en lacultura de los jóvenes una oportunidad in-mejorable para refrescarse. Debe integrar-los implicándose en esa relación, ya queno hay modo posible de integración sin elotro. El desafío es clave si se pretendeque la actividad política pueda reflejar laheterogeneidad social.

Teniendo en cuenta las diferenciassociales existentes, las políticas localespueden facilitar el acceso pleno a diferen-tes manifestaciones culturales a los dis-tintos estratos sociales. El espacio de lacultura local tiene la ventaja de que sólopuede disfrutarse si se comparte con losotros. Su desarrollo puede incentivar enlos jóvenes la idea de libertad, el pensa-miento crítico y las capacidades de desa-rrollo personal.

Tal vez una de las carencias másimportantes de algunos jóvenes sea la deun proyecto de vida personal. Según Emi-

lio Tenti Fanfani, éste es uno de los pro-blemas más graves que debe superar elEstado: de la misma forma en que los co-nocimientos técnicos se aprenden y trans-miten en las escuelas, la construcción deun proyecto de vida también puede apren-derse y transmitirse, y en ello tiene unpapel indelegable el municipio. El proce-so de integración social se vuelve muycomplejo si a los jóvenes les resulta pocoestimulante el conocimiento y ademásresulta cada vez más difícil extraer co-nocimientos de la experiencia personal.Pensar en la cultura, entonces, como unmecanismo de expresión, es imaginar ydiseñar un espacio para la integraciónparticipativa. La cultura todavía es vistacomo un espacio autónomo y, por lo tan-to, libre, saludable, creativo y de desa-rrollo. “Es expresión de sentimientos ybroncas”, como señala uno de los jóve-nes entrevistados.

La alianza entre la creatividad de lajuventud y su capacidad de pensar críti-camente el mundo en el que viven, permi-tirá que surjan nuevos tipos de ocupación,fuentes de ingresos y puestos de trabajo,tal como señala el Informe del InstitutoCiudadanía de Brasil. El Estado puede serel generador de esas políticas, no sólo des-de la perspectiva de la generación de em-pleo, sino de formas de trabajo muy valo-radas por los jóvenes.

También se vuelve perentorio gene-rar políticas culturales enfocadas en el de-sarrollo local, tal como lo señala el Institu-to de Cultura de la Provincia de BuenosAires. La mayoría de los especialistas con-sultados concuerdan en resaltar esta ne-cesidad, ya que la descentralización y laacción municipal constituyen las mejorespolíticas para la producción y el reconoci-miento entre distintos territorios. Lo queno quiere decir fundar para cada barrio olocalidad una política cultural diferenciadadel resto, sino promover localmente ac-ciones destinadas al desarrollo de identi-dades juveniles.

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En cuanto a las formas de generarespacios de integración y desarrollo paralos jóvenes, se deben recuperar espaciospúblicos y crear centros deportivos y ca-sas de cultura exclusivas para la juven-tud. También pueden impulsarse crucesentre el deporte y la cultura, ya que mu-chas veces los jóvenes se vuelcan con ma-yor facilidad a la práctica deportiva que ala artística.

Pueden también establecerse acuer-dos con otras instituciones culturales tra-dicionales, tales como museos, teatros ycentros culturales de mayor envergadura,sin pretender una dedicación absoluta, sinomás bien un mutuo reconocimiento. Asi-mismo, deben promoverse en mayor me-dida los vínculos entre expresiones artísti-cas de las distintas localidades de una mis-ma región, para poder reforzar así unaidentidad local más amplia.

Muchos jóvenes manifiestan que esdifícil acceder a las formas institucionalesde promoción cultural vigentes. Hay po-cos espacios para que los jóvenes puedanpracticar sus habilidades artísticas y pro-mocionarlas en forma gratuita. Ellos nosuelen ser dueños de inmuebles, y por otraparte al Estado suelen sobrarle grandesgalpones y patios.

Aunque la tarea pueda ser complejapor la heterogeneidad de los jóvenes, esimperioso favorecer su perspectiva crea-tiva para orientarla a formular conceptossobre la identidad nacional. Concursos,viajes, intercambios con expresiones ar-tísticas de otras generaciones, ciclos deteatro o de cine, son posibles formas depromover una mayor imbricación entre lonacional y lo regional.

Otro aspecto que puede ser aprove-chado es el de la tecnología como instru-

mento de integración de los jóvenes en elEstado, promoviendo el desarrollo tecno-lógico en función de la cultura, integrandodistintos sectores sociales en la produc-ción de programas culturales, educativosy laborales. Conjuntamente con la crea-ción de centros de capacitación a distan-cia, pueden promoverse instancias de in-tercambio cultural con jóvenes de otras lo-cales que se refuercen mutuamente. Es-tas aplicaciones tienen un costo muy bajoy son flexibles, pueden hasta funcionarcomo centros culturales virtuales adminis-trados por jóvenes.

En cuanto a la implementación deestas políticas, en general, debe otorgarseprioridad a los enfoques transversales, taly como lo subrayan gran parte de los in-formes latinoamericanos relacionados conlas gestión de políticas de juventud. Comose señala en el Informe sobre Juventud,Pobreza y Desarrollo de CEPAL, “partede las limitaciones para esta transversali-dad de las acciones que promueven el de-sarrollo de la juventud se debe a una inexis-tente o débil institucionalidad rectora enmateria de juventud”. Para modificar estasituación, puede aprovecharse el hecho deque, a diferencia de otros aspectos de laspolíticas de juventud, en materia de políti-cas culturales los jóvenes no requieren dela mediación técnica para formular y arti-cular sus demandas. Basta una voluntaddecidida de parte del ejecutivo municipalo del Concejo Deliberante para que pue-dan ser formuladas y aplicadas. La po-breza no puede ser argumento para dejarde lado las políticas culturales. Porque haymillones de familias en la miseria, la Pro-vincia de Buenos Aires no puede darse ellujo de ignorar la cultura y la identidad delos jóvenes.

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Uso del espaciourbano

CAPÍTULO IV

En el Informe sobre Desarrollo Hu-mano en la Provincia de Buenos Aires2002 se incluyó un capítulo acerca de lafragmentación del espacio urbano comouno de los principales condicionamientosnegativos para la integración social. Lacondición socioeconómica de los hogaresdetermina las oportunidades de acceso ala vivienda, al espacio público y a servi-cios esenciales. También, la libertad decirculación por los sitios públicos y la pro-piedad sobre la propia vivienda están fuer-temente asociadas al sentimiento de per-tenencia a una comunidad. Además, lasformas de tenencia de la vivienda y delterreno, así como la infraestructura barrial,condicionan las iniciativas para llevar ade-lante acciones de desarrollo personal y departicipación comunitaria. Por último, unadivisión tajante entre lo público y lo priva-do, sumados a un abandono progresivo delo público sólo generan más separación delas personas respecto a su comunidad.Para promover la integración social de jó-venes bonaerenses, el progreso personaly el progreso de la comunidad deben po-der ligarse.

En toda América Latina, el espa-cio urbano crecientemente se fragmen-ta ante el incremento de ciertas formasde violencia y la proliferación de barriosprivados o vigilados. Las ciudades hanpodido ser durante siglos vectores de in-tegración y de movilización social, entanto forzaban las interacciones cotidia-nas entre grupos sociales de diferentesculturas y ocupaciones. Ese intercam-bio permitió a las personas hacerse adul-

tas mediante el roce continuo con la di-versidad, y los grupos subordinados pu-dieron ir tomando mayor conciencia desus capacidades cuando en calles y pla-zas lograron verse como iguales con lossectores dominantes. No es casual quelas ciudades fueran los ámbitos privile-giados de la movilidad social ascenden-te, y a la vez dieran origen a los grandesmovimientos políticos populares.

Especialmente en las grandes ciu-dades, eso ha ido cambiando muy rápida-mente en las últimas décadas. Los jóve-nes pobres no pueden transitar por losbarrios ricos porque son molestados porlos agentes de seguridad; circular por al-gunas calles se ha convertido en un riesgocierto para la integridad física; a partir decierta hora, barrios enteros parecen abso-lutamente vacíos de transeúntes; en nu-merosas zonas, ya ni de día se ven niñosjugando, ni adultos paseando por lugarespúblicos; las personas con alto poder ad-quisitivo tienden a cercarse en sus casas,en sus calles y aun en barrios con vigilan-cia privada, que hasta llegan a limitar lalibertad de uso de los espacios públicos delos propios vecinos.

Ya la ciudad sólo excepcionalmentees un espacio común. Ello no solamentepriva a todos de la posibilidad de circularlibremente por calles y lugares públicos.También quienes se encierran minan suconciencia y su responsabilidad de formarparte de una comunidad integrada, pagan-do con su miedo el costo de que otros pier-dan los atributos de su ciudadanía.

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Aislamiento y pureza

Así como la inestabilidad laboral nopermite que los jóvenes puedan formaridentidades fuertes en el campo profe-sional, las nuevas formas de vida en laciudad también han trastornado las iden-tidades basadas en el lugar de residen-cia, y cada vez se pierde más la sensa-ción de “pertenecer a un sitio concretoen el mundo”.

El sociólogo norteamericano Ri-chard Sennett analizaba hace unos añosun proceso de fragmentación del espaciourbano en los países más desarrollados queluego se extendería a otras naciones. Sos-tenía que la organización segmentada delas comunidades urbanas estimula a laspersonas a esclavizarse en formas ado-lescentes de búsqueda de pureza y con-trol total. Para cambiar esta situación, unaciudad socialmente integrada es una ex-celente herramienta, pues promueve inte-racciones que están más allá del controlde cada persona o de cada grupo deter-minado. La inmensidad de la ciudad po-see para ello un valor positivo, en tanto uncontexto fuertemente heterogéneo favo-rece la madurez personal y desalienta laafiliación a diferentes formas de violenciasocial. Por el contrario, la pretensión dehomogeneizar toda la vida urbana y de or-denar las interacciones de acuerdo al ni-vel socioeconómico de las personas llevaa una desintegración social que se retroa-limenta constantemente.

En la adolescencia, las personas seenfrentan por primera vez al mundo conlos medios suficientes como para actuar,pero sin la experiencia que les permitiríaelegir en función de sus propios valores.A ello frecuentemente responden con unabúsqueda de purificación de las relacio-nes, rechazando o negando el contacto conmodelos que puedan interferir con una vi-sión absoluta de la realidad. Cuando no sepresentan casos de rebeldía y aislamientoexagerados, la adolescencia suele ser la

etapa en que se forjan las adhesiones másprofundas –a grupos de amigos, a perso-nas, a gustos artísticos, a opiniones o esti-los de vida–, donde se rehúsa a ser cual-quier otra cosa que pueda parecer dife-rente de lo que se quiere ser. Allí se tra-man limitaciones auto–impuestas en lasrelaciones sociales, muchas veces diferen-tes de las que se recibía de la autoridadpaternal. De esta manera, en la adoles-cencia la identidad se forja fundamental-mente por vía de la semejanza, el sentidode afinidad principal reside en la creenciade ser similar o comparable al grupo uobjeto de adhesión.

Si una persona no enfrenta ningúnreto relevante durante su salida de la eta-pa adolescente, corre el riesgo de per-manecer toda la vida en la búsqueda deun ideal de pureza que le provoca temory rechazo al contacto con todo lo quepueda ser percibido como extraño. Así,puede llegar a entrarse a la vida adultacon una fuerte servidumbre con la segu-ridad personal, basándose en el supuestode que ya conoce lo suficiente de los con-tactos que se rechazan más o menosconscientemente.

En ocasiones, esto es visto comoalgo negativo. Pero, al asumirse la culpade esta situación como si se tratara de undefecto personal inevitable, algunas per-sonas se eximen de tener que tomar con-ciencia de que marginan a una gran canti-dad de grupos sociales en su afán de legi-timar su ideal de pureza. Por eso, muchosjóvenes pueden permanecer inmóvilesante situaciones cotidianas que percibencomo injustas, e incluso ante los efectosnegativos que algunas de sus accionescausan sobre otras personas. Pueden in-cluso tolerarlos porque se anuncian a símismos como adherentes a grandes idea-les pero sin capacidad suficiente como paraconcretarlos. La atribución de tal incapa-cidad a culpas ajenas completa la tarea, yla conciencia puede así permanecer inma-culada.

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En la adolescencia, la solidaridadcon el grupo con el que se desea convivirse construye en base a una disminuciónde la identidad con el resto de la sociedad:este proceso puede extenderse a lo largode toda la vida en la medida en que serechace el intercambio al que obliga laheterogeneidad de las ciudades. Allí resi-de el impulso mayor por el que se produ-cen cercamientos en ciertas zonas resi-denciales o de esparcimiento. Se eleva atal nivel la ilusión de unidad del pequeñogrupo de vecinos, que el resto de la ciu-dad comienza a percibirse como básica-mente hostil y culpable, y hacia ella se res-ponde levantando muros y reprimiendo elingreso de “extraños” al territorio demar-cado por los “iguales”. Pero este procesose reproduce al interior del cerco, retroa-limentándose constantemente entre lospropios “incluidos”: todas las lealtadesdeben por tanto ser amables, y todos losconflictos resultan inaceptables.

Además, esto sólo puede ser válidopara los grupos con recursos capaces decontrolar materialmente sus límites y com-posición interna: los barrios de las ciuda-des de la primera mitad del siglo XX erancomplejos porque ningún grupo poseía losrecursos económicos suficientes comopara construir cercos. También, entre lossectores pobres, el compartir entre perso-nas y familias es un elemento necesariopara sobrevivir, y esto suele reflejarse endiversas manifestaciones culturales, entanto las personas con mayor poder ad-quisitivo pueden retirarse a sus casas, puesya no se necesitan entre ellos. De hecho,esto puede notarse claramente en el he-cho de que la autosuficiencia es el valorpredominante en la publicidad referida alos emprendimientos inmobiliarios privados.

En este aspecto, la responsabilidadde los planificadores no ha sido suficien-temente señalada. Utilizar el conocimien-to profesional para el Desarrollo Humanono puede limitarse únicamente a la satis-facción de demandas individuales, sino

también debe orientarse a satisfacer ne-cesidades sociales. La vida urbana se vafragmentando en espacios controladosrodeados de un entorno cada vez menoscontrolado. La simplificación mediante laprogramación estricta en espacios cerca-dos se construye sobre un modelo de vidaordenada, en el que las relaciones se ha-cen homogéneas para garantizar el idealde pureza.

De esta forma, no sólo se aportamenos económicamente para que en elconjunto de la ciudad puedan establecer-se normas de convivencia y se logre elsuficiente poder de policía para exigir sucumplimiento, sino que se produce un des-interés recíproco que impide que las per-sonas participen en debates significativosacerca de asuntos públicos. La purezapersonal se afirma por dos vías comple-mentarias: no hay contacto real con otrascaras de la sociedad y no hay necesidadde argumentar para justificar las propiasacciones: el miedo es el principal argu-mento.

En síntesis, lo que no ha sido sufi-cientemente aclarado es que resulta im-posible resolver el problema del orden pú-blico mientras existan paraísos privadosenquistados en el medio de la ciudad. Nohay fuerza pública que pueda garantizarla seguridad de una ciudad donde hay am-plios lugares en los que –invirtiendo la no-table frase referida a los cementerios–quienes están afuera no pueden entrar yquienes están adentro no quieren salir.Pues no se trata solamente de un proble-ma de violencia, sino más bien es uno deconciencia ciudadana: las normas debe-rían cumplirse no sólo por temor a la san-ción, sino también y fundamentalmente porel convencimiento de todos acerca de sugeneralidad y conveniencia.

En tanto la vida social de ciertos gru-pos se limita a departir amablemente conpersonas iguales –en la forma de pensar,en el nivel socioeconómico, hasta en la ma-nera de hablar–, la única interpelación so-

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bre estilos de vida o responsabilidades sefunda exclusivamente en la autoconcien-cia. Cuanto más control se fabrica inter-namente, más se valora el espacio cerca-do. El resultado es un proceso de incre-mento en espiral de la fragmentación so-cial, donde falta el contacto cotidiano conla variedad que construye el espíritu de lavida adulta. Incluso las posibilidades dediversificar las experiencias pueden llegara excluirse con la pretensión de que “seestá realizando un acto moral”.

La disciplina estricta por miedo a loincontrolado equivale a hacer de la impo-tencia una virtud. El espacio completamen-te planificado y controlado permite cons-truir la ilusión de vivir para siempre en unaadolescencia en la que se pretende sim-plemente que la vida externa se adecuemágicamente a las propias pretensiones,y se construye una inocencia voluntariaacerca de los efectos que las propias ac-ciones tienen sobre los demás.

La búsqueda de pureza imposibilitala verdadera interacción entre personas,pues no permite la permeabilidad. Así nohay construcción conjunta posible, ni mo-dificación de las acciones de cada uno enfunción del bien común. No hay entoncestampoco motivación o impulso a la parti-cipación en asociaciones, porque se des-deña todo lo ajeno, lo que no reproduce laimagen de uno mismo.

A la vez, la aglomeración espacialfrecuentemente conduce al surgimiento decontraculturas, sistemas de valores que seafirman en su oposición a los de la culturapercibida como hegemónica. La únicapolítica de seguridad que se puede impo-ner en el marco de la proliferación de lasculturas de la fragmentación y la inseguri-dad es la que se basa en la violencia.

Fabián Nievas incita a observar “queel sentido común asocia «desorden» con«falta de control» o «descontrol», y que laincertidumbre frente a estas situaciones,llamadas «situaciones de masas», es la in-certidumbre que plantean las situaciones

nuevas, incógnitas, por el sólo hecho deresultarnos simplemente desconocidas”.Ser joven implica otorgar una importanciafundamental al proceso consciente de de-finir las elecciones significativas para cons-truir la propia identidad. Obviamente, esalgo difícil de hacer en un tiempo en quecrece constantemente la incertidumbreacerca de las condiciones más elementa-les en las que se desempeñará cualquiervida en los próximos años. Innovacionesen tecnología médica y genética, transfor-maciones repentinas de los mercados y delmundo del trabajo, escepticismo acerca delvalor futuro de las especializaciones pro-fesionales, son ejemplos de las dificulta-des que tienen hoy los jóvenes para cons-truir la identidad. El cuestionamiento delos límites estamentales a las interaccio-nes sociales disminuye por lo tanto en suimportancia, y se debilitan también los in-centivos para incrementar la participaciónsocial.

El espacio urbano comooportunidad de integración

La juventud es la etapa de la vidaen la que menos pesan los temores paracircular por la ciudad. Es por eso tambiénuna fase en la que pueden promoverse ini-ciativas para la integración social de per-sonas de diferentes estratos sociales. Lasoportunidades de desarrollo personal y la-boral de muchos jóvenes pertenecientes ahogares de menor nivel socioeconómicodependen en buena medida de su capaci-dad de desplazarse por el espacio de laciudad.

La acción política sobre el espaciourbano puede ser un vector de cambio fun-damental en las relaciones sociales. Ellosólo es posible si se acepta que no es ex-clusivamente el territorio público el quedebe ser regulado, sino incluso los espa-cios privados no domésticos. No sólo puede

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implicar una mejora en términos de senti-miento de pertenencia y respeto a las nor-mas, sino a la vez una igualación de lasoportunidades laborales y, por consiguien-te, socioeconómicas.

Rubén Katzman afirma en un tra-bajo reciente que “la lentitud con que seva procesando el decaimiento de los es-pacios pluriclasistas de sociabilidad infor-mal en las ciudades hace que sus conse-cuencias sobre la integración social pasenmuchas veces inadvertidas para las ma-yorías ciudadanas. Por ende, sus efectosson usualmente subestimados como fac-tor de integración, como fuentes de reno-vación de las reservas de altruismo, soli-daridad y de actitudes de aversión a la des-igualdad”.

En la práctica, los jóvenes que vi-ven en el espacio “interior” de los murosde la vigilancia privada perciben las limi-taciones que éstos imponen, pero a la vezno llegan a apreciar que su apertura po-dría provocar más beneficios que pérdi-das. Quienes viven al “exterior” de lasáreas vigiladas muchas veces pierden laconciencia directa sobre las limitacionesque imponen los controles, pues los natu-ralizan. Muchos jóvenes marginados semaravillarían si se les informara que tie-nen exactamente el mismo derecho a usarla vereda de un barrio residencial que quie-nes allí viven.

La pérdida de relevancia del espa-cio público en la cultura lleva a que mu-chos jóvenes –de todas las clases socia-les– deserten de él y afirmen su propiobarrio como “refugio”. Ello no sería unproblema grave, si las oportunidades la-borales estuvieran igualmente distribuidasen el territorio. Pero en tanto la capacidadde circulación permite acceder a oportu-nidades laborales, la “deserción” realimen-ta la desigualdad social.

Parte de las posibilidades de mejo-rar la integración social radica en las opor-tunidades de encuentro, conocimiento e in-tercambio entre las personas. En ese sen-

tido, el uso espacio público puede ser con-cebido como un mecanismo de integraciónsocial, ya que podría funcionar como he-rramienta de distribución de recursos y deoportunidades, como ámbito de desarrollopersonal y como dador de sentido de per-tenencia a una comunidad.

Sin embargo, no es estrictamente elespacio público el que podría desempeñar-se exclusivamente como vía de integra-ción. Muchos otros lugares que son obje-to de regulación normativa funcionan o po-drían funcionar a favor de la integración:el espacio propiamente público, los espa-cios de asociaciones abiertos a la comuni-dad (por ejemplo, clubes o sociedades defomento), los espacios privados reguladospor normas públicas (bares, discos, cen-tros comerciales o medios de transporte)y otros espacios privados no domésticos(empresas o barrios privados).

Como afirma el uruguayo GustavoRemedi, “en efecto, cuanto más lo pensa-mos descubrimos que hay espacios «va-cíos» (estacionamientos, lugares públicosabandonados, grandes espacios abiertos,avenidas) que en realidad son inserviblescomo espacios públicos; espacios «llenos»que en realidad son públicos y alberganrelaciones sociales (bibliotecas, teatrospúblicos, salas de exposiciones); y otrosen apariencia públicos (cines, ómnibus,templos religiosos, centros de enseñanzaprivada, shoppings), donde se congrega ose forma el público, pero que en realidadno son verdaderamente públicos. Una con-ceptualización más precisa todavía, capazde captar el tipo de transformaciones su-tiles que están ocurriendo hoy en día, de-bería, asimismo, dar cuenta de una seriede espacios «mixtos», «intermedios», «decontacto» y «de paso» (la ventana, el club,la escuela, el ómnibus, la parada del ómni-bus, el walkman, el computador, el televi-sor en medio del living) cuyo análisis for-mal y de los modos reales de uso resultanvitales a la hora de sacar conclusiones”.

Los jóvenes deben ser vistos como

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un actor estratégico en relación al aumentode la integración social a través del usocomún del espacio urbano, en tanto estánmenos determinados en su accionar porsu pertenencia a una clase social y por-que suelen ser más abiertos en sus rela-ciones sociales que los demás grupos deedad. A diferencia de los niños, ellos tie-nen mayores libertades para moverse yson capaces de interactuar con quienesdeseen hacerlo. A diferencia de los adul-tos, suelen estar en la búsqueda de lo di-ferente, lo estimulante, y no es usual quetengan responsabilidades que los inciten adesechar totalmente el riesgo o a la trans-formación. En la adultez, la pertenenciade clase y la relativa rigidez de las condi-ciones laborales suelen influir de maneradecisiva en las relaciones sociales. Así,aunque el espacio físico sea abierto, lasrestricciones vendrán por el lado de la in-teracción social; difícilmente los adultosestén tan dispuestos al intercambio conpersonas de un estrato social diferente alpropio, como sí lo están la mayoría de losjóvenes. De la encuesta analizada en estemismo Informe (ver el capítulo correspon-diente) se desprende que el 58% de losjóvenes bonaerenses afirma que estaríadispuesto a organizar actividades socialesde su interés con jóvenes de clases socia-les diferentes a la suya. Ese valor se in-crementa en el interior de la Provincia, lle-gando en las ciudades grandes a un 82%.Por otro lado, en general es la juventud laque más recorre la ciudad y la que mástiempo pasa fuera del espacio privado.

La integración social requiere de unalto grado de interacción entre los dife-rentes actores de un sistema social. Su-pone intercambio cotidiano entre las par-tes y un bajo o nulo grado de aislamientosocial, entendiendo por tal cosa vínculosdébiles o nulos con el mercado, con losdistintos servicios del Estado y con dife-rentes segmentos de población. Asimis-mo, comprende la adscripción a una se-rie de patrones normativos y valorativos

comunes.En ese sentido, debe concebirse al

espacio urbano en dos niveles: por unlado, como vía de integración social delos jóvenes en el conjunto de la comuni-dad; por el otro, como lugar de integra-ción de los jóvenes entre sí, como gene-rador de encuentro y de desarrollo deactividades de esparcimiento que los di-ferencie de personas de otras edades,como área de intercambio entre diversosestratos sociales, e incluso como impulsopara que asuman un papel más activo ensu comunidad.

Las condiciones necesarias para queel espacio funcione como lugar de integra-ción están parcialmente supeditadas a suscaracterísticas físicas. Sin embargo, no eseste el punto sobre el que más se detendráeste capítulo. El urbanismo es una discipli-na de amplio desarrollo, que en todo casohoy rema contra la corriente por falta depoder social. Además, el grado de inver-sión que se requiere para transformar esteaspecto del espacio urbano excede larga-mente los minúsculos recursos que se re-querirían para una política de integraciónsocial de los jóvenes ligada a la ciudad.

En tanto exista una juventud comoactor social con poder político, el urbanis-mo tendrá más oportunidades de regularel espacio a favor de la integración social.Una ciudad no se construye sin almas quele impregnen su encanto. Por ello, una for-ma apropiada del espacio es necesariapero no suficiente para promover la inte-gración. Las configuraciones del espaciourbano y el estado en que se encuentrapueden alentar o desalentar la vida comu-nitaria, el encuentro, la participación y laemergencia de significados compartidos,es cierto; pero es el despliegue de relacio-nes sociales, la utilización que se haga delespacio, lo que finalmente promoverámayores o menores grados de integraciónsocial.

En el Forum Barcelona 2004 se pre-sentó la exposición “Ciudades Esquinas”,

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con el siguiente lema: “las consideracio-nes sobre los puntos de cruce y de esqui-nas nos conducirán a reflexionar acercadel contraste, el consenso y el conflicto,acerca de la coincidencia en la diferencia:sobre la verdadera urbanidad. La exposi-ción propone un recorrido en el que vere-mos la forma en que las esquinas mate-rializan el encuentro, el cruce y el inter-cambio, la sorpresa y la opción, el miedo oel conflicto, la referencia o el hito. Las es-quinas urbanas, finalmente como exponen-tes de diversidad de condiciones cultura-les y geográficas”.

Tender a mejorar el uso del espacioequivale a enriquecer la construcción deidentidad, la definición de uno mismo apartir de un lugar propio. El uso de la ciu-dad habilita además las relaciones entrepersonas y permite la comprensión y elreconocimiento de los lazos que unen en-tre sí a diferentes personas y grupos. Loslugares, sus cualidades y sus símbolos pro-ducen también sentido de pertenencia auna historia de grupo. El significado de unlugar en tanto área de encuentro y no solode transición, posibilita inclusive una cier-ta estabilidad entre tanta incertidumbre; seconvierte un punto fijo, un elemento dearraigo.

La ciudad abierta

La ciudad es un espacio de oportu-nidades de integración social. En ella pue-den enfrentarse cara a cara ricos y po-bres, jóvenes y adultos, empleadores y tra-bajadores, creyentes y ateos, transgreso-res y conservadores. Estos intercambiosresultan imprescindibles para conformaruna comunidad integrada. Sin embargo, entanto los contactos invariablemente impli-can incomodidades y tensiones, tienden aser evitados por diferentes mecanismos defragmentación del espacio urbano.

En La cuestión urbana, Manuel

Castells define la segregación urbanacomo “la tendencia a la organización delespacio en zonas de fuerte homogeneidadsocial interna y de fuerte disparidad socialentre ellas, entendiéndose esta disparidadno sólo en términos de diferencia, sino dejerarquía”. Algunos autores agregan a esteconcepto la homogeneidad de las redessociales que se van formando y la auto–percepción de aislamiento por parte de lospropios segregados. Asimismo, la segre-gación residencial suele estar definida enrelación a la edad y al nivel socioeconó-mico, pero por extensión se amplía a otrosaspectos, tales como la nacionalidad o laspautas de consumo. En otras regiones delmundo, la religión o la etnia también resul-tan factores de aislamiento. En la Provin-cia de Buenos Aires en particular, la se-gregación residencial se delinea claramen-te en base al nivel socioeconómico de sushabitantes: “barrios del primer mundo” flo-recen al lado de “barrios del tercer mun-do”, sin que sus habitantes tengan ningu-na relación significativa entre sí.

La circulación libre y fluida por laciudad promueve oportunidades. Quienrecorre las calles céntricas tiene mayoresposibilidades de informarse sobre oportu-nidades económicas, de ver carteles deltipo “se busca vendedora” o de entrar encontacto con personas que necesiten al-guna clase de servicio o producto. Ade-más, las formas de hablar y de compor-tarse también se adquieren por interaccio-nes diarias con otras personas. Para losjóvenes más pobres, salir del barrio supo-ne entablar relaciones con personas quepuedan llegar a precisarlos para algún tra-bajo. En el mismo sentido, entrar en con-tacto con personas en diferente situaciónsocial extiende el espectro de lo pensable.Para algunos jóvenes, esto significa ima-ginar la posibilidad de emprender algunaclase de estudio o capacitación, o de noabandonar el que estén emprendiendo.Para otros, puede ser un modo de ver porprimera vez –desde el propio recorrido de

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la ciudad– el camino de salida del ghetto.Pero la comunidad tiene otra razón

para desalentar los encierros: la descon-fianza entre sectores sociales aumenta enla medida en que disminuye el contacto, yde esa manera se produce una espiral dequebrantamientos y aprensiones. Quienexclusivamente se informe a través de latelevisión acerca de las condiciones de losbarrios populares, tendrá una imagen de“calles oscuras transitadas solamente porgente violenta”. De esta forma, puedeaumentar su disposición a justificar la au-sencia de contacto y la acusación difusa alos sectores pobres de ser culpables delos males que padecen, precisamente porsu supuesta condición de violentos: se tra-ta de un típico ejemplo de falacia ecológi-ca, “quien vive en una zona donde hay vio-lencia es necesariamente alguien violen-to”. Las mejores intenciones no consegui-rían verse consumadas, porque parecieraque los propios habitantes de barrios po-bres atacan a quienes querrían ayudarlos.Perdida por un tiempo la tranquilidad deconciencia que otorgaba la visión de ran-chos con antenas de televisión, hoy lasestadísticas acerca de la violencia y losnoticieros vespertinos cumplen sobrada-mente esa función.

Siguiendo la misma línea, Katzmanplantea que, en los barrios más deprimi-dos y de mayor aislamiento social, la pro-pia precariedad provoca que quienes pue-den dejar el vecindario hagan todo porpoder irse. Así, el común de los vecinosque permanece empieza a parecerse cadavez menos al modelo de persona exitosaque rige en la sociedad. Esta falta de “mo-delos exitosos”, es decir, de personas quehan obtenido resultados favorables graciasa su dedicación, talento o disciplina, tam-bién influye sobre lo pensable y sobre laidea de la propia trayectoria de medianoplazo que puedan tener los jóvenes. Loúnico visible, lo más inmediato, acaba de-terminando el mundo presumible. Comoplantea este autor, tampoco existen opor-

tunidades de exposición de jóvenes resi-dentes en zonas marginales ante esosmodelos de rol exitosos que se ubican fue-ra de sus barrios.

Al residir en barrios donde no exis-ten espacios de interacción con personasde otras clases sociales, los jóvenes po-bres deben recorrer largos trayectos –con el correspondiente aumento del cos-to en tiempo y dinero– hasta dar coneventuales empleadores o para accedera información laboral, así como para ac-ceder a servicios u ofertas de capacita-ción. Además, más se agravan estas si-tuaciones cuanto mayores son las áreashomogéneas, cuanto más apiñados y ais-lados del resto vivan los pobres, lo queequivale a decir: cuanto más aislados delresto vivan los ricos. En tanto, los poten-ciales empleadores, que tampoco circu-lan por los distritos más deprimidos, sue-len hacerse eco de la opinión pública queestigmatiza estos barrios y se abstieneno rehuyen de emplear a postulantes queprovienen de esas zonas.

Por el contrario, para las elites, lasegregación residencial puede no provo-car un aumento en los tiempos de viaje,porque su lugar de residencia se vuelveuna zona de atracción, de destino, de ofertade trabajo y de servicios de esparcimien-to, y también porque la construcción deautopistas permitió aumentar el valor delas tierras lindantes y construir allí barriosprivados.

Los sectores de menores ingresostienen en el espacio público mayoresoportunidades de desarrollo personal queen el privado. En cambio, para quienestienen algún capital, el espacio público noes una fuente de oportunidades de desa-rrollo personal, ya que prefieren el espa-cio privado de uso común, como los clu-bes o los colegios. Por ejemplo, conse-guir un empleo para una persona de altosrecursos suele estar vinculado a contac-tos personales dentro del círculo socialen el que se mueve habitualmente, mien-

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tras que para una de un hogar pobre, de-pende más bien de su capacidad de en-trar en contacto con personas de otrosector que puedan emplearlo. Aun em-prendimientos mínimos, tales como cui-dar chicos o vender accesorios de belle-za, resultan de mucho más fácil accesopara quienes viven en barrios de perso-nas con elevados ingresos. La vida de lossectores de mayores recursos se desa-rrolla satisfactoriamente en el espacio pri-vado y cada vez hay menos necesidadesque satisfacer fuera de él. Finalmente, seconfiguran también ghettos en los quehabitan las clases altas.

Espacio de pertenencia

El espacio público no sólo es ámbitode prestación de servicios, sino que tam-bién simboliza y construye identidad so-cial, provocando sentimiento de pertenen-cia a un conjunto, aspecto imprescindibledel orden social. Los significados valora-tivos y afectivos otorgados a los espaciosproducen identidad social, pero tambiénidentidad individual. No sólo se es perso-na de algún lugar, sino que también se espersona en algún lugar.

Para que exista una idea de conjun-to social es necesario que las personasposean la noción de compartir con el res-to normas, experiencias, pasado y presen-te. Es fundamental la sensación de man-tener interés en el destino de los demás,una dirección común a la que se concibacomo parte de la propia vida.

La fragmentación del espacio aten-ta contra ese sentimiento, en tanto las per-sonas comienzan a tener problemas e in-tereses disímiles. Las realidades barrialesempiezan a ser tan diferentes que quieneslas integran dejan de sentirse pares. Porotro lado, en los barrios más marginalesen los que los adultos quedan sin trabajo,los estudiantes se ven forzados a dejar de

estudiar o a no poder siquiera iniciar, y losjóvenes rápidamente dejan de serlo. Deesta manera, las regulaciones y valorespredominantes en los demás barrios pier-den pertinencia y naturalidad. Algunosautores señalan asimismo que el descré-dito de las normas dominantes, sumado auna situación de empobrecimiento y des-empleo en un contexto donde florecen losbarrios privados, conducen a los jóvenesa aumentar su percepción de estar sufrien-do una injusticia en la que otros sectoresgeográficamente identificables tienen res-ponsabilidad. Esto suele diluir los límitesentre lo lícito y lo que no lo es, entre lolegal e ilegal.

Pero también a las clases altas pue-den afectarlas situaciones diferentes a lasdel resto de la comunidad, y sus interesespueden pasar a ser paralelos. La falta deinterés por el mundo que excede lo inme-diato, el estrechamiento del campo de pre-ocupaciones, conduce cada vez más a quelas reglas que regían al conjunto comien-cen a erosionarse, en tanto pierden utili-dad y credibilidad. El horizonte de víncu-los sociales se acerca cada vez más a lapropia persona y disminuye el contacto conlo diferente a uno mismo. Se incrementael desconocimiento por lo extraño, cuan-do no directamente el rechazo. En algu-nos casos, ha pasado a ser diferente aúnel evidentemente similar, ya que el desco-nocimiento y el desinterés en el otro ha-cen que parezca mucho más extraño delo que en realidad es. El desencuentro enel espacio urbano se hace total y las nor-mas dejan de ser compartidas. La frag-mentación del espacio urbano y la del sis-tema de normas y valores se combinan enun juego que se retroalimenta y que sóloderiva en problemas sociales y de convi-vencia.

Particularmente entre los jóvenes,la globalización trae aparejada otra con-secuencia sobre la estructuración de iden-tidades colectivas. Como señala SergioBalardini, en ciertos sectores de la so-

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ciedad “la identidad como acto de apro-piación simbólica abandona, en buenamedida, el dominio territorial para situar-se en la dimensión del consumo transes-pacial. Esta circunstancia lleva a que jó-venes de diferentes geografías percibanque tienen mucho más en común entresí, que con jóvenes de barrios vecinos,respecto a quienes se alejan en capitalsimbólico, argamasa con la que adquie-ren configuración y se despliegan lasidentidades. La TV por cable e Internethan contribuido significativamente a con-tornear esta nueva realidad, que devieneen una nueva formulación del “nosotros”,y, en consecuencia, del campo significan-te de los “otros”. Lo distinto, aunquepróximo, se convierte en distante. O, sise quiere, lo próximo, si distinto, se trans-forma en distante”.

Por otro lado, el encuentro entrelas clases en el espacio de todos influyesobre la “tolerancia a la desigualdad”.Según explica Katzman, esta noción re-fiere a “estructuras subterráneas que,ante incrementos en los indicadores dedesigualdad que sobrepasan lo tolerable,se activan para impulsar acciones soli-darias que tienden a restablecer el equi-librio. Estas acciones pueden compren-der desde apoyos electorales o iniciati-vas orientadas a proteger a los más dé-biles y mantener la calidad de los servi-cios de cobertura universal, hasta la dis-posición a pagar impuestos para apun-talar medidas redistributivas”. El uso delespacio común, la confrontación cara acara con el otro, generan el sentido depertenencia a un conjunto y los gradosde tolerancia a la desigualdad disminu-yen. La empatía y el compromiso moralcon el más desaventajado sólo emergensi hay conocimiento del otro, si es alta lafrecuencia de los contactos informalesentre personas en diferente posición so-cioeconómica.

El espacio público es el escenario deesa clase de contactos, mientras que la

segregación residencial y la segmentaciónde los servicios traen como consecuenciael impedimento de estos encuentros, sen-timientos de exclusión y de desarraigo. Sinembargo, no es cualquier tipo de espacioel que admite la construcción de una iden-tidad de aglutinación y solidaridad social:el espacio debe ser significativo, valoradoy con capacidad de convocatoria al usocolectivo.

Como señala el español Enrique delAcebo Ibáñez, cuanto mayor es el tama-ño de la ciudad, más se hacen necesa-rios los espacios barriales para contra-rrestar “el pernicioso efecto de esa indi-ferenciación anónima tan frecuente enlas grandes ciudades, generadora de des-arraigo”. Los espacios públicos de losgrandes centros de las ciudades han pa-sado a ser más promotores de identidadque de participación. Exceptuando las ma-nifestaciones y las protestas políticas oartísticas de impacto masivo, estos luga-res sirven más a la construcción de iden-tidad a través de la exposición de monu-mentos, símbolos o edificios emblemas,que a la participación y el uso de los ciu-dadanos. En cambio, los espacios públi-cos barriales cargados de sentido pue-den convertirse también en sitios de per-tenencia, sin afectar su competenciacomo escenarios de participación direc-ta. Como señala el arquitecto Julio La-diszesky, el barrio tiene la escala física ysocial adecuada para hacer factible laparticipación de las propias personas, sinnecesidad de representación. Allí cadavecino influye en las formas que adquie-re el territorio y en las actividades que sedesarrollan en él.

Por otro lado, en un contexto deglobalización, los espacios barriales tie-nen dificultades para convertirse en lu-gares significativos para los vecinoscuando carecen de atributos atractivos.Mientras a la población les sean indife-rentes, se seguirán eligiendo los lugaresy los recorridos a los que habilita la te-

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levisión.

Espacio urbano,características y uso

El ciudadano común no percibe la ciu-dad en su conjunto, con todos sus elemen-tos, sus continuidades y discontinuidades, sinoaquellos espacios por los que transita coti-dianamente y los que le son significativospor alguna razón. Asimismo, esos lugares sonvalorados jerárquicamente según la impor-tancia que se les otorga personal y social-mente. Esa valoración tiene influencia so-bre el modo de utilizarlos. Para la mayorparte de la población, el espacio público hasido históricamente el ámbito de la vida co-lectiva, el territorio de la comunicación, lacita, las relaciones extra–domésticas.

Pero en las ciudades latinoamerica-nas el espacio público ha sufrido con elpaso del tiempo significativas transforma-ciones en las funciones que se le asigna ylos modos de uso. Según la arquitecta Sil-vina Pietragalli, éste ha pasado de ser elorganizador de la vida de la urbe durantela colonia, a constituirse principalmente enun ámbito de contemplación y de respetoa fines del siglo XIX, símbolo de urbani-dad. Eso explica la conmoción que en laArgentina causó ver en la Plaza de Mayoa miles de personas sin traje de oficina yrefrescando sus pies en las fuentes el 17de Octubre de 1945. Con el tiempo, losespacios públicos han pasado a conformar-se como lugares funcionales, pensadospara contrarrestar el abarrotamiento en laciudad; así surgieron las “plazas de uso”.

En las últimas décadas ha habido uncambio que merece ser destacado y queresulta preocupante para la formulación depolíticas públicas. Fundamentalmente en lasgrandes ciudades, los “vacíos urbanos”, lasáreas sobrantes, han pasado a ser los es-pacios públicos propuestos. Por su parte,

por motivos diversos, el conjunto de la po-blación ha modificado su actitud, encerrán-dose de manera más o menos voluntariaen lo privado. Así, lo público ha comenzadoa perder su capacidad de convocatoria es-pontánea, la vida comunitaria se ha empe-queñecido y las calles se han afirmado ensu carácter de meras arterias o vías de trán-sito. Ya no sólo las clases más acomoda-das parecen prescindir de lo público. Tam-bién las clases medias, e incluso las bajashan desertado de los espacios comunes.

El estado del territorio de uso co-mún en la Provincia de Buenos Aires va-ría considerablemente de ciudad en ciu-dad y de barrio en barrio. Idealmente, elespacio público debería contener una se-rie de atributos que lo hicieran atractivo yadecuado para la recreación, el descanso,el encuentro y la participación. Deberíapoder constituirse en un núcleo de la vidasocial, un centro de la vida pública, el lu-gar de las relaciones cara a cara y de lassignificaciones compartidas. La degrada-ción, el deterioro y principalmente el va-ciamiento de ciertos espacios urbanos nopueden ser atribuidos exclusivamente auna falta de recursos económicos.

Sin embargo, es un denominadorcomún en las ciudades grandes de la Pro-vincia la deserción de las clases mediasdel espacio público, que hoy sufre de unanotable “mala prensa”. Los medios de co-municación sólo se refieren a él para criti-car su estado y su funcionamiento, y laopinión pública lo estigmatiza, ahondandoasí su creciente abandono y degradación.A la vez, se produce un efecto espiral, puesal no utilizarlo se desentienden progresi-vamente de su estado, y por lo tanto au-menta la demanda para que lo recaudadomediante impuestos tengan otro destino.La seguridad es hoy la instancia que cen-traliza los reclamos de los contribuyentes.No sólo los barrios privados cerrados yvigilados proliferan, sino también otrosbarrios utilizan sistemas de seguridad pri-

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vada que identifican zonas controladas,dejando al resto fuera de control.

Además de la degradación física ala que está sometida gran parte de lasáreas de uso común por desfinanciamien-to, en algunos casos el espacio públicoresulta agresivo u obsoleto, o responde auna estética pasada de moda (las plazasde cemento, por ejemplo), lo que desalien-ta su ocupación.

Para los más pudientes, es un espa-cio de inseguridad, un lugar menos tran-quilo que los lugares privados que frecuen-tan, y un espacio de exposición ante laspersonas más pobres. Para el más pobre,el espacio público puede ser más seguroque el privado cuando en éste sufre dehacinamiento, insalubridad o inseguridad,pero puede que también sea un lugar en elque se sienta “corrido” por las miradasajenas o por la misma policía. Incluso, elámbito público puede ser simbólicamenteagresivo desde su forma física: las rejaspunzantes que se ponen en ciertas plazaso veredas, las veredas angostas, las calleso avenidas ruidosas, o los monumentosenrejados para su preservación.

Según el sociólogo chileno Francis-co Sabatini, la “modernización” ha dadolugar a cuatro fenómenos espaciales nue-vos: la emergencia de “zonas” y “locales”especializados para el paseo y el consu-mo, “la casa–mundo” (pensada como ca-paz de proveer todo lo necesario para laproducción, la reproducción, la recreacióny el consumo), “el barrio–mundo” (pen-sado como refugio de clase) y el aumentode la importancia de los “espacios públi-cos virtuales” (teléfono, radio, televisión,video, computadora)”. Todo esto inhibe eldeseo de usar lo público y, con su abando-no, la calle y demás lugares públicos pier-den fuerza como espacio simbólico. Seconstituye así una nueva forma de vivir laciudad: el encierro.

La visión de los jóvenes

¿Por dónde circulan los jóvenes bo-naerenses y cuáles son sus lugares deencuentro?¿Qué valor le confieren al es-pacio público? ¿Hay áreas en las que su-fren restricciones para circular? Para con-testar estos y otros interrogantes, se reali-zaron entrevistas y talleres en diversasregiones de la Provincia de Buenos Aires.El presente apartado sintetiza las princi-pales conclusiones extraídas.

Para los jóvenes, los principales es-pacios urbanos de uso parecieran ser lacalle, las veredas, las plazas o los lugaresde entretenimiento durante la noche. Setrata de los lugares que ellos mismos vin-culan con la juventud, por los que se des-plazan o de los que perciben que se hanido apropiando. Incluso, aunque parezcaextraño, los jóvenes bonaerenses opinanque utilizan mucho más la calle que el res-to de las personas, y por lo tanto se sien-ten observadores privilegiados de la reali-dad de la ciudad en la que residen.

Buena parte de los jóvenes tienegraves dificultades para comprender elconcepto de “espacio público”. En algu-nos casos, lo entienden como sinónimo dediscotecas, lo que a veces señala inclusoun cabal desconocimiento acerca del de-recho al uso del espacio común. En otroscasos, se hace evidente una confusiónentre lo público y lo gratuito. Se entiendelo público como aquello que supone ingre-so irrestricto y gratuito y así se lo contra-pone a lo privado. Aún explicado el térmi-no, a veces presentan dificultades parapensar en la posibilidad de un espacio físi-co público que no sea una plaza o un par-que. En las ciudades grandes, las restric-ciones que genera la seguridad privada, oaun las fuerzas de seguridad estatales, paracircular por ciertas calles céntricas o debarrios residenciales, llevan a que difícil-mente puedan los jóvenes desarrollar eseconocimiento. Según la interpretación que

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se extrae del comportamiento de muchosagentes de seguridad privados (y hastaalgunos estatales), la persona que tiene lapropiedad de alguna vivienda ubicada encierta calle tendría más derecho a usarlaque el resto de la comunidad. No es ex-traño el caso en que un cuidador se acer-que a un joven y pretenda hacerle saberque no debe permanecer en una calle de-terminada, “porque su presencia molestaa los vecinos”.

La utilización de los espacios estáíntimamente relacionada con la concepcióny la percepción que se tiene de los mis-mos y, en consecuencia, la correcta acep-ción del concepto es esencial. Para quie-nes lo vinculan a lo no restringido o a logratuito, en lo público la igualdad entre laspersonas estaría garantizada. Otros defi-nen lo público principalmente en oposicióna la privacidad, y aquí es casi inexistentela vinculación entre lo público y lo propio:lo público sería aquello que es de nadie, loque nadie cuida, lo devaluado. Es llamati-vo el hecho de que, entre los jóvenes, lasegunda acepción no sea inusual. En esesentido, resulta desalentador que cerca dela mitad de los jóvenes bonaerenses con-sultados en la encuesta provincial revela-ran que no consideran como propio nin-gún lugar público de su ciudad.

Como ya fue dicho, los adolescen-tes sienten que son quienes más viven laciudad, quienes más circulan por ella. Perola idea de ir al boliche o de juntarse en laesquina parece dejar de seducir a la ma-yoría una vez que entran a la juventud o,sencillamente, la falta de dinero y la inse-guridad lo impiden. De esta manera, lafalta de espacios de encuentro empieza ahacerse más notable. Los jóvenes mayo-res de 18 años suelen tener dificultadespara conseguir lugares donde reunirse,porque comienzan a variar sus horarios ytienen aún limitada su capacidad de gastoen transporte y en la actividad concreta.De todos modos, “los lugares tienen unavida útil, duran muy poco tiempo” como

centros de reunión. Los espacios cambiansu significado, en general, al ritmo de laoferta privada.

Para ciertos adultos este hecho re-sulta incomprensible, pues recuerdan queen su juventud se reunían en los mismosbares durante horas. Sin embargo, hoy muypocos jóvenes tienen recursos suficientescomo para hacerlo en forma cotidiana. Enconsecuencia, mientras ciertos jóvenesaprovechan la noche para adueñarse delcentro, otros lo hacen para apropiarse delas calles de su barrio. Principalmente enlas ciudades chicas o intermedias, las es-quinas céntricas suelen ser lugares de en-cuentro para parte de los jóvenes, no portener algún tipo de atracción en particular,sino porque se imponen como sitios deaglomeración. Lo que atrae es el númerode personas apiñadas, no las esquinas ensí, que no ofrecen ningún encanto propio.Esto queda demostrado con el tiempo,cuando cambian de esquina para encon-trarse, sin que las características de éstase hayan modificado. En general, los de-más jóvenes salen poco en su tiempo libreo se reúnen en bares o casas de amigos.

En el Conurbano, la esquina del ba-rrio tiene una connotación particular comolugar de uso. Es el sitio en el que se re-únen los más pobres, los que no tienen di-nero para entrar a los bares, o quienes,por alguna razón, son vistos por el restocomo los marginales: “consumen drogas,son peligrosos, cobran peaje, son vagos”.Los jóvenes del Conurbano que cuentancon algo más de dinero prefieren lugarestranquilos y seguros, como sus propiascasas, o espacios de encuentro y activi-dad, como bares, boliches, shoppings o ci-nes. Las dificultades económicas que im-piden asistir a locales comerciales son lasmismas que suelen explicar la falta de es-pacio en la propia vivienda para recibiramigos lejos de la mirada de adultos.

Los espacios públicos suelen serabiertos, lo que limita su uso cuando haylluvias o durante la temporada de frío. En

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el interior los jóvenes concurren a algunasplazas o escenarios naturales, como pla-yas, lagunas o balnearios, pero éstos noatraen como puntos de reunión duranteparte del año o en días de lluvia o de vien-tos fuertes. En el Conurbano, los espaciosde uso en los barrios son escasos. Ade-más, la utilización de lugares de paseo ovías de circulación suele verse restringidapor la prioridad que, en las zonas céntri-cas, parecen tener los vehículos por sobrelos peatones. Gases, ruidos y veredas re-ducidas atentan contra la fluidez del trán-sito peatonal. Pasear por la ciudad no esuna opción, la gran ciudad sólo es transi-tada de prisa y como vía de acceso al tra-bajo o al estudio. La ciudad sirve paramoverse, no para vivirla.

Los jóvenes del Conurbano señalancomo indeseables aquellas plazas en las queestá “prohibido pisar el césped”, las que tie-nen “horario de atención” y las que “pare-cen una jaula” porque están enrejadas. Lasrestricciones a determinadas actividades yhorarios pretende evitar cualquier tipo dechoque en la convivencia de los usuarios.Como señala Pietragalli, son espacios que,emulando la sensación de seguridad queproducen los espacios privados, se vuelvencada vez más parecidos a éstos. La rejabordeando la plaza, cercando los juegos olos monumentos, “permite sentirse dentroestando fuera”, contribuye a aumentar losargumentos en contra de quienes dudan enentrar y la suspicacia entre quienes ya es-tán en ella. Todo esto diferencia a las gran-des ciudades de las pequeñas y medianas,en las que, al menos masivamente, no pa-rece haberse tomado la medida de intentarmayor seguridad por medio de barreras fí-sicas.

Otras quejas suelen hacer referen-cia al estado de los espacios públicos: des-cuido, falta de mantenimiento, abusos dequienes circulan por ellos. También sehace mención de la incomodidad de cami-nar por calles comerciales o de alta con-centración de personas en las que, en po-

cos metros, se es interceptado por pedi-güeños y tarjeteros.

Hay plazas y esquinas que no sóloson usadas esporádicamente por personasque abusan de sustancias tóxicas, sino quetienen directamente el poder de convocarpara esa actividad; se sabe que ahí se con-siguen y hasta que ahí se consumen. Mu-chos evitan pasar por ellas, aun de día. Pre-fieren rodearlas, especialmente las muje-res, que en general tienen más reparo encruzar plazas. Suelen estar alejadas delcentro, en oscuridad o tener árboles quepermiten repararse de las miradas. Si setrata de una plaza céntrica, ésta ha de te-ner suficiente superficie como para consu-mir drogas o bebidas alcohólicas en el co-razón de la misma sin ser visto desde lascalles que la bordean. Como sugiere la en-cuesta a jóvenes bonaerenses, las dificul-tades de circulación por plazas y parques,si bien existen en toda la provincia y aun enlas localidades medianas, se concentran enel segundo y el tercer cordón del Gran Bue-nos Aires. Junto con las estaciones de tren,las terminales de ómnibus, los sitios de pros-titución o tráfico, conforman las zonas “im-puras” de la ciudad en el imaginario juvenilurbano, a las que hace referencia la antro-póloga Mariana Chaves.

Las avenidas anchas y las plazasdespobladas y oscuras no atraen los pa-seos nocturnos y dan la sensación de quela cantidad de personas presentes es me-nor a la real. Esto provoca la búsqueda deotros lugares a los que ir, lo que en algu-nos casos se traduce en la movilizaciónhacia otros distritos, con el consecuenteaumento de costos y de riesgos.

Hay plazas que son exclusivamentepara niños, y en la Ciudad de Buenos Ai-res existen incluso plazas que han sidocercadas para el uso exclusivo de perros.Tienen su superficie cubierta de instala-ciones para ese fin, sin lugar para otro tipode actividades, a veces sin césped. Perono hay plazas diseñadas para el uso ex-clusivo de jóvenes. Sí se suele producir su

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apropiación espontánea en algunos casos,pero no por su diseño o animación. Ennumerosos casos llegan a apropiarse deestos espacios a pesar de la disconformi-dad de las autoridades. Particularmenterespecto a las plazas, los jóvenes prefie-ren aquellas en las que abunda el espacioverde, que permite la aglomeración depersonas sin actividades pautadas: simple-mente se requiere “mucho espacio verdepara ir a tomar mate”.

En definitiva, los espacios públicos nosuelen ofrecer las condiciones necesariaspara el encuentro de jóvenes, lo que engeneral sí logra perpetrar el espacio priva-do. Sobran generalizaciones sobre el aban-dono y la indolencia supuestos de los jóve-nes, y faltan espacios públicos de uso ex-clusivos para jóvenes en los que puedandesarrollar actividades propias. La respues-ta suele ser pretender que vayan a lugarescomunes y se comporten conforme se es-pera de ellos. Que “aprendan a divertirsesanamente”, en lugar de aceptar que lasdemandas de los jóvenes son tanto o másatendibles que las del resto, precisamenteporque al no ser dueños de viviendas y notener dinero para moverse, carecen de es-pacios de identidad. Por ejemplo, no suelehaber espacios públicos en los que puedanreunirse con música bailable, sin perjudicarla tranquilidad de otros vecinos. Los espa-cios privados también atraen más que lospúblicos por la seguridad que ofrecen; lamayoría de los jóvenes pide “que no hayabardo”. Además, la infraestructura de ser-vicios de lo privado supera a la de lo públi-co. La falta o escasez de baños públicos,por ejemplo, no sólo provoca desórdenes–hasta se usan los canteros a modo debaño–, sino que acaba incentivando el usode los espacios privados.

En todas las ciudades en las que seconsultó, los jóvenes opinaron que haypocos espacios con acceso libre y gratui-to que sean de interés para ellos. Además,buena parte de la oferta disponible se brin-da en horarios muy acotados o poco aptos

para quienes desarrollan actividades labo-rales o de estudio. Los edificios públicos,como museos o edificios de la administra-ción pública, no suelen ser evocados en-tre los lugares públicos de apropiación ju-venil. Sería interesante ver qué ocurre enotras franjas etarias, pero está claro quepara los jóvenes no son atrayentes para elencuentro, además de que fijan horariosde visita que suelen superponerse, porejemplo, a los escolares.

También la regulación del ocio y la des-valorización de las prácticas del tipo “estarsin nada que hacer”, “hablar de bueyes per-didos” o sentarse en la vereda a “tomar lafresca” disminuyen la predisposición de losjóvenes a estar en la calle o en la plaza sinninguna actividad pautada. Este factor esta-ría rebajando además esta clase de conduc-tas a una minoría de personas que no tienentodo su tiempo organizado y distribuido en-tre múltiples actividades, aquellos a los queel resto considerará “los vagos”.

Según sus testimonios, no es fre-cuente que los jóvenes se apropien delespacio público como ámbito de partici-pación, salvo en los casos en los que loutilizan como escenario de reclamos so-ciales (piquetes o marchas) o de manifes-taciones culturales. No manejan el con-cepto de la plaza como centro de discu-sión, como ágora. Esa idea de plaza pare-ciera un ideal romántico de algunos adul-tos, sólo parcialmente creíble si “todo tiem-po pasado fue mejor”. De día el espaciopúblico es para los jóvenes un espacio detránsito. La disminución de su uso se ase-meja a la de los canales tradicionales departicipación política. La misma noción de“lo público” ha quedado en desuso. Lasnuevas generaciones no han aprendido esaidea de lo que puede ser utilizado por to-dos, de centro del todo social, salvo en lospocos casos en los que las familias se loshan podido trasmitir. En este otro sentido,también el Estado se ha ido retirando.

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El encuentro

Los chilenos Olga Segovia y Enri-que Oviedo afirman que “la calidad delespacio público se podrá evaluar sobretodo por la intensidad y calidad de las re-laciones sociales que facilita, por su capa-cidad de acoger y mezclar distintos gru-pos y comportamientos, y por su capaci-dad de estimular la identificación simbóli-ca, la expresión y la integración cultural”.Por su propia tradición, los bonaerenses,y los argentinos en general, valoran losespacios de encuentro, aquellos que posi-bilitan el comentario o el intercambio conel otro. El argentino mantiene la culturadel hábito de divertirse y entretenerse conel vecino, el de comentar su vida cotidia-na, e incluso, el de compartir preocupa-ciones personales con personas que no sonde su intimidad. La costumbre se sostieneaun cuando los espacios públicos se redu-cen y crece la desconfianza y el miedo ala inseguridad. Esa capacidad de relacio-narse fácilmente con el otro, de conver-sar con el desconocido sobre el cuadro defútbol o sobre el clima, los problemas, lasaspiraciones de progreso, las ideas y elacontecer cotidiano, es un rasgo propio delos latinoamericanos que debería ser apre-ciado, preservado y promovido, en tantoclaramente se trata de una fortaleza parael Desarrollo Humano.

Un ejemplo que permite dar cuentade la importancia que se le otorga al en-cuentro y que, además, permite señalarque no es un rasgo que todas las culturascompartan, es la existencia de La Esqui-na latina. Se trata de un portal de origenalemán ofrecido en lengua española, cuyapresentación es la siguiente: “La Esquinaen las comunidades latinas es el punto deencuentro, es el lugar en donde se reúnenpara intercambiar ideas, experiencias ypenas. Bajo este concepto nace este por-tal, para conformar y reunir a los latinosen esta esquina virtual de Internet” (http:/

/www.esquinalatina.de). Lo paradójico esque se haya constituido una sustitución dela verdadera esquina justamente en Inter-net, consintiendo que cada usuario se“acerque” a la esquina desde su soledadfrente al monitor. Además, el portal pro-bablemente esté dirigido a los latinos queemigraron de sus países de origen, peroque sienten nostalgia por esa práctica in-formal. Aún así, e independientemente delo irracional del caso, el ejemplo permitedemostrar la importancia que para los la-tinos tiene el espacio de encuentro.

En contraposición a lo anterior, elCuadernillo Sociabilidad y cultura juve-nil, de la Segunda Encuesta Nacional so-bre Juventud de Chile, deja en evidenciaque los jóvenes chilenos pasan la mayorcantidad de su tiempo libre en su casa oen la de sus amigos, que a pesar de queexisten diferencias entre géneros, siguesiendo el lugar predilecto: “La privatiza-ción de los espacios de sociabilidad querevela el predominio de las reuniones encasa deja fuera lo aparentemente conde-nable. Esto lleva a encarnar en las prácti-cas juveniles la dicotomía entre un interiordoméstico privado y bueno, contra un ex-terior amenazante y perverso: la casa y lacalle. Se trata de dos realidades que paramuchos resulta difícil conciliar. La calle yotros espacios públicos recogen y permi-ten observar una cultura juvenil donde seexpresan los elementos marginales y di-ferenciados del modelo de integración so-cial que parece predominar en el resto dela juventud. No es lo más típico de la ju-ventud, pero sí conforma una masa signi-ficativa, presente y visible. La presenciay amplitud de estas conductas no autori-zan a generalizar desde aquí a toda la ju-ventud, pero sí se deben revisar con ma-yor detalle, porque están aquí para mos-trar que no todo es integración en la vidade los jóvenes”.

En la Provincia de Buenos Aires estaconducta también es común entre los jó-venes. Pero en el otro extremo igualmen-

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te se destacan grupos juveniles que vo-luntariamente salen en busca de lo dife-rente, de lo ajeno al hogar y sus alrededo-res. ¿Qué ocurre con el espacio urbano?¿Es favorable a esa clase de encuentros,promueve el uso común de jóvenes de di-versas procedencias? ¿Existen lugares enlos que los jóvenes de diferentes clases serelacionen realmente? ¿Qué condicionesson necesarias para que el espacio públi-co sea más utilizado por todas las clasessociales?

Según los testimonios de los propiosjóvenes, extraídos de los talleres realiza-dos en todas las regiones del territorio bo-naerense, en ciudades intermedias o pe-queñas los jóvenes se cruzan constante-mente entre sí, pero los encuentros de in-tercambio son reducidos. Hay cruces enla calle, pero no hay interacción real entrejóvenes de diferentes sectores sociales olugares de residencia, salvo en circunstan-cias extraordinarias. En el Conurbano, laciudad se encuentra más fragmentada ylos ámbitos de circulación de los jóvenesdependen fuertemente de su clase social,por lo que, salvo para actividades puntua-les, los jóvenes de diferente extracciónsocial se cruzan muy poco y se encuen-tran menos. Así como hay “juventudes”,también parecen haber “ciudades”. Inclu-so, jóvenes de un municipio relataron quea la peatonal la suelen llamar despectiva-mente “la negro–tonal”, dejando en clarolas barreras simbólicas que se alzan entregrupos.

En ciudades grandes, en que las dis-tancias a recorrer entre barrios son lar-gas, el costo de los medios de transporteimpide acceder a ciertas zonas a quienesno tienen ingresos suficientes. También asíse restringe la circulación y el contactocon lo diferente. Agrava la situación elhecho de que, en algunas ciudades, los jó-venes prefieran caminar antes de usar bi-cicletas u otros medios similares por elmiedo a sufrir robos.

La falta de convergencia de perso-

nas de diferentes clases sociales es atri-buida por los jóvenes a diferentes causas.Por una parte, están quienes atribuyen elproblema a la inseguridad: el miedo en-capsula. Otros lo consideran una conse-cuencia del individualismo, que la mayoríaadjudica a una supuesta política delibera-da de los gobiernos: “no es casual, no con-viene que muchos nos juntemos y diga-mos: bueno, hagamos algo”. Sin embargo,no parece haber ninguna propuesta detransformación concreta por parte de losjóvenes que pudiera llegar a ser temidaaun por la mente más acosada de un adul-to. Esto vuelve aún más infundada estaclase de versiones, que bien puede figuraren el poblado panteón de las teorías cons-pirativas que autojustifican la indolencia.Para otros grupos, la falta de tiempo librelimita las posibilidades de vivir la ciudad,lo cual no parece ser del todo creíble, entanto tiempo es lo que sobra, excepto paralos que estudian y trabajan.

También se explica que la escasaoferta de lugares adecuados produce en-cierro e indiferencia hacia lo externo. Enel mismo sentido actúan, según otras opi-niones, las nuevas tecnologías de comuni-cación, que provocan que algunos jóve-nes tiendan a permanecer más en sus ca-sas que el resto de sus congéneres. Porúltimo, como ya se explicara, se señala quela brecha de desigualdad entre los jóve-nes con más oportunidades de estudio otrabajo y los jóvenes más pobres se en-sancha, y la polarización provoca falta deafinidad e interés en el encuentro. La au-tomarginación recluye a unos y a otros ensus respectivos mundos y las identidadestransversales pierden efectividad.

En general, las primeras dos razo-nes han sido enfatizadas en el Conurbanoy son acompañadas de una sensación deopresión y de impotencia para pensar cual-quier tipo de iniciativa que no sea en es-cala macro: acabar con el neoliberalismo,atacar el individualismo, etc. Solucionesque en su mayoría son vinculadas exclusi-

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vamente a lo estrictamente económico. Loextraño es que muchas veces esta clasede explicaciones surgen de quienes tienenuna participación social muy activa en sucomunidad. La respuesta pareciera ser queno se puede cambiar nada porque no sepuede cambiar todo, pero extrañamentedada por quienes se negarían de lleno asuscribir la concepción de que no se debecambiar algo si no se quiere cambiar todo:claramente, la falta de propuestas resideen la dificultad de pensar respuestas loca-les para un tiempo global. Refuerza estoel que la academia, pretendiendo explicarlea los futuros profesionales “cómo funcio-na el mundo”, suele olvidar que tambiéndebería darles pinceles y colores para queal menos puedan pintar su aldea.

En el Conurbano, algunos jóvenesmencionan experiencias modelo vividas enciudades pequeñas o en pueblos del inte-rior. Para ellos, la forma de relacionarseentre vecinos es absolutamente diferenteen esos lugares, pues permite que “se ges-ten otras cosas” y que las personas esténal tanto de las actividades del conjunto, delas que ellos muchas veces no se enteran.Estos jóvenes anhelan la calle como lugarpara permanecer y participar.

Concretamente a la noche, la faltade intercambio real entre jóvenes de dife-rentes extracciones socioeconómicas serecrea de la siguiente manera: quien tienebajos recursos sale, para en la puerta delos boliches o en alguna esquina duranteun rato, y vuelve a su casa. Quienes cuen-tan con recursos suficientes, se dividen porclase social: la bailanta para unos, la discoo el bar para otros. Las únicas activida-des que convocan al conjunto y que per-miten la interacción son las públicas. Tie-nen la ventaja de ser gratuitas y masivas,pero son esporádicas y no promueven ne-cesariamente el diálogo ni el conocimien-to mutuo.

Entre algunos jóvenes de clase me-dia se presenta una confusión: creen queno es factible “abrir ventanas” entre los jó-

venes de diferentes clases, porque “ellos”–los jóvenes más pobres, en este caso– nisiquiera están interesados en acceder a lu-gares a los que asisten jóvenes de mayornivel de ingresos. Seguramente no puedanromperse de un día para el otro las barre-ras simbólicas y físicas que se han erigidoentre los grupos. Sin embargo, también esinnegable que el hábito de la autoexclusiónse refuerza a sí mismo. Quien se sienteexcluido y fuera de su territorio, acaba acos-tumbrándose a evitar aquello que lo exclu-ye por el “sentido de los límites”. El estig-ma influye sobre la auto–imagen, y éstadelimita las prácticas posibles y el territorioapropiable. Así, se refuerza la inequidad.

En general, quienes fueron consul-tados no se oponen a la necesidad de co-nexión entre jóvenes de diferentes condi-ciones sociales. La mayoría tomó la ideacomo una propuesta ya fundamentada yacertada, salvo en algún caso en que seargumentó de la siguiente manera: “voscortás las calles, se juntan todos, está relindo, feliz domingo para la juventud, perose agarran a piñas. Porque de lo poco quese ven, al hacer contacto salen chispas”.

Si se les pregunta qué razones o in-tereses tendrían para interactuar con jó-venes de otras clases sociales, en generalno encuentran respuestas. No son comu-nes las instancias que los reúnen comopares, salvo en medios de transporte, enla cancha, en recitales, en viajes, en de-terminados trabajos o en algunos bares,principalmente los que no cobran entrada.En general no ven razones para estar jun-tos, salvo en plan de solidaridad o si esque se participa en política. Y en los po-cos momentos en que están cerca, no tie-nen demasiada interrelación. Puede habercruce, pero no encuentro. El mismo bar orecital no invita a la conversación y es unasituación esporádica. Una respuesta quellama particularmente la atención, es la deuna joven universitaria que, al preguntár-sele por las razones que podría llegar atener para entrar en contacto con jóvenes

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de otras clases sociales, su respuesta es-pontánea fue: “para los trabajos prácticosde la facultad”.

En definitiva, puede arribarse a laconclusión de que la falta de tiempo, elindividualismo o las nuevas tecnologías dela comunicación no son impedimentos fun-damentales para el intercambio. Más bienparecerían determinantes el vacío de es-pacios comunes, la carencia de ejemplosy experiencias personales en ese sentidoy la falta de interés, además de la insufi-ciente conciencia acerca de que la coinci-dencia con el otro podría ser convenientepara todos.

Es preciso demostrar y hacer notarque el problema de la pobreza no se re-suelve sin implicar en la solución a la ri-queza, que la cohesión y la paz social nose alcanzan si los mundos de diferentesjóvenes corren por caminos paralelos uopuestos, y que no se adquirieren capaci-dades personales nuevas si los contactosno se producen o sólo se generan paraactividades solidarias o de recreación, enfin, “trabajos prácticos”. Por todo ello, elespacio público de uso común cumple unafunción esencial para la integración socialde los jóvenes. De todos ellos. De los ri-cos, de los de clase media y de los pobres.Las barreras físicas y simbólicas obstru-yen la comunicación entre grupos. En lamayoría de los casos no producen aisla-miento individual, pero sí se contribuyenal aislamiento entre grupos, y por tantoobstaculiza la integración social.

La noche

Uno de los temas que preocupa confrecuencia a los gobiernos municipales esel de los jóvenes y la noche. “La noche”ha pasado a ser un fenómeno incontrola-ble para funcionarios, familias, institucio-nes y vecinos en general. Durante el día,los jóvenes se mezclan con el resto de la

población y, en general, no se destacancomo un conjunto diferenciado. Circulanpor la ciudad haciendo uso de los mismosespacios y servicios que el resto de laspersonas. Sin embargo, por las nochescomienzan a delinearse como un conjuntoparticular: se apropian de espacios queexcluyen al resto de los grupos de edad yhacen de ellos un uso diferencial. Asimis-mo, se activan en la ciudad espacios quedurante el día se encuentran vacíos.

Según algunas explicaciones, los jó-venes prefieren aquellos horarios o espa-cios a los que la mirada de los adultos nollega o lo hace con dificultad. En tal caso,la noche sería una opción interesante comoámbito no regulado por los mayores, quie-nes suelen recluirse en sus hogares paradescansar. Esto les permitiría fijar normaspropias, establecer códigos diferentes a losdel mundo del trabajo o los de la familia,intentar relacionarse con otros jóvenes ysaber que están fuera del control de pa-dres, docentes o jefes. Así, la noche esta-ría asociada con la ausencia de regulacio-nes, y el horario de salidas tendría enton-ces que ser el más lejano de la presenciade los mayores, para poder sentir en liber-tad esa ausencia.

Por otro lado, a falta de lugares pú-blicos adecuados para el encuentro, el usodel espacio se ha vuelto necesariamentede consumo y selección. Los espacios pri-vados han sabido ofrecer una alternativaque desde lo público no se ha logrado. Pocoatractivos resultan parques, veredas o pla-zas que a esas horas suelen ser oscuros,desolados, inseguros y expuestos a lascondiciones climáticas. Sin embargo, losjóvenes deben pagar para acceder a losespacios privados de entretenimiento o deencuentro con los pares: bares, cines, bo-liches. Asimismo, deben elegir aquellossitios en los que se los admita por no “de-safiar la estética” del lugar.

Como consecuencia de ello, el usonocturno de la ciudad también se segmen-ta y se dibujan recorridos según la clase

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social de procedencia: quienes puedenpagar consumen en espacios privados,quienes no pueden hacerlo se juntan enlas esquinas o se quedan en sus casas.Aún entre los jóvenes en los que la elec-ción de actividad, el estilo o la preferen-cia podría ser similar, se construye unmuro que separa según poder económi-co o barrio de residencia. Y aún realizan-do la misma actividad –escuchando lamisma música, por ejemplo–, los jóvenesde diferentes estratos sociales no se en-cuentran porque existen locales para unosy locales para los otros. Los espacios tie-nen finalmente como común denomina-dor solamente el poder de reservarse elderecho de admisión.

Por otro lado, la carencia de espa-cios adecuados y accesibles no sólo limitalas actividades que los jóvenes pueden de-sarrollar. Además, los ubica muchas ve-ces en oposición al resto de la comunidad.Se reúnen en las calles y se transformanen obstáculos para el peatón, ahuyentanla clientela de los dueños de locales cer-canos a esas esquinas y, muchas veces,invaden la tranquilidad de los vecinos consu música o sus ruidos. De igual modo,suelen volverse potenciales generadoresde conflictos por su uso indisciplinado dela infraestructura de servicios. Así, los jó-venes en el espacio público suelen ser unagran fuente de complicaciones para otrosgrupos. En algunos barrios, lo que inspiraun grupo de jóvenes reunido en un espa-cio público es independiente de lo que real-mente haga: el temor se ha instalado. Pero,a diferencia de otros grupos, no tienenopción para llevar a cabo actividades queles interesan en lugares públicos adecua-dos, y en muchos casos sus hogares noresultan apropiados para eso.

A la mayoría de los jóvenes consul-tados les preocupa especialmente la faltade espacios adecuados para las activida-des nocturnas. Pareciera que es principal-mente en ese momento de la jornada cuan-do las diferencias con otros grupos de edad

se acentúan, o cuando la oferta de espa-cios y servicios es especialmente insufi-ciente para ellos.

Para algunos adultos, la circulaciónde los jóvenes por la ciudad durante lanoche es un hecho indeseable. Tanto lospadres, como los vecinos en general, pre-fieren que los jóvenes se encuentren enlugares cerrados en los que se pueda te-ner certeza de que están protegidos y con-trolados en alguna medida. A algunos jó-venes les resulta interesante el hecho decircular de un lugar a otro, ir en busca dediferentes entretenimientos o atractivos,ver caras diferentes en distintos puntos dela ciudad. Otros prefieren llegar a un úni-co lugar en el que se ofrezca algún tipo deentretenimiento, para instalarse tranquila-mente el resto de la noche. Sin embargo,en las ciudades más grandes ocurre mu-chas veces que no puede constatarse queefectivamente el lugar ofrezca lo buscadohasta no acercarse al mismo: cada nochees diferente, puede haber gente o estarvacío, puede haber condiciones atractivaso no. Esto conduce a que, en ciudades enlas que las ofertas nocturnas están disper-sas, los jóvenes circulen en busca de unpunto atractivo. Si hubiera un lugar propiocon actividades programadas y oferta cla-ra, probablemente se evitaría este deam-bular por la ciudad, que a veces provocadisturbios, otras accidentes, y en generalproduce temores.

Mario Margulis afirma que “existela necesidad, la urgencia en los jóvenespor encontrar a sus pares, constituir agru-pamientos, encontrar el espacio propiciopara integrarse y diferenciarse, construir–aunque sea en el marco frívolo, fluctuantey transitorio de la noche– señales de iden-tidad”. Si tal es la necesidad, es precisoentonces dar alternativas a las de la cons-trucción de la identidad exclusivamente pormedio del consumo en lo privado.

Muchas versiones valoran en exce-so el abuso de los juegos en red y la tele–adicción en sus explicaciones sobre la cre-

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ciente reclusión. Es cierto que provocanencierro en niños y jóvenes, con los con-secuentes problemas de desintegraciónsocial, sedentarismo y falta de ejerciciofísico. Pero sería interesante conocer cuáles el peso que en ellos tiene la falta deluso del espacio público, su inadecuación osu deterioro. Podrían pensarse incluso latelevisión y el uso de la Internet comomodos de evadirse del encierro en la ciu-dad, como refugios del encapsulamiento,además de ser vistos como espacios libresde la autoridad adulta.

Por otro lado, como señala el colom-biano Jesús Martín Barbero, “no hay queperder de vista otra cosa: las mayoríasempobrecidas empiezan a tener una enor-me dificultad económica para ir al cine, alfútbol, a los grandes espectáculos que enlos años sesenta y setenta eran accesi-bles a la mayoría de la población, al me-nos, semanalmente. Esto hoy día se ha per-dido en gran parte, y entonces la televi-sión termina siendo el único mediador cul-tural: es a través de ella que mucha gentepuede ver cine, fútbol, y que puede pa-sear por la ciudad”.

La noche es sin dudas el momentoen que los jóvenes se apropian de su ciu-dad. Pero a la vez es la circunstancia enla que se hacen más visibles para ellos lasdificultades asociadas a la marginación ya la desigualdad. Es por ello que no debeser simplemente encarada por los pode-res públicos como un desorden a contro-lar, sino como otro ámbito en el que pro-mover la integración social de los jóvenes.

Seguridad y comunicación

Un lugar vacío, abandonado o en lapenumbra, muchas veces es un espacioque se vuelve inseguro o que, al menos,provoca temor y consecuentemente aban-dono. A su vez, éste produce aislamiento,y nada es más auspicioso para un agresor

que las personas aisladas. El miedo y lapercepción de inseguridad tienen en laProvincia de Buenos Aires una fuerte raízen la experiencia personal. Ambos aten-tan contra el uso del espacio común. Perotambién hay medios de comunicación quepromueven esa percepción en toda la so-ciedad, provocando suspicacias entre losvecinos de un mismo barrio, sea cual seael lugar en el que vivan o el grado de co-nocimiento mutuo que tengan. Por supues-to, hacia “el extraño” el sentimiento no seagota en la suspicacia, pues la desconfianzaen ese caso alcanza el miedo.

Lucía Dammert afirma que en laArgentina, “la criminalidad se ha conver-tido en un problema centralmente urbano,principalmente porque la mayoría de lapoblación está urbanizada. Debido a fac-tores tan diversos como la composiciónetárea de la población y el énfasis queponen los medios de comunicación masi-va al presentar casos emblemáticos queocurren en las principales ciudades delpaís, se ha establecido una inmediata einconsciente relación entre ciudad, espa-cio público y criminalidad. Esta relaciónconstante ha llevado a un abandono gra-dual de los espacios públicos y a una bús-queda de seguridad en nuevos tipos deurbanización. Paradójicamente, estas nue-vas modalidades de desarrollo urbano nohan servido para disminuir las tasas dedelitos denunciados, sino para agudizar lasdiferencias entre territorios gobernadospor el miedo a la criminalidad, y dejadosde lado por las instituciones públicas decontrol, donde el abandono de los espa-cios públicos es prácticamente total y lasredes de confianza entre vecinos se hanresquebrajado. Estos territorios del miedose presentan en las villas de emergencia,los centros históricos de las ciudades y losbarrios de residencia de la clase mediaargentina. Por otro lado, los territorios delas clases más pudientes de la ciudad sedefinen también por el miedo de sus habi-tantes, expresados en el establecimiento

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de seguridad privada, muros, vigilancia ydesarrollo de nuevos espacios públicos enproyectos urbanos cerrados”.

Los jóvenes no están exentos de laspreocupaciones de los demás ciudadanosen relación al uso del espacio urbano. Poreso la inseguridad ha sido un tema centraldurante los talleres realizados en los dife-rentes municipios de la Provincia para laelaboración del presente Informe. Aunquese los estima como los más osados, tam-bién los jóvenes otorgan prioridad a la se-guridad a la hora de demandar transfor-maciones. A diferencia de la que inmovili-za a buena parte de los adultos, la insegu-ridad a la que temen los jóvenes está másvinculada a la parte física que a la de suspropiedades. Sin embargo, independiente-mente de la causa de su temor, la reac-ción acaba siendo la misma: la reclusión,el encapsulamiento y una circulación con-finada a los espacios conocidos.

En lo que a seguridad se refiere, losjóvenes analizan su situación desde dosejes complementarios: por una parte seasumen como potenciales víctimas de lainseguridad, y creen que están más ex-puestos que el resto a esta clase de inci-dentes, porque son quienes más se mue-ven por la ciudad; por otro lado, se sumana la apreciación tan difundida según la cualel grupo más asociado al ejercicio del de-lito es el de la juventud. Se consideranparte de un grupo difuso que es a la vezprincipal víctima y principal victimario, ypor eso su relación con las fuerzas de se-guridad suele ser ambigua.

Muchos de los jóvenes consultadoshan sufrido robos o hurtos. Sin embargo,también pueden notarse diferencias muymarcadas entre los del Conurbano y degrandes ciudades y los de las ciudades máspequeñas. Si bien la percepción de aumen-to de inseguridad es general, la experien-cia concreta de verse involucrado en he-chos de este tipo y el cambio de hábitosvinculado al miedo a la inseguridad influ-yen con mucha más fuerza sobre los pri-

meros que sobre los segundos.En cuanto a su forma de moverse

por la ciudad, los jóvenes del Conurbanoparecen haber contraído posturas disími-les. Algunos han decidido tomar recaudos:no usar bicicletas, no circular sino hasta elamanecer, no andar solos, tomar remisesen lugar de caminar o tomar colectivos,hacer rodeos... Otros asumen la posturadel tipo “si me tiene que pasar, me va apasar igual”, y prefieren no modificar de-masiado sus hábitos en función de susmiedos. Sin embargo, todos los jóvenesconsultados expresan la sensación de quela sociedad está “paranoica” por magnifi-car sus temores. Ello ocurre según ellosporque los medios de comunicación masi-va se encargan de trasmitirlo constante-mente, agravando con sus mensajes lapercepción de inseguridad. Un joven loexpresó claramente en un taller: “siempreque sale una noticia de Loma Hermosa espara decir que mataron a alguien. Hay unmontón de actividades ahí en el barrio quenadie conoce, y esas cosas no las mues-tra nadie”.

La inseguridad produce mucha im-potencia en los jóvenes. Atenta contra sulibertad de movimiento por la ciudad,cuando son ellos quienes más lo valoran.Quienes residen en el Conurbano sabenque en otras épocas no fue algo tan de-terminante y que en otras ciudades esmás leve su impacto. Pero no creen te-ner capacidad para modificar la situación.Suponen que su contribución al aumentode la seguridad en los espacios no seríasignificativa. Todo lo que creen poderhacer es escaparse de hechos violentoso tratar de prevenir el verse involucra-dos en robos mediante precauciones ele-mentales. La mayoría de ellos no creeque sus decisiones puedan tener inciden-cia en el cambio que desean, ya que con-sideran, nuevamente, que las modifica-ciones deberían ser estructurales –bási-camente económicas, pero también deeducación o de valores– y “de arriba ha-

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cia abajo”. En este, como en otros as-pectos, si los cambios no son totales, pa-recerían ser inútiles.

Es notable el hecho de que ciertosjóvenes no consideren las restriccionespara circular por algunos lugares de suciudad como una pérdida significativa.Aquello que nunca se tuvo no se echa demenos, argumentan. Usar las plazas denoche, por ejemplo, es impensable. La ciu-dad se va así recortando poco a poco, peroni siquiera se registra esto como una pri-vación, en tanto nunca se lo tuvo comoopción. De todos modos, es evidente quequienes opinan de este modo cuentan conotras alternativas. Pero a la vez, para lamayor parte de los consultados hay luga-res a los que los adultos no llegan porquetienen más temor que ellos a la inseguri-dad. Mientras que algunos jóvenes deam-bulan, los adultos se quedan más en sushogares. Por eso éstos evalúan el exteriormás en función de lo que ven en los noti-cieros que en base a su experiencia per-sonal. También el horario de salida de losadultos es más acotado y está más pauta-do por obligaciones laborales y familiares.Los jóvenes opinan que manejan mejor loscódigos del espacio público, saben mejordónde pueden ir, por dónde circular, cómoentablar contactos y qué situaciones espreferible evitar.

La seguridad ciudadana es un bienque ha tomado un fuerte nivel de privati-zación. Los barrios más acomodados eco-nómicamente, puntualizan los jóvenes, hanencontrado un paliativo para el problemade la inseguridad en la instalación de gari-tas de seguridad privada. Sin embargo, laseguridad pública no puede depender delos niveles de ingreso de los vecinos, comoestá ocurriendo. Además, arguyen algu-nos, esta clase de estrategias sólo despla-za el delito a los barrios vecinos, con loque refuerzan el encierro. Otros barrioshan establecido redes solidarias entre losvecinos: unos avisan a los otros de situa-ciones irregulares, se han puesto carteles

que anuncian la iniciativa y así logran ahu-yentar algunos eventuales delitos. En ge-neral, esta iniciativa tiene entre los jóve-nes una mejor acogida que la anterior, aun-que se reconoce que, para quienes se be-nefician de ella, la seguridad privada haresultado más efectiva.

De los relatos se desprende que lasmujeres se mueven por la ciudad más re-gidas por el temor que los varones. En elConurbano se sugiere también que las re-laciones entre varones y mujeres se difi-cultan como consecuencia del temor a lainseguridad. Según un varón entrevista-do, “las mujeres están muy agazapadas”.“Pedirles fuego” en una parada de co-lectivo provoca que huyan asustadas, aligual que ir con la cara parcialmente ta-pada detrás de una gorra o una bufanda.Las mujeres responden que la fuerza delos varones las hace sentir expuestas. Poreso, muchas veces se mantienen a la de-fensiva, caminando rápido o llevando pro-tecciones que las hacen sentir ampara-das. La inseguridad no sólo afecta la viday las propiedades de las personas, sinoque a la vez provoca privaciones cotidia-nas con efectos mucho más profundosen el tiempo: fragmenta la ciudad y portanto las oportunidades de los más po-bres, disminuye la sociabilidad entre ve-cinos y, por lo visto, hasta impide que pormiedo algunas chicas puedan conocer alhombre de su vida.

Según algunos jóvenes del Conur-bano, una mejor comunicación entre losvecinos aumentaría la seguridad en losbarrios. Ellos juzgan como especialmen-te condenable la indiferencia o la inac-ción de algunos cuando presencian unataque. Lo mismo ocurre con las alar-mas que al sonar no despiertan la reac-ción de ciertos vecinos. Hay quien expli-ca esa pasividad reconociendo que a ve-ces resulta preferible hacerse el desen-tendido para evitar ataques o tener que ira declarar luego ante la policía o la justi-cia. Según el peruano Hernán Neira, “la

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indiferencia urbana es en parte conse-cuencia de la contracción de las virtudesciudadanas a lo doméstico”.

En la noche, el uso de alcohol au-menta la sensación de inseguridad y limitalos movimientos de los jóvenes. Prefierenno usar ciertos espacios, porque “se sabeque están tomados” por quienes se em-briagan o se drogan. Así, el temor a laagresión de quienes pierden el control porabusos de alcohol o drogas también pro-mueve el encapsulamiento en lo privado.

Las opiniones de los jóvenes sobrela inseguridad en la ciudad se limitan en lamayor parte de los casos a robos, asaltos,secuestros u homicidios. La sensación devulnerabilidad ante estos hechos es nota-blemente mayor que la que muestran anteaccidentes de tránsito. Sin embargo, és-tos son una causa de muerte, lesiones ydiscapacidades mucho más frecuente en-tre los jóvenes que los homicidios. ¿Porqué genera mayor temor la violencia quelos accidentes de tránsito? ¿Por qué losdelitos modifican las conductas visible-mente más que los accidentes? Las res-puestas señalan que los homicidios songolpes que “pegan más duro”. A la vez,erróneamente creen que los accidentes detránsito dependen más de sus propias ha-bilidades, que son más controlables por unomismo. Indudablemente, también aquí re-sulta crucial el papel de los medios de co-municación.

Es alentador poder observar que enlos grupos consultados no surgieron opi-niones favorables a un agravamiento delos servicios represivos o una demandade castigo, como sí se desprende de lasposiciones de otros grupos frente a la ame-naza de la inseguridad. Esto permite pen-sar en un avance contra la confusión delespacio público con “la esfera del podercoercitivo del Estado”, en contraposicióna las libertades que habilitaría el espacioprivado.

Relación con la policía

Algunos grupos de jóvenes manifies-tan tener mala relación con la policía. Aveces reconocen que las culpas son com-partidas, otras no. Hasta algunos llegan aopinar que una intención deliberada de lasfuerzas de seguridad es desincentivar sucirculación por la ciudad mediante conti-nuos controles. La completa libertad decirculación acaba teniendo límites geográ-ficos para algunos sectores y esto haceque prefieran recluirse en sus barrios. Lagran mayoría de los jóvenes coincide enesta observación, independientemente deque se sientan o no parte del grupo “mar-cado”. Todos sostienen que el problemade ser vigilado por “portar cara” es habi-tual. En algunos municipios se evalúa queesta estigmatización se ha venido resol-viendo, pero en otros, al contrario, se per-cibe como un problema que empeora díaa día. Esta suerte de vuelta a la EdadMedia, en la que la circulación se restrin-gía únicamente a los territorios a los quese pertenecía, implica una fuerte pérdidaen términos de ciudadanía.

Otros jóvenes afirman no haber te-nido problemas con la policía, pero igual-mente algunos de ellos sí la perciben comoa un actor hostil, que no está para prote-gerlos sino para acotar su libertad. Partede este grupo llega incluso a acusarla desometer a diario a los jóvenes a abusos yatropellos. Finalmente, a otros, la policíales provoca directamente miedo, tanto omás que los delincuentes; son principal-mente mujeres. De todos modos, y a finde ahondar en este tema, en la encuesta ajóvenes bonaerenses se pidió a los con-sultados que determinaran si los principa-les límites a su circulación provenían de lainseguridad o de la vigilancia. Solamenteun 6% sostuvo que se siente más restrin-gido por la vigilancia, si bien un 8% se in-clinó por ambas fuentes.

Indagando más en el tema y pidien-

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do que expliquen las causas de su miedo,la mayoría llega a la conclusión de que sevincula al papel que la policía cumple a lanoche en las zonas de boliches, y a losnoticieros que producen el estereotipo del“policía corrupto”. Así, se extiende al con-junto de los agentes un atributo que sepercibe excesivamente generalizado comopara ser verdad. También en la relacióncon la policía hay diferencias entre ciuda-des: los jóvenes de ciudades más peque-ñas suelen sentir menos distancia con losagentes de policía porque los conocen,saben dónde viven y conocen a sus fami-liares. Sin embargo, como se demostró enla encuesta, para ellos la policía interfiereen sus desplazamientos nocturnos por laciudad más que en las grandes ciudades.Seguramente ello ocurre porque en laspequeñas ciudades no se percibe tanto eltemor a la delincuencia, y por eso la pre-sencia policial es vista en mayor medidacomo un estorbo innecesario.

Algunos jóvenes dicen que existencompromisos o arreglos entre comercian-tes y policías. No se trataría en este casode la seguridad privada, sino de policíasen servicio, a veces fuera de horario detrabajo, otras no. Durante los talleres serelataron casos en los que, sin aparentecausa, grupos de jóvenes artistas, por ejem-plo, fueron “corridos” o “levantados” deespacios públicos. Quienes relataron estaclase de episodios los adjudican a la “por-tación de rostro” o a acuerdos con localesde esparcimiento privado que pierdenclientes ante alternativas de esparcimien-to público y gratuito. Según otra versión,algunos policías permitirían la existenciade ciertos boliches a los que podría ir “laresaca”, para evitar que moleste en losdemás locales. También, de acuerdo a jó-venes entrevistados, durante el día existi-rían tratos para el control de la llegada dealgunas familias a sus hogares, o para elcuidado especial de determinados localesque pagarían para una atención mayor. In-dependientemente de la veracidad de los

datos o de la cuantía de los casos de estetipo, la percepción de estos acuerdos existey es fuente de temor y alteración de lasformas de movimiento en el espacio. Perono sólo es relevante el miedo que este tipode percepciones genera entre los jóvenes,sino que también hay que asumirlo comoun dato preocupante, porque la concep-ción de la institución policial al servicio almenos parcial de una actividad ilícita o in-justa resulta un obstáculo esencial para laintegración social.

En todo caso, cada vez que se tra-bajó en los talleres acerca de la relaciónentre juventud y policía, quedó de mani-fiesto un importante grado de desconoci-miento de los propios derechos y, en algu-nos casos, un intenso temor al maltrato encaso de pretender hacerlos valer: “si tehacés el loco, si te hacés el que sabés, tellevan y te tratan peor”. Para evitar estosproblemas, existe la alternativa de crearlos “Observatorios de los Derechos de losJóvenes”, que no se limitarían a la difu-sión de los derechos, sino que brindaríanademás un servicio de protección de de-rechos al que los jóvenes podrían acudirpara informarse o pedir asistencia. Si seinstalaran con sólido apoyo gubernamen-tal, podrían servir también para mejorar larelación entre los jóvenes y las fuerzas deseguridad.

Según los relatos, la desconfianzahacia la policía se complementa con el des-creimiento acerca de sus capacidades.Quienes se manifestaron en este sentidoperciben que aquélla cumple insuficiente-mente con sus funciones a causa de lo queellos juzgan su escasa aptitud. Tambiénotros reconocen que los mismos policíasestán restringidos en su accionar y que tie-nen que arriesgar sus vidas en condicio-nes desfavorables. Asimismo, en uno delos talleres se reconoció que la falta dereconocimiento social a las tareas quecumple la policía podría estar desincenti-vando su buen cumplimiento. Buena par-te de la clase media despreciaría a los

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agentes de policía, pero es finalmente lafranja social que más busca su protección.¿Cómo pretender que se expongan ale-gremente, arriesgando sus vidas, para pro-teger a un grupo social del que sólo reci-ben injurias? Por último, se destaca que elcontrol de los recorridos por parte de lapolicía es positivo, en tanto sirve para laprevención y no para reprimir la entrada aciertos lugares o la estadía en la calle o lavía pública.

En algunos casos, se hace manifies-ta una contradicción que denota una for-ma de pensar simplista repetida en diver-sos temas: por un lado, se reclama seguri-dad y orden público, temas que preocu-pan al conjunto de la población y que de-berían poder mejorar a corto plazo; peropor otro lado, no se está dispuesto a que lapolicía asuma mayor poder que el que yatiene, ni que aumenten los controles en losespacios públicos. Ambas pretensionesresultan a simple vista contradictorias. Laopción por el aumento de la seguridad pre-supone una limitación a la libertad, al me-nos en cierto sentido. Resulta difícil con-cebir un aumento en las medidas de segu-ridad sin un mayor despliegue policial osin un mayor control sobre los movimien-tos y actos individuales. La decisión debeser consciente y suficientemente maduracomo para advertir que los cambios influi-rían sobre el conjunto de los pobladoresde una ciudad y no sólo sobre los “marca-dos” o los más pobres.

Siguiendo esta consigna, en la en-cuesta se preguntó a los jóvenes bonae-renses su preferencia entre una sociedadordenada con limitación de algunas liber-tades u otra en la que se respeten todaslas libertades aunque haya algún desor-den. En este caso, el 51% escogió el pri-mer enunciado, mientras que un 39% optópor el segundo. La pregunta no hace re-ferencia directa al uso del espacio públi-co, pero las respuestas bien pueden serconsideradas para el funcionamiento delmismo.

Para mejorar la relación entre jóve-nes y policía se entiende que el trabajoconjunto entre representantes de unos yotros sería una buena medida, principal-mente en el Conurbano. Allí la policía in-fluye seriamente en la forma en que losjóvenes se mueven por la ciudad. El co-nocimiento mutuo y la asociación para ta-reas puntuales serviría para limar aspere-zas. Concretamente, pueden realizarseencuentros sobre temas tales como losestereotipos que manejan unos y otros, elconsumo de alcohol en la vía pública o lasresponsabilidades de cada uno en el trán-sito por la ciudad. También podrían utili-zarse a las universidades para acercar ala policía y a los jóvenes de todos los es-tratos sociales, sean o no estudiantes. In-dudablemente, la policía podría así ir de-mandando progresivamente de los jóve-nes un mayor protagonismo en la preven-ción de los delitos. Pese a que se trata deun papel que muchos no estarían dispues-tos a asumir –en la cultura vernácula “serbuchón” es ser indigno–, seguramentesería una de las mejores formas de cons-tituirse en sujetos de iniciativas de inte-gración social: nadie como ellos recorre laciudad, se trata de una fortaleza que po-dría permitirles recibir a cambio una ciu-dad más segura y menos fraccionada.

Políticas orientadas al usodel espacio urbano

El espacio no es una categoría pre-establecida. La ciudad abierta a todos esun ideal, pero el derecho a la ciudad esuna meta hacia la que debería tender lagestión pública local. Todos, independien-temente de su edad, género o clase social,deberían poder apropiarse de la ciudad,disfrutar del derecho a transitar por ella,andar por sus barrios con libertad y sen-tirse parte de ella. Es una condición im-prescindible para alcanzar la integración

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social en otros aspectos de la vida de unacomunidad. Es también una transforma-ción que requiere de políticas específicas.

Algunos especialistas en el funcio-namiento del espacio urbano sugieren quelos gobiernos democráticos han tendido adejar la conformación del espacio públicolibrada al mercado. Por el contrario, losgobiernos de facto sí han utilizado su po-der en los usos que se hace del espacio yhan diseñado políticas ad hoc. En conse-cuencia y, lamentablemente, la regulacióndel espacio público mantiene una trayec-toria más dirigida a ordenar sujetos que aampliar su capacidad de acción.

En los últimos años, el espacio pú-blico de las grandes ciudades se ha trans-formado para el imaginario social en uncampo de confrontación más que en unespacio de integración. En el mejor de loscasos, se lo concibe como un sitio quecumple una función de pulmón o de “bo-canada de aire” para una ciudad atiborra-da. Además, suele no ser un lugar atracti-vo para todos los grupos.

En los pueblos o ciudades pequeñas,las veredas, las plazas o los edificios pú-blicos se viven como espacios menos agre-sivos. De todos modos, también en estaslocalidades existen lugares excluyentes: elclub de unos no es el club de los otros, y la“pica” entre las escuelas a veces es en-carnizada. Son enfrentamientos que no tie-nen trascendencia para la integración so-cial, que surgen porque las personas tam-bién producen su identidad por oposiciónmientras se cruzan en la calle, en la igle-sia, en la municipalidad. En última instan-cia, esas peleas reflejan que existen re-glas comunes, poderes en disputa dentrode un mismo juego al que todos pertene-cen; no son dos juegos paralelos sin co-nexión alguna. Por otro lado, si bien enlocalidades pequeñas el espacio no esagresivo, muchas veces tampoco logra seratractivo. Pero por ello mismo, igual queen las grandes urbes, en los pueblos loslugares públicos han perdido su capacidad

de atracción, de funcionar como una ex-tensión de los hogares, como centro de lavida social.

No hay desaparición física de los es-pacios públicos, sino más bien abandono.En general, se ha sustituido su uso por elde nuevos espacios privados que permi-ten enfrentar mejor la inseguridad y queacotan el campo de las relaciones socia-les: los espacios privados de uso común.De esta manera, el espacio privado sueleser altamente estimado por la mayor par-te de la población, mientras que lo públicoes cada vez más rechazado o valorado ne-gativamente.

Los jóvenes circulan por la ciudadcon algunas dificultades semejantes a lasde otros grupos y con algunas peculiari-dades propias. El deterioro de los espa-cios públicos, la falta de iluminación porlas noches o la inseguridad, son proble-mas que los asemejan a los demás gru-pos. Sin embargo, la relación con la poli-cía o la falta de espacios de uso exclusivoque contrarresten su menor capacidad deacceso a espacios privados de consumo,son ejemplos de dificultades que los dife-rencian como conjunto.

La distribución de las oportunidadesy de los servicios públicos está vinculadaal poder social. Por ello resulta relevantepreguntarse en qué medida pueden asu-mir los jóvenes que deben orientar susdemandas hacia el espacio público. A lalarga, la pelea por lo público es la disputapor la movilidad social. En los barrios demás altos recursos, en los barrios en losque se concentra más poder, la infraes-tructura y los servicios públicos están másdesarrollados o funcionan mejor. Por ellopelear por el espacio público es tambiénpelear por la mejora de los barrios pobres,por la situación de sus vecinos, incluso porlos espacios privados en esas zonas. ¿Sonconscientes los jóvenes de esa posibilidad?

En los encuentros con ellos, la de-manda de un espacio urbano más apto parael uso común no surge tan espontánea-

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mente como los reclamos por trabajo o se-guridad. Especialmente en virtud del es-pacio, los jóvenes no parecen haberseconstituido como grupo de presión, comoun colectivo con demandas propias, aun-que sí logran articular demandas específi-cas si se los consulta expresamente. Unavez que se pregunta sobre los lugares decirculación y de encuentro, es inevitableque acaben reclamando medidas. “No te-nemos a dónde ir” es la frase que cruza atodos los jóvenes consultados, indepen-dientemente de sus observaciones poste-riores y sus determinaciones de clase, gé-nero o lugar de residencia. Algunos ponenen duda el hecho de que pueda deman-darse un lugar de uso gestionado por elgobierno municipal. Sostienen que ningu-na propuesta que provenga de organismosgubernamentales será acogida con agra-do, pero esas ya son consideraciones pos-teriores. La demanda existe, y no por pa-recer poco urgente es menos válida parapensar políticas de promoción del Desa-rrollo Humano.

En el análisis técnico y político deluso del espacio público se mezcla la de-manda de un lugar propio como necesi-dad y como deseo, con una idea de con-trol social de la juventud. Por un lado, sereclaman espacios de expresión juvenil,pero, al mismo tiempo, se destaca la ne-cesidad de establecer áreas para que losjóvenes no interfieran en las actividadesdel resto de la comunidad. De algúnmodo, se asume la idea del desorden pú-blico asociado a la juventud, la suposi-ción de que “los jóvenes provocan cons-tantemente disturbios en la vía pública”.Una minoría piensa que hay que dejarloslibrados a que se junten donde quieran:“tal vez, quieran estar en las esquinas condos grados bajo cero, aún sin tener nin-guna propuesta de música o de actividadconcreta”. Estos desincentivan la formu-lación de proyectos concernientes al usode la ciudad y a la generación de espa-cios juveniles. En algunos casos, plantean

que las innovaciones son imposibles, entanto el espacio urbano ya está constitui-do y tiene tradiciones y reglas de uso pocodemocráticas. La postura es errada: aúnaquellos lugares con antiguas tradicionesson pasibles de transformación. Como entantas otras cuestiones, la postura de sos-pecha y rebeldía sin causa suele asociar-se a la de absoluto descreimiento de laposibilidad de planificar cambios. Lamayoría piensa, en cambio, que sí habríaque ofrecer espacios de encuentro, apro-piados y exclusivos. Ambos grupos coin-ciden sin embargo en que, a la hora dediseñar espacios públicos, hay que con-sultar a los jóvenes como usuarios.

En las pequeñas y medianas ciuda-des, la demanda al respecto está orienta-da primordialmente a la creación de espa-cios de aglomeración de jóvenes, mientrasque en el Conurbano y en las grandes ciu-dades del interior, se reclaman más bienespacios seguros, verdes, tranquilos y deuso libre. Los que residen en ciudadeschicas reclaman también diversidad en losencuentros, ya que sienten que en ellas“siempre se encuentra a la misma gente”.Inclusive la búsqueda de pareja exige esavariedad. La pretensión de “nuevas ca-ras” en los encuentros podría aprovechar-se para estimular la integración. De he-cho, este es un punto muy poco aprove-chado por los gobiernos municipales de unamisma región para establecer actividadesconjuntas.

En ocasiones, los jóvenes se sumanal uso de espacios que ofrecen institu-ciones tradicionales o pensados para per-sonas de otros segmentos de edad. Sinembargo, la falta de lugares de uso ex-clusivo impide el desarrollo o la emergen-cia de actividades propias. El gobiernomunicipal podría garantizar la existenciade espacios y desvincularse de los mis-mos, a fin de permitir su apropiación porparte de los jóvenes, que tienen escasavocación por los trámites pero a la vezdemuestran tener gran disposición a la

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realización de tareas solidarias. En estoresulta esencial que el gobierno local eli-mine trabas burocráticas: es impensableque un joven inicie un expediente o cursepor nota un pedido de espacio cada vezque quiera reunirse, y además ello resul-taría una forma más de segmentar el es-pacio común a favor de los de mayor ni-vel socioeconómico.

En definitiva, el problema del espa-cio público para los jóvenes es, en muchoscasos, más un problema de uso que de in-fraestructura. Convendría que los espa-cios comunitarios fueran dúctiles, y quese eliminaran las barreras para su utiliza-ción. En ciertos casos, simplemente bas-taría con revalorizar espacios existentes ymodificar aquellos que podrían contenerofertas para los jóvenes, rescatando tam-bién áreas verdes que estén desaprove-chadas. A veces, la simple ampliación delos horarios de funcionamiento o la exclu-sividad de una franja horaria para jóvenespuede ser un estímulo para el uso.

Un tema que produce aversionesentre jóvenes y entre ellos y los adultos,es el del horario de las salidas nocturnas.Deberían tomarse continuamente nuevasmedidas al respecto. A tal fin, la aperturade lugares públicos con horarios más tem-pranos puede ser un incentivo. De todasformas, es un aspecto en el que es funda-mental acordar decisiones con los propiosjóvenes, en tanto ellos mismos suelen de-clarar sentirse perjudicados por los hora-rios establecidos, y paralelamente se opo-nen a que éstos sean controlados por lasautoridades. En este tema particular, lasacciones que pueda emprender el área dejuventud municipal pueden resultar desuma utilidad, y existen antecedentes enel tema como los del Instituto Provincialde la Juventud de Mendoza, que ha lleva-do a cabo jornadas de reflexión sobre ladiversión nocturna con padres y jóvenes.

Debería ampliarse la oferta de acti-vidades gratuitas que contemplen la diver-sidad y la discontinuidad de las preferen-

cias de los jóvenes. En ese sentido, se pro-pone que no se configure un único granespacio que intente congregar a la totali-dad de jóvenes de un determinado muni-cipio, sino que se diseñen múltiples espa-cios con diversidad de criterio: espacioscerrados y abiertos, unos para el ejerciciode actividades ya pautadas y otros en losque pueda elegirse qué hacer y, en gene-ral, contemplando diversos tipos de gus-tos artísticos.

En ciudades intermedias o grandeshay que garantizar en cada barrio la ofertade espacios públicos de esparcimiento,incluyendo así una para quienes no fre-cuentan el centro de la ciudad por esca-sez de recursos. Además, resultaría unaforma de promover la identidad barrial.En estos casos, una manera de ampliarel uso de espacios comunes podría ser através de la habilitación de las explana-das que quedan vacías durante los finesde semana, y que en algunos casos pro-vocan sensación de inseguridad al tran-seúnte. Un ejemplo de esta clase de es-pacios es el de los estacionamientos. Elgobierno local podría acordar con los pro-pietarios para proponerlos como lugarespara montar ferias, para hacer deporteso para el despliegue de actividades cul-turales. Estos lugares permiten ademásuna oferta de uso multifuncional en vir-tud de su tamaño.

Es común sentir durante la juven-tud el deseo de contar con un espaciopropio, diferente al de la vivienda de lospadres, en el cual poder ser dueño deestablecer las propias normas, de “tenersu propio lugar”. El vuelco hacia el exte-rior del hogar es natural. Sin embargo, adiferencia de otros grupos, los jóvenes nosuelen ser titulares de inmuebles ni sue-len tenerlos para su libre disposición, poreso tienen mayores dificultades para crearespacios propios. Pero a la vez suelentener una gran disposición para arreglary mantener espacios comunes, por lo quepodrían hacerse cargo de inmuebles del

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Estado cuando éstos se encuentran de-teriorados y no hay recursos para man-tenerlos. Como afirma Carolina Tkachuk,la posesión de una vivienda o un lugarpropio puede ser concebida como un “ins-trumento emancipador por un lado, y deintegración social a la ciudad, por otro”.El espacio propio no sólo habilita el desa-rrollo personal, también activa el senti-miento de pertenencia, el arraigo y, comoya se mencionó, es la condición necesa-ria para la generación de proyectos per-sonales y grupales.

Por todo lo anterior, otra posibilidadsería promover la apertura de espaciospolifuncionales como las Casas de la Ju-ventud. En algunos Municipios de la Pro-vincia de Buenos Aires han funcionado oestán vigentes. Se trata de inmuebles de-signados total o parcialmente para el de-sarrollo de actividades juveniles. Comodemuestran algunas de las experiencias,estos lugares deberían tener ciertas ca-racterísticas que impidieran su transfor-mación en salones de usos múltiples paratoda la comunidad. Los jóvenes podríanprestar servicios a la comunidad desde laCasa, pero debería evitarse la apropiacióndel lugar por personas de otros segmen-tos de edad. Además, idealmente los in-muebles asignados deberían ser espaciosnuevos, sin una historia o tradición de usoque limite la apropiación.

Por otro lado, la gestión de las Ca-sas debería estar a cargo de los jóvenes,con una orientación, seguimiento y apoyodesde un equipo municipal que gradual-mente fuera perdiendo peso. La figura deladulto referente es necesaria, pero losmismos jóvenes con más experiencia pue-den ir sustituyéndola. Igual que el resto dela población, los jóvenes exigen orden yseguridad en los lugares que ocupan. Poreso, el modo en que se organicen estosespacios debería ser pautado y claro des-de el inicio de su funcionamiento. Es posi-ble que en sus inicios algunas de las Ca-sas sean usadas para fines diferentes a

los planificados. No es algo tan relevante:debe darse por descontado un tiempo parael aprendizaje de su utilización, para la fi-jación de objetivos y el surgimiento de ac-tividades acordes.

Así como existen los centros de ju-bilados, las Casas de la Juventud podríaninstalarse como centros barriales en losque cualquier joven pudiera disponer deun espacio propio en el que desarrollar suscapacidades personales y sociales. Asi-mismo, estos centros deberían ser aptospara promover la conformación de pro-yectos generados por y para los mismosjóvenes y por los jóvenes para el resto desu comunidad. Hay quienes temen a lacongregación de jóvenes en un espacio re-ducido. Nadie dudaría de la convenienciade los centros de jubilados; allí se lograque las personas mayores se junten consus pares, se conozcan, tengan activida-des acordes a sus intereses, discutan, ar-men proyectos, creen una identidad de con-junto y se sientan parte de un barrio o deuna ciudad. La idea de crear espacios ex-clusivos para jóvenes tampoco debería ge-nerar resquemores. Pocos de los jóvenescon buenas ideas, capacidad de acción obuenas intenciones son visibles para lacomunidad. Y eso se debe en parte a que,como grupo, no tienen espacios en los quemanifestarse y en los que juntarse entrepares para su mutuo fortalecimiento. Laencuesta realizada en la Provincia arrojaun dato significativo sobre el asunto: prác-ticamente la mitad de los jóvenes encues-tados considera que si hubiera salones,parques u otros espacios públicos exclusi-vos para jóvenes, aumentaría su disposi-ción a participar. También es sumamenteimportante el hecho de que la demandade este tipo de espacios es muy superiorentre los jóvenes de bajo nivel socioeco-nómico.

Las principales condiciones que losjóvenes consideran que debería tener unlugar ideal de encuentro son: música, jue-gos, seguridad, oferta de distintos talleres,

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algún sector cerrado y calefaccionadopara el invierno, y estar permitido el con-sumo de alcohol (se debe tener en cuentaque los jóvenes que han sido considera-dos para este estudio son mayores de 18años). Ni más ni menos que los espaciospara adultos. Estar abierto todos los días,tener un horario de funcionamiento acor-de a sus preferencias, ser informales (di-ferentes a los ámbitos educativos), contarcon cocina y salas disponibles para dife-rentes tipos de actividades. Además, debeser gratuito, incluir un espacio verde y es-tar disponible para que cada uno pudierahacer lo que quisiera, es decir, tener ca-pacidad para ser un lugar de expresiónespontánea que no limite las iniciativasgrupales. Y, principalmente en las ciuda-des más pequeñas, debería ser “un lugaren el que valga la pena quedarse porquesiempre pase algo”.

Existen instalaciones comunitariasque fácilmente cumplen estos requisitos,tales como ciertos clubes o dependenciasmunicipales. Pero su funcionamiento sue-le acotarse a los horarios diurnos, a losestrictos criterios administrativos. Con muyescasa inversión podría extenderse suoferta para todos los jóvenes, y eventual-mente podrían obtenerse a cambio con-traprestaciones por parte de los propiosbeneficiarios.

Entre las propuestas que los tienencomo actores, se sugirió la idea de que losjóvenes funcionen como detectores deproblemas en el espacio público y comoun sistema de alerta temprana sobre elfuncionamiento de los servicios públicos.Así se enfrentaría la concepción de eseespacio como aquello que no es de nadiey se mejorarían sus condiciones. El geó-grafo valenciano Josep Vicent Boira Mai-ques recuerda que, además de un dere-cho de los administrados y un modo deprofundizar el funcionamiento de la demo-cracia, la participación “debería resultarun trámite de obligatorio cumplimiento –como lo es el estudio de impacto ambien-

tal para determinados proyectos urbanís-ticos–, porque facilita a los técnicos unagran cantidad de información –de alta ca-lidad, por cierto–, sobre el espacio a orde-nar, a planificar, a construir o reconstruir”.También ello podría combinarse con unainiciativa para que los propios jóvenes pue-dan hacer exposiciones en las escuelaspara difundir información sobre los dere-chos en el espacio público. Según algunasopiniones, lo que pudieran exponer seríaacogido de manera diferente a la infor-mación que brindan los adultos, quienessuelen tener otras visiones sobre la circu-lación por la ciudad.

Entre las experiencias concretasque evalúan y mencionan por su éxito,están la transformación en peatonal de unacalle durante todo el verano, el fomentode “mateadas” en la plaza principal, losfestivales de bandas musicales locales enlugares públicos y el reciclado de espa-cios para usos comunitarios.

Un desafío para el gobiernolocal

Frecuentemente se habla de la “glo-balización” como de un fenómeno queacota las posibilidades de desempeño delas funciones del Estado. Sin embargo,suele dejarse de lado en su consideraciónque muchas de las funciones del gobier-no local pueden ser recreadas en la me-dida en que se reformulen con el conjun-to de la comunidad. La regulación delespacio urbano es claramente una deellas.

El centro de las ciudades tiende adejar de ser el espacio de la vida comuni-taria para ubicarse en los barrios. La ciu-dad completa ha pasado a ser una escalade ejecución demasiado grande para laspolíticas municipales, ya que creciente-mente resulta difícil identificar a los po-bladores. En los centros se mezclan quie-

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nes allí residen con quienes están de pasoo quienes trabajan allí pero viven en otrossitios. Los barrios, en cambio, sí limitan elespacio a una dimensión conveniente paralas políticas de gestión urbana.

El barrio hace posible identificar einvolucrar a los verdaderos residentes dellugar; es el territorio de pertenencia y delos vínculos no programados entre veci-nos. Por eso, idealmente el ejecutor de laspolíticas orientadas al uso del espacio de-bería ser el gobierno municipal. Algunosbarrios “se sienten barrios”, en otros hay“embriones de comunidad”, y otros no sedestacan por su capacidad de congrega-ción. El municipio debería promover esosembriones, detectarlos, otorgarles un lu-gar y apoyar su gestación. Pues, para queun espacio funcione como integrador, esnecesario que cobre vida a través de laapropiación de los vecinos para el desa-rrollo de actividades colectivas.

La ampliación del espacio de en-cuentro podría promoverse desde un áreaen particular, como en el caso de las De-fensorías del Espacio Público. Sería de-seable, sin embrago, que intervinieran lamayor cantidad de sectores posibles, or-ganizaciones comunitarias o ciudadanoscomunes, a fin de asegurar la diversidadde iniciativas de formas, funciones y usosdel espacio urbano. De hecho, esto yaocurre en muchos municipios. Simplementees cuestión de coordinar actividades defortalecimiento.

Probablemente desde algunas visio-nes no se conciba el mejoramiento de losespacios de uso común como una priori-dad en el contexto actual de pobreza ymarginalidad. Sin embargo, el espacio pú-blico no es útil únicamente como espaciode circulación, recreación, de contacto conel verde o de esparcimiento. Las capaci-dades del espacio público para distribuiroportunidades y crear el sentido de identi-dad común, ya han sido analizadas y nodeberían ser subestimadas. Por otro lado,ya no es necesario justificar la urgencia

por achicar la brecha de la desigualdadsocial. Tampoco debería entenderse lapolítica orientada al uso de espacios urba-nos como un modo de ordenar o mante-ner bajo vigilancia a ciertos grupos en elterritorio. En ese sentido, es importante quepuedan ser apropiados realmente por losjóvenes, que el Municipio apoye fijandonormas, pero sin cerrar las puertas a lacreatividad en el uso. La participación demuchos nunca será completamente armó-nica, pero la conversión de transeúntes enocupantes del espacio público bien mere-ce el vaivén.

La ciudad es construida y diseñadapor adultos. La idea que éstos tienen deljoven incide entonces en los lugares queles asignan dentro de la misma. ¿Podríanlos jóvenes hacer aportes al diseño de lasciudades? En primera instancia, habría quepromover la demanda sobre el espacio pú-blico. La consulta respecto a las formas yel uso deseable de los mismos es una víapara lograr que se involucren en el tema.

En segundo lugar, habría que dise-ñar propuestas de uso y hacerlas visibles.La mayoría de los proyectos de mejoradel espacio público están orientados a sudimensión física, es decir, a crear más omejores áreas en las ciudades. La dimen-sión del uso del espacio público, su ges-tión y animación, no suele ser frecuente-mente promovida por los gobiernos loca-les. En algunas ciudades se han erigidodiversas organizaciones de la sociedad ci-vil que han tomado el tema a su cargo: porejemplo, grupos de artistas plásticos, tea-tros comunitarios, incluso grupos privadosque ofrecen clases gratuitas de activida-des deportivas. En general, lo hacen coninsuficientes recursos y poca capacidadde articulación entre sí. La circulación oel estacionamiento de los vehículos en loscentros de las ciudades sí es un tema deregulación, pero poco se hace por la cir-culación y el “estacionamiento” de las per-sonas en la ciudad. En este punto, los jó-venes tienen un gran aporte que hacer,

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pues algunos de ellos son muy creativos ycapaces de producir fuertes impactos.Además, en ciudades saturadas o en es-pacios altamente urbanizados, las iniciati-vas de mejora de la animación son infini-tamente más baratas, rápidas y viables quela creación de nuevos espacios.

Por lo demás, concebir al uso delespacio como una vía de integración so-cial permite ampliar las estrategias enca-minadas a los jóvenes que no estudian nitrabajan, que no participan en ninguna or-ganización y que, por el momento, no hayesperanzas de que lo puedan hacer. Paraquien trabaja en las calles, es un claroemergente el hecho de que hay un sectorde jóvenes que no pueden ingresar fácil-mente a instituciones, o que al menos nopueden hacerlo inicialmente. Ya no estántrabajando, ni están en clubes, están ensus casas, en esquinas, en plazas, solos oen grupitos, y no están preparados paraincorporarse ni a las universidades, ni altrabajo, ni a centros comunitarios. En esoscasos, las instituciones deben trabajar ex-tramuros, empezar por salir a buscarlos,pues difícilmente ellos se acerquen. Conalgunos de estos jóvenes es necesarioempezar por trabajar en provocarles quese fijen alguna meta que otorgue signifi-cado a su vida cotidiana. Algunas políti-cas ofrecen actividades concretas a losjóvenes con el afán de que se sumen aellas, pero no tienen en cuenta que hayquienes no alcanzan siquiera a sentir quela vida vale la pena. Esos jóvenes no pue-den concebir la vida como carrera, vivenen un presente detenido y carente de es-peranzas. A veces cuentan con el “estí-mulo” de evitar parecerse a sus padres,cuando los consideran fracasados en tan-to modelos. El trabajo con ellos deberíaempezar por integrarlos a partir de los lu-gares que ocupan actualmente y de lasactividades que ya hacen (“estar” es a ve-ces toda una actividad), valorizándolas parapoder después hacer más complejas susocupaciones. Por eso, la ciudad no debe-

ría serles –también– hostil. Esos jóvenesdeberían poder encontrar sitios más salu-dables de los que sentirse parte.

Hay una variada gama de experien-cias de ampliación o recuperación del es-pacio comunitario, generadas desde dife-rentes ámbitos. Éstas estarían contrarian-do las “tendencias de hermética urbanapropuestas por el shopping”. A continua-ción, se hace una breve descripción de al-gunas de ellas.

La Municipalidad de Necochea halanzado un Proyecto Recuperación de Pla-zas en los barrios desde su Dirección deJuventud. Los mismos jóvenes son prota-gonistas y responsables de la ejecución delproyecto. Para eso, han relevado las di-mensiones de las plazas en diferentes ba-rrios, su cercanía respecto a otras y lanecesidad de los vecinos en cuanto a lautilidad que desean darle. La idea es re-forzar los vínculos que unen a los vecinos,regenerar el tejido que unió en algún mo-mento a la sociedad y al Estado munici-pal, fomentando la participación y el com-promiso ciudadano, y fortaleciendo los sen-timientos de identidad y pertenencia a laciudad. Para eso, el acondicionamiento delespacio geográfico destinado a cumplir lafunción de plazas es indispensable. Peroel proyecto excede esa instancia y se hapropuesto que los vecinos se apropien deun espacio público, que será fuente de di-versos acontecimientos de índole cultural,deportiva o recreativa. Para ello, la Di-rección de Juventud ha concertado con lasdiferentes direcciones de la Municipalidadla preparación de eventos a desarrollar endichos espacios.

En el mismo sentido, el Taller Librede Proyecto Social, iniciativa del Centrode Estudiantes de la Facultad de Arqui-tectura, Diseño y Urbanismo de la Uni-versidad de Buenos Aires y el Movimien-to de Desocupados de la Corriente Cla-sista y Combativa del Partido de La Ma-tanza, han llevado a cabo un proyecto paralas plazas de dicho municipio, surgido a

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raíz de una demanda del Movimiento. Sepropuso la realización, la recuperación yla reparación de espacios públicos de re-creación en más de 110 barrios, destinan-do a tal fin las tareas de contraprestaciónque realizaban beneficiarios del Plan Je-fas y Jefes de Hogar Desocupados, y ar-ticulando éstas al trabajo del Taller. Bajola coordinación de profesores de las ca-rreras de Arquitectura, Diseño del Paisa-je y Diseño Industrial, 32 alumnos y 8 do-centes trabajaron con sectores socialesque habitualmente están lejos de los te-mas que aborda la Universidad, replantea-ron sus herramientas y su lenguaje espe-cífico para ponerlos al servicio de un tra-bajo común, y compartieron creativamen-te las decisiones de diseño. Los 60 res-ponsables de plaza que se eligieron porbarrio realizaron relevamientos y planoscon la orientación de los integrantes deltaller. Luego se hicieron estudios sobre lascaracterísticas del Área Metropolitana ysus espacios sociales, las característicasambientales, urbanas y sociales del Parti-do de La Matanza, las necesidades socia-les de recreación y su concreción públicay gratuita, las necesidades naturales y pai-sajísticas de los barrios, las condiciones deinfraestructura necesaria, el equipamien-to necesario para al recreación, el depor-te y la cultura, la creación de emprendi-mientos productivos para la realización deelementos para la construcción y mante-nimiento de las plazas (veredas, mampos-terías, etc.), así como para su equipamien-to. Todo ello se puso en común y en dis-cusión con los dirigentes y técnicos delMovimiento, así como con los delegadosde barrio. Posteriormente, se organizarontalleres en una escuela, de los que se des-prendieron propuestas para 19 plazas.

Iniciativas de Teatro Comunitario sehan venido desarrollando en algunos ba-rrios y ciudades: “es un teatro que no estáen el teatro, está en la calle, en las plazas,en las rutas, en carromatos, en tablados,en estaciones de trenes”. Entre los cada

vez más numerosos grupos que se hanconformado, puede mencionarse el grupoLos Dardos de Rocha, que intenta res-catar las memorias de la ciudad a travésde un espectáculo itinerante que recorrelas distintas plazas de la ciudad de La Pla-ta, y en el que trabajan vecinos y no acto-res profesionales. También se destaca elgrupo de la ciudad de Patricios, Partidode Nueve de Julio, Patricios Unidos dePie. Este grupo ha tomado asiento en laantigua estación de tren. Este pueblo, quellegó a tener 5.800 residentes, pero en elque actualmente habitan 700 personas, seha movilizado en torno a una actividad quepermite generar un espacio de encuentroen la que “los vecinos se relacionan desdeun lugar diferente”. Quienes forman elteatro comunitario de Patricios valoran lautilidad de esta vía como modo de comu-nicarse con otros vecinos, con quienes vi-ven “no más allá que de un tiro de pie-dra”. Su finalidad es “la recuperación dela memoria, de la historia lugareña, de lacondición de vecinos; estimular la identi-dad, la pertenencia y la comunicación” através de un proyecto colectivo. Desde elgrupo de teatro se sostiene que la crea-ción del mismo ha permitido que los veci-nos recuperaran su arraigo al lugar y sucapacidad de acción. Inclusive, a partir dela puesta en marcha de la obra, se handesencadenado otros proyectos comple-mentarios, como la preparación de infra-estructura para acoger el turismo culturalque se ha generado. Por otro lado, las re-presentaciones han llevado a algunos jó-venes a comunicarse de otro modo conlos adultos de su comunidad, a salir de suciudad o a ser contratados para un trabajopor primera vez en sus vidas.

También en el Partido de Castelli sepresenta en Semana Santa la obra “Jesús elCamino”, en la que actúan diferentes veci-nos de diversas edades. Representa un he-cho inédito en la localidad, por la cantidad departicipantes, por su repercusión regional yen los medios masivos de comunicación na-

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cionales, y por el hecho de que se celebraen un espacio cercano a la Laguna que du-rante el año estaba subutilizado.

El Instituto para el Desarrollo de laDemocracia Participativa (IDEPA) y laJefatura de Juventud de la Municipalidadde Puán llevaron a cabo en el mes de agos-to un seminario–taller denominado “ElMunicipio, los jóvenes y la participaciónlocal: oportunidades y desafíos”. Los par-ticipantes del mismo hicieron un diagnós-tico sobre la situación de la juventud en suPartido y diseñaron proyectos a llevar acabo en el corto plazo. Es interesante ob-servar que, aquí también, los tres proble-mas sobre los que se planificó están vin-culados al uso del espacio urbano. Los jó-venes de Darregueira detectaron comoprincipal problema que “la basura es puestapor los vecinos fuera de lugar” y propu-sieron actividades informativas sobre losefectos que provocan la basura y la faltade limpieza en la ciudad. Los asistentesde Puán señalaron que la participación delos jóvenes en actividades deportivas yrecreativas es baja, que trae como princi-pales consecuencias que “los jóvenes va-guen todo el día en la calle”, y que se pro-duce “encierro en los Cyber para ocupartiempo libre”. Por último, los de Villa Iris–San Germán definieron como principalproblema el que “los espacios de diver-sión no contienen a los jóvenes”. Esto pro-voca que salgan “a divertirse en otras lo-calidades de la zona, generando a su vezpreocupación en los familiares y que elcapital no queda en el pueblo”. A fin demodificar esta situación se han compro-metido a “hacer una tertulia (baile) en elSalón Cultural de Villa Iris y en el local dela Juventud Agraria de San Germán para150 a 200 personas”. Por otro lado, desdela Municipalidad de Puán se ha promovi-do la conformación de la Casa de la Crea-tividad en un vagón de tren que ha sidorecuperado y apropiado por los jóvenes dellugar.

Respecto a la relación con las fuer-

zas de seguridad, corresponde mencio-nar casos como los encuentros denomi-nados “La Policía y los Jóvenes”, reali-zado en Ituzaingó entre las autoridadeslocales y policiales y los alumnos del Po-limodal. Allí, intercambiaron conceptos yrealidades en torno a la relación que existehoy entre la Policía y los jóvenes. A tra-vés de estas reuniones, se procura “lo-grar un buen acercamiento entre los jó-venes del distrito y la Policía para conti-nuar mejorando la relación y la comuni-cación con la comunidad”.

También existen experiencias orien-tadas a relevar actitudes, preferencias yexpectativas de la comunidad respecto asu forma y sus posibilidades de animacióny de uso. En ese sentido, puede mencio-narse la experiencia de “La ciudad, cua-dra por cuadra”, un programa del Gobier-no de la Ciudad de Buenos Aires. El “Pro-yecto Promotores Ambientales” es tam-bién un buen ejemplo de una práctica quepodría replicarse en otras ciudades, tenien-do a los jóvenes como sus principales eje-cutores. No sólo podrían prestar el servi-cio de informar acerca del mal uso delespacio público, sino que la derivación delas demandas a las diferentes áreas degobierno les permitiría entrenarse en lafunción pública.

Una iniciativa juvenil que se vale dela Internet para movilizar la organizacióna nivel local es “Reclama las Calles”. Setrata de un movimiento global que nacióen Inglaterra en 1991 como modo de pro-testa contra el desplazamiento de la vidahacia los espacios privados. Miles de per-sonas son convocadas a participar defiestas en espacios públicos con el objetode recuperar la vida en esos lugares: “lasplazas están siendo privatizadas y lascalles ensanchadas a necesidad de loscoches particulares. No se trata sólo deque el coche sea un medio de transportecaro, privado, ruidoso, contaminante y concapacidad para matar, sino que, además,la circulación de vehículos es la justifica-

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ción para que el espacio urbano quedeimposibilitado para el juego, el paseo, lafiesta, el arte o, simplemente, para estaren la calle. Es “natural” que la calle seapara los coches y que no pueda ser paranada más”. Según se declara en su pági-na web www.reclamalascalles.cjb.net,“la esencia de la fiesta, el cara a cara, elgrupo de amigos y amigas, tanto si sondecenas como miles, que aúnan sus es-fuerzos en un intercambio de riquezasdesmercantilizado para el puro circular dela alegría a través de la comida y la bebi-da, la música y el baile, la conversación oel arte, en la actualidad, se puede consi-derar uno de los actos más revoluciona-rios”. A mediados de diciembre del 2004se llevó a cabo en la ciudad de BuenosAires el primer evento local en la Plaza

Lavalle, con manifestaciones de culturacallejera que fueron desde el ya clásicomalabarismo hasta la muestra informal dearte plástica.

Evidentemente, no se trata de ex-periencias que signifiquen una soluciónpara problemas estructurales, como los dela pobreza o el desempleo, pero sí puedenser una alternativa para mejorar la inte-gración social de toda una población, con-dición que suele favorecer la resoluciónde los problemas de pobreza y margina-ción social. Si bien la renovación del usode lo público requiere tiempo, no son ne-cesarios gastos descomunales ni inventi-vas fuera de serie. Una mejor utilizaciónde tal espacio puede ser promovida, y losmismos jóvenes pueden ser actores fun-damentales en esa transformación.

ADOLESCENCIA, JUVENTUD Y ESPACIO PÚBLICO

Arq. Carlos del FrancoArq. Guillermo García Fahler

Arq. Julio LadizeskyArq. Mario Rub

Grupo Promotor para la Gestión del Espacio Público

El presente trabajo desarrolla,desde una visión urbanística–arqui-tectónica, aspectos vinculados conlas posibilidades de encuentro e in-tercambio entre las personas, quecondicionan las posibilidades demejorar la integración social de losjóvenes. En particular, el supuestoque lo inspira está incluido en el pre-sente Informe: “las condiciones ne-

cesarias para que el espacio funcio-ne como lugar de integración estánparcialmente supeditadas a sus ca-racterísticas físicas.”

Adolescentes y jóvenes cons-tituyen potencialmente una fuentede energía y creatividad sumamentevaliosas para la comunidad. Su inte-gración al contexto social, en oposi-ción a quienes prefieren verlos mar-

ginados por su tendencia a pertur-bar el silencio de los vecindarios,debe ser vista como imprescindible.Se trata de un período clave en laformación de los futuros adultos. Lacuestión es compatibilizar los pro-cesos naturales de constitución dela personalidad con la maduracióngradual de su conciencia de perte-necer a un conjunto social.

USO DEL ESPACIO URBANO 101

El espacio comunitario

La ciudad es un espacio cons-tituido por los seres humanos, im-pulsados por su instinto gregario ypor las necesidades del trabajo y laseguridad colectiva. Resulta claroque los valores que se vuelcan en laconcepción del espacio público sur-gen de otros valores, más profun-dos, que definen el tipo de sociedadque se intenta construir. ¿Es lo mis-mo una plaza diseñada para la con-templación y el descanso que otrapensada para promover las activi-dades colectivas? No correspondepolemizar acerca de esas propues-tas en términos de verdad o error,sino como expresión del disenso quese establece en toda sociedad sobrelas formas de convivencia según lavisión de cada sector socioeconó-mico.

No hay integración social sinespacio público. Las relaciones co-munitarias se establecen mayorita-riamente fuera del espacio privado,por lo que desarrollar la comunidady configurar su espacio barrial sontareas indivisibles. Las políticas co-munitarias y las de desarrollo urba-no son dos caras de una misma mo-neda. Un espacio público proyecta-do para la integración social, si care-ce del apoyo de políticas activas,resultará débil y propenso al aban-dono, o a ser copado por la violen-cia. Cuando la vida comunitaria noes estimulada, el espacio público sedegrada y queda abandonado a susuerte.

Diversos sitios urbanos tie-nen vocación de promover los vín-culos sociales: las veredas, sus es-quinas, las plazas, los patios veci-nales, ciertos equipamientos colec-tivos como la escuela secundaria,

clubes, casas de la juventud, cen-tros vecinales y hasta los cafés ylos boliches. Pero de todos ellos, laplaza es el corazón, el foco de la cen-tralidad barrial. Por otra parte, cons-tituye un escenario de gran eficaciapara la acción política. Su alto nivelde exposición y la concentración desus actividades valorizan la acciónmunicipal y simplifican los proble-mas de seguridad que plantean losgrupos violentos que, aunque fuer-temente minoritarios, problematizanel uso general del espacio público.

Desde el punto de vista urba-nístico, lo adecuado sería intensifi-car las actividades colectivas en elcentro barrial. Las centralidades fuer-tes tienden a vincular a los jóvenescon la comunidad y ejercen un efec-to disuasorio sobre su tendencia aemigrar del barrio, en el caso delConurbano, o de las poblaciones, enel caso de las ciudades pequeñas ylos pueblos. Pero en la actualidad laintegración social se ve limitada de-bido al estado de pobreza en quevive un gran sector de la poblaciónprovincial, con altos porcentajes deindigencia y desempleo. Aunqueestamos en un proceso de reversión,es seguro que a nivel social el tiem-po de crisis será prolongado. Mien-tras tanto, la dura realidad genera enlos sectores sumergidos un senti-miento de discriminación, alimenta-do por el temor a no encontrar sali-das dignas para una supervivencia.

Los sectores carenciados tie-nen grandes dificultades para su in-tegración comunitaria. Recíproca-mente, los sectores medios y altostienden a replegarse dentro de es-pacios cercados y vigilados, por lasensación de peligro que sientenrespecto del espacio público exte-rior. La fragmentación socioeconó-

mica y la fragmentación espacial sonlo mismo.

Mientras esta situación per-manezca, la acción política sobre elespacio público deberá manejarse enun delicado equilibrio, organizandola vida colectiva en espacios pensa-dos y gestionados para ser segurosy confiables.

En el caso de la juventud y sutendencia al apartamiento, no debe-mos confundir entre la necesidad deprivacidad que experimentan natu-ralmente los adolescentes y jóvenesy la actitud de ocultamiento que sur-ge del temor a la violencia y a la re-presión, de las cuales los jóvenesson frecuentemente actores o vícti-mas. No se trata de ofrecer escondi-tes. Los jóvenes deben tener su lu-gar propio, pero dentro del espaciocomunitario, en cuyas actividadeshabrán de asumir un papel social-mente reconocido. El gran objetivoes que desde la posesión de sus pro-pios lugares se sientan miembros dela comunidad. En esta tesitura, seríamuy positivo que pudieran dispo-ner de un presupuesto participativopara sostener sus actividades.

La plaza como centrocomunitario

Se ha señalado que comuni-dad y espacio colectivo constituyenun organismo único. Numerosas ac-ciones urbanas han fracasado porimplementar soluciones parcialespara problemas sectoriales, sin con-siderar su inserción en el contexto.

La cuestión principal radica enel reforzamiento de la centralidadbarrial, es decir, la consolidación delos sitios más representativos del

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lugar, que históricamente han fun-cionado como lugares de referenciaen la memoria colectiva de sus habi-tantes.

Casi siempre este lugar loocupa la plaza, particularmente enlos pueblos y ciudades menores. Enlas ciudades medianas y grandes yen los agrupamientos del Conurba-no se encontrará más de una plaza,pero también existe más de un ba-rrio. La plaza fundacional será, se-guramente, la más convocante perola menos transformable. Tambiénpueden considerarse otras plazasmenos históricas si están conve-nientemente ubicadas. Habrá queanalizar cada caso de acuerdo conla opinión ciudadana.

Cuando nos referimos al con-cepto de plaza incluimos no sólo elárea delimitada por sus calles peri-metrales, sino también las veredasfrentistas con todos sus equipamien-tos. Es interesante la posibilidad derecuperar alguna de esas fincas parasumarlas al espacio común, así comoconsiderar la ampliación de las es-quinas frentistas para equiparlascomo puntos de reunión. Puede re-sultar particularmente valiosa la pea-tonalización, permanente o transito-ria de una o más de sus calles peri-metrales. En este ámbito deben ins-talarse los lugares necesarios paralas actividades comunitarias, entreellas las de adolescentes y jóvenes,en conexión con los espacios de usogeneral hacia los que pueden des-bordar con sus convocatorias. Losjóvenes son especialmente afectosa la organización de actividades pun-tuales (certámenes deportivos, reci-tales, acciones solidarias o reunio-nes políticas).

Punto de convergencia de lavida colectiva, este nuevo tipo deplaza se puede asimilar a la noción

de Centro Comunitario. En las ciu-dades satélites europeas, construi-das para organizar los conurbanosde las grandes ciudades después dela destrucción de la segunda guerramundial, el Centro Comunitario esuna pieza fundamental. Entre otrasfunciones, contiene lugares exclusi-vos para adolescentes, jóvenes yancianos, talleres, bibliotecas, espa-cios multiuso, áreas de juego y de-portes. No estamos en el primer mun-do, pero constituimos una pobla-ción particularmente social y en lamayor parte de la Provincia dispo-nemos de un clima benigno que per-mite, durante la mayor parte del año,un desarrollo pleno de las activida-des al exterior.

Dotando a la plaza, incluidosu entorno, de dos construccionescubiertas de bajo costo (Centro dejóvenes y Centro de mayores), conbaños públicos para uso del con-junto, reorganizando el sector cen-tral para incluir un playón deporti-vo, pavimentando un área seca parareuniones y usos comunitarios conaccesibilidad desde la calle princi-pal, con buffet, pérgola, sillas, me-sas y sombrillas, y reorganizando elárea verde en forma perimetral paraproteger acústicamente los edificiosfrentistas, estamos perfilando la ima-gen de una “Plaza–Centro Comuni-tario” que llamaremos P–CC.

La concentración de las acti-vidades en la P–CC permite raciona-lizar los gastos de iluminación y se-guridad. Esta circunstancia posibi-lita satisfacer un deseo fuertementeexpresado por todos los jóvenes:disponer de lugares propios, inclu-sive en horas nocturnas. Otro efec-to favorable es la caracterización dela imagen barrial que se trasunta enun incremento de los sentimientosde identidad y orgullo comunitario.

Reciclar el espacio central enlas plazas históricas será dificulto-so, dado el valor simbólico que tie-ne su imagen. En tal caso, habrá queanalizar las posibilidades de instalarusos deportivos en terrenos frentis-tas o adyacentes. Siempre puedeconsiderarse la posibilidad de pro-mover algún desplazamiento de lacentralidad a través de la construc-ción de una nueva P–CC.

La programación

La participación es la prime-ra estrategia para la programaciónde los espacios de uso colectivo.El aporte del habitante es insusti-tuible para informar y evaluar el pro-ceso de transformaciones que se ini-cia. A través de la participación,quedarán claramente establecidoslos conflictos y las necesidadesque se buscan conocer para encon-trar caminos realistas. A la vez, laparticipación en la elaboración delprograma acrecienta la disposiciónde los vecinos a apropiarse del nue-vo lugar e insertarse en la gesta-ción de actividades.

Previamente debe realizarseun diagnóstico de la situación ac-tual, a través de un relevamiento delentorno físico y social, incluyendoservicios, infraestructura, activida-des predominantes, característicasde la edificación, datos culturales,demográficos y económicos de lapoblación, y un estudio de su redvincular. Se completa con la cuanti-ficación de los recursos humanos ytecnológicos disponibles y una eva-luación de la capacidad de gestiónde la comunidad.

De todas las actividades queintegran la vida barrial (trabajo, edu-

USO DEL ESPACIO URBANO 103

cación, abastecimiento, etc.), el pro-grama de la P–CC estará mayormen-te referido a las actividades del tiem-po libre. Dentro de esta categoría,pueden señalarse como principalesfocos la vida social, festividades, de-portes, juegos, reposo, paseo, mues-tras, recitales y convocatorias co-munitarias. A su vez, cada uno deestos rubros contiene varias moda-lidades posibles que deben cono-cerse: edad, género y número de losusuarios que la practican, niveles deprivacidad, formas de asociación,horarios diurnos y nocturnos, pro-tección climática (sol, viento, lluvia,frío), estacionalidad verano–invier-no, dimensiones, seguridad, infraes-tructura y mobiliario. Para los gru-pos etáreos que estamos conside-rando, habrá que analizar por sepa-rado las actividades de los adoles-

centes (hasta 18 años) y de los jóve-nes (hasta los 24 años).

Operativamente, esta informa-ción se resume en un conjunto degrillas bidimensionales o multidi-mensionales. De tal universo surgi-rá, completo y detallado, el progra-ma de necesidades y ámbitos, inte-riores y exteriores, con sus caracte-rísticas funcionales, ambientales yrelacionales, que será traducido atérminos espaciales y tecnológicosen la etapa de proyecto.

El programa se completa conun anexo referido a las condicionan-tes morfológicas (estéticas) que de-berán contemplarse. Algún proyec-tista podría presumir que se está in-vadiendo su legítimo campo de li-bertad creativa. Sin embargo, lascondicionantes se tornan pertinen-tes cuando se comprende que, en

cuestiones de espacio público, el ar-quitecto es un intérprete proyectualde la comunidad. El programa inclu-ye lineamientos sobre la forma por-que debe informar sobre la nociónde espacio vivido, cuyas imágenesforman parte de la historia y la cultu-ra de los habitantes del lugar. El di-señador no puede considerarse au-tónomo para desarrollar una imagi-nería que puede resultar transcultu-rada o incomprensible para la pobla-ción. El sentido de pertenencia seinhibe ante los sentimientos de aje-nidad y extrañeza.

Finalmente, un enfoque pros-pectivo señala las próximas influen-cias que el desarrollo urbano ejerce-rá sobre el área, para definir los luga-res que deben flexibilizarse para evi-tar que las transformaciones deter-minen su obsolescencia prematura.

LOS JÓVENES Y LOS ACCIDENTES DE TRÁNSITO

Lic. María Cristina IsobaDirectora de Investigación y Educación Vial

Luchemos por la Vida – Asociación Civil

La obtención de la licencia deconducir se ha constituido, en elimaginario de nuestra sociedad mo-torizada de clase media en adelan-te, en una especie de rito de pasajea la adultez. Por ello, es una situa-ción intensamente esperada y de-seada por la mayoría de los jóve-nes. Y una preocupación para lospadres.

A partir de la Ley de Tránsitode la Provincia de Buenos Aires11.430 y la Ley Nacional de Tránsito24.449, los jóvenes que tengan cum-plidos los 17 años de edad puedenconducir automóviles y, antes, con16 años cumplidos, ciclomotores. Asu vez, los padres, representanteslegales de los menores de 21 años,deben autorizar a sus hijos para so-

licitar la licencia de conducir. La ma-yoría de ellos los autorizan a condu-cir, muchas veces antes de la edadpermitida.

Contradictoriamente, es co-mún escuchar entre los adultos pre-ocupados comentarios acerca de losjóvenes y sus problemas al volantede un auto. Suele decirse que correnmás peligro al conducir, porque son

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inexpertos, porque beben alcohol ovan muy rápido.

Muchos jóvenes sienten queson argumentos de los mayores quese resisten a confiar en ellos y po-nen excusas para no compartir elauto. Algunos adultos, los menos,también creen que se exagera con lacuestión. ¿Cuál es la verdad?

Lo que las estadísticasdicen

Las estadísticas internaciona-les y las cifras de la Argentina con-firman la gravedad de la situaciónde los jóvenes en el tránsito, al pun-to de ser mundialmente considera-dos población de riesgo. Según in-formación de la Organización Mun-dial de la Salud, los accidentes detránsito constituyen la primera cau-sa de mortalidad entre los jóvenes yadultos menores de 35 años. Y la tasade mortalidad es tres veces mayorpara los hombres que para las muje-res. Mueren tanto al volante de unvehículo, como en el rol de pasaje-ros o peatones.

En cuanto al rol como con-ductores, existen numerosas inves-tigaciones de diferentes orígenessobre el tema. Pero una de las másinteresantes proviene de los Esta-dos Unidos, país con graves pro-blemas, ya que posee diferentes eda-des mínimas para el otorgamiento delicencias de conducir, que oscilanentre 15 y 21 años, según los Esta-dos (por ejemplo, en Mississippi alos 15 y en Colorado a los 21).

En el estudio llevado a cabopor el “Instituto Nacional del Segu-ro para la Seguridad en el tránsito”en el año 1994, pudieron comprobar

que los estados que otorgan las li-cencias a más temprana edad tienenmayores índices accidentológicosque los demás.

Las cifras permiten concluirque los conductores de entre 15 y25 años son los que participan enmayor cantidad de accidentes detránsito, siendo responsables o cau-santes principales de los mismos enuna proporción mucho mayor quelos adultos. Además:

- cometen más errores que losmayores al conducir,

- sufren más accidentes unive-hiculares (por ejemplo, al per-der el control de la dirección,se salen del camino y vuelcano chocan contra objetos fijos),

- conducen a excesiva veloci-dad en mayor proporción quelos mayores,

- conducen alcoholizados, confrecuencia, al momento deproducirse los accidentes.

- no usan cinturones de segu-ridad, en mayor proporciónque los adultos.

Las causas de lavulnerabilidad

“La excesiva participación deusuarios jóvenes y de sexo masculi-no en accidentes es uno de los fe-nómenos más frecuentemente obser-vados en el tránsito en todo el mun-do. Es tan reiterado que parece unaley de la naturaleza. Su magnitudsugiere que (el fenómeno) debe in-volucrar mucho más que falta de ex-periencia”. Así dice el investigadory compilador estadístico norteame-ricano Leonard Evans en su libro“Traffic Safety and the driver”.

Efectivamente, en el análisisde las causas posibles, los especia-listas coinciden en la importancia delmomento evolutivo que viven losjóvenes menores de 25 años. Se diceque el cóctel fatal lo constituyen lacombinación de “inmadurez” e “inex-periencia”.

Es correcto pensar que la fal-ta de experiencia es un factor rele-vante en la producción de acciden-tes. De hecho, los cuatro primerosaños de conducción son, estadísti-camente hablando, la etapa de ma-yor riesgo de accidente para un nue-vo conductor, de cualquier edad. Sinembargo, al analizarse las cifras, re-sulta que los conductores nóvelesmenores de 25 años, se accidentanmás que los mayores. La edad hacela diferencia.

Físicamente estánperfectos, peropsicológicamente...

No es una cuestión de habili-dades. Ellos se encuentran en unmomento óptimo de su desarrollo fí-sico. Sus capacidades mentales y fí-sicas se desarrollaron plenamente.Sus respuestas perceptivas y motri-ces, reflejas y voluntarias, son ópti-mas. Sus aptitudes para aprender amaniobrar el vehículo son las mejo-res. Sin embargo, se accidentan másque los mayores.

Porque conducir un vehículoes una actividad compleja que com-promete a la persona en su totali-dad, física y psíquica. Y en esto últi-mo radica el problema. Las aptitu-des, teóricamente pueden ser lasmejores, pero las actitudes que de-terminan los comportamientos al

USO DEL ESPACIO URBANO 105

conducir no siempre son las adecua-das. Inclusive, estudios americanoscompararon los índices siniestralesde los jóvenes que recibieron pro-gramas de entrenamiento paraaprender a conducir en escuelas se-cundarias con los que no tuvieronesa formación. Los primeros se acci-dentaron en igual o en mayor pro-porción que aquellos que no partici-paron de estos programas (el incre-mento se debió a que estos cursosmotivaron a los jóvenes a conducira más temprana edad).

Inestabilidad emocional. Losadolescentes se hallan en un mo-mento de cambios profundos quegeneran, en ellos, inestabilidad emo-cional. El descubrimiento cotidianode sus cambios físicos y psíquicos,de sus potencialidades y nuevassensaciones los sorprenden y apa-bullan. Por momentos, sienten quetodo está bien y se creen omnipo-tentes. Están exultantes. En otrosmomentos se sienten frágiles e inse-guros. Se deprimen. En un instantelo tienen todo claro. Y al siguiente,no saben dónde están parados.

Rebeldía. Se mueven en elmundo en la búsqueda y afirmaciónde su propia identidad adulta, dife-rente de la de sus mayores. Esto loslleva, muchas veces, a confrontarcon ellos y a actuar por oposición.Es la conocida “rebeldía adolescen-te” que, por añadidura, los incita acuestionar o resistir las normas opautas instituidas y, en algunos ca-sos, a la autoridad.

Influenciabilidad. La identi-ficación con el grupo de pares esfuerte y, para muchos, determinanteen el actuar. Pertenecer al grupo lesconfiere una transitoria identidad. Lapalabra del par es más fuerte que el“deber ser”.

Omnipotencia. No quierenescuchar hablar de riesgos, de pre-cauciones, de límites, de peligro demuerte. Porque esa realidad limitadaes sentida como recorte a la propialibertad y omnipotencia. Ellos sien-ten que pueden con todo, sobrees-timan sus capacidades y posibilida-des. Usar el cinturón de seguridad,controlar la velocidad o no beber al-cohol es sentido como limitacionesa su ser. Los riesgos y la posibilidadde morir son negados. La muerte estámuy lejos. Creen que tienen toda unalarga vida por delante.

Todos estos factores antesmencionados, inestabilidad emocio-nal, rebeldía, influenciabilidad y om-nipotencia, atentan contra la con-ducción segura. Las actitudes de losjóvenes al volante son, muchas ve-ces, opuestas a la seguridad vial.Cometen errores al conducir, condu-cen a alta velocidad, se distraen confacilidad (especialmente cuandoconducen acompañados por suspares), se colocan en situaciones lí-mite, conducen alcoholizados, olvi-dan las prioridades de paso, etc. Yprecipitan así, los hechos trágicosque llenan las crónicas policiales ylas estadísticas.

En la Argentina se sumala falta de educación vial

Luchemos por la Vida, en sutarea de investigación asociada a laactividad docente en educación vialrealizada con más de 700 jóvenesestudiantes secundarios de entre 15y 18 años de Capital Federal y Pro-vincia de Buenos Aires, pudo com-probar que la falta de educación enel tema, durante la primaria y secun-

daria, ha dado como fruto la incor-poración al sistema del tránsito comoconductores (de bicicletas, motos oautomóviles), de jóvenes que:

- Tienen un superficial conoci-miento del sistema del tránsi-to y la causalidad de los acci-dentes de tránsito.

- Desconocen cuestiones bási-cas de la conducción, talescomo prioridades de paso,zonas de circulación, relacio-nes velocidad-tiempos de fre-nado, etc.

- Reconocen superficialmentelas conductas de riesgo aso-ciadas a la conducción (bajoinfluencia de alcohol, cansan-cio, exceso de velocidad, etc.)con graves errores concep-tuales.

Programas diversos conresultados variables

La situación reviste la sufi-ciente gravedad como para que latarea de concienciar, educar y prote-ger a los adolescentes al volante seaprioritaria en los trabajos de investi-gación, legislación y programaciónde tareas en el campo de la seguri-dad vial en los países más avanza-dos en el tema.

En ellos, se han elaborado ypuesto en práctica diversos progra-mas de educación vial para la pobla-ción de enseñanza media con esca-sos resultados positivos. Tambiénen el campo de la legislación se hanintentado diferentes clases de mo-dificaciones a la ley, para la protec-ción de los jóvenes y la comunidadtoda. De la experiencia ajena y la pro-pia, rescatamos algunas propuestas

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que han dado buenos resultados enotros países y serían aplicables ennuestra nación, y que a nivel insti-tucional serían prioritarias.

En educación vial:- Educación vial en los niveles

pre-escolar, elemental y medio,focalizada en la comprensióndel funcionamiento del siste-ma de tránsito y la prevenciónde accidentes, por medio deactividades participativas, quetengan a los estudiantes comoprotagonistas del proceso deaprendizaje. Inclusión en lacurrícula de los contenidosmínimos que los docentes in-cluirán en sentido transversal.

- Específicamente para el abor-daje adolescente, desarrollode programas de conciencia-ción en medios educativos yasociaciones intermedias, decarácter grupal, organizadosy coordinados conjuntamen-te por jóvenes y organismosespecializados.

- Tareas de concienciación parapadres con respecto a la se-guridad vial para niños y ado-lescentes, en sus roles deusuarios de la vía pública tan-to como peatones, conducto-res o pasajeros.

- Modificar las condicionespara el otorgamiento de licen-cias de conducir, brindandocursos de educación vial parafuturos conductores y repro-gramando los exámenes deconducir, teóricos y prácticos,centrando las evaluacionesen los parámetros de un con-ductor seguro.

En el campo legislativo:- Establecer 0 nivel de alcoho-

lemia para conductores meno-res de 25 años.

- Obligar a la presentación de ungarante (padre o representantelegal, o escuela de conducir),responsable ante la ley por losdaños y perjuicios que puedaocasionar el examinado al mo-mento de rendir su examen deconducir (ya que el mismo sedesarrollará en la vía publica).

- Establecer la Licencia gradualde conducir para los menoresde 21 años. Los nuevos con-ductores realizarían un proce-so de tres etapas que implica-ría la introducción gradual ala licencia completa. Este sis-tema permite a los nuevosconductores ganar más expe-riencia en la calle bajo super-visión, en situaciones de me-nor riesgo. Esto también sig-nifica que cuando el adoles-cente obtiene su licencia sinrestricciones, es mayor y másmaduro. Luego de que el jo-ven conductor demuestra uncomportamiento responsable,las restricciones van siendosistemáticamente eliminadashasta que se le da una licen-cia libre de restricciones.

- La licencia de conducir gradualbrinda a los jóvenes y novatosconductores práctica prolonga-da de conducción bajo super-visión y condiciones de bajoriesgo, ya que el tiempo míni-mo para acceder a la licenciaplena es de un año y medio, entanto no sufra accidentes nitenga infracciones. Eso le per-mite adquirir mayor experiencia,y tener más edad al llegar a ella,con más madurez y juicio (elpadre o adulto responsabledebe certificar, por escrito, unacantidad mínima de horas depráctica en cada nivel).

- Reduce la exposición de losjóvenes inexpertos a situacio-nes de riesgo (como conducirpor la noche en rutas o auto-pistas o junto a su grupo depares), ya que asegura untiempo mínimo de conducciónsupervisada durante las ho-ras del día y la noche, antesde hacerlo sin restricciones.

- Exige mayor formación sobreconocimientos de conduc-ción segura para la preven-ción de accidentes, y mayorentrenamiento en las habilida-des de conducción básicas yavanzadas, ya que hay dosniveles de evaluación: inicialy avanzado. El segundo nivelde exámenes se centra en losprincipios de la conducciónpara evitar accidentes.

- Incrementa la motivación paraconducir en forma segura ypara “actuar según las reglas”.Las restricciones son levan-tadas como recompensa porla buena conducción, y lassanciones son impuestas porviolación. Para los conducto-res jóvenes, la peor sanciónpuede ser el retraso que losmantiene durante más tiempoen una misma etapa, mientrasque sus pares avanzan a lossiguientes niveles. La licenciade conducir gradual proveeun incentivo para la conduc-ción segura.Estas son sólo algunas pro-

puestas de las diversas posibles, porla vida de todos en la vía pública, yespecialmente por nuestros jóvenes.Pero, tal como expresa en su informela OMS, “un esfuerzo concertado porparte de los gobiernos y sus sociospara mejorar la seguridad vial puedehacer un mundo de diferencia”.

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 107

El proyectode vida laboral

CAPÍTULO V

El concepto de “proyecto” se defi-ne desde diferentes dimensiones. En pri-mer lugar, un proyecto es el “lugar” quese alcanza luego de un proceso de planifi-cación y gestión, producto de múltiplessentidos y negociaciones con actores quese encuentran relacionados. Un proyectocontiene además la posibilidad de trans-formar la realidad hacia una situación de-seada; implica pensar un camino con pro-puestas y acciones que permitan cumplirobjetivos en función de ciertos valoresadquiridos, y puede incluir o no a la socie-dad en que se vive. Es, por último, unapropuesta en movimiento, en donde searma un plan de desarrollo que pone encirculación los recursos con los que secuenta.

La creación de un proyecto signifi-ca un crecimiento, en tanto se impulsahacia el futuro lo que se busca alcanzar.Aquí es donde aparece la idea del trabajo,pues en él las personas suelen encontrarun espacio donde aportar a su comunidad,en donde sentirse seres útiles, producti-vos, construyendo su futuro en base alsentido que culturalmente le asignan. Perono todo proyecto de vida involucra al tra-bajo, si bien suele ocurrir que algunos pro-yectos no laborales sí lo requieren comocondición necesaria. En la cultura occi-dental, tiene una extensa trayectoria laconcepción del trabajo como instrumentofastidioso pero ineludible para alcanzarotros bienes considerados valiosos.

En el actual contexto global de ines-tabilidad generalizada de las insercioneslaborales, los jóvenes manifiestan cada vezmás dificultades para concebir proyectos

de vida vinculados directa o indirectamenteal trabajo. A ello son además impulsadospor la proliferación de una cultura quemenosprecia los compromisos de largoplazo, acompañada por una tendencia delmercado a desfavorecer las relacioneslaborales estables.

Es preciso además desterrar de en-trada el supuesto alegre de que es un pro-blema exclusivo de los jóvenes pobres. Deacuerdo a la encuesta analizada en el Ca-pítulo VII del presente Informe, práctica-mente la mitad de los jóvenes manifiestano tener un proyecto laboral de largo pla-zo. Y si bien se trata de un fenómeno queaumenta fuertemente entre los más po-bres, corresponde aclarar que un tercio delos jóvenes de estratos socioeconómicosaltos o medios también declara no dispo-ner de un proyecto de ese tipo.

Sin embargo, el problema reside enque en el actual contexto del mundo deltrabajo las formaciones profesionales ten-drán que ser cada vez más flexibles yadaptables, y por lo tanto la formación ola capacitación inicial no será tan deter-minante en el largo plazo para las even-tuales oportunidades laborales. En estemarco, resulta fundamental la habilidad quelos jóvenes tengan para demandar conti-nuamente herramientas de capacitación,y ello resultará claramente restringidocuando carezcan de un proyecto laboralde largo plazo.

Específicamente, la construcción deun proyecto de vida laboral implica el aná-lisis de valores de la persona, la reflexiónsobre la toma de decisiones y la iniciaciónen el desarrollo de la autonomía personal,

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005108

cuya meta final estará orientada a lograrla independencia.

El proyecto de vida laboral debeconsiderar un análisis personal, donde losjóvenes, según su propio bagaje y compe-tencias, reflexionarán sobre una posiblecarrera educativa profesional o personal,o sobre un puesto de trabajo que aspiranalcanzar.

La construcción de un proyectoidealmente comienza en la escuela media,pero no es posible especificar un final fijo,ya que su elaboración es dinámica en lavida de toda persona, cuyos planes e iti-nerarios, esperados y logrados, son replan-teados continuamente. Armar un proyec-to es imaginarse hacia un futuro, indepen-dientemente de los logros finales que con-cretamente serán alcanzados.

Todo proyecto de vida laboral impli-ca imaginar nuevas formas de vida “auto-sustentables” focalizadas en la formaciónprofesional–técnica y no formal, en el tra-bajo y en la creación de medios para lle-varlas a cabo. Pese a ello, los jóvenescuando planean su proyecto de vida labo-ral hacen más hincapié en sus destrezaspersonales y en factores valorativos y sub-jetivos que en cuestiones materiales.

Para la mayoría de ellos, el proyec-to de vida laboral es percibido como algolejano, que generalmente se posterga paraun futuro; no obstante, su construcciónconstituye el motor para fundar su pre-sente. Si bien esto no es algo dado o reci-bido como transmisión o herencia, sueleser acompañado por la figura de un refe-rente adulto que pudo construir una tra-yectoria relevante que aparece como mo-delo para el joven, operando como puntodesde donde puede comenzar a pensar ya estructurar su propio proyecto.

El joven participa activamente en ladefinición, la planificación y la revisión desu perfil laboral, o en el camino educativoformal o informal que seguirá para alcan-zar su empleabilidad futura. Ese conjuntode acciones realizadas forma parte del

armado de su proyecto de vida laboral que,además, estará determinado por sus itine-rarios escolares, por su origen familiar, porsu entorno cultural y social circundante,por los valores de la época, por sus pro-pias expectativas y por la forma de con-cebir la sociedad. Por ese motivo, la cons-trucción de un proyecto de vida para losjóvenes puede ser sintetizado en las pala-bras del pedagogo Antonio Carlos GomesDa Costa: “cuando el adolescente tieneun proyecto de vida, su vida pasa a tenerlo principal, que es el sentido de la vida”.

El proyecto de vida laboral abarcados campos de acción con los que se en-frentan los jóvenes: el ideal y el real. Elprimero es aquel donde se plantea la vi-sión de un desarrollo personal mediante larealización de una carrera a través de unconjunto de saberes y experiencias consi-derados como un proyecto a futuro. Conél se espera cubrir las necesidades senti-das e incluye aspectos concernientes almodelo deseado, las ambiciones, las ex-pectativas y las aspiraciones según valo-res propios. El segundo, el campo real,hace referencia a la percepción que losjóvenes tienen del contexto socioeconó-mico y a las tendencias del mercado labo-ral, actualmente marcadas por el desem-pleo, el subempleo y la precariedad, queproducen la ruptura de la idea tradicionalde lograr objetivos propuestos a partir delesfuerzo personal sostenido.

En respuesta a ello, los jóvenes sue-len diseñar proyectos de corto plazo, de-terminándolos inicialmente a partir de laeducación formal o no formal o de la in-serción al mundo del trabajo. Ello puedeestar o no englobado en un proyecto devida más amplio que abarcaría el matri-monio, los hijos, el estilo de vida deseado,el tipo de trabajo, las relaciones persona-les originadas en él, la vivienda, el desa-rrollo personal, el logro de objetivos pro-pios, la participación política y social, etc.El proyecto de vida laboral puede perci-birse, entonces, como una capacidad de

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auto–orientación y auto–diagnóstico, quese aprenden y ejercitan de la misma for-ma que otras habilidades profesionales.Para poder ir construyendo su propio pro-yecto, el joven debe ir resolviendo con-flictos y modificando sus decisiones paraaproximarse al ideal planificado.

A pesar de lo personalizado que esla construcción de un proyecto de vida la-boral, es posible y necesario colaborar conlos jóvenes para la resolución de sus con-flictos y la definición de su proyecto, apartir de la implementación de diferentesherramientas, de capacitaciones articula-das en función de sus propias competen-cias, habilidades y capacidades, y de unaparticipación que “empodere” al joven,permitiéndole darse cuenta de sus poten-cialidades.

Primordialmente, por el rol que des-empeñan, son las instituciones educativasa las que les correspondería encaminar yorientar a los jóvenes hacia su desarrollopersonal, a partir del acompañamiento enla construcción de un proyecto de vidaeducativo, laboral y familiar deseado yreflexionado. Se destaca el papel de estasinstituciones porque permiten transformarlas concepciones, los hábitos y las pers-pectivas de los jóvenes, logrando una com-prensión más acabada de la situación delcontexto donde viven, y de ese modo pla-near medidas adecuadas para que puedanser realizadas.

Pero no debe olvidarse que la rela-ción que hoy establecen las institucioneseducativas son acotadas en el tiempo, yhabitualmente requieren una continuidadque las inserciones laborales inestablessuelen desalentar. Por ello, resulta deter-minante el papel del municipio en la for-mulación y la ejecución de acciones orien-tadas a la creación y la consolidación delos proyectos de vida laboral de los jóve-nes. Esto no implica quitar responsabili-dad a las instituciones de formación o decapacitación, sino asumir su actual impo-sibilidad de monitorear la trayectoria pro-

fesional de los jóvenes y de promover sucapacidad para diseñar y ejecutar sus pro-yectos de vida vinculados al trabajo.

Si se considera que la construcciónde cada proyecto es reformulada en for-ma permanente, es necesario que los go-biernos locales puedan acompañar uorientar a los jóvenes atendiendo a los si-guientes principios.

Los jóvenes, para elaborar su pro-yecto, necesitan espacios de participacióndonde tengan la posibilidad de demostrarque pueden ser actores protagónicos deprocesos de transformación, que conocensu entorno, la realidad en la que viven ysus propios deseos.

El poder definir un proyecto englo-ba no sólo el planteo de los objetivos y losmedios para concretarlo, sino que su pues-ta en marcha llevará al joven a cuestio-narse, desde el inicio, sobre el modo enque lo ha elaborado, cómo ha determina-do los medios para obtener sus logros, etc.,en la búsqueda de un desarrollo y un ajus-te de sus planteos ante los posibles cam-bios tanto externos como internos que pue-dan producirse.

Un proyecto constituye una re-flexión y no sólo deseos o intenciones. Porese motivo, los jóvenes deberán ser guia-dos para reflexionar sobre la situación delmundo actual, el futuro que desean alcan-zar y los medios que les permitirán adqui-rir lo planeado. A partir de ese momento,el proyecto elaborado será nuevamenteanalizado y replanteado, redefiniendo ob-jetivos y medios, teniendo en cuenta lositinerarios recorridos que enriquecerán ydemarcarán nuevos rumbos a seguir.

El proyecto es una anticipación quedescribe el joven desde el presente, lo quepercibe que podrá ser concretado en unfuturo. Ésta debe prever lo que el jovendesea ser o hacer en el futuro; por lo tan-to, está influida por su intencionalidad. Eljoven es así un protagonista activo al plan-tearse su proyecto y anticipándose al fu-turo.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005110

El proyecto será desarrollado y di-señado únicamente por el joven, debiendoreflexionar sobre las causas y las inten-ciones que lo llevaron a definirlo de esemodo y no de otro. La intencionalidad esel resultado de tres cuestionamientos enuna continua retroalimentación: evaluar losmedios, valorar la espera presente y con-siderar la validez futura. Esto permite or-denar al joven para que visualice si lo quees importante hoy lo será en el futuro.

El proyecto debe orientarse para eldesarrollo de las capacidades y de las ex-pectativas de cada joven. Ellas, aunque nolleguen a aplicarse inmediatamente, detodas maneras conforman vectores dedesarrollo profesional, pues quien apren-de un camino tiene más facilidad paracomprender otro.

Finalmente, es preciso remarcar quela construcción de un proyecto de vida la-boral está relacionada con la identidadpersonal y con el sentido de la propia exis-tencia.

Por lo tanto, un modelo elemental aseguir desde la gestión municipal paraorientar al joven en su proyecto de vidalaboral consiste en lo siguiente:

• Ayudar a los jóvenes a diseñar susproyectos de vida laboral a corto,mediano y largo plazo.

• Favorecer la planificación de pro-yectos teniendo en consideración ladimensión técnica, la existencial y lapersonal de cada joven.

• Orientarlos para que puedan espe-cificar sus habilidades e interesespersonales.

• Ayudarlos a seleccionar su carreraprofesional, técnica o personal.

• Promover la elección de un trabajoteniendo en cuenta su valor social.

• Acompañar el proceso de reformu-lación continua de los proyectos devida laboral.La elaboración de un proyecto de

vida laboral por parte de los jóvenes debeestar asociada con la “cultura del trabajo”

y debe potenciar las capacidades. De estamanera, se debe revalorizar el esfuerzo yel trabajo como forma de vida cotidiana, yconcienciar a los jóvenes respecto a quelos logros sólo pueden ser alcanzados amediano y largo plazo a partir de un es-fuerzo constante.

Sintéticamente, la construcción de unproyecto de vida laboral debe ser diseña-da activamente por el joven con el objetode adquirir un conjunto de conocimientos,habilidades, destrezas y competencias,contando anticipadamente con informaciónbásica y capacidad de exploración, de tomade decisiones y de formulación de objeti-vos. Todo ello concluye en un plan de ac-tividades a ser ejecutadas, que generaráun desarrollo personal. El proyecto se con-forma en el futuro que una persona aspiraalcanzar para sí misma.

Los recorridosde los jóvenes:trayectorias laborales

Los jóvenes deben planificar su pro-yecto de vida laboral considerando susaspiraciones, sus motivaciones personalesy aquello que desean ser y alcanzar en unfuturo. Una vez que queda construido, detodas formas –y como ya se ha visto– debeser recreado continuamente. El mismoserá plasmado teniendo en cuenta los pa-rámetros históricos y económicos de larealidad, conjuntamente con su historiapersonal y familiar.

El proyecto se hace realidad cuan-do los jóvenes inician su recorrido o itine-rario a partir de la búsqueda concreta deun trabajo, o con la obtención del primerempleo, y luego continúa con las sucesi-vas entradas y salidas en el mercado la-boral. Las entradas corresponden a la ob-tención de una ocupación o de empleoscada vez más ventajosos, y las salidas serefieren a la pérdida de la ocupación o a

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las transiciones ocupacionales desventa-josas en el mercado laboral. Por lo tanto,el trayecto laboral que es recorrido porcada joven no es lineal. Esto se debe aitinerarios diferentes que varían constan-temente, que podrán ser fragmentados obifurcados, y muchas veces se verán trun-cados en la búsqueda ideal de llegar a unainserción laboral estable.

Los itinerarios de los jóvenes sontransitados de modos desiguales, de acuer-do con la situación del mercado laboral,con las propias singularidades y conformeal sector social a que pertenecen. Las fa-milias de origen constituyen un factor prin-cipal que delimita las trayectorias labora-les según los recursos sociales, culturalesy materiales que poseen. Éstos son defi-nitorios para el desarrollo de distintas prác-ticas que serán utilizadas por los jóvenespara la obtención de un primer empleo oel logro de uno mejor. Tales prácticas nosólo serán afectadas por la situación so-cioeconómica y por las característicasdemográficas, sino también por su capitalcultural. Esto los conduce a realizar de-terminadas elecciones y no otras.

Es en este sentido que Marta No-vick y Roberto Benencia consideran que“las trayectorias pueden ser vistas comoel resultado de acciones y prácticas quedesarrollan las personas en situacionesespecíficas a través del tiempo, por lo queen este caso, esas trayectorias ‘sintetizan’,por un lado, la estructura de oportunida-des existentes y, por otro, el aprovecha-miento particular que los individuos pue-den hacer de las mismas a partir de lapuesta en juego de sus capacidades pro-fesionales, sociales y sus propias subjeti-vidades”.

Esta particularidad social, cultural ehistórica constituye un lugar, una identidad,una posibilidad y una característica propiade cada joven. Pero si bien la historia mar-ca tendencias en los destinos de los jóve-nes, no es quien los decide. Ellos puedenactuar y responder de múltiples formas.

Los jóvenes pueden construir así elsentido de sus prácticas y sus acciones,conformando itinerarios laborales registra-dos en tramos temporales que dan cuentade procesos de elección y de decisión. Deesta forma, los acuerdos fijados con suentorno permiten conservar una singulari-dad y experimentar el sentimiento de “seralguien en la vida”, aunque muchas vecesel logro laboral no constituye la meta a seralcanzada, sino que queda relegada sólo aun medio para lograr otros objetivos valo-rados.

Durante décadas el trabajo ocupó unlugar de centralidad, a partir del cual seorganizaban y planificaban las otras acti-vidades en la vida de las personas. El pro-yecto de vida podía así quedar marcadopor la elección del trabajo, más que porlas motivaciones personales. Aquél eraconsiderado como determinante del reco-nocimiento social, del tipo de relacionessociales adquiridas, de la calidad de vidaobtenida y del ascenso social alcanzado.Además, el trabajo proporcionaba oportu-nidades para adquirir y demostrar compe-tencias, garantizaba una cierta seguridadeconómica y permitía la satisfacción deintereses personales de largo plazo. Peroese lugar central del trabajo se ha perdi-do, y en el presente ya muchos no lo reco-nocen como una actividad que dignifiqueal ser humano, especialmente en el casode los jóvenes. No todo se debe a la pre-cariedad de las inserciones que ofrece elmercado laboral, pues también ocurre quealgunas tendencias culturales han mutadohacia la valoración de otras actividades.

No hace tanto los jóvenes se repre-sentaban un contexto social con movilidadascendente, donde aun quienes proveníande estratos populares podían pensar y rea-lizar una trayectoria que daría como re-sultado la inserción en un trabajo estable.Esto a la vez se concretaba con frecuen-cia en recorridos en la vida adulta a tra-vés de ascensos por antigüedad, por ex-periencia, por edad, por habilidad o por

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valoración de títulos académicos. En laactualidad este esquema se ha resquebra-jado, en la realidad y, en forma aún másexagerada, en las percepciones de los jó-venes.

El resquebrajamiento se reproduceen dos esferas, la educativa y la laboral.El sistema educativo fue afectado por lamasificación, el consiguiente aumento delos años de formación necesarios paraobtener credenciales válidas y la frag-mentación del sistema en cuanto al tipo yla calidad de educación brindada. La es-fera laboral fue afectada por las mayo-res exigencias de credenciales educati-vas, la reestructuración del mercado y larápida desaparición de inserciones esta-bles, el alto índice de desempleo y de su-bempleo y la incorporación de nuevastecnologías.

El sociólogo británico AnthonyGiddens afirma que se ha modificado elmodo de concebir el trabajo a partir decuatro tendencias. La primera correspon-de a la disminución del empleo permanen-te y de tiempo completo, que respondía amodelos económicos de ocupación plena,producción en serie y trabajo asalariado.La segunda tendencia hace referencia alnuevo rol de la mujer, que irrumpe en elmercado laboral desplazando la idea deexclusividad del trabajo fuera del hogarpara el género masculino. La tercera, co-rresponde al declive de la clase socialcomo experiencia de vida y como formade pertenencia a un grupo; por ejemplo, la“clase obrera” fue reemplazada por la“biografía del individuo”, quedando desdi-bujada la identificación colectiva junto conla pérdida de símbolos culturales que a ellarespondían. La cuarta y última tendenciaseñala que el trabajo para toda la vida, queen un momento fue algo predestinado paramuchos, actualmente es escaso; por lotanto, ya no se lo reconoce como materiade destino por considerarse más común eldesempleo, especialmente para los secto-res más desfavorecidos.

Las transformaciones y variacionesconstantes del mercado de trabajo produ-cen temor en todas las clases sociales, ycrean la naturalización de la incertidum-bre entre los jóvenes. Pero si bien en elpresente los modelos son inestables, sedebe destacar que los recorridos de cadatrayectoria dependen –y seguirán ha-ciéndolo– en buena medida de la capaci-dad que tiene el joven para buscar sus pro-pias respuestas, sus propias decisiones, suspropios itinerarios, convirtiendo de esemodo “su experiencia en única”.

Las circunstancias laborales frag-mentadas que vivencia el joven permitenque se adapte a diferentes trabajos, y deesa manera puede adquirir un perfil ca-racterizado más por la flexibilidad que porla especialización, siendo, en algunos ca-sos, esta condición más valorada por elmercado; y al mismo tiempo, impacta a sumundo de relaciones, que se modifica cadavez que inicia un nuevo trabajo.

Si bien la trayectoria laboral de losjóvenes no es algo fácil de transformarmediante una política específica, resultasustancial ofrecerles desde el Estado di-ferentes alternativas que podrán realizardurante los períodos de trabajo y especial-mente en los de no trabajo, brindándolesla oportunidad de que sus proyectos devida laboral puedan recrearse en itinera-rios alternados pero efectivos, y que lespermitan concebir su trayectoria comopropia: familia, trabajo, consumo, movili-dad social, relaciones, capacidades, opor-tunidades.

Es importante que el papel de losmunicipios se oriente cada vez más haciaactividades específicas que preparen aljoven en diferentes aspectos para la con-creción de su proyecto de vida laboral, esdecir, la posibilidad de poner en acción elpropio proyecto, con itinerarios en los quelos infortunios puedan ser transformadosen aprendizajes y logros. Para ello, losmunicipios, con el apoyo de diferentesáreas del gobierno provincial, deberán:

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 113

• Ayudar a concretar el proyecto devida laboral de los jóvenes y acom-pañarlos mediante un seguimientocontinuo, resaltando que los recorri-dos no siempre responden a lo quese soñó y haciendo hincapié en labúsqueda por alcanzar una vida delogros a través de la concreción desus itinerarios.

• Afianzar el conocimiento acerca deque los recorridos serán largos, detransacciones, de postergaciones yde pequeñas derrotas, como así tam-bién de logros y éxitos.

• Favorecer la percepción de las tra-yectorias como secuencias en eltiempo que pueden ir transformán-dose, que no son estáticas sino to-talmente dinámicas.

• Promover el reconocimiento deaquellos aspectos positivos ganadosen cada puesto de trabajo, para quepuedan ser incorporados en la nue-va búsqueda.

• Ayudar a detectar la estructura deoportunidades y respaldos para am-pliar las redes de relaciones.

• Asistir en el modo de utilizar mejorlos recursos que se poseen.

• Crear un entorno de sociabilidad sig-nificativo para que los jóvenes cuen-ten con apoyos específicos en lasbúsquedas y la capitalización de susexperiencias.

• Promover su integración en gruposde trabajo para la realización de pro-yectos que aporten a su crecimien-to, en lo personal y en lo laboral.

• Brindar herramientas para conocerlas fluctuaciones del mercado y po-der actuar en concordancia.

• Incentivar a la innovación con elobjeto de crear nuevas oportunida-des laborales.

• Promover el intercambio de expe-riencias entre los propios jóvenes.La realización del proyecto de vida

laboral se relaciona con la capacidad del

joven para construir una experiencia so-cial que asocie adecuadamente lo trans-mitido y lo deseado. Es decir, que los iti-nerarios se construyen en una complejatrama entre las oportunidades que la pro-pia posición y las circunstancias brindan,y la capacidad del joven de valerse y po-ner al servicio de sí mismo los recursosque la estructura de oportunidades le pro-porciona.

La concreción del proyecto permiteque se valore como persona, como ciuda-dano y como trabajador socialmente res-ponsable, y sentirse autónomo, ya que sibien con restricciones, puede orientar losrecorridos de su trayectoria laboral. Porlo tanto, para la realización de un proyec-to es necesario que el joven cuente conbases elementales que lo ayuden a recu-perarse de situaciones difíciles y contarcon recursos para pensarse en relación así mismo y a los otros.

Más que volcarse exclusivamentehacia la asignación de recursos para la ca-pacitación en contenidos, es fundamentalel papel activo de los municipios para asis-tir a los jóvenes en el proceso de realiza-ción de itinerarios decididos, mostrándolesel escenario laboral en el cual se insertan eimpulsando la creación de una red de rela-ciones, es decir, creando certezas para quepuedan volver a preguntarse qué es lo quedesean para sí mismos. De lo contrario, secorre el riesgo de conformar impulsos dis-continuos en los que se asignan recursospara realizar cursos de capacitación que losjóvenes tienen dificultad para articular enun proyecto de largo plazo.

Formación y capacitación

La modificación del mercado labo-ral en los últimos tiempos tuvo un impactorelevante en toda la población, y particu-larmente en los jóvenes, quienes encuen-tran crecientes dificultades para enfren-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005114

tar la perspectiva de incertidumbre con lasherramientas que obtuvieron del sistemaeducativo. Por esta situación, se produjouna expansión de la oferta de educaciónno formal a través de la multiplicación deinstituciones y cursos.

Desde el Estado fueron implemen-tados programas sociales activos orienta-dos a la disminución del desempleo, me-diante cursos de capacitación laboral, conel objeto de desarrollar competencias bá-sicas y favorecer el desarrollo de empren-dimientos. Los cursos que fueron diseña-dos para jóvenes de sectores medios ybajos de la población, se caracterizaron porofrecer una formación fraccionada y decorta duración, no logrando los resultadosesperados para la reinserción laboral oeducacional de los jóvenes.

Actualmente, a estos programas seagregaron otros para promover la finali-zación de los niveles educativos forma-les y recalificar a la fuerza de trabajo des-empleada o con problemas de inserción.Sin embargo, muchos jóvenes no se sien-ten estimulados para acceder a ellos por-que consideran que la educación ya nogarantiza la inserción laboral ni el ascen-so social.

Pese a que los planes educativos hansido modificados a través de diferentes

iniciativas, aun se requiere fortalecer lasreformas en la formación de los jóvenesdel sector social más vulnerable, debido aque el sistema no alcanza a brindar todoslos elementos necesarios para enfrentarlas demandas del mundo laboral. Por esoprocede replantearse la relación existenteentre educación y empleo. Por una parte,la educación trae aparejados como bene-ficios económicos para los jóvenes el au-mento de las posibilidades de trabajo dig-no, el acceso a empleos mejor remunera-dos y la adquisición de destrezas, habili-dades y competencias requeridas por elmercado. Por otra parte, el aumento delas brechas sociales, de género o regiona-les tiende a afectar negativamente la cali-dad educativa. Las generaciones anterio-res asociaban el trabajo y la educación aun mundo de valores donde el esfuerzoera compensado por logros futuros positi-vos, el acceso a un trabajo digno, la reali-zación personal y la posibilidad de movili-dad educacional intergeneracional. Dichosvalores han cambiado, y hoy existe enmuchos jóvenes un cambio en la aprecia-ción de ciertos esfuerzos que se deberíanejecutar para obtener determinados resul-tados. Esta crisis deriva en un cuestiona-miento sobre las representaciones y lascertezas, y llega a transformar algunos

Jóvenes de sectores bajos Jóvenes de sectores medios y altos

Bajo acceso a cultura general Alto acceso a cultura general

Alta deserción escolar Baja deserción escolar

Menor educación formal Acceso a formación superior

Mayor participación de la mujer Mayor participación de la mujer(por recomposición de ingresos (por altos niveles deperdidos o deteriorados) escolarización y calificación)

Carecen de antigüedad laboral Carecen de antigüedad laboral

Calificación nula y baja Calificación media, técnica y superior

Baja autoestima Alta autoestima

Ausencia de redes sociales Presencia media y alta de redes sociales

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 115

valores en disvalores, haciendo menosefectiva la acción de las instituciones deformación y socialización.

No obstante, como ya fue dicho, laeducación sigue siendo esencial para laobtención de un trabajo digno, que es de-finido por la Organización Internacional delTrabajo como el trabajo productivo, conderechos, con ingresos adecuados y conprotección social. Sin embargo, muchosjóvenes igualmente no finalizan sus estu-dios en el Polimodal, tal como se analizaen el Capítulo VI.

En su inserción laboral, los jóvenesse ven afectados por el entorno socioeco-nómico, presentando características disí-miles según el origen social, conforme seesquematizan en el cuadro de la páginaanterior.

Por lo tanto, la inserción laboral delos jóvenes es construida de manera dife-renciada según el estrato social al cualpertenecen, y tiene las particularidades quese detallan en el cuadro incluido al pie dela presente página.

De esta manera, las oportunidadeseducativas y laborales están socialmenteestructuradas por diferencias de origen.Los jóvenes de sectores de bajos recur-sos a veces optan por carreras de cortaduración, por ser menos costosas, por per-mitir una rápida salida laboral y por brin-dar la posibilidad de trabajar y estudiar almismo tiempo. Por otra parte, para ellos

suelen ser insuficientes las redes socialesque ayudan a la obtención de un trabajo.

Inversamente, los de sectores mediosy altos presentan una mayor permanenciaen el sistema de educación formal, por sunivel académico, la exigencia, la formaciónamplia, el reconocimiento en el mercadolaboral y el prestigio social. La adquisiciónde títulos terciarios, universitarios, maestríasy doctorados exige una mayor permanen-cia dentro del sistema, lo que aparece comola alternativa más legítima para utilizar eltiempo. Esto se vincula con el retraso en laautonomía respecto del hogar de origen,especialmente en sectores medios, dondehay jóvenes que permanecen por más tiem-po viviendo con su familia.

La educación de los jóvenes y la ad-quisición de conocimientos debe ser enten-dida como un proceso permanente, inaca-bado, a lo largo de toda la vida activa. Laadquisición inicial de credenciales educati-vas frecuentemente es insuficiente, pues al-gunas carreras tradicionales han dejado deser funcionales a lo nuevo y, en cambio,algunos saberes y habilidades en determi-nados sectores pueden ser altamente valo-rizados. Esto se ve reforzado en las pala-bras enunciadas por Rafael Diez de Medi-na, quien afirma que “en el futuro cercano,las credenciales educativas formales seráncada vez menos reconocidas y, en su lugar,las competencias laborales de nuevas ca-rreras flexibles serán las más cotizadas. De

Jóvenes de sectores bajos Jóvenes de sectores medios y altos

Difícil acceso al sector formal Alto acceso al sector formal

Altamente afectados por el desempleo Acceso a ocupación plenay el subempleo (con el paso de los años)

Empleos temporarios, changas Empleo de tiempo completo

Menores o nulas oportunidades Mayores oportunidadeslaborales laborales

Bajos ingresos Medios y altos ingresos

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005116

ahí la necesidad de repensar los programasde formación en un marco de cambio per-manente”.

En definitiva, le corresponde al Es-tado garantizar a los jóvenes la universali-dad y la igualdad de oportunidades educa-tivas, promoviendo al mismo tiempo el for-talecimiento del papel de las institucionesde capacitación. Para ello, es necesarioestablecer acciones diferenciadas parapromover la permanencia de los jóvenesen el sistema educativo:

• Reforzar incentivos a la permanen-cia escolar y desarrollar accionespara la reinserción de desertores.

• Brindar competencias generales re-queridas por la demanda del merca-do laboral.

• Jerarquizar la propuesta educativa apartir de prácticas formativas quepuedan percibirse como herramien-tas necesarias para el presente y elfuturo laboral.

• Promover una mayor articulaciónentre la educación formal, la forma-ción técnica y profesional y los am-bientes que permiten la inserción la-boral de los jóvenes.

• Diseñar articuladamente con empre-sas programas de capacitación yformación laboral para los jóvenesprofesionales, técnicos y entrenadosen oficios o actividades no contem-pladas en la universidad.Esta propuesta se basa también en

la posibilidad de generar iniciativas de des-centralización en el diseño de políticas.Este enfoque requiere tomar como ele-mentos a la intersectorialidad y a la co-gestión, otorgando mayor participación alas comunidades locales y a los jóvenesen el diseño, la implementación y la eva-luación de las políticas.

Por otra parte, es indispensable quelos programas sociales implementados porlos municipios y cuya finalidad es mejo-rar la inserción laboral de los jóvenes, or-ganicen una batería de propuestas que,

entre otros, tiendan a los siguientes obje-tivos:

• Promover programas especiales quetengan en cuenta la complejidad lo-cal y el sector económico de perte-nencia de los jóvenes.

• Formular programas profesionalesduales que contengan un componen-te de formación y otro de aprendi-zaje en el trabajo, por ejemplo me-diante pasantías o prácticas.

• Propiciar la autogestión y la formaciónde jóvenes emprendedores, a partir delentrenamiento en oficios o en activi-dades que permitan llevar a cabo mi-croemprendimientos productivos o deservicios, y que generen ganancias yel desarrollo de habilidades.

• Ayudar a los jóvenes a conocer laamplia variedad de tipos de ocupa-ciones que existen y los medios paraentrar en ellas.

• Incentivar a los jóvenes más alejadosdel mercado laboral a descubrir y apre-ciar la importancia del trabajo, a tra-vés del relato de experiencias labora-les de personas de su comunidad.Además, los municipios deberán to-

mar medidas para que el entrenamientoofrecido incluya las nuevas realidades pro-ductivas y las propias subjetividades de losjóvenes. Por otra parte, en la práctica lo-cal se requiere ofrecer programas integra-les, impulsados más por la demanda quepor la oferta, con el objeto de satisfacermejor las necesidades de los jóvenes.

En los casos en que los jóvenes de-muestren carecer de capacidades básicas,deberán brindarse herramientas y conoci-mientos que permitan orientar la búsquedade trabajo con el objeto de aprender dife-rentes técnicas de armado de currículum ocartas de presentación, generación de es-pacios de inserción social para crear nue-vos vínculos y espacios de sociabilidad yredes de apoyo basadas en la confianza.

Las capacitaciones ofrecidas enmódulos de mayor complejidad deben con-

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 117

templar, además de conocimientos técni-cos, módulos donde se trabajen temas or-ganizativos, siendo también necesario in-cluir los siguientes aspectos:

• Brindar elementos para identificary construir el perfil profesional de-seado.

• Detectar las fortalezas y debilidadesde los propios jóvenes beneficiarios.

• Identificar las áreas de interés de losjóvenes.

• Proporcionar los elementos necesa-rios para elaborar un CurriculumVitae, una carta de presentación yuna carta de marketing personal.

• Preparar a los jóvenes en el diseñode planes y acciones para el logrode la reinserción laboral.Toda recomendación práctica debe

considerar que los jóvenes suelen ser im-predecibles en sus comportamientos frentea propuestas innovadoras, circunstanciaque marcaría una distancia con lo que his-tóricamente pretendían las institucioneseducativas. Admitir esto indica la necesi-dad de modificar los modelos desde don-de se diseñan tales propuestas.

Los cambios en el escenario socialactual influyen en los nuevos códigos cul-turales de los jóvenes y en su relación conlas instituciones. Estos cambios deben serdesentrañados especialmente por los mu-nicipios, pues no pueden ser abordadosdesde un modelo tradicional. La forma-ción y la capacitación para jóvenes de dis-tintos sectores debe encontrar un nuevosentido en sus propuestas para adecuar-las a la cambiante realidad.

Sintéticamente, las acciones delmunicipio deben estar orientadas a moti-var a los jóvenes en su formación para eltrabajo, brindar información sobre la va-riedad de ocupaciones y modos de acce-so (encuentros, boletines informativos),prepararlos para adquirir un vocabularioconceptual, contenidos básicos, actitudescomunicacionales y valores (cursos de en-trenamiento), apoyar al conocimiento per-

sonal de cada joven respetando sus inte-reses y gustos (grupos de discusión, char-las con especialistas), dar a conocer lasoportunidades educativas y laborales (car-teleras, boletines), enseñar alternativaspara la toma de decisiones (diálogos abier-tos) e informar sobre las característicasde la transición entre educación y trabajo(jornadas, talleres).

La inserción laboral de los jóveneses un proceso dinámico, que requiere con-tinua actualización; por ese motivo, losmunicipios deben estimular la motivaciónpara la capacitación en el marco de unproyecto de vida laboral que implique labúsqueda de superación y de desarrollopersonal.

Algunas experiencias

Toda política para jóvenes debe serpensada desde una lógica integral en tér-minos de acceso a bienes sociales, cultu-rales, políticos y económicos. En la actua-lidad aún no se han elaborado programasestatales de empleo para jóvenes que ten-gan en cuenta una formación integral, talcomo ha sido enunciado. Sí existen inicia-tivas privadas o de organizaciones no gu-bernamentales, pero son de pequeño ymediano alcance. No obstante, se puedenmencionar algunos programas que se es-tán llevando a cabo y marcan una nuevatendencia.

El Programa Incluir del Ministerio deDesarrollo Social de la Nación tiene comofinalidad fomentar la participación de losjóvenes en su comunidad, buscando su in-serción y su permanencia en el mercadolaboral, el desarrollo de actividades sociocomunitarias y la construcción de redessociales. Está dirigido a jóvenes entre 18y 25 años de edad, desocupados o subocu-pados en situación de pobreza, con bajonivel de escolaridad o baja calificación la-boral; además, incluye a todos los jóvenes

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005118

que han desarrollado proyectos producti-vos o asociativos en su comunidad. Otrainiciativa del mismo Ministerio es el Pro-grama Enredando jóvenes para el desa-rrollo, que intenta generar procesos dedesarrollo local a partir de la planificacióny la gestión de proyectos tendientes atransformar problemas reconocidos comonecesidades sentidas de la comunidad.Tiene dos componentes. El primero es laFormación de Formadores, cuyo objetivoes formar a referentes locales de cincomunicipios en los que se ejecute el pro-grama, para generar líneas de trabajos conjóvenes. El segundo es la Gestión de Pro-yectos con Jóvenes, propiciando un ámbi-to de encuentro para su realización colec-tiva y solidaria.

En el Gobierno de la Provincia deBuenos Aires se han implementado diver-sos programas a través del Ministerio deTrabajo, entre los cuales pueden citarselos siguientes: Barrios Bonaerenses, Bo-nus, Segunda Oportunidad y Adolescen-tes. El Programa Barrios Bonaerenses,que comenzó como experiencia piloto en1996, está destinado a atender la proble-mática de los sectores sociales de meno-res ingresos y de escasa o nula califica-ción laboral. Tiene por finalidad contribuira mejorar el ingreso de los hogares en si-tuación de vulnerabilidad social y buscaincrementar las condiciones de empleabi-lidad. Consiste en la ejecución de obrasdentro de los municipios (iluminación decalles, construcción de veredas, manteni-miento de escuelas, etc.). El Plan Bonustiene como objetivo facilitar la transiciónhacia el empleo formal de los jóvenes queenfrentan dificultades para insertarse enla actividad productiva. Está dirigido apersonas entre 16 y 25 años sin experien-cia laboral relevante. El Programa Segun-da Oportunidad tiene las mismas caracte-rísticas que el anterior, pero en este casolos jóvenes deben poseer una primera ex-periencia en el mercado laboral. El Pro-yecto Adolescentes tiene como objeto co-

laborar en la formulación de proyectosreferidos a la educación, a la música o aldeporte. Intenta hacer partícipes de laspolíticas sociales en forma conjunta a losadolescentes, a las familias y a la comuni-dad. También tiene entre sus objetivos pre-parar a los jóvenes para que alcancen unavida independiente en sociedad y, para ello,los capacita y los orienta para su inser-ción laboral.

También hay organizaciones no gu-bernamentales que llevan adelante proyec-tos. La Asociación Regional de Desarro-llo Empresario (ARDE) está integrada porprofesionales de amplia experiencia en elárea pública y privada. Entre sus objeti-vos fundacionales establece los de produ-cir y transferir tecnología a la poblaciónactiva del Conurbano Bonaerense, conespecial énfasis en la promoción juvenil yfemenina, en el marco de estrategias deformación laboral, de desarrollo de pro-yectos de producción y de gerencia deempresas e instituciones. Desde 1998, laARDE lleva adelante un Programa dePasantías destinado a jóvenes estudiantesde carreras afines. Ellos pueden partici-par de actividades que impliquen la apli-cación de conocimientos específicos, a lavez que se les permite desarrollar su res-ponsabilidad social y emprender la quegeneralmente es su primera experienciaen el área profesional para la cual se es-tán formando. Entre los jóvenes pasantesse cuenta con estudiantes de ingenieríaagronómica e industrial, sociología, eco-nomía, abogacía, administración de empre-sas, historia, antropología y ciencias de laeducación. Los pasantes participan en supropia capacitación laboral a través decursos sobre Panificación, Cultivos bajocubierta y huerta orgánica, y como Ope-rador secundario del vidrio plano, entre losprincipales. Además, se gestionan activi-dades sobre capacitación para la igualdadde oportunidades a partir de cursos parajóvenes emprendedores en gestión empre-saria, producción de huertas familiares y

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 119

comunitarias y nutrición, dieta familiar ysalud en comedores comunitarios y cen-tros barriales. En cuanto a la formulacióny gestión de proyectos, se destaca la im-plementación del Molino solidario (activi-dades productivas para jóvenes en ries-go), a fin de paliar las dificultades de jóve-nes del Sur del Conurbano para ingresaral mercado laboral. Para ello se desarro-lló un proyecto que incluía la construcciónde un molino de soja y cereales que per-mitiera la generación de un emprendimien-to para que participen los jóvenes de lazona y armar un emprendimiento autosus-tentable. En lo que respecta al desarrollolocal, la Asociación puso en marcha el Pro-grama de Fortalecimiento de la Micro yPequeña Empresa Agroindustrial en unaperspectiva de Desarrollo Social Local,que tiene como principal objetivo apoyarla instalación comercial del sector fruti–hortícola del cinturón verde del Sudestedel Conurbano. Los pasantes de este sec-tor participan de la organización de la ca-pacitación y asistencia técnica a los pro-ductores rurales, como así también a pe-queños artesanos de la alimentación.

Otro ejemplo destacado es la crea-ción de la Asociación Mutual de Gestión yEmpleo Solidarios (GESOL), cuya activi-dad prioritaria corresponde a la genera-ción de puestos de trabajo a través delautoempleo y la creación de pequeñasunidades productivas o de servicios. LaMutual GESOL es una de las primerasexperiencias organizativas del sector mi-croempresario. Sus actividades están di-rigidas a la capacitación para el trabajo yla producción como herramienta para au-

mentar la empleabilidad. En el área deempleo, autoempleo y microempresas, seefectúa la promoción del trabajo y la pro-ducción, a partir de capacitaciones, entre-namientos y jornadas. En el área de in-vestigación se elaboran documentos detrabajo sobre gestación y consolidación delsector empresario, sobre programas degeneración de empleo y reconversión la-boral, y sobre modelos de desarrollo local.Por otra parte, cuentan con una Consulto-ría Microempresarial y Empresas Socia-les para asesorar en distintos niveles amicro y pequeños empresarios, a asocia-ciones de trabajadores, desocupados ymicroempresarios en todas las etapas deformulación de proyectos y en la puestaen marcha. También realizan tareas deasesoramiento para la creación de progra-mas municipales de empleo y de capaci-tación laboral. GESOL cuenta con un pro-grama de incubadora de microempresasy empresas sociales, que tiene como ob-jetivo desarrollar todas las fases de unaempresa desde su formulación, la obten-ción de créditos, la gestión, la organiza-ción de la producción, el desarrollo de tec-nologías apropiadas hasta la consolidaciónen el mercado y su independencia jurídi-ca, legal y económica. Ha concretado laimplementación del Bachillerato Libre paraAdultos en hospitales públicos y está lle-vando adelante seminarios, talleres y cur-sos de aumento de la empleabilidad, bús-queda de empleo, gestión emprendedora,cultura empresaria, autoempleo y oficiosen general. Paralelamente, ofrece asisten-cia técnica a microempresarios socialmen-te vulnerables.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005120

En la actual sociedad post–industrial, la falta de una adecuadainclusión social de los jóvenes cons-tituye un problema particularmenteimportante a nivel internacional. Alrespecto, se sabe que los jóvenessufren de manera particular la falta opérdida de amarres de integracióneducativa y ocupacional, lo cual im-pacta en una más débil integraciónsocio–institucional. En general, setiende a creer que este problema sedebe fundamentalmente a la falta depolíticas públicas que retengan a losjóvenes en el sistema educativo ypermitan el desarrollo de capacida-des y competencias adecuadas a lasactuales exigencias tecnológicas delos mercados. A nuestro juicio, sibien el problema no está al margende la cuestión educativa, esta expli-cación resulta parcial y engañosadado que está muy lejos de ajustar-se a la realidad de los factores deexclusión que afectan a los paísescon grandes desigualdades socia-les. Esta situación comprende anuestro país, en donde los proble-mas de integración de los jóvenes ala vida social están cada vez másextendidos, a la vez que sus posi-bles alternativas de solución se hanvisto postergadas frente a la persis-tencia de condiciones macro econó-micas especialmente desfavorablesy la ausencia de políticas correcti-vas o compensatorias.

En este sentido, la problemá-tica juvenil en el caso argentino está

lejos de tener explicación en el con-texto mundial de globalización. A lavez que resulta insuficiente respon-sabilizar de la falta de integraciónjuvenil a las reformas encaradas enlos años noventa o a la salida críticaque tuvo la convertibilidad. Se tratade un problema acumulativo, que haafectado al menos a dos generacio-nes anteriores de jóvenes y que tie-ne a la generación actual como unanueva víctima. En realidad, el dete-rioro social que golpea a los jóve-nes constituye un problema másgeneral, de raíz estructural y de ca-rácter complejo, cuya explicaciónfundamental cabe ubicarla en la au-sencia –desde hace más de treintaaños– de un modelo sustentable dedesarrollo económico, capaz de brin-dar a viejas y nuevas generacionesun horizonte cierto de libertad, con-fianza y progreso fundado en la in-tegración social. En este orden dedeterioro, cabría destacar la respon-sabilidad de las clases dirigentescomo consecuencia de su incapaci-dad o desinterés para desarrollar unprograma de crecimiento de largoplazo en un marco de libertades po-líticas y equidad distributiva.

En la Argentina de hoy, el des-empleo y el subempleo castigan mása los jóvenes que a otros grupossociales (55%), y, al mismo tiempo,la mayoría de los jóvenes son po-bres (62%). Ellos no sólo son losprincipales protagonistas de hechosde delincuencia, sino también su

PROBLEMÁTICA JUVENIL EN LA ARGENTINA ACTUAL

Agustín SalviaUniversidad Católica Argentina

principal víctima, a la vez que vícti-ma de la represión policial. Son losjóvenes los que presentan más ries-go de morir en accidentes. Son lasadolescentes mujeres las más pro-pensas a quedar embarazadas en for-ma involuntaria. En correlación conestas evidencias, cabe recordar quela sociedad argentina, durante lamayor parte del siglo pasado, pro-metía expectativas de movilidad as-cendente. El paso por el sistema edu-cativo, primero, y la inserción labo-ral posterior en un empleo estable,constituían un recorrido posible parala mayoría de los jóvenes de estra-tos bajos y medios urbanos. En laactualidad, los jóvenes disponen demucha más información y años deescolaridad que aquella a la que po-dían acceder sus progenitores, peroenfrentan oportunidades y expecta-tivas nulas o más empobrecidas demovilidad social.

Frente a estas cuestiones nohay soluciones simples que permi-tan el desarrollo de las capacidadeseducativas, laborales y sociales delos jóvenes si no median cambiossustantivos en las relaciones socia-les, en la distribución del ingreso yen las estructuras de oportunidadesque hagan de la vida en el futuro unvalor en el tiempo presente. En estesentido, cabe a los gobiernos pro-yectar para el futuro próximo un sen-dero diferente de condiciones eco-nómicas, políticas y sociales paranuevas y actuales generaciones jó-

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 121

venes. Sin perder de vista con ello lanecesidad de promover de maneraurgente –en un marco de medidasextraordinarias– la reinserción labo-ral y social de los sectores jóvenesmás marginados.

Las teorías económicas apli-cadas al estudio de los jóvenes des-tacan el papel positivo que cumplenla educación y el capital humanocomo medios legítimos de acceso amejores oportunidades laborales yde ingresos en el ámbito individual,a la vez que para garantizar un creci-miento con equidad. En este senti-do, desde hace mucho tiempo se in-siste en que la educación constitu-ye la garantía de integración econó-mica y social para los jóvenes. Peroen el caso argentino cabe sospecharde la existencia de una relación pro-blemática, al menos poco virtuosa,entre educación y trabajo. La evi-dencia empírica está muy lejos deconfirmar la validez de tales supues-tos, al menos en los términos en quedichas teorías sostienen la promesade la educación como determinantedel desarrollo intergeneracional. Enmercados segmentados y en socie-dades con débil integración, a la vezque afectados por un bajo o insufi-ciente crecimiento económico, sehace impracticable una estructura deoportunidades equitativas y que lasmismas contribuyan efectivamentea promover el empleo y la redistribu-ción del ingreso.

Por sobre el factor capital hu-mano, cabe destacar la dominanciade los factores de contexto, talescomo la situación económica gene-ral, el marco político–institucional yel capital social de origen. En las con-diciones actuales, la mayor parte delos jóvenes no encuentra condicio-nes mínimas de sociabilidad, educa-

bilidad y empleabilidad. El enfoqueasumido indica que las elecciones,decisiones y pruebas que hacen losjóvenes en materia de estudios y ac-tividad ocupacional dependen desus expectativas –en coordinacióncon las expectativas del grupo fami-liar– acerca de los logros reales quepueden alcanzar en el futuro a tra-vés de una mayor educación o unbuen empleo. En la mayor parte delos hogares de estos jóvenes no hayincentivos porque “no ven” y obje-tivamente “no tienen” en el presen-te perspectivas para estar mejor enel futuro.

En este contexto, ¿cómo se jus-tifica esta particular preocupación porlos jóvenes de hoy en un universosocial dominado por la extensión delas desigualdades, las injusticias ylas degradaciones humanas sin dis-tinción de edad ni sexo?

• El deterioro de las condicionesde inclusión social de los jó-venes representa un caso ejem-plar de lo que ha significado“experimentar” con programasde modernización económicasin un proyecto integral y es-tratégico de Nación.

• La extensión y profundidadque presenta la crisis de inte-gración social de los jóvenesobliga a hacer de este proble-ma un tema ineludible de laagenda pública, tanto por susconsecuencias en el presentecomo en el futuro.

• La condición juvenil es unmomento de definición de lascapacidades que permitenpronosticar las posibilidadesde desarrollo o subdesarrollode una sociedad. Su presentepredica sobre nuestro futurocomo país.

Los desafíos quepresenta la cuestiónjuvenil

Desde el campo de la políticapública cabe destacar que, si biendurante la última parte de la décadapasada el Estado se mostró activocon relación al problema juvenil, lasmedidas fueron en general insufi-cientes en términos de una estrate-gia integral y sostenida de apoyo alos sectores jóvenes para la supe-ración de los problemas socio–edu-cativos y ocupacionales, asociadosa la reforma del Estado y de la eco-nomía. Entre los esfuerzos guber-namentales por abordar la particu-lar situación de los jóvenes realiza-dos durante la década del noventa,cabe destacar la introducción demedidas de subsidio y flexibiliza-ción laboral, la reforma educativaque amplió la educación obligato-ria a 10 años y la creación de pro-gramas de capacitación para jóve-nes desocupados y de becas esco-lares para familias pobres.

En este contexto, cabe ubicaral menos dos desafíos fundamenta-les todavía no abordados ni resuel-tos en materia de política pública enorden a favorecer la inclusión socialde los jóvenes.

En primer lugar, es necesarioinsistir en que el problema de la inte-gración social de los jóvenes requie-re de un contexto general de desa-rrollo económico con mayor equidaddistributiva para tener posibilidadesde éxito. Sin crecimiento, empleo ydistribución del ingreso en favor delos grupos familiares más posterga-dos, vulnerables y excluidos, no ha-brá inclusión social tampoco para losjóvenes. Ahora bien, aunque el cre-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005122

cimiento con empleo es condiciónnecesaria, no es condición suficien-te. En cualquier caso se requiere en-frentar las causas sociales específi-cas que determinan que el desem-pleo juvenil resulte siempre superioral de los adultos y que las oportuni-dades no se distribuyan de maneraequitativa entre los mismos jóvenes.En este sentido, la inclusión socialde los jóvenes debe ser asumida enel marco de políticas activas de pro-moción del crecimiento, el empleo yla integración social. Pero también,en el marco de una política integralde inversión social y de recomposi-ción del tejido comunitario que per-mita un mejoramiento sustantivo dela sociabilidad, la educabilidad y laempleabilidad de los jóvenes.

En segundo lugar, el proble-ma de la inclusión juvenil tiene queabordarse en el marco del sistema

educativo y de su relación con elmundo del trabajo. El sistema edu-cativo tiene una función central eindelegable en el proceso de socia-lización y de adquisición por partede los jóvenes de las capacidadesy actitudes necesarias para una in-serción dinámica en el mundo so-cial y laboral. En igual sentido, re-sulta necesario poder definir unconjunto de políticas dirigidas adotar a los jóvenes de formaciónprofesional y mecanismos de apo-yo y orientación para la búsquedade empleo. En el campo educativoy laboral, tales políticas deben con-centrarse, entre otras dimensiones,en la capacitación laboral, la asis-tencia para encontrar empleo, el tra-bajo comunitario y la formación pro-fesional. En particular, debe promo-verse el empleo en dirección a aque-llas ramas, actividades y ocupacio-

nes donde los jóvenes pueden te-ner particulares ventajas y prefe-rencias.

En los mercados modernos seestá produciendo un cambio queexige una preparación cada vez másavanzada para poder optar a lospuestos de trabajo que emergen.Cambia el tipo de requerimiento y sepasa de los conocimientos especia-lizados a las competencias genera-les. Con ello se refuerza la necesi-dad de una mayor cobertura de edu-cación para desarrollar las compe-tencias básicas que constituyen elfundamento para la especialización.La actualización tecnológica y la me-jora de la calidad educativa son de-safíos obligados; particularmente ur-gentes para los jóvenes que provie-nen de hogares pobres que debensuperar la desigualdad en el accesoa las oportunidades.

LOS JÓVENES QUE NO ESTUDIAN NI TRABAJAN. UN GRUPO DERIESGO QUE NECESITA CON URGENCIA LA CREACIÓN DE POLÍTICAS

EFECTIVAS PARA FAVORECER SU INCLUSIÓN SOCIAL

Lic. Víctor ChebezUniversidad de Buenos Aires

Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social

La problemática de los jóve-nes que no se encuentran en el sis-tema educativo ni han ingresado almercado laboral constituye una par-te importante de lo que se denominalos “nuevos problemas sociales”. Eneste caso, es el resultado de una do-ble crisis compuesta, por un lado,

por el profundo deterioro de la insti-tución escuela afectada por los cí-clicos quebrantos que se han pro-ducido en el ámbito económico y so-cial y, por otro lado, por la del mer-cado de trabajo, incapaz de crear lospuestos necesarios para generarempleos con niveles aceptables de

calidad para los nuevos demandan-tes de trabajo.

El fracaso escolar manifesta-do en la deserción prematura y elbajo rendimiento, en tiempos en quela educación media se convirtió, deun agregado de instrucción, a unlogro imprescindible para poder as-

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 123

pirar a entrar al mercado laboral, se-lla la suerte de quienes no logransuperar la etapa de formación.

Las características actuales delmercado de trabajo completan este es-cenario complejo. Predomina la ofertade pocos empleos para los cuales seimponen requisitos que generalmenteexceden a los requerimientos de for-mación para el puesto de trabajo, yque son imposibles de cumplir porquienes no han certificado los ciclosde educación que se solicitan.

De esta manera, se conformaun itinerario de exclusión que afecta aun importante número de jóvenes queven comprometida su inclusión social.

Más de 1.200.000 jóvenes deentre 15 y 24 años tienen en la actua-lidad estas características en la Ar-gentina. Alrededor de la mitad habi-tan los partidos del Gran Buenos Ai-res y el resto de la Provincia de Bue-nos Aires. La visibilidad de los mis-mos en el paisaje urbano, ocupandolas esquinas en los barrios o los es-casos lugares abiertos en las villas,tiende a generar actitudes de ampliossectores del resto de la sociedad, quevan del rechazo al miedo, estigmati-zando la figura del joven.

La mayoría de estos, que sóloha podido construir una trayectoriaplagada de debilidades, proviene dehogares golpeados por las sucesi-vas crisis que estadísticamente seproducen cada cinco años con unaregularidad asombrosa. El trágicoagregado de las últimas depresio-nes es que se han potencializado detal manera, que afectaron a colecti-vos sociales que tradicionalmentehabían “zafado”. La larga y profun-da crisis de 1998 al 2002 ha traído talsecuela de daños que permite ha-blar de una real “catástrofe social”de muy difícil remisión.

Los cambios tecnológicos quealumbran nuevas realidades y poten-cialidades, como es el inevitable pasodel paradigma basado en el predomi-nio de lo electromecánico a lo elec-trónico, requieren nuevas habilida-des y destrezas de las cuales careceen forma absoluta el segmento de losjóvenes que ni estudian ni trabajan.

Ante situaciones de estas ca-racterísticas, y para evitar que la bre-cha social, económica y cultural se pro-fundice y genere una fragmentaciónsocial mayor, es urgente poner en laagenda la construcción de políticas deinserción social destinadas a evitar laexclusión social de cientos de miles dejóvenes, y la conversión de los mis-mos en “parias urbanos” tal como se-ñala el sociólogo Loïc Wacquant.

Pero, ¿qué tipo de políticas?Primero, como prerrequisito, debeabandonarse la tentación de repetirel menú de estrategias dirigidas a losjóvenes que se han desarrollado enlos últimos veinte años, basadas enla manipulación política de los mis-mos y su utilización para los finesde reproducción de los partidos do-minantes. Esta forma de tratar la pro-blemática no sólo considera a losjóvenes como un colectivo socialinferior y manejable, sino que pro-duce una profunda insatisfacción,con reacciones de rechazo por lospropios –supuestamente– benefi-ciarios de dichas políticas.

Apostar al reingreso a la es-cuela como mágica solución aparececomo una idealización de difícil im-plementación. En esas dificultadesconfluyen diversos factores, talescomo una cierta sensación de recha-zo y frustración ante una trayectoriaescolar truncada, el cuestionamientoa la utilidad de los conocimientosadquiridos en la institución para lo-

grar el ingreso al mercado laboral, yla necesidad de construir un esque-ma de justificaciones del abandonodel camino escolar para buscar unarápida, pero incierta, articulación a unmercado de trabajo que, en realidad,no ofrece ninguna posibilidad real delograrlo y empuja a una marginaciónestructural.

Las alternativas más viablesparecen basarse en la construcciónde itinerarios de inserción social ylaboral en las que los jóvenes ten-gan un rol activo en la conforma-ción de su propio futuro, evitandocaer en ofertas estandarizadas quegeneralmente no tienen nada que vercon los intereses de los mismos, talcomo son en muchos casos los pro-gramas de educación no–formal.

La pregunta central, es si lasociedad está dispuesta a cambiar einvertir en un abordaje serio y pro-fundo, de una cuestión en la que tie-ne una deuda impaga y sobre la quecarece de control.

Sin duda, crear cursos de ac-ción para los jóvenes que no estu-dian ni trabajan es una tarea con gra-ves dificultades ante la ausencia deun tratamiento serio del tema y eldesfondamiento de las institucionesque tienen como función abordaresta temática; pero no hacerlo, poneen entredicho la propia continua-ción de la sociedad en su conjunto.La “alternativa del diablo” a com-prometerse seriamente con este dra-ma social, es favorecer la creaciónde un colectivo estigmatizado comoel principal culpable de la violenciay la inseguridad social, y al que sólose podrá dar un tratamiento de tipopolicial. De insistir en ese camino,los responsables de las políticas quese aplican sólo recogerán lo quesiembran.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005124

A simple vista, jóvenes y adul-tos mayores parecerían ser dos ex-tremos etáreos sin puntos en común.

Esta presunción puede derri-barse cuando uno analiza críticamen-te estos dos estados o etapas de lavida del ser humano, en su contextohistórico y social.

Detrás de superficiales oposi-ciones “edadistas”, encontramosprofundas coincidencias, lamentable-mente, muchas de ellas basadas en laexclusión y vulnerabilidad social. Re-sulta llamativo que dos segmentosde población tan diversos puedan es-pejarse tan nítidamente reflejando la“miseria social”. Veamos algunosejemplos sobre lo que les sucede anuestro jóvenes y adultos mayores:

• Tienen dificultades para acer-car propuestas o ser recono-cidos como interlocutores vá-lidos por los tomadores dedecisión.

• Necesitan vencer importantesresistencias para ejercer suparticipación protagónica.

• Se les presentan serias limita-ciones para acceder o re inser-tarse en el mercado laboral.

• Son identificados como po-tenciales clientes del mundode las drogas, aunque estassean de distinto tipo y pro-movidas por distintos gruposcorporativos.

• Están atravesados particular-mente por “cambios morfológi-cos, fisiológicos, bioquímicos ypsicológicos que el factor tiem-po introduce en el ser vivo”.

• No tienen presente, pues seles promete el futuro –en elcaso juvenil–, o se los reco-noce como actores del pasa-do –en el caso de los adultosmayores–.

• Tienen coartada su posibilidadde proyectarse en un mundoque no les hace un lugar.El Informe del Proyecto “Re-

cuperadores de Memorias”, desarro-llado por el Instituto de Comunica-ción y Cultura La Red con el apoyode la Dirección Nacional de Políti-cas para el Adulto Mayor, sostieneque “Tanto el lugar de los adultosmayores como el de los jóvenes es,en nuestra sociedad, un lugar de ex-clusión. Exclusión con respecto almundo hegemónico de los adultos,que ponen al adulto mayor en el lu-gar del “pasado”, robándole prota-gonismo dentro los procesos socia-les que hacen a la vida cotidiana, y alos jóvenes en el lugar del futuroprometiendo un protagonismo quepor el momento deben esperar. Noreconociendo en ninguno de estosactores sociales, sus potencialida-des para transformar la realidad ysus necesidades de aportar sus mi-radas, sus deseos, sus identidadesen los procesos de desarrollo de lacomunidad. Estos discursos gene-ran, entre otras cosas, una desvin-culación entre los distintos gruposa partir de la valorización que se hacede cada uno de ellos”.

Resulta interesante repensarlos efectos corrosivos de la exclu-sión social a la luz de algunas pers-

JÓVENES Y ADULTOS MAYORES, UNA ALIANZA ANTIDISCRIMINACIÓN

Marcela Browne

pectivas conceptuales que planteanal envejecimiento como un procesoque se inicia en la niñez, sólo que enese momento, según Hienz Walte-reck, “predominan aún los procesosconstructivos sobre los destructi-vos, inversamente de lo que sucedeen la vejez”. En este sentido es quevemos que el “movimiento de rege-neración celular” podría verse comouna metáfora o como el correlato bio-lógico de lo que sucede ante la au-sencia de proyectos o la falta de dis-ponibilidad de escenarios dondedesplegarlos. En síntesis, los viejosy los jóvenes se encuentran en igualsituación de oportunidades. ¿Seránestas las paradojas de la inequidad?

Mirando desde otra perspec-tiva, puede tomarse a autores talescomo Susser & Watson, que descri-ben el envejecimiento desde el pun-to de vista individual como el “dete-rioro a través del cual la resistenciadel organismo a las presiones delmedio ambiente disminuyen progre-sivamente”. Esta concepción permi-te analizar la vinculación entre la ca-pacidad universal que facilita a unapersona, grupo o comunidad a mini-mizar o sobreponerse a los efectosnocivos de la adversidad –resilien-cia–, y la vejez.

En este sentido es que afir-mamos que la capacidad resilientede los jóvenes y sus comunidadespuede transformar o fortalecer susvidas y, de este modo, impactar ensu calidad de envejecimiento. Lavejez es parte del recorrido vital y dacuenta del tiempo transcurrido. Cada

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 125

uno puede intencionar el modo devivirlo.

¿Cuáles son las característi-cas de una persona resiliente? Esdecir, ¿qué hace que un viejo o unjoven, tenga la capacidad de sobre-ponerse a la realidad adversa? Se-gún distintos estudios realizadospor pedagogos y psicólogos, la ca-pacidad de introspección, el senti-do del humor, las creencias y valo-res, la creatividad, la iniciativa y elcompromiso, la responsabilidad y laindependencia, son aquellas cosasque en forma aislada o en conjunto,hacen la diferencia.

Las experiencias comunitariasimpulsadas por jóvenes y adultosmayores en forma articulada o no,confirman que la inclusión social deestas personas, así como también su“estado resiliente” se da cuando sesienten protagonistas de hechos quemejoran la calidad de vida de suspares y la comunidad a la que perte-necen. Es decir que aumenta la ca-pacidad de respuesta positiva fren-te a las presiones del medio ambien-te, en la medida en que las personaspueden ser participantes activas enla transformación de su medio inme-diato.

El proyecto “Recuperadoresde Memorias” resulta iluminador alrespecto. Esta experiencia promovióel encuentro intergeneracional utili-zando el arte y la comunicación comomedios de expresión de los distin-tos temas seleccionados por los jó-venes, utilizando a los adultos ma-yores como fuente de consulta pormedio de la técnica de entrevista.“Generar este espacio de encuentro,y además proponerlo fuera del ám-bito puramente familiar, en la comu-nidad, fue el desafío más importantede este programa. Y vemos que estaposibilidad dio sus frutos y fue un

aprendizaje tanto para los adultosmayores como para los jóvenes. Sinembargo, este encuentro no termi-naba en el momento en que termina-ban las entrevistas. Las conversa-ciones seguían, los adultos mayo-res invitaban a los jóvenes a loseventos que estaban organizando(bailes, torneos de truco, juegos detejo, etc.). Y luego, los adultos ma-yores llevaban la conversación a suscasas y también los jóvenes. Es de-cir, que este planteo de aprendizajeentre adultos mayores y jóvenes,terminó siendo un modo de dispararotras relaciones intergeneracionales,porque los relatos de los adultosmayores generaron, siempre, unafuerte identificación en toda la co-munidad”.

Asimismo, la recuperación deespacios de intercambio entre repre-sentantes de la generación de jóve-nes y adultos mayores, permiten rea-lizar un cambio en la percepción quetienen los unos de los otros.

Las percepciones están atra-vesadas por las tradiciones, costum-bres y valores de los distintos pue-blos. Así, encontramos que las opi-niones y actitudes de la sociedadhacia la vejez dependen de múltiplesfactores, sobre todo del tipo de so-ciedad y sus tradiciones más arrai-gadas. Dentro de esto se destacanlas características relacionales quese plantean las llamadas “civilizacio-nes occidentales”, en las que casisiempre existe una tendencia a re-saltar mediáticamente a la juventudy relegar a las personas de edad. Estose da de un modo muy diferente enlos continentes africanos y asiáti-cos, en los que el tipo de sociedadmás tradicional determina que la ve-jez es la edad de la sabiduría y laexperiencia. En ellos las personasmayores ocupan importantes funcio-

nes en la sociedad en el campo jurí-dico, religiosos, médico, educativoy económico. Mientras más avanza-da es la edad, se gana en honores,ocupando los ancianos el lugar másimportante en las ceremonias.

En el caso argentino, en losúltimos años se sumó a las situacio-nes ya enumeradas la cuestión de laconvivencia habitacional entre dis-tintas generaciones pertenecientesa sectores medios. El creciente em-pobrecimiento obligó a muchos adul-tos a retornar al hogar de los padresjunto con sus hijos y pareja, o a lainclusión de los adultos mayores enla casa de sus hijos, convirtiéndoseestos así, en el jubilado “jefe de ho-gar” o en “el viejo que hay queaguantar”, según la ocasión.

Los jóvenes, en cambio, sonportadores de otros estigmas vin-culados con las drogas, la delin-cuencia, la violencia física, cuestiónque hace que los adultos mayoreslos vean con el temor que los me-dios de comunicación se encargande difundir.

Las experiencias de trabajoconjunto, en las que los roles de da-dor y receptor, del que sabe y el queno sabe, se dinamizan, son las quehacen que estas imágenes se rege-neren, permitiendo reeditar colectiva-mente el pasado, recuperar la identi-dad de un barrio, un grupo o sector,descubrir nuevos–viejos oficios, asícomo también otras cuestiones, queresulta alentador escuchar de bocade los mismos jóvenes:

“Antes la relación entre losadultos mayores y los jóvenes eramás cortante. Cada uno en distintolugar”.

“Cuando fuimos a entrevis-tar a los adultos mayores nos aten-dieron en seguida y nos contaron

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005126

un montón de cosas. Por ejemplo,uno nos contó que hacía un tiempoiban a la placita unos jóvenes quese juntaban a drogarse y un día ellosles dijeron que no estaba bien y losinvitaron a jugar al tejo. Ahora lospibes van de vez en cuando a jugary también nos invitaron a jugar anosotros.”

“Les dijimos que queríamoshablar con ellos y saber de su expe-riencia, que pensábamos que losadultos mayores no eran escucha-dos y que nosotros los jóvenes tam-poco”.

“Los mayores todavía creenen la gente, tienen confianza en losdemás”.

“Si uno acepta la vejez, todoandará bien”.

Esta valoración positiva de lossaberes y actitudes de los más vie-jos por parte de los más jóvenes tam-bién se ve reflejada en el estudio lle-vado adelante por la UNESCO y pu-blicado por la Revista Argentina deGeriatría, en el que, además, el 70%de los jóvenes interrogados diceconsultar a los adultos mayorescuando tiene problemas y necesitaayuda.

Cabe destacar que los jóve-nes consultados en otro estudio si-milar realizado por Danauy Gema yVivanco Aida, muestran que “en sumayoría (más del 50%) no aceptanque ellos rechacen a los viejos, aun-que en este sentido culpan a la “for-ma de vida moderna” como obstá-culo en el acercamiento de ambas

generaciones, proponiéndose en un100% la necesidad de promover en-cuentros entre ambos”.

Desandar caminos de exclu-sión y aislamiento social no es fácil,integrar desde el respeto a la diver-sidad, tampoco lo es.

Tal vez sea la simpleza del es-pacio común, del saber descubiertoen un tango o en la letra de Los Re-dondos, del mate que circula, deldarse cuenta que la sexualidad notermina y que a lo mejor los sueñosson los mismos, del paso arrastradoacompañado por el raudo galope,aquello que nos permita bajarnos dela vida moderna para subirnos a otraautopista en la que nadie se pierdaen el recorrido, aunque no sea “desu época”.

VENTA AMBULANTE Y DELITO (LA VIDA DE UN MUCHACHO)

Claudia KrompticUniversidad Nacional de La Matanza

“...esta es la historia de un vendedor ambulante de Villegasque lucha todos los días para sobrevivir

y seguir adelante con su vida.Bueno, no tengo más que decir. Chau, nos vemos”.

(Nahuel, 20 años)

La contribución expone frag-mentos de una de las cinco trayecto-rias laborales seleccionadas para pro-fundizar en la práctica de la ventaambulante por timbreo en jóvenes de14 a 28 años, datos que se integrarona una muestra de 185 jóvenes querespondieron a un cuestionario semi–estructurado; se trata de jóvenes re-sidentes en los barrios Puerta de Hie-

rro, Villegas y Villa Constructora delPartido de La Matanza, Provincia deBuenos Aires. La tarea constituyó eleje medular del Proyecto de investi-gación “Las actividades refugio enjóvenes trabajadores de familias po-bres, en el Partido de La Matanza”(2001–2002) de la Universidad Nacio-nal de La Matanza, bajo la direcciónde quien suscribe.

Una historia de acá

El testimonio refleja, desde lasimpleza de la jerga en el diálogo conNahuel (el entrevistador), las viven-cias que ambos jóvenes compartenen su “trabajo” como vendedoresambulantes por timbreo. Nahuel –quien ya se había incorporado acti-vamente al equipo de investigación–

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 127

decide transmitirnos la historia devida de un “muchacho de Villegas”,que él elige para entrevistar al azar.Aquel encuentro se desarrolla en lacalle, temprano por la mañana, cuan-do el muchacho se prepara para ini-ciar su tarea laboral cotidiana. Estejoven de 22 años vive con sus pa-dres y siete hermanos; no completóla escolaridad media y su padre seencuentra desocupado. Su madre tra-baja en el servicio doméstico dosveces a la semana, recibiendo un in-greso mínimo, “cobra una gilada, noes nada, 145 pesos”, y recibe ayudaalimentaria: “nos dan una caja conunas giladas y nada más”. Se inicióen la venta ambulante hace cuatroaños, y trabaja entre cinco y seis díasa la semana disponiendo personal-mente sus horarios de trabajo.

Ahora es más difícilvender... ademásvender en la callees delito

¿Es más difícil vender ahora,que antes?

– Antes se luqueaba (ganaba di-nero)... Era más piola, la gentete atendía bien, te abría lapuerta de la casa... Ahora teatienden algunas por la ven-tanita y te ven así y te hacenseñas, “no, no”, y las tenésque chamullar, bien y mal.¿Por qué? ¿Hay más vende-

dores, te persigue la policía, por-que hay que pagar peaje, o te pidenla boleta de la mercadería más se-guido?

– Sí, loco, les digo que estoyluqueando, voy al frente, lesdigo que no tengo laburo, les

chamullo... Un día me lleva-ron la mercadería, pero nopasó nada.¿La mercadería te la sacan?

– Me sacaron la mercadería yme hicieron averiguación deantecedentes. Doce horas de-tenido, y no me devolvieronnada. Eso fue acá en Provin-cia. No camino mucho porCapital, porque son más rí-gidos.

Trabajo y dinero

¿Dónde conseguís la merca-dería, en Liniers, en el barrio?

– La compro en el MercadoCentral.¿Con boleta?

– No.¿Todo así nomás?

– Y sí, ¡ qué querés!¿Cuánto sacás por día si salís

a vender por las casas?– Y, 15 mangos, según cómo ca-

mines...¿Pero 15 ó 20 pesos te traés?

– Y sí, más o menos. A veces me-nos.Si te queda la mercadería sin

vender, ¿la guardás para el día si-guiente, la cambiás por otra merca-dería, la cambiás por bebidas o lacambiás por drogas?

– No, a veces la guardo, pero aveces, ¡qué sé yo! Como tedecía antes, la luqueo acá enel barrio y me compro un faso(marihuana), me tomo un pa-pel, ¡qué sé yo! Viste cómo esesto, un par de escabios (tra-gos)... Entendés cómo es, sivos sabés como es.¿Te gusta lo que hacés, lo que

salís a vender?

– ¡Y qué querés que te diga!Como gustarme, no me gus-ta, pero no me queda otra.¿Cambiarías de trabajo por un

trabajo en blanco, un trabajo másseguro?

– Sí, ni hablar, repiola, de fren-te march. Ahora no tengo niun mango.¿Te gustaría trabajar en una

fábrica, capaz así, el día de mañana,si “pinta” un laburo?

– Sí, mataría, sería bárbaro.

Consumo–inmediatez

¿En qué gastás más? ¿Enropa, en transporte, en droga, enmúsica, en calzado, en divertirte, enlibros, en estudiar, en bailes, en be-bidas, en revistas o en comida?

– En droga y bebidas.¿En comida no?

– En papeo (alimentos), ¡qué seyo! Hoy me comí un sand-wich, ¿entendés? Me comprétres porros y me compré unsandwich.Mirá, te compraste tres fasos

hoy... Y, ¿consumís alcohol?– Sí, de vez en cuando. Ahora

vos me tenés que pagar labirra. Vos loco, por hacer-me estas preguntas (para larealización de las entrevis-tas en los barrios, Nahueldebió pagar en diferentesoportunidades con cervezasen concepto de “agradeci-miento” por la informaciónbrindada, o como “peaje”para el ingreso a determina-dos lugares).¿Consumís drogas?

– Y sí, loco, fumo marihuana, aveces me tomo cocaína.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005128

¿Pensás que podés salir deeso?

– ¿Y qué se yo? Vos sabés,cuando yo laburaba, loco,laburaba doce horas en la fá-brica. ¿Y sabés qué? No te-nía tiempo para salir a dro-garme, quería salir, pero derepente salía y me fumaba unfasito y quedaba re–achaca-do. Y yo decía: “mañana alas cinco de la mañana nome voy a levantar para labu-rar”. Entonces, ¡pum!, pal-maba al toque, ¿entendés?

Estudiar no es fácil

¿Fuiste a la escuela vos?– Sí, hice la escuela.¿Hasta qué grado?– Hasta séptimo grado.

¿Sabés leer y escribir? (estapregunta, que puede parecer redun-dante, se administra porque se haobservado en el contacto con la po-blación que muchas veces dicenhaber concluido el ciclo escolar, peropresentan serias dificultades paraleer y escribir)

– ¡Sí!, pero no terminé de estu-diar. Hice la secundaria perono me gustó, y quise laburary laburé en una fábrica demuzzarella tres meses, y meecharon a la mierda, y yaestá.¿Y ahí quedaste? ¿Ahora sa-

lís a la calle?– Y, ahora sí, hay que rebus-

cárselas. ¡Viste cómo es esto!¿Te gustaría estudiar algo?

– ¡Y sí, loco, mataría poder es-tudiar! Pero no, ¿cómo que-rés que estudie, con qué li-bros? Claro, porque no te-

nés ni para comprar los li-bros, claro, es gracioso...¡Como está la cosa, ni paralibros! ¡No hay para comer yquerés que vaya a estudiar!

Conoce el sistema

– Acá tengo unos papeles deljuzgado, loco. Yo tengo cau-sas.¿Causas? ¿Qué viene a ser eso?

– Una causa por robo. Está enOlivos la causa. Fui a pediruna orden para que me denla “probation” y me la die-ron. Acá está la orden.¿Qué viene a ser la “probation”?

– La “probation” son unas ta-reas comunitarias que te danla libertad, la suspensión deljuicio. Te hacen un juicioabreviado.¿Pero por qué te hacen todo

esto, por qué te culpan?– Por un robo. Entonces,

como yo no tenía causas an-teriores...¿No tenías causas antes?

– No, es la primera vez queperdí.¿La primera vez que te aga-

rran? ¿Ya habías hechos robos ante-riores?

– Claro, sí.¿Con armas?

– Siempre con armas, con pis-tola. Entonces, la “proba-tion”. Como te iba diciendo,como no tenía, causa, nada,me hicieron hacer unas ta-reas comunitarias que me die-ron a cumplir durante un añoen un colegio. Me mandó eljuez a cumplir por semana.Entonces yo salí en marzo en

libertad, y todavía no fui aljuez. Entonces hay bardo enel juzgado, y ahora me quie-ro rescatar. Voy a pedir unpapel para que me den la au-torización, así yo puedo in-gresar a la escuela a cumplircon mis tareas comunitarias.¿Entendés? Me hicieron unjuicio abreviado a mí sólo...¿Para que vayas y des una

mano en la escuela?– Claro, durante un año me cie-

rran la causa. Acá están losnombres de los jueces. Tengoque hacer eso, sino voy a jui-cio con los damnificados,todo. Eso me mantiene la sus-pensión del juicio por un año.Después de que haga el añode la tarea comunitaria, yacorté, no tengo que cumplirmás, me cierran la causa, di-gamos.

Conciencia de peligro

– La próxima vez que pierda,ya me dijeron, me van a man-dar a Olmos, para mí es así.Yo sé cómo viene la movida.Pero, ¿viste?, hay que cuidar-se. La calle está re jodida. Lagente está esperando que unovaya a robarle para matar-lo. Sí, son todos justicieros.

Es difícil vivir en ellugar

¿Como vivís acá en Villegas,en tu barrio?

– ¡Y qué sé yo! Trato de llevar-la piola porque acá en el ba-

EL PROYECTO DE VIDA LABORAL 129

rrio este son todos pistoleros.Entonces vivís a los tiros,loco. Acá se vive así: todo eldía tiros, tiros. Vos bajás, vaspara allá, y lo mataron a éste;a la 500 nosotros no pode-mos ir, los de la 500 no pue-den ir para la 700, los de la700 no pueden ir para la1.100, ¿entendés? Y es así lamovida del bardo acá, todoes tiro (los números refieren ala altura de las calles que atra-viesan el barrio, donde cadasector ha asumido caracterís-ticas particulares con marca-das rivalidades y un accionarviolento entre grupos). Unono está tranquilo ni en la es-quina de su casa. Porque yoestoy en la esquina de mi casay pasa otra bandita en cochey arrancan fierros y te tiran,estés con quien estés. Acá esasí, digamos que es como laley del oeste. Hace un par demeses, chamullando con unguacho (compañero) en la es-quina de mi casa re piola,pasó un gil que tenía bardo(un tonto pendenciero). Vosdecís: “este gil no va a decirnada, es gil y va a ser siem-pre gil”. Me quedo re piolaasí, mirando ahí, a dos me-tros del pibe, y el gil –¡mirási será gil!– arrancó (dispa-ró) unos 4 ó 5 tiros. Un tirocasi me arranca el brazo. Mesaltó un pedazo de plomodentro del brazo y lo tengoahí todavía. Todo por la cul-pa de ese que era más gil queuno, y arranca un fierro y metira. ¡Ah!, para mí no era. Erapara otro pibito, para micompañero era. Yo estabacon él, y bueno... Así que al

loco no le digás nada tam-poco. Yo creo que tranquilono vive nadie, ni en mi ba-rrio, ni en otro barrio, ni enlos barrios mas bacanes, nien los barrios que tienen filo(lujo), esos que son barriosprivados. Esos giles que vivenahí, no viven tranquilos. Esosgiles saben que en cualquiermomento les van a luquear lacasa. ¡Qué van a vivir tran-quilos! Viven con miedo, vi-ven peor que nosotros...La débil frontera entre lo líci-

to y lo ilícito de las prácticas de au-toempleo que estos jóvenes de ho-gares pobres realizan, como muchosde los comportamientos que obser-vamos en tanto reacciones ante laomnipotencia policial cuando des-de la fuerza muchas veces se fabri-can procedimientos incriminatorios,colocan la relación entre estrategiasde sobrevivencia, actividades refu-gio y delito en constante tensión, yproducen efectos perversos y pro-blemas de justificación normativa enlas políticas y programas que bus-can proteger o promover derechos.

Tampoco puede obviarse la re-lación con el consumo de drogas yalcohol. Ello resulta preocupantepues restringe el ejercicio de la auto-nomía en estos jóvenes: ven afecta-da su capacidad de comprensión, asícomo su salud mental. Aún así, pue-den reflexionar acerca de los riesgosy del valor de la vida, aún cuandoestán acostumbrados a muertes vio-lentas, tempranas y cercanas. Tam-bién se enfrentan a la ausencia deexpectativas en la esfera política y aldescreimiento de las instituciones engeneral, sin perder las esperanzas deacceder a un empleo “normal”.

Si lo que nos interesa es eva-luar las posibilidades de recupera-

ción del proceso de socialización deestos jóvenes, debe aceptarse queson valiosas las reacciones de losjóvenes para resistir los movimien-tos que los excluyen, e intentar laintegración por los medios más va-riados. Así, las raíces del problematraspasan el mero conflicto con laley, hecho que pasa a ser un sínto-ma o resultado de los particularesprocesos de integración social.

Los estudios acerca del fenó-meno del delito juvenil en el Conur-bano Bonaerense han caído en unlugar común, en la medida que tien-den a asociar la delincuencia juvenily el nivel de criminalidad con la lo-calización de los hogares. El espa-cio en el que se inscriben el tipo derelaciones sociales en las que se des-envuelven estas prácticas, se con-vierte en un factor de enorme fuerzaexplicativa, lo que se traduce en con-ceptos como los de “territorializaciónde la pobreza” y “desigualdad cate-gorial”, y medio–ambientes especí-ficos en los que conocer –medianteestudios retrospectivos– esas his-torias familiares. Las mismas ayudana explicar los procesos que produ-cen simultáneamente segmentaciónlaboral y segregación residencial. Noobstante, está el peligro de un nue-vo reduccionismo: podemos refor-zar aquella metáfora del círculo vi-cioso de la pobreza al sostener quea mayor depresión laboral, más mar-ginación, y por lo tanto, mayor acti-vidad delictiva. Un progresivo ais-lamiento haría insolubles estos pro-blemas.

De las historias que hemosconocido con jóvenes de sectorespopulares urbanos, nos quedan al-gunas reflexiones finales que podránser motivo de futuras indagaciones:

• A su modo, estos jóvenes lo-gran mantener un vínculo con

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el mercado, hacer transaccio-nes monetarias y no moneta-rias, asumir ciertas pautas dedisciplinamiento laboral, rela-cionarse con otros, recono-cerse y tomar opciones, refor-zando –y no debilitando,como algunos autores adu-cen– los lazos sociales máspróximos. Lo que significaque cuentan con capital so-cial, puesto que desarrollanestrategias de resistencia yreproducción cotidiana, comode extensas redes de una eco-nomía informal, y muchas ve-ces ilegal.

• Por otro lado, se reconoce quehan crecido en una tensiónpermanente, no sólo desde elpunto de vista económico,sino también desde el social.Residentes en barrios críticos,ven decrecer los ingresoseconómicos de sus familias alperder sus padres la pertenen-cia laboral. Sus propias posi-bilidades de inserción se venrestringidas, mientras sus fa-milias incrementan su relación(y dependencia) con las prác-ticas asistenciales, perdiendoademás así, centralidad en lafunción histórica de socializa-ción. Desde el punto de vistade la tradición y el intercam-bio generacional en el planode las creencias, adultos y jó-venes ya no logran compartirsus propias experiencias. Laausencia de anclaje en insti-

tuciones estructurantes quepermitan la transmisión de ex-periencias, produce una filo-sofía de la pobreza en el sen-tido de una pobreza desde lasprácticas, del hacer, más quedesde el punto de vista mate-rial, del tener. No obstante,hay una asunción de respon-sabilidades: puede observar-se cómo los adolescentes yjóvenes asumen estrategiasde sostén económico y acep-tan con orgullo, por ejemplo,la paternidad.

• No son delincuentes, es decirque las acciones peligrosas ygeneradoras de daño quepueden significar contra símismos y contra terceros, nosuponen aún una estructuradelictiva adulta. Mantienencon el delito vínculos transi-torios e intermitentes. Otracosa es encontrar condicio-nes para una cierta proclivi-dad delictiva, una habituali-dad o reincidencia que pongade manifiesto la presencia deuna personalidad, que en uncontexto, propenda a la con-ducta desviada.

• La alta incidencia de las adic-ciones conforma una realidadincontrastable, que exige so-luciones que van más allá delas oportunidades laborales:hay una necesaria opción poruna noción de salud integral,en la que la salud mental cons-tituya una dimensión esencial

para alcanzar la comprensióndel mundo y desarrollar ple-namente la autonomía perso-nal.

• Si bien la venta ambulante lespermite mejorar los ingresosfamiliares, por lo que consti-tuyen una contribución eco-nómica valiosa apoyada engeneral por los padres, tam-bién se trata de una informali-dad de subsistencia que difí-cilmente les permita salir de lapobreza. Los junk jobs (em-pleos basura) ya son parte delas nuevas realidades. Mues-tran no sólo la miseria mate-rial, sino el quiebre de las ba-ses morales en que se cimen-tara la integración social queconocimos bajo el gran para-guas de la solidaridad y laspolíticas del bienestar. Comoresultado de un mundo de pri-vaciones, de resultados noqueridos y de apropiacionesindebidas, la gestión públicaen materia juvenil transita en-tre una política ausente y unapolítica compasiva.

“hay generaciones mas jóve-nes que nosotros.

No sé qué va a ser de ellos...Y no da, loco, ver cómo la juventudse arruina así.

No sé loco, esperemos queDios quiera que cambie todo, quepodamos llevar una vida digna”.

(Un muchacho)

LAS TRAYECTORIAS LABORALES DE JÓVENES POBRES 131

Las trayectoriaslaborales dejóvenes pobres

ANEXO

Al igual que otros temas que ocu-pan progresivamente el interés de políti-cos y académicos, la relación de los jóve-nes con el trabajo fue problematizándosey cobrando relevancia a la luz de las con-secuencias negativas que las transforma-ciones de las últimas décadas tuvieronsobre el empleo juvenil.

De pasar a ser una relación socialfundamental y un modo privilegiado derealización personal, el trabajo sometido ala desregulación, la precariedad, la rigidezsalarial, la segmentación, o simplemente asu reiterada ausencia para amplios y nue-vos grupos, fue debilitándose en tanto ins-titución central de integración a la socie-dad y en tanto espacio primordial de iden-tificación personal.

La erosión de las funciones históri-cas del trabajo ha afectado en particular alos jóvenes, quienes se encuentran en unmomento especialmente conflictivo detransición a la vida adulta. En este pasotransicional, las instituciones mediadorasde ese pasaje –como la escuela y los pri-meros empleos– son claves en la defini-ción de los recorridos futuros. Por ello, loque su debilidad vuelve esencialmente pro-blemática, es la integración social de lasnuevas generaciones.

En ese sentido, la comprensión decómo se está desarrollando actualmenteese “pasaje” de los jóvenes hacia lo labo-ral (y especialmente el de aquellos queposeen, de entrada, un vínculo más débil

con la sociedad, como son los jóvenes po-bres) es importante para intervenir, previ-niendo o resolviendo los problemas labo-rales en detrimento de la juventud, que endefinitiva alertan sobre los déficit de in-clusión de nuestra sociedad.

La noción de trayectorialaboral

En el análisis de los recorridos la-borales de los jóvenes, se han venido ba-rajando diversos conceptos que intentandar cuenta de dichos caminos. Entre ellos,el concepto de “trayectoria laboral” hapermitido integrar de un modo procesual,dinámico e integral, las diversas activi-dades, las “idas y venidas”, las estrate-gias y las coerciones de que están he-chas las historias laborales, y nos ha im-pelido a abandonar esquemas rígidos yreduccionistas.

Este enfoque de las trayectorias la-borales juveniles se sostiene sobre variaspremisas, entre ellas, la evidencia del alar-gamiento del período de inserción. La in-serción laboral ha dejado de ser un meroacontecimiento reducible al primer traba-jo, para convertirse en un largo recorrido,donde la ambigüedad de las prácticas ysituaciones de trabajo (o de falta del mis-mo) obliga a un análisis de carácter longi-tudinal, y a una búsqueda de interpreta-

María Eugenia LongoUniversidad del Salvador

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005132

ción del sentido dado por los sujetos a sushistorias ocupacionales.

Por la combinación de dimensionesimplicadas en la noción de trayectoria, elanálisis debe dirigirse a la comprensión dela interdependencia de factores y de laarticulación de lógicas exógenas y endó-genas. Las características de las trayec-torias se derivan tanto de factores estruc-turales del entorno, como la falta de em-pleo, las políticas de gestión de la mano deobra o los programas dirigidos a los jóve-nes, como de factores sociodemográficosy económicos, como la edad, el sexo, lasituación familiar, la formación y la califi-cación, como también de factores estra-tégicos, como la capacidad de los agentesde tomar decisiones, combinar recursos,o definir su situación. Todas ellas configu-ran una lógica de desarrollo de los reco-rridos laborales y sociales en general.

Como puede notarse, las trayecto-rias implican un complejo mosaico de fac-tores, cuya combinación es personal e his-tórica. De acuerdo a ello, y tomando losconceptos de Nicole Drancourt, los “iti-nerarios” laborales, definidos por los acon-tecimientos sucesivos de un recorrido (si-tuaciones de empleo, desempleo e inacti-vidad, y las características de esas situa-ciones), están mediados por “lógicas”, esdecir, modos de construcción de esos re-corridos, que definen el sentido de los iti-nerarios, y construyen de ese modo tra-yectorias.

Por eso, cualquier análisis sobre tra-yectorias debe combinar la lectura de lassituaciones (itinerarios) y la compresión delsentido elaborado por los sujetos para esasdiversas situaciones.

Las consecuencias metodológicas delo anterior, entonces, estriban en la nece-sidad de abordar este tema medianteaproximaciones cualitativas que apuntena captar las lógicas de construcción derecorridos laborales de jóvenes, y medianteun análisis de las condiciones sociales den-tro de las cuales se da ese proceso de

construcción de significados. Las políticasy los programas de intervención en la re-lación de los jóvenes con el trabajo debenactuar sobre las estructuras y los signifi-cados que en conjunto definen las trayec-torias.

El dramático acontecer detrayectorias laborales dejóvenes pobres

Las reflexiones de este apartado sebasan en la investigación empírica “¿Quéles queda a los jóvenes? Representacio-nes en torno al trabajo e identidad en jó-venes pobres”, realizada por la autora deeste documento durante los años 2002 y2003.

Actualmente, la incorporación almundo del trabajo amenaza a los jóvenesmás desfavorecidos con una mayor margi-nación, con una limitación de sus posibili-dades de desarrollo personal y, por el fuer-te vínculo que el trabajo ha tenido en la ad-quisición de derechos ciudadanos, tambiéncon una exclusión de la ciudadanía.

En ese sentido, centraremos el inte-rés de este escrito en caracterizar las tra-yectorias laborales de este grupo en parti-cular, que por el débil vínculo que de por símantienen con las instituciones y las de-más vías de integración social, y por el ries-go social que encarnan para la continui-dad y desarrollo de las sociedades, cobranuna relevancia mayor en la definición deprogramas y políticas.

Las trayectorias laborales de los jó-venes pobres parecen tener rasgos comu-nes que resaltan la pertenencia social delas biografías particulares, y por lo tanto,la imperativa necesidad de dar respuestassistémicas, que como tales, son atribuciónde los estados.

Para analizar dichas trayectorias esnecesario detenerse en algunos “hitos” queesbozan sutilmente los rumbos futuros,

LAS TRAYECTORIAS LABORALES DE JÓVENES POBRES 133

como lo son el ingreso al mercado de tra-bajo, las características de los primerospuestos, y las dinámicas, las motivacionesy las relaciones que circunscriben.

La relevancia del primer trabajo delos jóvenes en la vida laboral merece unanálisis separado dentro de las observa-ciones acerca de las trayectorias, debidoa que los jóvenes de sectores popularescomienzan a trabajar muy tempranamen-te (las edades del primer trabajo suelenrondar entre los 8 y los 15 años). Si bienhan iniciado su trayectoria laboral desdemuy pequeños, el registro que tienen deese inicio suele ser bastante posterior.

La mayoría de los primeros trabajosse da en la forma de trabajador familiar,es decir, vinculados a ocupaciones conparientes, y poseen las mismas condicio-nes o restricciones (de horarios, de sala-rio, de exigencia y sumisión) a las que es-tán sujetos sus familiares. Estas primerasexperiencias laborales suelen ser tareassimples pero de un gran esfuerzo físico,de muchas horas diarias y bajos ingresos.Estas características marcarán tambiénsus trabajos posteriores, pero en este caso,acentúan su visibilidad porque vulneran lasituación de niño o adolescente.

A la edad escolar, al inicio del nivelde educación media, o si se quiere, cuan-do comienzan su adolescencia, los jóve-nes pobres suelen estar activos. En estegrupo el deber de trabajar parece estarpresente con una naturalidad propia dequien saltea una etapa crítica vinculada ala problematización de sí mismo, y a laelección de un camino y una proyecciónfutura. Esa proyección ha sido ligada pormúltiples teóricos al período y a la defini-ción de adolescencia y juventud. La mo-ratoria social, asociada por algunos a estaetapa de la vida, no parece existir en to-dos los estratos sociales por igual. Estamoratoria, período crítico desde el cualproyectarse, se reduce para los jóvenespobres condicionados por la necesidad detrabajar, la paternidad adolescente, o cor-

tes en la permanencia en el sistema edu-cativo. La reducción de la moratoria so-cial no solamente nos alerta sobre la pér-dida de un espacio de búsqueda personalpara algunos estratos sociales, sino quetambién cuestiona las categorías de juven-tud y adolescencia, sumidas en modelosdominantes de definición. “Hay modelosdominantes de ser joven o de ser adoles-cente, que tienen por detrás la articulaciónde estrategias sociales de dominación, queluchan por establecer esos modelos que,en última instancia, funcionan como he-rramientas de dominación” (Urresti).

Como lo afirman algunos autores, laadolescencia y la juventud son momentosde gran cuestionamiento de los valores ylas prácticas heredadas y asumidas hastael momento, así como también, una etapaen la que la imaginación puede desplegar-se al punto de permitir, a los jóvenes decada generación, diferenciarse de las ge-neraciones precedentes y asumir las in-novaciones de su momento histórico.Ambas cosas requieren de un contextoque no limite las formas de expresión, quepueda privar a los jóvenes de una proyec-ción previsible y armónica de sí. “La elec-ción de una ocupación asume una signifi-cación que va más allá de la cuestión dela remuneración y del estatus” (Erikson)y que se vincula directamente con la op-ción por un camino a recorrer que deberágenerar satisfacción.

Por otro lado, las motivaciones –delas que dan cuenta los jóvenes– para ini-ciar la vida laboral entremezclan la elec-ción (la búsqueda de independencia, eldeseo de trabajar), la obligación (porejemplo, la responsabilidad de una pater-nidad o maternidad temprana) y la nece-sidad (resultante de necesidades materia-les básicas, de la imprescindible ayudaeconómica para sus familias, o de ruptu-ras familiares que los obligan a abandonarsu hogar y a sobrevivir). Las tres parece-rían estar presentes al momento de expli-car el comienzo de las trayectorias, lo cual

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005134

permite descartar aquellos enfoques depolíticas que intervienen intentando darrespuesta únicamente a la necesidad ma-terial de los jóvenes, sin ninguna conside-ración por la integralidad y complejidad desituaciones y sujetos.

Asimismo, el análisis de las condi-ciones objetivas de trabajo nos permiteobservar que poseen trayectorias carac-terizadas por gran cantidad y variedad detrabajos poco calificados y de baja cali-dad. Aquella típica descripción que suelehacerse del empleo luego de los cambiosacaecidos en los últimos treinta años (asaber, la precarización, la flexibilidad, losbajos salarios, etc.) es el retrato más elo-cuente de la historia ocupacional de la ju-ventud pobre.

Los jóvenes realizan tareas y traba-jos de gran diversidad. Los trabajos esta-bles, seguros, con protección –de acuer-do a la legislación protectora– no apare-cen ni como huellas pasadas en estos re-corridos. Consiguen más bien puestos ennegro e informales y con sueldos ínfimosque no cubren las necesidades de la Ca-nasta Básica. Por su parte, la formaciónde los jóvenes no ayuda, dados los bajosniveles de educación formal y el acceso acircuitos educativos de baja calidad, cuyaprincipal consecuencia negativa es aten-tar contra su empleabilidad y competitivi-dad en el mercado laboral.

Todas estas características, a su vez,suelen estar acompañadas por una signifi-cativa rotación de puestos. La gran canti-dad de trabajos es posible a edades tem-pranas, solamente porque existe un consi-derable abandono de los mismos. Losempleos suelen ser de corta duración (ge-neralmente de tres, seis, nueve meses, yhasta un año y medio), precisamente porlas características precarias de los con-tratos de trabajo, librados al arbitrio de losempleadores y a las demandas de la pro-ducción. Este conjunto de factores pone enevidencia que este tipo de jóvenes –entreotros grupos– son parte de los engranajes

de ajuste del mercado en tiempos en losque el empleo se reduce y se deteriora deforma generalizada.

El problema reside en que la altarotación no resulta en una ventaja paraencontrar empleos que progresivamentevayan mejorando su situación laboral o suempleabilidad. Y en ese sentido, las con-densadas trayectorias no terminan siendobúsquedas o soluciones a sus carencias.

Asimismo, las redes familiares y losamigos son el principal recurso a la horade buscar trabajo, lo cual constituye tantouna ventaja como una desventaja para losjóvenes.

Implica una ventaja en la búsquedalaboral porque la familia es el principalrecurso frente a la falta de otros, talescomo una formación o calificación ade-cuada, o un capital cultural, económico ysocial necesario para volverse competiti-vo en el mercado de trabajo.

Pero, se convierte en una desventa-ja, si se considera que las redes de relacio-nes de estos jóvenes –su capital social– noson amplias sino todo lo contrario. El acce-so al empleo y la movilidad individual de-penden con frecuencia de la interacción conparientes y amigos en similares situacionesde precariedad, que suponen límites tantoespaciales (no se suele tener informaciónsobre oportunidades laborales en otros lu-gares ni los medios para aprovecharlas),como límites en términos de ascenso y pro-greso en la estructura social. Es decir, ge-neralmente no consiguen por medio de suscontactos trabajos de mejor calidad, conbeneficios sociales, o mayor estabilidad.

A ello se suma que las relaciones queentablan los jóvenes en el ámbito del tra-bajo son pocas y no parecen ser demasia-do significativas. Frente a un trabajo quese vuelve cada vez más precario e inesta-ble, las relaciones que se establecen apartir de él pierden significatividad. Elloda testimonio de la hipótesis que aseveraacerca de la pérdida de un espacio de per-tenencia social dentro del trabajo.

LAS TRAYECTORIAS LABORALES DE JÓVENES POBRES 135

Entonces, ¿qué significa la movili-dad laboral en estos varones jóvenes po-bres? Significa precariedad e inestabilidad,pero también soledad, individualismo, es-tigma social y una búsqueda de desarrollopersonal que se ve frustrada desde el ini-cio. Sin caer en eternas discusiones acer-ca de dicho concepto, podría decirse quela situación laboral de los jóvenes puedeser comprendida mediante la noción de“alienación”, entendida como sentimientode impotencia, de ausencia de significa-ción, de ausencia de normas, de ausenciade realización de sí y de extrañamiento delsujeto respecto a su actividad.

Dentro de este marco los jóvenespobres deben elaborar la continuidad y elsentido en sus trayectorias.

Cuando los sujetos están menos ata-dos a instituciones que los determinan, olas relaciones con los diferentes marcosde referencia colectivos se vuelven másfrágiles, recae sobre ellos mismos la tareade darle sentido y continuidad a su histo-ria. La capacidad de conceptualizar y sig-nificar las diferentes situaciones y los he-chos de la propia trayectoria, es una ne-cesidad sobre la cual luego se asienta todadefinición presente y proyección futura desí mismo.

El éxito en esta tarea está dado porla capacidad del sujeto para orientar todoslos acontecimientos de su historia de acuer-do a una interpretación que le confiera sen-tido para sí y para los demás cuando escomunicada. La dificultad para llevar ade-lante esta elaboración expresa las fractu-ras e intermitencias con las que se constru-ye la identidad y se avizora el futuro.

El tiempo (como el espacio) es unacategoría básica para la identidad por sucarácter ordenador, y expresa –en el dis-curso y más allá de él– el esfuerzo porotorgar un sentido a la propia biografía,por hacer de ella una crónica coherente.Los jóvenes tienen una seria dificultad parahablar de su pasado (y también para plan-tearse un futuro). La misma reside en la

imposibilidad de hacer una lectura de símismos, siguiendo un encadenamiento dehechos que unifique la propia biografíaotorgándole una significación. La elabo-ración de un hilo de continuidad sirve paragenerar cierta certidumbre moral que ali-menta la confianza básica que una perso-na necesita para sentir que tiene el con-trol de su existencia, y para reducir la an-siedad que genera el mundo social siem-pre contingente.

En este marco emergen además re-presentaciones sociales del trabajo queresaltan la complejidad simbólica del mis-mo. El trabajo es definido por los jóvenesde un modo multidimensional que contie-ne en sí, y al mismo tiempo, dimensionescontradictorias y complementarias: unadimensión alienante, una dimensión de rea-lización personal, una dimensión instrumen-tal, una dimensión de reconocimiento y deestigmatización social, así como tambiénuna dimensión de posibilidad.

Junto al mandato que empuja a tra-bajar tempranamente, el trabajar en sí mis-mo tiene una importancia nuclear. El tra-bajo es visto como esencia, como una ne-cesidad intrínseca, como una forma derealización personal indiscutible. No ca-ben dudas de que el trabajo es muy im-portante en la vida de estos jóvenes. Eltrabajo, a pesar del desgaste o la preca-riedad, les permite sentirse vivos y parti-cipar –aunque sea marginalmente– de lasociedad.

La sensación resultante de analizarlas trayectorias laborales de los jóvenespobres es, como diría Castel, la de la “pre-cariedad como destino”. “Cuando se ha-bla del descrédito del trabajo entre las nue-vas generaciones, y en el cual hay quie-nes ven el signo feliz de una salida de lacivilización del trabajo, debe tenerse pre-sente esta realidad objetiva del mercadodel empleo. ¿Cómo cercar estas situacio-nes y ligar un proyecto a estas trayecto-rias? (...) Lo que se rechaza no es tanto eltrabajo sino un tipo de empleo discontinuo

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005136

y literalmente insignificante, que no puedeservir de base para la proyección de unfuturo manejable. Esta manera de habitarel mundo social impone estrategias de so-brevida basadas en el presente. A partirde allí se desarrolla una cultura que, se-gún la atinada expresión de LaurenceRouleau–Berger, es una cultura de lo alea-torio”.

Propuestas para la acción

La descripción precedente no dejade provocar la pregunta acerca del tipode socialización del trabajo en la que es-tán inmersos los jóvenes pobres, que enpocas palabras, puede resumirse como lade la inestabilidad, el cambio constante, laprecariedad, la falta de derechos y, frentea todo esto, la opción resignadamente in-dividual de cambiar su suerte.

Sobre la base de esta descripción–producto de la evidencia empírica– sepropone discutir el marco de cualquier po-lítica que apunte a la intervención en elproceso de inclusión laboral de los jóve-nes pobres, que por supuesto, poco éxitopuede tener de la mano de políticas queno revierten el contexto generalizado dedesigualdad. Aún así es posible enumeraruna serie de ítems pasibles de ser tomadosen consideración en cualquier intervención.

• Atendiendo la integralidad del joven,es necesario promover espacios or-ganizados de participación en los quelos jóvenes debatan acerca de suvocación y reflexionen acerca de suproyecto de vida (para contrarres-tar la lógica social que los compelea no hacerlo). Se debe procurar for-talecer la capacidad de elección yautodeterminación, así como tam-bién desnaturalizar su condición so-cial, para que el reconocimiento delas limitaciones de su situación se déen el marco de una ruptura del de-

terminismo (que suele encerrar aciertos grupos en un futuro diseña-do y programado por otros: socie-dad, Estado, medios, etc.). A pesarde la evidencia acerca del caráctercomplejo de las representacionessociales en torno al trabajo, la voca-ción no suele discutirse para el casode los jóvenes con menores oportu-nidades, como si las dimensionesexpresivas y de realización personaldel trabajo no fueran necesarias niestuvieran presentes en situacionesde pobreza y marginalidad. De ahísurge la necesidad de generar espa-cios de discusión en los que sea posi-ble la articulación entre capacidadesy oportunidades, en el marco de unatrayectoria entendida como un pro-ceso continuo de construcción.

• Dada la importancia del primer tra-bajo dentro de la trayectoria laboral,cualquier intervención debe fluctuarentre: a) retrasar –en la medida delo posible– una entrada prematuradel joven al mundo laboral (por ca-recer de formación, competencias yrecursos que le permitan competiren pie de igualdad en el mercado detrabajo); b) aprovechar los primerosempleos como recursos educativosy para la generación de experiencia;y c) mejorar la situación ocupacio-nal (mediante legislación protectorade derechos laborales, sociales y po-líticos) para el caso de aquellos queya están insertos.

• El problema de que los jóvenes po-bres adhieran a un paradigma labo-ral fuera de época (por las compe-tencias y destrezas que desarrollan),o que se inserten en trabajos de bajacalidad y de baja competitividad enlos cuales no logran entrenarse nialcanzar un aprendizaje de las nue-vas habilidades demandadas por elmercado de trabajo, los aleja aúnmás del resto de los jóvenes de su

LAS TRAYECTORIAS LABORALES DE JÓVENES POBRES 137

generación, que sí logran asumir lastendencias tecnológicas y económi-cas innovadoras. Con relación a ello,es apremiante que para los jóvenesmás vulnerables, exista en cualquierambiente de trabajo una experien-cia de formación, capacitación yadquisición de competencias quetienda a nivelar la falta de acredita-ciones y recursos educativos (capi-tal humano) a los cuales estos jóve-nes no tuvieron acceso. Para ello, ytal como lo menciona Claudia Jacin-to, es necesario estimular la posibili-dad de múltiples circuitos de apren-dizaje que ofrezcan alternativasflexibles de formación en combina-ción con experiencias de trabajo.

• Frente a trayectorias signadas pormúltiples rupturas, son necesariasacciones que apunten a reconstruirprocesos de continuidad, con el finde generar bases de seguridad y es-tabilidad que contrarresten la ines-tabilidad y la alta rotación por la quepululan los jóvenes sin ninguna acu-mulación de recursos educativos ysociales, competencias y capital so-cial que les ayuden a superar su ads-cripción a la pobreza. Por ello, aque-llas acciones que únicamente apun-tan a acercar a los jóvenes a puestosde trabajo sin asegurar continuidad enla ocupación, quedan truncas en elintento de generar bases sólidas parael desenvolvimiento futuro.

• El tipo de trayectorias como las des-criptas, dan cuenta de la desestruc-

turación de lo social y la crisis de losreferentes e instituciones colectivas.Por ello, resulta imperante la comu-nidad de esfuerzos y la diversidadde actores que impulsen la partici-pación de múltiples agentes en laformulación e implementación de lasintervenciones. Se debe apostar a laintersectorialidad, a la participaciónde la comunidad, las institucioneseducativas, las organizaciones no gu-bernamentales y las empresas, yestimular la generación de redessociales que amplíen el tipo y cuan-tía de capital social de los jóvenes.En ese sentido, deben privilegiarseestrategias que afiancen los víncu-los interclase de los jóvenes, dadoque, como hemos visto, la participa-ción laboral de los jóvenes está ínti-mamente asociada a la integraciónsocial.Para concluir, toda política dirigida

a aumentar las oportunidades laborales delos jóvenes pobres, no puede obviar unamirada integral del joven y su contextosocial. Ambos están mediatizados por ar-bitrajes individuales y por coerciones delentorno. La intervención dirigida a este gru-po de población es urgente debido a que,por la importancia que el trabajo ha tenidohistóricamente en términos de integraciónsocial, en las condiciones actuales la des-calificación laboral conduce a un desco-nocimiento en otros planos, como el cívi-co o el político, y expresa, en definitiva, undéficit en la estructura social que afecta atoda la sociedad.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005138

LOS DESAFÍOS DE LA OFERTA EDUCATIVA 139

Los desafíosde la ofertaeducativa

CAPÍTULO VI

En el marco de los avances en elcumplimiento de los objetivos del sistemaeducativo de cobertura y acceso, expre-sados en un aumento significativo de latasa de escolaridad en la última década,se plantean una serie de fenómenos que,si bien no son nuevos, pasan a ser centra-les en la agenda educativa en virtud de laimportancia, la magnitud y la complejidadque detentan. Tal es el caso del crecientenúmero de adolescentes que abandonansus estudios en el transcurso de la educa-ción media, así como de aquellos jóvenesque no están vinculados al sistema educa-tivo ni al mercado laboral y productivo.

De acuerdo al último Censo Nacio-nal de Población, Hogares y Viviendas2001 coordinado por el Instituto Nacionalde Estadística y Censos (INDEC), en laProvincia de Buenos Aires el 46% de quie-nes tenían entre 20 y 29 años no habíacompletado el Polimodal o Secundario yya no concurría a ningún establecimiento

educacional, valor que asciende al 51%entre los varones y al 41% entre las muje-res. En números absolutos, constituyenmás de un millón de jóvenes. De acuerdocon la misma fuente, el 19% de las perso-nas de ese grupo de edad no estaba ocu-pada ni asistía a un establecimiento edu-cacional. En números absolutos, eran másde 400.000 jóvenes, si bien hace falta acla-rar que el Censo al medir las variables la-borales no es tan riguroso como otros es-tudios del mismo INDEC.

Paralelo al crecimiento de las tasas deingreso al sistema escolar y del número deestudiantes matriculados en los distintos ni-veles, ha habido un agravamiento de dife-rencias educativas entre los sectores pobresde la población y los que no lo son. La espe-ranza de vida escolar se ubica en la finaliza-ción de la educación media para los estu-diantes que provienen de hogares pobres, encontraste con la terminación de la educa-ción superior para aquellos que provienen

Cuadro 1. Provincia de Buenos Aires. Población de 20 a 29 años que no asiste peroasistió a un establecimiento educacional por máximo nivel de instrucción alcanzado.Años 1980 a 2001.

Nivel de educación alcanzado 1980 1991 2001

Hasta primario incompleto 13,8% 6,4% 4,0%Primario completo 37,5% 32,4% 23,9%Secundario incompleto 16,7% 19,0% 18,5%

Total población sinsecundario completo 68,0% 57,8% 46,3%

Fuente: INDEC, Censos nacionales de población y vivienda.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005140

de hogares no pobres. Hay también unamayor incidencia de bajo desempeño, repi-tencia y deserción en alumnos pertenecien-tes a clases populares, debido a que las con-diciones en que se desarrolla su procesoeducativo son poco favorables. En este sen-tido, ha habido una serie importante de in-tervenciones dirigidas a compensar déficitbásicos (programas de alimentos y becas)con el objeto de que puedan permanecer enel sistema y completar su formación.

Sin embargo, a medida que se avan-za hacia la educación media el riesgo deabandono aumenta, configurándose unescenario mucho más exigente, tanto paraestos jóvenes, que con frecuencia debeninsertarse tempranamente en el mercadolaboral y no ven en la permanencia en laescuela un valor agregado significativo,como para la escuela, que debe retener asus alumnos y responder a la crecientedemanda de proveerlos de una base sóli-da desde la cual superar las desigualda-des e integrarse socialmente.

La deserción está determinada porla interacción entre las condiciones y lascaracterísticas de los estudiantes, y el con-junto particular de relaciones que se con-figuran en el escenario escolar. Si bien lascondiciones de pobreza estructural de losestudiantes pueden ser compensadas y asíatenuar su efecto, lo que constituye la ta-rea específica de la escuela es la trans-formación y el mejoramiento de sus prác-ticas, adecuándose a los objetivos de for-mación de los adolescentes.

La no finalización de los estudiossupone para los adolescentes y jóvenes unadesventaja, no sólo en cuanto al insuficien-te capital educativo del que disponen parainiciar su trayectoria laboral, sino tambiénen relación con la pérdida del vínculo conel espacio de aprendizaje social que cons-tituye la escuela.

En lo que concierne al sistema edu-cativo, la exigencia se centra en mejorarla calidad de los procesos, compensar lasdeficiencias de los alumnos dentro del sis-

tema mismo y promover su permanenciay promoción hasta la finalización de losestudios. Ya que han sido positivos losavances en cobertura e inclusión, los re-tos están en la retención y la promoción.

Parte de la respuesta a la demandade una mejor formación ha sido la reorga-nización de los ciclos, buscando diferen-ciarlos y dotarlos de especificidad y cre-ciente complejidad en la adquisición deconocimientos y el desarrollo de compe-tencias sociales. Por otra parte, ha habidouna importante reflexión en torno a la in-suficiencia del papel de control alrededordel cual la escuela ha configurado granparte de sus prácticas, y a la necesidad deque este modelo dé paso a estilos másparticipativos en los que los actores edu-cativos se reconozcan como tales y el cli-ma escolar sea coherente con los objeti-vos de formación integral.

En el caso específico de la educa-ción media en el sistema educativo provin-cial, se trata de trabajar sobre la articula-ción de los ciclos EGB3 y Polimodal a tra-vés de acciones en los siguientes aspectos:

• Un clima escolar que promueva eldesarrollo de una mayor participaciónen la vida cotidiana de la escuela ysus diferentes instancias, la regula-ción desde la interacción social másque desde regímenes de control ex-ternos a los actores y la formulaciónde proyectos personales que vincu-len la experiencia en la escuela, elaprendizaje y los intereses y motiva-ciones particulares. Las competen-cias sociales básicas y complejas noson pasibles de ser ejercitadas o ad-quiridas por fuera del escenario so-cial cotidiano, se obtienen e interiori-zan a través de la experiencia socialsignificativa, y por esto resulta tanimportante que los últimos ciclos es-colares configuren un espacio de re-laciones favorable a su desarrollo.

• La elaboración de un perfil de egre-sado que responda, por una parte, a

LOS DESAFÍOS DE LA OFERTA EDUCATIVA 141

las demandas del actual mercado detrabajo, y por otra, a la exigencia deuna formación integral en competen-cias generales y conocimientos enáreas específicas. La gestión y laconducción pedagógica del ciclo de-ben estar alineadas con el perfil delegresado. En este sentido, las estra-tegias y los métodos y prácticas deenseñanza se eligen de acuerdo consu adecuación a él, del mismo modoque la evaluación y las condicionesde promoción.

• Dado que hay un alto riesgo de de-serción en estos ciclos, debe plan-tearse un nivel de mediación alto porparte de la escuela entre las carac-terísticas de los estudiantes y su dis-posición hacia el aprendizaje y losobjetivos de formación que se quie-re alcanzar. Esto supone que la fi-gura de los docentes y los orienta-dores se hace central, ya que debenacompañar de cerca el proceso delos estudiantes como parte de lasmedidas de compensación.

• Ya que se intenta centrar el papel dela escuela en su especificidad peda-gógica y en el mejoramiento de susprácticas de formación, es importanteque se abra a la comunidad y al con-texto local para apoyarse en organi-zaciones de base (organizaciones nogubernamentales, asociaciones loca-les, clubes juveniles, entre otras) quellevan a cabo acciones de contencióny compensación. Éstas no sólo cons-tituyen espacios de socialización y par-ticipación altamente valorados por losjóvenes, sino que tienen una trayecto-ria importante en este campo.

Experiencias de formación

En el ámbito externo a la escuelahay un amplio espectro de interpretacio-

nes acerca del problema. Por una parte,hay una tendencia importante a poner elénfasis en la relación formación–trabajo,dado lo apremiante de la necesidad demuchos jóvenes de encontrar un empleopara proveerse el sustento. Por otra, hayexperiencias que se dirigen a la creaciónde espacios de integración social, que in-cluyen la formación como una de las di-mensiones desde las cuales promover lainserción de los jóvenes a la par de otrascomo la cultura, el arte, el deporte, la re-creación y la salud.

María Teresa Gallard hace una ca-tegorización de las experiencias llevadasa cabo en América Latina en la línea de larelación formación–trabajo: los programastradicionales de formación para el traba-jo, los de formación y empleo dirigidosespecíficamente a jóvenes y los de pro-moción social y capacitación.

En primera instancia, un modelo tra-dicional de formación para el trabajo, quese caracteriza fundamentalmente por es-tar formulado, planeado, financiado e im-plementado por el sector público a travésde los sistemas educativos y de empleopor medio de los programas nacionales decapacitación. Se trata de programas abier-tos a jóvenes, adultos y trabajadores, quetienden a formar parte de la estructura delsistema educativo y el sistema de empleocomo oferta que integra la formación ge-neral y la formación específica.

Su mayor fortaleza radica en que setrata de acciones permanentes con pre-supuestos fijos y continuidad institucional,ya que forman parte del sistema, aprove-chan en mayor o menor grado los recur-sos y relaciones existentes, así como laoportunidad del constante aprendizaje ycambio. Con relación a la oferta, sus ca-racterísticas permiten acciones de forma-ción a mediano plazo y no solamente cur-sos cortos.

Sus debilidades provienen del esca-so contacto que tienen los contenidos dela oferta con las características y deman-

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das del mercado de trabajo. Se trata decursos de formación orientados a ocupa-ciones que a veces no encuentran un co-rrelato concreto en el mercado laboral otienen una escasa demanda. Por otra par-te, dado que no son programas focaliza-dos, la cobertura que pueden llegar a te-ner respecto a jóvenes en condiciones depobreza no es importante.

De cara a las exigencias y caracte-rísticas del mercado laboral, el segundogrupo de programas se dirige a elevar la“empleabilidad” de los jóvenes, entendidacomo el conjunto de aptitudes y actitudesrequeridas en la consecución de un em-pleo y la permanencia en él. Estos pro-gramas se han implementado en todos lospaíses de América Latina con algunasvariaciones dependiendo de cada país,pero con un modelo común. Son progra-mas diseñados específicamente para in-tervenir sobre los dos ejes más evidentesdel problema: formación y empleo. Asi-mismo, intentan focalizar sus acciones enla población objetivo a través de los crite-rios de selección de los participantes (jó-venes, provenientes de hogares pobres ensituación de desempleo) y de las áreas enque se inscriben los cursos ofertados (ocu-paciones semi–calificadas.)

La propuesta es capacitar en unárea específica de trabajo, complementan-do la formación con una pasantía en unaempresa legalmente constituida. La estra-tegia de la práctica laboral introduce uninteresante puente entre la teoría y la prác-tica, ya que instala el aprendizaje en eldesempeño mismo de la tarea, y se ase-gura de esa manera de que los contenidosimpartidos tengan una relación directa conla demanda del mercado de trabajo, a lavez que introduce al joven a la experien-cia en un ámbito laboral formal. Con elobjeto de que los participantes puedancompletar los cursos, se les otorga unabeca que cubre los gastos básicos de trans-porte y alimentación durante el período quedura la formación (máximo seis meses).

Las fortalezas de estos programasse basan en el alto grado de vinculaciónque logran con el sector productivo y la-boral, tanto en lo relativo a los contenidosy perfiles que orientan la formación, comoal escenario de relaciones que configuranpara el joven a través de las prácticas.Estas dos cualidades se relacionan direc-tamente con la naturaleza de las entida-des que desarrollan los cursos: se trata deinstituciones con fines de lucro que se hanespecializado en formación de trabajado-res y que tienen un trato cercano con laempresa y los sectores productivos. Estoles permite diseñar ofertas formativas quese adecuan directamente a las demandasdel mercado, así como la posibilidad degestionar en las empresas los espaciospara las prácticas laborales.

La principal limitación que han mos-trado estos programas en las evaluacio-nes de impacto realizadas es que los cur-sos impartidos no aseguran el acceso atrayectorias ocupacionales calificadas. Sibien se elevan los niveles de empleabili-dad de los participantes, el tipo de empleosa los que tienen mayor probabilidad de vin-cularse se ubica en una franja del merca-do de gran inestabilidad dada su estructu-ra flexible, la alta rotación y baja proyec-ción laboral.

Por otra parte, el impacto sobre laempleabilidad tiene una restricción sujetaa las características de los participantes:la carencia de competencias generales ysociales básicas, que también forman partede la empleabilidad y para las cuales es-tos programas no cuentan con elementoscompensatorios.

Por fuera del modelo mismo, su im-plementación tiene características que bienpueden llegar a ampliar sus alcances o areducirlos. Dado que lo común es que laparticipación del Estado, aparte de la fi-nanciación, se dé solamente en las fasesde formulación de objetivos, selección depropuestas y evaluación de los programasa su término, hay algunos aspectos de su

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desarrollo que resultan claves para ase-gurarse de que la focalización y el impac-to no se vean comprometidos.

Los resultados de las evaluacionesmuestran que hay una tendencia marcadaa escoger a los participantes que se ade-cuan mejor al perfil del egresado, es decira los “mejores” dentro de la población depostulantes. Desde la perspectiva de losprogramas mismos se entiende que, amejores condiciones de entrada, mejoresresultados se obtienen. Sin embargo, estopone en discusión la capacidad real de lasacciones para compensar carencias y su-mar al proceso de formación de los parti-cipantes, mas aún si se tiene en cuentaque ya desde el principio el programa“auto–focaliza” convocando sólo a cier-tos grupos de jóvenes.

Otro de los hallazgos relevantes esque las instituciones que desarrollan losprogramas suelen tener experiencia enprocesos de formación y cualificación detrabajadores, pero no tienen preparaciónpara trabajar con jóvenes en condicionesde pobreza material y riesgo de exclusiónsocial. Las características de los partici-pantes, así como el contexto en que se in-serta su formación, demandan no solamen-te experticia en la tarea de impartir cono-cimientos, sino además un ambiente deaprendizaje que promueva relaciones sig-nificativas con los contenidos que seaprenden y con la formación como proce-so de desarrollo y mejoramiento. Asimis-mo, también requieren que se constituyaen una experiencia social enriquecedorapara el joven donde se pueda reconocer así mismo en sus capacidades y logros con-cretos y en la posibilidad de generar vín-culos nuevos que amplíen su red de rela-ciones.

Por último, se ha detectado un es-pecial énfasis en la fase de desarrollo,así como en la evaluación basada en in-dicadores puntuales, mientras que elacompañamiento y seguimiento posteriora la finalización de los cursos quedan en

un segundo plano. Los cursos, al ser decorta duración, exigen especial cuidadodurante las fases lectiva y práctica, asu-miéndose que en ellas reside el mayorpotencial del programa. Sin embargo, lapermanencia de los aprendizajes a tra-vés del tiempo, los cambios de actitud ydisposición hacia el trabajo y la actividadproductiva, y la integración y consolida-ción de las interacciones sociales, sonprocesos que demandan una mediaciónmás prolongada por parte de los agentescapacitadores.

La tercera categoría en que seagrupan las experiencias llevadas a caboen este campo se caracteriza por accio-nes de promoción social y capacitación.Suelen ser acciones muy focalizadas enla población objetivo, experiencias lleva-das a cabo por instituciones locales debase y organizaciones no gubernamenta-les que por su modo de trabajo logranponerse en contacto directo con las ne-cesidades e intereses de las personas, másque con las demandas del mercado labo-ral. En este modelo, el objetivo primor-dial es la promoción del desarrollo huma-no de estas poblaciones a través de laformación.

Muy focalizadas en las poblacionesmarginales, suelen tener poca cobertura yproblemas de continuidad, a pesar de locual, por otra parte, logran un buen nivelde articulación con otras instituciones lo-cales.

Es un modelo fuerte en la interpre-tación de necesidades, intereses y diver-sidad de la población de jóvenes, que tam-bién tiene la capacidad para abarcar si-tuaciones sociales críticas, dándoles cau-ce a través de proyectos productivos, ac-tividades de recreación y cultura y crea-ción de redes sociales entre los jóvenes yotras instancias locales. La formación secentra en la compensación de carenciasen competencias sociales y en muchoscasos también en la reparación de trau-mas derivados de la exclusión social.

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Nuevos desafíos

Las características y resultados deestos tres modelos de intervención re-sultan útiles porque evidencian aspec-tos importantes de la naturaleza del pro-blema y a la vez logran orientar nuevasacciones sobre la base de la experien-cia previa.

Queda claro, a partir de esta brevecaracterización, que ninguno de los mo-delos logra abordar en forma integral elproblema, y de hecho cada uno de ellosplantea una hipótesis diferente respecto alos aspectos que deben ser trabajados y alas acciones más pertinentes.

Sobre la base de conocimientos queda la evaluación de experiencias previas,se puede establecer que el problema de laformación y el empleo en jóvenes pobresentraña un conjunto de carencias notablesen la formación general, en competenciassociales básicas de comportamiento y encompetencias sociales complejas de inte-racción en ambientes productivos. Tenien-do en cuenta que el problema es más com-plejo que la ausencia de un empleo o deconocimientos en un quehacer específico,la respuesta debe ser integral y compren-siva de la multiplicidad de necesidadesimplicadas.

Por otra parte, debe también tener-se en cuenta que se trata de un problemade flujo: la población de jóvenes sin traba-jo y con carencias en la formación semantendrá mientras no haya cambios enlas condiciones sociales y económicas, enel mercado de trabajo y en las cifras dedeserción escolar.

La población de jóvenes en condi-ciones de pobreza no es homogénea. Mu-chos de los programas dirigidos a promo-ver empleabilidad y formación para el tra-bajo suponen que su destinatario es un jo-ven genérico y no reconocen las diferen-cias en sus características, diferencias quedemandan respuestas institucionales muyvariadas.

En esta misma línea, las necesida-des, intereses y motivaciones de los jóve-nes que pertenecen a la población sonheterogéneas. En este punto se debe in-troducir el señalamiento del pobre papelque tienen los jóvenes en la formulaciónde los programas y la ejecución de lasacciones que los tienen por destinatarios.

Acerca de la puesta en marcha delos programas, cabe resaltar las siguien-tes cualidades como elementos claves enfunción de los cuales varían sus alcances:

• Un diseño que tenga en cuenta elacompañamiento, el seguimiento y laevaluación como dimensiones quetambién garantizan el logro de losobjetivos y que permiten mantenerlos efectos de la formación en eltiempo, a la vez que impactan sobreel proceso de aprendizaje social delos participantes, que como se havisto tiene incidencia directa en laempleabilidad.

• Un especial énfasis en la definicióndel perfil de los agentes de forma-ción que equilibre el conocimiento es-pecífico y las estrategias pedagógi-cas más adecuadas para su ense-ñanza y la positiva disposición hacialos participantes, el conocimiento desus características y la preparaciónpara el trabajo en procesos de de-sarrollo con jóvenes.

• Una planeación que tenga en cuen-ta las experiencias previas y sus re-sultados como base de nuevas for-mulaciones y que conozca los pro-gramas que ya están en marcha afin de evitar la superposición.

• Una vinculación interinstitucional quepermita aprovechar las estructurasy recursos existentes y que a la vezcomprometa diferentes instanciasasignando racionalmente las respon-sabilidades.

• La creación de un sistema de certi-ficación de competencias laboralesy sociales en la formación, así como

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de habilidades y conocimientos ad-quiridos a lo largo de los programas.Acerca de la segunda tendencia, las

experiencias deben dirigirse a la creaciónde espacios de integración social, ya latercera categoría presentada anteriormen-te hace mención a acciones que, si bienllevan a cabo actividades de formación conjóvenes, también integran otros aspectosa sus propuestas, tratando de promover eldesarrollo personal y social.

Estas experiencias, que surgen en sumayor parte de organizaciones de base,suelen tener la impronta de la cercanía conlos jóvenes y con sus contextos próximos,y la necesidad de poner en marcha solu-ciones a los problemas concretos, que tam-bién forman parte de la comunidad.

Los objetivos de las acciones que lle-van a cabo son múltiples, ubicándolos enel espectro de la satisfacción de necesi-dades y la promoción del desarrollo edu-cativo, cultural, productivo, recreativo y laelevación de las condiciones de salud delos jóvenes.

En lo concerniente a los destinata-rios y al modo de trabajo hay aspectos deestas organizaciones que constituyen sumayor potencial como agentes de desa-rrollo e integración social:

• Tienen una aproximación directa alos adolescentes y jóvenes, tantocomo a sus características y espe-cificidades.

• Cuentan con el contexto local comoescenario concreto de las accionesen el cual éstas tienen resonancia ydel cual reciben retroalimentación.En este sentido, hay una importantevinculación con otras instancias lo-cales y con la comunidad, y vías decomunicación directa que facilitan elflujo de información, tanto como lagestión misma de los proyectos.

• Dan importancia a la cultura juvenily sus manifestaciones como base apartir de la cual establecer vínculoscon estos grupos, hacer ofertas for-

mativas y de promoción, y llevarlasa cabo.

• En esta misma línea, son espaciosde socialización altamente valoradospor los jóvenes y llegan a consoli-darse como espacios que generanpertenencia e identidad, tanto parasus participantes como para los con-textos en que se ubican.

• Tienen capacidad de convocatoria ytrabajan con agentes de formaciónmuy variados, dentro de los que secuenta con actores externos, quemuy frecuentemente tienen prepa-ración en este campo y un alto nivelde interés y motivación, con agen-tes locales pertenecientes a diferen-tes instancias y con jóvenes prove-nientes de las mismas comunidades.

• Se aproximan a los problemas de losjóvenes desde una perspectiva múl-tiple, tratando de establecer relacio-nes entre diferentes dimensiones deldesarrollo personal y la integraciónsocial.Dado que se trata de experiencias

que centran su trabajo en las especifici-dades y la diversidad de los jóvenes encontextos muy particulares, la conforma-ción de redes de intercambio con otrasorganizaciones de esta naturaleza es cla-ve para el mejoramiento de las ofertas, elcrecimiento y la sustentabilidad de los pro-yectos, la apropiación de las experienciasy los resultados obtenidos y el fortaleci-miento del tejido de relaciones que pro-mueven. Debido a que no pueden abarcartodos los aspectos comprometidos en losprocesos de inclusión e integración social,su impacto depende en gran medida dequé tanto logren apoyarse entre sí.

Siguiendo las direcciones en queapuntan los resultados de experienciasprevias, las primeras acciones deben es-tar encaminadas a la identificación de lascaracterísticas de la población objetivo.En este sentido, cualquier medida que seadopte debe tener en cuenta una carac-

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terización mínima en función de la edad,el género, las trayectorias educativas ylaborales, la pertenencia a un sector so-cioeconómico específico, la ubicación enun contexto rural o urbano, los intereses,las expectativas y las motivaciones de losjóvenes.

Partiendo de este análisis preliminar,se pueden identificar grupos de necesida-des que permitan mayor focalización enla formulación de objetivos. Una perspec-tiva de proceso puede resultar útil a estatarea si se considera que el propósito ge-neral dentro del que se inscriben las ac-ciones es la inclusión social de la pobla-ción. Inclusión que supone en un extremola compensación de desigualdades en elacceso a educación, salud, servicios bási-cos, pertenencia y participación social, yque se mueve progresivamente hacia lacualificación de los trayectos educativos,participativos y laborales de los jóvenes,así como hacia la construcción y desarro-llo de su proyecto de vida.

Teniendo en cuenta la naturalezadinámica del fenómeno y el carácter deproceso y acumulación que tiene la inte-gración social, la escuela sigue siendo unode los espacios determinantes en la gene-ración de trayectorias adecuadas. Reco-bran importancia los objetivos de reten-ción, promoción y reinserción como fasesque siguen a los de cobertura e inclusión.

Por fuera de la escuela, es claro quelas carencias de los jóvenes son múltiplesy que, en esta medida, la respuesta másadecuada es la que plantea una oferta in-tegral que apunte a itinerarios de forma-ción en diversas áreas: entre otras, incor-poración laboral, terminalidad de la edu-cación media, acceso a la educación su-perior, participación social, promoción deestilos saludables de vida, formación ciu-dadana y recreación.

En el ámbito local, la gestión de losgobiernos municipales puede ser de granimportancia en la consolidación de una redorganizada de ofertas de formación y de-

sarrollo para jóvenes. Por una parte, lasorganizaciones de base cuentan con lafortaleza de conocer de cerca las caren-cias y conjuntos de necesidades de lascomunidades en que trabajan, a la vez quedependen de la vinculación con otras ins-tituciones para garantizar la continuidad desus acciones. Por otra parte, los gobier-nos municipales cuentan con los recursosestructurales y de gestión para integrar laexperiencia local y establecer líneas prio-ritarias en la formulación de los planes dedesarrollo y en la generación de una de-manda social clara hacia las políticas dejóvenes.

Se hace imprescindible entoncesque los municipios hagan un esfuerzo porestablecer una relación consistente conestas organizaciones y crear un espaciode trabajo conjunto caracterizado por:

• La creación de un espacio comúnde participación local en torno altema de juventud que convoque a or-ganizaciones de base que trabajanen este campo, y que fomente la or-ganización y la participación directade los adolescentes y los jóvenes.

• Una red de información que permi-ta conocer las experiencias existen-tes, valorarlas en función de sus ca-racterísticas y alcances, ponerlas encontacto entre sí y darlas a conocera las comunidades.

• Una agenda de trabajo con estasorganizaciones, a fin de establecerdiagnósticos concretos en áreas de-limitadas a partir de los cuales ca-racterizar la situación del municipio.

• Una gestión de proyectos que com-prometa por igual al municipio y alas organizaciones de base.Otra tarea que compromete al muni-

cipio y que resulta relevante es la planea-ción y formulación de los proyectos de de-sarrollo local. Si los objetivos de formacióny desarrollo de los jóvenes tienen corres-pondencia con las demandas y necesida-des concretas y se incluyen en los proyec-

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tos de desarrollo, el eje de juventud adquie-re relevancia y lugar institucional desde elcual gestionar convenios, conseguir recur-sos y hacer demandas concretas de apoyotécnico y fortalecimiento institucional.

La tarea de coordinar y vincularacciones se hace extensiva también a otrasinstituciones gubernamentales que traba-jan en el nivel local en las áreas de educa-ción, salud, cultura, empleo, recreación ydeporte. Más allá del ámbito local, el es-tablecimiento de redes intermunicipales yde acuerdos en torno a demandas concre-tas en áreas comunes permite una gestiónmás robusta y el desarrollo de proyectos

intersectoriales. Estos proyectos tienenmayor alcance en la consecución de re-cursos y apoyo institucional, y en el im-pacto sobre la población de jóvenes a losque se dirigen.

En la medida en que haya un cono-cimiento claro de la situación de los jóve-nes en el nivel local y en que los munici-pios, las organizaciones de base y las or-ganizaciones comunitarias puedan expre-sar sus objetivos de desarrollo en los pla-nes locales, se logrará generar una deman-da social significativa hacia las políticasde juventud y hacia las instituciones gu-bernamentales y el sector privado.

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ENCUESTA A JÓVENES BONAERENSES 149

Encuesta a jóvenesbonaerenses

CAPÍTULO VII

Durante el año 2004, el Ministeriode Desarrollo Humano de la Provincia deBuenos Aires firmó un acuerdo con elMinisterio de Relaciones Exteriores, Co-mercio Internacional y Culto de la Repú-blica Argentina y el Fondo Fiduciario Pé-rez Guerrero para la Cooperación Econó-mica y Técnica entre Países en Desarro-llo miembros del Grupo de los 77. El obje-to del mismo fue la elaboración del “Pro-yecto de identificación de oportunidadesde cooperación internacional para la radi-cación de jóvenes en pequeñas localida-des de Argentina, Chile y Uruguay”, pre-sentado por la Fundación Banco de la Pro-vincia de Buenos Aires y seleccionadopara ser asistido junto a otros siete pro-yectos en todo el mundo, en la Reunióndel Comité de Expertos del Fondo Fidu-ciario Pérez Guerrero en Nueva York, enagosto de 2003. Éste designó al Progra-

ma de las Naciones Unidas para el Desa-rrollo (PNUD) para que formalizara losacuerdos operativos de la ejecución, me-diante una Carta Acuerdo firmada con laFundación, que coordinó no solamente larealización de las actividades desarrolla-das en la Argentina, sino además las deChile y Uruguay, a través de sendas aso-ciaciones civiles especializadas en la ma-teria.

Fue en ese marco que se llevó a cabola Encuesta a Jóvenes Bonaerenses, cu-yos objetivos fueron acordados con elMinisterio de Desarrollo Humano, la Di-rección General de Cultura y Educación,la Dirección Provincial de la Juventud, laSubsecretaría de Atención a las Adiccio-nes, el Instituto Cultural y el PNUD, ade-más de haberse requerido aportes y suge-rencias de numerosos especialistas. Pesea que el relevamiento de la información

Ficha Técnica

Tipo de investigación: encuesta por muestreo.Universo: población entre 18 y 29 años residente en localidades de la Provincia deBuenos Aires con más de 500 habitantes.Muestra: 870 unidades de análisis efectivas, seleccionadas al azar por muestreoaleatorio no proporcional de etapas múltiples, en 53 municipios del Conurbano y delInterior provincial.Error muestral máximo probable con 95% de confianza: ± 3,3%, para estima-ciones cercanas al 50%; + 2,0% para estimaciones cercanas al 10% o al 90%; ± 0,9%para estimaciones cercanas al 2% o al 98%.Instrumento de recolección de datos: cuestionario estructurado.Estudios exploratorios previos: 350 unidades de análisis relevadas medianteentrevistas semi–estructuradas y 30 unidades de análisis relevadas mediante cues-tionarios estructurados.Dirección del estudio y procesamiento: Equipo de Redacción del Informe sobreDesarrollo Humano en la Provincia de Buenos Aires, Fundación Banco de la Provinciade Buenos Aires.Fecha de realización: Diciembre de 2004.

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no ha finalizado en Chile y Uruguay, porsu indudable pertinencia el Ministerio deDesarrollo Humano encomendó la difusiónde los datos correspondientes a la Provin-cia de Buenos Aires en el presente Infor-me. En este caso, la encuesta tuvo comoobjetivo comparar las oportunidades deintegración social de los jóvenes residen-tes en las diferentes áreas del ConurbanoBonaerense y en localidades grandes, in-termedias y pequeñas del interior de laProvincia, a fin de permitir contrastar susoportunidades de radicación y de desarro-llo humano. A tal fin, se continuó con elmodelo de integración social descrito enel capítulo inicial, basado en tres dimen-siones: integración económica, pertenen-cia y participación.

En función de la localización y eltamaño de las localidades en que residen,los jóvenes encuestados fueron divididosen cinco segmentos y siete subsegmen-tos, conforme se detalla en el recuadrocorrespondiente. Solamente en los casosen que la significación estadística de losresultados sea suficiente, se presentarán

en este capítulo los datos desagregadossegún las características de las localida-des. También se desagregaron los resul-tados según tres grupos de edad (18 a 21,22 a 25 y 26 a 29 años), el género, el niveleducativo alcanzado (ajustado por la edad),la situación ocupacional y el nivel so-cioeconómico del grupo familiar de losencuestados.

Pertenencia

La primera dimensión analizada enla encuesta a jóvenes fue la referida a supertenencia e identidad social. La mis-ma, como ya fuera explicado en el pri-mer capítulo, indica una necesidad de re-lacionarse con otras personas y de for-mar una identificación sobre esa base,implicando la formación y el desarrollode un sentimiento de correspondenciacon ciertos grupos o comunidades. Entanto dimensión de la integración social,no se agota en una percepción de afecto

Segmentos

GBA1, Primer Cordón del ConurbanoAvellaneda, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, La Matanza 1, Lanús, Lomasde Zamora, Morón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tres de Febrero, Vicente López.Representa el 33% del universo (datos del Censo Nacional de Población, Hogares yViviendas 2001).GBA2, Segundo Cordón del ConurbanoAlmirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, José C.Paz, La Matanza 2, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, San Miguel, Tigre. Representael 29% del universo (2001).GBA3, Tercer Cordón del ConurbanoBerisso, Brandsen, La Plata (componen el Subsegmento Gran La Plata), Campana,Cañuelas, Ensenada, Escobar, Exaltación de la Cruz, General Rodríguez, Luján, Mar-cos Paz, Pilar, Presidente Perón, San Vicente, Zárate. Representa el 12% del universo(2001).Int1, Grandes ciudades del InteriorBahía Blanca, General Pueyrredón, Junín, Necochea, Olavarría, Pergamino, San Nico-lás, Tandil. Representa el 11% del universo (2001).Int2, Medianas y Pequeñas ciudades del InteriorDividido a la vez en dos subsegmentos: ciudades medianas, mayores de 25.000 habi-tantes, y localidades pequeñas, menores de 25.000 habitantes. Representa el 14%del universo (2001).

ENCUESTA A JÓVENES BONAERENSES 151

hacia otras personas, sino que allí inter-viene fundamentalmente el apego a uncolectivo mayor.

La primera pregunta requería la per-cepción acerca del progreso o retrocesode la localidad en que se reside. No es unindicador directo del sentimiento de per-tenencia, pero sí refleja la forma en quelos jóvenes se representan las condicio-nes en que se va a desarrollar su futurolaboral y familiar inmediato.

El 46% de los jóvenes entrevistadosopinó que su ciudad “está progresando”,en tanto el 27% sostuvo que “se está re-trasando” y el 23% que “está igual”. Setrata de una variable que ha ido mejoran-do progresivamente en el último quinque-nio: en el 2000, para la elaboración del In-forme sobre Desarrollo Humano de eseaño, se realizó una encuesta a jóvenes de14 a 25 años, y el 30% de ellos juzgó quela localidad donde vivía estaba progresan-do. La misma pregunta se realizó en elInforme 2003, y llegó al 39% la propor-ción de jóvenes que opinaba que su ciu-dad estaba progresando.

La percepción de progreso es sus-tancialmente mayor en las pequeñas lo-calidades del interior, reduciéndose fuer-temente en el primer y el segundo cordo-nes del Conurbano. A la vez, no pareceestar asociada significativamente al sexoni a la edad del joven que expresa su opi-nión, pero sí a su condición laboral. Curio-samente, el nivel socioeconómico incidemuy ligeramente en la percepción de pro-greso o retroceso de la ciudad en que sereside.

Asimismo, una pregunta que com-plementa la visión referida a las oportuni-dades de radicación de los jóvenes en suslocalidades de residencia es aquella por lacual se les consultó su opinión acerca dela calidad de vida en el interior y el GranBuenos Aires (GBA). Prácticamente lamitad de los jóvenes afirma que “se vivemejor en el interior”, en tanto poco másde un tercio eligió la opinión contraria.

Como ya se observara en el Informe an-terior, la valoración favorable al interior esmayor entre quienes allí residen. La pre-ferencia por el GBA es mayor en todo elConurbano, pero especialmente en el Ter-cer Cordón. Por otra parte, a medida queaumenta la edad, también se incrementafuertemente la predilección por la calidadde vida del interior, que además es másvalorada por los de menor nivel socioeco-nómico.

Inicialmente, el grado de integraciónsocial de los jóvenes se midió en la en-cuesta a través de un conjunto de pregun-tas que permitieron relevar su grado desentimiento de pertenencia a una serie deinstituciones y prácticas que han sido men-cionadas como relevantes por los diferen-tes especialistas consultados. La primera,estrechamente relacionada con las dosanteriores, preguntaba a los jóvenes en-cuestados “si se sienten parte de la ciu-dad” en que viven. El 78% contestó favo-rablemente, el 10% sólo más o menos y el11% negativamente. El sentimiento depertenencia a la propia ciudad es mayoren el interior, y disminuye en el Conurba-no, especialmente en el primer cordón. Porotro lado, no está claramente asociado ala edad ni al sexo de los jóvenes encues-tados, y sí lo está en relación a la percep-ción de progreso o retroceso de la propiaciudad y a la opinión respecto a si se vivemejor en el interior o en el GBA. Además,el sentimiento de pertenencia a la propiaciudad es menor a medida que aumenta elnivel de educación formal alcanzado porlos jóvenes, y también cuando se incre-menta el nivel socioeconómico de sus fa-milias.

Una pregunta complementaria, queconsultaba acerca del grado de pertenen-cia a su propio barrio, arrojó un resultadomenos favorable: 73%, siendo más eleva-do en el tercer cordón del Conurbano y enlas ciudades grandes el interior provincial,pero sin mostrar diferencias relevantes enfunción del sexo ni de la edad.

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También en la encuesta, si bien en unapartado posterior dedicado al uso del es-pacio urbano, se aplicó una pregunta refe-rida al sentimiento de pertenencia respectoa los lugares públicos. El conjunto de estosresultados será analizado en el correspon-diente apartado, pero cabe adelantar queprácticamente la mitad de los jóvenes bo-naerenses contestó que no considerabacomo propio ningún lugar público de su ciu-dad. Se trata de una proporción que presu-miblemente aumenta en el segundo cordóndel Conurbano, pero que también lo hace,y extrañamente para lo que era de esperar,en las pequeñas ciudades del interior pro-vincial. Solamente en las ciudades grandesdel interior y en el Gran La Plata se obser-va que esa tendencia es menor a un terciode los jóvenes.

En cuanto a la identificación con uncolectivo mayor, la Argentina, las respues-tas mostraron ser notoriamente más coin-cidentes: sólo un 7% contestó negativa-mente. Sin embargo, este rechazo, si bienno está asociado al nivel socioeconómiconi al educativo, sí lo está a la falta de in-serción en el mercado de trabajo.

Otro elemento que muestra fuertescoincidencias es el sentimiento de perte-nencia a la propia familia: solamente el 3%afirma no identificarse con ella, porcenta-je que disminuye aún más a medida queaumenta la edad. Curiosamente, la ano-mia respecto a la propia familia crececuando se incrementa el nivel socioeco-nómico.

La pertenencia a una religión símuestra estar mucho menos difundida quecon la familia, aunque alcanza al 44% delos jóvenes, más un 9% adicional que afir-ma estar “más o menos” identificada conuna. La religiosidad es mayor en las locali-dades más pequeñas. También es una ca-racterística que está asociada al sexo fe-menino, a los jóvenes mayores de 25 añosy a los de menor nivel socioeconómico.

La identificación con la práctica deun deporte es también relativamente ele-

vada, alcanzando al 47% de los jóvenesbonaerenses, aunque entre los varones lle-ga al 60%, en tanto muestra su relevanciaal mantenerse elevada aun entre quienestienen más de 25 años de edad. Tambiénes una cualidad asociada al aumento en elnivel socioeconómico.

La identificación con un tipo de mú-sica muestra aún datos más categóricos:dos tercios de los jóvenes encuestados lamanifiesta. Se trata de una característicamás difundida entre los jóvenes del inte-rior de la Provincia, que además aumentaa medida que disminuye el nivel de estu-dios del encuestado.

Por otro lado, la identificación con unadeterminada idea política, sin ser elevada,muestra un resultado que desmiente lasprevisiones acerca de la supuesta unánimeantipatía hacia las doctrinas y los partidospolíticos. El 17% de los jóvenes bonaeren-ses afirma que se identifica con una ideapolítica, y un 8% adicional responde que lohace “más o menos”. Se trata de una cua-lidad que se manifiesta en mayor medidaen las pequeñas localidades del interior pro-vincial y que, contrariamente a lo que po-dría esperarse, no muestra diferencias deacuerdo al sexo. Sí puede observarse unclaro aumento en la identificación con ideaspolíticas a medida que aumenta la edad, elnivel educativo y el nivel socioeconómicodel grupo familiar.

Por último, la identificación con unacarrera o profesión resulta ser mucho máselevada que lo esperable, a juzgar por losdiagnósticos catastróficos que suelen es-tablecerse respecto a la proyección pro-fesional de los jóvenes. El 29% de los en-cuestados afirmó no tener una carrera oprofesión, o no sentirse identificado conella, pero el dato más relevante es que másdel 64% sí lo hace. Este último dato pare-ce no sufrir grandes diferencias en razóndel lugar de residencia, pero sí aumentaentre los varones, entre los de más edad,los de mayor nivel de educación formal ylos de más elevado nivel socioeconómico.

ENCUESTA A JÓVENES BONAERENSES 153

Con el conjunto de preguntas ante-riores referidas a los diferentes aspectosque suscitaban identificación entre los jó-venes bonaerenses, se construyó un índicede pertenencia, clasificándose a todos losencuestados en una escala ad hoc de 0 a100 puntos. Obviamente, por la peculiari-dad de la escala, los resultados del índicesólo pueden ser comparados entre sí, peroal menos sirven para evaluar las diferen-cias observables entre las diferentes regio-nes de la Provincia: el lugar en que el sen-timiento de pertenencia a la comunidad esmás bajo es el Gran La Plata. En el otroextremo, el índice resulta particularmenteelevado en las ciudades grandes del inte-rior de la Provincia y, en menor medida, enlas medianas. Además, si se lo desagregapor género y edad, puede comprobarse queel índice es más alto en los varones y en losmayores de 25 años, sin distinción de gé-nero. Resulta notable de todas formas queel índice de pertenencia sea absolutamenteindependiente del nivel socioeconómico.

Una pregunta que no indica directa-mente el sentimiento de pertenencia, peroa la vez sí está estrechamente asociada conél, es la que hace referencia a la eventualvoluntad de emigrar: el 40% de los jóvenesbonaerenses contesta que quisiera irse avivir a otro lugar. Se trata de una respuestamás frecuente entre quienes residen engrandes localidades del interior y en el pri-mer cordón del Conurbano, y que aumentaentre los mayores de 25 años, y tambiénentre los de nivel socioeconómico más ele-vado y los que tienen una inserción laboralinestable o están desocupados.

Las preferencias de quienes quisie-ran irse vivir a otro lugar se concentranen otros países (14%) y en otras provin-cias (13%), seguidas de la opción por otrasciudades de la Provincia de Buenos Aires(8%). En mucha menor medida, se encuen-tra mencionada la opción de ir a vivir alGran Buenos Aires, prácticamente irrele-vante aun en las ciudades pequeñas delinterior. Por último, la opción de emigrar

al campo es mencionada sólo por el 1,5%de los jóvenes encuestados, casi unánime-mente del Conurbano. Es decir, el mediorural es muy escasamente atractivo paralos del Gran Buenos Aires, y completa-mente negativo para los que viven en ciu-dades del interior.

La opción por irse a vivir a otro países mayor en el primer cordón del Conur-bano y en las grandes ciudades del inte-rior provincial, y si bien no está asociada ala condición socioeconómica, sí se tiendea concentrar en los de menor edad y enlos varones de menor nivel de estudiosformales. Razonablemente, también lohace entre quienes tienen una inserciónlaboral inestable o están desocupados.

En el análisis de la voluntad de mi-grar y de las oportunidades de radicación,también resulta relevante considerar lavaloración que los encuestados hacen dela conducta de otros jóvenes que ya emi-graron: un tercio de ellos afirma que obra-ron bien al irse, en tanto sólo un 20% opi-na que lo que hicieron fue “malo”. La opi-nión negativa es particularmente eleva-da en las pequeñas ciudades del interior,reflejando con su apreciación la cadenade emigración que suele ir del campo alpequeño pueblo, de allí a las ciudadesgrandes y recién de allí hacia el exterior.Por otra parte, se trata de una valoraciónque es prácticamente independiente delgénero, la edad, el nivel socioeconómicoy aun la condición ocupacional de los en-cuestados.

Integración económica

Las oportunidades de integracióneconómica fueron analizadas en la encues-ta a jóvenes bonaerenses a partir de dife-rentes perspectivas: por un lado, las con-diciones materiales reales en que ellos seencuentran, incluyendo en ellas la situa-ción socioeconómica de sus hogares, su

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situación ocupacional y su capacitaciónlaboral; por el otro, también se analizaronlas perspectivas subjetivas que ellos eva-lúan como más probables para su futuroprofesional.

En primer lugar, se les consultó a losjóvenes sobre su opinión acerca de lasoportunidades que la sociedad en que vi-ven les otorga en relación a la educación,el trabajo, el ahorro y el crédito. Más de lamitad de los jóvenes sostuvo que sí recibeoportunidades de educación, y solamenteun cuarto de ellos optó decididamente porla respuesta negativa. Cabe destacar que,desmintiendo en parte los diagnósticos delos jóvenes entrevistados para la elabora-ción de los capítulos precedentes, es en elinterior donde mayor proporción de res-puestas positivas se han verificado, sin dis-tinción según el tamaño de la localidad.También es notable el hecho de que setrate de respuestas que prácticamente noestán asociadas al nivel socioeconómicodel grupo familiar al que pertenecen losjóvenes encuestados. Sin embargo, es cier-to que los jóvenes mayores de 25 años ylos que tienen una inserción laboral másprecaria son quienes más tienen deman-das insatisfechas respecto a sus oportuni-dades de educación.

Las circunstancias laborales no es-tán tan bien valoradas, como era de es-perar: el 40% sostiene que la sociedadno les da oportunidades de conseguir untrabajo; el 32% contesta afirmativamen-te, y el 27% que “más o menos”. Sinembargo, nuevamente corresponde aquídestacar algunas diferencias notables,pues la respuesta positiva crece conside-rablemente en el interior provincial. Dehecho, la respuesta positiva supera enporcentaje a la negativa en todos los lu-gares, excepto en el primero y el segun-do cordón del Conurbano y en el GranLa Plata. Ahora bien, desagregando lasrespuestas en función de las variablessociodemográficas, nuevamente se en-cuentran algunos resultados alarmantes:

las mujeres, los jóvenes con hijos y los demás de 25 años tienen mayor percepciónde falta de oportunidades laborales. Locurioso es que se trata de una respuestaque no está asociada al nivel socioeco-nómico ni al nivel de estudios del propioencuestado.

Obviamente, tanto la percepción defalta de oportunidades laborales como la deausencia de oportunidades educativas tie-nen una muy fuerte asociación con la vo-luntad de emigrar, particularmente la dehacerlo hacia otro país y en menor medidaa otra ciudad. La voluntad de radicarse enotra provincia parecería estar menos aso-ciada a estas características y más a lanecesidad de probar otros estilos de vida.

Un complemento de las oportunida-des laborales son las de ahorro, en tantoreflejan no tanto la condición ocupacional,sino más bien la relación entre el nivel deingresos y el costo de vida. Solamente unquinto de los jóvenes encuestados sostu-vo que tiene oportunidades de ahorro, yun 15% adicional optó por la respuesta“más o menos”. Resulta destacable quela respuesta positiva esté muy fuertemen-te representada en las localidades peque-ñas del interior, y en menor medida en lasmedianas y en el tercer cordón del Co-nurbano. También existen claras diferen-cias de acuerdo al género: los varonesperciben mayores posibilidades de ahorroque las mujeres. Y, curiosamente, quienestienen hijos tienen menos oportunidades deahorro sólo cuando tienen más de 25 años,en los menores de esa edad no hay rela-ción entre la capacidad de ahorro y el te-ner o no hijos. Otro dato también raro loconstituye el que la capacidad de ahorroesté levemente asociada a un menor nivelde estudios, presumiblemente por una en-trada más temprana en el mundo laboral.

Por último, un cuarto de los jóvenesencuestados afirmó tener oportunidades decrédito, y un 14% adicional sostuvo que sólolas tiene relativamente. No existen diferen-cias significativas entre esta variable y la

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localidad en que residen los encuestados.Tampoco las hay respecto al género o laedad. Sí pueden notarse muy visiblementeen cuanto a la estabilidad ocupacional y alnivel socioeconómico del grupo familiar.

Otra pregunta vinculada al compo-nente económico de la integración socialhacía referencia a la existencia de algúnrasgo personal que los jóvenes pudierantener y que les limitara sus posibilidades deconseguir trabajo. El 78% de los jóvenescontestó negativamente a esta pregunta. Elresto de las respuestas quedó distribuido enuna extensa serie de características, don-de solamente el tener “un carácter difícil”fue mencionado por el 4% de los jóvenes,en buena medida por varones menores de22 años. Otros defectos similares mencio-nados fueron el ser “muy despistado”, don-de se engloban el descuido y la desidia, lavergüenza y la timidez, y el no saber “ven-derse”, que puede estar en parte incluyen-do algunas características vinculadas a laclase social. En este último sentido, tam-bién hubo un 3% que sostuvo que su pro-blema consistía en sus rasgos físicos (aun-que esta respuesta fue mencionada enmucha mayor medida por mujeres), y un1,3% la forma de vestirse, por informali-dad excesiva o directamente por carecerde dinero para vestirse decentemente.Otras dos respuestas de este último tipofueron el vivir en un barrio pobre o lejos delcentro, pero sólo fueron mencionados porel 1,2%. Por último, la tenencia de hijos síobtuvo una proporción importante de res-puestas, pero casi exclusivamente entre lasmujeres, donde llegó al 7%.

En tanto la percepción de tener al-gún rasgo personal que obstaculizaría lasoportunidades laborales está muy fuerte-mente asociado al nivel de estudios y al ni-vel socioeconómico del grupo familiar, enmuchos casos se trata simplemente de larepresentación de las dificultades que tie-nen para obtener empleos en servicios laspersonas de bajo nivel socioeconómico, in-dependientes de su calificación profesional.

Respecto a su condición laboral real,más allá de su situación ocupacional co-yuntural, se preguntó a los jóvenes encues-tados si tuvieron trabajo “en los últimosaños”, generalidad que permitía una cier-ta labilidad en razón de sus diferentes eda-des. Solamente el 26% afirma haberlo te-nido “continuamente” y el 24% “casi siem-pre”. El 19% afirma que tuvo “poco” tra-bajo, y el 29% “nada” o “casi nada”. Esteúltimo grupo asciende al 35% entre lasmujeres, y razonablemente disminuye amedida que aumenta la edad. Al compa-rarse estos resultados con los de sus pa-dres, puede verse en éstos mucha mayorestabilidad laboral: el 59% tuvo trabajoestable en forma continua y el 19% “casisiempre”. Sólo el 8% tuvo “poco” trabajo,el 4% “casi nada” y el 7% “nada”.

Si se excluye a los que estudian,puede concluirse que el 12% de los jóve-nes de 18 a 29 años llevan varios añosprácticamente excluidos del mundo del tra-bajo; de ellos, la mitad son mujeres amasde casa.

Otra pregunta vinculada a la integra-ción económica consultaba la disposiciónde recursos para alimentarse: el 5% delos jóvenes afirma que en su hogar no haydinero suficiente para comprar los alimen-tos que necesitan, y un 15% adicional sos-tiene que ello ocurre sólo “a veces”. Setrata de un problema que ocurre más fre-cuentemente en el segundo cordón delConurbano, y que es mencionado conmucha mayor frecuencia por las mujeresy por quienes tienen hijos.

Considerando en conjunto estas va-riables, se construyó el índice de integra-ción económica, que resultó ser más bajoen el segundo cordón del Conurbano y enlas ciudades con menos de 25.000 habi-tantes. También demostró estar ligeramen-te correlacionado con el de pertenencia: amayor nivel de integración económica,mayor también es el nivel de pertenencia.Por otro lado, puede verse que la integra-ción económica de los varones es signifi-

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cativamente más elevada que la de lasmujeres, y que a la vez aquélla se incre-menta a medida que aumenta la edad.

Otra pregunta relacionada con estecomponente fue la que consultó si los jó-venes encuestados piensan que en unosaños van a vivir mejor, igual o peor quesus padres: el 61% opinó que “mejor”, el23% que “igual”, y sólo el 7% cree que vaa vivir “peor” que sus propios padres. Eloptimismo es mayor en el tercero y se-gundo cordones del Conurbano, y en lasgrandes ciudades del interior. También esmayor entre los varones y entre los demenor nivel socioeconómico.

Participación

La tercera dimensión de la integra-ción social, la participación, también fuemedida en la encuesta a través de pre-guntas que relevaban tanto las actitudesobjetivos como las opiniones y valoracio-nes que con ellas se relacionan. Entre lasprimeras, se encuentra en primer lugar ladescripción de la frecuencia de participa-ción en parroquias o asociaciones religio-sas: el 7% de los jóvenes afirma partici-par “mucho” en ellas, y un 7% adicionalmanifiesta hacerlo “cada tanto”. Se tratade un hábito más frecuente en el Conur-bano que en el interior, que se reduce sus-tancialmente en las localidades pequeñas.También la participación religiosa está másasociada al sexo femenino, pero no mues-tra una asociación significativa con la edadni con el nivel socioeconómico.

Más habitual entre los jóvenes resul-ta ser la participación en clubes, centrosculturales o vecinales, aunque en este casose observa una sensible merma en quienesresiden en el segundo cordón del Conurba-no. También resulta un hecho más frecuenteentre los menores de 22 años pero sin dife-rencias apreciables entre varones y muje-res. Además, resulta notable el aumento de

la participación en estos ámbitos entre losde mayor nivel socioeconómico.

Por otro lado, el 8% de los jóvenessostiene participar activamente en microemprendimientos, en tanto un 3% adicionalafirma hacerlo “cada tanto”. Se trata deun fenómeno observable fundamentalmen-te en el primer cordón del Conurbano y enlas ciudades grandes del interior, con unamayor presencia masculina y de las perso-nas con mayor nivel socioeconómico.

Escaso aunque aún presente es el ni-vel de participación en partidos políticos ogremios, relativamente superior en el tercercordón del Conurbano y en las pequeñas ymedianas ciudades del interior. Es destaca-ble el hecho de ser levemente mayor estetipo de participación entre las mujeres. Tam-bién es un fenómeno que se incrementa amedida que aumenta el grado de educaciónformal alcanzado y el nivel socioeconómico.

Un cuarto de los jóvenes encuesta-dos afirma estar intensamente informadoy opinar con frecuencia sobre temas polí-ticos, en tanto un tercio adicional sostienehacerlo “cada tanto”. Es decir, el 38% delos jóvenes resulta ser políticamente apá-tico. Este último fenómeno resulta ser másfrecuente entre quienes residen en peque-ñas y medianas ciudades del interior, perono está en absoluto asociado al género ysólo muy ligeramente lo está a las edadesinferiores. Sí se encuentra fuertementerelacionado con un bajo nivel de estudiosformales, y aumenta también fuertemen-te a medida que disminuye la clase social.

La participación también se canali-za a través de fenómenos ocasionales, ta-les como las manifestaciones de protestay las acciones solidarias puntuales. En elcaso de las primeras, la participación in-tensa es muy reducida entre los jóvenes:solamente el 1,7% afirma hacerlo. Sinembargo, un 11% adicional manifiesta que“a veces” lo hace. Se trata de un fenóme-no más frecuente en el tercer y segundocordones del Conurbano y entre los ma-yores de 25 años. Está muy ligeramente

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vinculado al sexo masculino. Curiosamen-te, no parece estar asociado a la situaciónocupacional, excepto porque se reducefuertemente entre los económicamenteinactivos. También resulta destacable queaumente a medida que lo hace el niveleducativo del encuestado y el estrato so-cioeconómico de su grupo familiar.

La intervención en acciones solida-rias es la forma más extendida de partici-pación entre los jóvenes bonaerenses:14% afirma hacerlo “mucho”, y 42% “aveces”. Resulta relativamente más eleva-da en el interior de la Provincia, entre lasmujeres, entre los que tienen una inser-ción laboral estable y entre los de mayornivel socioeconómico.

En cuanto a las valoraciones subje-tivas de la participación, corresponde des-tacar que solamente un 11% de los jóve-nes sostiene que participar no sirve, pos-tura que se incrementa en el primer cor-dón del Conurbano y los que tienen inser-ciones laborales precarias.

Por otra parte, prácticamente la mi-tad de los jóvenes encuestados estima quesi hubiera salones, parques u otros espa-cios públicos exclusivos para jóvenes, au-mentaría su disposición a participar. Setrata de un dato vital para la formulaciónde políticas de integración social de jóve-nes bonaerenses, particularmente en lasciudades pequeñas y medianas del inte-rior. También es sumamente importante elhecho de que la demanda de este tipo deespacios es muy superior entre los jóve-nes de bajo nivel socioeconómico.

Asimismo, resulta relevante evaluarla opinión acerca de la escala institucionaldonde los jóvenes prefieren canalizar suparticipación: solamente el 11% conside-ra que “es mejor participar en organiza-ciones grandes”, el 22% prefiere las pe-queñas, mientras un 45% elige las accio-nes puntuales. Este hecho es crucial a lahora de pensar estrategias de promociónde la participación de los jóvenes, en par-ticular cuando se trata de las mujeres.

En cuanto a la existencia real deespacios de participación, correspondedestacar que sólo el 21% de los jóvenesbonaerenses afirma que en su ciudad exis-ten actividades sociales orientadas a inte-grar a los jóvenes mayores de 18 años. Setrata de un porcentaje que además se re-duce sustancialmente en el segundo cor-dón del Conurbano, y aumenta en las gran-des ciudades del interior. Probablementeno se trate solamente de una cuestión deinexistencia real, sino más bien de insufi-ciencia en la difusión. Respalda esta hipó-tesis el hecho de que entre los jóvenes demayor nivel socioeconómico la respuestapositiva es relativamente más frecuente.

La percepción de los jóvenes acercade las instituciones que organizan las activi-dades de integración social refleja el siguienteorden: el gobierno, una asociación religiosa,una organización comunitaria o un club.

Por otro lado, mucho más preocu-pante es el hecho de que las actividadesorientadas a integrar a los jóvenes suelenrealizarse fuera de los barrios: sólo el 10%afirma que en su barrio se realizan activi-dades orientadas a la integración de la ju-ventud. Por otro lado, además resulta alar-mante el hecho de que estas actividadesbarriales sean menos visibles aún en eltercer cordón del Conurbano y en las pe-queñas y medianas ciudades.

Este dato resulta más llamativo to-davía si además se lo analiza juntamentecon la frecuencia con que los jóvenes sa-len de su barrio: el 13% lo hace una vezpor semana o menos, y en las ciudadespequeñas y medianas, donde tal vez po-dría suponerse que ese fenómeno esinexistente, lo hace el 11%. Además, abun-dando a favor de la teoría que sostieneque la inmovilidad es un atributo crecien-temente asociado a la pobreza, puede ob-servarse que entre los jóvenes de bajo ni-vel socioeconómico el 17% sólo sale desu barrio una vez por semana o menos.

Por otro lado, corresponde destacarotras posibles vías de integración a través

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de la participación: el 20% de los jóvenesbonaerenses practica alguna actividad ar-tística o sabe tocar algún instrumento mu-sical. Se trata de un fenómeno más fre-cuente en las ciudades grandes y media-nas del interior. También manifiestan unamayor tendencia artística los varones, losmenores de 22 años y los de mayor nivelde educación formal. Particularmente des-tacable es la fuerte asociación que existeentre la actividad artística o musical y elnivel socioeconómico: mientras el 40% delos más adinerados lo hacen, entre los máspobres sólo llegan al 11%.

Relacionado con esta última carac-terística, es un hecho que sobresale el queel 70% de los jóvenes bonaerenses deman-de una mayor oferta cultural en su ciudad,reclamo que aumenta todavía más en elinterior y en el segundo cordón del Conur-bano. También es destacable el que estademanda crezca sensiblemente entre losjóvenes de menor nivel socioeconómico.

En cuanto a los rubros en los que taloferta debería centrarse, se subrayan loscursos de música y los recitales, seguidosde los espectáculos y los cursos de teatro,los de pintura, los talleres literarios y loscursos de artesanías. También existe unaimportante demanda hacia las muestras yferias, las salas de cine, los cursos y es-pectáculos de folklore, los cursos de dan-zas y los de artes audiovisuales. Fueron,por último, mencionados, los cursos sobredeportes y los de historia, arte y cultura.

Hay algunos aspectos de esta deman-da que conviene remarcar. Por ejemplo, loscursos y espectáculos de folklore no fue-ron demandados solamente en el interior,sino también en el Conurbano. Los cursosde teatro y pintura, los talleres literarios ylos de artesanías tuvieron una demanda muysuperior en el Conurbano, donde parecieraque la oferta actual suele estar más orien-tada hacia los espectáculos masivos, quepromueven una respuesta en cierta medidapasiva, y por tanto se demandan más losaspectos en los que se aprende algún arte.

Por otra parte, las mujeres demandan enforma muy similar a los varones, exceptoporque los triplican en los reclamos orien-tados hacia los talleres literarios.

Otro aspecto de la participación es lacirculación libre por la ciudad, de la que losjóvenes bonaerenses se suelen vanagloriarcomo de un valor propio de su generación.Por ello, se realizaron en la encuesta unaserie de preguntas referidas a las diversaslimitaciones que en este sentido perciben.La primera de ellas los consultaba acercade la eventual existencia en su ciudad dealgunos lugares por los que no pueden tran-sitar y querrían hacerlo. El 65% afirmó po-der “circular por todos lados”, en tanto sóloel 3% optó por la respuesta completamen-te contraria: “no puede circular por ningúnlado”. Las limitaciones a la movilidad sue-len ser percibidas en mayor medida en “losbarrios más pobres”, en “donde no hay po-licía” y por las plazas y parques. Un 4% delos jóvenes manifestó no poder circular li-bremente por su propio barrio. En tanto un3% sostuvo tener dificultades para hacerloen los lugares céntricos, los barrios de ele-vado nivel socioeconómico o los lugares vi-gilados.

La libertad de poder circular por “to-dos lados” está muy fuertemente asocia-da a las ciudades del interior (en las ciu-dades pequeñas se llega al 97%), mien-tras que las dificultades en el propio ba-rrio se concentran en el segundo cordóndel Conurbano. Las dificultades en plazasy parques, sin bien existen en toda la pro-vincia y aun en las localidades medianas,se concentran en el segundo y el tercercordón del GBA.

Por otro lado, para poder evaluarciertas versiones sobre una eventual maladisposición generalizada hacia las fuerzasde seguridad, corresponde saber si los jó-venes perciben mayores límites a su librecirculación en la inseguridad o en la vigi-lancia. Solamente un 6% sostuvo que sesentía más limitado por la vigilancia, aun-que ese porcentaje asciende al 20% en

ENCUESTA A JÓVENES BONAERENSES 159

las pequeñas localidades del interior, don-de el papel de la policía no parece ser vis-to como necesario por parte de una buenaproporción de jóvenes. De todas formas,un 8% de los jóvenes bonaerenses afirmapercibir limitaciones de ambas fuentes. Setrata de un fenómeno que sufren en ma-yor medida los varones y los menores de22 años, que por otro lado no parece estarasociado al nivel socioeconómico.

En otra pregunta se consultó a losjóvenes encuestados acerca de los luga-res en los que se encontrarían con fre-cuencia con jóvenes de clases socialesdiferentes a la suya. Sólo el 16% afirmóno hacerlo en ningún lugar, porcentaje quese incrementa en el primero y segundocordón del Conurbano, donde existe unamayor fragmentación del espacio urbano.Se trata por otro lado de un fenómeno queperciben mucho más claramente los jóve-nes más pobres, excepto en las localida-des pequeñas y medianas del interior, don-de tal tendencia se invierte, y quienes venmenos a personas de otra clase social sonlos jóvenes de mayor nivel socioeconómi-co. Pero debe volver a destacarse esteproblema como uno central: las oportuni-dades laborales y, en general, todas las dedesarrollo personal, se ven coartadas paralos jóvenes más pobres por las dificulta-des que tienen de encontrarse con perso-nas de otras clases sociales. Es por elloque una iniciativa de integración social debeaprovechar la disposición a la participa-ción de los jóvenes y diseñar espacios deintercambio entre clases sociales.

Los lugares donde mayores crucesde clase se perciben son los de diversión,seguidos de las calles en general, los deestudio y los de trabajo. El transporte pú-blico y los deportes no son suficientemen-te vistos como espacios de integraciónentre clases sociales. De todas formas, elprimer lugar obtenido por los lugares dediversión, si bien es un aspecto más fre-cuente en el interior, donde no resulta tanrelevante el problema de la fragmentación

del espacio urbano, no deja de ser rele-vante a la hora de diseñar políticas de in-tegración social: si bien suelen ser espa-cios donde la actitud esperada es más bienpasiva, sí pueden ser aprovechados parapromover algunos cambios en el grado deconocimiento e interés entre jóvenes dediferentes estratos sociales.

Resulta ligeramente irónico el quelos jóvenes de elevado nivel socioeconó-mico consideren que los lugares de estu-dio y el transporte público son lugares deintercambio con otras clases sociales,cuando los jóvenes pobres prácticamenteignoran ambas funciones.

Por otra parte, no puede dejar demencionarse el que las mujeres no sólo serelacionen menos por medio de los depor-tes con jóvenes de otras clases socialespor su inferior frecuencia de práctica delos mismos, sino además porque suelencarecer de iniciativas suficientes que pro-muevan la realización de actividades de-portivas integradoras, tales como el fútbolo el básquet lo son para muchos varones.Quizás es el momento de valorar tambiéneste aspecto a la hora de buscar la gene-ralización de los deportes colectivos po-pulares entre las mujeres.

Las iniciativas de promoción de laparticipación de la juventud pueden sertambién utilizadas a favor de una mayorintegración entre clases sociales. Ello sedemuestra además con los resultados deuna pregunta específica realizada en laencuesta a los jóvenes bonaerenses: el58% afirma que estaría dispuesto a orga-nizar actividades sociales de su interés jun-to a jóvenes de otras clases sociales. Setrata de una disposición mucho más fre-cuente en el interior que en el Conurbano,en especial en las ciudades grandes ymedianas. También es mayor entre lasmujeres y en los menores de 22 años.Asimismo, resulta destacable que se tratade una respuesta que prácticamente norefleja diferencias entre los jóvenes de di-ferentes clases sociales.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005160

Tomando en forma conjunta la ma-yor parte de las variables descritas, se haconstruido el índice de participación, ter-cer componente del de integración social.Este índice arroja los mayores valores enel primer cordón del Conurbano y en lasgrandes ciudades del interior, y los meno-res en el segundo cordón del Conurbano.Además, muestra escasas diferencias porsexo y edad, aunque aumenta relativamen-te entre las mujeres mayores de 25 años yen los varones menores de 22 años.

Por otro lado, el índice de participa-ción está asociado con el de integracióneconómica y con el de pertenencia, cre-ciendo a medida que lo hace cada uno delos otros. Es decir, los tres índices compo-nentes de la integración social se refuer-zan mutuamente, en tanto cada uno de ellosaumenta a medida que lo hacen los otros.

En conjunto, permitieron elaborar uníndice de integración social, que si bienresulta bastante regular entre las diferen-tes regiones de la Provincia, aumenta par-ticularmente en las grandes ciudades delinterior y entre los varones. Claramenteestá asociado al nivel socioeconómico, in-crementándose a medida que éste lo hace.Por otro lado, el índice está asociado a otrasvariables, en tanto a medida que aumentalo hace la proporción de quienes opinanque su ciudad está progresando y, comose verá más adelante, se asocia fuerte-mente a la elaboración por parte de losjóvenes de proyectos para el futuro.

También se asocia claramente a laopinión de los jóvenes acerca del sistemademocrático. En un trabajo realizado porla Corporación Latinobarómetro en todaAmérica Latina, el 53% de la poblaciónsostiene que “la democracia es preferiblea cualquier otra forma de gobierno”. Detodas formas, puede verse que esta con-fianza se ha reducido sustancialmente apartir del año 2001. En la Argentina, si bienesa disminución parece haberse refleja-do, el porcentaje de apoyo a la democra-cia asciende al 64%. Entre los jóvenes bo-

naerenses, los resultados son todavía másalentadores, pues la confianza en el régi-men de gobierno democrático asciende al74%. De todas formas, hay un 11% dejóvenes que se oponen al mismo, porcen-taje que se incrementa en las ciudadespequeñas y medianas del interior y entrelos de menor nivel socioeconómico.

En el mismo estudio del Latinobaró-metro mencionado, se observa que el 50%de los argentinos opina que prefiere viviren una sociedad ordenada, aunque se li-miten algunas libertades. Entre los jóve-nes bonaerenses, esta opinión tiene prác-ticamente similar nivel de aceptación: 51%.El 39% prefiere que se respeten todas laslibertades, aunque haya algún desorden.La demanda de orden es mayor en lasgrandes ciudades del interior y en el se-gundo cordón del Conurbano. Tambiénaumenta a medida que lo hace la edad yque disminuye el nivel socioeconómico.

Por otro lado, en un trabajo del Pro-grama de las Naciones Unidas para el De-sarrollo sobre la democracia en AméricaLatina, se cita como un problema preocu-pante el hecho de que el 55% de la pobla-ción del Continente afirme que apoyaría aun gobierno autoritario si resolviera proble-mas económicos. Entre los jóvenes de laProvincia de Buenos Aires, ese porcentajellega solamente al 29%, aunque no deja deser un dato de consideración. Se trata deuna opinión que aumenta en las ciudadespequeñas y medianas del interior, entre losde menor nivel de estudios y menor nivelsocioeconómico, pero que no parece estarasociado al sexo ni a la edad.

Proyecto de vida laboral

Indudablemente vinculada a la inte-gración social es la capacidad de los jóve-nes de formularse proyectos de vida. Enparticular, como ya fuera referido en elcapítulo correspondiente, resulta indispen-

ENCUESTA A JÓVENES BONAERENSES 161

sable describir de qué manera desarrollanproyectos laborales, en tanto la inexisten-cia de los mismos es un claro obstáculopara la disposición a capacitarse profesio-nalmente, y obviamente esto incide en laeficacia de las políticas de promoción dela capacitación laboral. De todas formas,un problema de anomia también relevantees el caso en que el joven no tiene ningúnproyecto de vida, ni laboral ni de otro tipo.

Pues bien, no deja de ser un datoalarmante que el 21% de los jóvenes ma-yores de 18 años manifieste no tener nin-gún proyecto importante para su vida. Setrata de un fenómeno que aumenta su fre-cuencia en las pequeñas ciudades del in-terior y en segundo y tercer cordón delConurbano. También es mayor entre losvarones. Resulta al menos curioso que estémás extendido entre quienes tienen hijos,y también entre quienes tienen más de 25años. La ausencia de proyecto está tam-bién muy fuertemente asociada al nivelsocioeconómico inferior.

En cuanto a quienes afirman tenerproyectos importantes, según las mencio-nes espontáneas los más frecuentes son losestudios formales, seguidos de la formaciónde una familia y tener hijos, los vinculadosal trabajo en general, la posibilidad de mu-darse o viajar y los relacionados con el di-nero. Los proyectos de capacitación labo-ral fueron mencionados espontáneamentepor el 10% de los jóvenes encuestados, yla creación de una empresa o microempren-dimiento, por un auspicioso 9%. Un 7%escogió un deporte o un arte, y un 3% alu-dió a una actividad social o política. Otrasmenciones de menor frecuencia fueron laposibilidad de adquirir o construir una casapropia, la protección de los hijos y la con-creción de un ideal religioso.

En una pregunta posterior, se les con-sultaba a los encuestados si vivían su vidapensando fundamentalmente en el futuro oen el presente. El 31% contestó que en elfuturo, y el 38% que en el presente. Se tra-ta de actitudes que no están asociadas al

sexo ni a la edad. Sí se observa una asocia-ción entre la preferencia por el presente yel nivel socioeconómico más bajo.

Otra cuestión relevante destacada porlos especialistas consultados hace referen-cia a la autoridad de los adultos. En tanto el39% afirma que le merece más respeto laopinión de los adultos que la de otros jóve-nes, el 13% sostiene lo contrario, y el 2%asegura que ninguna de ellas. La preferen-cia por la opinión de los pares disminuye amedida que aumenta la edad, pero curiosa-mente desciende a medida que se incre-mentan el nivel de estudios y el nivel so-cioeconómico del grupo familiar.

Respecto a la posesión de un proyectolaboral de largo plazo, si bien el 44% afir-ma tenerlo, lo alarmante es que el 48% sos-tenga lo contrario. Se trata de un problemaque resulta especialmente frecuente en lasciudades pequeñas y medianas del interior,pero que también se incrementa entre lasmujeres. Por otro lado, si bien es cierto quedisminuye a medida que aumenta la edad,asimismo es preocupante que alcance al39% entre quienes tienen más de 25 años.También es destacable el hecho de queentre los jóvenes de menor nivel socioeco-nómico, la ausencia de proyecto laboral delargo plazo alcance al 62%.

Indagando más acerca de las cau-sas de estos problemas, puede notarse queun tercio de los jóvenes sostiene que sufamilia no lo empuja a realizar proyectoslaborales de largo plazo, dificultad que seincrementa entre las mujeres, entre losmenores de 25 años y entre los de menornivel socioeconómico.

Otro de los factores que puede in-fluir en el tema es la actitud de los amigos,que podrían servir como ejemplo e influen-cia para la superación profesional. En estecaso, el 44% de los jóvenes sostiene quesus amigos no los empujan a tener pro-yectos laborales de largo plazo. Es un in-conveniente que resulta más frecuente enel interior de la Provincia y entre los demenor nivel socioeconómico.

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Respecto a las modalidades de bús-queda de trabajo, corresponde desagregaren primer lugar a quienes no lo han hecho:sólo el 48% de los jóvenes afirma haberlainiciado “en los últimos años”. Es decir, lamitad de los bonaerenses que cuentan en-tre 18 y 29 años afirma no haber buscadotrabajo. Descontando los que han tenidotrabajo en forma continua, se llega al 23%,de los cuales poco más de la mitad afirma-ron estar estudiando al momento de reali-zarse la encuesta. Es decir, el 8% de losjóvenes no ha tenido trabajo estable y tam-poco lo ha buscado; se trata casi exclusi-vamente de jóvenes de nivel socioeconó-mico bajo o medio–bajo. El resto, estudia,trabaja en forma estable o ha estado bus-cando trabajo en los últimos años.

En cuanto a las modalidades de bús-queda, más del 70% de los jóvenes afirmahaberlo hecho solos, en tanto el 22% afir-ma haber recibido ayuda de familiares y17% de sus amigos. Es decir, la estrategiade conformación de redes de ayuda parala inserción laboral pareciera estar muypoco desarrollada entre los jóvenes, en par-ticular entre los varones y entre los mayo-res de 25 años. Además, la ayuda familiarse reduce aún más en el Conurbano. Enconjunto, se observa que las ayudas fami-liares y de los amigos aumenta fuertemen-te a medida que lo hace el nivel socioeco-nómico, demostrándose allí la importanciaque debe asumir el papel del Estado en laconformación y desarrollo de redes para elincremento de las oportunidades laborales.

Por otro lado, solamente el 13% delos jóvenes afirma haber iniciado una acti-vidad económica por su propia cuenta yestarla llevando a cabo al momento de laencuesta, en tanto otro 15% afirma haber-lo hecho en el pasado pero la ha abandona-do. De éstos, la mitad sostuvo haber tenidopoco o nada de trabajo en los últimos años.

La iniciativa de emprendimientos porcuenta propia es un fenómeno que se con-centra en mayor medida en las grandes ciu-dades del interior, aunque en el Conurbano

hay una elevada frecuencia de experien-cias fracasadas. También aumenta entre losvarones y entre los mayores de 25 años.Los emprendimientos abandonados son máselevados en el nivel socioeconómico bajo,y los aún vigentes en el nivel alto.

Otra vía de incremento de la capa-cidad de inserción laboral es la de la ca-pacitación, utilizada por un magro porcen-taje de los jóvenes. En efecto, solamenteel 18% de ellos sostiene haber asistido aalgún curso de capacitación laboral “en losúltimos años”. Ese porcentaje sólo aumen-ta en las grandes ciudades del interior yen el primer cordón del Conurbano. Noestá asociado al género, pero sí a la edad,en tanto crece fuertemente a medida quelo hace la edad de los encuestados. Tam-bién se incrementa entre quienes afirmantener trabajo estable. Pero, curiosamente,es muy reducido entre los de menor niveleducativo, quienes a priori se supone máslos requieren.

Además, de ese 18% que sí asistió acursos, poco menos de la mitad sólo afirmahaber asistido a uno solo; es decir, sólo el6% sostiene haber ido a varios cursos, y el3% restante simplemente ha presenciadodos o tres cursos. La asistencia a varioscursos es mayor en las ciudades grandes ymedianas del interior. La importancia deeste fenómeno se demuestra por su estre-chísima relación con la obtención de traba-jos estables: más del 80% de quienes hanasistido a varios cursos de capacitaciónafirma haber tenido continuamente trabajoen los últimos años. Pero a la vez resultaverdaderamente alarmante que ademássean los de menor nivel educativo no sólolos que menos asistieron a cursos, sino queademás sean los que en mayor proporciónpresenciaron sólo uno de ellos.

Analizando las opiniones acerca dela utilidad de los cursos de capacitación,puede verificarse que el 62% de quienesasistieron a ellos manifiesta que les haservido “mucho” o “bastante”, sin poderverificarse diferencias significativas entre

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las regiones de la Provincia. Sí hay unamayor tendencia a opinar negativamenteacerca de la utilidad de los cursos entrelas mujeres y entre los menores de 22 años.

Las razones alegadas tanto por quie-nes afirman que sí les sirvió como quienessostienen lo contrario, suelen vincularse ala posibilidad de aplicar los conocimientos.Solamente un 5% de quienes asistieron acursos consiguieron trabajo gracias a ellos,y un 3% adicional afirmó que el haber asis-tido le amplió su capacidad para conseguir-lo. Un 4% además sostuvo que el haberasistido a cursos le permitió aprender cómoes un trabajo. Otro 6% declaró que la ca-pacitación ayudó a su desarrollo personal.

Ahora bien, entendiendo la relevan-cia que la capacitación puede tener paralas oportunidades laborales, quedaba pordespejar si los jóvenes manifestaban re-chazo a priori en contra de la oferta que elEstado puede generar. Sin embargo, esostemores resultan infundados: dos terciosde los encuestados afirman que decidida-mente asistirían a algún curso estatal decapacitación laboral de un tema de su in-terés, y solamente un quinto de ellos con-testó negativamente. En particular, las res-puestas positivas aumentan fuertementeen el interior de la Provincia. Las preven-ciones contra el Estado no se asocian aninguna variable sociodemográfica, excep-to al nivel socioeconómico: los que mayo-res ingresos tienen son quienes afirmanestar menos dispuestos a recibir capaci-tación de parte del Estado.

Una pregunta complementaria a laanterior consultaba a los encuestados sipreferían asistir a cursos de especializa-ción o de conocimientos básicos: el 44%seleccionó la primera opción, y el 35% lasegunda. La demanda por especializaciónaumenta sensiblemente entre los varonesy entre los de mayor edad. La de conoci-mientos básicos se concentra en los jóve-nes de menor nivel socioeconómico.

Por último, se incluyó en la encues-ta una pregunta que resulta crucial a la

hora de diseñar proyectos de capacitación:si el trabajo es concebido como un instru-mento que sirve únicamente para conse-guir dinero, o si además tiene otras cuali-dades positivas. Es decir, corresponde di-ferenciar entre quienes conciben la capa-citación únicamente como una vía instru-mental de incremento de los ingresos, yquienes además le otorgan un sentido dedesarrollo personal. Un cuarto de los jó-venes bonaerenses optan por la primeraactitud: para ellos, “trabajar sirve única-mente para conseguir plata”. Se trata deuna conducta con mayor difusión entre lajuventud del interior de la Provincia queen el Conurbano. También lo es entre losvarones, entre los de menor edad, entrelos económicamente inactivos y entre losde más bajo nivel educativo. Desechandola tentación de moralizar las actitudes res-pecto al trabajo, de todas formas urge com-prender que ellas deben ser tenidas encuenta al momento de concebir estrategiasdiferenciales de capacitación para cadagrupo: para la amplia mayoría de los jóve-nes bonaerenses, el trabajo no sólo es unafuente de dinero, sino que es más bien unvehículo de desarrollo humano. La capaci-tación que ofrezcan las instituciones esta-tales por tanto deben estar más orientadashacia la posibilidad de los jóvenes de desa-rrollar un proyecto de vida laboral. Es ésteel mejor camino para hacer del trabajo unaherramienta de integración social.

Estudios exploratorios previos

A lo largo del año 2004, un grupo deestudiantes de Taller Nivel II de la Carrerade Trabajo Social de la Universidad deBuenos Aires desarrolló en el ConurbanoBonaerense estudios exploratorios respec-to a diferentes aspectos de la integraciónsocial de los jóvenes, que constituyó un in-sumo fundamental para la preparación delos diferentes capítulos del presente Infor-

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me. El primero de ellos analizó los factoresque inciden en el proyecto laboral a largoplazo de los jóvenes bonaerenses de 18 a25 años de edad. El grupo estuvo formadopor Lorena Agemian, María de LourdesCatarineu, Julieta Cremona y María AlinaSveruga. A continuación, se resumen losresultados del estudio referido.

En la Argentina, una de las consta-taciones más importantes que puede ha-cerse en relación a las políticas de juven-tud es la dificultad que crecientemente tie-nen los jóvenes para concebir un proyec-to de vida laboral de largo plazo. Si bien aprimera vista esto se concibe como unmero reflejo de los fracasos laborales desus padres, lo cierto es que esta dificultadse comprueba aún en jóvenes de clasesmedias y altas, y hasta en quienes tienenpadres con empleos estables. Incluso jó-venes que estudian carreras universitariastienen dificultades para proyectar su vidalaboral futura como un continuo que per-mita adquirir relaciones, capacidades yhabilidades crecientes.

En parte, esto refleja más bien ten-dencias culturales verificables en todo Oc-cidente, en tanto los modelos de vida queson mostrados como valiosos por los me-dios masivos de comunicación otorganmayor importancia a la libertad para elegirque a los compromisos duraderos. El so-ciólogo norteamericano Richard Sennett sepregunta sobre las posibilidades de identifi-car valores duraderos en una sociedad im-paciente y centrada en lo inmediato, y so-bre las dificultades para que las personaspuedan perseguir metas de largo alcanceen una economía entregada al corto plazo.

Por ello Sennett propone que el lemade las nuevas relaciones sociales bien po-dría ser el de “nada a largo plazo”. Se tra-ta de una tendencia que afecta diferentesaspectos de la vida de los jóvenes, inclu-yendo entre otros proyectos familiares,afectivos o laborales. En el ámbito del tra-bajo, se debilita la idea de poder forjar unacarrera tradicional que avance paso a

paso, y también la de que existe un solojuego de calificaciones a lo largo de unavida de trabajo.

Pero el principio del “nada a largoplazo laboral” se vuelve disfuncional aúnpara sus principales beneficiarios, profe-sionales que cambian de empresa y de lu-gar de residencia constantemente en bus-ca de ingresos elevados, aprovechandoesa libertad para huir del tedio que provo-can las carreras estables. En pago a ello,tienen crecientes dificultades para conce-bir y transmitir a sus hijos principios y va-lores permanentes, y descubren nuevasrestricciones para construir sus relacionespersonales en base a compromisos y leal-tades. La organización a corto plazo delas instituciones modernas limita la posibi-lidad de que madure la confianza informalno sólo en el campo laboral, sino tambiénen las relaciones personales. Para hacerfrente a las realidades actuales, el desape-go y la cooperación superficial son unaarmadura mejor que el comportamientobasado en los valores de lealtad y servi-cio. ¿Pero es posible desarrollar un relatode identidad e historia vital en una socie-dad compuesta de episodios y fragmen-tos? A lo largo de la mayor parte de lahistoria, la gente ha aceptado que la vidacambia de repente a causa de las catás-trofes, pero lo que hoy tiene de particularla incertidumbre es que existe sin la ame-naza de un desastre histórico, y en cam-bio, está integrada en las prácticas coti-dianas de un capitalismo vigoroso. La ines-tabilidad ya es algo normal, y abundan másargumentos para enumerar eventualesconsecuencias negativas de la estabilidadque capacidades para imaginar estrategiaspara alcanzarla.

Las nuevas condiciones de trabajo,además de incrementar las incertidumbresmediante la flexibilidad y la ausencia deconfianza y compromiso, también puedenaumentar la superficialidad de la actividadlaboral al promover el trabajo en equipo,por la desvalorización del esfuerzo perso-

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nal, de la capacitación profesional y de laautoridad, y a la larga llegan a conformarel fantasma de no conseguir hacer nadade uno mismo en el mundo, de hacerseuna vida mediante el trabajo.

A fin de estudiar estos y otros pro-cesos entre los jóvenes bonaerenses, sehan realizado entrevistas a una muestrano aleatoria del Conurbano. Entre los re-sultados de las mismas se han identifica-do perfiles de jóvenes, según se detallan acontinuación. Cabe aclarar que se tratade tipologías, construcciones ideales quepermiten reflejar y comprender tendenciasy eventualmente establecer relacionesentre variables. Su utilidad se funda en laposibilidad de establecer políticas diferen-ciales para cada uno de los perfiles.

Un primer perfil está conformadopor aquellos jóvenes que no tienen un pro-yecto laboral a largo plazo, que podríandenominarse el grupo de los que están enel “puro presente”. Suelen ser empleadosen relación de dependencia, al igual quesus padres. En general, éstos no poseenestudios superiores ni oficios calificados.No saben en qué actividades estarían in-teresados en adquirir experiencia, o bienpretenden continuar en el ámbito en el queestán insertos porque ya poseen algunaexperiencia en el mismo. No evalúan lacalificación en términos de perfecciona-miento con miras a contribuir a la defini-ción de un proyecto a largo plazo. En ge-neral, están disconformes con su ocupa-ción actual, ya que consideran que no lespermite desarrollar sus capacidades per-sonales, pero no se mueven en busca deun cambio. Para este perfil de jóvenes, lacapacitación es irrelevante: cuando hanrealizado cursos, no los han puesto en prác-tica; además, muchas veces han hechocursos o estudios que no son complemen-tarios entre sí, y que tampoco son defini-torios de su vida laboral actual o futura.Otro factor que incide en su falta de pro-yección reside en que no se encuentranaferrados a su lugar de residencia. Se plan-

tean la posibilidad de traslado tanto al in-terior del país como al exterior, o les re-sulta incierto y hasta indiferente su futurolugar de residencia. Además, aseguran queno tienen tiempo libre para el ocio o el es-parcimiento.

Un segundo perfil de jóvenes es elde quienes afirman que poseen un proyec-to laboral a largo plazo, al que definen conun recorte temporal de entre dos y cincoaños. Son los “sobre–implicados”, pues noposeen la capacidad de analizar los múlti-ples atravesamientos que determinan suposición en los ámbitos en los que se de-sarrollan, ni de incorporarlos a su visiónde largo plazo. Normalmente, al menos unode sus padres posee un oficio o profesión.Las actividades que realizan suelen estarvinculadas a su proyecto laboral y consi-deran que la experiencia que éstas les pro-porcionan será reconocida. Confían en quelas posibilidades de progreso en el ámbitolaboral, así como el logro de una mejor si-tuación personal en el futuro, dependenexclusivamente de sus esfuerzos y capa-cidades personales. A la vez, para ellos elalcance del proyecto laboral gira en tornoal comienzo o a la finalización de la capa-citación propia del oficio o profesión a laque aspiran. Su proyecto laboral será al-canzado una vez concluida la misma, esdecir que no consideran el ejercicio deloficio o profesión como parte del proyec-to. Por otro lado, no conciben los cursosque llevan a cabo (en general, capacita-ciones básicas) ni sus antecedentes labo-rales como complementarios a su proyec-to. Estos jóvenes no han decidido en quélugar han de residir en el futuro, pero sítienen claro que no será en el exterior.

Un tercer perfil de jóvenes corres-ponde a quienes poseen un proyecto labo-ral de largo plazo, que consideran poderalcanzar en al menos quince años. Estosjóvenes suelen ser relativamente indepen-dientes de sus padres en lo económico, entanto la mayor cantidad de recursos parasu sostén los consiguen ellos mismos. En

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general, también en este caso sus padresposeen un oficio o profesión. Las activi-dades que llevan a cabo tienen vincula-ción con su proyecto laboral, pero descon-fían de que la experiencia que éstas pro-porcionan les sea reconocida en el futuro.Este tipo de jóvenes incorpora en su pro-yecto laboral la capacidad de análisis delos atravesamientos que determinan suposición en los ámbitos en los que se de-sarrollan. Para ellos, el progreso en elámbito laboral no sólo depende de los es-fuerzos personales, sino que está sujetoademás al contexto socioeconómico y alas características propias de la profesiónu oficio que se elige. Por eso, no se man-tienen en una posición conformista ni idea-lista respecto a su progreso personal. Ade-más, para estos jóvenes la conclusión delos estudios no equivale a la concreciónde su proyecto laboral de largo plazo. Con-sideran que éste se compone también defactores tales como el ejercicio de la pro-fesión u oficio elegidos, la experiencia la-boral vinculada al proyecto, el dinero, loscontactos establecidos y la permanenteactualización y adquisición de conocimien-tos. Quienes integran este tipo se encuen-tran arraigados al lugar donde viven ac-tualmente y lo consideran lugar de resi-dencia futura. En su tiempo libre, realizanactividades que no suponen descanso nigasto de dinero.

Es común a todos los entrevistadosla forma en que conciben su relación conel Estado. No poseen una idea definida delmismo y frecuentemente lo confunden conla de gobierno. Le atribuyen funciones decontrol social, regulación y administración,y lo perciben como algo ajeno y distante.Esto inhibe el surgimiento de demandasexplícitas de acciones vinculadas al proyectolaboral. En ese sentido, un primer lineamien-to para la acción consistiría en difundir losproyectos gubernamentales –laborales y nolaborales– en todos sus niveles, de modode propiciar un acercamiento hacia los jó-venes en esta franja de edad.

Si bien cada perfil tiene sus particu-laridades en el nivel local, pueden esbo-zarse algunas sugerencias generales. Res-pecto a los jóvenes incluidos en el primertipo, debería fortalecerse la idea de la im-portancia que tiene una participación acti-va en la construcción y el cumplimientodel propio proyecto de vida laboral. Encuanto al segundo tipo, las líneas de ac-ción deberían estar enfocadas a lograr unaarticulación entre la formación y el ámbi-to laboral, propiciando una paulatina inser-ción en lo que será el ejercicio de la pro-fesión u oficio. El objetivo último de estapropuesta es que no asocien la finaliza-ción de su formación con el alcance delproyecto laboral de largo plazo, sino quela conciban como una etapa más en sutrayectoria laboral. En lo que refiere alúltimo tipo, las acciones deberían centrar-se en reducir la incertidumbre en torno alreconocimiento de la experiencia propor-cionada por las actividades que realizan.

En cuanto a la intensidad de la inte-gración social que el trabajo actualmentegenera en los jóvenes del Conurbano, otrogrupo de estudiantes de Trabajo Socialrealizó también un estudio exploratorio.Estuvo conformado por Soledad Olmedoy Lorena Olivera, que realizaron entrevis-tas a residentes en los partidos de Merlo yTigre. A continuación, se resumen los re-sultados del estudio referido.

El trabajo es para los jóvenes unafuente de ingresos cuya privación o limi-tación obviamente implica menores opor-tunidades para integrarse económicamentea la sociedad. Además, es una fuente deidentidad personal y, por lo tanto, un ins-trumento que genera sentimientos de per-tenencia a la comunidad. Por último, lapercepción de un contexto laboral excesi-vamente precario e inestable genera me-nor disposición a desarrollar capacidadespersonales de diferente índole, laborales yno laborales. Tomando estas tres dimen-siones en su conjunto, el trabajo es unavía privilegiada de integración social para

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los jóvenes, ya no sólo en su capacidad deproyectarlo hacia el futuro, sino ademáspor la intensidad con que la experienciapresente de inserción laboral imprime enlos jóvenes su representación de estarparticipando activamente en la vida social.

Robert Castel afirma que la integra-ción social se alcanza mediante la búsque-da de grandes equilibrios sociales y de la“homogeneización de la sociedad a partirdel centro”, mediante acciones públicastales como el acceso universal a la edu-cación y los servicios sociales, la reduc-ción de las desigualdades sociales y unmejor reparto de las oportunidades, el de-sarrollo de las protecciones y la consoli-dación de la condición salarial.

El empleo, pese a haber sido duran-te siglos la institución de socialización dejóvenes más eficaz de las sociedades mo-dernas, hoy remite a una imagen conven-cional que se encuentra en crisis. En rela-ción a la inserción laboral de los jóvenes,la Organización Internacional del Trabajoseñala que las tasas de desocupación deeste sector poblacional superan amplia-mente las de los adultos y que su ritmo decrecimiento es acelerado. Según sus esti-maciones, hay en el mundo unos 74 millo-nes de jóvenes desempleados, lo cual su-pone que representan el 41% de los 180millones de desempleados del mundo.

A partir de los resultados obtenidosmediante la realización y análisis de lasentrevistas a jóvenes bonaerenses, se hanidentificado tres tipos ideales referidos ala imagen juvenil del mundo del trabajo.Los mismos se detallan a continuación.

El perfil “materialista” es el de quie-nes definen al trabajo únicamente comoun medio para obtener dinero. Para ellos,su cualidad más importante es el salario.No importa tanto la actividad que se reali-za, sino la remuneración por ella que serecibe. En definitiva, representarían en suextremo la corriente que considera legíti-ma cualquier actividad que otros individuosdemanden con dinero, por más inútil que

pueda ser desde el punto de vista social.En el límite, también podría ser considera-da legítima aunque fuera ilegal o inmoral.En general, quienes sustentan esta visiónson jóvenes que no se consideran pobres,que no tienen carencias de bienes mate-riales ni de consumo. Se sienten integra-dos a la sociedad por medio del consumode bienes que habilita el dinero.

Un segundo tipo podría denominarseel de los “escaladores”, que remite a laspersonas que consideran el trabajo comoun medio para alcanzar el progreso perso-nal. A diferencia de los materialistas, le otor-gan valor a la actividad laboral en sí, másque a la remuneración que se recibe porella. Entre quienes corresponden a este tipose han podido detectar subdivisiones inter-nas. Por un lado, los que afirman no estarlogrando su desarrollo personal por estardesocupados o subocupados, que ademásseñalan no participar en la toma de decisio-nes en aspectos que consideran valiosos.El segundo subtipo se constituye por aque-llos que, aun cuando no tienen un trabajobien remunerado, igualmente conciben quecualquier actividad económica es una víade superación personal.

Un tercer caso es el de los “idealis-tas”, que consideran al trabajo principal-mente como un medio para pertenecerplenamente a la comunidad que integran.Resaltan las posibilidades de sentirse úti-les y de ser respetados por los demás comoconsecuencia del desarrollo de un traba-jo. Lo consideran como un valor en sí mis-mo, como una fuente de identidad.

Obviamente, se trata de perfilesideales, en tanto muchos jóvenes compar-ten rasgos de unos y otros. Las principa-les problemáticas que señalan unos y otrosen relación al mundo del trabajo son laconstante necesidad de adaptación a exi-gencias cada vez más estrictas del mer-cado laboral y la estigmatización que ori-gina vivir situaciones de desempleo. Estaúltima produce un fuerte aislamiento so-cial, por cuanto no sólo genera privacio-

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nes económicas, sino además para muchosde ellos provoca la sensación de no poderprogresar personalmente, o de no ser su-ficientemente reconocidos como parteactiva de la sociedad en la que viven.

No existe una única imagen de los jó-venes sobre el mundo del trabajo. Tener pre-sente este hecho permite pensar estrategiasdiferenciadas de acción que contemplen es-tas visiones en cierto modo contrapuestas,que para tener éxito deberán hacer partíci-pes a sus destinatarios en el proceso de de-finición del problema. No se trata únicamentede ambiciones personales más o menos in-justificadas, ni de concepciones equivoca-das que deben corregirse mediante interven-ciones estatales, sino más bien de platafor-mas sobre las cuales pueden construirsepolíticas de promoción de la capacitación delos jóvenes bonaerenses.

Motivaciones para capacitarse

Otro grupo de estudiantes de Tra-bajo Social realizó entrevistas en torno alas actitudes de los jóvenes hacia la capa-citación y su relación con las políticas pú-blicas. El grupo estuvo formado por MaraChejolan, Mara Davoglio, Josefina Ghisal-berti, Natalia Ramírez y Carolina Silvi. Lasentrevistas fueron realizadas en las locali-dades de San Justo, Laferrere, Villa Ma-dero, Ramos Mejía y Lomas del Mirador,del Partido de La Matanza. A continua-ción, se resumen algunos de los resulta-dos del estudio referido.

La capacitación no garantiza direc-tamente la adquisición de un trabajo. Poreso, las políticas públicas deben conside-rar además la cuestión de la empleabili-dad de los jóvenes. Uno de los factoresque señalan éstos como decisivos en rela-ción a sus oportunidades de capacitación,es el poder adquisitivo con el que cuentanellos y sus familias. Pero también señalanotros elementos con fuerte influencia en

su relación con la capacitación, como ladistancia de su lugar de residencia respec-to a las instituciones de formación, ubica-das en su mayoría en el primer cordón delConurbano, la facilidad de acceso a esoslugares, y la existencia de estímulos fami-liares en relación a la aspiración de supe-rarse socio–económicamente respecto alas anteriores generaciones, entre otras.

A partir de los resultados de las en-trevistas realizadas, se han identificadoperfiles de jóvenes según su relación conlas motivaciones para capacitarse laboral-mente. En primer lugar, un perfil respon-de a quienes distinguen el aspecto econó-mico como el principal motivo para capa-citarse. Explican que ello supone antes quenada ampliar las oportunidades de conse-guir un trabajo, de cambiarlo, de obtenerun mejor sueldo o de consumir más.

Un segundo perfil vincula la capaci-tación al reconocimiento social. Según estavisión, incrementa la utilidad del trabajo ytrae consigo un aumento del prestigio dela persona. Estos jóvenes le otorgan pesoa un ideal personal al que aspiran llegarmediante un constante perfeccionamien-to en su oficio o profesión.

Otros jóvenes se refieren a cuestio-nes prácticas que se verían habilitadas di-recta o indirectamente por una mayor ca-pacitación: el cumplimiento de mandatosfamiliares, el logro de la emancipacióneconómica respecto de la familia de ori-gen o la posibilidad de acceder a empleosque resulten personalmente satisfactorios.Por último, se ha detectado un grupo queafirma no tener ninguna perspectiva deprogreso, ninguna pretensión de desarro-llar alguna capacidad personal, ni relaciónalguna con el Estado.

De todas formas, y al igual que enel apartado anterior, una gran porción delos jóvenes entrevistados muestra desco-nocimiento respecto a las políticas públi-cas. En general, argumentan que se tratade un conjunto de iniciativas destinadas apersonas pobres entre los pobres, y por lo

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tanto es extraño que se dirijan a ellos. A lavez, no relacionan la política pública conservicios de los que muchos de ellos sonusuarios, como los de salud o educación.

Políticas culturales

Otros dos grupos de estudiantes rea-lizaron investigaciones exploratorias entorno a las políticas culturales orientadasa los jóvenes de 18 a 25 años de edad. Elprimero de ellos analizó las representacio-nes de los residentes en el Partido deMorón acerca de las políticas culturalespropuestas por el Gobierno Municipal. Elgrupo estuvo formado por María BelénBafico, Luciana Capria, Yasmín Córdoba,Natalia Moreno y Marina Ortega. El otrogrupo realizó un estudio acerca de las ex-presiones artísticas juveniles como vías deintegración social. Estuvo constituido porLuciana Rivero, Verónica Tschoban, Va-nesa Tabbi y Silvana Ambieni, que reali-zaron entrevistas a una muestra no alea-toria de jóvenes en los Partidos de Quil-mes, Vicente López y Tres de Febrero. Acontinuación, se resumen los principalesresultados de los estudios referidos.

Existen varias alternativas para en-tender el término “juventud”. Se trata deconcepto esquivo, una construcción histó-rica y social y no una mera condición deedad. Por eso sería un error concebirlocomo un grupo sociocultural consciente quecomparte valores, tradiciones, dispositivosde control y criterios estandarizados deconducta. Cada época y cada sector socialpostula formas diferentes de ser joven. Si-guiendo a Mario Margulis, puede entender-se la juventud como un grupo social quecomparte una parte específica de la cultu-ra, pero que a la vez presenta diferentesmodalidades, por lo que no puede atribuír-sele una identidad en general, ya que pre-senta en su interior diversos subgrupos quehan construido identidades características.

En la actualidad, la juventud sueleerigirse en la portadora de transformacio-nes –notorias o imperceptibles– en los có-digos de la cultura. Incorpora con naturali-dad cambios en las costumbres y en signi-ficaciones que fueron objeto de duras lu-chas en generaciones anteriores. Pero tam-bién los jóvenes ponen de manifiesto conmás intensidad y variedad que otras gene-raciones los cambios culturales. Y es el pla-no de la cultura, antes que el de la política oel de la economía, el que evidencia las nue-vas modalidades que asume la juventudactual. Sensibles a las nuevas tecnologíasy al predominio de la imagen, los jóvenesencuentran en ésta un ámbito propicio paracapturar y expresar la variedad cultural deeste tiempo y orientar su apetito de identi-dad más en el nivel de los signos que en eldel accionar sobre el mundo. Es por esoque se interpreta al estereotipo juvenil comoágil, flexible, cargado de energía, ávido deinteracción con otros sujetos sociales y másdesprejuiciado que otros.

La conciencia juvenil sobre el mun-do actual es una en la que caducan lasviejas garantías en el plano del trabajo y lareproducción de la vida, que se apoyabanen el saber, la experiencia, la calificacióny los derechos sociales, todos ellos proce-sos más o menos conscientes. Sobrevie-nen nuevos e intensos procesos de exclu-sión sostenidos en una presunta racionali-dad de los mercados, desligada de la con-ciencia personal de los ciudadanos. Estenuevo entorno excluyente, al menos encuanto a la posibilidad de insertarse labo-ralmente en forma estable y de ofreceruna participación significativa en las dis-putas políticas, está dominado además poruna acelerada transformación en técnicasinformáticas, de comunicación social y deentretenimiento. Ellas presiden la entradade los jóvenes en la vida social.

La integración social de adolescen-tes y jóvenes es posible si se facilitan espa-cios de aprendizaje en donde asuman res-ponsabilidades y ejerzan sus derechos. Es

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importante que, en estos espacios, realicenactividades donde se desenvuelvan comosujetos autónomos, desarrollen sus habili-dades y formen parte del proceso de tomade decisiones. Para ello, es necesario que,en su intervención, puedan comunicarse,desenvolverse con seguridad, conocer suscapacidades, habilidades y trabas persona-les para defender su posición con argumen-tos racionales, hacer valer sus derechos yconocer sus deberes y obligaciones.

Desde el año 1999 el actual Gobier-no Municipal de Morón se ha distinguidopor encarar el diseño y el desarrollo deproyectos vinculados con la temática dela juventud y su relación con la cultura,destacando su valoración como vía de in-tegración social y eje del desarrollo local.Entre las diferentes actividades culturalesque lleva a cabo, se distinguen aquellas decarácter y convocatoria masiva, y las diri-gidas al interior de los barrios, cuya difu-sión es menor. Las principales son “LaMinga”, “Morón Rock”, actividades re-creativas en el Polideportivo Municipal“Gorki Grana”, ferias artesanales en lasplazas, talleres, cursos, teatro, recitales,exposiciones, cine, el proyecto Arte Joveny el apoyo a las organizaciones comunita-rias a través del Proyecto Joven.

Resulta primordial el tener claro –bien analizado y estudiado– qué tipo dejóvenes se quiere formar, qué transmitir-les mediante las actividades que se pro-mueven y cómo actuar sobre este terre-no. Si se les da esperanza, si se les dafundamentos para evitar el descreimien-to, si se les enseña que la cultura es im-portante en tanto reproductora de la his-toria, o bien si se transmite lo contrario,todo ello es responsabilidad del Municipio.Los jóvenes atraviesan una etapa de vul-nerabilidad en la cual sus representacio-nes sociales y sus objetivos de vida semodifican día a día, y paralelamente, seconsolidan factores de marginación. Poreso es importante inculcar esperanzas yproyectos, pero también educar, capaci-

tar, promover el desarrollo de herramien-tas y creatividad.

En base a las entrevistas realizadasy según su concepción de la cultura, pue-de dividirse a los jóvenes en tres grupos.En primer lugar, hay un sector que asociala idea de cultura con la de capacitación.Este grupo considera que, por un lado, lacultura está compuesta y orientada a laeducación formal desde las institucioneseducativas, y por otro lado, que se desa-rrolla a través de la educación informalpor medio de la implementación de talle-res y cursos. Esta opinión explica los con-tenidos que estos jóvenes demandan ma-yoritariamente a las políticas culturalespromovidas por el Municipio. Tambiénsostienen que debería apuntarse al desa-rrollo intelectual, a promover el pensamien-to, la lectura y la enseñanza.

Desde otra postura, se consideraque la cultura integra las diversas activi-dades de expresión artística o musical pararecreación, en las que participan jóvenescomo espectadores o productores. Unaúltima visión refiere a la cultura en tantoidentidad, como conjunto de aspectos quehacen del hombre un ser social y perso-nal: costumbres, valores, tradiciones, co-nocimientos significativos sobre la comu-nidad y rasgos construidos de la sociedad.

Asimismo, se han identificado per-files de jóvenes, según su relación con laspolíticas culturales del Municipio. Se de-tallan a continuación.

Entre los demandantes de políticasculturales, puede distinguirse a los confor-mes de los disconformes. En el primercaso, se trata de grandes consumidoresde actividades culturales, que conciben elacceso a éstas como un derecho y comoun aspecto importante en sus vidas. Sue-len asociar la cultura a elementos como elconocimiento, el arte y la expresión. Con-sideran que sus necesidades culturalesestán cubiertas por las actividades promo-vidas por el Municipio, aunque reconocenfalencias en las mismas. En particular,

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demandan que sus reclamos y propuestasvinculadas al tema sean tenidos en consi-deración a la hora de definir las iniciati-vas. La mayoría de los jóvenes que con-forman este grupo son estudiantes.

En segundo lugar se destacan quie-nes, coincidiendo con los anteriores en queel acceso a la oferta cultural es un derechoy una dimensión de peso en sus vidas, sediferencian en la evaluación que hacen delas iniciativas municipales. Lo que los de-termina es que no están satisfechos, en susgustos y consideraciones culturales, con lasactividades promovidas por el Municipio.Creen que estas últimas son inadecuadas yque deben apuntar a otros objetivos o con-tenidos. Inclusive, parte de este grupo creeque las políticas culturales locales sólo apun-ta a lograr votos o a la distracción y la di-suasión de la atención de los vecinos sobre“los problemas reales”.

Otros jóvenes no demandan un cam-bio en la oferta cultural municipal. Son losque podrían denominarse “materialistas”y “nihilistas”. Para los primeros, la políti-ca cultural no está en un primer plano, noes prioritaria ni forma parte de sus prefe-rencias. Sus demandas al Gobierno Muni-cipal no giran en torno a la cultura, sinoalrededor del trabajo, eje que considerancentral en sus vidas. Llegan a sostener quelas políticas culturales deberían apuntar aofrecer a los jóvenes trabajo, a fin de queadquieran herramientas de desarrollo pro-fesional. Recién habiendo logrado esteobjetivo, y una vez cubierto el derecho atrabajar, la oferta propiamente culturaladquiriría sentido.

Desde la perspectiva de los nihilis-tas, la cultura no es una cuestión que debaabordar el Estado, sino un asunto perso-nal. La mayoría de ellos considera que lacultura no es central y desconoce qué haceel Municipio en la materia. Hay una parteque asegura estar al tanto de la ofertamunicipal, pero no cree en ella, ni la capa-cidad del Estado: no confían en él ni espe-ran nada de su parte. Demuestran incre-

dulidad hacia todo lo que viene del Go-bierno Municipal y piensan que sus accio-nes no son capaces de afectar aspectosde verdadera importancia para sus vidas.

Del conjunto de los jóvenes entre-vistados también surgieron propuestaspara la mejora de las políticas culturalesmunicipales a ellos dirigidas. Las princi-pales propuestas fueron las siguientes:

• definir claramente qué se transmiti-rá por medio de la oferta cultural ysi esos contenidos y valores se vin-culan a aquello que la comunidadconsidera significativo;

• ampliar los canales de participaciónpara que los vecinos puedan gene-rar propuestas y reclamos;

• generar un presupuesto participati-vo en el área de cultura;

• promover una mayor interacciónentre los jóvenes del municipio inte-resados en actividades culturales;

• ampliar la oferta horaria de las inicia-tivas culturales, así como su frecuen-cia, difusión y publicidad, principalmen-te en los barrios alejados del centro;

• apoyar económica y técnicamente aquienes tengan iniciativas o empren-dimientos en marcha;

• abrir más establecimientos o espaciospara las expresiones artísticas, y ge-nerar más espacios de participacióncultural promoviendo su autogestión;

• proponer actividades de debate y re-flexión juvenil a cargo de profesio-nales de las ciencias sociales;

• demostrar abiertamente que las ac-tividades culturales promovidas porel Estado no tienen por objeto la cap-tación de votos ni la distracción delos jóvenes respecto a otros temasde peso.Independientemente de su opinión

sobre los demás temas, todos los consul-tados reclaman una mayor participación.Conciben al Estado como algo ajeno y dedifícil acceso, lo cual limita su interven-ción en las actividades ofertadas. Algu-

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nos llegan a suponer que para participaren esas actividades –especialmente enexposiciones, ferias y recitales–, o inclusopara consultar sobre las mismas, es nece-sario tener algún tipo de contacto. Asimis-mo, muchos señalan trabas administrati-vas para quienes pretenden participarcomo generadores de cultura.

Los jóvenes son portadores de ex-periencias, perspectivas y significacionesque pueden llegar a expresarse de unaforma original a través de la cultura. Estono sólo les permite reafirmar su identidad,sino que además se convierte en una for-ma particular de canalizar demandas delos diversos sectores sociales.

Por otro lado, un aspecto relevante dela política cultural reside en la promoción delas diversas formas de producción de ex-presiones culturales. Existe en los jóvenesla necesidad, hasta la urgencia, por encon-trarse con sus pares en actividades signifi-cativas, constituir agrupamientos, encontrarespacios propicios para integrarse y diferen-ciarse, construyendo señales de identidad.

En su relación con la generación demanifestaciones culturales, pueden detec-tarse diferentes perfiles de jóvenes. En pri-mer lugar, puede identificarse un pequeñogrupo que produce diversos tipos de acti-vidades artísticas, conformado por quie-nes las conciben como un proyecto de vidaal que le dedican recursos y tiempo de for-mación. Se distinguen de ellos quienes par-ticipan de actividades culturales como unpasatiempo que les permite reunirse conpares con los que comparten afinidades.Un gran número de jóvenes no realiza nin-gún tipo de producción cultural, pero sí laconsume de diversas maneras. Algunos deellos tienen una frecuente participación enactividades culturales y prefieren el cine,el video, los recitales de rock, el teatro, lasacrobacias, las exposiciones, la televisióncultural y la lectura, en ese orden de prio-ridades. Por otro lado, hay un grupo queconsume alternativamente diferentes ofer-tas culturales de cualquier expresión ar-

tística orientada al consumo masivo. Eneste último segmento se ubican quienesestán menos integrados en el mundo labo-ral y de estudio, y quienes tienen pareja ehijos y priorizan hacia ellos la dedicaciónde su tiempo. Se trata de diferenciacionesque deben ser consideradas a la hora depromover diversos tipos de políticas cul-turales entre los jóvenes.

Espacio público

El último grupo de estudiantes, con-formado por Gloria Cappellini, PatriciaDarán, Sabrina Fernández Rovito, AdrianaGómez y Nadia Rodríguez, desarrolló en elConurbano Bonaerense un estudio acercade las representaciones que sobre el espa-cio público tienen los jóvenes de entre 18 y25 años de edad. Para ello realizaron en-trevistas a una muestra no aleatoria de jó-venes residentes en los partidos de Gene-ral San Martín, Tres de Febrero, VicenteLópez, San Isidro, Tigre, Escobar, Pilar,Morón, Ituzaingó, La Matanza, Lanús yBerazategui, y un taller de discusión conjóvenes del Conurbano llevado a cabo enGeneral San Martín. A continuación, se re-sumen los resultados del estudio referido.

Las transformaciones de las pautasde ocupación y utilización del espacio pú-blico forman parte de procesos socialesque se relacionan con el Desarrollo Hu-mano. Los espacios públicos “son todosaquellos espacios de carácter comunita-rio que otorgan sentido y posibilidad a lavida urbana contemporánea, desde los des-tinados a la circulación de personas y elintercambio de bienes y servicios, hastalos correspondientes al desarrollo de acti-vidades cívicas, sociales, culturales y de-portivas ligadas a la vida ciudadana. Al serutilizados abiertamente por la poblaciónconstituyen el ámbito democrático porexcelencia, en tanto posibilitan la expre-sión en libertad de conductas y la necesi-

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dad de una pluralidad de actores socia-les”. Como señala Jordi Borja, el espaciopúblico no es sólo un lugar de refugio depeatones o de reserva de monumentos, sinola ciudad en sí misma que se materializaen avenidas, calles, plazas, parques, equi-pamientos abiertos o cerrados. Su funciónes siempre de carácter relacional, esto es,no aísla ni segrega a los habitantes, sinoque debe tender a proporcionarles igual-dad de oportunidades para vivir la ciudad.

Las ciudades son vectores de inte-gración y de movilización social porquefuerzan interacciones cotidianas entre per-sonas de diferentes culturas y ocupacio-nes. Las personas se hacen adultas en eseintercambio, en el roce continuo con la di-versidad. De acuerdo con Borja, en losespacios públicos se expresa la diversidad,allí se produce el intercambio y se apren-de la tolerancia. La calidad, la multiplica-ción y la accesibilidad de los espacios pú-blicos definirán en buena medida el pro-greso de la ciudadanía. Es por esa razónque una ciudad que funciona exclusiva-mente con el automóvil privado y con cen-tralidades especializadas y cerradas (cen-tros administrativos, centros comercialesjerarquizados socialmente, etc.) no facili-ta el progreso de la ciudadanía, en cambiotiende a la segmentación, al individualis-mo y a la exclusión. El espacio públicocontribuirá más a la ciudadanía cuanto máspolivalente sea funcionalmente y más fa-vorezca el intercambio.

Del análisis de entrevistas y del tallerde reflexión, surge que los jóvenes consul-tados no tienen claramente delimitado quées lo público y qué es lo privado. En gene-ral, conciben al espacio público como unlugar para actividades recreativas, de libreacceso y gratuito, asociándolo a los sitios alaire libre, tales como plazas y parques, y enmenor medida a calles, veredas y esqui-nas. En la misma indagación, se han podidoidentificar perfiles de jóvenes, en base a lapercepción y el uso que hacen del espaciopúblico. Se detallan a continuación.

En primer lugar puede hacerse men-ción de un grupo de jóvenes que no señalalímites en el uso que hace del espacio pú-blico. Utilizan toda clase de espacios, noperciben restricciones de ningún tipo parahacerlo y afirman que nada les impideacceder a ellos. Entre ellos, los “caseros”son jóvenes que usan plazas y parques, yque en general consideran que los lugaresa los que van son sólo de paso. No tienenlimitaciones para elegir adónde ir, peroprefieren estar y encontrarse con susamigos en sus casas. La mayoría de ellosestudia y trabaja, por lo que podría pen-sarse que la falta de tiempo limita la fre-cuencia de uso de lo público. Estos jóve-nes participan en instituciones, pero de-muestran poco interés en informarse so-bre cuestiones que pueden afectarlos: nodiscuten, ni proponen acciones concretas.Se quejan del estado de las plazas y losparques, pero no proponen la construcciónde nuevos espacios.

Los “salidores” son jóvenes que men-cionan un amplio listado de lugares cuandose les pregunta qué espacios públicos o deuso común utilizan. Calles, medios de trans-porte, bares, boliches, “cybers” y shoppingsson los que mencionan con mayor frecuen-cia. Son jóvenes en su mayoría de clasemedia, que en general trabajan y para quie-nes lo económico está medianamente re-suelto. No son el principal sostén económi-co del hogar y pueden solventar sus sali-das. Suelen estar informados e intercam-bian opiniones sobre temas públicos, peroconsideran que no tienen influencia en lasdecisiones que los afectan. Son críticos enrelación a los espacios que utilizan: se que-jan repetidamente del mal estado de las pla-zas y de los medios de transporte, de la fal-ta de limpieza y de seguridad. Además,demandan espacios donde puedan practi-car deportes, desarrollar actividades cultu-rales y lugares en los que poder “expresar-se libremente”.

Se ha podido distinguir además, ungrupo de jóvenes que utiliza el espacio

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público de manera restringida y que seña-la diferentes obstáculos para la libertad deuso. En este grupo, los “limitados por cues-tiones económicas”, señalan que las razo-nes materiales son la principal razón porla que no usan libremente los espaciospúblicos. Tienen dificultades para pagarentradas o boletos de transporte moversepor la ciudad. Se ubican especialmente enla clase baja o en la franja que va de los18 a los 20 años de edad. En algunos ca-sos afirman frecuentar lugares como ba-res, pubs, boliches y cines, pero aún asíinsisten en que se sienten limitados en susmovimientos.

Los “limitados por la inseguridad”tienen temor a ser víctimas de hechos vio-lentos, lo que condiciona su uso de espa-cios públicos y su participación en cual-quier tipo de institución. Reclaman espe-cialmente mayores medidas de control.Su percepción de inseguridad alcanza di-ferentes grados, pudiendo distinguirseentre quienes sólo se sienten seguros ensus casas, quienes lo hacen en lugarescerrados y conocidos por su uso habitual,y quienes señalan la presencia de unafuerza pública como garantía suficientede seguridad. Se encuentran con amigosen los lugares donde estudian, en sus ca-sas y en boliches, pero no suelen concu-rrir a plazas y lugares públicos, eligiendoestar siempre en lugares cerrados y co-nocidos.

Los “limitados por otras razones”están representados por personas con pro-blemas de salud, falta de tiempo y, espe-cialmente, por mujeres mayores de 21 añosque trabajan y tienen hijos. Para ellas, lamaternidad aparece como el principal fac-tor limitante en relación a la libertad demovimiento por la ciudad. Transitan porpocos lugares debido a la falta de tiempoy de dinero. Suelen concurrir siempre alos mismos sitios, en general parques yplazas cercanas a su domicilio. Su partici-pación está relacionada a las actividadesde sus hijos en escuelas y clubes. Las

mejoras que proponen en relación al es-pacio están pensadas en función del bien-estar de sus hijos.

Siempre han sido los adultos quie-nes decidieron cuál ha de ser el destino delos espacios: barrios, edificios, calles, es-tacionamientos, terminales de transporte,autopistas, zonas industriales, complejosdeportivos, etc. Raras veces se han teni-do en cuenta las necesidades de espaciode los jóvenes. Los espacios diseñadospara jóvenes están pensados para queconsuman, no para que se identifiquen, sedesarrollen personalmente o amplíen susoportunidades.

Lo que se propone entonces es, enprimer lugar, la formación de espaciospensados desde y para los jóvenes, queno sólo sean funcionales a sus necesida-des más inmediatas, sino también que pue-dan en ellos identificarse como actoresconcretos, con capacidad para liderar, paraarticular propuestas, expresar demandas,canalizar actividades, para ganar represen-tatividad y legitimidad, establecer alianzas,participar e integrarse. Estos espaciosdeberían promover la participación de losjóvenes no sólo en las actividades concre-tas, sino también en la planificación y ges-tión de las mismas.

Tradicionalmente, se concebía a laeducación, al trabajo, a la vida pública ya la participación política como canalesadecuados para la integración juvenil enla vida social. Hoy, la situación para mu-chos jóvenes es diferente, en tanto per-ciben limitaciones en este tipo de cana-les. Algunos sencillamente se resignan adisfrutar de la vida doméstica. Otros per-ciben esta situación como una pérdida.Lo que está en juego es la necesidad decontar con marcos de referencia claros,que permitan consolidar su proceso deidentidad, que les proporcionen una ma-yor orientación hacia el futuro y que fun-cionen como lugares de integración so-cial. Los espacios públicos bien podríanocupar este lugar.

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Políticas de juventud,un recorridoinstitucional

CAPÍTULO VIII

En la Argentina existe una extensaserie de programas y proyectos dirigidosdirecta e indirectamente a la juventud. Endiferentes áreas gubernamentales, talescomo educación, trabajo, salud, cultura ydeporte, hay iniciativas específicas orien-tadas a la integración social de jóvenes,en particular para quienes tienen entre 18y 25 años de edad. Pero además, tanto enel Gobierno Nacional como en el Provin-cial, existen sendos organismos especial-mente orientados a tal fin: la DirecciónNacional de Juventud del Ministerio deDesarrollo Social de la Nación y la Direc-ción Provincial de Juventud del Ministeriode Gobierno de la Provincia de BuenosAires. Tanto para la breve historia de laspolíticas de juventud en la Argentina, comopara ambas dependencias, el 2004 signifi-có un punto de quiebre, en tanto por pri-mera vez en varios años se presentaron ycomenzaron a ejecutar programas masi-vos de integración social de jóvenes, has-ta ahora orientados casi exclusivamente ajóvenes de hogares pobres e indigentes.

La Dirección Nacional de Juventud(DINAJU) es un organismo cuya respon-sabilidad primaria es asistir “en el diseño,coordinación y ejecución de políticas so-ciales destinadas a jóvenes en situaciónde vulnerabilidad social, con el fin de me-jorar su calidad de vida, facilitar la satis-facción de sus necesidades básicas y elejercicio de sus derechos políticos y so-ciales”. Para ello ha lanzado el ProgramaNacional de Inclusión Juvenil, dirigido ajóvenes de 18 a 25 años de edad que seencuentran desocupados o subocupados,en situación de pobreza y con bajo nivel

de escolaridad o baja calificación laboral,así como a todos aquellos jóvenes empren-dedores que vienen desarrollando proyec-tos productivos o asociativos en su comu-nidad. Sus objetivos son desarrollar lascapacidades productivas de los jóvenes,promover la generación de emprendimien-tos productivos, generar procesos socio–comunitarios que permitan el desarrollo decapacidades y destrezas promoviendo laresponsabilidad social y las prácticas soli-darias, y fortalecer la capacidad institu-cional de las áreas de juventud provincia-les y municipales, de las organizacionesno gubernamentales y de la sociedad civilque trabajen con jóvenes. Durante el año2004, el Programa inició su primera fasede implementación en algunas provinciasy municipios seleccionados. Asimismo, laDINAJU ejecuta otros programas: Líde-res Comunitarios Juveniles, Derechos yObligaciones de los Jóvenes, Salud Repro-ductiva, Capacitaciones Laborales, la pu-blicación electrónica “Notijoven” y el Cen-tro de Documentación e Investigación.

La Dirección Provincial de Juven-tud, por su parte, colabora en la gestióndel Proyecto Adolescentes, iniciado por elMinisterio de Desarrollo Humano de laProvincia de Buenos Aires. Este progra-ma tiene como objetivo propiciar el acce-so de adolescentes y jóvenes a bienes so-ciales y servicios de la comunidad en con-diciones de igualdad, alentar su participa-ción activa, creativa y responsable, y pre-venir y evitar la judicialización y conse-cuente institucionalización de niños, niñasy adolescentes. Operativamente, procuraque jóvenes de entre 14 y 21 años de edad,

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con el apoyo de una organización comuni-taria y el gobierno local o provincial, seorganicen en grupos para presentar pro-yectos que refuercen su inclusión a tra-vés de la escuela, los ámbitos educativosno formales, la capacitación laboral, lasactividades culturales, recreativas, depor-tivas, sociales y solidarias o el cuidado in-tegral de la salud.

Los emprendimientos aprobados tie-nen una duración de un año y deben ase-gurar el acceso de los jóvenes a herra-mientas que les permitan ser protagonis-tas en la elaboración de un proyecto devida propio y autónomo. Para eso, una vezaprobados, el Ministerio de DesarrolloHumano transfiere mensualmente a cadaorganización una cápita por adolescentepara cubrir viáticos, gastos mínimos y cuotaalimentaria. Además, se destina a las or-ganizaciones una suma para cubrir gastosmateriales y operativos.

El programa hace hincapié en el pa-pel de figuras adultas que acompañen eldesarrollo y la consolidación de identidadde los jóvenes. Así, los proyectos debenestar necesariamente acompañados poralguna organización social u organismo delEstado. Pero además, desde su propia fun-damentación se enfatiza en la necesidad deno tomar al joven aislado de su familia ni desu comunidad, el entorno que lo acompañadiariamente en su crecimiento. Desde elGobierno Provincial participan además nu-merosas áreas, que atraviesan diversosaspectos de la vida de los jóvenes. Por últi-mo, se pone especial interés en el objetivode romper con la imagen de institucionespúblicas que rechazan adolescentes o losconsideran únicamente como foco de pro-blemas o grupo de consumo.

Asimismo, la Dirección Provincial dela Juventud lleva adelante otros proyectos,tales como los de Arte Joven, Becas Uni-versitarias, Apoyo para Jóvenes Empren-dedores, Los jóvenes y los derechos hu-manos, Prevención de Adicciones, TarjetaJoven y Banco de horas solidarias.

El Programa de Becas Universita-rias, llevado adelante conjuntamente conla Secretaría General de la Gobernación,ha impulsado el otorgamiento de estímu-los para aquellos jóvenes que estudian enuniversidades nacionales que tienen sedeen la Provincia de Buenos Aires. Las be-cas tienen por finalidad facilitar el accesoo la prosecución de estudios universitariosa aquellos alumnos que, careciendo derecursos económicos suficientes, observenun buen rendimiento académico y regula-ridad en sus estudios.

El Banco de Horas Solidarias, orga-nizado conjuntamente con los ministeriosde la Producción y de Desarrollo Huma-no, es un proyecto que apunta a generarsobre la juventud bonaerense una visióndiferente de la actual: por un lado, derrum-bar la imagen estigmatizante que la conci-be como sector social “problema” y pasara visiones y lógicas más comprensivas yprecisas del complejo mundo juvenil; y porotro lado, rescatar la generación e instala-ción de los cimientos de una institucionali-dad pública en materia de juventud. ElBanco interrelaciona, bajo la condición dig-na del trabajo, a jóvenes que quieran brin-dar voluntariamente su tiempo a la comu-nidad en la que viven. Consiste en lograrque realicen una donación voluntaria dedos, tres o cuatro horas semanales detrabajo para tareas solidarias, según la dis-ponibilidad de tiempo que puedan ofre-cer a su comunidad. Sus objetivos gene-rales son promover una amplia participa-ción de los jóvenes en sus comunidades,como así también fortalecer lazos con lasociedad y con las instituciones públicasy no gubernamentales, y brindar una ocu-pación transitoria para los jóvenes des-ocupados, que les servirá para sentirse ysaberse útiles hacia la comunidad en queviven, a pesar de que no exista una retri-bución salarial. Sus objetivos específicosson interrelacionar a los jóvenes de dife-rentes edades en trabajos comunes, brin-dar la oportunidad de vinculación de estu-

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diantes universitarios y terciarios con or-ganizaciones civiles y con la comunidaden general, considerar al trabajo volunta-rio no sólo como un recurso social frentea la crisis del Estado de Bienestar y a laineficacia en la prestación de serviciospúblicos, sino como un actor protagonistaque participa en la construcción de espa-cios públicos donde se forman y represen-tan las identidades sociales para una Co-munidad Organizada, y observar las dife-rentes alternativas que van desde el efec-to de mutua potenciación de los resulta-dos de cada entidad participante hasta lascarencias que el mismo Programa puedatener.

El Programa Arte Joven, elaboradoconjuntamente con el Instituto Cultural, tie-ne como objetivos promover un espaciode participación, crecimiento y proyecciónartístico cultural para los jóvenes creado-res, estimular la creación artística comoexpresión de la identidad provincial y re-gional, difundir el trabajo de jóvenes crea-dores a toda la comunidad, promoviendouna mayor democratización de los bienesculturales, crear un espacio de reflexión,creación y búsqueda que permita cono-cer, comprender y compartir la proble-mática y las posibilidades del sector, con-tribuir a la articulación entre arte y tra-bajo, y buscar el bien común a través dela promoción de la producción artística yartesanal, estimulando la investigación yun desarrollo pluralista en sus distintasmodalidades. Incluye las disciplinas deArtes Visuales, Artesanía Tradicional yLiteratura.

El Proyecto Tarjeta Joven, organi-zado en colaboración con el Banco de laProvincia de Buenos Aires, está destina-do a fortalecer el acercamiento hacia elconocimiento de la acción de Gobierno yhacia la participación de los jóvenes. Elproyecto permite además generar estadís-ticas acerca de las preferencias, gustos,costumbres y cambios de hábitos de losjóvenes. La Tarjeta les permite a los usua-

rios obtener importantes descuentos yreintegros a través de las compras querealicen en todos los comercios y empre-sas adheridas al programa. Con la TarjetaJoven se busca: generar mecanismos deidentificación e inserción juvenil en el con-sumo mediante un elemento que apoya, através de la facilitación del acceso a bie-nes y servicios, los procesos de integra-ción de los jóvenes con respecto al mundoadulto; asistir y asesorar a los jóvenes bo-naerenses en cuanto a la diversidad deprestaciones que el Gobierno de la Pro-vincia de Buenos Aires tiene para ellos; yfacilitarles el acceso a diversos serviciosy bienes materiales, apuntando a mejorarsu calidad de vida.

La Dirección Provincial colaboracon las áreas de Juventud de diversosmunicipios y con otros organismos provin-ciales que también organizan frecuente-mente actividades de promoción de la in-tegración social de los jóvenes a partir desu esfera de competencia, tales como elEncuentro de Jóvenes Universitarios Bo-naerenses (organizado junto con el Insti-tuto Provincial de la Administración Pú-blica, el Programa Leer Más de la Direc-ción General de Cultura y Educación), lasJornadas Provinciales para Jóvenes Em-prendedores y el Concurso Provincial paraJóvenes Emprendedores de la Provinciade Buenos Aires (organizados por el Mi-nisterio de la Producción), las Jornadas deCapacitación de Jóvenes Dirigentes Polí-ticos y numerosas actividades realizadasen forma conjunta con la Secretaría deDerechos Humanos. En particular, el Pro-grama Los Jóvenes y los Derechos Hu-manos tiene como objetivo difundir infor-mación a través de los directores o res-ponsables del área de Juventud de cadamunicipio con el fin de instruir a los jóve-nes bonaerenses acerca de sus derechosciviles y legales.

En ese marco, la Secretaría de De-rechos Humanos desarrolla la CampañaCartilla “Si te detienen”, orientada a pro-

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mover entre los jóvenes el conocimientode sus derechos, a través de la distribu-ción de material gráfico destinado a enca-minar su conducta en caso de detenciónpor parte de las fuerzas de seguridad. Lacampaña se realiza mediante la estrategiaen red, a través de una convocatoria am-plia que logra la participación de diferen-tes actores locales para ganar la continui-dad de los acuerdos y su sostenimiento: laDelegación de Minoridad local, la Jefatu-ra Departamental de Policía, el Departa-mento Judicial de la zona, las institucionesmunicipales relacionadas con la juventud,las organizaciones no gubernamentalesrelacionadas con la temática, los clubes,las sociedades de fomento, los centros dejóvenes, las iglesias, las escuelas mediasprivadas o públicas y los centros de estu-diantes. Luego, mediante la identificacióndel grupo promotor de la campaña, se or-ganizan talleres, reuniones de debate, cine,mesas redondas con expertos, etc.

Conjuntamente con la Subsecreta-ría de Atención a las Adicciones se reali-zan en diversos distritos charlas preventi-vas respecto a problemas tales como dro-gas, alcohol y enfermedades de transmi-sión sexual. Se llevan a cabo, fundamen-talmente, en establecimientos educativoscon la asistencia de jóvenes de Polimodaly Tercer Ciclo de EGB, que van de los 12a los 17 años, que es la franja que mayorriesgo corre con respecto a las adiccio-nes. El Programa de Prevención de Adic-ciones tiene como objetivo informar a losjóvenes acerca de las consecuencias quetienen las diversas adicciones en la vidacotidiana y sobre las secuelas a futuro quepueden tener aquellos que son adictos alalcohol y a las drogas de todo tipo; tam-bién procura fomentar el deporte y la re-creación como formas de prevención yalejamiento de las adicciones, y provocarpolíticas solidarias con otros jóvenes queson adictos o están en riesgo de serlo.

El Programa de Prevención de SIDAen los Jóvenes tiene como objetivo instruir-

los acerca del uso del preservativo, clari-ficar cómo son realmente las vías de con-tagio, desmitificar acerca de los tabúes quecorren de boca en boca con respecto adeterminadas acciones que lo produciríany ayudar a los adolescentes a resistir lapresión social que les induce a compro-meterse en actividades riesgosas. A la vez,procura destacar la importancia de la edu-cación sexual, de manera que se recal-quen las razones para la conciencia, el au-todominio y la responsabilidad, enseñar losprocedimientos para prevenir la relacióncon las drogas, efectivizar la capacitaciónde docentes para actuar en prevención delSIDA, asistir en aspectos técnicos de laelaboración de proyectos escolares parala prevención del SIDA en contextos so-ciales vulnerables, fomentar acciones di-rigidas a desarticular el prejuicio respectode la enfermedad y de las personas queviven con ella, difundir información perti-nente y relevante con el fin de que el do-cente se constituya en agente multiplica-dor, y propiciar hábitos y actitudes con-cretas de la cultura del cuidado.

El Programa de Apoyo para Jóve-nes Emprendedores, ejecutado conjunta-mente con el Ministerio de la Produccióny la Comisión de Investigaciones Científi-cas, tiene como objetivo la creación deempresas dinámicas en la Provincia deBuenos Aires a través del fomento y elfortalecimiento de la actitud emprendedo-ra en los jóvenes bonaerenses. A tal fin,procura incentivar esta actitud para queellos se conviertan en agentes del cambiocultural y de la generación de empleo sus-tentable, identificar y promover a jóvenesemprendedores, estimular la formulaciónde ideas–proyecto de empresas dinámi-cas, productivas y de servicios que agre-guen valor a la producción, y asegurar, me-diante la asistencia técnica y la articula-ción para el acceso a los recursos, el de-sarrollo e implementación de los proyec-tos. La primera etapa abarca desde lamotivación de jóvenes que son potencia-

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les emprendedores hasta la formulaciónde la idea proyecto y la selección de 20mejores proyectos por universidad. Sesustenta en concursos regionales de ideas–proyecto promovidos localmente con in-tervención de universidades y otras insti-tuciones gubernamentales y no guberna-mentales que participan para fomentar lacultura emprendedora joven en el marcodel desarrollo local sustentable. La segundaetapa comprende la capacitación especí-fica y la tutoría para el desarrollo y for-mulación del plan de negocios y la imple-mentación del proyecto.

Otros organismos del Gobierno Pro-vincial llevan adelante proyectos de pro-moción de la integración social de los jó-venes. La Dirección de Atención Prima-ria del Ministerio de Salud realiza activi-dades de concienciación de la poblaciónjoven sobre el cuidado de la salud, incor-pora conceptos de patologías prevalentesentre los 18 y los 25 años de edad, fomen-ta la participación comunitaria en temastales como la bulimia, la anorexia, la obe-sidad, las adicciones y la rehabilitación,incorpora conceptos de organizaciones nogubernamentales y participación comuni-taria, determina acciones de promoción dela salud, propiciando la participación de losjóvenes en la definición de la prevencióny en la elaboración de programas localesde salud, su ejecución y su evolución, eimplementa técnicas para el conocimien-to de la epidemiología en los municipios,tratando de que la población adolescente,mediante recorrido de su hábitat, sepa uti-lizar los medios necesarios para lograr ensalud equidad, eficiencia y sustentabilidad,en el marco de una intensa participaciónsocial. Por su parte, la Dirección de Pato-logías Crónicas desarrolla un Proyecto deFortalecimiento de la Salud basado en lapromoción de hábitos saludables de vidaen la población joven.

La Subsecretaría de Planificación dela Salud lleva adelante el Programa deCapacitación en Salud Sexual y Reproduc-

tiva y Procreación Responsable, cuyo ob-jetivo es fortalecer a los equipos de saludpara dar cumplimiento a la Ley Provincialy su reglamentación sobre la materia, im-plementar consejerías a nivel local paraintegrantes del equipo de salud en contac-to con los usuarios y estimular servicioscon calidad y cobertura adecuadas, conénfasis en la Atención Primaria. Esto per-mite identificar y procesar los problemasrelacionados con la salud sexual y repro-ductiva en el nivel local, conformar y for-talecer equipos de trabajo, desarrollar es-trategias comunicacionales e instalar ygestionar un sistema de información acer-ca del problema.

La misma Subsecretaría ejecuta elPrograma de Capacitación “Curso deOperador Comunitario en Atención de lasAdicciones, Socio–terapéutico y de laCalle”, que se realiza en coordinación conla Subsecretaría de Asistencia a las Adic-ciones, cuyo objetivo es intervenir en lassedes sociales y asistenciales existentesmediante la formación para la incorpora-ción de personas en equipos de trabajo enatención de las adicciones. También eje-cuta el Programa de Becas para la capa-citación laboral de jóvenes en el ámbitode la administración pública, cuya pobla-ción objetivo son los jóvenes de 16 a 21años cuya situación haya requerido inter-vención judicial. El Ministerio de Salud,como organismo de aplicación, establecelos ámbitos laborales aptos para la inser-ción laboral de los jóvenes y garantiza sucapacitación laboral, aportando los recur-sos económicos necesarios para cada par-ticipante del Programa.

La Dirección Provincial de Capaci-tación para la Salud también ejecuta elPrograma Provincial de Desarrollo deRecursos Humanos en Enfermería, el“Curso Anual de Capacitación en Adoles-cencia: un enfoque interdisciplinario” y elCiclo de Charlas sobre Adolescencia, elPrograma de Capacitación en Prevencióny Asistencia en VIH/SIDA y Enfermeda-

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des de Transmisión Sexual y los Talleresde Prevención de Accidentes de Tránsitoen Adolescentes, destinados a estudian-tes de los últimos años del Polimodal.

Gestión local de proyectos

La formulación de políticas de juven-tud ha debido realizarse en el marco de undebate en el cual los gestores de proyectosorientados a la población juvenil tienden afundamentarlas a partir de argumentos li-gados a sus necesidades más urgentes,mencionando sus insuficiencias en cada unade las áreas tradicionales de la gestión pú-blica. Sin embargo, otras voces abogan porla universalización de las políticas sociales,negando la eficacia de las acciones orien-tadas a sectores o grupos de edad determi-nados, en buena medida como una formade reaccionar en contra de algunos de losefectos negativos que han tenido en la pa-sada década políticas sociales excesiva-mente focalizadas. Para ellas, es precisoque las políticas sean integrales y queapunten a la participación y a la integra-ción del conjunto social. Sin embargo, unaposición intermedia seguramente estaríamás cerca de la posibilidad de formularacciones efectivas en la integración so-cial de los jóvenes: en tanto hay induda-blemente necesidades específicas quedeben satisfacerse con políticas focaliza-das, a la vez las políticas de integraciónsocial de los jóvenes también deben poderconstruir una noción de ciudadanía amplia-da que sólo es posible si se universalizanlas acciones hacia ellos dirigidas. En otroscapítulos del presente Informe se desa-rrollan diversos aspectos específicos re-lacionados con la disposición de los jóve-nes a involucrarse en proyectos en los queintervienen exclusivamente sus pares y nopersonas de otras edades.

Procurando resumir los diferentesargumentos que esgrimen quienes afirman

la pertinencia de las políticas específicasde integración social para la juventud, pue-de afirmarse que ésta ha dejado de seruna mera transición y para muchos se havuelto un período demasiado largo para notener sentido en sí mismo. Si se extremanciertas visiones de los propios jóvenes, ysi se excluyen los establecimientos edu-cativos, relativamente lejanos de los desectores socioeconómicos más desfavo-recidos luego de los 18 años de edad, lamayor parte de las instituciones estatalessólo hacen visibles a los jóvenes cuandoprovocan problemas. Se trata de un sec-tor de la población poco valorado en tantogrupo con características particulares. Sibien resultan particularmente relevantes enlocalidades pequeñas y medianas, en áreasrurales y semi–rurales son menos visiblestodavía, porque se encuentran aislados delos centros de decisión y desperdigadosentre sí, con lo cual tienen muy escasacapacidad de expresión.

La institucionalización del cambio yla centralidad del conocimiento ubican alos jóvenes en posiciones relativamentefavorables en relación a los demás secto-res y los convierten en sujetos que tienencapacidades específicas para aportar alconjunto de la comunidad. Pero a la vezlos jóvenes se ven “abandonados” de lamano del Estado. Tienen serias dificulta-des para comprender los mecanismos dellegada a las instituciones públicas, y a lavez resisten a someterse a ciertos proce-dimientos institucionales que les generansospecha. El modelo tutelar del que sederivaban las políticas exclusivamente paralos niños y los demás grupos necesitadosde cuidado cayó con la crisis, dejando aldescubierto que aun los jóvenes, quienesse suponía que podían “arreglárselas so-los”, deben ser sujetos de políticas públi-cas. Pero si bien tienen un fuerte poten-cial de asociatividad, a la vez demuestransistemáticamente estar en una situaciónde mutua sospecha respecto a los efecto-res de políticas públicas de los distintos

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niveles del Estado. Por parte de los cua-dros técnicos que las ejecutan, esta situa-ción no deja de resultar una frustración,en tanto afirman que “es la población quedinamiza a un país”, y también que “hayuna fuerza tirada en la esquina que se des-aprovecha y que genera al mismo tiempoun fuerte costo para el Estado”. Para ellos,el desafío es que los jóvenes vean queexisten pares a quienes les preocupan, queexperimenten la noción y el sentido decomunidad a fin de evitar una mayor frag-mentación.

Por otro lado, las políticas para jó-venes son vistas como necesarias tam-bién porque hay ciertas actividades pro-ductivas para las que se requiere manode obra capacitada y en las que se estánempleando operarios adultos que cono-cen el oficio. En este sentido, algunosespecialistas entienden que el esfuerzomayor de las políticas destinadas a estafranja de edad debería residir en la capa-citación laboral.

Las políticas de juventud que se for-jan en cada período pueden ser concebidascomo una expresión del modo en que secomprende la idea de juventud en ese mo-mento. El no reconocimiento de la juven-tud como grupo social particular y pobla-ción objetivo de políticas públicas específi-cas lleva a desconocer la existencia de ungrupo que como tal podría resultar revolto-so. Algunos entonces tienden a incluirlosen grupos tales como adolescentes o infan-tes, o a tomarlos como etapa de transicióna la adultez, es decir, como adultos en for-mación a los que falta completar sus dere-chos y conformar su propia familia. En unextremo, se llega a concebirlos únicamen-te en el marco de una política de disciplina,de control social. La costarricense DinaKrauskopf afirma que “la fragmentaciónprogramática de la juventud como proble-ma se revela al definirla en relación al em-barazo, la delincuencia, las drogas, la de-serción escolar, las pandillas, etc. Se cons-truye una percepción generalizadora a partir

de estos polos sintomáticos y problemáti-cos. La prevención y atención se organi-zan para la eliminación de estos problemasy peligros sociales más que para el fomen-to del desarrollo integral de los grupos deadolescentes y jóvenes”.

En el otro extremo, se busca hacerpolítica a través de la juventud, haciéndo-la instrumento de objetivos partidarios ocooptándola como mano de obra de esca-so costo. En el medio, la tentación de brin-darle recreación para que se mantengaocupada. En los tres casos se la concibeincapaz de asumir responsabilidades o deformular propuestas sensatas. A la vez, losproblemas que se consideran primordia-les en cada período suelen atravesar losprogramas que se ponen en práctica conesta población, muchas veces independien-temente de que ésta los demande. SergioBalardini menciona cuatro modelos depolíticas dirigidas hacia los jóvenes quecaracterizaron diferentes momentos his-tóricos: “educación y tiempo libre con jó-venes «integrados»; control social de sec-tores juveniles «movilizados»; enfrenta-miento a la pobreza y prevención del deli-to; inserción laboral de los jóvenes «ex-cluidos»”.

Una política de Desarrollo Humanodebe considerar las necesidades de redis-tribución así como las de reconocimiento:de capacidades ocultas, de actores invisi-bles, de procesos en marcha, de articula-ciones viables que habitualmente persis-ten en la penumbra y casi siempre en elolvido. “La lucha por el reconocimiento –escribe Nancy Frazer– se está convirtien-do rápidamente en la forma paradigmáti-ca de conflicto político en los últimos añosdel siglo veinte. Las exigencias de ‘reco-nocimiento de la diferencia’ alimentan lasluchas de grupos que se movilizan bajo lasbanderas de la nacionalidad, la etnia, la‘raza’, el género y la sexualidad. En estosconflictos ‘postsocialistas’, la identidad degrupo sustituye a los intereses de clasecomo mecanismo principal de movilización

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política. La dominación cultural reempla-za a la explotación como injusticia funda-mental. Y el reconocimiento cultural des-plaza a la redistribución socioeconómicacomo remedio a la injusticia y objetivo dela lucha política”.

Josep Bernales Sastre sostiene que“en los últimos años los cambios entre lajuventud han sido lo suficientemente sig-nificativos como para replantearse algu-nos modelos y actuaciones. Hay que ac-tualizar los discursos y potenciar nuevasfórmulas de intervención. En este sentido,y a modo de ejemplo, la oferta de ocioconsumista ha sabido adaptar mejor susmensajes y sus canales de comunicacióncon los jóvenes que las ofertas de ocio ins-titucional. Actualmente, pensar en depar-tamentos de juventud dedicados exclusi-vamente al tiempo libre y políticas de par-ticipación es un error y una irresponsabili-dad institucional, si bien muchos equiposde gobierno consideran que este tipo depolíticas tienen un fácil rendimiento elec-toral. También hay que decir que a travésde políticas de ocio y tiempo libre y de tu-rismo se pueden conseguir objetivos edu-cativos importantes, tanto en lo que se re-fiere a los aspectos de socialización y deintegración social, como de desarrollo cul-tural, si bien no deben ser los programascentrales de un departamento que preten-da desarrollar políticas de juventud efecti-vas y realistas”.

Como señala un estudio dirigido porel chileno Oscar Dávila, en ciertos luga-res de América Latina “la oferta progra-mática, junto con mantener los mecanis-mos y programas tendientes a incremen-tar aquella integración estructural, princi-palmente por el lado de las políticas sec-toriales, intenta avanzar por enfoques deciudadanía, emprendimiento, capital social,participación juvenil comunitaria, vínculossociales, redes sociales; donde se asumeque el foco de la política pública de juven-tud se construye en torno a una imagende ‘joven emprendedor’ y bajo una lógica

de acción mediatizada por determinadosprogramas y proyectos. Con ello, tambiénnos hallamos ante la presencia de un tipode juventud y de jóvenes que no son con-cebidos como sus pares de la década pa-sada, sino con un tipo de joven que cree yha introyectado la dimensión individual deléxito y valora los canales clásicos de inte-gración funcional, preferentemente el sis-tema educativo, como credenciales váli-das de cumplimiento de aspiraciones en lavida adulta”.

Sin embargo, según afirma DinaKrauskopf, en América Latina se ha ten-dido a generar una agregación programá-tica más que una política de juventud. Setrataría más bien de un conjunto de ofer-tas inconexas dirigidas hacia un mismosujeto. Esa tajante división sectorial es undefecto que muchas políticas públicasarrastran históricamente. Cuando se tratade las políticas de juventud, el problemaparece ser más de fondo: si bien en losúltimos años han ocurrido importantesavances, falta perfilar el campo específi-co y hay ausencia de un modelo que defi-na claramente qué son, hacia dónde de-berían orientarse, cómo hacerlas, quiéndebería llevar a cabo qué funciones y quépresupuesto asignarles. En la Argentina,tales políticas “se desarrollaron de unamanera tal que no hay acumulación, sinoavances y retrocesos con constantes cam-bios de nombre y de importancia en el or-ganigrama”.

A pesar de la creciente preocupa-ción de los gobiernos latinoamericanos enel tema juventud, la política dirigida a losjóvenes todavía se encuentra diseminadaen una serie de programas descoordina-dos que muchas veces parten de concep-ciones y de lógicas diferentes –inclusocontrapuestas– en su definición de juven-tud y de política de juventud. Desde lasáreas de deporte, por ejemplo, a veces seconcibe la práctica deportiva como unmedio de prevención de ciertos problemasde salud y no como una forma de hacer

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algo que provoca placer o distracción. Otraforma de ver la misma actividad, pero queevidentemente imprime un sesgo distintoa lo que pueda ofrecérsele a los jóvenes,es el deporte como modo de prevenciónde hechos delictivos, mecanismo que per-mitiría mantenerlos ocupados y controla-dos bajo ciertas reglas que los vuelvenmanejables. Lejos estaría esta concepcióndel deporte como modo de participar en lacomunidad, de expresión o promoción dela pertenencia a un conjunto, experienciasque deberían ofrecerse. Del mismo modo,los operadores comunitarios definen susactividades en función de nociones que lamayoría de las veces quedan ligadas acriterios que define la institución a la quepertenecen, y que muchas veces estándesactualizadas respecto a los debatesconceptuales.

Entre los especialistas hay coinciden-cia en que los organismos específicos soninstitucionalmente débiles. Es marcada ladenuncia a la discontinuidad e inestabili-dad de las áreas específicas. Por otro lado,se reclama un aumento en el impacto delas políticas de juventud. Los impactos sig-nificativos tanto objetiva como subjetiva-mente han sido bajos, así como el rezagode los programas en el tiempo. Tampocoha habido demasiados flancos abiertos:según el uruguayo Ernesto Rodríguez, sise desagrega el gasto público social dirigi-do a la población joven, puede compro-barse que éste está dirigido casi en su to-talidad a la educación. Pero no es el áreaespecífica el que ejecuta ese gasto. Co-múnmente, ese área toma a su cargo pro-puestas hacia variables blandas tales comoparticipación y tiempo libre, y se desvin-cula de las variables más fuertes comosalud, empleo y educación, que quedan acargo de los sectores tradicionales.

Las políticas de juventud con algomás de presupuesto y recursos están fo-calizadas en jóvenes pobres y excluidos, yen educación, capacitación para el traba-jo y participación social. Para el resto, sólo

queda la universidad pública o las fuerzasde seguridad. Sergio Balardini ademáshace referencia a la debilidad que el áreatiene en los ámbitos legislativos: “todas lasiniciativas gubernamentales en materia depolíticas de juventud han sido promovidaspor la vía de decretos, lo que ha hechoque ninguno de los organismos existentestenga la fuerza que le proporcionaría ha-ber surgido de una Ley sancionada en elParlamento, con el acuerdo de distintossectores políticos y sociales. Es así que, sibien este hecho no ha sido materia de ob-jeciones, tampoco se logró generar algúndebate sobre la necesidad, pertinencia eincumbencias de los organismos públicosde juventud. En consecuencia, los crite-rios que deberían oficiar de guía para laacción, han quedado librados exclusiva-mente a la mejor voluntad e intuición delos funcionarios designados”.

Otra debilidad al respecto es que sereconoce que no suelen ser políticas de-mandadas. Además, en la Argentina haypocos técnicos especializados en la mate-ria y son menos todavía los que se dedi-can a trabajar en el área. Por eso, quienesgestionan esta clase de políticas no suelenestar conceptual ni técnicamente forma-dos en el tema (en ese sentido, es muyvalioso un trabajo que realiza el grupo deFLACSO en terreno), aunque muchos deellos han adquirido conocimiento principal-mente en base a su experiencia o su bús-queda personal de material que avale supráctica. En algunos casos, las áreas es-tán excesivamente “politizadas” comopara ser operativas. De todos modos, cual-quier área estatal que no se haya institu-cionalizado lo suficiente es blanco fácil defavores volátiles.

Según un coordinador de área, ladebilidad institucional se da como conse-cuencia del constante recambio de perso-nas. Sin fortalecer institucionalmente laspolíticas de juventud, difícilmente se logrepermanencia y continuidad. Los que tra-bajan en ellas muchas veces la conside-

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ran un lugar de paso, un escalón de menorjerarquía y prestigio como para acceder aotras áreas. Se ha instituido que se tratade un estamento de menor rango. Por otrolado, en algunos casos hay una cierta pre-sión hacia quienes empiezan a dejar de serjóvenes para que dejen el área. Así, seconcreta un mecanismo que se naturaliza:mientras se es joven e inexperto se traba-ja en el área, cuando se adquiere una ciertacapacidad de gestión se pasa a otro sec-tor. Es lamentable que así se vayan la granmayoría de quienes finalmente se forma-ron en el tema. Rodríguez señala ademásque, como “la condición juvenil se pierdecon el paso de los años, y además, cambiaconstantemente a lo largo del ciclo juve-nil, los intereses y las expectativas de losjóvenes son muy pasajeros, con lo cual,resulta muy difícil darle perspectiva de lar-go plazo”.

Una de las ventajas que se puedeatribuir al hecho de que los jóvenes hayancopado las áreas es que son portadoresde un ideal menos controlador y asisten-cialista que generaciones anteriores me-nos formadas en una política social profe-sionalizada y crítica. Otro hecho destaca-ble que comúnmente se señala está ligadoa que algunas experiencias exitosas a ni-vel local han trascendido la falta de conti-nuidad del nivel central, y han logrado sos-tenerse aun en momentos en que no fue-ron prioridad para el nivel central. Segúnalgunos responsables de las áreas munici-pales, ello ocurre “porque nos vemos lascaras; la gente sabe qué se hace bien yqué se hace mal, entonces lo bueno sigueporque es visible y porque si lo sacaran lagente reclamaría”.

De los encuentros con jóvenes queno forman parte del gobierno municipal sedesprende que no suelen reconocer unreferente estatal local en políticas de ju-ventud. En muchos casos, no saben siquie-ra de la existencia de tales políticas, a pe-sar de que existen organismos creados atal fin en todos los niveles de gobierno. En

definitiva, este es el mejor indicador de ladebilidad institucional a la que se hacíareferencia: la discontinuidad hace que laspolíticas no sean reconocidas públicamen-te, lo que a su vez provoca que práctica-mente no existan demandas sociales sig-nificativas hacia ellas.

Desde algunos municipios del Conur-bano Bonaerense se plantea la dificultadde instalar el tema de la juventud comoobjeto de políticas locales. La idea que seha creado de ella no es del todo satisfacto-ria. El área corre muchas veces el riesgode transformarse en un “semillero” de per-sonas para actos partidarios, pues se tien-de a suponer que los jóvenes son enérgicosy tienen capacidad de atraer a otros jóve-nes. La política queda así desvirtuada, conpresupuesto cero, sin infraestructura ni per-sonal idóneo. Así, puede afirmarse que aveces se ha promovido más la juventudpolítica que la política de juventud. Además,es dirigida en ocasiones por “jóvenes em-prendedores” que le otorgan al área un cier-to atractivo: aparece como un sector en elque las nuevas voces se hacen oír, en elque las nuevas ideas pueden desarrollarse.El problema es que no necesariamente esosjóvenes movedizos encarnan nuevas ideas;muchas veces no logran superar las bue-nas intenciones, las ganas de hacer. Suma-do a la falta de apoyo desde otros nivelesde decisión, la política de juventud está con-denada a un eterno renacer de cenizas aúncalientes.

Al momento de realizarse el releva-miento para la elaboración del presenteInforme, menos de un cuarto de los muni-cipios que componen la Provincia de Bue-nos Aires cuentan en sus organigramascon áreas específicas de juventud, aun-que es probable que esa proporción au-mente como consecuencia de diferentesiniciativas del Gobierno Nacional y delProvincial. La mayoría de ellas tienen es-casos meses de existencia, y en un núme-ro mínimo su antigüedad oscila entre losocho y los dieciséis años.

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Algunos gobiernos locales estáncreando espacios destinados exclusivamen-te al tratamiento de las problemáticas ynecesidades propias de los jóvenes. En esteconjunto se observan diferentes grados deavance, distinguiéndose entre aquellos queestán evaluando la posibilidad de confor-mar el área y dando los primeros pasos parasu concreción, hasta los que están llevandoa cabo las diferentes instancias administra-tivas en respuesta a la Ordenanza Munici-pal que aprueba su creación.

De los partidos del Conurbano, lamitad cuenta con áreas específicas, ca-sas de la Juventud o consejos de Niñez yJuventud. Aquellos municipios que nocuentan con áreas específicas incluyen eltema dentro de categorías más amplias,tales como las direcciones de Niñez, Ju-ventud y Familia, o de Deporte y Juven-tud. En el grupo de distritos en que no apa-rece el nombre juventud en sus organigra-mas, generalmente instrumentan accionesdirigidas a este grupo desde las áreas deCultura, Educación o Deporte.

Algunos municipios presentan expe-riencias particulares, en tanto no poseenun área institucional específica pero apo-yan a grupos de jóvenes que realizan ta-reas comunitarias diversas, agrupados enCasas de la Juventud. Estos jóvenes co-gestionan con el Gobierno Municipal uobtienen del mismo un aval informal a tra-vés de la provisión de insumos para susactividades, acompañamiento mediante lapresencia de funcionarios en los barriosen los que las desarrollan, o acceso a lautilización del edificio de la Municipalidadpara la realización de reuniones. Son tam-bién enviados, en representación del go-bierno local, ante la convocatoria de lasáreas de Juventud de los gobiernos Pro-vincial y Nacional.

Otros municipios han tenido áreas deJuventud en el pasado pero las han desar-ticulado o se encuentran acéfalas. Semenciona la voluntad política de reorgani-zarlas, pero también hay quienes sólo atri-

buyen las razones de su desaparición “aun cambio de gestión”.

Fortalezas y debilidadesinstitucionales

La mayoría de las áreas de juven-tud y especialmente las de muy recientecreación muestran una notoria debilidadinstitucional, con escaso personal –la ma-yoría en condición de voluntarios–, exiguoo nulo presupuesto propio, insuficiente in-fraestructura, bajo reconocimiento desdeotras áreas y escaso protagonismo en losniveles de decisión. En la mayoría de loscasos son áreas de escasa antigüedad yde poca cobertura e impacto. Es tambiénhabitual la creación de estos ámbitos comoespacios destinados al desarrollo de acti-vidades político partidarias funcionales alos jefes comunales. En estos casos, sereconoce en los jóvenes su capacidad demovilización y para ello se los convoca,limitándose de este modo la posibilidad dedesarrollar al máximo sus capacidadespara el diseño, la planificación y la gestiónde políticas específicas.

El testimonio de algunos jóvenesavala como un atributo positivo su pro-cedencia de la militancia: “En esta di-rección la mayoría somos jóvenes es-tudiantes que llegamos de la militan-cia. Tenemos una institución juvenil yparticipamos en la política. De no ha-ber llegado a través de la militancianos sería muy difícil implementar polí-ticas. Aquí tengo una sola empleaday, de no ser por el apoyo de los com-pañeros, sería imposible cualquieracción. Somos 14 jóvenes. Trabajamostodos los días, tenemos el apoyo delIntendente, que es mutuo. Hace cua-tro años y medio formamos una agru-pación política integrada exclusiva-mente por jóvenes”.

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En cambio, otros lo evalúan negativa-mente: “No hay espacios para la partici-pación porque los viejos dirigentes nodejan lugar. A los jóvenes siempre nosutilizan para hacer las campañas, parapintar, pero cuando un joven se perfila,porque cree que éste es su futuro y quie-re participar, le cierran el camino. A no-sotros, después de cuatro años de ir atodos los actos, nos abrieron la puertaporque no les quedaba otra”.

Los jóvenes responsables o coordi-nadores de las áreas de juventud encuen-tran cierta correspondencia entre sus po-sibilidades de gestión y la edad del inten-dente: perciben como un rasgo positivo quelos jefes comunales o los funcionarios dealto rango sean jóvenes para el desplie-gue de sus habilidades y posibilidades, locual redundaría en el fortalecimiento ins-titucional de dichos ámbitos.

Quienes siendo jóvenes coordinanlas áreas de Juventud despliegan al máxi-mo su creatividad y desarrollan múltiplesy variadas estrategias de aproximación algrupo de edad para el cual trabajan. Po-dría decirse que los atributos positivos ad-judicados a su edad –básicamente, su dis-posición a trabajar casi sin recursos– lespermiten sortear dificultades y generarpropuestas de trabajo neutralizando losobstáculos señalados. Muchos de ellos in-tentan superar lo meramente político par-tidario y la respuesta sólo a las demandascotidianas, para buscar instancias institu-cionales de superación que se plasmen enun Plan de Gobierno, con un debido nivelde reconocimiento y participación en elGabinete del Ejecutivo Municipal.

Ejemplo de ello es el Programa Jó-venes para una Nueva Gestión de la Mu-nicipalidad de Avellaneda; o bien, el forta-lecimiento institucional alcanzado por laDirección de Juventud de la Municipali-dad de San Fernando, logrado a través desu permanencia en el tiempo y tomandocomo marco el proceso de modernizaciónrealizado en el Municipio. El área de Ju-

ventud de la Municipalidad de Cañuelas,a pesar de su corta existencia, ha diseña-do un plan de gobierno plasmado en suPlataforma de Juventud, en la cual se pro-ponen políticas integrales para ser diseña-das y ejecutadas, de manera conjunta, conotros estamentos municipales.

Como ya se verá con mayor detalleen un apartado posterior, las acciones pro-gramadas comprenden ejes temáticos queabarcan las áreas de comercio, trabajo,capacitación, emprendimientos producti-vos, turismo, gestión ambiental, tránsito,cultura, deportes, salud, acción social yeducación.

La falta de personal en ocasiones seneutraliza con el aporte voluntario de mu-chos jóvenes. Por ejemplo, en Lomas deZamora, la Dirección cuenta con un Vo-luntariado Juvenil conformado por 20 per-sonas cuyas edades oscilan entre 18 y 28años, que ofrecen su tiempo para la reali-zación de tareas comunitarias tales comoel mantenimiento de escuelas y el mejora-miento de plazas. La Jefatura de Juven-tud de la Municipalidad de Puán comple-menta y refuerza su accionar municipalcon la creación, por Ordenanza Munici-pal, de la figura de los Voluntarios Juveni-les, cuya misión consiste en coordinar conel área mencionada las políticas de juven-tud que se lleven a cabo en el distrito.

Algunos municipios fortalecen elárea a través de las mesas de Concerta-ción Juvenil que convocan a organizacio-nes de la sociedad civil formadas por jó-venes o que trabajan, directa o indirecta-mente, con ellos. Participan en ellas or-ganizaciones comunitarias, cámaras em-presariales, organizaciones gremiales,centros de estudiantes, asociaciones re-ligiosas, políticas y deportivas, entre otras.Constituyen órganos consultivos queorientan al municipio a la hora de aplicarpolíticas. Entre otros, los distritos deMorón y La Plata cuentan con estos es-pacios. La Dirección de Juventud de Tan-dil ha constituido un Órgano Consultivo

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Juvenil conformado por todas las organi-zaciones comunitarias del partido que tra-bajan con jóvenes. Su objetivo es gene-rar una instancia de articulación entre elEstado y la sociedad civil con el fin deoptimizar recursos y complementar es-fuerzos. En La Matanza se creó, porOrdenanza Municipal, el Consejo del Niñoy el Joven, al que asisten 180 organiza-ciones de la comunidad, cuya finalidad esgenerar un ámbito de articulación conrepresentantes del Ejecutivo y del Con-cejo Deliberante; allí se debaten proble-mas, se evalúan propuestas y se acuer-dan líneas de acción. Por último, en En-senada funciona la Red Infanto Juvenil,integrada por organismos que trabajan enpromoción social con niños y jóvenes ensituación de riesgo.

Asimismo, merecen destacarse losencuentros promovidos por los responsa-bles de las áreas de Juventud de algunassecciones electorales o regiones, que tie-nen como finalidad compartir experiencias,conocer problemáticas y maximizar es-fuerzos.

Los vínculos de las áreas locales consus correspondientes contrapartes en losgobiernos Provincial y Nacional suelen serirregulares. Su éxito en ocasiones estádeterminado más por relaciones persona-les que por canales institucionales de co-municación. Una queja habitual se asien-ta en el desconocimiento de programasespecíficos, y a veces hasta la total au-sencia de contacto. Además, con frecuen-cia las áreas nacionales actúan como sievitaran deliberadamente el contacto y laposibilidad de coordinar con las provincia-les, con lo cual algunos canales, en lugarde generar sinergias, se vuelven hastaantagónicos. Obviamente, estas dificulta-des institucionales se asocian a la escasezde programas específicamente orientadosa los jóvenes y a la falta de definición yconsenso en cuanto al papel que corres-ponde a las áreas centrales: coordinacióny articulación de programas.

Aún subsisten dificultades para for-mular políticas integrales en las que losjóvenes puedan convertirse en actoresestratégicos del desarrollo de su comuni-dad. Han prevalecido los programas y lasacciones dirigidos sólo a aquellos que emer-gen y se hacen visibles como “jóvenesproblema”. En contraposición con esto, seregistran múltiples acciones que cubren aadolescentes cuya franja de edad se en-cuentra entre los 14 y los 18 años, pensa-dos en la mayoría de los casos para serdesarrollados en espacios escolares, o biendirigidos a quienes han abandonado losámbitos de la educación formal.

Algunos municipios evalúan comoexitosa la instrumentación de programasque abordan temas vinculados a capacita-ción laboral, fortalecimiento de la ciuda-danía, entrenamiento en la resolución deconflictos y asistencia técnica y económi-ca para la generación de proyectos pro-ductivos.

Los municipios del interior de la Pro-vincia que no cuentan con áreas específi-cas remiten a los ámbitos de cultura o dedeportes, aunque señalan que la convoca-toria a jóvenes mayores de 18 años esescasa. Entre las razones que explicaríanesto se identifica la necesidad de migrarde muchos jóvenes para continuar estu-dios en centros universitarios ubicados enotras ciudades. Las áreas de deporte diri-gen con prioridad sus acciones hacia gru-pos de adolescentes especialmente en elmarco del Programa Torneos Juveniles uorganizando campeonatos deportivos lo-cales. Unos pocos distritos fomentan y aus-pician deportes de alto rendimiento en elque participan jóvenes mayores de 18 años,pero en número muy reducido. Se sueledejar a las organizaciones comunitarias laorganización de actividades deportivas quepuedan incorporar aun a jóvenes que no sedestaquen por su destreza.

Desde Cultura se ofrecen talleresdiversos de capacitación y expresión ar-tística y se promueven eventos de dife-

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rente naturaleza (recitales, ferias, teatro,cine, entre otros). Algunos de ellos estándirigidos exclusivamente a la poblaciónjuvenil, como por ejemplo las actividadesdesarrolladas durante la semana del estu-diante o los Festivales de Rock, organiza-dos en espacios públicos por muchos mu-nicipios que convocan a participar a ban-das locales y de otros distritos, que suelencoronarse con la grabación de un CD; sinembargo, suelen ser hechos esporádicos,pues en general se los convoca en activi-dades que son de interés para toda la co-munidad, incluyendo también a adolescen-tes y adultos. Entre los talleres ofrecidospor las Casas de Cultura, los de computa-ción figuran entre los más requeridos.

También suelen instrumentarse pro-gramas desde las áreas de Acción Socialy Producción. Muchos distritos reactiva-ron sus actividades en la materia cuandoparticiparon en proyectos y propuestas apartir del lanzamiento del Programa Ado-lescentes del Gobierno Provincial. Exis-ten además proyectos de inclusión de jó-venes generados y sostenidos exclusiva-mente por los municipios para jóvenes ensituación de vulnerabilidad, que suelenimplicar una contraprestación en proyec-tos de salud y educación. Otro modo deintegrar jóvenes a la labor municipal sur-ge de la instrumentación del ProgramaNacional Enredando Pibes, por el que des-empeñan actividades en diferentes ámbi-tos del gobierno local. Algunos municipioscapacitan a jóvenes en temáticas vincula-das a la salud, el cuidado del ambiente o laseguridad vial, para luego sumarse, comoagentes multiplicadores y en forma volun-taria, a las actividades del gobierno local.

Desde Producción se trabaja en lacapacitación de jóvenes emprendedorespara la generación de proyectos producti-vos, fundamentalmente en el marco delPrograma Manos a la Obra o en proyec-tos generados y sostenidos por los gobier-nos locales. La sustentabilidad de los em-prendimientos generalmente se encuentra

supeditada a la calidad y oportunidad dela asistencia financiera recibida.

En algunos municipios se han origi-nado estrategias de apoyo a los jóvenesque piensan seguir carreras universitariaso que ya lo están haciendo. En Chacabu-co, por ejemplo, el “Curso Pre–Universi-tario, Camino a la Universidad”, cogestio-nado con la Universidad Nacional delNoroeste, capacita a jóvenes en su últimoaño escolar y a personas con secundariocompleto para el ingreso a la Universidad.

Respecto de la jerarquía e impor-tancia que compete a las políticas de ju-ventud, un funcionario consultado sugie-re que “deben ser incluidas en todoproyecto estratégico de gestión, por-que resulta necesario crear un ámbitoque sirva como instrumento para to-dos aquellos jóvenes que deseen ca-nalizar sus inquietudes y concretar susaspiraciones en el marco de la socie-dad en que se desenvuelven. Para quelas políticas de juventud sean efecti-vas, deben basarse en necesidades delos jóvenes y no en las del Estado.Deben estar originadas y dirigidas porlos jóvenes y llevarse a cabo con elcompromiso de toda la sociedad y nosólo de los jóvenes”.

Quienes están a cargo de las áreasdel ejecutivo local perciben las heteroge-neidades de sus distritos y la imposibilidadde dar respuesta a las distintas necesida-des y realidades desde una gestión cen-tralizada. Para ello instrumentan mecanis-mos variados de acercamiento a los ba-rrios, tales como la apertura de los Cen-tros de Gestión Juvenil de Quilmes o lasComisiones de Jóvenes Barriales que fun-cionan en las delegaciones municipales deAvellaneda. En ambos casos, se proponeun trabajo en red con amplia convocatoriaa las distintas organizaciones de la socie-dad civil. También en Junín la Direcciónde Juventud ha comenzado a trabajar conlas sociedades de fomento, intentandoampliar los espacios para jóvenes. En la

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misma línea está trabajando la Municipa-lidad de Puán mediante la creación, en cadalocalidad del distrito, de un espacio físicoque constituya un punto de referencia parala juventud. La participación de los jóve-nes en estos ámbitos les brinda la posibili-dad de intervenir en los diferentes encuen-tros llamados “Llenando espacios” queproponen la realización de debates, festi-vales, talleres, etc.

Jóvenes vistos por jóvenes

Mayoritariamente los jóvenes que seencuentran como responsables de la ges-tión en las áreas municipales específicasevalúan a los “otros jóvenes” como apáti-cos y reacios a participar por la gran des-confianza que les generan las institucio-nes del Estado en general y los políticosen particular. “El Estado está empezan-do a tener en cuenta a los jóvenes, aun-que en esto somos todavía muy inma-duros: no vamos en busca de nuestrosespacios ni los sabemos cuidar”.

La mayor parte de los informantesconsultados manifiesta la dificultad de in-teresar a los jóvenes para comprometer-los a participar desde la municipalidad.Los que ya tienen un proyecto de vidapersonal suelen dedicarse a él con unapreferencia que no suele admitir otroscompromisos, reservando su tiempo librepara actividades domésticas o de espar-cimiento. Los que no lo tienen, suelen sermuy descreídos y apáticos respecto a lasiniciativas oficiales convencionales. A ve-ces ocurre que los mismos responsablesde las áreas de Juventud tienen dificulta-des para imaginar buenos proyectos deintegración social y alegremente preten-den que los jóvenes se sumen a activida-des de escasa relevancia y de duraciónincierta. Además, suelen existir dificulta-des mayores cuando los responsables delas áreas olvidan la existencia de códi-

gos, tendencias culturales e intereses he-terogéneos en la juventud de sus locali-dades, pretendiendo construir convoca-torias únicamente desde planteos morali-zadores o voluntaristas.

En definitiva, las dos cosas son cier-tas. Por un lado, hay cientos de experien-cias exitosas y miles de jóvenes compro-metidos en ellas. Por el otro, la apatía haaumentado. Los medios de comunicaciónademás hacen su parte en este sentido, ylos funcionarios municipales lo percibenclaramente como un obstáculo: “se bom-bardea a los jóvenes con mensajes con-sumistas, se proponen ídolos inalcan-zables. Los jóvenes están desconfiados,muchos directamente no creen en nadaque sea oficial. Hay desinterés a cau-sa de los valores que se transmitieronen los últimos años, en los que para serexitoso hay que ser yuppie o gerentede una multinacional”.

En contraposición a esta percepciónnegativa respecto de sus pares, estos jó-venes actores que ponen su mirada en“otros jóvenes” también suelen ofrecer unavisión esperanzada en cuanto a la posibili-dad de crear espacios de encuentro queincluyan a jóvenes de todos los sectores,a partir de los cuales (y a través de la crea-ción de consensos) puedan plasmarse pro-yectos comunes como vía legítima para laintegración social y la promoción de unverdadero cambio. Plantean la necesidadde instalar un nuevo debate en torno alconcepto de juventud, que supere el peli-groso reduccionismo que define al joven apartir de sus limitaciones y lo concibe sólodesde los problemas que lo aquejan. “Seolvida a tantos jóvenes que día a díase disponen a estudiar, a trabajar o aofrecer diversos servicios comunitarios.Otros son padres de familia. Ellos ne-cesitan ser promovidos para poder cre-cer como personas y como ciudadanos.Por eso el Estado debe generar res-puestas comprometidas para ellos. Enprimer lugar, se debe orientar la mira-

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da hacia el ‘joven como puente de so-luciones’, definiendo el concepto dejuventud en términos positivos y com-prendiendo que el joven es fuente delibertad, de opciones y de iniciativas,que es capaz de generar valiosos apor-tes para remediar los conflictos socia-les de hoy”.

A continuación, se ofrecen sugeren-cias propuestas por los informantes con-sultados tendientes a facilitar el fortaleci-miento de las áreas de juventud en los dis-tintos niveles y el aumento de la eficacia yeficiencia en la gestión. En primer lugar,se debe fortalecer el área provincial a finde que oriente desde una visión integral lapolítica sectorial y local (municipios y or-ganizaciones de la sociedad civil) en todasu multiplicidad. Esta área no debería serprincipalmente ejecutora sino concertado-ra, coordinadora y articuladora de institu-ciones y programas, así como de obser-vatorios que estudiaran y exhibieran lasparticularidades de los diferentes gruposjuveniles. La mayor parte de las políticasorientadas a los jóvenes deberían ejecu-tarse en los propios gobiernos locales conun fuerte respaldo de los organismos cen-trales.

En cada región y en cada gobiernolocal deben construirse espacios multiac-torales para permitir instalar demandas,intercambiar experiencias, coordinar tra-bajos e instituir la perspectiva generacio-nal, y también para abogar por las políti-cas de juventud a la hora de discutir laasignación de presupuesto. Las universi-dades públicas, las agrupaciones universi-tarias o los institutos de investigación po-drían a la vez brindar asesoramiento téc-nico a estos cuerpos.

Debe asignarse un esfuerzo impor-tante para difundir entre los jóvenes lascompetencias de todas las áreas de ges-tión municipal, a fin de permitirles teneruna llegada efectiva como demandantesde políticas y como oferentes de solucio-nes. Con este fin una vía sencilla es crear

una guía de recursos, un registro actuali-zado de direcciones y áreas municipales yde organizaciones comunitarias dedicadasa la juventud. A decir verdad, la guía per-fectamente podría incluir todas las orga-nizaciones, siendo el de juventud únicamen-te un capítulo.

Otro imperativo es crear áreas lo-cales específicas por ordenanzas munici-pales y asignar una partida presupuesta-ria propia al área específica. A la vez, losrecursos que se le asignen a las áreas de-ben prever una enérgica política comuni-cacional, pues debe evitarse la pretensiónde hacer política social “en una cultura demasas, pero sin la cultura de masas”. Elaval institucional de su existencia en losorganigramas institucionales asegura supermanencia por sobre las distintas ins-tancias de gobierno local, con dependen-cia directa del Ejecutivo y no de una Se-cretaría en particular, lo que le otorgaríaautonomía a la gestión y facilitaría la for-mulación de proyectos transversales a lasotras áreas del municipio. En particular,se aconseja desterrar la visión de que “losjóvenes pasan necesidades” y, consecuen-temente, hacer depender al área específi-ca de la Secretaría de Acción Social, res-tringiéndose así los temas a abordar y lapoblación objetivo.

Debe otorgarse al área la relevan-cia suficiente como para participar en re-uniones de gabinete y en acciones de co-ordinación con otras áreas, a fin de con-certar políticas como estrategia para laoptimización de recursos. También debe-rían poder formalizarse los vínculos inter-sectoriales en programas y proyectos con-cretos. Idealmente, el área de Juventudno solamente debe ser una que se limita ademandar recursos de otras áreas, sino quea la vez pueda ofrecerles actividades yservicios en contrapartida. Obviamente,ello será posible si el área tiene suficienteautonomía y si además está conformadapor algo más que un joven inexperto conun escritorio.

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Por eso, debe también dotarse alárea específica de recursos humanos es-pecializados e infraestructura suficientecomo para garantizar su funcionamiento,sin perjuicio de que puede aprovecharsela misma para iniciar a algunos jóvenesen la capacitación para otras áreas de lagestión local. Para eso, es preciso for-mar cuadros técnicos especializados paralas áreas y para los sectores que influ-yen sobre la población joven. Debe asu-mirse además que la política de juventudno necesariamente recae en manos ju-veniles en forma excluyente. Tampoco esconveniente esperar que sean exclusiva-mente jóvenes los responsables de insta-lar el tema en la agenda pública. Los es-pecialistas pueden asumir esa función, sinque se les exija representar cabalmentela visión de los jóvenes o compartir suorganización mental. Se trata de una con-cepción tan errada como lo sería afirmarque los niños deberían gestionar la políti-ca dirigida a la infancia. Sí es imprescin-dible la comunicación intergeneracionaly el funcionamiento de canales de expre-sión de lo juvenil, para que sirvan espe-cialmente para el diseño de los progra-mas y para la definición de los principiosque los orienten. Tratándose de derechos,tampoco debe reproducirse la prácticasegún la cual es el propio beneficiario elque debe responsabilizarse de la ejecu-ción del programa para alcanzar su be-neficio.

Las acciones de integración e inte-rrelación entre los niveles gubernamenta-les y la sociedad civil deben favorecersea través de sus organizaciones y militan-tes sociales. En algunos municipios, algu-nas organizaciones comunitarias tienenamplia experiencia de trabajo con jóvenes,e incluso en determinados casos sus pro-yectos pueden servir como experienciapiloto para programas gubernamentales.El Estado y la sociedad civil deben asumirla división de tareas entre las mismas or-ganizaciones juveniles, reconociendo que

ninguna de ellas representa con exclusivi-dad “la voz del joven”: algunas harán pro-puestas culturales, otras controlarán el di-seño o la evaluación de las políticas, otrasasesorarán a los técnicos en temas espe-cíficos. De lo contrario, se genera una lu-cha entre movimientos juveniles que haceprimar la diferencia por sobre la asocia-ción y que a la larga debilita las posibilida-des de participación.

En este sentido, la mejor manera depromover políticas de juventud es involu-crar a los jóvenes como sujetos de dere-cho, convocándolos como protagonistasactivos en las etapas de diagnóstico, dise-ño, formulación, ejecución y evaluación depolíticas públicas dirigidas al sector, jerar-quizarlos como agentes para que mejorenla dinámica del desarrollo de la comuni-dad, y valorar y potenciar su permeabili-dad para la adopción de nuevos conoci-mientos y su capacidad de adaptación alcambio.

Los proyectos deben ser orientadoshacia la demanda, por eso debe oírse a losjóvenes y permitirles formular y hasta ar-ticular sus necesidades. Se trata de unsector de la población particularmente rea-cio a recibir “bajadas de línea”. Es preci-so que las áreas logren dinamismo y queadapten periódicamente su oferta a la de-manda. A la vez, la doble lógica de algu-nos jóvenes de pedir asistencia pero a lavez descreer de todo “lo que venga delEstado”, obliga a pensar en políticas dejuventud con continuidad, para evitar efec-tos contraproducentes. En ese mismo sen-tido, toda política local debe partir de con-tratos claros con los jóvenes, en los quese fijen las responsabilidades de unos yotros. Si las áreas están manejadas poradultos, éstos deben crear un clima deconfianza y servir de referentes. La frag-mentación social no habilita el diseño deprogramas unilineales, y por ello se debencubrir los requerimientos de jóvenes endiferentes situaciones, reconociendo susdesigualdades y diferencias.

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Además, es preciso promover lacapacidad de trabajo municipal extramu-ros. Muchos jóvenes no suelen entrar encontacto con los programas públicos y noestán formando parte de ninguna organi-zación a través de la cual se los puedadetectar. Es necesario para ello recorrersus lugares de encuentro. Las accionesencuadradas en la política de juventud lo-cal también deberían poder dirigirse aadultos y niños. En políticas de juventud,por momentos es inclusive más importan-te trabajar con adultos claves que con losmismos jóvenes. Docentes, policías, em-pleadores y personal de salud son ejem-plos de adultos que tienen una fuerte in-cidencia directa en la vida cotidiana delos jóvenes.

La política social municipal sueleestar excesivamente focalizada en la po-blación pobre. Las políticas de juventudson un buen ejemplo de la apertura quepodría fomentarse para promover la in-tegración social. La acción hacia secto-res vulnerables suele ser más efectiva queaquella orientada solamente a los más po-bres, y trabajar únicamente con exclui-dos resulta una mala estrategia, ya queasí se refuerza la postura según la cual lapoblación no parece asumir un protago-nismo social hasta no ser absolutamenteinsoportable a la vista. La integraciónsocial sólo se logra en la medida en quese involucra a todos los sectores. Pero,aun si se opta por dirigir programas ex-clusivamente hacia la población más des-favorecida, debe evitarse la tendencia aconsiderar como homogéneas a todas laspobrezas juveniles. Confrontar la margi-nación institucional del área revalorizán-dola puede estar supeditado a la amplia-ción de su cobertura y a la fuerza de susimpactos.

Deben hacerse visibles todas las ini-ciativas municipales, pero también aque-llos emprendimientos juveniles que sirvanpara hacer emerger aspectos de lo juvenil

que derriben la visión de “ellos contranuestras vidas, contra nuestros bienes,contra nuestros puestos de trabajo”, re-presentación que tiene su propia propa-ganda. En tanto se sostenga que los jóve-nes son los culpables de la inseguridad, secorre el riesgo de que la única visión delEstado para ciertos jóvenes sea la políticade represión acompañada ocasionalmen-te por recitales y torneos.

Por último, se recomienda a lasáreas municipales de Juventud la sistema-tización de sus experiencias positivas a finde otorgarle mayor trascendencia a la po-lítica local. Algunos municipios han tenidobuenas prácticas, pero en general, no handejado registro de las mismas y, con elcambio de algunos de los miembros delárea, se han perdido las observaciones.Hay un cúmulo de información que circu-la verbalmente entre los gestores de estaclase de política, pero rara vez se la com-pila, con lo cual se excluye del uso de esematerial a quienes no forman parte de uncírculo muy cercano.

Algunos de los informantes consul-tados también refieren a modos de actuarque no deben ponerse en práctica con jó-venes, en una suerte de manual de anti–consejos:

• Tomar a los jóvenes como proble-ma, en lugar de los problemas de losjóvenes.

• Ofrecerles opciones únicas, sin al-ternativas.

• Aspirar a establecer institucionesque abarquen todas las dimensionesde su vida, para mantenerlos cons-tantemente bajo control.

• Pretender imponerles decisiones.• No plantearles contratos claros con

pautas de juego que todas las partescumplan.

• Convocarlos solamente para justifi-car que se les da lugar, o para apro-vecharlos como mano de obra gra-tuita.

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Experiencias de gestiónmunicipal

La heterogeneidad de la Provinciade Buenos Aires genera dificultades parasistematizar las experiencias de gestiónlocal de promoción de la integración so-cial de jóvenes. Por ello se ha preferidoevitar las generalizaciones, ilustrándose elpresente capítulo con algunas prácticasdesarrolladas desde la gestión municipal,a fin de permitir al lector extraer ideas ypropuestas para la acción. Más que unanálisis de tendencias generales, el pre-sente capítulo propone un mosaico de po-sibles líneas de trabajo.

Algunos municipios cuentan con Ca-sas de la Juventud. Se trata de espacios deencuentro entre jóvenes del distrito y, enalgunos casos, con jóvenes de otros muni-cipios vecinos. Además, ofrecen la posibili-dad de intercambio entre personas perte-necientes a diferentes realidades urbanasy socioeconómicas. Algunas gestiones mu-nicipales han iniciado también un procesode descentralización, tomando como cen-tros de actividades las entidades interme-dias localizadas en diferentes zonas. Estosámbitos muestran diferentes grados de de-sarrollo institucional, generalmente vincu-lados a su antigüedad y permanencia; losde mayor trayectoria se distinguen por suamplia convocatoria y por la retroalimen-tación de su accionar a partir de la expe-riencia compartida con jóvenes. En ellos seofrecen multiplicidad de actividades, desdecharlas–debate sobre temas puntuales, has-ta talleres y cursos anuales que compren-den temas variados como computación, in-glés, orientación vocacional, cine, pintura,teatro, fotografía, danzas, etc.

La Municipalidad de Esteban Eche-verría ha creado la Casa de la Juventudpara promover la integración y la partici-pación. Se promueve allí el trabajo poráreas temáticas –salud, trabajo comunita-rio, participación ciudadana, educación y

cultura, emprendimientos productivos– conreferentes que integran una Comisión en-cargada de gestionar los proyectos y pro-puestas que resulten del trabajo en cadauno de los ejes mencionados. La modali-dad de trabajo privilegia la promoción y eldesarrollo por sobre la asistencia.

Otros municipios que no poseenCasas de Juventud como lugar físico, in-tentan promover convocatorias masivasmediante la utilización de otros espacios.En la Municipalidad de San Miguel loscoordinadores del área específica desa-rrollan una experiencia utilizando la sededel Consejo del Partido Justicialista. En eselugar llevan a cabo un evento no partida-rio, conocido como la Noche Joven. Unavez por mes se convoca a jóvenes, espe-cialmente a los residentes en los sectoresmás empobrecidos del distrito, a una char-la–debate con fogón. Participan allí espe-cialistas que tratan diferentes temáticas deinterés ciudadano, tales como la deudaexterna o la proyección de una películafilmada en barrios marginales.

Entre las más destacadas iniciativasde proyectos de promoción de la integra-ción de los jóvenes en el nivel local, sedestacan las referidas al fortalecimientode la participación. Por ejemplo, la Direc-ción General de la Juventud de Necocheatiene como objetivo procurar que los jóve-nes ocupen un papel protagónico en laagenda de gobierno de la gestión munici-pal, a fin de que los jóvenes puedan acer-carse y plantear sus expectativas y pro-yectos. Para ello se ha creado un ConsejoConsultivo integrado por alumnos de dis-tintas instituciones educativas, para quepuedan ser protagonistas y responsablesde que se concreten los proyectos. Si bienel Consejo se halla dividido en la atenciónde diversas áreas (cultura y educación,deporte y recreación, formación ciudada-na, prensa y salud), el proyecto más im-portante es el de recuperación de plazas.Estas son un punto de referencia en cadauno de los barrios que componen a la ciu-

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dad, al constituir un espacio libre destina-do a reuniones públicas. Estos espaciosse han visto debilitados por diversos fac-tores, y por tanto el proyecto procura for-talecer los sentimientos de identidad y per-tenencia a la ciudad, así como tambiénregenerar el tejido social.

En los municipios de AlmiranteBrown y Campana funcionaron duranteel año 2003 sendas escuelas de Gobiernodirigidas a jóvenes empleados municipa-les e integrantes de organizaciones de lasociedad civil. Constituye una experien-cia de capacitación que promueve el for-talecimiento de la ciudadanía y profundizasobre los valores democráticos y el fun-cionamiento de las instituciones.

La Municipalidad de Chascomús in-cluye a los jóvenes en el desarrollo de suPlan Estratégico, y para ello los convocaa participar en Jornadas de Trabajo y Ca-pacitación realizadas conjuntamente conel Instituto para el Desarrollo de la De-mocracia Participativa (IDEPA). Estaactividad tiene como objetivo brindar he-rramientas para la identificación, el dise-ño y la gestión de proyectos participativosorientados a la juventud. Además se cons-tituye en un ámbito que promueve la con-cienciación sobre la importancia de la par-ticipación local y de las oportunidades ydesafíos de la cooperación internacionalpara el desarrollo. Los jóvenes constru-yen así un diagnóstico de las problemáti-cas juveniles, identifican sus posibles cau-sas, evalúan sus efectos y generan pro-puestas alternativas para su solución.

En Rojas se formularon políticas dejuventud por las que los jóvenes se rela-cionan en forma transversal con actoresde todas las áreas de la Municipalidad:deportes, producción, cultura, desarrollosocial, salud, etc. Con ello se los involucraen el ámbito de la gestión social local. El“Concejo Deliberante Estudiantil” estáconformado por jóvenes de 18 a 21 años.Se trata de un espacio de reflexión y de-bate en el que participan delegados selec-

cionados a través de elecciones llevadasa cabo en todas las escuelas del distrito.Otros programas son el “Proyecto de For-mación de Líderes”, con la Dirección deDeportes y Recreación, los “Talleres deFormación Adolescente”, con la Secreta-ría de Desarrollo Social, y el “ConcursoLa Campaña es tuya”, con el Centro Pro-vincial de Prevención de las Adicciones.

En Puán, la Jefatura de la Juventudcreada por la Municipalidad ha formuladoun Programa Integral de Políticas Juveni-les que aborda problemáticas, intereses ynecesidades de los jóvenes a través deacciones desarrolladas desde diversasáreas de trabajo. El “espacio joven”, lle-vado adelante por jóvenes voluntarios, tienecomo principal objetivo el de crear un puntode referencia a través de actividades per-manentes para la animación y la promo-ción cultural y social de la población, ac-tuando en definitiva como lugares de ac-ción y de encuentro para la creación y lainformación, cumpliendo así una importan-te labor socializadora. También allí se pro-mueve la elaboración de emprendimien-tos juveniles de producción y servicios: secreó una bolsa de empleo y un curso cuyoobjetivo es permitir a los jóvenes que ca-rezcan de formación profesional específi-ca obtener una calificación suficiente comopara encontrar un empleo. En el área desalud se realizan variadas campañas parainformar a los adolescentes sobre distintasenfermedades y su forma de prevención,además de asistirse a aquellos que las es-tén padeciendo. Por último, se fomenta elasociacionismo y la acción comunitaria,como también la información, ya que si biense tiene presente que la educación es labase para alcanzar las metas personales,la información es una de las mejores herra-mientas para la educación.

También en este último sentido sedestaca el proyecto Infojoven, llevado ade-lante por la Municipalidad de San Isidro.Surgió con el propósito de crear un espa-cio en el que se centralizara toda la infor-

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mación referente a los jóvenes. Esta in-formación, tanto pública como privada,abarca diversas áreas de interés (activi-dades culturales, deportes, universidades,cursos, talleres, etc.), no sólo del Partido,sino también de otras zonas geográficas.Son sus objetivos la recopilación de datosy la recepción de proyectos e inquietudesde los jóvenes, la creación de una base dedatos continuamente actualizada y la ge-neración de proyectos específicos para estafranja de edad. El proyecto, a su vez, searticula con todos los programas existen-tes para el sector que la Municipalidad llevaadelante bajo la denominación “San IsidroJoven”. Por su parte, la Casa de la Juven-tud de la Municipalidad de San Isidro fun-ciona desde 1989. Trabaja en la promo-ción, la ejecución y la coordinación de ac-ciones destinadas a fortalecer el desarro-llo y la participación de los jóvenes, ha-ciendo énfasis en aquellos más vulnera-bles. Para ello, opera cotidianamente des-de las áreas de formación, producción yeventos culturales. Las políticas desarro-lladas en cada una de dichas áreas surgena partir de una constante búsqueda y ac-tualización de información. Cuenta con unCentro Integral de Capacitación desdedonde se imparten talleres sobre culturapopular, teatro, artes visuales, música, dan-zas, letras y comunicación. Además, brin-da Cursos Integrales de Formación conorientación laboral. En ella desarrollan ac-tividades un elenco estable de teatro, ungrupo de investigación y documentaciónfotográfica y un equipo de producción au-diovisual. Los cursos se complementan conmuestras fotográficas, recitales y ciclos decine y debate. Los directivos de esta Casaconsideran que los jóvenes que participande la experiencia no sólo reciben capacita-ción, sino que se les ofrece un lugar para laparticipación que los enriquece integralmen-te en su formación como personas y en laampliación de sus derechos ciudadanos.

Otros municipios también se desta-can por sus políticas de capacitación in-

novadoras o por la organización de Bol-sas de Trabajo Juvenil, en las que se coor-dina la oferta con la demanda empresarialdel territorio. Por ejemplo, la Municipali-dad de Pinamar ha lanzado un proyectoque otorga pasantías a jóvenes de 16 a 18años de edad de las escuelas medias delpartido. Éstos ingresan al medio laboralpara realizar prácticas concernientes alestudio que realizan, para así poder inser-tarse y prepararse en distintas especiali-dades con anticipación: Asistencia social,Electromecánica, Computación, Adminis-tración pública y Educación ambiental.Para la realización de estas actividades,los alumnos se incorporan en la Munici-palidad (acción social, corralón municipal,mecánica de vehículos y alumbrado públi-co, administración central, ecología) y enla Cooperativa de Agua y Luz. En cadamodalidad se debe contar con un plantelde no menos de diez alumnos selecciona-dos de acuerdo a su capacidad, que dis-ponen de una remuneración mensual queles permite seguir costeando sus estudios.La Municipalidad se compromete a incor-porar un porcentaje de dichos postulantesuna vez recibidos en la profesión que ha-yan elegido.

La Municipalidad de AlmiranteBrown impulsó la aplicación del Plan “Ma-nos a la Obra” en siete emprendimientosproductivos de jóvenes. Fueron asistidasdiversas fábricas, entre otras, de chocola-tes, de pastas y de cabinas industrializa-das. La Comuna adquirió los elementospara cada emprendimiento con el dineroaportado por el Ministerio de DesarrolloSocial de la Nación. Los proyectos bene-ficiados se han generado a través del pro-grama “Ideas en acción” que lleva ade-lante el Municipio con el objetivo de in-corporar a los jóvenes al sistema produc-tivo. Su objetivo es acompañar a los jóve-nes en su papel fundamental en la promo-ción del desarrollo local y favorecer elsurgimiento de una nueva generación deempresarios que permita asegurar la re-

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novación del tejido socio–productivo delPartido. Se realiza así un trabajo con losalumnos del último año del Polimodal, don-de se detecta la vocación emprendedorade los jóvenes para luego, una vez egre-sados, introducirlos en un proceso de ca-pacitación y de relación con el mundoempresarial. De esta manera se ha logra-do poner en marcha más de veinte em-prendimientos de alto valor agregado in-tegrados por jóvenes cuya edad oscilaentre 17 y los 28 años de edad. El Progra-ma se va afianzando y multiplicando a tra-vés de la reciente incorporación de agen-tes promotores ad honorem, selecciona-dos y capacitados entre estudiantes y jó-venes empresarios. Estos promotores di-funden el Programa e interesan a “poten-ciales emprendedores”.

En Lomas de Zamora, la Municipa-lidad apoya a grupos de jóvenes micro–emprendedores, promoviéndose la comer-cialización de los productos por ellos ge-nerados. La Municipalidad de TrenqueLauquen, a través de la Dirección de Pro-ducción, también instrumenta un progra-ma similar que tiene como objetivo brin-dar las oportunidades para favorecer elDesarrollo de Emprendedores, convocan-do y capacitando a estudiantes de segun-do y tercer años del Polimodal.

La municipalidad de Daireaux de-sarrolla el Programa Empleo Joven me-diante convenios con empresas localesque aseguran entrenamiento y pasantíasa jóvenes que acceden al primer empleo.Además, en la Escuela Textil Municipalse ofrece capacitación específica y sepermite a los jóvenes la posibilidad de in-sertarse laboralmente en las empresaslocales dedicadas a esa actividad. Cuen-ta además con el Proyecto Huerta Espe-cial que, a través de la elaboración dedulces, integra a la actividad productivaa un grupo de jóvenes con capacidadesespeciales.

En el área laboral, la Municipalidadde Cañuelas procura no sólo capacitar a

los jóvenes, sino también poder insertar-los laboralmente facilitando la puesta enmarcha de pequeños emprendimientos yla provisión de oportunidades de capaci-tación laboral. Entre sus proyectos se des-tacan la reapertura de industrias y em-presas aprovechando la infraestructuraproductiva ociosa y tendiendo a la inser-ción laboral de jóvenes, y la realizaciónde un padrón de productores y exporta-dores, para implementar programas de in-centivos al empleo de mano de obra lo-cal. También se ha puesto en valor a losrecursos turísticos como fuente genera-dora de empleo, para que su desarrollosea sostenido y sustentable, programán-dose actividades turístico–recreativas conparticipación de asociaciones juveniles,culturales, deportivas, de artesanos, so-ciedades de fomento y centros de estu-diantes.

La Municipalidad de Cañuelas tieneotros proyectos mediante los cuales pro-cura cubrir las variadas necesidades de lajuventud. Entre ellos, se destaca la reali-zación de charlas sobre distintos temas deimportancia para este grupo, en las cualesellos también pueden volcar sus inquietu-des. Se considera indispensable fomentaruna mayor participación y decisión en laspolíticas juveniles, y la creación de nue-vos espacios de opinión. También en de-portes se realizan actividades de promo-ción, en particular referidas al fomento deactividades sencillas para que puedan par-ticipar todos los jóvenes y el incentivo y elacompañamiento a deportistas, designán-doles delegados jóvenes capaces de asis-tirlos en las competencias y presentacio-nes. Dentro de las medidas que se tomanpara la protección de los jóvenes se des-tacan aquellas que regulan establecimien-tos o locales que se encuentran estrecha-mente vinculados con la juventud: entreotros, la confección de un registro de cus-todios de negocios bailables, exigiéndoserequisitos y antecedentes con el fin deconocer a quienes son los encargados de

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controlar a los jóvenes en dichos estable-cimientos. Por otro lado, se otorga espe-cial cuidado en la habilitación y control delocales dedicados a la realización de ta-tuajes o a la venta de comidas rápidas,porque pueden afectar la salud de quie-nes consumen estos productos. Tambiénse ha ampliado el servicio de Psicologíapara adolescentes y jóvenes. En cuanto ala prevención de accidentes, se ha desa-rrollado un programa de ordenamiento deltránsito, incluyendo además en él lo querespecta a ciclomotores y bicicletas parahacer prevalecer la seguridad y la integri-dad de los jóvenes. Hay inspectores quedan charlas y hacen demostraciones enescuelas. En el caso de los alumnos dePolimodal que realizan los talleres espe-ciales, el Municipio los premia con la ob-tención de su licencia de conducir sin laevaluación teórica habitual.

Respecto a la gestión cultural, enCañuelas se fomenta la música, el canto,el baile, la literatura, la plástica, el teatro,la artesanía y otras formas de expresiónartística. Se procura con ello hacer delCentro Cultural el lugar de encuentro delartista y de la gente, un sitio de diversión,creación y amistad. También se provee unlugar donde puedan ensayar y tocar lasbandas “under” y se gestiona la progra-mación de Cine Móvil para distintos pun-tos del distrito. Otros proyectos son “Elviejo Bandoneón”, espectáculos de tangoal aire libre los domingos a cargo de talle-res municipales, alumnos de Polimodal yartistas invitados, y “Teatro para todos”,facilitando el Cine Teatro a grupos de tea-tro, alumnos de Polimodal e institucionesintermedias. En materia de desarrollo co-munitario, se apoyan iniciativas tales comocomedores, bibliotecas, roperos y huertas,fomentándose además la capacitación yla auto dependencia de las familias másnecesitadas. Se han creado, en forma con-junta con el área de Desarrollo Económi-co, mecanismos de apoyo que apuntan ala Capacitación en Oficios, al acompaña-

miento profesional y a la inserción en re-des a través de la promoción del coopera-tivismo. Se propicia la adquisición de ex-periencias laborales fomentando pasantías.También se trata de optimizar las relacio-nes con los Centros de Formación Profe-sional, a fin de diseñar conjuntamente unapreparación laboral orientando las capa-cidades a las demandas locales y fomen-tando la participación de gremios, coope-radoras, fundaciones, etc. Además, sedesarrollan programas de orientación vo-cacional o laboral que involucran la parti-cipación de alumnos de 9° año de EGB y3° de Polimodal.

Entre otras experiencias que se des-tacan en el área de cultura, se puedenmencionar aquellas que propician even-tos que estimulan la participación de jó-venes artistas locales. El área de Juven-tud de la Municipalidad de La Plata rea-liza, desde hace siete años, un gran en-cuentro anual conocido como Arte Joven,donde se brinda un espacio en el que jó-venes creadores, comprendidos entre 16y 30 años, pueden expresar sus capaci-dades creativas y artísticas. Anualmenteparticipan como expositores alrededor de500 artistas locales.

La Municipalidad de Morón realizamensualmente, desde el año 2001, “LaMinga. Festival de la Juventud”. Se tratade un ciclo de arte y cultura solidaria quebeneficia en cada presentación a una or-ganización comunitaria. Este evento sepresenta como una actividad que buscagenerar un espacio de encuentro entre lajuventud y la comunidad, y han participa-do en ella hasta la fecha más de 150.000jóvenes. En el encuentro se realizan fe-rias de micro–emprendimientos, de orga-nizaciones sociales, de artes y de produc-ciones independientes. Además, se desa-rrollan talleres culturales abiertos que com-prenden una amplia variedad de expresio-nes artísticas.

La Biblioteca Pública Municipal deGeneral Villegas realiza con carácter bi-

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anual un homenaje al escritor Manuel Puig,oriundo de esta ciudad. Se realizan allícharlas debate, encuentros de teatro ymurgas, con amplia participación de ado-lescentes y jóvenes.

En Punta Indio se celebra el “Mesde la Juventud”: durante todo noviembrese desarrollan actividades deportivas yculturales dirigidas a los jóvenes, lo quepromueve la participación y el intercam-bio de iniciativas. También se lleva a caboel programa de orientación universitaria,a partir del cual estudiantes universitariosde la zona transmiten sus experienciaseducativas y personales a jóvenes de co-legios secundarios del distrito.

La Municipalidad de Junín ha de-sarrollado un programa llamado “Padresen acción”, para prevenir la pronta ini-ciación de los jóvenes en el consumo delalcohol. Su objeto es que los adultos pue-dan hablar del tema con sus hijos, tratan-do de alentar su interés respecto de estetema.

La Dirección de la Juventud de laMunicipalidad de Quilmes ha puesto enmarcha el Programa Quilmeño de la Mili-tancia Social. Consiste en la realizaciónde jornadas en las que se conforman me-sas de trabajo donde se exponen las pro-blemáticas sociales que inciden gravemen-te en los jóvenes. Una vez concluida laexposición, cada persona acreditada pasaa una de las cinco mesas de trabajo dondese debate cada tema. El objetivo es quecon las conclusiones de las mesas se pue-da desarrollar un programa de trabajo enred con agentes de prevención localiza-dos en todos los barrios del distrito.

La Municipalidad de Patagones for-ma agentes multiplicadores que recibencapacitación específica sobre temas am-bientales. Actualmente 40 jóvenes parti-cipan activamente en la limpieza de la ciu-dad y en la protección del casco urbanodurante los diez días que dura la “Fiestadel 7 de marzo”, que se conmemora todoslos años.

Experiencias deorganizaciones comunitarias

La Casa del Joven de Berazateguitiene como principal objetivo convocar ajóvenes que generen proyectos para lacomunidad. Trabaja en ella un grupo depersonas comprendidas entre los 17 y los30 años de edad, algunos de ellos emplea-dos municipales y otros convocados a par-tir del reconocimiento de su trabajo. Den-tro de las actividades que realiza, se des-taca la de los cumpleaños comunitarios yel arreglo de plazas utilizando insumos queprovee el gobierno local. Tiempo atrás serealizó un concurso entre los jóvenes parael diseño de una bandera que identificaraal municipio.

La Casa de la Juventud de Pehuajósurgió en 1988 a partir de las inquietudesde un grupo de amigos que deseaba resol-ver sus problemas en forma colectiva, y ala vez realizar diferentes tareas comuni-tarias con relación a las problemáticas lo-cales. La Casa cuenta con un espacio fí-sico en el que se ha instalado un comedorcomunitario, una biblioteca y una huertaque funcionan con la ayuda de beneficia-rias del Plan Jefas y Jefes de Hogar Des-ocupados. Así los jóvenes de la Casa par-ticipan de merenderos, brindan apoyo es-colar y actividades de promoción para ni-ños en situación de riesgo. También sedesarrolló un microemprendimiento parajóvenes desocupados que consiste en lafabricación y venta de pizzas y tortas. Ungrupo de jóvenes recibió capacitación enpanificación artesanal. La Casa asimismocuenta con un grupo literario que en 1996obtuvo un subsidio del Fondo Nacional delas Artes.

La Casa del Joven de Ituzaingó esuna Asociación Civil que inició sus acti-vidades en 2001. Las acciones se desa-rrollan en una casa particular cedida parasu uso por el padre de uno de los jóve-nes. Entre sus emprendimientos continuos

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se distinguen: el ciclo de cine popular, elclub del trueque, la fabricación y poste-rior distribución de tachos de basura y elropero comunitario. También han reali-zado un relevamiento de salud barrialcoordinado con la Dirección General deSalud de la Municipalidad. En respuestaa esta evaluación se conformó y capaci-tó un equipo de Promotoras Sanitariasbeneficiarias del Plan Jefas y Jefes deHogar Desocupados, que realizan un tra-bajo de promoción de la salud entre losvecinos, complementándolo con activida-des de prevención. Así detectan y acom-pañan al LALCEC a mujeres y hombresde la comunidad para la realización deexámenes, en forma gratuita, para la de-tección precoz de patologías génito–ma-marias y de próstata. También en la Casase realizan charlas sobre seguridad pú-blica con la participación del Defensor deSeguridad y de los Jefes de las Comisa-rías de la zona. Se organizan allí ademástalleres de tallado en madera, porcelanaen frío, tejido, gimnasia, folklore, apoyoescolar, etc., y cuentan con una Bibliote-ca Popular. Ofrecen también servicios depeluquería, podología y manicura.

En San Pedro, en el año 2003 lasasociaciones Saludar y Lazos Sampedri-nos desarrollaron programas y actividadestendientes a estimular la participación dela juventud en la resolución de problemascomunitarios. Participaron en el progra-ma “Enredando Pibes para el Desarrollo”,jóvenes de entre 15 y 25 años a los cualesse capacitó en formulación y gestión deproyectos de desarrollo local. Producto deesta actividad fue seleccionada la Agru-pación Jóvenes Talenses (JOTA), que re-cibió un subsidio para el desarrollo de unproyecto productivo consistente en la ela-boración artesanal de panes y dulces ca-seros. Lazos Sampedrinos, conjuntamen-te con el Instituto Nacional de Capacita-ción Política (INCAP), desarrolló un Pro-grama de Capacitación Política, en el cualparticiparon 30 jóvenes. También allí se

instrumentó un programa de Banca Soli-daria junto con la asociación DesarrolloLocal. Su función es otorgar préstamosde pequeñas sumas de dinero para el de-sarrollo de actividades productivas o deservicios a personas que no pueden acce-der a las líneas de crédito convenciona-les. En este programa no se exige ningúntipo de garantía más allá de la palabraempeñada y la confianza que se generadentro del grupo de cinco beneficiarios, queresponden solidaria y responsablemente,pese a lo cual se obtiene un muy reducidonivel de morosidad. Otro programa es elde “Primer Voto”, que promueve la parti-cipación ciudadana de los jóvenes en lavida democrática, capacitándolos sobre losderechos y obligaciones concernientes alsistema democrático.

La Casa de la Juventud de la Dió-cesis de Quilmes funciona desde 2001 enel barrio Martín Fierro de Florencio Vare-la. Sin embargo, la comunidad Adsis, quecoordina el proyecto, viene trabajando conjóvenes del municipio desde hace ochoaños. La Casa surgió como un lugar en elque los jóvenes pueden participar, formar-se y crecer personalmente con un sentidocomunitario fuerte e independientementede su adscripción religiosa. Para eso, enel lugar funciona una serie de actividadespautadas ligadas a la solidaridad, la cultu-ra y la formación: voluntariado solidariocon infancia en riesgo (formación–re-flexión–acción), iniciativas culturales ta-les como talleres literarios, de música, deteatro, de murga y de artes plásticas, elespacio de cine debate “Mirándonos”, un“biblioespacio” (biblioteca, sala de estu-dio, computadoras con acceso a Internet,televisión y video, etc.), actividades for-mativas principalmente en Pastoral de Ju-ventud y un espacio de inserción laboral.Hay tres principios básicos sobre los quese asienta todo el funcionamiento de laCasa: la participación grupal, la solidari-dad y el compromiso. A raíz del fuerte hin-capié que se hace en el protagonismo de

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los propios jóvenes, han surgido propues-tas que fueron incorporándose a la vidade este espacio. Así, por ejemplo, algunostalleres o el biblioespacio son producto dela iniciativa de los propios jóvenes que seorganizaron en grupos y, con el acompa-ñamiento de algún adulto, abrieron nue-vas actividades. Pero no todo está pauta-do en la Casa. Siempre bajo los principiosya mencionados, muchos jóvenes se hanapropiado del lugar y lo utilizan para re-unirse, para festejar o para organizar acti-vidades puntuales. La Casa está abierta aquien quiera hacer uso de ella en diferen-tes horarios y cualquier día de la semana,siempre bajo normas claras. Según unmiembro de la Comunidad, “muchos jó-venes llegan descreídos y se van creí-dos en algo y con la experiencia deconstruir algo concreto”.

La Red de Jóvenes Solidarios de Mardel Plata es una Asociación Civil confor-mada por 22 socios que tienen entre 22 y27 años. A partir de la crisis desatada en elpaís al iniciarse la presente década, estegrupo de jóvenes marplatenses se reuniópara conformar un espacio de debate ygeneración de ideas basadas en la solidari-dad, el compromiso social y el respeto porel otro. Entre los proyectos que desarrollanse destaca el de “Jóvenes por la Memo-ria”, en el cual se instruye a jóvenes de 18a 25 años sobre el fortalecimiento demo-crático, mediante la reconstrucción de lamemoria colectiva frente a los sucesosacaecidos a partir de la última dictaduramilitar. Se inició en el 2001 y ya han asisti-do a él 500 jóvenes. El Programa Partici-pación Juvenil y Voto Ciudadano apunta ala toma de conciencia sobre la importanciade la participación e informa sobre el siste-ma de sufragio establecido en la Argenti-na. Han asistido a él 1.000 alumnos delPolimodal. El Programa Fortalecimiento deComunidades de Base asesora a grupos enla presentación de proyectos y en la trami-tación de personería jurídica. Se inició en elaño 2004 y ya fueron asistidas 50 organi-

zaciones. El Programa Feria de ProyectosJuveniles es un evento anual que tiene porobjetivo generar un espacio de intercambiode experiencias entre diversos grupos dejóvenes. En la feria del 2004 participaron600 personas.

Resiliencia Mar del Plata desarrollaun proyecto denominado capacitación noformal y resiliencia para jóvenes en ries-go. Su objetivo es la mejora de las oportu-nidades futuras de ingreso mediante unasalida laboral más digna y mejor remune-rada, y la promoción de la resiliencia parasuperar individual y colectivamente las si-tuaciones adversas. Para ello se procesa-ron datos y se organizaron talleres, inte-grados por 10 grupos de 20 jóvenes cadauno, sobre computación, peluquería, perio-dismo, artesanía y cerámica, durante cua-tro meses. Para el diseño curricular tuvie-ron en cuenta el diagnóstico y la explora-ción de la demanda, y se continuó alimen-tándolo mediante la sistematización de lasexperiencias de los talleres, lo que facilitólas correcciones durante su ejecución. Porúltimo, se integró a los jóvenes a la Mesade Concertación Juvenil, organismo delque participan el sector público y organi-zaciones comunitarias que trabajan en eltema.

El Centro Regional de Investigacióny Desarrollo para el Crecimiento de laZona Común es una Asociación Civil ubi-cada en Saladillo que se encuentra traba-jando desde el año 1997. Dentro de susproyectos se destacan la capacitación dejóvenes en Chivilcoy para su desempeñocomo auxiliares de cocina, para la crea-ción y reconversión de microempresas enlas localidades de San Miguel del Monte,Las Flores, General Alvear, Saladillo, Lo-bos, Veinticinco de Mayo y Junín, y la Tar-jeta Joven que, en las localidades de Sala-dillo, General Alvear y Veinticinco deMayo, beneficia a 700 personas. Los des-tinatarios son jóvenes pertenecientes es-pecialmente a áreas rurales con bajo niveleducativo.

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El Kiosco Juvenil La Matanza traba-ja con niños y jóvenes de 6 a 24 años en unedificio que se construyó con fondos dePROAMBA en el 2001. En el barrio sonfrecuentes los hechos de violencia y el con-sumo de estupefacientes. Por ello, entreotros, en el Kiosco se desarrollan talleressobre resolución de conflictos en forma noviolenta, de prevención y formación de jó-venes promotores de la salud, en particularsobre HIV y adicciones, y de sexualidad,en un taller en el que se habla sobre la cons-trucción de la personalidad, la problemáti-ca de género y la sexualidad femenina.También se ofrecen cursos de computacióny de apoyo escolar.

El grupo Trabajo Social de Promo-ción Humana en Situación de Crisis (TRA-SOS), tiene su sede en Ramos Mejía, Par-tido de La Matanza. Se trata de un grupode profesionales que desde 1997 ha gene-rado un espacio para el desarrollo de va-lores comunes. Entre sus proyectos sedestacan los de capacitación formal y per-manente de operadores socio–terapéuti-cos y de calle, de operadores sociales in-fanto–juveniles y de operadores socio–comunitarios, elaborados y actualizadoscon contenidos teóricos y con prácticasconcretas en proyectos institucionales yabiertos a toda la comunidad. Tambiéndesarrolla tratamiento ambulatorio y se-guimiento de personas, grupos y familiascon dificultades asociadas a adicciones asustancias tóxicas y alcohol; prevenciónde la prostitución infantil en el MercadoCentral de Buenos Aires; prevención ydisminución del riesgo social en escuelaspúblicas; y un programa de radio dirigidoa jóvenes donde se debaten problemassociales. El grupo TRASOS también rea-liza talleres de comunicación, peluquería,campamento, cocina, música y juego, cha-pa y pintura, mantenimiento de estructu-ras edilicias, carpintería, herrería, electri-cidad, soldaduras, cine debate, apoyo es-colar, biblioteca, trabajo con niños y niñasjudicializados o el de salud en el Mercado

Central y en centros de atención primaria(CAPS), con el objeto de realizar contro-les mensuales que permitan prevenir odetectar y tratar enfermedades de niños yjóvenes. Merece mencionarse por últimoel proyecto “Espacio alternativo nocturnocontra la prostitución infantil y patologíasasociadas”, cuyos objetivos son promovermedidas de acompañamiento, crear espa-cios socio–educativos para niños y ado-lescentes y articular con familias y otrasinstituciones acciones de tratamiento.

ETIS, es un Equipo de Trabajo e In-vestigación Social, integrado por estudian-tes y profesionales de San Isidro. El equi-po no tiene filiación partidaria o confesio-nal de ningún tipo. Sus objetivos son pro-mover la creación de equipos de investi-gación, aportar a la reflexión sobre políti-cas sociales, económicas y culturales, eimpulsar el desarrollo de programas deatención a la promoción de la niñez, laadolescencia y la juventud en situacionesde pobreza. Ha desarrollado diversos pro-gramas, entre otros el “Integrar”, que con-siste en el apoyo a la creación de empren-dimientos laborales, el “Propuestas”, quebusca alentar a jóvenes estudiantes y pro-fesionales de las Ciencias Sociales en laelaboración de nuevas y eficaces propues-tas programáticas, el “Apoyo a la forma-ción de educadores comunitarios (PA-FEC)”, por el cual se busca incrementarla formación y el nivel educativo de jóve-nes provenientes de hogares pobres, y el“Programa grupos comunitarios de estu-dio (GCE)”, que busca consolidar un es-pacio de acompañamiento escolar de jó-venes entre sí y por parte de las organiza-ciones de la comunidad barrial. Dentro delos proyectos ya ejecutados, se destacanel de “Vuelta a clase”, de recreación,acompañamiento pedagógico e iniciacióndel ciclo escolar de adolescentes del ba-rrio “El Ceibo” de Vicente López, el “50escuelas”, de articulación de escuelas delinterior del país con organizaciones comu-nitarias, el “Apoyo a la alfabetización”, por

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el cual se produjeron ocho módulos de ca-pacitación para docentes, videos, guíasdidácticas y un manual para el pasante enescuelas de zonas urbanas y rurales. Ade-más, desde esta organización se está avan-zando en la implementación de una Es-cuela de Liderazgo Comunitario.

En Colón, la Comisión de Apoyo alMenor y a la Familia y la agrupación“Contá Conmigo” desarrollan un proyec-to denominado “Granja va por vos”, conel apoyo de la Municipalidad. El proyectoestá destinado a adolescentes varones queviven en forma permanente en la granja,y otros que se van incorporando paulati-namente mediante actividades recreativas.Dentro de sus objetivos se encuentran losde ofrecer una formación humana integraly fomentar la capacitación profesional consalida laboral, así como impulsar a otrasinstituciones para que cooperen en la sen-sibilización y el trabajo comunitario por unacultura de inclusión.

En Patricios, Partido de Nueve deJulio, se creó un grupo de Teatro Comuni-tario “Patricios Unido de Pié”, que surgióluego del levantamiento del tren: siendo unpueblo rural con una historia ferroviariaimportante, el hecho dejó una comunidaddesarticulada y empobrecida por la pérdi-da de su principal fuente de trabajo. Nacióasí el grupo primario formado por una vein-tena de personas que, una vez establecido,recogió las tradiciones, las manifestacionespopulares, el imaginario colectivo, las me-morias, las anécdotas, los cuentos y lospersonajes lugareños, los cuales dan argu-mento a las funciones. De esta forma seintenta recordar el valor de sus historiasindividuales y colectivas, recuperar la me-moria, la historia lugareña y la condición devecinos, y estimular la comunicación, lasolidaridad y la pertenencia.

Un proyecto con similares objetivoses el que encaran “Los Dardos de Ro-cha”, de La Plata. Ellos rescatan la histo-ria de la ciudad, para construir desde lamemoria la participación de todos los ve-

cinos, delineándose así sus principales ob-jetivos: acercar el teatro y la memoria co-lectiva a cada vecino. Cuenta el grupoademás con la participación de músicos yde un grupo independiente que se encar-ga de la escenografía y el vestuario.

También en Trenque Lauquen y lo-calidades aledañas se lleva a cabo unaexperiencia de integración a través delteatro. En una expresión de integración,se consiguió el protagonismo de niños yjóvenes con capacidades diferentes, juntocon personas de capacidades habituales.En verdad, la polisemia de la integraciónpermite hacerlo a través de múltiples ca-minos: la educación y el conocimiento, elarte y la creación, las artesanías y la pro-ducción, el deporte y la superación por elesfuerzo, las tareas comunitarias y la soli-daridad de la convivencia y muchas otras.En este caso, se eligió el arte teatral. Sa-bido es que la experiencia del teatro, a tra-vés de roles distintos a la identidad exis-tencial del actor, introduce una captaciónobjetivada y externa de la condición hu-mana y de la realidad. Proyecta mayoresámbitos de auto–comprensión y capaci-dad expresiva, tanto de realidades inter-nas como externas. Por tanto, enriquecee integra. Por otra parte, en la actuaciónteatral convergen personalidades distintas,tanto en el rol ficticio como en la expre-sión actoral. En síntesis, es el espacio deencuentro múltiple que puede recibir enforma más permeable la modalidad decada uno, combinando ficción y realidad,arte y técnica, la seriedad de lo tragicómi-co y lo catártico de lo lúdico. Es una fan-tasía que lleva a aprehender la realidad.Por todo ello, se optó por la experienciadel Grupo Integrado de Teatro (GIT). Endistintos puntos de la Provincia de Bue-nos Aires se han dictado talleres, con lafinalidad de ir creando centros de trabajo,como es el caso de Pehuajó, Carlos Ca-sares y Trenque Lauquen. En esta últimaciudad comenzó a funcionar en el año 2000un grupo de 80 personas que trabaja fue-

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ra del horario escolar, mayoritariamentecon jóvenes que hoy están en la EscuelaLaboral y en el Taller Protegido. Pero ade-más, al observar que había una enormefranja de niños y jóvenes que no podíangozar de esta experiencia, se comenzó atrabajar también en horario escolar. Se haconformado el elenco estable del GIT, queha preparado distintas puestas en escena,ha realizado funciones en la localidad, laregión y otros puntos de la Provincia, y hallegado incluso a realizar funciones en elTeatro Argentino de La Plata. Pero haylogros que van mas allá del hecho teatral.Algunos de los jóvenes que, además de supatología, no podían casi hablar y muchomenos en público, o cuya dicción hacía casiimposible el entendimiento para aquellosque no estaban acostumbrados a frecuen-tarlos, han logrado cambios de suma im-portancia para sus relaciones sociales.Asimismo, después de distintas experien-cias teatrales e incluso televisivas, han lo-grado una autoestima mayor. Pero tam-bién la experiencia ha ayudado a muchospadres a “soltarlos”, ya que lógicamentetienden a su sobreprotección.

La Biblioteca Popular Juan Bautis-ta Alberdi fue fundada en 1926, para brin-dar un espacio donde difundir la cultura yeducación en la comunidad de Open Door.Después de muchas vicisitudes, fue re-inaugurada en 1999. Allí se brindan cur-sos de capacitación, inglés, computacióny ortografía, con costo mínimo para quepuedan acceder quienes lo deseen. Seofrecen además espectáculos gratuitos dediferentes géneros. Se trata del único Cen-tro Cultural con que cuenta la localidad.

El Centro Tecnológico Comunitariode la Universidad Tecnológica Nacional(UTN), Facultad Regional Avellaneda,implementa el Programa de AlfabetizaciónInformática. Sus objetivos son “aumentarel grado de vinculación de los sectores demenos recursos de la comunidad a lasnuevas tecnologías, operando sobre losniveles de neo–analfabetismo y riesgo

educativo en el distrito” y “contribuir des-de el ámbito de la Universidad a la recons-trucción de la necesaria relación que de-ben establecer las instituciones educativascon sus sociedades, apostando a su trans-formación”. La experiencia surge comoun modo de articular los recursos huma-nos y tecnológicos de la Universidad, enuna estrategia de educación no formaldestinada a trabajadores desocupados dela región. Estudiantes de la TecnicaturaSuperior de Programación cumplen el rolde alfabetizadores, reforzando “ejes quehacen a la misión de la Universidad: di-fusión del conocimiento asumiendo misio-nes concretas, contribución en la cons-trucción de una sociedad más solidaria yjusta y formación de profesionales conuna concepción humanista, de servicio asu comunidad y al desarrollo del país”.El programa consta de dos etapas: unade formación y otra de elaboración deproyectos, que incluye su ejecución. Seistalleres estuvieron dirigidos a jóvenes re-sidentes en el Partido de Avellaneda. Sehan generado a partir de ellos dos pro-yectos a los que se han dedicado el con-junto de los participantes: la Hoja del Des-ocupado, con el objetivo de diseñar unapágina impresa con alternativas para losdesocupados, y la Historia del Club, cuyofin es escribir la historia local para poderinformar sobre las acciones que desem-peña la institución.

Los Oratorios Salesianos de Ense-nada son cuatro grupos conformados por73 jóvenes de entre 15 y 30 años de edadque trabajan voluntariamente desde laParroquia Nuestra Señora de la Mercedcon un total de 370 niños de entre 4 y 13años. Todos los sábados, en distintos ba-rrios del Partido, los jóvenes coordinanactividades que incluyen la atención dealgunas necesidades, apoyo escolar y ac-ceso a elementos básicos tales como ropao alimentos, involucrando a familias y or-ganizaciones de la comunidad. Como con-tinuación de estas actividades, y dirigido a

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adolescentes de entre 12 y 18 años, fun-ciona el Proyecto Hueney. Está integradopor 15 jóvenes de entre 18 y 30 años deedad que coordinan diferentes etapas deformación en el Evangelio, de desarrollopersonal y grupal, para concluir haciendohincapié en llevar ellos mismos la misión,dando prioridad a los más pobres. A la vez,la mayoría de los adolescentes que con-cluyen con las etapas pasan a integrar al-guno de los grupos con una experienciade misión ya armada.

La Comunidad Santa Clara de Asís,sita en Glew, Partido de Almirante Brown,está orientada principalmente a personascon problemas de droga–dependencia yHIV–SIDA. Brinda un espacio dedicadoa diferentes problemáticas de riesgo, me-diante un programa que interrelaciona ac-ciones preventivas, educativas y terapéu-ticas orientadas a la integración social, enun encuadre que enfatiza el aprendizajesocial, la formación cultural y la capacita-ción. El programa terapéutico ofrece aten-ción para ambos sexos. En particular, des-de la Comunidad se está desarrollando unprograma de Mujeres y Adicciones, entanto existe la convicción de que la ofertainstitucional y el desarrollo teórico meto-dológico son muy escasos en este proble-ma que va en aumento desde mediadosde los ‘90 y que demanda pronta asisten-cia. Específicamente entre las mujeres deentre 19 y 24 años de edad, aparece confrecuencia una problemática compleja: lamaternidad combinada con problemas deadicción y HIV–SIDA. Según miembrosde la Comunidad, la mayor parte de lasinstituciones convencionales suele traba-jar desde una mirada que fragmenta lostres problemas en instituciones especiali-zadas. Es por eso que han decidido iniciarun trabajo integral en el tema. Por otrolado, la Comunidad tiene un programa demicro–emprendimientos con capacitacióntécnica y cultural para mejorar las condi-ciones en las que los jóvenes enfrentan sureinserción social.

Mayor Buratovich es un pequeñopueblo de 4.200 habitantes en el Partidode Villarino, al Sur de la Provincia de Bue-nos Aires. Allí funciona Punto Joven, unainiciativa cuya misión es generar un espa-cio alternativo de participación, acción yformación para el establecimiento de vín-culos con la comunidad, trabajando sobretres puntos básicos: identidad, cultura yorganización. Según sus integrantes, enpueblos pequeños suele no existir una vi-sión acerca del rol que debe asumir la ju-ventud en el desarrollo local, y son pocoslos espacios en los que se promueve suacción y participación. Esto condiciona eldesarrollo local e influye en la emigraciónde jóvenes. Así se pierden actores queserían capaces de lograr cambios positi-vos para el lugar. Entre las actividades queallí se desarrollan, se pueden mencionarlos proyectos de historia oral y documen-tación, investigación y análisis social, eco-nómico y cultural, muestras y talleres depoesía contemporánea, artes callejeras,ciclos de cine, conciertos, talleres de pro-ducción cultural, teatro y edición de mate-riales gráficos de difusión, promoción deformas asociativas y de organización co-munitaria, talleres para dirigentes jóvenes,voluntariado social, fortalecimiento en lagestión de organizaciones locales, incuba-dora de proyectos de economía solidaria,y promoción de la responsabilidad social yvínculos entre Estado, empresas y sectorsocial. Además, Punto Joven articula susacciones con otras organizaciones de lacomunidad que trabajan en la temática,como la Casa del Adolescente, el EcoclubBuratovich y el Ecoclub La Primavera, ycon organismos internacionales que estánen la misma línea, tales como el Progra-ma Juventud del Servicio de Voluntariadode la Comunidad Europea y el ProyectoTrama de la Fundación DOEN, Holanda.

La Fundación SES (Sustentabilidad,Educación, Solidaridad) es una organiza-ción que desde el año 1999 promueve pro-cesos de inclusión social de adolescentes

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y jóvenes con menos oportunidades en di-ferentes localidades de la Argentina. Supráctica institucional apunta a promovercondiciones y situaciones que garanticena los jóvenes el ejercicio de sus derechos.Para ello proponen una doble estrategiaque consiste en la incidencia y el fortale-cimiento de las políticas públicas del Esta-do, a la vez que se promueve el desarrolloeducativo local y la articulación de los dis-tintos grupos, organizaciones e institucio-nes de referencia de los jóvenes en co-munidades de aprendizaje. En la primerade tales estrategias, SES definió como cri-terios la promoción de políticas progresi-vas que tiendan a una distribución equita-tiva de los recursos, el ejercicio efectivode una ciudadanía de alta densidad porparte de todas las personas, el diseño par-ticipativo y la gestión asociada, permitien-do que la acción estatal se nutra de lasacciones públicas de la sociedad, las com-pensaciones de las desigualdades que ge-nera el mercado, y el reconocimiento dela existencia de un subgrupo desfavoreci-do de la comunidad al que estas políticasdebe tener especialmente en cuenta. Paraello, se organizan acciones en función detres dimensiones analíticas fundamentales:cultural (ámbito de la educación), econó-mica (trabajo) y política (protagonismo ju-venil). También SES ha realizado en juniode 2004, junto a otras organizaciones dela sociedad civil, el Primer Foro Educati-vo MERCOSUR, con el fin de presentarun espacio regional constituido en torno alas problemáticas de la equidad y la inclu-sión educativa en la región.

Otras experiencias

Otras experiencias latinoamericanasque traspasan los límites de la Provinciade Buenos Aires también resultan desta-cables por su replicabilidad. Entre ellas, lade la Asociación Ecoambiental de Lean-

dro N. Alem, Misiones. Son sus objetivosla investigación, la educación y la inter-vención socio–comunitaria en relación ala problemática del ambiente, la salud ylas cuestiones sociales a ellos ligadas. Brin-da cursos de perfeccionamiento a docen-tes y a niños y adolescentes en etapa es-colar. Los jóvenes que colaboran en larealización de los proyectos son desocu-pados o subocupados cuya colaboraciónconsiste en la recolección de datos. Asíse forman promotores barriales capacita-dos en producciones agro–ecológicas ycon nociones de cooperativismo y comer-cialización de excedentes. Se procura es-tablecer a la Educación Ambiental comoun pilar del desarrollo urbano y suburba-no, partiendo desde la agro–ecología comouna herramienta para el desarrollo susten-table de las comunidades.

La Fundación Gastón Vignes deCapital Federal tiene como objetivo la pro-moción y formación de líderes voluntarios.La idea que orienta sus actividades es lade “liderazgo multiplicador”. Quienes par-ticipan en la Fundación no creen en la ca-pacidad innata de liderazgo. Por el con-trario, sostienen que es necesario formara los jóvenes para que asuman roles delíderes y guíen a otros jóvenes. Por eso,trabajan desde la horizontalidad y el apren-dizaje de la participación. Las principalesactividades que desarrollan son un cursoanual de “Formación de Líderes Volunta-rios”, acciones de promoción de la parti-cipación barrial realizando jornadas re-creativas con niños y talleres con adultosen diferentes barrios, y un programa gra-tuito de capacitación en relación a las áreasde recreación, campamentos, organizacióncomunitaria, dinámica de grupos y sicolo-gía y salud. Además, en la Fundación fun-ciona una biblioteca especializada en re-creación, campamentos educativos y pro-yectos comunitarios, que cuenta tambiéncon una base de datos de institucionessolidarias del país. Inicialmente, los coor-dinadores de las actividades eran más bien

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adultos, pero de manera natural los em-prendimientos comenzaron a ser dirigidosexclusivamente por jóvenes, según afirmauno de sus miembros, “dando cuenta deque la apertura de espacios para la parti-cipación juvenil es necesaria”.

En el Gobierno Municipal de La Paz,Bolivia, se ha conformado el Consejo Mu-nicipal de la Juventud, cuyo objetivo es do-tar a los jóvenes de una instancia dondeellos sean protagonistas y gestores de susprincipales demandas y aspiraciones, for-taleciendo, mejorando e incentivando suparticipación en aspectos inherentes a ellosmismos y a su municipio. También allí selleva a cabo el proyecto de Pequeños Em-prendimientos Económicos, con el fin deimpulsar la inserción laboral de jóvenes através de una beca municipal de capaci-tación en talleres técnico productivos, yposteriormente mediante una asistenciapara crear microempresas juveniles deproducción o para insertarse en el merca-do laboral.

En la Oficina Comunal de la Juven-tud de Valparaíso, Chile, se ofrecen cur-sos de canto y talleres de gimnasia, lite-ratura, computación y fotografía. Tam-bién allí se ha establecido un Centro Cul-tural Hip–Hop para mujeres. El TeatroEscuela La Matriz promueve la integra-ción de discapacitados físicos, en base amontajes cuyas temáticas son las expe-riencias de los jóvenes, procurando conello enfrentarlos a sus conflictos y a laopinión que tienen de su comunidad y desu país.

En la ciudad de Tacuarembó, Uru-guay, se lleva a cabo el proyecto “Cre-cer–Formar–Educar”, cuyo objetivo esfortalecer y capacitar a los jóvenes afro–uruguayos en historia, arte y cultura afro.Las demandas juveniles provocan la ela-boración de proyectos y programas foca-lizados, por tratarse de una porción muypequeña de la población. También se rea-lizan talleres de percusión, festivales demúsica y representaciones teatrales que

integran los temas de discusión en el mar-co de la promoción de las raíces étnicas.

La Oficina de Asuntos Juveniles dela Municipalidad de Viña del Mar, Chile,lleva adelante la Revista Tambor, que pro-cura impulsar una reflexión de la realidaddesde la experiencia y la mirada juvenilpresentada de una manera original. Tam-bién allí se ha creado el Centro de Infor-mación y promoción juvenil, que brinda alos jóvenes de la comuna acceso gratuitoa computación, Internet, correo electróni-co e información sobre temas de su inte-rés. En el Proyecto Puente “Crece con-migo”, estudiantes universitarios acompa-ñan a niños en situación de pobreza en supermanencia y progreso en el sistema edu-cativo, comprometiendo además a las fa-milias de éstos en tal responsabilidad.

La Asociación Argentina de Protec-ción Familiar, ubicada en la Ciudad deBuenos Aires, realiza diversos cursos so-bre salud sexual y reproductiva, tallerespara la reflexión de tópicos como los vín-culos entre padres e hijos, la construccióndel vínculo amoroso y otros cursos en losque se brindan estrategias de abordaje paracasos de violencia familiar.

El “Jóvenes Migrantes” es un pro-grama de prevención para jóvenes chu-butenses que deciden emigrar a la ciudadde Buenos Aires para realizar estudios ter-ciarios o universitarios. Está orientado tan-to a quienes están iniciando el proceso deemigración, como a quienes ya están vi-viendo en Buenos Aires. El objetivo esmejorar la calidad de vida de esos jóvenesy facilitar su proceso de adaptación. A talfin, desde la Casa del Chubut, y con elapoyo de padres, profesionales y otros jó-venes, se asiste a los emigrantes a travésde encuentros grupales y acceso a infor-mación sobre alternativas de alojamiento,oferta académica, orientación vocacional,información sobre la ciudad de destino,oferta deportiva, cultural, recreativa, etc.Asimismo, el proyecto cuenta con unapágina web en la que funcionan un foro

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de discusión, un panel de novedades y unalista en la que quienes se suscriben –tantopadres como jóvenes– comparten sus ex-periencias y se ayudan mutuamente for-mando una red. Finalmente, se ofrece unservicio de apoyo en el proceso de vincu-lación con la Provincia del Chubut una vezque los jóvenes se gradúan, a través delasesoramiento en la presentación de pro-yectos profesionales que contribuyan aldesarrollo de la Provincia.

Del mismo modo, en el Gobierno dela Provincia de Tierra del Fuego, Antárti-da e Islas del Atlántico Sur se está traba-jando en el Programa de Formación paralos estudiantes que deciden emigrar a lasciudades de Buenos Aires y de La Plata.Los principales objetivos del programa sonrecibir, informar y orientar para ayudar aresolver la apropiación del nuevo espacioen toda su potencialidad, y asimismo ob-tener una detección precoz de factores deriesgo psicofísico y social en dicha pobla-ción, evitar deserciones, fracasos y per-turbaciones en el proceso de aprendizaje,dificultades en su proceso de adaptaciónactiva a su nuevo lugar, tanto en el rendi-miento académico como en su vida socialy cotidiana, trabajar con los jóvenes la pro-blemática de la vuelta a su Provincia deorigen y su reinserción laboral para evitarla pérdida de recursos humanos capacita-dos, y desarrollar una tarea con las autori-dades provinciales del área educativa, loscuerpos directivos de las escuelas, docen-tes, padres y futuros estudiantes.

El Instituto de Desarrollo Humanode la Asociación Cristiana de Jóvenes deMontevideo, Uruguay, lleva a cabo el Pro-yecto “Jóvenes en despegue”, que ofreceun servicio de apoyo a la integración so-cial de estudiantes terciarios o universita-rios que emigran del interior hacia la capi-tal. El programa reconoce la necesidad dediferentes propuestas para los diferentesmomentos del proceso migratorio. Es porello que se han diseñado cuatro propues-tas en las que se puede participar diferen-

ciadamente: a) Pre–Migración: se realizaun Ciclo de Encuentros de orientaciónpara los jóvenes y otro para sus familias,trabajando los siguientes temas: prepara-ción para el cambio, manejo de afectos,convivencia con otros, administración deldinero, manejo de situaciones nuevas adistintos niveles, ofertas educativas de ni-vel técnico y terciario, e información ge-neral. b) Propuesta Club: se brinda un ser-vicio permanente de ejercicio del deporte,de promoción de hábitos de vida saluda-bles y de acceso a propuestas culturalesinteresantes en el medio. c) Seguimiento:brinda la posibilidad de participar en ám-bitos de intercambio entre pares, de difu-sión de información que facilite el accesoa recursos y de orientación personalizadaa nivel socio–educativo, con el apoyo deun educador referente y un psicólogo jun-to a un equipo de voluntarios jóvenes delinterior y de la Asociación Cristiana deJóvenes de Montevideo. d) Familia ami-ga: brinda un soporte vincular que acom-paña el proceso del joven y ofrece un sos-tén afectivo y social a quienes lo deseen,fundamentalmente en las primeras etapasdel mismo.

El Instituto “Sou da Paz”, de SanPablo, Brasil, trabaja para contribuir conel poder público en la construcción de po-líticas de prevención en el sistema de jus-ticia y seguridad. Una gran parte de suactuación apunta al fortalecimiento de laparticipación activa de los jóvenes de lasperiferias de la ciudad. Dentro de los pro-yectos que realiza, se destacan el “Ob-servatorio de Derechos Humanos”, el“Centro de Formación Comunitaria” –cur-so de formación de líderes comunitariosdonde los jóvenes realizan un diagnósticode la región en que viven y luego apren-den a elaborar un proyecto social que seráimplementado por ellos mismos a la con-clusión del curso–, el “Gremio en For-ma” –fomenta grupos de jóvenes de es-cuelas públicas a formar sus gremios paraque creen y fijen una forma de diálogo

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representativa y legítima con otros acto-res, para tratar cuestiones de represen-tación y legitimidad– y el “Polos de la Paz”–espacios públicos gestionados por la ju-ventud para la práctica deportiva y cul-tural en las comunidades de la periferiaurbana, para que la construcción y la re-vitalización de espacios sea acompañadade una política de ocupación y gestióncomunitaria juvenil.

El Programa de Empleabilidad Ju-venil del Centro de la Juventud de la Mu-nicipalidad de Rosario, Santa Fe, ofrecediferentes herramientas y estrategiaspara la búsqueda de empleo, rescatandoaptitudes, destrezas y potencialidades quepermitan a los jóvenes insertarse en elmundo laboral. Se organiza a través decursos de capacitación y relevamientospermanentes, a fin de detectar necesida-des de los jóvenes y posibles respuestasa las demandas. Se ofrecen, entre otros,jornadas de orientación laboral, cursos decomputación y de promotores recreati-vos, inglés, servicio de atención al clien-te, trabajo en equipo, comunicación inter-personal, liderazgo organizacional, mar-keting, ventas y micro emprendimientosproductivos.

Un programa similar es el de For-mación Laboral de Jóvenes de Montevi-deo, Uruguay, que luego de la aplicaciónde los cursos y los talleres realiza un se-guimiento con las empresas que los incor-poran, lo que permite una mejor reorien-tación en caso de que vuelvan a quedardesempleados.

También en Rosario se organizanEncuentros de Jóvenes con el objeto deofrecerles un espacio masivo de partici-pación con características alternativas,donde los mismos no sean meros espec-tadores, sino protagonistas de las activi-dades propuestas. Además, el Programade movilización y participación juvenil tie-ne como objetivo posibilitar el acercamien-to de jóvenes a diferentes lenguajes ex-presivos que les permitan canalizar sus ini-

ciativas a través de experiencias partici-pativas. Allí se llevan a cabo Talleres Ex-presivos y actividades barriales en temastales como derechos humanos, escritura,teatro, coordinación, cómic, promotoresbarriales, baile, zancos y malabares, rock,video, expresión corporal, radio y comuni-cación y match de improvisación.

En Ciudad Bolívar, Colombia, se lle-va a cabo el proyecto “Adscripcionesidentitarias y juventud artística”, cuyo ob-jetivo es analizar diferentes atribucionesque ilustran los procesos de cambio quese están llevando a cabo en el sur de Bo-gotá. Allí los jóvenes “muestran la revali-dación de antiguos esquemas de pensa-miento y de relación, que hacen necesarioel aprovechamiento y la creación de es-pacios de recreo y desarrollo juvenil, comolugares donde puedan desarrollar y afian-zar sus valores culturales y actividades,que incluyen la música, la televisión, laradio, la moda y la tecnología, entre otros”.También existen otras actividades afines,tales como la experiencia de dos talleresde arte que permitieron conformar la “Ju-ventud artística de Ciudad Bolívar”. Losjóvenes que participaron en ellos afirma-ron que el conocer y poder definir a otroshabitantes de su barrio les permitía teneruna actitud más tolerante y de respetohacia ellos, disminuyendo los niveles deestigmatización negativa.

El Programa “Educaçao para o Tra-balho de Senac”, San Pablo, Brasil, estádirigido a jóvenes económicamente des-favorecidos. La idea que orienta al pro-yecto es que ha habido un cambio desdeuna sociedad en la que imperaba la cultu-ra de la especialización y los trabajos frag-mentados bajo la relación de empleo enun modelo de producción industrial, a unaen la que se exigen nuevas calificaciones–muchas todavía no delineadas–, másorientada a los servicios. El programa in-tenta implementar una nueva concepciónde la educación, que considera más el sa-ber ser y el saber por qué hacer que el

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saber hacer. El fin que se persigue es queel joven sea capaz de establecer correla-ciones entre su perfil y las tendencias delmercado, identificando e interviniendo demodo de mejorar su calidad de vida y ladel colectivo, sea por medio del empleo odel trabajo autónomo, teniendo como prin-cipios la ética y la ciudadanía. Para eso setrabaja sobre contenidos tales como losimpactos de la tecnología en el mundo deltrabajo, el auto–desarrollo y la búsquedaautónoma de información, las caracterís-ticas de la empresa competitiva y la ges-tión de negocios, la educación para el con-sumo, la educación ambiental y los princi-pios de calidad, etc. Pero además, sobreel desarrollo de competencias tales comopresentación personal, actitud emprende-dora, herramientas esenciales de informá-tica o recepción y atención al cliente. Fi-nalmente, los jóvenes cumplen con unaexperiencia de trabajo en un ambiente or-ganizacional privado o público: empresas,organizaciones del tercer sector, escuelaso centros culturales.

El Proyecto “Mudando a Historia”es una iniciativa de la Fundación Abrinq,de San Pablo, Brasil. Tiene por objeto for-mar a jóvenes como mediadores de lectu-ra y multiplicadores del proyecto. Estudian-tes de escuelas públicas y privadas, jóve-nes participantes en organizaciones nogubernamentales y universitarios, se con-virtieron en mediadores de lectura con ni-ños que frecuentan guarderías, jardines,escuelas o instituciones de asistencia di-recta a la infancia en situación de riesgosocial. A diferencia de proyectos anterio-res de la misma institución, éste se ha com-pletado con el propósito de unir a jóvenesde contextos sociales y económicos dife-rentes para trabajar juntos y formarsecomo multiplicadores. Por esa razón, seha articulado con el Programa Bolsa Tra-balho de la Secretaría Municipal de De-sarrollo, Trabajo y Solidaridad que, entreotras actividades, capacita a jóvenes deentre 16 y 29 años. Así, quienes ya habían

sido formados como mediadores se trans-formaron en multiplicadores. Fueron res-ponsables de la capacitación de otros queaprendieron a planear su acción con gru-pos a los que pasaron a leerles una vezpor semana. La propuesta es justamenteincluir a niños y jóvenes en el mundo de lalectura a través de una acción cultural quepueda ocurrir en cualquier espacio social.Normalmente se concibe que es el adultoel que transmite el interés por los libros.Sin embargo, los resultados del programamuestran que no sólo jóvenes y niños pa-san a leer más, sino que también sus fa-milias y comunidades lo hacen, ya que losmediadores suelen llevar la lectura a suspadres, hermanos y vecinos y así comuni-can el placer de la lectura. Entre octubredel 2003 y mayo del 2004, 14.000 niñosfueron beneficiados por los jóvenes bol-sistas.

En el municipio de Rancagua, Chile,la Oficina Municipal de Infancia y Juven-tud creó un plan orientado a la juventud apartir de una consulta pública en la ciu-dad, de la que surgieron 6.300 opinionesque fueron ordenadas y agrupadas hastadefinir cinco líneas estratégicas: participa-ción, educación, salud, trabajo y recrea-ción. Rancagua se divide en siete secto-res y en cada uno se creó un Plan de De-sarrollo Juvenil. Todos los planes contie-nen iniciativas para cada una de las áreasy son producto de encuentros con gruposjuveniles, centros de alumnos, juntas devecinos, juventudes religiosas y demás ins-tituciones de la zona. En los encuentros,se hicieron diagnósticos y propuestas deacción. Las siguientes son algunas de losproyectos ejecutados durante los años2003 y 2004: se creó el Consejo Comunalde la Juventud con las instituciones quetrabajan con jóvenes, se llevó a cabo elOperativo Juvenil Solidario, se hicieroncharlas en las escuelas sobre la proble-mática juvenil y las políticas juveniles mu-nicipales, se difundió un boletín mensualde juventud, se implementó la Jovencard,

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se ejecutó el Plan de Mejoramiento delClima Escolar y la Feria Vocacional Itine-rante, se apoyó la Sección de Menores dela Cárcel de Rancagua, donde se hicierontalleres, se hizo un seguimiento de meno-res en conflicto con la ley en libertad, setrabajó en el programa Niños y Jóvenesde la Calle, se formaron Monitores en Pre-vención de Drogas y Monitores en Pre-vención de VIH, se hicieron talleres so-bre ambiente y sobre pareja y paternidad,se instrumentaron el programa Bolsa deTrabajo Juvenil y cursos de capacitaciónlaboral, se difundió la legislación laboralentre jóvenes que están iniciando su rollaboral, se hicieron talleres, encuentros yfestivales artísticos y deportivos, viajesculturales por la región y se llevó a caboel Día de la Juventud. Asimismo, se hizouna evaluación del conjunto de los progra-mas para valorar el grado de cumplimien-to de cada uno de ellos y para reorientarel trabajo.

El Programa Cardijn es una organi-zación no gubernamental uruguaya cuyafinalidad es contribuir a la búsqueda desoluciones a la desocupación, la subocu-pación y sus consecuencias sociales, me-diante la capacitación de la población máspobre para una real inserción laboral. Enlos departamentos de Tacuarembó y Ri-vera, el programa está orientado a jóve-nes y mujeres rurales, con lo que se hatransformado además en un programaefectivo contra el vaciamiento de la cam-paña. Los proyectos implementados du-rante el año 2004 fueron el de Capacita-ción en Tareas Forestales y de Capacita-ción en Horticultura, Arándanos y Hier-bas Medicinales, con 75 jóvenes de am-bos sexos, de entre 17 y 24 años de edad.Su metodología de trabajo incluye un im-portante estudio de mercado de la regióny el desarrollo de estrategias de articula-ción y cooperación con actores como laJunta Nacional de Empleo, una empresaforestadora, las Intendencias, la Universi-dad de la República (Facultad de Agrono-

mía y Escuela de Nutrición), el InstitutoNacional de Investigación Agropecuaria,una Asociación Empresarial y la Asocia-ción de Ingenieros Agrónomos, entre otros.Asimismo, otros estudiantes universitariosrealizan pasantías asistiendo a los benefi-ciarios en necesidades específicas, talescomo su atención de salud. Una dificultadque el programa está teniendo es la ines-tabilidad del empleo de los jóvenes capa-citados. De todos modos, a seis años decomenzar el programa en Tacuarembó, hanlogrado la inserción laboral de más de 150jóvenes rurales de hogares de escasosrecursos y desertores del sistema formalde educación, en empresas, en emprendi-mientos de autoempleo o emprendimien-tos asociativos. Se ha formado también unacooperativa con los jóvenes capacitados,que lleva adelante un emprendimiento co-lectivo y es cabeza de una red de comer-cialización de pequeñas empresas.

“Sou de Atitude” es un programabrasileño que tiene como objetivo gene-ral estimular la participación política deniños, adolescentes y jóvenes de todo elpaís, a partir de la formación de una rednacional para el monitoreo de políticaspúblicas del área. Sintéticamente, los ob-jetivos específicos que se persiguen sonpropiciar una comunidad virtual para quelos jóvenes accedan, produzcan y divul-guen información y promuevan transfor-maciones; promover la formación de losparticipantes para que sean capaces deemprender iniciativas orientadas a suspropios derechos; posibilitar la articula-ción entre niños, adolescentes y jóvenesde diferentes regiones para que conoz-can otras realidades y realicen accionesconjuntas; y contribuir al monitoreo de lasmetas a alcanzar en relación a la infan-cia y la adolescencia. El programa fun-ciona por medio del “Portal Sou de Atitu-de”, encuentros, eventos de movilización,materiales de promoción y la “Guia deAtitude”, que orienta el acompañamien-to de las políticas públicas. Los jóvenes

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participan de la red como facilitadores,fundadores o participantes. Los 15 faci-litadores participan en la gestión del pro-yecto; tienen la función de hacer opera-tivos los procesos de movilización, capa-citación, animación y articulación de lared y el pleno funcionamiento del portal,por medio de la promoción de accionessistemáticas, presenciales y virtuales. Sonidentificados principalmente entre egresa-dos de programas de formación desarro-llados por la Cipó, organización no guber-namental dedicada a la educación en tec-nologías de la comunicación. Los 135 fun-dadores son responsables por la Constitu-ción e implementación inicial de la red.Lideran el proceso de monitoreo en susestados, producen contenidos y participande las actividades del portal, movilizan aotros niños, adolescentes y jóvenes para

que también tomen parte en la iniciativa yrepresentan a la red en los Comités Te-máticos. Los fundadores de cada Estadoson identificados en grupos con reconoci-da actuación en lo social o comunitario.Cada equipo de fundadores recibe unaayuda mensual para cubrir los costos deldesarrollo de un proyecto de monitoreo ymovilización, previa negociación con loseducadores del proyecto y los demás in-tegrantes de la red. Los restantes partici-pantes son niños, adolescentes y jóvenesmovilizados por los fundadores, que parti-cipan de actividades presenciales y a dis-tancia, produciendo y recabando informa-ción sobre la realidad de la infancia y lajuventud en sus comunidades, analizandolas políticas públicas existentes, acompa-ñando su implementación y proponiendosugerencias para su mejoramiento.

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POLÍTICAS DE JUVENTUD EN EUROPA Y AMÉRICA LATINA 245

Políticas de juventuden Europa yAmérica Latina

CAPÍTULO IX

El presente capítulo complementa elanterior, reseñando algunas de las expe-riencias de políticas de juventud en otrospaíses que constituyen referentes interna-cionales en la materia. Se trata de un bre-ve recorrido en el que se brinda informa-ción y se abre la posibilidad para consul-tas de mayor profundidad. No todos losprogramas que se mencionan están vigen-tes: algunos han finalizado, pero todos fue-ron ejecutados a lo largo de los últimosaños, por eso pueden resultar de interéspara orientar el diseño de políticas de ju-ventud en la Provincia de Buenos Aires.

Los países sobre los que se ofreceinformación son Uruguay, Chile, Perú,México, Colombia, Alemania, Inglaterra,Portugal y España. Algunos cuentan conplanes o programas nacionales que enmar-can todas sus iniciativas en el tema. Ejem-plo de ello son el Plan de Acción en Ju-ventud 2004–2006 de Chile, el ProgramaNacional de Juventud 2002–2006 (Proju-ventud) de México, el Programa Presiden-cial Colombia Joven o el Plan de AcciónGlobal de Juventud de España. Además,también la Unión Europea cuenta con suPrograma Juventud, para jóvenes de en-tre 15 y 25 años de edad, aplicado en 31países. Al final del capítulo, se incluye unareseña del Proyecto Juventud del Institu-to Cidadania de Brasil.

En Uruguay, las políticas de juven-tud dependen principalmente del Institu-to Nacional de la Juventud, cuya páginaweb es www.inju.gub.uy. En Chile, tam-bién es el Instituto de la Juventud (IN-JUV) el organismo que dirige esta clasede programas, creado en 1991. Desde sus

inicios, el INJUV fue concebido comoun servicio público funcionalmente des-centralizado, dotado de personalidad ju-rídica y patrimonio propio que dependedel Ministerio de Planificación y Coope-ración. Su página web es www.injuv.cl.En Perú, el principal organismo guber-namental encargado de las políticas dejuventud es el Vice–ministerio de Ges-tión Pedagógica, dependiente del Minis-terio de Educación. Su página web eswww.minedu.gob.pe. El organismo gu-bernamental encargado de coordinar lapolítica de juventud en México es el Ins-tituto Mexicano de Juventud, cuya pági-na web es www.imjuventud.gob.mx. EnColombia, el “Programa PresidencialColombia Joven” fue creado por el Go-bierno Nacional por decreto en el año2000 como un proyecto adscrito al De-partamento Administrativo de la Presiden-cia de la República. Su principal funciónes la de elaborar e implementar la políti-ca nacional de juventud. Su página webes www.colombiajoven.gov.co.

En España, la obligación de los po-deres públicos de promoción juvenil estárecogida constitucionalmente. Para ello, laAdministración Central cuenta con unaestructura institucional establecida duran-te los años ochenta: el Consejo de Juven-tud de España, el Centro Nacional de In-formación y Documentación de la Juven-tud y el Instituto de la Juventud (INJU-VE), adscrito en 1996 al Ministerio de Tra-bajo y Asuntos Sociales. Como entre lasfunciones de este último se incluye la deintercambio nacional e internacional, sehan creado dos centros de información y

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formación: el Centro de Estudios de In-formación y Formación de Juventud (CE-FIJ) y el Centro Euro–Latinoamericano deJuventud (CEULAJ). Por su parte, lasComunidades Autónomas asumieron lascompetencias exclusivas en sus respecti-vos Estatutos, correspondiéndoles las po-testades legislativas, reglamentarias y eje-cutivas en tal materia. Recibidas las co-rrespondientes transferencias de personal,instalaciones y dotaciones económicas, losOrganismos de Juventud Autonómicoscomenzaron con la puesta en funciona-miento de los aparatos administrativos. Lapágina web del Injuve es www.mtas.es/injuve. En Gran Bretaña la política de ju-ventud es coordinada principalmente porel Ministerio de Juventud. La Secretaríade Estado de Juventud y Deportes, depen-diente del Consejo de Ministros es el or-ganismo gubernamental encargado de laspolíticas de juventud en Portugal. Su pági-na web es www.pcm.gov.pt. Por último,el organismo que nuclea la política de ju-ventud en la República Federal Alemanaes el Ministerio Federal de Familia, Ter-cera Edad, Mujer y Juventud, cuya pági-na web es www.bmfsfj.de.

Salud y conductas de riesgo

Entre las políticas de salud y saludsexual y reproductiva, el programa chile-no “Hacia una sexualidad responsable”tiene como principal propósito el de pro-mover un diálogo social y una reflexiónactiva respecto a la necesidad de facili-tar el desarrollo de una sexualidad sana,plena y reflexiva en las personas, las fa-milias y las comunidades. La formaciónen sexualidad es un proceso de perma-nente aprendizaje para la vida, unido alcrecimiento y desarrollo del ser humano.Es mucho más que entregar conocimien-tos de la biología y acerca de los elemen-tos que intervienen en el proceso repro-

ductivo de la especie. La multifactoriali-dad de este proceso impide remitirlo ex-clusivamente a la esfera familiar, a lasaulas o a los servicios de atención en sa-lud. Es en cada uno de esos ámbitos, yen las instancias de relación con la co-munidad, donde se encuentran y dialogantodos los actores de este proceso. Porello, la propuesta ha definido tres orien-taciones metodológicas: acciones educa-tivas, orientadas al apoyo de la forma-ción de actores educativos del sistemaescolar en temas tales como educaciónen sexualidad, prevención de violenciasexual e intrafamiliar, etc.; acciones co-munitarias y participación ciudadana, enrelación al desarrollo de competencias departicipación y gestión ciudadana, asícomo al ámbito de las comunicaciones yla difusión; y acciones de información,orientación y atención en el campo de lasalud sexual, relacionados al acceso dela comunidad a servicios de atención di-recta y acciones complementarias en elnivel comunitario de acercamiento a laspersonas, especialmente de los jóvenesa los establecimientos de salud.

También Perú cuenta con un Pro-grama Nacional de Educación Sexual quefavorece la formación integral de los edu-candos, los padres de familia y la comuni-dad, con énfasis en el desarrollo de actitu-des, valores y habilidades que permitan unavida sana, placentera y fortaleciendo latoma de decisiones responsables que evi-ten riesgos (VIH, enfermedades de trans-misión sexual, embarazo precoz y abusosexual).

El Instituto Portugués de la Juven-tud y la Fundación Glaxo Wellcome de lasCiencias de Salud promueven el concursonacional “Premio Formar en Salud”, conel objetivo de valorar proyectos de saluden pro de las comunidades juveniles. Lasáreas de intervención de los proyectos sonhepatitis, alcoholismo, tabaquismo, ano-rexia–bulimia y sexualidad juvenil. Y losdestinatarios del programa, las asociacio-

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nes de estudiantes de enseñanza superioro grupos informales de estudiantes de en-señanza superior.

Desde el programa chileno Café–diálogo se realizan una serie de encuen-tros con jóvenes para tratar temas de di-versa índole, tales como Derecho y victi-mización en los jóvenes de hoy, presenta-ción de resultados generales EncuestaNacional Urbana de Seguridad Ciudada-na, Significaciones acerca de la violenciay su relación con los sentidos asignados ala vida y la muerte en jóvenes de Santia-go, Significancia del voto voluntario u obli-gatorio para los jóvenes en el Chile de hoyy SIDA: angustia y prevención.

El Programa de Prevención del UsoIndebido de Drogas del Perú se orienta aldesarrollo y fortalecimiento de capacida-des, actitudes y valores para un estilo devida saludable no compatible con el con-sumo de drogas lícitas (alcohol y tabaco)e ilícitas, y a la orientación y consejería delos casos iniciados en dicho consumo. Tam-bién allí, el Proyecto Red de Líderes Ado-lescentes busca formar líderes que, inser-tados en la comunidad, puedan realizaracciones de prevención del consumo dedrogas, prevención de la paternidad ymaternidad temprana y prevención de laviolencia por intermedio de las estrategia“par entre pares”.

En Colombia, la Red de Formaciónde Educadores para la Prevención del UsoIndebido de Drogas forma a docentes enla prevención y en la conformación de unaestructura horizontal en forma de red, quepermite la atención de este fenómeno enel sector educativo. Los objetivos especí-ficos del proyecto se dirigen, en primertérmino, a desarrollar lineamientos paraprevenir, en el marco de las políticas deeducación y juventud, el consumo proble-mático de sustancias psicoactivas adicti-vas en la comunidad educativa, especial-mente entre los estudiantes. El proyectobusca formar y asesorar funcionarios desecretarías de educación, directivos do-

centes, profesores y líderes juveniles parala implementación de propuestas de pre-vención integral, con énfasis en el abusode sustancias. Se propone también produ-cir, reproducir y distribuir material educa-tivo de apoyo al trabajo en prevención in-tegral, así como desarrollar investigacio-nes que permitan mejorar la comprensióndel fenómeno del consumo de drogas y suprevención.

En España, se lleva a cabo el pro-grama Educación Vial, de formación demediadores de dicha materia destinado aasociaciones y entidades de carácter ju-venil.

En Perú, el Programa de Ecología,Medio Ambiente y Prevención de Desas-tres promueve una actitud de alerta antelos fenómenos naturales y tecnológicoscapaces de producir situaciones de riesgoy desastres, propiciando una cultura deprevención frente a los mismos.

Redes de información

El “Observatorio de Juventud” chile-no es un Centro de Información Integradade Juventud que tiene por objeto poner adisposición de la gestión institucional depolíticas públicas de juventud la informa-ción y el conocimiento necesarios para losrequerimientos que presenta la inclusiónsocial, la calidad de vida y la construcciónde ciudadanía juvenil. El programa haceposible la generación de información y co-nocimiento sobre la realidad juvenil, a tra-vés de estudios y publicaciones periódicas.Además, aporta información actualizada yperiódica sobre la calidad de la oferta insti-tucional dirigida a la población joven (nor-mativas, programas e instituciones) y ge-nera productos que permiten difundir lascaracterísticas de la realidad juvenil y susprincipales problemáticas.

El Programa Presidencial ColombiaJoven desarrolla el Sistema Nacional de

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Información sobre Juventud, que integrauna visión conjunta del Estado Colombia-no y de la sociedad, agrupando todos losproyectos y programas dirigidos priorita-riamente a los jóvenes. El sistema buscaproveer a organismos públicos, privados yde la sociedad en general, informacióncualificada y actual que propicia la com-prensión de las condiciones y las caracte-rísticas de la población juvenil y que orientela toma de decisiones respecto a las políti-cas dirigidas a ella. Es un esfuerzo per-manente cuyo contenido inicial es: infor-mación estadística, estado del arte sobreinvestigaciones hechas sobre juventuddesde 1985, oferta de servicios, progra-mas planes y proyectos para jóvenes, ensus ámbitos Nacional y Departamental, yestudios socio–jurídicos sobre juventud yprotección social en los temas de salud,empleo y pensiones.

El proyecto colombiano Red de In-formación Juvenil fue realizado en treslocalidades, utilizando tecnologías de in-formación y comunicación, a través delas cuales se vincularon jóvenes líderesde organizaciones juveniles, permitiendono sólo favorecer el crecimiento de laagrupación, sino posibilitar además la ge-neración de una verdadera red para elintercambio de información de índole ju-venil. Los servicios que presta son los si-guientes: cubrimiento noticioso de even-tos en la localidad, publicación de noti-cias de jóvenes y organizaciones que tra-bajen con jóvenes, taller de fortalecimien-to grupal para grupos juveniles y capaci-tación en nuevas tecnologías para todotipo de personas.

El Instituto de la Juventud de Es-paña desarrolla los Programas de Infor-mación, Red de Centros de InformaciónJuvenil, Cooperación Europea y Forma-ción de Informadores. Procura propiciary acercar a los jóvenes la información detodas aquellas cuestiones que les afec-tan e interesan. A tal fin, se ofrecen tam-bién las publicaciones “Guía de Informa-

ción Juvenil”, el “Directorio de Centrosde Información Juvenil”, la “Guía Joven”sobre derechos y obligaciones, sistemaeducativo español, servicios sociales, etc.,“España, Guía para Jóvenes Visitantes”,los servicios “Red de Centros de Infor-mación Juvenil” con organismos de ju-ventud de las comunidades autónomas,ayuntamientos, asociaciones juveniles,entidades prestadoras de servicios a lajuventud, universidades, centros de ense-ñanza y acuartelamientos, “CooperaciónEuropea en Información: ERYICA”, el“Formación de Informadores”, cursos di-rigidos a personal que desarrolla su tra-bajo en centros de información juvenil yasociaciones juveniles que vayan a crearservicios de información y el Eurodesk,un servicio que tiene por objetivo mejo-rar el conocimiento y la difusión de ac-ciones y programas europeos entre losjóvenes y los profesionales que trabajancon ellos.

El Servidor Alemán de la Juventudes un proyecto del Ministerio Federal deFamilia, Tercera Edad, Mujer y Juventud,la coordinadora de las Autoridades Supe-riores de Juventud de los Estados Federa-dos alemanes, la Asociación de Serviciosa la Juventud, el foro y la red de las aso-ciaciones, organizaciones e institucionesprivadas y públicas prestadoras de servi-cios a la juventud, y el Servicio Interna-cional de Intercambios y Estancias deExpertos en Materia de Juventud. El nú-cleo del Servidor de la Juventud lo consti-tuyen 15 temas sobre información juvenil:actividades en el campo del trabajo conjóvenes, trabajo, formación, Europa, finan-ciación y promoción, amistad, amor ysexualidad, ideas y conceptos, trabajo in-ternacional de juventud, intercambio inter-nacional de jóvenes, cultura juvenil, políti-ca de infancia y juventud, medios de co-municación, derechos, deportes, ambien-te y salud, vacaciones y viajes, vivienda yvías al extranjero. Además, se ofrecenotras fuentes de información para jóve-

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nes, una bolsa de trabajo, una agenda deactividades juveniles e información sobrela política juvenil en los estados federa-dos, entre otros.

También Uruguay viene desarrollan-do una propuesta en este sentido, los Cen-tros de Acceso a la Sociedad de la Infor-mación (CASI), con el objetivo de reducirla brecha digital existente entre los jóve-nes, con la premisa de la descentraliza-ción y buscando igualar oportunidades. ElInstituto Nacional de la Juventud y la Ad-ministración Nacional de Telecomunica-ciones han llevado a cabo la apertura devarios centros con conexión permanentea la Internet, donde los jóvenes puedenconectarse al mundo de una forma total-mente gratuita.

Apoyo a iniciativas juveniles

El gobierno de Chile dispone delFondo Concursable de apoyo a las inicia-tivas juveniles, orientado a asistir iniciati-vas en temas de cultura, identidad y soli-daridad juvenil. Son sus destinatarios lasorganizaciones juveniles formalizadas y losjóvenes de ambos sexos de entre 15 y 29años de edad. También Perú cuenta conel Programa de Promoción de Juventudesque promueve la asociación y la partici-pación de jóvenes, para el desarrollo deactividades de educación no formal en te-mas como ciudadanía, identidad cultural,convivencia democrática y proyecto devida.

Desde el Proyecto Banco de Pro-yectos de Juventud de Colombia, y con elobjetivo de promover experiencias de tra-bajo directo en torno a los temas de parti-cipación, redes de trabajo entre organiza-ciones y fomento de políticas de juventud,se convocó a la presentación de proyec-tos para que se articularan técnica y fi-nancieramente a través del proyecto Fo-mento a la Política de Juventud. Esta ini-

ciativa tuvo la intención de abrir espaciosde participación a organizaciones y jóve-nes que con creatividad y organización handesarrollado proyectos innovadores y deimpacto social en sus comunidades. Estosproyectos abren paso al diseño de un Ban-co de Pequeños Proyectos dirigido a in-cluir a los jóvenes como actores estraté-gicos de desarrollo.

En España, el apoyo al Asociacio-nismo Juvenil se brinda a través de dostipos de ayuda. Las subvenciones y ayu-das y el apoyo técnico. Las primeras pue-den ser solicitadas por las asociacionesjuveniles para equipamiento y para la rea-lización de actividades en los diferentesniveles de la administración. Además, de-pendiendo del tipo de proyecto a desarro-llar, también pueden solicitar ayuda a aque-llos organismos vinculados al contenido delproyecto. Y por otro lado, el apoyo técni-co, brindado por el Instituto de la Juven-tud, contribuye económicamente al esfuer-zo de las entidades para realizar determi-nadas actividades y programas pilotos. Lasprincipales líneas de apoyo son: revistas ypublicaciones periódicas de las asociacio-nes juveniles mediante inserción publici-taria, programas de carácter extraordina-rio y programas–piloto de las asociacio-nes juveniles que no han podido ser aten-didos con cargo a las subvenciones ordi-narias, y participación de las asociacionesjuveniles en organismos y actividades in-ternacionales de interés.

En Portugal, el asociativismo juveniles promovido por el Programa de Apoyoal Asociativismo Juvenil y por el Progra-ma Iniciativa. El primero apoya a las insti-tuciones inscriptas en el Registro Nacio-nal de Asociaciones Juveniles en las áreasde infraestructura, equipamiento, recursoshumanos, actividades, relaciones interna-cionales, funcionamiento, publicaciones,formación, documentación, información yasesoría jurídica. El Programa Iniciativadefine los apoyos a prestar a los gruposinformales de jóvenes o entidades sin fi-

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nes lucrativos que no se encuentran ins-criptos en el Registro Nacional y quierenpromover actividades para jóvenes queapunten a objetivos de interés social rele-vante. Al asociativismo está conectada laidea de proyecto colectivo, de transforma-ción de un programa de contenidos en unprograma de capacidades, de movilizaciónde recursos materiales y humanos, de re-parto de experiencias.

Asistencia técnica

Chile cuenta con el Programa deAsistencia técnica en juventud a entida-des públicas y privadas, cuyo objetivo esmejorar los mecanismos de intervencióna través de capacitaciones a esas institu-ciones. De la misma manera, se colaboracon los esfuerzos de planificación regio-nal en juventud, materializados a través deplanes locales y regionales. También elprograma Interjoven que desarrollan elINJUV y la Agencia de Cooperación Téc-nica Alemana (GTZ) es de asistencia téc-nica, así como de fomento de organiza-ciones que trabajan en zonas desfavore-cidas. Desde el proyecto se trabaja coninstituciones estatales, oficinas municipa-les de juventud, organizaciones no guber-namentales, fundaciones y consultorasprivadas.

También en Chile, el Programa Pla-taforma de servicios integrales para jóve-nes apunta a entender al joven de maneraintegral, con demandas y requerimientosdiversos, desde la lógica de un serviciointegrado de información y orientación di-recta que recoge la experiencia y la visi-bilidad de iniciativas anteriores, como losprogramas Centros de Información y Di-fusión Juvenil y las Oficinas de AsistenciaJuvenil. El diseño y la implementación delos Servicios Integrales para Jóvenes res-ponde al sentido estratégico de ofrecer unabanico de posibilidades de productos, ser-

vicios y actividades, desde las sedes re-gionales del INJUV y otros espacios físi-cos, lo suficientemente amplias como parallegar a la mayor cantidad de jóvenes. Elprograma ofrece los siguientes servicios:Área de Conectividad Digital, de accesogratuito a equipamiento computacional,servicio gratuito de navegación por Inter-net, capacitación en uso de nuevas tecno-logías (alfabetización digital); Área Infor-mación y Orientación, sobre derechos ju-veniles, desarrollo organizacional (asocia-cionismo), fomento del voluntariado y di-fusión de oferta pública, alternativas labo-rales y académicas, temas de género;Área de Extensión, con cursos, talleres,charlas, exposiciones, actividades depor-tivas, uso de espacios públicos, ciclos decine y talleres de diseño de páginas web.La Plataforma de Servicios Integralespara Jóvenes se encuentra disponible entodas las Direcciones Regionales a lo lar-go del país.

En Colombia, el Proyecto ServiciosIntegrados impulsa propuestas innovado-ras, elaboradas por los municipios paraofrecer servicios hacia y con los jóvenesde forma integrada en el nivel local. Estosservicios se basan, a su vez, en una visiónintegral de la juventud que permite alcan-zar un mayor impacto en el mejoramientode las condiciones de vida. El proyectoestá orientado a experimentar modelos dearticulación de los servicios locales de sa-lud, educación y formación para el trabajoy la productividad, con el fin de ofrecermás y mejores oportunidades para hom-bres y mujeres jóvenes de entre 10 y 25años de los sectores menos favorecidos.

El Programa Servicios de Conexiónbritánico es un servicio para ayudar a jó-venes de entre 13 y 19 años en temas quepueden afectar su desarrollo en la escue-la, la universidad, el trabajo o en su vidapersonal y familiar. Brindan consejos so-bre alcoholismo, drogas, problemas sexua-les y otros temas de interés juvenil. Unode los pilares que sostiene esta estrategia

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es brindar el acceso al mayor nivel de edu-cación y de entrenamiento, dándoles lamejor ayuda posible para la transición dela adolescencia a la edad adulta. Todaslas áreas de Inglaterra tienen un serviciode conexión y los consejeros personalesde este servicio pueden encontrarse en laescuela, la universidad o en su centro lo-cal de las conexiones. El papel de “conse-jero personal” es considerado como un ejecentral en la estrategia propuesta por lasconexiones.

Los Talleres de Orientación Voca-cional del Instituto Nacional de la Juven-tud del Uruguay están pensados para jó-venes de entre 15 y 22 años, que al en-frentar la situación de elegir un rol ocupa-cional (carrera u oficio), aún no tienendecidida su opción o manejan varias alter-nativas. Se trabaja durante cuatro reunio-nes con una frecuencia semanal de unahora y media de duración. En el mismosentido, el Instituto ofrece los Talleres deOrientación Ocupacional, cuyos objetivosson favorecer la valoración del trabajocomo medio de integración a la sociedady ampliar las posibilidades personales yformativas de la población joven para in-sertarse en el mundo del trabajo. Para ello,se ofrece asistencia en la identificación deintereses personales y conocimiento de lasarticulaciones posibles con ocupaciones yroles ocupacionales, ampliación del cono-cimiento e información sobre las caracte-rísticas del mercado laboral, los derechosy obligaciones del trabajador, confecciónde Currículum Vitae y carta de presenta-ción, y elementos a tener en cuenta en laentrevista de selección, comportamientoso actitudes apropiados para un desempe-ño adecuado en el puesto de trabajo (in-tercambio de experiencias y aprendizajes)y estrategias activas en la búsqueda labo-ral. Por último, puede mencionarse el pro-yecto de talleres de orientación social ylaboral del Ministerio de Educación y Cul-tura, con el nombre de Centros de Capa-citación y Producción, y una parte del pro-

grama de Seguridad Ciudadana del Minis-terio del Interior, cuyo objetivo es contri-buir a la integración social de los jóvenesde familias que se encuentran en situa-ción de riesgo, procurando que elaborensus propias estrategias de inserción socialy laboral.

Como parte del Interjoven, en Chi-le, funciona el Proyecto Fortalecimientode Familias Jóvenes. Esta iniciativa, quecomenzó a ejecutarse en el año 2003, tie-ne por objetivo apoyar el proceso de cons-trucción de identidad y proyecto de vidapersonal (apoyo psicosocial) y familiar(Fondo de Iniciativas Familiares) de jóve-nes que constituyen nuevos grupos fami-liares. El grupo meta son jóvenes de 15 a24 años que viven en situación de extre-ma pobreza. El proyecto se ejecuta encoordinación con las unidades de apoyodel Programa Puente del FOSIS Regionalrespectivo y de los Municipios.

Trabajo y capacitación

El componente Estrategias Labora-les del programa Interjoven de Chile tienepor objetivo mejorar los niveles de em-pleabilidad de jóvenes de sectores popu-lares con edades comprendidas entre los18 y los 24 años. Más del 60% de los jó-venes asistidos ha dejado de ser cesante.Como actividades de coordinación reali-zadas se destaca el Seminario “Empleabi-lidad Juvenil, Políticas Públicas y Merca-do Laboral” que tuvo como objetivo de-batir respecto de la utilidad del conceptode empleabilidad juvenil en Chile, las polí-ticas públicas existentes al respecto y losnuevos esfuerzos por mejorarla en el con-texto del mercado laboral actual.

También en Chile, el Fondo Nacio-nal de Capacitación, constituido con re-cursos públicos, tiene por objeto incremen-tar la calidad y cobertura de los progra-mas de capacitación, con el fin de contri-

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buir al incremento de la productividad y lacompetitividad de las empresas y de laeconomía en general. Su población objeti-vo son los sectores sociales de escasosrecursos y con problemas de inserción la-boral, a quienes se les mejora sus compe-tencias laborales y se les facilita el acce-so a un empleo o actividad de carácterproductivo. El objetivo se materializa a tra-vés de diferentes programas: planes deaprendizaje, a través de los cuales losempleadores que contraten aprendices sonbeneficiados por el Fondo con una bonifi-cación mensual de un 40% de un ingresomínimo mensual por aprendiz durante losprimeros 12 meses y un adicional poraprendiz, por una sola vez, destinada a fi-nanciar los costos de la enseñanza rela-cionada, que es el conjunto de actividadesejecutadas principalmente fuera del pues-to de trabajo; formación en oficios parajóvenes de escasos recursos, consistenteen formación para el trabajo, capacitaciónen oficios y experiencia laboral para jóve-nes pertenecientes a familias de bajos in-gresos que enfrentan dificultades de inte-gración económica y social; programanacional de becas, cuyo objetivo es con-tribuir a mejorar la empleabilidad de laspersonas cesantes, de quienes buscan tra-bajo por primera vez y de trabajadoresdependientes e independientes de bajacalificación laboral. Los cursos que seimparten a través de este programa sonde una amplia diversidad en temas y áreas.

En Perú, el Programa de Capacita-ción Laboral Juvenil ProJoven desarrollaproyectos de apoyo para mejorar las con-diciones de empleabilidad de los jóvenes.Para su ejecución, entidades de capacita-ción de diferente tipo, como centros deeducación ocupacional, organizaciones nogubernamentales, centros de formaciónsectorial, universidades o institutos supe-riores tecnológicos, ofrecen una capaci-tación laboral para jóvenes. Una vez defi-nidos los cursos que brindan éstas, el pro-grama selecciona beneficiarios de entre

16 y 24 años de edad que cumplan con elperfil requerido. Culminados los tres me-ses de entrenamiento en los centros deformación, se complementa la capacita-ción con otros tres meses de entrenamientoen una empresa, donde el joven aplica loaprendido e inicia, en muchos casos, laconstrucción de sus redes sociales y labo-rales. Finalmente, también las empresastienen la oportunidad de disponer de manode obra entrenada previamente. Puedencanalizar, a través del programa, el diseñode cursos preparados para atender lasnecesidades específicas de personal de suempresa. La relación entre el joven y laempresa se formaliza mediante un Con-venio de Formación Laboral Juvenil o porotras modalidades que no generan vínculolaboral.

Los Encuentros de ProductividadJuvenil que organiza el Gobierno de Co-lombia tienen por finalidad contribuir alfortalecimiento de la cultura empresarialentre los jóvenes. Están diseñados paraque jóvenes emprendedores de entre 14 y35 años participen en eventos que les per-mitan informarse sobre las oportunidadespara formar, consolidar o expandir sus ini-ciativas empresariales y que al mismotiempo les brinden un espacio para comer-cializar sus bienes y servicios. Puedenparticipar los que tienen la iniciativa decrear su propia empresa, deseos de con-solidar su idea o proyecto o requieranorientación, asesoría e información. Deigual forma, pueden hacerlo los jóvenescon empresas en funcionamiento que tie-nen necesidad de ampliación, fortalecimien-to y asesoría respecto a financiación e in-formación sobre innovación y desarrolloempresarial, o que están interesados enconocer sobre el ingreso a mercados in-ternacionales y comercialización directa desus productos y servicios.

También en Colombia funciona elPrograma Joven Bachiller Empresario, quetiene como objetivo generar y proponer laadopción de una política de Estado orien-

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tada a estimular la creación de empresasproductivas entre los jóvenes bachilleres,para lo cual se pretende impulsar su ca-pacitación y fortalecer una cultura empre-sarial a partir de tecnologías limpias. A tra-vés de este programa se busca evitar quelos jóvenes se deterioren social y moral-mente al no poder ingresar a centros deeducación superior y tecnológicos, asícomo disminuir las altas tasas de desem-pleo que se registran en el país, y en par-ticular entre la juventud. El programa ela-bora, con los propios jóvenes, proyectosempresariales productivos y de serviciosque sean rentables económica y socialmen-te, dentro de una visión de impulso a lacultura empresarial asociativa, para esti-mular el desarrollo socioeconómico de laslocalidades y las regiones.

El programa colombiano de Capaci-tación Laboral para Jóvenes es un com-ponente del Programa de Generación deEmpleo Urbano que viene ejecutando laRed de Solidaridad Social a través delServicio Nacional de Aprendizaje(SENA). El objetivo general es el de ha-bilitar laboralmente a jóvenes de entre 17y 25 años que se encuentren desemplea-dos y no hayan terminado la educaciónmedia, impartiendo formación a nivel demano de obra semi–calificada en ocupa-ciones para las que exista evidencia dedemanda por parte de los sectores pro-ductivos.

En España, el programa JóvenesEmprendedores tiene la finalidad de fo-mentar la iniciativa empresarial, convocan-do anualmente al Concurso de ProyectosEmpresariales de Jóvenes. Se entregandos premios a la iniciativa empresarial jo-ven y 28 a jóvenes emprendedores. Lospremiados participan en un curso de for-mación en materia de gestión empresa-rial, impartido por la Escuela de Organi-zación Industrial, y disponen de asesora-miento de expertos durante un año.

También en España, el INJUVEdesarrolla el proyecto Asesoramiento a

Jóvenes Empresarios, a través de un con-venio con la Asociación Senior Españolespara la Cooperación Técnica (SECOT),profesionales ya jubilados con probadaexperiencia en cargos de responsabilidady puestos directivos en empresas que brin-dan asesoría a jóvenes menores de 35 añospara la iniciación de la actividad empresa-rial y el desarrollo de la misma.

Entre otras iniciativas patrocinadaspor el INJUVE de España, se destaca lade Orientación Laboral. Se trata de un cen-tro de orientación para el empleo e inser-ción laboral y de contacto con empresas,dirigido a los demandantes de empleomenores de 30 años de la Comunidad deMadrid. En el futuro, esta experiencia pi-loto se implantará en otras ComunidadesAutónomas.

Las Escuelas Taller y las Casas deOficio son parte del Programa del Institu-to de Empleo español. Se trata de centrosde trabajo y formación en los que jóvenesdesempleados reciben formación profesio-nal y ocupacional en alternancia con lapráctica profesional (trabajo en obra real),con el fin de que a su término estén capa-citados para el desempeño adecuado deloficio aprendido y sea más fácil su acce-so al mundo del trabajo. El requisito paraparticipar en ellas es tener entre 16 y 25años y estar inscripto como desempleado.Los jóvenes reciben allí formación profe-sional en una especialidad, práctica y ex-periencia profesional en lo que se forman,formación general para alcanzar los nive-les de educación obligatoria, en su caso,información sobre técnicas de búsquedade empleo y orientación laboral, formaciónsobre autoempleo y creación de peque-ñas empresas, formación en prevenciónde riesgos laborales y un módulo sobre al-fabetización informática. La duración deestas modalidades es de entre uno y dosaños y ambas constan de dos etapas: laprimera de formación profesional y la se-gunda de contrato de trabajo para la for-mación con la entidad promotora, por el

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que reciben un 75% del salario mínimointerprofesional vigente cada año, realizanun trabajo de utilidad pública y social ycontinúan con el proceso formativo inicia-do en la primera parte. Los Servicios Pú-blicos de Empleo llevan a cabo y desarro-llan el programa con la colaboración deinstituciones públicas o privadas sin áni-mo de lucro, que se denominan “entida-des promotoras”. Estas pueden ser entespúblicos de la Administración General delEstado y de las Comunidades Autónomas,entidades con competencias en materia depromoción de empleo, dependientes o asi-miladas a entidades locales, consorcios oasociaciones, fundaciones y otras entida-des sin fines de lucro.

El proyecto británico New Deal(Nuevo Trato), de formación e inserciónprofesional, pretende impulsar procesospor los que los jóvenes desocupados delarga duración pasen de los subsidios alempleo. La iniciativa, que apunta a los jó-venes de entre 18 y 24 años, proporcionacuatro opciones: a) trabajar con un em-pleador a quien se le otorga un subsidiodurante seis meses y ayuda con los cos-tos del entrenamiento para el joven em-pleado; b) seis meses de trabajo y entre-namiento en el sector voluntario; c) seismeses trabajando y entrenando en el des-tacamento de fuerza ambiental; d) entre-namiento y educación a tiempo completo,permitiendo que la gente joven estudiehacia una calificación reconocida de has-ta un año.

Una de las medidas del Programa deEstímulo a la Oferta de Empleo portuguéses el de las Iniciativas Locales de Empleo(ILE). Tienen como objetivo estimular yfacilitar el acceso al trabajo a aquellos queencuentran mayores dificultades de inser-ción socio–profesional: jóvenes en busca desu primer empleo, desempleados de largaduración, personas con discapacidades ybeneficiarios del ingreso mínimo garantiza-do. Se consideran ILE todos los proyectosque promueven la creación de nuevas enti-

dades, independientemente de la respecti-va forma jurídica, y que generen puestosde trabajo, contribuyendo al desarrollo dela economías locales. Las áreas de activi-dad que incluyen son el comercio y repara-ción de bienes personales y domésticos,restaurantes y cantinas, actividades infor-máticas, recreativas, culturales, deportivasy otras de servicios o de acción social, laproducción y comercialización de bienes enel área de artes y oficios, la conservación ydivulgación del patrimonio ambiental, pai-sajístico y cultural, e industria de vestuario.Los proyectos deben ser económica y fi-nancieramente viables, la mitad de susmiembros tienen que encontrarse en situa-ción de desempleo o a la busca del primerempleo, los grupos no pueden tener másque 20 trabajadores y los empleos que ge-neren deben ser ocupados por desemplea-dos y jóvenes en busca de su primer em-pleo.

Otro programa portugués es el deIntegración de los Jóvenes a la Vida Acti-va, diseñado para garantizar a cada jovenuna orientación escolar y profesional conbase en información actualizada y apoyopersonalizado en el momento clave deopción, que es en el 9º año de escolaridad,o en el 12º año y al final de la licenciatura.Asimismo, procura certificar una califica-ción profesional a todos los jóvenes antesde su entrada al mercado de laboral. LasUnidades de Inserción a la Vida Activason polos de información (existen alrede-dor de 230 en todo el país) que se encuen-tran alojados en establecimientos de en-señanza tales como escuelas, centros deformación profesional, asociaciones denaturaleza socio–profesional, asociacionesempresariales u otras entidades sin fineslucrativos, como centros juveniles. Pres-tan apoyo en información escolar y profe-sional, adquisición de técnicas de buscade empleo, divulgación de ofertas de em-pleo y formación, integración en prácticasprofesionales y colocación y acompaña-miento en la inserción.

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Asimismo, el Sistema de Aprendizajeportugués tiene como objetivo permitir alos jóvenes que han superado la edad dela enseñanza obligatoria una formaciónpolivalente que les confiera una califica-ción profesional y posibilite obtener el cer-tificado escolar. Los cursos de aprendiza-je configuran un proceso formativo inte-grado con componentes de formación so-cio–cultural, científico–tecnológica y prác-tica, en consonancia con las áreas de ac-tividad contempladas en los niveles decalificación profesional. Se caracterizanpor la alternancia de formación teórica yde formación práctica. Esta última es obli-gatoria en situación de trabajo, debe serdistribuida en forma progresiva a lo largode todo el proceso formativo y no puedeexceder el 50% del tiempo total de for-mación.

El programa uruguayo Pro Joven esuna iniciativa cuya finalidad es apoyar alos jóvenes de los sectores de menoresingresos para que puedan mejorar sus po-sibilidades y oportunidades de inserciónlaboral mediante procesos de formaciónlaboral, efectivamente articulados con lasdemandas de recursos humanos detecta-das en el mercado de trabajo. El progra-ma se dirige a jóvenes de ambos sexos,de entre 17 y 24 años de edad, provenien-tes de hogares de bajos ingresos que nohan completado su educación formal, condificultades para insertarse en el mercadode trabajo y con limitada o nula experien-cia laboral. Se da prioridad a jóvenes queson jefes de familia o tienen menores a sucargo, y se busca una participación equi-tativa por sexo y lugar de residencia. Elprograma prevé la realización de seis ti-pos de módulos, cuya combinación posibi-lita la presentación de tres tipos básicosde cursos. Los módulos son los siguien-tes: taller de formación laboral (compo-nente de capacidades transversales inte-grado por comunicación, atención al clientee informática y otras específicas), tallerde orientación ocupacional y vocacional,

capacitación específica en una o múltiplesáreas, aprendizaje en la empresa, capaci-tación complementaria e inserción laboralapoyada. Complementariamente, se desa-rrolla un componente dirigido a jóvenes conseguro de desempleo.

El programa uruguayo de AtenciónPreventiva y Formativa para Niños y Jó-venes de ambos sexos en riesgo social,dependiente del Instituto de PromociónEconómico Social, ofrece espacios de ca-pacitación, formación y recreación enámbitos barriales. En todos los casos in-cluye un complemento alimenticio diario(desayuno o merienda) y almuerzo o cenaen forma semanal. Para los jóvenes, ofre-ce además capacitación para la primerainserción laboral con seguimiento educa-tivo. En algunos casos, las capacitacionesse desarrollan bajo la modalidad de activi-dades curriculares no formales y perma-nentes, que incluyen talleres orientados alapoyo escolar y secundario, electricidad,peluquería, jardinería, expresión plástica,educación física, huerta orgánica, teatro,etc. En otros, la formación específica vin-culada al área laboral facilita la inserciónen el mercado de trabajo, bajo la modali-dad de pasantías, becas y contratos deaprendizaje con seguimiento educativo.

El Programa alemán Capital Localpara fines sociales funciona a través deincentivos de no más de 10.000 euros, quepromueve y respalda iniciativas de orga-nizaciones locales. Los proyectos que seasisten son de tres tipos: a) respaldo deacciones particulares para la promociónde la integración a través del trabajo; eneste tipo se incluyen la capacitación pormedio de proyectos como el mejoramien-to del entorno del lugar de residencia, laprestación de servicios a la comunidad, enel ámbito de la cultura local, del turismo,el saneamiento o cuidado del ambiente,proyectos de integración para grupos es-pecíficos con dificultades de integración,medidas contra la deserción escolar, omedidas especiales para la promoción de

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la tolerancia y la democracia; b) respaldoa organizaciones y redes abocados al tra-bajo con personas con dificultades de in-tegración en el mercado laboral; bajo estetipo se incluyen, por ejemplo, apoyo a lasactividades de asociaciones locales, a laconstitución y consolidación de redes lo-cales, a la profesionalización de organiza-ciones, promoción de la asociación de des-ocupados de larga data, apoyo a la forma-ción empresarial para pequeñas iniciativaslocales, etc.; c) respaldo a la constituciónde emprendimientos sociales, incluyendoprincipalmente el asesoramiento en la pro-pia constitución de los emprendimientos.Además, se privilegian especialmenteaquellos proyectos que se dedican a la in-tegración de inmigrantes al mercado detrabajo, la lucha contra la xenofobia y elracismo, el apoyo a jóvenes con dificulta-des de integración, la promoción del tra-bajo voluntario, las mujeres y trabajado-res de mayor edad.

Entre los proyectos locales que for-man parte de este programa puede men-cionarse el de Schleswig–Holstein, “Inten-sificación de la unión vecinal y moviliza-ción de las iniciativas personales”. El mis-mo tiene por objeto generar y promoveruna red para el intercambio de serviciosgratuitos, y en particular la difusión de ofer-tas y pedidos de pequeños trabajos a des-ocupados de larga data, los que a travésde estas actividades son llevados nueva-mente al primer mercado laboral. En loscasos en que las personas no disponen delos conocimientos requeridos para el puestode trabajo, los compañeros que cooperancon ellos se los proporcionan a través decursos, seminarios, etc. Asimismo, dospersonas desocupadas están encargadasde la oficina de coordinación y organiza-ción de la red.

También puede mencionarse el pro-yecto Servicio de Mudanzas que se llevaa cabo en Berlín con jóvenes que no hanterminado sus estudios primarios. Su ob-jetivo es la creación de un servicio que

incluye el levantamiento de viviendas y elservicio de limpieza de los desechos delas mudanzas, que se complementa con elasesoramiento, el apoyo e la intervenciónen las necesidades de los jóvenes, porejemplo: entrevistas, solicitudes de empleo,formación para trabajos específicos. Elproyecto debe dar a los jóvenes una pers-pectiva a mediano plazo y otorgarles laoportunidad de poder ser activos en lamodificación de su propia situación. Paraeso adquieren conocimientos calificadosen los ámbitos de la contabilidad, la plani-ficación del tiempo, el cálculo y la organi-zación, reintegrándose a la vida laboral,para así tener la oportunidad de seguir tra-bajando en ese ámbito autónomamente. Elintercambio de información acerca deldesarrollo del proyecto se da en formagrupal. Los jóvenes toman parte de lasdecisiones y adquieren con el tiempo res-ponsabilidades sobre determinados temas.

También puede mencionarse el pro-yecto de Servicio de compra y ayuda quelleva a cabo la Sociedad de Fomento de laIntegración Social y Laboral en Baviera.Su objetivo es la creación de una empresade servicios de bajo costo. La tarea de laempresa es la asistencia a pobladores ne-cesitados a través de la ayuda con suscompras, en el trabajo de la casa y el jar-dín, pequeñas reparaciones, etc. Así selogra un mejoramiento de la disposición ala iniciativa personal y, por otro lado, laasistencia de un servicio de confianza ac-cesible para personas mayores con esca-sos ingresos.

Por último, puede mencionarse elproyecto Taller de bicicletas, que lleva acabo un Club de Baja Sajonia con jóvenesmenores de 25 años. Andar en bicicletasuele ser para las personas más pobres elúnico camino para movilizarse de maneraflexible y en poco tiempo por una ciudad.Las personas de los barrios más pobressuelen tener un comportamiento muy es-pecial hacia la bicicleta: sencillamente larechazan porque no se ajusta a la idea de

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lo que provoca estatus, no la utilizan por-que les faltan los conocimientos de manode obra necesarios, o simplemente no hanaprendido aún a andar en bicicleta. Es poresa razón que muchas veces sus limita-das capacidades para movilizarse les im-piden llevar a cabo ocupaciones en luga-res de la ciudad lejanos o en comunas cer-canas. Aquí participa el proyecto en for-ma pragmática, otorgando conocimientosy capacitación básica acerca de la movili-zación y el mantenimiento y cuidado delas bicicletas. Se esperan efectos de si-nergia en la integración al trabajo a partirde la ampliación de la movilidad de losvecinos. El proyecto apunta a jóvenes conproblemas sociales, marginados, migran-tes, desocupados de larga data, padres omadres solos. La variedad de receptoresse explica desde el amplio espectro depoblación de los barrios. A través del inte-ractuar comunitario de todos los gruposparticipantes se intentan fomentar califi-caciones básicas como conducta laboralconstructiva, confiabilidad e integración aun equipo laboral, así como la competen-cia personal y profesional de cada joven.En proyectos especiales dentro del pro-yecto se otorgan conocimientos comple-mentarios de soldadura o remaches, concertificado de capacitación.

Cultura y tolerancia

El Programa de Promoción Culturalespañol tiene como objetivo favorecer lacontinuidad del desarrollo creativo y pro-fesional de la juventud, y ofrecer a los jó-venes el disfrute de la cultura y la difusiónde sus valores. Se articula en torno a lassiguientes actividades: muestras artísticas,música (los ayuntamientos organizan ta-lleres y el INJUVE organiza conciertosen diferentes ciudades, en los cuales tra-tan de facilitar el acceso de los jóvenesmúsicos al mercado profesional), concur-

so de artes escénicas, actividades de com-posición musical, cursos de imagen y so-nido, cursos de informática, cursos de idio-mas, el certamen “Jóvenes Investigado-res” y el programa “Ocio y tiempo libre”,que ofrece viajes, campamentos, sende-rismo y excursiones.

En Portugal, el programa Bolsas Jó-venes Creadores promueve el desarrollocultural, destinado a jóvenes de edad nosuperior a 30 años que hayan ya presen-tado públicamente un trabajo en el áreaen que concursan. Se incentivan los pro-yectos que traduzcan de algún modo ladoble dimensión “Tradición–Innovación”de la cultura portuguesa. Las áreas deconcurso son literatura, artes visuales, vi-deo, artes plásticas, música y artes delespectáculo: danza y teatro.

El Programa de Cultura de Paz, De-rechos Humanos y Prevención de la Vio-lencia del Perú promueve y desarrolla ha-bilidades, actitudes y valores, enfatizandoen el conocimiento y la defensa de los de-rechos humanos y fomentando las relacio-nes en un contexto de tolerancia y respeto.

En Colombia, el “Golombiao, el jue-go de la paz”, es una metodología que bus-ca, mediante el fútbol, fomentar entre losjóvenes el aprendizaje de mecanismos yprincipios de convivencia, conciliación eintegración de géneros a través del juego.Adicionalmente, promueve la recuperacióny la apropiación de espacios públicos yacerca los servicios del Estado a los jóve-nes. No requiere de estructuras costosasy permite la recuperación de valores fun-damentales para la sociedad, como el jue-go limpio, el trabajo en equipo, la victoriacon humildad, la derrota con dignidad, elrespeto a las reglas del juego, la toleran-cia, la paciencia, la persistencia y el diálo-go, entre otros.

El programa portugués “Todos Di-ferentes, Todos Iguales” busca fomentarlos valores de paz y de tolerancia, apo-yando proyectos que promuevan la inte-gración de jóvenes provenientes de comu-

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nidades inmigrantes y de minorías étnicas,con iniciativas que fomenten la multicul-turalidad y la interrelación sociocultural en-tre las comunidades.

En Alemania, funciona el programa“Jóvenes para la tolerancia y la democra-cia, contra el extremismo de derecha, laxenofobia y el antisemitismo”. El gobier-no se propone con él fortalecer el com-portamiento democrático y el compromi-so civil, en particular entre los jóvenes, yfomentar la tolerancia y la apertura almundo. El programa está compuesto portres partes. En primer lugar, se promue-ven proyectos que contribuyen a la cons-trucción de la comprensión mutua, asícomo al aprendizaje y al trabajo conjuntode jóvenes y adultos, alemanes y extran-jeros, fortaleciéndose así estructuras de lasociedad civil. Trabaja en el punto de cor-te entre la escuela y el mundo del trabajo.Apunta a medidas de calificación para elmercado de trabajo con actividades encontra del racismo y la xenofobia. Se orien-ta a jóvenes y adultos jóvenes con escasaformación escolar o profesional. En se-gundo lugar, se reconoce que la culturademocrática no surge ni se desarrolla porsí misma. Requiere permanente cuidadoy es el resultado del compromiso ciudada-no sostenido y de acciones estatales cau-telosas. En ese sentido, surge el compo-nente “ENTIMON, Medidas contra la vio-lencia y el extremismo de derecha”. Supropósito es el fomento de medidas parael fortalecimiento de la democracia y latolerancia. Una contribución esencial parala transformación de dicho objetivo son lasmedidas de formación política. Para eso,tienen una consideración especial los pro-yectos con estructuras sustentables, queponen en primer plano el proceso de par-ticipación y desarrollan un trabajo en red.Por último, el programa “CIVITAS, Ini-ciativa contra el extremismo de derechaen los nuevos estados federales” tienecomo objetivo promover una cultura de-mocrática y comunitaria en los nuevos

estados federales y una ideología del va-lor de la diversidad de los hombres. El tra-bajo está orientado hacia los derechoshumanos y tiene en vista la perspectivade las víctimas de la violencia de la extre-ma derecha. Centrales son el reconoci-miento, la protección y el respecto mutuopor las minorías étnicas, culturales y so-ciales. La profesionalización de estructu-ras de asesoramiento, como el desarrolloy el reconocimiento de iniciativas de lasociedad civil, son también elementos im-portantes para esta iniciativa.

Participación

El Programa de Control Social Ju-venil es una iniciativa de Colombia Joven,que definió como uno de sus propósitoscentrales el facilitar las condiciones paraque los jóvenes lideren en los departamen-tos procesos de promoción del control so-cial a la inversión de recursos en distintossectores del desarrollo de la gestión públi-ca. Se espera que los jóvenes y la ciuda-danía en general se sensibilicen e inicienacciones de control social como ejerciciopara garantizar la transparencia, la eficien-cia y la eficacia en la gestión pública, yhagan efectivos los derechos y deberesestablecidos en la Constitución Nacional.A modo de ejemplo, puede mencionarseuno de sus proyectos locales, el de la ciu-dad de Bogotá, en el que los jóvenes efec-túan un control de la operación del siste-ma integrado de transporte masivo Trans-milenio. Los participantes identifican in-consistencias y hacen propuestas de me-joramiento a través del desarrollo de guíasde observación. El control se realiza encuatro temas: seguridad y cultura ciuda-dana, ocupación de buses articulados, tiem-pos de espera de usuarios en el sistema yocupación de estaciones.

Colombia Joven ha diseñado tambiénel Programa Nacional de Voluntariado

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“Ser Solidario”, con el objeto de que losjóvenes le regalen un poco de su tiempo ysus conocimientos a los más necesitados.El programa tiene un alcance progresivoy se lo busca consolidar como una iniciati-va nacional con el apoyo de las entidadesterritoriales y los jóvenes colombianos. Conél se busca motivarlos para que apliquensus experiencias académicas o de trabajoen alguna organización juvenil, de conoci-miento en algún arte u oficio, o en el desa-rrollo de trabajos con la comunidad. Losjóvenes hacen trabajos de acuerdo con susintereses en distintas áreas: la educaciónen manejo, protección y recuperación delambiente, la promoción y divulgación delos valores culturales y artísticos de suregión, el apoyo como animadores de pro-cesos de formación integral de niños y jó-venes a través de actividades extraesco-lares en las Casas de Juventud, casas decultura y clubes juveniles, el desarrollo deactividades en favor de la población car-celaria, el apoyo de programas para lapoblación desplazada y los jóvenes rein-sertados o desmovilizados, el desarrollo deplanes de prevención del consumo de sus-tancias psicoactivas adictivas, la promo-ción y divulgación de los derechos huma-nos y del Derecho Internacional Humani-tario, la participación como capacitadoresen las comunidades para la resolución deconflictos familiares y cotidianos en lascasas de justicia, la conservación de par-ques, zonas verdes y de recreación de sulocalidad, el desarrollo de planes y progra-mas de empleo juvenil o actividades decarácter productivo y el apoyo a las auto-ridades de tránsito de su localidad, entreotras. Este trabajo es compensado condiferentes beneficios e incentivos, dentrode ellos los PAS (Puntos de Ahorro Soli-dario), que les dan facilidad para accedera la educación media o superior, de acuer-do con el tipo y cantidad de trabajo desa-rrollado.

También en Colombia, el ProgramaServicio Social busca que el joven, a par-

tir de su experiencia académica de edu-cación media y superior, ofrezca un añode trabajo no remunerado a la comunidad.Esta línea de acción está encaminada adar herramientas para la reglamentacióny puesta en marcha del servicio socialobligatorio, alternativo al servicio militarobligatorio, dentro de la propuesta del go-bierno nacional y del Ministerio de Defen-sa de profesionalizar las Fuerzas Arma-das. De igual manera, se encamina a for-talecer el servicio social que los jóvenesescolarizados deben prestar en cumpli-miento de lo ordenado por la Ley Generalde Educación.

El Parlamento de la Juventud deGran Bretaña funciona de la siguientemanera: las “Autoridades de EducaciónLocal” son elegidas en la escuela, en launiversidad o en el centro de juventud, ytienen la posibilidad de votar por un miem-bro del Parlamento y de un diputado. Losmiembros se reúnen una vez al año paradiscutir cuestiones que afectan a la juven-tud. Además, las reuniones se realizan ensus regiones todas las veces que ellos con-sideran pertinentes.

La iniciativa británica “Voluntariosdel Milenio” está dirigida a jóvenes deentre 16 y 24 años que se ofrezcan paraayudar a los demás haciendo algo que lesguste. Se trata de un movimiento nacionalque cuenta con alrededor de 140 proyec-tos de gran diversidad y que permite a losjóvenes desarrollarse y colaborar con lacomunidad al mismo tiempo. Con el cursode trabajo voluntario se benefician con laexperiencia y el aprendizaje de habilida-des que pueden aplicar luego en sus luga-res de trabajo.

El programa alemán Política y Par-ticipación se basa sobre el principio por elque se afirma que la democracia vive dela participación. Sin embargo, a muchosjóvenes les falta experiencia y conocimien-to acerca de cómo participar de maneraexitosa. Por otro lado, la política profesio-nal tampoco suele tener el valor de dele-

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gar responsabilidades en los jóvenes. Aambas cuestiones se dedica esta iniciati-va. Intenta interesar y apoyar a jóvenesde entre 12 y 21 años en política y fomen-tar el desarrollo de sus propios temas deinterés. A la vez, promueve la apertura defuncionarios políticos hacia los jóvenes, susensibilización hacia temas juveniles y unamejor distribución de influencia y poder.Se trabaja principalmente sobre seis ejes:formación, cese de la violencia, salud,ambiente, justicia social e internacionales.Las principales líneas de trabajo son lapágina de Internet, concursos de proyec-tos, un festival de política joven, el pro-yecto “Come in Contract” de acuerdosentre jóvenes y gestores de política localsobre temas de interés de los primeros,seminarios de calificación para la partici-pación política (se trabaja también juntocon las escuelas en el Proyecto Apren-diendo sobre la Democracia) y el armadoy distribución de material informativo paralos decisores políticos a través de un pe-riódico mensual y otros medios para el diá-logo con la juventud. A finales del 2004,aproximadamente unos 6.000 jóvenes detoda Alemania participaban de 200 pro-yectos concretos sobre participación polí-tica. Los mismos se desarrollaban, entreotras, en comunas, escuelas, institucionesde ayuda a jóvenes, asociaciones juveni-les y en el nivel federal de la política. Entodos ellos, los jóvenes aprendieron sobreconcepción, planificación y realización deproyectos.

El programa mexicano “Poder Jo-ven” apunta a la participación juvenil. Esla marca con que los jóvenes identifican yse identifican con las políticas públicasgubernamentales. El mecanismo de parti-cipación funciona a través de la TarjetaPoder Joven, los Centros Interactivos, laExposición en el nivel nacional, regional ylocal, la red nacional de programas radio-fónicos Poder Joven Radio y el PortalPoder Joven. El Portal es una “plaza pú-blica virtual”, un espacio donde se encuen-

tran opciones concretas de participaciónofrecidas por organizaciones sociales,empresas y entidades gubernamentales.Además de tener acceso a programas,servicios y productos de manera preferen-cial, completa, económica y cómoda, eljoven que conforma la comunidad virtualde Poder Joven evalúa, critica y proponesobre los programas en los que ha partici-pado, los servicios y productos que ha ad-quirido y utilizado. La Tarjeta Poder Jo-ven lo acerca a una oferta atractiva debienes y servicios a precios preferencia-les. Da acceso a ofertas y beneficios enaspectos de interés, tales como becas deestudio, descuentos y promociones de ser-vicios y productos, entre otros. Poder Jo-ven Radio es una red nacional de progra-mas radiofónicos, un esfuerzo y trabajoconjunto del Instituto Mexicano de la Ju-ventud con las diferentes instancias esta-tales de juventud, encargadas de coordi-nar sus respectivos proyectos juveniles, asícomo de radiodifusores que brindan susespacios en todo el país. Los jóvenes par-ticipan activamente como guionistas, lo-cutores, productores, investigadores y co-laboradores filántropos en sus comunida-des, logrando una red nacional de comu-nicación y cooperación dirigida a la pobla-ción en general y en particular por y paralos jóvenes. Los Centros Interactivos sonespacios integrales de convivencia juvenilen los cuales pueden expresarse y tienenla posibilidad de acceder oportunamentea información, orientación y servicios com-plementarios en las diferentes áreas quese vinculan con sus preocupaciones y ne-cesidades. El Centro de Liderazgo Socialse orienta al desarrollo de capacidadesindividuales y colectivas, a través de ex-periencias de aprendizaje y actividadesemprendedoras que fortalecen el lideraz-go juvenil. También la Revista Poder Jo-ven, que se edita bimestralmente, es unaforma de participación. Se envía a univer-sidades del país, medios de comunicación,organizaciones no gubernamentales y aso-

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ciaciones civiles. La Expo Nacional, lasregionales y locales son espacios paramostrar lo mejor del talento, la creatividady el trabajo de los jóvenes mexicanos enlas áreas de ciencia y tecnología, partici-pación social, desarrollo empresarial y pro-ductividad, y arte y cultura. Además, sonespacios de reconocimiento público a laparticipación juvenil.

Casas de la Juventud

El programa Casas de la Juventudde Colombia crea espacios para que losjóvenes puedan expresarse y construirsecomo personas autónomas, para que seencuentren en un lugar donde puedan pro-poner e impulsar, desde sus propios inte-reses, oportunidades para su crecimientopersonal e interpersonal, en donde se pro-curen estímulos para el desarrollo de suspotencialidades y se facilite la reflexiónsobre su vida familiar, barrial y comunita-ria, así como la expresión de sus propiasidentidades y la comunicación con su en-torno, para ser reconocidos como perso-nas y como miembros de la comunidad.Las casas son, ante todo, una propuestapara abrirle posibilidades a la vida juvenil,en donde el joven pueda expresarse, defi-nir aspiraciones, vivir su identidad y en-frentar sus conflictos con el mundo; unlugar desde donde mirar lo que lo rodea,analizarlo y construir en grupo.

También en España las Casas deJuventud son espacios públicos creadospor los Servicios de Juventud de los Ayun-tamientos, en los que los jóvenes puedenencontrar diversas posibilidades para pa-sar el tiempo libre, conocer gente nueva,practicar deportes o iniciarse en la prácti-ca de alguna actividad artística o cultural.En su organización y funcionamiento, sebusca la implicación de los jóvenes, lasasociaciones y el movimiento ciudadanodel barrio donde está ubicada la Casa. Los

jóvenes usuarios de cada una tienen laposibilidad de inscribirse como socios yparticipar de forma estable en sus activi-dades. Para llevar a cabo los objetivos, seelabora en cada Casa una programaciónanual de actividades en la que tiene cabi-da todo tipo de sugerencias, propuestas yparticipación de los jóvenes y del barrio.Los campos que abarcan son muy varia-dos. Se llevan a cabo a través de cursos ytalleres que acaban en exhibición, presen-tación o exposición. Especial interés tie-nen las actividades que se desarrollan enel verano, ya que además de las habitua-les se realizan salidas orientadas a cono-cer nuevos lugares, nuevas personas, asícomo a la práctica de deportes acuáticosy de aventura. Para todo ello, cuentan conuna serie de recursos tales como labora-torios de fotografía, salas para teatro ydanza, locales de ensayo para grupos mu-sicales, radio, equipos de sonido, video yaudio, etc. Además, en cada una de ellashay una sala de ciberespacio para que losjóvenes puedan tener acceso gratuito aInternet. En cada Casa de Juventud seencuentra una persona presente que sirvede enlace informativo entre los jóvenesque acuden allí y la administración.

Los Clubes Juveniles y los “YouthWorkers” ingleses cumplen una funciónsemejante a la de las Casas, con uncomplemento de relación intergeneracio-nal. Los “Youth Workers” son adultos quenormalmente trabajan en clubes juveniles,locales en los que los jóvenes pueden pa-sar unas horas por la tarde. Reciben unsalario de la administración, pero la inicia-tiva y la organización de los clubes es in-dividual. La cantidad de clubes juvenilesen toda Inglaterra es muy elevada. Loimportante es que este espacio proporcio-na un ambiente relajado en la esfera de ladiversión, en la cual hay un diálogo entregeneraciones. Los jóvenes tienen accesoa adultos en una situación de confianza, ya menudo obtienen información y apoyoen cuestiones tales como sexo, trabajo,

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relaciones familiares, etc. A través de es-tos clubes, también pueden realizar visi-tas, hacer viajes y participar en proyectosde video, música, etc. Los clubes estánorganizados en la Asociación Nacional deClubes Juveniles, que alcanza a más de400.000 jóvenes de entre 11 y 25 años y30.000 voluntarios, la mayoría antiguosmiembros de los clubes.

Otros programas

El programa español “Bolsa de Vi-vienda Joven en Alquiler” es desarrolladoentre el INJUVE y las Comunidades Au-tónomas, y pretende favorecer la autono-mía personal de los jóvenes de entre 18 y35 años, promoviendo actuaciones quecontribuyan a posibilitar su acceso a unavivienda. En las oficinas del programa, losjóvenes encuentran información sobredepartamentos en alquiler a precios infe-riores a los del mercado. Además, en lasmismas oficinas pueden obtener en formagratuita información general sobre alqui-ler y compra–venta de viviendas, informa-ción jurídica especializada, información deprensa sobre viviendas en alquiler y habi-taciones compartidas e información sobrehipotecas, ayudas y subvenciones públi-cas. A través de este sistema, los propie-tarios de las viviendas disfrutan de plenasgarantías de seguridad, gracias a la co-bertura de un seguro multi–riesgo de im-pago de rentas, cuyo costo corre a cargodel INJUVE.

El Programa portugués “Ocupaciónde Tiempo Libre”, dirigido a jóvenes de15 a 25 años, se propone promover la ocu-pación saludable del tiempo libre de losjóvenes, desarrollando actividades ocupa-cionales que proporcionan la conquista dehábitos de voluntariado, que permitan elcontacto experimental con algunas activi-dades profesionales y que potencien lacapacidad de intervención y participación

social y cívica de los jóvenes. Se desarro-llan actividades de interés para la comuni-dad como protección del ambiente, delpatrimonio histórico, civil, etc. Los jóve-nes pueden participar de actividades du-rante el período de vacaciones, con posi-bilidad de ocupación hasta un máximo decinco horas diarias durante períodos de dossemanas.

La Secretaría de Estado de la Ju-ventud y Deportes de Portugal, a travésde la Fundación para la Divulgación de lasTecnologías de Información, promuevedos programas, el “Inforjoven” y el “Gali-leo”, de promoción de la ciencia, expresa-mente de la informática. Galileo es un pro-grama extra–escolar que pretende estimu-lar el gusto por la ciencia y por la tecnolo-gía. Apunta a la divulgación de conocimien-tos, a la sensibilización por la ciencia y tec-nología, al apoyo de proyectos, así como ala popularización de la ciencia en los jóve-nes y en la comunidad en general. LosCentros de Ciencia y Tecnología son crea-dos en todas las capitales de distrito y dis-ponen de medios para dinamizar los “Cír-culos”. Éstos funcionan en las escuelas yno son más que grupos informales de jó-venes que tienen en común los mismosintereses en una determinada área delconocimiento y que presentan y desarro-llan proyectos que son orientados por los“Orientadores de Círculo”, habilitadoscientíficamente en esas materias. Para laimplementación del programa, y de acuerdocon los objetivos y las actividades a desa-rrollar, existen varias medidas tales comoel apoyo a proyectos de ciencia y tecnolo-gía, los “Círculos de Ciencia y tecnología”,la atribución de bolsas de estudio, olimpía-das o la muestra nacional de Ciencia yTecnología. También la Comunidad Cien-tífica Nacional colabora con el Programa,que está abierto a las siguientes áreas:astronomía, ciencias de la tierra y del am-biente, meteorología, física y química. Porsu parte, el programa Inforjoven buscapromover la divulgación de las tecnologías

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de información, a través de la implemen-tación de Centros de Formación. Desde1986 ha formado a miles de jóvenes, re-gistrándose unas 30.000 inscripcionesanuales. Con el fin de asegurar el funcio-namiento de los centros de formación y lacalidad pedagógica a nivel de transmisiónde conocimientos en el área de la infor-mática, el programa forma sus propios jó-venes monitores. Al brindarle trabajo a losrecién formados, se crea un puente entrela escuela y el mercado de trabajo. Unade las preocupaciones dominantes y prio-ritarias ha sido la armonización en el nivelnacional de las condiciones en los Cen-tros, en términos físicos y ambientales, enlo que concierne a medios de computa-ción y a los procedimientos administrati-vos y pedagógicos.

Proyecto Juventud delInstituto Ciudadanía de Brasil

El Proyecto Juventud es un empren-dimiento del Instituto Cidadania, que co-ordinó Luiz Inácio Lula da Silva hasta suasunción como Presidente de Brasil. Lainiciativa se propuso instalar el tema delas políticas de juventud y produjo un do-cumento de conclusiones que servirá comofuente de propuestas para los diferentesniveles de gobierno y la sociedad civil.Varios fueron los ejes de trabajo del pro-yecto: mapeo y rastreo de información,investigación cuantitativa nacional, un por-tal, seminarios y encuentros temáticos,presentación de libros y una investigaciónparticipante en la que los mismos jóvenesrecabaron información sobre historias devida y participación social y política deotros jóvenes, entre otros. En tanto se con-sidera que puede ser de interés para laformulación de políticas de juventud en laProvincia de Buenos Aires, a continuaciónse presentan algunas de las conclusionesy propuestas que se exponen en el docu-

mento de conclusiones presentado en ju-nio de 2004.

De acuerdo con el Instituto, hay porlo menos tres razones para instalar el temajuventud en la agenda pública: el crecien-te peso numérico del segmento poblacio-nal joven, la gravedad de los problemasdiferenciales que enfrentan y la reconoci-da energía, la creatividad y el potencial demovilización ciudadana que la juventudtantas veces demostró.

En Brasil, aproximadamente 5 mi-llones de jóvenes no estudia, no trabaja, nibusca empleo. La tasa de desempleo abier-to para los jóvenes estaba en torno al 18%,cuando la media brasilera era de 9%. Tam-bién para ellos la tasa de trabajo precarioes mayor. El desempleo perjudica espe-cialmente a los jóvenes negros, a las mu-jeres y a quienes provienen de familiaspobres. Se constatan además diferenciasregionales muy grandes en los datos rela-tivos al abandono del sistema escolar, quetambién es más intenso entre los varonesque en las mujeres. El Nordeste, las áreasrurales y los jóvenes negros son los másperjudicados por el analfabetismo. Asimis-mo, se registra un crecimiento de la vio-lencia en los grandes centros urbanos quelos involucra como víctimas o como agre-sores: en el año 2002, la tasa de homicidiosen esa población fue de 54 cada cien mil,más del doble que para el resto de la pobla-ción. La inserción de la juventud en la mar-ginalidad trae un refuerzo considerable dela cultura de la intolerancia y de la violen-cia, una vez que la impulsividad y la espon-taneidad propios de la juventud se mezclanal sentimiento de poder y de omnipotenciaocasionado por la portación de un arma defuego. Ello contribuye a la proliferación desituaciones marcadas por la intransigencia,donde la propia juventud se convierte engran víctima: la violencia es la principal pre-ocupación de los jóvenes, sin distincionessignificativas de color, sexo, etc. Un 46%de los jóvenes declara haber perdido unpariente o un amigo de manera violenta.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005264

Como parte de la construcción desu autonomía, el joven busca un progresi-vo desligamiento de la autoridad de lospadres. Pero la mayor parte de las vecesla familia permanece como fuente de re-ferencia fundamental, significando apoyoy solidaridad en el enfrentamiento de lasdificultades externas. La familia apareceasí como la institución en la que los jóve-nes más confían. Se torna importante en-tonces una reflexión profunda y actuali-zada con vistas a definir por qué, cuándoy cómo las acciones para los jóvenes de-ben o no estar ancladas en el núcleo fami-liar, con el sentido realista de ampliar lacaracterización de la familia de los jóve-nes envueltos en cada programa.

También la diversión aparece comouno de los elementos constitutivos másfuertes de la identidad de ser joven; de-porte y cultura aparece como el terceroen el orden de intereses, después de edu-cación y trabajo. Los jóvenes denuncianfalta de equipamiento o de mecanismosque propicien el acceso a actividades dediversión, a pesar de que una de las mar-cas de la generación actual es la prolife-ración de grupos de creación cultural. Un15% participa directamente de alguno, ycasi la mitad de los jóvenes conoce gru-pos culturales de su barrio o su comuni-dad. Su relevancia reside en que valencomo espacios para la construcción deidentidades y sociabilidad, incluyendo lacreación de lenguajes y códigos propios.Posibilitan la experimentación, el intercam-bio de información, la ampliación de refe-rencias, la elaboración y la confrontaciónde valores. Permiten que los jóvenes seencuentren con otros en lugares menoscontrolados e reglados por adultos.

En Brasil, las políticas de juventudestuvieron más bien ligadas a la adoles-cencia en riesgo: desde la educación paraunos y la asistencia para otros, reprodu-ciendo las desigualdades preexistentes. ElEstado se mantuvo distanciado, comoquien reconoce la importancia de la cues-

tión y apoya iniciativas, pero se exime deasumir el tema como asunto de interésestratégico nacional. Para modificar esto,recientemente, el Presidente Lula consti-tuyó un Grupo Interministerial, articulan-do 19 ministerios para elaborar un diag-nóstico unificado de las múltiples accio-nes orientadas a la juventud en el ámbitodel Ejecutivo Federal. También se desta-can la creación de la Comisión de Políti-cas de Juventud de la Cámara Federal, en2003, y la realización de audiencias en to-dos los estados de la Federación, prepa-rando la Conferencia Nacional y acumu-lando elementos para la elaboración de unPlan Nacional de Juventud.

En el marco de las propuestas depolíticas públicas, se establece como ac-ción estratégica la de promover deman-das, ofrecer perspectivas de futuro y pro-piciar amplios derechos de ciudadanía. Seplantea que éstas deben tener carácterredistributivo, pues no tendrán efecto du-radero si son pensadas apenas como po-líticas sociales compensatorias. Una po-lítica nacional de juventud, de alcance es-tratégico, significa que las directrices delEstado no pueden ser pensadas apenascomo una sumatoria de lo que ya existe–o va a existir– para los jóvenes en cadaMinisterio y en las diferentes áreas delos demás entes estatales. La integracióny la transversalidad deben ser asumidascomo elementos fundamentales de todaslas políticas de juventud, exigiendo unanueva amalgama de sentidos, un enfoquegeneracional y medios apropiados de va-lidación, implementación, gestión y eva-luación.

De acuerdo al Instituto, los ejes cen-trales deben combinar mecanismos de pro-tección social, expedientes que generennuevas oportunidades de inserción profe-sional y socio–cultural e incentiven la par-ticipación de los jóvenes. Asimismo, todoslos jóvenes deben ser potencialmente be-neficiarios de las políticas públicas de ju-ventud, asegurando la igualdad de dere-

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chos: deben ser pensadas a partir de laidea de derechos sociales, pertenenciacultural y construcción de valores de ciu-dadanía participativa. Pero al mismo tiem-po, es necesario desarrollar acciones fo-calizadas para segmentos con mayor vul-nerabilidad. Deben también constituirsenuevos mecanismos institucionales de ges-tión, vinculados lo más directamente posi-ble al jefe de cada ejecutivo, federal, es-tadual o comunal, evitando la incorpora-ción de la cuestión de juventud a cualquierotra área de gobierno, por más directosque sean los nexos existentes con ella,como son el caso de Educación, Depor-tes, Cultura, Trabajo, Desarrollo Social yotras. Así se asegurará el carácter inter-sectorial y la agilidad que exige el orga-nismo, que estará apoyado en la autoridadpolítica del jefe del ejecutivo.

El proyecto ofrecido por el InstitutoCidadania ofrece una agenda para diver-sas áreas: educación, trabajo, cultura, par-ticipación, deporte, salud, drogas, sexuali-dad, prevención de la violencia (con unapartado especial para adolescentes enconflicto con la ley), mujeres jóvenes, des-igualdad racial, ambiente, juventud rural,juventud indígena, espacios urbanos, de-sarrollo social, previsión, turismo y defen-sa. Sólo se mencionarán aquí las que re-sultan de especial interés para la Provin-cia de Buenos Aires.

En cuanto a la promoción de la cul-tura, las propuestas se alinean bajo los si-guientes ejes: garantía de acceso, estímu-lo a la creación y a la difusión cultural ju-venil, formación y capacitación en el áreay condiciones de equidad para jóvenes ensituación de desventaja social.

En salud, se propone una promociónintegral que supone, entre otras cosas, in-cluir la vivencia de experimentaciones conla inseguridad. Obstáculos ligados a otrasdimensiones de la vida provocan compor-tamientos que muchas veces correspon-den a estrategias de resistencia y desem-bocan en situaciones de riesgo o vulnera-

bilidad. No debe limitarse por ello el abor-daje a acciones preventivas desde unaperspectiva de control social. Entre laspropuestas concretas, se menciona la deampliar la educación por pares, es decir,mediante jóvenes multiplicadores que en-señen a otros sobre su salud.

Particularmente para salud mental,se señala la necesidad de evitar el “pato-logizar” las señales de rebeldía, contesta-ción o desobediencia, introduciendo el re-corte etáreo en el análisis epidemiológicopara identificar las demandas singularesde este campo, implementando políticas desalud mental en estrecha relación con lasde cultura y educación, creando centrosde juventud que sean espacios libres demanifestación y de encuentro entre jóve-nes, y promoviendo la prontitud en el aco-gimiento de las señales importantes desufrimiento psíquico en la juventud (aten-ción a la crisis) desde una perspectiva in-tegral de la salud, para evitar internacio-nes innecesarias, y principalmente en eltrabajo post crisis (inserción en red) paraevitar procesos de cronificación.

Además, se mencionan propuestasde inclusión de los varones en las políticasde salud reproductiva, lo cual beneficiaríaa mujeres y varones de todas las edades yampliaría la responsabilidad masculina conlas preocupaciones del planeamiento fa-miliar y con el auto cuidado en el ejerciciode la vida sexual, así como la estimulacióndel trabajo efectivo entre escuelas y uni-dades de salud con relación a los temasligados a la sexualidad.

El tema de las mujeres jóvenes esrelativamente nuevo. Por esa razón, lasmedidas suelen limitarse a la prevencióndel embarazo adolescente. Educación,trabajo, salud, violencia y participaciónson los tópicos que deben también abor-darse con ellas, y algunas de las medidasposibles son promover el encuentro en-tre mujeres y ampliar su capacidad de cir-culación por los espacios públicos, garan-tizar los derechos laborales y de estudio

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de las jóvenes madres creando guarde-rías –inclusive nocturnas– en los barriosy en las universidades, ofrecer capacita-ción laboral diversificada –no apenaspeluquería y manicura– para las jóvenesen el sistema socioeducativo, proporcio-nar información sobre daños causadospor medicamentos consumidos en la bús-queda del “cuerpo perfecto”, difundirderechos en áreas rurales y promoveruna atención particular a víctimas de vio-lencia doméstica y escolar.

La preocupación ambiental se haconstituido como fuente de aglutinación dela participación juvenil. La valorización dela cultura, de las identidades y del ambienteson nuevos espacios que se destacan enla sociabilidad política de esta generación.Reconociendo que ciertos segmentos ju-veniles son audaces al proponer solucio-nes y nuevas relaciones entre temas, ade-más de poseer alta capacidad de movili-zar a sus pares, se supone que la uniónentre los temas de juventud y ambientepueden facilitar acciones articuladas en-tre el poder público y la sociedad civil. Poreso se propone que esta relación sea unade las estrategias principales de la políticapública. Se sugiere que se los movilice paracampañas de información, que se promue-van intercambios entre diferentes gruposligados a la cuestión ambiental, conside-rando sus especificidades, y que se pro-muevan actividades de generación de in-gresos ligadas al ambiente, entre otras.

La juventud rural viene ampliando suparticipación social y su responsabilidad conla manutención familiar. Sus principales di-ficultades se vinculan a la falta de un mo-delo agrícola orientado al empleo, con con-

secuencias tales como el abandono de lasáreas rurales y semi rurales y la falta deposibilidades de educación y de ocupaciónproductiva, así como la carencia de alter-nativas en equipamiento de salud, ocio ycultura. Se presenta un conjunto de pro-puestas, tales como una educación diferen-ciada que introduzca la pedagogía de la al-ternancia, líneas de crédito subsidiado yseguro agrícola para el joven rural, crea-ción y legalización de radios comunitarias,promoción de la inclusión digital, programasy subsidios de incentivo a la agro–ecología,la producción orgánica y la diversificaciónproductiva, emisión de documentación per-sonal y laboral vinculada a la seguridad y laprevisión social, entre otras.

A la vez, teniendo en cuenta el pre-dominio de la población urbana, es preci-so que una gran porción de las políticasde juventud estén relacionadas a la ciu-dad. Las dificultades de transporte queinvolucran a todos los jóvenes, sean o noestudiantes, debe ser tenida en cuentadesde las políticas públicas. Atender eltema influiría en el acceso al equipamien-to y a eventos públicos. Pero tambiénmejoraría la situación de quienes vivenen las periferias respecto a las posibili-dades de obtener un empleo o estudiaren el centro. Se postulan asimismo pro-puestas en relación al planeamiento de laocupación de terrenos urbanos, a la apro-piación y gestión de los equipamientos yespacios públicos orientados a la pobla-ción juvenil, y a la desconcentración es-pacial de bienes culturales, servicios ytrabajo, privilegiando la construcción deequipamiento e infraestructura en lasperiferias urbanas.

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Normasconstitucionalesy legislación

CAPÍTULO X

De la problemática de las CienciasJurídicas y, por eso mismo, de la ley vi-gente, se desprende que el concepto “ju-ventud” es una categoría todavía a defi-nir. Es decir que cuando la doctrina jurídi-ca habla de juventud lo hace a partir delcruce o de una frontera terminológica conla definición de “minoridad” o de “niñez yadolescencia”. Lo problemático de estacategoría es la propia definición de “me-nor”, ya que cuando la persona alcanza lamayoría de edad –que en el ordenamientolegal de la Argentina es a los 21 años–, ypor ende alcanza la plena capacidad civilcon la asunción de distintas facultades yobligaciones, deja de ser comprendida den-tro de dicha categoría. Esto a su vez re-produce un problema interno de las nor-mas, ya que para cada código existe unadefinición de “menor” o una imputacióndiferente de responsabilidades y aptitudes.

Así, por ejemplo, puede hablarse delas capacidades legisladas en el CódigoCivil, otras en las leyes laborales referi-das a la edad en que pueden los menorestrabajar, y otras distintas que fijan la im-putabilidad desde el punto de vista de lasnormas penales. Es decir que las Cien-cias Jurídicas, en su afán clasificatorio,construyen categorías diferenciadas sobreel objeto, entendiendo por ello un concep-to diferente de “juventud” según el área otema sobre el que se articulen las normas.

Este tipo de distinciones tienen queser tenidas muy en cuenta a la hora deformular políticas públicas, ya que debenser dirigidas a la totalidad de los jóvenes,en la esencial comprensión, como dice elInforme de la CEPAL de 2004, de que

“más allá de las leyes relativas a la mayo-ría de edad y la responsabilidad penal, losderechos de los jóvenes se subsumen enla legislación nacional, por lo que es posi-ble afirmar que en realidad no existe refe-rencia explícita a la juventud. O bien sonjurídicamente adultos y sus derechos ydeberes los comparten con los mayores, obien no son ciudadanos en sentido estric-to, puesto que una parte queda incluida enderechos relativos a menores”. Esta es laeterna aporía que surge cuando se tratade definir leyes sobre la juventud. Sin quehaya una ley específica que contemple alos jóvenes como conjunto con derechosy garantías propias, éstos quedan subsu-midos en categorías que los incluyen almismo tiempo que los excluyen. El casode la definición de “niño” de la Conven-ción sobre los Derechos del Niño es unade sus expresiones. Sin duda, no es sóloun problema del sistema jurídico argenti-no, sino de una problemática mayor en quese inscribe toda América Latina, como loseñala la CEPAL.

Es por ello que muchas veces seencuentran iniciativas que, sin referirseexplícitamente a la totalidad de los jóve-nes, inciden sobre subgrupos bien defini-dos: jóvenes estudiantes, jóvenes trabaja-dores, jóvenes deportistas, fragmentandoy segmentado sistemáticamente el conjun-to para tratar de contemplarlos desde dis-tintas áreas específicas del Estado.

En definitiva, lo que se trataría deplantear es la necesidad, aun desde elmarco legislativo, de unificar el objeto.Puesto que es necesario unir y no dividirlas categorías cuando tienden a dirigirse

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al complejo denominado jóvenes, es prio-ritario como forma de integración, enton-ces, no clasificar en función de “jóvenesestudiantes” o “jóvenes productores”, sinode trabajar en las clasificaciones de ma-neras más creativas y menos discrimina-torias. A pesar de que en este caso no setrata de programas de acción, sino de for-mas de redacción de normas y de legisla-ción, también es importante realizar apor-tes a los modos en que las Ciencias Jurídi-cas construyen su objeto. Trabajar sobrela diversidad y la diferencia son algunasclaves para empezar a actualizar la mira-da que tiene el derecho sobre la sociedady el sujeto.

Este capítulo se propone como unacompilación de las leyes más relevantes,reconociendo los aciertos en cuanto a lalegislación sobre los jóvenes y también al-gunas de sus ausencias.

Normas constitucionales

Resulta llamativo, por lo menos, quela Constitución Nacional no legisle espe-cíficamente sobre la juventud. Si bien,como se dijo antes, los jóvenes están con-templados a partir del cruce con los dere-chos de niños y adolescentes o de temáti-cas determinadas, no hay artículos en laConstitución Nacional dedicados a ellos,pero ello no obsta a que gocen de los de-rechos y garantías constitucionales vigen-tes: entre otros, derechos civiles (artículo14), sociales (artículo 14 bis), individuales(artículo 18) y políticos (artículos 37 a 40).Los nuevos derechos consagrados en laReforma Constitucional de 1994 son elderecho a un ambiente sano, equilibrado yapto para el desarrollo humano (artículo41), la protección de usuarios y consumi-dores (artículo 42), las acciones de Am-paro, Habeas Data y Habeas Corpus (ar-tículo 43). Todos estos derechos enume-rados están en línea con la obligatoriedad

que la Carta Magna le impone al Congre-so de la Nación en su artículo 75 inciso 19de “proveer lo conducente al desarrollohumano”. Sin embargo y siguiendo la pi-rámide jurídica, es posible decir que losjóvenes encuentran la protección integralde sus derechos constitucionales en losTratados Internacionales a los cuales serefiere el artículo 75 inciso 22, la legisla-ción nacional pertinente, la Constitución dela Provincia de Buenos Aires y las leyesprovinciales y demás disposiciones norma-tivas que legislan al respecto.

En la reforma de la Constitución de1994 hubo propuestas e iniciativas concre-tas de integrar a la juventud como gruposocial con características específicas y conderechos propios, al modo de lo estableci-do en algunas constituciones provincialesreformadas a partir del proceso democrá-tico iniciado en 1983, tales como las deSan Juan, La Rioja y Catamarca, que re-conocen a los jóvenes como portadoresde derechos y garantías distintivos.

Merece destacarse al respecto laConstitución de la Ciudad de Buenos Ai-res, que en su artículo 40 establece laigualdad de oportunidades y la inserciónpolítica y social con el siguiente texto: “LaCiudad garantiza a la juventud la igual-dad real de oportunidades y el goce desus derechos a través de acciones positi-vas que faciliten su integral inserción po-lítica y social y aseguren, mediante pro-cedimientos directos y eficaces, su parti-cipación en las decisiones que afecten alconjunto social o a su sector. Promuevesu acceso al empleo, vivienda, créditos ysistema de cobertura social. Crea en elámbito del Poder Ejecutivo y en las Co-munas, áreas de gestión de políticas ju-veniles y asegura la integración de losjóvenes. Promueve la creación y facilitael funcionamiento del Consejo de la Ju-ventud, de carácter consultivo, honora-rio, plural e independiente de los poderespúblicos”. Si bien el artículo está orienta-do a generar un espacio representativo

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de los jóvenes y a producir vías de inte-gración en la política, se advierte, en cam-bio, que no son reconocidos específica-mente en función de sus derechos.

Junto con las demás constitucionesprovinciales que contienen disposicionesespecíficas sobre la juventud, la de la Pro-vincia de Buenos Aires comparte la mis-ma “idea” legislativa de resguardo y pro-tección de los derechos de los jóvenes. Ensu artículo 36 expresa: “La Provincia pro-moverá la eliminación de los obstáculoseconómicos, sociales o de cualquier otranaturaleza, que afecten o impidan el ejer-cicio de los derechos y garantías constitu-cionales. A tal fin reconoce los siguientesderechos sociales: [...] 3) De la Juventud.Los jóvenes tienen derecho al desarrollode sus aptitudes y a la plena participacióne inserción laboral, cultural y comunitaria”.

Otro elemento interesante a desta-car es el que se refiere a la edad paraejercitar los derechos políticos, por ejem-plo, el acceso a cargos electivos. En laConstitución Nacional se requiere habercumplido la edad de 25 años para ser Di-putado Nacional, mientras que la Consti-tución de la Provincia de Buenos Airesreduce ese requisito a 22, un resabio se-guramente de cuando la mayoría de edadse adquiría en esos años y no a los 21 comoes desde la reforma del Código Civil de1968. Independientemente del debateacerca de la capacidad para ejercer uncargo y su relación con la edad, y de lasrazones de origen histórico, resulta intere-sante destacar esta contradicción, porqueresalta las distintas formas de medir laaptitud para ejercer un cargo electivo po-lítico de similares responsabilidades.

Tratados Internacionales

El origen del Mercado Común delSur (MERCOSUR) se remonta al Trata-do de Asunción de marzo de 1991. En el

marco de los sucesivos instrumentos le-gales que en estos casi 14 años transcu-rridos se han ido dando los estados partespara fortalecer los procesos de integra-ción de los países y los actores involucra-dos, se han creado iniciativas para el for-talecimiento de la Sociedad Civil en mate-ria de juventud. Ejemplo de ello es la Co-misión de Juventud y el Consejo Consulti-vo de la Sociedad Civil, que tienen comoobjetivos básicos promover el fortaleci-miento de los valores democráticos y lasinstituciones del MERCOSUR en el ám-bito juvenil, difundir el intercambio de ac-tividades y proyectos de las diferentes or-ganizaciones de los países en la materia,organizar eventos comunes, participar enactividades gubernamentales nacionales einternacionales, y desarrollar programas deintercambio en temas vinculados con elvoluntariado, las actividades deportivas yculturales y la asistencia social.

Esta propuesta está dirigida a ge-nerar un espacio de permanente apoyo altrabajo de las diferentes organizaciones dela juventud, al mismo tiempo que apunta apromover la participación, dado que acer-ca estas asociaciones a las instancias dedecisión en el nivel internacional. A pesarde las características de diversificación ytransversalidad con las que pretendidamen-te se trabaja la temática de juventud, laidea de generar una política de integra-ción desde el MERCOSUR surgió a par-tir de la ausencia de un ámbito institucio-nal regional orientado a los jóvenes.

En este aspecto es necesario com-prender la importancia de pensar una in-tegración política, económica y social queesté basada en la inclusión de la totalidadde las poblaciones de los respectivos paí-ses involucrados, teniendo en cuenta elmejoramiento de la calidad de vida demujeres y varones. Tal vez las propuestasmás claras que surgen de las iniciativasde la Comisión de Juventud son las rela-cionadas con el “Plan Arraigo”, cuyo ob-jetivo es la radicación de la juventud so-

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bre condiciones concretas de desarrollo.En ese sentido, se busca promover medi-das para el desarrollo productivo y la for-mación técnica, administrativa y políticade la juventud agropecuaria, favorecer eldesarrollo de los pequeños y medianosproductores, constituir un movimiento po-lítico–social joven capaz de negociar omodificar el rumbo de la economía actual.El “Plan Arraigo” resume muchas de lasiniciativas de los jóvenes provenientes delsector agropecuario, vinculadas a “crearformas asociativas de producción”.

Fuera de las acciones y programasnacidos desde el MERCOSUR en vías deaplicación, no se registran acuerdos o tra-tados relacionados con la juventud comoactor social específico. Es interesante tra-bajar sobre estas líneas con el objetivo dealcanzar un mayor intercambio intraesta-tal, promocionando aquello que fue origi-nado y producido por los jóvenes, e impul-sando expectativas y desarrollos locales.Resultan singulares las experiencias eu-ropeas o norteamericanas, ya que estimu-lan en la juventud una fuerte idea de inte-gración a través del desarrollo productivoo “entrepreneurship” como origen de pe-queñas empresas.

De todas formas, desde la reformade 1994 los tratados internacionales a losque la Argentina adhiera y el CongresoNacional apruebe tienen jerarquía supe-rior a las leyes. Esto permite que en losucesivo y ante la posibilidad de celebraracuerdos internacionales con contenidosreferidos a la juventud, éstos sean incor-porados a la legislación nacional sin ne-cesidad de sancionar leyes específicas.Esta disposición de la Carta Magna posi-bilitó la incorporación de la Convenciónde los Derechos el Niño, que ya habíasido ratificada en 1990 por la Ley 23.849.La incorporación del concepto de niñezes de vital importancia para sentar lasbases de un proyecto de ley sólido sobrela juventud. Por otra parte, la Ley 23.592,conocida como Ley Antidiscriminación,

penaliza a todos los actos discriminato-rios basados en diferencia de religión,raza, ideología, sexo, condición social ycaracteres físicos.

Legislación Nacional

En lo que respecta a la legislaciónnacional, los antecedentes vinculados conla temática juvenil deben retrotraerse alaño 1941, fecha en que aparece el PrimerProyecto de Ley vinculado a esta mate-ria. En 1974 el Bloque de Diputados Na-cionales del Partido Justicialista somete aconsideración de esa Cámara un Proyec-to de Ley destinado a crear un Consejode la Juventud que tenía por objeto “tratarde otorgar a la juventud canales de parti-cipación democrática que tiendan a ale-jarla de la violencia como medio y comofin en sí misma”.

Recién con la recuperación de lademocracia en 1983 comienza a insinuar-se un ideario legislativo específico paratratar los temas juveniles. Con el gobier-no constitucional de Raúl Alfonsín secrea la Secretaría de Desarrollo Huma-no y Familia, de cuya órbita dependía laentonces flamante Dirección Nacional deJuventud.

La declaración por parte de las Na-ciones Unidas del año 1985 como “AñoInternacional de la Juventud” incentivó lapreocupación estatal por este grupo, dadoque adhiriendo a esa declaración se creael Comité Nacional de Coordinación parael Año de la Juventud, que tenía a su car-go elaborar un Plan concreto de Medidasy Actividades para el año y sería el encar-gado de coordinar políticas con las Nacio-nes Unidas. En 1987 se crea la Subse-cretaría de Juventud de la Nación depen-diente de la Secretaría de Desarrollo Hu-mano y Familia, bajo la égida del Ministe-rio de Salud y Acción Social de la Nación.En 1989, con la nueva administración na-

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cional, se suceden una serie de cambioslegislativos que abarcan la conversión dela Subsecretaría en Secretaría de Estadode Juventud, integrada por las Subsecre-tarías de Promoción y Participación y laSubsecretaría de Estudios, Proyectos yCooperación, bajo la dependencia del Mi-nisterio de Salud y Acción Social. En 1990se convierte la aludida Subsecretaría enel Instituto Nacional de la Juventud, paraposteriormente pasar a ser la DirecciónNacional de Juventud (DINAJU), en 1999.El ámbito de su competencia es el diseñoe implementación de políticas sociales. Taly como allí se menciona, “los distintos des-tinos institucionales, enmarcados en parti-culares coyunturas políticas de la realidadArgentina, sirven como elementos indis-pensables para comprender la improntaque se le dio desde el Poder Ejecutivo alas acciones ligadas al grupo etáreo. Asi-mismo, es posible recuperar desde la his-toria los ejes en torno de los cuales se fue-ron diseñando las políticas del área: hasta1999, democracia–participación, y a par-tir de 2000 se enfatizó el de pobreza–ex-clusión”.

Entre las recomendaciones de laOrganización de las Naciones Unidas asus estados miembros respecto de las po-líticas nacionales sobre la juventud, y apropósito de la Declaración del Año In-ternacional de la Juventud en 1985, sedecía: “Los gobiernos están invitados arever, poner al día y, según el caso, cam-biar, mejorar, el conjunto de su legislaciónnacional relativa a los jóvenes, conformea las normas internacionales consagradasen los instrumentos internacionales perti-nentes; tomar medidas tendientes a pro-mover la tolerancia racial y religiosa; abro-gar, según el caso, anular, todas las dispo-siciones legislativas que provoquen un tratodistinto para los jóvenes en función de suraza o de su religión o de todo otro crite-rio, y de una manera general desarrollaruna acción tendiente a favorecer la parti-cipación de los jóvenes en todos los ámbi-

tos de la vida nacional”. Pese a esas re-comendaciones, lamentablemente hasta elmomento la República Argentina carecede una Ley Nacional de Juventud, exis-tiendo sí un Proyecto denominado “LeyNacional de Juventud” originado en laHonorable Cámara de Diputados de laNación en noviembre de 2003 y patroci-nado por diputados de distintos bloques queno ha tenido tratamiento en el plenario dedicha Cámara.

Es necesario destacar la casi au-sencia de normas totalizadoras del con-cepto de juventud. Es decir, normas quese orienten a la juventud en su conjunto yno hacia divisiones sectoriales o fragmen-tarias. Este es uno de los principales pro-blemas en cuanto a la legislación sobrejuventud en la Argentina. Como ya fuemencionado, hay una gran cantidad denormas sectoriales, pero si bien es ciertoque hay un desarrollo progresivo de lo quese llaman normas orgánicas, de creaciónde áreas, subsecretarías, en definitivaorganismos estatales orientados a gene-rar políticas de juventud, programas yformas de integración de estos actores,se hace evidente la necesidad de una leyorientada a la juventud que, incorporán-dolos, posibilite nuevas formas de inte-racción.

El citado proyecto de Ley Nacionalde Juventud tal vez sea una de las apues-tas más fuertes para cancelar esa deudapendiente. En su artículo 1° se establece:“La presente ley reconoce a los y las jó-venes nacionales y extranjeros residentesen el país, el goce y el ejercicio efectivode sus derechos y obligaciones” y deter-mina a su vez que los sujetos de esa leyson quienes tengan entre 14 y 29 años.Por su parte, legisla sobre políticas de pro-moción de empleo juvenil, dirigidas a crearoportunidades para los jóvenes –similar alPrograma Nacional de Apoyo al Empre-sariado Joven, creado por Ley Nacional25.872–, como proyectos productivos, in-dividuales y colectivos, y asegurar que el

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trabajo no interfiera en su educación, sa-lud y recreación. Además, garantiza la nodiscriminación en el empleo y las mejorescondiciones laborales a las jóvenes ges-tantes y a las madres lactantes.

Es también interesante el artículo 17que se refiere a la participación, porqueno sólo hace alusión a la participación po-lítica, sino que tiende a abrir un puente anuevas experiencias de participación: “Elestado garantizará entre otras cosas, laparticipación plena de los y las jóvenes enel campo cívico, social, económico, cultu-ral, artístico y político. El acceso a losmedios de comunicación y a la tecnologíade información. La conformación y fun-cionamiento libre de las organizaciones. Elejercicio responsable de los derechos ju-veniles. La participación de los y las jóve-nes en el diseño, aplicación y evaluaciónde las políticas y planes que los tienen comodestinatarios. El intercambio local, nacio-nal e internacional de jóvenes y de organi-zaciones juveniles”.

En cuanto al tipo de organizacionesencargadas de implementar las políticas,el proyecto crea el Sistema Nacional deJuventud, regido por el Instituto Nacionalde la Juventud. El Sistema tendrá comofunción coordinar con los demás organis-mos públicos y privados políticas de pro-moción, protección y respeto de los dere-chos de la población juvenil. De acuerdoal mismo proyecto, se entiende que elConsejo Nacional de Políticas de Juven-tud es un organismo autárquico, encarga-do de la definición, seguimiento y evalua-ción de las políticas de promoción de losderechos juveniles. El ente encargado defiscalizar los cumplimientos de dicha leyserá la Fiscalía de la Juventud. Si bien fal-tan algunas definiciones concretas acer-ca del alcance y la implementación de loque el propio proyecto de ley establece,es importante resaltar el avance significa-tivo en lo que hace a las formas de desa-rrollo de los jóvenes para brindar igualdadde acceso y participación en la sociedad,

creando planes de acción y programasespecíficos.

También se han presentado otrosdos proyectos de Ley con similares obje-tivos al mencionado, aunque la especifici-dad de la franja de edad comprendida nocoincida con la del citado proyecto, puesincorporan como edad mínima a los ado-lescentes de 14 o de 15 años.

Normas sectoriales

Son aquellas normas sancionadas enrelación a una definición de juventud entanto subgrupos determinados y claramen-te diferenciados: “jóvenes estudiantes”,“jóvenes empresarios”, “mujeres jóvenes”,etc. Existen muchas normas de este tipoy por ello su reseña brinda una mayor com-prensión del objeto. A continuación, seseñalan las que resultan más relevantes ylas que ayudan a identificar los aciertos yfracasos en el camino a una mejor com-prensión de esta problemática.

La Ley 24.650, aprobada de con-formidad con la Organización Internacio-nal del Trabajo, establece una edad míni-ma para emplearse en cualquier trabajo,como un modo de protección de los dere-chos de los jóvenes. Los menores de 18años pueden celebrar contratos de traba-jo, y aquellos mayores de 14, que con co-nocimiento y autorización de sus padres otutores vivan independientemente de ellos,gozan de la misma capacidad que los men-cionados anteriormente. Asimismo, losmenores de 18 que hayan contraído ma-trimonio están exentos de solicitar autori-zación para trabajar.

La Ley 24.013 sancionada en 1991y no vigente actualmente en cuanto a lasmodalidades de contratos promovidas, fuede las primeras en incorporar a los con-tratos laborales la figura jurídica de los jó-venes, estableciendo en el derogado artí-culo 28 las modalidades de contratación

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promovidas, que son “las de trabajo portiempo determinado como medida de fo-mento del empleo por lanzamiento de nue-va actividad, de práctica laboral para jó-venes y de trabajo–formación”. Por otraparte, el artículo 83 establece la creaciónde programas para jóvenes desocupados,que deben atender a las personas desocu-padas entre 14 y 24 años de edad. Lasmedidas que se adopten para crear nue-vas ocupaciones deben incluir capacita-ción y orientación profesionales prestadasen forma gratuita y complementadas conotras ayudas económicas cuando se con-sideren indispensables.

Asimismo la Ley 25.013, sanciona-da en 1998, derogó aquellos contratos quecontemplaban específicamente esta fran-ja de edad, como el contrato de prácticalaboral para jóvenes, e introdujo el contra-to de aprendizaje como modo de promo-ver el empleo entre los jóvenes desocupa-dos. A tal fin, describe el aprendizaje comouna actividad formativa teórico–prácticay fija la relación contractual entre un em-pleador y un joven desempleado de entre15 y 28 años con una duración de tresmeses y un máximo de un año. Al términodel mismo, el empleador debe entregar alaprendiz un certificado que acredite laexperiencia o especialidad adquirida. Estamisma norma instituyó un sistema de pa-santías, configurándolo como la relaciónque se establece entre un empleador y unestudiante, relacionada con su educacióny formación, difiriendo al entonces Minis-terio de Trabajo su reglamentación.

Si bien estas normas han recibidofuertes críticas por el tipo de modalidadeslaborales que tienden a institucionalizar ysu relación con el empleo precario, mere-cen igualmente citarse por la forma en quedefinen políticas para los jóvenes. La ley24.465 instituye un Contrato de Aprendi-zaje con las siguientes modalidades: secelebra entre jóvenes de 14 a 25 años ytiene como objetivo principal formarlosmientras cumplen tareas en una empresa

determinada; el contrato puede durar en-tre 3 y 24 meses; el salario no puede serinferior al mínimo para esa tarea que de-termina el convenio colectivo de trabajo;el horario de trabajo no puede ser mayora las 6 horas diarias y a las 36 semanales;si el contrato se extendiera más allá de unaño, deberán otorgarse vacaciones nomenores a 15 días corridos; la personacontratante deberá brindarle una cobertu-ra de salud para el aprendiz; y al finalizarel contrato, deberá extenderse un certifi-cado que acredite la experiencia o espe-cialización adquirida.

La Ley 25.165 crea el Sistema dePasantías Educativas que rige en el ámbi-to del Sistema Educativo Nacional (SEN),destinado a estudiantes de educación su-perior. La “pasantía” es una extensión delsistema educativo en el ámbito de empre-sas u organismos públicos o privados. Enellas los alumnos realizan prácticas super-visadas, relacionadas con su formación yespecialización, y llevadas a cabo bajo laorganización y control de las unidades edu-cativas que lo integran y a las que aque-llos pertenecen. De acuerdo al artículo 11,las pasantías pueden extenderse duranteun mínimo de dos meses y un máximo deun año, con un actividad semanal no ma-yor de cinco días y con jornadas que pue-den durar hasta las cuatro horas. Sin em-bargo, el mencionado artículo fue modifi-cado por el Decreto 487/2000, extendién-dolas a un máximo de 4 años con jornadaslaborales de hasta 6 horas. Las institucio-nes educativas son las encargadas de de-signar a los pasantes, teniendo en cuentatodos sus antecedentes académicos, per-files y especialización. Las pasantías sellevan a cabo en las instalaciones de lasempresas o instituciones solicitantes de talservicio o en lugares imprescindibles ynecesarios para este tipo de actividades.No es una obligación aceptar el régimende pasantías, a menos que sea un requisi-to del plan de estudios. El salario es unaretribución en calidad de estímulo para via-

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jes, gastos escolares y erogaciones deri-vadas del ejercicio de la misma.

La Ley 25.872, que crea el Progra-ma Nacional de Apoyo al EmpresariadoJoven, fue promulgada en febrero de 2004.Su objetivo es fomentar el espíritu empren-dedor de la juventud, promoviendo el de-sarrollo de empresas nacionales y apro-vechando la fuerza y energía de los jóve-nes para hacerlo. El Estado Nacional secompromete a brindar herramientas fis-cales y financieras, con el objetivo de creary afianzar proyectos elaborados por la ju-ventud empresaria, y a “incentivar la ela-boración de proyectos, ejecutados por lajuventud empresaria, que incorporen lainnovación tecnológica”. Sus notas esen-ciales son las siguientes: en el artículo 4°,referido a las acciones del programa, seresalta la importancia de la generación depolíticas de estado transversales en mate-ria rural, como vía de acrecentar el desa-rrollo de ese área, pero también de losactores que en él participan; se prevé elotorgamiento de beneficios impositivos,inclusión de programas específicos en lacurrícula educativa; se regula el tipo definanciación y el seguimiento y control delproyecto empresario, y se estipula la pre–aprobación del proyecto y el desarrollo delmismo vinculado con una empresa madri-na que brinde el soporte y los conocimien-tos para llevarlo a cabo; ésta recibirá enese caso un bono de crédito fiscal equiva-lente al cincuenta por ciento del financia-miento total que se otorgue. Las principa-les críticas que se hacen a este tipo deprogramas establecidos por ley se centranen el difícil camino que tienen que sortearlos jóvenes para acceder a sus beneficios,ya que muchas veces los mejores objeti-vos tenidos en cuenta por el legislador ter-minan frustrándose por vericuetos proce-dimentales, que dificultan la implementa-ción de los planes y programas.

Si bien la Ley Federal de Educaciónen principio se orienta a los niños de 6 a17 años, algunas de sus normas son ati-

nentes a los jóvenes. La mención máspuntual se encuentra en el artículo 5° inci-so ñ), que al referirse a los lineamientosde la política educativa establece como unode sus objetivos la erradicación del anal-fabetismo mediante la educación de losjóvenes y adultos que no hubieran com-pletado la escolaridad obligatoria. Tambiénen lo que se refiere a educación no for-mal, se prevé en el artículo 35 inciso e)que las autoridades educativas oficiales“posibilitarán la organización de centrosculturales para jóvenes quienes participa-rán en el diseño de su propio programa deactividad con el arte, el deporte, la cienciay la cultura. Estarán a cargo de personalespecializado, otorgarán las certificacio-nes correspondientes y se articularán conel ciclo Polimodal”. Sin dudas es necesa-rio hacer una crítica reflexiva sobre lasconsecuencias de la aplicación de la LeyFederal en el ámbito específico de la edu-cación técnica, donde se desarrolló unaorientación hacia la formación de profe-sionales del área de servicios. En el Ter-cer Nivel del Polimodal, se advierte quelas orientaciones, si bien se adecuan a lasactividades de una economía moderna, ensu mayoría carecen de una formación téc-nica–productiva. Estas falencias se per-ciben cuando el país comienza a recupe-rar una senda industrial que requiere res-puestas del sistema educativo a través dejóvenes egresados con conocimientos téc-nicos suficientes para asumir funciones ypuestos de trabajo en un nuevo esquemaproductivo. Pues, como lo afirma un In-forme de Ecolatina, “durante la década del90, el esquema de precios relativos favo-reció las actividades ligadas a los servi-cios e incentivó la demanda de capacita-ción en ese sentido. En el marco de la reac-tivación actual de la economía, las bús-quedas se concentran en técnicos y pro-fesionales ligados a las actividades pro-ductivas–industriales”.

La Ley de Educación Superior com-prende a las instituciones de formación

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superior, sean universitarias o no universi-tarias, nacionales, provinciales o munici-pales, tanto estatales como privadas. Den-tro de sus objetivos se pueden resaltar losde promover y desarrollar la investigacióny las creaciones artísticas, contribuyendoal progreso científico, tecnológico y cultu-ral de la Nación, garantizar crecientes ni-veles de calidad y excelencia en todas lasopciones institucionales del sistema, pro-fundizar los procesos de democratizaciónen la Educación Superior, contribuir a ladistribución equitativa del conocimiento yasegurar la igualdad de oportunidades, pro-mover una adecuada diversificación de losestudios de nivel superior, que atienda tantolas expectativas y demandas de la pobla-ción como a los requerimientos del siste-ma cultural y de la estructura productiva,e incrementar y diversificar las oportuni-dades de actualización, perfeccionamien-to y reconversión para los integrantes delsistema y para sus egresados. Una de susnotas más características es el sistema deingresos a las instituciones educativas. Así,el artículo 7° establece, excepcionalmen-te, que los mayores de 25 años que nohubiesen aprobado el nivel medio o el ci-clo primario de enseñanza podrán acce-der a él siempre que demuestren, a travésde evaluaciones, aptitudes o experiencialaboral acordes con los estudios que seproponen iniciar. Por otro lado, de acuer-do a esta Ley las instituciones de educa-ción no universitaria deben proporcionarformación superior de carácter instrumen-tal en las áreas humanísticas, sociales, téc-nico profesionales y artísticas, vinculadasa la vida cultural y productiva local y re-gional.

En síntesis, normas sectoriales oespecíficas, como podrá advertirse, hayvarias y abarcan distintos ámbitos. Lo pro-blemático de la situación actual es que sóloinvolucra a los jóvenes agrupados bajocategorías específicas, limitando el cam-po y no generando leyes relativas al desa-rrollo de la juventud en general, en cuanto

tal y no solamente cuando ellos asumenuna categoría determinada. Quizás, la pre-gunta por el sentido de normas integralessea relevante en un país donde hay unexcedente de legislación a veces inaplica-ble. De todos modos, es necesario com-prender al máximo estas necesidades, yaque son el camino a una mejor y mayorapertura de posibilidades para los jóvenes.Posibilitando vías de integración y no deexclusión, desarrollando al sujeto “juven-tud” en su totalidad, se creará concienciade su importancia para las estructuras ybases de un país que piensa en términosde desarrollo.

Legislación Provincial

El último día hábil de diciembre de2004 la Legislatura de la Provincia deBuenos Aires derogó la Ley Provincial12.607, que establecía un régimen de pro-tección integral de los derechos del niño,la niña y el joven, y la suplantó por unanueva norma legal, la Ley 13.298, que es-tatuye un sistema de Promoción y Pro-tección Integral de los Derechos del Niño,que no contempla la especificidad de laproblemática juvenil. No obstante su re-ciente derogación, se glosan las caracte-rísticas principales de esa norma por suvalor como antecedente.

El artículo 1° establecía por objetola protección integral de los derechos delniño y del joven consagrados en la Consti-tución Nacional, los Tratados Internacio-nales de Derechos Humanos ratificadospor la República Argentina, la Convenciónsobre los Derechos del Niño, la Constitu-ción de la Provincia de Buenos Aires y elordenamiento legal vigente. El artículo 5°resaltaba el deber del Estado para con losniños y jóvenes, la realización de sus de-rechos sin discriminación alguna: a la vida,la supervivencia y el desarrollo, a la iden-tidad, al nombre y a la nacionalidad, a la

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seguridad e integridad, a la salud, a la se-guridad social, a un nivel de vida adecua-do, a la alimentación, la educación, el des-canso, el deporte, la recreación, la forma-ción laboral, la libertad de expresión, lacultura, la libertad, la igualdad y la convi-vencia familiar y comunitaria. Con el agre-gado, también, de la obligación del Estadode facilitar la búsqueda e identificación deniños, niñas y jóvenes a quienes les hubie-ra sido suprimido o alterada su identidad,asegurando, además, el funcionamiento delos organismos estatales que realicen prue-bas inmunogenéticas para determinar lafiliación y de los organismos encargadosde resguardar dicha información.

A los efectos de poder implementarlo descrito, se creó el Sistema de Promo-ción y Protección Integral de los Dere-chos del Niño y el Joven de la Provinciade Buenos Aires, integrado por organis-mos administrativos, órganos judiciales yorganizaciones de atención a la niñez y ala juventud. Sus funciones más polémicaseran las que se referían al tipo de trata-miento que se les debía dar a los jóvenesen conflicto con la ley penal en territorioprovincial y el tipo de asistencia técnicojurídica a niños y jóvenes frente a cual-quier problema que afectara sus intere-ses. Tal y como lo expresaban las críticasdel Comité Argentino de Seguimiento yAplicación de la Convención Internacio-nal sobre los Derechos del Niño (CASA-CIDN), esta ley era “contradictoria, ya queformalmente parece enrolarse en el nue-vo modelo creado por la Convención so-bre los Derechos del Niño, pero en el mis-mo cuerpo ratifica el funcionamiento dela institucionalidad de la infancia actual(justicia, policía, instituciones de menoresdependientes del poder ejecutivo provin-cial), con el falso pretexto de crear unnuevo sistema, que no es más que repro-ducir el que diariamente padece la infan-cia excluida de la provincia”.

Es interesante resaltar que la Leyderogada ponía un marcado énfasis en la

articulación de los municipios como engra-najes clave en las tareas de promoción,divulgación y protección de los derechosdel niño y del joven, constituyendo la labormunicipal un nuevo y marcado tipo de re-lación con los distintos organismos públi-cos y privados, y asumiendo una enormeresponsabilidad en las distintas funcionesy objetivos mencionados. Sin duda, son losmunicipios piezas clave en la implementa-ción de las políticas desarrolladas por elEstado, puesto que tienen mayor posibili-dad de ejecución y mejores posibilidadesde adaptación a los cambios.

Uno de los problemas que presenta-ba dicha ley y la hacía objeto de variascríticas, era la que otorgaba facultadesomnímodas al Juez de Menores, ya queconcentraba en un solo actor todo el po-der público en lo que se refiere a la infan-cia. De este modo, y como lo menciona elCASACIDN, el Juez reunía “en un solopoder todas las facultades (investigación,juzgamiento, ejecución, protección asisten-cial, sanción, etc.) y competencias en re-lación a las personas menores de edad(niños víctimas de delitos, de contraven-ciones, acusados de delitos, por cuestio-nes civiles, por cuestiones asistenciales,etc.)”. Es decir, el mismo juez intervenía“en casos que van, por ejemplo, desde elpedido de obtención del DNI de un niñopor no tener recursos, la protección de ni-ños víctimas de delitos, la definición de guar-das, hasta la intervención cuando estánimputados por la comisión de delitos, entodas las etapas. A su vez, esta regulaciónviola otras normativas procesales y princi-pios de organización judicial de la provin-cia, como lo reglamentado en el CódigoProcesal Penal y en la normativa que or-ganiza el Fuero de familia”. Fundadas o no,las críticas, por lo general, tendieron a es-tar focalizadas en la relevancia del órganojudicial, ya que articularía varias temáticasque excedían el fuero de su competenciaespecífica, siendo el juez el representanteno sólo de la ley, sino de formas de admi-

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nistrar y reglar el comportamiento de losjóvenes por fuera del sistema jurídico.

Este breve recorrido por la ley, ac-tualmente derogada, pone de manifiestouna amplia presencia del Juez como per-sona capaz de articular y organizar todoslos problemas en que incurra un joven fren-te a la ley, pero, también, deja ver un co-rrimiento aún más marcado sobre el cam-po de acción del organismo judicial, comolo mencionan las críticas citadas. Asimis-mo, habilitaba una idea de uso indiscrimi-nado de la aplicación de la privación de lalibertad, ya que si bien se resaltaba en ellasu excepcionalidad, era un recurso quepodía ser utilizado discrecionalmente porel Juez de Menores en la mayoría de lossupuestos. Por último, establecía una es-casa participación de la sociedad civil,puesto que al estar todas las funcionescentradas en el rol de Juez de Menores, lade los demás organismos se circunscribíameramente a ejecutar las decisiones im-puestas por el Poder Judicial.

La nueva Ley de Protección Integralde los derechos del niño y el adolescentesustituye y reemplaza a la anterior, pero nocontempla los derechos de los jóvenes. Sólotiene por objeto la promoción y protecciónde los derechos de los niños. De acuerdo alo que dispone el artículo 2°, quedan com-prendidos en esta normativa las personasdesde su concepción hasta alcanzar los 18años de edad. Sin embargo, y sin perjuiciode la implementación de esta Ley, es nece-sario resaltar la imperiosa necesidad de unproyecto de Ley Provincial sobre la franjaetárea denominada “juventud”, es decir,aquella que va desde los 18 hasta los 25 ó29 años de edad. Dadas las argumentacio-nes expuestas, los jóvenes están siendo ig-norados no sólo por la ausencia de normasen la legislación vigente, sino por la inci-dencia que ella pueda originar en futurosprogramas y políticas destinadas a la juven-tud. No se trata de reemplazar una ley porotra, sino de hacer convivir las dos, ya queambas se dirigen y dirimen sujetos o desti-

natarios distintos pero con falencias y pre-cariedades en el camino hacia un desarro-llo humano pleno.

Entre las leyes sectoriales, correspon-de mencionar la 11.852, que crea el Siste-ma de Sostén para Menores Tutelados, unprograma para la prestación de becas amenores institucionalizados a cargo de laProcuración General de la Suprema Cortede Justicia de la Provincia de Buenos Ai-res. El objetivo de este programa es acom-pañar al niño o al joven en la diagramaciónde su proyecto de vida. Con este fin, secrearon dos subsistemas que tendieron aabsorber a aquellos menores, que a partirde sus condiciones personales y sociales,pueden acceder a una instrucción que com-prende tanto la formación profesional parala obtención del título académico superior,cuanto la capacitación en carreras más bre-ves con habilitación técnica que permitenuna salida laboral. Las prestaciones tienenuna asignación mensual similar a una jubi-lación mínima y se conceden a quienes cur-sen estudios secundarios. También se lesasigna de forma gratuita las prestacionesdel Instituto de Obra Médico Asistencial.El sistema representa un buen programapara la asistencia de jóvenes institucionali-zados, sólo que a los fines de una mejorpolítica de integración sería recomendableque no todas las decisiones vinculadas conlos tutelados estuvieran libradas a jueces oprocuradores. Sería aconsejable crear equi-pos multidisciplinarios capaces de acompa-ñarlos en todo el proceso de integración.

El Patronato de Liberados Bonaeren-se, en su calidad de organismo técnico cri-minológico de asistencia, tratamiento y se-guridad pública, es una entidad autárquicade derecho público regulada por la Ley12.256 de Ejecución Penal. Orienta su in-tervención desde el cumplimiento de las tresfunciones que le son propias: control de eje-cución de la pena, asistencia al tutelado ysu familia y tratamiento en el medio libre.Tiene su Sede Central en la Ciudad de LaPlata y 18 Delegaciones Departamentales.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005278

Sus misiones y funciones referidas a la ju-ventud se enmarcan en el objetivo final, quees su integración en el ámbito social en quese desenvuelve, con los siguientes propósi-tos: supervisar las reglas de conducta im-puestas judicialmente y propender a la se-guridad pública y la disminución de la rein-cidencia o reiteración del delito.

La Ley 12.108 está destinada a lapromoción del deporte en todas sus mani-festaciones, tanto sea federado, amateuro escolar. A un mismo tiempo se procurael logro de los más altos niveles de com-petencia, asegurando que las representa-ciones de la Provincia sean la mejor ex-presión de la jerarquía cultural y deportivade sus habitantes. Se promueve no sólo lacoordinación de las actividades de aficio-nados, sino también una mayor concien-cia en la comunidad de los valores propiosde la educación física y el deporte, esti-mulando sistemáticamente la integracióndentro de las instituciones primarias, enti-dades intermedias y establecimientos edu-cacionales. La misión del Estado es “pro-mover y fiscalizar las actividades deporti-vas que realice por sí o por medio de lasinstituciones primarias o instituciones in-termedias que se organicen, prestandoespecial atención al deporte infantil y ju-venil”. Como órgano de ejecución se con-cibe a la acción municipal dando prioridadal apoyo y la organización de competen-cias entre barrios. Lo que resulta intere-sante de este modo de implementación esel rol del municipio como brazo ejecutorde la política y la creación de institucionesque reúnan a sus vecinos con facultadespara administrar partidas presupuestariasespecíficas para el fomento y la promo-ción del deporte y la recreación.

Recomendaciones

Teniendo en cuenta los procesos deinestabilidad política y económica a los que

estuvo sometida toda América Latina du-rante los últimos 30 años, es preciso eva-luar los aciertos y fracasos en materia delegislación. Si las especificaciones consti-tucionales existentes en materia de juven-tud son escasas o se refieren a menoresde 18 años, no es sólo a causa de una falladel sistema jurídico, sino de una clara au-sencia de políticas de Estado que vislum-bren en los jóvenes una fuente de cambioy movimiento.

Esta constituye una de las falenciasmás grandes de casi todos los países deAmérica Latina, evidenciada en la encues-ta que la CEPAL efectuó con los gobier-nos iberoamericanos en el año 2004 y quepermitió constatar que sólo algunos de lospaíses tienen en sus Constituciones Na-cionales leyes para los jóvenes que difie-ren de las genéricas sobre educación, sa-lud, trabajo y justicia.

En este sentido, la principal reco-mendación que debe hacerse es la san-ción e implementación de una Ley Nacio-nal de Juventud, como la mencionada conanterioridad, y una Ley Provincial de Ju-ventud, porque son los marcos sobre losque se fundamentarán y crearán políticaspúblicas juveniles dirigidas a una franjaetárea que está siendo ignorada o confun-dida bajo la categoría de “minoridad”.

Un ejemplo de relativa importanciaes el del derecho a “la calidad de vida”,ya que si bien es un tema incorporado a laagenda nacional e internacional y al dere-cho constitucional y representa un avan-ce en materia legislativa, se trata de unprincipio general donde no hay especifici-dad para el joven. Sin embargo, y dada laenvergadura de éste, podrían derivarse delos marcos constitucionales vigentes unalegislación específica sobre el derecho ala calidad de vida de los jóvenes.

En lo que se refiere al derecho deltrabajo y a las condiciones laborales, lasleyes mencionadas parecen suplir de bue-na manera los problemas de los jóvenes,pero igualmente falta un desarrollo más

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consolidado y dirigido a la franja de 18 a25 años. Si bien se diseñan programas deapoyo al empresariado joven y se estimu-lan micro emprendimientos productivos através de créditos de tasa subsidiada, nohay leyes que enmarquen estas cuestio-nes en una normativa amplia y, en cam-bio, quedan sujetos a políticas insulares delos distintos ministerios. En este sentido,pueden encontrarse –como se mencionó–algunas políticas concretas dedicadas aeste segmento, pero ninguna referente aformas de integración del concepto juven-tud como actor y destinatarios de esosderechos. Ello se debe a que, como men-ciona Bernales Ballesteros en el Informede la CEPAL de 2004, “los problemas dehiper concentración, de cruces entre ins-tituciones, o de ausencia de coordinaciónde las políticas, provienen en gran medidade los problemas analizados en la legisla-ción de juventud. No se trata, empero, detener muchas leyes sobre juventud, sinode contar con un orden legislativo que per-mita individualizar al joven como sujeto dederechos; y que las instituciones tenganun marco de referencia específico y ge-

neral para la aplicación de políticas y pro-gramas”.

Ahora bien, de todas las críticas yproblemáticas sugeridas de los informes ylos distintos enfoques de los especialistasentrevistados, se desprende la siguienteconclusión: los jóvenes son reconocidos entanto grupo con características y cualida-des determinadas, pero todavía el marcolegislativo actual sigue subsumiendo losderechos de la juventud casi exclusivamen-te a la Constitución Nacional, o para de-cirlo con Bernales Ballesteros, “la legisla-ción es dispersa, con problemas de inor-ganicidad y se caracteriza más bien porsu fragmentación, fragilidad y una marca-da inestabilidad; una ley marco permiteorganizar, orientar, distribuir competenciasy asignar recursos en el tema que legisla,eliminando con ello la falta de claridad einstitucionalidad al respecto. Específica-mente, una ley marco de la juventud seríala expresión orgánica para la regulaciónde las políticas sobre el tema, lo que posi-blemente se traduciría en resultados máseficientes en relación con cuestiones ju-veniles tuteladas legalmente”.

La problemática de la juventudha sido siempre visualizada como unacuestión de suma importancia para eldesarrollo de las sociedades. No sóloporque la edad juvenil es el espacioen el cual se estructura la propia per-sonalidad sino además, y fundamen-talmente, por los específicos proble-

LA INCLUSIÓN DE LA JUVENTUD

Ángel BrunoDiputado de la Nación (MC)

Ex Director de Juventud del Ministerio de Saludy Acción Social de la Nación

mas que han afectado y afectan a lajuventud como sector social.

Es común considerar comoproblemas típicos de los jóvenes elacceso -y su permanencia- a la edu-cación, a su primera relación laboral,su comportamiento frente al alcoholo a la droga. Sin embargo, pocas

veces se repara en la cuestión prin-cipal, que es la escasa aceptaciónpor parte de los adultos del rol natu-ral de los jóvenes, en tanto tales, enla sociedad; esto es, su rol de movi-lizadores sociales.

Los jóvenes son, en efecto,naturalmente inconformistas, críti-

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cos, atacan frontalmente y sin se-gundas intenciones lo que conside-ran injusto o espúreo, buscandocambios dinámicos en la sociedaden forma permanente. Pero esta acti-tud disgusta normalmente a los adul-tos, que en general aceptan el con-junto de normas y valores vigentes,y en especial, a los que detentanestructuras de poder político, eco-nómico o social, que tratan de des-movilizar a la juventud para que noimpulse cambios. Consignas aparen-temente elogiosas como “el jovenes la esperanza del futuro” o “la pa-tria del mañana”, que dejan una sen-sación de aliento y estímulo a losjóvenes, son en realidad marginado-ras, ya que ubican para más adelan-te la participación de la juventud,evitando que sea protagonista delpresente.

La acción desmovilizadora delos jóvenes por parte de los adultos,muchas veces realizada en formasubconsciente y otras muchas demanera explícita, puede asumir diver-sas características. Es así como des-de los gobiernos y desde las socie-dades, según las épocas y los luga-res, se va desde el paternalismo hastala manipulación, pasando por la ofer-ta de propuestas evasivas o em-pleando directamente la represión.

De la represión para acallar lavoz de los jóvenes hay numerosísi-mos ejemplos en la Argentina, comolos hay de manipulación juvenil enlos regímenes totalitarios europeosde la primera mitad del siglo pasado,que utilizaron demagógicamente elesfuerzo de los jóvenes como avan-zada de sus proyectos de poder. Encambio, es común observar en lostiempos actuales una desmesuradacantidad de ofertas evasivas para lajuventud, que pretenden mostrarcomo lo propio de su condición de

des específicas en tanto jóvenes, ypor ende no se les permite integrar-se protagónicamente a la sociedad.

Hace ya casi veinte años, en1985, se celebró en todo el mundo elAño Internacional de la Juventud,impulsado por las Naciones Unidaspara tomar conciencia sobre estaproblemática, analizarla y tratar deencontrar entre todos -jóvenes yadultos- respuestas efectivas parasuperarla. Y por ese tiempo comen-zaron a desarrollarse políticas de ju-ventud, que la consideran como sec-tor social singularizado. En la Pro-vincia de Buenos Aires la inquietudpor los jóvenes quedó patentizadaen la última reforma de su Constitu-ción, hace ya diez años. El artículo36 de esa Constitución referido a losderechos sociales, dice en su puntotercero que “Los jóvenes tienen de-recho al desarrollo de sus aptitudesy a la plena participación e inserciónlaboral, cultural y comunitaria”.

Desde entonces se trabaja,con mayor o menor entusiasmo, conprogramas que buscan incluir social-mente a los jóvenes y resolver algu-nos de sus problemas, ofreciéndo-les mejores oportunidades de desa-rrollo, principalmente en los camposdel trabajo, de la educación y de lacultura. Sin embargo, esas políticasno son suficientes porque no abor-dan la cuestión principal: la falta deaceptación de su rol de movilizado-res sociales y, por ende, la falta departicipación juvenil en la toma dedecisiones.

De esto último se ocupa laConstitución de la Ciudad Autóno-ma de Buenos Aires sancionada en1996, que dedica todo su artículo 40a los derechos del joven, y dice alcomenzar que “La Ciudad garantiza ala juventud la igualdad real de opor-tunidades y el goce de sus derechos

jóvenes el descompromiso con lacosa común, referenciado en el“amiguismo” vacuo, la diversiónpasatista, el culto al cuerpo o laafición a la bebida.

En ese sentido es notoria,por ejemplo, la influencia de losmedios masivos de comunica-ción, y en especial la de la publi-cidad. La juventud es frecuente-mente considerada como simplefactor de consumo. A través delos mensajes publicitarios se lahalaga artificialmente al mismotiempo que se le transmite unaserie de disvalores que, a contra-pelo de su rol específico y natu-ral en la sociedad, pretenden in-sertarla mansamente dentro delas costumbres vigentes que fa-vorecen los esquemas y redes deintereses de los vendedores delos más diversos productos, in-cluida la droga.

Estas distintas formas deactuar sobre los jóvenes, a la parque aumentan considerablemen-te sus problemas, los agravancualitativamente e indican que, alas dificultades materiales quesufren por el solo hecho de for-mar parte de sociedades cada vezmás incapaces de satisfacer lasnecesidades de la gente, debe su-mársele la circunstancia de verimpedida la posibilidad de ejer-cer su rol de agentes de cambio.En algunos casos se los adorme-ce de tal forma, que a los mismosjóvenes les resulta dificultosoreconocerse en ese rol.

Desde esta mirada, enton-ces, no es inadecuado hablar demarginación de los jóvenes. Noes tanto que se los discrimine,sino que se los deja fuera de ladiscusión de los temas centrales.No se les reconocen sus cualida-

NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGISLACIÓN 281

a través de acciones positivas quefaciliten su integral inserción políticay social y aseguren, mediante proce-dimientos directos y eficaces, su par-ticipación en las decisiones que afec-ten al conjunto social o a su sector”.

La última frase es esencialpor el alcance que allí tiene el con-cepto de participación. Porque por“participación” suele entenderseque los jóvenes formen parte dedistintas iniciativas y realicen dis-tintas actividades. Pero esa no esla participación real que la juven-tud requiere. Tampoco es suficien-te que la juventud sea consultadasobre determinadas cuestiones,aunque esto es un avance respectoa lo anterior. Y tampoco basta conque los jóvenes, además de serconsultados, puedan decidir sobrecuestiones que a ellos los afecten.Es necesario advertir que la partici-pación auténtica de la juventud enel proceso social debe extenderse aser partícipe de las decisiones polí-ticas que se tomen en todas lascuestiones que hacen a la comuni-dad en general y no sólo a los jóve-nes. Es decir, entender a la partici-pación como capacidad de decidir;y decidir en todo, no sólo en lo re-lativo a su sector.

Esto no significa afirmar quelos jóvenes siempre tienen razón, ni

que deben ser ellos los que decidanexclusivamente, ni que no debansujetarse a las reglas básicas de laconvivencia. Lo que significa es queellos también deben ser escuchadosseriamente y participar del procesode toma de decisiones en todos losámbitos. Y participar en el procesode toma de decisiones no es decidir,sino ayudar a decidir; y esa deci-sión será igual o no a la propuestajuvenil, según sea el grado de adhe-sión que esa propuesta obtenga en-tre todos los que decidan, adultos yjóvenes. Esta actitud debe existir entodos los ámbitos donde se encuen-tren los jóvenes: en la familia, en elcolegio, en el trabajo, en las organi-zaciones sociales, en las estructu-ras de gobierno. Vale decir, en todoel campo social y en todo el campogubernativo.

No se incluye realmente a losjóvenes a partir de políticas que sóloplanteen mejorar su situación en tér-minos de resolver algunos de susproblemas, de fomento de ciertas ac-ciones, de servicios de distintas cla-ses, ni de llamarlos a colaborar ase-sorando sobre esas cuestiones. Nobasta que tengan mayores posibili-dades de estudio, mejor salida labo-ral, facilidades de crédito o mejoracceso a la vivienda propia. Todoeso es muy bueno, pero insuficiente

para lo esencial. Es preciso que losjóvenes sean reconocidos en su rolde movilizadores sociales, como pro-tagonistas en la construcción per-manente de la comunidad. Y el reco-nocimiento de esas funciones sóloserá efectivo si se les brinda posibi-lidades concretas de decidir sobreel destino de esa comunidad. Es de-cir, si se llama a la juventud a la par-ticipación real.

Habrá que abandonar, en de-finitiva, la concepción que ve a lajuventud como la simple continua-dora del pensamiento de sus mayo-res, y reemplazarla por otra que veaen ella al elemento dinámico de lasociedad, con posibilidades de se-ñalarle sus defectos y proponerle loscambios necesarios. De este modo,valorando y promoviendo el ejerci-cio de su rol de dinamizadora decambios, se integrará a la juventudde una manera natural y provecho-sa a la vida social.

La inclusión de los jóveneses, entonces, una ardua y aún pen-diente tarea. Sin duda hay que re-conocer avances, como las inten-ciones plasmadas en los textosconstitucionales citados, y algu-nos programas que le brindan be-neficios concretos. Pero urge abo-carse de fondo a la cuestión plan-teada.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005282

LA INCLUSIÓN SOCIAL DE LOS JÓVENES–ADULTOSUNA MIRADA DESDE LA EDUCACIÓN

Nora Cecilia EstradaPresidenta de la Comisión de Educación Cultura, Deporte, Ciencia y Técnica

del H. Senado de la Provincia de Buenos Aires

“Los jóvenes de 18 a 25 añosse han formado en momentos de pro-fundos cambios en la sociedad y es-pecialmente en las instituciones fun-dantes de su educación, la Familia yla Escuela”.

A la hora de plantear la inclu-sión o exclusión social de los jóve-nes de entre 18 y 25 años, si conce-bimos a la familia como agente natu-ral y primario de la educación, a laescuela como el ámbito específicode formación integral de la personahumana a través de la comunicaciónsistemática y crítica de la cultura, ysi asumimos que es una totalidadcoherente familia-escuela-comuni-dad-sociedad la que educa, no po-demos soslayar el impacto que hantenido sobre la formación de estosjóvenes los diferentes procesos vi-vidos por estas instituciones duran-te los últimos 15 años en los que,justamente, debieron transitar por elsistema educativo.

Cuando decimos que la escue-la es un efectivo instrumento de in-clusión social para el niño y el ado-lescente, lo hacemos considerandoque, además de garantizarles el ac-ceso, la permanencia y el egreso alsistema educativo con igualdad deoportunidades y posibilidades, lesdebe transmitir los conocimientos,desarrollar las competencias y pro-mover aquellas actitudes y valores

que la sociedad les demandará parasu desarrollo humano y social en eltiempo y lugar en que les tocará in-sertarse. La educación siempre re-quiere por ello de un enfoque pros-pectivo: es un prepararse para lo quevendrá.

Durante la década de los ‘90,nuestro país inició una serie de am-biciosas reformas en el sistema edu-cativo, con el objetivo de ampliar lacobertura y mejorar la calidad y laequidad en la educación básica. Latransformación involucró, entreotras cosas, un proceso de descen-tralización, de transferencia a lasprovincias de los establecimientossecundarios y terciarios no univer-sitarios, una nueva definición de ni-veles y ciclos de enseñanza y suconsecuente organización curricu-lar, así como el incremento de la obli-gatoriedad escolar de 7 a 10 años.

Sin embargo, estos procesosde transformación educativa que laProvincia de Buenos Aires inició apartir de 1994, se dieron en un con-texto socio-económico que evolu-cionaba deteriorando significativa-mente las condiciones de educabili-dad para vastos sectores de nuestrapoblación.

El grupo etáreo de 18 a 25años que nos ocupa, es el que conmayor crudeza recibió el impacto deestos procesos de cambio, tanto en

el contexto determinante de sus con-diciones de educabilidad, como asítambién hacia el interior de la insti-tución escuela, que debió desplazarel foco de atención de la cuestiónpedagógica a la cuestión de conten-ción y asistencia social.

Es por ello que, antes de pre-guntarnos en qué medida esta cues-tión de prospectiva fue desconside-rada o cuando menos desatendidapara estos jóvenes, y cómo ello hadeterminado en mayor o menor gra-do los problemas de inclusión so-cial que padecen en la actualidad,sería importante hacer un rápido re-paso histórico de los procesos quehan desembocado en el escenarioactual.

La transformación delmercado laboral

Más allá de cualquier discu-sión ideológica, nadie puede dudarde que el proceso vivido entre el´45 y el ́ 55 convirtió al trabajo hu-mano en el principal mecanismo dedistribución de bienestar y de inte-gración social. Las decisiones polí-ticas tomadas entonces quedaronclaramente expresadas en la crea-ción y consolidación de institucio-nes creadas para tal fin. Políticas

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económicas que articularon la pro-ducción para consumo interno, pro-tección de la industria local y fuer-te participación e intervención delestado, lograron un equilibrio so-cio-económico que nos acercó alpleno empleo.

Los cambios de rumbo políti-co operados en los 60 y aquel nuevomodelo para los argentinos iniciadoen los setenta por la dictadura militar,convergen en los 80, con un paulati-no deterioro del mercado de trabajo,aumento de diferentes formas de sub-ocupación, precariedad en las rela-ciones salariales, expansión del sec-tor informal urbano y la caída del va-lor real de las remuneraciones.

Se desarrolla entonces unsostenido incremento de la pobreza,como resultado de la caída de losingresos en los sectores medios, eldeterioro del mercado de trabajo y elproceso de hiperinflación.

Se coincide a comienzos delos ́ 90 en la necesidad de revertir elescenario económico, como condi-ción para recomponer la situaciónsocial y devolver a sus familias unacalidad de vida digna. Sin embargo,el paso de un contexto de crisis ehiperinflación a otro de crecimientoy estabilidad durante esa década, nofue suficiente para lograrlo. Por elcontrario, el crecimiento de la pobre-za y la desocupación constituyeronla cara visible de un cambio profun-do en la estructura social de nuestropueblo. Mientras que en 1991 la po-blación empleada era de 11.988.487personas, cuatro años después ytras un crecimiento acumulado decasi el 40% del PBI, la economía em-pleaba a 11.957.056, es decir, a 32.000personas menos.

La nueva estructura social seconsolidó durante la etapa de rece-

sión iniciada a fines los ́ 90 y se ex-presó en un proceso de concentra-ción de riqueza sin precedentes ennuestra sociedad: en 1995, las 200empresas más grandes del país fac-turaron U$S 75.000.000.000, las utili-dades fueron de U$S 4.500.000.000,es decir, 30% más que en 1994, y másde la mitad de estas ganancias fue-ron para sólo 10 grupos empresa-rios. Se produjo la vulnerabilizaciónde los sectores medios y los secto-res más carenciados se vieron con-denados a la pobreza crónica y laexclusión social.

Durante la prolongada rece-sión de 1998-2002, las tendencias delempleo en el conjunto de los princi-pales aglomerados de la Provinciade Buenos de Aires produjeron unapérdida de 380 mil empleos genui-nos, correspondiendo el 22% de esascesantías al período 2001/2002.

Los planes de empleo crearonocupaciones equivalentes al 8% delempleo total, permitiendo alcanzar enoctubre de 2002 un balance positi-vo: 174 mil nuevos puestos. El com-portamiento del empleo del Conur-bano tuvo una amplia incidencia enesta tendencia, ya que más de nue-ve de cada diez puestos perdidosentre 1998-2002, y de los creadosentre 2001-2002, correspondieron aesta región. Entre 1999-2002, el con-junto de los aglomerados de la pro-vincia perdió más de 400 mil pues-tos de trabajo formal, proviniendodel sector privado nueve de cada diezde estas bajas.

Los datos de la pobreza nosdicen que entre octubre de 1998 yoctubre del 2002, la cantidad de ho-gares bajo la línea de pobreza se in-crementó en 2.634.486, correspon-diendo un 42% a la Provincia deBuenos Aires.

La transformacióneducativa

Resulta claro que un procesode varias décadas consolidó en laArgentina, y específicamente ennuestra provincia, un escenario pro-picio para dejar a la familia en unasituación de extrema vulnerabilidad.Las condiciones de educabilidad,entendiendo por tal, aquellas condi-ciones fundamentales para garanti-zar que los alumnos lleguen a la es-cuela en condiciones de aprender,se deterioraron significativamente.

El proceso de inclusión esco-lar producido por la transformacióneducativa a partir de la implementa-ción de la Ley Federal de Educaciónde 1993 es irrefutable, aunque no esmenos cierto que la escuela comoinstitución vivió hacia adentro lainestabilidad, la inseguridad e inde-finiciones propias de todo procesode transformación y cambio, lo quesumado al contexto delineado pre-cedentemente, impactó sobre la for-mación de aquellos niños y adoles-centes a los que circunstancialmen-te les tocó participar de la transiciónentre un sistema que agonizaba yuno nuevo que emergía.

En la Provincia de BuenosAires y en términos generales, la im-plementación de la Reforma Educa-tiva generó un fuerte impacto en elNivel de la EGB, ya que al extender-se en dos años adicionales obliga-torios, incluyó más que los que seincorporaban a primer y segundoaño de la ex Escuela Media.

Este crecimiento también sereflejó en el Nivel Polimodal. En 1998se inscribieron en tercer año del ni-vel medio 172.755 alumnos, en tantoen 1999, año de inicio del Polimodal,los matriculados en primer año lle-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005284

garon a 247.061. Es decir, se dio unaumento de 74.306 alumnos, un 43%de incremento.

En este proceso debemosdestacar la decisión política en laProvincia de implementar un progra-ma destinado a aumentar la escola-ridad de nivel medio. Tuvo inicio en1999 y llegó a beneficiar a 165.000jóvenes inscriptos en el Polimodalen el año 2000, mediante una presta-ción de $ 900 anuales por alumno.En el año 2001, este programa abar-có a unos 128.000 alumnos, con unainversión total próxima a 96 millonesde pesos. Se trató de un programafocalizado, cuyos beneficiarios eranniños y jóvenes que habitaban enhogares de bajos ingresos.

Estas cuestiones propiciaronun proceso de incremento matricu-lar que significó la mayor inclusióny retención que se haya operado enla historia del Sistema EducativoBonaerense. Además, estuvo enfranca contraposición a lo que ocu-rría en un país que excluía desde ladesocupación, la caída del empleo,la instalación de la pobreza y la indi-gencia, y la injusta concentración dela riqueza.

No obstante, los estudios dela Dirección General de Cultura yEducación muestran que las instan-cias críticas del nuevo sistema edu-cativo se reubicaron en el primer ysegundo año de la EGB, con aumen-tos en las tasas de repitencia, y enoctavo y noveno, en los que las ta-sas de deserción se situaban en1999-2000 alrededor del 10%, llegan-do al 13% en el año 2003 (cerca de100.000 alumnos).

En consecuencia, y más alláde los logros de inclusión que signi-ficó el nuevo sistema, continúanpendientes diversos problemas paralos sectores socio económicos más

bajos de la población. Ellos son: larelevante proporción de alumnosque van dejando el sistema en losúltimos años de la EGB y el Polimo-dal, la baja calidad de los saberesbásicos, las serias dificultades paraeducar en condiciones de pobreza yextrema pobreza, las dificultadespara valorar y cumplir las normas quese observan en los alumnos, la ur-gente necesidad de educar en la cul-tura del trabajo y la producción yvincularla con los desarrollos socialy productivos de cada región y ladébil formación docente, tanto en supreparación de base, como en la ne-cesaria para enfrentar los contextosactuales.

Estas cuestiones externas ode contexto, como aquellas propiasdel Sistema Educativo Provincial,conforman la complejidad de causasque han condicionado la educacióny a la escuela en el logro de consti-tuirse en factores determinantes deinclusión social.

Actualmente, la Provincia deBuenos Aires se encuentra abocadaa redefinir las políticas públicas parala educación de los próximos diezaños. Ha coincidido con diferentessectores en la necesidad de repen-sar la escuela y la enseñaza, susmétodos y prácticas pedagógicas,los climas institucionales y los con-textos en los que se educa. Para esoha revisado lo hecho hasta ahora,aceptando que sólo se entiende lainclusión educativa como un con-junto de procesos que llevan a unaescolarización total, sin renunciar abrindar una enseñanza de calidad enla que el trabajo y el esfuerzo seanlos ejes sobre los que se desarrollenlos aprendizajes. Tenemos la convic-ción de que las acciones que surjanpermitirán recuperar la escuela comoun poderoso instrumento de desa-

rrollo e inclusión social, en el marcode un proyecto educativo federal,que garantice una educación al ser-vicio de un nuevo modelo de naciónintegrada al MERCOSUR.

La situación de losjóvenes

La preocupación que surgedel presente análisis nos remite ne-cesariamente a ese grupo etáreo de18 a 25 años, que pasó por la escue-la o quedó excluido en medio de to-dos los procesos socio económicosy de cambio ya descriptos. Son, con-secuentemente, quienes padecen se-veros déficit y ausencias en su for-mación, que se expresan en las se-rias dificultades que enfrentan en laactualidad para lograr insertarse enel mercado laboral.

Los jóvenes 18 a 25 años sonlos más castigados por la crisis deldesempleo. El 41,5% de todos losdesocupados del país tienen entre18 y 24 años. La cantidad de jóve-nes de esa franja que vive con suspadres y que comenzó a trabajar o abuscar trabajo, era de un 23,7 % en1991, creció a un 29,5% en 1995, ytrepa al 33,5% en la actualidad, loque eleva el índice de desempleo eneste subgrupo.

En la Provincia de BuenosAires, el grupo de 18 a 24 años re-presenta el 12,1% del total de sushabitantes. A la vez, el 28% es me-nor de 20 años. El 36% de los jóve-nes estudia, el 63% ya no lo hace, yun 1% no ha pasado por la escuela ycarece de cualquier certificación.

El subgrupo de 20 a 24 añosestá conformado en la Provincia deBuenos Aires por aproximadamente

NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGISLACIÓN 285

1.200.000 jóvenes, de los cuales el 52%no ha terminado sus estudios del Po-limodal o EGB. Sólo el 22% ha cursa-do o está cursando estudios tercia-rios o universitarios. No obstante, elsistema educativo ha incorporado enel Gran La Plata y en Bahía Blanca auna proporción de jóvenes de estasedades mayor que el promedio nacio-nal, en tanto, en Mar del Plata y Batány en los Partidos del Conurbano esmás importante el porcentaje de jóve-nes excluidos. Allí sólo está incorpo-rado al sistema educativo el 42,3% yel 38,8% respectivamente, y sólo el26% presenta estudios secundarios oPolimodal completo.

Si a modo de ejemplo, consi-deramos que desde 1990 más de untercio de las empresas del Conurba-no Bonaerense elevó los requisitosmínimos de educación para accedera empleos formales al secundario oPolimodal completo, tanto para lascategorías ocupacionales principa-les como para los operarios de me-nor calificación, y que hoy en 9 decada 10 empresas tal requisito es in-dispensable para el ingreso en pues-tos administrativos, de control, téc-nicos y de ventas (75% de los pues-tos existentes), entenderemos la ur-gencia de abordar el tema que nosocupa. Estamos hablando de 624.000jóvenes de 20 a 24 años que no hanalcanzado el nivel de calificación quehoy se toma como una exigenciapara acceder a cualquier puesto detrabajo.

Esto queda corroborado sianalizamos los datos de la Encuestade Desarrollo Social de SIEMPRO-INDEC de agosto de 1997, que mues-tra cómo disminuyen las tasas dedesocupación según el nivel de es-tudios. Entre los que tienen secun-dario incompleto, es de un 15,8%,entre los que tienen terciario incom-

pleto, de 13,8%, y entre los jóvenescon terciario completo, de 5,2%.

De la Encuesta Permanente deHogares se puede deducir que enlos partidos del Conurbano Bonae-rense nos aproximamos a 90.000 jó-venes de 15 a 24 años, en su mayo-ría varones, que no estudian, no tra-bajan, ni están buscando trabajo;sector que representa más del 8%de la población. Más del 80% de ellosno ha cumplido aún los 20 años ypertenece a hogares en los que elingreso per cápita es de $120 men-suales. En sus familias, sólo uno decada tres miembros en condicionesde trabajar lo puede hacer. Y de es-tos, más de la mitad no tiene un em-pleo regular.

Una mirada conjunta de la si-tuación de este grupo en el del cam-po laboral y educativo destaca laproblemática de los jóvenes de 18 a24 años excluidos del sistema edu-cativo y del mercado laboral, siendolos más afectados en la provincia,los jóvenes del Conurbano y los deSan Nicolás-Villa Constitución.

Finalmente, si aceptamos elimpacto que en términos de inclu-sión social ha tenido el hecho de queuna porción importante de esta po-blación se desarrollara en contextosde extremas carencias, los siguien-tes guarismos provinciales nos mar-can importantes desafíos para lasfuturas generaciones.

Según el SIEMPRO, en octu-bre del 2002 vivían en condición depobreza en la Provincia de BuenosAires el 76,5% de los niños menoresde 5 años (más de 1,1 millones depersonas), el 77,2% de los niños de6 a 12 años (casi 1,5 millones), el77,7% de los adolescentes de 13 a18 años (1,2 millones) y el 63,6% delos jóvenes de 19 a 24 años (algomás de 900 mil personas).

Sin embargo, y más allá de lanecesidad de resolver los grandesdesafíos de la educación para lospróximos 10 ó 15 años, resulta nece-sario implementar políticas públicasfocalizadas al sector de 18 a 25 añosde manera urgente e inmediata.

Líneas propuestas

Entendiendo que la creaciónde trabajo digno es el mejor caminopara la reconstrucción de una socie-dad integrada, resulta urgente y ne-cesaria la concreción de pactos quepermitan consensuar programas depromoción del trabajo digno, de losque participen los sectores del em-presariado, las organizaciones de tra-bajadores y el estado, en cada distri-to y en cada región de la provincia.

Desde este marco, resulta prio-ritario plantear algunas líneas espe-cíficas de intervención, para resol-ver y saldar la deuda educativa ysocial con el grupo que nos ocupa.

Necesitamos de manera ur-gente un sistema integrado de rele-vamiento y capacitación de recur-sos humanos identificados por gru-pos y una fuerte articulación y com-plementariedad de acciones entre laspolíticas socio-económicas, produc-tivas, educativas y ocupacionales,diseñadas y desarrolladas para aten-der las demandas y necesidades decada región de la provincia.

Esto nos remite necesariamen-te a una reorientación de la forma-ción profesional, de acuerdo a losprogramas de desarrollo y reactiva-ción económica de cada región.

Para ello, y en el marco de laconsolidación del proceso de descen-tralización educativa en marcha, de-beríamos desarrollar una regionaliza-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005286

ción que contemple no sólo cuestio-nes de estructura para la conducciónde las políticas educativas provincia-les en cada región, sino también lacoordinación y articulación de pro-yectos de capacitación, reconversióny especialización de los recursos hu-manos identificados en la región, ase-gurando que los mismos respondana un adecuado diseño, planificacióny distribución de ofertas, y compati-bilizando efectivamente las necesida-des productivas y de desarrollo conlas propias de cada grupo.

Esto debería ser parte de unsistema provincial más amplio, dearticulación educación-trabajo consede en cada región y con la partici-pación concertada de los sectoresrepresentativos de la empresa, el tra-bajo, la educación y el estado.

Entre las diferentes metas ymedios conducentes a concertar,aparecen ciertas necesidades. Porejemplo, entre los trabajadores ocu-pados o desocupados y sin califica-ción formal pero con competenciasreales desarrolladas en la experien-cia, la necesidad de propiciar su cer-tificación a partir de un proceso acor-dado entre trabajadores, empresas,y estado. La evaluación y acredita-ción de competencias y su articula-ción con ofertas de capacitaciónapropiadas, propenden al permanen-te crecimiento en los niveles de cali-ficación, y a la consecuente jerar-quización y promoción de los traba-jadores.

En tal sentido, resultaría auspi-cioso profundizar en el trabajo ya ini-ciado por la Dirección General de Cul-tura y Educación, a través de su ofici-na de acreditación de saberes adquiri-dos y competencias, en la que se pro-pone que aquellas personas que reali-zan trabajos profesionales pero no hanalcanzado un título, o quienes hanabandonado cualquier nivel de la edu-cación formal, tengan la oportunidadde obtener su certificación.

La complementariedad y arti-culación entre sistema educativo,sistema económico, productivo, in-dustrial y empresarial, deberá darsetanto en el diseño de las ofertascomo en la satisfacción de las de-mandas. Esto significa que la forma-ción de los recursos humanos en de-terminados y específicos saberes ycompetencias, no puede quedar cir-cunscripta a la institución escuela,sino que todos los actores y sus me-dios disponibles deben intervenir enlos procesos de formación, especia-lización y capacitación.

Es preciso poner en marchaen la Provincia de Buenos Aires másinstitutos de formación técnica su-perior, previstos en el Art. 20 de laLey Federal de Educación. Los mis-mos tendrán como objetivo brindarformación profesional y reconver-sión permanente en las diferentesáreas del saber técnico y práctico,de acuerdo con los intereses de losalumnos y la actual y potencial es-tructura ocupacional.

Debemos desarrollar ofertaseducativas de corta duración y conpreparación ocupacional específicapara aquellos que, habiendo com-pletado la EGB, no han accedido alPolimodal.

En tal sentido, las accioneseducativas formales y no formalesdeben concurrir complementaria ysolidariamente para la educación in-tegral, integradora y permanente dela persona trabajadora, tal como loestablece la Ley Federal. Para eso, elsistema debe ofrecer posibilidadesconcretas y programas de formacióny reconversión laboral alternativoso complementarios a los de la edu-cación formal.

No dudamos de que estas ac-ciones y otras que pudieren surgirinspiradas en el presente análisis, im-pactarán de manera significativa enel acceso al empleo de los grupos dejóvenes adultos y en su promociónhacia un trabajo digno que les ga-rantice la inclusión social.

Finalmente, desde los nivelesmás altos de la planificación educa-tiva deben hacerse ingentes esfuer-zos de cara al futuro, para superar lafuerte dependencia de los problemascoyunturales y de contexto. Deberevalorizarse un enfoque prospecti-vo de la educación, que nos garanti-ce que los niños y jóvenes que seeducan hoy, adquieran los saberesy competencias necesarios para suinclusión social dentro de 10 ó 15años.

NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGISLACIÓN 287

El Estado debe acentuar loscontroles sobre el consumo de dro-gas en forma preventiva, y no ejer-ciendo exclusivamente una políticarestrictiva.

Si bien existe legislación diri-gida a prohibir la venta, expendio osuministro de alcohol, pegamentos,colas o similares que contengan ensu composición tolueno o sus deri-vados a menores de 18 años, no esmenos cierto que con frecuencia hayviolaciones a la misma, agravada in-cluso, por la indiferencia que noscabe como ciudadanos. Pues frentea situaciones de venta de alcohol amenores en lugares que están pro-hibidos, no actuamos en conse-cuencia.

Creo conveniente, en estesentido, que desde el Estado se acen-túen los controles para impedirlo,pero no ejerciendo exclusivamenteuna política restrictiva como se vie-ne haciendo hasta ahora, sino tra-bajando en forma preventiva: a tra-vés del control de la publicidad, me-diante alternativas de ocio sin alco-hol como el fomento del deporte, larestricción real del consumo de al-cohol a menores, la educación parala salud, la promoción de actitudesy estilos de vida incompatibles conel mismo, a través de mensajes obje-tivos y no alarmistas centrados enlas ventajas de no beber, por mediode manifestaciones de actitudes ne-gativas respecto de la bebida por

parte de padres y educadores, ycombatiendo focos de exclusióncomo la falta de expectativas labora-les y la escasez de participación.

Es importante promover ac-ciones de solidaridad social, cana-les de diálogo con los jóvenes, inte-racción juvenil, educación y depor-tes y la formación de profesionalesque nos permitan trabajar en formapreventiva, reduciendo la oferta yatendiendo a las personas con pro-blemas de adicción.

Cabe destacar, a su vez, la im-portancia que ocupa el rol de la fa-milia y el ámbito educativo en todoello. En primer lugar, manteniendoun diálogo permanente con los hi-jos y ejercitando nuestra responsa-bilidad como padres; y en segundolugar, formando a los educadores,con el fin de concienciar sobre lasconsecuencias que las adiccionesacarrean.

Debemos asumir que el alco-hol o el cigarrillo contienen todoslos aspectos clínicos que definen auna droga, por cuanto son psicoac-tivos, tóxicos y nocivos. A pesar deello, son drogas aceptadas social-mente.

Dos de cada tres alumnos se-cundarios argentinos consumen al-cohol habitualmente. La edad de ini-cio de los varones es a los 13 años,y la de las mujeres, a los 14. Incluso,en los últimos años, las chicas hanllegado a equiparar a los chicos en

PREVENCIÓN DE ADICCIONES

Filomena D’AmbrosioPresidenta de la Comisión de Prevención de las Adicciones

de la H. Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires

consumo de bebidas alcohólicas,comprobándose que la edad de ini-cio es, en muchos casos, a los 8 años.De allí la preocupación de los espe-cialistas por el alto consumo de al-cohol asociado a cuestiones talescomo el delito y los accidentes detránsito. No sólo el 40% de éstosúltimos está asociado a la ingestade alcohol, sino que se convierte enla primera causa de muerte de jóve-nes en el territorio bonaerense.

En relación al delito, se indicaque el 26% de los delitos cometidoscontra la sociedad y contra tercerosse perpetran bajo el efecto del alco-hol, que el 70% de los presos bo-naerenses consumía alcohol regu-larmente antes de ingresar a la cár-cel, y que el 80% de los casos depeleas callejeras con armas blancaso de fuego se producen bajo el efec-to del alcohol.

El ascenso del consumo dealcohol entre los jóvenes bonaeren-ses se produjo durante los últimosdiez años, período en el cual el con-sumo de cerveza se incrementó delos 7 a los 70 litros por habitante poraño.

Las estrategias de marketingde las empresas cerveceras comien-zan a dirigir sus mensajes a los jóve-nes. Esto determinó que el consumode cerveza dejara de ser estacional,masculino y asociado a las comidas,para convertirse en una costumbrede todo el año, asociada a las sali-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005288

das nocturnas y a los adolescentes.Ese mensaje convirtió también elconsumo en abuso. De allí la necesi-dad de referirme especialmente a lafranja más desprotegida y de mayoroferta, que son los jóvenes.

La pérdida de sentido, el res-quebrajamiento de los vínculos fa-miliares, la falta de expectativas, ladistancia entre pautas sociales cadavez más exigentes y una sociedadpaupérrima en oportunidades, la cri-sis educativa y el desempleo, colo-can a los jóvenes de hoy en una si-tuación de extrema vulnerabilidad,que los puede llevar a diluir sus frus-traciones en el alcohol y las drogas.

Los jóvenes buscan hoy unasalida individual a una crisis exis-tencial. Algunos se escudan en sus-tancias legales como el alcohol o eltabaco y otros buscan refugio entóxicos ilegales. Enfermedades comola bulimia, la anorexia o los ataquesde pánico, también son manifesta-ciones de esta crisis.

¿Qué los lleva a esta situa-ción? Es el mundo de la publicidadque vende imágenes incompatiblescon la realidad, contra el mundo dela escuela que, a duras penas, con-sigue tizas y un pizarrón; es una pe-lea muy despareja y los chicos es-tán ahí, tironeados, sin saber cómocumplir con semejantes expectati-vas. La población joven es muchomás propensa a caer en la desocu-pación, la precariedad laboral y eldéficit escolar ante las demandas deun mercado cada vez más exigente.La realidad es que, de acuerdo conlas cifras del INDEC, el 42 por cientode los jóvenes, es decir, 2.680.000personas, no asisten a un estableci-miento educativo. El 35% de la po-blación joven no estudia ni tiene tra-bajo remunerado estable. Y al me-

nos seis de cada diez chicos de en-tre 15 y 24 años se emplean en elsector informal.

Ante la crisis, muchos des-creen del valor del trabajo y descali-fican su educación y su capacidad.Sienten el estigma y la frustraciónde dejar de ser un joven prometedorpara ser un “nadie” sin futuro.

Frente al desbarrancamientode las oportunidades y posibilida-des, nuestra cultura sigue interpe-lando a sus miembros en torno delascenso social y del éxito, y los jó-venes sufren en particular esta si-tuación. Aun cuando sus padressaben de la crisis y la sufren, nodejan de depositar en los hijos lasmás altas expectativas; y ellos nopueden más que llevarlas sobre loshombros.

Debemos tratar de romper conla lógica que los hace pensar que notiene sentido estudiar. Hay que de-mostrarles que pueden hacer unmontón de cosas, que pueden ge-nerar un ingreso o hacer algo porellos o por otros. Hay que recompo-ner los lazos familiares rotos.

Es imprescindible crear espa-cios de discusión en los ambientesnaturales de los chicos -como en elcolegio- para el intercambio y es-cucha de inquietudes. Hay que fo-mentar la creación de redes de con-tención, en las que interactúen lasinstituciones escolares, los clubesde barrio, las ONG y las parroquias,y habilitar lugares en los que podercaptar a los que están sin hacernada, para ver qué habilidades pue-den llegar a desarrollar. Hay que ha-cerles saber que no todo está per-dido, que ellos mismos son los res-ponsables de su futuro y que tie-nen habilidades que aún no han po-dido demostrar.

Es importante aprender a uti-lizar el tiempo libre, con deporte oactividades creativas. La droga sedebe prevenir desde la familia y elcolegio principalmente, pero el Es-tado también debe emprender estecamino en pos de trabajar para evi-tar que nuestros hijos se inicien enel consumo.

Por eso, creo necesario quedesde los Municipios se comience atrabajar en la prevención de las adic-ciones, y entiendo que el deporte esla herramienta para comenzar estecamino.

Debemos destacar el valorque el deporte tiene para los jóve-nes de ambos sexos, así como supapel a la hora de configurar la iden-tidad y unir a las personas, comopara incentivar el valor social y de lasalud.

El desarrollo de las facultadesfísicas, intelectuales y sociales a tra-vés de la práctica deportiva, deberíafomentarse entre todos, tanto den-tro del sistema educativo como enotros aspectos de la vida social. De-bemos subrayar la necesidad de di-fundir los valores del deporte: fo-mento del bienestar físico y mental,y mejora de la calidad de vida. Debe-mos resaltar la importancia de fomen-tar los valores y virtudes de la auto-disciplina, la autoestima y el esfuer-zo favorecidos por el deporte, ayu-dando así a los jóvenes a tener con-ciencia de sus capacidades y limita-ciones, y a superar las dificultadesque puedan encontrar en su vida co-tidiana.

A través de los valores de lasolidaridad, respeto a los demás,participación y juego limpio, el de-porte contribuye a la socializaciónde los jóvenes, fomenta su partici-pación en la vida pública y promue-

NORMAS CONSTITUCIONALES Y LEGISLACIÓN 289

ve los valores democráticos y la ciu-dadanía. Además, hay que destacarel papel que puede desempeñar eldeporte en la cohesión social, espe-cialmente entre los jóvenes desfa-vorecidos. Al fomentar la tolerancia,la aceptación y el respeto de la di-versidad en relación con otros jóve-nes atletas, el deporte puede contri-buir considerablemente al entendi-miento intercultural y a la lucha con-tra el racismo, la xenofobia, el sexis-mo y otras formas de discriminación.

Debemos garantizar que todaslas personas que participen en eldeporte respeten estos valores, yque a su vez, se fomenten medidasdirigidas a los jóvenes en favor del

juego limpio, contra las amenazaspara la salud (en particular el dopa-je), así como contra la violencia en eldeporte.

El deporte puede mejorar lacalidad de vida y fomentar la inde-pendencia de los jóvenes con dis-capacidades, así como ayudarlos asuperar prejuicios sociales. Es pre-ciso resaltar la necesidad de elimi-nar obstáculos que impidan a losjóvenes con discapacidades acce-der a las actividades deportivas.

Es fundamental salvaguardarlas características específicas del de-porte y promover sus valores éticos,así como los ideales olímpicos, evi-tando de ese modo los posibles ries-

gos que se correrían al potenciar enexceso la dimensión económica deldeporte. Asimismo, deberían fomen-tarse actividades voluntarias en ma-teria deportiva, con participación ycontribución activa de todos los or-ganismos interesados, en especial lade las asociaciones y organizacionesdeportivas de jóvenes voluntarios.

Una vez que se conoce cómose originó lo negativo y a través dequé formas se transmite, es posibleencontrar las vías más apropiadospara contrarrestar sus efectos. De lamisma manera, se pueden encontrarlos métodos para reforzar aquellosaspectos positivos que ya existenen la comunidad.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005290

Índice deDesarrollo Humano

1º. Se calcula el Índice estimado de salud (I(s)) mediante la siguiente fórmula:

I(s) = ( (0,5714 * S(TMI) + 0,2857 * S(RS) + 0,1429 * S(CS) ) – 25 ) / 60

donde cada componente S(i) se calcula mediante las siguientes fórmulas:

S(TMI) = –0,41 * TMI + 80,5S(RS) = –0,3333 * RS + 78,9S(CS) = –0,16 * CS + 81,2

TMI es la Tasa de Mortalidad Infantil, RS es el Riesgo Sanitario estimado a través del porcentajede población en hogares con inodoro sin descarga de agua o sin inodoro, y CS es el porcentaje depoblación sin obra social, plan de salud privado o mutual.

A fin de complementar los contenidos de loscapítulos precedentes, se ha incluido en el presen-te Anexo la estimación del Índice de DesarrolloHumano (IDH), por Partido y Sección Electoral.También se ha calculado para los tres cordonesdel Conurbano, el Gran La Plata, los municipioscon ciudades mayores de 60.000 habitantes (Inte-rior1) y el resto de los partidos (Interior2). Paramayor información acerca del criterio de clasifi-cación de los municipios, ver el Capítulo 7 del pre-sente Informe.

El IDH ha sido calculado en base a una ade-cuación de indicadores disponibles del Censo Na-cional de Población, Hogares y Viviendas 2001.También se utilizaron otras fuentes censales pre-vias y la información provista por el Ministerio deSalud de la Provincia de Buenos Aires.

La estimación del IDH para los municipios dela Provincia de Buenos Aires incorpora indicadoresalternativos, debido a la indisponibilidad de algunosde los establecidos por el Programa de las NacionesUnidas (PNUD). El Índice del PNUD se componede tres elementos de igual ponderación:

• salud (medido a través de la esperan-za de vida al nacer),

• educación (referenciado en dos terciospor la tasa de analfabetismo y un ter-

cio por la tasa combinada de matricu-lación primaria, media y superior) y

• nivel de vida (estimado a través de unajuste denominado “utilidad del ingre-so per cápita” en dólares estadouni-denses según Paridades de Poder Ad-quisitivo).

En el nivel de desagregación de los munici-pios bonaerenses, sólo existen estimaciones ac-tualizadas de la tasa de analfabetismo y de la tasaneta de escolarización según grupos de edad (me-didas a través del citado Censo 2001).

Por otro lado, el PNUD ha establecido lími-tes “normativos” para el cálculo de los valores delIDH, aspecto que facilita las comparaciones en-tre naciones, regiones o segmentos sociales, y entrediferentes períodos de tiempo. A fin de permitircomparaciones similares para las regiones y mu-nicipios de la Provincia de Buenos Aires, el pre-sente Informe ha adaptado las ponderaciones decada indicador alternativo en base a estimacionesde regresiones establecidas en otras unidades te-rritoriales.

En este sentido, la estimación del IDH paralas regiones y municipios de la Provincia deBuenos Aires se realiza mediante los siguien-tes pasos:

2º. Se calcula el Índice estimado de educación (I(e)):

I(e) = 2/3 * E(Alf) + 1/3 * E(Esc)

donde cada componente E(i) se calcula mediante las siguientes fórmulas:

E(Alf) = tasa de alfabetismo de la población de 10 años y másE(Esc) = (EscA + 6 * EscB + 3 * EscC + 3 * EscD + 3 * EscE) / 15EscA es la tasa neta de escolarización de 5 años, EscB la de 6 a 11 años, EscC la de 12 a 14 años,

EscD la de 15 a 17 años y EscE la de 18 a 24 años.

3º. Se calcula el Índice estimado de nivel de vida (I(nv)):

I(nv) = (log (nv) – log (100)) / (log (40.000) – log (100))

donde nv es igual a:

nv = (nv(V) + 3 * nv(NBI) + 2 * nv(JHD) ) / 6

donde cada componente nv(i) se calcula mediante las siguientes fórmulas:

nv(V) = 450 * V – 36.600nv(NBI) = –692 * NBI + 23.800nv(JHD) = –650 * JHD + 27.250

V es el porcentaje de población que reside en Casas tipo A o en Departamentos, NBI es elporcentaje de población en hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas y JHD es el porcentaje dejefes de hogar desocupados.

4º. Se estima el Índice de Desarrollo Humano:IDH = (I(s) + I(E) + I(nv) ) / 3

Partido Indice estimado Indice estimado Indice estimado Indice dede salud de educación de nivel de vida Desarrollo Humano Población

2001 2001 2001 2001 2001

Total 0,817 0,952 0,794 0,854 13.827.203Adolfo Alsina 0,805 0,943 0,852 0,867 16.245Adolfo Gonzales Chaves 0,842 0,950 0,861 0,884 12.037Alberti 0,872 0,957 0,866 0,899 10.373Almirante Brown 0,799 0,948 0,757 0,835 515.556Arrecifes 0,845 0,942 0,841 0,876 27.279Avellaneda 0,836 0,965 0,832 0,877 328.980Ayacucho 0,863 0,942 0,849 0,885 19.669Azul 0,850 0,956 0,846 0,884 62.996Bahía Blanca 0,844 0,972 0,847 0,887 284.776Balcarce 0,832 0,950 0,819 0,867 42.039Baradero 0,834 0,949 0,821 0,868 29.562Benito Juárez 0,862 0,954 0,861 0,892 19.443Berazategui 0,816 0,952 0,754 0,841 287.913Berisso 0,822 0,964 0,801 0,862 80.092Bolívar 0,842 0,956 0,850 0,883 32.442Bragado 0,838 0,950 0,848 0,879 40.259Brandsen 0,814 0,945 0,814 0,858 22.515Campana 0,825 0,953 0,786 0,855 83.698Cañuelas 0,790 0,936 0,791 0,839 42.575Capitán Sarmiento 0,853 0,946 0,846 0,882 12.854Carlos Casares 0,858 0,946 0,842 0,882 21.125Carlos Tejedor 0,820 0,940 0,842 0,867 11.539Carmen de Areco 0,838 0,941 0,839 0,873 13.992Castelli 0,874 0,950 0,850 0,891 7.852Chacabuco 0,851 0,940 0,850 0,880 45.445Chascomús 0,826 0,957 0,834 0,872 38.647Chivilcoy 0,832 0,950 0,848 0,877 60.762Colón 0,836 0,937 0,838 0,870 23.179Coronel Rosales 0,879 0,973 0,877 0,910 60.892Coronel Dorrego 0,845 0,959 0,866 0,890 16.522Coronel Pringles 0,830 0,942 0,847 0,873 23.794Coronel Suárez 0,844 0,952 0,861 0,886 36.828Daireaux 0,839 0,941 0,828 0,870 15.857Dolores 0,827 0,956 0,834 0,873 25.216Ensenada 0,821 0,961 0,809 0,864 51.448Escobar 0,788 0,937 0,693 0,806 178.155Esteban Echeverría 0,795 0,944 0,739 0,826 243.974Exaltación de la Cruz 0,818 0,935 0,810 0,854 24.167Ezeiza 0,765 0,937 0,663 0,788 118.807Florencio Varela 0,771 0,932 0,564 0,756 348.970Florentino Ameghino 0,839 0,939 0,850 0,876 8.171General Alvarado 0,845 0,952 0,811 0,869 34.391General Alvear 0,808 0,929 0,846 0,861 10.897General Arenales 0,831 0,948 0,851 0,877 14.876General Belgrano 0,850 0,952 0,842 0,881 15.381General Guido 0,848 0,941 0,853 0,881 2.771General Juan Madariaga 0,833 0,935 0,808 0,859 18.286General La Madrid 0,841 0,948 0,857 0,882 10.984General Las Heras 0,820 0,956 0,833 0,870 12.799General Lavalle 0,693 0,925 0,787 0,801 3.063General Paz 0,842 0,946 0,835 0,874 10.319General Pinto 0,849 0,938 0,838 0,875 11.129General Pueyrredón 0,834 0,961 0,833 0,876 564.056General Rodríguez 0,778 0,937 0,742 0,819 67.931General San Martín 0,827 0,958 0,816 0,867 403.107General Viamonte 0,826 0,944 0,815 0,861 17.641General Villegas 0,815 0,941 0,833 0,863 28.960Guaminí 0,836 0,950 0,860 0,882 11.257Hipólito Yrigoyen 0,845 0,942 0,853 0,880 8.819Hurlingham 0,831 0,960 0,811 0,868 172.245Ituzaingó 0,835 0,967 0,824 0,875 158.121José C. Paz 0,774 0,934 0,611 0,773 230.208Junín 0,848 0,957 0,850 0,885 88.664La Costa 0,834 0,954 0,818 0,869 60.483La Matanza 0,796 0,942 0,739 0,826 1.255.288La Plata 0,839 0,972 0,832 0,881 574.369Lanús 0,822 0,959 0,822 0,868 453.082Laprida 0,872 0,947 0,849 0,889 9.683Las Flores 0,845 0,951 0,840 0,879 23.551Leandro N. Alem 0,836 0,933 0,827 0,866 16.358Lincoln 0,835 0,949 0,848 0,877 41.127Lobería 0,861 0,946 0,852 0,886 17.008Lobos 0,820 0,945 0,827 0,864 33.141

Lomas de Zamora 0,802 0,950 0,776 0,843 591.345Luján 0,838 0,948 0,823 0,870 93.992Magdalena 0,831 0,942 0,832 0,868 16.603Maipú 0,826 0,953 0,845 0,875 10.193Malvinas Argentinas 0,786 0,940 0,711 0,812 290.691Mar Chiquita 0,830 0,949 0,823 0,867 17.908Marcos Paz 0,790 0,936 0,698 0,808 43.400Mercedes 0,840 0,957 0,846 0,881 59.870Merlo 0,773 0,941 0,694 0,802 469.985Monte 0,821 0,951 0,838 0,870 17.488Monte Hermoso 0,861 0,963 0,864 0,896 5.602Moreno 0,767 0,938 0,647 0,784 380.503Morón 0,839 0,972 0,848 0,886 309.380Navarro 0,822 0,929 0,847 0,866 15.797Necochea 0,842 0,957 0,844 0,881 89.096Nueve de Julio 0,852 0,947 0,853 0,884 45.998Olavarría 0,835 0,960 0,845 0,880 103.961Patagones 0,836 0,939 0,803 0,860 27.938Pehuajó 0,814 0,952 0,823 0,863 38.400Pellegrini 0,878 0,950 0,860 0,896 6.030Pergamino 0,831 0,952 0,842 0,875 99.193Pila 0,864 0,944 0,848 0,886 3.318Pilar 0,784 0,934 0,678 0,799 232.463Pinamar 0,851 0,960 0,833 0,881 20.666Presidente Perón 0,747 0,936 0,599 0,761 60.191Puán 0,851 0,961 0,879 0,897 16.381Punta Indio 0,878 0,957 0,850 0,895 9.362Quilmes 0,814 0,952 0,776 0,847 518.788Ramallo 0,837 0,945 0,823 0,868 29.179Rauch 0,865 0,950 0,859 0,891 14.434Rivadavia 0,812 0,952 0,849 0,871 15.452Rojas 0,850 0,958 0,851 0,886 22.842Roque Pérez 0,824 0,942 0,837 0,868 10.902Saavedra 0,870 0,963 0,874 0,902 19.715Saladillo 0,828 0,947 0,853 0,876 29.600Salliqueló 0,872 0,952 0,861 0,895 8.682Salto 0,831 0,945 0,833 0,870 29.189San Andrés de Giles 0,830 0,938 0,828 0,866 20.829San Antonio de Areco 0,846 0,955 0,857 0,886 21.333San Cayetano 0,893 0,950 0,859 0,901 8.119San Fernando 0,816 0,954 0,800 0,857 151.131San Isidro 0,862 0,977 0,854 0,898 291.505San Miguel 0,796 0,952 0,758 0,835 253.086San Nicolás 0,836 0,959 0,814 0,869 137.867San Pedro 0,830 0,930 0,801 0,853 55.234San Vicente 0,792 0,940 0,720 0,817 44.529Suipacha 0,848 0,943 0,847 0,879 8.904Tandil 0,853 0,969 0,849 0,890 108.109Tapalqué 0,803 0,946 0,843 0,864 8.296Tigre 0,805 0,946 0,753 0,835 301.223Tordillo 0,772 0,929 0,807 0,836 1.742Tornquist 0,838 0,957 0,863 0,886 11.759Trenque Lauquen 0,854 0,954 0,857 0,888 40.181Tres Arroyos 0,844 0,956 0,856 0,885 57.244Tres de Febrero 0,843 0,966 0,843 0,884 336.467Tres Lomas 0,892 0,950 0,856 0,899 7.439Veinticinco de Mayo 0,838 0,939 0,827 0,868 34.877Vicente López 0,864 0,985 0,871 0,907 274.082Villa Gesell 0,811 0,953 0,833 0,866 24.282Villarino 0,817 0,916 0,770 0,834 26.517Zárate 0,812 0,952 0,765 0,843 101.271Primera Sección 0,811 0,952 0,782 0,848 4.818.743Segunda Sección 0,831 0,949 0,820 0,866 647.970Tercera Sección 0,804 0,948 0,762 0,838 5.023.159Cuarta Sección 0,839 0,949 0,846 0,878 565.279Quinta Sección 0,838 0,958 0,835 0,877 1.198.087Sexta Sección 0,847 0,961 0,851 0,886 705.625Séptima Sección 0,836 0,952 0,844 0,878 293.971Octava Sección 0,839 0,972 0,832 0,881 574.369GBA1 0,829 0,962 0,821 0,871 3.988.233GBA2 0,789 0,942 0,717 0,816 4.696.204GBA3 0,796 0,940 0,737 0,824 994.887Gran La Plata 0,836 0,971 0,827 0,878 705.909Interior1 0,839 0,962 0,838 0,880 1.475.722Interior2 0,839 0,949 0,841 0,876 1.966.248

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UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 295

Una propuesta para utilizar datos anivel municipal en la aplicación deprogramas de asistencia territoriales

ANEXO II

Leonardo F. Pérez CandrevaBecario Comisión de Investigaciones Científicas

de la Provincia de Buenos AiresDocente Universidad Nacional de La Plata

Investigador CEIL PIETTE del CONICETJuan Pedro Luzuriaga

Economista Universidad Nacional de La Plata

El presente documento surge comoderivación de un trabajo originalmentedesarrollado para la aplicación sobre mu-nicipios bonaerenses de un programa deAsistencia Financiera cuyo resultado fuela obtención de una matriz decisional com-puesta de un Coeficiente de Asignaciónde Fondos Productivos (CAFP) para cadamunicipio. El mismo fue expuesto y dis-cutido en las Novenas Jornadas de la RedPymes MERCOSUR 2004.

Aquí se propone que la metodologíade agregación de las variables seleccio-nadas podría utilizarse en la aplicación deprogramas de desarrollo humano, que porende requerirán modificaciones en cuan-to a las variables a utilizar y otros detallesmetodológicos según el caso.

Se agradecen los comentarios gene-rales de Francisco Gatto, Alfredo EricCalcagno y Julio C. Neffa. El trabajo fueenriquecido gracias al debate con PatriciaÁlvarez, Julio Barrabino, Fernando Cami-noa, Pablo Costamagna, Martín Cricco,Fernando De Rosa, Daniel Jaunzaraz, JuanPablo Peredo, Laura Sarafoglu y NoemíSaltarelli. Errores y Omisiones son exclu-siva responsabilidad de los autores.

En lo que sigue se utilizará el térmi-no CAFP para hacer referencia al coefi-

ciente en forma general, indistintamenteque se trate o no de un Programa de Asis-tencia Financiera (AF).

La metodología CAFP surgió de laidea de establecer una guía simple de apli-cación de políticas activas de intervenciónsobre el aparato productivo utilizando in-formación estadística que por lo generalestá fácilmente disponible. En este casose utilizaron principalmente datos publica-dos en el Informe de Desarrollo Humanode la Provincia de Buenos Aires (prove-niente de diferentes fuentes primarias), enel Observatorio Permanente de las Peque-ñas y Medianas Empresas Industriales(PyMIs), el INDEC y la Dirección deEstadística de la Provincia de Buenos Ai-res (DPE), entre otras.

La metodología CAFP elabora uncoeficiente a nivel de cada municipio de laProvincia de Buenos Aires, a fin de jerar-quizar un tipo de intervención particular, deapoyo financiero, en base a necesidades ypotencialidades en la asignación de fon-dos a empresas de cada municipio en elmarco de programas públicos de asisten-cia financiera. Tal como se mencionó an-teriormente, esto es factible de ser replica-do en otros programas de asistencia aten-diendo las particularidades del caso.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005296

Es claro que el éxito de la interven-ción en cada distrito no dependerá única-mente del valor que arroje el municipio encuestión. Es de esperar que el mismo estédeterminado en mayor medida por el en-tramado institucional, social y productivojunto a otros factores de las localidadesinvolucradas.

Tomando distintas variables estadís-ticas que caracterizan a cada municipio,se propone confeccionar el CAFP, que esun valor numérico computado individual-mente para cada localidad, que brinda elesquema óptimo de asignaciones, segúnel valor y la ponderación otorgada a cadavariable.

En lo que sigue se ejemplificarán losconceptos generales de la MetodologíaCAFP con la Aplicación de la Metodolo-gía al caso de la Provincia de Buenos Ai-res que fuera desarrollada pensando enun Programa particular de Asistencia Fi-nanciera, el Programa BANexo (líneaFondos Productivos) dependiente delMinisterio de la Producción de la Provin-cia de Buenos Aires. Las definiciones in-troductorias se exponen en la sección 1.En la sección 2 se definen y construyenlos índices, brindando precisiones metodo-lógicas. Aquí se darán acerca de las va-riables seleccionadas, su agregación inme-diata (en cuatro índices de Segundo Gra-do) y finalmente en un Índice de TercerGrado para cada municipio. En la sección3 se resumen los aspectos conceptualessalientes de dos ejercicios teóricos reali-zados en torno a Asistencias Financierasbrindadas a localidades del interior en elmarco del citado programa de AF. Por unlado, se comparan los Fondos ya otorga-dos hasta mediados de 2004 en ese Pro-grama versus la distribución “óptima” queproponen los CAFP bajo la aplicación dedicha metodología. El otro ejercicio con-sistió en una Hipótesis de Asignación Fi-nanciera Extra en una segunda etapa hi-potética del Programa considerando lasobre o subasignación que cada municipio

percibió en la primera etapa de asistenciadel programa.

Conceptos Básicos

La principal finalidad de este docu-mento es la de generalizar la metodologíaCAFP originalmente desarrollada para elcaso de un programa de asistencia finan-ciera. Conformar una grilla o matriz deci-sional que contemple a la totalidad demunicipios de la Provincia de Buenos Ai-res puede servir como guía ex ante en laaplicación de diferentes programas de asis-tencia con intervención territorial, seanestos de asistencia financiera o de otranaturaleza. Una derivación o generaliza-ción de la metodología CAFP a otros pro-gramas podrá ser de utilidad de mediar loscambios pertinentes. Por un lado, cambiossobre el grupo de variables seleccionadasdará aplicabilidad sobre otros tipos de pro-gramas de asistencia, si bien dependiendode cuál sea la población objetivo del pro-grama habrá un grado de dificultad en lamedición de las variables diferente quehará variar el nivel de efectividad de lametodología CAFP. Por otro lado, cam-bios sobre las unidades geográficas míni-mas (partidos o departamentos) sobre lasque se miden las variables darán aplicabi-lidad a otras regiones.

El CAFP es un valor numérico com-putado individualmente para cada muni-cipio de la Provincia de Buenos Aires apartir de la agregación algebraica de va-riables económicas y sociales seleccio-nadas a criterio de los autores. Las va-riables elegidas provienen de diferentesfuentes de información, entre las que sedestacan aquellas compiladas en el Índi-ce de Desarrollo Humano. Hay aquí lu-gar para la discrecionalidad, tal como severá más adelante. El coeficiente resul-tante indica la importancia relativa deasignar fondos de programas de asisten-

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 297

cia sobre el tejido productivo de cada lo-calidad.

Cabe destacar que esta guía de in-tervención es un tanto “tecnocrática”, enel sentido que propone la intervención coninformación estadística cuantitativa for-mal, la cual muchas veces no refleja co-rrectamente las potencialidades de cadaregión. También es necesario considerardificultades y potencialidades sociales,recursos naturales disponibles en cadaregión, capacidades técnicas y de cono-cimiento de los pobladores y otros facto-res que pudieran incidir en el desarrollode las localidades.

El conjunto de coeficientes CAFPde cada municipio ordenados jerárquica-mente según sus valores, conforman lo queen adelante será llamado “matriz decisio-nal” para la asignación de fondos de pro-gramas de asistencia, que en su mayoríasuelen ser programas públicos.

El CAFP se elabora mediante lasuma ponderada de ciertas variables es-tadísticas que caracterizan ciertos aspec-tos de los municipios de la Provincia deBuenos Aires. Estas variables han sidoseleccionadas ad hoc, a fin de represen-tar dos aspectos: la necesidad o la po-tencialidad de introducir asistencia finan-ciera (créditos o subsidios) en los partidosbonaerenses. El presente trabajo no dis-cute problemas de medición que pudieranpresentar las variables al medir los fenó-menos que intentan representar.

Para llegar a obtener el CAFP, seelabora en primera medida un ranking deasignación en base a la necesidad y otroen base a la potencialidad. Luego se fu-sionan ambos índices en uno solo, obte-niendo así la matriz decisional (conjuntode los CAFP, uno para cada municipio).Para obtener ambos índices, la pondera-ción de cada variable es subjetiva. Es de-cir que ha sido determinada por los auto-res, en este caso de acuerdo a la impor-tancia relativa que se le quiso asignar acada variable en lo referente a las necesi-

dades o potencialidades de asignación defondos de asistencia financiera (AF).

Aquí hay una discrecionalidad endos planos. Discrecionalidad de selec-ción: por un lado, las variables que hansido seleccionadas no agotan la totalidadde las disponibles. En este caso la elec-ción realizada responde al tipo de progra-ma de intervención (de asistencia finan-ciera al tejido productivo local) en el quese pensó al momento de confeccionar lapresente metodología. De ello se despren-de que la elección de variables respondana los dos conceptos ya mencionados (po-tencialidad y necesidad) para cada muni-cipio. Discrecionalidad de agregación:por otro lado, la agregación (pondera-ción) que se haga de las variables implicadiscrecionalidad dentro del grupo de va-riables elegidas.

De esta forma, la discrecionalidadde selección determina que existirá unamatriz decisional (constituida por un co-eficiente para cada municipio) para cadatipo de programa de intervención pública,lo que se reflejará en el grupo de varia-bles específicas seleccionadas en cadacaso. Los ejemplos que aquí daremos fue-ron construidos para variables de necesi-dad y potencialidad porque se las consi-dera pertinentes en el marco de un pro-grama de asistencia financiera a la pro-ducción (AF). Pero a la vez, la discrecio-nalidad de agregación impactará en losvalores de la matriz que serán levementediferentes en términos relativos de acuer-do al peso que se le de a cada una de lasvariables. Es decir, el perfil político de laintervención deseada.

La utilidad del CAFP reside básica-mente en tres aspectos: permite conocercon anticipación el monto óptimo –defini-do desde una perspectiva de potenciali-dad, necesidad u otros aspectos definidosad hoc– a asignar a cada municipio, inde-pendientemente de la demanda de asisten-cia de fondos que exista en un distrito mu-nicipal; se ajusta a distintos criterios de in-

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005298

tervención; es decir, a distintas pondera-ciones de las variables de análisis; y esrenovable en el tiempo a través de la ac-tualización de los valores estadísticos.

En el presente trabajo, se ha consi-derado que la variable Desempleo es másrelevante que la de Necesidades BásicasInsatisfechas, si bien ambas representanen diferente grado a las necesidades lo-cales de recibir AF en una región. De estaforma, se ha considerado la existencia dedesempleo como un factor predominantepara definir el otorgamiento de AF.

Merece destacarse que la Provin-cia de Buenos Aires es diversa y hetero-génea, debido a que en cada territorio po-see distintas realidades productivas, dife-rencias tecnológicas; diferencias en elentorno geográfico; e inclusive diferenciasculturales importantes. De este modo, ha-cer de la Provincia un conjunto de comu-nidades comparables homogeneiza a larealidad bonaerense en base a una canti-dad limitada de variables, sin entrar enconsideraciones sobre la problemática in-dividual de cada partido. Esta simplifica-ción, a su vez, es necesaria para la elabo-ración de un ranking de asignación obje-tivo e imparcial. El CAFP debe concebir-se como una guía ex-ante de intervención,y complementarse luego con considera-ciones de tipo cualitativos de cada reali-dad productiva, económica y social local.

Elaboración del CAFP parala toma de decisiones

Para elaborar un CAFP se requierecumplir varias etapas:

• Definición de los indicadores a medir.• Recolección de datos estadísticos

disponibles al nivel geográfico desea-do (municipal).

• Operacionalización de los indicado-res de acuerdo a la finalidad de laaplicación mediante la construcción

de variables a partir de la informa-ción estadística recolectada.

• Evaluación y ponderación de las va-riables.

• Cómputo de los CAFP y matriz de-cisional.Una vez obtenida la matriz de CAFP,

pueden realizarse distintos ejercicios deAsignación a distintos municipios.

El CAFP se compone de diversosdatos estadísticos en un punto del tiempo;variables cuantitativas y algunos datoscualitativos de la realidad pertinente al pro-grama de interés. En el caso del CAFPoriginal pensado en el marco de un Pro-grama AF la información estadística fueseleccionada pensando en las realidadesproductivas locales que serían beneficia-rias del Programa en cuestión. En el CAFPoriginal hubo variables que fueron consi-deradas para ser introducidas pero no pu-dieron recolectarse al momento de pre-sentarse y discutirse los primeros resulta-dos. Las variables seleccionadas que in-tegraron el CAFP fueron clasificadas endos categorías: potencialidad y necesidad.

Las variables consideradas en lacategoría I (Asignación por Necesidad)fueron:

• Desempleo: se trata de la poblacióneconómicamente activa que no tra-baja y está buscando hacerlo. Porser la fuente el Censo 2001, debentenerse recaudos en la medición deesta variable; estudios acerca de lacalidad de medición de informacióncensal indican que el mismo arrojasistemáticamente tasas de desocu-pación superiores a las que surgende la Encuesta Permanente de Ho-gares para un período de referenciacercano a su realización. Un dato re-levante es que los rangos de dife-rencia son muy variados entre losdistintos aglomerados urbanos.

• Índice de necesidades básicas in-satisfechas: es un índice elaboradoa partir de las siguientes indicado-

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 299

res de privación: Hacinamiento: ho-gares que tuvieran más de tres per-sonas por cuarto; Vivienda: hoga-res en una vivienda de tipo inconve-niente (pieza de inquilinato, precariau otro tipo); Condiciones sanitarias:hogares que no tuvieran ningún tipode retrete; Asistencia escolar: hoga-res que tuvieran algún niño en edadescolar (6 a 12 años) que no asistie-ra en la escuela; Capacidad de sub-sistencia: hogares que tuvieran cua-tro o más personas por miembro ocu-pado y además cuyo jefe no hayacompletado tercer grado de escola-ridad primaria. Fuente: Censo 2001.

• Ingreso per cápita: son los ingre-sos totales de la región dividido lacantidad de habitantes. Se tomócomo proxy de los ingresos totalesel Valor Bruto de la Producción.Fuente: Censo Nacional Económico1994.Variables consideradas en la cate-

goría II (Asignación por Potencialidad):• Productividad laboral: se elaboró

un índice a partir de las variablesValor Agregado Bruto y Puestos deTrabajo Ocupados. Mide el valoragregado promedio aportado por tra-bajador de cada municipio. Este indi-cador encierra indirectamente el gra-do de desarrollo tecnológico y el ni-vel de organización industrial. Fuen-te: Censo Nacional Económico 1994.

• Intensidad manufacturera: mues-tra el peso de mano de obra indus-trial PyME en el total de poblaciónurbana ocupada. Para la Provinciaen su conjunto, este porcentaje esdel 27,7%. Los valores extremos son5,5% para Partidos de la Costa y60% en Campana. Fuente: Institutopara el Desarrollo Industrial (IDI),Unión Industrial Argentina (UIA).

• Especialización PyME Industrial:indica cuál es el perfil sectorial delas PyMEs industriales de cada mu-

nicipio. Para ello se utilizó el Índicede Especialización PyMI brindadopor el Observatorio PyMEs indus-triales. A cada actividad se le asig-nó un valor de acuerdo a las posibi-lidades de dicho sector de canalizaren forma provechosa la asistenciafinanciera recibida. Para ello fueronconsideradas tanto las característi-cas tecnológicas de cada sector,como la coyuntura actual económi-ca bonaerense y general. A modo deejemplo, municipios con especializa-ción en Alimentos y Bebidas, fue-ron valorados en menor medida queaquellos con especialización en Me-talmecánica. Fuente: IDI, UIA.

• Conectividad: el Índice de Conec-tividad se compone de las conexio-nes del tipo puertos y rutas comer-ciales que posee el partido o muni-cipio con vistas al MERCOSUR.Fuente: Dirección Provincial de Es-tadística (DPE).

• Accesibilidad: el Índice de Acce-sibilidad se compone de las conexio-nes del tipo caminos que posee elpartido o municipio con vistas a laCiudad de Buenos Aires y otros lu-gares de la Argentina. Cabe prestaratención que, si bien este factor esimportante dada la realidad de con-centración económica que posee laArgentina en torno a la Ciudad deBuenos Aires y el Conurbano, tam-bién debe tenerse en cuenta que unapolítica de asistencia crediticia quefavorezca la conectividad con estasáreas concentradas acentuará encierta medida dicha concentración.Fuente: DPE.

• Parque Industrial: si la localidadposee o no Parque Industrial ha sidovalorado como un factor de atrac-ción para las inversiones, constitu-yéndose en una variable indicativade la potencialidad del municipio quepondera sobre su elegibilidad.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005300

La utilización de las variables selec-cionadas en la confección del CAFP su-pone que la asignación de Fondos del Pro-grama puede pensarse mediante la lectu-ra de la realidad local que estas variablesofrecen. Éstas aproximan una cuantifica-ción de diversas facetas del entorno so-cioeconómico local.

A los fines de la construcción for-mal, las variables seleccionadas son datospuros, es decir valores que son tomadoscomo insumos de fuentes secundarias.Serán llamados entonces índices de pri-mer grado. El paso siguiente es la cuanti-ficación de la importancia relativa de lasvariables seleccionadas en cada catego-ría. Es en este punto en donde entra lasubjetividad o discrecionalidad del hace-dor de política, que debería estar guiadopor los objetivos del Programa de Asis-tencia en cuestión.

Si un Programa de Asistencia Finan-ciera Deseable tiene como finalidad fo-mentar el desarrollo productivo de las lo-calidades, mediante un fondo semilla debeimpulsar la realización de proyectos deinversión locales. El desarrollo local impli-ca la creación de empleos sostenibles enel tiempo que generen valor agregado; eldesarrollo de nuevas empresas o la forti-ficación de las ya existentes posee un cla-ro sesgo industrialista, frente a otros pro-gramas que incentivan los sectores Servi-cios o Agrarios, como así también medianteel fortalecimiento de empresas pequeñasy medianas (PyMEs), dada la presenciatransversal que poseen casi la totalidad desectores productivos de la economía.

De esta forma el modelo CAFP apli-cado en el trabajo anteriormente referen-ciado contó con la elaboración de dos ín-dices de segundo grado para cada una delas categorías planteadas: dos índices denecesidad de asignar fondos a la produc-ción (INFP) y dos índices de potenciali-dad de asignar fondos a la producción(IPFP). Cada uno de los dos índices deambas categorías se forma con el mismo

grupo de variables que comprende, perovariando la ponderación, como se indica acontinuación.

Los índices de necesidad fueron de-finidos de la siguiente manera:

• INFP (desempleo), Índices de ne-cesidad con “sesgo” desempleo:este índice valoró en mayor medidaa la variable Desempleo indicada conla sigla “W” y el número “I-1”.

• INFP (ingreso), Índice de Necesi-dad “sesgo” ingresos: en este caso,el ingreso per cápita indicado conla sigla “VBP” y el número “I-3” fueconcebido con mayor importanciapara la asignación de fondos.Por su parte, los índices de poten-

cialidad fueron definidos de la forma enque se detalla a continuación:

• IPFP (coyuntura), Índice de Poten-cialidad “sesgo” Coyuntura: se con-sideró con mayor importancia relati-va a la variable Especialización Sec-torial PyME Industrial, indicada conla sigla “EP” y el número “II-3”, ysus posibilidades de desarrollo en basea la coyuntura económica de media-no plazo, que supone una situaciónfavorable para aquellos sectores pro-ductores de bienes transables con altopoder sustitutivo de importaciones.Esto último fue medido en términosde la evolución de la Industria manu-facturera durante el último año.

• IPFP (tecnología), Índice de Po-tencialidad “sesgo” Tecnología: eneste caso, se le dio mayor importan-cia a la variable Productividad La-boral (PL) con el número “II-1”.Una vez obtenidos estos Índices de-

nominados de Segundo Grado, se confec-ciona el CAFP ponderando a todos los ín-dices de cada categoría. De esta forma,el CAFP será un Índice de Tercer Gradocompuesto por dos Índices de SegundoGrado de cada categoría (los cuales a suvez se conforman de 3 y 6 Índices de Pri-mer Grado respectivamente).

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 301

Para constituir el CAFP a los finesde un programa de Asistencia Financieraen una situación de crisis tan persistentecomo vigente desde 2001, se considera-ron el INFP Sesgo Desempleo y el IPFPSesgo Tecnología. Ambos fueron agre-gados mediante una segunda vuelta deponderaciones, dando como resultado una“regla de asignaciones óptimas” que estásujeta a los criterios establecidos ad hoc.

Para el caso del CAFP se otorgó unamayor importancia relativa a las necesida-des locales (con preponderancia de la va-riable desempleo) que a la cuestión de laspotencialidades de cada municipio, tal comose refleja en la siguiente ecuación.

CAFP = 0,6 * INFP + 0,4 * IPFP

En este punto se deja planteado afuturo la necesidad de profundizar la inves-tigación metodológica relacionada a tresaspectos: a) los números índices aplicadosal caso de comparaciones espaciales, b) elrelevamiento de otras variables a nivelmunicipal no utilizadas en esta ocasión y c)las ponderaciones de las variables.

Construcción de los Índices

En los Índices de Necesidad (INFP)el desempleo y la pobreza fueron consig-nados como factores de Necesidad defondos, con los mayores niveles represen-tando mayor Necesidad; mientras que lavariable ingresos fue utilizada de manerainversa, considerándose más necesaria laasignación de fondos en aquellos partidoscon menor valor en la variable “VBP”(Valor Bruto de la Producción per Capita)numerada “I-3” en el cuadro 1. Para ho-mogeneizar los valores originales a unasola ecuación, se conformaron índices convalor base = 100 para cada variable, par-tiendo del valor extremo superior de cadaserie (desempleo, NBI) y respetando las

distancias relativas de valores entre mu-nicipios. En el caso del Ingreso, la base =100 corresponde al municipio con menorVBP per cápita, y la serie decrece en lamisma proporción que aumenta esta va-riable en el resto de los municipios.

El Índice de Potencialidad (IPFP)fue conformado de manera análoga alINFP, pero con otro conjunto de variables.La variable “Productividad Laboral”, seconformó combinando dos índices distin-tos, resultando del cálculo: “Valor Agre-gado Bruto” dividido “Puestos de TrabajoOcupados”, en cada partido.

Cada Índice fue elaborado ponde-rando las variables que lo integran. Estaponderación se realizó de acuerdo a laimportancia relativa de cada variable den-tro del Índice considerado. A continuaciónse detallan las ecuaciones utilizadas paraobtener cada índice de Necesidad o Po-tencialidad de cada municipio. Los pon-deradores son las constantes a, b, c, en elÍndice de Necesidad; y d, e, f, g, h, j, en elde Potencialidad.

INFPi = a * Wi + b * INBIi + c * VBPi

IPFPi = d * PLi + e * IMi + f * EPi + g * Ci + h * Ai + j * PIi

Donde el subíndice i correspondeal i–ésimo municipio de los 134 conside-rados. Es decir, que hay 134 valores dis-tintos para el INFP y lo mismo para elIPFP. Los ponderadores de cada índicesuman 1, a fin de asegurarse que los Índi-ces INFP y IPFP no puedan tener un va-lor mayor a 100 ni menor a 0. Las cons-tantes –ponderadores– fueron estimadasen base al aporte de cada una de las va-riables para explicar la Necesidad, o elPotencial de un municipio para con la asig-nación de Fondos del Programa de Asis-tencia. De este modo es posible armar dis-tintos índices INFP o IPFP utilizando encada caso una estructura de ponderado-res diferente.

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005302

Índice de Necesidad deFondos Productivos

Como ya se anticipó, se elaborarondos INFP, enfatizando, por un lado el pro-blema del desempleo, y por el otro, ses-gando la ponderación de acuerdo a los in-gresos de cada municipio. Los valores a,b y c utilizados en cada caso se describenen el Cuadro 1.

De tal modo, las ecuaciones con ta-les ponderaciones son las exhibidas a con-tinuación:

INFP (desempleo ) = 0,45 Wi + 0,30 NBIi+ 0,25 VBPi

INFP (ingreso) = 0,30 Wi + 0,25 NBIi+ 0,45 VBPi

Los cuadros 2 y 3 muestran los va-lores extremos del ranking según INFP

Cuadro 1. Índices de INFP por sesgo (segundo grado)

INFP Sesgo Variable Ponderada

Desempleo Ingreso

Valor de a 0,45 0,30 I-1. Desempleo (Wi)ponderación b 0,30 0,25 I-2. (NBIi)

c 0,25 0,45 I-3. Ingreso (VBPi)

Total 1,00 1,00

Cuadro 2. Municipios con mayor y menor necesidad de Fondos Productivos, deacuerdo al INFP “sesgo” desempleo (valores expresados en puntos teóricos del índi-ce en escala de 0 a 100)

Municipios con MAYOR necesidad Municipios con MENOR necesidad

Ranking Localidad Coeficiente Ranking Localidad Coeficiente

1 FLORENCIO VARELA 73,2 125 TRENQUE LAUQUEN 28,22 JOSE C. PAZ 72,0 126 SAN ANTONIO DE ARECO 27,93 PRESIDENTE PERON 69,6 127 CORONEL SUAREZ 27,64 MORENO 67,9 128 NAVARRO 25,65 VILLARINO 65,5 129 PILA 25,26 MAR CHIQUITA 63,7 130 VICENTE LOPEZ 24,87 MERLO 63,3 131 CORONEL ROSALES 24,78 MARCOS PAZ 62,4 132 SAAVEDRA 23,49 ESCOBAR 61,8 133 GENERAL GUIDO 23,3

10 EZEIZA 61,3 134 TORNQUIST 22,7

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 303

sesgo desempleo y sesgo ingresos respec-tivamente.

Los valores resultantes para todoslos municipios se detallan en las Tablas 1(sesgo desempleo) y 2 (sesgo ingresos)del final, que contienen en la columna “co-eficientes” los valores para cada munici-pio. Allí se observa que en algunos casoslos municipios cambian el puesto en el ran-king, de acuerdo al sesgo de la ecuación.Por ejemplo, si se pondera mayormentevía empleo, Florencio Varela aparece enprimer lugar, seguido por José C. Paz;mientras que el sesgo ingresos muestra losprimeros puestos para Villarino y MarChiquita, respectivamente.

De todas maneras municipios comoMoreno, Daireaux, Mar Chiquita y Floren-cio Varela figuran entre los de mayor ne-cesidad de Fondos Productivos, cualquie-ra sea el sesgo en la ponderación. Por otrolado, Vicente López, Pila, Tornquist, ySaavedra se ubican como los menos urgi-dos de Fondos, cualquiera sea la pondera-ción en la necesidad de los mismos. Estacoincidencia en el ranking, sea cual sea elsesgo en la ponderación, responde a que,

en parte, los municipios de mayores ingre-sos per cápita son generalmente los quemenores problemas de empleo presentan.

Índice de Potencialidad delos Fondos Productivos

Estos Índices de Segundo Gradocontemplan la Estructura productiva (In-tensidad Manufacturera, Presencia deParques Industriales) y la Conectividady Accesibilidad del municipio. Para el pre-sente caso hemos elaborado dos IPFP;enfatizando, por un lado, la coyuntura demediano plazo (Potencialidad de la Es-tructura Productiva), y por el otro lado,se ha sesgado el Índice de acuerdo a laTecnología (Productividad) de los muni-cipios, premiándose la Productividad La-boral. La Variable Potencialidad de laEstructura productiva fue construida enbase a la estructura de actividades pro-ductivas presentes en cada municipio (va-riable II-3, Especializaciones Productivas,EP) y se la comparó con la evolución de

Cuadro 3. Municipios con mayor y menor necesidad de Fondos Productivos, deacuerdo al INFP “sesgo” ingresos (valores expresados en puntos teóricos del índiceen escala de 0 a 100)

Municipios con MAYOR necesidad Municipios con MENOR necesidad

Ranking Localidad Coeficiente Ranking Localidad Coeficiente

1 VILLARINO 73,0 125 GENERAL LAVALLE 21,22 MAR CHIQUITA 70,3 126 BENITO JUAREZ 20,73 LOBERIA 65,4 127 CHIVILCOY 20,44 PATAGONES 64,1 128 CHASCOMUS 20,65 PRESIDENTE PERON 56,2 129 NAVARRO 20,26 FLORENCIO VARELA 55,1 130 PILA 18,27 DAIREAUX 54,5 131 VICENTE LOPEZ 17,48 JOSE C. PAZ 53,8 132 SAAVEDRA 17,29 GENERAL LAS HERAS 53,1 133 TORNQUIST 17,0

10 MORENO 53,1 134 GENERAL GUIDO 16,9

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005304

los sectores productivos medidos a tra-vés del Estimador Mensual Industrial(EMI) del INDEC.

Nótese que en cada caso, la varia-ble Intensidad Manufacturera permanececonstante, y en un valor relativamente alto(0,3). Esto indica que dicha variable esconsiderada un factor de suma importan-cia, cualquiera sea el sesgo otorgado.

Los valores d, e, f, g, h y j utilizadosen cada caso, fueron los indicados en elCuadro 4.

Surgen así dos ecuaciones:

IPFP (coyuntura) = 0,20 * PL + 0,30 * IM +0,30 * EP + 0,05 * C + 0,05 * A + 0,10 * PIIPFP (tecnología) = 0,35 * PL + 0,30 * IM +0,15 * EP + 0,05 * C + 0,05 * A + 0,10 * PI

Cuadro 4. Índices de IPFP por sesgo (segundo grado)

Sesgo Variable Ponderada

Coyuntura Tecnología

d 0,20 0,35 II-1. Productividad (PL)e 0,30 0,30 II-2. Intensidad Manufacturera (IM)

Valor de f 0,30 0,15 II-3. Potencialidad de la Estruc- ponderación tura Productiva (EP corregida)

g 0,05 0,05 II-4. Conectividad (C)h 0,05 0,05 II-5. Accesibilidad (A)j 0,10 0,10 II-6. Parques industriales (PI)

Total 1,00 1,00

Cuadro 5. Municipios con mayor y menor potencialidad en la asignación de FondosProductivos, de acuerdo al IPFP “sesgo” coyuntura (valores expresados en puntosteóricos del índice en escala de 0 a 100)

Municipios con MAYOR Potencialidad Municipios con MENOR Potencialidad

Ranking Localidad Coeficiente Ranking Localidad Coeficiente

1 ENSENADA 81,7 116 GENERAL LA MADRID 24,12 CAMPANA 69,8 117 PINAMAR 24,13 TRES DE FEBRERO 66,9 118 LOBERIA 24,04 GENERAL SAN MARTIN 65,7 119 LA COSTA 23,95 BERAZATEGUI 65,2 120 MONTE HERMOSO 23,36 TIGRE 63,8 121 VILLARINO 23,17 RAMALLO 63,6 122 VILLA GESELL 22,38 SAN NICOLAS 62,1 123 EZEIZA 6,59 LA MATANZA 61,8 124 GENERAL GUIDO 3,9

10 ESCOBAR 60,8 125 GENERAL MADARIAGA 3,9

IPFP

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 305

Donde sólo cambian los valores ded y f. Desde el punto de vista de la Poten-cialidad, se encuentran los resultados ex-tremos del ranking que se detallan en elCuadro 5.

Los partidos de mayor potencialidaden este caso, Ensenada y Campana, al-bergan polos petroquímicos y han desa-rrollado una importante actividad PyMEindustrial proveedora de estas grandesempresas. Ambos poseen grandes centrosSiderúrgicos (Siderar en Campana y Pro-pulsora Siderúrgica en Ensenada). Estasparticularidades, sumado a que ambospartidos poseen puerto exportador, parqueindustrial y están situados estratégicamen-te en la red comercial MERCOSUR, de-terminan un importante índice de Poten-cialidad, cualquiera sea el sesgo atribuido.Otros partidos de gran potencialidad per-tenecen al Conurbano Bonaerense y es-tán especializados en el sector metalme-cánica (Tres de Febrero, San Martín, Be-razategui, Tigre).

Los partidos de menor potencialidadson aquellos que no tienen prácticamenteperfil industrial (por ejemplo, partidos ubi-cados sobre la Costa Atlántica). Se da el

caso de algunos partidos de gran necesi-dad de Fondos, que se presentan ahoracomo los de menos potencialidad. Segu-ramente quedarán en un lugar intermedioen la confección del CAFP.

Los partidos de mayor potencialidadcasi no varían con este nuevo sesgo (tec-nología). Se observa el caso de CoronelSuárez, que es uno de los partidos de me-nor necesidad (sesgo desempleo) y demenos potencialidad (sesgo tecnología).Esto podría darse por ser un partido sindesempleo, pero sin una orientación indus-trialista, como sucede en varios munici-pios del interior de la Provincia. Los re-sultados de estos Índices para cada muni-cipio de acuerdo al sesgo otorgado se de-tallan en las Tablas 3 y 4.

Coeficiente de Asignación deFondos Productivos (CAFP)

Para el cálculo del Índice CAFP deTercer Grado se ha agregado de manerasimple un único Índice de Segundo Gradode cada tipo; por un lado, el Índice de Ne-

Cuadro 6. Municipios con mayor y menor potencialidad en la asignación de FondosProductivos, de acuerdo al IPFP “sesgo” Tecnología (valores expresados en puntosteóricos del índice en escala de 0 a 100)

Municipios con MAYOR Potencialidad Municipios con MENOR Potencialidad

Ranking Localidad Coeficiente Ranking Localidad Coeficiente

1 ENSENADA 84,1 112 LAPRIDA 18,52 CAMPANA 67,9 113 CORONEL SUAREZ 18,43 TIGRE 59,2 114 SALTO 18,34 GENERAL SAN MARTIN 59,1 115 PATAGONES 17,75 TRES DE FEBRERO 56,2 116 TRES LOMAS 17,56 AVELLANEDA 55,7 117 LA COSTA 17,47 BERAZATEGUI 55,5 118 PINAMAR 17,38 ESCOBAR 51,5 119 LOBERIA 17,29 SAN NICOLAS 51,5 120 MONTE HERMOSO 16,8

10 RAMALLO 51,4 121 VILLARINO 16,3

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005306

cesidad –sesgo Empleo– y por el otro elÍndice de Potencialidad –sesgo Tecnología–deliberadamente ponderados de tal mane-ra que pese más la necesidad. De esta for-ma, la construcción del CAFP selecciona-do se surge de la siguiente ecuación:

CAFPi = 0,6 * INFPi + 0,4 * IPFPi

Es decir que se ha dado mayor im-portancia relativa al problema del desem-pleo respecto a la caracterización tecno-lógica de cada municipio. En este caso,también es posible hacer distintas combi-naciones entre estos dos índices, de acuer-do al peso con el que se quiera ponderarla Necesidad o la Potencialidad municipalen la utilización de cada programa de asis-tencia. Los principales resultados delCAFP se resumen en el cuadro 7, pudién-dose observar la matriz decisional com-pleta CAFP en la Tabla 5.

En general, se mantienen los resul-tados ya observados. Los municipios conmayor Coeficiente de asignación son lospertenecientes a polos productivos estra-tégicos (Campana y Ensenada), y luegoalgunos partidos del Conurbano Bonaeren-

se con fuerte perfil industrial. La inciden-cia del índice de Necesidad no es antagó-nica en estos partidos al de Potencialidad,ya que sucede que las zonas típicamenteindustrializadas vienen saliendo de un pe-ríodo de recesión económica con fuertesniveles de desempleo.

Consideraciones Finales

Los CAFP pretenden contribuir alproceso de toma de decisiones en el mar-co de programas de intervención de políti-ca territorial como una guía ex ante. Noobstante, la aplicación de la metodologíaCAFP expuesta puede también utilizarsepara evaluar ex post los fondos asignadosen el marco de programas de asistenciaespecíficos. A continuación se resumen losaspectos salientes de dos ejercicios reali-zados en torno al programa BANexo de-pendiente del Ministerio de la Producciónde la Provincia de Buenos Aires, que asig-nó entre 33 localidades mediante la línea“Fondos Productivos” un total de$4.539.870 hasta mediados de 2004.

Cuadro 7. Matriz Decisional. Municipios con mayor y menor CAFP

Municipios con MAYOR CAFP Municipios con MENOR CAFP

Ranking Localidad Coeficiente Ranking Localidad Coeficiente

1 ENSENADA 67,7 112 CASTELLI 26,52 FLORENCIO VARELA 59,6 113 TRES LOMAS 26,13 CAMPANA 59,3 114 SALTO 26,04 TIGRE 57,0 115 ALBERTI 26,05 BERAZATEGUI 56,8 116 PINAMAR 25,86 ESCOBAR 55,6 117 RAUCH 25,77 LA MATANZA 54,8 118 PUAN 24,18 PILAR 53,6 119 PELLEGRINI 23,49 GENERAL SAN MARTIN 53,0 120 CORONEL SUAREZ 22,1

10 GENERAL RODRIGUEZ 50,2 121 MONTE HERMOSO 21,6

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 307

Comparación del CAFP conlos Fondos Productivos yaotorgados

Un ejercicio consistió en compararentre los Fondos ya otorgados hasta media-dos de 2004 en ese Programa versus la dis-tribución “óptima” que proponen los CAFPbajo la aplicación de dicha metodología aquíexpuesta. Esta comparación fue desarrolla-da para el subuniverso de municipios quefueron asistidos financieramente.

Si se selecciona esta muestra demunicipios ya asistidos en el marco deeste programa y se aprecia la importan-cia relativa de cada uno en términos deoptimalidad CAFP, puede apreciarse quétan lejos de esta situación ideal se puedeubicar la intervención realizada hasta elmomento, implementada básicamente “ademanda”. De esta forma, algunos mu-nicipios, llamados “sobre asignados”, seexceden de la asignación óptima CAFP.Otros tienen casi cubierta su asignaciónde fondos con respecto al CAFP, mien-tras que el resto de los distritos han su-frido una subasignación de fondos conrespecto a lo que les correspondería se-gún los criterios CAFP.

Cabe expresar aquí dos aclaracio-nes. Por un lado, este ejercicio se hacecon la línea “Fondos Productivos” del Pro-grama BANexo, ceteris paribus. Es de-cir, al hablar de los montos de asistenciaóptimos según CAFP se está suponiendoimplícitamente que las regiones no han sidoasistidas financieramente con otros pro-gramas específicos comparables de AF oque si hubo algunos, éstos no alteraronrelativamente la posición entre los muni-cipios. Una evaluación exhaustiva debe-ría considerar otros programas con impac-to sobre la producción y el empleo de lasregiones. Por otro lado, este ejercicio notiene en cuenta la forma particular queadoptan los programas de Asistencia, esdecir si son destinados a MiPyMes de cier-

tas ramas de actividad específicas, o si sonen cabeza del empresario o en cabeza deentidades intermedias, u otras caracterís-ticas. En el caso particular de la línea Fon-dos Productivos, se exigía por ejemplo queen cada municipio en el que había deman-da de fondos se constituyera un Acta deAcuerdo Local, en la que actores de cadalocalidad debían ponerse de acuerdo enqué destinos tendrían los fondos, designán-dose una entidad encargada de la admi-nistración. La metodología CAPF puedecontemplar en su construcción estas dis-tinciones entre los diferentes programas yasí tener los coeficientes individuales másrealismo.

Otro ejercicio realizado es en cuan-to a una Hipótesis de Asignación Extrade $4.000.000 sobre la totalidad de mu-nicipios en el marco del Programa. Lamatriz decisional CAFP describe cómodeberían ser asignados esos fondos deacuerdo a los criterios de decisión CAFP,sin tener en cuenta en esta etapa a losFondos ya otorgados. Cada municipiorecibiría en este caso el porcentaje dedinero disponible equivalente al valor desu CAFP según la matriz decisional an-teriormente elaborada.

El siguiente paso es establecer unaasignación de los nuevos fondos disponi-bles, teniendo en cuenta la asignación rea-lizada con antelación. Los municipios queresulten “sobre asignados”, en tanto yarecibieron una asignación superior a laóptima, no recibirán su cuota de estos nue-vos cuatro millones de pesos, y el Fondoasignable en el resto de los municipiosaumentará individualmente. Esto se hacea fin de lograr cierta “democratización”del crédito en el interior bonaerense. Paraeso, se considerarán como Desvíos de laasignación óptima la diferencia entre loefectivamente asignado y el total asigna-ciones realizadas y por realizar (4,5 millo-nes de pesos ya efectuados más 4 millo-nes extras) y, en caso de existir un desvíopositivo, el municipio será computado para

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005308

no recibir ya monto alguno. Los montosno asignados a los municipios “sobre–asig-nados” vuelven a repartirse entre los mu-nicipios a los que todavía no fueron otor-gados Fondos, o en aquellos que según ladistribución hipotética del total de Fondos

(los asignados más los por asignar) pre-sentan un desvío negativo, es decir unasub–asignación. La nueva matriz de deci-siones, (matriz de asignación con re-dis-tribución) se utilizaría para recalcular laasignación de los $4.000.000 extras.

Tabla 1. Índice de Necesidad de Asignación. Sesgo Desempleo

N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef.

1 FLORENCIO VARELA 73,2 46 TAPALQUE 44,0 91 BAHIA BLANCA 34,02 JOSE C. PAZ 72,0 47 ENSENADA 43,2 92 AYACUCHO 33,93 PRESIDENTE PERON 69,6 48 LAPRIDA 43,0 93 TORDILLO 33,74 MORENO 67,9 49 MONTE 42,7 94 ROQUE PEREZ 33,25 VILLARINO 65,5 50 FLORENTINO AMEGHINO 42,3 95 AZUL 33,16 MAR CHIQUITA 63,7 51 ITUZAINGO 42,3 96 GENERAL ALVEAR 33,17 MERLO 63,3 52 RIVADAVIA 42,0 97 TANDIL 32,78 MARCOS PAZ 62,4 53 CARLOS TEJEDOR 41,9 98 CARMEN DE ARECO 32,79 ESCOBAR 61,8 54 BOLIVAR 41,7 99 CHIVILCOY 32,710 EZEIZA 61,3 55 GENERAL PAZ 41,5 100 MERCEDES 32,611 MALVINAS ARGENTINAS 60,1 56 HIPOLITO YRIGOYEN 40,8 101 GONZALEZ CHAVES 32,312 PILAR 60,0 57 AVELLANEDA 40,8 102 LINCOLN 32,213 LA MATANZA 60,0 58 RAMALLO 40,8 103 PUAN 32,214 BERAZATEGUI 58,9 59 VEINTICINCO DE MAYO 40,6 104 ADOLFO ALSINA 32,115 ZARATE 58,3 60 CAÑUELAS 40,6 105 GENERAL VILLEGAS 32,016 PATAGONES 57,2 61 VILLA GESELL 40,1 106 MAGDALENA 31,717 SAN VICENTE 57,2 62 GENERAL PUEYRREDON 39,8 107 CASTELLI 31,718 ALMIRANTE BROWN 55,9 63 TRES DE FEBRERO 39,7 108 GENERAL PINTO 31,619 ESTEBAN ECHEVERRIA 54,9 64 LOBOS 39,4 109 JUNIN 31,420 QUILMES 53,9 65 TRES LOMAS 39,1 110 ALBERTI 31,321 TIGRE 53,8 66 DOLORES 39,1 111 OLAVARRIA 31,222 GENERAL VIAMONTE 53,2 67 SALLIQUELO 38,8 112 CHACABUCO 30,623 LOBERIA 53,2 68 MAIPU 38,7 113 SAN ISIDRO 30,224 SAN MIGUEL 53,1 69 PINAMAR 38,4 114 CARLOS CASARES 30,125 LA COSTA 52,8 70 GENERAL ARENALES 38,2 115 SAN ANDRES DE GILES 30,126 LOMAS DE ZAMORA 52,4 71 LUJAN 37,9 116 SAN CAYETANO 30,027 GENERAL RODRIGUEZ 51,6 72 GENERAL MADARIAGA 37,7 117 ROJAS 29,728 GENERAL LA MADRID 51,4 73 SALTO 37,6 118 PELLEGRINI 29,329 GENERAL ALVARADO 51,2 74 MORON 37,5 119 MONTE HERMOSO 29,030 DAIREAUX 49,5 75 LAS FLORES 37,5 120 TRES ARROYOS 28,931 BERISSO 48,1 76 BRAGADO 37,3 121 SUIPACHA 28,832 BALCARCE 46,6 77 CHASCOMUS 37,3 122 GENERAL LAVALLE 28,633 HURLINGHAM 46,5 78 GUAMINI 36,8 123 SALADILLO 28,534 CAMPANA 46,3 79 NECOCHEA 36,4 124 BENITO JUAREZ 28,435 PEHUAJO 46,2 80 COLON 35,4 125 TR, LAUQUEN 28,236 SAN NICOLAS 46,1 81 ARRECIFES 35,3 126 SAN ANTONIO DE ARECO 27,937 LANUS 45,2 82 CAPITAN SARMIENTO 35,0 127 CORONEL SUAREZ 27,638 SAN PEDRO 44,8 83 EXALTACION DE LA CRUZ 34,8 128 NAVARRO 25,639 SAN FERNANDO 44,8 84 BRANDSEN 34,8 129 PILA 25,240 GENERAL LAS HERAS 44,5 85 PERGAMINO 34,7 130 VICENTE LOPEZ 24,841 GENERAL BELGRANO 44,5 86 LA PLATA 34,6 131 CORONEL ROSALES 24,742 LEANDRO N. ALEM 44,4 87 CORONEL PRINGLES 34,4 132 SAAVEDRA 23,443 BARADERO 44,2 88 RAUCH 34,3 133 GENERAL GUIDO 23,344 CORONEL DORREGO 44,2 89 PUNTA INDIO 34,3 134 TORNQUIST 22,745 GENERAL SAN MARTIN 44,0 90 NUEVE DE JULIO 34,2

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 309

Tabla 2. Índice de Necesidad de Asignación. Sesgo Ingreso

N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef.

1 VILLARINO 76,1 46 PEHUAJO 42,0 91 PERGAMINO 29,22 MAR CHIQUITA 73,6 47 GENERAL RODRIGUEZ 41,4 92 LA PLATA 29,03 LOBERIA 67,5 48 BERISSO 41,1 93 CORONEL ROSALES 28,64 PATAGONES 66,3 49 GUAMINI 40,1 94 PUNTA INDIO 28,45 PRESIDENTE PERON 60,2 50 VILLA GESELL 39,0 95 EXALTACION DE LA CRUZ 28,26 FLORENCIO VARELA 59,7 51 RAUCH 38,4 96 BRANDSEN 28,17 JOSE C. PAZ 58,9 52 PINAMAR 37,8 97 CASTELLI 27,88 DAIREAUX 56,8 53 PUAN 37,8 98 ADOLFO ALSINA 27,59 MORENO 56,5 54 HURLINGHAM 37,7 99 AZUL 27,510 GENERAL LA MADRID 56,0 55 SAN NICOLAS 36,9 100 ROQUE PEREZ 27,311 GENERAL LAS HERAS 54,9 56 CAMPANA 36,9 101 BAHIA BLANCA 27,312 MARCOS PAZ 54,7 57 GENERAL ARENALES 36,6 102 GENERAL VILLEGAS 27,313 CORONEL SUAREZ 52,6 58 SAN PEDRO 36,3 103 MONTE HERMOSO 27,114 MERLO 51,4 59 LANUS 36,3 104 TORDILLO 27,115 LA COSTA 50,9 60 SAN FERNANDO 36,2 105 TANDIL 26,916 GENERAL VIAMONTE 50,6 61 BARADERO 35,5 106 LINCOLN 26,917 TAPALQUE 50,0 62 DOLORES 35,2 107 CORONEL PRINGLES 26,818 GENERAL ALVARADO 49,9 63 GENERAL SAN MARTIN 35,1 108 SAN CAYETANO 26,819 ESCOBAR 49,7 64 MAIPU 34,6 109 CARMEN DE ARECO 26,720 MALVINAS ARGENTINAS 49,6 65 ENSENADA 34,4 110 MAGDALENA 26,621 EZEIZA 49,4 66 ALBERTI 34,3 111 MERCEDES 26,622 LA MATANZA 48,6 67 BRAGADO 34,2 112 GENERAL PINTO 26,523 PILAR 48,3 68 ITUZAINGO 34,2 113 SAN ANDRES DE GILES 25,724 LAPRIDA 48,3 69 VEINTICINCO DE MAYO 33,9 114 JUNIN 25,525 ALMIRANTE BROWN 48,2 70 LOBOS 33,8 115 OLAVARRIA 25,126 FLORENTINO AMEGHINO 47,9 71 CHACABUCO 33,7 116 CARLOS CASARES 25,027 BERAZATEGUI 47,6 72 RAMALLO 33,1 117 COLON 24,828 RIVADAVIA 47,4 73 CAÑUELAS 32,7 118 TRENQUE LAUQUEN 24,629 ZARATE 46,7 74 GENERAL PUEYRREDON 32,7 119 SAN ISIDRO 24,430 LEANDRO N. ALEM 46,6 75 SALLIQUELO 32,4 120 ROJAS 24,331 SAN VICENTE 46,4 76 AVELLANEDA 32,4 121 SAN ANTONIO DE ARECO 24,232 GENERAL BELGRANO 45,9 77 GENERAL ALVEAR 32,1 122 TRES ARROYOS 24,133 MONTE 45,6 78 AYACUCHO 31,9 123 SALADILLO 24,034 BALCARCE 45,3 79 CAPITAN SARMIENTO 31,9 124 SUIPACHA 23,735 ESTEBAN ECHEVERRIA 44,3 80 GONZALEZ CHAVES 31,9 125 GENERAL LAVALLE 23,236 CARLOS TEJEDOR 44,1 81 TRES DE FEBRERO 31,6 126 BENITO JUAREZ 23,037 BOLIVAR 43,9 82 NUEVE DE JULIO 31,5 127 CHIVILCOY 22,638 QUILMES 43,6 83 LUJAN 31,0 128 CHASCOMUS 22,539 TIGRE 43,2 84 MORON 30,7 129 NAVARRO 21,840 SAN MIGUEL 43,2 85 LAS FLORES 30,5 130 PILA 20,141 LOMAS DE ZAMORA 43,0 86 PELLEGRINI 30,5 131 VICENTE LOPEZ 19,742 SALTO 42,7 87 GENERAL MADARIAGA 30,3 132 SAAVEDRA 19,243 GENERAL PAZ 42,3 88 CORONEL DORREGO 29,9 133 TORNQUIST 18,644 HIPOLITO YRIGOYEN 42,2 89 NECOCHEA 29,5 134 GENERAL GUIDO 18,645 TRES LOMAS 42,1 90 ARRECIFES 29,5

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005310

Tabla 3. Índice de Potencialidad de Asignación. Sesgo Coyuntura

N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef.

1 ENSENADA 81,7 46 CARMEN DE ARECO 44,9 91 MONTE 28,92 CAMPANA 69,8 47 HIPOLITO YRIGOYEN 44,5 92 MAR CHIQUITA 28,83 TRES DE FEBRERO 66,9 48 COLON 43,9 93 NECOCHEA 28,54 GENERAL SAN MARTIN 65,7 49 ZARATE 43,9 94 PEHUAJO 28,55 BERAZATEGUI 65,2 50 TORNQUIST 43,9 95 GENERAL VIAMONTE 28,16 TIGRE 63,8 51 BENITO JUAREZ 43,4 96 CHACABUCO 28,17 RAMALLO 63,6 52 SAN ANDRES DE GILES 43,4 97 DOLORES 28,18 SAN NICOLAS 62,1 53 BARADERO 43,4 98 BALCARCE 27,79 LA MATANZA 61,8 54 LINCOLN 43,3 99 GENERAL PAZ 27,710 ESCOBAR 60,8 55 TRENQUE LAUQUEN 42,5 100 GENERAL ALVARADO 27,411 FLORENCIO VARELA 60,7 56 SAN CAYETANO 42,4 101 DAIREAUX 27,412 VICENTE LOPEZ 60,2 57 CARLOS CASARES 42,2 102 RAUCH 26,613 QUILMES 58,9 58 CAÑUELAS 42,0 103 CARLOS TEJEDOR 26,414 BRANDSEN 57,8 59 BAHIA BLANCA 41,8 104 GENERAL BELGRANO 26,215 MERLO 56,9 60 SUIPACHA 41,6 105 PELLEGRINI 26,116 CORONEL DORREGO 56,4 61 LOBOS 41,4 106 TAPALQUE 25,617 TANDIL 55,7 62 CHASCOMUS 41,3 107 PUAN 25,618 OLAVARIA 54,6 63 SAAVEDRA 40,5 108 GENERAL LAS HERAS 25,519 JUNIN 54,5 64 LA PLATA 40,1 109 CORONEL SUAREZ 25,320 TRES ARROYOS 54,5 65 VEINTICINCO DE MAYO 39,9 110 LAPRIDA 25,321 GENERAL RODRIGUEZ 54,4 66 SALADILLO 39,8 111 MAIPU 25,222 EXALTACION DE LA CRUZ 54,4 67 CAPITAN SARMIENTO 39,8 112 RIVADAVIA 25,223 ESTEBAN ECHEVERRIA 53,9 68 ARRECIFES 39,7 113 SALTO 24,924 SAN FERNANDO 53,6 69 MORENO 39,6 114 TRES LOMAS 24,625 PILAR 53,6 70 FLORENTINO AMEGHINO 39,0 115 PATAGONES 24,526 GENERAL LAVALLE 53,5 71 SAN VICENTE 37,8 116 GENERAL LA MADRID 24,127 LOMAS DE ZAMORA 53,2 72 LAS FLORES 37,5 117 PINAMAR 24,128 AVELLANEDA 53,0 73 SAN ANTONIO DE ARECO 36,1 118 LOBERIA 24,029 MORON 52,6 74 ROQUE PEREZ 35,2 119 LA COSTA 23,930 CORONEL ROSALES 52,5 75 NAVARRO 34,9 120 MONTE HERMOSO 23,331 ROJAS 52,1 76 GENERAL VILLEGAS 34,9 121 VILLARINO 23,132 LUJAN 51,3 77 MAGDALENA 33,5 122 VILLA GESELL 22,333 BERISSO 50,9 78 GENERAL PINTO 33,3 123 EZEIZA 6,534 MERCEDES 50,8 79 GENERAL ARENALES 33,1 124 GENERAL GUIDO 3,935 SAN ISIDRO 50,5 80 GENERAL PUEYRREDON 32,3 125 GENERAL MADARIAGA 3,936 PERGAMINO 50,2 81 GENERAL ALVEAR 31,7 126 HURLINGHAM s/d37 ALMIRANTE BROWN 50,0 82 ADOLFO ALSINA 31,2 127 ITUZAINGO s/d38 CHIVILCOY 49,9 83 BOLIVAR 30,8 128 JOSE C. PAZ s/d39 AZUL 49,1 84 AYACUCHO 30,5 129 MALVINAS ARGENTINAS s/d40 SAN PEDRO 48,9 85 MARCOS PAZ 30,1 130 PILA s/d41 BRAGADO 46,5 86 GUAMINI 29,6 131 PRESIDENTE PERON s/d42 NUEVE DE JULIO 45,9 87 LEANDRO N. ALEM 29,5 132 PUNTA INDIO s/d43 CORONEL PRINGLES 45,6 88 GONZALEZ CHAVES 29,4 133 SAN MIGUEL s/d44 LANUS 45,2 89 ALBERTI 29,2 134 TORDILLO s/d45 SALLIQUELO 45,2 90 CASTELLI 29,2

UNA PROPUESTA PARA UTILIZAR DATOS A NIVEL MUNICIPAL EN LA APLICACIÓN DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA TERRITORIALES 311

Tabla 4. Índice de Potencialidad de Asignación. Sesgo Tecnología

N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef.

1 ENSENADA 84,1 46 MORON 37,6 91 DOLORES 22,32 CAMPANA 67,9 47 BRAGADO 37,6 92 MONTE 22,33 TIGRE 59,2 48 BARADERO 37,3 93 PEHUAJO 22,14 GENERAL SAN MARTIN 59,1 49 CARMEN DE ARECO 37,2 94 NECOCHEA 21,95 TRES DE FEBRERO 56,2 50 LINCOLN 36,8 95 GENERAL LA MADRID 21,86 AVELLANEDA 55,7 51 CARLOS CASARES 36,5 96 MAR CHIQUITA 21,77 BERAZATEGUI 55,5 52 CAÑUELAS 36,2 97 GENERAL VIAMONTE 21,78 ESCOBAR 51,5 53 BENITO JUÁREZ 35,8 98 VILLA GESELL 21,39 SAN NICOLAS 51,5 54 SAN ANDRES DE GILES 35,3 99 GENERAL ALVARADO 21,210 RAMALLO 51,4 55 LA PLATA 35,2 100 GENERAL PAZ 21,211 LA MATANZA 51,3 56 MORENO 35,0 101 BALCARCE 21,012 JUNIN 51,3 57 SAAVEDRA 34,6 102 DAIREAUX 20,213 EXALTACION DE LA CRUZ 50,8 58 NUEVE DE JULIO 32,7 103 RAUCH 20,014 FLORENCIO VARELA 50,6 59 MERLO 32,7 104 CARLOS TEJEDOR 19,615 VICENTE LOPEZ 50,5 60 SALLIQUELO 32,6 105 PELLEGRINI 19,416 PILAR 49,4 61 SAN VICENTE 32,6 106 GENERAL BELGRANO 19,317 GENERAL RODRIGUEZ 49,2 62 SALADILLO 32,5 107 RIVADAVIA 18,818 OLAVARRIA 47,9 63 CHASCOMUS 31,8 108 GENERAL LAS HERAS 18,819 QUILMES 47,5 64 VEINTICINCO DE MAYO 31,6 109 TAPALQUE 18,720 GENERAL LAVALLE 47,2 65 LOBOS 31,4 110 PUAN 18,621 SAN FERNANDO 46,3 66 LAS FLORES 30,9 111 MAIPU 18,622 CORONEL DORREGO 45,4 67 CAPITAN SARMIENTO 30,7 112 LAPRIDA 18,523 BRANDSEN 44,7 68 HIPOLITO IRIGOYEN 30,5 113 CORONEL SUAREZ 18,424 TANDIL 44,2 69 TRENQUE LAUQUEN 30,0 114 SALTO 18,325 CORONEL ROSALES 44,2 70 ARRECIFES 29,5 115 PATAGONES 17,726 ESTEBAN ECHEVERRIA 44,0 71 SAN ANTONIO DE ARECO 29,5 116 TRES LOMAS 17,527 CHIVILCOY 43,8 72 GENERAL VILLEGAS 29,4 117 LA COSTA 17,428 AZUL 43,2 73 NAVARRO 29,3 118 PINAMAR 17,329 LOMAS DE ZAMORA 42,2 74 ROQUE PEREZ 29,1 119 LOBERIA 17,230 PERGAMINO 42,1 75 SAN CAYETANO 28,8 120 MONTE HERMOSO 16,831 TRES ARROYOS 42,0 76 CHACABUCO 27,0 121 VILLARINO 16,332 TORNQUIST 41,9 77 GENERAL PINTO 26,8 122 EZEIZA s/d33 LANUS 41,7 78 MAGDALENA 26,5 123 GENERAL GUIDO s/d34 LUJAN 41,4 79 FLORENTINO AMEGHINO 26,2 124 GENERAL MADARIAGA s/d35 ZARATE 41,1 80 BOLIVAR 26,1 125 GENERAL PUEYRREDON s/d36 SAN ISIDRO 40,9 81 ADOLFO ALSINA 25,5 126 HURLINGHAM s/d37 ROJAS 40,6 82 GENERAL ALVEAR 25,3 127 ITUZAINGO s/d38 COLON 40,6 83 MARCOS PAZ 24,1 128 JOSE C. PAZ s/d39 SAN PEDRO 40,5 84 GENERAL ARENALES 24,0 129 MALVINAS ARGENTINAS s/d40 MERCEDES 40,3 85 AYACUCHO 23,6 130 PILA s/d41 CORONEL PRINGLES 40,2 86 GONZALEZ CHAVES 23,5 131 PRESIDENTE PERON s/d42 BAHIA BLANCA 38,9 87 CASTELLI 23,0 132 PUNTA INDIO s/d43 BERISSO 38,7 88 GUAMINI 22,7 133 SAN MIGUEL s/d44 ALMIRANTE BROWN 38,4 89 LEANDRO N. ALEM 22,5 134 TORDILLO s/d45 SUIPACHA 38,2 90 ALBERTI 22,4

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005312

Tabla 5. Coeficientes de Asignación de Fondos Productivos (CAFP)

N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef. N° LOCALIDAD Coef.

1 ENSENADA 67,7 46 BRAGADO 37,5 91 GENERAL PAZ 29,32 FLORENCIO VARELA 59,6 47 MERCEDES 37,2 92 TRENQUE LAUQUEN 29,33 CAMPANA 59,3 48 BAHIA BLANCA 36,9 93 GENERAL LAS HERAS 29,14 TIGRE 57,0 49 TRES ARROYOS 36,8 94 DOLORES 29,05 BERAZATEGUI 56,8 50 SAN ISIDRO 36,6 95 SAN ANTONIO DE ARECO 28,96 ESCOBAR 55,6 51 CORONEL ROSALES 36,4 96 TAPALQUE 28,87 LA MATANZA 54,8 52 ROJAS 36,3 97 VILLA GESELL 28,88 PILAR 53,6 53 VILLARINO 36,0 98 GENERAL PINTO 28,79 GENERAL SAN MARTIN 53,0 54 CARMEN DE ARECO 35,4 99 MAGDALENA 28,610 GENERAL RODRIGUEZ 50,2 55 VEINTICINCO DE MAYO 35,2 100 CARLOS TEJEDOR 28,511 QUILMES 50,0 56 SALLIQUELO 35,1 101 CHACABUCO 28,412 AVELLANEDA 49,7 57 LA PLATA 34,9 102 GENERAL ALVEAR 28,413 TRES DE FEBRERO 49,6 58 LINCOLN 34,9 103 GUAMINI 28,314 SAN NICOLAS 49,3 59 HIPOLITO YRIGOYEN 34,6 104 LAPRIDA 28,315 ESTEBAN ECHEVERRIA 48,4 60 LOBOS 34,6 105 ADOLFO ALSINA 28,216 MORENO 48,2 61 SUIPACHA 34,5 106 RIVADAVIA 28,117 ZARATE 48,0 62 GENERAL VIAMONTE 34,3 107 NAVARRO 27,918 RAMALLO 47,1 63 TORNQUIST 34,2 108 AYACUCHO 27,719 LOMAS DE ZAMORA 46,3 64 CHASCOMUS 34,0 109 NECOCHEA 27,720 SAN FERNANDO 45,7 65 CARLOS CASARES 33,9 110 GONZALEZ CHAVES 27,021 ALMIRANTE BROWN 45,4 66 GENERAL LA MADRID 33,6 111 MAIPU 26,622 CORONEL DORREGO 45,0 67 LAS FLORES 33,5 112 CASTELLI 26,523 MERLO 44,9 68 PATAGONES 33,5 113 TRES LOMAS 26,124 EXALTACION DE LA CRUZ 44,4 69 NUEVE DE JULIO 33,3 114 SALTO 26,025 JUNIN 43,3 70 SAN ANDRES DE GILES 33,2 115 ALBERTI 26,026 LANUS 43,1 71 GENERAL ALVARADO 33,2 116 PINAMAR 25,827 BERISSO 42,4 72 BENITO JUAREZ 32,8 117 RAUCH 25,728 SAN VICENTE 42,4 73 FLORENTINO AMEGHINO 32,6 118 PUAN 24,129 SAN PEDRO 42,2 74 CAPITAN SARMIENTO 32,4 119 PELLEGRINI 23,430 OLAVARIA 41,2 75 BOLIVAR 32,4 120 CORONEL SUAREZ 22,131 BRANDSEN 40,8 76 DAIREAUX 31,9 121 MONTE HERMOSO 21,632 VICENTE LOPEZ 40,2 77 ARRECIFES 31,8 122 EZEIZA s/d33 BARADERO 40,1 78 PEHUAJO 31,7 123 GENERAL GUIDO s/d34 LUJAN 40,0 79 LOBERIA 31,6 124 GENERAL MADARIAGA s/d35 GENERAL LAVALLE 39,8 80 LA COSTA 31,5 125 GENERAL PUEYRREDON s/d36 TANDIL 39,6 81 LEANDRO N. ALEM 31,3 126 HURLINGHAM s/d37 MARCOS PAZ 39,4 82 BALCARCE 31,3 127 ITUZAINGO s/d38 CHIVILCOY 39,3 83 SALADILLO 30,9 128 JOSE C. PAZ s/d39 AZUL 39,1 84 ROQUE PEREZ 30,7 129 MALVINAS ARGENTINAS s/d40 PERGAMINO 39,1 85 GENERAL VILLEGAS 30,5 130 PILA s/d41 MAR CHIQUITA 38,5 86 MONTE 30,4 131 PRESIDENTE PERON s/d42 COLON 38,5 87 SAAVEDRA 30,1 132 PUNTA INDIO s/d43 CAÑUELAS 38,0 88 GENERAL ARENALES 29,7 133 SAN MIGUEL s/d44 CORONEL PRINGLES 37,9 89 GENERAL BELGRANO 29,4 134 TORDILLO s/d45 MORON 37,6 90 SAN CAYETANO 29,3

BIBLIOGRAFÍA 313

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ÍNDICE 323

ÍndiceExpresiones de reconocimiento ...................................................................................................................................... 7Prólogo ............................................................................................................................................................................ 17

Capítulo 1: Integración social ........................................................................................................................................ 19Consolidación de la juventud ............................................................................................................................... 24La juventud como actor estratégio del desarrollo ................................................................................................. 26

Capítulo 2: Participación ................................................................................................................................................ 31Crisis de representación ........................................................................................................................................ 32Obstáculos y visiones alternativas ....................................................................................................................... 35Participación en políticas de juventud .................................................................................................................. 39Propuestas de índole práctica ............................................................................................................................... 40La visión juvenil de la participación ...................................................................................................................... 41¿Qué proponen los jóvenes? ................................................................................................................................. 47Un desafío para la gestión local ............................................................................................................................ 51

Capítulo 3: La cultura y los jóvenes ............................................................................................................................... 55Cultura e Identidad ................................................................................................................................................ 57Porque es la calle ................................................................................................................................................... 59Problemas de futuro .............................................................................................................................................. 60Una solidaridad ..................................................................................................................................................... 61Integración y reconocimiento ............................................................................................................................... 62

Capítulo 4: Uso del espacio urbano ................................................................................................................................. 65Aislamiento y pureza ............................................................................................................................................. 66El espacio urbano como oportunidad de integración ........................................................................................... 68La ciudad abierta ................................................................................................................................................... 71Espacio de pertenencia .......................................................................................................................................... 73Espacio urbano, características y uso ................................................................................................................... 75La visión de los jóvenes ........................................................................................................................................ 76El encuentro .......................................................................................................................................................... 80La noche ................................................................................................................................................................ 83Seguridad y comunicación .................................................................................................................................... 85Relación con la policía ........................................................................................................................................... 88Políticas orientadas al uso del espacio urbano ..................................................................................................... 90Un desafío para el gobierno local .......................................................................................................................... 95Adolescencia, juventud y espacio público ........................................................................................................... 100Los jóvenes y los accidentes de tránsito .............................................................................................................. 103

Capítulo 5: El proyecto de vida laboral ............................................................................................................................ 107Los recorridos de los jóvenes: trayectorias laborales ........................................................................................... 110Formación y capacitación ...................................................................................................................................... 113Algunas experiencias ............................................................................................................................................ 117Problemática juvenil en la Argentina actual .......................................................................................................... 120Los jóvenes que no estudian ni trabajan .............................................................................................................. 122Jóvenes y adultos mayores, una alianza antidiscriminación ................................................................................. 124Venta ambulante y delito (la vida de un muchacho) .............................................................................................. 126Anexo: Las trayectorias laborales de jóvenes pobres ........................................................................................... 131

INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 2004-2005324

Capítulo 6: Los desafíos de la oferta educativa .............................................................................................................. 139Experiencias de formación ..................................................................................................................................... 141Nuevos desafíos .................................................................................................................................................... 144

Capítulo 7: Encuesta a jóvenes bonaerenses .................................................................................................................. 149Pertenencia ............................................................................................................................................................ 150La integración económica ...................................................................................................................................... 153Participación .......................................................................................................................................................... 156Proyecto de vida laboral ........................................................................................................................................ 160Estudios exploratorios previos .............................................................................................................................. 163Motivaciones para capacitarse ............................................................................................................................. 168Políticas culturales ................................................................................................................................................. 169Espacio público ..................................................................................................................................................... 172Cuadros ................................................................................................................................................................. 175

Capítulo 8: Políticas de juventud, un recorrido institucional ....................................................................................... 207Gestión local de proyectos .................................................................................................................................... 212Fortalezas y debilidades institucionales ............................................................................................................... 217Jóvenes vistos por jóvenes .................................................................................................................................. 221Experiencias de gestión municipal ......................................................................................................................... 225Experiencias de organizaciones comunitarias ....................................................................................................... 230Otras experiencias ................................................................................................................................................. 237

Capítulo 9: Políticas de juventud en Europa y América Latina ..................................................................................... 245Salud y conductas de riesgo ................................................................................................................................. 246Redes de información ............................................................................................................................................ 247Apoyo a iniciativas juveniles ................................................................................................................................ 249Asistencia técnica ................................................................................................................................................. 250Trabajo y capacitación .......................................................................................................................................... 251Cultura y tolerancia ............................................................................................................................................... 257Participación .......................................................................................................................................................... 258Casas de la Juventud ............................................................................................................................................. 261Otros programas .................................................................................................................................................... 262Proyecto Juventud del Instituto Ciudadanía de Brasil .......................................................................................... 263

Capítulo 10: Normas constitucionales y legislación ..................................................................................................... 267Normas constitucionales ....................................................................................................................................... 268Tratados Internacionales ....................................................................................................................................... 269Legislación Nacional ............................................................................................................................................. 270Normas sectoriales ................................................................................................................................................ 272Legislación Provincial ........................................................................................................................................... 275Recomendaciones ................................................................................................................................................. 278La inclusión de la juventud ................................................................................................................................... 279La inclusión social de los jóvenes-adultos ........................................................................................................... 282Prevención de adicciones ...................................................................................................................................... 287

Anexo I. Indice de desarrollo humano ............................................................................................................................ 291Anexo II. Una propuesta para utilizar datos a nivel municipal en la aplicación de programas de asistencia territoriales .. 295Bibliografía ..................................................................................................................................................................... 313